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Identidad Del Psicologo - Capitulo 8 - La Etica en El Ejercicio Profesional

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del psicologo eed toed rm Sa et een —— FPG ae =~ accu. ie aN RS (ean LCT a TUSIO |_—_———_ SS ii Uae La ética en el ¢jercicio | profesional Identidad del psicologo _eecrene sor doncmememcetmaay El hombre moral no es meramente aquel que desea Ihacer to que es correcto y lo hace, ni el hombre sin culpa, sino aquel que es consciente de lo que esti haciendo. Hipce1. (1770-1831) raiz en el vocablo griego etlios, que significa “costumbre” 0 “actitud”. La ética se define como la “parte de la filosofia que estudia el bien y el mal en Ja conducta hu- mana y, cor ello, los principios que informan el obrar del hombre. Como disciplina prac- tica se ocupa de los valores morales y de la conciencia, que queda asociada a la respon- sabilidad del hombre en sus acciones” Sin embargo, como apunt6 Erikson (1967, p. 171), en ocasiones las definiciones re~ sultan confusas, pues la moral y ética se utilizan a la vez. como sin6nimos y anténimos; es decir, quien sabe lo que es legal o ilegal, y lo que es moral 0 inmoral, con ello no ne- cesariamente ha aprendido qué es lo ético. En sus cuestionamientos al respecto, Erikson considera que las reglas morales de conducta se basan en un temor a amenazas que es necesario evitar. En contraste sefiala que las reglas éticas se basan en ideales, a los cua~ les se tiende con conserftimiento racional y con aceptaci6n de un bien formulado; se trata de una definicién de perfeccién con una promesa de autorrealizacién. Concluye que el verdadero sentido ético abarca y supera la restriccién moral, y la visién ideal, ya que im- plica una participacién comprometida en aquellas relaciones intimas y asociaciones la- borales mediante las cuales el hombre puede tener la esperanza de compartir una vida de productividad y eficacia. La ética profesional, sefala Schluter (2001, p. 16) “emerge evidentemente de las re- glas de la ética en general; su caracteristica es que tiende a regular de manera especial jas actividades particulares de una profesion. Las fuentes reales de la ética profesional se encuentran en Ja conciencia y las necesidades sociales que la profesi6n satisface, y en los valores que operan en la realidad cotidiana” La ética profesional del psic6logo surge de la toma de conciencia sobre la gran res- ponsabilidad social que conlleva nuestro quehacer cientifico y, por ende, de los valores y marcos de referencia éticos que lo sustentan. Resulta claro que el psicélogo, ademas de conocer los campos donde aplicara su ba- x gaje de conocimientos tesricos, debe estar consciente de sus recursos y limitaciones; de los principios de ética que gobiernan el ejercicio de su profesién, as{ como de la necesi- dad de una continua capacitacion que su joven ciencia le demanda. De aqui se desprende la necesidad de plantearse una serie de cuestionamientos éti- c0s y filoséficos, pues de la actitud que asuma el psicélogo frente a su responsabilidad social, dependera su eficiencia profesional y realizaci6n personal Entre estos cuestionamientos se mencionan los siguientes: E timolégicamente hablando, la palabra ética, segiin Dorsch (2002, p. 296) tiene su 1, 2Cual es mi concepei6n del hombre? 2. @Cudl es mi concepcién del mundo? 3. 7Cual es mi concepcién de la sociedad? 4. 2Cudles son mis principios y mi jerarquia de valores? Copitulo 8. Lo ética en el ejercicio profesional Estas preguntas se plantean para que el psicologo tome conciencia de una serie de premisas, ideas, prejuicios, opiniones y actitudes que posee y el responderlas le permiti- réiactuar de manera mas honesta, autentica y congruente. Se considera también que inde- pendientemente del campo de aplicacion al que se dedique, debe contar con la capacidad para establecer relaciones afectivas profundas que promuevan el desarrollo individual y social (Harrsch, 1979). A este respecto, es importante que se hagan las siguientes con- sideraciones en su proceso de relacién interpersonal (siguiendo las tres dimensiones que enalan Berman y Lief, 1975). . Poder: ;Puedo compartir con el otro? ;Prefiero tener el control de la relacion? 2. Intimidad: Qué tan cerca de la persona puedo trabajar? {Cual es la distancia afectiva en donde me siento a gusto? 3. Inclusién y exclusién: ¢Quién o quiénes mas pueden o quieren participar en esta relacién? ;Puedo o quiero participar en esta relacién? Y en otras dimensiones que sefiala Lartigue (1980), Qué tan capaz soy de soltar, de no retener, de permitir que el otro siga su pro- pio camino? @Qué tanto dolor, angustia, alegria y gozo puedo tolerar y acompafar? 6. {Qué tanto conozco y acepto mi patologia? ¢Cudles son mis limitaciones y areas de conflicto? 7. {Qué recursos tengo disponibles? En qué etapa de mi desarrollo estoy? 8. emma Art. 2Ejercer su profesion en condiciones éticas y materiales que garanticen la calidad cien- tifica y profesional de la misma, y los eminentes fines humanos que deben caracterizarla, Art. 3 Respetar la integridad de la persona humana en los distintos ambitos donde actite profesionalmente, y velar siempre por el bienestar individual y social en la pres- tacion de servicios de toda indole. Art. 4 Participar, desde el ambito de su profesion, en la preservaci6n y el mejoramien- to ecoldgicos. Art. 5 Mantener dentro y fuera del ejercicio de la profesién, y aun en el ambito dela vida privada, su dignidad personal y profesional Art. 6 Mantenerse en constante formacién profesional y esforzarse por actualizar sus conocimientos en relacién con el progreso de su disciplina, Art. 7 Guardar el secreto profesional, que es inherente al ejercicio de la disciplina, y obli- gatorio para proteger los intereses del individuo y de la sociedad, segiin las modalida- des de la actividad especifica del psic6logo y conforme a las leyes generales en vigor. Art. 8 Abstenerse de la exhibicion pitblica de cualquier consultante, en presentaciones personales o mediante filmaciones, fotografias o grabaciones que no obedezcan a mo- tivos cientificos, y conservar, hasta donde sea posible, el anonimato del cliente Art. 9 Evitar que repercutan en su actividad profesional sus estados de énimo deriva- dos de problemas personales y abstenerse de intervenir en fos casos en que los mismos puedan afectar su objetividad Art. 10/Evitar asociarse profesionalmente con quien emplee métodos no cientificos. Art. 11'Colaborar en las actividades que puedan contribuir al desarrollo de la psicolo- gfa como ciencia y como profesion. Art. 12 Respetar, sin discriminacién, las ideas politicas y religiosas y la vida privada, con independencia de nacionalidad, sexo, edad, posicién social o cualquiera otra carac- teristica personal de sus consultantes. . Art, 13 Abstenerse de utilizar cargos politicos, administrative o gremiales para obte- ner ventajas y privilegios personales ilegitimos. Art. 14 Evitar atribuirse o sugerir que tiene calificaciones profesionales, méritos cienti- ficos 0 titulos académicos que no posee. Art. 15 Negarse a expedir certificados e informes basados solo en la observacién direc- tay personal, €s decir, sin un estudio previo. CapiTULo tt Del ejercicio libre de la profesion \ Respecto de su clienteta, e psicdlogo est obligado a | | Art. 16 a) Abstenerse de emplear la solicitacién directa o indirecta de sus clientes; b)abstenerse de recurrir a la recomendacién publica del establecimiento donde ejerce la profesin; 4. evitar el utilizar la inducci6n publicitaria para su elogio propio; 4) abstenerse de emplear agentes que alleguen consultantes; 6) evitar el recompensar pecuniariamente, de modo directo o indirecto, a las personas que le recomiendan consultantes. Art. 17 Mantener la més alta calidad en la prestacin de sus servicios, independiente- mente de la remuneracién acordada con el consultante. Art, 18 Renunciar a diagnosticar, prescribir, tratar 0 aconsejar a un cliente, cuya proble- mitica esté fuera del ambito de su competencia. Art, 19 Administrar las intervenciones que juzgue més seguras y menos onerosas, tan- | to en lo que se refiere a la carga econémica como a los efectos secundarios 0 colaterales | que impliquen, y proporcionar s6lo los servicios profesionales necesatios, Identidad del psicélogo Art. 20 Rehusar guiarse solamente por el interés pecuniario 0 personal en la prestacion ® ide sus servicios profesionales, y evitar la aceptacién de casos que impliquen sostener principios contrarios a sus convicciones personales 0 cientificas, o que puedan compro~ meter o limitar su independencia. ‘Art. 21 Ajustar la remuneraci6n de sus servicios profesionales a los recursos econémi- cos de quien lo solicite. Art. 22 Combatir la charlataneria y falta de profesionalismo en todos sus aspectos, y de- hunciar los intentos de explotar la credibilidad y la buena fe del puiblico. Art. 23 Negarse a ofrecer servicio psicologico con fines de entretenimiento, La interven- cin 0 consulta mediante conferencias, demostraciones publicas, articulos de prensa 0 revista, programas de radio 0 television, correspondencia y otros medios impersona- les, debera realizarse s6lo con fines didacticos 0 cientificos, de orientacion o de difusion profesional ‘Art. 24 Comunicar sus conclusiones técnico-profesionales a los familiares 0, en su caso, ala institucién correspondiente, cuando considere necesario no hacerlo directamente al consultante. Art. 25 Evitar un perjuicio al consultante cuando resulte indispensable suspender 0 des- continuar la prestacién de sus servicios profesionales. Para ello debera advertirle su de- cisién con la debida anticipacion y proporcionarle la informacién necesaria para que otto psicélogo o profesional afin prosiga la asistencia Art. 26 Guardar el secreto profesional en: a) el conocimiento obtenido por causa de la profesién; ) las confidencias hechas por terceros al psicologo, en raz6n de su profesién; )_ Las confidencias derivadas de relaciones con los colegas u otros profesionales De lo anterior, se exceptian los siguientes ensgs: 2) aquellos en que actiie conforme a circunstancias previstas por la ley; b) aquellos en que se trate de menores de edad, y sus padres representantes legales, escuela o tribunal, requieran un informe cuyo fin evicente y comprobable sea brin- darles ayuda; )_ encaso de que el psicslogo fuera acusado legalmente, podraxevelar el secreto pro- fesional s6lo dentro de los limites indispensables para su propia defensa; 4d) aquellos en que se actie para evitar la comisién de un delito y prevenir daftos mo- rales o materiales que de él se deriven; 2) aquellos en que el que consulta dé su consentimiento por escrito, para que los re- sultados sean conocides por quien él autorice. ‘Art. 27 Abstenerse de intervenir en asuntos que lo conduzcan a revelar el secreto pro- fesional, o a utilizar las confidencias recibidas en el ejercicio de su profesién, salvo que obtenga el consentimiento previo y formal del consultante. Art. 28 Observar, cuando se trate de un trabajo profesional conjunto de dos o mas psi- célogos, que la obligacién de guardar el secreto es igualmente proporcional en todos. La infraccién a este principio acarreara una sancién s6lo a los responsables directos 0 indirectos y no al grupo profesional, ni a la institucién donde acttten. CaPfTULo tm: De la investigacion A. Principios generales Art. 29 Debera decidirse sobre la conveniencia de una investigacién, de acuerdo con su utilidad para el progreso de la psicologia y el fomento del bienestar humano. Toda in- Capitulo 8. La ética en el ejercicio profesional i ' ' vestigacion debera calificarse en funcién de su necesidad, de sus posibles logros y de | los riesgos que implique. Art. 30 La investigacién deberd ser realizada y supervisada por personas técnicamente entrenadas y cientificamente calificadas, B. Con participantes humanos | Art. 31 La investigacién en humanos debers: | 4) ser precedida por una evaluacidn cuidadosa de los riesgos y Jos beneficios que el es- \ tudio pueda aportar, considerando que debe prevalecer tanto el interés del indivi- duo y el de la sociedad por encima del de la ciencia; })_ajustarse a los principios cientificos y fundamentarse en la experiencia previa reali- zada en animales, asi como en el conocimiento de la literatura cientifica; ©) poner en claro que la responsabilidad por el sujeto participante reside en el investi- gador, aun cuando aquél haya dado su consentimiento; 4) realizarse, cuando se empleen sustancias, inicamente en clinicas, hospitales e ins- talaciones de investigacion que ofrezcan garantias adecuadas a los sujetos; e)prever la existencia de un contrato claro y justo entre el investigador y el sujeto de Ja investigacion, que delimite las responsabilidades de cada uno. Art. 32 Los sujetos de la investigacion deberan: a) expresar con absoluta libertad su voluntad de aceptar 0 rechazar su condicién de sujeto de experimentacién, La proteccién de esta libertad exige una vigilancia espe- ial cuando el investigador esta en una posiciGn de autoridad sobre el participante; 5) estar suficientemente informados sobre la naturaleza, alcance, fines y consecuen- cias posibles de la experimentacién, de sus molestias y riesgos, de los beneficios que puedan esperarse, excepto en aquellos éasos en que ia informaci6n pudiera alterar los resultados dea misma; ©). recibir, tan pronto como sea posible, la explicaci6n y la justificacién de los procedi- mientos empleados cuando, debido a los requerimientos metodologicos de un es- tudio, haya sido necesario recurrir al encubrimiento y al engaiio; - @) tener plena libertad para retirar su consentimiento y suspender su participacién en cualquier momento, sin que esto les acarree perjuicio algun. Art. 33 En el caso de incapacidad legal, fisica o mental del sujeto de investigaciéh, 0 cuando el sujeto sea menor de edad, se solicitard el permiso del responsable juridico. Art. 34 Cuando puedan producirse consecuencias mediatas 0 inmediatas indeseables para el sujeto, el investigador tiene la responsabilidad de detectarlas, eliminarlas 0 co- rregirlas, El investigador protegersi a los sujetos de toda incomodidad, dano 0 peligro fisico y mental, y les informara verazmente en caso de existir estos riesgos para obtener su consentimiento, Art. 35 Debersi respetarse el derecho del individuo a su intimidad, para lo que se toma- ran las debidas precauciones. Por Jo tanto se garantizard el anonimato de los sujetos y la confidencialidad de Ia informacién obtenida de ellos, a menos que previamente se haya llegado a un acuerdo diferente. C. Con sujetos animales Art. 36 Se respetaran los dictados razonables de una sensibilidad media y las recomen- daciones usuales de conocimiento puiblico y aceptacién general. Art. 37 La adquisicién, el mantenimiento y la eliminacién final de los animales emplea- dios en la investigacion debera cumplir con las disposiciones legales y de costumbre en la localidad. Art. 38 El investigador debera supervisar cuidadosamente todos los procedimientos realizados con los animales, responsabilizandose de su bienestar, salud y trato por parte de sus ayudantes. Art. 39 El responsable de la investigacion deberé asegurarse de que todos sus colabora- dores reciban instrucciones explicitas sobre los métodos experimentales y los procedi- ntos de cuidado de los animales empleados, cada colaborador deberd realizar tini- camente las labores que son de su competencia, Art. 40 El investigador debera evitar 0 disminuir al mfnimo indispensable cualquier malestar, incomodidad, dolor o enfermedad de los animales. Art, 41 Cuando se requiera terminar con la vida del animal de investigacién, el proce- dimiento debera ser répido y sin dolor D. De la comunicacién Art. 42 Para las comunicaciones en materia de investigacién, se tendré en cuenta lo six guiente 1) el desacuerdo con los resultados de una investigacién o estudio no es razn admi- sible para silenciar su publicacién; b) al publicar los resultados de la investigacién, el autor se compromete a preservar la veracidad de los mismos; 6} cuando se trate de trabajos de coparticipacién formal y productiva, se requerira la autorizaci6n de los participantes en la misma para su publicacién. En el caso de ha- ber oposicién de alguno de los participantes, se deberd aclarar explicitamente la po- sicién del coinvestigador disidente; A) antes de permitir que se divulguen los resultados sobre los cuales haya desacuerdo entre los investigadores, el psicélogd deberd considerar cuidadosamente las conse- cuencias de la interpretacion que el piblico pudiera hacer de las cuestiones relacio- nadas con esos hallazgos, y tomara las medidas necesarias para aclarar que no exis- te un acuerdo al respecto; 6) Iamodestia y la discrecion deben caracterizar las publicaciones del psicélogo, y és: te no debe autorizar que se publiquen resultados sin tener la seguridad de que ob- tendran una interpretaci6n seria, imparcial y adecuada; ‘f) elautor es personalmente responsable de la divulgacién de sus investigaciones y, por lo tanto, puede desautorizar toda publicacin que no se ajuste a sus condicio- res. gs) enel informe de su investigacién, el psicélogo dara crédito a las instituciones y per- sonas que hayan colaborado para su realizacion, Art. 43 Al utilizar material o informacién perteneciente a instituciones, debera cumplir con los convenios hechos con éstas, y respetar los principios basicos de este cédigo. CAPITULO TV: De la docencia Son deberes principales en esta drea: Art. 44 Reconocer que, como profesor, el psicélogo tiene la obligacién primordial de ayudar a otros a que adquieran conocimientos y habilidades, a mantener altos niveles académicos y a proceder con objetividad al presentar la informacién. ‘Art. 45 Considerar que la finalidad de la educaci6n es el pleno desarrollo del individuo y la sociedad. ‘Art. 46 Fundamentar las actividades docentes en una preparacion cuidadosa, de modo que la ensefianza sea precisa y actualizada Capitulo 8. Lo ética en el ejercicio profesional Art. 47 Evilar en el area de la docencia, la incapacidad pedagogica y cientifica compro- bada y el reiterado incumplimiento de los deberes docentes, asi como la delegacién de estas obligaciones en asistentes no capacitads, Art. 48 Presentar en sus programas los temas de sus cursos en terminos elaros y conere- tos, de forma que ilustren su naturaleza y caracteristicas, Art. 49 Aclarar en Jos anuncios 0 folletos que describan talleres, seminarios u otros pro- gramas educativos, sus alcances y limitaciones, sus objetivos, duracién, requisitos, ma- terial requerido y honorarios. Art. 50 Estimular a los estudiantes en su busqueda del conocimiento, prestandoles apo- yo para la libre investigacién dentro de los canones del presente codigo. Promover a lo largo de sus cursos el conocimiento y observancia de la ética profesional para garanti- zat su mayor difusion, Art. 51 Adoptar siempre una actitud de respeto y atencién a los puntos de vista de su alumnos. Tener presentes los diversos antecedentes de los estudiantes y, cuando se ma- hejen temas potencialmente ofensivos para alguno, tratarlos objetivamente y presentar- os de manera que el estudiante los comprenda. CAPITULO V: De las pruebas y los instrumentos de evaluacién A. Normas generates El psicélogo se compromete a: Art, 52 Vigilar que el uso de las pruebas e instrumentos psicol6gicos sea reservado ex- clusivamente a quienes tengan la preparacién profesional adecuada y hayan aceptaco las obligaciones y consecuencias inherentes a su empleo. Art 53 Considerar que las pruebas psicologicas son instrumentos auxiliares de trabajo ¥ que por si solas no bastan para formular un diagnéstico. Art, 54 Colaborar en el control profesional y comercial de material psicolégico, evitar su difusion generalizada y limitar su distribucién a quienes estén debidamente acredi- tados, Art. 55 Usar las pruebas ¢ instrumentos en proceso de validacion solo con fines de in- vestigacién o docencia, previa aclaraci6n al respecto y con las debidas reservas. Art. 56 Evitar la comercializacién y distribucién generalizada de pruebas en fase expe- rimental. En lugar adecuado debera sefalarse su cardcter experimental, asi como la fecha de impresion y la autorizacion correspondiente, Art, 57 Elaborar las pruebas disponibles para uso profesional, incluyendo manuales © informacién que expresen sus motivos o fines, su desarrollo, su validez, y el nivel de entrenamiento necesario para usarlas e interpretarlas. B. De la utilizacién de técnicas, instrumentos y pruebas psicoldgicas Art, 58 Los consultantes tienen el derecho a conocer los resultados y sus interpreta- ciones y, en su caso, los datos originales sobre los que se basan los juicios. El psicélogo eludiré aportar informacién que pueda comprometer el funcionamiento de la prueba, pero explicara las bases de las decisiones que puedan afectar adversamente al consul. tante oa quienes dependen de él. Art. 59 El cliente tiene el derecho de obtener una explicacisn sobre la naturaleza, los propésitos y los resultados de la prueba en un lenguaje comprensible, salvaguardando- lo de cualquier situacién que ponga en riesgo su estabilidad emocional. Art, 60 El psicdlogo que oftece servicios de clasificacion e interpretacién de pruebas sera capaz de demostrar que la validez de los programas y los procedimientos usados @ Identidad del psicélogo est debidamente probada. El ofrecimiento al puiblico de un servicio automatico de pruebas debe considerarse como una consulta entre profesionales, y el psicélogo haré todo lo posible para evitar el mal uso de los informes de las pruebas. CAPITULO VI: De las relaciones entre colegas Art. 61 Debera existir entre los profesionales de la psicologia un espiritu de colabora- cién y de respeto mutuos, Se abstendran de subestimar a sus colegas y emplear su even- tual conocimiento de antecedentes personales, ideologicos, politicos o de otra natura- Jeza que puedan ocasionar un perjuicio o desprestigio profesional o personal. ‘Art. 62 El psicélogo emplearé la cortesfa con sus colegas y les ayudara cuando no pue- dan atender sus tareas profesionales por causas de fuerza mayor. ‘Art. 63 Cuando el psicélogo reciba consultantes enviados por otro colega, deber infor marle por escrito todo lo relativo al estudio del caso y los resultados a que llegue, a pe~ ticion expresa del colega que lo envie, ‘Art.64 El psic6logo al que se le ofrezca un caso debera asegurarse antes de que ningiin profesional esta en ese momento a cargo del mismo. Si sustituye a otro colega debera cerciorarse de que éste se ha desatendido ya del asunto, 0 que el cliente asi lo solicita explicitamente. Si el asunto es urgente, podra hacerse cargo, con la condiciGn de que in- forme enseguida al profesional o profesionales interesados. Art. 65 El psicélogo que con motivo justificado se encargue provisionalmente de asun- tos profesionales de otro colega, debe proceder de manera que salvaguarde el buen nombre del remplazado. Los honorarios corresponderan al reemplazante. Art. 66 El psicdlogo, su esposa(o), hijos y padres dependientes, tienen opcién a ciertos servicios gratuitos de sus colegas, con Ia condicién de reciprocidad. Se excluye la psi- coterapia. En los albores del nuevo milenio, la Sociedad Mexicana de Psicologia publicé el nuevo Cédigo ético del psicélogo (2002), donde se sefala textualmente que: Despuss de hacer una evaluacién de su Césigo ético (SMP, 1984), de acuerdo con los cri- terios de calidad propuestos por Sinclair y Pettifor (1991), y de consultas exhaustivas a sus afiliados y a otros psicologos profesionales, acerca de los dilemas ertfrentados re- cientemente en la practica de la profesion (Hernandez Guzman y Ritchie, 2001), identi- ficé ambitos nuevos sobre los que era necesario establecer normas de conducta. Asimismo, en tal documento (p. 11) se menciona lo siguiente: Un cédigo ético nunca es un producto terminado; siempre habré nuevas situaciones dadas por el avance cientifico y tecnol6gico que obliguen a renovarlo, Su permanente evaluacién, la investigacién continua de dilemas éticos y la retroinformaci6n de su apli- cacion, adernas del conocimiento de casos concretos de conflictos de naturaleza ética sometidos al Comité Nacional de Etica en Psicologia, servirén para mejorarlo y modi- ficarlo continuamente, siempre con la finalidad de aumentar su eficacia. Se refiere también al articulo de la Revista Mexicana de Psicologia, titulado “Hacia la transformacién y actualizacién empfrica del Cédigo ético de los psicdlogos mexicanos’, que se publicé en el volumen 18, niimero 3, ato 2001, de Hernandez Guzmién y Ritchie En él se documentan las bases para la creacion de un nuevo cédigo de ética. En su tra- Capitulo 8. Le ética en el ejercicio profesional bajo, Hernandez Guzman y Ritchie (2001) se abocaron a realizar dos estudios. El prime- 10 se refiere a la evaluacion del Céidigo ético de la Sociedad Mexicana de Psicologia, cuyas primera y segunda ediciones se publicaron, respectivamente, en 1984 y en 1990. Como resultado de la investigacin se encontré que dicho cédigo ya era obsoleto y que en varios criterios no cumplia con la meta de educar a los psicélogos en el comportamiento ético, vinculando de manera explicita las normas de conducta con los principios gene- rales, Enel segundo estudio se analizaron los problemas y dilemas éticos mas frecuentes, cuya informacién fue suministrada por psicdlogos mexicanos en el ejercicio de la profe- sin, quienes fueron sondeados a través de una encuesta nacional que formé parte de una investigacién internacional. Los resultados que arroje el trabajo de Hemandez Guz- man y Ritchie (2002, p. 23) fueron los siguientes: De los incidentes recibidos y analizados, 12% se referian a preocupaciones éticas relati- vas al uso de pruebas psicol6gicas y a la interpretacién de sus resultados; 34% al émbi- to de la incompetencia profesional, ya fuese personal o de colegas de los que tuvieran conocimiento; 8% a relaciones ambiguas entre terapeuta y paciente; 16% a relaciones se- xuales y hostigamiento sexual de psicologos con pacientes y estudiantes; 1% se referian a requerimientos indebidos en el pago de honorarios; 23% a aspectos académicos y cientificos, desde la ensenanza de técnicas psicoldgicas a no psicdlogos hasta el plagio en publicaciones; 5% a la confidencialidad; y 1% a cuestiones culturales. El nuevo Céidigo ético del psicélogo (2002) contiene los principios basicos que deben regir el comportamiento de los psicdlogos: a) respeto a los derechos y a Ia dignidad de las personas, b) cuidado responsable, c) integridad en las relaciones y d) responsabilidad hacia la so- siedad y Ia humanidad. Asimismo, contiene las normas de conducta, plasmadas en 149 ar- ticulos, que derivan de la calidad del trabajo desempenado por el psicdlogo, de los re- sultados de su trabajo y de las relaciones que establece. Resulta indispensable que todo psicélogo que ejerza la profesion consulte, analice yreflexione sobre el Cédigo ético, Por ello se recomienda al lector remitirse a la fuente ori- ginal. Si bien cabe mencionar, como todos sabemos, que la nueva tecnologia de Internet repercute en el ejercicio profesional de la psicologia. Por ende, a continuacién se cita el articulo 35 del nuevo Cédigo ético del psicélogo (2002, p. 56) por la trascendencia que di- cha cuestion tiene en la actualidad: El psicélogo que utiliza técnicas 0 procedimientos de intervencién psicol6gicos por me- dio de procedimientos automatizados a distancia como, por ejemplo, la Internet o el teléfono, se cerciora de recibir la educaci6n y formaciGn necesaria para 4) prescindir de senales auditivas (como amplitud de voz, extensién del discurso, tartamudeo y vacilacién al hablar), y seftales visuales (como contacto visual, rubo- Fizacion e inquietud) propias de la interaccisn frente a frente y b) trabajar solamente con sefiales textuales. Se mantiene alerta del hecho de que el correo electrénico y los sitios para chatear esconden o disfrazan las expresiones emocionales faciales, verbales y posturales, con- ductuales, signos diagndsticos y clinicos (auditivos y visuales) de la persona que reci- be servicio psicolégico por este medio. Identidad del psicélogo_. | sansa pee Asimismo, le advierte de los posibles limites de la confidencialidad y toma las me- didas pertinentes para ocultar su identidad. Fs evidente que mientras, por un lado, la nueva tecnologia ofrece gran nimero de ventajas, en lo referente al acceso de informacién a nivel mundial, por otro lado ha favo- recido la proliferacion y la comunicacion de falsas identidades, ya que a través de la ma- quina cada quien puede esconder o disfrazar su verdadera identidad. Se trata de un di- Jema que atenta contra el juicio ético y la auténtica relacién que esgrimen los valores en el ejercicio profesional del psic6logo. Como sefala Schluter (2001, p. 16), para todo aquel que preste servicios en la comu- nidad, su desarrollo como persona se realiza, en gran medida, a través de su desarrollo profesional. Alude que uno de los ejes sobre los cuales deben girar la formacién del psicélogo y la conformaci6n de su p-rfil es el de la capacidad deliberativa, es decir, del juicio ético, Schluter Ievé a cabo la investigacién intitulada “Valores éticos que pro- mueven los psic6logos mexicanos en el ejercicio de su profesién”, donde participaron Lafarga, Pérez y Schluter, por parte de la Universidad Iberoamericana (uta), y Reyes, co- mo representante del Consejo Nacional para la Enseftanza e Investigacién en Psicologia (CNEIP). El objetivo de la investigacién fue conocer y describir los valores éticos que los psic6logos mexicanos consideran que promueven en el ejercicio de su profesion. Los cues- tionarios aplicados a 553 psicdlogos mexicanos dieron como resultado que los valores que promueven en el ejercicio de su profesién, segiin el orden de importancia, son re eto, responsabilidad, honestidad, capacidad profesional, confidencialidad, relaciones profesiona- les, investigacién, ecologia y justicia. Schluter (2001, p. 18) indica que al realizarse el proceso de elaboraci6n del examen general de conocimientos de la carrera de psicologia del CENEVAL, se detecté que la ma- yoria de las universidades del pais no incluyen seminarios de ética en sus planes de es- tudio de licenciatura, por lo que otra dé las aportaciones practicas de esta investigacion fue la imparticién de cursos y seminarios de reflexi6n ética en diferentes universidades, asi como la elaboracién de reactivos referentes a la ética profesional para incluirse en di- choexamen. : ! En cuanto a la ensefianza de la ética en psicologia, se refiere el articulo de Wilson, Torres, Estrada, Gonzalez, zaguirre y Candelas (2002, p.5), quienes sefialan que el CNEIP “ha recomendado la inclusién de materias de ética en el programa académico de la li- cenciatura, y la ética profesional forma parte de los criterios de acreditacién de escuelas y facultades de psicologia”. Asi se destaca la creciente madurez de la psicologia como profesién en México; sin embargo, comentan los autores, a la fecha no hay una discusin de la raz6n, el contenido y el método para alcanzar esa meta educacional. En su trabajo se refieren al marco hist6rico mexicano de la educacion ética, siguiendo a Harrsch (1983- 1994) a Diaz. Guerrero (1994), a la Sociedad Mexicana de Psicologia (1990), al CNEIP (2000), asi como el esfuerzo actual de la Federacién Nacional de Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psiclogos de México (FENAPSIME). Consideran que en la actualidad se conoce poco sobre el alcance y la magnitud de la ensefianza de la ética en México y aunque se sabe que la UIA desde 1964 incluyé una asignatura de ética profesional como parte de su licenciatura, no quedan muy claros el formato, el contenido ni el proceso pedagégico de dicha asignatura. Los autores sobre este trabajo de ensefanza de la ética en psicologia sefialan que existen tres formatos de educacion ética: 1. dentro de la relacién de tutoria y supervision, Capitulo 8. La ética en el ejercicio profesional 2. integrada a lo largo del plan de estudios y 3. explicitamente en un curso de ética, De- finen la meta de la educacién ética como “el dominio, la pericia y la sensibilidad que el egresado debe mostrar, para que los principios éticos generales de la profesion formen parte de sus propios valores y se reflejen en su comportamiento profesional” (Facultad de Psicologia de la Universidad de Guanajuato, 2000, p. 4). Los trabajos antes mencionados son de gran relevancia para respaldar el modelo de desarrollo que sustenta Harrsch (1983-1994), para el logro de la identidad profesional del psicélogo y de su rol como agente de cambio social (véase capitulo 10 del presente vo- lumen), ya que la identidad profesional del psicélogo se fundamenta —en su esencia— en el apego al codigo ético de la psicologia para su ejercicio profesional.

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