CANTICO=:
EL MAS SUBLIME DE LA ESCRITURA,
O
CANTICO DE CANTICOS
BE SALOMON,
EXPLICADO
segun el sentir de los Santos Padres y Ex-
positores catdlicos , para instruccion y con-
suelo de todos los fieles.
DEDICANO
ALAM, 1. $. DONA MARIA AGUSTINA OSORIO
y¥ Moscoso, &&
POR ET PADRE MTRO. FR. PLACIDO VICENTE,
Difinidor de la Religion de San Benito, y Abad
que ha sido de los Monasterios de San Martin de
Madrid, de San Pedro de Exlonza,
y de San Vicente de Oviedo.
TOMO SEGUNDO.
MADRID.
YN LA OFICINA DE DON GERONIMO ORTEGA.
1801.
Se hallard con el primero en el Convento de San Martin, 7
Libreria de Bustamente.Con tal primor sell6 el Divino Espiritu los sagrados ar~
canos de este sublime Poema, que lo mas drduo de su
comprehension se ‘convierte en delicias de loe gue aspi-
ran d,su soberana y dificil inteligencia. S. Bary. 1x
Cant. SERM. 1. N- 5.SUMARIO
de Ja doctsina mas ‘notable de los Santos Padres
y Expositores , contenida cn este segunda
tomo.
“CAPITULO I. VERSO I.
dntrepidex y constancia de la Esposa en busca de
su amado: causas por qué 4 veces no le halla-
mos; 9 reglas seguras para hallarle. La noche
es imagen de los judtos , hereges y christianos im-
porfectos , que buscan al Esposo donde no es-
td, pag. 4.
CAPITULO IIL VERSO II.
Coutinia la Esposa en busca desu’ amado donde
no debe: glorificacion de Jesu-Christo: su. gloria
¥ poder a la diestra acl Padre: singular perspt-
cacia dela fe para hallar & Jesu-Christo, pag.18.
CAPITULO HI. VERSO III.
Los ceprinelas de la ciudad son los pastores de la
Iglesia : zelo que debe’ acompatiar su ministerio:
admirable doctrina de San Bernardo sobre es-
ta materia: elogio del amor divino en la Espo-
Sa, pag. 25.
CAPITULO III. VERSO IV.
Halla por fin la Esposa d su amado instruida
de los Pastores y Maestros dela vida espiritual.
Garactéres del amor de la. Iglesia Catoiua, y su
4wv InpigE, .-
ardiente caridad para’ con su madre la Sinas.
gost pig: 38.
‘CAPITULO Ill. VERSO V,
Véase su exposicion pag..47.
CAPITULO III. VERSO VI.
La Naturaleza Humana unida al Verbo es el objeto
del glorioso espestdculo del siguiente verso. La
mirra y aromas. simbolizan la reforma de nues-
tras pasiones , sin cuyo sacrificio ni venceremos
nuestros enemigos , ni seremos coronados, pag. 48,.
CAPITULO IIL, VERSO VIL y VIL
El lecho de Salomén es figura dela Iglesia y de
Jesu-Christo triunfante en los citlos. Paralelo
entre Salomin y Jesu-Christo. La Eucaristia
estié simbolizada en el télamo de Salomon, y en
Jos esforzadosatletas~ quelorodean'.y guardan,
Jos Pastores y Mimstros xelosos de la santidad
de los Sacramentos y de la disciplina dela Igle-
Sid, page $4.
CAPITULO III. VERSO IX, y °X.
La-carroza de Salomén, viva imdgen de la Igle-
sha tatélica : el reclinatorio-de oro, y ef asiento.
ae pirpura dela sangre de los mavtires y de la
de Jesu-Christo , de la Lucaristia , y de su abra-
sado corazon con el fuego de su caridad, pag. 60:.
CAPITULO IIL VERSO" XL
1 coronacion de Salomén representa la Encare- Inpicr,
nacion Gel Verbs. Su preciosa sangye ,.paston
muerte son las arras de sus desposorios con Ja
Igtsia 9 toda alraa christiana. Doctrina muy
notable de San Bernardo sobre el reyno de J
Christo , » sobre ta corona con que le corond (a Six”.
nagoga: sobre la fe, de ‘los Magos y del Contu-
rion: perspicacia singular de esta virtud, pag. 66,
CAPITULO IV. VERSO I.
La extraordinaria gentileza de la Esposa es.stm-
bolo de la caridad y dones sobrenaturales dz las
almas santas. Los rebafios de cabras en las al-.
turas del monte de Galaad, son imdgen de los
Justos alimentandose en el monte de la Iglesia con
los pastos de las Escrituras santas, ycon el pan
vivo de las Sacranientos , pag. 77.
CAPITULO IV. VERSO II,
Los dientes dela Esposa son stmbolo de fos Pase
tores » Predicadores : el lavadzro de las ovejas
trasquiladas es iindgen del bautismo. Betia aglir
cacion de este verso a los Mouges ; x elogio de la
Regla de San Benito , pag. 82.
CAPITULO IV. VERSO III.
Los labios de color de carmest expresan la taridad
ardiente del Esposo y de la Esposa. La cinta
de escarlata y su dulce vox los laxos con que
nos. ligan -y atratm suavemente en pos de sh
Jas mexillas de color de granada lt manse-
dumbre y madestia de Jesu-Chiristo 5 exidado que
las almas fieles deben poner em imitarle, y ocul-
tar en su interior la hermosura y gracia de es-
tas virtudes, pag, 89.WI Inprce.
CAPITULO IV. VERSO IV."
Bil cutie dela Lsposa,. comparado con Ja torre
de. David es imagen, de. Jesu-Christo y de los
héroes\ del Christianismo:, pag. 96.,
CAPITULO IV. VERSO V, y VI.
Los pechos av la Esposa comparados a dos cervatos
gimelos apacentdndose entre azucenas , son sim-
bolo del amor de Dios y det proximo , Ge: of
monte dela mirra y ef collado del incienso viva
imigen del calvario, pag, 102.
CAPITULO IV. VERSO VIL y VIL .
Acabada bellexza dela Esposa:en qué sentido debe
apropiarse esta & la Iglesia y a las almas san-
tas. Explicanse los tres Namamientos de la Es-
post, ¥ la significacion de los montes de Anand,
del Ltbano, @rc. Insensibilidad de muchos chris~
tianos en aspirar & Ja corona cterna de la glo-
rid» pag. 106.
CAPITULO IV. VERSO IX.
Espantosas estragos de las ojeadas y adornos .pto-
anos en las raugeres mundanas..La.trewza y
cabellos de la Esposa simbolizan la modestia yg
demas virtudes con que deben distinguirse las Es~
p9sas christianas ,~pags 145»
CAPITULO IV. VERSO X.
Viase su exposicion, pay. 121.Eewrck. nur
CAPITULO IV. VERSO XI.
El panal de miel y la, leche & que son somparadys las
- labios y lengua dela Esposa, expresan al vito la
dulzura de las palabras ‘del SeHior , 9 los. carac-
téres que deben acompaitar & los Predicadores
del Evangelio. JesuChristo, verdadero vestido -del
christiano. Infeltz del que en la hora dela wuer-
te carexca de él, pag. 123.
CAPITULO IV. VERSO XII.
La Iglesia es el huerto cerrado y la fuente sellada
del Esposo: tambien lo es Marta Santisima. Ad-
mirable doctrina de San Ambrosio sobre esta ma-
teria , pag. 129.
‘CAPITULO IV, VERSO XHI.-y XIV.
En la variedad de frutos y perfumes se expresa al
vivo la prodigiosa fecundidad de virtudes en la
“Ighsia, y el ctmulo de Profetas, Apéstoles é
hijos santos que la adornan , pag. 134.
CAPITULO IV. VERSO-XV.
La fuente de los jardines, y ¢] poxo de aguas vi-
vas représentan & Jesu Christo monte elevadisi-
‘wos de cuya cima salen con impetu rios de agua
viva para negaaashnerto dela’ fglesia > tam-
bien representan las Escrituras santas , y los do-
nes con que cl Espiritu Santo apaga la sed, y
rectifica ol gusto de los verdaderos ficles, pag. 142.Ft IxprcE.
CAPITULO “IV. VERSO'XVI.
El siento de norte es simbolo de Ja esterilida
coude. las tribulaciones , yxél abr rego “dela wind
cia de frutos y dones, sobrendturalés en Tas’ épe-
cas Jelices 42 la Iglesia. Utilisima tnvocasion det
Espiritu Santo, pag. 149.
CAPITULO V. VERSO I.
La Iglesia siempre es oida en sus oraciones : la
‘ mirra y demas manjares con que el Esposo conzi-
da 4d sus amigos representan la tristeza de_siis
discipulos en su muerte, y el goxo de que se vie
ron llenos en su resurreccion : di liferentes grados de
santidad en los convidados 4 su mesa: la dela
Lucaristta embriaga 4 los que dignamente Se acer-
san a ella, pag. 159.
CAPITULO V. VERSO II.°
El suefto de la Esposa es imdgen de Ja, contempla-
clon, y de los éxtasis y raptos de. ‘las almag.sqn-
tas: el rocto que durante la noche ha caido ,so-
bre la cabexa y cabellos del Esposo , Naindndola
con instancia , es stmbolo de los trabajos y amar-
guras que padecié Sesu-Christo , y de la resisten-
tia 9 tardanza que muc hos Christianoseponen tt
Si vocacion y eleccion : notable doctrina de San
de las delicias’ del
cuerpo y sangre ae Jesu-Christo, pag.345.°
* CAPITULO VII. VERSO X.'Y XI.
‘El reconocimiento de la Esposa debe ser modelo'de
” nuestra gratitud : explicanse tres diferentes pra-
. dos de perfeccion: el amor’ de proferencia de que
aqut se gloria la Esposa denota su atvibo al
grado supremo de la santidad: la familiaridad
con ef Espose se logra solo en la soledad. Bella
idea del Monacato , pag. 329.
CAPITULO VII. VERSO XIE.
Lecciones de 14 Esposa a todos los freles sobre la
necesidad de la asistencia de Jesu-Christo. Las
+ vifias en flor denotan las primicias de virtud de
jas primeras Iglesias; y la flor de los granados
la pasion del Salvador y de tos Martires. Solo
una fe viva es itil para la vida eterna. Doctrina
interesante Glos Pastores dela Iglesia , pag. 337.
CAPITULO VII. VERSO XIII
Las mandrdgoras fieuran la prodigioso fecundidad-
dela Iglesia y los diferentes grados de sus virtu-
des. Los frutos que guarda la Esposa para su
amado son figura de los preceptos de ambos Tes-
- tdmentos , y de los Justos de la antigua y nucva
ley , pag. 343+ aeIworce. AY
CAPITULO VI. VERSO I,
Encendidos deseos de la Esposa , y de las almas
santas por la invariable y pactfica union con
Jesu-Christo. Suspiros y votos de tos antiguos Pa-
dres por su vinlda’, pag. * 3°53.
.CAPITULO VIL VERSO IL
Instruccion que el alma santa desea recibir del
LEsposo: libertad de los verdaderos Justos ? su
familiaridad con’ Dios en la soledad: por que la
Sinagoga es Madre de la Iglesia, pag. 358.
CAPITULO VIIL VERSO Il. y IV,
La gratitud de ia Esgosa debe ser modelo de la
nuestra : cuidado del Esposo para que no lacin-
quitten , es para que trabaje con mas araor em
Ja instruccion de los demas > Pag 363.
CAPITULO. VIL], VERSO V.
Iustruccion de Jesu-Christo & todos los fieles en. perso-
na de la Esposa , ensefiindonds cimo A soloiL tos
es debida tmicamente la gloria de nuestra scnti-
‘dad y hermosura: ruina del hombré por la cai-
da de,ddan, y.reparacion por el nacimiento y ve-
nida de Jesu-Chtisto al inundo , pag. 365. .
CAPITULO "VII. -VERSO VI. Y VIL
E! sello del Espsso sobre nuestro corazon y brazo
¢s viva imagen de nuestra entrega total d Jesu-
Christo por ef Bautivmo. Su crux y pasion debenxvr Inprce.
estdr estampadas en todas nuestras acciones. El
amor de preferencia & JesuChristo es quicn hace in-
deleble este sello. Asombrosa fortaleza del amor:
doctrina singular del M. Leon sobre esta materia,
~ Pag. 369.
CAPITULO VIII. VERSO VIII.
La hermana pequetia de la Exposa es imagen de la
Iglesia edisu infancia , y'de las almas ihperfectas
en la virtud: zelo’ que a su imitacion deben tener
‘los Pastores para dispmerlas d los desposorios con
- Jesu-Christo , pag. 377. -
CAPITULO VII. VERSO IX. y X.
La Iglesia en su origen es imagen de la hermana
pequenia dela Esposa: Jesu-Christo es su muro
de bronce y puerta inexpugnable: tambien lo son
los Apéstoles, Martires , Doctores y Anacoretas,
pag. 331. :
CAPITULO VIII VERSO XL. y XIL
La vitia de Salomin representa el revno de Dios:
la vitia de la Esposa es la Iglesia Catolica: bella
paralelo entre la Iglesia y la Sinagoga , pag. 384
CAPITULO VIIL VERSO XIIL y XIV.
Despedida del Esposo, encargando 4 la Esposa la
predicacion det Evangelio, y manifestdndola los vi-
‘vos. deseos de oir los dulces ecos de su 00% y' doctri-
na. Misterios ocultos en ia fuga que la Esposa
previene a su am.do. Doctrina interesante de San
Ambrosio sobre ‘las ventajas de los que aman y
poseen & Jesu-Christo. La Virgen Marta esta de-
lincada con toda propiedad en muchos capitulos y
pasages de este divino Porma , pag. 390.‘CANTICO
DE LOS. CANTICOS
DE SALOMON:
_CAPTTULO TERCERO,
D. los diferentes y maravillosos modos’“con
que ef alina santa debe buscar d Dios en esta vida
para hallarle: dé los” precibsos y fecundos frutos de
ja vida activa y contemplativa: de los esfuerzos con
que dsbemos aspirar al colo de nucstra propia san-
tifcacion’, y d la de nuestros proximos: de la con~
templacion y consideracion del lecho'de Jesu-Christo:
de la coronacion , misterios_» sacramentos conducentes
al conocimiento del Esposo, y & las perfecciones y atri~
butos del Verbo de Dios hecho hombre.
wLA ESPOSA.
W.1.In lectulo meo per noc-
* tes quasivi quem |
‘git anima mea: quesivi *
4 illum 3 et non -inveni,
WY. 2. Surgam et circuibo ci-
,vitatem: per vicos et
*'pldteas queram quem di-
ligit anima’ mea! quasi
“YMG ili et non inveni.” *
¥. 3. nvenerunt me vigites
* gui" custodiunt civitatem:
‘num quem diligit anima
S. mea'vidistis
Tom, If.
“Busqué en mi fecho por
»las noches al que ama
smi alma 5’ Basqudle y
ono le halig??*S
. *Levantarme he (dixe.en-
»tre mi) y daré yuel-
tas a Ja..ciudad :xpor
vlas ‘calles y “por lis
» plazas pablicas busea-
2 fal que ama mi alma;
sbusquéle y nole ballé.,,
“ Bticontraronine los cen
stinelas que guardan la
sciudad , y ler dixe:
sivisteis por ventura
wal que ama mi alina?,,
A2 Cantico
W. 4. Paulatum cum pertran-
sissem eos, inveni quem
diligit anima mea : tenui
eum 5 nee dimitam donee
introducam illum in do-
mum matris mee, et in
cubiculum genitricis mee.
“A poco de haberme apar-
»tado de ellos, hallé
yal que ama mi alma;
vasime de él, y no le
»dexaré ir hasta que lo
»haga entrar en la ca-
wsade mi madre, y en
wla camara de la que
»me engendro, ”
EL ESPOSO.,
W. 5. Adjuro vos , filie Fe-
rusalem ,. per capreas,
cervosque camporum , ne
Suscitetis , neque evigi~
fare faciatis dilectam,
donee ipsa. velit.
“Conjdroos , hijas de Je-
»rusalen , por las cor-
»zas y ciervos de’ los
»scampos, que no des-
» pertvis ni hagais estar
ven vela & la amada
»hasta que ella de su+
»yo despierte. ”
LAS COMPANERAS: DE: LA. ESPOSA;
W. 6. Que est ista quae-as-
cendit per desextum , si-
cut virgula fumi ex aro~
matibus 5! myrrhaeet thy
tris, et universi pulveris
ipigmnentaris %
“4 Quidn es esta que subé
adel desicrto como co-
»lumna de bumo de
»aromas, de mirra y
sede incienso , y de to-
»do género'de polyos
»olorosos? ””
EA ESPOSA.
¥.7.8. En lectulum Salomo-
nis sexaginta fortes am~
binntex fortissimis Israel:
omnes tenentes gladios, et
“Ved ahi el lecho de Sa-
»lomén rodeado de se-
nsenta hombres de los
xmas valerosos de Is-
»raél: todos cifien es-
spadas , y son diestri-. bE’ Los Canri¢os.- 8
ad bella doctissimi: unius
cujusque ensisssuper fe-
mur suum propter timo~
res nocturnos.
YW. 9. 10. Ferculum fecit
sibi rex Salomon de lig-
nis Libani, Columnas ejus
fecit argenteas, reclina~
torium aureum , ascensum
purpsream > media cha-
vitate constravit prapter
filias Jerusalem,
W. 11. Egredimini et vi-
dete , filice Sion , regem
Salomonem in diademate
quo coronavit illum ma-
ter sua in die despon-
sationis illius , et-in die
letitie cordis ejus.
»simos en Ja guerra:
»cada uno de ellos tie-
ane su espada sobre el
»muslo , y esta sobre
»las armas, por lo que
‘» pueda suceder du-
zrante Ja noche.”
“El rey Salomén hizo pa-
»ra.si una carroza (6
»titera de maderas del
» Libano): sus colum-
»nas las hizo de plata,
vel reclinatorio de oro,
»elasiento de purpura,
se] medio 6 interior de
vella la adorné de lo
xmas preciosa y ama-
> ble eh pbsequio de las
s»hijas de ‘Jerusalen. 7
"Galid 4 fuera, hijas de
»Sion , y venid 4 yer
val rey Salomén con
vla corona con que le
»coroné su madre él
#dia de sus desposo—
»rios, y en el dia en
nque su corazon fué
»colmado de gozo.”
Aa& CantIco DE. Los CANTICOS,
VERSO PRIMERO.
6 4
Intrepidex y constancia de la Esposa en busca de
Su amado + causas por qué 4 veces no le halla-
mos; y reglas seguras para hallarle. La noche
es-imdgen de los judios , hereges y christianos im-
perfectos , que.buscan al Esposo donde no esta.
LA ESPOSA.
Y. x. Ix lectulo meo -per Busqué en mi lecho por
noctes quesivi quem di- selas noches al que ama
ligit anima nleaz que- » toi alma: busquéle, y
si0i illum yetnon inveni. . »no le hallé.”
r Avttes (a) de dar principio a lo que la Esposa
tefiere en el presente.capitulo , debemos suponer jas
grandes inquietudes con que se nos presenta en busca
de_su amado en los quatro ‘primeros versos (4. ;Ay
de mi! dice: yo he:rogado al que ama mi alma,
que se restituyese al lugar de donde habia veni-
do (c). Revertere: yo-le he buscada en mi pequetio le-
cho’ por espacio de-muchas noches 5 y.no le he ballado.
Recobrada en efecto la Esposa del desmayo y suefio
de que hemos hablado antes repetidas veces , ape-
mas vuelye en si, y se considera sola y sin el ob-
jeto Gnico de su amor, quando se d4 priesa 4 bus-
car con ansia al que creia tener en su coimpafia;
cosa bien natural, y como consiguiente al éxtasis 6
vision en que ta dexamos arrobada en los wltimos
versos del capitulo segundo. El vacio pues que al
fa) Scio. (4) Carriercs. (c) Cap. 2. Cant. 17.Car, it. Vers. 1. §. 5
despertar advierte en si por la ausencia de su Es-
poso, y el verse sin la posesion del que firmemente
creia tener ea su compafila, aviva sobremanera en
ella la solicitud y anhelo de buscar al que sin sen-
tic ni saber como se le habia ausentado. La memo-
ria por otra parte de las delicias y regalos , que du-
rante su suefio extatico habia experimentado, Ia de-
terminan a salir en busca del que ama 3 y conver-
sando consigo misma lo que expresan los tres versos
siguiences , dice asi (4): Levantarme he ,y daré vueltas
por toda la ciudad: hasta por las calles y plazas bus-
caré al amado de mi alma: no perdonaré trabajo al~
guno hasta dar con él; pero despues de hallado no
le soltaré , ni permitiré que se me vaya hasta haberle
introducido en la camara que mi misma madre le tiene
preparada, Este es en suma, y como en bosquexo,
el genuino y mas obvio sentido de los expresado
primeros versos. é
2 Escuchemos ahora las admirables reflextones
que San Bernardo y otsos Padres (%} hacen sobre
Ja fetra de cada uno de ellos. En mi leeho basgué por
las noches at amado de mi alma 3 busquéle , y no le halle,
“No valvié el Esposo , dice este Santo Doctor, a los
»clamores y deseos de Ja Esposa , aunque esta sus-
»piraba por su vuelta, zy por qué? sin duda para
s»avivar de este modo sus deseos, para probar su
»afecto, para encenderla € inflamarla mas en el di~
»vino amor. Pero estas pruebas mas son efecto de
»disimulo que de indignacion, y ardides para darla
» motive de continuar buscandole , porque aunque
vllamado no vino , buscado, tal vez le hallara se-
»gun la promesa de! Evangelio, en que el mismo Seftor
nasegura: Que todo el que busca halla. Las palabras
{a) Vers. 2. 3. 4. (6) S. Bern, inCant. c. 3. serm. 75. a. 1.6 CANTICO DE Los CaNTICOs. :
»con que volvié a Ilamarle son estas: Vuelve , querido
»mio (a), vuelve & mi con ta velocidad de ls corza
ny del cervato. A cuyas voces habiéndose hecho sor-
»do por las razones dichas, encendida mas y mas
»la Esposa amante en el hallazgo de su amado,
»parte al momento 4 buscarle con todo el conato
»de su alma. Bascale primeramente en el lecho, y
»en manera alguna da con él, Levantase de alli, re-
»corre la ciudad, registra una y muchas veces sus
»plazas y calles, y no le encuentra. Pregunta a
»todo yente y viniente, y nadie le da noticia cierta
»de su paradero. ¥ es de advertir, que no le ha
»buscado ni se ha hailado frustrada en su hallazgo
»una sola vez, ni una Gnica noche , porque ella mis-
yma nos asegura que son muchas Jas noches que ha
svelado para hallarle: Quesivi per noctes. Pasmosa
»constancia por cierto, y prodigioso valor el de la
»Esposa ; levantarse de noche , presentarse sin re-
»paro en medio de las calles , recorrer la ciudad, y
ospreguntar a quantos encuentra por el amado de su
»alma , sin detenerla para ello’ millares de obstaculos
»y dificultades , ‘sin resfriar lo vehemente de sus de-
»seos , ni Ja hora de su descanso, ni el rubor de su
»calidad y sexd, ni el terror que de suyo infunden
wla obscuridad y tinieblas de la noche. Pero nada
sconsigue sin embargo de tan exquisitas diligencias,
»y sus ardientes deseos quedan aun frustrados. 3 Mas
»& que vendra todo esto? O gqué fin puede te-
»ner el Esposo en una tan tenaz y continuada di-
»simulacion , fomentadora de disgustos, origen y
»pasto de zelos, precursora de la ira, madrastra
»del amor, y madre de fa desesgeracion? En ver-
wdad que semejante disimulo ( si se le puede Jamar
sasi) es demasiadamente molesto.
(a) Cane. 2.17.Car. -1 Vers. 1. §. 7
3 »Y¥o ciertamente creo que tamaiia ficcion po-
ndia ser piadosa y util 4 la Esposa , fnterin esta tra-
»taba solo de Iamarle, y hacerle volver. Pero bus=
wcado ahora, y vuelto A buscar con tan exquisi
»diligencias, gqué vendr4 al caso tanto disimulo?::
»9(a) ¢Como es que a este Esposo no se fe halla, buse:
»do y vuelto a buscar con tan extremado cuidado y.
»anhelo, ni enel Jecho, ni en la ciudad, ni en las
» plazas, ni en sus arsabales , diciéndonos él mismo:
» Buscadme , y me ballaveis (b), y que el que le busca le.
shalla? Jeremias, hablando con Dios del mismo asun-
»to, dice asi (c): Bueno sois, Seiior, para el alma que os
x» busca, Isaias confirma estos mismos oraculos (d). Bus-
ncad al Seftor, nos dice, en el tiempo que podeis hallarle,
294 Pues como tendran el debido cumplimiento todas
estas escrituras? Porque no hay que decir que la
»que habla aqui es de aquellas almas réprobus, de
wlas que dixo el Salvador (e): Me buscareis, y no me ha-
nllareis, No obstante , se debe tener muy presente,
»que bay tres causas 6 motivos bien notorios para
xno hallar al Sefior muchos de los que le buscan; a sa-
seber: quando se Je busca fuera del debido tiempo,
xquando oo se le busca como conviene , y quando se
sle busca donde no conviene. Porque si tedo tiempo
»fuera oportuno para bnscarle, en vano nos diria el
»Profeta (f): Buscad al Seftor en tiempo que podais ha~
nllarle: de estas palabras evidentemente se infiere , que
»vendra tiempo én que no se le podra hallar. En
»confirmacion de lo qual afiade él mismo en otra par~
ste (g):que le liamemos quando esta cerca de nosotros,
» porque vendra tiempo en que no lo éstara. Pero en
»este ultimo trance, quién sera el que no le busque?
(8) Mat. 7. 7.° (c) Thren. 2. 5.
(2) Joan. 7. 34. (fF) Is 55.6.8 Canrico DE Los CANTICOs.
»Todo el mundo (a), dice por Isaias, doblard enténces
x» su vodilla ante mi presencia, &c. Mas sin embargo , no
» por eso sera halludo de Jos réprobos , 4 quienes los
“Angeles, ministros de su justicia, alejaran de su
vista, y ebaran consigo , para no dexarles ver Ia
gloria de Dios, Tambien clamaran en vano las vir-
»genes fatuas, porque una vez cerrada fa puerta, ja-
»mas se dexaré ver de ellas. Tengan pues por s¢-
»guro todos estos, que 4 ellos solos comprehende es-
seta espantosa sentencia (b): Me buscareis, y no me ha-
pollareis.
4 »(c)Pero ahora no viene al caso este rigor:
»ahora estamos aun en el tiempo oportuno, y en los
sdias de Ja salud ; en tiempo sin duda de buscarle y
ede Hamarle: en tiempo en que por lo comun se ha-
sce presente, aun antes que se le invoque: escucha
»$ino su solemne promesa: Antes gue me llameis os di-
nréz vedme aqui con vosotros, Anteguam me invocetis
2 dicam: ecce adsum (d). No se Je oculté esta clemencia.
»y oportunidad de tiempo , durante nuestra carrera,
wal Profeta Rey, asegucandonos (e): Que ef Setior oyd
slos clamores de los pobres, y que sus oidos estan alerta
spara vir y considerar la disposicion de sus corazones,
2 Asi que siendo buscado Dios por medio de las bue-
yonas obras , tratemos de practicar estas, y hacer
»bien 4 todos mientras tenémos tiempo; sin olvidar
ssjamas que el Seftor abiertamente ha declarado , que
»su venida sera de noche, y quando ninguno ten-
»dra ya lugar de obrar bien. ; Y pensaras td, despues
»de tan terminantes ordculos, hallar aun para tien
»los siglos venideros, algun tiempo para buscar &
» Dios, y para hacer buenas obras, distinto del se=
»fialado por él mismo, para acordarse de tf? Acuér-
{a) Is. 45. 24. (4) Marc. 25. ro. Joan. 7. 34.
(e) Toma. (dds. 65. 24. Ue) Pg. ayCar. mr. Vener. §. 1
adate que el motivo de Hamar dias de salud al tiem-
po presente, No es otro que el ser en este el mis-
»mo Dios nuestro Rey, que desde el principio de los
»siglos ba obrado nuestra salud en medio de la tia
wa (a).
5 »Andate pues tu esperando ahora en medio
»del infierno Ja salud que se.obré ya en medio de la
atierra. Tergo tu, @in medio gebenne expectato sa-
nlutem , gue jam facta est in medio terre. 4 Qué arbi-
strios suefas poder tener para alcanzar el perdon
zentre Ios ardores eternos del abismo, despues de
»»pasado el tiempo de [a misericordia ? No hay hos~
yetia, no, de propiciacion para ti por los pecados, ve-
srificada tu muerte en ellos. El Hijo de Dios no es
»crucificado segunda vez: una vez sola murié, y ya
»no vuelve 4 morir mas (4). Su sangre ,derramada
wen la tierra, no penetré 4 los infiernos. Bebie-
ron de ella tados los pecadores de Ja tierra; pero
»ni los demonios ni sus compafieros tienen que pro-
»meterse socorro alguno de su virtud, para apagar
wlas voraces Hamas que les consumen y atormen~
»tan. Alli baxdé una sola vez su alma, mas no su
»sangre, para libertar los Santos Padres, que en
waquellas carceles estaban (¢) presos. La época de
»esta singular y dnica visita con Ja presencia de su
»espiritu tuvo su cumplimiento y duracion en el
» Limbo , por todo’ el tiempo. que su cuerpo exani-
sme estuvo pendiente de la cruz, y depositado en
nel sepulcro. Regé su preciosa sangre ta tierra, la
»rocié, y se empapé en ella: pacificé el mundo, el
»cielo, y quanto en ellos se contiene; pero no el
wabismo, exceptuando en ¢l (como habemos dicho)
»& los que por una sola vez alcanzé en parte su
(2) Ps. 73. 15. (4) Rom. 6. 9. (c) Véase Ja nota
de Mavillon sobre este lugar.
Tom I. B10 CaAnticd WE Los Canticos,
“»»coptosa redencion , haciendo brillar su caridad aun
xen estos momentos y lugares; pero no volvera ja-
xmas 4 ellos. El tiempo pues mas apto y oportuno
»para buscarle es el presente, en el que con segu-
»ridad le halla qualquiera que le busca, con tal que
le busque donde esta , y como conviene buscarle,
»Asique la causa inica de no ser hallado et Espo~
»sc de tos que le buscan, es sin disputa porque no le
»»buscan en el tiempo debido. Pero nada de esto de-
»»be:.entenderse con la Esposa, que siempre lo lla=
»ma y ke busca no solo con oportunidad , sino con
pactividad , con diligencia y con perfeccion ; le bus+
22¢a con un corazon ardiente é infatigable, como de+
»be en una palabra ser buscado tan zeloso amante.”
6 Qualquiera pues, dicen San Ambrosio (2) y
Casiodoro a este mismo asunto , qualquiera que pre~
tenda buscar a Jesu-Christo excusa. buscarlo entre
las delicias, ni en el dcio; no esta ni en el lecho,
ni en el delicioso descanso de pomposos y magnifi-
cos estrados: sete halla en ja cruz, en las bumilla-
ciones, en la pobreza, en los trabajos: esta siempre
en medio de los que se juntan en su nombre, y de
Jos que fe remen. La Esposa le buscé (como vere=
mos despues) por fas calles de Jecusalen; pero no le
hallé alli, Pregunta 4 los guardas de Ja ciudad si
por ventura le habian visto; es decir, 2 sus sentidos
exteriores, y 4 las personas mundanas, que estan
siempre en un continuo movimiento y disipacion. Pe~
ro ninguno de estos entiende su lenguage. Déxales
por lo mismo, y al punto se la aparece el Esposo,
Los que deseen pues hallar 4 Jesu-Chrisio, y gus
tar quan suave es el Sefior , salgan fuera de si, esto
es, dexen el bullicio de las ciudades, y los negovios
del siglo; nigguense 4 sus pasiones y apetitos, se-
(4) Amb. lib. de Isaac. Casiodor. hic. Calmet.Cap, ur. Vers. 1. §. t 1r
gun prescribe el Evangelio , y a buen Seguro que
juego se les aparecera el Esposo, y sera todo suyo.
Imiten 4 Maria Magdalena, que antes de amanecet
volé al sepulcro de su amado , y no paré ni sose-
g6 basta hallar al duefo unico de su corazon. Imi~
ten, repito , 4 la Magdalena, segun’ y como ella imi-
toa la Espasa , cuyozelo y amor nos describe el Es-
piritu Santo en el presente capitulo.
7 ©Veamos, no obstante , aftade aqui el citade
»Padre San Bernardo (a), sila Esposa tambien bus-
wcd tal vez al Esposo donde no debia. Busqué, dice,
ven mi pequeito leebo al que ama mi alma, ¢Y quitn
»sabe, si por ventura, no debid buscar en Ja cuna,
»sino en ef talamo 4 aquel, cuya grandeza y ma~
sgestad no cabe en todo el orbe? Annan forte in
wlectulo querendus erat, sed in lectoz quippe cui orbis
sangustus est? Por lo gue 4 mi toca no es cosa ex-
strafia buscar en el iecho pequefio al que he cono~
ncido’ parviilo en su cuna; porque Isaias me dice
sclaramente (b}: Que nacié para nosotros: un nitio pe=
squetio. Ti pues, Casa de Sion, salta enborabuena
ade gozo, y alaba 4 Dios (c), porqu:.el Santo de
sIsraél es grande en medio de.ti. Pero este mismo
Seftor grande en Sion se ha dignado hacerse y ma-
wnifestarse como parvulo y débil entre: nosotros,
Idem Dominus in Sion magnus , apud nos parvulus,
swapud nos infirmus repertus est ; expresand¢ nos en lo
» primero estar echado, y en lo segundo ¢starlo en
wla.cuna: ex uno jacere, ex altero et in lb ciulo jace-
ave babens. ;No fué enefecto para él wn lecho. pe=
»quefio el. sepujero?:.¢No fud- su verdadera ci na el
»pesebre? No lo fud tambien el virginal vientve de
» Maria? An nom lectulus tumulust An aon lectulus
nprasepium? An non lectulus uterus Virginis? ¥ cist
“(a) 6. Born. Serm. 73:0. 6 (B)Ise'9. 6. (e) Is, 12. 6.
Ba ~12 Cantico bE Los Canricos.
»tamente que no es justo considerar como pequefio-
»lecho el vasto seno del Eterno Padre, sino como
yun gran tatamo, segun Ja expresion del mismo, que
»asegura y dice a su. Hijo (a): Habcrle engendrado en
nla eternidad de su misma substancia, Bien que oi aun
»el nombre de lecho quadrara tal vez con propiedad
24 aquel, en cl que lejos de estar recostado el Ver-
»bo, rise y gobierna todas las cosas con igual im-
»perio al de su Padre. Por ultimo , nos ensefia una
»fe inconcusa, que el Hijo esta sentado 4 la diestra
»del Padee, no echado 3 y ademas refiere 4! mismo:
»(b) Que el lugar de su descanso es et cielo, no el le-
» cho; declarandonos en esto, que ensu mansion en las
#alturas goza y posee todas las prerogativas y dis-
stintivos del poder divino, sin las imperfecciones de
“»la flaqueza humana, Ut seias illum in suis, id est,
vin supernis, nequaquam solatia babere infirmitatis, sed
»potestatis insignia.
8 »Con razon pues al nombre de lecho pegue-
niio (c) afiade la Esposa la expresion de suyo, por
»ser cosa manifiesta, que la flaqueza en Dios no lo
»viene de su divina naturaleza, sino de la nuestra.
»De nosotros tomé fo que por nosotros debié pa-
»decer: el nacer, el mamar, el morir y ser sepul-
»tado. Mia es pues Ja mortalidad del recien nacido,
»tia la flaqueza de este parvulo, mia Ja muerte de
weste crucificado, mia su dormicion y descanso en
»el sepulcro. Mea est mortalitas nati, mea infirmitas
»parvuli , mea expiratio crucifini , mea sepulti durmitio,
»Pero todo esto ya se acub6 para él, y debes con=
wsiderar por lo mismo, 6 Esposa afligida , que para
»el amado de tu corazon son ya nuevas todas las
wcosas. Busgué, dice, por las sioches en mi pequeiio
slecho al que ama mi alma. if qué fin buscas en tu
(2) Ps.t09. 4. (0) 1.66.1. (c) Issa. 7.Car.u Veins. t. §. 8 13
nlecho al que esta ya reynando en su trono? ;No
whabias visto subir al Hijo def Hombre donde te-
»nia antes su mansion de toda Ja eternidad? Tro-
»cd el tamulo y el establo por el cielo; cy td te
»buscas ain en tu cama? Resucité ya, no esta
valli, gPara qué pues buscas en Ja cuna al fuerte,
ven tu pequefio lecho' al poderoso, y al que esta
wileno de gloria en el establo? Ya entré en pose~
»sion del Omnipotente , y esta revestido de su mis-
»ma lermosura y grandeza. Cata ahi como sirven
xya de trono los Querubines al que estuvo deposi-
»tado baxo la losa del sepulcro, Abora pues no es-
nta ya echado, sino sentado; gy td, sin embargo de
s»esto , intentas aun auxiliarle , como si en efecto se
»hallase en tamafia humillacion? Pues ten entendi-
»do, que al presente solo se le halla, 6 juzgando en
#su trono, 6 asisticndo de pie a los que le invocaa
»en su reyno, Aut sedet judicans , aut stat adjuvans,
9 (a) <¥ vosotras, mugeres santas, 4 qui¢n, pre-
»gunto yo, haceis ahora la guardia? (b) Sic vos 6
shone mulieres , cuinam, queso excubias exbibetis? , Pax
»ta quién comprais preciosos unguentos, y dispo-
»neis confecciones olorosas?Cui aromata comparatis,
»paratis unguenta? Si supiéseis la grandeza y poder
»del que , libre ya entre los muertos, tratais de un-
»gir, sin duda que en lugar de prestarle estos obse-
»quios , anhelariais ser ungidas por él (c), ;No es
»ciertamente este el que el Padre ungié con el oleo
nde alegria sobre todos los mortales? Dichosas se-
»reis en la realidad , si despues de haber cumplido
»con tan piadosos obsequios , podeis gloriaros en re~
»torno, y decirle, que (d) de su plenitud hemos parti-
s»cipado tambien todos nosotros. En efecto, las que
»fudron 2 ungirle volvieron ungidas. ¢Mas qué mu-
(a) fb. 0.8. (3) Toid. (c) Ps. 44.8. (a) Joan. 1. 16.14 Cantico pz Los Canricos.
»cho vuelvan ungidas con la augusta y alegre nue-
nya de su resurreccion olorosa? ; Oh, y (a) quan
sn preciosos son tos pies de los que evangelizan la paz,
»y anuncian los inestimables bienes del Evangelio!
»»Destinadas pues estas piadosas mugeres a tan san-
»to ministerio por un Angel, hacen oficio de Evan-
sgelistas , y convertidas en Apdstoles de los Apésto-
wles mismos, se dan priesa & predicar muy de ma~
»fiana las misericordias del Szfor, diciéndole: Cor+
»rido (b) hemos al olor de tus unguentos, Desde esta
»€época pues, y en lo sucesivo 4 ella, en vano es
»buscado el Esposo en su pequefio lecho , porque si
»bien la Iglesia le habia conocido antes segun la
scare, es decir, en la flaqueza de nuestra mortali-
wdad; pero ya no le conoce mas de esta manera,
»Por tanto, buscado por- Pedro y Juan de esta mis-
sma suerte en el sepulcro, de ningun modo le halla~
wron. A cuenta tuya dexo ahora que. consideres si
walguno de estos pudo 6 no decir con oportunidad
wy acierto: En mi lecho busqué al que ama mi alias
wbusguéle , y no le hallé. ¥ habiendo, & la verdad,
de subir al Padre la carne que no era del Padre,
wjustamente se despojé antes por la gloria de la re
s»surreccion de toda su flaqueza, cifiendo en si el
» poder y fuerza del Omnipotente , y vistiéndose de
»claridad y de luz, es decir ,de la magestad y glo~
sria con que correspondia ser presentada 4 [a vista
»de los paternales ojos, :
to »(c) Pero es muy notable, prosigue el cita~
»do San Bernardo, la oportunidad y gracia con que
ndice la Esposa: Busgué, no al que amo, sino af
2que ana mi alma; porque realmente ef amor espi
stual es propio y privativo de solo el alma, con el
» que esta ama _espiritualmente 4 Dios, al Angel y de~
(4) Rom. to. 15. (4) Cant.1.5. (c) Neg.Cap, ui Vers. 1. §. 1 15
»mas substancias incorpéreas. En cuyo sentido de-
»cimos tambien amar el aima fa justicia, Ja verdad,
wla piedad, la sabiduria, y otras virtudes. Porque
»quando ama el alma alguna cosa segun la carne,
»(6 bablando con mas propiedad ) quando esta ape-
»tece, por exemple, la comida, el vestido, el se-
»fiorio, y quanto tiene conexion con cosas terrenas
»y corpéreas, mas debe llamarse en realidad amor
wde Ja carne que del alma, Diciendo pues la Espo-
sa que su alma ama al Esposo, es decirnos clara-
symente que el Esposo es verdadero espiritu, y que
»su amor 4 él es espiritual y puro. Con igual agu-
»deza expresa la Esposa haber buscado por bus noches
pal amado de su alma, Per noctes quasivi quem dili-
agit anima mea, Porque, en efecto, debemos repu-
star verdadera noche todo el tiempo que andamos
»en busca del Esposo; porque a ser de dia para los
»que le buscan, al punto se.les haria presente, y
»no tendrian necesidad alguna de buscarle.
1t (a) No obstante, me parece 4 mi gue el
»decit la Esposa haber buscado, no de noche , sino
por las noches al Esposo, nos oftece aun algunas
preflexiones harta dtiles. Porque este mundo tiene
»verdaderamente muchas y muy diferentes noches,
»Pero mejor diria que casi todo él es una verdade-
»ta noche, estando, como esta, sepultado siempre en-
»tre tinieblas, Noche es fa perfidia de los judios, no-
»che la ignorancia. de los paganos , noche la mali
»cia de los hereges, noche la vida carnal, y sen-
»sual conducta de muchos catélicos. En vano pues
»»busca qualquiera Ia luz de la verdad, y al sol de
»justicia, que es el verdadero Espaso , en medio de
todas estas noches, porque es imposible hermanar
ala luz con las tinieblas. Replicarame tal yez algu-
(a) N. 10.16 Cantico DE Los CANTICOSs.
»no, que la Esposa no es tan insensata ni tan ne-
»cia , que busque la luz entre las tinieblas, ni al
sque ama su alma entre los ignorantes , ni entre los
que no le aman; como si la Esposa dixera ahora,
»que le busca por las noches. Mas no es asi, por~
»que la Esposa no dice que le busca, sino gue le
nbuscd por las noches. Per noctes quesivi. Con esta ad-
wvertencia est4 bien clara la solucion a .dicha difi-
zcultad, Y es como si dixera: quando era aun pe-
»quefia, mi sabiduria acerca del Esposo era de ni-
nila, pensaba como nifia, y buscaba la verdad don-
nde no estaba: andaba errante sin poder dar con
wella , segun la confesion del real Profeta, que de
vst misme dice (a): Extraviéme , Sefor, como una
soveja perdida, Lo que confirma por ultimo la misma
»Esposa, asegurandonos que estaba aun en su pe-
nqueiio lecho, que es lo mismo que confesar su tier-
»oa edad y su pequefiéz en el conocimiento del Es-
»poso (4), su delicadeza y falta de fuerzas pa~
ra poderle aun seguir por los elevados y dificiles
»caminos de sus excelsas virtudes , y a quantas par-
»tes fuese. De aqui es que did con muchas , que co~
»nociendo su debilidad y deseos, la decian (): Vedlo,
sagni esté Christo: aculla tambien se ha dexado ver.
»Pero quantas mas diligencias hacia para informar-
nse si eran seguras estas nuevas, mas claramente co-
»pocia que todos estos eran unos impostores. 1.éjos
»pues de hallarle, dice la Esposa, encontré que eran
»verdaderas noches y tinieblas los que falsamente
»se gloriaban ser depositarios de fa luz.”
12 Coronemos por fin tan interesantes verdades
con el memorable exemplo de una de las principa=
Jes columnas de la Iglesia, Consideremos, digo, aten-
tamente las penetrantes y tiernas expresiones con que
(a) Ps. 118.3176. (4) Ibid. a. rr. (e) Marc.13. 2¥.Cap. in. Vers. t §.1. 17
pinta al vivo San Agustin su penosa situacion en ef
dilatado tiempo que andavo buscando en su lecho al Es-
poso durante muchas noches , sin poder hallarle, * Ca-
»minaba (a), dice este gran Santo, caminaba entre
»tinieblas y precipicios , y os buscaba fuera de mi
wa Vos, Seftor, que sois el Dios de mi corazon; pe-
»ro no os hallaba. Sumergido en lo profundo de fa
y»mar, desconfiaba y casi desesperaba poder dar con
nla verdad (2). Sin embargo de esto ni gemia , ni
»clamaba para que me socorriésedes ; antes bien, ocu~
»pado unicamente en buscar, en razonar, en dis~
scurrir ,,aumentaba mas y mas de este modo mis
sinteriores turbaciones € inquietudes.” En tan lamen-
table estado podemos decir de este Santo lo que
San Pablo afirma (c) de aquellos que inquietos siem-
pre por saber , jamds Ilegan al conocimiento de la ver-
dad. Pero Dios, rico en misericordias , y siempre ad~
mirable en sus Santos , concedié por ultimo 4 San
Agustin la gracia de hallar , como Ja Esposa, af gue
habia buscado largo tiempo entre tinieblas , y como én
ef lecho de su natural flaqueza, efi que Je tenian pos-
trado sus culpas y errores, Volvamos 4 la Esposa,
y vedmos quan exquisitas diligencias practica aun en
el siguiente verso en busca de su amado.
(2) Conf. lib, 6c. 2, (2) Tbe. 2. (c) Tim. 3.7.
Tom. TH, a c . a18 Caxtico pE Los Canticos.
VERSO IL
§ 1
Continia la Esposa en bees de su amado , donde
no debe: glorificacion de Jesu-Christo : sw gloria
y poder dla diestra del Padre: singular pers«
o picac’a dela fe para hallar & Jesu-Christo.
LA ESPOSA.
: « Levantarmehe ( dixe en-
¥. 2. Sargam, et circuibo vtre mi) y daré vuel-
civitatem : per vicos et »tas 4 la Ciudad: por
plateas quaeram quem di- vias calles y por las
ligit anima mea: quesi- »plazas publicas bus
vi illum, et non inveni. »caré al que ama mi
valma ; busquéle y no
le hallé.?”
13 (a) Gan fuerza de amor es esta, pues co*
mo diximos antes, ni la noche, ni la soledad, ni
Jas emboscadas de personas mal intencionadas , que
en tales tiempos y lugares suclen formarse, pudie-
ron arredrar a la Esposa, ni impedirla buscar lo
que deseaba. No hallando pues en el lecho la Es-
posa 4 su amado, salta luego de la cama, y no
dexa barrio, plaza , ni calle de coda Ja ciudad que
no recorra , buscandole en las Sinagogas de los He-
breos que habia esparcidas por el mundo, y tam-
bien entre los mismos gentiles ; pero no le halla tan
pronto como pensaba. No solo, segun San Ambro-
sio, es un manifiesto y peligroso engaiic , buscar 4
Dios en las calles y plazas publicas, esto es, en el
(4) M. Leon. S. Bern. serm. 75.0. 1-Car. mir. Vers. m §. 19
tumulto del mundo, que esta todo Heno de inquie~
tudes , de injusticias, de maldades, de murmura~
ciones y falsos testimonios , si no que Iéjos de ha-
Marle los que en dichos lugares fe buscan , suelen
salir por fo comun heridos de ellos mortalmente (a).
Plerumque ubi non oportet quesisse , vulnus est. Para
buscarlé pues de veras , no es suficiente dar de ma~
no al ocio v al descanso (6), como tampoco basta
para hallarle entregarse con demasiado ardor 4 ne-
gocios mundanos , por honestos y utiles que sean &
nuestros préximos, no siendo estos anexos 4 nuestro
Ministerio, y compatibles con Ja oracion y retiro que
el Esposo exige de la Esposa , de los pastores y
demas almas fieles, para ser hallado, y poder comu-
nicar sus secretos con ellas 4 su satisfaccion en la
soledad , segun que él mismo nos lo expresa con Jas
siguientes y terminantes palabras: Ecce ego lactabo
am, et ducam eam in solitudinen : et loguav ad cor ejus.
14 (c) Asique, decirnos la Esposa :( nota belli-
simamente aqui nuestro Padre San Bernardo) Le-
svantarme he, y daré vueltas al red dor de la ciudad:
spor las calles y plazas publicas buscaré al que ama
»mi alma, es una prueba harto clara, de que es-
wtaba aun realmente en cama, y que noticiosa de
»la resurreccion de su amado, se levanta con pron-
ntitud, y se da priesa 4 buscarle por todos estos
»lugares ; sin advertir esta bienaventurada Esposa,
»que debiendo por lo mismo haber ella tambien re-
»sucitado con Christo, era preciso que su sabidu-
»ria fuese toda celestial, y que no te buscase ya
vaca baxo, en. la ciudad, en las calles y plazas,
(a) Amb. I de Isaac... 5. de Virg. et 1. de Vidois,
(6) Tirin. v. 2. Bern. 1, de Consid: 2. Bonav. c. 3. et
alii. Greg. 2. p- Past. c. 7. etl. 8. mor. c. £5. Osee. 14.
+(e) S. Bern. serm. 73.0. £2.
Ca20 Cantico DE Los CANTICOs.
ssino en Jas mas elevadas alturas, en el trono y
wdiestra de su Padre, donde tiene ya para siempre
»su eterna mansion y asiento. Recorreré, dice , la
»ciudad. ¢Pero a qué fin, Esposa amada (a)? Los
wimpios son Gnicamente los que andan al rededor de
»ella, Dexa pues este cuidado a los Judios , de quie-
»nes dixo un Profeta suyo: Que se apoderaria de
aellos una hambre canina , y que darian vueltas en sus
nalrededores ; y Hegando & entrar en ella (b) , verds
valli muertos de hambre & estos mismos Fudios , lo que
»ciertamente no les habria sucedido, si en la expre-
»sada ciudad tuviese su estancia y mansion el pan
nde vida. Este salié ya triunfante y glorioso de las
»entrafias de la tierra; pero no se quedd mas en
ella. Subié por su propia virtud al trono de su glo-~
wtia, en que antes habitaba. Porgue el gue baxd es
nel mismo que subid, ef mismo pan vivo que descen-
»dié de los cielos, y el mismo Esposo de la Igle-
»sia, y de toda alma santa, Jesu-Christo Sefor nues-
»tro, y Dios bendito sobre todas las cosas, y por
gtodos los siglos.
15 (c) »De lo dicho se infiere , contintia el mis-
»mo Padre, que la Esposa conserva aun, y tiene
»sentimientos de parbula. Porque esta, 4 lo que yo
valcanzo , pensé seguramente, que despues de ha~
»ber salido su Esposo del sepulcro, se habia de ma-
»nifestar en este mismo tiempo segunda vez al mun-
»do, para instruir como antes 4 Jos pueblos, curar
»sus enfermos, y manifestar su gloria en Israél; y
stal vez porque creia que recibirian, resucitado de
»entre los muertos , al que prometieron reconocer
»per su Salvador, con tal que crucificado en’ la
weruz, baxase por st mismo de ella. Pero este habia
vconsumado ya el ministerio que su Padre le tenia
(a) Ps, 38.7. (8) Jerem. 11. 18. (c) Scrm. 76. n. x.Car. ut. Vers. u. §. 1: ar
nconfiado 3 y extrafio mucho, como Ja Esposa no
»comprehendid esta verdad, oyéndole decir con un
»gran grito en el acto mismo de espirar: Consuma+
sotum est, todo esta acabado, Nicn la realidad de-
»bia fiarse de nuevo el Salvador de la multitud del
» pueblo, porque aun condescendiendo con su: peti~
wcion, seria muy sospechosa su fe; por tanto, lo
»que le interesaba dnicamente era darse priesa 4 lle-
»gar quanto Antes donde estaba su Padre, para oir
nde su boca (a): Siéntate, hijo mio, @ mi diestra
» hasta que humille, y ponga baxo de tus pies & todos:
»tus enemigos, En efecto, despues de su exaltacion
»sobre la tierra se cumplié en ét Ja promesa de
watraer 4 si todas las cosas con una fuerza suma=
zmente poderosa y divina, Pero !a Esposa, igno~
wrante aun de este misterio, y unicamente ansiosa
ade su hallazgo, creyé deberle buscar por las pla-
wzas publicas y otros lugares. Engafiada pues segun-
nda vez repite: Busquéle, y no le hallé; cuya sin-
»cera confésion ratifica el oraculo de su Esposo,
sen que aseguré a sus discipulos (5) , que iba a don-
ade su Padre estaba, y que ya vo le verian mas,
16 (¢) »3 Pero cémo, dira la Esposa, cémo: pox
dan erecr en el que no han de ver? Como si la fe
»no dependiera mas del oido, que de la vista, 3 Qué
»mucho es dar crédito 4 Jo que ves, ni qué gloria
»adquiriras.en dar asenso 4 lo que palpan tus ojos?
» Esperanda por el cantrario lo que no. vemos , exer-
»citamos nuestra paciencia ; y esta virtud nos es real~
ssmente meritoria, porque escrito esta (d): Bienaventura-
»dos los que sin verme creycron en mi. Para no defrau-
»dar pues a Ja fe del mérito debido , substraigase
vel Esposo 4 nuestra vista, y de este modo logra~
(a) Psalm. 109. 1. (#) Joan, 16. 16.ib. (c) Nim. 2.
ies: fe (4) Joan, 16. 1 ib (c) Nim. 222 Caxtico DE Los CANTicos.
wremos su galardon y recompensa ; fuera de que era
yya tiempo de restituirse cl Esposo a su lugar pro-
vw pio. ¢Quigres saber qual es este? La diestra del
»Padre, porque siendo Dios por nateraleza , no po-
mdia reputar como usurpacion ser igual 4 él. Tome
pues su asiento y Ingar el hijo del Padre, donde
westé enteramente libre de toda injuria en lo suce~
* »sivo. Siéntese enhorabuena 4 su diestra, y no en
»otro lugar inferior , para que todos honren al Hijo
»con el mismo honor que al Padre. De este modo
»resplandecera la igualdad de su magestad y sobe~
»rania, no considerandole inferior, ni posterior al
nPadre en manera alguna. Pero la Esposa nada de
sesto advierte, Antes como embriagada con la vehe~
»mencia de su amor, corre de un lugar 4 otro, y
»busca con su vista al que no puede alcanzar 4 ver
»ojo alguno sino el de Ja fe. Porque esta no se per-
ssuadia que Christo debia entrar de otra manera
‘sen su g.oria, que confundiendo antes Ja impiedad,
yy haciendo patente al mundo el triunfo de su mi-
velagrosa resurreccion, llenando de gozo 4 los fieles,
»de gloria 4 sus discipulos, y obrando la conversion
2de los pueblos; sin ser, en fin , glorificado Antes
wde todas las aaciones, el que con la presencia efec+
stiva de su resurreccion , hizo patente 4 todo el or-
»be la verdad de sus profecias. ;Pero 6 Esposa, y
‘qué engafiada que vives! Ciecto es que todas estas
-»cosas .deberan cumplirse 4 su tiempo , pero no
wahora,
17 (2) »Resta en efecto 4 tu Esposo ser aun ul-
»timamente glorificado segun Ja promesa del Padre,
wy esta glorificacion pondra el sello 4 la plenitnd
»de su gloria en términos , que. jamas podra recibir
»mas aumento. ;Pero dénde piensas ta que se le
(a) Ibid. nim. 5.Cap. ur. Virs. 1. §, 11 23
wha de dar tan completa bendicion? No en las pla~
»2zas y calles donde tu creias hallarle 5 no ser que
»por plazas entiendas aquellas de quienes esta es-
secrito (a): Tus plazas , ferusalem, estaran sembradas
de oro purisimo, y por todos tus barrios se oiran can-
nticos de alegria. Estas son en efecto las plazas en
xque recibir el Hijo def Padre tan singular clari-
ndad , que jamas se podra ver en los cielo’ otra se~
»mejante. Por que 4 quicn de los Angeles se le di+
xxo jamas (4): Siéotate 4 mi diestra? Mas no solo
»los Angeles son incapaces de poder arribar 4 tan
»sublime gloria , sino tambien Jos Espiritus mas ele~
»vados de la gerarquias celestiales. A ninguno , en
»efecto, de todos estos se le ha atribuido jamas el
»honor de una prerrogativa tan especial , a singu-:
»no se le ha concedido el privilegio de experimen
»tar en si lo que dichas palabras expresan. Los tro-
»nos, las dominaciones , los principados y potesta~
ssdes desean ciertamente mirar en él, pero no com~
spararse 4 él en manera alguna.: Solo pues ;-y tnica~
»mente se ha dicho y concedido por Dios 4 mi Sefor,
s»sentarse a Ja diestra de su gloria, como igual con
»él en este atributo , consubstancial con él en la
sesencia , semejante 4 él por la generacion , sin dife-
»rencia en la soberania, y nada posterior en Ja eter=
vnidad. Alli pues, alli fe hallar4 el que le busque,
»y alli vera su gloria (c),.no.como gloria de qual~
squiera, sino como gloria realmente del Unigénito det
» Padre.
- 18 (@) »g@Qué deberds pues hacer ta ahora, 6
»Esposa , en vista de lo.qué acabas de oir? 5 Te
ss persuades aum que podras seguirle.4 tan sublime
»elevacion? 46 te atreves y hallas con fuerzas para
»ingerirte en tan profundos arcanos y escondidos Sa-
(7) Tob. 13.22. (4) Psalm. 109.1. (c) Joan. mx
{3 Ibid. nto, 6) e ef = al24 CANTICO DE Los CANTICOS.
»cramentos , que puedas ver al Hijoen el Padre, y
»al Padre en el Hijo? No por cierto, donde este
shabita t4 no pucdes Iegar ahora, pero llegaras
2» despues. No obstante no te desanimes, siguele , bas-
»eale, y no te aterre ni espante en su seguimiento
ntan inefable claridad y elevacion , desesperando por
neso de su hallazgo (a). Si puedes creer, no dudes,
squeal que cree todo le es posible. La palabra (b) que te
nha sido anunciada, dice la Escritura , no esta lejos
nde ti, dentro estd de tu misma boca, y en lo interior
»de tu corazon. Cree pues, y hallado le has , porque
wpereeren él, y haberle hallado todo es uno, Nin~
zgun christiano ignora que Jesu-Christo habita por
nla fe en su corazon. ; Pues qué cosa mas. cercana 4
»gosotros que nuestro mismo corazon ?.Buscale pues
»con confianza , biiscale con devocion. Porque ef Se~
sfior es bueno para toda alma que le busca de este mo-
ndo (c). Buscale con deseos, siguele con buenas
»obras, y hallarle has por la fe. Quere wotis, se-
squere actibus, fide inveni: ;qué cosa puede haber
aque la fe no encuentre? Alcanza adonde nadie pue-
de llegar, penetra Jas cosas mas ocultas , compre-
»hende las inmensas, toca como con la mano las
wmas remotas é inaccesibles, aisla y cide en cierto
»moda en su yastisimo seno ala misma eternidad.
» Attingit inaccesa, deprehendit ignota, comprebendit
vinmensa , aprehendit novissima , ipsam denique aterni=
statem suo illo vastissimo sinu quodam modo circumclu-
adit, Por esta razon me atrevo a decir con la mayor
»confianza , creo en la eterna y bienaventurada Tri-
»nidad , que no comprehendo; creo que por Ia fe soy -
»duefio , y poseo al que no cabe en mi espiritu, ni
»es capaz de comprehender por si sola mi alma: Fiden- -
»ter dixerim: aternam beatamque Trinitatem, quam non
nintelligo , credo : @ fide teneo , quam nun capio mente.”
(4) Marc. 9.22. (6) Rom. to. 8. (c) Tren.3. 25.Cap. 1. VERS. m1, §. ur 25
VERSO IIL
§ IIL
Los centinclas de la ciudad son los pastores de Ia
Iglesia : zelo que debe acompafiar su ministerio:
admirable dactrina de San Bernardo sobre esta
materia : elogio del amor divino en la Esposa.
LA ESPOSA.
*Encontraronme los cen-
W. 3. Invenerunt me vigi- vtinelas .que guardan
fes qui custodiunt civi- sla ciudad, y des dixe:
tatem ; num quem diligit » @Visteis, por ventura,
anima vidistis? val que ama mialma?”
19 (a) No se espanta ni enflaquece el amor , di-
ce el M. Leon, por ningun poder humano; y el
que es verdadero no trata de encubrirse 4 nadie,
pi de buscar colores para que los otros no lo en-
tiendan: y asi la Esposa en viendo 4 los guardas
que iban de ronda, les pregunta y dice : ¢Visteis por
ventura al que ama mi alma? Todo grande afecto trae
consigo una gran ceguedad , y en el presente es muy
graciosa la que padece Ja Esposa; pues piensa que
con decir: gVfsteis @ quien amo? estaba ya entendido
por todos, como por ella, quién era aquel por quien
preguntaba. En estos centinelas que hacian la. ron-
da est4n significados los Principes de Jas Sinagogas,
los Sacerdotes y Sacrificadores de los Gentiles, los
Grandes y Sabios del mundo, que tienen la guarda
y gobierno de la politica , y de los estados de la tier-
(a) M. Leon. Calmet.
Tom, 11, D26 Cantico pr Los Canticos.
ta, mientras dura la noche de esta vida, Todos estos,
afiade ef M, Leon, distraidos en varios y diversos ne-
gocios saben poco de esto, que es amor con verdad,
pues segun el sentido espiritual que aqui se preten-
de, con toda la alteza del saber, y prudencia hu-
mana, en cuya guarda y conservacion velan los hom-
bres, jamas alcanzaron ellos & dar muestra alguna
cierta del amor a Christo. Por eso quando la Esposa
Jes pregunta por su amado, 6 no la respondieron,
6 no hicieron caso de ella teniéndola por fatua, La
cruz de Jesu-Christo, dice el Apdostol, fué escan-
dalo para los Judios, y locura para los Gentiles. Re-
firiendo pues Ja Esposa aqui su encuentro con /os
gusrdas 6 veladores, viene en substancia 4 decir casi lo
‘mismo que la sucedié con ellos en el cap. 5. v.7. en
que asegura gue estos mismos guardas la birieron , mal-~
trataron, y aun la quitaron en esta ocasion la mantilla
con que iba cubierta. Pero segun el sentir de los Pa-
dres (a), y Expositores , estos centinelas representan
particularmente 4 los Prelados de fa Ixlesia, y de-
mas Superiores destinados a su custodia y gobierno;
4 los Angeles tutelares de cada alma, 4 los Profetas,
@ los Apéstoles, Doctores y Maestros de la vida es-
piritual. Todos estos, dice la Esposa, me ensefiaron
Jos caminos por donde debia buséar 4 mi amado, y
los medios de recobrar los dones y fayores de que me
yeia privada con su ausencia.
20 “Por Jo que sabiamente repara el Padre
San Bernardo , y dice (4): 3 ¥ cémo podra creer la
»Esposa, 4 no tener antes quien la instruya , cons-
»tandonos que ja fe (c) entra gor el oido, y que
»para oirla es forzoso que haya quien Ja predique?
»Pero Dios proveera sin duda Jo que mas convenga
(a) Cabnet. Tixino, Ambr. & Nyssen. Greg. Magn.
Beda, &c. (4) Serm. 76. n. 7. “(c) Rom. 10. 17.Cay, vt. VERS. un. §. TIT. "a7
nen este punto. Cata alli, como estan ya presentes
ay alerta quienes instruyan é informen de quanto
»la conviene saber a la nueva Esposa destinada para
wlas bodas del Cordero , ensefiandola las verdades
»capitales de la fe, y gravando en su alma los s6-
»lidos fundamentos , y sanos principios de Ja piedad
»y religion. Atiende sino a lo que habla: Halld-
prame., dice , los centinelas que rondan ls ciudad,
4 Quidnes, son estos centinelas? Sin duda aquellos
»que canoniza el Salvador (a) por bienaventurados,
»con tal que al tiempo de su venida les halle en ve~
vla. ;O, y que centinelas en Ja realidad tan santos,
»los que, durmiendo nosotros, velan , como quienes
»deben dar cuenta de ouestras almas! ; Qué guar-
»das tan dichosos , Jos que pasando noches enteras
»en la oracion, estan despiertos con el cuidado de
»»prevenir las emboscadas de nuestros enemigos, frus-
strar los consejos de los mal intencionados , deshacer
vsus lazos , burlarse de sus redes y desvaratarlas,
s»haciendo vanas é inttiles todas sus maquinas y es-
»fuerzos! Estos son realmente fos verdaderos aran-
ntes de sus hermanos y de todo el Pueblo de Israél,
que sin cesar ruegan por Ja Iglesia universal, y
por todos los fieles, Estos, los que extremadamente
»solicitos por Ja salud de Jas ovejas que ef Sefor ha
»confiado 4 su cargo,.estan consagrados con todo
xel conato de su alma 4 velar antes del amanecer,
»derramando su corazon en la presencia del Scfor
»que les crié. Estos , los que orany velan, confesany
»do su insuficiencia , y que es vano (d).y esteril su
»trabajo en guardar la ciudad, 4 no guardarla al
»mismo tiempo e) Sefior de ella.
at (c) »En efecto, mandando el Sefor, y di-
(a) Luc. 12.37. (6) Psalm. 126.1. (c) Ibid.
nim. 8. pena
D2 :28 Canrico pE Los CANTICOS.
»ciendo (a): Velad y orad para no caer en Ia tentacion,
nes cosa manifiesta , que sin este doble exercicio de
nlos fieles y vigilancia de los centinelas , no pueden
»tener seguridad alguna ,ni la ciudad , ni la Espo-
nSa, ni jas ovejas. ¢ Quiéres por ventura saber la
adiferencia que hay en estos tres? Pues sabete , que
»$on una misma cosa. Los fieles son realmente ciudad
>» por su multitud y union: scn esposas por su amor,
»Y son ovejas por su mansedumbre. Que la Esposa
28ea ciudad consta evidentemente del Apocalipsis (6):
nt, dice San Juan , la ciudad santa, la nueva Fe-
srusalen , obra del Altisime , baxando del cielo con la
ay belleza y hermosura de una Esposa vestida de gula
wen los dias de sus desposorios. Con igual evidencia
»Y propiedad veras aplicado esto mismo 4 las ove~
jas, trayendo 4 [a memoria con quanta cautela y
nenergia encargé Jesu-Christo al primer guarda (es
»decir 4 San Pedro) el amor a estas , quando por
» primera vez le config el cuidado de ellas. Lo qual
‘»Ciertamente no habria encargado este sabio acree>
»dor con tanto empefio , 4 no considerarse 4 si mis-
»mo como Esposo nuestro por todo derecho. Oid
€St0, amigos del Esposo 5 con sus verdaderos ami-
‘»gos hablo, Verdad es que hablando de estos me
»he quedado corto dandoles este nombre, porque Jos
»distinguidos con fa prerogativa y privilegio de tan
pestrecha familiaridad , es preciso llamarles amigui-
sSimes suyos. Parvum dixi, amici: amicissimi sint opor-
tet, gui privilegio tante familiaritatis donantur. No
»tenges pues por supérflua la repetida pregunta hasta
tres veces de, Pedro, me amas? antes de confiarle Je-
»su-Christo & este su rebafio; porque 4 lo que yo
»alcanzo, es sin duda lo mismo que haberle dicho:
240 Pedro! 4 no darme un testimonio nada equiyoco
(4) Mare. 14.°38. (4) Apocal. 21. 2.Car. mr Vers. mr §. mm 29
wde que en conciencia me amas, y de que me amas
»mucho , y con un amor sumamente intenso , es de-
weir, mas que 4 todas tus cosas, mas que a todos
x»los tuyos, y aun mas que & tt mismo, para que
nde este modo Ilenes el vasto objeto de mis repe-
mtidas preguntas, en manera alguna tomes a tu car-
»go este culdado , ni te ingieras en el gobierno de
» mis ovejas , por cua salud y redencion derramé mi
»propia sangre. Espantoso oraculo , 4 Ja verdad, y
»capaz de conmover las entrafias y el corazon mas
»de bronce de los mas crueles tiranos.
22 (a) »Alerta pues, Pastores y demas Ministros
»del Scitor , encargados del arduo y dificil empefio
ode conducir sus ovejas. Alerta , repito con vosotros
»mismos , considerando atentamente el precioso de+
s»sposito que se os ha confiado. Attendite vodis gui-
secumgue opus ministerti hujus sortiti estis : attendite,
»inguam vobis, et pretioso deposito , quod vobis credi-
ntum est, Ciudad es, velad en su custodia y union,
» Esposa es , cuidado con vestirla con las galas com-
»perentes a su debido adorno. Ovejas son , conside-
»tad Ja calidad de pastos con que tas debeis alimen-
“star. Civitas ests vigilate ad custodian , concordiam-
ague, Sponsa est : studete ornatut. Ques sunt : inten—
»dite pastut, Acaso podran aplicarse tambien con
»oportunidad estas tres condiciones 4 las tres pre-
»guntas de Jesu-Christo 4 San Pedro. Y ciertamente
n»que la custodia de Ja ciudad para ser perfecta
ndebe tener tres requisitos, 4 saber , estar defendi-
»da de la violencia de fos tiranos, de las astucias
»y engafios de los hereges, y de las tentaciones y
szasaltos de los demonios. Las galas de la Esposa de~
»ben estar fabricadas y texidas con buenas obras,
»con sanas costumbres , y con el buen érden y ar-
(a) Nim. 9.go Cantico DE Los CanrTicos.
z»reglo en todo lo demas. Bl pasto regular de las
»ovejas debe extraerse comunmente de las Escritu-
ras santas, que son camo los campos y heredades
w»del Seiior ; pero es preciso aun en esto alguna cau-
ztela y discernimiento. Porque en estas hay algunos
»mandatos impuestos 4 los sensuales y duros de ge-
xia , como una ley de vida, y como una especie
»de freno necesario para su correccion. Pero hay
tambien alli al mismo tiempo yerbas privilegiadas,
»gue por un efecto de piedad deben aplicarse 4 los
wenfermos , y de corazon pusilanimes ; hay en fin
valli sélidos y substanciosisimos pastos , que son los
» consejos que la eterna sabiduria propone a los ro-
»bustos y experimentados en la discrecion y discer-
»nimiento del bien y del inal. Asi es, que a los
sparvulos, como 4 corderitos tiernos, no se les da
»comida sdlida , sino fa leche de Ja exdrtacion en be-
ybida. A cuyo fin los Pastores buenos y activos no
»cesan de engordar su rebafio con santos y amables
»exemplos , no de otros sino suyos propios ; por-
»oque es cosa muy ignominiosa 4 un Pastor haber de
»apacentar su rebafio con pastos agenos , con detri-
jethento seguro por este mismo hecho de sus propias
povejas. Porque si yo , por exemplo , que al parecer
»tengo, respecto de vosotros, el oficio de Pastor, os
»propongo la mansedumbre de Moysés., Ja pacien-
»cia de Job, la misericordia de Samuel, la santi-
n»dad de David, y otros modelos de virtud de los
»mas grandes Santos , conservandome yo en mi du-
sreza de genio, en mis impaciencias, sin la mise-
»ricordia , y sin las virtudes 4 que os exdrto con
»mi predicacion ; mi doctrina en este caso con razon
»debo persuadirme que no os sera gustosa , y por
»otra parte se os dara muy poco no aprovechuros
»de ella, Aunque esto realmente lo dexo a cargo
nde la piedad divina, a fin de que supla en mi,Car. um. Vers. nt. §. mt 3r
» corrigiendo mis yerros y omisiones , 1g que por cul-
»pa mia os falte 4 vosotros. Advierto por ultimo,
»que el buen Pastor debe cuidar ser por si mis-
smo (a) la sal de su rebaiio, segun Ia expresion
adel Evangelio, teniendo presente que la predi
scion sazonada con esta sal evangélica , es tanto mas
sprovechosa para la salud de los fieles , quanto es
vemas sabrosa y grata 4 los que la oyen. Sermo sale
vconditus quantum placuerit ad graticm, tantum pro-
vderit ad salutem. Y ved ahi quanto me ha parecido
»couveniente prevenir por ahora a todos los Pasto-
»res y Ministros del Santuario sobre la guardia de
ta ciudad , sobre las galas y adorno de la Esposa,
»y pastos del rebafio de Jesu-Christo.
23 »(4) ¢Pero quiénes mas que los expresados
»Pastores, pregunta aun el citado Padre , deben en-
stenderse por estos guardas , que afirma la Esposa:
»haberla hallado? Los Apéstoles, responde, y los
»que fuéron con igual mision y gracia destinados en
wvida 4 las arduas funcioncs del Apostolado, Por-
aque estos realmente son los que’ guardan la ciudad,
»y la Iglesia misma en que yivieron, y tanto con
»tmas conato y vigilancia , quanto la censideran en
»mayor peligro, y terriblemente combatida a veces
nde males, ala verdad caseros y domésticos, segun
wel oraculo del Profeta (c): Los enemigos del hom-
mbre son sus mismos domésticos y comensales. No
»abandonan pues, ni dexan de patrocinar desde el
»cielo los que la sostuvieron 4 costa de su propia
ssangre en el mundo; antes bien Ja guardan y pro-
»tegen dia y noche; es decir, no solo en vida,
»no aun despues de su muerte. Y siendo, como es,
»preciosa & fos ojos del Seficr la muerte de sus
(a) Mare. 9. 49- (4) S. Bera. serm. 77. niin.
(e) Mich. 7 .32 Cantico DE Los Canricos.
» Santos, es imposible dudar que tanto mas podero~
»samente la protegeran despues de su transito, quan-
2to es mayor y mas eficaz el poder de su princi-
»pado en la gloria.
aq »(a) Dirame alguno, tt afirmas todas estas
ycosas ni mas ni menos que si las hubieras visto
»con tus propios ojos, estando 4 la verdad muy
»distuntes , y enteramente escondidas 4 toda vista’
»humana. Pero 4 esto debo decirte, que si tu te
»glorias de lo que ves con tus ojos, yo debo ha-
cerlo con mucha mas razon del testimonio del mis--
»mo Dios, que es infinitamente mas grande: escu-
»cha pues lo que este nos dice (b): Sobre tus mu
nros, Ferusalen , puse centinelas, gue no cesarén de
nelamar dia y soche, alabando 4 Dios , y perseve-
»rando unidos con él en la prosperidad y en Ja
nadversidad, Pero esto, me diras, debe entenderse
nde los Angeles, No te lo niego , porque estos es-
»piritus bienaventurados (¢) estin realmente dest:
smados todos a tar santas funciones. ¢Pero quién
»me quitara 4 mi pensar del mismo modo de aque-.
vllos que son ya de igual poder que los Angeles,
»y tanto mas hermanados con nosotros en ef afecto
»y compasion , quanto es mas estrecha la relacion
yde su naturaleza con la nuestra? A que debes afia-
»dir la tolerancia y participacion con ellos de los
»mismos trabajos y miserias 4 que nos hallamos
»expuestos mientras vivimos en la tierra. ;No sera
» pues motivo de mayor conmiseracion, y de mayor
»solicitud en los Santos, respecto de nosotros , la
»continua memoria de haber pasado y sufrido las.
»mismas tribulaciones con que ellos fuéron proba-
»dos? 4No estan clamando 4 una voz todos ellos?.
»Pasado henos (d), Setior , por el fuego y por el agua;
(a) Nig. (2) 1s.62.6. (0) Meb.t.34. (4) Ps.65.22.Cavour, Vers, ur. §. m1. 33
npero al fin nos habeis conducido a este lugar de refri~
»gerio y consolacion? ;Pues qué, salvos ellos , nos
»abandonaran cu medio de las llamas y de las olas,
»sin dignarse siquicra alargar su mano a unos hi-
»jos que asi peligran? No, no: mientras ta, 6
»lglesia, madre mia, peregtincs en este valle de
»lagrimas , seras protegida de ellos. El cielo y la
ntierra estan siempre prontos 4 cu socorro. Los
wque te guardan no dormitan ni duermen. Tus cens
»tinelas son los Angeles santos; pero tambien son
»guardas tuyos los espiritus y las almas de todos los
»Justos. Custodes tui Angeli sancti; vigiles tui spiri-
sotus et anime justorum. No se engafian pues los que
xson de sentir que fuiste hallada por los Angeles y
»por los Santos, y que estas protegida y guardada
24 un mismo tiempo por todos estos espiritus bien-
»aventurados. Cada uno de ellos tiene en esto su
» particular interes. Los Angeles, el de que sin ti
»no Ilegaran 4 su consumacion 6 complemento. Los
»Justos, el de que sin ti no seran restaurados en
toda su plenitud ; porque ¢ quign ignora que la cai~
nda del cielo de Lucifer y de sus compaferos dis~
»minuyd en gran manera el mimero de esta multi+
»tud soberana? Todos pues se prometen contigo su
»»consumacion : unos para completar su némero, otros
sspara corona y complemento de sus deseos. De te
sitaque onmes consummationem expectant , alti numeri,
walii desiderii sui. Acuérdate sino de lo que en nom-
»bre de Jesu-Christo, y de cada Santo en particu-
»lar, dice el Profeta Rey (a): Todos los Fustos, Se-
» flor, me esperan hasta ver conyimuda y completa mi
vretribucion y gloria en vuestro reyno,
25 »(b) Pero volvamos ya 4 examinar atenta=
pmente, écdmo es , 6 en qué consiste que la Esposa
(a) Ps. 141-10. (2) Ib 0. 6
Tom, Tl. Eg34 Castico pr Los Canticos.
xen manera alguna puede dar con el que busea , y
»que sea lallada ella de los que no la buscan?
> Atien aqui, y noten con particularidad esta
»doctrina los que no tiemblan entrar sin guia ni di-
»rector en los caminos de la vida (#), haciéndose &
»si mismos en el arte espisitual maestros y discipu-
»los 4 un tiempo. Dixe poco; ciegas guias de cie-
»gos trabajan en hacer a otros muchos prosélitos
»suyos. ;O, y quantos de estos hemos visto extra=
nviarse por esta sola causa del camino recto, con
»riesgo inminente de su condenacion y ruina! Por-
»que ignorando las astucias de satanas y sus ma-
»quinaciones , se verificé en ellos, que habiendo em=
» pezado su carrera con buen espiritu , la concluye-
»ron con obras de la carne, torpemente scducidos,
»y justamente condenados. Reflexionen pues, y con-
»sideren los que obran de esta suerte, con quanta
»cautela y prudencia deben portarse en lo sucesivo,
»tomando por exemplar y modelo 4 la Esposa, que
»por ningun medio pudo hallar al que tanto de~
»seaba , hasta que la hubieron salido al encuentro
w»aquellos , de cuya direccion y magisterio debia va-
wlerse para discernir y conocer 4 su amado, apren-
»diendo de los mismos el temor santo del Sefior,
»» El que rehusa 6. niega su mano al verdadero Maes-
»tro, la alarga efectivamente al estafador y fal-
2803 y el que abandona su ganado, dexandole pas-
»tar sin guarda ni guia, mas es pastor de lobos que
nde ovejas.
26 (6) »Mas es muy de notar, afiade el mismo
»Padre, como antes que fos centinelas la digan pa-
wlabra, les pregunta Ja Esposa por su amado, y
»como prevenida por Dios, previene 4 sus mismos
#predicadores y maestros, preguntandoles y dicién~
(2) V.Serm. 33.n.3. (2) Jetem. 78. 0.3.Cap. 1. VERS. mt. §. 11
sdoles: ¢Vésteis por ventura al que ama mi alma? Jus-
»tamente pues expresd haber sido hallado de los que
»guardan la ciudad, la que sabia muy bien habia
»sido conocida primero, y preyenida de ante mano
»por el Sefior de ella, 4 fin de que los guardas tu-
»viesen entendido que el autor de las disposiciones
»de la Esposa era Dios, y no ellos. De esta misma
»manera (a) fuéron tambien hallados Cornelio de San
»Pedro , y Pablo de Ananias , quiero decir , pre-
xvenidos y dispuestos de antemano por el Sefior.
»3Quién, 4 la verdad, mejor dispuesto , ni mas bien
»preparado que Siulo, quando con una voz trémula
2y humilde, y con un corazon verdaderamente con-
s»trito exclamé y dixo (b): Seior, t qué quereis que ha~
»gat (c) ¥ como de la Virgen Maria leemos haber
»sido hallada en cinta por virtud del Espiritu Santo,
seasi me persuado haber sucedido casi lo mismo 4 la
2» Esposa en esta parte. Porque 4 no haber sido igual-
»mente prevenida por la virtud y gracia del Espi-
zeritu Santo , de ningun modo se hubiera atrevido
» preguntar con tanta familiaridad y satisfaccion 4
wlos centinelas por el mismo de quien procede este
»divino Espiritu. Asi es, que la Esposa no aguardé
x que ellos la dixesen 4 lo que habia venido. Ella
ves quien les habl& primero y no de otro sino deb
s»que estaba leno su corazon. Visteis por ventura, les
»dice, al guerido de mi alma? Sabia muy bien quan
»dichosos eran los ojos que lograsen verle, y admi-
s»randose de los que creia que habian togrado tanta.
odicha ,les dice: gsois, por ventura, vosotros &
»quienes se les ha concedido. la gracia de ver al que
»tantos Reyes y Profetas desearon ver y no vieron?
»4Sois vosotros los que habeis tenido la gloria de ver.
»encarnada la eterna sabiduria, humanada la ver=.
(e) Ibid. a.8.
(a) Act.9.6. (4) Act..to
E236 Cantico pi Los CANTICOs.
»dad divina, y al mismo Dios hecho hombre? Nun
svos estis qui meruistis in carne aspicere Sapientianr,
nin corpore veritatem , in homine Deum? Muchos me
ndicen, catale alli, miralo aculla.; pero yo tengo
spara mi por mas seguro daros crédito anicamente
na yosotros, que comisteis y bebisteis con él aun des-
»pues de resucitado de entre los muertos.
27 (a) »iVisteis por ventura al que ama mi alma?
2O amor arrebatado , (continda el mismo Padre) 6
xamor vehemente , 6 amor impetuoso, 6 amor encen-
»dido, que no dexas pensar sino ea ti solo; todo te
»da en rostro, y desprecias quanto no se refiere a tl,
»contentandote Gnicamente contigo mismo : trastor-
»nas el 6rden de las cosas: no haces alto sobre ef
»uso de ellas, y ni aun siquiera tratas de saber sus
»circunstancias. Triunfas en ti mismo de todo, y
»cautivas en obsequio tuyo quanto hay, al parecer
»conveniente , razonable , honesto , de discrecion y
»de juicio. Considera sino como quanto la Esposa
»piensa, y quantas palabras habla 4 ti solo se diri-
zegen, por ti solo anhelan, y-fuera'de tinada hay
winteresante para ella. Tan extremado es el poder
»con que has Ilegado 4 dominar y hacerte duefio ab-
»soluto de su corazon y de su lengua: Ita tibi ipsius
xet cor vindicasti , et linguam. Visteis por ventura,
sdice la Esposa 4 Jos centinelas , embriagada del di-
svino amor, gvfsteis al que ama mi alma? Como
quien da por hecho que estos saben ya qual es ei
»objeto que ocupa su corazon, O Esposa , é pre
»guntas ta por el mismo que ama tu alma? ;Pues
»qué no tiene este algun nombre propio? Non haber
ssnomen? ¢¥:quién eres ta, y €l quién es? Pero he-
2mos hablado con’ esta especie de entusiasmo para
apoder expresar de algun modo fas yentajas y ex-
(2) Serm. 79. mim. 1,. Cari, Vers. mn §. ur # 37
»celencias de este divine Cantico sobre los demas
nde ta Escritura , por su cnarracion sublime, y por
wel adorno y belleza singular de sus palabras. Por
»eso en este sagrado “Epithalamio mas deben pe-
»sarse los afectos que las voces. ¢Mas por qué asi,
#sino porque el amor santo, el inico objeto y ma-
nteria de este libro, cuyo mérito no consiste en pa-
»labras sino en obras reales y efectivas? El.amor es
»quien habla en todo él; y si alguno desea saber lo
»que en si encierra , ame, y lo lograra. De Jo con-
strario en vano se fatiga en la lectura é inteligencia
nde su contenido, quien no ame; porque un cora~
yzon de yelo es absolutamente imposible que pueda
s»comprehender sus expresiones de fuego, A la ma-
snera que-es imposible que entienda al que-babla en
vgriego el que no-lo-sabe, ni al latino el que:no
»entiende el latin. Ni mas ni menos sucede en el Jen-
»guage del divino amor, que es barbaro y extrafio
»para quien no ama, y como un metal que suena,
»6 campania que tafie. Pero los centinelas de que ha-
»blamos aqui, como quienes habian recibido tambien
wel don de amor del Espiritu Santo , comprehenden
»luega camo practicos y experimentados en este len-
»guage , quanto este divino espiritu dice, y al punto
sles ocurre Ja respuesta adequada y propia en la
misma lengua., contextando completamente a los de«
»seos de amor, y afectos piadosos de que estaba ani-
»mada la Esposa, como veremos con mas claridad
vy extensisn en el siguiente yersow»38 Canrico pz Los Canricos.
VERSO IV.
§. IV.
Halla por jin la Esposa d su amado , instruida
de los pastores y maestros de la vida espiritual.
Caractéres del amor de la Iglesia Catélica, » su
ardiente caridad para con su madre la Sina-
£0ga.
LA ESPOSA,
WY. 4. Paululum cum per- * A-poco dehaberme apar-
transissem eos, invent
quem diligit anima meaz
tenui eum; nec dimittam
donee introducam illum
in domum matris mee,
stada de ellos, hallé
»al que ama mi alma;
»asime de él, y no le
»dexaré ir hasta que
»lo haga entrar en la
scasa de mi madre, ¥
ven la camara de la
»que me engendrdé.”
et in cubiculum genitri-
cis mee.
28 (a) (An la Esposa se hubo apartado
de los centinelas, que son, como ya diximos (d), !os
Angeles, los Apéstoles, los’ Prelados. y demas mi-
nistros de la ciudad, 6 santuario de la Iglesia, quan-
do aprovechandose de sus sanos conséjos , y celestia~
les doctrinas, y coronando el Esposo en:ella sus.do-
nes, en retorno 4 los sancos deseos de que él mismo
era unico autor y mévil, dice ast: 4 poco gue me
aparté de ellos, ballé al que ama mi alma, logrando
con su hallazgo una paz superior 4 toda comprehen-
sion humana, una tranquilidad suma, y un gozo
(a) Tirino. (4) V. 3. 0119.Car. ur. VERS. Iv. §.tVv. 39
consumados es decir, ai los Angeles, ni los hombres
destinados por mi Esposo para ensefiar el lugar de
su mansion y morada 4 los que sinceramente le bus~
can, son capaces por si solos de conducirlos a tan
dichoso término. Porque en vano trabajan en guar-
dar Ja ciudad los centinelas mas vigilantes y acti-
vos, 4.no guardarla (a) al mismo tiempo el Sefor
de ella; de que evidentemente-se infiere, que asi la
Esposa como los demas ficles deben considerar uni-
camente 4 estos como guias destinados por el cielo
para continuar sin trepiezo su camino , hasta haber-
Je hallado (6), La Esposa , en efecto, hallé al ama-~
do de su alma por las sefias y por las luces con que
la instruyeron dichos centinelas ; pero habia sido co-
nocida primero, y prevenida de antemano por el Es-
poso, origen y fuente de todas las gracias y dispo~
siciones sobrenaturales en todos los justos. Pues, como
dice ef Apdstol (c): Ni el gue planta, ni el que riega
valen de suyo nada, sino que quanto bien obrames tedo
viene de Dios , que es quien lo hace todo en todas , dan-
do 4 sus ministros la eficacia de Ja predicacion , y 4
jos fieles [a obediencia y docilidad debida a la di-
vina palabra. :
29 (d) “Oigamos ahora cémo discurre N, P.
»San Bernardo sobre esta misma materia. Instruida,
ndice , con brevedad la Esposa por los centinelas
sssobre sus preguntas, al punto se despide de ellos,
»asegurandonos que de allf d poco did con el que ame
2s alma. Bellisimamente dicho: De allf 6 poco: Pau-
wlulum 5 porque ja instruccion que la dierou fué
»realmente abreviada, entregandola el simbolo de la
»fe, como claramente se colige. por lo-que despues
»contintia diciendo: convenia sin duda que la Ese
(2) Véase v. 3. n. 20. y 26. (4) S. Bern. Serm.78.n.7.
(ce) 1. Cor. 3.7. (d) S. Bern. Serm. 79.0. 2.40 Cantico DF Los Canticos.
» posa pasase antes por aquellos que debian darla 4 co-
snocer la verdad; pero no detenerse alli, porque 4 no
»haber pasado mas alla de donde estaban estos, en
ximanera alyuna hubiera hallado al que buscaba:
»No obstante, aun sobre este asunto debes tener por
»muy cierto (a) que fué instruida tambien por los
»mismos guardas , a4 saber; que su Esposo no solo
»habia resucitado, sino que habia subido ya 4 los
»cielos, de lo que tat vez aun no tenia ella no-
wticia segura. Instruida pues -por los centinelas de
slo que Ja restaba saber en 6rden a la Ascension
»de su amado, al momento subié hasta donde este
westaba 5 es decir, pasd mas adelante, y did con él.
2» Ascendit et ipsa pariter; boc est, pertransiit, et in-
svenit. ;Mas qué maravilla que fe hallase alli, Hle-
sgando esta a alcanzar con su espiritu por la fe
sshasta donde él reside corporalmente? De allf 4 poco
ashabiendo pasado mas alld de donde estaban los guardas.
»Grandemente dicho: despues de haber pasado de
»largo 4 los guardas. Cum pertransissem ¢os 5 por~
sque asi sobre estos, como sobre todos los de-
»mas miembros de Ja Iglesia se alejé y remontd
»infinito Jesu-Christo , nuestra cabeza , en dos prin-
s»cipales puntos, a saber, en ei de su Resurreccion,
»y enel de su Ascension (4), por ser este Sefior las
»primicias de todos los fieles, y Ia prenda segura
»de nuestra resurreccion y de nuestra gloria. Pe-
»ro si bien es cierto haberse alejado 4 tanta dis-
stancia, y subido 4 tanta altura, tambien lo es
whaberle seguido hasta alla nuestra fe. Porque
wgdonde se ira que esta no te siga (c)? Si subie+
wre al cielo, alli esté ella; si baxare al abismo,
«alli le acompatta 5 y si may de mafiana tomare con sus
walas rapido vuelo para alejarse, y babitar en los lu-
(a) Ib.n. 3. (4) VCore 15. 20, (¢) Ps. 138.6.7.8"Car. mm, Vers. rv. §. rv. 4
ngares mas remotos de la mar, allt, le dice, me lem
ward tu mano , y me sostendré tu diestra. 3No ha sido
»por la fe, en una palabra, por Ja que nos resucité
4 todos con su Hijo, y nos hizo sentar & su misma
wdiestra el Omnipotente , padre de las misericordias,
»y padre de nuestro Sefior Jesu-Christo? La Esposa
»en efecto, la Iglesia, y toda alma christiana habitan
spor la fe donde realmente no han Ilegado aun, Fi-
wade stans qua necdum ve ipsa pervenito»
go Y ved ahi porque la Iglesia, figura de la
Esposa , hablando en nombre suyo, y en el de to-
dos Ios Justos, afiade inmediatamente: Astme de él,
y no le dexaré ir hasta que lo haga entrar en la casa
de mi madre, y en la chmara de la que me engendrd;
es decir, hasta que se salven las reliquias de Is-
raél, y Christo sea introducido en la Sinagoga, en
cuyo seno fud criada la Iglesia, y en cuyo tron-
co fué ingerida, lo que sucedera al fin del mundo
por la conversion de los Judios @ la fe de la re-
Jigion christiana, y por su unidad con esta ma-
dre comun de todos los ficles (a). “San Bernardo
ventiende dichas palabras, Aséme de él, y na le de~
»xaré ir hasta haberlo intreducido en la casa de mi ma-
»dve, de la estabilidad y firmeza en que la Iglesia
westa de poseer al Esposo hasta 1a .consumacion de
»los siglos. Ast es verdad , dice este santo Doctor,
» porque desde su nacimiento, y en la série de tiem-
»pos que estan aun por venir , jamAs faltara de ella
»la semilla de los christianos, ni su fe sobre la
»tierra, ni su caridad en su cuerpo mistico, Vi-
»nieron soberbias crecidas de rios, soplaran recios
»vientos, y la batieron con la mayor violencia 5; mas
»no la derribaron por estar cimentada sobre la pie-
wdra, que es Christo. Por esta razon, ni los gran-
(a) S. Bern, Serm. 79. 1. 4.
Tom. H. E42 Cantic) bE Los Canticos.
»des argumentos de los filusofos, ni las. sutifezas
»de los hereges, ni tas espadas de los tiranos pu~
»dieron ni podran jamas separarla del amor de Dios
men Jesu-Christo nuestra Sefor, Tanta es la fuer-
sua y seguridad con que esta asida del amado de su
»alma, tanta su dicha y felicidad en estar intima-
»mente unida con él. Aded fortiter tenet quem dili-
agit anima sua, aded illi adherere Deo bonum est.
»j Portentosa anion, dice un Profeta (a)! ¢Qué co-
»sa puede baber en realidad tan indisoluble como
»esta, 4 quien ni las aguas disuelven, ni Jos vien-
»tos. maltratan, ni jos aceros separan ni dividen?
»El ciimulo. inmenso de todas. las aguas del. mun-
»do no es capaz de apagar el volcan de su cari-
wdad, ni las lamas de su amor. Tenui eum, nec «
»mittam. Un Patriarca santo dixo (b): No te dexa-
nr&, Esposo mio, hasta que me des tu bendicion, Pe-
ȣ0 esta ni aun asi quiere soltarle, y aun acaso
»pretende mas, quiero decir, que aunque la dé
sa bendicion, no. le dexara ir como Jacob lo
»executé; porque la Esposa no. tanto anhela por
sus bendiciones , quanto por Ia posesion del que las
nreparte. Nolo, inquit , benedicrionem tuam, sed
ote (c). 3 Qué bay en efecto de bueno. para mi en eb
wcielo, ni qué puedo anhelar fuera de ti sobre la tier-
»rat No te dexaré ir, no, aun quando me des
stu bendicion., Non. dimittam te nec si benedixeris,
ambi,
31 (d) »Pero lo. mas. admirable: en este: asunto,
»continda el mismo Padre, es que el Esposo desea
»tambien estar asido igualmente de ella , como cla-
»ramente. se infiere del siguiente testimonio. (e): To-
wdus mis delicias son estar con los hijos de los bombres,
(2) Is. 41.7. (6) Gen. 32. 26. (c) Ps. 72. 24
(@) Ibo ns. rack? eteCap..nn ‘Vers. tv. §. 1. 43
xy de.la promesa hecha por su misma -boca-en el
»Evangelio , en que con-la mayor solemnidad pro-
stesta (2): Que estard :con sus disciputos hasta 1a con-
ssamacion de los siglos. ~Qué union pues mas inti-
»ma € indisoluble, que la que estriva en la volun-
»tad del Esposo y de ta*Hisposa, y en un solo que-
»rer tan vehemente y-mituo de ‘ambos?: dsido estoy -
nde él, dice la Esposa: Tenui eum ,-inguit 3:mas sin
sembargo no es menos tenida mGtuamente del mis-,
»mo, a que esta asida , segun lo que ella dice en®
notro lugar: Vas (4), Dios mio , habeis sostenide mi
»mano dérecha. Sostenida de este modo, y asida a
2su Dios de esta manera, ;.cOmo es posible que cai-
gal Que teneturs.et tenet , quomodo jam cadere po-
»test? Asida esta ‘en efecto.a él. por la firmeza de
wsu fe:, asida por el fervor de su: devocion ; pero
weste asimiento no seria duradero en ella, 4 no es-
star sostenida por el Esposo; porque el Sefior Ja sos-
vitiene 2 1a verdad con su poder ,*y por ‘su ‘mise~
sricordia. Tenet fidei. firmitate; tenet devotionis ‘affeetu.
» At nequaquam diu teneret , si non teneretur, Tenetar.
nautem potentia , et misericordia Domini..Asime de él,
dice , y ne lz dexaré ir hasta que lo baga entrar ew
sla casa de mi madre, y en ia cémara de la que me
svengendro, : me
32 (¢) »Admirable caridad la de fa Iglesia , pues
»ni aun siquiera envidia las delicias y | felicidades
wde su émula la Sinagoga. ;Qué maYor bondad., en
vefecto, que estar dispuesta 4 comunicar A su, ene
»migo guantos favores recibe del amado de su alma?.
»Bien que nada-hay .que ,extrafar en esto; porque
xel orjgen de su salud la vino de los Judios: Qnia
ssalus-ex Judeisest (d), Vuelva pues eb Salvador a
a) Mat. 28. 20, (8). Ps 7224 (¢) Ibm 3
7) Joan. 4. 12.
Fi44 Castico DE Los Cantreos.
vlugar de donde habia salido, para que las reli-
»quias de Israé] no perezcan. No sean tas raimis
wingratas & su tronco, ni los hijos 4 su madre : no
senvidien aquellas el xugo. que Ja raiz les ha co-
smunicado , ni los hijos la leche que mamaron de
plos pechos de su madre. Conserve la Iglesia en ho-
»ra buena constantemente la salud que perdié la Ju-
»dea, y manténgase en pacifica posesion de ella,
whasta que Ia plenitud de las gentes entre en su se-
wno, y de esta manera todo Israél sea salvo. Sus-
spire ex general por la salud comun, y estiéndase
»esta dz tal modo & todos, que ninguno sienta de-
»trimento , ni diminucion de tanta dicha; esto es
a la verdad lo que la Iglesia anbela, y aun mu-
zecho mas que esto en favor de la Sinagoga. ¢ Pero
»qué mas? Desea tambien para ella hasta el nom-
»bre y la gracia de Esposa , que es sin dudamu-
»cho mas que el deseo puro de su salud y salva~
ncion. Nomen Sponse illi optat, et gratian,
33 (a) »lacreible seria tan excesiva earidad &
sno estar autorizada con palabras terminantes de la
»misma Esposa. Esta, como ‘notariais ya , claramente
»dixo, que deseaba introducir al que poseia, no
»solo en la casa de su madre, sino en la habita-
»cion y camara de Ja que Ja habia engendrado; que
»es expresion de mucho honor, y Una prerogativa
muy especial, Porque para darla la salud bastaba
»que le entrase en su casa; pero Ilevarlo hasta lo
»thas recéndito de la camara indica- un favor mas
sgrande, Hay (b),dixo Jesu-Christo entrando en casa
xdevZaqueo , ba entrado en esta casa la sulud, ¢ Pero
»qué mucho'.consigan la salud aquellos, en cuya
»casa: pone sus pies el Salvador? Mas, la. que tienc:
mla felicidad de recibirle en su misma camara, afia-
(a) Tb. 2.6, (8) Luceag.Car. 1H. Vers. tv. §. rv. ay
nde a aquella gracia la de hospedarle en el apcsento
wtmas reseryado y privilegiado de fa casa. In eudi-
»culam genitricis mee. Coneédase en hora buena la
»salud & toda Ja casa ; pero queden reservadas para
»el talamo mayores felicidades. Enrrarle be , dice,
ner la casa de mi Madre. @X qué casa piensas tu
»que sera esta, sino de fa que ef mismo Salvador
» profetizd en otro tiempo , diciendo & -los Judios: (a)
Ved abi que westra casa quedaré desolada para voso-
stros? Cumplié lo que dixo, como claramente to
srdemuestra el testimonio de un Profeta suyo, Aban~
vdoné (6), dice, hablando en nombre del Salvador,
nmi casa, y desamparé mi bevencia, No obstante la
»Esposa promete ahora hacerle volver , y restituir
»4 su casa la salud perdida. Y ‘si te parece pocd
»hacerle entrar en su casa, advierte como a este fa-
»vor afade el de que lo bard entrar ademas hasta en
nla cémara de la que la engendrd, Et in cubiculum ge~
vnitricis mee. ;O} ¥ qué grande‘es el poder y fuer
svza del amor! Ayrado el Esposo habia abandonado
»su propia casa y hereacia ; pero desenojado ya por
wel amor de la Esposa, se le ve tan.mudado, que
»no solo vuelve a ella como Salvador, sino como Es-
»poso suyo. ;O hija, bendita seas mii veces de Dios,
sxpor haber merecido templar su indignacion-, y res-
»tituirle su herencia ! Bendita seas de tu madre ,, pues
»por tu gracia y respetos se aplaca la ira, se res-
»taura la salud, y vuelve della, quien te asegura
ny dice: Yo soy tu Salvador (c). Salus tua ego sum,
»Pero aun dixo poco: afiada pues y diga aun mast
»Te desposaré conmigo con una inviolable fidelidad (4):
wte haré Espora mia, Mendndote de justicis y de juicios
wte desposaré finalmente conmigo, derramando sobre té
(a) Lue. 13.35. (6) Jerez. (ce) Psalm. 34. 3.
(4) Osce 2. 19. 20. tie eee46 Cantico bE Los CANnTicos,
smi compasion y misericordia, Pero mira que no olvi-
»des gue quien hace estas amistades es 1a Esposa.
»» ¢Mas como es que esta cede a otro un tal Esposo,
»y aun no sé si diga que lo desea? Pero no; de~
sea si, como buena hija, este mismo Esposo, para
»su madre , no para cederlo a esta, sino -para ha-
»cerla participante de él, Basta éf solo para las dos,
»porque en adelante no seran dos sino una unica
»Esposa ; porque él-es nuestra paz, y de tal mo-
xdo las une 4 ambas, que solo hagan una dnica Es-
»posa , como solo es un unico Esposo suyo Jesu-
»Christo nuestro Sefior , y Dios bendito sobre todas
wlas cosas, y.por todos los siglos.”- cf
34 (4) El Niseno y San Ambrosio entienden por
das palabras casa y aposento el corazon, y la parte
superior del alma de la Esposa, donde tienen su
trono y asiento los dones del Espiritu Santo , y de-
mas virtudes sobrenaturales, Aqui realmente es don-
de Ja Esposa desea fomentar mas y mas su intima
familiatidad con Dios, y contraer con é1 sus espi-
rituales desposorios, Aqui donde anhela gozar per~
pétuamente de su presencia y compaiita , apacentarse
de sus celestiales coloquios , aprender sus arcanes,
y disfrutar ‘con toda seguridad y confianza de sus
sastos y envidiables abrazos. Y en verdad que no
fuéron vanos sus deseos , porque arrebatada al punto
en altisima contemplacion, y embriagada con las de-
licias del divino amor, cayé repentinamente en un
suefio suavisimo , y’ de. tanta satisfaccion. para su
amado, que él mismo ‘se constituy6 su mas zeloso
centinela , conminando con la mayor seriedad 4 sus
compafieras y* amigas, para que no la inquietasen
en su descanso y sosiego ,*como lo vimos ya en otra
ocasion (4), y repite abora en el siguiente verso.
(a) Tirino. (0) Cap. a. ve 7.Car. m1. Vers v. §. ve 47
VEBSO V.°:
§. V.
Véase su exposition ¢. 2. Vs 7. P. 220.
EL ESPOSO.
V. 5. Adjuro vos, flie Je-
vusalem , per capreas,
cervosque camporum, ne
Suscitetis , neque evigi-
fare faciatis dilectam, do-
nec ipsa velit.
€ Conjdroos , hijas de Je-
»rusalen, por las tor=
»zas. y ciervos de. los
»campos, que no des-
»perteis ni hagais estar
ven vela a la amada,
»hasta que ella de sue:
»yo despierte.”
35 E,cpiicamos: ya en el cap. 2. v. 7. estas:
mismas. palabras, en cuyo lugar pueden verse para
mas clara. inteligencia: de lo. que levamos. dicho, y
de lo que se dis& en ef siguiente verso, No obs~
tante, por el suefio apacible 6 éxtasis.amoroso , en
que suponen’ dichas. palabras @ Ia Esposa , entiende
aqui un (c) sabio. intérprete, Ja alianza. del. Verbo
con ta naturaleza humana , cuya inefable union no
podia ser turbada sino en el tiempo determinado por
su voluntad soberana , que es el que llama Jesu-
Christo. en el. Evangelio- tiempo. supa. y hora suya, Tem>
pas meum , bora mea. Porque en este realmenté fué
en el que su divinidad, que. habia. estado como dor-
mida baxo el velo de la carne que ‘habia, vestido,
desperté , digdmoslo. ast, por si mismo, quando en--
tregado por la Sinogoga 4 la muerte el que habia.
yenido a ser su Salvador, resucité del sepulcro. por
un; rasgo de su virtud. omnipotente,.
(a); Sinops. crit.48 Castico DE.LOs Canticos.
VERSO VL
“6. VL
La Naturaleza Humana unida al Verbo es el objeto
del glorioso espectdculo del siguiente verso. La
mirra'y aromas simbolizaw ja refoérma de nues-
tras. pasiones , sin cuyo Sncrificio ni venceremos
nuestros enemigos ,#i seremos coronados.
LAS ‘COMPANERAS DE LA ESPOSA.
*Quién es esta que sube
6. Que est ista, que sdel desierto , como co-
ascendit per desertum,
sicut virgala fami ex
aromatibus myrrhe et
thuris, et universi pul-
slumna de humo de
ssaromas, de mirra y
»de incienso, y de to-
ndo género de polvos
veris pigmentarii.? 2 0lorosos.” ?
36 (a) Ee sagrado Cantico es , como notamos
en otrra parte, un poema espiritual , en que el
Espiritu Santo representa al vivo toda la série y
economia de la Encarnacion del Verbo con Ja na-
turaleza humana , sus desposorios con. Ia Iglesia, y
con todas las almas justas. La Iglesia’ pues (4), ha-
biendo hallado por medio de tan inefable Sacramento
al deseado de su alma, y la Esposa santa al que-
rido de su corazon, protestan que jamis le dexaran
ir y embriagadas una y otra con las suaves deli-
cias del Esposo, se rinden al suefio 6 éxtasis -que
hemos referido en el verso anterior, en el que el
mismo Esposo conjura 4 las hijas de Jerusalen para
(a) Viel Prof tom. r, (4) Calmet. Saul. Tivin,. Cap. mm Vers, vi. §. vi. 49
que no despierten, ni turben @ su querida en tan
apacible sosiego, hasta que ella de suyo Jo haga,
‘La signiticacion principal de este misterioso suefia
expresa, en sentir de los Padres, la inefable alianza
de la humanidad con la divinidad en Ja persona del
hombre Dios, que es Jesu-Christo. Por lo que sor~
prehendidos, segun unos, los compafieros de! Es—
poso, y segun otros, las amigas de la Esposa , con
el prodigio y espectaculo de tan admirable union,
exclaman y dicen : ¢ Quién es esta que sube del desierto
como columna de humo de aromas de mirra, y de incienso,
y de toda especie de polvos olorosos? Que es decir (a),
segun San Ambrosio, gqué naturaleza tan. peregrina
es esta, que de entre los abrojos .y espinas de nues-
tros pecados se eleva con tanta magestad -y sobera~
nia sobre toda Ja corrupcion del desierto del mundo,
caminando con extraordinaria rectitud, y suma ve=
locidad al cielo, y hasta el trono y seno del Eterno
Padre? No otra, responde el mismo Santo Doctor,
que la naturaleza humana unida 4 la persona del
Verbo 3 porque si bien Jesu-Christo vivid en compaia
de los hombres durante el curso de su vida mortal,
su humanidad santa, como intimamente unida con
la persona de! Hijo, jamas dex6 de habitar en el seno
y trono de su Padre , siendo preciso un milagro
continuado del Omnipotente , para haber de impedir
que el Verbo hecho carne por amor al hombre, no
se subiese al cielo desde ef momento mismo. de su
Encarnacion. Porque este mundo infeliz y miserable
era para Jesu-Christo un desierto indigno de poseer
tan inextimable tesoro, El lugar natural y propio
debido por todo derecho al hombre Dios, era real-
mente Ja diestra del Altisimo , y la gloria de donde
habia caido el primer Angel por su soberbia ‘y or-
(a) S. Ambr. lib. de Isaac, e 5.
Tom I, G50 Canrico DE Los Canticos.
gullo. Pero habiendo venido 4 la tierra 4 salvarnos
por el anonadamiento de su vida y de su muerte,
fué preciso, como dice el Apéstol (a) , gue.el que por
su divina naturaleza era el explendor de la gloria det
Padre, el cardeter de su misma substancia, y el que
todo Lo sostiene con la virtud y fucrza de su palabra,
nos purificase de nuestros pecados , antes de sentarse 4
Za diestra de la Magestad soberana de su Padve en lo
mas alto de los cielos, Por esta razon mientras vivid
en el mundo, ofrecié incesantemente a su Padre un
sacrificio de Jos mas excelentes perfumes que subian
de continuo como una columna de incienso hasta su di-
Vina presencia. °
37 (4) Esta columna, 4 que es comparado el sa~
crificio perpétuo que el Hijo de Dios ofrecié 4 su
Padre en nuestra carne mortal, se componia con es-
pecialidad de la mirra, y del incienso. La mirra , de
que regularmente se usa para embalsamar los cuer-
pes muertos, expresaba su mortalidad ; y el incien-
> que unicamente se ofrece a Dios. simbolizaba
su *divintidad 5 3:es-decit , que lo :que hacia el sacrifi-
cio de Jesu-Christo de un valor infinito, y de una
fragancia inefable ante el divino acatamiento, era su
misma persona ; porque unida esta, 4 la humanidad,
era indispensable que quanto Jesu-Christo obrase y
padeciese fuese de un-precio infinito, y de un mérito
€nteramente divino. Mas esta columna de humo no solo
exalaba la fragancia de la mirra y del incienso , sino
tambien de roda especie de polvos olorosos (c); en lo
que se nos da A entender, segun los Padres, el ci-
mulo de todas las virtudes, de la humildad, de la
mansedumbre , de la pureza, de la obediencia y ‘de-~
mas obras de piedad conducentes 4 Ia victima y ho-
locausto que hizo de si Jesu-Christo, inmolandose
(a) Hebr. 1.3. (4) Theodor. (c) Tirin. Saci.Cap. ur. VERS. VI. §. VIe gt
4su Padre como una hostia viva, encendida en el
horno de su caridad, y consumida del todo con las
voraces llamas de su excesivo amor, para aplacar
por este medio las iras justas de su Padre, destruir
el pecado, clavar en la cruz el decreto de nuestra
condenacion , y restituir finalmente al hombre en el
antiguo estado de su primitiva dignidad y grandeza;
pero es de advertir, que aunque los aromas que mas
sobresalian , y que daban el principal valor 4 este au-
gusto sacrificio, eran realmente los de la mirra ¢ in-
cienso, por significarse con ‘mas propiedad en estos,
segun el Niseno (a) y otros Expositores, la inefuble
union de la humanidad con Ja divinidad en la per-
sona inmolada; sin embargo , como estos perfumes
ni pueden arder, ni despedir de si toda su fragancia
y suavidad sin aplicarles al fuego; por eso para en-
cenderles y queinarles, hizo Jesu-Christo de su cari-
dad infinita como una fragua y hoguera celestial,
en la que abrasado del todo exAlaba los exquisitos
olores, que sin cesar subian hasta ¢f trono desu Pa—
dre, a manera de esta maravillosa columna que aqui
nos describe el Espiritu Santo.
38 (2) San Gregorio el Grande moraliza las pa-
Jabras del presente verso, adaptandolas oportunisi~
mamente 4 la reforma de nuestras pasiones. Jesu-
Christo, dice, es nuestra cabeza y modélo en todas las
cosas, y por lo mismo deben los christianos trabajar
con el mayor esmero en conformar sus costumbres y
acciones con tan soberano original. Perteneciendo
pues al Hijo de Dios como miembros suyos, es ab-
solutamente necesario que pongan estos el mayor co-
ato en elevarse tambien sin cesar con su espiritu y
obras hacia Dios : que se consideren en esta vida como
en un desierto sembrado de abrojos y de espinas, lle-
(#) Theod. & Nyssen. (2) Greg. Mag. & Nyssen,
Ge52 CANrICo DE Los Canricos.
no de redes y de lazos, y aislado por todas partes
de toda especie de bestias feroces, y espiritus ma~
lignos , que 4 manera de leones rugen y rondan
para devorar a los incautos, asaetear y sorprehen~
der desde sus ocultas cabernas 4 los pobres y rectos
de corazon. En tan espantoso pais, y tan arriesgada
tierra solo wa colunina de humo de los mas preciosos
aromas, y mas exquisitas virtudes, es capaz de au-
yentar y vencer 4 tan poderosos enemigos, y de
abrirles camino para subir y penetrar los cielos por
medio del sacrificio y holocausto que ef fuego y
Hamas .del divine amor hayan preparado. Tengan
pues entendido los que-anhelen servir 4 Dios y con=
sagrarse totalmente 4 él, que el incienso que se le
ha de ofrecer para que le sea grato debe estar
. preparado con la mirra , simbolo de la mortificacion
de los miembros de nuestro cuerpo, viva imagen
de fa sepultura de Jesu-Christo , y de nuestra
muerte, y entierro con él por medio del bautismo.
“Quando el alma santa (a), continia cl mismo Pa-
adre, mortifica su carne para preservarla de la
»gangrena de los vicios , es como si aplicase mirra
»a un cuerpo muerto para libertarla de la corrup-
scion eterna. Pero quando esta se eleva hasta los
s»cielos por Ia vehemencia y ardor de sus piadosos
»deseos, desterrando con el mayor cuidado de su
»eorazon todo pensamiento indtil y pecaminoso, en-
»ténces forma de este mismo corazon un incensa~
»rio , que encendido con el fuego y llamas de Ja
»earidad , sube conto una colunna de humo de la mas
»exgquisita fragancia 4 la divina presencia. De este
»fuego, afade , forman los Justos los perfumes de
»sus Oraciones y virtudes, polvos tanto mas gratos
»y olorosos ante el acatamiento del Altisimo, quanto
(a) Greg. Mag. bic.»por decirlo asi, con un humilde y prolixo exa
ssmen de las partes mas terreas y carnales, paca que
»depuradas de este modo, sea su fragancia y olor
»tan admirable como el de ta Esposa.”
39 jO, y qué espectaculo tan agradable 4 los ojos
de los Angeles y de los hombres es ver elevarse un
alma entre vapores de mirra € incienso, y de todo
género de polvos aromaticos desde el desiecto del
mundo a las alturas del cielo y trono excelso de la
gloria! ;Pero ah, y que triste y espantoso es por ef
contrario ver 4 muchos Pastores , 4 muchos Sacerdo-
tes ,a muchos Religiosos y Religiosas , y 4 innumera~
bles christianos , que Igjos de desprenderse y alejarse
de los fétidus placeres del mundo, para elevarse
desde este infeliz pais, 4 imitacion de Ja Esposa,
hasta la cumbre del Empireo por la practica de la
oracion y de la mortificacion , se hunden y atollan en
el lodo y cicno de sus vergonzosas pasiones , exalan-
do de si vapores pestilentes, ¢ infestando con el olor
de muerte de su mala conducta 4 quantos tienen la
desgracia de imitar y seguir sus corrompidas max!-
mas! Alejad, Sefior, del campo de. vuestra Iylesia
esta pestifera cizaia que tanto cunde, y tan terribles
estragos causa en la semilla y grano escogido , y sem-
brado por vuestra misma mano en ella. Conceded , por
ultimo, 4 los verdaderos fieles el espiritu de oracion
y de penitencia , y todas las virtudes simbolizadas en
la mirra, en el incienso y demas aromas olorosas que
exla de si la Esposa, objeto de nuestra admiracion
eu el presente verso, y exemplar y modélo de Ja sans
tidad y pureza de nuestra vida en los siguientes,Se Caxtico DE Los CaNticos.
VRSO VII. y VUL
VIL. y VII.
El lecho de Salomon es figura dela Iglesia y de
. Jesu-Christo triunfante en los cielos. Paratelo
entre Salomén y Jesu-Christo. La Kucharistia
esté simbolizada on el télamode Salomén, y en
los esforzados atletas que lo-rodean y guardan,
Ios Pastores y Ministros xelosos de la santidad
de los Sacramentos y de la disciplina dela Iglesia.
LA ESPOSA.
“Ved alli el lecho de.Sa-
V. 7. y 8. En lectulum Sa- »lomén rodeado de se~
lomonis sexaginta fortes »seuta hombres de los
ambiunt. ex fortissimis »mas valerosos de Is-
Lsrael = omnes tenentes »rael: todos cifien es-
gladios , et ad bella — »padas, y son diestrisi-
doctissimi > unias cujus~ »mos en la guerra: ca=
que ensis super femur nda uno de ellos tiene
suum — propter timores ysu espada sobre el
nocturnos. »muslo, y esta sobre
»las armas por lo que
» pueda suceder duran~
»te la noche.”
40 (2) A igunos Padres y Expositores aplican
estas et del lecho de Salomén a la Iglesia
chtistiana , que baxo de diferentes respetos es real~
mente 4 un mismo tiempo Esposa y talamo del Hijo
de Dios. El divino Salvador halla en efecto en ella
(a) Grog. M. Beda. Theodor. Calmet. Saci. Tirino.Car. un Vers. vit. x vine. §. vi. Yviin. 55
su traoquilidad y descanso por medio de Ia vigilan-
cia de los Pastores en Ja pureza de su doctrina y de
su fe, en la virtud, mérito y perfeccion de Ias al-
mas santas. Asi es que solo la Iglesia Catélica es
fecunda en engendrar todos los dias pura Jesu-
Christo hijos legitimos , imitadores fieles de sus vir-
tudes, y herederos de su reyno. Pero otros las
adaptan con mucha propiedad al mismo Jesu-Christo.
Porque admiradas las compafieras de la Esposa del
glorioso espectaculo y admirable union de la naturale-
ze humana con la persona del Verbo, deseando esta
instruir a sus amigas sobre fos misterios ocultos ea
tan inefable alianza , las dice: no os admireis ver su-
bir 4 mi Esposo con tanta magestad y grandeza del
desiertodel mundo’ 4 las alturas del cielo, porque es
el Rey de la gloria, y el Sefor de las virtudes, que
habiendo vencido al fuerte armado en nuestra débil
carne, va 4 sentarse 4 la dicstra def Padre , llevando
consigo en triunfo y por laureles de su victoriae los
trofeos de Ja muérte, del pecado y del infierno. Ved
alli el talamo donde reposa el verdadero Salomén,
mi Esposo , de que el primero es solo una imperfecta
imagen. Otros Padres , en fin, aplican estas palabras
de la Esposa 4 la instruccion de sus compafieras so~
bre el misterio de la Encarnacion , en el -momento en
que se las revelé Ja inefable union del Verbo con la
naturaleza humana; es decir , que la Esposa compa-
ra aqui la humanidad santa del Hijo de Dios al Je-
cho de Salomén; y que asi como. este Rey pacifico
reposaba en su talamo real Ileno de gloria y de mag-
nificencia; ast el Verbo habia formado por su Encar-
_nacion en las entrafias de la purisima Virgen , como
una especie de lecho 6 talamo en que habita visible
y corporalmente entre nosotros. Por fos sesenta hom-
bres armados que asegura la Esposa hacer Ja guar-
dia al pacifico Salomén en su lecho, estd simbolizado56 Cantico pr Los Canricos.
un gran numero de los mas valerosos de Isratl; y en
tener ceiiida su espada sobre el muslo se expresa al vivo
su vigilancia y cuidado en prevenir las alarmas é in-
sultos durante la noche.
4t Verdad es que nuestro divine Salomén, come
Dios y Hombre 4 un mismo tiempo, no tenia ne-
cesidad de guardias , porque su omnipotencia le po-
nia 4 salvo de sus enemigos. No obstante, es indu-
bitable (a) que los Angeles le servian y le rodea-
ban, que estaban prontos 4 su defensa y socorro
gran numero de legiones, de espiritus bienaventu-
rados, segun los repetidos oraculos def Evangelio.
Sin embargo de esto, parece muy natural y obvio
el sentido de otros Expositores, quienes en los se-
senta guardias de los mas valerosos de Israél ,. gue ro~
deaban al verdadero Salomon , aseguran estan expresa-
dos aquellos héroes, que -siendo de suyo los mas
despreciables y flacos de la tierra , se hicieron por
la divina gracia los mas diestros y valicntes solda-
dos del catolicismo. g Quien, en efecto, no admira
en los Apéstoles y Discipulos de Jesu-Christo esta
gloriosa mudanza, considerandoles como centinelas y
guardias de su cuerpo, (6 del de la Iglesia, de quien
era verdadera imagen ) haciendo con él Ja conquista
de todo el universo?
42 {Pero ah, y qué dificil es discernir este
Iecho del segundo Salomén , cotejandole con el det
primero! ;Quan necesaria es la vista perspicaz de
Ja Esposa para reconocer 4 este en el estado de su
humillacion y anonadamiento! El primero estaba ro-
deado todo de pompa y magnificencia; quanto rodeaba
al segundo era humilde, pobre-y despreciable, Los
compafieros que Jesu-Christo.envia delante de si
por batidores de sus triunfos, van con expresa Ot-
(4) Marc. 26.Caz, mm. Vins. vil. ¥ vil. §. vit. Yair. 57
den de presentarse en la batalla (a), como corderos
en medio de los lobes; se tes inibe el uso de la es-
pada, y altamente se les predica, gue los que la em~
pleen en matar @ otros seran ivremisiblemente pusados
4 cuchillo, por deber ser su unica armadura Ja pacien-
ciay Ia fe de los Santos. No obstante , estos hom-
bres asi desarmados., tan débiles y: flacos en la
apariencia , son llamados aqui /os campeones mas ilus-
tres de Israé], porque, como dice (4) el Apéstol:
Lo que parece flaqueza en Dios es mas fuerte que to~
dala fuerza de los hombres; habiendo escogido de in-
tento @ los mas flacos’, segun el mundo, para hacer
brillar mas su poder con la confusion y triunfo de los
mas poderosos , segun la carne, San Ambrosio (c) di-
ce con alusion 4 este pensamiento: que Jesu-Christo
es_verdaderamente el lecho: de todas los Santos y es-
cogidos, donde reposan , cobran valdr y aliénto los
que fatigados de las batallas del mundo’; por ‘guar-
dar su cuerpo, que'es la Iglesia , se acogen a ‘él
para descansar ‘dersus facigas’, y- Y Corotiarse ‘con’ los
Taureles y triuofos de ‘sus victorias.:Lectus Sancto-
rum Christus est, in quo universorum fessa saculari-
bus preliis corda requiescunt. 7 ;
43 Con igtial propiedad se puede asegurar én
un sentido muy verdadero, que el augusto Sacra
mento de Ja Eucaristia es como el talamo 6 ‘Iecho
que quiso escoger el Hijo de Dios para su morada’
y descanso en medio-de nosotros, hasta la consu-
macion de los siglos, Sesenta hombres de los’ mas va-
hevosos de Israél cercan y guatdan el talamo: de este
soberano ‘Esposo; es decir, que: un sin niimefo dé*
escogidos atletas pot este pacifico Monarca estan des-.
tinados para guardias de tan sagrados misterios, con:
(2) Luc. ro. 1. Matth. 26. 52. Apocal. 13. 10,
(4) 1: Cor. 1.25. 27. (2) Amb. 1. de Isaa . ce
Tom, II. H58 Cantico DE Los Canticos.
el fin de impedir Ja entrada eo Ja sala de sus celes~
tiales bodas a Jos indignos y profanos ; y con el ex-
presa encargo de publicar la érden que a nombre
suyo hacia Ja Iglesia en los primeros siglos & todos
los fieles. Fuera, fuera de agui los pecadores ; las
cosas santas estén veservadas tinicamente para los San-
tos, Voris canes , sancta Sunctis. Estos soldacos del
verdadero S:lomén necesitan en realidad estar do-
tados de valor y de fuerza para desempeftar como
deben su ministerio, y para impedir que los peca-
dores se acerquen a esta cuna 6 lecho con el espi-
Fitu de Herodes, cuyo tnico anhelo era informar<
se dénde moraba Jesu-Christo para quitarle la vi-
da’, baxo el iniquo pretexto de adorarle. Por esta
razon, devia en otro tiempo uno de los mas zelo-
sos héroes del Catolicismo , hablando («) con la pri-
mera Iglesia del mundo, y con los prevaricadores y
apéstatas que precendian violentar 4 sus Prelados @
darles Ia comunion antes de haber hecho una sé=
ria penitencia. “Nada hay tan necesario en la
»Iglesia de Jesu-Christo como fa custadia y guar-
»dia con toda exactitud de su santa disciplina,
vy justa severidad ; porque en cl momento que
»se relaxe esta, perdera la nave de San Pedro su
sprincipal timon, y quedard expuesta sin recur~
»so 4 las mayores borrascas y naufragios.” Por
tanto (4), asi sus centinelas‘y Pastores , como el
resto de los fieles tienea estrechisima obligacion
de saber el arte de la guerra, y de estar experi-~
mentados. en los combates que deben sostener to-~
dos los dias, como dice (c) San Pablo: Contra las
Principados y potestades , contra los principes de este
mundo, 6 tinieblus del siglo , contra los espiritus ma~
Tignos esparcidos por el ayre, que 4 todas horas, y
(a) Cip. Epist.3x. (4) Tirino, (c) Ephes. 6 12.Cap. tr. VERs. VIL. ¥ VIII. §. VI. Y vin. 59
en todas partes nos aislan-y ‘acometen. 4d bella doc-
tissimi 5 estan sobre todo precisados.4 tener sus es-
padas sobre el muslo; es decir, a tener sujetas y
subordinadas sus pasiones. y su carne 4 la espada
de Ja palabra de Digs y de. su. divino espiritu > Se-
gun fa expresion de San ‘Pablo, y ‘vivir. siempre
alerta para precaver,los ataques del enemigo, que
con astucia se aprovecha de la obscuridad de la no~
che para asaltat 2 golpe.seguro las almas, y ba-
cerlas presa suya al. abrigo de las tinieblas...._.Go . Canricu DE Los Canricos.
VERSO IX y X
6. IK y X.
La carroza de Salomin, viva imagen de la Igle~
sit catolica : €l veclinatorio de oro, y el asiento
de pirpura dela sangre de los martires y de la
+: de Jesu-Christo , de la Eucaristla , y de su abra-
sado corazon con el fuego de su caridad.
LA ESPOSA, .
“EI Rey Salomén hizo pa-
vera st una carroza (&
W. 9. 10. Ferculum fecit
sibi Rex Salomon de lig-
nis Libani. Columnas
ejus fecit argenteas, re-
clinatovium anream as~
»litera de maderas del
» Libano ): sus colum-
»nas las hizo de plata,
vel reclinatorio de oro,
nel asiento de purpu-
»ra, el medio 6 inte-
wrior de ella Ja ador-
xno de lo mas precioso
»y amable en obsequio
»de las hijas de Jeru-
»salen. ,,
censum pur pureum : me~
dia chavitate constravit
propter filias Ferusalem.
44 Pi. describir y ensalzar (a) la Esposa la
magnificencia , magestad y riquezas del Esposo , po-
ne 4 la vista de todo el mundo las gracias y pre-
ciosidades de su trono real , y Jlena de admiracion
y de jibilo contintia hablando con sus compaiieras:
2Qué me direis , las dice , del trono 6 carroza que
hha edificado para si este divino Monarca, en cuya
construccion compite la hermosura con su estabili-
(2) M. Leon.Cap. mi. Vers. 1X. ¥ x. Gx. x. 61
dad y grandeza? Todo él esta hecho de maderas del
Libano : sus columnas son de plata y oro, y su asien-
to esta enriquecido de purpura, con peregrinas labo-
res y maravillosos adornos; su interior y centro ador-
nado por todas partes de piedras preciosisimas, y
en extremo envidiables de las hijas de Jerusalen, Este
trono 6 carroza dél Rey pacifico , es una-viva ima-
gen y noble figura de la Iglesia catélica , en la que,
segua algunos Padres (a) y Expositores, todas sus
partes concurren 4 formar una obra Ja mas perfecta
y acabada, Las maderas del Libano con las cofum-
nas 6 pilares de plata , representan 4 los Apdstoles
y demas sucesores suyos en su ministerio , quienes
con la inocencia de su vida, y con fa pureza de sus
costumbres , dan firmeza (b) a las palabras del Se-
ior , palabras incorruptibles, palabras castas, como
Ja plata pasada por el fuego, probada en el criso},
y refinada siete veces. Su asiento 6 reclinatorio de
plrpura simboliza la fe de los Justos , que obran con
Jos preciosos coloridos de una encendida caridad, y
tambien 4 la sangre de los martires, que tanto her~
moseé él cuerpo mistico de la Iglesia en sus primi-
tivos siglos; pero simbolizan , aun con mas especia-
Jidad, la preciosa sangre de nuestro divino Salva-
dor, por cuya virtud y gracia formé ¢| mismo una
escala y gradas para que subi¢semos hasta el tro-
no de su Padre, y nos senrdsemos con él 2 su dies-
tra. El medio de esta carroza, y todo su interior,
esta ademas enriquecido con exquisitas y preciosas
piedras , es decir , cubierto todo de la mas brillante
caridad , 6 coronado y esmaltado con los excesos del
amor infinito de Dios para con los hombres. Media
charitate constravit propter filias Ferusalem, Solo, en
efecto , su gran caridad é incomprehensible amor por
(4) Greg. Mag. ct Nyss. (4) Ps. 157.62 CanticO DE Los Cantrcos,
los pecadores , y por el establecimiento de las Igle-
sias que debian salir de la de Jerusalen , pudo lle-
nar y enriquecer tan maravillosamente el centro de
este Santuario , que es el corazon de Jesu-Christo;
en el que, como en su verdadero origen , ardia en
toda su hermosura y plenitud el fuego celestial que
vino 4 esparcir por el mundo para abrasar y en-
cender nuestras almas con sus activas y voraces lla-
mas ; saciar sus deseos, y apagar la sed que le con-
sumia por nuestra salvacion y felicidad (a). Ignem
veni , nos dixo por San Lucas: Mitere in terram et
quid wolo nisi ut accendatur?
45 San Gregorio (4) el Grande aplica Jas pala-
bras con que expresa aqui la Esposa fa incorrupti-
bilidad , firméza y hermosura del trono de Salomén,
4 la estabilidad, magnificencia y duracion de la Igle-
sia, construida por Jesu Christo para morada eter-
na de Jos Santos. Christus sanctam Ecclesiam de in
eternum permansuris Sanctis construxit. Esta Iglesia es
sin duda la casa 6 templo que edificd para st la di-
vina Sabiduria , y para cuyo adorno y belleza labré
Jas siete columnas que el Espiritu Santo deséribe en
Jos Proverbios. Este es el templo (c) que los Prin-
cipes de los Apéstoles Haman edificio de piedras vi-
vas y casa espiritual, cuyas siete columnas figuran
y representan al vivo los siete dones del Espiritu
Santo (4), segun nuestro Venerable Beda, y sobre
cuyos sdlidos fundamentas edificé.el salvador su Igle-
sia, como sobre otras tantas columnas purisimas y
segurisimas. En este cuerpo mistico, como en el cuer-
po humano, dice ef Niseno con el Apdstol, hay
varios y diferentes miembros , que concurren todos en
su unidad a su mayor belleza y perfeccion. Unos
(a) Luc. 10. 49. (4) Greg. M. (c) 1. Pet. 2. 5.
(d) Beda, in Prov. 7 4Car. mm. Vers. 1K ¥ x. G.IXY x. 63
son como ojos para ilustrarle con sus regplandores
y luces , otros como manos para pulirle y perfee~
cionarle , y otros como columnas 6 pies para soste-
nerle y afirmarle. Esto es a Ja letra lo que real-
mente se verifica en la construccion de fa carroza
espiritual de nuestro divino Salomén ; porque las par~
tes que entran & Bacer el complemento de este sa-
grado edificio, ociipan todas su ‘respectivo lugar y
destino para su mayor gracia y adorno,, escogiendo
la sabiduria de este Artifice supremo unas para co-
Jumnas 6 pedestales, y todas las demas para Jas di-
versas funciones y cargos competentes a Ja grandeza
de tan magnifica obra, Parte de ellas estan simbo-
lizadas por ef ora, otras por la plata’, expresandose
en Ja purpura y piedras preciosas: el resto de las
demas que entran en su vistosa formacion. Con re~
ferencia 4 las primeras, aplicé San Pablo ef glorioso
nombre (a) de columnas de la Iglesia 2 los Apéstoles
San Pedro y San Juan, y a todos los demas Em-
baxadotes y Profetas de uno y otro Testamento, des-
tinadioeNara apoyos firmes de este mistico edificio (4),
de que Jesu-Christo es cabeza, piedra angular y
centro de reunion. Los principales obreros de este
pasmoso edificio, baxo la direccion del hijo de Dios,
fuéron sin duda los Apéstoles, escogidos por tan sa-
bio Maestro (¢) para evar la gloria de su nombre co-
mo en un carro triunfal por todas las gentes, delante
de todos los Monarcas del mundo, y de los bijos de
Lraél,
46 Pero es de advertir aqui, con el mismo San”
Pablo (d) , que todos los fieles son como campo del Se-
fior y edificio suyo , debiendo por fo mismo traba-
jar todos nosotros con ef mayor ardor y conato en
(a) Gal. 2.9. (8) 1. Cor. 3. 9. 10. (¢) Act. 9. 15.
{d) 3, Cor 3. 14. 176 :64 Cantico pe Los CANTICOs.
hacernos dignos Portadores de Christo , & Porta-dioses,
segun la expresion de San Ignacio mactir. Con este
motivo, decia en otro tiempo el mismo Apéstol 4
los fieles de Corinto, y predica aun en nuestros dias
4 todos los christianos (4) : 3 Por ventura ignorais
que vuestros cucrpos son templo del Espiritu Santo, que
habita en vosotros , y que os ba sidodado por un efecto de
su divina gracia® ¢ gnorais acaso que ya no sois vues-
tros, sino de aquel que os ha redimido de la esclavitud
del pecado y de las garras del. demonio, con el gran
precio y valor infinito de su sangre? Glorificad pues,
y Wevad & Dios en vuestro espiritu y en vuestro cuer-
(po; porque uno y Otro Je pertenecen igualmente, y
ambos son el lugar de su mansion y templo en que
desea ser honrado , no solo por habernos criado, si-
no con especialidad por habernos redimido, Pero pa-
ra llevar 4 Jesu-Christo, y 4 Dios en nuestro es-
piritu y en nuestro cuerpo , debemos referir todas
nuestras acciones , sentimientos y deseos inicamente
4 mayor gloria suya , segun In doctrina dgh Apos-
tol. De esta suerte se verificara en nosotros lo que
Ja Esposa aplica aqui 4 la carroza del verdadero Sa-
lomén ; 4 saber, que el interior y centro de nues-
tro corazon esta adornado con los hermosos esmal-
tes de la caridad : Media charitate constravit.
47 Verdad es, que, como nota aqui S. Gregorio
el Grande (4) , no tados pueden aspirar 4 a elevacion
santa del martirio, figurado en la pdérpura que so-
bresalia y hermoseaba [a carroza del rey pacifico:
Ascensum purpureum, Ni tampoco pueden arribar to-
dos a la belleza y solidez de las columnas de plata
gue representan, segun los Padres, los Apdéstoles y
demas Predicadores evangélicos. No todos son capa-
ces, segun la expresion de Jesu-Christo , de guar-
(a) 1. Cor. 3. 16. ot 6 6. 19.20. (4) Greg. M.Cap. rm. Vers. 1x. ¥ x. §. 1x. 0 XL 65
dar continencia , y conservarse virgenes en el alma
y en el cuerpo, sino sclo aquellos 4 quienes se les
ha concedido esta gracia singular. Non omnes capiunt
Vorbum istud , sed quibus datum est. Por eso el don
de la virginidad , por el que las virgenes conservan
su corazon puro, es con la mayor propiedad sim-
bolo del reclinacorio sagrado , y del oro purisimo
en que el Esposo halla todas sus deficias , de cuya
gloriosa prerogativa gozan solo las almas_privile-
giadas con tan singular distintivo. Pero la caridad
es preciso que cubra y adorne el interior y centro
de todo este edificio ; porque sin ella ni la Iglesia
en general , ni los fieles en particular podran tener
a mas el honor de ser carrozas en que descanse y
sea Hevado Jesu-Christo con la pompa y magnifi-
cencia debida a su magestad y grandeza, Si ergo
nos, dice el citado Padre, in ferculo regis columne
argentee , non sumus::: saltem charitatem, gue com~
munis omnibus electis quasi in medio posita est tenea~
mus. Per hance quippe Rex Salomon nos in ferculo sua
esse cognoscit.
48 Consideremos tltimamente con algunos Ex-
positores , al reclinatorio de oro cou gradus de pir-
pura, como una excelentisima imagen del Santisimo
Sacramento de! altar, en el que ef excesivo amor y
ardiente caridad de Jesu-Christo , le han estrecha-
do 4 quedarse hasta la consumacion de los siglos,
como en el trono de sus mayores delicias, y de to-
das las riquezas de Ja gracia y de Ia gloria, 4-que
tenemos acceso y entrada franca todos los christia-
nos en virtud del Real Sacerdocio 4 que hemos si-
do elevados por el valor y precio de su sangre. Pero
démonos ya priesa 4 ver a este Dios de amor en el
siguiente verso, con las coronas y trofeos de su acen-
drada caridad.
Tom. I. I66 CANTICO DE Los Canticos.
VERSO XL
.§. XE
‘La coronacion de Salomin representa la Encar-
nacion del Verbo. Su preciosa sangre, pasion y
muerte son las arras de sus desposorios con la
Aglesia y todt alma christiana. Doctrina muy
notable de San Bernardo, sobre el reyno de Jesu-
Christo, » corona con que le corond la Sinago-
ga, sobre la fe de los Magos y del Centurion.
Perspicacia singular de esta virtud.
LA ESPOSA.
“Salid 4 fuera, hijas de
W. 11. Egredimini, et vi-
dete, filie Sion Regem
Salomonem in diadema-
ze quo. coronavit illum
mater sua in die des~
ponsationis illius, et in
die letitie cordis ejus.
»Sion, y venid a yer
nal Rey Salomén con
»la corona con que le
»coroné su madre el
»dia de .sus desposo-
»rios, y enel dia en
»que su corazon fué
»colmado de g0zo,7
49 P.. varios lugares de la Escritura (a) cons-
ta la costumbre que tenian los Judios de coronar con
guitnaldas & los esposos y esposas em el dia de sus
desposorios. Los Talmudistas aseguran haberse abo~
lido esta costumbre , respecto de los esposos , en la
guerra. contra-los Judios y ruina de Jerusalen por
Tito y Vespasiano. No obstante, subsiste en diferen-
tes pueblos este uso, y en las naciones cultas Ie~
{a) Calmet. Is. 61. 10. 49. 18.Cap. mr. Vers. xt. §. x1 67
van en nuestros dias las esposas este mismo adorno
sobre sus sienes. Los Santos Padres adaptan de co-
mun ‘acverdo esta corona de Salomén al Hijo de
Dios en su Encarnacion. La Santisima Virgen Ma-
ria, su Madre, Je puso en efecto este exquisito
diadema en ei feliz momento en que el Verbo
Divino encarné -en sus purtsimas‘entrafias , minis-~
trandole con su misma sangre y substancia los ex~
quisitos materiales de tan preciosa corona. El dia
pues de la Encarnacion del Verbo Divino es real-
mente el de sus bodas con 1a naturaleza huma-
na, como el de su pasion fué el de sus desposo-
trios con la Iglesia. Y asi como en el ‘primero le
coroné su Madre, Ia Virgen Maria, dandole un
cuerpo, y prepardndole en su seno un tdlamo nup-
cial adornado de toda suerte de virtudes; asi la
Sinagoga , su Madre, le coroné en el segundo con
una corona de espinas, Ilenandole de amarguras y
de penas, hartindole de oprobios, y disponiendo por
Ultimo para su lecho nupcial una ignominiosa cruz.
so La Iglesia convida tambien aqui (a), en
nombre de la Esposa , 4 que todas las aimas fieles
y compasivas salgan del estrépito y del bullicio del
mundo, de sus pasiones, y demas lazos con que
estan aun presas, y de las obras y deseos de la
concupiscencia , para que puedan ver con un cora-
zon puro al Rey del cielo y de fa tierra, A su
Rey, & su Dios y 4 su Esposo en su trono real,
coronadas sus sienes de los muchos y preciosos dia-
demas con que le vid (4) San Juan en el Apoca-
lipsis. San Ambrosio dice que [a pasion y sangre de
Jesu-Christo son la principal corona, y Jas brillane
tes arras de sus desposorios con la Iglesia y con
(a) Tirino, Amb. de Isaac. c. 3, Bero. Scrin. re. de
divers. u.2. (6) Apocal. 19. 17.
Iz68 CanTICO DE Los Canticos.
las almas justas, y como los trofeos y laureles de
sus insignes victorias y pasmosas conquistas sobre
el principe de las tinieblas, sobre el infierno, so-
bre Ja muerte y et pecado (a). Hae magni corona
certaminis ; hoc preclarum munus sponsatiam Christi,
sanguis ejus et passio, ,Qué dones, en efecto, de
mas valor y quilates podia ofrecer Jesu-Christo 4
sus queridas Esposas en dote y arras de sus celes-
tiales bodas, que la inmolacion de su alma y de su
vida en el lecho de la cruz? ;¥ qué sefales mas
firmes é indelebles podian autorizar la escritura eter-
na de esta solemne alianza , que la rdbrica y ras-
gos de su preciosa sangre, y el sello augusto de
su infinita caridad é incomprehensible amor? 3 Qué
dia, cn fin, para él mas dichoso, ni que Ivnase su
corazon de mayor alegria y consuelo, que aquel
en que consumada del todo la grande obra de nues-
tra redencion, se vié bautizado con el bautismo de
sangre (2), por cuyo cumplimiento habia suspirado
con extremadas ansias todos los momentos de su
vida ?
gt Salid pues hijas de Sion, salid almas devo-
tas 4 ver al Rey Salomén con la corona que ha
puesto sobre su cabeza su misma Madre. “No le Ia-
»ma, nota aqui bellamente San Bernardo, ni Ecle~
wsiastés, ni Idida 6 amable del Sefior, que son
»nombres con que es nombrado (c) en diferentes
»\ugares de la Escritura, sino Rey Salomén. Todos
sestos nombres son una viva imagen de Jesu-Christo,
»auestro pacifico Salomén (d), y como tal es nuestra
»paz en este destierro , como Eclesiastés nuestro Pre-
»dicador y Juez, como /dida amado del Sefor en
»su reyno 5 pera el nombre de Rey en todas partes
{a) Amb. ibid. (4) Luc. 12. 50. (c) 2. Reg. 32.25.
(4) Bern. Serm. 50. de divers. et de Epiph. Serm.2. 0.2Cap. 1m Vers. x3. §. xr. 69
mle conserva, porque aunque su reyno no es de
»este mundo, con todo es Rey aun en este mun~
»do. Ea este destierro pues es el rector y movil
nde nuestras buenas obras: en sus juicios el que
»discierne nuestros merecimientos; y en su reyno
»el que distribuye y reparte las coronas y recom-
»pensas. En este destierro es manso, en sus juicios
»justo, en su reyno glorioso, en el destierro ama~
»ble, en el juicio terrible, en su reyno admirable.
»En Ia corona con que le corond su madre apa-
srrece lleno de misericordia, y como modelo dela
snuestra, Tiené ademas sobre su frente: una coro-
»na de oprobio-y de miseria, con que le coron6 su
»madrastra, y en esta aparece sumamente despre-
»ciable ; hablo de Ja Sinagoga, que en Ingar de
»omadre hizo con él los oficios de la madrastra mas
vcruel, Tiene tambien sobre su cabeza una corona
xde justicia, con que le han adornado. Ios imitado~
»res de sus virtudes, y en esta aparece tertible: por
»tiltimo, tiene la corona de gloria con que le coroné
»su padre, en la que se nos representa admirable,
»Miren pucs y consideren los pecaderes 4 su Rey
»con la corona de miseria 6 de espinas para conyer-
»tirse: fixen su vista las hijas de Sion en su corona
wvde misericordia para imitarle: tos impios le mira
»ran con la corona de justicia y pereceran: los
»Santos en fin, le adoraran con Ja corona de glo-
»ria, para regocijarse eternamente con la vista de
»tan deleytable espectaculo,
52 (a) » Angeles, Santos, Ciudadanos de la ce-'
»lestial Jerusalen, salid tambien vosotros aca fuera,’
»venid y ved 4 vuestro Rey con nuestra coronas
»tmiradle, digo, con el diadema que le corond su
»madre la Virgen Maria ,. vistiéndole con las galas
(a) Ib, Sera. 3.de Epiph. nex.7° ~ Cawxtico pE Los Canricos.
de nuestra mostalidad. Egredimini virtutes dnge-
nlice , incole civitatis superne: Ecce Rex vester, sed
vin corona nostra. Hasta ahora jamas habias tenido
»esta dicha : hasta ahora jams habiais gustado | de
stan inefables delicias, Gozabais antes de su subti~
»midad y grundeza 5 pero jamds le habeis visto en
stania bumildad y anonadamiento. Salid pues, y
»ved al Rey Salomén con Ia corona que le ha co-
»ronado su madre en este dia: Egredimini, et vi-
sdete Regem Salomonem in diademate , quo coronavit
yeum mater sua. Pero estos celestiales espiritus no
»tienen necesidad de nuestra exértacion para darse
wpriesa 4 verle en este estado, porque de ellos es
»de quienes dice el Apéstol que anhelan siempre es-
»tar mirando en su bendito rostro (a): In quem de-
»siderant Angeli prospicere, Miradle pues vosotras,
shijas de Sion: tomad en vuestras manos la corona
ade ese Rey nifio por causa vuestra; y unidas a
yslos Magos, adorad con ellos la humildad de un
» Dios recien nacido en unestablo, y reclinado en
»el seno y brazos de una Virgen y Madre que le
aha vestido y adornado con la corona de nuestra n2=
s»turaleza, La devocion y fe de los Magos es, sin
»disputa , el mas poderoso exemplar de piedad y de
»fe que la Iglesia y el Evangelio presentan para su
»imitacion 2 todos los fieles. Porque, gcon quicnes
»cotejaremos 4 tan ilustres varones, ni qué héroes
»del christianismo podremos décir que han sido se-
s»mejantes 4 ellos? Si contempto la fe del Buen La-
»dron, si examino la confesion del Centurion, aun
»parece mayor y-mas gloriosa la fe de los Magos;
»» porque a Ja confesion de aquellos habian precedido
»ya innumerables milagros y maravillas: su venida
»habia sido anunciada de muchos, y ya habia sido
(2) Thidsn. 3.Cap. ‘Tit, Vers. Xt. §. XY. ot
»vadorado como Hijo de Dios en diferentes ocasiones,
»Consideremos , no obstante, qué es lo que el La-
»dron y el Centurion nos han dicho y predicaco
scon su fe. Aquel clamaba desde fa cruz , acordaos,
a Seftor, de mi luego que entreis en vuestro reyno. ;O
» Buen Ladron! gsera por ventura posible que ese,
»cuya misericordia imploras , arribe desde el supli-
»cio ignominioso de la cruz al reyso y trono de la
ngloria? Ergo ne per suplicium ille vadit in regnum?
23 Quién te ha ensefiado que era preciso que Chris-
sto padeciese muerte de cruz para entrar en su pro-
»pio reyno? ¥ 4 ti, 6 Centurion, ¢de dénde te ha
svenido el conocimiento de su divinidad , para
sque al oir sus Gltimas y penetrantes palabras ex+
sclamases : Ciertamente .que este hombre era verdacero
2» Hijo de Dios? Pasmoso espectaculo por cierto, y
»digno de la mayor admiracion,
+53 »Yo pues, continta San Bernardo (a), en-
»carecidamente ruego 4 todos los christianos que re-
vflextonen y vean 4 quanto alcanza la vista de Ia fe,
sy que consideren con la mayor djligencia cémo los
sojos de esta son realmente ojos de lince (4). Conoce
wal Hijo de Dios mamando , te conoce pendiente de
xia cruz, y le conoce muriendo. Asi es que el La~
»dron le conoce en el suplicio, y los Magos en el
»establo: aquel clavado en la Cruz, estos envuel-
(a) Ibid. a. 5.
(6) Intuemini et videte quam oculats sit fides, quam
Lynceos oculos habeat , cognoscit Dei filium lactentem,
cognoscit in ligno pendentem , coguoscit morientem , la-
tro in patibulo, Magi in stabnlo: ille clevis iufixums
asti pannis involutum. Centurio viiam agnovit in morte:
isti Dei virtutem in tencri corporis infirmitate + lle sum.
mum spiritum in expiratione + isti Dei Verbum in infans
Ha cognovere. Quidyutd illi sermonibus y isti_mungcritus
coufitentur.72 Cantico pE Los Cayticos.
»to en humildes pafiales. El Centurion predica y
»conoce la verdadera vida en su real y efectiva
smuerte ; estos la virtud y poder de Dios en la fla-
»queza de su tierno cuerpo: aquel conocié al Hijo
sde Dios autor de la vida, al entregar su espiritu
xen manos del Padre; estos al Verbo de Dios en su
s»infancia. El Ladron le confiesa Rey ; el Centurion
yaltamente le predica Dios y Hombre aun mismo
»tiempo : quanto anuncian, en fin, aquellos con sus
» palabras, predican y confiesan los Magos con sus
»dones y ofrendas.” Pero pasemos 4 ver en el si-~
guiente capitulo los grandes elogios con que el Es-
poso ensalza la fe y virtudes de su querida Esposa,
describiendo en Ja persona de esta las gracias y do-
tes de todas las almas justas,CantTico ve Los Canricos.
CAPITULO QUARTO.
Ensalza el Esposo con magnifices clogios la perf:
sion y gentilexa de su querida Esposa: decer
por menor todas sus gracias y presty
oratetas , cast
de ala como. de cuerpo, para animarla ,de este
modo d correr en seguimiento suyo hasta la mas
elevada perfeccion , cuidando 4 ii
ittcion suya,
no solo de su propia santificacion , sino tambien de
Ja de sus companeras y an:
icas, y dela de todo
Jos fieles. Exdrta con particularidad d toda ai-
ma christiana en la persona de la Esposa 4 pa-
decer los trabajos y dolores de su pasion y muerte,
baxola letra, y varias metdforas que en ella se
expresan oa repiten pra imprimir mas alta-
mente en los christianos estas importantes verdades.
EL ESPOSO:.
We 1. {Quam pulchra -est
amica mea, gam pual-
era est! Oculi tui co-
lumbarum , absque eo
guod intvinsecus latet.
Capilli tui.sicut greges
capraram , que ascende~
runt de monte Galaad.
W. 2. Dentes tui sicut gre-
&e5 tonsarum, que as-
cenderunt de lavacro,
omnes gemellis fetibus,
et sterilis non est in-
ter eas,
Tom, Ii. K
«7 Qué hermosa eres, ami-
vga mia, qué hermosa
»eres! Tus ojos son com
»mo los de las palomas,
»sin lo que esta dentro
»encubierto, Tus cabe-
»llys son como rebafios
-+ ade cabras, que han su-
“ »bido al monte de Ga-
.wlaad.?
Tus dientes son como re-
- »baiios de ovejas tras~
»quiladas quando salen
nde bafiarse : llevan to~
2edas dos crias (6 carde-
»ritos) sin que haya
»ninguna estéril entre
»ellas,”74
WY. 3.. Scat vitta coccinea
labia tua: et eloguium
tuum dulce. Sicut frag-
men,, mali. punici , ita
gene tue, absque eo quod
© gntrinsecus latet.
Y. 4. Situt turris David
collum tuum , que edifi-
eaia est cum propugna-
enlis mille clypei pen-
dent ex ea, omnis arma-
tara fortium.
MY. 5. 6. Duo ubera tua,
sicut duo binnuli capree
gemelli , qui pascuntur
in liliis. Donec. aspiret
dies et inclinentur um-
bre, vadam ad montem
myrrhe et ad collem.
thoris.
WY. 7.8. Tota palchra, es
amicg mea, et macula
non est in te, Weni--de
Libano , Sponsa mea,
veni de Libano, veni:
¢oronaberis de capite
Amand , et de vertice
Sannir , et Hermon, de
cubilibus leonum , de
montibus pardorum,
Caxtico
“Tus labios son como una
»ciata de carmesi: tu
»habla es dulee. Tus
»mexillas son como un
»cacho de granada, sin
slo que dentro esta en-
»cubierto.”
Tu cuelfo recto y bien
» proporcionado es co-
»mo la torre de Dayid
»que esta edificada con
»baluartes : mil escu-
»dos. penden de ella
sscon toda’ especie de .
‘armas para los mas.
s»valientes. soldados.”
Tus dos pechos. son: co-
»mo dos: cerbatos ge~
»omelos, que se apacien-
»tan entre azucenas,
»Hasta que apunte el.
dia y declinen las som-
»bras iré al monte de
xia mirra y al collado
s»del incienso.”
“Toda eres hermosa, ami-
nga mia, y no hay en
sstimancha alguna. Ven
»del Libano , Esposa
»mia’, ven del Libano,
»ven seras coronada,
» ven.de Ja cima de Ama-
sta yde la cumbre de
»Saair y de Hermon,
nde las cuebas de los
»teones, y de los mon-
ates de los leopardos,”DE Los CaNTICos..
Y. 9. Vulnevasti cor meum
soror mea Sponsa-y-uxl-
nerastt car meum in-uno
oculorum tuorun y ef in
uno crine colli tui.
W. 10. ; Quam pulchre sant
mamma tu@, Soror mea
Sponsa! Pulchriora. sunt
ubera tua vino., et-odor
unguentorum tuorum st~
Per omnta aromata,
WM. re. Fauus distillans la~
bia tua Sponsa; mel et
lac sub lingua tua: et
odor vestimentorum tuo~-
rum sicut odor thuris,
W. 12. Hortus conclusus,
soror mea Sponsa, bor-
tus conclusus , fons sig-
nalus,
WV. 13.14. Emissiones tue
paradisus malorum puni~
corum cum — pomorumt
fructibus. Cypri cum
narvdo. nardus et crocus,
fistula et cinamomum cum
aniversis lignis Libani,
ae
““Heriste mi corazon , hers
»mana mia , Espos
stia, heriste mi cora-
»zon con uno de tus
»dj0s, y con un pelo
defi cuello.”
Qué lindos:son tus amo-
»res, hermana mia, Es-
»posa mia! Tus amores
»son mas dulces y agra~
»dables que el vino; y
»el olor de tus ungticn-
»tos excede al de to-
»dos los aromas.”
“Tus labios , 6 Esposa
mia, son como un pa-
»nak que destila mie!
»la miel y la leche-es-
ptaden tu lengua, y
net olor de tus vesti-~
»dos es como el olor
‘»del incienso,”
“ Huerto cerrado eres, her-
»tmana mia, Hsposa
»mia, huerto cerrado,
»y fuente sellada.”
Tus renuevos son como
»un vergel de delicias,
vileno de granadas y
nde toda suerte de
»frutos. Cipros con
»nardo: nardo y aza-
» fran, cafia aromatica
»y el cinamomo , con
»todos los Arboles del
»Libano: Ja mirra y
K276 :
myrrha et atoz cum ome
nidus prinis, unguentis.
W. ry. Fons hortorum: pa-~
teu aguarum viventian,
que fluunt, impetu de-Lix
bane...
YW. 16. Surge, Aguile, et
veni, Ausser perfla bor-
tum; mean . et fluant
aromata illius,
Cantico DE.Los Canticos.
saloe (6 acibar ) se h
y»ilan tambien alli coa
»todos los mas exqui-
»sitos perfumes.”
Fuente eres de los jardi-
hes, y pozo de aguas
»vivas que -corten con
»impetu del Libano.””
“Vuela. cierzo, ven tu
»abrego , sopla por to-
»das partes en mi huer-
nto, ¥-espatce por to-
»do él sus olores y aro-
amas.”CAPITULO QUARTGQ,
VERSO IL.
§& iL
La extraordinaria gentilexa de la Esposa es’ stm-
bolo de la cavidad y dones sobrenaturales de las
almas santas. Los rebatios de cabras en las al-
turas del monte de Galaad, son imdgen de los
Justos alimentdndose en el monte de la Iglesia con
Jos pastos de las Escrituras santas, con el pam
vivo y demas Sacramenios.
EL ESPOSO.
: Qué hermosa eres , ami-
Y. 1. {Quam pulchra est sga mia , qué hermo-
amica” mea, quam pul- —_»sa eres! Tus ojos son
chra est! Oculi tui co- »como los de las palo-
tumbarum , absque eo nmas , sin lo que es-
quod intrinsecus latet. ata dentro encubierto,
Capilli tui sicut greges »Tus cabellos son co-
caprarum , que ascende- »mo rebafios de ca-
runt de monte Galaad.. »bras, que han subido
wal monte de Galaad.,,
54 (a) L.: rasgos de hermosura que delinea
aqui Salomén con tanta individualidad en la Esposa,
son simbolos de Ia sélida y efectiva, belleza del ab
ma de un perfecto christiano Ileno de caridad, y
demas gracias y dones sobrenaturales. Pero es muy
de notar aqui que Ja Esposa no se satisface (2)
con hablar 4 bulto de la gentileaa del cuerpo; des-
(a) Calmer. (6) M. Leon.73 Cantico DE ros Canticos.
ciende en particular y se empefia en encarecer por
menor el resto de sus principales fucciones, Comien-
za por los ojos, que son en sentir de los sabios, don-
de mas se descubre Ja grandeza 6 pequefiéz del es-
*piritu, y sigue todo el capitulo usando de compa-
raciones campestres 5 pero muy oportunas para loar
el cimulo de prendas que distinguen y brillan en
todos los miembros del cuerpo (a). En el prefacio
‘diximos como las ideas del Altisimo en semejantes
simbolos , remedando nuestro lenguage, y acomodan-
dose a nuestro estilo y situacion , tenian por objeto
que no hiciésemos de él, ni nos extrafiasemos de la
‘gracia y amor de quien tan excesivamente nos ama.
Para entrar pues cn los designios del Espiritu Santo,
y descubrir los misterios ocultos baxo la corteza de
estas comparacioues, y de que en este sagrado
poema hemos visto ya, y veremos aun en los si-
guientes capitulos , es preciso renunciar 4 todos tos
afectos y sentimientos de Ja carne y de la sangre,
y considerar tnicamente en todos sus enigmas , pa-
rabolas y comparaciones 4 Jesu-Christo y 4 su Ma-
dre, 4 la Iglesia, y 4 todas las almas castas y fie-
les , como tinico blanco de sus favores y gracias, y
de los grandes clogios y prerogativas con que este
divino Espiritu describe y pinta aqui Jos grandes Sa-
cramentos , é inefables riquezas de su infinita cari-
dad para con el hombre (4). Ninguno, ignora que la
gentileza del ‘cuerpo por si sola es comunmente la
herencia de los réprobos y de las personas mas cor~
rompidas y despreciables: un lazo peligroso, y un don
fatal de la naturafeza. Por el contrario la hermo-
sura, la pureza, la inocencia , la justicia del alma
y demas virtudes morales , son dones yerdaderamente
apreciables, prendas ciertas, y arras scguras de la
(a) Profi t.1. p. 17.0613. (8) Calmet.Cap. rv. Vers. 3. §. 1 79
bondad divina. Son, hablando. con. el Apdstol , co-
mo el sello del divino. amor , cstampado en nues-
tros corazones por medio de Ja caridad de Dies que
el Espiritu Santo derrama en ellos , comunicandonos
tan sobrenaturales. dadivas , y haciéndonos. por me-
dio de ellas participantes de la, divina naturaleza, y
como otros. tantos dioses:, segun la expresion.de uno
de nuestros mas sabios Expositores.
ss (a) Tus ojos , Esposa mia , dice el Esposo,
son vivos , brillantes , castos y tiernos como los de
Jas palomas., sin contar en esto otras. propiedades y
relevantes. prendas ocultas en tu interior , que ha-
cen el principal adorno de tu alma, y que forman
un quadro el mas. acabado. de tu peregrina. hermo-
sura. Los Padres. griegos y algunos de los latinos
han vertido: estas. palabras = Absque eo quod intrinse=
cus latet, segue los Setenta , y quieren decir: Sin
wuestro silencio, 6 sin lo que yo no digo, y vuestra mo-
destia tiene mas oculte ; aplicandolas en. un sentido es—
piritual y mistico 4 las verdaderas. Esposas de Je-
su-Christo, y 4 todas Jas virgenes christianas, cuya
modestia , silencio-., retiro , pudor y circunspeccion
en su: conducta: y- expresiones., son el mas lucido or~
namento y brillante corona de su espiritu. La be-
Neza de la Iglesia y de toda alma santa consiste-
principalmente (2), como dice David, en la pureza
de corazon , en la. rectitud. de sus intenciones., en:
Ja contemplacion de fas. verdades: sobrenaturales , en
la caridad y demas. dones interiores: Omnis gloria
ejus filie regis ab intus. Esta es em Ja realidad lax
que roba las atenciones de su Esposo Jesu-Christo,,
y el objeto tinico de su admiracion y de sus elogios,
56 Tus cabellos, prosigue este, son como reba-
fas: de cabras esparcidas en la. cumbre y alturas del!
(4) Calmet.ve ena. verg. (2) Ps. 44. rq.8o Caxtico DE Los CaNricos.
monte de Galaad, Esta comparacion (a) grosera y
yasta, al parecer por Ja corteza de la letra , es muy
gtaciosa y adequada @ fa persona de quien hab}
aqui el Espirira Santo, Hay, en efecto, en dichas
palabras dos semejanzas 6 simbolos admirables , to-
madas segun el estilo bucdlico de. la vida pastoril,
en cuyo destino supone ahora 4 la Esposa. Por el
primero, compara su cabeza al monte Galaad, vis-
tosisimo y ameno por la variedad de sus arboles y
plantas aromaticas. Por el segundo, son comparados
Jos cabellos de la Esposa & los hermosos rebafios
de cabras, que se dexan. yer paciendo en sus al-
turas , y que presentan con la variedad de sus co-
loses un agradable espectaculo 4 quantos fas miran
de Igjos. Galaad significa monte , ctimulo & monton
de testimonio, y metaforicamente se aplica 4 Jesu-
Christo verdadero monte , situado sobre la cima de
todos Ios montes , como cabeza de Ja Iglesia , en
quien se reunen y terminan todas las figuras , todos
Jos oraculos y testimonios de las Escrituras santas
relativos 4 él. Las cabras pastando sobre las mon-
tafias de Galaad , figuran a los fieles unidos con Je-
su-Christo su cabeza por medio de la caridad y de
la fe , recibiendo en tan fércil y pingtie monte , no
solo toda la hermosura de su exterior belleza , sino
sustentandose alli todas ellas con el pasto de sus pa~
Jabras y doctrina, y con el pan vivo y alimento
celestial de sus Sacramentos , que son los que ador-
nan y Ifenan de magnificencia y gloria el. cuerpo mis-
tico de la Iglesia, y el corazon y el espiritu de los
verdaderos Justos,
57 Finalmente , los cabcllos , que segun el Apés-
tol, sirven de natural gracia y adorno a las perso-
nas del otra sexd , simbolizan (4)., en sentir de Sun
* (a) M. Leon. Calmet. (8) Amb. Ps. 118, Oct. 16. ¥.5.Car, iv. Vers. fb Sr
Ambrosio, 2 elevacion y grandeza de las almas jus-
tas, alimentadas y sustentadas con los stiblimes pas-
tos de las palabras y Sacramentos del Verbo, Ca~
pillamentum est Verbi altitudo, et eminentia quedam
justavam aninarum, Y asi como en el verso anterior
hemos visto gue la corona del verdadero Salomin era
figura de la Iglesia en el sentido en que San Pa-~
blo lama gozo y corona suya & los fieles que ha-~
bia engendrado en Jesu-Christo, asi tambien pode-
mos considerar aqui, con el citado Padre, 4 los ca-
bellos de Ja Esposa del Verbo , es decir, de su hu-
manidad sagrada , como imagen y modelo de las
almas justas, que unidas con una intima é invio-
Jable adhesion 4 Jesu-Christo su mistica cabeza , sa-
cando de ella todo el xugo (a) y substancia por Iz
raiz, esto es, por la caridad y por la fe en que
el mismo Jesu-Christo [as ha consolidado y radica-
do, para que brillen y luzcan como partes inte~
grantes de su cuerpo, recibiendo las riquezas de su
gloria, ef pasto de sus virtudes y doctrina , y los
altos conocimientos de !a latitud , longitud y pro~
fundidad de los Misterios y Sacramentos de su Di-
vinidad , de su Encarnacion y de su muerte (6). Is
charitate radicati et fundati , ut possitis comprebendere
cum omnibus Sanctis , que sit latitude, et longitudo
et sublimitas , et profundum. Dichosos mil veces aque-
llos varones Justas y Santos, que pastando en la
cumbre de tan eleyado monte , disponen en su co-
razon las hermosas gradas de brillantes virtudes, pa-
ra subir desde (c) este valle de lagrimas , como cabras
de Galaad , por las alturas y collados de Ja Jerusa-
Ien terrestre, hasta llegar por Ultimo 4 la presencia y
trono del Dios de los Dioses en Ia celestial Sion.
(a) Greg. M.Beda, et alit. (6) Eph. 5. 16.17.28. 19.
do) Ps. 85. 6.7.8, Tenn
Tom. Il, L82 Cantico DE Los Canticos.
VERSO
§.
if.
Les dientes de la Esposa son simbolo de los Pase
tores y Predicadores :
el lavadero de las ovejas
trasquiladas es imagen del bautismo. Bella aplt-
cacion de este verso & los Monges ; y elogio de
la Regia de San Benito por San Bernardo.
EL ESPOSO. .
YW. 2. Dentes tui sicut gree
ges tonsarum, que as~
cenderunt de lavacro om-
nes gemellis , fetibus , et
sterilis non est inter eas.
«Tus dientes son como re-
sbafios de oyejas tras-
»quiladas quando sa-
glen de bafiarse 5 lle-
»van todas dos crias (6
-»corderitos ) sin que
»haya ninguna estéril
sentre ellas. ”
58 (a) L. bondad y gentileza’de los dientes
consiste en que sean blancos , menudos, iguales, bien
proporcionados , y unidos entre si. La comparacion
pues que de Ja dentadura de la Esposa hace aqui
el Espiritu Santo con un rebafio de ovejas recien-
temente trasquilidas por una misma regla y medi-
da, acabadas de salir del bafio , esto es , blancas,
termosas y apitiadas unas con otras para abrigarse
y repararse de la frialdad que al salir del baio ex-
perimentan 5; todas con dos corderitos y fecundas,
tiene gran significacion y mucha propiedad , enten-
dida segun su verdadero espiritu. Los Padres y Ex-
positores unanimemente adaptan la belleza , uniformi-
(a) Calmet. M. Leon.Cav.iv. Vers. 1. §. 11 83
dad y consistencia de los dientes 4 los Predicado-
res y Doctores de la Iglesia Catélica , repartiendo
el pan de la divina palabra 4 los pequeduelos, y
semejantes en todo 4 las ovejas recicn lavadas y tras-
guiladas con igualdad y proporcion , denotando lo
primero el candor y pureza de su santa vida, y lo
segundo su renuncia y-abnegacion 4 los negocios del
siglo, y 4 la concupiscencia y comodidades de la
carne. Ef lavadero en que despues de trasquiladas
se han purificado (a), es una viva imagen de nues-
tro bao sagrado en el bautismo , con cuyas salu-
dables aguas, despojados los christianos del viejo
Adan, salen todos at campo fértil de fa Iglesia con
el candor y hermosura de nuevas criaturas en Jesu-
Christo, cargados de los preciosos y duplicados fru-
tos del amor de Dios y del préximo. Ninguno hay
estéril é infecundo al salir de esta saludable fuente,
porque todos reciben en ella la gracia y dones del
Espiritu Santo, y todos deben producir para si y
para sus hermanos una admirable cosecha de exqui-
sitas obras de piedad.
59 La Escritura santa, dice (6) San Ambrosio
con referencia a estos pensamientos , cxpresamente
nos ensefia que los dientes de los Justos son her-
‘mosisimos, y que en el elogio que hace Moysés de
estos ,segun la letra, en la persona de Judas, lo
hace en fa realidad, segun su verdadero espiritu,
de la persona de Jesu-Christo. Sus dientes , dice,
hablando de este Patriarca, son mas blancos gue le
leche ; ea cuyas palabras no ha intentado ciertamens
te cl Espiritu Santo describirnos las prerogativas det
hoinbre , segun la carne, sino las gracias y dones de
nuestro divino Salvador. In quo non utigue carnis hue
(a) Theod. Aug. lib. 2. de Doct. Clirist. c. 6. (6) Amb.
Be, 18. Oct. 18. ¥. 5.
Li$q Cantico DE Los Canricds.
mane officia, sed divine gratie munera predicavit.
Son, en efecto, fos dones de este soberano Esposo
mas blancos que la leche por la santidad y justicia
que causan eh Jas almas justas, y por el candor y
pureza con que adornadas de tan preciosas dadivas
aparecen 4 los ojos del Altisimo, Estos dientes,
.afiade (a) San Agustin, se comparan con ovejas re-
cientemente trasyuiladas, para expresar en esto la pe-
sada carga de los negocios del siglo, que con su
nueva vida han sacudido los verdaderos Justos. ¥
asi como por el bautismo han creido en Jesu-Christo,
asi realmente debe decirse de ellos, que despues de
bafiados en sus aguas han subido y salido de ellas
lenos de pureza y hermosura. Ascendentiun de la-
vacra , id est, ascendentium de mundatione, Cuya doc-
trina es idéntica con la del Apdstol, quando hablan-
do de la Iglesia asegura (4), que Jesu-Christo fa
tabs y purificd en et bafio del agua bautismal por ta
palabra de vida,
60 Pero oigamos de boca de San Gregorio ef
Grande las piadosas y edificantes reflexfones con
que se explica en el presente verso(c); pues daran
sin duda nuevas Juces 4 quanto Jlevamos dicho con
Jos demas Padres y Expositores. “Asi como por los
»ojos de la Esposa, dice este Santo Papa , se en-
»tienden los Obispos, los Prelados , los Doctores
»y Predicadores del Evangetio que han ilustrado la
»Iglesia , asi con igual propiedad se puede enten-
»der tambien por Jos dientes a estos mismos Pasto-
»res, porque ellos realmente consumen y desmenu-
»zan por una parte a los infieles, y sustentan por
x otra 4 los pequefuelos , quando exponiendo 1a Es-
»critura Santa 4 los ignorantes, imitan de algun mo-
ndo 4 las madres que no dan 4 sus tiernos hijos cl
(4) Ang. Ps.94 (4), Ephes. 5.26. (c) Greg. M.Car. iv. VERs. 11
»pan que deben comer sino despues de habetlo mas-
sticado y desmenuzado antes con su boca, para que
»como débiles aun se vayan acostumbrando ‘poco 4
»poco 4 bocados mus sélidos. Son tambien compara
sdos estos mismos 4 las ovejas trasquiladas 6 des-
spojadas ya de su bellon guando suben del lavadero,
» porque acordandose que han sido purificadas de to-
2das sus culpas en las aguas del bautismo , se .desear-
2»gan con gozo del peso de negocios mundanos, a fin de
»»poder caminar con tanta mayor ligereza, quanta ma-
syor es su libertad para su trabajo; es decir, para la
»adquisicion de las virtudes , predicacion del reyno de
vlos cielos y demas bienes celestiales. Todos es-
»tos llevan en su seno dos crias 6 corderitos, porque
»excediendo 4 todos los hombres en la practica de los
spreceptos de la caridad , y predicando 4 todos este
»duplicado amor, no cesan de engendrar para Jesu~
»Christo las dos naciones 6 pueblos de los Judios y
»Gentiles. No hay tampono ninguno entre eilos que
2sea estéril, porque el que no cuida de dar 4 luz y
»parir para la Iglesia hijos espirituales , no merece
vni debe ser en la realidad reputado como verdade-
ro Predicados del Evangelio. »» ‘
61 Coronemos, por ultimo , la explicacion de es-
te verso con la interesante glosa que de todo ¢l ha-
ce San Bernardo (a). “El Espiritu Santo, dice este
»Padre, de cuya soberana y exceisa fuente nace el
»rio de los canticos, recomienda, 4 lo que yo alcan-
20 en estos dientes , no pequefios misterios , porque
»la dentadura de que hace aqui tan singular elogio
ves la de su Esposa Ja Iglesia, cuya hermosura en-
vidid el Hijo de Dios eterno, en cuyo candor y
>» pureza no puede hallarse , segun (2) el Apéstol, la
»menor mancha ni arruga, por ser toda ella santa,
(2) Bera. Serm. 93. de divers. n.1, (2) Eph. 3. 27.