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VIAJE POTICO
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POR
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RIO-JANEIRO.
IMPRENTA DEL APSTOL, RA NOVA DO OUVIDOR N. 16 Y 1 8 .
1873.
VIAJE POTIGO A PETROPOLIS
IMPERIO DEL BRAZL
PROLOGO
Rio-Janeiro, 8 de Mayo de 1870.
Amada lectora mi buena hija: Con la confianza que
inspira el amor maternal, tomo la pluma para escribirte ; mas, ante todo, me parece bueno advertirte
que el contenido de este escrito que vas leer, es puramente para darte una esplicacion tocante el pintoresco y hermossimo terreno brazilero, por mejor
decir, sin falta de sinceridad, yo que con tanta delicia
he observado estas partes de este bello y pomposo
pas, y habiendo encontrado la superior belleza indecible, de manera no sindome posible apartar de ella
por su encanto, lo que no es estrao, por su grande y
escelente mrito. Como siento tan sublime delicia entreteniendo mi pensamiento con el dulce recuerdo de
mi favorito gusto, no obstante veo que es egosmo
VIAJE POTICO PETROPOLIS
mo, ocupndome constantemente de este deliciosoy pintoresco cuadro sin salir del punto.
Sin embargo, hija mia, talvez no sentirs la menor
ilusin respecto de mi asunto pastoril; no es estrao: para gozar es preciso verlo, y entonces es cuando
se siente su agradable efecto, que con evidencia yo
tambin sent, cuando me vi por entre aquellos bosques, impresin desconocida y en estremo maravillosa se apoder de mi la vista de aquellos terrenos
frtiles bajo cielos azulados.
Ahora bien, hija ma; confiada en tu prudencia, que
ser suficiente para disimular mi estilo, que es bastante vulgar, por la pobreza de ciencia, jams puedo
ser tan desgraciada que la lectura de estas pginas te
sea fastidiosa en razn de su demasiado sencillo lenguaje. Ah ! si esto pienso y para agradarte, mi bien,
tendr que esforzarme, para esplicar, no con vanidad, mas al contrario, por el nico sentido, esto es,
para que mi discurso sea algo semejante al asunto que
ser desde ahora el objeto de nuestra ocupacin ; sobre todo, como he de referirme tanta grandeza como
efectivamente es la de esa zona preeminente, y cuya
descripcin brevemente dar principio, mas por ahora
continuar l prlogo.
Pues si los terrenes brazileros son tan preciosos,
mayormente estes petropolitanos, oh! magnifico pilago de riquezas, por eso me faltan frases para declarar tan magnfico cuadro, y no me atrevo pasar
adelante en mi escrito ; sin embargo, eso voy hacer,
y por tanto, lectora mia, te suplico, por Dios, que na
me tengas por filosofastra; mi profunda humildad se
resentira demasiado, y por lo mismo, antes prefiero
pasar por cotorra. Por ltimo, lo que voy esplicar
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
por ejemplo, la lozana de este hermossimo territorio- Oh, que lindo entretenimiento seria leer esta
descripcin, pero con frases escogidas por un talento
ilustrado que poseyese las ciencias propias, por ejemplo, la cosmogona, y sin dudarlo dira que Dios, sabio
Criador, reserva la esencia potica para regalarla generosamente su privilegiado Brazil!
Mi amada hija Barbarita : t que tendrs la bondad
de ser mi lectora, principia revestirte de paciencia;
oh, mucho sentira hacrtela perder nia de mis ojos.
Vaya, no perdamos tiempo con rodeos; vamos dar la
primera palabra de principio nuestro asunto, y que
esta sea la de mas mrito, pues esta palabra ser la de
Dios. Pues s, gracias Dios, dulce Nombre, quanto
mas sea el reiterarlo, tengo el placer de escribirte esta
obrita titulada Viaje Potico Petropolis, ciudad moderna del Brazil, y puesto que tu ausencia te ha privado de hacer este viaje conmigo, te enterar con qu
objeto yo hice esta interesante romera: fu con la intencin de visitar mi hijo Pepito, que all est entre
montaas, rios y bosques, en aquel precioso lugar, tan
propio para paraso, siendo algo lejos de esta corte.
Tanto es el placer que he encontrado vista de los
magnficos panoramas que se descortinaban durante
mi viaje, que no pude prescindir de hacerte ti, mi
buena hija, sabedora de esta novedad; con este motivo
he tomado la pluma, dndole el movimiento necesario*
fin de bosquejar claros y oscuros, que para mi sern dificultosos. De consiguiente, hija mia, si acaso
insensiblemente, me aparto de la gracia que naturalmente posea, oh ! lo siento mucho, porque injustamente le estoy robando el mrito que hered de la
mano del Criador.
VIAJE. POTICO PETROPOLIS
Efectivamente; todos los sitios que indispensablemente han de pasarse para hacer un viaje Petropolis, todos ellos son verdaderamente encantadores:
selvas vrgenes, hermosos rboles frondosos, raras
plantas parsitas, matorrales misteriosos, manantiales
deliciosos, arroyos que desde la cima de altos montes
van bajando con mpetu, siendo todo realmente bello
y puro, es la admiracin del viajero, que graciosamente tiene siempre agua la mano, cristalina y de
tan ricos hontanares.
Pues s; un viaje Petropolis merece muy bien
ocuparse de l, por ser un lugar tan ricamente lleno
de poesa ; mas como yo, hija del pueblo, desprovista
de la ciencia necesaria para dar el estilo que merece
este discurso, para ser mas elocuente y al mismo tiempo no carecer de este natural que emana de la practica discrecin, cierto que todo eso felizmente me
servira en esta ocasin que mi deseo es estenderme,
pero como he dicho, con un lenguaje bonito, que marchase acorde con el asunto, de suerte que con esos esfuerzos saldran escritos que serian dignos de ser ledos
por sabios; pero ah! mucho, s,.mucho siento desgarrar la ilusin de la poesa ofreciendo una literatura
que mucho le falta por causa de la ignorancia. Oh!
nunca el pesar de ser mujer me habia disgustado tanto
como ahora, porque pienso que siendo hombre, naturalmente instruido y lleno de mritos adquiridos por
grandes estudios, esta edad, prctica en las ciencias, y
mayormente en la cosmografa, talvez as me esplicara
medida de mi deseo, y ahora no me veria acortada en
la ocasin que deseo estenderme; oh! presa est mi
mano entre mis pobres tonteras.
En efecto: para hacer una descripcin exacta nece-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
sario es, no solo ser una grande literata, s que tambin
ser una escogida por el Criador, que al darle el ser
hubiese sido con un distinguido favor angelical de
poseer las ciencias secretas, as como ha privilegiado
con el don de lo sublime, que poseen desde el da de
su creacin, los terrenos que tanta admiracin me
causaron durante mi viaje.
En mi manuscrito, que principi escribir en los
primeros das de mi llegada al Brazil y que todava no
he concluido, me acuerdo que hice um simple bosquejo de la novedad que naturalmente sent cuando
paseaba con mis compaeras por la sombra de las altas
palmeras del Jardn Botnico; mas cierto es, que en
aquella poca ignoraba que partes del mundo fuesen
tan alto grado de sublimidad; esta poesa que no
cabe porque cabida no tiene en ninguna cabeza, por
discreta que sea, ni tampoco la alcanza la exaltacin
del poeta que continuamente tiene ideas grandes y con
todas ellas no pasan de un ideal que es fantasa en medio del ardor de sus ideas doradas. V, yo, aunque
muchos sueos exagerados en sentido potico, han exaltado mi imaginacin, nunca he alcanzado gozar, ni en
sueos, cosa semejante esta preciosa obra de Dios.
Qu imaginacin puede llegar comprender la limitacin de estos terrenos petropolitanos, con la grandeza
yriquezadesu vegetacin? Realmente es cosa tan sublime, que cuando se v, no es posible dejar de esclamar:
Oh, que hermoso, nunc.i tanta belleza ni siquiera la
imagin ! Es verdad, esto todo es hijo de la superioridad del real gusto del Divino Jess el que en la cueva
naci. Y cmo he de poder yoesplicar con la temblona
pluma esta firmeza, esta preciosa grandeza estendida
pomposamente por el Criador, por los montes, valles,
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MAJE POTICO PETROPOLIS
rios caudalosos y tantas cascadas risueas, formando
por sus encantos un gusto celestial?
Efectivamente, lo que en mi imaginacin no tiene
cabida, escusado es el procurar yo frases nuevas
bien s que no las encontrar... Va, esta visto, no
obstante, dime, amable lectora, cmo es posible esplicarloquecon exactitud no comprendo, por ejemplo, lo que tiene en su poder el Sabio Criador, ni
cuantos secretos encierra? y con todo, con evidencia
nos d pruebas de sus sublimes y sabios privilegios tan
superiores lo que nosotros damos el nombre de precioso ; no obstante, manos llenas, eso ha derramado
por estos terrenos de que ahora nos ocupamos.
Con razn apoyar lo que digo, pero ah ! ni los
ilustrados entendimientos son capazes, con sus profundas ciencias, ni siquiera de dar una imitada esphcacion respecto del precioso gusto que contienen
todos estos terrenos que yo pas por ocasin de mi viaje
Petropolis, porque esto es indecible, porque el lenguaje tartamudea, y fuerza es que se respete el secreto que solo la vista propia se descubre su altivez con la mas hermosa claridad. Verbi-gracia: principia la sorprendente admiracin desde el punto en
que yo parti, que fu por mar, dando vuelta por
Entre-Rios. Cierto, que es el mas bonito viaje, pasando, por supuesto, por la estrada de D. Pedro II;
qu magnifico es todo quanto yo all vi! aquellas altas
subidas por los montes, despus bajarlos, y para colmo
de admiracin pasar por la Barra del Pirahy, y sobre
todo, tanto antes como despus, me dej bellsimos
recuerdos aquella zona tan riqusima de preciosidades.
Si fu muy grande la sorpresa que me caus, mas aun
estra, por ser en cierto modo estraordinario el mag-
VIAJE POTICO PETROPOUS
nfico paso que me facilit un delicioso y fresco ambiente, gozando por la primera vez aquella atmsfera
cuya humedad era tal como el roco que cae del cielo;
esta frescura era mucho mas agradable por ser emanada de las entraas de tan soberbias montaas ; refiromecon esto los tunis; oh, cuan potico es
todo aquello ! grandes y prolongadas cuevas sin fin,
son las atrevidas aberturas que, minando las montaas, sirven para dar paso los wagones de los caminos
de hierro. Las magnficas obras de estes tunis, honran por cierto los hijos de este pas, porque ellas son
otros tantos testimonios de su talento, certificando la
mas aprobada inteligencia para campear con tan rica
natura, que brota sin cultivo zfiros y brillantes.
Muchos estranjeros viajan de propsito para visitar
esos lugares, y all observan y admiran, entre otras
cosas, las entradas de los tunis, con especialidad la
del numero 4 a 2; no dir nada del magnfico portal
superior del tnel grande, visto de cierta distancia; es
el cuadro mas perfecto que nunca jams se ver, aquella magnfica y moderna obra; su grande boca, con
muros de fortaleza, que entra por las tinieblas dejando
sondear sus entraas, que pesar de estar y minadas,
sostienen con solidez las casas que edificaron en la
cumbre. Tambin ofrece una vista admirable la montaa A. Direita, que forma otro cuadro enteramente
diferente ; vista que impone, que inspira en aquella
soledad ideas nuevas, qual mas estraa, pero siempre
bonitas.
CARMEN OLIVER DE GELABERT.
TIME POTICO PETROP0L1S
PRIMERA P A R T E
IDA.
CAPITULO I.
"Viaje delicioso la nueva ciudad de Petropolis, que
antes era colonia, siendo ahora la mas pintoresca
ciudad del Brazil.
Serian las dos de una tarde apacible del mes de
Abril, cuando se metieron en un carruaje alquilado un
hombre, una mujer, una joven y un nio, apendose
para embarcar en el vapor Maud, que poco despus de
tener los pasajeros bordo, sali abandonando el
puerto de la plaza de la Pea con la confianza de alcanzar otro mucho mas pintoresco.
Efectivamente; despus de una travesa magnfica,
la cual te-esplicar en breve, el vapor lleg su puerto
rstico, y dio libertad sus pasajeros.
No puedo dejar de ser franca, y por lo mismo dir
que la cuadrilla mencionada, compuesta de un hombre, una mujer, una joven y un nio, el primero era tu
padre, la segunda tu madre, la tercera tu hermana y
el cuarto tu hermanito Sebastian, el cual no dej la
mano de su madre durante la travesa: No puedes, ni
siquiera aproximadamente calcular la alegra que yo
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
senta solo al pensar que me diriga Petropolis para
ver mi hijo Pepito, tu amado hermano, el nio gracioso y el mayor travieso que se conoce. T bien sabes de sus ocurrencias puesto que l fu tu compaero
fiel inseparable durante vuestra infancia.
No s si te acordars Barbarita, mi amable lectora,
de cierto dia, que yo bien marcado lo tengo, porque
fu el del Espritu Santo.
Estava yo peinndome en mi pobie gabinete; en
aquella poca vivamos en la isla de Mallorca mi pas
natal; pues como decia, me peinaba para ir la Catedral oir misa, no apresurndome porque todava era
temprano, y arreglaba mis trenzas, bastante tranquila,
delante de un espejo.
De repente hiri mis oidos un grito, que pareci un
dardo que me atraves el corazn, pues aun cuando
de voz infantil, no dejaba de ser horriblemente desgarrador, porque fu cabalmente el anuncio de una
desgracia; pues s, hija mia, aquel lamento ansioso
fuistes t quien lo haba dado pidiendo socorro con
desespero.
Efectivamente, yo con velocidad corr, acudiendo
de repente al lugar en que t estabas y te vi, pobre
nia, plida, trmula y desfigurada por los violentos
esfuerzos que hacias para asegurar por los pies tu
hermano, que, en aquella fatal ocasin, solo de t dependa su existencia, y t, espirituosa nia, buen cuidado tenias de asegurarlo, siendo este un milagro, por
que eras mas pequea que l, aun cuando tienes un
ao mas de edad, siendo l mucho mas robusto; lo
estrao fu que t lo salvastes, logrando detenerlo
cuando caa por la ventana, que era muy alta, teniendo
por bajo un pozo abierto; su cuerpo colgaba para,
VIAJE POTICO PETROPOLIS
15
fuera, y nicamente le faltavan los piececitos para terminar su vida de un modo desastroso, si estos t
los apretabas tu pecho y; me dijistes despus, que
hubieras sucumbido antes que abandonarlos. Oh!
gracias Dios, y tus esfuerzos, mi buena hija, debo la
vida de ambos.
Te recuerdo esto, y perdona: mi arenga aunque de
mal gusto, tiene el mrito de ser un amable recuerdo
de familia que tal vez est enteramente borrado de tu
tierna memoria; si acaso algo recuerdas de este caso,
ser confundido como las sombras de un sueo infantil, lo que no seria estrao por el tiempo que v transcurrido desde aquella poca, nada menos que 9 aos,
y sin embargo, yo tengo tan presente ese recuerdo,
como si hubiese sido esta semana. Oh! fu muy fuerte
la sensacin que yo sent cuando tom de tus manecitas mi sereno travieso, al que acto continuo estrech
entre mis brazos. Qu mas dir? basta espresar que
con tan grande sensacin, dime un vrtigo y por ltimo desmay.
Dios sabe, querida hija, lo mucho que he sufrido
desde que soy madre, y, por desgracia, siempre he carecido de una mujer fiel, que haya querido tenerla
molestia de ayudarme en los cuidados de casa; as es,
que cuando mis hijos me han visto ocupada, ellos se
han aprovechado de la ocasin, haciendo toda clase
de diablicas travesuras; ah! tal vez no hubiera sufrido tanto si no fuese tan estremosa con las cosas familiares y que son obligatorias; sin embargo, para
cumplir con su deber hay ciertos mtodos pacficos que
son los que no debilitan el espritu, y uno de mis mayores defectos, ha sido siempre el ser horriblemente
excesiva, como acontece toda mujer demasiado mo-
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
rena como soy yo, y de intensos sentimientos aprovados
por las circunstancias algo tristes, y con todo; lejos de
agotarse mi vehemencia, al contrario, nicamente han
contribuido para redoblar el raudal de amor y de sentimientos que naturalmente est posedo mi fsico.
Mas, en fin, por qu ahora me ocupo de lo ertico
apartndome, sin querer, del asunto pintoresco que es
el verdadero objeto por el cual he tomado la pluma?
Paciente lectora, pronto remediar mi falta, y solamente aadir algunas palabras, las cuales espero me
disculparn de la brusca interrupcin, visto que son
para recordarte, hija mia, el amor que ambas profesamos Pepito, y recordndote t del grande amor que
yo siento por l, no es difcil formarte una idea de la
alegra que esperiment en esta ocasin que felizmente
estaba tan prxima verlo.
Avanzando de continuo para llegar Petropolis,
Jess mo, qu buenos mtodos de viajar fueron
aquellos que acortaron la ausencia y me proporcionaron tener la entrevista mas dulce y la conversacin
mas amorosa que puede tener un hijo con su madre!
Dejemos la retrica y prosigamos la poesa del
viaje.
Pues como llevo dicho, nos embarcamos en el
puerto de la plaza de la Pea, y con la mas bonita bonanza, corri por las aguas saladas de la hermosa
baha de Rio-Janeiro el vapor Maud, portador de mas
de 100 pasageros. Este vapor, que tiene la forma de
una casa ambulante, mas con una grande chimenea,
est ostentosamente surtido de todas las comodidades;
fonda en la proa, su saloncito en la popa, con sus gabinetes con los chismes del uso habitual, y todo lo dems necesario para el servicio de los pasajeros.
VIAJE POTICO PETROPOL1S
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Cuando estuve sentada repar que all, varias eran
las personas conocidas mas, y sobre todo en mas crecido numero eran los estranjerosquelos nacionales;las
conversaciones eran en idioma alemn, ingls, portugus y austraco, habiendo un francs que con el mas
gracioso descaro enton la marsellesa ; de suerte que
como yo no consenta perder de vista ni siquiera un
momento, el interesante panorama que se ofreca
mi vista alucinada con aquella deliciosa espectativa,
no prest la menor atencin las conocidas que,
despus de saludarme, me hicieron conversacin;
pero yo, impoltica y tal vez egosta, tenia toda mi
atencin en aquellas riberas maravillosas por su lozana, con preciosos rboles y lucientes flores, distinguindose, aunque cierta distancia, con el brillo de
los luceros del firmamento, tanta amenidad, que
un punto tan delicioso, solo es comparable con el
Edn.
De suerte, repito, que miraba aquellas cercanas riberas con tanto inters, como si fuese una ladrona
avara, hasta el punto de no querer perder ni una
chispa del inmenso placer que gozaba y deseaba reconcentrar para siempre poseer el recuerdo. Ahora
bien, no hagas burla de mi, lectora mia, porque me
creers una badogue; mas tan preciosas riberas, que
tanto llaman la atencin por sus atractivos, cierto que
causan la admiracin general, no es estrao que yo
abriese mas los ojos de lo que es natural, y hallndome
tan poseda, tanto los esforzaba, que los cans, resultando que Jos pobres vertan lgrimas ; mas como no
eran de tristeza, ni siquiera pens en enjugarlos hasta
que vi mi abanico mojado ; mas aquella lluvia que caa
de mis entretenidos ojos era fresca como las gotas que
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
caen de los rboles, de consiguiente segua en mi observacin.
Oh, cuan bello es viajar por mar, cerca la tierra y
en tiempo bonancible! Sintese un poder sobrenatura
como si el Dios de las aguas conduciese el navio, el cual
v vogando sin el menor balanceo; el viajero pensador,
permanece quieto y fsicamente distrado con la vista
de los variados y hermossimos panoramas quepresenta
la baha de Rio-Janeiro, que es sin comparacin el
puerto mas delicioso del mundo. Un viejo milord, que
hacia 19 aos viajaba sin cesar, nicamente por recreo, cuando entr por la barra de Rio-Janeiro esclam : Vlgame Dios, vista mas pintoresca nunca vi ni
jams ver, porque nunca saldr de este paisl
Efectivamente : lleg Rio-Janeiro, y en la actualidad se halla gozando las delicias de Petropolis, teniendo por morada su grande palacete.
Pues comodecia, los das de bonanza forman aquellas
lindas riberas entre las aguas trasparencia en donde se
ven inmensos espejos que despiden reflejos tantos como
el sol que hermosea los rboles, siempre ricos de verdura, sin que el rigor de las estaciones se atreva desnudarlos de su hermosa frondosidad; las palmeras y
otros rboles, las plantas con flores, todo es frtil- y
productivo, en virtud de la riqueza de la tierra madre
que los produce. Las rocas, quefirmesmas que centinelas salen de aquel liquido salado, presentan su superficie cubiertas de un verde csped matizado de flores, asemejndose por su perfeccin la rica alfombra
de la Persia, muestran la sabidura del Supremo
artfice que la ejecut. Cuanto mas se internavan mis
ojos por aquellas riberas, divisando porentre el ramaje
el fondo de tan bello cuadro, mas aumentaba mi ad-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
19
miracin profunda, llegando a sentirme conmovida
como si hubiese escapado de un naufragio, y mi alma
agradeca Dios el gozo que me hacia sentir rodendome de tan encantadora poesa, que no me pareca
star embarcada; como estaba tan cerca de tierra,
senta la ilusin de que estava en un teatro universal,
contemplando las mas perfectas decoraciones.
De repente, los armoniosos acordes de una banda
militar atravesaron el espacio, y oyse una marcha de
la Norma tocada con la mayor maestra por unos jvenes militares que se vean sobre cubierta en un buque de guerra brazileroque estaba .en la baha; algunos
mozos nacionales que estaban bordo del vapor Mau,
cuando vieron sus patricios que se paseaban por la
cubierta de su buque mientras los otros tocaban, se
quitaron los sombreros y agitndolos, saludaron
aquellos jvenes que eran voluntarios recien llegados
de la concluida guerra del Paraguay, que alegres y
orgullosos por su apetecida victoria, jugaban en la cubierta de su fortaleza, que efectivamente lo era el
grande buque encorazado. Algunos hurras dados por
las robustas vozes de ellos, correspondieron de un
modo entusistico los saludos de los del Mau, que
entonces, animados, gritaron porfa:
Viva la nacin Brazilera !
I Viva el Emperador!
Viva el Conde d'Eu!
Y los vivas se reiteraban animosamente, hasta que
por fin solo se oy por el eco.
Lectora mia, este libro, aunque nicamente contiene
un dbil bosquejo, no obstante, medida que vas leyendo, creers con mas fundamento lo agradable que
fu mi viaje Petropolis, siendo favorecido de todas las
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VIAJE POTICO PETROPOL1S
circunstancias, pues hasta las rocas del mar, que al
parecer no tienen nada de interesante, por ser mas inferior el cuadro que ofrecen, con todo, las que yo vi,
eran tan bonitas, que desde luego se veia su mrito ;
la de grado superior, cual no era su belleza? aquel
verdor tan vivo y tan espeso, formaba una rica coronacin de cadenas de esmeraldas, cuyo conjunto es
imposible de describir, ni hay colores tan vivos ni
mano tan poderosamente selecta practica segura de su
fino pincel aunque por grandes esfuerzosque haga; no
puede ni aproximarse ni siquiera en una leve imitacin ; no deja el pintor de hacer artsticos cuadros
dignos del mayor elogio no obstante se puede trastornar la cabeza el artista, por su grande imaginacin,
pero nunca jams conseguir tener su mano los utensilios ni talento que le alcance, pues no fu ni es posible sacar copia de tan poderoso original.
Yo, cuando vine de Europa y entraba por la barra,
despus de haber conseguido de Dios que apaciguase
la agitacin de la alta mar, miraba, una maanita, la
luz de esa pattica claridad que se llama crepsculo,
miraba por un lado y por otro desde la cubierta del
buque, y la vista de tantas fortalezas con tantos caones me espant; ! oh! dije yo, el Brazil est preparado para defensa ; entonces fij mis ojos en las riberas, y aquella amante poesa me hiri lasfibrasdel
corazn y llor dulces lgrimas porque eran de consuelo, y al mismo tiempo sent algo de doloroso; j ah!
soy estranjera, dije en mi interior, no conozco nadie
en esta tierra tan linda, tan hermosa y que tanto me
gusta, que desde y la amo ; pero quin sabe si en
breve la dejar? Ah, recuerdos misteriosos son los
que vagan por la mente de una pobre mujer que se
VIAJE POTICO PETROPOLIS
21
considera desgraciada por haber dejado su patria, y se
v en un puerto estranjero tan generosamente consolador por su poesa! Oh, bendita atmsfera que
aviva esperanzas que aunque no muertas, estaban profundamente dormidas en un lugar montono, y la risuea y muy graciosa poesa de las riberas de RioJaneiro fu poderosa porque me despert estes sentimientos, y lgrimas simpticas vertieron mis ojos y
sin embargo, con muy humilde amor, salud estas ricas riberas sorprendida por tantas pintorescas islas
cerca unas de las otras, la de las Cobras, la de Paquet,
las del Gobernador y la de D. Juan, de suerte que se
v all una Sicilia; la isla de los Amores es mas bonital
que una perla, mas rica que el oro, til como e
sol y mas potica que la luna; nido de aves cariosas producimiento de la natura, que alimenta
preciosos pjaros de estos que aun despus de
muertos los conservan para adornar costosos muebles de ostentosos palacios, y cabalmente los rboles silvestres que en ellas vegetan, producen la mas
sabrosa fruta, como son las mangas, castaas, pifias, limas y de muchas mas clases, palmito, del
cual se hace mucho uso, y pltanos que producen con
superabundancia.
La isla de los Amores, por ser un paraje precioso,
fu escogida por un ermunio antiguo, de manera que
este lugar en la actualidad es una especie de solariego
delicioso; altos rboles, talvez de mas de 150 palmos
de elevacin y de bastante corpulencia, completa variacin de plantas con flores estraas que exhalan la
mas suave fragancia, donde se refugian una multitud
de aves acuticas y revoletean hermosas y grandes
mariposas de color suave esta isla encantadora que
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MAJE POTICO PETROPOLIS
brota la mas preciosa poesa, oculta entre su arboledo una casa que cuasi, cuasi, apenas se puede distinguir, y esta fu en otro tiempo la residencia del
ermunio que all muri, dejando ignorados la causa
objeto para que se ocultara tan misteriosa subrepcin
varios dicen que fu un grande autor de imaginacin
brillante que encontr en la isla tradiciones magnificas,
y escribi, durante 50 aos, dejando en su biblioteca
una infinidad de volmenes, todos ellos referentes la
preciosidad y poesa de estos sitios.
El vapor pas bien cerca de la isla, sitio palmfero y
una suave brisa traia hasta nosotros un delicado y
voluptuoso aroma del ananaz.
Con efecto; de cada vez aumentaba mi sorprendente admiracin y permaneca sentada en un banco
de popa bendiciendo con el corazn todo cuanto veiar
y disfrutando al mismo tiempo ; qu caramba, comofu este viaje todo placer, todo delicia, no sali el vajwr del interesante panorama, como si anduviesesiempre procura de la complacencia.
Otro cuadro mas soberbio llam mi atencin; los
altos montes. Jess mi, qu poderosos son! qu
ricas murallas guardan la entrada de Rio-Janeiro!
por ejemplo, principiando por el Pao de Assucar, castillo slido que durar hasta el fin del mundo, su poderoso arquitecto fu la mano de Dios. Pues vamos
continuando por los montes Tijucanos, ArmasSo, la
Babilonia, que tan bonito fastigio,conserva un telgrafo, Urca, el Morro de la Viuda, y sobre todo muchos son los montes que rodean la playa de Rio-Janeiro.
En la baha de esta plaza, se encuentran siempre
grandes buques y escuadras estranjeras, navios de
VIAJE POTICO PETROPOLIS
23
todas las naciones, colosales vapores, y millones de
barquillos. Muchos pescadores se procuran la vida
pescando y ganando buena plata, producto de su
pesca, y entonces tranquilos descansan en sus casitas
que cobijan los altos rboles de la ribera, all la
vista del espacio, entre el verdor y las aguas del
ocano, comen su puchero.
Efectivamente, con facilidad descubr en aquella
amenidad de fresca arboleda casitas colocadas ac y
all, todas blancas, y por sus alrededores gallos y gallinas ; vi tambin unas industriosas pescadoras que,
colocadas en la superficie del agua y sujetas las rocas, tenan una especie de redes para aprisionar los
peces. Estos chismes, aunque rsticos por lo natural,
no carecan de cierto estilo agradable y bien risueo,
de suerte que brindaba los aficionados la pesca, y,
por ejemplo, no se negara ese entretinimiento Fernando, rey de aples, que fu fervoroso con la caza y
mucho mas la pesca, y cierto que no gozara de tanta
delicia por aquella parte de mar del monte Posilipo.
Vamos ahora, lectora querida, partir de un punta
que nos conduzir Petropolis.
Unas dos tres horas de navegacin haban pasado
cuando el vapor lleg su desembarcadero; todos los
pasajeros se apresuraron para saltar tierra y tomando su saquito con su pequeo equipaje, velozmente corrieron para colocarse en el vapor de tierra
que esperaba dispuesto para recibir los pasajeros.
Segua la misma direccin cuando me par para
ver unas hermosas frutas muy frescas que esperabam comprador, y mientras tanto vi tambin una
porcin de muchachos algo parecidos los pastores, pero con estilo avivado que desmenta que fuesen
24
VIAJE POTICO PETROPOLIS
montaeses, y me presentaron sus cestillas de juncos
que tenian en las manos; asi fueron presentando
aquellos transentes para que les comprasen su simple
mercanca frutal, de manera que, como he dicho, fui
humildemente invitada; compr una cestilla llena de
pinas, que muy bien colocadas estaban entre las hfcijas.
Poco despus de colocados los pasajeros cerraron las
puertas del tren, y entonces este fu andando. De
suerte que la variacin del gusto del hermoso terreno
no se diferenciaban con el lindo gusto que poseen las
riberas, impidindome la rapidez del correr continuamente, el poder satisfazer por completo mi curiosidad;
no fu prolongada esta carrera; pronto llegamos la
falda de un monte magestuoso como el planeta Jpiter; su elevacin era tanta, que lo dominaba todo
dando cierta oscuridad aquellos terrenos donde haba un edificio acompaado por algunas rsticas casas.
En este punto nos apeamos para pasar un carruaje
de dos tiros que fu el que nos subi por la sierra.
Enseguida de estar llenos los carruajes, losanimales
emprendieron el trote, pero pronto cansados por su
carrera, continuaron mas despacio, teniendo que hacer
muchas pausas por las repetidas vueltas que daba el
camino. Este estaba de ambos lados, ricamente poblado de frondosos arboles cual mas alto, y para
mayor lucidez y risuea lozana, brotaban por entre
las peas troncos ondulantes que son verdaderas enredaderas, que enlazando los rboles en toda su elevacin, en ellos se apoyan y estienden por la superficie,
de cierta hermosa manera, formando como paredes,
adornando su verdor claro preciosas flores.
Efectivamente ; son tan sumamente caprichosas estas enredaderas, que en verdad son los mas hermosos
VIAJE POTICO PETROPOLIS
25
modelos de floricultura, crescen por s, y libremente
toman la mas potica direccin, formando desde la
cima
de los altos y estraos rboles, ricos doseles digt
nos de cobijar un prncipe.
Oh! qu conjunto de lozania brilla en aquella diveaiidad de belleza, y mucho admira el capricho de la
bonita enramada. Jardin magnifico y sin jardinero, de
mrito realmente inimitable ! Ricas montaas, bosque
encantador, tanta maravilla es nica en su grandeza,
cierto que no tiene rival. Tanta belleza inspira los pensamientos mas sublimes, y mientras tanto un pobre
mortal goza en estos sitios vrgenes ese vientecito zfiro que no impide sentir los patticos murmullos de
risueas cascadas que continuamente corren por entre
firmes rocas.
Estos bosques que brotan la mas apetecida riqueza,
recuerdan tantas cosas...
Por ejemplo: Agar y su hijo Ismael, cuando ambos
huian por los desiertos, antes de llegar la Arabia Ptrea, habiendo salido de la casa de Abraham prevenidos de provisiones, y desgraciadamente, habindolas
agotado, y para aumento de afliccin, madre con hijo
desesperados estabanporque no encontraban agua para
aplacar su ardiente sed, muertas ya sus esperanzas y
perdido el tiempo en aquellos ridos y secos arenales
devastos desiertos, triste pramo y pobre sobretodo que
hasta careca de un pequeo rbol para dar un poco
de sombra los desgraciados peregrinos. Miserables
tierras aquellas sin un pice ni siquiera de yerba !
Cruel tierra que deja en la ardura hasta de morir de
necesidad los descendientes de la hermosa Eva !
Vlgame Dios, cuanta diferencia hay de aquellos pobres lugares maldecidos por la desesperacin que
26
MAJE POTICO PETROPOLIS
causan! Oh, benditos sitios brazileros, ricos por todo
concepto, con abundancia de todo, no tan solamente
alimentan las sabrosas frutas que produce, si que tambin cria saludables yerbas que por su virtud medicinal
dan vida los moribundos'y sustentan la multitud de
pjaros que se solazan en las ramas.
Benditas tierras brazileras tan frtiles siempre!
Fuentecitas de aguas cristalinas brotan de los huecos
de las peas manantial de gozo, que forma riachuelos
ornados por las veras que los aprisionan por estar llenas de rubis, perlas y brillantes; sobre todo aquellas
claras corrientes son suficientes para mitigar la sed
un ejrcito entero. La atmsfera que se respira es el
magnifico aroma que exhalan tantas flores juntas y de
diferentes colores, pero todas aromticas como el
azahar.
A cierta elevacin se distinguan, por su mayor grado
de hermosura las azucenas, esas ricasflorestan esmeradamente cuidadas en los principales jardines, y sobre todo, qu bien colocadas por simlas, las vi adornando la selva, preciosa virgen; qu verdes, qu frescas, con mas ostentacin de belleza que las que son
cultivadas con los mayores cuidados I Silvestres azuzenas caprichosas y graciosas por su estilo y sin perdernada de lo botnico, que ese es el mayor gusto pintoresco. Estasfloresreunidas con otras regalan su odorfero, y sin embargo, talvez solo de esa rica aroma es
percibida la atmosfera, porque naturalmente los transentes nicamente admiran de paso, el conjunto que
orma el todo de tantas preciosidades.
Cqmo y habamos subido bastante elevacin, es
decir, que poco faltaba para encontrarnos en la cima,
del monte; de manera que al tiempo de dar la vuelta.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
27
el carruaje mir por all abajo, y cuan lejos descubr,
cuando solamente haba pasado el corto espacio de
tres horas desde que y haba visto en punto grande
todo cuanto veia entonces tan disminuido que parecia
un tomo.
Jess, qu bella y espaciosa vista, punto de perderse en lontananza, me permiti la altura de aquel
monte! Entonces me qued con los ojosfijosen la hermosa lozania de la sierra descubriendo distancias lejanas y por entre los rboles algunas casitas; quin
vivira all en un lugar tan retirado ?
Yo pensaba de ese modo cuando otro pensamiento
mas sbito me record haber odo decir, que en uno
de los montes de la sierra de Petropolis, hay una simple casita donde vive un grande personaje casado con
una pobre joven hurfana, que no tiene mas que una
pierna, habiendo perdido la otra en su infancia en uno
de sus ejercicios gimnsticos. Esa joven dicen que es
un ngel que est en el mundo; una vez la vi y puedo
decir que su hermosura atestigua su bondad.
Ahora bien, el tal noble caballero que ya he mencionado, en cierta ocasin conoci lajven, y movido
. compasin amorosa, y credo que su riqueza, junto
con su amor haran la felicidad de la pobre joven, cas
con la desgraciada, logrando desde aquel dia que concluyese su desgracia; pues s, se ejecut ese acto bajo
el conceptofilantrpicoy result que del matrimonio
naci una nia, hija de la filantropa de parte de su
padre, y del agradecimiento de parte de su madre,,
ambas virtudes suficientes para formar la verdadera
paz. Sin embargo, ciertas miras sociales obligaban
aquella familia vivir retiradas entre montes que algo
tienen de tristes, y con todo, vi yo la ventajosa recom-
28
VIAJE POTICO PETROPOLIS
pensa, de rebosar cierta poesa que hasta llega al mas
alto grado de lo sublime en tan misterioso encantador paraso, donde un filsofo puede meditar los secretos de las ciencias; de suerte que estos retiros son
los mas propios para los estudios filosficos, sin mas
distraccin que la poesa.
Oh, sin duda por esas lindas selvas criadas como
por admiracin entre las mayores ciencias, tan simpticas por los sabios y poetas, de suerte que para ellos
esos lugares son la gloria por lo mucho que alcanzan,
de modo, creo, que se puede pasar el tiempo de la
vida admirando, y mas dir todava: Estos magnficos
terrenos brazileros, esencialmente amenos y de tal
cierto modo preciosos, son especialmente criados
para detener el curso de los altivos que con audacia
desprecian lo criado, creyendo orgullosamente que
ellos poseen fondos superiores, sin embargo, como no
estn satisfechos procuran la novedad en lo desconocido, y nunca llega el colmo de lo que con tan vido
deseo procuran.
Ahora bien , creo que en estos lugares hay lo bastante para que el fondo de un filsofo pueda llenarse,
y contine admirando lo que v superior los hombres.
En el monte Carmelo recobr el profeta Elseo su
grandeza de alma imitando Elias primitivo modelo
de anacoretas cristianos.
Moyss decia: Seor, en la soledad, soy poderoso ;
y por eso nunca abandon las montaas de la Idumea,
ni las azuladas cimas del Lbano. No fu tambin en
los montes que mand su joven virgen y nica hija el
guerrero Jeft, para que en la soledad encontrase la
resignacin de su sacrificio? 'ah! si, efectivamente,
en los desiertos la encontr.
VIAJE POTICO PETROPOL1S
29
Dios mi, y qu superior es todo eso que contiene
ese monte brazilero ! Los pobres desgraciados engaados por sus semejantes, y no obstante confiados porque su desgracia les detiene en un negro punto de torpeza, hasta que por fin, tantas variaciones toma su
infortunio, que por ltimo, se ven desnudos y amenazados como se vio el primer hombre, avergonzados
horriblemente, y burlados por engaos ridculos; y
entonces, desesperados, procuran un retiro, lejos de
la sociedad, y eso para ocultar su terrible bochorno
provocado por las zumbonas miradas del prglmo.
Oh, s, pobres hijos de la desgracia, que no estis
desprovistos de dignidad! en los montes de Petropolis
encontrareis asilo para ocultaros y no perecer de miseria. Como estos montes son ricos y sumamente productivos, el retiro que ofrecen es el Edn que Dios
dio Adn ; de suerte, que el hombre quese v noblemente cobijado, aunque sea providencialmente, sin
embargo, abre su corazn. Con agradecimento desahoga su alma en la soledad, por ejemplo, mejor si es
en las puras entraas de una montaa, y all llora
como un hijo en el regazo materno, sin repugnancia
de ser y ridicularizado, pues el bosque todo lo oculta
con su misteriosa frondosidad, y eso es con toda la
mas noble humildad.
Evidentemente, todos los que en el bosque se internan por su triste objeto, encuentran buena acogida, y
por el cantar de los pjaros, y sobre todo por un sin
nmero de delicias.
Oh, bosque ! t eres la providencia, porque los
que les falta un lugar bienhechor, t les proporcionas
tus cuevas, frutas, aguas y mucho mas de lo que consuela un humilde desgraciado que cabalmente con me-
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
nos se resigna. Lo mejor de todo es el sociego; esta
calma que respeta con profundo silencio los sentimientos de la desgracia; hua errante un desertor, y
por ltimo se intern en el bosque. Oh, generoso
bosque, lugar ameno, agradable para los rsticos, y
delicioso para los prncipes aficionados la caza !
Ah ! Cuntos misterios difciles de comprender,
encierran los slidos y antiguos peascos! Qu influjo se encuentra en la fresca frondosidad, cuando las
hojas de los rboles, sin mas dueo que Dios, son movidas por una tenue y risuea brisa, y ese puro movimiento todo lo recrea de una vez.
Pues si, mientras tanto yo daba cabida esos
pensamientos, segua el carruaje dando sus vueltas por las montaas y continuando enseando tan
bonitos cuadros, de manera que una vez par mi atencin en la carretera, consiguiendo verla por completo;
felizmente me encontraba en la cima, y desde aquella
elevacin la vi hasta abajo, pues aquel camino abierto
por entre tan espeso verdor con tantas vueltas, mucho
se asemejaba una fara que deja detrs de s el surco.
Elfirmamentoestaba encapotado, sin embargo, no
tenia el menor recelo de una tempestad, pesar de
presentarme la casualidad mi vista dos pinos derribados por un rayo.
Las nubes estaban tan bajas que en cierta ocasin las
alcanzamos, confundindonos con aquella atmsfera
nublosa que formaba una trasparencia que solo permita ver lo que estaba cerca de nosotros; tales nubes
despedan fro, de manera que en buena ocasin me
sirvi mi capote que estend apresuradamente en mis
hombros, y gracias este abrigo no esperiment el
rigor del fro, que tal vez me hubiera sido sensible esta
VIAJE POTICO PETROPOLIS
31
sensacin despus de salir de los puntos calorosos
como son los de Rio-Janeiro.
Por ltimo llegamos las Aguas Verdes, bonita
fuente de aguas cristalinas, caprichosamente adornada
por sus plantas verdes y tiernecitas, todas floridas con
una coleccin de preciosas flores.
Nos apeamos para tomar un refrigerio, y efectivamente sacando los vasos del estuche se llenaron (siendo
unos de oro otros de cascara de coco) entonces bebimos aguas viruosas como las que brota Cison, sin
dejar de agradecer la delicada galantera de los caballeros pasajeros que sirvieron sus compaeras.
Por un gusto especial sub unas rocas, siendo el
objeto ver de cerca la canal de la fuente, y con efecto
la vi perfectamente, aunque fu por entre el verdor ;
corra formando una cascadita regalando copiosamente
graciosos arroyuelos.
Exactamente propio, deca yo, es el nombre que
han dado esta fuente, y qu pattio es su murmullo !
Eso decia, cuando otro objeto ocup mi atencin y
es lo que sigue:
Lleg el ltimo carruaje, es decir, uno de los seis
que subian la sierra, y de l se ape una joven ricamente vestida y notablemente hermosa, con ojos dulces como las vrgenes antiguas, y en aquel momento
los tenia fijos en un anciano de actitud humilde que
estaba sentado en un banco de piedra cerca de la fuente,
como si all estuviese esperando alguno; la joven habia
sacado un vaso, y lleno de agua lo ofreci aquel interesante anciano, que desde luego se levant y lo
bebi agradeciendo con los ojos. Este acto me record
Rebeca dando agua Eliezer.
Finalmente, estando y todos satisfechos por nes-
32
VIAJE POTICO PETROPOL1S
tro descanso, y habiendo fumado los hombres, fuimos
ocupando nuestros puestos y continu el viaje.
Cuanto mas me acercaba Petropolis, mas lindo,
mas potico, y cada vez mejor, encontraba el monte.
Oh ! Y efmonte Talor seria tan hermoso como
ese? Dejo esta pregunta suelta, hasta que mi paciente
lectora se digne contestar.
Por ltimo llegamos la villa Teresa, y all vi grandes depsitos del caf que viene de las quintas de
aquellas cercanas.
Pues si, desde aquel punto principi descubrir
chcaras, es decir, residencias de personas opulentas
que por recreo viven cu aquellas delicias. Cada casa de
aquellas posee un magnifico verjel, dejndose ver perfectamente por estar rodeado de rejas de hierro; hay
algunas que son doradas, sirviendo de pared para guardar, sin impedir de satisfacer la curiosidad la observacin de los viajantes. Efectivamente, vi que nada
faltaba para llenar aquellos verjeles de todo el gusto
campestre ; surtidores, estanques, estatuas, etc., copiosamente se vean esas frioleras jardinescas que tanto
agradan, y sin embargo, aquella superficie vegetacin, aunque de frtiles tierras, observ y me pareci
que todo aquello era plataforma que perda su mrito
al pi del natural panorama inimitable que y haba
admirado.
Con todo, segua la poesa, de suerte que de por entre la espesura de los rboles, sin duda estara algn
guarda cabras, porque dejaba or perfectamente su
pattica gaita, con cierto sonido melodioso ; no era necesario ser filarmnico para sentir cierta novedad la
delicadeza de aquel suave sonido que nada tena de
rstico, al contrario, eso s, mucho de encanto, y a
VIAJE POTICO PETROPOLIS
33
ms, de mas lejos, le responda una flauta que se asemejaba un ruiseor. Oh! eso oido en los circuitos
petropolitanos, y ms, en las sombras del bosque,
tena mayor encanto que el de una msica pastoril.
Como todava nos faltaba para entrar Petrpolis,
dar una vuelta la montaa, al tiempo de darla vi perfectamente los valles, habamos seguido la cordillera
que bajaba, y merced de la atmsfera mas despejada,
habiendo dejado las nubes, vi que no estaban abandonados ; por el contrario, estaban tan poblados que realmente d gusto ver aquella llanura de tierra, guardada
entre los altos montes; all haba huertas con plantas
domsticas magnificamente cuidadas para la produccin de tan buenas legumbres. Es verdad; casi parece imposible la bonita vista que ofrecen los valles, siendo as que por lo regular son lugares lgubres, eran por el contrario alegres, animados por cuadros pintorescos con un variado conjunto de verdor,
y por caseros y huertas imitando las de la villa de
Soller por la espesura dlos naranjales, como tambin
bonitos higuerales semejantes los de Inca. Oh! por
cierto que al ver esto me caus tal sensacin como si
estuviese la vista de Mallorca, recordando las cosas
de all. Jess, qu variaciones de cuadros americanos
vecinos los europeos! qu ganados de gordos corderos vi tambin pastar por los prados, casi enterrados
entre las altas y espesas yerbas5!
Por ltimo, lo primero que descubr al estar cerca
de Petrpolis, fu tres cuatro carretelas descubiertas, paradas para dejar pasar los carruajes que llegaban llenos de pasajeros; mucho admir el lujo delas
seoras tan ataviadas y sentadas voluptuosamente
en sus carretelas, y vi algunas con trajes propios
3
34
VIAJE POTICO PETROPOMS
y adecuados, mas otras, no comprend para qu
tanta garambaina como habia en sus ricos trajes ; me
pareci suprflua tanta cosa, siendo asi, que por lo
regular, los que entran en el pas, evidentemente poetizados por las consecuencias hijas de los encantos que
por lo natural proporciona la pureza de tan atractivas
campias, hermosas por tantas flores purpreas, no
reparan, asi lo creo, en la supersticiosidad de las seoras que con tanta gachonera esperan los transentes
para ver si buenamente dirigen alguna mirada ellas,
que por lo regular son jvenes solteras.
Como es natural, desean agradar, pero como Petropolis no tiene rival, siendo l el nico que ocupa toda
la admiracin de sus visitadores, no es difcil acreditar
que se quedan las aristcratas seoras sin una pobre
conquista.
Ahora bien; vi un batalln de caballera, sin ser
soldados los ginetes ; eran s, atrevidas amazonas con
mucho donaire y graciosas ondulaciones de cuerpo,
para demostrar, sin duda, su practica de equitacin, y
mientras tanto, no dejaban de correr, sin que las faldas
de sus negros y elegantes trajes de terciopelo hiciesen el menor movimiento, mantenindosefirmes,merced un peso de piedras hermosas y muy finas que
adornaban el rededor de la falda, formando como una
guarnicin, al mismo tiempo que la sujetaba sin vuelo,
de suerte que nicamente el velo del sombrero era lo
que volaba por aquellos vientos frescos.
Me parece, Barbarita, amada lectora mia, que de
todo lo que vi la ida Petropolis, excepto lo circunfuso, creo haberte dado una idea; dirs t y con razn,
que bien podia circunscribir mi relato ; sin embargo,
recuerda mi advertencia del principio, y si acaso la has
VIAJE POTICO PETROPOLIS
35
olvidado, vuelve algunas pginas atrs y encontrars
la disculpa, y as evitaremos reiterar.
Continuamos mas un corto rato hasta llegar un
rio, el cual tiene las riberas con fileras de altos tilos
y mas otros rboles frondosos y de lustrosos troncos,
corren las aguas por en medio, dejando por ambos
lados los caminos; en uno de ellos vi grandes preparativos, por mejor decir, ya estaban levantadas unas
altas y magnficas pirmides, sosteniendo trofeos y hermosos arcos de triunfo que formaban cuadros; en el
centro de los adornos, respetuosa elevacin y resguardados por doseles, estaban los retratos de la augusta
familia imperial, dueos de estos amenos terrenos. No
estra esto ante escrito, porque en la corte aconteca
lo mismo ; de suerte que todos estos ornatos festivos
se aprontaban para celebrarla llegada del grande hroe
el ilustre Conde d'Eu, que se esperaba de cada dia, y
todos en general, nacionales y estranjeros, con vido
deseo esperaban dar curso su entusiasmo para celebrar su entrada triunfal, con motivo de ser el Conde,
vencedor en la guerra con los Paraguayos.
Pues como decia antes, al mismo tiempo que descubr los arcos pasamos por en cima de un puente que
atravesaba el rio. Entonces el carruaje par y nos
apeamos para entrar en la fonda de Braganza.
Efectivamente; sin rodeos ni el menor cumplimiento, con la natural libertad que por lo regular tienen los pasajeros cuando entran en una hospedera,
que por esperiencia bien saben lo caro que la pagan,
por consiguienteentramos como Pedro por su casa.
Serian las siete de la tarde quando llegamos, y principiaba llover; por este motivo no fui inmediatamente al colegio de Kopke, para procurar mi hijo y
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
tu hermanito, pero fu tu pap. Mientras tanto yo arreglaba mi equipaje en la habitacin que habia de ocupar.
Poco tiempo despus oigo una voz dulce que me
llamaba de mamaizinha. Caramba, ya lo creo que
corr! Oh, si era Pepito, que cada paso que daba
me llamaba, y como le sal al encuentro, le cubr la
boca con un beso.
Cuan sublimes son los momentos en que los brazos
de una madre se enlazan con los de un hijo querido !
Oh, creo que Dios, desde el cielo, bendice el amoroso grupo!
Atenda yo las familiares preguntas que me hacia
el muchacho, cuando nos avisaron que la comida estaba preparada. Pasamos la sala comedor, y vi la
mesa perfectamente compuesta, con grandes jarrones
de la China, llenos de dalias y rosas, y sobretodo no
habia la menor falta de estos preparativos gastronmicos. Naturalmente me sent; mi lado derecho se
sent tu pap, la izquierda tu hermano.
La comida no fu mala, mas de esto no me ocupar;
dejaremos la filatera para los otros asuntos. Ahora
bien; ya era de noche, y se pas el resto de la velada
en el saln, y jugando tocando el piano; yo hablaba,
como lo tengo de costumbre, y despus de tan simples
tareas, pasamos por otra todava mas descansada, por
ejemplo, la de acostarnos. Efectivamente; serian las
diez cuando nos despedimos dndonos la mano y diciendo : buenas noches, que Dios nos guarde.
Cada cual tom una vela encendida, y dirigindose
sus cuartos, oyse poco despus cerrar, reinando entonces un silencio claustral.
Mi habitacin nada tenia de particular; todas estas
cosas de primera necesidad, y todo con aseo.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
37
Pas la noche sin dormir; perd el sueo y estaba
con fri; habia apagado lvela, y tenia los ojos habiertos ; qu tontera! para qu apagu la vela sabiendo
que no dormira? bien convencida estoy por la esperiencia, de que nunca he dormido estando fuera de mi
casa; de consiguiente, con vido deseo esperaba que
amaneciese cuanto antes, y as lo pedia Dios; de manera, que estaba en el balcn de mi cuarto cuando vi
la plida aurora, por grados insignificantes tomar su
color. Entonces vi el terreno hmedo por el roco, vi
los pajarillos absorber las gotitas que destilaban las
hojas de los rboles que tan cerca del balcn tenia.
Jess, qu ambiente tan dulce y tan grato! | Oh, cierto
que es magnfico!
Jess, qu cuadro tan vivo por la impresin, y potico por la observacin! Miraba por la primera vez
Petropolis, y l abra tan perfectos cuadros ensendolos mi, que sola estaba; nadie distraa la eficaz observacin que felizmente tenia con tan puros objetos,
veia llorar los tilos y como los consolaban los cariosos pajarillos con su gorjeo melodioso, bonito y muy
alegre himno matinal; por ltimo, vi correr con fuerza
el rio que muy crecido estaba.
Petropolis es una ciudad moderna hermossima;
las calles muy anchas, largas y derechas, las fachadas
de las casas muy caprichosas, muchas de ellas ornadas,
y sobretodo construidas con el mas bonito estilo moderno, que causa admiracin por la novedad. Cada casa
goza de su jardn de diferente estilo, muchos de ellos
imitando los de Londres. Pocas son las ventanas que
carescan de pastoriles caprichosos adornos; unas
con ricas cortinas de seda, y otras hay no menos bonitas, por que son naturales enredaderas que cobijan
38
VIAJE POTICO PETROPOLIS
jaulas con hermosos pajaritos que son puros inocentes prisioneros. Continuamente se ven bajar por los
sitios de la montaa risueas cascadas.
La mayor parte de los moradores son muy ricos,
pero de esos aristcratas que se conocen por los puntos de Amrica.
Petropolis es montaosa, y antes de formarse esta
magnifica ciudad, era todo montaa; por consiguiente,
cuntas estraordinarias dificultades, cual mas difcil
de vencer, costaran las llanuras que se apoyan en los
montes. Qu hermosas son las calles principales que
conducen algunas praderas, tan perfectamente llanas
trabajo corporal! De suerte que todo se consigue en
ese pas, punto de las maravillas y riquezas; aunque
paresca un imposible, visto est ; en la actualidad Peropolis, es un verdadero modelo de lo mas selecto.
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
SEGUNDA P A R T E
PERMANENCIA.
CAPITULO II.
En un gabinete de una mujer elegante se descubre
un secreto.
Vamos partir d un punto, y ser el rio que nos
servir de derrotero, ese que constantemente pasa por
la ciudad refrescando con las aguas, y de ellas seguiremos su rumbo, interrumpindonos y para pararnos
admirar los altos y espesos bambs, tan patticos
como hermosos, que naturalmente se inclinan encontrndose unos con otros, formando verdes arcos con
tanta perfeccin, que nadie ha de creer que aquella belleza sea silvestre; antes dir que son adornos sim"
tricamente plantados para aumentar la pomposa hermosura de las riberas del rio, y tambin, cmo es
bonito ver aquellas serranas de subida suave, que lindan por los paseos donde se ven mujeres elegantes,
rgidamente vestidas la moda, con el mayor lujo!
Usan mucho, de trajes de seda negra con adornos de
encaje de guipur, y sombreritos sencillos.
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
La primera visita que hice cuando sal del hotel,
mi permanencia en Petropolis, fu, por supuesto,
al colegio donde est de pensionista Pepito, muchacho
de 10 aos cuando entr, habiendo 3 que vive en ese
lugar que ofrece una sorprendente vista.
La construccin del edificio es linda, y la idea muy
apropsito por el sitio en que est. Por ejemplo; un
paisaje bonito es ver aquella rica pradera sosteniendo
tan altas paredes muy blancas, ornadas con una porcin de ventanas que forman el mayor gusto arquitectnico, y mas, aunque est algo separado de la ciudad,
eso no le quita nada de lo hermoso, porque se v resguardado por altos montes, recreado por un potico rio,
todos sus alrededores amenos y sobre todo deliciosos.
La residencia esta que ahora nos ocupa, pertenece
al Sr. Kopke ; es grande como un convento, aunque
la forma es de palacio ; y en cuanto al interior, vale
mucho mas, porque hay sabios profesores que instruyen los alumnos de muchas ciencias ; y en cuanto
limpieza y aseo, eso es imposible verla mas luciente.
Para recreo de los alumnos el director les permite
plantar para tener flores, como tambin tienen sus pajareras en el jardn, como me dijo mi Pepito, que l
tenia un canario coloro-virado, dos ticuticos, un candeal y una oropndola ; de suerte que me alegr de su
lcita distraccin que tambin es cuidar los rboles y
flores que los muchachos escojen para que sean sus favoritos, mientras tanto ejercitan el activo movimiento
:&in perder tan bonito entretenimiento; todo eso es
bueno, y mas, porque se goza de tan saludable clima;
de suerte que la robustez emanada de la perfecta salud
que disfruta Pepito, lo atestigua ; as es que merced
esto dicho, este mi hijo hace valentas de todas clases,
VIAJE POTICO PETROPOLIS
41
sin tener que rendirse despus por cansado su cuerpo.
Siempre dispuesto lo estraordinario, todos los dias,
aunque llueva, por fuerte que sea el viento, no es eso
un motivo para dejar de tomar su bao cotidiano que
es en el rio.
Dirs mi paciente y amada lectora, que podia ese
muchacho escusar este bao, que solo es costumbre
tomar los dias de calor; pero Pepito, hablando conmigo, me record esta consecuencia diciendo as :
Cierto que Petropolis es un lugar fri, pero yo,
mam, quiero vencer cierta impresin pueril; sabe
por qu mtodo? refrescando la sangre del cuerpo con
baos de aguas corrientes de estas puras que de altos
montes bajan; eso naturalmente, v venciendo el fri,
junto con la pereza, de suerte que en el dia y he conseguido hacer ese sacrificio, y para lo futuro creo estar
libre. Como yo soy estudiante, tengo necesidad de librarme de toda clase de tonteras, y mucho necesito
sobre todo el despejamientofsico,y prepararme antes
de amanecer la aurora; de modo que cuando entran los
primeros rayos del sol, dando un hermoso color de
mbar los caaverales, felizmente me encuentro con
la aptitud necesaria para la comprensin de mis estudios, esos principios de mi carrera que tanto cuestan,
pero que me darn su tiempo un puesto si Dios
quiere.
Cierto, lectora, hija mia, que eso que dice tu hermano es de primera necesidad; las buenas obras han
de ser los principios de la infancia, accionando y adquiriendo ciencias, tan necessarias para los hombres
que tienen que representar mas tarde en la sociedad su
bonito papel. Y mientras tanto nosotras qu hacemos?
Nada; comer y dormir para pasar la vida, sin tomar el
42
VIAJE POTICO PETROPOLIS
trabajo de ilustrarla. Oh ! y de qu sirve la vida de la
mujer ? La de los hombres tiene, por supuesto, unelevado objeto: penetrar los fondos y colocar all las
piedras de su castillo, y buen cuidado tienen para que
sea slido.
Ah! qu triste est la mujer, y qu poco espera
del mundo! la nica esperanza de la pobre es ser madre de un varn y eso veces le cuesta la vida. Ay!'
qu pocos apoyos encuentra la debilidad!
. Sin embargo de ser todos hijos de Eva, nicamente
la mujer ha heredado su castigo y los hombres, pesar
de su pecado, han sido perdonados por Dios hecho
hombre, con toda la gracia de lo sublime, y cierto es,,
ese recuerdo les hace felizes y satisfechos viven.
Efectivamente ; la grandeza, el poder reina en los
hombres, mientras tanto la mujer se resigna de lo
que sufre, por que no tiene otro remedio no ser
llorar en los rincones de su casa.... N, eso n ;
antes la pobre procura desvanecer sus debilidades
siendo diligente, y pasa adelante con la esperanza
de elevarse con la creencia, aunque infundada, que
vendr da que por su dignidad merecer la atencin general.
Oh! peor es su esfuerzo porque la desvia de su natural posicin, su mente se confunde con un sin nmero de disgustos, que sin escrpulo de martirizarla
ms y ms, y por ltimo la atacan mas que de
duro, y esa frente la pobre no combate, eso es, al
contrario si, que se retira antes de sucumbir de dolor.
El secso femenino, en la infancia principia sufrir
contradicciones que hacen pesado su pobre destino; ese
es por lo natural estar sentada y ocupada con tareas,
aunque simples, muy incmodas, veces hacen su
VIAJE POTICO PETROPOLIS
43
labor con lgrimas porque se ofenden de las rias de
sus mamas que las apresura para que concluyan su
trabajo porque y les tienen otro aprontado; aquel
atropellamento trastorna la nia porque es una tontuela y carece de valor, y sobre todo porque con
natural est condenada sufrir tristes y muy amargos
pesares.
Si, mi amada hija; es preciso, y que he tocado esta
cuerda sensible, que desahogue mi impulso, que es
darte buenamente un consejo, y circunstanciadamente
te lo dar.
Encierra en tu tierno corazn los sentimientos, y ten
valor, hija mia, aunque tu dolor sea lastimarte, y entonces llora que Dios te consolar; deja las pretensiones que pueden confundirte con el caos de creencias
infundadas que destruyen la inocencia ; en una palabra, observa con el mayor rigor la circunspeccin.
Solo asi, puedes t, pobre nia, ser interesante.
porque visto est; las virtudes son lasfloresde nuestro
cerrado jardn.
En resumidas cuentas, y he dicho bastante, y sin
embargo, de estas consecuencias, sacareipos mas esta
paradoja:
Elflacodestino de la mujer, es vulgarmente como
el de una gallina domstica, eso es referente la hija
del pueblo, no las de alto rango, que bien sabemos
que una distancia muy grande separa unas de las otras;
pero con todo, todas ellas tienen alma cual mas fervorosa, y que el deber religioso manda consagrar
Dios y al prjimo. Ahora bien; si esta alma siente el
deseo de hacer bien, mas las tristes cerraduras del
serrallo sujetan la mujer que esta alma tiene, bien se
v que es sujetada su pesar. Ah, cuan desgarrador
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
es eso para una hija del pueblo que tanto estima al
prjimo y se v injustamente presa su desgracia!
Bah, esto es una impertinente retrica; antes bien,
mejor ser pasar un velo por encima de un asunto que
yo no s esplicar porque no estoy ilustrada para eso,
ni t, hija mia, tienes la suficiente comprensin, porque tu corta edad no alcanza. De consiguiente nos apartaremos de este asunto echndole el velo y mientras
tanto, pasaremos al anterior.
Como decia que visit el colegio de mi estudiante, y
por supuesto, ped algunas informaciones respecto
de las costumbres que observan, y me dijeron lo siguiente :
Al tercer signo de campana los alumnsse levantan ; esto es las seis de la maana. Consagran Dios
los primeros ratos del dia ; los segundos al aseo corporal, y en el rio Biabanha aprenden nadar.
Oh, dije yo, eso s que ser del guslo de mi hijo.
Cierto que lo es, me respondieron. El se baa
dos tres vezes por dia, por eso se parece mas un
marino que un estudiante.
Mas ese tiempo que pierde en nadar, no le hace
falta para los estudios?
No, mujer, me dijeron ;]las horas que l gasta por
el rio, son las que el director concede para recreo.
En fin, en otra ocasin mas oportuna nos ocupare^
mos de las ocurrencias traviesas y veces atrevidas de
este estudiante. Cierta estoy de que deseas verlo, mas
por ahora no es posible. Contntate con saber que contina con sus ideas vivas cual mas alegre, y siempre
muy ingenioso.
Bah, dejemos los infantiles asuntos y continuemos el
curso de nuestro circunloquio.
VIAJE POTICO' PETROPOLIS
45
Me parece natural darte una idea respecto de la
breve permanencia Petropolis. Pues s; desde ahora
principiando por las partes principales, recordaremos,
por ejemplo, la calle del Emperador, siendo este el
punto mas apropsito para partir desde all otros
puntos de Petropolis; esta calle es hermossima y muy
prolongada; sigue siempre derecha, hasta otro punto
llamado Concepcin, en aquel estremo hay un valle,
y aproximadamente se ven dos ros, el Quitandinha y
el Corxego Seeco. Como parten de puntos diferentes
los ven correr apresuradamente, van hacer barra, y
juntos despus siguen la corriente por la misma direccin.
Efectivamente; de dos ros se forma uno, siendo as
que es mas poderoso, de manera que los estranjeros
Haman este rio de Tour de forc; ahora bien, ante
todo esto, te habia de decir, mas como no lo dije lo
dir ahora. La calle del Emperador tiene el grande
mrito de estar magnficamente construida y con slidos pies de muralla en ciertos puntos muy elevados
para que siga siendo horizontal. Cabalmente, con facilidad al ver estas perfectas obras entre las montaas, se
comprende las dificultades y mayores obstculos poderosos que hubieran de vencer para la hermosa construccin slida y al mismo tiempo para la conservacin
y resistencia de los< chaparrones de agua que casi todos
los das caen de las nubes que pasan por entre los montes, asi es, que est todo aquello tan limpio que luze,
y con todo, despus de la lluvia, el sol d su resplandecimiento las montaas cuando ellas tan patticamente
dan su sombra las calles. Cunta belleza, que mrito
ver aquella llanura fuerza de trabajo ejecutada con la
mas perfecta simetra de gusto.
46
VIAJE POTICO PETROPOLIS
La calle de la Emperatriz sigue hasta llegar la falda
del monte Belvedere: por all se pierde la vista entre
tantas cosas pintorescas.
Estando en una salita de la fonda para dejar pasar
la lluvia que en aquella ocasin era regular, habindonos impedido el determinado paseo, sin embargo
esperaba yo con el sombrero en la cabeza resuelta de
luego pasada la lluvia seguir. Mientras tanto unos caballeros que all estaban tenan esta conversacin.
Seores, yo soy gegrafo por los estudios y las
esperiencias. Cabalmente puedo dar una exacta descripcin de los terrenos, ya por mis continuas viajes
por el mundo solo por objeto de observar; yo soy anciano, habiendo encanecido ausente de la familia ; y
sin embargo, si yo no hubiese escrito antes de venir
Petropolis que me esperasen este ao, yo vivira perfectamente en esta amenidad, que con evidencia veo
esto es la dicha del recreo.
Y sin duda no seria Vd. el primero, porque ha
de saber que esta ciudad ya se ha llenado de estranjeros
ricos y esto solo por objeto de vivir tranquilos en la
proceridad de estos sitios.
Esta conversacin se hizo general, hablando con
entusiasmo todos.
Si, seores, buenos paseos tengo dado, hoy por la
maanita, montado en mi caballo, he seguido el riachuelo de Almeida Torres hasta que me tengo internado en el bosque.hubiera pasado el dia all mas como
estaba solo conoc que era demasiada la soledad.
Y Vds., seores, ya han visitado la gruta llamada
de las Saudades?
Como yo era una que habia entrado en la conversacin por motivo de haberme dirigido la palabra res-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
47
pond; que no la haba visto. Tomando la palabra un
joven que me pareci poeta dijo as:
De la gruta de las Saudades quiero hacer una descripcin particular:
Esta es la reina poeta y se oculta de las miradas
vulgares; los que dispuestos estn para visitarla, trabajo cuesta entrar en el misterioso lugar que Dios la
coloc para librarla de impuras miradas; por consiguiente, los que guiados por la curiosidad inters
que solo el nombre de la gruta inspira, tienen que bajar una empinada serrazuela y bajo encuentran un
valle; pues bien guardado por los gigantes respectivos
y enormes rboles y muchas plantas estraaspero hermosas, llenas de flores en este lugar ameno y sobre
todo palmfero, pattico, tanto que con evidencia es el
manantial de los amores. All en los subterrneos se
ocultan las diosas hijas y algunas madres del amor, de
suerte sus hijos los Cupidos, cuando van la gruta y
ven aquella soledad, lloran all por las tristes saudades
y falta de amor que ellos no gozan porque permanece
-con la mas completa dormicion en los fondos de la
gruta; mientras tanto los anhelantes Cupidos con vido
-deseo y de cada vez aumenta, esperan en las patticas
-sombras de las palmeras creyendo ver salir las poticas
.figuras radiantes de gozo. Ay I en vez de esto, surgen
de los peascos fras aguas, tan virtuosas, que son
propsito para apagar repentinamente el Vesubio.
; Y por ltimo, all reina el sociego, y por este motivo
el fsico del visitador permanece tranquilo; entonces si
-con esta ilusin del poeta de estos cuerpos lnguidos
-por recuerdos del sueo encantador como es ver diosas
heridas por las flechas d los Cupidos, y lejos de incomodarse las amables diosas, hermosas deidades, salen
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
de su cueva cariosas, abrazando los que las han
herido.
Bravo, esclamaron todos un tiempo los que esta
descripcin del entusiasmo juvenil escucharon.
Pues seores, maana vamos todos cazar por
aquellos puntos, que superabundancia hay de magnficos pjaros.
Oh ! Si, escelente idea; vamos cazar; recuerdo
haber visto por entre los espesos matorrales muchas
gazaberas de tiernos conejos y que por cierto de muy
gordos se ven correr por aquellas selvas.
Bah, como yo continuamente miraba por una ventana si paraba la lluvia, vi con placer que y no llova,
entonces salimos paseo.
Entrando en un carruaje descubierto, andando merced del cochero, habindole dado la orden de ( pasear ) sin citar lugar; vi un bonito jardn llamado el
Paseo pblico, observ los montes de cruzeros tan
bellos por sus raras plantas parsitas. Jess! Cuntos ojos se habrnfijadoen tal puro verdor dejando un
potico pensamiento de estos que solo siente el corazn y con todo los rboles y palmeras de estos puntos
Petropolitanos en general estn enterados poticmente porque se vn en muchos lisos troncos de rboles, hechas con punta de corta-plumas, letras que claramente espresan juramentos de amor.
Muchas son las calles, algunas te citar : la de S. Januario, la de D.. Francisca, la de D. Auliana, calle
Barbosa, la de Constitucin, la de Funileiros, la de
Mineros, bah ; muchas mas calles de las que he mencionado contiene la grande y bella ciudad de Petropolis, pero escusaremos nombrarlas porque menudo
se muda el nombrer por consiguiente pasaremos sin
VIAJE POTICO PETROPOLIS
49
mencionarlas. Como hay tantos estranjeros industriosos, de manera de hacer sus buenos negocios, por
ejemplo, fuimos una tienda de la plaza de D. Pedro
de Alcntara, que por cierto es muy hermosa, con
filas de espesos y corpulentos rboles de hojas grandes
y sobre todo de magnfica frondosidad; de suerte
cuando yo fui all era hora del sol dominar aquel terreno entero, mas no fu esto; al contrario, la vi toda
sombrosa, merced la espesura verde que proporcionaba la comodidad de ledamente pasear, como efectivamente vi algunas parejas andando y la mujer pasaba
su mano por el brazo de su compaero y este le
hablaba elocuentemente. No habia necesidad de sombrilla porque como he dicho se paseaba por all
sin peligro de tomar una estuosidad; de suerte mas
bien uno se senta en aquellas sombras tan fresquitas merced una brisa suave dando un risueo
movimiento las hojas de los rboles cayendo de los
serbales algunas serbas maduras nuestros pies; en
efecto era un recreo permanecer alli observando las
parejas lindas, lasfloresy las chucheras que tambin
habia.
Cmo era bonito aquel golpe de vista ! mas de
ser una plaza grande, que por cierto no tiene rival,
est ajardinada con simetra, y tambin haj muchas
fuentes rebosando las aguas, pecinas esmeradamente
cuidadas con sus cras de caprichosos peces; en los
estanques nadaban cisnes y una multitud de raios bichos hermoseados por sus plumas de colores vivos,
que cuando salan de las aguas, comoestaban mojados,
entonces secaban las alas fuerzade sacudiras.
Como decia, que por ltima entramos i la tienda
qwv teda ocupada de chismead cristal; un cajero
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
nos ense una porcin de servicios lindsimos, por
ejemplo, unos vasos y copas grabados en la misma
tienda con los nombres y apellidos de los que aquellos objetos compran, no tan solamente esto, mas
habia en tan finos cristales, vi grabados magnficos,
es decir, cualquier de los cuadros panoramas de estos de Petropolis: los mas perfectos que vi, fu un
servicio entero de mesa, de cristal musulina color de
rosa, con el palacio imperial grabado en las piezasgrandes, y las pequeas del uso habitual estaban grabadas
con un blasn: esto era un rico regalo que se hacia
un capitn de voluntarios recien llegado del Paraguay,
que se casaba con una jvenrca de la corte: de suerte
esto antedicho era un regalo de bodas que le hacia un
marqus tio de la novia.
Este punto cntrico, en toda la estension de la palabra escelente, se habia formado un palacete espresamente para vivir el grande hombre, el mismo que tantas dificultades venci pasando adelante su obra
dejando el plano digno de admiracin que l habia inventado, consiguindolo por mrito de sus ciencias y
ms las disposiciones que acompaaban para el trabajo.
Pero dicen que desgraciadamente este hbil ingeniero fu victima de una horrorosa catstrofe imposible de prever, siendo ella repentina y cruel, porque
esto fu el resultado de la muerte del fundador de Petropolis llamado Julio Federico Koeler. Siendo joven
todava no contaba mas de 43 aos de edad.
Me acord de que vivia en Petropolis una conocida
mia, y que le era deudora de una visita antigua, de manera buena ocasin se present para devolverla: al
dia siguiente de estar all, con un carruaje alquilado
VIAJE POTICO PETROPOLIS
8 i
salimos por la barrera de la Sierra llamada Estrella, y
por una de aquellas travesas seguimos hasta llegar en
el punto que Aura, este es el nombre de la seora que
vamos ahora ocuparnos.
Efectivamente ; la casa est plantada en el centro de
la hacienda que es algo mas que regular, pues vi un
grande palacete. All fuimos conduzidos por ser la residencia de Aura; al llegar nos apeamos y entrando
un patio, viendo un criado, le pregunt por la seora.
No est en casa, dijo el muchacho que me pareci
alemn luego que le vi; mis, continu diciendo, no
tardar en venir; quieren Vds. esperarla?
pesar.de ser contra mi costumbre esperar nadie
fuera de mi casa, al hacer una visita, si no los encuentro, lo nico que hago es dejar una tarjeta; mas como
yo especialmente deseaba ver Aura, y viviendo ella
como viva muy lejos de la fonda que yo estaba hospedada, siendo cierto que no tendra tiempo para verla,
es decir, para visitarla segunda vez, de manera me decid esperarla.
Ante todo has de querer saber qu clase de mujer es
esta; pues bien, Aura es hija de un banquero muy
rico; su madre era espaola, su padre ingls, y casada
con un francs tan opulento como bueno: en cuanto
mritos personales, Aura los posee todos: hermosa,
elegante instruida. Su lenguaje es elocuente y correcto en los cinco idiomas que habla.
Pues como decia antes, el rubio alemn nos conduelo un magnfico saln riqusimamente amueblado,
hermoso cortinaje de nobleza azul claro con fleco dorado adornaba los balcones y mas entradas de aquel
esplendido saln, todo alfombrado de un campo de
flores aterciopeladas; grandes espejos venecianos ador-
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
naban las paredes forradas de rico y oscuro papel que
resallaba mas el mrito de los muebles recientemente
dorados, figuras griegas, un precioso conjunto de ricos
caprichos de Luca, mas un capricho n duda invencin de Aura me llam la atencin ; esto fu un piano
fuerte colocado entre unas figuras de cera ricamente
vestidas y realmente preciosas, de manera que cuando vi
aquellas figuras, pens si serian visitas, asemejndose
personas vivientes, y por la perfeccin del bulto, y
por sus propios trajes.
Por ltimo, prefiriendo la vista campestre aquel
lujo artificial, sal una galera donde habia en una caprichosa pajarera una multitud de cantores que pesar
de ser muy chicos tenan su pico melodioso como los
ruiseores; observaba l>s animalitos volotear por entre
las ramas de pino verde, cuando vi por el centro de la
alameda que conduca la casa, un lindo y muy moderno carricoche de cuatro ruedas y dos caballos que
tiraban, los cuales eran gobernados por Aura. Luego
de haber llegado en el patio, la mano firme de la joven
sujet los caballos permaneciendo ellos quietos; entonces el alemn y otro criado bajaron los nios del
carricoche: mientras tanto yo observaba sin que Aura
me viese, casualmente las persianas que estaban cerradas impedan ser yo vista y me daban libertad para
ver. Aura vesta elegantemente un traje, rgidamente
moderno y de gusto gracioso, de color de rosa claro y
los adornos de terciopelo negro igual al sombrero y
lo dems competente ; los nios vestan sus graciosos
y muy ataviados trajes y estaban monitos.
Supongo que el alemn le dira, que en el saln
habia visitas, porque ella se apresur entrar como
estaba en donde estaba yo. Luego que me vio me
VIAJE POTICO PETROPOLIS
53
agradeci la visita, demostrndolo con la espresion
de sus ojos y ademan alegre, y luego abrazndome con
efusin y cariosamente me dio dos besos.
Mi intencin era de hacer una corta visita; pero
Aura me quit el sombrero obligndome hacer una
visita prolongada y de confianza ; todava no eran
mas que las cinco de la tarde ; haba mucho tiempo
para hablar hasta las diez, mas como la barrera
se cerraba antes, nos dijo que nos dara una tarjeta para entregar al vigilante de la entrada de
Petropolis y esto nos abrira paso.
Adems tambin yo deseaba hablar como efectivamente poco despus la conversacin se refiri Libania, otra amiga que yo tena antes de conocer Aura,
la cual en la actualidad es amiga de ambas y reside
en el Pai, cuya amiga me ha autorizado para yo escribir su vida por ser una historia interesante; no pudindolo ella hacer, porque le falta el brazo derecho
resultado de una cada; ahora bien:
Interrumpi la conversacin las pisadas de un hombre que entr; fu Valentn, caballero elegante, no
tanto como Aura, con todo, este es su esposo que llegaba de la hacienda.
Verbi-gracia pasamos las horas bien: Valentn cant
con el acompaamiento del piano, una aria de los Hugonotes. Aura cant tambin unas canciones de msica
espaola que pertenecen la pera del Guarany,
compuesta por el autor Carlos Gomes ; aplaudimos el
canto que fu muy gracioso con toda la espresion
andaluza.
Otra conversacin cay sobre asuntos familiares:
Aura escuch su marido que decia que su mujer
gastaba demasiado lujo. Entonces ella se quej de la
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
poca galantera del marido. ltimamente Aura, con
gracia, pesar de conocer que habia algo de audacia
en sus modales por ser despreciativos lo que decia su
esposo, se levant resueltamente diciendo:
Es verdad, no tengo paciencia para ser mujer.
Viendo Valentn ofendida la delicadeza de Aura, lo
remedi diciendo:
Vamos ver un cuadro precioso pintado por la
hermosa mano de mi consorte.
La vanidosa pintora efectivamente mud el semblante apareciendo en su rostro la satisfaccin por
ensear una obra hija de su talento, y levantndose
con gracioso movimiento de la butaca en que estaba
sentada, mirando hacia m dijo:
Carmen, no gastar cumplimientos, pasar adelante solamente para ensear el camino.
Pasamos por una serie de habitaciones bien arregladas, despus entramos en la sala de pintura, rodeando las paredes cuadros pintados leo, siendo
todos ellos obras maestras de suma perfeccin: luego
vi que aquello era ideolgico, que solo la parcialidad
de Aura era capaz de imaginar.
Aura con su natural desembarazo abri todas las
aberturas de aquella espaciosa sala, y como ellas daban al jardn donde haba tan altos rboles, algunas
lozanas ramas de anacardo que violentadas por las
puertas estaban pugnando para entrar, mas cuando
la joven dej los balcones abiertos ellas entraron poetizando con su verdor ; mas tambin vi los hierros de
los balcones tapizados por trepadoras de carmn y
otras plantas cuyo verdor y aroma aument el ambiente que se respiraba en aquel lugar perfumado.
Cabalmente un escritor la vista de aquellos cua-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
55
dros, obras de un ilustrado talento femenino, siendo
su nico maestro su grande imaginacin, sacando consecuencias de la luz y las tinieblas, y conseguir por la
fuerza de talento llenar de ricos cuadros altas y espaciosas paredes, cuyos cuadros pintados magnficamente por la mas hermosa y pequea mano que rebosa
del mas delicado gusto. Oh ! cierto, con el auxilio de
tan poderosa proteccin, como he dicho, bien puede
escribir un literato urna obra inmensa.
Aura con el dedo sign un cuadro recientemente
concluido diciendo as:
Carmen, mira, he querido esperimentar si con
mi pincel y mi idea conseguira sacar una conferencia
misteriosa, por ejemplo una de esas cubiertas con el
velo tupido y negro de la noche.
Me acerqu para observar las pinturas ; eran muy
finas, y con arreglo tal consecuencia vi la preciosa figura de Venus durmiendo en la cama de
oro, Apolo en pi con los ojos enloquecidos de
amor mirando tan perfecta beldad. Otro grupo mas
cerca que era de punto mayor y separado de ese que
he mencionado, vi una figura de mujer medio confundida por las tinieblas y levantando una cortina de
terciopelo carmes, descubra un lecho en un fondo
oscuro, dejando ver merced unos dbiles reflejos
despedidos de una lmpara, que descansaba en una columna de bronce; pues s, la cortina levantada dejaba
ver el lecho con un joven hermoso, de belleza angelical, tranquilamente durmiendo con el pecho descubierto, tan perfectamente pintado que pareca palpitar ; con todo, aquella figura mujeril con ferocidad
clavaba un pual en aquel pecho descubierto, arrancando con su mano pequea, de dedos lisos, afilados y
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VIAJE POTICO A PETROPOLIS
sin nudos; bah, una hermossima y perfecta mano,
copia de una hada maldecida por los celos, y con prfida audacia arrancaba el corazn del joven que dorma mientras tanto su sangre se veia brotar que pareca
natural. Ah, qu pintura entre claro y oscuro, qu
drama misterioso!
Esto observaba cuando Aura poniendo suavemente
su mano en mi hombro me dijo.
Ea, cmo te parece la noche? Mira Apolo como
respeta el sueo de Venus, mira esa mujer celosa
como hunde el pual sin temer Dios, sin repugnarla
el crimen ni la menor seal de compasin la vista de
la agona de su vctima. Cruel! qu crimen es ese ?
Un asesinato cometido por celos.
Vaya una alma psima que pintas en la mujer,
eso es un demonio; me parece eso inmoral; cierto
que es horroroso ms no poder.
Sin embargo, contest Aura, la noche encierra
estos brbaros crmenes, ella los proteje con sus tinieblas, mas siendo necesario distinguir los objetos,
he dado un claro, que es el que despide la lmpara.
Cierto, Aura, tu cuadro es una obra maestra,
pero mi no me gusta.
Por qu ?
Oh! Por qu? eso n, le dije yo.
Entonces, dejas de ser franca, mi amiga?
N: pero me parece que lo que oculta la noche,
una pura mano como la luya no debe de pintarlo.
Entonces, hice mal en pintar este cuadro ?
Cul?dije yo.
Este ; y Aura sign un cuadro grande que contenia un fatal naufragio que se vea apenas porque
aparentaba ser una noche de estas negras y terribles,
VIAJE POTICO PETROPOLIS
57
partiendo las tinieblas rayos. Este cuadro interesante,
aunque penosamente, se dejaba ver. Ah! donde la humanidad luchaba con los peligros de un temporal.
Jess, Jess! esclam, porqu este cuadro tan
triste, que al parecer nadie se puede salvar?
Vamos mi gabinete y te har sabedora de cierta
historia que me cont mi primo, espaol, cuando
lleg de la guerra de frica, cuya historia, Carmen,
te atae, porque aconteci Mallorquines. A propsito,
dime, como se llamaba tu padre? el apellido lo s,
mas no el nombre.
Pues su nombre era Guillermo; por qu me lo
preguntas? di, porque me conmueve tu pregunta, y
me afecta, aunque sea pintada, la vista de este naufragio.
Pues bien ; yo pint este naufragio despus de la
historia que como he dicho me cont mi primo militar,
la cual te la contar t, pero antes t me enterars
del viaje que emprendi tu padre y nunca mas volvi,
como me dijistes al principio que te conoc.
Todo lo que s te lo contar, dije yo.
Por ltimo se continu la revista de aquella espaciosa casa ; no tard Aura en invitarme para que entrase en su retrete. Efectivamente, entr y vi luego la
riqueza bien esparcida que habia all; cuanto capricho puede apetecer mujer elegante all estaba; las paredes forradas de raso color de rosa, las guarniciones
de relevo doradas, el techo formando arcos que se
apoyan unas columnas de marmol de Italia, el suelo
alfombrado de tapiz de seda que muy biense asemejaba
plantas rastreras enlazando bonitas aves; cortinaje
blanco adornaba las aberturas pareciendo finas nubes,
figuras altas de bronce completaban el gusto mas ele-
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
gante, mesas de piedra sostenidas por leones de bronce
cuyas mesas, cubiertas de los mas preciosos caprichos
de esos que tan voluptuosamente traen la seduccin de
las elegantes y se acostumbra hacer uso habitual.
Aura como reina de tan bonita habitacin, con majestad se miraba un enorme espejo colocado en el
centro del retrete bajo un pabelln blanco; una colosal culebra con su crculo servia de marco al mismo
tiempo que sostena el espejo donde se vea toda la
habitacin en su clara luna.
Aura me sign una butaca para que me sentase,
pero yo permaneca en pi y muy pensativa.
No quieras, mi amiga, or lo que te he prometido contar, me dijo Aura con elocuencia y con su
semblante dulce.
Oh, cierto que lo quiero!
Pues sintate y t principia, yo tal vez concluir.
Aqu rein una pausa que yo interrump.
Ante todo, mi buena amiga, he de tocar un punto
lejano para objetivamente coordinar ciertas cosas,
esto es, antes de yo salir de la isla de Mallorca, como
la variacin de clima hizo tantos estragos mi natura,
me veo precisada cojer uno de los hilos que vagan
por mi mente. Ah, mi amiga, sal de Mallorca con mi
corazn mas negro que la noche, y desde aquella poca
no me entregu al sueo ; este socorro que d algo de
tranquilidad en el espritu, siempre tengo estado como
el gallo que parece un vigilante, aunque de noche est
alerta, sin embargo de estar enmaraado con las ramas de la parra que le sirve para no perder el
equilibrio y desde la cima descubre las plantas y los
bichos nocturnos que despejan del verdor las flores.
Bah, aunque no soy gallo pero gallina s, y de esas
VIAJE POTICO PETROPOLIS
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que tienen muchos pollitos, los cuales son mis hijitos que siempre me rodean, y mucho me han enredado, y apartado el don sueo de mis ojos, mientras
tanto he tenido mas tiempo, aunque insuficiente, por
ser muchos mis cuidados ; sin embargo entre ellos
he tenido que deliberar sacando algo de esta consecuencia : como madre de familia me he arreglado
con la cohesin; no obstante no creo haber sido
vctima de la obsecacion; nada de eso, felizmente
en Rio-Janeiro he tenido ocasiones que me han dado
la satisfaccin de convencerme que no era ambiciosa;
s que me he sentido dominada por un deseo, pero
como lo he credo lcito me tengo rendido por l.
Cabalmente en mi destino ha habido muchas variaciones y he esperimentado un poquito de estos inconvenientes que el mundo es el autor, y cosa estraa,
siempre tengo observado en mi urna formalidad en mi
interior cierta igualdad, mi humilde situacin me ha
permitido servir, es decir, vender biscochos los ricos y entonces he podido regalar pan los pobres y
los he tenido por amigos. Tengo andado distancias inmensas, siempre a pi, otras ocasiones al parecer mas
felizes me tengo colocado al lado de mi esposo en un
bonito carruaje tirado por soberbios caballos y ambos
hemos sido conducidos casas de familias puramente
por hacer visitas, donde he sido obsequiada con delicadeza, y lejos de ser herida por la menor torpe
chispa de vanidad, estos casos buenamente me han
recordado los humildes, los tristes, los que he pasado llorando que sin duda han sido mas frecuentes
que los que he pasado riendo.
Veo que te estoy incomodando con mis tonteras;
perdona, mi buena amiga; medida que me voy
60
VIAJE POTICO PETROPOLIS
desahogando, voy coordinando lo que tu quieras. ;01i1
y quin habia de decir que tal conversacin tuviese
cabida un tan lindo gabinete que no ser mejor el de
Aspasia? Ay! amiga mia, no estando yo aqu no vertira los recuerdos que voy ahora brotando.
Oh! quin habia de decir mi madre que dia
vendra que su nica hija dejara su pas natal? Mira,
amiga mia, qu opuestas ideas tenia mi madre de las
que yo he seguido.
Cuando yo era nia, mi madre me acariciaba mucho.
y me decia: Carmen, t eres el placer de mis ojos, tus
travesuras me apartan de mis tristes pensamientos y
una alegre sonrisa bienhechora viene reemplazar mi
llanto. Oh, cuanto, qu mucho sentira yo que t
fueses varn, porque siendo nia, sujeta permanecers mi lado, siendo t muchacho por lo natural seguiras la carrera de tu padre que era piloto, y la mayor parte de la vida la pasaras ausente de tu madre
que no tiene otro consuelo mas que el de mirarte, pobre hija de mi alma!
Cierto que estaba y bien convencida que mi poderoso cario era capaz de consolar las lgrimas que
verlia con razn mi madre, pobre viuda, que ni siquiera un pequeo retrato de su esposo posea. Un
anillo de cabellos tenia, lo ped, y me lo dio. Cierto
dia me atrev pedir una esplicacion del misterioso
destino de mi padre, y tal como me la refiri mi madre, ti, mi buena amiga, te lo comunicar:
Tu padre, hija mia, tenia la mas azarosa carrera;
los 16 aos ya era responsable de un buque mercante, siendo l su capitn, gan mucha plata, y entonces compr un buque que solo l perteneca; era
um hombre feliz, y muy joven pens en casarse Estas
VIAJE POTICO PETROPOLIS
61
fueron las primeras palabras que con dolor salieron de
un corazn ulcerado por la desgracia. Ahora bien continuemos para esplicar lo que me deca mi madre:
En efecto, se cas conmigo, continuando su carrera, y como era muy activo no paraba ; continuamente
hacia sus viajes con tan feliz acierto, que gozaba de un
resultado magnfico; tenia un corazn noble, amaba sus
compaeros de viaje hasta el punto de ganarse las
simpatas de toda la tripulacin, que siempre se compona de los mismos marineros, dispuestos siempre
respetarlo y amarlo con pasin. El asunto que ahora
voy esplicar, es una de las pruebas mas convincentes del formal lazo que los unia su buen capitn
como ellos decan.
Ahora bien, habia en Mallorca, desde que los
franceses haban tomado Argel, una fragata morisca que
se conoca habia escapado de un combate ; as es que
aunque nueva, nadie S3 cuid de tal fragata y la dejaron abandonada en Puerto IM; de manera que poeo
tiempo despus de ella haber fracasado salvando los
de bordo, ellos mismos la dejaron ir pique. Este
descuido fu observado, resultando que desconfiaron
de los seores dueos de la pobre fragata, los cuales,
eran moros, que bien se conoca por sus trajes que
mucho se asemejaban hsares.
El principal era un principe, moro tambin,
pero majestuoso joven ; alto, grueso* y que andaba
magnficamente vestido ; ignoro como se arreglara,
cierto es, que gastaba lujo; llevaba elegantemente
colgada una espada con empuadura de oro, y hermosos brillantes marcahan estas letras: LADF-.
Este prncipe andaba acompaado de su ayo y un
doctor que era su consejero.
62
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Con evidencia se dejaba ver que aquellos hombres eran guerreros; aunque todos jvenes, eran
feroces, con semblante pensativo, y al mismo tiempo
dominador; me estremeca cuando los veia, sin saber por qu motivo. Dios solo sabia el secreto que
encerraba aquel misterio, todava oculto con la mas
negra fatalidad.
La residencia de estos personajes era en Soller,
pero no faltaban emisarios que andaban de un puerto
para otro, para procurar un buque para ellos embarcarse, pero todo fu escusado, no encontrando
buque para ellos; todo patrn se neg, supongo que
desconfiaban de aquella gente ; no obstante la tripulacin andaba por las calles de Palma paseando como
una comparsa de cherinoles; unos decan que eran
vagabundos, otros desconfiaban, diciendo si serian
descendientes de ciertos moros que ya habian sido
espulsados posteriormente de la gran conquista del rei
D. Jaime; y sobre todo, de todas las cosas que decan
de los moros nada habia de cierto, palabras ambiguas
eso si se decan muchas.
Cierto es que su permanencia en Mallorca se prolongaba, y que aquellos cosmopolitas de nada carecan, mas bien dir que gastaban el oro como si lo
sacasen de un rio.
El prncipe tenia palco en el teatro principal,pero
pocasvezeslo ocupaba; la tripulacin hacia esfuerzos
para franquearse la confianza del pueblo, asi es que
algunos de aquellos moros eran doctores y curaban
enfermos, de suerte que eran notadas las curas que
ellos hacan en favor de los particulares: veces los
encontraban por los montes de Soller procurando
yerbas medicinales. No es eso solo; fuerza de trabajo
VIAJE POTICO PETROPOLIS
63
abrieron una mina encontrando aguas calientes donde
mas tarde sirvieron para tomar baos, porque en
aquel punto se form una casa propsito para ese
objeto.
Durante sus escavaciones encontraron enterradas
antiguas estatuas como las de Pompeya, las cuales fueron regaladas un propietario de una quinta de aquellas cercanas. Los descubrimientos que hacan los
moros dejaban atnitos los hijos del pais que admiraban aquellos campeadores, no obstante, con evidencia
se conoca que los moros estaban enterados por va de
algn derrotero debido sus antepasados moradores
de la isla, porque no siendo as, cmo era posible penetrar los fondos y descubrir cosas de valor? Por tales
antecedentes calculaban, y era natural, probablemente
los moros antiguos, que dueos habian sido de la
isla de Mallorca, despus vencidos por la guerra que
les hicieran los valientes cristianos, esto es, en los
momentos del peligro, no olvidando sus riquezas, procuraron todo trance evitar que los cristianos gozasen
de lo que ellos posean, y por eso se desprendieron de
sus ricos objetos enterrndolos.
Por ltimo, deseoso el pueblo de terminar aquel
enigma que encerraba la especie de espionaje que observaban con los moros, fluctuando entre las opiniones
hasta que por fin se decidieron por concluir aquel episodio que y era ridiculo de parte de los moros. Ciertas consecuencias alarmantes pasando de boca boca,
fu la causa que lgicamente naci un desprecio hacia
aquellos atrevidos que la voz pblica y decia que habian incendiado uua cabana, pero que uno de ellos
menos ruin haba.salvado tres criaturas del incendio,
'cuya accin no era meritoria porque aquellas victimas
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
criaturas eran hurfanos por causa de la barbaridad de
los moros. Bah, lleg la ocasin de verse aquellos estranjeros horriblemente repudiados por el pueblo, y
ellos desesperados porque toda tentativa para embarcarse fu intil. Como he dicho, todos los patrones se
resistieron este cargo de carne viva.
En aquella poca todava no habia vapores que
hiciesen la travesa desde Barcelona Mallorca ; todo
transporte se hacia por los buques de vela. De manera
como fu general la negacin, despreciando los ruegos
y grandes promesas de los desesperados moros, entonces ellos con eficacia apelaron al gobierno, resultando que tambin fueron desatendidos. Bah, los
moros que vieron un buque que sala del puerto, cuyo
patrn les habia negado la embarcacin, mas ellos
para vengarse atacaron el buque acto continuo de salir. Tal atrevimiento ocasion que el pueblo irritado de
aquellos lobos, levantaron piedras y los apedrearon
matando uno de ellos.
Entonces el gobierno tuvo que apaciguar la lucha
de los cristianos con los moros, hasta que por ltimo
el consulado tom por su-cuenta estos ltimos. Bah,
otro motin se levant y ese fu horrible, metindose
las tropas; de esta consecuencia result que fueron
presos los moros. nterin el consulado no dejaba de
hacer diligencias para arreglar del modo mas conveniente las cosas pesar de ser y imposible.
Muchos miedosos intranquilos soaban que lo
moros pasaban fuego la isla.
Por ltimo, tu abuelo paternal qu era hombre
que habia tomado parte en el grave asunto, siendo l
marino, pero retirado, muy prctico en la nutica y
esperto hombre de mundo. Amaba con locura su hijo
VIAJE POTICO PETROPOLIS
65
U l ^ ^
incitado por
la ofuscacin hizo armas contra su hijo, por supuesto
insensiblemente. Aquel padre era orgulloso, y q a
hacer a Iarde d e l y a I o r d e gu
n d e
todo so amor propio. Oh! orgullo que siendo tan
grande no encontraba lmites! Ah, pobre Guillermo
bendita sea su alma!...
"'
nnrTc-f' AUra '- e n e s t e p u n t o u n a P a u s a respetada
por un silencio triste rein en la habitacin en que
btoTr m fr yo: aquel i m p n e n t e
debido a recuerdo de actos fatales para nosotras, no
nte rUmprI
rt0 r
ssilencio
T e n r vya i una
; feroz curiosidad
- 0 h , Cse eapoder
'
I
demi que
me martirizaba cruelmente, no obstante de haber Ze I t e m p d e h a b e r escuch
nnarracin.
a r r a Z Aunque
f m t 0 d estaba
*dovalor
la
revestida
de cierto
para o.r aquellos detalles que pertenecan un grave
asunto hijo de la miseria humana, y por ltimo, como
siempre hemos pensado que mi padre fu vctima de
una deSgracJa precoz, hija de aquellas circunstancias,
fatales S1 y que sobre todo, y pesar nuestro habian
llegado a su predefinicin.
Bah, mi buena amiga, sigamos el discurso hecho
pormimadreyoidopormisoidos. Ah! qu cosa
tan estraa ! Has de creer Aura, que en la ocasin
que la boca de mi madre ventilaba tan serio asunto,
yo temblaba de fri, y tanto me habia acercado en el
uego que ardia en la chimenea, que me quem sin
lastimarme. Sabes por qu ? porque todas mis sensaciones las embargaba un espritu, cosa sobrenatural.
No te pares, Carmen, contina, me dijo Aura
en vista de mi interrupcin.
Pues s, una tarde del mes de Febrero, que tu pa5
66
VIAJE POTICO PETROPOLIS
dre me habia invitado para dar un paseo por la campia y despus cansados nos retirbamos en casa con
pasos acompasados, al entrar en la antesala vi tu
abuelo paternal que fumaba sentado en un sof.
Ah! qu novedad traer tu padre? dije; siempre que l viene aqu es para armar nuevos negocios,
vamos ver cual ser este; de manera, que cuando
eso decia avanzaba para tu abuelo fin de estrecharle
la mano.
Efectivamente, despus de las atenciones debidas
la poltica, mi suegro tom cierta gravedad de tono,
que yo desde luego tem que no fuese su asunto demasiado formal, y dominada de curiosidad tom una
silla y me sent entre padre y hijo. Ah! pronto qued
admirada del despejamiento de mi suegro.
Guillermo, dijo, convencido de tu valor he
pensado que ahora que tienes una ocasin la has de
aprovechar; y esto haciendo, no dudes que te luzirs
en la sociedad, porque maana irs emprender un
viaje que todos le temen porque dicen es arriesgarse;
mas t eres valiente, y vencers los temores. Es verdad, hijo mi, que t nunca has parado la atencin en
dificultades?
Efectivamente, padre mi, el carcter marino
es de valiente por la naturalidad y el costumbre de tener su vida entre el peligro, mira placentero todos los
temporales.
S, s hijo, eso es, lo que te ofrezco es un temporal . . . porque tal vez tendrs... mas de todos modos son hombres desgraciados... y t, mi hijo, puedes
sacarlos de los apuros en que se ven acosados.
Mas de qu se trata, padre mi?
Te lo dir: quiero que t, hijo mi, embarques
VIAJE POTICO PETROPOLIS
67
en tu buque los moros, y los traslades Tnez ; esta
es la nica manera de modificar. Este acto generoso
de tu parte ser el colmo de mi orgullo, porque veo
una garanta por tu porvenir. Tu valor dejar la patria un recuerdo indeleble el mas digno de elogio, por
la poderosa razn de haber valerosamente ejecutado
el acto que los otros han encontrado imposible, y sin
embargo son unos cobardes; no siendo as no tendran
tal desapercibimiento con esos pobres estranjeros que
estn fuera de su patria y tienen su buque en el fondo
del mar.
Este relato, Carmen, hija mia, que sali de la
boca de tu abuelo, fu un dardo cado en mi corazn;
i ay de mi humilde situacin, vctima de aquel hombre lleno de orgullo, prescindiendo de razones, dominado enteramente!...
Una pausa prolongada rein, mas lleg el crtico
momento de ser interrumpida ; la fatalidad habia tomado su decisin, pesar de parecerme que tu padre
luchaba con sus pensamientos. Ah! cierto que fluctuando estara entre el apretado deber de esposo carioso y de hijo obediente. Ah! por ltimo, yo que
conoca el fondo de tu padre senta los impulsos de
aquel corazn mas noble que tierno.
Ah, Guillermo, mi buen esposo, n, no te
vayas con esos lobos! ojal mi amor te detenga !
Entonces ser un cobarde, dijo su padre.
Oh! n, nunca sufrir un marino palabras dichas
con osado sarcasmo en contra de su valentia. As
es, que despus de un grave silencio tom la palabra tu padre, que con su voz firme dijo tu abuelo:
Padre mi, soy hijo de vuestro valor, comprendo vuestro orgullo, mas permitidme haceros va-
68
VIAJE POTICO PETROPOLIS
rias reflexiones. Vos sabis que estos moros son sospechosos ; dejaron ir fondo su buque que era una
enorme fragata con bandera ingleza ; vos no ignoris
que los moros carecen de buques, pues ellos se apropiaron de uno muy grande que los desacredita porque
lo juzgan robado, y por el abandono en que lo dejaron, y sobre todo por muchas razones. Ah! sern
piratas?
N, hijo, no digas eso, ellos son protegidos por
el consulado, y haces mal en abrigar semejante sospecha.
Y por qu hay algunos que estn presos?
Porque mataron para defenderse. Ladi que
est libre, y que es un grande hombre de honor, est
avergonzado de todo lo que acontece. Pues bien, embrcalo t, y tambin los dems, y desembarazas la
isla de muchos picaros.
Oh, padre mi! mejor sera para mi un cargamento de plvora, estos hombres son del Diablo.
Si les temes, Guillermo, llvalos como prisioneros.
Oh! no consiento llevarlos como enemigos;
nicamente bordo admito pasajeros.
Bah! hars lo que tu quieras, con tal que los
embarques, dijo su padre, y con orgullo continu:
de todos modos, t por valiente llevas la palma de buen
marino. Ay, hija mia, nunca jams olvidar el agudo
dolor que se apoder de m cuando mi suegro habl
con la altivez rebosada del orgullo.
Ah, pobre padre tuyo ! hija mia, has de saber
que l era tan valiente, y, en aquella ocasin me inspir compasin cuando lo vi cabisbajo, humilde,
mientras tanto su padre triunfaba del mayor orgullo.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
69
Por ltimo, tres dias despus vino casa el prncipe moro con una flor de lis en la mano, y con la
mayor galantera me la regal. Serian las 5 de la tarde, y las 9 de la noche zarp del puerto la nave,
despus de haber recibido bordo sus pasajeros moros,
los cuales se embarcaron la vista del pueblo. Como
estaba anunciada en el peridico su salida para Tnez,
el puerto de Palma estaba lleno de curiosos observando
aquel embarque de tropa mora.
La despedida de tu padre fu tan triste, que no la
puedo recordar. Oh! Cmo no serlo? Pobre Guillermo, la flor de su juventud, dej la tierra para
siempre! Su dulce y postrer adis, dej tan fnebre
eco en mi corazn, como si fuese un gemido exhalado
de su alma dolorida
!
Ah, pobre madre mia! viuda desde siete meses
antes de yo nacer, cunto ha sufrido desde aquella
poca que mi padre se fu llevndose en su buque los
moros! Desde aquel dia fatal, mi madre es viuda.
Efectivamente, hay lances tan tristes en la vida, sobre todo en la mia, poca fatal cubierta de luto. Mi infancia fu como la planta que crece en el cementerio.
Es verdad, Carmen, dijo Aura, la historia que
has contado es muy triste; sin embargo, no la has
concluido.
Todas las circunstancias que han mediado despus, fortuitamente han negado loque hay de positivo
en el desenlace. Sin embargo el valor y la bondad de
mi padre dio cabida lo que sucedi.
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
CAPITULO III.
La fatalidad se descubre.
Aura mand traer el cuadro que contena el naufragio y ponindolo mi vista dijo:
Mira, mira Carmen. Vs?
~ Vaya si veo ! Qu cuadro tan desgarrador !
Este buque est en un infierno, el mar est bravo y la
noche tan fea, y los de bordo estn armados luchando, oh! ya te he dicho que este cuadro me
estremece, y
Y en l se v el desenlace de lo que tu has contado sin concluir, y que ahora yo tomar por mi
cuenta.
Cmo t sabes?
S mucho, Carmen, este cuadro es una copia de
mi capricho y que creo la pint con arreglo lo que
me cont mi primo.
72
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Entonces Aura tom el hilo por su cuenta diciendo
asi:
Carmen, tu valiente padre fu victima de una
traicin; los moros le hundieron el pual en el pecho, mientras tanto el buque se sumerga entre olas
espantosas, porque el mar estaba bravo por estar su
punto mas tempestuoso. Perdona, amiga mia el dolor
que te causar, mas yo no quiero callar, antes bien
debo descubrir un secreto que mucho mrito hace en
el autor de tu existencia, y t puedes consagrar nuevas
lgrimas su triste fin.
Pues s, cuando los espaoles entraron Tetuan en
el ao 1860, en la primera ocasin oportuna se
present un hombre vestido como de campesino la
presencia del general Prim, se inclin con humildad y
lepidio proteccin diciendo que era espaol.
Y cmo es que Vd. est en esta tierra? le dijo
resueltamente el general.
Seor, si estoy en frica es bastante pesar mi,
y con todo, mi permanencia aqu emana de aos atrs.
Y cmo es eso?
Seor, lo que se encuentra en mi camino es una
historia muy triste, y no obstante deseo hacer V. E.
sabedor.
Siendo dia de descanso para el general, y siendo l
tan bueno, rico y lleno de sentimientos, porque los
ajenos los abriga, y siempre dispuesto derramar
consuelos de su raudal generoso, gozando felizmente
de libertad se sent, y deseoso de prestar auxilio su
patricio, que pesaroso se demostraba, le dijo con tono
de consuelo:
Cmo es su nombre, mi patricio ?
Juan Bauza.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
73
Pues habla, que te escucho.
Pues, seor, y que V. E. lo manda, obedecer
con satisfaccin, teniendo en cuenta no abusar de tanta
complacencia; de consiguiente, contar mi historia
con toda la brevedad posible.
Narracin de un m a r i n e r o mallorqun.
Siendo yo marinero de 18 aos de edad, felizmente dispensado de toda maniobra, motivndolo el
hacer mis servicios popa, y cierto aprecio que me
tenia mi patrn que era un joven muy bueno, de
bella presencia y muy moreno, con ojos penetrantes, su nombre era Guillermo Oliver, y su patria era
la isla de Mallorca. Su buque era una polacragoleta llamada Carmen, su porte eran 150 toneladas, era nueva y de bonita construccin y lindamente
aparejada. El cargamento eran pipas, unas de vino,
otras de aceite, todas con la marca del patrn, siendo
todo lo que ante dicho tengo, de su propiedad.
Pues bien, salimos del puerto de Palma con un
sin nmero de pasajeros que eran todos moros; los
tres dias de navegacin con vientos frescos, infelizmente andaba la proa luchando con el viento porque
Je daba por las narices.
Bah, indicios eran esos que el buque se aproximaba gradualmente al temporal que bramaba como el
bramido del len enfurecido y amenazador.
74
VIAJE POTICO PETROPOLIS
No tard en llegar la noche funesta, horriblemente oscura, cuando nos cay encima la mas espantosa tempestad, desplegada por todos lados, cielo,
mar y viento, todo enfurecido, terribles enemigos sin
contar los que estaban abordo. Peligros evidentes nos
amenazaban mientras el trueno impona; lenguas de
fuego salan de las encadenadas nubes, partan las tinieblas y daban las vergas de la nave, el color del
fuego ; horrible fatalidad que me hacia ver el buque
entre un vesubio.
Cierto que me horroriz cuando la claridad
infernal vi perfectamente cuatro moros de los de popa
que estaba observando el timonel. No s por qu presentimiento, en aquel momento me atorment la idea
de que aquello era preliminares de una traicin, y me
estremec. Oh, si yo temia los moros y n la tempestad ! desconfiaba de sus intenciones y las ignoraba!
y cuando pens que ellos eran en mayor nmero que
tos cristianos, la rabia me domin, y si en mi mano
hubiera estado, los hubiera esterminado todos, malditos perros; bah, con la mayor ligereza posible el patrn habia mandado preparar el buque, de suerte dispuesto estaba para resistir tan revoltosos azotes que
el viento rebelde y el mar enfurecido, daban de sopetn en el buque, siendo y continua la tormenta el agua
entraba bordo estando todos llenos de espuma,
mientras tanto el buque luchaba valerosamente. Pero
ah! un crugido fnebre que fatalmente se dijo or, al
mismo tiempo que un relmpago claro nos dejaba ver
aquellas costas tan peligrosas como bonitas en otra
ocasin, mas el mar levantaba tanto el buque fcil era
lanzarlo en las rocas, mas l luchaba con el liquido
abismo rodeado de altos peascos.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
75
Bah, en vista de eso, el patrn con toda la maestra nutica esforz el buque pesar del viento asolador, hizo que dase bordada fin de sacarlo de tal
peligro, y darle agua y libertad para defenderse, porque tan cerca> de las rocas era cierto un naufragio.
Duro era el buque y sin embargo probable era el que
se estrellase en los peascos. La tempestad habia doblado los inconvenientes para poder salvar el buque ;
estaba enteramente dominado por las olas, no obstante la mano firme y marinera habia pasado en el
timn, y el buque seguia la salvadora direccin del
hbil piloto, era el patrn que en tan inminente peligro detenia su amado buque para que no sumergiese.
Entonces vi, merced de la luz amarillenta de las farolas de popa, que Ladi se acerc mi patrn, y en
idioma francs le dijo:
Es preciso efectuar la arribada uno de esos
puntos.
Mas el patrn contest, que era enteramente imposible ; el mar estaba espantoso de cierta manera indecible.
Ladi insista en su deseo y el patrn en salvar el
buque; bah, nico remedio era el aguantar el temporal en alta mar como haba dicho el patrn, y que
nunca el marino ha de dejar su buque estando en peligro ; efectuando la arribada estando como estaba el
mar en suma exaltacin de bravura era estrellarlo. Y en
resumidas cuentas no se acoquinaba mi patrn por
los temporales.
Ladi que estaba popa inmbil, observando el
rumbo, hizo una sea, la cual los moros muy ligeros,
fueron apagar las farolas de bordo, quedndonos enteramente oscuras. Bah, los moros estaban acordes
76
VIAJE POTICO PETROPOLIS
porque esa seal convenida se prepararon para obligar al patrn, siendo eso lo mas difcil. Mas como l
era mas vivo que una centella, luego conoci la traicin de los pasajeros. Entonces el asunto tom el carcter mas alarmante que se puede.
Con voz clara y firme, grit el patrn ; su alta voz
domin el barullo tempestuoso cuando dijo :
Antonio, Juan, Francisco, alerta! alerta hijos
mios!
Ay, seor, otra voz que pareca salir del infierno
y que no era otra que la del mayor demonio Ladi,
grit confundiendo su voz con un prolongado trueno:
Archipmpano y cuchillo la mano, compaeros !
Estas dspotas palabras cierto fueron de ataque.
Entonces el patrn convencido de la horrible
traicin dijo:
Valientes cristianos! avante y abajo los moros!
El timbre de voz vibrante que sonaba en las tristes tinieblas era del patrn que timoneaba en tan supremo momento. Ah! reson en mi odo como si
fuese la voz del ngel salvador, pero era tarde para librarnos de Luzbel y sus diablos.
Las llamas que despedan los negros nubarrones
fatalmente dejaron ver el espectculo siguiente:
Acto continuo de babor estribor vi cruzar los
tunantes moros luciendo en sus manos las cuchillas.
Sbitamente se entabl una terrible pelea sangrienta,
tomando parte desde el primero hasta el ltimo. Fatalmente se perdi el gobierno de bordo; las olas con
fuerza entraron lavando la sangre vertida de los muertos y los heridos; el acto fu rpido como un rayo.
Todo habia terminado! Dios mi! Horrible espec-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
77
tculo presenciado nicamente por la claridad de los
relmpagos! Yo, cobarde, me escap; gracias mi
cobarda hija del miedo, fui el nico que se salv.
Pues s, seor, en un santiamn dieron cabo los
valientes su brava pelea; ya lo creo, nadie mejor
para obrar con ligereza y manejar una cuchilla que un
marinero, y como todos, cristianos y moros lo eran,
no se prolong nada una grande matanza, que por ltimo, nadie fu vencedor. Sin embargo, si no es disparate dir que el mar venci, porque todo lo sumergi
en su abismo.
Yo estaba en la bodega y conoc cuando el buque
se iba fondo, y sin mas remedio que el procurar
salvarme, me ech con los brazos estendidos en aquellas encrespadas olas, y merced de la claridad de los
rayos me dirig lnea recta las rocas, y por cierto milagro debido mi patrona la Virgen^del Carmen, cuyo
escapulario todava llevo, alcanz Tos peascos que
bes y abrazado permanec con una fra roca.
Abandonado por mi espritu permaneca como
un conejo herido por los dientes del perro, y temblaba
de fro; all pas la noche; no tard al amanecer por
supuesto estend mis ojos por el horizonte y tristemente miraba como un desesperado el mar; nada del
buque vi, ni una tabla siquiera. Qu habia de hacer?
Esperar como todo desgraciado que la Providencia
toma por su cuenta, y como es mas compasiva que los
hombres, los que se entregan ella, les protege como
una madre.
Efectivamente, dos dias habia que como amarrado
alas rocas estaba; el mar mucho se habia calmado,
sin embargo estaba agitado. Vi una especie de canoa
que pareca una ligera balanza suspendida por una
78
MAJE POTICO i
PETROPOLIS
mano trmula, y con todo vagaba por las azuladas
aguas; esper que se acercase las rocas por que vi
que esta era su direccin; eran pescadores y estaban
dados los diablos por su mala suerte que les habia
negarlo la pesca ; me junt con ellos pesar del brusco
recibimiento que me hicieron, pero y que tenia en
cuenta que los necesitaba los segu hasta llegar la
falda de un monte no apartado de la orilla del mar
donde habia una pobre choza ; sin invitarme para entrar los bruscos pescadores que eran africanos, entraron en ella dejndome casi llorando, mas les ped hospitalidad y me la dieron. La necesidad es atrevida, y
en aquel momento me domin, y en efecto, entr en
la choza procurando acomodarme, y luego me dorm,
conservando el sueo once horas; al despertarme fui
en procura de frutas silvestres para humedecer mi
boca que ardia como el volcan; me incomodbala
hambre, no habiendo comido desde el dia antes de
la rebeza de las mareas que fu antes del temporal.
Ah! entonces de nuevo record el naufragio, los
tristes y lastimosos lamentos exhalados por los heridos en sus postreras horas y confundidos por los bramidos del mar. Desgraciados mis compaeros, todava mas que yo, porque ellos perdieron la vida y yo
existia para compadecerlos con toda mi alma ! No poda darme idea de la rapidez de tantas desgracias un
tiempo; lo que mas me admiraba era cmo se habia
ido fondo el buque sin dejar la menor seal; esto es
que tan luego que le falt su mano salvadora, siendo
ella la de su patrn, estando l muerto, como por va
de encanto su buque que poco tiempo habia que estaba
construido por l, acto continuo de el patrn concluir
su existencia, su buque le sirvi de atad, y ambos
VIAJE POTICO PETROPOLIS
79
fueron sepultados en los fondos del mar. Estos acontecimientos me habian tenido preso en un embaucamiento completo, y tambin me afectaba la pobreza de
los infelizes pescadores, nicos que me podan dar
una miserable hospitalidad Cuando ya estaba convencido de que no entendan la compasin cuando yo
me crea digno de inspirarla, sin embargo, cuando me
vi algo despejado, me procur la vida. Por de pronto
me intern en el bosque; entonces, como el pjaro,
procuraba los rboles en busca de las frutas, pero las
pocas que vi eran verdes como la borraja ; segu una
senda andando. Andando adelante, por tierra desconocida, mas siendo un triste bosque, por fin vi un claro y
mir y vi que estaba cerca del mar; de consiguiente no
me habia alejado de la choza de los pescadores; como
he dicho, me encontraba en las riberas del mar al pi
del monte alto cuya cumbre pareca tocar el cielo. Imponente lugar y mas por estar el sol oculto, reinaba
una suave claridad semejante al crepsculo. Por ltimo, vi una guila que volaba, pero poca distancia de
la tierra; observaba yo, cuando descubr un cadver,
sin duda arrojado por el mar; luego pens: ah! si
ser alguno de mis compaeros victima del naufragio?
luego me convenc que n, porque el cadver era de
una mujer.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
CAPITULO IV.
Continuacin del captulo anterior.
El asunto que nos tiene ahora ocupadas, que fu
espresado por el mallorqun en la barraca de campaa
del ilustre general Prim, estando junto con sus edecanes, y mas dos compaeros del mismo acampamento;
de suerte, mi amiga, bendigo la casualidad que permiti que uno de los dos gefes que estaba en la barraca
escuchando con bastante inters ese circunloquio,
cuatro meses despus, circunstanciadamente me decia
mi lo que antedicho tengo.
Ya vs, Carmen, mi primo por medio de una casualidad, fu sabedor de un caso muy triste, pero potico,
como la aurora anuncio de un dia, aunque este fu dia
fatal; por cierto que es de muerte la noticia, mas sin
embargo, t ignorabas el final que tuvo este drama en
que representa lgicamente el vivo y el muerto.
82
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Por Dios, Aura, dije yo mi amiga, no te pares,
sigue.
Mas el resto que falta, dijo Aura, para concluir la
narracin del marinero, ya no se refiere mas tu padre.
Ah, lectora mia! no veo preciso buscar frases para
esplicar la sen-acion que sent pesar de haberme
faltado el amor paternal; yo que nunca le conoc, no
puedo estar prevenida de este cario. Mas quin no
le busca tarde temprano? Como apoyo necesario para
ayudar la vida, quin es que no gusta de sus consuelos cuando el corazn llora ? bah, en aquella ocasin despertse cierta impresin sensacin dolorosa
irresistible, llena de sentimientos cual mas vehemente. Entonces me qued muda de terror, mas despus de haber vertido aquellas lgrimas que tanto se
atrepellaron para atestiguar de que yo era en realidad
hija del patrn que tan triste malandanza lo habia absorbido en el abismo de agua.
Ay! despus de haber sido fatalmente vctima de
asesinos, oh ! noble alma que solo abrigaba generosidad y justicia, y parti con la satisfaccin del gusto
de hacer bien, como le haba dicho su padre, hacindole ver que llevando los moros desembarazaba la
patria de aquellos picaros, cuando ya se habiandemostrado rebeldes enemigos del pueblo cristiano, y el gobierno se consider obligado negarles la hospitalidad despus de haberlos tenido en la isla tanto
tiempo.
'
Como decia, despus de un corto rato de desahogo
debido mis acerbas lgrimas, en honor de la memoria del autor de mi existencia, Aura continu as:
Carmen, no llores, escucha la parte mas potica
de la narracin del marinero, eso te distrahir.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
83
Pues s, la vista del cadver, como dije, que era
de mujer, pero joven, hermosa y que el mar ni en la
menor cosa habia desfigurado aquella beldad, porque
al darle la muerte fu para estampar en ella la imagen
del ngel de cera representando el amor y la desgracia;
bella criatura! qu espectculo tan humilde en e
desierto ! beldad sin vida, arrojada del mar, lanzada
los pies del monte, y cerca de ella la guila volaba.
Aquella joven estaba lindamente cubierta por una
especie de gramalla de seda de color verde, la observ
bien, la mir con primor, y vi en su hermossimo
cuello una cruz radiante de brillantes, colgadita de
una cadenita de oro ; aquella insignia era la evidencia
de que era la joven cristiana. Una ncora arrojada de
la mar estaba sus pies sujetando su larga bata, como
he dicho, especie de gramalla bordada, ciendo su fina
cintura un cordoa dorado; honesta y encantadora
figura! Herido mi corazn la vista de la hermosura
desgraciada, y sin saber que hacer por tan humilde
criatura, que al parecer habia muerto con el nombre
de Dios en los labios.
No permitindome mi conciencia dejarla de
aquella manera espuesta ser maltratada por las guilas, murcilagos vampiros, porque es verdad ; aquella beldad, figura potica que pareca dormir, me
inspiraba compasin y dolor.
Por ltimo me decid para dar sepultura al cadver, y con la ncora que tena los pies, aunque
muy pesada, me puse cavar, consiguiendo, como
por milagro, hacer un hoyo con suficiente profundidad
para dar sepultura aquella real moza cadver y.
Mas antes de colocar la Venus en la sepultura, movido
por un acto religioso, me arrodill y rez con devo-
81
VIAJE POTICO PETROPOLIS
cion, creyendo rezar una santa, porque la encantadora posicin que habia dado la muerte tan preciosa
mujer, con evidencia era de una santa.
De dos ramas que arranqu del tronco de un azufaifo, hice una cruz y la coloqu la cabecera de la
sepultura, la bes y me fui.
Andaba como el judo errante; sin un pensamiento fijo me abandon la casualidad, pobre peregrino, sin saber donde parar, ni siquiera pens en la
choza de los pescadores. Como estaba enteramente
exhausto, pobre barca sin timn, y con todo andando,
y eso que era de paso redoblado, y dando tropiezos,
hasta que por ltimo, despus del potico crepsculo
cerr el dia. Entonces entr la noche oscura, sin luna
ni estrellas.
Nada mas fri que verse de noche en el campo
raso, tan pobre como una rata, sin poder siquiera esperar ; la confianza mitiga algo del desespero, pero yo
no la tenia, ni siquiera para encontrar una cabana para
pedir un socorro. Lo que vi fu un cubil, con una
enorme fiera dormida. Ah! entre mis tristes reflexiones me pareci ver muy lejos una claridad semejante
una estrella; efectivamente, fu un fanal, y luego
tom la direccin l. Cunto me alegr cuando vi
que era la farola de una torre! Acerqueme aquel
edificio con intencin de pedir hospitalidad, pero
como era yo demasiado torpe, vindome cortado y
avergonzado por mi estado indecente, y mas sin zapatos ni sombrero, cmo me habia de atrever pedir
cobijo en un castillo? Cierto que me hubieran echado
palos creyndome loco.
Acerqueme los muros de la fortaleza y me acomod en un rincn resignado pasar all la noche, ?in-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
85
tiendo desde pronto, fri, hambre y dolor. Encontr
la noche tan prolongada, que me pareci que no habi a
de tener fin ; mas vi rayar el alba poeta, y como yo te"
na los ojos fijos una puerta de los muros del castillo,
vi que se habra dando paso una mujer alta y esbelta;
un antifaz la cubra.
Cuando la vi luego ella me acerqu, pero un
nudo se puso en mi garganta y me impidi hablar;
mas la mujer adivin mi pobreza en vista de mi rotura,
porque, como he dicho, ni mi camisa ni mi pantaln
tenian nombre de traje ; eran trapos; as es, que aquella mujer me dio una limosna, siendo ella una moneda
de oro.
Como he dicho, pas la noche como un soldado
desarmado y rendido por el fri, pero por castigo
puesto de centinela al pi de la fortaleza; pero como
deba la potica aurora una limosna, me senta mas
aliviado, y tomando un camino segu y encontr un
pastor que guardaba su rebao. Acercndome l le
dije:
Por favor hermano, decidme, qu tierra es esa?
Los ojos de aquel estpido se abrieron desmesuradamente tomando el grandor atroz como de la boca
del len y as me miraba pareciendo quererme tragar,
mas no podia yo consentir que aquel hombre fuese tan
bestia. Tal vez no me entenda? Eh ? mas yo que soy
muy torpe, y con todo entiendo perfectamente el idioma universal, esto es, el que los nios y hasta los
animales entienden, porque es natural, indicando con
propias seas, bah, vi que era escusado perder tiempo,
y continu mi marcha caminando sin adelantar nada
absolutamente; por ltimo, lleg la noche, y acordndome de la fortaleza, nica cosa que me habia prestado
86
VIAJE POTICO PETROPOLIS
su apoyo, all fui para arrimarme. Nunca en mi
vida he sentido un deseo tan vehemente como el
que esperiment aquella noche esperando que amaneciese y pensando en la dama misteriosa; llova,
mi cuerpo estaba mojado y mi alma ardia, mas yo
lo que senta era, que probablemente la lluvia impedira el paseo matinal la dama ; por ltimo lleg
lo que tanto anhelaba, cuando se abri la puerta
apereciendo la mujer, mas infelizmente, no fu la que
yo deseaba, que solamente con su majestuoso andar
mi me habra consolado. No fu; aquella era otra bajita
y vieja como el Diablo, de manera que me pareci una
mensajera por el modo que se acerc mi diciendo:
Imbcil, ayer mi seorita no te dio una onza
para que te arreglases una camisa y un calzn? anda,
bruto, no vs que es una vergenza verte as descamisado y sin vergenza, y no obstante te atreves
rondar este alto castillo?
Por Dios, dije yo casi llorando por el ultraje
hecho mi pobreza. Vd. seora, no v soy un desgraciado bastante pesar mi? yo no tengo la culpa
Aquella vieja ni siquiera me dio tiempo para mas;
se fu envalentonada y gruendo cerr la puerta. Ay!
la desgracia me habia dejado con pobreza, pero no me
quit el amor propio, y al verlo ultrajado en el estado
infeliz en que me hallaba, mi corazn se desgarr. Ah!
llor, junt mis manos alzando los ojos bajo un cielo
compasivo, dije con el alma : Dios mo, vuestra clemencia tendr piedad de m, ya que la desgracia me
toma por modelo! y esto diciendo me cubr el rostro
con las manos.
Creo haber dicho que las olas del mar y puntas de
las rocas me habian hecho girones mi blusa de mari-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
87
ero, de tela de lana color azul, como tambin mi
pantaln de pao, mis calzoncillos blancos y mi camisa, ese poco que llevaba mi cuerpo en la ocasin
que me salv del naufragio. Verdad es que infelizmente
me encontraba casi desnudo. Vlgame Dios! cunto
sufr fsicamente y moralmente al verme de aquel modo ! no obstante el estado presente no me hacia olvidar
el pasado; y el futuro, acaso era posible pensar en l
cuando tenia la certeza de no verlo ? Mi gravedad no
consenta engaarme en conservar la menor esperanza, cuando solo la muerte era la nica abreviacin
de aquella vida cuya existencia dependa del milagro.
Ay, infeliz del mortal que se v como yo me vi horri
blemente acosado y en estrecho crculo formado por
poderosos adversarios! Cuntas cosas desgarradoras
pasan por aquella mente ansiosa! Oh! son muchas,
y eso en el crtico momento que se v acibarada la vida,
habiendo llegado el misterio este secreto que se descubre con la mayor formalidad, y que no se piensa durante la felicidad; sin embargo, la atmsfera que nos
rodea contiene una nube negra como el luto, y espera
como el secreto, y trae la mujer duea de nuestra
vida y que la tenemos olvidada por motivo del horror
que causa su recuerdo. Algunos pintores han bosquejado la figura con rostro feo como el pecado mortal.
Se juzga que sus modales son fatales; nos est siempre
cerca y nos sigue en todas partes; bah, cuando le d
la gana, por mejor decir, cuando el que sobre todo
es Poderoso, que domina desde muy arriba manda
la mensajera que nos coja, ah! entonces caen como
el plomo los brazos de aquella mujer, que son descarnados y puntiagudos, fros como la muerte, nos enlaza
sin cario; su contacto causa espanto, su aliento exhala
88
VIAJE POTICO V PETROPOLIS
veneno. Abismados permanecemos en pensamientos
que no se pueden espresar, y si salimos de aquel apurado estado que nos causa aquella aparicin sobrenatural, advirtiendo, si acaso, la tal visin fantstica desaparesca de nuestra mente; nos creemos salvados por
el milagro; ha desaparecido el inminente peligro, y
sin embargo suspiramos del horror ; y no salimos del
miedo cobarde que nos caus el tiempo trascurrido en
la aparicin ; aunque la creemos semi-fantstica, | oh!
no es asi! demasiado imponente, y el susto que causa
atestigua que es cierta, bien positiva; deja las faltas
por los continuos estragos que ella hace, y por eso nos
repugna cuando sentimos las neviosas caricias de
aquella mujer, hacemos esfuerzos para desprendernos
de ella, antigua figura que es de esqueleto.
| Ah! Por qu tanto horror nos inspira solo su
recuerdo, cuando no ignoramos que ella es nuestra
madre sempiternamente? Ah! madre cruel que esconde sus hijos en su lgubre seno, mas misterioso
aquel abismo. Mas, el infeliz que tal escena presencia,
puede dudar del poder inmenso del nico que es TodoPoderoso, habiendo l presenciado el mas serio acto
en donde se v reinar con majestad la conviccin del
poder? Viendo eclipsar el fenmeno calavrico que
trae la agonia, por otra visin brillante y celeste, que
por su hermosura anima la vida. Desdichado del ser
humano que permanece soso, insulso, no siente la
f, y obcecado por el calor del orgullo no cree en la
grandeza y superioridad de Dios.
Con arreglo lo dicho, viene la casualidad, no
digo la que pone de continuo movimiento el mundo
entero : no se hace caso de esa ; la nica que se menciona es la mas estraordinaria que cae como la tem-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
89
pestad, causando terremotos, esplosiones fatales. Y
de donde proviene tal desgracia? cierto, de la casualidad que tambin encierra su misterio. no puede negarse que ella trae los inconvenientes impidiendo
que los hombres consigan su deseo. As es, cuando
crenlas cosas fciles, sbitamente se ponen obstculos, ya nada alcanzan de lo que apetecen, porque las
casualidades despedidas del secreto han sido contra el
plan formado por la astucia y clculo del hombre haciendo lo que l quiera imposible. Armas y todo lo
dems no puede combatir, ni siquiera eso se piensa ;
sin embargo, uno se v sujetado por la fuerza superior est misteriosa es la desgracia trada por la casualidad, y muchas son las hijas que tiene la primera,
siendo mensajeras de muchas cosas, pero las que
ahora se trata forman total de suma desgracia irremediable.
Todo lo que pasa por el soplo de la vida es de
gravedad; la nube del misterio ya ha desplegado la
desgracia mayor, entonces la vctima sujeta y presa
sufre; pero de qu modo? agitado su "corazn por
la sensacin que le causa el padecer; mas el buen
cristiano que sostiene la pureza de la f, se resigna
antes de desesperarse por grandes que sean los golpes venidos por la desgracia; aunque su espritu se
debilite porque le han herido el corazn y vierte su
sangre y mientras sufre agudos dolores, espera como
el mrtir, y con el alma viva ruega en el poder misterioso que derrame el blsamo de la esperanza, dulce
socorro que sin duda viene del Todo-Poderoso, Autor
supremo, que d facultades las desgracias como
igualmente las felicidades, en una palabra, todo lo
grande est autorizado por el Poderoso Gobernador,
90
VIAJE POTICO PETROPOLIS
nico inmortal, que permanece oculto, mientras tanto
todo obedece su voluntad.
Algunas horas pasaran desde que yo oraba con
fervor, sin poderme dar idea de lo que pasaba, cuando
se abri por segunda vez la puerta, me pareci un
encanto, cuando vi que aparecala dama del antifaz.
Qu buena moza! Qu garbo, Jess! estaba destinado que la habia de querer. No s como no me
arrodill, porque bien lo mereca ; con todo, esper; aquella majestuosa mujer avanz hacia mi,
y entonces me ech un pauelo; yo que acto continuo coj y vi que estaba con un nudo conteniendo
otra onza y mas un billete que contenia estas palabras:
Vete, toma la direccin por la derecha, y no pares
hasta encontrar una aldea donde hay tiendas; com pra un traje de campesino y vuelve.
El billete estaba escrito en francs, mas yo lo entend perfectamente gracias varias lecciones que deba mi patrn que tanto me quera, porque desde
nio navegaba con l.
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
CAPITULO V.
La vuelta.
Por qu te paras Aura ? dije yo mi amiga cuando
observ que se detenia.
Te figuras, Carmen, que el narrador mallorqun, al contar todo eso no hiciese sus pausas? Pues
bien, en memoria suya hago yo esta. Y al decir estas
palabras, Aura se levant, se acerc una mesa, abri
un cajn que estaba encima, que era muy bonito, obra
de la China, trabajo primoroso y todo de sndalo, sac
unos confites, me dio algunos y ella comi los otros,
y entonces continu as :
Efectivamente, al pi de la letra segui lo que me
mandaba mi protectora desconocida; de suerte que la
vuelta encontrndome animado gracias mi nuevo
traje decente, me acerqu mi sitio amoroso. Entre
ida y vuelta habia perdido da y medio. Era de noche,
mas lleg el dia ; cuando amaneci mis ojos estaban
fijos en la puerta, mas ella no se habra, y el tiempo
92
VIAJE POTICO PETROPOLIS
pasaba y ella siempre cerrada. El sol caliente daba sus
rayos en aquel castillo, que yo todava no habia observado, mas como ya estaba con inters, entonces observ con la mayor atencin porque deseaba saber lo
que encerraba en su seno aquel edificio de forma circular.
No me atreva abandonar mi sitio, pero la impaciencia lo exiga. Mientras las horas pasaban me formaba mil ideas respecto de la dama misteriosa ; por
ella estaba yo alli. No obedeca yo sus rdenes? mas
por qu no venia? quin la detenia? sera aquella
mujer tan caritativa, esclava de algn sultn? Bah, tantas cosas pens, que me trastorn mi cabeza, y en vista
de que no apareca mi dama, me dirig las puertas
del castillo y ped para entrar. Me dijo un hombre que
pareca portero:
Para que objeto quiere Vd. entrar?
Para ver si quieren mas algn criado los seores de este castillo, dije yo.
Creo que s, me contest el hombre que era
anciano y no pareca ruin.
Pues bien, dejadme entrar.
Mas Yd. sabe quien se ha de dirigir?
N, pero Vd. me lo dir.
Pues bien, en este caso, yo ya le arreglar una
colocacin. Venga maana.
N, ha de ser hoy.
Esto es andar demasiado depriesa.
Mas, seor, mi casa est lejos, y no puedo perder el tiempo porque soy pobre.
En este caso tenga Vd. la bondad de esperar.
Bien, esperar.
No menta al decir que mi casa estaba lejos, y
VIAJE POTICO PETROPOLIS
93
tan lejos! mas el anciano lo tom por otro sentido ;
mas sea como sea, cierto es, me qued en el castillo en clase de sirviente, pero como habia muchos servidores, estaba casi siempre desocupado: procur ganar las simpatas de mis compaeros. Uno de
ellos tocaba un archilaud ; yo que tenia una aficin
loca por la msica, luego aprend tocar.
Como era yo muy cantante, como todo marinero,
pasaba horas entretenido con una balada mallorquna.
Pronto estuve al corriente de todo lo que me importaba saber: sabia que el castillo perteneca un rico
sultn, que tenia esclavas, pero que no las dejaba ver
porque era celoso.
En la casa habia un jardin muy grande y rodeado
de galeras, pero estaban con celosas cerradas : pero
mi vista perspicaz penetr y alcanz ver una joven
que mucho su atencin en mi paraba; de suerte que
luego pens si sera mi dama misteriosa, y por si acaso
procur hacerme interesante procurando agradarle, y
c
on gusto lo hacia pensando que ella era mi protectora ; pero cuanto mas pensaba, menos acertaba, por
qu objeto me protegi sin conocerme. Sera por el
inters de que yo le prestase algn servicio? mas por
qu no abri la puertecita ?
. Por ltimo, un dia que yo observando desde el
^ardin, y me pareci que era mi dama que estaba con
atencin hacia mi, me aventur de esta suerte : con
voz alta cant diciendo as:
En que os puede servir, seora,
Vuestro esclavo, soy y.
Habis retirado la confianza
Del que osla inspir?
94
MAJE POTICO PETROPOLIS
Esto cant en francs, porque sabia que ella entenda este idioma; el aviso que ella me escribi,
como he dicho, fu en francs, y persuadido que lo entenda, estendi mi voz del mejor modo melodiosa,
porque mi picaro deseo era de interesar su corazn.
En efecto, yo que estaba bajo las galeras y ella encima,
mi voz oy, porque el dia siguiente cuando fui repitiendo el canto, vi que caa mis pies un cigarrito, y
disimuladamente lo coj. En seguida pas mi habitacin y desdoblando el cigarrito vi que estaba su papel
escrito y le lo siguiente:
Maana al amanecer espera en el sitio en que te
vi por la vez primera ; si no aparesco, no te cansesy
contina todos los diasque Diosd, siempre en la
misma hora.
Entonces comprend que la dama esperaba una
ocasin oportuna, con evidencia mis palabras sueltas
producieron efecto.
Ahora bien, ocho dias pas sin faltar, desde una
hora antes del amanecer, hasta dos horas despus, es
decir, no dejaba mi sitio, esperaba que el sol con sus
rayos me calentase mi cuerpo ; entonces dejaba mi
sitio; por fin, el noveno dia, cuando principi apuntar la aurora, la dama tambin apareci ; llevaba un
cajn en las manos.
Toma, me dijo, y vamos cuanto mas depriesa
mejor.
Efectivamente, ni los pjaros que vuelan huyendo
del gaviln, son tan rpidos como lo fuimos los dos,
alejndonos del castillo.
Despus, para descansar, nos paramos sentndonos la sombra de un rbol, y entonces fu cuando
VIAJE POTICO PETROPOLIS
95
repar tanta hermosura, porque aquella mujerera una
ninfa, joven y seductora en estremo. Me mir cou unos
ojos.... Bah, sonri como una nia, y con graciosa
franqueza abri su pequea boca y dijo:
No estraes mi conduela, joven, soy esclava del
sultn, pero tanto pesar mi, que deseaba huir, y,
como vs, lo he conseguido, aunque por eso he tenido
que esperar. Mi esclavitud no era tirana ; gozaba una
hora por dia de libertad; esta era cuando rompa el
dia, siendo esta la hora en que mi seor tomaba su
bao; entonces yo aprovechaba saliendo por mi puerta
secreta, y paseaba por la campia recordando otros
tiempos mas felizes, los que pas en mi infancia paseando por las calles de la ciudad y gozando de mi vida
gitanita que es la mejor del mundo. Dios me permiti
que te viese t, pobre joven desgraciado, me aprovech de tu desgracia para salvar mi libertad. Perdona
si te he incomodado. Mis intenciones son buscar la
mujer que me cri, que es una vieja gitana, pobre,
pero yo tengo dinero en este cajn, y lo dar ella.
Como era tan seductora aquella viva muchacha,
llamada Delia, con frenes me enamor de tantas gracias reunidas. Oh, ya lo creo ! ella era la exigencia
del amor.
Encontrndonos en el campo, con el don de la
libertad de la juventud y del amor, porque como he
dicho, desde luego am aquella mujer como se ama la
gloria. Tenia unos ojos tan dulces, unos modales tan
finos, cierto modo de acariciar tan suave, demostraba
tanto ingenio, su voz tan clara y tan amable la conversacin, vertiendo un raudal de novedades cual mas
agudas. Dispuesta siempre como el pjaro ligero y
cierto modo atrevido como la mona. Bah, qu mas
96
VIAJE POTICO TETROPOLIS
dir para esplicar tantas gracias unidas en aquella mujer hermosa y alta, de formas esbeltas y color muy claro
como el mrmol, su ancha y alta frente coronada de
risueos rizos, oh! nada mas dir de aquella mujer ;
nicamente estas pocas frases:
Oh! cierto, mi Delia era
La flor mas bella
Que se v brotar
Y nunca marchita,
Y siempre fresca
Como el roco
De la aurora.
Aquella mujer era mi seora ; yo con el mayor
gusto fui su esclavo. Olvid mi patria, n mi religin,;
as es junto con ella rezaba por el alma de mis padres
que en paz descansan ; as es que como era hurfano
no fu un sacrificio para m el vivir como he vivido por
estos sitios desde que me aconteci lo que dicho tengo.
A mi tranquilidad daba cabida una humilde cabana.
Pues seor, la paz y el amor reinaban, cuando la
muerte me arrebat aquella estimada mujer
Y ahora deseo irme Sevilla; si el general me d pasaporte, me embarcar en seguida, porque ya estoy
preparado.
Durante la narracin del marinero, habiendo tenido
tiempo suficiente los que escuchaban para alambicar
las palabras, conocindose por cierto modo formal
ingenioso, y con las acciones y sobre todo por algunos
datos que certificaban la sinceridad del asunto; de manera que por muchos sentidos habia despertado el mayor inters hacia su favor el pobre marinero. Prim le
VIAJE POTICO PETROPOLIS
97
miraba con ojos compasivos; entonces este noble militar echando el puro de la Habana que tenia la boca,
dijo con la bienhechora gracia que tenia por costumbre emplear en su modo protector cuando su poder se
conmova en favor del infeliz:
Dgame, con que cuenta Vd. para pasar
Sevilla ?
No tengo nada absolutamente, en la actualidad
cualquier parte que vaya ser como la golondrina escapada de las costas de frica ; todo cuanto tenia lo
perd. Del dinero sacado del serrallo del sultn que era
oro regalado Delia durante el tiempo de su esclavitud, cuyos tesoros se dividieron en tres partes, urna
para los pobres de la villa de Delia, otra para la mujer
que la cri, siendo una gitana que dej un indeleble
recuerdo la agradecida hurfana, por haberle demostrado amor en la infancia; la otra parte yo la aprovech comprando un ganado que mucho me producia,
de suerte merced lo dicho, viva perfectamente bien
complaciendo de un modo risueo la vida de mi compaera, aunque no era con la opulencia de una
sultana, mas no careci durante su vida de lo suficiente para ser una mujer feliz, mas ay! me parece mentira y es verdad; bien dice el adagio: cuando
el hombre propone, Dios dispone. Todo cuanto hacia
mi dicha, est sumido por la desgracia, madre cruel
que aborta sus hijos ; creyndome libre en un pas estranjero, cuando por consecuencias naturales se arm
la guerra contra mis patricios, y de repente me vi despojado de mi ganado, de la cabana que me cobijaba, y
finalmente todas las circunstancias han sido malas,
picaras contra m. S, seor, no hay mal que por bien
fio venga; si salgo de esta maldita tierra, ser por una
7
98
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
de las consecuencias de la guerra; pero ah! triste recuerdo que me obliga pensar que me hallo sin recursos. Por qu? Porque no tengo amigos ; soy, como
he dicho, infelizmente pobre.
El general cataln, noble de alma y generoso de corazn, atendi la situacin infeliz del marinero.
La dignidad del hombre es la alianza que encuentra
su apoyo cuando la Providencia lo presenta delante de
un poderoso, en pas estranjero. Asi aconteci nuestro marinerto al encontrarse con Prim, habiendo observado el general que el marinero no estaba despegado de la vergenza, si de la fortuna, pero lleno de
dignidad, porque pesar de todo no habia podido
ocultar en su fondo humilde la ofensa de su rubor que
rebosaba por sus ojos el tiempo que dur la confesin.
Cierto, lo que atormentaba las ansias de nuestro
marinero, era de gran formalidad ; la posicin ya perdida que la habia gozado veinte y tantos aos, este
tiempo trascurrido en la felicidad, dndole tiempo
para ser ilustrado, habiendo leido en la ciencia de los
astros, y merced su natura viva era una persona decente, pesar de su gravsima desgracia, bastante capaz para exigir la caridad agena. Quin sabe si esto
era el mayor sacrificio que el pobre modesto hacia ?
Cierto que mucho incomoda el temor de ser importuno ; muchas cosas se abisman antes de ser ventiladas porque lo impide el amor propio.
Prim sac aquel espaol del golfo de penas, haciendo
ver que apreciaba la franqueza marinera y aquel modelo de la nobleza socorri con el generoso acto digno
del mayor caballero, el infeliz. Vamos ver como.
Desde luego que el relato concluy, la vista de sus
edecanes, Prim firm un pagar dirigido un ban*
VIAJE POTICO PETROPOLIS
99
quero de Sevilla, y despus con este natural estilo generoso tan digno de aprecio, alarg la mano y entreg
su nuevo protegido un pliego que contenia la carta
de recomendacin que el general habia escrito con
una plumada y despus la junt con el pagar y entonces dijo:
Toma, mi patricio, eso que te doy, en recuerdo
de lapatria.Pues s, en nombre de nuestra amada
madre, te regalo parte de mi salario ; en buena ocasin me desprendo de esa cantidad para que sirva de
estmulo al hijo infeliz de Espaa.
Seor, no meresco tanto favor, dijo el marinero
inclinndose, alentado por su poderoso protector. Feliz del que vive en la atmsfera de la riqueza, porque
puede aliviar muchos males.
Dios cri los manantiales de agua para mitigar
la sed de los vivientes, dijo el general. Ahora bien se
puede aludir: rico es el que posee un raudal de ciencias. El general Prim es uno que tiene esta gracia, y
se vale frecuentemente de esta buena ciencia consolando los hijos de la patria.
Las palabras dichas por Prim despertaron con fuerza
la gratitud que rebos de los labios del marinero,
abrindose para esclamar:
Dios bendiga su preciosa alma, noble caballero,
y de mi parte reciba un milln de gracias.
Y esto diciendo el marinero se enjug dos lgrimas
que rodaban de un modo tierno por las tostadas megillas de aquel hombre, cuyas lgrimas sin duda eran
hijas del grande agradecimiento.
Mi amada lectora, habiendo Aura hecho punto final
cre finalisada la narracin hecha por el marinero y
reiterada por Aura.
i 00
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Efectivamente, ahora me toca mi decirte, aparte'
de todo eso ante dicho, y esas palabras que aadiremos solamente son para que t, mi paciente lectora,
no te figures, aunque eso no creo, sin embargo voy
hacerte una simple advertencia, sin mas objeto que
el de aclarar los mas necesarios detalles.
Las armas que prepar mi abuelo para defender los
moros, fueron las mismas que asesinaron su hijo tan
querido por aquel padre. Oh! qu triste, que fatal
decebimiento fu el en que cay aquel padre tan orgulloso de su hijo por haberse distinguido por su valor,
en varios casos arriesgados, y con todo l sala vencedor, mas por ltimo sucumbi en la flor de la juventud, estando al principio de ser padre de familia.
Era un valiente, y fu una vctima. Ah, qu triste recuerdo dej en la mente de su padre! aquel honrado
hombre que nunca podia creer que los moros desagradeciesen favor tan grande, al contrario, cierto, crea
en su gratitud. Ah! cunto se engaan las almas
generosas! n todos los pensamientos andan acordes
con la justicia ; el mtodo de mi abuelo nicamente
fu para que su amado hijo se luciese con un acto heroico: por ejemplo, como hace un padre que tiene un
hijo militar y con ardor desea luzir la espada de valor
que embainada cuelga^en el costado de su hijo; mas
cierta preocupacin le ciega, esto es, olvida el combate, y las balas, y tambin las armas de sus enemigos
que matan ; nicamente ocupa su mente el ardor del
deseo de servir la patria y nada mas.
Como el tiempo es el que dice las cosas, habiendo
pasado tres aos sin que se supiese nada absolutamente
del destino de mi padre, y adems de los que se compona la embarcacin, habindose hecho todas las vivas
VIAJE POTICO PETROPOLIS
101
diligencias y continuas cartas en que pedan esplicaciones los consulados, nada, nada se sabia; entonces
mi abuelo se convenci que nada mas habia que hacer
y lloraba como un nio, y sin valor para resistir su
dolor muri vctima del tercer ataque de apoplega
con el nombre de Guillermo en la boca
Un silencio claustral reinaba cuando Aura se levant
y abriendo una puerta me dijo:
Entra Carmen.
Qu oscurida! dije yo es el Limbo eso ?
N, dijo Aura, dame la mano, Carmen, y djate
conducir sin temor por ese lugar lgubre.
Y esto diciendo abri un armario grande donde habia una pequea lmpara que daba su opaca luz al
oratorio, siendo una capilla moderna de sndalo, en
donde guardaba un piadoso Crucifijo de marfil y la
Virgen del Pilar. Entonces Aura encendi dos velas
que estaban colocadas sus candeleros de plata y merced su claridad vi una mesa cubierta con un rico
tapete de terciopelo negro bordado de oro, un fleco
pesado adornaba el rededor y en el centro de la mesa
descansaba un pequeo sepulcro.
Qu reliquia tienes aqu, chica? dije yo deseosa
de saber lo que era aquello.
Ah, mi amiga! en este sepulcro guardo religiosamente los objetos que llevaba mi madre cuando muri,
que fu de repente, estando magnficamente vestida,
y presenciando la pera de Ernani en el teatro principal de Londres. Pues si, todos los brillantes que adornaban mi madre en su postrer momento, yo los
guardo por reliquia; ahora consagraremos nuestras
lgrimas ciertos recuerdos muy tristes.
102
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Repar con dolor que la voz de mi amiga se conmova y procur desvanecer la tristeza apelando otra
cosa enteramente diferente.
Vamos, Aura, en el jardn, le dije tomndola
por el brazo, fin de conducirla por la misma puerta
que ella me habia conducido al entrar.
Si, s, Carmen, vamos all y tomaremos el t que
olvidado tenia. Como la noche es buena, nos servirn
all en la glorieta.
Efectivamente, el tiempo habia pasado mientras nosotras nos habamos ocupado con las tristes y verdaderas historias que ya he mencionado. Con todo, ya habia
anochecido. Con pasos lentos nos dirigimos al jardn
donde los nios los hijos de Aura, jugaban con Sebastianito mi hijo.
Vlgame Dios, qu hacen estos traviesos estas
horas de la noche por el jardn?
Mam, es muy cedo todava, respondi uno de los
seoritos traviesos, y sin parar de correr.
Si, hijo, dijo su madre, para nosotras es muy
temprano todava, pero n para Vds. que son nios
pequeos.
Djalos correr, Aura, dijo su marido que sala de
la espesura de los rboles dirigindose nosotras.
Como la luna se mecia por entre las nubes, no confiando de su claridad, habian colgado por las ramas de
los altos rboles unas lindas farolitas chinescas, muy
caprichosas, que pesar de su balanceo, movido por
una suave brisa, no obstante no negaban su pattica
claridad, dejando ver las frutas de los rboles que sobresalan de sus espesas hojas. Admir tambin la
perfeccin y el buen gusto con que estaba compuesto
aquel jardn hermoso, parannfico magnficamente
VIAJE POTICO PETROPOLIS
103
interesante con las mas ricas estatuas recordando personajes histricos.
Como yo segua la direccin de mi amiga, andabadetrs porque no permita la estrechez de la senda andar
juntas. Aura se intern por la espesura ; pronto se respir la aroma que tan grato ambiente nos proporcionaba. Aquel jardn es muy grande, y aunque era de
noche todo lo rodeamos, mientras tanto se oian del
modo mas pattico los bichos nocturnos.
Aura cogi una camuesa y me la dio ; entonces continuando el paseo mientras tanto deca :
Ahora te voy ensear mis camelias, mis azucenas y mis violetas, las tengo muy cerca del estanque,
como son tan bonitas quiero hacer un ramillete para t,
mi buena amiga. Efectivamente, pronto se descubri
un alto surtidor que dejaba caer sus aguas en el es-.
tanque donde nadaban nades y otras aves acuticas.
Aunque pesar de ser de noche, vi las hermosas flores
de Aura, en aquel momento un reflejo de la luna las
favoreca, y la linda jardinera las fu cogiendo y entonces las sujet con una cinta color de rosa que ella
llevaba prendida por el rededor de su cabeza sirviendo
de adorno sus cabellos.
Por qu desprendes esta cinta de tus cabellos,
mi amiga? le dije yo.
Para que sea mas bonito el ramillete, y esto diciendo me lo entreg.
Cuyo ramo yo guardo en una de mis cajitas; aunque
est seco, no ha perdido el mrito que mi amiga
le dio.
Finalmente, nos fuimos acercando la glorieta,
como era el sitio designado para tomar el t, todos los
que por ese objeto habian sido invitados esperaban
104
VIAJE POTICO k. PETROPOLIS
all. En efecto, ya estbamos sentadas por el rededor
de aquella mesa de piedra, cuando unos criados bien
vestidos, con prctica de servicio, arreglaron en la
mesa los manjares que se compona de algunos calientes y otros fiambres; bah, fu un ambig perfectamente servido. Despus de haber tomado el t, los
hombres principiaron fumar y hablar de la guerra
del Paraguay, terminada en honor del Brazil, por
supuesto que no dejaron de citar varios hechos dignos
del mayor elogio, hijos del valor del joven hroe
Conde d'Eu.
Por ltimo, parecindome bastante prolongada esta
visita, mir para ver si tu pap, hija mia y muy amada
lectora, estara dispuesto para partir; efectivamente,
sus ojos se encontraron con los mios afirmando mi
intencin. Entonces ambos nos despedimos, quedando
buenamente en que al dia siguiente Aura vendra la
fonda y despus juntas dar un paseo por Petropolis.
Felizmente el dia despus de esta visita amaneci
bastante apacible; estaba almorzando cuando un
criado de la fonda me dijo que una seora preguntaba
por m, mas no esperaba tan temprano mi amiga,
pero cre que era ella; me levant en seguida para ir
recibirla Efectivamente era Aura, que al verme me
abraz; venia acompaada de su esposo, que despus
de haberme saludado y preguntado por tu padre, como
yo le dije estaba en la sala de comer, all entr.
Entonces nosotras ambas pasamos mi habitacin.
Como yo no ignoraba por qu objeto venia Aura, me
apresur en dejar caer en mis hombros un abrigo de
terciopelo, y poniendo un sombrero en mi cabeza,
estoy dispuesta para aprovechar el dia que es escelente, dije, mas ahora falta ver si los otros estn dis-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
105
puestos tambin. Mientras tanto Aura se miraba al espejo de mi tocador.
Bah, le dije, ests perfectamente linda y demasiado
bonita para ir al campo. Para qu este lujo?
Para pasear por la campia, donde se luze el raso
y los brillantes.
N, mi amiga, tu lujo es mas propio para luzirse
en la corte, no para causar admiracin en la campia.
Pues te engaas, Carmen, en la corte, por rico
que sea un traje, cierto que pasa desapercibido.
Mientras Aura esto deca, entr su esposo diciendo
que los carruajes esperaban. Salimos de la fonda para
acomodarnos. Como se formaba la cuadrilla de ocho
personas, nos dividimos por cuatro y cuatro entre dos
carruajes.
A este punto me detengo para hacerte, mi paciente
lectora, una advertencia, la cual veo necessaria para
que me disculpes si te molesto.
Efectivamente, toda mano que escribe ha de atender ciertas pequeneces que la lectora dice: Esto es
insignificante, no vale la pena de leer. Sin embargo,
si la menor cosa falta en un discurso, la lectora est en
su derecho para censurar la falta de estension ; aunque sea poco, siempre de algo carece el escrito; de
consiguiente bueno es, si esto es posible, atender
todo ; mas como yo no soy una escritora, resulta que
hago muchas faltas, tal vez aadiduras impertinentes, como ahora,, efectivamente, me veo en el caso de
pedir disculpa.
Pues bien, como decia, partieron los dos carruajes
por la campia saliendo por la barrera. Despus de
haber corrido una distancia prolongada, conocindose
porque los caballos estaban cansados, nos apeamos;
106
VIAJE POTICO PETROPOLIS
pero como todavia no habamos llegado en el punto
destinado, mas como la senda que all nos conduca
era estrecha y angosta, nos fu preciso andar pi
estropendonos por aquella escabrosa senda, pero por
fin llegamos en el punto mas potico que puede ver;
de suerte, lectora mia, preciso es mudar de episodio.
^^^^0
VIAJE POTICO PETROPOLIS
^^t^r^^^^^
CAPITULO VI.
Cascada del Retiro de Bulhoes.
Cuando me encontr en el Retiro de Bulhoes, ya estaba algo cansada y la sombra de los altos y espesos
rboles me sent una piedra grande.
Ah, qu retiro! \ cmo es delicioso ! qu ambiente
suave! qu tierno verdor, qu ricas flores brotan de
estas plantas se asemejan amatistas! Estas frases salan
de mi boca mientras mis ojos se regalaban estraordinariamente.
Pues s, tan claras aguas surgen del manantial divino
aquella belleza que es, con evidencia, la mas selecta
delicia de la vista y que causa admiracin en el alma
porque aquel cristal que corre es el moderno espejo
donde meditan filsofos, y toman por modelo los poetas, y los ricos pjaros toman su hermosura, y que
aquel todo es por cierto del gusto de Dios, porque
aquel ambiente inspira en el corazn lo sublime, lo
misterioso.
108
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Oh! cierto, el hacer una descripcin respecto este
retiro seria adecuado usar el lenguaje de la Biblia,
porque mis pobres palabras parecen incoherentes para
esta esplicacion que ahora querra hacer; mas no obstante, seguir el curso de la pluma.
Ven, ven ac, Carmen, decia Aura mientras
corra por la vera de la cascada y despus se intern
por el bosque.
Anda vete, toquilla, yo no me levanto de esta
piedra, estoy perfectamente bien sentada en esta gloria.
Eso dije yo Aura, poco despus la o cantar una
aria, la cual conoc, siendo laque canta Lucia en su
ltimo acto cuando est loca. Tan armonioso canto,
aunque melanclico, me pareci adecuado en aquel
retiro.
El Retiro de Bulhoes es triste, pero qu tristeza!
Jess ! quin no ha visto el retiro de Bulhoes? quin
no ha sentido aquella dulce sensacin que el ambiente
del retiro atrae, siendo aquel conjunto.lo mas pattioo.
Cierto que es el mas precioso retiro, aunque hartos de
la vida; otros que ilusorios anhelantes" de lo hermoso
este retiro contemplan, encuentran la confidencia de
deseos y secretos que se juzgan por romnticas apariencias. Por egemplo, poco tiempo hace se encontr
un cadver de una joven tan buena moza, que
pesar de estar ya muerta, se conoca su poderoso
mrito por las perfectas formas como las de una
estatua griega, y con tan copiosa cabellera, siendo
tan larga que la cubra, siendo sus cabellos rubios, finos, tan sedosos, como los de Santa Magdalena; de manera que para imitarla en todo, juzgan que
la joven era en vida una penitente, amante del retiro,
pero desgraciadamente carecera de f, esta f que su
VIAJE POTICO PETROPOLIS
109
fervor aliment la anacoreta Magdalena, verbi-gracia,
la esencia de la religin creo es la f y esto faltara la
joven romntica que algunos conocieron despus de
muerta. Un alemn dijo que varias veces la vio con un
libro en sus manos, y leyendo cabisbajo. Otro dijo que
conoca aquella j^en, cierto tiempo haba sido su vecina, pero despus habia desaparecido, y que ignor
siempre el destino que habia cabido en aquella estranjera que creia francesa y duea de su libertad.
Cierto es que se encontr no muy separada de la cascada, pero oculta por la espesura del bosque una cueva, en su interior un crucifijo y unos cinco grandes libros; unos eran los Evangelios y la vida entera de Santa
Magdalena. Esto todo descansaba encima una roca que
servira de mesa la pobre penitente. Como la cueva
est aun sitio hmedo, careciendo del sol, se creia
que la humedad del retiro daase la salud de aquella
joven que sucumbi cuando se hallaba su apogeo
de la mas hermosa juventud.
Ahora bien, lectora mi amada, espero de tu discrecin que me disimulars la interrupcin de mi relato,
respecto el retiro de Bulhoes,. en motivo de ser una de
las consecuencias del mismo retiro que me ha obligado interrumpir. Bah, bajo este punto continuaremos.
Gomo deca antes, este retiro puramente pattico y
al mismo tiempo seductor por um milln de encantos
y sobre todo la poderosa cascada, y siendo ella de
aguas cristalinas que muchos dicen que son medicinales, lo cierto es que son mu bonitas cuando bajan los
peascos rpidamente corriendo, mientras tanto hermoseando la piedra que parece mrmol de Paros, y
dominando causando tal murmullo que impone como
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
el poder del desierto. De ambos lados est adornada
la hermosa cascada de espeso bosque siendo lo mas
majestuoso por sus poderosos y muy elevados pinos
y corpulentos rboles de tronco tan slido como el
metal, siendo formada su robustez por la grande sustancia del terreno que sustenta en su seno las poderosas raizes, de suerte que gracias su sustancia
se forma tan rica madera como es el granadillo,
caoba y doradillo, y otras maderas que tienen su
mrito. Por supuesto que estos rboles enriquezen el bosque hermossimamente, y forman la mas
linda espesura del verdor mas vivo, de manera que
solo se v el claro que deja descubierto el lugar
por donde pasa la cascada. Como yo observaba esta de
frente y del sitio mas bajo, vi las aguas que al correr
tomaban varios colores, ya el verde dla enramada,ya
el de la superabundancia de las flores color de violeta
que brotan de las plantas trepaderas apoderadas de los
rboles que adornan la orilla de la cascada, mas como
los dominantes rayos del sol regalan su resplandor las
poticas aguas, en tal ocasin las vi yo, y efectivamente
parecan doradas. Jess, y qu seductivo encanto! no
me cansa el reiterar, apoderndose de men aquella ocasin, cierto embeleso, causndome dolor perder aquel
Paraso. Naturalmente me habia de marchar, cierto que
todava era temprano, pero como aun habamos de ir
la cascada de Paraty, mas la de Itamaraty, me levant
para ir los compaeros y proponerles partir; cuando
vi venir hacia m unos hombres cargados con grandes
cestas las cuales las dejaron mis alrededores. Entonces el rubio alemn que yo habia visto en casa de Aura,
que era el mas favorito de los que componan la servidumbre de mi amiga, acercndose las cestas sac
VIAJE POTICO PETROPOLIS
111
unas toallas de damasco de hilo blanco como la nieve,
las estendi en el suelo, y fu continuando sacando
pollos y fiambres de muchas clases, botellas de ricos
y diferentes vinos, y sobre todo muchos dulces, se
arregl perfectamente unas altas pirmides de varias
frutas, muestra de la fertilidad de los terrenos petropolitanos.
Esta campestre merienda, sin duda venia de casa
de Aura, porque ella fu la primera que con la mayor
gracia brind tarareando el brindis alegre de la Traviata, cuando su marido le contest levantando su copa
y con jbilo principi cantar sin echar la falta de
msica, con su copa en la mano, cant bonitamente
el brindis de Lucrecia.
Por fin, tiempo de partir era, y la marcha fu la despedida. Entonces Aura, junto con su marido, cantaron un do de la Hija del Regimiento, su voz de tiple
y su andar varonil seguia la marcha.
Repar que mi nio no seguia aquella animada marcha ; entonces fui procurarlo y lo encontr tan cerca
de la cascada, que poco faltaba para ser mojado de las
aguas.
Vamos, pichoncito.
Espera, mam, y djame procurar la medallita
que me regal mi madrina el dia 2 de Diciembre en
obsequio de ser el dia de mi nacimiento.
Cmo, nio, has perdido la medallita que llevabas colgada tu cuello?
Yo lo creo, porque no la tengo, y no la encontrar ; me habr caido la cascada cuando beba agua;
ah! cunto ya habr corrido alejndose de m!
Pues djala correr, nio, y nosotros acerquemosnos los que nos esperan.
112
VIAJE POTICO PETROPOUS
El dia estaba tan generoso, que nos dej gozar no
alterando en nada absolutamente el paseo; cierto
punto descubr como el sol en el firmamento, el suntuoso palacio imperial, perteneciente D. Pedro II
casado con la augusta Doa Teresa, Emperatriz, siendo
el Emperador merecedor de tan buena compaera que
muchos la tienen por santa, por su elevacin virtuosa.
El Monarca es tan bueno como sabio, ilustrado sobre todo, bien se v por las buenas leyes que observa el Brazil con el debido respeto que observaron
los Apstoles las leyes de Dios.
Pues como deca, cuando descubr el palacio imperial, con admiracin dije: Jess,qu Campos Elseos!
qu sitios estos tan deliciosos! Aura me dijo que
aquel precioso palacio era para pasar el tiempo de
verano la familia imperial.
Efectivamente, el real edificio un punto magnifico,
cerca montes amenos hermoseando mas el palacio que
es grande como aquellas obras de Dios; pues s, vi que
aquel edificio es una obra maestra de perfeccionada
belleza, ornada con toda la preciosa riqueza del gusto ^
moderno. El palacio real visto en el lugar que est, *
jams podr sacar copia un pintor por perfecto que
sea; y sobre todo, menos yo puedo darte una descripcin. Sin embargo para continuar la elucidacin que
te doy de estas tierras brazileras, preciso es, esplicar
los principales cuadros que adornan todava mas.
Figrate cuan bonito ser ver dominar aquel elevado palacio por aquel delicioso jardn, por mejor
decir aquellos Campos Elseos, hermoseados por los
cuidados mas esmeradsimos, vi por entre los rboles
uoa linda casa caprichosa con magnfico gusto campestre, siendo ella de forma circular, toda rodeada de
VIAJE POTICO PETROPOLIS
113
persianas buen lugar fresco propsito para tomar
baos de Cachoeira recibiendo las aguas de una cristalina cascada.
Vi tambin hermosas pajareras con cantores de todas naciones.formando melodas escelentes para admirar y deliciosas para recordar.
La quinta imperial tiene de toda clase de rboles
frutales; tiene un clima europeo y la riqueza braziliana.
Aura complaciente, sobre todo, queriendo satisfazer
mi curiosidad, me invit para visitar una casa, la cual
estaba en la cumbre de un morro: para subir nos apeamos. La puerta de la fachada de la casa que nos habamos dirigido era de estilo aldeano con una glorieta
de caas verdes que seria como para dar cobijo los
recien llegados que descansaban all en un banco de
piedra antes de entrar en la casa; yo segu el costumbre por la necesidad del descanso tambin.
De toda clase de chucheras se vendan all y todo
buen precio; los hombres compraron una bengala y
nosotras una pulsera, el nio un juguete.
Habiendo concluido el paseo nos ocuparemos del
saludable clima de Petropolis, de las virtudes conocidas por el buen efecto en cualquiera naturaleza; habiendo tsicos tan flacos, que por su gravedad han
tenido que subirlos con una red, poco tiempo despus
se conoce la mejora, y efectivamente por grados van,
hasta que por ltimo, buenos se quedan.
En cuanto comestibles, hay de muchas clases:
quesos, manteca fresca constantemente, huevos de
aves estraas, legumbres y verduras, carne de buey,
de ternera, carnero y tocino, y sobre todo la caza, esto
s es abundante.
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11 i
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Los vendedores de todo gnero de mantenimientos,
estn muy aseados con su blanca blusa. Pan, biscochos y roscas, pasteles y dulces de toda clase; en una
palabra, de todo hay siendo del pas.
En cuanto divertimientos, creo no faltan; los
pocos dias de estar all ya me invitaron para ir un
baile, mas yo no acept la invitacin porque no tenia
la maleta lo suficiente para un toilette. Sin embargo,
pas unas bonitas horas de la noche, por ejemplo, estas fueron las primeras, desde las ocho las diez;
pues s, en consecuencia de pasar el tiempo lo mejor
posible, se entabl la conversacin en un saln de la
fonda, donde habia espaoles, franceses, brazileros
y tambin ingleses, mas tan reservados que no se divertan; ahora bien, Aura que mi lado sentada estaba, fu solicitada para cantar, y con muchas armonas se oy su voz clara, cantando una aria de
la Norma. Despus fu otra vez ocupar su puesto
de antes. Tu hermana tambin cant una pieza de
Lucrecia y continu tocando en el piano danzas
americanas. Efectivamente, todos nos divertimos, sin
demostrar inters; habia tambin un joven adulador, siendo el tal pisaverde bastante mono para ser
un perfecto bufn. Pues s, todos bien ocupados,
y con las bromas juegos, y en el piano, otros
con la eutropelia, de manera de ser todo honesto, tomado todo por via de pasatiempo. Adems quiero participarte algo respecto lo que se trat que no pas de
los lmites lcitos, esto es:
Cuando yo viva en Pars, deca un caballero joven, dirigindome mi la palabra, ech mucho de
menos mi favorita Petropolis, donde yo recib mi primera educacin, que fu en el colegio del Sr. Kopke;
VIAJE POTICO PETROPOLIS
115
despus fui correr por el mundo, permanec tres
aos en Pars, sobrado tiempo para hartarme, hasta
llegu cierto punto de aborrecerme por mi conducta
inconstante, y perdiendo mi tiempo en cosas supersticiosas. De manera, deseando ya librarme de la cadena
de cumplimientos y amistades falsas, sal de Pars y
procur el descanso en el sociego; de suerte cuatro
meses hay que vivo perfectamente bien en esta fonda.
Otro joven que decia :
Yo, como soy hijo nico, mi mam, que es una
seora viuda que me quiere tanto, me mand para Petropolis, en vista de yo estar algo incomodado, siendo
recien llegado de Europa, pensando que estaba con
peligro, porque hay en Rio-Janeiro algn otro caso de
la fiebre amarilla, creyendo mi ansiosa mam que pasando este .paraso me libraba del peligro, y efectivamente, con placer veo que fu muy acertada la idea
de mi mam; ayer muri un criado de mi casa, el cual
yo lo apreciaba mucho.
Otro que decia as:
Yo, seores, estoy en Petropolis para esperimentarsi pasar mejor de mis molestias, que desgraciadamente, por descuido del principio han llegado hacerse
crnicas. Sin embargo, tal vez con la variacin del clima
y mis esperanzas quealgo me apartandel mal, mejorar.
Aura es una mujer tan graciosa, con sobrada gachonada, viva, espirituosa sobre todo, y permaneca
sentada mi lado. Efectivamente, fu ella el objeto de
las miradas de aquellos pisaverdes, de manera que ella
disimul tal vez desair, mas cosa estrena! Un caballero que, ni caso habia hecho de ella, y, con todo,
creyendo Aura que no la habia reparado, ella le mir!
dicindome despus mi.
116
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Vs, Carmen, aquel seor? Es ingls, mira qu
serio est, pareceuna estatua! Es verdad? todava
no habl con nadie, l es muy orgulloso, con todo, es
un sabio. Yo conoc este milord durante mi permanencia en Londres.
Cuando Aura decia esto, el tal seorn, enflautado
sujeto, por cierto, mir con sus ojos de gato la joven, y repentinamente que la conoci, mud de fisonoma demostrndose risueo; verbi-gracia hizo cierto
ademan de ciquiricata, mientras tanto mostr al abrir
la boca sonriendo una fila de dientes blancos comoperlas ; despus con mucha galantera se levant y fu
sentarse cerca de la joven.
Aura, por fuerza se habia de avergonzar, y verdaderamente se conserv muy seria y algo desdeosa; en
vista de esto el tal milord, con circunspeccin dijo
la joven.
Milady, creo que se acordar de haberme conocido en casa de su amiga Leonor, all en un punto de
Espaa.
Si, milord, yo conosco Vd. desde Londres, mas
cmo est Vd. aqu ?
Oh, Milady! nicamente he venido aqu para
ver este precioso lucero, este brillante planeta que se
llama Venus. Si, cabalmente yo he querido ver de
cerca este precioso astro.
Mas la joven huy del asunto, y el milord qued
desairado; adems Aura, vulgarmente muy distrada,
dijo:
Creo que le gustar Petropolis, por ser un pais
muy pintoresco; mas como Vd. es estranjero, y recien
llegado, encontrar algo de estrao.
Oh! n, nada absolutamente encuentro de es-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
117
trao, y nada veo que no sea de mi gusto, y sobre todo,
como yo soy tan cosmopolita...
Aura, que todo trance hua de la conversacin del
milord, y esto seria tal vez para bromear con el bufn
que era bastante conocido de ella, por haber gastado
con l francachelas propias de su carcter, de manera
que se levant y fu tocar el piano.
Este lugar estaba ocupado continuamente por los
filarmnicos, pero luego de ver Aura acercarse en el
piano, al parecer dispuesta para tocar, el que sentado
estaba y tocando, se levant cediendo cortsmente el
puesto la joven.
Tambin habia en la reunin un francs, joven de
cara ancha, buen color encarnado, robusto, alto, tanto
como un Goliath, de fuerza como un Sansn, con la
diferencia de que este no la tena en los cabellos, pero
la tenia en los dedos; lo vers, lectora mia, por lo que
sigue.
Filarmnico, sobre todo, era el resuello francs,
demostrando su vida aficin por el piano, luego de
ver levantar Aura, que esta pronto concluy, dando su
puesto al francs, que feliz se sent tocar.
Como este caballero estaba enguantado, por cierto
antes de tocar las teclas, fu principiando por desembarazar sus dedos, de manera, con soltura tir
los guantes, y rebentados por muchas partes, despus
con libertad, sin preparar siquiera papeles de msica,
con un valor y fuerza estraordinaria, estendi sus manos en las teclas, no haciendo piano, piano; al contrario s, un gran ruido como si el piano fuese una
preparacin de combate por el estilo del sonido, semejante tambores y cornetas, siendo aquel estruendo
verdaderamente estrao, mas variado, dejando oir
118
VIAJE POTICO PETROPOLIS
como timbales militares, y continu su estruendo musical, de cierto modo, y con tanta fuerza de entusiasmo, que los dedos del tocador rompieron las teclas del
piano, es decir, no todas; fu principiando por una,
dos, tres, cuatro, y continu el tris tras. Bah, ya lo
creo, como l tocaba con la fuerza de un gigante, y
solo tal vez, para convencernos de ser l un grandsimo
msico, demostrndolo con una bonita pieza que toc
del Guillermo Tell, que caramba! pesar de su destrozo en aquel pobre piano, evidentemente fu un tocador, tocando un Avals, pero, ah! aquello fu cosa
infernal.
Cspita, qu francs aquel! Mas si l era un
mil hombres, para todo servia; cant con voz ronca,
sin apurarse por la ronquera, y no obstante seguia la
solfa; bah, el tal sugeto era hombre de mundo, entendiendo el asunto, que nada de formal tenia, de consiguiente toda la broma era para el simple objeto
de pasar el tiempo divirtindonos.
Efectivamente, l lo consigui hacindonosreir como
nios. Vlgame Dios, cuntas cabezadas hacia por un
lado y otro, para seguir el comps de la msica, y de
cada vez peor era su ronco canto, hasta que por ltimo, todos los que escuchaban presenciaron la metamorfosis, de manera que el piano ya no era msica,
porque estaba desconcertado horriblemente; efectivamente, se asemejaba aun desastroso huracn, de modo
que aquel mal sonido, y con todo fuerte, no s lo
que pareca; bah, un viento batiendo en las ramas de
los rdoles cosa peor; as es, todos nos miramos
como estraando el sonido diablico. El tocador, que
no pareca tonto, luego comprendi lo que pasaba su
alrededor, y no queriendo incomodar, como era hom-
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
119
bre ceremonitico, por ltimo dio su fin la tempestad musical.
Mientras tanto el tiempo pasaba, y nosotros entretenidos con tonteras agudezas, pero, en todo acordes
con la poltica. Todos aquellos jvenes, bien demostraron, en sus honestas acciones, su buena educacin,
sin olvidar en lo menor, la pudicicia, virtud la mas necesaria para la juventud.
Un caballerito, que por sus delicadsimos y amables
modales se habia distinguido, perdi un anillo; casualmente yo lo encontr; al tiempo de entregrselo me
dijo:
Madama, qu le parece esta piedra?
Efectivamente, el brillo de la piedra era notable ; la
mir, y luego conoc su valor.
El color de esta piedra, dije yo, es de topacio;
tiene mas golpes que un brillante ; bien se v que es
la piedra mas rica que se conoce.
Pues esto es un regalo que un indio, pariente,
hizo mi abuelo hace 45 aos.
Cmo! Es Vd. brazilero ? no lo conoc, porque
Vd. habla perfectamente el espaol.
Esta escena pueril continu, hasta que por ltimo
nos sirvieron el t en el saln; poco tiempo despus
Aura y su marido se prepararon para ir su residencia;
su carruaje los esperaba habia tiempo ; al despedirse
me abraz y repetidas veces me dijo :
Muy bien hemos pasado el dia, ahora bien, buenas noches, Carmen, por mejor decir,hasta maana.
Poco falta para concluir mi relato respecto lo mas
notable que hay en Petropolis; creo haber mencionado
edificios y chcaras; museo, me dijeron que habia,
mas no lo visit; tampoco visit el teatro.
120
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Ahora bien; falta decirte, mi buena lectora, lo mejor: Petropolis es cristiana ; felizmente se celebra la
misa en las iglesias catlicas.
Por ser cosa notable no pasar sin mencionarla,
esto es: una fbrica grande, y lo que me admir fu
el comercio unido con el placer en un saln inmenso
se paseaban parejas, como dispuestas para danzar, y
me dijeron que all los alemanes daban sus bailes.
En el piso bajo estaban las maderas que se serraban
por va de una mquina que la corriente del rio daba
la fuerza para serrar. no ser asi, dificulto que aquellas slidas maderas, algunas de bano, se dejasen
partir.
La entrada de Vestphalia es tambin un cuadro pintoresco, con aquellas tan bien cultivadas huertas, con
tan ricas palmeras que dan unas tan sabrosas bananitas, semejantes los dtiles valencianos, hermosas
parras con grandes uvas de color embero, y sobre todo,
de toda clase de buena fruto. Bah, vivir en tal lugar,
entre flores, es estar deliciosamente en el Paraso.
Ay! sin embargo, en el Paraso, en aquel Edn que
cri el Eterno para bien estar del hombre, era sin
duda un lugar puro, sin un rincn que lo triste recordase, todo cuanto habia era hermoso. En Petropolis
tambin; sin embargo, el cementerio, que todava no
lo hemos mencionado, ahora nos ocuparemos de esto,
masantes recordaremos una paradoja:
Todo cuanto habia en el Paraso era delicioso hasta
el grado sublime, y para recreo del hombre; es decir,
por complacencia de la hermosa pareja, de estos primeros padres, Adn y Eva, ambos en la actualidad,
abuelos los mas antiguos, y que recordaremos en este
momento nicamente para una consecuencia que
VIAJE POTICO PETROPOLIS
121
viene al caso, por ejemplo: no habiendo acontecido un
resultado que vamos recordar, no habia necesidad de
haber cementerio en Petropolis, que es el Edn mas
puro de la tierra. Sin embargo, hemos llegado en el
caso, lectora amada, de ocuparnos un corto instante
en la filatera: ahora bien; la primera pareja, los
autores del amor, vivan regaladamente en la mansin
inmortal. Con evidencia comprendemos la razn por
qu no habia en el Edn un cementerio. Para qu?
para recordar la fatalidad la virgen tierra? Oh ! ni
esto so la feliz pareja en su Edn delicioso, que por
sus motivos se crean semi lioses, como en efecto Dios
cri su obra perfecta y con solidez para la felicidad,
dndole vida para gozar, n pena para llorar con llanto
desgarrador.
Sin embargo, un espritu dominante se atrevi
luchar con el poder, y el pecado triunf causando la
muerte. Jess mi ! me tengo formado la idea del resultado fatal que causara la Parca cuando por la primera vez sumi la vida del hombre.
Circunstanciadamente, mucha novedad causara la
primera muerte que fu la de Abel y sus padres ambos ignorantes de esta consecuencia que es sin duda,
resultado de la maldad, y la muerte es con evidencia,
un verdadero aunque terrible castigo. Jess mi!
Qu antiguo es el dolor! Qu conflicto ver un
hijo muerto por el otro! y siendo horrorosamente
uno el verdugo, y el otro la vctima, siendo los
dos hermanos hijos de la diosa Eva, oh! ilusin
destruida, de un momento para otro, el placer, el
gozo, toda la sublime alegra del Edn, esperiment
repentinamente una metamorfosis. Ah, fatalidad!
qu pensara Adn la vista del horror de tal desgra-
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
cia, causada en la nica familia existente, del Paraso?
Conoca entonces Adn la superioridad que tenia el
Eterno, y en este caso supremo no habia mas remedio;
nicamente resignarse con lo que le pasaba, que l no
comprenda.
No te parece, lectora amable, hija ma, que esta
fatalidad que ahora nos referimos, y que creo nos
atae, porque de all emana la Parca, como castigo del
orgullo, no consiente Dios la ingratitud? Por tal falta,
desnud de la gracia la primera familia; con evidencia
esto todo acontecido, fu la causa que desconcert todos los planos de recreo, frmalos por el hombre
con natural orgulloso, y que, sin embargo, tal
estremo lleg, pesar de perder un hijo que amaba
tanto, y con todo habia de tener valor y dignidad,
por ejemplo, habia de ser juez del criminal, y el
sepulturero del cuerpo, y cadver, que tanto amaba.
Oh, Dios mo! el primer padre de la tierra ya fu
horriblemente sacrificado por maldad de un hijo fruto
de sus amores.
En resumidas cuentas, el primer hombre fu valiente, fu noble, sufri terriblemente, y con todo fu
escoger un lugar sombroso y triste, por estar entre
cipreses, y en la tierra virgen del hermoso Edn, all,
lo mejor posible, arregl una fosa para guardar el primer cadver, y al mismo tiempo ocultaba los astros
el crimen de su hijo Cain. Oh, n, no poda prescindir de esta accin fatal y necesaria, para dar ejemplo
su raza futura, como fu dar sepultura al hijo
de la muerte! Bah, como las ciencias son mas modernas que la naturaleza de los hombres, nuestro
padre Adn que no tenia ni un libro para principiar los estudios, sin embargo, no careca de un
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
123
talento natural, sin la menor ilustracin, pero ajusto,
por su perfecta y poderosa naturaleza; ya lo creo, la
vista del cadver de Abel, llor con el dolor que espresa todo el sentimiento; cierto, sinti toda la intensidad de una pena brbara, y sin embargo, con
esfuerzos naturales, causados por la triste necesidad,
enterr su hijo envuelto su cadver ensangrentado
con las yerbas verdes del Edn, esto, por supuesto, fu
por falta de un atad; despus lo cubri de lgrimas
y tierra.
Bah, esto me cont mi madre cuando yo era chica,
aadiendo que este joven Abel fu, con evidencia, el
primero que parti para el valle de Josafat.
Mi amada lectora, perdname por haberte aborrecido con la arenga fea que antes tengo escrito, y tanto
rodeo solamente para decir, que en todas partes del
mundo, aun las mas hermosas, semejantes al Edn,
no pueden, por ningn concepto prescindir de reservar un lugar y sacrificarlo, por ser un cementerio
donde se pudren los cadveres, sitio triste. Oh,
mucho! mas esto se entiende que nicamente, esto
es, en los terrenos que por sus alrededores tienen
sus vivientes, porque estos, con certeza, tienen su
fin, y entonces ya sabemos el ejemplo que nos dio
Adn.
Ay! por desgracia la maldad es antigua; emana de
siglos atrs, y pesar de todo sigue siendo moda. Ah!
muchos hombres mueren, n porque haya llegado su
fin, mueren por la desgracia de ser vctimas de asesinos ; y en -el caso este tan inhumano, el nico recurso
es el cobijar el cadver en la tierra. Oh! s, esto antes
que los feos cuervos hagan la horrible brutalidad de
injuriar tos restos de la carne cristiana; por supuesto,
124
VIAJE POTICO PETROPOLIS
esto feo, todo trance se evita, esto es, se hacen cementerios para guardar los cadveres bajo la tierra, y
cerrados con rejas, la seal del cristano colocada en el
centro con cierta elevacin que permita desde lejos
verse, y desde all ya impone respeto, y al mismo tiempo
no pasa por all viviente cristiano que con devocin no
rezeuna Ave-Mara por sufragio de las almas.
Si, reitero que mi retrica es pesada, pero la prolongo para decirte, que los cementerios de Petropolis
son interesantes como su terreno, y tambin estn naturalmente ajardinados; ahora bien, es verdad que,
gracias tan buen clima, pocos mueren; sin embargo,
tambin vivi mucho No, y por ltimo muri.
Eh?No es as, que todos tenemos nuestro fin?
Creo que s, dirs t, hija mia, lectorcilla de este mi
pobre escrito.
nica cosa que falta en la bella ciudad de Petropolis, y con todo esto est propenso en remediar, como
ya esta ventaja tiene la ciudad de Nictheroy, tambin
la tendr mas adelante la preciosa Petropolis: esto que
ahora me refiero, por ejemplo, es el gaz, que no tiene,
ni farolas por las calles, que solo son iluminadas por
el sol, de dia, y por la luna de noche. Cuando estn
ocultos los astros, por estar elfirmamentoencapotado,
la noche est oscura, y naturalmente carece de la menor luz.
Como la ciudad est rodeada de rios tan pacficos,
sin un tenue murmullo de agua, y como el terreno es
hmedo veces por la lluvia, que all es frecuente,
resulta que con facilidad se puede resbalar y caer en
el rio: Oh! no seria una sorpresa impensada para el
que resbalase, y entonces tomase un bao general entre la oscuridad y el fro? De suerte, que para evitar
VIAJE POTICO PETROPOLIS
125
esto, cuando salen de noche por las calles, llevan en
la mano una linterna. Verbi-gracia una luz, vista de
cierto punto vagar por entre la lozana potica, Jess
mi, aquello es mas un encanto !
Dejemos eso, no quiero ser mas doctora. Vamos
continuar la elucidacin respecto mi viaje.
Uno de los compaeros nos propuso el dar una
vuelta para entrar en Rio-Janeiro, variando el gusto
del panorama, y al mismo tiempo ver la escelente riqueza que contiene la Estrada de D. Pedro II.
Todos nosotros aplaudimos la buena idea, mayormente yo, que habia oido hablar con tanto encomistico de aquellos terrenos.
Bah, decidido estaba que habamos de partir por el
camino de Entre-Rios, y ver las aberturas evidentemente dignas de admiracin.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
TERCERA P A R T E
VUELTA A RIO-JANEIRO.
CAPITULO VIL
Todo un dia de crepsculo crepsculo descubriendo sitios dorados, castillos habitados por
personajes histricos.
Desde ahora vamos part r de un punto; este ser
la fonda; mas, ante todo te advierto, mi amabilsima
lectora, que temo mucho que lo que desde ahora voy
escribir, no sea una confusin hecha por una tonta, no
por mi voluntad, al contrario, mucho siento no tener
elocuencia. Ahora tengo razn de sentir mi pobrsimo
mrito, por mejor decir, caresco de l enteramente.
De consiguiente, qu tengo de esperar? Despus de
haberme convencido de que, gracias Dios, no me
faltan cuadros magnficos para ser interesante una esplicacion, y pudindolos ofrecer en lectura t, por
ejemplo, que ests ausente, qu cosa tan natural sera
hacer sentir una novedad agradable, del modo que se
trata, respecto atrrenos tan magnficamente pintorescos? pero, paciencia, por Dios; ya que principi,
har el resto.
128
MAJE POTICO \ TETROPOL1S
Todava no eran las cinco de la maanita, cuando
nos desayunamos con unos biscochitos y una jicara de
caf con leche.
No me desped de mi amiga, porque ella me prometi pasar la corte en breve.
Salimos de la hermosa Petropolis en un carruaje de
dos tiros. El alba plida estendia graciosamente su generosa poesa por todos aquellos rboles y terrenos que
tanto me agradaban y con dolor, de ellos me despeda.
Vamos ahora prolongar mi escrito, mas no saldr
del placer de mis pensamientos, consagrados para
siempre en estos hermosos terrenos, si no me es posible referirme otra cosa, mis ideas no se separan
de la proceridad de tanta belleza, de tanta lozana de
estas raras plantas, de esta rica hortaliza, sobre todo,
este conjunto tan agradable que contiene el terreno
braziliano. Oh! no me apartar de este punto; no
quiero, por ningn concepto perder estos tan deliciosos recuerdos, tan consoladores mi vida, que por esta
razn los escribo, aunque bien convencida que nunca
esto sublime, yo puedo olvidar.
Dirs t, amada lectora, hija mia, que tu madre
est con la obcecacin mas deslumbradora. Oh! Si t
tuvieses la suerte de hacer un viaje Petropolis, que
es, con evidencia, el viaje mas delicioso del mundo,
diras que yo no s esplicar la hermosura que contiene
esta hermosa ciudad.
Gracias Dios, otra vez me vi en el bosque, y en
verdad dir, que mucho senta cuando se interrumpa,
aunque era por alguna otra chcara; con todo, lo que
hay aun, ya no es bonito repetirlo cuando ya lo he
dicho ; jardines ornados de artificiales frioleras, verbigracia figuras caprichosas chinescas, jarrones enor-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
129
mes, y que... final, de que sirve todo esto? tal vez
estos adornos, en otro punto tendran su mrito, porque con evidencia lo tienen, pero lo pierden por estar
en el centro de la esencia preciosa, y vulgarmente es
como una mujer que est en el lado de una ninfa, y
no miran la mujer, aunque bonita sea, y admiran la
beldad.
De manera que por lo regular los admiradores de
estos amenos lugares dicen cuando se v el bosque interrumpido por las chcaras: y por qu han dejado
robar este pedazo del bosque ? l que es tan potico
y tan hermoso ! Cu, pero si es mejor el bosque que el
jardn, con todo su esmero y la estudiada simetra con
las plantas y flores y todo lo dems.
S, mi lectora, gusto tengo hasta de reiterarlo ;
mientras tanto que el bosque miraba, mas poesa penetraba hasta el punto de internar mis pensamientos
nterin gozaba, porque apartaba mis sentidos de las cosas que afectan, por ejemplo, estas tenues tonteras que
son feas moscas que con natural incomodan y hacen
peor la vida.
Pues s, como decia, el bosque, esta selva virgen,
como la cri Dios, todo esto realmente es lo mas interesante ; de suerte, seguia el carruaje el bosque que
estaba la derecha, el rio la izquierda ; bah, era el
rio Piabanha, esto me decia mi pensamiento, porque
ciertas simpatas sent por aquellas aguas.
Bah, fuera tonteras; sigamos la ruta itineraria que
es bastante capaz para distraernos, mas aludiendo lo
que sigue.
Pues s, serian las seis de la maanita, esactamente
las horas en que mi hijo, que en el colegio se qued,
tomara su acostumbrado bao en el rio. Toda ilusoria
9
130
VIAJE POTICO PETROPOLIS
decia mentalmente: las aguas que veo correr han acariciado el cuerpo de mi amado hijo. Oh! nada de estrao seria esto. Ay, pobre ilusin ! mirar fras aguas
correr, y esto para un consuelo! demasiado tenue
para consolar era eso. Con todo, respiraba yo la misma
atmsfera de Petropolis, tambin la respiraba mi Pepito, y esto solo para mi era equivalente un dulce
recuerdo.
Ojal, yo siempre pudiese gozar de la pura atmsfera petropoliana que son resquicios celestiales, con
evidencia emanados del manantial de salud! Oh! qu
fresco tan bueno, es blsamo que mitiga con natural
toda la estuosidad, y al mismo tiempo generosamente
d la calma del espritu.
Pues s, mi lectora amable, puedes formarte la idea
como parta de Petropolis triste ; poco me faltaba para
llorar; fui all alegre con la esperanza del gozo y placer que tan naturalmente sent al ver y abrazar mi
hijo; esto es, ya habia pasado el resto de mi viaje, era
la despedida triste, consecuencia del placer; en ciertos
momentos de mi afliccin pens, si mejor hubiera sido
no visitar mi hijo para evitar lo que despus sufria.
Sin embargo, el gusto del viaje fu superior todo.
Sobre todo, no poda yo prescindir de hacer un
viagito Petropolis, en razn de que mi interesante
estudiante no quiere pasar mucho tiempo sin ver sus
padres; los ama mucho, y cada tres meses quiere matar las saudades que le atormentan, y no se cansa de
escribirme, pidindome por especial favor una entrevista. Pero esta vez hemos evitado el caso de que fuese
l el visitador, por la razn de que en Rio-Janeiro hay
fiebre amarilla; de manera que felizmente hemos sido
nosotros los visitadores de l; de suerte que con esto
VIAJE POTICO PETROPOLIS
131
he tenido la ventaja de respirar la pura atmsfera,
evitando al mismotiempo que l respirase la pestilente,
como pasan algunos resquicios en la actualidad. Desgraciadamente, en Rio-Janeiro hay esta moderna fiebre, que nicamente gusta de los mozalvetes, para
comerles la carne en un santiamn.
Como t sabes, mi lectora Barbarita, que tu hermano est en la edad de la puericia, y algunas veces
hace olor de hombre, por la razn deque fuma mucho,
es decir, cuando est en casa, en el colegio no hace
semejante cosa, porque est prohibido. Si saco esta
consecuencia, es porque es peligroso en esta ocasin
darle tiempo para fomentar vicios, aunque sean insignificantes, y mas l, que est, gracias Dios, tan
gordito, y en estas ocasiones, como y dicho tengo,
que la fiebre alcanza la juventud, esta es la moda mas
en boga ; la psima fiebre del color amarillo.
El carruaje seguia su carrera, y mis ojos seguan con
especial inters, y las corrientes del rio, y diriga
miradas admirativas la lozana d aquel hermoso verdecillo, con todo florecido; has de creer, que ni una
piedra perda, porque mi atencin entera estaba perfectamente ocupada, y mis oidos atentos escuchando
el pattico murmullo de las aguas. Algunas veces,
cuando las aguas pasaban por los peascos, causaban
un ruido undsono, de suerte todos estos movimientos
hasta el de las hojas de los rboles movidas por la risuea brisa, todo lo vea y oa, verbi-gracia, lo nico
quo hubiera estorbado el que yo no pudiese or tan
perfectamente esto, hubiera sido el ruido de las ruedas del carruaje que naturalmente causan al rodar,
pero como el camino era llano y arenoso, algo hmedo
por el roco, felizmente este inconveniente no tenia.
132
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Jess del alma mia, y qu bonitos pjaros vi bebiendo de aquellas aguas del rio, despus con su rpido vuelo se cobijaban en las ramas de aquellos
gigantescos rboles, y en la frondosidad se acariciaban
dndolo entender por cierto amoroso gorgo, y
mientras tanto con mucha gracia entonando su armoniosa meloda; es decir, entonando su moda
himnos matinales, este sublime loor que pertenece
Dios.
Todo esto era tan agradable en aquellas horas matinales cuando desaparece el crepsculo y entonces
aparece el sol en los montes alumbrndolos. Oh! de
este encantador cuadro no te puedo dar una idea, y
no es fcil el que t la puedas formar.
Me ape del carruaje con la intencin de dar un
paseo pi; segu un sendero de la montaa, por lo
tanto me internaba en el bosque. Cuando me vi all,
sola, pero sin tiempo suficiente para entregarme mi
libre albedro. Oh, Jess mi, y cunto hubiera estimado y apreciado un espacioso rato para contemplar
aquellos matorrales, sitio tan respetado por tan profundo silencio, solo interrumpido, por mejor decir
mas bien poetisado por el melodioso gorgeo de los
pjaros.
Como dicho tengo que graciosamente el sol principiaba dorar con sus rayos los mas altos montes, de
suerte que daba un precioso color de mbar los peascos de las cumbres, y aquellas verdes colinas, como
las hijas de los altos montes, ellas mas bajitas, con
humildad aumentan la mas verdadera poesa.
Los cabritos, nicos transentes de los empinados
montes, estos traviesos animalitos, faltos de paciencia
para pastar, preferiendo saltar de peasco en peasco
VIAJE POTICO PETROPOLIS
133
y sin caer, gracias sus cuatro patas que les aseguran
con la solides que ellos no tienen.
Vi un morro de granito, vi mas de lo que me figuraba ; en cierto punto poblado de tamarindos, vi unos
mineros que sacaban piedras de los fondos de la tierra,
las cuales eran de gran valor, y me dijeron despus
que era un negocio ya introducido por las Amricasy
Europa.
Aprovechando una pausa del viaje fuimos un punto
delicioso donde vi un palacete muy grande, teniendo
dos pisos, simtricamente rodeado de balcones con
hermosos y caprichosos hierros dorados, persianas
verdes, y las puertas tedas del interior de bano;
la entrada principal de este moderno edificio formaba
un gran pato circular con una fila de columnas por
el rededor, y en los estremos, magnficamente colocadas estaban ricas estatuas de mrmol de Paros que
representaban personajes histricos.
La frente del edificio se elevaba con altas torres de
estilo gtico; vi palomares con millones de palomos,
vi casados de loros con cotorras, macacos con monas,
y otras cualidades de animales, y todos estaban en
cierto lugar reservado para ellos, y all vivan bien,
cuidados con el mayor aseo.
Aquel cuadro recordaba la antigua barca de No,
que dicen que en ella se conservaron casados de
toda clase, como efectivamente la prueba est con
sus descendientes.
Jess y qu bonito jardn perteneciente al palacete!
aquello era la ostentacin del lujo, hijo del gusto
mas delicado. Para no hacer una reiteracin de frases
ya usadas en mi jardinesca descripcin, dir nicamente, y eso ser cabalmente porque mi pluma no
134
VIAJE POTICO PETROPOLIS
consiente en dejar de diferir la consecuencia propia
que pertenece tal verjel de delicias.
Muchos jardines son hermosos, pero no en todos
hay esta riqueza de plantas y flores escogidas, estos
juegos de aguas, semejantes los que adornan el gran
paseo de Versailles; esta multitud de pjaros, y sobre
todo estas lindas estatuas de mrmol de Atenas tan
patticamente colocadas por entre el verdor; no haremos mencin de estos conjuntos que adornan un verjel ; lo que aumenta el encanto son palmeras antiguas
que de ambos lados siguen un paseo prolongado por
distancias enormes y que gracias las delicias imprevistas, y con todo descubrindose novedades cada
paso, pasan horas enteras y sin haberse concluido el
paseo, porque todava falta para ver. Por ltimo nos
encontramos en un valle estrecho por estar entre dos
montes, y grutas de piedra clara y destilando gotas de
agua. All cerca pero separada de la humedad en un
banco de piedra resguardado por espeso csped, formando un toldo por las caprichosas trepaderas, que
idean como una barraca, sentada estaba all una
joven nueva indiscubierta ninfa, lnguida y mas
que hermosa, con encantadora actitud y llena de
atractivos; estaba vestida elegantemente, preciosos
cabellos ondulantes y sueltos por sus hombros blancos
como el mrmol. Aquella joven sola que all estaba
leyendo una novela en la soledad la vista de su jardn
lleno de flores, de suerte del lugar que estaba sentada
la ninfa, descubra los surtidores de aguas con tanta
fuerza de vuelo, que suben hasta perderse de vista poi
la elevacin que por s toman las aguas, y con todo, y<
subiendo ya bajando no pierden su continuo juguetee
pasando por un lado y otro, y refrescando los rboles
VIAJE POTICO PETROPOLIS
135
y plantas. Oh, s, aquella invencin es una deliciosa
vista, y efectivamente este nombre merece y tambin
lo tiene de propiedad.
Al tiempo de alejarnos de este potico lugar o una
voz cantar; era Lidia la preciosa ninfa que dej su novela para comunicar los montes sus encantos y estenda sus dulces y sublimes melodas llenas de variaciones cual mas seductoras, ya con delicados y continuos gorgeos, ya con voz alta y clara que el eco repeta, y entonces la voz menguaba y se confunda como
un murmullo pattico y que no para hasta penetrar el
corazn.
Jess, qu voz ! es un ngel una joven que ha
cantado? dije yo con lgrimas en los ojos, admirando
la sublimidad angelical y sin saber lo que habia cantado la "voz simptica de soprano, que ninguna aria
conocida se asemejaba.
Sentimientos de una alma exhalados en el desierto,
perdidos en lontananza, cierto que eso habia brotado
de la meloda de Lidia, supremo ejemplar de hermosura. Pero no habis oido ese ruiseor? dije yo.
A mi pregunta nadie me respondi; permanecieron
todos con el mas respetuoso silencio debido la ocasin misteriosa de aquel caso.
Por fin, otra vez ya estaba yo metida en el carruaje
y dando vuelta por los desiertos.
Supongo que el sol ya estara su grado caloroso,,
mas nosotros no nos tocaba, impidindolo los gigantescos montes que formaban enormes murallas, y eso
de ambos lados; con todo, nunca dej de ver el sol
brillar sin entrar en la carretera; esta, gracias Dios,,
gozaba de fresca sombra. Aquellas montaas siguen
siempre unidas, formando soberbias cadenas, y tam-
136
VIAJE POTICO PETROPOLIS
bien hondos precipicios y rios rodean los montes, y
nosotros sin apartarnos de sus orillas.
Creo que asi se pas mas de cuatro leguas del mas
delicioso viaje, sin ver ni un bicho viviente; todo
desiertos.
Oh! soberbios montes preciosos y libres de ornatos; todo positivo, perpetuamente se conserva altivo
no admitiendo las tonteras humanas hijas de los
hombres; eternos montes respetados del diluvio, y
continuamente regando sus faldas los constantes rios.
Bah, mucho se puede poetisar en sitios como eses, que
hasta la atmsfera reina con el mayor encanto, y sin
embargo es fra que parece helar el corazn de cierto
fro glacial. Jess, qu bueno seria vivir ilusoriamente en tales lugares y ver cruzar estos rios que pasan tantas tierras como uno de estos rios que trae sus
corrientes desde Petropolis, por Tamandu, sigue
hasta el Paraguay yfinalmenteentra en el Ocano.
Bah, con evidencia la novedad que tal desierto inspira, no es ilusin nicamente, es el encanto real y la
admiracin que causa es por su propra grandeza. Oh!
y estas cascadas de aguas cristalinas, por qu pierden
su pureza confundindose con las aguas de estos caudalosos rios? Bah, dejemos las cascadas y los barrancos y nos ocuparemos con las islas de los rios.
Vi un grande rio que yo pensaba que era el mar ;
n, me dijeron, este es el rio Parahyba.
Aquel rico cuadro formado por las aguas, y sobresalientes hermosas islas con altos y estraos rboles y
favorecidas constantemente por la lozana y copiosas
flores hasta llenarlas.
No es posible una atenta observacin tales islas
sin que el corazn tome una la mayor parte potica;
VIAJE POTICO PETROPOLIS
137
siempre los rios que pasan respetan tal belleza, de consiguiente nunca deja crecer sus corrientes para no
perjudicar sus islas, las cuales se conservan siempre
su punto pintoresco. Bah, no deja eso de ser un secreto que nicamente comprende la diosa del rio, que
es esta su duea perpetua, la antigua Nereida. Como
no le gustara el mar, lo abandon por vagar por
estos rios.
Verbi-gracia ; observaba yo una de las islas interesndome ver por donde pasarian los que en tal punto
moraban, no descubr ni puente ni barquilla, nada ;
nicamente unas rocas colocadas en distancias mas que
regulares. Comprend que por aquellas rocas pasarian
los isleos que en la mansin rosal vivan.
Jess mi! y qu pobreza tan consoladora por la
poesa, esperimentaria una joven linda y rubia que yo
vi en la isla con un nio en sus brazos y cierta distancia vi un joven con una camisa de indiana que labraba la hortaliza, y mientras tanto, la joven daba repetidos besos la criatura. Qu tierno grupo! Qu
cuadro tan lindo! Y su casa, acaso la ocultara la espesura de los rboles? Ay! Cunto inters me inspiraba conocer todo aquello que me pasaba como envuelto por un velo!
Efectivamente, senta cierto dolorcito por no poder
complacer mi curiosidad, esto es, ver la realidad que
solo se dejaba ver confundida por un cuadro, bello sin
duda, pero apenas observado de manera percibido
como por ilusin.
Bah, el mnibus continuaba, es verdad que era eso
con despacio, por mejor decir con cautela.
Vi detrs de un matorral un animal cuadrpedo,
pelo largo y color parda, bastante grande ; pregunt
138
VIAJE POTICO PETROPOLIS
cmo se llamaba un animal de aquella especie, y me
rerpondieron:
Este tiene por nombre Preguiza ; para subir un
rbol necesita un dia entero.
Vaya un animal salvaje y con figura de ser muy
torpe, dijo mi nio que estaba con atencin observando.
ofT^N-
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
CAPITULO VIII.
La pastora y su cordero.
Al pi de unos altsimos montes, siendo con evidencia los mas altos que yo habia visto, y como tambin
me dijeron que eran ellos los mas altos del mundo;
solo Jpiter y Mercurio pueden competir con estos
montes, mas lo que digo ahora es con ambigedad,
porque no tengo conviccin ninguna de que el grandsimo monte Jpiter exista en el Globo ; como planeta si, pero lo dems, bien creo es una fbula inventada por los poetas.
Ahora bien, en cuanto los montes brazileros, de
estos si, que con certeza dir algo de su grandeza. Pues
si, como decia, queal pi detanelevado monte, estando
su falda perfectamente poblada de corpulentos rboles,
todos frondosos y frutales, y sin embargo de ser silvestres contienen frutas sabrosas y muy ricas, y sobre
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
todo altas palmeras de tronco lustroso, semejantes por
su recta elevacin columnas de un suntuoso templo
consagrado la diosa Venus ; el terreno estaba magnficamente cubierto por plantas rastreras; adormideras brotando amapolas, y otras caprichosas plantas
jardinescas. La flor de la planta amelo, es en Amrica
lindsima ; tiene el capricho de producir flores de diversos colores, mas la mas bonita es azul esmalte. Los
jardineros de este natural jardn son el viento, las lluvias, no dir el sol, porque apenas penetra all, pero
el viento s; l, un rebelde jardinero, de modo que no
d tiempo de languidecer las hermosasflorecitas;antes
de marchitarse las arroja de las plantas con altivo desprecio, y ellas, como una lluvia de hojas de todos los
colornes, van caer las aguas de los rios vecinos.
Pues este ameno lugar citado por las hadas de
los rios y montes, y una casualidad bien acontecida
porque fu con evidencia para mi un acto formal, venido por complacencia, esta casualidad fu que simplemente una ruedadel mnibus, cuya rueda estragada,
ya por los continuos servicios, lleg quebrarse sin
causar desgracia alguna; antes bien, esto es, lo que
caus fu risa, mas lo cierto es que imposibilit la
continuacin de la carrera del mnibus, mas desde
luego se tomaron precauciones; parti un hombre
montado en una de las bestias y fu una estacin en
procura de una rueda, de suerte mientras tanto vi yo
que tenia tiempo suficiente para visitar aquellos lugares.
Efectivamente, creo todos pensaran as, porque velozmente partieron los pasajeros como pjaros escapados de la jaula tomando cada cual su vuelo diferente,
y gozando libre alvedro la hermosa vista del espacio.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
141
Cspita! y qu ocasin favorita! dije yo ; y tomando
la manecita de mi hijo Sebastian, me alej de los otros,
atraves con mi nio un bonito puente; mi intencin
era de penetrar circunstanciadamente el sitio que ya
tengo mencionado, y con facilidad lo consegu, mas
una cosa me admir pasmadamente; esto fu una isla
casi oculta por la espesura de los rboles de la orilla
del rio, poco separada del templo campestre que he
mencionado. Jess, cunta riqueza posea aquella isla!
Bah, nadie negar que el acto que yo presenci fuese
seductor y seriamente se podia estudiar geogrficamente.
Vamos hacer una simple descripcin:
Cobijada con majestad de los rboles, una barraca
vi que me pareci cosa improvisada, y con todo, nunca
en decoraciones dramticas se ha pintado, ni posible
es pintar un cuadro mas perfecto del gusto ideal representando al mismo tiempo un rstico gusto pastoril ; pues s, eso presenciado un clima tan suave
como el de Hieres, cierto que se podia admirar tan
linda idea como era la barraca, y solo estaba armada
de verdes ramas de pino, mas lo que tanto llamaba la
atencin era el seductor estilo, dado como por encanto
la barraquilla. Oh! gusto pintoresco, llegado
cierto punto indecible, con evidencia aquella invencin era un rico capricho del gusto elegante. Jess y
qu linda idea! quin seria el inventor ? obra de un
potico pensamiento y sin duda pasado adelante ejecutando una graciosa obra, bello modelo industrioso.
Dios mi! esta obra de un sueo, creo y eso es probable, seria inventada en medio el ocio, porque esto no
tiene cabida en la ardura de la pobreza; cabalmente vi
que el hermoso cuadro que se presentaba galantemente
142
VIAJE POTICO PETROPOLIS
mi vista, posea tan vivo atractivo, que dominada por
la atraccin observ aquel lio, que sin dejar de ser
botnico, se imitaba en el mas perfecto jardn, formando hileras por los rboles, y por entre ellos bonitas plantas aunque parsitas eran magnficas, sobre
todo el lirio que despide tan voluptuoso aroma.
Vamos ahora, que tiempo es de esplicar el cuadro
vivo que efectivamente vi.
Era una pastora, pero joven y hermosa, que inclinada coga fresas ponindolas en una cestita que llevaba colgada su brazo izquierdo.
Vaya, dijo mi hijo, que tambin miraba la lindsima pastora ; y qu traje rico, Dios mi !
En efecto, razn tenia mi hijo de admirarse del lujo
de aquella joven. Su traje era de raso color de rosa con
fleco del mismo color; un gracioso sombrerito de paja
de Italia, sin velo, dejando ver su rostro enteramente
despejado y mucha gachonera en sus modales y movimiento del cuerpo plegndose fcilmente todas las
posturas: aquel talle lindo y gil estaba adornado ; en
su cuello, orejas, brazos y pecho brillaban los adornos siguientes: collar, pendientes y pulseras de
mbar, y un medalln que al parecer contena un
retrato, estaba graciosamente colocado en su pecho.
Despus de haber llenado la buena pastora su cesta de
fresas, se sent en las yerbas y fu sacando obra de su
tarea, y principi comer como una nia ; yo no habia reparado que estaba tambin cerca de la pastora en
actitud humilde y muy rendido, estaba un manso carnero, siendo buenamente de carne humana, y que probablemente el cordero sera el amable compaero de
la pastora, porque ambos coman fresas y mientras
tanto descansaban deliciosamente entre suaves yerbas
VIAJE POTICO PETROPOLIS
143
y la ambrosa. Poco tiempo despus vi un negrito vestido tambin de capricho, que imitaba un polichinela, y fu acercndose al grupo ; llevaba en la mano
una botella y de ella derram un liqudambar en unos
pequeos vasos.
Me apart del lugar en que estaba y fui ocupar otro
en que no vea el grupo, pero no dejaba de ver la Isla,
y por momentos descubra novedades; mientras tanto
mi hijo se entretena echando piedras en el rio, corriendo y retozando su sabor, nterin yo pensaba si
seria posible vivir all mucho tiempo sin que aquella
pareja tan feliz, al parecer, esperimentase la metamorfosis, y despus de estas consecuencias con natural
acontecen en la vida, porque la mas hermosa ilusin
e* la mas suave, mas ligera, y sobre todo muy pasajera. Hay mas; el que es de fsico fcil, est muy propenso sufrir alternativamente de toda clase de sensaciones, de consiguiente, despus de huida la ilusin,
entra el fastidio aborrecimiento; calmado eso, la
vida cansa porque es sosa, y para huir de esta nos metemos en el crculo social, este teatro que continuamente representa variadas escenas y aturde. Sin embargo, no todos los vivientes son representantes adecuados para hacer lucir la funcin ; la mejor ocasin
la confunden, saliendo de los lmites teatrales, tomando
un camino opuesto, es decir, toman la direccin de su
capricho; unos gastan su plata viajando por el objeto
de ver novedades, y llegan observar un Vesubio, y
para espantarse han gastado dinero; otros hay que
trastornan su razn tomando una pasin, y entonces,
para consagrarse con mas libertad, procuran un lugar
desierto. Sin embargo, ni estos ltimos, pensaba yo,
estn libertados de sufrir mas alternativas; eso solo se
144
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
concluir al concluir la vida, cuando nos cae encima
esta poderosa mano que le damos nosotros el nombre
de muerte.
Este pensamiento me tenia ocupada enteramente en
honda meditacin, cuando hiri mis oidos un sonido
vivo y armonioso ; desde luego par atencin ; el dulce
sonido venia de un violin tocado con maestra; escuch
y conoc perfectamente lo que tocaba el msico ; esto
era la muerte de Poriici.
El sonido del violin llam la atencin de todos los
viajeros que mas que de priesa fueron acercndose al
sitio de donde salia la msica; el que tocaba era el
joven cordero, que luego que yo le vi me pareci que
era de muy buena masa-, me lofigurenvista de estar
tan rendido como estaba los pies de la hermosa
joven, y en el estasis profundo la contemplaba; aquella pareja era Julieta y Romeo que se miraban con
amor, y as continuaba mientras tanto tocaba perfectamente.
Los compaeros de viaje que luego de haberse colocado para prestar atencin al violin escuchando silenciosamente, entonces dijeron que habian conocido
el msico que era un lrico italiano que habia robado
una hija de un ricacho, y que despus de casado con
ella habia salido de Rio-Janeiro, sin que sus amigos
supiesen su destino, suponiendo eso era con la intencin para que las amistades en su ocasin importunas
no incomodasen, mientras tanto gozaban su luna de
miel en aquel Edn.
Comprend por qu se ocultara all la pareja y al
mismo tiempo gozaban de la mas hermosa poesa y de
su pasin, huyendo de las amistades. Demasiado egostas de su felicidad actual, fueron retirarse en el de-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
145
sierto, y con el mayor silencio se entregaban dulcemente lo nico, que esto era su bienestar que para
ellos solos apetecan.
Permaneceran acaso, aquellos anacoretas en el
desierto, siendo su ermita tan bonita y por mas atraccin aislada, ilusoria y sin la menor base de solidez
y deslizable? Con evidencia se veia que la ermita
era recientemente armada, era verde, y probablemente
los moradores no habian de observar la rigorosa economa de esperar que se secase; mas tambin habia
un poderoso inconveniente; esto era que la joven no
tenia nada de ermitaa, muy al contrario, si que con
evidencia se conoca era una rigurosa elegante coqueta
que no tendra paciencia de conservar su traje pastoril aunque era de raso ; porque peculiarmente las
mujeres jvenes tienen el gusto eficaz en variar de
toilettes y causando novedad; ahora bien, en este caso
tendra la joven que dejar su risueo Edn, ir RioJaneiro Juiz de Fra, ah! y una vez all, entre visitas, teatros y modistas se pasar el tiempo y tal vez ya
no volver su retiro donde se goza el sociego. Pero
n, n, demasiado seductora es aquella isla, imposible
de olvidarse.
Habindose internado en el bosque mi hijo, me
asust al pensar que podia perderse, hasta que por ltimo, veo salir de un matorral el nio, rebosando de
alegra y gritando se diriga mi diciendo:
Mam mia, mira qu bonitos huevos tengo encontrado.
Mientras tanto el nio se acercaba, y enseando
unos grandes huevos azules que parecian de aves estrenas, porque todos los pasajeros los observaron y
nadie los conoci.
10
146
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Bah, dije yo a mi hijo, anda v y deja estos huevos en el mismo lugar que estaban.
El nio velozmente obedeci, pero otra vez volvi
con una cosa.
Qu es eso? le dije yo.
Oh, si, dijo el nio algo cortado, tengo un tierno
pajarito, pero este si que es mi.
Tiene razn el nio, dijo uno de los pasajeros;
los pjaros son del cazador.
Mientras tanto un jovencito habia ido sacar del
mnibus una caja de dulce y otra con biscochos, y fu
ofreciendo, mas nadie acept; nicamente el nio
comi un poco y despus bebi agua de una de las
cascadas con un vaso de plata que traa uno de los pasajeros guardado en un estuche.
Se oy una corneta; este signo era el aviso para que
los pasajeros fuesen ocupar su puesto.
Cmo? ya est pronto el carruaje? dije yo estaando la prontitud con que se habia arreglado.
S, parece que el correo lleg con la rueda, respondi mi esposo.
Todos fuimos en direccin la carretera, y efectivamente el mnibus estaba espera de sus viajeros.
Poco tiempo despus ya estaba al avo. Otra vez ya
estbamos en continua marcha, y sin salir del desierto.
El mnibus no se apart del lveo, ni de aquellos montes que tenan tanto risco en las cimas que
se asemejaban torreones. En medio de aquel silencio profundo o un bramido, no dir leonino, pero
funesto, y repar que los otros estaban como espantados. Sera terror espanto? No lo s, mas cuando,el
mnibus lleg cierto punto de confluir los rios, vi
un negro criollo, alto, hombros anchos y buena figura,
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
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vestido de cazador ; sus pies tenia una enorme culebra muerta, por mejor decir, agonizando, brotando
un arroyo de sangre que se confunda con las aguas
del rio. Etf vista de eso, el mnibus par para satisfazer la curiosidad de los pasajeros, que desde luego pidieron esplicaciones al criollo.
Este que estaba con unos chismes en la mano, despejadamente mostr un dardo, diciendo con ademan
satisfecho y levantando su robusto brazo.
Con esto, seores, he dado muerte esta bestia
que bebia aguas del rio y se dispona tal vez, para embarcarse cuando yo la desped para siempre.
Bah, dijo una voz, es voc un escelente cazador.
Es verdad, mam, dijo mi nio, este criollo es
mejor cazador que yo.
El pobre nio se referia su pajarito.
No es esto solo, dijo el criollo, el fruto de mi
buena caza ; tengo mas esto.
Diciendo estas palabras, con satisfaccin mostr un
rinoceronte que amarrado estaba un tronco de un
corpulento rbol.
Jess! Y por qu voc que est armado no mata
este animal tan feo? esta voz respondi el criollo:
Yo no mato este animal, porque, si Dios quiere,
le he de llevar vivo al Museo, y tal vez l ser nico,
porque esta raza no es del pas, supongo que ese ser
de familia estranjera.
Fu este animal quien dio tan espantoso grito?
N, era yo, dijo el cazador, que llamaba mis
compaeros, y esta es la seal.
Bah, preciso fu dejar el criollo, con su preso y su
victima, y continuar nuestra carrera. A cierto punto
descubrimos la residencia del Sr. Dr. Cunning y unos
150
VIAJE POTICO PETROPOLIS
aquella ocasin, cuando oi que me llamaban porque
el mnibus estaba pronto. Mientras tanto minino se
alejaba de m, y la noche se acercaba, y no era posible
esperar que en el desierto anocheciese.
Corriendo detrs de mi bellacuelo le puse los dos
brazos encima, le llev al mnibus metindolo dentro,
y asi lo apart de las aves, y mientras tanto fuimos
acercndonos cierto punto llamado vulgarmente la
Babilonia moderna; lo cierto es, que la vi arruinada
como imitacin de la Babilonia antigua. Efectivamente, vi muros como de fortaleza; esto nico se conservaba ; en cuanto al pinculo del edificio, reitero
que no existia. Sin embargo, vi grandes piedras, escombros de la Babilonia esparcidos por aquel campo
de pinabetes.
A otro punto vi terreno escorial, y me dijeron que
all se habia beneficiado una mina de oro, que un
grande pedazo de l estaba en el Museo.
A otro punto diferente, que no dejaba de pertenecer lo pintoresco, descubr una bella casa chinesca
con magnficas hileras de columnas de piedra, sosteniendo con la mas bonita invencin un rico toldo, mir
y vi que tal verdor era un parral pero con las uvas
incompletas; no era como las parras que vi en las
huertas de Vestphalia.
A otro punto observaba un campo rubial, cuando
veo pasar por el lado del mnibus un coche tirado por
cuatro soberbios caballos; vi en el fondo una joven
que me pareci la ninfa misteriosa, la cantora del
monte. El coche pas veloz, y detrs andaba un caballero anciano montado caballo. Como he venido saber despus que el anciano era padre de la joven.
Poco despus salimos del bosque.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
151
Lo primero que vi fu grandes praderas todas verdes y floridas, vi rebaos de corderos, de bueyes, cerdos y muchas gallinas.
Bah, dijo mi nio que estaba sentado en mis rodillas : estos transentes indican que nosotros estamos
cerca de alguna villa ; no ser as, no habra tantos
animales domsticos.
Efectivamente, poco despus llegamos la estacin
de Entre-Ros; all nos apeamos del carruaje tirado
por las muas, aunque el viaje se habia de continuar,
pero con el tren llamado D. Pedro II. En aquel punto de
la estrada vi cuatro edificios, siendo uno unafonda, y
ella nos dirigimos para hospedarnos por algunas horas.
Entr en una sala muy grande y lo primero que vi
fu un grupo formado por Lidia y su padre, siendo este
un anciano pulcro y de galante aspecto; la joven estaba
de traje propsito para viaje, cuyo viaje que padre
hija hacan la corte en la ocasin que me refiero,
tenia el objeto de comprar un ajuar completo, incluyendo las alhajas y mas adornos de lujo para la hermosa ninfa que se habia de casar.
Se mand preparar un almuerzo, pues todava no
habia tenido lugar este acto gastronmico ; al avisarnos que y estaba servido, el tren lleg, y sin haber
satisfecho el apetito, nos entregamos otra tarea,
apresurndonos para llevar los equipajes al tren, de
manera que en vez de llevar un pedazo de pollo en el
vacio estmago, se qued en la mesa entero; entonces
nos despedimos pesar nuestro.
Bah, la campana toc, y todos los pasajeros atropelladamente se metieron en el tren. Estando ya colocada
me alegr mucho, porque repar que se habian sentado inmediatos nosotros Lidia y su padre.
132
VIAJE POTICO IETROPOLIS
Me paraci la preciosa ninfa algo voluntariosa, no
siendo eso estrao, habindose criado la joven sin
madre, mas tiene un corazn noble ; en breve citar
uno de sus actos generosos.
Al partir el tren fu un rayo porque tenia toda la
fuerza de la mquina. Jess mi, qu carrera! Con
rapidez viraba montes, cierto punto me vi en la
cima de uno de ellos y abajo vi hondos precipicios y
longitudinalmente se veia todo lindamente lozano y
con precioso estilo seductor; al tiempo de pasar por
aquella escarpada vi rpidamente, sin embargo, merced mi activa atencin, vi la hermosa escenografa.
La estrada separaaquel bosque, y el tren veloz volaba
por su libre puesto.
Pues s, aquella carrera rpida no me dejaba observar; nicamente vea panoramas hermossimos circunfusos ; con todo, nunca dej de mirar con atencin,
montes, valles, rios y todo lo dems que contienen los
sitios que dan paso al tren; pues s, pesar de la rapidez de la carrera, tonta de m, estaba una de las
ventanillas del tren con la cabeza fuera para ver mejor.
Qu habia de hacer? para satisfacer mi curiosidad no
tenia otro mtodo para apaciguar mi vido deseo.
No dir nada de la novedad que me causaba el descubrir cuadros de tanta longueza que se perdan de vista
en lontananza. Oh ! oh! Jess mi! Ay! s, s, y
qu veo? y sobre todo no podia contenerla admiracin,
y no era estrao que rebosase. Reitero que cuando admiraba una belleza, me sorprenda otra por estilo diferente, pero no menos hermosa; en efecto aquella escelente y slida cadena de oro qne cuando se interrumpe
solo era para admirar los brillantes que radiantes se
presentan con toda la novedad de un gusto sublime.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
153
Pas por un punto llamado el Paraso.
Vi grandes montes lisos y todos de sxeo y muchas
mas ricas pedreras de un color rosal. Pues de estos
magnficos conjuntos de la mas rara belleza no intentar siquiera bosquejarlos.
Sobre todo, haciendas vi que tienen tanto terreno
que leguas habia que el tren andaba y todava continuaba aquel frtilsimo campo. Vi tambin una quinta
con tantos negros que cultivaban que nunca vi en mi
vida tantas moscas como negros habia en aquel grande
campo. Por aquellos circuitos vi muchas casitas que
serian de los colonos. Vi tambin una iglesia de forma
moderna, con una torre conteniendo su campana, y en
la cima una grande cruz, indicio evidente de observacin la Religin Cristiana, y me dijeron que todos los
dias celebran la misa en aquella iglesia ; los colonos
obedientes al sonido campanario, que toca por la maana al amanecer y despus cuando el crepsculo se
despide del dia; pues s, estas son las horas que son
consagradas Dios nuestro buen padre, y pedirle en
oracin lo que nos falta. Oh! esto solo lo saben los
desgraciados, los infelizes que carecen de eso todo necesario en la vida; pero no acontece eso estos colonos, porque ellos nadan en la abundancia.
Bah, cierta distancia de esta colonia vi una villa
con muchas casas, mas todas ellas las vi de lejos; lo
nico que vi de cerca fu el cementerio. Cabalmente
todo cuanto vi, aunque triste, era interesante.
Todos los apreciadores del gusto perfecto, todos los
amantes de la novedad, que hagan un viaje Petropolis, sin olvidar despus de pasar por Entre-Ros. Este
viaje solo, es bastante para escitar el mayor entusiasmo, admirando como yo estos planos criados por Dios,
154
VIAJE POTICO PETROPOLIS
y que todava conservan su preciosa pureza y una copia
de encantos.
Sin embargo, despertando en mi internamente, en
el mismo acto descubridor de la mas perfecta delicia,
oh! si, se mescl ba con h mis dulce melancola hija
del pensamiento que como un pjaro pasaba por mi
mente. Eso era cierta ansia que me haca creer que
era la postrera vez que mis ojos tenan la dicha de gozar tanto atractivo ; mas felizmente aquella atmsfera,
que la gracia de Dios posee, tiene la virtud de apartar
la tristeza, dominando graciosamente mi mente, haciendo como el imn que v con direccin al hierro,
pues yo ledamente procuraba la simpata que luego
encontraba en aquella hermosa poesa.
Efectivamente, la poesa, la aroma que se respira
en las selvas de Entre-Rios, con tanta voluptuosidad
donde se goza tanto como en Petropolis, de aquella
esencia celeste. Oh! s, eso es, no estrao por lo
tanto que mi impedimento, siendo mas que suficiente
para tambin inpeler la pluma, que dbilmente est
en mi mano, y no obstante ha de hacer su circunloquio. De consiguiente, aunque siento grandes y espresivos efectos, no esplico su poder misterioso y mudo que se introduce en el alma. Y estas
consecuencias sern acaso chispas despedidas de la
magnificencia de esto todo ? obra hecha con la mayor
perfeccin, criada terrenos americanos, de s>uerte
que estes puntos admirativos pertenecen la Barra
del Pirahy.
VIAJE POTIflO A PETROPOLIS
CAPITULO IX.
Sigue la ruta itineraria.
Mi buena y muy amable lectora, felizmente el dia
nos favoreci del todo, de suerte que ni una nube se
vio en todo aquel dia del hermoso Abril; el horizonte
se dejaba ver puro, esto era cuando nos daba paso alguna grande pradera, que muchas pas, siendo todas
lozanas.
Serian las cuatro y media de la tarde, pero como
nos encontrbamos en la altura de los montes, los rayos del sol nos daban de golpe. Cuando veo, oh!
mentira, nada vi; cmo habia de ver, si me hallaba
en la oscuridad, si estaba metida enteramente en las
tinieblas? casualmente en aquel mismo instante habia yo dejado mi lugarcito ventanico, siendo este el
motivo por qu me encontr desprevenida; no ser
as, yo hubiera visto cuando el tren se internaba por
aquella abertura que rompe la dura montaa.
156
VIAJE POTICO PETROPOLIS
Con todo, bien sabia yo que el tren tenia que pasar
por los tunis, mas no me habia formado una exacta
idea de cmo habia de ser.
Oh! si por una rara y estraordinaria casualidad
apareciese en el mundo, en la actualidad, uno de los
tan sabios patriarcas, tan ignorantes en aquella poca
antigua como descubridores son ahora, de suerte,
merced al despejamiento fsico, nosotros gozamos, gracias los desvelos y profundos estudios de tales hombres modernos. Qu dira un patriarca respecto
este mundo reformado, de estos magnficos adelantos,
grandes obras hijas de talentos ilustrados, de las ciencias antiguas rendidas las modernas que con tanta
perfeccin han luzido su brillante escelente disposicin con tanta magnificencia, y eso en un rico pas
que de s ya goza de todo el favor del mrito, de suerte
que estn muy bien en el caso todas estas obras maestras, tanto del arte como el mrito siempre se aumentado la pulidez de la natura, porque se admiran mas
los tunis. Esto s que con evidencia es otra obra ejecutada por los hombres, campeadores por su idea, y
tan slida que existir siglos; verbi-gracia, estos tunis
que habia yo oido alabar tanto, y ahora felizmente yo
soy conocedora del mrito que poseen ; ya me habian
esplicado eso, pero yo no me habia formado una idea
acabada ; de consiguiente, yo que amo tanto el Brazil,
no puedo reprimir los impulsos naturales que siento
su favor, y no dejar de repetir: bendita sea el alma de
todos los descubridores que han aumentado el bien de
su patria, por ejemplo estos discretos ingenieros tan
instruidos y fervorosos en las obras grandes, y al mismo tiempo preciosas y tiles la humanidad.de cierto
que estos talentos despejados, tanto favor del prgi-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
157
mo, y sobre todo en el mayor beneficio civil; de suerte
que estos talentos consagrados la patria, dejan perpetuo recuerdo, siempre grabado como sus obras.
Oh, Dios mi! Cuan digno es de toda bendicin el
hombre que constantemente se desvela, n por hacer
su fortuna veces en perjuicio del prgimo por su
ejemplo de egosmo; al contrario, se desvela si, generosamente y nico objeto para ejecutar los adelantos
inventados por las continuas invenciones para el bien
pblico que no todos los hombres se ocupan de
l, por lo mismo, los que son tan nobles, bien
merecen la bendicin general y el agradecimiento
perpetuo. Pues s, estos autores del bien, de superior
talento que llega cierta profundidad, cierta elevacin, que del Cielo reciben las rdenes dadas por Dios
los ngeles.
Bah, esta es la gracia, porque estos hombres obran
perfectamente, y sobre todo, si estos hombres tan felices por su mrito, no poseyesen una alma sublime,
no estaran orgullosos de sus obras magnficas? y
como ya he dicho, generosas por ser en bien pblico.
Cuyas obras populares, donde todos se ocupan, sacando
su provecho suficiente para pasar la vida licitamente.
Bah, merced todos los obstculos vencidos se pasa
por estos tunis, cuando antes no era posible pasar; y
ahora, es continuo el trnsito entre tierras lejanas de
estos terrenos inmensos, y que antes estaban abandonados, y en la actualidad gozan del mas activo comercio. Pues si, reitero que es obra de grande utilidad
estas aberturas en las entraas de estas altas montaas y sin destruirlas por eso, al contrario, esto es,
mas nuevos encantos.
Jess mi, y cuntas difciles dificultades, y con
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
todo peligrosas, y sin embargo vencido todo, para
aquellos espritus animados! Y quin negar, de
todos los que han presenciado el fruto de estos perfectos trabajos, que esto no sea verdaderamente maravilloso ?
Ahora bien; Partiendo de estos puntos, se puede ir
con facilidad, siempre con el tren Minas, y muchas
ciudades del Brazil.
Pues como decia, cuando pas por estos tunis esperiment una sensacin, creo haber dicho que los
rayos del sol nos iluminaban, y de repente esperimentamos toda la oscuridad, siendo esta peor y mas negra
que la oscuridad de la noche, porque esta tiene sus
astros luminosos que naturalmente le prestan su opaca
luz, y veces, gracias la luna, que tanto favorece
con su luz plateada, aunque faltan estos objetos, por
ser una de tantas noches que se conservan encapotadas, y sin embargo no se descubre elfirmamento,mas
nunca reina tanta oscuridad semejante al limbo; siempre el cielo conserva algunos reflejos de celestial luz
con la bienhechora accin de cortar las tinieblas, mas
al pasar por los tunis, aunque tena los ojos abiertos,
esperiment toda la tenebrosidad, lo mas bastante posible horrorosa, por mejor decir mas estraa; esto
que dicho tengo fu los primeros tunis que pas,
esto es, fu en razn de no haber todavia encendido
tos faroles, del tren.
Jess, qu fri sent hasta el punto de estremecerme ! | Qu atmsfera mineral percibida por poco
tiempo! y entonces? qu traslumbramiento tan chocante me caus el sol, cuando al salir del tnel hiri
de sopetn mis ojos! Efectivamente, ver el sol vivo en
el mismo instante de salir de las tinieblas, aquella no-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
59
vedad fu como ver un metoro, y mas porque pocos
momentos despus ya entraba el tren por la boca de
otro.tunel, encontrndonos otra vez en las tinieblas; as
alternativamente fuimos pasando hasta cierto punto
en que el tren fu perdiendo la fuerza de la mquina,
ya no tenia aquel vivo vuelo, de manera que solamente
arrastraba, con su tris tras, hasta que por ltimo par.
En un prado habia parado el tren, mas como estaba
cerrado por la parte de afuera, tuve que esperar que
abriesen.
Efectivamente, un momento despus, uno de los
empleados del tren abri, y desde luego nos apeamos.
Vi en un gran patio, siendo ese de un edificio en que
yo habia entrado, donde habia dos anchas escaleras;
ambasconducian la fonda ; sub yo detrs de mis compaeros, com mi-nio por la mano, y muy atenta los
cuidados que exige la infancia; esto es, procuraba evitar que el nio fuese atropellado, porque en aquella
ocasin vi que los seores pasajeros dispensaron la
poltica, presentndose del modo mas vulgar; de manera que al entrar en la sala lo primero que vi fu un
atropellamiento muy propsito para usar en un mercado, y los seorones pasajeros exactamente tambin
imitaban los activos compradores, y en efecto, en aquella ocasin ellos lo eran, con la ventaja que lo que se
compraba estaba y asado, pronto punto de comer,
de suerte que estaban las mesas bien preparadas para
complacer los aficionados la gastronoma. Bah,
desde luego comprend el objeto del apresuramiento
que mova un barullo que dejaba muchos atolondrados, y eso todo, para poderse sentar cuanto antes
y verse cerca de los platos que ellos preferan.
Aquel banquete comercial su modo, fu poco gra-
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
cioso y algo insolente. Eh? y sin embargo, prudentemente permanec callada y parada, sin arreglar nada,
dejando buenamente el negocio por el que lo manejaba. Repar que muchas caras me eran enteramente
desconocidas; sobre todo, con evidencia vi que eran
estranjeros, y no s por qu objeto tales sujetos me
fueron antipticos, es verdad que su aspecto de elacin
retiraba toda chispa de confianza.
Bah, repar en aquella ocasin que mi nio estaba
con su traje desabrochado ; pas un cuarto contiguo,
y all lo arregl, y entonces ambos salimos con animo de sentarnos la mesa y cortar una ala de pollo
para el nio y un pedacito de pechuelo para mi, mas
la destroza fu general; nada entero habia en la mesa,
y si no me pareciese mentira, dira que casi todo lo
perteneciente al negocio comelon habia desaparecido
con la mas rpida velocidad; bah, lo que mi me pareca imposible, otros no lo dudaron, diciendo que
con la mas activa prontitud habian sepultado la mayor
parte en los abismos de sus estmagos.
Mas, eso no es posible, dije yo.
Pero mam, contest el nio, alguno de esos
muchachos habr llenado algn saco para tener provisiones por el camino.
Mientras tanto la comida se continuaba con el
apetito de los lobos, habiendo servido nuevos platos
la mesa, y entre ellos macarrones que se comieron la
italiana. \ Caramba ! qu espectculo, al parecer tomado con la mayor formalidad, y con todo muy propsito para el que no tomaba parte de l, reir: mas
mi nio la vista de tal entusiasmo se anim y me
pedi permiso para tomar su pequea parte. S, nio,
le dije, anda v sentarte cerca de tu hermana y ella
VIAJE POTICO PETROPOLIS
161
te servir de algn dulce; mientras tanto yo te esperar en la galera. Efectivamente sali al lugar indicado;
all estendi la vista y vi una linda j muy elegante
amazona, que con la mayor cautela se ape de una
mansa y muy gorda yegua, y despus de haberse arreglado su largusima falda su brazo izquerdo, entr
con pasos acompasados la fonda. Vi tambin en la
frente del lugar que yo estaba, un edificio con todas
las ventanas abiertas ; gracias tantas aberturas pude
ver el interior; efectivamente me pareci la residencia de una familia, porque vi una anciana que estaba
sentada en una butaca, y uno de sus brazos apoyado
un& mesa ovada, sostenida por una esfinge ; esta mujer, con actitud pensativa, sin estar ociosa, se entretena en dar golpecitos en una cajita, y tomando de ella
rap y mirando nna joven que supongo seria su nieta,,
la cual permaneca en un balcn con su rostro risueo, y lo que llamaba la atencin por ser demasiado notable, era ciertas graciosas ondulaciones
de cuerpo, indicando lo mucho que tenia la joven
de coqueta; su aire, sus flores caprichosamente colocadas entre las ondas de sus abundantes cabellos negros como bano, su traje todo blanco, y
una hermosa dionisia adornaba su pecho: esta joven aunque coqueta, observaba com notable aficin
el prado, sus ojos anhelantes de aquel terreno no
se apartaban. Cre por la apariencia que la joven
esperara su amante : efectivamente cierto caso que
presenci me convenci de eso. Verbi-gracia, vi un
joven arrogante, con trazas de currutaco por mejor
decir, con el orgullo de un conquistador, montado en
un caballo Argel, de manera que al descubrir el ginete
aquella joven del balcn, que como supongo esperaba
11
162
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
el mancebo, de la sensacin que sinti este, hizo
un esquince al mismo tiempo que el caballo daba una
rpida vuelta que infelizmente ech el presumido
caballero en el suelo ; esta escena algo ridicula por l
que deseos tendra de enamorar, y en el acto crtico
cay de cierto modo deplorablemente ridculo, y todava peor por ser prolongada, porque el sombrero
del ginete, al tiempo de caer este ultimo, el primero
habia volado hasta que por fin se habia quedado sepultado en las altas y espesas yerbas del prado. Jess,
ya lo creo que con natural estaba yo entretenida con
aquel caso olvidada del peligro eminente, porque poco
falt para tener que quedarme all embebida ; el esquiln habia tocado sin yo haberlo percibido, mas
todos los pasajeros ya habian dejado la mesa, mientras
tanto yo permaneca con los brazos apoyados en los
hierros de la galera mirando levantar el pobre joven
atronado la vista de su Dulcinea ; bah, admiraba yo
el joven tan guapo y orgulloso poco antes, y despus
de la cada, terrible, porque se dej su cara toda empolvada, el cabello desarreglado, la levita sucia,
qu mas dir para declarar el pobre ridiculo de
este sugeto horriblemente feo por su trastorno y
sin embargo, era digno de lstima verle padecer,
y con todo haca grandes esfuerzos para disimular, pesar del pobrete procurar su sombrero trashojando.
La joven que ya he mencionado, quando cay el
ginete del caballo dio tan terrible grito, que la anciana
se habia levantado y saliendo al balcn vio el joven en
mal estado sin mas motivo que por l haber perdido el
equilibrio ; desde el punto en que yo estaba o perfectamente la anciana exclamando:
VIAJE POTICO i PETROPOLIS
163
Oh Jess mi! Virgen Santsima! Como
est feo este muchacho!
Circunstanciadamente yo continuaba mi observacin: ! Oh! Cuanto mucho se notaba lo que sufra la
joven : mas en esta ocasin me desviaron enteramente
de tal escena; esto fu una voz que me decia:
Madama, se queda pasar la noche aqui ?
Oh! no, respond.
Pues el tren est pronto para partir.
El que buenamente me avis era una especie de
arlequn con trazas de chusco, no obstante de haber
hecho esta observacin con la rapidez de esas palabras.
Ah! muchas gracias, y me apresur para tomar
la direccin de la escalera bajndola corriendo, encontrando en mi camino una nia que pesar de mi
precipitada marcha me par para pedirme una limosna por amor d Dios. Sin ser posible dejar de atender
una voz angelical que pedia un humilde socorro,
saqu un billete de Banco de mi bolsillo, y dndolo
la nia, sin dejar de apretar la manecita de la pobre
criatura que me seguia hasta haber alcanzado el tren ;
entonces me sent en mi lugar dirigiendo una mirada
la nia; ella se habia acercado al tren y dicho estas
palabras con cierto jbilo natural de la infancia:
Ya v Vd. como Dios le reserv su lugar; hasta
la vista, seora.
Y esto diciendo, la pobrecita levant su manecita
agitndola con gracia.
Adis, nia, le dije, que el Cielo te guarde.
Como habia pasado tan veloz aqul momento, sin
el menor lugar ni siquiera de pensar, y sin embargo
una idea afectaba mi mente, cuando por instinto dije
161
VIAJE POTICO k PETROPOLIS
Mucho deseo tengo de saber de dnde ser esta nia
tan pobre de recursos, al parecer, y tan interesante
por su gracia personal. Cuan feliz seria y en poderla socorrer!
Acto continuo, una voz dulce que salia de la hermosa
boca de Li lia, que como he dicho, estaba sentada muy
cerca de mi. de suene que al oirme me contest.
Seora, si Vd. quiere, yo le puedo ofrecer un
mtodo para mitigar el infortunio de esta muchacha.
Oh! si,Seorita, desde ahora acepto; diga:Qu
he de hacer para aplacar mi compasin?
Li la respondi, con un tono formal, y al mismo
tiempo dejaba conocer ch-rta emocin reprimida:
Habr un mes que conozco esta nia, y puede
Vd. creer que e< digna de lstima; lo que estrao
mucho es esta libertad que su madre le permite, obligada, sin duda, por sus tristes circunstancias, y siendo
ellas mismas las que pueden estraviar esta inocente
nia de manera, para evitar su perdicin, ya me habia ocurrido una idea ; no la pas adelante porque
deseaba encontrar otra mujer para asociarme con
ella. Felizmente, ahora, que la encuentro, ambas deliberaremos y Dios permita que logremos sacar esta
nia de h desgracia.
0!i! si seorita, como Vd. dice,entre ambas conseguiremos hacer bien esta nia que es tan bonita y
d tanta lstima ver su lindo cuerpo dentro de un vestido tan roto.
Pues si, la madre de esta criatura es mas linda
todayh que su hija, es una guapa italiana; la he visto
hoy al pasar por su casa, que la tiene muy pobre, por
cierto, y su mayor desgracia es que tiene su marido
ciego ;antesde esta desgracia era un poeta como Angelli-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
*85
no. De manera que esta nia es el nico recurso de
sus padres que esperan lo que su pobrecita hija pide,
y siempre recibe, merced la caridad humana; y, con
lo que alcanza, aunque poco, viven sus pobres padres
y dos hermanitos, de manera que para aliviar esta pobreza, bueno sera poner la nia en un colegio, y para
completar nuestro acto benfico tacharemos una mensualidad sus padres para que se arreglen con sus dos
hijos que todava son nios.
Ahora bien, desde aquel momento bendec la casualidad que me permiti unirme con la bienhechora
idea de la buena Lidia, porque he conocido el corazn de un ngel. Bah, dejemos eso y pasemos al discurso del viaje.
En esta ocasin babian encendido las farolas del
tren, aunque todava no eran las 5 dla tarde, no
obstante comprehendi el objeto de esa anticipacin:
como todava habamos de pasar por algunos tunis,
bueno era evitar el encontrarnos envueltos enteramente por las tinieblas, aunque aquellas luces eran
flacas, sin embargo, de algo sirvieron.
Mi atenta observacin fu continuando encontrando
muy bonitos los alrededores de Arerr grande, j
viendo un rico edificio que con razn me dej admirada parecindome un castillo encantado, de aquellos
que nos pintan los'poetas en sus cuentos de hadas. La
construccin mas de ser hermosa, era slida, con
muros de fortaleza, una atalaya dominaba aquel pintoresco terreno. No s porqu objeto tan poderoso, detenia toda mi atencin ocupada en aquella torre; cierto
es que varias veces saqu la cabeza por la ventanilla del
tren, prueba evidente era eso de lo mucho que me
agradaba aquel perfecto cuadro, aunque visto de ais-
166
VIAJE POTICO PETROPOLIS
tancia lejana, pero bajo un cielo azulado y sobresaliente del campo mas pintoresco.
Qu encanto de grandeza encierra la torre esta
que la derecha hemos dejado ! Es verdad que est
hermosamente elevada como un astro en el firmamento?
Cierto, contest y al caballero que habia dicho
estas fra-es.
Bah, si Vd. supiera, Carmen, la historia que se
puede contar respecto de la duea de ese palacio, no
dudo que mucho Vd se interesara por tan bello asunto que con certeza ha de ser de su gosto.
Pues bien, tenga Vd. la bondad de dar principio
este asunto.
Mas como yo soy exigente, antes de hacer Vd.
sibedora de e-ta historieta, que algo tiene de novelesco, y no obstante me comprometo contar circunstanciadamente, y como yo la creo tan interesante,
digna de toda atencin, y como veo esto en Vd. imposible
Cmo imposible?
Cierto, porque veo que Vd. continuamente s e
levanta, y creo yo eso, falta de sociego, y mirando por
ac, y por all.
Exacto es lo que Vd. dice, mas no comprende
que eso es hijo de mi especial gusto y que no soy duea
de dominar? cierto que admiro estos cuadros...
Efectivamente, comprendo su admiracin, porque para Vd. que es estrangera, estos terrenos son una
novedad; mas por esa razn no quiero yo incomodar
* Vd., apartndola de su atencin terrenal para el
egosmo de aplicar su inters en mis palabras.
Sin embargo recuerdo que Vd. ha dicho que
VIAJE POTICO PETROPOLIS
167
mi me habia de gustar saber la historia de la duea de
este palacio. Acaso es de alguna herona?
Cosa semejante.
Me parece, Sr. Fursi, que mejor ser que
abandonemos las tonteras que de nada sirven, y vamos y al grano. Vaya Vd. contando, yo mientras tanto
escuchando, y hacindolo asi, puede Vd. creer que yo
no perder ni un pice de mi calculado proyecto. Esto
que dije y era relativo mi formado plan, que era el
de hacer despus una descripcin de mi viaje.
Parto de la historia de Clemencia Bel.
En ciertos puntos de la Baha, vivan un caballero y
una joven ; el primero se llamaba Pedro Alves Cabral,
y la ltima Clemencia Bel la cual era ahijada de
Pedro, que fu el descubridor del Brazil. No vivan
juntos; cada qual tena su palacio separado, mas antes
de ocuparlo Clemencia, habia vivido en los montes 15
aos; esta joven era estremamente rica, nicamente
careca de lo que ella mas anhelaba; eso era el amor
maternal; nunca habia conocido su madre, sin embargo, aunque criada con toda libertad, era muy virtuosa y dotada de la mayor belleza ; su garbo, aunque
algo tenia de salvaje, pero el lujo con que estaba adornada mereca la atencin general, y efectivamente era
asi; y como ella era una mujer llena de atractivos,
cul mas seductor, eran muchos los adoradores que
la pretendan.
Cas, y de la cuarta generacin sacaremos luz
otra Clemencia, verdadero retrato de la primera,
168
VIAJE POTICO PETROPOLIS
ejemplar de belleza, y tan instruida, que muchas personas se complacan en cultivar su amistad.
Cierto que 'a joven desdeaba las tonteras, pero
con tanta dignidad, que los hombres lo atribuyeron
orgullo, y eso fu un motvo para crearse enemigos ;
pero siendo tan poderosa la opulencia de Clemencia,
pesar de todo, ella vencedora, feliz viva; mas, como
este mundo est compuesto de hombres de todas
clases, asi es que mientras unos aplaudan la dignidad
mujeril, otros le estaban armando intrigas.
Cierto dia que en la opulenta casa de Clemencia
habia un esplndido banquete, donde asistieron grandes personajes, aconteci un a s o bien particular, el
cual esplicar despus de haber dado un insigniPicante
conocimiento respecto de las virtudes que tanto hermoseaban Clemencia.
Pues s. esta joven, despus de haber vivido en la
Bahia elevada por su posicin, como he dicho, dej
aquella tierra para vivir mas tranquila en ese lugar
retirado.
Vamos ahora contar uno de los actos de beneficencia emanados de Clemencia, y creo, que este solo
ser suficiente para atestiguar su generoso mrito,
elevando su virtud y conservndose siempre bajo su
pedestal casi glorioso.
Viva en la Baha habia 22 aos, un hombre portugus, muy honrado, nicamente tenia el defecto de
ser orgulloso, y en una ocasin peleando perdi su
brazo derecho ; y como l era empleado por el gobierno, en vista de l estar inutilizado, le quitaron el
empleo; este hombre se llamaba Prez, ya era anciano, y con mas razn llor su desgracia, que lo dejaba en la mas desesperada pobreza ; se vio aislado y
VIAJE POTICO PETROPOLIS
169
sin recursos; su orgullo no le permetia apelar la
terrible humillacin de pedir sus amigos; su mayor
martirio era considerarse para el prgimo objeto de
incmodo, y huy de la sociedad, mas perseguido por
su fatalidad no dej de dar cabida sus tristes pensamientos ; uno de ellos fu el de embarcarse para su
tierra; pero eso mas aument su afliccin, porque
bien sabia que ya habia agotado su dinero; ni siquiera
tena para satisfacer los pocos gastos del viaje. Por
ltimo, los sentimientos de Prez fueron confiados
un fraile capuchino, anciano y pobre tambin; este
conoca Clemencia, porque constantemente le daba
crecidas limosnas para repartir los hurfanos, viudas
y ancianos; asi es, que el capuchino hizo sabedora
Clemencia de la pobre situacin de Prez. La compasiva joven en seguida se desprendi de un l:00O#0O0
de jis y dndolo al capuchino, le dijo : Dar eso
ese infeliz, y cuando lo haya acabado venga Vd. m
y le entregar otra cantidad igual. Oh ! n, no creo
eso aceptable, y sin duda como l es tan raro llorar,
porque eso atacar su demasiado amor proprio. Estas
frasesdjo el humilde capuchino, cierto deque Clemencia penetrara el clculo que ellas descubran, y
mientras tanto dej el 1:0008000 en cima de una mesa, y sali del palacio de Clemencia; esta mujer que
todo lo habia comprendido, bah, dijo, no es una
limosna lo que ha de aliviar la desgracia de Prez, nicamente es un favor; este yo lo har. fuerza de
plata compr la noble joven el empleo que antes de su
desgracia tena el portugus, naturalisado brasilero
desde 22 aos atrs, y despus us del modo que
sigue: Hizo que parase en poder de Prez una carta
que contena estas palabras:
170
VIAJE POTICO PETROPOLIS
<< Un principiante que carece de capacidad sufi<< cente para cumplir un encargo'que el gobierno ha
tenido bian ordenar, su deseo es cumplir exacta mente, pero con el inters que merece, sin embar go, sin un apoyo vacila l y no se atreve comprome ter su nombre, y por eso apela Vd. que tambin
desempe su empleo durante 16aios, y despus
por su desgracia le quitaron ; si viene decir eso,
es nicamente para hacerle presente la necesidad
que tiene de su prctica respecto esas materias;
por lo mismo Vd. para mi es el primer sujeto que
me puede ser. til; l, ignorante con sus pocas se manas de empleo, no puede comprometerse cum plir los trabajos con exactitud, no ser que Vd. se
digne conducirlo con sus consejos ; en este caso l
desempeara muy bien el empleo y en cuanto al
salario que ahora felizmente est aumentado, se
repartira entre ambos.
El que haba desempeado este encargo era un pobre muchacho hijo de una viuda ; no tenia mas recurso su pobre madre, que lo que le daba su hijo
para sostener 5 hijos chicos, y esta familia era protegida por Clemencia, pero con tanto secreto que hasta
ellos mismos lo ignoraban : ahora bien, fcil es comprender, que desde luego acept la proposicin el
pobre Prez, y bendijo el dia aquel que para l fu
verdaderamente dichoso, y con todo permaneci durante su vida ignorante de aquella noble subrepcin,
hija de la buena Clemencia, mujer verdaderamente
filantrpica; no obstante no fu libre de envidias esta
bella matrona. Pues, como decia antes de citar este
acto natural por la generosidad de esa mujer.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
171
Cierto da que cumpla aos, Clemencia, parecindole proprio dar un banquete, lo dio, por cierto muy
esplndido y al tiempo que los convidados estaban
la mesa, obsequindose unos con otros, del modo
mas opparo y mientras tanto la msica tocaba un
himno nacional, cuando sbitamente interrumpieron
esta alegre escena tres cuatro criados que consternados se presentaron en el saln, donde coman regaladamente aquellos personajes, alarmndolos todos
con estos gritos: Seores, en el saln de baile hay
fuego ! Todos, hombres y mujeres, dejaron su lugar y
con velocidad corrieron al saln de baile y efectivamente vieron las llamas que rpidamente quemaban
los objetos de lujo que estaban esparcidos por all;
todo lo suma la electricidad de aquel nuevo Vesubio.
Clemencia que era omnmoda, desde luego comprendi
de donde emanaba aquel fuego; habia visto en su
casa, sin haberlo convidado, uno de sus mayores
enemigos, y tambin habia reparado que no se habia
sentado la mesa, de manera que l, atrevido, duende
perverso, que la fuerza de la envidia le hizo delinquir,
pues este era quien habia derramado la plvora, y
despus la habia encendido principiando por el cortinaje.
Clemencia sin manifestar alharaca, callada permaneci, sin embargo record que tenia en su cama una
nia que dorma, y mas que deprisa la fu salvar;
tampoco olvid un pobre ciego que ella tenia en su
casa por caridad, y tambin le salv con la rapidez de
un ngel. Por ltimo, ofendida Clemencia por algunas
ofensas, dej la ciudad de la Baha y fu vivir RioJaneiro ; poco despus supo que un sugeto sabedor del
crimen cometido en su casa, habia delatado el malvado
172
VIAJE POTICO TETROPOL1S
la justicia; lo prendieron, y le encontraron causa y lo
castigaron terriblemente; sin embargo, como Clemencia ya haba mandado construir este palacio que
fu de su gusto, nunca jams lo dej; solamente cuando muri^ y para reemplazar su falta existe su retrato
hecho por un gran artista, que parece sobrevive el original, y ms tantas estatuas hay perfectamente slidas que representan su figura ; no dudo dejarn un
recuerdo perpetuo de esa elegante matrona, que dej
tres hijos varones, los cuales rindieron los mayores
homenajes al hacer los funerales los restos amados
de su madre. Por ltimo, en este palacio hay preciosas
curiosidades, retratos magnficos, sobre todo el de
Pedro AlvesCabral.
Ese personaje que fu descubridor ?
Yo lo creo, y qu grande hombre, Jess, qu
valor!
Pues bien, yo deseo saber algo respecto de ese
personaje histrico que ha existido en un punto brazilero. A propsito, y disculpe Vd. que interrumpa ese
asunto por otro no menos interesante ; dicen que es
immenso este terreno brazilero y que hay tantos indios, y que los del interiora pesar de ser salvajes, son
muy adictos al Monarca.
Ya lo creo !
Ahora recuerdo cierto caso que apoya lo que he
dicho. Habr unos ocho aos que llegaron la corte
del Brazil unas familias indias, y que nada menos llevaban de continuado viaje, tres aos, y su peregrinacin nicamente era para llegar la corte y ver el
Emperador y la augusta Emperatriz que es tan buena,
que el mrito de su bondad, hasta ha conmovido los
indios admiracin y respeto.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
173
Si, mi tambin me recuerda perfectamente
este caso, y por cierto llegaron estos indios pobres, y
cuando se volvieron para sus montes, que fu despus
de una corta permanencia en la corte, fueron con
cuatro pares de muas jvenes, propsito para
resistir al gran peso de sus cargas todas de ricos gneros y talegos de dinero que la familia real habia
dado por limosna, y mas algunas cosas que deban la
caridad agena.
Bah, insensiblemente nos hemos apartado del
descubridor.
N, voy y principiar la historia, por mejor
decir, recordar algo ese respecto. En cierto punto
del Brazil, en los desiertos, en las riberas del mar, en
cierta ocasin descansaban unos indios, y atentos
observaban el Ocano que estaba horriblemente agitado por una terrible tempestad; las olas eran tan
altas y al mismo tiempo bravas, que con fuerza levantaban un buque que luchava y que fatalmente el mar
lo venca, porque ya se vea sumergir levantar, pero
nunca salir del peligro ; y por ltimo, despus de una
terrible lucha entre las ciencias nuticas de los pilotos
que habia bordo de aquel fuerte buque que peleaba
contra las olas del mar, y l, que probablemente se
hubiera salvado, no caer desgraciadamente el buque .
con fuerza entre las rocas, y en ellas se estrell.
Como aquellas rocas estaban pleamar, y sobre
todo, la resistencia de un furioso temporal, bravas
como los diablos, aumentaron la desgracia haciendo
que con brevedad todo desapareciese.
Sin embargo, poco despus apareci un ramal, y
que formaba como un crculo, cada uno de los cabos
estaba amarrado un joven, que ambos avanzaban la
174
VIAJE POTICO PETROPOLIS
ribera de aquel desierto fin de salvarse; por ltimo
surge uno, y luego el otro ; al verse con los pies firmes
se creyeron salvados, y con alegra ambos se abrazaron.
Estos jvenes eran portugueses; el mas alto, era
muy guapo, arrogante y con trazas de caballero, llamado Pedro Alves Cabral, y el otro, que era notable
por su viveza y aspecto simptico, se llamaba Diego.
Mas tarde los indios le daban el nombre de Caramuvui;
ahora bien, cuando los jvenes repararon en tos indios
que les estaban observando, pero sin temor ellos se
acercaron.
Como aquellos indios habian presenciado el naufragio, estaban conmovidos, y desde luego aquellos salvajes encontraron simpatas en los vivos ojos de Diego;
de suerte, que los dos portugueses fueron conducidos
las cuevas de los indios.
All permanecieron sujetndose las circunstancias,
y eso no fu por poco tiempo ; esto s, fu mas que
suficiente, para enterarse de los costumbres de los indios, y de la sustancia de aquellos terrenos. Sus ocupaciones eran, por ejemplo, la caza; mataban aves, y
despus de asadas las coman. veces aquellos cazadores eran mas felizes, porque mataban fieras y aprovechaban las pieles, asi es, que abundaban de ricas
pieles de tigre, y preciosas plumas de ave.
Una cosa admiraban los portugueses: esto era el
modo casi delicado con que aquellos indios obsequiaban las mujeres y los chicos, siempre procurando
lo mejor para aquellos dolos adorados con el mayor
entusiasmo. Los jvenes portugueses, con el tiempo
fueron tomando mucho inters por los salvajes, asi es,
que les ensearon la Doctrina cristiana.
VIAJE POTICO PETROPOLIS
175
Result que una joven india se enamor de Diego,
y desde aquel dia despreci todos los indios, y nicamente estaba loca de pasin por el simptico Diego.
En cierta ocasin que la india y Diego estaban holgadamente sentados la ribera del mar, gozando de
un vientecito galerno, y viendo Diego con alegra,
pasar cierta distancia lejana un buque, luego el
joven se levant hizo seas; mas los que en el
buque estaban no le hicieron caso ; tal vez desconfiaran ; porque con evidencia saban que aquellos lugares pertenecan los indios, y en aquella ocasin
tenan fama de brbaros, y eran temidos por todas las
naciones.
Ahora bien, Diego, que tan vivo era, y que no careca de ingenio, en sus horas ociosas, habia hecho
con toda perfeccin una barquilla de caas bien juntas,
la cual la tenia en las aguas, y siempre fu respetada
por los indios; pues bien, en aquella ocasin que me
refiero, acto continuo desat su barquilla, que amarrada estava, y bogando fu en direccin al buque que
andaba toda vela.
La india que eso presenci, lloraba sola y decia:
No me dejes, vn, y despus llvame contigo, mi
buen Caramuvui, de lo contraro yo me arrojo en
el mar.
Diego no contest las tristes palabras de la india,
porque nicamente atenda en el rumbo del buque,
porque l quera todo trance alcanzar, y en efecto,
felizmente consigui ser recibido bordo de la fragata
Mara Dolores, de nacin espaola.
J>:-
VIAJE POTICO A PETROPOLIS
CAPITULO X.
La vufelta de Diego.
Unos seis meses despus de estos acontecidos, se
vio, en una maana apacible#una escuadra portuguesa ; al parecer la intencin de los gobernadores de
la escuadra era dar fondo los lugares que he mencionado, y que ya eran frecuentados por el almirante.
Efectivamente, en aquellos puntos de las costas brazileras, se vieron una infinidad de lanchas, que los de
las fragatas habian echado en el mar; entonces fuerza
de remos se acercaron la tierra.
Ahora bien; el gefe de esta escuadra era Diego, que
como vemos, no habia olvidado el sitio que seis meses
antes habia abandonado, embarcndose en su pobre
canoa de caas, y que sin embargo, tan slidamente le
conduci cierta distancia lejana.
Diego antes de partir, habia quedado acorde con Pedro, es decir, ambos estaban ojo alerta y dispuestos 1
aprovechar la barquilla la vista de una ocasin. Pedro
cuando percibi la ausencia de su compaero, y la falta
de la barquilla, no dud de lo que habia sucedido, y
asi es, que tiempo despus Pedro estaba alerta espe12
178
VIAJE POTICO PETROPOLIS
rando un dia feliz, y desde el amanecer hasta el anochecer no se apartaba de las orillas del mar, no tan solamente eso, si que tambin subia los montes mas elevados para el objeto de descubrir de lejos cuando Pedro
descubri la escuadra, y que se acercaba por grados,
viendo ya perfectamente todas las vergas y palos adornados por banderas, y lo alto del tope vio izar una
de blanca con una cruz ; al verla sinti tanta alegra,
que sin contenerse reboso, y con fuerza de entusiasmo
grit agitando, n su pauelo, porque de esto y mas cosas careca, pero encontr la mano una palma tierna,
que en seguida arranc, y desde el monte en que estaba,
daba sus saludos sus compaeros diciendo:
Viva!... Viva!...
Y el eco repeta par#iendo muchas vozes, no siendo
mas que una.
Desde el lugar que observaba Pedro, vio cuando las
lanchas se acercaban las rocas, y despus, felizmente, vio saltar tierra gefes, oficiales y dems;
entonces Pedro, alentado por el placer, se sinti
el mortal mas dichoso, y como cristiano consagr
sus primeros impulsos de agradecimiento Dios y se
arrodill. Bah, nos formaremos una idea, aunque no
sea exacta, de la espresion viva de su ademn. Oh! juntara sus manos y elevara su valiente corazn, y oraria
con fervor; despus, desde la cumbre del alto monte,
bendijo la tierra y los montes, y con jbilo esclamaba:
Dios bendiga el Brazil, que muchas riquezas
posee, y no obstante no se apreciaban con arreglo
su mrito, porque se ignoraba todo eso tan bello,
mas desde ahora ser tierra bendecida y la maravilla del mundo. Acto continuo, como si por milagro
fuese oida la salutacin de Pedro, los caones de
VIAJE POTICO PETROPOLIS
179
bordo de la capitana saludaron las costas brazileras;
mientras tanto Pedro apresuradamente, como si poseyese el encanto de llevar en aquel acto presuroso
alpedes, que le daban facultad de volar por aquellos
barrancos, porque luego se encontr en el sitio que
habian tomado por desembarcadero.
El primero que vio Pedro fue Diego que vesta su
rico uniforme de almirante y hermosas condecoraciones de muchos pases brillaban en su pecho, pruebas
evidentes del mrito de aquel joven; claro es que eran
honores de antes del naufragio ; mas luego que vio
Pedro fu caer en sus brazos que l ya tenia estendidos para en ellos estrecharlo.
Ahora bien, con grande algazara y al mismo tiempo
alegra, se oy el grito de:
Viva, viva Pedro el descubridor!...
Cmo es eso? dije yo interrumpiendo el narrador, el descubridor no era Diego, el gefe de la escuadra ?
N, el descubridor fu Pedro, que ante todo habia descubierto el Brazil antes de naufragar su buque.
Ah, s, ya recuerdo.
Mas, como decia, tantos vivas repetidos, y vozes de
bronce de los caones de las fragatas alarmaron los
indios, mas como eran buenos, ni siquiera pensaron
en ser agresores ; algo inquietos permanecieron, pero
se apaciguaron cuando oyeron un discurso hecho por
Pedro, de suerte que algunos de ellos y familiarizados con su lenguaje, se arrodillaron agradeciendo las
proposiciones discretas de Pedro.
Todava falta mas una esplicacion, y voy hacerla
en seguida.
WO
VIAJE POTICO PETROPOLIS
La India A s t u c i a s .
Diego, grande valiente, y el mas bravo entre los
hombres, y con todo muy amable con las mujeres,
en su espedicion Portugal no olvid la india llamada Astucias, la cual era una joven de cierta
guapeza bizarra y tipo salvaje; digo eso, porque he
visto su retrato ; existe en el palacio de Clemencia:
dicen que Astucias era el idolo de una multitud de
adoradores, y que posea cierto encanto, que apreci
Diego. Este atractivo era cierta idoneidad; el joven
portugus, por la india senta algo semejante al
erotismo; asi es, que luego de haber cumplido con
las ceremonias que requeran las circunstancias, el
joven fu en busca de la india.
En los montes, no la encontr; desconfi si seria
muerta, y pregunt un indio conocido, por ella. Este
contest, que la pobre joven habia mucho tiempo que
no sala de la cueva de su padre.
Diego, pasos redoblados fu all; la india no tena
madre, y estaba sola en la grande cueva, que mucha
parte de ella era oscura, y en un rincn circunferencialmente reducida, encontr la india acostada en
un cadalecho compuesto de guano y hojas secas de
maz, y cubierto su cuerpo con pieles de armio y de
tigre: un guacamayo estaba en la cueva, muy cerca
de la india, que tena esta ave por compaera; tambin
tenia un mono alto que le servia de criado ; por su inteligencia mereci el nombre de Simn; asi es como
VIAJE POTICO PETROPOLIS
181
ie llamaba Diego. Astucias permaneca como aletargada por un estraordinario efecto de licantropa. Diego
cuando vio tal abatimiento, tom los brazos de la joven y los sacudi con fuerza, y con el mayor inters
le decia:
Dime, mi amiga, qu es eso? Ser acaso
guchara?
Eh? di, bah, parece que ests durmiendo, va-*
mos perezosa, levntate, para qu sirve esta cuita que
tanto te aflige? Cuando yo vengo visitarte, di Astucias, no estabas anhelante por verme ? pues bien,
aqu estoy, no quiero verte asi; anda, anmate, anda
por los montes y procura tus amigas, los aires
puros te harn bien, hoy es dia de jbilo, y es preciso festejarlo, bah, anda, t no tienes calentura, lo
nico que tienes es tristeza; sal de la cueva y eso pasar, y maana, si Dios quiere, ya estars dispuesta
para bailar la cumb con tus compaeras;
Esto diciendo Diego, se dirigi Simn dicindole:
Anda t, trae alguna cosa para tu seora.
El mono obedeci luego, trayendoun coco vaco que
servia de taza y derramando all zumo de ananaz y ei
lquido de caas dulces, lo ofreci su enferma seora ; entonces Astucias se levant como sobresaltada,
pas la mano por sus ojos, y convencida de lo que
pasaba, no fu duea de contener sus impulsos; un
vrtigo mas que dichoso se apoder de ella, y mirando
como una loca de amor, el brillante uniforme del almirante, esclam:
Oh! Ser verdad que aqu est Caramur?
no es un sueo ? Ah! eso, cuando yo pensaba
que l me habia olvidado!
N, no te olvid, mi buena amiga, as es que por
182
VIAJE POTICO PETROPOLIS
ti, he traido de Portugal trajes muy bonitos para tu
vestirte como las damas de m pais.
Oh ! En dnde estn ellos?
Diego sali de la cueva y dio un alto y prolongado
silvido ; un cuarto de hora despus, aparecieron 8
hombres con blusas y sombreros de marineros, y
entraron en la cueva dejando unas cajas; despus
vieron que no los nececitaban, inclinndose respetuosamente, salieron. Entonces Diego abri una de las
cajas y sac un precioso vestido de tis y todo lo dems propio para completar un magnifico atavo mujeril ; nada habia olvidado el joven; ropas blancas,
chinelas de raso con una estrella de oro para adorno,
ricas alhajas y, por fin, todo un ajuar completo. Mientras tanto Astucias admiraba todo eso, Diego sali de
la cueva dando libertad la joven para vestirse.
Aunque no estaba habituada Astucias con aquellas
cosas, se arregl perfectamente : escogi un rico vestido, una camisolia de batista con encajes, la cerr
con dos botones de brillantes; enaguas de raso carmes, el vestido escogido, como ya he dicho, que era
de tis, y despus dej caer un velo en su cabeza : entonces sali de la cueva.
A la sombra de una palmera encontr Diego ;
este, cuando vio la india tan dbil la mand sentar;
Astucias sin hacer caso de su lujo supersticioso, se
sent en las yerbas estendiendo su vestido blanco y de
tan rica tela que brillaba! Entonces habl:
Cuando te vi entrar en la cueva desconfi de t;
tu lenguaje me tranquiliz; ahora te pido perdn.
Cuando te vi partir con tu canoa pens morir de dolor!
mi desespero fu tan cruel y me inspir tanto horror la
vida, que desee lamuerte, y para que ella fuese breve,
VIAJE POTICO PETROPOLIS
183
me acerqu la sombra del manzanillo, respirar las
venenosas flores, y as introducir la muerte ; mi padre
que eso vio, lo impidi. Ahora soy tan feliz, como
desgraciada antes.
Entre nosotros rein un silencio, como si todava
se esperase la continuacin del cuento; adivinndolo
el narrador, cort el silencio, diciendo :
Pues s, he concluido mi cuento histrico, sin dejar .
ni un pice.
Todava me falta saber qu clase de personajes
eran los que han figurado en particular ?
El descubridor, creo he dicho, era un grande
personaje distinguido por su inteligencia, En cuanto
Diego, ya lo he dicho. Astucias la india era hija nica
del rey de los indios.
Cmo es eso ? Acaso tienen rey los salvajes ?
Oh ! s, y que bien le respetan rindiendo una
rodilla estando su presencia, y permanecen con la
cabeza descubierta y baja, hasta tocar la tierra, y en
sumisa actitud.
Cmo se llamava este indio?
Dalgo, y era bueno por naturaleza, noble sobre
todo. Cuando los indios en los montes cazaban y eran
felizes, ofrecan lo mejor, su rey, por ejemplo, un
oso, jabal ciervo, mas l agradeca sin aceptar.
Y porqu, eso, por orgullo acaso ?
No s, sera una de sus ideas salvajes.
Bien: lo que deseo saber ahora es qu hicieron
los portuguezes en los desiertos ? y tambin falta saber,
de qu se valian los indios para matar las ciervas antes del desembarque de los portuguezes?
Claro es que seria de su lanzon patupatu y flechas, y cierto es que los portugueses formaron una ciu-
184
VIAJE POTICO PETROPOLIS
dad, y en una de sus escavaciones encontraron oro; y
como los indios conocian los brillantes, encontrando
uno tan grande que lo regalaron Pedro, cuyo brillante
l lo mand Portugal y fu tan apreciado, que se coloc en el centro de la corona real.Con toda mi atencin
lo que dicho tengo, no dej de ver que brillaba en el
cielo el vspero, de manera que la tardecita ya se despeda, porque daba entrada la noche: los rboles,
colonias y mas huertas se vean confundidas.
Por ltimo, el crepsculo rein; esta opaca luz que
v acercando por grados prudentes la noche, es la hora
mas triste y misteriosa del dia ; se despide el dia, y
todava no ha entrado la noche, falta la viva luz natural y falta tambin la artificial, porque todava no han
encendido las farolas; permanecemos por pocos instantes envueltos en los misterios de a vida. Sin embargo, aunque tristes, no nos s horrible aquella
oscuridad que tan fcilmente se corta por mtodo de
gaz velas otros chismes ?
Estas horas que religiosamente recuerdan el misterio
abierto por una Doncella virtuosa y Santa llamada
Mara, que con fervorosa oracin, en su retiro pedia
al Eterno la salvacin del prjimo, de las almas que
tan caras costaron Cristo cuando antes de eso estaban condenadas sufrir males enormes, estando el
Eterno ofendido por causa de los pecados cometidos
en la familia de Adn.
Ah suaves, dulces y misteriosas son aquellas
horas que encierran el dia y las campanas de las
torres de los templos cristianos tocan el signo de
las Ave Maras. Quin resiste un recuerdo indeleble y que ser por lo regular perpetuo en los cristianos, por ejemplo, la salutacin del ngel San Gabriel,
VIAJE POTICO PETROPOLIS
185
este anuncio de paz entre el Cielo y la tierra? Oh!
benditas horas esas que dieron lugar al anuncio de
que en el mundo vendra un hombre tan sublime!
Pues s; ante todo eso, triste lloraba la Doncella
Mara recordando que con razn el Cielo estaba ultrajado por las ofensas de los hombres, y las feas debilidades de las ambiciosas mujeres, habiendo todo pasado de los limites lcitos, siendo el mundo un desorden.
Como el talento de la Doncella era tan selecto,
pensando y meditando en la profundidad de su meditacin comprendiente todos los arcanos del Cielo,
record los castigos ya esperimentados en muchas partes, por ejemplo la destruccin de Sodoma, Gomorra,
Adama, Seboim y tantos pases incendiados para escarmiento, y sobre todo, lo peor sera el diluvio que dicen
muchos que fu universal. Oh, todo eso recordaba ka
Doncella como^terribles castigos mandados al mundo
por el Eterno.
De suerte, que con solicitud original, movida por
la emocin, suplicaba al Seor que no castigase el prjimo, que fuese clemente como era sublime; y, si preciso era una vctima como sacrificio para espiar faltas
del pueblo rebelde, siendo mas ignorantesque malos y
sobre todo, que tuviese piedad; piedad pedia al Cielo
Mara, la Estrella del alba, Torre de marfil, Arca de
alianza, Puerta del Cielo, y siempre nuestra buena
madre. Pues s; tanto era el inters que tom por el
prjimo, que no cesaba de pedir al Eterno que aceptase
para aplacar la justicia Divina, su cuerpo virginal
como sacrificio del pueblo.
Este humilde mtodo fervoroso de orar, comprendido el misterio como nadie comprendi, exactamente
fu la mujer llena de gracia, pedida del Cielo, y asi
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VIAJE POTICO A PETROPOLIS
es, el Criador mand el mensagro ngel anunciando
la Doncella que estaba escogida por el Eterno para ser
la Madre Virgen, del Hijo del Cielo.
Vamos ahora esplicar con mas estension este asunto
importante que yo he tomado para un recuerdo religioso.
Bien sabemos, mi amada y muy paciente lectora,
hija mia, que en ciertos tiempos antiguos, antes de la
venida de Cristo Nuestro Redentor, hablando teolgicamente, las tendencias que abrigaban los hombres
antiguos aunque religiosas, eran muy diferentes de
las actuales. Por conseguiente, no estraemos las leyes
de la poca antigua que emanaban de hombres brbaros que carecan de toda ilustracin, falta de esperiencia y justicia, sobre todo el poder estaba en la fuerza, n en la razn. Como la fuerza la tiene el hombre,
la mujer nada era.
No soy terica, sin embargo, comprendo la gran
distancia que separa las tendencias modernas de las
antiguas, en la actualidad las leyes son tan dulces, tan
justas, que con evidencia es un gusto observarlas; de
suerte, de la base que emanan, no pueden fallar de
ser buenas; los que forman la ley, son sabios, ilustrados por los estudios de muchas ciencias y fuerza de esperiencia ; y asi es, son fuertes por los dbiles, protegen el sexo femenino tan al contrario de la poca antigua, que miraban en la mujer una esclava.
Asi es, que las doncellas, con toda su pureza, eran
el objeto de inters pblico; por ejemplo, Hena, la
virgen de Sen: pobre joven, por su belleza, por ser ella
la primera beldad, los 15 aos de edad fu escogida
por su pueblo para hacer de ella, tan preciosa criatura
el mayor sacrificio de la patria que estaba en princi-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
187
pios de guerra con los estranjeros, es decir galos contra francos.
Decia la voz del pueblo, que los sacrificios de la
hermosura, la pureza virginal, sangre derramado en
el altar sagrado, era lo suficiente para aplacar la ira
del Eterno.
Jess mi, y qu mximas tan brbaras tenian
aquellos hombres antiguos ! Bah, seran unos badulaques diciendo que el Eterno estaba airado. Quin cree
eso? |Oh! nunca, jams, en el Cielo entr la ira; verbigracia, como decia, que las vrgenes que escgia el
pueblo como he dicho que era por distincin de hermosura y virtud, sin embargo de ser sacrificadas en el
altar de la patria, cuyo acto le daban toda la solemnidad, no dejaba de orgullecer el sacrificio de la vctima
y aquella muerte era hija de la vanidad, y sin embargo
hacian alarde de lo que tal vez no existia: esto es,
aquella perfecta virtud que haba de obligar por la sublimidad franquear las puertasdelCielo: mas aquellas
doncellas no comprendan su sacrificio ; carecan de
esta disposicin tan exacta por una comprensin sublime.
Sin embargo, sacrificaban su vida, pobres doncellitas, por complacencia del pueblo, y, por desgracia
los sacrificios no tenian suficiente valor por los requerimientos que exigan,aunque misteriosos, no dejaban
de manifestar su grande elevacin perteneciente los
Cielos. Ahora bien, en cuanto asuntos terrenales, los
sacrificios de las doncellas eran tomados por actos de
valor guerrero, y esto no andara acorde con los misterios humildes de la religin.
Mas esta nica Doncella Mara Santsima, de rodillas
oraba con su alma sublime retirada en su modesta
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
habitacin, esto era cuando el velo de la noche se despliega para estenderse.
Oh! Cuan pura, cuan noble, fu Mara Santsima!
exactamente comprendi los decretos celestiales, porque su alma estudi lo mas sublime, y con el mismo
sentido acorde con los decretos divinos ofreci su sacrificio, y fu aceptado. Ah! estaba destinado por el
Eterno que ella habia de beber el cliz que contenia
el nctar anglico.
Oh ! este generoso acto de parte de Mara Santsima, reitero, fu cuando el lucero mas brillante
se descubre en el firmamento.
Como recuerdo de esto, ya antedicho, tambin
consagro yo un recuerdo indeleble mi madre, que
tenia la devocin, cuando oia el toque de las campanas de la tardecita, me mandaba mi arrodillar, y
ambas rezbamos tres Ave-Maras, acompaando con
ciertas palabras latinas. Oh! benditas horas esas!
qu dulcemente me recuerdan la patria, mi madre,
y la Virgen del Cielo!
^ 2
VIAJE POTICO PETROPOLIS
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TERMINACIN.
La noche triste, cubierta por su velo tupido, triste
es para los viajeros, porque les priva del placer de ver
la campia, tan risuea de dia como triste de noche,
si, por desgracia, es esta sin luna; mas ya nada repar,
porque, sobre todo, estaba y como una estatua; mi
pescuezo imposibilitado de virarlo, habia perdido el
movimiento de tanto como habia trabajado; retiro esta
palabra porque es una mentira ; la verdad es que la
curiosidad era tan superior, que ella todo lo sacrifiqu, siendo continuamente que viraba el rostro de un
lado para otro, sin parar un momento, de manera que
no era estrao que estuviese con los nervios del pescuezo doloridos, y cierto punto lastimados y lo peor,
las tontas piernas, sosas, sin ningn movimiento, como
e6taba sentada habia muchas horas en el tren, ya lo
creo que se habian puesto como palos, de modo de incomodar mas que del punto regular ; de manera que
yo as, y el horizonte oscuro, era una masada muy
oapaz de aborrecer; recordaba mis chiquitos hijitos,
cmo, Dios mi, los encontrara?
Vi mis compaeros de viaje tambin cansados, y
con razn permanecan todos cabisbajos y esperando
con vido deseo llegar.
Gracias Dios llegamos la estacin de D. Pedro II;
estaba llena de transentes, mas nadie mir, tan distrada estaba; asi es, que tan luego de apeada del tren,
inmediatamente me fui para casa; felizmente ella lie-
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
gu, encontr mis hijos en la escalera, y en seguida
abraz aquellos pedacitos de mi corazn. Entr mi
habitacin, y como ya era tarde, mi conversacin de
plantas, flores y pjaros les caus somnfero y se durmieron en mis brazos.
Mi amada hija: Voy decirte dos palabras mas, antes de concluir:
Como supongo, habrs leido esta mi obrita, y convencida de la sinceridad, emanada ya desde mi advertencia del principio, de manera queno habrsestraado
nada; creo tambin que nuestra parcialidad, mas que
suficiente para t, mi buena hija, perdonarme, siendo
eso el pobre consuelo que me queda; mas tengo la
conciencia tranquila porque no te enga; mas me
falta advertirte las faltas aadidas de parte de la imprenta.
Como tu ya habrs leido, en la pgina 7 que dice
quando, y mas abajo dice posea, lase
cuando, posee; pgina 10 dicequando,
lase cuando; pgina 51 dice conduzir, lase
conducir; pgina 82 dice distrahir, lase
distraer; pgina 87, lnea 21 dice espera,
lase espesa; pgina 100 dice embainada,
cuando ha de decirenvainada; pgina 134 dice
Versailles, como escribo en espaol se ha de leer
Versalles; pgina 161 dice izquerdo, ha de
decir izquierdo; tambin dice com, y es
con; pgina 162 dice esquince, ha de decir
esguince; dice quando, y es cuando;
pgina 165 dice babian, ha de decir habian;
dice comprehend, ha de ser comprend; p-
VIAJE POTICO PETROPOLIS
191
gina 166 dice gosto, lase gusto; pgina 171
dicepreprio, hade decirpropio; pgina 174
dice Caramuvui, ha de decir Caramur. Por
ltimo, tal vez mas algunas faltas hay que yo no repar.
Sin embargo, la confianza que me inspira la sabidura,
la bondad y la delicadeza de las personas quien yo
tengo especial gusto de regalar un ejemplar de esta
obrita, siendo eso suficiente para tolerar mis faltas,
de que yo, pobre mujer, soy la nica responsable.
No quiero, sin embargo, cerrar el libro, sin darte
un esclarecimiento que casualmente cogi, respecto
de un caso de que en l se habla.
Un domingo sal paseo acompaada de mi esposo,
Sebastian y Guillermo tus hermantos, y mas un joven
espaol recien llegado de Europa, el cual es capitn
de buque mercante. Visitamos el Museo de esta corte,
vi todas aquellas curiosidades; lo mejor que vi fu un
lindsimo buque de marfil. Despus de haber visto las
artes'y mas cosas de mrito, pasamos ver los animales cuadrpedos; solo de vivos habia dos : un len escapado de una leonera de la Tijuca y un rinoceronte.
D. Antonio, nuestro compaero de paseo, cuando
vio el tal animal, mirndolo con inters dijo:
Ah! Con que ests preso aqu, grande tunante?
Est Vd. loco, capitn ? dije yo.
Por qu, mujer?
Porque habla con este feo monstruo y hasta le
demuestra cario.
Jess! yo cario ese tunante? no soy tan
bobo, pero como lo conozco, me admira verlo en el
Museo.
Y cmo es que Vd. conoce este rinoceronte?
Porque yo lo compr en Barcelona, espresamente
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VIAJE POTICO PETROPOLIS
paTa traerlo un amigo que me lo encarg para l tenerlo en su leonera, y el caso fu que en la traslacin
desde mi bergantn la quinta, el picaro se escap de
la jaula en que estaba. Cierto que yo no pensaba ver
en el museo tal pliza.
Mas cmo conoce Vd. que sea el mismo?
Por una marca hecha por mi; vea Vd. la oreja izquierda.
Si, veo que la tiene un poco cortada.
Mam, este animal feo, es tal y cual aquel que
tenia amarrado un rbol el criollo que fu tan buen
cazador que mat la culebra la vera del ro Parahyba.
Puede ser, hijo mi, como l dijo que lo habia
de llevar al Museo, y tambin era rinoceronte, puede
quesea.
S, si, es el mismo del capitn, aquel es este, yo
ya habia reparado que tiene una marca.
Aqu hago punto final, y adis, hija mia.
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