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Teoría y práctica del grupo. Jean Marie Robine
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] TTeorfa y Prictica del Grupo. Teoria
y Practica de la Terapia Gestalt
Diez proposiciones para pensar la
cuestin del grupo en Terapia Gestalt
Proposicién 1:
Limites de la teoria y método de Ia Terapia Gestalt
La teoria de la Terapia Gestalt esti construida para permitir
el estudio de la fronter-contacto de un campo constituido
Por un organismo y su entorno. Esta teoria es una teoria
vivencial, es decir, enfoca la situacién a través de la experien-
cia y, si es posible, no a través de inferencias, o sea, de deci
siones, presupuestos o postsupuestos construidos a partir de
la experiencia vivida. La terapia de Ia Gestalt, contrariamen-
tea las terapias de la psique, otorga un lugar preferencial a la
experimentacién y a la accién, en la perspectiva del ajuste
creador, del encuentro con la siovedad, de la excitacién y del
crecimiento, por retomar la trilogia que sirve de subtitulo (y
proyecto) a Gestalt Therapy.
La antropologia de la Terapia Gestalt es organismica,
vale decir, aborda al ser humano como globalidad, abordan-
s algunas modalidades de la
experiencia: el cuerpo, la emocién, el pensamiento, ete. Esta
concepcidn del hombre se apaya en la idea de “naturaleza
humana animal”, sabiendo que lo peculiar de la “naturaleza
humana animal” cs ser indisociable de su entorno y tener
que operar en Al, sin cesar, ajustes creadores, aunque solo sea
para poder sobrevivie.EAN MAMIE RODIN
Si esta teorfa, llamada “teoria del self, se admite como
central en Ia teoria y prictica de la Terapia Gestalt, resulta evi
dente que, como tal, no puede ser trasladada al terreno del
grupo ano ser‘ como metifora, analogta, perdiendo asi, en mi
‘opinién, su fuerza de impacto, Un grupo no puede ser enfoca-
do como “organismo humano animal”, ni en su realidad ni en
sus funciones, salvo si hablamos un lenguaje de “como si”, y la
mayorfa de los diferentes escritos gestaltistas referentes a esto,
ho ha evitado esta deriva metaférica (ver en particular: Feder
y Romall, 1980; una excepcién notoria: A. Jacques, 1992).
En cambio, si algunoy quieren ignorar esta antropologfa’
bsica de la ‘Terapia Gestalt y reducir nuestro enfoque a un
patcinvork de conceptos y técnicas (aqui-ahora, construc:
cién/destruccién de las Gestalts, polaridades, resistencias,
ete.), entonces esta extrapolacién resulta “posible”. Queda
por saber si tiene sentido... {Se puede, por ejemplo, hablal
de awareness propésito de un grupo?
Pero algunas intuiciones recorren Gestalt Therapy,
particular para proponer al self como agente de contact
constructor del sentido de la experiencia, y no sélo cot
entidad cuyos contornos serfan superponiles a los del or
nismo. Esas intuiciones, que el pensamiento postmode!
oftecido por el constructivismo en general y el social
Particular, nos permiten, tal vez. s6lo hoy, emprender
aci6n del grupo que sea coherente con la de Ia Tet
Gestalt y articule de manera mis consistente las famosas
‘iones “organismo/entorno”.
Esta pequefa introduccién no pretende offecer a
fundamental de esta elaboracién que queda por hi
‘Trata modestamente de abonar el terreno, de abrir pis
reflexiGn, y los jalones de ese terreno tendrin que ser
tos en tensi6n, desarrollados y concretados.
Proposicién 2:
Extension o dialéctica
En las Ciencias Humanas en general, se observa fil
un modo de pensar de tipo he
‘Eon Y PRACTICA DEL caUIO 241
que se ha construido en un terreno especifico, tiende a tra-
tar de ampliar su aparato teérico y metodolégico y a conta-
minar o a tener un discurso sobre los campos vecinos. Es asi
como se puede ver, por ejemplo, a algunos psicoanilisis pa
sar de la nocién de “aparato psiquico” a la de “aparato psi-
quico grupal” y proponer, a partir de su conocimiento del
psiquismo, una teoria de los grupos pequefios, incluso de las
instituciones y de los grupos grandes, incluso de la sociedad,
incluso de los conflictos internacionales, incluso de las civi
zaciones
En calidad de antiguo psicosocidlogo clinico micmbro
del Laboratorio de Cambio Social creado por Max Pages, to-
davia ya menudo me siento cerca de muchas de sus tesis y en
particular, respecto a lo que nos ocupa, de las que expuso en.
su “Introduccién al Anilisis Dialéctico” (M. Pages, sin fe-
cha), Preconiza una puesta en tensién, una articulacién, en
una palabra: una “dialéctica”, en vez de una tentativa de in-
tegracién o de elaboracién de lo que llama “teorias-muiién”
para designar esos pseudpodos que las diseiplinas constru-
yen para aplicar su teorfa en un terreno que no es el suyo.
En esta perspectiva, convencido de que la Terapia Ges-
talt, lo mismo como teorfa que como método, tiene cosas
que decir sobre “el grupo”, creo mucho mis pertinente ir en
el sentido de la articulacién de los principios de la ‘Terapia
Gestalt con las disciplinas conexas —psicologia social, psico-
sociologia, teorias de la comunicacién y de la interaccién, in-
cluso de la etologéa, Ia ecologia humana y la sociologia—
que en el sentido de tina extensién del modelo teérico de ka
‘Terapia Gestalt hacia la “grupalizacién”.
Proposicion 3:
Sexualidad, comunidad, creacién
Aunque Perls declaré que fa terapia individual estaba ob-
Aoleta y era menos eficaz que la terapia de grupo, él practicé
Aibleamente la relacién dual, incluso en presencia de un gru-
‘PO Paul Goodman, cncambio, siempre se orienté hacia clce JEAN MARIE ROBTNE
grupo, tratando de desarrollar una verdadera comunidad de
pacientes a partir de sus tesis anarquistas de ayuda reciproca
yacci6n directa,
Paul Goodman, que —no lo olvidemos— no limit6, ni
mucho menos, su creatividad a la teoria de la Terapia Gestalt,
sino que contribuy6 ampliamente al avance de la sociologfa, la
cultura, la educacién, ete., desarrollando tesis completamente
coherentes con los fundamentos de la Terapia Gestalt tal
como habia podido elaborarlos con Perls y algunos otros,
puede abrimos algunas perspectivas, por poco que vayamos a
ver, ademis, en sus otros ensayos, Asi, cuando en sus diferen-
tes esctitos y diarios intimos desarrolla sus tesis sobre la “na-
turaleza humana”, él senala tas tres dimensiones esenciales
que la constituyen: sexualidad, comunidad y creatividad,
intre paréntesis, si estas nociones no son explicitas en.
Gestalt Therapy, sin embargo me parece ficil encontrar las
funciones del self tal como fas ha descrito: fa sexualidad con
la funcidn-ello, la comunidad con la funcién-personalidad, la
creaci6n con la funcién-yo, aunque los conceptos no encajan
totalmente.
@Existe un espacio mis propicio que el grupo para evi-
ddenciar estas tres dimensiones?
Proposicién 4:
El grupo, espacio-tiempo del contacto
La Terapia Gestalt, en su enfoque del Hombre en su entor-
no, nos oftece mis o menos explicitamente una descripcién
de las condiciones sociales propicias al contacto y al desarro~
Ilo. Nuestro aparato conceptual esti enteramente elaborado
en este “con”, “entre”, ete.: no hay introyeccién sin un pré=
jimo cuya intencién, defiberada o no, sea transmitimnos algo
no hay retroflexin sin otro que nos invite a ello; no hay
construccién de Gestalt sin tomar en cuenta los parémetros
del aqui-ahora... El grupo constituye, pues, un excelente “a=
boratorio del contacto”, ampliando las posibilidades més alld
de has ofrecidas por el psicoterapeuta solo.
‘TDMA Y RACTICA DBL GRUIO
Lo real en efecto no es conocido, salvo en los momentos,
del contacto, y el lugar del contacto es la frontera que limita
y redine, Bernard Vincent, comentando Gestalt Therapy, es
erbe:
Cuando digo que nado en el océano, en realidad no
nado més que en una fnfima parte del océano, la tinica
orcién de agua con la cual estoy realmente en contac
to por mi piel, mis ojos, los movimientos de mi cuerpo
y de mi psique: el testo del ovéano (pero, en otros con-
textos, podria decir el resto del paisaje, de la ciudad 0
de la sociedad) no existe en mi experiencia, porque est
fuera del aleance de las capacidades de contacto de mi
organismo. De donde resulta, politicamente, que el
contacto, y por tanto la realidad democritica, son mis
grandes en un consejo de familia o en un citeulo de
amigos que en una eleccién municipal, asi como son
‘mayores en una eleccién municipal que en una eleccién,
presidencial. La justificacién del anarquismo, o de una
Petspectiva como la autogestién, es precisamente preconi:
var una reorganizacién de la sociedad segtin las estruc-
turas de contacto, arraigando la vida social en mayor
realidad: el contacto es “la mas simple y la primera de
las reatidades”
“El primer remedio”, escribe Goodman, “es tomar a la gran
‘Sceiedad? menos en serio € interesarse por la sociedad que
tenemos” (P. Goodman, 1972, p. 41).
Proposicié:
El grupo, econicho experimental
En su diltimo libro (P. Goodman, 1972, pp. 5,7, 9), Paul
Goodman introduce el concepto de “econicho” para desig-
nar el entormo real, limitado y escogido, estructurado y
apropiado por cada individuo. Aunque parezca abusivo asi-
milar la situacion experimental del grupo de terapia con el244 JEAN WARE AOBINE
entomo cotidiano de cada uno en el que intervienen otros
pardmetros, la situacién grupal de terapia ofrece un espacio-
tiempo privilegiado que permite la coconstruccién de un te-
jido relacional ¢ institucional que no esté sin relacién con el
del “gran mundo”. Si cl self'se define como agente de cons-
‘truccién del sentido de la experiencia, la diversidad de apues-
‘tas propuestas por la situacién grupal podrs permitir el ple-
no y seguro desempeno del contacto con la novedad, de la
construccién de novedad en las situaciones de contacto, €
incluso durante la reactivacion de esquemas obsoletos recu-
rrentes, Lugar privilegiado de manifestacién de los lazos de
Eros y Tanatoy, el grupo constituye, aqui también, un labora-
torio de examen y construccion de modalidades relacionales,
© sea, de despliegue del self y de repliegue en la integracion
y Ia individuacion,
Uno de los ejes del pensamiento postmodemo permite
diferenciar Sociedad y Comunidad, En la comunidad, en la
que muchos postmodernos preconizan el desarrollo, la rela-
ccidn esti en el centro de los sistemas de referencia: proximi-
dad, calor afectivo y solidaridad sellan los vinculos que re-
nen a sus miembros. En el concepto de Sociedad, como lo
han demostrado perfectamente muchos socidlogos, las rela-
ciones mercantiles son las que constituyen la mattiz. de las
relaciones entre individuos movidos por objetivos especifi
os, En ella, lay relaciones primero son funcionales. Una re-
-pcidn individualista (moderna) del self
privilegiard una terapia del individuo en el seno del grupo,
guardando éste una dimensi6n funcional de la experiencia.
‘Una referencia a una concepeién relacional y social del self
(postmoderna) insistirs sobre el grupo en calidad de grupo a
partir de la prioridad dada a la relacién.
ferencia a una con
Proposicién
Poder, marco 0 contexto
En un grupo constituido por un gestaltista como espacio-
ticmpo de experiencia (de terapia, desarrollo, formacién...),
“THORAX HRACTICA DBL GRUTO 245
‘el empeno del gestaltista se aboca a la adquisicién de forma
de la situacién.
‘Me parece que la simple enunciacién de reglas, por ejem-
plo, sittia inmediatamente al grupo en una perspectiva de re-
produccién social, cultural y politica, en una perennizacién
de los sistemas de poder y jerarquia, y por lo tanto, en una
invitacion a apuestas metaféricas y transferenciales (sabiendo
‘que la contratransferencia es lo primero, ya que instituye fa
situacién).
Aunque digo esto, no niego que el animador del grupo
tenga que ser el representante de la autoridad y del poder (y
también de la seguridad) y asi marcar su diferencia con los
miembros del grupo y que, por esta razén, tenga que anali-
zat las relaciones reciprocas de los participantes con la auto-
tidad y el poder. Por lo tanto, a la vez, tiene que “saber Iu
char contra los participantes en su lucha por la toma de
consciencia de sus sistemas de defensa en contra de Ia autori-
dad y el poder, y ser sus afiados en una lucha contra la repre~
sién social” (M. Pagés, “Algunas reflexiones...”, sin fecha).
Esta posici6n Mevaria, con el tiempo ¢ idealmente, a una di-
solucién del papel de animador en beneficio de la fisncién de
animacion que puede ser asumida por cada uno de manera
flexible
Entonces, Ia situacién experimental que preconizo para
1 grupo se define, en mi opinién y en coherencia con la Te-
rapia Gestalt, mucho mas como la creacin de un context
que como la de un marcy.
Proposicién 7:
EI grupo, contexto para la conflictividad
Por lo tanto, este contexto —terapéutico u otro— tiene que
saber dar paso a la conflictividad y offecer un laboratorio se~
guro de experimentacién de la “no-pacificaci6n prematura
de los conflictos”. Recordemos que los autores de Gestale
Therapy vetan en la “pacificacién prematura de los conflic-
tos” una de las fuentes de la neurosis, y dos capitulos de su246 JEAN ARIE RODIN
libro estin dedicados a ello. Muchas veces los psicoterapeu-
fas hablan de los conilictos en términos de intrapsiquico,
cuando se trata de conflictos relacionales internalizados que
no podrin ser verdaderamente trabajados si no se sitdan en
el contacto y Ia interaccién, Esta conilictividad es lo que per-
ite la individuacién, la asimilacién de los introyectos y su
cortejo de confluencias, la extemnalizacién de las retroflexio-
nes, cronificadas o no, la verificacién de las proyecciones y su
integraci6n, asi como los encuentros con wn funcionamien-
to del self restaurado en su capacidad de identificacién/alie-
nacién.
“Aniquilar, destruit, obrar por iniciativa propia, encoleri-
zarse, por lo menos, son esenciales para el desarrollo en un
campo organismo/entorno” (Perls, Hefferline, Goodman,
1951, 11, 8,5).
Proposicién 8:
El grupo y la autorregulacién
‘Una de las bases de la antropologia gestaltista es fa fe en la
capacidad de autorregulacién. La secuencia se puede obser-
var en la pérdida de ka autorregulacién sana tal como la citan
la Psicolo,
p. 39):
1. Miedo de la etapa siguiente, 8
2. Empleo del control para mantener cl statu quo.
3. Reduccién de la libertad (energia disponible para nuevos
comportamientos).
4, Pérdida del control real en beneficio de la ley construida
ara restringir en apariencia el comportamiento espan-
toxo.
Al contrario, en el organismo sano es donde se verifica
continuamente el siguiente proceso de autorregulacion: una
dominancia se desprende del segundo plano y genera la ex-
CitaciGn, se hace figura que organiza la percepcién, inicia la
actividad motriz para la realizaciGn y satisfaccién, y desapare-
Ce para permitir la vuelta al equilibrio. Por lo tanto, entre el
Gestalt y la Terapia Gestalt (Glassheim, 1973,
THORIA Y PRACTICA DEL GRUPO 7
organismo y cl entorno se encuentra implicada una colabo-
raci6n, Io que sélo cs posible si la autorregulacién no ha
dado Ingar a un control excesivo, autocontrol o su forma
proyectada: control del otro y/o del entorno en general,
“Tener un entorno y no tomarlo por un objeto”, escribia
Paul Goodman (1972, p. 39) apoyandose en Ia tradicion
taofsta, O también, en forma de pregunta: “zCémo asumir la
cultura sin perder la naturaleza?” (ibid.),
La autorregulacin a la que Goodman nos invita no es
un postulado muy facil, pues el paso (permanente) a un nue-
vo estado de equilibrio depende de la accidn reciproca det
organismo y del medio, y por eso el sentimiento dominante
«s inseguridad vinculada al contacto con la novedad. zAqui
también el gestaltista tomari el control de la regulacién del
grupo y le impedir jegulaci6n por sf mismo?
Proposicién 9:
El grupo, contexto de apoyo
“Dichoso el hombre que puede pertenecer a un grupo
constituido por bastante gente que tiene el mismo estado
de inimo que —s6lo se necesitan unos centenares de
personas—, para tranquilizarse en cuanto a su estado de sa-
Ind mental, aun si esta rodeado de 8 millones de chiflados”
(P. Goodman, 1942-1959, I, 19, i).
Particulirmente enfatizado por Laura Perls en su prictica
y en algunos escritos suyos, el apoyo es una dimensién fun-
chmental del potencial geupal. demas de la seguridad que
ofiece para petmitir el contacto con la novedad, la puesta en
obra por a experimentacién en el marco de lo que llamamos
las “situaciones de urgencia seguras de fuerte intensidad”
‘opuestas a las situaciones de urgencia crénicas de baja inten-
sidad que definen la neurosis, el apoyo participa activamente
‘ea Ia disolucién del egotismo y abre a la ecologta de la rela-
ci6n, Si Perls preconizaha, como sehal de salud y madurez,
€l paso del apoyo ambiental al autoapoyo, yo no lo seg
en esta direecion, Creo que el individuo sano y maduro es248, JEAN MARIE ROBINE
capaz de apoyarse tanto en los recursos ambientales como en
Jos suyos propios, de manera flexible, ajustada y creativa, y
Por esto creo que la Tetapia Gestalt puede ser y permanecer
como absolutamente ecoldgica, incluso ecosistémica,
Proposicién 10:
El grupo, metonimia/metifora de la Sociedad
“Si nos conforméramos a Ia sociedad que esté loca, nos
volveriamos locos; si nos hubiéramos conformado a la
tinica sociedad que hay, nos habriamos vuelto locos” (P.
Goodman, The Dead of Spring, 1977).
n esta paradoja, que puede parecer Ia tinica alternativa que
Se nos propone, la Terapia Gestalt, como psicoterapia, con
sus propios limites y particularmente mediante el grupo, nos
permite cambiar modificando lo real, La ‘Terapia Gestalt no
es metifora de lo politico, ya que el grupo no es holograma
de la sociedad, pero sin embargo es plenamente politica: si
los grupos “gestaltizados” pueden ser buenos laboratorios
de anilisis de la represién del desco en la vida social y tam-
bign motores de cambio, la vida cotidiana constituye como
contrapartida un excelente analizador de tales grupos como
fabricas permanentes de ilusiones de omnipotencia,
Sin embargo, me parece que la Terapia Gestalt, por su.
inscripcién en ki teorfa del campo, ella misma constituyente
de la teorfa de los sistemas, oftece un aparato conceptual y
metodolégico pertinente para dialectizar con las personas
ara quienes el grupo constituye el sujeto-objeto de estudio.
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