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A mi familia por su abnegado
apoyo incondicional y a mis docentes por
la dedicacin de su tiempo y
conocimientos.
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NDICE
CARTULA .......................................................................................... 1
DEDICATORIA .................................................................................... 2
NDICE ................................................................................................. 3
INTRODUCCIN ................................................................................. 4
ACTITUD DE LOS MONTONEROS .................................................... 5
MONTONEROS DEL PER ................................................................ 5
ACTITUD DE LOS MONTONEROS .................................................... 7
LOS MONTONEROS EN LA INDEPENDENCIA ................................. 10
LA BATALLA DE QUIAPATA (2 DE MAYO DE 1821) ......................... 10
CONCLUSIONES ................................................................................ 12
BIBLIOGRAFA .................................................................................... 13
ANEXOS .............................................................................................. 14
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INTRODUCCIN
el estudio de los movimientos sociales, constituye en una accin
reivindicativa, porque se reconocen los aportes de las clases y grupos
sociales olvidados por este tipo de historia como son los movimientos
sociales de las clases ajenas al poder, tanto como conjunto colectivo de
masas populares, como por la accin de sus caudillos, guerrilleros o
montoneros y de las humildes gentes de todos los centros poblados del
Per (Dumbar Temple 1974: III). Porque la presencia de los caudillos, slo
es entendible en relacin a los sectores sociales en los cuales surgen, y
son el sustento de su posicin. A menudo, se olvida esta situacin, los
caudillos son descritos en primeros planos, para desdibujar y pasar a un
segundo, a los hechos y personalidades del pueblo, convirtiendo as, a
estos ltimos, en hroes annimos. Se consigue que: En un teatro de
tantos personajes ilustres es difcil a los humildes o cortos el merecer esta
gloria y satisfaccin (Dumbar Temple 1974: XV).
La opcin reivindicativa del trabajo es clara, al presentar el papel que
cumplieron los sectores populares, en hechos concretos y en un
determinado momento; como la revolucin tupacamarista de 1780 a1783,
para visualizar en su real dimensin, las creaciones y acciones de los
campesinos como clase social en el altiplano qollavino, en busca de la
separacin de la metrpoli colonial.
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ACTITUD DE LOS MONTONEROS
MONTONEROS DEL PER
Montoneras del Per se refiere a grupos de guerrilleros, integrados
por nativos y mestizos, que empezaron a actuar en la fase militar, desde
1820, de la guerra de la Independencia del Per. Tal remoquete de estas
bandas movedizas colocaron los espaoles, sobre todo por el hecho de
actuar en tropel, destrozando o retardando el desplazamiento de los
contingentes realistas por las serranas del Per.
Jos de San Martn no tuvo dificultades para captar adherentes,
pues pululaban los potenciales reclutas a enrolarse en cada uno de los
sitios por donde pasaba. De modo que las mermas por enfermedades y
algunas deserciones, en las filas del Ejrcito de San Martn, eran
prontamente cubiertas. Pero la montonera actuaba al lado del contingente
regular sanmartiniano. Sirvi de base el grupo de montoneras para la
formacin del Ejrcito Peruano.
Al respecto hay una lista sorprendente de estas guerrillas que se
pasa a citar:
Las de Del Sargento Mayor, Isidoro Villar, nombrado por san Martn,
comandante general de las guerrillas, cuya actuacin fue crucial para
encerrarlos en Lima a los espaoles y anulares el desplazamiento a la
sierra.
Las montoneras de Francisco Vidal, establecidas en 1820.
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Las montoneras de Jos Antonio Manrique, luchador que actu al lado
de Pumacahua y reempezaba en 1820.
Las montoneras de Ignacio Quispe Ninavilca, surgieron al lado de J. A.
Manrique, operaban en sierra central.En la Quebrada de Canta, Santa
Eulalia, en las inmediaciones de Lima y en el camino a Huancayo, en
Huachipa y Huaycn.Con miles de indios, negros esclavos, mulatos y
mestizos atacaban a los espaoles, y les requisaban las reses y
caballos, piezas de artillera, fusiles. Los asaltos eran en los recovecos
y de sorpresa. Este era cura de Huarochir y fue miembro del Congreso
de la Repblica.
Las montoneras de Cayetano Quirs, surgidas en 1821.
Las montoneras de Juan Evangelista Vivas y Guillermo Cairo,
establecidas en Yauyos.
Las Montoneras de De Juan Jimnez y Jos Antonio Riquero, fundadas
en Huarochir, durante el ao de 1821.
Las montoneras del renombrado Jos Mara Palomo, establecidas en
Huarochir. Haca honor a su apellido en los desplazamientos
montunos.
Las montoneras de los morochucos, en las estepas de Ayacucho, del
novelesco Basilio Auqui, quien actuaba con sus centauros desde 1814.
Las montoneras del Tte. Crnl. Jos Mara Crespo, agrupadas en las
pampas de Junn en 1821.
Las montoneras del sargento, Jos Gernimo Segura, accionando a
partir del ao 1821.
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Las montoneras de Mariano Fano, ( Regimiento llamado: "Chaupi
Huaranga") con sus mandos Tapuc y Michivilca, acometiendo desde
1822.
ACTITUD DE LOS MONTONEROS
El ejemplo ms notorio de la actuacin del pueblo en favor de la
independencia fue el de los montoneros . Se trat de bandas de guerrilleros
que operaron en la sierra central y en la sierra de Lima entre 1820 y 1824.
En su mayora eran criollos y mestizos de clase media o de modesta fortuna
que haban sufrido saqueos o castigo por parte de los realistas y ahora
buscaban venganza al lado de los patriotas apoyando la independencia.
Fueron decisivos, por ejemplo, en su apoyo a San Martn. Ellos
cercaron las vas de comunicacin entre Lima y la sierra central lo que
oblig, en buena medida, el retiro de La Serna al Cuzco al no poder
mantener a su ejrcito. Meses antes tambin apoyaron la incursin de
lvarez de Arenales en la zona en una campaa proselitista llamando a la
gente en favor de la independencia.
Mal armados y con escasa formacin militar, estos guerrilleros
siempre hostigaron a las fuerzas realista. El problema es que tambin se
les unieron bandidos y malhechores que aprovecharon el desorden interno
para poder robar. Operaban en grupos de entre cincuenta y cien hombres
desgastando a los realistas e impidiendo varias veces que Canterac
atacara Lima. Se trataba de gente annima y sus lderes ms conocidos
fueron Francisco Vidal, Gaspar Huavique, Jos Urbiola, Baltazar Orrantia,
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Ignacio Ninanvilca y el oficial argentino Isidoro Villar a quien San Martn
nombr comandante en jefe de las guerrillas de la sierra.
Muchas veces estos montoneros actuaron por su cuenta. Les falt
coordinacin con los patriotas e internamente estuvieron siempre divididos.
No era fcil cohesionar bandas compuestas por gente de diverso origen
racial y fortuna personal. Pero de todas formas, a pesar de estos
problemas, los guerrilleros fueron el aporte ms decisivo de los cholos o
peruleros -como despectivamente los llamaban los argentinos y
colombianos- a la causa independentista.
Tampoco podemos olvidar que fueron cabildos abiertos, es decir,
asambleas populares, las que juraron la independencia de Tumbes, Piura,
Lambayeque, Jan y Moyobamba (Maynas). Desde Moyobamba llegaron
donativos de toda especie y hombres que pasaron a las filas del ejrcito
libertador. El entusiasmo popular por la independencia fue notorio en casi
todos los pueblos, villorrios y comarcas rurales del norte peruano.
Recordemos que el primer pueblo en proclamar su independencia fue Supe
el 5 de abril de 1819 tras una de las expediciones martimas de Lord
Cochrane. Tambin debemos citar que sin la ayuda en dinero, especies y
hombres que envi el pueblo de Trujillo la expedicin de San Martn hubiera
sido un verdadero fracaso. En la sierra tambin hubo campesinos indgenas
que donaron sus jornales y productos agropecuarios para financiar y
abastecer la campaa libertadora. Muchos de estos donativos se hicieron
de forma libre, sin ningn tipo de coaccin . Dato curioso, por ejemplo, es
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el caso de los campesinos de Huamachuco que entregaron al tesoro
nacional la produccin de sus haciendas de Tulpo y Yamobamba.
De otro lado, fue destacable la actuacin de la mujer en favor de la
independencia. En su mayora colaboraron enviando correspondencia
entre los patriotas; por ello, muchas fueron fusiladas o tomadas prisioneras
por los realistas. Ya desde los tiempos de Abascal, por ejemplo, podramos
citar a Brgada Ochoa de Silva en Lima (luego sera condecorada por San
Martn), Juana Noin en el Cuzco, Magdalena Centeno en Arequipa y Juana
Toribia Ara en Tacna. Ya en tiempos de la independencia Mara Parado de
Bellido fue fusilada en Ayacucho por no querer denunciar a los patriotas
que conoca. Por las mismas razones encontraron la muerte Emeteria Ros
de Palomo en Canta, Paula Huamn en Tarma y Eufrasia Ramos en Jauja.
En Concepcin (Junn) la humilde Bonifacia Pando fue condenada a sufrir
200 azotes junto al ajusticiado cadver de su esposo, el patriota Paulino
Monje. Uno de los mrtires emblemticos de la guerra fue el humilde
pescador chorrillano Jos Olaya Balandra. Parece que reciba
correspondencia vinculada a Sucre en el Callao y en su barca la llevaba a
Chorrillos desde donde la pasaba a Lima en su cesta llena de pescado.
Sometido a tormento por los realistas se neg a confesar para quines iban
dirigidas las cartas. Por ello, fue fusilado por rdenes del espaol Rodil en
el callejn de Petateros (hoy pasaje Olaya, al lado de la Plaza de Armas) el
29 de junio de 1823.
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LOS MONTONEROS EN LA INDEPENDENCIA
Desde Huamanga hasta Cerro de Pasco miles de indgenas
acudieron al llamado del general sanmartiniano lvarez de Arenales para
incorporarse a las fuerzas independentistas. A comienzos de 1821 ya
existan decenas de grupos armados que atacaban sorpresivamente a las
fuerzas realistas de los generales Jos Carratal, Jernimo Valdez y
Mariano Ricafort. Como castigo y escarmiento Ricafort haba masacrado
ms de mil indios, incluidos mujeres y nios, en Cangallo el 2 y 3 de
diciembre de 1820. Algo idntico hizo en Huancayo el 29 de diciembre.
Otros pueblos que fueron arrasados por los sanguinarios realistas fueron
Acostambo, Huayucachi, Moya y Concepcin. De estos y muchos pueblos
de la sierra central provenan los indgenas montoneros, que en su mayora
descendan de los antiguos guerreros huancas, otrora aliados de los
espaoles en el siglo XVI. Ahora luchaban sin cuartel por la independencia
del Per.
LA BATALLA DE QUIAPATA (2 DE MAYO DE 1821)
A fines de abril de 1821 los generales Ricafort y Valdez salieron de
Jauja para regresar a Lima por la ruta de Canta. Pasaron por esta pequea
ciudad y siguieron por la margen izquierda del ro Chilln. Pero cuando
avanzaban por la quebrada de Quiapata, se vieron rodeados por las fuerzas
de los guerrilleros Cayetano Quirs y Alejandro Huavique. Era el 2 de mayo
de 1821 y desde buenas posiciones los indgenas les arrojaron muchas
galgas (rocas de los cerros) y nutrido fuego de fusilera. Totalmente
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sorprendidos los realistas respondieron desordenamente. Los rebeldes
iniciaron el descenso y atacaron con tal ferocidad que los espaoles
retrocedieron dispersos para atrincherarse en Canta. Uno de los grupos se
repleg llevndose a Ricafort con varios balas en las piernas y la pelvis.
Cuando se enter del desastre el virrey La Serna tuvo que enviar
una poderosa divisin al mando de Ramn Rodil para auxiliar a las fuerzas
de Valdez y Ricafort, y traerlos a Lima. En todo el camino de ida y retorno
Rodil tuvo que combatir contra las partidas guerrilleras que los asediaron
sin descanso.
Desde principios de junio de 1821 miles de indios y cholos armados
esperaban a pocas leguas de Lima, listos para asestar el golpe final a las
fuerzas virreinales que sufran desmoralizacin, hambre y una epidemia de
clera. Pero Don Jos de San Martn nunca los llam. Cuando el virrey La
Serna y su ejrcito huyeron de la ciudad el 6 de julio, la aristocracia
capitalina totalmente asustada le suplic al jefe argentino que ingrese a
Lima con sus tropas regulares. Los limeos ahora s estaban a favor de la
independencia.
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CONCLUSIONES
Los montoneros no han recibido todava las pginas o el libro que se
merecen. La Historia oficial, adems, nunca se acuerda de prceres
de la talla de Basilio Auqui o Marcelino Carreo, entre otros. Imposible
nos sera resumir ac toda esa gesta popular. Por ello veamos aqu
slo un aspecto, que bastante nos gua para saber de dnde venan
y cmo peleaban. Las narraciones como siguen fueron escritas
durante los acontecimientos por personajes de gran importancia,
dueos a la vez de singular cultura. Empecemos con el
entonces joven e ilustrado coronel ingls Guillermo Miller, jefe de toda
la caballera patriota; hombre que combati en todas las campaas de
1820 a 1825 en sierra y costa; guerrero al servicio de la causa del
Per, pas al cual lleg a amar profundamente. Lo acredit con
veintitrs heridas.
En poco tiempo los hombres de estas alturas decidieron motu proprio,
involucrarse en la guerra de la independencia como una lgica
reaccin a los abusos que cometan los realistas. Haban sido testigos
de la crueldad contra los patriotas que, arrestados, eran ensartados
del cuello con dogales de hierro, golpeados sin piedad, sometidos a
ayunos crueles de pan y agua, humillados. Presenciaron los degellos
infames de hombres y mujeres patriotas; los perversos malones con
los que se adueaban del ganado del pueblo; robos execrables que
haban inmovilizado los trabajos de las generosas minas de Pasco
que ahora se encontraban paralizadas.
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BIBLIOGRAFA
"la Gesta emancipadora del Per 1820-1821" (1940) de J.M. Valega.
"Los Libertadores// Proceso [...] de la Independencia" (2001) de
Virgilio Roel
Bloch, Marc 1967 Introduccin a la historia. Mxico, FCE.
Cceres Olazo, Adrin s/f La revolucin de Tpac Amaru en Puno,
a travs de los documentos. ms.
Cceres-Olazo Monroy, Jorge Mariano 1996 Movimientos
campesinos. Algunos apuntes. Lima, Ediciones Ingaricona/Editorial
Achancaray.
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ANEXOS
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