Universidad de Costa Rica-Escuela de Filosofa Seminario de Temas Feministas Prof.
Elena Len Eduard Edgardo Ortiz Pineda I Reporte de Lectura: A propsito de Poltica Sexual, Kate Millet
Se trata de la obra ms importante de la escritora estadounidense, influy fundamentalmente en el feminismo de la Segunda Ola (principios de 1960 hasta finales de 1970), un movimiento que busc desarticular y proyectar temas en la sociedad como: la sexualidad, la familia, el lugar de trabajo y los derechos reproductivos en los EEUU de 1960. Poltica Sexual es una crtica al Patriarcado en la sociedad y en la literatura occidental. Se expone como la primera crtica acadmica literaria netamente feminista, abarca autores como D.H. Lawrence, Miller y Norman Mailer. La revista Time lo catalog como uno de los libros ms influentes del siglo XX. Partiendo de la principal tesis de la autora: La opresin sexual es poltica y cultural, pretendo desarrolla una sntesis del segundo captulo de esta tan importante obra de la teora feminista en los ltimos cuarenta aos. Primeramente, Millet plantea que tanto en el plano ntimo como el plano poltico se dan polticas sexuales, pero para que el primer mbito sea estudiado habr de revaluarse el vocablo Poltica. Ese es en parte el objetivo de la obra. Para ello, nuestra autora revisar esquemticamente los planos o aspectos de la sociedad occidental desde donde se juega, esconde e intercepta la poltica sexual. 1. Aspecto ideolgico Segn Millet, la poltica sexual es objeto de aprobacin en virtud de la socializacin de ambos sexos segn las normas fundamentales del patriarcado en lo que atae a temperamento, al papel y a la posicin social. Tres categoras fundamentales en el desarrollo de la tesis de nuestra autora.
a. Posicin: la posicin superior nace del prejuicio de la superioridad masculina, que recibe el beneplcito general. b. El temperamento: se desarrolla de acuerdo con ciertos estereotipos caractersticos de cada categora sexual la masculina y la femeninadictados por sus miembros en funcin de lo que ms aprecian en si mismos y de lo que ms les conviene exigir de sus subordinados (agresividad, inteligencia, fuerza y eficacia en el macho y la pasividad, la ignorancia, la docilidad y la inutilidad en la hembra) este esquema se refuerza por otro factor. c. El papel sexual: este decreta para cada sexo un cdigo de conducta, ademanes y actitudes altamente elaboradas. La mujer al servicio domstico y al cuidado de la prole, mientras que el hombre puede ver realizada su ambicin en todos los dems campos de la productividad humana. No puede dudarse de la interdependencia y concatenacin existente entre estas tres categoras: la posicin es el componente poltico, el papel es el componente sociolgico y el temperamento el psicolgico. (Millet: 1995, pg. 72). 2. El Aspecto Biolgico Se supone desde la religin, la opinin popular y hasta cierto punto desde la ciencia que las distinciones sexuales tienen un correlato biolgico, pero para Millet, los rasgos masculinos o femeninos no parecen derivarse de la naturaleza humana. La musculatura del macho es propio de la educacin, la alimentacin y el ejercicio, es el contra argumento que muestra Millet: la supremaca masculina, igual que los dems credos polticos, no radica en la fuerza fsica, sino en la aceptacin de un sistema de valores cuya ndole no es biolgica. (Millet: 1995, pg. 74). No se puede fundar la poltica sexual en postulados biolgicos, ya que las distinciones comunes reconocidas en ambos sexos ataen a las categoras mencionadas al inicio que son el marco analtico de nuestra autora: el temperamento, al papel social, y a la posicin, se asientan sobre una base esencialmente cultural y no sobre la biologa. Incluso la construccin de lo que llamamos gnero tiene un asentamiento cultural.
Se cree hoy en da que lo que Stoller y otros socilogos denominan identidad genrica esencial queda constituida hacia los dieciocho meses de edad. (Millet: 1995, pg. 77). Millet llega a afirmar que la personalidad psicosexual es un conjunto de rasgos adquiridos en virtud de un aprendizaje. Sigue la tesis de Money en las cual se afirma que el gnero se establece con la adquisicin del lenguaje. Su crtica mayor ser contra las posturas en favor de la existencia de una especie de instinto en los individuos, segn autora estadounidense no existe tal instinto y lo ms cercano a esto vienen a ser los impulsos o reflejos, respuestas neurales mucho ms simples como el hecho que el hombre parpadea y sienta hambre. 3. Aspecto sociolgico En este respecto, Millet coloca su tesis ms controversial: el patriarcado gravita sobre la institucin de la familia, es su eliminacin o reformulacin de la familia tradicionalmente concebida la que llevar a un verdadero cambio en la estructura social. La Familia es uno de los tres pilares del patriarcado junto con el Estado y la Sociedad, su ligamen es profundo y delicado. A propsito de la primera dice: El que una mujer sea cabeza de familia se considera una eventualidad poco deseable, seal nicamente de pobreza o de alguna desgracia (Millet: 1995, pg. 84). El divorcio, seala Millet, vino a menoscabar la prioridad del derecho del varn en el patriarcado contemporneo. Sin embargo, la sujecin de la mujer con relacin al varn sigue siendo patente debido a la funcin socializadora de los hijos que cumple el matrimonio. 4. Influencia de las clases sociales. Segn Millet, el hecho que en una sociedad, la posicin dependa de factores econmicos, sociales y educacionales no coloca a la mujer en una posicin superior a la del varn.
Pareciera que de acuerdo al estrato social, el hombre se ve obligado a reafirmar su masculinidad, de ah que el hecho que exista una mujer adinerada y culta no limita al hombre para referirse a esta en seal de cortejo, sea este agresivo o sutil. Millet hace mano de estadsticas para demostrar que el amor corts y romntico no ha cambiado la situacin social y econmica de las mujeres en lo ms mnimo, mas bien a empeorado su situacin al construir imgenes irreales de lo que debe ser una mujer, ha hecho del amor romntico una autoridad ideolgica para detener la actividad sexual de la hembra al grado de colocarlas en disputa entre s. Adems, es necesario destacar que en la misma poca en que se escriban novelas caballerescas y romnticas que instruan en el cortejo hacia las doncellas, tambin se gestaba en Inglaterra y en otras partes de Europa la llamada poca dorada de la stira, donde se ridiculizaba la imagen de la mujer al par de la del poltico y del cura. 5. Aspectos Econmicos y Educacionales Millet menciona que en el problema del trabajo femenino, su crtica no radica en la condicin necesaria de su existencia sino en la mnima retribucin econmica al respecto. Segn Millet: Desde el punto de vista industrial y productivo, la situacin de la mujer en los pases del primer mundo resulta comparable en alto grado a la de los pueblos coloniales y preindustriales. (Millet: 1995, pg. 97). Los centros universitarios femeninos de su poca no solan producir eruditas, profesionales o tecncratas, su sesgo en la actualidad ha cambiado mnimamente, las carreras cientficas y tcnicas siguen siendo predominantemente masculinas, mientras que las artes, la educacin y algunas ciencias sociales son considera tpicamente femeninas. 6. Aspectos antropolgicos Segn Millet las pruebas aportadas por la antropologa, mitos religiosos y literarios, corroboran la conveniencia poltica de las convicciones patriarcales relativas a la mujer.
El hombre cre la imagen de la mujer que todos conocemos, adaptndola a sus necesidad. Construy relatos en torno a su impureza, a su debilidad para argumentar la sumisin en la cual la ha impuesto. En conclusin: Todos estos aspectos ejercen un efecto preciso sobre la psicologa de ambos sexos, cuyo principal resultado es la interiorizacin de la ideologa patriarcal. La posicin, el temperamento y el papel sexual, son de hecho, sistemas de valores dotados de infinitas ramificaciones y reforzados por el matrimonio y la familia gracias a su jerarqua y divisin de las funciones, basadas en la superioridad econmica del varn. Para Millet, ha pesar de que ha habido avances en tema de derechos para la mujer; la libertad sexual y el control biolgico de su propio cuerpo le estn todava vedados por el medio del culto a la virginidad, la prohibicin del aborto etc. Estos y muchos otros son los retos que enfrentan y siguen enfrentando las mujeres en la actualidad, despus de ms de cuarenta aos de la publicacin de la obra de Millet. Sin duda alguna, la propuesta implcita de la autora es que la teora feminista debe estar enlazada como una praxis de la igualdad, de la reivindicacin de sus derechos.
Bibliografa Millet, Kate. (1995). Poltica Sexual, (trad. Ana Mara Bravo Garca). Madrid: Ctedra.