MEMORIA HISTORICA
Colombia ha sufrido durante los ltimos 60 aos una gran oleada de
violencia intensa, en el marco de un conflicto armado interno que ha
tratado de ser conciliado y acabado mediante diversas estrategias
planteadas por el gobierno en turno.
Sin embargo, a pesar de la pluralidad de soluciones que se han
planteado, ninguna de ellas se ha hecho efectiva hasta el momento y,
por el contrario, ha desatado nuevas cadenas de violencia, dejando en la
impunidad muchos de los delitos cometidos por los actores del conflicto,
y dejando a sus vctimas a la deriva.
En 2005, no obstante, entr en vigor la ley 975, o Ley de Justicia y Paz,
que pretende generar un espacio de transicin hacia la paz en Colombia
y que involucra a todos los grupos armados organizados al margen de la
ley que quieran someterse a ella; as como tambin tiene en cuenta a
las vctimas, sus necesidades y derechos.
La Ley de Justicia y Paz, as como garantiza una serie de beneficios a los
miembros de los grupos armados organizados al margen de la ley que se
sometan a ella, tambin vela porque los derechos de las vctimas a la
verdad, a la justicia y a la reparacin se hagan efectivos.
El proceso transicional (en todas sus formas) que est viviendo Colombia
actualmente es considerado, en teora, como uno de los procesos ms
ntegros en materia de justicia transicional, principalmente, por el papel
que tanto vctimas como victimarios juegan en l. La ley, al
contemplar los derechos de verdad, justicia y reparacin, est realizando
un esfuerzo por reivindicar a las vctimas en el marco del conflicto
armado, y a la sociedad colombiana en general.
Durante el proceso de esclarecimiento de la verdad acerca de los hechos
ocurridos en situaciones de guerra como masacres, desplazamientos,
asesinatos, secuestros, o delitos de lesa humanidad en general, se est
llevando a cabo un proceso de reconstruccin del pasado vivido y
experimentado por los actores del conflicto, pero que no debe ser ajeno
al resto de la sociedad colombiana, como hasta ahora lo ha sido.
Esta reconstruccin del pasado es considerada como la base para la
construccin de la memoria colectiva de un pas, una sociedad, o un
grupo social, que a diferencia de la historia pretende, al ser recordada,
reavivar los sentimientos y experiencias de una fecha conmemorativa
del conflicto armado, de un grupo social determinado o de una persona.
La creacin y permanencia en el tiempo de esta memoria permite a una
sociedad o grupo tener conocimiento de s mismos, de su historia y sus
representaciones; en un intento por mostrar que el pasado permanece, a
pesar de que la historia sigue su rumbo.
Aunque vctimas y victimarios sean protagonistas de su propia historia o
memoria personal, son de gran importancia para la construccin de la
memoria histrica debido a que son ellos tambin sus protagonistas y
autores.
La memoria colectiva o histrica es producto de un proceso colectivo, de
la creacin de un lenguaje y significacin comn a los miembros de una
sociedad de forma tal que, cuando vuelvan al pasado, lo hagan de forma
combinada, dotndose a s mismos de un sentido compartido de ciertos
eventos que, poco a poco, se van constituyendo como parte
fundamental de su identidad.
Uno de los elementos que, quiz, han contribuido a la indiferencia con
respecto al conflicto armado interno colombiano, hace referencia a la
falta de memoria, y de memoria histrica.
Han pasado ms de 60 aos, en los cuales los crmenes de lesa
humanidad, y crmenes en contra de la poblacin y actores del conflicto,
se hacen cada vez ms numerosos, recurrentes y escalofriantes.
Mientras tanto, la indiferencia ante ellos se va incrementando de igual
manera.
Probablemente, las masacres de El Salado, Mapiripn, Bojay o Jamund,
entre otras, y el desplazamiento de Mampujn y otras miles de
poblaciones colombianas ya se hayan olvidado por la mayora de la
poblacin e incluso por el Estado colombiano, a excepcin, claro est, de
aquellas personas que vivieron y sobrevivieron a ellas.
La evocacin de la representacin de estos hechos no debe
corresponder, nica y exclusivamente, a las vctimas, ni a los
victimarios; es un derecho de todos los colombianos a conocer la verdad
de lo ocurrido, como un garante de la no repeticin de los hechos.
Y an ms que garantizar la no repeticin de los hechos, pues eso solo
depende principalmente de los exactores del conflicto, garantiza el
derecho a la verdad, especialmente por parte de las vctimas,
convirtindose as en una herramienta para establecer parmetros de
reparacin que efectivamente coincidan con la realidad vivida y los
daos ocasionados.
Las vctimas son, sin lugar a duda, uno de los elementos ms
importantes para la construccin de memoria colectiva, ya que se trata
de la historia vista desde sus protagonistas. Sin embargo, en este punto
es importante resaltar el conflicto sobre la privacidad e intimidad de las
vctimas, de sus testimonios y vivencias.
Algunos de ellos simplemente quieren olvidar todas aquellas situaciones
de tortura que tuvieron que vivir, ignorarlas y seguir adelante. Otros, por
su parte, prefieren el olvido activo: optan por afrontar y elaborar la
experiencia vivida de forma colectiva, reconocer los hechos y mostrarlos
ante los dems para compartirlos y hacerlos parte de todos.
Esta ltima opcin elegida por algunas vctimas constituira el ideal para
iniciar el proceso de construccin de memoria histrica, ya que el deber
de la memoria es el de ser un imperativo pblico, que logre manifestarse
en polticas de Estado que garanticen la vigencia conmemorativa de
vinculacin colectiva.
Sin embargo, la construccin de la memoria histrica implica ciertas
dificultades. Por ello es necesario respetar las decisiones de las vctimas
de compartir o no sus experiencias, y de hacer pblicos o no, o
annimos o no sus testimonios y documentos que verifiquen los hechos.
Por otra parte, hacer general la memoria histrica es una tarea difcil de
realizar, pues debe hacerse llegar a toda la poblacin colombiana, sin
importar su gnero, edad, raza o cultura; pero puede realizarse de
acuerdo con las diferentes generaciones:
1. Primera generacin, que comprenda los adultos mayores, quienes
tienen una mayor conciencia acerca del conflicto armado, ya sea por
experiencia propia o un acercamiento a l. Esta primera generacin
puede acercase a la memoria histrica mediante estrategias light como
propagandas, monumentos, eventos, recordatorios y objetos que ayuden
a recordar.
2. Segunda generacin, que comprenda los nios y jvenes en edad
escolar y universitaria, y que puedan acercarse a la memoria histrica
gracias a la educacin.
3. Tercera generacin, que comprenda los adultos entre 35 y 55 o 60
aos, a quienes difcilmente se podr acercar haciendo uso de la
educacin o estrategias light. Por lo que la herramienta por utilizar con
este grupo de personas consiste en la sensibilizacin, ya que no han sido
personas cercanas al conflicto, sino que han vivido constantemente en l
y, por lo tanto, su esperanza de superarlo es mnima.
Sin lugar a duda, Colombia no es el nico pas que ha vivido y vive en
conflicto armado interno. Existen sociedades que han logrado superar
sus conflictos y han llevado a cabo procesos de transicin exitosos o tal
vez ejemplares, como la mayora de las dictaduras de Amrica Latina,
especialmente, Argentina y Chile, o pases con conflictos internos muy
fuertes como Sudfrica o Alemania, de quienes se pueden adquirir las
buenas experiencias de los procesos transicionales y evitar al mximo
los errores cometidos en ellas.
Para lograr la construccin de memoria histrica en Colombia es de gran
utilidad la experiencia vivida en otros pases como Argentina, Brasil o
Chile, con un proceso de construccin de memoria no perfecto ni
completo, pero s mucho ms avanzado y consciente de la importancia y
necesidad de hacer y preservar la memoria. Pases que pueden aportar
ideas, experiencias y errores pero, sobre todo, para promover el hecho
de manifestar aquellas historias que se estn dejando en el olvido.
Y aunque es difcil cumplir la tarea de construir memoria histrica,
considero que la coyuntura actual facilita un poco las circunstancias para
su creacin. No obstante, es importante que, una vez formada, la
memoria histrica perdure a travs del tiempo, tarea que comprende
otra serie de estrategias y herramientas diferentes.
El pasado, nos recuerda Halbwachs, se actualiza desde el presente y en
este encuentra sus principios de seleccin, descripcin e interpretacin.
Es decir que son las necesidades, los miedos y anhelos de una sociedad
las contingencias contemporneas los que reconfiguran y reformulan
constantemente su memoria histrica