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Reig - Discurso de Poder en Dibujos Animados

Este documento propone una metodología para analizar las representaciones de poder y la intencionalidad de crear determinadas mentalidades y comportamientos en los dibujos animados y series infantiles. Analizará el mensaje explícito e implícito en los contenidos más populares para identificar la transmisión de estilos de vida y valores asociados al mundo desarrollado. Se basa en la idea de que los medios se han convertido en referentes para los niños y muestran un universo imaginario que conformará sus creencias y valores futuros, por lo que es necesario un

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Reig - Discurso de Poder en Dibujos Animados

Este documento propone una metodología para analizar las representaciones de poder y la intencionalidad de crear determinadas mentalidades y comportamientos en los dibujos animados y series infantiles. Analizará el mensaje explícito e implícito en los contenidos más populares para identificar la transmisión de estilos de vida y valores asociados al mundo desarrollado. Se basa en la idea de que los medios se han convertido en referentes para los niños y muestran un universo imaginario que conformará sus creencias y valores futuros, por lo que es necesario un

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El discurso de poder en los dibujos animados.

Una propuesta terica y metodolgica

Dra. Rosalba Mancinas Chvez [email protected] Dra. Mara Jos Garca Orta [email protected] Dr. Ramn Reig [email protected]

Resumen

En este trabajo pretendemos trazar las lneas esenciales de una metodologa que permita identificar las representaciones de poder y la intencionalidad de crear mentalidades y comportamientos, que aparecen en los dibujos animados y en las series infantiles y juveniles audiovisuales. Para ello seleccionamos algunos de los espacios y episodios de dibujos animados de mayor audiencia y analizamos el mensaje explcito e implcito, buscando la transmisin de un estilo de vida y un grupo de valores asociados al estilo de vida propio del mundo desarrollado. Nos basamos en la idea de que los medios de comunicacin se han convertido en los grandes referentes para los nios, estn ocupando la posicin de figuras de autoridad y muestran un universo imaginario que ser la base para la conformacin de las creencias y los valores del futuro adulto. Para demostrar lo anterior precisamos de una base metodolgica compleja cuyas lneas maestras trazamos aqu.

Palabras clave:

Poder, dibujos animados, intencionalidad del mensaje, audiovisual.

Introduccin

Hoy en da es indiscutible la influencia de los medios de comunicacin audiovisuales en el desarrollo social y cultural. Los dibujos animados, en apariencia inocentes, permitidos por tanto- para los nios, no estn exentos de contenidos ideolgicos. Al contrario, pensamos que, detrs del mensaje explcito de historias para nios se esconde toda una estructura ideolgica que se transmite de forma velada. Un estilo de vida, unos valores determinados que se van convirtiendo en verdades incuestionables para los nios.

Tomando como punto de partida estudios que hemos realizado con anterioridad, planteamos en esta ponencia una propuesta metodolgica para llevar a cabo una investigacin que demuestre los efectos de los mensajes audiovisuales en los nios.

No buscamos demostrar los mensajes explcitos, utilizaremos informes y anlisis realizados por otras personas, como antecedente para nuestra investigacin, pero centraremos nuestro esfuerzo en analizar los mensajes implcitos, presentes en las series de dibujos animados de manera sutil, como un estilo de vida, donde los nios no cuestionan porque se presentan de forma natural, sin ser precisamente el tema de la serie analizada.

Tampoco pretendemos desarrollar un anlisis cuantitativo sino cualitativo, porque partimos de la base de que basta examinar unos casos para convertirlos en paradigmas de una corriente mensajstica muy extendida, algo que es constatable mediante un ejercicio de observacin estructural participante. Sin duda, un anlisis cuantitativo completara al cualitativo pero para un trabajo como ste se nos antoja excesivo e innecesario. Nos inclinamos por tanto por el estudio cualitativo de casos como basamento de una investigacin ms amplia que desplegaremos en el futuro en el seno del Grupo de Investigacin en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicacin, de la Universidad de Sevilla, al que pertenecemos

(www.grupo.us.es/grehcco).

Por otro lado, nuestro pilar metodolgico se levanta sobre la complejidad y la interdisciplinariedad, como nuestro anlisis. No es tan slo un enfoque meramente materialista y crtico hacia lo instituido. Es un punto de partida de anlisis cientfico de la sociedad que se puede aplicar a sociedades mercantiles o no, lo que sucede es que nosotros nos hallamos en el interior de un sistema que lo invade casi todo en el planeta, de un sistema casi nico, el de mercado. Nuestra misin es la de criticar y analizar para mejorar pero esa mejora no est en nuestras manos.

Bases tericas y aclaracin de conceptos

De lo que se acaba de indicar se deducen varios conceptos que debemos aclarar antes de seguir adelante, y lo haremos a partir de un esbozo de planteamiento terico que hunde sus races inmediatas en Marx (1983) y Gramsci (1977).

En efecto, lo que Marx apunt en varios de sus textos, fundamentalmente en el conocido prlogo de su obra Contribucin a la crtica de la economa poltica, lo desarrolla ms tarde Gramsci en sus escritos ms conocidos sobre la construccin y consolidacin de una ideologa entre los ciudadanos por parte de los intereses mercantiles. La superestructura ideolgica que se levanta sobre la base de la dinmica de las relaciones de produccin, una idea que tambin influy en Althusser -a quien hemos mitificado a pesar de que el autor de Para leer a Marx reconociera que l lo haba ledo poco- posee hoy una actualidad indudable porque aquel concepto de hegemona, pensamiento hegemnico o dominante, en la actualidad se sigue utilizando aunque con esferas que contienen tambin ideas pertenecientes no slo a lo estructural sino tambin a lo cotidiano. Nos referimos a esa expresin, lo polticamente correcto o no, que tanto se emplea en estos tiempos.

Por otro lado, parece de sentido comn y lgica que cualquier estructura de poder se empee a veces ya por rutina e incluso inconscientemente- en levantar superestructuras ideolgicas para durar y desplegarse en el tiempo, tngase en cuenta que Marx, Gramsci, Althusser y la Escuela de Frankfurt se 3

referan al mercado, por regla general, pero las apreciaciones marxistas, en este sentido, son aplicables a los regmenes que se llaman a s mismos marxistas, como son los casos de la China o la Cuba contemporneas, cada uno con sus respectivas peculiaridades. Por ejemplo, para salvaguardar su modelo de poder, los gobiernos de ambos pases se inmiscuyen a menudo en las actividades que sus ciudadanos llevan a cabo en Internet.

A partir de este basamento terico que hemos esbozado, el resumen y la introduccin de este trabajo proyectan una serie de conceptos y expresiones que es preciso concretar. A nuestro juicio, son los siguientes:

1. Cultura. Nos apuntamos al concepto de cultura que se deriva de la actividad antropolgica: un conjunto de valores, smbolos, mitos, ritos, comportamientos y conductas por medio de los cuales se rige una comunidad ms o menos amplia de seres humanos.

A partir de esta definicin, no valen simplicidades. La cultura no slo la originan y/o la consolidan los mensajes mediticos actuales sino que se ha ido conformando con el paso de los siglos; tiene que ver con una dinmica mensajstica ancestral, con la cotidianeidad y personalidad de los distintos estamentos sociales e incluso con lo que se ha denominado inconsciente colectivo. Los medios de comunicacin de nuestros das no controlan total y absolutamente la conformacin cultural, por ahora, pero s tienden a hacerlo, de forma consciente o menos meditada, tienden a hacerlo.

Ahora bien, lo hacen desde una estrategia de informacin, es decir, de dar forma a los pensamientos, de imponer la agenda del da, a partir del estudio cientfico de la sociedad, aplicando parmetros de anlisis psicosociales y sociolgicos que suelen lograr su funcionalidad para lo cual, en no pocas ocasiones, cuentan con la complicidad de los propios receptores. Esto no es un atenuante para las campaas y los ejercicios persuasivos de los medios y los grupos y conglomerados a los que pertenecen, no es un atenuante porque los emisores siempre gozan de una posicin de superioridad en relacin con el receptor ya que tienen acceso a la base primaria de informacin o confan en 4

quienes acceden a ella (las agencias de prensa, por regla general, que tambin pertenecen al mbito de la economa de mercado y/o son propiedad de los propios grupos y conglomerados).

2. Influencia de los medios de comunicacin audiovisuales en la sociedad y en el desarrollo social y cultural. Lo audiovisual es el sector comunicacional de masas por excelencia. En el audiovisual debe ya incluirse a Internet por cuanto en los ltimos aos se ha ido produciendo una migracin del nio y el joven desde la televisin hacia la pantalla del ordenador. Y esa migracin ir en aumento sin duda. Los peridicos digitales son audiovisuales y las series de televisin y pelculas dirigidas a nios y jvenes, estn contenidas en Internet. El dormitorio de los receptores jvenes suele ser un cubculo personal e intransferible donde los padres no suelen fiscalizar y los hijos elaboran sus propias estrategias como receptores activos.

Ahora bien, por una parte, como prcticamente carecen de formacin y de conciencia crtica, lo que elaboran est determinado por los mensajes y por el entorno inmediato que reciben y viven. Y ese entorno inmediato, a su vez, y por otra parte, est en manos de la economa de mercado. Adems, el nio y el joven no suelen tender a complicarse la vida utilizando Internet como herramienta epistemolgica (tampoco lo suelen hacer los mayores) sino como factor de entretenimiento. La industria audiovisual es eso, entretenimiento, pero no entretenimiento inocente, necesariamente, ni toda la actividad que emana de la dinmica mercantil es positiva para los seres humanos, ms bien es al revs, al someterse casi toda la actividad humana a la ganancia.

El resultado de esta situacin en cuanto a formacin de culturas en los nios y jvenes debe ser estudiado con detenimiento y sa es la causa principal de que estemos redactando este trabajo. Se ha producido un giro esencial en la interpretacin de los papeles de los distintos miembros de la sociedad? Hasta qu punto ese giro es esencial? Qu grado de influencia suscita? Cmo es esa influencia? Qu efectos puede originar en el futuro? Estimamos que se debe seguir profundizando en tan crucial asunto.

3. Los dibujos animados, en apariencia inocentes. Es otra de las expresiones que hemos empleado. Ya sabemos de sobra, sobre todo desde los trabajos de Martn Barbero, que existen pocos espacios inocentes y estimuladores del conocimiento (tomado como interpretacin solidaria y contextual del entorno) en el mundo audiovisual. Para menores o mayores, los concursos en los que una pregunta anodina conduce a un premio cuantioso, significan una apologa a la ganancia fcil, sin esfuerzo, con vistas al consumo de objetos que, se supone, van a aumentar el prestigio de unos (los vencedores) frente a los otros. Tener es ser o ser es tener, en este caso es equivalente.

Los anlisis de los dibujos y las series infantiles y juveniles no dejan de crecer. Citar una bibliografa sobre el tema sera un asunto monogrfico con personalidad de investigacin propia. Y basta husmear un poco en la Red para hallar textos interesantes:

Una bruja con poderes que siempre consigue lo que se propone, un grupo de amigos que en cada recreo tiene que enfrentarse con la malvada profesora que les hace la vida imposible, jvenes que empiezan a jugar al ftbol slo para ganar o dos familias que viven en la edad de piedra... Estos son algunos de los argumentos que centran el guin de los dibujos animados que actualmente emiten las televisiones

generalistas espaolas en horario infantil. Pero, pueden tener los padres la seguridad y la tranquilidad de que estas series son realmente un producto destinado a los ms pequeos? La respuesta a esta pregunta se resuelve en un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Granada, en el que se han analizado ms de 40 series de animacin y cuyos resultados revelan que la mayora de los dibujos no fomentan el respeto por lo diferente y mantienen estereotipos sexistas.

Se trata de un texto derivado de una investigacin elaborada en 2005 por el profesor Jess Pertez Lpez y su equipo que, adems, recoga conclusiones como sta:

En el anlisis de los personajes se han estudiado 117, se ha comprobado cmo a pesar de la evolucin de la sociedad, se siguen primando estereotipos sexistas y racistas. De esta forma, los resultados indican que por cada personaje femenino protagonista, hay dos masculinos, diferencia que no slo se muestra aqu sino tambin en las profesiones, ya que los hombres suelen ser jueces, profesores, cientficos y militares, mientras las mujeres son en un 35% amas de casa, y el resto maestras, brujas, conserjes y una psicloga (Sonrisa de acero). Ms significativa es an la raza de los personajes. De todos los personajes principales y secundarios analizados, slo cuatro no son de raza blanca. Un afroamericano (La Banda del patio), una hawaiana (Lilo y Stich), una negra (Pelswick) y una oriental (Sonrisa de Acero) son las excepciones.

La seccin Noticias Ciencia, de la web oficial de la Universidad de Granada, recoga el 12/12/2005:

El espacio destinado a los dibujos es otro de los factores estudiados por el equipo de profesores, que ha podido comprobar la escasa atencin que le prestan las cadenas generalistas en sus programaciones. TVE 1, Antena 3 y Telecinco concentran la emisin los fines de semana, incluso durante vacaciones, mientras que TVE 2, Canal Sur y, sobre todo, Canal Sur 2, son las que ms animacin emiten todos los das de la semana. Esta ltima emite el 32% de todos los dibujos animados de las cadenas, seguida de TVE y Antena 3, en torno al 20%, asevera el investigador.

Cuando redactamos estas lneas (enero de 2010) acaba de empezar una nueva etapa en la televisin pblica espaola. Al objeto de aumentar su calidad se argument oficialmente desde el gobierno en junio de 2009- se suprime la publicidad (unos seiscientos millones de euros de ingresos). Al margen de que esta medida se encamina a favorecer a los canales privados (ms en una poca de crisis) si hacemos caso al pie de la letra del argumento oficial, hemos de estar atentos a la evolucin futura de TVE y sus espacios en general, para todo tipo de pblicos. Porque, observado de forma genrica, el panorama 7

actual, cinco aos despus del trabajo constatado, no ha variado de manera notoria.

4. Estructura ideolgica que se transmite de forma velada y mensaje explcito e implcito. Son otras de las frases y conceptos que hemos reflejado al inicio de nuestro quehacer. La transmisin velada de una ideologa se lleva a cabo a travs de mensajes, sean como sean, explcitos o implcitos. Lo que s deben contener es una buena dosis de luz, entendida sta como beneficio individual, en principio y desde el punto de vista del alimento instintivo, en relacin con el sujeto que lo recibe. El beneficio viene dado por la cantidad de placer que se reciba y el placer desembarca en el sujeto mediante la sensacin de que se tiene poder real o por catarsis.

Ms en concreto. En este trabajo sealaremos cmo algunas series o dibujos destinados a nios y/o jvenes, minusvaloran o llegan a ridiculizar el papel de los padres y profesores. Ambos estamentos pueden representar elementos represores para el nio y el joven. Si una serie los pone en solfa, los destinatarios experimentan placer por catarsis y, al mismo tiempo, se sienten poderosos. El afn de poder de Nietzsche como motor de los seres humanos es algo a tener muy en cuenta.

Pero estamos ante algo ms sencillo que la actividad filosfica en general y la de Nietzsche en particular. Nos hallamos ante una dinmica de venta. El mensaje se vende mejor si le dices al cliente potencial que es guapo, listo, inteligente, valiente y poderoso, y le transmites todo eso con ideas, imgenes y un factor discursivo lineal lingstico. Pues de eso se trata, de indicarle al joven y al nio que es poderoso o que puede serlo. Eso s, al igual que suele suceder con no pocos productos que nos venden, al final no contienen las virtudes que nos prometen y ahora hay que aadir algo ms novedoso: que el mundo que los mensajes levantan en el interior de una mente humana se basa en la realidad pero no es la realidad, es una realidad virtual en la que uno puede vivir de forma virtual, es decir, sin tener en cuenta que las variantes mltiples que nos ofrece la realidad real superan con creces a las de la propia realidad virtual. 8

5. Creacin de valores y conductas duraderas. Estamos ante el regreso a la campana de cristal slo que ahora es ciberntica, digital. Y no es libre. Cuando los poetas Len Felipe y Juan Ramn Jimnez decidieron aislarse en su mundo, lo hicieron desde la base de la experiencia vivida en el exterior. Cuando el tambin poeta Arthur Rimbaud, a los veinte y pocos aos, concluye en que no escribe ms porque ha dicho cuanto tena que decir, tambin lo hace desde una vida experimentada con un vrtigo extraordinario. Len Felipe, despus de haber viajado mucho, estudiado, comprometido con su poca, etc., afirma que ya est bien, que toda la vida pasa por su ventana. Desde el ser en la vida romero pasa a asentarse en su habitacin dejando que la vida pase por su ventana.

Por supuesto, no se trata de mitificar hasta extremos no rigurosos figuras del pasado. Los tres podan estar equivocados pero los tres construyeron sus vidas y sus decisiones desde la vida misma. La ventana actual es ciberntica, es Windows, y existe pero no existe. Los nios y los jvenes ven, miran y aprenden a travs de ella, pero tiene un cristal delante que impide que el aire entre.

De la ventana con vidrio de sus hogares llegan a la del colegio, donde les esperan unas leyes de proteccin al menor tan protectoras que ms que leyes son abuelos permisivos. Los mensajes que ofrecen las ventanas no son espontneos ni naturales sino tratados mediante una estrategia comercial porque lo ms importante es que se asuman las cuas publicitarias de los intermedios y para eso hay que dar a cada receptor aquello que desea que le den segn le dictan sus inclinaciones instintivas y eso se lleva a efecto mediante el estudio de la psicologa social.

Con todo, de ese estudio no se desprende por fuerza que las empresas que los ejecutan vayan a actuar para educar a los nios y jvenes a favor de la sociedad. Puede que la educacin se oriente a favor de los intereses comerciales que no coinciden con el desarrollo cognitivo y emptico de los seres humanos. El yosmo implcito al humano es explotado, todos podemos ser hroes, todos podemos ser inteligentes, seres superiores. Pero luego llega 9

la realidad del propio mercado que crea esos mensajes y tal vez se produzca un choque. La cultura virtual y mensajstica en general, no coincide con la esencia de la cultura de la realidad real. La campana de cristal forjada por los media en combinacin con la actitud resignada de padres y educadores en general, acaba volvindose sobre el joven receptor.

Aspectos terico-emprico-metodolgicos

Para realizar un estudio como el que estamos presentando se vuelve indispensable el enfoque interdisciplinario, no es suficiente con el punto de vista de la comunicacin, sino que buscamos involucrar la visin de la sociologa, la psiquiatra y la psicologa, principalmente. Nos ayudar tambin realizar una perspectiva histrica y antropolgica de la sociedad actual.

La metodologa que proponemos se basa en el enfoque estructural, en la firme creencia de que los mensajes audiovisuales obedecen a un sentido:

Toda estructura de Poder precisa de un discurso, de unos mensajes, que la consoliden. La misin del Poder es no dejar de serlo. Para ello, el concurso y la complicidad mediticas son imprescindibles (REIG, 2004: 125).

El Poder necesita de unos mensajes que lo justifiquen, que lo consoliden y lo mantengan, para ello se genera un discurso mensajstico pro occidental en el interior de una totalidad estructural del ejercicio del Poder (REIG, 2004:125). No nos referimos a los mensajes explcitos que han sido analizados por otros investigadores, la novedad de nuestro enfoque es la bsqueda de los mensajes implcitos en la sutileza de unos dibujos animados en apariencia inofensivos.

Mencionemos por ejemplo la serie Doraemon, el programa infantil ms emitido en las televisoras abiertas disponibles para los nios andaluces 1. Los

Informe general sobre menores y televisin en Andaluca, 2008, Consejo Audiovisual de Andaluca. Se analizaron las siguientes emisoras: las seis cadenas generalistas nacionales

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personajes principales son: Nobita, el protagonista es malo en los estudios, es perezoso y desobediente, pero buena gente. Pertenece a una pandilla en la que destacan cada uno por su personalidad, Gigante, el gordito del grupo abusa de los dems por poseer mayor fuerza fsica, los obliga a servirle, a prestarle sus juguetes y a jugar con l al bisbol. Adems le gusta cantar, lo hace muy mal y obliga a sus amigos a escucharle. Suneo, el rico del grupo siempre est presumiendo sus juguetes trados de Amrica, se une a Gigante para hacerle la vida imposible a Nobita. Shizuka es el amor imposible de Nobita, un ejemplo de bondades femeninas: es ordenada, limpia y responsable, le gusta hacer pasteles, estudia piano y a menudo sale bandose.

La trama siempre es la misma, Nobita se mete en algn problema y Doraemon, un robot trado del siglo XXII le ayuda a resolverlo con uno de los inventos trados del futuro. As, Nobita utiliza por ejemplo- el pan empolln para aprenderse un libro entero sin necesidad de leerlo, slo tiene que untar el pan y comerlo, en automtico todos los conocimientos pasan a su cabeza. En el desarrollo de cada captulo, Nobita utiliza mal el invento y tiene que pedir ayuda a Doraemon pues el uso inadecuado del invento lo mete otra vez en problemas. Aparentemente el mensaje es que los inventos no resuelven los problemas, que es mejor el esfuerzo personal. Sin embargo, sostenemos la hiptesis de que la falta de formacin del nio le impide llegar a tal deduccin y se queda slo con la idea de la suerte de Nobita por tener un robot del futuro que le resuelve los conflictos.

Esta misma serie nos muestra de manera sutil un estilo de vida estereotipado, donde sin una palabra de gnero inculca a los nios los modelos de gnero deseables en sociedad. La madre de Nobita aparece siempre agobiada por el dinero, metida en la cocina, limpiando la casa, mandando al nio a hacer los recados y riendo por sus malas notas y su desobediencia. Cuando se le ve en la calle, es haciendo las compras. El padre, en cambio, siempre llega con su chaqueta y corbata, cansado del trabajo, esperando que la madre le haya puesto el bao y le tenga preparada la cena.
(TVE 1, La 2, Antena 3, Cuatro, Tele 5 y La Sexta), as como las dos cadenas pblicas generalistas andaluzas (Canal Sur Televisin y Canal 2 Andaluca)

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Algo similar sucede con Shin Chan, la segunda serie ms emitida en Andaluca, segn el Informe general sobre Menores y Televisin en Andaluca. El protagonista es un nio japons de 5 aos. El nio es lo contrario a todo lo deseable en un nio, es grosero, impertinente, lign, maleducado y descarado. Cada da, a travs de las aventuras del nio, la serie nos muestra el estilo de vida en Japn, cada vez ms similar a Estados Unidos, hace referencia a la admiracin que sienten por las cosas americanas y muestran, como en Doraemon personajes estereotipados.

Con estos dos ejemplos, mencionados aqu de manera rpida, demostramos la contradiccin de un sistema democrtico que prioriza las polticas de equidad de gnero y permite que las series infantiles ms transmitidas sean justamente las de mayor descaro en los estereotipos.

Otro ejemplo de lo que pretendemos hacer, lo esboza Ramn Reig (2004:87) cuando habla de Las Supernenas, una serie de Cartoon Network:

El argumento es siempre el mismo: algo va mal en alguna parte del mundo. Entonces se avisa a Las Supernenas y stas, que son tres, de tres colores y aspectos diferentes, a mamporrazo limpio arreglan la situacin. Es un mensaje esencialmente fascista o nazi: la dejacin de responsabilidades de los ciudadanos en pro de alguien supuestamente poderoso, igual que se hizo en Italia con Mussolini, en Alemania, con Hitler y en Espaa con Franco en tiempos malos para los segmentos dominantes porque sentan la amenaza sovitica o roja o liberal. Puede ser hoy George W. Bush el individuo a llamar como si fuera un supernene?

Despus del anlisis anterior, Reig concluye: Los dibujos educan y conforman comportamientos. Compartimos este convencimiento y pretendemos dirigir nuestro estudio a demostrarlo.

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Los comportamientos que inician los dibujos los prosiguen las series. En Drake y Josh, los protagonistas son, por supuesto, adolescentes. Entre la elipsis que transcurre desde el inicio hasta el final de cada captulo o aventura, la pantalla nos retrata un onrico estilo de vida americano. Para ahorrar dinero y que la produccin sea, nunca mejor dicho, en serie y propio de una industria cultural, apenas hay exteriores y cuando los hay se trata de zonas verdes y de casas blancas, dos colores que invitan al relax y a la paz. En el interior de las casas es raro ver una estantera con libros o de escuchar un guin sobre personalidades relevantes de la historia. Lo que importan son los aspectos instintivo-hormonales, son aspectos que complican menos la mente y venden mejor. La mxima de que quien algo quiere, algo le cuesta, en este caso es intil. Y no es que defendamos aqu aburrir a nios y adolescentes con disquisiciones densas sobre la moral y las buenas costumbres pero tampoco deseamos que sus cerebros se vayan desmembrando por falta de uso, al aplicrsele el mensaje ms fcil y explcito, simbolizado por la tarta que se estrella en la cara del payaso.

Ni la tarta es inocente. Porque la tarta en esta serie paradigma de otras- est acompaada por un monopolio adolescente que se ejecuta a costa de monopolizar los espacios pblicos de la casa, de desarrollar supuestos ingenios alborotadores que atentan contra el mobiliario y de hacer que los padres aparezcan al final del episodio y, como bobalicones, crean que all no ha pasado nada ya que de inmediato los convencen los agudos argumentos de los protagonistas.

Puede que el receptor se funda con ellos, puede que se sienta as poderoso, puede que se estime ms en un mundo donde no est permitido ser humano, fracasar. De esta manera, el consumidor ya estara captado, no slo para su niez y para su adolescencia sino para su fase adulta. No hay interaccin juventud-veterana, el senado ya no es como en Roma, el desarrollo cultural de una comunidad ya no precisa de los puntos de vista de un estamento de personas con experiencia y saber (PLIMAK y VOLODIN, 1984); la Repblica de Platn ha pasado a mejor vida, es totalmente intil. Las enseanzas que nos da la historia, incluso desde la prehistoria, no son tenidas en cuenta, el nuevo y 13

futuro consumidor es lo que importa, es el centro de la estrategia mensajstica. Y todo eso tiene consecuencias a medio y largo plazo. Estamos ante una serie de Estados Unidos donde la Historia da la impresin que comienza en el siglo XVIII, cuando se funda esta nacin y, a veces, da otra impresin: que se han olvidado de sus orgenes ilustrados.

Nuestra metodologa es opuesta a este hecho potencial. Perspectiva histrica y contexto son ineludibles a la hora de intentar llegar a lo ms profundo que subyace al mensaje meditico; es la metodologa estructural.

Sin embargo, para medir con ms o menos exactitud las consecuencias del mensaje se precisa de un instrumento metodolgico al que llamaremos Laboratorio de la Comunicacin (LADECO). De sobra es sabido el procedimiento segn el cual el pblico potencial de una serie audiovisual es estudiado en toda su riqueza de segmentos antes de que la serie se elabore del todo y se proyecte. Hay personajes para todos los gustos. De sobra son conocidos en la comunidad cientfica los experimentos psicosociales de cientficos como Milgram, Moscovici o Ash (REIG, 1995).

Pues bien, nuestra propuesta va en esta lnea. No es bastante con analizar el mensaje ni con la observacin participante, ni nos conformamos con las experiencia de otros colegas, siempre a tener en cuenta. Hay que meter los propios dedos en las llagas sin temor a que nos llamen descredos, el cientfico tiene la obligacin de ser descredo, igual que el periodista en general. Gracias al descredo, al hertico, al disidente, ha avanzado el conocimiento.

El receptor debe ser colocado ante el mensaje en el Ladeco. La concrecin metodolgica sobre los efectos ya es labor del grupo de investigacin al que pertenecemos, citado al poco tiempo de comenzar este texto. Es una metodologa abundante en los Estados Unidos (GARRIDO LORA, 2004) pero no en la universidad espaola pblica.

El funcionalismo y el positivismo estadounidenses deben experimentar una simbiosis con el enfoque crtico europeo, no son contrapuestos e 14

irreconciliables ambos procedimientos. El resultado va a ser de enorme utilidad para el avance del conocimiento y para el mercado mismo, depende de cmo y para qu se utilice.

Referencias

BORG, James (2009): La persuasin. El arte de influir en las personas, Pirmide, Barcelona. GARRIDO LORA, Manuel (2004): Violencia, televisin y publicidad, Sevilla, Alfar. GRAMSCI, Antonio: Escritos polticos (1917-1933), Siglo XXI, Mxico, 1977. JIMNEZ YEZ, Csar E., MANCINAS CHVEZ, Rosalba y MARTNEZ SOTO, Jessica (2008), Perspectivas de la Comunicacin, Vol. 1, N 2, pp. 7-16. JIMNEZ YAEZ, Csar y MANCINAS CHVEZ, Rosalba (2008): Influencia de la televisin en los nios. Anlisis a travs del dibujo infantil. Comunicacin, agosto-diciembre, ao/vol.17, nmero 002. Instituto Tecnolgico de Costa Rica. pp. 22-33. JIMNEZ YEZ, Csar y MANCINAS CHVEZ, Rosalba (2009): Semitica del dibujo infantil: una aproximacin latinoamericana sobre la influencia de la televisin en los nios: casos de estudios en ciudades de Chile, El Salvador y Mxico, Arte, Individuo y Sociedad, Vol. 21, pp. 151-164. MARX, K. y ENGELS, F.: Obras escogidas, Ed. Progreso, Mosc, 1983. MANCINAS CHVEZ, Rosalba: Mujeres animadas. Anlisis de los

estereotipos de gnero en las series de dibujos animados en Investigacin y Gnero. Avances en las distintas reas de conocimiento, Universidad de Sevilla, pp. 663-676 MEDINA, Camila (2000): La televisin y los nios, informe presentado en el Instituto Tecnolgico de Santo Domingo, disponible el 28 en de

http://www.intec.edu.do/~cdp/docs/Television.htm, diciembre de 2009.

consultado

MORAL, Flix y IGARTUA, Juan Jos (2005): Psicologa social de la comunicacin. Aspectos tericos y prcticos, Aljibe, Mlaga. PERTEZ LPEZ, Jess (Director); HIDALGO, Mara del Carmen; ARTETA, Javier y CABALLERO, Francisco (2005): 15

http://prensa.ugr.es/prensa/investigacion/verNota/prensa.php?nota=2709, se trata de una investigacin de la Universidad de Granada desarrollada en 2005. Consultada, 5/1/2010. PLIMAK, E. y VOLODIN, A. (1984): Cmo se desarrolla la sociedad, Mosc, Ed. Progreso. REIG, Ramn (2005): Televisin de calidad y autorregulacin de los mensajes para nios y jvenes, Comunicar, 25, pp. 63-70. (2004): Dioses y diablos mediticos. Cmo manipula el poder a travs de los medios de comunicacin, Barcelona, Urano. (1995): El control de la comunicacin de masas. Bases estructurales y psicosociales, Madrid, Libertarias/Prodhufi. VV.AA.: Anlisis del contenido ideolgico de los largometrajes de dibujos animados presentados en formato de video bajo la firma walt disney", disponible en http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_7/nr_103/a_1214/121 4.htm, consultado el 27 de diciembre de 2009. VV.AA.: Informe general sobre menores y televisin en Andaluca, 2008, Consejo Audiovisual de Andaluca.

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