Balln Patti Celina Fernanda [email protected] Universidad Nacional de Buenos Aires / CONICET Eje temtico 07.
Narrativas audiovisuales Asesinato a distancia: anlisis de una transposicin
Asesinato a distancia: acerca de un relato policial premiado Asesinato a distancia signific un hito en la carrera literaria de Rodolfo Walsh: obtuvo junto con Variaciones en Rojo y La aventura de las pruebas de imprenta el Premio Municipal en 1953. Estos tres relatos conformaran el primer libro de Walsh, publicado por ediciones Hachette el mismo ao en una coleccin que se comercializaba en los kioscos. Hasta entonces, sus cuentos haban sido publicados en dos revistas pertenecientes al campo de la cultura de masas: Leopln y Vea y Lea. Aunque posteriormente Walsh renegara de su produccin cuentstica inicial, no puede durarse que la recepcin de la cual fueron objeto estos tres relatos marca un hito en su temprana trayectoria literaria.
Lo primero que merece sealarse es que los cuentos comprendidos en Variaciones son fieles representantes de un gnero dominante de la cultura de masas en los aos 40 y 50: el relato policial de enigma. El gnero policial que, como seala Rivera, cont desde sus inicios con un pblico identificable experiment, a partir de los aos 40, cambios relevantes en su produccin, circulacin y recepcin. Creemos que los mismos no hubiesen sido posibles sin el impulso que signific el incremento del mercado de lectores. Surgen as nuevas colecciones destinadas a difundir el gnero y los productores locales antes confinados a una tarea meramente epigonal se proponen conformar un estilo propio que les permita competir con las traducciones. Y figuras muy prestigiosas del campo intelectual argentino se proponen una reivindicacin del gnero. Nos referimos, como ya se sabe, a Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, miembros prominentes de la revista Sur, que en 1942 publican Seis problemas para don Isidro Parodi. Crean, asimismo, la coleccin Sptimo Crculo, dedicada ntegramente al
policial de enigma, que se comercializaba slo en libreras y pona el acento en el cuidado de la edicin y en la seleccin de los autores publicados. Ya desde el ttulo, se presupone un lector culto, que desea entretenerse con un gnero que empezaba a ser tolerado como esparcimiento. El gnero cuenta ahora con productores locales mucho ms legtimos: Adolfo Prez Zelaschi, Leonardo Castellani, Enrique Anderson Imbert, Manuel Peyrou, entre otros. Las formaciones culturales ms legtimas el suplemento literario de La Nacin y la revista Sur comienzan a publicar relatos policiales, y colecciones generales de editoriales masivas comienzan a incluir narrativa de este gnero. El cuento policial tambin gana espacio en las revistas populares, como Vea y Lea y Leopln.
La crtica se ha mostrado prcticamente unnime al sealar que el gnero policial se caracteriza por su carcter de frmula. El carcter repetitivo del relato policial especialmente del policial de enigma ha sido reiteradamente sealado por la crtica, tanto por aquella ms tradicional, que slo ve en l una forma degradada de evasin o alienacin, como por aquella que se ha propuesto legitimarlo apelando a sus relaciones con el mtodo cientfico. Vittorio Brunori seala al respecto que el carcter irremediablemente monocorde del repertorio popular nos viene confirmado de lleno por nuestra investigacin en el sector de la novela policaca (BRUNORI: 1980: 113). Sin compartir el desprecio de este terico por el gnero, Luigi Volta acuerda sin embargo en el diagnstico: La narrativa policial, como gran parte de las formas modernas de divertimento masivo, se basa en la utopa de una infinita repeticin (VOLTA: 1991: 11). Bertold Brecht, defensor de la novela policaca, aclara que la misma tiene un esquema y esgrime su fuerza en la variacin (BRECHT: 1984:341), opinin idntica a la de Roger Caillois, para quien el relato policial es un terreno condenado a la repeticin (CAILLOIS: 1942:82). Este carcter seriado
caracterstico de las producciones del gnero determina los patrones con que se juzgan los mritos de las obras y condiciona la legitimidad a la que pueden aspirar sus producciones. Todorov seala que la obra maestra de la literatura de masas es la obra que mejor se inscribe en el gnero. A fin de asegurar dicha conformidad, los escritores de relatos policiales han redactado numerosos declogos ms o menos minuciosos en
los que establecen las reglas del gnero, as como tambin sus prohibiciones. Sin embargo, la experiencia argentina de los aos 40 y principios del 50 obliga a matizar el rgido carcter de frmula que ha sido sealado por la crtica. En estos aos algunos productores llevan a cabo una ruptura con el carcter epigonal que manifestaban las producciones del perodo anterior. A partir de los aos 40, en el tono de los relatos policiales se hacen presentes la intelectualizacin, la intertextualidad, la reescritura, el homenaje y la parodia. Las frmulas del gnero, en consecuencia, tambin experimentan modificaciones considerables. El estilo de los relatos registrar asimismo considerables variaciones. A partir de los aos 40 asistimos a una coartada culturalista en la que se complejiza el estilo, ya que el esquema de la novela policial es utilizado para indagar aspectos filosficos. Borges es el ejemplo ms claro de ello. Sus cuentos policiales exploran preocupaciones recurrentes a lo largo de toda su obra: el tiempo, el espacio, la eternidad. Pero no es el nico: el sacerdote Leonardo Castellani reflexionar en sus cuentos acerca de la salvacin. Incluso habr casos notorios de trasgresin a las reglas del gnero (nos referimos, concretamente, a La muerte y la brjula).
No es ste el caso de Asesinato a distancia, que se caracteriza por seguir concienzudamente las reglas del gnero. Puede revisarse incluso el ms extenso de los declogos redactado por S. S. Van Dine y se comprueba que el relato cumple con todas las reglas establecidas 1 . Incluso el estilo es remanido: los personajes son
1
Las veinte reglas del fair play de S. S. Van Dine, de acuerdo con Boileau-Narcejac en La novela policial 1) Todo relato es un juego intelectual entre el autor y el lector 2) El lector y el detective deben tener idnticas posibilidades para resolver el enigma 3) El autor no debe emplear trucos distintos de los que el culpable emplea frente al detective 4) La intriga amorosa no debe aparecer 5) El culpable debe ser descubierto por medio de una serie de deducciones lgicas 6) Debe existir un investigador que rena los indicios y huellas que lleven al descubrimiento del culpable 7) Es imprescindible que exista un cadver 8) La solucin del enigma se debe efectuar en base a recursos verosmiles 9) Un solo detective es suficiente para solucionar el caso 10) El culpable debe ser uno de los personajes centrales del relato 11) El culpable debe ser alguien con cierta relevancia social 12) El culpable debe ser slo uno 13) El autor debe evitar las sociedades secretas y la novela de aventuras 14) El modus operandi del criminal debe ser racional y cientfico
arquetpicos y la adjetivacin bordea el clich. Y sin embargo, la obra resulta premiada en tanto se adecua plenamente a lo que el gnero espera de ella. El carcter estrictamente epigonal del relato de Walsh lleva implcito el tipo de destinatario al que este se dirige: aquel que lee policiales sin reparar quien los firma, en palabras de Rama. Al respecto, resulta significativo que Walsh revele las pginas en las que se encuentran los indicios decisivos para la resolucin del crimen, facilitando as la labor detectivesca de los lectores a los cuales tambin arroga el derecho de leer sin preocuparse por realizar las tareas del razonamiento deductivo que otros escritores de policiales haban considerado inherentes a su lectura. En la obtencin del Premio Municipal tambin jugaron su papel razones coyunturales: el ao de publicacin de Variaciones en rojo representa, de acuerdo con Donald Yates, el cenit del inters del gran pblico por el relato policial. Un ao ms tarde, el gnero perdera el favor que hasta entonces haba tenido entre el gran pblico. Se trata, entonces, de relatos publicados en un momento en los que los lectores ya estn all esperando por ellos. El texto no debe asumir el desafo de crear lectores capaces de interpretarlo, porque justamente desde su misma produccin responde a las expectativas de los lectores.
Est claro que los defensores argentinos del gnero policial vieron el l algo ms que una forma de divertimento pasatista. Borges, muchos aos despus, justificar as su antiguo inters por el gnero:Frente a una literatura catica, la novela policial me atraa porque era un modo de defender el orden, de buscar formas clsicas, de valorizar la forma. (BORGES: 1999: 57). Ricardo Piglia aade al respecto que en las reglas del policial clsico el grupo Sur encontraba ciertos elementos que confirmaban su concepcin de la literatura y no slo de la literatura - : el fetiche de la inteligencia pura que valoraba sobre todo la omnipotencia del pensamiento y la lgica imbatible de los personajes encargados de proteger la vida burguesa (PIGLIA: 1999: 63). En efecto, el
15) Los indicios que permiten esclarecer el crimen deben estar disponibles para el lector a lo largo de toda la novela. 16) El autor no debe extenderse en descripciones superfluas 17) Es preferible que el culpable no sea un criminal profesional 18) El crimen a investigar no debe terminar siendo un accidente o un suicidio 19) Los mviles del crimen deben ser personales y verosmiles 20) Recursos prohibidos: colillas, falsas huellas, espiritismo, perro amigo, sueros de la verdad, maniques, mellizos, asociaciones de palabras, criptogramas y otros que resulten inverosmiles.
policial de enigma concluye con la revelacin del misterio y el castigo del culpable. Se trata de un gnero moralizante, puesto que postula un universo racionalmente explicable en el que la trasgresin no queda impune. El detective es el garante de un orden social binario de fronteras claramente delimitadas: de un lado estn los ciudadanos honorables y del otro los delincuentes. Chesterton lo enuncia de un modo ms que claro: Al ocuparse de los centinelas insomnes que custodian los puestos fronterizos de la sociedad, tiende a recordarnos que vivimos en un campo armado, en guerra con un mundo catico, y que los delincuentes, hijos del caos, no son sino traidores puertas adentro. Este horizonte transubjetivo de entendimiento en relacin al delito es compartido por todos los autores de policiales de enigma de la poca, desde aquellos que llevaron a cabo innovaciones de efecto perdurable como Borges hasta aquellos que encuadraron su produccin dentro de la variacin ingeniosa.
Transposicin y horizonte transubjetivo de entendimiento: acerca de los relatos en torno al delito
Las crticas especializadas de las que fue objeto el film sealaron que la transposicin se caracteriza por su fidelidad al texto original. As, Ricardo Garca Olivari que la considera una narracin que los aficionados al gnero deductivo van a agradecer y seguirn con inters afirma que el director ha sido respetuoso al mximo del original. En las antpodas de la valoracin crtica, Claudio Espaa dice al respecto que Oves, en su deseo de relatar de modo literario, termina por descuidar la necesidad de sntesis propia de la imagen. La opinin del propio director, en las entrevistas realizadas durante el rodaje, resulta fluctuante. En una de ellas, afirma que hacer un guin sobre un cuento implica una operacin de reescritura, y que su guin no es una transcripcin, pero en otra seala que su nica licencia consisti en narrar parte de la historia desde el personaje de Daniel Hernndez. Las declaraciones de Oves avalan la voluntad de fidelidad al texto original que permite hablar de licencias, como si se tratara de permisos que se concede a s mismo el director, impulsado tal vez por las necesidades que impone la traduccin de un lenguaje a otro. La voluntad de fidelidad al texto se refleja asimismo en los dilogos, muchos de los cuales se transcriben literalmente. No
obstante, la pelcula desarrolla el modo en que se cometi el crimen de Lzaro que en el cuento slo es mencionado y para ello introduce un nuevo personaje: un mayordomo nazi que acepta ser cmplice del asesinato para no ser delatado a la polica. Daniel Hernndez resuelve as no uno, sino dos crmenes en la pelcula. La muerte de Ricardo resulta ser involuntaria: Osvaldo no tena intencin de asesinarlo. Los mviles del crimen son asimismo diferentes: en el caso del cuento, se trata del dinero, en el de la pelcula, del amor por Herminia. La pelcula desarrolla una intriga amorosa que involucra incluso al mismo Daniel Hernndez y que no slo no est presente en el cuento, sino que resulta contraria a los declogos del policial de enigma que Walsh respeta rigurosamente. Este nfasis en los conflictos sentimentales, sumado a un nfasis en las diferentes clases sociales de Herminia y Osvaldo dotan a la pelcula de cierto tinte melodramtico, que llega hasta la romantizacin del detective contraria tambin a las reglas del gnero. Pero se trata de cambios menores, que no autorizan a hablar de una interpretacin que resulte en nuevos sentidos.. Juzgada con los parmetros de Sergio Wolf, Asesinato a distancia es un ejemplo de lectura aplicada del texto literario, un film cuyo argumento perdi su autonoma literaria y no trep hacia una autonoma cinematogrfica (WOLF: 2001: 104). A pesar del carcter subsidiario del film, encontramos algunas grietas abiertas en las certezas que impone el relato que le da origen. Las mismas se relacionan con el horizonte transubjetivo de entendimiento en torno al delito y la legitimidad de la violencia estatal, claves en el desarrollo del gnero policial. En su estudio Crimen delicioso, Ernest Mandel establece la relacin entre el cambio de dicho horizonte y la aparicin del policial negro:
La evolucin de la literatura policaca refleja la historia misma del crimen. Con la Prohibicin en los Estados Unidos, el crimen alcanz su etapa de madurez
desbordndose desde las mrgenes de la sociedad burguesa hasta el centro mismo de las cosas. Los secuestros y la guerra de bandas ya no constituan slo el tema de la literatura popular ingerida por los lectores con una pizca de emocin y terror: un nmero considerable de ciudadanos tena que enfrentarlos da a da (MANDEL: 2011: 85).
La etapa de madurez del crimen organizado trajo consigo mal agero para la literatura policaca de saln. Es imposible imaginar a Hercule Poirot, por no mencionar a Lord Peter Wimsey o al padre Brown, luchando en contra de la mafia. (MANDEL: 2011:89)
Ya no hay lugar para los desafos deportivos ni para los criminales de saln. La amenaza de la violencia se ha vuelto demasiado cercana para ser estetizada. La tesis del policial negro es que toda la sociedad se ha mafisizado, su centro de inters es el legalismo de las clases dominantes y la corrupcin de todo el aparato estatal en particular, la Polica y la Justicia. Nos interesa indagar los rastros que dejan los cambios en las representaciones sociales en torno al crimen, el castigo y las instituciones, incluso en una transposicin tan fiel como Asesinato a distancia, y la primera diferencia que encontramos es que, a cuarenta y cinco aos de distancia entre un texto y el otro, la legitimidad del accionar policial ya no se sostiene. En el cuento de Walsh, el comisario Jimnez acta con eficiencia y probidad. Cuando el polica lamenta no haber llegado un da antes para evitar la muerte de Lzaro, Hernndez le contesta que lleg a tiempo para evitar la muerte de Silverio y piensa, en silencio, que tambin salv su propia vida. En la pelcula, el comisario resulta torpe: no slo falla su primer disparo, sino que Osvaldo lo hiere. Luego, cuando finalmente lo mata, su crimen resulta una violencia innecesaria: Osvaldo ya no tena intenciones de disparar. Por qu? interpela Daniel Hernndez a Jimnez cuando este comete su crimen. La muerte de Osvaldo se convierte en un caso de gatillo fcil. Qu se siente matar a un muchacho? pregunta Hernndez, a modo de reproche por la muerte del secretario. Ya no puede sostenerse la probidad de los agentes de la ley. Por otra parte, la frase final de la pelcula: Con la verdad las cosas pueden cambiar desconoce otro de las reglas bsicas del policial de enigma: el esclarecimiento de los hechos como modo de reestablecer el equilibrio social roto por el crimen. An as, la transposicin de Asesinato a distancia sigue encuadrndose dentro del policial de enigma.
La transposicin en su contexto: las representaciones sociales en torno al delito y el cine de los aos 90.
A fin de indagar la recepcin de la cual fue objeto la pelcula, resulta pertinente indagar las representaciones sociales acerca del delito y los aparatos represivos del Estado contemporneas a la pelcula. Creemos que un buen ndice para el estudio de las mismas lo constituyen las noticias policiales, en tanto los medios de comunicacin masiva detentan una influencia muy poderosa en la conformacin de dichas representaciones, que terminan por configurar el horizonte transubjetivo de entendimiento que resulta vital para la recepcin de los relatos sobre el crimen.
Al respecto, Stella Martini seala un cambio fundamental que tuvo lugar el la dcada del 90. En los 60 y los 80, la noticia policial se daba cuenta de la captura y posterior condena de los delincuentes, con lo cual se retrataba la eficiencia de la polica y de la justicia. La crnica policial de aquellos aos se encontraba, en suma, cercana a la retrica del policial de enigma. Este panorama se modifica drsticamente a partir de los 90:
La agenda periodstica policial, que hace pblicos slo un 9% de los delitos registrados, es casi siempre un relato inconcluso, an en los mbitos institucionales. Si la noticia periodstica responde al contrato de lectura con su lector pero tambin a las lgicas de mercado, cada vez la noticia tiene que ser novedad constante y fresca. An los ms graves y brutales casos policiales pueden desaparecer de los diarios cuando no hay novedades significativas y de impacto en la bsqueda o en la judiacializacin para publicar. As ha sucedido y sucede con muchos crmenes, que o por incluir temas "tab" en la sociedad (el asesinato de un hombre por sus dos hijas en La Plata, ao 2000, en un supuesto "ritual satnico" que presuntamente ocultaba un incesto que fue noticia a partir de un testimonio de tercer orden, pero rpidamente sali de agenda) o porque la familia de la vctima es poderosa y logra escabullirse de los medios (como la resolucin de la muerte de Cattneo- "suicidio inducido"-o el secuestro de Florencia Macri, sobre el que se inform poco y breve, por ejemplo) o porque hay una "conjura" del poder detrs (como los asesinatos de la pareja de novios en Baha Blanca hace dos aos o el de las dos jvenes en Santiago del Estero, este ao) son olvidados por los medios. Esta peculiaridad del relato policial periodstico instala una fuerte sensacin de inseguridad,
desamparo, acostumbramiento y hasto en la sociedad (ausencia de justicia y de prevencin policial), ese "sentimiento de irritacin" del que habla Chandler. La falta de final propicia la instalacin de explicaciones aberrantes y hasta de leyendas urbanas (desaparicin de menores y trfico de rganos, por ejemplo).
La noticia policial hoy tiene ms del relato negro, porque la misma realidad lo es (corrupcin policial y judicial, cruces oscuros con el poder, ineficiencia en los organismos de control y previsin, prcticas que hacen evidente la violencia de las instituciones como la criminalizacin de la pobreza y de los jvenes, por ejemplo). 2
Esta asimilacin de la crnica policial al relato negro se vio profundizada por dos factores a nuestro juicio centrales. El primero de ellos es el surgimiento de un periodismo de denuncia centrado en la investigacin de la corrupcin. El segundo, la impronta social que tuvieron casos tales como el del soldado Carrasco y el de la estudiante Mara Soledad Morales, que dejaron al desnudo toda una trama de violencia institucional ejercida de manera sistemtica sobre la sociedad civil. Finalmente, el caso Cabezas resultara paradigmtico al respecto, en tanto pone sobre el tapete los riesgos que comporta la investigacin de los ilcitos. Los tres comparten una caracterstica fundamental: son indagaciones acerca de los ilegalismos de la clase dominante que no permiten abrigar certezas acerca de la obtencin de justicia. Al contrario: dejan al descubierto una compleja trama de impunidad.
Surge ahora la pregunta por el modo en que este horizonte de representaciones en torno al delito impact sobre los filmes policiales argentinos. La respuesta no puede formularse sin hacer referencia a los cambios que en esa misma dcada experiment la industria.
Martini, Stella; Los prstamos entre literatura y periodismo: el caso de la noticia policial. Disponible en http://200.16.86.50/digital/8/conferencias/martini1-1.pdf
Asesinato a distancia se film en 1997, ao que marc un hito en el cine nacional en trminos de audiencia. Las cuatro pelculas nacionales ms taquilleras sumaron un total de cinco millones de espectadores, una cifra record para el cine nacional. En este mismo ao se crea la Asociacin de Realizadores y Productores de Artes Audiovisuales (ARPROART) integrada por las empresas y productoras televisivas ms importantes (Artear, Telefe., Promisa) a las que se suman productoras internacionales de cine como Walt Disney Latinoamrica y Patagonik Film Group, junto con algunos productores y directores locales. Los aos 90 son testigos de la aparicin de un nuevo proyecto industrial cinematogrfico asociado a otros medios audiovisuales manejados por holdings de multimedios y al capital financiero internacional. Este nuevo modelo de produccin cinematogrfica expresa un fenmeno de sinergia propio de las industrias culturales de fin de siglo. Anbal Ford lo define como los usos mltiples de un mismo producto, o la utilizacin de los mismos factores de produccin, y advierte que esta unificacin de la estructura tecnolgica resulta determinante en la produccin de los gneros y contenidos culturales. Por ltimo, las tres pelculas ms taquilleras del ao dirigidas al pblico adulto (Comodines, La furia y Cenizas del paraso) son tres ejemplos de relato policial que, por su impacto en el pblico, resultan claves en la conformacin del horizonte de expectativas del gnero. Octavio Getino seala que estas pelculas se caracterizan por recurrir a esquemas narrativos y a actores provenientes de la televisin, por una factura en la que destacan el buen nivel tcnico y la adecuada estructura narrativa, por algunas observaciones moralistas y por estar destinadas a un publico joven ansioso por reencontrarse con figuras, temas y lenguajes muy presentes en la televisin.
Lo primero que, por nuestra parte, podemos decir acerca de estas tres pelculas es que se inscriben de manera efectiva en la discusin de los temas que la agenda pblica del momento seala como significativos: la corrupcin, la ineficiencia del poder judicial, el trfico de drogas. De acuerdp con su temtica, estos relatos se inscriben en el policial negro. Sin embargo, una contrastacin entre las caractersticas temticas y formales. En el caso de Cenizas del paraso, la intriga gira en torno a dos muertes: el de la joven Ana Muro que en primera instancia parece ser un asesinato cometido por uno de sus
amantes y el del juez Costa Makantasis que se presenta como un suicidio. El avance de la investigacin termina por establecer que la muerte del juez fue ordenada por un empresario corrupto al que estaba investigando. Estamos aqu ante un motivo clave del policial negro: el ilegalismo de las clases dominantes. Ahora bien, el crimen es investigado por una jueza intachable que se esfuerza por llegar a la verdad a fin de reestablecer el equilibrio roto por el crimen, lo cual contrasta de lleno con las convenciones del gnero, para el cual el sistema judicial se encuentra siempre en complicidad con los criminales. La crtica a las instituciones ocupa el lugar que en policial ingls ocupa el enigma: es el centro sobre el cual gira la trama. Recordamos al respecto la clebre caracterizacin de Raymond Chandler:
El escritor de este gnero que escribe sobre el realismo de su historia escribe sobre un mundo en el que los maleantes y matones pueden gobernar naciones y aduearse de ciudades (); un mundo en el que un juez con un stano repleto de bebidas de contrabando puede enviar a la crcel a un hombre por tener una botella de whisky en el bolsillo; en que todo alto cargo municipal puede tolerar un asesinato como medio para ganar dinero () un mundo en el que uno puede presenciar un robo a la luz del da, y ver quin lo comete, pero retroceder rpidamente a un segundo plano, entre la muchedumbre de curiosos, en lugar de decrselo a nadie porque los ladrones pueden tener amigos con pistolas, o a la polica puede no gustarle nuestra declaracin y de cualquier manera el picapleitos de la defensa podr insultarnos y zarandearnos ante el tribunal, en pblico, frente a un jurado de retrasados mentales, sin que el juez haga el mnimo ademn para impedirlo (CHANDLER: 1989: 340-341).
Cenizas del paraso construye un relato en el que el poder judicial se constituye como un enclave de probidad acosado por la alianza de polticos y empresarios corruptos. Un relato que est lejos de resultar inocente en una dcada signada por la complicidad de la Corte Suprema de Justicia con los manejos turbios del poder poltico. La pelcula plantea la imposibilidad de hacer justicia, pero no indaga los mecanismos jurdicos que construyen la trama de la impunidad, por lo que su visin termina por resultar maniquea
(dos jueces buenos contra un empresario y un ministro malo). Nada ms lejos del policial negro, para el cual el delito es el hilo conductor de todas las esferas del mundo social. La furia, por su parte, trata de otro tema candente del momento: la ineficacia del poder judicial y el trfico de drogas. Aqu la justicia resulta cuestionada, en tanto encarcela a un inocente. Pero las credenciales sociales de la vctima impiden considerar la pelcula como un ejemplo del policial negro: se trata del hijo de un juez. Que un miembro de la clase alta que goza de un status semejante pueda terminar tras las rejas quiebra el verosmil de gnero: estamos ante un relato que aqu se aproxima al melodrama. Con respecto a Comodines, la situacin es todava ms clara: se trata de una pelcula de accin que se empea en copiar las caractersticas formales de los thrillers estadounidenses y se centra en la corrupcin policial y el trfico de drogas para construir un relato que tiene mucho de cuento de hadas con balazos: el polica muerto, acusado de trabajar para los traficantes, es finalmente desagraviado por la institucin, que tambin condecora a la pareja protagnica que ha luchado contra la corrupcin policial.
Poco tiene que ver Asesinato a distancia con estos tres films policiales, tanto a nivel temtico como formal. Los tres comparten un ritmo, una fotografa y un lenguaje marcadamente televisivos, tambin una factura de gran calidad tcnica que contrastan con el film de Oves, que resulta lento y artesanal en comparacin. El impacto de estos relatos en el horizonte d expectativas del gnero no puede pasarse por alto, y creemos que esto resulta clave en la fallida recepcin del film
Conclusiones
Asesinato a distancia resulta una transposicin fallida, no slo porque desde el punto de vista flmico ilustra una lectura carente de estilo propio, sino tambin porque, dentro del campo cultural, se ubica en un lugar que, atendiendo a las caracterizaciones de Raymond Williams, podemos calificar de residual. Ya hemos sealado que la pelcula no logra constituirse en dominante, falta ahora puntualizar que se opone claramente a las producciones emergentes del perodo, caracterizadas, en palabras de Gustavo Aprea,
por historias que se sostienen sobre la deriva de unos personajes que no saben hacia dnde se dirigen (APREA: 2008: 69). La interpretacin que Oves lleva acabo del texto de Walsh no logra, en suma, construir sentidos que resulten pertinentes en el nuevo clima epocal, signado por temticas y retricas a las que la pelcula resulta del todo ajena.
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