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La Guerra Ilustrada N º 134

El documento describe la difícil situación económica y alimentaria en Europa durante la guerra, con escasez de alimentos, inflación y sufrimiento de la población civil. También discute las disputas entre Austria y Hungría sobre los territorios conquistados a Rumania y la negativa de Hungría a ayudar a Austria con el abastecimiento.

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La Guerra Ilustrada N º 134

El documento describe la difícil situación económica y alimentaria en Europa durante la guerra, con escasez de alimentos, inflación y sufrimiento de la población civil. También discute las disputas entre Austria y Hungría sobre los territorios conquistados a Rumania y la negativa de Hungría a ayudar a Austria con el abastecimiento.

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LEN TRUSTKY

NUMERO 1 3 4

4 0 CNTIMOS

LA GUERRA
= ^

ILUSTRADA

= ^

DIRECTOR

AUGUSTO RIERA
Kii todas las naciones beligerantes han perpetrado
horrores los acaparadores e intermediarios. En ningn
l':mi)coi'a I OCIOS los das y en todas parles, y nada de- pas ha sido posible evitar sus torpes maniobras para hacer
cisivo se hace poi' mejorarla. Claro que el nico y sobe- que la caresta causara estragos. Las muchedumbres han
rano remedio de laiilii dcHilicha sera la paz generalque tenido que padecer los efectos de la codicia de unos pocos,
volviera los soldados u la tierra que produce y a los talle- y los padecen, y todo induce a creer que los^padecern dures y fbricas que transforman 'lo que produce el suelo; rante mucho tiempo.
la paz que permitira circular ferrocarriles y vapores y
Guando se ha acusado de indolencia o de lenidad en el
veleros, dar mayor rendimiento a las minas, tener abonos castigo de los culpables a un gobieriu> cualquiera, la delos campos y algodn y lana las fbricas. Pero ya que no fensa del acusado ha sido siempre la misma : Las leyes
pueda alcanzarse la paz, por lo menos debieran los go- existentes no nos permiten obrar con rapidez y energa. Es
biernoscausantes iniciales de todas las calamidades que imposible acabar con los defraudadores y con las defrauafligen a Europaevitar las privaciones que provienen de daciones si no se reforma el Cdigo penal.
la codicia de unos centenares de acaparadores y de unos
Esta defensa es una excusa de mal pagador. Adems de
cientos de miles de intermediarios que se enriquecen a cos- que las leyes existentes permiten reprimir las estalas
ta del hambre y la miseria de muchos millones de hom- y los manejos para aumentar el precio de los alimentos
bres, precisamente de los que producen y ayunan.
de primera necesidad, quin impeda a los gobiernos

.A SITUACIN

El rey Jorge de Inglaterra y el embajador de Francia hablando con varios oficiales de la ambulancia dental britnica
(Fot. Central News)

1898

LA GUERRA ILUSTRADA

La misin de trabajadores ingleRes en su viaje por los Estados Unidos visita el taller cinematogrfico de los peliculeros Charlot y Doiiglaa Fairbanlts
(Fot. Central News)

haber morlificarlo las leyes si crean que sLas oran deflcientes?


Lo que hay es que muchos empleados pblicos han
sido cmplices de los que hambrean al pueblo, y de ah su
impasibilidad anle los abusos.
En algunas naciones y en determinadas provincias de
oirs los efectos de la caresta son verdaderamente espantosos. La gente muere de hambre; los que trabajan
tienen que acortar l;is jornadas de labor porque sus fuerzas no les perihilen llegar al lmite normal. Como no confeti no pueden trabajar. Perecen de inanicin viejos y
nios. La tuberculosis causa estragos. Las en'fermedades
del estmago malnn a millares de vctimas a causa de la
mala calidad d e Ids alimentos. Quin es capaz de ingei'ir sin peligro un kilogramo de pan de guerra? Lo que
se padece en Austi'ia y en algunas i'egiones de Alemania
es indecible. Miicho es el dailu (|ui' a esas naciones ha causado el bloqueo ingls; pero lauto como los barcos de la
(J-ran Bretaa han contribuido ai hambre y a la caresta la
maldad de los comerciantes, la incapacidad de los ministros, la complicidad de los empleados pblicos.
Los enredos y artimaas de los acaparadores no cesarn ya ni despus de la guerra. Estn las sociedades modernas fundadas sobre el capitalismo y no se atrevern los
gobernantes a castigar a los capitalistas. Es posible que
alguna vez metan en cintura a los detallistas; pero castigar a un acaparador...
La guerra se prolonga y tanto como en los campos de
batalla se sufre en las ciudades y pueblos. En aqullos se
muere de golpe y perdiendo la sangre; en stos se agoniza lentamente perdiendo las fuerzas, viendo como llega,
inevitable, 1a muerte, en tanto que la vida anima las facciones de-una minora de afortunados. En los campos de
batalla mueren |)or,igual soldailus y.nncialos; como stos
caen los jefes. En las ciudades, junto a los moribundos y

los muertos hay los cuervos que se nutren de sus pobres


despojos hasta engordar, hasta reventar de un atracn. Se
habla de la paciencia de los chinos, de la de Job... Nadie
ha ponderado todava la de los pueblos que soportan las
miserias de la guerra. Y en verdad que es admirable.
nicamente los rusos se rebelaron contra el mal go])icrno y han acabado con los acaparadoi'cs y con sus ganancias. No quisieron tolerar por ms tiem|)o la indigna
explotacin de que eran objeto y oprimieron a sus opi-esores. Y a los rusos se es califica de brbai'os, do loi-pes, de
suicidas. Se les acusa de, haber desmembrado su pidria.
La tenan los rmipks miserables, los soldarlos hambrientos vendidos poi' sus geiuu-ales a los alemanes?
Psima es la sitiiacii'in de Europa. Y la guerra no lormina. Los alemanes han vuelto a atacar. Los aliados resisten sus embestidas, aun cuando pierden tei'reno. Llegan
de Anu'rica tropas y ms tropas para cubrir bajas. En una
jtai'te del frente ha cesado la guerra de trincheras, y la artillera y la infantei'a libran continuos y encarnizados combates. Y continuai'n el hambre y la giiei'ra, y los cuervos
se liartarii, hasta i'oventar, de carne muerta.

EN ATISTRIA-IUNGRA
Zona de ouerra, w do Mayo.

El ramo de olivo de la paz rumana^que es de espinas


])ara la desventuratla Rumaniase convierte en una vai-a
con la que se sacuden ol J)1VO hngai'os y austracos.
Esos dos pueblos pie pelean jimios no piu'.den tragarse.
nicamente estiin de acuerdo para opi'iuiir a los oti'os
pueblos sujetos a la monarqua.
El territorio ai'rancado a Rumania por el tratado di Rucarest despierta celos y disputas. Hungra lo quiere para
s, y Aiisti'ia no quiero drselo a Hungra. Ser algo difcil-que se entiendan. Viena dice en las pginas de sus pe-

LA GUERRA ILUSTIMDA
ricficos :,La cesin de los lerrilorios rumanos se hizu a
la monarqua, y la ijosesin definitiva de esos territorios
deben reg-ularla ambos Estados. Pero en Budapest no se
quiere discutir tal asunto, y los i)eridicosc]illan contra
Austria. Qu tiene que ver Austria en esos territorios
conquistados? Rumania confina'con Hungra, y sta debo
obtener todas las ventajas de la conquista. Los austracos nos envidian ms que los alemanes las conquistas
hechas, escribe el Pesli Nai)lo. Los ataques de los austracos son deniala fe y nos jiroducen i'isa. La envidia es quien
los dicta, porque en Austria se cree que los. hngaros disi'utamos de grandes beneficios. Se dice que los. territoi'ios
anexados a Hmigra son una adquisicin cornn. Esperemos y no hemos de tardar mucho eu saber ilas ventajas
econnu'cas que Austria recabar para s en el tratado con
Rumania. Los otros peridicos de Budapest protestan con
violencia de los ataques"que-los peridicos de Austria dirigen a Hungra. El reparto de la presa ofrece muchas dificultades.
I)isj)iil;is |Mtr los (((incslihlcs
Las amislosas disposiciones de ambos pueblos aparecen de iruevo en el problema del aprovisionamiento. En
Austria se lamentan de la caresta, y los lie(;lios denuiestran que no hay exageracin en tales lamentaciones,
y se i)ide auxilio a Hungra, donde, a juicio de los austracos, se siente menos la penuria; los hngaros no se
nruestran dispuestos a la generosidad. En Budapest se
ha celebrado una conferencia en que tomaron parte los
ministros de Abastecimientos y Comercio, el alcalde de
la ciudad y otras personas nolables. Se decidi que la
requisa que se efecta en la actualidad se destine exclusivamente a satisfacer las necesidades del eji'cito y del
interior de Himgra. A Austria no se le puede dar nada

1899

))orque lo recogido no alcanza a cubrir las necesidades


del propio pas.
Al conocer esta decisin los vieneses se muestran indignados y ensean tos dientes... pero como si no.
Las condiciones de la existencia son cada vez peores.
Segri el UArheUer Zeiluiuj, no hay que esperar mejora en tanto que dure la guerra.
En el Tirol la situacin alimenticia se agrav a causa
de la necesidad de'aprovisionar al ejrcito; algunos di])utados del pas mai'charon de Viena en busca de socori-o; pero la caj)ital, si hay que creer a los peridicos
polacos, se eiicuenti'a en tales condiciones que acaba de
pedir vveres a-Polonia, y nadie sabe de dnde Polonia
sacar vveres para dai'los a Austria. En Bohemia se est
peor an. Alemania, ha dicho un empleado del ministerio
de Estado, est dispuesta a socorrer a Bohemia envindole patatas; pero se topa con la pequea dificultad de que
en Berln no se permite la exportacin de patatas.
En Kladno se organizan para reclamar que el servicio
de api'ovisionamiento asegure lo ms indispensable por
lo menos. En Praga los tranviarios han limitado las horas
de servicio, porque dicen que la debilidad no les permite
hacer ua jornada ms larga de trabajo. En un puebleci11o de Bohemia fu muerto a ]ualadas un empleado que
iba a requisar vveres. En otros pueblos fueron apedreados los hombres destinados a realizar tal tarea.
Los peridicos de Viena declaran que las condiciones
de la Hacienda austraca son funestas. La circulacin del
papel moneda alcanza un cambio jams superado. En Hungra el coste de la vida ha subido a cifras que producen,
vrtigo; la carne se paga a 24 pesetas eil kilogramo; pero
(>s muy difcil encontrarla; un par de botas de cuero aulntico cuesta 500 coronas. Para tener un vestido que
dure algunos meses hay que gastai- 1,000 coronas, estas
cifras estn tomadas del Pesli Naplo' de Budapest.

Palomar de campaa establecido en la plaza de Tratalgar, Londres, para mensajes militares


(Fot. Central News)

1900

LA GUERRA ILUSTRADA

Loa miembros de la misin americana, en Francia visitando la Galera de los Espejos del palacio de Versalles
(Fot. Central Neics)

El eueral Niox recibe a la misin norteamericana en el patio de los IiiTlidos de Pars


(Fot. Central Newi)

LA GUERRA ILUSTRADA

[ja misin norteamericana en Francia al salir del naJaeio de Versalles

Los miembros de la misin americana llegando a la Escuela de Guerra de Pars

1901

(Fot. Central

(Fot. Centrcl

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MAPA DEL FRENTE OCCIDENTAL, DONDE SE DESAEEOLLA LA OFENSIVA ALEMANA


Situaoin de las tropas el dfa 27 de Mayo al comenzar la ofensiva

^ *

Situacin actual el 6 de Junio

Vio
Arrarice

LA GLT.RRA ILUSTRADA

UNO DE LOS MIEMBROS DE LA MISIN NOBTBAMEKIGANA DIRIGIENDO LA PALABRA A LOS TRABAJADORES DE UN ASTILLERO DE ESCOCIA
ffot Central A'eifJ

LA GUERRA ILUSTRADA
Los que vilel\eii
Austria fundaba grandes esperanz;is en los propios soldados que, una vez Armada la i)az, con Rusia, deban volver a la madre [)atria. Los i'iisos haban lieoho ms de un
niln y medio de prisioneros a los auslriacos desde el
principio de la guerra. En las tremendas batallas iniciales que precedieron a la loma de Lemberg, en la rendicin de Przemysl y en la ormidable ofensiva de Brussilov,
ijiu! amenazaba acabar con Austria, el ejrcito austraco
perdi ms de la mitad de sus efectivos. Estaban en Rusia muchas decenas de divisiones. Por eso esperaban los
uistriacos la, vuelta de los prisioneros.
Pero la realidad no ha confirmado las previsiones ni
(iiiii|>lido las cspci'iiiizas. En Rusia lian unicrlo ms de

1905

No ha conseguido, pues, Austria ninguna de las ventajas que se pronieta de la repatriacin de los prisioneros que tenan los rusos.
La tormeiila
No anuiga, sino que ya descarga. Los checo-esiovacos y
los yugo-eslavos no quieren soportar por ms tiempo el
yugo y tirana de los hngaros y alemanes. En Italia no
se tiene idea de la importancia que reviste ese movimiento. En el manifieslo dado poi- los diputados checos y yugoeslavos para protestar contra la clausura de la Cmara y
los atentados de que fueron objeto los checos por parle
de la polica, se cleca textualmente: Lo que acabamos
de decir denruestra que Austria no es un pas consiitucio-

Oflciales ingleses de un vapoi' avixiUar de guerra ensayando los apai'atos de produccin de niebla artificial, que tan
en el ataque a Zeebrugge

'iOO,000 soldados auslriacos. Las epidemias, el hambre, el


fro han reducido en cerca de un tercio la cifra total de
los soldados del imperio de los Habsburgos. Siberia ha sido
fata;l a los auslriacos. Muchos miles de lo6 que se salvaron de las enfermedades no quieren volver a su patria hasla que haya terminado la guerra, pues no quieren padecer nuevas penalidades, exjionerse otra vez a la muerte.
Los que vuelven estn peligrosamelite contagiados de ma.vimalismo y no aprovechan para nada, y hay que vigilarles a fin de que no inculqiuMi a los dems el virus revolucionario.
Los rusos han deiiinsliailo a los auslriacos que un pueblo puede acabar con sus tiranos si lo desea con energa
y est dispuesto a derramar la sangre propia y la ajena.
Y los autriacos, que ven que los antiguos soldados rusos
son dueos absolutos del poder en su tierra, ciuitagiados
por el ejemplo aspiran a sublevarse como lo hicieron los
moscovitas y a convei'tirse en dueos despus de haber
sido esclavos.

resultados dieron
(Fot. Central News)

nal. Rechazamos indignados toda medida de excepcin y


no reconocemos ninguna ley ni reforma en sentido absolutista.
Noticias de Praga, llegadas con notable retraso, dan
cuenta de que la fiesta del i." de Alayo se transform en
una importante manifestacin en favor de un Estado checo-eslovaco iiideiiendiente. La fiesta perdi, por completo.
su significado sociaiista internacional. Representantes de
todas las clases sociales lomaron parte en la manifestacin
y en las reuniones al aire libre. Quisieron las autoridades
reprimir la libre manifestacin de las ideas y provocaron
graves y mltiples desrdenes.
Los austracos, por medio de la Seuc Freie Presse,
responden a los bohemos desde Vi en a: Los alemanes de
Austria no aceptarn nunca la independencia de Bohemia.
Esla guerra no puede resucitar privilegios de raza abolidos desde hace mucho tiempo. En Adelsberg, en Lubiana. en Zagabria, en Karlovac. en Suzak, ha habido desrdenes y acuden all tropas hngaras para restablecer la

LA GUERRA ILUSTRADA

1906

Miss Jey Iliggius, de la misin americana, visitando u n a batera de morteros de gran calibre en el arsenal de Woolwich
(Fot. Central News)

iioriualiclad. En Adelsbcry los socialistas eslovenos aflrniaron su cmplela solidaridad con los burgueses eslovenos
acerca cicla unin de croatas, servios y eslovacos en un
Estado independiente.
La alarma de los alemanes austracos es grande. Falta
saber lo que decidirn liacer los polacos.
A R N A L D O Pn.ACCAIlOLI,

F.S MARINOS ITALIANOS


Hace tiempo que un destryer italiano penetr en el
puerto de Trieste y torpede a un buque de guerra austraco. Aliora un torpedero de la marina italiana, tripulado
slo por cuatro hombres, ha ido hasta el puerto de Pola
salvando barreras y campos de minas, cadenas y redes.
Ha llegado hasta los muelles y all, en plena noche, ha
torpedeado a uno de los cuatro grandes acorazados que
poseen los austracos y que desplazan ms de 20,000 toneladas.
Gomo las escuadras austracas no se aventuran a cruzar
por los mares y permanecen ocidtas en los puertos, all
han de buscarlas los italianos para combatirlas.
He aqu un relato de ese hecho de armas digno de ser
recordado por la intrepidez que arguye en sus autores.
Segn el testimonio de persona que tom parte en la
heroica accin de Pola a bordo de una de las unidades que
permanecieron en posicin cercana al dique del puerto y
que no obstante el' necesario silencio, fcilmente comprensible,^ acerca de los detalles de la admirable organizacin de ataque, es posible reconstruir el momento snente durante el cual cuatro hombres tan slo afrontaron
el grueso de las fuerzas navales austracas en su base
principal, torpedeando reiteradamente el buque enemigo.
El comandante Pellegi-ini y sus camaradas, voluntarios to-

dos, haban estudiado minuciosamente la expedicin, preparndola en sus ms mnimos detalles. A la l''i5 de la noche, con mar gruesa y fuerte viento, un convoy italiano dirigido por el comandante Scapin abandonaba su base dirigindose hacia Istria. Formaban parte de la seccin dos
barcos de motor mandados por el capitn Gonstanzo Giano
y el lugarteniente Luis B.erardinelli. Estaba convenido que,
cuando'el convoy hubiera alcanzado alguna distancia se
acercase-al torpedero del capitn de corbeta Pellegrini. que
llevando a bordo al segundo jefe torpedista Milani, .il iimi'inero distinguido Angelini y al fogonero distinguido Gorreas, abandonando la seccin de apoyo, deba atravesar
la barra y proceder a la accin. Haban sido convenidas
seales especiales para conocer el resultado de la empresa
por estar previsto que el comandante Pellegrini y sus camaradas, en caso de que no pudieran volver, deban rlestruir su barco yecharse al agua despus de haber cumplido su misin.
La operacin se desarroll como estaba previsto. Nuestros navios llegaron a la vista de la costa de Istria, continuando el grupo de los comandantes l^ellegrini, Giano y
Befardinelli hacia Pola. Gerca de la lnea de Punta Peneda a Puna Goinpare, a una milla del dique, reconocieron cierta obstruccin 'entre la extremidad del dique y Punta Gristo. El comandante Pellegrini, destacndose de su
escolta, se dirigi hacia la isla de San Girolamo. Durante
mucho tiempo el ms grande silencio y la tranquilidad ms
absolida reinaron en el mar y en el interior del puerto donde nicamente notbanse las intermitentes luces de algunos reflectores, l^or fin, despus de 58 minutos, a las tres
y cuarto, oyronse dos sordas explosiones caractersticas
de los torpedos con un corto intei'valo una de otra. Un caonazo dio la seal de alerta en direccin de Punta Gristo,
rompiendo el fuego de ametralladoras y fusiles y artillera
intenssimo hacia el interior del puerto. Sucesivamente

LA GUERRA ILUSTRADA
ucroii piiesiut (i lu^ciii, pur (;1 rjuiiif^ii, iiiuncmsos pi'oyecloves desde Puna Cristo, Puna Peneda y Puna A'Ionimenti, siempre para iluminar solamente el interior del
puerto.
Al romperse el fuego de artillera vise claramente de
lejos la seal luminosa convenida,, por la cual el comandante Pellegrini indicaba a sus camaradas que haba torpedeado el navio y perseguido por otro destrua su barco,
siendo intil todo socorro. Una vez realizada la accin, el
convoy regres a su base indemne.
Al amanecer la reaccin del enemigse limit a un ataque areo contra el convoy, fracasando asimismo, gracias
a la oportuna intervencin de la escuadrilla de nuestros
aviones de caza,,que despus de un encarnizado combate,
y a pesar de su inierioridad numrica, consigui rechazar
a los aviones adversarios, derribando a tres.
Las seales luminosas lanzadas por el comandante Pellegrini demostraron que haba sido realizada la misin.
Los caonazos y haces luminosos durante la accin desde las dos hasta cerca de las cinco y cuarto, constantemente dirigidos hacia un punto del interior del puerto, excluan toda equivocacin acerca de las seales mismas;
por consiguiente esl; lucra de duda que la unidad enemjg-a, alcanzada por dos torpedos, fu hundida o puesta
p'o mucho tiempo fuera de combate. Pellegi'ini y sus vaU'ntes camaradas cayeron pi'isioneros.

LA AVIACIOlN EN EL FRENTE FRANCS


SEGN EL IMPARCIAL
Los aliados se envanecen de su
r.ucnlan poi' docenas los aparatos
uu-ran los bombardeos a corlas y
buyndoles la eficacia de eslorbar

superioridad aviadora,
alemanes cados, enulargas distancias, atrilas concentraciones de

1907

tropas prtipai'adas jiara el alaijiie y concediendo a su ax;cion una influencia enorme sobre los planes ofensivos del
adversario.
Gomo de origen alemn hay menos abundancia de noticias, y stas suelen ser tambin menos minuciosas, no
es fcil hacerse cargo de si existe verdaderamente esa superioridad repentina. Hasta hace poco tiempo, el tipo del
avin germnico era el ms perfecto, tanto en sus modelos de exploracin como en los de caza o combate y de
bombardeo; pero- la cantidad suple a veces con ventaja la
calidad, y tan grande puede -haber llegado a ser la fabricacin de aviones en Francia e Inglaterra, que sus escuadrillas sean como bandadas a cuyo poder abrumador no resistan los pjaros de guerra alemanes. Aun cuando as
sea, no es creble que la accin de los aeroplanos aliados
parezca suficiente a detener la ofensiva ; algo habr, y no
i'elativo'a los anglo-franceses, que motive la delencin. Los
alemanes saben que cada da de retraso es un factor en
contra, porque las horas multiplican la produccin de las
fbricas.y acumuilan en las lneas del frente elementos y
I ropas. Si no acometieron antes fu, sin duda, porque
todava no lmi)an dis|)U('slo aquellos que consideraban necesarios a su triunfo.
Pero, de lodos modos, la actualidad, la accin de momento es de los aviadores. Los alemanes, llevando sus iniciativas lejos de los campos de batalla, pasan el mar y bombardean Londres. No les. preocupa perder unos cuantos
aparatos con tal de ejecutar su sistema de inquietud y alarma en las poblaciones enemigas. Los aliados amplan sus
empresas areas hasta Colonia. La guerra en los aires se
ensancha, se engrandece; pronto habr en los espacios batallas semejantes, por el nmero de combatientes, a las de
tierra; pero bien distintas, porque en los aires no hay trincheras, no hay obstculos naturales. El movimiento envolvente ofrece todas las orientaciones de la rosa de los

Restos de un gotha derribado por los caones antiareos en un campo de loa alrededores de Londres
(Fot. Central News)

1908

T.A GUERRA ILUSTRADA

Prisioneros alemanes puestos al servicio de la Cruz Eoja para el transporte de heridos en el campo de la ludia
(Fot. Central Neius)

vientos; el cuerpo a cuerpo es mortal para ambos adversarios.


Una fe inmensa inspira a todos los bdligerantes el dominio del aire. A un invento se sucede otro sin descanso.
El zeppelin alemn, ltima palabra en grandes aeronaves,
tiene ya un rival peligroso : el Porlanini, dirigible italiano
que ha batido el record del mundo subiendo a una altura de 8,500 metros, 3,900 ms que el dirigible germano.
Esta arma poderosa ya no ser vencida por el pequeo
aeroplano, porque los aviones no conservan su velocidad
ascensional uniforme ms que hasta los 3,500 metros de
altura; desde esta altitud disminuye rpidamente la subida del aeroplano,, y llega a ser nula cuando el aparato ha
alcanzado lo que los franceses llarnan un plafond. El'dirigible italiano conserva su velocidad ascensional de 1,000
metros por minuto hasta las mayores altitudes, y esta propiedad le coloca fuera del radio de accin de los aeroplanos, hacindole inmune de sus ataques y, por lo tanto,
absolutamente dueo del aii'e.

Empeado duelo de artillera en la falda del monte


Kemmel.
23 de Mayo. Los aviadores franceses e ingleses vuelan con sus aparatos sobre las lneas de retaguardia alemanas y causan grandes destrozos.
24 de Mayo. Las tropas franco-italianas de Macedonia avanzan veinte kilmetros en el oeste del frente oriental, ahuyentando al enemigo y hacindole prisioneros.
26^ de Mayo. Viva lucha de artillera en varios punios del frenle franco-ingls.
27 de Mayo. Los italianos emprenden una ofensiva
en la regim del Tonale, se apoderan de las posiciones enemigas, hacen 900 prisioneros y toman i' caones, 11 morteros y muchos fusiles, adems de gran cantidad de municiones.
Los alemanes atacan-en una extensin de 40 kilmetros las alturas del Camino de las Janws y las coronan
despus de un combate empeado. Los franceses e ingleses retroceden lentamente. Los alemanes llegan al valle del
Aisne.

HECHOS CULMINANTES

NOTAS

20 de Mayo. Los ingleses emprenden un ataque parcial en Ville-sur-Ancre, toman varias posiciones alemanas
y se apoderan de 300 prisioneros y 20 ametralladoras.
Desembarcan Z,000 hombres del eircilo norteamericano en Francia.
21 de Mayo. En el frenle italiano los auslriacos atacan en dos puntos de las cercanas de Asiago y son rechazados con grandes perdidas.
Un dirigible italiano vuela sobre Laybach y arroja varias bombas sobre los edificios militares, incendiando dos
de ellos.
22 de Mayo. Los ingleses obligan a los turcos de Mesopotamia a pasar el ro Zab y les causan sensibles perdidas.

LA PRUDENCIA DEL JEFE


Es al comienzo de la batalla. El ayudante llega al galope, cono el
aliento, ronca la voz :
i Mi general, mi general, huyamos!
El general, sin inmutarse :
Aun no es tiempo!

LA SOLUCIiN CHINA
He aqu el consejo de amigo que en conversacin confidencial dio a
un diplomtico ingls un hombre de Estado chino :
Vosotros (los ingleses) no podis ganar la guerra, porque los alemanes no sacan su escuadra, y vosotros no podis entrar a buscarla. La nica
manera de ganar la guerra es hacer la paz. Aceptis las condiciones
alemanas, firmis el Tratado. Todo el mundo se regocija. Y para celebrar el acontecimiento convidis a los marinos alemanes a una revista naval. Mandan ellos la escuadra, y en cuanto sale del puerto, la destrus.

Kn el p r x i m o n m e r o p u b l i c a r e m o s el retrato del g e n e r a l s l r H e n r y R a w l i n s o n ; el mapa de A l b a n i a , oon ol a v a n c e


f r a n o o - l t a l l a n o , el de la regln de Y p r s , oon la s i t u a c i n de l o s ejrcitos b e l i g e r a n t e s , en c o l o r e s , y grabados de
aotnalldad e n n e g r o .

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EL MEJOR LIBRO DESTINADO A I N HIJO ES LA HISTORIA DE SU PATRIA

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HISTORIA ESPAA
y de los Pueblos Hispano=Amercanos hasta su Independencia
por

Manuel Rodrguez Codol


Profesor de la Escuela de Artes y Oficios y BeDas Artes de Barcelona, Ddifidoo de la Academia ProTiacial de Beas Artes y de la
de Geodas y Artes, correspoDdIeDte de la de San Femando y de la de Bnenas Letras de Sevilla
seguido cada perodo histrico de un juicio, por

Miguel S. Oliven
Correspondiente de la Academia de la Historia

m iiou Di[2 iliizolifs POR ou[ [STn oBRi HH omiiiDo mil mniiHiin fxiTo
1.' Por ser la historia de la patria.

6." Por su novsima presentacin.

2.* Porque la historia de la patria es el


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