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La Cuestión de La Poesía en Hamlet o El Oscuro

El presente trabajo es un análisis del poema “Hamlet o el oscuro”, de Manuel Maples Arce, con el fin de establecer qué elementos juzga determinantes en una obra para considerarla artística e innovadora.

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La Cuestión de La Poesía en Hamlet o El Oscuro

El presente trabajo es un análisis del poema “Hamlet o el oscuro”, de Manuel Maples Arce, con el fin de establecer qué elementos juzga determinantes en una obra para considerarla artística e innovadora.

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Rita

Lilia Garca Cerezo. Licenciada en Letras Clsicas por la Facultad de Filosofa


y Letras de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico con estudios de Maestra
en Docencia en la Facultad de Estudios Superiores Campus Acatln, tambin de la
UNAM y actualmente cursando la Especializacin en Literatura Mexicana del siglo
XX en la Universidad Autnoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco.
Palabras clave: Estridentismo, Vanguardia, Ars poetica
Resumen: El presente trabajo es un anlisis del poema Hamlet o el oscuro, de
Manuel Maples Arce, con el fin de establecer qu elementos juzga determinantes
en una obra para considerarla artstica e innovadora.

La cuestin de la poesa en Hamlet o el oscuro de


Manuel Maples Arce
Manuel Maples Arce escribi cuatro libros de poesa: Andamios interiores (1922),
Vrbe (1924), Poemas interdictos (1927) y Memorial de la sangre (1947). Dichos
ttulos aparecen reunidos, junto con otros Poemas no coleccionados, en Las
semillas del tiempo, del Fondo de Cultura Econmica, prologado por Rubn Bonifaz
Nuo, edicin que utilizar para el presente trabajo. Adems de su obra como
poeta, Maples Arce tambin incursion en la crtica literaria con ensayos de ndole
metaliteraria como El paisaje en la literatura mexicana (1944), Incitaciones y
valoraciones (1946), y compilaciones como Antologa de la poesa mexicana
moderna (1940) y Siete cuentos mexicanos (1946). En Hamlet o el oscuro, poema
que forma parte de los no coleccionados (escritos entre 1919 y 1980) y hasta hoy
prcticamente olvidado tanto por sus detractores como por su seguidores de igual
manera, se manifiesta claramente este inters por la metaliteratura, por conocer
los mecanismos que hacen funcionar la poesa, eso que diferencia una obra
cualquiera de una obra de arte. Aqu, la literatura anterior y la literatura nueva
aparecen personificadas con mente y voz propias para disertar sobre estas
cuestiones.

Los versos del poema estn ordenados en dilogos, como una pieza teatral
con muy pocas acotaciones, donde lo importante no es la accin teatral sino lo que
se dice, el intercambio de ideas. Los personajes principales son Hamlet y el poeta
adolescente, cuyo nombre es Manuel; as, la obra se centra en una charla entre el
joven poeta y la literatura clsica.
La eleccin de Hamlet como interlocutor del joven Manuel no pudo ser ms
representativa, ya que, en primer lugar, l es el personaje ms destacado de la obra
shakesperiana, que primero y ltimo, rivaliza con el rey David y con el Jess de
Marcos como carismtico-entre los carismticos (Bloom, 2002: 458). Hamlet es
ms que slo un personaje de una obra clsica: representa en s mismo la literatura
clsica. En segundo lugar, al igual que el joven poeta, Hamlet representa lo nuevo,
pues, como lo afirma Peter Alexander el Espectro [de su padre] es un guerrero
que casa bien con la saga islandesa, mientras que el prncipe es un intelectual
universitario representativo de una nueva era (cit. por Bloom, 2002: 461). En
tercer lugar, Hamlet mismo es un poeta, cualidad que se evidencia en el Acto III de
la tragedia de Shakespeare, donde el personaje da instrucciones precisas a los
cmicos para la representacin de la muerte de su padre y en sus parlamentos
muestra entender perfectamente este arte:
Be not too tame neither, but let your own discretion be your tutor: suit the action to
the word, the word to the action; with this special observance, that you o'erstep not
the modesty of nature; for anything so overdone is from the purpose of playing,
whose end, both at the first and now, was and is, to hold, as 'twere, the mirror up to
nature; to show virtue her own feature, scorn her own image, and the very age and
body of the time his form and pressure. Now this overdone, or come tardy off, though
it make the unskilful laugh, cannot but make the judicious grieve; the censure of the
which one must in your allowance o'erweigh a whole theatre of others. O! there be
players that I have seen play, and heard others praise, and that highly, not to speak it
profanely, that, neither having the accent of Christians nor the gait of Christian,
pagan, nor man, have so strutted and bellowed that I have thought some of nature's
journeymen had made men and not made them well, they imitated humanity so
abominably. (Shakespeare, Hamlet, III, 2)

Por ltimo, la cuestin de la materia de la poesa es un tema que aparece

una y otra vez en la obra de Shakespeare, una de ellas en la famosa escena del
cementerio, ya citada por el mismo Maples Arce: To be or not to be: that is the
question (Shakespeare, Hamlet, III, 1). Entonces, no es casual que el poema de
Maples Arce inicie con una invocacin a Hamlet por parte de Manuel el poeta,
quien se pregunta acerca de la naturaleza de la poesa. Tambin en este sentido es
inequvoca la eleccin del prncipe de Dinamarca como interlocutor.

Despus de ser invocado por Manuel, Hamlet llega al muelle1i donde aqul
se halla y as los dos personajes se encuentran. Ya en la primera parte de la
conversacin resultan discordantes los tipos de lenguaje utilizados por ambos, ya
que Manuel, un adolescente, habla de manera informal y desparpajada, utilizando
palabras y frases propias de un argot popular (gente de marca, me dio el
nortazo, Qu padre!) y Hamlet, aunque en menor medida, lo hace tambin
(andas de pinta, gacho, etc.). Asimismo hay neologismos como suprematismo,
sobresutil, etc. y Manuel menciona el nombre de Shakespeare sin ninguna actitud
ceremoniosa, castellanizando incluso su nombre de pila: Guillermo. Este lenguaje
refleja la rebelda estridentista contra los cnones para crear cosas nuevas.
El joven Manuel exhorta a Hamlet a revelarse contra su creador, pero ste le
replica que los personajes no se desligan de su autor solos sino con la ayuda de
otros que los retoman, los comentan y los engrandecen. Manuel le ofrece entonces
ayudarlo y Hamlet asiente, poniendo de relieve en su respuesta que, aunque la
historia no es original de Shakespeare, l s lo es: Pero ten mucho cuidado,/ no te
atengas al Letrado/ Sajnii slo, ni a Belleforestiii./ Soy ms bien shakespereano

[sic] (Maples Arce, Hamlet o el oscuro, vv. 78-81).iv El poeta, enseguida, refuerza
esta idea con los calificativos que dirige a Hamlet: sobresutil,/ de complejidad
lleno,/ espasmdico, vehemente (vv.82-84), cualidades que afirma hacen ms
ardiente lo que est por ocurrir, de esta manera, se pone de relieve parte de la
cuestin, pues, aunque la historia no es <<original>>, es el personaje perfilado por
Shakespeare el que da grandeza a su obra:
El principal aspecto en que Shakespeare se aparta del Hamlet de la leyenda o de la
historia es la alteracin, bastante sutil, del fundamento de la accin del prncipe [].
Todo en la obra depende de la respuesta de Hamlet al Espectro, respuesta que es
altamente dialctica, como todo en Hamlet. La cuestin de Hamlet tendr que ser
siempre el propio Hamlet, porque Shakespeare lo cre para ser una conciencia tan
ambivalente y dividida como puede soportarla un drama coherente. (Bloom, 2002:
460)

En seguida, poeta y joven prncipe se enfrascan en una discusin acerca de


la verosimilitud, puesto que son personajes, entes de ficcin, y es Hamlet quien
gana esta discusin: Si amas realmente al arte/ tendrs que reportarte/ y ceirte
a lo veraz./ Tienes que ser, no hablar (vv.130-133). Y adems aade al final
de la discusin que la obra debe trascender a su tiempo: Vas a entender/ que
para la eternidad/ no importa la actualidad (vv.148-150).
Por esa trascendencia, se eleva el artista a la calidad de un ser divino, dueo
del infinito, capaz de evocar a vivos y muertos, pero, al mismo tiempo, queda a
merced de aquellos que se deleitan con su obra, la interpretan y la recrean en sus
mentes y en sus almas, dndoles una vida distinta.
De nuevo vuelve el poeta al tema inicial y reprocha a Hamlet una serie de
procederes, como el haber provocado la muerte de Rosencrantz y Guildenstern o
no matar al to usurpador cuando ste se encontraba indefenso ante l. Pero la
respuesta de Hamlet deja patente la grandeza del personaje, esa cuestin que

busca el poeta, pues nadie en las ltimas tragedias y leyendas podra estar en el
escenario junto con Hamlet: pueden soportar el escepticismo, pero no una alianza
del escepticismo y lo carismtico (Bloom, 2002: 461).
Tambin toca el poeta el tema de la verdad y la ficcin: Mentira hay que es
verdad (v.270); aunque Hamlet alega que su tierra es real y, por otra parte, su
historia se basa en una leyenda y, por lo tanto, en hechos reales. Las palabras de
Manuel nos llevan a reflexionar sobre la ficcionalidad, pues el artista crea a partir
de una sublimacin de la realidad, cosa que Maples Arce tuvo siempre muy claro,
pues escribi con la conviccin de que los elementos interiores slo podran
convertirse en objeto artstico si su expresin se relacionaba con la evidencia
exterior del mundo como mbito para el hombre y como receptculo de la
modernidad (Bonifaz Nuo, 1981: p.33).
Ms adelante, en una pequea digresin a modo de canto exigida por el
mismo Hamlet, Manuel le habla de los lectores actuales, cuya apreciacin esttica
se ha reducido: la actual generacin/ que cri la televisin se olvid de Altisidora,
de Helena y de Mona Lisa,/ y encanallada de amor,/ toma por alta seora a la rubia
Superior (vv.382-388).
Y tambin habla de s mismo, enalteciendo su labor al hablarse de igual a
igual con aquellos que ya gozaban de crdito antes que l: Slo tena siete eneros/
y andaba de talabarte/ [] Yo conquist mi renombre/ apostrofando al ms
hombre/ de los lobos esteparios (vv.408-414), ya que puede jactarse de
pertenecer a la vanguardia:v y con mi fuerza tirana/ mat pulgas a desgana/ y me
un a los futurarios (vv.415-417) y por ello puede incluso considerarse igual que
Lope de Vega/ y Caldern de la Barca (vv.422-423).

Una vez ms, al terminar la balada, vuelven al tema de la poesa y la


retrica. El arte de dominar la palabra es comparado a una caja de Pandora, pues
as como tiene el poder de crear, lo tiene tambin de destruir, es un don divino,
pero que conlleva tambin males para el artista, como lo dice el mismo Goethe en
su poema Marienbad citado por Maples Arce (vv.435-439):
Ya perd el Universo y me he perdido
a m mismo -yo, amado de los dioses-
su Caja de Pandora me han vertido,
rica en gajes u horscopos atroces.
Me tientan con la prdiga cascada
de los goces... y me hunden en la nada. (Goethe, s. f.)

No cualquiera puede ser considerado un artista, la poesa no depende slo


de rimar, pues eso lo puede lograr cualquiera, incluso por casualidad. El verdadero
artista es el que sabe decir lo esencial de la manera precisa, sa que si es
oportuna/ acaso te har soar (vv.442-443).
Manuel critica la temtica gastada de la poesa anterior, de la cual l se ha
alejado dando nuevos virajes (v.484) gracias a su conocimiento del mundo, que
le ha permitido descifrar y revolucionar lo existente, y [] extraer de la asediante
fugacidad alguna luz que alumbrara lo permanente del hombre (Bonifaz Nuo,
1981: 33). En el siguiente fragmento, Hamlet y Manuel continan hablando del
tema, pero especficamente de la vida y la muerte, a travs de un juego de palabras
basadas en la nada. A largo de su dilogo, va quedando de manifiesto que la vida
tan slo es una (v.532), por ello se debe tener en mente slo lo importante, ser
uno mismovi y asumir una postura:
H: A favor de quin ests?
P: Miremos a uno por uno.
H: Te simpatiza Unamuno,

Sartre, Marcel, Kierkegaard?


P: No olvides al nazifs
Heidegger.
H: Faltaba ms! (vv.510-516)vii

La nica lnea de la Muerte, que irrumpe en su conversacin -Fantoches de


la tiznada/ vern si la nada es nada,/ nadie puede probar nada (vv.549-551)-
refuerza esta idea, pues, si nadie puede probar nada entonces no es lo importante
hablar de ella hacerlo es entrar en un discurso sin significado, como en el que se
han enfrascado los dos protagonistas- sino de la vida.
Enseguida el dilogo se encamina a la accin: las obras son lo que define al
hombre (idea que se refuerza con los filsofos citados lneas ms arriba) y no hay
justificacin que valga; en palabras de Hamlet: la obra es la que nos labra / y
olvdate lo dems [sic] (vv.620-621).
Para el joven Manuel, el presente es lo ms importante, como lo deja de
manifiesto ms adelante: El pasado es el presente/ y el presente es el futuro
(vv.872-873), aunque la voz de Hamlet deja ver que ste es relativo, ya que
no est enfrente,
tampoco detrs del muro.
Est s, precisamente
en el punto del momento,
no es cosa de conjuro
mas de tiempo simplemente. (vv.874-879)

El poeta pone nfasis en la importancia de aludir a la realidad presente, y


habla de su propio entorno, un Mxico existencial,/ dialctico, imparigual,/ []
pas de excepcin,/ [] pueblo de rebozo [que] anda en busca del mejor
(vv.941-951). En este sentido, es posible establecer un vnculo entre la propuesta
potica y una de las convicciones de Maples Arce. Indica Francisco Javier Mora:
Maples Arce rechaza la idea del futuro como un concepto histrico en el arte, de la

misma forma que reniega del pasado. El poeta estridentista afirma el presente
como nico concepto vlido para el arte (Mora, 1999: 49).
Tambin difieren los dos jvenes, Hamlet y Manuel, en el tono y la forma,
pues mientras aqul dice las cosas ciertas/ aunque parezcan oscuras (vv.958-
959), el otro se ocupa de las cosas alertas/ como si fueran locuras (vv.960-961),
en un lenguaje a veces un poco vago,/ pues [le] encanta el simbolismo,/ [le] gusta
la ambivalencia,/ aire y donaire de Francia (vv.964-967). Con respecto a este
punto, Gonzlez Casanova afirma del estridentismo que es una
abundosa fuente de metforas novedosas llamadas a conquistar, en un porvenir no
muy lejano, preeminentemente lugar en la literatura del futuro y ms tarde en la
lengua usual, por la sencilla razn de que responden mejor a las ideas, sentimientos
y aspecto exterior de la vida contempornea, las figuras de lenguaje que usa, que no
las metforas gastadas y descoloridas, como monedas de uso secular, viejas ya
cuando las recogi Aristteles en su Arte retrica. (cit. por Schneider, 1985: 21)
(Berinstin, 1997) (Bloom, 2002) (Bonifaz Nuo, 1981)

Hamlet se muestra desconfiado ante este modo de ser del joven poeta, a lo
que ste replica que no todo son sueos, muerte o finales, y de nuevo deja ver su
opinin sobre la importancia de lo inmediato, la vida misma, el momento presente;
asimismo, como ya lo haba mencionado antes al traer a cuento la figura de
Einstein, afirma que nada es absoluto.
Finalmente, Hamlet, enojado y decepcionado del poeta Manuel, lo acusa de
traicin, de poner a la poesa por los suelos y nada de lo que dice el joven lo hace
cambiar de parecer. Se despide, pues advirtindole
Te aguardo en el camposanto []
Y all tu decidirs
acerca de tus quereres,
si el falso panten prefieres
con las glorias del montn
o el eterno verdadero
de la nica cuestin. (vv.1179-1187)

El poema cierra cuando Hamlet repite a Manuel que el ser o no ser es la


cuestin, y ste le dice que lo honrar, pero a su modo, con lo que mantiene su
postura de que es necesario introducir lo nuevo en la literatura.
Cierre
En este poema, Manuel Maples Arce, a travs de su yo lrico, de su mismo nombre,
seala, partiendo de una serie de cuestionamientos, los puntos claves de su potica
contrastndola con aquella otra, la antigua, de la que busc separarse al haberse
afiliado al movimiento estridentista. Resalto a continuacin los elementos que
caracterizan a la obra de arte, segn Hamlet o el oscuro:

Verosimilitud. Es necesario que lo que se cuenta sea creble; las acciones


deben ser coherentes con el carcter de los personajes y su mundo.

Trascendencia. La obra debe trascender, ser memorable y tomar vida


propia, desligndose incluso de su creador. De este modo se evidencia la
grandeza del verdadero artista y se le singulariza del comn de los
hombres.

Ficcionalidad. El artista realiza su obra a partir de una abstraccin de la


realidad, la cual no es necesariamente fiel, pues hay una reelaboracin por
parte del autor, quien crea un nuevo universo poco o muy parecido al suyo.

Temtica. En relacin con el punto anterior, la obra debe referirse a lo


sustancial, al aqu y al ahora, lo que nos rodea, y no a aquello que no
conocemos ni podemos conocer, como la muerte.

Retrica. El verdadero artista es el que sabe decir lo verdaderamente


importante de la manera adecuada. La poesa no se basa slo en la habilidad

para rimar o ceirse a metros sino en la trascendencia del contenido y la


manera por la que toca al lector.

El tono y la forma deben ser innovadores, irreverentes; no se necesita


manejar un aire solemne y oscuro para crear una obra de arte.

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i En varias culturas, incluyendo la prehispnica, los muertos deben atravesar una zona de

agua (ro, mar, etc.) para llegar al ms all ayudados por algn ser que es el mediador
entre el mundo de los vivos y el de los muertos: en la mitologa griega, el ro Aqueronte
(Caronte); en la prehispnica, el ro Chignahuapan (Xlotl); en la egipcia, el ro Uernes
(Aken); en la celta, el mar, etc.
ii Saxo el Grammaticus escribi en 1200 la Gesta Danorum, en la cual pudo basarse
Shakespeare para escribir Hamlet.
iii Traductor de la Gesta Danorum, de Saxo Grammaticus.
iv (He numerado los versos del poema para precisar las referencias y citas del mismo. En
adelante, aparecern consignadas entre parntesis, en el cuerpo del texto).
v Ms adelante hace un juego de palabras al llamarse a s mismo avanguardista, del
francs avant-garde, pero que tambin podra tomarse como no vanguardista, como una
respuesta irnica a las muchas crticas de que fue objeto su movimiento.
vi Es muy posible que los versos procura estar en la barca/ y que tu yo sea tu yo
(vv.508-509) hagan referencia a una lnea de Niebla de Unamuno, cuyo protagonista
expresa su deseo de vivir: Quiero vivir, quiero ser yo! (cap. XXXI).
vii Cada uno de los personajes mencionados tiene una filosofa clara de vida: Unamuno
concibe la muerte como algo definitivo, pero esta muerte es necesaria para vivir
realmente, pues crea la necesidad de hacerlo de una manera tal que no se justifique la
muerte, no cuestionar la existencia lleva a una vida superficial; para Sartre, el hombre es
un ser libre a pesar de s mismo, es lo que ha decidido ser a travs de sus actos y, por lo
tanto, tiene la responsabilidad total de su vida; Gabriel Marcel afirma que hay cuatro
caminos hacia el misterio del ser: el amor, la fidelidad, la esperanza y la disponibilidad,
todos ntimamente relacionados entre s, de esta manera pone nfasis en el hecho de que
el ser humano es partcipe de un grupo; de acuerdo con Kierkegaard hay dos tipos de vida:
la tica y la esttica; en la tica, el valor de la vida y de la realidad estn en el hecho de que
el hombre viva inmerso en la realidad, luchando en y contra ella, lo que trae en
consecuencia paz, amparo, seguridad y belleza, mientras que en la vida esttica, sucede
todo lo contrario, el pensamiento tico lleva a concluir que presenta ms dificultades para
el hombre la vida que la muerte; finalmente, Heidegger afirma que el hombre es un ser en
construccin cuya angustia por la muerte lo separa de la comunidad y por tanto es la base
de su individualidad y su libertad.

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