Muniz Rodriguez Introduccion A La Filosofia Del Lenguaje 1 Anthropos 1989 PDF
Muniz Rodriguez Introduccion A La Filosofia Del Lenguaje 1 Anthropos 1989 PDF
del lenguaje
AUTORES, TEXTOS Y TEMAS Vicente Muiz Rodrguez
F I L O S O F I A
Coleccin dirigida por Jaume Mascar
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INTRODUCCIN A LA
FILOSOFA DEL
LENGUAJE
Problemas ontolgicos
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--------EDITORIAL DEL HOMBRE
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FILOSOFICAS
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Primera edicin: enero 1989
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creta de lo real. Se quiere volver a las cosas mismas cosas. Y que la misma lgica contribuya a que nos las
zu den Sachen selbst con un radicalismo mayor que haga conocer mejor. En ltima instancia, escribe reitera
el de E. Husserl y tambin que el ulterior de Heidegger. damente J. Maras, 1q que ms nos interesa de las cosas
En paralelismo con la filosofa podemos espaciar el es llegar a conocerlas para saber a qu atenemos. Pero
desarrollo del pensamiento sobre el lenguaje en tres mo esto, no slo en el plano de la experiencia, sino mucho
mentos. En el primero, lo advertimos vinculado a las ms en lo que atae a las verdades trascendentes.
cosas, copia y reflejo de las mismas. En el segundo, el Este breve escorzo histrico nos dice que si en el
lenguaje es una elaboracin mental, cuya estructura l principio fue la palabra, hay que constatar que en el fi
gica aspira con Leibniz a trocarse en enciclopedia del losofar de hoy que no excluye otro ulterior la pala
saber y con Hegel en el saber nico y universal. bra vuelve a ser tema central. Nada de maravillar, por
En el tercer momento que corresponde al programa lo mismo, que la filosofa del lenguaje se halle en alza.
zubiriano de volver con todo radicalismo a lo real de Pero con esta suma diferencia: que para unos, los lgi
suyo, observamos cmo la filosofa del lenguaje toma cos neopositivistas, es el nico saber digno del filsofo
una doble direccin, vigente en la actualidad. Leibniz y asequible a ste, con un valor en s y por s, sin vincu
nos pone en la pista para interpretar esta doble direc lacin alguna con lo real y el ser. Mientras que para
cin. Segn l, la construccin lgica, en virtud de la otros, como Heidegger, el lenguaje es la casa y mansin
correspondencia entre orden ideal y orden real, pide co del ser, donde ste nos habla y se nos revela. Para la
rrespondencia con las cosas. Nos topamos aqu con el primera postura extrema, el lenguaje es lo primero y lo
apriorismo ingenuo del racionalismo cartesiano a quien ltimo. Lo que en definitiva nos es dado saber. Para la
muy pronto puso eficaz sordina la obra crtica de Kant. segunda postura, que encarna Heidegger, el lenguaje ni
Esta crtica exigente hace que se rompa la vinculacin es lo primero ni lo ltimo, porque es el ser quien le da
entre la idea y la cosa, entre lgica y metafsica. De tal vigencia y contenido. Qu profundo y qu incitante y
escisin va a vivir la logstica moderna. prometedor Heidegger, cuando se atreve a afirmar que
En efecto, la logstica se considera a s misma el su toda la palabra das Wort es ya una respuesta die
premo saber, por ser el nico vlido al margen de la Antwort. De aqu la importancia del escuchar antes
experiencia. Pero al mismo tiempo afirma que es un de ponerse a hablar, como acaece en estas dos figuras
saber sin nexo alguno con lo real, con el ser en s. Ha cumbres, ya desde los orgenes de las culturas sapien
roto los cables que la ligaban al puerto de la metafsi ciales: el profeta y el poeta. De ambos el filsofo ha ve
ca. Es decir, boga por su cuenta y riesgo. Y nadie nega nido a ser posteriormente el comentador reflexivo y cla
r que esta carencia de ligamentos le ha concedido in rificador. Pero fueron ellos quienes primero escucharon
mensas posibilidades de orden, precisin y exactitud. para luego hacerse or con su lenguaje, tan suyo e in
Pero al terrible precio de tener que echar por la borda confundible. Antes, pues, de la palabra que se habla,
esas verdades eternas que lucen en el firmamento de es el ser que la dicta.
nuestra alma. Y hacia las que vamos, porque nos son Con estos cuatro rasgos muy ceidos hemos intenta
necesarias, al mismo tiempo que nos atraen y fascinan. do dar una perspectiva histrica en la que debemos en
Otros pensadores, sin embargo, han tomado concien cuadrar la creciente alza que hoy tiene la filosofa del
cia de que es mucho lo que se pierde con la logstica lenguaje. Y del desarrollo de sta ante nuestros ojos. El
moderna. Y piden insistentemente insertarse en las caso espaol, por referirnos a uno que nos toca tan de
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cerca, es altamente significativo. Un breve examen de orno ya se comenta en la obra, los dos meritorios tex
algunas obras sobre filosofa del lenguaje, publicadas tos, publicados en estos ltimos aos, de J. Hierro S.
entre nosotros durante este siglo, pone bien en claro el Pescador y de los tres jvenes autores J.J. Acero, E. Bus
camino recorrido y los esfuerzos realizados para poner tos y D. Quesada, se hallan demasiado bajo la influencia
se al da. anglosajona prestando poca atencin a las otras corrien
Recordamos, en primer trmino, el estudio de Juan tes europeas. Ante esta carencia de una visin integral
Zarageta, escrito en 1945: El lenguaje y la filosofa. Un de los problemas filosficos del lenguaje, no ha llegado
rpido ojeo sobre el mismo hace transparente las preo el momento de ofrecer una sntesis, aunque slo sea
cupaciones lingsticas del benemrito y simptico pro inicial, que resuma lo adquirido y prepare a estudios
fesor. La primera consiste en aclarar las relaciones de futuros que comienzan hoy a ser realidad encarnada en
la lgica y de la metafsica, vistas por medio del con jvenes investigadores?
cepto de analoga, en que se dan la mano una y otra. Pensando en este futuro prometedor est escrita esta
En alza por aquel tiempo, la filosofa de los valores viene obra por el Prof. Vicente Muiz. Por deber intelectual,
a ser la segunda preocupacin de la obra el estudio del hago constancia de que ella es fruto de largos aos de
lenguaje estimativo en cuanto ste es capaz de dar a co reflexin y madurez. A ello se ha de aadir que este pro
nocer cualitativa y cuantitativamente los diversos valo fesor se ha preparado para afrontarla. Primeramente,
res, especialmente los espirituales. Finalmente, se perfi por sus dotes nativas, muy sensibles al tema del len
la en dicha obra una gramtica filosfica, pero con dis guaje que ha cultivado hasta el arranque potico. Estas
posicin tan asptica que bien pudiramos declararla dotes han sido acrisoladas en los largos aos de su ca
intemporal, es decir, apta para todos los tiempos y sin rrera con una seria formacin humanstica, filosfica y
reflejar ninguno. teolgica. Completa esta formacin en la Universidad
La Sociedad espaola de filosofa, doce aos despus Gregoriana de Roma y en las espaolas de Madrid y de
de la publicacin de la obra de Juan Zarageta, organi Salamanca. Preparacin inmediata a su docencia en la
za en septiembre de 1967 la IX Semana espaola de fi Ctedra de Filosofa del lenguaje en la Universidad Pon
losofa en torno a este tema central: lenguaje y filoso tificia de Salamanca y a esta su obra que tenemos a la
fa. Es patente que en esta semana se han roto las ama vista, fue su tesis doctoral: Significado de los nombres
rras exclusivistas que ligaban al pasado, y se hacen de Dios en el Corpus Dionysiacum. Dirigida por el au
presentes las nuevas direcciones que la filosofa del len torizado y gran fillogo Isidoro Rodrguez Herrera tiene,
guaje propone hoy a los filsofos. Pero es muy de notar entre otros mritos que la crtica ha puesto de relieve,
que, adems de la presencia de la filosofa clsica de el de haber intentado y sustancialmente logrado mos
Aristteles, slo se hacen sentir algunas de las direccio trar al histrico Corpus a la luz del mtodo sincrnico,
nes de la lingstica actual: el lenguaje fenomenolgico, aplicado a la lingstica de los nombres de Dios en dicho
la valoracin de los significados ticos segn G.E. Corpus. Los estudiosos del mismo lo haban prospecta
Moore, las fluctuaciones lingsticas de B. Russell, el do desde el proceso diacrnico, inherente a sus palabras
neopositivismo lgico, etc. Pero ni la hermenutica de claves. Pero V. Muiz se situ en el interior del Corpus
H.G. Gadamer, ni el lenguaje dialgico de M. Buber y y los vio como si fuera un poema, en el que el anlisis
del personalismo cristiano, ni el marxista del materia de su estructura muestra cmo las partes se engarzan
lismo dialctico fueron objeto de comentario. Todava, en el todo. Sabemos cun en alza se halla hoy la sin
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ste ocio inicial convida esta obra que quiere facilitar el
crona lingstica. No podemos, por ello, dejar de sub
punto de partida a los no especialistas en filosofa del
rayar que uno de los primeros conatos en el pensamien
lenguaje, particularmente a los jvenes investigadores.
to hispnico por aplicarlo en vivo a un determinado Cor
Con ella en la mano aspecto manual iniciarn una
pus Doctrnale ha sido realizado por V. Muiz.
marcha iluminada por el inmenso y tupido bosque de
As pues, con preparacin de altura aborda ahora el
la lingstica. Quiere ser escolar, adems, por otro mo
presente volumen que presentamos. Estas nos parecen
tivo inherente a la mejor tarea histrica de la escuela.
ser sus tres notas ms caractersticas: sinttica, esco
sta, si en sentido negativo malsuena a repeticin y can
lar, introductoria. Es sinttica esta obra, por cuanto pre
sancio, en sentido constructivo denota y exige continui
tende presentar al joven estudioso todos los principales
dad creadora, que slo se puede lograr formando escue
problemas del lenguaje que hoy estudia la filosofa. Los la. Advirtamos que tan de lamentar es la repeticin can
ttulos de los tres volmenes que proyecta esta obra se
sina como de alabar la continuidad creadora. Nadie lo
alan ya en su prtico la complejidad lingstica abar
sabe todo. Y ya es hora de que los intelectuales hisp
cada. El primer volumen, que tiene en sus manos el lec nicos, tan inclinados al carril de la rutina o a romper
tor, hace ver la intrincada temtica del lenguaje con la
con ella por un vergonzante mimetismo extico, sepan
realidad. El segundo se preocupar de exponer el aspec aunar esfuerzos en la continuidad creadora. Hasta poder
to deontolgico del lenguaje, en cuanto ste lleva siem declararla exigencia primaria en el pensar hispnico ac
pre encerrado en s un significado que es necesario acla tual. Tenemos que dolemos de que esta gran categora
rar en su delicada contextura. Finalmente, el tercer vo histrica se halle ausente en la filosofa espaola de los
lumen precisar los diversos modos concretos de ltimos siglos. Ya es hora de que enmendemos esta larga
expresin con que el lenguaje es utilizado: desde el del pgina mal escrita. Pues bien, la escolaridad de la pre
nio al del sabio; desde el religioso y potico hasta el sente obra est pidiendo esa continuidad creadora de
tcnico y algebraico. Nadie negar un esfuerzo de snte que andamos tan necesitados.
sis a un programa de tal amplitud y conexin. Finalmente, la tercera nota que hemos sealado es
Es tambin una obra escolar. Miedo da, sin embar la de introductoria. Se quiere con estas pginas intro
go, presentar la obra con este calificativo de tan mala ducir. Es decir, facilitar la entrada. No pretende llegar
fama. El mismo J. Maritain no ha dudado en afirmar a la meta. Esta se alcanzar cuando se logre un cuerpo
que la mayor desgracia que ha sobrevenido a la esco doctrinal que d respuesta a los mltiples problemas fi
lstica en su larga historia es haber tenido que cargar losficos del lenguaje. La obra proyectada por V. Muiz,
con este nombre, mote despectivo y descalificador. Y, en parte ya realizada, se queda ms ac. Viene a pro
sin embargo, despus de medio siglo de docencia por poner una especie de status quaestionis, segn el lxico
mi parte optamos con entusiasmo por lo escolar, en lo de las clsicas aulas, volviendo al mtodo del sic et non,
que tiene de constructivo. Su mala fama le viene de que Abelardo propuso en plena Edad Media a fin de
haber tantas veces encubierto la rutina autoritaria, tos tomar conciencia del problema y de las posibles solu
camente repetidora. Pero al raquitismo histrico de lo ciones del mismo. De este mtodo se hace aplicacin
escolar, aqu oponemos el sentido originario de schol, aqu para dar a conocer la enmaraada problemtica del
divino ocio para comulgar con lo eterno. Se ha de sub lenguaje y para indicar mltiples sendas por las que sea
rayar que este ocio viene a ser el primer peldao de la dable penetrar en dicha maraa. Se malograra, con todo,
escala por la que la mente asciende en su itinerario. A
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la mxima eficacia de la obra si esta su provisionalidad Unamuno en su cancin ms inspirada: que bien s yo
introductoria se la tratara de convertir en algo definiti la fuente que mana y corre / aunque es de noche. En
vo. Como si no fuera posible llegar a una meta ltima. esta fuente ltima quiere abrevar el pensador cristiano.
Pensamos que su autor hace entrever esta meta lti Y quiere entonces percibir, como pide Heidegger, la pa
ma como asequible. Su introduccin quiere poner en labra que hace or al ser para escucharla y transmitirla.
la senda que a ella conduzca. Los neopositivistas seguirn diciendo que todo esto es
Los Cuadernos de bitcora, con los que se cierran un sin-sentido. Pero para el pensamiento humanista
diversos apartados de la obra, quisieran facilitar el paso cristiano, ste es el ms claro de los sentidos y la lti
a nivel entre la introduccin propuesta aqu y la meta ma explicacin del mejor de los lenguajes: el lenguaje
entrevista. Ya Ortega propuso en su da un cuaderno de lo eterno.
de esta clase. Para muchos lectores sin saber de qu se
trataba. Vicente Muiz, que correte por Gijn a la som Enrique Rivera de Ventosa
bra de Jovellanos y chapote por la playa de San Lo Universidad Pontificia de Salamanca
renzo, a los de tierra adentro nos informa con minucio
sidad sobre el servicio marinero de la bitcora. Y l,
marinero del espritu, desea poner a nuestro lado la bi
tcora mental que pueda ayudarnos en este navegar por
las sirtes y meandros del lenguaje. Siempre teniendo
ante s, en lontananza, la meta de un cuerpo doctrinal
sobre el mismo.
Escribimos en Salamanca. Place, por ello, concluir
esta presentacin tan grata y adeudada, evocando algu
nas sentencias de M. de Unamuno, pronunciadas en la
leccin de despedida de su larga vida acadmica. Cen
tr su leccin en el tema de la palabra. Record que, al
abrir el Evangelio de san Juan, leemos: La Palabra es
taba cabe Dios y Dios era la Palabra. Como comenta
rio, aade por su cuenta: En el principio fue la Pala
bra. Y en el fin tambin lo ser, pues a ella ha de vol
ver todo. Que no es slo un porqu, una causa inicial,
sino un para qu, un fin. Y es un porqu por ser un
para qu. Presenta, en verdad, M. de Unamuno cmo
se alzaba en nuestro horizonte mental la estrella del len
guaje. Hasta declarar la Palabra tema primero y lti
mo. Pienso, con todo, que M. de Unamuno no se opo
na a que el pensador cristiano vea detrs de la Palabra
el hontanar ltimo de la misma. Que si ella es Dios, es
en Dios algo originado. San Juan de la Cruz completa a
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Captulo i
INTRODUCCIN
Filosofa y lenguaje
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Data de las primeras dcadas del siglo XX. Es nuestro y desde ella se pregunta por la ultimidad y radicalidad
siglo quien descubre el lenguaje como objeto directo del de stos. Ms all de la pregunta filosfica no es posi
quehacer filosfico, de manera similar al descubrimien ble otra pregunta ulterior. Como la esencia de las cosas
to que del valor hizo el siglo XIX, estimando a ste digno es la ltima y radical explicacin de stas, los filsofos
de consideracin metafsica con autonoma propia, inde han sido calificados con toda propiedad de cazadores
pendiente del ser. No parece exagerada la afirmacin de esencias. Desde esta perspectiva filosfica del cono
de que la filosofa que ms caracteriza al siglo XX es la cer se hace la pregunta: qu tipo de entidad es el len
del lenguaje. En el origen y configuracin de este fen guaje? Cul es su esencia?
meno estn presentes grandes corrientes de pensamien El pensamiento filosfico elige sus objetos de refle
to contemporneo: neopositivismo lgico, analtica oxo- xin entre los que la naturaleza, la cultura o el hombre
niense, estructuralismo, fenomenologa y hermenutica. mismo le ofrecen. Cualquier objeto puede ser seleccio
Con la filosofa del lenguaje, en el centro del pensamien nado. Tenemos, as, a ttulo de ejemplo, filosofa de
to actual, se asiste en nuestro siglo a un ((viraje o a un la naturaleza, filosofa de los valores, filosofa de la
cambio de marcha en la filosofa, segn expresiones conducta humana. En nuestro siglo ha llegado la hora
conocidas de A. Schaff o Ferrater Mora. a la filosofa del lenguaje. Ahora bien, este objeto selec
Al enfrentarnos, por ello, con esta situacin tan joven cionado el lenguaje cmo se le presenta al hom
de la filosofa del lenguaje, aparecen en seguida dos bre, para poder convertirlo en tema autnomo de sus
cuestiones introductorias. Una se refiere al objeto. Qu reflexiones filosficas?
es, para el conocimiento filosfico, el lenguaje en su El pensador descubre el objeto-lenguaje, bien desde
esencia y ultimidad? Qu tipo de realidad es ste sobre perspectivas epistemolgico-histricas provenientes de la
el que la filosofa tiene que especular? La otra alude ciencia lingstica, bien desde presupuestos antropol
al principio unificador y sistematizador no slo de las gicos y especficamente humanos.
preguntas sobre el qu lingstico, sino principalmen En el primer caso, limitndonos a los ltimos siglos
te de la respuesta que puede darse a este qu en con de un modo hasta cierto punto simplificador, el lengua
textos filosficos tan dispares como los indicados ante je se presentaba unido a las categoras histricas de la
riormente. ciencia, segn fundamentos kantianos. Como es sabido,
Kant cree poder justificar el conocimiento cientfico me
diante los juicios sintticos a priori. Con tales juicios ex
El lenguaje, objeto autnomo de la filosofa plicaba la matemtica y la fsica. No extraa, por ello,
que en cierto momento de la historia, el conocimiento
Dejando aparte las dificultades existentes en la de del lenguaje adoptara el carcter de objeto cientfico
terminacin de lo que es el conocimiento filosfico y las como un ente ms de la naturaleza. Otro concepto que
discusiones que dicha problemtica ha suscitado, se dice se puso en boga, el de la evolucin, vino a completar
comnmente que la filosofa trata de saberes ltimos y este cuadro. A semejanza de los dems seres de la na
radicales, cuyo objeto es la omnitudo realitatis. Es decir, turaleza, el lenguaje era sujeto de nacimiento, evolucin
los objetos filosficos son abordados desde la total rea progresiva y muerte. A. Schleicher, procedente del campo
lidad y en todo su ser, en cuanto tal. La omnitudo rea de la botnica, fue el mejor expositor de estas ideas. Con
litatis se contrae, en un segundo momento, a los entes posterioridad, los neogramticos consideraron el lengua
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je como producto colectivo de los grupos humanos e in del anlisis filosfico en sus diversas versiones, euro
tentaron salvar la cientificidad de su conocimiento me peas y americanas.
diante un mtodo positivo y riguroso que nos diese leyes
necesarias y universales, anlogas a las de la naturale
za. Todava hoy L. Hjelmslev, siguiendo estas ideas, exige Filosofa del lenguaje y metodologa
para que el conocimiento del lenguaje sea cientfico la
descripcin de los fenmenos lingsticos de manera ex El mtodo de la filosofa del lenguaje debe distin
haustiva, sin contradiccin y con una explicacin de los guirse netamente del de la ciencia lingstica. Este lti
mismos lo ms sencilla posible. Con F. de Saussure, la mo es de ndole funcionalista, mientras que aqul es
concepcin de ley de la ciencia natural se sustituye esencialista, siguiendo conceptos y terminologa cassirea-
por la de estructura en sentido de ((forma. De este na. La descripcin de ambos mtodos es til para clari
modo, la vinculacin del lenguaje a las ciencias natu ficar sus modos propios de proceder en la investigacin
rales y sus mtodos qued superada. Procedentes del del tema lingstico.
campo histrico surgen nuevas bases sobre las que fun
damentar el conocimiento del lenguaje en cuanto cien a) Mtodo y ciencia del lenguaje
cia del espritu, en cuanto objeto de la cultura. As,
para W. Dilthey, la religin, el derecho, el Estado, las Con el mtodo funcionalista se pretende, aqu, dar
costumbres, las ciencias, el lenguaje, la literatura, el arte, respuesta a la cuestin de cmo debe ser un conocimien
son objeto de la cultura o bienes que forman parte del to del lenguaje, para que se le califique adecuadamente
mundo cultural. Y esto, porque en el lenguaje se dan de cientfico dentro del marco actual de la teora epis
las dos notas necesarias para que algo forme parte de temolgica.
la cultura: ser creacin humana y ser objetivacin del Aplicado al lenguaje, el mtodo funcionalista abarca
espritu. tres momentos. El primero es considerado como presu
En el segundo caso, atendiendo a los presupues puesto sobre el que descansa la tarea posterior que es
tos antropolgicos y especficamente humanos del len la propiamente cientfica. En l se realiza con carc
guaje, ste adopta presentaciones mltiples. Desde la que ter previo la eleccin del objeto que se desea elucidar
pone de relieve la capacidad simbolizadora humana y la perspectiva epistemolgica en la que se sita el in
lnea E. Cassirer hasta la que centra su pensamien vestigador, ya que la seleccin del objeto se lleva a cabo
to filosfico en el dilogo, como es el caso entre otros de en funcin del sujeto que proyecta sobre l una teora
M. Buber, pasando por el personalismo de E. Mounier que busca en la experiencia su confirmacin. Se hace,
o las ideas sugerentes de E. Nicol en las que la palabra pues, necesario distinguir el lenguaje en cuanto objeto
es considerada como la expresin fundamental de la ex en s, autnomo e independiente de cualquier referencia
presin del ser con sentido que es el hombre. a la persona que lo estudia y el lenguaje en cuanto pasa
Por otra parte, dentro de dimensiones puramente fi a ser fenmeno, objeto de ciencia. Esta ltima di
losficas, no puede dejar de aludirse al tratamiento que mensin es posible, en razn del inters que el investi
en torno al lenguaje realizan los pensadores de la co gador posea por el objeto en su manifestacin externa,
rriente fenomenolgica, especialmente E. Husserl y, ms susceptible de verificabilidad emprica. Toda eleccin im
tarde, M. Merleau-Ponty. O, tambin, las orientaciones pone una seleccin y, con ella, lmites determinados y
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concretos. As, por ejemplo, si se estudia el castellano, funcionalista. El lenguaje es considerado en sus ma
esta eleccin comporta marginar las otras lenguas. Si, nifestaciones fenomnicas, en sus expresiones idiom-
adems, se concretiza el castellano a ciertos siglos, se ticas naturales. El estudio del investigador parte de la
pasan por alto los restantes, aunque sean de gran valor experiencia de dichas manifestaciones y expresiones idio-
por otros motivos. mticas y vuelve a la experiencia para confirmar sus
En este momento previo, cuando se habla de que el teoras explicativas. De este modo logra elevarse de las
investigador aborda su objeto el lenguaje desde pos lenguas concretas y de los principios que las rigen
turas epistemolgicas ya de antemano tomadas, no se para elaborar una gramtica universal que d cuenta del
pretende inculcar el mbito objetivo y neutral que lenguaje en s mismo.
debe ser norma de toda tarea cientfica. Simplemente se
alude al hecho de que el inters de un objeto se suscita b) Mtodo filosfico y filosofa del lenguaje
en el investigador, porque ste lo ve, anticipadamente,
desde una perspectiva determinada: fonolgica, sintc Si a la ciencia lingstica corresponde el mtodo fun
tica, semntica. Con la visin que cada una de estas cionalista, a la filosofa del lenguaje le corresponde un
perspectivas lleva consigo. mtodo estrictamente filosfico al que, siguiendo, segn
Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho, en un ya se ha indicado a E. Cassirer, se le puede adjetivar
paso posterior, comienza la labor propiamente investi con el calificativo de esencialista.
gadora que abarca dos mbitos distintos: el de la reco Las notas que diferencian el mtodo esencialista del
gida de datos y el de la interpretacin de los mismos. funcionalista aparecen ya desde el enfrentamiento ini
Si se hace un somero repaso a la lingstica, en su lti cial entre el sujeto que investiga y el objeto investigado
ma historia, se ve que gran parte de su quehacer co y se hacen ms evidentes en su posterior trayectoria.
rrespondi al mbito de la recogida de datos. As, la es En el mtodo cientfico igual que en el conocimiento
cuela comparatista, histrica y geogrfica que llenan y de esta ndole se da como presupuesto la existencia
desbordan el siglo XIX. El valor de la investigacin se del objeto sobre el que recae la teora explicativa. En el
meda, entonces, por la fidelidad al dato; por la objeti mtodo esencialista lo mismo que en el conocimiento
vidad con que deban ser recogidos los hechos. La compi filosfico se emprende el estudio de un objeto sin ad
lacin de los mismos fue constituyendo el corpus de la mitir previamente nada. Debe demostrar la existencia o,
ciencia lingstica, por medio de su desenvolvimiento his cuando menos, la posibilidad de la existencia de tal ob
trico. La interpretacin de estos datos, dentro de un jeto. En nuestro caso, el lenguaje. Adems, se enfrenta
esquema o teora ms o menos general, comienza en a l en su totalidad, en todo su ser en cuanto tal, inten
nuestro siglo con F. de Saussure y, sobre todo, con los tando dar del mismo una justificacin terica de su qu
estructuralismos posteriores, especialmente el de la gra ltimo y radical. Y, en este contexto de ultimidad, radi-
mtica generativo-transformacional de N. Chomsky. calidad y totalidad, reflexionar sobre su cmo debe ser
Pero lo que caracteriza todos estos pasos de la cien y los valores o funciones que le corresponden.
cia acerca del lenguaje es que su preocupacin se detie La forma ms adecuada de expresar las verdades
ne en las lenguas concretas y en sus funciones, en su conseguidas por el mtodo esencialista es la de la fun
cmo. Y es, en este aspecto, precisamente, en el que la cin atributiva: juicios en los que se afirma o niega de
ciencia lingstica y su mtodo se puede calificar de un sujeto un predicado, relaciones esenciales manifesta
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das en ltima instancia por el verbo ser en su acepcin contenidos de nuestra disciplina quedaran elaborados
metafsica. Estas verdades, as alcanzadas, no son como dentro de tres grandes reas: ontolgicas, deontolgicas
las de la ciencia verificables con criterios empricos, ya y finales.
que su objeto trasciende la experiencia. La comproba El rea ontolgica intentara determinar qu es el len
cin de su verdad o falsedad no puede llevarse a cabo guaje. Ese objeto que se presenta como fenmeno cul
por contraste con la forma de actuar de las cosas, como tural o como expresin especfica del ser con sentido que
criterio nico, sino por crtica de los conceptos y demos es el hombre. Esto se realizara no en el plano pragm
tracin de su verdad o falsedad en el proceso lgico que tico, sino lgico-filosfico. Parece que en toda concep
ha seguido el entendimiento. El pensar esencialista cuen cin del mundo, del hombre y de Dios subyace una in
ta con el entendimiento, sin que las confirmaciones o tuicin metafsica en torno a la expresin de la misma
rechazos del exterior sean para l apodcticos. Con esto y a su posibilidad lingstica de justificacin. En este
no se excluye el que, en casos concretos, acuda a las aspecto, el qu del lenguaje podra ser explicado en sus
lenguas naturales o a sus gramticas para ilustrar o cla dos grandes teoras: la especular-reflejo y la naturalis
rificar alguna concepcin filosfica. ta. La primera atendera a sus versiones clsicas que ad
Por otra parte, el mtodo esencialista se completa con quieren puntos culminantes en los modos de significa
el estudio histrico de las teoras que los filsofos han cin medievales y en la gramtica lgica de Port-Royal
dejado, como legado cultural, a las generaciones siguien principalmente, y a las versiones modernas que tienen
tes. Un estudio de la historia de la filosofa del lenguaje sus mejores expositores en B. Russell o en L. Wittgen-
no realizada todava de manera seria y sistemtica en stein con su Tractatus Logico-Philosophicus, as como en
su totalidad es, en este punto complemento necesario el neopositivismo lgico en general. La segunda presen
en el desarrollo integral de nuestra joven disciplina. Y, a tara al lenguaje, en cuanto es actividad natural huma
la vez, prtico seguro. na. Una actividad que adopta en su realizacin forma
de juego (analtica oxoniense), de experiencia hermenu
tica (crculo hermenutico gadameriano) o de formas
Principio unificador y contenidos estructuradas dentro de un sistema segn principios
de la filosofa del lenguaje innatos (estructuralismo). A estas dos grandes concep
ciones habra que aadir, para completar nuestro cuadro
En la tradicin clsica filosfica se afirmaba comn ontolgico, la especulacin que en torno al tema lings
mente que conocer la realidad era explicarla por sus cau tico ofrece en la actualidad el pensamiento dialctico-
sas ltimas. Especialmente, las causas formal, ejemplar marxista.
y final. De este modo, la realidad quedara sustanciada En relacin con el rea ontolgica se perfila la deon-
en lo que es (forma), en cmo debe ser para ser ella tolgica: cmo debe ser el lenguaje para ser lenguaje.
misma y no otra cosa (ejemplaridad) y para qu sirve o La identidad del lenguaje consigo mismo es slo posi
qu valor funcional posee (finalidad). Sin pretensiones ble si es significativo. De aqu que el contenido deonto-
exclusivistas, por qu no adoptar este criterio de recio lgico se configure sobre el tema central del significado
abolengo filosfico en la tarea de sistematizar y unifi y de las teoras que los filsofos han elaborado sobre el
car los contenidos, aparentemente tan dispares y diver mismo. Y esto, en las dimensiones metafsicas, lgicas
sos, de la filosofa del lenguaje? Segn este criterio, los y psicolgicas. Por ser creacin del espritu humano, es
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obvio pensar que el lenguaje es perfectible. Y desde los miento o de algn modo pertenece al constitutivo for
lenguajes naturales se puede llegar a establecer un mo mal de ste y. en consecuencia, de la persona humana?
delo ideal perfecto significativo. El problema que, en La filosofa del lenguaje, as elaborada y sistemati
tonces, surge es el determinar en nombre de qu se zada, perdera en buena medida esa apariencia de dis
busca, o se justifica, dicha perfectibilidad. En razn del ciplina desangelada en la que se proponen temas que,
sistema, segn lo desean los estructuralistas? En razn aunque unidos por el denominador comn de lo lings
de la exactitud o validez inferencial, como propone la tico, carecen de un hilo lgico conductor y de una vi
semitica carnapiana? En razn de la correccin lgi sin estructurada de su conjunto. Fenmeno ste, por
ca, de la que la gramtica tradicional es defensora cons otra parte, que no resulta difcil de apreciar en un so
tante o en razn de la belleza, como sostiene la precep mero anlisis de las obras introductorias de nuestra dis
tiva literaria o quiere la neohermenutica gadameriana ciplina, publicadas en castellano o a l traducidas y que
de lo esttico? El mbito del ser, as, se ampla con son las que estn ms habitualmente al alcance de nues
el del cmo debe ser y, en consecuencia, con la pregunta tros estudiantes universitarios.
sobre la aspiracin a construir una forma ideal de len
guaje sobre la visin normativa que de tal forma parece
desprenderse. Los textos castellanos de la filosofa del lenguaje
El lenguaje, en cuanto expresin humana, tiene fi
nalidades concretas. Y estas finalidades son su valor. Dada la juventud de esta asignatura y su tardo in
Por ello, en un tercer apartado de ndole axiolgica en greso oficial en la carrera filosfica segn ya se ha
el sentido amplio y pragmtico del trmino la filoso indicado anteriormente no debe extraar la escasez ac
fa del lenguaje se debe preguntar para qu sirve ste, tual existente de manuales expositores de la misma.
para qu vale. Fundamentalmente, la cualidad ms til Comn denominador de todos estos manuales es el re
del lenguaje reside en su comunicabilidad. El lenguaje flejar una marcada influencia anglosajona en el enfoque
comunica, hace comunin de ideas y sentimientos y desarrollo de los problemas, dejndose llevar por la
entre los hombres, convirtindolos en prjimos y se importancia que la filosofa lingstica ha ejercido en la
mejantes. De aqu que en este apartado queden com filosofa del lenguaje con el olvido de otras fuentes, prin
prendidas las cuestiones pertinentes a la dimensin dia- cipalmente de procedencia hispnica o en conexin con
lgica lingstica, atendiendo de modo particular a cier la tradicin cultural humanista y de carcter metafsico-
tos tipos peculiares de expresin como el simblico, el transcendental del continente europeo.
mitolgico, el cientfico, el filosfico, el religioso e, in Dos son las obras importantes escritas en castellano
cluso, el potico. sobre el tema que nos ocupa. La primera, tambin en
Este cuadro sinptico de los contenidos de la filoso orden cronolgico de publicacin, pertenece a Jos Hie
fa del lenguaje se completa con las grandes interroga rro S. Pescador y ha sido editada en dos volmenes con
ciones que afectan a la relacin existente entre mundo, el ttulo siguiente: Principios de filosofa del lenguaje.
pensamiento y expresin lingstica. Qu clase de in 1. Teora de los signos. Teora de la gramtica. Episte
fluencia ejerce el lenguaje en la visin del mundo? Rei mologa del lenguaje. Y 2. Teora del significado; Madrid,
nos de lenguajes crean reinos de realidad o es ms bien Alianza Universidad, 1980 y 1982 respectivamente. lti
al revs? Es el lenguaje un mero vehculo del pensa mamente, estos dos volmenes han sido unificados con
28 29
casi idnticos contenidos, aunque en ocasiones con dis
tintos enfoques y perspectivas, en un solo volumen en en la obra de J. Hierro, tambin aqu se comienza con
1986 por la misma editorial. La segunda obra est reali una introduccin clarificadora de algunos conceptos b
zada en colaboracin por J. Jos Acero, Eduardo Bustos sicos: lenguaje-objeto y metalenguaje, ((uso y mencin,
y Daniel Quesada. Lleva por ttulo, Introduccin a la morfemas, lexemas, etc. Se pasa despus a tratar
filosofa del lenguaje, Madrid, Ctedra, 1982. la sintaxis, la semntica y la pragmtica de las lenguas
Si atendemos a los contenidos que J. Hierro S. Pes naturales. Y vuelven a aparecer los mismos problemas,
cador aborda en sus Principios de filosofa del lenguaje, indicados en J. Hierro, pero desde otras perspectivas.
las cuestiones tratadas son aquellas que han cobrado As, en la sintaxis se aborda el problema de los univer
importancia en las corrientes filosficas del empirismo sales lingsticos y se debate la hiptesis de las ideas
lgico y de la analtica oxoniense. Despus de una breve innatas. Bajo el epgrafe Referencia, intensin y verdad
introduccin en la que se justifica el ser de la filosofa se nos da una aproximacin a importantes cuestiones
semnticas en su conexin con los puntos de vista lgi
del lenguaje y se aclaran algunos trminos de utiliza
cos modernos. Como novedad, aparecen autores de cier
cin frecuente, tales como signos, lenguaje, lengua y
ta relevancia no citados con tanta profusin por J. Hie
habla, sistema y norma, ((competencia y actuacin
rro, como son P.F. Strawson, A. Tarski o D. Davidson.
entre otros, se pasa a la exposicin del Ars Grammati-
La parte tercera que versa sobre el anlisis pragmti
ca en su versin moderna chomskiana con su corola
co del lenguaje, sobre el significado y accin, da cuenta
rio sobre la hiptesis de las ideas innatas. La segunda
del pensamiento analtico oxoniense, especialmente el de
parte segundo volumen en la edicin primera versa
L. Wittgenstein con los desarrollos principales posterio
acerca de la construccin del lenguaje ideal perfecto y,
res. La obra se completa con una ltima parte dedicada
en consecuencia, de las teoras del significado principal
a los problemas derivados de la interrelacin existente
mente en su dimensin lgica. Y los nombres aducidos
entre lenguaje, racionalidad y cultura, con un captulo en
como autoridades en la filosofa del lenguaje son siem
torno a las conocidas tesis de Sapir-Whorf acerca del
pre los mismos: autores como L. Wittgenstein, G. Frege, relativismo lingstico.
B. Russell, W. Quine, R. Carnap, J. Searle. Todos per Tanto en Principios de filosofa del lenguaje como
tenecientes a la orientacin analtica y empirista lgica. en Introduccin a la filosofa del lenguaje se ofrece, al
Por otro lado, el mismo J. Hierro reconoce la dificultad final de cada tema, un proyecto de lecturas con una se
que existe para unificar y elaborar de manera sistem lecta orientacin bibliogrfica, siempre dentro de los
tica estos materiales de ndole tan variada que parecen planteamientos en que se mueven las exposiciones de
tener como nico hilo conductor el haber sido tratados los problemas tratados.
por filsofos de tendencias y enfoques afines. Entre las traducciones al espaol, merece mencin
La obra Introduccin a la filosofa del lenguaje tiene especial la obra Sprachphilosophie Filosofa del len
de ventaja sobre la de J. Hierro como este mismo re guaje de Franz von Kutschera, llevada a cabo por
conoce el haber sido realizada en colaboracin, per la editorial Gredos en 1979. Prcticamente se sita en la
mitiendo as desarrollar con mayor detalle y especiali- lnea de J. Hierro, aunque cambiando un tanto la es
zacin algunos temas. Pierde, con ello, sin embargo, en tructura y configuracin de los contenidos. As, despus
la visin global y unitaria de la conexin que debera de un captulo de distinciones previas referentes a al
darse entre las diversas cuestiones y perspectivas. Como gunos trminos como enunciados descriptivos, men
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cin y usos de signos, aborda primeramente las teoras lugar, han de calificarse como altamente positivas las
del significado realistas (L. Wittgenstein, G. Frege, obras tanto de J. Hierro como de J. Juan Acero, Eduar
R. Carnap), behavioristas (Ch. Morris, B.F. Skinner), do Bustos y Daniel Quesada. Ofrecen en el aspecto uni
de A. Quine y del comnmente conocido como segundo versitario una visin bastante completa de los proble
Wittgenstein para, en un segundo momento, ocuparse mas que la filosofa del lenguaje debe tratar y, desde el
de las concepciones de la gramtica, la tradicional, la punto de vista especialmente anglosajn, presentan una
del lenguaje ideal perfecto y la generativo-transforma- panormica amplia y enriquecedora. En segundo lugar,
cional. Estas dos partes se completan con los problemas conviene indicar que este tratamiento coloca en penum
relativos a la interrelacin existente entre lenguaje y rea bra las orientaciones de pensamiento europeo que po
lidad. J. Hierro indica el parecido que tiene su obra con dran ser englobadas bajo la denominacin de metafsico-
la de F. Kutschera en el tratamiento de las cuestiones y transcendentales. El mismo J. Hierro reconoce que la
en la visin global de la filosofa del lenguaje. fecundidad de este enfoque y la utilizacin que de l
Desde una ptica ms bien unilateral, conviene citar pueda hacerse est todava por verse. Esta opinin no
la obra de J.J. Katz Filosofa del lenguaje, Barcelona, es totalmente compartida por nosotros en la elaboracin
Martnez Roca, 1971, versin de la de habla inglesa The del presente manual en el que pretendemos, de alguna
Philosophy of Language, Nueva York, Harper & Row manera, dar juego a esta corriente especulativa tan ca
Publishers, 1966. En ella, Katz aplica la concepcin racterstica de los pensadores del continente europeo.
chomskiana del lenguaje a los problemas del conocimien
to humano. La razn reside en que, para l, siguiendo
a N. Chomsky, la filosofa del lenguaje es una parte de
la investigacin filosfica acerca de la epistemologa
de los conceptos, su gnesis, sus lmites y su estructura
cin nonata. Tambin conviene citar la obra de J. Sear-
le Actos de Habla, Madrid, Ctedra, 1980, traduccin
del ingls de Speech acts An essay in the Philosophy
of Language, Cambridge University Press, 1980. J. Sear-
le, aqu, lo que hace es proponer problemticas y solu
ciones desde una filosofa particular, la de la analtica
inglesa con cuyas teoras acerca del lenguaje no conven
dra identificar lo que debe ser la filosofa del lenguaje.
En esta misma lnea analtica inglesa, Alianza Universi
dad, Madrid, 1974, ha puesto a nuestro alcance el ep
tome de W. Alston Filosofa del lenguaje que, dada su
simplicidad tanto de enfoque como de contenido, ya que
versa nicamente sobre la temtica del significado, pa
rece contradecir las pretensiones del ttulo.
Esta breve relacin de publicaciones conduce a al
gunas consideraciones de ndole valorativa. En primer
32
Captulo II
El acceso histrico
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del lenguaje sea el histrico. Qu pretende la filoso
neS del tipo Scrates camina, Scrates est sentado,
fa del lenguaje sino justificar, ante todo, su objeto y su concluya que la realidad se configura segn dos gran
estatuto epistemolgico actual? Pero hacer tal cosa su des categoras: la de la sustancia (sujeto de la oracin)
pone acudir al devenir de las teoras filosficas sobre el y la del accidente (atributo del sujeto). Con ello parece
lenguaje y sus vicisitudes. Se precisa reconstruir la his convenir con la intuicin platnica de que la palabra es
toria de los intereses que el tema lingstico ha ejercido
un reflejo del ser. En el lenguaje se retrata la realidad.
en los pensadores. Slo la historia nos descubrira la ma De aqu que en las categoras lingsticas se nos reve
nera cmo el lenguaje ha pasado de ser un objeto laten len las categoras del ser. Desde esta intuicin primige
te e implcito en los grandes sistemas tradicionales a ser nia se establece una concepcin gramtico-ontolgica que
un objeto explcito y casi omnipresente en el quehacer perdurar con diversos matices y versiones distintas
filosfico contemporneo. hasta nuestro siglo. Gramtica, lgica y metafsica des
La filosofa arranca de la intelectualizacin que de cansando sobre sus pilares bsicos respectivos de sus
la vida social hicieron los griegos, bajo la consideracin tancia, concepto objetivo y nombre sustantivo entrecru
del logos, en cuanto ley y norma del mundo. En su tri zan y extrapolan sus especulaciones de un mbito al otro
ple acepcin de pensamiento, palabra y realidad captada, con suma facilidad. Son como vasos comunicantes)) que
el logos unifica y ordena la inteligencia y el ser, haciendo reciben agua del mismo venero. Cualquier cambio en uno
posible la verdad. El cosmos es inteligible, porque inser de ellos repercute en los otros dos. Por este motivo,
to en l est el logos. El hombre aprehende y expresa cuando en la poca medieval se intenta fundamentar el
su mundo, porque l es, a su vez, logos viviente. De conocimiento de Dios, estableciendo las condiciones de
esta manera, se produce en Grecia la naturalizacin su objetividad, telogos y filsofos hacen preceder sus
del lenguaje. teoras de una cuestin lingstica: la de los modos de
Platn revela de forma lcida en sus obras este fe significar. El origen posterior de la Grammatica Specu-
nmeno. Conocido es de todos el dilogo Cratilo y uno lativa erfodiense se debe a este hecho. De igual manera,
de sus temas: la naturaleza del lenguaje. Platn, no Kant, cuando intenta fijar los lmites de todo conocimien
sin cierta irona, toma postura a favor de la relacin na to cientfico, analiza los juicios en la versin de oracio
tural entre palabra y ser, entre expresin y realidad. Los nes gramaticales. El a priori kantiano es, en definitiva,
nombres, establecidos por el legislador, recordndonos un a priori gramatical.
las ideas, al contacto con lo sensible, y descubrindo Otra idea fructfera en el correr de la historia, para
nos el contenido esencial de las mismas, son gua segu la filosofa del lenguaje, fue la que enfrent a gramti
ra en el camino de la verdad. No puede, por otra parte, cos alejandrinos con los de la escuela de Prgamo. Ya
ser olvidado que en Platn lo mismo que suceder en los siglos Il-l a.C., los primeros defendan con la gra
ms tarde con Aristteles lo lgico, lo gramatical y lo mtica de Dionisio de Tracia que el lenguaje deba ser
metafsico estn unidos tan entraablemente que es di explicado mediante doctrinas coherentes y sistemticas.
fcil deslindar sus respectivos campos y fronteras. La gramtica deba recoger el conjunto de reglas segn
Aristteles, por el contrario, va a defender que la re las cuales se efectuara el habla. La gramtica deba
lacin entre lenguaje y naturaleza se realiza por libre constituirse en norma y modelo del decir humano. La
convencin humana. Esto, sin embargo, no es bice para escuela de Prgamo, en cambio, pona de relieve la can
que en su tratado de metafsica, al analizar proposicio tidad de hechos que contravienen la regularidad grama
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tical. Con ello establecan la importancia del uso en la hora de solucionar cuestiones ticas, metafsicas o, in
comunicacin de los hablantes. Norma y uso, ley y ex cluso, de teologa natural.
cepcin, mentalismo y empirismo son, salvadas las dis Un segundo camino, para introducirnos en la filoso
tancias, versiones modernas de aquella primera conside fa del lenguaje por medio de su historia, sera el de in
racin griega del lenguaje, en cuanto actividad normada vestigar los fundamentos filosficos de las grandes con
o en cuanto actividad popular sin reglas. cepciones gramaticales en su devenir cronolgico. Los
Prcticamente el acceso histrico a la filosofa del grandes hitos de esta tarea indagadora son fciles de
lenguaje se podra realizar siguiendo dos caminos diver sealar: Platn y Aristteles, megricos y estoicos, para
sos. El primero cobrara forma de antologa expositiva, el pensamiento griego; Boecio, los De modis significan-
desarrollando los problemas lingsticos que han inte di y la Grammatica Speculativa, para el perodo medie
resado a los filsofos y de los cuales hemos hecho una val; Locke, Berkeley y Hume, para el empirismo ingls;
descripcin inicial y rudimentaria. Junto a ellos habra Descartes en Francia, al que N. Chomsky considera un
que colocar los del lenguaje y realidad, pensamiento y precedente de su sistema generativo-transformacional; en
lenguaje, lenguaje y sociedad humana, as como otro tipo el siglo XVII, Port-Royal y la quimera de la Repblica
de cuestiones cuya solucin podra buscarse en los do literaria, utpico Estado contrapuesto a la antigua
minios de la palabra. Por ejemplo, slo a ttulo ilustra Babel, en donde se hablara un lenguaje nico univer
tivo, bastara con citar el problema del conocimiento a sal; K.W. Humboldt y J.G. Herder con los momentos
priori. Como es sabido, este conocimiento se caracteriza cumbres del romanticismo alemn; los neogramticos,
por no fundamentarse en la experiencia ni depender de en el siglo pasado y, en ste, las diversas tendencias es
ella. Su verdad est por encima de cualquier verificabi- tructurales que toman como punto de partida a F. de
lidad emprica. Los pensadores siempre han considera Saussure, las concepciones lgicas del lenguaje ideal per
do los conocimientos de esta ndole como una fuente de fecto de B. Russell o L. Wittgenstein, las especulacio
perplejidades. En qu razn podemos fundarnos, para nes del lenguaje comn de la filosofa oxoniense y, por
afirmar que conocemos con certeza, prescindiendo de ltimo, las de la corriente fenomenolgica y neoherme-
medidas y otras comprobaciones experimentales que, por nutica gadameriana. La historia de la filosofa del len
ejemplo, 7 ms 8 son 15? Una respuesta, bastante fre guaje sera en la versin sistemtica o en la cronolgica
cuente, radica en que tales afirmaciones son verdade una vlida introduccin para la explicacin de la impor
ras en virtud del significado de los trminos que ocurren tancia que el lenguaje cobra en el pensamiento contem
en sus proposiciones. As, la igualdad 7 ms 8 son 15 porneo y para la organizacin de la naciente disciplina
resultara verdadera por razn del significado de 7, de la filosofa del lenguaje.
ms, 8 y 15. Un cambio semntico en alguno de
estos trminos llevara consigo un cambio en la verdad
de dicha expresin. No se trata aqu de hacer nuestra El acceso fenomenolgico
esta clase de solucin, sino de mostrar sencillamente
cmo desde el lenguaje se pueden solventar ciertos inte El trmino fenomenologa parece que fue usado por
rrogantes filosficos. La misma corriente actual de pen primera vez en el Nuevo Organon (1764) de J.H. Lam-
samiento analtico es modelo insigne con su actividad bert. Tambin Kant, Hegel, Renouvier, W. Hamilton,
esclarecedora del habla coloquial de este proceder a la E. von Hartmann y otros autores lo utilizaron en sus
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obras, aunque con acepcin diversa a la que se le da en s misma, desnuda de oropel y paja, hay que ir de
actualmente y que est unida al nombre de E. Husserl jando atrs las naderas que impiden tal intuicin. Y
(1859-1938). esto se verifica mediante dos clases de reduccin, la ei-
La fenomenologa, para este ltimo pensador, re dtica y la transcendental. La primera de ellas patenti
presenta tanto un mtodo como un sistema especial de za con mayor nitidez el mtodo fenomenolgico, ya que
filosofa. En el primer caso se trata de la manera o modo es fcil de separar de las doctrinas a las que Husserl
particular segn el cual debe el filsofo acercarse a las concluye. No sucede lo mismo con la segunda que se
cosas o, si se prefiere, de las condiciones que se han de une ntimamente al llamado idealismo transcendental
establecer para que un objeto se haga patente a la in husserliano en el que el Yo transcendental parece ser
tuicin humana. En el segundo caso se hace referencia el fundamento de todo el sistema de este prolfico pen
a los resultados que de la aplicacin de este mtodo se sador. Nuestra atencin, en consecuencia, va a centrar
derivan. A este respecto, es conocida la diversidad de se en la reduccin eidtica, porque en ella se nos ofrece
doctrinas y corrientes filosficas a que ha dado origen el modo de actuar que presenta la tarea fenomenolgica.
el mtodo fenomenolgico. H. Spiegelberg en su obra
The Phenomenological Movement. A Historical Introduc-
tion, 2 vols., La Haya, 1965, ha realizado una exposi La reduccin eidtica
cin, casi exhaustiva, de tal hecho.
Para nuestro propsito interesa, ante todo, la des El eidos de las cosas es captado por la mente me
cripcin de la metodologa fenomenolgica en su aplica diante un proceso reductivo que se ejercita sobre los m
cin al lenguaje. Qu pasos importa? Cmo puede ser bitos de la subjetividad, de la teora, de la tradicin y
puesta en prctica? de la existencia.
En el mbito filosfico, este mtodo se caracteriza y Segn Husserl, en la especulacin filosfica, el pen
diferencia de cualquier otro por un rasgo fundamental: samiento debe orientarse exclusivamente hacia el objeto
el de la reduccin o epoj. Esta reduccin no significa y prescindir de todo lo subjetivo. Esto importa dos
negacin o eliminacin de datos. Simplemente quiere actitudes prcticas. Una es la que atiende al ideal obje-
decir precisin del objeto que debe ser considerado. Tal tivista de toda investigacin, y la otra la que fija el
precisin exige un desentendemos, un pasar por alto marco y situacin contemplativa en que ha de ubicarse
todo el conjunto de elementos que pueden enturbiar nues la mente. sta, en efecto, tiene que pasar por alto, tiene
tra visin de las cosas. La reduccin o puesta entre que prescindir del espacio y dimensin subjetiva del in
parntesis del mtodo fenomenolgico est de acuerdo vestigador (sentimientos, emociones, conocimientos, cul
con el ideal cognoscitivo que aspira implantar: el de la tura o educacin), para colocarse dentro del objeto
intuicin de la cosa en s misma. Y Husserl entiende por mismo. Igualmente, tiene prohibido el campo de las
cosa en s lo dado, lo que aparece en la conciencia. preguntas pragmticas o utilitaristas. Con frecuencia,
Para l, la nica fuente de conocimiento es la concien nos seducen las preguntas en torno al modo cmo po
cia originaria de lo que se da, ya que todo otro conoci demos beneficiarnos de nuestros saberes. Para qu sir
miento es derivado de lo que la mente ve o intuye. ven? Qu posibilidades de utilizacin presentan? Cues
En la subida o ascensin a esta suerte de monte Car tiones de esta ndole quedan al margen de la intuicin
melo filosfico, en cuya cima aparece lo dado, la cosa eidtica. Incluso, cuando se proponen como objeto de
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consideracin fenomenolgica, han de ser examinadas de lo que aparece claramente ante nosotros. Y el eidos o la
manera puramente contemplativa. quididad de la cosa no debe identificarse con el conte
Este primer escaln reductivo se completa con otros nido de esencia de Aristteles. La fenomenologa, en
dos relacionados, en cierta medida, entre s. Por un lado, efecto, designa como esencia todo lo que est unido ne
en la intuicin eidtica de un objeto se pone entre pa cesariamente al fenmeno, incluso las propiedades aris
rntesis cualquier tipo de teoras o hiptesis explicati totlicas que se consideran accidentes. Fenmeno o esen
vas previas. stas slo se admiten despus de haber sido cia, entonces, podra ser definido como la estructura
fenomenolgicamente justificadas. No se trata, pues, de fundamental del objeto.
una descalificacin de las mismas, sino de la bsqueda M. Farber, clarificando el pensamiento husserliano,
de su fundamento. Por otro lado, la accin reductiva an distingue a este respecto entre fenmeno, realidad y
terior se ampla hasta alcanzar el estado actual de la fenmeno-realidad. Fenmeno sera lo anteriormente in
ciencia misma en lo referente al objeto de investigacin. dicado; realidad sera lo existente, independientemente
El tradicional magister dixit personificado aqu por la de cualquier conciencia y fenmeno-realidad, aquel objeto
ciencia tiene tambin que ser puesto entre parntesis. fenomenal que pretende ser real. Es decir, aquel fen
Y esto, porque en la intuicin eidtica interesa nica meno que al mismo tiempo se supone real o existente
mente lo dado en la conciencia originaria y tal como fuera de la mente cognoscitiva. De este modo, en lo con
en ella se presenta. cerniente al lenguaje, se posibilitan las doctrinas husser-
La labor, hasta este momento realizada, no es toda lianas del significado que tendremos ocasin de analizar
va suficiente. Un autntico mtodo fenomenolgico en el captulo dedicado a este tema. Y tambin las es
exige, adems, que se prescinda de la dimensin exis- peculaciones explicativas de los entes imaginarios o fic
tencial del objeto. Esta es una caracterstica que dife ticios que el decir humano tiene capacidad para inventar.
rencia de manera radical nuestro mtodo del utilizado E. Husserl aade a este proceso reductivo eidtico
por los empiristas. Mientras que stos se preocupan por otro que denomina transcendental. Como anteriormen
los hechos tal como son o han sido, a la fenomenolo te ya se ha indicado, ste tiene menos importancia meto
ga le importa nicamente la quididad de los mismos. dolgica y conducira a poner entre parntesis la exis
Por ello, se desentiende de su existencia o no existencia. tencia misma de la conciencia que conoce. Para l, as,
Mediante las precisiones llevadas a cabo, la mente toda la actividad intencional cognoscitiva se desarrolla
se encuentra ya en condiciones aptas para intuir, para ra entre dos extremos lmites: el notico y el noemti-
aprehender sin perturbacin alguna lo dado y todo co. Al primero, correspondera la reduccin fenomeno
lo dado, tal como aparece en la conciencia. Desde este lgica, cuyo residuo ltimo sera la conciencia pura o
momento, al fenomenlogo no le resta ms que descri transcendental. Al segundo, la intuicin de la esencia o
bir con rigor y detalle lo que la mente intuye: el fen noema, segn el proceso reductivo ya reseado.
meno, el eidos o la quididad de la cosa. Estos trminos
cobran acepcin propia en esta metodologa. As, el fe
nmeno no es algo opuesto a la realidad, ni algo enga Aplicacin fenomenolgica al lenguaje
oso o ficticio, ni aquello que puede ser observado slo
por los sentidos. Fenmeno es lo que se muestra a s Segn el objeto sobre el que recaiga la fenomenolo
mismo en la conciencia, lo que se muestra tal como es, ga y su modo de ejercitarla, tendremos diversas corrien
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tes de pensamiento. As, una ontologa de la negativi- nificacin y las vivencias constituyentes mediante las
dad con N. Hartmann o Sartre; una visin tica funda cuales damos significacin a una expresin. Aqullas son
mentada en los valores con M. Scheler; un humanismo subjetivas, efmeras, mientras que un significado es
existencial de signo diverso con Heidegger, Jaspers o atemporal y no est sujeto a las vicisitudes de la perso
G. Marcel; una filosofa de la ambigedad con Merleau- na que lo piensa. Lo que es, es; lo que no es, no es
Ponty. Con mayor o menor importancia, el tema del len en su contenido significativo es independiente de las per
guaje va apareciendo en todos estos filsofos. Pinsese sonas que lo piensen o de sus estados anmicos. Por ello,
cmo Heidegger traslada lentamente sus preocupaciones de nuevo, hacemos precisin de los elementos constitu
desde el ser y existir histricos hasta el lenguaje. yentes de las vivencias en virtud de las cuales damos
A modo introductorio, slo para clarificar el mtodo significacin a la expresin y consideramos a esta lti
fenomenolgico en su ejercicio, se puede acudir al mismo ma en s. Aparece entonces en nuestra conciencia origi
E. Husserl en el proceso que sigue para llegar a la in naria su ser ideal y su contenido diferente en la objeti
tuicin eidtica y posterior descripcin de la significa vidad que expresa y en el objeto expresado. El mtodo
cin lingstica. La epoj husserliana camina de forma fenomenolgico, con su epoj en los diversos niveles, ha
ascendente desde el anlisis del signo hasta el de la sig colocado a la mente en situacin de contemplar el eidos
nificacin lingstica, pasando por la expresin de sta. de la significacin separndolo de todas las adherencias
Para ello, hace distincin, en primer lugar, entre expre que en l podran guiarnos a errores y confusin.
sin y signo, dada la equivocidad que en ste se da, El mtodo fenomenolgico en ejercicio, recayendo di
segn nuestro filsofo. En efecto, el trmino signo unas rectamente sobre el lenguaje, puede tambin ser consi
veces se utiliza en el sentido de seal y otras, en cam derado en forma eminente en el pensador Merleau-Ponty.
bio, en el de expresin. En la comunicacin dialgica, As lo muestra la obra de Jess J. Nebreda, La fenome
el signo funciona como seal en cuanto mediante l nologa del lenguaje de Maurice Merleau-Ponty. Prole
se notifican al interlocutor todo un conjunto de viven gmenos para una ontologa diacrtica, Madrid, Univer
cias que afectan al que habla. As, el tono con que se sidad Pontificia Comillas, 1981, cuyo resumen aparece
pronuncia el signo, la manera de hacer su fonacin, por en la Revista Pensamiento, 38 (1982), 63-86.
ejemplo, pueden sealar el estado emotivo del hablante.
Pero no es esto lo que constituye propiamente la signi
ficacin; de aqu que debamos colocarlo entre parnte El acceso analtico
sis o pasarlo por alto en la epoj fenomenolgica. As
cendemos, de esta forma, de la funcin notificativa del Con el trmino analtico, se pretende aqu desig
signo a su expresin significativa. El signo sencillamen nar los movimientos filosficos del siglo XX que utilizan
te seala, designa algo que no es l. En cambio, la ex el anlisis, como mtodo para acceder al lenguaje, a la
presin muestra un significado en s, independientemen vez que mantienen la doctrina de que ste es el objeto
te de su designar, si pasamos a la consideracin de directo del quehacer filosfico. Protagonistas de estos
la vida solitaria del alma que es donde se produce ge- movimientos son el neopositivismo lgico y la filosofa
nuinamente la funcin significativa. La expresin es ex inglesa en su versin Tractatus wittgensteiniano y en su
presin en virtud de la significacin, su constitutivo versin oxoniense del lenguaje comn. Con ciertas ma-
esencial. Tambin aqu hemos de distinguir entre la sig tizaciones, podra aadrseles el estructuralismo choms-
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kiano, en cuanto analiza, l tambin, el lenguaje segn se plantean ya como meras especulaciones sobre enti
las estructuras formales que lo configuran como resul dades o categoras de la realidad, sino sobre las expre
tado de ciertas virtualidades innatas que el espritu hu siones que las encarnan. As, la cuestin por indicar
mano posee. algn ejemplo del conocimiento humano no se presen
La exposicin del mtodo analtico, en sus diversas ta en preguntas del tipo: Qu es el conocer humano
tendencias, puede ser desarrollada dentro de dos grandes en su esencia ltima? sino en esta otra: Qu quere
consideraciones. En la primera, se tratar de describir mos decir, cuando afirmamos que conocemos?. Y si
el proceso histrico en virtud del cual la preocupacin tambin a ttulo ilustrativo nos trasladamos al m
filosfica por el ser y el conocimiento fue sustituida por bito metafsico, la cuestin acerca de la realidad y del
la del lenguaje. Cmo ha llegado a verificarse, en sus ser se formula de manera lingstica: Qu queremos
lneas maestras, este fenmeno? En la segunda, se ex significar, cuando afirmamos que algo es real?. De este
pone con brevedad el modo de operar analtico en su modo el anlisis de la razn pura kantiana ha pasado a
orientacin neopositivista y en su orientacin inglesa. convertirse en anlisis de sus presupuestos lings
ticos, ya que todo juicio es una proposicin y en sta
podemos descubrir, al analizarla, el contenido y la forma
El lenguaje, objeto directo de la filosofa de aqul. Esta situacin del pensamiento actual es re
sultado de un largo proceso histrico que puede ser sim
La instalacin de gran parte de la filosofa del siglo plificado mediante una reflexin de sus momentos cul
XX en el mbito lingstico podra muy bien quedar des minantes.
crita con algunas citas de pensadores. As, Ferrater Mora Hasta prcticamente el siglo XVII, el pensamiento hu
afirma: Hay que aclarar siempre minuciosamente lo que mano tanto en su versin griega como cristiana se
se dice y lo que se quiere decir, cuando se plantean preocup por la realidad en s; por clarificar y sustanciar
problemas reputados como filosficos (Cambio de mar el qu de las cosas. Por ello, la verdad era considerada,
cha en filosofa, Madrid, Alianza, 1974, p. 9). Y, aos dentro de un realismo gnoseolgico, como acuerdo de
antes, M. Schlick, en comunin con el Crculo de Viena, la mente con este qu. Se descansaba en la creencia
dir: La filosofa es una actividad mediante la cual se bsica de que los seres son inteligibles y de que la
explica el significado de enunciados. La filosofa expli mente humana puede aprehender esa inteligibilidad.
ca enunciados y la ciencia los verifica (Die Wende der A partir del siglo XVI, en cambio, el pensamiento oc
Philosophie en Erkenntnis, 1930-31, vol. I). Y el mismo cidental entra en crisis. Tres hechos de capital impor
semntico marxista A. Schaaf sostiene: La esencia de tancia estn en los orgenes de esta crisis: la prdida
esta nueva interpretacin filosfica consiste en dar un de la confianza en una nica verdad religiosa, los des
paso extremadamente importante, aunque corto en apa cubrimientos en torno a la redondez del planeta Tierra
riencia, desde la afirmacin de que el lenguaje tambin y las nuevas teoras sobre el sistema solar. Estos tres
es objeto del estudio filosfico a la afirmacin de que hechos pusieron, de manera relevante, al descubierto que
nicamente el lenguaje es objeto de dicho estudio ( I n la adecuacin entre la mente y las cosas no se haba
troduccin a la semntica, Mxico, FCE, 1966, p. 63). logrado en los siglos anteriores. Haber errado en estas
Con estas citas, pequeo ndice del panorama analtico, tres doctrinas que fueron hasta entonces consideradas
se intenta indicar cmo los problemas filosficos hoy no como verdades inconcusas legitimaba colocar en entre-
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dicho a todas las dems. E inmediatamente surga el puesto. Con el lenguaje, como centro de inters de la
interrogante: era la mente capaz de obtener verdades in filosofa, no slo se asiste a una revolucin en el pensa
concusas? Cul era el motivo de no haberlas alcanzado miento sino tambin al lmite de posibilidades en la es
hasta aquel momento? Resida este motivo en la no peculacin del objeto filosfico. Toda pregunta entraa en
inteligibilidad de las cosas en s o en el mtodo inade s el conjunto de posibles respuestas. Y parece que des
cuado con que la mente aprehensora se acerc a ellas? pus de la realidad, la mente y el lenguaje metafsica,
La filosofa llegaba, con esto, a la madurez de la duda lgica, gramtica la filosofa ha agotado su ciclo de
sobre su propia esencia y quehacer. respuestas a las preguntas hechas en su andadura ini
El hombre se hace consciente, entonces, de que la cial griega.
realidad slo se descubre, en su verdad, cuando es abor
dada con mtodos adecuados. Y estos mtodos habr
de buscarlos el hombre dado el fracaso anterior den Orientaciones filosficas del anlisis
tro del mismo hombre, no en las cosas que trata de cap
tar. Y ya dentro del hombre, en su inteligencia. As, el Con el neopositivismo lgico se desarrolla el lengua
problema metafsico se retrotrae al de la inteligencia. Es je en su dimensin formal, unida a la lgica-simblica
tudiar la inteligencia humana es primordialmente estu y a la filosofa de la ciencia, sus relaciones con los cl
diar el instrumento que hace posible el dominio del culos lgicos y las categoras de verdad y falsedad, des
mundo metafsico. El acto primero intelectual humano tinadas a establecer la correspondencia entre el lengua
es el que tiene como fruto los conceptos o ideas. Y quien je y el mundo. En su anlisis del lenguaje, subyace la
investiga y descubre el proceso y funcionamiento de las concepcin especular o reflejo del mismo. Y su prop
ideas, investiga y descubre las leyes en que la realidad sito es liberarlo de las ambigedades y equvocos a
metafsica se revela. Y esto, porque las ideas son el lugar los que el uso ordinario lo somete. Esto se consigue
donde formalmente se presenta lo que la cosa es real reconstruyndolo en su configuracin lgica perfecta.
mente. Las ideas son como una segunda presentacin A esta visin puede asociarse, con ciertos matices, la
de las cosas, una re-presentacin. Del realismo griego- del Tractatus Logico-Philosophicus de L. Wittgenstein y
cristiano se pasa, en evolucin progresiva, al racionalis el pensamiento del atomismo lgico de B. Russell.
mo y al idealismo. Kant acert plenamente al calificar La analtica oxoniense que toma como punto de par
este perodo de revolucin copernicana de la filosofa. tida Las investigaciones filosficas, por el contrario, afir
Pero los procesos inmanentes del conocimiento y su ma que el lenguaje est bien como est. De lo que se
contenido necesitan del lenguaje para ser expresados. De trata, en consecuencia, es de clarificarlo en sus fines
otra manera, la filosofa resulta ineficaz y estril. Ahora y significados, igual que se hace con toda otra activi
bien, cuando la filosofa se expresa en lenguaje, hacer dad natural humana. Y esto, porque el lenguaje no es,
anlisis del lenguaje es hacer anlisis de la filosofa. Lo ni ms ni menos, que una actividad natural humana que
que de objetivo tenga el pensamiento, ser lo que de ob se estructura y ejercita en forma de ((juegos.
jetivo tenga el lenguaje. El problema de la realidad es Aunque ambos anlisis en algunos momentos de su
trasvasado, as, al problema del lenguaje por medio de evolucin tienen puntos de contacto, en sus lneas gene
lo gnoseolgico. En l lenguaje quedan implicados el rea rales tiene cada uno fisonoma propia y vicisitudes hist
lismo y el racionalismo en el sentido anteriormente ex ricas diversas. De ello vamos a ocuparnos seguidamente.
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a) El anlisis en el neopositivismo lgico narse la segunda guerra mundial. Con ella, adviene la
dispora. Los componentes del Crculo que se sentan
El pensamiento neopositivista lgico, como es sabi amenazados por las doctrinas nazis, dado su origen
do, nace unido al movimiento filosfico que aglutin, al judo, se vieron precisados a emigrar. Los pases de
rededor de la ctedra regentada por M. Schlick, a un habla inglesa orientaron con preferencia la emigracin.
conjunto de pensadores que se autodenomin Crculo de Y entre los pensadores ms caracterizados por su obra
Viena. La historia del Crculo de Viena se desarroll en divulgadora del neopositivismo lgico y su intransigen
tres grandes etapas: la que va desde sus orgenes hasta te postura filosfica inicial se encontraba R. Carnap.
la segunda guerra mundial; la conocida con el nombre Con todo, en el tercer perodo se liman extremismos
de dispora vienesa y, por ltimo, la de la influencia y se maduran y equilibran teoras. Sobre todo, las refe
ejercida por sus pensadores en los pases donde fue ms rentes a la doctrina del formalismo sintctico y al prin
abundante su emigracin, sobre todo Inglaterra y Esta cipio emprico de verificabilidad.
dos Unidos. El acceso al lenguaje llevado a cabo por el Crculo
Durante la primera etapa qued fijada la lnea de de Viena descansaba en dos puntos programticos: el de
pensamiento dentro de la cual haban de moverse los la reduccin de la filosofa a ciencia del lenguaje y el
pensadores del Crculo viens: M. Schlick, O. Neurath, del anlisis lgico formal sintctico del mismo.
F. Waismann, R. Carnap, slo por citar algunos nom Frente a cualquier postura teortica, el Crculo pre
bres representativos. En el manifiesto programtico de tendi construir una filosofa que fuera ciencia, segn
1929 se proponan ya las tesis ms fundamentales del la concepcin que de la misma defenda. Por ello, pre
Crculo. Entre ellas se encontraban: a) el principio de cisaba introducir en la filosofa las notas del conocimien
verificabilidad, como criterio para distinguir proposicio to emprico: experimentacin, rigor y exactitud en el len
nes con sentido de las vacas de significado y, en con guaje y, sobre todo, control de la experiencia. La primera
secuencia, la diferencia entre conocimiento cientfico y nota la consegua eliminando de la filosofa toda espe
pseudociencia metafsica; b) proposiciones con signifi culacin sobre la esencia y sobre las realidades ltimas
cado eran solamente aquellas verificables en el campo que no cayesen en el plano de la observacin o expe
experimental; c) la matemtica y la lgica se constitu riencia. Las proposiciones que afirmaban algo sobre tales
yen por un conjunto de tautologas; d) la metafsica ofre entes eran pseudo-proposiciones. La lgica formal se
ce nicamente proposiciones carentes de significado, ofreca al Crculo como un instrumento tcnico adecuado
pseudo-proposiciones; e) para el autntico filsofo, el a sus propsitos. Precisamente a esta fecunda aplica
pensamiento serio consiste en analizar sintcticamente cin de la lgica moderna se debe el calificativo de l
las estructuras formales del discurso cientfico. gico con que se matiza el neopositivismo del Crculo.
Hasta la segunda guerra mundial la vida del Crculo Las condiciones de la ciencia se establecan segn el
fue harto fecunda. Particip con brillantez en varios con modelo cognoscitivo matemtico y emprico: experiencia,
gresos de filosofa de las ciencias. Entre ellos, los de lenguaje ideal perfecto obediente al clculo, y control
Berln, Praga y la Sorbona fueron los ms famosos. Al sobre la experiencia. Solamente reduciendo el conoci
mismo tiempo, la revista Erkenntnis pas a ser como miento filosfico a estas instancias podra convertirse
su rgano oficial, en el que exponan sus doctrinas. en conocimiento cientfico. De esta forma, la filosofa, en
Esta labor intelectual se vio truncada, al desencade cuanto ciencia, nicamente poda desarrollarse como
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anlisis del discurso lgico, y las dems disciplinas, o La metafsica tradicional es, segn Carnap, pura con
bien pasaban al rea de las ciencias matemticas, o bien cepcin potica obediente a las actitudes emotivas de la
al rea de la poesa. R. Carnap propuso el siguiente es persona frente al mundo y frente a la vida. Y nadie pre
quema para explicar esta reduccin: gunta sobre la verdad de una poesa, sino sobre su belle
za o logros estticos (cf. A.J. Ayer, El neopositivismo
FUNCIN EXPRESIVA FUNCIN REPRESENTATIVA lgico, Mxico-Buenos Aires, FCE, 1965, p. 76).
DEL LENGUAJE DEL LENGUAJE B. Russell, en su perodo defensor del atomismo l
Artes Filosofa Ciencias empricas gico, y L. Wittgenstein en su Tractatus, aunque no per
-1. Metafsica
tenecieron al Crculo de Viena, ejercieron gran influjo en
Poesa <- l, mediante el carcter reconstructivo que dieron al an
2. Psicologa - -> Biologa, etc.
3. Lgica lisis del lenguaje. ste se analiza, se divide en sus
unidades lgicas mnimas y autnomas, atendiendo a las
formas lgicas que estructuran las oraciones del habla
ordinaria. Y, partiendo de estas formas lgicas, se re
Segn el pensamiento de R. Carnap, la filosofa construye el lenguaje ideal perfecto.
puede distribuirse en tres grandes bloques disciplinares: La semitica de R. Carnap, con su configuracin en
los metafsicos, los psicolgicos y los lgicos. Ahora bien, sintaxis, semntica y pragmtica, puede servir de ejem
de todos ellos, nicamente los lgicos cumplen el con plo, ya clsico, de la visin que del lenguaje defiende el
cepto de ciencia. Los metafsicos y psicolgicos, cuando neopositivismo lgico. El desarrollo de la lgica moder
se ven sometidos a la experiencia, a la exactitud cunti na ha mostrado cmo las reglas de inferencia en estas
ca y al control emprico verificacional o bien pasan al tres grandes partes de la semitica pueden expresarse
campo potico (metafsica) o bien se convierten en una de una manera puramente formal. Esto es, sin ninguna
ciencia de tipo exacto (biologa, psicometra, sociologa, referencia a su significado. As, no tendremos nada que
etc.) (Cf. R. Carnap, Filosofa y sintaxis lgica, Mxico, hacer ni con pensamientos como actos mentales ni con
UNAM, 1963, p. 20). sus contenidos, sino exclusivamente con reglas de for
Abundando en esta misma direccin, R. Carnap hizo macin correcta de oraciones, como serie de smbolos o
crtica de la metafsica tradicional, cuyos problemas ca signos escritos.
recen de significado por partida doble. Primeramente, En esta misma lnea de Carnap habran de colocar
porque no se refieren a nada que pueda ser controla se las investigaciones de Quine, Davidson o Lewis y las
do, verificado, y en segundo lugar, porque su construc derivaciones hacia el formalismo de la concepcin gra
cin lingstica lgico-sintctica es imposible o incorrec mtico-generativa estructural de Chomsky, Katz o Postal.
ta. A veces, estas proposiciones metafsicas han sido Fruto de estas indagaciones sobre el lenguaje sera lo
construidas partiendo de proposiciones gramaticales con que podra ser denominado teora formal del lenguaje.
sentido, lo cual les da cierto carcter aparentemente
significativo. As, la conocida expresin de Heidegger b) El (canlisis en la filosofa oxoniense
la nada nadea, similar en su estructura a la de el
pintor pinta. Pero mientras esta ltima es controlable y La filosofa analtica inglesa del lenguaje comn parte
verificable, no lo es la nada ni, por tanto, el nadear. de que los problemas filosficos se presentan en su ori
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gen con el lenguaje, en ste se desarrollan y deben, en rificacin. Todo lo que no sea proposicin analtica
consecuencia, tener en l solucin. De aqu la necesidad matemtica y lgica formal, para tener significado
de un anlisis clarificador del mismo. ha de ser verificable empricamente. Caso contrario, ca
No obstante, la visin que del lenguaje ha defendido recer de significado. Ser una pseudo-proposicin, un
la filosofa analtica inglesa ha variado segn las vicisi sin-sentido.
tudes histricas y evolucin que en este pensamiento
se ha verificado. Podemos distinguir tres momentos im 3) Las Investigaciones filosficas:
portantes: La postura de Ayer, as como el principio de verifi
cabilidad son superados por una nueva generacin de
1) Los orgenes: analistas, discpulos de L. Wittgenstein, cuando ste
Tres nombres estn en los orgenes de esta corriente vuelve a Inglaterra despus de la segunda guerra mun
filosfica: E. Moore, B. Russell y L. Wittgenstein con dial y ocupa la ctedra de E. Moore, ya jubilado. Mu
su Tra.cta.tus. E. Moore con su primer escrito Refutacin chos autores conocen este perodo como el del (segun
del idealismo comienza a realizar un anlisis clarificador do Wittgenstein o el de las Investigaciones filosficas.
de los trminos y del significado del principio de inma Y esto, porque la concepcin del lenguaje que, ahora,
nencia sobre el que se apoya todo idealismo. B. Russell, defiende y que subyace en la nueva analtica es la de
por otra parte, segn se ha indicado ya anteriormente, tipo naturalista. Es decir, el lenguaje es una actividad
se inclina por un anlisis reconstruccionista del lengua natural humana ineludible para el hombre, que ste ejer
je, para evitar las ambigedades y equvocos de ste. cita en forma de juegos. Y, en consecuencia, el uso de
L. Wittgenstein, en este tiempo, escribe su famoso Trac- las reglas de estos juegos constituyen el significado de las
tatus Logico-Philosophicus, colocndose, aunque con cier palabras y proposiciones.
tas diferencias, en la lnea de B. Russell. Mediante la Como puede observarse, existen en la analtica in
construccin del lenguaje lgico perfecto, la realidad se glesa dos tipos de anlisis: el reconstruccionista (B. Rus
descubre configurada en unidades mnimas llamadas sell y primer Wittgenstein) que tiene puntos de contacto
hechos atmicos, dndose un isomorfismo perfecto con el realizado por los neopositivistas, y el clarificador
entre realidad, lgica y lenguaje. En estos aos prima, (E. Moore y especialmente el segundo Wittgenstein y
pues, una concepcin especular o reflejo en torno al qu sus discpulos). Ambos anlisis se corresponden con las
lingstico, ya que es en el lenguaje donde se descubren concepciones del lenguaje, la especular-reflejo y la na
las grandes categoras de la realidad. turalista. Y ambos tienen en comn el considerar a la
filosofa no como una contemplacin de objetos, sino
2) Lenguaje, verdad y lgica: como una actividad, cuyos fines son de ndole terapu
Hacia 1930, A.J. Ayer publica un librito que se con tica. Hacen prognosis de las dificultades mentales en que
vierte rpidamente en el best-seller filosfico de la poca. cae el hombre frente a los problemas filosficos inten
Se trata de la conocida obra Lenguaje, verdad y lgica. tando o bien resolverlos o bien diluirlos en sus signifi
En ella, con mtodo y estilo analtico ingls, el autor caciones autnticas.
vierte las tesis ms importantes del Crculo de Viena lle Del anlisis ingls pueden ser destacados algunos ca
vndolas a sus consecuencias ltimas en su aplicacin racteres o rasgos peculiares de ndole positiva. En pri
a la metafsica y filosofa en general el principio de ve mer lugar, se presenta en su conciencia inicial como algo
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revolucionario que rompe en su modo de hacer y desa lenguaje, es conveniente clarificar dicho sentido acudien
rrollar su pensamiento con los esquemas metafsicos y do a la etimologa de la palabra y rastreando sus vicisi
filosficos tradicionales. En segundo lugar, toda la ana tudes histricas.
ltica es muestra de la rara habilidad que poseen sus
seguidores para trasvasar los problemas de un mbito
metafsico a un mbito de lenguaje. As, por ejemplo, si Etimologa y vicisitudes histricas de la hermenutica
la tica nos habla de las categoras del bien o del mal,
de la felicidad o sentido ltimo del hombre, los analti El verbo griego hermeneuein significa expresar, ex
cos tratan estos problemas dentro de proposiciones ad plicar, interpretar y traducir. Todas estas constela
jetivas, proposiciones dinmico-emotivas, prescriptivas o ciones de sentido guardaban especial relacin con el
puramente retricas. En teodicea, el problema de la exis mundo de los dioses. En concreto, con Hermes que,
tencia de Dios se elabora en torno a la falsabilidad o como mensajero divino, era el encargado de notificar y
no de la proposicin Dios existe. Ultimo rasgo carac- hacer comprender a los hombres el pensamiento de
terizador del movimiento analtico es una suerte de ho aquellos. A Hermes se le atribua, por ello, la invencin
rror por lo universal y por los grandes sistemas que los de lo que sirve para comunicar de manera eminente: el
filsofos europeos del continente construyen a manera lenguaje y la escritura. Hermes, adems, era tambin
hegeliana. Ellos exponen su pensamiento dentro de cues el dios del comercio. Es decir, de todo lo que est regido
tiones concretas y particulares. Es lo que se denomina por el intercambio. Cuando el intercambio tiene
fragmentarismo o detallismo (Piece-Meal) analtico. como objeto la esfera del pensamiento, su realizacin se
Ms adelante, habr ocasin de desarrollar este acce opera por medio del dilogo, de la palabra.
so a la filosofa del lenguaje al exponer las doctrinas de Originariamente, sin embargo, ni la forma verbal ni
algunos pensadores de esta corriente analtica inglesa. la nominal eran las ms utilizadas. Con mayor frecuen
cia los griegos usaban la forma adjetiva que se una de
modo ordinario a la palabra tkhne en el significado la
El acceso hermenutico tino de ars, arte, tcnica, disciplina. La hermeneu-
tik tkhne era, pues, el conjunto de medios que haca
El trmino hermenutica y neohermenutica es posible alcanzar y traducir en palabras una realidad
utilizado en los ltimos aos con particular xito, mer cualquiera, al mismo tiempo que designaba tambin
ced principalmente a su asociacin con la obra Verdad la reflexin elaborada sobre ese conjunto de medios. El
y mtodo de G. Gadamer. Y su pretensin de universa objeto de la hermeneutik tkhne consista, ms que en
lidad convierten a la hermenutica no simplemente en instrumentos tcnicos de aplicacin mecnica, en la edu
una filosofa, sino en la filosofa por antonomasia cacin de cada persona para que sta elaborara, inven
que propone al lenguaje como la categora ms funda tara o aprendiera a utilizar los medios ms apropia
mental de mediacin. Con todo, los contenidos signifi dos para conseguir la comprensin o inteleccin de la
cativos del trmino hermenutica no son idnticos en realidad.
los diversos autores que la utilizan. Por ello, antes de En la antigedad griega, el problema hermenutico
hablar propiamente del sentido hermenutico contem cobra orientacin especial a propsito de la interpreta
porneo mediante el cual la filosofa puede acceder al cin de los mitos y de las diferentes tradiciones cultu
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rales, incluida la homrica. As lo muestra gran parte sobre la base de la hermenutica con su principio fun
de la obra platnica. Aristteles avanza ms en esta damental Scriptura sui ipsius interpres. El Concilio de
orientacin al intentar de modo ms directo la sistema Trento entendi que el movimiento reformador compro
tizacin de procedimientos en orden al quehacer inter meta el sensus Ecclesiae que conservaba la genuina tra
pretativo: gramaticales, retricos, poticos. Este esfuer dicin. Por ello, se vio a su vez obligado a definir otro
zo por dominar las tcnicas del lenguaje se aplica a la principio hermenutico, basado en la relacin entre la
interpretacin particular de textos y documentos. Basta, Escritura y la tradicin: aqulla deba ser interpretada
a este respecto, recordar las interpretaciones moralizan por sta en comunin con la Iglesia por medio de su
tes del estoicismo y todas las formas de exgesis aleg historia. En esta misma lnea, el Vaticano II consider
ricas del helenismo alejandrino. Con estas ltimas, el como uno de sus quehaceres primordiales el de volver
problema hermenutico adquiere mayor relieve, ya que a puntualizar, matizndolo, el principio hermenutico li
en ellas se presupone que en cada modo determinado gado a la fe catlica. Esto lo hizo especialmente en el
de expresin y en cada figura simblica se ocultan sen captulo tercero de la Constitucin Dei Verbum que versa
tidos y significados distintos y diversos de los captados sobre la inspiracin divina e interpretacin de la Sagra
inmediata y directamente. Se disociaba, as, la verdad da Escritura. Ms particularmente, en el n. 12 que lleva
de su forma expresiva y se impona, en consecuencia, por ttulo: Cmo debe ser interpretada la Escritura.
la inteligencia crtica sobre la razn y su logos. El breve excursus realizado muestra la conexin que
La tarea hermenutica se vio histricamente enrique en el desarrollo de la historia occidental ha tenido el
cida con el cristianismo, en cuanto que ste implicaba proceso hermenutico con el fenmeno cristiano. No ex
una lectura enteramente nueva con una visin e inter traa, por ello, que la hermenutica moderna haya tam
pretacin revolucionaria si se permite el calificativo bin iniciado su andadura bajo el signo de la interpre
de los textos sagrados bblicos del Antiguo Testamento. tacin bblica. A este respecto, los estudiosos del
El mismo Jess, a ese respecto, puede ser considerado movimiento hermenutico contemporneo coinciden en
como el primer hermeneuta cristiano que introduce esta tomar como padre y fuente del mismo la obra de
manera novedosa de entender las Escrituras. San Lucas, F. Schleiermacher Hermeneutik und Kritik mit besonde-
en su Evangelio 24, 27, dice que interpretaba (dier- rer Beziehung auf das Neue Testament. Con todo, en este
mneusen) en las Escrituras todo lo a l concerniente. autor, la hermenutica se ampla y extiende de la teolo
Por otra parte, todo el Nuevo Testamento ser predica ga a la universalidad de las ciencias. Schleiermacher
do y redactado segn esta misma clave hermenutica. parte de un presupuesto fundamental: la sospecha. Ante
H. de Lubac, en su obra Exgse mdivale. Les quatre un texto, hay que ubicarse en el malentendido y no
sens de lcriture, 4 vols., Pars, Aubier, 1959-1964, en en la correcta interpretacin sin ms del mismo. Desde
la introduccin al primer volumen (pp. 11-17), afirma la sospecha, se intenta reconstruir de forma histrico-
que esta hermenutica contiene toda una teologa de la adivinatoria, objetiva y subjetiva, un documento pret
historia en conexin con una teologa de la Escritura y rito. Lo objetivo y subjetivo aparecen en la investiga
es la trama de la literatura y arte cristianos. Adems, cin hermenutica mediante la dimensin adivinatoria
fue el instrumento que permiti construir la sntesis dog primero y la dimensin histrica, despus. La adivina
mtica y transmitirla por la tradicin. cin de lo que el texto quiere decir es posible por la
La reforma protestante de la Iglesia se erige tambin capacidad de sentir-con (Ein-fhlung), de com-penetrarse
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o sin-tonizar, de entrar en su vida (sich-einleben) que no es concebido al modo fenomenolgico como una con
es propia del intrprete. Se trata, pues, de una suerte ciencia pura, asptica y neutral, sino como una concien
de intuicin global basada en lo cordial y afectivo cia que es afectada por una experiencia vital comn a
ms que en lo puramente intelectivo, en razn de lo cual la que subyace en la historia o en el texto y que es ex
nuestra com-prensin se acerca al con-sentimiento presada por su logos vivencial. Una misma experiencia
con lo interpretado. La dimensin histrica alude al tra de vida une al intrprete con la persona o escrito que
bajo comparativo de los datos positivos, noticias, etc. desea interpretar. La vida ensancha el horizonte de lo
propios del texto. Relacionando todos estos elementos presente hasta su fusin con el horizonte de lo pretri
entre s, se rastrea su sentido. La combinacin del que to. Por ello, se hace posible la comn sin-tona de sen
hacer adivinatorio con el comparativo histrico da como timientos y la comprensin. De este modo, W. Dilthey
resultado la comprensin correcta del texto. Aparece, mediante esta concepcin vitalista del conocimiento en
aqu, por primera vez de manera rudimentaria como un las ciencias del espritu supera las esferas del objeto-
crculo hermenutico: desde lo adivinatorio se va a lo sujeto que en Kant parecan insalvables.
comparativo histrico y viceversa. El largo itinerario filosfico de M. Heidegger podra
Tomando como punto de partida a F. Schleierma- ser enmarcado dentro de tres etapas, representadas por
cher, surgen dos corrientes hermenuticas muy vecinas las obras fundamentales Sein und Zeit, Halle 1927
e interrelacionadas: una de ndole teolgica y otra de para la primera, Einfhrung in die Metaphysik, Tu-
ndole filosfica. A la primera, formada por M. Khler, binga, 1953 o Was heisst Denken?, Tubinga, 1954 para
W. Herrmann, R. Bultmann y sus discpulos Fuchs y la segunda y Unterwegs zur Sprache, Pfullingen, 1959
Ebeling, corresponden en el plano filosfico paralela para la tercera.
mente W. Dilthey, M. Heidegger y G. Gadamer. A noso En el cap. V de Sein und Zeit, M. Heidegger propo
tros, como es obvio, nos interesa esta segunda corriente ne su primera visin hermenutica en forma de crculo,
hermenutica. mediante un anlisis existencial y ontolgico del ser hu
Segn W. Dilthey, el hombre accede al conocimiento mano que sita la labor interpretadora en un plano pre
del mundo mediante dos mtodos diversos, el de la com vio al puramente psicolgico. La ontologa del ser hu
prensin y el de la explicacin. Es en esta dualidad me mano intenta dilucidar el fenmeno de la totalidad de
todolgica donde fundamenta su divisin de las ciencias la naturaleza en el contexto de ser-en-el-mundo. Desde la
en ciencias del espritu y ciencias de la naturaleza. perspectiva de dicha totalidad es entendida la categora
La explicacin que estas ltimas ofrecen de las cosas heideggeriana de la pre-comprensin, que es la que,
sigue el mtodo explicativo. Es decir, aquel que proce a su vez, posibilita la comprensin.
de en forma de anlisis desde la causa al efecto o desde El anlisis de los constitutivos de la existencia (exis-
el efecto a la causa. En las ciencias del espritu, por el tenciarios) pasa por tres momentos. En el primero, se
contrario, se erige la comprensin como categora fun describen las primeras determinaciones del Dasein, es
damental de conocimiento. Entiende por comprensin un decir, del ser-ah (Sein-da) de la existencia humana.
proceso descriptivo que es resultado del conjunto de En el segundo, se establece su estructura indiferencia-
fuerzas emotivas con que el intrprete penetra y se pone da, para en el tercero presentar las dos modalidades
en comunicacin con aquello que ha de ser interpreta autntica e inautntica en que dicha estructura se
do, textos o hechos. El sujeto que comprende, entonces, ofrece. La temporalidad aparece, as, como resultado de
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este anlisis. Interesa, aqu, poner de relieve las consi rivado del anlisis de los constitutivos de la existencia
deraciones heideggerianas acerca de su visin hermenu humana.
tica circular. Por otra parte, el Dasein, antes de cobrar sus moda
El estar-ah o ser-en-el-mundo de la existencia hu lidades de autntico o inautntico, es indiferencia-
mana revelan una relacin de pre-ocupacin por los do. Cmo se accede a la prdida de esta indiferencia?
entes no humanos y una relacin de solicitud por Por medio de la angustia. La angustia pone de relieve
los entes humanos. El mundo se presenta, as, como el tres datos: el sentimiento que embarga al hombre de ser
campo unificado de posibilidades del Dasein, al ser ste existencia arrojada en el mundo; la posesin anticipa
esencialmente un ser-con-otros. Por ello, su situacin ori da en s de sus posibilidades de ser; y la cada, muer
ginal queda constituida por una apertura a todas las te o desaparicin de esa existencia en la nada. El hom
cosas, entre las que la existencia est arrojada y le es bre, as, resulta un ser-para-la-muerte. Contra el se
impuesta al hombre. Heidegger, por otro lado, caracte dice, se hace del hombre masa modalidad inautn-
riza este encontrarse el hombre abierto a las cosas tica, el Dasein se manifiesta en la angustia de cara a
como una comprensin. Esta comprensin o interpreta un poder ser, arrancado del impersonal inautntico, que
cin no puede confundirse con el conocimiento o la ex es irreductiblemente bloqueado por la muerte. De esta
plicacin racional, sino que es la fuente de todos los manera, los tres xtasis o momentos del tiempo ayer,
modos de conocer. Segn esto, la interpretacin o com hoy y maana pasado, presente y futuro se hacen
prensin de la existencia humana supone su poder sen). explcitos en la actividad existencial guardando relacin
O lo que es lo mismo, toda interpretacin es un pro a las categoras de ser arrojado en el mundo, posibi
yecto o esbozo sinttico del futuro desarrollo de las lidades de ser y muerte, configurando la teora hei-
posibilidades. Con lo cual, se hace patente la estructura deggeriana de la temporalidad.
circular de toda interpretacin. En efecto, algo particu En el segundo Heidegger, el centro de gravedad de
lar se nos muestra como particular si, de antemano, a su pensamiento se desplaza desde el hombre al ser-en-
manera de esbozo, estamos en posesin del sentido de s. Se da como una suerte de inversin en el problema.
una totalidad, de una globalidad universal dentro de la Ya no se trata, aqu, del ser que es entendido tomando
cual lo particular puede emerger en cuanto particular. como punto de partida al hombre sino, al contrario,
La comprensin de lo individual depende de la compren de comprender al hombre desde el ser. Esta nueva
sin previa de lo general. Y la comprensin de lo gene postura podra formularse muy sucintamente diciendo
ral pasa por la mediacin de la comprensin de lo par que el ser se revela como presencia-ausente (wesen-
ticular. La primera remite, reenva a la segunda y sta an) o presencia-no presente en el hombre. El sentido
a la primera. est constituido por el ser. Por ello, ni el mundo ni el
Al estar abierto a los otros seres y a la compren hombre son ya proyeccin en el tiempo del poder ser
sin del Dasein debe aadirse otro constitutivo, el de humano, sino que son esencia proyectada de ser. As,
la discursividad. En efecto, estar abierto a los otros este es el acontecimiento original y fundante en el que
seres y comprender interpretando exigen ordenabilidad el hombre est situado. El ser esencia en sentido
y articulacin en sus elementos. Exigen discursividad verbal incorrecto de esenciar mundanizndolos al hom
que es, a su vez, fundamento de la expresin o palabra bre y a las cosas, ocultndose a la vez en ellos. Esta
del lenguaje. Este es, pues, como proposicin algo de presencia ausente del ser va a concebirla Heidegger
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como un suceder lingstico pensado histrico-ontolgi- desde joven contra el mtodo cientfico utilizado por su
camente. Pero esto pertenece ya al tercer perodo del iti padre. Esta aversin a la reduccin del mundo a lo pu
nerario filosfico de nuestro pensador, que lo cristaliza ramente mensurable y matemtico le lleva a pasarse con
en su obra segn ya se ha indicado Unterwegs zur todo su bagaje intelectual al campo de las letras, la fi
Sprache. El mismo ttulo nos conduce por el camino que losofa y la filologa. En esta toma de posicin inicial
lleva al lenguaje, para en definitiva aposentarse en l. influye Thomas Mann con sus escritos en torno al pen
El lenguaje, en cuanto tal, configura la esencia del samiento apoltico, por medio de los cuales descubre las
lenguaje humano y la condiciona en su expresividad. Y, grandes categoras de la tradicin y de la interpretacin
por tanto, indirectamente en su interpretacin o herme histrica. En 1922 consigue su doctorado en la Univer
nutica. Ser es ser-lenguaje. En consecuencia, los hom sidad de Marburgo, en donde asiste a la disolucin de
bres y las cosas esenciados por el ser son su diccin. la escuela neokantista. Discpulo de M. Heidegger, co
De este modo, si el hombre es tal por manifestar lo noce tambin en esta Universidad a R. Otto, a quien ca
que hay en l ser, resulta que su condicin exis- lifica de amigo venerable, y a R. Bultmann, que le
tencial se transforma en una con-diccin. En un decir- pone en contacto con las doctrinas de la desmitologiza-
con el ser. La iluminacin del ser ocurre en el len cin. Bajo la direccin de Paul Friedlnder, durante los
guaje y en el lenguaje se revela la inteleccin del ser. aos del poder nazi, anterior a la segunda guerra mun
Por ello, en el hombre habla la voz del ser. dial, realiza estudios de filologa clsica. Hasta 1939
Estas afirmaciones dan impresin de encontrarse en rompe con su maestro M. Heidegger por los compromi
una dimensin de carcter mtico. Sin embargo, todas sos nazis que ste adquiere y vuelve a su amistad, una
aluden al fenmeno significativo de que nuestro mundo vez que el filsofo de Friburgo admiti sus errores pol
es siempre un mundo lingstico. La totalidad de nues ticos. H.G. Gadamer es propuesto para profesor extraor
tro horizonte de inteleccin desde la que se comprende dinario por la Universidad de Marburgo pero no consi
lo singular o particular y viceversa configuran el mundo gue ocupar la ctedra debido a la oposicin de la liga
lingstico determinado del hombre. Por la apertura lin nazi de enseanza. En 1939, sin embargo, consigue ejer
gstica de este mundo, siempre histrico, y por su me cer en la Universidad de Leipzig de la que en 1946 pasa
diacin lingstica se hace posible la interpretacin y, a ser, aunque por poco tiempo, primer rector de la pos
en definitiva, la inteleccin humana. Con Heidegger, la guerra con la aprobacin de las fuerzas rusas de ocu
estructura circular hermenutica aparece de manera ex pacin. Al curso siguiente ensea en la Universidad de
plcita, y su discpulo G. Gadamer la enriquecer con Francfort y en 1949 sucede a K. Jaspers en la Ctedra
virtiendo la hermenutica en la filosofa del ser. de Filosofa de la Universidad de Heidelberg. Redacta
junto a H. Kuhn Philosophische Rundschau y es nom
brado presidente de la Sociedad General alemana de Fi
H. G. Gadamer y la neohermenutica losofa, siendo ms tarde nombrado tambin presidente
de la Academia alemana de las Ciencias.
a) Aspectos biogrficos de H.G. Gadamer El xito de H.G. Gadamer est unido al de su libro
fundamental Wahrheit und Methode (Verdad y mtodo)
Hijo de un conocido investigador qumico dedicado que da pie y sirve de fundamento a la corriente neoher
al estudio de alcaloides, H.G. Gadamer reacciona ya menutica que, con la neomarxista y la de ndole cienti-
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ficista continuadora del neopositivismo, configura la pa una pre-comprensin o comprensin previa del objeto,
normica del pensamiento actual en Alemania. que hace posible luego la reflexin ms amplia y cient
H.G. Gadamer est considerado como la eminencia fica sobre ste que, a su vez, esclarece la pre-compren
gris del conservadurismo poltico alemn. Su figura es sin o el pre-juicio. De este modo, la exgesis filolgica
clara muestra de cmo se puede influir en poltica desde de un texto sirve de paradigma a Gadamer para la filo
la apoltica de un pensamiento. Sus discpulos ocupan sofa. sta consistir no en la mera interpretacin de
hoy, enseando a pensar a las nuevas generaciones ale un texto, sino en la interpretacin de toda la realidad
manas, ctedras claves de filosofa. As, Henrich en Hei- como si de un texto se tratara. La filosofa unlversaliza
delberg, Wiehl en Hamburgo, Wieland en Marburgo, el quehacer exegtico filolgico, aplicndolo a la inter
Schulz en Tubinga. La neohermenutica se presenta a pretacin de la totalidad del ser como la forma especfi
s misma como heredera de la tradicin filosfico-meta- camente humana de comprender que posee el hombre.
fsica, con un horizonte en que se recogen elementos neo- Tal universalizacin se posibilita merced a tres catego
kantianos, de teologa dialctica, de historicismo y de ras fundamentales en la hermenutica gadameriana: la
existencialismo, elaborados en una nueva perspectiva. situacin del intrprete, la tradicin y el dilogo.
No extraa, por ello, que sea discutida y criticada tanto El hombre intenta comprender su pasado, la origi-
por la corriente de izquierdas (neomarxismo o teora nariedad del ser, instalado en un punto concreto del
crtica social de Habermas) como por la conservadora acontecer histrico. Esto le conduce a comprender su
(Coreth) o por la cientificista de Popper o Albert. realidad desde una situacin hermenutica determina
Con estos breves aspectos biogrficos, estamos ya en da que se caracteriza no por un enfrentamiento entre
condicin de introducirnos en las preguntas fundamen hombre y situacin, sino por un estar el hombre en ella,
tales: qu es la neohermenutica? Qu papel corres formando parte de ella. Al concepto de situacin her
ponde en ella al lenguaje? menutica, en consecuencia, le pertenece esencialmente
el concepto de horizonte. Horizonte es el mbito de vi
b) La neohermenutica sin que abarca y encierra todo lo que es visible desde
un punto determinado. Pero el horizonte del intrprete
Si se desea entender una poesa de Gngora o un puede ensancharse, ampliarse hasta su fusin con el ho
dilogo de Platn, no se pueden utilizar para conseguir rizonte del objeto que se desea comprender. Tal fen
tal objetivo mtodos de mensurabilidad y frmulas ma meno es posible, en definitiva, porque toda palabra o
temticas, propios de las ciencias naturales. Para inter texto pronunciado en el pasado lo ha sido en un contex
pretar un texto, por ejemplo, de hace 2.500 aos, escri to de algn modo comn al presente que es la histo
to, adems, en una lengua de las llamadas muertas, se ria, la historia comn de la humanidad o, mejor, el
precisa no tanto de una explicacin cuanto de una com mundo histrico. El horizonte del presente nunca est
prensin histrica. El intrprete no debe slo inteligir cerrado, sino que se encuentra en proceso constante de
una situacin concreta de aquel tiempo sino tambin formacin. En palabras de Gadamer el horizonte se des
comprenderla, partiendo de sus propios prejuicios y plaza con nosotros y comprender ser siempre el proce
tomando conciencia de cmo stos influyen en su in so de fusin de horizontes, el nuestro con el del pasa
terpretacin. El crculo hermenutico heideggeriano apa do. Esta es la razn en virtud de la cual mediante los
rece de nuevo con una mayor riqueza ontolgica. Existe mundos histricos pasado, presente aquello que se
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representa es siempre un mundo humano o una comu tido es relativo a la pregunta para la cual es respuesta.
nidad de vida. La unin de estos mundos se realiza mer Todo este proceso hermenutico no sera posible si,
ced a la tradicin. de antemano, el comprender no fuera el carcter ntico
Gadamer recupera el aprecio y el prestigio de la tra original de la vida humana misma: el modo de ser del
dicin al no considerarla como algo que implique sumi propio estar-ah (Dasein) del hombre. Y, en definiti
sin o renuncia a la propia razn, sino como elemento va, si el ser que puede ser comprendido no fuera len
fundamental de la comprensin humana. La tradicin guaje. El lenguaje, afirmar Gadamer, es un centro en
es un acontecimiento moral con carcter de persona que el que se representan y renen el yo y el mundo, mani
habla por s misma, igual que lo pudiera hacer un t. festndose ambos en su ser original. Esto nos conduce
Pero su contenido expresivo se nos ofrece libre de toda lgicamente a investigar la concepcin gadameriana de
atadura y por encima del yo o del t. La palabra, lenguaje que subyace en el proceso hermenutico y a tra
dicha en medio de la historia, se difunde y despliega en tar de descubrir las posibilidades de acceso que abre a
sta hasta llegar a nuestro horizonte hermenutico. La la elaboracin de una filosofa del lenguaje desde su
tradicin, as, se presenta caracterizada por la lingis- perspectiva.
ticidad. Y adquiere pleno significado all donde se hace
escrita, ya que la tradicin escrita, desde el momento c) Neohermenutica y lenguaje
en que se lee y se descifra, se actualiza cancelando el
espacio y el tiempo. Lo trasmitido por la tradicin se El modo especficamente humano de comprender es
da simultneamente para todo presente. Como contra hermenutico, porque el modo de ser humano es de na
partida, la tradicin exige al intrprete orla sin extra turaleza lingstica. En todo proceso de interpretacin
viarse. Se trata, pues, de una suerte de conversacin se presupone una ontologa lingstica. Ya en la anti
que, en cuanto tal, presupone un tema comn y un len gua Grecia, en los planteamientos iniciales de los pro
guaje con-sentido entre los interlocutores. El texto blemas filosficos, la palabra aparece indisociablemen-
habla en el tema al intrprete que lo capta y comprende. te unida a la cosa. A este respecto, conviene subrayar
La conversacin, el dilogo, se plantea en Verdad y cmo el trmino palabra, en griego noma, significa tam
mtodo configurados segn la estructura de pregunta- bin nombre, y en particular nombre propio o ape
respuesta. Ya en Platn nos recuerda Gadamer se lativo. Todo nombre propio es tal en virtud de que
da en esta estructura una primaca de la pregunta. Dos alguien se llama as y atiende por l. El nombre perte
elementos son importantes en ella: el sentido y el que nece, por tanto, a su portador; pertenece a su ser. Esta
rer saber. En efecto, toda pregunta marca anticipada idea griega que evoluciona separando el nombre del ser
mente la orientacin, el sentido en que la respuesta al que pertenece va a ser recuperada y enriquecida por
adecuada debe moverse. De algn modo la pregunta con la especulacin cristiana al tratar el misterio trinitario,
tiene implcitamente los datos para la respuesta adecua en su relacin con la encarnacin de la segunda perso
da. Adems, detrs de cada pregunta nos encontramos na divina. sta, concebida como Verbo de Dios interior
tambin con un querer saber. Se presupone, pues, un a la esencia divina, se encarna, expresndose huma
saber que no se sabe que fundamenta la orientacin namente. Tomando el modo de ser del hombre. Es
o sentido de la pregunta. En la interpretacin se trata decir, tomando su naturaleza coloquial de palabra.
de conversar, de dialogar con un texto, cuyo sen Cristo es el Verbo de Dios hecho carne. Es obvio que
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Gadamer no intenta hacer teologa ni embarcarse en es y que le sirve de gua en la clarificacin de su situacin
peculaciones propias de la ciencia lingstica. Sencilla hermenutica. El lenguaje recoge la productividad de
mente, indica el hecho en que se fundamenta la inter las interpretaciones que a travs del tiempo el objeto ha
pretacin: ser es ser lenguaje. Y, para ilustrar la identi suscitado. Y se convierte, as, en una autntica anam
dad de la cosa con su expresarse lingstico, recurre al nesis o rememoracin del mismo. Esta anamnesis pro
concepto platnico de belleza, en el que se descubre la ductiva es, por ello, autorrepresentativa del objeto y re
estructura universal del ser mismo. La esencia de lo sulta fruto del dilogo entre el intrprete y el texto. Un
bello consiste en su manifestarse, en ser el resplan dilogo cuyas caractersticas son muy anlogas a las de
dor de la cosa. La belleza como esplendor de la armo un juego.
na posee la manera de ser de la luz que se hace a s Tomando como punto de partida expresiones meta
misma visible, en cuanto hace visible a la cosa bella. fricas en las que entra la palabra juego (juego de
En la filosofa griega este fenmeno no est restringido luces, juego de las olas, juego de fuerzas), Gadamer es
a lo puramente sensible, abarca tambin el campo del tablece como rasgo peculiar del mismo una suerte de
espritu. Aqu, la luz que hace entender es el nous en vaivn, de movimiento. A esto corresponde, adems,
cuanto intelectus agens. En Gadamer, en cambio, es la el significado primigenio de Spiel como danza. Por otra
misma naturaleza lingstica de los seres. En particu parte, conviene observar que en alemn este trmino
lar, la del hombre. La luz que hace que las cosas apa Spiel configura una constelacin semntica muy comple
rezcan de manera que sean en s mismas luminosas y ja, unida al mundo del teatro. En efecto, una obra de
comprensibles es la luz de su palabra. teatro es tambin un juego en el que los actores jue
De estas reflexiones se concluye que el modo de ser gan un papel. El alemn sugiere de este modo la aso
de la comprensin, igual que el de la manifestacin de ciacin de juego con la de representacin. Dentro de
lo bello o del ser, posee carcter de evento. Es un acon esta configuracin semntica discurre el anlisis de Ga
tecer histrico. Nuestro autor contina en este tema la damer. Comienza considerando al juego en s mismo,
lnea heideggeriana de Unterwegs zur Sprache, cuando libre de la conciencia subjetiva del jugador. El juego se
afirma que el lenguaje es el modo de acaecer del evento. juega, es pura realizacin del movimiento que tiene lugar
Slo en l se nos puede manifestar el mundo y mani sin objetivo, sin intencin determinada previa. Esto per
festarse en la forma como l lo permita. En la dialctica mite al jugador abandonarse sin esfuerzo a su vaivn
del acontecer histrico cobran importancia, entonces, hasta el punto de que el juego llega a aduearse de los
dos anlisis filosficos gadamerianos: el de la historia jugadores. stos, entonces, representan libremente su
efectual y el de la analoga del juego con el dilogo. papel, eligen y realizan las jugadas. Y, as, el juego se
Ambos anlisis se coimplican mutuamente. autorrepresenta, autorrepresentando a los jugadores mis
La historia efectual es un concepto acuado origi mos. En la medida en que el juego se va desarrollando,
nalmente por Gadamer. Con l se quiere significar que aumentan las posibilidades de sus jugadas y no apare
un texto o un acontecimiento del pasado permanece en ce con claridad cul va a ser el resultado final del vai
sus efectos y se actualiza en las sucesivas interpretacio vn: la resolucin de las dificultades que al jugador se
nes que ha ido provocando a lo largo de la historia. La le presentan o la derrota de ste. De suyo, en el juego,
historia efectual constituye la anticipacin de sentido o no hay referencia alguna a los espectadores. Los nios,
de precomprensin en la que el intrprete est inmerso por ejemplo, juegan para ellos solos, aunque tengan tam
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bin en su actividad ldica que autorrepresentarse. all donde hay lenguaje est la fuerza lingstica origi
Cuando surge la referencia a los espectadores, el juego naria del espritu humano. En consecuencia, el lenguaje
se transforma en juego escnico. Y los espectadores es humano ya desde sus comienzos segunda afirma
pasan a ocupar el lugar ms importante; ellos y no los cin. Y, por ltimo, Humboldt mantiene que cada len
actores son aquellos para quien y en quien se desarro gua se comprende como una determinada acepcin del
lla el juego. mundo. De este modo, la neohermenutica conducira a
El acontecer del dilogo, del lenguaje en la historia la filosofa del lenguaje por los grandes problemas que
efectual, es anlogo al del juego. En realidad, conver han preocupado a todos los pensadores en referencia
sar, dialogar es meterse en juego con otro. Tambin al tema lingstico: relacin entre pensamiento y lengua
aqu se revela la primaca del dilogo sobre los interlo je, relacin entre ste y realidad. Por otra parte, el an
cutores. Un dilogo genuino no se dirige, no se ma lisis fenomenolgico del carcter ldico, aplicado al len
nipula de antemano, so pena de perder su carcter es guaje, guarda cierta conexin con la visin del segundo
pecfico. Lo que resulta de un dilogo no se puede saber L. Wittgenstein, aunque los puntos de vista, el contexto
previamente. El acuerdo o desacuerdo entre los interlo y las conclusiones a que ste llega sean bien diversos
cutores es un evento que acontece en ellos por medio de los pretendidos por Gadamer. Tambin es conveniente
de su conversacin. El lenguaje les envuelve, se les ofre subrayar que la trayectoria chomskiana de la gramtica
ce y se les sustrae, pone preguntas y se da l mismo generativa transformacional, al marcar como objetivo de
las respuestas serenando el vaivn, el movimiento dia la filosofa del lenguaje el descubrir las capacidades de la
lctico. El modo cmo los interlocutores se experimen mente humana y su forma de funcionamiento, puede
tan unos a otros y cmo experimentan las tradiciones asociarse de alguna manera a la visin que la neoher
histricas siempre es idntico, porque idnticas son tam menutica ofrece sobre lo especfico de la comprensin
bin las condiciones naturales de la existencia y del del ser, propia del hombre.
mundo que configuran el autntico universo hermenu
tico que recibe sentido en el lenguaje. El lenguaje es
una tradicin creativa, una vinculacin potica, una pro El acceso antropolgico
duccin de sentido. De aqu que se presente como hilo
conductor de la ontologa hermenutica y como su ho La panormica de la antropologa actual es amplia
rizonte natural, cuyo significado se descubre mediante y rica en sus diversos enfoques y desarrollos. Puede afir
el carcter ldico de juego que posee. Con esto, la marse, tambin, que hoy todos los grandes problemas
neohermenutica posibilita a la filosofa su acceso al len filosficos toman como punto de partida al hombre y
guaje, en cuanto ste es mediacin universal por la que por medio de l buscan caminos de solucin. En este
se da la comprensin especfica del hombre y de su sentido, los accesos al lenguaje, anteriormente descrito,
mundo. Tener lenguaje, por ello, equivale a tener mundo caen dentro del calificativo antropolgico en mayor
y a comprender y a dominar el sentido del mundo. o menor medida. Por ello, en el presente apartado, el tr
La filosofa del lenguaje que el pensamiento gada- mino antropolgico recibe un significado referencial
meriano presupone y de la que parte es la de Wilhelm muy restringido. Se trata, en l, de poner en relieve
von Humboldt. Tres son las afirmaciones importantes dada la imposibilidad de realizarlo con todas algu
de la concepcin humboldtiana. La primera sostiene que nas corrientes filosficas que, especulando directamente
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sobre el hombre, contemplan el lenguaje como elemento voluntad. El segundo orienta el ncleo temtico'ante
constitutivo imprescindible de mediacin mundana y so rior hacia una hermenutica indagadora del sentido y
cial. Con este propsito, slo a ttulo de ilustracin, se de la comprensin, colocndose en la perspectiva gada-
escoge la corriente personalista francesa, la filosofa de meriana, aunque discrepe de sta en muchos puntos fun
la dialogicidad de Martin Buber y la concepcin de las damentales.
formas simblicas y, en consecuencia, del hombre en Con la que se ha denominado filosofa de la volun
cuanto animal simblico. De esta manera, la filosofa del tad se da un intento de recuperacin de la persona del
lenguaje ensancha sus puntos de vista y da cabida enri- hombre, rota por el cogito cartesiano. Se trata, pues, de
quecedora a los aspectos novedosos que respecto al tema la recuperacin para el yo del mundo, que en Descar
lingstico aportan las citadas corrientes de pensamiento. tes haba quedado en cuanto res extensa fuera de la
subjetividad, y de volver a asumirlo como constitutivo
formal humano. La unidad del yo y del mundo es
Corriente personalista francesa posible reconstruirla mediante la transcendencia. Pero
llevar esto a cabo exige un rodeo reflexivo en virtud del
En el origen prximo de la filosofa personalista fran cual el yo pienso se transforma de una certeza apo-
cesa se encuentra la figura de E. Mounier, en cuyo en dctica en una verdad interpretada que descifra el mundo
torno se aglutinan los principales representantes del como componente propio. La reflexin hermenutica del
movimiento Esprit: J. Lacroix, P. Ricoeur y M. Ndon- yo pienso conduce al hombre a tomar posesin de s
celle. Independientemente de las diferentes interpretacio mismo con todos sus elementos fundantes. La verdad
nes y resultados de sus especulaciones respectivas, todos cartesiana resulta, as, tarea y objeto de conquista por
estos pensadores coinciden en una problemtica comn: parte de la conciencia humana. El cogito se describe,
la consideracin del hombre como persona y su apertu entonces, como querer en el que se descubren las es
ra a la transcendencia. Esta problemtica, adems, es tructuras esenciales de la voluntad y las dimensiones in
abordada por ellos desde una situacin poltica compro tencionales del cogito en sus dimensiones prcticas y
metida. Dentro de esta corriente personalista francesa, afectivas. Las categoras de voluntario-involuntario en
el filsofo ms sobresaliente y de mayor repercusin in tran, por ello, en juego. Por voluntario entiende Ricoeur
ternacional es P. Ricoeur. Su pensamiento aporta a la el querer como origen, el cogito como sujeto del ((que
concepcin de la persona un enriquecimiento de datos rer en cuanto tal. Lo involuntario, en cambio, es con
procedentes del psicoanlisis, de la fenomenologa, del cebido como naturaleza, como carcter finito, como in
estructuralismo, del estudio de los smbolos y de las teo consciente indefinido, como vida contingente. Y, por
ras lingsticas contemporneas. En l se va a centrar, tanto, como condicin corporal y mundana que hace po
por tal motivo, nuestra atencin. sible lo voluntario. Con el involuntario, pues, entra en
El itinerario filosfico de P. Ricoeur abarca dos n escena el cuerpo y su cortejo de complicaciones (Le Vo-
cleos temticos que se suceden cronolgicamente y se lontaire et lInvolontaire, Pars, Aubier, 1950, pp. 21 y
articulan entre s con mxima coherencia. El primero, 22, respectivamente). El cortejo de complicaciones al
con influjos de la fenomenologa y de ideas tomadas de que alude Ricoeur se refiere a que con el cuerpo apare
Heidegger, Jaspers, Sartre, Merleau-Ponty y especialmen ce el misterio de la encarnacin del espritu: la unidad
te G. Marcel, termina en una suerte de filosofa de la del alma y el cuerpo ms all del acto por el que noso
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tros los pensamos dualmente. La filosofa del hombre estn estrechamente unidos entre s, y cada uno de ellos
se presenta, as, como una tensin entre una objetivi lleva al otro sin que ninguno pueda ser eliminado. Sm
dad elaborada a la medida del cogito y el sentido de bolos y mitos ilustran la condicin lbil del hombre y
una existencia concreta. Esta paradoja de pensar dual su sentido nos descubre que, cuando la persona comete
mente al hombre concibindole como alma y cuerpo es el mal, cede a un adversario, a su otro, siendo tanto
superada por la experiencia participada del misterio de vctima como culpable. El nacimiento es el smbolo im
encarnacin del espritu. El hombre es espritu encar penetrable del mal que el hombre comete a partir del
nado. Y lo voluntario igual que lo involuntario configu mal que encuentra en el mundo. Esta paradoja que
ran la estructura ontolgica de su ser. el mal introduce no ser, segn Ricoeur, superada nunca
El anlisis realizado hasta aqu por Ricoeur sigue el de modo definitivo. Ms que una explicacin lgica, el
esquema, esencialmente fenomenolgico, notico-noem- mal exige una reflexin hermenutica.
tico, y en la descripcin que hace de la voluntad pres El problema del lenguaje del mal enfrenta a P. Ri
cinde de la culpa, considerada extraa a la eidtica del coeur con Freud y el estructuralismo lingstico dando
hombre. Sin embargo, este tema preocupa a nuestro pen paso, as, al segundo gran ncleo temtico de su pensa
sador como preocup tambin a los filsofos existencia- miento. En l se advierte un acercamiento a las doctri
listas que de manera ordinaria unieron culpa a fini- nas sobre la lingstica del discurso de Benveniste, a
tud humana. Ricoeur retoma esta problemtica en su los aspectos creativo-transformacionales de Chomsky, al
obra Lhomme faillible, Pars, Aubier, 1960. Segn l, proceso metafrico patrocinado por R. Jakobson y a las
el mal es posible en la realidad humana por la despro preocupaciones de Austin y Searle por el lenguaje ordi
porcin del hombre consigo mismo. Esta desproporcin nario. Tambin Freud, Marx, Nietzsche, Hegel son, en
se descubre en los trminos de finitud e infinitud, el esta etapa de la filosofa ricoeuriana, autores privilegia
todo y la nada que estructuran al ser humano, como dos que utiliza en el desarrollo de sus reflexiones. A no
falible. La fabilidad, aqu, no consiste solamente en sotros, sin embargo, nos interesan, como es obvio, los
la orientacin hacia el mal, sino tambin en la cada autores pertenecientes a la lingstica. Las obras en que
en el error. La desproporcin del hombre consigo mismo, plasma Ricoeur el pensamiento de este segundo ncleo
en cuanto ratio de la fabilidad, es descubierta por medio temtico son principalmente Le Conflit des Interprta-
de la reflexin sobre la dimensin transcendental, prc tions, essai dhermeneutique, Pars, Seuil, 1969 y La m-
tica y efectiva del hombre. Ricoeur distingue entre taphore vive, tambin en Pars, Seuil, 1975.
culpa y pecado que trata dentro del hecho funda Se trata ahora de la bsqueda del sentido de la exis
mental del siervo albedro o voluntad cargada de ser tencia humana. De su comprensin. Y el punto de par
vidumbres. El mal tiene un lenguaje propio que es abor tida, la preconcepcin previa, para realizarla, es el len
dado por nuestro autor en su investigacin La symboli- guaje. La comprensin, en efecto, exige explicitar su
que du mal, tambin editada por Aubier, Pars, 1960. arranque en el mismo plano en el que se ejerce. Y tal
Se trata de un lenguaje indirecto y simblico: el que se plano es el lenguaje. El quehacer antropolgico, enton
revela en las narraciones mticas. Especialmente en las ces, va a consistir en recordar lo que el hombre ha
narraciones mticas de la creacin, del Dios malvado, dicho, mediante la historia, sobre el sentido de su ser,
de la cada del hombre y del alma desterrada. Todas del mundo y de la transcendencia. La exgesis de este
configuran una estructura circular en la que los mitos recuerdo no se reduce a un mero comprender un texto,
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sino a la accin ms profunda de la captacin de senti y la de la distancia similar a la de puesta entre pa
do de la existencia humana. Pero esta captacin condu rntesis. Ricoeur, en un mismo yo hermenutico
ce al filsofo al estudio previo de los signos lingsticos rene y unifica la dimensin regresiva y progresiva que
que sirven de cauce para la expresin del hombre y su Freud y Hegel expusieron respectivamente. Por la inte
entorno. Es desde este mbito epistemolgico de la cien gracin de la experiencia histrica en el ((yo, la herme
cia lingstica desde el que se pasa al existencial, en nutica posibilita la comprensin del sujeto en el mundo
donde se formula la pregunta radical: qu sentido tiene y encuentra su sentido.
que hable el hombre? Qu relacin puede establecerse Lo que aparece con claridad en estos dos ncleos te
entre el hombre que aparece en el lenguaje como ha mticos del pensamiento de P. Ricoeur, tan sucintamen
blante y el que aparece como ((expresado? te apuntados, es la mediacin universal del lenguaje en
El carcter limitado del lenguaje, su frecuente equi- la funcin restauradora y recuperadora de la unidad del
vocidad y usos particulares que conlleva, precisa de la cogito que aparentemente se presenta dividido en su
interpretacin. Pero toda interpretacin es relativa al in mero acto intencional y en su realidad existencial den
trprete que la realiza y a su modo peculiar de enfocar tro de la cual el mundo entra como constitutivo. El len
las cuestiones. Por ello, la interpretacin se convierte guaje es la mediacin por medio de la cual el hombre,
en las interpretaciones que deben ser superadas en el personalizndose, se explica y comprende a s mismo.
mbito superior de la reflexin que hace posible com Por ello, la filosofa del hombre en este proceso se con
prender el discurso. Mediante la reflexin, categora vierte en filosofa del lenguaje.
fundamental en la filosofa de Ricoeur, el hombre recu
pera el mundo para el yo, en cuanto constitutivo formal
de ste. La reflexin no es una intuicin del tipo feno- Martin Buber y la dialogicidad
menolgico husserliano. La primera verdad yo soy,
yo pienso est mediatizada por las representaciones, El 13 de junio de 1968 mora en Jerusaln el filso
las acciones, las obras, las instituciones, los monumen fo judo de mayor renombre contemporneo. Algunos
tos que la objetivan; en estos objetos es en donde el yo historiadores le colocan en la lnea de los grandes pen
debe perderse para encontrarse. De este modo, la refle sadores de Israel, despus de Filn, Ibn Gabirol, Mai-
xin posee una funcin restauradora, ya que al no estar mnides y Spinoza. En qu mritos descansa opinin
el yo en posesin plena e inmediata de s mismo debe tan favorable y positiva? Sin duda alguna, en haber lo
ininterrumpidamente apropiarse de todo aquello que con grado con xito dos cosas: poner de manifiesto la insu
forma su existencia. Y esto lo realiza la reflexin recu ficiencia de la filosofa transcendental en el tratamiento
perando por la hermenutica las expresiones mltiples del otro, y establecer la dialogicidad como punto de par
de nuestro esfuerzo por ser y por existir. As, la refle tida y mtodo de la autntica filosofa del hombre.
xin debe convertirse en interpretacin, porque el yo Como sucediera con Kierkegaard, lo importante para
no puede alcanzar su acto de existir ms que en los Martin Buber no es el hombre en abstracto, sino el con
signos dispersos por el mundo. Si la fenomenologa abre creto que goza de existencia propia e intransferible. Esta
el camino hacia el sentido, la hermenutica lo conquis existencia humana no es nunca la de un ser solitario,
ta y recobra mediante las categoras de la pertenencia sino la de un ser abierto a otros seres. Tal abertura tiene
del hombre al ser similar a la de realidad vivida su expresin en el dilogo. En tanto somos, en cuanto
78 2:cicnes Filosficas 79
BIBLIOTECA
SC-a:.^ GARCIA MAYNEZ
CIUC/'.D UNIVERSITARIA
MtXiCO 1C k>. f.
dialogamos. Mientras para Sartre el otro se presenta logia husserliana. l construir la suya partiendo del
como infierno del propio yo, para M. Buber se presen anlisis existencial del Dasein con la aporeticidad que
ta como exigencia de nuestra personalidad, de nuestra implica. Buber adoptar esta actitud inicial de Heideg
plenitud humana. Dilogo y dialogicidad son la carac ger, pero criticar el que desgaje la existencia de la vida
terstica fundamental de nuestro pensador. Qu metas humana real y, con ello, se coloque en un callejn sin
intenta alcanzar con su concepcin filosfica? Dentro salida. Tanto la fenomenologa de Husserl como la filo
de qu instancias se mueve y en qu contextos desarrolla sofa de la existencia heideggeriana dejan al ser circuns
sus planteamientos antropolgico-metafsicos? crito, en ltima instancia, a modalidades diversas en el
mbito del yo, sin ninguna posibilidad de paso a lo
a) Contexto filosfico de Martin Buber otro, a la alteridad. Para que sta se d, es preciso
no clausurar al yo en s mismo, sino abrirlo a la alte
Para entender el origen y los problemas filosficos ridad. Y esto slo se consigue, en opinin de Buber, por
en los que emerge la concepcin dialgica de M. Buber, medio del dilogo y del encuentro. La fenomenologa y
conviene acudir de manera prxima a las corrientes de la filosofa existencial, a este respecto, haban ejercita
pensamiento que dominaban en Alemania durante la pri do nicamente el dilogo tcnico. El considerado como
mera mitad del presente siglo: la fenomenologa de E. cientfico. En l, convirtieron a lo otro en objeto para
Husserl y la filosofa de la existencia de M. Heidegger. el yo que conoce. Y, en consecuencia, hicieron posible
La preocupacin central de Husserl, como la de Kant, su utilizacin y usufructo en beneficio propio. El dilo
es hacer de la filosofa una ciencia estricta. Kant pens go tcnico, as, se redujo a monodilogo.
conseguirlo en el sujeto transcendental que confiere me Contra esta visin miope de las cosas, Buber aban
diante las formas y categoras a priori intelibilidad al dera lo que l llama dilogo autntico, que es aquel
objeto. Husserl, por su parte, marc un nuevo rumbo a en el que se respeta la alteridad hasta el punto de que
la ontologa con su consideracin del fenmeno como el el yo se transforma en un nosotros. El cogito pasa de
ser en su aparicin a la conciencia. En consecuencia, la su subjetividad insalvable al cogitamus en que se da ca
fenomenologa tiene como meta la descripcin de lo bida a la pluralidad. Y la pluralidad se constituye en
dado, es decir, de lo que se presenta de modo esencial tal por la relacin de unos con otros. Relacin que
e inmediato a la conciencia. El mtodo fenomenolgico se ejercita y manifiesta en el dilogo. Y el mtodo que,
se funda en una intuicin originaria de la esencia que entonces, acua Buber es el de la dialogicidad.
me da lo que es la cosa en s misma. Lo que a Buber le El mtodo dialgico, a primera vista, parece guar
va a interesar del mtodo fenomenolgico ser nicamen dar cierta conexin con el mtodo dialctico, si se atien
te esa exigencia inicial de llegar a las cosas mismas. de a la etimologa. Sin embargo, el mtodo dialgico re
Pero considera imposible alcanzar esto en una concien presenta uno de los mayores esfuerzos del pensamiento
cia sometida a la epoj, una conciencia despersonaliza actual para superar el mtodo dialctico. ste, segn
da. M. Heidegger continu el discurso de Husserl abso- Buber, parte de la razn impersonal que se va desarro
lutizando la conciencia y constituyndola en condicin llando en la historia segn el proceso de tesis, anttesis
de posibilidad de una filosofa como ciencia estricta, sus y sntesis, sin consideracin a la persona humana, ni a
trada a lo temporal y provisorio. Por ello, Heidegger la sociedad humana concreta. En cambio, el mtodo dia
acepta el mtodo fenomenolgico, pero rechaza la onto- lgico postula la inmediatez y concretez de la realidad
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cotidiana tanto individual como colectiva. Al pensamien hombres. Es esencialmente entre. Y tal entre halla
to de nuestro filsofo le repugna toda estructuracin sis su plenitud en el dilogo.
temtica. Esto ya en el plano meramente ideolgico. El hombre, al proyectarse hacia el exterior, pronun
Mucho ms cuando el sistema traspasa las fronteras de cia la doble palabra primordial: Yo-T, Yo-Ello (l,
la vida e intenta erguirse en norma del quehacer huma Ella). A cada una de estas palabras primordiales corres
no, constitutivamente libre. ponden dos tipos de relacin y, en consecuencia, de ac
El mtodo hegeliano de la dialctica adquiere una titudes humanas. Yo-T originan una relacin perso
nota ms peyorativa en la reduccin sociolgica de Marx. nal, Yo-Ello (l, Ella) una relacin de objetivacin y
Sabido es que Marx recoge de la dialctica de Hegel el dominio. El Yo se hace, as, por la manera que tiene de
desarrollo dinmico implicado en la misma. Pero lo in relacionarse. Toda verdadera vida es relacin, es un
terpreta en su reduccin sociolgica, aplicndolo a las entre.
fuerzas de produccin, clave, segn l, de la marcha La relacin Yo-Ello (l, Ella) es aquella en la que
de la historia. En Marx no es tanto el engranaje ideol el Yo percibe las cosas en cuanto objeto. Es un mero
gico cuanto el econmico el que sofoca la libertad hu espectador que conoce las posibilidades tcnicas de las
mana. Esto motiva que Buber achaque a esta concep cosas en orden a usufructuarlas y a obtener provecho
cin marxista el que deje al hombre de hoy sin hogar de las mismas. Se trata, pues, de una relacin de domi
espiritual y lo colectivice. Las exigencias de la con nio. Cuando nos acercamos a las dems personas con
vivencia humana se enmascaran en la accin colectiva, esta relacin, usamos de ellas como objetos de la pro
la nica determinante de las acciones individuales. El pia experiencia. Convertimos el Yo-T en un Yo-Ello
mtodo dialgico, contrariamente, conduce a lo comu (l, Ella). Esta relacin que, para Martin Buber, es ne
nitario que respeta la originalidad de cada individuo y cesaria para la ciencia, resulta degradante aplicada a las
sus relaciones libres con los dems. La persona huma personas.
na, en su progresivo hacerse, no depende tan slo de En cambio, la relacin Yo-T se distingue por la
su propia actuacin, sino tambin de la actuacin de los reciprocidad, por la presencia inmediata y directa del
otros. T en quien se revela mi Yo. El T a quien me
Dentro de este contexto filosfico, Martin Buber, sir dirijo es un T nico. Es en esta relacin donde se
vindose del mtodo dialgico, elabora una antropolo verifica el encuentro y el dilogo personal.
ga que intenta superar la insuficiencia de los plantea Con la breve explicacin anterior, estamos en condi
mientos transcendentales en la captacin de la alteridad. ciones de comprender las palabras de Buber: No hay
Yo en s, sino solamente el Yo de la palabra primor
b) Personalismo dialgico de Martin Buber dial Yo-T y el Yo de la palabra primordial Yo-Ello.
Cuando el hombre dice Yo, quiere decir uno de los dos.
Pese a ser un pensador del pueblo elegido de Dios, El Yo al que se refiere est presente, cuando dice Yo.
del pueblo especialmente llamado, no es la llamada, sino Tambin cuando dice T o Ello, est presente el Yo de
el encuentro lo primario en la antropologa de nues una u otra de las palabras primordiales. Ser Yo y decir
tro autor. El encuentro se resume en una sola palabra: Yo son una sola y misma cosa. Decir Yo y decir una de
zwischen. La traducimos por entre. Segn Buber, el las palabras primordiales son lo mismo. Quien pronun
hombre es constitutivamente una correlacin con otros cia una de las palabras primordiales penetra en esta
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palabra y se instala en ella (Martin Buber, Yo y T, toexilia de Alemania en 1933, enseando posteriormente
Buenos Aires, Nueva Visin, 1967, p. 10). Es decir, o en Gotemburgo (Suecia), en Oxford y, finalmente, en las
bien se instala en la relacin del dilogo personal, o en Universidades de Estados Unidos de Yale y Columbia.
la relacin que convierte la alteridad en puro objeto de E. Cassirer, sin abandonar nunca el punto de parti
dominio. da neokantiano, se preocupa de mltiples problemas,
En la apertura del Yo, necesaria para constituir el casi todos relacionados entre s por ser estudiados desde
verdadero ser de las cosas y de las personas, radica la la ptica gnoseolgica. As, ciencias naturales, sociales,
importancia metafsica que adquiere en esta antropolo antropologa, filologa, lingstica, historia estn presen
ga el concepto de relacin frente al de causalidad. Sin tes en sus reflexiones filosficas en cuanto son resulta
duda que la causalidad se ha llevado la parte del len do de una conceptuacin de la experiencia. Kant, en este
en las grandes metafsicas clsicas. Martin Buber, sin punto, marc un principio fecundo que, como tal, debe
embargo, establece: en el principio era la relacin (op. ser desarrollado y no confinado nicamente a las cien
cit., p. 22). Es precisamente la relacin del hombre con cias naturales. Por ello, E. Cassirer lo aplica a todas las
su entorno lo que posibilita determinar las distintas es ciencias culturales e histricas. En lo que atae a nues
feras del ser. Sealar tales esferas ha sido un problema tro propsito, vamos a centrar la presente exposicin
viejo y difcil. Y cada metafsica intenta resolverlo desde atendiendo a dos temas: el de la filosofa de las formas
su visin peculiar. Nuestro pensador razona desde su simblicas y el de la concepcin subsiguiente del hom
antropologa y advierte que el hombre se puede relacio bre como animal simblico.
nar con tres clases de seres: con los seres que son me
ramente cosas, con los seres que son personas y con el a) Filosofa de las formas simblicas
T Eterno. Estas diversas relaciones motivan que la me
tafsica, a su vez, se seccione en los respectivos reinos El conocimiento cientfico no es ms que una de las
o esferas del mundo, del hombre y de Dios, tan vincu formas de aprehender la realidad que tiene la inteligen
lados y tan distintos entre s. cia humana. Existen, adems, otras formas y, por ello,
Junto al personalismo francs o junto a la dialogici todo monopolio exclusivista a este respecto por parte de
dad buberiana, se puede aadir en el acceso al lenguaje las ciencias naturales resulta errneo. E. Cassirer pre
desde el hombre el pensamiento de E. Cassirer. Tam tende demostrar estas ideas investigando los diversos
bin en ste, aunque de manera diversa, el lenguaje apa modos de captacin del mundo y de las cosas que le es
rece como mediacin universal simblica en la ad al hombre propio y connatural. Con esta finalidad es
quisicin del conocimiento de la verdad objetiva. cribe su obra ms conocida, Philosophie der symboli-
schen Formen (vol. I: Die Sprache; vol. II: Der Mythos;
vols. III y IV: Phaenomenologie der Erkenntnis), Ber
El hombre, animal simblico ln, 1924. Existe traduccin al castellano, promovida por
el Fondo de Cultura Econmica (Mxico), en cuya edi
E. Cassirer (1874-1945), procedente del idealismo torial, por otra parte, han sido vertidas tambin al cas
transcendental, perteneci a la direccin neokantiana de tellano la mayora de las obras de E. Cassirer.
la Escuela de Marburgo y asisti a la disolucin de la Segn lo indicado, la filosofa de las formas simb
misma en 1922. Profesor en Berln y Hamburgo, se au- licas no quiere ser una metafsica, sino una fenomeno-
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logia del conocimiento, entendido ste en su sentido ms de la naturaleza. E. Cassirer acepta estos planteamien
amplio. Es decir, en cuanto actividad espiritual median tos de Cohn sobre la importancia del mtodo o forma
te la cual construimos un mundo con su estructura de conocer a priori, pero defiende, a su vez, que la idea
original, con su orden, con su ser-tal (So-sein). La crti de mtodo o forma debe ampliarse, en lugar de restrin
ca de la razn kantiana se convierte, as, para Cassirer girla al estrecho marco de las ciencias naturales. Por
en crtica de la cultura que, a su vez, conduce a la ela ello, ser necesario considerar las diferentes produccio
boracin de una morfologa del espritu. Este plantea nes de la cultura espiritual, el idioma, el conocimiento
miento cassireano toma, como punto de partida, el pro cientfico, el mito y la religin que, reconocidas todas
blema kantiano de la oposicin entre sujeto y mundo sus diferencias, se convierten en miembros de un solo
tal como lo formul Cohn, otro de los grandes repre conjunto problemtico. Con esta finalidad, E. Cassirer
sentantes de la Escuela de Marburgo. El mundo pasa a recurrir a la nocin de smbolo, que en l, viene a equi
ser objeto en virtud de un a priori. Ahora bien, este a valer a signo. El signo no es un velo contingente del
priori ha sido interpretado casi ininterrumpidamente en pensamiento, es su rgano necesario y esencial. La re
trminos de subjetividad haciendo bascular toda la pro lacin entre el pensamiento y los signos es una relacin
blemtica al mbito de la psicologa y, con frecuencia, principal y en ella se expresa la autoconstruccin del
degenerando en un psicologismo relativista escptico. saber. El acto que consiste en determinar intelectualmen
Con ello, las oposiciones clsicas (real-posible, objeto- te un contenido va unido ntimamente al acto que lo fija
concepto, cosa-idea, objetivo-subjetivo) que el kan en tal o cual signo caracterstico. Pero esto plantea el
tismo intent superar con el a priori persisten porque problema clave de la teora de las formas simblicas:
no basta para explicarlas con reducir el sujeto al otro su relacin con la pura vida que constituye el fondo de
componente del dilema. Esta interpretacin equivocada, toda experiencia. La verdad de la vida slo parece darse
segn Cohn, lleva a ste a analizar la teora kantiana en la pura inmediatez. Ahora bien, cualquier compren
estableciendo la distincin entre sujeto y manera de co sin simblica mediatiza y, por ello, da la impresin de
nocer del sujeto. El mtodo transcendental, el a priori, que la vida se escapa a su captacin en su realidad au
no se aplica en Kant al sujeto, sino a nuestra manera tntica.
de conocer los objetos en cuanto debe ser a priori. Para Para solventar este problema, E. Cassirer introduce
probar esta tesis, Cohn recurrir de nuevo a otra dis el concepto hegeliano de mediacin. Segn ste, por
tincin: la del a priori metafsico y la del a priori trans medio del smbolo y de la reflexin sobre el smbolo, la
cendental. El a priori metafsico nos muestra nicamen vida se mediatiza, pero consigo misma en cuanto con
te que un concepto no est dado por la experiencia y ciencia. El contenido de la vida se nos revela unido ne
que, por lo tanto, es autnomo e independiente de sta cesariamente a la forma espiritual que es su propio acto.
en su funcin representativa. Del a priori metafsico debe En efecto, no es en la pura inmediatez pasiva, sino en
la mente elevarse al a priori transcendental que es aquel su acto, donde el espritu se descubre a s mismo, al
que objetiva el concepto. Su funcin es la de cons tiempo que descubre la realidad. La suprema verdad ob
truir los elementos desordenados y caticos proceden jetiva que el espritu descubre es finalmente la forma
tes de la experiencia. Para Cohn, sin embargo, la expe de su propio acto. En la totalidad de sus operaciones y
riencia no es en modo alguno la vida transcendental de en el conocimiento de las reglas especficas mediante las
la conciencia, sino solamente la matemtica y la ciencia cuales cada una se halla determinada, el espritu posee,
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al reducirlas a la primigenia unidad en la que se hacen contramos slo cosas de erizo de mar. El mundo pro
posibles y se constituyen, la intuicin de s mismo y la pio de cada especie biolgica lo experimenta sta por
de la realidad. De este modo, queda establecida una co medio de su anatoma, del nmero y distribucin de sus
rrelacin entre experiencia y sentido. La unidad de ex sentidos y de las condiciones de funcionamiento de que
periencia y sentido se realiza en el paso de lo produci est dotado su sistema nervioso. Y la estructura de la
do a la funcin por la que se produce. Ese movimiento experiencia se verifica como una suerte de crculo fun
revela la ley de la conciencia que recorre tres estadios cional que obedece al binomio empirista tan conocido
sucesivos: el de la expresin, el de la representacin y de estmulo-respuesta. Cada organismo, pues, goza de
el del conocimiento. El primero domina el mundo mti un sistema receptor de estmulos y de un sistema
co y el lenguaje del arte en el que lo sensible est en s efector de respuestas a dichos estmulos. En el caso
mismo impregnado de un sentido inmediato y posee su de los organismos no humanos, la respuesta al estmulo
mmica propia. El segundo desarrolla el lenguaje, que es inmediata y directa.
es a la vez constitucin y articulacin del mundo perci Qu acontece con el hombre cuando aplicamos a
bido en el que la relacin entre sentido y sensible es su experiencia especficamente humana este esquema?
analgica. Y, por ltimo, con el conocimiento, el sm El anlisis del crculo funcional, llevado a cabo por
bolo adquiere su elaborado ordenamiento de esquema E. Cassirer sobre el hombre, pone de relieve que el
tismo del concepto. campo de experiencia humana se ha ampliado cuantita
El movimiento del simbolismo es, pues, una suerte tivamente respecto al de los dems animales. Y, adems,
de autopenetracin del pensamiento en general, capta en cuanto se refiere a los aspectos cualitativos nos en
da en su historia, la revelacin de las capas que funda contramos con que entre el sistema receptor y el efector
mentan el saber que los asume. Por ello, la filosofa de humano se da una respuesta no inmediata y directa,
las formas simblicas resulta ser una fenomenologa del sino demorada, mediante un eslabn intermedio que po
conocimiento y, a la vez, los prolegmenos de una futu demos denominar mundo simblico. Lo especficamen
ra filosofa cultural. Dentro de esta visin, el hombre te humano, la marca distintiva de la vida del hombre es
aparece concebido como animal simblico. su naturaleza simblica. Toda la vida humana se trans
forma en virtud de la mediacin simblica. Para algu
b) El hombre, animal simblico nos filsofos, como Rousseau, este fenmeno no perfec
ciona al hombre, sino ms bien deteriora su naturaleza.
E. Cassirer, en su Antropologa filosfica (Mxico, De aqu su famosa expresin: el hombre que piensa es
FCE 1945), aplica al estudio de la naturaleza del hom un animal depravado. Aunque el hombre desease re
bre el esquema que el bilogo Juan von Uexkll aplica gresar a la pura animalidad de la que nos habla Rous
a los diversos organismos existentes en el universo. seau, no le sera posible. Su naturaleza est constituida
Segn este bilogo, cada organismo es un ser mondico y estructurada de tal modo que rebasa el mbito pura
que posee un mundo propio y, en consecuencia, una ex mente fsico para vivir, aprehendiendo la realidad y po
periencia peculiar del mismo. La experiencia de una sesionndose de la misma, en un universo simblico.
especie biolgica jams es transferible a otra. En el Partes importantes de este universo son el lenguaje, el
mundo de una mosca, dice Uexkll, encontramos slo mito, el arte y la religin.
cosas de moscas, en el mundo de un erizo de mar en Al no poder enfrentarse el hombre directa e inme
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diatamente con la realidad, parece que lo fsico retroce la velocidad, maniobras y dems vicisitudes de la nave
de, se va evanesciendo, en la proporcin y medida en gacin.
que la actividad simblica humana se agranda y desa De manera anloga, la ruta idealmente trazada por
rrolla. Por ello, su situacin tanto terica como prctica, la que debe caminar la filosofa del lenguaje necesita
en el trato con las cosas, est configurada y envuelta tambin, para plasmar en concreto el trayecto recorrido
por las formas lingsticas, artsticas, msticas y religio diariamente, su cuaderno de bitcora. Dos tipos de ano
sas. La razn humana no es una actividad que se plasme taciones van a configurar la fisonoma de este cuaderno.
de modo genuino nicamente en lo lgico o cientfico. El primero mostrar las reflexiones que sobre el lenguaje
Por el contrario, la razn se explcita y manifiesta en la suscitan los planteamientos hechos por los filsofos. Y
diversidad activa de las formas simblicas ya indicadas. el segundo sealar la orientacin bibliogrfica por me
La definicin, entonces, ms adecuada del hombre no dio de la cual puede el alumno reconstruir el rumbo de
vendra resumida en la expresin aristotlica de animal nuestra singladura. De este modo, la exposicin de los
racional, sino ms bien en la de animal simblico. temas ir transformando la filosofa del lenguaje en una
El a priori kantiano no recae sobre el sujeto transcen filosofa particular y personal. Este es, al menos, el pro
dental, sino, segn el pensamiento de Cassirer ya cita psito del presente cuaderno de bitcora.
do, sobre el mtodo o las formas mediante las cuales
se constituye y capta la realidad, como objeto del co
nocimiento. Ser hombre es ser lenguaje
As pues, el acceso a la filosofa del lenguaje desde
la perspectiva antropolgica tiene como denominador El hombre vive instalado en un mundo maravilloso:
comn tanto en la orientacin personalista, como en la el mundo del lenguaje. El trmino lenguaje se aplica
dialogicidad de M. Buber o en la concepcin cassirea- tambin al reino animal. Se habla, as, del lenguaje de
na, el considerar al lenguaje mediacin universal para las abejas o de las hormigas, del lenguaje de las ba
la comunicacin humana. Lo cual, a su vez, presupone llenas o de los chimpancs, slo por citar algunos ejem
una visin del ser humano como expresin con pleni plos. A cada especie animal correspondera, segn esto,
tud de sentido que se revela pero que deja oculto siempre un cdigo comunicativo. Se sabe que las abejas inter
el elemento inefable que hace posible toda posterior cambian informacin sobre la localizacin de la comida
epifana que es de ndole derivada y exige interpretacin mediante danzas muy complejas y que las hormigas se
o hermenutica. comunican por un procedimiento qumico, dejando ras
tros en el suelo para que puedan seguirlos otras hormi
gas. Por otra parte, las ballenas se relacionan entre s
Cuaderno de bitcora en el agua a largas distancias mediante la emisin de
sonidos peculiares. Parecera, pues, que el mundo ma
Quienes guardan relacin con el mundo de la mar ravilloso del lenguaje es algo comn a los hombres y a
saben que bitcora es una suerte de armario, fijo a la los animales. Sin embargo, nada ms lejano a la reali
cubierta del barco e inmediato al timn, en donde se dad, ya que el cdigo comunicativo de los animales no
colocan la aguja de marear y, a su lado, un cuaderno sobrepasa nunca la pura esfera instintiva. A este res
cuaderno de bitcora en el que se apuntan el rumbo, pecto, son altamente curiosas y de gran valor las expe
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riencias llevadas a cabo con las chimpancs Viki, Was- lacin con los objetos. En los experimentos se demostr
hoe y Sara. La raza de los chimpancs ha dejado fuera que Sara era capaz de usar signos para referirse a obje
de duda su capacidad intelectual. Con ellos, se ha lo tos ausentes y de establecer un orden en las secuencias
grado en diversas experiencias determinar cmo pueden de dichos signos.
fabricar y utilizar instrumentos (por ejemplo, bastones En la actualidad, proliferan las experiencias con
para extraer termitas de los hormigueros), cosa que an monos, especialmente en universidades norteamericanas.
tao se consideraba prerrogativa del hombre. En el la Lo que interesa poner aqu de relieve es la conclusin a
boratorio, han demostrado tambin su capacidad de la que han llegado: el lenguaje compete de manera pro
aprender a hacer distinciones y a resolver problemas pia e intrnseca nicamente al hombre. A las otras es
muy complicados. Si el lenguaje est ntimamente vin pecies animales se les atribuye de manera en cierto
culado a la facultad intelectual, los chimpancs debe modo abusiva por la relacin extrnseca que pueden
ran hablar. Y el hombre debera descubrir su sistema guardar con el sistema lingstico humano. En efecto,
lingstico. Al resultar esto imposible, los investigado las experiencias descritas han demostrado, por un lado,
res han optado por proceder a la inversa: conseguir que que los chimpancs son ms inteligentes de lo que se
aprendan a hablar el lenguaje humano. Pero Viki, al crea, pero, por otro lado, que son incapaces de hablar
cabo de cinco aos de adiestramiento y sirvindose de y de aprender a comunicarse por medio del lenguaje
las mejores tcnicas logopdicas conocidas, slo logr humano.
articular tres palabras, mam, pap y cup (taza). La razn de esta diferencia fundamental entre el c
Ante este fracaso, veinte aos despus con la chimpan digo comunicativo animal y el del hombre reside en el
c Washoe se utiliz el lenguaje de los gestos con el que fenmeno conocido como doble articulacin. La comu
se comunican los sordos. En comparacin con Viki, los nicacin animal, aunque pueda referirse a algn acon
progresos de Washoe fueron espectaculares. A los cua tecimiento externo comn tanto para el emisor como
tro aos de edad haba aprendido a responder correcta para el receptor es una seal con valor siempre fijo que
mente a unos 500 signos y era capaz de utilizar, de determina un tipo de comportamiento y slo uno en el
modo fiable, ms de 80. De mayor importancia resultaba receptor. Por el contrario, la doble articulacin asegura
el hecho de que Washoe fuera capaz de generalizar a los conjuntos significantes de las lenguas humanas un
estos signos, aplicndolos a objetos distintos e, incluso, constante enriquecimiento respecto a las unidades lxi
ausentes. Aunque el ritmo de desarrollo del aprendizaje cas y a sus significados. El material fnico de cualquier
de la chimpanc era mucho ms lento que el de los lengua humana distingue entre vocales y consonantes.
nios, la experiencia mostraba que su inteligencia era Es fcil comprobar la gran productividad de las combi
mayor de lo que se supona. Con la chimpanc Sara se naciones monosilbicas y, con mayor motivo, de las com
utiliz el mtodo de fichas. En lugar de ensearle ges binaciones plurisilbicas, tomando a ttulo ilustrativo un
tos siguiendo la gramtica de los sordos, se le ense a nmero reducido de vocales y consonantes. Fijmonos,
manejar fichas de distintos tamaos, formas y colores. por ejemplo, en las consonantes p, b, d, r y en las vo
Sara aprendi a asociar una cosa distinta con cada ficha: cales a, e y o. A nivel monosilbico, podemos obtener
una serva para referirse a la misma Sara, otra al expe las siguientes palabras: pe, be, de, pa, ba, da, ro, etc.
rimentador, otra para los pltanos, otra para el choco Una simple reduplicacin nos dara: pepe, bebe, papa,
late, etc. Las fichas, adems, no guardaban ninguna re baba, dada, roro, etc. El nmero de combinaciones mo
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nosilbicas, bisilbicas o plurisilbicas nos advierte de receptculo de carcter pasivo mediante el cual el silen
la riqueza lxica de que constan las lenguas humanas. cio pierde su mudez uniforme y se transforma en una
Hasta el punto de que ninguna de ellas llega a utilizar expresin. Por otro lado, en sta se da tambin un fe
todas sus posibilidades. Esta articulacin de fonemas nmeno de carcter activo que resulta del proceso libe
configura la segunda articulacin. En su virtud, se rador del silencio por el que ste convierte su expresin
construyen palabras dotadas de sentido y, por tanto, en una ex-posicin. Ser ex-presin es declararse libera
seales sonoras diferentes de todas las dems seales do de la reduccin opresiva de la palabra y, por lo tanto,
sonoras. A su vez, cada una de estas palabras, que salir de su emprisionamiento para la mostracin o ex
gozan en s de autonoma significativa, se utiliza, si posicin de s mismo. Toda ex-presin (ex, premo) acaba
guiendo reglas sintcticas, en la posterior elaboracin de en una ex-posicin (ex, ponere). El mundo, el universo
oraciones y frases. Tales unidades lxicas combinables todo, est as ex-puesto de manera necesaria y, por ello,
en conjuntos ms amplios frases, oraciones consti con un solo y nico sentido para quien lo examine. Todo
tuyen la primera articulacin. Si a esta estructura bsica l es ex-posicin: periferia e interioridad coinciden. El
se le aaden los fenmenos de la sinonimia, polisemia, hombre, sin embargo, supera esta manera de ser, en
metonimia y metfora, entre otros, se tendr dibujado cuanto que su expresin es una exposicin que respon
con cierto rigor el cuadro del lenguaje humano en su de a la percepcin autoconsciente de una llamada libe
riqueza funcional apelativa, expresiva y representativa. radora, ante la cual caben diversas opciones, diversos
La doble articulacin y los efectos que comporta, con sentidos. La palabra original fundante reviste el carc
virtiendo al lenguaje en algo especfico y propio nica ter de llamada que exige elegir entre las mltiples res
mente del hombre, son estudiados por la ciencia lings puestas posibles. Por ello, el decir humano comporta
tica. Sobre este presupuesto, a la filosofa del lenguaje intrnsecamente libertad y a la vez negacin de la sole
le corresponde la pregunta acerca del fundamento lti dad. Hablar significa no estar nunca solos. Siempre,
mo en razn del cual es posible la pertenencia del hom cuando se habla, hay alguien que dice y alguien que es
bre al mundo maravilloso del lenguaje. cucha y responde. El solipsismo lingstico es imposi
Si la actividad netamente distintiva del hombre es ble. Toda palabra pronunciada expresa una interioridad
la de hablar, parece que debe ser admitido, entonces, hecha de misterio y epifana, de apariencia sonora y de
que la naturaleza humana es esencialmente de ndole realidad profunda que se convierte en comunicacin. En
verbal. Ser es ser expresin, pero ser hombre es ser ex algo que se hace comn o en algo que unifica a alguien
presin que dice. La palabra lo es todo y el silencio su con, en la ms estricta etimologa de com-municare.
sntesis por reduccin opresiva. Por ello, cuando el si La comunicacin, as, verificada por medio de la pala
lencio logra romper su encierro, queda libre y se expan bra logos se transforma en dilogo y relacin per
de, sale hacia fuera, manifestndose como ex-presin. sonal. La diccin humana es siempre condiccin. Por ser
A este fenmeno alude el sentido etimolgico de la pre en s mismo respuesta a la palabra fundante que le
posicin ex y el verbo latino premo.- revelacin de lo que llama, el hombre dice libremente un sentido y un signi
estaba prensado, encogido y oculto. Esto slo es posi ficado, pero oculta, a la vez, su capacidad de mltiples
ble si el silencio est invadido constitutivamente por la respuestas. Y, por ello, exige de manera continuada una
palabra original fundante. As, la expresin, por un lado, interpretacin.
en cuanto trmino de la accin de la palabra es puro El lenguaje, como nocin abstracta, est unido al
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hombre considerado en su dimensin especfica y goza Leroy, sucinta pero de calidad, hace un recorrido por la
de independencia y autonoma respecto de cada hom historia de la lingstica que abarca desde la antige
bre singular que lo utiliza para manifestar su forma ori dad (hindes y griegos) hasta la obra fundamental del
ginal de ser. Sin esta forma original de ser de la natu Cours de F. de Saussure en el siglo XX y sus influen
raleza verbal humana no se conciben ni los sistemas cias, los volmenes de Szemerenyi presentan con cierta
simblicos, que son lenguas concretas, ni las construc amplitud las corrientes lingsticas ms importantes de
ciones intrnsecas de los mismos. Entendimiento y volun slo este mismo siglo XX. El primero abarca prctica
tad, en esta perspectiva, son primariamente facultades mente los primeros cincuenta aos con la exposicin de
de comprensin y comunin entre los hombres y realizan doctrinas de autores como F. de Saussure, L. Bloom-
su cometido, de modo sobresaliente, por la diccin. sta, field, E. Sapir, entre otros. El segundo comienza con las
sin embargo, no podra cumplir tal funcin si no men Cartas de Stalin en 1950 sobre la lingstica y pasa
tase realidades. El mundo, el universo todo, es ganado revista a los grandes tericos de las diferentes naciones.
en su expresin-exposicin para el conocimiento comu As, por un lado, trata la lingstica histrica y compara
nicativo y dialgico por el lenguaje. Su significado y tiva en Amrica y en Europa y, por otro, los problemas
sentido nico se enriquece en la con-diccin humana. de la lingstica general que se desarrollan en Francia
(Martinet, Tesnire, Guillaume), en Alemania (Weis-
gerber, Gipper, Glinz) y en Inglaterra (Firth, Gardi-
Itinerario bibliogrfico ner, Wittgenstein). En ocasiones muy contadas, existen
investigaciones sobre la historia de la filosofa del len
El presente mapa bibliogrfico se limita a sealar las guaje en pocas determinadas. Por ejemplo, M. Beu-
obras escritas en castellano o traducidas a ste que pa chot, La filosofa del lenguaje en la Edad Media, obra
recen tiles en el excurso enriquecedor que pretende ha publicada por la Universidad Autnoma de Mxico
cerse por el campo de lecturas. Se trata, pues, ms de un (UNAM) en 1981. Tambin, de forma monogrfica, me
indicador que de un elenco exhaustivo. A su alrededor, rece citarse T. Andrs, El nominalismo de Guillermo de
puede el alumno interesado en la materia ir ampliando Ockham como filosofa del lenguaje, Madrid, Gredos,
en crculos concntricos su visin de los diversos temas 1969. Libros de complemento til, para el acceso hist
que en las pginas anteriores han sido esbozados hasta rico a la filosofa del lenguaje, son igualmente: J. Ven-
llegar, segn expresin de Ortega, a aprehender la dryes, El lenguaje. Introduccin lingstica a la historia,
esencia y las rosas. cuya versin del francs fue realizada por Manuel de
Para el acceso histrico a la filosofa del lenguaje Montolu y Jos M.a de las Casas, debindose la edicin
conviene tener siempre a mano una historia de la Lin a la Unin Tipogrfica Editorial Hispano Americana
gstica. En este aspecto, dada la multiplicidad de ma (UTEHA) en Mxico, 1958 y M. Foucault, Las palabras
nuales existentes indicamos slo algunos: M. Leroy, Las y las cosas, editada por Siglo XXI, Buenos Aires, 1968.
grandes corrientes de la lingstica, editada por el Fondo En torno al mtodo fenomenolgico, para el acceso
de Cultura Econmica en Mxico en 1969 y los dos vo de esta manera husserliana de abordar el lenguaje, es
lmenes de O. Szemerenyi, Direcciones de la lingstica provechosa la lectura del libro de I.M. Bochenski, Los
moderna, publicados por Gredos, Madrid, el primero en mtodos actuales del pensamiento, Madrid, Rialp, 1957;
1978 y el segundo en 1986. Mientras que la obra de todo el captulo II (pp. 39-66) versa sobre el modo de
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proceder metodolgico que ejercitan los pensadores de Alston, P. Edwards, N. Malcolm, J.O. Nelson y A.N.
esta corriente filosfica actual. Ya ms en concreto, prior. Los orgenes de la filosofa analtica. Moore, Rus-
R. Scherer, La fenomenologa de las Investigaciones sell, Wittgenstein. En esta obra, cada uno de los autores
lgicas de Husserl, Madrid, Gredos, 1969, nos ofrece toma a su cargo la exposicin resumida de los pensa
especialmente en el captulo tercero de la segunda parte dores en cuyo entorno se fue constituyendo la filosofa
la concepcin que Husserl tiene de la idealidad del len analtica. Una visin sistemtica del desarrollo de sta
guaje y en el captulo sexto las leyes a priori de los nos la da J.J. Acero en su libro Filosofa y anlisis del
significados y la estructura del discurso. Tambin en la lenguaje, Madrid, Cincel, 1985 y una antologa de textos
editorial Gredos, Madrid, 1977, se encuentra la obra de con una buena introduccin la ha realizado J. Muguerza,
A. Lpez Quints, Cinco grandes tareas de la filosofa La concepcin analtica de la filosofa, Madrid, Alianza
actual. La ampliacin de la experiencia filosfica. En Universidad, 1974, en dos volmenes. Interesante resul
ella, para nuestro propsito, interesan los captulos pri ta tambin, como lectura introductoria, el estudio de
mero de la primera parte y noveno de la segunda, aun E. Gellner, Palabras y cosas, Madrid, Tecnos, 1962 y,
que por su temtica importante en el momento actual acerca de lo que entienden por anlisis los filsofos de
de la filosofa no estara de ms la lectura completa del esta corriente conviene tener en cuenta a J.O. Urmson,
libro. Ciertamente, la lectura que no debe faltar en este El anlisis filosfico, Barcelona, Ariel, 1978, y V.C. Chap-
apartado es la que presenta E. Forment Giralt, en su pell, El lenguaje comn, Madrid, Tecnos, 1971, especial
investigacin Fenomenologa descriptiva del lenguaje, mente el captulo segundo debido a G. Ryle en el que
editada por Promociones Publicaciones Universitarias explica el significado de lenguaje comn o coloquial.
(PPU) en Barcelona, 1984. La tesis defendida por For No sera superfluo, llegados a este punto, un primer
ment Giralt intenta probar que la lingstica actual se contacto con dos figuras representativas: B. Russell y
fundamenta en la concepcin fenomenolgica del len L. Wittgenstein. Para el primero, es aconsejable su li
guaje. De modo particular, en las Investigaciones lgicas bro: La evolucin de mi pensamiento filosfico, Madrid,
de E. Husserl. Si la lectura de la obra de Forment Giralt Alianza, 1976; para el segundo, sus dos obras fundamen
se hace con atencin, se comprobar cmo en la medida tales: Tractatus Logico-Philosophicus, Madrid, Revista
en que se va elaborando la teora de la gramtica pura, de Occidente, 1957 y sus Investigaciones filosficas, por
aparece el mtodo fenomenolgico en ejercicio con sus desgracia todava sin traducir al castellano, aunque se
diferentes reducciones o epojs. haya anunciado con frecuencia tal versin. El anlisis
La bibliografa que puede enriquecer la visin del ac dentro del movimiento neopositivista puede encontrar
ceso analtico al tratamiento filosfico del lenguaje es una ampliacin fructfera con la lectura de los siguien
muy amplia, tanto en razn de la importancia de los tes libros: V. Kraft, El Crculo de Viena, Madrid, Taurus,
pensadores que en esta corriente se mueven, como en 1966; A.J. Ayer, El neopositivismo lgico, Mxico-Buenos
razn de la diversa temtica sobre la que especulan. Aires, FCE, 1965. Y, como muestra concreta de la re
Dado que habr ocasin de volver con mayor detalle a duccin de la metafsica a pseudo-proposiciones: R. Car
las concepciones analticas, aqu slo se indican algu nap, Filosofa y sintaxis lgica, Universidad Autnoma
nos libros de ndole introductoria. Desde la perspectiva de Mxico (UNAM), 1963.
histrica de la gnesis de este movimiento filosfico in Campo de lecturas sobre el acceso hermenutico a
gls se halla en la editorial Tecnos, Madrid, 1976 a W.P. la filosofa del lenguaje es el formado fundamentalmen
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te por las obras originales de los pensadores que perte de Paul Ricoeur. Teora y prctica de la comprensin
necen a esta corriente de pensamiento. Desde las de filosfica de un discurso, Publicaciones de la Universi
F. Schleiermacher hasta las de G. Gadamer, pasando por dad de Sevilla, 1978. El pensamiento dialgico de Mar
las de W. Dilthey y M. Heidegger. Como visin panor tin Buber es expuesto de modo claro y no sucintamente
mica de problemas y pensadores hermenuticos es con por D. Snchez Meca, Martin Buber. Fundamento exis
veniente tener en cuenta, la obra de E. Coreth, Cuestio tencial, Barcelona, Herder, 1984. Especialmente son
nes fundamentales de hermenutica, Barcelona, Herder, aconsejables los seis captulos que conforman la segun
1972. Aunque su orientacin es principalmente teolgico- da parte. Dada la sencillez y carencia de dificultades en
escriturista, el captulo segundo de la primera parte hace su lectura, se puede abordar directamente la obra fun
una sinopsis de la problemtica filosfica. Otro tanto damental de Martin Buber, Yo y T, Buenos Aires,
sucede con el libro de L. Maldonado, El menester de Nueva Visin, 1969. No acontece lo mismo con la obra de
la predicacin, Salamanca, Sgueme, 1972, que en sus E. Cassirer, que exige una previa iniciacin. Para sta,
primeras treinta pginas resume el itinerario filosfico proponemos por la conexin que establece con la herme
hermenutico. La editorial Anthropos, ms recientemen nutica a Ortiz-Oss, Mundo, hombre y lenguaje crtico,
te, ha publicado la obra de A. Ortiz-Oss, La nueva Salamanca, Sgueme, 1976, las pginas de la presenta
filosofa hermenutica. Hacia una razn axiolgica, Bar cin general. En un momento posterior, es conveniente
celona, 1986. Para nuestro propsito, interesa la lectura ya la misma lectura de E. Cassirer, Antropologa filos
de los cuatro primeros captulos de la seccin primera. fica, Mxico, FCE, 1944, particularmente el captulo se
En castellano, sobre Gadamer, publicado por la funda gundo de la primera parte y el captulo octavo de la
cin Friedrich Ebert y elaborado por varios autores ha segunda. Igualmente, la introduccin al primer volumen
aparecido: El pensamiento alemn contemporneo, Ma de su Filosofa de las formas simblicas, tambin edi
drid, 1985. Gadamer es tratado de modo particular en tada por el Fondo de Cultura Econmica.
los tres primeros ensayos.
Un excurso til de lecturas en torno al acceso antro
polgico al lenguaje puede configurarse introductoria
mente por la obra del mismo E. Mounier, Qu es el
personalismo?, Buenos Aires, Criterio, 1956, que nos pre
senta los problemas importantes que lo suscitan y las
soluciones que aporta. De manera ms amplia, un estu
dio sobre esta corriente filosfica en sus figuras ms im
portantes lo ofrecen C. Daz y M. Maceiras, Introduc
cin al personalismo actual, Madrid, Gredos, 1975. Los
cuatro pensadores del personalismo francs, E. Mounier,
J. Lacroix, M. Ndondelle y P. Ricoeur son analizados
de modo bastante correcto y suficiente. Ya ms en con
creto, para P. Ricoeur, tenemos una investigacin muy
pormenorizada y de valor en el libro de Mariano Peal-
ver Sim, La bsqueda del sentido en el pensamiento
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Captulo III
PROBLEMAS ONTOLGICOS DEL LENGUAJE:
LA CONCEPCIN ESPECULAR
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La metafsica en la gramtica de los lingistas pre a cambios. La concepcin de la lengua, pues, reve
La naturaleza del lenguaje fue discutida ya en tiem laba la esencia del mundo.
pos muy antiguos. Es clebre y por todos conocido el Platn, en su Cratilo, llam a esta cuestin la de la
planteamiento que del problema hace Platn en su di propiedad de los nombres e intent buscar la razn en
logo Cratilo. Con frecuencia se afirma que la admi virtud de la cual una palabra est unida a la cosa hasta
racin dio origen a la filosofa y a las ciencias. La el punto de significarla y representarla. Tal unin es
admiracin que dio origen a la lingstica naci de la por simple onomatopeya, por libre convencin o por na
pregunta sobre un hecho sorprendente del habla: el turaleza, como quera Herclito? La crtica que a ste
nombre de as cosas. Por qu las cosas, cada una de hace Platn, no exenta de fina irona, deja sin resolver
ellas, tenan su nombre determinado y no otro? Por el problema. No obstante, toda la filosofa platnica se
qu el hombre se llamaba hombre y no de otra mane basa en la unidad entraable entre nombre, idea y rea
lidad de modo que, en ocasiones, resulta difcil deter
ra? Los nombres de las cosas, en la Grecia del siglo V minar los lmites del mbito lgico, metafsico o grama
antes de Cristo, eran bienes transmitidos por los ante tical. La idea de que en el lenguaje queda reflejado el
pasados, exactamente igual que los usos y costumbres, mundo subyace en toda la concepcin que sobre ste
el derecho y la religin. Cuando al contacto con otros elabora. As, por ejemplo, en el libro X de la Repbli
pueblos y gentes descubrieron otros usos y costumbres, ca, 596 A, afirma: No es cierto que a las cosas que tie
otros derechos y religiones tambin con carcter inviola nen el mismo nombre les solemos asignar una nica idea
ble y eternamente fijo, empezaron a reflexionar sobre la o forma?. Platn, al formular esta observacin, desta
validez de los mismos. Qu nmoi eran los verdaderos ca el rasgo profundo del lenguaje mediante el cual un
y genuinos y cules eran espreos? Como criterio, para determinado nombre se puede aplicar exactamente con
discernir esta validez, los griegos adoptaron la razn, el el mismo sentido a un conjunto de objetos diferentes en
logos. Este mismo criterio se vieron obligados a aplicar cuanto individuos. Esto, lgicamente, no sera posible
tambin al problema de los nombres y de las formas si no existiera alguna entidad que correspondiera al
del lenguaje. Por qu son vlidos los nombres? Son nombre, de la cual participaran en el ser los individuos.
vlidos por el uso y la costumbre o por naturaleza? El mundo sobreceleste platnico es fruto de la visin
Herclito de feso, al final ya de la tradicin sacer en la que nombre y realidad gozan de tal unidad indi
dotal, utiliz la doctrina segn la cual la lengua refleja soluble que lleva a descubrir lo que es la cosa analizan
ba en sus categoras las relaciones esenciales de las do el nombre, y lo que ste es analizando la cosa.
cosas, para defender su visin del mundo como un con Aristteles, en su Metafsica, libro VII, 1 (Z, 1, 1.028a
tinuo fluir, semejante al de los ros. Los griegos llama 20-29), argumenta de manera un tanto similar, al decir
ron tymos verdadero, real a la relacin de los nos: De aqu que alguien pudiera plantearse la cuestin
nombres con sus voces radicales que, a su vez, nos de si andar, o estar sano o "estar sentado, implican
daban la esencia de las cosas nombradas. Los nombres que cada una de esas cosas tiene existencia y lo mismo
de la mayora de las cosas se derivaran entonces para respecto de otros estados o circunstancias anlogos. Por
Herclito de palabras que significaban fluir (rhein), que ninguno de estos (modos) puede tener por s mismo
ir (inai) u otra especie de movimiento. De aqu que una existencia propia ni existir separado de la sustan
la estructura interna de los seres estuviera sujeta siem cia, ms an, si algo existe, es aquello que camina o se
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sienta o est sano, lo que ser una cosa que existe. Estas do, y se elabora la llamada sciencia sermocinalis. Vuel
cosas parecen ms cargadas de la nocin de ser, por ve a afirmarse la unidad griega de metafsica (sustan
que bajo ellas se oculta un sujeto determinado. Este cia), lgica (concepto objetivo) y gramtica (nombre sus
sujeto es la sustancia, el ser particular que aparece de tantivo). La obra ms representativa de esta situacin
bajo de los atributos. Pues el bien o bueno o el estar fue la Grammatica Speculativa, debida a Toms de Er-
sentado no significan nada sin esta sustancia. Del an furt. Durante muchos aos fue atribuida a Juan Duns
lisis de oraciones, Aristteles pasa a establecer las ca Escoto y, como tal, incluida entre sus obras. Todava
tegoras ontolgicas sustancia y accidente. A la pregunta en 1902, Mariano Fernndez Garca hace una edicin
de la filosofa griega qu son las cosas, el estagirita res slo de esta gramtica en Quaracchi, defendiendo su per
ponde con su doctrina de la sustancia. Las cosas son tenencia al doctor sutil. Sin embargo, los estudios de
sustancias independientes entre s y de ellas puede pre M. Grabman y el descubrimiento de un manuscrito de
dicarse un modo de ser y obrar. La mente capta este esta obrita permiten actualmente sealar sin duda algu
hecho mediante los conceptos objetivos y stos en el len na a su autor: Toms de Erfurt. Vase a este propsito
guaje tienen su palabra significativa. El nombre sustan el pequeo artculo escrito por M. Grabman en Archi-
tivo es, por excelencia, smbolo lingstico de la sustan vum Franciscanum Historicum, XV (1922) 273-278.
cia. De esta manera, se aprecia cmo la metafsica, la La dependencia del mbito gramatical del ontolgi-
lgica y el lenguaje (gramtica) se construyen sobre tres co, pasando por el cognoscitivo-lgico, se patentiza en
pilares bsicos que se corresponden mutuamente: sus el escrito erfodiense de manera particular ya en las pri
tancia, concepto y nombre sustantivo. Cualquier cam meras pginas cuando nos describe el modo de signifi
bio doctrinal en uno de ellos, repercute en los otros ine car que se da en el lenguaje: activo y pasivo. El modo
ludiblemente. activo es una propiedad de la palabra, concedida por el
Es sabido que la cultura griega pasa al medioevo por entendimiento a s mismo, mediante la cual significa la
medio de dos lneas transmisoras: una, bizantina; otra, esencia de la cosa. Por el contrario, el modo pasivo es
latina. En esta ltima, junto con Calcidio y el Liber de la esencia misma de la cosa, en cuanto significada por la
Causis, se encuentra Boecio como el eslabn ms signi palabra. En consecuencia, la labor del entendimiento es
ficativo. Boecio presenta nuestra problemtica dentro de doble. Por un lado, convierte la palabra en signo, co
la cuestin de los universales. Abelardo, despus, co locndola en el mbito de la gramtica y, mas en con
mienza a hablar de sermo como vox significativa. Surge, creto, en la semntica; por otro lado, aprehende lo que
a, poco a poco una suerte de meta-gramtica, cuyo con la cosa es y, situndose en el mbito ontolgico, carga
tenido ms importante versa sobre los modos de signi de contenido el signo y su diccin. La idea no se identi
ficar que tienen las palabras. Al ser la etapa medieval fica con la cosa, pero en ella se nos da lo que la cosa
profundamente teolgica, los autores se sienten obliga es. La palabra significa en virtud de que recibe como
dos a justificar su discurso sobre Dios. Por ello, raro contenido significativo lo que la cosa es de la idea.
es el escolstico que previamente a sus especulaciones Este fenmeno se hace cada vez ms complejo en la ora
dogmticas no proponga una breve leccin intitulada De cin y en el razonamiento o discurso. Pero siempre, en
modis significandi. Lentamente, en su entorno se va con el fondo, permanece el isomorfismo entre realidad, con
figurando una doctrina en cuyo centro aparece la dis cepto y palabra.
tincin entre la res fsica, la vox y el sermo o significa Esta visin del lenguaje pierde fuerza durante los si
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glos XV y XVI, pero vuelve a cobrar relieve en los siglos crito indito, descubierto por L. Couturat. Este autor
XVII y XVIII gracias a la aspiracin de crear una lengua francs, en su obra Opuscules et fragments indits de
universal por parte de los cientficos y a la publicacin leibniz, Pars, Alean, 1903, en su captulo tercero ofre
de la lgica y gramtica de Port-Royal. ce detalladamente estos diversos intentos, junto a la for
Entre las quimeras, ninguna ms sugestiva en frase mulacin leibniziana del manuscrito indito en las lti
de M. Sarmiento, que la de la lengua universal, que mas pginas. No puede por menos dejar de citarse aqu
cobra impulso en los ltimos aos del siglo XVII, debi la tarea que con estos mismos propsitos, con un sentido
do a una serie de circunstancias, entre las cuales se en ms original y nuevo, propuso en el siglo XVIII el P. Mar
cuentra la creencia en el valor supranacional de la cul tn Sarmiento y de la que nos da exacta cuenta Fernan
tura merced al elemento racional o lgico, comn a todas do Lzaro Carreter en Las ideas lingsticas en Espaa
ellas. Era esta una idea nacida en el Renacimiento, cuya durante el siglo XVIII, Madrid, CSIC, 1949, pp. 118 y ss.
filosofa haba revelado la unidad fundamental del esp Cuando las gramticas vulgares se encuentran en la
ritu humano. Surge, as, la Repblica literaria como necesidad de fundamentar su dogmatismo, hacen de la
nuevo concepto que trata de expresar la comunidad in lgica su ms poderoso auxiliar, como para la lengua
ternacional de todos los hombres, integrados en el cul latina haba hecho El Brcense con su Minerva. Lo in
tivo nobilsimo del saber. Los intentos ms destacados teresante, para la filosofa del lenguaje, en todos estos
en la creacin de esta lengua universal de la Repblica proyectos de la Repblica literaria y en la fundamenta-
literaria corren a cargo de Pedro Bermudo (Aritmeticus cin dogmtica de las lenguas vulgares, reside en que
nomencltor mundi omnes nationes ad linguarum et ser- se mantiene la visin isomrfica ya indicada varias veces
monis unitatem invitans, en Roma, 1653), del mdico entre realidad, lgica y lenguaje. El modelo ms tpico
maguntino Juan Joaqun Becher (1661) y Atanasio Kir- de esta clase de gramticas es donde la correccin idio-
cher (1660). Estos proyectos fueron reformados por mtica depende de la correccin lgica y sta de la cap
Leibniz, en su poca de juventud, pero sin que pudiera tacin metafsica del ser como sustancia, fue sin duda
resolver el profundo inconveniente que los haca estri alguna la Grammaire genrale et raisonne de A. Ar-
les: con ellos poda llegarse a una comunicacin ms o nauld y C. Lancelot, conocida ms vulgarmente como
menos universal, pero siempre circunscrita a la escritura. Gramtica de Port-Royal. Las ediciones de esta obra, en
Intentos ms serios que miraban a la nueva lengua uni vida de sus autores, fueron numerosas. Las ms impor
versal en esa doble vertiente oral y escrita fueron lleva tantes fueron las tres primeras publicadas en 1660, 1664
dos a cabo por los escritores ingleses George Delgarno y 1676, respectivamente. Las de 1660 y 1664 fueron he
(1661) y John Wilkins (1668). El primero public en chas en Pars y esta ltima recibi algunas correcciones
Londres, en la fecha citada, su Ars signorum vulgo cha- y aadiduras. Por lo que se refiere a la de 1676, tuvo
racter universalis et lingua philosophica y el segundo, dos impresiones: una, en Pars y otra, en Bruselas, que
tambin en Londres y en la fecha citada, An Essay to- es la que inalteradamente repiten todas las ediciones
ward a Real Character and a Philosophical Language, posteriores.
with an alphabetical Dictionary. Leibniz, inspirndose Dos son los puntos de partida de esta gramtica: la
en estos proyectos ingleses, concibi una segunda ma consideracin de que la razn es igual para todos los
nera de realizacin del lenguaje universal fundamentn hombres, y la de que la relacin entre lenguaje y pensa
dola en el anlisis lgico que se conserva en un manus miento es idntica en todos los idiomas. Es, por tanto,
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posible elevarse a la contemplacin abstracta del pen de la experiencia. El lenguaje debe ser, en lnea teri
samiento humano, llegando a dictar sus normas que ser ca, igual que el pensamiento humano, inmutable y ex
virn, a su vez, de leyes incontestadas y eficaces en la trao a toda posible alteracin. Por ello, en esta con
elaboracin de cualquier gramtica particular. La razn cepcin isomrfica de las categoras lgico-lingsticas
lingstica funciona como criterio para separar los he no aparecen elementos superfluos, carentes de justifica
chos esenciales del lenguaje de los accidentales que cin racional. Los mltiples idiomas vienen a ser, enton
se sobreponen a aqullos por el uso. De aqu provie ces, tratados como estructuras diferentes superficiales
ne un desprecio constante por el uso que desbarata de un nico esquema profundo y, por tanto, ser indis
toda regularidad legal lingstica. La Gramtica de Port- pensable el estudio comparativo de las mismas. Las ano
Royal, as, se sistematiza segn una dicotoma que, con malas originadas por el uso se consideran como debida
N. Chomsky, podramos describir como oposicin entre al capricho de gente ignorante, cuando no pueden re-
estructura profunda y estructura superficial. Esta lti conducirse ni justificarse por las leyes de la razn.
ma estara constituida como sistema de signos de los Queda patente, para concluir, que en esta gramtica
que nos servimos para comunicar a los otros el pen no caben otras funciones apelativa, expresiva, ftica,
samiento, mientras que la estructura profunda sera el potica comnmente utilizadas en el lenguaje. ste es
mismo pensamiento que slo consigue manifestarse vi analizado slo bajo dos coordenadas: la del pensamien
sible y pblicamente encarnndose en formas lings to con sus articulaciones especficas y la de la estructu
ticas sensibles. Segn la concepcin de esta gramtica ra lingstica, en cuanto vinculada por naturaleza pro
general, entre estas dos estructuras debe existir una rela pia al pensamiento. La Grammaire genrale dominar
cin significante-significado con una ulterior condicin: durante largo tiempo los estudios gramaticales, dando
todo lo que comparece en la estructura superficial debe lugar a mltiples gramticas que hacan de sucedneo
tener su correlato en la estructura profunda. Tal corres suyo en los diferentes pases. As, por ejemplo, en Es
pondencia constituye la garanta de su racionalidad. paa nos encontramos, entre otras, en 1837 con la obra
Es decir, la garanta de que el elemento superficial es Principios de gramtica general de Jos Gmez Hermo-
esencial y no accidental en la lengua y, por ello, no silla, editada en la imprenta nacional de Madrid, o con
debe ser adulterado por el uso. La razn lingstica, la obra de Juan Caldern, Anlisis lgica y gramatical
pues, descubre el orden natural mediante el cual se es de la lengua espaola que en 1843 publica la imprenta
tablece la isomorfa entre una determinada categora gra de A. Vicente en Madrid, con una segunda edicin en
matical (nombre, verbo, conjuncin, etc.) y una catego 1852. Unos aos antes, en 1849 y tambin en Madrid
ra lgica. Esto sirve tambin para la sintaxis. El orden en la misma imprenta, aparece Elementos de gramtica
de las palabras en el discurso no es casual, sino que se castellana de Joaqun Avendao. Y todava en 1910 se
adeca al orden lgico segn el cual las ideas se unen y edita en Madrid por la librera de los sucesores de Ber
enhebran en el razonamiento. Las leyes sintcticas per nardo un volumen, significativo ya en su mismo ttulo,
tenecen al orden natural y necesario de la razn. Por debido a Eduardo Benot. Se trata de la Gramtica filo
este motivo, la gramtica no tiene obligacin de crear sfica de la lengua castellana.
una metodologa propia. Es una ciencia deductiva, que
deriva de la lgica como de su fuente original y que no
puede ser construida ni elaborada partiendo del uso,
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Concepcin especular y filosofa del siglo XX datos sensibles constituyen la apariencia de un objeto
material, como color, forma, dureza que llega a noso
A finales del siglo XIX la concepcin especular del tros por mayor o menor familiaridad con ellos. El cono
lenguaje y, ms en concreto, su decantacin en la Gra cimiento del objeto como tal es, sin embargo, un conoci
mtica de Port-Royal pierde terreno, mientras crece, por miento por descripcin: supone no slo los datos sen
el contrario, el inters por las lenguas vivas y su habla. sibles actuales que capta la persona, sino adems el
A este fenmeno contribuye el mtodo histrico que en recuerdo de otros, junto con el conocimiento de ciertas
estos aos adquiere gran desarrollo e impone, en los es verdades fsicas que presuponen en el trato con los ob
tudios lingsticos, criterios empiristas totalmente aje jetos materiales. Por ello, lo que se conoce directamente
nos al apriorismo del Port-Royal. No obstante, la con son los datos sensibles (sense-data) que en nosotros pro
cepcin especular va a ser recuperada para la filosofa ducen los objetos, pero stos, en cuanto tales, slo son
por algunos de los pensadores ms importantes de nues construcciones lgicas que hacemos en base a nuestros
tro siglo, sistematizndola en una versin lgico-formal: datos sensibles de los que llevamos a cabo descripcio
la del lenguaje ideal perfecto. Bertrand Russell y Lud- nes. El conocimiento por descripcin, as, tiene la im
wig Wittgenstein fueron los expositores ms conocidos portante funcin de permitirnos sobrepasar los lmites
de esta versin, aunque la conciban con matices distin de nuestra experiencia personal. Pero el conocimiento
tos y diversos. por familiaridad es el ltimo fundamento al que hay que
reducir todo conocimiento posterior, incluido el descrip
tivo. Y dado que el conocimiento directo por familiari
Bertrand Russell y el lenguaje ideal perfecto dad es ambiguo, Russell intentar liberar su lenguaje
de la contingencia personal, para ubicarlo en el rigor y
Hasta prcticamente 1917, Russell consider al len exactitud necesarios a la ciencia. El pensador ingls pro
guaje comn u ordinario como algo transparente que pone a este respecto un ejemplo ilustrativo. La palabra
poda ser utilizado sin prestarle mayor atencin (cf. Piccadilly. Quien ha paseado por Piccadilly, y est por
Evolucin de mi pensamiento, Madrid, Alianza, 1976, consiguiente familiarizado con esta calle de Londres, da
pp. 12 y ss.). Diversas dificultades lgicas derivadas de a dicho trmino un significado distinto del que le dar
ciertas expresiones que le surgieron, al elaborar los Prin una persona que nunca haya estado all, por muchas
cipia Mathematica, junto a las ambigedades que conti cosas que sepa de ese lugar. Esta ambigedad del len
nuamente aparecan en el discurso sobre percepciones guaje, procedente del conocimiento familiar directo con
sensibles le llevaron poco a poco a cambiar este punto los objetos, es til y fructuosa para la comunicacin hu
de vista. El lenguaje comn, en efecto, se caracteriza de mana, pero poco eficaz y apta para los propsitos de la
manera importante, segn Russell, por la ambigedad filosofa y de la ciencia.
significativa de sus palabras, ya que el significado de Por otro lado, el problema de la denotacin lleva a
stas depende del conocimiento de la naturaleza de los Russell a examinar ciertas paradojas que surgen en
objetos con los que est familiarizado el hablante. Se nuestro lenguaje ordinario. Fue por aquellos aos muy
trata, aqu, de un conocimiento directo de las cosas conocido su ensayo On denoting, Mind XIV (1905),
(knowledge by acquaintance), contrapuesto al que se ob 479-493, en el que expone su teora de las descripcio
tiene por descripcin. En el conocimiento directo, los nes y que desarrollar en sus Principia Mathematica.
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igualmente, el problema lgico de las clases, que G. Can mentales, y por proposiciones que tienen slo individuos
tor haba puesto de relieve, le sirve a nuestro filsofo como variables aparentes. El tercer tipo lgico est cons
para presentar una doctrina particular y propia acerca tituido por proposiciones con variables aparentes de las
de los tipos lgicos. proposiciones del segundo tipo. Y, as, de manera simi
Mediante la teora de la denotacin, mostraba que lar sucesivamente en los dems tipos. Por ello, ms que
la forma lgica de proposiciones como todos los hom de proposiciones sera conveniente hablar de funciones
bres son mortales era: siempre es verdad que, si x es proposicionales porque la verdad o falsedad reside en
un hombre, es verdad que x es mortal. Y las dificulta os diversos niveles, mientras que el tentativo de satu
des lgicas inherentes a las proposiciones del tipo el rar una funcin proposicional con un argumento de su
actual rey de Francia es calvo o el rey Jorge IV quiso mismo tipo lgico no dara lugar a una verdadera pro
saber si Walter Scott era el autor de los cuentos de Wa- posicin sino a un enunciado carente de significado.
verly se solventaban en su forma lgica: no es siem Como se ha de volver sobre estas teoras con mayor
pre falso de x el que x sea actual rey de Francia y que detalle, cuando se trate el tema del significado, el pre
x sea calvo y que de y sea siempre verdad que, si y sente apunte, en torno a la ambigedad del lenguaje or
es el actual rey de Francia, y sea idntico a x o el rey dinario y las paradojas que en l aparecen en relacin
Jorge IV quiso saber si un hombre y slo uno haba es al conocimiento lgico, intenta mostrar las razones por
crito los cuentos de Waverly y si este hombre era Wal las que Russell consider el lenguaje ordinario insufi
ter Scott. El aspecto ms revolucionario de esta teora ciente e inepto para los fines perseguidos por la filoso
de las descripciones fue la eliminacin del problema me- fa y la ciencia.
tafsico de las proposiciones existenciales y de las para La consecucin de un lenguaje ideal perfecto, libe
dojas, suscitadas en el lenguaje ordinario, en frases con rado de la ambigedad y de las paradojas del lengua
un sujeto no existente. je comn u ordinario, debera hacerse, segn lo expues
Con la doctrina de los tipos lgicos, que nunca sa to, descubriendo la forma lgica de las proposiciones.
tisfizo completamente a Russell, ste pretenda eliminar Y ser este descubrimiento quien conduzca a Russell a
tambin las expresiones paradjicas como las del men una visin ontolgica de la realidad, haciendo as paten
tiroso si miento y digo que miento, digo verdad o te la concepcin especular del lenguaje: en las categoras
digo mentira? ya conocidas y propuestas por los an lgicas de ste se refleja el mundo.
tiguos lgicos megricos. Segn esta doctrina, se dan en El lenguaje ideal perfecto lo describi sucintamente
las funciones proposicionales diversos niveles de signi nuestro pensador britnico de este modo: En el lengua
ficacin en escala jerrquica ascendente. Toda funcin je ideal lgicamente perfecto se dar siempre una
proposicional pertenece a un nivel (tipo lgico) ms ele cierta identidad fundamental de estructura entre el hecho
vado que aquel al que pertenecen los valores de sus va y su smbolo. Es decir, siempre habr una palabra y
riables y, por tanto, no puede dicha funcin gozar de nada ms que una para cada objeto simple, y todo lo
uno de estos valores. El primer tipo lgico contiene slo que no sea simple ser expresado mediante una combi
individuos, realidades lgicamente simples que, por ello, nacin de palabras, derivada por supuesto de las pala
no pueden ser proposiciones. El segundo tipo lgico est bras que se aplican a las cosas simples que lo compon
conformado por proposiciones que no contienen varia gan; una palabra para cada componente simple. Un len
bles aparentes y que son denominadas proposiciones ele guaje de este tipo ser totalmente analtico y mostrar
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je un solo vistazo la estructura lgica de los hechos afir pos dice el estado de las cosas u objetos simples: esto
mados o negados. Los lenguajes reales no pueden tener es blanco, por ejemplo.
esta capacidad lgica perfecta, si han de servir para As pues, las oraciones complejas del lenguaje ideal
los propsitos de la vida ordinaria (Philosophy of perfecto se construirn uniendo oraciones simples me
Logical Atomism en Logic and Knowledge, Londres, diante trminos de enlace como o, y, si... entonces, etc.,
G. Alien and Unwin, 1956, 197 y 198; existe versin y se llamarn proposiciones moleculares en contraposi
castellana con el ttulo Lgica y conocimiento, Madrid, cin a las simples o atmicas. El lenguaje, segn esto,
Taurus, 1960). se descompone hasta sus unidades mnimas no analiza
Segn lo ya indicado, la ambigedad del lenguaje or bles ya en otras ms simples. Unas proposiciones as tan
dinario proviene del significado de las palabras que nos slo podrn describir la posesin de una cualidad por
llega por el conocimiento familiar directo con las cosas una cosa particular, un hecho atmico, un estado de
y por las reglas sintcticas que, a veces, son propi cosas similar al ejemplo citado de esto es blanco. He
cias para la construccin de frases paradjicas. Por ello, chos levemente ms complejos son los que consisten en
el lenguaje lgicamente perfecto, como se dice en la cita relaciones didicas: eso est junto a aqullo. El tipo
russelliana, debe hacer que las palabras de cada propo siguiente ser el de relaciones tridicas, como el hecho
sicin correspondan una por una a los componentes del descrito por esto est entre aqullo y aquello otro.
hecho con el que guardan relacin. Se exceptan, pues, Y as sucesivamente. En todo hecho atmico, pues, hay
palabras como o, no, si... entonces, las cuales tienen una una propiedad o una relacin, ms una o varias entida
funcin diferente, por carecer de conexin con la reali des que son, respectivamente, sujeto de aqulla o sta.
dad y son palabras que se utilizan para componer ora A tales entidades, Russell las denomina particulares. Lo
ciones, traducindose en lgica por functores. Se esta que en la proposicin corresponde a una propiedad es
blece, as, una isomorfa semntica: una sola palabra el predicado. Lo que expresa una relacin suele ser un
para cada objeto simple, y todo lo que no sea simple verbo, o a veces, toda una frase. Y lo que corresponde
ser expresado por una combinacin de palabras. De a un particular es el sujeto, que tiene que ser un nom
manera anloga a como un clculo lgico posee signos bre propio, en razn de que la nica manera de hablar
con los que se construyen sus frmulas y reglas sintc de un particular es nombrarlo.
ticas, Russell pretende sustituir dichos signos por pala Como puede observarse, el anlisis de Russell des
bras, una para cada objeto simple y aadir la sintaxis cubre la identidad de la forma lgica entre la proposi
de la lgica formal. Tendramos, entonces, un lenguaje cin o juicio de la mente y su enunciado lingstico en
ideal lgicamente perfecto. Desde el punto de vista de la oracin. Esto le conduce a la afirmacin de que el
la sintaxis, todas las oraciones complejas de este len mundo, la realidad est, a su vez, constituida por hechos
guaje ideal lgico perfecto podran descomponerse en atmicos, o correlatos coincidentes en su estructura con
oraciones simples, de modo que la verdad o falsedad la forma lgica del juicio y de su oracin gramatical
de las primeras sera una funcin de verdad o false correspondiente. Se da, pues, una perfecta isomorfa en
dad de estas ltimas, como ocurre en cualquier clculo el lenguaje ideal lgico perfecto entre hecho atmico,
lgico. Por tanto, solamente el lenguaje declarativo o juicio de la mente y enunciado gramatical. En este l
asertrico pequea porcin del lenguaje ordinario timo queda reflejado y expresado el mbito ontolgico
podr ser apto para hablar de lo que acontece y que de la realidad. Por ello, Russell llam a su teora gra
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mtica filosfica y a la nueva visin del mundo, atomis trata, en la consideracin de estas dos obras, que haya
mo lgico. El pensador britnico expuso estas ideas en habido una suerte de ruptura en la filosofa de Wittgens
la revista Monist XXVIII (1918), 495-527 y XXIX (1919) tein. As parece dejarlo en claro las obras intermedias
32-63, 190-222 y 345-380 que aparecieron en Logic and como la Gramtica filosfica o los Cuadernos azul y ma
Knowledge. rrn, slo por citar algunas. Se trata ms bien de sea
Aunque algunas veces con puntos de vista diversos lar lo caracterstico y diferencial, especialmente en cuan
y separndose de soluciones lgicas russellianas, Ludwig to a la concepcin del lenguaje se refiere, que existe entre
Wittgenstein expuso de manera ms lcida y sistemti el punto de partida y el trmino del pensamiento witt-
ca la conexin entre los mbitos lgicos, ontolgicos y gensteiniano. En efecto, el Tractatus concibe el lenguaje
lingsticos en su obra Tractatus Logico-Philosophicus, como espejo o reflejo del mundo, mientras que las In
que puede ser considerada como la gramtica filosfica vestigaciones filosficas lo hacen como una actividad na
del atomismo lgico. tural humana, ineludible, que se ejercita en forma de
juegos.
L. Wittgenstein y el Tractatus Logico-Philosophicus Como puede comprenderse, nuestro inters recae por
el momento sobre el Tractatus. Examinaremos, de forma
Al hablar de la personalidad filosfica de L. Witt sucinta introductoria, sus diversas interpretaciones, para
genstein no es infrecuente hallarse con textos que le con despus fijarnos ms detalladamente en la visin del len
guaje que subyace en l.
sideran como el mayor pensador del siglo xx, o, al
menos, como uno de los ms influyentes de nuestro a) Interpretaciones del Tractatus
tiempo. Esta importancia no ha pasado desapercibida
en la filosofa espaola actual, en la que es ya abun El Tractatus Logico-Philosophicus ha sido ledo, des
dante y notoria la bibliografa que se est publicando ledo y, en consecuencia, re-interpretado desde pticas
en torno a su vida y a su pensamiento. ndice ilustrati muy diversas. Principalmente, la anglfona y la viene-
vo de esta preocupacin por Wittgenstein son los estu sa. La primera quizs la ms frecuente destaca la
dios de los jvenes filsofos Muguerza, Hierro-Pescador, contribucin del Tractatus a la filosofa de la lgica, en
Mosterin, Sdaba, los ltimos estudios de Arregui o Pilar lnea con G. Frege y B. Russell. En este sentido, la fi
Lpez, junto a las muchas tesinas que se llevan a cabo gura de L. Wittgenstein viene asociada al Crculo de
en los departamentos de filosofa de las diversas uni Viena y a la problemtica lgico-neopositivista. Es ver
versidades espaolas. Realmente, Wittgenstein se ha dad que nuestro pensador nunca perteneci al Crculo
puesto de moda entre las nuevas corrientes de pensa de Viena; sin embargo, ejerci un gran influjo en sus
miento espaol, aunque dada ya la abundancia de en doctrinas y tuvo en l grandes amigos, como F. Wais-
sayos existentes sobre el tema haya decado un tanto mann. Tractatus y Crculo de Viena coinciden en mu
su inters. chos planteamientos. As, la filosofa anterior constaba
Es algo constante en los escritos sobre este pensa para ellos de pseudo-proposiciones, al no poderse
dor austraco considerar la evolucin de su pensamien constituir en ciencia por no ser verificables sus afir
to poniendo dos etapas significativas: una, la de Trac maciones metafsicas. En efecto, las proposiciones de la
tatus; otra, la de las Investigaciones filosficas. No se ciencia o son lgico-matemticas (analticas) o son emp
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ricas, necesitadas siempre de verificacin experimental. bsico del filsofo austraco por el propsito de separar
El terreno filosfico en que se mueve el Tractatus es el la tica de todo basamento intelectual.
de la moderna lgica simblica propiciada por G. Frege Estas dos pticas interpretativas del Tractatus se ven
y sistematizada y desarrollada por B. Russell. Intrpretes enriquecidas por las de ndole marxista (A. Schaff),
destacados de esta lectura del Tractatus son W. Schulz, estructuralista (K. Wuchterl), existencialista (Ferrater
Feibleman, Blanshard y A. Maslow. Este ltimo, inclu Mora), hermenutica alemana (K.O. Apel), que a veces
so, llega a comparar la obra de Wittgenstein con la de se realizan forzando un poco el texto wittgensteiniano.
R. Carnap. En esta interpretacin, cuyo origen parece A este respecto, conviene no olvidar la exgesis que del
descansar en el mismo Russell, cobran especial relieve mismo texto se lleva a cabo desde la filosofa transcen
las cinco primeras proposiciones del Tractatus, dejando dental (D. Pears, E. Stenius) por la importancia que a
en penumbra las dos restantes. sta se atribuye en los orgenes del planteamiento lin
Algunos autores, dentro de esta visin anglfona, re- gstico en la filosofa analtica.
interpretan el Tractatus desde las Investigaciones filo Dada la validez, mayor o menor, de estas interpre
sficas, sealando que aqul es simplemente un juego taciones no es intencin nuestra tomar partido por al
ms de lenguaje, el de la ciencia. Justus Hartnack, por guna de ellas de forma exclusivista. Con todo, parece
ejemplo, piensa que la filosofa neo-analtica del ltimo oportuno sealar dentro de la interpretacin vienesa
Wittgenstein es la que da sentido a todo su pensamien las influencias que Wittgenstein recibe de F. Mauthner
to. Por este motivo, se minimizan las relaciones del en su concepcin del lenguaje, tanto por lo que se refie
Tractatus con el neopositivismo, superando la concepcin re al Tractatus como por lo que se refiere a las investi
puramente sintaxista y an semntica de sus lenguajes gaciones filosficas. A Mauthner hace alusin el Tracta
artificiales para centrarla en el lenguaje comn u ordi tus en su proposicin 4.031, al decir en ella, toda la
nario. Interpretan a nuestro autor de este modo Urmson, filosofa es crtica del lenguaje (pero no, en absoluto,
Charlesworth y el ya citado Hartnack, entre otros. en el sentido de Mauthner). Es mrito de Russell haber
La lectura vienesa del Tractatus se fija de manera mostrado que la forma lgica aparente de la proposi
especial en el ambiente de la Viena natal, donde Witt cin no debe ser necesariamente su forma real. Quin
genstein pas los aos de su juventud antes de marchar fue F. Mauthner y cul fue su obra? Qu ideas suyas
al Reino Unido. Las ideas, la cultura y el contexto so influyen en L. Wittgenstein?
cial y poltico de aquella poca, no cabe duda, ejercie
ron gran influjo en su filosofa posterior. Algunos lla b) El lenguaje en F. Mauthner y L. Wittgenstein
man a esta lectura del Tractatus interpretacin tica,
ya que las personas que ms trataron a Wittgenstein Fritz Mauthner naci en Horitz (Bohemia) y estudi
insisten en que la tica era el centro de todos sus inte derecho y filosofa en la Universidad de Praga. Sin em
reses. Cartas ntimas del mismo Wittgenstein parecen bargo, su actividad profesional la ejerci como periodis
apoyar con fuerza este punto de vista. En esta lectura, ta. De aqu que con buena dosis de irona aceptase ser
la ltima parte del Tractatus adquiere una importancia calificado por sus censores de aficionado en los terre
muy superior a la del tema puramente lgico. Como re nos filosficos. Con todo, se considera pionero de una
presentante ms significativo de esta exgesis puede adu nueva problemtica superadora de la especulacin kan
cirse a Paul Engelmann, que caracteriza el pensamiento tiana. Y es consciente de su originalidad. En efecto, la
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afirmacin fundamental de la que parte es que la filo simbolismo tiene su versin filosfica en el nominalis
sofa es teora del conocimiento, y sta crtica del len mo y el heraclitesmo. La unidad entre estos tres mun
guaje. Por ello, puede afirmar de s mismo: si yo fuera dos es ms bien de orden ideal. A lo sumo, es a seme
ambicioso, expresara el deseo de ser considerado como janza de las ideas kantianas de carcter regulativo. Como
profesional de esta nueva disciplina que he creado: la puede observarse a la visin simblica del conocimien
crtica del lenguaje (F. Mauthner, Beitrge tu einer Kri- to se adviene por la consideracin del lenguaje como sis
tik der Sprache, 3 vols., Berln, 1901-1903; hay traduc tema tambin simblico.
cin espaola realizada por J. Moreno Villa con el ttu Al pertenecer al mbito del simbolismo, el lenguaje
lo de Contribuciones a una crtica del lenguaje, Madrid, no es ms que un conjunto de signos que representan
Daniel Jorro, 1911. La cita propuesta est tomada de la algo. Una suerte de totalidad grfica en forma de mapa
versin espaola, t. I, P- 12). En este sentido, Wittgens o dibujo que sirve para la vida en el mundo pero que
tein sabe y reconoce que su presentacin del problema no dice nada de lo que ste es. Si queremos afirma
no es original. Subrepticiamente lo declara al final del comparar el lenguaje, que no siendo una realidad, es
prlogo al Tractatus, cuando indica que le resulta indi fuerza y obra, con algo semejante, pensamos en los di
ferente que lo tratado por l haya sido antes pensado bujos, que por su negrura destacan sobre el papel blan
por otra persona. Tanto Wittgenstein como Mauthner, por co y no son ms que signos (Ibd., p. 88). En cuanto
otra parte, estn de acuerdo en que su especulacin ser tales, no revelan la naturaleza de las cosas. Sera mente
slo comprendida por aquellos que hayan tenido pen cato el individuo que quisiera hacer un viaje de inves
samientos parecidos o se hayan movido en un mbito tigacin por frica, no sobre el terreno, sino sobre un
similar. mapa (Ibd., id.). Mauthner insiste en que el lenguaje
La concepcin del lenguaje mautheriana influye de no debe nunca ser reificado. No existe en s, como rea
forma diversa en el Tractatus y en las Investigaciones lidad. Slo existen hombres que hablan.
filosficas. En el primero no de forma tan ntida como Con estos presupuestos parecera que nuestro autor
en la segunda obra. est muy lejos de la concepcin especular o reflejo del
Para Mauthner, la crtica del lenguaje examina el lenguaje. Sin embargo, en el captulo IX sobre hablar y
mecanismo simblico humano, ya que es en el hombre pensar afirma taxativamente que el lenguaje es reflejo
donde se da la posibilidad de traducir un sistema sim de la realidad y, por ello, espejo de la cultura. Y cul
blico dado a otros sistemas. Tal posibilidad pasa siem tura significa, para l, todo el recorrido histrico de la
pre por el lenguaje hablado. A este respecto, distingue humanidad. El lenguaje reflejara la suma de los recuer
tres mundos que se podran calificar mediante los tr dos de la humanidad. Lenguaje y pensamiento se iden
minos adjetivo, sustantivo y verbal. El mundo ad tifican y es, por este motivo, por el que el primero es
jetivo es el del lenguaje humano comn u ordinario que espejo y reflejo del segundo. La especularidad del len
da origen a la visin materialista ingenua. El mundo guaje queda, as, restringida al pensamiento y no abar
sustantivo corresponde al de la metafsica que, como ca a la realidad, dado el escepticismo del que Mauthner
el anterior, fundamenta su realismo en la tendencia fi hace gala respecto al conocimiento del mundo por parte
losfica a suponer que, dada una expresin, debe exis del hombre. Con todo, existe un lenguaje que recibe trato
tir una realidad que le corresponda. Por ltimo, el especial en razn de su eficacia. Es el cientfico. Mien
mundo verbal connota el conocimiento cientfico, cuyo tras que el poeta goza del poder de expresar sentimien
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tos y valores cosa, por otra parte, de poca utilidad, Igualmente, tanto para Mauthner como para Witt
el cientfico describe y afirma hechos que sirven para el genstein, las reglas vienen dadas por los diferentes usos
dominio de las fuerzas de la naturaleza en beneficio del que se dan a los variados juegos y estos usos determi
hombre. Precisamente, para Wittgenstein, es este lengua nan las reglas mismas. Lenguaje es uso del lenguaje.
je el nicamente vlido. Por ello, el camino para realizar una crtica del lengua
En Mauthner encontramos, pues, las dos ideas fun je est basado en el anlisis riguroso de cada una de
damentales que subyacen en el Tractatus referidas al las palabras que utilizamos. De esta forma, la crtica
lenguaje. Por un lado, el lenguaje es reflejo, espejo. Aun del lenguaje se desarrolla en el estudio de la gramti
que tal caracterstica quede coartada al mbito de la cul ca y sus relaciones, convirtindola en normativa ldica
tura. Y el significado de las palabras son como un di y pragmtica.
bujo. Bild, dir ms tarde Wittgenstein con su teora Con este breve apunte de las relaciones entre Mauth
pictrica del significado. ner y Wittgenstein se ha pretendido hacer desaparecer
Respecto a las Investigaciones filosficas en las que, esa impresin que da el Tractatus de ser una suerte de
segn se ha sealado anteriormente, Wittgenstein adop isla filosfica solitaria, cuya originalidad se deba total
ta la concepcin naturalista del lenguaje, Mauthner in y nicamente a la creacin del filsofo austraco. Como
fluye en ellas de manera mucho ms clara. Por unidad podra tambin acontecer con su Investigaciones filos
metodolgica indicamos aqu las influencias ms impor ficas. Desde esta ptica, estamos en condiciones de abor
tantes. dar la doctrina que acerca del lenguaje mantiene el Trac
El alfa y la omega de la concepcin lingstica natu tatus.
ralista wittgensteiniana son las nociones de juego y de
reglas de juego. Estas nociones las encontramos repetida c) El Tractatus y la concepcin especular
mente en la obra mautheriana. El lenguaje nos dir del lenguaje
es un medio, algo entre los hombres que llega a ser real
mente una regla de juego (Ibd., p. 78). La actuacin El objetivo que Wittgenstein persigue en su Tracta
de una serie de reglas conduce necesariamente a la ac tus lo enuncia l mismo en la introduccin de la obra:
tuacin de varios individuos, comporta siempre una plu trazar unos lmites al pensamiento, o mejor, no al pen
ralidad. El solipsismo lingstico, por ello, es imposible. samiento, sino a la expresin de los pensamientos
La concepcin de regla de juego no conduce a pen {Ibd., p. 29). Estos lmites, por tanto, slo pueden ser
sar que el lenguaje tenga contacto alguno con el mundo, trazados en el lenguaje y todo cuanto quede ms all
sino, ms bien, a reconocer que su nica funcin es la ser simplemente sin-sentidos. El Tractatus consta de
de establecer las normas que hagan posible la comuni siete proposiciones fundamentales:
cacin. A este respecto, la conversacin, el placer de la
charla entre amigos, le resulta a Mauthner muy similar 1. El mundo es todo lo que acaece.
a un juego de domin, comparacin empleada tambin 2. Lo que acaece, el hecho, es la existencia de los
por Wittgenstein. En el domin, todo consiste de modo hechos atmicos.
anlogo a lo que acontece en un coloquio con las pala 3. La figura lgica de los hechos es el pensamiento.
bras en colocar, mientras se pueda, junto a la ficha 4. El pensamiento es la proposicin con significado.
del contrario una que lleve el mismo nmero. 5. La proposicin es una funcin de verdad de la
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proposicin elemental. (La proposicin elemental cia o quididad metafsica. Por ser de orden intelectual,
es una funcin de verdad de s misma.) estos conceptos tienen el modo de ser que Ies otorga la
6 La forma general de una funcin de verdad es: mente, abstracto y universal. La combinacin de con
[p, 7, n (7)] ceptos en orden a su ilacin para formar juicios y ra
7. De lo que no se puede hablar, mejor es callarse. ciocinios son atribuciones propias de la lgica. La mente,
como logos, opera con las mismas realidades metafsicas,
Las dos primeras proposiciones revelan la ontologa captadas por la mente, en cuanto nous. Pero en un orden
del mundo, su naturaleza o modo de ser. Las cuatro si puramente intencional. Siguiendo esta concepcin filo
guientes nos hablan de la lgica y de su expresin por sfica, Aristteles la lleva hasta sus ltimas consecuen
medio de la proposicin con significado. Y la ltima cias relacionando isomrficamente metafsica, lgica y
se presenta como la conclusin definitiva en la que que gramtica. A la pregunta filosfica original qu son las
dan marcados los lmites del pensamiento y del lengua cosas?, Aristteles responde con la siguiente trada:
je en tanto en cuanto se identifican con los de la reali
dad. As pues, se nos habla del lenguaje, de la lgica y METAFSICA LGICA GRAMTICA
de la realidad no como temas separados, sino como Sustancia ----------- Concepto objetivo ______ Nombre sustantivo
temas relacionados segn una isomorfa. Quizs el mejor
modo de exponer dicha isomorfa sea contraponiendo la En el Tractatus esta trada aristotlica es sustituida
de la filosofa aristotlica con la del Tractatus. por esta otra: hecho atmico (metafsica), figura lgica
La mente humana, para los griegos, se manifiesta (lgica) y proposicin (lenguaje-gramtica). La distan
en su ejercicio como nous y como logos. Como inteli cia existente entre estas dos tradas refleja la distancia
gencia y como razn. Como nous, ilumina, ve y apre existente entre pensamiento aristotlico y pensamiento
hende lo inteligible de las cosas. Como logos, establece witgensteiniano, aunque en ambos se mantiene la con
conexiones entre conceptos y forma as juicios que, cepcin especular del lenguaje.
luego, enhebra, segn normas que le son connaturales, En el Tractatus Logico-Philosophicus, el hecho at
para realizar el raciocinio. Si la mente humana ve y apre mico es la combinacin determinada de las cosas u
hende lo inteligible de las cosas es porque, de antemano, objetos. stos son la sustancia del mundo. Lo fijo e
las ilumina. La visin es imposible sin la luz. Iluminar invariable, pero tambin lo incognoscible o, mejor, lo
es colocar en la luz. Poner en evidencia. Para conseguir impensable en s. Lo nico que puede conocerse de las
lo, es preciso que lo envuelto en oscuridad caiga dentro cosas u objetos es la estructura de combinacin que
del foco iluminativo y del horizonte visual de la mente. poseen: el hecho atmico. Su posibilidad de pertenecer a
Iluminacin, visin y aprehensin intelectual son las tres un hecho atmico da la posibilidad de estructura de
vertientes en que el nous desarrolla su actividad. El dicho hecho. El conjunto de los hechos atmicos exis
objeto de esta actividad es lo inteligible de las cosas. tentes y no existentes es la realidad.
Aquello por lo que la cosa es inmutable y fija en su ser A esta concepcin del mundo corresponde, en el
y en su obrar: la esencia metafsica o sustancia. plano intelectual, el de la figura lgica. La figura repre
La mente, en cuanto logos, ejerce su actividad me senta, en el espacio lgico, la estructura o figuracin de
diante los lgoi o conceptos. stos son la representa las cosas. Es, por ello, modelo de la realidad. Los ele
cin intelectual de lo inteligible de las cosas, de la esen mentos de la figura estn en sta en lugar de las cosas
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u objetos. Y la figura consiste en esto: en que sus ele Sobre la lgica: La figura presenta los estados
mentos estn combinados uno respecto a los otros de de las cosas en el espacio lgico (2.11). La fi
un modo determinado. Pero la figura representa la rea gura es un modelo de la realidad (2.12.). La
lidad. O mejor, la forma de sta: una posibilidad de exis figura lgica puede figurar el mundo (2.19). Y,
tencia o no existencia del hecho atmico. Por esto, para por ltimo, la lgica no es una doctrina, sino un
conocer la verdad o falsedad de una figura lgica ha de reflejo del mundo (6.13).
compararse con la realidad. Ha de verificarse o hacerse Sobre el lenguaje: Llamo signo proposicional el
verdadera. Ha de falsificarse o hacerse falsa. Cuando la signo mediante el cual expresamos el pensamien
configuracin lgica concuerda con la estructura de un to. Y la proposicin es el signo proposicional en
hecho atmico existente, es verdadera. Cuando no con su relacin proyectiva con el mundo (3.12). Los
cuerda, es falsa. lmites de mi lenguaje significan los lmites de mi
El lenguaje, en la proposicin, expresa el pensamien mundo (5.6). Y, la lgica llena el mundo; los
to hacindolo perceptible a los sentidos. Expresa, pues, lmites del mundo son tambin sus lmites
la figura lgica de los hechos. Por esto, los elementos (5.61).
del signo proposicional corresponden a los elementos del
pensamiento y su articulacin refleja la configuracin l De esta isomorfa vertebral sobr la que Wittgens
gica. Wittgenstein denomina a los elementos del signo tein construye su pensamiento, sobresalen dos aspectos.
proposicional signos simples o nombres. Segn su Uno denuncia explcitamente la no significacin de la
cedi en la configuracin lgica, los nombres no indican metafsica aristotlica y, en general, de toda metafsica
qu son las cosas, sino cmo son. A la configuracin abstracta. El motivo radica en la diversa concepcin del
de los signos simples en el signo proposicional corres ser que tiene Wittgenstein respecto a Aristteles. Mien
ponde la configuracin de los objetos en el estado de tras para ste el ser es fundamentalmente sustancia,
las cosas. El signo proposicional no es la estructura para aqul es algo cuntico, pura estructura relacional,
de las cosas. Y si las representa es porque representa perceptible por los sentidos. El otro aspecto, en conse
su configuracin lgica. Como en el tringulo tan cono cuencia, niega la capacidad de la mente para la intui
cido de Ogden y Richards, la figura lgica ocupa, para cin de esencias o quididades. El nous aristotlico, as,
Wittgenstein, la cspide de una pirmide triangular, se sacrifica en el Tractatus en aras del logos, de la pura
cuyos ngulos laterales estn formados por la estructu funcin operacional lgica de la mente. La inteligencia
ra del hecho atmico y por la estructura de la proposi queda reducida a mera razn y la esencia o sustancia a
cin. Hecho atmico y proposicin se corresponden, por mera estructura fsica, a combinacin de objetos. En
decir relacin comn a la figura lgica. ambas filosofas, sin embargo, se patentiza la concep
Esta correspondencia isomrfica tridica podemos de cin especular o reflejo del lenguaje. ste expresa el con
manera plstica dejarla reflejada cotejando las siguien cepto y el concepto posee, como contenido intencional,
tes afirmaciones del Tractatus: la realidad. Si el concepto capta la realidad como sus
tancia, el lenguaje reflejar este fenmeno por medio del
Sobre la realidad: El mundo es todo lo que acae pilar bsico del nombre sustantivo. El adjetivo califi
ce (1). Lo que acaece, el hecho, es la existen cativo, aqu, lo indica todo. Pero si la mente aprehende
cia de los hechos atmicos (2). la realidad slo como combinacin de objetos simples,
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inanalizables, su expresin mnima ser la proposicin ser dueo de su interioridad y, en consecuencia, sin ca
y no el nombre sustantivo. Y cda oracin en gramtica pacidad de reflexin. Su modo de ser carece del privile
pasar, a su vez, a convertirse en el nuevo pilar funda gio de la comunicacin, de la donacin y entrega de s
mental del lenguaje. Dado que lo comn entre realidad mismo. Para comunicar, donar o entregar a otro algo,
y lenguaje es la forma lgica, queda en todo momento se debe ejercer dominio y propiedad sobre ese algo. Al
expedito el camino para la construccin de un lenguaje no ser dueo de su expresin, sta se reduce al nico
ideal lgico perfecto que plasme especularmente nues sentido de su estar expuesta a los dems, a dejarse
tra visin de la realidad. En definitiva, da igual captar aprehender y apresar por ellos. El instinto es su nico
la realidad en s que captarla a travs de su espejo, del proyecto de vida (sentido) sin ulteriores posibilidades.
lugar donde se refleja ntidamente: el lenguaje. Por este motivo, el reino animal es un misterio inextri
cable en el que la seguridad del reino vegetal intenta
rozar en l la aventura del espritu que posee su propia
Cuaderno de bitcora interioridad, sin lograr alcanzarla ni llevarla a cabo
nunca.
Mientras que la naturaleza es muda y el reino ani El hombre supera las situaciones anteriores, porque
mal es pura comunicacin instintiva, nicamente el hom la palabra original fundante se hace en l consciente de
bre es expresin que dice. Expresin, por tanto, dialgi- su constitucin expresiva. Y deja, as, de ser mera ex
ca. En efecto, la naturaleza es mera expresin expues posicin hacia fuera. Es receptculo expresivo que se
ta. Toda ella es ex-posicin. Su interioridad y su posee a s mismo, con capacidad, por ello, de reflexio
periferia coinciden. Nada hay dentro de su ser que no nar y de convertirse a su interior. Su hbitat no est
est ex-puesto. Si partimos una piedra, cualquiera de subyugado por lo exterior, sino que goza de auto-do-
sus partculas posee el mismo constitutivo esencial. Es minio y, por tanto, de libertad comunicativa. El instin
toda piedra. El reino animal, en cambio, aade a la pura to deja, en el hombre, paso al espritu en expresin co
exposicin de su expresin un sentido, pero sin capaci municativa carnal. Y la exposicin de sta a los dems
dad comunicativa dialgica. Y esto es as porque carece cae ya en el mbito de las relaciones libremente asumi
de conciencia interior de su propia expresin. No es pa das. El hombre, palabra radical, elige, para su manifes
labra para s mismo y, en consecuencia, no es pala tacin, diversidad de palabras. Su exposicin la realiza
bra para los dems. No espera respuesta alguna. La hor por medio de palabras libres que nunca agotan su ca
miga no dialoga con las otras hormigas para indicarles pacidad expresiva. El hombre es una palabra religada
el camino hacia el lugar donde se encuentra el alimen al Origen que la ha pronunciado, que a su vez se dice a
to. Simplemente segrega una composicin qumica, cuyo s misma en el tiempo, pero nunca del todo.
olor atrae a las compaeras y sirve de brjula orienta La donacin, la libre entrega de s mismo, es nica
dora en la bsqueda del alimento. La mirada de los ani mente posible en el mbito del amor. Por esta razn, la
males denuncia la inmensa tristeza de ser pura visin palabra que dice es dilogo, conversacin. Y el dilogo
del otro, sin conciencia de su propia visin interior ex y conversacin genuinos exigen para verificarse en toda
presiva. Y, por ello, es una suerte de dilogo abortado su amplitud un mnimum de comprensin. Una peque
ya desde sus inicios. El ser del reino animal est verti a llamarada, al menos, de amor. Entonces, el sentido
do totalmente hacia fuera, sin poseerse a s mismo, sin de la palabra ser un sentido con-sentido en la tarea
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comn coloquial. Acontece en esta tarea comn coloquial En relacin con L. Wittgenstein, dos obras indis
que la palabra pronunciada, al ser acogida por otro, pensables introductorias seran las de Max Black, A
cobra en l significado y sentido. En el otro queda re Companion to Wittgensteins Tractatus, Londres, Cam
flejada lo que ella es. Cada hombre, as, se contempla bridge University Press, 1964 y G.E.M. Anscombe, An
en sus semejantes y, en la medida en que se contem Introduction to Wittgensteins Tractatus, Londres, Hut-
pla all a s mismo, pierde parte de su misterio signifi chinson & Co., 1959, de las que, por desgracia, no co
cativo. La palabra, el lenguaje, se transforma en una nozco traduccin al castellano. Hago apunte de estas dos
suerte de espejo en el que es posible la hermenutica obras por su importancia para la exgesis adecuada del
del ser del hombre. La palabra pronunciada es reflejo e pensamiento del Tractatus, contraviniendo, por esta vez,
impronta de su constitutivo ontolgico. el criterio de citar nicamente literatura sobre el tema
El itinerario bibliogrfico que ha dado soporte a las en su versin castellana. Como sucedneo de estas dos
anteriores reflexiones y al tema del lenguaje como refle obras, puede sin embargo servir la de H.O. Mounce, In
jo es muy abundante. Para nuestro propsito, sin em troduccin al nTractatus de Wittgenstein, editada en los
bargo, bastan algunos ttulos relevantes, dignos de una breviarios de pensamiento por Tecnos, Madrid, 1983.
lectura pormenorizada. Algunos de ellos han sido ya ano Para un primer contacto con el pensador austraco
tados. En concreto los que se refieren a la versin del son recomendables el estudio de D. Pears, Wittgenstein,
lenguaje, concebido especularmente, en la gramtica de Barcelona, Grijalbo, 1973, y la obra que recoge los en
los lingistas. Para el apartado de su versin moderna sayos de varios autores Las filosofas de Ludwig Witt
en B. Russell y L. Wittgenstein, adems de la bibliogra genstein, Barcelona, Oikos-Tau, 1966. Pears, despus de
fa all citada, pueden leerse con fruto los libros que a una introduccin sobre el carcter general del pensa
continuacin indicamos. miento de Wittgenstein, expone a grandes rasgos sus
En primer lugar, en relacin con B. Russell, el libri- ideas fundamentales sobre el lenguaje, tanto las del Trac
to de R.J. Clack, La filosofa del lenguaje de Bertrand tatus como las de las Investigaciones filosficas. Las Fi
Russell, Valencia, Fernando Torres, 1976. En l se plas losofas de L. Wittgenstein, con este mismo ncleo te
ma con bastante exactitud y correccin la singladura rus- mtico, est dividida en dos partes: el hombre (I) y su
selliana en torno a la problemtica del lenguaje. Est pensamiento (II). Se completa con una tabla cronolgi
dividido en tres captulos, en los que se detallan la bs ca y una breve nota bibliogrfica a cargo de Ricardo Jor-
queda de una forma lgica en que coincida la realidad dana. Mientras la introduccin se debe a Ferrater Mora,
y el lenguaje, el anlisis reconstruccionista con la teora la primera parte recoge un esquema biogrfico de nues
de las descripciones y, por ltimo, la crtica a la filoso tro pensador realizado por G. Henrik von Wright y la
fa del lenguaje que se ha hecho posteriormente al pen evocacin que del mismo hace Norman Malcolm. La se
sador britnico. Crtica que recae sobre la teora de la gunda parte pertenece toda a David Pole y en ella se
familiarizacin, la doctrina de la forma lgica y el an describe el pensamiento del ltimo Wittgenstein.
lisis filosfico como elucidacin de la estructura ontol Una visin de la panormica general, dentro de la
gica. Tambin, el mismo B. Russell, Los problemas de que ha de ubicarse al pensador austraco, la encontra
la filosofa, Barcelona, Nueva Coleccin Labor, 1970, mos en las obras: F. Waismann, Ludwig Wittgenstein
ayuda a tener una visin ms correcta del mbito epis y el Crculo de Viena, Mxico, FCE, 1973 y A. Janik y
temolgico en que se mueve la visin russelliana. S. Toulmin, La Viena de Wittgenstein, Madrid, Taurus,
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1974. En la primera, F. Waismann se nos muestra como Captulo IV
uno de los ms importantes contactos que Wittgenstein
tuvo con el Crculo de Viena, por medio del cual ejerce PROBLEMAS ONTOLGICOS DEL LENGUAJE:
su influjo. La obra de Janik en colaboracin con Toul- LA CONCEPCIN NATURALISTA
min es quizs lo mejor y ms amplio de todo lo escrito
en torno al contexto en donde se suscit y desarroll la
problemtica wittgensteniana.
Nuestra singladura bibliogrfica podemos cerrarla
con la lectura de K.T. Fann, El concepto de filosofa
en Wittgenstein, Madrid, Tecnos, 1975 y la obra re
cientemente publicada de Pilar Lpez de Santa Mara
Delgado, Introduccin a Wittgenstein. Sujeto, mente y
conducta, Barcelona, Herder, 1986. Fann, en su estudio,
intenta mostrar el concepto de filosofa de Wittgenstein
contrastando los dos grandes perodos por los que pas.
Pilar Lpez, en cambio, se propone mostrar la concep
cin antropolgica que subyace tanto en el Tractatus La concepcin naturalista del lenguaje recoge la larga
como en las Investigaciones va lenguaje. Por ltimo, tradicin gramatical que deriva de la Escuela de Prga-
dado que toda filosofa debe asimilarse no sin cierta mo y que tuvo su principal influjo en los siglos II y I
dosis de escepticismo, conviene leer a C.W.K. Mundle, a.C. Segn esta tradicin, el uso popular del lenguaje
Una crtica de la filosofa lingstica, Mxico, Breviarios est por encima de cualquier normativa que quiera im
del Fondo de Cultura Econmica, 1975. Mundle piensa ponrsele para hacerlo correcto.
que la filosofa lingstica es un camino aberrante del El hombre es, por antonomasia, vida. Accin. Y sus
pensamiento y le aplica el mismo anlisis que ella hace coordenadas condicionantes son la necesidad y la cir
a la metafsica y a la filosofa transcendental. Pretende cunstancia. Movido por ellas, el hombre realiza mlti
con desenfado liquidar el movimiento analtico, para que ples actividades: pasea, come, juega, caza. Para cada ne
la indagacin filosfica regrese a las tareas en que ha cesidad y circunstancia, l tiene adecuada respuesta.
venido ocupndose por 2.500 aos. Entre las actividades naturales que el hombre realiza se
encuentra el lenguaje. Con el lenguaje, el hombre manda,
implora, reza, describe aspectos de un objeto o sus me
didas, formula hechos o presenta resultados de una ex
periencia. Adems, el hablar es una actividad natural
ineludible para el hombre. Puede cantar o no cantar, la
brar la tierra o no. Pero no puede jams dejar de ha
blar. Ningn sistema artificial de signos, por muy per
fecto que sea, puede sustituir al lenguaje.
Tomando como punto de partida esta visin natura
lista del lenguaje, la corriente de pensamiento analtico
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ingls ha elaborado y desarrollado su filosofa del len teortica tradicional, aunque al final tenga que abando
guaje ordinario o comn siguiendo dos lneas maestras. nar la escalera construida. Mtodos que deben ser re
La primera est vinculada a la persona de L. Wittgens pudiados y ser sustituidos por los que podramos des
tein y a la enseanza que llev a cabo en la dcada de cribir adecuadamente como de ndole dialctica. Y la
los treinta en Cambridge y que posteriormente recoge concepcin especular del lenguaje debe, a su vez, reem
sus Investigaciones filosficas. La segunda tiene sus plazarse por la naturalista, dado que el mbito ontol-
races y evolucin en Oxford. Aqu encontr terreno gico no es posible descubrirlo por el anlisis de las for
propicio y se manifest con caractersticas inconfundi mas lgicas ni de las lingsticas. El lenguaje no es un
blemente locales. No es fcil determinar con exactitud y espejo de la realidad. Simplemente es un instrumen
certeza hasta qu punto L. Wittgenstein influy en la to para el desarrollo de la vida del hombre. Pensamiento
lnea oxoniense. Pero puede afirmarse, sin razonable y lenguaje son, ante todo, conducta humana y, en con
duda, que por lo menos no tuvo influencia en determi secuencia, pertenecen al mbito de la praxis. La triple
nados pensadores de Oxford. As, por ejemplo, no la divisin de la semitica en sintaxis, semntica y prag
tuvo en J.L. Austin. mtica que, en el neopositivismo lgico, pona su nfa
No se trata, aqu, de hacer historia de la filosofa sis en el aspecto sintctico, ahora se hace descansar
neoanaltica inglesa sino de presentar sus ideas funda sobre la pragmtica. Sintaxis y semntica dependen de
mentales sobre el lenguaje ordinario. Para ello, hemos la pragmtica.
escogido como autores representativos de esta temtica El pensamiento del ltimo perodo filosfico wittgens-
a L. Wittgenstein, J.L. Austin y J. Searle. teiniano, como ya se ha observado repetidamente, se en
cuentra plasmado en su obra Investigaciones filosficas.
Dividida en dos grandes partes, la primera la ms ex
L. Wittgenstein y el lenguaje ordinario tensa recoge el contenido de un manuscrito comenza
do en 1936 y terminado en 1945. Est redactado en p
Desde que empec de nuevo a ocuparme de filoso rrafos numerados. La segunda parte fue escrita entre
fa... me he visto obligado a reconocer graves errores 1947-1949 y abarca una suerte de catorce meditaciones
en lo que escrib en aquel primer libro (Philosophical de las que slo una pequea proporcin versa sobre el
Investigations, Oxford, 1958, p. X). El primer libro a lenguaje. Mientras la primera parte se cita indicando
que nuestro pensador se refiere es el Tractatus. Cules el nmero de los prrafos, la segunda se suele citar por
son estos graves errores? No ciertamente su concepcin las pginas de la edicin bilinge alemana e inglesa.
de la filosofa como actividad elucidadora y clarificadora La especulacin de Wittgenstein sobre el lenguaje
ni el hecho de que es en el lenguaje donde aparecen y abarca directamente en esta obra los prrafos 1-108,
complican los problemas filosficos. Son estas dos ideas 198-242, 316-427 y 491-653. Otros temas de la primera
bsicas que sirven de hilo conductor de toda la trayecto parte se refieren a la filosofa en s misma considerada
ria filosfica del pensador austraco. Los graves errores (109-133), al conocimiento humano (134-197), a las sen
a que se hace alusin en el pasaje citado se refieren al saciones (243-315) y a las relaciones entre pensamiento
mtodo utilizado en el Tractatus y a la concepcin es y realidad (428-490).
pecular del lenguaje que en l estaba subyacente. En En los prrafos 1-108 se habla del uso de las pala
efecto, el Tractatus sigue los mtodos de construccin bras como su significacin y se compara al lenguaje con
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las reglas de un juego. Metodolgicamente, el tema del labra o se usa de determinada manera son mltiples.
significado ser tratado en toda su amplitud dentro Wittgenstein describe con detalle lo que l llama juego
del mbito deontolgico del lenguaje. Tambin, por ello, de la denominacin. Supongamos que se est constru
la doctrina del significado como uso de las palabras, yendo una casa. Desde el andamio, el albail dice a su
a la que hace alusin en estos prrafos Wittgenstein. pen: ladrillos. ste, ante la palabra, hace un conjunto
En razn de su unidad indisociable con la teora general de acciones. Llena de determinados objetos su carretillo
lingstica, es conveniente, sin embargo, sealar aqu y se los iza. El significado ladrillos ser el uso que de
algunos puntos fundamentales de esta doctrina del sig dicha palabra hace el pen. De aqu la conocida frase
nificado. que Wittgenstein repeta a sus alumnos: no preguntis
El pensador austraco toma como punto de partida nunca por el significado de las palabras. Preguntad por
la idea agustiniana de que las palabras individuales en el uso que de las mismas se hace.
un lenguaje nombran objetos. El objeto que representa Segn lo expuesto, una de las tesis fundamentales
la palabra, por tanto, es su significado. Tal visin gra de las Investigaciones filosficas, entraablemente unida
matical semntica es, para las Investigaciones filosfi a la negacin de cualquier transfondo esencialista en la
cas, algo insostenible, dado que existen muchas pala actividad del lenguaje, es la del pluralismo lingstico.
bras a las que no corresponde objeto alguno, como pero, Se dan innumerables juegos de lenguaje. Esto nos con
o, cinco. ntimamente unida a la concepcin agustinia duce, como de la mano, a preguntarnos por el juego.
na del lenguaje, se encuentra la suposicin de que el Por la visin del lenguaje, en cuanto se ejercita en forma
significado de una palabra slo puede realizarse de ma de juego (Language-Game, Sprache-Spiele).
nera ostensiva o por medio de una explicacin verbal. Qu es un juego? Qu sentido tienen en l las re
Si se examina esta ltima, se observa que no permite glas? Ante todo, existen juegos ya inventados que se
avanzar en la inteleccin semntica, ya que nos lleva reciben por tradicin y otros nuevos que van surgiendo
de una expresin verbal a otra. Lo mximo que puede con el tiempo. Ambas clases de juego poseen un deno
conseguirse con este procedimiento es la construccin minador comn: no pueden ser refutados. Uno puede
de un diccionario, en donde se remite de una palabra a no estar de acuerdo con el ftbol o el ajedrez, no gus
otra. Parece, entonces, que el significado de una pala tarle estos juegos. Pero sera absurdo que, por ello, pre
bra nicamente depende de la ostensin o referencia al tendiera probar su verdad o falsedad. O que pretendie
objeto que menta. El significado de silla es el objeto ra, por ejemplo, jugar al ftbol con la mano o moviera
silla. El aprendizaje del significado de las palabras, por en el ajedrez los alfiles como los caballos y stos como
este motivo, guarda relacin a un contexto particular. la reina. Acabaramos dicindole que se atuviera a las
Segn sea el contexto particular ser su significado. As, reglas del juego o que se inventase otro. Esto nos lleva
a ttulo meramente ilustrativo, sucede con todos los tr a concluir que lo que constituye propiamente un juego
minos equvocos: len puede referirse a un animal, a son sus normas o reglas y que stas pueden o no acep
una ciudad, a una constelacin del zodaco o a una per tarse, pero nunca ser cambiadas so pena de acabar con
sona. Depende todo del contexto en que se pronuncie. este juego en aras de otro.
Con ello, se pone de relieve que es el uso en un contex La lengua est constituida por infinito nmero de jue
to o juego determinado del lenguaje donde la palabra gos. Y en cada uno, las palabras tienen un sentido y un
cobra significacin. Los contextos en donde juega la pa significado: el que les da el contexto. Si aplicamos estas
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consideraciones a la filosofa tradicional, el grave error a aqul, ni tampoco sus procesos, aunque la actividad
cometido por sta consisti precisamente en confundir de ambos no pueda ser separada. El pensamiento es,
contextos. En jugar unos juegos de lenguaje con las re como el lenguaje, una conducta. Una forma de vida. Por
glas de otro: el cientfico, por ejemplo, con las reglas otra parte, el lenguaje privado carece de sentido y la pa
del metafsico. No es de extraar, pues, que Wittgens labra yo resulta superflua.
tein defienda que la funcin de la filosofa es de ndole En ltimo lugar, el pensador austraco trata tambin
clarificadora. del lenguaje y su relacin con las operaciones mentales
El lenguaje, concebido de manera naturalista a modo (prrafos 491-653) que son temas, en este punto de nues
de herramienta que se utiliza segn multiplicidad de jue tra exposicin, de menor relevancia. En dichos prrafos
gos, es descrito por el pensador austraco mediante me se analizan operaciones mentales como creer, espe
tforas diversas. Las ms importantes son: una caja de rar, reconocer, querer, entre otras.
herramientas con diversidad de piezas, cada una con un stas son fundamentalmente las ideas de nuestro
uso determinado dentro del contexto funcional para que pensador acerca del lenguaje. No extraa, por ello, que
sirven; la cabina de una locomotora con todos los man se origine en sus discpulos una tendencia general a vol
dos que poseen finalidad distinta; una ciudad formada ver a la inmediatez del lenguaje cotidiano y a la des
por barrios antiguos y nuevos con diversidad de cami cripcin del comportamiento lingstico de cada da. Esta
nos que guardan relacin siempre con sus respectivos tendencia, de manera un poco simplificadora, puede ser
espacios locales. ubicada en los dos focos culturales ms importantes del
Siguiendo estas disquisiciones, los prrafos 198-242 Reino Unido: Cambridge y Oxford. El pensamiento filo
indican cmo el significado de las reglas del juego lin sfico de Cambridge se caracteriza por su ortodoxia en
gstico se adquieren mediante ejemplos y por entrena llevar a la prctica el programa clarificador del maes
miento. Lo que posibilita el aprendizaje de una regla tro, aplicndose de forma continuada a la disolucin de
consiste en el hecho de que el seguirla lleva consigo una problemas filosficos diversos. Esta tarea, como es evi
regularidad en la conducta. Actuar en conformidad con dente, adquiere ndole teraputica. Por lo menos, en al
una regla es repetir la misma accin, siempre que se gunos autores importantes. Tal es el caso de Artur John
presente dicha regla. Si se hace as, uno se encuentra T.D. Wisdom. En este aspecto, es significativo el ttulo
en el mbito de lo correcto. De lo contrario, caera en la de su obra ms importante: Filosofa y psicoanlisis
incorreccin. La posibilidad de aprender a usar correc (Philosophy and Psycho-Analysis, Oxford, Basil Black-
tamente una regla exige una tcnica, un adiestramiento. well, 1953).
Comprender una oracin dice Wittgenstein significa La filosofa, en cambio, vigente en Oxford despus
comprender un lenguaje. Comprender un lenguaje signi de la segunda guerra mundial se ha centrado en el len
fica dominar una tcnica (prrafo 199). Podra afirmar guaje ordinario sin el propsito teraputico clarificador
se que un lenguaje es una prctica compleja compuesta disolvente de problemas filosficos. Intenta, ms bien
de un gran nmero de prcticas. El lenguaje consiste en su tarea, resolverlos mediante el anlisis del lengua
en mltiples juegos de lenguaje, cada uno con sus con je. Ciertamente, el pensamiento oxoniense tiene estrechas
venciones, con sus usos. connivencias con la doctrina de Wittgenstein, pero, segn
En los prrafos 316-427, Wittgenstein expone la re se ha indicado ya, es difcil determinar con exactitud
lacin entre pensamiento y lenguaje. ste no representa hasta qu punto depende de ella. Con frecuencia, se
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acusa a la analtica oxoniense de una cierta sacraliza- mbito no tiene sentido. No cabe preguntar por l. La
cin del lenguaje ordinario populismo de Oxford en verdad queda sustituida, a lo sumo, por el concepto
cuanto lo propone como paradigma de explicacin para de correccin. Las reglas del juego se usan o no se
los problemas filosficos que se planteen. Y esto en un usan correctamente. La verdad ser, en nuestro caso,
doble sentido: porque da respuesta adecuada a las difi su correccin prctica.
cultades y porque concluye sobre la verdad o falsedad
de una teora. As, partiendo del uso real de las pala John L. Austin y la fenomenologa lingstica
bras, por ejemplo mesas, se llega a la afirmacin de
que las mesas existen y que, por tanto, la doctrina gno- Nacido en Lancaster en 1911, J.L. Austin es, a pesar
seolgica realista es verdadera y la idealista es falsa. En de su prematura muerte a los 49 aos, una de las figu
efecto, qu sentido tiene hablar de la no-existencia de ras ms relevantes de la filosofa del lenguaje comn
mesas o de que son puros fenmenos de conciencia, defendida por la neoanaltica de Oxford. En esta Uni
cuando el uso del lenguaje ordinario prueba todo lo con versidad inglesa se matricul como estudiante en 1929
trario? y continu como profesor de filosofa moral desde 1952
Conviene, para terminar esta sucinta exposicin, des hasta 1960. Su obra escrita no fue muy extensa y ha
tacar dos consecuencias de indiscutible importancia, de sido recogida y publicada con carcter postumo por J.O.
rivadas de la doctrina de las Investigaciones filosficas. Urmson y G.J. Warnock en los dos volmenes que lle
La primera muestra la va de superacin, para el signi van por ttulo Philosophical Papers y How to Do Things
ficado, del principio de verificabilidad. No puede alzar with Words. La primera edicin de Philosophical Papers
se este principio con el monopolio semntico y en su est llevada a cabo por Clarendon Press, Oxford, 1961
virtud declarar las proposiciones metafsicas y, en ge y contiene las conferencias que sobre teora del conoci
neral, todas las filosofas, carentes de significado. El miento dict Austin en las Universidades de Oxford y
anlisis del lenguaje ordinario exigir a cada mbito de California en 1947. Una segunda edicin de esta
ontolgico, cientfico, religioso, o, incluso, potico misma obra fue hecha en 1970, en Oxford mismo y por
que indique las reglas o el uso que hace de las pala su University Press, enriquecindola con dos ensayos en
bras. Esto es, precisamente, aquello a lo que algunos torno a la bondad y felicidad en la tica de Aristteles.
discpulos de Wittgenstein han dedicado su quehacer fi En 1962, preparada por J.O. Urmson, University Press
losfico. Por ejemplo, S. Toulmin se esfuerza por regu de Oxford edita la obra How to Do Things with Words
lar el discurso moral y el de los conocimientos fsicos. de la que en 1965 hace una segunda reimpresin Cla
De hecho, el mismo principio de falsabilidad, ideado por rendon Press.
K. Popper, sigue la lnea wittgensteiniana, ya que ni Hasta la segunda guerra mundial Austin es conoci
camente sirve como criterio de demarcacin para indicar do en los ambientes universitarios oxonienses por sus
nos cundo una proposicin es emprica y cundo no. conocimientos de la filosofa griega, especialmente la de
La segunda consecuencia importante afecta a la proble Aristteles, y por su dominio de la obra leibniziana. Pero
mtica de la verdad. sta queda eliminada o disuelta inmediatamente despus de la guerra abandona este con
en el pensamiento de Wittgenstein. En efecto, un juego texto clsico de pensamiento, y adquiere celebridad por
no es ni verdadero ni falso. Simplemente, se juega o un nuevo tipo de investigacin filosfico-lingstica que
no se juega. Todo interrogante que caiga fuera de su
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reconduce el mtodo del segundo Wittgenstein hacia un del lenguaje. Los filsofos hacen esto cuando han enu
estilo y unas preocupaciones ms acordes con la menta merado tantos como, digamos, diecisiete; pero incluso
lidad inglesa. Aos antes haba intentado hacerlo J. Wis- si hubiese unos diez mil usos del lenguaje, seguro que
dom, aunque con menos profundidad y sutileza. podramos enumerarlos todos con tiempo. Esto, despus
A pesar de que Austin rechaz siempre conceder de todo, no es mayor que el nmero de especies de es
valor absoluto al uso ordinario de las palabras, soste carabajo que los entomlogos se han tomado la molestia
na, sin embargo, que dicho uso era punto de partida de enumerar (J.L. Austin, Ensayos filosficos, trad. A.G.
insustituible en la labor analtica. Y esto no porque la Surez, Madrid, Revista de Occidente, 1975, p. 218).
filosofa estuviera interesada en el lenguaje comn por Para desarrollar esta mproba tarea analtica, Aus
l mismo, sino porque por medio de su anlisis era po tin propiciaba la colaboracin entre filsofos, gramti
sible llegar al centro de muchos problemas filosficos y cos y estudiosos de diversas especialidades cuyo resul
clarificarlos. Por este motivo le agradaba sustituir la ter tado sera una suerte de ciencia general del lenguaje,
minologa que calificaba su quehacer como filosofa capaz de sustituir en su menester a la filosofa. O de
analtica por la de fenomenologa lingstica ya que suplantarla, al menos, en alguna de sus reas.
su tarea analtica se ocupaba de recoger los fenmenos La contribucin que nuestro pensador intent dar a
y las vivencias ligadas al uso comn del lenguaje. Todo esta ciencia del lenguaje est constituida por anlisis,
uso anormal y aberrante del mismo no garantiza la co independientes entre s, de expresiones determinadas.
municacin eficaz entre la gente. Se comprende, por ello, Por ejemplo, las que afectan a la percepcin, al examen
el lugar privilegiado del lenguaje comn respecto de los de las mentes de otras personas, o a la palabra ver
dems lenguajes. dad. Entre estos anlisis cobra relevancia importante
El lenguaje comn u ordinario, con todo, no es algo el dedicado a las expresiones que conllevan excusas y,
totalmente perfecto. Se necesitan clarificar muchas de sobre todo, el que se refiere a enunciados que consta
sus expresiones. De aqu que se precise un anlisis que tan un hecho o describen una situacin concreta de las
someta a examen unas veces un grupo de oraciones, cosas (Constative Utterances) y a enunciados que por
otras veces, otros; unas veces, sus usos iguales y otras, el mero hecho de ser proferidos suponen automticamen
diferentes, segn los contextos. Esto se realiza median te la realizacin de un acto (Performative Utterances). En
te catalogaciones y comparaciones que arrojan poco a tales anlisis conviene, pues, centrar nuestra atencin.
poco luz en el campo del lenguaje ordinario dentro del
que se define nuestro mundo fenomnico. A este respec
to, afirma Austin: ciertamente hay una gran cantidad Alegato en pro de las excusas
de usos de lenguaje. Es ms bien una pena el que la
gente tienda a invocar un nuevo uso del lenguaje siem Al tipo de enunciados que comportan excusas desti
pre que se sienten inclinados a hacerlo, para que les na Austin un ensayo recogido en Philosophical Papers
ayude a salir de ste, de aquel o del otro bien conocido (pp. 123-152) con el ttulo A Plea for Excuses. Las
enredo filosfico; necesitamos ms de un entramado en expresiones de excusa cobran gran importancia en la
el que discutir estos usos del lenguaje; y tambin creo vida social cotidiana y su anlisis nos conduce de ma
que no debiramos desesperarnos tan fcilmente y ha nera principal a la clarificacin de aspectos ticos de
blar, como tiende a hacer la gente, de los infinitos usos nuestra conducta humana.
144 145
Qu significa dar excusas a otra persona por algo motivos. La maquinaria interna de nuestra conducta es
que se ha hecho? Una expresin excusatoria supone altamente complicada e importa informacin, apreciacin
siempre la comisin de un acto incorrecto, no debido. de la situacin, invocacin de principios, planificacin y
Ante esta situacin, quien se disculpa puede adoptar dos control de la ejecucin, entre otras cosas.
actitudes que quedan reflejadas en su lenguaje. Prime El anlisis de Austin patentiza que las acciones que
ra: pedir excusas, intentando justificar que su accin no exigen excusas no son de tipo idntico, sino radicalmen
ha sido incorrecta o indebida como la otra persona cree. te diferentes y que afectan de algn modo a ciertos as
En esta actitud se acepta la responsabilidad, pero no la pectos ticos. Igualmente patentiza que no toda excusa
malicia del acto llevado a cabo. Segunda: asumir llana es apta para ser utilizada con un verbo cualquiera. Por
y lisamente la realizacin del acto, pero disculpndolo contraste, adems, la situacin de conducta incorrecta
con atenuantes. Fue sin darse cuenta, sin mala in o indebida que precisa ser disculpada ilumina y clarifi
tencin)), por descuido, quizs. Aqu, a pesar de ha ca el mbito de la praxis normal.
berse dado una conducta incorrecta, su autor no se sien Como puede observarse, este mtodo austiniano se
te responsable de la misma. Hay, pues, que distinguir lecciona en el campo del lenguaje ordinario aquellas ex
en esta doble situacin los enunciados excusatorios que presiones que son, por la multiplicidad de sus usos, id
implican justificaciones de los que meramente denotan neas para arrojar luz sobre determinados problemas que
excusas. Todo esto nos retrotrae a algo previo: la comi se le plantean al hombre. No todas las expresiones sir
sin del acto en s. O lo que es igual, al anlisis de la ven para todos los contextos. De aqu, la necesidad de
expresin hacer algo, ya que no pueden ser identifica la precisin y perfeccin que debe adquirirse en el ma
das del mismo modo una accin, en cuya excusa se da nejo de las palabras. El diccionario, bien utilizado, puede
una justificacin de la que se da una mera excusa. servir de ayuda inmejorable. Y, por otro lado, el es
Este nuevo anlisis lingstico no resulta fcil. El moti tudio en grupo de ciertas expresiones en sus correspon
vo radica en que, con frecuencia, englobamos dentro de dientes y diferenciados contextos enriquece el anlisis
un mismo marco los diversos contenidos a los que se ofrecindole muchas ms posibilidades interpretativas de
extiende el hacer una accin. Y lo que es peor, asimi las que no podra dar cuenta la labor de una sola per
lamos estos contenidos a actos de comprensin fcil y sona. Se trata, pues, de buscar un buen terreno para
obvia. Hacer una accin puede referirse por igual a trabajo de campo en filosofa, que sera deseable des
echar una carta al correo, mover una mano, o encender pus trasladarlo a otras dimensiones, como la esttica,
una cerilla. Algo parecido acontece tambin con la cate por ejemplo.
gora metafsica de cosa, en la que ubicamos entes la Dos obstculos, sin embargo, entorpecen la tarea
mar de dispares. Es estornudar una accin? O lo es analtica: el de la usanza laxa (o divergente o alternati
respirar, o ver, o dar jaque mate, o cada una de otras va) y el de la ltima palabra. Tales obstculos corres
innumerables cosas? En definitiva, qu tipo de verbos ponderan al siguiente enfoque interrogativo: decimos
y qu uso de los mismos puede sustituir la expresin todos las mismas, y slo las mismas, cosas en idnti
hacer una accin? Por otra parte, se necesita adems cas situaciones o lo que decimos difiere en razn de las
en este nuevo anlisis darnos cuenta de que incluso las diversas usanzas que se hace del lenguaje?, y por qu
acciones ms simples no lo son tanto, pues en ellas in habra de ser lo que todos decimos ordinariamente la
tervienen tambin las intenciones, las convenciones, los nica o la mejor o la definitiva manera de expresarlo?
146 147
El anlisis de la primera cuestin nos lleva a confi J.L. Austin y Cmo hacer cosas con palabras
gurar situaciones idnticas en las que se dan expresio
nes con usanza diferente por parte de las personas. Se Entre las intuiciones de mayor xito posterior que el
trata de un uso laxo del lenguaje. Incluso, a veces, donde neopositivismo lgico leg a la filosofa, est la de la
uno emplea palabras con sentido X, otro le otorga un particin del lenguaje en enunciados cognitivos, obedien
sentido Y. Estamos ante una alternativa semntica. En tes al principio de verificabilidad, y las pseudopropo-
el caso de la usanza laxa se descubrirn las diferencias siciones carentes de significado, cuyo contenido era de
significativas que oculta. En el segundo caso usanza ndole emotiva. Tomando como punto de partida esta
alternativa, revelar el desacuerdo conceptual entre divisin, J.L. Austin centra su investigacin en expre
personas que con similar terminologa piensan con sis siones que, perteneciendo al mbito de las llamadas
temas diversos, posibilitando as la investigacin en el pseudoproposiciones, presentan un matiz especial: im
porqu de dicho desacuerdo. plican automticamente la realizacin del acto al que se
Respecto a la ltima palabra, ciertamente el lengua refieren. La terminologa neopositivista de oraciones con
je ordinario no puede tener tal pretensin, a pesar de significado y pseudoproposiciones es sustituida en el
que en l se encuentran depositadas la experiencia y pensamiento de Austin por la de enunciados cognitivos
perspicacia, heredadas de todas las generaciones pret de los que puede afirmarse ser verdaderos o falsos y
ritas. Tal experiencia y perspicacia se han visto en la que constatan la existencia o no de un hecho o de un
prctica de la vida cotidiana hay que reconocerlo estado de cosas (Constative Utterances) y enunciados
mezcladas con errores, fantasas y supersticiones de que utilizamos para indicar que su prolacin implica la
todos los gneros. En esta situacin, el lenguaje ordina realizacin de un acto. A este ltimo tipo de enunciados,
rio no es nunca la ltima palabra, sino la primera en nuestro filsofo lo denomina Performative Utterances,
cuanto est siempre siendo utilizada por el presente que en versin castellana suele traducirse por prefe
de la humanidad. De este modo, siguiendo el anlisis de rencias realizativas. Est claro, por ejemplo, que expre
las expresiones excusatorias, los que parecan obstcu siones como la materia es de naturaleza cuntica es
los contribuyen a esclarecer problemas y cuestiones hu verificable o comprobable en su verdad o falsedad. En
manas. El campo de las excusas, pues, se presenta como cambio: prometo que voy a ser bueno, acepto tus
lugar privilegiado para arrojar luz sobre los conceptos consejos, te doy mi reloj, conllevan implcitamente la
ticos de accin, responsabilidad o libertad. Y tam realizacin de un acto y se diferencian substancialmente
bin, para clarificar las dificultades derivadas de la usan de los enunciados anteriormente propuestos.
za laxa y usanza alternativa, o las que se originan de La distincin austiniana en expresiones constativas
creer que el lenguaje ordinario sea la ltima palabra. y realizativas parece dar solidez y respaldar la visin
Para la analtica oxoniense, ms relevante que los neopositivista lgica. Sin embargo, mediante un anli
Philosophical Papers, de donde entresacamos su anli sis ms detallado y preciso, este estado de cosas se com
sis de las expresiones excusatorias, fue la aportacin que plica. En efecto, uno de los rasgos caracterizadores de
Austin hizo sobre los actos del habla en su obra How los enunciados realizativos consiste en que la ejecucin
to do Things with Words. De ella nos ocupamos segui del acto automticamente ligado a su preferencia de
damente. pende de que tenga en su haber las circunstancias apro
piadas para ser llevado a cabo. As, a ttulo ilustrativo,
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si se analiza la expresin juro que..., para que se pro Hay todava algo ms. Ciertas expresiones constati
duzca el acto, deben mediar un conjunto de circunstan vas unidas a otras realizativas originan situaciones pa
cias: que no haya coaccin en el juramento, que se haga radjicas, dignas de ser clarificadas. Nuestro pensador
ante los testigos previstos para la validez del acto, etc. trae a colacin un ejemplo tomado de E. Moore. Se trata
Admitido este punto de vista, se debe aceptar, entonces, de la afirmacin: el gato est sobre el felpudo, pero yo
la posibilidad de crtica respecto de expresiones realiza- no me lo creo. El primer enunciado constativo im
tivas. Entre otras, cabra indicar aquellas que Austin plica una verdad, en el supuesto de que sea verificable
engloba bajo la calificacin general de desafortunadas. positivamente. Pero resulta que tal verdad queda con
Un enunciado realizativo puede ser desafortunado bien tradicha por la proposicin realizativa. Tal fenmeno nos
porque no se haya ejecutado la accin que en l estaba lleva a concluir que para que una expresin constativa
subyacente o bien porque se haya llevado a cabo de sea afortunada es preciso que se crea en su verdad. De
modo defectuoso. 0 tambin, otras veces, por desacier otro modo, tendr tambin ella un uso abusivo.
to en la proferencia que convierte en nula e invlida su Del anlisis de Austin parece que debe configurarse
accin subsiguiente o por lo que se conoce como abuso un nuevo panorama, ms exacto y preciso, en la divi
de procedimiento. Consiste este ltimo caso en el com sin lingstica que se hace de enunciados cognitivos y
portamiento, por ejemplo, anormal o atpico de las per enunciados realizativos. Por un lado, se dan casos nti
sonas de las que se espera la ejecucin de una con dos para los que esta divisin es plenamente adecuada.
ducta determinada. As, si alguien, a pesar de no tener Pero por otro lado, se dan casos intermedios en los que
intencin ninguna de cumplir la palabra dada, promete los enunciados realizativos son susceptibles de verdad
una cosa o hace una apuesta. No dir nunca que no o falsedad y enunciados constativos que, de algn modo,
prometi o que no apost. Simplemente no cumple, implican aspectos realizativos. De aqu la necesidad de
no realiza aquello a lo que le obliga la palabra pronun investigar el uso y contextos de los verbos en sus di
ciada. Por ello, pues, procede abusivamente. mensiones cognitivas y prcticas.
Esta crtica a la que el anlisis somete a las expresio Ante este nuevo panorama, Austin replantea el pro
nes realizativas puede ser trasladada tambin a los enun blema de forma ms radical: en qu sentido puede afir
ciados constativos. En stos se da, de similar forma, un marse que decir algo es hacer algo? La respuesta a esta
uso desafortunado que, a veces, afecta a su verdad o fal pregunta ha ejercido gran influencia tanto en la filoso
sedad. Austin recuerda, a este propsito, las dificultades fa del lenguaje como en ciertas teoras lingsticas pos
de proposiciones como el rey de Francia es calvo, que teriores.
obligaron a Russell a idear su teora de las descripciones Segn el pensador oxoniense, el acto de decir algo
a fin de darles sentido y explicacin significativa. El (acto locucionario o locutionary Act) se constituye por
rey de Francia es calvo es un enunciado desafortunado, tres elementos que forman una nica unidad insepara
porque, aunque aparente describir algo, en realidad no se ble: el fontico, el ftico y el rhtico. El primero alude
refiere a nada. No existe un rey de Francia y, por tanto, a los sonidos de la lengua, el segundo al aspecto gra
no es calvo. Sobra toda la teora de las descripciones matical y sintctico, el tercero al sentido y referencia de
russelliana. Simplemente se trata de expresiones nulas, las oraciones o proposiciones. El acto locucionario o acto
sin contenido, de las que no puede predicarse verdad o de decir algo debe ser distinguido del acto de decir algo
falsedad. Son expresiones constativas desacertadas. que incluye hacer algo y que Austin denomina acto ilo-
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cucionario (illocutionary Act). Esta distincin descansa Estas ideas de Austin encontraron una ampliacin y
en la manera de usar la prolacin de la frase. A ttulo una mayor riqueza analtica en la obra de J. Searle de
ilustrativo, el mismo Austin propone algunas de estas la que seguidamente nos vamos a ocupar.
diversas maneras de uso: preguntar o responder; dar
una informacin, dar seguridad, hacer una advertencia;
anunciar un veredicto o una intencin; dictar senten
cia; hacer una cita o una apelacin o una crtica; identifi John Searle y los actos de habla
car o hacer una descripcin. Toda una lista de juegos
lingsticos que no puede por menos que evocar la re J. Searle es un pensador americano de gran relevan
seada por Wittgenstein (Investigaciones filosficas, p cia dentro de la filosofa del lenguaje ordinario en su
rrafo 23). Al acto locucionario e ilocucionario, se ha de lnea oxoniense. Despus de cierto tiempo pasado en Ox
aadir todava el perlocucionario que consiste en los ford Christ Church y Rhodes Scholar donde recibe
efectos que el acto verbal produce en los sentimientos, influjos directos del segundo Wittgenstein, J.L. Austin
pensamientos o acciones del auditorio, del hablante, o y P.F. Strawson, vuelve a EE.UU. y desde 1959 se dedi
de otras personas (Cmo hacer cosas con palabras, ca, en la Universidad de Berkeley, a la docencia de la
p. 145). A diferencia del acto de decir algo, y del acto filosofa. Pertenece, adems, a la American Academy of
realizado al decir algo, el acto perlocucionario es el Arts and Science.
acto realizado por, o a consecuencia de, decir algo. Por Entre la gran cantidad de obras escritas, interesan
ello, no est determinado por las convenciones lings para nuestros propsitos dos de importancia mxima:
ticas ni tiene por qu corresponder a las intenciones del Speech Acts: an Essay in the Philosophy of Language,
hablante. Cambridge University Press, 1969, y The Philosophy of
La tarea analtica austiniana ha descubierto, as, tres Language, Oxford University Press, 1971. De la influen
usos del lenguaje: el que dice algo sobre las cosas, el cia de Speech Acts en la divulgacin universitaria del
que al decir algo posee fuerzas realizativas y, por lti pensamiento neo-analtico hablan sus traducciones en
mo, el que produce ciertos influjos y reacciones en los alemn, francs, italiano y castellano.
oyentes. Y precisa con mayor rigor la divisin empiris-
ta de proposiciones con sentido por ser verificables y
proposiciones carentes de significado por obedecer ni Temtica general del pensamiento de J. Searle
camente a actitudes del hombre frente al mundo y fren
te a la vida. Ahora, segn el nuevo anlisis de Austin,
todas las expresiones en cuanto proferidas o usadas son Toda la especulacin filosfica de Searle toma como
realizativas. Y lo son, bien explcitamente, bien implci punto de partida y de llegada el lenguaje ordinario. Pero
tamente. La verdad y la falsedad no son propiedades slo en cuanto es objeto de la filosofa del lenguaje y
exclusivas de los enunciados constativos, sino de todas no de la filosofa lingstica. En qu se distinguen estas
las expresiones en tanto en cuanto stas realizan deter dos disciplinas? Para el pensador americano, la filosofa
minados actos ilocucionarios. Por ello, una clasificacin lingstica se caracteriza por un denominador comn:
de los actos del habla se transforma en otra clasifica su referencia a problemas filosficos particulares que se
cin: la de las fuerzas ilocucionarias. intentan resolver desde el estudio de un lenguaje parti
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cular tambin. Se trata aqu ms de un mtodo que de que se elabore en torno a la mente, sus lmites, conteni
otra cosa. La filosofa del lenguaje, por el contrario, es dos y relaciones; y, por ltimo, los que intentan suminis
nombre para un tema. En efecto, en ella se intenta pro trar al lenguaje ordinario una adecuada formalizacin,
porcionar descripciones filosficamente iluminadoras de segn criterios de la lgica simblica moderna.
ciertas caractersticas generales del lenguaje, considera
do en s mismo. No en su concrecin idiomtica parti
cular. Las caractersticas generales a las que la filosofa J. Searle y (dos actos de habla
del lenguaje alude son, por ejemplo, la referencia, la ver
dad, el significado, la necesidad. El estudio de una len
gua natural determinada slo interesa, de pasada, para Lenguaje es, ante todo, hablar un lenguaje. Es decir,
considerar ejemplarmente realizadas en ella las teoras tomar parte en una forma de conducta gobernada por
del lenguaje en su concepcin universal. reglas. Esta conducta consiste primariamente en actos
Esta distincin searleana nos introduce de lleno en de habla, actos tales como hacer enunciados, dar rde
la visin analtica que considera el lenguaje ordinario nes, plantear preguntas, hacer promesas, y ms abstrac
en s, como objeto directo y primario de la filosofa. Y, tamente, actos tales como los de referir y predicar. Si
ms precisamente, ubica a nuestro pensador dentro de Austin, en sus conferencias Cmo hacer cosas con pa
la lnea oxoniense desarrollada por Austin y con influ labras, inici una teora general de los actos de habla,
jos del llamado segundo Wittgenstein. De hecho, las tesis Searle pretende profundizar en ella y darle una exten
de Austin empapan toda la especulacin searleana y sir sin mucho ms amplia formulando una nueva taxono
ven desde su crtica para la elaboracin de su doctrina ma de los actos ilocucionarios.
personal. Por ello, en el centro de su pensamiento, est Qu es un acto de habla, para Searle? Un acto de
la problemtica de los actos de habla austiniana. La doc habla es la unidad mnima y bsica de la comunicacin
trina que sobre este tema sostiene Searle es aplicada lingstica. En ella, nos encontramos con los siguientes
posteriormente a los problemas filosficos de la referen elementos: a) actos de emitir palabras (morfemas, ora
cia, el significado, las falacias naturalistas, la intencio ciones), b) actos de referir y predicar (proposiciones o
nalidad y, especialmente, a las cuestiones ticas que van enunciados) y c) actos de afirmar, preguntar, mandar,
del ser al debe ser. En toda su obra, nuestro filsofo prometer (acto ilocucionario). No se trata, en una emi
intenta superar las deficiencias de la teora austiniana sin o locucin lingstica, al hacer la divisin anterior
sobre los actos de habla, as como las deficiencias de la de pensar que son elementos separados entre s. Se
doctrina russelliana de las descripciones o la terminal trata, ms bien, de considerar metodolgicamente, uno
de P.F. Strawson, o las derivadas de Grice en el tema por uno, los elementos que constituyen una sola unidad
del significado junto a ciertas posturas adoptadas por con el fin de que el anlisis resulte provechoso y fecun
Frege. do. Segn esta visin searleana, toda locucin o acto de
Durante los ltimos aos, Searle confront y analiz habla incluye el aspecto ilocucionario. De aqu que nues
tres series de problemas relativos a la filosofa del len tro pensador niegue la distincin austiniana entre actos
guaje. En primer lugar, los que se suscitan en conexin locucionarios y actos ilocucionarios. Para Searle, todos
con la existencia de realidades paradigmticas o modelo; los actos de habla quedaran reducidos al tipo ms ge
en segundo lugar, los que subyacen en cualquier teora neral del acto ilocucionario decir. Decir sera, as, el
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acto ilocucionario ms genrico y no habra posibilidad que ste quiere decir), con el cdigo emitido en s (lo
de identificar la locucin como entidad separable de la significado por la frase proferida), con el mbito del
ilocucin. Toda locucin es, pues, una ilocucin, ya oyente (qu es lo que ste comprende y qu efectos pro
que en sta siempre quedan incluidas la emisin de duce en l el cdigo emitido) y, por ltimo, con el m
palabras y la referencia y predicacin correspondiente. bito sintctico que rige la configuracin de los elemen
Por ello, realizar la unidad mnima de la comunicacin tos lingsticos.
lingstica acto de habla ilocucionario es una for Dado que todo acto locucionario es acto ilocuciona
ma de comprometerse con una conducta regulada por rio, se impone la elaboracin de una nueva taxonoma
reglas. Searle, a este respecto, considera que presen en virtud de la cual puedan distinguirse unos actos ilo-
tar preguntas, hacer enunciados, hacer promesas, etc., cucionarios de otros. Searle, a este fin, da hasta doce
es estar gobernado por reglas de conducta similares criterios. Sin embargo, los de verdadera importancia son
a las del ajedrez, cuando en este juego movemos sus tres: intencionalidad, correspondencia entre lenguaje y
piezas. mundo y, por ltimo, sinceridad. La intencionalidad
Una teora del lenguaje, por tanto, forma parte de alude al propsito que se tiene al realizar el acto ilocu
una teora de la accin que, en su aspecto lingstico, cionario y que es comn a todos los englobados dentro
obedece a la verdad analtica del principio de expresa- de una categora. As, ordenar y rogar pretenderan con
bilidad. Segn este principio, cualquier cosa que pueda seguir en el oyente determinada conducta, aunque con
querer decirse, puede ser dicha. Para una justa inte reglas distintas de juego, y describir una cosa tendra
leccin de este aserto, debe hacerse hincapi en que su como finalidad representarla. La correspondencia entre
contenido no implica que sea siempre posible encontrar lenguaje y mundo ofrece al acto ilocucionario tres posi
una forma de expresin que produzca en los oyentes bilidades: la que muestra una cierta isomorfa entre pa
todos los efectos que se intentan producir, por ejemplo, labras y realidad; la que, por el contrario, propone que
efectos literarios o poticos, emociones, creencias, y as el mundo se ajuste al lenguaje, y la que, como sucede
sucesivamente. Por otra parte, tampoco implica que cual con los saludos, seala que no existe relacin alguna
quier cosa que pueda decirse haya de ser comprendida entre el mbito ontolgico y el lingstico. El criterio de
por los que la escuchan. Con este principio se posibilita sinceridad, tratado por Searle, como condicin, se refie
explicar muchos aspectos del mbito del sentido y de re al estado psicolgico que el acto ilocucionario, si es
la referencia fregeanos. Y, adems, nos capacita para sincero, revela.
considerar como equivalentes las reglas del acto de habla Sobre esta base de criterios, principalmente, Searle
y las de emisin de ciertos elementos lingsticos cuyo clasifica los actos ilocucionarios dentro de estos mbitos:
significado es suficiente para determinar que su emisin representativos, directivos, compromisorios, expresivos
literal constituye, precisamente, una realizacin de ese y declarativos. De forma grfica podramos sintetizar
acto de habla. As, para estudiar actos de habla de pro el influjo de los tres criterios indicados en esta clasifi
meter o pedir disculpas basta slo con examinar oracio cacin:
nes cuya emisin correcta y literal constituya hacer una
promesa o presentar una disculpa.
Acto de habla y principio de expresabilidad mues
tran su conexin con el mbito del hablante (qu es lo
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Propsito Mundo-Lenguaje Sinceridad Desde esta clasificacin, nuestro filsofo aborda pro
Comprometer al La palabra se Tales actos de
blemas filosficos tales como el de la inferencia y sus
Representativos: hablante de que ajusta al mundo habla se creen. reglas, el de los nombres propios y el de los universa
algo es as o no. y es verdad o no. les. Pero especialmente los de dimensin tica, como el
paso del ser al deber ser y los que afectan a una clarifi
Intentan que el El mundo es el El estado psico cacin de lo que es la mente humana, o los que expli
Directivos: oyente haga al que se ajusta al lgico a que con can determinadas conductas humanas. Una exposicin
go. (Ordenar, lenguaje. ducen es el de searleana de estas cuestiones superaran los lmites de
preguntar, per seo.
mitir, etc.) nuestra labor meramente introductoria.
Comprometer al El mundo es el El hablante de
Compromisorios: hablante en una que se ajusta al be tener inten
conducta futura. lenguaje. cin o obrar co Cuaderno de bitcora
mo dice.
Expresan el es Carecen de rela Corresponder El universo, la naturaleza toda, es mera ex-posicin
Expresivos: tado psicolgi cin mundo-len al estado psico de la Palabra original fundante. Por ello, su ex-posi
co del hablante, guaje. lgico del ha cin es a la vez presentacin y camino. Como presen
(agradecer, dis blante. tacin, realiza la epifana de su propia realidad en cuanto
culpar, felicitar)
capacidad constituida en acto pletrico por la recepcin
Modificar una si La relacin mun En estos casos de la Palabra dicha en los orgenes. Como camino, la
Declarativos: tuacin, creando do-lenguaje es re es irrelevante en ex-posicin del universo, de la naturaleza toda, al ago
una nueva. (Ce cproca. el que habla. tar su acto entitativo en s mismo orienta en toda su
sar, dimitir, bau integridad a su contemplador hacia el sentido de su ser.
tizar, casar, nom
brar, etc.) Sentido que conduce al misterio verbal de donde proce
de y en donde reside el Sentido de todos los sentidos
csmicos. Es una suerte de libro abierto, cuya lectura
necesariamente revela la huella de su autor. Escritura f
sica de la realidad verbal que fundamenta su transfondo
Esta clasificacin searleana abarca los actos ilocu ontolgico. Por este motivo, su modo de ser-ex-puesto
cionarios, pero no los verbos ilocucionarios, ya que pue a la contemplacin pertenece al mbito de la necesidad,
den darse expresiones cuyos verbos ilocucionarios no de al mbito del nico sentido del que est dotado.
signen tipos de habla. Por ejemplo, el verbo insistir. El hombre, por el contrario, se ex-pone diciendo. Y
Insisto en que vengas, simplemente denota el grado su decir es respuesta a la llamada creacional que lo
de intensidad con el que se presenta, en el acto, el pro ubica en el campo de la libertad. En efecto, toda respues
psito ilocucionario. Austin queda, en esta clasificacin, ta presupone la captacin y comprensin de la llamada
superado y enriquecido, aunque esto no quiere decir que y la posibilidad de alternativas a su requerimiento. El
Searle no haya sido objeto de crticas por su elabora s, el no, la ambigedad son dimensiones de respuesta
cin. humana. Para llevarlas a cabo, es preciso, como elemento
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original constituyente, la opcin sobre una de ellas. Y, La Palabra en sus orgenes fue hecha luz clarifica
en consecuencia, la libertad, para responder s, no; am dora del caos y la luz fue materia espiritual sonora que
bigedad, ante el compromiso de la verificacin en acto alcanz el receptculo vaco de ser inundndolo de rea
de la respuesta. El hombre, as, es un ser que se va lidades. En el principio fue todo obra del poder absolu
haciendo en la medida en que plasma carnalmente su to de la palabra. Y el universo, la naturaleza, el hom
naturaleza verbal. La carne cobra carcter expresivo bre se situaron csmicamente. De manera ordenada,
del espritu que la va configurando con su respuesta. segn el sentido etimolgico de cosmos. El orden impli
Su eidos no se le da totalmente de una vez, sino que ca reglas de ordenacin. Tratndose del universo, tales
se constituye en el tiempo mediante la pronunciacin reglas reciben el nombre de leyes fsicas por su nece
de la respuesta, con su semntica correspondiente. De sidad fctica. El hombre, sin embargo, por drsele su
este modo, la naturaleza humana posee sentidos y, ade eidos potencialmente, es actividad libre que debe mo
ms, los construye. Por ello, nunca agota su realiza ralmente configurarse segn el sentido escogido en su
cin, aunque est siempre actundola. Su ser es acti respuesta a la Palabra convocadora de su ser. Por ello,
vidad. Su vida es accin, por antonomasia, orientada su ex-presin es ex-posicin que dice dentro del juego
hacia el sentido escogido que, por ser tal, exige her comunicativo y de sus reglas. El transfondo de su fon
menutica. tica y sintaxis reside en su pragmtica vital. Puede hacer
Para el silencio que est fuera y ms all de la Pa o deshacer o no hacer nada. Puede construir futuro
labra original fundante, la inteligencia idea el concepto desde el presente alcanzado. Pero tambin tiene la posi
de nihilidad ontolgica. Y la imaginacin configura a bilidad de destruirse a s mismo y a su entorno. En la
sta como receptculo desolado y vaco de ser, amorfo entraa ms profunda de su espritu encarnado se apo
y bruto, oscuridad total, confusin completa. Por ello, sentan, al acecho, dos fuerzas antagnicas que se repe
la Palabra pronunciada desde su propia eternidad se len como polos de signo distinto. Por un lado, la fuerza
propone organizar este caos. Es decir, separar sus ele negadora de sentidos que, al considerarse impotente
mentos para lograr que cada uno realice su funcin para dominar el Sentido Absoluto, se suicida y autodes-
propia. De este modo, en el caos comenzar a reinar la truye en una embriaguez dionisaca. La nada le da vr
armona de la medida y regla. En la Teogonia de Heso- tigo y le fascina, porque es la madre de donde procede
do, esto se operaba por la accin del eros, forma que toda respuesta humana y a ella quiere volver con el pro
llevaba en s los elementos del caos y que en virtud de psito de recuperar su mudez, su aparente silencio quie
su impulso de amor los combinaba adecuadamente. to. Por otro lado, en cambio, la fuerza constructora de
Diepen-Beke, discpulo de Rubens, plasm pictricamen sentidos, deseosa de responsabilidad ante la llamada del
te esta visin griega, que resulta, sin embargo, algo pos misterio verbal que la proclam en sus orgenes. El ser,
terior al origen genuino y autntico del cosmos. Y esto, en ella, exulta de felicidad porque se apercibe transida
porque el caos mismo es fruto del poder de la Palabra, de sentido y de sentidos; porque al ser nombrada se
como ya en la antigedad siguiendo una lnea herme- hace epifana y misterio del misterio recndito de la Pa
nutico-lingstica recuerda sn Isidoro de Sevilla en su labra original fundante. Su pragmtica es historia sin
Differentiarum Liber (PL. 83, 1 .II, 74c), al sealar: pri tctica y semntica humana que siempre necesitar her
meramente fue hecha la materia del cielo y la tierra con menutica obediente a las leyes que regulan la libertad
fusa e informe, a la cual los griegos llamaron caos. responsable del s. Y la tarea analtica es bucear en el
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lenguaje humano con el fin de descubrir sus posibili je. Por ejemplo, el de F.V. Kutschera en pp. 139-200 o
dades correctas de configuracin del eidos que posee el de J. Hierro S. Pescador en pp. 268-358 o, por lti
y que naturalmente construye con su conducta. El pro mo, el de Acero, Quesada y Bustos en pp. 197-225. De
blema de su palabra es el problema de su ser y de sus manera un poco particular, a este respecto, no conven
lmites, de su sentido fundamental y de sus sentidos dra olvidar de nuestra singladura lectora la investiga
adicionales. cin de J.V. Arregui, Accin y sentido de Wittgenstein,
Un enriquecimiento de la visin naturalista del len Pamplona, Eunsa, 1984 que, en los captulos V, VI y
guaje por medio de su bibliografa en versin castellana VIL trata nuestra temtica. Es interesante su exposicin
es, por desgracia, todava relativamente pobre. Como se del anlisis wittgensteiniano, en cuanto actividad tera
ha indicado ya, las Investigaciones filosficas de L. Witt putica y fenomenolgica.
genstein y sus manuales de acompaamiento, tanto de La obra de J.L. Austin se encuentra, casi en su tota
M. Black y de G.E.M. Anscombe, carecen de traduccin. lidad, trasladada al castellano. Tenemos as. Sentido y
Como nuestro criterio inicial fue proponer slo literatu percepcin, Madrid, Tecnos, 1981, que recoge las leccio
ra castellana para realizar con eficacia los excursus del nes acerca del conocimiento dadas por Austin desde
alumno en los temas tratados, indicamos, aqu, algunas 1947 a 1959 en Oxford y en la Universidad de Califor
obras en las que con ms amplitud se descubre el pen nia. Alfonso G. Surez, junto a su traduccin, presenta
samiento de L. Wittgenstein en este su ltimo perodo. introductoriamente el pensamiento de Austin con acier
En primer lugar, los captulos III y IV, especialmente to y concisin. La editorial Revista de Occidente (Ma
de la obra ya citada de Pilar Lpez de Santa Mara Del drid, 1975) ha puesto en manos de los lectores castella
gado, Introduccin a Wittgenstein, Barcelona, Herder, nos los Philosophical Papers de Austin bajo el ttulo de
1986. El ncleo central del captulo III lo forma la ex Ensayos filosficos. Y, por ltimo, Paids Studio ofrece
posicin crtica del Tractatus, el significado como uso y Cmo hacer cosas con palabras, Barcelona, 1982, con
los juegos de lenguaje con sus consecuencias para la con una introduccin bastante extensa y clara sobre la obra
cepcin de la gramtica, las formas de vida y el pareci de Austin a cargo de G.R. Carri y E.A. Rabossi. Del
do de familia. El captulo IV est dedicado al lenguaje mismo Rabossi tenemos tambin: Locuciones e ilocu-
y a los procesos mentales. Otra obra, digna de lectura, ciones: Searle y Austin en Crtica 18 (Mxico, 1972),
es la de Victoria Camps, Pragmtica del lenguaje y filo 3-37. En la obra, ya citada de J.J. Acero, Filosofa y an
sofa analtica, Barcelona, Pennsula, 1976. El captulo lisis del lenguaje, el ltimo captulo est dedicado a ex
I versa sobre la pragmtica del significado. Es decir, el plicar las expresiones constativas y las realizativas (pp.
acto lingstico, los juegos de lenguaje, el significado 191-205). W.D. Hudson, La filosofa moral contempor
como uso, las reglas del lenguaje corriente y la gramti nea, Madrid, Alianza, 1970, dedica algunas pginas al
ca profunda. Despus aplica a la dimensin tica esta aspecto tico de la concepcin austiniana.
visin en el captulo III. Pero lo verdaderamente intere Acerca de las doctrinas de J. Searle, mientras que
sante de este estudio es el anlisis que se hace de los todava no est traducida al castellano su obra Philo-
lenguajes anormales el religioso y el filosfico, con sophy of Language, ya citada con precisin anteriormen
los que se completa el libro. Tambin, como lectura de te, s lo est su ensayo Speech Acts. Lo edita Ctedra
mayor amplitud y de consulta, puede llevarse a cabo bajo el ttulo de Actos de habla, Madrid, 1980; la ver
sobre los textos introductorios a la filosofa del lengua sin castellana corre a cargo de L.M. Valds Villanue-
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va. Tambin Ctedra, en su coleccin Teorema (Madrid, Captulo V
1985), nos ofrece en traduccin del mismo L.M. Valds
Villanueva la obra de Searle, Mentes, cerebros y cien PROBLEMAS ONTOLGICOS DEL LENGUAJE:
cia. Estudioso de Searle, Valds Villanueva ha llevado EL ESTRUCTURALISMO LINGSTICO
a cabo tambin traducciones de diversos artculos del
pensador americano en la revista Teorema, que citamos
a continuacin: Una teora general de los actos de
habla, Teorema, 5 (1975), 501-513. Una taxonoma
de los actos ilocucionarios, Teorema, 6 (1976), 43-77.
Actos de habla indirectos, Teorema, 7 (1977), 23-53.
Qu es un acto de habla, Teorema, 15 (1977), 46-58.
El panorama de lecturas propuesto no es muy am
plio, pero s suficiente para nuestra labor introductoria
que exigir, posteriormente, extenderla en el seminario
a la literatura escrita sobre el tema en otros idiomas.
Especialmente, el ingls.
El estructuralismo no se presenta como cuerpo sis
temtico y coherente de una doctrina filosfica, sino,
ms bien, como el denominador y la resultante de tra
bajos paralelos en diversas disciplinas que parten de una
idea fundamental, la de la estructura. As, el estructu
ralismo es un movimiento que respeta la especfica ori
ginalidad de sus seguidores con la nica condicin de
que su obra se mueva dentro de un mismo estilo y m
todo: el del descubrimiento de los procesos mediante los
cuales se combinan los diversos elementos de un todo.
La estructura es, precisamente, la unidad mnima que
da explicacin de tales procesos. Por ello, el concepto de
estructura es anlogo y depende del tipo de realidades
que se quieran clarificar, antropolgicas, sociolgicas,
lingsticas. El estructuralismo est por encima de los
estructuralistas.
A la filosofa del lenguaje, como es obvio, le intere
sa el estructuralismo lingstico especialmente en su ver
sin chomskiana por los problemas y soluciones que
plantea en el mbito filosfico.
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Concepto de estructura lingstica momentos esenciales de la esencia se codeterminan mu
tuamente en su unidad. En esto consiste ser estructura.
La etimologa puede introducirnos con fruto en la Y esta estructura es el principio determinante posicio-
inteleccin de lo que es una estructura lingstica. Es nal de las notas constitucionales. Pretender, sin embar
tructura proviene del verbo latino struo que significa go, convertir la estructura en algo equivalente a una no
reunir, apilar. Su acepcin primera, segn el Lexicn cin clsica de forma, o esencia o naturaleza es no haber
latinitatis de Forcellini, fue la de ordenada composicin comprendido en toda su profundidad y extensin la doc
de muchas cosas. Posteriormente, el trmino se apli trina estructural.
c de modo preferente a la arquitectura, pues sta cons Dado su carcter de concepto analgico, interesa a
truye reuniendo, apilando ladrillos uno sobre otro obe nuestro propsito definir la estructura en el mbito del
deciendo siempre a una ratio aedificandi. Cicern tras lenguaje. Qu es una estructura lingstica? Qu quie
lad al lenguaje esta visin arquitectnica en la que dio re significarse al hablar de un estructuralismo lingsti
entrada a los trminos structio, structor, structilis y co? Una comparacin, tomada del mundo del automvil,
habl de apta compositio verborum in dicendo. Con es apta para la clarificacin del concepto de estructura
el trmino structio se aluda al acto mismo de la apta lingstica. Un experto del motor, a nuestra vista, puede
composicin de las palabras. Structor haca referencia desmontar un automvil pieza por pieza e indicarnos
al maestro que enseaba a llevar a cabo dicha apta com para qu sirve cada una y qu cometido y funcin de
posicin en el decir, y el adjetivo structilis designaba lo sempean dentro del engranaje general. Luego, lo re
construido o armado mediante piezas o unidades. De construye, colocando cada pieza en su sitio y lo pone
aqu que structus fuera, en ltima instancia, lo compues en marcha. La reconstruccin del automvil, en cuanto
to o fabricado. Tambin los autores de nuestro Siglo de tal, que ha realizado este experto del motor nos explica
Oro mantuvieron esta concepcin lingstica ciceronia la razn, el porqu del funcionamiento del automvil.
na de estructura. De este modo, la semntica del trmi Es obvio que una pieza mal encajada o fuera del sitio
no en el transcurso de los siglos abarc las ideas de f que le corresponda impedir la marcha normal del auto
brica o edificacin, distribucin ordenada de las partes mvil. ste habr perdido su sentido o significado en
de un edificio, de un cuerpo o de un discurso. tanto que automvil.
La etimologa, pues, muestra los pilares bsicos Transladando esta comparacin al lenguaje, la pala
sobre los que se configura el concepto de estructura: bra estructura significa ((construccin en el sentido
unidades elementales, orden segn el cual las unidades ms corriente del trmino. Para realizar esta construc
elementales se relacionan y causa eficiente de la cons cin del lenguaje, el investigador ha de llevar a cabo
truccin que realiza dicho orden. La estructura no hace primero una labor de anlisis. Ha de analizar el len
referencia propiamente al conjunto de materiales que guaje, aislando en l sus unidades mnimas naturales y
componen un ser, sino al modo cmo se unen en rela autnomas. Solamente as puede engranar, luego, esas
ciones concretas para dotarlo de forma o figura. Por unidades estructurndolas. De esta forma, se nos des
ello, no extraa que algunos filsofos hayan identifica cubre que el lenguaje es un todo en s, que se justifica
do la estructura con la forma o con la esencia de las por s mismo y desde su propia interioridad y cuyos
cosas. As, por ejemplo, Zubiri afirma en su libro Sobre componentes funcionan segn determinados engrana
la esencia, Madrid, Soc. Est. Publ., 1962, p. 512: Los jes, segn determinadas estructuras)) precisas y concre
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tas, fuera de las cuales el lenguaje deja de ser lenguaje. teamericanos de tendencia bloomfieldiana y chomskiana.
Al decir que el lenguaje humano es estructurado, Con todo, teniendo en cuenta lo dicho anteriormen
debe entenderse que est constituido por elementos lla te, puede adoptarse una clasificacin iiitermedia de la
mados discretos. Es decir, unidades mnimas delimita nocin de estructuralismo dentro de la lingstica actual.
das con rigor y sin ningn paso gradual de una a otra. En ella, se dan cabida a tendencias diversas, cuyo de
Cada una de estas unidades guarda respecto a las otras nominador comn es el intento de organizar el lenguaje
con las que se combina un conjunto de funciones que desde estructuras por muy diferentes que stas se conci
marcan las posibilidades de comunicacin humana. Es ban. Segn este criterio, cabe distinguir el estructura
lo que se denomina paradigma del lenguaje. Y esta lismo europeo, calificado como analtico y el norteame
comunicacin humana se verifica segn las posibilida ricano de ndole empirista (Bloomfield) o generativo-
des de las secuencias habladas o sintagmas. transformacional (N. Chomsky).
Afirmar que el lenguaje es estructura equivale a afir De gran importancia, dentro del estructuralismo eu
mar que es un sistema de elementos, dotado de una ropeo, son las conocidas escuelas de Ginebra, Praga y
determinada forma que lo caracteriza y lo opone a otros Copenhague. La primera est representada por disc
sistemas que tienen otras formas. pulos directos de F. de Saussure, como A. Meillet,
Ch. Bally, A. Sechehaye, y ms tarde por Vendrys,
H. Fre o R. Godel. Basndose en la distincin saussu-
El panorama lingstico estructural reana entre lengua y habla, desarrolla las dimensiones
de stas en trminos de relacin social-individual, otor
El estructuralismo, en lingstica, toma como punto gando menor atencin al aspecto propiamente estructural
de partida el libro postumo de F. de Saussure Cours de de la concepcin de F. de Saussure.
linguistique genrale (1916). Desde entonces, todas las La segunda gran escuela estructural europea tiene su
investigaciones realizadas en torno al lenguaje, conside origen en 1926 alrededor del recin fundado Crculo lin
rado como un ensemble ou tout se tient, segn ya se gstico de Praga. En sus actividades participaron au
ha indicado, se autocalifican de estructurales, aunque tores como B. Havrnek, J. Mukarovsky, B. Trnka, pero
obedezcan a criterios muy diversos. Por ello, el concep especial relevancia tuvieron por sus estudios fonolgi
to de estructuralismo, en lingstica, abarca acepciones cos S. Karcevskij, R. Jakobson y N.S. Trubetzkoy. La
muy amplias unas veces. Y otras, en cambio, demasia gran actividad cientfica de la Escuela de Praga, en sus
do restringidas. Entre las primeras, pueden ubicarse las aos de apogeo, qued plasmada en los ocho volmenes
investigaciones que han subrayado el carcter sistemtico Travaux du Cercle linguistique de Prague, editados entre
y abstracto de la lengua, en cuanto su accin comunica 1929 y 1938. En estos volmenes aparecen las conoci
tiva obedece a reglas determinadas. En este sentido, es das como nueve tesis del Crculo de Praga que, con
estructural la lingstica de muchos autores indios y la anterioridad, haban sido propuestas en el Primer Con
tradicin gramatical grecolatina. Y la lingstica histri greso Internacional de Lingstica celebrado en La Haya
ca, precursora del estructuralismo moderno, es tambin en 1928. De estas nueve tesis, son de capital importan
estructuralista. Entre las segundas, se encuentran aque cia las que se derivan de la concepcin de la lengua
llas corrientes que pretenden monopolizar la acepcin como sistema, fruto de la actividad humana ejercita
de estructuralismo refirindolo slo a los estudios nor da con un fin muy concreto: la expresin y la comunica
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cin. Igualmente, las que se refieren a la metodologa categora verbal rango secundario y en dependen
en la realizacin del programa fonolgico y las que alu cia de sta los complementos directos y circunstancia
den a las diversas funciones del lenguaje, entre las que les rango terciario. Propiamente todas las palabras
se hallan la afectiva, la comunicativa y la potica. A caen dentro de estos tres rangos, no dndose ya ms
este ltimo respecto, conviene no olvidar que el Crculo rangos fundamentales cuarto o quinto, por consi
de Praga, a pesar de ser conocido especialmente por su derarse innecesarios para el funcionamiento sintctico
predileccin hacia la fonologa, llev a cabo tambin correcto de la lengua.
muchos estudios de ndole literaria y potica siguiendo Los dos autores ms representativos de la escue
los mtodos propios del formalismo ruso. la de Copenhague son Viggo Brndal (1887-1942) y
La escuela de Copenhague se configura como here L. Hjelmslev (1889-1965). En el primero, la construccin
dera de una rica tradicin de estudiosos daneses del len del estructuralismo dans se realiza volviendo a las ca
guaje, cuyos nombres ms ilustres son Rasmus Rask, tegoras de la lgica. As, afirma en Les parties du dis-
Wiwel, Madvig y, especialmente, O. Jespersen. Todos cours (Copenhague, 1948), p. 76: El objeto de la filo
ellos centran sus investigaciones en la bsqueda de los sofa del lenguaje es buscar el nmero de categoras
fundamentos de la gramtica general. A este respecto, lingsticas y su definicin. Si se puede demostrar que
son dignas de recordar algunas ideas de O. Jespersen dichas categoras son en todas partes las mismas, a
por la revalorizacin que este autor ha tenido en la ten pesar de todas las variaciones, se habr hecho una gran
dencia lingstica chomskiana con su Filosofa de la gra contribucin a la caracterizacin del espritu humano.
mtica. En esta obra se intenta descubrir los conceptos Las definiciones de las categoras lingsticas reciben su
bsicos sobre los que opera la gramtica y su influjo en contenido de sus respectivas categoras metafsicas, sus
otros campos como el de la lgica y la epistemologa. tancia, cantidad, cualidad, relacin. La teora de las opo
Resultado de su investigacin es una visin sistemtica siciones, defendida en fonologa por N.S. Trubetzkoy,
de la gramtica en la que se pasa revista a las categoras Brndal la extendi al campo morfolgico y semntico.
fundamentales: partes de la oracin, funciones gramati Segn Viggo Brndal la oposicin constituida por un tr
cales, casos, voz activa y pasiva y, por ltimo, distincin mino negativo y otro positivo es la unidad fundamental
entre lengua y realidad con la relacin correspondiente en del sistema, a la cual se pueden aadir tambin un tr
el uso de la competencia lingstica. Interesante resulta mino complejo y otro neutro. De hecho, el programa
su doctrina sintctica de los tres rangos. Segn esta para un enfoque estructural del lenguaje lo expuso en
doctrina, las palabras deben ser clasificadas segn rango el artculo Linguistique structurale, aparecido en Acta
primario, secundario y terciario. Su ubicacin sintcti Lingistica. Revue Internationale de Linguistique Struc
ca se realiza dentro de la dependencia ordenada de los turale, I (1939), desde la pgina 2 en adelante.
mismos. Solamente el verbo pertenece al rango secun Mayor influjo que Brndal ha sido el que L. Hjelms
dario. Si, por ejemplo, analizamos sintcticamente la lev ha ejercido en la cultura lingstica internacional,
oracin el reloj funciona bien, veremos que el reloj particularmente en Estados Unidos. L. Hjelmslev es
forma una unidad de rango primario, el verbo funcio conocido, sobre todo, por su doctrina denominada glo-
na pertenece al rango secundario, y bien al terciario. semtica. En 1931, los lingistas de la Escuela de
Necesariamente despus de las palabras de rango pri Copenhague constituyeron comits de trabajo dedicados
mario se ha de colocar en la construccin de la frase la al estudio de la fonologa y de la gramtica. Fruto de
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tales estudios fueron en fonologa, la fonemtica y, en La lingstica americana, particularmente la estadou
gramtica, la ya citada glosemtica. Despus de diver nidense, no comenz a cobrar rasgos caractersticos pro
sas vicisitudes en su publicacin, la doctrina de Hjelms- pios, diferentes de los de la europea, hasta prcticamen
lev es conocida y divulgada por su versin inglesa Pro- te la segunda dcada de este siglo. Con anterioridad a
legomena to a Theory of Language, Baltimore, 1953 (2.a estos aos, puede citarse la obra de Franz Boas, forma
ed. en Madison, 1963). El propsito de Hjelmslev, igual do con los neogramticos alemanes, cuya aportacin ms
que el de Brndal, fue hallar los elementos invariables importante fue su estudio sobre las lenguas amerindias
del lenguaje en s mismo considerado. Para ello, utiliza y el dar inicio al gran Handbook of American Indian
una metodologa formalizada en la descripcin del len Languages. En 1917, fund tambin el Internacional
guaje que da como resultado la ciencia de los glosemas Journal of American Linguistic que se imprimi en Ale
(glosemtica), unidades invariantes lingsticas, cuyos mania hasta 1939. Interrumpida su publicacin durante
conceptos estn informados por los de la lgica-matem la guerra, volvi despus a aparecer bajo la direccin
tica. Paralelamente establece un conjunto de principios de C.F. Voegelin en la Universidad de Indiana.
a los que deber someterse toda elaboracin doctrinal E. Sapir y L. Bloomfield fueron los dos primeros au
del lenguaje. Cuando se trata de definir las categoras tores que marcaron, dentro de sus posturas opuestas
lingsticas, nuestro autor destaca la relacin entre las mentalista y behaviorista, una orientacin estructural en
unidades del idioma como elemento esencial. Para evitar la investigacin del lenguaje. Con todo, dada la necesi
confusiones en la exposicin de su doctrina, se vio obli dad de describir las lenguas indgenas americanas ca
gado a adoptar una terminologa nueva que ha sido ob rentes de tradicin escrita, debieron hacer prevalecer en
jeto posterior de muchas crticas. As, a ttulo ilustrativo, sus estudios la sincrona. Todo lo contrario a lo acon
para las unidades pertenecientes al plano del contenido tecido en Europa, en donde la gramtica histrico-com-
propone el trmino de plerema que divide, a su vez, paratista puso de relieve la diacrona.
en marginal, central y morfema, que sern defi Sapir, calificado como el lingista americano de ndole
nidos por medio de relaciones homo y heterosintagm- ms humanista, conceba el lenguaje desde influencias
ticas. Una exposicin ms detallada del pensamiento de de tipo psicolgico. Para l, exista una fuerza motriz
L. Hjelmslev la ha realizado E. Alarcos-Llorach en su espiritual (voluntad, espritu, etc.) que ejerca su accin
obra Gramtica estructural (segn la escuela de Cope sobre factores fsicos humanos (centros nerviosos), y
nhague y con especial atencin a la lengua espaola), produca la variabilidad del lenguaje. Sus investigaciones
Madrid, Gredos, 1951. las haba realizado en gran parte con los indios de Am
Para completar la panormica lingstica del estruc- rica y ponan en primer plano la conciencia lingstica
turalismo analtico europeo conviene tener en cuenta de los hablantes. El gran progreso, en lingstica, lleva
tambin la escuela funcionalista de A. Martinet y la do a cabo por E. Sapir, consisti en la clasificacin de
escuela de Londres con su grupo neo-firthiano que con los tipos de lenguas, siguiendo tres criterios. El primero
cede especial atencin a la jerarqua de los niveles del se refiere a los tipos de conceptos que en las mismas se
lenguaje y a la lingstica aplicada sobre todo a la en expresan (bsicos, derivados, de relacin concreta y pu
seanza del ingls. La visin rusa del lenguaje la tratare ramente relacinales); el segundo es un criterio tcnico
mos aparte dentro del captulo dedicado al materialismo segn el cual, atendiendo a la naturaleza de las combi
dialctico. naciones morfolgicas, las lenguas pueden clasificarse en
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aislantes, aglutinantes y simblicas. El tercero y ltimo ejemplo, la actuacin de un hombre que llega sediento
criterio de clasificacin es de orden estructural y divide a su casa, despus de un largo paseo. Sobre la mesa de
las lenguas en analticas, sintticas y polisintticas. El la cocina se halla un vaso repleto de agua. El encuentro
pensamiento lingstico de E. Sapir qued plasmado con el vaso de agua produce en l, de inmediato, un es
en su obra Language: An Introduction to the Study of tmulo (E) al que reaccionar tomando el vaso de agua
Speech, Oxford, 1921, de la que existe versin castellana y bebindola (R). La conducta humana ha sido reduci
en la editorial del Fondo de Cultura Econmica en Mxi- da aqu, segn la doctrina behaviorista, a puro estmu
co-Buenos Aires, 1954, con una segunda edicin en 1962, lo y reaccin. Y, como rasgo distintivo, se observa que
bajo el ttulo de El lenguaje. Introduccin al estudio del el comportamiento analizado permanece siempre en un
habla. De manera similar a la de B. Croce, E. Sapir se mbito individual.
fij en las relaciones tan complejas que existen entre Veamos, ahora, qu sucede en un comportamiento
pensamiento y realidad histrica, insistiendo en el pa lingstico, cuya simbolizacin se complica ms que la
ralelismo que se da en el binario simbolismo-expresin. anterior y que quedara del siguiente modo:
Continuadores destacados de esta orientacin estruc E r, ..., e2 r% ..., en R
tural mentalista fueron el sueco M. Swadesh y el esta
dounidense K.L. Pike. El primero se ha dedicado de ma donde E y R son acontecimientos prcticos, estmulos
nera principal al campo de la fonologa, mientras que y reacciones extralingsticas, mientras que e y r son
el segundo toma como campo de investigacin la semn estmulos y reacciones lingsticas. La explicacin de la
tica y las relaciones existentes entre la lengua y los fe frmula podra ser expresada en los trminos siguien- ''i
nmenos de la cultura. tes: pongamos que la sensacin de sed le entra a nues
Si E. Sapir hizo un estudio descriptivo del lenguaje tro hombre por la calle. Qu hace? Penetra en una ca- V
desde el punto de vista mentalista, L. Bloomfield en su fetera, se acerca a un camarero y emite un conjunto de xh
libro Language, Nueva York, 1933, va a realizar otro ondas articuladas y sonoras, simbolizadas por la mins
tanto pero desde el punto de vista behaviorista. En efec cula r. Tenemos, as, que al estmulo de la sed (E), l
to, Bloomfield inicia un movimiento que concibe el len responde con un acto lingstico: una prolacin. Pero
guaje de forma positivista, estudiando en l nicamente esta prolacin acta, a su vez, como estmulo e2 para
su aspecto formal y abandonando cualquier considera el camarero. En efecto empujan a ste a tomar un bote-
cin psicologista. La lengua, en la experiencia y dato sen lln de cerveza fra, por ejemplo, y drselo a nuestro
sible, aparece siempre bajo la estructura de un acto in hombre. Tal accin la simbolizamos con r, que a la pos
dividual de habla. Bloomfield, entonces, hace anlisis de tre, resulta ser estmulo para nuestro hombre que fina
este acto en trminos behavioristas. En qu se distin liza el proceso con la correspondiente conducta extra-
gue bsicamente un comportamiento lingstico del que lingstica de beber la cerveza. Se observa, as, que el
no lo es? El proceso no lingstico se podra simbolizar acto lingstico se encuentra instalado entre otros dos
mediante la siguiente frmula: que no lo son. Y las diferencias entre ambos saltan a la
E-R vista. En E R, se trata slo de una persona que sien
te un estmulo y lo sacia con una reaccin adecuada.
en donde estas letras maysculas significan estmulo En cambio, en la segunda frmula, se observa que el
(E) y reaccin o respuesta (R). Tomemos, como estmulo (E) empuja a nuestro hombre a emitir pala-
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bras (r), por ejemplo: me puede dar un botelln de tiempo, todas sus debilidades: la incapacidad de presen
cerveza?, que ponen como nuevo estmulo (e2) en mo tar las relaciones entre distintos niveles de unidades, su
vimiento a otro hombre, el camarero. ste realiza, para estatismo, la falta'de una teora de evaluacin del an
satisfacer el estmulo lingstico producido en l por las lisis y la incapacidad de convertirse en una teora de la
palabras pronunciadas, un trabajo. Este esquema tan lengua en general. No debe, por tanto, extraar que en
simple podra irse complicando cada vez ms, introdu este contexto la aparicin de la gramtica generativo-
ciendo una tercera o cuarta persona. Con ello, se paten transformacional resultase una verdadera revolucin en
tiza que lo peculiar del comportamiento lingstico cons la concepcin del lenguaje y de su gramtica general.
ta de tres elementos: el que habla, el que escucha y la El estructuralismo lingstico americano cobra con
comunicacin que tiene lugar entre ellos, quedando el N. Chomsky una influencia prepotente en la orientacin
acto lingstico encuadrado dentro de lo social. No en del estudio acerca del lenguaje. Seala el paso del be-
vano, Bloomfield concluye de su anlisis que la divi haviorismo inductivo a la teora lingstica deductiva, a
sin del trabajo y, con ella, la obra entera de la socie la modelizacin dinmica y matemtica, con un retorno
dad humana son cosas debidas al lenguaje. a la gramtica racionalista europea del siglo XVII de la
La influencia de Bloomfield, en lingstica, ha sido que hace una nueva versin. Por este motivo, aunque
de una fecundidad y fertilidad extraordinaria. S. Bloch no es nuestro propsito exponer sistemas lingsticos
afirma acerca de la obra bloomfieldeana en Journal of cosa que pertenece a la ciencia del lenguaje convie
the Linguistic Society of America, 25 (1949), 88: se ne dar una visin sucinta del estructuralismo chomskia-
trata de un trabajo sin par como exposicin y sntesis no. Al menos, para comprender su modo de proceder y
de la ciencia lingstica. En esta lnea algunos autores el conjunto de problemas que plantea a la filosofa del
han considerado el libro Language de Bloomfield como lenguaje, especialmente por lo que se refiere a las rela
el ms importante lingsticamente hablando de nues ciones entre entendimiento y lenguaje, ideas innatas y
tro siglo, a uno y otro lado del Atlntico. Estimacin, si aprehensin de la realidad. La breve descripcin de la
se quiere, un tanto exagerada pero que revela el aprecio panormica estructural lingstica llevada a cabo hasta
de que goz en su poca. ahora ha tenido slo por objetivo la ubicacin de la tarea
Por otra parte, a Bloomfield le cabe el mrito de lingstica chomskiana.
haber destacado la importancia de la posicin de las pa
labras dentro de una cadena lingstica. Segn l, todas
las formas que pueden ocupar una misma posicin cons La gramtica generativo-transformacional
tituyen una clase de formas (form-class). As, el criterio de N. Chomsky
de distribucin va posteriormente a desempear un
papel importante en el anlisis de las oraciones del que Emmon Bach, estudioso lingista americano, com
Zelli S. Harris fue su mejor sistematizador. Con este m para el mtodo de Chosmky con el de Kepler en la me
todo distribucional de anlisis, utilizado ms tarde por dida en que ve, sobre todo en la invencin cientfica, la
N. Chomsky en su labor transformacional de la gram manifestacin de una actividad creadora que se eleva
tica generativa, el estructuralismo inductivo americano, de un salto hasta las hiptesis generales. Con esta afir
segn Mara Manoliou en El estructuralismo lingsti macin nos ofrece ya los puntos esenciales sobre los que
co, p. 55, alcanz un punto lmite revelando, al mismo descansa el pensamiento de Chomsky: la actividad es
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piritual, dentro de la cual se encuentra la ciencia y el una descripcin formal de la misma que contenga todas
lenguaje, es creatividad y, adems, el lenguaje es forma. las instrucciones previstas en el cdigo gentico de la
La actividad espiritual, como creadora de la ciencia lengua, y que se refieren tanto al sentido del contenido
y el lenguaje, aparece en Algunas constantes de la teo semntico de la frase como a su forma, a su estructura
ra lingstica (1965) y su fuente es el concepto de forma fonolgica.
de E. Cassirer al que est unida. Y tanto actividad crea Segn lo indicado anteriormente, se puede describir
dora como forma dependen de la concepcin del lengua ya de un modo general la concepcin que Chomsky tiene
je en cuanto enrgeia de Humboldt. Para ste, la nica del lenguaje. Para l, el lenguaje es fruto de una actividad
definicin vlida del lenguaje es la gentica. Es decir, el creadora del espritu humano, manejando las diversas
lenguaje originado por el esfuerzo del espritu, en cuya formas y posibilidades que un sistema de comunicacin
base existe un factor uniforme de tal esfuerzo y que es hablado le ofrece y que, a su vez, ha de ser entendido
la forma. por un oyente de manera adecuada y correcta. Se es
Junto a esta dependencia ms directa de Chomsky tablece, as, el rea de competencia de una lengua. sta
respecto a E. Cassirer y a Humboldt, el marco ms ge ya no es simplemente el mero acto de transmisin o
neral en que se sita su pensamiento es el de los estu comunicacin, considerado en s mismo fontica, sin
dios cartesianos sobre el lenguaje y la gramtica lgica tctica o semnticamente. Es algo ms. Se trata de la
tradicional de Port-Royal. posibilidad que cada individuo de una comunidad idio-
Para aclarar el carnet de identidad con el que mtica posee para producir frases que nunca haba
Chomsky comienza su especulacin, conviene indicar al usado anteriormente y que sern reconocidas y entendi
gunas caractersticas del lenguaje como forma que le di das por sus oyentes. Con esto, el hablante y el interlo
ferencian de Humboldt. Segn Chomsky, las formas cutor forman parte integrante del proceso comunicativo
creadas por el hombre estn sujetas a dos tipos de re lingstico. Y se pretende sealar el conjunto finito de
glas: unas interiores a las palabras mismas y a los con reglas que, partiendo de un nmero finito de unidades,
ceptos; otras, exteriores. El concepto de forma compren gracias a transformaciones sucesivas en nmero tambin
de tanto las reglas de construccin como las reglas de finito, d cuenta de la formacin de las infinitas frases
formacin de las palabras y las reglas de formacin que pueden en una lengua ser correctamente construi
de los conceptos que determinan la clase de las pala das. Cuando esto se consigue, se obtiene un modelo de
bras fundamentales de una lengua. construccin del sistema lingstico. De aqu que la gra
De este modo, Chomsky contrapone esta forma a una mtica universal de Chomsky sea denominada con toda
esencia o a lo que Humboldt denomina materia del len propiedad generativa y transformacional: la generacin
guaje, en cuanto elemento que se encuentra ya dado y lingstica se orienta naturalmente a su transformacin
que precede al lenguaje articulado. La forma del lengua sintctica. Ahora se comprende quizs mejor la idea de
je es una estructura sistemtica. Por ello, no contiene que saber y dominar una lengua significa ser capaces
elementos singulares como componentes aislados, sino de entender lo que nos dice y de producir expresiones
que los engloba a todos en la medida en que se puede con contenido semntico correcto que nunca antes ha
descubrir en ellos un mtodo de formacin del discur bamos utilizado. Al introducir al hablante, como elemen
so. Esto significa disponer de una gramtica que pueda to constitutivo del proceso de comunicacin, el lingis
rendir cuenta de toda frase real posible y proporcionar ta estadounidense estudia su capacidad para realizar de
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terminadas operaciones gramaticales que, acudiendo a bilita la produccin o generacin automtica de un men
la terminologa matemtica, denomina transformaciones. saje compuesto de un nmero finito de smbolos ele
A esta capacidad del hablante corresponde otra en el mentales, a la manera como pueda hacerlo una mquina.
oyente: la de interpretar y comprender. Cada uno de los smbolos tiene su duracin propia y van
La gramtica generativa de Chomsky puede ser defi siendo producidos en el tiempo, del presente hacia el
nida a partir del mtodo de trabajo que ella representa. futuro o, si se proyecta en un plano la duracin, de
Chomsky parte de una hiptesis de trabajo racional, pero izquierda a derecha. La eleccin del primer smbolo
que se apoya tambin en una tradicin de clasificacin de cada secuencia es libre, pero todos los smbolos si
emprica: intenta catalogar los elementos sintcticos, guientes debern ser elegidos en funcin de los que les
teniendo en cuenta su carcter distribucional segn las preceden. Cuando la mquina ha emitido un smbolo,
categoras semnticas a que pertenecen. Y, adems, con pasa a un nuevo nivel o estado que depende, a su vez,
cibe la lengua como un proceso dinmico. Estudia la len del precedente con su smbolo particular emitido en l
gua sincrnicamente, entendindola como una estructura timo lugar. Grficamente podra describirse el funcio
con el objetivo final de describir su sistema ordenado namiento de esta mquina productora de oraciones del
de unidades y relaciones que la constituyen. siguiente modo:
Parece natural comenzar el examen de la gramtica
generativa de Chomsky por un anlisis de su libro
Syntactic Structures, La Haya, Mouton, 1957 (traduci
do al espaol con el ttulo Estructuras sintcticas por
C.P. Otero, Mxico, Siglo XXI, 1974). En esta obra, so
mete a rigurosa crtica tres modelos de gramtica, para
quedarse finalmente con el tercero como el ms adecua
do a su propsito inicial. Estos tres modelos son: el de
la gramtica de estados finitos, el de la gramtica sin
tagmtica y el de la gramtica generativa-transformacio-
nal. Cada uno de estos modelos descansa sobre una
base lgica. El primero sobre la lgica de relaciones, el
segundo sobre la lgica de clases y el tercero sobre la
lgica operacional o funcional. Vemos, aqu, el nmero finito y muy limitado de es
tados por los que pasa la mquina desde el momento
inicial hasta su parada o stop. Siempre en la direccin
La gramtica de estados finitos de izquierda a derecha. El proceso es de ndole recursi
va. Es decir, puede volverse cuantas veces uno quiera
La produccin o generacin de frases en esta gra al momento inicial y repetir las mismas operaciones de
mtica sigue el modelo matemtico conocido con el nom estados finitos. Este modelo de produccin o generacin
bre de Markov. Se trata de un proceso estocstico, pro de frases se encuentra con dificultades de tres tipos. En
puesto ya por Shannon y Weaver en 1947 en su libro primer lugar, slo podra generar un nmero muy pe
Teora matemtica de la comunicacin. Con l, se posi queo de oraciones en relacin con la infinita capaci
180 181
dad de una lengua. Por otra parte, en segundo lugar, El ndice sintagmtico {O) formara el nivel superior
posibilitara la produccin de frases que no pertenecie del que dependera un segundo nivel compuesto por el
sen a la lengua. Por ejemplo, el rbol bebe un pastel sintagma nominal (SN) y el sintagma verbal (SV). stos,
es una oracin construida correctamente en su dimen a su vez, constituiran un nivel inferior cuyos compo
sin sintctica. Sin embargo, carece de sentido. No per nentes seran para el SN el artculo ms el nombre y
tenece al modo correcto de generacin de la lengua. Y, para el SF, el verbo y el SN o artculo y nombre. Algu
por ltimo, el tercer tipo de dificultades deriva de la nos autores, como Ch.F. Hockett, propone grficamente
imposibilidad de producir con este modelo el fenmeno este modelo en forma de cajas distribucionales:
lingstico de frases incrustadas. Es decir, frases tales
como: el hombre, que pretende que, si Pedro ama a el lee libro
Mara, es que est enfermo, es un imbcil. Ante la poca
capacidad y potencia del modelo de lenguaje basado en
la gramtica de estados finitos, Chomsky se ve obliga
do a abandonarlo para someter a anlisis el modelo sin La gramtica que Chomsky elabor gramtica sin
tagmtico. tagmtica partiendo de la teora de los componentes
inmediatos se basa, pues, en un determinado vocabula
rio de smbolos y en ciertas reglas de reescritura que
La gramtica sintagmtica obedecen a la recursividad. Segn esto, el smbolo ini
cial O sirve de punto de partida para todas las frases
La teora de los componentes inmediatos est en la como ndice o indicador sintagmtico. Y las reglas de
base de este nuevo modelo sintagmtico. Segn esta teo reescritura reglas sintagmticas seran del tipo:
ra, la lengua es un sistema que consta de diversos ni vuelve a escribir O en la forma de su nivel inferior SN
veles, cada uno de los cuales depende del inmediata + SV. Y as sucesivamente en los niveles ms inferio
mente superior. Cada nivel, adems, posee su propia res. Se da, por tanto, un punto de partida y una serie
concatenacin con sus respectivos componentes y sus de reglas por medio de las cuales se llega a la cadena
reglas particulares. Se trata, pues, de un sistema en el terminal, que es la oracin tal y como se produce en el
que la relacin de sus componentes en los niveles diver habla. Los elementos constituyentes de una oracin,
sos es meramente asociativa y no conminativa, como segn se dan en el habla, se llama cadena bsica. Por
aconteca con el mtodo estocstico de la gramtica de ejemplo, todos nosotros estamos fastidiados, la cade
estados finitos. El anlisis de una oracin, a ttulo ilus na bsica sera el conjunto de elementos constituyentes.
trativo, mostrar grficamente este modelo: Formalizados algebraicamente, si los elementos consti
tuyentes son: todos # A, nosotros # B, estamos # C, fas
tidiados # D, la cadena terminal se configurara: # A #
B # C # D.
La cadena terminal no tiene por qu coincidir con la
cadena bsica, pues sobre los elementos dados, podra
aparecer otra cadena terminal: # B # C # A # D # (no
sotros estamos todos fastidiados), que en este caso ten
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dra la misma interpretacin, pero podra no tenerla en rece bien construida, carece de lectura semntica, por
otros. Por ejemplo, con la misma cadena bsica de ele lo que no debe considerarse ni gramatical ni aceptable.
mentos: todas las francesas eran hermanas po La gramtica sintagmtica supera las crticas sufri
dran formarse las cadenas terminales todas las fran das por la de estados finitos, pero su potencia y capa
cesas eran hermanas y cctodas las hermanas eran france cidad generativa recae en otro tipo de dificultades. As,
sas. El anlisis del paso de una cadena bsica a una no tiene en cuenta la intuicin de los hablantes y oyen
cadena terminal se realiza por medio de la estructura tes, en virtud de la cual stos captan la relacin exis
transformacional. tente entre frases diversas que poseen un mismo sig
La estructura primaria de frase, pues, obedecera en nificado. Pinsese en las oraciones puestas en activa o
su construccin a las siguientes reglas: pasiva: ccel muchacho come un pastel, un pastel es
comido por el muchacho)). Pero lo que es ms grave, con
1. RS- Oracin SN + SV (sintagma nominal ms esta gramtica, segn lo indicado un poco ms arriba,
sintagma verbal) se pueden construir frases agramaticales que sintctica
2. RS: SN art. + N (artculo ms nombre) mente no parecen quebrantar las reglas de su genera
3. RS S V + SN (verbo ms sintagma nominal) cin. Ante esto, N. Chomsky propone un tercer modelo
4. RS.- art. el, las, un, etc. que es el que en 1957 presenta en sus Estructuras sin
5. RS.' N nio, pastel, manzanas, etc. (nombres) tcticas, como el mejor y ms potente. Se dan en este
6. RS: V come, mira, disfruta, etc. (verbos) modelo tres niveles: a) el de formacin primaria de la
frase mediante reglas de reescritura sintagmtica, b) el
Con estas reglas y por el proceso de recursividad de transformacin de frases mediante reglas de trans
pueden generarse diagramas arbreos del tipo anterior formacin y c) el de la morfo-fonologa en el que se dan
mente propuesto. Se trata de una gramtica sometida a reglas para transformar los niveles a y b en secuencias
un contexto. Su objetivo sera explicar el porqu unas fonticas sonoras.
frases son gramaticales; otras, aceptables pero no gra Las reglas de transformacin pueden ser obligatorias
maticales y otras, por ltimo, ni gramaticales ni acepta u optativas. Las primeras se aplican necesariamente a
bles. As se explicara la generacin de frases del tipo: una cadena terminal no gramatical. As, la obligatorie
dad de introducir el pronombre relativo en lugar del
ccel libro contiene unos grabados (A) nombre sujeto en una oracin relativa incrustada. Por
cda muchachos comer manzana (B) ejemplo: ccel nio, el nio vino ayer, comi la fruta debe
ccel zapato bebe el rbol (C) obligatoriamente transformarse en ccel nio, que vino
ayer, comi la fruta. Las reglas de transformacin op
La frase (A) es gramatical y aceptable en tanto en tativa son libremente aplicables a cadenas gramaticales:
cuanto cumple la estructura gramatical de una lengua y ccel perro roy un hueso, es construccin gramatical co
es, adems, interpretable por el oyente. La frase (B), rrecta, pero se puede transformar en pasiva por otra:
en cambio, es slo aceptable ya que puede ser interpre ccel hueso fue rodo por el perro, (pasiva), que adems
tada correctamente por el oyente que disculpa su mala de ser tambin gramatical tiene un sentido nuevo den
construccin gramatical por ser un extranjero quien la tro del contexto ms general. Por otro lado, mediante
lleva a cabo. Y la frase (C), aunque sintcticamente pa reglas de transformacin conectante se posibilita la con
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juncin de dos cadenas terminales sin introducir notas ticas, le obligan poco a poco a evolucionar hacia otra
nuevas dentro de los elementos constituyentes de las gramtica generativa que tenga en cuenta el componen
mismas. Una oracin del tipo ayer llovi y otra del te semntico. Para ello, comienza por hacer una distin
tipo un hombre vino a casa pueden ser reunidas en cin fundamental entre la estructura profunda (deep
una cadena terminal que englobe a ambas: # ayer llo structure) y la estructura superficial (surface structure).
vi y vino un hombre a casa #, sin que se hayan in En la produccin de una frase, la estructura profunda
troducido especificaciones nuevas en los conceptos de es el primer elemento que contiene todos los datos se
casa, ((hombre, llovi y ((ayer. Y, por el contrario, mnticos. Es decir, el sentido mismo del mensaje. La
con la transformacin implicante se asiste a un desa estructura superficial, en cambio, es el ltimo elemento
rrollo de los constituyentes por recibir stos algunas en el proceso transformacional de la frase, antes de la
notas nuevas, como sucede en las oraciones de relativo aplicacin de las reglas morfofonolgicas. Segn esto,
ya indicadas un poco ms arriba. los datos que permiten establecer el contenido semnti
Un anlisis estructural de los constituyentes inme co de un mensaje se encuentran en la estructura pro
diatos de una oracin podra conducirnos, a veces, a funda, y los que permiten llegar a su forma fontica en
cambios estructurales en los que conservndose la co la estructura superficial. El modo de proceder, enton
rreccin sintctica se perdera su interpretabilidad. To ces, de la gramtica generativo-transformacional sera el
memos la frase: el perro roy un hueso. Si simboliza siguiente: la estructura profunda manifiesta el conteni
mos con a cada uno de sus elementos, numerndolos do semntico; mediante transformaciones sucesivas esta
en el orden de su aparicin, la estructura de la frase estructura genera otra de tipo superficial a la que, fi
sera: a{ + a2 + a3 + a4 + a5 [el (a,) perro (a2) roy nalmente, se aplican las reglas fonolgicas. El resultado
(a3) el (a4) hueso (<%)]. Un cambio de esta estructura, sera una gramtica de tres componentes: semntico,
con los mismos elementos constituyentes, podra dar sintctico y fonolgico. Conviene advertir que la pro
otra del tipo: piedad generativa se encuentra nicamente en el com
ponente sintctico. En efecto, es este componente el que
ai + a3 a4 + a5
permitir establecer una relacin entre el contenido se
+ 22
mntico de los signos y su representacin fontica que,
el hueso roy el perro a su vez, posibilitar la interpretacin de la frase^ Esta
nueva visin de la gramtica generativa la expone
Esta ltima oracin es tambin gramatical, pues res Chomsky en Aspectos de la teora de la sintaxis (1965),
peta la estructura sintctica del castellano, y de hecho y se la conoce como teora clsica o standard de la gra
es una frase interpretable, aunque el anlisis semntico mtica estructural generativa. A partir de 1965, Chosmky
indique posteriormente que el hueso no puede ser su comienza a introducir un componente nuevo, en el plano
jeto de una oracin en que el verbo roer no haya sido semntico y funcional: el subcomponente lxico o cate-
de antemano puesto en pasiva. gorial, segn el cual se analizan el conjunto de rasgos
Las dificultades de este modelo de gramtica tri del nombre o del verbo. Con tal anlisis se descubre
partita, llamado as por abarcar reglas sintagmticas, si un nombre puede regir a un verbo determinado o no.
reglas de transformacin y reglas fonolgicas, y que En realidad, la subcategorizacin vara segn las len
Chomsky presenta como el mejor en Estructuras sintc guas.
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Como puede observarse, la teora lingstica de prensiva del cdigo comunicativo segn esquemas her-
Chomsky se basa en tres axiomas o principios de base: menuticos idnticos para todos los hombres. Quien ex
la diferencia entre competencia y ejecucin, la diferen presa con sentido entiende lo expresado de manera igual
cia entre estructura profunda y estructura superficial y a como lo hace su interlocutor. Se dan, por este motivo,
el carcter dinmico de la gramtica. Sobre el primer universales lingsticos o caractersticas comunes me
axioma Chomsky establece su metodologa de la inves diante las cuales se posibilita en todos los idiomas la
tigacin lingstica, sobre el segundo determina cules produccin de frases y su correspondiente interpretacin.
son los componentes transformacionales de la frase. Y, Con todo, conviene distinguir estos universales lings
por ltimo, con el carcter dinmico de la gramtica se ticos o caractersticas comunes de los meros rasgos tri
justifica la estructura de la actual teora generativa de viales que pueden encontrarse tambin en todas las len
fendida por Chomsky. guas humanas. Pinsese en el hecho trivial de que en
No es nuestro propsito, segn ya se ha indicado, cualquier idioma que se examine se da el caso de que
exponer en detalle la elaboracin chomskiana. Se trata una oracin simple con un solo elemento verbal jams
simplemente de sealar el marco general dentro del cual consta de ms de diez palabras. Cuando los tericos del
se ponen de relieve cuestiones filosficas de importan lenguaje hablan de universales lingsticos, se refieren
cia con pretensin de decir algo acerca de ellas o, en de modo muy concreto a ciertas estructuras de la mente
ocasiones, con pretensin de aclararlas y solventarlas de que guardan relacin exclusiva con la capacidad lings
finitivamente. As, la gramtica generativa une su con tica. Se admite, as, la distincin en la mente humana
cepcin gramatical al problema del conocimiento y de de estas estructuras respecto a otras que pueden, a su
sus posibilidades y lmites. El clsico problema kantia vez, estar asociadas a capacidades y procesos diferen
no se aborda desde el lenguaje y la generacin o pro tes de los de la competencia lingstica. Por ejemplo,
duccin de ste. Sin embargo, la cuestin ms famosa los de la fonacin o los de la memoria. No extraa, pues,
que la gramtica estructural chomskiana ha resucitado que la filosofa del lenguaje pretenda, siguiendo el ca
en trminos nuevos y con reflexiones de ndole diversa mino inverso al del ejercicio de la competencia lings
es la del innatismo de las ideas. A esta cuestin dedica tica, descubrir por medio de dichos universales la es
remos en parte nuestro cuaderno de bitcora. tructura de lo que podramos denominar facultad de
habla. Y con ello, llegar tambin a conocer, aunque no
sea ms que parcialmente cmo se estructura y con qu
Cuaderno de bitcora esquemas funciona la mente humana. Detrs de los uni
versales lingsticos, hacindolos posibles y sirvindo
El hombre, en razn de su naturaleza verbal, se cons les de fundamento, se da una estructura organizativa
tituye como capacidad receptiva de expresin con senti mental innata.
do que se realiza en el decir. Este decir, por ello, im Por este motivo, segn N. Chomsky, el mecanismo
plica la replecin previa de significado. Tal estructura del aprendizaje humano lingstico no nos da informa
precisa caractersticas comunes en el ejercicio de la com cin sobre la lengua que empleamos conscientemente,
petencia lingstica, que afectan al hablante y al oyente. sino que nos marca el proceso de apropiacin de la len
Y esto, porque todo lenguaje humano es manifestacin gua y de nuestra conducta lingstica en razn de que
dialgica que, por tanto, incluye la interpretacin com poseemos internalizados de modo inconsciente los esque
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mas mediante los cuales se realiza la competencia lin ticos de dos tipos: formales y sustantivos. Los prime
gstica. Por lo que respecta al lenguaje, el hombre sabe ros tienen como objetivo sealar las condiciones abstrac
ms de lo que aprende por pura experiencia. En el pro tas mediante las cuales se realiza el habla siguiendo
ceso del aprendizaje de la lengua, el hombre no se com determinadas reglas gramaticales. Los segundos guar
porta igual que en otros procesos, por ejemplo, el del dan relacin con el vocabulario y con aquellos elemen
aprendizaje del juego del ajedrez. En ste, el factor fun tos que previamente determinan en una gramtica sus
damental es el emprico. No as en el del lenguaje, en categoras. De este modo, con estos universales lings
cuya competencia somos capaces de generar expresio ticos, la hiptesis innatista chomskiana prefija anticipa
nes nunca realizadas por nosotros anteriormente, cono damente los contenidos de la teora general del lenguaje
ciendo de antemano que estn bien hechas y siendo com internalizados en la mente y cuyo esquema en todos los
prendidas en su contenido semntico. La hiptesis de hombres abarcara estas propiedades comunes a todas
las ideas innatas de Chomsky explicara, entonces, con las gramticas: ndice sintagmtico, reglas de transfor
cierta facilidad la rapidez con que el nio adquiere los macin, categoras sintcticas y semnticas (nombre pro
mecanismos de la lengua y sus usos, aunque no sepa pio, oracin, verbo, etc.), reglas semnticas generales y,
dar razn explicativa de los mismos. Y esto salvando la por ltimo, reglas de interpretacin fonolgicas sobre la
particularidad especfica de cada lengua y la diferencia base de un acervo esencial limitado de signos fonticos.
de acervo lingstico que puede darse de manera muy Como puede observarse, la hiptesis del innatismo lin
diversa en cada individuo. Adems, dara cuenta de los gstico chomskiano justifica la concepcin de la gram
puntos comunes que igualan las lenguas en sus gram tica generativo-transformacional, pero tambin, en un
ticas respectivas. Con todo, la expresin ideas innatas orden inverso, la concepcin de la gramtica generativo-
que evoca planteamientos filosficos de las concepcio transformacional conduce de manera lgica a la doctri
nes racionalistas de los siglos XVII y XVIII que van desde na de los universales lingsticos de carcter innato. En
Descartes a Leibniz y que subyacen en la gramtica- el fondo, la razn principal que fundamenta esta teora
lgica de Port-Royal poco tiene que ver con la formu hipottica y de la que depende su dimensin veritativa
lacin y contenidos de la problemtica enunciada por reside en que para Chomsky slo con su ainnatismo
N. Chomsky. As, a ttulo ilustrativo, el innatismo carte puede explicarse el hecho de la rapidez en el aprendizaje
siano se refiere a ideas bien concretas y determinadas, de una lengua en que la competencia lingstica genera
como la de cosa, verdad, pensamiento, e igualmente a un conjunto infinito de oraciones muchas de ellas por
ciertas nociones comunes tales como los principios lgi tanto desconocidas para el hablante mediante un n
cos del silogismo y algunos otros principios de ndole mero limitado de datos lingsticos. No extraa enton
metafsica. Para Leibniz, por otra parte, son innatas las ces que las crticas a esta teora se hayan esforzado por
ideas de Dios, de vida eterna, del ser, de lo posible; mostrar que tal aprendizaje, con su aparente rendimien
las verdades de la aritmtica y de la geometra; los prin to espectacular en el nio, puede ser explicado por otros
cipios metafsicos de identidad y de razn suficiente y, medios. Entre estas crticas conviene sealar, por su di
por ltimo, las reglas de inferencia lgica. recta discusin con Chomsky y por haber sido contesta
En la divisin tripartita de la gramtica, existen, para das por ste, las de Hilary Putnam, Nelson Goodman y
Chomsky, en correspondencia con sus componentes se V.W. Quine. Las dos primeras han sido recogidas por
mnticos, sintcticos y fonolgicos, universales lings Searle en su Philosophy of Language, pp. 121-145. La
190 191
de Quine se encuentra expuesta, como teora alternati nente transformacional, como constatan las gramticas
va a la de Chomsky, en su obra Word and Objet, Cam lgicas. Adems, es empricamente cuestionable que en
bridge (Massachusetts), the Massachusetts Institute of todas las lenguas se den las mismas categoras sintcti
Technology, 1960, traducida al castellano por Manuel Sa cas. A esto se debe aadir que las reglas semnticas no
cristn con el ttulo Palabra y objeto, Barcelona, Labor, estn suficientemente especificadas en su innatismo por
1968. El pasaje a que nos referimos se halla en la ver Chomsky y el acervo limitado de signos fonticos bsi
sin castellana en la seccin 17. Adems, la metodolo cos puede explicarse por la igualdad del instrumental
ga chomskiana es sometida a crisis por Quine en Me- lingstico humano.
thodological Reflections on Current Linguistic Theory, En cuanto a la independencia entre el nivel de inte
estudio recogido por D. Davidson y G. Harman en su ligencia y la facultad de aprender el lenguaje, H. Putnam
recopilacin Semantic of Natural Language, Dordrecht, niega tal presupuesto. Y para probar su afirmacin aduce
Reidel, 1972. Proponemos a continuacin, a ttulo ilus el hecho de que las personas menos inteligentes apren
trativo, la crtica de H. Putnam. den la lengua con menos perfeccin que las ms inteli
Segn este autor, la hiptesis del innatismo choms- gentes, no adquiriendo nunca un vocabulario y riqueza
kiano se reduce, por un lado, a la mera afirmacin tri expresiva igual a la de estos ltimos. El motivo aducido
vial de que todo organismo capaz de aprender algo debe por Chomsky para defender su innatismo, fundamenta
tener una estructura previa, cosa que nadie contradi do en la rapidez con que el nio aprende una lengua,
ce. Pero, por otro lado, si pretende justificar para la ex no parece deba ser aceptado con anta superficialidad
plicacin de la competencia lingstica ciertos conteni como se hace. En efecto, el nio, es verdad, llega a
dos innatos, deben stos rechazarse por innecesarios, ya dominar las estructuras simples de su lengua materna
que la teora general del lenguaje admite en este punto a los cinco aos. Pero tarda otros cinco en poder ejerci
otras hiptesis ms clarificadoras del problema. En efec tarse con perfeccin en las estructuras de las oraciones
to, Putnam resume los hechos que la doctrina choms ms complejas. En total, diez aos. El mismo tiempo
kiana intenta justificar en los cinco siguientes: a) facili que un adulto normal tarda en el aprendizaje de una
dad con que el nio aprende el lenguaje, b) lo innecesa lengua extranjera a la suya.
rio que es aceptar algn tipo de refuerzo (reinforcement) Cuestionados, prcticamente, todos los pilares del in
para el aprendizaje del lenguaje, c) la independencia natismo chomskiano no se ve, en ltima instancia, el
entre el nivel de inteligencia y la facultad de aprender porqu la hiptesis construida sobre los mismos va a
el lenguaje, d) la existencia de universales lingsticos ser la mejor explicativamente. Tampoco ser admisi
y e) la falta de otra explicacin mejor que la del inna ble hacer descansar sobre dichos pilares extensos su
tismo chomskiano para explicar el aprendizaje del len puestos epistemolgicos, como los que conducen a la de
guaje. fensa de la libertad en el desarrollo de la expresin y
Respecto a la existencia de universales lingsticos, de la naturaleza y la condena a ciertos regmenes polti
nadie niega la previa disposicin gentica de los mis cos que los impiden. La libertad y la democracia no ne
mos. La crtica recae, ms bien en la determinacin de cesitan, para su valoracin y estima, tales pilares lin
los mismos, dentro de la visin chomskiana. Y esto por gsticos.
que no es cierto, por ejemplo, que toda gramtica ten N. Chomsky ha respondido a las crticas de su hip
ga que poseer un indicador sintagmtico y otro compo tesis innatista a veces con lucidez y con argumentos ad
192 193
hominem y, en otras ocasiones, profundizando ms en Claudio Gancho), Barcelona, Herder, 1974, particular
sus afirmaciones. Y, ciertamente, desde sus puntos de mente es amplio el tratamiento que hace de la escuela
vista, la corriente neo-chomskiana de filosofa del len estructural de Mosc y de Pars.
guaje ha clarificado problemas como los de la impor Prcticamente, en cuanto a la gramtica generativo-
tancia del anlisis lingstico y de sus soluciones, as transformacional de N. Chomsky, existen en versin cas
como otros relativos a la estructura de la mente y del co tellana los escritos ms importantes de este autor que a
nocimiento cientfico. continuacin elencamos: Estructuras sintcticas (trad.
El excursus bibliogrfico sobre el tema, para un en C.P. Otero), Mxico, Siglo XXI, 1974; Problemas actua
riquecimiento de su visin global, es demasiado exten les en teora lingstica (trad. Gladys nfora), Mxico,
so y, por ello, las lecturas que seguidamente se propo Siglo XXI, 1977; Aspectos de la teora de la sintaxis
nen carecen de cualquier pretensin exhaustiva del (trad. C.P. Otero), Madrid, Aguilar, 1970; Lingstica
mismo. Simplemente sirven para desbrozar el camino cartesiana, Madrid, Gredos, 1969; El lenguaje y el en
que ms tarde su lector podr ampliar en una andadu tendimiento (trad. Juan Ferrat), Barcelona, Seix Barral,
ra de mayor profundidad y alcance. Para una introduc 1971; El anlisis formal de los lenguajes naturales (trad.
cin en el fenmeno estructuralista es aconsejable la Carlos Piera), Madrid, Comunicacin, 1972; Conocimien
obra de Gianni Puglisi, Qu es verdaderamente el es to y libertad (trad. C.P. Otero), Barcelona, Ariel, 1972;
tructuralismo (trad. de M.a Dolores Fonseca), Madrid, La guerra de Asia (trad. Joaqun Sempere), Barcelona,
Doncel, 1972, especialmente toda la segunda parte re Ariel, 1973; El pacifismo revolucionario (trad. Elsa
ferente a la estructura en cuanto mtodo y en cuanto Frost), Mxico, Siglo XXI, 1973.
concepto. La obra de Juan Cruz Cruz, Filosofa de la Para un estudio introductorio del pensamiento de N.
estructura, Pamplona, Eunsa, 1974, ampla la dimen Chomsky, puede servir la obra de Lyons, Chomsky (trad.
sin analgica del trmino estructura en sus versio Joan Rom), Barcelona, Grijalbo, 1974, en la que hace
nes cientficas y psicoanalticas entre otras. Ya, ms en un repaso al contexto en donde se origina la gramtica
concreto, refirindonos al lenguaje, G. Mounin, Claves generativo-transformacional. Y la panormica revolucio
para la lingstica, Barcelona, Anagrama, 1969, en la naria del pensamiento chomskiano en su referencia a la
pgina 71. sociedad y a las ideas polticas anarquistas se encuentra
Una panormica del estructuralismo lingstico en descrita bastante exhaustivamente en Carlos P. Otero,
sus vertientes europeas y americanas nos la ofrecen, La revolucin de Chomsky, Madrid, Tecnos, 1984. En
entre otros, M.a Manoliou y Giulio C. Lepschy. La pri la pgina 240 de este libro se nos dan las fuentes pri
mera en su obra, El estructuralismo lingstico (trad. marias de los escritos de Chomsky y todas las versio
Mnica Nedelu), Madrid, Ctedra, 1977, en su captulo nes que de los mismos existen en versin castellana.
primero hace un recorrido por las principales escuelas Respecto de la gramtica generativo-transformacional y
estructuralistas. G.C. Lepschy en La lingstica estruc su exposicin a nivel universitario para los estudiosos
tural (trad. Carlos Manzano), Barcelona, Anagrama, de la lingstica, indicamos slo los siguientes manua
1.971, trata menos escuelas que M.a Manoliou, pero con les: Jos Nivette, Principios de gramtica generativa (trad.
mayor profundidad. Por ltimo, con una perspectiva ms M. Jurado Baena), Madrid, Fragua, 1973; Christian
filosfica que las anteriores, puede utilizarse con fruto ique, Introduccin metdica a la gramtica generativa
el libro de Jan M. Broekman, El estructuralismo (trad. (trad. Pilar Calvo y F. Abad), Madrid, Ctedra, 1980 y,
194 195
por ltimo, Humberto Lpez Morales, Introduccin a la CAPTULO VI
lingstica generativa, Madrid, Alcal, 1974.
La hiptesis de las ideas innatas en Chomsky se en PROBLEMAS ONTOLGICOS DEL LENGUAJE:
cuentra expuesta en profundidad y extensin por Jos LENGUAJE Y MATERIALISMO DIALCTICO
Hierro S. Pescador, La teora de las ideas innatas en
Chomsky, Barcelona, Labor, 1976; de manera crtica,
desde el punto de vista materialista-dialctico, lo ha lle
vado a cabo A. Schaff, La gramtica generativa y la con
cepcin de las ideas innatas (trad. A. Forns de Gioia),
Buenos Aires, RAE, 1975. Un buen resumen de la hip
tesis chomskiana y de sus implicaciones filosficas nos
la presenta, J. Daniel Quesada en su libro La lingsti
ca generativo-transformacional: supuestos e implicacio
nes, Madrid, Alianza Universidad, 1974, en las pginas
113-139 de los captulos 10 y 11. Una defensa del tema
y de los puntos de vista de Chomsky en relacin a la
problemtica epistemolgica la realiza Jerrold J. Katz en La atencin prestada por el materialismo dialctico
su Filosofa del lenguaje, citado ya en nuestro primer a la praxis social y a la poltica parece haber sido causa
captulo, en las pginas 196-228 de su seccin quinta. importante de su tarda incorporacin al tratamiento de
los problemas lingsticos y, ms particularmente, a los
de la filosofa del lenguaje. No obstante, todos los auto
res reconocen que en Marx y en Engels se encuentran
ideas muy sugerentes y agudas en torno al tema. En la
obra de J.L. Houdebine, Langage et marxisme, Pars,
Klinsieck, 1977, los captulos II y III examinan con de
tenimiento estas ideas en las que el lenguaje aparece
unido a la conciencia humana y se presenta como re
sultado del desarrollo social.
Siguiendo un orden sistemtico, las relaciones entre
materialismo dialctico y el lenguaje van a ser aborda
das en el presente captulo atendiendo a los siguientes
puntos: concepcin dialctico-materialista del lenguaje,
teoras de Marx y filosofa del lenguaje en V.N. Volosi-
nov, las Cartas de Stalin sobre lingstica y, por lti
mo, las aportaciones de A. Schaff a la filosofa del len
guaje. Un breve apunte del pensamiento de Rossi-Landi
en torno al lenguaje y a la ideologa completar nues
tras reflexiones.
196 197
Concepcin dialctico-materialista del lenguaje sentidos en forma de imagen sonora o visual. En este
segundo sistema, las palabras seales objetivas con
El pensamiento del hombre es el reflejo generaliza- cretas son generalizadas y plasman en s toda la ex
dor de la realidad y est indisolublemente unido a la periencia histrica y subjetiva del reflejo del mundo cir
palabra y al concepto. Pensamiento humano y lenguaje cundante. La palabra, por ello, es un estmulo cualitati
son el medio, el instrumento con el que el hombre in vamente especial. La reaccin que provoca, por ejemplo,
fluye activamente sobre el mundo exterior y se relacio el sonido de un timbre es la respuesta directa al mismo,
na con sus semejantes, agrupados en sociedad. mientras que la que se produce por la accin de la pa
El materialismo dialctico afirma que el cerebro es labra timbre est relacionada con el agente verbal pero
el rgano de la actividad psquica de los animales y del no directamente, sino mediante la experiencia pasada del
hombre. Sin embargo, en los procesos de dicha activi hombre, grabada en su corteza cerebral. As pues, las
dad existen diferencias cualitativas. La de los animales sensaciones y percepciones que el hombre recibe por
no pasa nunca ms all del primer sistema signaliza- medio del primer sistema de seales estn relacionadas
dor. En ste, la realidad es signalizada exclusivamente con la palabra y se expresan por ella. Por este motivo,
por las excitaciones y sus huellas en los grandes hemis el segundo sistema de seales, que efecta el proceso
ferios cerebrales que las conducen directamente a las c del pensamiento abstracto, es posible nicamente sobre
lulas especiales de los receptores visuales, auditivos y la base del primer sistema. Ambos son, en el hombre,
dems que posee el organismo. El hombre est dotado inseparables.
tambin de un segundo sistema de seales, que es la Estas ideas cobran fundamentacin en las ciencias
palabra, el lenguaje. Tal sistema surgi y se desarroll naturales contemporneas. Los autores que, a este res
simultneamente con la aparicin y progreso de la acti pecto, son ms utilizados por los tericos rusos del mar
vidad laboral humana, bajo el influjo de las necesida xismo son I.P. Pvlov y A.G. Ivanov-Smolenski. Vase,
des sociales. Por medio de las palabras se forman per Estudio de la actividad conjunta del primero y segun
manentemente en el cerebro humano nuevas conexiones, do sistema de seales de la corteza cerebral en Revista
sumamente complejas, en las que se basa el pensamien de la actividad nerviosa superior, t. I, editado por la Aca
to abstracto y universal, capaz de captar el fenmeno demia de las Ciencias de la URSS, 1951, p. 59. Afirmar
superficial y la esencia de los objetos del mundo exte que el cerebro humano es el rgano del pensamiento y
rior. Ambos sistemas de seales primero y segund el pensamiento una funcin del cerebro es una tesis del
se encuentran en la psique humana vinculados de modo materialismo filosfico marxista que, sin embargo, no
indisoluble entre s. Por el primer sistema, los objetos y revela ms que un aspecto explicativo de la esencia del
fenmenos concretos del mundo exterior, como por ejem pensamiento. Otro aspecto tanto o ms fundamental
plo el sonido, la luz, el color, el olor son otros tantos viene dado por la ciencia marxista sobre la sociedad que
excitantes materiales o seales. Por el segundo, las pa demuestra el papel determinante y decisivo del trabajo
labras son nuevas seales que sustituyen y designan las en la aparicin y ulterior desarrollo del pensamiento y
excitaciones o fenmenos del primer sistema. La pala del lenguaje.
bra, para el hombre, resulta as ser un excitante condi Pensamiento y lenguaje son inseparables de la vida
cionado real, como todos los otros, y de igual manera social del hombre. Son fenmenos que han surgido y se
que ellos se refleja en la conciencia por medio de los han desarrollado conjuntamente con la aparicin y el
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progreso de la sociedad humana. Fuera de la sociedad al origen del lenguaje. En resumen, el lenguaje surgi a
no puede haber conciencia, ni pensamiento ni lenguaje. la par de la conciencia en el proceso de formacin de la
Ahora bien, en la aparicin y el progreso de la sociedad sociedad humana, y desde entonces sirve invariablemen
ejerci un papel determinante el trabajo. El paso del te de medio de relacin y expresin de los pensamien
mono al hombre tuvo una primera fase en la adopcin tos de los hombres. No es de extraar, segn lo dicho,
por parte de ste de la postura erecta. Con ella liberaba que los lingistas soviticos destaquen como funcin
las manos y las converta en rgano de trabajo. En un principal del lenguaje la comunicativa. Esta funcin ha
segundo perodo, el hombre emple en su evolucin la sido durante mucho tiempo la nica y determinante. Ms
boral herramientas. Tanto por el carcter de su trabajo tarde, A. Schaff ha aadido la funcin esttica y voliti
y herramientas, como por su forma gregaria de vida, los va. Y G. Klaus, la signitiva.
hombres de este perodo se hallaban todava en estado
semianimal. El fuego fue factor esencial en la separa
cin del hombre de su mundo animal circundante, ya N.J. Marr y su escuela
que por primera vez los humanos tuvieron posibilidad
de utilizar fuerzas naturales con fines determinados. A pesar del esfuerzo que en un primer momento rea
Poco a poco, sobre la base del trabajo conjunto, de la lizaron los tericos soviticos por fundamentar una teo
produccin en comn y gracias a la construccin de ins ra del lenguaje sobre los principios del materialismo-
trumentos, los hombres primitivos sintieron necesidad dialctico, hacia 1908 N.J. Marr comienza a defender una
de relacionarse entre s. A este respecto, es conocida la teora acerca de los orgenes del lenguaje sin puntos de
frase de Engels referente al lenguaje articulado: El de contacto con el pensamiento marxista-leninista. Se co
sarrollo del trabajo, al multiplicar los casos de ayuda, noce esta teora como teora jaftica del lenguaje.
mutua y de actividad conjunta, y al mostrar as las ven Segn Marr y su escuela, todas las lenguas europeas
tajas de esta actividad conjunta para cada individuo, son resultado de una transformacin de las lenguas ja-
tena que contribuir forzosamente a agrupar an ms a fticas, cuya familia inicial estara constituida por las
los miembros de la sociedad. En resumen, los hombres lenguas caucsicas, el sumerio y el vascuence. Conviene
llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse subrayar, en la doctrina marrista, dos aspectos: uno, his
algo los unos a los otros. La necesidad cre el rgano: la trico; otro, de ndole terica. El primero atiende a la
laringe poco desarrollada del mono se fue transforman prctica metodolgica del anlisis de la gramtica com
do, lenta pero firmemente, mediante modulaciones que parativa del siglo pasado. Segn ella, toda forma lin
producan a su vez modulaciones ms perfectas, mien gstica actual puede y debe retrotraerse a su forma ms
tras los rganos de la boca aprendan poco a poco primitiva, y ser explicada por medio de su evolucin en
a pronunciar un sonido articulado (C. Marx y F. En el tiempo. El segundo aspecto se refiere al contenido de
gels, Obras escogidas, t. II, Montevideo, EPU, 1959, 73 las tesis marristas que pretenden presentarse como la
y 74). El lenguaje fnico, por tanto, aparece como una primera lingstica marxista con fundamento materia
consecuencia de la necesidad de comunicacin de los lista-dialctico.
hombres en el proceso de su trabajo en comn. Deben, Para Marr, todos los vocablos de todas las lenguas
pues, rechazarse las teoras onomatopyicas e, incluso, de la tierra proceden de cuatro palabras originarias, que
las mgicas defendidas por la escuela de Marr en torno son descritas, a cierto nivel, como SAL, BER, JON, ROS.
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En estas voces estn contenidas las denominaciones ra tentes en la base y toda lengua abarcara dos lenguas,
dicales de los tesa/ios, ibricos, jonios y etruscos. Se la de los explotadores y la de los explotados. La evolu
da, con este esquema, un proceso evolutivo unitario de cin lingstica, entonces, se realizara por saltos revo
las lenguas, cuyas fases concretas se designan bajo la lucionarios, en los que la lengua de los explotados aca
clasificacin de estadios evolutivos. Se suponen, pues, bara victoriosa y triunfante.
con el correr de los tiempos, cambios fnicos de la ms Sin embargo, Marr no defini nunca con exactitud
diversa especie y las palabras nuevas se originan por la nocin de lengua de clase, denominacin que usaba
mezcla progresiva de los elementos primitivos. en sentido no marxista, principalmente por no haber en
Nada tiene de extrao que la teora jaftica marrista, contrado una expresin ms apropiada. Entenda, a este
tan alejada de las orientaciones lingsticas occidentales, respecto, por clase un grupo de produccin. Con todo,
no fuese aceptada por stas. Conocida es la crtica que las crticas posteriores que recibi la escuela marrista
el prncipe Trubetzkoy hizo de los escritos de Marr en hacen caso omiso de este fenmeno y utilizan y entien
carta dirigida a R. Jakobson, en la que afirma que la den lengua de clases en sentido netamente marxista.
recensin de tales escritos ms que por un lingista
debera estar realizada por un psiquiatra. Tampoco en
la misma URSS logr Marr una aceptacin grande ni V.N. Volosinov: marxismo y filosofa del lenguaje
acorde. Pero despus de muchas discusiones en 1949 y
1950, aunque por poco tiempo, las tesis marristas fue Valentn Nicolaevic Volosinov desapareci con las
ron admitidas por el rgano de propaganda del Comit purgas de Stalin en los aos treinta. Su nombre se aso- t
Central del Partido Comunista primero, y despus, por cia al de Michail Bachtin uno de los mayores tericos
el Partido mismo. rusos de la literatura de quien fue ntimo colaborador ^
En la dimensin terica, cobran importancia los con juntamente con Pavel N. Medvedev, conocido posterior
tenidos que se refieren al problema de los orgenes del mente por sus estudios sobre el formalismo y la doctri
lenguaje y a su carcter clasista. En el principio, los na marxista.
hombres se entendieron mediante gestos a los que ms La obra de Volosinov fue publicada inicialmente en
tarde aadieron expresiones fnicas los cuatro elemen Leningrado en 1929 y despus en 1930 con el ttulo de
tos ya indicados que fueron poco a poco adquiriendo Marksizm i filosofija jazyka. Osnovnye problemy socio-
diversos matices significativos. Este primer estadio ca logiceskogo metoda v nauke o jazyke (Marxismo y filo
reca todava de gramtica. Sera un estadio amorfo- sofa del lenguaje: problemas fundamentales del m
sinttico, al que seguiran otro aglutinante y otro flexi- todo sociolgico en la lingstica). Y en ella recoge las
vo. Unida ntimamente a esta evolucin del lenguaje se ideas del grupo de estudiosos dirigido por M. Bachtin.
dara la de la conciencia social en sus tres clases de pen Se estructura en tres grandes partes. La primera y la
samiento: totmico, csmico (mitolgico) y tecnolgico segunda discuten muy agudamente los problemas del
(racionalista). lenguaje en torno a su relacin con la ideologa, a su
En 1926 Marr complet esta visin del lenguaje con puesto dentro de una concepcin semitica general y a
siderndole como una superestructura econmica y so su fundamento dialctico. Por otro lado, hace un anli
cial que, adems, tena carcter clasista. Las categoras sis crtico de las posturas y planteamientos lingsticos
lingsticas, segn esto, reflejaran las estructuras exis- de F. de Saussure y de B. Croce, clarificando conceptos
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como cdengua, ((lenguaje, palabra, tema y signifi nitiva consiste en el hecho de no ser un producto de
cado. La tercera parte presenta una magistral investi la conciencia. Desde el punto de vista semitico, el signo
gacin sobre los problemas sintcticos, particularmente es material en cuanto producto histrico-social.
los referentes a las relaciones entre frases. Examina en Referido a la conciencia, el signo no se reduce a mero
este contexto la oracin directa y la indirecta, sus modi instrumento de expresin o comunicacin. La concien
ficaciones y sustituciones posibles. El lenguaje coloquial cia solamente puede surgir y subsistir en la materia
y potico, juntamente con las implicaciones sociolgicas signo, ya que est como impregnada de sta y asociada
de las variedades de estilo, son temas tambin tratados a la misma por un vnculo de ndole semitica, de natu
con observaciones muy sugerentes en esta tercera parte. raleza tambin material. La conciencia, por ello, es igual
Para nuestro propsito, interesa sealar los puntos ms mente desde sus inicios algo que emerge de un proceso
sobresalientes que versan acerca del mundo semitico y histrico-social signitivo.
del mundo de las ideologas. Del reconocimiento de estos datos se sigue que la
Volosinov defiende una relacin de estrecha implica ideologa no puede circunscribirse al mbito de la con
cin entre la teora de los signos y la teora de las ideo ciencia. Ni individual ni transcendental. Se caera en la
logas. Conviene tener en cuenta que, al hablar de reduccin psicologista, contra la cual Volosinov ejerce
signo, ste es aqu entendido como una frase entera una dura crtica dialctica. La ideologa, por el contra
considerada dentro de su contexto social y dentro de la rio, pertenece a la realidad material, histrico-social de
ideologa a la que pertenece. El signo comprende, pues, los signos, creados por el hombre. La misma conciencia
como partes constitutivas propias al emisor del mismo, individual toma forma y sustancia del material de los
a su receptor o intrprete y, por ltimo, el campo situa- signos utilizados por grupos humanos en su proceso de
cional dentro del que se realiza. En todo lugar donde se interaccin social. La lgica de la conciencia es la lgi
haga presente un signo se hace tambin presente la ideo ca de la comunicacin ideolgica en su intercambio de
loga. Signo e ideologa son algo equivalente. Todo lo signos. stos, sin embargo, son muy diversos entre s:
que posee valor ideolgico posee tambin valor semiti artsticos, religiosos, polticos. Con todo, el signo por ex
co. Sin signos no hay ideologas. Por ello, la posibilidad celencia es la palabra. El signo verbal, as, ocupa una
de una definicin y de un anlisis en general de la ideo posicin central en la teora de los signos y de la ideo
loga deriva del carcter de signo que poseen todos los loga.
fenmenos ideolgicos. A este respecto, importa consi La palabra se diferencia de cualquier otro signo por-
derar la dimensin material del signo. Esta materiali qu*e en ella se agota su funcin semitica. Toda su rea
dad debe ser entendida tanto en un sentido fsico como lidad queda absorbida por su ser de signo, cosa que no
en un sentido de realidad objetiva histrico-social. Son ocurre con los dems signos. Mediante la palabra se rea
dos caras de un mismo proceso dialctico. Todo signo liza el intercambio comunicativo y social del modo ms
ideolgico no es solamente un reflejo de la realidad, directo e inmediato. Por otro lado, presenta una gran
sino tambin una parte material de dicha realidad. En ductilidad para la transmisin semntico-ideolgica. El
consecuencia, si como cuerpo un signo es material, en el motivo de dicha ductilidad reside en que el signo ver
sentido de que cae dentro de las realidades fsicas, como bal no es producto ni instrumento exclusivo de una de
signo es material en el sentido de que pertenece a la terminada clase social, ya que todas se sirven de una
realidad histrico-social. Esta materialidad fsica y sig- misma lengua. La palabra es algo neutral que, sin em
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bargo, puede ser utilizada por cada grupo ideolgico, leyes peculiarmente lingsticas de conexin entre sig
aunque de modo muy genrico est unida al campo de nos verbales dentro de un sistema dado. Estas leyes son
la comunicacin cotidiana entre los hombres. Adems, la objetivas respecto a cualquier conciencia objetiva; 3) las
palabra es el medio, segn se ha indicado ya, en el que conexiones peculiares lingsticas no poseen nada en co
se da la conciencia y el material semitico de la vida mn con los valores ideolgicos (artsticos, cognosciti
interior. Ella acompaa todo acto de creacin ideolgi vos, religiosos, etc.). Los fenmenos lingsticos no se
ca, de comprensin o de interpretacin. fundamentan en motivos ideolgicos; y 4) los actos in
Ahora bien, de qu manera conecta la ideologa con dividuales del habla son simplemente variaciones o al
el lenguaje? En primer lugar, cualquier signo lingsti teraciones fortuitas de formas normativamente idnticas.
co adquiere en su uso una carga valorativa en virtud de Los actos del discurso individual explican la variabili
la cual puede funcionar ideolgicamente. Esta carga va dad de las formas lingsticas en la historia que es de
lorativa es mltiple, ya que depende de las diversas cla carcter irracional y carente de sentido. No existe cone
ses sociales y de sus intereses. En s mismo, el signo xin alguna entre el sistema de la lengua y su historia.
verbal es, pues, neutro. Cada clase social puede utili En contraposicin a los anteriores, los principios fun
zarlo segn la peculiar valoracin que haga del mismo. damentales del subjetivismo individualstico seran: 1)
Por ello,, la neutralidad del signo verbal implica y reve el lenguaje es una actividad, un proceso continuado de
la, de acuerdo con su uso, la lucha de clases. Pero, en creacin (enrgeia) que se lleva a cabo por medio de la
segundo lugar, este fenmeno pone de relieve cmo la palabra individual; 2) las leyes de la creatividad del len
clase dominante tiende a uniacentuar una sola carga va guaje son leyes pertenecientes al campo de la psicologa
lorativa del signo: la de su ideologa. Con ello, trata de individual; 3) la creatividad del lenguaje es creatividad
reprimir y, si es posible, suprimir cualquier otra valora significativa, anloga a la que se produce en el arte; y
cin ideolgica del signo verbal utilizado para expresar 4) la lengua, en cuanto producto realizado (rgon) o
la. De aqu que en una sociedad como la rusa, las cla sistema estable, es el material con el que la lingstica
ses aparecen solamente de manera muy umbrtil, dado construye de manera abstracta sus contenidos para fines
que sus grupos humanos estaran alienados en su len didcticos.
guaje. No es difcil, con estos principios contrapuestos, se
Respecto a la filosofa del lenguaje y a la lingstica guir la pista de estas dos tendencias de la filosofa
general, Volosinov seala dos tendencias fundamentales: del lenguaje y de la lingstica general. El objetivismo
la del objetivismo abstracto y la del subjetivismo indi- abstracto tiene sus orgenes, segn Volosinov, en el ra
vidualstico. Cuatro principios las caracterizan, represen cionalismo del siglo XVII y XVIII, particularmente en el
tando sus supuestos metodolgicos que hacen que cada pensamiento cartesiano. Y su ms coherente expositor
una de estas tendencias se encuentre en relacin antit moderno es F. de Saussure. Para el subjetivismo indi
tica con la otra. Estos principios podran ser formula vidualstico, Volosinov seala la lnea de W. von Hum
dos del modo siguiente. Para el objetivismo abstracto: boldt que, ms recientemente, recoge la Escuela de
1) la lengua es considerada como un sistema estable, Vossler y muchas de cuyas posiciones adopta B. Croce.
cerrado, de formas lingsticas normativamente idnti Mediante la crtica al objetivismo abstracto y al sub
cas, que la conciencia individual encuentra ya constitui jetivismo individualstico, nuestro autor llega a ciertas
do y le es incontestable; 2) las leyes de la lengua son conclusiones que constituyen al mismo tiempo una censu
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ra a la lingstica estructural y a la lingstica generativa, haba logrado eliminar el estado de insatisfaccin en que
cuando stas todava no haban sido an formuladas. se encontraban los estudios del lenguaje. As, el primer
As, entre estas conclusiones, destacan: a) la lengua es diario sovitico dedic durante algn tiempo dos pgi
un proceso generativo continuo, fuertemente conectado nas a tratar temas lingsticos.
a las relaciones sociolingsticas de los hablantes; b) Segn Cikobava, la lingstica sovitica slo puede
las reglas de este proceso generativo pertenecen al m conseguir metas seguras si fundamenta su desarrollo y
bito de lo social, son leyes sociales; c) la creatividad lin elaboracin en los principios del materialismo dialctico
gstica no puede ser comprendida independientemente e histrico expuestos por Marx, Engels, Lenin y Stalin.
de los significados y de los valores ideolgicos que la Durante las seis semanas siguientes a la publicacin
constituyen; y d) la estructura de un acto de habla es del artculo de Cikobava, diversos lingistas entraron
una estructura social. El acto de habla slo es posible en lid. Unos para defender las posturas y doctrinas
con hablantes. Por ello, el habla individual es algo con de Marr; otros, para criticarlas. Entre los primeros, pue
tradictorio en s mismo. den citarse los nombres de Filin y de Mescaninov; entre
Aunque M. Bachtin logr escapar de las purgas es- los segundos, los de Vinogradov y Serebrennikov. En
talinianas, el crculo de estudiosos formado a su alrede medio de esta discusin interviene Stalin mismo con va
dor con Volosinov a la cabeza no resisti a la represin rios artculos, que luego fueron publicados de manera
y dej de existir. Con l desapareci una de las visiones unitaria bajo el ttulo El marxismo y los problemas de
ms coherentes del materialismo dialctico ruso y sus la lingstica. De un modo informal y, hasta cierto punto
posibles aportaciones posteriores referidas a la filosofa desenfadado y simptico, Stalin afirma estar dispues
del lenguaje en este siglo. to a responder a las preguntas sobre lenguaje que pue
dan hacerle algunos camaradas. Yo no soy lingista
dice pero en lo que al marxismo en lingstica, as
Las ((Cartas sobre lingstica de Stalin como en otras ciencias sociales, se refiere, tengo una re
lacin inmediata con este tema. Por esta razn, me he
Bajo la presin del partido, el Instituto Marr de Len declarado dispuesto a responder a una serie de pregun
guaje y Pensamiento, despus de unos aos de acalora tas hechas por los camaradas. Esta serie de preguntas
das disputas, celebr dos sesiones en Mosc el 27 y comprendan cuatro tipos de problemas que, a continua
28 de mayo de 1949 y otras dos en Leningrado el 28 y 29 cin, sealamos: 1) es verdad que una lengua es una
de junio en torno a las doctrinas marristas. En ambas superestructura?, 2) es verdad que la lengua ha teni
sesiones se invit a los lingistas a que admitieran con do siempre un carcter de clase sin el cual no puede
unanimidad las tesis de la Escuela de Marr como las existir?, 3) cules son los rasgos caractersticos de una
ms acordes con el materialismo dialctico. Sigui a este lengua?, y 4) ha actuado correctamente el Pravda en
acontecimiento un breve perodo de bonanza en las dis esta libre discusin sobre los problemas lingsticos?
cusiones lingsticas hasta que en 1950, el 9 de mayo, De manera particular interesan los tres primeros pro
Arnold Cikobava publicaba en Pravda un artculo titu blemas y las respuestas dadas a los mismos por Stalin.
lado: Algunos problemas de la lingstica sovitica. Respecto a la consideracin de la lengua como una
Con l, se rompa la tregua a la que se haba llegado en superestructura, Stalin rechaza resueltamente la doctri
el ao anterior y que, segn la editorial de Pravda, no na marrista. Entre las razones que aduce, es convenien
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te subrayar algunas. En primer lugar, los elementos de Por ltimo, Stalin, al hablar de los rasgos caracte
una superestructura dependen directamente de la base rsticos de una lengua, seala que sta consta de un l
y se transforman con sta. Sin embargo, el lenguaje, xico fundamental, a cuyo ncleo pertenecen todas las
a pesar de haber desaparecido la antigua base econmico palabras radicales, que se va enriqueciendo con el tiem
burguesa, no ha cambiado en nada. Ni en su vocabula po. La gramtica morfologa y sintaxis es una re
rio fundamental ni en su estructura gramatical sintcti copilacin de reglas sobre las modificaciones y las com
ca. En segundo lugar, mientras la superestructura no se binaciones de palabras en la oracin. Es el fruto de un
comporta respecto de la base de forma neutral sino acti largo trabajo de abstraccin del pensamiento humano,
vamente, esforzndose por influir en ella en orden a una escala de los xitos apreciables del pensamiento. La
someterla a la ideologa dominante, el lenguaje es neu estructura gramatical se modifica ms lentamente que
tral. Lo mismo puede ser utilizado a su favor por una el lxico.
ideologa burguesa que por una dialctico materialista. La intervencin de Stalin signific una suerte de li
Por ello, debe pensarse que el lenguaje no ha sido origi beracin de los lingistas respecto a la Escuela de Marr.
nado por ninguna base concreta, sino por toda la marcha Incluso, los defensores de sta debieron expiar sus erro
de la historia. Es un producto de una serie de pocas, res. As, Mescaninov, hasta entonces director del Insti
en cuyo transcurso se forma, evoluciona'y se enriquece. tuto de Lenguaje y Pensamiento, fue destituido de su
Adems, el lenguaje, segn Stalin, refleja rpida e inme cargo. El mismo Instituto cambi su nombre por el de
diatamente las transformaciones realizadas por el tra Instituto de Lingstica y fue trasladado de Leningrado
bajo humano, como puede observarse en la aceptacin a Mosc. Vinogradov, en cambio, tan denostado e inju
de las palabras nuevas que dicho trabajo conlleva. La riado por los marristas, pas a ocupar un puesto de pri
superestructura, en cambio, no est inmediatamente uni vilegio con poder casi dictatorial para decidir sobre la
da a la actividad productiva del hombre. edicin de revistas y otras publicaciones. De hecho, aun
El carcter clasista del lenguaje es tambin rechaza que las Cartas de Stalin no aportaron nada nuevo
do por Stalin. El motivo radica en que en la sociedad fundamental a los estudios de la lingstica, pusieron de
primitiva no existan clases sociales. Aunque stas se relieve la necesidad de llevar a cabo una elaboracin y
fueron formando poco a poco con el paso de los siglos, sistematizacin de la misma sobre la base de la ideolo
no se puede hablar de lenguas de clase, ya que slo ga marxista. En esta lnea, como representante ms
hubo una lengua para todo el pueblo. Se aceptan los destacado, debe ubicarse la obra de Adam Schaff.
argots o dialectos, como matices del habla en algunos
grupos sociales, pero sin fuerza suficiente para equipa
rarlos a lenguas autnomas. El lenguaje, por otra parte, Filosofa del lenguaje marxista en A. Schaff
es definido como fenmeno social, por cuyo medio los
hombres intercambian ideas y persiguen la comprensin Durante el perodo estalinista, A. Schaff fue profe
mutua. Su funcin ms importante consiste en servir de sor de filosofa en la Universidad de Varsovia y ejerci
instrumento de la accin comn en la lucha contra las gran influjo ideolgico sobre el pensamiento polaco desde
fuerzas de la naturaleza. Sin el lenguaje no es posible su cargo de director de la Academia Polaca de las Cien
la actividad humana de la produccin ni la subsistencia cias y miembro de la Comisin del Programa para la
de la sociedad. Enseanza en el Ministerio de la Alta Escuela y Educa
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cin. Sin embargo, su trayectoria intelectual le lleva a y a proponer como clave interpretativa de la misma el
la lectura de los escritos del joven Marx. Poco a poco carcter social e histrico del hombre, desde la perspec
su pensamiento evoluciona de un marxismo empiriocri- tiva de la Ideologa alemana y las Tesis sobre Feuerbach.
ticista leninista hacia una postura humanista del socia Este nuevo planteamiento lo realiza en su Introduccin
lismo. Despus de dimitir de sus cargos, en los aos a la semntica, en donde todava pretende armonizar la
del antirrevisionismo en 1963, fue expulsado del Partido. teora del reflejo leninista con la concepcin del hombre
Sin embargo, contina en la rbita marxista, pero de en su praxis creativa. De nuevo aparece esta preocupa
manera independiente. En la actualidad trabaja en Viena cin en su obra Lenguaje y conocimiento, en la que
como director en la organizacin de la UNESCO del rechaza la separacin de la percepcin sensible, el pen
Centro de Coordinacin y Documentacin de las Ciencias samiento conceptual y la praxis como tres etapas sepa
Sociales, y como profesor invitado de filosofa del len radas del conocimiento, a que se haba llegado con la
guaje y filosofa de la historia en la Universidad de Vie vulgarizacin de la teora del reflejo. Sabido es que en
na. El presente apartado se estructura alrededor de dos sta, la realidad segn Lenin condiciona y determina
puntos importantes del pensamiento de A. Schaff. El pri la conciencia, mientras que para el Marx joven slo la
mero se refiere a su evolucin marxista; el segundo, a condiciona. A. Schaff intenta salvar la creatividad del
los aspectos ms llamativos de su filosofa del lenguaje. hombre, en tanto en cuanto sta es una produccin que
impone el desarrollo ontognico del modelo del indivi
duo y de las estructuras tpicas que se forman en la
Trayectoria marxista de A. Schaff experiencia filogentica de la humanidad. El lenguaje,
en este fenmeno, adquiere un papel activo, ya que
El punto de partida de la ruta filosfico-marxista de crea la imagen del mundo en el sentido anteriormente
A. Schaff se caracteriz por su profunda ortodoxia. Lo dicho. As pues, A. Schaff, por un lado, mantiene den
demostr en su respuesta a las tesis vertidas por uno tro de la ortodoxia la teora del reflejo, pero, por otro
de sus mejores discpulos, L. Kolakowski. ste, en su lado, la dota de creatividad por medio del lenguaje. Por
ensayo Carlos Marx y la definicin clsica de la verdad, ello, su pensamiento va a ser calificado de revisionismo
pona en entredicho la doctrina leninista del reflejo. Para ortodoxo.
l, tal teora del conocimiento carece de fundamento pro Con su libro Marxismo e individuo humano, nuestro
piamente marxista. Se trata, ms bien, de una visin pensador termina fundamentalmente su periplo filosfi
que defiende Lenin, influenciado por el positivismo me- co. Despus de esta obra, solamente Historia y verdad
canicista. Segn Kolakowski, la epistemologa de Marx merece ser destacada en el mbito epistemolgico, ya
deba ser reconstruida basndose en los contenidos de que en ella prescinde definitivamente de la terminologa
sus Manuscritos filosfico-econmicos de 1844. Un an de la teora del reflejo transformndola en hermenuti
lisis de stos mostrara la diferencia y contraste existen ca o socio-historia del conocimiento. Sus restantes libros
te entre Marx y Lenin. Contrariamente a esto, A. Schaff son repetitivos de sus ideas, bien en plan polmico, bien
en su Studien ber der Jungen Marx en Nowe Drogi en plan justificador o clarificador de las mismas.
13 (1959), declara las tesis de Kolakowski totalmente Lo que caracteriza a A. Schaff, respecto de otros re
falsas. Con todo, el estudio de los escritos del joven visionistas del marxismo como pueden ser Lukcs,
Marx obliga a Schaff a reconsiderar su visin marxista Korsch o Gramsci, no es simplemente por su interpre
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tacin humanista de Marx, sino principalmente por no la comprensin motivada de su existencia. Ante la co
desembocar en una ideologa crtica del mismo. A. Schaff municacin humana, hecho cotidiano constatable sin di
no termina siendo un idelogo crtico; termina en un ficultad alguna, se debe, por tanto, preguntar por su po
idelogo militante. sibilidad y por su modo o manera de verificarse.
Dos grandes soluciones de la posibilidad comunica
tiva contempla ante s A. Schaff: la transcendental y la
Filosofa del lenguaje en A. Schaff naturalista. La primera se remonta hasta Platn y sigue
sus huellas por medio de los diversos platonismos. Ms
En su obra Ensayos sobre filosofa del lenguaje, re recientemente, adquiere fisonoma kantiana. A grandes
copilacin de artculos publicados en diversas revistas, rasgos, la doctrina transcendental mantiene que la co
A. Schaff reivindica, como lo hicieron los lingistas rusos municacin humana es posible en virtud de una razn
posteriores a las Cartas de Stalin, la necesidad de una comn e idntica a todos los hombres, de la que stos
visin marxista sobre el tema. Tarea que, a la vez, re participan. La teora naturalista, en cambio, hace hin
conoce difcil y vasta. En particular, si se tiene en cuen capi en los individuos, en las personas que con una
ta el retraso que llevan los marxistas en estos estudios estructura fsica e intelectual anlogas estn conectadas
respecto de la filosofa burguesa y a los errores cometi a una realidad que les es comn. Aqu, la comunica
dos en el enjuiciamiento y crtica de la misma. Para cin es posible porque sta se produce mediante la trans
cumplir esta meta, nuestro autor plasma su investiga misin del contenido de ciertas experiencias personales
cin en dos obras importantes, adems de la citada un gracias a los medios lingsticos.
poco ms arriba: Introduccin a la semntica y Lengua Para A. Schaff, ambas soluciones son insuficientes,
je y conocimiento. La pregunta fundamental a la que aunque la naturalista se mueva en la orientacin correc
debe responder una filosofa del lenguaje marxista versa ta. La justificacin de la posibilidad comunicativa huma
sobre el papel que en el proceso del conocimiento hu na, desde la perspectiva del materialismo dialctico, se
mano y de la percepcin de la realidad desempea el debe buscar en el carcter social del hombre. El lengua
lenguaje. Por ello, de manera breve como corresponde a je, en efecto, es un producto social que se origina en la
nuestros propsitos, el pensamiento de A. Schaff a este sociedad y en ella se desarrolla por la necesidad de
respecto puede ser organizado en crculos concntricos. comunicacin mutua que tienen los hombres. Y, a este
El ms interior estar configurado por los problemas que respecto, nuestro autor repite las conocidas ideas mar
afectan al lenguaje en cuanto instrumento de comunica xistas en torno a la gnesis y evolucin del lenguaje.
cin. A l seguir el que estudia las relaciones existen Explicada, as, la posibilidad comunicativa humana, sur
tes entre lenguaje y conocimiento de la realidad, para ge inmediatamente la pregunta acerca de la manera que
en un tercer crculo investigar sobre los influjos del len tiene de verificarse. Con este fin, es preciso considerar
guaje en el comportamiento de los hombres. el lenguaje como signo y significado.
Qu es un signo? En su Introduccin a la semnti
a) Lenguaje y comunicacin humana ca, p. 180, A. Schaff define el signo del siguiente modo:
todo objeto material, o la propiedad de ese objeto, o
Desde el punto de vista filosfico, la explicacin de un acontecimiento material, se convierte en signo cuan
un hecho pasa por la justificacin de su posibilidad y do en el proceso de la comunicacin sirve, dentro de la
214 215
estructura de un lenguaje adoptado por las personas sta, sino en la realidad que designan y connotan. El
que se comunican, al propsito de transmitir ciertos signo verbal y lo significado forman una unidad que slo
pensamientos concernientes a la realidad, esto es, con la abstraccin permite considerar por separado. Sin em
cernientes al mundo exterior, o concernientes a experien bargo, esta unidad resultante de una relacin es de ca
cias internas (emocionales, estticas, volitivas, etc.) de rcter arbitrario en el sentido de que entre sus trmi
cualquiera de los copartcipes en el proceso de la co nos no se da vnculo natural alguno. Lo cual no quiere
municacin. De estas palabras se deduce que el signo decir que los signos lingsticos se puedan transformar
slo se da propiamente en la intercomunicacin huma arbitrariamente.
na. Dejando al lado la clasificacin de los signos y los Inmediatamente a la respuesta sobre lo que es un
motivos en que se fundamenta, importa centrar nuestra signo, toca clarificar lo concerniente al significado. Es
atencin en la especfica peculiaridad de los signos lin decir, lo concerniente a aquella realidad en virtud de la
gsticos. Tal peculiaridad reside en su transparencia cual se establece la comunicacin entre los hombres, ya
para el significado. Qu quiere afirmarse con esta ex que sta consiste en comprender lo que un signo signi
presin que, segn el modo de ver de nuestro pensa fica. Qu es, pues, un significado? Partiendo de la pers
dor, es de ndole metafrica? Con ella se pretende sub pectiva del materialismo dialctico, A. Schaff lo entien
rayar los elementos diferenciadores existentes entre un de como una relacin especfica entre personas que se
signo verbal y otro que no lo sea. En ambos se verifica comunican entre s. Tal relacin aparece siempre en un
un fenmeno comn que los hace coincidir en la cate proceso social, cuando el instrumento mediante el cual
gora signo: dirigen, orientan hacia otra realidad diver dos o ms personas se comunican es el signo. Por ello,
sa de ellos mismos. Cuando se trata de signos no ver el significado es un sistema de relaciones perteneciente
bales, entre stos y las cosas hacia las que orientan y al plano psicolgico. En efecto, para que exista comuni
dirigen se da una separacin ontolgica suficiente como cacin los signos deben entenderse de modo similar a
para establecer una autonoma propia que impide que como sucede en el plano psicolgico en el nivel social.
el signo transparente lo significado. Nuestra atencin Y esto solamente es posible porque el signo verbal est
cognoscitiva puede fijarse tanto en la realidad signo conectado en dicho nivel con procesos similares de pen
como en la realidad a que el signo dirige y orienta. En samiento y con reacciones similares en forma de accin.
los signos verbales, por el contrario y sta es su pe Significado y comprensin coinciden en su origen, en
culiaridad, el material fnico que los constituye pare cuanto son resultado o producto de la praxis social que
ce desvanecerse para dejar ver por medio de dicho des sirve para la transformacin de la realidad. Por ello,
vanecimiento ontolgico la realidad de lo significado. Es debe admitirse el influjo de los cambios histricos en la
decir, en el material fnico se transparenta la realidad transformacin de la realidad respecto a su relacin con
de lo significado. Esto es posible en virtud de que len el campo semntico.
guaje y pensamiento forman una unidad indisociable. El acto individual de experimentar una idea o signifi
Son como anvs y revs de una misma moneda. El pen cado cobra carcter de comunicacin intersubjetiva en ra
samiento no existe fuera del lenguaje, ni el lenguaje exis zn de que su contenido es algo comn, un mismo objeto
te fuera del pensamiento. De aqu que las palabras de material, para los interlocutores. Se salva de este modo
signan y connotan aquello que transparentan en su el paso del acto significativo individual al mundo de la
materialidad fnica. La mente no fija su atencin en comunicacin intersubjetiva y, en consecuencia, social.
216 217
Con esta doctrina, que A. Schaff no presenta ni como trata de un proceso unitario que presenta dos aspectos
la nica posible dentro del materialismo dialctico mar o modos de funcionar, paralelos, pero independientes
xista ni como algo dogmtico, su reflexin filosfica entre s.
avanza hacia la cuestin central de la relacin entre len Con todo, A. Schaff acaba por reconocer que este
guaje y el pensamiento y la realidad que el lenguaje ex problema todava no est solucionado satisfactoriamen
presa. te dentro del materialismo marxista. Y considera de m
xima importancia un estudio del mismo a causa de las
b) Lenguaje y conocimiento de la realidad implicaciones tericas que cualquier solucin importa,
particularmente las que afectan al llamado conocimien
Todo lenguaje expresa el pensamiento y, en conse to verdadero.
cuencia, la realidad que el pensamiento conlleva en su Respecto al segundo problema, el de la relacin entre
interioridad. Ahora bien, la pregunta sobre las relacio lenguaje y conocimiento del mundo, de la realidad, es
nes del lenguaje puede ser formulada en sus dos ver un problema completamente ignorado durante mucho
tientes. Influye el lenguaje en el proceso del pensamien tiempo por los lingistas y filsofos del lenguaje sovi
to? Influye el lenguaje en la visin de la realidad que ticos. stos se vieron obligados a pronunciarse ante l,
el pensamiento propone? cuando la hiptesis de Sapir-Whorf cobr relevancia en
En primer lugar, segn A. Schaff que en este tema nuestro siglo. En un primer momento, esta hiptesis que
aduce a Piaget, los datos cientficos avalan la unidad sostena que el lenguaje condicionaba socialmente la con
entre lenguaje y pensamiento. Excluida la posible solu cepcin de la realidad que tena un pueblo, fue rechaza
cin de la no unidad entre ambos, cabe una doble alter da ms o menos categricamente. As, a Sapir se le ca
nativa. Pensamiento y lenguaje se verifican en un proceso lific de reaccionario, cuyas ideas se acercaban mucho
unitario de ndole lingstica. El proceso de pensamiento al idealismo subjetivo de la moderna filosofa angloa
sera un proceso lingstico. Entre ambos se dara una mericana. Y a Whorf se le tach de pseudo-cientfico,
identidad. Tal visin de las cosas es inaceptable tanto que con artimaas escolsticas de modelos lingsticos
para el pensamiento tradicional marxista como para el propugnaba ideas racistas. Con todo, en un segundo mo
renovado de A. Schaff. Aunque el pensamiento y el len mento, a pesar de rechazar la hiptesis de Sapir-Whorf,
guaje forman una unidad se diferencian, segn el mar los tericos soviticos debieron admitir el planteamien
xismo ortodoxo, en que el pensamiento es un reflejo de to de dicho problema y su aportacin a la solucin del
la realidad objetiva, mientras que el segundo sirve como mismo, aunque lo hagan con ciertos matices salvando
envoltura para expresar el pensamiento y para fijarlo. siempre la doctrina cognoscitiva del reflejo.
Sera la primera alternativa de solucin al problema. A este respecto, Schaff se confiesa expresamente par
Nuestro pensador, sin embargo, adopta otra posibilidad tidario de las ideas fundamentales que configuran la hi
explicativa. Para l, entre pensamiento y lenguaje no ptesis Sapir-Whorf y destaca que el sistema del len
se dan lmites rgidos. Existe, eso s, un nico proceso guaje en el que pensamos influye en el qu y el cmo
para ambos, pero mediante la abstraccin investigadora de nuestro conocimiento del mundo. El relativismo lin
se separan los elementos del pensar concibindolos in gstico, a que la doctrina del pensador polaco condu
dependientemente de los elementos del lenguaje que, a ce, admite que tanto el conocimiento como la verdad
su vez, son tambin independientes. En definitiva, se contienen un factor subjetivo. Sin embargo, este factor
218 219
subjetivo no est condicionado por el individuo que co guaje con la ideologa y cmo influye en ella. Para con
noce, sino por el carcter social del lenguaje. Por ello, no seguir esto, conviene comenzar por la consideracin del
debe confundirse con el subjetivismo en su sentido signo lingstico y su vinculacin a los estereotipos. En
antiguo. He aqu cmo A. Schaff expresa en Lenguaje y efecto, segn A. Schaff el signo lingstico no slo est
conocimiento (p. 217) estas ideas brevemente: el len ntimamente unido al concepto, sino tambin a lo que
guaje crea la imagen de la realidad en cuanto impone l denomina estereotipo. Qu es un estereotipo? De ma
una percepcin del mundo dentro del desarrollo ontoge nera descriptiva podra ser definido como aquello con
ntico del modelo del individuo y de sus estructuras t lo que se designan convicciones prefabricadas acerca de
picas, que se forman en la experiencia filogentica de la clases de individuos, grupos u objetos; opiniones hechas,
humanidad y que se trasmiten a travs de la educacin usos establecidos o expectativas. No cabe formular nin
siempre lingsticamente condicionada de sujeto a su gn principio general acerca de la clase o grado de de
jeto. La creacin no es arbitraria ni en consecuencia formacin, exageracin o simplificacin que viene a po
modificable a voluntad. De este modo, con su teora, nerse de manifiesto en dichas convicciones. La funcin
nuestro autor se ve obligado a rechazar, dado el papel del estereotipo es ayudar a la economa del pensamien
activo que confiere al lenguaje en la produccin de la to y a la estructuracin de nuestra experiencia. Tanto
imagen del mundo, la interpretacin de la doctrina re los conceptos como los estereotipos los asumimos en el
flejo en un sentido que l llama de realismo ingenuo. proceso de nuestra educacin en sociedad. Nuestras fo-
Tal realismo ingenuo es considerado anticientfico y an bias y simpatas, nuestros sentimientos valorativos o
timarxista, ya que el propio Marx rechaz cualquier con despreciativos de las cosas dentro del mundo social en
cepcin mecanicista del conocimiento al introducir en el que vivimos son estereotipos que acompaan al concep
mismo el factor subjetivo que consiste en la praxis trans to y, en consecuencia, a la palabra. As, por ejemplo,
formadora de la realidad. el trmino negro tiene diverso estereotipo en una so
ciedad racista al que pueda asumir otra sociedad igua
c) Lenguaje y praxis social litaria.
Ahora bien, las ideologas que, como ya se ha dicho,
Se trata, en este ltimo punto de nuestras conside son los sistemas que determinan los valores de una so
raciones en torno a A. Schaff, de examinar la influencia ciedad, aunque no pueden identificarse con los estereo
que el lenguaje ejerce sobre el comportamiento humano tipos, no pueden, sin embargo, formarse sin stos. Ideo
y, por medio de l, sobre la posible transformacin de loga y estereotipo estn en ntima conexin y se influ
la realidad. yen mutuamente, ya que, si por un lado los estereotipos
Cualquier hombre, educado en una determinada so conforman las ideologas, por otro las ideologas influyen
ciedad, asume los valores de sta de modo inconsciente sobre los estereotipos sociales. El anlisis lingstico de
y natural. Tales valores se le transmiten, entre otros me estos ltimos conducir o a una mayor implantacin y
dios, por el del lenguaje. De aqu que ste influya en fuerza de la ideologa o a una transformacin deprecia-
los comportamientos humanos que dichos valores socia tiva de la misma. En efecto, mediante el anlisis lings
les implican. Ahora bien, como la ideologa es la que tico se mostrar la objetividad del concepto y la valo
determina el sistema admitido de valores en una socie racin subjetiva del estereotipo. Un ataque a sta, que
dad, es preciso estudiar la relacin que guarda el len ponga de relieve fobias o simpatas preconcebidas, deja
221
r en mal o buen lugar su ideologa correspondiente. Se la seccin de filosofa, el tomo 4 est dedicado al Len
hace as patente la posibilidad de transformar las ideo guaje y materialismo dialctico, bajo la direccin de Ni-
logas y, en consecuencia, los comportamientos sociales kolaus Lobkowicz, Madrid, Rioduero, 1972. Interesan de
desde la perspectiva del lenguaje segn el cambio de manera particular las pginas 1-24. La doctrina de N.J.
fuerza que puedan adquirir los estereotipos. Marr y su escuela la expone con cierto detenimiento Os-
En la actualidad, la lingstica fundamenta en el ma wald Szemernyi, Direcciones de la lingistica moder
terialismo dialctico, despus de la liberalizacin sovi na, vol. II, Madrid, Gredos, 1986, pginas 11-18. La obra
tica de los aos sesenta, ha conectado con la lingstica de V.N. Volosinov fue traducida al castellano en 1976
occidental europea y americana. Con todo, en la solucin en la editorial Nueva Visin, Buenos Aires, 1976. Dadas
de problemas tericos ciertas categoras del materialis las circunstancias polticas por las que pasaba Argenti
mo dialctico e histrico crean a los investigadores, es na, no extraa que el ttulo original Marxismo y filoso
pecialmente a los filsofos del lenguaje, considerables fa del lenguaje fuese cambiado por el de El signo ideo
dificultades. De momento, no parece posible un aban lgico y la filosofa del lenguaje. Un comentario crtico
dono total de dichas categoras. Y quienes lo han hecho y expositivo de esta obra, dentro de una visin ms am
slo en parte, como A. Schaff, acaban practicando su plia de la ideologa y el lenguaje, puede verse en el Apn
militancia marxista en la heterodoxia por libre. dice del libro de J. Hierro S. Pescador, Principios de fi
losofa del lenguaje, Madrid, Alianza Universidad, 1986.
El perodo de las Cartas de Stalin sobre la lingsti
Cuaderno de bitcora ca se encuentra descrito en sus pormenores por O. Sze
mernyi, en la obra citada un poco ms arriba, pgi
Nuestra singladura por medio de la concepcin del nas 21-31.
lenguaje que defiende el materialismo dialctico est se Por ltimo, el pensamiento de A. Schaff bsicamen
alada por una bibliografa selecta. La fundamentacin te se expresa en las obras siguientes: Introduccin a la
marxista-engelsiana de esta concepcin puede verse con semntica, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1966;
detalle en la obra ya citada Langage et marxisme, de Lenguaje y conocimiento, Mxico, Grijalbo, 1967; Ensa
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del Partido adjunta al Comit Central del Partido Co
munista de la Unin Sovitica dentro de la Ctedra de
Materialismo Dialctico e Histrico. Nuestro tema est
tratado en las pginas 121-145 del captulo tercero.
Una exposicin general de la problemtica lingsti
ca marxista en relacin con la occidental y americana
se encuentra en la Enciclopedia de conceptos bsicos:
marxismo y democracia, dirigida por C.D. Kernig. En
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232 233
NDICE
235
El acceso antropolgico ............................................................................. 73 Las Cartas sobre lingstica de Stalin................................................. 208
Corriente personalista francesa .................................................... 74 Filosofa del lenguaje marxista en A. Schaff ......................................... 211
Martin Buber y la dialogicidad .................................................... 79 Trayectoria marxista de A. Schaff ............................................ 212
El hombre, animal simblico ....................................................... 84 Filosofa del lenguaje en A. Schaff ........................................... 214
Cuaderno de bitcora .................................................................................. 90 Cuaderno de bitcora .............................................................................. 222
Ser hombre es ser lenguaje ........................................................... 91
Itinerario bibliogrfico ................................................................. 96 Bibliografa ............................................................................................. 225
Captulo III. Problemas ontolgicos del lenguaje:
la concepcin especular................................................................. 103
La metafsica en la gramtica de los lingistas .......................................... 104
Concepcin especular y filosofa del siglo xx ........................................... 112
Bertrand Russell y el lenguaje ideal perfecto . . . . 112
L. Wittgenstein y el Tractatus Logico-Philosophi
cus .......................................................................................... 118
Cuaderno de bitcora .................................................................................. 130
Captulo IV. Problemas ontolgicos del lenguaje:
la concepcin naturalista ........................................................... 135
L. Wittgenstein y el lenguaje ordinario ..................................................... 136
John L. Austin y la fenomenologa lingstica ...................................... 143
Alegato en pro de las excusas ...................................................... 145
J.L. Austin y Cmo hacer cosas con palabras . . . . 149
John Searle y los actos de habla ................................................................. 153
Temtica general del pensamiento de J. Searle . . . 153
J. Searle y los actos de habla..................................................... 155
Cuaderno de bitcora ................................................................................. 159
Captulo v. problemas ontolgicos del lenguaje:
el estructuralismo lingstico ................................................... 165
Concepto de estructura lingstica ............................................................. 166
El panorama lingstico estructural ........................................................... 168
La gramtica generativo-transformacional de N. Chomsky 177
La gramtica de estados finitos..................................................... 180
La gramtica sintagmtica ........................................................... 182
Cuaderno de bitcora .................................................................................. 188
Captulo VI. Problemas ontolgicos del lenguaje:
lenguaje y materialismo dialctico ............................................ 197
Concepcin dialctico-materialista del lenguaje ....................................... 198
N.J. Marr y su escuela ................................................................................ 201
V.N. Volosinov: marxismo y filosofa ....................................................... 203
236