Gordillo Monica - Experiencias Clasistas
Gordillo Monica - Experiencias Clasistas
ARGENTINA, 1976.
ESTUDIOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
Clara E. Lida
Horacio Crespo
Pablo Yankelevich
compiladores
I[jj EL COLEGIO
1m DE MEXICO
982.06
A6912
Argentina, 1976. Studios en como at golpc de Estado I Clara E.
Lida, Horacia Crespo, Pablo Yankclevich. compiladores. -. 1a
cd. -- Mexico, D.E : EI Colegio de Mexico, Centro de Esrudios
Historicos, 2007. 287 p. ; 22 em.
Induye referencias bibliograflcas.
ISBN 968-12-1301-7
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I1ustraci6n de porcada: Partida m azul (fragmenro).
Acrilico sobre [e1a, de Mario Roiner.
Primera edicion, 2007
D. R. El Colegio de Mexico, A. C.
Camino 01.1 Ajusco 20
Pedregal de Santa Teresa
10740 Mexico, D. F.
www.colmex.mx
ISBN 968-12-1301-7
Impreso en Mexico
fNDICE
Introducci6n 9
Pasado preseme
Carlos Altamirano 17
De la movilizaci6n popular al aniquilamiento (1973-1976)
Liliana de Riz 35
Sindicalismo y radicalizaci6n en los setenta: las expeciencias clasistas
Monica B. Gordillo 59
La izquierda no armada en los anos setema: tres casos, 1973-1976
Oaniel Campione 85
El Concilio Vaticano II y la radicalizaci6n de los cat6licos
Gustavo Morello III
Intervencion economica estatal y transformaciones en la cupula
empresaria durante la ultima dictadura militar (1976-1983)
Ana Gabriela Castellani 131
Legalidad y dictadura
Victoria Crespo 165
La experiencia concentracionaria
Pilar Calveiro 187
Exilio y dictadura
Pablo Yankelevich 205
Ellegado de las violaciones de los derechos humanos
Luis Ronigery Mario Sznajder 233
Memoria y polftica a treima anos del golpe
Nora Rabotnikof 259
Sobre los autores 285
[71
58 ARGENTINA, 1976. ESTUOIOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
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SINDICALISMO Y RADlCALIZACI6N EN LOS SETENTA:
LAS EXPERIENCIAS CLASISTAS
MONICA B. GORDILLO
EI movimienro obrero en la Argentina, desde su constituci6n en la ultima
decada del siglo XIX, estuvo atravesado por la tension entre los que soste-
nlan la necesidad de conformar organizaciones de clase -ya fuera bajo la
.forma de partidos "obreros" 0 de sindicaros que privilegiaran ese caracter
por encima de las difetencias ideologicas- y aquellos que apelaban a un
colectivo mas amplio, como el de "pueblo oprimido", desdibujando la
fractura de clase como Fuente principal 0 exclusiva del antagonismo. En
efecto, la identidad predominante entre los trabajadores hasta la segunda
decada del siglo XX fue el anarquismo, cuyo discurso y pr:icticas estaban
dirigidos a un conjunro heterogeneo de actores sociales.
1
Su desarticula-
ci6n estuvo asociada a la apertura del sistema polftico,2 a la posici6n "po-
pulista liberal'" de los gobiernos de la Union Civica Radical (VCR) entre
1916 y 1930 y, ademas, al creciente peso que fue cobrando la vertiente
que, proveniente del "sindicalismo revolucionario" y defensora de la auto-
nomfa de clase, comenz6 a adoptar para la epoca senalada una estrategia
mas reformista, de negociacion ditecta con el Estado, rechazando paulati-
namente la adhesi6n a cualquier proyecto politico, incluso aquellos revolu-
1 Suriano. 200 1, pp. 76-8 I. 1 auror desraca que la ausencia de una cosmovisi6n cla-
sisra de la sociedad dot6 al anarquismo de la aspiraci6n de represematividad universal de los
explorados y nQ 5610 del particularismo de 1a c1ase obrera.
2 La Ley Saenz Pena, 0 de reforma electoral, de 1912 rea6rm6 eI caricter universal del
vow para los varones y 10 convirti6 en secrcto y obligatorio, estableciendo rambien cl s i s t e ~
rna de lista incompleta que permida 1a represenraci6n de la primera minorfa.
3 Del Campo, 1989, pp. 249-252. fl autor sefiala como una caracrcristica de esta crapa
1a disposici6n de estos gobiernos aaCtuar como arbitros en los conRictos obreros desarrolla-
dos en los principalcs sectores de la cconom(a agroexponadora.
[59J
1
60 ARGENTINA, 1976. ESTUDIOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
cionarios 0 anrisistema. Esta rradicion. que conrrolaba los principales sin-
dicatos hacia mediados de la decada de los cuarenla, debio compelir can el
Importante desarrollo que durante Ia decada de los rreinta -como conse-
cuencia del acelerado proceso de indusrrializacion sustitutiva- ruvieron eI
socialismo y eI comunismo, impulsores de la organizacion de partidos de
c1ase. Esras tensiones sedan resuelras con la lIegada del peronismo.
En efeclo, el rapido ascenso de Juan Domingo Peron desde sus prime-
ros pasos en el golpe mililar del 4 de junio de 1943 forjo la alianza popu-
Iista que convirtio a1 movimienro obrero en la "columna vertebral" del
nuevo proyecto politico. Sin embargo 10 novedoso me que tanto la vieja
guardia sindical", defensora de la autonomia obrera, como la mayor parte
de los nuevos rrabajadores. surgidos del proceso de industrializacion, se
inregraron ahora a un movimiento polftico idenrificado con un Ifder. pasa-
je que se habrra operado el 17 de oClubre de 1945 cuando los trabajadores
se movilizaron par Ia libertad de Peron -encarcelado par sus propios
compafieros de armas- y no conrra eI regimen 0 contra eI sistema.
4
A partir de ese momento la identidad peronisra -basada en su concepcion
como movimiento. en la idea de la "comunidad organizada" y en la conci-
liacion de c1ases- paso a ser mayoriraria entre los trabajadores. tensada
perman,enremenre par la disyunriva entre autonomla y hereronomia obre-
ra. AI mismo riempo se consriruyo una organizacion sindical fuertemente
cenrralizada, con un sindicato unico por rama industrial, con escasas atri-
buciones para las representaciones locales, can una sola organizacion de
lercer grado reconocida, la Confederacion General del Tlabajo (CGT), y
can una clara inrervencion del Esrado, dado que quedaba en sus manos el
reconocimienro legal de los sindicaros 0 la suspension de ese reconoci-
mienro, la homologacion de los convenios colectivos y, PQsteriormenre, la
conciliacion obligatoria en caso de conAictos. Esro fue conformando po-
renres burocracias que, poco a poco. fueron alejando a los dirigentes de sus
bases. Sin embargo, a fines de los sesenta el espectro sindical se vio conmo-
cionado por la irrupcion de una serie de movimientos de base que cuestio-
naron a sus dirigencias, llegando algunos de ell os a planrear alrernarivas
c1asisras y proyecros revolucionarios que cobraron visibilidad a comienzos
de los setenra. (Que condiciones los hicieron posibles?, (a que vertientes 0
tradiciones respondieron? (que caractedsticas y elementos comunes pre-
sentaron?, (donde pueden buscarse las razones de su desarticulaci6n poste-
rior? (que insercion real ruvieron dentro del movimiento obrero? tstas son
04 Torre, 1989.
SINDlCALISMO Y RADICALIZACION EN LOS SETENTA: lAS EXPERIENCIAS CLASISTAS 61
algunas de las preguntas que inrenraremos responder analizando algunas
de las experiencias mas represenrarivas de las que ruvieron lugar en eI pe-
riodo, pero antes se hace necesaria una breve caracterizacion y conrexruali-
zacion del periodo previa.
EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA POLITICO Y LA SITUACION
DEL MOVIMIENTO OBRERO LUEGO DE LA CAfDA DE PERON
El golpe clvico-militar conocido como "Revolucion Libertadora", que eI
16 de sepliembre de 1955 derroco a Peron poniendo fin a los dos gobier-
nos peronistas iniciados con las elecciones democraticas de febrero de
1946, intenlo eslablecer nuevas reglas que marginaran al peronismo del
juego polftico. Esta intencion se materializo en medidas tales como la pros-
cripcion del peronismo -manrenida por d.iecisiere a f i o s ~ y la inrerven-
cion de los sindicalOs y de la propia CGT, buscando con ella "desperonizar"
a la sociedad. La "Iegalidad" democralica fue reslablecida entre 1958 y
1966, sucediendose gobiernos debiles e ilegflimos -par eSlar el partido
mayoritario proscrito- rutelados por las Fuerzas Armadas. A partir de
enronces y hasta 1973 un nuevo golpe milirar ---esta vez conociclo como
"Revolucion Argentina"- se hizo cargo del gobierno, no ya para reslable-
cer gobiernos civiles controlados sino para ocupar direcramente eI poder.
amparados en la "Docrrina de Segu,idad Nacional" y lemerosos anle la
mezcla explosiva que podfa resultar del evidenre fracaso en terminal' con el
peronismo y la difusi6n de movimienros contesratarios y de liberacion que
para enronces tenIan lugar en Latinoamerica.
En efecro, luego de la desarticulacion inicial del movimienro obrero
-que dio lugar a 10 que se conacio como la "resistencia peronista"-, la
posterior recuperacion de la legislacion laboral permitio al peronismo vol-
ver a conrrolar los sindicaros y la CGT.
5
En esre senrido, los intenros por
desperonizar al movimiento obrero habian resultado inutiles porque la
idenridad peronista se reforzo en el, 10 eual fue el desafio a enfrentar por
los movimienros radicalizados que surgieron posteriormente. De este
modo el movimienro obrero se convirrio en facror de poder y en eI acror
polilico que paso a ocupar el lugar vedado al partido peroniSla. EI hecho
de que Peron estuviera todos esos arios en eI exilio, aunque su presencia fue
5 La CGT fue normalizada en 1963 y. a panir de entonces, lIevo adelame imponanres
planes de lucha.
62 ARGENTINA, 1976. STUDIOS EN TORNO AL GOLPE DE STADO
constante a traves de distintas estrategias, y la deliberada ambiguedad de su
discurso alentaron una fuerte dispura en el interior del movimiento pOl'
ocupar el lugar de legitimo ponavoz de Peron y llevaron al movimiento
obrero a lograr mayor autonomia en sus relaciones con los gobiernos de
turno, dentro de una logica que ha side analizada como de resistencia-in-
tegracion, apelando sistematicamente a accienes directas con el objetivo de
"presionar para negociar", sin que la corriente mayoritaria del sindicalismo
peronista alentara acciones disruptivas 0 antisistema.
6
Par otra parte, a partir de 1955 sabre todo con el proyecto del "des-
arrollismo", se consolidaron tambien los cambios en el regimen de acumu-
lacion que ya habfan sido promovidos en los ultimos anos del gobierno
peronista, especialmente a partir del Segundo Plan Quinquenal de 1952.
En efecto, este periodo se caracterizo por la afluencia de empresas transna-
ciol)yes dirigidas a desarrollar 1a industria de bienes durables, bienes de
capital y sector energetico, concentrandose asi las inversiones fundamen-
talmente en el sector metal-mecanico, quimico, petroquimieo y siderurgi-
co. Estas industrias generaron nuevos polos de desarrollo en el interior del
pais; adquirieron especial protagonismo Cordoba, Rosario y el cordon in-
dustrial sabre el rio Parana, el sur patagonico a partir de la explotacion del
petroleo y de las represas hidtoelectricas, y algunas explotaciones de acero
en el noroeste del pais, como la de los Altos Hornos Zapla en Jujuy. La otra
cara de esta situacion fue el estancamiento y, en algunos casos, la desapari-
cion de industrias tradicionales que comenzaron a perder la proteccion del
Estado.
7
Este crecimienta industrial implico desplazamienros y concentra-
cion de la mano de obra en tarno a esas nuevas actividades, trabajadores en
su mayoria jovenes y sin tradicion sindical previa,s que --como veremos-
sentaron las bases de nuevas tradiciones forjadas en un contexto de desle-
gitimacion del sistema politico. Esa situacion, sumada al creciente poder
que fueron ganando los sindicatos, llevo paulatinamente de la resistencia a
la rebelion.'
Eso fue justamente 10 que ocurrio a panir de la implementacion del
proyecto del general Onganfa -presidente del gobierno de facto entre
1966 y 1970- que con su decision de congelar los salarios y suspender la
negociaci6n colecriva, restablecida a partir de 1958, quebrola 16giea sindi-
6 James, 1991.
7 Healey, 2003.
I; Este fue el caso de la industria automotriz en C6rdoba y, como veremos, de sus sin-
dicatos mednicos, analizados en Gordillo, 1996.
9 Gordillo, 2003.
SINDlCALISMO Y RADlCALlZAClON EN LOS SETENTA: LAS EXPERIENClAS CLASISTAS 63
cal de "presionar para negociar", Io que produjo importantes divisiones en
el interior del movimiento ohrero. JO Ese proyecto, que se complet6 con
autoritarismo politico yean la suspension de los partidos y de los canales
de expresion de demandas de otros acrores --como par ejemplo del movi-
miento estudiantil- termino provocando los importantes movimientos
de protesta conocidos como el "cordobazo" el 29 y 30 de mayo de 1969,11
yel "rosariazo", e1 16 y 17 de septiembre de ese ano. 12 Esros movimienros
generaron un cicio de proresta que dio visibilidad a nuevos actores politi-
cos y sociales que se habian ida conformando durante toda 1a decada; en
este sentido, la coyuntura del gobierno de Ongania debe entenderse como
precipitadora, no como generadora, de las lineas de radiealizacion politica
y social que se abrieron para enronees.
LA RADICALlZACION YSUS DIFERENTES VERTIENTES IDEOLOGlCAS
EN EL MOVIMIENTO OBRERO
EI ana 1969 marco el inicio de la descomposicion del regimen de la Revo-
lucian Argentina. La hrecha ahierta pOI' el cordobazo result6 el escenario
propicio para que eomenzara a tomar euerpo un ciclo de protesra, en el
sentido que 10 plantea Tarrow, 0 sea, como una fase de intensincaci6n de
los conflictos y de la confrontacion que incluye una rapida difusion de la
accion colecriva de los secrores mas movilizados a los menos movilizados,
un ritmo de innovaci6n acelerada en las formas de confrontacion, marcos
nuevos 0 transformados para la aeci6n colectiva, una combinaci6n de par-
10 En eI Congreso Amado Olmos, en marzo de 1968, la CGT se dividi6 en dos
les: una que SOStUvO la tradici6n negociadora "vandorisca" (en alusion al dirigente metalur-
gico Augusto Vandor), conocida como la CGT Azopardo por eI nombre de la calle donde
esraba su local, y la oua presidida por eI dirigente graflco Raimundo angara, conocida
como CGT de los Argentinos 0 Paseo Colon, por ellugar donde funcion6, que se pranun-
ci6 como antidicratorial, antiburacratica yantiimperialisra.
11 As! se conoci61a pratesta obrera-estudiantil que tuvO lugar esos dfas en Ia ciudad de
C6rdoba, iniciada con eI para "accivo" decretado en forma conjunta por las delegaciones
locales de las dos Ifneas de la CGT, que luego adopt6 la forma de rebeli6n popular contra el
regimen y de insurrecci6n urbana, qucdando la ciudad fuera del control policial hasta que
la intervino el ejercitO. Cfr. Brennan y Gordilto, 1994; Brennan, 1996, y Gordillo, 1996.
12 El 16 comcnz6 eI para "acrivo" decretado por la delegaci6n de la CGT en solidaridad
con trabajadores ferroviarios cesados por plegarse a las huelgas de mayo. En esta ocasi6n la
po(ida impidio que los crabajadores llegaran al centro, 10 que llev6 a la dispersi6n por la ciu-
dad y a la concentraci6n en tres fcemes: norte, sur y oeste. efr. Viano, 2000, pp.
64 ARGENTINA, 1976. ESTUDIOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
ticipacion organizada y no organizada y una secuencia de inreraccion in-
tensificada entre disidentes y auroridades que pueden terminar en la refor-
rna, la represion y, a veces, la revolucion.
13
Estas rres formas posibles de
resolucion esruvieron presenres enrre los distinros actores que se moviliza-
ron y confrontaron en el periodo abierto luego del cordobazo yel ultimo
golpe militar en la hisroria argentina, el del 24 de marzo de 1976. Entre
elias, la alternariva de la radicalizacion y de la revolucion se convirrieron en
una posibilidad y en un marco cultural 0 interprerativo
l4
para muchos
sectores -especialmenre juveniles- plasmadas en diversas esrrategias,
desde la creaci6n del brazo armado de agrupaciones de izquierda para la
toma del poder, la intensiflcaci6n de los conflicros para promovet la insu-
rreccion general, la accion parridaria 0 a traves de distintas organizaciones
sociales buscando conformar frentes populares, hasta la lucha en los sindi-
caws y organizaciones fabriles para hacer efecriva una verdadera democra-
cia y represenracion obrera ylo profundizar los antagonismos de c1ase y
hacer posible el cambio del sistema y la cons[[ucci6n del socialismo. De
radas esas propuesras analizaremos solo las mas rrascendenres dentro del
movimiento obrero, dejando de lado las orras expresiones aunque sin des-
conocer las inAuencias e inreracciones mantenidas enrre los distinros espa-
cios y actores,
que hacemos referencia cuando hablamos de radicalizacion en eI
movimiento obrero? Como tal enrendemos las experiencias que, nurridas
de disrinras rrayectorias, verrientes ideologicas y con esrrategias tambien
diferenres, adoptaron posiciones c!asistas, en eI sentido de sostener una po-
sicion de autonomfa de c1ase y cuestionar los presupuestos fundacionales
del peronismo -identidad predominante entre los trabajadores- relati-
vos a la posible conciliaci6n de clases a [[aVeS de la regulaci6n del conflicro
con fuerte intervencion del Estarlo. Las experiencias concreras nos hablan
de la existencia de distintos "clasismos"j sin embargo, mas alia de las dife-
rencias, esas posiciones presentaron algunos elementos comunes. En pri-
mer lugar se traraba de una concepcion basada en eI anragonismo de clases
y, por 10 tanto, sosrenfa posiciones anricapitalistas
J
aunque se reconocieran
diversas estrategias para enfrentar al capital. Esw implicaba d rechazo de
las alianzas policlasist3s yJ en consecuencia, rambien de dll-igencias que
13T:urow, 1997, p. 264,
14 Zald, 1996, p. 262, 10 define como "las med.foras especilt..:as, L1\ It'presentaciollcs
simb61icas y las c1avcs cognitivas usadas para cvaluar los cvento!>, illtl'rpllol.n 0 moldcar el
cornponarnicnro y sugcrir modos alrernarivos de acci6n".
SINDICALISMO Y RADICALIZACION EN LOS SETENTA LAS EXPERIENCIAS CLASISTAS 65
sostenfan esa posibilidad negociando con la parronal 0 con los gobiernos
de tumo sin atender las demandas de sus bases. De este modo, la oposicion
a las burocracias sindicales y la defensa de las asambleas y de la democracia
direcca como metodos de expresi6n de los intereses de c1ase se convirtieron
en los principales instrumentos de la lucha fabril y politica. Se intent6
tambien la conformaci6n de alianzas de c1ase a traves de distinras coordi-
nadorns 0 frentes con orras expresiones radicalizadas denrro del movimien-
to obrero, 0 can orros sectores que compartieran estos presupuestosj es
decir, se busc6 ---<:omo parte de la iucha politica- generalizar los conflic-
tos a traves de repertorios que les dieran visibilidad. La maxima
marerializaci6n en eI plano de la produccion era conseguir el control obre-
ro, que terminarfa con la alienacion propia de 1a relacion capiralisra, aun-
que s610 en pocos casos se lleg6 a esta experiencia.
Pero fuecon las vertientes ideol6gicas que incidieron en los mo-
vimienros clasistas espedficos que se dieron en el pafs en el periodo? Po-
demos reconocer dos Ifneas principales: una provenienre de la izquierda
marxista y otra que, can una matriz peronista, en el contexto de la pros-
cripci6n, del exilio del lider y de las luchas en el intetiot del movimiento
por deflnir la identidad peronista, se inspir6 en el modelo cubano: habfa
que convertir al peronismo en la expresi6n exclusiva de los intereses de la
clase obrera, rechazando asf la alianza policlasista.
Dentro de la primera hay que destacar ia vertiente trotskista y la linea
del Partido Obrero Trotskista, que apelaba a la acci6n directa de base y a la
consrirucion de comites de fabrica para ejercer un verdadero control obre-
ro y que, durante los afios sesenta, a traVes del Partido Revolucionario de
los Trabajadores (PRT), conform6 un nucleo pequeno pero permanente
de militantes en algunos sindicatos. En 1968, luego de su cuatto congreso,
el PRT se dividi6 en dos corrientes: el PRT "EI Combatiente", conducido
por Mario Santucho, que en 1969 opt6 por la constituci6n del brazo ar-
mado del partido dando lugar al nacimiento del Ejercito Revolucionario
del Pueblo (ERP), y, por OtrO lado, el PRT "La Verdad", que bajo elliderazgo
hist6rico de Nahuel Moreno se convirti6 en 1972 en eI Partido Socialista
de los Trabajadotes (PST) al unirse con el sector del Partido Socialista lide-
rado por Juan Carlos Coral.
15
Otra linea dentro de la vertiente marxista fue
la que sigui6 el modelo de la revoluci6n china,considerando que no era
una vanguardia iluminada sino la insurreccion popular, la lucha de masas,
la que haria posible la revoluci6n. Esta constituy61uego de 1967 el Partido
"Gord;llo, 1996, p. 203.
66 ARGENTINA, 1976. ESTUDlOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
Comunista Revolucionatio (PCR) que en 1972 ganatia a varios dirigentes
del Sindicato de Mednicos y Alines del Transporte Automotor (SMATA) 16
C6rdoba y tuvo tambien gravitaci6n en orros sindicatos, sabre todo a tra-
ves de Vanguardia Comunista (Vc). Tambien de inspiracion marxista, aun-
que no abiertamente dedarada hasta que eI contexto 10 hizo posible, fue la
posicion que crisralizo en Cordoba en eI Sindicato de Luz y Fuerza, soste-
nida por Agustin Tosco, principal referente del sector "independiente"
autodefinici6n del sector para diferenciarse de la identificaci6n con el pe-
ronismo que habian hecho las "62 organizaciones">17 que aspiraba a un
futuro socialista pem consideraba que, dadas las caracterfsticas de la socie-
dad argentina, este solo serfa posible constiruyendo un frente que induye-
ra a todos los secrores populares progresistas y descartaba la via armada
para la toma del poder.
La vertiente peronista que sostenia una posici6n clasista se constituy6
tempranamente en torno a la figura de John Williams Cooke, primer dele-
gado de Peron luego de su exilio, quien esruvo en Cuba en los primeros
anos de la revolucion. En 1964 inspiro eI nacimiento del Movimiento Re-
volucionario Peronista (MRP) que colocaba a la dase trabajadora, organiza-
da desde sus bases y en contra de las burocracias, como la unica capaz de
lIevar adelante el proceso revolucionario que este sector alentaba. Si bien
en 1967 un desprendimiento de este sector conform6 Acci6n Revolucio-
naria Peronista (ARP), de la que se desprenderfan posteriormente las Fuer-
zas Armadas Peronistas (FAr), como brazo armado con una estrategia "fo-
quisra", la linea mas obrerisra sosruvo la lucha desde la base fabril
conformando luego eI Peronismo de Base (PB), conocidos tambien como
los "alternativistas" porque sostenian la alternativa de clase.
18
Antes de pasar a analizar las experiencias concretas que tuvieron lugar,
parece conveniente llamar la atenci6n sobre ciertas condiciones y caracte-
rfsticas comunes en elIas que nos permitan avanzar en alguna explicacion
sobre su surgimiento y posterior desarrollo. En efecto, 10 primero que
conStatamos es que estos movimientos surgieron en los secrores mas dina-
micos de la economia, en aquellas indusrrias desarrolIadas con posteriori-
16/dem.
17 AI fracasar la realizaci6n del Congreso Normalizador de la CGT convocado par eI
gobierno de la "Revoluci6n Liberradora" en 1957 y -en consecuencia- ame la imposibi-
lidad de comar con una cemral de rrabajadores, se constituyeron varias agrupaciones imer-
sindicales. Entre elias las "62 organizaciones peronistas" agrup6 a los sindicaros idemifica-
dos con eI movimiemo peronista, convirriendose en la represemaci6n sindical del mismo.
18 Gordillo, 1996, pp. 193-195.
SINDICALISMO YRADiCALlZACION EN LOS SETENTA: LAS EXPERIENCIAS CLASISTAS 67
dad a 1955, la mayorfa de elias en manos de transnacionales con fuerte
inversi6n de capital, donde -asu vez- sus rrabajadores no contaban con
s6lidas tradiciones sindicales, 10 que los llev6 en algunos casos a conformar
al comienzo sindicaros de empresa 0 pro empresariales. Ademas tuvieron
como escenario distintas localidades del interior del pais donde la integra-
cion entre fabrica y comunidad era importante; el origen de las experien-
cias habrfa que ubicarlo entonces en un contexro de movilizaci6n donde
los conAicros espedficos pudieron ser definidos como "injustos"19 en la
interaccion can "aliados influyentes"20 que incidieron en la direcci6n que
tomaron esas experiencias. De este modo, mas alIa de las inRuencias ideo-
16gicas ya senaladas, que se activaron en el contexto particular de fines de
los sesenta, es necesario destacar que la mayorfa de los movimientos clasis-
tas en la Argentina surgieron en un principia como movimientos de base
obrera que buscaban la recuperacion sindical frente a las burocracias pero-
nistas a pro empresariales, sosteniendo la necesidad de contar con dirigen-
tes honesros que hicieran efectiva la democracia sindical y la atencion de
sus problemas concretos.
LAS EXPERlENClAS CLASISTAS
La radicalizacion en Cordoba
Los ejemplos en los sindicatos mecanicos
La industria automotriz comenz6 a desarrollarse en el pais en los ultimos
anos del gobierno de Per6n, a partir de los convenios para la radicacion en
Cordoba de la empresa italiana Fiat en 1954 y de la norteamericana Kaiser
en 1955, constituyendo esta ultima la empresa Industrias Kaiser Argentina
19 Gamson, 1995, p. 90, destaca tres componentes basicos que inciden cn eI paso a la
acci6n: injusticia, agencia e identidad. EI primero sc rcfiere a una hot cognition, una percep-
ci6n que es individual, ligada a la emoci6n, pero que se torna social al tomarse conciencia
de la siruaci6n y represenrarsela como colectiva; el segundo se refiere a la convicci6n de que
es posible modificar las condiciones a traves de la acci6n; mienrras que eI componente rcfe-
rido a la identidad es fundamental para pasar de un sentimiento de insatisfacci6n personal
a dennir un nosotros en oposici6n a un elias.
20 Entendemos como tales a profesionales, intelccruales y ac(ivistas polfticos que po-
ncn a disposici6n de los trabajadores herramiemas cuhurales para enmarcar su siruaci6n.
68 ARGENTINA. 1976. ESTUDIOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
(II(A). que en 1967 se convirtio en IKA-Renault. Luego de la calda de Peron.
y en especial con los planes desacrollistas del presidente Frondizi. nuevas
inversiones se establecieron en el pars, sin embargo la produccion de Cor-
doba lideto por varios anos eI mercado autOmottiz. Desde eI puntO de
vista del encuadramiento sindical. el personal de IKA constiruyo en 19561a
Seccional del SMATA Yesta firmo ese ano el primer convenio con la empre-
sa, que fue el primero firmado con una terminal automotriz. A este sindi-
catO se incorporo despues eI personal de otras plantas. muchas de elias
subsidiarias de la ptimeta. Otra fue la situacion del personal de la empresa
Fiat. que se habra instalado en la rona sudeste de la ciudad con tres plantas,
una allado de la otra: la de CONCORD, que comenzo produciendo maqui-
naria agricola y tractOres y luego inicio la fabricacion de autOs; la que pro-
duda grandes motOres Diesel (GMD) y la que fubricaba material ferroviario
(MATERFER). La empresa se nego a aceprar la incorporacion de su personal
al SMATA y, en cambio, propicio la creacion de tres sindicatos, uno para
cada planta: SindicatO de Trabajadores de Concord (SITRAC). Sindicato de
Trabajadores de Materfer (SITRAM) y SindicatO de Trabajadores de Grandes
MotOres Diesel (SITRAGMD). reconocidos oficialmente en 1964, y caraete-
rizados en los primeros anos por su escasa capacidad de negociacion que
los lIevo a adoptar en ocasiones posiciones pro empresariales. En 1966 el
SITRAGMD decidio su afiliacion al SMATA. por 10 que para eI momentO del
cordobazo solo el SITRAC Yel srTRAM permanedan como sindicaros auto-
nomos y se abstuvieron de participar en el movimiento. cuyos protagonis-
tas principales fueron eI SMATA YeI SindicatO de Luz y Fuerza.
Desde 1958 eI SMATA Cordoba esruvo control ado por dirigentes pero-
nistas que combinaron exitosamente movilizacion y negociaci6n para con-
seguir sus reivindicaciones. Estos se vieron afectados par la polftica aplica-
da por Ongan,a a partir de 1967. 10 que explica su activa participacion en
el movimiento senalado.
Una de las principales medidas del gobierno militar para descomprimir
la situaci6n luego del cordobazo fue la convocatoria a eomisiones paritarias
para la renovaci6n de los convenios colectivos, donde comenw a operarse
10 que puede ser definido como un proceso de irrupcion de las bases sobre
los dirigentes. Como ejemplos mas representativos habda que senalar los
que tuvieron lugar a comienzos de 1970: la imposicion de una nueva diri-
gencia en eI SITRAC (sindicatO de trabajadores de Fiat Concord) luego de la
asamblea del 23 de marzo. donde se exigio la renuncia de la Comision Di-
rectiva anterior acusandola de ser pro empresaria. y en el SITRAM (sindicato
de rrabajadores de Fiar Marerfer) al poco tiempo, dando origen a 10 que se
SINDICALISMO YRADlCALlZACI6N EN LOS SETENTA: LAS EXPERIENCIAS CLASISTAS 69
conocerfa como el sindicalismo "clasista" de Fiat. Ese cicio de protesta con-
tinuo can las ocupaciones de fabrica, en mayo, en la Division Planta Ma-
trices (Perdriel) integrada a la empresa IKA-Renault -donde se encontraba
eI personal mas calificado dentro del SMATA Ydonde militaban activistas de
izquierda- y en la principal planta IKA-Renault durante tOdo eI mes
de junio de 1970. En tOdos los casos la movilizacion fue promovida por las
bases 0 esrructuras intermedias pero luego eomenzaron a tejerse redes socia-
les mas amplias donde se pusieron a disposicion del movimiento de protes-
ta una serie de recursos que exeedlan los de las organizaciones implicadas.
EstO se evidenciada daramente sobre tOdo en la accion desplegada por la
nueva dirigencia del SITRAC YeI SITRAM que, desde una lucha inicial por
hacer efectiva una verdadera representacion sindical. la democracia interna
y un convenio similar al del SMATA -al que la empresa Fiat sistematica-
mente se habra opuesto--. fue agregando orros contenidos que la convirtie-
ron en uno de los polos aglutinadores de una alternativa polftica. Sin em-
bargo la radicalizacion con la que se asocio a este movimiento, sintetizado
en la famosa Frase de "Ni golpe oi elecci6n, revoluei6n", no estuvo presente
desde eI inicio sino que se fue definiendo sobre tOdo hacia fines de 1970 y
mas daramente en 1971 a pattir del "viborazo" de marzo de 1971.
Este ultimo. que fue tambien eonocido como segundo cordobazo",
ruvo como principales protagonistas a los trabajadores de la empresa Fiat,
aeompanados para enronees de representantes de organizaeiones armadas,
principalmente del ERP que. como parte de la estrategia del sectOr del PRT
al que este respond'a. habra iniciado desde fines de 1969 la penetracion en
fabricas, como la Fiat, nocontroladas por el peronismo. pues era mas facil
incidir en trabajadores que se habfan mantenido por tantos anos al margen
de la lucha sindical. Esro no significa que quienes constituyeron las nuevas
comisiones directivas hayan sido militantes de esa lInea sino que, en el
caldeado dima del poscordobazo. enconrraron en ese discurso radicalizado
y en las pracricas de democracia obrera 1a forma de diferenciarse y hacer
efectivas sus demandas que inicialmente buscaban solo mejoras en el am-
bito del trabajo. A medida que se fue desplegando el movimiento esa in-
Auencia ideologica, al igual que la de algunos nudeos del PB. fueron cre-
ciendo en las plantas; de todos modos la mayoda de los trabajadores no se
adhiri6 a la opcion de la via armada.
Para entender las causas del viborazo y el protagonismo de los actores
senalados tenemos que retrorraernos a la ocupacion de las plantas de Fiat
el 14 de enero de 1971 como reaccion frenre al despido de siete obreros.
algunos de ellos delegados. que llevo a la empresa a solicitar la intervencion
70 ARGENTINA. 1976. ESTUDIOS EN TORNO At GOtPE DE ESrADO
del ejercito. Los trabajadores tomaron ados funcionarios de Ia empresa
como rehenes y la crisis de Fiat se extendi6 por toda la ciudad euando la
totalidad de los trabajadores mecanicos convocaron a una huelga en soli-
daridad para eI dfa siguiente. La mediaci6n del gobernador de C6rdo-
ba, Bernardo Bas, impidi6 que la ciudad fuera ocupada militarmente y
dispuso la conciliaci6n obligatOria. EI 29 de enero eI SITRAC YeI SITRAM
presentaron una propuesta de convenio segun los lineamientos del nego-
ciado por el SMATA que la empresa no acept6. Esa situaci6n conRictiva co-
incidi6 con un momento politico particularmente sensible en COrdoba. El
lOde marzo fue designado gobernador interventor Jose Camilo Uriburu,
hijo de una familia aristocratica y representante de la derecha catolica, en
remplaw del mas contemporizador Bernardo Bas, cuando la CGT Regional
estaba programando un paro general para eI 12 de marzo. En ese dima, eI
nuevo gobernador anuncio en un discurso que "Dios Ie habfa encomen-
dado la misi6n de corrarle la cabeza a la v!bora venenosa que anida en
C6rdoba". La respuesta fue programar una acci6n conjunta de tOdos los
sindicatOs, induidos los de Fiat, para eI dfa 12, en repudio a esos dichos.
Cuando los nabajadores de Fiar iniciaron la marcha hacia eI centro, fueron
reprimidos por la polida que dispar6 sobre los nabajadores y mat6 a un
obrero. Durante todo eI dfa hubo enftentamientos con la polida yel 14 de
marzo unos diez mil cordobeses acompanaron eI correjo h1nebre del obre-
ro Alfredo Cepeda.
21
Los nabajadores de Fiat abandonaron las plantas eI
lunes 15 de marzo con la intenciGn de realizar una concentracion masiva
21 Anzorena, 1988, pp. 164-165, reJat610 siguiente,'que muestra la relaci6n con el
ERP: "Durante seis 0 siete kil6metros. el correjo, formado por unas cuatro mil personas, ha
venido lIevando eI ataud a pulso. Sobre el puede verse, por entre los cientos de cabezas de
la barrera humana, una bandera del ERP juntO a la Argentina [... J Rodeando la gran cruz,
que desde la parte superior de una lorna domina eI cementerio, se han ubicado caneles con
consignas: A UN COMBATIENTE CAfDO NO SE LO LLORA, SE W REMPlAZA EN LA LUCHA. Pa-
rado sobre el pedestal de la cruz, Paez, dirigente del SITRAM, unico orador del acto, llama a
'convertir el dolor en odio, en odio y combate contra los explotadores. Ha muerto un hijo
de la c1ase obrera y debemos jurar vengarlo'. Los aplausos a1teran, por unos momentos, la
paz del cememerio".
La otra operaci6n importame del ERP fue eI secuestro del director general de Fiat
Concord, Oberdan Sallustro, en C6rdoba, con eI objeto de que se reincorporaran los obre-
ros despedidos al disolverse eI SITRAC Yla liberaci6n de los guerrilleros y huelguistas encar-
cclados en marzo de 1972; eI gobierno prohibi6 eI pago del rescare y Salluscro fue muerto
cuando hula aillegar la polida allugar donde estaba secuestrado (Brennan, 1996, pp. 252-
253). EI autor destaca que, a pesar de estas acciones, los rrabajadores de Fiat nunca defen-
dieron la luch:!. armada.
SINDICALISMO Y RADlCALiZACI6N EN LOS SETENTA: lAS EXPERIENClAS ClASlSTAS 71
en el centro, pero diferencias en la coordinaci6n hicieron que las manifes-
taciones no fueran tan mul[itudinarias como las de mayo de 1969. Luego
de una breve concentracion, los obreros se dispersaron por los barrios, y en
las primeras horas de la tarde la ciudad estaba una vez mas sume[gida en
una ola de desnucci6n mayor induso que la del primer cordobaw. El fra-
caso de los sindicatos en la coordinaci6n de la protesta asegur6 la veloz
represi6n, sob[e todo POt la lIegada eI dfa 16 desde Buenos Aires de una
brigada antiguerrillera especial mente ennenada, y la ciudad fue ocupada
militarmente. A diferencia del primer cordobazo, el segundo tuvO un ca-
rncter mucho mas obrero que popular, acompanado por la dara presencia
de los nuevos actores politicos del momento: las organizaciones armadas.
Este movimiento fue una manifestacion de la radicalizacion que se hab!a
abierro en el pafs. EI gobiemo de 1a Revoluci6n Argentina, ahora a cargo
del general Lanusse, comprendi6 esa situacion y estim6 que la unica mane-
ra de detener las salidas antisistema era levantando la proscripci6n que
desde quince anos pesaba sobre eI peronismo y lIama[ a elecciones. Esro
fue 10 que prometi6 desde C6rdoba en eI mes de mayo allanzar el Gran
Acuerdo Nacional (GAN), e1ecciones que se lIevaron a cabo el 11 de marzo
de 1973, dando lugar al tercer gobiemo peronista. Sin embargo el gobier-
no militar combinola apertura con la represi6n de los que no se integraran
dentro de ese esquema y se procedi6 as! a la detencion de varios dirigen-
tes del SITRAC-SITRAM, acusados de subve[si6n, e induso del secretario ge-
neral del Sindicaro de Luz y Fuerza de C6rdoba, Agustfn Tosco, que se
convirti6 en orra alternativa dentro de las experiencias de radiealizaci6n del
periodo, sobre rodo luego de ser liberado a fines de 1972. Esta doble actitud
provoc6 que a partir de enronees la lucha se planteara en terminos politicos
y oblig6 a definir las esnategias a utilizar. Con sus diferencias y matices, los
distintos actores aeordaron la necesidad de un cambio politico, desde las
cupulas sindicales que buscaron ocupar un lugar dentro de la nueva reorga-
nizaci6n del movimiento peronista hasta los que, sin negar la posibilidad
del canal de acceso "democratico", se inclinaron mas hacia un proyecto de
socialismo naeional que uniera a los diferentes sectores del campo popular,
como era eI propiciado por el sindicalismo "combativo" de C6rdoba, segun
las aurodefiniciones dadas en eI Plenario de Gremios Combativos del 22 Y
23 de mayo de 1971, bajo e1lema:"La lucha debe continuar".
En ese sentido, el sindicalismo peronista de Cordoba sufri6 una per-
manente tension entre, por un lado. mantener un proyecto como el esgri-
mido en el Plenario de Gremios Combativos, coherente con la experiencia
de movilizacion vivida a partir del eordobaw y. por otra parte, las exigen-
72 ARGENTINA. 1976. ESTUDIOS EN TORNO ALGOLPE DE ESTADO
cias de subordinarse a un plan politico genera! decidido por Peron y los
dirigentes nacionales.
En s ~ linea de profundizacion ideologica, el SlTRAC Yel SITRAM rehu-
saron integrar la combativa delegacion Cordoba de la CGT, aislandose del
resto del movimienro ohrero y organizando, en cambio, el Congreso de
Sindicatos Combativos y Agrupaciones CIasistas, entre el28 y 29 de agos-
to de 1971, que los convirti6 en referentes de otras sindicaws del interior
que habran optado por esa vra.
22
Pero ni el gobierno oi la empresa estahan
dispuesros a tob'at esas posiciones, por 10 que el 26 de octubre de 1971 y
luego de haberse cancelado la personerfa gremial de estos sindicaros, el
ejercito ocupo las planras de Concord y Materfet, y disperso a los trabaja-
dotes que intentaban reunirse en asamblea. El 30 de ocwbre la emptesa
echo a 259 trabajadotes, incluyendo a casi todos los miembros de los co-
mites ejecutivos y cuetpos de delegados de SITRAC-SITRAM, dado que ya
podran ser despedidos sin que se ampararan en sus fueros sindicales.
23
Asr
termino la breve pero intensa experiencia clasista en Fiat. Los despedidos
intentadan luego cobijarse en la que a comienzos de 1972 se convirtio en
otra alternativa clasista, ahora en el SMATA.
En uno de los sindicatos mas importantes de Cordoba, el SMATA, Y
como un ejemplo de la radicalizacion que sobrevino al cordobazo, gano las
elecciones el 30 de abril de 1972 un militante del PCR, Renee Salamanca,
acompanado por Roque Romero encabezando la lista marton "Movimien-
to de Recuperacion Sindical", luego de catorce afios de conduccion pero-
nista. El primero, can una antiguedad de solo tres afios en el gremio, habra
sido delegado en la seccion Forja en la planta principal de IKA-Renault, y el
segundo provenia de la planta de personal mas calificado -Division Plan-
ta Matrices, Perdtiel- donde la oposicion de izquierda, fundamentalmen-
te del PCR, habia comenzado a actuar y tenia peso importante desde fines
de 1969. Sin embargo el mayor triunfo de esa lisra, que representaba una
oposicion de izquierda pero definida al comienzo como pluralista y de
desaHo a la burocracia, no ocurri6 entre el personal mas ca1incado y que
podia presumirse mas ideologizado sino en todas las secciones de la planta
de Santa Isabel, principal bastion del peronismo y que reunfa a persona!
heterogeneo en cuantO a categodas, asr como en la planta de Grandes Mo-
tores Diesel de la empresa Fiat. 24 Parece evidente que eI voto de los traba-
22 Brennan, 1996. p. 248.
B Ibid., p. 250.
24 La \/oz dd lnurior. C6rdoba, 30 de abril de 1972, Archivo SMATA C6rdoba (ASC).
SINDICALISMO YRADlCALIZACl6N EN LOS SETENTA: LAS EXPERIENCIAS CLASISTAS 73
jadores peronistas a la lista marron tuvO eI sentido de mantener eI nivel de
combatividad y acentuar la lucha desplegada por el sindicalismo de Cor-
doba, 10 que llevo a los dirigentes peronistas a denunciarlos recurriendo a
su argumento tradicional de asociar a la lista macron con la izquierda
apatrida que, ahara con nuevos metodos, instalaba en la organizaci6n eI
peligro del divisionismo y la atomizaci6n;25 les recriminaron que se ubica-
ran en la posicion "comoda, empleando el demagogico metodo de la con-
sulta a las bases"26 Un ejemplo de como se habia captado la experiencia
de movilizacion y el sentido que Ie daban los afiliados fue la propuesta de
modificacion de los estatutos del gremio y de afiliacion masiva de los em-
pleados administrativos. Estas reformas apuntaban al respeto de la volun-
tad de las bases, por 10 que proponian darle al cuerpo de delegados caracter
tesolutivo y no meramente deliberativo, pero con la Asamblea General de
Afiliados como organismo resolutivo supremo; se modificada tambien 1a
exigencia de un ano de antiguedad para ser delegado y se suspenderfa todo
tipo de impedimento. Otra medida de impacto fue la de poner los libros
contables a disposicion de los afiliados, integr:indose comisiones de control
de recaudacion por departamentos y fabricas, con trabajadores elegidos
en asambleas; se publicarfa mensual mente eI cuadro de ingresos y egre-
sos, y los miembros de la Comision Ejecutiva renunciadan al viatico dia-
rio que percibran los directivos anteriores.
27
Lo anterior demuestra el en-
fasis puesto en hacer efectiva la democracia de base y la honestidad de los
dirigentes.
Sin embargo las discrepancias ideologicas aparecieron cuando, en
1973, tuvieron lugar las elecciones nacionales generales. La conduccion del
SMATA comenzo a marcar las diferencias entre las bases peronistas y e1 pro-
yecto polftico de Peron que, finalmente, habra aceptado las reglas de juego
impuestas pOt el GAN. En ese cOntexto Salamanca fue definiendo cada vez
mas una posicion contraria a la participacion en las elecciones que instaba
a los anliados a votar en blanco. Si bien es cieno que esta posici6n Ie resto
momentaneamente algunos apoyos, posteriormente se recupero, al menos
en el plano sindical, a! volver a ganar el sindicato en 1974, en el marco de
un gobierno nacional peronista que habra comenzado a desplegar una in-
tensa purga de los sectores de izquierda.
25 Volante de Ia Agrupacion 24 de/ebrero, Cordoba, 22 de mayo de 1972, ASC.
26 Comunicado de la. Agrupllcion 24 de fibrero, C6rdoba, 23 de octubre de 1972, ASC.
27 Cordoba, Cordoba, 22 de junio de 1972.
74 ARGENTINA, 1976. ESTUDIOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
La apuesta del Sindicato de Luzy Fuerza de Cordoba
EI Sindicato de Luz y Fuerza de C6rdoba, que reunla al personal de la
Empresa Provincial de Energla Electrica de C6rdoba (EPEe), fue orro de los
sindicatos lideres en eI periodo. Oesde 1956 hasta 1974 su secretario gene-
ral fue Agustin Tosco, a excepci6n de los anos 1966-1968 cuando quien
habla sido su secretario adjunto ocup6 eI primer lugar, yenrre 1971 y 1972
en que estuvo preso. Aunque Tosco no era peronista, siempre conto con eI
apoyo de los trabajadores peronistas que reconodan en el a un dirigente
honesto, defensor de sus intereses y garante de la democracia interna en eI
sindicato. Durante la decada de los sesenta sostuvo una posicion combati-
va, reconociendo como sus principales enemigos a la burocracia, la dicta-
dura y eI imperialismo. Esto 10 llev6 a ser uno de los principales apoyos de
la eGT de los argentinos y a cumplir un rol protag6nico en eI cordobazo.
Su radicalizaci6n ideol6gica se produjo tambien luego del cordobazo y en
especial hacia 1971 cuando, conjuntamente con los sindicatos peronistas
combativos de C6rdoba, busc6 convertir la Oelegaci6n Regional de la eGT
en la promotora de la lucha contra eI sindicalismo negociador, aI que vela
cristalizado en las burocracias asentadas en Buenos Aires y, desde ella, a1en-
tar una alternativa de clase que depurara al movimiento obrero. Esta posi-
ci6n, que buscaba Ia uni6n de la clase por encima de las diferencias ideol6-
gicas, fue la que 10 lIev6 a discrepar con eI clasismo de Fiat que se negaba a
integrar una central controlada por eI peronismo. Los sucesos ocurridos en
C6rdoba en 1971 y los meses rranscurridos en la drcelle sirvieron para
precisar su posici6n ideol6gica y cuando regres6 se defini6 partidario de un
"sindicalismo de liberacion", que compartia arnpliamente las posiciones
clasistas sobre la propiedad privada, eI Estado y la necesidad de construir
un movimiento socialista en fa Argentina, si bien apenas en eI contexto
pr6ximo a las elecciones de 1973 proclam6 publicamente su adhesi6n al
marxismo.
28
Fue para entonces cuando se comprometio ademis en fa cons-
truccion de una alternativa polftica que luego se conocio como Frente An-
tiimperialista por eI Socialismo (FAS), negandose a apoyar la candidatura
del peronismo en las elecciones nacionales. En cambio. si 10 hizo frente a
su f6rmula provincial que como vicegobernador coloc6 en C6rdoba aI di-
rigente sindical Atifio Lopez, viejo compafiero de lucha de Tosco. acompa-
nando a Obreg6n Cano, candidato apoyado por los sectores de izquierda
del peronismo. A partir de 1973, con eI gobierno peronista nuevamente en
28 Brennan, 1996, p. 269.
SINDICALISMO YRADICALIZACION EN LOS SETENTA: lAS EXPERIENCIAS CLASISTAS 75
eI poder, se convirti6 junto con Salamanca en eI principal arrlfice del Mo-
vimiento Sindical Combativo (Mse), frente conformado tambien con los
sindicatos clasistas existentes en otros lugares del pais, para sostener una
posicion de clase ante los permanentes embates del nuevo gobierno hacia
los sectores de la izquierda. En efecto, luego de los primeros meses de eu-
foria revolucionaria durante eI gobierno de Campora --<:andidato del
Frente Justicialista de Liberaci6n puesto por Per6n ante la imposibilidad
de presentar su propia candidatura-, quien ocupo fa presidencia entre
mayo y julio de 1973, el regreso de Per6n al pais eI 20 de junio de 1973 y
la posterior asuncion de su tercer gobierno en octubre signincaron la depu-
raci6n de los sectores de izquierda y eI restablecimiento de la ortodoxia y
el verticalismo en el movimiento, al igual que medidas disciplinarias hacia
los seCtores antiburocraticos en el movimiento obrero. Fue asi como los
sindicatos combativos del interior se convirtieron en los principales oposi-
tores a los cambios en la legislaci6n laboral que tendieron a reforzar eI po-
der de las cupulas.
29
EI ano 1974 marcarfa en C6rdoba eI inicio de la des-
articulacion de esos proyectos combativos.
Las experiencias en el cordOn industriaL santaftcino
EI SOEPU YeI control obrero
Como ya senalamos, la industria petroqulmica fue orra de las que se des-
arrollaron luego de 1955, conformando un polo importante en la zona
norte del Gran Rosario, provincia de Santa Fe. Una inversion significativa
fue la de la Petroqulmica Argentina, S. A. (PASA), en Puerto General San
Martfn, sobre eI rio Parana. EI personal de esta planta, a1tamente calificado,
organiz6 un sindicato de empresa, el Sindicato de Obreros y Empleados
Petroqulmicos Vnidos (SOEPU), que en 1964 obtuvo su personerla gremial
con un radio de acci6n Iimitada a los departamentos de Rosario y San Lo-
renzo. En un comienzo se trato de un sindicato docil y pro empresarial
pero, en el contexto abieno por la dictadura de Onganfa, un grupo de tra-
bajadores de extracci6n ideol6gica diversa: peronistas, miembros de la Fe-
deraci6n Juvenil Comunista, algunos socialistas y de la Juventud Cat6lica,
decidieron conformarse en una alternativa para la direccion del sindicato
29 Por ejernplo la nueva Ley de Asociaciones Profcsionales que lirnitaba el poder de las
representaciones de base. Gordillo. 2001, p. 191.
76 ARGENTINA, 1976. ESTUDiOS EN TORNO AL GOLPE DE ESrADO
constituyendo la Lista Verde. En 1968 se hicieron cargo del sindicaro. con
un programa de democracia obrera y una posicion c1aramente anriburocra-
tica.
30
Pero, ademas, se llevo a cabo una experiencia de integracion local de
los gremios combativos que anticipolo que luego fueron Otras coordinado-
ras. Asi en 1969 se formo la "Intersindical de San Lorenzo", que reunio a
ceramistas, quimicos, petroquimicos. jaboneros, qufmicos papeleros, entre
otros donde habfan crecido los grupos combativos; esta permanecio hasta
1973 y busco luego su integraci6n con los orros sindicatos clasistas que
exisdan para entonces. Una reivindicacion particular que fue instituciona-
lizada como una gtan conquista en el convenio colectivo de 1973 fue la de
conformar a comienzos de 1969 un nucleo de personal con "capacitacion
global" -es decir, no destinado a puestos fijos sino con conocimientos
generales para ocupar distintos puestos de trabajo, 10 que en terminos ac-
wales seria definido como personal "polivalente"- denominado "Cuerpo
de Volantes de Relevo". Este tenia la funcion de templazat las ausencias que
se producfan en la planta hasta cumplir un maximo de 30 horas mensuales
o 120 anuales. con 10 que se posibilito el ingreso de nuevos rrabajadores y.
a la vez, en caso de ausencia de a1gun remplazante. se libero al personal de
tener que cumplir jornadas de hasta 16 horas. Esto fue preparando un nu-
cleo de personal apto para distintos puestoS que fue posteriormente esen-
cial para la autogesti6n. Los rrabajadores percibian que la rotacion elevaba
eI conocimiento y, de alguna manera, disminuia la alienacion.
Pero la intencion de trascender la situacion local y alentar un proyecto
politico se materializo en la presencia del SOEPU en el Plenario de Gremios
Combativos de C6rdoba. donde los asistentes se pronunciaron por el so-
cialismo.
31
Esta posicion fue mantenida frente a las elecciones nacionales
de 1973, dado que si bien el sindicato no Ilamo a votar en blanco y dej6 en
libertad a sus afiliados para actuar segun su conciencia. sf destacoluego que
haber derrotado a la dictadura no era haber terminado con la explotacion
)(l y Resels, 2006, p. 35, destacan que se proponran "'luchar contra la patronal,
la burocracia sindical, contra eI secrarismo y partidismo denno de la organizaci6n gremial
y por la aplicaci6n de la democracia obrera en rados los niveles"; los dirigenres no perciblan
remuncraci6n por su funci6n y concurrlan diariamente a ocupar sus puestos en la planta.
31 Ibid., p. 94. Asf expresaban su posici6n ideol6gica: "[ ... ] Capitalismo significa me
dios de producci6n en manos privadas. Socialismo significa medios de producci6n en ma-
nos de 1a sociedad roda (... J AI sistema capitalisra 10 sOSliene un poder poIrtico basado en
Jeyes que garantizan la propiedad privada de los medios de producci6n. Y 10 defiende un
aparato represivo, cuya funci6n es mamener el orden existente: fuenas armadas, pol ida.
c:irceles, etc. [... ]"
SINDICALISMO YRADlCALIZACION EN LOS SETENTA: u.s EXPERIENCIAS ClASlSTAS 77
y habia que seguir luchando
n
Esto 10 Hevo a oponerse. al igual que el
resto de los sindicatos analizados, a la polftica de "Pacto Social" lanzada
por el tercer gobierno peronisra que se asentaba en el acuerdo entre el go-
bierno. la CGT y la Confederacion General Economica (CGE). como repre-
sentante del sector empresario. para eI congelamiento de precios y salarios
y la suspension de las manifestaciones de protesta. En contraposicion a
esto sostenla. en cambio, la necesidad de una polltica economica radical,
que nacionalizara los grandes monopolios extranjeros que controlaban las
industrias de punta y que avanzara en una reforma agraria. Para entonces
uno de los grupos mas influyentes en cuanto a las definiciones ideologicas
era el Peronismo de Base (PB). Esta idenrificaci6n seguramenre incidio en
la posici6n adoptada en junio de 1974 euando. en medio de un conAicto
con la empresa por reclamos salariales, eI gtemio decidio -a pedido del
propio Peron- suspender ese reclamo y. en cambio, formar una comisi6n
de control de precios en la zona y de la produccion y precios de 10 fabrica-
do en PASA.
33
Este ejercicio y la experiencia de trabajo en distintos puesros
que tenian algunos trabajadores los llev6 a que, ante un nuevo conflicto
con la empresa, decidieran romar la planta el 26 de julio y poneda a fun-
cionar bajo control obrero por 28 dias. Efectuaron la ocupaci6n sin violen-
cia, permitiendo el ingreso de los directivos de la empresa. pero fue una
demostracion de 10 que podian hacer los trabajadores cuando se sendan
duenos de su rrabajo. Sin embargo. denrro del clima de violencia que se
observaba en eI interior del propio movimienro peronista, esta experiencia
de democracia obrera no podia prosperar y la persecucion empezo a gene-
ralizarse hacia sus dirigentes y colaboradores, tal como sucedi6 con la de-
tencion del asesor lerrado del gremio. doctor Horacio Zamboni, eI 6 de
noviembre de ese afio.
34
32 Ibid., p. 100. En esa ocasi6n se pronunciaban "contra los patrones y los bur6cratas
{... J porque la liberaci6n de los traba;adores sera obra de los trabajadores mismos y por
ende continuarcmos nuestra marcha ascendente hacia la liberaci6n defini(iva de la c1ase
obrera".
33 Ibid. p. 119.
}4
78 ARGENTINA. 1976. ESTUDIOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
La UOM de Villa Constituci6n, el ultimo intmto de democratizaci6n
en un contexto de desarticulaci6n
Villa Constitucion, tambien sobre el rio Parana, se convirtio a partir de los
afios cincuenta en ouo polo de desarrollo en eI interior, esta vez en relacion
con la produccion de acero. Alii se instalo la empresa Acindar, de capitales
nacionales. muy cerca de Somisa, la siderurgica estatal radicada en San
Nicolas, que Ie pravda los insumos para sus uenes de laminacion.
35
Su
personal fue encuadrado en la Union Obrera Metalurgica (UOM), con una
fuerte intervencion de la conduccion de Buenos Aires. Ademas de esa em-
presa principal habra otras mas pequefias como Marathon y Metcon que
tambien conformaban este complejo industrial. En 1970, dentro del cicio
de protesta que ya hemos sefialado, una nueva comision interna opositora
a la conduccion intent6 activar una serie de conflictos postergados. Este
primer intento se vio frustrado porque la empresa despidio a casi todos los
delegados que los apoyaban; sin embargo sirvio para empezar a conformar
una agrupacion, eI Grupo Obrero del Acero (GODA), que luego se transfor-
mada en Grupo Obrero Combativo de Acindar (GOCA), encabezado por
Alberto Piccinini, Felix Delbo y Angel Porcu, que en 1973 ganaron la e1ec-
ci6n para comision interna. ya identificados como "Movimiento de Recu-
peracion Sindical, 7 de septiembre, Lista Marron".'6 Se trataba de una
identificacion similar a la del SMATA de Salamanca, aunque en este caso los
principales dirigentes no eran cercanos a ninguna agrupacion polftica sino
que se definfan como independientes. Sin embargo algunos de los que inte-
grarfan luego la comision direcriva fueron captados por eI PRT-ERP; no fue
eSte eI caso de Piccinini y de la mayoria de los trabajadores que rechazaban
la via armada. De todos modos este ultimo mantuvo contactos politicos
mas Auidos con Poder Obrero (ro), de orientacion marxista-Ieninista, for-
mado a fines de 1973. A mediados de 1974 esta agrupacion constituyo su
brazo armado "Brigadas Rojas", pero la accion en las fabricas apuntaba mas
a la organizacion de los obreros para conseguir un cambio revolucionario,
sin insistir en convertirlos en guerrilleros 0 en miembros de un partido
revolucionario. tal como hiciera eI PRT.
37
No obstante Piccinini. al igual
que Carlos Masera en el SITRAC, mantuvo su autonomia obrera.
SINDICALISMO Y RADICALIZACION EN LOS SETENTA: lAS EXPERIENClAS ClASlSTAS 79
La intencion de la Lista Marron era disputar la conduccion del gremio
en las e1ecciones generales de la UOM, previstas para marzo de 1974. Sin
embargo, lIegado eI momenro la UOM y la empresa, unilateral mente, deci-
dieron que no estaban dadas las condiciones para que estas se realizaran.
Ante la protesta de los miembros de la comision interna, doce delegados y
accivistas recibieron del sindicato un telegrama donde se les comunicaba
su expulsion del gremio. El rechazo fue unanime y. en una multitudinaria
asamblea, se decidio ocupar la fabrica -y enseguida las de Mararhon y
Metcon- y tomar como rehenes a los gerentes y personal jedrquico. ro-
deando la entrada con rambores de 200 litros de combustible para impe-
dir la accion de la polida.
38
Estas medidas se levantaron con el compromi-
so de realizar elecciones en el plazo de 180 dlas; la firma del acta de
compromiso fue celebrada como un triunfo. Los trabajadores abandona-
ron las Fabricas y marcharon hasta eI centro de la villa, donde tuvO lugar
un aceo masivo que sumo a todos los pobladores. conocido como el "villa-
zo". Para afirmar e1logro obrenido y dar visibilidad a 10 ocurrido se con-
. voc6, ademas, a un plenario antiburocratico en abril que COntO con la
presencia de Tosco y Salamanca y de OtrOS dirigentes de agrupaciones de
izquierda y del movimiento estudianti1.
39
Como ouo elemento de presion
para que se cumpliera 10 prometido. tambien eI ERP actuo secuestrando al
gerente general de Acindar que luego fue liberado. Sin embargo la mayorra
de las bases obreras se mostraron reacias a estas influencias. Finalmente las
elecciones se realizaron en noviembre y gano la Lista Marron con 65 por
ciento de los votos. EI 5 de diciembre asumio eI control del sindicato y 10
mantuvo por solo cerca de cuatro meses, pero durante ellos la actividad
fue muy intensa. El sindicato amplio su representacion con una anliaci6n
masiva de orras Fabricas, pasando de 4438 miembros a siete mil.
4o
Ademas
se convirti6 en el referente integrador de las demandas de la comunidad,
sobre todo al organizar una CGT Regional para unir a la clase obrera de la
localidad, donde las identidades comunitarias y de clase se mezclaban y
fundlan. Puso en pr:lctica tambien eI procedimiento de toma de decisio-
nes en asambleas masivas para todos los asuntos, incluso para lIevar ade-
lante la negociaci6n del proximo convenio. e1evando a la UOM central un
proyecto que garantizara la parricipacion de activistas de base y delegados
sindicales. A mas de proponer mejoras salariales. en las condiciones de
JS Paulon n al.. 1999. p. 21.
36 Idnn.
" Ibid., p. 114.
"Ibid., p. 25.
" Ibid., p. 29.
.. Ibid., p. 132.
--
80 ARGENTINA. 1976. ESTUDIOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
(rabaja, en los riemos de producci6n, etcetera, proponia crear una comi-
sian farmada por trabajadores y representantes empresariales para regular
el proceso de produccion. Pero ninguna de estas propuestas pudo concre-
carse, al cacr rambien sabre elias fa represi6n que ya se venia ejerciendo
sobre las otras expresiones radicalizadas que habfan prosperado en el mo-
vimienro obrero.
DESARTICULACI6N Y REPRESI6N. LA ANTESALA DEL TERROR...
La experiencia del SITRAC-SITRAM habla durado poco tiempo, desarticula-
da en parte por su decision de mantenerse al margen de la lucha conjunta
con el resto del movimiento obrero desatrollada desde Cordoba. Sin em-
bargo sobrevino todavia un periodo de crecimienro para las expresiones de
izquierda sindica\, en el que los clasistas de Fiat plebiscitaron la adhesion al
SMATA de Salamanca. siruaci6n que se resolvi6 negarivamenrc cuando en
1973 se decidio el encuadramiento sindical a favor de la UOM. La posicion
anriburocd.tica, anticapitalism y rambien anriporrena,41 que se habia ex-
pandido tambien por OtrOS sindicatos de Cordoba, comenzo a ser abortada
hacia fines de 1973 y, sobre todo, a partir de 1974. En efecto, el28 de fe-
brero un golpe policial apoyado por los seetores de la derecha peronista
pusieron fin al gobierno provincial de Cordoba inaugurando una ola de
violencia que anticipo 10 que ocurtirfa luego en el resto del pafs. Los prin-
cipales blancos de ataque fueron los sectores de fa izquierda peronista y de
la izquierda sindical no peronista, sobre todo a partir del mes de agosto
cuando fue nombrado como interventor el brigadier Lacabanne. En medio
de ese c1ima, Salamanca habfa vuelto a ganar las elecciones de su gremio en
mayo y SOstuvo un plan de lucha frente a la suspension en julio de cerca
de tres mil trabajadores, que fue seguido del anuncio de un lockout en Re-
nault eI 3 de agosto. EI gobierno envio tropas de gendarmerfa para ocupar
la planta y ante la resolucion de resistir las presiones de Buenos Aires, el
SMATA central expulso del sindicato a Salamanca y al resto de los miembros
de su comision directiva, decreto la suspension de la seccional y la intervi-
n0
42
Esto fue posible por la falta de apoyo dentro del sindicalismo pero-
41 En la Argentina se denomina "portefios" a los habirantes de Buenos Aires y exine
una rivalidad hisr6rica enue esros y muchas provincias del interior, como es eI ca.so de
C6rdoba.
42 Brennan, 1996, pp. 362-364.
SINDlCALISMO YRADlCALIZACION EN LOS SETENTA: LAS EXPERIENClAS CLASISTAS 81
nista que para entonces tenian estas expresiones; el mismo Atilio Lopez
intentaba recuperar su lugar en el movimienro cuando el grupo paramilitar
Alianz.a Anticomunista Argentina (AAA), compuesto por integrantes de la
derecha peronista, 10 acribillo juntO con el ex abogado del SITRAC-SITRAM
Curuchet, en una visira a Buenos Aires el 16 de sepriembre. Stas adver-
rencias se completaron con la intervencion gubernamenral direcra al Sin-
dicato de Luz y Fuerza, acusando a sus dirigentes de participar en activida-
des subversivas y enviando tropas del ejercito para ocupar su sede el lOde
octubre. Tosco y el comite ejecurivo lograron escapar al arresto y, a partir
de entonces, pasaron a la clandesrinidad.
43
Tosco murio eI 5 de noviem-
bre de 1975 a ralz de una enfermedad que, por su situacion, no pudo reci-
bir adecuada arencion medica.
La escalada contra los sindicatos combativos continuo en el mes de
marzo de \975 en Villa Constitucion. A las cuatro de la mafiana del 20
de marzo comenzo el operativo represivo ordenado por el gobierno pero-
nista contra la "serpiente roja del rfo Parana".44 Lideres y dirigentes sindi-
cales de la UOM, de la CGT Regional y de otros gremios fueron sacados
de sus casas y Ilevados detenidosj se calcula que sumaron cerca de trescien-
tos. La sede de Ia UOM fue ocupada por fuerzas policiales
45
Se organizo la
resistencia de la comunidad y los obreros iniciaron una huelga, con la soli-
daridad de la localidad de San Lorenzo. Se formo tambien un comite
de lucha que la mantuvo por dos meses. Militantes tanto del ERr como de
Montoneros iniciaron acciones contra la policia y algunos empresarios,
pero finalmente los obreros regresaron a las fabricas. La represion conti-
nuo, at igual que en Cordoba, deteniendo y secuestrando a militantes.
Antes del 24 de marzo de 1976 ocho miembros del comite de lucha habfan
sido asesinados 0 desaparecidos
46
EI golpe final vendrfa con la dictadura:
el mismo 24 de marzo fue intervenido el SOEPU y Salamanca detenido y
desaparecido, al igual que Tomas Oi Toffino, sectetario adjunto de Tosco
en eI Sindicato de Luz y Fuerza.
" Ibid., p. 37 I.
44 Paulon ~ t a/., pp. 138-139.
4 ~ J d ~ m .
"'Ibid., pp. 160-161.
-I
82 ARGENTINA, 1976. ESTUDIOS EN TORNO AL GOLPE DE ESTADO
A MANERA DE CIERRE
Hemos intentado analizar algunas de las varias expresiones radicalizadas
que tuvieron lugar en el periodo, buscando comprender sus caracteristicas
y, sobre rodo, las condiciones que las hicieron posibles. Una primera con-
clusion muestra que estas fueron viables denno de un ciclo de protesta
general contra la dictadura de la Revolucion Argentina, precipitado por
una forma particular de funcionamiento del sistema politico que impedia
la participacion del peronismo. Una segunda observaci6n las asocia con el
desarrollo de industrias nuevas, concentradas geograficamente, con traba-
jadores que en la decada de 1960 se mantuvieron en su mayoria al margen
del proceso de reconsritucion del aparato sindical y de Ia logica de pre-
sionar para negociar, l1evada adelante por el sindicalismo peronista.. Una
tercera conclusion se refiere a que, a pesar de los intentos desarrollados
por diferentes vertientes ideologicas que crecieron en el periodo y buscaron
dar direccion a los movimientos, estos prosperaron porque se asentaron en
demandas de base fabril relacionadas con siruaciones laborales espedficas
perc, tambien, en la busqueda de una efectiva representacion y participa-
cion que llevaron a los dirigentes mas definidos pollticamente a la perma-
nente tension entre sus identificaciones ideologicas y la responsabilidad
que como dirigentes obreros tenian de representar a los distintos sectores.
Sin embargo, Ia accion de los militantes mas ideologizados y las redes cons-
truidas contribuyeron a crear los marcos interpretativos para definir y sos-
tener la accion, asi como para difundirla en espacios mas amplias.
Queda sin embargo una cuestion crucial que requiere de investigacio-
nes historicas espedficas para no caer en generalizaciones 0 idealizaciones:
mas alla del golpe final que represento Ia dictadura, icual hubiera sido la
suerte de estas expresiones radicalizadas de autonomia obrera? ~ F u e aquella
la que llevo a su derrota 0, en cambio, habian comenzado ya a ser derrota-
das desde el propio movimiento obrero donde en otra coyuntura habian
encontrado posibilidades de prosperar? Estas preguntas resultan pertinen-
tes para evaluar la real insercion de las propuestas radicalizadas dentro del
movimiento obrero argentino, donde pareciera que la idenridad mayorita-
ria, construida historicamente, no logro trasponer los limites de una pos-
tura reformista, salvo en coyunturas espedficas 0 en contextos locales don-
de las identidades de clase aparecieron atravesadas y reforzadas por orros
componentes, comunitarios, autonomistas 0 anticentralistas, entre orros.
Quizas el duro golpe que significo la dictadura y el trauma general ocasio-
nado en la sociedad nublaron el analisis de las condiciones particulares
SINDlCAUSMO YRADICALIZACION EN LOS SETENTA: LAS EXPERIENCIAS CLASISTAS 83
para el desarrollo y posterior desarticulacion de los movimientos estudia-
dos, generando tradiciones y mitos que fueron recuperados en algunas ex-
periencias desarrolladas en el contexto de la Argentina actual, frente a la
crisis de representacion y en las idenridades obreras, vividas hacia el final
del siglo XJ(47
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LA IZQUIERDA NO ARMADA EN LOS ANOS SETENTA:
TRES CASaS, 1973-1976
DANIEL CAMPIONE
EI propositO de este articulo es presentar la actuacion de tres partidos politi-
cos -Comunista, Comunista Revolucionario y Socialista de los Trabajado-
res- penenecientes a 10 que genericamente puede denominarse "izquierda
no armada" en Argentina. en el periodo transcurrido entre las elecciones de
1973 y los primeros anos de la dictadura milirar insraurada en marro
de 1976. Las organizaciones seleccionadas pueden considerarse las mas im-
portantes entre aquellas claramente siruadas en la izquierda marxista que no
desarrollaban actividad guerrillera en la Argentina de los anos setenta, por 10
que hemos centrado la atencion en elIas, dejando de lado otras menores.
El desenvolvimiento de esos tres partidos se integra en el contexto de
una nueva conformaci6n de la izquierda socialisra y marxisra en Argentina
en los primeros afios de la decada de los sesenta. Esa evoluci6n se vinculaha
a la crisis que en eI plano mundial sufria eI prestigio de la URSS y, sobre
[Odo. a la existencia de experiencias revolucionarias recientes yoriginates,
especialmente las novedosas orientaciones chinas y el creciente inRujo de la
visi6n de origen "'guevarista". orientada a generar un proceso revoluciona-
rio latinoamericano a traves del "foco" guerrillero. Ademas de las inAuen-
cias exteriores. el proceso local de resistencia ohrera posterior al derroca-
miento de Peron en 1955 tambien alentaba enfoques renovadores.
,Que significaba izquierda "no armada" en eI contextO de la epoca? Los
tres partidos a los que nos referimos poseCan armas. impartian algun tipo
de insrrucci6n militar al menos a algunos de sus militantes y no exclulan
programatica ni estrategicamente la perspectiva de una confrontaci6n ar-
mada por el poder en eI cortO 0 mediano plazos. I Lo que los definfa como
I Induso eI pc. eI mas reticence a la lucha armada en esra crapa, imparda instrucci6n
milirar a algunos de sus cuadros en los afios se5cnca. Cfr. Rot, 2006. pp. 15 YS5.
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