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En Busca de La Verdad y La Muerte. Thomas Bernhard

El documento es un ensayo sobre la búsqueda de la verdad y la muerte. En 3 oraciones resume: 1) Al buscar la verdad sin saber cuál es, en realidad estamos buscando el fracaso y la muerte, ya que todo, incluida la ciencia, el arte y la naturaleza, están marcados por la muerte. 2) Entendemos que cuando hablamos de vida en realidad nos referimos a una decepción permanente que conduce a la muerte, ya que todo termina extinguiéndose sin origen, objeto o finalidad

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En Busca de La Verdad y La Muerte. Thomas Bernhard

El documento es un ensayo sobre la búsqueda de la verdad y la muerte. En 3 oraciones resume: 1) Al buscar la verdad sin saber cuál es, en realidad estamos buscando el fracaso y la muerte, ya que todo, incluida la ciencia, el arte y la naturaleza, están marcados por la muerte. 2) Entendemos que cuando hablamos de vida en realidad nos referimos a una decepción permanente que conduce a la muerte, ya que todo termina extinguiéndose sin origen, objeto o finalidad

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EN BUSCA DE LA VERDAD Y LA MUERTE, ensayo de THOMAS BERNHARD

Cuando estamos a la bsqueda de la verdad sin saber cul sea sta, que no tiene de comn con la
realidad sino la verdad que no conocemos, estamos a la bsqueda del fracaso, de la muerte. de
nuestro propio fracaso, de nuestra propia muerte, por lejos que se remonten nuestro pensamiento o
nuestros sentimientos, o nuestra imaginacin o por lejos que miremos hacia el porvenir, es la muerte,
la ausencia de reposo o el reposo como fenmenos de debilidad, de fracaso. se trata de las ciencias, de
las artes, de la naturaleza misma, marcas especficas de la muerte. Cuando hablamos de la vida y
ponemos el dedo sobre ella, cuando nos ocupamos de la vida como de una decepcin permanente de
los conceptos de lo que es la naturaleza,-nosotros, los elementos teatrales...- un anlisis letal nos
resulta imposible.
Lo entendemos, lo vemos, lo sentimos y lo pensamos, es un concepto de infinito en que se cruzan las
lneas del menoscabo, de la mortificacin, de la desaparicin, donde todo se extingue simplemente,
donde todo lo que est entre el finalmente y el por fin es fatalidad patolgica, a favor y en contra, sin
origen, sin objeto y sin finalidad, de nuestra facultad innata de soar, de nuestra limpidez; es mtodo,
mtodo de muerte: aquello de que huimos, como sabemos, est en nosotros, lo que tenemos est en
nosotros, lo que somos est en nosotros... etctera. Nos prometemos mucho, aprendemos todo y nos
contradecimos, despus recomenzamos a aprender siempre y todava y nos oxidamos, nos pudrimos
de arriba abajo y de abajo arriba hasta la mdula y partimos, pasando constantemente de una
naturaleza a otra, hacia la muerte... En nuestro ser, somos incapaces de accin, somos materialistas
filosficos, la mistificacin hasta en la muerte.
Lo que poseemos es la experiencia, algo metafsico de lo cual, cuando tenemos tiempo para el miedo,
tenemos miedo, ante lo cual, y all mismo est la desviacin, capitulamos: nos morimos, caballeros
solitarios como somos de nuestra impotencia, hurfanos de la historia, articulaciones muertas de la
naturaleza... Estamos a la bsqueda de una coherencia, circunstancias, condiciones de la muerte,
estados del cuerpo, estados de nimo de la muerte...
Nuestro nacimiento nos arroja en una amnesia, vidos de universo, regeneradores de nada sino de la
muerte. La muerte se explica para m como historia natural, como lo que ha hecho posible el
pensamiento. Si tenemos una meta, me parece, es la muerte, aquello de que hablamos, es la muerte...
Os hablo, pues, hoy, de la muerte, pero no os hablar directamente de la muerte, sera demasiado
ambicioso, intil, hablar ahora indirectamente de la muerte, por alusin, de esta experiencia que
poseemos, que hacemos constantemente, que haremos siempre hasta el infinito, hablo ahora de la
muerte, puesto que me habis encargado un discurso, algo sobre la vida, es cierto, pero yo hablo, aun
cuando hablo de la vida, de la muerte.Todo lo que se dice es siempre sobre la muerte. Pero no hablar
hoy de un lugar particular de la muerte, de nada que se refiera al detalle, eso seria, he dicho,
demasiado ambicioso no nos hemos reunido aqu para escuchar un estudio, eso sera una infamia, y
mucho ms triste; no quiero recubrir esta sala de fiesta con mi negrura, con la negrura general, con las
tinieblas generales, por ms que hayis encargado un discurso, y que me lo hayis encargado a m, y
por ms que esta sala me deslumbre, todas las salas de fiesta me deslumbran, comprendis... y por
ms que no necesite tener en cuenta consideraciones, no entristecer esta sala y no os entristecer...
pero de todos modos hablo de la muerte, porque hablo, porque nos gusta or hablar de la vida, de la
muerte, por ejemplo de los hombres y de sus conquistas, porque nos gusta or hablar de conquistas, de
las ciudades y de sus conquistas, de los Estados y de sus conquistas, del macrocosmos del
microcosmos... de la capacidad, de la incapacidad, de las enfermedades mortales, de los restos de
Europa. .. de los restos! comprendis... de la peor impresin imaginable que tenemos todos juntos, y
seria necesario decir aqui, ahora, a la vista de todos, lo que habitualmente slo decimos en la
intimidad... pero eso llevara demasiado lejos, llevara a la catstrofe. pero yo no hablo tampoco de
nuestros lagos, de los valles de alta montaa, de la manera con que los ingenieros desprovistos de
gusto pero no de avidez destruyen nuestro hermoso paisaje, de la destruccin general, de nuestra
literatura de pequeo burgueses, de la cobarda de nuestra "intelligentsia" no, si hablo, es de la
muerte. sealo la vida y hablo de la muerte.
No hablo de la historia del espritu, sino de la muerte, no de las aproximaciones fisiolgicas,
psico]gicas, sino de la muerte... no de los rdenes de grandeza, de realidades perturbadoras, de
genio y de martirio, de idiotez y de sofistica, de jerarquas y de amargura, todo esto me contento con
mencionarlo y hablo de la muerte... y no hablo de religiones, de partidos, de parlamentos, de
academias, ni de apata, de simpata, de afasia... seria necesario ciertamente que hablara aqu de todo,
de todo al mismo tiempo, pero es imposible hablar de todo al mismo tiempo, es absurdo, por lo tanto
slo puedo deciros todo aquello de lo cual yo podra hablar hoy aqu, mencionar lo que en verdad callo,
porque no puedo hablar de eso, lo que concierne a la filosofa por ejemplo, a la poesa; no hago sino
mencin de la ignorancia y la vergenza... no tiene sentido ir al fondo de ninguno de estos temas que
imagino, ante vosotros, desarrollar aqu en esta sala de fiesta uno solo de estos temas. nos falta para
eso la ms grande, la ms alta atencin, que se debe exigir y que no tenemos, que ya no tenemos, no
tenemos ms la ms grande, la ms alta atencin. Pero podra, como podis imaginaros, hablar aqu
del Estado, de la imposibilidad del Estado, y s que estis contentos de que no hable de eso, tenis
constantemente miedo de que vaya a decir algo de lo que tenis miedo y estis contentos de hecho de
que no hable aqu realmente de nada, y no hablo aqu efectivamente de nada; puesto que no hago ms
que hablar de la muerte. y que hago mencin de la dictadura, una justicia criminal, el socialismo y el
catolicismo, la hipocresa de nuestra Iglesia. no tenis por qu tener miedo... de que mencione nada a
propsito de sarcasmo, de idealismo, de sadismo. de norte y de sur. y aun de nada ridculo: que la
ciudad de Viena es las ms sucia de todas las capitales, con los miembros paralizados y la cabeza
podrida y los nervios destrozados... nada a propsito de mis tos carniceros, o de los tos aserradores,
tos agricultores, etctera, de mi granja en Nathal, gentes de all, de su belleza, de lisiados, de tipos de
cereales y de engorde de cerdos, la caza movindose en el bosque, el paso de un circo por una pradera.
de Alexander Blok, Henry James, Ludwig Wittgenstein... cmo se hace de un hombre honesto un
criminal de un dia para otro, cmo nos encontramos en prisin y cmo fuera de ella. de los asilos de
locos, de la divisin y de la multiplicacin. del concepto de abandono y de las neuralgias sociopolticas.
del Estado y del Estado Monstruo, o aun de los distribuidores de premios... o bien debo hacer aqu un
discurso de agradecimiento, contar alguna cosa sobre el mal de vivir?... o algo sobre los industriales, o
quiz sobre el genio desconocido... sobre la irreflexin, la bajeza, algo sobre la moral, no s. sobre la
vejez como horror ejemplar o la juventud como horror ejemplar, sobre el suicidio, el suicidio de los
pueblos... podra tambin contar una historia, pues tengo varias historias en la cabeza, o un cuento
como El cuento de la bella Austria, cuando era todava algo, o Los Austriacos cuando eran todava
algo. o El cuento de la navegacin de ultramar que no es ya rentable, El cuento de la crianza de cerdos
que no es ya rentable, La frmula mgica CEE. o La literatura que no es ya rentable, el arte que no es
ya rentable, la vida que no es ya rentable.o preferirais El cuento del porvenir... hablo de la mentira y
del ridculo y no cuento El cuento de la profundidad. no hago ms que rozar todo esto y arrojo a esta
sala algunas palabras, por ejemplo la palabra "aislamiento", "degeneracin", "vulgaridad", la palabra
"sensibility"... hago hincapi en el envejecimiento, la inutilidad creciente, y puesto que muy
rpidamente nos cansamos de la comedia, del espectculo de la existencia, de todo el arte
dramtico... un da, en un solo instante, en el instante decisivo, nos arrojamos de cabeza a la muerte...
Mi tema, es la muerte, como tambin es el vuestro... hablo, pues, de la vida y no hago sino mencionar
la estupidez actual por ejemplo , por ejemplo la incapacidad catastrfica de este gobiemo, todo ese
enorme escndalo gubernamental en el que tambin metemos mano... todo este absurdo de las
democracias por ejemplo, este perpetuo y repugnante calidoscopio de pueblos... pero no hago
discurso sobre las masas terrestres y humanas, sobre esas enormes y absurdas masas, ni sobre un
mundo nuevo, porque no veo ninguno, no digo nada sobre el tomo, nada tampoco sobre los
leprosarios y las revueltas de los negros, nada sobre Inglaterra que pide socorro, sobre Alemania que
miente, Norteamrica esquizofrnica, Rusia diletante, China a quien tememos, la minscula Austria.
hablo de la muerte, lo que digo son palabras sobre la muerte, no hablo de la innoble ausencia de
necesidades del espritu... ni del hecho de que las revoluciones no nos han aportado lo que
esperbamos, no hablo ni de imperios en putrefaccin, ni de monarquas, de repblicas estpidas, de
dictaduras, ni de amor a la patria, ni de abyecta neutralidad, no presento ninguna carta de ciudadana.
pero no cuento nada tampoco sobre Ferdinand Ebner o T. E. Lawrence... pero me pregunto si no
debera de todos modos presentar alguna cosa, optimista, al estilo de los cancionistas... algo
grotescamente fatalista, algo sobre la tristeza, la fantasa, la melancola. cmo se hace dinero o bien
cmo se pierden los amigos y el dinero, no, no, todo es malentendido, todo es bien entendido malent
endido... en la medida en que la muerte misma no es otra cosa que un malentendido, y que yo est,
que est aqu, ante vosotros, para hablar, es tambin un malentendido, exactamente como la muerte,
bien entendido. que haga el viaje o que no lo haga?... busco, cuando me despierto, refugio en este
tema, el objeto de la frase y el enunciado de la frase, el ascenso y el descenso. habra tanto que decir,
pero no es este el lugar para proceder a una intervencin quirrgica en un estado de cosas que es un
estado de cosas catastrfico, este no es el lugar de trasplantes filosficos, de acrobacias aritmticas,
nos faltan aqui, en esta hermosa sala de fiesta el instrumental, y sin embargo me darian placer todas
estas operaciones, cortar y coser, atar, amputar... pero odio la afectacin. y no dire nada de
Shakespeare y nada de Buchner, y no os fastidiar con Flaubert... sabria muy bien, de manera muy
penetrante, quizs hasta extremadamente sorprendente manejar los elementos cmicos, graciosos,
irnicos en mi, y manejar los mismos instrumentos en vosotros. desplegando todo mi entendimiento,
decir algo nuevo sobre Homero, sobre Torgueniev. o bien: se toma simplemente a Dios y se revuelve el
todo, se toma simplemente al diablo y se revuelve el todo, se toma la burguesa y se revuelve el todo ,
se toma el proletariado y se revuelve el todo... Que no nos olvidemos de hablar de la primera mitad de
este siglo como de una mitad en la demencia. seria inteligente citar un verso de Baudelaire, una frase
de Proust, una frase de Montaigne, una frase del cardenal de Retz si se quiere, o alguna otra
obscenidad filosfica... que no nos olvidemos de los sacerdotes y de los mdicos, los fsicos y los
comunistas, el Ejrcito Rojo y los guardias suizos, la industria de metales ligeros y sobre todo de
nuestros huspedes... Todo esto, lo creis o no, queris verlo o no, tiene algo que ver con la muerte,
que hable de vosotros o de m, que seis vosotros o yo a quien empuje al absurdo, es la muerte,
estamos empujados por la muerte. que tenga algo contra los gobemantes o contra los oprimidos,
contra los blancos o contra los negros, contra este gobierno por ejemplo que, como todos los
gobiernos, es el peor que se pueda imaginar, contra nuestros parlamentarios, contra nuestro canciller
federal, contra nuestros profesores universitarios y contra nuestros artistas, contra Heine y otros,
contra Marx y otros, que tenga algo contra todos estos seores, es la muerte, es lo irreparable... es la
catstrofe... todo esto, tiene algo de imposible, de inaudito.
Pero creo que he dicho bastante, o hablado, no es as? sealado, no es as?, pasado en silencio
muchos temas, como veis, pasado en silencio casi todos los temas, como podis convenceros y no me
queda sino expresar mi agradecimiento por algunos millares de schellings que me habis ya enviado a
mi domicilio en Alta Austria, por las magnificas vacaciones que con esa suma me podr tomar. Me
pagar un periodo de prodigalidad, algunas semanas al borde del Mediterrneo, o algunas locuras en
Bruselas, Pars o Londres, no s todava... en todo caso lejos de aqu, lejos de Viena, lejos de Austria,
de la patria, que amo. os agradezco, por ms que no sepa de qu os agradezco, es posible que os
agradezca efectivamente por una locura... por una loable finalidad quiz, pues la vida es una finalidad
absolutamente loable, algo que, como lo sabis ahora, tiene mucho que ver con la muerte. que todo es
la muerte, la vida entera no es ms que la muerte, que voy a desearos una buena, quiz memorable
velada, y salir de esta sala, partir de esta sala, partir de Austria algn tiempo hacia el placer y hacia el
trabajo, y lo digo una vez ms: os agradezco por esta distincin, por el malentendido que constituye
sin ninguna duda esta distincin, pues, como sabis, todo es malentendido y os recuerdo una vez ms
especialmente la muerte, que todo tiene que ver con la muerte, no olvidis la muerte... no la olvidis,
no la olvidis.

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