Iglesia del Evangelio Completo de Yoido
Orador: Rev. YOUNHUN LEE, Pastor Principal
Website: http://spanish.fgtv.com/, Sel - Corea
Sermn dominical: 2009. 04.05.
2009. 4. 05.
Mara rompi un frasco de alabastro
Mateo 26:6-13, NIV
Estando Jess en Betania, en casa de Simn llamado el Leproso, se acerc una mujer con un
frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derram sobre la cabeza de Jess
mientras l estaba sentado a la mesa. Al ver esto, los discpulos se indignaron. Para qu
este desperdicio? dijeron.Poda haberse vendido este perfume por mucho dinero para
darlo a los pobres. Consciente de ello, Jess les dijo: Por qu molestan a esta mujer?
Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. A los pobres siempre los tendrn con ustedes, pero
a m no me van a tener siempre. Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin
de prepararme para la sepultura. Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se
predique este evangelio, se contar tambin, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo.
Todos nos hemos convertido en una nueva creacin en Cristo Jess (2CO 5:17). Por lo tanto,
debemos vivir para la gloria de Dios y dedicar nuestras vidas a Jess. Mara, que recibi
abundante gracia de Jess, dio el ms preciado frasco de alabastro a l.
1. La Fe que rompe el frasco de alabastro.
En aquellos das, cuando en Israel las doncellas ganaban dinero, ellas podan comprar gotas
de perfume caro, y ponerlos en un frasco de alabastro como un regalo de bodas. Por lo tanto,
el perfume en un frasco de alabastro era extremadamente valioso. Mara rompi el frasco de
alabastro y derram el perfume sobre la cabeza de Jess. Cmo pudo renunciar a ese
precioso perfume? Esta fue la expresin del amor y agradecimiento de Mara al Seor. El
Seor nos dio la salvacin y la vida eterna de manera gratuita. Debemos ofrecer todo a Dios
en gratitud por este amor. El frasco de alabastro representa mi "yo" y el perfume implica
"Jesucristo". Hay que romper mi "yo" con el fin de manifestar la fragancia de Cristo a travs
de nosotros. Al igual que Mara rompi el frasco de alabastro para expresar su gratitud por el
amor de Jess, tambin tenemos que romper nosotros mismos y amar al Seor con el respeto,
la humildad, y con todo nuestro corazn.
2. La fe que supera problemas.
Cuando Mara dio su perfume a Jess, los discpulos se indignaron y la reprendieron. Judas
Iscariote calculo el valor de los perfumes y la condena (Juan 12:5). No obstante, Mara mostr
valientemente su amor por Jess. A veces, cuando estamos trabajando para Dios, nuestros
hermanos e incluso los miembros de nuestra propia iglesia pueden juzgarnos y nos persiguen.
Sin embargo, el problema y la persecucin son beneficiosos para nuestra fe. No nos
desesperemos en hacer la obra de Dios, y no retrocedamos por temor de ser herido. Jess lo
sabe todo, y l nos dar esperanza, fuerza, y la victoria (Ro 5:3-4; Mateo. 5:10). No pensemos,
escuchemos, o participemos en algo negativo. Siempre recurramos a Jess en busca de su
poder (Juan 16:33).
3. La Fe que exalta a Jesucristo.
Mara dio un buen ejemplo para mostrar el amor a Jess (Mt 26:13). Jess bendijo a Mara a
causa de su agradecimiento, humildad y amor por l y orden que su hermosa devocin se
predicase a todas las naciones. Cuando damos nuestro amor al Seor, l se har cargo de
nuestras vidas. Dios derramar sus bendiciones sobre nosotros. Por lo tanto, como Mara,
tambin hay que romper nuestro frasco de alabastro para glorificar a Jess. Cul es nuestro
frasco de alabastro? Espero que rompamos el frasco de alabastro de buscar las bendiciones
materiales, la fama, el honor, la arrogancia de condenar a otros, el odio hacia otros y el
continuar cometiendo pecado; para que podamos ser cambiado para glorificar a Jess en
nosotros. Si yo muero, Cristo vive. Si Cristo vive en nosotros, nuestra familia, la iglesia, el
trabajo, y las empresas vivirn.
Vamos a dar nuestro amor y agradecimiento al Seor por romper nuestro frasco de alabastro.
Dejemos que la fragancia de Cristo se extienda por todo el mundo, por romper nuestro frasco
de alabastro. Siempre miremos al Seor. La victoria es nuestra.
Desarrollo del Sermn
Mara rompi un frasco de alabastro
Mateo 26:6-13 Y estando Jes s en Betania, en casa de Simn el leproso, 7vino a l
una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derram
sobre la cabeza de l, estando sentado a la mesa. 8Al ver esto, los discpulos se
enojaron, diciendo: Para qu este desperdicio? 9Porque esto poda haberse
vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. 10Y entendindolo Jes s, les
dijo: Por qu molestis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra.
11Porque
siempre tendris pobres con vosotros, pero a m no siempre me tendris.
12Porque
al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de
prepararme para la sepultura.
13De
cierto os digo que dondequiera que se
predique este evangelio, en todo el mundo, tambin se contar lo que sta ha
hecho, para memoria de ella.
Hoy quiero compartir con ustedes el texto de Mateo 26:6-13 con el ttulo Mara
rompi el frasco de alabastro.
Repitamos Mara rompi el frasco de alabastro. Mara rompi el frasco de
alabastro.
El hombre desde que nace solo vive una vez la vida. Pero lo importante es saber
Cmo vivimos? Y Cmo culminamos la vida? De ah sale el resultado o
calificacin de nuestra vida. Dicen que la vida es como un libro, cada momento
que vivimos lo escribimos en cada pgina del libro. Algunas personas escriben lo
mejor de su vida en ese libro, otras personas solo escriben lo malo de la vida, otros
escriben con verdad y sinceridad todo lo que viven en su libro de vida. Otros viven
una vida a base de mentiras, y eso lo dejan grabado en su libro de vida. Sin
embargo lo que nosotros tenemos que saber, que todo lo que escribimos en este
libro de vida, no se puede cambiar ni borrar. Una vez que escribimos, queda para
siempre.
Nosotros ahora siendo hijos de Dios, despojmonos del viejo hombre, y el resto de
la vida que nos sobra, vivamos una vida que de verdad alegre el corazn de
nuestro Se or. Vivamos una vida que glorifique a nuestro Dios.
La Biblia dice en:
2Corintios 5:17 De modo que si alguno est en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas.
Nosotros en Jesucristo somos nueva criaturas. Desde ahora cada pgina que
escribimos en nuestro libro sea para glorificar el nombre del Se or y alegrar a
Dios.
Despus de saber y entender quines somos en Jesucristo, el resto de nuestras
vidas debemos dedicarlo y consagrarlo para la gloria de Dios y de nuestro
salvador.
Yo hoy quiero presentarle a una mujer que ha escrito un libro sobre la belleza de
la vida. Esta mujer fue elogiada por nuestro Se or Jesucristo. Esta mujer llego a
conmover el corazn de nuestro Se or.
Y dice que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, tambin
se contar lo que sta ha hecho, para memoria de ella. Y la historia de esta mujer
hasta hoy da nos llega a nosotros.
Se or Qu quieres que te dedique? Debe ser nuestra confesin de por vida.
Cul fue la consagracin que esta mujer dedico al Se or? Y la razn de porque el
Se or la elogio.
En Mateo capitulo 26 encontramos la historia de esta mujer que dedic a
Jesucristo la cosa ms valiosa que tena.
1. La Fe que rompe un frasco de alabastro.
Dice en:
Mt 26:7 vino a l una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio,
y lo derram sobre la cabeza de l, estando sentado a la mesa.
Mr 14:3 Pero estando l en Betania, en casa de Simn el leproso, y sentado a la
mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de
mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derram sobre su cabeza.
Jes s se encontraba en Betania en la casa de Simn el leproso comiendo, cuando
llego una mujer y rompi un frasco de alabastro de perfume muy caro y lo
derrama sobre la cabeza de Jes s. Todo el lugar se lleno del olor del perfume.
Todos los presentes se sorprendieron por la conducta de esta mujer. Pero todos los
presentes desaprobaron este gesto diciendo que fue un desperdicio utilizar algo
tan valioso y caro. Sin embargo, Jes s alag a esta mujer. Si vemos en Juan
podemos encontrar que esta mujer es Mara.
Jn 12:2-3 Y le hicieron all una cena; Marta serva, y Lzaro era uno de los que
estaban sentados a la mesa con l. 3Entonces Mara tom una libra de perfume de
nardo puro, de mucho precio, y ungi los pies de Jes s, y los enjug con sus
cabellos; y la casa se llen del olor del perfume
Mara amaba tan profundamente al Se or Jes s que entrego lo ms valioso que
ella tena.
Mara sabia que Jess ya estaba por partir de este mundo, por lo cual ella decidi
traer la cosa ms valiosa y apreciada que tena ante Jes s. Sigamos este mismo
ejemplo del acto de Mara.
Mara rompi el frasco de alabastro y lo derram sobre la cabeza de Jes s. En esa
poca en Israel las muchachas juntaban su dinero para comprar un perfume caro
para cuando se casaran. En un hermoso frasco de alabastro compraban y
juntaban gota por gota el perfume. La boca del frasco de alabastro es muy
peque a y es largo el frasco. Cuando el frasco se llena de perfume se sella
hermticamente para evitar que se derrame una gota. Cuando se casan lo llevan.
Es como un regalo nupcial. Trajo ante Jesucristo un perfume muy valioso. La
familia de Mara no tena tanta comodidad ni recursos. Solo vivan los 3 hermanos.
Mara de lo que no tenia, dio lo ms valioso y apreciado a Jess, era el perfume
que iba a utilizar el da que se casara. El perfume que Mara haba dedicado era
la fragancia de nardo puro, siendo muy cara. Este perfume de nardo es hecho en
India, y que Persia era el pas que lo compraba mas. Este perfume tan valioso es
lo que le dedico al Se or.
Cmo pudo entregar un perfume tan valioso al Se or Jes s? Era la mxima
demostracin de amor y agradecimiento al Se or. Mara era una persona
espiritual. Mara al enterarte que Jes s iba a partir, ella quera ofrecerle lo ms
valioso e importante que ella tena en demostracin de toda la misericordia y
amor que recibi de Jes s. Esta actitud de amor debemos tener ante el Se or.
Todo lo que hemos recibido desde la salvacin y vida eterna han provenido del
Se or. Jes s muri en la cruz por nosotros. El nos am primero a nosotros.
Nuestra vida debe ser de gratitud ante el Se or.
Himno 98 He encontrado un amigo, oh tal amigo, me ama a mi lo conoc, me gui
con cuerdas de amor y as me ligo a l, y alrededor de mi corazn aun ms cerca
me ato con lazos que nadie podr cortar porque soy suyo y el mo es por siempre.
Nosotros antes de conocer al Se or, l nos amo primero. Este es el amor
inexplicable de Dios hacia nosotros que nos permite ser hijos suyos por medio de
Jes s.
Mara no poda olvidar el favor que recibi de Jes s cuando resucito a
hermano Lzaro.
su
Jes s que siempre pasaba a visitarlos antes de llegar a
Jerusaln. Mara al pensar que ya no podra ver mas a Jes s, seguramente su
corazn se rompa en miles de pedazos, Mara deca yo he recibido tanto del Se or,
como puedo devolver al Se or tanta gracia recibida. Mara la nica herencia que
tenia era el perfume de nardo, este perfume Mara se lo dedico al Se or, rompi el
frasco de alabastro, porque este frasco de perfume estaba cerrado hermticamente
y la nica manera de poder utilizar el perfume era rompiendo la boca del frasco.
El frasco de alabastro era caro y bello, pero el contenido era mucho ms valioso
que no se poda comprar. Este frasco de alabastro se debe romper para que el
perfume se pueda derramar y utilizar. El frasco de alabastro debe romperse. El
frasco de alabastro es nuestro yo. Y El perfume es nuestro Se or Jesucristo.
Somos nosotros los que debemos menguar y humillarnos para que la fragancia de
Jesucristo que mora dentro de nosotros se haga notoria.
Para la gloria de Jesucristo debo quebrarme. As como el frasco de alabastro bello
y apreciado es nuestro aspecto, apariencia, es nuestro viejo hombre lo que debe
romperse, quebrarse para poder recibir la gloria de Jesucristo.
As como esta actitud de demostracin del amor de Jes s que muri en la cruz por
nosotros. Mara entreg todo esto como demostracin del amor, alegra,
agradecimiento que recibi de parte del Se or. Nosotros tambin debemos tener
un corazn dispuesto.
Tenemos al misionero Alexander Duff que estuvo como misionero en la India.
Alexander en el a o de 1816 en una peque a iglesia de Escocia se estaba
ofrendando para las misiones, cuando los ujieres juntaron todas las canastas de
ofrendas y
lo llevaron ante el altar, Alexander que solo tena 10 a os sali
corriendo y fue directamente a la canasta de ofrendas y se sent all adentro, y oro:
Dios, yo no tengo dinero para ofrendarte, pero en este momento te dedico mi vida
para ti. Recbelo. Despus de 14 a os, Alexander y su esposa fueron a India
entregando sus vidas completamente a la misin de India. Alexander llego a ser
uno de los personajes ms importante de India. Muchas personas en India se
arrepintieron y volvieron al camino del Se or.
Todo lo que tenemos debemos dedicarlo al Se or. Este hombre en su poca de
ni ez como no tena nada, entrego su vida a Dios. Que esta confesin sea nuestra
confesin. Se or toda mi vida te lo entrego a ti. Quiero ser un sacrificio santo para
ti Se or.
El haber derramado sobre la cabeza significaba un gran respeto. En Juan 12 dice
que derram sobre Jes s, y ungi los pies de Jes s, y los enjug con sus cabellos.
Fue la demostracin de humildad y amor. As tambin nuestro yo debe ser
quebrado en humildad y amor, entreguemos todo nuestro ser y amemos a Jes s.
2. Fe que supera los problemas
Mt 26:8-9 Al ver esto, los discpulos se enojaron, diciendo: Para qu este
desperdicio? 9Porque esto poda haberse vendido a gran precio, y haberse dado a
los pobres.
Los discpulos molestos reprendan a Mara, ellos no pudieron entender la
reaccin de Mara. Solo decan que se haba desperdiciado una gran cantidad de
dinero. En Juan 12:5 podemos ver que Judas estaba calculando el valor y
reprendiendo a la vez.
Jn 12:5 Por qu no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a
los pobres?
1 denario era el equivalente de un da de trabajo en el campo. 300 denarios era el
ahorro de 1 a o. Mara entrego a Jes s todo lo que ella con esfuerzo haba reunido
en un a o. Sacrific todo su sueldo reunido de 1 a o. Los discpulos al ver se
indignaron.
En la alimentacin de los 5 mil, aunque la realidad eran como 15 mil a 20 mil
personas, el dinero que necesitaban para alimentar a tanta gente en ese da seg n
los clculos era de 200 denarios. Ahora se podrn imaginar que 300 denarios era
una gran cantidad de dinero. Mara no escatimo ni un momento el perfume para
dedicarle al Se or.
La reprendieron, la criticaron severamente. Era dedicado a Jes s pero los
discpulos al contrario empezaron a reprender, a criticar.
Algunas veces al dedicarle ms tiempo a Jes s, al trabajar ms para su obra, los
hermanos mismos son los que ms critican.
En E.E.U.U cuando se estaba construyendo una iglesia un diacono dedic su casa
al escuchar el sermn de Abraham que estaba a punto de sacrificar a Isaac. Luego
de dar su casa empez a recibir crticas de la madre que le dijo, est bien que
creas en Jes s pero no de manera exagerada. Aunque tengas que creer en Jes s,
tienes que hacerlo de esa forma? Cuando hacemos cosas buenas tambin
podemos tener tribulaciones y criticas. Las crticas y las tribulaciones hacen de
nuestra vida cristiana ms til. En desesperacin tenemos que tener los ojos
puestos solo en Jesucristo. Jesucristo nos dar esperanza y aliento. Y la victoria.
Ro. 5:3-4 Y no slo esto, sino que tambin nos gloriamos en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulacin produce paciencia; 4y la paciencia, prueba; y la prueba,
esperanza
Mt 5:10 Bienaventurados los que padecen persecucin por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Mt 5:12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardn es grande en los cielos;
porque as persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
No nos desalentemos al trabajar por el Se or. Tampoco no nos decepcionemos.
Jes s sabe todo. El Se or nos dice grande es tu galardn en los cielos. Aleluya.
Cuando vivimos en la tierra, hay momentos que tratamos de alegrar a Dios y al
hacer este gesto de amor, nos traen pelas con familia, dimos con alegra nuestra
ofrenda, pero la fe del marido no es segura y empezamos a discutir, nuestra
relacin entre amigos, algunas veces todo esto nos hace sentir en desesperacin,
el Se or lo sabe.
Les voy a contar algo divertido, el pastor Han cuando estaba dirigiendo una
campa a de fe, conto este testimonio. Hermanos ustedes saben que los billetes
del dlar de Estado Unido son del mismo tama o el de 1 dlar, 5 dlares, 10
dlares, 20 dlares, 50 dlares y 100 dlares. Una diaconisa haba evangelizado a
su esposo despus de mucho tiempo, lo haba trado a la iglesia. Llego la hora de
la ofrenda, y haba sido que en el bolsillo del esposo de la diaconisa tenia dos
billetes uno de 1 dlar y el otro de 20 dlares. Entonces l haba decido dar el de 1
dlar lo aparto bien para dar el billete de un dlar, ofrendo, termino el servicio,
llego a la casa y al ver el dinero, se encontr con la sorpresa que el billete que
haba ofrendado era la de 20 dlares. El esposo empez a discutir con su esposa, y
le deca ve a la iglesia y treme el vuelto, los 19 dlares. La esposa le contesta
como les voy a pedir que me devuelvan los 19 dlares, y el esposo es que yo solo
quera dar la de 1 dlar. Y le dice la esposa no seas as, ese dinero se lo entregaste
al Se or. El esposo que segua diciendo que no, que solo quera dar el de 1 dlar.
Entonces la esposa le dice vamos a la iglesia entonces, y el resultado final es que
fue a la iglesia y crey en Jes s. Este hermano despus de ser diacono confeso
este testimonio.
Parece que esto no debera ser problema, pero siempre sucede esto tipo de
problema por ms peque o que sea. Si el nivel de fe es diferente hasta por las
ofrendas se discute.
Desesperacin y desilusin que se acercan a nuestros corazones. Heridas del alma
y tribulaciones en nuestra vida cristiana. Hay casos que un nuevo convertido
luego de adaptarse en la iglesia decide servirle al Se or recibe heridas por
hermanos con ms experiencia en la fe. Tambin hay casos que deciden hacer
cualquier cosa por el Se or pero como reciben heridas deciden mejor alejarse de
la iglesia y del Se or. Pero es ah cuando uno recibe herida no dar marcha atrs.
Si uno retrocede el Se or no se siente feliz. En la tribulacin es cuando ms
debemos sentirnos felices. El premio del cielo es grande. Al soportar la fe crece,
no se puede expresar con palabras la bendicin que se acerca. No escuchemos ni
pensemos en el pesimismo. Ni toda la desesperanza de nuestra vida cristiana.
Tengamos los ojos puestos solo en Jes s. Agradezcamos. Y seamos fuertes.
Jn 16:33 Estas cosas os he hablado para que en m tengis paz. En el mundo
tendris afliccin; pero confiad, yo he vencido al mundo.
El Se or nos dice que seamos valientes, aunque por mas vengan los problemas, el
Se or nos dice se valiente. El Se or Jes s que venci el mundo est con nosotros.
Mara estuvo fuerte firme e hizo hasta que los discpulos se molestaron y
silenciosamente se dirigi a Jes s mostrndole su amor. Para servirle al Se or
necesitamos ser fuertes. Habr persecuciones y acusaciones. Pero tenemos que
agradecer. Por ms que otros digan algo lo importante es mi sinceridad delante
del Se or. Lo importantes es mi relacin con Dios. Si soportamos al final
triunfaremos a cualquier dificultar.
3. Una vida que exalta lo gloria de Jesucristo
Mara estuvo acumulando monumento de amor por Jesucristo.
Mt 26:13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en
todo el mundo, tambin se contar lo que sta ha hecho, para memoria de ella.
Aleluya
Aqu el Se or dijo de cierto os digo cuando aparece esta frase es una completa
afirmacin verdadera que se cumplir, que dondequiera que se predique este
evangelio, en todo el mundo, tambin se contara lo que sta ha hecho, para
memoria de ella. Aleluya
En todo el mundo se predic la muestra hermosa del amor de esta mujer. Espero
que en nuestra iglesia haya personas que tengan abundantemente este tipo de
amor. Seamos personas que dejemos algo til y valioso por Jesucristo en esta vida
que la vivimos tan solo uno vez. Dejemos una historia bella grabada en este
mundo antes de partir. El Se or conoce nuestro amor por l.
Mt 26:10 Y entendindolo Jes s, les dijo: Por qu molestis a esta mujer? pues
ha hecho conmigo una buena obra.
El Se or Jes s dijo Mara hizo algo bueno por mi. Hizo un trabajo dejando como
memoria. Hizo que el sufrimiento de la cruz de Jes s fuera alegra.
Mt 26:11 Porque siempre tendris pobres con vosotros, pero a m no siempre me
tendris.
A m no siempre me tendris se estaba refiriendo a su muerte en la cruz.
El Se or les dijo a los discpulos no siempre me tendris con ustedes. Le estaba
diciendo que ya iba a morir, que ya iba a ser crucificado.
Mt 26:12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de
prepararme para la sepultura.
El Se or les dijo Mara ahora est preparando mi sepultura. Ustedes estuvieron
3 a os conmigo, les ense la palabra, ms bien le digo que viene al mundo para
ser sacrificio de expiacin, para salvar a toda la humanidad. Pero ahora que viene
el tiempo de mi muerte ninguno de ustedes pudieron entenderlo. Sin embargo
esta mujer me ha preparado para mi sepultura derramando sobre m el perfume.
Mara le entreg a Jes s una muestra y forma de amor, humildad y
agradecimiento. Qu es lo que puedo hacer por Jes s? Nosotros debemos ser
personas que sin escatimar nada demos todo a Dios, nuestras vidas, nuestros
bienes materiales, todo. Jes s muri por nosotros. Jesucristo bendij a Mara.
Recordemos esta palabra, leamos junto este versculo.
Mt 26:13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en
todo el mundo, tambin se contar lo que sta ha hecho, para memoria de ella.
En todo el mundo se tendr memoria de ella.
Por su obra todo el mundo la tiene en memoria.
La protagonista de vacaciones en Roma Audrey Hepburn
Tenemos a la actriz Audrey Hepburn reconocida mundialmente y protagonista de
vacaciones en Roma. Audrey empez a tener relacin con la UNICEF y en marzo
de 1988 comenz a trabajar como embajadora voluntaria de la UNICEF. UNICEF
significa Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. Ella estuvo en Etiopia,
Sudan, Bangladesh, Somalia, buscando zonas abandonadas donando su propio
dinero para los ni os necesitado y para el cuidado de sus vidas. Cuidado a estos
ni os con una pasin, pero al estar en el movimiento de primeros auxilios y estar
tan ocupada no se dio cuenta que ella haba contrado cncer de colon. Aunque el
doctor le haba dicho que no tena mucho tiempo de vida, no le importo, a ella le
preocupaba mas el cuidado de los ni os necesitados. Ella inclusivo llego a pesar
solo 35 kilos. Ella se preocupada por los ni os de Somalia que se encontraban
muriendo. Todo el tiempo que ella tenia se pasaba orando por los ni os de frica.
El da que ella muri todos sus familiares se juntaron y ella cerrando
tranquilamente los ojos muri, a los 64 a os.
Una de las cosas que ms destacaron en sus ltimos a os fue la dedicacin, por
encima de su salud, a las causas del sida o la malnutricin de los ni os en todo el
mundo. En 1993, tres meses antes de su muerte y ya desahuciada, Audrey hizo
su ltimo viaje a Somalia, un acto que siempre fue muy agradecido por UNICEF
y que dignificaba su ya sencilla y humana forma de entender la vida. A travs de
esta organizacin, Hepburn dedic el resto de su vida a ayudar a los ni os
necesitados en los pases ms pobres.
Las personas dijeron: A Audrey la conocimos en el viaje a frica lo hermosa que
era en vez del viaje a Roma.
Otros declaran que el haber conocido a Audrey era un regalo del cielo.
La vida de Audrey era una vida de vida cristiana de sacrificios. En su ni ez su
padres se divorciaron, luego la herida del fracaso de sus dos matrimonios, aunque
fue una vida de dolor. Al finar de sus das, dedico su vida en ayuda a los ni os
necesitados de frica. Ella paso todos los obstculos de dolor que la vida le puso,
y a travs de su vida pudo glorificar el nombre de Dios. Por donde ella paso pudo
dejar la marca de amor de Jes s. Nosotros debemos vivir dejando las huellas de
amor de Jes s en todo el mundo.
Si nosotros amamos y entregamos todo al Se or, el Se or se responsabiliza
completamente por nuestra vida. Sobre abunda la bendicin de Dios.
Hermanos seamos como Mara, que podamos romper nuestro frasco de alabastro.
Cul es nuestro frasco de alabastro? El frasco de alabastro que tenemos es el del orgullo,
egosmo, el amor a los bienes materiales, odio, y honor. En pocas palabras este frasco de
alabastro es mi yo. El frasco de alabastro de mi yo debe ser quebrado. Jess muri por
nosotros siendo que no ramos nada, solo ramos pecadores. Nosotros deseamos que todo el
mundo gire a nuestro alrededor, siempre luchamos para exaltar nuestro ego del yo.
Algunas veces tenemos a Jess encerrado en el frasco de alabastro porque nosotros no nos
hemos quebrado. En nuestras vidas cristianas siempre andamos chocando con otros en el
carcter, pelas, contienda. Esto pasa porque nosotros no nos hemos quebrado.
No importa que tan hermoso sea el frasco de alabastro si no se puede utilizar el perfume de
nada sirve. Muchas personas se preocupan por el aspecto fsico, por su nivel social. Nosotros
creemos que nuestro frasco de alabastro que es nuestro parecer es importante. Hermanos
mientras nosotros no mengemos, mientras no nos humillemos, el Seor Jess no se har
presente ni se podr manifestar. No debemos dar tanta importancia a los fsico, demos
importancia a Jess que est en nosotros, para glorificar su nombre y ser alagados por l. El
frasco debe ser roto, para que el perfume salga y sea utilizado.
Cuando hay muchas personas juntas, siempre hay olor de sudor y otros mal olores que no
agradan a nuestra nariz, pero cuando utilizamos un perfume bueno, el mal olor se desvanece,
as tambin es cuando usamos el perfume de Cristo. Con la fragancia de Jesucristo
desaparecen todos los mal olores de la desesperacin, desnimo, preocupacin, problema se
desvanecern. Cuando el perfume es derramado toda la casa se llena de esa fragancia.
Amemos al Seor, da a da despertmonos y tengamos una relacin profunda con Cristo.
Espero que rompamos el frasco de alabastro de buscar las bendiciones materiales, la fama, el
honor, la arrogancia de condenar a otros, el odio hacia otros y el continuar cometiendo pecado;
para que podamos ser cambiado para glorificar a Jess en nosotros. Si yo muero, Cristo vive.
Si Cristo vive en nosotros, nuestra familia, la iglesia, el trabajo, y las empresas vivirn.
Vamos a dar nuestro amor y agradecimiento al Seor por romper nuestro frasco de alabastro.
Dejemos que la fragancia de Cristo se extienda por todo el mundo, por romper nuestro frasco
de alabastro. Siempre miremos al Seor. La victoria es nuestra.