1 OCTUBRE DE 2015
Jueves. Segunda semana
MEMORIA OBLIGATORIA:
Santa Teresa del Nio Jess, virgen y doctora.
(1873-1897). Religiosa carmelita, que destac por su humildad y sencillez;
ofreci su vida por la salvacin de las almas.
Invitatorio
Introduccin a todo el conjunto de la oracin cotidiana.
V/. Seor, breme los labios.
R/. Y mi boca proclamar tu alabanza.
Antfona: Aclamemos al Seor en esta celebracin de santa Teresa
del Nio Jess.
Salmo 66
Que todos los pueblos alaben al Seor
Sabed que la salvacin de Dios
se enva los gentiles. (Hch 28,28)
El Seor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvacin.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que canten de alegra las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Seor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona: Aclamemos al Seor en esta celebracin de santa Teresa
del Nio Jess.
Laudes
(del comn de santas mujeres)
HIMNO
La mujer fuerte
puso en Dios su esperanza:
Dios la sostiene.
Hizo del templo su casa;
mantuvo ardiendo su lmpara.
En la mesa de los hijos
hizo a los pobres un sitio.
Guard memoria a sus muertos;
gast en los vivos su tiempo.
Sirvi, consol, dio fuerzas;
guard para s sus penas.
Visti el dolor de plegaria;
la soledad, de esperanza.
Y Dios la cubri de gloria
como de un velo de bodas.
La mujer fuerte
puso en Dios su esperanza:
Dios la sostiene. Amn.
SALMODIA
Antfona 1: Despierta tu poder, Seor, y ven a salvarnos.
Salmo 79
Ven, Seor, a visitar tu via
Ven, Seor Jess. (Ap 22,20)
Pastor de Israel, escucha,
t que guas a Jos como a un rebao;
t que te sientas sobre querubines, resplandece
ante Efran, Benjamn y Manass;
despierta tu poder y ven a salvarnos.
Oh Dios, resturanos,
que brille tu rostro y nos salve.
Seor, Dios de los ejrcitos,
hasta cundo estars airado
mientras tu pueblo te suplica?
Les diste a comer llanto,
a beber lgrimas a tragos;
nos entregaste a las contiendas de nuestros vecinos,
nuestros enemigos se burlan de nosotros.
Dios de los ejrcitos, resturanos,
que brille tu rostro y nos salve.
Sacaste una vid de Egipto,
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;
le preparaste el terreno, y ech races
hasta llenar el pas;
su sombra cubra las montaas,
y sus pmpanos, los cedros altsimos;
extendi sus sarmientos hasta el mar,
y sus brotes hasta el Gran Ro.
Por qu has derribado su cerca
para que la saqueen los viandantes,
la pisoteen los jabales
y se la coman las alimaas?
Dios de los ejrcitos, vulvete:
mira desde el cielo, fjate,
ven a visitar tu via,
la cepa que tu diestra plant,
y que t hiciste vigorosa.
La han talado y le han prendido fuego;
con un bramido hazlos perecer.
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que t fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre.
Seor, Dios de los ejrcitos, resturanos,
que brille tu rostro y nos salve.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona 1: Despierta tu poder, Seor, y ven a salvarnos.
Antfona 2: Anunciad a toda la tierra que el Seor hizo proezas.
Cntico, Is 12,1-6
Accin de gracias del pueblo salvado
El que tenga sed, que venga a m,
y que beba. (Jn 7,37)
Te doy gracias, Seor,
porque estabas airado contra m,
pero ha cesado tu ira
y me has consolado.
l es mi Dios y Salvador:
confiar y no temer,
porque mi fuerza y mi poder es el Seor,
l fue mi salvacin.
Y sacaris aguas con gozo
de las fuentes de la salvacin.
Aquel da diris:
Dad gracias al Seor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazaas,
proclamad que su nombre es excelso.
Taed para el Seor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sin:
Qu grande es en medio de ti
el Santo de Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona 2: Anunciad a toda la tierra que el Seor hizo proezas.
Antfona 3: Aclamad a Dios, nuestra fuerza.+
Salmo 80
Solemne renovacin de la alianza
Que ninguno de vosotros tenga
un corazn malo e incrdulo. (Hb 3,12)
Aclamad a Dios, nuestra fuerza;
+ dad vtores al Dios de Jacob:
acompaad, tocad los panderos,
las ctaras templadas y las arpas;
tocad la trompeta por la luna nueva,
por la luna llena, que es nuestra fiesta.
Porque es una ley de Israel,
un precepto del Dios de Jacob,
una norma establecida para Jos
al salir de Egipto.
Oigo un lenguaje desconocido:
Retir sus hombros de la carga,
y sus manos dejaron la espuerta.
Clamaste en la afliccin, y te libr,
te respond oculto entre los truenos,
te puse a prueba junto a la fuente de Merib.
Escucha, pueblo mo, doy testimonio contra ti;
ojal me escuchases, Israel!
No tendrs un dios extrao,
no adorars un dios extranjero;
yo soy el Seor, Dios tuyo,
que te saqu del pas de Egipto;
abre la boca que te la llene.
Pero mi pueblo no escuch mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregu a su corazn obstinado,
para que anduviesen segn sus antojos.
Ojal me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillara a sus enemigos
y volvera mi mano contra sus adversarios;
los que aborrecen al Seor te adularan,
y su suerte quedara fijada;
te alimentara con flor de harina,
te saciara con miel silvestre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona 3: Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
LECTURA BREVE
Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar
vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; ste es
vuestro culto razonable. Y no os ajustis a este mundo, sino
transformaos por la renovacin de la mente, para que sepis
discernir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo
perfecto. (Rm 12, 1-2)
RESPONSORIO BREVE
V/. Dios la socorre al despuntar la aurora.
R/. Dios la socorre al despuntar la aurora.
V/. Teniendo a Dios en medio, no vacila.
R/. Al despuntar la aurora.
V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo.
R/. Dios la socorre al despuntar la aurora.
Benedictus, ant.: Os digo que, si no volvis a ser como nios, no
entraris en el reino de los cielos.
Benedictus, Lc 1, 68-79
El Mesas y su precursor
Bendito sea el Seor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitndonos una fuerza de salvacin
en la casa de David, su siervo,
segn lo haba predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvacin que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que jur a nuestro padre Abrahn.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros das.
Y a ti, nio, te llamarn profeta del Altsimo,
porque irs delante del Seor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvacin,
el perdn de sus pecados.
Por la entraable misericordia de nuestro Dios,
nos visitar el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Benedictus, ant.: Os digo que, si no volvis a ser como nios, no
entraris en el reino de los cielos.
PRECES
Unidos, hermanos, a las mujeres santas, aclamemos a nuestro
Salvador, y supliqumosle, diciendo:
Ven, Seor Jess.
Seor Jess, que perdonaste a la mujer pecadora sus muchos
pecados, porque tena mucho amor,
perdnanos tambin a nosotros, pues hemos pecado mucho.
Seor Jess, a quien servan en el camino las piadosas mujeres,
concdenos que sigamos tus pasos.
Seor Jess, Maestro bueno, a quien Mara escuchaba y Marta
serva,
concdenos servirte siempre con fe y amor.
Seor Jess, que llamaste hermano, hermana y madre a todos los
que cumplen tu voluntad,
haz que todos nosotros la cumplamos siempre de palabra y obra.
Con la misma confianza que tienen los hijos con sus padres,
acudamos nosotros a nuestro Dios, dicindole:
Padre nuestro, que ests en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hgase tu voluntad en la tierra como en
el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da;
perdona nuestras ofensas,
como tambin nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentacin,
y lbranos del mal.
Oracin
Oh Dios, que has preparado tu reino para los humildes y los
sencillos, concdenos la gracia de seguir confiadamente el camino
de santa Teresa del Nio Jess, para que nos sea revelada, por su
intercesin, tu gloria eterna.
Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
R/. Amn.
CONCLUSIN
Por ministro ordenado:
V/. El Seor est con vosotros.
R/. Y con tu espritu.
V/. La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodie vuestros
corazones y vuestros pensamientos en el conocimiento y el amor de
Dios y de su Hijo Jesucristo, nuestro Seor.
R/. Amn.
V/. Y la bendicin de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espritu
Santo, descienda sobre vosotros.
R/. Amn.
Si se despide a la asamblea, se aade:
V/. Podis ir en paz.
R/. Demos gracias a Dios.
Si no es ministro ordenado y en la recitacin individual:
V/. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la
vida eterna.
R/. Amn.
Antfona 1: Despierta tu poder, Seor, y ven a salvarnos.
Salmo 79
Ven, Seor, a visitar tu via
Ven, Seor Jess. (Ap 22,20)
Pastor de Israel, escucha,
t que guas a Jos como a un rebao;
t que te sientas sobre querubines, resplandece
ante Efran, Benjamn y Manass;
despierta tu poder y ven a salvarnos.
Oh Dios, resturanos,
que brille tu rostro y nos salve.
Seor, Dios de los ejrcitos,
hasta cundo estars airado
mientras tu pueblo te suplica?
Les diste a comer llanto,
a beber lgrimas a tragos;
nos entregaste a las contiendas de nuestros vecinos,
nuestros enemigos se burlan de nosotros.
Dios de los ejrcitos, resturanos,
que brille tu rostro y nos salve.
Sacaste una vid de Egipto,
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;
le preparaste el terreno, y ech races
hasta llenar el pas;
su sombra cubra las montaas,
y sus pmpanos, los cedros altsimos;
extendi sus sarmientos hasta el mar,
y sus brotes hasta el Gran Ro.
Por qu has derribado su cerca
para que la saqueen los viandantes,
la pisoteen los jabales
y se la coman las alimaas?
Dios de los ejrcitos, vulvete:
mira desde el cielo, fjate,
ven a visitar tu via,
la cepa que tu diestra plant,
y que t hiciste vigorosa.
La han talado y le han prendido fuego;
con un bramido hazlos perecer.
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que t fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre.
Seor, Dios de los ejrcitos, resturanos,
que brille tu rostro y nos salve.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona 1: Despierta tu poder, Seor, y ven a salvarnos.
Antfona 2: Anunciad a toda la tierra que el Seor hizo proezas.
Cntico, Is 12,1-6
Accin de gracias del pueblo salvado
El que tenga sed, que venga a m,
y que beba. (Jn 7,37)
Te doy gracias, Seor,
porque estabas airado contra m,
pero ha cesado tu ira
y me has consolado.
l es mi Dios y Salvador:
confiar y no temer,
porque mi fuerza y mi poder es el Seor,
l fue mi salvacin.
Y sacaris aguas con gozo
de las fuentes de la salvacin.
Aquel da diris:
Dad gracias al Seor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazaas,
proclamad que su nombre es excelso.
Taed para el Seor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sin:
Qu grande es en medio de ti
el Santo de Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona 2: Anunciad a toda la tierra que el Seor hizo proezas.
Antfona 3: Aclamad a Dios, nuestra fuerza.+
Salmo 80
Solemne renovacin de la alianza
Que ninguno de vosotros tenga
un corazn malo e incrdulo. (Hb 3,12)
Aclamad a Dios, nuestra fuerza;
+ dad vtores al Dios de Jacob:
acompaad, tocad los panderos,
las ctaras templadas y las arpas;
tocad la trompeta por la luna nueva,
por la luna llena, que es nuestra fiesta.
Porque es una ley de Israel,
un precepto del Dios de Jacob,
una norma establecida para Jos
al salir de Egipto.
Oigo un lenguaje desconocido:
Retir sus hombros de la carga,
y sus manos dejaron la espuerta.
Clamaste en la afliccin, y te libr,
te respond oculto entre los truenos,
te puse a prueba junto a la fuente de Merib.
Escucha, pueblo mo, doy testimonio contra ti;
ojal me escuchases, Israel!
No tendrs un dios extrao,
no adorars un dios extranjero;
yo soy el Seor, Dios tuyo,
que te saqu del pas de Egipto;
abre la boca que te la llene.
Pero mi pueblo no escuch mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregu a su corazn obstinado,
para que anduviesen segn sus antojos.
Ojal me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillara a sus enemigos
y volvera mi mano contra sus adversarios;
los que aborrecen al Seor te adularan,
y su suerte quedara fijada;
te alimentara con flor de harina,
te saciara con miel silvestre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona 3: Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Vsperas
(del comn de santas mujeres)
V/. Dios mo, ven en mi auxilio.
R/. Seor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya.
HIMNO
Finsimo fue el lino con que ella
fue tejiendo, a lo largo de su vida,
esa historia de amor que la hace bella
a los ojos de Dios y bendecida.
Supo trenzar con tino los amores
del cielo y de la tierra, y santamente
hizo altar del telar de sus labores,
oracin desgranada lentamente.
Flor virgen, florecida en amor santo,
llen el hogar de paz y joven vida,
su dulce fortaleza fue su encanto,
la fuerza de su amor la fe vivida.
Una escuela de fe fue su regazo.
Todos fueron dichosos a su vera,
su muerte en el Seor fue un tierno abrazo,
su vida ser eterna primavera. Amn.
SALMODIA
Antfona 1: Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvacin
hasta el fin de la tierra.
Salmo 71,1-11
Poder real del Mesas
Abriendo sus cofres, le ofrecieron
regalos: oro, incienso y mirra. (Mt 2,11)
Dios mo, confa tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que l defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre
y quebrante al explotador.
Que dure tanto como el sol,
como la luna, de edad en edad;
que baje como lluvia sobre el csped,
como llovizna que empapa la tierra.
Que en sus das florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Ro al confn de la tierra.
Que en su presencia se inclinen sus rivales;
que sus enemigos muerdan el polvo;
que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
que se postren ante l todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona 1: Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvacin
hasta el fin de la tierra.
Antfona 2: Socorrer el Seor a los hijos del pobre, rescatar sus
vidas de la violencia.
Salmo 71,12-20
l librar al pobre que clamaba,
al afligido que no tena protector;
+ l se apiadar del pobre y del indigente,
y salvar la vida de los pobres;
l rescatar sus vidas de la violencia,
su sangre ser preciosa a sus ojos.
Que viva y que le traigan el oro de Saba;
que recen por l continuamente
y lo bendigan todo el da.
Que haya trigo abundante en los campos,
y susurre en lo alto de los montes;
que den fruto como el Lbano,
y broten las espigas como hierba del campo.
Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que l sea la bendicin de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.
Bendito sea el Seor, Dios de Israel,
el nico que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
Amn, amn!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona 2: Socorrer el Seor a los hijos del pobre, rescatar sus
vidas de la violencia.
Antfona 3: Ahora se estableci la salud y el reinado de nuestro
Dios.
Cntico Ap 11, 17-18;12,10b-12a
El juicio de Dios
Gracias te damos, Seor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las gentes,
lleg tu clera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardn a tus siervos, los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeos y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableci la salud y el podero,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios da y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos,
y los que moris en sus tiendas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona 3: Ahora se estableci la salud y el reinado de nuestro
Dios.
LECTURA BREVE
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el
bien; a los que ha llamado conforme a su designio. A los que haba
escogido, Dios los predestin a ser imagen de su Hijo, para que l
fuera el primognito de muchos hermanos. A los que predestin, los
llam; a los que llam, los justific; a los que justific, los glorific.
(Rm 8, 28-30)
RESPONSORIO BREVE
V/. Dios la eligi y la predestin.
R/. Dios la eligi y la predestin.
V/. La hizo morar en su templo santo.
R/. Y la predestin.
V/. Gloria al Padre, al Hijo y al espritu Santo.
R/. Dios la eligi y la predestin.
Magnficat, ant.: Estad alegres y contentos, porque vuestros
nombres estn escritos en el cielo.
Magnficat, Lc 1, 46-55
Alegra del alma en el Seor
Proclama mi alma la grandeza del Seor,
se alegra mi espritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillacin de su esclava.
Desde ahora me felicitarn todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por m:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generacin en generacin.
l hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazn,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordndose de la misericordia
como lo haba prometido a nuestros padres
en favor de Abrahn y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Magnficat, ant.: Estad alegres y contentos, porque vuestros
nombres estn escritos en el cielo.
PRECES
Supliquemos a Dios en bien de su Iglesia, por intercesin de las
santas mujeres, y digmosle:
Acurdate, Seor, de tu Iglesia.
Por intercesin de las mrtires, que con la fuerza del espritu
superaron la muerte del cuerpo,
concede, Seor, a tu Iglesia ser fuerte en la tentacin.
Por intercesin de las esposas, que por medio del santo matrimonio
crecieron en la gracia,
concede, Seor, a tu Iglesia la fecundidad apostlica.
Por intercesin de las viudas, que por la hospitalidad y la oracin
superaron su soledad y se santificaron,
concede, Seor, a tu Iglesia que muestre al mundo el misterio de
tu caridad.
Por intercesin de las madres, que engendraron sus hijos no solo
para la vida del mundo, sino tambin para el reino de los cielos,
concede, Seor, a tu Iglesia que transmita la vida del espritu y la
salvacin a todo el gnero humano.
Por intercesin de todas las santas mujeres, que han sido ya
admitidas a contemplar la belleza de tu rostro,
concede, Seor, a los difuntos de la Iglesia gozar tambin
eternamente de tu presencia.
Porque Jess ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso
nos atrevemos a decir:
Padre nuestro, que ests en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hgase tu voluntad en la tierra como en
el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da;
perdona nuestras ofensas,
como tambin nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentacin,
y lbranos del mal.
Oracin
Oh Dios, que has preparado tu reino para los humildes y los
sencillos, concdenos la gracia de seguir confiadamente el camino
de santa Teresa del Nio Jess, para que nos sea revelada, por su
intercesin, tu gloria eterna.
Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
R/. Amn.
CONCLUSIN
Por ministro ordenado:
V/. El Seor est con vosotros.
R/. Y con tu espritu.
V/. La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodie vuestros
corazones y vuestros pensamientos en el conocimiento y el amor de
Dios y de su Hijo Jesucristo, nuestro Seor.
R/. Amn.
V/. Y la bendicin de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espritu
Santo, descienda sobre vosotros.
R/. Amn.
Si se despide a la asamblea, se aade:
V/. Podis ir en paz.
R/. Demos gracias a Dios.
Si no es ministro ordenado y en la recitacin individual:
V/. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la
vida eterna.
R/. Amn.
Completas (Ju.)
V/. Dios mo, ven en mi auxilio.
R/. Seor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya.
EXAMEN DE CONCIENCIA
Hermanos: Llegados al fin de esta jornada que Dios nos ha
concedido, reconozcamos humildemente nuestros pecados.
Tras el silencio se contina con una de las siguientes frmulas:
1.-
Yo confieso ante Dios Todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisin.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa Mara, siempre Virgen,
a los ngeles, a los santos
y a vosotros, hermanos,
que intercedis por m ante Dios, nuestro
Seor.
2.-
3.-
V/. Seor, ten misericordia de nosotros.
R/. Porque hemos pecado contra ti.
V/. Mustranos, Seor, tu misericordia.
R/. Y danos tu salvacin.
V/. T que has sido enviado a sanar los corazones
afligidos:
Seor, ten piedad.
R/. Seor, ten piedad.
V/. T que has venido a llamar a los pecadores:
Cristo, ten piedad.
R/. Cristo, ten piedad.
V/. T que ests sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros: Seor, ten piedad.
R/. Seor, ten piedad.
Se concluye diciendo:
V/. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amn.
HIMNO
Como el nio que no sabe dormirse
sin cogerse a la mano de su madre,
as mi corazn viene a ponerse
sobre tus manos al caer la tarde.
Como el nio que sabe que alguien vela
su sueo de inocencia y esperanza,
as descansar mi alma segura,
sabiendo que eres t quien nos aguarda.
T endulzars mi ltima amargura,
t aliviars el ltimo cansancio,
t cuidars los sueos de la noche,
t borrars las huellas de mi llanto.
T nos dars maana nuevamente
la antorcha de la luz y la alegra,
y, por las horas que te traigo muertas,
t me dars una maana viva. Amn.
SALMODIA
Antfona: Mi carne descansa serena.
Salmo 15
El Seor es el lote de mi heredad
Dios resucit a Jess
rompiendo las ataduras de la muerte.
(Hch 2,24)
Protgeme, Dios mo, que me refugio en ti;
yo digo al Seor: T eres mi bien.
Los dioses y seores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas
de dioses extraos;
no derramar sus libaciones con mis manos,
ni tomar sus nombres en mis labios.
El Seor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte est en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendecir al Seor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Seor,
con l a mi derecha no vacilar.
Por eso se me alegra el corazn,
se gozan mis entraas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregars a la muerte,
ni dejars a tu fiel conocer la corrupcin.
Me ensears el sendero de la vida,
me saciars de gozo en tu presencia,
de alegra perpetua a tu derecha.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona: Mi carne descansa serena.
LECTURA BREVE
Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que
todo vuestro espritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche
hasta la venida de nuestro Seor Jesucristo. (1Ts 5,23)
RESPONSORIO BREVE
V/. A tus manos, Seor, encomiendo mi espritu.
R/. A tus manos, Seor, encomiendo mi espritu.
V/. T, el Dios leal, nos librars.
R/. Encomiendo mi espritu.
V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo.
R/. A tus manos, Seor, encomiendo mi espritu.
CNTICO EVANGLICO
Antfona: Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras
dormimos para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
Nunc dimittis, Lc 2, 29-32
Cristo, luz de las naciones y gloria de Israel
Ahora, Seor, segn tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador.
a quien has presentado ante todos los
pueblos:
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amn.
Antfona:
Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras
dormimos para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
V./ Oremos:
Oracin
Seor, Dios nuestro, concdenos un descanso tranquilo que
restaure nuestras fuerzas, desgastadas ahora por el trabajo del da;
as, fortalecidos con tu ayuda, te serviremos siempre con todo
nuestro cuerpo y nuestro espritu. Por Jesucristo, nuestro Seor.
R/. Amn.
El Seor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una
muerte santa.
Antfona final a la Santsima Virgen Mara
Salve, Reina de los cielos
y Seora de los ngeles;
salve, raz; salve, puerta,
que dio paso a nuestra luz.
Algrate, virgen gloriosa,
entre todas la ms bella;
salve, oh hermosa doncella,
ruega a Cristo por nosotros.