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Cartas Del Capitan Franco Bandolero

Este documento presenta una serie de cartas escritas entre 1949 y 1958 por el Capitán Franco, líder de una guerrilla liberal en Antioquia, Colombia, durante el periodo de violencia política conocido como "La Violencia". Las cartas describen aspectos de la vida diaria y militar dentro de la guerrilla, así como el pensamiento político y religioso de Franco. Además, analizan cómo el conflicto se desplazó de disputas partidistas a una lucha política más autónoma, con un enfoque en las representaciones religiosas particulares de la

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Cartas Del Capitan Franco Bandolero

Este documento presenta una serie de cartas escritas entre 1949 y 1958 por el Capitán Franco, líder de una guerrilla liberal en Antioquia, Colombia, durante el periodo de violencia política conocido como "La Violencia". Las cartas describen aspectos de la vida diaria y militar dentro de la guerrilla, así como el pensamiento político y religioso de Franco. Además, analizan cómo el conflicto se desplazó de disputas partidistas a una lucha política más autónoma, con un enfoque en las representaciones religiosas particulares de la

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Religin y la Violencia

en documentos de los aos


cincuenta en Colombia.
Las cartas del Capitn Franco
Religion and the Violencia in the s Documents:
Te Letters of the Captain Franco
ous1nvo nno:vo mvsn nun1nno

Univeisidad de Aniioquia
Medelln, Colombia

*
[email protected]
Artculo de investigacin.
Recepcin: 23 de febrero de 2009. Aprobacin: 16 de septiembre de 2009.
.U.vio coiomvi.o uv uis1ovi. soci.i v uv i. cUi1Uv. voi. _o, . i ioo iss orio-i,o vooo1L - coiomvi. v.os. o,-8
o U s 1 .v o . u o i v o m v s . u U v 1 . u o
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nvsumvN
Este trabajo presenta una serie de comunicaciones o cartas suscritas
en el periodo del orden neoconservador en Colombia (1949-1958) por
el Capitn Franco, lder del alzamiento liberal del suroeste y occidente
antioqueos entre 1949 y 1953. Dichas cartas destacan aspectos de la
vida diaria dentro y fuera de la guerra. Adems, al seguir el recorrido
histrico que motiv su escritura, muestran la ruta del conficto, el cual
se desplaz de lo puramente partidista hasta la autonoma de la lucha
poltica. En algunas de ellas hay trazos de un anlisis muy coherente de
la sociedad. En otras afora el tema de las representaciones religiosas de la
guerra, que es un aspecto muy particular de la Violencia en Antioquia.
Palabras clave: la Violencia, partidos polticos de Colombia,
guerrillas liberales, Antioquia, representaciones religiosas.
nns1nnc1
Tis paper shows a series of communications or letters sent in Colombia
during the period called neo-conservative order (1949-1958) by the
Captain Franco, leader of the liberal uprising in southwestern and
western Antioquia between 1949 and 1953. Such letters remark aspects
of daily life inside and outside the war. Additionally, by following the
historical journey that caused their writing, they show the conficts
trajectory, which moved from something purely partisan to the autonomy
of political struggle. In some of them there are traces of a very coherent
analysis of society. In others, the issue of religious representation arises,
which is a very particular aspect of the Violencia in Antioquia.
Keywords: the Violencia, Colombian Political Parties, Liberal Guerrillas,
Antioquia, Religious Representations.
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Defender mis ideales armas en mano

xi sten di eci si ete cartas escritas por el Capitn Franco, el


guerrillero liberal que en una lucha frentica por la justicia y por la
libertad de pensamiento como l mismo lo expresa en una carta se
enfrent a las autoridades civiles a la cabeza de un grupo de copartidarios
y combati a las Fuerzas Armadas, la polica y el ejrcito en el suroeste, el
occidente, el Urab, el norte de Antioquia y parte del Choc, del 14 de oc-
tubre de 1949 al 26 de junio de 1953,
1
en uno de los momentos ms lgidos
de la Violencia colombiana.
Dichas cartas, suscritas entre 1949 y 1958, durante el llamado orden
neoconservador,
2
y guardadas en archivos pblicos y privados de Antio-
quia, constituyen una ventana hacia la vida de algunas de las localidades
antioqueas ms azotadas a lo largo de la guerra interna que vivi Colombia
de 1946 a 1953. Las cartas son una versin espontnea, nacida al calor de los
hechos, y dan cuenta, por un lado, del pensamiento, los ideales democrticos
y la respuesta a la Iglesia por su intervencin en el conficto; por otro lado,
de aspectos militares y de la organizacin, as como del lder de la guerrilla
liberal y autor de los documentos, Juan de J. Franco, un actor de la guerra
de primer orden, destacado en el frente.
Unas semanas antes de la celebracin de los comicios que le dieron a
Laureano Gmez la presidencia de Colombia en el periodo que comenzaba
el 7 de agosto de 1950, fue allanada ilegalmente la sede departamental del
liberalismo en Medelln. Este hecho haca parte de una escalada de delitos
polticos que se venan cometiendo en las localidades tradicionales o cen-
trales de Antioquia y que de un momento a otro empezaron a ser cada vez
ms visibles en las zonas perifricas o recientemente colonizadas, hasta crear
el fenmeno esencialmente rural, caracterstico de la Violencia.
1. En la primera fecha citada aqu se organiz el primer grupo armado en Urrao,
en el cual participaron campesinos que luego se uniran a la guerrilla de Juan
de J. Franco, segn J. Emilio Escobar. Almanaque Urraeo (Medelln: Salesiana,
1965) 87. En la segunda fecha se dio a conocer la ltima comunicacin escrita
de Franco, una orden de cese de las hostilidades guerrilleras. Ver Capitn
Franco, Decreto n.
o
52, Pabn, Urrao, 26 de junio de 1953. Archivo Histrico
de Antioquia (aha), Medelln, Gobierno Ramos, correspondencia del Despacho
del Gobernador (dg) 030, f. 603-604.
2. Marco Palacios y Frank Saford, Colombia: pas fragmentado, sociedad dividida,
su historia (Bogot: Norma, 2002) 583.
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De aquel incidente en la capital del departamento fue testigo ocasional
y vctima un vendedor ambulante de baratijas o cacharrero, nacido en
Andes (Antioquia). Se trataba de un antiguo sargento del ejrcito y ex cabo
de la polica de 47 aos, de nombre Juan de Jess Franco Yepes, habitante del
barrio obrero La Quebrada Arriba, en Medelln. Este personaje se convertira
poco despus en el jefe supremo del Comando Guerrillero del Suroeste
de Antioquia, es decir, en el Capitn Franco.
En una carta que Franco le hiciera llegar al gobernador de Antioquia
dos semanas despus del inicio del gobierno militar de Rojas Pinilla, se
refera as a aquel hecho:
Me hallaba un da en la Casa Liberal de Medelln (...) oyendo una
conferencia de labios de uno de mis jefes. De improviso penetr al recin-
to el detectivismo departamental (...) y, sin parar en mientes en nada, la
emprendieron contra todos los circunstantes (...), quebraron todo el mo-
biliario (...). Despedazaron todos los archivos. Y aporrearon e hirieron
a mucha gente (...). Entre los heridos me encuentro yo. Fui brutalmente
aporreado y tirado contra el pavimento.
3
La carta inclua un dato muy revelador, el motivo de la decisin personal
de levantarse en armas: De all me dirig a mi casa, a curarme las heridas
y a pensar muy seriamente en el porvenir de los liberales, ante ese suceso
en plena capital del departamento. Sent angustia infnita y tom la deter-
minacin de irme a defender mis ideales armas en mano sin importarme
las contingencias que pudiera correr.
A mediados de 1949 se haba agravado tanto la situacin poltica, que
comenzaron a verse las fauces del abismo en el que se precipitara Colombia
a partir de la Violencia. Roto el dilogo entre los dos nicos contendores
electorales, el Partido Liberal y el Partido Conservador, el anuncio de la can-
didatura de Laureano Gmez el 12 de octubre marc el punto de no retorno.
En la primera semana de noviembre, cuando el Presidente de la Repblica
Mariano Ospina Prez iba a ser acusado por el Congreso de violar la Cons-
3. Ver Mayor Franco, Carta al Gobernador de Antioquia Poquinto Rengifo,
Pabn, Urrao, 1. de julio de 1953. aha, Medelln, dg 030, f. 616 ss. Esta carta
fue publicada en mayo en la revista Cromos 45.89 (1960): 28-30, unas semanas
despus de la muerte del jefe guerrillero, ocurrida accidentalmente en un punto
del ro San Jorge, en los lmites de Antioquia y Crdoba.
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titucin, este fue clausurado, se decret el estado de sitio y se suspendieron
las garantas constitucionales.
Acontecimientos tan graves como estos tenan, no obstante, otros an-
tecedentes no menos ominosos, que tuvieron lugar dos meses atrs en la
confrontacin verbal y fsica en la Cmara
4
de Bogot, y en el colofn del
homicidio de dos representantes, perpetrado por otro congresista. Todo lo
anterior indicaba lo que Marco Palacios denomina la crisis de la democracia
representativa en su clmax.
5
Los hechos que se dieron a continuacin ostentaron una marca de con-
tinuidad, con cambios llenos de consecuencias que venan sucedindose a
partir de 1945
6
y que se concretaran en una rebatia por el control de los
municipios en los que los partidos, apoyados en la estructura clientelista
con que operaban los poderes locales, queran establecer su hegemona. La
presin electoral haba comenzado en 1939 con la paulatina disminucin de
los votos liberales,
7
lo cual anim al conservatismo a forzar la homogeni-
zacin poltica del pas. Los Santanderes, Boyac y el occidente de Caldas
fueron los primeros escenarios de esos actos violentos.
8
A partir de 1946 se produjo el despido masivo de empleados ofciales
en las localidades colombianas. Con el repunte del conservatismo en las
elecciones celebradas desde 1947 se registr una ola de violencia que en
Antioquia afect a los municipios de mayora conservadora. La opcin de
armar civiles dada por el gobierno seccional a fnales de ese ao, y que cont
con la anuencia del clero paisa, suscit como era de esperarse nuevos brotes
de delitos polticos.
Tales hechos encendieron la Violencia en el entorno de Medelln, en
Envigado y Bello, en San Jernimo, al occidente de Antioquia, y en Santo
Domingo, al oriente del departamento.
9
En el Urab, el norte, el nororiente
y ms tarde en el Magdalena Medio fueron hostigados los obreros de las
4. Luis A. Toro, Almanaque poltico: el libro blanco del conservatismo.
Revoluciones en Colombia. El 9 de abril. Cartas, documentos, intimidades,
hechos del bandolerismo (Bogot: Imprenta del Amanecer, 1960) 229 y 254.
5. Marco Palacios, Entre la legitimidad y la violencia (Bogot: Norma, 1995) 204-205.
6. Palacios y Saford 551.
7. Anita Weiss, Tendencias de la participacin electoral en Colombia 1935-1966
(Bogot: Universidad Nacional de Colombia, 1967) 77.
8. Mary Roldn, Genesis and Evolution of la Violencia in Antioquia, Colombia
1900-1953, tesis de doctorado, Harvard University, 1992, 206-207.
9. Roldn, Genesis 355, 359 y 363-364.
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carreteras y los trabajadores sindicalizados de los ferrocarriles. Los hechos
ms notorios se produjeron, no obstante, en la zona cafetera del suroeste,
sobre todo en Jeric, Bolvar, Betulia y Andes, municipios que se relacio-
naran despus con la guerrilla liberal dirigida por Franco desde Pabn.
Lo sucedido en 1948 sirvi no solo para mostrar que era imposible al-
canzar la unidad en Colombia, sino como advertencia de que el encono
partidista ira hasta la eliminacin, primero simblica y luego fsica, del
otro, como ocurri con el asesinato de Jorge Elicer Gaitn. Despus del
9 de Abril, la dbil alianza que surgi a raz de los acontecimientos de ese
da, dej ver la tragedia que sobrevendra. Se multiplicaron los actos de
violencia, que proliferaron, an ms, luego del receso logrado por la Unin
Nacional, una frmula del presidente que encontr audiencia solo de mayo
a diciembre. A principios de 1949 hubo de nuevo agresiones sobre todo
en el suroeste de Antioquia, all en donde, como dice un testimonio de la
poca, el Conservatismo haba sufrido ms durante el rgimen liberal.
10

La unidad interpartidista se agrietara an ms con un nuevo rompimiento
el 21 de mayo de este mismo ao.
Ofensiva conservadora, la primera de las tres
subfases de la Violencia en Antioquia
Vistas en bloque, las dos fases iniciales de la Violencia en las que se
inscriben los hechos anteriores (la primera, el sectarismo tradicio nal [1945
a 1949], y la segunda, la abstencin liberal [de fnales de 1949 a mediados de
1953], caracterizada por la lucha irregular entre guerrilla y contraguerrilla),
11

dejan percibir mejor las sinuosidades debidas a la puja librada entonces por
los partidos polticos en Colombia. Estas fases registraron los ms altos n-
dices de homicidios por cada cien mil habitantes en el mundo hasta 1960.
12

Sus principales escenarios fueron los Llanos Orientales, el norte cafetero
del Tolima, el Sumapaz, Muzo (en Boyac); el Bajo Cauca, el Magdalena
Medio, la zona de Urrao, as como el suroeste, el occidente, el norte y el
nordeste antioqueos.
10. Pedronel Giraldo Londoo, Don Fernando. Juicio sobre un hombre y una poca
(40 aos de historia poltica de Colombia) (Medelln: Granamrica, 1963) 293-294.
11. La tercera y la cuarta fase de la Violencia son, en su orden, la de los pjaros
(1954-1958) y la residual (1958-1964), segn Palacios 189-192.
12. Carlos Miguel Ortiz Sarmiento, Estado y subversin en Colombia. La violencia
en el Quindo, aos 50 (Bogot: cerec, 1985) 23.
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Calcadas sobre esas dos fases aparecen tres subfases en la regin de
Antioquia. La primera subface es la ofensiva conservadora, que va de las
elecciones legislativas de mediados del ao hasta las presidenciales del 27 de
noviembre de 1949, momento en que se viva una gran crisis institucional.
La segunda subfase, la contraofensiva liberal, va de las elecciones presiden-
ciales hasta el 2 de diciembre de 1951, fecha en que se produjo el intento de
dilogo de Alfonso Lpez Pumarejo con los guerrilleros liberales de los Lla-
nos. Y la tercera subfase, la contrachusma conservadora y el repliegue liberal,
se prolonga hasta el fnal de la escalada y la cada del gobierno conservador
de Laureano Gmez, el 13 de junio de 1953.
13
Los resultados de las elecciones para el senado y la cmara del 5 de junio
de 1949 mostraron, al iniciarse la subfase de la ofensiva conservadora, que
la conservatizacin de Colombia no iba a ser tan fcil, y tales elecciones
prepararon el terreno a los sucesos ya mencionados de septiembre en la
Cmara, los cuales encendieron los nimos en el pas. En esos primeros
meses se presentaron en los Santanderes, el Valle y Huila denuncias de ata-
ques a funcionarios del gobierno y a ciudadanos conservadores; en Boyac,
Caldas, Bolvar y Cundinamarca fue necesaria la constante intervencin
del ejrcito y la polica.
A comienzos de mayo se presentaron en Antioquia nuevas escaramuzas,
concretamente en localidades del suroeste cafetero y en la zona industrial cer-
cana a Medelln. La escalada violenta creca en el departamento, el cual desde
ese momento hasta septiembre registr la cifra de 75 heridos y 17 muertos,
14

algo nunca antes visto. Luego se generalizaron las escenas de aplanchamien-
to, tan tpicas de la Violencia en la regin,
15
y de nuevo fueron impulsadas
por el gobierno seccional las fuerzas de choque conformadas por civiles.
16
13. Ver Gustavo Mesa, Representaciones religiosas y la Violencia en Antioquia,
1949-1953, tesis de maestra en Historia, Medelln, Universidad Nacional de
Colombia, 2006, 66-77.
14. Estas cifras estn registradas en el aha. Los datos obtenidos se cruzaron
con fuentes paralelas de los peridicos El Colombiano [Medelln], El
Correo [Medelln] y El Tiempo [Bogot]; ahora bien, los datos faltantes se
complementaron con cerca de diez expedientes judiciales y la informacin
recabada en los 17 documentos de literatura testimonial. Ver Mesa 454-456.
15. Jos I. Gozlez E., Concordia, aos de frenes y de guerra (Medelln: Autores
Regionales, 1988) 309-312.
16. Roldn, Genesis 358; y de la misma autora A sangre y fuego. La Violencia en
Antioquia, Colombia, 1946-1953 (Bogot: Instituto Colombiano de Antropologa
e Historia / Fundacin para la Promocin de la Ciencia y la Tecnologa, 2003) 195.
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Los disturbios con mezcla religiosa del 13 de octubre de 1949 fueron la
chispa que prendi la Violencia en Antioquia. Tales hechos se presentaron
por la trifulca que gener la intervencin de personajes armados en una
procesin de la Virgen de Ftima, en Urrao. Al mismo tiempo, al suroeste,
sobre todo en el rea de infuencia de Betulia, se produjeron simultnea-
mente ataques conservadores, que queran borrar del mapa las pequeas
localidades rurales (como Los Animes, El Yerbal y El Turro) reconocidas tra-
dicionalmente incluso desde la Guerra de los Mil Das por su indmita
profesin de fe liberal. All lo que enardeci a los liberales fue los repetidos
atentados contra las autoridades locales, como sucedi en el corregimiento
de Altamira, en donde se dio muerte sin frmula de juicio al inspector
de polica. Incidentes de este tipo tambin tuvieron lugar en el norte y el
nororiente del departamento, lo cual provoc entre octubre y diciembre el
vertiginoso ascenso al primer gran pico de la Violencia en Antioquia, con
138 muertos y 110 heridos.
La Violencia se exportaba de unas localidades a otras. Rionegro, por
ejemplo, fue atacada por energmenos conservadores que viajaron de En-
vigado y Bello, a principios de noviembre, con el objetivo de incendiar aquel
pueblo. Mientras tanto, en la zona industrial cercana a Medelln y en sus
barrios se multiplicaron el despojo de cdulas, el desplazamiento de familias
enteras, los ataques con dinamita, los atentados a residencias y los allana-
mientos a sedes partidistas. A propsito de este tipo de actos, se registra
el incidente en la casa del liberalismo, en el que estuvo presente Juan de J.
Franco en octubre de 1949.
Mediacin del prroco y argumentos de guerra
Se ha dicho que a mediados de 1952 los grupos guerrilleros de los Llanos
Orientales entraron en un proceso de cambios cualitativos que signifcaban
la maduracin de las condiciones para la autonoma y el radicalismo, y a
su vez advertan una revolucin social
17
en Colombia.
En Antioquia se vena generando una inquietud popular desde 1947,
cuando aparecieron algunos brotes de descontento por viejos problemas
locales relacionados con el desequilibrio social en la lucha por la tierra. Lo
anterior se manifest ms claramente en esta nueva confrontacin parti-
17. Palacios 230-231.
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dista. Se form entonces la tpica guerrilla campesina,
18
cuyos logros en lo
militar, luego de casi de tres aos de lucha, le ameritaron la discreta posicin
de interlocutora del gobierno seccional, sin mayores consecuencias, como
lo manifestan las cartas de Franco.
En julio de 1949 se registr en ese contexto un hecho signifcativo en el
corregimiento de El Carmelo (Turbo, Antioquia), cuyos habitantes (un poco
ms de 500 personas) haban vivido durante aos al margen de los bene-
fcios del Estado y se haban convertido en vctimas de las arbitrariedades
de este. Tras un nuevo atropello ofcial, el asesinato de su alcalde liberal, el
pueblo vio la hora de su reivindicacin. En ese entonces un pequeo grupo
de campesinos se alz en armas y atac a la poblacin, dejando un saldo de
26 muertos y casi todas las casas de los conservadores consumidas por las
llamas. Se trataba de la primera alarma real de la Violencia en Antioquia.
Poco despus la accin rebelde se defnira mejor cuando un grupo ms
organizado de 25 campesinos, en un abierto desafo al gobierno, asalt de
nuevo la poblacin, asesin al inspector conservador impuesto por el go-
bernador y a agentes de polica, dejando tendidos 17 cadveres que fueron
picados a machete.
19
El alzamiento no haba podido ser controlado diez
das despus. El mandatario seccional de entonces, el ms violento de los
dirigentes paisas y quien haba estado comprometido con la iniciativa de
armar civiles conservadores, Eduardo Berro Gonzlez, verdaderamente
sorprendido no tuvo ms remedio que califcarlo como un fuerte movi-
miento sedicioso.
20
Este tipo de hechos caracterizaron la segunda subfase de la Violencia
en Antioquia, la contraofensiva liberal, que comenz al da siguiente de las
elecciones del 27 de noviembre de 1949, cuando fue observado el primer es-
18. Gonzalo Snchez, Violencia, guerrilla y estructuras agrarias, Nueva Historia
de Colombia, vol 2, ed. lvaro Tirado Meja (Bogot: Planeta, 1989) 142; y
Gonzalo Snchez y Donny Meertens, Bandoleros, gamonales y campesinos.
El caso de la violencia en Colombia (Bogot: El ncora, 1998) 26 y 39.
19. Eduardo Berro Gonzlez, Ofcio dirigido al Director de la Polica Nacional,
Medelln, 13 de julio de 1951. aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 029, f. 659.
20. Eduardo Berro Gonzlez, Telegramas al Presidente de la Repblica, al
Ministro de Gobierno y al Ministro de Guerra, Medelln, 13 de diciembre
de 1949. aha, Medelln, Gobierno Ramos, Telegramas; Archivo de la Ofcina
Judicial de Medelln (aoj), y Sumario 6477, por homicidio, incendio y otros,
iniciado el 13 de diciembre de 1949, en El Carmelo, f. 2, 3, 4, 5 y 164; aha,
Medelln, dg, f. 577 y 590.
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tallido rebelde con cuatro epicentros: Pabn, Dabeiba-Urab, Camparrusia
y la regin del Nus en el Magdalena Medio.
Desde el primer momento se destac el movimiento de la zona de Pabn,
liderado por Juan de J. Franco, el cual se extendi al occidente y a Urab. Fue
Altamira, el corregimiento de Betulia donde tambin haba sido asesinado
el alcalde liberal, la primera regin en ser hostigada, en febrero de 1950, por
los chusmeros o bandoleros
21
de Franco, dos palabras utilizadas entonces
para denominar a todo grupo que tuviera la iniciativa de armarse y atacar
por razones polticas.
En esta primera campaa guerrillera liberal tomaron parte veredas y
caseros de los municipios vecinos de Concordia y Salgar, que se convirtie-
ron en verdaderos campos de fusilamiento y en tierra de nadie, como
lo seala un testimonio de la poca.
22
La polica haca frente con combates
constantes que dejaban muertos de ambos bandos. En retaliacin, en abril
Franco quiso limpiar el rea de focos de contrachusma conservadora,
muy activos en ese momento, y como producto de esta nueva confrontacin
que coincida con la preparacin ms inmediata de la toma de posesin de
Laureano Gmez, la situacin se haba vuelto insostenible. El movimiento
afectaba tambin el occidente y el Urab antioqueos.
Como al Capitn Franco, quien ya se haba establecido en el estratgico
paraje de Urrao, Pabn, el reconocimiento popular apoyaba otros lderes
guerrilleros. De Anbal Pineda, campesino liberal que actuaba en el oc-
cidente, con centro en Urama, se deca por ejemplo que tena personera
moral, objetivos concretos y conciencia de lucha, lo mismo que capacidad
de resistencia y capacidad combativa.
23
Caractersticas idnticas fueron ad-
vertidas en otros hombres que formaban el abanico de la resistencia liberal,
como Manuel Giraldo, que colabor con Pineda, o del sopetraneo Arturo
Rodrguez, ex polica y ex detective que actu tambin en el occidente.
En Urab se destacaba el jefe liberal Patricio Usuga, comerciante que sera
asesinado por sus propios compaeros.
En Peque actu el Capitn Penagos, y en el nordeste, el reconocido
contrabandista Vidal Torres, procedente de la misma regin. Jos Chava-
21. Para el concepto de bandoleros ver Eric J. Hobsbawm, Rebeldes primitivos.
Estudio sobre las formas arcaicas de los movimientos sociales en los siglos xix
y xx (Barcelona: Ariel, 1983) 15; y Snchez y Meertens 8.
22. Gonzlez 396-398.
23. Fidel Blandn Berro, Lo que el cielo no perdona: novela histrica (Bogot:
Planeta, 1996) 141.
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rriaga, El Plido, lo mismo que El Mster, lugartenientes de Franco de origen
campesino, convergieron en Betulia. Desde Fredonia el Mono Parra diriga
el cuatrerismo en Bolombolo y La Pintada. Ms tarde, en el Bajo Cauca, en
Valdivia, se destacaron Cabo Pielroja, El Dormido, Santander y Corneta;
en Puerto Berro, el Capitn Trino. En Maceo actu el Mono Martnez.
La imagen poltica de los paisanos alzados en armas, como fueron
llamados despus estos combatientes, creca, y su accin era magnifcada
por el mito regional, que los incorporaba al mundo de las representaciones
religiosas de la cultura paisa. El cura prroco de Uramita, Fidel Blandn,
quien sera un gran protagonista del conficto en Antioquia, sealaba de
Anbal Pineda, por ejemplo, que lo ms admirable en este jefe era el respeto
y la devocin al Sagrado Corazn de Jess y a la Ssma. Virgen del Carmen,
cuyas imgenes veneraba en la parte principal de su cuartel de Barrancn. Y
agregaba: era muy caritativo y tena dotes de humanidad y cristianismo.
24
Franco usaba la fgura de redentor para probar su identifcacin con la
patria hasta la muerte. En el intercambio de cartas con el cura prroco de
Urrao desde marzo de 1951, cuando este lo invit a dialogar para llegar a
un acuerdo de paz en uno de los primeros momentos crticos de la Violen-
cia en Antioquia, Franco esgrima argumentos religiosos para afrmar su
decisin de levantarse en armas. Preocupado por la escalada de violencia,
el clrigo le haba insinuado por escrito al jefe guerrillero que procurara
retirarse del conficto en el que se haba involucrado, porque iba a resultar
sacrifcado intilmente. En respuesta, Franco argument tambin por escrito
que padecera un sufrimiento vicario como el de Cristo con tal de que se
impusiera la justicia social y la libertad. Todo esto lo recibimos en amor a
Dios, pues l sufre ms en la cruz por nosotros, adems el que algo quiere
algo le ha de costar; pues nosotros queremos la libertad y la conseguiremos
aunque cueste la vida.
25
Como un punto de convergencia en la trama de la cultura de las loca-
lidades de la Colombia de entonces, la Violencia inclua la dimensin de lo
sagrado, uno de los aspectos del campo poltico,
26
y dentro de ella el complejo
papel de lo religioso no solo en la construccin de las asimetras sociales,
24. Blandn Berro 142.
25. Padre Manuel Ramrez, Carta al capitn Franco, Urrao: marzo 4 de 1951;
Capitn Franco, Carta al padre Ramrez, Comando Guerrillero del Suroeste
de Antioquia, Pabn, Urrao, marzo 20 de 1951. aha, Medelln, Gobierno
Ramos, dg 137, f. 28 y 32-34.
26. George Balandier, Antropologa poltica (Barcelona: Pennsula, 1976) 134.
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sino en el impulso a la accin violenta. Este y otros temas, como el papel del
cura en cuanto referente en la red local de poderes clientelares, la parroquia
como legitimadora de la pertenencia adscriptiva a los partidos y el apoyo de
la simbologa de la liturgia catlica al ejercicio del poder poltico, se pueden
inferir de las cartas de Franco.
En la segunda subfase de la Violencia en Antioquia, la contienda se
someti al recurso fcil de la retaliacin y la venganza. El gobierno seccio-
nal respondi a los ataques de manera inmediata y en forma cada vez ms
decidida, en un intento de pulsar fuerzas con un contendor poltico. Pero la
Campaa de Occidente, que en esa direccin inici el gobernador Braulio
Henao Meja el 25 de agosto con la presencia masiva de chulavitas (la polica
conservadora reclutada desde el 9 de abril en la vereda del mismo nombre
en Boavita, Boyac), produjo efectos contradictorios.
Los liberales armados contraatacaban. Luego vino la militarizacin de
la regin. Durante ese mes de abril de 1950 y el siguiente hubo en el depar-
tamento cerca de 350 muertos y 54 heridos. El gobierno juzg efectiva su
estrategia, y cuando las cifras de delitos polticos empezaron a descender en
los tres meses siguientes, el mandatario seccional se adelant a dar un parte
de victoria, subrayando los magnfcos resultados que haba producido la
campaa contra la violencia; adems, prometi que pronto iba a dar por
liquidados todos los brotes de bandidaje (...) en toda Antioquia.
27
Los guerrilleros liberales respondieron con mayor agresividad y encen-
dieron la Violencia en los caseros conservadores ms pequeos, azotados
con mltiples asesinatos y robos, y demostraron el equvoco del gobierno.
Como una nueva contrarrespuesta, el 27 de diciembre el ejrcito bombarde
con morteros la zona de La Guamala en Betulia, refugio de la guerrilla, en
una de las operaciones ms sanguinarias y cruentas de que se tenga memoria
durante la Violencia en Antioquia. Ese mismo da las huestes de Franco
atacaron la inspeccin de Morelia, en donde protagonizaron una carnicera
que dej ocho muertos, (entre ellos el inspector y un polica), el saqueo e
incendio de las ofcinas del gobierno y el robo de todo el armamento ofcial.
A partir de entonces se empezaron a producir los trazos de los argumentos
escritos del levantamiento guerrillero, expresados en las comunicaciones
ofciales y personales expedidas por el Capitn Franco, sobre todo de 1951 a
1953, a los cuales hace referencia el presente trabajo.
27. Liquidados brotes de bandidaje en Antioquia, El Colombiano [Medelln]
10 y 22 dic. 1950: 1.
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En los inicios de 1951 el gobierno nacional increment la represin en
todo el pas mediante una suerte de fuerza de ocupacin que se extendi al
Tolima, los Llanos Orientales, Yacop-La Palma (Cundinamarca) y el Carare-
Opn (Santander).
28
Esta presin se senta en Antioquia, sobre todo en Urab,
aunque los mayores excesos ofciales tuvieron lugar en la zona del suroeste
ms cercana a Urrao. Betulia fue barrido metro a metro por la polica.
Pequeas localidades como el Brechn, La Guamala, La Vargas y La Mina
fueron de nuevo escenarios de acciones particularmente cruentas. Franco
responda a los ataques. En enero se present el nmero ms alto de muertes
en ese municipio y el vecino Urrao, y a mediados de marzo, cuando se vea
venir el fracaso de la polica en Urab, la zona fue controlada por el ejrcito.
29
Se iniciaron, entonces, unas conversaciones con el Capitn Franco, jefe
del ya popular movimiento de Pabn, por iniciativa del cura prroco de
Urrao, Manuel Jos Ramrez P., y la anuencia de su superior jerrquico, el
obispo de Santa Fe de Antioquia, Luis Andrade Valderrama. A partir de
esta ocasin empezaron a aparecer las cartas del lder guerrillero, que re-
presentan una construccin mental reveladora de la exploracin coherente
en la problemtica poltica de la regin, en un intento por responder a las
pretensiones del gobierno, el cual se haba valido del terror para imponerse.
Las cartas del Capitn Franco pueden repartirse en cuatro grupos, de
acuerdo con el motivo y el momento de su aparicin. Las primeras cinco
son las negociadoras, por decirlo as, suscritas a unos meses de iniciada
la contraofensiva liberal. El segundo grupo lo conformaron tres rdenes
militares, que fueron escritas a fnales de 1952 durante la subfase de la
expansin de la contrachusma conservadora y el repliegue de la guerrilla
liberal. En el tercer grupo estn las dos cartas gobiernistas, suscritas al
inicio del periodo del gobierno militar y dirigidas a este en 1953. El cuarto
grupo lo conforman siete cartas familiares, escritas despus de la cada del
gobierno de Rojas Pinilla y remitidas a su esposa e hijos entre 1956 y 1958.
Cartas del Capitn Franco en el fragor del combate
Las cartas negociadoras del Capitn Franco tienen que ver con un
primer intento de llegar a un acuerdo con el gobierno seccional, luego de la
larga contienda de ms de un ao (a partir de 1949) que no dejaba divisar
28. Palacios 225.
29. Roldn, A sangre y fuego 250-251.
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una victoria. Las dos primeras misivas fueron frmadas en el cuartel de
Pabn el 20 de marzo y el 17 de abril de 1951, respectivamente.
El intercambio epistolar haba comenzado en diciembre de 1950, pero no
se conoce ni la primera carta del prroco de Urrao ni la respuesta, un mes
despus, del jefe guerrillero. Con aquellas dos se respondan las dos misivas
enviadas por el clrigo en las que se pona de presente la angustiosa situacin
a la que haba llegado el conficto en el suroeste de Antioquia, y se peda
buscar la pacifcacin de la regin. El clrigo escribe: no nos perturbe ms,
capitn, djenos en paz, apelando a la condicin religiosa del lder: usted
me dijo en su carta que era neto catlico, lo creo, s, lo creo.
30
En su respuesta Franco confrma sus convicciones cristianas yo le
dije que era sumamente catlico y aprovecha la ocasin para criticar la
responsabilidad de la jerarqua catlica en el conficto. Censuraba de manera
particular al anterior prroco de Urrao, acusado de instigar la violencia
contra la mayora liberal del municipio valindose de su infuencia en el
consejo municipal, que era de dominio conservador. Adems, explica que
los liberales no eran los responsables del conficto, puesto que ellos no lo
haban iniciado, y denuncia las atroces barbaridades que estn cometiendo
los seores conservadores.
31
El objetivo del alzamiento, enfatiza, era defender a los dbiles, a los
pobres que sufren. As mismo, pide que se respete la Constitucin nacional
y el derecho a pensar libremente, como se anot. Reafrma su voluntad
de mantener el levantamiento en armas hasta la muerte o la victoria. La
situacin no tiene arregladero mientras el partido se sienta atacado por el
gobierno, asevera. Y aunque promete defenderse de ser agredido si la
chulavita no respeta las veredas, yo tampoco respeto el punto donde ellos
estn, en realidad deja ver una esperanza para alcanzar la reconciliacin
mediante un arreglo poltico.
En mayo de 1951 la mayor parte de los Llanos estaba bajo el control
de la guerrilla, como el mismo gobierno nacional lo reconoca, e incluso
dirigentes de la talla de Alfonso Lpez Pumarejo hablaban de una guerra
civil no declarada
32
en Colombia. En ese momento la escalada de violencia
30. Manuel Jos Ramrez P., Pbro., Carta al Seor capitn Franco, Urrao, 4
de marzo de 1951. aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 137, f. 32-34.
31. Capitn Franco, Cartas al Seor Presbtero Manuel J. Ramrez P., Pabn, 20
de marzo de 1951 y 17 de abril de 1951. aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 137,
f. 26-27b y 28-31.
32. Giraldo Londoo 325. Adems, ver Palacios 203.
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arreci en Antioquia en la zona que actuaban Franco y sus huestes. Pero
las acciones violentas empezaron a verse en nuevos espacios, como en el
nororiente y el Bajo Cauca, elevndose as la cifra de muertos a 253 entre
abril y mayo de ese ao. De esa manera se presenciaba el tercer pico de la
Violencia en el departamento.
Como el entorno de Pabn se haba convertido en zona militar, Franco
y sus hombres seguan enfrentando al ejrcito, que, a su vez, responda con
mayor agresividad. Por ejemplo, en La Vargas, Betulia, se dio un combate que
dur ms de dos horas y que concluy con la humillante derrota de la tropa
ofcial. Luego, fuerzas regulares combinadas atacaron Pabn y quemaron la
mayora de las casas de la vereda, cometiendo toda clase de tropelas contra la
poblacin civil. Entonces vino la tercera carta negociadora de Franco, que
aluda a otra que le haba sido enviada por el Directorio Liberal departamental
el 18 junio de 1951 para acoger la nueva iniciativa encaminada a negociar el
fn del conficto en Antioquia. Esta iniciativa estaba encabezada por la arqui-
dicesis de Medelln, conforme a la campaa cvica y cristiana promovida
en ese entonces por la clase alta y la dirigencia de los partidos en Bogot.
33
El gobernador Henao Meja le haba escrito al padre Ramrez para re-
comendarle que tratara el asunto de la guerra con el lder guerrillero. El
clrigo le hizo conocer esto a Franco en una nueva carta, donde lo invitaba a
conversar. Franco respondi el 15 de julio, reiterando las denuncias acerca
de los procedimientos tan horribles de la polica, y aunque se mostraba
pesimista, de nuevo aceptada el dilogo: yo le doy las ms rendidas gracias
por el inters que usted ha tomado para que se arregle esta situacin, pero
que desgraciadamente ninguno atiende. Y agregaba: siga luchando que
Dios lo escucha y el provee todo.
34
Pero el 1. de agosto Franco se dirigi directamente al gobernador Braulio
Henao Meja a travs de la cuarta carta negociadora, en la cual expresa
gran complacencia por el gesto del mandatario. El comando admira con
entereza la diafanidad, el buen sentimiento y nobleza de su estimable persona
33. Fueron promovidos los Comits pro-paz, con el liderazgo de la arquidicesis
de Medelln. Ver Alberto Jaramillo Snchez, Carta del Directorio Liberal
de Antioquia dirigida al capitn Franco, Medelln, 19 de junio de 1951. aha,
Medelln, Gobierno Ramos, dg 147, f. 24.
34. Manuel J. Ramrez, Pbro., Carta al capitn Franco, Urrao, 30 de junio de 1951.
aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 137, f. 24a; y Capitn Franco, Carta al
padre Ramrez, Comando Guerrillero del suroeste de Antioquia, Urrao, 15
de julio de 1951. aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 137, f. 25.
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y ve con gusto la intencin que la Gobernacin tiene. Ms adelante afrma
que las intenciones nuestras tambin van pendientes a una pacifcacin
correcta. As mismo, reitera su acusacin al gobierno de violacin de la
Carta constitucional y le pide que como autoridad castigue a los responsables
de los atropellos contra los liberales, condicin sin la cual no habra paz:
Mientras las autoridades no repriman los actos de salvajismo en contra de
nuestros humildes trabajadores no habr concordia.
35
Despus de la entrevista del padre Ramrez con el Capitn Franco, ce-
lebrada seguramente entre el 15 de julio y el 1. de agosto, el cura redact
otros requerimientos de Franco, que hizo llegar al despacho del mandatario
seccional. Franco respondi el 12 de septiembre en una nueva misiva al
prroco de Urrao, la quinta carta negociadora, en la cual curiosamente
pareca estar embriagado de triunfo: de la situacin panormica de nuestro
ambiente partidista ya se va despejando y creo, que dentro de pocos das la
situacin es nuestra, y si no por lo menos es con un poco de ms libertad.
Como el prroco Ramrez le haba pedido que no atentara contra las elec-
ciones legislativas que se celebraran el 16 de ese mes, Franco asegura: de
las Elecciones le manifesto que hasta el presente no he pensado en mandar
personal a estorbar dicho sufragio. Le haca confdencias sobre los planes
y la situacin de la tropa a su mando, pero se mostraba de nuevo suspicaz:
las promesas del gobierno son y han sido falsas.
36
El 23 de septiembre de 1951 el Capitn Franco escribi la primera orden
militar. En esta carta dio instrucciones para resolver contradicciones entre
miembros de un cuartel guerrillero ubicado en las cercanas de Encarnacin,
Urrao, en donde por esos das el ejrcito haba atacado con xito varias cua-
drillas del grupo liberal. El cuartel estaba comandado por Manuel Palacio,
El Narciso, su lugarteniente, a quien fueron dirigidas dichas instrucciones.
Este guerrillero fue ultimado por las fuerzas del orden en enero de 1953, y
en sus bolsillos fue hallada la carta de Franco junto con otros documentos.
En esta el capitn le indicaba el modo de proceder en el curso de los com-
bates, y le daba la orden de atacar un contingente de la polica en el rea:
Actualmente existe un cuartel de 10 policas en La Loma. Averige haber si
35. Capitn Franco, Carta al Seor Gobernador de Antioquia, Pabn, 1. de
agosto de 1950. aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 030, f. 1. No se conoce el
texto completo de la carta del Gobernador Braulio Henao M. al P. Ramrez,
que tena fecha del 15 de junio de 1950, segn la anterior cita.
36. Capitn Franco, Carta al Seor Presbtero Manuel J. Ramrez, Pabn, 12
de septiembre de 1951. aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 030, f. 36.
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es verdad y si puede atacarlo, atquelo, y si no le queda fcil entonces fjese
bien en los puestos de centinelas, las entradas, los caminos de acceso y todo
lo que pueda descubrir, mndeme explicar bien en una carta, para yo hacer
el modo de irlo a atacar con armas de largo alcance.
37
El gobierno solo esperaba la celebracin de las elecciones para reempren-
der una arremetida a gran escala, que ejecut una semana y media despus
de los comicios bombardeando unos 30 kilmetros a la redonda de Urrao.
Para ello se vali de un contingente militar procedente de Urab con arma-
mento pesado. El desafo tuvo una respuesta brutal por parte de las huestes
de Franco, las cuales decidieron enfrentar tambin al ejrcito a partir de ese
momento. La consigna hoy es tirarle a cualquier cachucha que se vea militar
o polica sin excepcin por parejo, declaraba a propsito un guerrillero.
38
La calma relativa en los meses de octubre y noviembre de 1951 en todo el
territorio nacional, relacionada con la posesin de Roberto Urdaneta como
presidente encargado, continu en diciembre con el envo a los Llanos de
una comisin dirigida por el ex presidente Alfonso Lpez Pumarejo para
dialogar con la guerrilla. De manera paradjica se iniciaba la tercera subfase,
pues termin de una forma todava ms dramtica que las anteriores con
un resultado que signifc el abatimiento de todas las instituciones, la cada
del propio gobierno nacional y el registro del mayor nmero de crmenes
polticos de toda la fase en Antioquia. En este momento se hacan virajes
para la localizacin de los focos de violencia, que aparecan ahora en el
Magdalena Medio, cuyo centro era Puerto Berro.
En ese tiempo se estaba promoviendo un comit pro paz constituido
por los directorios polticos, los industriales afliados a la andi y los gana-
deros, como apoyo al nuevo intento regional del arzobispo de Medelln, el
eudista Joaqun Garca B., y con miras a revivir las iniciativas de dilogo
que haban fracasado meses antes. Pero esta tercera subfase se caracteriz
por la agresiva respuesta de las Fuerzas Armadas a los liberales, hechos que,
de junio a agosto, dispararon las cifras de la violencia, que registraron 790
37. Capitn Franco, Carta al Comandante del Suroeste de Antioquia, Sr. Teniente
Manuel Palacio, El Narciso, Pabn, 23 de septiembre de 1951. aha, Medelln,
Gobierno Ramos, dg 030, f. 37.
38. Jos Nicanor Arboleda Rodrguez, Declaraciones en la Inspeccin General de
Polica, Medelln, 1. de abril de 1952. aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 007,
f. 417.
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muertos y 65 heridos en el Magdalena Medio, el Urab, la zona de Urrao y
el occidente de Antioquia.
39
El periodo del gobernador Dionisio Arango Ferrer se inici el 31 de
julio de 1952 con una implacable ofensiva que involucraba otra vez a civiles
armados en lo que vino a confgurarse como una gran expansin de la
contrachusma conservadora.
40
A tono con ello, en Urrao se dio un recrude-
cimiento de la violencia poltica desde el 8 de junio. Se oa decir adems que
en todo el suroeste las autoridades procederan a matar liberales y a arrasar
propiedades sin discriminacin. Hechos los clculos, el gobierno regional
insista en que los grupos de paisanos alzados en armas o bandoleros
estaban siendo o haban sido diezmados.
Entre tanto corra la voz de que en Colombia se avecinaba una revo-
lucin armada. Entonces se increment el nmero y la agresividad de los
soldados, los policas y los civiles y poco despus se instalaron agrupaciones
militares en Dabeiba, Urrao y Puerto Berro, con la misin, segn un docu-
mento elaborado por el ejrcito,
41
de aplastar cualquier brote de disensin
con respecto al gobierno. Se inici la Operacin Las Azules que consisti
en aplicar en el occidente, desde el 23 de octubre, una estrategia de tierra
arrasada que destruy con pesadas ametralladoras los cuarteles de los
bandoleros y en general todas las casas de habitacin que se encontraron
en el can, segn el informe de los militares.
42
En las zonas oriental y nororiental de Antioquia empezaron a presentar-
se desde mediados de octubre indicios de altas concentraciones de grupos
armados. La Violencia en la regin alcanz la cspide de 439 muertos en el
mes de noviembre, cuando se agitaba el proyecto legislativo de la Constitu-
yente, que sera aprobado el 5 de diciembre. Se hacan entonces cbalas sobre
el nmero de actores armados en la regin: 3.650 chusmeros liberales en el
occidente y el suroeste, 1.560 en el Magdalena Medio y 3.419 voluntarios con-
39. Roldn, A sangre y fuego 260-261; Palacios 229.
40. Junta Patritica, Memorando, Uramita, 24 de mayo de 1952. aoj, Medelln,
Sumario 1488, por asesinato, robo y asociacin para delinquir, iniciado el 30
de mayo de 1952, Inspeccin de Polica de Encalichada y Orobajo.
41. Circular nmero 08548 que dicta el Comando de la iv Brigada para los
comandantes de Cuerpo y puestos de orden pblico, Medelln, 16 de
septiembre de 1952. aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 133, f. 409-412.
42. Jefe del Estado Mayor de la iv Brigada, Informacin sobre la Operacin Las
Azules, Medelln, 23 de octubre de 1952. aha, Medelln, Gobierno Ramos,
dg 030, f. 445-446.
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servadores que pedan se les arme contra los chusmeros.
43
Estas son cifras
ofciales infadas que el recuento posterior de Ramsey redujo visiblemente
al destacar que haba solo cinco mil unidades de fuerzas ilegtimamente
constituidas
44
en todo el pas.
Como Franco vea cambios en las maniobras del gobierno, en diciembre
les orden a sus tropas un repliegue tctico. El capitn escribira entonces
dos rdenes militares ms, una fechada el 21 de diciembre en La Clara
(Salgar), y la otra el 27 del mismo mes en el cuartel de Pabn. Estas tambin
estaban dirigidas a El Narciso. En las cartas se alude a una serie de derrotas
que vena soportando el grupo de guerrilleros de Urab, as como a la oleada
de desertores de sus cuarteles que se haba vuelto habitual en esos ltimos
meses. Al subalterno, Franco le deca que se resguardara en Pabn: No se
deje matar all solo vngase con los pocos que tenga y abandone eso all,
mientras nosotros llegamos del Choc.
45
A fnales de 1952 el nmero de actos violentos en Antioquia descendi.
Pasadas las elecciones a la cmara del 16 de marzo del ao siguiente, a partir
de las cuales Ospina Prez volvera a la presidencia, se produjo una ruptura
defnitiva dentro del conservatismo, y volvera a intensifcarse la Violencia.
Fueron afectados sobre todo el Magdalena Medio, el nordeste, el occidente,
el Urab e inclusive la zona central de Medelln, as como una parte del
nororiente, el suroeste y el Bajo Cauca antioqueos. No obstante, se perci-
ba en general el regreso de la tranquilidad. Un subofcial de la polica que
comandaba la tropa en la zona de Caucasia inform el 21 de mayo de 1953
de que cada da se [mostraba] mejora en orden pblico.
46
De las guerrillas liberales de Franco se ha dicho que fueron un orden
revolucionario en capullo,
47
en vista de que su radicalidad no tena un
43. Resumen de los informes y solicitudes de los comisionados de 30 poblaciones
afectadas por la violencia, Departamento de Antioquia, Agencia Fiscal en
Bogot, Medelln, diciembre de 1952. aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 008,
f. 539-548.
44. Russel W. Ramsey, Guerrilleros y soldados (Bogot: Tercer Mundo, 2000) 179.
45. Capitn Franco, Comando Revolucionario del Suroeste y Occidente de
Antioquia, Carta al Seor Subteniente Manuel Palacio, El Narciso, La Clara,
21 de diciembre; y Pabn, 27 de diciembre de 1951. aha, Medelln, Gobierno
Ramos, dg 030, f. 38-39.
46. Vicesargento Manuel Crdenas, Informe ofcial, Caucasia, 21 de mayo de 1953.
aha, Medelln, Gobierno Ramos, dg 030, f. 566.
47. Palacios 230.
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contenido social, a diferencia de las guerrillas de los Llanos, cuyas Leyes
incluan aspectos como el desarrollo econmico y la reforma agraria. Lo cier-
to fue que la disciplina y la efectividad militar, as como la delimitacin de
los territorios bajo su infuencia, la instauracin de autoridades y grados de
mando, y el comando central, le bastaron al grupo de Franco para alcanzar
cierta autonoma organizativa en esa poca. Sin embargo, la prescripcin
del cumplimiento de ciertas garantas y el respeto a la poblacin no comba-
tiente, polticas que quedaron registradas en documentos y normas escritas
expedidas por representantes populares, indican la semejanza, a propsito
del contenido social, de las guerrillas de Franco a las guerrillas de los Llanos.
Lejos de las armas
Con el golpe de estado del 13 de junio de 1953 cesaron en todo el pas
las hostilidades de los alzados en armas. En los Llanos, por ejemplo, estas
fueron suspendidas el da 22 de ese mismo mes. El grupo de Franco hara lo
mismo cuatro das despus con la disolucin, mas no la desmovilizacin,
48
de
los combatientes. A esta coyuntura pertenecen las dos cartas gobiernistas
del Capitn Franco.
La primera de estas cartas fue enviada por Franco el 26 de junio al Ge-
neral Gustavo Rojas Pinilla, presidente de facto de Colombia, acompaada
del Decreto n.
o
52, una orden de cese al fuego dirigida a las Juntas Revo-
lucionarias asesoras del movimiento armado y a los capitanes y tenientes
de grupos armados, en la cual se daban las normas a seguir despus del
13 de junio. El artculo sexto de ese documento expresaba que quedaban
suspendidos temporalmente los estatutos liberales revolucionarios acor-
dados por la honorable asamblea liberal revolucionaria el da 18 del mes de
abril del presente ao.
49
La carta al presidente,
50
frmada con el nuevo grado
militar, Mayor Franco, comenzaba as:
48. Gonzalo Snchez, La Violencia: de Rojas al Frente Nacional, Nueva Historia
de Colombia, vol. 2, ed. lvaro Tirado Meja (Bogot: Planeta, 1989) 154.
49. Del documento que contiene estas normas solo hay alusiones en el Decreto
n.
o
52, ya citado. Por otro lado, hay que recordar que la Ley del Llano, texto
unifcado de los alzados en armas de esa zona del pas, se perfeccion como 2.
Ley el 18 de junio de 1953.
50. Mayor Franco (Comandante), Carta dirigida al Presidente de la Repblica,
General Gustavo Rojas Pinilla, Pabn, Urrao, 26 de junio de 1953. aha,
Medelln, Gobierno Ramos, dg 030, f. 614.
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El presente, es para manifestarle nuestro modo de pensar y al mis-
mo tiempo darle a su Excelencia nuestra congratulacin por su modo
de proceder con los enemigos de los principios democrticos. Pues sus
principios de Gobierno nos dan una nueva luz en la marcha que ha de
tomar nuestro modo de obrar y vemos en usted un nuevo horizonte que
en no muy lejano da llegar a esta martirizada Colombia el bienestar
general a que aspiramos todos los hijos de ella.
El documento volva sobre los motivos que lo haban llevado a luchar con
las armas en Colombia: este suelo est hecho para sostener la libertad. Pero
en la parte ms prctica de la misiva le insista al primer mandatario en que
queremos que su alta autoridad nos d un consejo en el modo de pensar.
El primero de julio Franco le dirigi la segunda carta al nuevo manda-
tario de Antioquia, Pioquinto Rengifo, un militar que haba ocupado por
algunos meses el comando de la iv Brigada y, por consiguiente, haba sido
combatido por el jefe guerrillero. En ella le deca que estaban dispuestos a
deponer las armas y a darle respaldo al nuevo gobierno. Y agregaba: bajo
mi palabra de honor estoy listo a presentar mis hombres ante usted o ante
quien usted designe. As mismo Franco negaba las horrorosas versiones sobre
ellos y deca tener los mismos derechos de todos los que conspiraron para el
cambio de gobierno. De paso le narr los detalles de la vida en la guerrilla.
51
Segn Gonzalo Snchez, tras el inicio del rgimen de Rojas Pinilla el
pas fue inundado por un lenguaje de reconciliacin, al que se plegaron la
jerarqua eclesistica y parte del clero, los partidos polticos, las agremia-
ciones y la prensa. Rpidamente se habl de desarme y desmovilizacin
de las guerrillas, lo cual fue respaldado por la audaz amnista general e
incondicional propuesta por el gobierno. A fnales de octubre del primer
ao del gobierno militar, cerca de 3.500 hombres haban depuesto las armas.
Pero el 24 de agosto mediante un acto de traicin, tropas del ejrcito
dieron captura a Franco y a ocho de sus hombres en una cantina en las
goteras de Urrao, como resultado de la celada tendida por el alcalde, un
teniente Mantilla. Franco fue incomunicado en una celda del Servicio de
Inteligencia Colombiano (sic), en Medelln. Por presiones de dirigentes del
Partido Liberal fue liberado, y luego detenido nuevamente mediante otra
traicin ofcial; se trataba de una orden del Ministro de Guerra, el Brigadier
51. Ver nota 2.
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General Eduardo Berro Muoz, quien buscaba vengarse del contendor al
que no pudo vencer cuando era comandante de la iv Brigada en Antioquia.
Luego, Franco pas a la crcel de La Ladera de Medelln y ms tarde al
temido panptico de Tunja, en donde estuvo en prisin hasta el fnal del
gobierno de Rojas. Durante ese tiempo recibi ayuda econmica, ropa y
vveres de liberales de todas las clases sociales, pues consideraban a Franco
un cono del partido. Es ms, la calle principal de Urrao se denomin Juan
de J. Franco, en honor al guerrillero.
Al ao siguiente empez de nuevo a considerarse que la paz era una
ilusin. El rearme tuvo nombre propio con la fase de la Violencia en Colom-
bia llamada de los pjaros, que se prolongara hasta 1958.
52
Para esta poca
Franco ya estaba muy lejos de las armas. El 13 de junio de 1956 el presidente
en ejercicio, Rojas Pinilla, quien quera permanecer indefnidamente en el
poder, cre la Tercera Fuerza, la cual encontr un obstculo infranqueable
en el Frente Civil, ideado por Alberto Lleras Camargo para restablecer las
condiciones de la democracia, seriamente lesionada, segn l durante los
ltimos aos del gobierno militar. La cada se produjo luego del paro del 10
de mayo de 1958, que oblig a Rojas a dimitir.
53
En este contexto Juan de J. Franco escribi las siete ltimas cartas, las
familiares. La primera est fechada el 25 de septiembre de 1956, y la ltima,
el 14 de octubre de 1958, diez das despus de que la Junta Militar de Go-
bierno, que haba sucedido a Rojas, acogiera por el Decreto 247 la propuesta
del Pacto de Sitges del 20 de julio que estableca un gobierno de coalicin, y
convocara a plebiscito para el 1. de diciembre, a travs del cual se sometera a
consulta popular la reforma de la Constitucin en la que se apoyara el Frente
Nacional. Estas cartas fueron emitidas cada dos o tres meses. Cuatro fueron
dirigidas a su esposa Nelly Surez; una, a su hijo mayor, Juan Bautista, y las
otras dos, a los ms pequeos, Albeiro y Ruth.

54
Las subvenciones enviadas
por el Partido Liberal permitieron que las misivas llegaran a su destino.
52. Snchez, La Violencia 153-154, 156 y 163.
53. Snchez, La Violencia 164.
54. Escritas en el panptico de Tunja, cuatro cartas estaban dirigidas a Nelly Surez
de F., su esposa, tres de ellas fechadas el 25 de septiembre, el 1. de noviembre
y el 18 de diciembre de 1956, y la cuarta, el 2 de enero de 1957. As mismo, le
escribi una carta a su hijo mayor, Juan Bautista Franco, fechada el 18 de
diciembre de 1956. Adems de estas cinco cartas, dirigi dos cartas ms a sus
hijos menores, fechadas el 1. de enero de 1957, en Montelbano, y el 14
de octubre de 1958.
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En ninguna de estas cartas familiares se hacen alusiones polticas. A la
mujer la reconvena con insistente vehemencia para que no dejase de remitir
una tarjeta de agradecimiento, como era la usanza,
55
a todos los liberales
que contribuan con dinero. En cada una de las cartas hablaba del cumplido
envo en metlico a su familia e insista en que fuese gastado en provecho
de sus tres hijos. Mostraba que estaba informado de las necesidades de su
familia y que intentaba resolverlas. Exhortaba a sus hijos para que fueran
buenos ciudadanos, y les daba consejos. Les deca, por ejemplo, que deban
tener honradez en todos los actos de su vida. Los exhortaba a tener un
comportamiento dentro de las normas sociales y buena vecindad, porque,
enfatizaba, una persona sin sociedad y mal vecino no puede adelantar en
su prosperidad material y moral.
56
Conclusiones
Estas cartas constituyen un testimonio del encuentro de la larga du-
racin de la historia de la violencia colombiana con uno de sus momentos
crticos a mediados del siglo xx, la Violencia, una confrontacin abierta
entre el gobierno y los campesinos armados, en su lucha en defensa de la
tierra y la vida, antecedente de la situacin de desorden presente en el pas
todava a principios del siglo xxi.
En una sociedad profundamente desigual, atomizada culturalmente y
atravesada por una conciencia partidista fragmentada, los escritos personales
de Franco tratan de esclarecer de forma racional e individual los motivos
que llevaron a los campesinos a la guerra, y son un testimonio, por un lado,
de la lucha contra los poderes tradicionales, y, por otro, de la manera como
puede formarse una sociedad rural al calor de la guerra.
Los documentos representan adems la maraa de acontecimientos,
protagonistas y signifcados que tuvieron lugar en las localidades antio-
queas que sufrieron la destruccin y el derramamiento de sangre como
resultado de un enfrentamiento que no tuvo vencedores ni vencidos. En
varios de ellos hay pruebas de refexin poltica y elementos de juicio capaces
de interpretar la estructura total de la sociedad. Adems, en las cartas se
55. El mismo Franco enviaba una tarjeta con un membrete impreso que deca
Juan de J. Franco, ex guerrillero liberal.
56. Juan de J. Franco, Carta dirigida a Melba Ruth, Juan Bautista y Albeiro
Antonio Franco Surez, Penitenciara Nacional, Tunja, 1. de enero de 1957.
Citado por Pedronel Giraldo Londoo.
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percibe una posicin crtica frente a las instituciones religiosas en el periodo
de la Violencia. Todos estos rasgos se fundamentan en un ideal democrtico
capaz de responder a urgentes demandas populares.
Materiales de una observacin de lo singular y lo accidental, estas cartas
son de paso elementos claves en la construccin de una microhistoria, en
contra de la permanencia de una historia total que con demasiada frecuen-
cia busca identifcaciones colectivas con el apoyo insistente de autoridades,
pensadores, caudillos y personajes, lo que lleva sin duda a la generalizacin
y a la simplifcacin. Documentos como los citados aqu dan luces para
identifcar encadenamientos y deslindes regionales en el crisol de las loca-
lidades, lo cual enriquece la historia nacional.
obras ci tadas
I. Fuentes primarias
Archivos
Archivo de la familia del guerrillero liberal Juan de J. Franco, Medelln.
Archivo de la Ofcina Judicial de Medelln.
Archivo Histrico de Antioquia, Gobierno Ramos, Medelln.
Peridicos y revistas
Cromos [Bogot].
El Colombiano [Medelln].
El Correo [Medelln].
El Tiempo [Bogot].
II. Fuentes secundarias
Balandier, George. Antropologa poltica. Barcelona: Pennsula, 1976.
Blandn Berro, Fidel. Lo que el cielo no perdona: novela histrica. Bogot: Planeta, 1996.
Escobar, J. Emilio. Almanaque Urraeo. Medelln: Salesiana, 1965.
Giraldo Londoo, Pedronel. Don Fernando. Juicio sobre un hombre y una poca (40
aos de historia poltica de Colombia). Medelln: Granamrica, 1963.
Gonzlez E., Jos I. Concordia, aos de frenes y de guerra. Medelln: Autores Re-
gionales, 1988.
Hobsbawm, Eric J. Rebeldes primitivos. Estudio sobre las formas arcaicas de los
movimientos sociales en los siglos xix y xx. Barcelona: Ariel, 1983.
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Mesa, Gustavo. Representaciones religiosas y la Violencia en Antioquia, 1949-1953.
Tesis de maestra en Historia. Medelln, Universidad Nacional de Colombia,
2006.
Ortiz Sarmiento, Carlos Miguel. Estado y subversin en Colombia. La violencia en
el Quindo, aos 50. Bogot: cerec, 1985.
Palacios, Marco. Entre la legitimidad y la violencia. Bogot: Norma, 1995.
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su historia. Bogot: Norma, 2002.
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Roldn, Mary. A sangre y fuego. La Violencia en Antioquia, Colombia, 1946-1953.
Bogot: Instituto Colombiano de Antropologa e Historia / Fundacin para
la Promocin de la Ciencia y la Tecnologa, 2003.
Roldn, Mary. Genesis and Evolution of la Violencia in Antioquia, Colombia
1900-1953. Tesis de doctorado, Harvard University, 1992.
Snchez, Gonzalo. La Violencia: de Rojas al Frente Nacional. Nueva Historia de
Colombia. Vol. 2. Ed. lvaro Tirado Meja. Bogot: Planeta, 1989.
Snchez, Gonzalo. Violencia, guerrilla y estructuras agrarias. Nueva Historia de
Colombia. Vol. 2. Ed. lvaro Tirado Meja. Bogot: Planeta, 1989.
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