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Jesis Huerta de Soto GY,
cipios del a
cedice
Liberalismo71
Jestis Huerta de Soto
Los Principios del
LiberalismoCentr de Dial del Concinieato Econo “CEDICE” tne cero
hjeivo princi binuods eae sociedad ite sposabey humm, Las
interesciones, iets © conchae cones eres palccones de
CCEDICE debenture a us auores y to ala, sw det 3
ronal adeno 0a as msusanes ue apeyan as payee» programas
CEDICE corsdera que ls dacsin de he mone puede ccnibu tte
‘oxmacion dua soll asda I ier espa
sta publcacén pnde se ered, parcial ‘omen, segre qu se
melee ore, au de arian seu comankado uti inacion
Centro de Divulgaion det Conocimiento Econémico, CEDICE
Diagramaci: Dayana Lozano
Impresio: RepeesenacionesVillegral, CA,
Tiraje: 1.000 ejemplares
Depsito Lega 1535200032095),
ISBN: 980-6073.47-9
Caras, Abel 2000
PRESENTACION
“Pretiun istum mathemeticum licet soli Deo notum’
(€ 1 precio justo sso Dios puede conocero)
Juan de Lugo 1643 ~ Cardenal Jesuta Esp
Con rotundaseitas de pensadores ancestales como éstay
ayudados por sus esclareeidos comentarios, Jesis Huerta de
Soto nos conduce a conclusiones tan valederas, como son de
esconocides y clvidados. los crigenes ian antiguos de la
constatacin de estas verdades,
Que el jesuita Juan de Marana (1536 ~ 1624) afime
Hievando a sus ‘timas conseevencias la doctina liberal, la
superioridad del derecho natural frente al poder del Estado, Que
cl mismo Mariana, refirindose a lo imposible que es que el
fobierne, crzanice Ja sociedad civil con base en mandatos
coactivos, dig “es gran desatino que el ciego quiers guar al
‘que ve". Que Juan de Salas (1617) también jetita y eardenal
firme “quas exacte comprehendere et pondedare Dei est nom
hhominum”, (S6lo Dios y no los hombres pueden legar a
comprender y ponderar exactamente la. informacion "yo
conocimiento que maneja un mereada libre), o que Diego de
Covarrubias, Arzobispo de Segovia (1554) asegure que! “e
‘alor de una cost no depende de su naturateza objeliva sino de
|i estimacién subjetiva’ de los hombres, incluso sungue tal
cestimacion sea alocada
Y que por ota parte Friedrich von Hayek Premio Nobel
{de Economia, afrme que “Ios prinipiostedricos dela economia
{de mercado y los elementos bsios del liberalismo econ
no fueron diseiades, como se crea, por los calvinstas
protestantes escoceses; sino por Ios jesutas y miembros de la
Escuela de Salamanca durante el Siglo de Oro espaol”. Sin
dda, son sfirmaciones tan interesantes como poco conocides.
EH trabajo al cual nos referimos es un ensayo de Jess
Hera de Soto titulado “Los principios del liberalismo™ que‘comienza por afirmar: “E) lberalismo es una corriente de
pensamiento (filosofico y econdmica) de accidn politica que
propuena limita al miximo el poder coactive del Estado sobre
fos sefes humanosy la sociedad civil"
Jesis Huerta de Soto es un joven y brillante economists
espaol, profesor por concurso de Ia Universidad Complurense
dde Madrid, con tn peculiar estilo propio que comienza por
establecer para sus alumnos claras reglas de comportamiento,
anunciéndoles en lrminos muy casizos que al que Tlegue tarde
“le dard una patada por el culo", pero que en mas de una ocasi
recibe unt enfusiasta ovacién de sus alumnos al terminar sus
lecciones,
Huerta no es un hombre de medias tints, sabe que Ia
“tereera via” e5 via mis segura al subdestrollo implica
tambien la confesién del fracaso del socialism, por quienes
ahora nose atreven a eonesarse como tales
Et extraondinario éxito econémico y social de la Espa
be hoy, debe mucho ala corriente de intclectuales y empeesaios
spats seguidores de la escuela austriaea como Huerta de
Sato y san ells eon sus lecciones, conferenciasy publicaiones
(Fundacion Villalonga — Union Eatoral, et.) quienes
cestablevieron, en esta tltima generac, la ideology el marco
‘conceptual eel cual se ha desrrollad la politica econdmmica de
spas an dentro del isa” de Felipe Gonz
Y ahora defntivay abjeramente en el gobierno de José Maria
‘Aanar
Frito de est poftcas, Espafa es sn ejemplo de
rrosperidd, bienestar y hier, que ests hoy entre Tos grandes
{el mando europeo para envidia y vergdenza de quienes, come
3s venezolanes,tuvimos hace poces ahvs un ingreso
El profesor Huerta de Soto a cava elases he tenid el
rrivilegio de asitc, ha autorizado a CEDICE a publicar esta
‘monosrafia lo cual hacemos eon gran satisfaccién por cuanto
permite conocer un trakajo frato de un alta dosis de
Investigacion y buen eritrio, base para las politias economicas
{que conducen, en libertad, por los eaminos dela prosperidad ye]
bienestar,
Ricardo Zuloaga
Miembro del Consejo Consultivo
CEDICELOS PRINCIPIOS DEL LIBERALISMO
Jlests Huerta de Soto
Profesor Titular de Economia Politica
Universidad Complutense de Madrid
El liberaismo es una corriente de pensamiento (filosifico y
conmico) y de accién politics que propugna limita al maximo el
Poder coactvo del Estado sobre los seres humans y la sociedad
civil. Asi, forman parte del ideatio liberal la defensa de la
‘economia de mercado (tambin denominada “sistema capitalista” 0
de “libre empresa"); la libertad de comercio (librecambismo) y
cen general, Ia libre sirculacién de personas, capitals y bienes; el
mantenimiento de un sistema monetario rigido que impida sa
manipulacion inflacionaria por pare de los gobernantes; el
establecmiento de un Esta de Derecho, en el que todos los seres
hhumanos -incluyendo aquellos que en cada momento formen parte
del Gobierno- estén sometidos al mismo marco minimo de leyes
entendidas en su sentido “material” (norms juridieas,bisicamente
4e derecho civil y penal, abstractas y do generale igual aplicacign
todos); la limitacién del poder del Gobierno al minima necesario
para definir y defender adecuadamente el derecho a la vida y 4 la
propiedad privada, a la posesiin pacificamente adquirda. y al
‘cumplimiento de las promesas y contats; la limitacin y contol
del gasto pablo, el principio del presupuesto exuilibrado y el
mantenimiento de un nivel reducido de impuestos; el
establecimiento de un sistema estrieto de separacién de poderes
Policos (Legislativo, Fjecutive y Judicial) que evite cualquier
aisbo de tran; el principio de autodeterminacion, en vittud del
cual cualquier grupo social ha de poder elegir lbremente qué
Tax por ramacorganizacion politica desea formar 0 a qué Estado desea 0 no
seribirse; 12 uilizaciin de procedimientos democtiticos pa
elegir a los gobernantes, sin que la democracia se wtlice, en
ningun caso, como coartada para justificar la violacion del Estado
de Derecho ni fa coweiin las minorias; y el esableemiento, en
suma, de un orden mundial basado en la paz y ene libre comercio
voluntario, ene todas las naciones de la Tierra, Estos principios
bisicos constiuyen los pilaes de la eivtizacion occidental y su
formicién, aniculacion, desarrollo y perfecsionamiento. son uno
de tos fogras mis importanes en Ia historia del pensamiento del
sénero humano. Aunque tradicionalmente se ha afimmido que la
Aoctrina Tieral tiene su origen en et pensamiento de ta Escuela
Eseocesa del siglo XVII, o en el ideario de ta Revolucign
Francesa, lo cierto es que tal origen puede remontarse incluso
hasta la tradicion mis elisica del pensamiento filos6fio eriezo y
4e la ciencia jurdica romana. Asi, sabemos gracias a Tucidides
(Guerra det Petoponeso), como Pericles constataka que en Atenas
la Tibertad que disfrutamos en nuestro gobierno se extiente
‘ambign ata vida ordinaria, donde lejos de ejercer éste una celosa
vigilancia sobre todes y cada uno, no sentimos célera. porque
restro vecino haga lo que desee"; pudigndose encontrar en la
Oracion Finebre de Pericles una de las mis bellas descripciones
del principio Hberal de a igualdad de" todos. ante la ey
Postcriormente en Roma se descubre que el derecho es
bisicamente consuetwdinirio y que las instiuciones juridicas
(como las lingisticas y ccondnieas)surgen como resultado de un
largo proceso evoluivo e incorporan un enorme volumen de
informacion y conocimientos que supers, con mucho, la capacidad
‘menial de cualquier gobernanie, por sabio y bueno que este sea.
Asi sabemos gracias a Ciceron De re publica, , 1-2) cémo para
CCatén “el motivo por el que nuestro sistema politico fe superior &
los de todos les dems pases era éte: los sistemas potions de tos
demés paises habian sido creados introduciento leyes
insttaciones segin el parecer personal de individios periculares
fales como Minos en Creta y Licurgo en sparta... En cambio,
‘muestra republica romana no se debe a ls creacién personal de un
hombre, sino de muckes. No ha sido fundada durante la vida de
lun individuo particular, sino a través de una serie de siglos y
generaciones. Porque no ka habido nunca en el mundo un hombre
tam intligente como ara preverlo todo, e incluso si pudiéramos
cconcentrar todos los cercbras en la cabeza de ua mismo hombre
le seria a éste imposible tener en cuenta todo al mismo tempo,
haber acumulad Ia experiencia que se deriva dela prictica en el
transcurso de un largo period de la histori. El aileo de esta
ia esencial, que habra de constitu et corazén del arpumento de
Ludwig von Mises. sobre i imposibitidad tedrica de la
Planificacion socialist, se conserve y refuerza en a Eid Media
stacias al humanismo erstano ya la flosofiatomista del derecho
natural, que se concibe como un everpo ética previo y superior al
poder de cada gobierno terremal. Pedro Juan de Olivi, San
Bernardino de Siena y San Antonino de Florencia, entre ates
teorizan sobre el papel protagonist quc la capacidad empresarial ¥
creativa del ser humano tiene come impulsora de la economia de
mercado y de la civilizacién, Y el testigo de esta linea de
pensamienta se recoge y perfecsiona por esos grandes tericos que
fueron nuestros escolisticos durante el Siglo de Oro espa, hasta
cl punto de que uno de los més grandes pensadores liberals del
siglo XX, el austriaco Friedrich A. Hayek, Premio Nobel de
Economia en 1974, legé a afirmar que “Ios principios tebricos de
la economia de mercado y los elementes bisicos de! liberaismo
‘econémico no fueron dseRados, como se ere, por fos ealvinistas
Y protestantes escaceses, sino por los jesuitas y miembros de la(WGsevilecteSetimanes durante 21 Siglo de O10 espaol”. As
‘Disgrl Garterabia.y Leyva, arvobispo de Segovia y minitro
eli, yen 1354 expuso de forma impecable Ia tora
Taihiptvatel aor, sobre la que gira toda economia de libre
metsadawalafirmar que "el valor de una cosa no depend de su
Sharaleps objeiva sin del estimacion subjtiva de los hombres,
tnolaro aungue tl estinacion sea slocada": y atade pars ustrar
aus tesis que “en las Indias el tig se valora mis que en Espaia
‘Porque ali los hombres Io estiman mis, y ello a pesar de que la
Taturaleza del wigo es la misna en ambos lugares”, O10 notable
cscolistio, LaisSaravia de Ia Calle, bassndose en i concep
Suletvite de Covarabias, deseubre Ia verdader teacion gue
existe entre precios y costes en el mereado, en el sentido de que
son los costes ls que tienen a seguir Jos precios y no al revs.
anicipéndose asi a refuar los ertores de fa teria objetiva de
valor del Carlos Marx y de sus sucesores socialists, Ast, en 50
Insiraccion de mercaderes (Medina det Campo 1544) puede
leerse: “Les que miden el juso presi dela cosa sean el abo,
cosas y pligros del que wat 0 hace Ia mereaderiayerran mucho
porque el jst precio mice dela abundancia falta de mercari,
de meccaderes¥ diners, y no dela costs, tiajos.y peligros™
(ra notable aportacion de mustos escolstios es s introduccin
de concep dinimicn de competencia (en lain concurrent),
cntendida como et proceso empresarial de rival que mueve el
smercado impulse desarrollo de la sociedad. Esta ide les lew
su ver a concluir que los lamados “precios del modelo de
quilibrio”, que tos tiricas socialists pretenden utilizar para
jusiticar el itervenconsmo la plaiicaion del mezesd,
rnunea podrin legar a see_conocidos. Raymond de Roover
Scholasics Economics, 1955) stbuye 4 Luis de Molina cl
concepto dinimico de eompetencia eatenida como “el proveso de
rivalidad en compradores que tende a clevar el precio”, y que
nada tlene que ver con el modelo estitico de “competencia
perfecta” que hoy en dia ls Hamados “tericos del socilismo de
mereado” ingenuamente creen que se puede simular en un regimen
sin propiedad privada, Sin embargo, es Jerénimo Castillo de
Bavadilla el que mejor expone esta concepciin dinimica de la
libre competencia entre empresarios en su libro Police para
‘corregiores publicado en Salamanca en 1585, y en el que ica
‘que Ia mis pestiva esencia de la competencia consist en tratar de
ae” al competitor. Bovadilla enuncia, ademas, la siguiente
ley econbmica, base de la deensa del mercado por parte de todo
liberal: “los precios de Tos productos bsjarin con Ia abundancia,
femulacién y coneurrencia de vendedores". Y en cuanto a la
imposiildad de que los gobernadores pueden llegar a conocer los
precios de equilibrio y demas datos que necesitan para intervenir
en el mercado, destacan las aporaciones de los cardenalesjesuitas
espafioles Juan de Lugo y Juan de Saas. El primero, Juan de
Lugo, preguntindose evil puede ser el precio de equlibrio, ya en
1648 concluye que depende de tan gran catidad de circunstancias
especifeas que s6lo Dios puede canocerio. (pretium instom
‘mathemaricum lier soli Deo notum). ¥ Iwan de Salas, en 1617,
refirigndose a las posibilidades de que un gobernante pueda llegar
1 conocer [a informacién espectfica que se crea, descubre y
rmaneja en fa sociedad civil afirma que “quis exacte
mprehendere et pondedare Dei est non hominum", es decir, que
solo. Dios, y no los hombres, puede llegar a comprender y
Ponderar exictamente a informacién y el conocimiento que
‘maneja un mercada libre con todas sus cireurstancias parciculares
de tiempo y lugar, Tanto Juan de Lugo como Juan de Salas
antcipan, pues, en mis de tres silos, las mis refinadas
aportacionescienificas de los pensadoreslierales mis conspicuos
Ta aa Sato Tor prin erat(Mises; Hayek), Por ero lado, tampoco éehemos olvidar al gran
fundador del Derecho Internacional Francisco de Vietori, @
Francisco Suisez y a su escuela de teGricos del derecho natutal,
«que con tanta brillantez y coherencia retomaron la idea tomista de
| superioridad moral del derecho natural frente al poder del
Estado, aplicnola con éxito a miles cosas partculares que,
como el de la eritict moral a la esclavizacién de los indios en la
recién descubieria América, exiglan una clara y répida toma de
Posici6n intelectual. Pera, sin duda alguna, ef mis liberal de
nuestros escosticos ha si el gran padre jesuita Yuan de Mariana
(1836-1624) que Hlevs hasta sus ultimas consecwencias logicas la
docrina Tiberal de la superiridad del derecho natural frente al
poder del Fsado y que hoy han retomado filésofos iberales tan
importantes como Murray Rothbard y Robert Nozick, Especial
importaneia tiene el desarollo de ta doetina sobre la lgitimiad
Adel tranicidio que Mariana desarollaen su libro De rege et regis
insttwtione, publicado en 1598, Mariana califica de tinanos a
figuras histiricas como Alejandro Magno 0 Julio César, y
argumenta que esti justifcado que cualquier ciudadano asesine al
ue tiranice a la sociedad civil, considerando actos de tirana,
centre os, ef estblecer impuestos sin el consentimiento del
Pueblo, o impedir que se rena un parlamento remente elepio
Oras muestra tpicas del actuar de un vrano son, para Marian,
la construcciin_de obras piblicas faraénicas que, como las
Pirimides de Egipto, siempre se finaneian esclavizandoy
cexpltando a fos sibditos o la erescin de poliias secretas para
impedir que los ciudadanos se quejen y expresen libremente. Otra
‘obra esencial de Marian es la publicada en 1609 con el tiulo De
‘monetae mutatione, posteriormente tradueka al castellano con el
titulo de Tratado ¥ discurso sobre ta moneda de vellin que al
presente se labra en Castila y de algunos desordenes y abusos. En
er tieralona esa Sa
teste notable trabajo de Mariana considera tirano a todo gobernante
«ue devalie el contenido de metal de la moneds, imponiendo a los
iudadanos sin su consentimiento et odiosa impuesto inflacionarin
© Ia creacién de privilegios y monopelios fiscaes. Mariana
también critica el establecimiento de precios miximos para “huchar
contra la inflaci6n”, y propone la reduccidn del gasto pablico
como principal medida de politica econdaica para equilibrar el
Presupuesio. Por iltimo, en 1625, el padre Juan de Mariana
Dublicd otro libro ttulado Discurso sobre las enfermedades de la
Compara en el que ahonda en la idea liberal de que es imposible
{ue el gobierno organice la sociedad civil con base en mandatos
oactvos, y ello por falta de informacién, Mariana, refirigndose al
obierno dice que “es gran desatiao que el clego quiera guiar al
‘que ve", afadiendo que el gobernante “no conoce hs personas, ni
los hechos, a lo menos, con todas Is circunstancias que tienen, de
‘ue pene el acierto. Forzoso esque se caiga en yerros muchos, y
Braves, y por ellos se disguste ls gente, y menosprecie gobierno
fan ciego": conctuyendo Mariana que “es lca el poder y mando”,
Y que cuando “Tas leyes son muchas en demas; y como no todas
Se pueden guardar, sin aun saber, a das se pierde el respeto”
Toda esta tradicion se filtra por los ambiemtesintlectales
{e todo el contnente europeo influyendo en notables pensadores
Hiberales de Francia coma Ralesbat (1602), el” marqués
D’Atgenson (1751) y. sobre todo, Jncques Turgot, que desde
‘mucho antes que Adam Smith, — siguiendo a los escoldsticos
spats ya habia artculado perfectamente el cardcter disperso
del conocimiento que incorporan las insituciones sociales
cetendidas como Gndenes espontineos. As{ Turgot, en su Elegia @
Gournay (1759) escribe que “no es preciso probar que cada
individuo es et Gnico que puede juzgar con conncimiento de causauso mis verrajoso de sus tierra y esfuerz0. Solamente él posee
el conocimiento particular sin et cual hasta e! hombre mis sabio se
encontraria a ciewas, Aprende de sus intents repetidos, de sus
exits y de sus pérdidas, y asi va adguiriendo un especial sentido
ppara los negocios que es mucho mis ingenioso que el
conceimiento teérico que puede adguirir un observador
indiferene, porque est impulsido por la secesidad”. Y siguiendo
a Juan de Mariana, Turgot conehiye que es completamente
imposible ciripir mediante reels rigkas y un contol continuo la
mult de rarsacciones que aungue slo sea por su inmensidad
no puede llegar a ser plemamente conocida, y que ademés
depcnden de una multitud de circunstancias siempre cambiantes,
‘que no pueden coottolarse, ni menos ain preverse™
Desafortunadamente, toa esta tradicién liberal del
pensamieno hispano fve barrida en la toria y en la prictica
‘comma indica Francisco Martinez Mariaa Teordas de las Cores 0
Grandes Juntas Nacionales de lot Reinos de Leon y Castilla) por
los Austrias y los Borbones que han producido una “monsiruosa
reunién de todos los podetes en uns persona, el ahandono y la
aboliciin de las Cortes y siglos de escavitad del mis horraraso
despotismo”. Se termina de consolidar asi en nuestro pais un
rmareo politico ¥ socal inolerante € inlervencionisia ajeno & las
sds genuinss tradiciones represeniativas y liberales de los viejos
reinos de Espafa: la antigua tolerancia y modus viverdi entre las
nes religiones de judios, moras y ctistianos de la Spoca de
‘Alfonso X El Sabio, es susiuida por ls intolerancia reigiosa de
los Reyes Catolicos y sus sucesores, que Americo Casio (La
realidad historica de Expat) y oles han ieterpretado como una
esviacion mimetica de ta cultura y sociedad spans que
paradéjicamenteferminanreflejando e incorporando en su esencia
Tappan Trai
mis intima las caractersticas mis negatives de sus seculares
enemigos”: el inteprstno religioso musulmn justificador de la
Guerra Santa contra ef infiel, y la obseski por x pureza de ta
sangre, propia del pueblo judio. No se absorben, por contra la
proverbial iniciativa y espirita empresrial de los comercianes
artesanos hebreos y moriseos que hasta su expulsinconsttuyeron
a médula econémica del pais. En Espata se termina
menospreciando, por comsierarse impropin de cristianos vijos, la
funcion empresaial y priticamente hasta hay el éxito ecandmico
se valora negalivamente & nivel social y se critica con envidia
destructva, en vez de ser considerado como una sana y necesaria
muestra del avance de la civilzacion, que es preciso emular y
fomentar. Si a todo esto aadimes a “Leyenda Negra” que
impulsada por el mundo protesante y anglosajin twve como
‘objetivo desprestigiar todo. lo espaol, se comprender la soledad
¥ el vac kleolipico con que se hallaron fos ilusradoresespafoles
{el siglo XVII, como Campomanes y Jovellanos,y los padees de
a patra reunidos en las Cortes de Cidiz que habrlan de redactar
nesta primera Constiueisn de 1812, y que fueron los primeros
en el mundo en ealfcarse asi mismos con el érmino, introducido
por ells, de “Iiberales”
La simcion en el reso del mundo ineleetal europea no
evolucion’ mucho mejor que en Espana. EI triunfo dela Reforma
protestante desprestgi el pape de a Iglesia Cates como limite
Y contrapeso del poder secular de Jos gobiermos, que se vi0 asi
reforzado. Ademés, el pensamiento proxestante ¥ Ia imperfecta
recepeién en el mundo anglosajin de la tradicién liberal
usnaturalists 4 través de los “escolisticos procetantes” Hugo
Grocioy Puntendorf; explica Ia importante involucion que
respecto del amerior pensamiento liberal supaso Adam Smith, Enefecto, como bien indica Murray N. Rothhard (Economic thought
before Adam Smith, 1995), Adam Smith abandond las
‘contribuciones anteriores entradas en la teoriasubjtiva del valor,
Ja funcién empresaral y el inerés por explicar les precios que se
ddan en el mercado real, sustituyéndols todas ells por la teorta
‘objetiva del valor trabajo, sobre Ia que luego Marx consruré
‘como conclusion natural, toda te teoria socialsta de la
cexplotacion, Ademés, Adam Smith se centta en explicar con
catacter preferente el “precio natural” de equilibria a larga plz,
modelo de equilibrio en el que la. func empresarial bila por st
ausencia y en el que se sypone que da la informacion necesaria
7 esté disponible, por Jo que seré utlizado despues por los
Tworicos neoclisicos det equlbeio para critcar los supuestos
fallosdel mercado” y justfea el socialism ya intervencin del
Estado sobre I economia y ha sociedad civil. Por oo lado, Adam
‘Smith impregné la Ciencia Econémica de calvinismo, por ejemplo
al apoyar la prohibicién de Ia usura y_al_distinguir entre
‘cupaciones “productivas” ¢ "improduetivas”. Finalmente, Adam
Smith rompi6 con el laise-faire radical de sus antecesores
uusnaturaisas del continente (espatoles, fr
introduciendo en la historia del pensamiento un “Iiberalsma” «bio
tan plagado de excepciones y matzaciones, que muchos
suialemdcratas” de hoy en dit podrian incluso aceptar. Li
influencianegativa del pensamiento de la Escuela Clisica
nglosajona sobre el iberalismo se acentén con los stcesores de
‘Adam Smith y, en especial, con Jeremias Bentham, que inocula el
bacilo del utltarismo mis estrecho en la Filosofia liberal,
faciliando con ello el desarrollo de todo un anilisis
pseudocientitico de casts y beneicios (que se erean conocils), y
cl sutgimiento de toda una tradiin de ingenieros sociales que
pretenden mokdear la sociedad a su antojo, uiizando el poder
25 € italianos)
coactive del Estado, En Inglaterra, Stuart Mill culmina esta
tendencia con su apostsia del laissez-faire y sus mumerosas
concesiones al socialismo, yen Francia, el triunfo del
Facionalismo consiructvita de origen cartesiano expliea
dominio. intervencionista de la Ecole Polytechnique y del
Sovialismo cientificista de Saine-Siméay Comte (véase FA,
Hayek, The Counter-Revotution of Science, 1955), que a dures
penas logran contener 10s Hiberales franceses de la tradiciin de
Suan Bautista Say, agrupados en torn a Feédérie Bastiat y Gustave
de Molinari. Esta intoxicacin intervencionista en el contenido
Moctrinal del liberalismo decimondnico fue fatal en la evolucidn
Politica del iberaismo contemporineo: unos tras otto los
diferentes partidos politicos iberales eaen vieimas del
raymatsimo”, y en aras de mantener el poder en el corto plazo
consensian poiticas de compromiso que tracionan sus principios
esenciles al electorado y Fasilitando en itima instancia el triunfo
Politico del sociaismo. Asi, el partido liberal inglés. termina
Sesapareciendo en Inglaterra engullido por et patio laborisa, y
algo muy parecido sucede en el resto de Europa, La confusion a
nivel pottico y doctrinal estan grande que en muchas ocasione
los intervencionists nis eonspieuos como Johin Maynard Keys,
terminan apropiindose de! témaino “iberalismo” que. al menos en
Inglaterra, Estados Unidos y, en general, en el mundo anglosajon
pasa utilizarse para denominar la sociakdemocracia
{ntervencionista impulsadora del Estado det bienestar, vienose
wbligados 10s. verdaderos.literles a buscarse otto término
fintorio. (“classical liberals". “conservative libertarians” 0
simplemente, “iberarians”)
En este contexto de confusiin doctrinal y politica no es de
extranar que en nuestro pais ponca haya cuajido una verdaderarevolucion liberal. Aungue en el siglo XIX se puede distinguir una
sefera tradicin del més genuino liberalism, con representantes
in conspicuos como Laureano Figuerola y Ballester, Alvaro
Florez Estrada, Luis Maria Pastor, y-otwes, se desarolla
docirinalmente uy infuida por el tibio liberaismo de la Escuela
Anglosajona (la traduecién espaiola de José Alonso Ortiz de La
riqueza de las naciones ya se habia publicado en Santander en
1794), 0 por el racinalismo jacobino de la Revoluciin Francesa,
En et mito politic el liberalism espafol se enfrenta primero a
las poderosas fuerzas absolutstas después. al pragmatisma
Aiseregador de los “moderados", todo ello en un entorno continua
de guerra civil desgarradora, De manera que el triunfo de la
Gloriosa Revolucion Liberal de 1868 es efimero y cuando se
produce la Restaursciin Canovista de 1871, ssunia ef arancel
protecsionsta y se trscionsn principios liberales esenciales, por
tjemplo, en el Ambito de la autodeterminacion del pueblo cubano,
‘cm un costetremendo para la nacion en términos de sufrimientos
huumanos. Y ya entrado el siglo XX la pérdida de contenido
doctrinal del Partido Liberal Democritco se hace ead vez mis
patente y en cierta media culmina con el “reformismo sovial” de
osé Canalejas que impregna sa politica de medidas
imervencionisas y socializadoras, restablece el servicio militar
bligatotio y sigue adelante con la inmoral y netasa politica de
jradualsmplicacin militar de nuestro pais en Marruecos. En este
contexto de vaclo doctrinal no es de extrafar que los pocos
tspafioles que continian acepxando califcarse de “liberales” erean
{que el hieralismo, més que un everpo de prineipios dogmiticos a
favor de la libertad, es un simple “Ialane™ caracterizado por la
tolerancia y apertura ante todas le posiciones. Asi, para Gregorio
Maran (véase el “Prologo” a sus Ensayo liberates) “ser Miberal
es, precisamente esis dos cosis: primero, estar dispuesto a
Tax princes dl ial Tara STS
entenderse con el que piensa de eto modo; y segundo, no admitr
jamais que el fin justifica los medios, sino que, por el contari,
son los medios 10s que justifican et fin. BI lberalisma es, pues,
luna conducia y, por tanto, es mucho més que una politica
Posicion que en gran media es compartida por grandes Hierales
espafioles de la primera mitad del siglo XX, como José Ortega y
Gasset 0 Salvador de Madariga, y que en gran parte explica por
qué el protagonismo politico, primero durante Ia ditadura ct
General Primo de Ribera, desqués durante la Replice y mas
tarde durante el feanguisme, nunca estuviera en. manos de
verdaderos lIberaes, sino mis bien en la esfera de ambos
‘extremos del intervencionismo (el socalismo obrero 0 el fascism
© socialsmo conservador 9 de derecha), © bajo el contol de
politics racionalstasjacabinos como Manuel Aza,
|A pesar de que el siglo XX seri tristemente recordado
‘como el siglo del esaismo y de los totalitarias de todo signo que
‘mis sufrimiento han causido al género human, en sus altimos
vyeintcineo aos se ha observado con gran pujanza un nouble
resurgir dol ideario liberal que debe achacarse a las siguientes
‘zones, Primeramente, al rearme te6rico liberal protagonizado
or un pulado de pensadores que, en sv mayor, pertenecen
esti infuidos por Ia Escuela Austriaca que fue fundads en Viena
cuando Carl Menger retomé en 1871 la tradicion eral
subjetivista de los escoisticos espafoles. Entre otros teériees,
destacan sobre todo Ludwig von Mises y Frisdrich A. Hayek,
quienes fueron Ios primeros en predesir el advenimiento de Ia
mn Depresidn de’ 1929 como resultado del intervencionismo
monetario y fiscal emprendida por los gobiernos durante los
felices” aftos veinte, en descubrir el teorema de fa imposibilidad