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Curso de Métodos de La Física Matemática Análisis Funcional. Notas Sobre Ecuaciones Integrales. Falomir, H. 2005

Este documento trata sobre ecuaciones integrales y operadores compactos. Explica que los autovalores de operadores completamente continuos forman una secuencia numerable que converge a cero. También analiza ecuaciones integrales de núcleo no simétrico y ecuaciones dependientes de un parámetro complejo.
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Curso de Métodos de La Física Matemática Análisis Funcional. Notas Sobre Ecuaciones Integrales. Falomir, H. 2005

Este documento trata sobre ecuaciones integrales y operadores compactos. Explica que los autovalores de operadores completamente continuos forman una secuencia numerable que converge a cero. También analiza ecuaciones integrales de núcleo no simétrico y ecuaciones dependientes de un parámetro complejo.
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CURSO DE METODOS

DE LA FISICA MATEMATICA

ANALISIS
FUNCIONAL

H. FALOMIR
DEPARTAMENTO DE F
ISICA
FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS - UNLP

NOTAS SOBRE ECUACIONES INTEGRALES

1.

Autovalores de operadores compactos

Sea A un operador completamente continuo definido sobre un espacio eucldeo


E. En particular, A es acotado, de modo que
(1.1)

k Ax kk A kk x k,

x E.

Como no estamos suponiendo que este operador sea simetrico, sus autovalores (si
existen) seran, en general, n
umeros complejos. Y los autovectores correspondientes
a autovalores distintos no seran, en general, ortogonales entre s.
Supongamos que F = {x1 , x2 , . . . , xk , . . . } E sea un conjunto de autovectores
linealmente independientes de A correspondientes a autovalores que en modulo
superan a un n
umero positivo ,
(1.2)

A x k = k xk ,

con k A k |k | > > 0 , k .

Mediante el proceso usual de ortonormalizacion de una secuencia podemos generar el conjunto ortonormal {e1 , e2 , . . . , ek , . . . }, donde
(1.3)

ek =

k
X

akj xj ,

con ek xl , para l < k .

j=1

Actualizado el 1 de octubre de 2005.


1

H. Falomir

En esas condiciones, A ek puede escribirse como la suma de dos vectores ortogonales entre s,
(1.4)

A ek =

k
X

akj j xj = k ek +

j=1

k1
X

akj (j k ) xj ,

j=1

lo mismo que la diferencia


(1.5)

A ek A el = k ek +

( k1
X

akj (j k ) xj

j=1

l
X

)
alj j xj

j=1

si l < k. Entonces,
k A e k A el k 2 =
(1.6)

P
2
Pl

= k k ek k2 + k1
a
(

)
x

x
j
k
j
j=1 kj
j=1 lj j j
k k ek k2 = | k |2 > 2 > 0 .

Por lo tanto, el conjunto {A e1 , A e2 , . . . , A ek , . . . } no contiene ninguna secuencia


de Cauchy. Entonces, como A es compacto, F debe ser un conjunto con un n
umero
finito de elementos.
En consecuencia, los autovalores no nulos de un operador completamente continuo forman en el plano complejo, a lo sumo, una secuencia numerable que converge
al origen. Ademas, la multiplicidad de cualquier autovalor no nulo es finita.

2.

cleo no sime
trico
Ecuaciones integrales de nu

Consideremos la ecuacion integral


Z b
(2.1)
(t)
K(t, s) (s) ds = f (t) ,
a

donde K(t, s) L2 (a, b) (a, b) y f (t) L2 (a, b) son funciones conocidas y


(t) L2 (a, b) es la incognita.
El n
ucleo de cuadrado sumable K(t, s) define un operador integral de Fredholm
completamente continuo,
Z
(2.2)

A (t) =

K(t, s) (s) ds ,
a

que, en general, sera no simetrico.

Ecuaciones Integrales

Como consecuencia del Teorema de Fubini (que autoriza a cambiar el orden


de integracion cuando una integral doble existe), el operador adjunto A resulta
definido como
(2.3)

A (t) =

K(s, t) (s) ds .

La ecuacion integral (2.1) puede ser escrita como


(2.4)

(t) A (t) = f (t) ,

mientras que el problema equivalente para el operador adjunto sera


(2.5)

(t) A (t) = g(t) ,

con g(t) L2 (a, b).


La existencia de soluciones no triviales para la problema adjunto homogeneo (es
decir, la existencia de autovectores de A correspondientes al autovalor 1),
(2.6)

1 (t) A 1 (t) = 0(t) ,

condiciona la existencia de soluciones para la ec. (2.4). En efecto, el producto


escalar de 1 (t) por ambos miembros de (2.4) da lugar a la ecuacion

(2.7)
(1 , f ) = 1 , I A = I A 1 , = (0, ) = 0 ,
que es una contradiccion a menos que la inhomogeneidad f (t) sea ortogonal al
subespacio caracterstico de A correspondiente al autovalor 1 (subespacio de dimension finita, dado que A es compacto). Si ese no es el caso, no existen soluciones
para la ecuacion (2.4).
Por otra parte, la existencia de soluciones no triviales para la ecuacion homogenea
(2.8)

1 (t) A 1 (t) = 0(t)

(es decir, la existencia de autovectores del operador A correspondientes al autovalor 1, los que tambien forman un subespacio de dimension finita dado que A es
compacto) implica que, de existir una solucion para la ec. (2.4), ella no sea u
nica.
En efecto, en ese caso tambien tenemos que

(2.9)
I A (t) + 1 (t) = f (t) .
Puede demostrarse el siguiente teorema:
on homogenea (2.8). Dos casos son posibles:
Teorema 2.1. Consideremos la ecuaci
I) esa ecuaci
on tiene solucion u
nica, 1 (t) = 0(t),

H. Falomir

II) o bien tiene una solucion no trivial 1 (t) 6= 0(t).


En

el

caso

I)

la

ecuaci
on

inhomogenea

(2.4)

tiene

solucion

u
nica

f (t) L2 (a, b), lo mismo que la ec. (2.5) g(t) L2 (a, b).
En el caso II), las ecuaciones homogeneas (2.8) y (2.6) tienen el mismo n
umero
finito n de soluciones linealmente independientes. La ecuaci
on imhomogenea (2.4)
tiene solucion si y solo si f (t) es ortogonal a las n soluciones linealmente independientes de (2.6), y en ese caso no es u
nica, sino que esta definida a menos de una
solucion arbitraria de (2.8). (Evidentemente, algo similar vale para la ec. (2.5).)
Para el caso de n
ucleos degenerados la demostracion es inmediata, puesto que
los operadores A y A aplican todo L2 (a, b) en subespacios de dimension finita,
y el problema se reduce a mostrar la existencia de soluciones para un sistema de
ecuaciones algebraicas.
N
ucleos de cuadrado sumable arbitrarios pueden ser aproximados en la metrica

de L2 (a, b) (a, b) por las sumas parciales de sus series de Fourier respecto de
alg
un sistema ortonormal y completo de funciones. La continuidad completa de
estos operadores permite establecer el resultado tambien en este caso (ver, por
ejemplo, The Theory of Linear Spaces, G. Ye. Shilov).
De este teorema se deduce el siguiente corolario:
Corolario 2.2. (de la alternativa de Fredholm) Si A es un operador integral de
Fredholm de n
ucleo de cuadrado sumable, entonces se tiene una de las siguientes
dos posibilidades excluyentes:
I) la ecuaci
on (t) A (t) = f (t) tiene una solucion f (t) L2 (a, b) (en
cuyo caso la solucion es u
nica),
on homogenea 1 (t) A 1 (t) = 0(t) tiene una solucion no
II) o bien la ecuaci
trivial.
3.

metro complejo
Ecuaciones integrales dependientes de un para

Consideremos una familia de ecuaciones integrales que incluyan un parametro


complejo multiplicando al n
ucleo de cuadrado sumable K(t, s),
Z b

(3.1)
(t)
K(t, s) (s) ds = I A (t) = f (t) .
a

Por el corolario de la alternativa de Fredholm sabemos que, para cada C,


puede darse solo una de las siguientes dos posibilidades:
I) la ecuacion (3.1) tiene una solucion f (t) L2 (a, b) (en cuyo caso es u
nica),

Ecuaciones Integrales

II) o bien la ecuacion homogenea

(3.2)
I A 1 (t) = 0(t)
tiene una solucion no trivial, que corresponde a un autovector del operador A con
autovalor 1/,
(3.3)

A 1 (t) =

1
1 (t) .

En el primer caso, es un valor regular de la ecuacion (3.1), mientras que en


el segundo caso se dice que es un valor singular de esa ecuacion.
Ya sabemos que los autovalores no nulos de un operador completamente continuo
forman, a lo sumo, una secuencia numerable que converge al origen del plano
complejo, y que esta contenida en un crculo de radio k A k. Si A es un operador
integral de Fredholm de n
ucleo de cuadrado sumable, tenemos ademas que k A k
k K(t, s) k = K.
En consecuencia, los valores singulares de la ecuacion (3.1) forman, a lo sumo,
una secuencia numerable que diverge al infinito y esta contenida en el exterior de
un crculo de radio (/K), con 0 < < 1. En particular, existe un entorno de
= 0 libre de valores singulares.
Ejemplo:
Consideremos el n
ucleo
(3.4)

K(t, s) =

sin(t) cos(s) ,

t s,

cos(t) sin(s) ,

t s,

con 0 t, s , cuya norma es K = k K(t, s) k = /2, y la ecuacion integral


Z b
(3.5)
(t)
K(t, s) (s) ds = f (t) .
a

Para determinar sus valores singulares tengamos en cuenta que este n


ucleo es
simetrico y continuo, satisface la ecuacion diferencial
(3.6)

t2 K(t, s) = K(t, s) ,

para t 6= s ,

tambien las condiciones de contorno K(0, s) = 0, t K(, s) = 0, y su derivada


primera respecto de t tiene una discontinuidad en t = s de altura

(3.7)
t K(t, s)t=s+ t K(t, s)t=s = sin2 (s) cos2 (s) = 1 .
Ademas, el Wroskiano W [sin(t), cos(t)] = 1.

H. Falomir

En esas condiciones, K(t, s) puede ser considerado como la funcion de Green del
operador de Sturm - Liouville definido como
L (t) = 00 (t) (t)

(3.8)

sobre el subespacio de las funciones dos veces diferenciables que satisfacen las
condiciones de contorno (0) = 0 y 0 () = 0.
Entonces, el operador integral A de n
ucleo K(t, s) tiene las mismas autofunciones
que el operador L, y los autovalores de este coinciden con los valores singulares de
la ecuacion integral (3.5):
L k (t) = k00 (t) k (t) = k k (t) ,
(3.9)
k (t) = sin

Notese que, k , | k |
crculo de radio <

3
4

k+
3
4

1
2

>


t ,
1
K

k (0) = 0 , k0 () = 0

2
con k = k + 12 1 , k = 0, 1, 2, . . .

= 2 , de modo que L es no singular, y existe un

en el plano complejo de la variable que no contiene valores

singulares.
Como A es simetrico y completamente continuo, tiene un conjunto ortonormal
y completo de autovectores, A ek (t) = k ek (t) , para k = 0, 1, 2, . . . , donde
(3.10)

1
ek (t) = sin (k + 1/2) t ,

con k =

1
1
=
.
2
1
k
k+ 2 1

Entonces,

(3.11)

I A (t) = f (t)

1
(1 k ) (ek , ) = (ek , f ) =

sin (k + 1/2) t f (t) dt .

Por lo tanto, para todo valor regular 6= k , k, la solucion de (3.5) existe y


es u
nica f (t) L2 (0, ), y esta dada por
(3.12)

X k (ek , f )
sin (k + 1/2) t ,
(t) = f (t) +
k=0 (1 k )

donde la serie en el segundo miembro converge absoluta y uniformemente (dado


que el n
ucleo K(t, s) satisface la condicion de Hilbert - Schmidt y la diferencia
((t) f (t)) Rank(A)). En particular, ((t) f (t)) es continua.
Si, por el contrario, coincide con un valor singular k0 , entonces la solucion no
existe a menos que f (t) ek0 (t), en cuyo caso no es u
nica. En efecto, si (ek0 , f ) = 0

Ecuaciones Integrales

entonces
(t) = f (t)+
(3.13)

X k (ek , f )
c

sin (k + 1/2) t + sin (k0 + 1/2) t ,


k6=k (1 k )

con c C arbitrario.

4.

Operador resolvente

Sea C un valor regular de la ecuacion

(4.1)
I A = f ,
donde A es un operador completamente continuo definido sobre un espacio de
Hilbert E. Entonces (4.1) tiene una solucion u
nica f E, de modo que existe
una correspondencia biunvoca entre la solucion y la inhomogeneidad f .

En esas condiciones existe el inverso de I A , y podemos expresar la solucion


de (4.1) como
(4.2)

= R f ,

1
donde R = I A
: E E,

llamado operador resolvente de A, esta definido sobre todo el espacio de Hilbert


y su rango es Rank (A) = E.
El operador R es evidentemente lineal, dado que la ecuacion (4.1) es lineal. En

efecto, si I A 1,2 = f1,2 entonces la solucion de

(4.3)
I A = f1 + f 2
esta dada por
(4.4)

R ( f1 + f2 ) = = 1 + 2 = R f1 + R f2 .

Mostraremos que el operador R es tambien acotado.


Para ello supongamos que R , que solo existe para valores regulares de , sea
no acotado. En ese caso es posible seleccionar una secuencia de vectores unitarios
{fk E , k N} tales que las correspondientes soluciones de (4.1), k = R fk ,
tengan normas k k k cuando k .
Dada la linealidad de la ec. (4.1), para los vectores unitarios ek = k / k k k
tenemos
(4.5)

ek = gk + A ek ,

donde, por construccion, gk = fk / k k k 0 cuando k .

H. Falomir

Como A es completamente continuo, el conjunto {A ek , k N} contiene una


secuencia fundamental. Descartando los vectores ek cuyas imagenes no pertenezcan
a esa secuencia, podemos suponer que {A ek , k N} es una secuencia convergente
en el espacio de Hilbert E.
En esas condiciones, la secuencia {ek , k N} es convergente en E: existe un
vector no nulo e E tal que
(4.6)

e = lm ek ,
k

con k e k = lm k ek k = 1 .
k

Como A es continuo,
(4.7)

e = lm {gk + A ek } = 0 + A e 6= 0 .
k

Pero esto indicara que es un valor singular, en contradiccion con la hipotesis de


la existencia de R . Por lo tanto, R es necesariamente un operador acotado.
n de R en un entorno del origen
Construccio

5.

Dado que existe un entorno del origen en el plano complejo de la variable que
no contiene valores singulares, el operador resolvente existe para valores de | |
suficientemente peque
nos. En lo que sigue daremos una expresion explcita para
R en esa region.
Consideremos el operador (no lineal) definido sobre E por la relacion
(5.1)

B = A + f ,

y evaluemos la distancia entre las imagenes de dos vectores arbitrarios , E,


(5.2)

k B B k = k A ( ) k | |k A k k k .

Tomando C tal que


(5.3)

| |k A k < 1

obtenemos que
(5.4)

k B B k k k<k k .

Un operador B con estas propiedades se dice contractivo.


Mostraremos que todo operador contractivo tiene un u
nico punto fijo, es decir,
un u
nico vector E que satisface que
(5.5)

B = .

Ecuaciones Integrales

En nuestro caso, este vector correspondera a la u


nica solucion de la ec. (4.1) para
una inhomogeneidad f ,
(5.6)

= B = A + f .

Partiendo de un vector arbitrario 0 E, formemos la secuencia


(5.7)

0 , 1 = B 0 , 2 = B 1 = B 2 0 , . . . , k = B k1 = B k 0 , . . .

Veremos que esta es una secuencia de Cauchy.


Para ello, primero tomemos la distancia entre dos elementos consecutivos,
k k+1 k k = k B k B k1 k k k k1 k
(5.8)
2 k k1 k2 k k k 1 0 k ,
de donde se deduce que
k k+l k k
k k+l k+l1 k + k k+l1 k+l2 k + + k k+1 k k
(5.9)

k+l1 + k+l2 + + k k 1 0 k =

l1
X

j=0

k
k 1 0 k .
k 1 0 k <
1

Por lo tanto,
(5.10)

lm k k+l k k = 0 ,

l.

Como E es un espacio completo, existe el lmite de esta secuencia,


(5.11)

= lm k .
k

Y como B es contractivo, este vector es un punto fijo de B. En efecto,


(5.12)

k B k+1 k = k B B k k k k k 0

cuando k , de modo que, por la unicidad del lmite en E, tenemos


(5.13)

B = lm k = .
k

Para ver que este punto fijo es u


nico, supongamos que existe otro vector E
que satisface B = . Entonces, si k k 6= 0,
(5.14)

k k=k B B k k k 1,

10

H. Falomir

en contradiccion con la eleccion de , ec. (5.3). Por lo tanto, = .


Finalmente, se
nalemos que esta construccion nos permite aproximar la solucion
de la ec. (4.1) en el sentido de la distancia en el espacio E. En efecto, tomando
el lmite para l en la ecuacion (5.9) obtenemos para la distancia entre la
solucion y el k-esimo elemento de la secuencia (5.7)
(5.15)

k k k

k
k B 0 0 k .
1

La solucion de la ecuacion (4.1) corresponde al u


nico punto fijo del operador
contractivo B, que se obtiene como el lmite de la secuencia (5.7) cualquiera que
sea el vector inicial 0 que se emplee para generarla.
Si se elige 0 = 0, entonces
1 = f ,
2 = A f + f ,
..
.
P
l l
k = k1
l=0 A f ,
..
.,

(5.16)

de modo que la solucion de (4.1) para f E arbitraria corresponde al lmite de la


serie
(5.17)

(
k Ak f = lm

k=0

k
X

! )
l Al

l=0

cuya convergencia esta garantizada para


(5.18)

| |

,
kAk

con 0 < < 1 .

De esta expresion surge que, en un entorno del origen del plano complejo , el
operador resolvente es el lmite de una serie de operadores,
(5.19)

R =

X
k=0

A = lm

k
X

l A l ,

l=0

serie que converge en el sentido de la norma y que coincide con el desarrollo formal

1
en serie de potencias de .
de I A

Ecuaciones Integrales

11

Para verificar la convergencia de esta serie debemos considerar la distancia que


media entre R y una suma parcial en el espacio normado de los operadores acotados. Para ello, tengamos en cuenta que para todo vector unitario f E es


Pk

R l=0 l Al f = k k+1 k
(5.20)

k+1
k+1
k f k=
,
1
1

donde es la solucion de (4.1) correspondiente a una inhomogeneidad f , k+1 es


la (k + 1)-esima aproximacion a esa solucion, y donde hemos empleado la cota
establecida en la ec. (5.15). Entonces,

Pk

R l=0 l Al =
(5.21)
= sup

f E


k+1

R Pk l Al f
0
kf k =1
l=0
1

cuando k , dado que < 1.

Podemos verificar que la serie en (5.19) converge efectivamente al inverso de

I A teniendo en cuenta que


!
! k1
k1
X

X
l Al I A =
l Al =
I A
l=0

l=0

(5.22)

= I k A k I
cuando k , dado que k Ak O. En efecto,
(5.23)

k k Ak k | |k k A k k Ak1 k | |k k A kk k 0

cuando k , pues 0 < < 1.


6.

n analtica de R
Extensio

El operador resolvente existe en casi todo punto del plano complejo de la variable
. Es u
nicamente para los valores singulares de , que forman (a lo sumo) una
secuencia numerable que diverge al infinito, que R no esta definido.
En la Seccion anterior hemos mostrado que la condicion | | k A k < 1
es suficiente para que R pueda representarse como el lmite (en el sentido de
la distancia en el espacio de Banach de los operadores acotados) de una serie
de potencias en la variable . En esas condiciones, se puede decir que R es una
funci
on analtica de la variable (a valores operadores) en un entorno del origen.

12

H. Falomir

Mostraremos que R es una funcion analtica de en un entorno de todo valor


regular.
Sea 0 un valor regular de un operador completamente continuo A. Entonces,

1
R0 = I 0 A
existe y es un operador acotado. Ademas, como los valores
singulares de A son puntos aislados, existe todo un entorno de 0 libre de ellos.
Podemos entonces considerar el operador resolvente en un punto proximo de
0 ,

1
1
R = I A
= I 0 A ( 0 ) A
=
(6.1)

1
= R0 I ( 0 ) AR0
= R0
( 0 )k (AR0 )k ,
k=0

donde la serie en el miembro de la derecha converge en el sentido de la norma de


los operadores para
(6.2)

| 0 | k AR0 k < 1 .

Tengase en cuenta que AR0 es completamente continuo, dado que R0 es acotado


y A es compacto. En consecuencia, valen para esta serie todas las consideraciones
hechas en la Seccion anterior acerca de la convergencia del desarrollo del operador
resolvente en un entorno del origen.
Por lo tanto, R existe como una funcion analtica de la variable (que toma
valores que son operadores sobre E) en toda una region abierta del plano complejo,
la que solo excluye a los valores singulares de A (puntos aislados que corresponden
a las inversas de los autovalores de A).
En particular, si R es conocido en cierta region abierta del plano complejo,
este operador puede ser prolongado analticamente desde all, evitando los puntos
singulares.
Tambien puede probarse facilmente que el operador resolvente tomado para
distintos valores regulares conmuta.
En efecto, para , valores regulares de A compacto podemos escribir que

R R = R I A R R I A R =
(6.3)
= ( )R R .
Entonces, si 6= ,
(6.4)

R R =

R R
= R R .

Ecuaciones Integrales

7.

13

Resolvente de operadores integrales

Consideremos un operador integral de Fredholm de n


ucleo de cuadrado sumable,
Z b
(7.1)
A (t) =
K(t, s) (s) ds ,
a

con
(7.2)

Z bZ

|K(t, s)|2 dt ds < .

K = k K(t, s) k =
a

Dado que A es completamente continuo, y su norma


(7.3)

k A k K ,

sabemos que el operador resolvente R es el lmite de una serie de potencias en


de la forma
(7.4)

R = I +

k A k ,

k=1

convergente (en el sentido de la norma de los operadores acotados) en el crculo


|| /K, con 0 < < 1.
Mostraremos que en este caso el operador resolvente toma la forma
(7.5)

R = I + ,

donde es un operador integral de Fredholm de n


ucleo de cuadrado sumable,
que depende del parametro .
Dado que R en (7.4) esta expresado en terminos de potencias del operador A,
primero debemos estudiar la composicion de operadores integrales.
Para ello, consideremos un segundo operador de Fredholm
Z b
(7.6)
B (t) =
L(t, s) (s) ds ,
a

con
(7.7)

Z bZ

L = k L(t, s) k =
a

|L(t, s)|2 dt ds < .

Su composicion con A es, por definicion,


nR
o
Rb
b
AB (t) = a K(t, s) a L(s, r) (r) dr ds =
(7.8)
=

R b nR b
a

o
K(t, s) L(s, r) ds (r) dr ,

14

H. Falomir

donde el cambio en el orden de las integrales esta justificado por el Teorema de


Fubini, dado que todas las funciones que all aparecen son de cuadrado sumable y
la integral doble existe.
En consecuencia, AB es tambien un operador integral cuyo n
ucleo es
Z b
(7.9)
M (t, r) =
K(t, s) L(s, r) ds .
a

Como K(t, s) y L(s, r) son funciones de cuadrado sumable de la variable s (para


casi todos los valores de t y de r), el n
ucleo M (t, r) puede ser interpretado como
el producto escalar

M (t, r) = K(t, s) , L(s, r) .

(7.10)

Por aplicacion de la desigualdad de Cauchy - Schwarz, esto permite escribir


|M (t, r)|2 k(t)2 l(r)2 ,

(7.11)
donde
(7.12)

Rb
Rb
2
2
2
2

k(t) = a |K(t, s)| ds a k(t) dt = K ,

Rb
|L(s, r)|2 ds a l(r)2 dr = L2 .

Por lo tanto, M (t, r) L2 (a, b) (a, b) , y su norma


Z bZ b
2
|M (t, r)|2 dt dr K 2 L2 M K L .
(7.13)
M =
l(r)2 =

Rb
a

Este resultado permite concluir que las potencias enteras positivas de un operador integral de Fredholm de n
ucleo de cuadrado sumable son tambien operadores
integrales de Fredholm,
(7.14)

A (t) =

Kk (t, s) (s) ds ,
a

cuyos n
ucleos, llamados n
ucleos iterados, se obtienen recursivamente de la relacion
Z b
(7.15)
Kk+1 (t, s) =
K(t, r) Kk (r, s) dr , K1 (t, s) = K(t, s) ,
a

son de cuadrado sumable, y su norma satisface


(7.16)

Kk = k Kk (t, s) k K k Kk1 (t, s) k K k .

En esas condiciones, cada suma parcial de la serie en el miembro de la derecha


de la ec. (7.4) corresponde a un operador integral de Fredholm,
Z b
n
X
k k
(7.17)
S,n f (t) =
A f (t) =
Sn (t, s; ) f (s) ds ,
k=1

Ecuaciones Integrales

15

cuyo n
ucleo (de cuadrado sumable) esta dado por la suma
(7.18)

Sn (t, s; ) =

n
X

k Kk (t, s) L2 (a, b) (a, b) .

k=1

Ahora bien, la secuencia formada por los n


ucleos Sn (t, s; ) es fundamental en

L2 (a, b) (a, b) . En efecto,

n+m

k Kk (t, s)
k Sn+m (t, s; ) Sn (t, s; ) k =

k=n+1

(7.19)
n+m
X

n+m
X

| | k Kk (t, s) k

k=n+1

n+m
X

|| K

k=n+1

k <

k=n+1

n+1
0
1

cuando n , m.
Por lo tanto, existe el lmite de la serie

k Kk (t, s) L2 (a, b) (a, b) ,


(7.20)
(t, s; ) =
k=1

que es ademas una funcion analtica de la variable en un entorno del origen.


Esta funcion de cuadrado sumable permite definir un nuevo operador integral
de Fredholm,
(7.21)

(t, s; ) f (s) ds ,

f (t) :=
a

que resulta ser el lmite de la serie

X
(7.22)
=
k Ak = lm S,n .
n

k=1

En efecto, dado que tanto como S,n son operadores integrales de Fredholm,
tambien lo es su diferencia, S,n . Y como la norma de tales operadores esta acotada por la norma de sus n
ucleos, tenemos que
(7.23)

k S,n k k (t, s; ) Sn (t, s; ) k 0

cuando n .

En consecuencia, la solucion de una ecuacion integral de la forma


Z b
(7.24)
(t)
K(t, s) (s) ds = f (t) ,
a

donde K(t, s) y f (t) son funciones de cuadrado sumable dadas, y C satisface


| | K < 1, puede escribirse como
Z
(7.25)

(t) = R f (t) = f (t) +

(t, s; ) f (s) ds ,
a

16

H. Falomir

donde (t, s; ) L2 (a, b) (a, b) es una funcion analtica de que corresponde


al lmite de la serie de n
ucleos iterados, ec. (7.20).
Si la serie de n
ucleos iterados puede ser sumada a una funcion
(t, s; ), holomorfa en un crculo | | K < 1, esta ha de admitir una
prolongacion analtica (que es u
nica) a todo el plano complejo de la variable ,
la que solo presentara singularidades aisladas en los valores singulares del n
ucleo
K(t, s).
Ejemplo:
Consideremos el n
ucleo K(t, s) = et+s , con 0 t, s 1. Entonces,
Z
2

(7.26)

K =k e

t+s

k =

e
0

2(t+s)

dt ds =

e2 1
2

2
,

y los n
ucleos iterados son
K2 (t, s) =

R1

K3 (t, s) =

(7.27)

Kk (t, s) =

R1

R1
0

et+r K2 (r, s) dr =
..
.

et+r Kk1 (r, s) dr =


..
.

Por lo tanto, para | | K = | |


(7.28)

(t, s; ) =

et+r er+s dr =

Kk (t, s) =

e2 1
2

e2 1
2

e2 1
2

et+s ,
2

et+s ,

k1

et+s ,

< 1, tenemos

k=1

k=1

e2 1
2

e2 1
2

k1
e

t+s

et+s
2 .
=
1 e 21

La suma de esta serie es una funcion analtica de que admite una extension
meromorfa al plano complejo, la que presenta como u
nica singularidad un polo
simple en =

2
.
e2 1

De ese modo, el operador integral de n


ucleo et+s tiene un

u
nico valor singular en ese punto.
Eso se explica por el hecho de que este operador integral aplica todo L2 (0, 1)
en el subespacio unidimensional generado por la funcion (t) = et , de modo que
todo autovector correspondiente a un autovalor no nulo debe ser proporcional a
esa funcion,
Z
(7.29)

Ae =

e
0

t+s s

e ds =

e2 1
2

e =

e2 1
2

Ecuaciones Integrales

En esas condiciones, si 6=

2
e2 1

la ecuacion integral
Z

(7.30)

17

(t)

et+s (s) ds = f (t)

tiene solucion u
nica f (t) L2 (0, 1), la que esta dada por
Z 1

e2 1
(t) = f (t) +
et+s f (s) ds =
1 2
0
(7.31)
Z 1

et
= f (t) +
es f (s) ds .
(1 ) k et k2 0
2
,
e2 1

Si, por el contrario, =

entonces la ecuacion integral solo tiene solucion

si f (t) e , en cuyo caso no es u


nica,
(t) = f (t) + c et ,

(7.32)

cC

(donde hemos tenido en cuenta las propiedades de los n


ucleos simetricos - ver
Notas sobre Espacios Eucldeos, ec. (25.12)). En efecto,
Z 1

2 et
t
es {f (s) + c es } ds =
f (t) + c e 2
e 1 0
(7.33)
= f (t) + c et c et = f (t) .

La condicion | | K < 1 ha sido obtenida como una condicion suficiente


para la convergencia de la serie de n
ucleos iterados, pero hay situaciones en las
que su radio de convergencia es mayor. Y all donde la serie (7.20) converge, ella
se suma al n
ucleo (t, s; ).
Un ejemplo de esta situacion corresponde al caso en que alg
un n
ucleo iterado
se anule identicamente, Kn+1 (t, s) 0, lo que hace que todos los que le siguen
tambien sean nulos, Kk (t, s) 0 , k > n. En esas condiciones, la serie en la ec.
(7.20) se reduce a un polinomio de grado n en ,
(7.34)

(t, s; ) =

n
X

k Kk (t, s) ,

k=1

que es una funci


on entera (analtica en todo el plano complejo). En tal caso, el
operador integral de n
ucleo K(t, s) no tiene valores singulares.
Ejemplo:

18

H. Falomir

Esa situacion ocurre, en particular, para n


ucleos degenerados de la forma
(7.35)

K(t, s) =

n
X

pk (t) qk (s) ,

con pk (t) ql (t) , k, l = 1, . . . , n .

k=1

En este caso, K2 (t, s) 0, de modo que (t, s; ) = K(t, s).


Ese es el caso de
(7.36)

K(t, s) = sin(t 2s) = sin(t) cos(2s) cos(t) sin(2s) .

Evidentemente,

(7.37)

K2 (t, s) =

sin(t 2r) sin(r 2s) dr = 0 ,

de modo que
(7.38)

(t, s; ) = sin(t 2s) ,

y la ecuacion integral
(7.39)

C,

sin(t 2s) (s) ds = f (t) ,

(t)

tiene solucion u
nica f (t) L2 (a, b), dada por
Z
(7.40)
(t) = f (t) +
sin(t 2s) f (s) ds .

La serie para (t, s; ) tambien converge C si las normas de los n


ucleos
iterados estan acotadas por constantes de la forma
(7.41)
En este caso,

k Kk (t, s) k c

Mk
.
k!

n+m
n+m
X

k
Kk (t, s)
| |k k Kk (t, s) k

k=n+1

k=n+1

(7.42)
c

n+m
X

| |k M k
0 cuando n , m N .
k!
k=n+1

Entonces, la serie de n
ucleos iterados
(7.43)

(t, s; ) =

k Kk (t, s) ,

k=1

converge en L2 (a, b) para todo complejo , y un n


ucleo con esas propiedades no
tiene valores singulares.

Ecuaciones Integrales

19

Esa situacion se presenta, en particular, en el caso de operadores integrales


de Volterra de n
ucleo acotado,
Z
(7.44)

A (t) =

K(t, s) (s) ds ,

| K(t, s) | M .

Se trata de un caso particular de operadores de Fredholm para los cuales el n


ucleo
K(t, s) = 0 para s t.
Consideremos el segundo n
ucleo iterado,
Z
(7.45)

Z t

K(t, r) K(r, s) dr ,

K2 (t, s) =

K(t, r) K(r, s) dr =
a

t > s,

0,

t s,

que es tambien un n
ucleo de Volterra acotado,
Z
(7.46)

| K2 (t, s) |

| K(t, r) K(r, s) | dr M 2 (t s) M 2 (b a) .

Para el tercer n
ucleo iterado tenemos
Z
(7.47)

Z t

K(t, r) K2 (r, s) dr ,

K3 (t, s) =

K(t, r) K2 (r, s) dr =
a

0,

t s,

que es tambien un n
ucleo de Volterra acotado por
Z

| K3 (t, s) |

| K(t, r) K2 (r, s) | dr
s

(7.48)

M 3 (r s) dr M 3

(t s)2
(b a)2
M2
.
2!
2!

En general, tenemos
Z

Kk (t, s) =

K(t, r) Kk1 (r, s) dr =


a

Z t

K(t, r) Kk1 (r, s) dr ,

(7.49)
=

0,

t s,

t > s,

t > s,

20

H. Falomir

que es tambien un n
ucleo de Volterra cuyo modulo esta acotado por
Z t
| Kk (t, s) |
| K(t, r) Kk1 (r, s) | dr
s

(7.50)

k1
k1
(r s)k2
k (t s)
k (b a)
M
dr M
M
.
(k 2)!
(k 1)!
(k 1)!
k

En esas condiciones,

M k1 (b a)k1
k Kk (t, s) k M (b a)
,
(k 1)!

(7.51)

y la resolvente existe en todo el plano complejo.


El hecho de que los n
ucleos iterados esten uniformemente acotados (ver ec.
(7.50)) hace que la serie para (t, s; ) sea uniformemente convergente para a
t, s b y para tomando valores en cualquier region acotada del plano complejo,
| | ,
(7.52)

| Kk (t, s) |

| |k M k

k=1

k=1

(b a)k1
( M ) e M (ba) .
(k 1)!

Esto implica, en particular, que (t, s; ) = 0 para t s, de modo que =


R I es tambien un operador integral de Volterra.
Por lo tanto, la ecuacion integral
Z t
K(t, s) (s) ds = f (t) ,
(7.53)
(t)

con | K(t, s) | M ,

tiene solucion u
nica f (t) L2 (a, b) y C, la que esta dada por
Z t
(7.54)
(t) = f (t) +
(t, s; ) f (s) ds .
a

Ecuaciones Integrales

21

Ejemplo:
Consideremos el n
ucleo de Volterra
(
(7.55)

K(t, s) =

2 s2

et

0,

t > s,

t s,

donde a t, s b. Entonces,
Z t
2
2
2
2
2
2

et r er s dr = (t s) et s ,

s
(7.56)
K2 (t, s) =

0, t s,

(7.57)

t > s,

Z t
(t s)2 t2 s2

t2 r2
r2 s2

e
(r s) e
dr =
e
,

2!
s
K3 (t, s) =

0, t s,

t > s,

y en general

(7.58)

Z t
k2
(t s)k1 t2 s2

t2 r2 (r s)
r2 s2

e
e
dr
=
e
, t > s,

(k 2)!
(k 1)!
s
Kk (t, s) =

0, t s.

En esas condiciones,
(t, s; ) =

k Kk (t, s) =

k=1

(7.59)
=


X (t s)k1 2 2

2
2

k
et s = e (ts) et s ,

(k 1)!
k=1

0,

t > s,

t s,

donde la serie converge C.


8.

todo de los determinantes de Fredholm


Me

En el caso general, la serie de los n


ucleos iterados, ec. (7.20), tiene un radio de
convergencia finito, fuera del cual solo es posible obtener el n
ucleo (t, s; ) por
prolongacion analtica de la suma de la serie en un entorno del origen.
En lo que sigue se presenta sin demostracion una formula debida a Fredholm,
que da una expresion para el n
ucleo (t, s; ) para todo valor regular C. Esta

22

H. Falomir

formula fue demostrada primero por Fredholm para el caso de n


ucleos K(t, s) continuos y acotados (ver, por ejemplo, Methods of Mathematical Physics, R. Courant
y D. Hilbert.), y luego extendida al caso de n
ucleos de cuadrado sumable arbitrarios (ver, por ejemplo, Mathematical Analysis, G. Ye. Shilov, y las referencias
all citadas).
Definamos
(8.1)

C0 := 1 ,

B0 (t, s) := K(t, s) ,

e introduzcamos las relaciones de recurrencia


Z b
Cn :=
Bn1 (s, s) ds ,
a

(8.2)

Bn (t, s) := Cn K(t, s) n

K(t, r) Bn1 (r, s) dr .


a

Es facil ver que


Bn (t, s) =

(8.3)

K(t, s) K(t, s1 )

Z b
Z b
K(s1 , s) K(s1 , s1 )

=
...
..
..

a
a
.
.

K(sn , s) K(sn , s1 )

K(t, sn )

. . . K(s1 , sn )
ds1 . . . dsn ,
..

...
.

. . . K(sn , sn )
...

lo que le da su nombre al metodo.


Con estos coeficientes se definen las series de potencias
(8.4)

D(t, s; ) := K(t, s) +

X
(1)n
n=1

n!

Bn (t, s) n

y
(8.5)

D() := 1 +

X
(1)n
n=1

n!

Cn n ,

que convergen en todo el plano complejo de la variable , sumandose a las funciones


enteras D(t, s; ), llamada menor de Fredholm, y D(), llamada determinante
de Fredholm.
En esas condiciones, los ceros de D() coinciden con los valores singulares del
n
ucleo K(t, s), y el n
ucleo del operador integral = R I esta dado por el
cociente
(8.6)

(t, s; ) =

D(t, s; )
.
D()

Ecuaciones Integrales

23

Entonces, para todo valor regular (para el cual D() 6= 0) y f (t) L2 (a, b),
la ecuacion integral
Z
(8.7)

(t)

K(t, s) (s) ds = f (t)


a

tiene una u
nica solucion que puede ser expresada como
Z b
D(t, s; )
(8.8)
(t) = f (t) +
f (s) ds .
D()
a
Ejemplo:
Son raras aquellas situaciones en las que es posible sumar explcitamente las
series (8.4) y (8.5). Un ejemplo corresponde al caso en que uno de los n
ucleos
Bn (t, s) se anula identicamente, lo que hace que esas series se reduzcan a sumas
finitas.
Tomemos el n
ucleo degenerado K(t, s) = t es , con 0 t, s 1. Tenemos que
Z 1
(8.9)
C1 =
s es ds = 1 ,
0

y
Z

(8.10)

B1 (t, s) = t e

t er r es dr = t es t es = 0 ,

de modo que Cn = 0 y Bn (t, s) 0 para n 2.


Por lo tanto,

D(t, s; ) = t e ,
(8.11)

D() = 1 ,

lo que implica que el n


ucleo K(t, s) = t es tiene un u
nico valor singular en = 11.
Para el n
ucleo (t, s; ) tenemos
(8.12)

(t, s; ) =

t es
,
1

para 6= 1 .

Bibliografa:
1En

efecto, por tratarse de un operador integral de n


ucleo degenerado que proyecta todo el

espacio L2 (0, 1) en un subespacio unidimensional, vemos que todo autovector correspondiente


a un autovalor no nulo es proporcional a e(t) = t. Y teniendo en cuenta la integral en (8.9),
concluimos que el autovalor correspondiente es = 1.

24

H. Falomir

The Theory of Linear Spaces, G. Ye. Shilov.


Mathematical Analysis, G. Ye. Shilov.
Elementos de la Teora de Funciones y del An
alisis Funcional, A.N. Kolmogorov y S.V. Fomin
Ecuaciones Integrales, M. Krasnov, A. Kiseliov, G. Macarenko.
Methods of Mathematical Physics, R. Courant y D. Hilbert.
Methods of Modern Mathematical Physics, M. Reed y B. Simon.

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