Historia Critica Del Acceso A La Justicia en Venezuela
Historia Critica Del Acceso A La Justicia en Venezuela
53-73
ISNN 1852-2971 Instituto de Cultura Jurdica y Maestra en Sociologa Jurdica. FCJ y
S. UNLP
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tcnica-gerenciales que parecen predominar. Se pretende aqu presentar una sntesis de los
resultados generales de la investigacin.
Abstract
The issue of the administration of justice almost always requires a dramatic description, and in
order to find immediate solutions to the problem, great efforts have to be made. It is what
researchers call applied-diagnosis studies. The tendency is to focus on a different way of
approaching and understanding the problems. The historic and critical studies of centuries
public policies applied in Venezuela the XX an XXI, are helpful to demonstrate how and to
what extent the phenomenon has been determined by particular previous legal conditions. For
example, (i.e.): Our republican history has been determined by the unstable social, political and
economic conditions of the country. All these have contributed to shaping a feeble State which
functions in a permanent state of frailty, obliterating the minimal chances for the existence of a
Social Welfare State , in spite of the fact, that Venezuela has been one of the countries with the
greater petrol revenues in the world.
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Historia crtica del acceso a la justicia en Venezuela
Sonia Boueiri Bassil
Introduccin
La poltica venezolana de todos los tiempos ha sido abundante en documentos oficiales. Ellos
componen una muestra extraordinariamente indicativa del curso seguido por nuestro proyecto
nacional, entendiendo por ste la suma de las metas polticas, econmicas, sociales,
constantemente renovadas, a las cuales los gobernantes de turno han otorgado el carcter de
objetivos nacionales.
El esfuerzo investigativo que hemos realizado se orienta a ensayar otra manera de abordar y
comprender la problemtica. El estudio histrico-crtico sobre los siglos XX y XXI
venezolanos y las polticas pblicas en materia de acceso a la justicia que presentamos, nos
permite mostrar hasta qu punto este fenmeno ha estado determinado por condiciones prejurdicas particulares. Valga decir, por mencionar alguna, que la conformacin de nuestro
devenir histrico republicano ha estado marcada por la precariedad en las condiciones sociales,
polticas y econmicas del pas, lo que en parte ha configurado un Estado dbil que acta bajo
un esquema de permanente contingencia, negacin por cierto de las posibilidades mnimas para
la existencia de un Estado social de derecho de facto, a pesar de haber sido uno de los pases
petroleros ms importantes.
Nos inspir el hecho de que buena parte de los estudios sobre el tema de la administracin de
justicia en el mundo, describen la situacin casi siempre dramtica de su acceso y dedican
grandes esfuerzos en proponer soluciones. Es lo que conocemos en investigacin como los
estudios diagnstico-aplicados.
En efecto, la manera predominante de abordar este tema se centra en comprobar el grado de
eficiencia de la justicia, normalmente muy bajo por ser lenta y cara y, en ocasiones, por algo
ms grave: porque su acceso es diferencial. El grueso de los anlisis busca las causas ms
inmediatas tal vez aparentes- del problema: bajo presupuesto, corrupcin, falta de formacin
de los funcionarios y abogados, excesiva formalizacin, transplantes inadecuados de modelos,
leyes anacrnicas, entre otras. Esta dinmica analtica, que influye frecuentemente en las
polticas pblicas, no es, de por s, una tarea fcil. Tiene en Latinoamrica en contra las
dificultades derivadas de la poca tradicin investigativa emprica y terica. La emergencia y
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crisis constante de la justicia justifican y refuerzan una manera interventora reformista, eso
cuando el esfuerzo no queda en mera descripcin-denuncia.
Puesto que la administracin de justicia es una funcin que corresponde fundamentalmente al
Estado, el estudio de las polticas pblicas, es decir, el anlisis de la actuacin de las
autoridades e instituciones en el seno de la sociedad, y su impacto en el bienestar de los
ciudadanos, debe ser un tema importante en la comprensin de la problemtica de la justicia.
Queremos, por tanto, saber cules han sido las prcticas del Estado venezolano para superar los
obstculos que dificultan o impiden el acceso, entendiendo por prcticas la variedad de
discursos que se revelan en los modos de pensar y actuar de la sociedad, en este caso de las
instituciones gubernamentales.
Pensamos que al hacer un anlisis del comportamiento estatal se podran responder algunas de
las interrogantes a la luz de la efectividad en el acceso. Como las polticas pblicas son, sin
duda, el resultado de una manera de comprender una problemtica en un contexto (o coyuntura)
especfico, tambin nos interes conocer las circunstancias histricas en las que han surgido y
con las que han interactuado. As, aunque nuestro objetivo no se centrara en evaluar la
efectividad de las polticas, sino, ms bien, en su formulacin misma, el estudio histricocrtico pudo mostrar, en parte, hasta qu punto el fenmeno (acceso a la justicia), ha estado
determinado por condiciones histricas.
Por no conocer antecedentes similares, el recorrido lo iniciamos desde los orgenes propios de
nuestra vida institucional, y a travs de una mirada socio-jurdica, intentamos hacer una
descripcin de las condiciones sociales, polticas, econmicas que, combinada con la
sistematizacin selectiva de discursos, programas polticos, principios constitucionales,
reformas judiciales y legales, relacionadas con el acceso, nos permiti visualizar algunas causas
de fondo sobre el fracaso histrico de nuestras polticas en esta materia. Creemos con esto
aportar elementos para un anlisis distinto a los utilizados en Latinoamrica, que terminan
dando preeminencia explicativa a las deficiencias de tipo operativas, gerenciales y/o tcnicas, a
travs de un diagnstico, ms que a razones socio-histricas -llammosla de fondo- que
explican el anterior.
El primer paso para esta interpretacin fue la construccin de un marco terico slido que
contuviese conceptos y elementos tiles inherentes al tema principal: el acceso a la justicia.
Partimos de una nocin bsica de que el acceso a la justicia se traduce como la igualdad de
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oportunidades a travs de la cual los ciudadanos hacen uso eficiente de los recursos jurdicos
que les permiten satisfacer sus necesidades jurdicas, o como la disponibilidad real de medios o
recursos necesarios para hacer valer los derechos o garantas contenidas en la constitucin, y
dems leyes que la desarrollan, y que repercutan en el bienestar integral de los ciudadanos. No
obstante, intentamos problematizar esta nocin a partir del uso de una vasta recopilacin de
autores de distintas latitudes y posturas.
El problema general que nos motiv tiene su fundamento no slo en el hecho de que el acceso a
la justicia, en gran nmero de pases, ha tenido un estrepitoso fracaso. Especialmente en
Latinoamrica, el grueso de la poblacin, los pobres, no logran tener acceso a la justicia. En
efecto, en Latinoamrica ms que un Estado de bienestar parece haberse consolidado una
pobreza de la poblacin, motivada normalmente por la mala distribucin de la riqueza,
acompaada de una especie de pobreza de Estado. El anlisis de las condiciones histricas
propias de nuestro pas ayud, sin duda, a llegar a algunas conclusiones desde nuestra propia
realidad, aunque hizo muy compleja y larga la tarea, ms tomando en consideracin que la
autora no posea formacin en el campo histrico y que el material a analizar era vasto y difcil
de ubicar por su vieja data. No obstante, creemos que este fue el elemento metodolgico ms
innovador de nuestro abordaje: el anlisis de las distintas polticas de acceso en su propio
contexto histrico.
Como se ha dicho, una opinin comn en relacin con el comportamiento del Estado en
materia del acceso a la justicia es que ha sido un fracaso. Las condiciones de extrema necesidad
en las que se encuentra un amplio sector de la poblacin dificultan su calidad de vida, a pesar
de que el Estado ha previsto polticas destinadas a enfrentar ese problema.
Por ser un estudio exploratorio de carcter histrico documental sin antecedentes, resultaba
difcil plantearnos hiptesis exactas previas a la indagacin que realizamos. No obstante,
tenamos preguntas iniciales tales como: Desde cuando este problema del acceso comenz a
serlo? Qu argumentos tericos orientaron la planificacin y justificacin de las polticas
pblicas? Cules han sido, en definitiva, las prcticas del Estado venezolano para superar los
obstculos que dificultan y/o impiden el acceso? Son las causas tcnico-operacionales las
culpables del fracaso del Estado por dar satisfaccin a las necesidades jurdicas de los
venezolanos o, ms bien, el fenmeno ha estado determinado por condiciones histricas?
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Para intentar contestar estas interrogantes, tratamos de describir el devenir histrico de las
polticas estatales relativas al acceso a la justicia desde los inicios de la llamada
institucionalizacin democrtica venezolana (1936), hasta comienzos del siglo XXI. En este
sentido, hicimos una revisin histrica-documental que tom en cuenta los distintos contextos
histrico-sociales que marcaron estos ms de 70 aos. Las limitaciones que conllevaba el
anlisis de un perodo histrico continuo tan largo oblig a dividirlo en tres para un mejor
anlisis y, dentro de cada uno, hacer nfasis en una etapa significativa que fue aproximada de
una dcada, aunque, en la prctica, el anlisis fue linealmente ininterrumpido ya que la historia
debe entenderse como la consecucin de eventos conexos. As, el perodo marco estudiado se
dividi en tres partes histricas: 1936-1958, con nfasis en la dcada 1936-1945 (Presidentes
Eleazar Lpez Contreras y Medina Angarita); 1959-1998, con nfasis en la dcada 1959-1968
(Presidentes Rmulo Betancourt y Ral Leoni); y el ltimo perodo comienza a partir de 1998
(Presidente Hugo Chvez, terminando aprox. en el 2006). La escogencia de estos tres perodos
concretos para su profundizacin se justifica por su importancia poltica, histrica y social, su
correspondencia a un nuevo modelo constitucional y/o gubernamental, la puesta en marcha de
una nueva orientacin o plan nacional (modelo de pas), entre otros aspectos de relevancia que
los hacan significativos para el anlisis.
Pensamos que aunque esta modalidad investigativa present no pocas dificultades, su utilidad
en la comprensin y abordaje del tema a profundidad result muy interesante. Los resultados de
esta investigacin que tard ms de cinco aos de arduo trabajo sern dados a conocer a travs
de un texto detallado que se prepara en la actualidad. No obstante, por el inters que ha
generado en las distintas instancias en las que hemos debatido nos adelantamos a reflejar a
continuacin, a manera de CONCLUSIONES GENERALES, los principales hallazgos y
reflexiones derivadas del estudio.
En torno al intento por mejorar leyes, procedimientos, estructuras y recursos de los sistemas de
justicia para equiparar las posibilidades de acceso a la justicia y hacerlo ms eficiente, son
predominantes los esfuerzos por abordar las barreras de tipo econmicas que guardan relacin
con asuntos de medios, y escasos o ausentes las que atienden obstculos culturales vinculadas a
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factores de tipo socio-histricos. La problemtica del acceso es, pues, estudiada, entendida y
tratada, predominantemente, desde el punto de vista del eficientismo.
En teora el acceso a la justicia se considera una herramienta vital del Estado de derecho
existente que coadyuva a hacer efectivos los derechos y garantas que permiten mantener y
elevar los niveles de bienestar para todos los ciudadanos. La problemtica del acceso se
considera, por tanto, un desperfecto del sistema que ser subsanado bajo un esquema
gerencial que consiste, bsicamente, en la reparacin de los elementos tcnico-operativos que
no estn funcionando bien. Las pistas de los orgenes modernos de la manera tcnica
predominante de abordar el acceso en Latinoamrica, pueden ser halladas en las dos versiones
del movimiento Law and Development que se intentaron imponer, incluyendo a nuestro pas.
Este movimiento crea en el derecho como un instrumento efectivo para promover cambios
sociales. Bajo este presupuesto se invertan cantidades extraordinarias de dinero en proyectos
jurdicos particularmente destinados a reformar el sistema judicial. Se ampliaba, as tambin, el
espectro del conocido desarrollismo econmico aplicado a las sociedades subdesarrolladas.
Partan de que la tecnologa legal, conducira a incidir, desde el derecho, en la obtencin de
mayores y mejores niveles de democracia poltica, aunque la democracia econmica nunca
fuera un tema de discusin. El movimiento Law and Development insisti (en una segunda fase
de ms reciente data) en que la ineficacia de la justicia en Amrica Latina tena su causa
original, ante todo, en problemas internos del sistema normativo que se originan o bien por
problemas de contenido o bien de implementacin. Aunque hay que reconocer que las fallas
tcnicas en la aplicacin de polticas pblicas constituyen una importante fuente de debilidad
del sistema de administracin de justicia, este pensamiento que se intent imponer no logr ni
siquiera demostrar que la modernizacin legal, per se, contribuyese necesariamente al
desarrollo de la democracia poltica. En otras palabras, la eficiencia tribunalicia (ingeniera
legal) no se traduce, necesariamente, en mejora social.
En el caso latinoamericano hay que agregar un elemento adicional que perturba, y a veces
inutiliza, estos esfuerzos. El uso inapropiado del mtodo de anlisis comparado cuando se
intenta asimilar las condiciones pre-jurdicas (circunstancias sociales, econmicas y polticas)
con las de los pases desarrollados. El resultado ms palpable de esta prctica no slo es el
descuido de los obstculos culturales, sino que parece salir reforzada la preeminencia
explicativa de carcter tcnica. En Venezuela por ejemplo, finalizando el siglo XX, casi una
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cuarta parte de la poblacin viva sin identidad jurdica personal (cdula o DNI), negacin por
cierto de cualquier idea mnima de Estado social de derecho, mientras en los pases del primer
mundo iban por la tercera ola de reformas en materia de acceso a la justicia habindose
alcanzado, desde haca ya dcadas, un Estado de bienestar generalizado.
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la accin afirmativa del Estado para generar un derecho que sea emancipador, vinculado
estrechamente a la economa y a la distribucin de riquezas, y tambin a aquella normativa que
promueva mejoras en las condiciones integrales de vida de las personas marginadas. Esto, se
entiende, generar a la larga un Estado de bienestar real y no slo normativo (este ltimo por
cierto bastante extendido en nuestros marcos constitucionales). Este enfoque se enmarca, pues,
dentro de un modelo que podramos llamar contrahegemnico, alternativo y/o liberador, que
presupone etapas intermedias de conflictos societales, ms que de consensos, con la
participacin activa de grupos y/o movimientos sociales concienciados.
Dentro de esta corriente socio-poltica contrahegemnica, la perspectiva o filosofa de la
liberacin es la que ms ha cuajado en Latinoamrica, jugando un interesante papel para
construir condiciones materiales y educativas que permitan superar la miseria econmica de
vastos sectores de la poblacin. Tambin aporta elementos para recrear una teora distinta a la
euro-cntrica
problemticas, y que recientemente parece estarse avivando con los gobiernos emergentes en la
regin. La defensa de los ingresos por concepto de explotacin de los recursos naturales y la
unin poltica-ideolgica del Sur, parecen estar en el centro de este impulso transformador.
Aunque no se puede afirmar que, en nuestro caso, se haya consolidado doctrinalmente algo de
la talla de una teora liberadora aplicada al acceso a la justicia, la discusin tcnica (ingeniera
legal) pasara a un segundo plano bajo este esquema.
Ante la insuficiencia de estudios de corte histrico-cultural que relacionen las dificultades del
acceso con condiciones externas al sistema de justicia en la modernidad venezolana, resulta til
ir a las races de nuestra propia conformacin como Estado. Como se sabe, nuestro contexto
cultural hibrido latinoamericano es favorable al surgimiento del pluralismo jurdico, a pesar de
que el derecho espaol fue el nico reconocido como oficial; hubo, por tanto, un sistema plural
legal de facto que ha permanecido desde los gobiernos coloniales, pasando por la lucha de
independencia hasta llegar a los Estados soberanos, todos ellos caracterizados por la
multiplicidad de cdigos de conductas de los ciudadanos que, indefectiblemente, en menor o
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mayor medida, afectan el buen desarrollo de la administracin de justicia. Por eso resulta
interesante, no slo el anlisis del perodo de la emancipacin latinoamericana (independencia),
entre otras razones para analizar cmo fue posible que el derecho indiano lograra permanecer
inclume a pesar de su ineficacia, sino el perodo republicano o democrtico, porque es su
prolongacin socio-cultural y herencia jurdico-institucional ms cercana.
Uno de los aspectos ms interesantes que habra que mirar en detalle en futuras investigaciones
tiene que ver con la actitud de los latinoamericanos frente al derecho. Siguiendo la tesis de
Garca Villegas (2002), se trata de una ambivalencia de comportamiento en la que, por un lado,
tenemos la idea de que nuestro destino social est atado a medidas legales capitales sin las
cuales la sociedad entrara en una desorganizacin, desgobierno y caos. Por el otro lado, nos
embarga un profundo sentimiento de libre albedro frente al derecho oficial, lo cual,
ocasionalmente, toma la forma de insubordinacin, o de una reivindicacin de derecho
natural, que justifica el hecho de emprender acciones contra, o al margen, de lo mandado.
Aunque esta actitud tenga sus orgenes en el perodo colonial, no parece haber perdido su
continuidad hasta la modernidad, innovndose con ropajes de diferente matiz. As, en la poca
colonial la extensin de los territorios, la diversidad cultural de sus poblaciones, la carencia de
recursos, el instinto de conservacin de las mayoras indgenas frente al autoritarismo espaol
(que haba creado una actitud individual y social de desacato soterrado al derecho y a todo lo
ordenado por las autoridades coloniales), moldeaban al derecho y lo hacan flexible impidiendo
su unificacin en el nuevo mundo. En este sentido eran prcticas, incluso normadas, el se acata
pero no se cumple y, ms adelante, las famosas excepciones a la regla. Posteriormente, la
falta de experiencia poltica y administrativa a principios del siglo XIX, y las condiciones
econmicas, sociales y polticas, impulsaron la necesidad de adoptar modelos de organizacin
poltica provenientes de otras revoluciones (francesa y americana) con una hipercentralidad del
tema constitucional en el debate poltico. Poltica y derecho posean, desde entonces, vnculos
estrechos, y bajo la necesidad de los prceres de la independencia de utilizar el derecho como
herramienta de edificacin de la nacin y de la ciudadana, se avivaba este vnculo aunque, en
la prctica, persistan las grandes dificultades para permear el tejido social e institucional a
travs del mismo. El sistema jurdico se haba convertido, pues, en un mecanismo destinado a
la legitimacin de las polticas pblicas ms que en una herramienta de implementacin
instrumental de dichas polticas. Por otra parte, el autoritarismo poltico y jurdico de las nuevas
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instituciones propuesto por los lderes de la independencia influy, tambin, en dejar inmune el
fenmeno colonial de la desobediencia velada ante normas autoritarias que se hacen acompaar
por la precariedad de su poder regulador y sancionador.
Cualquier investigador social latinoamericano pudiera percatarse de que todas estas
caractersticas permanecen hoy en da en la cultura legal de nuestros habitantes, aunque (y
siguiendo a Garca Villegas) modernamente la rebelda parece haber encontrado excusa en la
disociacin entre una institucionalidad supuestamente racional y democrtica por un lado, y la
existencia de, o bien un nuevo rgimen autoritario o bien de un caos social que conlleva a una
incertidumbre individual, por el otro.
El padrinazgo y las clientelas locales parecen haber atenuado y contrarrestado algunas actitudes
similares tanto en la colonia como en la independencia, y no parecen habernos abandonado en
la modernidad en la que se cre la unidad conceptual inseparable entre la ley y legitimidad que
fund una cultura jurdica contraria a la lograda, por ejemplo, en Inglaterra o Estados Unidos,
esto es, la conviccin ciudadana de que dicha unidad enmascaraba el verdadero centro de
alguna clase de dominacin. As, la conciencia legal estuvo caracterizada por la conducta
estratgica de los ciudadanos en relacin con los comandos legales, ms que en la
reivindicacin tica de los derechos. Esta actitud ha ido configurando una especie de
individualismo sin ciudadana o de individualismo pre-moderno que se manifiesta en un tipo de
cumplimiento del derecho que prevalece en la regin, y que est estrechamente ligado a la
posibilidad de que la sancin se haga efectiva, lo cual no sucede con frecuencia dada la
deficiente capacidad del Estado para imponer sanciones. En todo caso, el cumplimiento
voluntario no parece tener mucho contenido cvico ni tico, sino que es el fruto de un clculo
estratgico entre actos y consecuencias.
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de obra nacional sera fatal para el pas porque creara automticamente escasez de brazos en la
agricultura, que era nuestra fuente principal de riqueza, el nico ramo de nuestra economa que
estaba en manos de nacionales. El Estado deba intervenir para que la mayor afluencia no fuera
la de los negros ya que se alegaba que eran extraordinariamente prolficos y factor de
deterioracin cuando se mezclaban con otras razas, o de desorden cuando permanecan
separadas. Pensaban que aunque era imposible aspirar al ideal de una poblacin blanca
homognea, pues nuestro territorio contena una gran proporcin de indios y de negros, se
poda aumentar considerablemente el elemento blanco y as, tambin, resolver las crisis
endmicas que provenan de la raza negra, sin percatarse que procedan, precisamente, de esa
exclusin social racista. Ya en el siglo XX la pirmide que grafica la composicin socioeconmica venezolana posee en su vrtice a una pequea clase dominante que acumula las
grandes riquezas del pas, mientras que en su base se ubican grandes masas empobrecidas. A
esta pirmide se le superpone otra que tiene que ver con el color de la piel: a medida que se
asciende desde la base (cuya poblacin es mayoritariamente negra), se va blanqueando la
poblacin hasta llegar a un vrtice que corresponde a la clase ms rica y blanca.
Es til recordar que para 1928 casi el sesenta por ciento de nuestras importaciones venan de
Inglaterra y Alemania y, a cambio, les envibamos petrleo y caf. La produccin de oro,
plumas de garza y pieles tomaban el rumbo de Londres o de Pars. Incluso ya a fines del siglo
XIX Estados Unidos de Norteamrica haba reparado en la importancia estratgica de
Venezuela y nuestros asuntos se analizaban en el Departamento de Estado como si fueran
cuestiones domsticas. Al emerger de la gran crisis de 1929, el mundo capitalista se inclina
ante Estados Unidos y Venezuela paso a ser, de una colonia econmica de Gran Bretaa y
Alemania y tambin de Francia-, a una de USA quien para ese entonces viva una expansin
pujante. Algunos intelectuales advirtieron que si nosotros no aprendamos a emularlos en las
cualidades que hacan posible su predominio, a sus manos pasaran maana lo mejor de
nuestras minas, tierras, rebaos, florestas y todo cuanto tenamos. No se equivocaran los que
vislumbraron el destino de nuestras riquezas.
A partir de 1930 empresas tcnicas controladas por norteamericanos tienden a hegemonizar la
edificacin urbana, la luz elctrica, construyen nuestros muelles, carreteras y se mezclan en los
proyectos ms ambiciosos que concibe el hermoso afn de progreso que soflama el espritu de
los venezolanos. Dominando la industria petrolera, lgico es que dominen tambin nuestro
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mercado monetario. El comercio venezolano depende de los millones que invierte
semanalmente USA en la adquisicin de bolvares para pagar impuestos, salarios, derechos de
puerto y otras cargas. Esa circunstancia de dominio, y la posicin del petrleo como casi nico
artculo de exportacin, ponen a nuestro mercado financiero a su merced. Todo lo que el pas
requiere se busca en las ciudades de USA: los automviles de paseo, el hierro de los edificios,
el machete campechano, la maquinilla de escribir, hasta los huevos y la leche. Estados Unidos
monopolizaba prcticamente el noventa por ciento de los artculos que ingresaban al pas. Esta
condicin de surtidora de materia prima y de dependencia de alimentos y tecnologa, pues,
actuara en el plano econmico como fuerza de deformacin que ha impedido, en buena
medida, el establecimiento de un Estado de bienestar venezolano. Ya para la dcada de los 80,
cerca del 80% de la poblacin, el mismo porcentaje que viva en el campo para comienzos de
siglo, haba conformado en las ciudades los grandes cinturones de miseria. Venezuela fue desde
1925 hasta 1970 el principal surtidor de petrleo a nivel mundial, no obstante, desde los aos
cuarenta hasta finales del siglo XX el 20% de la poblacin ms pobre haba recibido alrededor
del 5% de la riqueza, mientras que el 20% ms rico la recibi por encima de 40%.
Nuestra condicin de neo-colonia tambin afectaba en el plano poltico. Desde la muerte del
dictador Gmez hasta 1961, la democracia, podra decirse, era breve pausa entre dos golpes de
Estado, especialmente cuando los intereses petroleros norteamericanos chocaban con
posiciones de defensa nacionalista de nuestros recursos. A partir de la dcada de los sesenta, los
gobiernos democrticos venezolanos, ya haban aprendido la leccin sobre cmo permanecer
en el poder.
Siendo uno de los principales surtidores de petrleo del mundo, el siglo XXI abre en Venezuela
con una dependencia alimentaria del extranjero de casi un 70 %.
La disparidad estructural conforme con las economas dependientes ha incidido en el
funcionamiento del Estado venezolano, inhabilitndolo para el progreso burocrtico propio del
capitalismo moderno. Se prolonga as ese rasgo pre-rracionalista del capitalismo de los
aventureros y de la rapia enraizado como tal en la poltica, en la economa y la administracin.
Se puede afirmar que, en el caso venezolano, prevaleci una pobreza de Estado y pobreza de
los habitantes ms que un Estado de bienestar, aunque se haya proclamado en las distintas
Constituciones.
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B) El nfasis en la bsqueda de mayor eficacia y eficiencia
A pesar de la descripcin hecha, resulta interesante observar de qu manera el anlisis sobre
cmo resolver el problema de acceder a la justicia se ha enfocado, sobre todo desde la mitad del
siglo XX hasta su fin, en diversos aspectos pero nunca en atacar las condiciones mismas de
desigualdad social que hacen precisamente difcil la igualacin de las oportunidades de
acceso a los ms pobres. En este sentido, el empeo en la bsqueda de mayor eficacia y
eficiencia se puede haber convertido en el mecanismo encubridor por excelencia de la
estructura socio-econmica impuesta, que utiliza el ropaje encantador de la tecnificacin
modernizadora del aparato judicial para cambiar todo!,menos lo que hay que cambiar.
En el primer perodo histrico estudiado (1936-1958) se comienza a notar un giro hacia el
predominio de la discusin tcnica de los problemas, entre ellos el de la justicia. La lucha de
competencia, se pensaba, deba nivelarnos en varios aspectos de nuestra vida y,
particularmente, en el campo de la ciencia y de la tcnica con los angloamericanos y otros
pueblos que haba que emular por estar a la vanguardia del progreso humano, aunque podra
afirmarse que hasta 1948 prevaleci el discurso ideolgico, con nfasis en las propuestas
normativas, sobre el tcnico.
A partir de 1961 se fue afianzando la tecnificacin del discurso y se va dejando a un lado la
discusin doctrinaria e ideolgica. Es decir, en la bsqueda de estrategias para lograr el
desarrollo nacional se buscan los medios, pero sin cuestionar cul es la concepcin de
desarrollo que est detrs de este proceso de transformacin del pas.
Mayor independencia, mejoras en las estructuras tribunalicias y sueldos, leyes y
procedimientos pertinentes, voluntad poltica, modernizacin, formacin, tica, an cuando
pudieran quedar mal parados en una evaluacin sobre el Poder Judicial, han sido, en mayor o
menor medida, abordados en casi todos los gobiernos venezolanos. No obstante, el resultado
sigue siendo el mismo: el grueso de la poblacin venezolana no tiene acceso a la justicia; pero
tampoco es que quede mejor parada en cuanto al acceso a otros servicios. El acceso a la salud o
a la educacin, por ejemplo, se manejan en los mismos trminos problematizados. En los
mismos trminos que no implican ninguna discusin, de fondo, sobre la manera de distribuir la
riqueza venezolana derivada de la renta petrolera.
Con todos estos elementos podemos comprender, un poco mejor, en qu ha consistido el
fracaso del Estado en el intento por proteger a la poblacin en sus necesidades jurdicas por
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medio de un sistema de justicia oficial. No obstante faltara otro elemento fundamental en el
anlisis que incluimos a continuacin.
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avance con cuidado por si hay algn intrpido que est infringiendo la sagrada luz roja. Este
es un ejemplo tpico de ambivalencia o multi-valencia de conductas con respecto al mundo
normativo que poco se ha estudiado en nuestro pas, que puede ser producto de una
prolongacin de esos cdigos forjados durante la colonia y la independencia.
Si se estudiara con profundidad las caractersticas de estos fenmenos mencionados en la
actualidad venezolana, podramos conocer qu tanto influyen sobre los intentos por reformar la
administracin de justicia y hacerla ms accesible (y por qu no eficiente). De hecho, pudimos
evidenciar que el ltimo gran esfuerzo por mejorar nuestro sistema de justicia iniciado desde
1999, pudo vencer variadas y numerosas barreras de tipo legal, procedimental e institucional,
no obstante, no pudo contra el peso (histrico) de las prcticas clientelares y de los
padrinazgos hoy vivas, que desvirtan la voluntad poltica de hacer cambios profundos.
Redefinir el perfil del aparato de justicia y su administracin para nuestra sociedad, debera
pasar por el conocimiento de nuestra formacin histrica-cultural, especialmente de la cultura
jurdica (nuestros valores, actitudes, percepciones, creencias hacia el mundo normativo). Por lo
pronto, modernizar la justicia ha sido, en casi toda nuestra historia, acceder a la racionalidad
formal tpica del modo de produccin capitalista, es decir, a la supremaca racional legal con
administracin burocratizada en la que el clientelismo poltico que fomentaron otrora los
partidos gobernantes se ha convertido en una representacin apenas modificada del
compadrazgo caudillesco de otros tiempos y que invade no slo al mundo judicial, sino que
acompaa el funcionamiento del dbil (y an emergente) Estado venezolano contemporneo.
Para finalizar, y como balance metodolgico del trabajo, creemos que este tipo de investigacin
permite ubicar en nuestra historia moderna elementos socio-jurdicos de importante valor para
contestarnos algunas de nuestras interrogantes iniciales. No obstante, culminamos
plantendonos nuevas hiptesis (ms certeras y definidas) que abren caminos para futuras y
ms profundas interpretaciones que contarn con este antecedente que nosotros no hallamos al
iniciar nuestra investigacin. Por ser de carcter indita, se trata ahora de seleccionar puntos
significativos, profundizarlos con mayor detalle para avanzar en anlisis mucho ms definitivos
y enriquecedores.
IV.
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1. La conformacin misma de nuestro devenir histrico republicano ha estado marcada
por la precariedad en las condiciones sociales, polticas y econmicas del pas, lo que en parte
ha configurado un Estado dbil que acta bajo un esquema de permanente contingencia.
2. En el siglo XX la pirmide que grafica la composicin socio-econmica venezolana
posee en su vrtice a una pequea clase dominante que acumula las grandes riquezas del pas,
mientras que en su base se ubican grandes masas empobrecidas. A esta pirmide se le
superpone otra que tiene que ver con el color de la piel: a medida que se asciende desde la base
(cuya poblacin es mayoritariamente negra), se va blanqueando la poblacin hasta llegar a un
vrtice que corresponde a la clase ms rica y blanca.
3. Venezuela ha sido un importante productor de petrleo. Desde 1925 hasta 1970 fue el
principal a nivel mundial, incidiendo esta condicin en aspectos fundamentales:
El modelo de desarrollo demogrfico: Ya para 1980, cerca del 80% de la poblacin (el mismo
porcentaje que viva en el campo para comienzos de siglo), haba conformado en las ciudades
los grandes cinturones de miseria. El campo fue abandonado. Esta condicin de surtidora de
materia prima, y de dependencia de tecnologa y alimentos del extranjero de casi un 70 %., ha
actuado en el plano econmico como fuerza de deformacin que ha impedido, en buena
medida, el establecimiento de un Estado de bienestar venezolano. En Venezuela ha imperado el
capitalismo de los aventureros y de la rapia.
La independencia y estabilidad poltica: Ya a fines del siglo XIX Estados Unidos de
Norteamrica haba reparado en la importancia estratgica de Venezuela y nuestros asuntos se
analizaban en el Departamento de Estado como si fueran cuestiones domsticas. Venezuela
pas a ser de una colonia econmica de Gran Bretaa y Alemania y tambin de Francia-, a
una de USA.
Nuestra condicin de neo-colonia tambin afect en el plano poltico. Durante buena parte de
nuestra historia, la democracia, podra decirse, era breve pausa entre dos golpes de Estado
relacionados, casi siempre, con la defensa de los intereses petroleros nacionales.
4. En lo poltico, hasta 1948 prevaleci el discurso ideolgico sobre el tcnico. A partir
de 1961 se fue afianzando la tecnificacin del discurso y se va dejando a un lado la discusin
doctrinaria e ideolgica. Es decir, en la bsqueda de estrategias para lograr el desarrollo
nacional, se buscan los medios, pero sin cuestionar cul es la concepcin de desarrollo que est
detrs de este proceso de transformacin del pas. A partir de 1999 la tendencia es a retomarlo,
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y parece estar atacndose las condiciones mismas de desigualdad social que hacen
precisamente difcil la igualacin de las oportunidades de acceso de los ms pobres. No
obstante, sigue predominando un abordaje tcnico-gerencial explicativo e interventor en el
sistema de justicia.
5. Descuido del estudio de los obstculos culturales durante toda la historia:
Parece salir reforzada la preeminencia explicativa de carcter tcnica. Los movimientos Law
and Development tuvieron gran influencia en la modernizacin legal y bsqueda de la
eficiencia tribunalicia (ingeniera legal).
Nuestro contexto cultural hibrido latinoamericano es favorable al surgimiento del pluralismo
jurdico. Multiplicidad de cdigos de conductas que afectan el buen desarrollo de la
administracin de justicia. Existe una clara ambivalencia de comportamiento hacia el derecho.
Nos embarga un profundo sentimiento de libre albedro frente al derecho oficial y un tipo de
cumplimiento que prevalece en la regin que est estrechamente ligado a la posibilidad de que
la sancin se haga efectiva. Presencia de los compadrazgos y clientelismos que se mantienen
como carga del devenir histrico.
Redefinir el perfil del aparato de justicia y su administracin para nuestra sociedad, debera
pasar por el conocimiento de nuestra formacin histrica-cultural, especialmente de la cultura
jurdica (nuestros valores, actitudes, percepciones, creencias hacia el mundo normativo).
6. Modernizar la justicia ha sido, en definitiva, acceder a la racionalidad formal tpica
del modo de produccin capitalista, es decir, a la supremaca racional legal con administracin
burocratizada.
7. La teora del acceso debe reorientarse hacia la generacin de formas de derecho que
toquen cuestiones econmicas relevantes para repercutir en la distribucin de la riqueza, para
que nuestros Estados de bienestar comiencen a serlo de facto y no de jure, se produzca la
independencia civil y se pueda hablar, verdaderamente, de ciudadana. Es decir, orientar la
teora del acceso para enfrentar a la pobreza misma y no para que los pobres entren al sistema
en igualdad de oportunidades, asunto que se aproxima bastante a lo ilusorio.
8. Los movimientos sociales y polticos latinoamericanos actuales estn realizando
prcticas efectivas por deslastrarse de la dependencia poltica, econmica y tecnolgica,
alcanzar una verdadera soberana despus de 200 aos y consolidar condiciones socio-
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econmicas sin las cuales es simplemente un fraude hablar de algo parecido a la democracia y
sus garantas.
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