Diálogos Sobre La Historia de La Pintura en México
Diálogos Sobre La Historia de La Pintura en México
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~ U 3
DILOGO
HISTORIA DE LA PINTURA EN MXICO
DON nERNARDO COU TO
- :0<-
MXICO
OFICINA TIP, DE LA SECRETA.RiA DE FOMENTO
1 889
BIBlIO""EC/ :::;:: MEXICO
U
NA maana de los ltimos meses del ao de 1860,
entrbamos en la Academia de San Crlos mi-pri*
mo D. Jos Joaquin Pesado y yo. El Director de pin.
tura, D. Pelegrin Clav, que nos encontr acaso, apro-
vech la acnsian de devolverme un papel que le habia
yo prestado, con apuntes de fechas y citas relativas <. los
antiguos pintores mexicanos. Informado mi primo de
10 que era, pic aquello su curiosidad, y nos propuso
que con el papel en la mano visitramos la snla donde
se van poniendo los cuadros que de esos pintores ad-
quiere la Academia. Muy de grado aceptamos la pro-
puesta el Director y yOj y subido que hubimos la sala,
despucs de dm' una ojeada por mayor o. los cuadros, co-
menz entre los tres esta cOllycrsacioll.
Pesado.
Sea en hora bucna. V co que estA adelantado el pensa
miento de juntar aqu una. coleccion de obras de los
maestros nacionales de ms nombre, para que su me
moria Horezca, y nuestros jvenes alumnos tengan ms
modelos que estudiar, Mala verg enza era para la
uemin que lIO se encontrase en ella r ecuerdo alg uno de
la ant ig ua escuela en la que por cierto lIO fal-
taron hombres de mrito. Ahor:\ lo importo. es que
esta coleccion, fJ.11 0 cmpi c7. :l. ; repara!' falta, no slo
se cOliscl'vc, sino que sc enrillllCzea cnda di a eDil nue-
vas adquisi ciones,
Cauto.
Slo enri quecindob y compl etndob, Il en:mt el pro
psito que so tuvo al ponc l' mano ;1 811 fOl' mad on, que
fu prcsentar , por medio de una sel'io de cuadros, la
histol'in del ar te en Mb ico. 1<;1\ St Kala esa lli st.ada
no se lee, sino que ella misllI:\ ya pmmllll o delante de
Jos oj os.
Pesado.
El pClI s:mli cnto lo { U\ 'C 1' 01' ace l' tott!o desde \; 1 pl'imem
vez que de l me llaL\ :lstc; pero cn <': \I anto :t l:L <:jc<.:u<.:ion,
creo fll le les II t.an { vdc:'l. alg unos del princi-
pi o de b de 1I l<1l le ra, q!l e la .('ulera se p!lrecc
hasta ahora ;'\ lHlucl lo:; t' /,di cc:- :Ul tigllos de ( lI e se han
perdido 111 8 I'l'inl el'fj :; t-i i 110 hc \' il:l(o Ill al, ul cua
dro m;'\s vil1 jo (fi le Itay aqu, eS tic 'Ba1t a:.;:u' de Edl:WC,
es decir, del primer tel' eio del I:liglo X V] r. As es que
sc cch:t mno8 totlo lo :LIltcri or.
Clav.
No me (jiria el Sr, D . .Toaquin {\ (Ju ll ama lo antc-
rior? Aludc acnso ti. ]as pinturas de los mexicanos?
Pesado.
No querra tanto. S que esas pinturas, de grande
teres para la arqueologa y la historia., UD lo sou igual-
mente para el arte, que es lo que en esta casa se profesa.
En ellas no hay que uuscar dibujo correcto, ni cienci a
tIel claroscuro y la perspecti\'D., ni sabor de bell eza y
de gracia. Parece que sus :tutores llam poco la aten-
eian la figura humana que nuestros ojos es el prototi-
po de lo bello; as es, que no In. estudiaron, ni conocie-
ron bien sus proporciones y actitudes, ni acertaron
expresar por los modios que ella misma ofrece, las cua
lidades morales y los afectos del nimo. Adem\s, se no-
ta en sus autores cierta :l abser,al' y copiar
de preferencia los objetos mllos gentiles que presenta
la naturaleza, como animales de ingrata vista. Todo in-
dica. que en las razas indgenas no estaba. despierto el
sp. otido de la bellezll, que es de donde procede el arte.
Couto.
El sentido de la belleza ha sido dado pocos pueblos
en la tierra. Los griegos cutre los antiguos, y los italia-
nos entre los modernos, lo hau tenido en grado superior.
Sin embargo, en In Grecia. misma fu necesario el tras-
curso de siglos, y In concurrencia. de mil circunstancias
felices, para que so desenvolviera y afinara. En cuanto
los defectos de dibuj o de las obras mexicanas, algunos
son propios de la infancia del arte en todas partes; v. g.:
el poner de frente los ojos las figuras que estn traza-
das de medio perfil: dicen que 10 mismo se observa en
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los bajo-reli eves asirios desenterrados ltimamente de
las t'uinas de Nnive, en los egipcios, y aun en los de ] 08
primitivos griegos: de suerte que ea esa una piedra en la
que todos han tropezado al principio. Pero adems de
las causas generales, creo que puede sealarse otra. es-
pecial, si bien comun los mexicanos con algunos otros
pueblos, la cual ha de haber influido para que no ade-
lantaran en las artes del dibujo. Discurriendo un fil
sufo de nuestro siglo sobre los dos sistemas de escritura
que se-han usado, el jeroglfico simblico que expresa
inmediatamente la idea, y el fontico que copia la pala-
bra, sostiene que cuando en la primero. edad de un pue-
blo se introduce por malaventura el sistema simblico,
ese pueblo queda para siempre condenado un grande
atraso melltnl , pues la dificultad que el tal sistema t iene
para aprenderse, y 10 encogido y embarazoso que ea
luego para usarse, sern siempre causa de qne ni Jos co
no cimientos adelanten mucho, ni lleguen derramarse
en la generalidad del pueblo. Cita como ejemplo los
chinos.' Pero 10 notable y lo que hace nuestro prop-
sito, es que la adopciou del sistema ele jeroglficos, que
ordinariamente son figuras humanas, de brutos, de
objetos naturales, no slo engrilla el entendimiento, si
no que ahoga. en su cuna el ar tedel dibujo. El que tra-
za una figura. p r ~ expresar con ella una idea, no se fija
en 1u. figura misma, sino eJ,l la idea que tiene que expre-
sar; as Cfi que la mauo va de prisa y dibuja al ojo y sin
a.t('lncion: dibuja corno amanuense y DO como artista..
As todo el mundo se acostumbra . ver y trazar ma.-
las figuras, y el arto, no llega nncer, bastardea
luego.
Pesado.
No me descontenta. esa doctrina. Donde se pinta pa-
ra escribir, y donde es artista todo escritor, temo que
no ha de haber e r d a d e r o ~ pintores. Y tal debi suce-
der los mexicanos, puesto que 110 tenan otro sistema
de escribir, que el de jeroglficos y pinturas.
Cauto.
Oharupollion 01 menor explica. por este mismo princi-
pio la imperfeccion de las obras egipcias. El arte no tu-
vo all por objeto propio In. reproduccion durable de las
formas hermosas de In lH'tturalcza, sino la notucion de
las ideas; do suerte que la escultura y pint ura no fnol'oH
nunca sino rflmos de In. escritur:l.. La imltacion del na-
tl1l'al \lO debi, pues, lleyurse si no hasta cierto punto:
una estntua no era en I'cal idad sino un signo, y co-
mo tina lctl'lt escrita. As es, que lllCgO que el artista
lograba sacar eou ,crdad la. parte esencial y determina
tiva del signo, que es la cabeza, sea reproduciendo la
fisonoma del pcr;;ouaje cuya, idea se trataba de recor-
dar, sea imitaudo de un modo resuelto la del animal
que era. smbolo de alguno. divinidad, habl[\' llenado su
objeto, y descuidaba los brazos, el torso, las pierun.s,
que no se consideraban sino como partes accesorias. El
concluirlas y acabarlas con precision, ni darin. ms esti.
mn n1 signo, ni le andiria claridad.'
Pesado.
Ahora hago memoria de que eu Clavijero he leido
algo semejante t. eso con aplicacon los mexicanos. Si
mal no recuerdo, en el libro en que explica sus artes,.
dice que la. historia y la pintura son dos CO&'l.S que no
pueden separarse en las antigedades mexicanas, por-
que 110 hnbia otros hi storiadores que los pintores, ni
ms escritos que lns pinturas para. eonsen"ar la memo-
ria de los sucesos, Los dogmas j' ritos r eligiosos, los re-
yes y hombros distinguidos, lns pel'egrinacioncs de las
tribus, las guerras y vicisitudes ' lue tuvieron, BUS l eyes,
sus noticias astronmi cas y cronolgicM, las poblacio.
nes, los dist ritos y costas, los tributos, los t,tulos de do
minio, todo estaLa representado en pinturas de formas
despl'oporciouadas irregularesj lo cual proycllia, en su
juicio, dc In lwisa que se daban en pintar, y de que
atendi elHIo slo In fiel rcpresentacioll de las cosas, es
decir, de 1ft idea pensami ento, dcscnidaurlll l:t perree-
cion de la imgen, contentndose (l yeccs con dar \mi
camente el
Clav.
Ya supondrn vdes. que la. regularidad y belleza de
la figura es Jo primero paro. un arti sta, y que ;i sus ojos
serlll siempre reptlgnantcs las pinturas deformcs) aun
que puedan hall arse ingeniosas explicaciones del or-
gen de la. deformidad. Esas explicacioues dirn por qu
existe, pero no la hacen desaparecer, :Mas 10 que abora
querria yo saber es si (l uedan notici as de la traza que
los mexieaDos se daban para pintar.
Couto.
Lo hacian sobre tejidos de filamentos de maguey
de iztle, sobre pieles adobadas, y 80bre papel fuerte.
U E9 1" palma l1amadu en mexicano iCXQI/.
Este ltimo lo fabri caban tambien de iztle y de ma-
g uey, de algodon y de algunas otras materias. Para los
colores se servian de tierras minerales, palos de t inte y
yerbas. Por ejemplo: el negro lo sacaban del humo de
acote,' el az.ul del ail, el purpreo de la grana., etc.
Traz.aban la. composicion sobre una tira larga de lenz.o
papel , que luego plegahan en partes, arrollabnn so-
bre s misma, como haeirl.ll los antiguos con SlIS vol -
menes.' Una cosa se obser"a., casi sin excepcion, en sus
dibujos, y hace honor sus sentimientos; y es que siem-
pre presentaban cubierto en 11\8 figuras de uno y otro
sexo lo que el pudor quiere que se oculte.
Pesado.
Mas sea lo que fuere de las obras de los indios, cllas
nad<l ticnen que h:lCer con la pintura que hoy usamos,
la cual es toda europea, y "ino tle8pues de la conquista.
Si 103ll\exieallos pintaban (yen efecto pintaron mucho),
ese es un hecho suelto que precedi al origen del arte
entre nosotros; pero que 110 se enlaza con su historia
posterior. Cuando deci :1 yo que : la que vdes. V,\1l fol'-
mnndo CII esta sub, le )t;t el principio, aludi:1;. que no
veo cuadros del siglo A'\,-r, que l l ~ cuando entt':1l' on
la tierra los hombres y b" art es de l-:1ll'opn. Se lt:t lo
grado averiguar quin fil el Pl'iIlH' ' maes tro que pnii
Nueva Rsp:\i"a?
Couto.
Nuestro difunto amigo cl conde de la Cortina escri-
bi que fu un Rodl'iflo de Ofacllies, nacido en Crdoba
ao 1493; que en 1513 ayudaba en Se"il1a. , su maestro
b Especie do pino, muy conoeidR en el pas.
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Dartolom de Mesa pintar la sala capitular; que diez
aos despues, el dia 2 de Octubre, cuando 80 ajustaban
apnas dos aos de ganado Mfxico, llcg6 Vcracruz en
compaa de algunas fllmilias espaolas, y se pUBO bajo
los auspicios de lleman Corts, ,\ quien sigui en eu
expcdicion de Ili bucl'!lsj que pint t::uadl'os para la gte.
aia que Jos franci scanos fundaron en Tehuuntcpec, para
otros muchos templos, y pnra la casn. del conquist.adol':
que retrat {1 ste en 1538, ti ~ .Marin:\ en Coatzacoal.
ca, al padre Fr. Martin Valencia, ni primer virey D.
Antonio de Mcndoza y Al n H' Niicz de Guzmau.
Estos dos ltimos retratos dice que eran de cuerpo en-
tero, y (I HC los posey not urini, seg'un utm de Ins parti-
das del invedul'i o que se form de los obj etos que le
rluitoroll. Aiiada que oenso la mejor pil1tmn. de Cifueu-
tes es una. que representa el bautismo de Mogi seatzil1,
donde estn retratados ste y D'!' :Marino; y que ceo cua-
dro se salv del incendio en que perecieron muchos
otros en la casa de los manlucses del Vall e el alo 1652,
por haberlo fint es regal ado Cort3 :'t los padres de San
Frall(:iseo de 'l'Jaxcala, en c.: uyo c.: Ollvent o nsegura que
est't. Dice, por ltimo, que el artisbt era, di sipado, y
que pertli:1 e ll cl j uego cuanto ganah:l con !'> us pinceles.
Pesado,
De dndc tOlll:lria lluestlo ami go tllll curiosas no-
ticias?
Couto.
Dos ocasiones se lo preg unt: la primera me seal
como fuentes el archivo de la Casa de Contratacion de
Sm-i1l a, si bien m me pareci cosa extraa que en
11
los documentos de aquella oficina se encontrasen to-
dos los particulares que acabo de referir. La segunda.,
me dijo que 108 habia sacado de unos apuntes del e r u ~
dito padre Pichardo, que un amigo suyo le babia r ega-
lado. Aun me agl' eg que la marca cifra con que fir-
maba sus cuadros Rodrigo de Cifuentes, era St.1: una
R, cuyo trazo delantero inferior, muy prolongado, lle-
vaba inscritas una o y una e, y arriba una s.
Clav.
P m'ccme que vd. tiene algun empacbo en admitir ,de
plano -las noticias del 'Conde.
Couto.
:Mesea pusndas platicaba sobre ellas con el Sr. D. Fer-
nando Ramircz, {I quien tambien dier on en rostro :por
su llovedad, y me ofreci que las aquil ataria. En efecto,
en un buen articulo biogrfico que luego ha escrito del
padre Fl'. Diego Ynlads, nota que ni en los antores im-
presos que tellemos de aquella. poca, y son hartos en
nmero, ni en la multitud de manuscritos de todas cla-
ses que en el espacio de largos aos han pasado por sus
manos, oncontr jamas referencia ni alusion nI artista
sacado " luz por el Sr. Cortina: que el hecho de haber
acompaado Cort s en su j ornada de las Hibl1eras, su-
fr e la grnyc objecioll de que no aparece su nombre en
la mcuuda.li sta que nos da. Bernal Diaz$ del cortej o que
l l e ~ b el conquistador, .r en ] 0. cual se hace mencion
hnsta de farsantes, juglares y otras gentes de mnos Ya-
Ha que un pintor <l e c:.mara: que es poco verosmil que
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ll ubic m l'ct mtndo en UoaL:t.coa! co; porque
H lo He detuvi eroll all Hcitl diaH, J' cll tnccs habin.
ell a I'ulo RIIH I' cl: u'iollcl:I COII Uot'ltl , h:lbiml osc casado
,lul'all!.e t: 1 vi llj o, e ll 1I I1 l,ue!l lezue!o de (J rizaba, con
. Iuall de Xaralllill o, IUHI du lOH t:ll pitall cA la cxpcdi.
eion: 1 1[l1<.l 11 0 pueden ltabCI'HO pintado c lladl'OH pa l'll iglc-
ti ja I'uml!ulll por rran ei HeanOH ell 'J'clulnut.cpcl', por
.,enci lla J' H7.011 tic liUO ;Hj\\l:I1(H I llldt,CS 11 0 hicieron J'UIl-
daeioll en CHe lI ga l' CnUJlI CCH ni dcspucsj y qlle en el in-
venlal'io du IUH ollj ctoH I' CCUCf:!tTlltloa :'L 13otu1'illi , 01 cual
est en Sil proceso, HO Imy In, llartidlL referente 108 ro-
tratos de J>. A IIlOlli o dc MClldor.a y Al vlll' Ni' c? J o
GlIy, llIall, Riendo Ilt! Cl1l :'iH cste ltimo pcrsOIm dC6cono-
cirla CIl la de Concluyo COIl (!UO811
jui cio hi ogndia tl o Ui ruontcH Uf! \111ft. i ceon. A m so-
lamento ltl O dd ienc pam el' cerlo fll:li, 01 f110 siClulo 01
Br, Cortina IWtl l hl' de l!Orl ol' , no IllIello cOll cebi r quo
vClldi eHo nI pbli cu cOlno \'cnlrHI Ull t: llCllto inventado
de callo;!'!! ,
Clav.
Yo he leido cn el vinj c de l italiano l!el1mltli , luo CB-
Lu vo ,11';'1 por Iml ni'inl'l do 2' .Y 25, qlle e l ]>l'iltl cr' pintor
europco 1[ 11 \' i It 1: !1'I" ;'t M(.\ ito de la cotJ rp li ALa ,
r u( UII lal Arto 'flll,'y lJ ue 11':11'1 (1 , ' li JO (',sl/;col di; l'iUa-
laudo: y dice \]1 1e del 1'l'iIl H!I'O vi /, IlI l a Vil-l i!.at'iulI Jc la
en l-ian! a la A1ILigtln, j" del ,",Cg' lllrt!() 60-
l'illt.llnHI 1: 11 Ka n 11' ,:ltH!iHCO y Ha ll
Couto.
No HOll e !; IIH las {lliCHH ni '111iz;'L laH lIIayOl'CK elt l i\'ll-
cacionel:! del \'illjen) j1ial llfllltL'f.I" gl linlul' Ar!eaga 1111 0
l'
conocemos en Mxico, es Sebastiau ue Al'teaga, de quien
hay en esta saja ese excelente cuadro del Desposorio de
la Vi rgen, estimado por nlcs. como \lna de nuest 1'llS me-
jores joyn$, Pero le recuerdo, que en uua im,gcn ue
Cri sto crucifi cado, que juntos cxamiuumos yd. y yo en
la sacri sta de la Colegiata de G'lIadalupc, hace ya alglln
tiempo, leimos qlle Labia sido hocha por Sebast ian de
Artcnga el I\ ii o de Ka pudo, pues, sor el primer
pintol' cmopco \'oni <1o lt N"uCnl. Espala. Respecto del
segundo, supongo que lleltraOii qniso rcfe rir;>c A O'isl-
mi Villa{palldo, de quien haj' pOl'cion de pinturas en la
cimbel . Pero por los cuadros de la Pasion, que estn en
los cOI'l'cdol'CS altos de San Francisco, y (eutre nosotros
sea di cho) nada tienen de soberbi o, consta que pi nta.ba.
en 1710. No es, pues, el segundo Cll el nlen cronol-
gico de nllc:=: tros pidol'cs. A Be1tl't\Dli debemos estar
agrat!c<:i(loil por la estima que hizo de Iluestra cs<:ueln
de pintura, y porque de dejarse llenu, con respec-
to ella, dd e:=:pritu de mHrmuracion que sool' e todns
materias es tan t001111l en los viajeros que nos ,isitan,
m:ls bi en haya pecado de lnrgo y ti'lcil en elogi os. Pero
no puede ponerse gran confi anza en SllS noticias, por-
que generalmente son inexactns.
Clav.
Estny notando que nI. se contorma COII eontnuleci
los del nrte !ll\ e i'l' 10 illtli l.:lHl , Y se guard .. \ de
mostr:mlOS cree que tmo principio en
Couto.
Yo pienso que ( Ili enes trajeron ac el arte de la piu-
tura, y empezaron i. ensearl o los ind ios, fueron los
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misioneros. El documento ms antiguo que conozco en
el particular, es In. carta del primct' obispo de Tlaxcala,
D. F r . Jul in.n Garcs, al Papa. Paulo III, que debi es
crilJil'se cnnnclo ms tarde on l 37. En ella habla de las
escuelas que en los conventos se haban establecido pa-
ra, los y solian contener . hasta. trescientos, cua-
trocientos y mm quinientos discpulos, segun la holgura
de cada poblacon: y ent re los ramos de enseanza que
menciona, cuenta expresamente la. pi ntut'u, y escultu-
ra.
n
De aqucll as escnelas, la ms clebre fu In qu e pu-
sO en Mxi co Fr. P edro de Gante en la capill a de San
J 03L-, que l mismo edific.
Clav.
Se sabe dnde estuvo esa capill a?
Couto.
Advierta \' (1. que aunque se le di tal nomLrc, ern. lIU
edifici o vasto, sin puertas, de muchas naves, que luego
se redujeron ,l cinco. Estaba en el convento do Sn.n
Frrll1cisco, banda de Oriente del at ri o actunl, hcia
la parte que ocupn ahol":\ la capilla de SCI,' itas, antiguo
sitio de la casa de r ccrcO de J\[OdCZlllll:l , de (ll10 hablan
los FUl: en Mxico la primer." pan'o-
quia de espaoles indiosj all so les enseaba la doc-
t rina, y se celebraba la misa; fu tnmbi en el primer sc-
minario y escuela de todo linaj e de al' tc3 y ofi cios en
Nuc\-a Espaa. El padre Gant e que la. cstabl cci y go-
bern por largos alios, puso all en sendos depnrtamcn-
t os t allereJ de sllstres, Zlpateros, carpintero,,'y herroros.
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PUSO ta.mbien escuela de pintura; y el padre Torque-
ruada recordaba que l babia alcanzado ver en la fra-
gua de los berreras, y en otl'fL sala grande algunas cajas
donde estaban los vasos de los colores de los pintores;
si bien al tiempo que escri ba 11 0 quedaba ya rnstro de
nquello.\J
Pesado.
En qu muteria no tendl' mos los mexicanos que ir
buscar la primera cuna de nuestra civilizaciou en el
convento de San Francisco! El historiador Gibboll de-
cia que Fl'ancin. era uua monarqua creada por l os obis-
pos: en menor escala Mxico fu realmente un:l. socie-
dad formada pOI' ellos y por 105 misioneros.
Clav.
Pero n I. cree que el mismo padre Gante enseaba
Jos indios :. pin tar?
Couto.
As indicarlo los trminos en que se cxpli-
Cfl ll los CSCl'itOl' ('S antig uo.'!,\! Y no es co.'!:1 en que pueela
ponerse :'op:\1'O, pOl'que aquel i nsig ne r el igioso ent per -
sona. do gran disposicion para todo gnero do artes, has-
ta ll egar ; llocir alguno de sus cOlltcmpodneos que
ninguna ignot'm," Obscn'c n l. por otra parta que la
enseanza que en aquella poca empez :i darse los
indios, Ilatmalmente uo tendria la extension y plenitud
que tiene la que ahora se da en una Academia como sta.
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Pareco gel' que estll\'o simple de los
cUfldros y cscultUl'fls CJllO por cntl'lllecs se traan de Es-
paiJa, y l t' lamlc!i. El dcll1l0clcl0 natural, y
sobre todo la cOlll posi(: io ll origi nal, II1I C Cl'J el :'pico del
ar t e, li D es \' CI'OSlll il II' IC cnt l'afH!1I en U::IIll'illl CI'OS cusa-
yos que :lIl il Me hi eict'Oll , y (uu la le)' ti ll O se
suj etan Ill'ill uipios de tOl la:-l ai-! CU!'! :l)j IHlllallas. Hin
Clll. b:u'go, apro\'cdlillldo la I'at:i lidnd l e IHit,n'. que;l El l-
ta. el e ttdcnln de i rl\' Cll eiol1 , e" {;Onnll l e ll las ra" aH ind-
gellas; hacindolos lI ol::H'lmo\ ilwol:rcccioll cs de dibujo en
que (mtcs eltian, y milli :; tdl\!l oles Jo::! y 108
procederes ,lel arte europeo, se logr (L poeo (llO JIluchos
(le ell os adqui rieran floltum y aci erto Cll la t'o,i:l , y em-
pczaron cullri,' COII hL !l ccesi,lad flHU habia
oe clHulroH y ya pOI' la lIl ult itud de templos
que on taJas part es sc por el lIl lotlo de
catc'l ui zacioll quc eOI1 108 ind ios se 11 B,
Pesado.
Ilien \' eo (l I all L<l cs en lo l i lll O fll(" arahas de de-
ci r, t rua parte de la CII SeJI:llIZ<I , e:-; p l\eialll lcl d c l' LI lo que
JlLim (1 la lli :-;(.ori:1 s:lgr; ub ) :-;e I c:-; ditl )iI"l,,'<L'l d :'llltl(l eH los
hecho!> el l , " t U!":I) {111 1: 111 1 1'1"1.! ,li,':ul"I' {x l,li, 'al, :!
el plpito, J.;(! II;d: lI l1 lo los u .. !l';.;onaj(" {'Oll !lila \ ' a l':I, c01l1O
He ve el l la ('.:I :llILjl: l que " i l'\'I! de portada;' la ohnL de
rl'Ol'Cjl l clllad:l. rl'alllhi l.! l l He l l!:-; I I:u'i: 111 l'eII'V,"JCllt :\I' ,I ra-
lllfLti eallll.!uk 10,<\ ,'<l1l"O,o.;I),'1 ,.ra pOI' !ll(!dio do Il umbres vi -
\'08, YoL l"011 f::1l 1Ius tl e l:tlb, de lo " I l: r1 ,!l1cd:U1 \'l"stigios
eH lar. f U1I ciones de la Sem:lI1:L Mayor, {Jll e se hacclI cn
los pucl)los, Cusi touos los llIisteri os cri stiallos se les
cnsciaroll de esta manera, pucs HO se encontr otra ms
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pronta para doctt'inar gentes ruJas, que no sabian leer,
y quienes era preciso meter las cosas por los ojos. Pe-
ro ese mtodo de catequizar cxigia la. produccion de
mayor nmero de obras artsticas, y debi contribuir
(lue la pintmu y escultura tomaran desde temprano ruu-
cho vuelo.
Clav.
Hedcido al principio el arte la simple copia, aUll-
(!ue so produjeran bastantes obras, no padia hacer ade-
lantos de importancia en sus partes csellcialei:j el dibujo
y In, composieian. Fuera de que yo me figuro que al
principio no yendrlan ,, las Aml'icas cuadros y mode-
los de primera clase.
Couto.
AIgnna muestra de lo que vcnia, se ha conservado
basta nuestro tiempo, y por ah puede juzgarse. } ~ l San-
to Cristo Jo bulto que est en el retablo principal de la
capilla que llaman de reliquias en Catedral, contigua ;t
la sacrista, fu un presente de Crlos V la Iglesia me-
tropolitana. ~
Clav.
DeeiR. yo qnc no \"enurian en los primeros tiempos
obras muy importantes, porque en Espaa misma empe-
zaba entnces :1. introducirse el arte que bft, prevalecido
en los tres ltimos siglos. Alonso Berruguete, discpulo
de Miguel Angel, vohiendo de Italia , nos traia los pri-
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IIlCl'1l8 (lcstcl1os de la escuela llamada del I{C(la(illlicllto,
eaLaltllcntc {t lrt sazon (1110 JIcrnnn Cort:; gl ll'lTCalJ:l ell
Mx i{;o por conqui sta\' este imperio. aque-
l b lnz 0 11 m11l1a8 de ::i n discpulo Gaspul' BCt:c l'l':t., pino
11)1' , escultor y arquitecto, qlle fu como .Berl'll gucto A
estudiar on It lin. Tras t' ] pOI'cian de volaron
:'l la culta pcn nSllh\ , y de reg reso {t la patria esparci eron
entre nosotros la doctrina que nll haban cogido. As
lo hicieron el mudo Nnx:lrl'ctc, Vicente .Toanllcs, el c
leuro J')n1;10 de Cspcdc8, ]'I'fIlH;i sco HiLnlta, Pedro de
Vi llegas, mi ti calal:tu J\ l ingot., y ol l'oo.. Adc-
m:Ls, al'tistns cxt l'fillj eros de :dto r'ltrito, como
el 'ri oiano, viniel'on t l'auaj nl' en ntr:\ldos (l e la
rgin, JHull iliecncin, de (Il'lOS V y l!'eli pe lI. De eso. mfl.
nom so fUl'lIH') dentro dd siglo XVI la esclarecida cs-
(\ 11 0la espalloh que en el siguiente tuvo hombres como
V clzrlIcz, i\Illrillo y T: i\'crn, y de la cunl I)l' Ucedc y es
una rnmn CRh\ tIc :Mxico."
Couto.
Lo (IHe e" 01 a r t.e do copiar, sea 'eplo.luci r IidIllOIl -
t.o en la obm que se haco, la obra que se toma p OI' de-
chado, pll,rccc cier to que habia. adelantado hasl anle el!
IlUlIlO!:! de lo!:! alurulLo:,; mexicanos de aquella poca, '1'01'-
quemada as cgmft (llIe l:ii bien en tiempo .l e la gentilidad
no saLian hace' hOJHh'cs espites que fu eron
cri stianos y vieron 108 cuadros fiuO 80 tl'ai:UI de
\l O habia retaLlo ni im;gon por prima que fu oso, quo no
la, retrataran y Lo mi smo il:d)ia oscrito
el padre Mololina.
,a
Y nuestro buen J3crnal Diu7. tIel
Castillo no slo di ce que los hlpidnrios y pintorcs qu e
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aqu l<C iban ; l1'1numl0, eran muy extremados oficinles,
si no que segu lI se le significaba, Bn juicio, ni aquel tan
nomhrado pi ntor como fu el muy antiguo Aplcs, ni
los de su tiempo, que se dccian TIcrrug lletc y ) [icncl An-
gola, ni ott'o moderno, natural de lllll'gos, que se docia
que era otro A_ptllcs y tellia gran fama , h ar ian con sus
muy sutiles pinceles las obras que ej ecutaban tl' cs in-
dios mexicanos, grandes lIIuestl'O:S del oficio, lb.madas
.Andl'il de Aquino, Juan de la Cruz y el Crcspillo.'o Es-
tos SOIl los pl'imcl' os nombres propios que conocemos de
artistas nacionalc:>. posiLle es qne si en EUl'opn. se
hubiesen visto sus obl'ns, los pintol'cs.r aficiollndos no
hubieran juzgado como el amable y ,'aliente histori-
de la conquista, 01 cual probablement e cl'n pCI' SO-
un m;s cntendi(la. ell pasos de :lrmns que en n egocio de
bellns nr tC'9. Si n emb;ll'go, por mucho que se cercene
tIc su juicio, ns como del de los misioncro,::;, pienso que
(luella siempl' c lo bnstnnto pnra que creamos que nlgu-
nos de nuestros paisnnos er:\ II , lo mnos, regulares co-
pistns.
Clav.
Pro eso 11 0 es el nl'tc; es npnns el principio
de su nprcndiznje.
Couto.
Mas :\l1tes de aenbnl' el siglo XVI se hnbia ya aqu
snlido de In. est rech ez de };t eopin, y empez:.dosc:\ pme-
ticar In. pintura en su propia cxtcnsioll. Ustedes me pr e-
gunt.nbnn :\ntos si queda noti cia del primer maestro es-
paol venido iL La. fiue he encontrado en
testimonios l1utig uos, es la que nos da el pintor D, J os
de Ibnrra, que parece haher conservado las 'adieioncs
histri cas de su arte, l!:scl'ibi endo :. D, Miguel Cabrera ,
su amigo, le di ce (lllC con anterioridad ;'L Echan, Ar.
tenga, los Ju{u'ez, Recel' ra, etc" es decir, ;lntes de los
:ll,tist.as del siglo XV.! f, pa5 {I este Heino Alonso Vz-
quez, insigne pintor eu ropeo, quien illtrodujo Jmena
doctrina, que siguieron Juan de Hua y otros.' r Ol' D.
Cl'!os de Sigol1za j' (-ingora sabemos que las pintu.
ras del altal' mayor de la. Cllpi l\a. tlc la TTni\'el'sidad, de-
dica(b ,l Santa CntarillfL 1Hl'tir, eJ'an ll e mallO del" ex.
eelcnt silllo pin tol' Alonso Y{zqucz; " que fueron su
ltima ob1':1; j' que eon ella.'! lli;.:o un pl'esente :', la Uni-
ycrsidad el Mal'cJus de Montcsdaros, quien go
Lern desde 1603 hasta Si el 'Vi re)' mismo las
ha.bia. mandado hacer , enlnces V{lzqllcz coexi sti en
sus ltimos alos con Baltasar de Ec1w,yc to<lnYn.jven.
Aquellas obras km dcsapareeido; y yo Jlasta. ahora no
ho logrado \'01' llingull otro cuadro qu e lIeye clllombre
de nnest l'o primer pintor, ni el de su (lisepulo Hua.
'r ampoco he yisto nada de Andl's, lc Concha, celebl'ad
fiimo de sus COlltelllpor<"lIleOs, entre otros de Bernardo de
V:llbucntl en la Grandeza mexicana.. Consta que hizo
las pin t mas llel tmulo erigido por la. IWluisici on pa
ra las exequias de Felipc II cn 15lJ!), y el retablo que
poco :lltes se habia puesto en San Agnstin ,'J y que si
estuvo en la antigua iglesia, probnLlementc pcreceria
en el incendi o de la. noche del 11 de Diciembre de 1676.
Mus pnl'Uju7.gal' en globo como !barra, Valbuenn y los
demas, quiero (lecil', para. creor que hubo ya en el si-
glo XVI pintores bien aleccionados en Mxico, me has
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ta un hecho; el punto en que al rom pOI' el siglo siguiente
encuentro la. pintura en muno:'! de llaltllsur de Echave.
y como nI mi smo ti empo que l, tlorCl' i :lIl lll}u otros
pintores de mrito, t OllelllOS ya eH c::\;"\ poca, es decit"
de 1600 pm'u adelant.e, una escucla t01'lI\ada, la 0ual for-
zosamente ha, de habel' tenido S\lS prccc(lcntci> natura-
les. Para Il egal' ado.lIle aquello" hombre" cs tab311 , ha
debido utos trau;\jarsc IlIlH.: ho.
Pesado.
No puede causal' cxh'aueza que 1:t pintura hubiese an-
dado largo camino en el tiempo corrido desde la con-
qui.stn hasta 1600, porque en todas ni! artes.r en to(h s
las cosas succdiv 10 mismo. Parcclllc que JlOsotl'OS ni
estudiamos ni <1prCCia mo3 cual dchil'funos aquel pel'o-
do chsico de Illl cstm qne fUl: en el que se for-
m la nacioll o que pcrtenccemos. Es necesario reCOL'-
dar "llIe Jo que se llam imperio mexicano, ('orri:\ poca.
tiet'l':\ desde la capital h,cia el Norte .r Poniente; es de-
cit" Ideia las f'et, ti le!:1, ri (':ls.r dilatadas regiones que COIll-
ponen mejor porcion (le territo\'io, Txpnlll
en el l itoral del Golfo, TUlall l'illg"v y Tilla en 1:\ t ierra
de lld, lorlll aball la b:UTL'I":l !tIl L' In n, j lia 1'01' la hnllda
<l el Norte; h;eia P' )lliellk, ,ani ;\ en Tajima-
roa con el pcqueii o l'oino d ... ),li .... hv;\(';\\l;.r la L'os ta
dol PaC'nco \l O :1\";I1l7.;\u:\ ud" ;IiL dc Cnl im;l," Dcntl'o
de estos liw1c:, cst:\ua Clll'CIT:lt!o 10 que podia ll amarse
ei vil iznoion ind ia un: ell todo L'l resto 11..:-1 pa:i \'agnbnn
tribus b:.rbams, sil/ gusto d, ' Ull/llmidad, al decir del cro-
nisto. Herrera, pnrccidas los sulnljes que talan ahora
nuestra froutera; gentes sin artes, sin gobierno, sin soru-
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bra de cultura, tal vez hasta sin domicilios fijos. La biza-
rra entrada que con un puiado de homhl'es hizo Oorts
en 1521 , que es 10 que nosot ros acostumbramos 1huIlar
la conquis ta, y forma sin di sputa UilO de los IJ e; hos ms
sealados de la histori a del mUJUlo, pl'oulIjo el efecto
de dar en tiel'rn. COIl el podero de los empel'l\uol' C's de
Mi! xi co, y de los rgulos sus ali ados y t l'bntarios, 80
metiendo los di st l'itos que regia n tiranizab:m, al mano
do militar de In. razn conquistadora. Pero csa entrada
no podia clla misma haccr la. ci\' i1izacion de la tierra.
A la toma de la ciudad de l\l l'xico sig ui inmediata-
mente un per odo de nueve auos de iniquidad, descon-
cierto y anarqua, en que no se obr si llo el mal. Mas
contando llesde la venida de la segunda Audi cncia en
1530, y parti cul armente desde el cstablecimi ento del
vireinato, las cosas fu eron por otl'O cfllnino; trabljse
con tino, con justici a y con rara diligc uci 'l; y eH los se
t enta aos que pasaron hasta cel'lar.'lO el siglo, se hizo
tanto, 'lil e de verdad causa. admiradon, el! especial cuall
do se considera que el gobi erno y c1 1Hl cbl o de la.l11etr{)
lloli teninn que ohmr ni mismo ti empo en co. ::l i todo. la
extell sioll del contincnte ameri ca no, .r que l: 1'a nqll ella
la. en qll e en Europa pesaba sobrc Espaiin la slIma
d e toua3 bs cosas cn pol l ien, en l'cl igi oll y eH g1l e r ras ,
J'rontc l':IS se anln7.lll'Oll !lista los Departamen.
to.:; de Co:\h ui ln, Nuc\'o Lean, NlIc\'o DUJ'ango
y Sillaloa. Lo;; sal\'rIj e;; 'In\.! nu h:\]ia Ilclltl'O y fuera de
ell a.;;, hicl! causaban hUI'lo lIlal .tIa propicllllll cs pur-
ti cularcs, 11 0 potli an yn inspiml' t emor la fillt orillad cs-
tablccido, In, cual de \'crJ.ad cra seora de b licna, y la
t cuia. organizada segull el pl an que se pl' OpUSO. El suelo
se habia rcpm'l illo en dominios privados; hab anse
do do Europa, dc rricl\ j' tIc las ii'l lu:'I, las sClllill uil, 1:\13
plantas, los "lIllimalcH q\il':: raltllh:tn; ('011 cstos <lllxili o:'l la
ngril'nlt.um solit:itaLa y explotaba In. de
nucstra tie r ra, :-\e halJiau clI8ciia<! n al pucillo !:I,,,, arl c:\
d c la l'i\' il ,.r establct:iclose COll 1'i.',!.:'ll lal'i cl ad t:I ('0-
1ll cn.:io de 1':1II' opa pOI' Vcracr nz,.r el Je la China por
IHIeI'l o" tl d I'ucli co, g l'll tlll es
Ouxac:'I, Call1 llcdlC, Vcracru z, PlIcllla, (lll cn',-
tnro, V:dhul ol id, (:lIlulalajarn, Cnl iac:lIl, Illll':llI,!.:'II, ha-
entecas, :--:an LlIi l'! l.'otu;,;, el Salt ilhl , dehen Sil primcl'
origen II esc periodo, tlnrHute el ('ual se las S:lt' d e ]11:11\-
tu, .r lI <'g:u'oll j ':! al';;lIll tl.8 hast:lll tc altul'a , La mincra,
hajo l'lI}a IWl uhra se Cn.:ll tollo ent rc 1I 0RIl t ros, 11 0 8l0
cstaLa pllllltili cad:l, SillO 'Il C ltauia atlqlliri,ln g'l'llll (l c5a-
rrollo en una zOlla 1:111 l'xtensa {'omu la que COITO t! l' scl e
(Julial'<lu ha!'l l:l "'ai<eo j' l ' m'hul'lI, II"e fu:' \l ol uIe Bal'lo-
10lll de :\retlina iUH' nl l" l' 1I 1:-,:-. 7 el hClI cli cio de llI eta-
les 1' 0 1' :lZ0g'l1 C l'lI grandes patioi<: invcllt o dI! illlll ell f'.HS
e lL el art e minel'a j' fJlW Il n)' mii<lIIo 110 el'!
toduvia rcclllplaz:ldt) ]lnr 0(1'0 I1I(jOl'. J ,:1 l'apit :!l .e ha.
lJi ll l'cno\':!llo ell mayol' p:lI't C', y l' l' a la primc!':1
ri nd:Hl tld Nllcn. :\Iullt! u; l' l1Iporill cid tl':'di l'U <ll e 1!t1l'
:o;u ltaci: I, l'l' 11 1 ni de [11;' ("l'O ele
j' \\! l'iC' ll(' i;l para twlo l'l l':xisti:! t'lI ella
la l primc l'a ('!>,,-' lIl' la de em:'t' IHUl za. geul' l'al
l ' U d 1:l'i,IO, dirig ida plll' tun !L:biles ('11111 0
l \' I'ntll ted Kalaz:ll' l'n lal'l hUlII:llIidacl e:-l , j' el p:ulru \ r
c
_
rac rllz l' ll ci"-' Il l' ia, I':l g'l': ulai<, I [: tI,ia aclcm;ls trcs
l'olcgil)::I 1'al'a la jlln:llll ltll'8huliu'::I. La illl 1'l'cllla, ti c la
tlll C :\l l' xico cUila en las AlIIl'l'icmi, tl':lbnjaua tleti dc
153!); j' para tin lel siglo !Labia habido siete ocho illl-
ti c !Cll'I cu:dcs ll1 cclan (!Cl' l' a 11c cien clli cio-
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ncs conocidas!' La animacan en las let ras no deba ser
corta, cnnnuo eu uno de los ccrtmenes poticos que
por cntncQs hn10, se pl'esentaron hasta. trescientos au-
tores, aspirando nI premio.'r. Yo bien s que no habria
en M"l'xi(;Q trescient.os poctas que mereciesen talnoll1-
11'0; pero siempre ser cierto quc l labia ese nmero de
personas que cultinlfI!l la poesa, ;- se ocupaban en ella.
Mxi co, unjo todos aspectos, era para aquellos tiempos
una duclnd Hnimndn, lujosa, ga.lanfi'J que Jaba golpe
quien llegaba ycrla, y que merccio. que un coutempo-
r:'mco, uno de los que en esas justas' poti-
cas, la dirigiera en 1603 este saludo:
"Oh ci ud ad bell ll, pueLl o COltNano,
Pl'imor (lcl mundo, trt'l z:\ peregr ina,
Grandeza ilustre, lu.,tl'csoLcmno,
de g!llas, oc r iquc'-lli mi u!I ,
:Uusco do ci encias, y do fuente,
.Janli n de Y' nIl8, dulce golosill!l,
ll1fHl r<l , I, i':!a;o de gente,
joyas CU(rt', er:lrio de
Flor glori a del l' oni ent c,
De fIl,lfIr.,1 cculro, 11': las
DeJlOll orel nill o, dcvil'tud la l's !;",!':"
De patria, de nnwicllt o,; oro,
Ciclo do ri cns , rka pri lll HVCnl,
P llchl o de jllstQ,
Grfll'e SCllfldo, di .cl'ocioll (' nlcra,
Templo de la I, d uau, al m:1 dd gUito,
Indins del mundo, cicl o de Ir ti erra!
Todo esto es somlJrtl. tUJn, ioh pueLl o
y h:ly miis que esto, aun miis en t!e encierra. NO;
Couto.
Galan por extremo se portaba Bernardo de Valbue-
na, cuando en su gentil aunque desarreglada poesa re-
quebraba Mxico de esa manera. Pero volviendo
nuestro asunto de la pintura, al amanecer del siglo
XV'TI la. encontramos con el vigor y lozana que se no-
ta en los cuadros que hay aqu de Baltasar de Eehuve
el viejo, sea el primero ..... .
Pesado.
Por qu le das esos nombres?
Couto.
Porque as le llamaron nuestros antiguos
sin duda para distinguirlo de otro pintor del mismo
nombre, que existi despues, y de quien ms adelante
te ensear alguna cosa. Estos dos cuadros del viejo,
que l'C'prescntan la Visitacian de Santa Isabel, y una
aparition del Sah'ador y la Yrgcll San Francisco, per-
tenecan al retablo del altar mayor de la iglesia de San-
tingo Tlaltelolco. Torquelllflda cuenta quo el altar se
concluia y estrenaba : la sazon que l escribia en 1609,
y que la obra de pincel habia sido hecha )Jor 1lI / espa'iol
1: izcayll o llamado Balta.sa; de E chare, nico en su
De mnnera que 80 le consideraba entnces el primer
pintor de lIIl'xico. En el retablo, monumento histrico
de bastante interes para formar idea de la escultura, la.
talla y la arquitectura monumental del siglo XVII cn-
20
trc nosotros, pint en tabla catorce cuadros, de los cna-
les cedieron los paures 10. estos dos, que se
han r eemplazado con copias fiel es, colocadas en los si-
ti os mismos que los originales ocupaban.
Pesado.
Ducnas pinturas ahora que las veo atcutamcotc. :Estn.
Vrgen de la Visitacion, en el acto de ser recibida por
su prima. I sabel, es una fi gura noble, hermosa y radian-
te con In luz del cielo, que parece que se la oye impro .
visur el glorioso J.lI0!Jllificai. Y Santa. I sabel no es una
vi ej a puesta en el cuadro solamente para dar realce A la
fi g ura principal, como slleler. hacerlo los pintores en ta-
les casos. Si bi en por In edad fo rma cierto contraste COIl
la Virgen, es, sin embargo, una matrona que no queda
desairada al lado de la visita.
Clav.
Yo, sin quiero dar la preferencia esotra
Vl'gen del cuadro de la aparicion de San Franci sco,
llll cna es la persona del Salvador que est su izquier-
da; pero la Virgen es tan modesta, tan acabada, que aun
tiene para m cicrto sabor de escuela rafacl esca.
Pesado.
Y estos dos cuadros de la Adol'acion de Reyes, y la
Ol'ucion del lIuerto?
Couto.
Son del mismo Echave: ah tienes sn firma en el pri-
lUNa, N05 Jos cedieron los padres del Oratorio de San
Felipe Ncri, en CUy03 claustros estalnlll, Pl'obablclltcn-
27
te pertenecieron otro retablo como el de Tlaltelolco,
compuesto segun la moda de aquel tiempo; y no es re-
moto que fu eran de la antigua igl esia de l os jesuitas en
su casa profesa, y se hubi eran quitado de all cuando
Tolsa hizo el nuevo altar mayor que hay ahO!'l.
Pesado.
Pues fe que la Vrgcn de la adoracioll de Reyes no
cede l las otras. Y el ni o que tiene en el r egazo, y el
Rey <tue le besa el pi son excel entes figuras. Qu sua-
vidad, qu empaste de carnes! buenos paos, tan
ricos y tan bi en Y lw.ego ese colorido tan bri
lIante y tan bi en entendido.
Clav.
Pero aqu , Sr. D. Joaquiu, s que es decidida la supe-
rioridad del otro cuadro que cSii la derecha, el de la
Orucian del IIucrto. Confieso vd. que no he cncoutrn-
do en Mxico figura. lUlS resignada, mls celestial que
la tl .... 1 8ah-aJor Ol':l llel O; creo que el mismo O"erbcck
con gusto la prohijaria por suya, Es cosa notable eu-
con'ar cuadros como ese pintados aqu, ntes de la po-
ca que VeUzquez y Mnrillo flo recioln en Espan.
Aquel del martirio de San Poneiano, comprado por
nuestro D. Bernardo un particular, muestnl. 1..1,. habili -
dad de en el desnudo. tor30 del cuerpo del
m; rtir, aunque cn actitud violenta, y "te del sayon (!tIC
figur a cn primel' trmi no cou una tea en ]a mano, estn
lllodel:ulos con peri cia; pero noten ",des. aquella cara
que aSOllla abajo, cerca d(!} 'ngulo derecho del cuadro;
'8
es un soldado que conversa Con el que c s t ~ vuelto de
espaldas. Seores, la mano qllc pint esa cal'a-, de tanta
verdad y tanto carcter, era una mano mnc;ll'a.
Pesado.
No tenia. yo de Baltasar de Echan, t. qllicl1 allnas
con ocia de oidas, el concepto que estos cundros me ha-
cen formur. I .. o reputo ahol'a uno de nucsttos ms :1YCU-
hljados artistas, y creo quc eIl cualquier pas ooude hu-
biem existido, se habria hecho un distingu ido lugar.
Quedan muchas pintmils suyas en Mxico?
Couto.
No escasean, si bien debe cuidarse de no confundir-
las con las del segundo pintor del mismo nombre que
{nles mencion. De] viejo he vislo cudmn de la puerta.
gTande del comcnto de San Francisco, nn San Crist-
bal colosal, pintado en 1601, y que PO!' dc;:gracia retoc
cn 1776 un .T os Mnriano Albo, desconocido para mi: Cl!
los claustros de In Profesa, unn gloria. de San Ignacio,
un ma,rt irio de Jns Vrgenes de Colonia, y el de San
Apronioj aquel de HaO, y estos otros dos de lG12, c u a ~
dros de gran tamao y ej ecucion: en el del martirio de
San Apronio son notahles las figuras de dos cauti .. os
cristianos y de algu nos soldados que hay :\hnjo: un San
:'-''nneisco de P aula del t.'l. mao natural , de lG25, en una.
de las piezas de la sacrista de la Colegiata. de Guadalu-
pe: en el cl austro de Sallto Domingo, el martirio de San-
ta Catal'ina. pinta.do en l G40. En los corredores de abajo
del primer patio de San Franci sco, hay In, vida del Sall-
to, que un cronista. de la Provincia menci ona. como del
1Jincclfamoso de Baltas({j' de y efecti\'amente al-
guno de los cuadros est firmado con su liOmbt'e. A pri-
merfl. vista yo los atrilmifL ms bien al segundo Echa,w;
pero como el texto del cronistn, que debi scr cOllteru-
ponneo de :>tc, parece al "jejo, LabrA que de-
cir, que la obra se trnbaYJ originalmente con ml-llOS
cuidado que otras, que ha sufrido m(ls por el desabri-
go del lugar donde eSb., finalmente, que ulgun rctoC:l-
dor puso en clla su mano indoctn. En podc!' de particu-
lares hay tnmbicn pilltmas de Eclw\e, de que he "isto
algunas. Por ltimo, si (como lo creo) son suyas un:1
Santa. Cecilia que hny en Sa.n Agustin, y nna Sacra Fa-
milia cn la rrofesrt, aunque no tienen su nombre, sel'n
de las mejores OUrllS de nucstra antigua. escuela, por lit
graciosa. inycncion y la pureza de cstilo que en ambas
resplandecen. Santa Cecilia, con un rico "estido, est
arrodillaun. mirlludo los ciclos; un ngel unja (l ceiiirlc
un;\, corona de rosas blnncas; otro galbrcl"imo llgel, al
lado opuesto, le da msica selltallo delante de un rga-
no: uniba ]1:1,)' un rompimiento dc gloria, en la en:ll Se
descubre unu de\' ota Yl'gen con el niiio en los brazos,
puesto en pi y d9 frente. En la Sacra, Familia estCl arri-
ba el Eterno Padro. Abajo, en primer trmino, la Yr-
gen y San Jos, cuya. figura cs muy gentil, ll cnm por
las manos al nio, ycstido lIO con ]05 pobres palios del
hijo de un artesano, sino con magnfico ropaje, como un
prncipe real. Su scmblante, do una lindoza J cxpl'csioll
singular...-s, recucrda el cantal' de Fl'. Luis de Leon:
en bc\Jnd i n:teiclo),. "
Est. mirando ,, 10 alto, y fija sus ojos en la palullI:l
blanca, smbolo lh'l Espritu Snnto, que baja pot' los ,li-
30
rC3, truycnuo en las garras una corona. de espill as. Qu
emblcmo.! Otros pintores nuestros ha1mll, si se quiere,
igualauo Echavc en la cjecuciol1 en la inYCllcin, en
lus pensamientos, creo que ninguno.
Pesado.
Y de su persona has r ecogido noticias?
Couto.
'rodas dicen que cra vizcaino, y Ul gllllOS sc\alu-ll por
lugar de Sil nacimiento { Zumaya; en In Provincia de
Guipzcoa.
3
\ Trabaj en al llesue los
primeros aos del siglo XVII hasta lGlO. No era sim-
ple artista, sino .fi llogo y escritor. En l G07 imprimi v
en casa de Enri co Martncz (el insigne y desgraciado
ingeniero del desage de l1uelmetoca) un tratado sobre
la antigedad de la lengua de CantaLria., no escaso de
sal)cr y de doctrina, segun dice el SI'. Eguiara.
31
no era cn.su familia el nico artista; tumbien su mujer
pintaba, y sospecho que una hija, y quiz; un bijo suyo.
Pesado.
Ahora !'ccueruo que Valbuenn alude sin duda t, eso,
cuando al hablar de los artista'J de la t:iudall, dice (lue
aqu !;e goza.
Del celchrndo }<'ranco hl " ivezn,
Del diest ro CMvcz el pincel diviuo,
De hijn y madre el primor, gala y dcstrezn
Con que en ciencia y dibujo
Vencen In bel1n Mnrein y el ai roso
l'incel de lngrnn hija de Cratino;
y otras bellezas mil que nllnil ng roso
Ingenio de nmbos este sucIo debe,
Como : su famn un inlll ortnl colvSv.-.;I
3l
Couto.
Si dejamos Pesado decir YCl';;OS, nos relatad de coro
taua la Gralldeza y por nididurn. algunos li-
bros del Bel'lllJ.rdo. Y oIyiendo la rn.ujer de EclHlse, se
le ntl'ibuye el cuadro de San Sebnstian que si r\' c de re-
mate nI altar del Perdon en Catedral; cuadro que por
la altura que est, y por el cristal que tiene delante,
no puede estudiarse; si bien la figura del mrtir, que en
sustancia es unn, academia, parece trazada con despejo.
rero lo que hay nrdaderamente notable, es una anti-
gua tradicion que corre en Mxico, de que ell a ru quien
ense la pintura : su mnrido.
31
Pesado.
Si tal hubiera sido, mereceria esa artista dos COl'onn:;
un:l por haber ella mnllejado los pinceles, y otra por ha-
berlos puesto en manos de Echnvc.
Clav.
Juzgando yo por simples reminiscencias, y despues
de no pocos atlas de ansencia de mi pais, la filiacion qne
el'eo reconocer en las obras de este hbil pintor, es 1(1,
del ynlellcinno Vicente JOallues; bien sca que de su es-
cuela hubicse recibido inmediatamente la doctrina (ultes
de ycni r Mxico, que aqu la hubiera tomado por
medio de su lU\ljcr de otro. Desde la primera YCZ que
\'i con atellciou sus cuadros, r los de nlgunos de SllS COn-
temporlineos, me nsalt la den.
32
Couto.
TClIgo presente que me la comuni c n 1. llaca tiem-
po. y debi ramos darnos el parabi cll cul\'I xi co, si nucs-
tm escucla se derivara. de la del insigne Joannes, de
quien decia Jovellanos, que sus obras 110 parecen pintadas
COi! la mano sino con el csptilll. Pero 'lu espritu, tan sa-
bio, lan daoio, tan
Pesado.
De qui n son estos cuauros que han puesto nles. en
de los de Echan?
Couto.
De Luis Jurez, el primero de los cuatro pintores
mexicanos que ll evaron ese apellido. D. Crlos de Si-
genza y G-ngora refi ere que h,cia el ao 1621 se hi-
zo el retablo grande que hubo en la iglesia de J csus
.r cost nueve mil pesos; precio, llundr, que no
parecen, cxcesiyo fluien haya regalado la vista con la
inimilable suavidad de sus pinturas cn 'fue se c:a:cdi s mis
1110 el mexicano L uis Judl'cz , pintor excelente!J 1010 de los fIl a-
yotes de aqucste siglo.$ Desde algunos aos ej erCa
ya el arte, pues ese cuadro que est ah, de la aparieion
del ni o Jesus San Antonio, tiene fecha de 1610. Es
un presente que hizo ( la Academia ht comunidad de
San Diego. De 108 otros tres que tenemo!) aqu , el pri-
mero y seguudo representan la ununci acion y apal' ieion
de la Vrgen { San TIdefonso, el otlo la leyenda del des
33
posorio de SUllta Bl.rbara con clllioJesus; este ltimo
se adquiri de los religiosos de Santo Domingo, en cuyo
noviciado estaLa. En el mismo com'cuto hay porcian
de obras de Jurcz, artista de estilo y manera tan mar-
cados, que un solo cuadro suyo bien autenticado, sirve
de ejecutoria todo.:'. Y en ese caso est no slo el San
Antonio que HOS vino de San Diego, sino ms particu-
larmente el lienzo de la Ascenciou del Seor que hay
en el Colegio de San Ildcfonso, en la sala que llaman
General chico. Quien lo haya visto no pondd Juda en
que estos otros son de la misma mano.
Clav.
AUll en ellos se liota bastante la identidad de estilo.
Las cnbezas de los ngelcs, las de las Vrgenes, el ple-
gar de los pnios, todo parece sacado de un solo molde:
t:nlluieu el tono del colorido es idntico. rOI']o demas,
Luis Jul.rez es pintor digno de memoria: se conoce que
pertenecirt la escuela de Echave, aunque no llegara
la altma de ste. Obserren nles., por ejemplo, en el
(lcsposorio de Santa Rl'uara la actitud humilde y ex-
prc:3i\"a de la Snlltn, en la primer flor de su edad, nI mo-
mento cn quc el nio la pono on el dedo el misterioso
anillo; y luego esa anciana que estt alIado y la sostiene
y parece animarla. Es de las buenas figuras que he .isto
pintadas ac. Lo mismo digo de una Oracion del lIuer-
to que hr.y eu el com"ento del C<rmen y me parece su-
yn, aunque uo tenga el Jllare:: fcl . :Mi difunto amigo
D. ~ I U l n c l Yilnr y yo tomnmos empeo en que ese cua-
dro "iniera la Academia, :'iutes de que se formase aqu
Ilingull proyecto sobre pintllTrlS mexicnnas, y cuando no
34
pocliamos cOII Bidcrnrlo silla l)njo el rcl'pccto de su m-
rito :m sombJaute (1 01 Snlvndor ClI lIftUClln. tre-
mcnd,t h orn, es tIc Iln:L oxprcsion sing ular.
Pesado.
Decias (IlIe hubo vl"tl'ios artistus J u:rcz?
Couto.
Ah ticnes l uego al segundo (111 0 se ll am y es
autor de ese cuadro gnuHl c apaiKndo que presenta una
visi an celestial de San Fn\llcisco. J ,:L Virgen ll ega {L vi-
sitarlo, traycudo 'l BU divino nij o, acompaiada de un
III1IllCI'OSO cort<; jo de :'tngclcH que le dal1 msi('n. J<:J flall-
to la. recibe arrodiJl :ul o, y parece lll'cparal'sc:t tomar en
8 tHI ht'a7.0S a.lnii o.
Pesado.
que ese lienzo JIU)' a sul'l' ido del ti empo
de mano de los limpiadores. Si n clIlh:u'go, ofl'ccc rasgos
ql1C dcseuurcn un autol' inteligente.
Clav.
Por solo l 110 puede eslimarse ;'t J os Ju{t rcz en lo
(iUC ntlc, En los d:Hlsl'os de la rl'OfCSH hay dos cuadros
!:luyos, UIlO de San AI,:;o J' otl'O de los dos lIil os m:'Lrti-
]' es, Han ,Jnsto y San l'asto l', (lil e cstarian }i Cll eH cual -
qui or musco de pinturas cn (lil e se 1'1I !-l iCI'an, Tal es la
1I01,kza el e las jiglll'!IA, su excelente trHz:'l cl color IlI lIy
bicu enlelldit! o, ,}' UlI total eH I),uo leSCUll an I' cgahuln-
ment o la , ' is ln, 'religo tambien por de ,Jos JU{ll' e':, llUH-
quo 110 cst;n lo:.l tIcs g l'lllldes lcll m:.; 11t1C hay
en San }"J'tlll cisco, en la cscal cm que Buhc dc la do
)' llIilngros tlel Snlltu f't1l\ll"dol'
y Il el Hal\'atltll' tic Oda, El ctitil o mc parcce tOllo
tIc est e pint or, cuadros 8011 ti c ba!it alltc m-
rito, SI
Pesado.
Sabes In pth' :l precisa cn que piulaba?
Cauto.
len la port era tle Sltn Dicg o Itll,}' un cuatlt'o llpai smlo
dol lIiiio JCSIl S y San Juan, tirlllmlo J o 8 11 mnno y con
lc1 m 10.,12, J,08 do 8:\11 j \ h'j o y San Justo y 1'astol' , tIc
que haLl el SI', Cl:t\'l:, 8011 do l G53_ 10:11 el COll\'Cllto
do San ]?I'nll citlco ho ,-i slo otro tl o 1IL \'i sio11 (111 0 t.u vo el
Snll!t), CllI\I\(l o uu (ingel le present 1111 \'II S0 de agll:l
cl'i ,; !:dina, Rmholo tIc bL pureza B:l cc nl ol:tl, )' el< tIc lG08,
j)1,} n umcra ti ll O truhuj en la ciudad llllHl' 1l 0' pOI'
cio (le 5G
Pesado.
CI' (,O fIu O has t1idlO 'l\1e h: cia el mill lll o ti empo
OOl'ceia Sl' hn:< tian tlo AI' Ic:lg:l , :i 1luicll HcltrillHi I'l Upl1S0
el Ilnti gl ll) pint o\' du ::\I xico; y lJuc tIc l ('8 eso des-
pos()rio de In \"l'gcn quc tlJII CmOS ti la vishl.
Couto.
Dijl' J el: credo, I He po!' el -anto CrHn {JlI O csU e1l
la fl :l.cri :'\l:L do la Oolegiala (le OlladaJllpc, \.:O I IFil.a que
trahajaha el! 1(j.13; y ahora aii:ul o cl"e era Hotario l e la
rWl'li Hieioll. 1HI Ol1 0 l'xplil'lIl' b Cfll'll-
B('7, de l,intur: s HII)':lfl : qnc]ac-crcll de! empleo HO le
th:jal' iau tiempo pam <.:;cnibll' el mote, Pil O)! en.balrnclllc
cxisti ,'J 0 11 la 'PO('lt el! fine el tl'ilmllal l cllplcgah:t
que 1I111H.; :I HU ICltlihle .AdcJrl:I Il, llO lI cecHita-
da , como nl. rof;, f'illl n, isLi,' de la 1,inluI>a. Yo 110 he logra.
J o "cr' III:'U, nhr:tfl. 11ioll :lutl'nti cll H, fIli O mm que estA
all, la de la H,wri"ta de <luiulalupc, y IIn insig ne HanLo
TOlll lll'lJ lIIclicIUI,. la 11l:1II0 li t lbg:t (Tc! cosblllo (l c
Ul'is(o, c{lI e hay 011 el prcshitc l'i o (h: I:t Igll':-;ia ,le San
Ag lu,t.i n, Hul)]'o l:t puerta fIno (la A h
Pesado.
Pil OS ti re (1110 !:j i por (lel II CIll Ofl ll ojllz-
g:l.I' ,l o HII hal Jilidful , dehcmoR HOllt il' (111 0 el sciior Hota-
rjo 110 1'\0 ltnlJicra ,l qjfulo los PI'OCCflOI'\, los 'xpctli cntcs y
tOlla I:L halumha (l o pnpc10f! ti c h p:u':t ]arRe ex-
clt lsiv:lmcnt c :tT l'i ll\'c1 y los
Clav.
La composicioll, allI lClue scncilla, hi en idcadn.
IJ 11 pontfi:e coloc:Hlo ell el contro, toma con \lila do sus
m :lI lflR la (le la VI'g'CIl, .r con la ot ra la de Han pa-
m 11 IliI'!:l f.!. A 19l1nos animan b ('s"ella y se 1I111 0S-
37
tran oficiosos en servir;\ su reina; como ese que por
atrs le recoge la larga yestiduru. El pont fice es un
personnjc grn.\"c y respetable, pero al que ll Q fi\ltan dul-
zura y bondad. donde llatlll'f11mcntc apm su :trt e
el pintor, en In figura de la Vrgcn. Ven nI.
doncella tan esbelta, tan bien parad.tj y al mismo ti em-
po tan modesta y ruborosa, que se percibe el encogi-
miento con que ticlHl c la mano pUI':\ tocar la del esposo.
Bueno es talllbicn ste,.r sobre todo los paos. Nues-
tro amigo Caball ari nos deca llun YeZ, que esa capa
amurill n. de San Jos le recordaba los grandes coloristas
de la escuela '\"cnccinna, y que el cuadl'o, en Sll conj unto,
le parccia. el mej or de los que aqu hny. Sin extenderme
:t tanto, el'CO que es de l os hUCllOS, y que deue mereeer;t
su autor uno de los primeros puestos entre los piutOi'cS
mexicanos. El <l c Santo 'l'om;s de que habl el SI' . Cau-
to, confieso ydes. que yo 10 tomada. por de algun uo-
los de la escuela. de Cal'aeci, -si 1:1 firma de :\ l'tengn,
escrita al pi, no asegurara. , ;;tc l:l gloria. lIc habel' ej e-
cutado tan excelente pintura. Eshi becha. COII un yi gol'
y unn, fuerza desconocidos el11u escuela l11exi e:1Ua, cuyo
rasgo caracterstico es la blandura y suayidad. F rcnte
l C!it: colgado otro cuadro de los discpulos de Em:H1s,
sumament e estropeado, y siu nombre de antor; pero (1110
parece ycnir de 1n misma mano, pues campean en t-llas
mismas dotes. Por ltimo, be oido decir que en un con-
vento, no recuerdo cu<.l, hay de Arteaga una adoracion
de los Reyes, cn que se nota su estilo fnerte y resuelto.
Pesado.
All sobre la puerta \' eo uu gran lienzo del en ti elTo
del 8al\':\<101', con el nombre de llalta::ar de Echll H', y
38
la data de 1665. PCI'O no pan:!cc del mismo autor que
los rI11C vimos :lutos.
Couto.
E;; OH cfecto oel segundo piutol' de eso nombre, osi
como el martirio de San Pedro de Verona que cstft al
lado, y los CUrLtra evangelistas chicos que hay abajo. El
Rnti cl'l'O se adquiri de la. iglesia fIue }Jaman del hospi.
tal de Tcxcoco los demas nos vienen de la Oolegiata de
G nadalupe, cnyo cabildo los don (l 1a Acndcmia. Sos-
pecho que este pintor pudo ser hijo del primol' naltasar
de !la slo pOI' llevar su lIombre segun el uso de
las familias entre nosot ros, sino porque aIgun bigrafo
del }laure, dice positivamente que no slo su mujer, si no
tambi cn SUB hijos oran piutot'cs.
v
Clav.
La diferencia del estilo entre los UDS se ccha de vel'
luego. El viejo atildaua y concluia perfectameute sus
01m15
1
en 1:.18 cutlles resplanuece por otra parte U11 exce
lente gusto y buena ciencin. del arte. segundo 01'0.
llillt or de electo, quo <.bba golpes fUI'tes.r no so cuida-
ua mucho de ncabar. Aun se ohscf\'all ill correcciolles de
dibujo, qlle con un poco Je atellcion se hubieran evita-
do, como la que hay en este brazo que cuelga del Sal-
vador mllerto. Sin embargo, In obra. on totalidad Lace
imprcsion y manifiesta ycui .. de nlla mall O fl1lnca, capaz
d cjecut:ll' buenas cosas, ClI HllUO sc dctenga {t cstudiar-
1:1 5. H,} a(lu rasgos (Iue recucnl:1n Ja pinturagrnsa)' vi-
gorosa de Al'te:lga en el Snnto '}' OlllS de 1:1 ig1esin, de
SUl Agust in.
Couto.
Otro tercer Echan (lIbnucl) hubo hcia el mi smo
tiempo, de quien conozco un cuad ro apaisado con figu-
rns del Nio, lo. Vrgen y San Jos, uc medio cuerpo; y
si no )lucia cosas mejores que esa, uo merecera que se
le mencionara, A no ser por el apellido que Hen), y que
ncaso atestigua su deudo de sangre con los dos de quie-
nes hemos hablado.
Pesado.
De suerte que clltbuccs pudiera nplid rsele en el So-
bilario ele las Artes el di cho del poetn latino:
......... p<!riit Ol1ltli$ in lIo
C\ljllS hms cst in origine soln.
Couto.
Aquel cuadl'o m:ls chico que queda [teA ;. la iz<)ui cr-
da, y es un santo obispo dando limosna :. unos pobres,
es de Antonio Rodrguez, que lo piut en 16G5. P oco
uteres tiene en s; pero los oj os UC los peritos presen-
ta ciertos rasgos de la escuela de Jos Ju:irez, quien.
quiera que sea el autor de los milagros de San S:1h' ''uo1'
de Orta. Del mi smo Antoni o Hodl'gncz he yi sto en S:lll
Camilo uua Santa Teresa, de 1663, y en llelcm un
S:\Il Agustin, escribientlo, que me pareci de m;ls Illl,
rito. Por aquel tiempo fl orecian otro Rod rguez (JOi;l')
y Antonio Al vnrncl o, que pintaron ('} arro triunfal ql1e
erigi la rilldnd para el recibimi ento del Yil' ey Conde
40
de Paredes en 1680, y cuya pOlll p03ft descripcion nos
ha dej ado D. Cl'los de Sigcll za en el Teatro de virtu-
des pol ticas. De J os Rodrguez el ice que sl o ora iu-
fc,iOl' los antiguos en la edad, y (Ill C retratos hechos
por l' no fal t quien los sal udara como vivos. I gual le
llarccc Alyarado en la valent a. del dibnjo y en la 010-
gn llcia del P ero hay que recordar que aquel
erudi to escritor ora inclinado como pocos :. la hiprbo-
le. 'rambien debieron existir M. cia. la misma poca Jos
Torres y Manuel Orcnalla, quienes slo de nombre
conozco. De un Di ego CaSanOYfl he vi sto una l>ll rsima
de 1064, medianil ; de J uan de la PI nza, si n fecha, varias
ouras, un poco extravagantes; y de Nicols Correa una
Santa Hasa de l G91. r Ol' aquel mi smo ti empo, muy
poco despues, debi vivir Manuel Luna, de (uien se
dice que teni a alguua franqueza de cjceucion y regul at
dibujo. Yo no be visto obras sUj' ns.
Pesado.
Ah cnfrente t ienen "des. otro Con'en, Juan, en aque-
lla Santa nrhara que UD carece de agrado. :fi gura
es digna, el col orido t emplado, y el 41ilmjo 110 parece
malo.
Couto.
Ese cuadro nos " iene uo la Profesa, donde queda ot ro
(1ue de buena gana habria yo t raido t amLi cn, y repre-
San J os llo\'audo de l:t mano al ni io. De cuall -
hu obras de Juan Correa han pasado por mis ojos, don-
tro y fuera de la ciudad, que han sido bastalltes, t al vez
41
senn estas dos las mejores. Correa pi nt mucho: suyos
80n, entre otros, los dos cuadros del purgatori o que estn
\ los costados del altar del Perdan en Catedral,y tienen
fecha de 1704; si bien debi trabnjar en )'f xico desde
ntes do concluirse el siglo precedente. Tambi cn hay
obras de su mano en Santo Domingo y la Merced: una
de las que v en este ltimo COllnnto, es copia del (les-
posario de la Virgen, de Arteagi\. A Correa le hace m:'ls
hOllor alguno de sus discpulos que sus pinturas. llablo
de D. Jos Ibarra, quien en su cnrtn Ji Cabrera, que cit
ntes, le llama BU maestro. Por cierto que cuenta que
para hacer las Vrgenes de Guadalllpe, se yali a de un
papel aceitado, en el cual se habian tomado al t rasluz
los perfiles de 1:1. im:lgcll. Mezquina traza para un ar-
tist a.
Pesado.
El estudio de Nuestra Seora. de Guadalupe, creo que
fu cosa que ocup mucho loa pintores de aquel tiempo.
Cauto.
Desde que en 1648 public el presbtero Mi guel S:l. n-
chez la primera historia. de la npnricion, se fij la aten-
cion en la irugell, y empezaron fL multiplicarse las co-
piad; pues ntes de esa poca n O habia eula ciudad ms
que una, que estaba en Santo Domingo, segun asegura
un nnalista contemporneo ,. En 1666 se hi zo el reco-
nocimiento fl\Cult nti.o delliellzo, en que inter.inieron
siete piutores, que fueron el Li c. Juan Salguero, l ~ r
go; el Br. Toms Conrado, hombre de letras; Sebnstian
42
Lpez de yalos, Jo Fuen Laur:Hlll, Nico!:'s de
Angulo, J U:ln S.nchez.r Alonso Z,hnte; sus obras,
bia el autor del Escudo de armas de hracia me.
diados del siglo ltimo, alln llOS rsf{lll di ciendo SUB
aei crtos. j; Yo no he "j sto hasta ahora todos ellos, si no
unos cnuuI'os apai sados del Avalos, que cstn en el al .
tal' de la. testera de la capilla de San Cosme en Cate-
dral , y son poca cosa. : juicio de los intel igentes. Por
cierto I}uc en la mi sma capilla hay, en el altar de la iz-
quierda, seis cuadros, sin nombre de autor, pero que pa-
r ecen tIc escuela mexi cana, y llaman justamente la aten-
cion, por la armona de entonaeioll que ni Sr. Clav le
recordaba la de la. escueln de ::\1u1'illo. El del cent ro re-
presenta o San Agll stin, encima hay Ulm Anunciacioll ,
y de los cuatro ll e los lados, uno es S1Il Ignacio, y otro
S:ln Fel ipe 1\o1'i. E l retahlo en que CS tfLll no carccerin
de gra<:i:l, .r es l: sti;na que no se conserve con ms aseo.
Clav.
Recuenlo <. nI. que Cl! una piezn dc ab:1jo tenemos
un li enzo de gt'all tamaio, que representa el nacimi en-
to del pintado pOI' l!ctl ro lhmrez, arti sta un
poco grotcseo, aunque HO c:u-cciera dc ejecucioll , y en
el que "d. ha creido rcconocer ECmt:janz:L con algunos
de los cuadros de la sacri sta de la. .Mc1"<:cd. Si por ste
dclllacimi ento hemos de conjetul'ur la. poa en quc exis-
ti el untol', debemos suponerlo. contemporneo J e los
E (: J n\"Cs y J u{rcz . J
Pesado.
rues por lo que veo, hubo en Mxico no corto nme-
ro de pintores en el sig'lo XVII.
Cauto.
Aun nos falta mostrarte algo de los c.1os Hodrg uez
Jurc7., que lo cerraron dignamente,)' que di cl'on prin
cipio t una llUCYU ednd de l:L pintura entre nosotros.
Pero {mtes quiero decirte, que del lUislIlo siglo XYII
conozco adcm{ls, de otros oscuro:,:, nlgullos (li t! por su
mrito te nombrar. Sea el primcl'o Juan de Herrera,
quien nuestros antepasados ll al11:lt'on el {(cili o, como
en E"'paio. :'1 Luis Moral es, porquo sl'l lo se <'je t' citaba
en asuntos sngrndos, por la pcrrcccioll con que los des-
empe. En la cnpilla Ile reliquias de Catcd'al, fJ uc men-
cion ntr.'ts, hay en el nltal' prill ciprd tloce cuadritos fir-
mados de su nombre, con fccha tIc l GflS, que represen-
tnu suntos m5rt ircs, bien acabados y de bastante g usto.
Clav.
TCllgo muy present e que euatHl0 los \"imos, 1I OS dlja-
ron nlgu u Silbar de esti lo holands,
Cauto.
El seguudo es Fr, Di ego Decerra," lego fr:wciscano,
COllll O\" icio del padre Vetallcurt, que le 1l:1Il1il insig ne,
y por qnien sabemos que en la segunda mitnd del siglo
pint "lIrins obrl1s para su convento, las elUdes se quita-
rOIl tIc la portera. por lo que all sufran, y se dist l'ilm-
yeron en otras partes del edith:io,
Clav.
Ese ha de ser el Decel'ra franciscano, de qui en ahora
dos alias ,o en su COll\'cnto de Puebla, en la escalera, t res
grandes lienzos de Mu ntos ue IfL 6rden que me pluguie.
ron bastante.
Cauto.
El tercero es otm Decena, Nicols, de fIl\iell hay en
ellIospital de rl'erceros un clmdro grande de San Luque-
cio, pintado en 1G03, y que parece una anticipacion del
estilo que aos adelante us Cabrera. El cuarto es el
padre Manuel, jesuita, de cuya vida 110 he podido alean-
y,ur noticia, pesar de haberla buscado con diligencia.
13cltrallli, (]ue lo colocfL (ignoro sobre qu llato) en el si-
glo Riguiente, dice (pie pintaba admirablemente con am-
Las mallOS, y (Ille l vi una bella muestra de su talento
en nn cuadro lle la Cella, en el refectorio de San Fer-
nando. Bien lwce quince aos que yo busco la tal Ce-
Ilfl. en afIuel convento, y no tloy con ella, ni hay padre
de los antiguos que la recuerde. La que all ensean, y
estA ahora en un claustro de nniba, junto (L la puerta de
entrada de la f:.ala de recibir, es obra ele Pedro J .. pez
Calderon, ejecutada ell 1728, y firmntla de su mano; de
melliano mrito. Donde realmcnte habia una pintura
del Iladre Manuel, era en la escalera del Colcgio de San
(-regona, que se conservaba como estuvo en tjempo de
los jeslJitas. ~ s un cuadro apaisado, firmado del autor,
y que repl'esenta lusacru Familia. Yo he visto pocas pin-
turas de Mxico, que me hayan parecido de tanta gra-
cia)' perfecciono Si as trabajaba siempre el pnute, sin
dllda que ray bicn alto en el artc. :EI cuadro se habria
tmsladado hace tiempo {t esta sala, si hubiese yo podido
dominar la ira que me causaba la temeridad. de no s
qu audaz restaurador, que (juiBO retocar, como ellos di--
cell, "arias de los figllras, y !ns eeh :'l perder del mUllo
ms lostiruoso. Quedan slo algunas intactas, y por elln'
puede juzgarse de lo que era la obra en su estado origi-
nal. El rancio de los colores me hace creer que u ~ an -
terior al siglo pasado. Nuestl'o amable amigo D. Ul'ba-
no Fonecen, m{ls paciente que yo, ha infl uitl o para que
esa bellsimn, ruina (que as puede llamarse) pasara la
Escuela de Medicino., donde nctualmente se halla,
Clav.
Lo que vd. cuenta de ese cuadro, me recuerda el di-
cho de un inteligente: m:'ls obrns han estropeado los res-
tauradores que la mallo del ti empo,
Pesado.
I bas (l ensearme algo de Rodrguez Jurez. uno
de ellos conozco desde que en ailOs pasados \'imos jun-
t os t .r yo nlg una cosa de su mano que nos llam la
atcncioll en el colegio de Tepozotlan, antiguo noviciado
dejesuitos. Del otro no tengo noticia.
Couto.
rues comenzar por esotro.' Era presbtero y se lIanw-
ba Nicol:.s. Esta Santa Gertrudis que YCS aqu ofrecien-
do su corozon nI Cristo cruci ficado que est sobre el al-
tar, fu pintada por ~ l en 1690, segun consta de la. firma
que se lec abaj o. En los c1austl'os de la Profesa hay obras
sUyllS, que 11 0 abundan mucho en In ci udad, quizA por-
que siendo clrigo, 110 tenia de oncio la pinturn, y sl o
M;
la ej ercitaba por afi cion, Era t amhi cH h;'lhil retrati sta,
He visto de Sil mano un nii o, sobrino lIcl SI', Sau ta
Cru z, obispo lle Puebla, ejecutado no'si n gracia ,
Clav.
E n est e cuadJ'o de S:lnt...'l. Gel'trudia cs notalJl e la difi.
I: ultau que preseutaba el pensamiento que sirvi de tema
:'1 la eomposicioll, santa tenia que estal' arrodi ll ada
,l eJante del nl tar; yel'a precise sl1crific:'ll', la "i sta de
,;tc, qne el (:f;pectrl dor nn.t lll'almentc espera ell contrar al
frentc, la. ti gum de la salIta, quc es el protngolli sta, po
uinuola oe espald as. Nicol{s Hodrgucz sali del cm
l mr:lzo cogiendo al soslayo 1:1, escena, pero de manera
fili O conscn'ando del al tar lo bastante para que se com-
p,'emI a el asunto, la sali ta. en el rostro y cuerpo se pre-
R-Cllte ms que de medio perfil. En cuanto { la ej eeuciou,
la masa del tllta!' mismo hace credo por su sencillez y
regnlaridad; la santa ofi'ece un huen total en los palol:',
en las carnes, y en la expl'esion; y el tono del fo ndo y el
conjllnto de la composicion dan {lb obra. cierto aspecto
de seriedad y al teza, cn que se deti ene no sin mil'amien
to el cspectador.
Pesado.
Las pinturas (IlI e en Tepozot lall nos ll amaron la aten
eion, son de J uan Hodrguez J ui rc?, y cOll sistian en una
sC'I' ic de cuadros qlle representan la "ida de In. Vrgen.
l lor cierto que delante de alguno, el de la huida de Egi p-
to, nos detuvimos largo rato. La composicion es
:-i:l, y In, cj eclIcioll excelente. :Nunca ol\' illa l' una media
tinta que huy sobre del rostro de la Virgen, y
la sombra que le forma el tocado que 11en1 en la cabeZ:l.
En el conjunto de los cuauros nos parcci notar UlgUll:1
desigualdad. Despues v en los claustros de San
ca de Quertaro una vida del santo, y otra de San .A1l-
tonio, ambas de su justamente celeurauas. Pero
de su persona no tengo noticias: supongo que algo ha_o
bris t a,-eriguado.
Cauto.
Dcese que era hermano del pl'esbtero Nicols, y tllll-
bos sobrinos de Jos J urez. Debi nucer el ao J e 1G,;)
76, pues consta que muri el 14 de Enero de 1728, (1
la edad de 52 Acaso ningun artista hasta su tiem-
po habia alcanzado tan alta reputaciOll eu Mxico, dOll-
de fu conocido con el nombre de Aples mexicano.
Aqu tenemos de l ese San Juan de Dios de cuerpo en-
tero que est arriba; y estos dos bocetos (si bocetos pue-
den llamarse estando tan acabados) de los dos cllaclro,1.,
la Asundon y la Epif1111a, del altar de Reyes en Cate-
chal. Sospecho que son tambien ele su escuela los otros
doce cuadros que estn repartidos en los dos aHares de
los lados, as como un San Jos y una Santa Teresa que
hay :'l bastante altura. Cotejados los Jc la. Asuncion y
Epifana con esos bocetos, se ob::;erntll las variaciones
que ib:1 hn(;elldo el artista en su primer pensamiento;
vnriacionl?s que, uncian de las nwjoras que le iban ocu-
rriendo, eran preci::;adas por los tamaos de la tabla
sobre que pintaba. Hay la tradicion de que se retrat (l
s mismo en este caballero que estA aqu :'l la, izquierda
tIe este ei:'pectaclor en el cundro de la Epif;ma, armndo
"8
de cOl.:t, y con una faja azul que baj a del hombro C.'>-
palt.b. Y pal'cclll c que en efecto hay semejanza cntl'o
la tal figu ra y aquel retrato suyo de mullia cuerpo, con
casaca azul, que hace tiempo posee la Academia.
Clav.
rara conocer el mrito de ese pintor, es necesario "el'
en In iglesia de San Agustin, en la puerta del costado,
los dos gl'nndcs clHlllros flue all ucj, y scrfm percn-
no lllonumento de su glori a. l EI UIl O es UIl San Crist-
llal colosal, tru?:lllo COl I \'igol' 6 inteligencia; el otro ro-
presenta ulla vi aion de Santa. Gcrlrdis, que CSt;'L arro-
dill:ula en la parte infcl'iOl', cOlltcllLpllllltlo {L San Agus-
tin fIue apnrccc :m-iba on gloria. rral vez hasta su tielll -
po li D se llllbia lccho OH Mxi co pintura. que le saClu'n
vClltj a. Sin meterme en las comp:wlCiones que hace
J3cltmmi , sin deeit que en H.odrguez .Turez hay IllU
ellO tIc Caracci, y que ncaso le excede en el eolOl'itlo y
el tlilHljo, s CI' CO que el nomlu'e t1 el )lJ'imero no acubar
l1lintras su cuadro de Santn Gertrudi .. exista. los
:'mgl1los del corredor alto de San }'rauci:,eo, hay ot ras
o1.ras suyas, del ao de 1702, y ent ro ell as una dcl.i lli
cio de San I,orenzo, en la cualll nma la atoneion no m-
nos in, nobl e figura del Santo di/leono, que el g tupo de
mendigos qne lo aeompairn. Tnmbien se di stingui en
el rctrato, como su hermallo Nico! ns. 1!:n el convento
(101 C:'tl'lllCn hay uno llcl Virey DLHlu C de de
cuerpo elltel'O, ejecutado por l, de basttllltc mrito.
:-;ospecho (jue son tambien de su mUllo alg ullos otros
(lile nll he visto, como el ocl M:uqus de Altamira,
notable pOI' el cal'cter j' la verdad del rostro,
49
Couto.
En las obras de este clebre maestro me ha parecido
observar dos tonos distintos correspondientes dos po-
cas de su vida. En ]u primera sigui el colorido que ha-
ban usado Huesiros pintores del siglo quiso lue-
go darle esplendidez, y adopt otro, que es el que se yc
en los cuadros de la segunda poca. El cambio fu gran-
de; y como lo siguieron los pintores posteriores, puede
decirse que es jefe de una nueva escuela mexicana, que
dur por todo el siglo xvm. En lo poco que de l te-
nemos en esta galera, observarn vdes. que el San Juan
de Dios pertenece la poca primera, y los bocetos In
seg'unda. La diferencia de entollucion en el color salta
luego la vista.
Pesado.
Efecti\'umcnte, el San Juan de Dios recuerda bastan-
te In. manera. de los pintores de fluienes hemos venido
mirUlldo cuadr.os hasa aflu, al paso quo los bocetos pa-
recen marcar 01 punto de partida de la escuela de Ibarra,
Cabrera, etc.
Clav.
TodaYa la diferencia se haria uds sonsible, si pudi-
famos cotejar el mismo San Juan de Dios con otras pin-
turas de Juan Rodrguez; Y. g.: algunos pflsajes dol Evan-
gelio que hay en los corredores altos do la Profesa, co-
mo la Transfiguracion y la Tempestad en la Si no
constara {jue todas son de un autor, yo dir n. que entre
aquella y stas habia mediado un sigl o, segun lo que
ra el colorido.
Couto.
Yana s6 .si la. novedad hecha por J llan Rodrguez
be atribuirse, al mnos en parte, inspiraeion venida.
de fnera; es to C9, al deseo de imi tar las obras que desde
el siglo xvn puui eroll empezar de pintores se
villanos, y sealadamente del gran Bartolofil Murill o.
Sabemos que ste, en su pri mera poca" {l1ltes de ir :,
Madrid, se mantenia en Sevilla lJinlanc!o de feria" como
dice r alomino, y que aun hizo ulla partida de pinturas
m cl1.rfjazon de I ndias, con la cllal adquiri un pedazo de cau-
dal para costear el vi aje. Muy probabl e es que algo de
ello viniera Adems, se cree que la hermos-
sima V rgcn que llaman de Belem, y cstfL en el coro de
Catedral , fu un don que viviendo todava el pintor,
7.0 este cnbildo un obispo que pas para las Filipinas,
y se consagr aqu. Si la tradieion es fi cl, Juan Rodr
g uez dehi vcr aquel egregio cuadro, que en un hom-
bre de su tal ento bastaba para que nacieran nuevas iueas
sobre el arte. P or ltimo, consta que (l e los dos bij os de
}[urillo, el mayor, D. Gahri el, sugeto de gt'ande habi li-
Ibd en la pintu ra, y <le mayores esperanzas, vino I n-
dias, y en ellas muri bien mozo, si bi en vivia todava
nI tiempo del fall eci mi ento de Sil padre, acaecida en Se-
"i!la. el al o de 1682. No puede ser la Nueva Espaia el
pnnto adonde viniera? Algunos lo han creido as, y aun
sospee1lun que vari as de las pinturas que entre nosotros
cor ren con nombre de Mnrillo, son del hij n y no del pa.
51
dre. ' : En esa hiptesis ste hubria sido otro medio para
que Rodr guez Jurcz y sus contemporneos se comu-
nicara algo del estilo de aquel clebre maestro y de su
eseucIa, especialmente en el color. Pero sea lo que fue-
re de estas conjeturas, que de tales no pasan, el llccho
cierto es, que en Juan Rodrguez encontramos una yer-
dadera novedad, una rcyolucion (como ahora dicen) en
la pintura.
Clav.
U II maestro, sin embargo, conozco que no la sigui,
y era de aquel t iempo, segun vd. me ha dicho; Crist'
bal Villalpando.
Couto.
En efecto, hay pinturas de l, lo mnos desde 1683
hasta 1710.
Clav.
Yillalpando se Irte ha hcdlO notable, en primer lugar
por la gran desigualdad de sus obras. En algunas se de-
tiene la vista por su mrito, al paso que en otras la ma-
no del artista cae hasta parecer mnos que mediano. Ta-
les son, por ejemplo, las de In. Pasion en los claustros de
San Francisco, de que hablab;l "d . .ntes: en segundo
lugar, trat;'mdose de Y:1lcnta y rasgo de inwgillucioll ,
tal HZ en l\1t-xico ninguno ha tenido ms que l. Bste-
me citar en prueba los grandes lienzos que cubren las
paredes de la sacrietia de Catedrnl, y representan la
BIBlioTECA DE MEXICO
52
Asuneion de Nuestra Seora, la gloria de San Miguel,
su lucha con el Dragon, el triunfo de Jo. Eucarista de
la fe, ctc. Aquel hombre manejaba ci },piz y el pincel
il grandes taj os.
Pesado.
Alguna vez he considerado esos cuadros, y me ha pa-
recido que su autor conceba como un poeta.
Cauto.
S, como un poeta, pero del tiempo de Gngora y V1.
ll egas. Por lo demas, de Villnlpando he visto obn\s m{s
chicas, cuadros de caballete, en que me ha pnrecido ell-
contrar jui cio y mejor g usto; pOl' ej empl o, UIl O que huy
en la Encarnacion, y representa ,1 San Fr:mdsco oran-
do en el desierto; ln figura <1 el santo es sumamente de-
vota y cxpresi'i"n. Respecto del colorido, tiene razan el
Sr. Clav; Vill1l1panuo no adopt el de Juan Hodrguez
y SllS sccuaces, sino que us( siempre el suyo propio. Ig-
noro si seria. de la. misma i\mi li a. otro Villa.Jpando, el
Dr. C< rlos, de quien tenemos aqu ese cundrito de pers-
pectivn que presenta el exterior de la iglesia. oc TIelem.
Suyo es tambi cn un medio pnnto grande que est cn la.
iglesia de San Agustin, sobre la puerta que queda. fren-
te la del costado, y ti ene por asunto la predi cacion de
San J avier los indios. En ste se Ilota nlgo del lluevo
colorido que se iba introduciendo en nuestra escuela, y
que fuera del de Cristbal, adoptaron, como he dicho,
todos los pintores de la poca. Pcrtenece; ese nmero
un tercer Corre:l (Miguel), de quien v en el comulga.
torio de la igl esia de San Francisco, en Texcoco, una
mala Purblillla del alo 1704: Juan de Aguilera, supe-
rior l, que pint hcia 171-1- algun os cuadros del apos-
tolado que hay en el noviciado de Santo Domingo, en
que tambien trabflj Ibarra: Francisco de Leon, que de-
j un valiente cuadro de la gloria de la Vrgell del Ro-
sario en el corredor ue la escalera del mismo com-ento,
el alo 1727: Antonio Torres, nombrado en 1721 con
los dos Rodrguez Jurcz, para reconocer el lienzo de
Nuestra Seora. de Guadalupe, y de quien hc visto una
Asuncion de regular mrito, con fecha de ese mismo
ao, )' en San Francisco alguna cosita con la de 1715:
Francisco notario de la Inquisicion, como Ar-
teaga, de quien hay all mismo elJ. el antecoro un cua-
dro alegrico de la gloria del santo y de su rdell; en
San Diego, todos los que cuoren las paredes (le los co-
rredores bajos del primer patio; eH el muro exterior tlel
coro de Catedrul, ' os del martirio de Salll.Jorenz() ;'ll o);
lados de su altar, pintados en 17:3G, y aqu, ('11 ga-
lera, esos dos E\-angclistas que 110S l'egal la E:;cllcla de
Medicina, y fu eron C'jcclltadoi; eH 17JO: Fr.
de Herrera, agustino, de btlstflnte rasgo en la cjccueion,
:lIltor del gran lienzo que sc coloc en 1a portera del
Crmell durante las fiestas que para solemnizar };J ca-
lIo11izacion de San JUflnll e 1:1 Cruz hizo la rdcn el ao
1720, Y que pillh'tba tou:wa en 1742; finalmente, Nico-
ls Enrqucz, de quien posee D. Manuel Esc:Hluon al-
g unos cuallros chicos de la historia de Alejandro, la
Uniycrs:dad una Pursima gL':mde, adorada pOLO los sie-
te nr(,:lngeles, que le dimos en cnmhio de aquella de Ca-
brera, y ad conseryamos es te cnadri to en que In Vr-
gen y el Sah-ador se dejan ver de nlguno3 santos fllllda-
dores de Urdenes religiosa.s.
Clav.
Las tiglll'3S de estos ltimos son lindas, y sacan bas-
tante \'entajo. al Cristo y la Vrgcll.
Pesado.
Pltrccc que con estudio han colocado vdes. ese euu.
dri to cerca. de los de IL>arrn, (luicn mencionabas ha-
blando de Aguilern. En el colorido noto que Ellfquez
lbal'l'a se pnrecian mucho, y que 105 dos caminaron so-
bre las pisadas de Juan Rodrguez.
Couto.
En efecto, D. Jase lbana entr toda vela en la no-
vedad intl'oclucida por aquel clebre maestro, y acaso
hasta la exager en algunos puntos, como en la predi-
acoion del color rojo y azul que prodigaba en sus obras.
Obsl'yalo, por ejemplo, en esas laminitas de la vida de
la Yrgen, en las cuales, por otra parte, hfty figuras be-
Has, como la del jven que ('st:. encendiendo una hacha
en el pasaj e oe In l!rescntacion al templo.
Clav.
Pero mucho mejol' que ese es aquel otro cuadro de la
Cireuncision que tenemos enfrente, y est l!intado en
lienzo. l.a. escena. toda la alumbm el nombre del Salva-
dor, que aparece en lo alto entr e resl}llmdorcs. El gru-
po de las personas que intervienen en la ceremonia, cs-
5
til formado con iutcligcncia, y la figura de la Vrgen,
que con ternura maternal aparta el rostro para no ver
el acto, es interesante. En los otros cuadros suyos que
cst.1n ah los lados, se nota igual pericia y gusto.
Couto.
Lo ms importante que de Ibarra conozco en )'fxico,
son los dos lienzos que cubren las testeras del aula ma-
yor, gene mI del Colegio de San Ildefonso, y fucron
pintados cn 1740. El UIIO, que es el que queda la de-
recha como entramos, ofrece una cspecie de alegor<l, no
lUUy feliz la vcrdad, en que se registran el Padre Eter-
no en la)arte superior, San ,Tas con el Nifo en medio,
y abajo los dos santos mrtircs, San Josaphatarzobispo
y San Juan Nepomueeno, ya muertos. El de la izquier-
da, que en mi jui cio le saca mucha yentnja, es de pcri3-
pcctiva, representa la parte centl'Ul del intcriur tIc un
templo; bnjo la cpula se le\":lIlta un templete, llentro
del cual San Luis Gonzllga adora, arrodillado, :'L la Vr-
gen, que aparece con el Nifo cntrc nubes: eulos rcma-
tes superiores estn <. los lados San lldefonso y Snutn
Catarina; por ltimo, en dos columnas de delante se ven
las cstatuns de Santo Tom<s de Aquino, y un santo obis-
po, que acaso sed San Agustin. Lns figurns son bue-
llns, la pcrspectin\ est formada con arte, y la obra to-
da en su conjunto, nunque pertenece un gncro que
los pel'it.)s reputan algo extra\'agante (no obstante ha-
berlo usado maestros como clpadre Pozzo), hace cfec-
too Otro cuadro suyo cnCOl1trnmos en Texcoco el Sr. Cla-
y y yo, que nos llam la atencion, y que su duefo, que
era un pobre, no quiso .emlcr para la Academia, (l pc-
sar de las propuestas que' le hicimos. Es un Calvario,
que exhala un perfume de devocion, que se comunica nI
espectador. Y tiene la parti cularidad de haber sido pro-
bablemente la ltima. obra grande que ej ecut Ibarra,
pues lleva fecha de 1856, y consta que muri el 22 de
No\'iembre de ese ao . 6
Clav.
A j uzgm' por la port io n ti c ooril s fili e II :t dejado den-
tl'O y fu eJ'rt de la Capital, su uelJi sel' lnrgu. y la-
uo.'iosn, pues acababa. bien lo que hnci\ , )' no era de los
nrt h;tas que Dus<: fln el efecto en unos cuantos toques ua-
d 03 con bizaI'I'a ..
Couto.
Frescamente se ha escrito que unci en 1688, aunque
110 se seala la. fuente de donde se tom la noti cia .... Su
ami go y c.olega. D. Miguel Cabrera, aseguraba en el mis-
mo ailo de su muerte, que habia ll ega.do una edad res-
petable, y que habia conocido no slo;, los clebres pin-
tores de su siglo, sino ,i mucllOS de los que fl orecieron
en el anterior, 50 lo cual no s si pueda decirse con pro-
pi edad de un muchacho ele 12 alias, que eran los que
debia tener al concluirse el siglo :A.'VII, si efccti \' amen-
te lwbia nacido en 1688. Pero sen, de ello lo que fuere,
lo que no tienc disputa es, (llIe ell una vida ms m-
IIOS prolongfHla, adquiri n aestra en el :u'te j' gan me-
recida reputaeion, que hasta nuestl'os di as.
Dccinn que era el Murillo de )' que au n en la
fi gura se asemejaba al sevillano. A vuelta dc algunos
aos no se crea que sus obras hubi eran sido li e<.:}ns aqu,
y se ntribui an artistas extranjeros. Habia, por ejem-
pl o, quien pOI'fiaba haber visto desencajonar, trada de
Roma, la imgcll de Nuestra Seora de J. Fuente que
est en el COllYelltO de Hegilia, cuando el prcsLtero D.
Cnyetall o Cabrera rccoruaba eOIl zumba la pri sa que ha-
bia visto darse para concl uirla y entregarla el
dio. que lo tenia ofl'ecido, y que aun habia trabajado
aquella noche con luz artificial para pintar en el cuadro
las candelas que alumbran la im{lgen, y era. 10 que le
faltaba,
Pesado.
De esas preocupaciones hay ell todos tiempos y en to-
dos lo,; pases. AcutJrdate del Cupido que Mi guel ngel
t enia que enterrar, para que excadndolo luego como un
nntigllo, recibiera los aplausos que no se le habran tla-
do si el principio se hubi era sabido que era suyo.
Yeso en la ciudad y en el siglo m:\s cultos en materia
de bellas artes; en la Roma de Julio TI y Lean X,
Couto.
No darla poco que reir I barrn In disputa de los que
haban .isto llegar del extranjero su cuadro, si bien
aquello debiu por ot ra parte lisonjearle. Algunos chis-
tes se le esctlpnrian Cilla ocasion, porque parece que era
hombre deeidor, de cierta ,"cna, .r que aun cultivaba la
poes a,
Pesado.
No recuerdo haber "isto nada suyo en ese genero.
Couto.
La muestra que conozco, es de versos segun la moda
de su poca en :Mxico versos de conceptos y agudezas.
Este resabio habia quedado del siglo precedente, yero.
lo que entnccs privaba. ~
Clav.
Ibarra nos conduce como por la mano al taller de Ca.
brera, con quien tuvo buena amistad segun ha dicho vd.
Couto.
Juzgo que Ibarra era un poco mayor en aos que Ca-
brera. De las relaciones de ambos quedan hartos testi-
monios, pesar de que pudieran haberse visto como ri-
vales cn fama, pues los dos la tuvieron suma entre sus
contemporneos, y la conservan en la posteridad. Sus
nombres andan juntos en nuestras bocas, y casi nunca
pronunciamos el de uno sin recordar al otro.
Pesado.
La buena amistad de esos Jos mac",tros es una lcc-
cion para ciertos artistas que, sin ser lo que ellos fueron,
no saben vivir en paz con los de BU oficio. Por lo de-
mas, aunque juntemos los nombres de Ibarra y Cabre-
ra, no creo por eso que pretenuamos igualarlos. CaLrera
e8 en Mxico la persOllifieaeion del grande artista, del
pintor por excelencia; y un siglo ucspues de muerto con-
serva iutacta la supremaca que supo merecer, y que na-
ule, lo que entiendo, le disput en vida.
i.i9
Cauto.
Tiene tun buenos ttulos para mantenerla! Lo pl' ime-
ro que siempre ha llamado la ateneion en ~ I es uua fe-
cundidad sin ejemplo, Formar la lista de sus obras sc-
ria cosa imposible, porque materialmente llen de ellas
el reino, y no slo las huyen todos las grrllHles pobla-
ciones, si no quc suele cncontdr3clas basta en las pe-
qneas, y aun en el campo. Esta fecundidad no prove-
nia nicamente de lozana de imagi nfl.cion, sino de uua
facilidad y soltura de cjecucioll, que hoy no podemos
concebir. Entre sus obras clsi cas, ocupn senlndo lu-
gar la "ida de San Ignacio, que dejarou los jesuitas en
los corredores unjos del primer patio de su casa profesa.
Son 3:2 gl'lluues cuadros al leo, cada uno con muchas
figurns, casi tOd.1S del tnmauo natural, trabajadas con es-
mer0.r bieu conduidas. Yo me qued admirado cuan
do le en los euauros mismos que la oura se babia em-
pezado el dia 7 de Junio de 1756, y se babia terminado
en 27 de Julio de 57; es decir, en mn03 de 14 meses,
tiempo que apllas bastaria hoy (l un artista ejercitado
para , utar tres cuatro de aquell os lienzo:3. Pero mi
adllliracion subi lle punto, cuando hall que la vida
tIc Santo Domingo, que hay cn los claustros de su eOIl-
\"Cnto, de iguales condiciones que b de San Ignacio, fu
trabrljada en el mismo ao 175G. J ustamente se celebra
que Yic('ute C:1I"llucho hubiese cumplido el contrate
que en 11326 bi zo ~ o n el pri or ll e la Cartuja uel Pmlar,
comprometi ndose:'t pintar en cuatro auos cincuenta y
cinco cuadros de la . ida de San Bl'Uno y de sucesos de
la Urden, es decir, .l rflZOIl de 14 cuadros por ao. Qu
hombre cra, pues, Cnbrera, que podit\ dar cima l empre-
GO
sas cuatro veces ms laboriosas que aqnella? Es necesa-
rio ver sus dos colecciones para. apreciar todo 10 que en
ellas tuvo que hacer. Parceme que nuestro artista pin-
taba cuadros, como en el siglo antcl'ior Lope de Vega
compona comedias.
Pesado.
Pues :. fe que ;i Cabrera no puede aplicarse 10 que
aquel cstlarccido ingenio decia de sus piezas:
Del "ulgo vil solicit la ris,
Siempre ocuprulo en f,ibulllS de amores
Asf grandes pintores
:Mn nchnn In tnbln nprisa.
Lo que Cabrera nos ha dejado en sus tablas, no son
manchas, hablando en ]0 general, sino claros destell os
de luz, quo todava hoy enamoran nuestros ojos. ror lo
demas, la celeridad con que despachaba sus encargos,
creo que en parte puede atribuirse ~ otra causa. He oido
decir que t eni a un gran t aller, un verdadero obrador,
en que pintaban con l porcion de oficiales, y aun algu-
nos de los maestros ms formados de In ciudad. Kat u-
ralmente todo!:! pondrian las manos en lasouras que se
le pcdianj de mall era que das, ms que de un artista,
podrian decirse de u na escuela.
Couto.
Yo tnmuicn he oi clo contar eso que dicesi yen efecto
sabemos que algunos pintores tan hbiles como Alcbar
y Arnaez, estaban SI1 Jado. Hay, sin embargo, una cir-
cunstancia en que debe repararse, y es la unidad de cs-
tilo, de color, de entollac.:ion, de dibujo qlle se obsen'u
en todo lo que lIenl su nombre, y que <l los Oj03 eJel cs
pectador lo hace aparecer como salido de una mano,
aunque no todo sen. de igual mbrito, Acunlutc que las
desigualdades que notamo3 en la vidtL de la Vrgcll por
Juan Rodrgncr. en Tepozotlan, nos hicieron sospechUL'
que algunos de los cuadros serian bechos por sus disc-
pulos. No sucede as con los de Cabrera; lo cual me pa-
rece que prueba que en stos no slo la invell ciolL y la
traza en grande, sino aun la ejecucion, al mnos en las
partes principales, como las cabezas, era suya, De suer-
te que siempre le queda el prez de una soltura y fLcili.
dad raras.
Clav.
Pues aada \'(1. luego el ilh'ontestable mrito de su
pintura. El dibujo, aunque no puede decirse totalmcn
te correcto, sin embargo, saca "cntaja ul de los Ill ; ::l de
los pintores mexicanos. El colorido en gencrnl es de la
escuela de Rodrguez, pero sin la exageracioll en que
otros cayeron. Por lo que mira ;\ la inYCll cioll, si bien
algunas yeces se le ye apelal' il al egoras y aun al mez-
quino medio de los l e t r r o ~ que salen de Jus bocas de los
personajes, en lo general escoge con juicio sus argulll cll
tos, y sabe componerlos con habilidad. Sus figuras es
tn bien distribuidas en c:lda li enzo, )" bien ngl'upadas
donde cOllyiene. El carcter que ms resalta en l cs 1<\
suayid:\d, la morbidez, y cierto ambiente geueml de be
Heza que se derrama en todo lo que hace. No tenia sin
duda la buena escuela, ni el acendrado gusto de Dalta
sar de EC' haye el \'iejo, )" ciertamcnte ca recia del yi
G2
gor que di stingue :'1 Scbustian je Artcaga en algunas de
sus ohras; pero no s qu magia hay .en Cabrera, que
SiClIlpl'C se le ve COIl placer, siempre gusto. Una de las
COS:l8 en qu e ms sobresal e, es en las cabezas, que casi
todas son hellas. Y ya vdes. considerarAn cunto tiene
el piutor que sabe poner buellas cnbe7.as
sus -fi guras.
Pesado.
Arl u lo est.aba yo obscrvnndo en cste San J1crnnruo
y este San Anselmo, de cuerpo cntero y de tamaii o na-
t ural , que han colocado "dos. {t los lados de ln puerta.
el semblante de Srln llcrnun]o se rctnlta la t Ol'llcza,
la dcyocion, el misti cismo de nqucllu. alma pura; al paso
que 10. serenidad y aplomo del sunto arzobispo de Can-
torbcry, cuadran hien al profundo pensador del siglo XI.
Recuerdo que estos dos cuadros estuban en la Universi-
dad, con los de ot ros Santos cntre 103 cual es
hay t1ll Sallto Toms de Aquino tan grave, tan hi en po-
sado en el silloll , que parece estar di scurriendo nlgun
artclll o de la Suma, PCI' O para ndorizul' dignamento {L
Caul'cra, es necesario \'ohol' :l las dos colecciones que
se mencionaron (llItes, la de San Ignacio y Santo 1)0-
mingo: siempre las he rcputado por dOii tl e los ms ri-
cos tesoros de nuestra escuel a. de pi ntlll'tl, Lstima que
la segunda est tan estropeada de manos de los soldados
que menudo se han nlojado en u(luel!os claustros: al -
gunos de los li enzos acabaron ya,
Clav.
Donue quiera que pali en el pi los hombl'es de armas,
dejan tI'as s esa hu ell a de dest rllccioll y de ruina, :Mas
G3
por 10 que hace Cabrera, puede conocrselc con slo
cste cuadro grande que tenemos ah de la visian del
Apocalipsis, cuando la mlljcl' mi steriosa que lw.bia pa
rdo nllliiio huye de dclnntc del Dragan, y San ~ f i g n l
pelea con la fiera. La visin est nplicnda tI la Vil'gen.
Note vd. In. bell eza de su figura , la del nio, que levan-
ta con ambos brazos, y respccth' umcntc la de los de mas
pcrsonnjcfJ que se introducen en ]n escena. Creo que to-
clus las dotes de Cabrera se registran en ese lienzo.
Pesado.
llastante lo he visto en la Universidad (mtes que "des.
lo traj eran :\ esta gale'r.\, Aquella corporacion parece
(lUC distingui Cabrera, y lo ocup m{\s que:'\ ningull
otro pintor.
Cauto.
En eso hi zo lo que cnal todos los cuerpos y tOllaS \;!s
personas importantes de la. ciudad. r orque Cnbrcr:.\ no
fu de aquellos artistas desconocidos desest imados en
villn, y ,\ quiencs no se tributa honra si no tIeapnes del
sepulcro. Nuestro pintor disfi'ut en SUB dias t oda su fa-
ma y las atencione!! que por elll1 mCl'eeitt. El Arzobi s-
po D . . Manuel Jos\: Rubi o y Salinfls 10 hi zo su pintor de
cmnra) )" con' BUS obras :\dol'll 811 palncio. J .. :\5 comu-
nidndes religiosas, los templ os, los establecimientos p-
bli cos, todos :\ competencia CJuisieron tener pinturas tic
su mano. r (' ro quienes m{ls se sciialarou con a fueron
los jesuitas, engaces descubridorcs del talento y el m-
rito en todas lneas: Cnbrcrn fu el piutor de la Compa-
6.
a, y entre el artista. y aquella sbia corporacion mc-
diaron relaciones estrechas. Las-casns de los jesuitas cs-
taban ll enas de cuadros suyos. rOl' ltimo, sus mi smos
compaicros ue profesion, cosa notable-entre gentes de
lln oficio! aceptaron ll anamente el ]lrincipado que el YO-
to pbli co le conceda en el arte. Cuando en el ao de
1753 concibieron el proyecto de plantear en Mxi co una
Academia, ti semejanza de las que por ellt6nccs empe-
znba {l haber en E 5pall, pusieron su cabeza Caure-
ra, con el carctel' de presidente perpetuo, que era el
mayor testimonio fine podian darl e de estima y de res-
peto.
Pesado.
No sabiq yo fIuC ntcs de esta nuestra Academia de
San C:trlos se hubiera pensado en establecer aqu una
escuela de Nobles Artes. Ese pellsnmi cnto honra los
artistns nacionales que lo concibieron.
Couto.
La Academia estaba. li mitarla {t la lJiutu1'U. El ~
grafo de las Estatutos, firmado de Cabrera y de los otros
Directores, lo he visto en poder de D. J'rnncisco Aba-
diana, biznieto suyo. Componase la Escuela de un Pre-
sidente, seis Directores, un maestro de matemticns, un
Secretario y un Tesorero. Los ejercicios consistian en
lecciones de dibujo, el estudio de modelo vivo, y con-
cursos anuales de pintura. Por cierto que hay en los
triles Estatutos algunas prevenciones que llaman la aten-
cion; como la de que jamas, ni pOI' Ilinglln empeo, se
admita por discpulo hombre de color quebrado; que
todo el que pretenda matriculariw, compruebe {ntes
que es espaol; y que si pesar de todo se introduj ere
alguno que no lo sea, se le eche de la Escucla luego que
sc descubra. '" Los profesores muestran temer que el
arte \'<llga y aun llegue :'L envilecerse, si es ejer-
citado por otras manos. Raro sentir en maestros que
todo se 10 debian :'. su mri to individual.
Pesado.
que eso que cuentas hace poco yerosmilla
voz que algunos traen en Mxico, de que Cabrera era
un iudio zapoteca, nacido en Oaxaca, que vino la ca-
pital en tiempo y por moti\'os que se ignoran. Si tal
hubicl';l sido, no habria escrito .r firmado en los Estatu-
tos un artculo que seria una de degradacion
para l .r los suyos.
Couto.
EH cllllnto al lugar de Sll nacimiento, la tradiciou oral
que (l mozo yo entre los pintores de :Mxico,
lo h.wil\ nat ural de In Vill a de San Miguel el Grande en
el Departamento de Guo. najuato, y respecto de su or.
gen, adem:'ls de la reflexion que acabas de hacer, la co-
loco.cion que tuvieron dos de sus lijlls l'ontradicc el qne
has mencionado. i.:;
Clav.
Y de su vida h<1 rastreado nI? IIolgnria de s.\
hel' algo de tan senl:1do artista.
Couto.
No he podido nveriguat' cundo nad ni cundo mu-
ri. De sus obras, la que he visto CO;1 fecha ms recien.
te es un retrato del padre jesuita JUllU Mauuel Azcarai,
pintado en 1764, que estaba en San Pedro y San Pablo.
Es, pues, seguro que su muerte fu posterior ese ao.
"Parece haber sido persona de alguna cultura, adquirida
por s propio. Con oeasian del reconocimiento faculta.
tivo que en unian de otros pintores practic de la im-
gen de Guadalupc instancias del Cabildo de la Cole.
giata en 1751, escribi un papel titulado JJlatacillaamc-
ricana, y conjunto de raras mararillas, observadas con la di-
'cedan de las reglas del arte de la pintura, en la prodigiosa
:mgCJt de .lYuestra Seora de Glladabtpc de Jl1xico. Bas-
tante dice esta portada el asunto de la. obrita; y en cuan
to su desempeo, el Dr. Bartolachc, de genio un poco
acedo, deciaaosadeJante: "Demasiado u ~ que un hom
,( bre lego y sin otros estudios que los honrados doms
"ticos del caballete y la paleta, acertase componer un
" opsculo en que uni la. precision con la claridad, ins
" truycndo y deleitando, " lit Esta caliticacion estomaga..
ba un escritor elegante de la poca, el Dr. Oonde,
quien sospech qne Btrtolache hahia querido indicar
'lue Cabrera no era capaz de escribir por s aquello, y
que probahlemente le habian llevado la pluma sus ami
gas los j esuitas. 5: Sea de eso lo que fuere, el papel ha
hIn con lisura, y sin el est il o gongorino que entnces era
de moda. Respecto de su sustancia, el mismo Bartola
che daba t entender que su juicio Oabrera habia re
gistrado la imgeo, m{ls con los ojos de la devocioll que
con los del arte. lit
67
Clav.
Me parece que dijo vd. ntes, que en rededor de Ca
urcrn se agrupaban algunos de los pintores sus coutem-
porneos, .r que aun habia. de ellos quienes t rabajaran
en su taller. Yo tengo notado que se le parecen, aun-
que disten hastante de l casi todos los que conozco de
8U tiempo.
Couto.
Si alguno puede estar su Indo, creo que es D. Fran-
cisco Antonio Vallejo, de quien tenemos en esta gale-
ra aquell a Pursima que nos \"ino de la parroquia de
Coyoacan.
Clav.
Ya vd. sabe la estima que he hecho de ese hbil pin-
tor desde que examinamos juntos el gran cuadro que
hay en la escalera. de la Universidad, y me hizo yd. vel'
en el Colegio de San I1defonso 108 que all trabaj.
Pesado.
VaHejo era, pues, coetuco de Cabrera'!
Couto.
Con l fu nombrado COIUO uno de lo;; primeros maes-
tros de la ciudad par:'l el reconocimiento de la imjgell
de Gundnlupc el ao de ~ 1 y suscribi en uoion de
68
lbarra, Osorio, Juan Patricio, Alcbar y Arnaez, el jui-
co que se expone en la Maravilla americana. Entre las
pinturas de San Ildefonso, una ti ene f echa de 1761 y
otra de 1764, ao en que nn viva Cabrera: finalmente,
la de la Universidad es de 1774. Esta ltima esunacs-
pecie de cuadro votivo conmemoratorio, mandado pin-
tar por el Claustro cuando Crl os III al cutlz del Pon-
tti.ce Clemente XIV que se pusiera en la letana oe la
Vrgen la deprecncion l11ala inmaculala. El fondo de
la composicion lo fo rma la perspectiva de un grande
edificio, dentro del cual, en el plano inferior, uparecen
arrodillados el Papa, el n ey, el Arzobispo Lorenzana y
el Virey Bucareli. Tras ellos, por uno y otro lado hay
grupos de estudiantes. En un segundo plano areo est
la Santsima Vrgen en el centro sobre nubes, los eua
tro doctores que llaman marianos, San Pablo y Slmta
Oatarina, tutelares de la Universidad, y Santo Toms,
San Juan Nepomuceno y San Luis Gonzaga, patronos
de los estudios. figura dc la. Vrgen en especial, es
bella.
Clav.
Debe sentirse que ese interesante haya sufri-
do bastante por el desabrigo del sitio en que est.
Couto.
Afortunadamente los de San I1defonso se conscrvan
bien. Uno, que hay en el General chico, rcpreeenta la
muerte de San J avier. El cadver del apstol de las In-
dias, en ti erra, apoyado sobre una piedra, y al TaSO co
roo muri en la isla J e,'ertll Je Sancian, parece exhalar
todava el perfume que creian percibir los que se acer-
caban l. A su lado un anciano vestido con rica seda
de la China, se postra como para recoger el lti mo alieno
to del santo. Pero la obra principal que de Vnll cjo hay
en aquel Colegio, es el lienzo que llena In. testera de la
sacrista: :,1 verlo, solamente se desea que hubiera en
la pieza ms luz para gozarlo mej or. En el plano de aba-
jo, y casi en una lnea, est.\D San Jos! arrodillado, con
el Niiio en los brazos, y ~ su izquierda Santa Ana en
igual postura. A la derecha la Vrgeu .r San Joaquin
sentados; <. uno y otro lado los siete arcngeles con los
embl emas propios de sus oficios. Todas las figuras SOll
buenas; pero la excelencia de la obra y la impresion que
produce, me parece que provienen de otra causa, y es el
partido que el autor supo sacar del enorme tamao de
su cuadro. Yo he oido decir:. vdes., que eu pintura eon
\iene agrupar para concentrar mejor la atell cioll,." q\l e
las figuras juutas dan m.l.s golpe. l)ero esta. regla debe
padecer excepciones, pues en cllienzo de 'lIle estoy ha
blando, el efecto lo obtut'o Vallejo, cnbnlmente por el
principio contrario, el esparcimiento en la totalidad de
la coruposicion. Encima del plano en que estA la, Sacra
Familia, dej un grande espacio yaco, interrumpido
nicamente al medio por lo. paloma que simboliza al
Espritu Santo; y luego en la altura hizo aparceer sobre
querubines al Padre Eterno, que es en s mismo una fi.
gura magnfica, quiz la mejor del cuadro. La tli shlll-
(' in. que separa ;, la Divinidad de los "l'es que hnhi tan
la tierra, da i la coruposicion UII " ire de grandi osidad y
elevacion, que yo no recuerdo habeE' encontrado en ot r;\
pintura mexicana.
70
Clav.
La. observacion que sobre ella hace vd. es exacta. Por
lo demas, la regla de agrupar es como todas las reglas,
se necesita tino para apli carla, y hay casos en que con
viene no seguirla. El talento de un artista cst{l en saber
usar las reglas.
Couto.
Otro cuadro hay en la misma sacrista, que no tiene
firma., pero que supongo ser tambien de Vallejo, y r e-
presenta la P entecosts. El semblante de la Virgen, que
ocupa el centro del cen{lculo, tiene mucba expresion, y
la nube rojiza que se abre arriba, y de la. cual se des-
prenden las lenguas de fuego que bajan sobre los Apsto-
les, hace buen efecto. Lo hace tambien en su conjunto
otro cuadro suyo, el descendimiento de la cruz, que exis-
te en ]a capi11 a alta de ]a Casa de Ejercicios de la Pro-
fesa. En general Vallejo ti ene la facilidad, la blandura
y la belleza que caracterizan Cabrera.
Pesado.
De Jos otros pintores que mentaste hablando de ste,
no veo que hayan vdes. adquirido obras.
Clav.
Aqui tenemos de Juan Patricio Morlete Ruil; ese pe-
queo lienzo de San Luis Gonzaga , que no carece de
71
agrado. En el Cirmcll, Antes de la librera, hemos visto
el Sr. Couto y yo, cuadros suyos alegricos, que es g
nero que parece que era inclinado. De Arnaez y Osa-
rio andan obras en la. ciudad.
Couto.
rOl' aquel tiempo eran bastantes los profesores de pin-
tura. que habia en ) f xico. Fuera de los que ya hemos
mencionado, con Cabrera. se unieron pam la. fl1ndacion
tic la. Academia, Jos )Ianuel Domnguez, como primer
Director, Miguel Espinosa de los Monteros y redro
Quintana. Florccin. tnmbien b suzon Jos Pacz, que
pint en el claustro bajo de San Fernando la. de
San Francisco Soluno (alo 1764)., y en la entrada del
coro algunn. cosa que no carece de intereso E n 8.\11 Il-
defonsa hay un lienzo de su mano, que representa la.
muerte de Santa Rosala, de incorrecto y no agra.
dable colorido, pero en el que la t raza ill\'cncioll es
excelente, Si l,l aquel rl Sl1nto y 11 0 lo tom de
alguna. estampa, ciertamente que era artista de ingenio
y sensibilidad. Andrs Islas pint en 1773 el retablo de
San Juan Kmngeli sta que es t ell la capi ll a de Aranza-
Z11, y algo que hay en In P rofesa, todo de que
mediano mrito. D. :\fariano Y(lzquez, que dicen fu
discpulo de Cabrern, D. G:m:: a, n. Uoberto
.ros Gllti l'l'ez, D. Andrt's Lpe7. y D. Hafael J oaquin
Gl1tirre7., examinaron l'on TI:ntolaehc la im;gen de
Guadalupe el :io 178i, en su cnlid:Hl de
de pintura, y firmaron el atestallo que aquel pllhlil.!.
De V:..zquez tenemos ah su retrato, pintado por l mis-
mo, que es ese que hace juego con el tle .Juan I<odrguez
72
.Ju{lrez. De Andrs Lpez hay aquella Vcrnica, que
parece tmbajnda pelo pelo, como si fuera obra de mi-
niatura, y en el General de San Ildefonso est el retra-
to <l el benfi co Sr. D. Cayetano hecho por l en
el mismo ao de 87. D. Manuel Cnrcnnio, tercero de
}{lbito descubierto de Santo Domingo, pint una Vida
(le la Vrgen, de figuras del tamao natural , para el ano
tecoro de aquel convento; alcanz el establecimiento de
nuestra Academia, y ru en ella Teni ente de Director
de pintura. Su discpulo J oaqun de Vega sac este re-
t rato de l, que es una valiente pi eza en su gnero. Fi-
nalmente, J oaqun Esquivel, artista descuidado, y que
parece una especie de 1'aprC1lto, ha dejado, sin embargo,
en la Vida de San Pedro N olasco, en los claustros ba
jos ue la Merced, alg,un cuadro digno de estima, como
el uel coro, en que cantan los religiosos con atavos de
:'tngelcs. Trabajaba en 1797.
Pesado .
f Ullto al retrato de Carcanio veo un San Luis
Gonzaga de Jos Alcbar, quien vnrillS veces han men-
tado vdes.
Couto.
,El ltimo de nuestros pintores ue nombre, y en el
que se cierra la antigua escuela mexica.na, que vimos
principiar en TIaltasar de Echavc. Alcbar se distin-
gue por la blandura y !:S uavidad, no obstante que es
esa la cualidad general de la escuela, especialmente
desde Juan Rodrguez Jurcz para adelante. Alcanz
como Cnrcanio la fundacoll de esta Academia, y fUl'
73
tambien teniente de Director. Pint mucho en su vida,
que debi ser larga, y sus cuadros de San Luis Gonza-
ga eran muy apreciados de nuestros padres. Ciertas in-
correcciones de dibujo y una especie de atona que crea
yo observar en sus obra::!, me hacian tenerlo en mnos,
hasta que en la sala de juntas de la Archicofrada del
Santsimo en Catedral, \' los dos graneles lienzos que
all ha dejado; el uno, de 1u. ltima Ccua, del Seor, y el
otro del triunfo de la fe. En ellos aprend conocer lo
que \tIlia Alcb::l.l', pues SOll dos obras de importancia y
de singular belleza, en especial la Cena. Es de notarse
que debi pintarlas siendo ya muy viejo, pues ti(men fc-
cha de 1799, es decir, cerca de 50 aos despues de cuau-
do acompaaba Cabrera estudiar y copiar la Vrg\O:ll
de Gnadalupe; y sin embargo, no hay all muestras de
uebiliebd senil. Poco <lutes, en carta que escribia al Dr.
Conde, procuraba defender contra los tiros de Bartola-
che la memoria de aquel su amigo. l? En breve debi
l rni:lmo bajar al sepulcro.
Pesado.
Dices que con Acbar se cierra el catlogo de nues-
tros antiguos pintores. Pero algunos aos (mtes se ha-
bin. fundado esta Academia, dotndola el wberallo, y
enviando de Espaa maestros y modelos que aqu no
eran conocidos, como la hermosa coleccion de ycsos
que est abajo, en las galcras de escultura. :Muy ljos,
pucs, de que debiera cntnces acabar el arte, fu de es-
perarse que tuviera buenas creces)' floreciera como
nunca.
74
Couto.
Se esperaria. 10 que quisieres, pero cicrt..'lmelltc uo su-
cedi lo que se esperaba. La. muerte de la pintura en
Mxico es coetnea del establecimi ento de la Academia
y despues de Acbar, en un espacio de medio siglo, ~
vuelve aparecer pintor mexicano que dejara obras im-
portantes y ganara nombre.
Pesado.
Si conrmar ese hecho la antigua acusa<:on contra
las Academias, de que inspirando timidez, apagan el in-
genio y reducen el arte encogidos procedimientos que
al fin lo hacen morir mezquinamente?
Clav.
llien pensar{m n1cs. que un hombre que recibi edn-
eneion acadmica, y es hoy profesor en una. Academia,
no puede suscribir { ~ semejante acusac:ion. Y seria, so-
ares, un fenmeno bien singular que el estudiar un
nrte por principios, conocer sus reglas y observarlas,
fuera Jo que 10 matase. Por otra parte, hay una obser-
vacon que m me ha hecho siempre mucha fuerzn., y
es que todos 103 grandes maestros, aun los que no ha-
hian cursado Academias, han deseado que la. pintura se
aprendiese por los procedimientos y mtodos que en es-
tas casas se usan. Parece como que sentan en si el de-
fecto de no habcr recibido una instruccion fundamental
y I'nonada. Sin salir tIc Mxico, tiencn "des. una prue-
;5
ba de la verdad de 10 que acabo de decir, pues cuaudo
el arte lleg su apogeo en la escuela de Cabrera, y
los otros profesores se dieron mouo de plantear una
Academia, segun nos ha referido el Sr. Couto. Este
juicio de los inteligentes en touos tiempos y pases, la
verdad llama la atencion. Hay, pues, quc buscar otras
causas para explicar el heche de babel' decaido aqu la
pintura, cuando se abri esta escuela el ao de 1785.
Couto.
:Me ocurre desde luego que pueden sealarse dos en-
tre otras. La una es, que la eleccion de los primeros
maestros de pintura que se euviaron de Espaa, fu,
lo que parece, poco accttada. Con ttulo uc primel" di-
rector "ino D. Gins Andrs de Aguirre, acadmico de
mrito de In. de San li"ernaudo de Madrid, quien en el
espacio de trece catorce aos que vi"i en Mxico, ni
en obras ni en discpulos dej cosa digna de memoria.
Yo no he visto ms cuadro suyo que una Vrgeu de me-
dio cuerpo en \tu nicho templete de piedra, siguiendo
el estilo del Pozzo, y es ourita en que apuas
puede- ponerse atenciou. Acompalc, con carcter de
segundo director, D. Cosme de Acua, el cual, poco,
solicit y obtuvo volnl" {l Espaa, pretendiendo que
fueran all aprender con l los discpulos de la. Aca-
demia. ro No eran hombre" como ';stos los que podian
mantener en su esplendor, y mucho menos adelantal'
el al'te que habian ejercitado en Mexico Echave,
ga, Rodrguez Jurez y C.1bre1"a, y que an tenia pl'O-
fesores como Alcbar.
lO
Clav.
l'lIcs yo pens que el primol' Di reclor de pintura en-
viado aen. hal)irt. sido Ximcllo.
Couto.
Tal CR la aseUl'illad 0 11 que han quedado los d OB que
le precedi eron. D. lhfac] Ximcllo y P lancs, educado en
la ACfldcmia de San C'lr]os de Valencia, vino ;t re cm-
plar.' II' :'l ACll o,t el 11iio de 1703. A la.1I1 ucrtc de Ag uirrc
ell }ll'iucipi os de este siglo, el GoLi cl'HO quiso que fuese
segundo nircctOl'dcl ramo nuestro compatri otaD. Anas-
dibujante de la cxpcdicioll
bot<ni cn de Sc.'ls y Mociiio, y cuya magnfica Flora me-
xi cana deLe existir Gil :Madl'itl. JIu lIlIJoltl t que la vi,
nscg ura que l'i US d i hllj02 (l e plantas y :1l1in1:1.108 pueden
competir eDil lo llI t\jOl' que ell cse gnero JIU. produciJo
Europa. I ... o l1li li lllO o D. raLl o de ]ll Llave y {I otros
qll c conocieron. Sin embargo, su Il ombrnmicnto pa
m la cncontr difi cultadcR quc impidicron
'1ue sc ll evase {t e:lbo.
Clav.
Ximcuo no merc(,!c l,;'t nI. la ecnsul'o, que sus predc.
ceso res, pucs de su pcri cia (Jucdan ell :Mxico lllOnumcn
tos import antes. '1':11 cs la pint ura de la. cpula de Ca
tedral, en que reprcsent la A Sllll Ci o ll de NucstmScio
1':\. No JlUy quiz;, cn el arte gnero ms llifi cil, y en quc
lIl; s PUC(}a campeal' la Ilahilidad dc 1111 maestro. Sin
77
embargo, Ximcno se ucscmpe bien, y su obro es en
materia. de ornamentaron ]0 mejol' que se
en aquel templo.
Couto.
Que Ximclio era un artista de mb'ito no tiene chala.
y cabalmente el gnero en que me parece que descoll a
ba, es ese que con raZOll grada. vd. del nu:'; dificil, la
gran pintura mural. A m;s de 1:\ obra de que ha habl a
do vd., C'jccut otra que ya 110 exi ste. D. Antonio Gon
z:l.lcz Vel:sqnez, primer director de arquitectura on C:: -
ta casn, y que construy la parroquia de San r abIo, la
elegante plazn en que cstU\' O la C' stntna de Crl os IY do
lante de palacio, el Orco del foro del antiguo teatro, y
alguna otra COSfI, haLia lcn\lltatlo In hermosa capilla del
Seor de Sant:\ Tcres:l , cuya Cplll:l , por Sil Y111cnta,
no hn. tenido igllnl en la ciudad. La obra de pintura
se encarg A D. Rafael Ximeno. En el dombo pi lit la
historifl. que corre de In rcnoyacion tI c la im,l.gen; en el
ALsille, el alboroto que hubo en el pueLlo del Cardona!
cuando se dispuso trasladarla ;'1 )[xico. El resto del
templo lo adorn con elegancia. :Mas todo aquello aca-
b en el terremoto del 7 de Ahril ele 1845, .. i los 32 aos
de hnberse estrenado. Despucs encontr en Jos res-
tos de su testamentara, el boceto que habia hecuo pura
la pintura del :'ibside, .r me nprcsml: :. adquirirlo para la
Academia, como Ull recuerdo que por "arios ttulos de-
be serIe grnto. Es ese que est:'1 colgado en el rincon,
Pesado.
Los frcscos de Ximcno mc parecieron siemp" c prefe-
ribles :. sus pinturas nI leo. Adcnl<. s de inco-
78
rrecciones de di.bujo que en eHas se observan, y que
la Yel'dad son de extraarse en una p CI';;OUU tan aeud
mica, huy la circunstancia de que su colol'ido es poco
agradable, y de que no concluia ni afinaba sus cuadros,
sino que daba slo algunas pinccl ndas fuertes, lJUsco.ndo
por ese medio el efecto.
Clav.
Ese e. ra el estilo que dominaba. en Espaa en la poca
en que l se form; poca que no es de la. que ms pue-
de gloriarse nuestra escuela. Yo no alcanc los frescos
que mi antecesor pint en la capilla del Seor de Santa
Teresa, porque n egu Mxico el ao de 46; pero juz-
gar por los de Catedral , creo que tiene ra7.0lI el Sr. D.
Joaqun: vale aquello mits que sus aums de caballete.
La que de esta cIase he visto, es una Pursima
grande que 110Y posee el Sr, Esctwdon, y fu pintada
originalmente, segun me han dicho, para. el SI'. Prez,
obispo de Puebla. Aunque la traza general de la corno
posicion tenga. valenta. y acuse ser de un aut or ]bil y
experto, hay faltas de dibujo quc hicl'en ]a vista y dis
mi nuyen el efecto. Pero d('januo ; Ximeno, quisiera
oir del SI'. Couto cul en su jui('io la segunda causa
que hubo para que la pintur:l decayera en Mxico h-
cia la poca del establecimiento de la Academia.
Cauto.
Haberl e faltado 10. ocupacioD que le daba la Iglesia.
Hecucrden vdes. que bajo sus alas naci en el siglo XVI,
y que ella la aliment y sostuvo e ll los UDS siguientes.
79
Los particulares y el Gobierno mismo poco nnda ha
bian hecho por el arte :ntcs de la crcccion de la Acade-
mi ni pero no lo necesi taba, porque 108 profesores enCOIl-
traban empIco sobrado en los templos, en los conventos,
en los colegios, en fin, en t odas las casas, en todos los
es tnbleci mientos de comunidn.d, que casi si n CXCcIJcion
eran eclesisticos. Y esto es lo que realmente hace fl o-
recer y prosperar la pintura, como 1:\s otrn,s artes SIIS
hermanas, segun ensea la experiencia: donde qui era
que han encontrado un t eatro como el que aqu hwie-
ron, all se han desenvuelto con holgura, porque all es
donde la competencia hace esforzarse al ingenio, donde
los maestros se lucen ante el pblico, y donue ste:'t su
H'Z puede alentarlos con su YOZ y sus aplausos. pa-
ga que da un partil'ubr pOI' algun retrato de fa mil ia,
qne hunde luego en Sil casa, y las pcnsiones y proteecion
que un Gobierno cOll cede :l los alumnos en estableci-
mientos de la clase de la Academia, son llalla en COI1l-
par\cion de esotro, para n\"i\'ar y }c\':llltar elingcn io,
Pero desde : ntes de conclui rse el siglo pas:\ll0, y en el
primer decenio del presente, las comunidades eclcsi(f3-
ti cas dej aron de ocupar (l los pintores, por causas que
no es ahora ocasion de inllagar, En seguida \'i no hl, in-
surrcccion, y la serie de renleltas que ella se siguie-
ron, Nada noh\bl e nos queda de t odo ese perodo, pero
tampoco hny mst ro de que en l'} se hubiese pedido na-
da n\ arte. As es que ('!lyentlo en inercia, que pas
luego scr letargo y remat en la muerte, que erala si -
tnacion en que se hallaba, eU:l\ltlo l' Cst;1l\l'arSe
la Academia, por los aos de 45 y -Hl.
80
Pesado.
I.a ra que desde entnccs corre, no creo que pueda
lIamaz' sc una contiouacion de la. vieja escuela mexicana.
Los maestros que fsta pertenecieron, fueron sucedin-
dose sin iutel'fupcion unos otros: lQS posteriores eran
disdpulos ,de los anteriores; de ellos reciban la doctrina
que pasaban luego A sus apremlice3, y as se conservaba
UI1ft, constrtnte tradicioll de cuseianzn. Mas tila llegada
del Sr. Clav y dernas profesol'cs venidos de Europa, la
cadena tradicional, rota ya dcspucs de medio siglo, no
pudo continuar, y el arte hubo de plantearse cnsi tan de
nuevo, como en el siglo }..."'VI.
Clav.
A la. verdad que eso nos sucedi. Yo no encontr en
Mxico ninguna escuela huena ni maja, y empec en-
sear mis discpulos segun lo que habia aprendido en
Barcelona y Roma., y segun los principios que babia po
dido formarme por mis propias info rmaciones y el tra-
to con hbiles ul,ti stas cn mis viajes por Italia, Espaa
y Francia.. J amas olvidar cntre ellos al i nsigne y ve-
nerable Overbeck, uno de los creadores de la actual es-
cuela alemana, y quiz el primero que comenz 1a rene-
cion eontra las profanidadcs del renacimiento. Respec-
to de pintores mexicanos, como no habia en la ciudad
ningll nfL. galera, ni cosa que se le parceiera, pas tiem-
po para (ille fijramos cn cllos la atondan, hasta que se
hizo aqu el primel' ensayo de reunir obr:ts suyas y cla-
si ficarlas, Por lo demas, espero quo uo se encolltrar{L
81
que hayamos perdido el tiempo, comparando lo que es
nhorn la Academia con 10 que cm doce catorce aios
atrs: cierto es que la. protoccion que se le ha dispensa-
do, y los Il,uxilios con que se le ha acudido merecen el
nombre de regios. El soberano ms dadivoso y ms afi.
cionado ;. las Nobles Artes, en igual tiempo no hubi era
hecho en Mhico ms de lo que se ha hecho por este cs-
tablecimi ento, el cual entiendo que en las Amricas no
ti ene hoy competidor; y en cuanto :1 la manera eDil que
se trata y favorece 'llo:. alumnos, en Europa misma hay
pocos que se le igualen.
Couto.
Yo tambien espero que las obras de los artistas que
en la Academia bnjo sus auspicios se han formado
aqu y en Italia, no slo mantengan, sino que aument en
el l ustre de Iluestra escucla. Los nombres de Cordero,
Pina, Rebull , Flores, Ramirez, Sagretlo, Mouroy, ctc.,
no quedaro'ln oscurecidos al Indo llc los de Echa,c, Ju-
rez, Artengll, Rodrguez, Ibarra y Cabrern. Adems,
en [,'or de los primeros se notar< siempre la superior
inst ruccioll, el conocimiento m:.s fuudamenta l del arte,
un gusto formado COll la vista y el est udi o de los m(ts
excelentes modelos que conoce la pintura. Ahora 10 que
importa es que no les falt en ocasiones de mostrarse.
Pesado.
Es precisllmente 10 que temo que suceda. Has habla-
do de In flltn que hace : In pintmn la ocupacion reli.
giosa; y en eso ~ x i c o ha seguido una ley general, pues
82
exactamente se ha. observado lo mismo en todas partes.
Vuelvan vdcs. los ojos los pases donde han prevale-
cido de tres siglos para ac las scctas iconoclastas; y
pesar de 'que en algunos, como Inglaterra, so han reu-
nido circunsl"tll Cias sumamente favorables para el des-
arrollo de las Nobles Artes, en vano se buscarA all la
pintura.
Couto.
Hay, sin cmbnrgo, un genero en que ncaso podr to-
davb empIcarse, y que hace poco mcncion:'tbamos, la
pintul'a mural. Es probable que en Jo venidero se man-
den hacer pocos cuadros al leo; pero quiz. se introduz-
ca el uso de decorar con esotra Jos tomplos, 109 edificios
pblicos, los salones de los ricos. AIgnn dia conocern
estos ltimos, que la. ornamentacion que hoy dan BUS
casas, .Y en quo pOI' cierto no se muestran parcos,
la un gusto poco culto y sin doctl'inn; gllsto de
deres que derraman con profusion el dinero, no de
sanas entendidns que sepan sentir y juzgar. Un enorme
espej o, una alfombra en qne se hunde el pi como en
csped de jardin, les llaman mA la ntcneion y son
dos {t mejor precio que un excelente cuadro, un
sa.mento, una perspectiva, un paisDje hec1lOs con
dUl'a. Cuando ulla educacan m;ls cuidada enderece y
purifique sus gustos, se eorrer:n de eso y conocern que
Jluncn los nrtef.'\ctos mecnicos pueden parangonarse
con las obras del ingenio. Para abrir si es posible este
camino, se ha ataviado por nuevo estilo la ltimn
ra hecha aqu en la Academia, y lo harmo." (Dios me-
diante) sobre mayor escala en las paredes y techumbres
83
uel gran salan construi,lo en la fachada. Los frescos
que a1l trabajen nuestros alulllllos, no slo les servirn
de eosayo en un gnero tan poco usado hasta aqu cn-
tre nosotros, y que en mallos de los grandes artistas del
siglo XVI en Italia se elev <.la mayor altura, sino que
acaso les proporcionen ocupacion para lo venidero, si
logramos que el pblico forme su paladar y tome gusto
estas cosas. Tul es la mira que nos hemos propuesto.
Pesado.
Los espejos, que tanto te escuecen y tan mala compe-
tencia hacen la pintura, siempre gustarn en el mUIl-
do. Acurdate de lo que deca el conde Xavier Maistrc,
que un espejo e" el cuadro que reune m{s voto:'! y en
el que nadie encuentra que criticar, porque cada uno re-
gistra all la imgcn que mejor le parece, la suya pro-
pia. Pero ya que ha pasado delante de nosotros, como
decias al principio, la historia que aqu sc va forlllanuo
de la pillturn. en Mxico, holgrame (le que el Sr. Cla-
v nos manifestasc el sentir que ella le ha inspirado, vis-
ta en su conjunto y por mayor.
Clav.
Si tomamos la escuela desde Baltasar de Echave, por-
que para juzgar de lo que le precedi faltan monumen-
tos, pare,cme que ht direccion que le di aquel hbil
maestro, fu In. misma que seguian los que en Italia se
llaman cil!L'oceulisln.s, es decir, los de la escuela de Rael
y demas del Renacimiento. Sus principios se propaga-
ron Espaa, como ntes vimos, y prevalecan all en
84
el siglo :.\..rvl, que ru cuando Echwe debi formarse,
puesto que tenemos obras suyas desde los primeros aos
del siguiente. Echavc es siempre fiel [ ~ esos principios;
correcto, gracioso, de ejecucion detenida y acabada, de
bastante esmalte en el color, lo cual da sus tablas fres-
cura y brillantez. Sobre sus huellas fueron Luis Jurez
y otros, de modo que puede mirrsele como la personi-
n.cacion el representante del primer perodo, no slo
por ser el ms antiguo, y de consiguiente quien marc
la senda, sino porque feune en grado superior las cua-
l idades que caracterizan ese perodo. A la mitad de l
y cuando empieza ~ desaparecer aquel primer maestro,
viene Sebastian de Arteaga, que tent otra va, no re-
sueltamente y desde sus primeros pasos, sino por gra-
dos, segun se infiere del estudio y observacion de los
pocos cuadros que nos quedan. Por punto de partiJa en
esa va puede tomfLrse el lienzo de los Desposorios que
aqu tenemos, y por trmino el de Santo Tom{ts, del
presbiterio de San Agustin. Su pintura es vigOlosa,
grasa, y a,un si se quiere de m:s verdad que la de Echa-
ve, porque pesar de sus incorrecciones quiz se pega-
ba ms al natural. En cambio, carece de la gracia de su
antecesor y de la sencillez y pureza que lo distinguen.
En Arteaga hay ms fuerza y mucho ms rasgo en el
manejo del pincel; en Echave, mejor doctrina y delica-
deza de sentimiento. De los secuaces de Arteaga, el
ms sealado que conocemos es el segundo Baltasar de
Echave. Al concluir el siglo, Juan Rodrgue7. JuArez
abre un tercer camino y adopta nuevo estilo, franco, de
masas sencillas y grandiosas, pero a,Igo amanerado en el
colorido, en el que por ganar esplendidez hizo resaltar
hasta la exageracion el azul y el rojo. Este estilo <.lam.
.,
n por todo el siglo XVIII. Yo tengo la sospechn. de
que durante l , los profesores para componer sus obras
se gui aban mtls por estampas y grabados, que por el es-
tudio del natural; de ah pueJo en parte proveni r la fa.
cilidad y fecundidad que en ell os se nota, y 'luc el! Ca-
brera, el art ista. que m:'t s ha descollado en Mxi co, es
verdaderamente uu portento. Dentro de su taller se di ::; .
tinguia entre otros Alcbar, que cierra el c::lt:. logo de los
antiguos pintores mcxicar:os. L:l pl'cndrt que general -
mente caracteriza \ In cscueJn toda, es la su:n' idatl y
blandura, que parece inspirada por el dulce ambi ente
que en este pas se respira, y que copin bien la tlll olc
de sus habitantes.
Pesado.
Por 10 que he podido 1I0tar, ot ra cualidad de di stint o
l'llen seiala tambi en ti. la escuela, y la honra en SUIll O
grado; y es que fu tan mirada, tan pbli ca, qu e ser;'1 co-
sa rara encontrar obra suya que ofend:tla "ista. Hecl1 er-
den nles. lo que ha sido la. pintura en algunos pases, y
en manos de ciertos profesores.
Couto.
Los de .Mlxi co parece que h:lbian oido ya la elocuen-
te decll1.llil1. cion de nuestro t:abi o compatriota el Dr. D.
Antoni ) Lpez Portillo, quien en el hermoso di scurso
que el niio 1773 pronunci :l nte la Academh\ de San
e .irl os de Valencia al hncer3ll la primera distribucion
pbli ca de premios, se explicaba a5: " QlIanto mas no-
bles y excelentes son en s mi sIH:\s ]a, rinturn y bEs-
8G
cultura por ]a, viva y deliciosa imprcsion que hacen en
los nimos las im{lgcnes que se presentan nI alma por
la. ,'ista, tanto rn:ls tristes y perniciosos efectos obra el
dcs\'crgonzado insolente abuso de ellas. Por eso no
slo los radres de la Iglesia, sino aun muchos filsofos
del Paganismo declamaron alta j' gravemente contra lag
Pinturas y Estntuas inmoilestas y provocativas; ubuso
att'OZ, hortcndo, detestable! Pinceles hay fI"e destilan
ponzoa; cinceles y buriles que pa recen escoplos del in-
fierno. No es cargo de lns Artes, en s nobles, castas y
uecentes: nada peor que la '-.:orrupcion de 10 mejor. Y
este infame abuso es nu'ls execrable ent.re nosotros, por
estar la Pi ntura y la Escult ura casi enteramente consa-
g radas h.. Religion. Un pincel que pintaba un Dios
cl'll cificado, una Reina pursima J e las Vrgenes, so en
vil ccer luego, y se prostituir imgcnes.. . Qu
ser, pues, pintar, esculpir grabar con Ut'rojo sacrlego
las imgenes Je los Santos)' Santas que se exponen pa.
ra culto, quscrtl, digo, pintarlas licenciosamente? No,
no se halla vocablo que explique por entero tan gran
maldad."
Pesado.
Lo que de veroad he extraado yo en nuestra anti
gua escuela, es que se hubiera encerrado total mente
dentro del g\:llero religioso, y no hubiese tocado niogu
no otro, cuando para. ello no podian fallarl e ni ocasio-
nes ni inspiracon.
Couto.
Cosa es en efecto digna de reparo. Al paisnje, por
ejemplo, que es tan bello)' gentil ramo de pintura, so
87
estaban brindando excelentes fono os CIl una tierra co-
mo Mxico, la naturaleza se ostcnt.a tan variada,
tan rica, tan galuna, que parece que se para ser
vista Je los hombres. No se comprende cumo tal espec-
tculo no excitaba In. imaginacion Je los pintores para.
reproducirlo en SllS t elas. Dcese que Daza y Angula lo
ejercitaron en el siglo XVII; y un erudito de fl. (J ucl
tiempo escribi que sus pases eran tales, que no cncoll-
trarian rival hasta que la llatw'alcza se l'0llga ( pintar."'
Grande encomio, pero no s si merecido. X o se habria
di cho ms del PUSillO, de Claudia de Lorclln, de )1:11'-
koo on nuestros dias. Fuera del gnero rel igioso, el
que se culti \,v bastante aqu fu el de retratos, pues 110
slo las fi\milias, sino los cuerpos todos, las comuuillu-
des, los colegios hacian copiar (1 cuantas personas de su
seno llegaban A di stinguirse de algull modo.
Clav.
y fe que HIgUIlO:l dc esos retl'utos uo CHft!CCH dI.! m-
rito, como los que nos ha dejado Juan Rodrguez JUI'CZ
y Juan Patricio Ruiz Morletc. Pero ya que el Sr. Pe-
sado ba extraado una. cosa, pel'llltanme n Ies. :l m
que extrae otra. Pl.lrceme habe!' notado que las dos
artes liberales hermanas de b mia, no caminaron en
xico ti iguales pasos que la pintura. Ni escultores ni ar-
quitectos conozco, que hayan gt111l1do ht rcputacioll que
los pintores que hemos \'Cuido mClH.: ionundo.
Pesado.
Ya otros habian hecho esa obeen'ucian, pero limitudu
la escultura. Me acuerdo que algnll escritor de fines
88
uel siglo pasado, elocia que en Mxico Aples y Vitru
vio habian tenido siempre mejores discpulos que Fi.
dias. u
Couto.
T tenia razon, porque la historia de nuestra escuela
ue escultura habr. que tomarla desde Talaa y Vilar pa-
m adelante. En lo de atrs nada hay notable, si no es
acaso algun trabajo de talla, como la hermosa sillera
del coro de San Agustin. Pero respecto de la arquitec-
tura no sucede lo mismo. Comenzando por las casas de
habi tt\cion, en Mxfco se ha edificado eu los tiempos pa-
sados, si no con exquisita elegancia, s con solidez, con
holgura, y aun con cicl'ta gl'undiosidau: las (l"e poseia
b. lInilia del conde de San Mateo Valparaiso en las ca-
lles del ruente del Espritu Santo y de San l!'rancis-
CO, hoy llotcl de Iluride, construidas (al aquella)
por el )'Iaestro Veedor D. Francisco G uerrCrO y Torres,
ucspnes de meuiados del siglo pasnuo; la del Conde del
Valle y la J el Marqus de Gual'diola en la plazuela
del mismo convento; la de los herederos de Hernan
Corts, en el Empedradillo, que sir\'c actualmente de
:Montepo; la del Conde de la Cortina en Tneubaya, J
otras muchas en la ciudad, ijon moradas dignas de mag-
lIates y aeoorcs principales. de edificios p-
blicos, la, Aduana" la casa de moneda, la antigua Inqni-
sicion, hoy Colegio de :Medicina, el de San Ildefonso,
el de las Vizcainas, la Enseanza de nias, el convento
de la Encarnacioll, el Hospital dc tcrccros, pertenecen
nI gnero de la. grande edificacion, y muestmn haber si-
do trazados y hechos por arquitectos de ciencia. El sc-
89
minaria de minera, impropio tal \"07. para su obj eto, es
en s mismo un elegante palacio, monumento del inge-
nio de Tol:3u y que mlornaria la pInza de cualquiel' ca-
pital. Respecto de templos, la sunt uosidad ha sido ex-
tremaj y oxeriguanuo los maestros que en ell os tl'au,\in-
,ron, desde Alonso Pl'cZ Castaeda, que ;'l principi os
del siglo XVII entenda en la montea y cOllstrueci oll
de Catedral, hasta D. F rancisco Tres- Guerras, el arllui -
tecto del C,rruen y el pueute de Celaya, se fOI'lUill'ia un
cat.Hago hamaBa .r distinguido. Aun eH otro gnero,
en In ingeniera civil, se ncomet ieron entre nosotros
obras w!rtladCl'aI1lCllte gigantescas. Poco dcsplI cs de la
cOllquish\, un pobre religioso fnlllciscano, .1' 1' . l"ralll'.::: -
l ' O Tembleque, para surtir de agua dos distritos que cn-
reeian de ella, proyect y ll cy fel izmente ii caho elno-
table acueducto tle Zempoala, que es un monumen to
tligno de la munificcllcin de un Prncipe. " Al cntrar el
siglo siguiente, Enrico )[artll ez ej ecut el cnltnl de des-
age de I-Iuehuetocu, practicando en la lllout:la del
Sineoquc un soen,'ol1 (tunnel dicll ahol'<l , como si llUCS-
tra. raz(\, no hubiern t cniJ0 ni ,"oc:11)1 0 C(1 1l que llamar
d asc de: ob nls) cubierto en lo interi ol' COIl bveda
de mampostera, que en nuest ros di,, ::; y (,' 11 Cuu] (lui\.\ r
pas se tendra por empresa d\! g riln (ucnta. Otn\s SIJ-
mejant es se continuaron sin interrupei on, hasta el pre-
sentc siglo, en que los CUll::ul auo:5 de }Ixicu y Y-crn-
cruz competencia, hi ei0ron las tlo:; CalTet el',IS que ba-
jan aquel puerto. )l; s. c Ol'ta 1:1 lI d COIll O que
principia slo e H P erote, acredita sin clllLargo (l ll la
cuesta de S,m y (In (11 r1l0ut0 ll('1 He)' In pcri ci<l
ue D. Dicg0 Cllllc, qu b llirigi. L:l. del COII-
snl,ldo [le )[xil.:o arrn!l c<! en Tolu\''l , at ra\' iesa el lllllll-
90
te de las Cruces y el de Ri o-frio, Cl'tll.:t toda la meso.
central de la. cordill cl'a, y va. bl18car por Orizaua y
Ordoba. el descenso nI mal'. Alguna de las pru'tc8 que
en ella ejecut el sabi o nrigadi er de ingeni eros ]). Mi-
guel Constanzo, como la sinuosa vll de las <.: umbrcs de
Acultz.ingo, es sin hiprbole oOl'a de I'OIlWll O': . Se i o!'cs, .
quien 8e proponga cscribiL' la historia lle ('sta :ate en
Mxico, 110 le fa1t:\r mat<'fia, )' ha {le Cll contrar 110m-
bres dignos de memoria.
Pesado.
Acabas de prollunciar el de TI'os-Guerras, y veo nh
un cundrito de su mano, que me parece representar la
infllllcin de la Vrgcll.
Couto.
p't:' sente que me hizo mi uond:u}o;o amigo el JJic. D.
VctOl' Covarrbias, y que cre deber coloc.'11' en esta. ga-
lern m,s bien que eH mi casa, on momoria Jo tan dig-
no maostro. No puede tomarse silla como unjuego de
pincel, muestra de Sil nficion;1 la pintura , que n ~ su pri-
mOl" alllor , y CJlle nunca pudo pa li er cn olvido, si hien
luego tl1\'O qnc aplic:ll'se total mente {lla al'(luitcctma. ~
Pesado.
Ahol';l, (!tle Oll Jn, Acadcmia se 1m esta.bleci do la ensc-
iallzn, de esa Hable arte con la. extension y pl enitud fJ.uc
jama." llabia tenido entre nosotros, plegue :\1 cielo
que ann m:ls que la pilltll1'n, los dos grabado:'!)" la esta-
tuaria, prodllzca col mados frutos.r corresponda ,\. la <:j-
vilizacion de la 'poca. ~ a fll'quitcctura, si no es la m;!'l
bella de las trci; artes, (' s la primognita eut re las her-
manas, la mls necesaria para la vida, la que erige tem-
plos Dios, da hogar ti la familia y abre caminod ('llt l'C
las cindades y las naciones, Las dos hermanas mellores
vienen luego . decorar y ataviar lo que ha hecho la ma-
yor. Pero en todas materias ntes es lo til que lo bell o.
Couto.
Hagamos votos por el adelautamiento de t O(,) (\5,
Con esto termin nuestra ph\t icn, y 1105 sepnramos.
NOTAS.
I Desttut-TI1lcy, Gmffimnirc gt'in':rnle, chap.
2 L<>ttres : M. le Duc de Dl acas, rollltivcs IIU fCJy al egypticn
ucTurin, Icttre l er.
8 Storin nnti cn del lI csco, lib. 7, n 47, 48 Y 40,
. El mislRoClu\-ijcro,fl ll i.
5 En el Diccion:-.r i() uninNll de Hi storia y ole Gcog'fafiu, que ('vn
IIhlplins adiciones n'hnprillliJ e n )[ .. :d co D. RnC,cI R:\fIICI , lS: 3, tumo
2?, pilg. 314.
G "\'crdrtdern de In conquistll de Espuiie, (,,,p. 1;,&,
; Bernal Din7. , en el mismo captulo.
ti No 56 si el Conde qncrrii sciialnr CQtl c. tos nombres ni conquistn-
do.lr de 11\ Nuem Gnlicin, y funbdof de Gu:u.1l1lnjal'3 peN> ese se llam
XII O de Gu:ma't. Yo, en efecto, no conozco en nuestra hi storin pcr:,c ..
1I:\jc qut' se II nmnm A irar Xil /ji: le G,.;maJl.
!) Lo lIc.1ique-Pnri s, 183Q._ LcUre XI, t cl m. 2, p,ig:, 203,
10 La inscripcion fi lie tiene nblljo dice ti ]:1 Ictr:l; PU! O (sic Sa"l,-,
,'/"ur(tljo por 811 derocioll (11 (ribullal dd $,,11(0 o.ricio dr In l lll}lli3iri(' JI
-"l/'astim, ,le A r!((lg(f notuto de':l. A iio l G4;} F,'
Por no tCCnrgtl f d di:' logo, 110 !IC 1 ,Il, ltld" ell ,\] de
que t'rrndnmente puJiernn tomnN-t' por rri mitinu en 1:1 hi Horill del fIr-
te en Mxico, Son hlS siguientes:
En el de \: iglesia de Gundnlu]X' ]\,\)" un ('\wJro de ,11-
gun m;ri lo, qlll! una pNX:esion en que es eOlldueidR In iml.-
g'Cll : t emplo. Vey tin di ce que pruhublclll ent e fu pintado lu'. ciu 1531,
Y que aquella pfOCes ion es eu la que se 11ev<'i In VI rg'ln {. ht primcrn er-
mita "lile 80 le construy (llaluflrt e3 de pgs. 23, 24 Y 25). A
do los profeso res In obm presenta rusgos enT:lcteTsti cos de In
'"-'cuela lrl e:dcann rucdi ndos del siglo siguiente. Adems, en el cua-
dro hoy dos U!ll\ cspllii ola y otnl IIICXi ellno. Al p i de
tu se I{'{': , IlevociOl1 le (le la COllerpejol V J r.3t; Ft:rr er: oj'lo l G53.
1' ;5tn es In I{'tm que se ponia en obrns de esa c1nse pnrn seiilllnr Ins por-
sOll as que lus llUbillll mfln dndo hneer. De las dos hlln lla-
blndo Vubrer.l, RUI/f/o (l e armas ele lI1:.cie., iOS, el mismo Vcy tin en
ell ugu r citndQ, D . . Tuall R. Muii o7. cn el 2 1 dc Stl J1Jemo1'ia 60bre las
II/J(l/ 'c iollC8, y el Dr, Aleoeer e n el cn p, X[ , i de su Apolo!Ja. Hoy
Ilpnrece en el eutld ro UIl A ICfC4: r:l inseripcion (lil e .lit'e (Iue ell mil fctc-
elellwi; 11 01'cl1ln y Ulntos un c um.le IIll lus ll;olu lilllpiur y ueeitllr, Lus
tr(!s leycluJlls uh on! U{' \In tiempo, y e n la vicja csmi. ulll estl
("(m'egido cl llnncronlsmo de dar t mtlulli en lodc clCcelencin ul Sr, D, Se-
Hnllll'C;ol d(l F llelll clll : se le lln!lln ilustrsimo.
De Ills coleceiollftl de l'Ctrutvs que huyen los edificios pLli cos d4'
la cupitlll, las m:i s completlls y lIi:tJ sin dudn .loo: 1I1
de I,)s de que cxist l! n dos juegos, uno en el Mu;eo Illlcionul, )
el que l'sl uv o en rlllncio lUlstn la indepcnd{' ll{'b, y otro en las
consistor iulClI, la de los An:obisl109 en el SIIJon de sllOdosdel
Arwhisplldo, Ambns son de bllstnn tc interes pUI'U In bi s luriu eivi'l;
.- in n igulllmen le pnrn la del IIfte Ctl :Mh;ro, si todos los retrntos hubic-
r: m sido l/ echos nqui, y tomudos illlllcJ.intfl mellte de los originnles; pero
t ... ngo el sent imi ent o de erenr que 110 reu ncn 'libl e eu lidad, He exn-
, ,, inudo de l"Crca 111 del !lluseo, gn.cius :i la blllllb d tic mblo eOllH'" I'
\"l1(lvr el Sr, D, F ernando Rnmrc7.; y dar shrc ella ulguII pormenor,
Cvnstn Je G2 cuadros, t oJos Jo lUlI1 l1ilO ullifrnll'", lus figura.'> de med io
c uc rpo cn pi, y si n otra cosa ni fvml o, cn los dos primeros siglos, que
cl escudo J e nr mns de euJa virey, Empieza la cole{'elon por el eonqui s-
tlldor D, F crnnlldo Corts, y !I{'!lLn en el Teniente General D, JUllll
O- Donoj quc l"Clcbf e n 1821 el trlltado de Crdvlm, D, Luill de Ve-
lasco el 2? est duplicndo por 1mb ... ; sido dos veces ,' irey; pero el segun-
uo ret mlv <:.S simplc eopin del pri mero, con le"es ,'ariudolles cn cosns ac
{'esorills. E n el de SCreeo't nI rededor del rostro ciliell 7.o tn que
primero estlll"o, y sobre {'I P()UUZO qu e ugr{'g de nuerll t{'l:! , se {'scri
hi ellet r{' ro .r pint el cs{' udo, que por ei{' rto no el que l'onced i
Cirios V ni Conquistl\UOT, y usaron los )farque5es dd \'alle. El retrato
en si mi smo tienO! con el que lmy en el hospital dl" .J CSUS, j
ambos eopins regulares de un original, euyo parauero ignof"_
mos. Los de los diez primeros "ireyes Ill\Ha D. Luis de Yelaseo el
quO! IIcaL en lGll, son en 1" general de mrito; nlgullos de cHos 1,) tie-
nen muy sealado, como el de D. :\lnrtin Enrqll cz, el dd Conde de
la Comila, y el del j,\,en de Pero ninguno
presenta rasgos tle la escuela llIeXielllJa, si no es neflso eluel Sr. D. P e-
dro }Joya de Contrerns, en qlle flsomnll tintes selilej nnte3 t 105 que lu(-
go uso Luis Ju,rez. No es remoto que nlguno de sus m,\c,tros lo huLi e-
T,L hecho. Desde Virey, D. Fr. Gurc1 Guerra, hasta el Duque de
V(,rrlguns que file el la eoleccion Lnja infinito como obrll de nrtrj
scilo hay rcgulnr el del Mnrqus de Cndereitn; en muchos de 103 otros oC
n el ltimo punto de impcrieiny deslIliiio que puede lleglu la pint\1r" j
y de seguro no se emplev pnra hacerlos, los buenos IlIllcstros qll e 11llLia
en Mxico, como los Eclmves, Artenga, J oso Jllrez, ek. Fu
poco mejora en los del Duque de r Conde de l'aredc'.;, IJIS
todn\'in en el del Sr. D. Fr. Puyo ue Rivefll Enrquch, r por lti mo en
el del Cone de Moctezutlla hny indiviuuulin. Tudo, IU3 que Iw mcn-
t'ionl\do hnstn nqni son IInninlOs. El lid ;j3? Yirey, Duque de Albur-
querquC', est:l firmndo por Nieobs Rodrguez Ju rez: se 110tn en la ejl'-
eudon cierta ti midez que no hay en otrns 0brus del m:l c"tro. Su
sucesor el Duque de Linnfcs fu rdral:ldo de elltero por d ut r"
Holirgucz Ju:\ rrz (.IUIIII) r11 el li r llz"ql1e existe en el C.rlllell, y tic 'lile
h!\blnro ndelnnte. Ln medin figura de ln coleccion 11Ie pnfeee Ulll1 rpli-
ea de ese, hecha por el mismo autor, con rns ynlentfu pero con
deteneion en el rostro, aunque quiz pon m:.8 esmero en las buen
rrtr,o y de bnsbnle cfll":cter. Superior es todnvn el del tic
que IlrllllldoP.or IIqucl cli i't inguido IIrt ;,; I,', y cidtamen-
te es tlll lo rnl'jor y 1I\ :s digno que lwy en todn \tI 5erie. Yi elle en
dn hl e3cueln de lb:\rrn, Cubrem, cte., y en v('rdlld qlle no es el retrnlo
d de pinturn que In honm, pues lo que }lTouujo en esj1 \lnen di,,-
la infinit v tic sus cll:\dl'l.ls religiooo,. De Ibnrr:1 hny nll el del Sr. Y i-
Znrrllll, l:nguido r relnmidcl; el del Cl'ude de Fltendarn, en que la ri -
que7.n de 10$ P,\'-IOS JI{> reS(ltee la del rostr,', y el dl'l Dn'lul! ,ll!
In p('(\r que 103 otros. Cubrera relnltu 111 primer Conde de
Hcvilln Gi;edo, y da pena leer escrit o el nombre de talnrtista al de
s:.>mej ante lien zo. :;rcjor se desempeilu Jmm P lItrieio Modele Buiz en
los del Mnrq\ll'S de b5 Allltlrilbsy D. Ffanl"H'o ('agiglll (una
tiguffI con di stintus y sobre t od o en el del Marqus de Uroi x,
que es pos itivamente bueno. Los que siguen lJUsta D. Juan O-Dono-
ju (si excepta aea80 el de Marquillll, son muy pobre cosa, yen mu-
se va descender el arte, aunque por distint o'coumino, 111 puesto en
que se 11111111Ln un siglo atrs. I_os nomlJl"(;S de sus autores no merecen
r"pdir:w. Si entre nuest ros pintol'es eonoeiuos se l,a de lmeer juicio
compul"Htivo respecto del arto del relrnlo, el primer lugar t oca de justi-
d!l J ua n Uodrg:uczj el segundo pudieran pretenderlo su hermuno Ni-
eols y Junll Putricio. Al lado del primero estnrill.n los que eopiuron ti
los ,-i reyes t1el siglo XVI , si sus retrutos se hubicran llecho aqu; pe-
ro vneho (1 decir que no t ienen sabor de ohI"a mexicana, y pertenecen
,. un perodo en que el arte empezaba t intl'odneirse entre nosotr08, y
eontubn lln profesores (u1 que eonOZC!l mos) ellpaees de eje-
cutar lI<juello. Yo so.<pe<:110 que en POC!1 se form el proyec-
to de b colcccion, y enl';IlCcS se supli eron lus vireyes /lnteriures
,le la manera qll o fll(, posibl e, pidi('Jldolos l
.-; tn, que en Clum',O , la euleccion ole que ho haLlu(lo es simple con-
,tnnl, In\[\ndosc de es \In IwdlO que es!" li la. vista. Los
r<!trato;; de los primeros evidentemente son heehus despu('s
'lue los postel"i ores.
11 "Alu ntllr illtm 1ll 0n ll stcriorUlIl uml)i lulll pOl" du:,.Scs ct CO!l*
tllhcrnin , per seholns el dOdrivill, ex d itiol"i bll.'; trcccnteni, quudrigen-
te ni , quingcnteni, et sie de ordinntim secundum lll ugnitudi -
ncm civil ntum et oppidorlllll .. .. Jum vera illgeniidocilitas suprulno-
d llm, ee ll cantar e .'iNI legere, pingcrejil'!Je"e eltcrll quc
id g ClIll S l ibernli ulll urtiulll el uliilr ulll, lid fll<}iIlH:lltn omni ll perspi ("u-
{dc." Dtvi ln.l'adilla, Hi storia de 1u Pru-
vin t:in I,,';nle n
trae nteg ra La \'ersioll b 1milOl a que pone en sq;l1ida, me
p:II'(!ee que no si{<mpre expresa con lidloJ id"d y cx nctitud lu q\Hl dice el
"riginallntiJl o, como suceue en el
12 Vd:\l\curt, Crnica ue la
xico, Trlltado cap. 3. nm. 63.
MOll llr<ll a indinnll, Lib. li, y li b. 20, cup. 1 !"l .
14 Vctanell rt, :Menol ogio fmllciscnno, en el Jia 29 de .Junio. - Yula_
Jes, Hdh. 1'. 4, eup. 23. El nl !i IIl U Vetall curt ,!n In. Crnicll (Trutndo
cnp. 4, nlm. 81) l, abla de ullacopia dc la Virgen de lus Hemedios
'"dl:l de }l icdrn por el pailre Gante para ponel':>e ell el CUTlvcnt'J de M,,-
dd (" Ilal se nI de Xocl timi1co, y luego , Tqwpalll
AUl1 que el 11 0 trll uuj ' lrZl IUlI tcri llll1lcntc ell (1111 , d iri;:ill e l t r:l-
bnju.
1& Nu1liusC' ni m ucseiu.craL_ Ynlndc .
1li SariiwIUt, :-i" otkin de In uc;;cad[l,:r ltima dedi \'advll dd lNUplo
metropoli tuno de en 22 U" Diciemure d e l t;t; j , pg. 2t; ," udlll .
17 Y'-:usos"bretudo estolnexl'C'len teurneion !Jrununl"iuda por el Sr .
,rovellnnos en], Al'udemi n de :;un FC'rnnnclo de )I udrid ('ll1 ilO d e 1781
(10111. 2? de su.! p:;;. 120, edicion (le D. Leon Am,rit:. , Mndrid,
1830) , y , Co::nn Bl'l'nnhl ez l'll la introduecion dd Diecil)n llri o
eo de! ]('" de Bl'lIns Artes en Espuli:l, y ('n los nrtClll us dr
los lid si!;lu XVI ; e n el lomo (Y.' hny entii I0;:'>5
de
18 Lib. ti , ('''p. ue In Monnrqull indinnn.
dOIl de Gnrrn I ClIl.bnleeln.
20 lIistvrin "c!"llndera de In Cvnqu;,;tn, cup. :lODo
21 Cllbr('Tn cl'pi este de ILnrm ell In ]l"g. 10 UC ,Uu-
,."ri{fff 1II1I("I"iOrlm, en Ml'x ico en 1" impre lLtn del C"']('g;o d(
::;nl\ ll(hfunso el lIilU I j G.
:!:.! Dc'!)cribienuo 11110 dclo) s ultnres que se pll sieron ('Illu:; l"VrrL-uure.<
,le 1,. tTn\'ersi,J;.J (' 11 \;15 (u nciones A In l'ursium ell Enero dI'
dice 'lIlC hnbin en ,,1 .Joo In unu Jc l AtClin_
" gl'l Snn Miguel. prfnc-ipe Je In milici n ccll'St inl y prl.t cctorde In Tgle-
__ siu, i. cuyos pil's yucin )Or trinllfo,ue sn di estr:l, el drngon :,nt igu<,, )
" In otra de lA eJ'g"lIn li. im Yir:;en SlInln Culnrin:1 1I ,irl ir,;i qu ien d.'>-
"de Sil ercccivll reconoce In mexi('luln Atcnll s p0r su }lfltronn, L'onM-
" grllld .. le : su urLlII''jn Sil IlI ngnitlcn y cupillll, y en cllll el
" !lltllr , lo 1I1,is pl' rfl'l' I: que J'IY e n ..,1 rei"". ('uyos tull len' >
"fueron sin Judn li d l'int cl r AIl)nso
"quez, y que ofrc ci (, !tI Joctiinm Y r:;ell m,rl ild Yice)' Mnrqu .. ...
k (le ("'11 b inseril(' il, n:
D,' J ,':mues a ) 1('ndo7.u l"l Li ma M,udo:
" M,ml: Clnr: hui.- NI.o\"v Urbi 11w Duo:
,, :Sr<>: l'hilil'pv ll lll isl': et IlIdi: I!('g i
Augu ... tu rrxfl'ct: in
" .... h:IJemiru lut..,I,lIu ll. Cll lhnrin:l.lort:o'
" HI' g:nlibI15 Lonll rU1l11l rtiutll
98
"Tutelad, vcrxsnpienti;c illumin!ltl'il'i
"ccleberrimnm hoc mnemosynon. D.,.
23 Helacon histl'ictl de las ('xpqnillS fUnCl'ltles (1\: 1 Hey D. Philippo
11 N. S., hechas por el Tribunal del Santo oficio de la II\Iui sidon de
esta Nueva Espaiia, ctc.-},Ixico-1GOO.
24 Vase en el tomo 4':' de Clnvijero la que trata de
cstamaterill.
25 En el artculo J1I:cico del Diccionario citlldo en la noto. publ i-
c el Sr. D . Joaqun Gal'ca ICllzbnlcctu una noticia sobre la
historia de la tipografa entl'e nosotros (tomo pago DOl). Prosiguien-
do en sus indngnciones, ha hecho dcspucs nuevos y el
1ltimo npnnte que me Jado, presenta los datos siguientes :
Edi ciones de que tiene ('jcmplllfcs en su librcr u. .. 20
Idem que hu vi sto, pBro de que no tiene ejemplar .. 4[,
Idem de 'lue ha lll\1Jado noticia, pe)'" que no ha
De las cuales pertenecen
A Juan Cromberger
AJmm Pablos ...... ..
A Antonio de Spinosn . ..
A Pedro Oehartc ...
A Pedro Bnll. ..
A Antoni o RicardoL .
A Melehor Ocharte .. ..
Tolal.. 94
16
11
18
lO
Hu visto sin nombre de impresor... (1
Entre llls que ha hullado flllta el nombre del impresor en 11
Total ..
De estas ediciones hay algunas notnMes por In dificultlld que ofrecill
('j ccucion, como 111 del dol,le \'ocabulari o csp:,iiol mo: iCllno, y mcxi-
clIno espnfiol del pnure llvlinll, impresv por Alltoniv deSpinoHI en lil ,
lI/I tomo en fvlio. Pero 1:1 que wbre todas llama la ntencion, C5 la del
Misal del mismo impresor,de que posee IIn ejemplur el Sr. Rumrez,)
que he tenido cl gl1sto de rcgiotrar. Es tambjen un tomo CII folio, COllll>
10il mislIles que hoy oC USlln, ejeeutndo con regulures gtico".
las rbricas de tintfl wja, notas musiellles donde Jus tienen estll dllSC
libros, y nlgunn esttllllpn de llludera. POl"un3, nota que llUy al Hu, con$-
1:1. que acab de imprilllir:;e en Setiembre do 15U1. El Sr. Hnmrez no,
dccin con donnire, que oi tintes de haberlo adquirido le hubiesen habl:<-
do de l , lub!"i:1 e"aito lInll Di;;utaeion para probnr que en Mxico IW
habhl podido haeerse'e n nqtlcl tiempo semejllnte impresi<;> ll; y el Sr. Gar-
dll, tan entendido en el arte tipogrfieo, ha eseritu en sus apuntes: "ra-
"reeo inereible que ubra de tal consiJeracion se ejecutase en
"illlprentas h. poco Illlis de mediado el siglo XVI, y yo du(hrin del he-
" dIO no tener el li bro ,;. In Hoy mismo, despucs de
H ;:eria e(\;,i irnp,ible ejecutnr aqu cosa sClllcjante, si no el"ll
H venir ex-profeso los tiles nece8 llrios "
:!G YallmclI:l, GranJl'z" IIwx:ienna (cdicil)lI de lG03), p:'g . .'n .1 ,; 1:1.
vuelta .
:!j El mismo Y!ll bucna l\llinlll del cap. 2?de la Gr,mJezn mexicana.
28 Y"1I8e por ('jemplo al Lic. D. Cuyetano Cnbrcrtl.-Eocudo de llr-
m'lsde Mxieo, Illim.:.!fll .
2!) Munnrqu:\indhmll , Lib. 1;, c:lp. 4.
30 Yetnneurt en la CrnLc:l, trat. :.!?, cap. :::.:, nm.
31 D . Nieohs Antonio-Biblioteca el Eguianl-BiMi"tcctl
mt .:cicfllUlj y Beristuill - Ribli otcca ,illj){IHO americana sepleHl/'iollal, en
el urtkul o Brl!lrlsrl/" E<"!wu. Dlbo adrcrtil" que 1l1g11nos escritore" :mti-
g ll!>S , ('l' IllO Yalbucnn y Yctnn!.'urt , lo hun llumado pero l H
rmllbn en sus ellllJw, Edw!"<". ConoeiJ:! es la illf'lll"ia y el dc,;nliii,' Jl'
los IIntiguos en punt o) .le ortografa espailOla.
32 De esto rar,imo libro no ho encontrado un sul o ejemplar en nin_
.:;unll biblioteca plibli ell ni pllrticulur. Creo que lo tuvo la ,ida D.
Nico!:;: Anwnio, pues no pudo tomnr de otro escritor llnterior la n,)ti-
cin que de l d'l. El Sr. Eglli:lfll so equivoc 1I1 decir que Enrieo lI!llr-
tinez lo habin nwncion:ldll en Sil Rt"paloj"it) de los tiemposj D. J osed,
Yurgns y PullCC' lu cit ('n In f,>ja d" la Disfr/"cio, aeoca de la IfIt-
g/la castrllaml qUl' PU"l en seguida de la D<damac!o!i COlltra los ab/lSiJs
iutrodllcids t U ti (as ld/allo, MaJrd, 1";"0;:13; y por all tUYO noticia de su
cx:istenein el Dr. D. Pcdrv Felipe )ron!au, quien lo lHl listndo b9j'l el
100
u mero 11 en In Bibliogmfin con que ci erra su tti mo/(,gico
(le la l/!llgua ca$tdlalla, impre!O en ) rnd rid en 181)6; pero conflcsa inge_
nuamente que no pudo hnll nr un rjc mpl:lr dc l 0;1 Dudo que
lo hubiese visto Vargas Ponce.
33 Grnndezo. mcxicnnn, Cli p. 4?
3,1 "En li no do sus altnr(!s (de la Cntedl'al), y es el que cstl, cri gidu
al trascoro, se ve cntrr: viurierns Sil illl{'gcn y vali ente pi ntura (In df'
n Sall Seb!lStinn), asombro de los profesores dclnftc, y obr.\ , sl'gun su
<, t rudicion, de In fumosa Snmnyn, pintora en esta ciudad, mncs-
n tra no slo en pintur:l, sino en cnscii nr nI celebrndo yjzcnino Bal tnsn r
"de Echnvc el primero, I')ui cn t uvo por m:nido y tli scpul o, y de ct! -
"yos pndrcs no dcgcnCl':lfOIl sus hij os. a- D. Cayetn no Cll urcra-Esc\ldo
de :lrffi nS de Mxico, lib. 2, C!lp. 6?, nm. 291.
35 En la oraci on citada cn la notn 17.
36 P araso occidental, lib. 1, Clip.
37 Estos cuadl"Os cst:lbnn ya e n aquel sitio cII:\ndo el padre Ve(.:lncll r t
csc['bia su Crnica , pues los menciona ('1\ el tratado 2:', cnp. 3?, n
mero 41.
38 Los autos de re nllllOSOS de la l nquisieivn de :\Ixicf), ...
1" fl lI C entiendo, los cinco que <;el obr6 en Jos ai os de lG.jI3, 10,:17, 11348,
IG49 Y cuyus nnd ll!l irnpre51u A(I\l ella er: l eabal mellt('
11\ poca de A rtengn,
30 Q1IG Eeha\' e t uvo lJ ij os pintorc.l, lo tl iec Cubl'era e n el pas:j c co
piado en la nota 34, y lo ha repelido Beri st.ni n en Su flrt.e ulo. Yalbue
na parece indicnr que entre ell os unn era Ill ujer, P or Jo demas, la exis-
tencia enel sigl o XVII do tres pintore3 de ese npel l id0, estl comprobadn
no slo por la. presencia de sus obras, sino por el I.cstimonio directo de
D. Crlos de Sigenzn y Gngorl\, escritor del mi smo sig-lo, en un p:ua
je que quiero copiar ntrgro, por la eonmemomcion (lIe hace de ntl es
tl'.i artistas de aquel!.l p;e:1. IIablando de 103 ellatlrol con que se ndor.
n la Universidad en bs funcio nes de Enrro de 11>82, dice: st os
.110 sl o de extrnllj ero3 pincel es, por qu ien tendrn prolija vida eo
" loridos, si no tambien de mexicanos compatriotas, que mere
" een el lndc{rsel,r.:s como iguales .. , P orque nlli lll s perfecciones de
" Alon9(J le emlllabnn : la natural er.!l. sus operaciones todos:
" lus colores de Co/l(:lw y Arr(fe, 1 con el decoro de sus bien comparl!.
"uos t m:ws , apostaban :. haeel' viv iente la pintUrA eOIl ideas:
"en '" mano uc Luis J wrt; H! hall 'l oa sin illlihci on la ;raeia, la her-
101
mosuta y 1:1 SIUI,"idud: lo cihcllO de los CII C1'P"S, con b di sposi dcl ll de
y movi mi ent os, ndrniraban cxccdiuos en el prv-
fundo estudio del B ( C(:,',/I.' b propi('l!ad en 1:\ simet ra de
las pflrtes, y en el n lltul"'.l l nire de los r('galuuutl la vista en el
pulido nrti!!' cio (Id conH!!I\!Hlo Adi(J!}": ni ("ltaba In proporcion de 00-
.. do un cu{'rpo hunuHw, <.'jccut:\J:\ en breve lienzo, ni la ini llli ta'olc t r'l-
"blljndn prolij idud en lo pequeo, ni 1:\ yulcntll \ilt imn en la !'xpresi oll
y robustc'l de lo gr.lOd(' , dd dominicnno dirillo IIu/"trl/: ni i:I " j \'(
ZI\ en pintut I,\s hum:\l1lu (':unes, nimdir belleza Ji h\ }u:> rnw -
" sum en la diHribucion de IlO'; colon'!, y hncer "enhH) 1:1 6cci on :i
fuerzos del di buj o, en las t res \inc:ls C:lT':lctcres con que !llutU(\lllcn(c
u Aun m,is que ll,",r el ticmpo, dicro n :i I."onoccr los tn' !
.. Ecnar:cs: como t:lI llpocO dejnron de ocupnr Hl lugtl r r J:s
los ingeni o! de Da:!! S Al1gulo, cuyos p:lyscs 110 ti enen o\losi cioll,
no !Insta 'lile se pong:l pi ntar la n:\ tunll e;m_ n Tr iu n( p:lrlhni n>,
5, (Jl. 33 verso, y 3-1 ,
4.0 TC:llrO ue "rludes puliticus qu e un princi lle,
41 Lic. Rohl cs. -Di:\rio de llot'lhlcs. -Ju(' \cs 2:! de Marzo
uc lGi4.
4.2 Lib. c:\p. l:!, GW.-Flrcnt b hahi :! did\t) quc sicl" Cl':\ll
"wdos y "jCl'dl:l ll"s con CTi.\l it05 y :lplau';0S mil_
chos 1\005.,, - r .. 1\ E!t rclh <1 .... 1 Nort c C:l p. l :'l , 4?
43 Cenn Benlui,ll'z, (' 11 d Di''''iOl/flrio !ti8f,. ioo lo!! /Jui.'
JI'ojtSOI'C!! de las Bell a.' A,/ ts en E spaa, listll :i u n redru HlI lLl c7,.
pintor, dd que slo dA la noti ci:\ siguiente: .. u no de los pri mel'Os que
nsisticron y contribuyeron sostener la Aendcmi:lqnc l y olro .. pro-
., ("sores en Scvill,1 el an o de 10GO.o< D. Ra(ael Lucio, in.
tel igente )" Dl\1y nli eionfulo :\ llintur., lIl exk;'\na:', me \1:\ lbmndo la :lten-
don sobre una quc se 1<e en ::1rr. "i l\\"O.lvl , y \' oy ,i eopilu I. 1:1
letrn: " A 1\ miSllll\ (11\ d,'1 1j21 1:11 Tuk' du) creo que plll .
de rcfl!rirse IIn j uegll dc sei; ':U:1d ru' :1nnIIl(l , quo r eprcsentlln h\
"historin de In Vi rgen, En 1:\ H' pnrt.'{' en i jUl:gos de
" In mi m:1 c11\se, que l :n J \' Antol inc2: en Si! d ll .. ;
" pero eot'll pin!;\Jo$ en (;,jUi' de mnJ "ru , l',"I n inefllaei,'leS Jo nn"'lr
" que se unen In ptill1('rn '::1prh:ll l' que I" i J " :,Igl.l n:l ,'vll
" liS cll:.d .... y ns t;JJayil\ COIl v" lU\'xic'Inos. Ae'ls,l seall l'br:1
"de un tul H:n i\' 7., espni"I, que fu': :i c;;tnhl ... cer;;e (,11 ...
.1/1/$.'($ b Jl!jcripon Je l u g:.lera lInc ion;,I , p;i.:;:.
ti c la c,! ki" n. y " no ;: i N!C lO" el Ib n ; I'c7, de que hnbl, C,,:lll
10"
Bcrmlid(>)\ , y si que pint en Mxico el cuuuro dI! 111 Acude-
!lliu , r (l t ro que h e vi sto firll1udo de su nombn.' , en poucr dcl misffi o8r .
Lucio.
44 y clISe ::ii!:(\!llzu eH dmsflj c cupiudu {"n la Il utll 3[l.
4,:} Crni cn.-Trntudo 2':', Clip. a?, mtns. 42 y ;;1.
4G VCU$C en hl.S de llIioo dc S:lhr'gun de Arc"nlo la corres-
pondicnte ese lIIes , que C5 la primcrn que aquel })(lriodista publ ic.
47 pictrico- acr. tomo, Ilrtcul o de H:lrtolom Esh'\' ll n Mu-
-ilIo, quo es el numo I n . El mi smo autor rfierc, y consta del tes[lI _
!ucnto d! Murillo, que su hijo D. Gabriel , Stt!Jclo dc [JI'(f l1tle fwbilidad CII
trI Pintura, !I de mayore8 upcrall;;as, p:IS I ndas, y uqu muri bien
lllO7.0. UCCUC!-do que el difunto Sr. Al'zoLi "110 D. 11nnucl Posadns cstaL: ,
en 1ft ill Ci\ de que ese pintor hubia " cu ido :L X LU,OY:L y que vnrios
de loscund ros qucaqu correlL pur dci paurc, cnm ,;uyos, E l hcd lO es po.
siblc, y ent nces lwbrill s ido (' oC ('1 mrjo' medio de fII O ( lLucslrn c"cu e
b se comu ni cara nlgLo del es\.ilo y manera del insigne artista. suill a
r,o, Pero yo docluro que no he encontrado rn5t ro nlguno de In el.: isten.
cin entre Ilosotl'(ls de tal pCf50nn,quc noesvcros mil pnsascentcrnmen
tc dc.:;conoci dn, Cca n Bc rmdc:r., cn el articul o de HI pndre, corrigi la
equin ICacion en que hahil\ clli do Pal omino, ll am"nclolc y no G,I
bricl.
48 Conde y b b lr-icn sobre In ;Lparicion d(!
Mara SlI ntsima de GlIlulnhlpc,-Cap, 3';' , 1J, nm, :no,
4D En el Dicci onario univ(!rl3aldc Uistoria )' dc Gcogrufin, reimpre-
so IL(IU Ilor D, Hufucl RnJncl artculo de l bal'J'(,
1)() MilI'u\' ilb nmcricann, 4, p:ig. 9 .
.J I E scudo de nr mas de )t xico, i l. 2, cap, 8, nm, 333,
;.'l. Y \;nS{' <'I L In Bibl iolrcn. de Beri &la in d :u-ll' ul o Di/xta [j" , P(llrv
3 "S illg/llla puedc nciir I/ iscJlldw de "vlOi' 'Jlle/mula; !I el 'JIU! COII-
., tra ( $t( l!.'$tlltula IQ cjcw(/lI'C, sc (Qso;pclt/'. la J I/lita ellolldo lo $cjXI
" i'!Ias el profesor que hubi ere de recibir lln de ser pintor de-
" cl arndo por (>51u Acudcmin. S i::! nuo, como ordena, i facullnt h'o,
,,(' u:mdo le ll e\' e un nili o, dcbcr'; w'c,. rlI t ua C$J!(l/Q! r de buenas
"eoshunLrc5, Y htl rt'l una in,o pc('('irlll del gcnio del di el lO; y $(! r, cornv
""e 1m lJ(.'ouIIJLI'udo que es de llIoolrn rle 1111 ](' lI lru de un c rculo,
"con luJ o ;: u repa rtimi ent o, y utro nctundo de cluro r o!' CU rtl , instm-
o, el modo de l,., la opcrnC! oll, d,inJ\Jle ti emp" suficie nlc pura la
o, ('jecudoll , Y cOliulierc que el g('nio del niiio l',' competente para
103
., que pueda I1pl'wcchnf en esta rncult nd (qUl' no tOO"s lu pued(,1l con
u seguir, porque pan\ .tn y 11\ ]:><wsin es (ucr7. a r.!I('er con Mhl:! ;;l"lIcin$),
"le ordcnn riL vnyll ii cnsn del Secretariu, y 11' diga cmo quiC'['c npr('ndcr
estn lileult.nd l'Qn aquel mnestro: y I/ie/,o Scc,et"rio "ao/locC/', Ui!"!lIl.
O< do t:sft: ,/id,o II;;O 1m/e (le bU/di"", o, <ti l IS dr 1" ("liJad diel'lf. r , aca_
"so oc,writl"e affllfll OCOI'tlllpeii"pnrn rtr"l'dUII,'l'IC '10 IIIl'itrcrs[ 'Ise{}lI _
te ,j",; 110 11( JlHC[C /'uibi,., pOI' ut"r )l1'C!'cnido PUl" E,<lat"to;
"y si no CS COIllU se di e!;!, sino de clI li dnd, ctc., 10 lllatriculn r:i en Ji
bro, y le dt\t: un billete p:\rn que lo rccibnnj y s{{u de ate modo se rl-
ucibir,lllo$ di$cp"las, y no de otra 1Il:lII cr n: rolllo 'llfe 1'0 llorar"lr,.,
lo que ,(1st.! alllli [ f,}1 Clip. 9?- Estulutos J
tueion{'S quo deben. obscnnr y gunrdar la Academin de la JIlIl.)" n01.o1t'
inmernorinl nrte de In PinturlI. -E;;los Estnt utos eHn ttrmadus po r
"Mi guel Cnhretll, PrC!idt'nto.-Joso! Mnnu\'1 Domnguez;, primer Dir('(_
tor,-:\l iguel EspinOSA de los Monteros. - Jutln P u. l rido U orl<'le ltUi 1.,
Dif('('lor.-P{'(lro de Quintana, Dir('etor. - FrllnC'i H.'tl Allhmio
Ylllll.'jo, de Al7.ib:Lt, Dircetor. - Ant t' mi, Lor('ll _
zo D,lrbo. Figueroo., SeerC' tnrio.
:.f Dicti onnrio ll!Lil't'T">1l1 de y ,1-' Gc('gnlfia f(imp\'C"o por
Hllfad, nr\clllo C"hJ"rfl. E.tc IIrt ;,' ul " C! t: SUH' r ito ('011 1115 jnkialC! de
D. Mnn uel Oroz('O y Derrn, p,' r,;onn muy instruidn en 1I11<'Stru hi5tori:1
Yo siento que no me 1I :\.\'u ofr(' t idoo('lLs io1J :nles de nhoraJe presen-
t.lLrle los mothos de ,luda qut' kng.l re.pceto de nlgllnll S de las :\;;('rci,, _
Ill'S ('on!('nidns \'11 nqut'l!1\ pcqueii n biogrnf\, 1110 hn.brin si do
10 d iscu ti rlQ3 con pcrsvnn t:l n capaz de dur voto en lo. mnt et ia.
f,[i Entrnron u(' rdig iosl1 s en el eOIl \'('1I10 ,1e ,' npUdli na5 <,: paiiMs de
('indnd. LII prim('nI, no pndo 1, (' rlLl:lI\eC'<'r en el
por (,.Ua de snl nd. La s('gund n, ::\[nrinnn, .. ,, \ jl i I1Ili largos
uiios, y murio ('11 nu('stro {- )()(' a. L a ma(J. .. d" mujer d" Cn-
brtlnl , {'ro Ana ],[arin Subl"', Estos ('$t;in sncndosJe In
carta dt' "diHcnci,m qu(', S('gnll la eQ, t llmbre .. le C:lpul!hi ns, se im_
primio Sil mucrl('. Qui en ulya ",'noci.!" b in\"iolnb1e !X'Nhtt'ndll de
aquelln eomunidtlu ('n gUl\l'dnr ;; lI " f",;"\:U y llSO;: , se !)crll llndid de qu e
110 hnbriu bubido ellllwii o ni ,alimi,nto que In ll icicsc ndmit ir :\ 1111'1
pn.'!(' ndi t' nr<, Ji. quien f, lltJINL nlgunn de c:,l idu(lcs requeriJII:. l l u_
diO IlIS ('lIunJo l'arll ,'Curtir , l'n:os )" ('Hn. ch.e est,. ba fundauo ')!'5de
,lprim(' r tercio del siglo, por t'l \it\"'y d" \ Hlero, l'l "oll\"ent"
,1" Cnpuchinns indi:ls .1(' Corpus Chri. ti.
"ti IUiUl . l .
104
{'7 Oiscrlacion Ji stdca suLre la npnrkj on de Maria Santma de
Gundnl\1pc, ('up. 4, X, nlm. 282 en la notn.
&8 E n la pi('zl\ nI1I. 2 I\ fin del Manifll'Ho Mtisrll ctorio.
A)l\' ndicenl I X, cap. 4 de In Discrbdon hi swri cndel Dr. Conde.
CO As; l"Csul ta de los de sesiones de la JUlltn sllpcrior de gobier-
no dI' h\ Acudcmiu.
(,1 ESd;li politi ruC! Hlr l e Roynumc de la Nounllc Espfl gnc-Livr. :t,
Chllp.7.
G2 VL:a$C el pasnj c de D. Carl os de Sigiicnz/l y GngoNl, copindo en
In nota 39.
63 Utinlllll et Phidialll ab ini tjo indigen:c, ut col ucrc Vi -
trudum, ntquc Apcll cm! nllm ct pictorcsCl:"llcntesha_
hucrClllon ita optimis vul go carncre- Mnneyro_Dc
viti5 nliqllot lll(lxi Cil.llnrt!Ill-En hl del pndrc Yillnvic(! ncio, tomo 1?,
pg. 10.-Lo mismo p:lsa en la untigua .&p.'l.lia, pues habiendo produ.
ei do una dc"l as Ill,'i s insignes escudas de pinlunI de la Europa modcr
na, y nr'luitectos de primer rd(>ll, carece cnsi ubsolutnmente de esta-
tuarin.
64 El padre Torquelll<lda hace In histori a y la deseripci on de cstn obro
en los trminos siguientn : "Era "aron (el padre Tembleque:) de muy
" constante y determinado nimo, lo cuul se conoci en muchns y diver
" sas cas ioncsj un\ de las cual cs fu, que morando en el convento de
" Otumpa .. ..... y ,' icndo que tod:l aquell a Pro\' ineia enrecia de nguII,
a que por ser IJluy nHn la tierro nu tiene fuentes ni nrroyos, y que de
"tiempo de Sil gentil idad usabnn de Hn as bU!:;lIs que por otro nombre
lJamnn jfl9cYCiJ, en los cuales se recoge el ngua llovediza ... ... y
., dendo que la de cslus balsas jagiieyes, con que estos indi os paSabnll
lIfi o, Y se slIsten tabrtn, se la enee negab:111 los con sus ga-
,' nados y bestias, por cnmino pasajero pnm el puerto ue YcrUefU7.
" y OhM pnrtC8, ir por l t odas Ins t' uadrillns de carros y enrretas que
si guen este \"i:lj c, y por caus!\ estar ya estos dichos jngeyes tales,
" qlll! yn no bebian sus des,entumdos moradores si no cieno y lodo CIl l u
"gar de agua, de: que ibu enfermando y muriendo mucha gente; eondo-
'1 li ndose el cnrit nti, o dI' tan extremo neccsidad de los pobres
n indios, tra t en w cor:\7.on de remediarl:l , determi nndose de traher
" :lgllll nI pueblo, acometiendo Cll colo una IHl 7.11 la que grandes y pode-
"rosos rey('. del ul\lIIdo apllas se ntrcV<' ri an li snlircon e1ln ..... Fu,
" pur.>s, b traza trall cr ligua corri ent e :i. Otumpa, de ll l IC'C diez leguas
., :lIld:lll te, h: r.>in In lIli"ma p:l\"t'l del Norte, juristlkcion del puebl o d.
10'
Zempoalll, que en tiClIlpos atrs cm una 11m)' gnlllde Provincia, SIl
"c,ndola de muy pequeQ! manantiales, y de parte (al parecer y juicio
"humano) mucho ms baja que adonde hubill de veni r, estando metldn
u entre cerrot y Lib. 20, cupo GS, Montlrq. Ind.
O/} Vase la interesante carta en que cuentn {l un umigo su vidll, y
que D. MOlluel Pnyno en su biogrnf a publicada en el tomo 2'.'
del lIfU8l0 Muicnuo, pg. 1(i. En aquello carla !c cuenta no slo In
carrera dclnrtista, sino sus sntigfll.cciones, sus enojos con sus rivales, sus
alabanzas propias, todo con una ingenuidad, una uf" niacasi infanti les.
Su vanidad no ofende, por 10 mismo que se prescntn sin el menor cm-
00.1:0 de fingidll modestia.
'.