M CONCEPCIN VZQUEZ DE BENITO
M NIEVES SNCHEZ GONZLEZ DE HERRERO
Universidad de Salamanca
Salamanca, Espaa
[email protected],
[email protected]Los arabismos de la medicina castellana medieval y sus vas de penetracin
Introduccin
1
El DRAE define arabismo en su segunda acepcin como vocablo o giro de esta lengua empleado en otra , y
efectivamente cuando hablamos de los arabismos de una lengua determinada, el castellano en este caso,
entendemos que puede tratarse de cualquier palabra de etimologa rabe o que, siendo originaria de otro idioma
ha sido incorporada por el rabe, que ha servido de vehculo para su transmisin. Se consideran pues arabismos
tanto genuinas voces rabes, califa o acequia, como otras propias de dialectos persas, zagun, jazmn, de
lenguas de la India, azcar, alcanfor, del griego clsico y medieval, alambique, alquimia, o del latn, albaricoque,
albrchigo (Barcel y Labarta 2001: 32). Sin embargo, desde una perspectiva histrico-social deberan
distinguirse los prstamos indirectos o secundarios, que - en general son trminos de transmisin culta
entrados a travs de traducciones o de una lengua intermedia, [] de los prstamos directos, producidos en un
lugar y un momento dado por la existencia de hablantes de ambas lenguas, emisora y receptora, como ocurre
con los topnimos (ibid.).
Nuestro propsito en esta exposicin es revisar algunos arabismos de la medicina castellana medieval,
atendiendo por un lado a su carcter de prstamos indirectos o secundarios en la inmensa mayora de los casos
y observando qu lenguas entran en juego en su transmisin; por otro lado, veremos que los textos recogen
tambin prstamos directos, aunque en nmero mucho ms reducido. La oposicin depende en buena medida
del tipo de texto, de su carcter ms o menos culto, y puede guardar relacin con la lengua de partida en los
casos en que se trata de traducciones. Comprobaremos cmo la mayor parte de los arabismos son librescos y
proceden en ltimo trmino de una fuente rabe escrita, directa o indirecta, pero tambin los hay posiblemente
procedentes del entorno de quien compone la obra y los inserta en su discurso; veremos pues la oposicin
escrito / oral, (o culto / popular), en cuanto a vas de penetracin. Dedicaremos, adems, un pequeo apartado a
los calcos o creaciones inducidas, que se manifiestan constantemente en los traslados de los tratados.
La medicina medieval y su transmisin
Antes de entrar en la exposicin, parece obligado recordar, aunque sea brevemente, que muchos de los textos
mdicos ms difundidos por la Europa occidental en la Baja Edad Media fueron el resultado de un largo proceso
en el que los mdicos rabes asumieron el papel de continuadores de la ciencia griega, que tradujeron,
analizaron, criticaron y comentaron; sin embargo, la aplicacin de nuevos mtodos y el recurso a la observacin
y a la propia experiencia trajeron consigo una renovacin muy significativa. Entre las ciencias ms cultivadas y
desarrolladas destaca la medicina, entendida en el amplio sentido de la poca, es decir, con inclusin de la
farmacologa y la botnica. Recordemos por ejemplo los nombres de Hunayn ibn Ishq, Rzi, Avicena, alMachs, Ibn Ridwn, al-Kind, Ibn al-Nafis y, entre los andaluses, Abulcasis, Avenzoar y Averroes.
Como ha puesto de manifiesto Jacquart (2005: 81-86), de la enorme produccin cientfica de los pases islmicos
entre los siglos IX y XV, solo una pequea parte pas en latn al occidente medieval, pero a pesar de ello
constituy una aportacin decisiva en un momento, floreciente desde el punto de vista econmico, en el que la
ciencia europea iniciaba su despegue. Este despegue se produjo en un extenso territorio en el que la lengua de
cultura era el latn (con el griego ya olvidado) por lo que surgieron grandes movimientos de traduccin del rabe
al latn: uno de los primeros, a partir de la segunda mitad del siglo XI, fue el desarrollado en el sur de Italia, y
posteriormente en Francia, Inglaterra o Alemania. A la medicina se sumaron las traducciones en otros campos
del saber y en otras zonas de la Europa sur-occidental. En la Pennsula, los avances de la Reconquista
facilitaron la llegada de traductores; muchos de ellos vinieron precisamente a aprender rabe, aprovechando la
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presencia de sabios judos y mozrabes; evoquemos sin ms la escuela de traductores de Toledo .
En conclusin la medicina rabe, partiendo de la griega (traducida en general al latn), pas al occidente europeo
a travs de nuevos traslados al latn y de aqu a los distintos romances; menos frecuente fue la traduccin directa
del rabe al romance, castellano en nuestro caso, aunque hay algn testimonio. Esto por lo que se refiere a las
traducciones. Adems a finales de la Baja Edad Media, empezaron a escribirse obras directamente en
3
castellano, aunque las fuentes eran obviamente las mismas .
La investigacin necesaria para llevar a cabo este trabajo ha sido financiada con la ayuda concedida por la Junta de Castilla y
Len al GR38, grupo de investigacin de excelencia de Castilla y Len. Parte del grupo participa en la Red Temtica Lengua
y ciencia, FFI2009-05433-E.
1
La primera acepcin que ofrece, giro o modo de hablar propio de la lengua rabe, interesa menos para el tema que nos
ocupa.
2
Son muchas las obras en las que pueden encontrarse tratados estos temas; entre los muchos ttulos que se pueden citar,
destacamos por su visin de conjunto, Jacquart (2005) y Vernet (1999: 22-38).
3
Una panormica general sobre los textos mdicos medievales castellanos puede verse en Snchez Gonzlez de Herrero
(2003).
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Voces genuinas rabes / Voces, procedentes de otros idiomas, incorporadas al rabe
Como ya hemos apuntado, se cuentan entre los arabismos voces de otros orgenes que se incorporaron al rabe
y desde el rabe a otras lenguas, como el castellano.
Es el caso de algunos trminos indoiranios como birsm y sisrhm, inflamacin de pecho y desvaro mental,
que en rabe se confundieron en muchas ocasiones y que pasaron a los textos castellanos como sirsn, con
mltiples variantes (del tipo sincen, vircen, sien, cizen o xenci) 4 y con los dos sentidos:
Freness o sirsn nel cerebro es furor. Su causa fue clora o humor muy caliente, SUM, fol. 3r82
El Avicena bien quiere que sirsn a las apostemas de las tetas o pleures o dolor de costado sea resolvido, mas no al
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contrario , CAU 51v23
Por razones histricas conocidas, una de las fuentes ms importantes de la terminologa mdica fue la lengua
griega, de modo que muchos helenismos se incorporaron adaptados a los tratados rabes; es el caso de
sphakelos, kkkos, lipars, skros, oidema y flegmn, por ejemplo, que encontramos en rabe como safaqls (en
latin ascachillos y en castellano ascachelos, ascachillos), gangrena; qqy (cochias en latn y en castellano),
pldora laxante y purificativa; lufuriya (en latn y castellano, liparia, fiebre liparia), variedad de fiebre que produce
calor interno; saqrus y safrus (en latn, sephiros; en castellano, sfiros, sfiros, sefirosis), tumor (causado por
clera negra); udim (en latn, udimia; en los textos castellanos, cimia, simia, udimia, idema, idemata o zimia y
su derivado zimial) edema, tumor blando; balgamn, galgamun, falgamun, que pasan en formas parecidas a
las traducciones latinas y castellanas, falgamol, falgamun, galgamon, palgamin, palgamn, palgamon, para
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designar una tumoracin clida acompaada de inflamacin, o sea, un flemn . Son tambin de origen griego
al-basiliq, vena baslica, basiliqun, basilicn, ungento, bulimus, bolismo o bulimia, diyamarun, diamorn,
medicamento preparado con zumo de moras, zarzamoras, miel y arrope, diyabitis, diabetes, o tiryaq, triaca,
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especie de opiata o electuario blanco, compuesto de un gran nmero de ingredientes (Vzquez de Benito 2005:
532).
Prstamos directos / Prstamos indirectos o secundarios
El modelo cientfico en el siglo XIII, y aun en los dos siguientes, en la Pennsula es el rabe y, por lo que se
refiere a la medicina, la mayor parte de los textos parten de fuentes rabes. Si a ello sumamos que en estos
siglos empieza a modelarse el discurso cientfico en nuestra lengua, no nos sorprender encontrar un nmero
importante de arabismos entre la terminologa mdica de la baja Edad Media. En su inmensa mayora entraron
en el discurso castellano por va culta y escrita, sin llegar a integrarse en la lengua de la poca al margen de este
registro especializado 8 . La inmensa mayora de los arabismos que se encuentran en las obras mdicas
medievales castellanas han de colocarse bajo la etiqueta de arabismos indirectos o secundarios.
Buena parte de los textos son resultado de un proceso de traduccin, bien desde el rabe directamente, los
menos, bien con el intermedio del latn, los ms. Y como en muchos casos las traducciones se hacan
prcticamente palabra por palabra, con gran fidelidad a la lengua fuente, y como la lengua de llegada no contaba
con una terminologa establecida que correspondiera a lo que se trataba de expresar, era frecuente en el
traslado el mantenimiento de las voces rabes, tanto al latn como al castellano; lgicamente suceda lo mismo,
en proporcin mayor, con el latn en el paso a los romances.
En el tema que nos ocupa, no se puede dejar de lado, por tanto, el carcter de los textos estudiados, pues
importa mucho si son o no traducidos y cul es la lengua de partida en el caso de las traducciones. Es cierto que
algunas versiones castellanas de textos latinos presentan un nmero importante de arabismos, porque ya los
tena el propio texto latino, que haba manejado numerosas fuentes rabes; un ejemplo claro en este sentido es
la Chirurgia Magna de Guy de Chauliac. Sin embargo, en los casos en que la traduccin parece haberse hecho
directamente de una fuente rabe, es ms perceptible la influencia de la lengua subyacente, influencia que se
manifiesta en todos los niveles, incluido el lxico, con abundantes arabismos y calcos. Es el caso del tratado de
Patologa general y especial, acfalo y annimo, del siglo XIV, que traduce de manera resumida los libros tercero
y cuarto del Canon de Avicena (Vzquez de Benito 2009).
Entre los arabismos de este ltimo, se hallan voces comunes de las traducciones latinas como alfeique, pasta
de azcar cocida y a veces amasada con aceite de almendras dulces o con otros ingredientes, algalia,
sustancia untuosa de consistencia de miel, blanca, que luego pardea, de olor fuerte y sabor acre, que se saca de
4
Para la totalidad de los testimonios, muchas veces meras variantes grficas, en este y otros ejemplos, cfr. DETEMA, s.v. que
corresponda, en este caso s.v. sirsn.
5
Los ejemplos que citamos, muchos incluidos en el DETEMA, proceden del Corpus Mdico Espaol (Herrera y Gonzlez de
Fauve 1997), en el que pueden hallarse adems los ttulos exactos de las obras, su cronologa y localizacin, que no podemos
transcribir aqu por problemas de espacio.
6
Cfr. DETEMA, s.v. ascachilos, cocha, fiebre, sfiros, udimia, falgamon.
7
En su origen la base de la triaca es el tiro o vbora y se utilizaba como antdoto contra veneno; cfr. DETEMA, s.v. triaca.
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A propsito de los arabismos cientficos y tcnicos en los textos alfonses, seala Garca Gonzlez (1998: 131-132) que la
mayora penetraron en el romance por va culta y escrita, sin estar integrados en el castellano de la poca. Otros, de uso ms
general, - contina - como alcohol, aparecen en la obra alfons utilizados en sus acepciones ms tcnicas, antimonio; en los
casos de adefera, especie de azulejo o adive chacal slo los encontramos con un uso muy especializado en los escritos
astronmicos (como nombres de estrellas). Por su parte Barcel y Labarta (2001: 39) destacan que las traducciones
medievales latinas y romances de textos rabes fueron durante siglos los manuales que se estudiaban en las universidades
de Europa. Por esta razn en todas las lenguas romnicas el repertorio de nombres de origen rabe en las diversas ciencias
medievales es prcticamente comn y tiene parecido tratamiento, sealando al mismo tiempo que en la introduccin del
prstamo ha intervenido en muchos casos un intermediario latino. Por ello se denominan cultismos.
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la bolsa que cerca del ano tiene el gato de algalia (DHLE), arrop o arrope, jarabe concentrado que resulta del
cocimiento de frutas, a las que se pueden aadir miel, vino y azcar, xarab, axarab o xarabe, composicin o
lquido extrado de simples, como flores, azcar o miel, mola, masa carnosa e informe que en algunos casos se
forma dentro de la matriz, ocasionando las apariencias de la preez, trifera, electuario digestivo y confortante
compuesto de las tres clases de mirabolanos, etc.; pero se documentan tambin en l trminos del rabe
andalus como zumaquia, del andalus summqiyya, plato de comida en el que se cuecen el zumaque y sus
semillas, nabta, del andalus nafftah, ampolla, romnia, del andalus rummniyya, plato de comida en el que
se cuecen granadas, xaqueca, del andalus ishshaqiqa, dolor de cabeza, jaqueca, alcarena, del andalus alqarna, gota caduca o epilepsia, saratn, del andalus saratn, cncer, adruba, gibosidad, o nusacra, musacra
(de nushqira), llaga con agujeros; pueden aadirse adems alcofoles, ajuleb, aoras, adarmaga o zarco, voces
que no se registran en las versiones latinas. Abundan los ejemplos de traslados paralelos, como el grano que
dicen vidriero, estendijar de las venas o el agua mala que cae en el ojo, que corresponden a Al-Rutba alzuchachiyya, es decir, la humedad vtrea o el humor vtreo, Istirj al-`urq, dilatacin de las venas y Al-m alnzil fi-l-`ayn, el agua que desciende en el ojo, o catarata; no faltan las repeticiones del uso rabe del acusativo
interno o del nombre verbal tras el mismo verbo del que deriva, que seque grant sequedad, fasta que fierva el
olio dos fervores o tres, emplasta con los emplastos, pujar con pujamiento, purgal con la purga, etc. (Vzquez de
Benito 2009: 71).
En la obra de Chauliac se encuentran muchos arabismos lxicos, del tipo albedasnam, erupcin con
enrojecimiento, localizada generalmente en la cara, hueso acoal, coana, abertura posterior de las fosas
nasales, acoro, clase de tia, alfac, clase de llaga, algada y algasen, enfermedad cutnea, alfefur, vid blanca
o nueza blanca, planta, alfilude, plata, bederasuli, confeccin farmacutica, altarfat, mancha roja de sangre
en el ojo herido, cahab y alacaab, astrgalo, hueso del tarso que est articulado con la tibia y el peron, esere,
pstula nudosa, fugela, tumor duro que generalmente nace detrs de la oreja, harmel, ruda salvaje, planta,
silac, tumor que se forma en el borde del prpado y hace caer las pestaas, o zegi, misi, mineral duro
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semejante al oro, especie de caparrosa .
Arabismos introducidos por va escrita / de procedencia oral
Es evidente que en el corpus que manejamos todos los prstamos van asociados a la va escrita, pero en este
apartado queremos centrarnos en el diferente registro que parecen presentar algunos de ellos, que no son
exclusivamente librescos y se recogen en determinadas obras, de temtica y tono ms populares.
Frente a los tratados de contenido ms erudito, como muchos de los que hemos presentado hasta ahora,
anatomas, patologas y cirugas sobre todo, los hay de carcter ms divulgativo, con un registro ms popular. Es
en estos ltimos, escritos directamente en castellano y no resultado de una traduccin, donde se encuentran
otras voces rabes, posiblemente del entorno de quien compone la obra, que se insertan en su discurso;
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tendramos as la oposicin escrito / oral (o culto / popular) en cuanto a vas de penetracin .
Nos parece que esta ha de ser la interpretacin de los arabismos que se insertan en la Sevillana Medicina de
Juan de Avin (c.1320-1383/4), del tipo alcandora, tnica, camisa, vestido interior, alcatifa,tapete o alfombra
fina, algorfa, sobrado o cmara alta para recoger y conservar granos, alhol, panera, granero o depsito,
almocarn, cierta clase de pasta, almodn, harina de trigo humedecido y despus molido de la cual, quitado
solo el salvado grueso, se hace pan, almor o mor, masa de harina, sal y otros ingredientes, higo cot, higo
zafar, o derivados como alcahazar, encerrar o guardar aves en el alcahaz 11 ; en el mismo sentido, anorias ,
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norias .
Algo semejante sugieren algunas voces y variantes, presentes en el Menor dao de la medicina de Alonso de
Chirino (c. 1369-1429), como acebuy, acebuj por acebuche, olivo silvestre (DCECH, s.v. acebuche), almofrez,
almofrex por almirez, alcaimona, alcamona, semillas pequeas que se emplean en condimentos, como ans,
alcaravea, cominos, etc., y medicamento que se prepara con ellas, o alpaizar, habas cocidas con mantequilla y
leche. Esta obra ofrece andalucismos, algunos comunes con la Patologa antes mencionada, como zaratn,
cncer, alcarena, epilepsia, o xaqueca.
Transliteraciones / Creaciones inducidas
Como se ha visto en muchos de los ejemplos citados hasta aqu, los arabismos se incorporan a la lengua de
llegada con una simple transliteracin; a los precedentes, podemos aadir albaraz / albaras, especie de lepra,
alcola, llaga de la boca y de la lengua, alcohol, antimonio, mineral y medicamento compuesto que puede
aplicarse lquido o en polvo, aldubul, marasmo, extremado adelgazamiento como consecuencia de prdida de
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En Snchez Gonzlez de Herrero y Vzquez de Benito (en prensa) hicimos un recorrido por los textos mdicos medievales
castellanos y estudiamos la presencia de arabismos en funcin del carcter del texto, es decir si se trata de una traduccin o
no y de la lengua de partida o de las fuentes ms cercanas.
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Hemos reflejado tambin este aspecto de oposicin en Snchez Gonzlez de Herrero y Vzquez de Benito (en prensa).
11
Varias de las palabras de origen rabe que se encuentran en la Sevillana Medicina se recogen en el Vocabulario Andaluz de
Alcal Venceslada (algunas en acepciones ya derivadas), lo que indicara que se trata de voces arraigadas en el sur
peninsular; valgan como muestra sajar, variedad de uva, cotio, higo pequeo de higuera a la que no es necesario
cabrahigarla, alcandora se dice de la mujer mtome en todo y que habla demasiado, alfor, depsito de sal, para la que el
autor aade: Es el alfol de la Acad. y el alforiz de Egulaz. Recog. en la provincia de Sevilla. Que el texto da cabida a
variantes orales de carcter ms o menos popular se muestra en el empleo calabre, por ejemplo, por cadver, vulgar segn
DCECH, s.v. calavera, por cruce cadver, calavera.
12
Adems de este anorias, hallamos aoras, noras, en el mismo sentido, en el tratado de Patologa. Cfr. DCECH, s.v. noria,
que atestigua aora en los Libros de Astronoma del siglo XIII y en documentos murcianos, junto a nora.
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humedad del cuerpo humano, lgebra, parte de la ciruga que se ocupa de la reduccin de fracturas, alintisar,
hinchazn o dilatacin, altarfat (con sufijacin de nisba en el paso al latn y despus al castellano), mancha roja
de sangre en el ojo herido, adubaila, apostema ulcerosa, aratn, cncer, meri, esfago, esere, pstula
nudosa que produce comezn, sebel, ua, enfermedad del ojo, sifac o cifac, peritoneo, soda, dolor de
cabeza, subet, letargo, sueo no natural, subet sahar, clase de subet en que se mezclan frenes y letargo y
zirbo, redao, repliegue del peritoneo.
A veces hay pequeas adaptaciones, como en el caso del oximiel, mezcla de vinagre, sal marina, agua y miel,
cocidas y despus enfriadas, en rabe sikanchubn, en latn y castellano squizibin, sajingibin. Surbch y zirbch,
sopa y potaje en rabe, se translitera en latn surbai, surbeget, alsirbagy y zirbagi alzerbeiete.
Los arabismos transliterados presentes en los textos mdicos medievales castellanos se conocen con bastante
exactitud; contamos con nminas en las que se han establecido su origen etimolgico, su significado y su
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presencia en los distintos textos . Son, en cambio, mucho menos conocidos los calcos o creaciones inducidas,
es decir, resultado de los procesos de traduccin que siguieron los testimonios de la medicina medieval que han
llegado hasta nosotros. lvarez de Miranda (2008: 146-147) los considera una modalidad neolgica a caballo
entre el lxico adquirido y el lxico multiplicado y dice que es un proceso especialmente frecuente y fecundo en
el terreno del vocabulario culto, intelectual, cientfico-tcnico; de nuevo estamos ante un proceso puntual y
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textual que alcanz su intensidad en la baja Edad Media, pero que dej poca herencia que perdurara . Para
determinar estas creaciones inducidas es necesario conocer con precisin las fuentes de las que partan los, en
muchos casos annimos, traductores medievales; pero al margen de la fuente concreta de cada uno de los
textos, que es importante, encontramos fuentes comunes a muchos textos que trasladan de manera bastante
literal voces y sintagmas habituales en la medicina rabe. Por ejemplo, las pldoras ftidas o plloras fedientes,
cuya base es la coloquntida y sirven para purgar no son sino una traduccin del sintagma calificativo habb
muntin, pldoras ftidas o hediondas, porque en su composicin entraban gomas malolientes. La planta noctis,
afeccin cutnea caracterizada por prurito, es traduccin del complemento determinativo nabt al- layl, planta
de la noche, una aspereza con comezn que Avicena describe y llama as porque su causa es la frialdad de la
noche. Lamedor y lamedero, medicamento que se chupa, corresponden a lauq, voz rabe que, como loc y looc,
se registra tambin entre los arabismos mdicos. El mal de la rosa, o simplemente la rosa, reproduce la voz
rabe, al-humra, enrojecimiento, que tanto Avicena como Averroes aplican a una erupcin cutnea. Bacinete,
dolor muy fuerte que afecta a toda la cabeza, traslada el rabe bayda, casco, yelmo, y de ah dolor que abarca
a toda la cabeza como el casco del guerrero. Formiga y formiguilla, afeccin cutnea que causa erupcin y
comezn, responden al rabe namla, y la hormiga miliar traduce al-namla al-chwarisiyya. El uso de cuerdas en
el sentido de tendones, es traduccin de awtr, cuerdas; el meollo del espinazo, de mujj al-sulb; el pie
pequeo, tambin llamado pierna chica o pierna pequea, es decir, el peron, y el pie grande o pierna grande,
tibia, hueso, son calcos del rabe al-qasaba al-kubra y al-qasba al-subra; incluso sintagmas como lo blanco del
huevo, la mdula o meollo de pan blanco o el emplasto de las dos granadas (del dual rabe, que se refiere a la
dulce y a la cida) son traducciones literales de sintagmas rabes.
Tambin tienen su paralelo en el rabe las comparaciones que se establecen con elementos del mundo real o de
la vida cotidiana, la mayor parte de las cuales se remontan a la medicina griega (Vzquez de Benito 2005: 531).
La Ciruga de Guy de Chauliac nos presenta la forma del corazn a manera de la pia, puesta la punta
abaxo 15 , cuando la medicina rabe lo suele comparar con el pin; en la descripcin de las lceras leemos que
Es significada la materia saliente por la color cuando semejan [] la lavadura de la carne . La idea de boca,
rabe fam, en el sentido de orificio, se halla presente en fam al-matna, orificio de la vejiga, o en fam al-raham,
orificio externo del tero, y tiene su paralelo en los sintagmas castellanos boca de la madre, boca de la
madriguera, orificio uterino, o boca del estmago o cardias. Las enfermedades que empiezan como el cncer
se comparan a bellotas o garbanzos, y algunas apostemas blandas son melosas o pultesinas por su semejanza
con la miel o con las pultes o puches, comida de harina cocida, aderezada a veces con otros ingredientes
(DETEMA, s.v. meloso, pulta y pultesino).
La versin castellana de la obra de Chauliac ofrece con extraordinaria frecuencia derivados adjetivos en al,
formacin abundante tambin en otros dos textos del corpus 16 , lo que parece acorde con su carcter culto; son
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ejemplos: la parte orificial, la parte estomagal, la parte ombligal o sumenal , etc. Estos adjetivos repiten
idnticas formaciones latinas, que a su vez traducen la nisba rabe que marca relacin con.
13
Han sido muchos los trabajos de Vzquez de Benito, M C. y Herrera Hernndez, M T., recogidos en buena medida en
Vazquez y Herrera (1989) y en el DETEMA. A estas dos obras de conjunto hay que sumar varios trabajos posteriores con
adiciones y correcciones.
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Entre las pocas creaciones inducidas que resultaron de la traduccin, se cuentan los nombres de las meninges externa e
interna, duramadre y piamadre.
15
Cfr. Herrera y Gonzlez de Fauve 1997, CAU, fol. 20r.
16
Se trata del Tratado de las Apostemas de Diego El Covo, concluido en 1493, la nica obra quirrgica escrita originalmente en
castellano (Garca Ballester 2001: 399), compuesto en verso, al igual que el Sumario de la Medicina (1498) de Lpez de
Villalobos, de fuente rabe pero con traduccin intermedia latina
17
Cfr. Herrera y Gonzlez de Fauve 1997, CAU, fol. 21r. Para los paralelos latinos, pars oroficialis, pars stomaticalis (sic), pars
umbilicalis et sumenialis, cfr. Guigonis de Caulhiaco, 45.
Pueden citarse en paralelo los adjetivos verrucal, moral o uval, que caracterizan tres tipos de hemorroides, en el Sumario de la
Medicina, De las emorroidas tres especies son, la peor de las cuales es la verrucal, de humor melancnico es su emanacin.
La otra es de sangre ms mansa passin y por su color fue su nombre moral. La tercia es uval, de purpreo color. Cfr.
Herrera y Gonzlez de Fauve 1997, SUM, fol. 13v.
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Para concluir
Hemos tratado de establecer, en este breve y rpido recorrido, algunas cuestiones bsicas que nos permiten
subdividir los arabismos de los textos mdicos medievales castellanos y considerarlos no como un bloque nico.
Entre sus caractersticas comunes tenemos algunas que guardan relacin con la diacrona, son de introduccin
bajomedieval y que la mayora de ellos se perdieron en el Renacimiento 18 . En cuanto a su aspecto formal,
abundan las transliteraciones y predominan los que incorporan el artculo.
Aparecen insertos en el registro mdico del romance castellano con mayor o menos profusin segn los textos,
pero sin que se observe rechazo hacia su empleo; ms bien, al contrario. nicamente el uso de expresiones del
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tipo en arbigo o las referencias concretas a los autores de los que proceden podra indicar que quien los
traslada al castellano es consciente de su carcter advenedizo (Garca Gonzlez 1998: 132).
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Sobre las causas de la prdida, cfr. Vzquez de Benito y Herrera (1989).
No resulta difcil encontrar en el corpus usos como los siguientes: De la dilatacion de la memita que se llama en arvigo
alintisar, La udimia o idema en griego es zimia en arabigo, el instrumento con que se quita la catarata en arbigo se dice
almadac, De sclirosis que Avicena llama sephiros , Del mal de amores que Avicena llamo ilisci La gota rosada cerca
del Avicena se llama albedsanem , etc.
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