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Declaracion Independencia Estados Unidos 1776 + Carta Derechos 1791

La Declaración de Independencia de los Estados Unidos declara la independencia de las 13 colonias británicas en Norteamérica de la monarquía británica. Enumera las quejas y agravios del pueblo estadounidense contra el rey Jorge III de Gran Bretaña, incluyendo la imposición de impuestos sin representación y la negación de derechos civiles básicos. Concluye declarando que los Estados Unidos son ahora naciones independientes y soberanas con derecho a gobernarse a sí mismas.

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Declaracion Independencia Estados Unidos 1776 + Carta Derechos 1791

La Declaración de Independencia de los Estados Unidos declara la independencia de las 13 colonias británicas en Norteamérica de la monarquía británica. Enumera las quejas y agravios del pueblo estadounidense contra el rey Jorge III de Gran Bretaña, incluyendo la imposición de impuestos sin representación y la negación de derechos civiles básicos. Concluye declarando que los Estados Unidos son ahora naciones independientes y soberanas con derecho a gobernarse a sí mismas.

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Declaracin de Independencia de los Estados Unidos de Amrica

En Congreso, 4 de julio de 1776. La Declaracin unnime de los trece Estados Unidos de Amrica, Cuando, en el curso de los acontecimientos humanos, se hace necesario para un pueblo disolver los vnculos polticos que lo han ligado a otro y tomar entre las naciones de la tierra el puesto separado e igual a que las leyes de la naturaleza y el Dios de esa naturaleza le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare las causas que lo impulsan a la separacin. Sostenemos que estas verdades son evidentes en s mismas: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre stos estn la vida, la libertad y la bsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legtimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecer las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La prudencia, claro est, aconsejar que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad est ms dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que est acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y establecer nuevos resguardos para su futura seguridad. Tal ha sido el paciente sufrimiento de estas colonias; tal es ahora la necesidad que las obliga a reformar su anterior sistema de gobierno La historia del actual Rey de la Gran Bretaa es una historia de repetidos agravios y usurpaciones, encaminados todos directamente hacia el establecimiento de una tirana absoluta sobre estos estados. Para probar esto, sometemos los hechos al juicio de un mundo imparcial. El Rey se ha negado a aprobar las leyes ms favorables y necesarias para el bienestar pblico. Ha prohibido a sus gobernadores sancionar leyes de importancia inmediata y apremiante, a menos que su ejecucin se suspenda hasta obtener su asentimiento; y una vez suspendidas se ha negado por completo a prestarles atencin.

Se ha rehusado a aprobar otras leyes convenientes a grandes comarcas pobladas, a menos que esos pueblos renuncien al derecho de ser representados en la Legislatura; derecho que es inestimable para el pueblo y terrible s, para los tiranos. Ha convocado a los cuerpos legislativos en sitios desusados, incmodos y distantes del asiento de sus documentos pblicos, con la sola idea de fatigarlos para cumplir con sus medidas. En repetidas ocasiones ha disuelto las Cmaras de Representantes, por oponerse con firmeza viril a sus intromisiones en los derechos del pueblo. Durante mucho tiempo, y despus de esas disoluciones, se ha negado a permitir la eleccin de otras Cmaras; por lo cual, los poderes legislativos, cuyo aniquilamiento es imposible, han retornado al pueblo, sin limitacin para su ejercicio; permaneciendo el Estado, mientras tanto, expuesto a todos los peligros de una invasin exterior y a convulsiones internas. Ha tratado de impedir que se pueblen estos Estados, dificultando, con ese propsito, las Leyes de Naturalizacin de Extranjeros; rehusando aprobar otras para fomentar su inmigracin y elevando las condiciones para las Nuevas Adquisiciones de Tierras. Ha entorpecido la administracin de justicia al no aprobar las leyes que establecen los poderes judiciales. Ha hecho que los jueces dependan solamente de su voluntad, para poder desempear sus cargos y en cuanto a la cantidad y pago de sus emolumentos. Ha fundado una gran diversidad de oficinas nuevas, enviando a un enjambre de funcionarios que acosan a nuestro pueblo y menguan su sustento. En tiempos de paz, ha mantenido entre nosotros ejrcitos permanentes, sin el consentimiento de nuestras legislaturas. Ha influido para que la autoridad militar sea independiente de la civil y superior a ella. Se ha asociado con otros para someternos a una jurisdiccin extraa a nuestra constitucin y no reconocida por nuestras leyes; aprobando sus actos de pretendida legislacin: Para acuartelar, entre nosotros, grandes cuerpos de tropas armadas. Para protegerlos, por medio de un juicio ficticio, del castigo por los asesinatos que pudiesen cometer entre los habitantes de estos Estados.

Para suspender nuestro comercio con todas las partes del mundo. Para imponernos impuestos sin nuestro consentimiento. Para privarnos, en muchos casos, de los beneficios de un juicio por jurado. Para transportarnos ms all de los mares, con el fin de ser juzgados por supuestos agravios. Para abolir en una provincia vecina el libre sistema de las leyes inglesas, estableciendo en ella un gobierno arbitrario y extendiendo sus lmites, con el objeto de dar un ejemplo y disponer de un instrumento adecuado para introducir el mismo gobierno absoluto en estas Colonias. Para suprimir nuestras Cartas Constitutivas, abolir nuestras leyes ms valiosas y alterar en su esencia las formas de nuestros gobiernos. Para suspender nuestras propias legislaturas y declararse investido con facultades para legislarnos en todos los casos, cualesquiera que stos sean. Ha abdicado de su gobierno en estos territorios al declarar que estamos fuera de su proteccin y al emprender una guerra contra nosotros. Ha saqueado nuestros mares, asolado nuestras costas, incendiado nuestras ciudades y destruido la vida de nuestro pueblo. Al presente, est transportando grandes ejrcitos de extranjeros mercenarios para completar la obra de muerte, desolacin y tirana, ya iniciada en circunstancias de crueldad y perfidia que apenas si encuentran paralelo en las pocas ms brbaras, y por completo indignas del Jefe de una Nacin civilizada. Ha obligado a nuestros conciudadanos, aprehendidos en alta mar, a que tomen armas contra su pas, convirtindolos as en los verdugos de sus amigos y hermanos, o a morir bajo sus manos. Ha provocado insurrecciones intestinas entre nosotros y se ha esforzado por lanzar sobre los habitantes de nuestras fronteras a los inmisericordes indios salvajes, cuya conocida disposicin para la guerra se distingue por la destruccin de vidas, sin considerar edades, sexos ni condiciones. En cada etapa de estas opresiones, hemos pedido justicia en los trminos ms humildes: a nuestras repetidas peticiones se ha contestado solamente con repetidos agravios. Un Prncipe, cuyo carcter est as sealado con cada uno de los actos que pueden definir a un tirano, no es digno de ser el gobernante de un pueblo libre.

Tampoco hemos dejado de dirigirnos a nuestros hermanos britnicos. Los hemos prevenido de tiempo en tiempo de las tentativas de su poder legislativo para englobarnos en una jurisdiccin injustificable. Les hemos recordado las circunstancias de nuestra emigracin y radicacin aqu. Hemos apelado a su innato sentido de justicia y magnanimidad, y los hemos conjurado, por los vnculos de nuestro parentesco, a repudiar esas usurpaciones, las cuales interrumpiran inevitablemente nuestras relaciones y correspondencia. Tambin ellos han sido sordos a la voz de la justicia y de la consanguinidad. Debemos, pues, convenir en la necesidad, que establece nuestra separacin y considerarlos, como consideramos a las dems colectividades humanas: enemigos en la guerra, en la paz, amigos. Por lo tanto, los Representantes de los Estados Unidos de Amrica, convocados en Congreso General, apelando al Juez Supremo del mundo por la rectitud de nuestras intenciones, en nombre y por la autoridad del buen pueblo de estas Colonias, solemnemente hacemos pblico y declaramos: Que estas Colonias Unidas son, y deben serlo por derecho, Estados Libres e Independientes; que quedan libres de toda lealtad a la Corona Britnica, y que toda vinculacin poltica entre ellas y el Estado de la Gran Bretaa queda y debe quedar totalmente disuelta; y que, como Estados Libres o Independientes, tienen pleno poder para hacer la guerra, concertar la paz, concertar alianzas, establecer el comercio y efectuar los actos y providencias a que tienen derecho los Estados independientes. Y en apoyo de esta Declaracin, con absoluta confianza en la proteccin de la Divina Providencia, empeamos nuestra vida, nuestra hacienda y nuestro sagrado honor.
http://es.wikisource.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_de_Independencia_de_los_Estados_Unido s_de_Am%C3%A9rica

http://www.archives.gov/espanol/declaration-es-large.html

La Carta de Derechos
3 de noviembre de 1791 Artculo Primero El Congreso no har ley alguna por la que adopte una religin como oficial del Estado o se prohba practicarla libremente, o que coarte la libertad de palabra o de imprenta, el derecho del pueblo para reunirse pacficamente y para pedir al gobierno la reparacin de agravios. Artculo Segundo Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violar el derecho del pueblo de poseer y portar armas. Artculo Tercero En tiempo de paz a ningn militar se le alojar en casa alguna sin el consentimiento del propietario; ni en tiempo de guerra, como no sea en la forma que prescriba la ley. Artculo Cuarto El derecho de los habitantes de que sus personas, domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias ser inviolable, y no se expedirn al efecto mandamientos que no se apoyen en un motivo verosmil, estn corroborados mediante juramento o protesta y describan con particularidad el lugar que deba ser registrado y las personas o cosas que han de ser detenidas o embargadas. Artculo Quinto Nadie estar obligado a responder de un delito castigado con la pena capital o con otra infamante si un gran jurado no lo denuncia o acusa, a excepcin de los casos que se presenten en las fuerzas de mar o tierra o en la milicia nacional cuando se encuentre en servicio efectivo en tiempo de guerra o peligro pblico; tampoco se pondr a persona alguna dos veces en peligro de perder la vida o algn miembro con motivo del mismo delito; ni se le compeler a declarar contra s mismo en ningn juicio criminal; ni se le privar de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal; ni se ocupar la propiedad privada para uso pblico sin una justa indemnizacin.

Artculo Sexto En toda causa criminal, el acusado gozar del derecho de ser juzgado rpidamente y en pblico por un jurado imparcial del distrito y Estado en que el delito se haya cometido, Distrito que deber haber sido determinado previamente por la ley; as como de que se le haga saber la naturaleza y causa de la acusacin, de que se le caree con los testigos que depongan en su contra, de que se obligue a comparecer a los testigos que le favorezcan y de contar con la ayuda de un abogado que le defienda. Artculo Sptimo El derecho a que se ventilen ante un jurado los juicios sujetos al "Common Law", en que el valor que se controvierta exceda de 20 dlares, ser garantizado, y ningn hecho de que haya conocido un jurado ser objeto de nuevo examen en tribunal alguno de los Estados Unidos, como no sea con arreglo a las normas del "Common Law". Artculo Octavo No se exigirn fianzas excesivas, ni se impondrn multas excesivas, ni se infligirn penas crueles y desusadas. Artculo Noveno No por el hecho de que la Constitucin enumera ciertos derechos ha de entenderse que niega o menosprecia otros que retiene el pueblo. Artculo Dcimo Los poderes que la Constitucin no delega a los Estados Unidos ni prohbe a los Estados, quedan reservados a los Estados respectivamente o al pueblo.
http://www.archives.gov/espanol/declaracion-de-derechos.html

http://www.archives.gov/espanol/bill-of-rights-es-large.html

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