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Pollak-Eltz, Angelina. El Catolicismo Popular en Venezuela PDF

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Dra, ANGELINA POLLAK-ELTZ Dba sobreposicién de es un fenémeno que caracteriza americanos. La estructura tura bas las dos estructuras religiosas 1 catolicismo los afro- na a veces camufla la estruc- inconscient primera vista. cuando se investiga este fenémeno mas a fondo, fa estructura fundamental so rovela a los ojos del observador. El catolicis © Las funciones el pueblo humilde fan los cultos africanos y los ritos de nue: indigenas tribales. El cotolicismo latinoamericano esté caracterizado por un fuerte sincretismo religioso. Se habla de sin- cretismo cuando ciertos rasgos de la cultura propia se identifican con otros parecidos provenientes de otra cultura con la que se esté en contacto. Es un proceso sicolégico por el que una persona puede pasar con facilidad, consciente 0 inconscientemente, de una cultura a otra. La reinterpretacién de elementos cul- turales onfiguos en forma nueva tiene un efecto po- recido al sincretismo: el contenido se altera, pero se conserva el valor sicolégico (Herskovits '1948:3). Tanto el sincretismo como la reinterpretacién alte- ran las estructuras religiosas. Nuevas estructuras se imponen a los anteriores sin sustituirlas por comple- to. Son la base inconsciente de la religiosided popular. En Venezuela el sincretismo religioso tiene tres raices: — el cotolicismo popular espaol, transplantado Nuevo Mundo, con su ferviente culto a los — los conceptos mégico-religiosos y la mitologia de indigenas, convertidos a fa fuerza al cri niismo. las estructuras fundamentales y la orientacién re- ligiosa de Africa Occidental, con sus creencias, por cierto, algo fragmentadas, que ejercen, sin fluencia muy grande en las titudes y conceptos religiosos del pueblo venezo- ano. Los estructuras En el Africa Occidental, lugar de origen’de la mayoria de los negros venszolanos, la estructura de les diversas religlo- ‘nes triboles es bésicamente similar: El Ser Supremo, creador y suma autoridad, est por oncima de los seres terrestres (ant- ‘males en un nivel més bajo y hombres en un nivel superior) Entre sus criaturas y Dios, y comé Intermediarlos, se encuen- tran las divinidades: fuerzas de la naturaleza, personificad: © Le Dra. Angelina Pollak-Eltz, antropéloga gradua~ ’ a en la Universidad de Viena’en 1964, especializa {da en estudios afroamericanos (su tesis doctoral es sobre los “Rasgos eulturales afroamericanos en Ve- mo popular ywe desempefia fa religién para n las mismas que dese nezuela Con el tiempo, los rasgos ibéricos, africanos y autéctonos se amalgamaron. Por consiguiente, e! cretismo ,religioso se manifiesta en dos niveles di tintos: = en el culto a Maria Lionza y otros cultos seme- jantes, que abarcan creencias y super 0s dedicados a sere: les que estan fuera del ambiente del catolicismo o por lo me- nos en un nivel distinto. el catolicismo popular, cuya estructura se basa en estructuras antiguas a! idigena: manteniendo al-mismo tiempo un aspecto apa- rentemente cristiano. Se trata de una reinter- pretacién de la doctrina cristiana dentro de un marge inte para que corresponda mejor ¢ las exigencias del puebl Por el momento prescindimos del culto a Maria Lionza, para ocuparnes en este breve ensayo solo del catolicismo popular. Para una mejor comprensién de las actitudes re- ligiosas del pueblo venezolano es indispensable estu- dior estos estructuras inconscientes —pora utilizar Ta terminologia de Clarac de Bricefo (1972)-— de orl- gen indigena y africano. religiosas ofricanas y duehios de los lugares geograficos. El Ser Supromo, al retirarse del mundo después de terminar la Creacién en los tiempos mitolégicos, ha delegado y divi do sus poderes entre las divinidades. Los hombres no se acer- ‘can directamente al Ser Supremo, sinoacuden a éstas para fograr determinados fines. No son ni buenas ni melas, sino ‘que pueden prodigar sus favores sl se les sabe tratar 0 des- neruela”) es Profesora de Ia UCAB ¢ investigadora en al Instituto de Bstudios Histérieos de dicha Uni- Versidad. Sus ‘principales publicaciones aparecen en las notas del articulo. atar sus tras en caso contrario."Péra lograr algo, se hace un acto con la deidad, una promesa o un voto, quo, al recibir el favor, es preciso pagarlo al ple de la letra. Se recurre a préc- « ticas'mégicas para inducir a la divinidad a hacer lo que el hombre desea. £1 culto tiene esonolalmente fines uitilitarios. Se pide algo, se hace un trato, se dan las gracias por favores recibidos. No se adora a la deidad. Las fuerzas sobrensture- les son caminos para acercarse al Ser Suprema, a quien solo se recurre en casos muy excepcionales. Cada divinidad des fempetia un papel especiel y blen determinado. Era fécil amal- ‘gamar la doctrina cristiana a esta ostructura.bésica y asf so pudo realizar el sincretismo entre las doidades africenas y los santos de la Iglesia Catélica: surge un politeismo dentro del margen de un monoteismo bésico. En Africa cada persona tiene-una divinidad pratectora, en ‘cuyo culto esté iniciada y al que venera regularmente. Esto testablece relaciones personales con sus obligaciones mutuas La divinidad africana se convierte en el santo protector, que fen Venezuela a menudo coincide con el santo onoméstico. La felacién personal se refleja en la actitud de la gente que con: ‘rapone “mi santo” a “tu santo", como el afticano contrapo- ne “mi deidad” a "tu deidac En Africa los veneradores de cada divinided forman una fraternidad 0 secta religiosa. En América, los frailes espafoles. ara fomentar la devocién a los santos éatélieos, fundéron cofradias de negros libres y esclavos dedicadas ei culto de tun santo determinado, sin percatarse de que en el seno de ‘estas organlzaciones ristianas los miembros lograban con- servar el culto a la divinidad africana con la que amalgaban al santo patrono. Asi, involuntariamente, los misioneros con yyeron @ la conservacién de creenclas y ritos africanos. En Africa cada pueblo tiene au deidad protectora, a la cual ‘se dedica una fiesta anual. Esta divinidad so convierte on el santo petrono de Ia Iglesia Parroquial, al cual se le celebra una fiesta todos los afios en su dla onomdstico."A menudo no es solamente el protector del pueblo, sino también una divint- dad agraria que trae las lluvias y la fortilidad y ast asegure el bienestar de los moradotes. Otro hecho importante: En Aftica le religlosidad y la mo- ral se encuentran en dos niveles muy distintos, No existe el mal absoluto, no existen demonios, no se cree en la retribu- cién de ultratumba, sino que las faltes en el ritual o lag tran- ‘resiones de los tabus son castigados aqui y shora por las divinidades. Para incorporarse a un’ grupo de devotes de una deidad especifica no se requlere la adhesién a una moral es- Pecifics. Hasta clerto punto, notamos la misma actitud on la Iglesia Catélica: g@ nace en el catclictsmo y la Iglesia no exi ‘ge una moral especifica, basta la confesién para lavarse de to- do el mal. Los afroamericanos tienen las mismas actitudes: el cédigo moral y el eédigo religioso se encuentran separados, ero es Indispensable llevar a cabo los ritos mégico-religiosos para lograr detorminados fines. Los africanos buscan el contacto directo’ con lae divinidades a través del orsculo (odivinacion) © a través de un medium fen trance o por el éxtasis ritual en ocasién de una fiesta en ho- nor de la divinidad. Se busca este contacto muy personal en rl- tos y balles fronéticos. Esta estrecha relacién es muy carac- teristica de las sectas afro-americanas de Brasil y Cubs, pero Las estructuras Volvamos a las religiones de los indigenas americanos. Las estructuras de las religiones autéctonas de nuestros antepasa- dos no se prestan tan fécilmente un andlisie parecido, Por consigulente, las estructuras cristlanae eobrepuestes parecen ‘menos transparentes que en el caso de los afroamericanos. Sin embargo, se notan ciertos indicios de una estructura In- conscieinte basica bajo las tradlciones crstlanas. 156 es raro en el catolicisino popular venezolano, aunque aparece en ocasién de los bailes en presencia de la imagen del santo patrono o en ciertos ritos de sectas evangélicas que buscan este contacto a través del trance. Por clerto, la mediumided ‘ocupa un puesto de suma importancia en el culto a Marla onze. ‘Aunque hoy en dia nombres de tas antiguas deldades africanas, amalgamadas a los santos catdlices, se han per dido, en la oscurided, se notan rasgos africanos muy fuertes, sobre todo en la veneracién de San Juan en el tiempo del solsticio de verano y,de San Benito durante la época de Ne vidad, 0 sea, del solsticio do invierno. No cabe duda que estos sentos sustituyen a antiguas doldades africanas, asociadss a la fertilidad de la tierra y a la lluvia. Como los negros de Africa Occidental son esencialmento agrarios, el calendario agricole Juega un papel muy importante en determinar las fiestas para las detdades. El culto a a tierra esta ligado estructuralmente al culto a fos antepasados, a los cuales se invoca pa- a pedir fer © bienestar. La fiesta de los Dia- blos en algunos pueblos de la costa venezolana re- cuerda a los ritos de Egungun, los espiritus purifico- dos de los antepasados, quienes vuclven una ver: al lad a los FO aspecto interesante: Los africanos consideran que sus deidades tienen las mismas debiidedes que teen las hombres, Esta misma actitud se reflela cuando un devoto de San Juen dice: “San Juan es muy atfevido, le gusta tomar un tragul Entre los “ites de passage” ariconos ocupa un puesto muy importante la inlelacién del neéfito en el culto a su dvinided. Este ritual simboliza la muerte de la persona Iniiada y su re- surreccién 9 una nueva exlstencia més elovada al servicio de la deldad. Una analogia @ este concepto se encuentra en los ri tos do bautizo de las sectas evangélicas. La estructura es bé sicamente igual, solo el contenido religioso es diferente. En et catolicismo popular el beutizo es algo como un rite mégico que ale las malas influencias, Los ritos finebres ocupan un lugar muy impor- tante tanto en el ciclo de la vida de fos africanos co- mo en la de los criollos. Ambos realizan velorios en resencia del cadaver, durante las nueve noches des- un aio de la ‘muerte. El iltimo ritual significa la ruptura del duelo y el despacko final y definitive del alma de este mun- do al mundo de los difuntos. Las analogi rales de los ritos africanos y los latinoamericanos son evidentes, aunque hay que admitir que nos encontra- mos aqui frente a un fenémeno de convergen: tural, porque también en Espaiia existen ritos fiine- bres muy parecidos. Los africanos creen en la existoncla de una dable alma, sombra protectora y fuerza vital, La fuerza vital desapareceré después de la muerte va al mundo de fo difuntos y la som bra se conviorte en esplritu que @ menudo sigue en el mundo hasta que renazca en un nifio do la misma familia. En el ca tolicismo popular el espiritu se converte en alma errante sas amerindias La’ tribus venezolanas indigenas pertenectan a dos mundos distintos, cada uno con sus conceptos religiosos bien diver- 0s: el mundo de los recolectores y cazadores y el de los pue- blos agricolas. Los recolectores y cazadores veneran divinidades selvéth cas, duefios de animales salvajes y peces de los rios y en lun Ser Supremo, poco perfilado y retirado de la tierra Los pueblos agricolas veneran divinidades cht6nicas. Casi slempre existe un héroe cultural, que ensené al hombre Ia, sariculturay el uso de clertos elementos, y luego desapareci También creon en dvinidades bucélices y duefos de rios y lagu- ‘nas. El agua ocupa un puesto muy importante on su pense tiento. La lune y el sol son venerados como seres divnos. Si existe un Dios Supremo, osté muy alojado de! mundo, Entre fos seres divinos y los hombres estén los sacetdotes (moj nos, chamanes, piaches) que desempenan un triple papel: son los quardianes de las antiguas tradiciones y elecutores de cul- tos dedicados a las divinidades, con adivinadores y magos y ‘80n médicoseuranderos. Los cazadores tratan de aumentar of nimero de animale salvajes 0 peces por medio de ritos dedicados a los duefos do la naturale tos agricltores traten de sumenter la fertiidad do sus campos a través de cultos dedicados a las fuerzas sobrena- turales que controlan las fuerzas de la naturaleza: agua, te- ra, etc, Para tales fines ambos recurren a précticas méglco: religioses. : En algunos casos el sincretismo no es completo: los rites ““paganes”’ se asociaban solo ex de las Mercedes en septiembre, con misa en honor de la Virgen y con procesién con la imagen de la Ma- dre de Dios. Pero en realidad se trata de una fiesta para dar graci s lades chténicas, duefios ¥ Sanjuanes, quienes traen la fertilidad a los campos y ocasionan una buena cosecha. Se sacrifican los pri- meros frutos de los campos a los espiritus de la tie- rra_y de la natutaleze, a menudo consagrados ante- riormente en Ia Iglesia’ Catélica. Otras divinidades chtonicas asocedas a las faenas agrico- fas fueron amalgamadas a San Isidro Labrador. a quien los, ‘campesinos, sobre todo en los Estados Andinos, suelen colebrar ‘una fiesta enual que tiene su puesto importante en el calendario agricola. En muchos pueblos de mestizos le fiesta del patrono e' Ia Iglesia Parroquial coincide con una fiesta de accién de ‘gracias por Ia cosecha 0 con una rogativa para conseguir la Hluvia. Estas fiestas provienen de tiempos anteriores a la Con- ‘uista, pero han sido emalgamadas a les tradiciones cristio- ‘nas, sin que los mismos campesinos sean conscientes de la estructura bésica, El santo sustituye a la divinided protectora Ast, por ejemplo, en La Parroquia (Estado Mérida) so celebra tuna fiesta anual en el dia de la Virgen de la Candelaria (2 de Febrero), asociada @ una parranda que representa dife rentes actos de labores agricolae “en danzas ritualisticas, Se ‘trata, Sin duda alguna, de un antiguo rito agrario que obtuvo ‘una nueva interpretacién por medio de la transculturacién y el mestizaje. En el Pueblo Llano, cerca de Santo Domingo (Edo. Mérida), os campesinos celebran una fiesta en honor del Nifio desis durante la época de las Navidades, amalgamada a la veneracién el “espuntén”, una representacién ristica de un personaje ‘mitol6gico Indigena, llamada Mapolién Linares. Por clerto, no es ste el nombre autéctono, que se perdié en el curso de los tiempos. Una fiesta parecida se celebra en Calgua (Anzoétegul), también en tiempo de Navida Hemos dicho que las divinidades indigenas tienen per- ‘sonalidades mucho menos perfiladas que las deidades africa. ‘nas. Asi, tampoco las estructuras bésicas saltan a la vista con tanta facilidad. Sin embargo, estas fuerzas sobrenaturales del mundo autéctono atin sobreviven bajo el aspecto de esp ritus de la naturaleza, duehios, duendes, secretones y “san Juanes", guardianes de bosques, rfos y lagunas, cumbres y éramos, que pertenecen menos ‘al mundo del catolicismo po- pular que al folklore, sunque estos personajes tienen verde dora realidad para el pueblo humilde, al igual que los santos y las divinidades Inferlores. Los mites no son cuentos 0 le- yyendas, sino son vivides y reales. Pertenecen al mundo césm ‘co estas fuerzas sobrenaturales que influyen en la vida de los humanos. No son ni buenos ni malos. Hay que aplacar su Ira con sacrificios y obedecer sus leyes para lograr los fines deseados. Este concepto es idéntico al concepto africana, No existe el bueno absoluto ni el demonio. . CoNcLUSION La sobreposicién de las dos estructuras religiosas es un fenémeno que caractoriza el catoliciemo popular tanto de los ‘mestizos como de los afroamericanos. La estructura cristiana 8 veces camufla Ia estructura bésica, Inconscienteva primera vista. Pero cuando se investiga este fonémeno més a fondo, la estructura fundamental se revela a los ojos del observador. Falta afiadir que Ia gente misma no se da cuonta de estas estructuras bésicas ni tampoco del hecho de que su religios!- dad constituye una desviacién do las normas cristianas. Des- conocen el lugar y la tribu africana de: origen. Ignoran los nombres de las antiguas divinidades. Y no se dan cuenta de quo éstas sobreviven en los santos. Se consideran catélicos y fervientes devotos de los santos, a pesar.de no frecuontar la Iglesia regularmente y de que no viven siempre conforme a los Diez Mandamientos. Para una mejor compronsién de las actitudes religlosas del pueblo venezolano es indispensable estudiar a fondo ostas os- tructuras inconscientes, que estin asociados estrechamente LITERATURA CLARAC DE BRICENO, Jacqueline: “Concepelén magico- religiosa en Ja comunidad. andina La Pedregosa”. Ponenela en el Congreso Internacional de Sociologia, Caracas-Carabalieda, 1972. HERSKOVITS, Melville: “The conteibution of Afroame ‘ean studies to African historical research”, Amerl- ean Anthropologist XLV-4-1, 1048, con la vi ‘encuentran. Es también necesar del campesino y el ambiente natural en el que se estudiar las funclones qué desem- * petia ta religién para el pueblo humilde. Sin duda son las mis- ‘mas funciones que desempefian los cultos africanos y los ritos dde nuestros indigenas trbales. Los ritos no solo desompefian funciones religiosas, sino también recreacionales (fiestas, di- versién, baile), psicolégicas (gratificaciones del ego, dismi- rucién. de tensiones nerviosas y desplazamiento de la agre- sividad), econémicas (ayuda mutua dentro del grupo, remune- racién de los piaches que realizan curaciones 0 trabajos. mé- sgicos), sociales (refuerzo de los lazos de amistad a través del compadrazgo) y medicinales (curas mégicas o a base de hhierbas con la ayuda de los santos). Un culto © una religion que satisface todos estos anhelos de! pueblo seré abrazado por fa gente més fécilmente y tendré un éxito mayor que un culto que se limita ‘a satistacer solamente las necesidades religiosas. GRUSON, Alberto: “Religiosidad popular e Iglesia como institueién”, Ponencia en el. Congreso Internacional de Sociologia, Caracas-Caraballeda. 1972. POLLAK-ELTZ, Angelina: “Vestigios Africanos en la cule ‘tura del pueblo. venezolano. UCAB. Caracas, 1912. “Chltos afroamericanos”. UCAB. Caracas, 1972 * Marla’ Lion2a, Mito y'Culto venezolano”. UCAB, Caracas, 1972. 157

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