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Libreto Canciones Populares

Libreto de canciones populares españolas. La memoria de Lorca es el más rico tesoro de la canción popular andaluza. Él ha recogido muchas, letra y canto, directamente.

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Libreto de canciones populares españolas. La memoria de Lorca es el más rico tesoro de la canción popular andaluza. Él ha recogido muchas, letra y canto, directamente.

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COLECCIN DE

CANCIONES POPULARES ESPAOLAS

RECOGIDAS, ARMONIZADAS E INTERPRETADAS POR

FEDERICO GARCA LORCA


LA ARGENTINITA
(VOZ)

(PIANO)

L A A RGENTINITA, G ARCA L ORCA


Y L AS C ANCIONES P OPULARES A NTIGUAS
Por PEDRO VAQUERO

ENCARNACION LPEZ JLVEZ,


La Argentinita
Conserva Pilar Lpez, en su piso de la calle del
General Arrando, en Madrid, la estancia intacta, con
el piano, en que Garca Lorca ensay con La
Argentinita las canciones populares que los
convirtieron en 1931 en artistas discogrficos de
xito. La casa de Pilar Lpez, bailarina excepcional
ella misma, es la que su hermana Encarnacin
construy en los primeros aos veinte, siendo ya una
joven celebridad artstica como bailarina y cantante.
Encarnacin Lpez Jlvez haba nacido en el ao
1895, en Buenos Aires. Hija de espaoles,
profesionales del teatro en gira artstica por
Latinoamrica, de este nacimiento fortuito apenas le
quedara algo ms que el nombre artstico: La
Argentinita.
Debut muy joven en San Sebastin e
inmediatamente pas a Madrid, en donde no tard en
triunfar. Artista muy completa, aunque su principal
actividad fue el baile, tambin tuvo gran aceptacin
como cantante y actriz.
Se interes por la danza popular espaola, que
estudi a fondo, recogiendo bailes tradicionales en
diversas zonas de Espaa, para su posterior
adaptacin y recreacin. Fruto de este trabajo- La
Argentinita escribi un libro sobre bailes espaoles,
todava indito.

Castellana ante todo, se inspir en la danza y en el


cante gitano-andaluz, pero sin dejar de valorar el
folklore de otras zonas de Espaa. Con base en la
danza y la cancin tradicional, cre un espectculo
nuevo, moderno y personal, con un arte tan depurado
que fue universal, pero, al mismo tiempo,
profundamente enraizado en lo popular espaol. El
teatro de variedades alcanz con La Argentinita unas
cotas de dignidad y de calidad hasta entonces
desconocidas en nuestro pas. De los escenarios
espaoles pas a los de Europa y Amrica,
igualmente con gran xito.
Federico de Ons, gran amigo de Encarnacin, a
quien tuvo por comadre desde que sta, junto con
Garca Lorca, apadrinara a un hijo suyo, hizo de ella
un emotivo semblante artstico, cuando muri
prematuramente en Nueva York. En l se puede leer
que La Argentinita Cantaba, hablaba, remedaba a
artistas conocidos, bailaba; en nada era maestra,
pero en todo era nica. Delgada como un hilo, su
encanto y originalidad estaban totalmente en su
expresin en el gesto, en las inflexiones de la voz, en
ese algo puro, sencillo y radical que los espaoles
dicen tener ngel, o mejor an tener aqul. El
pblico vea en este arte tan personal de La
Argentinita algo muy suyo, que se distingua de todo
lo dems que constitua por entonces el teatro de
variedades (...) Su personalidad original estaba sin
duda presente en todo lo que haca (...) buscaba y
lograba renovar lo que le era propio, (...)

enriquecindolo y depurndolo mediante un esfuerzo


consciente en busca de lo tradicional y lo esencial.
Por eso, para formar sus grupos artsticos acudi
preferentemente a las bailadoras y cantadoras
gitanas, cuanto ms viejas mejor, depositarias e
intrpretes del arte popular, en sus formas
tradicionales puras y antiguas, que contienen la
esencia permanente de los ritmos y el carcter
espaoles (1)
La Argentinita haba conocido a Garca Lorca nada
ms llegar ste a Madrid, en 1919. Poco despus, en
marzo de 1920, siendo ya una bailarina de xito
reconocido, particip en el primer estreno teatral del
novel Garca Lorca: El maleficio de la mariposa El
estreno fue un fracaso, ni siquiera paliado por el baile
de la mariposa, que interpret La Argentinita; pero la
amistad que estaba naciendo entre ambos artistas
sera definitiva.
Aparte de su enorme capacidad y sensibilidad
como bailarina y cantante, Encarnacin Lpez Jlvez
mostr grandes dotes de organizacin y direccin. En
1927, fund en Madrid La Compaa de Baile
Andaluz; en 1932, el Ballet de Madrid; poco despus,
la Gran Compaa de Bailes Espaoles.
En cuanto a la colaboracin artstica con Federico
Garca Lorca, en la primavera de 1931 llegara el
trabajo de ms trascendencia: La Argentinita grab
en discos gramofnicos, para La Voz de su Amo, diez
temas de la Coleccin de Canciones Espaolas
Antiguas, recogidas y armonizadas por el poeta,
acompaada por l mismo al piano. Previamente,
recuerda Pilar Lpez, su hermana y Federico haban
ensayado las canciones en el saln de su casa, el
mismo en que el dramaturgo leera en privado
algunas de sus obras. Los discos tuvieron un gran
xito de pblico y de crtica, y La Argentinita

interpret estas canciones a partir de entonces en la


mayora de sus espectculos, lo que contribuy
decisivamente a su popularizacin.
En Junio de 1933, La Argentinita mont con su
Compaa de Bailes Espaoles, El amor brujo, de
Falla. La obra se estren en Cdiz, en homenaje al
autor y con presencia de Garca Lorca, que se mostr
entusiasmado por el xito de sus dos entraables
amigos. Das despus, el estreno en Madrid tambin
fue un rotundo xito. La prensa habl de un
verdadero descubrimiento de Falla por parte de La
Argentinita, y de una resurreccin del autntico baile
gitano a cargo de tres abuelas que la acompaan: la
Macarrona, la Malena y la Fernanda. Tambin
bailaban en este espectculo el gitano Rafael Ortega
y Pilar Lpez. Adolfo Salazar fue rotundo en El
Sol:Hay que decir enseguida que el espaolismo
ms neto, el de ms recia fibra, el de ms amarga
raz, ms spera y ms dura, es el espaolismo que
ayer se vio en el espectculo de danzas organizado
por La Argentinita. Tanto en El amor brujo como
en la esplndida sucesin de danzas sueltas que
siguieron en la segunda parte del programa y que
terminaron con algo tremendo: las Alegras de las
tres viejas maestras de la danza: la Macarrona, la
Malena, la Fernanda, a las que se aadi Rafael
Ortega (...)Ella, La Argentinita, es la artista genial
que ha sido capaz de concebir El amor brujo como
una sucesin ininterrumpida de danzas(2.)
La escenificacin de danzas sobre msicas de raz
popular de los ms celebrados autores espaoles,
como Albniz, Falla, Granados o Bretn, ser la base
de los espectculos de La Argentinita en los mejores
teatros del mundo, siempre con gran xito.
El 8 de noviembre de 1933, estren en Madrid otra
obra lorquiana: La romera de los cornudos, un ballet

de Gustavo Pittaluga con argumento de Garca Lorca


y Rivas Cherif.
Unida sentimentalmente a Ignacio Snchez Mejas,
la bailarina vuelve a coincidir con el poeta en el dolor
por la trgica muerte del torero, el 13 de agosto de
1934. Meses despus, cuando Garcia Lorca escribe
su Llanto por Snchez Mejas, la dedicatoria no poda
estar destinada ms que A mi querida amiga
Encarnacin Lpez Jlvez.
El 10 de Julio de 1936, Encarna y Pilar
desembarcaron en Santander, de regreso de una de
sus giras. Das despus, ya en Madrid, reciben a
Federico en su casa. Como tantos otros amigos del
poeta, recuerda Pilar Lpez, Encarna retiene a
Federico todo lo que puede, argumentando que tienen

mucho que hablar, despus de una prolongada


ausencia. No es, por supuesto, que nadie prevea las
fatales consecuencias del viaje a Granada; es,
simplemente, el afn de disfrutar de su presencia. Sin
embargo, Federico insisti en que quera desplazarse
a Granada para trabajar, pues en la Huerta era donde
realmente escriba a gusto. Fue el adis definitivo:
semanas despus, el poeta sera asesinado en
Granada.
En el otoo de 1936, ante una guerra que adivina
duradera. Encarnacin decide abandonar Madrid,
juntamente con Pilar. Segn cuenta esta ltima, salen
para Alicante hacia Argel, en donde se ganan la vida
haciendo lo nico que saben: bailar. Casablanca.
Paris y Nueva York, siempre trabajando, sern escalas
de un viaje sin retorno para La Argentinita.

La Argentinita, su hermana Pilar y las bailaoras y bailaores de su Compaa, en un momento de


El amor brujo, la noche del estreno en el Teatro Espaol de Madrid, visto por Ribero-Gil. El Sol, Madrid,
16 de Junio de 1933

El 24 de septiembre de 1945, muri en Nueva York,


donde estaba haciendo El amor brujo, una de sus
obras de ms rotundo xito, en plenitud de facultades
artsticas.
FEDERICO GARCIA LORCA
Garca Lorca haba nacido en 1989, en Fuente
Vaqueros, un pueblo de la frtil vega granadina del
ro Genil. Toda su obra literaria estar impregnada
por la cultura popular del mundo rural en que se cri
y, muy particularmente, por la msica tradicional.
A travs de lo escrito por su hermano Francisco, (3)
se aprecia un proceso en el que se distinguen tres
etapas bien distintas en cuanto a la influencia de la
msica en la formacin humana e intelectual de
Federico Garca Lorca.
En la primera hay una clara asimilacin de
elementos musicales y poticos tradicionales, sobre
todo a travs de las canciones y juegos infantiles. Es
la poca de la niez, vivida en un medio rural y en un
ambiente familiar en que la msica, tanto la popular
como la culta, tiene una presencia notable. En su
familia paterna, los Garca, haba habido varios
msicos aficionados. Su madre era gran amante de la
msica clsica e inculc esta inclinacin a todos sus
hijos. Mi infancia es aprender letras y canciones
con mi madre, ser un nio rico en el pueblo, un
mandn, recordara aos despus el propio Federico
(4). En la casa de los Garca Lorca, el gramfono
sonaba cotidianamente. El to Luis Garca tocaba el
piano, y la familia lleg a representar una zarzuela en
casa. Federico, con nueve aos, hizo uno de los
papeles. No obstante, lo ms genuinamente popular y
de ms decisiva influencia en toda su obra, le llegara
segn l mismo se encargara de recordar en
mltiples ocasiones, a travs de sirvientes, criadas y

convecinos de Fuente Vaqueros. Muy claro fue el


poeta al respecto cuando, refirindose a la tristeza y
melancola de las nanas espaolas, dijo son las
pobres mujeres las que dan a los hijos este pan
melanclico y son ellas las que lo llevan a las casas
ricas. El nio rico tiene la nana de la mujer pobre,
que le da el mismo tiempo, en su cndida leche
silvestre, la mdula del pais.
Viene despus una segunda etapa, ya de
adolescencia, en que las influencias de la msica
popular dan paso a las de la msica culta. La familia
se ha trasladado a Granada y todos los hermanos
estudian msica y piano sistemticamente, con
profesores. De ellos, Antonio Segura ejercer gran
influencia sobre Federico y , vistas las aptitudes
musicales del joven, recomienda a sus padres que sea
enviado a Pars para ampliar estudios. La muerte del
msico en 1917, termin por enfriar el asunto; de lo
contrario, Federico podra haber iniciado una carrera
musical que a saber si no le hubiera apartado
definitivamente de la literatura. Su hermano
Francisco ha dicho que, en esta poca, la vocacin
musical de Federico estaba muy por encima de la
literaria, y que su acercamiento a la msica culta
tambin le haba alejado notablemente de la popular
(6). Es el momento del descubrimiento de Beethoven,
Mozart o Schumann, primero y, posteriormente, del
nacionalismo y el impresionismo musical, con
Glinka o Debussy, lo que le devolver el inters
definitivo por el folklore musical.
Llegamos as a la ltima y decisiva etapa, marcada
por la relacin con Manuel de Falla. Establecido en
Granada desde el ao 1920, don Manuel no tardar
en convertirse en dolo y maestro del joven Garca
Lorca: Falla es un santo...Un mstico...Yo no venero
a nadie como a Falla...(7) Manuel de Falla es el
nexo entre la msica culta y la popular para Garca

Lorca. En 1922, ambos organizan en Granada el


Concurso del Cante Jondo, de amplias repercusiones.
El acercamiento al nacionalismo musical en general
y a la obra de Falla en particular, tan profundamente
enraizada en la msica popular espaola, as como la
obra de Felipe Pedrell, al que tambin reconoce como
maestro, marcan la definitiva actitud de Garca Lorca
frente a la msica. Lo popular vuelve a centrar su
atencin y tendr influencia decisiva tanto en su
creacin literaria como musical. Llegada la madurez
creadora, es claro que est muy lejos de contar con la
preparacin idnea en el terreno musical y que, por
tanto, ste ya no ser el objeto primordial de su arte,
pero el folklore musical espaol ser un
complemento fundamental de sus creaciones
literarias.
A partir de ahora, con la perspectiva de un buen
conocimiento de la msica culta y de los rudimentos
de la tcnica y de la teora musical, la msica popular
cobra un valor que antes no haba tenido. Renacen los
recuerdos del entorno popular granadino y recoge
directamente de la tradicin oral canciones y
romances, pero tambin estudia todo lo que
encuentra publicado sobre folklore. El Cancionero
popular espaol, de Felipe Pedrell; el Cancionero de
Salamanca, de Dmaso Ledesma; el Cancionero de
Burgos, de Federico Olmeda; el Cancionero de
Asturias, de Eduardo Martnez Torner, el Cancionero
Andaluz, de Eduardo Ocn; el Cancionero de
Palacio, o el de Upsala no tendrn secreto para
Garca Lorca. A ello une la experiencia madrilea de
la Residencia de Estudiantes, el trato directo con
residentes de distintas zonas de Espaa que, en un
ambiente en que lo popular se tiene en muy alta
estima, no deja de aportarle nuevos conocimientos
sobre cantos tradicionales de procedencia diversa.
Esto, unido a una memoria prodigiosa, convierte a
Garca Lorca en un verdadero archivo de canciones

populares de toda Espaa, lo que ser uno de los


fundamentos de su arte creativo y de su personalidad
arrolladora, tan profusamente evocada por quienes
tuvieron el privilegio de su trato. De ellos, Angel del
Ro, fue singularmente elocuente en textos como los
siguientes:
La espontaneidad de su gracia y de su simpata,
la diversidad alegre de dotes, prodigadas entre
crculos de amigos cada vez mayores, crea a su
alrededor la leyenda del artista juglaresco(...)
Entretanto se afirma el fondo bsico de su arte en
una captacin especial del rico sentido potico que
existe en la tradicin (...).
Su instinto artstico encuentra esa sustancia
soterraa de lo espaol donde quiera que se
encuentre: en los cantos del pueblo, en el teatro
clsico o en la obra de un poeta moderno como
Antonio Machado(...).
Tradicin popular, tradicin literaria y arte
personal se confunden en un lirismo de simplicidad y
belleza perfectas, comparable slo al de los mejores
clsicos como Gil Vicente o Lope.
EL POETA-MUSICO
Las facultades musicales de Garca Lorca son
sobradamente conocidas. Especialmente dotado para
la msica, se sabe que antes de hablar ya tarareaba
aires populares o poda seguir el ritmo de una
cancin. De mayor toc la guitarra y sobre todo el
piano. En una carta de 1921, muestra gran
entusiasmo como instrumentista de guitarra:estoy
aprendiendo a tocar la guitarra. Me parece que lo
flamenco es una de las creaciones ms gigantescas
del pueblo espaol. Acompao ya fandangos,
peteneras y er cante de los gitanos: tarantas,

buleras y romeras. Todas las tardes vienen a


ensearnos el Lombardo (un gitano maravilloso) y
Frasquito er de La Fuente (otro gitano
esplndido)Ambos tocan y cantan de una manera
genial, llegando hasta lo ms hondo del sentimiento
popular(9).
En cualquier caso, su instrumento definitivo como
intrprete fue le piano. Apenas toc en pblico, pero
entre sus ntimos era muy frecuente que se sentara al
piano para acompaar a otras voces mejor dotadas
que la suya o, ms raramente, para cantar l mismo.
Se sabe que utilizaba con cierta frecuencia el piano
en la Residencia de Estudiantes, as como en la
preparacin de los montajes de sus obras o en las
giras de La Barraca.
Sus conferencias sobre temas de folklore musical
las acompa normalmente de interpretaciones al
piano. Maana doy la del cante jondo con
ilustraciones de discos de gramfono. La de las
canciones de cuna result un xito enorme. Yo toqu
el piano, y cant las canciones de un modo admirable
la joven actriz espaola Mara Tubau (10).
Tambin hubo una ocasin en que Garca Lorca
toc sobre un escenario. Fue en el Teatro Espaol, en
Madrid, el 6 de Mayo de 1933. Rafael Alberti daba
una conferencia sobre La poesa popular en la lrica
espaola y pidi a su amigo y a La Argentinita que le
acompaaran interpretando las Canciones populares.
Ahora bien, la alta estima que tena del arte de la
msica estaba muy por encima de sus limitadas
facultades de intrprete: Todas las artes son
capaces de duende, pero donde encuentra ms
campo, como es natural, es en la msica, en la danza
y en la poesa hablada, ya que estas necesitan un
cuerpo vivo que interprete, porque son formas que

nacen y mueren de modo perpetuo y alzan sus


contornos sobre un presente exacto dira en la
conferencia Juego y teora del duende. (11) Y en el
artculo Divagacin., Las reglas de la msica,
insiste: Con las palabras se dicen cosas humanas;
con la msica se expresa eso que nadie conoce ni lo
puede definir, pero que en todos existe en mayor o
menor fuerza. La msica es el arte por naturaleza.
Podra decirse que es el campo eterno de las ideas
(12).
LA MUSICA EN LA OBRA
DE GARCIA LORCA.
Consecuentemente, toda la obra de Garca Lorca
estar impregnada de lo musical. El primer libro que
public, Impresiones y paisajes, est dedicado a su
maestro de msica. Antonio Segura.
Una mera ojeada a los ttulos de sus poemas
evidencia que nos encontramos ante una obra
fundamentalmente musical. Ningn trmino se repite
tanto como cancin, pero tambin abundan otros tan
sonoramente musicales como madrigal, villancico,
suite, concierto, nocturno, serenata o danza.
Con Falla, no solamente organiz el Concurso del
Cante Jondo, sino que tambin mont, en 1923, con
motivo de la Fiesta de los Reyes Magos, un teatro de
muecos para nios. La obra se titul La nia que
riega la albahaca y el prncipe preguntn, y el propio
don Manuel toc el piano.
Entre las conferencias de Garca Lorca abundan
igualmente las de tema musical. El cante jondo. Primitivo
canto andaluz, Arquitectura del cante jondo, Canciones de
cuna espaolas, Juego y teora del duende y Cmo canta
una ciudad de noviembre a noviembre fueron conferencias
que normalmente ilustr con interpretaciones musicales.

Siguiendo una tradicin que se remonta al teatro


espaol del Siglo de Oro, Garca Lorca se sirvi de la
msica popular en sus obras y utiliz con frecuencia
canciones y romances populares en su teatro. Para el
montaje argentino de La zapatera prodigiosa, de
1933, prepar un fin de fiesta con la escenificacin de
tres canciones populares: Los cuatro muleros, el
Romance de los peregrinitos y Cancin de otoo en
Castilla.
Sin embargo, de acuerdo con su conocida opinin
de que es muy difcil encerrar en el pentagrama toda
la riqueza de la msica popular. Garca Lorca apenas
dej escritas partituras. Si su obra musical est siendo
conocida, es gracias a las grabaciones y al testimonio
directo de quienes conocieron o interpretaron este
repertorio musical en vida del poeta, y que han hecho
posible las transcripciones musicales, casi todas ellas
pstumas.
No es extrao, pues, que la obra de Garca Lorca
contenga un apartado de msica que aumenta
constantemente, a medida que salen a la luz ms
inditos. La ltima edicin de las Obras Completas,
de 1986, est sustancialmente enriquecida en este
aspecto. Dividido en tres epgrafes, este amplio
captulo musical empieza por las Canciones
populares espaolas, de las que contiene quince: las
diez que grab en discos gramofnicos ms el
Romance de don Boiso, Los reyes de la baraja. La
Tarara, Durmete, niito mo y Cancin de otoo en
Castilla.
Un segundo grupo, dedicado a las msicas del
Romancero gitano, incluye dos temas: Prendimiento
de Antoito el Camborio y Muerte de Antoito el
Camborio.
El tercer grupo, por ltimo, dedicado a la msica
para el teatro, contiene doce temas de distintas obras:

Cancin de las nias, de Mariana Pineda: La seora


zapatera, de la zapatera prodigiosa: Cancin de las
hilanderas, Coplas de la criada, Copla del cortejo de
bodas, Viejo romance infantil, Cantar de boda y
Cancin de cuna, de Bodas de sangre; y Nana,
Cancin del pastor, Seguidilla de las lavanderas y
Coro de la romera de Yerma.
Adems de los temas enumerados, esta ltima
edicin de las Obras Completas incluye cumplida
informacin tanto sobre bibliografa musical como
sobre otros temas musicales de Garca Lorca. La
Fundacin Garca Lorca, por su parte, conserva
varias partituras inditas del poeta-msico. Todo ello
da una idea cabal de la amplitud de la obra musical
de Federico Garca Lorca.
LAS CANCIONES POPULARES
ANTIGUAS
Procedentes de los distintos cancioneros que
conoca o recogidas por l mismo. Garca Lorca
haba armonizado para piano varias canciones
populares espaolas, que interpretaba en muy
diversas ocasiones. Diez de estas canciones fueron
grabadas para la firma La Voz de su Amo y editadas
en discos gramofnicos. El propio Garca Lorca
interpret el piano en este registro, acompaando a
La Argentinita, que cant y toc los palillos. El
acompaamiento instrumental se reduce al piano y
los palillos, ms algn taconeo, excepto en Anda
jaleo, que hay acompaamiento de orquesta. Esta
grabacin, de la que no qued ms soporte que los
propios discos, por estar realizada antes de la era del
magnetfono, es el documento sonoro ms personal
que se ha conservado del genial poeta granadino.

Los discos de gramfono de un dimetro de 25 cm.


y de 78 revoluciones por minuto, contenan un tema
por cada cara, y salieron cinco, lo que totalizaba diez
canciones: Zorongo gitano. Los cuatro muleros,
Anda jaleo. En el Caf de Chinitas, Las tres hojas,
Los mozos de Monlen, Romance de los Pelegrinitos,
Nana de Sevilla, Sevillanas del siglo XVIII y las
morillas de Jaen.
Los discos se pusieron a la venta a lo largo del ao
1931 y tuvieron una gran aceptacin. Las canciones,
todas de origen tradicional, alcanzaron con esta
versin una popularidad extraordinaria. A partir de
este momento, La Argentinita las convirti en piezas
fundamentes de su repertorio y las difundi no slo
por los escenarios espaoles, sino tambin por los de
Europa y Amrica. Garca Lorca tambin las incluy
en sus montajes teatrales y las interpret en privado y
en pblico, tanto solo como acompaando a La
Argentinita o a otras cantantes.
Federico Garca Lorca ponder muy positivamente
en varias ocasiones las posibilidades del gramfono
para registrar la msica popular, pero apenas
sabemos nada sobre las circunstancias en que realiz
esta grabacin. nicamente gracias a las referencias
de Pilar Lpez, podemos decir que las canciones se
ensayaron para la grabacin en la casa de su hermana
Encarnacin, en General Arrando. Tambin sabemos
que Federico qued muy satisfecho del resultado; en
carta dirigida a La Argentinita, calific los discos de
estupendos.
Las versiones que contienen de estas canciones no
slo son las que podemos considerar genuinas de
estos dos artistas nicos, sino tambin las que se
popularizaron hasta convertirse en piezas claves del
cancionero popular espaol de la Repblica y de la
Guerra Civil. Sobre todo en el bando republicano,
fueron muy utilizadas algunas de las melodas, como

las de Anda jaleo y Los cuatro muleros, pero con


textos alusivos a la contienda.
En la postguerra, proscrita toda la obra de Federico
Garca Lorca, estos discos desaparecieron
prcticamente de la circulacin. Los vencedores iban
a demostrar que con el asesinato de Vznar, uno de
los ms significativos y brutales atentados que se
hayan cometido contra la libertad personal y de
creacin artstica se buscaba algo ms que la
desaparicin fsica del poeta; tambin se persegua la
aniquilacin total de su obra.
En los aos cincuenta, desbancado ya el disco
gramofnico por el microsurco. La Voz de su Amo
reedit, en microsurco de 19 cm. y 45 revoluciones
por minuto, cuatro temas extrados de los discos
originales: En el Caf de Chinitas, Zorongo gitano,
Sevillanas del siglo XVIII y Los cuatro muleros.
Inencontrable ya este disco en las ltimas dcadas,
son, sin embargo, innumerables las versiones que han
circulado de estas canciones para todo tipo de
agrupaciones instrumentales y vocales. Segundo
Pastor, Paco de Luca, Narciso Yepes, Teresa
Berganza, Talegn de Cordoba, Joaquin Daz o La
Nia de los Peines son algunos de los artistas que las
han interpretado con sus distintos estilos. Todas
juntas y en su versin original, en grabacin extrada
de las placas primigenias, no se reeditaron hasta el
primer lanzamiento en LP de Sonifolk en el ao
1989.
Notas:
1.- Revista Hispnica Moderna. Ao XII, nmero 1-2.
Nueva York, enero-abril de 1946,p.180-181.
2.- El Sol, Madrid, 16 de Junio de 1933.
3.- Federico y su mundo p.423 y sigtes.
4.- Obras Completas, III, p.497
5.- Ibid.p.206

6.- Federico y su mundo p.424


7.- Obras Completas, III p.546
8.- Revista Hispnica Moderna, Ao VI, numero 3-4.
Nueva York, julio-octubre de 1940, p.200, 234 y 235
9.- Carta a Adolfo Salazar, de 2 de agosto de 1921.
Obras Completas III, p. 776
10.- Carta a su familia. La Habana, 5 de abril de 1930. Ibid. P.776
11.- Ibid. P. 311
12.- Ibid. p. 369
BIBLIOGRAFIA
-Obras Completas. Recopilacin, cronologa, bibliografa y
notas de Arturo del Hoyo, 3 vols. Aguilar. Madrid, 26 edicin 1986.
Garca Lorca, Francisco, Federico y su mundo. Edicin y
prlogo de Mario Hernndez. Madrid. Alianza Editorial, 1980.
Gibson. Ian, Federico Garca Lorca, I. De Fuente Vaqueros a
Nueva York (1898-1929) Grijalbo. Barcelona 1985.
-Federico Garca Lorca. II de Nueva York a Fuente Grande
(1929-1936). Grijalbo. Barcelona. 1987.
Hernndez, Mario. Federico Garca Lorca. Primeras canciones.
Seis poemas galegos. Poemas sueltos. Canciones populares.
Alianza Editorial. Madrid, 1981
Tinnell, Roger. Federico Garca Lorca, catlogo discogrfico de
las Canciones espaolas antiguas y de msica basada en textos
lorquianos. University of New Hampshire.
- Plymouth State Collage, 1986

GARCA LORCA,
FOLKLORISTA
Por FEDERICO DE ONIS (*)
La actividad ms importante en la vida de
Federico Garca Lorca, fuera de la literaria, fue la
musical. Las dos estn estrechamente unidas, y la
poesa lrica o dramtica de Federico Garca
Lorca est llena de inspiracin musical, no slo en
los temas y en las formas de expresin, sino en la
estructura, el estilo y la emocin. No me propongo
estudiar el carcter musical de su poesa, que
equivaldra a estudiar el problema de su esttica.
Quiero solamente dar cuenta de la actividad
musical de Federico Garca Lorca tal como la
practic en su vida separadamente de su actividad
literaria.
Desde nio estudi msica y parece que por un
tiempo fue su vocacin precoz principal. En su
adolescencia la msica y la literatura se
disputaron la primaca, venciendo por fin la
ltima. Al principio su educacin musical se
diriga por el camino de la msica culta, y si
hubiera predominado en l esta tendencia, Lorca
hubiera llegado a ser un compositor moderno y un
discpulo ms de su amigo y maestro Manuel de
Falla. Cuando abandon la vocacin musical
qued sta supeditada a la literatura y se
restringi cada vez ms al campo popular
folklrico. Era por el mismo tiempo en que su
poesa juvenil, despus de los ensayos romnticos
y modernistas, empezaba a inspirarse tambin en
la poesa popular de entonces. Los compositores
de aquel tiempo, como Falla o Stravinsky,
empezaban a interesarse de un modo nuevo en los
ritmos de la msica popular andaluza. De todo
esto naci el inters creciente de Lorca por la
msica popular, que vino a ser el objeto nico de
su actividad musical en el resto de su vida.
(*)Revista Hispnica Moderna, Ao VI, ns. 3 y 4, Julio
y Octubre de 1940, pags. 369-371. Hispanic Institute
Columba University. Este trabajo se publica por cortesa
de la Revista Hispnica Moderna.

Criado Lorca en Granada y teniendo su familia


posesiones en el campo, tuvo ocasin, desde nio,
de vivir en contacto directo con los campesinos y
conocer all sus canciones y bailes populares. Lo
que aprendi de ellos en su infancia constituye el
fondo ms ntimo y autntico de su conocimiento
de la msica popular espaola. Despus lo
ensanch mucho, mediante el estudio de las
colecciones de canciones populares publicadas por
los folkloristas e investigadores y mediante sus
viajes a otras partes de Espaa; pero las canciones
que podemos reputar como ms suyas y aquellas
que han logrado una mayor difusin hasta llegar
a ser popularizadas de nuevo en toda Espaa, son
las mismas que haba aprendido de nio en
Granada y eran all conocidas por todo el mundo.
A esta clase pertenecen Los cuatro muleros, Si tu
madre quiere un rey, Los Pelegrinitos, La tarara,
Las tres hojas, En el caf de Chinitas, Entre usted,
mozo, la cancin de Mariana Pineda, y otras.
Todas ellas son autnticamente populares y
proceden del fondo comn de la tradicin
granadina. Muchas de ellas son canciones del
corro que cantaban las nias en la ciudad misma
de Granada. Las hemos podido recoger en discos
fonogrficos, de personas ancianas que no podan
tener conocimiento de la labor musical de Lorca.
Muchas de estas canciones tienen carcter
andaluz, especialmente en su estilo y en su forma
rtmica; pero pertenecen muy definidamente al
fondo general de la poesa popular espaola y
tienen variantes en las regiones del norte de
Espaa.
El canto flamenco, tan difundido en Granada y
que, de otra manera, interes a Lorca, qued
fuera de su actividad folklrica. Muchas de estas
canciones populares granadinas son muy antiguas
y la influencia en ellas de lo que solemos
considerar como tpicamente andaluz, es muy
escasa. En algunas, sin embargo, como Las tres
hojas o En el Caf de Chinitas, el carcter andaluz
que se fija y difunde a fines del siglo XVIII y
principios del XIX, es muy patente. Esta msica
andaluza, producto refinado y de gran riqueza
rtmica, en la que las supervivencias de una
tradicin antigua llegan a adquirir un mximun
de gracia y de complejidad, bajo la influencia a

veces de importaciones americanas, fue objeto de


la interpretacin de Federico Garca Lorca, y
hasta era de lo que mejor senta y lograba
reproducir con ms efecto. A esa clase pertenecen
canciones que sola tocar o introducir en sus obras
dramticas, como las Sevillanas del siglo XVIII, la
Cachucha gitana, el Zorongo de La zapatera
prodigiosa. A Buenos Aires me voy, las Sevillanas
del gato. El correo de Vlez, El contrabandista, etc.
Le interesaba igualmente la msica de las
zarzuelas del Siglo XIX en todo lo que tena de
inspiracin folklrica y, a veces, irnicamente, por
todo lo que en ella era caracterstico del siglo XIX.
Por aqu se alejaba de lo popular tradicional,
para entrar en lo popularizado y de poca; pero
por otros caminos fue adentrndose ms y ms en
lo popular antiguo y autntico. Estudi a fondo los
cancioneros publicados de msica popular, sobre
todo el de Felipe Pedrell, que le daba a conocer, no
solo la msica popular conservada en la tradicin
de otras partes de Espaa, sino la msica antigua
transcrita de los manuscritos y libros de la Edad
Media y de los siglos XVI y XVII. Estudi tambin
el cancionero de Barbieri y los dems de msica
antigua que en su tiempo se iban publicando.
Utiliz con gran instinto y acierto msica de estos
cancioneros antiguos en las obras dramtica del
teatro clsico cuya representacin dirigi en La
Barraca y en otras ocasiones. Tambin cantaba
algunas de las canciones del siglo XV publicadas
por Pedrell y difundi en esta forma Las tres
morillas de Jan.
Tocaba al piano muchas de las canciones
populares publicadas en el libro de Pedrell, como
el cantar gallego Campanas de Bastabales, una
cancin de cuna de Badajoz, el romance gallego
Estando cosendo, y muchas otras que no es
necesario enumerar, pues realmente conoca al
dedillo todo el cancionero y su instinto le haca
detenerse con seguro acierto en las canciones ms
bellas sin prejuicio alguno regional o de ninguna
otra clase.
Estudi tambin muy a fondo los cancioneros
principales dedicados a coleccionar, de manera
mucho ms completa y exacta que Pedrell lo haba

hecho, la msica de ciertas provincias espaolas.


Del cancionero de Olmeda, de la provincia de
Burgos, que tambin saba de memoria,
contribuy a popularizar la cancin Yo no quiero
ms premio. Del cancionero de Ledesma, de la
provincia de Salamanca, sac varias canciones
que han llegado a popularizarse a travs de su
interpretacin, entre ellas el romance de Los
mozos de Monlen, el fandango Ah tienes mi
corazn, y el romance de El Conde de Alba. Tocaba
tambin constantemente canciones salmantinas
como La Clara, El tio Vicente, El burro de Villarino,
Segaba la nia y otras, que haban sido ya
popularizadas por el mismo Dmaso Ledesma.
Tambin sac muchas canciones asturianas del
cancionero de aquella provincia hecho por
Eduardo M. Torner.
Esta labor de seleccin entre los centenares de
melodas contenidas en estos cancioneros es, en
cierto modo, ms difcil y original que la que
haba hecho antes al escoger las canciones que
haba odo cantar y haba cantado l mismo en
Granada. Para la seleccin en los cancioneros
contaba solamente con la notacin musical, sin
acompaamiento alguno, de melodas nunca odas
por l y a las que no estaba acostumbrado. No
tuvo muchas ocasiones de or cantar a los
campesinos de Castilla o del norte de Espaa, y
tuvo que basarse para conocer su msica en el
conocimiento que de ella tenan aficionados
folkloristas de esas regiones. Pero su gran instinto
musical y popular haca que en un momento
pudiera adivinar lo caracterstico de ellas y
recoger as un nmero de canciones que iba
aadiendo a su repertorio favorito. Entre stas
estaban El to Bab, de Zamora; Seor San Juan,
Pastor que ests en el monte, Por el aire van los
suspiros de mi amante, La casa del seor cura, de
Asturias, Las Agachadas, de Segovia, y muchas
otras ms.
Todo lo dicho muestra que la labor de Federico
Garca Lorca en el campo folklrico musical no
fue la obra sistemtica y metdica de un
especialista, sino la de un artista que buscaba en lo
popular el placer del descubrimiento e
interpretacin de un arte distinto, lleno de

originalidad, perfeccin y belleza. No utiliz como


en la poesa, esta inspiracin de la msica propia.
Se limitaba a cantar sus amadas canciones solo,
para su propio placer, acompandolas al piano.
El mismo deca: Soy el loquito de las canciones.
Las cantaba ordinariamente en la intimidad
familiar o con un grupo de amigos. Al principio
nunca se aventur a cantarlas en pblico. Su voz
no tena nada de extraordinario para el canto;
ms bien era una voz defectuosa, un poco ronca y
apagada, aunque, como cuando hablaba o lea,
estaba llena de fuerza expresiva y timbre
personal. Pero por eso mismo careca de todo
virtuosismo incompatible con la sencillez popular.
Slo alguna vez, en el ambiente ntimo de la
Residencia de Estudiantes de Madrid, cant en
pblico canciones populares para ilustrar una
conferencia sobre la cancin de cuna. Tena otra
conferencia, que no s si lleg a pronunciar, sobre
las canciones de toros. Creo que fue durante su
estancia en Nueva York cuando por primera vez
dirigi un coro informal de estudiantes. Le
gustaba mucho ensear las canciones a los
estudiantes de Columbia University y cantarlas
con ellos; pero todava recuerdo que mostraba
timidez al tener que dirigir aquel coro ante el
pblico. Ms tarde dirigi la parte musical que
pona como fondo de sus obras dramticas, tales
como Bodas de sangre o la Zapatera prodigiosa.
Tambin enseaba a los actores de La Barraca la
msica que haba escogido para las
representaciones clsicas del teatro espaol. A
veces estas representaciones fueron dirigidas por
l para un gran pblico como la de La dama boba,
en Buenos Aires.
Las armonizaciones con que acompaaba sus
canciones eran suyas y dentro de su sencillez eran
de gran efecto, porque acertaban a descubrir la
armona y el ritmo implcitos en la cancin.
Afortunadamente para la calidad de su
interpretacin artstica de las canciones
populares, no era un msico profesional. Su
interpretacin tena un valor nico y supremo
porque posea un mnimun de tcnica musical y
un mximun de genialidad artstica y de
comprensin de la msica popular que
interpretaba. Tan ajena a toda finalidad

profesional era esta labor musical suya, que, a


pesar de su xito en los crculos ntimos que la
conocan, nunca se logr que escribiera la msica
de las canciones que tocaba de memoria con tanto
entusiasmo. Conocemos la armonizacin de
algunas de sus canciones por los discos
fonogrficos que hizo con Encarnacin Lpez, La
Argentinita, bajo el ttulo de Coleccin de
canciones populares antiguas. En estos discos,
cantados por La Argentinita, Lorca mismo la
acompaa al piano. La Argentinita fue la gran
colaboradora que Garca Lorca tuvo para la
difusin de algunas de sus canciones populares
que ella ha incorporado a sus programas desde
entonces. La Argentinita tampoco logr que
Garca Lorca se decidiese a escribir su msica;
pero hizo que un msico la transcribiese y por eso
podemos publicarla en estas pginas. Otras
canciones han sido armonizadas por msicos que
se las haban odo.
De esta manera, hemos podido salvar gran parte
de esa labor de puro placer e improvisacin que
Lorca cultiv con intensa pasin durante toda su
vida. Falta, sin embargo, en estas pginas
musicales escritas, aquel algo sutil e impalpable
que haba en su canto y que recordamos los que le
omos como una de las impresiones ms hondas e
imborrables de arte sencillo y eterno: la de haber
odo a travs de un temperamento inconfundiblemente
personal la msica popular en toda su verdad y
belleza.

LA VOZ DE SU AMO
UN CANCIONERO VIVIENTE
Por ADOLFO SALAZAR (*)
Los ltimos catlogos de esta marca anuncian
una gran cantidad de novedades de alto inters
para los aficionados de calidad. Vamos a resear
algunos recin recibidos, aunque no sean los
ltimos publicados. Esperamos poder resear
stos a la mayor brevedad en beneficio de los
aficionados a la msica gramofnica y en
particular de los discos tan notables de esta
editorial.
En los catlogos de febrero y marzo aparecen
dos discos de 25 cms., que son los primeros de una
serie de seis impresionados por La Argentina
(**).Estos discos forman una coleccin de
Canciones populares antiguas, que Federico
Garca Lorca, tan fino msico como gran poeta,
ha recogido de la boca del pueblo, unas veces y
que otras ha encontrado con sagaz instinto en el
centn de los cancioneros donde dorman, sin que
su intensa belleza hiciese seas a los ojos que
desfilaban por sus pginas. Armonizadas de un
modo sencillo, estrictamente popular, pero con un
buen gusto infalible y un sentimiento exacto de lo
que corresponde a ese estilo popular, estas
canciones, que provienen de varias regiones
espaolas, y principalmente de Andaluca, forman
un tipo nuevo y extraordinario del cancionero vivo
de lo que deberan ser los cancioneros para que
llegasen al alma de las gentes. La coleccin, que
conocemos en detalle, contiene doce joyas del arte
popular, casi todas ellas pertenecientes a los
comienzos del siglo XIX, algunas con influencia de
las canciones de Manuel Garca, y an de sus
textos; otras, quiz algo posteriores; ms todas
ellas de una belleza que no dudamos en calificar
de prodigiosa. Cantadas por La Argentinita de un
modo llano y natural, muy en el estilo de una
mocita del pueblo, y acompaadas por Garca
Lorca al piano de un modo curioso que hace de
este instrumento el tpico piano del saln familiar,
y an a veces un sustituto de la guitarra, la
interpretacin tiene una gracia especialsima,
para saborear la cual es preciso dejar aparte toda
preocupacin de arte elevado y toda proclividad

hacia la sensiblera populachera. Son deliciosas


pginas de msica inocente y candorosa que se
dirigen a los limpios de corazn y a esas gentes de
buen gusto depurado que saben encontrar el oro
ms puro en algunas muestras del arte del pueblo,
del arte folklrico, sea en msica, en poesa o en
otras artes menores; menores esta vez; pero
dotadas de un acento y de un sabor incomparables
para quienes saben gustar de ellas.
No son aromas para todos los olfatos, ni su sazn
es para todos los paladares. Por eso, aunque
aparentemente fciles, son de un gnero difcil,
por la necesidad de seleccin que inconscientemente,
inocentemente, exigen en su modestia. La casa
editorial hara bien en coleccionarlas en un
lbum, porque constituyen , en realidad, el primer
caso de un cancionero donde el documento se
convierte en arte vivo de la ms rara especie. Un
estudio de Garca Lorca sobre las canciones que
presenta y sus variedades sera en extremo
importante. Recurdense para formar idea de
ello, sus conferencias sobre las Nanas y sobre la
Arquitectura del cante jondo. Amante
apasionadsimo del pueblo, Garca Lorca ha
encontrado en l tesoros de belleza que pasaban
inadvertidos para el auditor, an especializado;
tanto ms cuando el caso ocurra en rincones
andaluces de raro o difcil acceso. Un ejemplo
aparece en la cancin de Las tres hojas, a la que yo
creo que Garca Lorca llama Las tres hojuelas,
porque de hojillas menudas se trata; de la hoja de
la verbena, de la hoja del perejil. Tambin de la
hoja de la lechuga, es verdad; pero quiz sta
aparece trada por la fuerza del consonante:
A la hoja, la hoja de la verbena.
Tengo a mi amante malo; Jess que pena.

(*) El Sol, 13 de marzo de 1931.Madrid


(**) En realidad, La Voz de su Amo no lleg a publicar
ms que cinco discos, que contenan un total de diez temas
de la Coleccin de Canciones Antiguas. No hay ninguna
constancia de que Garca Lorca grabara ms
canciones.Cuando Adolfo Salazar habla de seis discos, tal
vez est contando con el que grab La Argentinita sola en
Sones de asturias y Aires de Castilla.

A la hoja, la hoja de la lechuga.


Tengo a mi amante malo con calentura.
A la hoja, la hoja del perejil.
Tengo a mi amante malo; no puedo ir
La meloda es deliciosa y de un tipo rara vez
encontrado en la cancin espaola del XIX. En su
desinencia final parece aproximarse a frmulas
carenciales del siglo anterior. Garca Lorca lo
cataloga como Villancico popular. Parece ser que
proviene de la sierra de Mlaga y acaso all se
llame de ese modo.
Al otro lado, este disco (AE 3.402), el nico que
ahora tenemos a la vista, contiene un romance que
procede de Granada, si no me equivoco, y en el
que hay una alusin a la procedencia andaluza de
los protagonistas; pero este romance se encuentra
en otras regiones, por ejemplo, en Salamanca,
figurando en el Cancionero de Ledesma. Es el
famoso Romance de los peregrinitos, dice el disco;
pero la cancin pronuncia pelegrinitos, con l, y un
ejemplo del cancionero de Ledesma se llama La
pelegrina, mientras que titula Otra pelegrina al
actual romance:
Para Roma caminan
Dos pelegrinos,
El cual trata de la deliciosa historia de dos
mocitos primos hermanos que solicitan dispensa
del Padre Santo para casarse. Los aficionados a la
poesa popular se deleitarn con la comparacin
del texto de Ledesma y el que Garca Lorca ha
recogido, afinado, de un buen gusto muy superior,
con detalles de color impagables. Por ejemplo, el
texto del gran coleccionador salmantino dice:
Dos plumas y plumajes,
Lleva el sombrero,
Y la pelegrinita
De terciopelo
Pero en la versin de Garca Lorca se dice:
Sombrerito de hule
Lleva el mozuelo,
Y la pelegrinita
De terciopelo

El tono de grabado antiguo, de Semanario


Pintoresco o de Recuerdos de un viaje por Espaa,
es encantador en esta versin, que fija
exactamente la poca y el lugar. Segn otra copla,
los pelegrinitos son: ella, de Cabra, y l, de
Antequera. De poco tienen que acusarse: l, que le
haba dado un beso a ella. Pero el Papa les
pregunta cuntos aos tienen, y... ella dice que
quince y l diez y siete. El buen Padre Santo se
enternece: el chico es gracioso y la mozuela es una
rosa...
Y el Papa ha respondido
Desde su cuarto:
Quin fuera peregrino
para otro tanto
Preciosa muestra de sentido popular ese desde
su cuarto, en que vive el Papa, mientras que en
Ledesma se lee:
Mirndola, dice
El Padre Santo:
Quin tuviera licencia
para otro tanto!
No es menester insistir. La superioridad de la
parte musical no puede demostrarse aqu, pero no
cabe la ms simple comparacin. Quiz Ledesma
padeci un error al decir que los pelegrinitos se
cantaba con la msica de la pelegrina, o ignoraba
que tena msica propia. O bien sta es
desconocida en Castilla, y procede de Andaluca,
aunque no tenga un carcter andaluz muy
pronunciado (quiz aparece tocndola en un
movimiento vivo). Pero la exquisita inflexin o
variante en menor hacia el centro del romance es
quiz un testimonio de arte cultista, no
estrictamente popular. Este es el caso frecuente en
las canciones de fines del XVIII y principios del
XIX, y pudiera ser que Los pelegrinitos se
encontrasen en este caso. Aadiremos,
nicamente, que la meloda de este romance es la
que ha sido utilizada por Manuel de Falla para la
sexta de sus Siete canciones populares espaolas,
que comienza:
Por traidores tus ojos
Voy a enterrarlos, etc.

LETRAS DE LAS CANCIONES (*)


ZORONGO GITANO
Tengo los ojos azules,
Tengo los ojos azules,
y el corazoncito igual
Que la cresta de la lumbre.
De noche me salgo al patio
Y me jarto de llorar
De ver que te quiero tanto
y t no me quieres n.
Esta gitana est loca,
Loca que le van a atar,
Que lo que suea de noche
Quiere que sea verdad.
ANDA JALEO
Yo me arrim a un pino verde
Por ver si la divisaba
Y slo divis el polvo
Del coche que la llevaba.
Anda, jaleo, jaleo
Ya se acab el alboroto
Y vamos al tiroteo.
No salgas, paloma, al campo,
Mira que soy cazador,
Y si te tiro y te mato
Para mi ser el dolor,
Para m ser el quebranto.
Anda, jaleo, jaleo
Ya se acab el alboroto
Y vamos al tiroteo
Por la calle de los Muros
Han matado una paloma.
Yo cortar con mis manos
Las flores de su corona.

vivan los sevillanos


y sevillanas

Y la pelegrinita,
De terciopelo

Lo traigo andado,
La Macarena y todo
Lo traigo andado
Lo traigo andado

Al pasar por el puente


De la Victoria,
Tropez la madrina,
Cay la novia.

Cara como la tuya


No la he encontrado
La Macarena y todo
Lo traigo andado

Han llegado a Palacio


Suben arriba,
Y en la sala del Papa
Los desaminan.

Ay ro de Sevilla,
qu bien pareces,
lleno de velas blancas
y ramos verdes

Le ha preguntado el Papa
Cmo se llaman.
El le dice que Pedro
Y ella que Ana

LOS CUATRO MULEROS

Le ha preguntado el Papa
Que qu edad tienen
Ella dice que quince
Y l diecisiete

De los cuatro muleros


Que van al agua,
El de la mula torda,
Me roba el alma.
De los cuatro muleros,
Que van al ro
El de la mula torda,
Es mi maro
A que buscas la lumbre,
la calle arriba,
si de tu cara sale,
la brasa viva?
NANA DE SEVILLA
Este galapaguito
No tiene mare.
Lo pari una gitana,
Le ech a la calle.

Anda, jaleo, jaleo


Ya se acab el alboroto
Y vamos al tiroteo

Este nio chiquito


No tiene cuna:
Su padre es carpintero
Y le har una

SEVILLANAS DEL SIGLO XVIII

ROMANCE PASCUAL DE LOS


PELEGRINITOS

Viva Sevilla
Llevan las sevillanas
en la montilla
un letrero que dice:
Viva Sevilla
Viva Triana
Vivan los trianeros,
los de Triana

Le ha preguntado el Papa
De dnde eran.
Ella dice de Cabra
Y l de Antequera
Le ha preguntado el Papa
Que si han pecado
El le dice que un beso
Que le haba dado
Y la pelegrinita,
Que es vergonzosa
Se le ha puesto la cara
Como una rosa.
Y ha respondido el Papa
Desde su cuarto:
Quin fuera pelegrino
para otro tanto.
Las campanas de Roma
Ya repicaron
Porque los pelegrinos
Ya se han casado
EN EL CAF DE CHINITAS

Hacia Roma caminan


Dos pelegrinos
A que los case el Papa, mamita,
Porque son primos, nia bonita

En el caf de Chinitas
Dijo Paquiro a su hermano:
Soy ms valiente que t,
Ms torero y ms gitano.

Sombrerito de hule
Lleva el mozuelo,

Sac Paquiro el rel


Y dijo de esta manera:
Este toro ha de morir

Antes de las cuatro y media.


Al dar las cuatro en la calle
Se salieron del caf
Y era Paquiro en la calle
Un torero de cartel
LAS MORILLAS DE JAN
(Cancin popular del siglo XV)

Tres morillas me enamoran


En Jan:
Axa,y Ftima y Marin.
Tres moricas tan lozanas,
Tres moricas tan lozanas,
Iban a coger manzanas
En Jan:
Axa,y Ftima y Marin
Djeles: Quin sois, seoras,
De mi vida robadoras?
Cristianas que ramos moras
En Jan:
Axa,y Ftima y Marin
Tres morillas me enamoran
En Jan:
Axa,y Ftima y Marin
Tres morillas tan garridas
Iban a coger olivas,
Y hallbanlas cogidas
En Jan:
Axa,y Ftima y Marin
Y hallbanlas cogidas
Y tornaban desmadas
En Jan:
Axa,y Ftima y Marin
ROMANCE DE LOS MOZOS DE
MONLEN
Los mozos de Monlen
Se fueron a arar temprano, ay, ay
Para ir a la corrida
Y remudar con despacio
Al hijo de la veuda
El remudo no le han dado.
-Al toro tengo de ir,
manque vaya de prestado.
-Permita Dios, si lo encuentras,
que te traigan en un carro,
las albarcas y el sombrero
de los siniestros colgando.
Se cogen los garrochones,
Se van las navas abajo,
Preguntando por el toro
Y el toro ya est encerrado.

A la mitad del camino


El mayoral se encontraron
-Muchachos que vais al toro,
mirad que el toro es muy malo,
que la leche que mam
se la di yo por mi mano.
Se presentaron en la plaza
Cuatro mozos muy gallardos.
Manuel Snchez llam al toro:
nunca lo hubiera llamado
por el pico de una albarca
toda la plaza arrastrando.
Cuando el toro lo dej.
Ya lo ha dejado sangrando.

Que no tiene rapacios,


Por el ojo de la llave
Vi yo los bien chiquitus.

-Amigos, que yo me muero;


amigos, yo estoy muy malo;
tres pauelos tengo dentro
y ste que meto son cuatro.
-Que llamen al confesor
pa que venga a confesarlo.
Cuando el confesor llegaba,
Manuel Snchez ha expirado

Segaba la nia
Y ataba,
A cada manadita
Descansaba.

Al rico de Monlen
Le piden los bueis y el carro
Pa llevar a Manuel Snchez,
Que el torito lo ha matado.
A la puerta la veuda
Arrecularon el carro.
-Aqu tenis vuestro hijo,
como lo habis demandado.
LAS TRES HOJAS
Debajo de la hoja
De la verbena,
Tengo a mi amante malo,
Jess, qu pena
Debajo de la hoja
De la lechuga,
Tengo a mi amante malo
Con calentura.

El seor cura non baila


Porque diz que ten corona;
Baile, seor cura, baile,
Que Dios todo lo perdona.
Los vaqueiros vanse, vanse,
Ya queda la braa oscura,
Ya se acab la parola
Y el cortexar a la luna.
AIRES DE CASTILLA

Dicen que no me quieres


Porque no tengo
Vacas en la vacada,
bues en rodeo.
Segador, no siegues
Deprisa,
Que la que est atando
Es mi nia
Con mi yunta de vacas
Labro mis tierras,
Nadie me da ms oro
Que me dan ellas.
Pasaste por mi puerta,
Diste un jipo:
dnde dijiste nada,
recandido?
Morena, ay morena,
Tienes el olor
De la yerbabuena.

Debajo de la hoja
Del perejil
Tengo a mi amante malo,
No puedo ir.
SONES DE ASTURIAS
Tengo de cortar un roble
En el alto Cabroada,
Que con les rames bandea
Los mis amores del alma.
El seor cura nos dice

Todos los temas son tradicionales,


recogidos y armonizados por Federico
Garca Lorca, excepto Sones de
Asturias, arreglado por I. Lpez y
Navarro y Aires de Castilla, arreglado
por Gerardo Gombu y Guerra.

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