El valor de los hijos
Lectura bblica: Salmos 127:3-5: 3He aqu, herencia de Jehov son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4Como saetas en mano del valiente, As son los hijos habidos en la juventud. 5Bienaventurado el hombre que llen su aljaba de ellos; No ser avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta. Introduccin: No hace falta mirar una pelcula o un cuento de leyenda, tan solo con voltear a ver a nuestros conocidos o incluso familiares, podemos ver como el diablo ha querido hacer dao entre la relacin de padres e hijos, hoy vemos muchos padres abandonado a sus hijos, madres abortndolos o abandonndolos a su suerte, matrimonios que en vez de alegrarse por un hijo, se molestan y hasta se divorcian y luego madres o padres que los explotan, se aprovechan de ellos, sin embargo, la Biblia nos da un panorama completamente diferente de cmo Dios ve a los hijos, lo cual es totalmente contrario a lo que este sistema del mundo nos muestra, veamos de qu manera Dios ve y nos presenta a nuestros hijos. Contenido: 1. Herencia de Jehov (v.3) Muy a menudo se ve a los hijos como responsabilidades y estorbos pero no como bienes, pero la Biblia llama a los hijos "herencia de Jehov", es decir, una recompensa. Si reflexionamos por un momento lo que significa una herencia de un padre, generalmente vemos que esta herencia es para bendecirnos, por ejemplo, una casa, un terreno, un negocio, etc. Con ms razn la herencia que nuestro padre celestial nos da con amor, para que la recibamos con agrado, no con desagrado, por eso es que satans se esfuerza por matar el amor de los padres hacia los hijos y viceversa. 2. Saetas en mano del valiente. (v.4) Una saeta es una flecha, y cuando se refiere a una flecha nos est dando a entender que el valiente que tiene la flecha, en algn momento la tendr que tirar a un blanco. La flecha son nuestros hijos y el blanco es la vida, y de la formacin que el valiente o sea el padre y la madre, depender su futuro. Si fue bien formado, al tirar la flecha, puede que d en el blanco, pero si no, tendr que volver a tomar la flecha para prepararla y hacer que llegue al blanco. 3. Bienaventurado el que llen su aljaba de ellos (v.5) La aljaba es aquel estuche o morral que usaban los guerreros en el hombro izquierdo para poner las flechas. En esta figura impresionante, pone al padre como el valiente guerrero, la aljaba es figura del tiempo de formacin que el padre le da a los hijos en casa y cuando ya estn preparados para ser lanzados, los lanza y sabe que esos hijos (las flechas) van a dar en el blanco, y no los avergonzarn. Por eso dice al final que con los enemigos que quieren ver la vergenza de los padres, no tendrn nada que decir a causa de la buena formacin de los padres a sus hijos. Conclusin: Si dependemos de Dios para la formacin de nuestros hijos y los vemos como la herencia de Jehov, estoy seguro que nunca nos apartaremos de nuestros hijos y ellos nunca se apartaran de nosotros, siempre nos honrarn y servirn, an en los aos ms dbiles de la existencia humana, la vejez. Hoy agradezcmosle a Dios porque tenemos la oportunidad de criar a nuestros hijos bajo los preceptos y enseanzas bblicas y no bajo un modelo corrompido y destructivo como el que satans ha impuesto a sus esclavos.