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RAPONI - BOSELLI. Por La Memoria Visual de La Ciudad.

Este documento resume la presentación "Por la memoria visual de la ciudad. Reconstrucciones multimedia de la transformación urbana" de Graciela Raponi y Alberto Boselli. Explica el desarrollo de proyectos desde los años 1980 para explorar el imaginario arquitectónico y urbano de Buenos Aires a través de imágenes. Más recientemente, los proyectos se enfocaron en reconstrucciones multimedia de la transformación urbana usando herramientas digitales. Ahora los proyectos están produciendo videos para difundir los hallazgos,
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RAPONI - BOSELLI. Por La Memoria Visual de La Ciudad.

Este documento resume la presentación "Por la memoria visual de la ciudad. Reconstrucciones multimedia de la transformación urbana" de Graciela Raponi y Alberto Boselli. Explica el desarrollo de proyectos desde los años 1980 para explorar el imaginario arquitectónico y urbano de Buenos Aires a través de imágenes. Más recientemente, los proyectos se enfocaron en reconstrucciones multimedia de la transformación urbana usando herramientas digitales. Ahora los proyectos están produciendo videos para difundir los hallazgos,
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N 141

Por la memoria visual de la ciudad.


Reconstrucciones multimedia de la
transformacin urbana

Graciela Raponi y Alberto Boselli

Relator Walter Cenci

15 de Octubre de 2004 12:30 horas


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POR LA MEMORIA VISUAL DE LA CIUDAD
Reconstrucciones Multimedia de la Transformacin Urbana
Graciela Raponi y Alberto Boselli (1)

EL CAMINO RECORRIDO
A mediados de los ochenta naci la idea de indagar en el cine argentino el imaginario
arquitectnico y urbano de Buenos Aires y del pas. Documentos de sitios reales cuyos contenidos
tanto en el cine documental como en el de ficcin descubren imaginarios locales a veces
olvidados. El cine mudo con miradas sobre sitios urbanos se pudo rescatar en video en la casi
totalidad de lo que sobreviva. El de las dcadas siguientes, empieza a ser un campo ms
extenso(2). En los noventa el salto a los dems soportes iconogrficos en busca de una herramienta
de realidad virtual con la que reconstruir no ya el imaginario sino la imagen fsica de la
transformacin urbana. (3) Artesanalmente, con animaciones en video por cortes al principio, y
recin al llegar el 2000 las esperadas herramientas digitales sin abandonar lo artesanal. La
exploracin de los archivos de fotografa urbana con la prodigiosa herramienta de la lupa digital...
El Casco Histrico, la costa, la apertura de la Avenida de Mayo. Una concentracin puntual en el
acontecimiento demolicin de la Recova Vieja y el nacimiento de la Plaza de Mayo en 1884... El
Retiro como mirador de la ciudad y el Retiro en s mismo como borde urbano sintetizados en una
misma imagen antes de la fotografa por los pinceles de Vidal y por el daguerrotipo de Fredricks.
Como punto de partida de una "pelcula verdadera" hasta el presente, y el concepto de "punto de
vista" como clave de los itinerarios, entre algunas opciones estratgicas que se fueron adoptando.
En 1999 y en el 2000 una vuelta al tema Cine-Ciudad y de las Locaciones cinematogrficas iba en
paralelo y al encuentro del Atlas (Atlas Multimedia de la transformacin urbana como se pas a
llamar al primitivo Historia Urbana e Imagen Virtual...) Dos Proyectos de investigacin que en
realidad son uno solo, que est buscando su nombre en Memoria Visual de la Transformacin
Urbana")
Desde el 2002 se cont con pasantes, con acreditacin acadmica, algunos continan como
voluntarios. Alumnos de Arquitectura que elegan Locaciones cinematogrficas y de Diseo
Grfico que buscaban participar de la experiencia del Atlas con su manejo de la herramienta
digital en el campo de la Historia Urbana (4). Pasantes y colaboradores de Imagen y Sonido
sintetizaron ambos proyectos e integraron el equipo para editar Videos y CDRon(5).



DIFUSIN E INVESTIGACIN IDA Y VUELTA O FIN DE UN CICLO?

Hacer videos no es hacer investigacin. Pero la manipulacin de los materiales icnicos forzada
por la necesidad de concretar una produccin audiovisual encomendada, desencadena una
aceleracin de nuevos hallazgos de imgenes y de nexos entre imgenes, que enfrenta con una
disyuntiva: considerar cumplida una etapa en que se ha probado la eficacia de las metodologas
propuestas y pasar a utilizarlas transfiriendo este resultado a producciones concretas, o seguir en el
campo de la investigacin probando otras metodologas y completado la base de datos de
iconografa urbana, construyendo as una herramienta para que otros la usen. No es que falten en la
Facultad interesados capacitados para colaborar en ambos campos, pero habra que conseguir para
ellos la correspondiente acreditacin y el mnimo apoyo econmico.

. El objetivo de los proyectos de investigacin no era la produccin de videos ni otros formatos
comunicacionales, sino la construccin de una herramienta y de una metodologa para la
exploracin de la transformacin urbana, y de un sistema permanente para el archivo de la
memoria visual de este campo recogiendo la especificidad de su fluir en el tiempo. La verificacin
de la eficacia de estas narraciones visuales que se iban logrando para fines pedaggicos, no dejaba
de ser un objetivo complementario. La edicin de videos conteniendo esos viajes en el tiempo
permita una verificacin ms amplia de la comprensin de esas reconstrucciones urbanas
dinmicas por parte de diversos pblicos. Vena siendo reclamado desde hace aos el acceso a
copias de los videos por los que visualizaban estos adelantos. Pero editar videos y liberarlos a la
difusin supone una tarea productiva y una financiacin que no estaba al alcance. Pero en el ao
2003 aconteci el apoyo econmico de la Comisin para la Preservacin del Patrimonio Histrico
Cultural que solicit la produccin de un video que recogiera las visualizaciones experimentadas y
luego de una serie de videos cuyo primer captulo, la Ciudad y la Costa, va por el tercer bloque en
edicin.

Habindose estrenado e iniciado la divulgacin de dos primero videos de esa serie, y estando en
etapa de edicin un tercero (septiembre de 2004) se experimenta que por un lado se pas a una
estadio ulterior al de la investigacin, el de la transferencia. Pero al incrementarse la manipulacin
de las fuentes visuales se intensifican experiencias y descubrimientos propios de la investigacin y
se ahondan intuiciones de sus hiptesis y de sus marcos tericos. Las devoluciones por parte del
publico son otra fuente datos para el desarrollo de otro objetivo previsto: lo que se entiende y
queda como prtesis de memoria urbana, lo que no queda, lo que es demasiado vertiginoso...
-----------

Se quiere exponer en esta comunicacin avances y reflexiones suscitados en esta etapa impura
de la investigacin:
1. - INTERROGANDO A LA VISIBILIDAD. 1.1. -La anterioridad de lo visual. 1.2. - La dinmica
de los documentos de la memoria visual urbana. 1.3.- El punto de vista. 1.4- Memoria visual y
narracin
2.- LA VISIBILIDAD NOS INTERROGA: Lo que ven los videos: 2.1.- El Casco Fundacional.-
2.2- Retiro. 2.3.- La costa sur.

.
1. - INTERROGANDO A LA VISIBILIDAD
Buscamos la palabra que interrogue a la visibilidad y, al mismo tiempo, a aquello no visible,
irreductible a la transparencia de la mirada y el pensamiento" (6)
1.1.-ANTERIORIDAD DE LO VISUAL
Se someti a la aprobacin de estos patrocinantes un video en borrador apuntando a un discurso
extrado del programa de divulgacin arqueolgica de esta Comisin (Historia Bajo las Baldosas)
Pero evaluados estos primeros borradores fue requerido desde la Subsecretara de Patrimonio que,
superando ese marco arqueolgico se encarara una serie Buenos Aires Viajando en el Tiempo
empezando por el Tema La Ciudad y la Costa. Se contaba con asesoramiento de especialistas de
Instituto Histrico de la ciudad. de Bs. As. pero no se provea de un guin para cada video, sino
que se peda rescatar la intuicin con que se vena elaborando las navegaciones virtualesdel
proyecto, en los cuales el discurso se iba armando a partir de la deriva visual, o sea los
encadenamientos visuales que se imponan para hacer comprensibles los nexos entre documentos
sucesivos en el tiempo de un mismo sitio. No se trataba de usar lo visual al servicio de otros
proyecto pedaggicos sino que se interpretaba que la herramienta metodolgica experimentada
contena en si misma una intuicin de la narracin del fenmeno urbano que mereca valerse por s
misma como punto de partida.
Fueron las imgenes de ese primer video las que indujeron decididamente el tema de la costa como
captulo inicial de la serie. Tampoco es casual una mirada nueva sobre su materialidad visible de la
costa, en la que esta experiencia se siente confluir, que resuena en conceptos expresados
recientemente como: el Riachuelo como Paisaje (Graciela Silvestri)(7), el Ro de la Plata como
Territorio (Juan Manuel Borthagaray) y la costa de la ciudad como Paisaje Cultural (8)
(Ramn Gutirrez, en estos das asumido por GobBA como propuesta a la UNESCO). La larga y
difcil discusin acerca de la traza de la autopista riberea, demorada desde hace una dcada, la falta
de discusin acerca de otras menudencias como la de ampliar en trescientas hectreas el puerto,
muestran lo candente del conflicto. Se supone que los planificadores protagonistas de ese debate no
necesitan de estas reconstrucciones visuales para tener una imagen de la costa (y mucho menos los
representantes de intereses en juego), pero no vendra mal que pblicos mas amplios tuvieran una
imagen fsica de lo que se trata y de sus antecedentes tambin visuales, para que no les pase como
a la generacin anterior que un da se desayun con la noticia de que exista una reserva ecolgica.
Lo visual es una base amplia , "fenomnica", que incluye mas democrticamente a la comunidad.
Ya en el ao 1989, en la etapa inicial de este camino (Cine y Arquitectura) se haba recibido la
observacin de Gastn Buruca sobre el concepto de una "anterioridad de lo visual" sobre lo
literario. Un ojo primario, anterior a la escritura, en la construccin de los imaginarios colectivos
y en elaboracin de una narracin urbana. No existe un "ojo inocente" sino una opcin estratgica
por las cosas y su fenomenologa visual, como camino previo a lograr acuerdos de ideas y formular
leyes que den cuenta del devenir de la ciudad.

Explicando Jean Luc Godar la escritura de su film Pasinde 1982 dice que primero necesit ver
si exista ese mundo que describa "Pasin": "la Ley fue escrita primeramente o vista
primeramente y luego Moiss la escribi sobre sus tablas?" dice aludiendo al texto de Exodo. Ver
las cosas como realmente son y luego recrearlas Recalca el escritor Paul Auster describiendo su
experiencia previa a la filmacin de Smoke (Cigarros) cualquier trabajo que te exija mirar tan
cuidadosamente el mundo tiene que ser un buen trabajo dice refirindose a la direccin artstica
del film, y a las recorridas por las locaciones previas a la escritura del guin y a la filmacin (9).
La deriva de los espacios, el fluir de imgenes arquitectnica y urbanas que se absorbe visualmente
en estos viajes en el tiempo genera significados, pero al gestar estos videos no se es del todo autor
de esos significados. En la gestacin de una pelcula la accin es generada por el significado, pero
en la recepcin por parte del espectador es al revs. Las construcciones y demoliciones recogen una
accin que no fue guionada por los que construyen el documento; se es receptor de esos
acontecimientos espaciales, por lo que se coincide doblemente con la experiencia de estos cineastas.
La memoria personal, el yo en el tiempo, precisa de anclajes en lugares, en memoria visual
personal de lugares. No hay memoria posible sin una geografa concreta en la que acontezca la
peripecia. Porque, como piensa Bachelard, "En ese teatro del pasado que es nuestra memoria, el
decorado mantiene a los personajes en el papel dominante. Creemos a veces que nos conocemos en
el tiempo, cuando en realidad solo se conocen una serie de fijaciones en espacios de la estabilidad
del ser, de un ser que no quiere transcurrir, que en el mismo pasado va en busca del tiempo perdido,
que quiere suspender el vuelo del tiempo. En sus mil alvolos, el espacio conserva tiempo
comprimido. El espacio sirve para eso". (10)


1.2.-DINMICAS DE LA MEMORIA VISUAL
Corre el ao 1867, es un da luminoso de la ciudad de Buenos Aires. Benito Panunzi pionero de la
fotografa de nacionalidad italiana coloca su equipo fotogrfico en los altos de la Aduana y enfoca
la rivera sur (11). El paisaje costero que captura y reproduce es el de un catico encuentro entre el
ro y la ciudad lo menos parecido al tipo de postal complaciente como se suele esperar de los
lbumes de la poca. Lo que resalta en primer plano son construcciones precarias tipo ciudad
efmera, lea y tirantera estibada en forma desprolija y otros rezagos desparramados, mucha ropa
tendida por todos lados, en sogas o directamente sobre la tosca de la rivera hasta donde alcanza la
vista, secndose al sol del medioda. Un patio de fondo urbano. No se alcanza a distinguir la
estacin Venezuela, donde terminaba el viaducto ferroviario de la Boca y Ensenada, que desde
1865 ya estaba construido (la foto es anterior a la fecha estimada?). El plano del agua y el de la
llanura pampeana sobre la que se asienta la urbe, tienen un encuentro borroso en esa zona en que la
barranca va desapareciendo hacia el bajo de la desembocadura del zanjn de Granados, o tercero
del Sur como llamaban al arroyo que serpeaba los das de lluvia a la altura de las actuales calles
Chile e Independencia, que borrosamente se puede adivinar en la imagen. Mas all, en la lejana la
barranca vuelve a ascender en diagonal con fachadas barriales ms prolijas. Mas atrs se recortan
contra el cielo las construcciones de los Altos de San Pedro y las recientes torre y cpula de los
Betlemitas, en los solares del que fuera Colegio Chico de los Jesuitas expulsados hace justo cien
aos. Un daguerrotipo de Fredricks datado en 1852 (12), haba adelantado el mismo enfoque y
aun no est la cpula ni la primera torre. Pero estas lejanas se imprimen borrosamente en la
albmina de Panunzi. Volviendo a los primeros planos, cerca del margen derecho de la fotografa se
alzan abruptos los edificios del Molino de San Francisco con la primera chimenea industrial de la
ciudad, que empez a tirar humo ya en tiempos de Rosas (pero ese da estaba apagada). Detrs de
ella apenas alcanzan a asomar las torres de la fachada neoclsica de Santo Domingo, tal cual hoy las
conocemos. Pero es evidente que estos edificios entraron en cuadro sin que fueran lo que el autor
estaba mirando principalmente. En realidad es difcil saber cual es el tema que busc Panunzi en
este catico borde acutico de los barrios de Monserrat y San Telmo. Las lavanderas seran muchas
a juzgar por la cantidad de ropa tendida en cordeles o directamente sobre la tosca, pero estn
movidas o muy lejos, lo mismo que las siluetas de algunos caballos. Una figura humana se qued
quieta nos mira como apoyada en un bastn desde lo que podra ser un resto del bastin del Fuerte.
Hay algunos techados de tejas andaluzas, resabios de pocas anteriores. Pero entre ello, si miramos
atentamente, podemos distinguir uno en el que sobresale el barroco remate del prtico de la Casa
Basavibaso, la llamada Aduana Vieja, que el siglo XX barri sin piedad y que Larreta reconstruy
en su casern de Belgrano hoy museo de Arte Hispano.
Del Paseo Coln que reza el epgrafe de la copia publicada por Antorchas, no hay nada a no ser
una profeca del futuro, ya que en el eje de esa toma, treinta aos despus ese bulevar empezara a
hacerse presente.
Pero aun ms densa que la pregunta por el objetivo del fotgrafo sera la pregunta por los
mecanismos que ligan la conciencia del que visualiza esa imagen y la realidad urbana a ella
vinculada. Realidad de un pasado y de un presente urbano aprendido a travs de la mirada que se
deja llevar hacia los distinto planos, en los cuales cada informacin visual, cada hallazgo de nexos
con otros datos de la historia y geografa desencadena nuevas incgnitas. Y cual sera la estrategia
pedaggica para despertar la fruicin de una mirada estudiosa, sobre estas mediaciones fsicas del
fenmeno ciudad, (en los alumnos de arquitectura y en los investigadores de la historia urbana en
primer lugar). La imagen no es interpretada, sino captada, dice Barthes "ella sera simplemente
absorbida, implantada en el sujeto(y en la subjetividad) de all su eficacia silenciosa. , estara mas
cerca de la seal que del signo, ya que en l hay un juego entre significante y significado, un
desfasaje posible, una imperfeccin, en cambio esta condicin de seal no tiene mayor distorsin,
no se presta a significaciones, sino a generar respuestas"(13). El arquero Zen acaso tenga la clave
de esa clnica de la mirada ya que para Walter Cenci cobra eficacia en su acto no por prestar
atencin a un objetivo sino por el despliegue en la inmanencia de los movimientos, en la regulacin
interna de su accin as, por indiferencia a su fin, por elipsis, la flecha se clava en el corazn del
blanco.
El blanco no es el centro sino la periferia, la totalidad. Entonces el mundo no escapa a su
representacin, no se escabulle de la objetividad.

1.3.- EL PUNTO DE VISTA
A partir de la fotografa de la costa sur de Panunzi, fechada en 1867 se reiteraron las tomas desde
el mismo punto de cmara en los altos de la aduana de Taylor, o a unos treinta metros, en los altos
de la Casa Rosada (a partir de 1897 en que es demolida la primera y se construye el ala este de la
Casa Rosada). Pero si la toma de 1867 parece tener un tema difuso y no usual, ya en la toma
siguiente que encontramos, con fecha aproximada en 1880, todo es casi idntico pero hace su
aparicin un asunto protagnico: el viaducto ferroviario que viene del Puerto de Ensenada pasando
por el del Riachuelo. Es una obra de ingeniera bastante sorprendente para el Buenos Aires de la
poca, ya que se trata de una estructura metlica que eleva a las vas unos seis metros sobre el nivel
de las crecidas con prticos cada doce metros (14). Las siguientes fotografas de la serie dan cuenta
de los rellenamientos de fin de siglo y de la parquizacin de principios del XX, los Dock de puerto
Madero, la Nueva Aduana etc.
.
Desde las terrazas de la Casa de Gobierno en la esquina de Paseo Coln y Victoria (hoy Hiplito
Yrigoyen) las tomas se enfrentan en primer plano con el edificio de Rentas Generales que subsiste
hasta los aos treinta en que es reemplazado por la mole del Ministerio de Economa y ya no queda
ningn rastro de lo que narraba la foto de Panunzi setenta aos antes. Es un caso de encadenamiento
de fotos sucesivas, en que el punto de vista se reitera en el tiempo dando cuenta de una
transformacin urbana completa. Lo que sigue, para tener continuidad debe buscar un punto mas
atrs y ms alto. Y lo encuentra en el mirador Mihanovich una postal de los aos treinta y en la
Torre Alas en forma permanente desde hace algunos aos ya que una cmara de video recoge
minuto a minuto los cambios que ocurren acompaando la informacin del tiempo de un canal de
aire, siempre enfocado al eje de Paseo Coln.

La narracin de esta transformacin fsica de la ciudad registrada por esta serie desde este ngulo
genera una narracin histrica? En general se acude a los documentos visuales como
complemento de una construccin histrica generada desde el discurso escrito u oral. Pero la
experiencia ha sido que para que la narracin se hilvane desde lo visual el punto de vista debe ser
la invariante, o moverse lo menos posible, acercndose o alejndose pero en continuidad sobre un
eje (efecto de zoom) o paneando horizontalmente un panorama. Que un fotgrafo registre una
imagen urbana no basta para que ella se presente ante nuestros ojos como algo hecho, conocido y
analizado. Aunque un epgrafe nos d algunos datos, aunque el mismo fotgrafo nos comunique sus
intenciones, la mirada choca con inagotables incgnitas que incluso ponen en duda esos datos.
Todas las cosas son desde este punto de vista inagotables dice Kant en la crtica de la Razn Pura
en el sentido que pueden ser determinadas y organizadas con fines cognoscitivos solamente
cuando asumen un punto de vista, un principio organizador adecuado, en relacin con cierta
consideracin cientfica dice Garroni (15) El que saca la foto est parado en dicho punto (punto de
cmara) y elige el ngulo, lo que quiere mirar (punto de vista). Esos datos bsicos deben ser
averiguados y volcados a un plano del sitio, para verificar la construccin de los posibles itinerarios
visuales. El principio geomtrico y ptico de la anamorfosis que rige para la fotografa urbana y
para el dibujo de perspectivas, solo ofrecen al observador una visin correcta si este est en el
punto correcto. Contando con la planimetra del lugar se puede deducir geomtricamente el punto
de cmara y el ngulo de enfoque de las fotografas de los sitios por los que se quiere navegar en el
tiempo. Para una ambientacin de un instante detenido valdra la cascada de imgenes desde
diversos ngulos tipo Eisenstein, pero no para hilar cambios urbanos de ms larga duracin.

Bases de datos digitalizadas que incluyan cada vez mas ampliamente los archivos de fotografa
urbana disponible, con las coordenadas de sus puntos de cmara y ngulos de enfoque, y datacin
en el tiempo de cada toma, harn posibles programas digitales que permitirn navegar
virtualmente los sitios. Es una meta futura que ser realidad cuando se cuente con algunos medios
tcnicos y personal especializado que permanentemente siga ampliando esos archivos digitales. De
hecho con esas herramientas todava en una etapa de desarrollo elemental, se pudo construir
secuencias que perfeccionan las logradas hace dos aos en El Mirador Retiro y las anteriores de
animacin artesanal. Es un proceso en el cual mientras se est montando las secuencias, las visiones
con lupa digital para hacer coincidir los hitos urbanos que generan la ilacin visual, se descubren
huellas que abren itinerarios alternativos. En la investigacin llega un momento, en que, como en
un rompecabezas, las piezas empiezan a colocarse en su sitio dice Ginzburg(16). En la
investigacin de fotografa urbana del siglo XIX, en un rompecabezas ya armado, alguna pieza
empieza a saltar de su sitio para armar otro rompecabezas de una foto anterior o posterior. Para
Tafuri el anlisis histrico sigue un curso laberntico segn ese mismo texto. Es el caso de los
remates barrocos que coronan el prtico de la antigua Casa Basavilbaso apareciendo en el caos de
arquitectura efmera de la rivera sur retratada por Panunzi. . La casa Basavilbaso se ve aun ms
ntidamente en el daguerrotipo de 1852, y el templo de San Telmo muestra que aun no tena la
Cpula ni las torres, pero si las cpulas menores de la sacrista y de la capilla de la Residencia
(hoy Museo Penitencial) En los das en que se est redactando este texto el tema de esa capilla de la
residencia y su cpula es abordado por un investigador de la FADU (17)

Las narraciones construidas como viajes en el tiempo del Atlas tampoco tienen una ruta trazada, o si
al principio pretenden tenerla, muy rpidamente hay desvos. La meta final si est, en la imagen
presente del sitio, aunque nunca definitiva. La lnea de la rivera del siglo XIX hoy borrada por
Paseo Coln que fueron tomadas desde la Torre Alas en 1997 ya se han desactualizado con una
serie de nuevas torres y edificios en Puerto Madero. (Por suerte ese mismo enfoque es permanente
en canal13 y ciertos canales de cable para los boletines meteorolgicos, y es de esperar que ese
material tenga alguna forma de archivo). Lo que se fotografia y video graba, en poco tiempo
pierden actualidad, como tambien ocurri con las imgenes de Plaza San Martn que estaba
reunificando su traza, no sin polmicas y suspensiones, en los mismos das en que se hacan las
filmaciones de Retiro, el segundo video de la serie (marzo del 2004). En el presente y para
delante no hay laberinto pero s incerteza.
Otra alternativa a esta opcin por el punto de vista est en la maqueta digital experimentada en
iniciativas como las del Arq. Segre y grupos del centro CAO, en las que el enfoque es mvil e
interactivo. La ventaja que se encontr en la opcin por el enfoque fijo, est en que rescata mas el
documento fotogrfico y que construye documentos a partir de estas fuentes seleccionadas por la
mirada de los fotgrafos.

1.4.-MEMORIA VISUAL Y NARRACION HISTORICA
Que el invento de la fotografa marca un antes y un despus para la Historia, y en especial para la
Historia Urbana, es algo que est bastante reconocido (18). Cincuenta aos despus nace el cine
reafirmando la radical novedad de esa fuente, que adems revoluciona el arte de la narracin; en
ese sentido entra en la Historia no solo como fuente documental sino, sutilmente, como algo ms. Y
los hijos y nietos de la fotografa y el cine, como son el video y los multimedia digitales, siguen
haciendo crecer ese algo ms que naci con el montaje cinematogrfico.(19)
El siglo XX ha sido filmado. Es un siglo filmado. ha escrito Don De Lillo. Tras esta frase anida
una definicin de poca, un epgrafe de la historia reciente, a imaginera visual la representacin del
mundo, toda una imaginacin convertida en cinematogrfica, con sus montajes, su forma de
procesar los tiempos, los modos de narracin, de atravesar la vida (20). Desde mediados del siglo
XIX el tiempo ha sido pre- filmado por la fotografa. Cuando esa memoria visual de lugares
concretos pudo disponer de mediaciones tcnicas como la fotografa el cine y el video y los
soportes digitales, la Historia adquiri una va de acceso al tiempo pasado, singularizando lo real
concreto de los tiempos en lo real concreto de los espacios.

Se ha sealado que el ms reciente cine nacional (aos2000...) acenta una tendencia nacida ya en
el neorrealismo italiano, que en el cine argentino germin desde los '60, en el que la locacin, los
lugares reales, reemplazan al set de los estudios(21). En el campo del documental Graciela
Taquini (se refiere especialmente a videos documentales) ve un punto de inflexin registrando en la
argentina en un conjunto de producciones el testimonio de la realidad social y el mito del fin y del
principio de un siglo (22)
Este concepto del siglo filmado y del siglo y medio fotografiado, que ya est instalado en muchos
autores, no est sin embargo exento de reparos y crticas que ven en esta cultura visual, en esta
opulencia meditica, no la expresin de una realidad trascendente, sino una pantalla, una
apariencia secuencial carente de valores de enigma y smbolo, un biombo de la realidad como
seala Romn Gubern (23) Puede ser. Pero estando adentro de esa cultura sin poder imaginar otra,
puede ser ms til tratar de asumirla, lo cual no es automtico.

Las reconstrucciones de la transformacin urbana intentadas digitalmente y con animaciones en
soporte video, no niegan la condicin de documento creado as como de creacin esttica, pero
reivindican su valor estratgico para conocer la realidad en la dimensin del espacio fsico y del
sitio singular testimoniado por el documento visual del cual se parte, y al cual se vuelve cada vez
que es posible, y en el cual se termina siempre, porque la meta es la realidad presente y el objetivo
es lograr una pedagoga de la mirada sobre el aqu y ahora del fenmeno urbano, construir historia
visual con provisorio final en el presente urbano: "la pelcula verdadera"(24), un documental en el
que la fidelidad a realidades materiales no lo hace exento de una fascinacin propia de la
construccin esttica . La fascinacin en la percepcin de realidad urbana se puede realizar desde
un punto de vista iconoclasta y snob convertido en moda, se puede manipular el gusto, se puede
caer en el paisaje remanido de la nostalgia. "Una vertiente ms interesante y positiva... es la de
buscar el valor de lo comn, en lo cotidiano, en lo real. No se trata de realismo sucio, ni de ningn
realismo sino de realidad; de una profundizacin en lo real-cotidiano, con la voluntad nietzscheana
de amar la realidad y no solamente soportarla". (25) Desde su singularidad irreductible a
cualquier intento de totalidad, desde una condicin de fragmento inextricable, desde la belleza
perturbadora de lo inacabado, desde el misterio de las cosas cotidianas, o desde la esttica zen, el
lugar, cuando es asumido por el imaginario social, remite a un sujeto, narra historia.

La ciudad de Buenos Aires icono del siglo XX, construida casi enteramente en ese siglo filmado,
con sus extremos temporales, comienzo y finales tan contrapuestos, construida, demolida y
reconstruida mas de una vez en algunos de sus sitios, nacida para brillar en el Centenario, sin
atreverse a imaginar, cinco aos antes, su segundo centenario, tiene deudas con su memoria, quiz
por eso las tiene con su presente...


2.-LA VISIBILIDAD INTERROGADA: LO QUE LOS TRES VIDEOS ESTAN VIENDO
2.1.-UN VIDEO UNA SERIE
Lo que iba a ser un video sobre el casco Histrico y su gestacin en el tiempo, ante los primeros
borradores del mismo, provoc una reformulacin de la demanda. Lo que haca visible ese producto
preliminar provocaba a la interpretacin de la relacin entre la ciudad y la costa. Se decidi
desdoblar ese primer video en dos: Retiro era tema para un segundo bloque. La mirada desde el ro
fij su enfoque en el inicio del borrador del primer video, en la Plaza Colon y en la Aduana "de
Taylor" que existi en ese lugar entre 1855 y 1897 y terminaba con un enfoque a la plaza de Toros
del Retiro, que existi entre el 1802 y 1819 dentro del espacio de la actual Plaza San Martn. Esos
dos grandes gestos urbanos del siglo XIX, fueron sin duda los ms efmeros, casi "invisibles" para
la memoria colectiva. Uno dur cuarenta aos y el otro ni siquiera veinte. Se dira que casi no
existieron para los tiempos de la historia urbana que suelen ser ms largos. Si no fuera por la
acuarela de Emerix Vidal (26) alguien podra afirmar que nunca existi la Plaza, y si no fuera por
que existen testimonios fotogrficos se dira lo mismo de la Aduana. Ni sus huellas desenterradas
hace veinticinco aos por el arquitecto Berberis convencen a los visitantes del Museo de la Casa
Rosada que ese semicilindro de 120 metros de dimetro estuvo all sobre un espejo de aguas
imposible de imaginar. El comienzo del video en pocos segundos conectaba el presente de Plaza
Colon con ese pasado no lejano pero indescifrable. Lo mismo ocurra con el fantasma de la Plaza de
Toros, cuyos cimientos estn a metros de la lnea C del subterrneo, all bajo la actual arboleda,
donde Vidal pinto un pramo que descenda hacia el Tercero del Norte. Aduana y Plaza de Toros, el
hito central y el del margen, las dos moles ms grandes del siglo XIX, tan visibles desde los barcos
del estuario y tan efmeras en su tiempo, y tan nada para el porteo actual, recobraban en esas
reconstrucciones digitales, una existencia fugaz pero suficiente como para hacer estallar el enigma
de ciudad y su costa. Estas animaciones que conectaban documentos visuales del siglo XIX en
puntos de vista actuales constituan una experiencia nueva, a pesar de la divulgacin cada vez ms
masiva de iconografa del pasado. Porque la transformacin de esas costas, que dejaron de serlo, fue
tan rotunda en pocas dcadas, porque los conos urbanos forjados en esos lugares a principios del
siglo XX tienen una especial potencia, "se nos hace cuento", como dira Borges, que naci y
transcurri otra Buenos Aires que la que vemos. Lo cierto es que estos modestos recursos y
experimentos de animacin digital no narraban una historia desconocida tipolo que a usted nunca
le contaron, pero para algunos que no ignoraban esa historia concreta apareca como algo nuevo.
Siempre se tuvo conciencia, en la experiencia de estos aos, de que se produca un impacto, y de
que ese impacto despertaba algo nuevo y til. Util para suscitar una pregunta nueva sobre la
realidad fsica que nos rodea a diario. Y la pregunta que surga primero era la relacin ciudad-ro.

Los temas del primer video recogieron los "impactos" que se tenan experimentados tomando como
centros difusores a la Plaza de Mayo y la Plaza Coln. Como ejes dramticos y rotundos en su
irrupcin, y perennes a pesar de sus pocas de decadencia, de la avenida de Mayo y Puerto Madero.
Un eje anterior y tambin dramtico, justamente por su relativa fugacidad urbana, por su rotundo
borrarse de la memoria colectiva, es el de la bifronte Recova Vieja. Ella cobrar dramatismo por su
no-ser, como la Aduana de Taylor y la Plaza de Toros. Otra forma de desaparicin finalmente, es la
de la Manzana Jesutica. Sus luces se apagan lenta pero no definitivamente a fines del XIX, cuando
el hito descentrado que constituan las torres de la Iglesia del Colegio, dejan de sobresalir al ser
ahogadas por las masas edilicias del Siglo XX. Sus patios y claustros, los ms espaciosos de la
ciudad, son bloqueados y segados por urgencias del progreso positivista del centenario. La lenta
restauracin de lo que aun quedaba y queda, los hacen recobrar muy lentamente un lugar en el
imaginario colectivo. Ayuda a ello el susto provocado por una grieta en la fachada del templo que
provoca un nervioso apuntalamiento en el 2003. Inesperadamente ese tramo de la calle Bolvar se
convierte en peatonal. El que pareca invencible dueo de las calles del centro, el trfico automotor,
deja lugar a un renacer del espacio peatonal por una combinacin de apuntalamientos y piqueteros.
Nadie haba soado que los mediodas de los inviernos 2003 y 2004, los alumnos del Nacional
Buenos Aires podran sentarse a tomar sol en medio de la calle Bolvar, o en la misma Plaza de
Mayo de a ratos.
En la sucesin diaria de comedias, dramas y tragedias sociales, esas realidades fsicas del centro
hace de mudo escenario, pero en una escala temporal ms espaciada son tambin protagonistas, e
incluso desaparecen como escenarios cada tanto. La ruptura de pactos y acuerdos sociales est
preanunciada en viejas rupturas de un pacto entre el porteo y la materialidad del centro
fundacional
La Aduana de Taylor dej un vaco que durante ocho dcadas disimul el transito creciente de
Paseo Colon. Tranvas elctricos, troleys, carros, camiones, peatones, vendedores de pochoclo, etc.
En la superficie, y en las entraas rellenadas, tneles y grandes ductos sanitarios. En los ochenta un
extrao silencio y un vaco mayor se ahond en excavaciones de la olvidada playa de maniobras de
la Aduana que la cultura portea no supo rellenar con imaginarios: no hubo un Sbato ni un
"Informe sobre ciegos". Pero casi siempre la realidad supera la ficcin y en el otoo 2004 el
arquitecto Zakim redescubri una pequea cripta circular debajo del monumento a Coln, y una
joven dibujante tartaranieta del Ingeniero Taylor, Andrea Fontella dise unos paneles con
ilustraciones didcticas de la historia fsica del lugar. Entran unos cincuenta escolares y sus
maestros por vez. Los fines de semana ven el video "Casco Fundacional", que empieza y termina en
ese punto visto desde lo alto: un mirador subterrneo para que el lugar se mire a s mismo mirando.
Fue denominado Centro de interpretacin del Casco Histrico.

2.2.- RETIRO
Hay dos puntos de vista dominantes que transitan el casi completo proceso urbano del sitio, desde
el 1800 hasta marzo del 2004, en que se film desde los mismos puntos de cmara en los que casi
coincidieron, en terrazas altas sucesivamente Vidal, Pellegrini, Fredricks, Gonet y Panunzi.
Aguatintas, acuarelas, daguerrotipos y fotografas que encadenadas digitalmente narran la
transformacin de un suburbio marginal, pero que adems era mirador de la entera ciudad por altura
dominante, en el escenario ms suntuoso de la ciudad: Plaza San Martn. El Segundo enfoque para
un recorrido completo es lo alto del Kavanagh, mediante una foto de la Nacin de 1941, y otra foto
area anterior al Kavanagh. descostruyendolas y reconstruyndolas se parte en primer plano de la
Plaza de Toros y el cuartelito de San Martn. En un segundo plano, en el bajo transgrediendo la
linea de la rivera, se ve la Usina de 1860 con sus chimeneas en el sitio donde se construir la Torre
de los Ingleses y su entorno de terminales, hoteles, torres inteligentes, edificios pblicos,
elevadores de granos e instalaciones de Puesto Nuevo, con la ms grande villa miseria tambin.
Todo a lo grande.

El proceso de demolicin de la barranca en 1934 y su conversin en espacio verde es otro tema
olvidado por el pblico. Es interesante comparar las previsiones de esta reformulacin urbana de la
barraca diseadas por la Comisin de Esttica Edilicia diez aos antes. Poco qued de esa esttica
acadmica francesa en los nuevos gestos urbanos de los 30.

El Parque Japons de 1956 pudo rescatarse en un film indito registrado por el arquitecto Mrega
cuando era estudiante de arquitectura. Las pelculas del cine argentino son otra fuente en la que
lugares como el alto y el bajo Retiro son tomados como locacin, pero hasta ahora no se encontr
anteriores a los aos cuarenta, pero pueden aparecer.

En este video sobre Retiro se ponen a prueba ciertas imgenes equvocas, con la intencin de hacer
caer en la cuenta de las distancias histricas por un camino del absurdo: edificios del siglo XX son
interpolados en el paisaje reconstruido del 1800, en el cual la Torre de los Ingleses y el Sheraton
estn rodeados del agua del ro, como si hubieran sido construidos 150 aos antes. Inversamente
los fantasma de la Plaza de Toros, de los viejos cuarteles y del Pabelln trado de Pars, van
haciendo apariciones en la actual plaza San Martn.
El panorama de la costa de Pellegrini de 1830 tiene tal precisin que su punto del observador en
las aguas del ro pudo definirse exactamente, (hoy en Puerto Nuevo). Tiene dos puntos de vista:
desde la "Rada Interior" en el que la barranca de El Retiro est en primer plano y en la lejana, a la
izquierda, estn los altos de San Pedro, y el punto desde donde en contraplano se enfoca el centro,
el fuerte y las radas. Sus datos tienen una fidelidad verificable y puede ser escudriada con la lupa
digital generando una pelcula documental ella sola. Pero este dibujo de Pellegrini aun fue ms
fecundo en el tercer Bloque: La Costa Sur.

2.3.- LA COSTA SUR Y...
Todos los barrios de Buenos Aires que bordeaban la costa del Ro de la Plata en el siglo XIX
perdieron ese carcter en el XX (27). Los barrios del sur, San Telmo y Montserrat, ya la haban
perdido antes de finalizar el siglo XIX, en los diez aos en que se construyeron Drsena Sur y los
tres primeros diques. En sucesivas etapas los diques, la Costanera Sur, la Reserva Ecolgica y los
nuevos edificios en altura que se estn agregando, alejan cada vez ms a San Telmo y Montserrat
de su ya olvidada condicin de barrios ribereos. Pero como esa radical transformacin fue la
primera (exceptuando el Palermo de Rosas) no pas tan desapercibida como la del norte, que tuvo
un proceso mas extendido en el tiempo y en el espacio. La construccin de Puerto Madero
aconteci dentro de la era de la fotografa y su ante y despus fue ampliamente registrado por ella.
(28) Con la transformacin de la costa norte no parece ocurrir lo mismo, a pesar de transcurrir
durante el siglo filmado. La documentacin icnica deber ser investigada para completar la serie
de videos propuesta, pero el imaginario colectivo y la iconografa divulgada parece ser menor que
la de la transformacin sur.

Desde el piso 40 de la Torre El Faro se tomaron este invierno, fotografas y Videofilmaciones
"areas" del panorama total de la ciudad, que desde ese punto mira, en primer plano, al barrio de
Montserrat. La avenida Belgrano es aproximadamente el eje central que al interceptar el horizonte
marca un punto de fuga para toda la cuadrcula fundacional. En un primer plano estn los Diques 2
y 3 de Puerto Madero. La construccin digital del panorama abarca demasiado (desde la Boca
hasta Retiro y Puerto Nuevo, ambos en la lejana). Pero los acercamientos con zoom a sitios
significativos registran algunos pocos hitos que sobreviven de los siglos XVIII y XIX como el
Convento de Santo Domingo sobre el eje central en un casi primer plano. En cambio las cpulas de
San Telmo hacia el sur y las de San Francisco y San Ignacio hacia el norte apenas sobresalen entre
la edificacin. El acontecer de esos sitios puntuales que pasan de costeros a mediterrneos, operan
como metonimias de lo que ocurre en toda la costa sur. Adems, en base a esos puntos, al tejido de
las calles y al horizonte, borrando todo lo dems, se dibuj un panorama total de la costa sur del
siglo XIX, que tiene garantizada la fidelidad geomtrica, donde se insertan otros datos aportados
por la cartografa histrica. Existen adems un colage de fotografas panormicas del Puerto recin
nacido del 1900 enfocado desde un punto de cmara que se corresponde bastante con el eje y el
ngulo de inclinacin de la toma desde El Faro. En este documento visual todava sobresalen todos
los hitos de la ciudad hispana, por el momento compitiendo slo con las chimeneas industriales,
pero hacen su entrada en escena hitos ms recientes como la torre-farola de La Prensa de 1899 y el
cuerpo final de la Casa Rosada. (29)

La costa sur aparece como una sumatoria inacabable de proyectos yuxtapuestos e inconclusos, de
resultados urbanos contrastantes, de xitos y fracasos empresariales. Hay que reconocer en la
ltima dcada un impulso sostenido de renovacin urbana vertical, equiparable al que ocurri
horizontalmente hace cien aos cuando surgi Puerto Madero y la Costanera Sur. Los balnearios de
esta ltima tenan un calor popular y la multitud de trabajadores y paseantes que convocaba el
primitivo Puerto Madero estn testimoniados en la fotografa y el cine de la primera mitad del siglo.
Ese aspecto no logra rescatarse todava en la renovacin actual, de talante mucho mas elitista. La
zona de Drsena Sur parece marcar una dura frontera donde se frena el fashion de este progreso
exitoso. Las grandes autopistas del norte y del sur no logran encontrar el camino que las vincule
entre s, y los proyectos se traban en el impacto ambiental negativo que tendran sobre Puerto
Madero y la Reserva, aunque estos no seran menores al actual perjuicio para la calidad de vida del
centro causado por la carencia de este enlace vial. Que este conglomerado infinito de membra
disjecta sea un patrimonio de paisaje cultural no carecera de fundamento si sumamos uno a uno
los testimonios de pujanza urbana y de creatividad paisajstica en la tarea humana de implantarse
en la naturaleza. Pero como conjunto y como unidad, parece ms una expresin de deseo, una
vocacin incumplida, que una realidad. Y no es un problema tecnocrtico, es un problema cultural.


NOTAS
1.- Se agradece la colaboracin de Juan D. Ortiz, Vernica Vitulio y Mara Baliero.
2.- Raponi, Graciela y Boselli, Alberto.- LA ARQUITECTURA ARGENTINA EN EL CINE
MUDO. Cuadernos de Crtica. IAA. 1989. BUENOS AIRES CINEMATOGRAFICA DE LOS 60'.
Cuadernos de Crtica del IAA. 1991. -BUENOS AIRES CINEMATOGRAFICA. Archivo en
soporte video. IAA-FADU-UBA 15. La lectura desde el cine, de la ciudad y sus sitios se inici con
el Proyecto UBACYT BUENOS AIRES CINEMATOGRFICA - ARQUIRECTURA Y CINE y
el archivo en soporte video que los autores vienen formando desde 1987, en la Direccin de Cine y
Video, y en el IAA, FADU-UBA, y en la Videoteca FADU
3.- Raponi, Graciela y Boselli Alberto. ATLAS MULTIMEDIA DE LA TRANSFORMACIN
DE BUENOS AIRES. Proyecto UBACyT 2001-2002 en curso, continuacin del proyecto anterior:
Historia Urbana e Imagen Virtual de Bs.As. :
4.-Pasantes de acreditacin acadmica: Martina Grigorades, Ana Marcicano, Noelia Bertaina y
Cecilia Dalplant (alumnas de la carrera de DG-FADU-UBA que trabajaron en el proyecto "Atlas
Multimedia") y Violeta Ossani, Agustina Barthes y Paula Valentini (alumnas de la carrera de
Arquitectura FADU-UBA, que trabajaron en el proyecto "Locaciones")
5.-.Equipo de animacin digital del CEAUVI: Diseadores de I y S. Diego Cortese y Juan Ortiz.
6.- Cenci Walter. ESTETICAS DE LA ALTERIDAD. Universidad N. De San Martn.2004. p 119.
7.-Silvestri, Graciela. EL COLOR DEL RIO. HISTORIA CULTURAL DEL PAISAJE DEL
RIACHUELO. Universidad Nacional de Quilmes. Prometeo 3010. Buenos Aires. 2004.
8-Noticia aparecida en los diarios de estos das sobre una postulacin a la UNESCO para que sea
declarada "Paisaje Cultural" una zona costera de 37 Km2 que va desde la Boca hasta Nuez. Se
sabe que hay un estudio de Ramn Gutierrez en los fundamentos pero no se han difundido los
textos. Es algo nuevo una consideracin positiva de esta enorme transformacin de la rivera urbana
como "conector entre la obra del hombre y la naturaleza", y se contrapone a la generalizacin de
una "ciudad de espaldas al ro" . La mirada que se est proponiendo en la serie de videos sobre la
costa pretende partir de lo visible suspendiendo juicios generalizadores, pero supone y ya est
verificando que hay mucha herencia patrimonial valorable que rescatar y preservar. Como el rea
est despertando apetencias inversoras internacionales quiz esta postulacin se inscriba en una
estrategia de precaucin ante los grandes intereses en juego.
9.- Auster, Paul. SMOKE & BLUE IN THE FACE. Anagrama. 1995
10.- Bachelard, Gastn. LA POTICA DEL ESPACIO. Fondo de Cultura Econmica. Mexico.
1965
11.- Benito Panunzi. Paseo Coln, ca. 1867. Albmina sobre cartn, 212mm x 305mm. Col. Carlos
Snchez Idiart.es el epgrafe con que se publica una excelente reproduccin de la toma en el libro
de Pramo editado por la Fundacin Antorchas en diciembre del 2000.
12.-Priamo, Luis y otros, Los aos del Daguerrotipo. Primeras fotografas argentinas.1843-1870. Ed
Fundacin Antorchas. Bs.As. 1995.
13.-Cenci, Op. Cit., p. 30.
14.-Rgind, William, HISTORIA DEL FERROCARRIL DEL SUD. Empresa Ferrocarril del Sud
B.A. 1937.
15.-Tafuri, Manfredo. LA ESFERA Y EL LABERINTO. Ed. Gusravo Gili Barcelona
En la investigacin llega un momento, en que, como en un rompecabezas, las piezas empiezan a
colocarse en su sitio dice Ginzburg . En la investigacin de fotografa urbana del siglo XIX, en un
rompecabezas ya armado, alguna pieza empieza a a saltar de su sitio para armar otro rompecabezas
de una foto anterior o posterior. Para Tafuri el anlisis histrico sigue un curso laberntico segun ese
mismo texto
16.- ibidem.
17- Alfaro, Alberto. PONENCIA SOBRE LA CAPILLA DEL CARMEN. Segundo Encuentro
Patrimonio Jesuitico. CICOP. Manzana de las Luces. 30/31Julio 2004
18.-Mirs, Marta. IMGENES DEL ESPACIO PBLICO. BUENOS AIRES 1900. Instituto de
Arte Americano. FADU. UBA. 2003. En este trabajo se plantea la hiptesis de que las abundantes
fotografas de la ciudad no se reprodujeron como espejo de lo real, sino que se erigieron en
convencin y construccin significativa, Plantearon modos de registrar que pueden traducir modos
de pensar la ciudad, espacios de validacin cultural que estos registros permiten volver a ver, ver
diferentemente, re-conocer. p2 En la misma linea ver Liernur, Weshler
19.- Lagny, Michele. CINE E HISTORIA. PROBLEMAS Y METODOS EN LA
INVESTIGACIN CINEMATOGRFICA. Bosch. Barcelona . 1997
20.-Cenci, op.c.
21- Raponi, Boselli . LOCACIONES EN LA POETICA DEL CINE. Contextos .Nro 12.
FADU.UBA.2003
22.- Taquini, Graciela. ENCICLOPEDIA: UN PUNTO DE INFLEXION EN EL DOCUMENTAL
ARGENTINO. I Congreso Internacional de Teora e Historia de las Artes. (IX Jornadas del CAIA)
Poderes de la Imagen. Buenos Aires. Octubre-2001
23.-Lobeto, Claudio. MIRADAS REALES MIRADAS VIRTUALES. EL USO DE LAS
TECNOLOGIAS AUDIOVISUALES EN MIUSEOS Y CENTROS CULTURALES. I Congreso
Internacional de Teora e Historia de las Artes. (IX Jornadas del CAIA) Poderes de la Imagen.
Buenos Aires. Octubre-2001
24.- Pelcula verdadera expresin que extendemos de novela verdadera como construccin de
la historia. Veyne, Paul. Comme on crit lhistoire. Du Soleil. Pars. 1978. (Textos analizados en el
Seminario de Historiografa del IAA.2000).
25.- Trachana, Angelique. ESTRATEGIAS METROPOLITANAS. Revista Astragalo. Madrid.
Marzo, 1995.
26.- Vidal, Emeric Essex. (1791-1861) Marino ingls permanece en Buenos Aires entre 1816 y
1818. Fue un notable dibujante y acuarelista de temas urbanos y de costumbres. La imagen muestra
la acuarela de la Plaza de Toros del Retiro de la coleccin del Museo de la Ciudad.Es similar a la
aguatinta coloreada sobre papel 16x26, de 1854. Delamain, . A. DOrbigny Voyage dans les deux
Amriques... Col. Librera LAmateur. En 1820 publica en Londres los grabados de:
Picturesque Illustration of Buenos Ayres and Montevideo.. London, r. Ackermann.1820.
Ver Catlogo de la Exposicin: El primer retrato de Buenos Aires. Emerix Essex Vidal . Museo de
Arte Hispanoamericano Isaac Fernndez Blanco. BA 1997 (Para esta exposicin de la obra de
Vidal se confeccion un plano de la ciudad ubicando los puntos del observador de cada visin
urbana del autor).
27.- Novick, Alicia EL ESPEJO Y LA MEMORIA: UN SIGLO DE PROYECTOS PARA LA
COSTANERA DE BUENOS AIRES. Seminario de Crtica.IAA FADU-UBA. 1/6/2001

28.- El archivo del IAA posee una serie de fotografas tomadas desde el ro con la secuencia
completa del frente acutico desde San Telmo hasta Catalinas Norte, que en realidad pueden
haber sido tomadas desde los primeros rellenamientos de los diques de Puerto Madero que
muestran ntidamente el viaducto del ferrocarril elevado sobre las aguas costeras. Algunas
coinciden con las de la Coleccin Withcom del AGN.
29.- La coleccin de postales de Buenos Aires del siglo XIX de Edgardo Roca, fue otra valiosa
fuente de imgenes a la que se tuvo acceso para este tercer bloque, as como las que facilit el Arq.
Nestor Zakim, que ya est consiguiendo imgenes de archivo para prximos bloques (El Riachuelo
y La costa de Palermo).

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