TROZOS SELECTOS
LIBRO DE MORMON;
QUE ES LA
H ISTORIA SAGRADA
S.
ANTIGUOS HABITANTES
AMERICA,
Impreso en la imprenta del Deseret JSfews,
E. TJ., TEURITOKIO DEL VTAH, SAI/T IiAKE CITY.
1S75.
CHURCH R ~
>5
UBRARY-ARCHIVES
KZZ .
1875
#3
THE CHURCH OF JESS CHRIST
OF LATTER-DAY SAINTS
TROZOS SELECTOS
DEL
LIBRO DE MORMON;
QUE ES UNA NARRACIN ESCRITA
POR LA MANO DE MORMON,
SOBRE
PLACAS TOMADA DE LAS PLACAS DE NEPHI.
El libro de Mormon es un compendio de los anales del pueblo
de Nepbi y de los Lamanitas; escrito pralos Lamanitas, que son
descendientes de la casa de Israel: y tambin para los Judios y
Gentiles; escrito por via de mandamiento y por medio del espri-
tu de profeca y revelacin. Libro escrito, sellado y tenido en lu-
gar secreto a disposicin del Seor, p traque no fuese destruido:
interpretado y dado a luz por medio de los dones y poder del Es-
pritu Santo: sellado por mano de Moroni, y guardado en lugar
secreto para el Seor, para que reapareciera a su debido tiempo por
medio de los Gentiles. Su interpretacin es debida al don y poder
de Dios.
Contiene, entre otras cosas, un extracto del libro de Ether, sobre
los anales del pueblo de Jared, que fue dispersado en la poca en
que el Seor confundi las lenguas en la torre de Babel anales que
;
son destinados para que por ellos vean los restos de la casade Israel
las grandes cosas que el Seor hizo por sus padres; para que ten-
gan conocimiento de la promesa del Seor, de que no estaran es-
parcidos para siempre; y para que se convenzan los Judios y los
Gentiles de que JESS es el CRISTO verdadero, el ETERNO DIOS
que se manifesta a todas las naciones. Si hay algunas faltas, es-
tas son faltas de los hombres: por lo tanto no condenis por ellas
las cosas de Dios, para que podas aparecer limpios de toda man-
cha ante el tribunal de Jess.
TRADUCIDO AL INGLES POR JOS SIYIITH, JUN.
TRADUCIDO AL ESPAOL POR MELITON G. TREJO Y
DANIEL W. JONES.
Impreso para Daniel W. Jones en In imprenta del Desevet News.
E. U., TERRITORIO DEL UTAH, SALT LAKE CITY
1875.
NOTA DEL EDITOR.
El libro de Mormon ha sido traducido en su totalidad
por el Eider G. Trejo pero no siendo conveniente publi-
car al presente la obra completa, se ha decidido que se
elijan impriman ciertas partes de ella que sern de
gran inters para el pueblo entre el que el Editor y sus
compaeros de misin intentan trabajar. Las partes
elegidas son las siguinetes.
1. El testimonio de los testigos que dan razn de la
verdad del libro de Mormon, segn fu traducido por
Joseph Smith, Jnior de las antiguas placas que conten-
an la historia del pueblo indgena de toda la America,
conforme lo escrito en ellas por los antiguos profetas
del espresado pueblo que es un resto de la casa de Israel.
2. El total del primer libro del profeta Nephi, en el
que se da noticia de la salida de los Israelitas, que cons-
tituyen los antecesores del pueblo indigina de la
America, cuando salieron de Jerusalem en primer ao
el
del reinado del rey Sedecias ; describe sus viajes por el
desierto, su travesia por la mar y su llegada las costas
de America donde se establecieron.
3. El capitulo XII del segundo libro de Nephi, n
el que manifiesta este profeta la gran importancia que
tendr el libro, para la humanidad y en especial para
sus descendientes y los de sus hermanos ; profetizando
que llegar una poca en que habr muchas iglesias, en
IV
lasque cada una ds ellas pretender ser la del Seor, las
que negarn el Espiritu Santo y rechazarn el libro que
ser recibido por la casa de Isrrael Hablase tambin en
el espresado capitulo de la restauracin del pueblo de
Israel, en la poca en que aparezca el libro y vaya de los
Gentiles los Nephitas, con los dems grandes y ad-
mirables acontecimientos que tendrn lugar en equel
tiempo.
4. El libra de Omni, en el que se da una ligera idea
de los primeros habitantes de este pais que vinieron de la
torre de Babel, los que fueron destruidos por sus iniqui-
dades ; hablase tambin en l de los habitantes del pais
de Zarahemla que provenan de los Judios, cuyo pais
dejaron en la poca en que el rey Sedecias rey de
Tuda fu llevado cautivo Babilonia ; manifistase como
qued unida este pueblo los Nephitas constituyendo el
reino del rey Mosiah.
5. El Evangelio de Jess, tal como fu predicado
por s mismo los Nephitas, en el pais Abundancia, con
todos las maravillas y milagros que ocurrieron con este
motivo ; todo lo que est contenido en el libro de Nephi,
desde el capitulo V. el capitulo X.
TESTIMONIO DE TRES TESTIGOS.
Sea conocido de todas las naciones, familias, len-
guas y pueblos, donde llegue esta obra, que nosotros,
por la gracia de Dios Padre, y de nuestro Seor Jesu-
cristo, hemos visto las placas que contienen estas
memorias, que son los anales del pueblo de Nephi, y del
de los Lamanitas, sus hermanos, y tambin de los que
venieron con Jared de la torre de Babel. Manifestamos
asimismo, que su contedido ha sido traducido por el don
y poder de Dios, porque asi lo hemos oido de su propia
voz ; por lo tanto tenemos la seguridad de que la obra es
verdadera. Y damos tambin testimonio de haber visto
los grabados sobre las placas, que nos fueron mostradas
por el poder de Dios, no por el de hombre alguno. Y
manifestamos tambin con toda nuestra sinceridad, que
un ngel del Seor baj del cielo, y se present ante
nosotros, mostrndonos las placas con los grabados que
contenian. Y sabemos que fu por la gracia de Dios l
Padre, y por la deJesucristo su Hijo, por la que vimos y
por la que podemos dar testimonio de la verdad de estas
cosas y por mas que nuestros propios ojos sea una
:
cosa maravillosa, no obstante, en cumplimiento nues-
tro deber nos vemos obligados confesar, que la misma
voz del Seor nos mand dar testimonio de ello lo que
:
hacemos obedeciendo su mandato. Porque sabemos
que si somos fieles Jesucristo, limpiaremos nuestros
vestidos de la sangre que los mancha, y apareceremos
limpios de toda mancha ante el tribunal de muestro
Seor Jesucristo, y viviremos etern amento con l en
los cielos. Y sea la gloria para el Padre, para el Hijo, y
para el Espiritu Santo, que constituyen un solo Dios
verdadero. Amen.
Oliveb Cowdeby,
David Whitmer,
Martn Habis.
TESTIMONIO DE OCHO TESTIGOS.
Sea conocido de todas las naciones, familias, lenguas
y pueblos, donde llegue esta obra, que Jos Smith,
Jnior, el traductor de ella, nos ha mostrado las placas
de que se ha hecho mencin, las que tenan la aparien-
cia del oro ; y que hemos tocado y tenido en nuestras
propias manos, cada una de las hojas que el referido
Smith ha traducido, en las que hemos visto los grabados
que contienen; todo lo que tiene la apariencia de un
trabajo muy antiguo, hecho con el mayor esmero. Por
lo que damos testimonio, con toda nuestra sinceridad, de
como el dicho Smith nos ha mostrado las referidas
placas, que hemos tenido y pesado en nuestras propias
manos; las cuales sabemos con toda seguridad que se
hallan en su poder. En testimonio de lo cual damos al
mundo nuestros nombres, para testificar ante toda la
tierra de lo que hemos visto ; y de que no mentimos
Dios nos es por testigo.
Chbistian Whitmeb, Hibam Page,
Jacob Whitmeb, Joskph Smith, Sen,
Peter Whitmeb, Jun., Hybum Smith,
John Whitmeb, Samuel H. Smith.
TROZOS SELECTOS
DEL LIBRO DE MORMON.
PRIMER LIBRO DE NEPHL
SU REINO Y SU MINISTERIO.
CAPITULO I.
1. Yo, Nephi, nacido de buena familia, instruido
en la ciencia de mi padre, he sufrido grandes aflicciones
en todos los dias de mi vida ; no obstante, he sido alta-
mente favorecido por el Seor en todo el curso de ella;
si, porque el Seor se ha dignado darme conocer sus
misterios y hacerme participar de su bondad por lo tanto
;
voy narrar los principales actos de mi vida ; hacindo-
lo en la lengua de mis padres, que es la ciencia de los
Judios y la lengua de los Egipcios. Y doy testimonio
de que estos hechos que voy relatar son verdaderos y
;
los escribo por mi propia mano, con arreglo mis cons-
cimientos.
2. Sucedi en el principio del primer ao del reina-
do de Sedecias, rey de Jud, (habiendo vivido mi padre
Lehi hasta esta poca toda su vida en Jerusalem;) que
aparecieron muchos profetas, que venian anunciar al
pueblo que se arrepintiera, porque de no hacerlo as, la
gran ciudad de Jerusalem. seria destruida. Por cuyo
motivo saliendo mi padre de la ciudad, pidi Dios, de
todo corazn, que tuviera caridad de su pueblo.
3. Y mientras que se hallaba sumido de esta forma
en su oracin, h aqi que apareci ante su vista una
columna de [fuego que se fij sobre una roca que se
8 PEIMER LIBEO DE NEPHI.
hallaba delante de l : quedando sobrecogido de espanto
por lo que vio y oy en aquel momento.
4. Dominado as por el espritu se volvi su casa
de Jerusalem, donde se arroj en su lecho, completa-
mente sobrecogido por las cosas que habia visto ; y segn
se hallaba dominado en esta forma por el espritu, tuvo
una visin, en la que le pareci ver los cielos abiertos, y
Dios sentado en su trono, rodeado de innumerable
concurso de angeles, que se hallaban orando y cantando
en su presencia en actitud de adorarle.
5. Yvio tambin uno que descenda del cielo,
cuyo resplandor era mayor que el del solen la mitad del
dia, el cual iba seguido de otros doce, que brillaban mas
que las estrellas del firmamento; y descendiendo todos
la tierra, vio qne empezaron andar por la superficie de
ella; llegndose entonces el primero de ellos donde
estaba mi padre, se par delante de l, y le dio un libro,
mandndole que le leyera lo que hizo mi padre, y segn
:
lo hacia, el Espritu del Seor vino sobre l, y ley donde
decia : Ay de t, desgraciada Jerusalem !, porque he
visto tus abominaciones ; y as continu leyendo mi
padre muchas cosas sobre Jerusalem, leyendo que seria
destruida, y que sus habitantes unos serian destruidos
por la espada, y otros serian llevados cautivos Babilo-
nia.
6. Y cuando mi padre hubo visto y ledo tanta
grandeza y maravilla, clam al Seor diciendo: Oh Dios
Todopoderoso ; cuan grandes y maravillosas son tus obras
Tu trono se eleva sobre el alto cielo, y tu poder, tu bon-
dad, y tu misericordia se extienden sobre todos los habi-
tantes de la tierra puesto que tan grande es tu miseri-
;
cordia, no dejes perecer los que acudan ti!. As
decia mi padre lleno de alegra, alabando Dios, por las
cosas que el Seor le habia mostrado.
7. Ahora, yo, Nephi, no dar una detallada relacin
de las cosas que mi padre ha escrito, sobre todo lo que
vio en sus visiones y sueos ; ni sobre otras muchas cosas
que profetiz y anunci sus hijos, sino que solo escri-
bir lo ocurrido en mi tiempo. Por lo tanto, h aqu el
extracto de los anales de mi padre, que he grabado sobre
placas que yo mismo he preparado; despus de lo cual
pondr tambin sobre ellas, la historia de las cosas ocurri-
das en el transcurso de mi propia vida.
8. Por lo tanto, quiero que sepis, que despus que
mi padre hubo visto todas las grandes y maravillosas
cosas que el Seor le habia mostrado sobre la destruccin
de Jerusalen, se present ante el pueblo, profetizndole
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 9
y declarndole todas las cosas que les concernan relati-
vamente lo que haba visto y oido.
Pero los Judos se burlaban de l por causa de
9.
las cosasque les profetiz ; porque l verdaderamente les
reprenda por su maldad y abominaciones; dndoles tes-
timonio de las cosas que habia visto y oido, como
asimismo de loque habia ledo en el libro; anuncindoles
claramente la venido del Mesas, y la redencin del
mundo.
10- Y
cuando los Judos oyeron esto, se irritaron en
contra de l, en la misma forma que ocostumbraban
hacerlo con los profetas de la antigedad, quienes
haban despreciado, apedrado y muerto; procurando
tambin entonces quitarle la vida. Pero, yo Nephi, os
monstrar como la tierna misericordia del Seor alcanza
siempre todos sus escogidos causa de su f, dndoles
poder para que se libren de sus enemigos.
11. Porque h aqu que el Seor habl mi padre
en sueos, dicindole: Mi bendicin es sobre t, Lehi,
por lo que has hecho, y porque me has sido fiel declaran-
do este pueblo lo que yo te habia ordenado, h aqu te
aviso ahora, qne tratan de quitarte la vida.
12. Y el Seor mand entonces mi padre, en
sueos, que tomase su familia y partiese para el desierto,
lo que hizo sometindose en todo la voluntad del Seor.
13. Sali pues para el desierto abandonando su casa,
el pais de su herencia, su plata, y sus objetos preciosos, no
llevando consigo, mas que su familia, provisiones y tien-
das, y atravesando el desierto lleg a las orillas del mar
Rojo;contiuandosu camino por el desierto, siempre las
inmediaciones de este mar; llevando consigo su familia
que se compona de mi madreSariahy de mis hermanos
mayores, que eran Laman, Lemuel y Sam.
14. Y cuando hubo marchado por espacio de tres
dias en el desierto, se detuvo y plant su tienda en un
valle situado la orilla de un rio levantando entonces
;
un altar de piedra, hizo ofrendas al Seor, dando gracias
al Seor nuestro Dios. Y dio al rio el nombre de
Laman, el cual desaguaba en el mar Rojo ; hallndose
p
el valle situado en sus cortas cerca de su embocadura.
15. Y cuando mi padre vio que las aguas del rio
penetraban en el mar Rojo, habl a Laman, dicindole:
Oh! podras t ser semejante a este rio continuamente
corriendo hacia la fuente de toda justicia! Y dijo tam-
bin Lamuel : Oh podras t ser semejante este
!
valle, rme, constante inquebrantable en guardar los
mandamientos del Seor Hablando as causa de la
!
10 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
dureza de los corazones de Laman y de Lemuel ; porque
tenan la costumbre de murmurar en contra de su padre
en muchas cosas, acusndole de ser un visionario, y de
haberles sacado de Jerusalem, habindoles obligado
abandonar el pais de su herencia, y su oro, su plata y
dems objetos preciosos, para dejarles perecer en el
desierto. Y le decian que no habia hecho todo esto mas
que por los locuras de su imaginacin. De este modo
era como acostumbraban murmurar Laman y Lemuel,
que eran los de mas edad, porque no conocian la voz del
Dios que los habia criado. Ni creian tampoco que
Jerusalem, aquella gran ciudad, seria destruida, segn
lo que habia sido vaticinado por los profetas. Aseme-
jndose as los Judios de Jerusalem, que habian pro-
curado matar mi padre.
16. Y
mi padre, lleno del Espritu, les habl en el
valle de Samuel, con tal potencia, que temblaron delante
de l ; confundindoles de tal manera que no osaron
hablar mas en contra de l ; sometindose as sus man-
datos. Vivia entonces mi padre en una tienda.
17. Y Nephi, siendo
yo, muy
joven todava,
aunque de gran estatura, y teniendo un gran deseo de
conocer los misterios de Dios, clam al Seor, y h aqui
que el me visit, y enterneci mi corazn, de manera
que cre las palabras de mi padre, y no
en todas me
rebel contra l, como lo habian hecho mis hermanos.
Y hablando sobre esto Sam, le hice conocer todas las
cosas que el Seor me
habia manifestado por medio de
bu Santo Espritu. Y
el crey en mis palabras; pero
Laman y Lemuel no quisieron hacer caso de ellas ; por
lo que, afligido al ver la dureza de sus corazones, rogu
al Seor por ellos.
18. Y el Seor me dijo: Bendito eres t, Nephi,
causa de tu f, porque me has buscado diligentemente,
y con humildad de corazn. Y yo te prometo que
mientras guardes mis mandamientos, prosperars y sers
conducido la tierra prometida; si, una tierra que yo
he preparado para t la cual, es una tierra escogida sobre
;
todas las dems. Y si tus hermanos se rebelan contra
t, sern echados de la presencia del Seor. Y si t
guardas mis mandamientos, t sers el gefe y el maestro
de tus hermanos. Porque h aqu que el dia que se re-
belen contra m, yo los consumir con graneles aflic-
ciones, de modo que no tengan poder alguno sobre tu
posteridad, menos que tambin ella no se rebele contra
m. Y si sucede que se rebelan contra m, entonces
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 11
ellos les sern por azote y por castigo, para recordarles
la va que han abandonado.
19. Y yo, Nephi, despus que hube hablado con el
Seor, me volv la tienda de mi padre, el que me
habl diciendo :H aqu que he tenido un sueo, en el
que el Seor me ha mandado que t y tus hermanos
volvis Jerusalem. Porque Laban tiene en su poder
los anales de los Judios, con una genealoga de nuestros
antepasados, que est grabada sobre placas de metal. Y
el Seor me ha dicho que t y tus hermanos tenis que
ir la casa de Laban para que procuris obtener los
anales y los traigis aqu al interior del desierto. Y
ahora escucha :Tus hermanos murmuran, diciendo,
que lo que se exige de ellos es demasiado duro pero no
;
soy yo quien lo exige, sino el mandato del Seor. Por
lo tanto ve t hijo mi que el Seor te ayudar puesto
que no has murmurado.
20. Y yo, respond mi padre dicindole ; yo ir y
har lo que el Seor ordena, porque s que l nunca
manda los hijos de los hombres nada, sin prepararles
antes la via por donde puedan cumplir su maudato.
21. Qued mi padre altamente complacido, al oir
estas palabras, porque comprendi que el Seor me habi
bendecido. Emprendimos pues la marcha mis her-
manos y yo por el desierto, llevando con nosotros nues-
tras tiendas, para ir al pais de Jerusalem. Y cuando
hubimos llegado, nos pusimos deliberar unos con otros
sobre lo que debamos hacer; acordando al fin, que
echramos suertes para ver quien de nosotros tenia que ir
& la casa de Laban. Tocle esta Laman, el cual
fu la casa de Laban, y encontrndole en ella, se sent
en conversacin con l, pidindole los anales que se
hallaban grabados sobre las placas de metal, los cuales
conteDian la genealoga de mi padre.
22. Cuando Laban oy esto, se lleno de colera, y le
ech de su casa; no queriendo darle los anales, llamn-
dole ladrn, y dicindole que le iba matar. Pero
Laman se escap de sus manos y lleg donde nos hall-
bamos nosotros, donde nos cont lo que le habia acon-
tecido con Laban. Por cuyo motivo nos afligimos en
extremo, deseando mis hermanos que nos volviramos
al desierto con mi padre. Pero yo les dije: como vive
Dios, y como nosotros vivimos, que no volveremos
nuestro padre sin que cumplamos antes con lo que el
Seor nos ha mandado. Por lo tanto permanezcamos
fieles y guardemos los mandamientos del Seor vamos :
ahora a la posesin de nustro padre; donde ha dejado
12 PEIMEE LIBEO DE NEPHI.
oro, plata clase de riquezas, para obedecer los
y toda
mandatos del Seor ;
porque sabia que Jerusalem seria
distruida causa de la maldad del pueblo, que ha des-
preciado la palabra de los profetas.
23. Porque si mi padre hubiera permanecido en el
pais despus de haber recibido la orden de salir, perece-
ra lo mismo que los dems. Por lo tanto ha sido
necesario que salga de este pais. Y
as, Dios ahora, por
medio de su sabidura, quiere que obtengamos estos
anales, para que conservemos nuestros hijos la lengua
de nuestros padres ; como asimismo, para que les trasmi-
tamos todo lo que ha sido predicho por boca de los
Santos porfetas ; todo cuanto les ha sido dado por el
espritu y poder de Dios, desde el principio del mundo,
hasta los tiempos presentes. De este modo es como
habl mis hermanos, hasta persuadirles que per-
manecieran fieles y guardaran los mandamientos del
Sefior.
24. Yendo pues la posesin de nuestro padre,
recogimos nuestro oro, plata y todos nuestros objetos de
valor y volvimos con ellos la casa de Daban.
25. Y entrando en su casa, le pedimos que nos diera
los anales que se hallaban grabados sobre las placas de
metal, por los cuales le ofrecimos nuestro oro, nuestro
plata y todos nuestros objetos de valor.
26. Quando Laban vio que nuestras riquezas eran
grandes, las codici, y echndonos violentamente de su
casa, mand sus criados que nos persiguieran y nos
mataran para apoderarse as de nuestras riquezas ; por
lo que, escapando de sus manos nos vimos obligados
abandonar nuestras riquezas para que fuesen presa de
Daban.
27. Yhabiendo huido hasta el desierto, no nos
pudieron alcanzar los criados de Daban, porque nos
escondimos en la hendidura de una roca. Despus de
esto, Daman se puso furioso contra m y contra mi
padre ; haciendo lo mismo Demuel, medida que oia las
palabras de Daman. Por cuyo motivo Daman y De-
muel concluyeron por desbordarse en duras espresiones
contra nosotros, sus hermanos menores, hasta azotarnos
con una vara.
28. Pero en el momento en que nos castigaba,
apareci ante nosotros un ngel del Seor que les dijo
Porque hers vuestro hermano menor? No sabis
que el Seor le ha escogido para vuestro gefe, causa de
vuestra maldad ? H aqu os digo que volvis Jerusa-
lem, y el Seor pondr en vuestras manos Daban.
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 18
Y desapareci el ngel despus que hubo hablado de esta
raauera. Entonces Laman y Lemuel empezaron otra
vez murmurar diciendo: Como es posible que el
Seor entregue en nuestras manos un hombre tan po-
deroso como l, un hombre que tiene poder sobre
cincuenta, si, y aun puede matar cincuenta porque
pues, no nos ha de matar nosotros ?
29. Entonces habl mis hermanos dicindoles :
Volvamos Jerusalem y seamos fieles en guardar los
mandamientos del Seor; porque l es mas poderoso
que todo el mundo ; por lo tanto porque no ha de ser
mas poderso que Laban con sus cincuenta, lo mismo que
con sus decenas de millares? Vamos pues, y seamos
fuertes como Moiss ; el que habl las aguas del mar
Rojo, y las aguas se dividieron un lado y otro, de-
jando abierto un camino seco, por donde pasaron nues-
tros padres pi enjuto, cuando salieron de su cautivi-
dad ; cuyas aguas envolvieron y anegaron despus los
ejrcitos de Pharaon que los perseguia. As pues, ahora
que os consta la certeza de esto, y que habis visto el
ngel del Seor que os ha hablado; como es que per-
manecis todavia dudando? Vamos all; que el Seor
nos librar, como libr nuestros padres, y destruir
Laban, lo mismo que destruy los Egipcios.
30. Y continuaron irritados todavia despus que
hube concluido de decirles estas palabras, sin dejar de
murmurar ; sin embargo, me siguieron hasta el pi de
los muros de Jerusalem. Y sundo de noche, hice que se
ocultaran de la parte afuera del muro : y cuando se
hubieron escondido, yo Nephi, entr en la ciudad y me
dirig la casa de Laban, yendo guiado por el espritu
sin saber anticipadamente lo que baria. No obstante
fui avanzando y conforme me iba acercando la casa de
Laban, me encontr con un hombre, que yacia en el
suelo delante de m, estaba borracho de vino acercn-
;
dome l vi que era el mismo Laban, y apercibiendo su
espada la saqu de la vaina y vi que el puo era de oro
puro, labrado de una manera admirable, y que la hoja
era de un finsimo acero.
31. Entonces, el Espritu me inspir la idea de que
matara Laban. Pero dije en mi corazn, yo nunca he
vertido sangre humana, y me contuve, no atrevindome
matarle. Pero el espritu me habl de nuevo : H
aqu que el Seor le ha puesto en tus manos. Yo sabia
que el habia tenido la intencin de matarme, y que no
queria escuchar los mandamientos del Seor, habindose
apoderado ademas, de nuestros bienes.
14 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
31. Y repitime otra vez el espritu, mtale, puesto
que el Seor le ha puesto en tus manos porque el Seor
;
hace perecer a los malos para que se cumplan sus justos
designios. Es mas justo que perezca un solo nombre,
que no dejar perecer toda una nacin en la increduli-
dad.
33. Entonces, cuando yo, Nephi hube oido estas
palabras, me acord de lo que el Seor me habia dicho
en el desierto, de que: En tanto que tu posteridad
guarde mis preceptos prosperar en la tierra de promi-
sin. Y entonces se me ocurri, que sin poseer la ley
de Moiss, no podrian guardar los mandamientos del
Seor, segn fueron dados en dicha ley. Y yo sabia que
esta ley se hallaba grabada scbre las placas de metal
entonces comprend que era el Seor l que habia puesto
en mis manos Liaban, para que pudiese poseer los
anales, tal como me lo habia ordenado. Por lo qu
cediendo la voz del espritu, y cogiendo Laban por
los cabellos, le cort la cabeza con su propia espada. Y
tomando entonces los vestidos de Laban me vesti com-
pletamente con ellos, y me ce tambin su espada.
34. Y
cuando hube ejecutado todo esto, me dirig al
lugar donde se hallaba el tesoro de Laban. Y
segn me
acercaba este sitio, me encontr al sirviente de Laban
que guardaba las llaves del tesoro, imitando entonces
la voz le mand que me acompaara;
de Laban, lo que
hizo l tomndome por su amo, al reconocer el traje y
espada que yo me habia puesto. Me habl entonces de los
ancianos de los Judios, porque sabia que su amo Laban
habia pasado la noche con ellos. A
cuyas preguntas le
contest yo como si hubiese sido Laban. Y
le dije tambin
que tenia que llevar mis hermanos mayores que se
hallaban de la parte afuera del muro, los anales que se
hallaban grabados sobre las placas de metal. Y le
mand que me siguiera. Y creyendo l que me referia
a los hermanos de la iglesia y que yo era verdadera-
mente su amo Laban, (el que yo habia matado) me
sigui ; ablandme muchas veces de los ancianos de los
Judios, mientras que bamos caminando hacia donde se
hallaban mis hermanos de la parte afuera del muro.
35. Y cuando Laman me vio, se asust en extremo,
lo mismo que Lemuel y Sam. Echando correr todos
mi aproximacin, suponiendo que yo era Laban, y que
habindome l matado iba ahora matarlos tambin
ellos.
36. Pero llamndoles yo entonces, y habindome
ellos oido, cesaron de correr. Ycuando el sirviente de
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 15
Laban vio mis hermanos, se puso temblar, y estuvo
punto de escaparse y volver Jerusalem.
37. Pero, yo, Nephi, dotado de gran estatura, y
fortificado en gran manera por el Seor, cog al sirvien-
te de .Laban y le retuve impidndole que se mar-
chara. Y
le dije que si queria escuchar mis
palabras, le juraba por el Seor y por mi vida que
no tenia nada que temer, y que le conservaramos
la vida y que seria libre como nostros si queria venir al
;
desierto en nuestra compaia. Y
le habl mas dicien-
dole Seguramente, el Seor nos ha mandado obrar de
:
este modo y no debemos ser exactos en guardar los
mandamientos del Seor? Por lo tanto, si quieres venir
al desierto la casa de nuestro padre, all tendrs plaza
entre nosotros.
38. Entonces, Zoram, que era el nombre de este sir
viente, se anim al oir las palabras que yo le habia dicho ;
y consinti en ir con nosotros al desierto la casa de mi
padre. Y
nos prometi bajo juramento que permane-
cera desde entonces en nuestra compaia. La razn
por la que nosotros desebamos que permaneciera con
nosotros, era, porque de este modo los Judios no tendran
noticia de nuestra huida al desierto, porque si lo llega-
ban saber temamos que nos persiguieran y nos mata-
ran.
39. Por lo tanto, cuando Zoram se comprometi con
nosotros bajo juramento, cesaron nuestros temores res-
pecto l, y juntos con l, emprendimos la marcha para
el desierto la tienda de nuestro padre llevando las
placas de Laban.
40. Llegamos pues al desierto, la casa de mi padre,
donde fuimos recibidos con las mayores demostraciones
de alegra, tanto por mi padre como por mi madre ; por-
que verdaderamente que mi'madre Sariah habia sufrido
mucho en nuestra ausencia, creyendo que nos habra
pasado alguna desgracia, que habamos perecido en el
desierto. Quejndose en extremo de mi padre, quien
trat de visionario, dicindole Tu nos has hecho aban-
:
donar el pais de nuestra herencia, mis hijos ya no existen,
y nosotros vamos perecer en el desierto. As era como
mi madre se quejaba de mi padre.
41. A lo que mi padre la contest diciendo Ya se :
que soy un visionario, porque si no hubiera visto las
cosas de Dios en una visin, no habra conocido su bon-
dad y hubiera permanecido en Jerusalem con mis her-
manos para perecer all con ellos. Pero h aqu que he
obtenido una tierra de promisin, en lo que me regocijo
16 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
en extremo; porque estoy convencido de que el Seor
librar mis hijos de las manos de Laban, y los volver
nosotros en este desierto. De este modo era como mi
padre, procuraba consolar los temores de mi madre
Sariah, con respecto nosotros, mientras bamos por el
desierto la cuidad de Jerusalem, para obtener los
anales de los Judios.
42. Pero cuando llegamos a la tienda de nuestro
padre, de vuelta de nuestra expedicin, su alegra fu
completa, y mi madre qued completamente consolada ;
y dijo: Ahora comprendo que el Seor ha mandado
mi marido que huya al desierto porque ahora veo clara-
;
mente como el Seor ha protegido mis hijos, habin-
doles librado de las manos de Laban, y habindoles dado
poder para que cumplan lo que les habia mandado. As
era como hablaba.
43. Y regocijndose
en extremo hicieron sacrificios
y quemaron ofrendas Seor dando gracias al Dios de
al ;
Israel. Y despus de haber dado gracias, cogi me padre
Lehi los anales que estaban grabados sobre las placas de
metal, y los examin desde el principio. Yvio entonces
que contenan los cinco libros de Moiss que hablaban de
la creacin del mundo, y contenan la historia de Adam
y Eva nuestros primeros padres; como asimismo, la
historia de los Judios desde su origen hasta el principio
del reinado de Sedecias, rey de Jud y las profecas,
;
de los santos profetas desde el principio hasta el
reinado de Sedecias ; y ademas una gran parte de las
profecas de Jeremas.
44. Sobre esta9 placas de metal vio mi padre la gene-
aloga de sus padres, por donde supo que descenda de
Joseph, de aquel Joseph hijo de Jacob que fu vendido
en Egipto y fu preservado por la mano del Seor, para
que salvara del hambre su padre Jacob y toda su
familia. Siendo despus de esto librados de la esclavitud
y sacados de Egipto, por el mismo Dios que los habia
protegido anteriormente. De este modo es como mi
padre Lehi conoci la genealoga de sus antepasados. Y
Laban era tambin descendiente de Joseph; por cuyo
motivo habia conservado l estos anales.
45. Ycuando mi padre ley todas estas cosas fu
lleno del Espritu, y empez profetizar sobre sus descen-
dientes; diciendo, que estas placas de metal serian cono-
cidas de todas las naciones, familias, lenguas y pueblos
de su posteridad. Por lo que deca, que estas placas no
pereceran jams ni serian deterioradas por el tiempo.
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 17
Profetizando por este estilo otras muchas cosas sobre su
posteridad.
46. Hasta entonces mi padre y yo habiamos guar-
dado los mandamientos del Seor. Habiendo recogido
los anales, al mandato del Seor; los cuales
conforme
cuando los hubimos examinado vimos, que eran de un
inmenso valor y que eran para nosotros de gran precio
, ;
porque por ellos podiamos trasmitir nuestros hijos los
mandamientos del Seor. Con cuyo objeto habia dis-
puesto el Seor en su sabidura, que los poseyramos en
el desierto y los condugramos con nosotros la tierra
prometida.
CAPITULO II.
1. Yo, Nephi, no pongo aqu ahora la genealoga de
mis padres, ni la pondr tampoco en otro tiempo, sobre
estas placas que estoy escribiendo, porque esta se en-
cuentra en los anales que mi padre ha guardado; por
cuyo motivo, no la escribir en esta obra. Bsteme
decir, que somos descendientes de Joseph. Porque no
es necesario que d una relacin completa de todo lo que
concierne mi padre, que no puede escribirse sobre estas
placas, que reservo solo para las cosas que son de Dios.
Porque todo mi deseo es, poder convencer los hombres
de que deben venir al Dios de Abraham, de Isaac, y de
Jacob para salvarse. Por cuyo motivo no escribo las
cosas que agradan al mundo, sino las que agradan
Dios y los que no son de este mundo. Por lo que man-
dar mis descendientes que no pongan sobre estas placas
nada que n sea de valor para los hijos de los hombres.
2. Ahora, quiero que sepis, que despus que mi
padre hubo concluido de profetizar sqbre su posteridad, el
Seor le habl de nuevo diciendo: Que no era propio
que l, Lehi, tuviera solo su familia en el desierto sino
;
que sus hijos deban tomar esposas, para que dieran hijos
alSeor en la tierra de promisin.
3. Entonces, le orden el Seor que nos hiciera
volver m y mis hermanos, la tierra de Jerusalem,
para que condujramos al desierto Ismael y su
familia.
4. Y
yo Nephi, y mis hermanos, volvimos otra vez
pasar el desierto para ir Jerusalem. Y
llegando la
casa de Ismael, fuimos recibidos faborablemente, de
modo que pudimos anunciarle las palabras del Seor.
5. Y el Seor toc al corazn de Ismael, y al de su
B
18 PEIMEE LIBRO DE NEPHI.
familia, de modo que consintieron en venir con nosotros
al desierto la tienda de nuestro padre. Y segn bamos
marchando por el desierto, h aqu, que Laman y
Lemuel, y dos de laa hijas de Ismael y sus dos hijos con
sus familias, se rebelaron contra nosotros, esto es, con-
tra m, Nephi, cotra Sam, y contra su padre Ismael, su
esposa y sus otras tres hijas; declarando en su rebelin
que queran volver Jerusalem.
6. Yyo, Nephi, afligido de la dureza de sus corazo-
nes, les dije, lo mismo que Laman y Lemuel Como
:
es que vosotros siendo mis hermanos mayores, sois tan
duros de corazn, y tan ciegos de espritu, que tengis
necesidad de que yo, vuestro hermano menor, tenga que
exortaros, y que daros el ejemplo? Que, no habis
escuchado la palabra del Seor? Como es que habis
olvidado que habis tenido un ngel del Seor en vuestra
presencia? Y como os habis podido olvidar de las
grandes cosas que el Seor ha hecho por nosotros,
librndonos de los manos de Laban y poniendo en nues-
tras manos los anales? Qae, no recordis que el Seor
tiene poder para hacer todas las cosas por los hijos de los
hombres, segn su deseo, si ellos tienen f en el? Asi pues,
semosle porque si asi lo hacemos entraremos en
fieles;
la tierraprometida; y veris cumplida en el tiempo
venidero, la palabra del Seor respecto la destruccin
de Jerusalem porque todo cuanto el Seor ha dicho
;
respecto a la destruccin de Jerusalem se cumplir.
Porque el Espritu del Seor cesar pronto de contender
con ellos ; porque ellos han matado los profetas, y han
arrojado Jeremas en una prisin. Y han procurado
matar mi padre, hasta el extremo de obligarle que
abandone el pais.
7. As pues, h aqu
lo que os digo Si os empe-
:
is en volver Jerusalem, pereceris con ellos. Por lo
tanto, si os habis propuesto ir, hacedlo; y os acordaris
de mis palabras porque si vais pereceris ; y os lo digo
:
por el Espritu del Seor que me obliga hablar as.
8. Cuando yo, Nephi, hube dicho estas palabrasi
mis hermanos se irritaron en gran manera contra m. Y
cayendo sobre m segn se hallaban dominados por su
furor, me ataron con unas cuerdas, con el intento de
quitarme la vida; dejndome abandonado en el desierto,
para presa de los animales feroces.
9. Pero yo invoqu al Seor diciendo : Seor, t
en quien tengo toda mi confianza, lbrame de las manos
de mis hermanos; yo te pido, oh Dios, que me d
PRIMEE LIBEO DE NEPHI. 19
fuerza para que pueda romper estas cuerdas con que me
sujetan.
10. Sucediendo, que en el mismo momento en que
acab de pronunciar estas palabras, las ligaduras se caye-
ron de mis manos y de mis pies, y ponindome delante
de mis hermanos les habl de nuevo.
11. Pero ellos se irritaron mas todava, tratando de
apoderarse de mi otra vez ; pero entonces una de las
hijas de Ismael con su madre, y con uno de los hijos de
esta, contuvieron mis hermanos abogando en mi
favor, de tal modo, que lograron enternecer sus cara-
zones, y dejaron de pensar en quitarme la vida. Y que-
daron tan averganzados de su maldad, que se humilla-
ron y abatieron delanto de m, suplicndome que les
perdonara lo que habian hecho conmigo.
12. Entonces les perdon de buena voluntad todo
cuanto me habian hecho, y les exort que pidieran al
Seor nuestro Dios que les perdonara tambin. Lo que
hicieron conforme mis palabras. Y despus de haber
orado al Seor, nos pusimos otra vez en camino hacia la
tienda de nuestro padre.
13. Y
cuando yo con mis hermanos y toda la familia
de Ismael llegamos la tienda de nuestro padre, nos
pusimos dar gracias al Seor nuestro Dios hacin-
;
y quemndole ofrendas.
dole sacrificios
14. Recogimos despus toda clase de semillas, tanto
de granos, como de frutos de todas especies. Y en el
tiempo en que mi padre habitaba en el desierto, nos
habl de esta manera: H aqu, que so; mejor
dicho, vi en una visin tales cosas, que me dan derecho
regocijarme en el Seor por causa de Nephi y de Sam
porque tengo motivos para suponer que ellos, y muchos
de sus descendientes se salvarn. Pero h aqu, que
en cuanto vosotros Laman y Lemuel tengo grandes
temores.
15. me pareci ver en sueos,
Porque h aqui, que
un desierto oscuro y tenebroso, y en l un hombre
vestido con ropas blancas, que vino pararse delante de
mi, y me mand que le siguiera. Y segn le seguia vi
que nos hallbamos en un oscuro y desolado desierto. Y
cuando hube caminado por espacio de muchas horas por
en medio de tinieblas, empez a implorar al Seor,
pidindole que tuviera misericordia de m por lo in-
mensa de su bondad.
16. E inmediatamente despus de haber rogado al
Seor, apareci ante mis ojos un grande y espacioso
campo, en el que vi un rbol de codiciable fruto para
20 PRIMEE LIBRO DE NEPHI.
hacerle uno feliz. Y llegndome l, tom de su fruto
y vi que era el mejor y mas dulce de todos los que yo
haba probado. Y era de una blancura tal, cual nunca
haba visto semejante. Y segn comia del fruto de este
rbol, mi alma se llenaba de una inmensa alegra; por
lo que dese que participara tambin de l mi familia,
pues conoca que su fruto era preferible todos Jos dems.
Y segn mir mi alrededor para buscar mi familia,
vi un rio, que corra por las inmediaciones del rbol del
que yo habia cogido el fruto. Y mirando entonces, para
ver si podia descubrir el origen de este rio, vi que naca
no muy lejos de m; y que vuestra madre Sariah, Sam
y Nephi, se hallaban inmediatos su origen ; perma-
neciendo all como si no supieran donde ir. Lilamlos
yo entonces, hacindoles seas y gritndoles en alta voz
para que vinieran hacia m y disfrutaran de aquellos
tan deliciosos frutos, que eran preferibles todos los
dems.
17.Y viniendo m, cogieron del fruto de aquel
rbol. Pero deseando yo, que Laman y Lemuel parti-
ciparan asimismo de aquel fruto, volv otra vez mirar
mi alrededor y hacia el origen del rio, para ver si con-
segua verlos.
18. Y los vi en efecto, pero no quisieron venir
hacia m. Entonces descubr una barra de hierro que
se extenda sobre el borde del rio, y que conduca al
rbol donde yo estaba. Yvi tambin un sendero largo
y estrecho, que se extenda todo lo largo de la barra
hasta el rbol en que yo me hallaba, y que continaba
despus desde el origen del rio hasta llegar un grande
y espacioso campo, que pareca un mundo ; en el que
habia un concurso numeroso de pueblo entre los cuales
;
habia muchos que se empujaban y opriman mutua-
mente, para llegar al sendero que conduca al rbol,
en el que yo me hallaba.
19. Sucediendo al fin, que muchos consiguieron
llegar al sendero y empezaron marchar por l, para
llegar el rbol. Pero levantse en equel momento una
niebla tan oscura, que produjo una escuridad tan grande,
que los que haban entrauo en el Sendero, perdieron el
camino, y se esparcieron tomando otra direccin y per-
dindose.
20. Yvi tambin otros que se esforzaban por
pasar adelante, y consiguindolo se agarraron la barra
de hierro, y avanzaron travs de la espesa y oscura
niebla, cogidos siempre la barra, hasta que llegaron
el rbol y pudieron coger de su fruto. Y
cuando se
PRIMER LIBRO DE NPHI. 21
hubieron apoderado de l, miraron en derredor suyo,
cmo sise hallasen avergonzados. Y
mirando yo tam -
bien en derredor mi, vi que de la otra parte del rio-
existia un grande y espacioso edificio, que apareceia
hallarse en medio del aire, por encima de la tierra; el
cual estaba lleno de gente de ambos sexos, jvenes y
viejos ; vestidos con gran riqueza y esmero ; y aparenta-
ban mofarse y sealar con el dedo los que haban
venido coger el fruto; los cuales despus de haber
probado el fruto se quedaron como avergonzados la
vista de los que se mofaban de ellos y cayeron en los sen-
;
deros prohibidos donde se perdieron.
21. Y yo, Nephi, no escribo todas las palabras de
mi padre, para ser brebe en mi relato. Pero l vio toda-
va otras multitudes, que avanzaban oprimindose unos
otros para cojer la barra de hierro ; despus de lo cual
seguan, siempre cogidos la barra, hasta llegar el
rbol y coger su fruto. Y vio tambin otras multitudes
que palpando y tentando dirigan sus pasos dacia el
grande y espacioso edificio.
22. Sucediendo que un gran numero de ellos se
ahogaron en las aguas del rio ; y otros muchos desapa-
recieron de su vista, esparcindose por los senderos
prohibidos. Siendo tambin grande la multitud que
penetr en aquel singular edificio, los cuales se burlaron
de nosotros, despus que hubieron entrado, marcndo-
nos con el dedo, en seal de desprecio, y lo mismo
hicieron con todos los que cogan del fruto conmigo
pero nosotros no les hicimos caso alguno porque fdecia :
mi padre) todos los que hicieron caso de ellos, se aleja-
ron y se perdieron. Pero, Laman y Samuel no se
hallaron con nosotros cogiendo del fruto.
23. Despus que mi padre concluy de contarnos su
sueo visin, con todos sus pormenores, nos dijo Que :
se hallaba en estremo abatido por Laman y Lemuel
por no haberles visto en su sueo ; porque temia que el
Seor los castigara echndoles de su presencia. Exor-
tles entonces con todas los sentimientos de un tierno
padre que escucharan sus consejos, que quizas el
Seor tendra con ellos misericordia y no los desechara.
De esta modo era comolos exortaba.
24. Y despus de haberles anunciado y profetizado
muchas cosas, las encomend que guardaran los mada-
mientos del Seor y ces de hablarles. Todas estas
cosas, como muchas otras que no se hallan escritas sobre
estas placas, son las que mi padre vio, oy, y dijo,
durante el tiempo que vivi en su tienda en el
22 PRIMER LIBEO DE NEPHI.
valle de Lemuel; como asimismo otras muchas cosas
que no se han podido escribir sobre estas placas. Por-
que estas no son las placas sobre las cuales he escrito la
historia completa de mi pueblo, las cuales llevan mi
nombre, llamndose por consiguiente, las placas de
Nephi, por mi propio nombre no obstante, las otras
;
placas llevan tambin el nombre de Nephi.
A pesar de esto, el Seor me ha mandado hacer
estas placas, con el especial proposito de que escriba en
ellas la historia del ministerio sagrado de mi pueblo.
Sobre las otras placas se grabar la historia del reinado
de sus reyes y la de sus guerras y contiendas. H
aqu porque el Seor meha mandado preparar estas
placas, con un sabio intento que me
es desconocido.
Pero el Seor que todo lo sabe desde su principio, pre-
para las vias para que se cumplan sus obras entre los
hijos de los hombres; porque en l est todo el poder,
para que se complan todas sus palabras. As es.
Amen.
CAPITULO III.
1. Ahora yo, Nephi, voy escribir sobre estas pla-
cas, los actos de mi reinado y los de mi sagrado minis-
terio pero antes, voy decir algunas cosas mas sobre
;
mi padre y mis hermanos, continuando la narracin
anterior.
2. H aqu pues, que cuando mi padre concluy de
contarnos sueo que habia tenido, y de exortar mis
el
hermanos que se mostrasen diligentes en todo, les
habl de los Judos dicindoles Que despus que la
:
gran ciudad de Jerusalem hubiera sido destruida y
muchos de sus habitantes hayan sido conducidos cauti-
vos Babilonia, en la poca fijada por el Seor, ellos
sern librados de su cautividad, y volvern otra vez
poseer el pais de su herencia. Y tambin dijo, que des-
pus que pasaran seiscientos aos desde la poca en que
mi padre sali de Jerusalem, el Seor haria que aparecie-
ra un gran profeta entre los Judios mejor dicho un
;
Mesias Redentor del mundo.
3. Tambin les habl de un profeta que debia
preceder al Mesias, para prepararar la via del Seor, l
que clamara en el desierto Preparad la via del Seor
:
haced rectos sus senderos; porque entre vosotros est
aquel quien vosotros no conocis, el que es mas po-
deroso que yo, de quien yo no soy digno de desatar la
PRIMEE LIBRO DE NEPHI. 23
correa de su zapato Hablando mi padre mucho sobre
estas cosas.
4. Dijo mi padre tambin que este bautizara en
Bethabary, al otro lado del Jordn ; que bautizara con
agua ; y que el mismo Mesias seria bautizado por l en
el agua ; y que despus de haber bautizado al Mesias en
el agua, le conocera y dara testimonio de haber
bautizado al Cordero de Dios, quien librara al mundo
de sus pecados.
5. Y despus que mi padre hubo dicho esto, hablo
con mis hermanos relativamente al evangelio que seria
predicado entre los Judios, dicindoles como caeran los
Judos en la incredulidad. Y djoles tambin como
mataran estos al Mesisas, que habia de venir, el que
resucitara despus de entre los muertos y se manifes-
tara los Gentiles por medio del Espritu Santo.
6. Otras muchas cosas manifest tambin mi padre
relativamente los Gentiles y la casa de Israel
diciendo que se les comparaba una oliva, cuyas ramas
hubieran de cortarse y esparcirse por toda la superficie
de la tierra. H aqu, porque es necesario que seamos
corducidos la tierra prometida, para que se cumpla la
palabra del Seor, que ha declarado, que seriamos dis-
persados por toda la faz de la tierra. Y dijo tambin
que la casa de Israel despus de habar sido esparcida,
seria de nuevo recogida; esto es, que cuando los Gentiles
hayan recibido el evangelio en toda su plenitud, las
ramas naturales de la oliva, que son los restos de la casa
de Israel, sern ingertados sobre el rbol, y vendrn al
conocimiento del Mesias verdadero, su Seor y Reden-
tor. As era como mi padre profetizaba hablando con
mis hermauos; y djoles tambin otras muchas cosas, que
no escribo en este libro, porque las he puesto en el otro
con toda la extensin que he considerado necesario para
llenar mi objeto. Todas estas cosas de que ha hablado,
tuvieron lugar en el tiempo en que mi padre vivia en su
tienda en el valle de Lemuel.
7. Y despus que yo, Nephi, hube odo todas las pala-
bras de mi padre, relativamente lo que habia visto en
su visin, y con respecto lo que decia inspirado por el
Espritu Santo, cuya inspiracin le habia sido dada con
motivo de la f que tenia en el hijo de Dios; (que era el
Mesias que habia de venir,) yo, Nephi, dese tambin,
ver, oir y conocer por mi mismo estas cosas, por medio
del Espritu Santo, que da Dios generosamente todo
el que le busca con todo corazn, como suceda en los
tiempos pasados, y como suceder en los tiempos en que
24 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
el Seor se manifieste de nuevo los hijos de los hom-
bres; porque el Seor es siempre el mismo; el mismo es
hoy, que fu ayer y que ser siempre y la via ha sido
:
preparada desde el principio del mundo para los que se
arrepienten y vienen l ; porque el que con diligencia
busca, halla; y los misterios de Dios le sern descu-
biertos, por el poder del Espritu Santo, lo mismo en
estos tiempos, como lo fueron en los pasados, y como lo
sern en los venideros: por cuya razn vemos que la via
del Seor es un circulo eterno. Recuerda pues, oh hom-
bre, que por todos tus hechos sers juzgado. Por lo que,
si habis buscado el mal en los dias de prueba, seris
hallados impuros ante el tribunal de Dios; y nada que
sea impuro puede habitar con Dios: por lo que seris
desechados para siempre. Y
digo esto, por la autoridad
que el Espritu Santo me da para decirlas, y no para
negarlas.
8. Y segn me hallaba dominado por el deseo de
conocer las cosas que mi padre habia visto, h aqu, que
el Espritu del Seor vino sobre mi, y en el xtasis que
me produjo, me vi colocado sobre un alto monte que
nunca habia visto, y sobre el cual nunca habia puesto
mis pies. Yme dijo el Espritu que es loque deseas?
:
Y yo le respond Deseo ver las cosas que mi padre
:
vio, Entonces mi dijo el Espritu:? Cres t que tu
padre vio el rbol de que os ha hablado? Y yo le respon-
d: Si, t sabes que yo creo todas las palabras de mi
padre.
9. Y cuando hube respondido de este modo, levan-
tando la voz el Espritu, dijo: Hosana al Seor!
Hosana al Dios altsimo! que es Dios sobre toda Ja.tierra
y sobre todas las cosas. Y bendito eres t Nephi* por-
que has credo en el Hijo del Dios altsimo por lo tanto
;
vers las cosas que deseas. Y he aqu lo que to ser
dado por seal Despus que hayas visto el rbol que
:
lleva el fruto que tu padre prob, vers un hombre que
descender del cielo, el cual te ser de testimom por-
;
que despus que lo hayas visto adquirirs la evidencia
de que l es el Hijo de Dios.
10. Y me dijo el Espritu: Mira. Y mirando, vi
un rbol semejante en todo al que mi padre habia visto;
el cual era de una belleza tan grande que sobrepujaba
toda otra belleza, y cuya blancura exceda la blancura
de la misma nieve.
11. Y cuando hube visto el rbol le dije aJ espritu
:
Ya veo que me has mostrado el rbol que es mas precioso
que todas las cosas. Y l me dijo entonces Que es lo
:
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 25
que deseas ahora? Y yo le contest : Ahora deseo saber
que he visto porque yo hablaba
la interpretacin de lo ;
con l como si hablara con un hombre, puesto que le
veia con la forma de tal. No obstante, yo sabia que era
el Espiritu del Seor : pero ie hablaba corno un hombre
puede hablar otro.
12. Y l me dijo; Mira. Y
Mir para verle, pero
no le vi mas; porque se habia retiraado de mi presen-
cia.
13. Y mirando vi gran ciudad de Jerusalem, y
la
algunas otras cuidades. Y vi la
ciudad de Nazareth y ;
en elJa una preciosa virgen, blanca y rubia en extremo.
Y vi que se abrian los cielos y que un ngel bajaba de
ellos y venia colocarse delante de mi y llegando me ;
dijo: Que es lo que ahora ves Nephi? Y le contest:
Veo una preciosa virgen, que es la mas bella y la mas
admirable de todas las virgenes.
14. Y me dijo; Comprendes ahora la condescen-
dencia de Dios? Y yo le respond S que ama sus :
criaturas; pero no comprendo lo que significan estas
cosas. Y l me dijo H aqu, q;ie Ja virgen que t ves
:
es, segn la carne, la madre del hijo de Dios.
15. Y vi que el espiritu fu sobre ella y despus que
fu trasportada por el espiritu por un corto espacio de
tiempo, me habl de nuevo el ngel diciendo Mira. Y :
al mirar vi de nuevo la virgen que llevaba un nio en
sus brazos. Entonces me dijo el ngel H ahi el Cor-
:
dero de Dios, si, el mismo hijo del Padre Eterno! Com-
prendes ahora la verdadera significacin del rbol que t
padre vio? A lo que yo le contest, diciendo:
Si, es el amor de Dios que se derrama en el corazn
de los hijos de loa hombres, esto es lo que es mas
deseable y mas grato que todas las cosas. Y me dijo el
ngel: Si, y la mas satisfactoria para el alma. Y cuando
hube pronunciado estas palabras, me dijo Mira. Y :
mirando, vi al Hijo de Dios que ibaentre los hijos de los
hombres; y vi tambin que muchos de ellos se arrojaban
sus pies y le adoraban.
16. Entonces comprend que la barra de hierro que
mi padre habia visto representaba la palabra de Dios,
que conduce la fuente de aguas vivas, al rbol de la
vida; cuyas aguas son la imagen del amor de Dios; y
comprend tambin que el rbol de la vida representaba
asimismo el amor de Dios. Y el ngel me dijo de nuevo;
Mira y ve la condescendiente bondad de Dios! Y miran-
do vi el Redentor del mundo, de quien mi padre habia
hablado y vi tambin al profeta que debia preparar sus
;
c
26 PEIMER LIBRO DE NEPHI.
vias. Y llegando el Cordero de Dios fu bautizado por
l,en cuyo momento se abrieron los cielos y el Espritu
Santo vino sobre l en forma de paloma. Y vi como
ejercia su ministerio entre las mucbedumbres con gran
poder y gloria; y como se reunanlas muchedumbres
para escucharle; y vi que le arrojaban de su seno. Y vi
tambin otros doce que le seguan.
17.Pero siendo llevados por el Espritu de mi pre-
sencia, les vi mas. Y me habl de nuevo el ngel,
ya no
diciendo Mira.
: Y mirando vi como se abran de
nuevo los cielos, y como descendan angeles sobre los
hijos de los hombres; los que ejercan con ellos su minis-
terio. Y me dijo de nuevo: Mira. Y
mirando vi el Cor-
dero de Dios que se hallaba entre los hijos de los hombres.
Y vi una multitud de gentes enfermas, afligidas de toda
clase de males,y posedas de los demonios y de espritus i m-
puros ; (hablndome el ngel y mostrndome todas estas
cosas.) Y fueron curados por el Cordero de Dios ; y los
demonios y los espritus impuros fueron echados fuera de
ellos.
18. Y
me habl otra vez el ngel dicindome:
Mira. Y
mir, y vi que el Cordero be Dios fu cogido
por el pueblo; si, yo vi como el Hijo del Eterno fu
cogido y sentenciado por el mundo; loque vi y doy
testimonio. Y
yo, Nephi, vi como fu levantado sobre
una cruz, y como fu muerto por los pecados de los
hombres. Y despus que muri, t como se reunan los
pueblos de la tierra para combatir contra los apostles
del Cordero porque asi fueron llamados estos hombres
:
por el ngel del Seor. Y vi como se haban reunido los
pueblos de la tierra, los cuales se hallaban en un vasto y
espacioso edificio, semejante al que mi padre habia visto.
Y dijome entonces el ngel del Seor. H aqu el
mundo y su sabidura; si, h aqu, la casa de Israel que
se rene para combatir contra los doce apostles del Cor-
dero.
19. Y vi y doy testimonio, de que el vasto y es-
pacioso edificio representaba la gloria y la vanidad del
mundo: el cual cay; siendo grande y estrepitosa su
caida. Y
dj orne entonces el ngel del Seor: As es
como sern destruidas todas las naciones, familias, len-
guas y pueblos que combatan contra los doce apostles
del Cordero. Y
me dijo el ngel Mira, y ve tu posteri-
:
dad y la posteridad de tus hermanos. Y
mirando, vi la
tierra de promisin; y vi multitudes de pueblos, que
eran, por decirlo as, tan numerosos como las arenas de
la mar
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 27
20. Y vi como se reunan los pueblos para combatir
unos contra otros y vi guerras y o el rumor de ellas, y
apercib el gran destrozo que causaba la espada entre
los de mi pueblo.
21. Y vi como pasaban muchas generaciones en
medio de estas luchas y contiendas; y vi tambin un gran
nmero de ciudades, tan grande que no las pude contar.
22. Y vi que un espeso y oscuro vapor cubra de
oscuridad la tierra de promisin ; y vi los relmpagos,
los truenos, y los temblores que conmovan la tierra;
y vi toda clase de tumultuosos sonidos. Y vi co-
mo se hendian las rocas y se abra la tierra; y como
saltaban los montes hechos pedazos; y como se abran y
rajaban las llanuras; y vi un gran numero de ciudades
que desaparecan, hundindose en las profundidades de
la tierra ;y vi unas que eran abrasadas por el fuego
mientras que otras eran destruidas por los temblores de
tierra.
23. Y despus que hube visto todas estas cosas, vi
que desaparecian de sobre la faz de la tierra los vapores
de tinieblas que la cubran y mirando entonces vi una
;
multitud de hombres que haban caido a tierra, causa
del grande y terrible castigo del Seor. Y vi como se
abran los cielos, y descenda de ellos el Cordero del
Seor; el que llegando la tierra se mostr en persona
ellos. Y vi tambin, y doy testimonio, que el Epritu
Santo descendi sobre otros doce ; los que fueron escogi-
dos y ordenados por Dios.
24. Y el ngel me dijo H aqu los doce discpulos
:
del Cordero que han sido escogidos para que ejerzan el
santo ministerio entre los de tu posteridad. Yagreg
T recuerdas los doce apostles del Cordero ? H aqu
te digo, que ellos son los que juzgarn las doce tribus
de Israel ; por cuyo motivo, los doce ministros de tu
posteridad sern juzgados por ellos, puesto que sois de
la casa de Israel y estos doce ministros que t ves
;
juzgarn tu posteridad. Los que son justos para
siempre ; porque causa de su f en el Cordero de Dios,
sus vestiduras han sido blanqueadas por su sangre.
25. Y el ngel del Seor modijo: Mira. Y mir, y vi
como pasaban tresgeneraciones de hombres justos, cuyos
vestidos eran blancos como los del Cordero de Dios. Y
me dijo el ngel Estos son los que han sido purificados
:
por la sangre del Cordero causa de su f en l. Y yo,
Nephi, vi tambin muchos de la cuarta generacin que
vivan rectamente.
26. Y vi como se reunan las multitudes de la tierra.
28 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
Y el ngel me dijo H ah tu posteridad y tambin la
:
de tus hermanos. Y mirando vi reunirse los de mi
posteridad para batirse contra la posteridad de mis her-
manos.
27. Y el ngel me dijo H aqu la fuente de
:
aguas impuras que tu padre vio; el mismo rio de que
habl, cuyas profundidades son las profundidades del
infierno; y los vapores de tinieblas son las tentaciones
del diablo, que ciegan el espritu y endurecen el corazn
de los hijos de los hombres, llevndoles por la ancha y
espaciosa via para perderles y hacerles perecer. elY
vasto y espacioso edificio que tu padre vio, representa
las vanas ideas, y el orgullo de los hijos de los hombres.
Y un grande y terrible golfo los separa, que es la justa
palabra del Eterno ; esto es, el Mesias que es el Cordero
de Dios, de quien el Espritu Santo da testimonio desde
el principio del mundo hasta la eternidad. Y mirando
mi posteridad mientras el ngel pronunciaba estas
palabras, vi que la posteridad de mis hermanos combatia
contra la mia, se^un el ngel me lo habia anunciado y ;
vi, que causa de su orgullo y de su presuncin, como
tambin causa de las tentaciones del diablo, mis des-
cendientes fueron vencidos por los descendientes de mis
hermanos.
28. Y vi comola posteridad de mis hermanos que
habia vencido la mia, se repaitia por multides sobre la
superficie del pais. Y
los vi reunirse en grandes
muchedumbres, y vi entre ellos guerras y rumores de
guerras, que duraron por muchas generaciones. el Y
ngel me dijo : H aqu que estos degenerarn y caern
en la incredulidad.
29.Y que hayan degenerado y caido en la
despus
incredulidad, se cambiar en oscuro el color de sus rostros,
y se volvern repugnantes inmundos; llenndose de
maldades y de todo genero de abominaciones.
30. Y el ngel me dijo Mira. Y mirando vi
:
muchas naciones y reinos. Y me dijo el ngel: Q,ue
ves? A lo que le contest: Veo muchas naciones y
reinos. Y me dijo: Esas son las naciones y reinos de
los Gentiles.
31. Yvi entre las naciones de los Gentiles los fun
damentos de una grande iglesia. Y l ngel me dijo
H ah una iglesia, que es la mas abominable de todas
las iglesias, la que mata los santos de Dios; si, que los
tortura y los oprime; sujetndoles un yugo de hierro,
y llevndoles en cautividad.
32. Y- vi esta grande y abominable iglesia, y al
PEIMEB LIBEO DE NEPHI. 29
diablo que es su fundamento. Vi tambin el oro, la
plata, las sedas y escarlatas, los delicados tejidos y pre-
ciosos vestidos de todo genero y vi muchas prostitutas.
;
Y el ngel me dijo. H aqu, que el oro, la plata, las
sedas y escarlatas, los finos tejidos, los preciosos ves-
tidos, y las prostitutas, son los oVjetos que desea esta
grande y abominable iglesia; y por gozar de las alaban-
zas del mundo persigue ios Santos de Dios, y los pone
en cautividad.
33. Y mir y vi muchas aguas; aguas que separa-
ban los Gentiles de la posteridad de mis hermanos. Y
el ngel me dijo: H aqu que la colera del Seor cae
sobre la posteridad de tus hermanos. Y mirando, vi
un hombre entre los Gentiles que estaban separados de
mis hermanos por muchas agua; y vi como baj el
Espritu de Dios que obr sobre l; y saliendo el hombre
la mar, atraves las aguas, y lleg hasta encontrar
los descendientes de mis hermanos, sobre la tierra de
promisin.
34. Y vi que el Espritu de Dios obraba tambin
sobre otros muchos gentiles; los que saliendo de su
cautividad atravesaban tambin las aguas.
35. Y vi tambin otra gran multitud de Gentiles
sobre la tierra de promisin y vi que la colera de Dios se
;
hallaba con los descendientes de mis hermanos, que
fueron heridos y dispersados por los Gentiles. Yvi que
el Espritu del Seor estaba con los Gentiles, de modo
que prosperaron y obtuvieron el pais por herencia. Yvi
que eran blancos, muy bellos y bien formados, lo mis-
nao que lo fu mi pueblo antes de su destruccin.
36. Entonces yo, Nephi, vi como los Gentiles salan
de su cautividad, humillndose delante dei Seor; y la
potencia del Seor fu con ellos. Y
vi como la madre de
los Gentiles se dispona para la guerra en contra de
ellos, preparndose para batirles por mar y tierra. Y el
poder de Dios fu con los Gentiles que haban salido de
la cautividad, y a ira de Dios fu contra todos los que se
habian "eunido para combatirles. Y
yo, Nephi, vi que
los Gentiles que habian salido de la cautividad fueron
librados por la potencia de Dios de las manos de todas
las dems naciones.
37. Y vi como prosperaban en el pais. Y vi un
libro, que se hallaba repartido entre ellos. Y entonces
me dijo el ngel T sabes lo que significa ese libro?
:
Y yo le eontest No, no lo s.
: Y
me dijo Ese libro
:
ha salido de la boca de un Judio. Entonces, mir el
libro. Y me dijo el ngel Ese libro que tu miras es la
:
30 PEIMEK LIBEO DE NEPHI.
Sagrada Escritura de los Judos, en donde estn escritas
las alianzas que el Seor ha hecho con la casa de Israel,
y muchas profecas de los santos profetas. Son unos
anales semejantes los contenidos en las placas de me-
tal ;solo que no son tantos. No obstante, contienen las
alianzas que el Seor ha hecho con la casa de Israel
por cuyo motivo son de un gran valor para los Gentiles.
38 Y
el ngel del Seor me dijo. T has visto que
el libro ha salido de la boca de un Judio; cuando
sali de la boca del Judio, contenia el libro, en toda su
sencillez y claridad, el Evangelio del Seor, del cual dan
testimonio los doee apostles, conforme la verdad
que es en el Cordero de Dios. Por lo que venieron
estas cosas de los Judos los Gentiles en toda su fuer-
za, segn la verdad que es en Dios. Y despus que
fueron dadas, por la mano de los doce apostles del
Cordero, desde los Judos los Gentiles, apareci esa
grande y abominable iglesia, mas abominable que todas
las dems. Porque ella arrancado del Evangelio del
Cordero muchas partes de un sentido muy claro y de
mucha impor tancia, como tambin un gran numero de
las alianzas del Seor. Todo lo que ba sido hecho con
el proposito de separar los hombres de las rectas vas
del Seor, para cegat los espritus y endurecer los corazo-
nes de los bijos de los hombres. Por lo que ves, que
despus que el libro hubo pasado por los manos de esa
grande y abomidable iglesia, han desaparecido de n
muchos pasajes de claro sentido y de gran valor, siendo
el libro del cordero de Dios. Y despus que hubieron
sido quitados del libro estos claros interesantes pasajes,
fu repartido as por todas las naciones de los Gentiles.
Y cuando fu repartido por todas las naciones de los
Gentiles, si, aun por las mismas naciones que t has
visto estn separadas por las grandes aguas de los Gen-
tiles que salieron de la cautividad ; h aqu, que enton-
ces, causa de haber quiado de l un gran numero de
preciosos y claros pasajes, fciles de comprender por los
hijos de los hombres, segn la claridad que es en el
cordero de Dios; s, h aqu, que causa de haber
quitado estas partes del Evangelio del Cordero, un gran-
de y excesivo numero de hombres tropezaron y cayeron
s, de tal modo que Satn tiene un gran poder sobre ellos;
no obstante, t ves que los Gentiles que salieron de la
cautividad, fueron elevados por la potencia de Dios,
hasta por encima de todas las dems naciones sobre la
superficie de este pais (que es un pais de eleccin entre
todos los dems, pais que el Seor dio tu padre para
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 31
que fuese la herencia de sus descendientes), ves pues,
que estos Gentiles, no destruirn completamente tus
descendientes mezclados con los descendientes de tus
hermanos. Porque el Seor no consentir que los des-
cendientes de tus hermanos sean exterminados pos los
Gentiles, lo mismo que no permitir que vivan los Gen-
tiles constantemente en ese horrible estado de ceguedad,
en el que ves que han caido, causa de las partes que
han sido quitadas del Evangelio del Cordero, por esa
iglesia abominable que t has visto establecerse. Por
cuyo motivo, dice el Cordero de Dios, tendr misericor-
dia de los Gentiles, mientras que visitar el resto de la
caso de Israel, con terribles castigos.
39. Y vino el ngel del Seor y me habl diciendo :
H aqu, dice el Cordero de Dios, que cuando yo haya
visitado el resto de la casa de Israel (me refiero al resto
de la posteridad de tu padre) cuando les haya visitado
;
con castigos, y los haya herido por la mano de los Gen-
tiles; entonces, despus que los Gentiles hayan tropeza-
do en extremo causa de los pasajes que han sido quita-
dos del Evangelio del Cordero por esa abominable iglesia,
que es la madre de las prostitutas, dice el Cordero, yo
tendr misericordia de los Gentiles en aquel dia, y har
que venga sus manos por medio de mi propio poder,
una gran parte de mi Evangelio, que ser de gran im-
portancia y fcil de comprender, dice el Cordero. Porque
h aqu, dice el Cordero, quo yo mismo ine manifestar
tu posteridad, de modo que ellos escribirn muchas de
las cosas que yo les administrar cosas que sern claras
;
y preciosas, dice el Cordero. Y despus que el pueblo
de tu posteridad haya sido destruido, y caigan en la
incredulidad los dispersos restos de l, lo mimo que el de
tus hermanos, h aqu, que entonces quedarn ocultas
estas cosas, hasta que sean descubiertas los Gentiles
por el don y poder del Cordero en ellas se hallar
;
escrito mi Evangelio, dice el Cordero, mi roca y mi
salud y benditos sern todos losque procuren establecer
:
mi Sion en aguel dia. porque los dones y poder del
Espritu Santo les acompaarn ; y si perseveran hasta
el fin, sern exaltados en el ultimo dia, y se salvarn en
el reino eterno del cordero ; oh ! cuan bellos aparecern
sobre las montaas las mensageros de paz, que vayan
anunciar las nuevas de tan gran alegra!
40. Y vi tambin el resto de la posteridad de mis
hermanos, y el libro del Cordero de Dios, que sali de la
boca del Judio, que venia de los Gentiles al resto de la
posteridad de mis hermanos. Y vi tambin otros libros
32 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
que aparecieron entre ellos, trados por los Gentiles por el
poder del Cordero, para convencer los Gentiles y al
resto de la posteridad de mis hermanos, como tambin
los Judos, que se hallaban esparcidos sobre todo la
superficie de Ja tierra, de la verdad de Jos escritos de los
profetas y de los doce apostles del cordero.
41. Y me habl de nuevo el ngel djciendo Estos
:
ltimos anales que has visto entre los Gentiles, servirn
para establecer la verdad de los primeros, que son los
escritos por los doce apostles del Cordero, y darn
conocer tambin los preciosos y claros pasajes que han
sido quitados de ellos; demostrando todas Jas familias,
lenguas y pueblos, que el Cordero de Dios es el Hijo del
Eterno Padre y el Salvador del muudo: y que es
necesario que todos vengan l, porque de otro modo
no podrn salvarse; y que han de venir conforme las
palabras que sern establecidas por boca del Cordero. Y
las palabras del Cordero sern anunciadas en los anales
de tu posteridad, como tambin en los anales de los doce
apostles del Cordero. Por lo que los dos sern reunidos
en uno solo, porque solo hay un Dios y un Pastor sobre
toda la tierra. Y se acerca el tiempo en que l se ma-
nifestar todas las naciones, tanto de los Judos como
de los Gentiles. Y despus que se haya manifestado a
los Judos y tambin los Gentiles, entonces, l se mani-
festar los Gentiles y tambin los Judos; y los lti-
mos sern primeros, y los primeros sern ltimos.
42. Y suceder que los Gentiles escucharn al Cor-
dero de Dios en aquel dia en que se manifieste ellos por
sus palabras, y por su poder en todos sus actos, hasta que
desaparezca el obstculo en que tropezaban de manera
;
que si no cierran sus corazones contra el Cordero de
Dios, sern contados entre los de la posteridad de tu
padre; si, sern contados entre los hijos de la casa
de Israel; y constituirn un pueblo quesera bendecido
eternamente sobre la tierra de promisin, de donde no
saldrn mas en cautividad. Y la casa de Israel no se
ver confundida por mas tiempo ; y ese profundo abismo
que ha sido abierto para ellos, por esagrande y abomina-
ble iglesia establecida por el diablo y sus sucuaces, para
seducir las almas de los hombres y arrojarlos en el in-
fierno; si, ese profundo abismo que ha sido abierto para
la destruccin de los hombres, ser llenado por los mis-
mos que le abrieron, basta que sean totalmente des-
truidos, dice el Cordero de Dios; no destruidos en sus
almas, menos que no demos este nombre su perman-
encia en el infierno sin fin: porque h aqu que todo
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 33
esto es un efecto de la cautividad del diablo, como
asimismo efecto de la justicia de Dios contra todos los
que cometan iniquidades y abominaciones delante de l.
43. Y hablme de nuevo el ngel diciendo T :
has visto que s los Gentiles se arrepienten Tecibirn su
recompensa; y tambin conoces las alianzas que el
Seor ha hecho con la casa de Israel; como tambin
has oido que el que no se arrepienta perecer irremisible-
mente. Por lo tanto, ay. de los Gentiles, si llegan
endurecer sus corazones contra el Cordero de Dios por- :
que vendrn los tiempos dice el Cordero de Dios, en que
yo hai que se realze una grande y maravillosa obra
entre los hijos de los hombres ; una obra de eternas con-
secuencias, cualesquiera que estas sean sea para llevar
:
los hombres al conocimiento de la paz y de la vida
eterna, 6 sea para dejarles abandonados la ceguedad de
sus espritus y al endurecimiento de sus corazones, bas-
ta q ae vayan parar la cautividad y la perdicin
temporal y espiritual, segn la cautividad del diablo de
que he hablado.
44. Despus que el ngel me hubo hablado as, me
pregunt :Recuerdas t las alianzas que el Padre ha
hecho con la casa de Israel? Y
yo le contest: Si.
Y e) me dijo entonces: Mira, y ve esa grande y
abominable iglesia que es la madre de las abomina-
ciones, cuyo fundamento es el diablo. Y aadi: H
aqu, que no hay mas que dos iglesias una es la iglesia
:
del Cordero de Dios, la otra es la iglesia del diablo; por
cuya razn, el que no pertenece a la Iglesia del
Cordero de Dios, pertenece esa grande iglesia que
es la madre de las abominaciones, la prostituta de toda
la tierra.
45. Y
mirando, vi la prostituta de toda la tierra
la que se asentaba sobre muchas aguas ; y cuyo poder se
extendia por toda la tierra, entre todas las naciones,
familias, lenguas y pueblos.
46. Y
v la iglesia del Cordero de Dios, cuyos
miembros eran poco numerosos, causa de la iniquidad
y abominaciones de la gran prostituta que se asienta
sobre muchas aguas. !No obstante, v que la iglesia del
Cordero, que era la de los Santos de Dios, se extenden-
dia tambin sobre toda la superficie de la tierra, pesar
de que sus dominios sobre la superficie ella eran peque-
os, c^usa de la de la maldad de la gran prostituta de
que he hablado.
47. Y
v como la gran madre de las abominaciones
reuna las multitudes sobre toda la superficie de la tierra,
34 PEIMER LIBEO DE NEPHI.
entre todas las naciones de los Gentiles, para combatir
contra el Cordero de Dios.
48. Y
yo, Nephi, vi el poder del Cordero de Dios
que descenda sobre los Santos de la iglesia del Cordero,
y sobre el pueblo de la alianza del Seor, el cual se
bailaba dispersado sobre toda la superficie de la tierra;
hallndose armado con la justicia y poder de Dios en
gran gloria.
4t>. Y vi que la colera de Dios babia caido sobre la
grande y abominable iglesia, de tal modo que las guerras
y el rumor de ellas se extendan entre todas las naciones
y familias de la tierra. Y cuando empezaron las guer-
ras y el rumor de ellas entre todas las naciones que per-
tenecan la madre de las abominaciones, me habl el
ngel diciendo H aqu, que la colera de Dios est
:
sobre la madre de las prostitutas; y h aqu, que t ves
todas estas cosas y cuando llegue el dia en que la
:
colera de Dios se derrame sobre la madre de las prosti-
tutas, que es la grande y abominable iglesia de toda la
tierra, cuyo fundamento es el diablo; entonces, en
aquel dia, el Padre empezar su obra, preparando la via
para que se cumplan las alianzas que l ha hecho con su
pueblo, que e3 de la casa de Israel.
50. Y el augel me habl, diciendo Mira. Y
:
mirando vi un hombre vestido con ropas blancas. Y el
ngel me dijo: H aqu uno de los doce apostles del
Cordero l que ver y escribir el resto de estas cosas;
:
como asimismo muchas de las cosas que han sido; y
escribir tambin sobre el fin del mundo. Por cuya
razn, lo que l escriba ser exacto y verdadero por-
;
que as est escrito en el libro que t has visto que
proviene de la boca del Judio. Y en el tiempo en que
el libro sali de la boca del Judio, las cosas que estaban
escritas en l, eran claras, puras, y de la mas alta im-
portancia, y fciles de comprender todos los hombres.
Y h aqu que entre las cosas que el apstol del Cordero
escribir, habr muchas de las que tu has visto, y eJ
resto t las vers pero las que t vers despus, no las
;
escribirs porque esto pertenece al apstol del Cordero
:
de Dios, l que ha sido escogido del Seor Dios para
escribirlas. Y ha habido tambin otros, quienes el
Seor ha mostrado todas las cosas, los cuales las han
escrito y sellado, para que aparezcan su debido tiem-
po; cuando el Seor lo determine; y para que sean
conocidas de la cas-a de Israel en toda su pureza, segn
la verdad que es en el Cordero.
51. Y yo, Nephi, doy testimonio de haber oido que
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 35
el nombre del apstol del Cordero era Juan, segn la
palabra del ngel. Y h aqu que mi, Nephi, se me
prohibi escribir el resto de las cosas que vi y o
;
por lo
que me basta lo que he escrito, aunque no he escrito
mas que una pepuea parte de lo que he visto. Ydoy
tambin testimonio de haber visto las mismas cosas que
mi padre vio, las que me fueron mostradas por el ngel
del Seor. Y ceso por ahora de hablar sobre las cosas
que vi cuando fu en espritu. Y si todo lo que vi no
est escrito, lo que est escrito es verdadero. Asi es.
Amen.
CAPITULO IV.
1. Y
vino suceder despus que yo, Nephi, fui en
espritu,y despus de haber visto todas estas cosas, que
me volv la tienda de mi padre, y vi que mis hermanos
disputaban entre s sobre las cosas que mi padre les
habia dicho porque, en verdad, que les habia dicho
:
muchas cosas de gran importancia, que eran difciles
de comprender si no recurran para ello al Seor. Y
como eran duros de corazn, no acudan al Seor como
deban hacerlo. Por lo que, yo, Nephi, me aflig en
extremo, tanto al ver la dureza de sus corazones,
como al recordar las cosas que me haban sido
descubiertas sobre lo que tenia que suceder irremediable
mente, causa de la perveisidad dlos hijos de los hom-
bres; abatindome, sobre todo, el sentimiento que me
causaba la destruccin de mi pueblo, puesto que habia
visto su caida.
2. Despus que volv a recobrar mi animo me
dirig mis hermanos para que me mostraran el motivo
de su disputa H aqu, me dijeron, que no podemos
:
comprender las palabras de nuestro padre relativamente
a las ramas naturales de la oliva, y respecto lo que
nos ha dicho sobre los Gentiles. Y yo les dije: O*
habis dirigido al Seor para ello ? Y me contestaron
No; porque el Seor nonos da conocer estas cosas
nosotros. Entonces les dije : Porque no guardis
los mandamientos del Seor? Por que queris pere-
cer por causa de la dureza de vuestros corazones?
No os acordis que el Seor ha dicho Si no :
endurecis vuestros corazones, y me lo pedis con f en la
seguridad de recibirlo, guardando diligentemente mis
mandamientos, seguramente que estas cosas os sern
dadas conocer.
36 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
3. Pero, yo os digo, que la casa de Israel sido com-
parada auna
oliva por el Espritu del Seor que inspiraba
a nuestros padres; y que, No somos nosotros una rama
separada de la casa de Israel? Asi pues, lo que nuestro
padre quiere dar entender cuando dice Que las ramas
:
naturales de la oliva sern injertadas sobre Ja plenitud
que habr sido dada los Gentiles, es, que cuando
nuestra posteridad haya degenerado y caido en la incre-
dulidad, s, por espacio de muchos aos y muchas gen-
eraciones, despus que el Mesias se haya manifestado en
persona los hijos de los hombres, entonces ocurrir,
que la plenitud del Evangelio del Mesias vendr los
Gentiles, y de los Gentiles vendr al resto de nuestra
posteridad. En aquel tiempo el resto de nuestro posteri-
dad sabr que pertenece la casa de Israel, y que
l es, el pueblo de la alianza del Seor. Entonces ven-
drn en conocimiento de quienes son sus antepasados, y
conocern tambin el Evangelio de su Redentor, que l
mismo habr dado sus padres. Por lo que vendr al
conocimiento de su Redentor este resto de nuestra pos-
teridad, y recibir la verdadera luz de su doctrina; de 1
modo que sabrn que tienen que ir a l para sal varse. ? Y
no ser aquel un dia de gloria para ellos, en el que se
regocijaran y glorificarn al Eterno Padre, su roca y su
salvacin? Si, que, no recibirn en aquel dia la fuerza
y la sabia de la verdadera via? Si, no irn tambin
formar parte del verdadero rebao de Dios? He aqu os
dijo que si que sern contados entre los de la casa de
:
Israel y como es una rama natural de la oliva, ser in-
:
gertado sobre el verdadero olivo: esto es lo que nuestro
padre quiere dar entender; y dice ademas que esto no
suceder hasta tanto que el resto de nuestra posteridad
haya sido dispersado por los Gentiles; y que esto ser
hecho por los Gentiles, fin de que el Seor pueda
mostrar su poder los Gentiles, porque l habr sido
desechado por los Judos por los de la casa de Israel.
Por cuyo motivo nuestro padre no ha hablado solamente
de nuestra posteridad, sino tambin de toda la casa de
Israel, sealando la alianza que ser cumplida en los
ltimos dias: alianza que el Seor ha hecho con nuestro
padre Abraham, diciendo: En tu posteridad sern ben-
ditas todas las familias de la tierra.
4. Y
yo, Nephi, les habl mucho sobre estas cosas;
si, les habl de la restauracin de los Judios en los lti-
mos dias ; y les record las palabras de Isaias sobre la
restauracin de los Judios de la casa de Israel, dicin-
doles que cuando llegasen ser restaurados no se veran
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 37
confundidos otra vez, ni serian jamas esparcidos. les Y
muchas cosas mis hermanos por este estilo,
dije otras
de modo que se convencieron y se humillaron delante del
Seor.
5. Y hablndome de nuevo me dijeron: Que
significa lo que nuestra padre ha visto en su sueo?
Que significado tiene el rbol que vio. ? A
lo que les
contest Ese rbol es una figura del rbol de la vida.
:
Y me dijeron. Que significa la barra de hierro que
nuestro padre vio, y que conduca al rbol? Y
yo les
dije que representaba la palabra de Dios; y que cual-
quiera que escuchaba esta palabra y se sostena firme-
mente en ella, no perecera jamas y que ni las tenta-
;
ciones, ni los inflamados dardos del adversario,
conseguiran nunca cegarle, ni conducirle la destruc-
cin. Por cuyo motivo, yo, Nephi, les exort que
abrieran sus corazones la palabra del Seor ; si, les
exort con toda mi energa y con todas mis fuerzas
que abrieran sus corazones la palabra de Dios, y que
se acordaran constantemente de guardar sus manda-
mientos en todas las cosas. Y me dijeron: Que
significa el rio que nuestro padre visto? Y
les respon-
d, que el agua que nuestro padre habia visto representa-
ba la impureza; que su espritu se hallaba tan
preocupado por tantas cosas, que no repar lo impura
que era el agua pero que era un horroroso abismo, que
;
sparabalos malos del rbol de la vida y de los santos
de Dios que este rio representaba aquel terrible infier-
;
no que me habia dicho el ngel que habia sido prepara-
do para los malos. Y les dije tambin como nuestro
padre habia visto la justicia de Dios que separaba los
malos de los justos, y que el esplendor de ella era
semejante al resplandor do una llama que ascenda
"
eternamente al cielo y que no tenia fin.
6. Y me preguntaron ellos Estas cosas signi-
:
fican los tormentos del cuerpo en estos dias de prueba,
significan el estado final del alma despus de la muerte
temporal del cuerpo ? Y yo les respond Que esto era
:
una figura de cosas tanto espirituales como materiales
porque llegara un dia en que todos los hombres serian
juzgados segn sus obras, esto es, segn el uso que
hayan hecho de sus cuerpos temporales, durante los
dias de prueba. Por lo tanto, si mueren en su estado de
maldad, sern reprobados y separados de las cosas
espirituales que pertenecen la justicia; por cuyo
motivo es necesario que sean llevados delante del tribu-
nal de Dios para que sean juzgados segn sus obras. Y
38 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
si aparece que sus obras han sido impuras, entonces
ellos mismos deben ser impuros ; y si son impuros no
es posible que habiten en el reino de Dios, de otro
modo el reino de Dios seria^egualmente impuro. Pero
h aqu os digo : Que el reino de Dios no es impuro, y
que cualquier cosa que sea impura no puede penetrar en
l: por lo cual es nesesario que haya un lugar de im-
pureza para lo que sea impuro. Pero h aqu, que hay
un lugar preparado para este objeto: que es precisa-
mente el mismo horroso infierno de que os he hablado,
cuyo fundamento es el diablo. Por cuyo motivo, el
estado hnal de las almas de los hombres es, 6 habitar en
el reino de Dios, ser rebrobadas causa de la justicia
de que he hablado. De este modo, los malos quedarn
separados de los buenos, y quedarn separados tambin
de ese rbol de la vida, cuyos frutos son tan preciosos y
tan deseables sobre todos los otros frutos si, y este es
;
el mas grande de todos los dones de Dios. As es como
habl a mis hermanos. Amen.
CAPITULO V.
1. Despus que hube hablado de este modo, h aqu,
que me dijeron mis hermanos : T nos has declarado
muchas cosas que nosotros no podemos soportar.
2. Y yo les respond: Si, s que he dicho muchas
cosas que son difciles de soportar para los malos, pero
no he dicho mas que la verdad. En cuanto los justos,
bien habis oido que los he justificado, y que he testifica-
do que en los ltimos dias sern exaltados. Esto hace
que los culpables encuentren la verdad difcil de so-
portar, porque les parte el corazn. As pues, mis queri-
dos hermanos, si vosotros fuerais justos, y desearais
escuchar la verdad y darla cabida en vuestros corazones,
y tratarais de marchar rectamente delante de Dios, en-
tonces de seguro que no murmurarrais contra la
verdad, diciendo que os he dicho cosas que no podis
soportar; despus de lo cual yo, Nephi, exort viva-
mente mis hermanos que guardaran los mandamien-
tos del Seor. Sucediendo, al fin, que vinieron humil-
larse delante del Seor; lo que me olila esperanza y la
alegra de verles marchar por las verdaderas sendas de
la justicia. Ocurri todo esto durante el tiempo en que
mi padre vivia en su tienda en el valle de Lemuel.
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 39
3. Sucedi despus, que yo, Nephi, escog para es-
posa una de las bijas de Ismael y mis hermanos y
;
Zoram hicieron lo mismo con las dems hijas de Ismael
tomando Zoram la mayor de ellas. Y as cumpli mi
padre todos los mandamientos que el Seor le haba
dado. Y yo, Nephi, habia sido altamente faborecido del
Seor.
4. Despus de esto sucedi que el Seor habl mi
padre durante la noche, mandndole que partiera en la
maana siguiente para el desierto. Yal levantarse mi
padre y salir de su tienda se encontr, su mayor admi-
racin, con una bola de metal fino y de un precioso
trabajo, que yacia sobre el suelo delante de su tienda.
En la bola se hallaban dos agujas, una de las cuales
marcaba el camino que debamos seguir por el desierto.
5. Recogiendo todo cuanto habamos de llevar con
nosotros, emprendimos la marcha para el desierto, atra-
vesando el rio de Laman ; llevando nuestras tiendas, el
resto de las provisiones con que el Seor nos habia soco-
rrido, y semillas de todas especies.
6. Y viajando por espacio de cuatro dis, en la dire-
ccin del Sud-Sud-Este, plantamos nuestras tiendas en
un lugar al que dimos el nombre de Chazer.
7. Y habindonos provisto de nuestros arcos y
flechas, partimos al desierto buscar provisiones para
nuestra familia. Y despus que las hubimos obtenido,
nos volvimos al desierto al lugar llamado Chazer. Y
emprendimos de nuevo la marcha por el desierto, lle-
vando la misma direccin ; siguiendo por las immedi-
aciones del mar Rojo, donde se hallaban los parajes mas
frtiles. Ycontinuamos nuestra marcha por espacio de
muchos dias, matando por el camino los animales
necesarios para nuestro sustento, usando para ello de
nuestros arcos, flechas, hondas y piedras ; siguiendo
siempre la direccin que nos marcaba la bola, la que nos
conduca por los parajes mas frtiles del desierto. Y
despus que hubimos viajado por muchos dias, planta-
mos nuestras tiendas por algn tiempo, para descansar
y procurarnos provisiones para nuestra familia.
8. Y sucedi que al salir un da para cazar, romp
mi arco que era de un acero muy delicado ; lo que visto por
mis hermanos, se pusieron furiosos contra mi, porque
nos era imposibie procurarnos provisiones para nuestras
familias; las que tuvieron que sufrir mucho por este
motivo ; porque se hallaban en extremo fatigadas de su
viaje.
9. Entonces Laman y Lemuel, lo mismo que los
40 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
hijos de Ismael se pusieron murmurar en exceso de los
sufrimientos y aflieiones que padecan en el desierto y :
hasta mi mismo padre, empez tambin murmurar
contra el Seor su Dios; si, se hallaban todos de tal mane
ra afigidos que murmuraban contra el Seor.
10. Y
despus que yo, Nephi, hube perdido mi arco,
me sent tambin afligido como mis hermanos, al ver
que sus arcos haban perdido su elasticidad ; porque em-
pezaba ser difcil para nosotros el procurarmos alimen-
to. Y empezando mis hermanos murmurar de nuevo
y endurecer sus corazones contra el Seor su Dios, tuve
que reprenderles otra vez con todas mis fuerzas por obrar
de esto modo.
11. Por fin, pude conseguir el construir un arco y
una flecha de madera. 'Y armndome con esto, como
asimismo con una honda y piedras, fui mi padre y le
dije: Donde debo ir para poder hallar provisiones?
Entonces mi padre consult al Seor, porque se habia
arrepentido y humillado en extremo causa de mis pa-
labras porque verdaderamente que yo les habia repren-
:
dido con toda la energa de mi alma.
12. Entonces, la voz del Seor vino mi padre, el
que se hallaba en extremo avergonzado y lleno de pro-
funda pena por haber murmurado en contra del Seor.
Y le dijo la voz del Seor Mira la bola, y lee las cosas
:
que estn escritas sobre ella. Y quando mi padre hubo
leido lo que estaba escrita sobre la bola, se llen de miedo
y qued, temblando lo mismo que nais hermanos, los hijos
de Ismael, y nuestras esposas.
13. Y
yo, Nephi, vi que los indicadores de la bola
operaban segn la f, la diligencia, y atencin que noso-
tros ponamos en ellos : apareciendo sobre ella una
nueva escritura, sumamante fcil de leer, que nos ilus-
traba conforme a las vias del Seor ; y esta escritura se
cambiaba de tiempo en tiempo, segn la f y diligencia
con que nosotros la examinbamos. Por donde vimos
cuan grandes cosas puede hacer el Seor con tan peque-
os medios.
14. Entonces sub lo alto de la montaa, siguiendo
las indicaciones dadas por la bola ; y mat los animales
necesarios para el alimento de nuestras familias. Y con
los animales que habia matado me volv las tiendas,
donde encontr nuestras familias que me recibieron
con el mayor regocijo al ver las provisiones que traia
conmigo. Y se humillaron entonces delante del Seor,
dndole gracias llenos de reconocimiento.
15. Despus de esto nos pusimos en carmino, siguien
PRIMEE LIBRO DE NEPHI. 41
do sobre poco mas menos la misma direccin que
traamos. cuando Y hubimos viajado algunos dias.
acampamos de nuevo para descansar por un poco de
tiempo.
16. Y habiendo muerto Ismael fu enterrado en un
lugar llamado Nahom. Y las hijas de Ismael lloraron
excesivamente por su padre lamentndose tambin de
:
sus aflicciones en el desierto. Despus empezaron
murmurar contra mi padre, quejndose de que las habia
sacado de Jerusalem, dicindole Nuestro padre ha muer-
:
to si, y nosotros hemos andado errantes por el desier-
;
to ; sufriendo hambre, sed, inmensas fatigas
y nnmerosas
aflicciones ; y despus de todo esto, todavia es necesario
que perezcamos de hambre en el desierto. As era como
murmuraban contra mi padre y contra m; siendo su
deseo el Y
Laman dijo Lemuel
volver Jerusalem.
ylos hijos de Ismael:
Matemos nuestro padre y
nuestro hermano Nephi que se ha empeado en ser nu-
estro gefe y nuestro maestro, siendo nosotros sus herma-
nos mayores. El dice que ha recibido ministerio de
angeles y que el mismo Seor ha hablado con l. Pero
nosotros nos consta que esto es mentira. Y nos dice
todas estas cosas, imagina todavia hacer otras muchas
mas por medio de su superchera y malas artes, pensando
que quizas podra engaarnos, y que as conseguir con-
ducirnos probablemente, algn estrao y apartado
desierto; donde se establecer por rey
y gobernador
sobre nosotros ; para tratarnos as segn su voluntad
buen deseo. De esta manera era como mi hermano y
Laman trataba de excitar la colera de ellos contra m.
17. Sucedi entonces que el Seor fu con nosotros
si, hasta el extremo qne omos su propia voz, la que
reprendi severamente mis hermanos, dicindoles
muchas cosas. Y
despus de haber sufrido este castigo
se apaciguaron en su colera y se arrepintieron de
sus
pecados; de modo que el Seor nos bendijo todavia,
por un don de nueva provisiones qu nos libr de
perecer.
18. Y
emprendiendo otra vez nuestro viaje por el
desierto, nos dirigimos prximamente hacia el Este.
atravesamos el desierto, no sin grandes dificultades, que
Y
se aumentaron con haber parido nuestras esposas en
el
camino. Pero fueron tan grandes las bendiciones del
Seor, que pesar de habernos mantenido con viandas
crudas en el desierto, nuestras mugeres tuvieron abun-
dante leche para nutrir sus hijos ; sostenindose ellas
mismas t tan fuertes como los hombres: empezando de
42 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
este modo soportar el viaje sin murmurar. Por esto,
vemos, que los mandamientos de Dios deben cumplirse
siempre. Porque si los hijos de los hombres guardan los
mandamientos de Dios, l los alimenta y fortifica,
dndoles los medios para que cumplan lo que les ha
ordenado : por esto es por lo que el Seor atendi
nuestras necesidades mientras viajbamos por el desierto.
Y vivimos en el desierto por mucho tiempo ; hasta ocho
aos permanecimos en el desierto. Despus llegamos al
pais que llamamos Abundancia, causa de la abundan-
cia de sus frutos y de su miel silvestre todo lo que fu
:
preparado por el Seor para que no pereciramos. Y
vimos la mar, la que dimos el nombre de Irreantum,
lo que significa : Muchas aguas.
19. Y plantamos nuestras tiendas en las orillas
dla mar; y aunque nos habamos visto en grandes
aflicciones, y habamos atravesado por numerosas difi-
cultades, tan grandes que no podramos dar una idea de
ellas, todas las dimos por bien empleadas, ante la
alegra que nos produjo nuestra llegada las orillas de la
mar, un pais tan delicioso por la abundancia de sus
frutos por lo que le pusimos por nombre Abundancia.
:
20. Y despus que permanecimos por muchos das
en el pais llamado Abundancia, vino mi la voz del
Seor, y me dijo :Levntate y sube al monte. Y
levantndome sub al monte y llam al Seor.
21. Y el Seor me habl diciendo Vas construir
:
un buque, del modo que yo te dir, para que puedas
llevar tu pueblo travs de las aguas. Y yo le contest
diciendo: Seor, donde ir para encontrar los minera-
les que necesito fundir, para hacer los tiles necesarios
la construccin de este buque, segn el modo que t me
has marcado? Y el Seor me dijo donde deba ir para
encontrar el metal que necesitaba para la construccin de
los tiles necesarios.
22. Entonces, yo, Nephi, hice con pieles de ani-
males, unas fuelles para avivar el fuego; y despus que
las hube concluido, cog dos piedras, y frotando una
contra otra consegu el fuego porque hasta entonces
;
pocas veces nos haba permitido el Seor que encendira-
mos fuego en nuestro viaje por el desierto, porque decia
Yo har que vuestras provisiones sean gratas al paladar
sin que tengis necesidad de cocinarlas. Y yo ser
vuestra luz en el desierto ; y yo preparar el camino de-
tante de vosotros, siempre que guardis mis mandamien-
los. Por lo tanto, si guardis mis mandamientos, seris
llevados la^tierra prometida, y sabris que he sido yo el
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 43
que os ha conducido. Y despus que hayis llegado,
dijo el Seor, sabris que yo el, Seor, soy Dios; y que
soy yo, el Seor, el que os ha salvado de la destruccin ;
si, que soy yo, el mismo que os ha sacado de Jerusalem.
Por esto, yo, Nephi, me esforzaba en guardar los manda-
mientos del Seor; y exortaba mis hermanos que
permanecieran fieles y obraran con diligencia.
23. Despus que hice los tiles del metal que habia
extrado de la roca ; y vieron mis hermanos 'que me
preparaba construir un buque, se pusieron murmurar
contra m diciendo :Nuestro hermano est loco l se:
imagina poder construir un buque ; y piensa tambin
que con l va atravesar estas grandes aguas As era
;
como mis hermanos murmuraban contra m; no dis-
ponindose trabajar, porque no me crean capaz de
constriur un buque; sin que creyeran tampoco, que
habia recibido instrucciones del Seor para este objeto.
24. Por lo que yo me aflig en estremo al ver la
dureza de sus corazones. Y al ver ellos que yo me
habia aflgido, se regocijaron ello, y dijeron: Bien
conocemos que no te es posible construir un buque,
por cuanto te falta el conocimiento necesario para con-
seguir una obra de esta magnitud. T te asemejas
nuestro padre, que se deja llevar por las locuras de su
imaginacin ; si, que nos ha sacado del pais de Jeru-
salem ; que nos ha hecho andar errantes por el desierto,
por espacio de muchos aos; y ha hecho que nuestras
esposas hayan tenido que sufrir inmensos trabajos, aun
en su estado de embarazo y dado lugar que nazcan
;
nuestros hijos en el desierto, y que sufran sus madres
todo genero de males, excepto la muerte. Hubiera sido
preferible para ellas morir en Jerusalem, que tener que
padecer tantas aflicciones. H aqu pues, que hemos
sufrido en el desierto por varios aos y durante todo este
;
tiempo, hubiramos podido disfrutar de nuestras posesio-
nes y del pais de nuestra herencia ; si, hubiramos po-
dido vivir dichosos. Nosotros sabemos que el pueblo de
Jerusalem es un pueblo justo, porque guarda los manda-
mientos del Seor y todos sus estatutos, segn la ley de
Moiss: asi que nos consta, que es un pueblo justo. Y
nuestro padre les ha juzgado y nos ha sacado de el por
haber dado oido sus palabras. Y ahora nuestro her-
mano se vuelve como l. As era como murmuraban
mis hermanos quejndose de nosotros.
25* Entonces yo, Nephi, les habl de esta manera:
Creis vosotros que nuestros padres, que eran los hijos
de Israel, se hubiesen librado do las manos de los
44 PKIMEE LIBRO DE NEPHI.
Egipcios, si no hubiesen escuchado las palabras del
Seor ? Suponis vosotros que hubieran podido salir
de la esclavitud, si Dios no les hubiese mandado
Moiss para que los sacara de ella? Porque vosotros
sabis que los hijos de Israel se hallaban en esclavitud;
sobrecargados con penosos y humillantes trabajos; por
lo tanto,qu# les era una cosa grata el verse libres de su
esclavitud. Ademas sabis que Moiss recibi del Seor
la orden de dar fin esta obra ;y que por su palabra, se
dividieron las aguas del mar Rojo, para que pudieran
pasar por l, como por una tierra seca. Tambin sabis
que los Egipcios, que componian los ejrcitos de Pha-
raon, se anegaron en el mar Rojo; y que los hijos de
Israel fueron alimentados con el man en el desierto
que Moiss, por su palabra, segn Ja potencia de Dios
que resida en l, hiri la roca, y sali el agua, para que
pudiesen apagar su sed. Y a pesar de que iban con-
ducidos por el Seor su Dios, su Redentor iba delante de
ellos, guindoles durante el dia, iluminando su camino
durante la noche, haciendo por ellos todo cuanto les era
necesario: pesar de todo esto, endurecieron sus cora-
zones, cegaron sus espritus, ultrajaron Moiss, y blas-
femaron del verdadero Dios viviente.
26. Sucediendo de este modo, que segn su palabra,
los destruy; que segn su palabra los condujo; que
segn su palabra, hizo todas las cosas por ellos ; y que
nada se hizo, como no fuera por su palabra. Y cuando
hubieron atravesado el rio Jordn, l los hizo bastante
poderosos para arrojar los habitantes del pais, y para
esparcirlos hasta su exterminacin. Y ahora, pensis
vosotros que estos hijos del pais que se hallaban reparti-
dos sobre la tierra de promisin, quienes combatieron
nuestios padres, pensis vosotros que eran hombres
rectos y justos? Yo os digo que no. Pensis vosotros
que nuestros mismos padres hubieran sido, mas favoreci-
dos que ellos, si estos hombres quienes vencieron hubie-
ran sido rectos y justos ? Yo os digo que no. Porque,
h aqu, que el Seor estima lo mismo toda carne lo ;
mismo estima una carne que otra. Solo el justo es
favorecido de Dios. Pero, h aqu, que este pueblo habia
desechado toda palabra de Dios habia llenado la medi-
;
da de su iniquidad ; y la plenitud de la colera de Dios
cay sobre ellos. Y el Seor maldijo su tierra para ellos
y la bendijo para nuestros padres. Si, la maldijo para su
destruccin, y la bendijo para que nuestros padres la
tomaran por posesin.
27. H aqu, que el Seor ha creado la tierra para
PKIMEE LIBRO DE NEPHI. 45
que sea habitada; y ha puesto en ella sus hijos para que
la posean. Y l eleva las naciones que son justas, y
destruye los que se corrompen. El conduce los justos
a las tierras mas favorecidas, y destruye los perversos,
maldiciendo la tierra causa de ellos. El gobierna
desde el alto cielo ; porque all est su tron, y la tierra
no es mas que la peana de sus pies. El ama los que le
aclaman por su Dios. H aqu: que l am nuestros
padres, hizo alianza con ellos; si, con Abraham, Isaac
y Jacob; y l recuerda las alianzas que tienelosechas:casti-
por cuyo motivo los sac del pais de Egipto, y
g en el desierto ; porque endurecieron sus corazones,
exactamente lo mismo como vosotros lo hicisteis por lo ;
que el Seor los castig conforme sus iniquidades. Y
l les envi las ardientes y voladoras serpientes. Y
cuan-
do fueron mordidos por ellos, les dio el remedio para
que se curaran sin que tubieran que hacer para ello
:
mas que mirar.' Ypor ser este medio tan sencillo y tan
fcil,pereci un gran numero. Y
amenudo endurecan
sus corazones, injuriaban Moiss, y blasfemaban con-
tra Dios. No obstan te, Di os, por su incomparable poder,
loscondujo la tierra de promisin.
28. Y despus de todo esto han llegado los tiempos
en que se han convertido en un pueblo de malvados,
hasta el extremo de llenar toda medida; y yo no - si
quizas en este mismo dia no est cerca de ellos su des-
truccin :porque el dia de su destruccin llegar ne-
cesariamente, sin que se salven mas que un pequeo
numero, que sern llevados en cautividad. Por cuyo
motivo le ha sido ordenad j por el fteor nuestro padre,
que partiera para el desierto. Y procuraron matarle los
Judos, del mismo modo que vosotros tambin habis
intentado hacerlo. Por lo que sois asesinos en vuestros
corazones, habindoos hecbo semejantes los Judos.
Estis prontos cometer la iniquidad, y lentos en re-
cordar al Seor, vuestro Dios. Habis visto un arigel,
que os ha hablado si, mas de nna vez habis odo su
;
voz, que era dulce y delicada; pero habis perdido el
sentimiento, y su palabra no pudo llegar vuestros
corazones; por cuyo motivo tuvo que hablaros como
con voz de trueno, que hacia temblar la tierra como si
se fuera hacer pedazos. Y
vosotros sabis, que por el
poder de su poderosa palabra, puede hacer desaparecer
la tierra; si, que or l poder de su palabra, puede
convertir en escabrosos los terrenos llanos, y en llanos
los terrenos escabrosos. As pues, como le cerris
vues-
tros corazones ? Por vosotros est mi alma partida
de
46 PRIMEE LIBRO DE NEPHI.
dolor; y mi coraznlleno de angustia ; porque temo que
seis reprobados para siempre. H aqu, que estoy lleno
del Espritu de Dios, y mi cuerpo ha perdido sus fuerzas.
29. Y cuando les hube hablado de esta manera, se
incomodaran mucho conmigo, y trataron de arrojarme
al fondo de la mar. Pero en el momento en que se
acercaban para cogerme, les habl, diciendo En el
:
nombre de Dios Todopoderoso, os prohibo que me toquis,
porque estoy lleno del poder de Dios, tal extremo que
mi carne es como si no existiera. Y cualquiera que
ponga sus manos sobre mi, se secar como una caa ; y
sera como la nada delante de la potencia de Dios, porque
Dios le castigar.
30. Entonces, les dije yo, Nephi, que no deban
murmurar mas contra su padre ni deban tampoco re-
;
husarme su trabajo, puesto que Dios me habia ordenado
construir un buque.
31. Y aad Si Dios me manda hacer todas estas
:
cosas, de seguro que podr hacerlas. Si me manda que
diga este agua Convirtete en tierra, en tierra se
:
convertir ; y si as se lo digo, as se haria. Por tanto,
si elSeor tiene tanto poder, y ha hecho tantos milagros
entre los hijos de los hombres, por qu pues, no podr
ensearme construir un buque.?
32. Y dije todava otras muchas cosas mas mis
hermanos, de tal modo que quedaron confudidos y no
pudieron contestarme. Y no se atrevieron mas poner
sus manos sobre m, ni aun tocarme con sus dedos por
muchos dias, por miedo de quedarse secos en mi presen-
cia tan poderoso era el Espritu de Dios. As era como
:
obraba sobre ellos.
33. Y sucedi que el Seor me dijo Extiende tu
:
mano hacia tus hermanos, y no se secarn sus cuerpos
delante de ti. Pero yo har que sientan una violenta
sacudida, dijo el Seor, para que sepan que yo soy el
Seor su Dios.
34. Y Extendiendo mis manos hacia mis herma-
nos, vi que sus cuerpos no se secaron delante de m.
Pero el Seor les hizo sentir una vivsima conmocin,
tal como lo hibia dicho. Entonces, dijeron Ahora ve-
;
mos con certeza que el Seor es contigo ; y reconocemos
que es la potencia del Seor la que no ha producido tan
violenta conmocin. Y diciendo esto se arrojaeon
mis pies para adorarme. Pero yo no lo quise consentir
y les dije: Yo soy vuestro hermano, mas aun, soy vues-
tro hermano menor ; por lo tanto, adorad al Seor vues-
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 47
tro Dios ; y honrad vuestros padres, fin de que
disfrutis por largo tiempo la tierra que el Seor vuestro
Dios os dar.
35. Y
adoraron al Seor; y viniendo conmigo,
fuimos labrar las maderas para el buque, lo que hici-
mos con el mayor esmero. Y el Seor me mostraba de
tiempo en tiempo la forma en que las debia trabajar;
porque yo no preparaba las maderas en la forma que lo
hacan loa dems, ni tampoco construa segn me lo
ordenaba el Seor que no era en la forma que los hom-
:
bres lo hacian.
36. Y sub con frecuencia al monte rogar al Seor;
por lo que el Seor me mostr grandes cosas.
37. Quando hube acabado el buque, conforme los
indicaciones del Seor, vieron mis hermanos que estaba
bien echo, y que era de un trabajo sumamente solido
por lo que de nuevo se humillaron ante el Seor.
38. Sucedi entonces que vino mi padre la voz del
Seor, mandndole que entrramos en el buque. Y en
la maana siguiente, despus de haber preparado todas
las cosas, gran cantidad de frutos, carne del desierto,
miel y provisiones en abunduncia, segn que el Seor
nos lo habia ordenado; entiamos en el buque, con
nuestra carga, nuestras semillas, y todo cuanto haba-
mos trado con nosotros, cado uno segn nuestra edad.
As es como entramos en el buque, nosotros, nuestras
osposas y nuestros hijos.
39. Mi
padre habia engendrado dos hijos en el
desierto el mayor se llamaba Jacob, y el menor Josph.
:
Y despus que entramos en el buque, provistos de
nuestras provisiones y de todo cuanto se nos habia or-
denado, emprendimos nuestro viaje por la mar, siendo
llevados por el viento Ja tierra prometida. Y despus
que hubimos navegado algunos dias enpujados por el
viento, h aqu, que mis hermanos y los hijos de Ismael
y sus esposas, empezaron dejarse llevar de una inmo-
derada alegria, de tal manera que se pusieron danzar,
cantar y usar palabras inconvenientes, olvidando el
poder de Dios que les habia conducido hasta all. A
bandonndose tambin grandes excesos. Por lo que
yo, Nephi, me aflig en extremo ; temiendo que su con-
ducta irritase al Seor, y nos castigara por nuestras ini-
quidades, hundindonos para siempre en las profundi-
dades de la mar. Por cuya razn, me dirig ellos y les
habl severamente. Pero, h aqu, que se irrataron en-
tonces contra mi, diciendome: lo nos agrada que
nuestro hermano menor se declare nuestro gefe.
48 PEIMEE LIBEO DE NEPIH.
40. Y,apoderndose de m Laman y Lemuel me,
ataron con unas cuerdas, y me maltrataron duramente.
No obstante el Seor lo consinti, fin de poder mostrar
su potencia, y dar cumplimiento lo que haba dicho
respecto los malos.
41.Y despus que me hubieron ligado, hasta el ex-
tremo de no poder hacer movimiento alguno, el comps
de direccin que el Seor haba preparado para nosotros,
ces de dirigir.Y desde aquel momento no supieron por
donde haban de dirigir el buque. Levantse entonces
una gran tempestad, que hacindose cada vez mas furiosa
nos hizo retroceder por espacio de tres dias; con loque
empezaron temer en extremo el quedar ahogados en la
mar. A pesar de esto no rne desataron. Hacia ya cuatro
dias que bamos marchando hacia atrs, cuando la tem-
pestad se hizo horrorosa, ponindonos en grave peligro
de ser tragados por la mar.
42.Y despus que fuimos arrojados hacia atrs por
espacio de cuatro dias, empezaron mis hermanos
comprender que el castigo de Dios caa sobre ellos, y
que iban perecer, menos que se arrepintieran de sus
iniquidades. Por cuyo motivo, se llegaron m, y me
desataron las manos y pies que se hallaban doloridos y
excesivamente hinchados por esta causa.
43. No obstante elev mi alma Dios constante-
mente, y le alab todo el tiempo; sin murmurar nunca
contra el Seor, causa de mis aflicciones.
44. Durante este tiempo, mi padre Leh habia di-
cho muchas cosas reprendiendo mis hermanos, lo
mismo que los hijos de Ismael ; pero ellos no proferan
menos amenazas contra l por este motivo, como sobre
cualquiera otro que se atreviese hablar en mi favor
Y siendo mis padres de una edad muy avanzada y ha-
biendo sufrido mucho por los disgustos que les habian
dado sus hijos, se sintieron enfermos, hasta el extremo
que tuvieron que ser llevados sus camas. Tales eran
los disgustos y aflicciones que les habian causado las
iniquidades de mis hermanos, que parecia se hallaban
cerca de su ultimo momento si, sus blancos cabellos se
;
hallaban prximos caer envueltos en el polvo de la
tumba; y ellos mismos parecian hallarse cerca del mo-
mento en que tuvieran que ser arrojados al agua. Y
Jacob y Joseph, siendo jvenes todabia y teniendo
necesidad de alimento, se hallaban en extremo afligidos
causa de las aflicciones de su madre. Y ni mi muger
con sus lagrimas y sus suplicas, gni los de mis hijos,
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 49
fueron bastante para ablandar los corazones de mis
hermanos y conseguir que me soltaran. Nada mas que
el poder de Dios, que amenazaba destruirlos, podia
ablandar sus corazones as que, cuando se vieron
;
prximos quedar sepultados en las profundidades de
lmar, se arrepintieron de lo que haban hecho conmigo
y me desataron.
45. Y cogiendo yo el comps director, inmedia-
tamente despus que mi vi suelto, volvi otra vez el
buque marchar en la direccin que yo le daba. Oran-
do despus al Seor, ces el viento, se apacigu la tem-
pestad, y apareci una gran calma.
46. Entonces yo, Nephi, dirig el buque hacia la
tierra de promisin. Y despus que hubimos navagado
por espacio de muchos dias llegamos tierra, donde de-
sembarcamos y plantamos nuestras tiendas y dimos al
;
pais nombre de la tierra de promisin.
47. Despus nos pusimos cultivar la tierra, y
plantar todas las clases de semillas que habiamos traido
con nosotros de Jerusalem su crecimiento fu extra-
:
ordinario ; y fuimos bendecidos, porque de todo tuvimos
en abundancia.
48. Y cuando viajamos por el desierto en la tierra
de promisin, nos encontramos con animales de todas
especies, vacas, bueyes, asnos, caballos, cabras, cabras
silvestres y toda clase de animales tiles al hombre.
Encontramos asimismo toda clase de minerales de oro,
de plata y de cobre.
49. Mandme entonces el Seor que hiciera unas
placas de metal, para que se grabara sobre ellas la
historia de mi pueblo. Y
despus de hechas, grab
sobre ellas la historia de la poca de mi padre, poniendo
nuestros viajes en el desierto, y las profecas de mi
padre. Y puse tambin un gran numero de mis propias
profecas. Pero cuando hice las primeras placas, no
sabia que el Seor me ordenara construir estas segun-
das por cuyo motivo, la genealoga de mi padre y la
:
historia de su poca, como asimismo, la mayor parte de
las cosas que nos ocurrieron en el desierto, fueron
grabadas sobre estas primeras placas de que he hablado
igualmente estn puestas sobre ellas las cosas ocurri-
das antes de hacer estas ultimas.
50. Y despus que hice estas placas, segn el man-
damiento que haba recibido, se rae orden que escribiera
sobre ellas, lo que hubiera de mas sencillo, claro
importante, sobre el sagrado ministerio y profecas ; lo
que deba conservarse con objeto de que sirviera parala
E
50 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
instruccin de mi pueblo, quien le haba sido dado el
pais, y tambin para otro3 sabios propsitos conocidos
del Seor. Por lo que yo, Nephi, grab sobre las otras
placas, una relacin mas detallada de las guerras, con-
tiendas y destrucciones de mi pueblo. Y despus de
echo esto, dije mi pueblo lo que deban hacer despus
de mi muerte, esto es, que estas placas deban trasmitirse
de generacin en generacin, y de un profeta otro, hasta
el momento en que el Seor diera de nuevo sus rdenes.
51. Mas adelante dar una idea de la manera de
preparar estas placas; por abora sigo con mi narracin,
con el objeto de que se conserven los asuntos de un
carcter mas sagrado para el conocimiento de mi pueblo.
Por consiguiente, sobre estas placas no escribo nada que
no considere sagrado. Asi pues, si yo me equivoco lo
mismo han hecho los antiguos. No por esto quiero
excusar mis propias faltas, con las faltas de los dems;
sino que me reero las faltas que uno pueda cometer
por la debilidad de la carne ; de la que tendr que ex-
cusarme por mi mismo. Porque ocurre muchas veces
que las cosas que uno considera de gran precio, tanto
para el cuerpo como para el alma, otros las tienen en
nada y las pisan con sus pies. Si, hay quien desprecia y
pisa hasta el verdadero Dios de Israel. Digo: Que
desprecian y pisan ; pero me expresar de otra manera
Que le tienen en nada, y desprecian la voz de sus conse-
jos. Pero, h aqu, que l viene, segn la palabra del
ngel, seiscientos aos despus de la salida ele mi padre
de Jerusalem. Y el mundo en su iniquidad no le
estimar en nada, por lo que le azotarn con unas
correas, y l lo consentir ; le herirn y l lo sufrir, por
su amor inmensa bondad por los hijos de los hombres.
Y el Dios de nuestros padres, quienes sac de la cauti-
vidad de Egipto ; y quienes conserv en el desierto
si, el Dios de Abrabam, de Isaac y de Jocob, se entrega
s mismo como hombre, (siguiendo las palabras del
ngel) en manos de Jos malvados, para ser levantado
segn las palabras de Zenocb, y para ser crucificado
segn las palabras de Neum, y para ser enterrado en un
sepulcro segn Zenos, el que habla tambin sobre tres
dias de tinieblas que sern dados por seal de su muerte
los que habitarn las islas de la mar, y mas especial-
mente los de la casa de Israel.
H aqu en efecto, las palabras del profeta Cierta-
:
mente, el Seor Dios visitar unos por su propia voz,
causa de su justicia, para su salvacin inmensa ale-
gra; y visitar otros por medio de los truenos y relam-
PRIMER LIBRO DE NEPHI. 51
pagos de su potencia, por las tempestades, por el fuego,
el humo, los vapores de tinieblas, los hundimientos de
tierra, y por la elevacin de nuevas montaas ; todo lo
que ocurrir seguramente dice el profeta Zenos. seY
abrirn las rocas de la tierra y por las convulsiones de
;
la tierra, un gran numero de reyes de las islas de la mar
sern llevados esclamar, inspirados por el Espritu de
Dios: El Dios la naturaleza sufre! En cuanto los
que estn en Jerusalem, dice el profeta, sern castigados
por todos los pueblos, por haber crucificado al Dios de
Israel, y por no haberle abierto sus corazones, desechan-
do los signos, los milagros, la potencia y la gloria del
Dios de Israel y por haber cerrado sus corazones y
;
haber despreciado al Muy Santo de Israel, andarn er-
rantes sobrejla tierra, perecern, y vendrn convertirse
en objecto de escarnio, burla y desprecio de todas las na-
ciones.
53. No obstante, dice el profeta, cuando llegue el
dia, en que no cierren por mas tiempo sus corazones al
Muy Santo de Israel, l se acordar en aquel dia de las
alianzas que tiene echas con sus padres ; si, entonces se
acordar de las islas de la mar; si, entonces dice el
Seor, siguiendo las palabras del profeta Zenos, yo reco-
ger todos los pueblos de la casa de Israel de las cuatro
partes del mundo y toda la tierra ver la gloria de Dios,
:
dice el profeta ; si, y todas las familias, naciones, len-
guas, y pueblos sern bendecidos.
54. Y
yo, Nephi, he escrito estas cosas para que
sean tiles mi pueblo, por si acaso puedo conseguir el
persuadirles que se acuerden del Seor, su Redentor
por cuyo motivo, me dirijo en lo que digo toda la casa
de Israel, por si sucede que estas cosas llegan ellos.
Porque h aqu que siento, al pensar en los que han
quedado en Jerusalem, tal dolor en mi alma, que pade-
cen todas las coyunturas de mi cuerpo, porque si el
L
Seor, en su misericordia no me hubiera mostrado lo que
concierne los Judios de Jerusalem, como se las ha
mostrado los antiguos profetas, yo tambin hubiera
perecido con ellos. Porque en verdad, l ha mostrado
los antiguos profetas todo lo concerniente ellos,
como mostr tambin algunos de ellos lo que se rela-
ciona con nosotros ; por cuyo motivo, es absolutamente
necesario que sepamos estas cosas, que para esto han sido
escritas sobre las placas de metal.
52 PRIMER LIBRO DE NEPHI.
CAPITULO VI.
1. Entonces, yo, Nephi, les ense estas cosas
mis hermanos, y les le un gran numero de las que se
hallaban grabadas sobre las placas de metal, para que
tuvieran conocimiento de lo que el Seor haba hecho
con los pueblos antiguos de otros pases. Y les le tam-
bin mucbas de las cosas escritas en el libro de Moiss.
Y para convencerles mas que creyeran en el Seor, su
Bedentor, les le lo escrito por el Profeta Isaas aplican-
:
do las escrituras nosotros mismos, para nuestra utili-
dad instruccin. Por lo que les dije: Escuchad las
palabras del profeta, vosotros, que sois un reato de la
casa de Israel, una rama que ha sido separada de l;
escucbad las palabras del profeta escritas para toda la
casa de Israel, y aplicroslas vosotros mismos para que
por medio de ella? permanezcis en la esperanza, lo mis-
mo que vuestros hermanos, de los que habis sido sepa-
rados. Porque h aqu lo que el profeta ha escrito : Oid
esto, casa de Jacob, que os llamis del nombre de Israel,
los que salieron de las aguas de Jud, los que juran en el
nombre de Jehov, y hacen memoria del Dios de Israel,
mas no en verdad ni en justicia: (porque de la cuidad
santa se nombran, y en el Dios de Israel confian su :
nombre, Jehov de los ejrcitos,) Lo que pas, ya de
antes lo dije, y de mi boca sali: publiqulo, hcelo
presto, y vino ser. Porque couozco que eres duro, y
nervio de hierro tu cerviz, y tu frente de metal, djetelo
ya dias ha; antes que viniese te lo ense, porque no
dijeses. Mi idolo lo hizo, mi estatua de escultura y de
fundicin mand estas cosas. Ostelo, ostelo todo y :
no lo anunciaris vosotros ? Ahora pues te he hecho oir
nuevas y ocultas cosas, que tu no sabias. Ahora han
sido criadas, no en dias pasados ni antes de esta dia las
;
habas oido, porque no digas: H aqu que yo )o sabia.
Si, nunca lo habas oido, ni nunca lo habas conocido;
ciertamente, no se abri antes tu oreja. Porque sabia
que desleal habas de desobedecer, por tanto te llam
rebelde desde el vientre.
2. No obstante, por amor de mi nombre dilatar mi
furor, y para alianza mia te dar largas, para no talarte.
H aqu te he purificado, hete escogido en horno de
afliccin. Por mi, por amor de m lo har porque,
:
PRIMEE LIBRO DE NEPHI. 53
como seria amancillado mi nombre? y mi honra no la
dar otro.
yeme, Jacob, y t, Israel, llamado de m. Yo mismo,
yo el primero, yo el postrero tambin. Mi mano fund
tambin la tierra, y mi mano derecha midi los cielos
con el palmo; en llamndolos yo, paracieron junta-
mente. Juntaos todos vosotros, y od Quien hay :
entre ellos que anuncie estas cosas? Jehov le am, el
cual ejectala su voluntad en Babilonia, y su brazo caer
sobre los Caldeos. Yo, yo habl, y le llam declarar,
y le traje por tanto ser prosperado su camino.
;
4. Allegaos mi, oid esto Desde el principio no
:
habl en escondido; desde que la cosa se hizo estuve
all; y ahora el Seor Jehov me envi, y su Espiritu.
Y as- ha dicho Jehov, Redentor tuyo, el Santo de
Israel Yo Jehov Dios tuyo, que te ensea probechosa-
:
mente, que te encamina por el camino que andas, ojal
miraras t mis mandamientos fuera entonces tu paz
:
como un rio, y tu justicia como Jas ondas de la mar:
fuera como la arena tu simiente, y ios renuevos de tus
entraas como laspedrezuelas de ella; nunca su nombre
fuera cortado, ni raido de mi presencia.
5. Salid de Babilonia, huid de entre los Caldeos:
dad nuevas de esto con voz de alegria, publicadlo,
llevadlo hasta lo postrero. Decid Redimi Jehov :
Jacob su siervo. Y" no tuvieron sed cuando los llev por
los desiertos hzoles correr agua de la piedra; cort la
:
pea, y corrieron aguas. Y pesar de haber hecho todo
esto, y mas que esto todava, no hay paz para los malos,
dijo Jehov.
6. Y
otra vey Oidme, casa de Israel, vosotros los
:
que habis sido separados y echados fuera causa de la
malignidad de los pastores de mi pueblo; si. vosotros, to-
dos los que habis sido separador y esparcidos, vosotros
los que sois de mi pueblo, casa de Israel. Oidme, islas
de la mar; y escuchad pueblos lejanos. Jehov me
llam desde el vientre; desde las entraas de mi madre
tuvo mi nombre en su memoria. Y
puso mi boca com
espada aguda cubrime con la sombra de su mano, y
:
psome por saeta limpia; guardme en su aljaba, y
djome Mi siervo eres, oh Israel, que en t, me gloriar.
:
Yo empero dije Por dems he trabajado, en vano y sin
:
provecho he consumido mi fortaleza; mas mi juicio est
delante de Jehov, y mi recompensa con mi Dios.
7. Ahora pues, dice Jehov, el que rae form desde
el vientre por su siervo, para que convierta l Jacob :
Bien que Israel no se juntar, con todo estimado ser en
54 PEIMER LIBRO DE NEPHI.
los ojos de Jehov, y el Dios mi ser mi fortaleza. Y
dijo Poco es que t
: me
seas siervo para levantar las
tribus de Jacob, y para que restaures los restos de Israel
tambin te di por luz de las Gentes, para que seas mi
salud hasta lo postrero de tierra.
la As ha dicho
Jehov, Redentor de Israel, Santo suyo, al menospre-
el
ciado del hombre, al abominado de las gentes, al siervo
de los tiranos Vern reyes, y levantarnse principes, y
:
adorarn por Jehov; porque fiel es el santo de Israel, el
cual te escogi. Asi dijo Jehov: En la hora de con-
tentamiento te o, oh islas de la mar, y en el dia de salud
te ayud : yo te guardar^ y te dar por alianza del
pueblo, para que levantes la tierra, para que heredes
asoladas heredades; para que digas los presos : Salid,
y los que estn en tinieblas Manifestaos. En los
:
caminos sern apacentados, y en todas las cumbres
sern sus pastos. No tendrn hambre ni sed ; ni el calor,
ni el sol los afligir porque el que tiene de ellos miseri-
:
cordia los guiar, y los conducir manaderos de aguas.
Y tornar camino todos mis montes, y mis calzadas
sern levantadas. Y entonces, oh casa de Israel, h
aqu, estos que vendrn de lejos: y h aqu, estos otros
del Norte y del Occidente y h aqu, estos otros de la
:
tierra de Sinim.
8. Cantad alabanzas, oh cielos; y algrate, oh
tierra; porque sern asentados los pies dlos que estn
en el Este. Prorumpid en alabanzas, oh montes; porque
Jehov ha consolado su pueblo, y de sus pobres tendr
misericordia. Mas Sion dijo: Dejme Jehov, y se
olvid de m el Seor. Pero l probar que no es as.
Porque, podr olvidarse una mujer de lo que pari, de
tal modo que no se compadezca del hijo de su vientre?
Pues aunque se olviden ellas, yo no me olvidar de t.
Porque h aqu que te tengo esculpida en las palmas de
las manos; tus muros estn siempre delante de m. Tus
edificadores vendrn aprisa para defenderte ; y tus des-
truidores y tus asolodores saldrn de t.
9. Alza tus >jos alrededor, y mira: todos estos se
han reunido, han venido contra t. Vivo yo, dice Jehov,
que de todos, como de vestidura de honra, sers vestida,
y de ellos sers ceida como novia. Porque tus asola-
mientos, y tus ruinas, y tu tierra desierta, ahora ser
angosta por la muititud de los moradores; y tus destrui-
dores sern apartados lejos. Aun los hijos de tu orfandad
dirn tus oidos: Angosto es para mi este lugar; dame
lugar donde pueda habitar. Entonces dirs en tu cora-
zn: Quien me engendr estos? porque yo sin hijos
PEIMEB LIBEO DE NEPHI. 55
estaba, y peregrina y desterrada
sola, quien pues en-
:
gendr estos? H aqui yo estaba dejada sola; estos? de
donde vinieron ellos aqui?
10. As dijo el Seor Jehov H aqu, yo alzar
:
mi mano las gentes, y los pueblos levntale mi ban-
dera; y traern en brazos tus bijos, y tus bijas sern
traidas en hombros y reyes sern tus ayos, y sus reinas
:
tus amas de leche el rostro inclinado tierra te adora-
:
rn, y lamern el polvo de tus pies y conocers que yo
:
soy Jehov, que no se avergonzarn los que me esperan.
Ser quitada la presa al valiente? libertarse la cau-
tividad legitima? As empero dice Jehov Cierto, la
:
cautividad ser quitada al valiente, y la presa del
robusto ser librada y tu pleito yo le pleitear, y yo
:
salvar tus hijos: Y
los que te despojaron har
comer sus carnes; y con su sangre sern embriagados,
como con mosto y conocer toda carne que yo soy
:
Jehov tu Salvador, y tu Redentor, el Fuerte de Jacob.
CAPITULO VII,
1. Y despus que yo, Nephi, hube leido mis her-
manos estas cosas que se hallaban grabadas sobre las
placas de metal, vinieron m y me dijeron: Que
significan estas cosas que nos has leido ? Como debemos
comprenderlas, como cosas espirituales, que vendrn
realizarse segn el espritu y no segn la carne? Y
yo
les contest: Estas cosas han sido manifestadas los
profetas por la voz del Espritu ; por que por el Esp-
ritu son reveladas los profetas todas las cosas que
deben suceder a los hijos de los hombres segn la
carne. Por tanto, las cosas que os he leido, son
la vez temporales y espirituales. Y
aparece en ellas
que la casa de Israel vendr quedar dispersada,
mas menos tarde, sobre toda la superficie de la tierra,
y tambin por todas las naciones; y ha sucedido ya, que
los habitantes de Jerusalem han perdido un gran numero
de gentes si, porque la mayor parte de todas las tribus
:
han salido de ella ; y se han dispersado ac y all sobre
las islas de la mar ; sin que ninguno de nosotros sepa
donde han ido parar, solo se sabe que han sido llevadas
otra parte.
2. Y desde que han salido, es desde cuando han
sido dadas estas profecas sobre ellos y sobre los que mas
tarde sein dispersados y destruidos, causa del Muy
56 PRIMEE LIBRO DE NEPHI.
Santo de Israel porque endurecern sus corazones con-
;
tra l. Por esto es, por lo que sern dispersados por
todas las naciones y odiados de todos los hombres. No
obstante, despus que haya pasado esto sern nutridos
por los Gentiles, y el Seor levantar su mano sobre los
Gentiles, y los pondr como por estandarte, y sus hijos
sern llevados sobre sus brazos, y sus hijas sobre sus
hombros; b aqui pues las co?as temporales; porque es-
tas son las alianzas que el Seor ha hecho con nuestros
padres; todo lo cual nos comprende tambin nosotros,
lo mismo que nuestros hermanos los de la casa de
Israel. Las que significan, que en los tiempos venideros,
despus que la casa de Israel haya sido dispersada y des-
preciada, el Seor Dios har que se levante entre los
Gentiles una poderosa nacin, si, una nacin que apare-
cer sobre la superficie de este misma tierra y es por
;
ella por la que sern dispersados nuestros descendientes.
Y despus que hayan sido dispersados, el Seor Dios
empezar una obra maravillosa entre los Gentiles, la
cual ser de una gran importancia para nuestros descen-
dientes por lo que dice figuradamente que sern nutr-
:
dos por los Gentiles y llevados sobre -us brazos y sobre
sus hombros: cuya obra ser de g'-au importancia, no
solamente para los Gentiles, sino para toda la casa de
Israel, porque dar conocer las alianzas del Celeste
Padre con Abraham, en las que dice: En tu posteridad
sern bendecidas todas las familias de la tierra. Y ahora
quiero haceros comprender, mis queridos hermanos, que
todas las familias de la tierra no pueden ser bendecidas,
menos que el Seor no desnude su brazo la vista de
las naciones.
3. Si, Jehov desnudar el brazo de su santidad
la vista de todas las gentes, haciendo que lleguen sus
alianzas y su Evangelio los que pertenecen ala casa de
Israel. Por lo que los sacar de su cautividad, y los
juntar sbrela tierra de su herencia; y saldrn de la
oscuridad y de las tinieblas y sabrn que el Seor es su
;
Salvador y su Redentor, el Todopoderoso de Israel. Y la
sangre de esa grande y abominable iglesia, que es la
prostituta de toda la tierra, caer sobre su propia cabeza
porque se declarar la guerra entre los que la constituyen,
y la espada que levantan con sus manos caer sobre sus
propias cabezas ; y se emborracharn con su propia san-
gre. Y todas las naciones que peleen en contra de t,
oh casa de Israel, se volvern unas contra otras, y caern
en la fosa abierta por ellas para enterrar al pueblo del
Seor. Ytodos los que combatan contra Sion perecern.
PRIMEE LIBRO DE NEPHI. 57
Y esa gran prostituta que ha pervertido las rectas vias
del Seor, si, esa grande y abominable iglesia caer y se
cenvertir en polvo, y ser grande su caida.
4. Porque, h aqu, dice el profeta, que se acerca el
tiempo en que Satn no tendr mas poder sobre el cora-
zn de los hijos de los hombres; porque se acerca el dia,
en que todos los oigullosos y todos los obradores de
iniquidad sern como el rastrojo; y el dia en que sern
quemados se acerca ya. Si, ya se acerca el tiempo en
que la plenitud de la clera de Dios caer sbrelos hijos
de los hombres; porque no consentir mas que los mal-
vados destruyan los justos. Por tanto, por su poder
preservar los justos cuando venga la plenitud de su
colera, y los preservar hasta del fuego que destruir
sus enemigos. Asi pues, los justos nada tienen que
temer; porque as dice el profeta; Ellos se salvarn
aunque esto deba hacerse por medio del fuego.
5. H aqu, os digo, mis queridos hermanos, que estas
cosas vendrn seguramente en un periodo no muy
lejano ; si, que vendr la sangre, el fuego y el vapor de
humo sobre la superficie de esta misma tierra. Y esto
ser lo que vendr sobre los hijos de los hombres, segn
la carne, si sucede que endurecen sus corazones contra
el Muy Santo de Israel : pero los justos no perecern, y
vendr seguramente el tiempo en que todo el que com-
bata contra Sion perecer. Y el Seor preparar una via
para su pueblo, en cumplimiento las palabras de
Moiss, que dicen : El Seor, vuestro Dios, levantar
entre vosotros un profeta como yo al que oiris en todo
:
lo que os diga : porque ocurrir que todo el que no oiga
este profeta, ser echado de entre el pueblo.
6. Ahora, yo, Nephi, os declaro que este profeta de
quien habla Moiss, es el Muy Santo de Israel. Por cuyo
motivo, l es el que os juzgar con justicia, y los justos
no tendrn nada que temer, porque no sern confun-
didos. Pero el reinado del demonio se establecer entre
los hijos de los hombres, entre los que viven segn la
carne porque llegar pronto la poca en la que todas las
:
iglesias fundadas en el lucro y en el poder temporal, y en
la que todos los que buscan la popularidad los ojos del
mundo, y van tras la lascivia de la carne, y tras los
bienes de la tierra, y que se entregan toda clase de
iniquidades, temblarn y se tremecern sobrecogidos de
espanto; si, una poca, en fin, en laque temblarn y se
llenarn de espanto todos los que pertenecen al reino del
diablo estos son los que sern consumidos como el ras-
:
58 SEGUNDO LIBRO DE NEPHI.
trojo: estos son quienes se refieren las palabras de
los profetas, y este es su significado.
7. Y
se acerca el tiempo en que crecern los justos
como terneros mantenidos pesebre que es el tiempo
;
en que el Muy
Santo de Israel reinar y ejercer su domi-
nio con gran poder y gran gloria. El juntar sus hijos
de las cuatro partes de la tierra ; l contar sus carne-
ros y ellos le conocern. Entonces habr un solo redil y
un solo pastor. El apacentar sus carneros y en l halla-
ran ellos su alimento, Ycausa de la justicia de su
pueblo, Satn no tendr mas poder, ni ser desatado por
muchos aos; porque Satn no tiene poder alguno sobre
el corazn del pueblo, desde el momento que vivan en la
santidad y en la justicia y que reine el Muy Santo de
Israel.
8. Y yo, Nephi, que todas estas cosas
os digo ahora,
vendrn suceder segn Pero, h aqu, que
la carne.
todas las naciones, familias, lenguas y pueblos, vivirn
sin peligro en el Muy Saut de Israel, si sucede que se
arrepienten.
9. Y
con esto concluyo por ahora; porque no me
atrevo extenderme mas sobre estas cosas. Por lo que
quisiera haceros comprender, mis queridos hermanos,
cuan verdaderas son las cosas contenidas en estas placas,
y que tuvierais siempre presente, que en ellas se declara
que los hombros deben prestar obediencia los manda-
mientos de Dios. Por lo tanto no debis suponer que
somos solo mi padre y yo, los que os hemos dado testi-
monio de ello. As pues, si obedecis los mandamientos
de Dios hasta el fin, os salvaris en el ultimo dia. Asi
sea. Amen.
SEGUNDO LIBRO DE NEPHI.
CAPITULO XII.
1. Os he hablado, mis queridos hermanos, segn el
Espritu me ha impelido por lo tanto s ciertamente
;
que cuantas cosas os he anunciado vendrn realizarse.
Do que se escribir en el libro ser de gran valor para los
de nuestra posteridad, que es un resto de la casa de Isra-
el. Porque suceder en aquel dia, entre las iglesias que
han sido fundadas y no lo han sido para el Seor, que
cada una de ellas dir las otras Yo soy la del Seor;
:
y las otras dirn tambin cada una de ellas: Yo soy
la del Seor. As es como hablarn todos los que han
fundado iglesias y no para el Seor ; y altercarn unos
SEGUNDO LIBEO DE NEPHI. 59
con otros; y lo mismo harn sus sacerdotes unos con
otros los que ensearn segn su propias sabiduras, y
;
negarn el Espritu Santo que da el conocimiento y la
palabra. Y
negarn el poder de Dios, el Muy Santo de
Israel ; y dirn los pueblos : Escuchadnos y oir nues-
tros preceptos ; porque hoy no hay Dios : porque el
Seor y Redentor L ha concluido su obra, y ha dado su
poder los hombres. Escuchad pues nuestros precep-
tos si os dicen Un milagro ha sido hecho ahora por la
; :
mano del Seer, no lo creis ; porque hoy no existe un
Dios de milagros, l ha concluido y a su obra. Si, porque
habr muchos que dirn, come, bebe, y divierte, porque
maana moriremos ; y todo ser bueno para nosotros.
Y habr tambin otros que dirn Come, bebe, y rego-
:
cjate; pero teme a Dios, que te absolver de tus peque-
os pecados; si, miente un poco, aprovchate de las
palabras de los dems, arma trampas tu vecino ; en
todo esto no hay mal alguno. Y haz todas estas cosas,
porque maana moriremos ; y si sucede que se nos halla
culpables, Dios nos castigar un poco ; pero al fin nos
salvaremos en el reino de Dios. Si, y habr muchos que
ensearn de este modo, falsas, vanas y locas doctrinas;
hinchndose en el orgullo de sus corazones, tratarn de
ocultar sus maquinaciones al Seor; y sus obras se rea-
lizarn en las tinieblas y la sangre de los santos clama-
;
r desde la tierra contra ellos. Porque se han separado
del verdadero camino y se han pervertido.
;
Y causa
de su orgullo, de sus falsas prediccicnes, y de su culpa-
ble doctrina, se han corrompido y exaltado sus iglesias,
llenndose de orgullo. Ellos roban los pobres con mo-
tivo de sus ricos santuarios; ellos roban los pobres por
motivo de sus ricas vestiduras ellos persiguen al hu-
;
milde y al sencillo de corazn, porque estn llenos de
orgullo. Ellos llevan derecho el cuello y levantada la
cabeza si, y causa de su orgullo, de sus maldades, abo-
:
minaciones y lascivias, se han extraviado todos, salvo un
pequeo numero que son humildes servidores del Cristo;
no obstante, son guiados de tal manera que se engaan en
muchos casos, por causa de las equivocadas enseanzas
de los preceptos de los hombres.
2. Ay del sabio, ay del instruido y del rico, que se
han hinchado en el orguilo de sus corazones, y ay de to-
dosaquellos que se entregan ala lujuria, y pervierten las
rectas vias de) Seor; desgraciados, desgraciados, des-
graciados de ellos, dice el Seor Dios Todopoderoso;
porque sern arrojados en el infierno.
3. Ay de los que vuelven la espalda al justo y sin
60 SEGUNDO LIBEO DE NEPHI.
razn hablan contra lo que es bueno, y dicen que nvale
nada; porque llegara un dia en que el Seor Dios visita-
r sbitamente los habitantes de la tierra ; en aquel
dia en que se llene la medida de su iniquidad, en el que
perecern. Pero h aqu, que si se arrepienten los habi-
tantes de la tierra de sus maldades y abominaciones, no
sern destruidos, dice el Seor de los Ejrcitos. Porque
es nece&ario que caiga esa grande y abominable iglesia,
la prostituta de toda la tierra, y grande ser su caida;
porque temblar el reino del diablo, y los que le pertene-
cen vendrn al arrepentimiento, de otro modo el diablo
les ligara con sus eternas cadenas, excitndoles al furor,
y perecern ; porque l pondr el furor en el corazn de
los hijos de los hombres, y l los excitar la ira contra
lo que es bueno ; y el tranquilizar otros y los adorme-
cer fiados en una seguridad carnal, de modo que dirn :
Todo va bien en Sion ; si, Sion prospera, todo va bien.
Asi es como Satn engaar sus almas, llevndoles dul-
cemente al infierno. Y
l alabar otros y los dir que
no hay infierno ; y les dir tambin Yo no soy el dia-
:
blo, porque no le hay. As ser como les susurrar al
oido, basto que los enlace con sus horrorosas cadenas, de
de donde no sern librados. Si, de este modo s apode-
rar de ellos la muerte y el infierno; y la muerte el in-
fierno y el diablo, y todos los que hayan sid presos en
sus cadenas, aparecern ante el trono de Dios, y sern
juzgados segn sus obras yendo desde all al lugar que
;
les ha sido preparado, que es el estanque de azufre y fue-
go, cuyos tormentos no tienen fin. Por lo tanto, Ay
del que exclama Todo va bien en Sion. Si, ay del
: !
que escucha las doctrinas de los hombres, y niega el
poder de Dios y el don del Espritu Santo. Si, ay del !
que dice: Ya hemos recibido cuanto necesitbamos y
no tenemos necesidad de mas. Enfin ay de aquel
!
quien la verdad de Dios le hace temblar de colera.
Porque el que ha sido edificado sobre la roca, la recibe
con alegra; pero el que lo ha sido sobre arena, tiembla
por miedo de caer.
4. Ay de los que dirn, hemos recibido la palabra
de Dios, y no tenemos necesidad de recibir mas sus pala-
bras, porque tenemos bastante. Porque, as dice el
Seor Dios; Yo dar los hijos de los hombres, linea
sobre linea, precepto sobre precepto, aqu un poco, y mas
all otro poco mas; y benditos sern ios que escuchen mis
mandamientos y presten atencin mis consejos, para que
aprendan sabidura porque al que lo recibe yo le dar
;
mas; y los que digan que tienen bastante les ser
SEGUNDO LIBEO DE NEPHI. 61
quitado hasta lo mismo que tienen. Maldito es el que
pone su confiauza en el hombre, 6 hace de la carne su
arma, escucha los preceptos de los hombres, menos
que estos preceptos sean dados por el poder del Espritu
Santo.
5. Ay de los Gentiles, dice el Seor Dios de los
ejrcitos, porque, pesar de que extienda mi brazo hacia
ellos de dia en dia, todavia me negarn. No obstante, si
se arrepienten y vienen m, yo les ser misericordioso ;
porque mi brazo est extendido todo lo largo del dia,
dice el Seor Dios de los ejrcitos.
6. Porque h aqu, que cuando yo empieze realizar
una obra maravillosa entre los Gentiles, para recordar
las alianzas que tengo hechas con los hijos de los hom-
bres, y extender mi mano por segunda vez para rescatar
mi pueblo, que es de la casa de Israel h aqui que en-
;
tonces me acordar de las promesas que te tengo hechas,
ti, Nephi, y tu padre ; de que me acordar de vuestra
posteridad, y de que las palabras de vuestra posteri-
dad saldrn de mi boca para los de vuestra posteri-
dad. Entonces resonarn mis palabras hasta en los
estremos de la tierra, y sern como un estandarte para
mi pueblo, que es do la casa de Israel. Suceder enton-
ces, que muchos Gentiles dirn Una Biblia, una Biblia,
:
nosotros tenemos una Biblia, y no puede haber otra al-
guna mas. Pero as dice el Seor Dios: Insensasatos
Ellos tendrn una Biblia, que proceder de la boca de
los Judos, el pueblo de mi antigua alianza. Y que
agradecimiento rinden los Judos por la Biblia que han
recibido de ellos? ?Que pretenden por esto los Gentiles?
? Se acuerdan de los trabajos, las penas, las afliciones, y
las miserias que han padecido los J udios, y de su
fidelidad y diligencia para conmigo en llevar la salud
los Gentiles?
7. Ab, Gentiles! Gentiles! os habis acordado por
eso de los Judios, del pueblo de mi antigua alianza ? No
sino que los habis maldecido, y los habis odiado,
y no habis pensado en ayudarles. Pero yo har que
todo esto caiga sobre vuestras cabezas, porquo yo, el
Seor, no los he olvidado. Que decs vosotros insensa-
tos: Tenemos una Biblia, una Biblia, y no tenemos
necesidad de otra alguna. Como hubierais obtenido
una Biblia si no hubiera sido por los Judios? No sabis
que hay mas de una nacin? No sabis que yo, el
Seor, vuestro Dios, he creado todos los hombres, y que
no he olvidado los que habitan las islas de la mar, y
que domino en los mas altos cielos, como en lo mas pro-
62 SEGUNDO LIBRO DE NEPHI.
fundo de la tierra, y que mi palabra llega los hijos de
los hombres en todas las naciones dla tierra? Por lo
tanto, porque murmuris, de que habis de recibir mas
mis palabras? No conocis que el testimonio de dos
naciones es una prueba mas de que yo soy Dios, y de que
me acuerdo lo mismo de una nacin como de otra? Por
consiguiente, loque digo la una lo digo tambin la
otra; y cuando se renan estas dos naciones, el testimo-
nio de cada una de ellas se reunir tambin. Y lo hago
asi para que sirva de prueba las gentes de que yo soy
el mismo, ayer, hoy, y siempre y que doy mis palabras
;
segn me place. Y no debis suponer, que por que haya
pronunciado una palabra no he de pronunciar mas por- :
que mi obra no ha concluido todavia ni se concluir
;
hasta el destino final del hombre; ni desde entonces
hasta la eternidad.
8. Por lo tanto, no porque tengis una Biblia debis
suponer que ella contiene todas mis palabras ni creis ;
tampoco que no he de dar escribir mas porque yo man-
;
do todos los hombres del Este, del Oeste, del Norte, y
del Sur, y los de las Islas de la mar, que escriban las pa-
labras que yo les anuncio porque yo juzgar al mundo
:
segn los libros que hayan sido escritos, cada uno se-
gn sus obras, conforme lo escrito. Porque h aqu,
que yo hablare los Judios, y ellos escribirn lo que yo
les diga; yo hablar los Nephitas, y tambin ellos
escribirn lo que les diga; hablar asimismo las tribus
de la casa de Israel, las que he llevado otra parte, y
tambin lo escribirn ; y del mismo modo hablar to-
das las naciones de la tierra, y ellas lo escribirn tam-
bin.
9. Y de este modo vendr suceder que los Judios
poseern las palabras de los Nephitas, y los Nephitas las
de los Judios; y los Nephitas y los Judios poseern las
palabras de las tribus perdidas de Israel ; y las tribus per-
didas de Israel poseern las palabras de los Nephitas y
de los Judios. Y sucederque se reunir mi pueblo, que
es de la casa de Israel, en el pais de su posesin y mi :
palabra se reunir tambin en una. Y yo probar a los
que pelean contra mi palabra y contra mi pueblo, que es
de la casa de Israel, que yo soy Dios y que he prometido
Abraham que me acordar siempre de su posteridad.
10. Ahora voy deciros, mis queridos hermanos,
que yo, Nephi, no consentir que vosotros os supongis
mas virtuosos que lo sern los Gentiles en aquel tiempo.
Porque menos que no guardis los mandamientos de
Dios, pereceris todos igualmente ; ni pensis tampoco,
SEGUNDO LIBRO DE NEPHI. 63
causa da lo que os he dicho, que los Gentiles han de ser
completamente destruidos; porque yo os declaro, que
todos los Gentiles que se arrepientan tendrn parte en la
alianza del Seor; y que todos los Judos que no se
arrepientan sern reprobados; porque yo el Seor no
hago alianza con ninguno, mas que con los que se
arrepientens y creen en su Hijo, el Muy Santo de
Israel.
11. Ahora, quisiera profetizaros algo relativamente
los Judos y los Gentiles. Porque tan pronto como
aparezca el libro de que os he hablado, y sea dado los
Gentiles, y de nuevo quede sellado otra vez para el Seor,
habr muchos que creern en lo que est escrito, y que
le harn llegar al resto de nuestro posteridad. Entonces,
tendr conocimiento de nosotros el resto de nuestra pos-
teridad ; y entonces sabrn que proceden de Jerusalem,
y que descienden de los Judos y entonces les ser
;
anunciado el Evangelio de Jesucristo. Por donde ven-
drn de nuevo al conocimiento de sus antecesores, y al
de Jesucristo, tal como fu conocido por sus padres. En-
tonces se regocijarn, porque conocern que es una ben-
dicin que les viene por la mano de Dios ; y caern de
sus ojos las escamas que los cegaban ; y no pasarn mu-
chas generaciones sin que se conviertan en un pueblo
delicioso y blanco.
12. Y suceder tambin, que los Judos que estn
esparcidos y dispersados, empezarn creer en el Cristo,
y empezarn reunirse sobre la superficie del pais; y
ocurrir que cuantos crean en el Cristo se convertirn
tambin en un pueblo delicioso.
13. Y el Seor Dios empezar entre todas las
naciones, familias, lenguas y pueblos, la obra que ha de
traer efecto la restauracin de su pueblo sobre la tierra.
Y juzgar el Seor los pobres con justicia, y argir
con equidad por los mansos de la tierra y herir la
:
tierra con la vara de su boca, y con el espritu de sus
labios matar al impio. Porque se acerca el tiempo en
que el Seor har que aparezca una gran divisin entre
los pueblos, en la que I03 malos sern destruidos. Pero
l librar su pueblo, si, aun cuando suceda que tenga
que destruir los malvados por medio del fuego. Y
ser la justicia ceidor de sus lomos, y la ' ceidor de
sus rones. Morar el lobo con el cordero, y el tigre
con el cabrito se acostar ; el becerro, y el len, y la
bestia domestica andarn juntos, y un nio los pastorea-
r. La vaca y la osa pacern; sus crias se echarn
juntas: el len, como el buey, comer paja. Y el nio
64 LIBBO DE OMNI.
de teta se entretendr sobre la cueva del spid, y el
recien destetado extender su mano sobre la caverna del
basilisco. No harn mal, ni daarn en todo mi santo
monte porque la tierra ser llena del conocimiento de
:
Jehov, como cubren la mar las aguas. Por lo que, las
cosas de todas las naciones sern conocidas si, todas las
;
cosas sern descubiertas a los hijos de los hombres. No
mas secretos que no sean revelados no mas obras de
;
tinieblas que no vengan la luz : no habr mas cosas
selladas sobre la tierra que no vengan quedar descu-
biertas. Por lo que, en aquel tiempo sern descubiertas
los hijos de los hombres todas las cosas que les han sido
reveladas y Satn no tendr poder sobre el corazn de
;
los hijos de los hombres por mas tiempo. Y con este
ceso por ahora, mis queridos hermanos, en lo que tenia
que deciros.
LIBRO DE OMNI.
1. Yo Omni, habiendo recibido la orden de mi
padre Jarom de escribir sobre estas placas las cosas pro-
pias para que se conservase nuestra genealoga, quiero
que sepis que durante el curso de mi vida he tenido
mucho que pelear para impedir que mi pueblo, los
Nephitas, cayeran en manos de los Lamanitas, sus
enemigos ; pero pecador como soy, no he sabido guardar
los mandamientos y estatutos del Seor como deba ha-
berlo hecho.
2. Doscientos sesenta y seis aos han trascurrido,
en el curso de los cuales hemos tenido, tanto tiempos de
paz, como de guerras crueles y sanguinarias. Y henos
aqui ya en el ao doscientos noventa; y habiendo
guardado estas placas segn los mandamientos de mis
padres, se las trasmito mi hijo Amaron. Y con esto
concluyo.
3. Ahora yo, Amaron, voy escribir lo poco que
tengo que decir en el libro de mi padre. H aqui, que
ai concluir el ao trescientos veinte, la parte mas mala de
los Nephitas habia venido quedadar destruida; porque
el Seor no quiso permitir que despus que l los habia
sacado del pais de Jerusalem, y los habia librado de las
manos de sus enemigos, si, despus de todo esto, el
Seor no quiso permitir que dejasen de verificarse las
palabras que dijo a sus padres, esto es :En tanto que no
guardis mis mandamientos no prosperaris en el pais
LIBRO DE OMNI. 65
Por lo que el Seor los visit con grandes castigos. No
obstante conserv los justos, librndoles de las manos
de sus enemigos para que no perecieran. concluyo Y
con esto, entregando los anales mi hermano Chemish.
4. Ahora yo, Chemish, voy escribir unas cuantas
palabras, hacindolo sobre este mismo libro con mi her-
mano. Yo he visto que las ultimas palabras que mi her-
mano escribi, lo fueron por su propia mano ; y que las
escribi el mismo dia en que me las dio. de este Y
modo guardamos los anales segn los mandamientos de
nuestro padre. Y
con esto ceso.
5. Yo, Abinadom, soy el hijo de Chemish. H
visto muchas guerras y contiendas entre mi pueblo los
Nephitas, y los Lamanitas. Con mi propia espada he
matado muchos Lamanitas en defensa de mis hermanos.
H aqui, que los anales de este pueblo se guardan por los
reyes, grabados sobre las placas, de generacin eu genera-
cin. Y
no conociendo profeca alguna revelacin que
no haya sido escrita, lo que he escrito me basta. Y
con esto ceso.
6. Yo soy Amaleki, hijo de Abinadom. Yo os dir
algunas palabras sobre el rey Mosiah, que fu puesto por
rey del pais d Zarahemla. El Seor le avis que saliera
-i
del pais de Nephi, y que llevase consigo cuantos quisie-
ran oir la voz del Seor, siendo guiados por el espritu de
profeca y de predicacin. Y la palabra del Seor les
admonest continuamente, siendo llevados por el poder
de su brazo travs del desierto, hasta que llegaron al
pais de Zarahemla. Y encontraron all un pueblo lla-
mado el pueblo de Zarahemla, el cual se regocij en ex-
tremo, lo mismo que su rey Zarahemla, por haberles
enviado el Seor al pueblo de Mosiah, con las placas de
metal que contenan los anales de los Judos.
7. Entonces supo Mosiah que el pueblo de Zara-
hemla habia salido de Jerusalem en los tiempos en que
el rey Sedelas, rey de Juda, habia sido llevado cautivo
Babilonia: Fu llevado este pueblo por el desierto;
conducido por lo mano de Dios, atraves las grandes
aguas, y llegaron al pais donde Mosiah lo3 descubri;
pais que habitaban desde aquel tiempo. En esta poca,
el pueblo era extremadamente numeroso. No obstante
haban sufrido muchas guerras y graves contiendas, en
las cuales habia perecido mucha gente de tiempo en
tiempo. Su lengua se habia corrompido; no haban
llevado los anales consigo ; y negaban la existencia de su
creador; y ni Mosiah ni su pueblo pudieron compren-
der su lengua.
F
66 LIBRO DE OMNI.
8. Pero Mosiah hizo que se ensease este pueblo
su propia lengua ; y cuando la hubieron aprendido, le
fu posible Zarahemla declarar la genealoga de sus
padres, segn su memoria. La cual se escribi, pero no
sobre estas placas.
9. Se unieron entonces los dos pueblos de Zarahem-
lay de Mosiah siendo elegido Mosiah por rey de ambos.
;
Durante su reino, le fu presentada una gran piedra
cubierta de inscripciones; los cuales interpret por el
don y poder de Dios.
10. Daban estas inscripciones la historia de un
hombre llamado Coriantumr, como tambin el relato
de la exterminacin de su pueblo. Coriantumr habia
sido descubierto por el pueblo de Zarahemla, entre los
cuales vivi por espacio de nueve lunas. Manifestaban
asimismo estas inscripciones algunas cosas sobre sus
antecesores que habian venido de la torre, en lo poca en
que el Seor confundi la lengua del pueblo. Habia
caidosu pueblo bajo el terrible y justo castigo del Seor,
quedando sus huesos al presente diseminados sobre la
tierra del Norte.
11. H aqui, que yo, Amaleki, nac en los dias del
rey Mosiah, quien vi morir. Sucedile Benjamn su
hijo. Siendo en su poca cuando se declar una terrible
guerra entre lo Nephitas y los Damanitas, en la que se
derram mucha sangre de una parte y de otra. Pero los
lephitas obtuvieron sealadas ventajas sobre estos, de
tal modo que concluyo el rey Benjamn por echarles
completamente del pais de Zarahemla.
12. Empezando yo entonces envejecer sin haber
tenido hijos y sabiendo que el rey Benjamin era hom-
;
bre justo delante del Seor, le remit las placas, y exort
todos los hombres que vinieran , Dios, el Muy Santo
de Israel ; y que creyeran en las profecas, en las
revelaciones, en el ministerio de angeles, en el don de
lenguas, en el de interpretacin de lenguas, y en todo lo
bueno que viene del Seor ; como todo lo malo viene del
diablo.
13. Y ahora, mis queridos hermanos, mi deseo es
que vengis al Cristo, que Muy
Santo de Israel, y
es el
participis de su salvacin y del poder de su redencin.
Si, venid l, y ofrecerle vuestras almas ; ayunad, orad,
y perseverad hasta el fin; y tan cierto como vive el Seor,
que si as lo hacis, os salvaris.
14. Voy ahora hablaros de cierto numero de
hombres que para el desierto, con objeto de
salieron
volver al pais de Nephi ; porque muchos de ellos desea-
LIBEO DE NEPHI. 67
de su pertenencia. Su gef, que era
bar poseer el pais
hombre fuerte y robusto, y muy obstinado, provoc entre
ellos una querella y peleando as unos contra otros
;
murieron todos en el desierto, excepcin de cincuenta
que se salvaron, los cuales regresaron al pais de Zara-
hemla.
15. Y reuniendo despus estos un considerable nu-
mero de otros mas, se marcharon de nuevo para el
desierto. Mi hermano parti con ellos. Y desde en-
tonces, no he recibido noticias de ellos. Y hallndome
cerca de descender la tumba ceso de escribir.
LIBRO DE NEPHI
NIETO DE HELAMAN.
CAPITULO V.
Aparece Jesucristo al pueblo de Nephi, segn se hallaba
reunida la multitud en el pais Abundancia, y admin-
istra entre ellos ; asi es como se manifesta a ellos.
1. Sucedi, que se habia reunido una gran multitud
de gente del pueblo de Nephi, a los alredederos del
templo del pais Abundancia ; los cuales se admiraban y
maravillaban unos con otros, contndose mutuamente
los grandes cambios y fenmenos que se haban
verificado en el pais ; entretenindose al mismo tiempo
en hablar del Cristo, y de las seales de su muerte que
ya habian sido dadas.
2. Cuando, h aqu, que segn se hallaban as con-
conversando unos con otros, oyeron de pronto una voz
que lleg ellos como si viniera del cielo con lo que se
:
quedaron admirados y se pusieron mirar por todas
partes, no comprendiendo de donde provenia aquella voz :
voz que no era spera ni ruidosa no obstante, pesar de
:
no ser mas que una voz fina y delicada penetraba com-
pletamenta hasta el centro del corazn, de tal modo que
conmova todas las fibras del alma encendiendo el cora-
zn y haciendo temblar con grata emocin todas las
partes del cuerpo si, penetr hasta lo mas profundo
;
del alma y encendi sus corazones. Sucedi entonces
68 LIBRO DE NEPHI.
que se hizo oir la voz por segunda vez, pero no compren-
dieron lo que decia ; oyndose entonces por tercera vez,
aplicaron sus oidos para escucharla, y mirando hacia
donde sonaba, fijaron sus ojos en el cielo de donde venia
su sonido ; y h aqu que esta tercera vez entendieron la
voz que oian la que les decia Ved mi muy amado
, :
Hijo, en quien me complazco, en quien he glorificado mi
nombre l oid.
:
3. Y
levantando la multitnd sus ojos al cielo, cuando
entendieron lo que decia la voz, vieron un hombre que
descendi de l vestido con una tnica blanca; el que
vino colocarse en medio de ellos. Volvironse entonces
todos los ojos l para mirarle, sin que nadie se atreviera
abrir su boca ni preguntarse unos otros no com- ;
prendiendo lo que aquello significaba, porque suponan
que era un ngel lo que les apareca.
4. Extendiendo este ser su mano habl entonces al
pueblo dicindoles Yo soy Jesucristo, de quien los profe-
:
tas han dado testimonio diciendo, que vendra al mundo.
Yo soy la luz y la vida del mundo; yo he apurado
la amarga copa que el Padre me ha dado, y le glorificado
tomando sobre mi los pecados del mundo, en el que he
cumplido la voluntad del padre en todas las cosas desde
el principio.
5. Cuando Jess hubo pronunciado estas palabras,
cay al suelo toda la multitud, acordndose que les
haba sido profetizado que el Cristo se mostrara ellos
despus de haber ascendido al cielo.
6. Habl entonces el Seor diciendo Levantaos y
:
venid m, para que metis vuestra mano en mi costado,
y para que toquis las marcas que los clavos hicieron en
mis manos y pies, para que sepis que yo soy el Dios de
Israel y el Dios de toda la tierra, y que he muerto por los
pecados del mundo.
7. Yendo entonces la multitud, metieron sus manos
en su costado y tentaron las marcas que haban hecho
los clavos en sus manos y pies ; hacindolo as unos des-
pus de otros hasta que todos se hubieron convencido,
viendo con sus propios ojos, y tentando con sus propias
manos; convencindose de este modo con toda seguridad
y dando testimonio de que efectivamente, l era el que
habia sido anunciado por los profetas.
8. Cuando le hubieron visto y se hubieron conven-
cido, gritaron todos una voz. Hosana ! bendito sea el
nombre del Mas Alto Dios! Y cayendo los pies de
Jesucristo le adoraron.
9. Hablando entones Jess Nephi (que se hallaba
LIBEO DE NEPHI. 69
entre la multitud) le mand que se acercara. Y
levan-
tndose Nenhi se adelanto y se arrodill delante del Se-
or, besando sus pies. Mandle el Seor que se levanta-
ra, y levantndose permaneci en pi delante de l. Y
djole el Seor Yo os doy peder para que bautizis este
:
pueblo en el momento en que suba al cielo por segunda
vez. Llam tambin el Seor otros y les dijo lo mismo,
dndoles el poder bautizar.
10. Y les dijo H aqu como bautizaris
: para que
no haya sobre punto disputas sobre vosotros
este :Des-
cenderis al agua y permaneceris en ella, y bautizaris
en mi nombre. Y h aqu ahora las palabras que pro-
nounciaris llamndoles por su nombre En virtud de
:
la autoridad que me ha sido dada por Jesucristo, yo os
bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espritu
Santo. Amen. Entonces le sumergiris en el agua, y
despus saldris de ella.
11. Esa es la manera como bautizaris en mi nom-
bre, porque, h aqu, os digo en verdad, que el Padre, el
Hijo, y el Espritu Santo son uno mismo. Y yo soy
en el Padre y el Padre es en m, y el Padre y yo somos
uno mismo. Y no habr mas disputas entre vosotros como
los ha habido antes, ni cuestionaris mas entre vosotros
sobre los puntos de mi doctrina, como lo habis hecho
hasta aqu; porque en verdad, en verdad os digo, que
aquel que tiene el espritu de las disputas no es mi, sino
de Satn, que es el padre de las cuestiones, el que excita
la colera al corazn de los hijos de los hombres para
que contiendan unos con otros. Pero, no es mi doctri-
na, que se excite los hombres la colera; sino que mi
doctrina es, que tales cosas cesen desde ahora en adelante.
12. En verdad, en verdad, os digo, que os declarar
mi doctrina, que es la doctrina que el Padre me ha dado;
y yo doy testimonio del Padre, y el Padre le da de m
y el Espritn Santo le da del Padre y de m y yo traigo
;
el testimonio de que el Padre manda todos los hombres,
en cualquiera que sea el paraje en que se encuentren,
que se arrepientan y crean m; los que as lo hagan se
salvarn, y ellos son los que heredarn el reino de Dios.
Y los que no crean en m, ni sean bautizados se condena-
rn. En verdad, en verdad os digo, que esta es mi doc-
trina,y de ella doy testimonio desde el Padre ; y los que
creen en m creen en mi Padre tambin. Y
el Padre le
dar testimonio de m, porque l le visitar con fuego y
con Espritu Santo. As dar el Padre testimonio
de m y el Espritu Santo le dar testimonio del
70 LIBEO DE NEPHI.
Padre y de m porque
: el Padre, yo y el Espritu Santo
somos uno mismo.
13. Yotra vez os lo digo Tenis que arrepentiros
:
y convertiros en nios pequeitos, y ser bautizados en
mi nombre, de otro modo no podris recibir estas
cosas. Y
todava os digo Que tenis que arrepentiros,
:
y convertiros en nios pequeitos, y ser bautizados en
mi nombre, de otro modo no podris heredar el reino
de Dios. En verdad, en verdad, h aqu os digo, que esta
es mi doctrina, y que los que edifican sobre esto, edifican
mi roca, y las puertas del infierno no prevalecern en con-
tra de ellos. Y quienes digan mas menos de esto y lo
establezcan por mi doctrina, los mismos vienen del
demonio, y no edifican sobre mi roca sino que edifican ;
sobre cimientos de arena, y las puertas del infierno esta-
rn abiertas para recibirles cuando vengan las inunda-
ciones y les batan los vientos. As pues id este
pueblo y anunciad las palabras que yo os he dicho hasta
los extremos de la tierra.
14.Cuando Jess hube dicho estas palabras
Nephi, y los que haban sido llamados, (siendo doce el
numero de los que haban sido llamados y haban recibido
el poder y autoridad de bautizar,) h aqu que extendi
su mano hacala multitud y les habl en estos trminos:
Benditos seris si prestis atencin las palabras de estos
doce que yo he escogido de entre vosotros, para que os ad-
ministren y os sirvan yo les he dado el poder de que os
;
bauticen con agua ; porque h aqu, que despus que
hayis sido bautizados con agua, yo os bautizar con
fuego y con Espiritu Santo. Por lo que seris benditos
si creis en m, y os bautizis despus de haberme visto
y de saber que soy yo. S, benditos sern los que crean
en vuestras palabras y se humillen profundamdnte y
sean bautizados; porque ellos sern visitados por el fuego
y por el Espritu Santo, y recibirn la remisin de sus
pecados. Si, benditos son los pobres de espritu que
vengan m porque de ellos es el reino de los cielos.
Benditos son los que lloran porque ellos sern consola-
dos ; benditos son los humildes porque ellos heredarn
la tierra. Benditos son los que padecen hambre y sed
de justicia, porque ellos sern llenos con el Espritu
Santo. Benditos son los misericordiosos porque obten-
drn misericordia. Benditos son los puros de corazn,
porque ellos vern Dios. Benditos son los pacficos por-
que sern llamados hijos de Dios. Benditos son los que
sean perseguidos causa de mi nombre, porque para
ellos ser el reino del cielo. Y benditos seris vosotros
LIBEO DE NEPHI. 71
cuando os insulten y os persigan los hombres y acumu-
len falsamente sobre vosotros toda clase de maldades,
causa de m porque grande ser vuestra algeria y rego-
:
cijo, causa de la gran recompensa que os espera en el
cielo ; porque as han perseguido los profetas que exis-
tieron antes que vosotros.
15. En verdad, en verdad, os digo, que vosotros sois
la sal de la tierra pero si la sal pierde su sabor con que
;
ser salada? La sal entonces no ser buena para nada
mas que para ser arrojada y pisoteada por los hombres.
En verdad, en verdad os digo Yo os hago que seis la
:
luz de este pueblo. Una ciudad colocada sobre una coli-
na no se puede ocultar. Qu? encienden los hombres
una lampara y la ponen debajo de un almud ? No, sino
que la ponen sobre un candelero, para que ilumine to-
dos los de la casa; asi pues, haced brillar vosotros vuestra
luz delante de este pueblo, de modo que pueda ver vues-
tras buenas obras y glorificar vuestro Padre que est
en el cielo. No pensis que he venido destruir la ley y
los profetas ; no, yo no he venido destruir sino cum-
plir; porque en verdad os digo Ni una jota ni un pun-
:
to ha pasado sin cumplirse de la ley; sino que en m ha
sido cumplida toda.
16. H aqu os he dado la ley y los mandamientos
de mi padre, para que creas en m, para que os arrepin-
tis de vuestros pecados, y para que vengis m con
quebrantado corazn y con espritu contrito. H aqu
tenis los mandamientos delante de vosotros, ya se ha
cumplido la ley; as pues, venid m y os salvaris;
porque, en verdad os digo, que menos que guardis los
mandamientos que yo os he dado en este momento, de
ningn modo entraris en el reino del cielo. Habis
oido que fu dicho para los antiguos, y ha sido escrito
tambin para vosotros No matars; y cualquiera que
:
mate incurrii en el riesgo del juicio de Dios. Pero yo
os digo, que cualquiera que se irrita contra su hermano,
esta en peligro de ser juzgado por l. Y cualquiera que
diga su hermano: Paca, cae en el peligro del juicio;
Y el que diga T eres un loco, estar en peligro del in-
:
fierno. Por lo tanto si deseis venir hacia m, y os acor-
dais que vuestro hermano tiene algo contra vosotros, id
primero vuestro hermano y reconciliaos con l y en-
;
tonces venid m con firme resolucin y yo os recibir.
Reconciliaos cuanto antes con vuestro adversario cuan-
do os encontris en el camino con l, no sea que en cual-
quier tiempo se apodere de vosotros y os ponga en pri-
sin. En verdad, en verdad os digo, que no saldris de
72 LIBEO DE NEPHT.
ella hasta que no hayis pagado la ultima senina. Y
mientras que os hallis en la prisin, podris pagar ni
aun una senina? En verdad, en derdad os digo, no.
17. H aqui ha sido escrito para los de los tiempos
antiguos :No cometers adulterio pero yo os digo
;
que cualquiera que ponga los ojos sobre una muger con
lascivia, ya cometido adulterio en su corazn. H
aqu os doy el mandamiento de que no permitis entrar
estas cosas en vuestro corazn; porque, seria mejor para
vosotros el alejaros de estas cosas tomando vuestra cruz,
que el ser arrajados en el infierno. Escrito est, que el
que repudie su muger la d carta de divorcio. En
verdad, en verdad, os digo, que cualquiera que repudie
su muger, como no sea por causa de fornicacin comete
adulterio y el que esposa la divorciada comete tam-
;
bin adulterio.
18. Tambin esta escrito: No sers perjuro sino
que cumplirs al Seor tus juramentos. Pero, en ver-
dad, en verdad os digo No juris de ningn modo, ni
:
por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra,
porque es la peana de sus pies; ni aun por vuestra
cabeza juraris, porque vosotros no podis hacer que un
cabello sea blanco 6 negro ; sino que vuestra manera de
hablar sea s, si no, no porque lo dems que se diga
:
;
mas que esto, de lo malo viene.
19. H aqu, que esta escrito ojo por ojo y diente por
:
diente. Pero yo os digo No resistis al mal ; sino que
:
si cualquiera os hiere en la mejilla derecha, presentadle
la izquierda. Y si un hombre os llama ante el Juez para
quitaros vuestros ropas, dadle tambin vuestra capa. Y
cualquiera que os obligue marchar con l una milla,
id con l dos. Dad al que os pida; y no volvis la
espalda al que os pida prestado.
20. Escrito est tambin Amars tu progimo y
:
odiars tu enemigo. Pero yo os digo Amad vues-
:
tros enemigos, bendecid los que os maldicen, haced el
bien los que os odian, y rogad por los que os calumnian
y persiguen para que seis I03 hijos de vuestro Padre
que est en el cielo ; porque l hace que salga el Sol
sobre los malos y sobre los buenos; por consiguiente
estas casas de los tiempos antiguos que estaban com-
prendidas en la ley, en mi se han cumplido. Las cosas
antiguas han concluido y todo ha sido renovado ; por lo
que deseo que seis perfectos como yo lo soy, 6 como
questro Padre que est en "el cielo. En verdad, os digo,
que deseo que hagis limosnas los pobres; pero guar-
daos de hacer vuestras limosnas para ser vistos de ellos
LIBEO DE NEPHI. 73
porque entonces no recibiris la recompensa de vuestro
padre que est en el cielo. Cuando hagis vuestras
limosnas, no toquis la trompeta delante de vosotros,
como hacen los hipcritas en las calles y en las sinago-
gas, para recibir el homenaje de los hombres. En ver-
dad os digo, que ya tienen su recompensa. Pero,
cuando hagis limosnas haced lo de manera que vuestra
mano derecha no sepa lo que hace vuestra izquierda
para que sean secretas y vuestro Padre que v en
;
secreto, os recompensar abiertamente.
21. Y cuando oris no hagis como hacen los hip-
critas, que les agrada orar en las sinagogas y en las esqui-
nas de las calles, para ser vistos de los hombres. En ver-
dad os digo, que ya tienen su recompenza. Pero voso-
tros, cuando oris, lo haris en secreto, en lo mas retira-
do de vuestra cmara, y cuando hayis cerrado la puerta,
rogad vuestro Padre que est en secreto ; y vuestro
padre, que mira en lo secreto, os recompensar abierta-
mente. Pero, cuando oris no usis vanas repeticiones,
como hacen los paganos, que piensan han de ser escu-
chados por sus muchas palabras. No seis pues seme-
jantes a ellos, porque vuestro Padre conoce las cosas de
que tenis necesidad antes de que se las pidis. De este
modo es como oraris: Padre nuestro que ests en el
cielo, santificado sea tu nombre. Hgase tu voluntad
asi en la tierra como en el cielo. Perdnanos nuestras
deudas cornos nosotros perdonamos nuestros deudores.
No nos dejes caer en la tentacin mas lbranos de mal:
:
porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por todos los
siglos. Amen. Porque si perdonis los hombres sus
ofensas, vuestro Padre celestial os perdonar las vuestras;
pero si vosotros no se las perdonis, vuestro Padre no os
las perdonar vosotros tampoco. Ademas, cuando
ayunis, no aparentis un triste aspecto como hacen
los hipcritas, que desfiguran sus caras para mostrar
los hombres su ayuno. En verdad os digo, que ya
tienen su recompensa. Sino que vosotros, cuando ayu-
nis, perfumaos vuestras cabezas, lavaos vuestros caras ;
para que no mostris los hombres vuestro ayuno, sino
vuestro Padre que est en secreto ; y el Padre que v
en lo secreto, os recompensar abiertamente.
22. No os amontonis tesoros sobre la tierra, donde
los gusanos y las polillas los consumen, y donde los la-
drones asaltan y se los llevan ; sino que amontonaris
para vosotros tesoros en el cielo, donde ni los gusanos
ni las polillas los roen, ni donde asaltan los ladrones y
se los llevan. Porque donde est vuestro tesoro, all est
G
74 LIBRO DE NEPHI.
vuestro corazn. La luz del cuerpo es el ojo, as pues, si
tu ojo es sincero todo vuestro cuerpo estar lleno de luz.
Pero si vuestro oj@ es malo, todo vuestro cuerpo estar
lleno de tinieblas. As que, si la luz que hay en vosotros
es oscuridad cuanto mas ser lo que es oscuridad
Ningn hombre puede servir dos amos, porque odiar
al uno y amar al otro ; servir al uno y despreciar al
otro. No podis servir Dios y Mammn.
CAPITULO VI.
Cuando Jess hubo pronunciado estas palabras, mir
los doce que habia elegido y les dijo: Acordaos de las
cosas que os he enseado. Porque h aqu, que vosotros
sois los que yo he escogido para administrar a este
pueblo. Por lo tanto os digo: No os congojis por
vuestra vida, sobre lo que habis de comer, ni sobre lo
que habis de beber ni tampoco por vuestros cuerpos,
:
por lo que habis de vestir. No es la vida mas que el
alimento y el cuerpo mas que el vestido? Mirad las
aves del cielo que no siembran, ni siegan, ni allegan en
alfoles; y vuestro Padre celestial las alimenta. No
sois vosotros mucho mejores que ellas? Mas quin de
vosotros podr congojndose aadir su estatura un
codo? Y por el vestido, por que os congojis? Apren-
ded de los lirios del campo, como crecen no trabajan,
:
ni hilan mas os digo, que ni aun Salomn con toda su
:
gloria fu vestido as como uno de ellos. Por lo tanto, si
la yerba del campo que hoy es, y maana es echada
en el horno, Dios la viste as no har mucho mas vo-
sotros, hombres de poca f ? No os acongojis pues, dicien-
do Que comeremos, qu beberemos, con *qu nos
:
cubriremos? Porque vuestro Padre celestial sabe que de
tedas estas cosas tenis necesidad. Mas buscad primera-
mente el reino de Dios, y su justicia ; y todas estas cosas
os sern aadidas. As que, no os congojis por lo de
maana; que la maana traer su congoja basta al dia
:
su afliccin.
2. Volvise Jess de nuevo hacia la multitud, des-
pus que hubo pronunciado estas palabras, y les dijo
En verdad, en verdad, os digo, no juzqueis para que no
seis juzgados; porque con el juicio que juzguis seris
juzgados, y con la medida que medis, con ella os volve-
rn medir. Y por que miras la mota que est en el ojo
de tu hermano, y no echas de ver la viga que est en tu
LIBRO DE NEPHI. 75
ojo? o Como dirs tu hermano: Espera, echar de
tu ojo la arista; y h aqu, una viga en tu ojo? Hip-
!
crita! echa primero la viga de tu ojo y entonces mira-
;
rs en echar la arista del ojo de tu hermano. No deis lo
santo los perros; ni echis vuestras perlas delante de
los puercos porque no las rehullen con sus pies, y vuel-
:
van, y os despedazen.
3. Pedid, y se os dar buscad y hallaris tocad y
: :
se os abrir. Porque cualquiera que pide, recibe ; y el
que busca, halla; y al que toca, se le abre. Que hom-
bre hay de vosotros, quien si su hijo pidiere pan, le
dar una piedra? Y si le pidiere pescado, le dar ser-
piente? Pues, si vosotros, siendo malos, sabis dar bues
as dadivas vuestros hijos, vuestro Padre que est en
los cielos, cuanto mas dar buenas cosas los que se Jas
pidan ? As que, todas los cosas que querrais que los
hombres hiciesen con vosotros, asi tambin haced voso-
tros con ellos porque esta es la ley, y los profetas.
:
4. Entrad por la puerta estrecha porque ancha es
:
la puerta y espacioso es el camino que lleva perdicin;
y muchos son los que van por l. Porque estrecha es la
puerta, y angosto es el camino que lleva la vida y po-
;
cos son los que lo hallan. Guardaos tambin de los fal-
sos profetas, que vienen vosotros con vestidos de ove-
jas mas de dentro son lobos robadores. Por sus frutos
:
los conoceris. Cgense uvas de los espinos, higos de
los cambrones? De esta manera, todo buen rbol lleva
buenos frutos mas el rbol podrido lleva malos frutos.
:
No puede'el buen rbol llevar malos frutos ; ni el rbol
podrido llevar buenos frutos. Todo rbol que no lleva
buen fruto, crtase y chase en el fuego. As que por
sus frutos los conoceris.
5. No cualquiera que me dice Seor, Seor, entra-
:
r en el reino del cielo: mas el que hiciere la voluntad
de mi Padre que est en el cielo. Muchos me dirn en
aquel dia Seor, Seor, no profetizamos en tu nombre,
:
y en tu nombre sacamos demonios, y en tu nombre
hicimos muchas grandezas? Yentonces les con-
fesar : Nunca os conoc; apartaos de m, obradores de
maldad.
6. Pues cualquiera que me oye estas palabras, y las
hace, le comparar al varn prudente que edific su casa
sobre pea y descendi lluvia, y vinieron rios, y sopla-
:
ron vientos, y combatieron aquella casa; y no cay por-
que estaba fundada sobre pea. Y cualquiera que me
oye estas palabras, y no las hace, le comparar al varn
loco, que edific su casa sobre arena que descendi llu-
:
76 LIBRO DE NEPHI.
via,y vinieron rios, y soplaron vientos, hicieron m*
petu en aquella casa y cay y fu grande su rutna.
:
;
CAPITULO VII
Cuando Jess hubo hablado de esta manera, ech
una mirada sobre la multitud y dijo Ya habis odo
:
las palabras que yo ense antes de subir mi Padre
por lo tanto el que recuerde estas mis palabras, y las
practique, yo le levantar en el ultimo dia.
2. Despus que Jess hubo pronunciado estas pala-
bras, seabercibi que habia algunos entre ellcs que se ad-
miraban y se maravillaban sobre su deseo respecto la
ley de Moiss; porque no comprendian que significaba
lo que decia, de que todas las cosas antiguas habiau con-
cluido, y que todas las cosas habian venido ser nuevas.
3. Entonces les dijo: No os admiris de lo que os
he dicho, de que las cosas antiguas han concluido, y que
todas las cosas han venido ser nuevas. Porque h
aqu os digo, que la ley que fu dada Moiss se ha cum-
plido ya. Porque yo soy el que dio la ley, y yo soy el
que hzo la alianza con Israel mi pueblo por lo tanto, en
:
mi se ha compiido la ley, porque eso he venido yo,
cumplir la ley as pues la ley ha concluido. Yo no
;
vengo destruir los profetas, porque cuantas profecas
no s han cumplido en m, en verdad os digo, que todas
ellas se cumplirn. Y no porque os digo, que las cosas
antiguas han concluido ya, quiero que supongis que
destruyo cuanto sido dicho sobre el porvenir. Poique
la alianza que yo hice con mi pueblo no se ha cumplido
toda; pero la ley que yo di Moiss ha concluido en
m. H aqu yo soy la ley y la luz ; mirad m y perse-
verar en m hasta el fin, y viviris porque al que perse-
;
vere hasta el fin, le dar la vida eterna. H aqu os doy
mis mandamientos, guardadlos pues. Y esta es la ley y
los profetas, porque ellos dan en verdad testimonio
de m.
4. Despus de esto, dijo Jess los doce que habia
escogido Vosotros sois mis discpulos ; y vosotros sois la
:
luz de este pueblo, que es un resto de la casa de Joseph.
H aqu que este pas es la tierra de vuestra herencia,
que os ha sido dada por el Padre. Y en ningn tiempo
me ha mandado el Padre que se lo diga , vuestros her-
mano los de Jerusalem ; ni tampoco me ha mandado
en ningn tiempo que se lo diga respecto a las otras tri-
LIBEO DE NEPHI. 77
bus de la caso de Israel, quien el Padre ha sacado del
pais. Esto es lo nico que el Padre me ha mandado
Que les diga que tengo otras ovejas que no son de este
redil ; los que tambin traer, y ellos oirn me
voz : y
no habr mas que un redil y un pastor. Y por causa de
su obstinacin incredulidad, no comprendieron mis
palabras ; por lo tanto me mand el Padre que no les
dijera mas sobre estas cosas. Pero en verdad, s digo,
que el Padre me ha mandado, y as os lo digo, que se os
separara vosotros de ellos por causa de su iniquidad,
para que no supieran de vosotros. Yos digo otra vez, e
verdad, que vosotros sois de quienes digo Tengo otras
:
ovejas que no son de este redil ; quienes traer, y
quienes oirn mi voz ; y no habr mas que un redil y un
pastor. Pero no me compredieron, porque supusieron
que me referia los Gentiles, no comprendiendo que los
Gentiles serian convertidos por sus predicaciones; y no
comprendieron cuando les dije, que oiran mi voz; ni
me comprendieron tampoco cuando les dije, que los
Gentiles no oiran en ningn tiempo mi voz ; porque yo
no me manifestara ellos, como no fuera por medio del
Espritu Santo. Pero h aqu, que vosotros me habis
oido y me habis visto ; y vosotros sois mis ovejas, y
estis contados entre los que el Padre me ha dado.
5. Yen verdad, en verdad, os digo, que tengo otras
ovejas que no son de este pais; ni del pais de Jerusalem;
ni de ninguno de los paises immediatos donde yo he
administrado. Porque aquellos quienes yo me refiero,
son unos que no han oido todavia mi voz ; ni me he
manifestado ellos en ninguna poca. Pero he re-
cibido mandamiento de mi Padre, de que vaya nllos,
para que oigan mi voz, y sean contados entre mis ovejas,
para que no haya mas que un redil y un pastor; por lo
tanto voy mostrarme ellos. Y os mando que escri-
bis esto que os digo, despus que me vaya, para que si
sucede que mi pueblo los de Jerusalem, los que me han
visto y han sido conmigo en mi ministero, no piden al
Padre en mi nombre que los ilumine por medio del
Espritu Santo sobre vuestra existencia, como tambin
sobre la de las otras tribus de quienes no tienen conoci-
miento; para que se guarden estas mis palabras, que voso-
tros escribiris, y se conserven y sean manifestadas les
gentiles, para que por la plenitud de los gentiles vengan,
sean traidos al conocimiente de mi, su Redentor, los
restos de su posteridad que estar esparcida por la su-
perficie de la tierra, por causa de su incredulidad. En-
tonces yo los reunir de las cuatro partes de la tierra y ;
78 LIBRO DE NEPHI.
entonces complir yo la alianza que el Padre ha hecho
con todo el pueblo de la casa de Israel.
6. Y hendidos son los Gentiles, porque creen en m,
y en el Espritu Santo, que les da testimonio de m y
del Padre. H aqu, que causa de su creencia en m,
dice el Padre, y causa de vuestra incredulidad, oh casa
de Israel, en los ltimos dias venda la verdad los Gen-
tiles, para que les sea dada la plenitud de estas cosas; pero
ay de los Gentiles incrdulos, dice el Padre, porque pesar
de haberse extendido sobre la superficie de este pais, y de
haber dispersado m pueblo, que es de la casa de
Israel; porque pesar de haber dispersado y pisoteado
a mi pueblo que es de la casa del Israel, causa de la
misericordia del Padre hacia los Gentiles, y causa de
los juicios del Padre contra mi pueblo, que es de la casa
de Israel, en verdad, en verdad os digo, que despus de
todo esto, despus que he hecho que los de mi pueblo
que son de la casa de Israel, sean afligidos, heridos, y
matados, y que sean echados de entre ellos, viniendo ser
odiados, escarnecidos, y despreciados por ellos ; pesar de
todo esto, h aqu lo que el Padre me manda deciros
El dia en que los Gentiles pequen contra mi Evangelio,
y se levanten en el orgullo de sus corazones por encima
de todas las naciones, y de todos los pueblos de la tierra,
y se llenen de toda clase de engaos, mentiras, iniqui-
dades, y se entreguen toda clase de hipocresas, de ase-
sinatos, y supercheras sacerdotales, de lujuria y secretas
abominaciones, si, si llega suceder que se verifican
todas estas cosas y desprecian la plenitud de mi Evan-
gelio, h aqu, dice el Padre, que yo sacar de entre ellos
la plenitud de mi Evangelio ; y entonces recordar la
alianza que hice con mi pueblo, oh casa de Israel, y les
llevar ellos mi Evangelio, y te mostrar, oh casa de
Israel, como los Gentiles no tendrn poder alguno sobre
ti, sino que recordar la alianza que os hice, oh casa de
Israel, y vendris al conocimiento de la plenitud de mi
Evangelio.
7. Pero si se arrepienten los Gentiles y vuelven
m, dice el Padre, h aqu que entonces sern contados
entre los de mi pueblo, oh casa de Israel y no dejar
;
mi pueblo que es de la casa de Israel, que caiga sobre
ellos y los huelle con sus pies, dice el Padre. Pero si no
vuelven hacia myojen mi voz, yo les permitir s, yo;
permitir mi pueblo, oh casa de Israel, que caigan
sobre ellos y los huellen con sus pies y sern como la
;
sal que ha perdido su sabor, que desde entonces no es
buena para nada, mas que para ser arrojada y pisoteada
LIBRO DE NEPHI. 79
por mi pueblo, oh casa de Israel. Enverdad, en verdad,
os digo, que el Padre me ha mandado tambin que d
este pueblo este pais por herencia. Y
entonces se cum-
plirn las palabras del profeta Isaas, que dicen : Voz de
tus atalayas; alzarn la voz, juntamente darn voces
de jubilo: porque ojo ojo vern que Jehov vuelve
traer Sion. Cantad alabanzas, alegraos juntamente,
soledades de Jerusalem porque Jehov ha consolado
:
su pueblo, Jerusalem ha redimido. Jehov desnudo
el brazo de su santidad ante los ojos de todas las gentes;
y todos los trminos de la tierra vern la salud del Dios
nuestro.
CAPITULO VIII.
Despus que Jess hubo concluido de hablar mir de
nuevo la multitud y les dijo : H aqu, se acerca mi
tiempo. Veo que sois dbiles, de modo que no podis
comprender todas mis palabras, las que me han sido
dadas por el Padre para que os las diga en esta poca;
por lo tanto id vuestras casas, y meditar sobre las cosas
que os he dicho, y pedir al Padre en mi nombre que os
d inteligencia, y que prepare vuestro entendimiento
para maana, en que vendr vosotros segunda vez.
Pero ahora voy al Padre, y tambin voy mostrarme
las tribus perdidas de Israel, porque no estn perdidas
para el Padre, porque el sabe donde las ha dejado.
2. Mirando despus Jess sobre la multitud, vio
como se hallaban todos con lagrimas en sus ojos, mirn-
dole fijamente, como si le quisieran pedir que permanecie-
ra un poco de tiempo mas con ellos. Entonces les dijo :
H aqu que mis entraas estn llenas de misericordia para
vosotros : hay enfermos entre vosotros ? tradmelos
aqu. Hay cojos, ciegos, mancos, lisiados, leprosos,
paraliticos, personas afligidas de cualquier modo?
tradmelos aqu y los curar, porque tengo compasin de
vosotros, mis entraas estn llenas de misericordia, y veo
que tenis deseos de que os muestre lo que he hecho por
vuestros hermanos en Jerusalem porque veo que vues-
;
tea f es suficiente para que os cure.
3. lali entonces toda la multitud de comn
acuerdo, y volvieron con sus enfermos, con sus lisiados
con sus cojos, ciegos, mudos, y con todos los que se halla-
ban afligidos por cualquier genero de enfermedad; y l
los cur todos a medida que iban llegando ; y poster-
80 LIBEO DE NEPHI.
nandose todos sus pies tanto los que haban sido
curados como los sanos, le adoraron : y tantos cuanto lo
permita la multitud que le rodeaba venan besar sus
pies, bandolos con sus lagrimes.
4. Orden entonces que le trajeran los nios
pequeitos. Y yendo eJlos fueron y trajeron los nios
pequeitos y los colocaron en tierra alrededor de l,
quedando as Jess en medio de ellos; dejando sitio la
multitud para que se colocasen los nios hasta que le
fueron trados todos. Entonces permaneciendo Jess en
medio de ellos mando la multitud que se arrodillara.
Y cuando se hubieron arrodillado sobre el terreno,
gimi Jess para s mismo, y dijo :Padre, turbado
estoy por la maldad del pueblo de la casa de Israel.
Despus que hubo pronunciado estas palabras se
arrodill y or al Padre, y las cosas que dijo en su oracin
no pueden escribirse, de lo que dan testimonio los que le
oyeron. H aqu su testimonio: Ni los ojos han visto
nunca, ni los oidos han oido nunca, antes de ahora,
cosas tan grandes y maravillosas como las que nosotros
vimos y oimos cuando Jess habl al Padre ; y la
lengua no pueda dar una idea, ni hombre alguno
podra escribirlo, ni aun podra concebir el corazn de
los hombres tan grandes y maravillosas cosas como noso-
tros vimos y oimos cuando habl Jess ; ni nadie puede
concibir tampoco cuan grande fu la alegra que llen
nuestras almas en el momento en que le vimos rogar
por nostros al Padre.
5. Cuando Jess hubo concluido de orar, se levan-
t; pero tan grande habia sido la alegra de la multitud
que quedaron antonitos. Hablles entonces Jess man-
dndoles que se levantaran. Ycuando se hubieron le-
vantado les dijo: Benditos sois por causa de vuestra f.
H aqu ahora, que mi alegra es completa. Y dieiendo
esto, llor ; de lo que da testimonio la multitud ; y to-
mando los nios pequeitos, uno uno, los bendijo y
rog al Padre por ellos. Despus llor de nuevo y ha-;
blando la multitud les dijo H^aqu vuestros nios. Y
:
h aqu que segn levantaron la vista para mirarle diri-
gieron sus ojos hacia el cielo, y vieron los cielos abiertos,
y los angeles que descendan del cielo como si fuera,
en medio del fuego y llegando los angeles se colocaron
:
alrededor de los nios, que aparecieron entonces rodea-
dos de fuego y los angeles les administraron, de lo que
;
da testimonio la multitud que lo vio y oy por ellos mis-
mos y ellos saben que su testimonio es verdadero, por-
;
que cada uno de ellos lo vio y oy por si mismo ; siendo
LIBEO DE NEPIH. 81
sobre dos mil quinientas almas su numero, entre hom-
bres, mugeres y nios.
6. Despus de esto, mand Jess sus discpulos que
le trajeran pan y vino. Y mientras que iban por ello,
hizo que se sentara la multitud. Y llegando sus discpu-
los con el pan y el vino, cogi el pan, lo parti, y bendi-
cindolo se lo dio sus discpulos, mandndoles que lo
comieran. Y cuando lo hubieron comido y quedaron
satisfechos, les mand que dieran de ello la multitud.
Y cuando comi y se satisfizo la multitud, dijo los dis-
cpulos Uno de vosotros ha de quedar ordenado por m
:
con el poder de partir el pan y bendecirlo, para que se lo
d al pueblo de mi Yglesia, para beneficio de todos los
que crean en m y se bautizen en mi nombre ; lo que
haris como yo lo he hecho, partiendo el pan como yo lo
he partido bendicindolo y dndoslo vosotros; lo
que haris en testimonio de mi cuerpo, el que yo os he
mostrado. Y lo haris as para que os sirva de testi-
monio ante mi Padre, de que os acordis siempre de m.
Y si os acordis siempre de m, mi Espritu estar siem-
pre con vosotros.
7. Cuando hubo pronunciado estas palabras, mand
sus discpulos que tomaran el vino de la copa y lo be-
bieran, y qu lo dieran tambin la multitud para
que lo bebieran tambin. Y
haciendo como les
mandaba, bebieron y quedaron satisfechos; y dieron
tambin la multitud, que bebi y se satisfizo. Despus
que hubieron concluido de hacer esto, dijo Jess los
discpulos Benditos sois por estas cosas que habis he-
:
cho porque en esto obedecis mis mandamientos, y esto
:
testifica de vosotros ante el Padre de que tenis el deseo
de cumplir con lo que os mando. Y
esto lo haris siem-
pre con todos los que se arrepientan y se bautizen en mi
nombre ; y lo haris as en memoria de la sangre que yo
vert por vosotros, para que os sea de testimonio ante l
Padre de que os acordis siempre de m. Y si os acordis
siempre de m , mi Espritu estar con vosotros.
8. Y os mando que hagis esta cosas. Y si as lo ha-
cis siempre seris bendecidos, porque os habris edifica-
do sobre mi roca. Pero todos los que haya entre vosotros
que hagan mas menos de estas cosas, no estarn edifi-
cados sobre mi roca, sino que lo estn sobre cimientos de
arena de modo, que cuando caiga la lluvia, y vengan
;
las inundaciones, y les batan los vientos, caern, y las
puertas del infierno estarn prontas para recibirles ; por
tanto benditos sois vosotros si cuplis mis mandamientos,
los que el Padre me ha mandado que os d. En verdad,
82 LIBEO DE NEPHI.
en verdad os digo, que debis vigilar y orar sin cepar,
para que do os tiente el diablo, y os lleve cautivos. Y
del mismo modo que yo he orado entre vosotros, oraris
vosotros en mi Iglesia, entre los de mi pueblo que se
arrepientan y bauticen en mi nombre. H aqui, yo soy
la luz; y os dejo un ejemplo para que le imitis.
9. Despus de haber dirigido estas palabras sus
discpulos, se volvi Jess de nuevo hacia la multitud,
y les dijo En verdad, en verdad, os digo, que es necesa-
:
rio que vigilis y rogueis sin cesar, para que no caigis en
la tentacin porque Satn desea poseeros, para cerneros
:
como trigo por lo tanto es necesario que rogueis sin
;
cesar al Padre n mi nombre , porque cuanto le pidis al
Padre en mi nombre, siendo justo lo que le pidis, y ha-
cindolo en la f de obtenerlo, lo recibiris. As pues
rogad al Padre, siempre en mi nombre, en el seno de
vuestras familias, para que sean bendicidos vuestras
esposas y vuestros hijos. Y
os reuniris tambin
con frecuencia vosotros, y no prohibiris per-
sona alguna que entre en vuestras asambleas y
tome asiento con vosotros, sino que les consentiris
que estn con vosotros, y rogaris por ellos, y no
los echaris fuera y si sucede que vienen vosotros
;
menudo, rogaris al Padre por ellos en mi nombre asi ;
pues, levanta tu luz para que aparezca ante el mundo. H
aqu, yo soy la luz que os es necesario tener en alto.
Haced lo que habis visto que he hecho yo. H aqu
habis visto como yo he orado al Padre, de lo que todos
vosotros habis sido testigos ; y bien visteis que mand
que ninguno de vosotros se alejara de m, y que dispuse
que os acercareis m para que vierais y sintierais; as
pues, lo mismo habis de hacer vosotros con el mundo ;
porque cualquiera que quebrante este mandamiento cae-
r en la tentacin.
10. Cuando Jess hubo hablado de este modo, vol-
vi de nuevo sus ojos los discpulos que l habiaf esco-
gido, y les dijo En verdad, en verdad, os digo, que os
:
dar otro mandamiento, despus de lo cual subir al Pa-
dre para cumplir otros mandamientos que l me ha dado.
H aqu ahora, el mandamiento que os doy No permi-
:
tiris que ninguno participe de mi carne y de mi sangre
indignamente cuando lo administris, porque los que
comen mi carne y beben mi sangre indignamente, co-
men y beben la condenacin de sus almas ; por lo tanto si
conocis que alguno es indigno de comer mi carne y de
beber mi sangre, se lo prohibiris; no obstante no le
echaris de entre vosotros, sino que le administraris y
LIBEO DE NEPHI. 83
rogaris al Padre por l, en mi nombre ; y si sucede que
se arrepiente, y es bautizado en mi nombre, entonces le
recibiris, y le administraris mi carne y mi sangre; pero
si no se arrepiente, no ser contado entre los de mi pue-
blo, para que no sea la causa de la ruina de
mi pueblo, porque h aqu que yo conozco mis ovejas,
que estu contadas. No obstante no les echaris de vues-
tras sinagogas, ni de los lugares de vuestro culto, sino
que continuaris administrndoles: porque no sabis si
volvern mi y se arrepentirn con todo el proposito de
sus corazones, en cuyo caso yo los curar, y vosotros ha-
bris sido los medios por donde les llege la salud. Por
tanto, guardad estos mandamientos que os he dado, para
que no caigis en la condenacin, porque desgraciado de
aquel quien el Padre condena. Y yo os doy estos man-
damientos, causa de las cuestiones que han tenido ori-
gen entre vosotros. Y ahora voy al Padre, porque es ne-
cesario que vaya l por amor vosotros.
11. Cuando Jess concluy de hablar, toc con su
mano cada uno de los discipulos que habia elegido, ha-
cindolo con unos despus de otros, hasta que hubo con-
cluido con todos sin que la multitud pudiera oiras pala-
;
bras que les dirigi en aquel momento, por lo cual^no
pueden dar testimonio de ellas. Pero los discipulos dan
testimonio de que les concedi el poder de dar el Espri-
tu Santo. Mas adelante os mostrar que su testimonio
es verdadero.
12. Sucedi cuando Jess ios hubo tocado todos,
que apareci una nube que cubri la multitud, de mo-
flo que no pudieron ver Jess. Y mientras se hallaban
as cubiertos, parti l de entre ellos, ascendiendo al cie-
lo ; lo que fu visto por los discipulos quedan testimonio
de su ascensin al cielo por segunda vez.
CAPITULO IX.
Despus de la ascensin de Jess al cielo, se dispers
la multitud, y tomando cada uno su muger y sus hijos
se volvieron sus casas. Extendise inmediatamente por
el pueblo, antes que llegara la noche, la nueva de que l
habia administrado entre ellos, y de que se mostrara en
el dia siguiente otra vez la multitud; si, en toda la
noche no se oy hablar de otra cosa mas que de Jess
de tal modo que salieron muchos anunciar estos acon-
tecimientos los habitantes del pais, preparndose as un
84 LIBRO DE NEPHI.
gran numero durante la noche, para ir la maana
siguiente al paraje donde Jess se mostrara la multi-
tud.
2. Yvino suceder en ia maana siguiente, cuando
la multitud se hallaba reunida, que vieron ante ellos
Nephi y su hermano que se llamaba Timothy, quien
l habia resucitado de entre los muertos, como tambin
su hijo, llamado Joas, y Mathoni, y Mathoniah,
su hermano, y Kumen, y a Kumenonhi, y Jeremiah,
y Shemnon, y Joas, y Zedekiah, y a Isaiah ; que
eran los nombres de los descpulos quien Jess habia
elegido. Y
avanzando estos se colocaron en medio dla
multitud. Era tan grande la multitud que fu necesario
dividirla en doce partes. Pusironse entonces los doce
ensear la multitud, la que hicieron que se arrodillase
sobre el campo, y orase al Padre eti el nombre de Jess.
Y los discpulos oraron tambin al Padre, en el nombre
de Jess. Y levantndose despus administraron al
pueblo. Despus que le hubieron repetido las mismas
palabras que Jess habia pronunciado, sin variarlas
en nada, h aqu, que se arrodillaron de nuevo invocar-
ron al Padre en el nombre de Jess, pidindole lo que
mas deseaban, que era que les fuese dado el Espritu
Santo. Y cuando hubieron orado de este modo, descen-
dieron las orillas del agua y les segui la multitud. Y
entraudo Nephi en el agua fu bautizado. Y
saliendo despus de ella, empez bautizar ; hacindolo
as con los doce discipulos que Jess habia escogido ; los
que habiendo salido del agua despus de bautizados,
recibieron el Espritu Santo, que les lleno de Espritu
Santo y de fuego. Quedaron entonces envueltos como
por llamas, que descendan del cielo lo que fue visto
;
por la multitud que da testimonio de ello ; y bajando
angeles del cielo los administraron. Sucedi entonces
que en el momento en que los ngeles se hallaban ad-
ministrndoles, vino Jess y apareci en medio de ellos.
Y hablando l la multitud, les mando que se arrodilla-
ran sobre la tierra, y lo mismo dijo sus discipulos
mandndoles que se arrodillasen tambin. Cuando
todos se hubieron arrodillado, mand sus discipulos
que orasen. Y h aqu que empezaron ellos orar, y
adoraron Jess, llamndole su Seor y su Dios.
Y separndose un poco de ellos, se inclin tierra "y
dijo :Padre, gracias te doy porque has dado el Espritu
Santo estos quienes yo he escogido ; los que he
escogido entre los dems, por su f en mi. Ahora te
ruego, oh Padre, que des el Espritu Santo todos los
LIBRO DE NEPHI. 85
que crean en sus palabras. Padre, t les has dado el
Espritu Santo por que han credo en mi, y t ves que
han creido en m, porque les has oido, y ellos me han
adorado. Y me han adorado porque me hallo entre
ellos. Y ahora, oh Padre, te pido por ellos, y tambin
por todos los que crean en sus palabras, para que crean
en m, y pueda yo estar en ellos, del mismo modo que
tu, Padre, estas en m, para que seamos todos uno.
4. Cuando Jess hubo orado as al Padre, fu hacia
sus discpulos ; y he aqu, que ellos continuaban todavia
orando a l sin cesar; lo que hacian sin multiplicar mu-
cho las palabras, porque les habia sido dado lo que de-
ban pedir, y se hallaban llenos de deseos. Bendjoles en-
tonces Jess, mientras que dirigan el sus oraciones, en
cuyo momento brill en sus labios una dulce sonrisa que
se reflej en ellos iluminando sus semblantes, aparecien-
do as tan blancos como el aspecto y traje de Jess
siendo una blancura tal, que no hay sobre la tierra
nada tan blanco como ella. Djoles Jess entonces
Continuad orando. Y
continuaron ellos en su ora-
cin. Y retirndose otra vez un poco de ellos, or de
nuevo su Padre diciendo Padre, gracias te doy poi-
:
que has purificado los que he escogido, causa de su
f ; yo te ruego por ellos, y por los que crean en sus pala-
bras, para que sean purificados en m, por la f en ellas,
del mismo modo que ellos se han purificado en m. Pa-
dre, yo no te pido por el mundo, sino por aquellos que
tu me has dado sacndolos del mundo, por causa de su
f, para que se purifiquen en mi, y para que yo est en
elcs como t estas en m, para que seamos uno, y yo sea
glorificado en ellos.
5. Cuando Jess hubo dicho estas palabras, volvi
otra vez sus discpulos, y vio como continuaban orndole
firmemente y sin cesar y sonrindoles de nuevo, h
:
aqu que aparecieron blancos como Jess. Y retirn-
dose otra vez un poco de ellos or de nuevo al Padre ; la
lengua no puede dar una idea de las palabras que pro-
nunci, ni pueden ser escritas por hombre alguno las pa-
labras de su oracin. Pero la multitud las oy, y da tes-
timonio de ellas, y comprendieron en el fondo de sus cora-
zones las palabras de su oracin. No obstante, tan gran-
des y maravillosas fueron las palabras de su oracin, que
no pueden ser escritas, ni dichas por hombre alguno.
6. Cuando Jess hubo concluido su oracin, volvi
sus discpulos, y les dijo Nunca he visto una f tan
:
grande entre los Judios por lo tanto no les he podido
;
mostrar tan grandes milagros, causa de su increduli-
86 LIBRO DE NEPHI.
dad. En verdad os digo, que no hay ninguno de elloa
que haya visto tan grandes cosas como habis visto voso-
tros ni haya oido tampoco tan grandes cosas como vo-
;
sotros habis oido.
7. Mand entonces la multitud y sus discpulos
que cesasen en su oracin, pero que no dejasen de con-
tinuar orando en sus corazones ; mandndoles tambin
que se levantaran y que permanecieran de pi. Y levan-
tndose todos, permanecieron de pi. Y partiendo de
nuevo el pan, lo bendijo y se lo dio sus discpulos para
que lo comieran. Y cuando lo hubieron comido, les
mand que lo partieran ellos y se lo dieran la multitud
del mismo modo les dio el vino para que bebieran, y les
mand tambion que se lo dieran la multitud. Pero h
aqu, que ni el pan, ni el vino, habia sido traido por la
multitud, ni por los discpulos :No obstante, en verdad
que l les dio comer pan, y beber vino; y les dijo
El que coma este pan come mi cuerpo en su alma, y el
que beba este vino bebe mi sangre en su alma ; y su
alma no padecer nunca hambre ni sed sino que que-
dar satisfecha.
9. uanda todo la multitud hubo comido y bebido,
elEspritu Santo vino sobre ellos, y clamando todos
una voz glorificaron Jess, quien veian y oian. Y
cuando hubieron glorificado Jess, dirigindose l
ellos, les dijo: H aqu concluyo ahora el manda-
miento que mi Padre me ha dado relativamente este
pueblo, que es un resto de la casa de Israel. Vosotros os
acordis de lo que os he dicho sobre las palabras de
Isaas, para cuando lleguen cumplirse, h aqu pues
que estn escritas, delante de vosotros las tenis, as
pues examinadlas. En verdad, en verdad, os digo,
que cuando se cumplan, entonces ser cuando se cum-
plir la alianza que el Padre ha hecho con su pueblo,
oh casa de Israel. Entonces el resto de mi pueblo que
ha sido dispersado sobre toda la superficie de la tierra,
ser recogido del Este y del Oeste, del Sud y del Norte, y
vendrn al conocimiento del Seor su Dios, quien los ha
redimido. Y el Padre me ha mandado que os d este
pais para vuestra herencia. Y os digo, que si los Gen-
tiles no se arrepienten despus de la bendicin que ha-
brn recibido, despus que han dispersado mi pueblo ;
entonces, vosotros, que sois un resto de la casa de Jacob,
caeris sobre ellos; iris en medio de los Gentiles que
sern muchos en numero; y seris en medio de ellos
como len en medio de los animales del bosque, y como
cachorro de len entre rebaos de ovejas; las que des-
LIBRO DE NEPHI. 87
pedaza y arrolla con sus pies, si pasa por en medio de
ellas sin que nadie las puede librar. Tu mano se levan-
;
tar sobre tus adversarios, y todos tus enemigos sern ex-
terminados, Y yo recoger y reunir mi pueblo, como
un hombre rene sus frutos en su granero, porque yo
har que mi pueblo, con quien mi padre tiene hecha
la alianza, tenga los cuernos de hierro y las uas de
metal. Y tu hars pedazos muchos pueblos ; y yo con-
sagrar sus ganancias para el Seor y sus bienes para el
Seor de toda la tierra. Y h aqu, que yo soy el que lo
hace.
10. En aquel dia suceder, dice el Padre, que la es-
pada de mi justicia estar suspendida sobre sus cabezas
y menos que no se arrepientan, caer sobre ellos, dice
el Padre, si, lo mismo que sobre todas las naciones de los
Gentiles. Entonces establecer yo mi pueblo casa de
Israel. H aqu pues, que yo le establecer en este mis-
mo pais, en cumplimento alianza que tengo hecha con
vuestro padre Jacob y habr una nueva Jerusalem. Y
:
los poderes del cielo estarn en medio de este pueblo ; si
yo mismo estar en medio de vosotros. H aqu, que yo
soy aquel de quien Moiss habla diciendo El Seor :
vuestro Dios os levantar un profeta entre vues-
tros hermanos, semejante m, al que oiris en to-
das las cosas que l os dir. Porque suceder que toda
alma que no quiera oir este profeta, ser separada y
echada fuera del pueblo. Si, en verdad os digo que to-:
dos los profetas que hubo desde Samuel y los que le siguie-
ron despus, y tantos cuantos han hablado, han dado
testimonio de m. H aqu, que vosotros sois los hijos de
los profetas ; y sois de la casa de Israel ; y pertenecis los
de la alianza que el Padre hizo con vuestros padres dicien-
do Abraham En tu posteridad sern benditas todas
:
las familias de la tierra. El Padre habindome resuci tado
primero, me ha enviado bendeciros para sacaros de la
iniquidad ; y esto, porque sois los hijos de la alianza. Y
despus que seis bendecidos cumplir el Padre la
alianza que hizo con Abraham diciendo : En tu posteri-
dad sern bendecidas todas las familias de la tierra, por
la efusin del Espritu Santo sobre los Gentiles por
medio de m, cuya bendicin har que los Gentiles se
eleven por encima de todo, hasta dispersar mi pueblo,
oh casa de Israel y sern un azote para el pueblo de
;
este pais. No obstante si cuando hayan recibido la
plenitud de mi Evangelio llega suceder que endure-
cen sus corazones en contra mia, entonces yo har volver
sus iniquidades sobre sus propias cabezas, dice el Padre.
88 LIBEO DE NEPHI.
Y yo recordar la alianza que he necho con mi pueblo,
en la que les he ofrecido recogerlos mi debido tiempo,
y que les dar otra vez el pais de sus padres, para su
posesin, que es el pais de Jerusalem, que les ha sido
prometido para siempre, dice el Padre.
II. Diallegar en que les ser predicada la plenitud
de mi Evangelio; y ellos creern en mi, y sabrn que
yo soy Jesucristo, el Hijo de Dios; y rogarn al Padre en
mi nombre. Entonces levantarn la voz sus centinelas,
y cantara juntamente; porque vern ojo ojo. En-
tonces los congregar otra vez el Dios de Israel, y los
dar Jerusalem para pais de su posesin. Entonces
rompern en cnticos de alegra carjtad juntamente,
soledades de Jerusalem porque el Padre ha consolado
;
su pueblo, Jerusalem ha redimido. El Padre ha
desnudado el brazo de su santidad ante los ojos de todas
las naciones ; y todos los trminos de la tierra vern la
salud del Padre, y el Padre y yo somos uno. Entonces
vendr suceder lo que est escrito: Despierta, despierta,
vstete tu fortaleza oh Sion vstete tus ropas de her-
;
mosura, oh Jerusalem, ciudad santa porque nunca mas :
acontecer que venga ti incercunciso ni inmundo.
Sacdete del polvo levntate y sintate, oh Jerusalem
:
sultate de las ataduras de tu cuello, cautiva hija de
Sion ; porque as dice el Seor De balde fuisteis vendi-
:
dos; por tanto sin dinero seris rescatados. En verdad,
en verdad, os digo, que mi pueblo conocer mi nombre ,
si, en aquel dia conocern que soy yo el que habla. En-
tonces dirn : Cuan hermosos son sobre las montaas
los pies del que trae alegres nuevas del bien, del que
publica salud, del que dice Sion Tu Dios reina! :
Entonces saldr una voz que dir Salid, salid, apartaos
:
de ah, no toquis cosa inmunda salid de en medio de
:
ella ; limpiaos los que llevis los vasos del Seor. Por-
que no saldris apresurados, ni iris huyendo porque :
el Seor ir delante de vosotros, y el Seor Dios de Is-
rael ser vuestra retaguardia. H aqu que mi siervo
obrar prudentemente ; el ser engrandecido y ensalza-
do, y sei muy sublimado. Como muchos se admira-
ron de t ; (de tal manera fu desfigurado de los hombres
su parecer, y su forma mas que la de los hijos de los
hombres,) as el rociar muchas gentes los reyes cerra- :
rn sobre l sus bocas; porque vern loque no les fu con-
tado; y entendern lo que jamas habian oido. En ver-
dad, en verdad, os digo, que todas estas cosas sucedern
lo mismo que el Padre me las ha mandado. Entonces
se cumplir esta alianza que el Padre ha hecho con su
LIBRO DE NEPHI. 89
pueblo ; entonces volver otra vez ser habitada Jerusa-
lem con mi pueblo, y ella ser el pais de su herencia.
En verdad os digo, que os doy una seal, para que
conozcis cuando estas cosas estn prximas tener lu-
gar, cuando yo recoger mi pueblo de su larga disper-
sin, oh casa de Israel, y establezca otra vez entre ellos
mi Sion. H aqu lo que os dar por seal porque en
;
verdad os digo, que cuando sucedan estas cosas que os
declaro, y las que os declarar desde ahora en adelante
por mi mismo, y por el poder del Espritu Santo, que os
ser dado por el Padre, y sean dadas a conocer los
Gentiles, para que tengan conocimiento de este pueblo
que es un resto de la casa de Jacob, y de este mi pueblo
que ser esparcido por ellos ; en verdad, en verdad, os
digo, que cuando estas cosas les sean dadas conocer por
el Padre, y vengan del Padre, por medio de ellos voso-
tros, porque est en la sabidura del Padre que se es-
tablezcan los Gentiles en esta tierra, y que sean un
pueblo libre por el poder del Padre, para que estas cosas
puedan venir de ellos al resto de vuestra posteridad, y se
cumpla la alianza que el Padre ha hecho con su pueblo,
oh casa de Israel; as pues, cuando estas obras y las que
se harn desde ahora en adelante entre vosotros, vengan
de los Gentiles vuestra posteridad, que vivir en la
incredulidad por causa de iniquidad; porque as le con-
viene al Padre que vengan de los Gentiles, para mostrar
su poder los gentiles con este motivo, para que los
Gentiles, si no endurecen sus corazones, puedan arre-
pentirse y venir m, y ser bautizados en mi nombre, y
conozcan los verdaderos puntos de mi doctrina, para que
sean contados entre los de mi pueblo, oh casa de Israel;
y cuando estas cosas lleguen verificarse, de ruedo que tu
posteridad empieze conocer estas cosas, esto les ser de
seal, para que sepan que la obra del Padre ha empeza-
do ya cumplir la alianza que l ha hecho con el pueblo
que es de la casa de Israel. Y cuando llegue este dia,
suceder que cerrarn su boca los reyes ; porque vern
lo que no les ha sido dicho ; y consideraran lo que no
habian oido. Porque en aquel dia hai el Padre por
amor mi una obra que sera grande y maravillosa entre
ellos y habr entre ellos quien no lo crea, por mas que
;
habr un nombre que s lo declarar. Pero h aqu que
la vida de mi siervo estara en mi mano ; por tanto ellos
no le daaran, aunque ser desfigurado por causa de
ellos. o obstante yo le curar, porgue quiero mos-
trarles qne mi sabidura es mas grande que los artificios
del diablo.
H
90 LIBEO DE NEPHI.
13. Y ocurir, que todo aquel que no crea en mis pa-
labras, siendo yo Jesucristo, quien el Padre har venir
los Gentiles, dndome podir para que venga los Gen-
tiles, (lo que se har segn dice Moiss,) sern echados
de entre los de mi pueblo que son los de la alianza y mi
;
pueblo que es de la casa de Jacob se hallar en medio de
ellos como len entre los animales del campo, y como
cachorro de len entre manadas de ovejas, las que des-
pedaza y arrolla con sus pies si pasa por en medio de
ellos, sin que nadie las pueda librar. Sus manos se le-
vantarn sobre sus adversarios, y todos sus enemigos
sern exterminados. S, ay de los Gentiles si no se arre-
pienten ; porque en aquel dia, dice el padre, yo sacar
tus caballos de en medio de t, y yo destruir tus carros,
y tomar las ciudades de tu pais, y arruinar todas tus
fortalezas ; y sacar de tus manos los encantamientos, y
no tendrs mas adivinos ; yo quitar de en medio de t
tus imgenes, y no adorars mas la obra de tus manos
yo arrasar tus bosques y destruir tus ciudades. Enton-
ces concluirn todas tus mentiras, engaos, envidias,
contiendas, supercheras y liviandades. Porque suce-
der dice el Padre, que cualquiera que no se arrepien-
ta en equel dia y vaya mi muy amado Hijo, yo le
echar de entre los de mi pueblo, oh casa de Israel y ;
yo ejecutar mi venganza y ejercer mi furor sobre ellos,
como sobre los paganos, de una manera tal como nunca
ha llegado sus oidos.
14. Pero si se arrepienten y escuchan mis palabras
y no endurecen sus corazones, yo establecer mi Iglesia
en medio de ellos ; y vendrn disfrutar de las alianzas,
y sern contados entre el resto de Jacob, quienes he
dado este pais por herencia, y quienes ayudaran, como
tambin a cuantos vengan de la casa de Israel, para que
construyan una ciudad que ser llamada la Nueva Jeru-
salem ; y ayudarn entonces mi pueblo que est dis-
persado por toda la superficie de este pais para que se
rena en la Nueva Jerusalem. El poder del cielo bajar
entonces en medio de ellos ; y yo mismo estar entre
ellos; y la obra del Padre empezar entre ellos, en aquel
mismo dia en que sea predicado este Evangelio entre los
restos de este pueblo.
15. En verdad, en verdad os digo, que en aquel dia
empezar la obra del Padre entre todos los dispersos de
mi pueblo ; si, aun entre las tribus perdidas, a quienes
ha sacado el Padre de Jerusalem. Si, empezar la obra
entre todos los dispersos de mi pueblo, con el Padre, para
preparar la via por donde han de venir hacia m, para
LIBKO DE MORMON. 91
que pidan al Padre en mi nombre; si, entonces empe-
zar la obra, con el Padre, por entre todas las naciones,
preparando la via por donde sean recogidos sus hogares
en el pais de su herencia. Entonces saldrn de todas las
naciones; y no saldrn apresurados, ni irn huyendo,
porque yo ir delante de ellos, y ser tambin su reta-
guardia, dice el Padre. Entonces vendr cumplirse todo
lo que ha sido escrito.
EL LIBRO DE MORMON.
CAPITULO III.
1. Yahora concluyo mi narracin relativamente
la destruccin de mi pueblo, los Nephitas. H aqu
pues que marchamos delante de los Lamanitas. Y yo
Mormon escrib una carta al rey de los Lamanitas, de-
seando de l que nos permitiera reconcentrar nuestro pue-
blo en el pais de Cumorah, por la parte del cerro que era
llamado Cumorah, donde podramos darles la batalla. Y
vino suceder que el rey de los Lamanitas nos concedi
lo que le pedimos Asi pues marchamos al pais de Cu-
morah y plantamos nuestras tiendas alrededor del cerro
Cumorah ; que era un pais de muchas aguas, rios, y
fuentes; donde teniamos esperanza de ganar alguna
ventaja sobre los Lamanitas. Y cuand hubo concluido
el ao trescientos ochenta y cuatro, habiamos recogido
todo el resto de nuestro pueblo en el pais de Cumorah,
2. Y
cuando hubimos reunido todo nuestro pueblo
en el pais de Cumorah, h aqu, que empezando yo, Mor-
mon, envejecer; y conociendo que este era el ultimo
esfuerzo de mi pueblo, y habiendo recibido orden del
Seor de que no dejara caer en manos de los Lamanitas
los sagrados anales que venan de nuestros padres (por-
que los destruiran), por tanto escribo estos recuerdos,
sacndolos de las places de Nephi, y oculto en el cerro de
Cumorah todos los recuerdos que me han sido confiados
por la mano del Seor, escepcion de este corto numero
de placas que di mi hijo Moroni. Y
vino suceder
que mi pueblo, con sus esposas hijos, vio el ejercito de
92 LIBRO DE MORMON.
los Lamanitas que venia hacia ellos y poseidos de aquel
;
espantoso miedo de la muerte que llena el pecho de to-
dos los malvados, les esperaron para recibirles. Y lle-
gando el momento de ia batalla, el terror se apoder del
alma de todos, al ver la immensa multitud de su nume-
ro. Y cayeron sobre mi pueblo con sus espadas, con sus
arcos, con sus flechas, con sus hachas, y con toda clase
de armas de guerra. Mis hombres quedaron destroza-
dos, si, aun hasta los diez mil que estaban conmigo,
entre los cuales qued yo herido ; y pasaron sobre mi sin
poner termino mi vida. rompieron por medio de
mi pueblo y le destrozaron escepcion de viente y cuatro
de nosotros, (entre los cuales estaba mi hijo Moroni,) y
habiendo sobrevivido as los muertos de mi pueblo,
vimos en la maana siguiente, desde la cima del cerro
Cumorah, cuando los Lamanitas se hubieron vuelto
sus campos, los diez mil de mi pueblo que yo mandaba
en el frente de la batalla, que haban perecido ; y vimos
tambin los diez mil de mi pueblo que mandaba mi hijo
Moroni. Y
vimos los diez mil de Gidgiddonah que ha-
ban caido, con el tambin en medio de ellos; y cayo
Laman con sus diez mil ; y cayGilgal con sus diez mil;
y cay Limhah con sus diez mil ; y cay Joneam con sus
diez mil; y Camenihah, y Moronihah, y Antionum, y
Shiblom, y Shem, y Josh, que haban caido cada uno
con sus diez mil.
3. Yhubo todavia otros diez mas que cayeron por
la espada, con sus diez mil cada uno; si cay todo mi
pueblo, escepcion de los viente y cuatro que estaban
conmigo, y unos pocos que haban escapado al pas del
Sud, y de algunos disidentes que se pasaron los La-
manitas as cay todo mi pueblo, quedando su carne, y
:
su sangre esparcida con sus huesos por el campo, siendo
dejados all por las manos de los que los mataron, para
que se convirtieran en polvo y volvieran al seno de su
madre tierra. Y mi alma se parti de angustia por la
mortandad de mi pueblo, y grit en mi dolor, Oh voso-
tros bellas criaturas, comoos separasteis de las vas del
Seor! Oh vosotros bellas criaturas, como habis podi-
do desechar Jess, quien os tenda sus brazos para reci-
biros ! Haqu, que si no hubierais obrado de este modo,
no hubierais caido. Pero h aqu, que habis caido, y
yo lloro vuestra perdida. Oh vosotros bellos hijos y
preciosas hijas, vosotros padres y madres, vosotros mari-
dos y esposas, vosotros bellas criaturas, como es que ha-
bis podido caer ! Pero h aqu, que habis ido, y mi
dolor no puede haceros volver; pero llegar pronto eldia
LIBRO DE MOEMON. 93
en que vuestro parte mortal revista la immortal, y es-
tos cuerpos que aoran se corrompen y se convierten en
polvo pronto vendrn ser cuerpos incorruptibles ; en-
tonces apareceris ante el tribunal del Cristo, para ser
juzgados segn vuestras obras; y si sois hallados justos,
entonces seris benditos con vuestros padres los que han
ido antes que vosotros. Oh, si os hubieseis arrepentido
antes que viniera sobre vosotros esta gran destruccin.
Pero h aqu, que habis ido, y el Pabre, si el Eterno
Padre del cielo sabe vuestro estado ; y el hace con voso-
tros segn su justicia y misericordia.
4. Ahora quisiera hablar algo los descendientes de
este pueblo que ha sido librado, para que puedan conocer
las cosas de sus padres, si sucede que Dios les da mis pala-
bras ; si, vosotros os hablo, restos de la casa de Israel ; h
aqu lo que os digo Sabed que sois de la casa de Israel.
;
Sabed que tenis que arrepentiios. 6 de otro modo no po-
dis salvaros. Sabed que tenis que echar al suelo vues-
tras armas de guerra, y no deleitaros mas en el derrama-
miento de sangre, sin que las podis tomar otra vez, co-
mo no sea que Dios os lo mande. Sabed que es necesario
que vengis al conocimiento de vuestros padres, y que
os arrepintis de todos vuestros pecados iniquidades, y
que creis en Jesucristo, que es el Hijo de Dios, y que
fu matado por los Judios ; y qHe resucit otra vez la
vida por el poder del Padre, por donde gan la victoria
sobre la sepultura, desapareciendo en l el aguijn de la
muerte, realizando as la resureccion de los muertos;
por donde resucitar el hombre y aparcera ante su
tribunal. Y l ha traido efecto la redencin del
mundo, por donde el que aparezca sin pecado en su pre-
sencia en el dia del juicio, el le dar que viva con l en la
presencia de Dios en su reino, para que cante sin cesar
alabanzas con los coros de arriba, al Padre, al Hijo, y al
Espritu Santo, que constituyen un solo Dios, en un es-
tado de felicidad sin fin. Por lo tanto arrepentios, y
bautizaos en el nombre de Jess, y apoderaos del Evan-
gelio del Cristo que ser puesto ante vosotros, no solo en
estas memorias, sino en las que irn los Gentiles de
los Judios, las que irn de los Gentiles vosotros. Por-
que h aqu, que estas han sido escritas con el objeto de
que creis aquellas ; y si creis aquellas, crereis tambin
estas ; y si eris estas, sabris lo relativo vuestros
padres, y conoceris las maravillosas obras que han sido
ejecutadas por el poder de Dios entre ellos; y sabris,
tambin que sois un resto de la simiente de Jacob por ;
lo tanto que sois contados entre los del pueblo de la pri-
94 LIBRO DE MORMON.
mera alianza ; y si creis en el Cristo, y sois bautizados,
primero con agua, despus con fuego y con Espritu San-
to, siguiendo el ejemplo de nuestrs Salvador, segn l
nos lo ha mandado, encontraris el bien en el dia del jui-
cio. Amen.
INSTRUCCIONES PARA PRACTICAR LAS PRI-
MERAS ORDENZAS DE LA IGLESIA.
El Bautismo ser administrado del siguiente modo.
La
persona llamada por Dios, y autorizada por Jesu-
cristo para bautizar, entrar en el agua con la persona
que se presente para ser bautizada, y llamndola por su
nombre dir. "Habiendo sido comisionado por Jesucris-
to, yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo, y
del Espritu Santo. Amen." Entonces la sumergir en
el agua, y saldr despus de ella.
Para confirmar uno en miembro de la Iglesia, se le
llamar por su nombre diciendole Hermano F de T (
:
hermana segn el caso) en el nombre de Jesucristo, y
por la autoridad del sagrado sacerdocio, impongo mis
manos sobre t y te confirmo miembro de la Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los ltimos dias, y te digo,
recibe el Espritu Santo. Amen.
Manera como los Mayores de la Iglesia ordenarn
Pastores y Maestros.
Despus que hayan oradoal Padre en el nombre de
Cristo,impondrn sus manos sobre los que hayan de ser
ordenados, y dirn En el nombre de Jesucristo yo te
:
ordeno de Pastor ( Maestro), para que prediques el ar-
LIBRO DE MORMON. 95
repentimiento y la remission de los pecados por medio
de Jesucristo, por la perseverancia en l f en su nombre
hasta el final. Amen.
MANERA DE ADMINISTRAS DOS SACRA-
MENTTOS.
22. Es necesario que se rena menudo la iglesia
participar del pan y vino en memoria del Seor Jess
lo que ser administrado por un Mayor Pastor de la
siguiente manera :
Se arrodillar con la congregacin
de la iglesia y se dirigir al Padre n solemne oracin,
diciendo Oh Dios, el Eterno Padre, en el nombre de
Jesucristo, tu hijo, te pedimos que bendigas y santifiques
este pan para beneficio de las almas de todos los que par-
ticipen de l, para que lo coman en memoria del cuerpo
de tu Hijo, y den testimonio ante t, Oh Dios, el Eterno
Padre, que desean llevar sobre s el nombre de tu Hijo,
y recordarle siempre y guardar sus mandamientos que
les han sido dados por l, para que est siempre su Esp-
ritu con ellos. Amen.
Manera de administiar el vino. Tomar la copa y
dir Oh Dios, el Eterno Padre, en el nombre de Jesu-
cristo, tu hijo, te pedimos que bendigas y santifiques este
vino para beneficio de las almas de todos los que partici-
pen de l, para que lo beban en memoria de la sangre de
tu Hijo, que fu derramada para ellos para que den tes-
;
timonio ante t, Oh Dios, el Eterno Padre, que siempre
se acuerden de l, para que su Espiritu est siempre con
ellos. Amen.
[FIN DE LOS TROZOS DEL LIBKO DE MOBMON.J
96 LIBRO DE MORMON*
ORGANIZACIN Y FUNDACIN DE LA IGLE-
SIA.
El donde fueron depositadas antiguamente las
lugar,
placas de el libro de Mormon, fu revelado un joven
llamado Joseph Smith, por un santo ngel que baj del
cielo. Por mandato de Dios, fueron traducidas por l al
Ingles. Antes que el Libro fuera impreso fuero u orde-
nados l y Oliver Cowdery en el sacerdocio de Aaron por
las manos de un santo ngel, que les dio autoridad para
bautizar en agua para la remisin de los pecados siendo
:
divinamente autorizados de este modo, se bautizaron
mutuamente, y bautizaron tambin tantos cuantos vi-
nieron ellos con f y arrepentimiento. Despus fueron
ordenados Apostles por el ministerio de Pedro, Jaime
y Juan, tres de los antiguos Apostles e9to les autoriz
:
para imponer sus manos sobre los bautizados creyentes, y
confirmar sobre ellos el Espritu Santo; y para organizar
la Iglesia de Dios sobre la tierra. En el seis de Abril de
1830 fu fundada la Iglesia, con solo seis miembros. Por
las predicaciones de estos inspirados hombres, y por las
de otros que fueron llamados tambin, se extendi la
obra rpidamente por los Estados Unidos, Caadas, y
por entre las naciones de Europa, y distantes islas de la
mar.
En consecuencia de las persecuciones, los Santos de
los ltimos dias huyeron los solitarios desiertos de las
montaas Rocosas, y se establecieron en Utah el ao
1847 ; cumplindose as muchas profecias de el Libro de
Mormon y de las Sagradas Escrituras.
Ha llegado lo hora para que los Mejicanos y los abo-
riginas de este continente reciban, si quiren, los recuerdos
de sus padres, y para que oigan la plenitud del Evange-
lio, en otro tiempo enseado sus antecesores.
Regocjese Mjico y las antiguas razas de este conti-
nente; porqne ellos son la simiente escogida; ellos son
Israelitas por sangre. Vuestros padres vienen de Jeru-
salem ; vosotros sois descendientes de aquel Joseph que
mand en Egipto. El dia de vuestra redencin est en-
cima y glorioso es vuestro porvenir. Despierta, pues,
;
el alto destino que te aguarda, y recibe los escritos de
vuestros profetas, y el Dios, de vuestros padres cumplir
todas sus predieiones respecto vosotros.