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Los Cinco Se Ven en Apuros (8) - Enid Blyton

Los cinco niños planean ir de acampada durante sus vacaciones de Pascua usando sus bicicletas y tiendas de campaña. Sin embargo, los tíos Quintín y Fanny tendrán que ausentarse repentinamente, dejando a los niños solos en la villa. Julián promete cuidar de los demás durante la excursión.

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Los Cinco Se Ven en Apuros (8) - Enid Blyton

Los cinco niños planean ir de acampada durante sus vacaciones de Pascua usando sus bicicletas y tiendas de campaña. Sin embargo, los tíos Quintín y Fanny tendrán que ausentarse repentinamente, dejando a los niños solos en la villa. Julián promete cuidar de los demás durante la excursión.

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Son

las vacaciones de Pascua y Los Cinco se instalan en villa Kirrin, pero un


contratiempo hace que los tos Quintn y Fanny tengan que ausentarse
durante unos das. Entonces, a los chicos se les ocurre una brillante idea:
irse de acampada, con las bicis como medio de transporte. Comienzan la
excursin muy entusiasmados y pronto hacen un nuevo amigo, Ricardo,
quien se une a la divertida aventura. Sin embargo, se ven en apuros al
descubrir que unos hombres los persiguen. stos confunden a Dick con el
pequeo Ricardo y lo secuestran con misteriosas intenciones. Los dems
deben encontrar un buen plan para salvarlo.

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Enid Blyton

Los cinco se ven en apuros


Los cinco - 08
ePUB v1.0
4.8.13

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Ttulo original: Five get into trouble


Enid Blyton, 1949
Traduccin: Judith Peco de Danon
Ilustraciones: Jos Correas
Diseo: Jos Correas
ePub base v2.1

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Captulo 1
Planes para unas vacaciones
Verdaderamente, Quintn, eres una persona muy difcil de manejar! se
lament ta Fanny dirigindose a su marido.
Los cuatro nios, sentados a la mesa, tomaban su desayuno en silencio,
interesndose por lo que oan. Qu haba hecho el to Quintn esta vez? Julin gui
un ojo a Dick y Ana le dio una patadita a Jorge por debajo de la mesa Se enfadara el
to Quintn como lo haca con tanta frecuencia?
Sostena una carta en la mano, que su mujer acababa de devolverle despus de
haberla ledo. Aquella carta haba originado la discusin. To Quintn frunci el
entrecejo, mas, al fin, decidi no encolerizarse. En lugar de ello habl con bastante
suavidad.
Bien, querida Fanny, cmo crees que puedo recordar con toda exactitud
cundo llegan las vacaciones de los nios y si les corresponde pasarlas con nosotros o
con tu hermana? Sabes que debo preocuparme por mi trabajo cientfico y, en este
momento, se trata de algo muy importante. No puedo pasarme la vida pendiente de
cundo se terminan o empiezan las clases!
Por lo menos podras preguntrmelo exclam ta Fanny, exasperada.
Cmo has podido olvidar que habamos decidido invitar a Julin, Dick y Ana para
las vacaciones de Pascua, porque disfrutan mucho de Kirrin en esta poca del ao?
Dijiste que te arreglaras para ir a dar tus conferencias despus de las vacaciones y no
a la mitad de ellas.
Es que terminaron muy tarde dijo to Quintn. No pens ni imagin qu
sucedera as.
Bueno. Pero t sabas que las Pascuas venan retrasadas este ao, as que
forzosamente tenan que terminar tarde rechaz ta Fanny suspirando.
A pap no se le ocurre pensar en esas cosas intervino Jorge. Qu pasa,
mam? Es que pap quiere irse en la mitad de nuestras vacaciones, o qu?
En efecto asinti ta Fanny, y alarg la mano para coger otra vez la carta.
Veamos. Tendr que irse dentro de dos das y, con toda seguridad, me ver forzada a
acompaarle. No puedo dejaros solos aqu, nios, sin nadie ms en la casa. Si Juana
no estuviese enferma, no habra problema, pero no volver antes de una o dos
semanas.
Juana era la cocinera. Todos los nios la queran mucho y sintieron sobremanera
no encontrarla all al llegar para las vacaciones.
Nos cuidaremos nosotros mismos facilit Dick. Ana es bastante buena
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cocinera!
Y yo puedo ayudarla tambin aadi Jorge.
Su verdadero nombre era Jorgina, aunque todo el mundo la llamaba Jorge. Su
madre sonri.
Bueno, Jorge, la ltima vez que cociste un huevo, lo dejaste dentro de la
cacerola hasta que se sec. No creo que a los dems les guste tu manera de cocinar.
Es que me olvid de que el huevo estaba all protest la nia. Fui a buscar
el reloj para calcular el tiempo y por el camino me acord de que Tim no haba
cenado y
S, ya lo sabemos respondi su madre rindose. Tim cen, no faltaba ms.
Y tu padre hubo de marcharse sin desayunar!
Guau! ladr Tim bajo la mesa al or su nombre. Lami el pie de su ama para
recordarle que se encontraba all.
Bien, volvamos a nuestro asunto interrumpi el to Quintn impacientndose
. No hay duda de que he de ir a esas conferencias. Tengo que leer all unos papeles
importantes. No necesitas venir conmigo, Fanny. Te quedars y cuidars de los nios.
No es preciso que se quede dijo Jorge. Podemos hacer algo que
desebamos mucho, pero que habamos pensado dejar para las vacaciones del verano.
Oh, s! asinti Ana en el acto. Hagmoslo!
S, a m tambin me gustara corrobor Dick.
Y bien, de qu se trata? pregunt ta Fanny. No comprendo nada. Si es
algo peligroso, no os lo permitir. As que decidme en seguida en qu consiste
vuestro plan.
Y cundo hemos hecho nosotros algo peligroso? grit Jorge.
Muchas veces respondi imperturbable su madre. Y ahora, cul es ese
plan?
No es nada del otro mundo dijo Julin. nicamente que da la casualidad
que nuestras bicis estn en excelente estado, ta Fanny, y ya sabes que nos han
regalado dos tiendas pequeas por Navidad. As que hemos pensado que sera
divertido irnos con nuestras bicis, llevndonos tambin las tiendas, y explorar un
poco el campo.
El tiempo est fantstico y podramos divertirnos mucho aadi Dick. Al
fin y al cabo, supongo que, al regalrnoslas, esperarais que emplesemos las tiendas,
ta Fanny. sta es nuestra oportunidad.
Me imaginaba que las utilizarais en el jardn o en la playa dijo ta Fanny.
La ltima vez que fuisteis a acampar iba el seor Luffy con vosotros para cuidaros.
No creo que me guste demasiado la idea de que os vayis solos con vuestras tiendas.
Pero, Fanny, si Julin no es capaz de cuidar a los otros es que posee un temple
muy dbil intervino su marido con impaciencia. Djalos ir! Apostara a que

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Julin lograr tenerlos a raya y devolverlos a casa sanos y salvos.


Gracias, to exclam Julin, que no estaba acostumbrado a recibir cumplidos
de su to Quintn. Mir a los otros nios y sonri. Claro que me resultara fcil
manejar este pequeo grupo, a pesar de que Ana se pone, a veces, muy pesada.
Ana abri la boca, indignada. Era la ms pequea y, verdaderamente, la ms
obediente de todos. Capt la sonrisa de Julin. Estaba claro que hablaba en broma. Le
devolvi la sonrisa.
Prometo portarme bien dijo con un tono inocente a to Quintn. ste se
mostr sorprendido.
Yo crea que Jorge era la nica difcil de empez a decir, mas se detuvo al
notar la mirada de advertencia de su mujer. Cierto que su hija era difcil, pero el
hecho de resaltarlo no favorecera las cosas.
Quintn, no sabes jams cundo Julin habla en broma, verdad? dijo su
mujer. Bueno, si crees de verdad que Julin se puede encargar de ellos y que
debemos dejarlos hacer una excursin en bicicleta con sus nuevas tiendas
Hurra! Entonces, est decidido chill Jorge, y empez a golpear llena de
excitacin la espalda de Dick. Nos vamos maana, nos
Jorge! No es necesario chillar y golpear as la amonest su madre. Sabes
que a tu padre no le gusta y adems has excitado a Tim tambin. chate, Tim. Mira
cmo corre alrededor de la habitacin como un loco!
To Quintn se levant para marcharse. Le molestaba que las comidas acabasen en
una especie de pantomima. Tropez con el acalorado Tim y estuvo a punto de caerse.
Con alivio, se alej de la habitacin. Qu jaleo de casa cuando los cuatro cros y el
perro estaban en ella!
Ay!, ta Fanny, podemos de verdad marcharnos maana? pregunt Ana,
con los ojos brillantes de alegra. El tiempo es tan maravilloso en abril, casi tan
caliente como en julio. Me parece que no necesitaremos llevarnos vestidos gruesos.
Si eso es lo que pretendis, ya podis ir abandonando la idea dijo ta Fanny,
con firmeza. Hoy ha amanecido caliente y soleado, pero no se puede fiar uno de
que en el mes de abril haya dos das seguidos iguales. Puede llover a cntaros maana
y nevar al siguiente. Tendr que entregaros algn dinero para que os alojis en un
hotel las noches en que haga mal tiempo.
Los cuatro nios resolvieron de inmediato que el tiempo no estara nunca lo
bastante malo para eso.
Cielo santo! Verdad que ser divertido? exclam Dick. Nos
compraremos nuestra comida y la comeremos cuando nos apetezca. Elegiremos
dnde dormir cada noche y montaremos all nuestras tiendas. Podremos ir en bici
hasta medianoche si hay claro de luna y si nos da la gana.
Oooh! Ir en bici con claro de luna Jams lo he hecho dijo Ana. Eso me

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suena fantstico.
Bien, es una suerte que se os haya ocurrido algo que os guste hacer durante
nuestra ausencia coment ta Fanny. Dios mo! A pesar de los aos que llevo
casada con Quintn, todava es capaz de organizar todo este lo sin que yo me d
cuenta. Bueno, bueno, manos a la obra y a decidir lo que os vais a llevar.
De repente, el ms mnimo detalle se convirti en un excitante problema. Los
cuatro nios corrieron a cumplir con sus tareas matinales, que consistan en hacer las
camas y poner orden en sus habitaciones, chillando con todas sus fuerzas.
Caramba! Quin hubiese pensado que maana estaramos solos? dijo Dick
amontonando de cualquier manera las sbanas y las mantas.
Dick! Yo arreglar tu cama grit Ana, horrorizada al ver con qu rapidez la
estaba haciendo. No puedes hacerla de esa forma!
Cmo que no puedo? grit Dick. Espera y vers. Y lo que es ms, har la
de Julin de la misma manera. As que ya puedes marcharte y dedicarte a la tuya,
Ana. Dobla las esquinas, arregla la almohada, acaricia el edredn. Haz lo que quieras
con tu propia cama, pero djame a m arreglar la ma a mi manera. Cuando nos
vayamos con nuestras bicis, ya no querrs preocuparte de las camas. Enrollars tu
saco de dormir y se acab.
Mientras hablaba haba terminado su tarea, colocando la colcha completamente
torcida y poniendo su pijama bajo la almohada. Ana se ri y march a arreglar la
suya. Se senta muy excitada. Ante sus ojos se extenda un panorama de das soleados
repletos de lugares raros, bosques desconocidos, grandes y pequeas colinas,
riachuelos parlanchines, comidas al borde del camino, paseos en bicicleta bajo el
claro de luna. Era eso lo que Dick haba querido decir? Una excursin llena de
magia!
Se mantuvieron muy atareados durante todo el da, recogiendo en las mochilas
todo aquello que pensaban necesitar, plegando las tiendas hasta hacerlas lo ms
pequeas posible para atarlas al portaequipajes, buscando en la despensa comida para
llevarse y recogiendo los mapas precisos para guiarse en su excursin.
Tim saba muy bien que se hallaban a punto de marchar y estaba seguro de que l
tambin ira con ellos. As que estaba tan excitado como los propios nios, ladrando y
moviendo la cola, y sin cesar un instante de meterse entre los pies de los dems. Pero
a nadie le importaba. Tim era uno de ellos, uno de los cinco. Saba hacer de todo
menos hablar y no podan siquiera pensar en ir a cualquier sitio sin el querido, sin el
viejo Tim.
Espero que Tim alcanzar a seguiros cuando montis en las bicis durante
muchos kilmetros seguidos dijo ta Fanny a Julin.
Dios mo! Claro que s respondi Julin. A l no le importa lo lejos que
vayamos. Espero que no te quedars preocupada por nosotros, ta Fanny. Sabes lo

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buen guardin que es Tim.


S, lo s contest su ta. No os hubiese dejado marchar si no fuese por l.
Es tan bueno como cualquier persona mayor para cuidar de vosotros.
Guau! Guau! aprob Tim.
Dice que es tan bueno como dos personas mayores juntas, mam dijo Jorge,
y el perro aporre el suelo con su rabo.
Guau! Guau! Guau! hizo ahora. Lo que vena a querer decir: No dos,
sino tres.

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Captulo 2
Solos por el camino
Al da siguiente, muy temprano, se encontraban ya todos preparados. La mayora
del equipaje haba sido ya empaquetado y atado a las bicicletas. Slo quedaban las
mochilas, que cada uno de los nios deba llevar sobre su espalda. Las cestas
contenan una gran variedad de comida para la primera jornada. Cuando la hubiesen
terminado, Julin se encargara de renovar las provisiones.
Supongo que los frenos funcionarn bien dijo el to Quintn, pensando que
deba demostrar cierto inters por los preparativos y recordando que, cuando l era
nio y tena una bicicleta, nunca lograba que los frenos estuviesen en buenas
condiciones.
Claro que van bien respondi Dick. No hubisemos soado siquiera en
marcharnos si los frenos y todo lo dems no anduviese perfectamente. Ya sabes que
el Cdigo de la Circulacin es muy estricto y nosotros nos ajustamos a l a rajatabla.
To Quintn daba la sensacin de no haber odo jams hablar del Cdigo de la
Circulacin. Viva en un mundo aparte, un mundo de teoras, dibujos y diagramas. En
este momento se senta impaciente por volver a l. A pesar de todo, esper con toda
paciencia a que los nios ultimasen los preparativos y estuviesen listos.
Adis, ta Fanny! Avsanos tan pronto como sepas en dnde os vais a alojar el
to y t recomend Julin.
Adis, mam! No te preocupes por nosotros. Nos divertiremos mucho grit
Jorge.
Adis, ta Fanny! Adis, to Quintn!
Hasta pronto, to, ta! Nos vamos!
Y se marcharon en sus bicicletas por el camino que se alejaba de Villa Kirrin.
La ta y el to se quedaron en el portillo, saludndolos una y otra vez, hasta que el
pequeo grupo desapareci al torcer la esquina. Tim corra al lado de Jorge,
galopando sobre sus largas y fuertes patas, entusiasmado ante la idea de una buena
carrera.
Bueno, ya estamos en camino exclam Julin al pasar la esquina. Qu
suerte poder irnos solos! El bueno del to Quintn! Me siento muy satisfecho de que
haya organizado este lo.
Cuntos kilmetros haremos? pregunt Ana. Ser mejor que no vayamos
de prisa el primer da. Si no, maana no me podr mover a causa de las agujetas.
De acuerdo manifest Dick. Julin y yo habamos planeado recorrer de
setenta o noventa kilmetros hoy, eso es todo. Pero si te sientes cansada antes no
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dejes de decirlo. Al fin y al cabo no tiene importancia el lugar donde nos detengamos.
La maana era muy clida para aquella poca del ao. Pronto los nios
empezaron a sudar. Como llevaban puestas sus chaquetas, se las quitaron y las ataron
alrededor de las cestas. Jorge se asemejaba ms que nunca a un chico mientras el
viento agitaba su corto cabello. Todos iban vestidos con pantaln corto y jerseys
finos, menos Ana, que se haba puesto una corta falda de color gris. Se subi las
mangas de su jersey y los dems la imitaron.
Rodaron kilmetro tras kilmetro, disfrutando del sol y del aire libre. Tim trotaba
tras ellos, incansable, colgando su larga y rosada lengua fuera de la boca. Corra
sobre la hierba del camino siempre que la haba. Verdaderamente era un perro muy
sensato.
La primera parada tuvo lugar en un pueblecito llamado Manlington-Tovery. Haba
en l una nica tienda en la que se venda de todo, o, al menos, lo pareca.
Espero que vendan cerveza de jengibre coment Julin. Llevo ya la lengua
fuera, igual que Tim.
En la pequea tienda haba limonada, naranjada, jugo de limn dulce, zumo de
pomelo y jengibre. Resultaba difcil escoger entre tantas cosas. Tambin despachaban
helados y pronto los nios se encontraron bebiendo jengibre mezclado con jugo de
limn dulce y disfrutando de unos deliciosos helados.
Deberamos darle un helado a Tim dijo Jorge. Le gustan tanto! No es
verdad, Tim?
Guau! respondi Tim. Y se trag el helado de dos grandes lametazos.
Me parece un verdadero desperdicio darle helados a Tim protest Ana. Se
los traga tan de prisa que apenas si tiene tiempo de saborearlos. No, Tim. Baja de ah.
Voy a terminarme el mo sola y no dejar ni una chupadita para ti.
Tim se fue a beber agua en un tazn que la mujer de la tienda haba trado para l.
Bebi y bebi, y despus se tumb en el suelo jadeando.
Una vez acabado el refrigerio, los nios se compraron una botella de jengibre
cada uno con objeto de bebrsela con la comida y se marcharon. Ya empezaban a
pensar con agrado en los sndwiches empaquetados para ellos.
Ana descubri unas vacas que pastaban en un prado al borde del camino.
Tiene que ser horrible haber nacido vaca y comer nicamente hierba inspida
le dijo a su prima. Piensa en todo lo que se pierde una vaca. Jams puede
saborear un sndwich de huevo y lechuga, ni comer nunca un pastel de chocolate, ni
un huevo cocido, y jams puede beberse un vaso de jengibre. Pobres vacas!
Jorge se ri.
Vaya unas tonteras en que piensas, Ana! contest. Ahora me has hecho
desear la comida an ms, hablando de sndwiches de huevo y cerveza de jengibre.
S que mam nos ha preparado sndwiches de huevo y jamn.

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Ya est bien, nias intervino Dick, mientras se desviaba con su bicicleta


hacia un pequeo campo tambalendose peligrosamente. No podemos continuar si
vosotras hablis sin parar de comida. Qu te parece si comisemos ya, Julin?
Fue una comida estupenda, la primera celebrada en pleno campo. Se hallaban
rodeados de velloritas en flor, y de un sitio cercano llegaba hasta ellos el suave
perfume de escondidas violetas. Un tordo cantaba locamente sobre un avellano, en
tanto dos pinzones gritaban pink-pink! cada vez que cesaba en sus trinos.
La banda y la decoracin preparadas! coment Julin apuntando a los
pjaros y las flores. Y muy bonitas, por cierto! Lo nico que nos falta es un
camarero para que nos sirva.
Divis entonces un conejo que los observaba medio oculto, con sus largas orejas
bien tiesas y preguntonas.
Vaya, ah tenemos el camarero! dijo Julin en seguida. Qu tienes para
ofrecernos hoy, conejito? Un pastel de conejo?
El animalillo se alej a toda velocidad. Haba olido al perro y se senta aterrado.
Los nios rieron. Pareca que la sola mencin del pastel de conejo haba bastado para
asustarle. Tim mir al animal que se alejaba, pero no se movi para seguirle.
Bueno, Tim! La primera vez que te veo permitir que un conejo se aleje de ti
dijo Dick. Debes de tener mucho calor y estar cansado. Tienes algo de comer para
l, Jorge?
Claro que s respondi ella. Le prepar sus sndwiches yo misma.
Y as lo haba hecho! Haba comprado carne picada al carnicero, y haba
dispuesto para Tim doce sndwiches bien cortados y empaquetados.
Los dems se rieron. A Jorge no le pesaba jams molestarse por Tim, que se trag
los sndwiches con ansia, aporreando el suelo con su rabo. Siguieron todos sentados,
masticando alegremente, encantados de estar al aire libre, juntos y disfrutando de una
comida suculenta.
Jorge, mira lo que ests haciendo! grit Ana de pronto. Te ests
comiendo uno de los sndwiches de Tim!
Mi madre! exclam Jorge. Ya me pareca a m que saba un poco fuerte!
He debido darle a Tim uno de los mos sin darme cuenta y me habr quedado con uno
de los suyos. Lo siento, Tim.
Guau! acept Tim la disculpa con toda cortesa, recibiendo al tiempo uno de
sus sndwiches.
Al paso que va, no se dar cuenta de si se come veinte o cincuenta observ
Julin.
Ya termin todos los suyos, verdad? Tened cuidado, porque ahora la
emprender con los nuestros. Caramba! La orquesta ha empezado de nuevo!
Se quedaron un rato en silencio, escuchando al tordo que pareca decir: Cuidado

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por dnde vais! Cuidado con lo que hacis, hacis, hacis!


Me recuerda a los canelones esos que recomiendan prudencia dijo Dick, y se
recost sobre un mullido cojn de musgo. Muy bien, viejo pjaro. Iremos con
cuidado, no te preocupes. Pero ahora vamos a echar una siestecita, as que no cantes
demasiado fuerte.
Encuentro buena la idea de descansar un poquito asinti Julin, bostezando
. Vamos bien por ahora. No debemos cansarnos demasiado el primer da. Qutate
de encima de mis piernas, Tim. Pesas demasiado con todos esos sndwiches que te
has engullido.
Tim obedeci. Se dirigi hacia Jorge y se dej caer a su lado, lamindole la cara.
Ella lo empuj.
No me lamas tanto observ, medio dormida. Qudate de guardia como un
buen perro y cudate de que nadie nos robe las bicicletas.
Tim saba muy bien lo que significaba la palabra guardia. Tan pronto como la
oy, se sent muy tieso, mirando a su alrededor y olfateando al mismo tiempo.
Alguien por all? No. Ni se vea, ni se oa, ni se ola a ningn extrao. Se acost otra
vez, con una oreja enderezada y un ojo medio abierto. Jorge siempre se maravillaba
de que pudiese dormir con un ojo y una oreja y permanecer despierto con los otros.
Pens comunicrselo a Dick y Julin cuando se dio cuenta de que dorman
profundamente.
Tambin ella se durmi. Nadie vino a molestarlos. Un pequeo petirrojo se acerc
a ellos, mirndolos con curiosidad. Con su cabecita ladeada, pareca preguntarse si
sera una buena idea arrancar unos cuantos pelos de la cola de Tim para colaborar en
la construccin de su nido. La apertura en el ojo del perro se hizo ms grande. Lo
pagara caro el pajarillo s se atreviese a molestarle!
El petirrojo se alej volando. El tordo reanud su canto y el conejo apareci de
nuevo. El ojo de Tim se abri por completo. Estara despierto o durmiendo? El
conejo no esper a aclararlo.
Eran ya las tres y media cuando fueron despertando, uno a uno. Julin consult su
reloj.
Vaya! Casi ha llegado la hora de merendar dijo.
Ana dej escapar un grito de sorpresa.
Pero si acabamos de comer y estoy todava tan llena como para estallar!
Julin sonri.
Est bien. Nos guiaremos por nuestros estmagos y no por los relojes para
nuestras comidas, Ana. Levntate de una vez. Nos iremos sin ti si no te apresuras.
Empujaron las bicicletas fuera del campo de velloritas y montaron en ellas otra
vez. Era un placer sentir el soplo de la brisa sobre sus rostros. Ana rezong un
poquito.

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Dios mo! Empiezo a sentirme rgida. Vamos a rodar muchos kilmetros ms,
Julin?
No, no muchos. Creo que podramos continuar hasta que nos apetezca
merendar. Entonces nos detendremos en el pueblo ms prximo, adquiriremos lo
necesario para la cena y el desayuno y luego buscaremos un buen sitio para montar
nuestras tiendas esta noche. He visto en el mapa que hay un pequeo lago por aqu y
pens que podramos nadar un rato si damos con l.
Sus hermanos y su prima se mostraron de acuerdo con el plan. Jorge pens que no
le molestara continuar en la bicicleta muchos kilmetros si al final poda nadar en un
lago.
Es un proyecto magnfico aprob. Verdaderamente magnfico. Creo que
debamos planear toda nuestra excursin alrededor de los lagos para poder nadar al
atardecer y por la maana.
Guau! dijo Tim, corriendo al lado de la bicicleta de su ama. Guau!
Tim tambin est conforme dijo Jorge, rindose. Aunque me parece que se
ha olvidado de traerse su toalla.

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Captulo 3
Un da estupendo y una noche estupenda
Los cinco se divirtieron mucho aquella tarde.
Merendaron a las cinco y media y despus compraron lo que necesitaban para la
cena y el desayuno: rosquillas, pasta de anchoas, una gran torta de mermelada
empaquetada en una caja de cartn, naranjas, jugo de limn dulce, una gran lechuga y
algunos bocadillos de jamn. Un buen surtido!
Espero que no tengamos la mala ocurrencia de comrnoslo todo para cenar y
nos quedemos sin desayuno dijo Jorge, colocando los bocadillos en la cesta de su
bicicleta. Baja, Tim! Estos bocadillos no son para ti. Te he comprado un enorme
hueso que te tendr ocupado durante horas.
Bueno, ten la precaucin de no drselo cuando nos vayamos a acostar
advirti Ana. Hace un ruido espantoso cuando se dedica a roer y masticar. No nos
dejara dormir.
Nada en el mundo sera capaz de despertarme a m esta noche objet Dick
. Ni siquiera aunque se produjese un terremoto. Estoy suspirando por encontrarme
metido en mi saco de dormir.
No creo que sea imprescindible montar las tiendas esta noche dijo Julin,
mirando al cielo que apareca bien despejado. Preguntar a alguien qu ha
pronosticado la radio sobre el tiempo en el boletn de las seis. Me parece que
podemos meternos tranquilamente en nuestros sacos de dormir, sin otro techo que el
cielo.
Qu fantstico! exclam Ana. Ser maravilloso estar boca arriba y mirar
a las estrellas.
El pronstico sobre el tiempo haba sido que se mantendra bueno, claro y suave.
Bien dijo Julin. Eso nos ahorrar mucho trabajo. No nos molestaremos ni
en desenvolver nuestras tiendas. A ver, lo tenemos ya todo? Alguien opina que
deberamos comprar ms comida?
Las cestas de las bicicletas se hallaban repletas. Nadie pens que resultase
aconsejable intentar meter algo ms en ellas.
Podramos guardar muchas ms cosas si Tim llevase sus enormes huesos se
lament Ana. La mitad de mi cesta va ocupada por ellos. Jorge, no podras idear
algo para que Tim transportase su propia comida? Es lo bastante listo para hacerlo.
Claro que es lo bastante listo respondi su prima. Pero demasiado goloso,
Ana. Lo sabes muy bien. Si tuviese que llevarlo l, se lo comera todo de una vez.
Los perros pueden comer a cualquier hora.
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Qu suerte! exclam Dick. Ojal yo tambin pudiese hacerlo. Me molesta


tener que descansar entre las comidas.
Ahora, vmonos al lago! dijo Julin, plegando el mapa que haba estado
examinando. Faltan unos nueve kilmetros para llegar. Se llama The Green Pool
(El Charco Verde). Bueno. Parece bastante ms grande que un charco. Dios mo, qu
bien nos vendr el bao! Tengo tanto calor y me siento tan pegajoso!
Alcanzaron el lago sobre las siete y media. El paisaje era maravilloso y haba al
borde una caseta que, con toda seguridad, serva durante el verano para desnudarse
los baistas. Ahora se encontraba cerrada y las cortinas echadas sobre las ventanas.
Supongo que podremos nadar en l si nos apetece expres sus dudas Dick.
No estar prohibido, verdad?
No, no hay ninguna seal que diga Privado replic Julin. No
encontraremos el agua muy clida, porque estamos todava a mediados de abril. No
importa! Estamos acostumbrados a tomar duchas fras todas las maanas y, por otra
parte, me atrevo a asegurar que el sol la habr templado un poco. Vamos a ponernos
los trajes de bao.
Se cambiaron detrs de las matas y corrieron hacia el lago. El agua les pareci
verdaderamente helada. Ana no haca ms que entrar y salir y no se atreva a
adentrarse.
Jorge se junt con los chicos para nadar y los tres regresaron contentos y felices.
Brrrr! Qu fra! exclam Dick. Venid! Echaremos una carrera. Mirad
a Ana! aadi burln. Ya se ha vestido. Tim, dnde ests? A ti no te molesta el
agua fra, verdad?
Se lanzaron en una loca carrera de un lado para otro, por los caminos que
bordeaban el lago. Ana se hallaba ya ocupada en preparar la cena. El sol haba
desaparecido y, a pesar de que la tarde era muy suave, el calor radiante del da se
haba desvanecido. Ana se senta feliz abrigada por su chaqueta.
La buena de Ana coment Dick cuando por fin se reunieron con ella,
vestidos y con las chaquetas puestas para calentarse. Mirad, ya tiene la cena
preparada. Eres una excelente ama de casa, Ana. Estoy seguro de que si nos
quedsemos aqu ms de una noche, Ana se las arreglara para organizar una
despensa, buscar un sitio que le sirviese de lavadero y otro donde guardar los
plumeros y las escobas.
Eres un tonto, Dick respondi Ana. Deberas sentirte contento de que yo
me preocupe de todo y os prepare la comida. Tim, fuera de aqu! Miradle! Ha
salpicado toda la comida con miles de gotas de agua del lago. Jorge, tenas que
haberle secado. Sabes cmo se sacude despus de un bao.
Lo siento dijo Jorge, pesarosa. Tim, di que lo sientes. Por qu has de ser
siempre tan impetuoso? Si yo me sacudiese como t me saldra el pelo volando por el

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aire. Y hasta las orejas y los dedos.


La cena transcurri tan feliz como la comida, sentados en la claridad del
atardecer, observando cmo las primeras estrellas aparecan en el cielo. Tanto los
nios como el perro se sentan cansados pero felices. Era el principio de la excursin
y los principios siempre resultan hermosos. Los das se extienden sin aparente fin
delante de uno y se tiene la absoluta conviccin de que el sol brillar todos los das.
Tan pronto como terminaron la cena, no tardaron en acomodarse en el interior de
sus sacos de dormir. Los haban dispuesto en fila para poder charlar entre ellos si as
lo deseaban. Tim estaba excitadsimo. Se dedic a pasearse a conciencia por encima
de ellos, aunque todos lo recibieron con chillidos y amenazas.
Tim! Cmo te atreves! Y con lo que he comido!
Tim! Bruto! Quita en seguida tus enormes patazas de encima de m!
Jorge, caramba! Podras prohibirle a Tim que se dedique a pasear sobre
nosotros. Espero que no se le ocurrir hacerlo durante toda la noche.
Tim se manifest muy sorprendido ante todos aquellos gritos. Por ltimo, se
estir al lado de su ama, despus de intentar, aunque sin resultado, meterse con ella
dentro del saco. Jorge apart su cara del alcance de sus lamidos.
Tim, te quiero mucho, pero me gustara que no me mojases tanto la cara.
Julin, mira qu estrella tan maravillosa. Es igual que una lamparita redonda. Cmo
se llama?
No es exactamente una estrella, sino Venus, uno de los planetas respondi
Julin, medio dormido. Pero le llaman el lucero vespertino. Cmo es que no lo
sabas, Jorge? No te ensean nada en tu colegio?
Jorge intent dar una patada a Julin a travs de su saco, sin conseguirlo.
Abandon el intento y bostez con tanta fuerza que contagi a todos los dems y
tuvieron que imitarla.
Ana se qued dormida al instante. Era la ms pequea y se cansaba con mayor
facilidad que los dems en los largos paseos, a pesar de que siempre los segua
valientemente. Jorge, por un momento, contempl con intensa atencin el brillante
lucero vespertino y cay de repente en un profundo sueo. Julin y Dick charlaron
an durante unos minutos. Tim permaneca inmvil. Se senta cansado por haber
corrido kilmetros y kilmetros.
Nadie se movi durante la noche, ni siquiera el perro. No se fij en un grupo de
conejos que jugueteaban all cerca, apenas aguz el odo cuando un bho grit por los
alrededores y ni siquiera se movi al correr un escarabajo sobre su cabeza.
Sin embargo, con slo que Jorge se hubiese removido o hubiera pronunciado su
nombre, Tim se hubiese despertado de inmediato. Se hubiese echado sobre ella,
lamindola y quejndose suavemente. Jorge era el centro de su universo de noche y
de da.

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Al da siguiente, el tiempo apareci otra vez bueno y claro. Daba gusto


despertarse y sentir el calor del sol sobre sus caras y or un tordo cantando con toda la
fuerza de sus pequeos pulmones. Quiz sea el mismo tordo de ayer pens Dick,
sooliento. Nos est diciendo: Cuidado con lo que hacis! Cuidado con lo que
hacis!, igual que lo hizo el otro.
Ana se incorpor con precaucin dentro de su saco, preguntndose si tendra que
levantarse y preparar el desayuno para sus compaeros. Quiz deseasen baarse
primero.
Julin se incorpor a su vez y bostez, al mismo tiempo que se deslizaba fuera del
saco. Sonri a Ana.
Hola! dijo. Has descansado bien? Caramba! Yo me encuentro
estupendamente esta maana!
Yo me siento un poco rgida respondi Ana, pero pronto se me pasar.
Buenos das, Jorge! Despierta?
Jorge refunfu algo entre dientes y se acomod mejor dentro del saco de dormir.
Tim alarg la pata hacia ella, gruendo. Quera que se levantase para ir a corretear
con l.
Calla, Tim! orden su ama desde el fondo del saco. No ves que estoy
dormida?
Voy a baarme declar Julin. Alguien viene conmigo?
Yo, no, desde luego replic Ana. El agua estar demasiado fra para m
esta maana. Tampoco creo que le apetezca a Jorge. Vosotros, los dos chicos, iros
solos. Tendr el desayuno preparado para cuando volvis. Siento no poder prepararos
nada caliente para beber, pero nos hemos olvidado de traer una tetera o algo por el
estilo.
Julin y Dick se alejaron hacia el Charco Verde, medio dormidos todava. Ana
abandon su saco de dormir y se visti a toda prisa. Decidi acercarse al lago armada
con su esponja y su toalla a fin de despabilarse por completo con el agua fra. Jorge
continuaba an en el saco de dormir.
Entre tanto, los dos nios se hallaban a punto de llegar al lago. Ah! Ahora podan
verlo entre los rboles, resplandeciendo con un brillo tan verde como el de una
esmeralda. Resultaba muy atrayente.
De repente, descubrieron una bicicleta apoyada contra un rbol. La miraron
asombrados. No era una de las suyas. Deba de pertenecer a otra persona.
Entonces oyeron chapoteos dentro del lago y corrieron hacia l. Acaso alguien
ms se estaba baando?
En efecto. Haba un chico en el agua y poda verse su cabeza dorada y hmeda
brillando bajo el sol de la maana. Nadaba con fuerza a travs del lago, dejando
ondas tras l a medida que se alejaba. De pronto, vio a Dick y Julin y nad hacia

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ellos.
Hola! salud, saliendo del agua. Vosotros tambin vens a nadar? Es
bonito mi charco, no os parece?
Qu quieres decir? Es tuyo el lago, de verdad? pregunt Julin.
Bueno, mo, no. Pertenece a mi padre, Thurlow Kent respondi el
muchacho.
Julin y Dick haban odo hablar de Thurlow Kent, uno de los hombres ms ricos
del pas. Julin mir al chico con recelo.
Ignorbamos que se tratase de un lago particular. Si es as, no nos baaremos
en l dijo.
No seas bobo! Adelante! grit el chico, salpicndolos con el agua fra.
Hacemos una carrera hasta el otro lado?
Los tres se lanzaron hacia delante, hendiendo el agua verde con sus vigorosos y
bronceados brazos. Qu comienzo tan formidable para un da soleado!

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Captulo 4
Ricardo
Ana se sorprendi al ver tres nios en el lago en lugar de dos. Se qued al borde
del agua, mirndolos estupefacta, con su esponja y su toalla en la mano. Quin sera
el tercer chico?
Los tres regresaron hacia donde los esperaba Ana. sta observ con timidez al
extrao. No era mucho mayor que ella, ni tan alto como Julin o Dick. Sin embargo,
posea una fuerte estructura y unos ojos risueos y azules que le agradaron en
seguida. Se ech hacia atrs el pelo mojado.
Hola! dijo Ana, sonrindole. Cmo te llamas?
Ricardo contest l. Ricardo Kent. Y t, cmo te llamas?
Ana respondi ella. Estamos haciendo una excursin en bicicleta.
Los nios no se haban ocupado de presentarse todava, jadeantes como estaban
an por efecto de la carrera.
Yo soy Julin y ste es Dick, mi hermano dijo Julin casi sin aliento.
Espero que no hayamos cometido una infraccin al invadir tu tierra y tu agua.
Ricardo sonri.
S la habis cometido, pero no importa. Yo os doy permiso. Podis
aprovecharos de mi tierra y de mi lago todo el tiempo que deseis.
Gracias dijo Ana. Supongo que es propiedad de tu padre. No hay ninguna
seal indicando Privado, as que no podamos saberlo. Te gustara desayunar con
nosotros? Si te vistes al mismo tiempo que los dems, ellos te guiarn adonde hemos
acampado anoche.
Ana se lav la cara y las manos con la esponja mojada, escuchando cmo los
nios charlaban detrs de las matas donde haban dejado sus vestidos. Luego se
apresur hacia el campamento a fin de arreglar los sacos de dormir y preparar el
desayuno con mayor esmero del acostumbrado. Su prima dorma todava
profundamente en su saco de dormir. Mantena la cabeza fuera de l y sus cortos
bucles negros la hacan parecerse como siempre a un muchacho.
Jorge, despierta! Tenemos un invitado a desayunar le advirti Ana,
sacudindola.
Jorge se desprendi de sus manos, enfadada, sin creer sus palabras. Sin duda
trataba de engaarla para que se levantase y la ayudase a preparar el desayuno. Ana la
dej en paz. Muy bien pensaba. Que la encuentren en su saco de dormir, si eso
es lo que le gusta!
Empez a sacar la comida y arreglarla con sumo cuidado. Qu buena idea haban
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tenido al traer dos botellas ms de jugo de limn dulce! Ahora podran ofrecerle una a
Ricardo.
Los tres nios llegaron, bien aplastados sus cabellos todava hmedos. Ricardo
vio a Jorge en su saco de dormir, al mismo tiempo que Tim acuda a saludarle.
Acarici al perro. ste adivin, por el olfato, que el nio se rodeaba de perros en su
casa. As que lo oli con mucho inters.
Quin es ese que duerme todava? pregunt Ricardo.
Es Jorge contest Ana. Tiene demasiado sueo para despertarse. Adelante,
ya tengo el desayuno preparado. Os agradara empezar por las rosquillas, anchoas y
lechuga? Hay tambin jugo de limn dulce, si os gusta.
Jorge oy la voz de Ricardo mientras hablaba con los dems y qued confusa.
Quin era aquel intruso? Se sent, guiando los ojos, con su corto pelo alborotado
alrededor de su cabeza como un halo. Ricardo pens que, en efecto, se trataba de un
chico. No hay que olvidar que lo pareca y adems se llamaba Jorge.
Buenos das, Jorge le dijo. Espero que no me est comiendo tu parte del
desayuno.
Y t quin eres? pregunt Jorge.
Sus primos se lo dijeron.
Vivo a unos cinco kilmetros de aqu explic Ricardo. Vine esta maana
en mi bicicleta con objeto de nadar un rato. Un momento Esto me recuerda que
sera mejor que me trajese mi bici aqu y la dejase en un sitio desde donde la pueda
vigilar.
Corri a buscar la bicicleta. Jorge aprovech la ocasin para salir corriendo de su
saco y marchar a vestirse. Estaba de vuelta antes que Ricardo y se puso a desayunar.
Ricardo lleg empujando su mquina.
Ya la tengo dijo, y la dej caer al suelo a su lado. No quisiera por nada del
mundo tener que decirle a mi padre que sta tambin desapareci como las otras.
Tiene bastante mal genio.
Mi padre tambin confes Jorge.
Te zurra? pregunt Ricardo, a la vez que le alargaba a Tim un trocito de
rosquilla con pasta de anchoa.
Claro que no respondi Jorge, muy digna. nicamente tiene el carcter un
poco fuerte. Eso es todo.
El mo tiene mal carcter, rabia, furia, todo lo que queris. Si alguien le ofende,
ya puede prepararse. Se vengar de l. Es como los elefantes, no olvida jams. Se ha
hecho muchos enemigos en su vida. Lo han amenazado varias veces y ha tenido que
contratar a un guardaespaldas.
Los chiquillos escuchaban emocionados. Dick dese por un momento haber
tenido un padre como aqul. Sera muy agradable charlar con los otros nios del

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colegio acerca del guardaespaldas de su padre.


A qu se parece su guardaespaldas? pregunt Ana con curiosidad.
Pues varan. Pero todos son tipos grandes y fuertes. Tienen aspecto de
ladrones y lo ms seguro es que lo sean continu Ricardo, disfrutando del inters
que haba despertado en los otros. Uno que tena el ao pasado era horroroso de
verdad. Tena los labios ms gruesos que hayis visto jams y una nariz tan grande
que, cuando se le miraba de perfil, pareca que se haba puesto una nariz postiza en
broma.
Dios mo! exclam Ana. Eso me suena a algo espantoso. Lo tiene
todava tu padre?
No, un da hizo algo que le molest, aunque no s qu, y, despus de una pelea
de miedo, mi padre lo despidi dijo Ricardo. No hemos sabido nada ms de l.
La verdad, yo encontr la idea excelente, porque le odiaba. Tena la costumbre de dar
patadas a los perros.
Pero qu bestia! exclam Jorge, horrorizada. Puso su brazo alrededor de
Tim, como si temiese que alguien estuviera a punto de propinarle una patada a l
tambin.
Julin y Dick se preguntaban si deban creer todo aquello. Llegaron a la
conclusin de que los cuentos de Ricardo eran bastante exagerados y continuaron
escuchndole divertidos, pero no asustados como las nias, que permanecan
pendientes de cada palabra pronunciada por Ricardo.
Dnde est tu padre ahora? pregunt Ana. Tiene algn guardaespaldas
en este momento?
Supongo que s. Esta semana la pasar en Amrica. Pronto volver,
acompaado de su guardaespaldas de turno dijo Ricardo, bebindose hasta la
ltima gota del jugo del limn dulce. Caramba! Qu bueno est esto! Qu suerte
tenis de que os dejen ir solos con vuestras bicis y de poder dormir en donde os d la
gana. Mi madre jams me lo permitira. Siempre teme que me ocurra algo.
Quiz sera conveniente que contratasen un guardaespaldas tambin para ti
sugiri Julin con picarda.
Ya me encargara yo de despistarlo asegur Ricardo. De todos modos,
tengo ya una especie de guardaespaldas.
Quin? En dnde? pregunt Ana, mirando a su alrededor como si esperase
ver aparecer de pronto algn terrible bandido.
Bueno, me refiero a mi tutor durante las vacaciones explic Ricardo,
hacindole cosquillas a Tim detrs de las orejas. Se llama Lomax y es una persona
espantosa. Me exige que lo ponga al corriente cada vez que salgo, como si fuese un
nio de la edad de Ana.
Ana se mostr indignada.

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Yo no tengo que pedir permiso a nadie cuando quiero salir sola protest.
De todos modos, no creo que tampoco a nosotros nos permitieran irnos solos
de excursin si no tuvisemos al viejo Tim confes Dick honradamente. Es
mejor que ningn guardaespaldas y que ningn tutor. Me pregunto cmo es que no
tienes un perro.
Oh! Tengo lo menos cinco replic Ricardo, orgulloso.
Cmo se llaman? pregunt Jorge, desconfiada.
Esto Bunter, Biscuit (galleta), Brownie, Bones y y Bonzo dijo
Ricardo con una sonrisa.
Qu nombres tan tontos! coment Jorge con desdn. Imagnate llamarle a
un perro Biscuit. Debes de estar mal de la cabeza.
T te callas salt Ricardo, enfurecido. No consiento a nadie que diga que
estoy mal de la cabeza.
Tendrs que consentrmelo a m insisti Jorge. Sigo pensando que es una
estupidez llamarle Biscuit a un perro bueno y decente.
Luchar contigo dijo de pronto Ricardo, dejndolos sorprendidos. Se puso en
pie. Adelante! Levntate.
La nia salt sobre sus pies. Julin alarg una mano y la hizo sentarse otra vez.
Nada de eso le dijo a Ricardo. Tendras que avergonzarte de ti mismo.
Por qu? grit Ricardo con gesto enfurecido. Evidentemente, l y su padre
tenan el mismo genio.
Bueno, no se acostumbra luchar con chicas dijo Julin con sorna. O
puede que s? Corrgeme si me equivoco.
Ricardo lo mir asombrado.
Qu quieres decir? respondi. Chicas? Claro que no peleo con chicas.
Un muchacho decente no pega nunca a una mujer. Pero es con este chico, cmo se
llama?, Jorge?, con el que quiero pelear.
Se qued atnito cuando Julin, Dick y Ana soltaron una estrepitosa carcajada.
Tim ladraba como un loco, satisfecho l tambin del final de la pelea. Slo Jorge
pareca rebelde y enfadada.
Qu pasa ahora? pregunt Ricardo en tono agresivo. Qu tiene de
gracioso todo esto?
Ricardo, Jorge no es un chico, es una chica explic Dick por fin. Dios
mo! Y ella estaba presta a aceptar tu desafo y a luchar contigo! Dos perritos
peleando!
Ricardo se qued boquiabierto de sorpresa. Mir a Jorge, avergonzado.
Caramba! Eres una chica de verdad? dijo. Te portas como un chico y lo
pareces tambin. Lo siento, Jorge. Te llamas realmente Jorge?
No, Jorgina respondi ella deshelndose un poco ante la torpe disculpa de

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Ricardo. Estaba satisfecha de ver que la haba tomado por un chico. Siempre dese
ser un hombre y no una mujer.
Gracias a Dios que no he luchado contigo coment Ricardo. Te hubiese
tirado al suelo del primer golpe.
Eso s que me gusta! salt Jorge, enfurecindose de nuevo. Julin la empuj
con la mano hacia atrs.
A callar los dos. No os portis como idiotas. Bien, dnde est el mapa? Ya es
hora de que le echemos una mirada para decidir lo que haremos hoy, hasta dnde
llegaremos y en dnde pasaremos la noche.
Por fortuna, Jorge y Ricardo se conformaron de buena gana Pronto las seis
cabezas, incluyendo la de Tim, se hallaban inclinadas sobre el mapa. Julin tom la
decisin.
Iremos hacia Middlecombe Woods. Veis? Aqu est sealado en el mapa. Ya
est resuelto. Ser un paseo divertido.
Puede que, en efecto, constituyese un buen paseo. Sin embargo, acabara siendo
mucho ms que eso.

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Captulo 5
Seis en vez de cinco
Od una cosa dijo Ricardo cuando hubieron enterrado la basura y
comprobado que a nadie se le haba deshinchado una rueda. Escuchadme. Tengo
una ta que vive en direccin a esos bosques. Si consigo el permiso de mi madre, me
dejaris ir con vosotros? Puedo ir a visitar a mi ta de paso.
Julin mir a Ricardo con expresin dubitativa. No se senta muy seguro de que
fuera realmente a solicitar el permiso.
Claro que no nos importa que vengas con nosotros, pero no tardes mucho.
Podemos dejarte en casa de tu ta de paso.
Ir en seguida a pedirle permiso a mi madre dijo Ricardo y, lleno de
ansiedad, corri a coger su bicicleta. Os encontrar en Croker's Corner. Ya sabis
dnde est por el mapa. Eso nos ahorrar tiempo, porque as no necesitar volver
atrs. No queda muy lejos de mi casa.
Muy bien dijo Julin. De todos modos, tengo que ajustar mis frenos y eso
me llevar por lo menos cinco minutos. Dispones de tiempo sobrado para ir a tu casa,
pedir permiso y reunirte luego con nosotros. Te esperaremos unos diez minutos en
Croker's Corner. Si tardas, comprenderemos que no lo conseguiste. Dile a tu madre
que te dejaremos sano y salvo en casa de tu ta.
Ricardo sali a toda velocidad en su bicicleta, muy excitado. Ana empez a
recogerlo todo y Jorge la ayud. Tim se meti entre los pies de todo el mundo,
husmeando en busca de trozos de pan.
Cualquiera pensara que contina hambriento coment Ana. Pues
desayun mucho ms que yo! Tim! Si te metes otra vez entre mis piernas, te atar.
Julin ajust sus frenos con la ayuda de Dick. En un cuarto de hora estaban
preparados para ponerse en marcha. Haban planeado ya el lugar en que se detendran
para comprar comida y, a pesar de que el camino hacia Middlecombe Woods era ms
largo del que haban recorrido el da anterior, se sentan con fuerzas para correr ms
kilmetros aquel segundo da. Tim tambin se mostraba impaciente por marcharse.
Era un perro grande y disfrutaba mucho haciendo ejercicio.
A ver si en estos das consigues perder un poco de grasa dijo Dick a Tim.
No nos gustan los perros gordos, sabes? No hacen ms que balancearse y resoplar.
Dick! Tim jams ha sido grueso exclam Jorge, indignada.
Pero se call en cuanto advirti la sonrisa de su primo. Le estaba tomando el pelo
como de costumbre. De buena gana se dara una patada a s misma. Por qu tena
que enfurecerse cada vez que Dick se burlaba de ella metindose con Tim? Le asest
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un amistoso puetazo de protesta.


Montaron en las bicicletas. El perro ech a correr el primero, contento. Llegaron a
un camino y descendieron por l, evitando los baches. No era una carretera principal
porque a los nios les desagradaban aqullas. Haba demasiado trfico y mucho
polvo. Les gustaban los caminos con sombra, donde encontraban tan slo algn que
otro coche o, de vez en cuando, el carro de algn campesino.
Cuidado con pasar de largo Croker's Corner advirti Julin. Tiene que
estar por aqu, cerca de este camino, segn el mapa. Jorge, si sigues metindote en los
baches de esa manera, saldrs disparada de la bici.
Ya lo s! exclam Jorge. Me met en ellos porque Tim se me puso delante
de la rueda. Debe de andar tras un conejo o algo por el estilo. Idiota, no te quedes
atrs!
Tim sigui de mala gana al pequeo grupo. El ejercicio es algo maravilloso, pero
da lugar a que muchos olores que surgen a los lados del camino queden sin husmear.
Supone una prdida tremenda de olores, pensaba Tim.
Llegaron a Croker's Corner antes de lo previsto. Una seal indicaba el nombre y
all, apoyado contra el poste y montado en su bicicleta, encontraron a Ricardo,
radiante de alegra.
Has hecho bastante de prisa el camino. Cre que te llevara ms tiempo ir a casa
y volver hasta aqu dijo Julin. Qu te ha dicho tu madre?
No le molesta en absoluto que me pase todo el da con vosotros contest
Ricardo. Dijo que puedo ir a pasar la noche a casa de mi ta.
No has trado pijama contigo? pregunt Dick.
Los hay siempre de sobra en casa de mi ta explic Ricardo. Hurra! Ser
maravilloso pasarme todo el da con vosotros, sin el seor Lomax para darme la lata
con esto o con lo otro. Adelante!
Partieron todos juntos en las bicicletas. Ricardo intent avanzar de tres en fondo.
Julin le advirti que a los ciclistas no se les permita hacer eso.
No me importa rechaz Ricardo, que pareca muy alegre. Quin nos lo
puede impedir?
Yo te lo impedir dijo Julin, y Ricardo ces de sonrer en el acto.
Julin poda mostrarse muy severo cuando se lo propona. Dick gui un ojo a
Jorge, que a su vez se lo gui a l. Los dos haban comprendido ya que Ricardo era
un nio muy mimado y le gustaba hacer lo que le daba la gana. Sin embargo, no lo
conseguira si se enfrentaba con el bueno de Julin.
A las once se pararon en un pueblecillo para tomar un helado y beber un refresco.
Ricardo aparentaba tener mucho dinero. Insisti en invitarlos a todos, Tim incluido, a
un helado.
Despus adquirieron provisiones para la comida del medioda: pan tierno,

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mantequilla fresca, crema de queso, escarola, rbanos encarnados y un manojo de


cebollas tiernas. Ricardo compr un suculento pastel de chocolate que descubri en
una pastelera de lujo.
Dios mo! Eso ha debido de costarte un dineral exclam Ana. Cmo
vamos a llevarlo? No cabe en ninguna de las cestas.
Guau! se ofreci en seguida Tim con anhelo.
Que te crees t eso! No permitir que lo lleves t dijo Ana. Cielo santo!
Me parece que tendremos que partirlo por la mitad y llevarlo entre dos. Es un pastel
tan enorme!
Otra vez emprendieron el camino y pronto se encontraron en pleno campo. Cada
vez haba menos pueblos y aparecan ms alejados unos de otros. De cuando en
cuando se vea, sobre las faldas de una colina, una granja rodeada de vacas, corderos
y aves. Un escenario apacible, con el sol brillando sobre l y el cielo azul salpicado
por alguna que otra nube afelpada.
Es fantstico! dijo Ricardo. Es que pensis que Tim no se cansa jams?
En este momento jadea que da pena.
S, creo que tendramos que buscar ya un sitio apropiado para la comida
repuso Julin mirando el reloj. Hemos recorrido bastante esta maana. Claro que la
mayor parte del trayecto ha sido cuesta abajo. Esta tarde tendremos que ir ms
despacio porque llegaremos a lugares montaosos.
Al fin localizaron un lugar adecuado para la comida. Escogieron la parte soleada
de un seto que dominaba un precioso valle. Un sinfn de ovejas y corderos los
rodeaban. Los corderillos los miraban con ojo escrutador y uno de ellos se acerc a
Ana balando.
Quieres un trocito de pan? le pregunt la nia, y se lo tendi. Tim
observaba, indignado. Imagnate, dar de comer a esas tontas criaturas! Gru un
poco y Jorge hubo de ordenarle que se callase.
Pronto todos los corderos los rodearon sin temor. Incluso uno de ellos intent
poner sus patitas sobre los hombros de Jorge. Aquello fue demasiado para Tim!
Gru con tal furia que los pobres corderitos tuvieron que alejarse a toda prisa.
No seas celoso, Tim le reprendi su ama. Toma este sndwich y prtate
bien. Has asustado a los corderitos y ya no querrn volver.
Despacharon toda la comida, acompaada por el zumo de limn dulce y el
jengibre. El sol calentaba mucho. Pronto se pondran todos bien morenos y eso que
estaban todava en abril. Qu maravilla! Julin pens con indolencia que era una
verdadera suerte gozar de un tiempo tan estupendo. Hubiese sido espantoso tener que
rodar todo el da bajo la lluvia.
Otra vez los nios echaron una siestecita al sol. Tambin Ricardo se acost. Los
corderitos, brincando, se acercaron cada vez ms. Uno de ellos casi salt sobre Julin,

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que se despert sobresaltado.


Tim empez a decir, Tim, si saltas sobre m de esta manera voy
Entonces descubri que no era Tim, sino un corderito. Julin se ri. Se qued
sentado un momento, mirando como los blancos animalitos jugaban a Este castillo
es mo con un viejo cubo. Luego se volvi a acostar.
Falta mucho para la casa de tu ta? pregunt Julin a Ricardo as que
volvieron a montar en las bicicletas.
Si estamos cerca de Great Giddings, pronto llegaremos a ella contest
Ricardo. Intent avanzar sin cogerse del manillar y por poco acaba dentro de la
cuneta. No lo localizaste en el mapa?
Julin intent recordar.
S, creo que estaremos en Great Giddings sobre la hora del t, digamos a las
cinco, poco ms o menos. Si quieres podemos dejarte en casa de tu ta para el t.
Oh, no, gracias! dijo Ricardo apresuradamente. Prefiero tomarlo con
vosotros. Cunto me gustara hacer esta excursin en vuestra compaa! Supongo
que no me lo permitirais, verdad? Quiz si telefoneases a mi madre
No seas burro rechaz Julin. Merienda con nosotros si te apetece;
despus te dejaremos en casa de tu ta, tal como convinimos. Nada de tonteras sobre
el asunto.
Arribaron a Great Giddings sobre las cinco y diez. A pesar de su nombre (Great
significa grande en ingls) era muy pequeo. Haba un establecimiento donde servan
el t con un letrero que deca: Pasteles y mermeladas caseras. As que entraron para
tomar el t all.
La seora que les atendi era gordita, alegre y le gustaban los nios. Comprendi
que ganara muy poco sirvindoles el t a cinco nios rebosantes de salud. Sin
embargo, le daba igual. Puso manos a la obra y empez a llenar tres grandes platos
con rebanadas de pan y mantequilla. Sac mermelada de albaricoque, frambuesa y
fresa y una buena cantidad de pasteles. Al ver los preparativos, a los nios se les hizo
la boca agua.
La duea del establecimiento conoca bien a Ricardo, porque aqul haba
merendado alguna vez en su casa, acompaado de su ta.
Irs a quedarte con tu ta esta noche? pregunt a Ricardo.
ste asinti con la cabeza, llena su boca de pastel de jengibre Era una merienda
estupenda. Ana pens que, despus de esto, le sera imposible probar bocado aquella
noche. Incluso Tim pareca satisfecho por una vez.
Creo que debemos pagarle doble por su fantstica merienda dijo Julin. La
seora no lo acept de ninguna manera. No, no, daba gusto verles apreciar sus
pasteles. No acept que le pagaran ni un cntimo ms del precio marcado.
Hay gente que es de verdad amable y generosa coment Ana tan pronto

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montaron en las bicicletas y se alejaron otra vez. Uno no puede evitar cogerles
cario en seguida. Espero que llegar a saber cocinar tan bien como ella cuando sea
mayor.
Si lo consigues, Julin y yo viviremos siempre contigo y ni siquiera
pensaremos en casarnos asegur Dick, y todos se echaron a rer.
Dnde est la casa de tu ta, Ricardo? pregunt Julin.
All enfrente respondi Ricardo, dirigindose hacia el portillo. Bueno,
muchas gracias por vuestra compaa. Espero volver a veros a todos muy pronto.
Tengo el presentimiento de que no tardar mucho. Adis!
Y desapareci por el camino.
Qu adis ms repentino! exclam Jorge, asombrada. No os parece
raro?

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Captulo 6
Acontecimientos extraos
Todos ellos pensaron que, en efecto, resultaba un poco extrao que desapareciese
de repente de aquella manera, despidindose con un simple adis. Julin se
pregunt si no debera haberlo acompaado hasta la puerta de la casa. As se lo
manifest a los otros.
No seas tonto, Julin repuso Dick con tono desdeoso. Qu te imaginas
que le puede ocurrir desde el portillo hasta la puerta de la casa?
Nada, claro. Simplemente que no me fo de l dijo Julin. Hablando en
plata, no estoy muy seguro de que le haya pedido permiso a su madre para venir con
nosotros.
Yo tambin lo creo as asinti Ana. Lleg demasiado pronto a Croker's
Corner, no es verdad? Tena un buen trecho de camino hasta llegar a su casa. Y algo
tendra que haberse entretenido mientras encontraba a su madre, hablaba con ella y
todo lo dems.
S, me hubiese gustado acercarme hasta la casa de su ta para preguntarle si lo
estaba esperando dijo Julin.
No obstante, lo pens mejor y no fue. Se hubiese sentido molesto en caso de
encontrar a la ta junto con Ricardo. Parecera que pretenda obligarlos a que los
invitasen a entrar.
De manera que, despus de discutir el asunto durante unos minutos, reanudaron la
marcha. Deseaban llegar pronto a Middlecombe Woods, porque no exista ningn
pueblo entre Great Giddings y este ltimo lugar. Tendran que alcanzar el bosque y
seguir adelante hasta tropezar con una granja, en donde compraran alimentos para la
cena y el desayuno. No haban podido hacerlo en Great Giddings porque aquel da las
tiendas cerraban pronto y no haban querido pedirle a la buena seora del saln de t
que les vendiese algo. Ya se haban comido gran parte de sus provisiones.
Llegaron a Middlecombe Woods. Descubrieron un lugar maravilloso para
acampar aquella noche. Un pequeo valle, rodeado de velloritas y violetas,
completamente escondido, a salvo de ojos indiscretos y acaso desconocido de los
mismos vagabundos.
Estupendo! exclam Ana. Debemos estar a muchos kilmetros de
cualquier poblacin. Espero que encontraremos alguna granja que nos venda comida.
A pesar de que no sentimos hambre ahora, ya la sentiremos dentro de un rato.
Creo que tengo un pinchazo dijo Dick, examinando su rueda trasera. Es
pequeo, a Dios gracias. Pero no voy a correr el riesgo de ir en busca de la granja
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antes de haberlo arreglado.


Tienes razn dijo Julin. Ana tampoco necesita venir. Parece un poco
cansada. Iremos Jorge y yo. No cogeremos las bicis. Por el bosque se anda mejor a
pie. Quiz tendremos una hora ms o menos, pero no os preocupis. Tim nos guiar
en el camino de vuelta. As que no nos perderemos.
Julin y Jorge se marcharon, pues, a pie seguidos por el perro. ste tambin
estaba cansado. Pero nadie hubiera podido convencerle de que se quedase atrs con
Dick y Ana. Tena que seguir a su amada Jorge.
Con todo cuidado, Ana ocult su bici entre unos arbustos. No deba olvidarse que
podra presentarse algn vagabundo para intentar robar algo. Si Tim se hallase
presente, no tendra importancia, porque se pondra a ladrar en cuanto el vagabundo
se acercase a un kilmetro de distancia.
Dick dijo que arreglara el pinchazo en seguida. Ya haba encontrado el agujero,
producido por un pequeo clavo.
Ana se sent cerca de su hermano para verle trabajar. Estaba contenta de poder
descansar un poco. Se preguntaba si Julin y Jorge haban conseguido localizar una
granja.
Dick trabajaba con ahnco para arreglar el pinchazo. Haba transcurrido sobre una
media hora, cuando, de repente, oyeron unos extraos ruidos.
Dick levant la cabeza y prest atencin.
Oyes t algo? le pregunt a Ana. Ella asinti.
S, parece como si alguien gritase. Por qu ser?
Los dos escucharon otra vez. Entonces pudieron percibir con claridad los gritos.
Auxilio! Julin! Dnde estis? Auxilio!
Se pusieron en pie de un salto. Quin poda pedir ayuda a Julin? No era la voz
de Jorge. Los gritos se fueron tornando cada vez ms fuertes, hasta convertirse en
verdaderos aullidos de pnico.
Julin! Dick!
Dios mo! Parece Ricardo exclam Dick, estupefacto. Qu querr de
nosotros? Qu le habr ocurrido?
Ana se haba puesto plida. No le haca gracia que ocurriesen cosas inesperadas.
Oye Iremos a su encuentro? dijo.
Se oy un restallar de ramas no muy lejos, como si alguien se abriese camino a
travs de la maleza. Reinaba la oscuridad entre los rboles y, al principio, Ana y Dick
no lograban distinguir nada. Dick grit con fuerza:
Eh! Eres t, Ricardo? Estamos aqu!
Se oyeron ms chasquidos.
Ya voy! se oy la voz de Ricardo. Esperadme! Esperadme, por favor!
Esperaron. Pronto oyeron llegar a Ricardo, tropezando entre las matas que crecan

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al pie de los rboles.


Estamos aqu repiti Dick. Qu te pasa?
Ricardo se tambale en su prisa por llegar hasta ellos. Pareca medio muerto de
miedo.
Me siguen jade. Tenis que salvarme. Dnde est Tim? El los morder.
Quin te sigue? pregunt Dick, asombrado.
Dnde est Tim? Dnde est Julin? grit Ricardo, mirando a su alrededor
con desesperacin.
Han ido a buscar una granja para comprar comida contest Dick. Volvern
pronto, Ricardo. Pero qu pasa? Te has vuelto loco? Ests como una cabra!
El nio no prest atencin a sus preguntas.
Adnde se fue Julin? Necesito a Tim en seguida. Dime por dnde se fueron.
No puedo quedarme aqu. Me cogern!
Se fueron hacia all dijo Dick, mostrndole el camino. Puedes ver las
huellas de sus zapatos. Ricardo, qu?
Pero Ricardo ya se haba marchado. Corri por el camino a toda la velocidad que
le permitan sus piernas, llamando a voz en cuello:
Julin! Tim!
Ana y Dick se miraron, sorprendidos. Qu le haba ocurrido a Ricardo? Por qu
no estaba en casa de su ta? Por fuerza tena que estar loco!
No vale la pena correr tras l opin Dick. Nos perderamos y nos sera
imposible regresar aqu otra vez. Y los dems, al no vernos, saldran en nuestra
bsqueda y se perderan tambin. Qu le pasar a Ricardo?
No haca ms que repetir una vez y otra que alguien le segua dijo Ana.
Tiene algo metido en la cabeza.
Murcilagos en el campanario! exclam Dick. Loco, ms que loco y
torpe. Asustar a Julin y a Jorge cuando aparezca ante ellos, si es que consigue
localizarlos. Me gustara que no los encontrase, por tanto.
Me subir a ese rbol por si veo a Ricardo y los dems determin Ana. Es
alto, pero fcil de escalar. T termina de arreglar el pinchazo. Estoy rabiando por
saber lo que le pasa a Ricardo!
Dick volvi a su bici, todava intrigado, mientras Ana trepaba por el tronco del
rbol. Lo haca bien y pronto alcanz la copa. Ote a su alrededor. Se vea una gran
llanura por una parte y bosques hacia el otro lado. Mir hacia la llanura, que se suma
ya en la sombra del atardecer, para ver si descubra alguna granja en las cercanas.
Pero no pudo ver nada.
Dick estaba terminando ya con su tarea cuando percibi un nuevo ruido en el
bosque. Sera acaso ese idiota de Ricardo que volva sobre sus pasos? Escuch.
El ruido se acercaba cada vez ms. No era un chasquido como el que haba

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provocado Ricardo, sino un sonido furtivo, como si alguien se acercase con infinitas
precauciones. A Dick no le gust comprobarlo. Quin se acercaba? O mejor dicho,
qu se acercaba? Poda tratarse de un animal salvaje, quizs un jabal con su
hembra? El nio volvi a escuchar.
Un silencio absoluto se enseore del ambiente. No ms movimientos. No ms
ruidos. Lo habra imaginado todo? Ojal Ana y los dems estuviesen con l. Le
invada como un presentimiento. Algo estaba all, en los oscuros bosques, esperando
y acechando.
Decidi por fin que no eran sino fantasas de su imaginacin. Pens que no estara
mal encender el faro de la bicicleta. La claridad hara desaparecer sus tontas ideas.
Comenz a tantear en su busca, delante de la cesta. Encendi el faro y una luz dbil
pero muy reconfortante aclar un pequeo crculo del valle.
Dick se hallaba a punto de llamar a Ana para contarle su absurdo temor, cuando
los ruidos se iniciaron de nuevo. Ahora no haba equivocacin posible.
Una luz potente apareci a travs de los rboles y cay sobre Dick, que gui los
ojos, deslumbrado.
Ah! Conque ests aqu, pequeo miserable dijo una voz spera, al mismo
tiempo que alguien se adelantaba hacia l. Alguien ms le segua.
Qu quieren decir? pregunt Dick, estupefacto. No poda ver quines eran
los hombres porque la luz le cegaba.
Nos has obligado a seguirte durante kilmetros, no es verdad? Creste que te
escaparas, eh? Pero te tenamos cogido de antemano dijo la voz.
No entiendo nada exclam Dick, algo enfadado. Quines son ustedes?
No nos vengas con cuentos. Sabes muy bien quines somos respondi la voz
: Acaso no te escapaste, chillando, tan pronto como viste a Rooky? l te sigui
por un camino y nosotros por otro. Pronto te hemos alcanzado, verdad? Conque
ahora, guapo, no te queda otro remedio que venir con nosotros.
Esta conversacin aclar algo a Dick. Por alguna razn u otra, estaban buscando a
Ricardo y lo confundan con l.
Yo no soy el chico que ustedes buscan les comunic. Lo sentirn de
verdad si se atreven a tocarme.
Cmo te llamas entonces? pregunt el primer hombre, con sorna.
Dick les revel su nombre.
As que eres Dick, eh? Y no es Dick el diminutivo de Ricardo? No pretendas
engaarnos con tus chiquilladas dijo el primer hombre. T eres el Ricardo que
buscamos, Ricardo Kent, entiendes?
Yo no soy Ricardo Kent grit furioso al notar la mano del hombre sobre su
brazo. Sulteme! Espere que la polica se entere de esto.
No se enterar dijo el hombre, con suavidad. Adelante! No trates de

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escapar ni de gritar, o lo sentirs de veras. Una vez ests en Owl's Dene, ya nos
ocuparemos de ti.
Ana se hallaba completamente petrificada, arriba en el rbol. No poda moverse
ni hablar. Intent llamar al pobre Dick, pero ni una palabra sali de su boca. La pobre
nia se vio forzada a quedarse sentada y ver cmo su hermano era arrastrado por los
dos intrusos. Poda or el ruido que hacan al alejarse.
Rompi a llorar. No se atreva a bajar del rbol porque temblaba de tal forma que
tena miedo de caerse.
Esperara a que Julin y Jorge regresaran. Y si no volvan? Y si a ellos tambin
los hubiesen cogido? Se pasara toda la noche, sola, en el rbol. Ana solloz an ms
fuerte, abrazndose al tronco. Las estrellas aparecieron sobre su cabeza y distingui
entre ellas la que brillaba ms que las otras.
De pronto oy un nuevo ruido de pisadas y voces. Se qued rgida en su
escondite. Quin sera esta vez? Dios mo, haz que sean Julin, Jorge y Tim! Que
sean Julin, Jorge y Tim!, pensaba.

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Captulo 7
Ricardo hace un curioso relato
Julin y Jorge haban encontrado una pequea granja escondida en un hueco de la
montaa. Tres perros iniciaron un coro de furiosos ladridos al sentirles aproximarse.
Tim refunfu y el pelo se le eriz sobre el cuello. Jorge lo sujet por el collar.
No me acercar ms con Tim decidi. No quiero que sea atacado por tres
perros a la vez.
Por lo tanto, Julin se adelant solo hacia la granja. Los perros ladraban de tal
manera y se les vea tan furiosos que se detuvo en el patio. No tema a los perros,
pero aqullos no parecan muy amistosos, sobre todo un gran mestizo, que enseaba
los dientes con fiereza.
Una voz le llam.
Oye, t! Lrgate! No queremos extraos por aqu. Cuando vienen, nuestros
huevos y nuestras gallinas desaparecen que es un contento.
Buenas noches! grit Julin cortsmente. Somos cuatro nios que
estamos acampados en el bosque por esta noche. Podra darnos usted un poco de
comida? Se la pagar bien.
Hubo una pausa. El hombre retir la cabeza de la ventana a travs de la cual haba
estado hablando l. Era evidente que consultaba con alguna otra persona. Volvi a
sacar la cabeza.
Ya te he dicho que no nos gustan los extraos. Jams nos gustaron. No tenemos
ms que pan y mantequilla, aunque podramos darte tambin unos huevos duros,
leche y jamn. Eso es todo.
Estupendo! dijo Julin alegremente. Justo lo que nos apetece. Puedo
entrar a recogerlo?
No, a no ser que pretendas que los perros te despedacen. Esprate ah. Yo
saldr cuando los huevos estn a punto.
Uf! exclam Julin volviendo al lado de Jorge. Eso quiere decir que
tendremos para rato. Qu hombre ms desagradable! No me gusta mucho este sitio,
y a ti?
Jorge se mostr de acuerdo con l. Estaba muy mal cuidado. El granero se
derrumbaba y se vean trozos de maquinaria enmohecida por todas partes sobre la
hierba espesa. Los tres perros continuaron ladrando, pero no se acercaron. Jorge
sigui sujetando a Tim, que temblaba de impaciente ira.
Qu sitio ms solitario! dijo Julin. Se dira que no hay otra casa en
muchos kilmetros. Y para colmo, sin telfono. Me pregunto cmo se las arreglaran
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si alguno de ellos enfermase o tuviese un accidente y necesitasen ayuda.


Espero que se den prisa con la comida dijo Jorge, nerviosa. Pronto habr
oscurecido por completo. Adems, empiezo a tener hambre.
Por fin un hombre con barba, encorvado y viejo, con el pelo desaliado y bastante
cojo sali de la granja en ruinas. Tena una cara deforme y fea. Ni a Julin ni a Jorge
les gust en lo ms mnimo.
Aqu tenis dijo, empujando a sus tres perros hacia atrs. Fuera, vosotros!
Le asest una patada al que estaba ms cerca y el animal chill de dolor.
Oh! No lo haga exclam Jorge. Le ha hecho usted dao.
Es mi perro, no? respondi el hombre, enfadado. T, mtete en tus
asuntos. Dio una patada a otro perro, mirando ceudo a Jorge.
Qu hay de la comida? pregunt Julin, alargando la mano, deseoso de
marcharse antes de que las cosas se pusieran feas entre Tim y sus congneres.
Jorge, llvate a Tim un poco hacia atrs. Est poniendo nerviosos a los perros.
Bueno! Eso s que me gusta protest Jorge. Son los otros perros los que le
ponen nervioso a l.
Arrastr a Tim unos metros hacia atrs. El animal se qued all con los pelos
erizados alrededor de la garganta, gruendo de una forma escalofriante.
Julin cogi la comida, que estaba muy mal empaquetada en un papel marrn.
Gracias dijo. Cunto le debo?
Cinco libras contest el hombre sorprendentemente.
No diga tonteras rechaz Julin. Mir la comida. Le dar cinco chelines
por ello y es ms de lo que vale. Apenas si hay un poquito de jamn.
He dicho cinco libras insisti el hombre con terquedad.
Julin le mir. Pens que deba estar loco. Devolvi la comida al horrible viejo.
Aqu la tiene determin. No tengo cinco libras para pagarle por esta
comida. Cinco chelines es todo cuanto le puedo dar. Buenas noches.
El viejo le devolvi el paquete, tendiendo otra vez la mano en silencio. Julin
rebusc en su bolsillo y sac dos medias coronas. Las deposit dentro de la sucia
palma del hombre, preguntndose por qu le habra pedido una suma tan elevada. El
viejo guard el dinero en su bolsillo.
Fuera de aqu! dijo de repente con voz enfadada. No queremos a extraos
rondando por aqu, para que roben nuestras cosas. Soltar a los perros tras de
vosotros si volvis por aqu.
Julin dio la vuelta para marcharse, temiendo que el hombre cumpliese su
amenaza. El viejo se qued all, en la semioscuridad, rezongando insultos, mientras
ellos se alejaban del patio.
Bueno! Si se ha credo que vamos a volver! empez Jorge, furiosa por la
manera en que los haban tratado. Est loco de remate.

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S. Y tampoco me gusta su comida corrobor Julin. Pero no nos queda


ms remedio que aguantarnos por esta noche.
Siguieron a Tim a travs del bosque. Se sentan contentos de llevarlo consigo,
porque en caso contrario se hubiesen perdido. Tim conoca el camino. Una vez que
pasaba por un sitio, lo recordaba para siempre. Ahora corra delante de ellos,
husmeando aqu y all y, a veces, esperando a que los nios le alcanzasen.
De repente se puso rgido y gru en un tono bajo. Jorge lo asi por el collar.
Alguien se estaba acercando.
S, en efecto, alguien se estaba acercando. Era Ricardo, que les buscaba. Segua
gritando y chillando y el ruido que haca haba llegado a los agudos odos de Tim.
Pronto Julin y Jorge lo oyeron tambin mientras aguardaban a que hiciese su
aparicin.
Julin! Dnde ests? Dnde est Tim? Quiero a Tim. Me siguen, os digo.
Me siguen!
Dios mo! Parece Ricardo exclam Julin, sobresaltado. Qu es lo que
hace aqu y chillando de esa forma? Algo le ha ocurrido. Espero que Ana y Dick se
encuentren bien.
Corrieron en direccin a los gritos tan de prisa como les fue posible en aquella
penumbra. Pronto dieron con Ricardo, que ya no chillaba, pero se tambaleaba, casi
sollozando.
Ricardo! Qu te pasa? grit Julin.
El nio corri hacia l y se arroj en sus brazos. Tim no se le acerc, sino que se
qued parado, sorprendido. Jorge lo mir aturdida.
Qu es lo que haba sucedido?
Julin! Julin! Estoy asustadsimo! grit Ricardo, agarrndose con fuerza
a su brazo.
Clmate! orden Julin con voz tranquila, consiguiendo con ello calmar a
Ricardo. Jurara que ests alborotando sin motivo. Qu pas? Tu ta no estaba en
casa y viniste corriendo hacia nosotros?
Eso es. Mi ta no estaba dijo Ricardo. Ella
Conque no estaba? Pero, es que tu madre no lo saba cuando dijo que
podas?
No le ped permiso a mi madre para venir grit Ricardo. Ni siquiera volv
a casa cuando vosotros pensasteis que iba a hacerlo. Me fui derechito hacia Croker's
Corner y os esper all. Vers, quera ir con vosotros y saba que mi madre no me lo
hubiese permitido de ningn modo.
Haba un tono de desafo en su voz. Julin le mir asqueado.
Me avergenzo de ti dijo. Contarnos tales mentiras!
No saba que mi ta se hubiese marchado intent disculparse. Toda su

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valenta se haba desvanecido al or la voz desdeosa de Julin. Pens que estara


en casa y que telefoneara a mam para decirle que me haba marchado de excursin
con vosotros. Supuse que entonces podra acompaaros y y
Y entonces nos diras que tu ta no estaba en casa y as podras venir con
nosotros termin Julin todava con desprecio. Un plan falso y ridculo. Te
hubiera hecho volver atrs, lo sabes bien.
S, ya lo s. Pero, mientras, poda haber acampado durante toda una noche con
vosotros musit Ricardo. Jams he hecho una cosa semejante. Yo
Bien. Dejemos eso. Lo que quiero saber ahora es de qu te asustabas cuando
llegaste corriendo, chillando y llorando grit Julin con impaciencia.
Oh, Julin! Fue algo espantoso! dijo Ricardo, y de pronto agarr de nuevo
el brazo de Julin. Mira, sala del portillo del jardn de mi ta hacia el camino que
lleva a Middlecombe Woods cuando un coche se detuvo delante de m. Y vi quin
estaba dentro del coche!
Bueno, y quin era? pregunt Julin con ganas de sacudirle.
Era era Rooky! respondi Ricardo con voz temblorosa.
Y quin es Rooky? pregunt Julin. Jorge golpe el suelo impacientemente.
Es que Ricardo era incapaz de relatar algo como Dios manda?
No te acuerdas? Os habl de l en el lago. Aquel hombre con labios gruesos y
enorme nariz que haca de guardaespaldas de mi padre el ao pasado y que fue
despedido explic Ricardo. Siempre jur que se vengara de mi padre y de m
tambin por ir con cuentos sobre l a mi padre, dando motivo para despedirle. As
que, cuando le vi dentro del coche, me horroric.
Ya veo dijo Julin empezando a comprender. Qu pas entonces?
Rooky me reconoci cuando iba montado en la bicicleta y, dando la vuelta al
coche, me sigui dijo Ricardo, temblando de nuevo al recordar el espantoso paseo
. Pedale con todas mis fuerzas. Al llegar a Middlecombe Woods me desvi por el
camino, pensando que el coche no podra seguirme. Claro que no pudo, pero los
hombres saltaron fuera. Eran tres. A dos de ellos no los conoca. Y me persiguieron a
pie. Pedale y pedale hasta que tropec con un rbol o algo por el estilo y me ca.
Empuj mi bici entre unos arbustos y corr al interior de la espesa maleza para
esconderme.
Contina orden Julin al ver que Ricardo se paraba. Qu pas luego?
Los hombres se separaron. Rooky se fue por una parte para buscarme y los dos
hombres por otra. Aguard hasta que se hubieron marchado, entonces sal y corr por
el camino, esperando encontraros. Deseaba sentir a mi lado a Tim, pensando que l
saltara sobre los hombres.
Tim gru. Claro que hubiese saltado sobre ellos.
Aquellos dos debieron esperar escondidos a que yo volviese a salir prosigui

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Ricardo. Tan pronto como ech a correr, me siguieron. Les di esquinazo,


esquivndoles y escondindome, escondindome y esquivndoles. De pronto tropec
con Dick. Estaba arreglando un pinchazo. Pero t no estabas con l y era a ti y a Tim
a quienes necesitaba. Saba que pronto llegaran los hombres, as que corr adelante y
por fin di con vosotros. Jams me he sentido tan feliz en mi vida.
Era un cuento extraordinario, pero Julin no se detuvo a meditar en l. Un
pensamiento alarmante haba ocupado su mente. Qu les habra pasado a Dick y a
Ana? Qu les ocurrira si los hombres los hallaban en su camino?
De prisa! apremi a Jorge. Tenemos que ir adonde estn los otros. Date
prisa!

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Captulo 8
Que convena hacer?
Tambalendose a travs del tenebroso bosque, Julin y Jorge se apresuraron tanto
como les fue posible. Tim corra tambin, sabiendo que algo muy importante
preocupaba a sus dos amigos. Ricardo les segua casi llorando otra vez.
Verdaderamente, se haba llevado un susto de muerte.
Dick! Ana! Dnde estis?
Jorge se adelant hacia el lugar en que haba guardado la bicicleta. Busco a
tientas el faro y lo encendi. Entonces la sac al claro y la hizo girar para iluminar
todo el valle. All estaba la bicicleta de Dick con todas las herramientas necesarias
para arreglar el pinchazo esparcidas a su alrededor. Pero ni rastro de Dick ni de Ana.
Qu haba ocurrido?
Ana! chill Julin, alarmado. Dick! Venid aqu. Ya hemos vuelto.
Una vocecita temblorosa lleg desde lo alto de un rbol.
Julin! Julin! Estoy aqu.
Es Ana! grit Julin. Su corazn palpitaba con fuerza a causa del alivio que
senta. Ana, dnde ests?
Aqu arriba, en el rbol contest Ana en voz algo ms alta. Oh, Julin!
He pasado tanto miedo! No me atreva a bajar temiendo caerme. Dick
Qu le ha pasado a Dick? pregunt Julin, alarmado de nuevo.
Oy los sollozos de Ana.
Dos hombres espantosos vinieron y se lo llevaron. Lo confundieron con
Ricardo.
La voz de Ana se haba convertido en un lamento. Julin pens que deba bajarla
inmediatamente del rbol. Quizs estando con ellos se consolara un poco. Se dirigi
a Jorge.
Enfoca el faro hacia arriba le orden.
Trep por el rbol como un gato. En pocos minutos lleg a donde estaba Ana
asida con todas sus fuerzas a una rama.
Ana, te ayudar a bajar. No tengas miedo. No puedes caerte, porque yo estoy
debajo de ti para sujetarte. Guiar tus pies hacia las ramas.
Ana suspir aliviada por contar con una ayuda para bajar. Tena fro y se senta
muy desgraciada. Ansiaba encontrarse abajo entre los dems. Descendi despacio,
con la ayuda de Julin, que la cogi en sus brazos tan pronto como toc el suelo. La
nia se abraz tambin a su hermano.
Est bien, Ana, tranquilzate. Ahora estoy contigo. Y tambin Jorge y el viejo
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Tim.
Quin es se? pregunt Ana de pronto, descubriendo la silueta de Ricardo
en la oscuridad.
Ricardo respondi Julin, enfadado. Se ha portado muy mal. Por causa de
l y de su tonto comportamiento ha ocurrido todo esto. Ahora, Ana, por favor,
cuntanos despacio y con todo detalle lo que pas.
As lo hizo Ana, sin omitir ningn detalle. Tim permaneca a su lado, lamindole
la mano sin parar. Para la pobre nia significaba un gran consuelo. Tim siempre se
daba cuenta de cundo a alguien le suceda algo. Ana se encontr mejor al sentir el
brazo de Julin abrazndola y a Tim lamindola.
Est bastante claro lo que ocurri dijo su hermano cuando Ana termin su
alarmante relato. Rooky reconoci a Ricardo y l y sus dos hombres le
persiguieron, viendo la oportunidad de raptarlo y vengarse as de su padre. Rooky era
el nico que conoca a Ricardo y no fue l quien tropez con Dick. Han sido los
otros, y ellos no podan saber que no era Ricardo. Al or que se llamaba Dick,
llegaron a la conclusin de que estaban en lo cierto, puesto que es el diminutivo de
Ricardo.
Pero Dick les asegur que l no era Ricardo Kent protest Ana con
vehemencia.
Claro que s, pero es lgico que ellos pensaran que estaba mintiendo objet
Julin. Por lo tanto se lo llevaron. Cmo has dicho que se llamaba el sitio adonde
iban a llevarlo?
Algo as como Owl's Dene respondi Ana. Podramos ir all, Julin? Si
les dices a los hombres que Dick es Dick y no Ricardo, le dejarn marchar, verdad?
Supongo que s repuso Julin. De todos modos, tan pronto como el
hombre llamado Rooky le vea les dir que se han equivocado. Creo que podremos
rescatarlo sano y salvo.
Una voz se oy en la oscuridad.
Y qu pasar conmigo? Me acompaaris hasta casa primero? No quiero de
ningn modo encontrarme con Rooky otra vez.
Puedes tener la seguridad de que no perder mi tiempo en ir a tu casa dijo
Julin framente. Si no fuera por ti y tus mentiras no estaramos metidos en este lo.
As que tendrs que venir con nosotros. Primero debemos liberar a Dick.
Pero no puedo ir con vosotros. Le tengo miedo a Rooky! se lament
Ricardo.
Bueno, pues entonces qudate aqu, a m no me importa replic Julin,
determinado a darle una buena leccin.
Pero le pareci mucho peor a Ricardo. Comenz a chillar.
No me dejis aqu! No!

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Est bien. Ahora, entrate. Si vienes con nosotros, podremos dejarte en la


primera casa que haya al borde del camino, o bien en un puesto de polica. T te
encargars despus de que te lleven a casa de alguna manera dijo Julin,
exasperado. Eres lo bastante mayor como para cuidarte de ti mismo. Ya estoy harto
de ti.
Ana lo senta por Ricardo, a pesar de que les haba ocasionado todos aquellos
disgustos. Saba lo horrible que era estar asustado de verdad. Alarg una mano y la
pos suavemente sobre su brazo.
Ricardo, no seas cro. Julin se cuidar de tu seguridad. De momento est
furioso contigo, pero pronto se le pasar.
No lo asegures tanto! contest Julin, pretendiendo mostrarse ms enfadado
de lo que en realidad estaba. Lo que Ricardo necesita es un buen escarmiento. Es
mentiroso, falso y se comporta como un cro.
Dame otra oportunidad casi llor el pobre Ricardo, a quien nadie haba
hablado jams en aquel tono. Intent odiar a Julin por decirle esas cosas a l, pero,
cosa extraa, no logr hacerlo. Contra su voluntad, lo respetaba y admiraba cada vez
ms.
Julin decidi no reprender ms a Ricardo. Desde luego pens, es un chico
dbil por dems. Resultaba un fastidio tener que cargar con l. No les servira de
ninguna ayuda y constituira un verdadero estorbo.
Qu vamos a hacer, Julin? pregunt Jorge, que se haba mantenido en
silencio hasta entonces. Quera a Dick y estaba preocupada por l. Dnde estara
Owl's Dene? Cmo podran localizar el lugar durante la noche? Y qu haba de
aquellos hombres? Cmo trataran a Julin cuando aqul les exigiese la inmediata
devolucin de Dick?
Julin no conoca el miedo y era muy atrevido, pero Jorge pensaba que eso no les
gustara a los bandidos.
S qu haremos? dijo Julin, y se call.
No vale la pena pedir ayuda a la granja aadi Jorge despus de una pausa.
En absoluto respondi Julin. Ese viejo no parece capaz de ayudar a
nadie. Y adems, como ya lo hemos comprobado, no tienen telfono. No, la granja no
nos sirve de nada. Qu lstima!
Dnde est el mapa? pregunt Jorge, iluminada por una sbita idea
repentina. Crees que Owl's Dene estar mencionado en l?
No, si se trata de una casa dijo Julin. Slo vienen reseados los lugares
geogrficos y los poblados. Se necesitara un mapa gigantesco si se hubiese de
apuntar en l cada casa.
Bueno, de todos modos, echemos un vistazo al mapa por si existen otras
granjas o pueblos en la cercana propuso su prima, ansiosa por hacer algo aunque

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no fuese sino consultar el mapa.


Julin sac el mapa y lo desdobl. l y las chicas se inclinaron sobre l,
alumbrados por el faro de la bicicleta. Ricardo se acerc a mirar por encima de sus
hombros. Tim lo intent asimismo, metiendo la cabeza por debajo de los brazos de
los chicos.
Fuera de aqu, Tim orden Julin. Mirad, aqu es donde estamos,
Middlecombe Woods, veis? Dios mo! Pues s que estamos aislados. No hay un
solo pueblo en muchos kilmetros a la redonda.
En efecto, no figuraba ningn pueblo por all. El campo se vea montaoso y
cubierto por los bosques, con algn riachuelo de vez en cuando y algunos caminos de
tercera categora. Pero no se vea ni un pueblo, ni una iglesia, ni siquiera un puente.
De repente, Ana exclam, sealando alrededor de una colina marcada en el mapa.
Mirad! Veis cmo se llama esta colina?
Owl's Hill ley Julin en voz alta. S, ya veo lo que quieres decir, Ana. Si
una casa fuese construida en esta colina, podra llamarse Owl's Dene, tomando su
nombre del de la colina. Y lo que es ms, el mapa parece indicar que hay una casa.
No lleva nombre. Podra ser una granja, unas ruinas o una gran mansin.
Yo soy de la misma opinin dijo Jorge. Apuesto a que sa es la casa que
buscamos. Lo mejor es que cojamos las bicis y nos pongamos en camino.
Un profundo suspiro emitido por Ricardo atrajo su atencin.
Bueno, qu te pasa ahora? pregunt Julin.
Nada, nicamente que tengo mucha hambre.
De repente, los dems tambin cayeron en la cuenta de que estaban terriblemente
hambrientos. Haba pasado mucho tiempo desde la merienda.
Julin se acord de la comida que l y Jorge haban comprado en la granja.
Podran comer algo ahora o bien esperar a hacerlo por el camino hacia Owl's Dene.
Mejor por el camino resolvi Julin. Cada minuto perdido supone un
minuto ms de angustia para Dick.
Me pregunto lo que harn con l cuando Rooky lo vea y diga que no es el nio
que buscaban dijo de repente Ricardo.
Yo creo que le dejarn en libertad contest Jorge. Unos malvados como
ellos le dejaran marchar aunque fuese en medio de un desierto y no se preocuparan
en absoluto por si encuentra su camino o no. Tenemos que saber lo que pasa: si est
en Owl's Dene o fuera de l.
No puedo ir con vosotros se lament Ricardo.
Y por qu no? le pregunt Julin.
Porque no tengo mi bici respondi Ricardo con tristeza. La he abandonado
por el camino, no os acordis? Dios sabe dnde est. Jams volver a encontrarla.
Puedes coger la de Dick propuso Ana. All est, con el pinchazo ya

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arreglado.
Oh, s! acept Ricardo, aliviado. Dios mo! Por un momento pens que
tendra que quedarme aqu.
En su fuero interno, Julin deseaba poder dejarlo atrs. Ricardo daba ms trabajo
de lo que vala.
Est bien. Puedes coger la bici de Dick dijo, pero nada de tonteras con
ella, nada de montar sin sujetarte al manillar ni trucos de esa ndole. La bici es de
Dick y no tuya.
Ricardo se call. Julin siempre le regaaba. Supuso que se lo mereca; sin
embargo, no le resultaba nada agradable. Al coger la mquina de Dick advirti que le
faltaba el faro. Lo habra cogido Dick? Lo busc y por fin lo encontr en el suelo.
Sin duda Dick lo haba dejado caer y se haba apagado al chocar contra el suelo.
Apret el botn y se encendi. No estaba estropeado. Estupendo!
Adelante! dijo Julin montando en su bicicleta. Durante el trayecto os
dar algo de comer. Tenemos que encontrar el camino hacia Owl's Hill lo antes
posible.

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Captulo 9
Aventura bajo el claro de luna
Los cuatro rodaron con infinitas precauciones por el sendero montaoso y
escarpado. Se sintieron contentos cuando llegaron al camino. Julin se detuvo un
momento.
Segn el mapa, ahora tendramos que desviarnos a la derecha y, ms abajo,
hacia la izquierda, despus rodear una colina y, luego de avanzar dos o tres
kilmetros por un pequeo valle, llegaremos al pie de Owl's Hill.
Si encontrsemos a alguien, podramos preguntarle dnde est Owl's Dene
dijo Ana, esperanzada.
No tropezaremos con nadie a estas horas rechaz Julin. Estamos muy
alejados de cualquier pueblo y durante muchos kilmetros no veremos ni un
campesino, ni un polica, ni un viajero. No podemos esperar el encontrar a nadie.
La luna haba salido y el cielo se iba esclareciendo a medida que adelantaban
sobre el camino. Pronto se pudo ver casi con tanta claridad como de da.
Apagaremos las luces y as economizaremos las bateras dijo Julin.
Ahora que hemos salido del bosque podemos ver perfectamente con el claro de luna.
Es un espectculo mgico, no creis?
Siempre me parece extrao el claro de luna, porque, a pesar de que brilla sobre
todas las cosas, no se percibe ningn color por parte alguna asinti Ana. Ella
tambin apag su faro. Mir a Tim. Apaga los faros de tu cabeza dijo, cosa que
hizo rer a Ricardo.
Julin se sonri. Daba gusto ver de nuevo a Ana de buen humor.
Los ojos de Tim son como lmparas de cabeza, cierto dijo Ricardo. Qu
hay de la comida, Julin?
En verdad, se me haba olvidado repuso Julin, y meti la mano dentro de la
cesta.
Pero era difcil sacar las cosas con una mano sola e intentar pasarlas a los dems.
Ms vale que nos paremos unos minutos dijo por fin. Me parece que ya
dej caer un huevo duro. Venid! Dejaremos las bicis en la cuneta y comeremos algo,
lo suficiente para calmar un poco el hambre.
Ricardo se mostr encantado. Las nias estaban tan hambrientas que tambin
pensaron que era una buena idea. Abandonaron el camino iluminado por la luna y se
dirigieron hacia un pequeo campo que se hallaba en el borde. Se trataba de un pinar
y su suelo apareca cubierto por las agujas de estos rboles.
Sentmonos unos minutos aqu propuso Julin. Un momento, qu es lo
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que hay all enfrente?


Todos miraron hacia el lugar sealado.
Es una cabaa en ruinas o algo parecido respondi Jorge. Se acerc para
verlo mejor. S, eso es, una vieja casa en ruinas. Lo nico que queda es parte de las
paredes. Un sitio encantado.
Se sentaron bajo los pinos y Julin reparti la comida. Tim recibi tambin su
parte, aunque no tanto como hubiese deseado. Permanecieron sentados all, bajo la
sombra de los pinos, masticando con hambre y tan de prisa como les era posible.
Escuchad Puede alguien or lo mismo que yo? exclam Julin de sbito
levantando la cabeza. Parece un coche.
Escucharon. Julin estaba en lo cierto. Un coche se acercaba por el campo. Qu
suerte!
Si viniese hacia aqu dijo Julin, podramos pararlo y pedir ayuda. De
todos modos, podra llevarnos al ms cercano puesto de polica.
Dejaron la comida en el campo y se adelantaron hacia el camino. No se vean
luces por ninguna parte, pero podan or el ruido del coche.
Un motor muy silencioso coment Julin. Debe de ser un coche potente.
No han encendido las luces porque hay claro de luna.
Se acerca dijo Jorge. Viene por este camino, s que lo hace.
Y as era. El ruido del motor se aproxim an ms. Los nios se prepararon a
saltar sobre el camino, para detener el coche cuando pasara por su lado.
De repente, ces el ruido del motor. La luz de la luna brill sobre un coche de
lnea alargada que se haba parado ms abajo, sobre el camino. No tena luces, ni
siquiera en los costados. Julin contuvo a sus compaeros con la mano, a fin de que
no corriesen hacia l chillando.
Esperad! dijo. Esto es un poco raro.
Aguardaron amparndose en la penumbra. El coche se haba estacionado cerca de
la casa en ruinas. Se abri una de las portezuelas y un hombre sali del interior del
vehculo y corri hacia la sombra de un seto cercano. Pareca llevar una especie de
paquete.
Se oy un silbido y en el acto reson el grito de un bho. Una seal pens
Julin, muy interesado por todo aquello. Dios mo! Qu es lo que est
sucediendo?
No os movis susurr a los dems. Jorge, cudate de que Tim no alborote.
Pero Tim saba cundo haba que callar. Ni siquiera resopl. Se qued como una
estatua, con las orejas tiesas y sus agudos ojos observando el camino.
Por un momento nada ocurri. Julin se movi con cautela para ocultarse tras otro
rbol desde donde poda vigilar mejor.
Divisaba muy bien la casa derruida. Vislumbr una sombra surgiendo del bosque

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y, acercndose a ella, vio a un hombre esperando, el hombre del coche


probablemente. Quines eran? Qu podan hacer en aquel lugar a esas horas de la
noche?
El hombre que haba salido de entre los rboles se acerc por ltimo al que
esperaba. Hubo un rpido intercambio de palabras, pero Julin no alcanz a entender
lo que decan. Estaba seguro de que ninguno de los dos sospechaba siquiera que l y
los nios se encontraban tan cerca. Cuidadosamente se desliz hacia otro rbol y
mir, intentando descubrir lo que pasaba.
No tardes le oy decir a uno de los hombres. No traigas las cosas al coche.
Puedes dejarlas dentro del pozo.
Julin no poda ver bien lo que haca el hombre. Le pareci que se cambiaba de
ropa. S, ahora se pona otra, sin duda procedente del paquete que el otro haba
sacado del coche. Julin se senta cada vez ms intrigado. Qu cosa ms rara!
Quin era el segundo individuo? Un refugiado? Un espa?
El que se haba cambiado de ropa cogi la que se haba quitado y se encamin
hacia la parte trasera de la casa. Volvi sin ella y sigui a su compinche, que se
diriga hacia el coche.
Aun antes de cerrarse la portezuela, el motor del coche ya se haba encendido.
Inici la marcha hacia el campo donde los nios se escondan y todos ellos se echaron
hacia atrs cuando pas por delante de ellos, alejndose a gran velocidad.
Julin se reuni con los dems.
Bueno, qu decs de todo eso? pregunt. Es algo raro, verdad? Vi como
el otro hombre se cambiaba de ropa, Dios sabe por qu. La dej en algn sitio detrs
de la casa. Me pareci orle decir a uno que la dejase dentro de un pozo. Vamos a
investigar?
S, vamos asinti Jorge, perpleja. Os habis fijado en el nmero del
coche? Lo nico que yo pude ver fueron las letras KMF.
Yo vi el nmero dijo Ana. El ciento dos, y era un Bentley negro.
S, un Bentley negro, matrcula KMF ciento dos dijo Ricardo.
Seguramente hacan algo sospechoso.
Se dirigieron hacia la casa en ruinas por el patio trasero, pasando dificultosamente
a travs de hierbas y matas muy crecidas. Descubrieron un pozo tambin en ruinas al
cual le faltaban gran parte de ladrillos.
Estaba cubierto con una tapadera de madera. Julin la levant. Todava pesaba
bastante, a pesar de estar medio podrida por el tiempo. Mir al interior del pozo, pero
no logr vislumbrar nada. Era demasiado profundo para poder distinguir el fondo con
la simple luz de un faro de bicicleta.
No hay mucho que ver dijo Julin, volviendo a poner la tapadera en su sitio
. Supongo que era su ropa lo que ech ah dentro. Me pregunto por qu se habr

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cambiado.
Crees que podra ser un preso escapado de la crcel? pregunt Ana de
pronto. Si as fuera, tendra que cambiarse de ropa, no es verdad? Eso sera lo
primero que tendra que hacer. Hay alguna crcel cerca de aqu?
Nadie lo saba.
No recuerdo haber apreciado ninguna en el mapa respondi Julin. No, no
creo que el hombre fuese un prisionero huido. Quiz se trate de un espa. Lo haban
dejado en este desolado pas y alguien se encarg de traerle la ropa. Aunque podra
ser tambin un desertor del ejrcito. Eso es lo ms probable.
Bueno, sea lo que sea, no me gusta nada y estoy contenta de que el coche se
marchase con el prisionero, desertor o espa coment Ana. Qu cosa ms
curiosa que diese la casualidad de encontrarnos aqu cuando ocurri! Los hombres no
sospecharn jams que han sido observados por cuatro nios y un perro a unos
cuantos metros de distancia.
Suerte que no lo sospecharon dijo Julin. No les hubiese hecho ninguna
gracia. Ahora, adelante. Ya hemos perdido bastante tiempo. Volvamos a nuestra
comida. Bueno, espero que Tim no se la haya comido toda entre tanto. La dejamos
por el suelo sin darnos cuenta.
Tim no se haba comido ni una migaja. Estaba sentado pacientemente al lado de
la comida, olindola de vez en cuando. Todo aquel pan, jamn y huevo esperando
all y nadie para comrselo!
Buen perro le palme Jorge. Eres de muchsima confianza, Tim. Como
premio, se te dar un gran trozo de pan con jamn.
Tim se lo trag de una vez. Su racin haba terminado, pues los dems tenan
apenas lo suficiente para ellos mismos y se comieron hasta las migajas. Despus de
unos minutos, se levantaron y se dirigieron hacia sus bicicletas.
Bien, hacia Owl's Hill otra vez dijo Julin. Y esperemos no tropezar con
ms cosas raras por esta noche. Ya tenemos bastante.

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Captulo 10
Owl's Dene en Owl's Hill
Se marcharon, rodando a toda la velocidad de que eran capaces bajo el claro de
luna. Incluso cuando la luna se esconda tras una nube, haba la suficiente claridad
como para proseguir sin luces. Avanzaron durante lo que les pareci muchos
kilmetros y al fin llegaron a una alta colina.
Es esto Owl's Hill? pregunt Ana cuando se apearon para continuar el
camino a pie. Era demasiado escarpado para poder subir en bicicleta.
S contest Julin. Eso parece, a no ser que nos hayamos equivocado. Pero
no lo creo. Ahora la cuestin es encontraremos la casa all arriba o no? Y cmo
sabremos que se trata de Owl's Dene?
Podramos llamar y preguntar propuso Ana.
Julin se ri. Aquello era muy propio de Ana.
Puede que tengamos que hacerlo dijo. Pero primero vamos a inspeccionar
los alrededores.
Empujaron las bicicletas sobre el camino escarpado. Estaba limitado por setos a
ambos lados y se vean campos detrs de ellos. Por lo que podan apreciar, no haba
animales por all: caballos, corderos o vacas.
Mirad! exclam Ana, de repente. Hay una casa. Por lo menos se ven unas
chimeneas.
Miraron hacia donde ella les indicaba. S, desde luego, eran chimeneas, altas
chimeneas de ladrillos que parecan muy antiguas.
Dira que es una mansin del tiempo de Isabel I opin Julin. Se detuvo y
mir con atencin. Debe ser una casa muy grande. Tendramos que estar a punto de
llegar a un camino o algo parecido.
Siguieron adelante empujando las bicicletas. Poco a poco, la casa apareci ante
sus ojos, una especie de palacio, y, bajo la luz de la luna, pareca grande y muy
bonita.
Aqu est el portillo dijo Julin alegremente. Se senta ya cansado de
empujar la bicicleta hacia la cima de la colina. Est cerrado. Espero que no hayan
echado el cerrojo.
Se acercaron al portillo de hierro forjado y ste se abri lentamente. Los nios se
pararon sorprendidos. Por qu se abra? No para ellos, esto era seguro.
Entonces oyeron a lo lejos el ruido de un coche. Claro! Por eso se abra el
portillo. Pero el coche no suba por la colina, sino que bajaba por el camino del
interior de la finca.
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Escondeos! De prisa! orden Julin. No deben vernos todava.


Se agacharon dentro de una zanja, llevando consigo sus bicicletas. El coche se
aproxim lentamente al portillo. Julin se sorprendi y dio un empujoncito a Jorge.
Ves? Otra vez el Bentley negro KMF ciento dos!
Qu cosa ms misteriosa! exclam Jorge, asombrada. Qu hace
corriendo por el campo a estas horas de la noche, recogiendo a hombres perdidos y
transportndolos a este sitio? Ser esto Owl's Dene o no?
El coche pas y desapareci en una curva de la colina. Los nios salieron de la
zanja con las bicicletas, seguidos por Tim.
Seguiremos con cuidado hasta el portillo dijo Julin. Ha quedado abierto.
Es extrao cmo se abri cuando lleg el coche. No he visto a nadie que lo hiciese.
Avanzaron valientemente hacia el portillo abierto.
Mirad! dijo Julin, enfocando con su faro hacia las paredes que rodeaban el
jardn. Miraron y se sobrecogieron al ver el nombre que brillaba sobre una de ellas.
Bueno, as que hemos localizado Owl's Dene, despus de todo?
S, all est el nombre con letras metlicas: Owl's Dene. Lo hemos
encontrado.
Adelante! dijo Julin haciendo rodar la bicicleta a travs del portillo.
Entraremos e investigaremos un poco. Puede que tengamos la suerte de encontrar a
Dick por alguna parte.
Atravesaron la entrada. Una vez del otro lado, Ana se aferr a Julin asustada.
Apunt, sin pronunciar palabra, detrs de ellos.
El portillo volva a cerrarse! Pero si no haba nadie all para manejarlo! Se
cerraba silenciosa y suavemente por s mismo. Haba algo mgico en todo aquello.
Quin lo mueve? susurr Ana con voz angustiada.
Deben hacerlo por medio de una mquina cuchiche Julin.
Probablemente la accionan desde la casa. Volvamos para ver si descubrimos el
mecanismo.
Apoyaron sus bicicletas al borde del camino y regresaron a la entrada. Julin
busc alguna manilla para abrirla. Pero no haba ninguna.
Empuj el portillo. No se movi. Era imposible abrirlo. Estaba cerrado por una
especie de mecanismo automtico y nada ni nadie poda abrirlo.
Cspita! exclam Julin, y se le adivinaba tan enfadado que los otros lo
miraron con sorpresa.
Qu pasa? pregunt Jorge.
Bueno, es que no lo veis? Estamos tan prisioneros como Dick, si es que l se
encuentra de verdad aqu. No podemos salir por el portillo y, si os fijis, veris que
hay un muro muy alto que rodea la finca. Apostara que no hay una sola brecha en
todo alrededor. No podramos salir de aqu por ms que quisiramos.

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Volvieron, pensativos, a donde se hallaban sus bicicletas.


Es mejor empujarlas un poquito por entre los rboles y esconderlas all opin
Julin. Nos estorbaran demasiado. Las dejaremos aqu e iremos a husmear un
poco alrededor de la casa. Espero que no haya perros.
Dejaron las bicicletas bien ocultas entre los rboles que se alzaban a un lado del
ancho camino, que no estaba demasiado bien cuidado. Estaba hmedo y la hierba
creca sobre l. Se le vea limpio tan slo por donde haban pasado las ruedas del
coche.
Seguiremos adelante por el camino o por fuera de l? quiso saber Jorge.
Mejor por fuera dijo Julin. Podran descubrirnos con facilidad bajo el
claro de luna si vamos por el camino.
De manera que avanzaron por el camino, amparados por las sombras de los
rboles. Siguieron las curvas del largo camino hasta que la casa apareci ante sus
ojos.
Era verdaderamente muy grande. Haba sido construida en forma de letra E,
aunque sin el rasgo de en medio. Tena un patio delante, tambin cubierto por la
hierba. Una baja pared, que apenas les llegaba a la rodilla, rodeaba el patio.
Haba luz en una habitacin del piso de arriba y en otra de la planta baja. Aparte
eso, la casa apareca a oscuras por aquel lado.
Iremos despacio alrededor de ella dijo Julin en voz baja. Caramba! Qu
es eso?
Un alarido fantasmal haba resonado de pronto, sobresaltndolos. Ana, aterrada,
se agarr del brazo de Julin.
Esperaron y escucharon
Algo descendi silenciosamente y roz el pelo de Jorge, que casi dej escapar un
chillido. Pero antes de llegar a hacerlo, el alarido se oy de nuevo. Alarg la mano
para coger a Tim, que pareca estupefacto y asustado.
Qu es eso, Julin? murmur Jorge.
No os preocupis, no es nada susurr Julin. No es ms que un bho, el
grito de un bho.
Dios mo! Claro que lo es suspir Jorge con alivio. Qu tonta soy por no
haber pensado en ello! Es un bho de establo, un bho que sala de caza. Ana, te has
asustado?
Claro que me he asustado! respondi Ana, soltndose del brazo de Julin.
Yo tambin confes Ricardo, cuyos dientes castaeteaban todava de miedo
. Casi echo a correr para salvar mi vida. Lo hubiese hecho si mis piernas me
hubieran obedecido, pero estaban como pegadas al suelo.
El bho chill otra vez, un poco ms lejos, y otro le contest y un tercero se uni
al concierto. Verdaderamente la noche se estaba volviendo espantosa con estos

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alaridos tan extraos.


Me gustara tener un bho marrn algn da, que llamase to-whooo oo oo
dijo Jorge. Eso es un ruido bonito. Pero este alarido es horrible.
No me extraa ya que la llamen Owl's Hill (la colina del bho). Puede que
siempre haya sido un criadero de bhos.
Los cuatro nios y Tim echaron a andar alrededor de la casa, mantenindose casi
siempre bajo las sombras. La parte de atrs se hallaba tambin a oscuras, salvo dos
largas ventanas. Las cortinas estaban echadas, pero Julin intent espiar a travs de
ellas.
Encontr un sitio en donde las cortinas no se ajustaban por completo y mir hacia
dentro.
Es la cocina comunic a los dems. Un sitio enorme, alumbrado por una
gran lmpara de aceite. El resto de la habitacin est a oscuras. Hay un gran hogar al
final, con unos cuantos troncos quemndose en l.
Hay alguien ah dentro? pregunt Jorge, intentando ver tambin a travs de
la abertura. Julin se retir y le cedi el sitio.
Nadie, me parece dijo l.
Jorge solt una exclamacin tan pronto como mir al interior de la cocina. Julin
la empuj a un lado para investigar l otra vez.
Un hombre entraba en aquel momento en la habitacin, un tipo raro, una especie
de enano, jorobado y con la cabeza un poco ladeada. Tena cara de malo. Detrs de l
entr una mujer delgada, pardusca, de aspecto desgraciado.
El hombre se dej caer encima de una silla y empez a llenar su pipa, mientras la
mujer apartaba una tetera del fuego, la llevaba a un rincn y empezaba a llenar bolsas
de agua caliente.
Debe de ser la cocinera pens Julin. Qu cara de tristeza tiene la pobre!
Me pregunto para qu tendrn aqu a ese hombre, una especie de criado para todo,
supongo. Qu cara de malo tiene!
La mujer se dirigi con timidez al hombre sentado en la silla. Como es lgico,
Julin no poda or una palabra desde fuera. l le contest brutalmente, golpeando
sobre el brazo de la silla al mismo tiempo. Pareca que la mujer le suplicaba algo. El
enano se enfureci, cogi un atizador y la amenaz con l. Julin se qued
horrorizado. Pobre mujer! No era raro que pareciese tan desgraciada si sta era la
forma en que solan tratarla.
A pesar de todo, el hombre no hizo nada con el atizador, salvo agitarlo con furia.
Pronto lo deposit en su sitio y se recost en su silla. La mujer no volvi a hablar.
Sigui llenando las botellas. Julin se pregunt a quin estaran destinadas.
Cont a los dems lo que haba visto. No les gust en absoluto.
Si los de la cocina se portaban de este modo, qu haran los que se encontraban

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en la otra parte de la casa?


Se alejaron de las ventanas de la cocina y continuaron su viaje de inspeccin
alrededor de la casa. Llegaron a otra habitacin de la planta baja, tambin iluminada.
Pero aqu las cortinas se hallaban bien ajustadas y no haba manera de mirar al
interior.
Advirtieron que una ventana del piso superior tena asimismo la luz encendida.
Estara Dick en ella? Puede que lo hubiesen encerrado en el desvn. Cunto les
hubiese gustado saberlo!
Se atreveran a tirar una piedra? Discutieron si deban hacerlo o no. No pareca
haber ningn medio para entrar en la casa. La puerta principal apareca bien cerrada.
Haban encontrado otra puerta en un ala del edificio, pero tambin estaba cerrada. Ya
haban intentado abrirla. No se vea ninguna ventana abierta.
Creo que tirar una piedra resolvi Julin por fin. Si trajeron a Dick aqu,
estoy casi seguro de que lo tienen ah arriba. Ests segura de que oste a los hombres
decir Owl's Dene, Ana?
Muy segura respondi la nia. Tira ya la piedra, Julin. Estoy tan
preocupada por el pobre Dick!
Julin rebusc una piedra por el suelo. Localiz una escondida entre el fango que
haba por todas partes. La balance en su mano y luego la lanz hacia arriba, aunque
no lleg a la ventana. Julin cogi otra. La tir y esta vez alcanz el cristal de la
ventana. Alguien se acerc en el acto a ella.
Sera Dick? Trataron de verle, pero la ventana se encontraba demasiado arriba,
Julin arroj otra piedra, con la misma excelente puntera.
Es Dick dijo Ana. No, creo que no lo es, despus de todo. No lo puedes
ver t, Julin?
Cualquiera que fuese la persona que se haba acercado a la ventana, haba
desaparecido ya. Los nios se sintieron un poco incmodos. Suponiendo que no se
tratase de Dick, suponiendo que fuese alguien ms que haba salido de la habitacin
para ir en su busca, podan correr peligro.
Marchmonos de esta parte de la casa susurr Julin. Vamos por el otro
lado.
Se alejaron en silencio. De sbito Ricardo dio un tirn a Julin del brazo.
Mira! exclam. Hay una ventana abierta. No podramos entrar por ella?

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Captulo 11
Encerrados!
Julin mir hacia la ventana sealada. La luna brillaba sobre ella. Era cierto que
se hallaba entreabierta.
Cmo es que no nos hemos fijado en ella cuando pasamos por aqu hace un
rato?, se pregunt. Dud un poco. Vala la pena o no intentar entrar? Quiz
resultara mejor llamar a la puerta por las buenas. Lo ms probable era que saliese a
abrirles la triste cocinera. Entonces ellos le preguntaran lo que deseaban saber.
Por otra parte, haba que tener en cuenta la presencia del jorobado. A Julin no le
gustaba aqul en absoluto. No, sera mejor trepar por la ventana, comprobar si Dick
se encontraba arriba y escaparse despus todos otra vez por la ventana. Nadie se
enterara siquiera. Cuando quisieran darse cuenta, el pjaro habra volado y todo
estara arreglado para ellos.
Julin se encamin hacia la ventana. Levant una pierna y se puso a caballo sobre
ella. Tendi la mano a Ana.
Venga, Ana, ya te ayudar yo le dijo, y la atrajo a su lado. La iz con
cuidado y la deposit sobre el suelo en el interior.
Luego les toc el turno a Jorge y a Ricardo. La nia se haba asomado a fin de
alentar a Tim para que saltase, cuando ocurri algo.
Se encendi una potente luz y su resplandor fue dirigido hacia los cuatro nios,
deslumbrndolos. Se quedaran all parados, guiando los ojos, llenos de alarma. Qu
era eso?
Ana reconoci la voz de uno de los hombres que haban capturado a Dick.
Vaya, vaya! Un grupito de pequeos ladrones! La voz son de pronto
enfadada. Cmo os atrevis a entrar aqu? Os pondr en manos de la polica.
En el exterior, Tim ladraba ferozmente. Salt hacia la ventana y casi consigui
atravesarla. El hombre, comprendiendo en el acto lo que ocurra, se acerc a la
ventana abierta y la cerr de un golpe. Ahora Tim no podra entrar.
Deje entrar a mi perro exclam Jorge, enfadada. Cometi la torpeza de
intentar abrir la ventana otra vez. El hombre la golpe en las manos con la linterna y
ella grit de dolor.
Eso es lo que suele ocurrirles a los nios que se niegan a obedecer dijo aquel
bandido. Jorge se sujetaba su mano magullada.
Oiga intervino Julin en un tono feroz, qu se cree que est haciendo? No
somos ladrones, y, lo que es ms, nos encantara que nos entregue usted a la polica.
Conque os gustara, eh? se burl el hombre dirigindose hacia la puerta.
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Llam en voz muy alta: Aggie! Aggie! Trae una lmpara aqu ahora mismo.
Se oy una respuesta desde la cocina y, casi de inmediato, una luz disip las
tinieblas del pasillo. Se acerc ms y ms, hasta que apareci la mujer de cara tristona
portando una gran lmpara de aceite. Mir con asombro al pequeo grupo formado
por los nios. Estaba a punto de decir algo, cuando el hombre la empuj con rudeza.
Fuera de aqu! Y mantn la boca bien cerrada, me oyes?
La mujer se escap como una gallina asustada. El hombre examin a los intrusos
a la luz de la lmpara. Apenas si haba muebles en la habitacin. Daba la sensacin
de ser una especie de sala de estar.
De manera que no os importa que os entregue a la polica, verdad? pregunt
el hombre. Esto se pone muy interesante. Acaso creis que aprobara que entraseis
de esta forma en mi casa?
Le digo que no hemos entrado para robar nada dijo Julin, decidido a aclarar
el asunto cuanto antes. Hemos venido porque tenemos razones que nos hacen
pensar que usted tiene prisionero aqu a mi hermano Dick. Todo ha sido una
equivocacin. Se han confundido de nio.
A Ricardo no le gust aquello en absoluto. Tena miedo de que se apoderaran de
l y lo encerraran en el sitio de Dick. Se ocult tras los otros tanto como le fue
posible.

El hombre mir con fijeza a Julin. Pareca pensativo.


No tenemos ningn nio aqu dijo por fin. No tengo idea de lo que me
ests hablando. Pretendes sugerir que voy por el mundo recogiendo nios y
encerrndolos?
No s a lo que se dedica usted respondi Julin. De lo nico que estoy
seguro es de lo siguiente: usted rapt a mi hermano Dick esta tarde en Middlecombe
Woods, pensando que se trataba de Ricardo Kent. Bien, se ha equivocado. Es mi

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hermano Dick y, si no le suelta usted en seguida, se lo contar todo a la polica.


Dios mo! De dnde has sacado todo eso? pregunt el hombre. Dnde
os habais metido cuando fue capturado, como t dices?
Uno de nosotros estaba presente replic Julin bruscamente. Se haba
subido a un rbol. As es como nos hemos enterado.
Sigui un silencio. El hombre sac un cigarrillo del bolsillo y lo encendi.
Bueno, estis en un error. No tenemos a ningn nio prisionero aqu. No digis
ridiculeces. Es ya muy tarde. Queris pasar la noche aqu y marcharos por la
maana? No me gusta mandar a un grupo de nios solos en la noche, podais
extraviaros. No hay telfono aqu. Si lo hubiese, llamara a vuestros padres.
Julin vacil. Estaba firmemente convencido de que Dick se encontraba en el
interior de la casa. Si aceptaban pasar la noche all, podran asegurarse de la realidad
de sus sospechas. Haba comprendido que el hombre no tena el menor deseo de que
dieran parte a la polica. Haba algo misterioso y siniestro en Owl's Dene.
Nos quedamos. Nuestros padres estn fuera y no se preocuparn por nosotros.
De momento se haba olvidado de Ricardo. Los padres de l s que se alarmaran,
pero no se poda remediar. Lo principal era liberar a Dick. Una vez se sintieran
seguros de que no era el nio que buscaban, los hombres no seran lo bastante locos
como para intentar retenerle por ms tiempo. Pareca que Rooky, el bandido que
conoca a Ricardo, no haba llegado todava y, por consiguiente, no haba visto a
Dick. sa deba de ser la razn por la cual este hombre deseaba que pasasen la noche
all. Bien. Aguardaran a que apareciese Rooky y, una vez aqul dijese ste no es el
chico que buscamos, ellos soltaran a su hermano. Tendran que hacerlo.
El hombre volvi a llamar a Aggie. Ella se present a toda prisa.
Estos nios se han extraviado. Les he dicho que los alojaramos por esta noche.
Prepara una de las habitaciones. Basta con que pongas unos colchones y mantas sobre
el suelo. Dales algo de comer si lo desean.
Aggie aparentaba estar muy sorprendida. Julin adivin que no estaba
acostumbrada a verle acudir en socorro de unos nios extraviados. l le chill.
Bueno, no te quedes ah parada. Haz lo que se te manda. Llvate a los nios.
Aggie llam a los cuatro nios. Jorge se qued atrs.
Qu hay de mi perro? pregunt. Le oigo refunfuar todava. No me
puedo acostar sin l.
Tendrs que hacerlo respondi el hombre con rudeza. Puedo asegurarte
que no aceptar de ningn modo un perro dentro de casa.
Atacar a cualquiera que se presente adujo Julin.
No te preocupes, no encontrar a nadie all fuera. A propsito, cmo habis
conseguido atravesar el portillo?
Un coche sala en el momento que nosotros nos acercbamos y entramos antes

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de que volviese a cerrarse explic Julin. Cmo se cierran las puertas? Con un
mecanismo?
No te metas en asuntos ajenos! exclam furioso el individuo, y se fue por el
pasillo en direccin opuesta.
Un hombre bueno y apacible dijo Julin a Jorge.
S, una naturaleza muy dulce contest ella.
La mujer les mir a los dos, sorprendida. No pareca haber comprendido que
decan precisamente todo lo contrario de lo que pensaban. Los gui hacia arriba.
Llegaron a una habitacin amueblada con una pequea cama en un rincn, una o
dos sillas y una alfombra en el suelo. No haba nada ms en la estancia.
Traer unos cuantos colchones y los colocar en el suelo para vosotros dijo.
Le ayudar se ofreci Julin, pensando que supondra una buena ocasin
para echar una ojeada a la casa.
Muy bien acept la mujer. Los dems quedaos aqu.
Sali, seguida por Julin. Fueron hacia un armario y la mujer cogi de su interior
dos grandes colchones. Julin la ayud. Pareca contenta de contar con su ayuda.
Muchas gracias dijo. Son bastante pesados.
Me imagino que no vern nios con frecuencia por aqu, verdad? pregunt
Julin.
Bueno, es raro que llegaseis justo despus de que empez a decir ella. De
repente, se detuvo y se mordi los labios, mirando hacia ambos lados del pasillo.
Justo despus de qu? insisti Julin. Acaso quiere decir justo despus
de haber llegado el otro nio?
Calla! exclam la mujer, asustada. Qu sabes t de eso? No tenas que
haberlo dicho. El seor Perton me arrancar la piel si te oye decir semejante cosa.
Pensar que se me ha soltado la lengua. As que olvdalo.
Se refera usted al nio que est encerrado en uno de los desvanes, arriba,
verdad? dijo Julin, ayudndola a transportar uno de los colchones al gran
dormitorio. Ella dej caer el extremo que sostena, alarmada.
Te quieres callar? Pretendes meterme en los? Y meteros vosotros tambin?
Es que quieres que el seor Perton llame al jorobado para que os zurre a todos? No
conoces a ese hombre. Es un malvado.
Cundo llega Rooky? pregunt de nuevo Julin a la aterrorizada mujer.
Aquello fue ya demasiado para ella. Se qued inmvil, con las rodillas temblando,
mirando a Julin como si no creyese lo que oa.
Qu sabes de Rooky? murmur. Es que viene aqu? No me digas que
viene aqu!
Por qu? No le gusta? pregunt Julin. Puso una mano sobre su hombro.
Por qu est tan asustada y nerviosa? Qu pasa? Dgamelo. A lo mejor podra

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ayudarla.
Rooky es un canalla explic la mujer. Crea que estaba en la crcel. No
me digas que ha salido otra vez. No me digas que viene aqu.
Estaba tan asustada que no pudo aadir una palabra ms. Rompi a llorar y Julin
no quiso molestarla ms. En silencio, la ayud a arrastrar el colchn a la habitacin
que les haba sido destinada.
Os traer algo de comer dijo la pobre mujer con apariencia de sentirse muy
desgraciada. Si os queris acostar, encontraris mantas dentro de aquel armario.
Luego desapareci. En voz bajsima, Julin puso a los otros al corriente de lo que
haba descubierto.
Trataremos de buscar a Dick tan pronto como no se oiga ruido en la casa. Esta
es una casa sospechosa, una casa llena de secretos, de idas y venidas extraas. Ms
tarde me deslizar fuera de la habitacin y ver lo que puedo averiguar. Me parece
que aquel hombre, que se llama seor Perton, est en efecto esperando a Rooky para
saber si Dick es Ricardo o no. Cuando vea que se han equivocado no dudo que lo
soltar y a nosotros tambin.
Y qu hay de m? dijo Ricardo. Una vez que me haya descubierto, estar
perdido. Yo soy el chico que busca. Odia a mi padre y me odia a m tambin. Me
raptar, me llevar a algn sitio y pedir un rescate enorme por m.
Bueno, tendremos que hacer algo para impedir que te vea respondi Julin
, aunque no s por qu ha de preocuparse por ti. Se ir directamente a ver a Dick.
No se interesar en los que l piensa que son los hermanos y hermanas de Dick. Y no
empieces otra vez a lamentarte, porque ser yo mismo el que te entregue a Rooky.
Eres un pequeo cobarde. No posees el menor valor.
Adems, todo esto es el resultado de tus engaos y mentiras aadi Jorge,
furiosa. Por tu culpa se nos estrope la excursin, Dick ha sido encerrado y el
pobre Tim tiene que estar afuera sin m.
Ricardo pareci sorprendido. Se encogi en un rincn y no aadi una palabra
ms. Se senta muy desdichado. Nadie le quera y nadie tena fe en l.
Verdaderamente era un personaje muy insignificante.

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Captulo 12
Julin investiga los alrededores
La mujer les trajo un poco de comida, consistente en pan con mantequilla y
mermelada y caf caliente para beber. Los cuatro nios no estaban muy hambrientos,
pero s tenan sed. Se bebieron el caf con ansia.
Jorge abri la ventana y llam despacito a Tim.
Tim! Aqu hay algo para ti.
El perro continuaba all abajo, observando y esperando. Saba dnde se
encontraba su ama. Haba ladrado y lloriqueado por algn tiempo, pero ahora
apareca ya tranquilo.
Jorge estaba resuelta a hacerle entrar por el medio que fuese. Le dio todo su pan
con mermelada, tirndoselo trozo a trozo y escuchando cmo lo devoraba. Hallaba
algn consuelo en el pensamiento de que el viejo Tim saba que ella pensaba en l.
Escuchad! dijo Julin viniendo del pasillo donde haba permanecido algn
tiempo al acecho. Me parece que debiramos apagar esta luz y que vosotros os
acomodis en los colchones. Colocar un bulto en el mo y, as, si alguien viene,
creer que estoy en mi puesto. Pero no estar.
Adnde te irs, entonces? pregunt Ana. No nos dejes solos, por favor.
Me esconder en el pasillo, dentro del armario explic Julin. Tengo el
presentimiento de que nuestro agradable anfitrin, el seor Perton, se ocupar muy
pronto de venir a encerrarnos con llave, y no tengo la menor intencin de dejarme
encerrar. Antes inspeccionar la habitacin con su lmpara para ver si nos hemos
dormido. Cuando se haya ido, os abrir y no habr conseguido tenernos prisioneros.
Es una idea estupenda dijo Ana arropndose con una manta. Es mejor que
te metas en el armario cuando antes, Julin, no vaya a ser que nos cierren la puerta
con llave para toda la noche.
Julin apag la lmpara. Anduvo de puntillas hasta la puerta y sali, dejndola
entreabierta. Ya en el pasillo, se dirigi hacia donde recordaba haber visto el armario.
Ah! All estaba! Asi el mango y tir. La puerta se abri silenciosamente. Se
desliz dentro y dej la puerta asimismo entreabierta para poder ver si alguien vena
por el pasillo.
Esper durante un intervalo de veinte minutos. El armario ola a moho y resultaba
muy aburrido permanecer en su interior sin hacer nada en absoluto.
De pronto, por la ligera rendija de la puerta, not como una luz se acercaba.
Alguien vena!
Mir a travs de la abertura. Vio al seor Perton caminando de puntillas a lo largo
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del pasillo, con una pequea lmpara de aceite en la mano. Fue hacia la puerta de la
habitacin de los nios y la empuj un poco. Julin lo observaba sin apenas atreverse
a respirar.
Se dara cuenta de que el bulto que ocupaba uno de los colchones estaba
formado por una manta enrollada y tapada por otra manta? Julin or ardientemente
por que no lo notase, ya que, en ese caso, todos sus planes se le estropearan.
El seor Perton sostuvo en alto la lmpara y mir con cautela dentro de la
habitacin. Vio cuatro bultos sobre los colchones. Cuatro nios, pens.
Era evidente que dorman. Muy despacio, el seor Perton cerr la puerta y con
gran suavidad dio vuelta a la llave. Julin lo vigilaba lleno de ansiedad por si se meta
la llave en el bolsillo. No, no se qued con ella. La dej en la cerradura. Menos mal!
El hombre se alej andando quedamente. No baj al piso inferior, sino que
desapareci en el interior de una habitacin. Julin oy cmo se cerraba la puerta.
Despus percibi el chirriar de la llave en la cerradura. Seguramente no se fiaba de su
otro compaero, quienquiera que fuese. O quiz sospechaba del jorobado o de la
mujer.
Julin esper un rato y sali del armario. Se acerc a la habitacin del seor
Perton y mir por el ojo de la cerradura para comprobar si la luz se haba apagado. S.
Se habra dormido el seor Perton? Eso Julin no poda asegurarlo.
De todos modos, no pensaba esperar hasta orle roncar. Tena que buscar a Dick.
Le pareci lo mejor empezar por el desvn de arriba.
Apostara a que el seor Perton haba subido a ver a Dick cuando tir las piedras
pens Julin. Entonces baj y abri la ventana para atraparnos dentro. Hemos
cado en la trampa. Deba estarnos esperando dentro de la habitacin. No me gusta el
seor Perton. Tiene ideas demasiado luminosas.
Se puso en camino en direccin a las escaleras que llevaban al desvn, pisando
con sumo cuidado para no hacer ruido. Pero no poda evitar que los peldaos
crujiesen y, a cada crujido, Julin se paraba y escuchaba temblando por si alguien lo
haba odo.
Al llegar arriba se encontr con un largo pasillo lleno de puertas. Se detuvo,
pensando qu camino deba tomar.
Hacia dnde caa exactamente la luz que haba visto? Podra jurar que era en
este pasillo. Bueno, se acercara a cada una de las habitaciones y mirara si brillaba
alguna luz a travs de la cerradura o por debajo de la puerta.
Fue pasando puerta tras puerta, todas entornadas. Julin las abri una por una y
descubri oscuros y vacos desvanes, otros rebosantes de trastos. Por fin lleg a una
puerta que estaba cerrada. Mir por el ojo de la cerradura. No haba ninguna luz
dentro de la estancia.
Golpeo la puerta suavemente. Una voz contest en el acto, la voz de Dick:

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Quin anda ah?


Calla! Soy yo, Julin le susurr. Ests bien, Dick?
Se oy el crujido de una cama, luego unos pasos sobre el suelo sin alfombrar. La
voz de Dick le lleg del otro lado de la puerta, velada, con cautela.
Julin! Cmo llegaste hasta aqu? Atiza, qu fantstico! Puedes abrir la
puerta y dejarme salir?
Julin haba buscado ya la llave, pero no haba ninguna. El seor Perton se la
haba llevado sin duda.
No, no est la llave dijo. Dick, qu te han hecho?
No mucho, no te preocupes. Me arrastraron hacia el coche y me empujaron
hacia dentro respondi Dick. El hombre llamado Rooky no estaba all. Los otros
le esperaron algn tiempo y luego nos pusimos en marcha. Pensaron que se haba ido
a ver a alguien a quien tena la intencin de visitar. As es que todava no lo he visto.
Supongo que llegar maana por la maana. Qu disgusto se llevar cuando vea que
no soy Ricardo!
Ricardo tambin ha vuelto murmur Julin. Ojal no lo hubiese hecho! Si
Rooky llega a verle, le raptar, estoy seguro de ello. La nica esperanza que nos
queda es que Rooky no se preocupe ms que de ti, y como sus compinches piensan
que somos todos una sola familia, cabe en lo posible que nos permitan marchar. Has
venido directamente aqu con el coche, Dick?
S respondi ste. Cuando llegamos, las puertas se abrieron como por arte
de magia y me encerraron. Uno de ellos vino a explicarme todo lo que Rooky hara
conmigo cuando me viera y, de repente, se fue abajo y no volvi ms.
Oh!, apostara a que fue cuando las piedras chocaron contra la ventana dijo
inmediatamente Julin. No las has odo?
Atiza! As que en eso consista el ruido que omos. El hombre que estaba
conmigo se acerc a la ventana. Debi descubrirte en seguida. Ahora dime: cmo
has podido llegar hasta aqu? Es verdad que estis todos? Supongo que sera Tim el
que ladraba ah fuera.
Julin, muy de prisa, le cont lo sucedido desde que l y Jorge se haban
encontrado a Ricardo, chillando, hasta el momento en que haba subido las escaleras
y lo haba encontrado.
Se produjo un silencio cuando termin su relato. Luego la voz de Dick lleg por
el agujero.
No sirve de mucho hacer planes, Julin. Si todo sale bien, saldremos de aqu
por la maana, cuando Rooky advierta que no soy el chico que busca. Y si sale mal,
por lo menos estaremos juntos y podremos intentar algo. Me pregunto lo que pensar
su madre cuando vea que esta noche Ricardo no llega.
Probablemente pensar que ha ido a casa de su ta contest Julin. Creo

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que ese chico no es nada de fiar. Al diablo con l! Por culpa suya nos hemos metido
en un buen lo Bien. Esos hombres tendrn que inventar un buen cuento para
explicar el motivo de haberte encerrado cuando maana por la maana adviertan que
no eres Ricardo continu. Dirn que tiraste piedras a su coche, o algo por el
estilo, o bien que te habas herido y que te trajeron aqu para curarte. De todos modos,
digan lo que digan, no armaremos ningn alboroto de momento. Nos iremos
tranquilamente y despus actuaremos de prisa. No s lo que pasa aqu, pero desde
luego es algo raro. La polica tendr que encargarse de averiguarlo.
Escucha, es Tim otra vez dijo Dick. Ladra para llamar a Jorge, supongo.
Es mejor que te marches, Julin, por si despierta a alguno de los hombres y te
encuentran aqu. Me siento muy feliz de saber que ests cerca. Muchsimas gracias
por venir a buscarme.
Buenas noches se despidi Julin.
Se march por el pasillo, aprovechando las zonas iluminadas por la luna, mirando
asustado hacia las sombras por si el seor Perton o cualquier otro estuviese
esperndole.
Pero no tropez con nadie. Tim haba parado de ladrar. Un profundo silencio
reinaba en toda la casa. Julin baj por las escaleras hasta la habitacin donde los
otros dorman. Se detuvo un momento antes de entrar. Y si haca un poco ms de
exploracin? Era una buena oportunidad.
Se determin a hacerlo. El seor Perton dorma profundamente, pens. Tambin
el jorobado y la mujer deban de haberse acostado ya. Se pregunt dnde estara el
otro hombre, el que haba trado a Dick hasta Owl's Dene. No lo haba visto por parte
alguna. Caba en lo posible que se hubiese marchado en el Bentley negro que sali
a travs del portillo cuando ellos llegaron.
Descendi hasta la planta baja impulsado por una idea luminosa. Intentara abrir
la puerta principal y mandar a los otros fuera. Slo l debera quedarse para no
abandonar a Dick.
Luego cambi de parecer. No pens. Ante todo Ana y Jorge se negaran a
marcharse sin m. Suponiendo que lograsen atravesar la puerta sin contratiempos y
bajar por el camino, cmo saldran fuera de la finca? El portillo funcionaba por un
mecanismo especial accionado desde la casa.
De manera que su idea luminosa resultaba irrealizable. Decidi examinar todas
las dependencias del primer piso. Primero se encamin a la cocina. El fuego estaba
casi apagado. La luna brillaba a travs de las rendijas que dejaban las cortinas y
aclaraba un tanto la oscura y silenciosa habitacin. El jorobado y la mujer
probablemente se haban retirado a otro sitio.
No haba nada interesante en la cocina, por lo tanto continu hacia la habitacin
de enfrente. Era un comedor, con una mesa larga y pulida, candelabros en las paredes

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y una chimenea en la que se vean los restos de un fuego de lea. Nada interesante
all tampoco.
Penetr despus en un nuevo cuarto. Qu era aquello? Un taller? No, un
despacho. Haba en l una radio. Sobre una mesa divis un artefacto muy raro,
provisto de una rueda No sera aquello lo que abra el portillo? S, eso era. En un
ngulo descubri una etiqueta pegada a l que deca: Puerta derecha, puerta
izquierda, las dos puertas.
Eso es pens Julin. El mecanismo para abrir las dos puertas al tiempo o
una de ellas nada ms. Si pudiese sacar a Dick de la habitacin, nos marcharamos
todos en un momento. Movi el volante de la rueda. Qu ocurrira ahora?

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Captulo 13
Extrao secreto
Se dej or un ruido curioso, como si un poderoso mecanismo hubiese sido puesto
en marcha. Julin se apresur a hacer retroceder el volante hasta la posicin inicial. Si
haca tanto ruido, no vala la pena intentar abrir las puertas. Despertara al seor
Perton y lo hara salir corriendo fuera de la habitacin.
Sea lo que sea, me parece muy ingenioso, pens el chico, examinndolo tan a
fondo como le fue posible bajo los tenues rayos de la luna que se infiltraban por la
ventana. Mir a su alrededor de nuevo. Un sonido que lleg a sus odos le forz a
detenerse de pronto.
Es alguien que ronca pens. Ms vale no tocar nada aqu. Dnde estar el
durmiente? Seguro que por algn cuarto no lejos de aqu.
Con cautela, avanz de puntillas hasta la puerta siguiente y asom la cabeza al
interior. Era una especie de galera, pero no haba nadie en ella y no se perciba el
ronquido desde all.
Se senta desconcertado. No pareca haber ninguna otra habitacin ms all.
Regres al taller y escuch. S, ahora volva a or el ruido. No caba duda de que se
trataba del ronquido de alguien. Alguien que se encontraba cerca, aunque no lo
bastante para ser odo con claridad ni ser visto. Muy raro!
Julin se movi despacio por la habitacin, intentando localizar el sitio desde
donde el ronquido se oa ms fuerte. S, all, cerca de la biblioteca, que llegaba hasta
el techo. Pero de dnde proceda el sonido? Habra algn cuarto detrs de la
pared del despacho? No pudo encontrarlo. nicamente haba all la pared del pasillo,
por lo que l poda ver. Otra vez volvi al despacho y se acerc a la biblioteca. S, se
oa de nuevo. Alguien dorma y roncaba cerca de all, pero dnde?
Julin empez a registrar la biblioteca. Apareca repleta de libros, apretujados los
unos contra los otros, novelas, biografas, libros de referencias, todos libros buenos.
Sac unos cuantos de su estante y examin la biblioteca por detrs. Era de slida
madera.
Volvi a poner los libros en su sitio y continu su investigacin. Toda la
biblioteca estaba construida de la misma slida madera. Julin mir con atencin los
libros que brillaban bajo los rayos de la luna. Una estantera pareca distinta de las
otras, menos ordenada, los libros no tan apiados. Por qu una estantera tena que
ser distinta de las dems?
Fue retirando muy despacio los libros de dicha estantera. Detrs de ellos se vea
la madera otra vez. Julin acerc la mano y palp. Encontr una manecilla escondida
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en un rincn. Una manecilla! Para qu servira?


Con precaucin, hizo girar la manecilla. Nada ocurri. Entonces la empuj. Nada
tampoco. La estir hacia l y se desplaz unos quince centmetros.
Luego todo el tablero de esta singular estantera se desliz hacia abajo, dejando
una abertura lo bastante grande para que una persona pudiera penetrar por ella. Julin
se qued sin aliento. Un entrepao que se deslizaba! Qu habra tras l?
Una plida claridad se filtraba a travs del espacio vaco.
Julin esper hasta que se acostumbr a la sbita penumbra despus de haber
permanecido tanto tiempo bajo los rayos de la luna. Estaba temblando de excitacin.
El ronquido se oa tan fuerte que Julin pens que el que dorma deba hallarse muy
cerca de l. Gradualmente, descubri una habitacin muy pequeita, con una cama
estrecha, una mesa y una estantera, sobre la cual se adivinaban las siluetas de unas
cuantas cosas. Una candela estaba encendida en un rincn. El durmiente yaca sobre
la cama. Julin no pudo distinguir su rostro. Slo acert a vislumbrar que se trataba
de un hombre grande y macizo. Roncaba con toda tranquilidad.
Atiza! pens Julin. Qu hallazgo! Un escondite secreto, un lugar
excelente para ocultarse cualquier clase de gente que tuviese necesidad de ello y
pudiese pagar por un escondrijo tan seguro. Deberan haberle advertido al hombre
que procurase no roncar. Se haba traicionado.
El nio no se atrevi a quedarse all por ms tiempo observando esta curiosa
estancia. Haba sido construida en el espacio comprendido entre la pared del estudio
y la del pasillo. Probablemente databa de la poca en que haba sido edificada la casa.
Julin busc la manecilla. La empuj hasta devolverla a su sitio y el entrepao se
desliz otra vez en seguida. Resultaba evidente que se haban preocupado de
mantener el mecanismo en buen estado.
El ronquido sonaba otra vez encubierto. Julin coloc los libros, con la esperanza
de recordar, ms o menos, cmo los haba encontrado.
Su excitacin haba subido de punto. Haba descubierto uno de los secretos de
Owl's Dene. La polica se interesara mucho por este escondite y puede que se
interesase todava ms por la persona que lo ocupaba.
Ahora era de suma importancia que l y los dems se escapasen. Estara bien que
lo hiciesen sin Dick? No. Si los hombres sospechaban alguna traicin de su parte o
descubran que conoca el escondite secreto, por ejemplo, podan intentar vengarse en
Dick.
Pese a sus deseos de acudir cuanto antes a la polica, Julin decidi que no se
podan escapar a no ser que lo hiciesen todos, incluyendo a Dick.
No sigui explorando. De repente se sinti muy cansado y subi despacio las
escaleras. Pens que deba acostarse y meditar detenidamente.
Fue al dormitorio. La llave apareca an sobre la cerradura. Entr en la habitacin

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y cerr la puerta. El seor Perton, al da siguiente, advertira que la llave no estaba


echada, pero pensara sin duda que no le haba dado la vuelta como era debido
Julin se estir sobre el colchn al lado de Ricardo. Los dems dorman
profundamente.
Tena la intencin de pensar en todos los problemas que tenan planteados, mas,
apenas cerr los ojos, el sopor lo invadi y se qued dormido. No oy ladrar a Tim,
que haba reanudado sus quejas. No oy el alarido del bho que infunda a la noche
en la colina un matiz de horror. No vio cmo la luna se deslizaba sobre el cielo.
A la maana siguiente, el seor Perton no acudi a despertar a los nios. Se
encarg de ello la mujer. Entr en la habitacin y los llam.
Si queris el desayuno, bajad a tomarlo.
Se sentaron, asombrados, en sus rudimentarios lechos.
Hola! dijo Julin, medio dormido an. Ha dicho usted el desayuno? Eso
suena bien. Hay algn sitio en donde podamos lavarnos?
Podis lavaros en la cocina respondi la mujer con hosquedad. No voy a
limpiar ningn cuarto de bao por vuestra culpa.
Deje la puerta sin llave para que podamos salir observ Julin con aire
inocente. El seor Perton la cerr con la llave.
Eso es lo que dijo contest la mujer, pero no lo ha hecho. No estaba
cerrada cuando prob a abrirla esta maana. Vosotros no lo sabais, verdad? Apuesto
a que os hubieseis dedicado a pasear por toda la casa de haberos dado cuenta.
Es muy posible asinti Julin guiando un ojo a los dems. Ellos saban que
haba decidido ir en busca de Dick aquella noche y explorar un poco los alrededores.
Sin embargo, ignoraban todo lo que haba descubierto. No haba querido despertarlos
para contrselo por la noche.
No tardis mucho dijo la mujer, y se march dejando la puerta abierta.
Espero que le haya subido algo para desayunar al pobre Dick suspir Julin.
Los dems se le acercaron.
Julin, encontraste a Dick anoche? susurr Ana. Su hermano asinti con la
cabeza. En voz baja y en pocas palabras les cont todo lo que haba descubierto,
dnde haban encerrado a Dick, y cmo haba odo el ronquido y descubierto el
entrepao y la habitacin secreta. No se olvid del hombre que dorma en ella sin
sospechar que Julin lo haba visto.
Julin! Qu emocionante! exclam Jorge. Quin hubiese imaginado
algo semejante?
S, muy emocionante. Tambin he descubierto el mecanismo que abre las
puertas prosigui Julin. Est en la misma habitacin. Bueno, vamos: si no
bajamos pronto a la cocina, la mujer esa vendr a buscarnos otra vez. Espero que no
est all el jorobado. No me gusta ni pizca.

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Pero el jorobado estaba presente, terminando su desayuno sentado a una mesa


pequea. Puso mala cara a los nios, que fingieron ignorarlo.
Habis tardado mucho gru la mujer. All est la pila, por si queris
lavaros. He puesto una toalla para vosotros. Estis todos muy sucios.
S, lo estamos confirm Julin, en tono alegre. Nos haca mucha falta un
bao anoche. Pero no se puede decir que nos hayan recibido muy calurosamente.
Cuando terminaron de lavarse, se dirigieron hacia una mesa grande y bien
fregada. No haba mantel sobre ella. La cocinera les haba preparado pan y
mantequilla, huevos duros y un jarro de chocolate bien caliente. Se sentaron y
empezaron a servirse. Julin charlaba con gran animacin, guiando un ojo a los
dems para indicarles que ellos tambin hiciesen lo mismo. No permitira que el
jorobado pensase que se sentan asustados o preocupados.
Callaos! orden el enano de pronto.
Julin no le hizo el menor caso. Continu hablando y Jorge le sigui la corriente
con su valenta habitual. Ana y Ricardo callaron atemorizados al or la voz furiosa del
hombrecillo.
Habis odo lo que os he dicho? chill el jorobado, levantndose de repente
de la mesita en que estaba sentado. Callaos de una vez! Que es eso de venir a mi
cocina y armar este jolgorio? A callar!
Julin se levant tambin.
No acepto rdenes de usted, sea usted quien sea dijo, y pareca un hombre
mayor. Empiece por callarse usted mismo o, por lo menos, mustrese ms
educado.
Por favor! No le hables as, por favor, no lo hagas intervino la mujer con
voz llena de ansiedad. Tiene un genio tan endiablado que es capaz de pegarte con
un palo.
Yo tambin le pegara a l de buena gana repuso Julin, enfadado.
Dios sabe lo que hubiese podido ocurrir de no haberse presentado el seor Perton
en la cocina. Entr y mir con furia a su alrededor, dndose cuenta de que haba
jaleo.
Es que has perdido los estribos otra vez, jorobado? dijo. Guarda tu genio
para cuando lo necesitemos. Probablemente te pedir que lo saques a relucir en
cualquier momento, si estos cros no se portan bien.
Observ a los nios con expresin de enfado. Luego mir a la mujer.
Rooky llegar pronto le dijo. Vienen con l uno o dos ms. Prepara una
comida, una buena comida. Mantn a los chiquillos aqu, jorobado. Y viglalos.
Puede que los necesite luego.
Sali. La mujer se ech a temblar.
Rooky viene le cuchiche al jorobado.

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Sigue con tu trabajo, mujer respondi el enano. Encrgate t misma de


traer las verduras. Yo tengo que vigilar a estos nios.
La pobre mujer corra nerviosa de un lado para otro. Ana la mir compadecida.
Se acerc a ella.
Quiere que le friegue los platos y los coloque en su sitio? le pregunt.
Usted tiene mucho trabajo y yo no tengo nada que hacer.
La ayudaremos todos determin Julin.
La mujer lo mir asombrada y agradecida. Era claro que no estaba acostumbrada
a buenos modales o cualquier modo de educacin.
Ja! exclam el jorobado con sorna. A m no me engaaris con vuestras
finuras.
Nadie le prest la menor atencin. Los nios empezaron a recoger las cosas del
desayuno. Ana y Jorge las depositaron dentro del fregadero y se afanaron en su tarea.
Ja! dijo el jorobado otra vez.
Y ja! tambin a usted respondi Julin en un tono agradable, que hizo rer a
los dems y enfurecer al jorobado de tal modo que los ojos le desaparecieron bajo las
cejas de tanto fruncirlas.

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Captulo 14
Rooky est muy enfadado
Cosa de una hora ms tarde se oy un sbito chirrido. Ricardo, Jorge y Ana se
sobresaltaron. Pero Julin saba qu lo produca.
Estn abriendo las puertas les explic. Entonces recordaron lo que les haba
contado sobre el mecanismo que abra las puertas, aquel mecanismo que tena una
rueda sobre la cual haba escrito un letrero que deca puerta derecha, puerta
izquierda, las dos puertas.
Cmo lo sabes? pregunt de pronto el jorobado, sorprendido y desconfiado.
Pues soy un buen adivino contest Julin airosamente. Corrjame si me
equivoco. He comprendido en seguida que estaban abriendo las puertas y adems
adivino que Rooky est entrando en este momento.
Como sigas siendo tan perspicaz, un da lo vas a sentir gru el jorobado,
encaminndose hacia la puerta.
Eso mismo me dijo mi madre cuando tena dos aos dijo Julin, y los dems
se echaron a rer. Si era preciso contestar, Julin siempre acertaba con la respuesta
oportuna.
Se acercaron a la ventana y Jorge la abri. Tim estaba all fuera, sentado. Su ama
haba suplicado a la mujer que le permitiese entrar, pero ella se haba negado. Le
haba echado algunos restos de comida y le haba dicho a Jorge que poda beber en un
charco que se haba formado en el patio. Le era imposible hacer nada ms por l.
Tim! grit Jorge cuando oy el ruido de un coche adelantndose sobre el
camino. Tim, qudate ah, no te muevas.
Tena miedo de que Tim corriese hacia el vehculo y saltase sobre la primera
persona que se apease de l. El perro la mir con aire interrogante. Estaba
desconcertado con todo aquel asunto. Por qu no se le permita permanecer dentro
de la casa con su ama? Saba muy bien que a ciertas personas no les gustaban los
perros, pero Jorge rehusaba, por regla general, ir a casa de ellas. Tambin le
desorientaba el hecho de que ella no saliese a verle.
Jorge continuaba inclinada sobre la ventana. l poda or su voz, incluso
alcanzara a lamer su mano si se pusiese derecho sobre sus patas traseras, apoyndose
contra la pared.
Cierra esa ventana y mtete dentro ahora mismo orden con malicia el
jorobado. Disfrutaba al ver que Jorge se senta nerviosa por tener que estar separada
de su perro.
Ah llega el coche exclam Julin. Echaron una ojeada al exterior y se
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miraron entre s. Claro, era el KMF ciento dos.


El Bentley negro pas bajo las ventanas de la cocina y se adelant hacia la
puerta principal. Tres hombres salieron del coche. Ricardo se ech en el acto hacia
atrs, sbitamente plido.
Julin fij en l su mirada, levantando las cejas, como para preguntarle si haba
reconocido a Rooky en uno de aquellos hombres. Ricardo asinti con aire
desdichado. Estaba asustadsimo.
El chirrido se dej sentir de nuevo. Al parecer estaban cerrando el portillo. Se
oyeron voces en la entrada. Luego los hombres entraron en una habitacin y cerraron
la puerta.
Julin se pregunt si podra deslizarse fuera de la habitacin sin que se dieran
cuenta e ir a comprobar si Dick se encontraba bien. Inici el movimiento pensando
que el jorobado se hallaba demasiado entretenido con un montn de zapatos sucios.
Pero su desagradable voz se elev en seguida.
Adnde vas? Si no obedeces mis rdenes, se lo dir al seor Perton y te
aseguro que te arrepentirs.
Pronto habr muchos hombres en esta casa que se sentirn profundamente
arrepentidos respondi Julin con una voz tan alegre que crisp los nervios de su
oponente. Vaya con cuidado, jorobado!
El hombrecillo perdi los estribos y arroj a Julin el cepillo con que limpiaba los
zapatos. Julin lo recogi con destreza en el aire y lo dej sobre la chimenea.
Gracias dijo. No le apetece tirar otro?
Oh! No lo irrites implor la mujer. No sabes cmo se pone cuando saca el
mal genio. No lo hagas, por favor.
La puerta de la habitacin en que haban entrado los hombres se abri y se
percibieron los pasos de alguien que suba las escaleras. Van a buscar a Dick,
pens Julin.
El enano tom otro cepillo y sigui limpiando zapatos, refunfuando por lo bajo
con enfado. La mujer, entre tanto, prosegua preparando la comida. Jorge, Ana y
Ricardo prestaban atencin, mirando a Julin. Ellos tambin haban adivinado que el
hombre haba subido a buscar a Dick para llevarlo ante Rooky.
De nuevo sonaron los pasos, aunque esta vez eran dos pasos distintos y bajaban
en lugar de subir. S, deban ser Dick y el hombre. Reconocan la voz de su
compaero.
Sulteme el brazo! Puedo andar sin que me arrastre! le oyeron decir
indignado. El bueno de Dick! No consentira que lo dominasen sin protestar como
era debido.
Le hicieron entrar en la habitacin donde esperaban los tres hombres. De pronto,
habl alguien en tono fuerte e indignado.

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ste no es el chico. Idiotas! Os habis equivocado de chico!


El jorobado y la mujer se miraron el uno al otro, confusos. Algo haba ido mal.
Fueron hacia la puerta y se quedaron all en silencio. Los nios se hallaban justo
detrs de ellos. Con infinitas precauciones, Julin atrajo a Ricardo hacia atrs.
Frota un poco de holln sobre tu pelo murmur, hasta que est tan negro
como te sea posible. Si los hombres vienen aqu para vernos, probablemente no te
reconocern con tanta facilidad si tienes el pelo oscuro. Venga, de prisa, ahora que los
dems no se fijan en ti.
Julin apuntaba hacia la reja de la chimenea, cubierta por el holln. Ricardo
extendi sus temblorosas manos y las cubri con l. Luego las frot sobre su rubio
cabello.
Ms orden Julin en un susurro, mucho ms. Sigue! Me quedar delante
de ti para que los dems no vean lo que haces.
Ricardo frot ms holln sobre su pelo. Julin asinti. S, era suficiente. Ricardo
pareca otra persona. Julin esperaba que Ana y Jorge se mostrasen lo bastante
sensatas como para no prorrumpir en exclamaciones cuando lo viesen.
Evidentemente se haba originado una fuerte discusin en la habitacin de la
entrada. Las voces iban subiendo de volumen, pero no se podan comprender muchas
de las palabras desde donde escuchaban los nios, en la puerta de la cocina.
De repente son muy clara la voz de Dick.
Ya les dije que se haban equivocado. Ahora, djenme marchar.
De pronto, el jorobado empuj con brusquedad a todos apartndolos de la puerta,
excepto al pobre Ricardo, que se haba metido en el rincn ms oscuro que pudo
encontrar temblando de miedo.
Ya vienen! susurr. Fuera de aqu!
Todos obedecieron. El jorobado volvi a sus zapatos, la mujer comenz a pelar
patatas y los nios se dedicaron con afn a hojear unas viejas revistas que haban
hallado.
Los pasos se acercaron hacia la puerta de la cocina. Alguien la abri de par en
par. El seor Perton se dej ver en el umbral y tras l se vea a otro hombre. No caba
duda sobre quin era.
Gruesos labios, una nariz enorme S, era el rufin Rooky, en el pasado
guardaespaldas del padre de Ricardo. El hombre que odiaba al nio porque haba ido
con cuentos sobre l a su padre y por esta causa haba sido despedido.
Dick apareca entre los dos hombres y les hizo un gesto amistoso con la mano.
Julin sonri. El bueno de Dick!
Rooky mir a los cuatro nios. Su mirada se detuvo un instante sobre Ricardo y
luego se alej. No lo haba reconocido.
Bueno, seor Perton dijo Julin. Me alegra ver que ha hecho usted bajar a

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mi hermano de la habitacin donde lo encerr anoche. Supongo que eso significa que
puede venirse con nosotros. No alcanzo a imaginarme por qu lo trajo usted aqu y lo
hizo prisionero.
Escchame empez el seor Perton, en un tono distinto del que haba
empleado antes. Mira, nos hemos equivocado. No necesitis saber ni el porqu, ni
el cmo. Eso no os incumbe. ste no es el nio que buscbamos.
Ya habamos dicho que era nuestro hermano intervino Ana.
Cierto respondi el seor Perton con cortesa. Siento no haberlo credo.
Estas cosas ocurren a veces. Bien, queremos haceros un regalo para compensar
cualquier incomodidad que hayis sufrido. Aqu tenis diez libras para compraros
helados y cosas por el estilo. Os podis marchar cuando queris.
Y no vayis con cuentos de hadas a nadie orden Rooky con expresin
amenazadora. Nos hemos equivocado, pero no queremos que se hable del asunto.
Si se os ocurre decir cualquier tontera, la desmentiremos. Aseguraremos que
encontramos a este nio perdido en el bosque, nos dio lstima y lo trajimos aqu a
pasar la noche. A vosotros os cazamos cometiendo una infraccin en nuestra finca,
entendido?
Perfectamente asinti Julin con voz fra y un poco burlona. Podemos
marcharnos ahora?
S dijo el seor Perton. Meti la mano en su bolsillo y sac un puado de
billetes. Entreg dos libras a cada uno de los nios. Ellos miraron a Julin para saber
si deban aceptar o no. A ninguno le haca la menor gracia recibir dinero del seor
Perton, pero saban que no deban rechazarlo si Julin as se lo indicaba.
Julin tom las dos libras que se le tendan y se las guard en el bolsillo sin una
palabra de agradecimiento. Los otros le imitaron. Ricardo mantuvo la cabeza baja
todo el rato, rezando a Dios por que los dos hombres no advirtieran el modo en que le
temblaban las piernas. Estaba aterrorizado ante la presencia de Rooky.
Ahora, largo de aqu! dijo Rooky cuando se hubieron repartido las diez
libras. Olvidad todo lo que ha pasado o tendris que lamentarlo.
Abri la puerta que daba sobre el jardn. Los nios salieron en silencio; Ricardo,
procurando ocultarse en medio de ellos. Tim los estaba esperando. Dio un ladrido de
bienvenida y se arroj sobre Jorge acaricindola, lamiendo todas las partes de su
cuerpo que se hallaban a su alcance. Volvi la cabeza hacia la puerta de la cocina y
gru como preguntando: Queris que entre por alguno de ellos?
No rechaz Jorge. T te vienes con nosotros. Salgamos de aqu lo ms
pronto posible.
Dadme vuestro dinero, de prisa orden Julin en voz baja tan pronto como
dieron la vuelta a la esquina y estuvieron fuera de la vista de las ventanas. Todos le
tendieron el dinero, sorprendidos. Qu pensaba hacer con l?

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La mujer haba salido fuera para ver cmo se marchaban. Julin la llam con un
gesto. Se acerc dudando.
Para usted dijo Julin poniendo el dinero en sus manos. Nosotros no lo
queremos.
La mujer lo cogi, asombrada. Los ojos se le llenaron de lgrimas.
Caramba, esto es una fortuna. No, no, tomadlo. Sois muy buenos, muy buenos.
Julin dio la vuelta, dejando a la mujer all de pie, admirada y feliz, mirndolo.
Corri hacia los dems.
Ha sido una idea muy buena afirm Ana con calor, y sus compaeros
asintieron. Todos se compadecan de la pobre mujer.
Adelante! dijo Julin. No debemos retrasarnos si queremos llegar cuando
se abran las puertas. Escuchad, se puede or el chirrido que llega desde la casa.
Alguien ha puesto el mecanismo en marcha para abrir las puertas. Gracias a Dios,
estamos libres y Ricardo tambin. Ha sido una verdadera suerte.
S. Tena tanto miedo de que Rooky me reconociese, a pesar de haberme teido
el pelo con el holln confirm Ricardo, mucho ms alegre. Mirad. Se ve el final
del camino y el portillo est abierto. Somos libres!
Recogeremos las bicicletas decidi Julin. Recuerdo en dnde las hemos
dejado. Puedes subirte en la barra de la ma, Ricardo, porque ahora nos falta una.
Dick ha de montar en la suya. Recuerdas que la cogiste prestada? Mirad, aqu estn.
Montaron sobre sus vehculos y avanzaron un trecho por el camino. De pronto,
Ana lanz un grito de espanto.
Julin! Las puertas se estn cerrando! Corred, corred, o nos quedaremos
dentro.
En efecto, todos pudieron ver, con horror, cmo se cerraban las puertas muy
despacio. Pedalearon a toda la velocidad que les fue posible, pero sin resultado.
Cuando llegaron al portillo estaba bien cerrado. A pesar de sacudirlo con fuerza no
pudieron abrirlo. Caramba, qu mala suerte! Ahora que se encontraban casi a salvo.

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Captulo 15
Prisioneros de nuevo
Se dejaron caer sobre la hierba, entre lamentos de desesperacin.
Por qu lo habrn hecho justo cuando nos hallbamos a punto de salir?
pregunt Dick. Creis que se trata de una equivocacin? Quiero decir que quiz
pensaron que ya habamos salido
Bueno, si ha sido una equivocacin tiene fcil arreglo repuso Julin. Me
acercar en un momento con la bici a la casa y les dir que cerraron las puertas
demasiado pronto.
S, hazlo respondi Jorge. Te esperaremos aqu.
Pero antes que Julin hubiese tenido tiempo de montar sobre la bicicleta, lleg
hasta ellos el ruido del coche que se acercaba por el largo camino. Los nios se
pusieron en pie. Ricardo se escondi detrs de unas matas, muerto de pnico, ante la
idea de enfrentarse con Rooky otra vez.
El coche se acerc a los chiquillos y fren frente a ellos.
S, aqu estn todava dijo el seor Perton mientras sala del coche. A
continuacin se ape tambin Rooky. Se dirigieron hacia el pequeo grupo.
Rooky les ech una mirada.
Dnde est el otro nio? pregunt.
No me lo puedo imaginar contest Julin framente. Quiz haya tenido
tiempo de salir por el portillo. Por qu cerr las puertas tan pronto, seor Perton?
Pero Rooky haba descubierto a Ricardo, temblando detrs de las matas. Fue
hacia l y lo arrastr afuera. Lo mir con atencin. Luego lo llev hasta el seor
Perton.
S, tal como me haba imaginado. Aqu est el pequeo bribn. Se ti el pelo
con holln y por eso no lo reconoc. Sin embargo, cuando se march, estaba seguro de
que me recordaba a alguien, por eso quise volver a verlo y zarandeaba al pobre
Ricardo como un gato zarandea a un ratn.
Bueno, y qu pretendes hacer ahora? pregunt el seor Perton con
desaliento.
Llevrnoslo, claro dijo Rooky. Me valdr de l para vengarme de su
padre; tendr que abonar una suma muy fuerte si quiere volver a ver a su asqueroso
hijito. Nos vendr muy bien ese dinero. No crees? Y al mismo tiempo este chico me
las pagar por todas las mentiras que le cont a su padre sobre m. Qu rata ms
sucia!
Sacudi otra vez a Ricardo. Julin se adelant, plido y furioso.
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Ya est bien! dijo. Suelte a ese nio. No le parece suficiente lo que ha


hecho? Ha encerrado a mi hermano durante toda una noche, no nos permite salir de
aqu y ahora habla de cometer un rapto. Acaba usted de salir de la crcel y ya quiere
volver a ella.
Rooky solt a Ricardo y se adelant hacia Julin. Con un gruido, Tim se lanz
entre los dos y mordi la mano del hombre. Rooky solt un chillido de rabia y se
frot la mano herida.
Llama en seguida a este perro, me oyes? grit a Julin.
Lo har volver atrs si se decide usted a hablar con sentido contest el
muchacho, todava plido de rabia. Nos dejar marchar a todos de aqu y ahora
mismo. Vuelva a la casa y abra las puertas.
Tim ladr de una forma espantosa y Rooky y el seor Perton se apresuraron a
retroceder unos cuantos pasos. Rooky cogi una gran piedra del suelo.
Si se atreve a tirarnos esa piedra mandar al perro que se eche otra vez contra
usted grit Jorge, temiendo por la suerte de Tim. El seor Perton hizo caer la piedra
de la mano de Rooky.
No seas loco le acus. Ese perro nos hara picadillo. Es enorme. Mrale los
dientes. Por Dios, Rooky, djalos que se marchen.
No antes de llevar a trmino nuestro planes repuso Rooky con furia, todava
frotndose la mano. Mantnlos a todos prisioneros dentro de la finca. No
tardaremos en cumplir con nuestro cometido. Y lo que es ms, me llevar a esa
pequea rata conmigo cuando me marche. Aja! Le ensear unas cuantas cosas, y a
su padre tambin.
Tim volvi a gruir. Estaba tratando de soltarse de la mano de Jorge. Ella le tena
firmemente asido por el collar. Ricardo tembl cuando oy las amenazas proferidas
por Rooky. Las lgrimas corrieron por sus mejillas.
Puedes lloriquear tanto como te apetezca le chill Rooky. Espera a que te
coja. Miserable! Cobarde! Jams tuviste un pice de valor! Todo lo que sabes hacer
es contar mentiras y portarte mal siempre que puedes.
Mira, Rooky, es mejor que vengas a casa a curarte la mano intervino el seor
Perton. Est sangrando de mala manera. Tendrs que lavarla y poner un
desinfectante sobre la herida. Sabes muy bien que una mordedura de perro puede ser
peligrosa. Ven. Ya te ocupars luego de los nios.
Rooky se dej llevar hasta el coche, amenazando a los nios con un gesto de su
mano sana. Ellos lo contemplaron en silencio.
Chiquillos entrometidos! Pequeos!
El resto de las palabras se perdi entre el ruido del motor. El seor Perton dio
marcha atrs, hizo girar el coche y desapareci cuesta arriba. Los cinco nios se
sentaron sobre la hierba. Ricardo empez de nuevo a sollozar.

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Ricardo! Cllate de una vez! dijo Jorge con desprecio. Rooky estaba en
lo cierto cuando dijo que eras un pequeo cobarde, sin pizca de valor. Estoy por
completo de acuerdo con l. Ana es mucho ms valiente que t. Ojal no hubisemos
tropezado contigo jams.
Ricardo se frot los ojos con las manos. Las tena llenas de holln y se llen la
cara de chafarrinones. Presentaba un aspecto muy raro con las manchas de holln
surcadas por las lgrimas. Se le notaba verdaderamente desesperado.
Lo siento dijo lloriqueando. S que no me creis, pero os aseguro que lo
siento de veras. Siempre he sido un poco cobarde. No lo puedo remediar.
S, s que puedes dijo Julin con sorna. Cualquiera puede evitar ser un
cobarde. Tu cobarda consiste en preocuparte exclusivamente de tu miserable piel, en
lugar de pensar en los dems. Hasta la pequea Ana es capaz de preocuparse ms por
nosotros que por ella misma. Eso es lo que le proporciona valor. No podra mostrarse
cobarde aunque lo intentase.
Aquello resultaba algo nuevo por completo para Ricardo. Intent secarse las
lgrimas.
Har lo que pueda para ser como vosotros prometi en voz baja. Sois
todos tan decentes! Jams he tenido amigos como vosotros. No volver a
defraudaros.
Bueno, ya lo veremos respondi Julin con aire dubitativo.
Verdaderamente me daras una gran sorpresa si de repente te convirtieras en un hroe,
claro est que una sorpresa muy agradable. Entre tanto, nos servira de gran ayuda si
cesases de gimotear y nos permitieses hablar.
Ricardo se calm. En verdad que tena una cara muy extraa con aquellas franjas
de holln. Julin se volvi hacia los dems.
Esto es para volverse loco dijo. Justo cuando ya estbamos a punto de
conseguir la libertad. Qu pensarn hacer con nosotros? Supongo que nos encerrarn
en una habitacin y nos dejarn all hasta que terminen su trabajo. Me imagino que
consiste en llevar al hombre aquel hasta lugar seguro. Me refiero al que vi en el
cuarto secreto.
Crees que los padres de Ricardo no darn parte a la polica cuando adviertan
su desaparicin? pregunt Jorge abrazando a Tim, que no cesaba de lamerla, feliz
por tenerla de nuevo a su lado.
Claro que s. Pero, qu ganarn con ello? La polica no posee la menor pista
para dar con l contest Julin. Tampoco nadie sabe dnde estamos nosotros.
Ta Fanny no se preocupar, de momento, creyndonos de excursin con nuestras
bicis. Ya cuenta con que no le escribiremos todos los das.
T crees que esos hombres piensan llevarme en realidad con ellos cuando se
marchen? le interrog Ricardo.

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Bueno, espero que encontraremos la manera de escaparnos antes dijo Julin,


a quien le desagradaba responder afirmativamente. Sus propsitos eran bien claros.
Y cmo podremos escaparnos? insisti Ana. Jams lograramos escalar
estos muros. No creo que nadie se acerque por aqu tampoco. Los vendedores no
llegan a estos sitios tan apartados.
Y qu hay del cartero? pregunt Dick.
Lo ms probable es que ellos mismos se encarguen de ir a buscar el correo cada
da repuso Julin. Supongo que no desean que nadie venga por aqu. O puede
que haya un buzn fuera del portillo. No haba pensado en ello.
Trataron de comprobarlo. Mas, a pesar de estirar los cuellos hasta el mximo para
ver la otra parte, no divisaron ningn buzn para que el cartero depositase en l las
cartas. As que la pequea esperanza que les quedaba de hablar con el cartero y darle
un mensaje se esfum.
Vaya! Ah viene la mujer, Aggie, o como se llame exclam de pronto Jorge.
Tim comenz a ladrar. Todos volvieron la cabeza. S, Aggie avanzaba a buen paso
por el camino. Pensara salir de la finca? Se abriran las puertas para ella?
Esta esperanza desapareci al acercarse a ellos.
Ah!, aqu estis. Traigo un mensaje para vosotros. Os dan a elegir entre dos
cosas: o quedaros todo el da fuera y no poner ni siquiera un pie en la casa, o bien
entrar en ella para ser encerrados en una habitacin. Mir a su alrededor con
cautela y baj la voz. Siento que no hayis podido marcharos. Ya es bastante malo
para una vieja como yo estar atrapada aqu con el jorobado. Pero no es justo encerrar
a nios en un sitio como ste. Y vosotros sois muy buenos chicos.
Gracias contest Julin. Ya que piensa usted que somos buenos, quiz
quiera ayudarnos. Dganos, hay alguna manera de salir de aqu aparte atravesar el
portillo?
No, no existe ninguna repuso la mujer. Cuando estas puertas se cierran, la
finca se transforma en una crcel. No se le permite a nadie entrar y slo se puede salir
con el consentimiento del seor Perton y los otros. As que ser mejor que no
intentis huir. No hay escapatoria posible.
Nadie contest a estas palabras. Aggie mir hacia atrs, como si temiese que
alguien la estuviese escuchando, acaso el jorobado. Luego prosigui en voz baja:
El seor Perton me orden que no os diese mucha comida. Tambin le dijo al
jorobado que preparase algo de comida con veneno dentro para el perro. As que no
le permitis probar bocado fuera de lo que yo traiga.
El muy bruto! chill Jorge, atrayendo a Tim hacia ella. Has odo eso,
Tim? Qu lstima que no hayas mordido al seor Perton tambin!
Chitn! dijo la mujer, asustada. No alborotis! No deba haberos dicho
esto, lo sabis bien, pero os habis portado muy bien conmigo y me regalasteis todo

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el dinero. Sois verdaderamente amables. Ahora, escuchadme. Ser preferible que os


quedis aqu fuera, en el jardn. Si estis encerrados no me atrever a llevaros ms
comida. Rooky podra entrar y verla. Si permanecis aqu, me ser mucho ms fcil
traeros provisiones extras.
Gracias repiti Julin, y los dems asintieron. De todos modos, ya
estbamos decididos a quedarnos aqu. Supongo que el seor Perton teme que
tropecemos por casualidad con uno de los secretos de la casa si se nos deja andar
libremente por ella. Muy bien, dgale que elegimos el exterior. Qu hay de nuestra
comida? Cmo nos las arreglaremos? No queremos causarle molestias, pero siempre
nos sentimos hambrientos a las horas de las comidas y una buena comida nos ira de
mil maravillas hoy.
Ya me las arreglar para que la tengis dijo Aggie sonriendo. Pero,
cuidado con lo que os he dicho! Sobre todo, que el perro no coma nada de lo que el
jorobado le prepare. Estar envenenado.
Alguien chill desde la casa. Aggie levant la cabeza y prest atencin.
Es el jorobado, que me llama les comunic. Debo irme ya.
Bueno, bueno, bueno coment Julin. Conque piensan envenenar a Tim,
eh? Tendrn que discurrir otra cosa mejor, viejo amigo, no es verdad?
Guau! repuso Tim con gran seriedad.

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Captulo 16
Aggie y el jorobado
Me parece que necesito un poco de ejercicio dijo Jorge cuando Aggie se
hubo marchado. Exploraremos el jardn. Siempre cabe en lo posible encontrar algo
que sea de utilidad.
Se levantaron, contentos de tener algo que hacer para no debatirse en sus por el
momento insolubles problemas. Quin hubiera podido pensar ayer, cuando corran
tan contentos sobre sus bicis a travs del campo soleado, que hoy se veran
prisioneros? Jams se sabe lo que puede ocurrirle a uno. Claro que esa incertidumbre
proporcionaba un poco de sal a la vida. Sin embargo, en el caso presente, les
estropeaba la excursin en bicicleta.
No descubrieron nada interesante en el jardn, salvo dos vacas, muchas gallinas y
una nidada de patitos. Vaya! Ni siquiera el lechero necesitaba venir a Owl's Dene. La
casa se abasteca por s sola.
El Bentley negro debe de ir todos los das a la ciudad para recoger el correo
y comprar la carne y el pescado dijo Jorge. Exceptuando esas cosas, Owl's Dene
puede seguir adelante durante meses sin precisar ningn contacto con el mundo
exterior. Me imagino que dispondr de montones de comida en conserva.
Parece obra de magia la existencia de un lugar como ste, abandonado en una
colina desierta, olvidado por todo el mundo y escondiendo Dios sabe qu secretos
opin Dick. Julin, me gustara saber quin es el hombre que viste en la habitacin
secreta, el que roncaba.
Alguien que no desea ser visto ni siquiera por el jorobado o Aggie respondi
Julin. Alguien a quien la polica se alegrara de encontrar.
Ojal pudisemos salir de aqu suspir Jorge con aoranza. Odio este sitio.
Uno puede darse cuenta en seguida de que algo malo sucede en l. Y aborrezco la
idea de que alguien intente envenenar a Tim.
No te preocupes, no ser envenenado la consol Dick. No lo
permitiremos. Se comer la mitad de nuestra racin, verdad que s, Tim, viejo
amigo?
Tim asinti meneando su rabo. No se apartaba del lado de su ama aquella
maana. Se mantena pegado a ella como una sanguijuela.
Bueno, ya hemos recorrido todo el jardn y la verdad es que no hay mucho que
ver dijo Julin cuando se acercaban a la casa. Supongo que el jorobado es quien
se ocupa de ordear las vacas, dar de comer a los pollos y recoger las verduras. Aggie
tiene bastante trabajo con la casa. Mirad, all est el jorobado. Est preparando la
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comida de Tim!
El hombre les haca seales desde lejos.
Aqu tenis la comida del perro les chill.
No digas una palabra, Jorge orden Julin en voz baja. Vamos a fingir que
Tim se la come. Ya la tiraremos luego en algn rincn apartado. Ya vers la cara que
pondrn maana por la maana, cuando adviertan que todava vive.
El hombrecillo desapareci en direccin del establo, transportando un cubo en la
mano. Ana ri.
Se me ha ocurrido una broma estupenda para gastarle. Le haremos ver que Tim
no se comi ms que la mitad y que el resto se lo hemos dado a las gallinas y los
patos.
Y el jorobado se pondr fuera de s pensando que se morirn y le echarn una
buena bronca asinti entusiasmada Jorge. Lo tiene bien merecido. Venid, iremos
por la comida.
Corri a coger la gran escudilla que el enano haba dejado en el suelo. Tim la oli
y se alej en el acto. Estaba claro que no le habra hecho mucha gracia si le hubiesen
obligado a comrsela. Era un perro muy sensato.
De prisa, Julin, coge esa pala y cava un hoyo antes de que el jorobado vuelva
dijo Jorge.
Julin se puso a la obra sonriendo. En un minuto, el hoyo estuvo preparado en la
tierra blanda. Jorge vaci la comida en l, limpi la escudilla con una hojas y
contempl cmo Julin volva a rellenar el hoyo con la tierra. Ahora ningn animal
correra el peligro de morir envenenado.
Vmonos al gallinero. En cuanto veamos al jorobado, lo llamaremos decidi
Julin. Nos preguntar lo que estamos haciendo y le soltaremos el cuentito. Venid!
Se merece un buen susto.
Se acercaron al gallinero y se quedaron observando a travs de la alambrada.
Cuando el enano sali, se volvieron hacia l y le llamaron.
Jorge fingi rascar los alimentos de la escudilla del perro y tirarlos en el gallinero.
El jorobado la mir con intensidad. Luego corri hacia ella gritando:
No hagas eso! No lo hagas!
Qu pasa? se interes la nia con aire inocente, simulando empujar un resto
de comida por la alambrada. Es que no puedo dar algunas migajas a las gallinas?
Es sta la escudilla donde puse la comida del perro? pregunt el jorobado
con brusquedad.
S contest Jorge.
No se lo comi todo y se lo ests dando a mis gallinas! grit el jorobado,
furioso, a la vez que arrancaba la escudilla de las manos de Jorge. Ella aparent
sentirse muy enfadada.

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Djeme! Por qu sus gallinas no pueden comer unas migajas del alimento del
perro? Tena muy buen aspecto. Por qu no se les puede dar un poco a las gallinas?
El hombre la fulmin con una mirada.
Nio tonto! Dar de esta comida a mis gallinas! Te mereces una buena zurra.
Naturalmente, pensaba que Jorge era un chico. Los otros los miraban interesados
y divertidos. El jorobado hombrecillo se mereca pasar un buen susto por sus gallinas
despus de haber intentado envenenar al querido Tim.
El hombre, desesperado, no saba qu hacer. Fue a buscar una fuerte escoba a un
cobertizo que se alzaba all cerca y entr en el gallinero. Evidentemente haba
decidido rastrillarlo todo hasta hacer desaparecer cualquier migaja envenenada que
hubiese quedado. Barri con fuerza, de rodillas, y los nios se quedaron
contemplndole, contentos de que se castigase a s mismo en esta forma.
Jams haba visto a nadie barrer un gallinero hasta ahora exclam Dick en
voz alta y llena de inters.
Tampoco yo le apoy Jorge en el acto. Debe de estar en extremo ansioso
por criar a sus gallinas como es debido.
Yo dira que es un trabajo bastante pesado intervino Julin. Me siento muy
satisfecho de que no me corresponda efectuarlo a m. Es una lstima barrer as las
migajas de comida. Un verdadero desperdicio!
Todos aprobaron sus palabras.
Es extrao que este hombre se indigne tanto slo porque he dado unas migajas
de la comida de Tim a sus gallinas continu Jorge. Quiero decir que me parece
algo sospechoso.
S que lo es confirm Dick. A lo mejor es l quien tiene un carcter
sospechoso.
El jorobado poda or con claridad la conversacin, lo cual era lo que pretendan
los nios, naturalmente. Ces de barrer y les chill con malicia.
Fuera de aqu, pequeas pestes! grit levantando la escoba, como dispuesto
a perseguirlos con ella.
Parece una gallina enfurecida exclam Ana unindose al coro de burlas de
sus compaeros.
Est a punto de empezar a cloquear quiso poner Ricardo su granito de arena.
Todos se echaron a rer. El jorobado corri a abrir la puerta del gallinero, enrojecido
su semblante por la furia.
Acaba de ocurrrseme la idea de que quiz haya puesto veneno en la comida de
Tim dijo Julin en voz alta. Por eso se muestra tan preocupado por sus gallinas.
Bueno, bueno Qu justo es el refrn que dice: El que a hierro mata, a hierro
muere!
El mero hecho de mencionar el veneno fren de sbito la acometida del enano.

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Tir la escoba al interior del cobertizo y se fue hacia la casa sin decir una palabra
ms.
Bueno, le hemos dado su merecido sonri Julin.
Y vosotras, gallinas, no os preocupis dijo Ana, siempre compasiva,
acercando su cara a la alambrada del gallinero. No estis envenenadas. Nunca
pensaramos en haceros dao.
Aggie nos llama les avis Ricardo. Mirad, puede que nos traiga algo de
comer.
As lo espero dijo Dick. Tengo mucha hambre. Es curioso, los mayores no
parecen sentir tanta hambre como los nios. Me dan lstima.
Por qu? Es que disfrutas teniendo hambre? pregunt Ana mientras se
encaminaban hacia la casa.
S, cuando s que me espera una buena comida replic Dick. En caso
contrario, no tendra ninguna gracia. Dios mo! Ser eso todo lo que Aggie nos ha
preparado?
Sobre el reborde de la ventana se vea un pan con aspecto de llevar cocido mucho
tiempo y un trozo de queso duro y muy amarillento. Nada ms. El jorobado estaba
all, vigilndolos con una perversa sonrisa.
Aggie dice que sa es vuestra comida dijo, al mismo tiempo que se sentaba
ante la mesa y se serva grandes cantidades de un estofado muy apetitoso.
Una pequea venganza por nuestra conducta en el gallinero murmur Julin
. Bueno, no me esperaba esto de Aggie. Dnde se habr metido?
En aquel momento sala por la puerta de la cocina, llevando una cesta que pareca
llena de ropa.
Voy a tender esto, jorobado. Vuelvo en seguida le grit. Se volvi hacia
los nios y les gui un ojo. All tenis vuestra comida, sobre el reborde de la
ventana. Cogedla e iros adonde os parezca a despacharla. Al jorobado y a m no nos
agrada que andis rondando por la cocina.
De repente sonri e hizo un gesto sealando hacia la cesta de la ropa. Los nios
comprendieron en el acto. La verdadera comida se hallaba dentro de ella.
Cogieron el pan y el queso de la ventana y la siguieron. Ella deposit la cesta
debajo de un rbol, bien lejos de la casa. Llevaba una cuerda atada a l.
Luego vendr a tender mi colada dijo, y con una sonrisa que transform por
completo su semblante, embellecindolo, volvi a la casa.
La buena de Aggie exclam Julin, levantando la ropa. Cspita! Mirad
aqu!

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Captulo 17
Julin concibe una idea luminosa
Aggie se las haba arreglado para envolver unos cuchillos, tenedores, cucharas,
platos y vasos y ponerlos en el fondo de la cesta. Haba dos grandes botellas de leche,
un pastel de carne recubierto con una pasta deliciosa y una barbaridad de pasteles,
galletas y naranjas. Incluso les haba preparado unos dulces caseros. Aggie se haba
mostrado muy generosa.
Desocuparon la cesta a toda prisa y se llevaron las provisiones detrs de unas
matas. Se sentaron sobre el suelo y empezaron a comer un banquete de primera
calidad. Tim recibi su parte del pastel de carne y muchas galletas. Tambin se trag
gran parte del queso duro y amarillento.
Ahora ser mejor que lo lavemos todo en aquella fuente y volvamos a
empaquetarlo y guardarlo en el fondo de la cesta dijo Julin. No me gustara que
Aggie sufriera algn disgusto por su bondad.
Pronto los cacharros estuvieron limpios y colocados dentro de la cesta. Los
cubrieron con la ropa de manera que no se notase nada.
Aggie volvi sobre una media hora ms tarde. Los nios se acercaron a ella y le
hablaron en voz baja.
Gracias, Aggie. Estaba todo delicioso.
Es usted una mujer excelente. Hemos disfrutado de lo lindo.
Apostara a que el jorobado no goz con su comida tanto como nosotros.
Silencio! exclam Aggie, contenta y asustada a la vez. Jams se sabe
cundo el jorobado puede estar escuchando. Tiene orejas de liebre. Odme ahora. A la
hora del t ir a recoger los huevos del gallinero. Llevar una cesta para
transportarlos y pondr vuestra merienda en ella. Dejar la cesta en el gallinero y me
marchar un momento. Entonces vosotros podis ir a recogerla.
Es usted maravillosa, Aggie! dijo Julin.
Aggie rebosaba satisfaccin. Se notaba que nadie le haba dirigido jams una
palabra amable ni la haba admirado desde haca una eternidad. Era una pobre,
desdichada y asustada mujer, que se diverta con su pequeo secreto. Tambin se
alegraba de poder engaar al jorobado. Aquello constitua una pequea venganza por
todos los aos durante los cuales la haba maltratado.
Tendi parte de la ropa de la cesta, dejando algunas prendas para tapar los
cubiertos de la comida, y regres a la casa.
Pobre vieja! dijo Dick. Qu vida ms triste!
S, no me gustara verme obligado a vivir aqu aos y aos con rufianes como
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Perton y Rooky corrobor Julin.


Me parece que llevamos camino de ello si no nos apresuramos a pensar en un
plan para escaparnos afirm Dick.
S, vale ms que nos dediquemos a fondo a la cuestin asinti Julin.
Venid hacia aquellos rboles. Podemos sentarnos sobre la arena y hablar sin correr el
riesgo de ser odos desde ninguna parte.
Mirad! El jorobado le est sacando brillo al Bentley negro dijo Jorge.
Voy a aproximarme a l y har que Tim le ladre, a fin de que se convenza de que
sigue todava vivo.
Se llev a Tim hasta las proximidades de Bentley y, naturalmente, el perro
ladr con fuerza cuando su ama se lo indic. El enano se meti a toda prisa en el
coche, cerrando la portezuela tras l. Jorge sonri.
Hola! dijo. Se va usted de paseo? Podemos Tim y yo ir con usted?
Hizo como si pensase abrir la puerta y el jorobado chill:
No permitas a ese perro entrar aqu. Ya he visto la mano de Rooky. No quiero
que ese perro se me acerque.
Llvenos de paseo insisti Jorge. A Tim le encantan los coches.
Fuera de aqu! chill el hombre, agarrndose al manillar de la puerta como
para proteger su vida. Tengo que limpiar el coche del seor Perton para esta tarde
sin falta. Djame salir y terminar mi trabajo.
Bueno, ya pudo comprobar que Tim contina con vida dijo Dick con una
sonrisa. Desde luego fue una buena idea. Nos veramos metidos en un buen aprieto
si no tuvisemos a Tim para protegernos.
Se dirigieron hacia los rboles y se sentaron en el suelo.
Qu es lo que dijo el jorobado acerca del coche? pregunt Julin.
Jorge se lo explic. El chico pareca pensativo. Ana conoca esa mirada. Julin
estaba meditando un plan.
Julin, has tenido una idea, verdad? En qu consiste?
Bueno, estaba pensando en algo empez a decir Julin despacio. En ese
coche y en el hecho de que el seor Perton se va en l esta noche Eso significa que
tendrn que abrir el portillo
Y qu? dijo Dick. Es que piensas irte con l?
Exacto replic Julin, sorprendindolos. Veris, si no se marcha hasta que
oscurezca, me parece que lograr meterme en el portaequipajes y esconderme en l
hasta que el coche se detenga en algn sitio. Luego podra abrirlo, salir de l e ir a
buscar ayuda.
Todos se quedaron mirndolo en silencio. Los ojos de Ana centellearon de
alegra.
Oh, Julin! Es un plan fantstico!

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Me suena muy bien corrobor Dick.


La nica pega es que no me hace ninguna gracia quedarme aqu dentro sin
Julin dijo Ana sintindose asustada de repente. Todo va bien cuando Julin est
con nosotros.
Podra ir yo se ofreci Dick.
O yo misma aadi Jorge. Pero titube, no habra sitio para Tim
tambin.
El portaequipajes parece bastante grande por fuera dijo Julin. Me gustara
poderme llevar a Ana conmigo. As podra ponerla a salvo. Los dems estaris bien
mientras tengis a Tim con vosotros.
Discutieron el asunto a conciencia y no callaron hasta la hora del t, cuando
vieron llegar a Aggie con la cesta para recoger los huevos. Les hizo una sea para que
no se acercasen a ella. Probablemente alguien los estaba vigilando. Se quedaron en
donde estaban y la observaron. Se qued all poco tiempo, y sali con la cesta llena
de huevos recin puestos. Se alej en direccin a la casa, sin siquiera echar una
ojeada a los nios.
Ir a ver si dej algo en el gallinero dijo Dick. Pronto apareci de nuevo
sonriente.
Aggie les haba dejado unos doce bocadillos de carne, un gran trozo de pastel de
cerezas y una botella de leche. Los nios se ocultaron detrs de las matas y Dick
vaci sus bolsillos.
Tambin dej un hueso para Tim dijo.
Supongo que ser bueno observ Jorge en tono de duda. Julin lo oli.
Parece perfectamente fresco dijo. Nada de veneno. Aggie no nos jugara
nunca una mala pasada como sa.
Despus del t se sintieron muy aburridos, hasta que Julin organiz unas carreras
y unas competiciones de saltos. Claro que Tim les hubiese ganado a todos si le
hubiesen considerado como un participante. Pero no lo era. No obstante, tom parte
en todo y ladr con tanta fuerza que el seor Perton se asom a la ventana y les chill
que lo hiciesen callar.
Lo siento le contest Jorge. Es que est tan contento hoy!
El seor Perton se va a sentir muy intrigado coment Julin con una sonrisa
. Le har una escena al jorobado por haber fallado con el asunto del veneno.
Cuando empez a oscurecer, los nios s acercaron con cautela al coche. El
jorobado haba terminado su trabajo en l. Julin abri silenciosamente el
portaequipajes y examin el interior. Profiri una exclamacin de disgusto.
Es demasiado pequeo. Cspita! Me temo que no cabr en l. Ni t tampoco,
Dick.
Entonces ir yo propuso Ana con una vocecita temblorosa.

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De ninguna manera exclam a su vez Julin.


Bueno, ir yo decidi Ricardo ante la sorpresa de sus amigos.
Encogindome, creo que cabr, aunque, desde luego, muy justo.
T! dijo Dick. Te moriras de miedo.
Ricardo guard silencio por un momento.
S, tendr mucho miedo admiti al fin. Pero estoy dispuesto a intentarlo.
Har cuanto est en mi mano si me permits probar. Al fin y al cabo, o voy yo o no
puede ir nadie. No se lo consentiris a Ana y no hay bastante sitio para Jorge con
Tim, ni tampoco para Julin o Dick.
Todos estaban estupefactos. No pareca muy propio de Ricardo el ofrecerse para
una accin desinteresada y valerosa. Julin se mostr dubitativo.
Bueno, esto es algo muy serio, sabes, Ricardo? le dijo. Quiero decir que,
si te determinas a hacerlo, tendr que ser como Dios manda, seguir hasta el final y no
asustarte a mitad de camino y echarte a llorar para que esos bandidos te oigan y miren
en el portaequipajes.
Lo s respondi Ricardo con firmeza. Creo que puedo conseguirlo. Me
gustara que os fiarais de m.
No comprendo el porqu de tu ofrecimiento para algo tan difcil dijo Julin
. Es algo extrao en ti. Hasta ahora no has demostrado poseer mucho valor.
Julin, yo s lo comprendo exclam Ana de repente, tirando de la manga de
su hermano. Por una vez est pensando en nosotros y no en s mismo. O, por lo
menos, intenta hacerlo. Creo que merece que le demos la oportunidad de demostrar
que tiene algo de valor.
Eso es. Todo lo que os pido es una oportunidad murmur Ricardo en voz
baja.
Muy bien asinti Julin, la tendrs. Nos dars una buena sorpresa si
consigues algo.
Explcame exactamente lo que debo hacer dijo Ricardo con un esfuerzo por
hablar sin que le temblase la voz.
De acuerdo. Tan pronto como te hayas metido dentro del portaequipajes,
nosotros nos encargaremos de cerrarlo. Slo Dios sabe cunto tiempo te tocar
esperar en la oscuridad. Te advierto que no te sentirs demasiado cmodo en l. Y
cuando se ponga el coche en marcha te encontrars mucho peor.
Pobre Ricardo! suspir Ana.
En el momento que el coche se detenga en cualquier sitio y oigas que los
hombres salen de l, esperas uno o dos minutos hasta que se alejen. Entonces sales
del portaequipajes y corres en busca del primer puesto de polica prosigui Julin
. Cuntales tu historia sin entretenerte en detalles y dales esta direccin, Owl's
Dene en Owl's Hill, a unos cuantos kilmetros de Middlecombe Woods. La polica

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sabr cmo resolver la situacin. Comprendido?


S contest Ricardo.
Todava quieres ir, ahora que conoces todas las dificultades? pregunt Dick.
S repiti Ricardo. Se sorprendi al ser abrazado con calor por Ana.
Ricardo, eres muy bueno. Y yo que pens que no lo eras!
Julin le dio una palpada sobre la espalda.
Bueno, Ricardo, lleva este asunto hasta el final y olvidaremos todas las
tonteras que has hecho hasta ahora. Bien, qu te parece si te metes en el
portaequipajes? No sabemos cundo se les ocurrir venir a los hombres.

S, me meter ahora mismo repuso Ricardo, sintindose muy valeroso


despus del abrazo de Ana y la palmada de Julin.
Este abri el portaequipajes. Examin la cara interna de la tapadera.
No creo que se pueda abrir desde dentro dijo. En efecto, no se puede. La
cerraremos dejando una pequea abertura sirvindonos de un palito o algo por el
estilo. Esto le proporcionar un poco de ventilacin y as podr abrirla desde el
interior cuando quiera. Dnde hay un palito?
Dick encontr uno. Ricardo entr en el portaequipajes y se encogi cuanto pudo.
No haba mucho sitio, ni siquiera para l. Probablemente llegara a sentir calambres.
Julin cerr la tapadera y la sujet con el palo, dejando una rendija de menos de un
centmetro.
Venga! De prisa! Alguien viene! grit Dick.

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Captulo 18
Buscando a Ricardo
Miraron hacia la casa y vieron al seor Perton de pie en la puerta principal,
iluminado por la lmpara de la entrada. Hablaba con Rooky, que, segn todas las
apariencias, no pensaba marcharse. Al parecer, slo el seor Perton iba a salir con el
coche.
Buena suerte, Ricardo! murmur Julin. Y l y los dems se alejaron para
ocultarse entre las sombras del otro lado del camino.
Se quedaron all en la oscuridad, observando cmo el seor Perton se encaminaba
hacia el coche. Entr en l y cerr la puerta. Gracias a Dios no haba necesitado
guardar nada en el portaequipajes!
El motor se puso en marcha y el coche se alej por el camino. Al mismo tiempo
se oy el chirriante ruido del mecanismo del portillo iniciando la maniobra.
Las puertas se estn abriendo para l susurr Dick.
Oyeron cmo el coche descenda por el camino, atravesando las puertas sin
frenar. Toc la bocina tan pronto como se encontr del otro lado, una especie de seal
para los de la casa. Las puertas, que se haban abierto en el momento oportuno, se
estaban cerrando ahora, si se tomaba en consideracin el ruido que producan.
La puerta principal de la casa se cerr tambin. Los nios permanecieron all,
silenciosos, durante un minuto o dos, pensando en el pobre Ricardo, encerrado en el
portaequipajes.
Jams me hubiese esperado nada semejante por su parte exclam Jorge.
No, yo tampoco. Pero uno no puede saber con certeza lo que hay en el interior
de los dems repuso Julin, pensativo. Supongo que incluso el peor de los
cobardes, el ms perverso, el ms degradado, puede encontrar algo bueno en s
mismo si se toma la molestia de buscarlo.
S. Es la voluntad de procurarlo, que falla con frecuencia dijo Dick.
Mirad, all est Aggie, en la puerta de la cocina. Nos llama.
Fueron hacia ella.
Podis entrar ahora les dijo. Me temo que no podr daros una gran cena,
porque el jorobado estar presente. Intentar dejaros algo ms en vuestra habitacin,
debajo de las mantas.
Penetraron en la cocina. El ambiente resultaba agradable, con el fuego de lea y
la suave luz de una lmpara de aceite. El jorobado se hallaba en el otro extremo de la
estancia, muy atareado con un trapo y betn. Al ver a Tim profiri uno de sus
acostumbrados gritos.
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Sacad inmediatamente de aqu a ese perro y dejadlo fuera les orden.


No respondi Jorge con decisin.
Entonces se lo dir a Rooky amenaz el hombre. No se haba dado cuenta, ni
Aggie tampoco, de que no haba ms que cuatro nios en vez de cinco.
Bueno, si Rooky se atreve a acercarse, estoy segura de que Tim le morder la
otra mano replic Jorge, desdeosa. De todos modos, no cree que se
sorprender mucho al ver que Tim sigue todava vivo?
No se dijo una palabra ms sobre el perro. Aggie deposit en silencio los restos
de una tarta de ciruelas sobre la mesa.
Aqu est vuestra cena dijo.
Les toc un trozo muy pequeo a cada uno de ellos. Estaban a punto de terminar,
cuando el jorobado abandon la habitacin. Aggie aprovech la ocasin para
murmurar:
O la radio a las seis. Transmitieron un mensaje de la polica sobre uno de
vosotros, llamado Ricardo. Al parecer, su madre dio parte de su desaparicin y la
polica pidi noticias por la radio.
De verdad? pregunt Dick. Entonces pronto aparecern por aqu.
Pero, es que saben dnde estis? pregunt Aggie, sorprendida. Dick deneg
con la cabeza.
Todava no, aunque supongo que pronto encontrarn nuestra pista y la seguirn
hasta aqu.
Aggie pareca dudarlo.
Nadie ha sido seguido hasta aqu todava, y creo que jams lo ser. Una vez
vinieron unos cuantos agentes buscando a alguien y el seor Perton les permiti pasar
con mucha educacin. Registraron la casa y toda la finca, pero no consiguieron hallar
al hombre que buscaban.
Julin le dio un significativo empujoncito a Dick. l saba muy bien dnde se
haba ocultado aquel hombre: en la pequea habitacin secreta situada detrs del
entrepao que se deslizaba.
Qu cosa ms rara! No he visto ningn telfono en la casa. Es qu no lo
tienen?
No contest Aggie. No hay telfono, ni gas, ni electricidad, ni agua
corriente, ni nada. Slo secretos y seales, idas y venidas, amenazas y
Se detuvo de pronto. El jorobado volvi a entrar y se acerc a la gran chimenea
donde una tetera se calentaba sobre los trozos de lea encendidos. Mir a los nios.
Rooky pregunta por el que se llama Ricardo dijo con una sonrisa
escalofriante. Dice que quiere darle unas cuantas lecciones.
Los cuatro suspiraron con alivio por el hecho de que Ricardo estuviese lejos de
ellos. Se sentan seguros de que a l no le hubiesen gustado en absoluto las lecciones

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que Rooky pretenda darle.


Se miraron el uno al otro, fingiendo sorpresa, y luego dirigieron sus miradas
alrededor de la habitacin.
Ricardo? Dnde est Ricardo?
Qu queris decir con eso de dnde est Ricardo? pregunt el hombre, con
voz tan amenazadora que Tim le dirigi un furioso gruido. Uno de vosotros se
llama Ricardo, esto es todo lo que s.
Caramba! Eran cinco nios y ahora no hay ms que cuatro exclam Aggie
de repente, muy sorprendida. Acabo de darme cuenta de ello. Es Ricardo el que
falta?
Dios mo! Dnde se habr metido Ricardo? dijo Julin, simulando un gran
asombro. Llam: Ricardo! Ricardo! Dnde ests?
El hombrecillo pareca a punto de estallar de clera.
Nada de trampas ahora. Uno de vosotros tiene que ser Ricardo. Cul?
Decidlo de una vez!
Ninguno de nosotros contest Dick. Caramba, dnde puede haberse
quedado Ricardo? Crees que nos lo hemos dejado en el jardn, Julin?
Eso me imagino asegur Julin. Fue hacia la ventana de la cocina y la abri
de par en par. Ricardo! grit. Ricardo! Te llaman.
Naturalmente, no hubo el menor indicio del tal Ricardo. Se hallaba a muchos
kilmetros de all, en el portaequipajes del Bentley negro.
Se oy el ruido de pasos en la entrada y la puerta de la cocina se abri de un
violento empujn. Rooky apareci en el umbral, enfadado, con su mano vendada.
Con un ladrido de alegra, Tim salt hacia delante. Jorge alcanz a sujetarlo a tiempo.
Dichoso perro! No te he mandado que lo envenenases? chill Rooky,
furioso. Por qu no me has trado a ese nio, jorobado?
El jorobado pareca asustado.
Ellos dicen que no est trat de disculparse. A no ser que sea uno de ellos.
Rooky los mir.
No, no es ninguno de ellos. Dnde est Ricardo? le pregunt a Julin.
Ya lo he llamado respondi Julin con aire sorprendido. Qu cosa ms
rara! Ha permanecido todo el da fuera con nosotros y ahora no aparece por ningn
lado. Puedo ir a buscarle fuera?
Lo llamar otra vez se ofreci Dick con muy buena voluntad, acercndose a
la ventana. Ricardo!
Calla! orden Rooky. Ir yo mismo y os aseguro que lo atrapar. Dnde
est mi lmpara? Cgela, Aggie. Cuando lo localice lo va a sentir mucho pero que
mucho.
Yo tambin saldr dijo el jorobado. T vas por un lado y yo por el otro.

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Llama a Ben y Fred para que nos ayuden dijo Rooky.


El enano march en busca de Ben y Fred, quienquiera que fuesen. Los nios
supusieron que se trataba de los hombres que haban llegado con Rooky la noche
pasada.
Rooky sali por la puerta de la cocina con su potente linterna. Ana se estremeci,
aliviada por la idea de que no lograran dar con Ricardo por mucho que rebuscasen
por todas partes. Pronto otras voces se mezclaron a las de Rooky y el jorobado. Los
hombres se separaron en dos bandos e iniciaron su bsqueda.
Dnde estar el pobre nio? murmur Aggie.
No lo s respondi Julin sin mentir. De ninguna manera revelara su secreto
a Aggie, a pesar de lo bien que se portaba con ellos.
La mujer abandon tambin la habitacin y los nios se agruparon, hablando en
voz baja.
Ha sido una verdadera bendicin que se haya marchado Ricardo y no uno de
nosotros murmur Jorge.
Palabra que s! No me gust nada la mirada de Rooky cuando entr antes en la
cocina corrobor Julin.
Bueno, Ricardo ha alcanzado ya una pequea recompensa por su intento de
mostrarse valeroso coment Ana. Se ha salvado de verse maltratado por Rooky.
Julin mir el reloj de la cocina.
Mirad! Son casi las nueve. Hay una radio en este estante. La conectaremos por
si radian algn mensaje sobre nosotros o Ricardo.
Enchuf la radio y dio vueltas al botn hasta que capt la emisora adecuada.
Despus de unos minutos de noticias, lleg el mensaje que anhelaban or:
Ricardo Thurlow Kent, un nio de doce aos, de buena estatura, rubio, ojos
azules, vistiendo pantalones cortos grises, un jersey gris y una chaqueta del mismo
color, falta de su casa desde este mircoles. Probablemente llevaba una bicicleta.
El mensaje acababa comunicando el nmero de telfono del puesto de polica
adonde se poda llamar. No haba ninguna noticia concerniente a Julin y a los dems.
Se sintieron aliviados.
Eso significa que mam no sabe nada y, por tanto, no est preocupada dijo
Jorge. Lo malo es que tambin quiere decir que, a no ser que Ricardo consiga
auxilio, nadie podr jams encontrarnos aqu. Si no se nos da por desaparecidos no
nos buscarn, y la verdad es que no me gustara seguir por ms tiempo en este lugar.
A ninguno de ellos le gustaba, como es lgico. Todas sus esperanzas se cifraban
ahora en Ricardo. No pareca un puntal muy fuerte para apoyarse en l, pero uno no
puede nunca asegurar nada. Quiz consiguiese escaparse del portaequipajes sin que lo
vieran y llegar a un puesto de polica.
Al cabo de casi una hora, Rooky y sus compinches regresaron furiosos. Rooky se

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dirigi en el acto hacia Julin.


Dnde se ha metido ese cro? T tienes que saberlo.
Guau! intervino Tim inmediatamente. Rooky indic a Julin que se acercase
a la entrada. Cuando sali, cerr la puerta de la cocina y le grit de nuevo.
Bueno, ya has odo lo que pregunt. Dnde est el nio?
Es que no est fuera? respondi Julin con aire imperturbable. Dios
mo! Qu ha podido ocurrirle? Le juro que durante todo el da no se ha separado de
nosotros. Aggie puede confirmrselo y el jorobado tambin.
Ya me lo han dicho dijo Rooky. Pero no est en el exterior. Hemos mirado
por todas partes. Adnde se ha ido?
Bueno, puede que se haya escondido en algn sitio dentro de la casa sugiri
Julin con aire inocente.
Imposible asegur Rooky, rabioso. La puerta principal ha permanecido
cerrada todo el da, excepto cuando sali Perton. Y el jorobado y Aggie aseguran que
no entr en la cocina.
Un verdadero misterio, verdad? coment Julin. Me permite buscarlo
por la casa? Los dems podran ayudarme. Tim olfateara en seguida su pista.
Ese perro no se mover de la cocina asegur Rooky. Tampoco ninguno de
vosotros. Me imagino que ese endiablado chiquillo se habr ocultado en alguna parte
y estar rindose de todos nosotros. Y tambin supongo que t conoces ese lugar.
No lo s dijo Julin. Le digo la verdad.
Como lo encuentre, le le Rooky se call, incapaz de pensar en algo lo
bastante malo para el pobre Ricardo.
Fue a reunirse con los dems, murmurando amenazas entre dientes. Julin,
aliviado, regres a la cocina, muy contento de que Ricardo se hallase fuera del
alcance de aquellos bandidos. Cierto que se haba librado por casualidad, pero qu
bendita casualidad Dnde estara? Qu hara en aquellos momentos? Seguira
todava en el portaequipajes del coche? Cmo deseaba saberlo!

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Captulo 19
Ricardo vive su propia aventura
Miraron hacia la casa y vieron al seor Perton de pie en la puerta principal,
iluminado por la lmpara de la entrada. Hablaba con Rooky, que, segn todas las
apariencias, no pensaba marcharse. Al parecer, slo el seor Perton iba a salir con el
coche.
Buena suerte, Ricardo! murmur Julin. Y l y los dems se alejaron para
ocultarse entre las sombras del otro lado del camino.
Se quedaron all en la oscuridad, observando cmo el seor Perton se encaminaba
hacia el coche. Entr en l y cerr la puerta. Gracias a Dios no haba necesitado
guardar nada en el portaequipajes!
El motor se puso en marcha y el coche se alej por el camino. Al mismo tiempo
se oy el chirriante ruido del mecanismo del portillo iniciando la maniobra.
Las puertas se estn abriendo para l susurr Dick.
Oyeron cmo el coche descenda por el camino, atravesando las puertas sin
frenar. Toc la bocina tan pronto como se encontr del otro lado, una especie de seal
para los de la casa. Las puertas, que se haban abierto en el momento oportuno, se
estaban cerrando ahora, si se tomaba en consideracin el ruido que producan.
La puerta principal de la casa se cerr tambin. Los nios permanecieron all,
silenciosos, durante un minuto o dos, pensando en el pobre Ricardo, encerrado en el
portaequipajes.
Jams me hubiese esperado nada semejante por su parte exclam Jorge.
No, yo tampoco. Pero uno no puede saber con certeza lo que hay en el interior
de los dems repuso Julin, pensativo. Supongo que incluso el peor de los
cobardes, el ms perverso, el ms degradado, puede encontrar algo bueno en s
mismo si se toma la molestia de buscarlo.
S. Es la voluntad de procurarlo, que falla con frecuencia dijo Dick.
Mirad, all est Aggie, en la puerta de la cocina. Nos llama.
Fueron hacia ella.
Podis entrar ahora les dijo. Me temo que no podr daros una gran cena,
porque el jorobado estar presente. Intentar dejaros algo ms en vuestra habitacin,
debajo de las mantas.
Penetraron en la cocina. El ambiente resultaba agradable, con el fuego de lea y
la suave luz de una lmpara de aceite. El jorobado se hallaba en el otro extremo de la
estancia, muy atareado con un trapo y betn. Al ver a Tim profiri uno de sus
acostumbrados gritos.
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Sacad inmediatamente de aqu a ese perro y dejadlo fuera les orden.


No respondi Jorge con decisin.
Entonces se lo dir a Rooky amenaz el hombre. No se haba dado cuenta, ni
Aggie tampoco, de que no haba ms que cuatro nios en vez de cinco.
Bueno, si Rooky se atreve a acercarse, estoy segura de que Tim le morder la
otra mano replic Jorge, desdeosa. De todos modos, no cree que se
sorprender mucho al ver que Tim sigue todava vivo?
No se dijo una palabra ms sobre el perro. Aggie deposit en silencio los restos
de una tarta de ciruelas sobre la mesa.
Aqu est vuestra cena dijo.
Les toc un trozo muy pequeo a cada uno de ellos. Estaban a punto de terminar,
cuando el jorobado abandon la habitacin. Aggie aprovech la ocasin para
murmurar:
O la radio a las seis. Transmitieron un mensaje de la polica sobre uno de
vosotros, llamado Ricardo. Al parecer, su madre dio parte de su desaparicin y la
polica pidi noticias por la radio.
De verdad? pregunt Dick. Entonces pronto aparecern por aqu.
Pero, es que saben dnde estis? pregunt Aggie, sorprendida. Dick deneg
con la cabeza.
Todava no, aunque supongo que pronto encontrarn nuestra pista y la seguirn
hasta aqu.
Aggie pareca dudarlo.
Nadie ha sido seguido hasta aqu todava, y creo que jams lo ser. Una vez
vinieron unos cuantos agentes buscando a alguien y el seor Perton les permiti pasar
con mucha educacin. Registraron la casa y toda la finca, pero no consiguieron hallar
al hombre que buscaban.
Julin le dio un significativo empujoncito a Dick. l saba muy bien dnde se
haba ocultado aquel hombre: en la pequea habitacin secreta situada detrs del
entrepao que se deslizaba.
Qu cosa ms rara! No he visto ningn telfono en la casa. Es qu no lo
tienen?
No contest Aggie. No hay telfono, ni gas, ni electricidad, ni agua
corriente, ni nada. Slo secretos y seales, idas y venidas, amenazas y
Se detuvo de pronto. El jorobado volvi a entrar y se acerc a la gran chimenea
donde una tetera se calentaba sobre los trozos de lea encendidos. Mir a los nios.
Rooky pregunta por el que se llama Ricardo dijo con una sonrisa
escalofriante. Dice que quiere darle unas cuantas lecciones.
Los cuatro suspiraron con alivio por el hecho de que Ricardo estuviese lejos de
ellos. Se sentan seguros de que a l no le hubiesen gustado en absoluto las lecciones

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que Rooky pretenda darle.


Se miraron el uno al otro, fingiendo sorpresa, y luego dirigieron sus miradas
alrededor de la habitacin.
Ricardo? Dnde est Ricardo?
Qu queris decir con eso de dnde est Ricardo? pregunt el hombre, con
voz tan amenazadora que Tim le dirigi un furioso gruido. Uno de vosotros se
llama Ricardo, esto es todo lo que s.
Caramba! Eran cinco nios y ahora no hay ms que cuatro exclam Aggie
de repente, muy sorprendida. Acabo de darme cuenta de ello. Es Ricardo el que
falta?
Dios mo! Dnde se habr metido Ricardo? dijo Julin, simulando un gran
asombro. Llam: Ricardo! Ricardo! Dnde ests?
El hombrecillo pareca a punto de estallar de clera.
Nada de trampas ahora. Uno de vosotros tiene que ser Ricardo. Cul?
Decidlo de una vez!
Ninguno de nosotros contest Dick. Caramba, dnde puede haberse
quedado Ricardo? Crees que nos lo hemos dejado en el jardn, Julin?
Eso me imagino asegur Julin. Fue hacia la ventana de la cocina y la abri
de par en par. Ricardo! grit. Ricardo! Te llaman.
Naturalmente, no hubo el menor indicio del tal Ricardo. Se hallaba a muchos
kilmetros de all, en el portaequipajes del Bentley negro.
Se oy el ruido de pasos en la entrada y la puerta de la cocina se abri de un
violento empujn. Rooky apareci en el umbral, enfadado, con su mano vendada.
Con un ladrido de alegra, Tim salt hacia delante. Jorge alcanz a sujetarlo a tiempo.
Dichoso perro! No te he mandado que lo envenenases? chill Rooky,
furioso. Por qu no me has trado a ese nio, jorobado?
El jorobado pareca asustado.
Ellos dicen que no est trat de disculparse. A no ser que sea uno de ellos.
Rooky los mir.
No, no es ninguno de ellos. Dnde est Ricardo? le pregunt a Julin.
Ya lo he llamado respondi Julin con aire sorprendido. Qu cosa ms
rara! Ha permanecido todo el da fuera con nosotros y ahora no aparece por ningn
lado. Puedo ir a buscarle fuera?
Lo llamar otra vez se ofreci Dick con muy buena voluntad, acercndose a
la ventana. Ricardo!
Calla! orden Rooky. Ir yo mismo y os aseguro que lo atrapar. Dnde
est mi lmpara? Cgela, Aggie. Cuando lo localice lo va a sentir mucho pero que
mucho.
Yo tambin saldr dijo el jorobado. T vas por un lado y yo por el otro.

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Llama a Ben y Fred para que nos ayuden dijo Rooky.


El enano march en busca de Ben y Fred, quienquiera que fuesen. Los nios
supusieron que se trataba de los hombres que haban llegado con Rooky la noche
pasada.
Rooky sali por la puerta de la cocina con su potente linterna. Ana se estremeci,
aliviada por la idea de que no lograran dar con Ricardo por mucho que rebuscasen
por todas partes. Pronto otras voces se mezclaron a las de Rooky y el jorobado. Los
hombres se separaron en dos bandos e iniciaron su bsqueda.
Dnde estar el pobre nio? murmur Aggie.
No lo s respondi Julin sin mentir. De ninguna manera revelara su secreto
a Aggie, a pesar de lo bien que se portaba con ellos.
La mujer abandon tambin la habitacin y los nios se agruparon, hablando en
voz baja.
Ha sido una verdadera bendicin que se haya marchado Ricardo y no uno de
nosotros murmur Jorge.
Palabra que s! No me gust nada la mirada de Rooky cuando entr antes en la
cocina corrobor Julin.
Bueno, Ricardo ha alcanzado ya una pequea recompensa por su intento de
mostrarse valeroso coment Ana. Se ha salvado de verse maltratado por Rooky.
Julin mir el reloj de la cocina.
Mirad! Son casi las nueve. Hay una radio en este estante. La conectaremos por
si radian algn mensaje sobre nosotros o Ricardo.
Enchuf la radio y dio vueltas al botn hasta que capt la emisora adecuada.
Despus de unos minutos de noticias, lleg el mensaje que anhelaban or:
Ricardo Thurlow Kent, un nio de doce aos, de buena estatura, rubio, ojos
azules, vistiendo pantalones cortos grises, un jersey gris y una chaqueta del mismo
color, falta de su casa desde este mircoles. Probablemente llevaba una bicicleta.
El mensaje acababa comunicando el nmero de telfono del puesto de polica
adonde se poda llamar. No haba ninguna noticia concerniente a Julin y a los dems.
Se sintieron aliviados.
Eso significa que mam no sabe nada y, por tanto, no est preocupada dijo
Jorge. Lo malo es que tambin quiere decir que, a no ser que Ricardo consiga
auxilio, nadie podr jams encontrarnos aqu. Si no se nos da por desaparecidos no
nos buscarn, y la verdad es que no me gustara seguir por ms tiempo en este lugar.
A ninguno de ellos le gustaba, como es lgico. Todas sus esperanzas se cifraban
ahora en Ricardo. No pareca un puntal muy fuerte para apoyarse en l, pero uno no
puede nunca asegurar nada. Quiz consiguiese escaparse del portaequipajes sin que lo
vieran y llegar a un puesto de polica.
Al cabo de casi una hora, Rooky y sus compinches regresaron furiosos. Rooky se

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dirigi en el acto hacia Julin.


Dnde se ha metido ese cro? T tienes que saberlo.
Guau! intervino Tim inmediatamente. Rooky indic a Julin que se acercase
a la entrada. Cuando sali, cerr la puerta de la cocina y le grit de nuevo.
Bueno, ya has odo lo que pregunt. Dnde est el nio?
Es que no est fuera? respondi Julin con aire imperturbable. Dios
mo! Qu ha podido ocurrirle? Le juro que durante todo el da no se ha separado de
nosotros. Aggie puede confirmrselo y el jorobado tambin.
Ya me lo han dicho dijo Rooky. Pero no est en el exterior. Hemos mirado
por todas partes. Adnde se ha ido?
Bueno, puede que se haya escondido en algn sitio dentro de la casa sugiri
Julin con aire inocente.
Imposible asegur Rooky, rabioso. La puerta principal ha permanecido
cerrada todo el da, excepto cuando sali Perton. Y el jorobado y Aggie aseguran que
no entr en la cocina.
Un verdadero misterio, verdad? coment Julin. Me permite buscarlo
por la casa? Los dems podran ayudarme. Tim olfateara en seguida su pista.
Ese perro no se mover de la cocina asegur Rooky. Tampoco ninguno de
vosotros. Me imagino que ese endiablado chiquillo se habr ocultado en alguna parte
y estar rindose de todos nosotros. Y tambin supongo que t conoces ese lugar.
No lo s dijo Julin. Le digo la verdad.
Como lo encuentre, le le Rooky se call, incapaz de pensar en algo lo
bastante malo para el pobre Ricardo.
Fue a reunirse con los dems, murmurando amenazas entre dientes. Julin,
aliviado, regres a la cocina, muy contento de que Ricardo se hallase fuera del
alcance de aquellos bandidos. Cierto que se haba librado por casualidad, pero qu
bendita casualidad Dnde estara? Qu hara en aquellos momentos? Seguira
todava en el portaequipajes del coche? Cmo deseaba saberlo!
Agradecido, Ricardo subi los escalones y empuj la puerta del puesto de polica
con tanta ansiedad que casi se cay dentro. Se encontr en una especie de sala de
espera con un agente sentado ante una mesa. Mir sorprendido a Ricardo al verle
entrar con aquella premura.
Bueno, qu significa esto? pregunt.
Ricardo se volvi asustado hacia la puerta, suponiendo que el seor Perton le
seguira de cerca. No lo hizo. La puerta sigui cerrada. El seor Perton se librara
muy bien de presentarse en un puesto de polica por poco que pudiese evitarlo, sobre
todo pensando en que Ricardo pudiese haber empezado con su historia.
Ricardo jadeaba hasta tal punto que, al principio, no logr pronunciar una sola
palabra. Luego le sali todo a la vez. El agente le escuchaba atnito. Cuando termin

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su relato, llam a un hombre grande y fuerte, que result ser un inspector muy
importante.
Pidi a Ricardo que se lo repitiese todo despacio y tan claro como le fuera
posible. El nio se senta mucho mejor y orgulloso de s mismo. Pensar que lo haba
conseguido, que se haba escapado del coche, huyendo del seor Perton, y que haba
llegado sano y salvo al puesto de polica! Maravilloso!
Dnde est situado Owl's Dene? pregunt el inspector. l agente se encarg
de informarle.
Tiene que ser aquel viejo casern que se alza sobre Owl's Hill, seor.
Recordar usted que una vez fuimos all en busca de un fugitivo, pero todo pareca
estar en regla. Lo cuida un jorobado y su hermana, y pertenece a una persona que sale
con frecuencia de viaje. Se llama Perton.
Justo! grit Ricardo. Precisamente he llegado aqu en el coche del seor
Perton, un Bentley negro.
Conoces el nmero de su matrcula? pregunt el inspector.
KMF ciento dos contest Ricardo sin vacilar.
Buen chico! celebr el inspector.
Cogi el telfono y dio instrucciones precisas a un coche de polica para que
iniciase la bsqueda del Bentley.
De manera que t eres Ricardo Thurlow Kent? dijo luego. Tu madre est
muy preocupada por ti. Me encargar de que la avisen en seguida. Sera mejor que te
lleven a casa en un coche.
Pero Seor, no podra ir a Owl's Dene con usted? protest Ricardo,
desalentado. Ustedes irn all en busca de Ana, Dick, Jorge y Julin, no es eso?
Claro que iremos respondi el inspector. Pero t no nos acompaars. Ya
has tenido bastantes aventuras. Lo mejor es que te vayas a tu casa y te metas en la
cama. Necesitas descansar. Ya has hecho suficiente escapndote y llegando hasta
aqu. Te has portado como un verdadero hroe.
Ricardo no pudo impedir el sentirse satisfecho ante sus palabras. Sin embargo,
cunto le hubiese gustado ir a Owl's Dene con la polica! Qu maravillosa escena
cuando entrase en ella demostrando as a Julin lo bien que haba solucionado su
parte del asunto! Quizs entonces Julin se decidiese a cambiar su opinin sobre l.
Pero el inspector no estaba de acuerdo en llevarse a ningn nio en los coches que
iran hacia Owl's Dene. Confi a Ricardo a la custodia del joven agente y le orden
que esperase hasta que llegase un coche para llevarlo a su casa. Despus llam por
telfono.
No hay rastro del Bentley? Bien. Gracias. Se dirigi al joven polica.
Nunca pens que lo encontrasen. Probablemente se habr apresurado a regresar hacia
Owl's Dene para poner a los dems al corriente de la escapatoria de Ricardo.

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Llegaremos all pronto dijo el polica sonriendo. Nuestro Wolseley es


tan rpido como un Bentley.
El inspector se hallaba en lo cierto. Cuando el seor Perton vio a Ricardo
tambalendose sobre los escalones del puesto de polica, no se detuvo a meditar sobre
lo que sera conveniente hacer. Corri hacia el coche a toda velocidad, cerr la
portezuela y sali disparado, seguro de que la polica no tardara en iniciar la captura
del coche matrcula KMF 102.
Cogiendo las curvas como un loco, tocaba la bocina sin cesar, haciendo que todo
el mundo se apartase a toda prisa de la carretera. Pronto se encontr en el campo.
Sigui corriendo a gran velocidad, gracias a sus potentes faros que iluminaban el
camino hasta larga distancia.
Tan pronto como lleg a la colina donde se encontraba Owl's Dene comenz a
apretar la bocina insistentemente. Nada ms llegar a las puertas, stas se abrieron.
Alguien haba odo su seal. Estupendo! Recorri el camino y fren en seco delante
de la puerta principal, que se abri cuando salt fuera del coche. Rooky estaba all,
con dos hombres ms, todos con aire preocupado.
Qu pasa, Perton? Por qu has vuelto tan pronto? grit Rooky. Ha
ocurrido algo malo?
El seor Perton se dirigi hacia ellos. Cerr la puerta y se enfrent con los
hombres en la entrada.
Sabes lo que ha pasado? El niito ese, Ricardo Kent, sali conmigo en el
coche cuando me march. Te das cuenta? Escondido en el portaequipajes o algn
otro sitio. No lo habis echado de menos?
S respondi Rooky. Claro que lo hemos echado de menos. Lo has
dejado escapar, Perton?
Bueno titube, el hecho de que yo ignoraba su presencia en el coche y
de que tuve que ir a hablar con Ted, le facilit la escapada. Corri como una liebre.
Me falt muy poco para cogerle una vez, pero se me escabull dejando su chaqueta
en mis manos. Y como se meti en un puesto de polica decid que sera mejor dejarle
y volver aqu para avisaros.
Entonces la polica se presentar aqu antes de que puedas pronunciar amn
grit Rooky. Eres un loco, Perton. Tenas que haber atrapado al nio fuese como
fuese. Hemos perdido nuestro rescate. Y yo que me senta tan contento de
entendrmelas con ese pequeo bruto!
Es intil llorar sobre la leche derramada adujo Perton. Qu hay de
Weston? Suponte que la polica le encuentre. Lo estn buscando. Los peridicos no
hablan en estos das ms que de la desaparicin de Ricardo Kent y de Salomn
Weston y su huida de la crcel. Y estamos metidos hasta las orejas en los dos asuntos.
Es que deseas volver a la crcel, Rooky? Acabas de salir de ella Qu haremos

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ahora?
Debemos pensarlo respondi Rooky con voz atemorizada. Entremos en
esta habitacin.

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Captulo 20
El cuarto secreto
Los cuatro nios haban odo la apresurada llegada del coche por el camino.
Julin se acerc a la puerta de la cocina, ansioso de enterarse de lo que haba
ocurrido. Si el seor Perton estaba de regreso, eso poda significar dos cosas: o que
Ricardo haba alcanzado xito en su empeo y se haba escapado, o bien que haba
sido descubierto y devuelto el redil.
Escuch toda la conversacin desarrollada en la entrada. Bueno! Magnfico!
Ricardo se haba escapado y en este momento estara contando toda la historia a la
polica. Dentro de poco, los representantes del orden apareceran en Owl's Dene y
con cuntas cosas sorprendentes se encontraran en la casa!
Cuando los hombres se retiraron a la habitacin, sali de la cocina y se aproxim
de puntillas a la puerta. En qu consistiran sus planes? Esperaba que no la
emprendiesen con l o los dems. Claro que contaban con Tim, pero, en caso de
emergencia, Rooky no dudara en disparar sobre el perro.
A Julin no le gustaron en absoluto los proyectos que los bandidos trazaban
dentro de la habitacin.
Lo primero que har es golpear las cabezas de esos cros una con contra otra,
tan fuerte como pueda gru Rooky. El nio mayor cmo se llama? Julin
o algo por el estilo, ha debido ser quien plane la huida de Ricardo Kent. Zurrar de
lo lindo a ese metomentodo.
Y qu hay de los diamantes? pregunt otra voz. Tendremos que
esconderlos en sitio seguro antes de que llegue la polica. Hemos de darnos prisa.
Bueno Pasar algn tiempo antes de que adviertan que no pueden abrir el
portillo, y algn tiempo ms antes de que puedan escalar el muro. Disponemos de
tiempo de sobra para dejar los diamantes en el cuarto de Weston. Si l est a salvo
all, tambin lo estarn los diamantes.
Diamantes! pens Julin, excitado. As que tienen una partida de
diamantes escondidos en la casa. Qu ms habr?
Cgelos, Rooky urgi el seor Perton. Llvalos al cuarto secreto en
seguida. Y date prisa. La polica puede presentarse de un momento a otro.
Les contaremos un cuento sobre el nio Ricardo y sus amigos dijo la voz del
cuarto hombre. Diremos que los cogimos a todos ellos invadiendo nuestro terreno
y los hemos retenido para castigarlos. Si nos diese tiempo, lo mejor sera dejarlos a
todos en libertad. Al fin y al cabo, no saben una palabra de nada. No pueden
descubrir ningn secreto.
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Rooky no se senta dispuesto a permitirlo. Tena planes espantosos con respecto a


ellos. Sin embargo, sus compinches acabaron por convencerlo.
Muy bien dijo con enfado. Que se vayan si todava hay tiempo. Perton, t
llvalos hacia las puertas y chalos fuera antes de la llegada de la polica. Estarn
agradecidos de marcharse y se perdern en la oscuridad. Mejor para ellos!
De acuerdo. Mientras, t coge los diamantes y ocpate de ellos asinti el
seor Perton. Julin percibi el ruido de su silla al levantarse. Se apresur a regresar
hacia la cocina.
Pareca que no les quedaba otro remedio que dejarse conducir fuera de la casa.
Julin pens que, si eso ocurra, esperaran cerca de all la llegada de la polica. No se
perderan en la oscuridad como deseaba Rooky.
El seor Perton entr en la cocina. Su mirada se pos sobre los nios. Tim gru.
As que llevasteis a cabo vuestro plan y escondisteis a Ricardo en el coche,
eh? dijo. Bien, os daremos vuestro merecido dejndoos fuera en la oscuridad.
Lo ms probable es que os perdis y vaguis durante das por el campo desierto que
nos rodea. As lo espero!
Nadie respondi. El seor Perton intent darle un bofetn a Julin, que se agach
a tiempo. Tim salt sobre el hombre y Jorge se apresur a sujetarlo por el collar. Pese
a ello, el perro por poco parte en dos el brazo del seor Perton.
Si este maldito perro tuviese que quedarse aqu un da ms, no dudara en
pegarle un tiro exclam el seor Perton fuera de s. Venid todos. Vamos!
Adis, Aggie se despidi Ana.
Aggie y el jorobado les vieron salir de la cocina e internarse en el oscuro jardn.
Aggie aparentaba sentirse muy asustada. El jorobado escupi detrs de ellos y solt
una palabrota.
Se encontraban a mitad de camino cuando lleg hasta ellos un rugido de motores
acercndose a las puertas de Owl's Dene a toda prisa. Dos vehculos potentes y
rpidos, con intensos faros. Coches de la polica sin duda alguna! El seor Perton se
detuvo en seco y luego empuj a los nios de nuevo hacia la casa. Ya era tarde para
dejarlos en el exterior de la finca con la esperanza de que se perdiesen.
Id a buscar a Rooky les orden. Se vuelve loco cuando tiene miedo. Y os
aseguro que ahora se asustar de verdad, con la polica llamando a la puerta.
Julin y los dems entraron en la cocina con cautela. Haran todo lo posible para
no comparecer ante Rooky. No haba nadie en la estancia, ni siquiera el jorobado o
Aggie.
El seor Perton se dirigi hacia la entrada.
Habis escondido ya los diamantes? grit.
S contest una voz. Los tiene Weston. Est todo en regla. Has tenido
tiempo de echar a los nios?

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No. Y la polica ha llegado ya al portillo gru el seor Perton.


Se oy un chillido de alguien, probablemente Rooky.
La polica! Ya? Si tuviese a Ricardo aqu le arrancara la piel. Espera a que
acabe de quemar unas cuantas cartas que no quiero que caigan en sus manos.
Entonces coger a los otros nios. Alguien tiene que pagrmelas y no me importa
quin sea.
No seas loco, Rooky protest el seor Perton. Quieres meterte en un lo
otra vez por culpa de tu mal genio? Deja en paz a los nios.
Julin escuch todo aquello y se sinti muy molesto. Tendra que esconder a sus
compaeros. Ni siquiera Tim conseguira protegerlos en caso de que Rooky tuviese
una pistola. Pero dnde poda ocultarlos?
Si Rooky se enfada ms, es capaz de rebuscar por toda la casa de arriba abajo
hasta localizarnos y vengarse de nosotros pens Julin. Qu lstima que no
haya otro cuarto secreto para meternos nosotros tambin en l! As estaramos a
salvo.
Mas, aun en el caso de que existiese, ellos ignoraban su situacin. Oy cmo
Rooky suba al primer piso con los dems. Ahora tenan una oportunidad. S, pero
dnde esconderse?
De pronto se le ocurri una idea. De momento no pudo decidir si era buena o
mala. Luego pens que, en un caso u otro, tenan que intentarlo.
Tenemos que ocultarnos dijo a sus hermanos y a su prima. Rooky no
resulta de fiar cuando se enfada.
Y dnde nos esconderemos? pregunt Ana, asustada.
En el cuarto secreto respondi Julin. Todos se quedaron mirndole
estupefactos.
Pero pero hay alguien escondido en l. Nos has dicho que lo viste la noche
pasada exclam Jorge por fin.
Ya lo s. Y no podemos remediarlo. Pero si hay algo cierto es que ese hombre
ser la ltima persona en el mundo que desee delatarnos si nos encondemos con l.
No tiene ningn inters en ser encontrado dijo Julin. Estaremos muy
apretujados, porque el cuarto secreto es muy pequeo. Sin embargo, es el sitio ms
seguro que se me ocurre.
Tim tendr que venir tambin intervino Jorge con firmeza.
Julin asinti.
Claro que s. Podemos necesitarle para que nos proteja del hombre que lo
ocupa dijo. Se pondr furioso y debemos evitar que llame a Rooky. Una vez que
nos hayamos metido en el cuarto, todo ir bien, porque entonces Tim se cuidar de
que no se mueva. Adems, no se atrever a gritar porque le diremos en seguida que la
polica ha venido.

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Estupendo! dijo Dick. Vmonos. No hay moros en la costa?


No, todos se han ido arriba contest Julin. Probablemente estn
quemando los documentos que no les interesa que sean encontrados. Venid!
El jorobado y Aggie seguan sin dar seales de vida.
Seguramente al or lo que pasaba haban resuelto esconderse ellos tambin. Julin
gui a sus compaeros hacia el pequeo despacho.
Se aproximaron a la grande y slida biblioteca que llegaba hasta el techo. Julin
se dirigi rpidamente a una estantera y sac todos los libros. Busc la manecilla.
All estaba! La atrajo hacia l y el entrepao trasero se desliz en silencio hacia
abajo, dejando una abertura, semejante a una ventana, sobre el cuarto secreto.
Los nios se quedaron asombrados. Qu raro! Qu extraordinario! Miraron a
travs de la abertura y vieron el pequeo cuarto iluminado por la luz de una vela.
Tambin descubrieron al hombre escondido y l los vio a ellos. Los contempl
asombrado.
Quines sois vosotros? pregunt con voz amenazadora. Quin os ha
mandado abrir el entrepao? Dnde estn Rooky y Perton?
Venimos a reunimos con usted repuso Julin con la mayor tranquilidad.
No haga ruido.
Primero hizo entrar a Jorge. sta se dej resbalar a travs de la abertura y cay al
suelo sobre sus pies. Tim la sigui de inmediato, empujado por Julin.
El hombre se haba puesto en pie, enfadado y sorprendido. Era un hombre grande
y fuerte, con unos ojos muy pequeos y semicerrados y una boca que expresaba una
gran crueldad.
Escuchad! dijo con voz fuerte. No estoy conforme con esto. Dnde est
Perton? Eh! Per intent gritar.
Si dice una sola palabra ms, mi perro saltar sobre usted interrumpi Jorge
en respuesta a una seal de Julin. Tim ladr con tanta ferocidad que el hombre se
encogi.
Yo Yo empez a decir. Tim ladr otra vez, enseando todos sus
magnficos dientes. El hombre salt sobre la pequea cama y all se qued, sumiso,
extraado y furioso. Dick fue el siguiente en deslizarse por el agujero y, luego, Ana.
La pequea habitacin se hallaba repleta.
Un momento! exclam Julin recordando algo de repente. Yo tendr que
quedarme fuera, porque hay que poner los libros en su sitio. Si no, Rooky notar que
el estante est vaco y comprender que nos hemos metido en el cuarto secreto.
Entonces caeramos en sus manos.
Oh! Julin, tienes que venir con nosotros protest Ana, asustada.
No puedo, Ana. He de volver a cerrar el panel y colocar los libros dijo Julin
. No podemos correr el riesgo de que nos encuentre antes de que la polica haya

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cogido al loco de Rooky. No me pasar nada, no te preocupes.


La polica? murmur el hombre del cuarto secreto, y los ojos casi se le
salieron de las rbitas. Est la polica aqu?
En las puertas contest Julin. As que a callar, si no quiere usted que lo
localicen en seguida.
Empuj la manecilla. El entrepao volvi a su lugar sin el menor ruido. Julin
puso los libros en su sitio sobre el estante tan de prisa como le fue posible. Luego
sali del despacho, a fin de que los hombres no imaginaran siquiera que haba puesto
los pies en l. Se senta satisfecho porque Rooky le haba dejado el tiempo necesario
para poner su plan en ejecucin.
Dnde se escondera l? Cunto tiempo tardara la polica en escalar el muro o
en forzar las puertas? Con toda probabilidad no se demoraran demasiado.
Se oyeron pisadas sobre las escaleras. Era Rooky. En el acto descubri a Julin.
Ah! Conque ests aqu? Dnde se han metido los dems? Ya te ensebar yo
a estropear mis planes. Ya te ensear a
Rooky tena un ltigo en la mano y pareca loco de verdad. Julin se asust.
Regres corriendo al despacho y cerr la puerta a sus espaldas. Rooky empez a
golpearla. De pronto, reson un ruido tan fuerte que Julin comprendi que haba
cogido una de las sillas de la entrada y golpeaba con ella. La puerta no resistira
mucho ms y cara al suelo.

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Captulo 21
Un final muy emocionante
Julin era un muchacho muy valiente. No obstante, en aquel momento se sinti
invadido por el pnico. Qu estaran pensando los nios escondidos en la habitacin
secreta? Pobre Ana! Deba estar aterrorizada por los gritos y los golpes de Rooky
sobre la puerta.
De sbito, una idea maravillosa surgi en su mente. Cmo no se le habra
ocurrido antes? Podra abrir el portillo l mismo para permitir el paso a la polica.
Saba cmo hacerlo y tena la rueda del mecanismo al alcance de su mano. Una vez
abiertas las puertas, la polica no tardara ms que unos minutos en alcanzar la casa.
Julin corri hacia la rueda. Le dio la vuelta con fuerza. Un chirriante sonido
comenz a orse tan pronto como el mecanismo se puso en marcha.
Rooky todava golpeaba con la silla. Parte de ella haba saltado ya. Sin embargo,
cuando oy que el mecanismo funcionaba ces en su tarea presa de espanto. El
portillo se estaba abriendo? Pronto la polica hara su aparicin y le cogeran.
Se olvid de los bonitos cuentos que se haba propuesto contarles, se olvid de
los planes que l y los otros haban trazado, se olvid de todo, salvo de que deba
esconderse. Tir la silla al suelo y escap corriendo como un gamo.
Julin se sent en la silla ms cercana. Su corazn lata con tanta fuerza como si
acabara de hacer una carrera. Las puertas estaban abiertas. Rooky se haba marchado
y pronto la polica llegara para rescatarlos. Y mientras pensaba eso, oy el ruido de
potentes coches corriendo sobre el camino. Luego los motores se pararon y las
portezuelas de los coches se abrieron.
Alguien empez a golpear la puerta principal.
Abrid en nombre de la ley! grit una voz fuerte. Luego sigui otro
martillazo.
Nadie contest. Julin abri la medio rota puerta del despacho donde se
encontraba y oje con cautela el pasillo. No haba nadie a la vista.
Corri hacia la puerta principal, descorri el cerrojo y retir la pesada cadena de
seguridad, temblando por si alguien viniese e interrumpirle. Pero nadie lo hizo.
La puerta fue empujada por la polica, que penetr en el interior
precipitadamente. Eran unos ocho y se sorprendieron al ver a un nio all.
Quin eres t? pregunt el inspector.
Soy Julin, seor. Me alegro de que hayan venido, porque las cosas se estaban
poniendo muy feas.
Dnde ests esos bandidos?
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No lo s respondi Julin.
Bsquenles orden el inspector, adelantndose. Sus hombres se dividieron
en dos grupos. No obstante, antes de que pudieran entrar en cualquier habitacin, una
voz fra les habl desde la entrada del pasillo.
Puedo preguntar qu significa todo esto?
Era el seor Perton, muy tranquilo en apariencia y fumando un cigarrillo. Se
mantuvo en la puerta de su sala de estar, imperturbable.
Desde cundo se entra de esta forma en una casa sin razn que la justifique?
Dnde estn sus compinches? le interrog el inspector.
Aqu dentro dijo el seor Perton. Tenamos una pequea conferencia y
omos los martillazos sobre la puerta. Aparentemente, ustedes consiguieron entrar de
una manera u otra. Recibirn un disgusto por su intrusin.
El inspector se adelant hacia la estancia donde estaba el seor Perton. Mir
dentro.
Hombre! Pero si es nuestro amigo Rooky! exclam. No llevas ms que
unos das fuera de la crcel y ya ests mezclado en otro lo. Dnde est Weston?
No s lo que quiere decir dijo Rooky. Cmo puedo saber yo dnde est?
La ltima vez que le vi fue en la crcel.
S, pero se escap contest el inspector. Alguien tuvo que ayudarle,
Rooky, alguien plane su huida y alguien sabe dnde estn los diamantes que rob y
escondi. Y ese alguien es amigo tuyo, Rooky. Supongo que los habr repartido
contigo y con tus amigos por haberle prestado vuestra ayuda. Dnde est Weston,
Rooky?
Le repito que no lo s volvi a decir Rooky tercamente. Aqu no, desde
luego, si eso es lo que usted quiere decir. Si le apetece, puede registrar toda la casa de
arriba abajo. A Perton no le importar, verdad que no, Perton? Y, de paso, busque
tambin los diamantes si quiere. Yo no s una palabra sobre ellos.
Perton, sospechamos de usted desde hace mucho tiempo dijo el inspector
mirando al seor Perton, que continuaba fumando su cigarrillo con toda calma.
Suponemos que est complicado en todas estas fugas de la crcel. Por eso compr
esta vieja casa tan aislada, verdad? De este modo puede trabajar sin que le molesten.
Usted arregla las huidas, el cambio de ropa y un buen escondite hasta que el hombre
pueda salir del pas.
Tonteras! respondi el seor Perton con tono desdeoso.
Y slo ayuda a los criminales que cometieron robos importantes y se ocuparon
de guardar el botn antes de ser atrapados prosigui el inspector con voz
amenazadora. As se asegura un gran beneficio en su tarea. Perton, sabemos que
Weston est aqu y tambin los diamantes. Entrguenoslos!
No estn aqu asegur Perton. Bsquelos. No conseguir nada de m,

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inspector. Soy inocente.


Julin escuchaba todo aquello con asombro. Haban cado en un nido de ladrones
y bandidos. Bueno, l saba muy bien dnde se hallaban Weston y los diamantes. Dio
un paso hacia delante.
Ya me contars tu historia ms tarde, hijo rechaz el inspector. Ahora
tenemos trabajo.
Bueno, seor, yo les puedo ahorrar mucho tiempo dijo Julin. S dnde
est escondido el prisionero, y los diamantes tambin.
Rooky salt sobre sus pies, dando un bufido de rabia. El seor Perton contempl
a Julin con dureza. Los dems se miraron entre s, molestos.
T no puedes saber nada grit Rooky. Ests mintiendo. Llegaste slo ayer.
El inspector observ gravemente a Julin. Le gustaba este nio, con sus corteses
modales y sus ojos de honrada expresin.
Es verdad lo que dices? pregunt.
S repuso Julin. Venga conmigo, seor.
Dio la vuelta y sali de la habitacin. Todos le siguieron, lo mismo la polica que
Rooky y sus compinches. Sin embargo, tres agentes se colocaron tras ellos para
cortarles la retirada.
Julin les gui hacia el despacho. La cara de Rooky tom un color amoratado,
pero Perton lo empuj ligeramente y consigui contenerse. Julin fue hacia la
biblioteca y sac de una vez todos los libros de la estantera.
Rooky chill de una manera espantosa y salt sobre Julin.
Pero, qu es lo que haces?
Dos policas lo sujetaron con fuerza y lo arrastraron hacia atrs. Julin tir de la
manecilla y el entrepao se desliz hacia abajo sin el menor ruido, como siempre,
dejando un espacio vaco detrs de la pared.
Desde el escondite, cuatro rostros se enfrentaron con los visitantes, las caras de
tres nios y de un hombre. Tim tambin se encontraba all, si bien en el suelo. Por
unos instantes, nadie dijo una palabra. Los del cuarto secreto se mostraban
asombrados de ver tal cantidad de policas y los del despacho se sentan estupefactos
de hallar tantos cros en una habitacin tan pequea.
Bueno! exclam el inspector. Bueno, bendito sea Dios! As que aqu
tenemos a Weston en persona, tan real como la luz que nos alumbra!
Rooky intent luchar con la polica. Estaba enfurecido con Julin.
Ese nio murmur. Dejadme que lo coja. Ese maldito nio!
Tiene usted los diamantes ah dentro, Weston? pregunt el inspector
alegremente. Dmelos.
Weston apareca muy plido. No se movi. Dick alarg la mano por debajo de la
cama y sac la bolsa.

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Esto parece algo bueno. Por lo menos pesa bastante. Podemos salir ya, Julin?
Los policas les ayudaron a pasar por el entrepao. A Weston le colocaron las
esposas antes de permitirle salir. De repente, Rooky se encontr con que l tambin
llevaba esposas. Y, a pesar de su enfado, el seor Perton tuvo que resignarse ante el
ruido que hacan las suyas cuando se cerraron sobre sus muecas.
Un botn esplndido exclam el inspector con entusiasmo al mirar dentro de
la bolsa.
Qu has hecho con el uniforme de la prisin, Weston? Has conseguido un
buen traje, pero no es el que llevabas cuando saliste de la crcel.
Yo puedo decrselo intervino Julin.
Todos le miraron sorprendidos, salvo Jorge y Ana, que conocan tambin el lugar.
Est metido en un pozo, que se encuentra en el patio de una casa en ruinas
sobre el camino de Middlecombe Woods explic Julin. Puedo enserselo
cuando quieran.
El seor Perton mir a Julin como si no pudiese creer lo que oa.
Cmo lo sabes? pregunt con brusquedad. No puedes saberlo.
Pues lo s replic Julin. Y le dir ms, usted le trajo un paquete de ropa y
lleg al patio en su Bentley negro KMF ciento dos. No es verdad? Yo lo vi.
Eso le deja a usted bastante comprometido dijo el inspector con una sonrisa
de satisfaccin. Le pone en un verdadero aprieto, no le parece? He aqu un buen
chico, que descubre una gran cantidad de cosas interesantes. No me extraara que
algn da se enrolara en la polica. Necesitamos gente como l.
Perton escupi su cigarrillo y lo pis como si desease hacer lo mismo con Julin.
Aquellos nios! Si el idiota de Rooky no hubiese visto a Ricardo Kent por el camino
y no lo hubiese perseguido, nada de aquello hubiese sucedido. Weston seguira
escondido, en seguridad. Una vez vendidos los diamantes, Weston se hubiese
marchado fuera del pas y l, Perton, sera dueo de una fortuna. Ahora, una pandilla
de chiquillos lo haba estropeado todo.
Hay alguien ms en la casa? pregunt el inspector a Julin. Parece ser
que t sabes ms que nadie, hijo mo, as que quiz puedas contestar a esto tambin.
S, Aggie y el jorobado replic Julin en seguida. Pero no se muestre
severo con Aggie. Se port muy bien con nosotros y el jorobado la tiene aterrorizada.
Tendremos en cuenta lo que dices prometi el inspector. Muchachos!,
buscad por toda la casa. Traed a Aggie y tambin al jorobado. De todos modos los
necesitaremos como testigos. Dejad dos hombres de guardia aqu. Los dems nos
iremos.
Fueron necesarios el Bentley negro y los dos coches de la polica para que
cupieran todos. Pronto partieron hacia la prxima ciudad. Tuvieron que dejar las
bicicletas, porque no haba lugar para ellas en ninguno de los vehculos. Se

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apretujaron como pudieron.


Os vais a casa esta noche? pregunt el inspector a Julin. Os
acompaaremos. Qu hay de vuestra familia? No se habrn preocupado por vuestra
aventura?
No. No estn en casa explic Julin. bamos de excursin con nuestras
bicicletas, as que no se han enterado. La verdad es que no tenemos adonde ir esta
noche.
Pero s que tenan. Un mensaje esperaba al inspector. Deca que la seora
Thurlow Kent se sentira encantada en caso de que Julin y los dems aceptaran el
pasar la noche en su casa con Ricardo. Deseaba enterarse de todas sus extraordinarias
aventuras.
Estupendo! exclam Julin. Esto soluciona la cuestin. Iremos all. De
todos modos quiero darle una palmada en la espalda a Ricardo. Al fin y al cabo,
demostr ser todo un hroe.
Tendris que permanecer por aqu unos das dijo el inspector. Os
necesitaremos para que actuis de testigos. Tenis una historia magnfica que relatar
al juez y nos habis ayudado mucho.
De acuerdo. Nos quedaremos por aqu asinti Julin. Le agradecera
mucho el que usted se ocupara de recoger nuestras bicis.
Ricardo los esperaba en la puerta principal, a pesar de que ya era muy tarde.
Llevaba ropa limpia y se le vea muy pulido, comparado al sucio y desarreglado
grupo de nios a cuyo encuentro corri.
Cunto he deseado seguir con vosotros hasta el final! grit. Me mandaron
a casa, aunque estaba furioso. Mam, pap! stos son los nios con quien me
march.
El seor Thurlow Kent acababa de llegar de Amrica. Les estrech la mano a
todos.
Entrad les invit. Os hemos preparado algo bueno. Debis de sentiros
hambrientos.
Contdmelo todo en seguida les urgi Ricardo.
Necesitamos un buen bao primero deneg Julin. Estamos asquerosos.
Bueno, puedes contrmelo al mismo tiempo que te baas. Estoy impaciente por
saberlo.
Era estupendo el poder darse un bao caliente y ponerse ropa limpia.
A Jorge le entregaron unos pantalones cortos, igual que a sus primos, y los dems
se rieron al ver que el seor y la seora Kent la tomaban por un chico. Jorge tambin
se ri, pero no dijo una palabra de protesta.
Me enfad mucho con Ricardo cuando supe lo que haba hecho dijo el seor
Kent cuando todos se hallaron sentados alrededor de la mesa comiendo con gran

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apetito. Me avergenzo de l.
Ricardo baj la cabeza. Mir a Julin con ojos suplicantes.
S, Ricardo se port como un loco asinti Julin, y nos meti a todos en
un buen lo. Habr que darle un buen escarmiento, seor.
Ricardo pareci todava ms abatido. Se puso muy encarnado y mir hacia el
mantel.
Sin embargo continu Julin, ha pagado ya por su tontera. Se ofreci para
acurrucarse dentro del portaequipajes del coche, escaparse y de ese modo avisar a la
polica. Eso requera valor, crame. Ahora aprecio mucho a Ricardo.
Se inclin hacia el nio y le golpe la espalda. Dick y los otros le imitaron con
una palmada y Tim emiti su ms profundo ladrido de aprobacin.
Ricardo se haba puesto ahora rojo de alegra.
Gracias expres con torpeza. Siempre me acordar de esto.
Intenta hacerlo, hijo mo confirm su padre. El caso poda haber
terminado de una forma muy distinta.
Pero no replic Ana, contenta. Acab as. Podemos volver a respirar con
tranquilidad.
Hasta la prxima vez dijo Dick con una sonrisa. T qu crees, Tim, viejo
amigo?
Guau! respondi Tim aporreando el suelo con el rabo. Guau!

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