Nuñez Regueiro. La Cultura Alamito
Nuñez Regueiro. La Cultura Alamito
Amricanistes
Nez Reguiero Victor A. La cullura Alamito de la subarea Vulliserrana del Noroeste Argentino. In: Journal de la Socit des
Amricanistes. Tome 60, 1971. pp. 7-64;
doi : 10.3406/jsa.1971.2069
http://www.persee.fr/doc/jsa_0037-9174_1971_num_60_1_2069
Prefacio.
Entre las subreas culturales del N.O. argentino establecidas Alberto Rex
Gonzalez, la Valliserrana es la que, sin lugar a dudas, ha sido ms extensa e
intensivamente estudiada desde las primeras pocas de la arqueologa argentina.
A partir de la obra de Bennett y colaboradores, aparecida en 1948, y de los
trabajos de Gonzalez en el Valle del Hualfn, se comenz a apreciar la existencia
de varias culturas, diferenciadas delpunto de vista cultural, temporal y geogrfico.
La intensificacin de los trabajos de campaa, junto con la incorporacin de nuevos
mtodos, dieron por resultado una considerable ampliacin del campo temporal
y cultural del noroeste prehispnico, ratificada con cada nuevo fechado radio-
carbnico en su primer aspecto, y enriquecido en el segundo con cada excava-
cin realizada.
Las tradicionales, e indiscriminadamente inclusivas denominaciones proto-
histricas, tales como diaguita calchaqu , con las cuales sola identifi-
carse cualquier resto cultural ercontrado en el area de dispersion de los grupos
indgenas homnimos que encontraron los espaoles, se han visto relegadas,
fnalmente, al periodo de tiempo al cual siempre debieron estar connotadas : al
hispano-indigena .
Dentro de la subrea Valliserrana no todas las regiones han sido estudiadas
con igual intensidad. Los valles de Hualfn y Santa Maria son los que mejor
conocemos, a travs de los trabajos de Alberto Rex Gonzalez y de los realizados
por el Instituto de Antropologia de la Universidad Nacionl de Rosario (ex
Universidad Nacionl del Litoral), bajo la direccin de Eduardo M. Cigliano.
Sobre algunas culturas particulares existen monografias que ponen de mani-
fiesto el grado de conocimiento alcanzado sobre ellas.
Otras regiones de la subrea, por el contrario, aun permanecen prcticamente
desconocidas, y no es dificil que en ellas se encuentren restos pertenecientes a
otras culturas locales, aun indescriptas como taies, cuya presencia se logra vis-
I. EL ESPACIO
El Medio.
G2
H2 100 200I 300
III |m,
Los sitios.
Terraza de 1700 m.
Es denominada por los lugareos Mesada del Arbolito , y nosotros soliamos
designarla con los nombres de Mesada Inferior Mesada Baja , a pesar
de que existen terrazas ms bajas que estas, como puede observarse en el mapa
general de la zona.
En esta tarraza se ubicaron 24 sitios, que designamos con las letras : A, B,
C, D, E. F, G, H, I, J, K, L, M, N, R, S, T, U, V, W y X, a las que solemos
agregarle un , identificatorio de la meseta de 1700 m, en el sistema empleado
en estos sitios.
En 1957, en un piano confeccionado sobre la base de una fotografia area,
la identificacin de los sitios se hizo tambin por medio de letras ; en 1959
algunas fueron distinguidas con numros, y otras con letras. El quivalente
de las denominaciones se detalla en la tabla 1 del Apndice ; en este trabajo
emplearemos siempre las denominaciones que en dicha tabla fguran bajo el
ao 1966.
14 SOCIT DES AMRICANISTES
Terraza de 1800 m.
Se la identified como Mesada Toribio , Mesada del Medio Mesada
Intermedia . Se ubicaron en total 15 sitios. Son designados como : A-l, B-l,
C-l, D-l, E-l, F-l, G-l, H-l, M, J-l, K-l, L-l, M-l, N-l y 0-1 ; el numero 1
es el que identifica a la meseta de 1800 m. En 1957 no fueron denominadas, si
bien ya habian sido localizadas.
Terraza de 1900 m.
En la regin se la conoce como Mesada de las Sepulturitas , y en 1957
y 1958 se la identifie tambin como Mesada Superior Mesada
Alta .
Localizanse 11 sitios sobre esta terraza. Se los individualiza como : A-2,
B-2, C-2, D-2, E-2, F-2, G-2, H-2, 1-2, J-2 y K-2, siendo el numero 2 el que
reprsenta a esta terraza. Innominados en 1957, fueron distinguidos con letras
griegas en 1958.
Otros sitios.
Entre las cotas de 2000 y 2100 m hemos visto algunos sitios dispersos, y segun
referencia de algunos pobladores existen otros, a mayor altura, y tambin ms
hacia el note, hacia la zona de El Durazno.
En el llano del Campo del Pucar, al SW del conjunto de sitios de la terraza de
1700 m, se hallan algunos sitios, y los hay tambin ms hacia el sur, en las proxi-
midades de Agua de las Palomas. Al ir por el camino que conduce al Pucar de
Andalgal, y que bordea el flanco oriental del Campo , pueden verse otros,
a ambos lados del camino.
Sobre la base de algunas otras evidencias recogidas, tenemos la certeza de
que no muy lejos de los lugares mencionados deben existir ms sitios similares,
especialmente hacia el norte, siguiendo el rio del Pucar.
IL LA CULTURA
Patron de poblamiento.
ESQUINA SW.
DEL PATI
ubicacin del basurero en el oeste ; las habitaciones presentan los pasillos orien-
tados en direccin contraria a los vientos prdominantes del este, que son los
ms fuertes y constantes ; suele soplar viento del note o del sur, pero excep-
cionalmente del oeste.
El terreno utilizado para erigir los sitios es siempre llano, y en las trs terrazas
stos se hallan prximos a cauces fluviales.
Madrazzo y Otonello de Garcia Reynoso (1966 : 14-5), clasifican a Alamito
dentro del tipo de instalacin Poblado Disperso ; pero considrmes que,
de acuerdo con la tipologia y definiciones que ellos establecen, el patron de
poblamiento de Alamito no corresponde a este tipo, sino al de Conglomerado
(ib. : 11-2) : cada sitio de Alamito pose una forma bien defnida y se halla
perfectamente circunscrita ; adems, han tenido existencia como unidades
estructurales ; por otra parte, las viviendas no estn diseminadas entre los
campos de cultivo.
Veremos con ms detaile los distintos elementos que componen un sitio.
CONSTRUCCIONES HABITACIONALES.
es de 80 a 100 cm. Cada columna de piedra se enfrenta con una columna similar,
levantada en la pared opuesta. Las columnas de piedra llegan hasta el piso,
pero estn cubiertas , hasta ms o menos los 50 cm el reboque de barro a
que se hizo referencia ms arriba. Las columnas han estado reforzadas con barro
en sus costados, pero sin llegar a constituir una argamasa que separase a las
piedras entre si. No se ha podido determinar cmo se mantenia la tierra sobre
la parte de pared hecha de barro, entre las columnas ; pensamos que podria
haber estado, tal vez, sostenida por algun tipo de enramada.
Los pisos son muy duros, tanto que en algunos casos habia que apelar al
pico para romperlos, porque la pala no podia penetrar en ellos.
Es frecuente la superposicin de pisos consolidados : hemos hallado hasta
cuatro nivels. Parece, por lo tanto, que despus de un tiempo, por causas no
determinadas, se procedia a levantar una nueva habitacin encima de los
restos de la anterior, de la que a lo sumo quedan unos 20 cm de pared (en altura).
En la Habitacin 1 de la unidad sitio D-l (la que, como dijimos, aparente-
mente carecia de pasillo) existe una variante : en el centro del piso se hallaron
dos pozos para poste ; para evitar que los postes se hundieran en el sedimento,
a medio metro por debajo del piso se colocaron sendas lajas. Puede verse que,
salvo este caso, las restantes habitaciones de tipo A deben haber tenido techo
a una sola agua ; tirantes tangenciales al eje principal de la habitacin se apoya-
rian sobre las columnas de piedra, aguantando el resto de la estructura del techo.
Las columnas de piedra seran ms altas de un lado que del otro (como parece
demostrarlo la altura a las que se conservan), para darle al techo la caida nece-
saria.
Cobertizos.
Observaciones adicionales.
Plataformas.
Economia.
AgRICULTURA Y RECOLECCIN.
En cuanto a los recursos animales, cabe decir que es muy frecuente, en todos
los basureros, la presencia de abundantes restos de camlidos (Lamasp.), algunos
de los cuales se hallan partidos, aparentemente en forma intencional, como
para extraerles la mdula. No existen corrales que indiquen la domesticacin
de la llama, aunque podrian haberlos hecho con troncos ramas. Lo que es
indudable es que la llama, probablemente domesticada, y tal vez otros
camlidos, jugaron un papel muy importante no slo en lo que respecta a la dieta
alimenticia, sino tambin, posiblemente, en relacin a la tejeduria.
En algunas oportunidades hemos hallado plaas de la caparazon de quir-
quinchos (Chaetophractus sp.), animal que actualmente es muy buscado por
su sabor. Tambin se han encontrado huesos de Ctenomys sp., conocidos como
ocultos en la zona. Aunque los restos de estos animales pueden, en muchos
casos, pertenecer a ejemplares que murieron en sus cuevas, en pocas recientes,
es muy probable que hayan formado tambin parte de los recursos alimenti-
cios de los pobladores de los sitios de la cultura Alamito.
Tecnologia.
Alfarera.
Campo del Pucar Inciso : sobre la superficie generalmente gris, muy bien
alisada pulida, se efectuaron incisiones relativamente anchas (2 mm) y muy
poco profundas, con un instrumento de una punta ; los motivos son geomtri-
cos, muy simples, de lineas paralelas, simples o formando espigados, consti-
tuyendo rombos, incisiones zonales.
LA CULTURA ALAMITO DE LA SUBAREA VALLISERRANA 27
aplicadas a piezas de pasta del tipo Cinaga Anaranjada Lisa ; en otros casos,
es fcil confundir el bruimiento decorativo con pintura, ya que las lineas
bruidas adquieren reflexion un tinte rojo bien diferente del color anaran-
jado ante del resto de la pieza.
Cinaga Anaranjado Liso : an no ha sido descrita (Gonzalez MS). Pose
una superficie pulida, de color anaranjado, que llega a veces a ante ; la pasta
es compacta, sin antiplstico con antiplstico muy fino.
Cinaga Gris Lisa : an no ha sido descrita (Gonzalez MS). Cocida a
atmosfra considerada como reductora, pose una superficie bien pulida, de color
general gris, con diferentes intensidades, segn los fragmentos ; la pasta es
compacta, sin antiplstico o con antiplstico muy fino, de fractura neta, gene-
ralmente recta ; el espesor de los fragmentos varia lo comn entre 2 y 4 mm.
Cinaga Inciso : originalmente fue denominada Cinaga Grabada (Gonzalez
y Nez Regueiro 1960 a : 151), pero en realidad todos los fragmentos que
ubicamos dentro de este tipo se hallan incisos, y no grabados. Gonzalez (MS)
cambi posteriormente la denominacin la que utilizamos en este trabajo.
La pasta es similar a la de Cinaga Gris Liso.
Este tipo lo hemos dividido en 6 subtipos, de acuerdo con los motivos y las
tcnicas con que se realizaron stos. (Las denominaciones : Cinaga Inciso A ,
Cinaga Inciso , etc., no corresponden con las utilizadas por Gonzalez y
Nez Regueiro 1960 a : 151).
A) Cinaga Inciso A : decoracin por sombreado zonal ( zoned hachure ) ;
los limites de las areas sombreadas han sido realizadas con incisiones de linea,
rectas ; el sombreado se ha logrado mediante la aplicacin repetida de una
paleta dentada que dej grupos paralelos de incisiones de punto compuesto.
B) Cinaga Inciso : decoracin sombreado zonal ; los limites de las
areas sombreadas han sido realizados mediante incisiones de linea, rectas, como
en el subtipo A, pero el sombreado se ha logrado con incisiones de linea, rectas
y paralelas, finas, generalmente mucho ms finas que las que delimitan las
zonas.
C) Cinaga Inciso : incisiones de linea, rectas, ms anchas (1-2 mm) que
profundas, paralelas, dispuestas en grupos verticales, o combinadas formando
espigados o ngulos.
D) Cinaga Inciso D : incisiones de punto simple, mucho ms anchos que
profundos, generalmente combinados con finas incisiones similares a las del
subtipo B, a los efectos de delimitar zonas sombreadas ; puede tambin combi-
narse con incisiones de lineas anchas y poco profundas.
E) Cinaga Inciso E : aparentemente siempre forman una decoracin zonal ;
las zonas sombreadas estn constitudas por reticulados formados por lineas
paralelas que se entrecruzan con otas en ngulos rectos ligeramente agudos.
F) Cinaga Inciso F : decoracin por sombreado zonal ; las zonas delimi-
tadas con tcnica similar a la usada en los subtipos A y B, se hallan sombreadas
con incisiones de punto simple, aplicados, por lo general, en lineas paralelas,
imitando el efecto que se consigue por la utilizacin de una paleta dentada.
30 SOCIT DES AMRICANISTES
Metalurgia.
Han sido encontrado muy pocos elementos de metal, lo que nos induce a
pensar que no deben haber desarrollado la metalurgia, sino que los han obte-
nido por intercambio con Condorhuasi y/o Cinaga. Se han hallado, en total,
dos hachitas de cobre, con aletas, de un par de mm de espesor, de hoja subiec-
tangular ; anillos de cobre, confeccionados con un rectngulo alargado de
cobre, doblado para constituir el anillo ; fragmentos de pinzas para depilar,
LA CULTURA ALAMITO DE LA SUBREA VALLISERRANA 3
Textiles.
Trabajo de la piedra.
Trtase uno de ellos de una figura monolitica, con un cuerpo y rostro de mujer
esculpido, sobre cuyo dorso esta encaramado un reptil cuya cabeza remata la
nuca de la figura femenina. Mide 98 cm de altura. El rostro femenino prsenta
los ojos a manera de dos saliencias redondeadas, con una depresin central
que indica la pupila. La boca y nariz se hallan rodeadas de una linea excavada
que dlimita el rostro. Se aprecian claramente las manos, apoyadas sobre el
abdomen, y los senos ligeramente esbozados en relieve. La figura zoomorfa,
encaramada sobre su dorso, remata con su cabeza la de la figura femenina,
a manera de gorro ; las patas traseras rodean en parte a la seccin que deberia
corresponder a las piernas de la mujer. El extremo inferior de la pieza esta
aguzado, como si hubiera sido enclavado en el suelo donde se la hall en
el pasillo que spara ambas plataformas de piedra, en el sitio B-0 . Junto
a ella se encontre un plato de piedra, parcialmente bien pulido. Es esta la unica
figura de piedra con representacin de alter ego hallada hasta ahora en el
N.O. argentino. Los restantes elementos tpicos estn constitudos cabezas
de piedra de gran sentido plstico, muy expresivamente estilizads en lineas
simples y fuertes, trabajadas a la martellina, que casi siempre fueron encontradas
en asociacin o en las proximidades de las plataformas de piedra, como si hubie-
sen sido parte de ellas ; y adems, lo que vulgarmente conocemos como
cigueales o dolos suplicantes .
Se trata de tallas extremadamente modernas por su concepcin, que guardan
una constante formai bien defnida ; mejor que cualquier descripeion es verlas
reproducidas. Al contrario de las cabezas de piedra, toscamente talladas, estas,
por lo general, son esculturas que poseen un cuidadoso pulimento en casi toda
su superficie. Piezas de este tipo habian sido dadas a conocer ya por Ambro-
setti en 1906, pero hasta ahora no se las habia ubicado culturalmente. Existen
varios ejemplares, procedentes del area de dispersion de la cultura Alamito,
de zonas muy prximas, en diverses colecciones y museos (p. ej. : Coleciones
Fragueiro y Max Schmidt ; Museos de Ciencias Naturales de La Plata y Cal-
chaqui de Catamarca).
Finalmente, debemos mencionar una mano de mortero, pequea, que pose
dos esquemticos rostros humanos opuestos por sus nucas.
Arte.
Alfarera.
EsCULTURA.
MSICA.
Creencias.
Religion.
Podemos describir, e interpretar tan slo hasta cierto punto, una srie de
elementos que deben haber estado estrechamente ligados al mundo sobrenatural
del hombre que hoy, a travs de sus restos, identificamos como hacedor de la
cultura Alamito.
Plataformas.
Ya las hemos descrito anteriormente, refirindonos tambin a su relacin
con el resto del sitio. Nos limitaremos aqu a enumerar los distintos elementos
de juicio que apuntan hacia el uso ceremonial de estas estructuras.
LA CULTURA ALAMITO DE LA SUBAREA VALLISERRANA 35
Idolos suplicantes .
A falta de una mejor denominacin aunque sria mejor Uamarlas escul-
turas tipo Alumbrera , las identificamos, provisoriamente, con este nombre.
Por otra parte, desde un punto de vista de interpretacin puramente subje-
tiva, ninguna otra podra, tal vez, resumir mejor la fuerza expresiva y la apa-
rente intencin que poseen estas piezas.
Desgraciadamente, todos los ejemplares hallados, si bien lo fueron, en su
mayoria, en la zona incluso conocemos en un caso, en que unidad sitio T
nunca los hemos encontrado en las excavaciones. Pero estas figuras, tan moder-
nas en su concepcin, y tan cuidadosamente pulidas en algunos casos, ham
debido jugar un importante papel dentro del mundo de las creencias det
Alamito.
Representacin de cabezas dobles.
Poseemos un solo ejemplar de este tipo, que consiste en una pequea mano
de mortero, trabajada a la martellina, cuyo mango pose dos esquemticos
rostros humanos opuestos por la nuca. Conocemos una pieza, hallada en el
36 SOCIT DES AMRICANISTES
sitio D-l, que tambin pose este motivo, muy toscamente logrado mediante
la talla de la parte superior de una piedra alargada. Un pequeo menhir
de poco ms de 65 cm de altura, procedente de Tafi Viejo (Pcia. de Tucumn ;
Col. Sabat Prebisch), pose tambin este tipo de representacin.
Elementos representados.
En lo que a esto respecta, resumiendo, podemos decir que no existe una
clara predominancia de un motivo determinado. Hemos hallado representa-
ciones de : reptil, en la figura monolitica ; mujer, en la misma pieza que la
anterior : figuras femeninas y asexuadas, humanas, y posiblemente tambin mascu-
linas, en todos los dolos suplicantes ; felino : una clara representacin en
uno de los silbatos, esta compuesta por un felino modelado ; una maza de piedra
con garganta pose un rostro tallado con atributos felinicos ; cabezas dobles
opuestas por las nucas, en dos piezas de piedra ; rostros humanos de animales,
sumamente estilizados o muy esquemticamente representados, existen en las
cabezas de piedra y constituyendo los mangos de algunas fuentes de piedra.
No se registra la presencia de elementos felinicos en la intensidad con la que
podemos encontrarlos en otras culturas alfareras y agricolas formativas, como
Cinaga, Condorhuasi y Tafi, que llegan a convertirse en una verdadera obse-
sin felnica en Aguada (Gonzalez 1965 a). Por el contrario, hay una clara
tendencia a reprsenter la figura humana, femenina especialmente, y a antro-
pomorfizar las representaciones.
Funebria.
que deben haber servido de escalones rampas que ascienden hacia el exterior
del sitio (cabe consigner que en el sitio G-0 no se excav debajo del piso
de habitaciones ni cobertizos).
En 18 casos pudo determinarse la posicin de los cadveres sin lugar a dudas :
un 50 % se hallaron en posicin genupectoral, de costado, de los cuales un
22,22 % lo estaban del lado izquierdo, y el 27,78 % restante del lado derecho ;
del otro 50 %, un 44,44 % se hallaba de espaldas, con las piernas y brazos
flexionados, y tan slo el 5,56 % representado un caso, se hallaba boca
abajo, con las piernas flexionadas sobre la espalda, y la cara ms baja que la
pelvis, como si se lo hubiera deslizado de cabeza hacia el interior de la fosa.
El unico caso de un esqueleto completamente extendido lo constituy el de
un nio, que yacia de espaldas.
A pesar de la general uniformidad del patron de funebria, se aprecian signi-
fcativas diferencias entre las unidades sitios de cronologa ms temprana
y el sitio D-l (ver Capitulo 3), que indican modificaciones importantes en el
patron de funebria a lo largo del tiempo. En efecto, en los sitios B-O, C-O, D-0
y G-O, en todos los casos se hallaron, junto con los restos seos, elementos que
no han cumplido, seguramente, la funcin de ajuar funbre, sino que deben
haber estado incorporados al peinado o atavo de los inhumados : en un caso,
fragmentos de un peine peineta de hueso y 9 cuentas de piedra (sitio B,
adulto) ; en otro, una cuenta de hueso, una aguja y restos de peine del mismo
material (sitio C, adulto) ; y fnalmente, cuentas de hueso y concha (sitio G,
infantil). Las cuentas, generalmente rodean a las vertebras cervicales, y los
otros elementos se hallaron en su proximidad. En el sitio D-l, que considera-
mos el ms tardo de todos los excavados, en trs de los cinco enterratorios
hallados se encontr ajuar funbre : en un caso constituido por dos jarritas
Cinaga gris inciso, y un mortero de piedra con un rostro humano esculpido,
y en otro caso, fragmentos de recipientes Cinaga gris inciso y gris liso pulido,
casi equidistantes de dos enterratorios de adultos que yacian bajo el piso de
las habitaciones del M 3. En ninguno de los 5 entierros de esta unidad fueron
hallados fragmentos de peines cuentas.
Tambin en este sitio se encontraron restos de un nio, en psimo estado
de conservacin, que parecia indicar que estaba formando un paquete fune-
rario. De ser cierto, sria la nica evidencia de un entierro secundario que
tenemos para Alamito ; pero la conservacin de los restos no lo permite ase-
verar con certeza.
En el sitio B-0 a uno de los cuerpos le faltaba por complte su parte superior,
a partir de la tercera vertebra lumbar ; el excelente estado de conservacin
de la parte inferior del cuerpo no ofreca dudas al respecto. Un caso similar
pareciera haber ocurrido con uno de los cuerpos hallados en el sitio C-O, pero
en este caso los huesos se hallaban en psimo estado de conservacin.
En suma, la aparente falta de preparacin del cadaver, carente de ajuar
funbre salvo en el sitio D-l , y sin una posicin definida constante, esta-
blece una neta diferencia con otas culturas agroalfareras tempranas, tales
como Condorhuasi y Cinaga, con las que tuvo permanente contacte Incluso,
pareciera que a los cadveres se los hubiera colocado flexionados slo para
ahorrar espacio o esfuerzo al hacer la fosa, ya que en un caso estaba el inhu-
38 SOCIT DES AMRICANISTES
Armas.
Discos.
Pipas.
Hemos hallado tan slo unos pocos fragmentos de tubos, y partes que pueden
pertenecer a hornillos de pipas rectas de cermica, de superficie alisada, cocida
a atmosfra oxidante.
Tubos.
En asociacin con el Cobertizo sur del sitio B-O, y con la habitacin 1 del
sitio D-l, fueron hallados grandes fragmentos de tubos de cermica. Otros,
algo ms pequeos, se han hallado en otras partes, especialmente en basureros.
Se trata de verdaderos caos cilndricos, de 15 o ms centmetros de di-
metro, cuya funcin an no hemos podido determinar, aunque por hallarse
asociados repetidamente con construcciones habitacionales, permiten sugerir
haber cumplido alguna funcin similar a la de los tubos de chimenea.
Organizacin social.
III. EL TIEMPO
El GRFICO DE SERIACIN.
El GRFICO DE LA FIGURA.
U U it fcl U :
g '* ID H "*
Iala. il ALAMITO II i> srn
- '2 _ ': so
= .5 i
ox
: 1
; 0
CONDORHUASI
"CONDORHUASI
BLANCO/ROJO
MONOC
POLICROMO
ROJO
ROJO/ANTE
CIENAGA
ACONQUIJA INCISO A
"
ALAMITO
"ALUMBRERA
PINTURALIN.
INCISO IRREGULAR
PARAL.
CASPICUCHUNA INCISO
ALUMBRERA TRICOLOR
CAMPO DEL P. INCISO
CASP. BLANCO /ANTE
ALUMBRERA POSTCOCCION
VAN* CASPICUCHUNA NEQATIVO
44 . SOCIT DES AMRICANISTES
Subdivision de la secuencia.
No hemos hallado ningn sitio de cultura Alamito que est libre de cermica
obtenida por intercambio con Condorhuasi o Cinaga. En la base de los sitios
ms tempranos de Alumbrera que hemos estudiado, Condorhuasi ya se halla
firmemente prsente como cultura intrusiva.
Rsulta sumamente claro que en estos sitios Condorhuasi ocup una posi-
cin en general ms temprana que Cinaga. Considerando en total a todos
los tipos identifcables como Condorhuasi, se aprecia que la popularidad de
Condorhuasi va disminuyendo gradualmente. Al mismo tiempo, comienza a llegar
Cinaga, que aumenta de popularidad primero lentamente, al mismo tiempo
que disminuye la de Condorhuasi.
Estos hechos, sumados a la historia que ofrecen, sincrnicamente, los tipos
locales, hicieron que subdividisemos la secuencia de Alamito en dos fases :
Alamito I y Alamito II. El punto de division entre ambas fases lo ubicamos
en el momento en que se invierte porcentualmente el predominio de una y
otra cultura.
Alamito I.
En esta fase el predominio de Condorhuasi con respecto a Cinaga es muy
claro ; se hallan prsentes los cuatro tipos decorados Condorhuasi que regis-
tramos : Blanco sobre Rojo, C. Monocromo Rojo, C. Rojo sobre Ante y C. Poli-
cromo, aunque este ultimo aparece en forma muy tardia, y aparentemente
perdura hasta bien entrada la fase II, cuando ya los otros tipos Condorhuasi
han desaparecido por completo.
En la fase I prcticamente desarrollan toda su historia trs tipos locales :
Alumbrera Lineas Paralelas, Alumbrera Pintada y Caspicuchuna Inciso ; las
tendencies de los primeros adoptan una apariencia fusiforme sumamente clara,
especialmente en el tipo A. Lineas Paralelas, que es el ms abundante de los
trs ; adquieren su maximo de popularidad hacia la mitad de la fase, para luego
declinar en la fase II, donde perdura un tiempo en porcentajes reducidos.
Las asociaciones de materiales en los sitios analizados permiten incorporar
como caracteristicas de esta fase, adems, a algunos otros elementos culturales :
habitaciones de tipo de tamao en general mayor que en la fase II ; funebria
sin ajuar ; peines de hueso que acompaan a algunos de los cadveres ; figura
monoltica ( menhir ) y pequeos menhires lisos ; cabezas de piedra, posible-
mente relacionadas con las plataformas ; fuentes y platos de piedra lisos con
los mangos tallados.
Alamito II.
En esta fase se invierte el predominio de Cinaga sobre Condorhuasi, que
fnalmente desaparece por completo. Desde un punto de vista analtico, se podra
subdividir a esta fase en dos subfases :
Subfase a : En esta subfase, la ms temprana, nos encontramos con que
an perdura, aunque en escasa proporcin, los tipos Condorhuasi (salvo el
LA CULTURA ALAMITO DE LA SUBREA VALLISERRANA 45
FeCHADOS RADIOCARBNICOS.
CONDORHUASI.
ClNAGA.
Alamito.
Otras culturas.
Condorhuasi.
ClNAGA.
de contacto cultural que podemos ubicar, sin lugar a dudas, dentro del tipo 1,
la influencia de la cultura Cinaga sobre Alamito aument en forma graduai,
produciendo importantes cambios en algunas pautas de esta ultima. De una
simple adopcin de unidades de rasgos Cinaga, sin modificarlas ni fusionarlas
con elementos de Alamito, que se manifiesta ya en los finales de la fase I (tipo 1),
se pasa luego, en la subfase a de la fase Ha. una fusion con predominio de la
parte correspondiente de la cultura receptora (tipo 2), registrada a travs
del tipo Campo del Pucar Inciso, para luego, ya en la parte final de la fase II
(subfase b), producirse una situacin de tipo 3, esto es, en la que predominan,
en algunos aspectos, las unidades de rasgos intrusivas (Cinaga) en el patri-
monio cultural de Alamito.
Esta situacin se manifiesta con claridad en la funebria : de un patron de
entierros sin ajuar no perescible, se pasa a inhumar con ajuar, compuesto esen-
cialmente de piezas de tipos Cinaga. Adems, se produce un cambio en la tcnica
de techar algunas habitaciones : se incorporan dos postes centrales, modificando
los techados a una sola agua que hasta entonces fueron los caractersticos,
posiblemente esta modalidad haya sido resultado tambin de la influencia de
la cultura Cinaga, de la que poco sabemos con respecto a sus habitaciones
(aparentemente fueron, por lo comun, de material perescible) ( Gonzalez 1955) .
CONSIDERACIONES GENERALES.
V. RELACIONES
Ante todo es necesario tener prsente que las comparaciones que se pueden
efectuar en estos momentos se ven afectadas por varios factures, entre los que
50 SOCIT DES AMRICANISTES
Taf.
Hualfin.
La comparacin de los tipos Cinaga del grfico de la figura obtenida
mediante la aplicacin del mtodo de seriacin cuantitativa, y el grfico que
el Dr. Alberto Rex Gonzalez elabor para el valle del Hualfin (comunicacin
personal), basndose en seriacin de tumbas, parecera mostrar, en trminos
de cronologa relativa, una historia comparativamente un poco ms tarda de
los tipos pintados Cinaga en el Valle del Hualfin, a excepcin del tipo Cinaga
Rojo sobre Ante. Habra algunos tipos Cinaga, en el valle del Hualfin, que
no se hallaran en Alumbrera, taies como Cinaga Negro y Rojo sobre Ante,
Cinaga Crema Lisa y Cinaga Morado. Estos elementos de juicio deben eva-
luarse cuidadosamente, ya que las informaciones han sido derivadas de la
aplicacin de distintos mtodos de seriacin, aplicados a diferentes materiales
(basureros y tumbas). Sria prematuro, por ejemplo, aseverar que la falta de
LA CULTURA ALAMITO DE LA SUBREA VALLISERRANA 51
Consideraciones gnrales.
Aparentemente los contactos de Alamito con las culturas Cinaga y
Condorhuasi, en los sitios de Alumbrera, se efectuaron tanto con el valle del Hualfn.
comoel de Santa Maria (en este ultimo lo inferimos por los hallazgos de
Alumbrera Lineas Paralelas). Faltarian estudios complementarios para dterminer la
posicin cronolgica relativa de los distintos tipos comunes a dichas zonas, ya que
no puede ni debe esperarse que en las trs ocupen todos iguales posiciones -
52 SOCIT DES AMRICANISTES
Peru.
Chavin de Huantar,
En Chavin de Huantar, Bennett (1944 : 76-7, fig. 26) realize excavaciones
en una habitacin cuya cronologia resultaba incierta, y sobre la cual queremos
llamar la atencin : The composition of the wall dice Bennett is stone
and clay cement, all covered, inside and out, with a 1 centimeter thick clay plaster
(...) No ceramic could be identified with the house, and an extended burial
at the western edge (CH 3D) contained no artifacts . Adems, post Chavin
materials were found in eleven of the sixteen sites as well as in surface
collections (Bennett 1944 : 89), entre ellos el CH 3, en donde se realizaron estas
excavaciones.
En esta habitacin existia una banqueta ( bench ) en una de las paredes,
similar a la de la Habitacin 4 del sitio D-l (Bennett 1944 : 77, fig. 26). Las
cabezas de piedra, en asociacin con las dos plataformas, en Alamito, nos
recuerdan en cierta forma a las cabezas clavas (Tello 1960 : 253-299) de
Chavin, a pesar del lapso temporal y la distancia que las spara de Alamito.
Bolivia.
En otros trabajos han sido apuntadas algunas relaciones que parecen existir
entre Alamito y las culturas Chirip y Chullpa-Pampa. Queremos precisar
LA CULTURA ALAMITO DE LA SUBREA VALLISERRANA 53
Chirip
El trabajo de Bennett nos ofrece detalles de inters (Bennett 1936 : 413-46,
502-3). Existe un patio cuadrangular (aunque Bennett lo denomina temple ),
a nivel inferior de las habitaciones, rodeado de paredes de piedra. En torno
a l se sitan las habitaciones, pero slo dos fueron excavadas por completo,
y una tercera determinada con exactitud. Bennett supona que deben haber
constituido un circulo completo, haciendo un total de 14 habitaciones (
Estimating on the basis of the sizes of the three houses located, eleven more houses
would be required to complete the circle, making a total of fourteen ) (Bennett
1936 : 420 ; el subrayado es nuestro), formando el (...) raised ridge wich was
about 1,25 meter high and sloped gradually off towards the center of the ring
and towards the outside (Bennett 1936 : 430).
Las habitaciones de Chirip tienen paredes de barro, que fueron finished
with a thick yellow clay wash (Bennett 1936 : 423-4). Se us piedra en la base,
y las paredes, que son dobles, ofrecen la particularidad de tener silos para alma-
cenar granos. En la House 2 se hallaron restos de techo (aparentemente
torteado y restos de vgtales), mezclados con instrumentos de hueso y piedra.
Adems existen pisos colocados a distintos nivels.
Bajo el piso de la House 2 Bennett hallo 13 enterratorios, de los cuales
some are covered with clothes, three had strips of gold on the forehead, several
had bone, shell, and copper beads, and one had a small bone labret (Bennett
1936 : 432-3). No se hallaron en estos entierros otros elementos, asociados
como ajuar ; los cadveres estaban extendidos o flexionados, sin orientacin
determinada, enterrados en cistas o pozos rodeados con piedras, salvo un caso,
que era una fosa abierta directamente en el suelo, a 90 cm bajo el piso. La simi-
litud con la funebria de Alamito es clara.
En cuanto a la cermica, en su mayora es ordinaria ; los tipos decorados
hallados en asociacin al piso de las habitaciones son del tipo Amarillo sobre
Rojo, cuyos diseos consisten en oblique bands and triangular commonly
arranged in step pattern (Bennett 1936 : 441). Este motivo de tringulos
escalonados se da en uno de los dos recipientes Condorhuasi Blanco sobre Rojo
hallado por nosotros, y es comn en Condorhuasi.
Por ultimo, queremos mencionar la similitud existente en el felino modelado
sobre un tubo (tal vez de pipa) hallado a la entrada de la House 2 (Bennett
1936 : 443, fig. 28 g), con el que sirve para decorar a uno de los silbatos hallados
en Alamito, y el hecho de que pareciera que tanto en Chirip como en Alamito
existan pipas rectas de cermica.
Cultura Megaltica.
Por lo menos a parte de la cultura Megaltica de los Tmulos que
describe Ibarra Grasso (1956, 1960) debera llamrsela Chullpa-Pampa, sobre
la base de los trabajos previos de Ryden, y al hecho de que tanto la denomi-
54 SOCIT DES AMRICANISTES
Chile.
R.ECAPITULACIN.
Nota : el numero que figura entre parntesis al comienzo de cada trabajo, indica el orden
de aparicin.
(7) Cigliano, Eduardo M. (1958).
(1) Gonzalez, Alberto Rex (1952 : 7, fig. 7).
(2) (1957a : 46-50, fig. 2).
(4) (19576)
(10) (1959)
(11) (1960)
(14) (1962)
(15) (1963a)
(16) (19636)
(8) Gonzalez, Alberto Rex y Nuez Regueiro, Victor A. (1958)
(12) (1960a)
(19) Madrazzo, Guillermo . Ottonello de Garcia Reynoso, Marta (1966)
(16) Nuez Regueiro, Victor A. (1965a : 260)
(17) (19656)
(20) (1970a)
(21) (19706)
(23) (1971)
(22) Nuez Regueiro, Victor A. y Tarrago, Myriam N. (1972)
(3) Pais Federico E. (1957)
(18) Parodi Lorenzo R. (1966)
(9) Petruzzi, Susana (1958)
(13) (1961)
(5) La Capital (1957) *
(6) (1958) *.
* Los articulos aparecidos en el diario La Capital fueron redactados por Victor A. Nez
Regueiro, y por Susana Petruzzi, respectivamente.
56 SOCIT DES AMRICANISTES
OBRAS CITADAS
Ameghino, Florentine
1880-1881 La Antiguedad del Hombre en el Plata. 1880 : Tomo Primero ; 1881 : Tomo
Segundo. G. Masson-Igon Hnos., Ed. Paris.
Bennett, Wendell .
1936 Excavations in Bolivia. En : Anthropological Papers of the American Museum of
Natural History . Vol. XXXV, Part. IV. New York City.
1944 The North Highlands of Peru. Excavations in the Callejn de Huaylas and at Chavin
de Huntar. En : Anthropological Papers of the Museum of Natural History ,
Vol. XXXIX, Part I. New York City.
Bennett, Wendell C, Everet F. Bleiler and Frank H. Sommer.
1948 Northwest Argentine Archaeology. En : Yale Publications in Anthropology, Num. 38.
Yale University Press, New Haven.
Cigliano, Eduardo Mario.
1958 Excavaciones arqueolgicas en Catamarca. En : La Prensa , Seccin Segunda.
Buenos Aires, 29 de Junio de 1958.
1961 Nuevos aportes sobre la cultura Coridorhuasi para el Area Central del N.O. Argentino
(Nota preliminar) . En : Notas el Museo , Tomo XX, Antropologia n 76. La
Plata.
Cigliano, Eduardo M. y Otros.
1960 Investigaciones arqueolgicas en el valle de Santa Maria. En : Instituto de
Antropologia, Facultad de Filosofa y Letras, Universidad Nacionl de Rosario, Publi-
cacin nm. 4 . Rosario.
Ford, James A.
1969 A Comparison of Formative Cultures in the Americas. Diffusion or the Physic Unity
of Man. Smithsonian Contributions to Anthropology , Vol. 11. City of Washington.
Gonzalez, Alberto Rex.
1952 Resucita el avion los secretos de civilizaciones milenarias. Separata de la Revista
Nacionl de Aeronutica , numros 128 y 129, Noviembre y Diciembre de 1952.
Buenos Aires.
1955 Contextes culturales y cronologia relativa en el Area Central del N.O. argentino (Nota
preliminar). En : Anales de Arqueologia y Etnologia , Facultad de Filosofa y
Letras Universidad Nacionl de Cuyo, ao 1950, tomo 11, pp. 7-32. Mendoza.
1956 La Cultura Condorhuasi del Noroeste Argentino (Apuntes preliminares para su estu-
dio). En : Runa , Vol. 7, Parte Primera, pp. 37-86. Buenos Aires.
1957a La fotografia y el reconocimienlo areo en las investi gaciones arqueolgicas del N.O.
argentino. En : Anales de Arqueologia y Etnologia , Facultad de Filosofa y Huma-
nidades, Universidad Nacionl de Cuyo, ao 1956, t. XII, pp. 46-50. Mendoza.
19576 Excavaciones arqueolgicas en la zona del Alamito, Departamento de Andalgald
(Catamarca). En : Ciencia e Investigacin , t. 13, nm. 8, agosto de 1957, pp. 366-9.
Buenos Aires.
1959 Nuevas fechas de la cronologia arqueolgica argentina obtenidas por el mtodo de
radiocarbon (II). En : Ciencia e Investigacin , t. 15, nm. 6, junio 1959 ; pp. 184-
90. Buenos Aires.
1960 Nuevas fechas de la cronologia arqueolgica argentina obtenidas por el mtodo de
radiocarbon (III). En : Ciencia e Investigacin , t. 16, nm. 4, abril 1960 ; pp. 142-5.
Buenos Aires.
LA CULTURA ALAMITO DE LA SUBREA VALLISERRANA 57
La Capital ,
1957 Expedicin arqueolgica al noroeste argentino. En : La Capital , Quinta Seccin,
viernes 15 de noviembre de 1957. Rosario.
1958 Interesantes decubrimientos arqueolgicos. En : La Capital , Segunda Seccin,
11 de mayo de 1958. Rosario.
Lange, Gunardo.
1892 Las ruinas de la fortaleza del Pucar (Procincia de Catamarca, Argentina). En :
Anales del Museo de La Plata , Arqueologa, III. La Plata.
Latrhap, Donald E. (Ed.).
1956 An Archaeological Classification of Culture Contact Situations. En : Seminars in
Archaeology : 1955 , Organized and Edited by Robert Wauchope. Memoirs of
the Society for American archaeology , Number Eleven, pp. 1-30. Salt Lake City.
Madrazzo, Guillermo y Marta Ottonello de Garcia Reynoso.
1966 Tipos de instalacin prehispnica en la regin de la Puna y su borde. Museo Etno-
grfico Municipal Dmaso Arce , Monografias, num. 1 ; pp. 14-5. Olavarria (s/f).
Marquez Miranda, Fernando y Eduardo M. Cigliano.
1961 Problemas arqueolgicos en la zona del Ingenio del Arenal, provincia de Catamarca,
Repu Mica Argentina. En : Re vista del Museo de La Plata (Nueva Srie) , Seccin
Antropologa, torno 5. La Plata.
Meggers, Betty J. y Clifford Evans.
1969 Cmo interpretar el lenguaje de los tiestos. Manual para arquelogos. Smithsonian
Institution. Washington, D.C.
Nunez Regueiro, Victor A.
1965a Posibilidades y necesidad de aplicacin de un mtodo cuantitativo para obtener cro-
nologia cultural. En : Revista del Institute de Antropologa , Facultad de Filo-
sofa y Humanidades, Universidad Nacionl de Crdoba, aos 1961-1964, tomo II-
III ; p. 260. Crdoba.
1965 Notas Sobre la Arqueologia del Campo del Pucar . Addenda al Cuaderno nm. 7
del Centro de Estudiantes de Filosofia y Letras de Cordoba (reimpresin de
Gonzalez y Nuez Regueiro 1960a). Crdoba.
1970a The Alamto Culture of Northwestern Argentina. En : American Antiquity , Vol. 35,
Number 2, pp. 133-40. Salt Lake City.
19706 Cronologia de dos tcnicas decoratwas del Formativo Regional del Noroeste Argentino.
En : Etnia , 11 Museo Municipal Dmaso Arce ; pp. 12-15. Olavarria.
1971 Excavacines arqueolgicas en la unidad Dl de los yacimientos de Aumbrera (1964).
(Zona de El Alamito). Dio Andalgal, Peia de Catamarca, Repblica Argentina.
En : Anales de Arqueologa y etnologia , tome XXIV-XXV ; pp. 33-76, Mendoza.
Nuez rkgueiro, Victor A. y Myriam N. Tarrago.
1972 Evaluacin de datos arqueolgicos : ejemplos de aculturacin. En : Estudios de
Arqueologa , 1, pp. 36-48, Museo Arqueolgico de Cachi, Salta.
Pais, Federico E.
'1957 Excavacines
Catamarca, 1957.
Arqueolgicas
(Este trabajo
de El reproduce
Alamito (Una
los artculos
crnica periodistica).
aparecidos enEn el
: La
diario
Union
La,
Union de Catamarca, Ios dias 1, 3 y 4 de mayo de 1957). Catamarca.
Parodi, Lorenzo R.
1966 La Agricultura Aborigen Argentina. Cuadernos de America , nm. 4. Eudeba.
Buenos Aires.
LA CULTURA ALAMITO DE LA SUBREA VALLISERRANA 59
APENDICE
Tabla I.
Equivalentes de las denominaciones
de las unidades segun las distintas expediciones.
A2 A2 alfa Al Al Al I A
B2 B2 betta Bl Bl Bl BO II
C2 C2 gamma Cl Cl Cl CO III
D2 D2 delta Dl Dl Dl DO DO IV D
E2 E2 epsilon El El El EO EO VI E
F2 F2 zta FI FI FI FO FO V F
G2 G2 CX. * Gl Gl Gl GO GO VIII G**
H2 H2 ^ Hl Hl Hl HO HO VII H
12 L2 II II II XXI
J2 J2 Jl Jl Jl 10 10 XIV I
Kl Kl Kl JO JO 13 J
Ll 01 01 XIII
Ml Ml Ml 11
N1 XI
N1 N1
LO LO XII L
01 PI PI
MO MO XV M
NO NO XVII N
oo OO XIX 0
PO PO XVIII P*
QO QO XVI Q
RO RO X R
SO SO IX S
TO TO XXIII
uo uo
vo vo XVIII p*
wo wo VIII G**
xo xo
Tabla II.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Observaciones
X X X X X 7 X +* **
X X X X X 8 X * **
X X X X X 4 X ** ** Existe una especie de habitacin entre las
Do X X X no X 8 X ** ** unidades Do
X X X no X 9 X ** **
Fo X X X no X 3 X ** ** Basurero adosado a M4 y M5 de la U
Go X X X no X 10 X ** **
X X X no X 4* X **
S Io X X X * X X ** **
Jo X X X X X 8 X ** **
X X X X X 8 X ** **
Lo X X X X X 4 X ** **
S Mo X X X X X 6* X ** ** Montculo de loess con piedras
ce No X X X * X X ** **
2en Oo X X X no X 7 X ** *
Po X X X no X 3* X ** **
H Qo X X X * X X * **
Ro X X X * X * X ** **
So X X X * X X * **
To X X X no X 5 X ** **
Uo X X X no X 4 X ** ** Basurero algo desplazado hacia el sur
Vo X X X X X 12 X ** **
Wo X X X X X 7* X *# **
Xo X X X * X X ** **
Al X X X no X 9 X 135 115
Bl X 96 108
Cl X X X X X 10 X 103 152
Dl X X X no X 10 X 99 115
g El X 96 115
>H
GO
FI X X X no X 7 X 100 116
Gl X 132 123
Hl X no no no X 5 no 141 145
II X X X X X X 10 139 144
Jl X X X no X 8 X 112 104
': Kl ? X 5 X 109
** **? Hacia el W la unidad se desbarranc
Ll X X X X X 4 X Unidad en general muy poco clara
Ml X X X X X 11 X 160 156
N1 X **
01 X (11) (11) X X 6 X 71 75 Ver Notas 11 y 12, a pie de pagina
A2 X 92 104
S B2 X X X no X 9 X 103 118
C2 X 109 116
D2 X X X no X 4 X 64 56
E2 X X X no X 6 X 115 105
)V F2 X X X X X 7 X 96 132
N G2 X 112 113
ce H2 X X X no X 5 X 88 66
fc 12 X 140 96? Esta unidad se confunde al SW con U G2
H J2 X no no no X 3 X 73 76 Unidad en general muy poco clara
K2 X X X no X 5 X 108 95
Refer encias :
1. Unidades.
2. Basurero ubicado al occidente de la unidad, con su eje mayor orientado aproximada-
mente de N a S.
3. Plataforma Norte, con eje mayor orientado aproximadamente de N a S.
4. Plataorma Sur, con eje mayor orientado aproximadamente de N a S.
5. Monticulo de loess ubicado en la depresin central.
6. Depresin Central.
7. Monticulos menores dispuestos en semicirculo al oriente de la unidad, en torno a la
depresin central. Numero de monticulos (la mayor parte de las veces es muy dificil deter-
aiinar su numero, ya que se confunden unos con otros ; no siempre corresponde el numero-
de monticulos con el de habitaciones existentes ; estas, lo general, son ms) .
8. Muros de contencin aflorando, especialmente en la parte exterior de la unidad.
9. Dimetro N-S de la unidad.
10. Dimetro E-W de la unidad.
* No se describi esta parte de la unidad en el terreno.
** No se tomaron las medidas.
Notas :
11. Las plataformas tienen los ejes mayores orientados de NW a SE.
12. Las habitaciones monticulos se ubican hacia el norte de la unidad.
"ES.-WN
N W-S. E E.NE-W.SW W.SW-E.NE W.NW-E.SE E.NE-W.SW
Orioatae. NW-SE NW-SE ' SW-WE NW-SE
N-S NE-SW N-S W-E
del eje * * * *
dorsal
dfl cuerpo
Co Hares
peines "x X X
Con ajuar ;
X
Ik'cubito : -
prono j X * ;*
1 'ccbito
upino X X X X X X * * I* !* X X
Lado
x + X * X * X .* * X x
Lado ;
x x * X X * > * X
Pusicia ; x x X X X * "x X X X* X '* X x X X
i Mt-as ! ccX i^X
i uhuaiac. i
pn maria A X x X X X X X X X X X X X X X X X X 1 ^ X x X X
liihuiaac. :
X X X X X X X X X X X X X X X X ! x X X ;~ X x X X ^ rt -z ~ ~ - ^ -^
i', dan :
;mu11o X, X X X X X X X X X !; X X X * x ; X X X X X
dad : X ;X X ; X
X
(Hro?
luoarcs X X X ! X
(.lili'l'L !ZO X X X : X
i iabitac. X X X X X X '. X X X
!!al>itac. X X X X X
lip..
~biWr7 ci Vf ~ vr. !-* ^H (M
i nidad 0 Co D ( 1
Terraza 1 .700 m. 1.800 ai. " f ~ .^ 3 ^ J ^ - ~ s - ^ i
Fig. 5. a : Figura monoltica ; b : piedra ahovada arrojadiza ; : pectoral de hueso ;
: cabeza de piedra ; e : dientes de peines ; f : base de un peine ; g : silbato de cer-
mica ; h : disco para juego , hecho con un fragnento Alumbrera lineas paralelas ; i : tor-
tero de hueso ; 1 : cuenta de malaguita ; m. : figurina zoomorfa ; n : mano de mortero. (Las
escalas reprsentai! 10 cm. para las figuras a y i ; la restantes, 1 cm.).