0% encontró este documento útil (0 votos)
340 vistas21 páginas

Lectura 2 Iniciacion A La Arquitectura 1-Naturaleza-De-la-Arquitectura

Iniciacion a La Arquitectura 1-Naturaleza-De-la-Arquitectura
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
340 vistas21 páginas

Lectura 2 Iniciacion A La Arquitectura 1-Naturaleza-De-la-Arquitectura

Iniciacion a La Arquitectura 1-Naturaleza-De-la-Arquitectura
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 21
ate Alfonso Mufioz Cosme Det eee Ce Pecans 4 INICIACION a la arquitectura ee RRS eC OR aera Estudios Alfonso Mufioz Cosme Universitarios de Arquitectura 4 INICIACION a la arquitectura Edicién 2011 La carrera y el ejercicio de la profesién adaptada a la Declaracién de Bolonia Prdlogo Josep Maria Montaner Edicion Jorge Sainz Editorial Reverté Sobre esta edicién E] autor ha actualizado la informacién relativa a la implamtacién del Espacio Europco de Educacién Superior (Proceso de Bolonia), asi como las encuestas sobre el mundo universicario y profesional, Para esta edicidn se han modificado varios capitulos y se han aftadido los tieulados cr’, ‘La clase de Proyectos’ y “Aurobiogratia de un edificio’. Este volumen es una edicién actualizada y ampliada de: Arguitecto Coleccién ‘Profesiones con futuro’ Grijalbo, Barcelona, 1995. © Alfonso Mutioz Cosme, 1995, 2000, 2004, 2007, 2011. [email protected] Primera edicién con este titulo: Maires / Celeste, Madrid, 2000. Esta edicién: © Editorial Reverté, 5.A., Barcelona 1: 2004 + 2": 2007 + 3"! 2011 Isan: 978-84-2912205-3 ‘Cualquier forma de reproduccién, distribucién, comunicacién piblica 0 transformacién de esta obra solo puede reatizarse con la autorizacién de sus ticulates, salvo las excepciones previstas por la Ley 23/2006 de Propiedad. Intelectual, y en concreto por su articulo 32, sobre ‘Cita eilustracion de la ensefanza’. Los permisos para fotocopiar o escanear algrin fragmento de esta ‘obra pueden obtenerse en Cepro (Centro Espaiiol de Derechos Reprogeaficos, wwwicedro.ore). Eprontat REVERTE, S.A. Calle Loreto 13-15, local B - 08029 Barcelona Tal: (#34) 93 449 5536~ Fa: (+34) 93.419 5189 Correo E: [email protected] Internet: www.reverte.com Impreso en Espaiia « Printed in Spain Depésito Legal: SE sor1-2011 - Impresién: Publidisa, Sevilla #1365 Registro bibliogsico N° depésito legal: SE sorr-20r1 ISBN: 978-84-291-2205+5, Cov: 72531548, ‘Autor personal: Muioz Cosme, Alfonso (1957-) Titulo: Iniciactow a la arquitectura : la carrera y el ejercicio de la profesién 1 Alfonso Muiioz Cosme ; prdlogo, Josep Maria Moncaner ; edicion, Jorge Sainz Faicion: 3° ed. act. y um. Publicacién: Barcelona : Reverté, 2011 Descripeidn fisica: 196 p. + il; 24 em Titulo de serie: (Estudios Universitarios de Aequitectura ; 4} Bibliografia: Bibliografia: p. [187]-196 Encabezamiento materia: Arquitectura ~ Orientacion profesional Introduccion Este libro va dirigido a los jévenes que se disponen a iniciar los estudios universitarios de Arquitectura y se interrogan sobre el contenido de la carrera y la naturaleza de la profesin. Para ellos se expone de manera sencilla en qué consiste la formacién del ar- quitecto y el trabajo que realizaran tras abandonar la universidad. Quizas estas lineas supongan su primer contacto con unas disci- plinas y unos métodos de trabajo que seran sus compaiieros para toda la vida. Pero el contenido del libro puede también ayudar y ofrecer in- formacién a todas aquellas personas que estudian, enisefian, tra- bajan o investigan sobre la arquitectura. En estas paginas encon- traran respuestas a algunos interrogantes o simplemente una forma distinta de ver las cosas. Finalmente este libro puede también servir a quienes, sin ser profesionales en la materia ni tener intencién de llegar a serlo, sienten curiosidad por la arquitectura como expresién cultural, como funcién social 0 como técnica constructiva: en definitiva, como una de las més evidentes formas en que una civilizacién se manifiesta. El libro contiene doce capitulos en los que se expone, entre otras cosas, el concepto de arquitectura, su ensefianza, algunos momentos en la carrera de una estudiante, los estudios en el ex- tranjero, el entorno laboral del arquitecto, el inicio del ejercicio profesional, los campos de actividad, una visi6n del trabajo coti- diano y finalmente el futuro de la profesion. El volumen se cierra con unos textos hist6ricos sobre la arquitectura, su ensefianza y su ejercicio profesional, y una sucinta bibliografia. En esta nueva edicién se ha incorporado un capitulo sobre la universidad, su historia, su funcién y su situacién en Espafia, asi como los cambios que implica la creacién del Espacio Europeo de Educacién Superior o ‘proceso de Bolonia’. También se ha afia- dido un capitulo sobre la asignatura de Proyectos, a la que el es- tudiante destinara gran parte de su tiempo y de su esfuerzo a lo largo de la carrera. Otra novedad es un capitulo sobre la historia de un edificio contada por él mismo en primera persona, que per- mite contemplar la limitada y cambiante vida de las obras de los arquitectos. Al inicio de cada capitulo hay frases sobre la arquitectura y el trabajo de los arquitectos, extraidas de textos cldsicos para nues- 4 INICIACION A LA ARQUITECTURA tra profesién. A través de ellas el lector puede acercarse a lo que muchas otras personas pensaron sobre eso que llamamos ‘arqui- tectura’. Algunos dibujos de arquitectos ilustran los capitulos y muestran al lector la forma de ver y crear la arquitectura que tu- ieron los grandes maestros de la profesi6n. La primera versién de este libro aparecié con el titulo Argui- tecto en una serie que la editorial Grijalbo publicé para orientar a los estudiantes que debian elegir carrera. La buena acogida que tuvo y el hecho de que se utilizase en la asignatura ‘Introduccion a la arquitectura’, de la Escuela de Arquitectura de Madrid, me impulsaron a ampliarlo y actualizarlo en una nueva edicién. Las sucesivas aportaciones y actualizaciones en las nuevas edi- ciones, asi como las sugerencias de los estudiantes, han ido am- pliando y enriqueciendo el texto. Ahora cuando llega esta nueva edicién, la quinta en su conjunto- se ha convertido ya en un punto de referencia para el estudiante de arquitectura. Desearia que este libro fuera un primer rito de iniciacién, una rapida ex- periencia que abra nuevos horizontes y un pequefio instrumento para comenzar a trazar el propio camino del conocimiento. Parte | La formacion del arquitecto Capitulo 1 Naturaleza de la arquitectura La arquitectura es una concepcin amplia, porque abarca todo el ambiente de ta vida humana; no podemos sustraernos a la arqui- tectura, ya que formamos parte de la civilizacién, pues representa el conjunto de las modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades hu- ‘manas, exceptuando s6lo el puro desierto. William Morris, ‘The Prospects of Architecture in Civilization’, 1881. La arquitectura es todo cuanto os rodea. Vuestra vida se desarro- Ila en unas estancias, dentro de unos edificios, por calles y plazas, en jardines, en parques 0 en medio del campo. Todos estos luga- res son el resultado de una accidn del hombre sobre su entorno, todos son territorios de encuentro entre ¢l pensamiento humano y la naturaleza, todos son arquitectura. Unicamente en pleno desierto no hay arquitectura. Pero in- cluso alli, si existe una mirada humana para contemplarlo ¢ in- terpretarlo, con ella comienza a surgir la arquitectura. En el ori- gen, esta disciplina debié nacer con el primer hombre. Ese mono desnudo ¢ inteligente interpuso dos pieles entre su cuerpo inde- fenso y las inclemencias del tiempo. Una fue el vestido. La otra piel artificial que cobija y a la ver expresa, como un atuendo ri- gido, es lo que llamamos ‘arquitectura’. ‘Alli donde esté el hombre existe arquitectura, puesto que ésta no es sino la forma en la que aquél interviene sobre la naturaleza para hacerla habitable. Esta alteracién, esta humanizacion del en- torno, es consustancial al ser humano, pero la forma en la que se realiza y los resultados que se obtienen han variado mucho a lo largo de la historia. Estamos continuamente contemplando, utilizando y sirvién- donos de la arquitectura, por lo que ésta deberia ser una cons- tante preocupacién para nosotros. Pero no siempre es asi. Las vi viendas en las que vivimos, los espacios de nuestras ciudades y los lugares de trabajo nos resultan con frecuencia incémodos, mal iluminados y poco atractivos; y sin embargo, no es una preocu- pacién comtin mejorarlos en lo posible. Walter Gropius, famoso arquitecto aleman y director de la Bauhaus, expresaba de esta forma el contraste entre la idea de ar~ quitectura y la realidad de nuestras ciudades: 18 INICIACION A LA ARQUITECTURA ¢Qué es la arquitectura? La expresién cristalina de los mas nobles pensamientos del hombre, de su ardor, su humanidad, su fe, su religién. Esto es lo que fue una vez! Pero gcudntos de quienes viven en nuestro tiempo, condenados al pragmatismo comprenden todavia su naturaleza totalizadora y espiritual? ;Caminamos por nuestras calles y ciudades y no gritamos de vergiienza ante tales desiertos de fealdad! Seamos completamente claros: esos remiendos sin espiritu, grises y vacios en que vivimos, serén para la posteridad la evidencia vergonzosa de la infinita decadencia espiritual de nuestra generacién, que olvid6 el grande, tinico arte: la arquitectura.' Una sociedad se manifiesta en los objetos que fabrica, en el arte que produce, en el pensamiento que comunica, pero también se expresa en sus ciudades y sus edificios. En ellos podemos leer los intereses, los sueiios y los anhelos de una civilizacién. Ser arquitecto es tomar parte en esa empresa interminable de creacién colectiva que es la ciudad y el territorio de nuestra civi- lizacion. Una ciudad y un territorio que se encuentran en cons- tante evolucién, en un cambio continuo en el que cada generacion aporta elementos nuevos y una forma distinta de contemplarlos. Ser arquitecto es interesarse por ese espacio que existe entre el hombre y las cosas, entre la sociedad y sus escenarios, entre lo hu- mano y Io natural, entre nuestra mente y el universo. ‘Crear el universo Llamaré arquitecto a aquel que sepa imaginar las cosas con razo- nes ciertas y maravillosas, y dentro de la regla, tanto con la mente como con el dnimo; asi como llevar a cabo en su obra todas estas cosas, las cuales, mediante movimiento de masas, conjuncién y acumulacién de cuerpos, se pueden adaptar con gran dignidad al uso de los hombres. ¥ para poder hacer esto es necesario que po- sea conocimiento de las cosas mejores y excelentes. Leon Battista Avert, De re aedificatoria, 1485 Acaba de comenzar la clase de Proyectos. Me reiino con una vein- rena de alumnos en toro a un gran tablero, como tenemos por costumbre al inicio de cada sesién de trabajo. Son las doce y me- dia de un frie dia de invierno, pero el sol entra por los amplios ventanales, lenando de luz el aula. Propongo una pregunta: ¢Qué es para vosotros la arquitectura? Un alumno me responde que es una funcién social, algo reali- zado por y para una comunidad de personas. Una compafiera 1. Waleer Gropiusy ‘Folle to de a Fxposicida de arqui rectos desconocidos’, Berlin 1919. Recogido en Ulrich Conrad, Programas y mani= fiestos dela arguitectura del siglo 10 (Barcelona: Lumen, 1973) NATURALEZA DE LA ARQUITECTURA 19 Dios Padre, Gran Arquitecto del Universo. Miniatura de wa Biblia francesa del siglo xin. piensa que es ante todo una actividad préctica, un arte funcional. Un tercero confiesa que lo que le fascina de la arquitectura es su componente técnico, su cualidad de labor constructiva. Algiin integrante de nuestro grupo opina que la arquitectura es una proteccién, un resguardo frente a la naturaleza, otro que es la accién de instalar los decorados delante de los que transeurre nuestra vida, otro que hacer arquitectura es poner delimitaciones y barreras en el mundo. Posiblemente la arquitectura es todo eso y muchas cosas mas; porque, en el fondo, es un vehiculo de nuestros pensamientos e in- tuiciones, y segtin scan éstos, asi seré aquélla. La arquitectura puede ser la manifestacién de la creatividad de un pueblo o el sim bolo de su opresién, un puente entre las personas 0 una barrera, un mundo que nos abre horizontes 0 que nos aprisiona. A lo largo de la historia la arquitectura se ha visto con ojos muy distintos. Asi, en la cita inicial, Leon Battista Alberti, arqui- tecto renacentista y gran humanista, veia en la labor del arqui- tecto, como mente capaz de imaginar y construir, la mas evidente manifestacién de la raz6n y el sentimiento humanos, y uno de los pilares de la nueva cultura, ‘Atrds quedaban los tiempos en los que se otorgaba a Dios el ti- tulo de arquitecto de la creacién. En la Europa medieval la ar- quitectura era una creaci6n colectiva y anénima, inspirada por la voluntad divina, en la que el hombre participaba siempre en un papel secundario. 20 INICIACION A LA ARQUITECTURA Pero en el mundo moderno el arquitecto toma ese papel pro- tagonista de creador de un universo de formas, de organizador de las relaciones entre los hombres, de constructor de los escenarios cotidianos. Su labor se convierte en una continua lucha por me: jorar el entorno, por crear espacios que expresen y sirvan de una forma adecuada a la sociedad. Los arquitectos racionalistas del siglo xx sofiaron con un ar~ quitecto omnipotente que habria de disefiar «desde la cucharilla hasta el rascacielos», y con ello transformaria profundamente la sociedad («arquitectura 0 revolucién», postulaba Le Corbusier} La historia ha demostrado que los cambios sociales son mas com- plejos, pero nuestra cultura moderna esta contagiada de esa na- turaleza demitirgica del arquitecto. Hacer arquitectura es, cuando menos, contemplas, interpretar y ordenar un trozo del cosmos, en un proceso de asimilacién en- tre nuestra mente y nuestros sentimientos, de un lado, y la reali- dad sobre la que actuamos. Tras ese encuentro, el lugar ya no es el mismo, hay algo de nosotros en él. Pero nosotros también lle- vamos ya para siempre la huella de ese suelo, de ese proyecto, de esa arquitectura grabada en nuestro interior, El proyecto de arquitectura es un proceso en el que se realiza la fércil unién de una mente y un lugas, y de esa unién nace un ser que antes no existia. Hacer arquitectura es dejar las huellas de nuestro pensamiento, convertidas en construcciones, en el mundo. ‘Firmitas, utilitas, venustas? Todo edificio debe constar de tres cosas: Solidez, Comodidad y Belleza; circunstancias que le da la Arquitectura por medio de la Ordenacién y Disposicion de las partes que la componen, las que regla con aquella justa proporcion que piden el Decoro y Econo- mia, De aqui resulta que la arquitectura tiene ocho partes, que son Solidez, Comodidad, Beleza, Ordenacién, Disposicién, Pro- porcidn, Decoro y Economia. Claude Perrautt, Compendio de los diez libros de arquitectura de Vitruvio, 1674 Para Vitruvio -el tratadista romano cuyos escritos han legado hasta nosotros-la arquitectura debia contener tres cualidades: fir- mitas, utilitas y venustas, que en latin significan ‘solidez, utilidad y belleza’. Alberti prefirié llamar a estos atributos soliditas, com- moditas y voluptas, es decir, estabilidad, comodidad y deleite’; y en unos tiempos mas cercanos, Pier Luigi Nervi hablé de ‘estruc- tura, funcién y forma’. Estos principios genéricos de la arquitectura se encuentran siempre en cada hecho arquitectnico. La ‘solidez” es la relacion NATURALEZA DE LA ARQUITECTURA 24 , Trotedem, (Innsbruck, Adolf Opel, entre los materiales y los elementos constructivos que se encuen- tran en la obra y de éstos con el medio fisico. «Una arquitectura gue no ha nacido de un sistema de construccién no es mas que una moda», decia Auguste Perret. La ‘utilidad’ viene condicionada por la relacién entre una ar- quitectura y la actividad de los hombres que la habitan y se sirven de ella. Para Le Corbusier la casa era una «maquina de habitar». La arquitectura es asi un instrumento que el hombre utiliza para hacer més confortable su vida y para poder desarrollar toda su ac- tividad. La ‘belleza’ es ese amplio conjunto de sensaciones que las for- mas arquitect6nicas provocan en nuestro interior. La arquitec~ tura es también un vehiculo de comunicacién entre el que la crea y el que la usa 0 la contempla, Por supuesto tan s6lo algunos de Jos contenidos son conscientes en el que la ejecuta o en el que la observa, pero todos estan alli presentes, tan slo esperando la mi- rada que sepa descifrarlos. ‘Adolf Loos, el genial arquitecto vienés, pensaba que la arqui- tectura ha de «despertar emociones en el hombre: la tarea de la arquitectura consiste en precisar esas emociones. La habitacién ha de ser agradable, la casa ha de tener un aspecto acogedor. El tribunal de justicia ha de parecer como un gesto amenazador ante el vicio recéndito. El banco debe decir: aqui tu dinero esta bien guardado y seguro, en manos de gente honrada».* 22 INICIACION A LA ARQUITECTURA Pero la arquitectura es todo ello a la vez, es una creacién es- pacial y material en la que no se pueden separar los aspectos for- males de los funcionales y de los constructivos, Cuando pensa- mos en arquitectura, es la suma de estos aspectos lo que va tomando forma en nuestra mente, y en el proyecto todo ello con- fluye en un tnico hecho arquitecténico. El oficio de arquitecto La Arquitectura extiende sus conocimientos desde la mds riistica cabaiia hasta el més elevado Palacio de un Soberano; y en fin hasta la Casa del todo Poderoso; con todos los estados de los hombres, y las cosas que sirven a sus comodidades, y usos: por lo que pide en quien la profesa, una aprension perfecta de ideas para todas las diferentes disposiciones que deben hallarse en los Edifi- ios, segiin su destino y calidad: un conocimiento fisico de todas las situaciones, de los aires, a fin de dar a las habitaciones los si- tios mds saludables, y cémodos; todas las partes tedricas de la construccién, para librarse del engafio, y mala fe de obreros co- rrompidos: y finalmente todos los conocimientos pertenecientes a la hermosura, para no dar mds aun edificio, que la que convene. Diego de Vittanueva, Coleccion de diferentes papeles criticos sobre todas las partes de la arquitectura, 1766. Ser arquitecto es saber reconocer ¢ interpretar la realidad que nos rodea, pero también ser capaz de sofiar ¢ imaginar cosas que ain no existen. El arquitecto trabaja con la mirada, mediante la que percibe ¢ interpreta el trozo de mundo en el que est inmersos pero también’ utiliza la mano, para definir y dar forma a nuevos objetos, para cambiar su entorno, Ambos instrumentos, el ojo y la mano, estén unidos en un nico proceso mental que une lo exis- tente con lo sofiado. Conjugar estos dos mundos ~el de la realidad y el de la imagi- nacién-, tener los pies bien asentados en la tierra, conocer todas las limitaciones con las que nos movemos para ser capaces de su- perarlas y crear unas nuevas realidades que mejoren nuestro en- torno: esto es el oficio del arquitecto. El arquitecto parte en su trabajo de unas premisas iniciales: el lugar, el programa y el presupuesto, Estudiar el sitio es una de las claves del proyecto. El arquitecto necesita visitar a menudo el en- clave de su futuro edificio y ocupar numerosas horas con la pa- ciente contemplacién del lugar. El sitio es una topografia, un so- leamiento, un régimen de vientos, una pluviosidad, un terreno sobre el que se va a construir, un entorno rural o urbano, las edi- ficaciones que lo rodean, el paisaje, la vegetacidn, las tradiciones y la memoria colectiva. NATURALEZA DE LA ARQUITECTURA 23 Cristobal Pérez de Herrera, Oculi tui recta videant, 1678, El programa funcional viene dado normalmente con el en- cargo. Este programa a veces es convencional y otras veces muy especifico, en cuyo caso es necesario un detallado estudio previo del mismo. Ser capaz. de analizar y familiarizarse con las activi- dades humanas més dispares es una de las labores del arquitecto, que siempre ha de estar en actitud de aprender de quienes habi- tardn sus edificios. Saber cémo los van a utilizar, qué necesidades tendrén, qué flexibilidad ante los cambios hay que prever, son al- ¢gunos de los principios basicos del proyecto. Finalmente, el arquitecto parte de un presupuesto, de una li- mitacién econémica que no necesariamente significa una limita~ cién de su imaginacién ¢ inventiva. La buena arquitectura puede ser hecha con poco presupuesto o con mucho dinero, y tan per- judicial para una obra puede ser la escasez financiera como la ex- cesiva prodigalidad. Con estas bases, el arquitecto hace frente al proyecto. Para ello cuenta con aliados como la escala, la geometria y Ia historia. La escala es la relacién entre el hombre y su obra, que se manifiesta en un conjunto de medidas interrelacionadas. La geometria y la proporcién son instrumentos bisicos del discfio arquitecténico. ‘Al imaginar los nuevos seres que van comando forma en nuestra mente, casi slo tenemos como guia las relaciones geométricas, que son a la vez la manifestaci6n de una raz6n constructiva y compositiva. La historia nos permite conocer las soluciones que otros antes de nosotros han dado a problemas similares, y nos brinda todo un caudal de formas, de leyes de composicion y de 24 INICIACION A LA ARQUITE URA experiencia constructiva que hemos de saber valorar para utili- zarla no de una forma mimética, sino como una memoria colec- tiva de una empresa universal en la que también participamos y que hemos de conocer para innovar. Queréis ser arquitectos. Contdis con una gran ilusién y con vuestras aptitudes naturales, pero sois conscientes de que tenéis muchas cosas por aprender.

También podría gustarte