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Libro Q de Barton

Este documento describe el Sistema Q, un método para clasificar la calidad de la roca utilizado en el Método Noruego de Excavación de Túneles. El Sistema Q evalúa la roca basándose en 6 parámetros e indexa la calidad de la roca en una escala de 0.001 a 1000. Los parámetros incluyen fracturación, diaclasado, rugosidad, alteración y condiciones de estrés. El sistema correlaciona la calidad de la roca con el espesor de hormigón proyectado y espaciamiento de anclajes
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Libro Q de Barton

Este documento describe el Sistema Q, un método para clasificar la calidad de la roca utilizado en el Método Noruego de Excavación de Túneles. El Sistema Q evalúa la roca basándose en 6 parámetros e indexa la calidad de la roca en una escala de 0.001 a 1000. Los parámetros incluyen fracturación, diaclasado, rugosidad, alteración y condiciones de estrés. El sistema correlaciona la calidad de la roca con el espesor de hormigón proyectado y espaciamiento de anclajes
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Nick BARTON y Eystein GRIMSTAD. NORWEGIAN GEOTECHNICAL INSTITUTE.

EL SISTEMA Q PARA LA SELECCIÓN DEL


SOSTENIMIENTO EN EL MÉTODO NORUEGO DE
EXCAVACIÓN DE TÚNELES

1. INTRODUCCIÓN

Con una superficie de 323.000 km 2 y una población de tan sólo 4 millones de


habitantes (lo que supone la densidad de población más baja de Europa), Noruega
posee un nivel de construcción de túneles absolutamente inusual. Durante los últimos
ocho años, se vienen excavando en dicho país más de 4 millones de m 3 de roca
anuales de túneles y cavernas. Algunas de estas obras constituyen hitos importantes
en el campo de las obras subterráneas, como la Caverna Olímpica de Gjøvik, de 62 m
de luz, Fig. 1, los Proyectos Hidroeléctricos de Statkraft’s Svartisen y Ulla Førre, el túnel
submarino de Byfjord (de 5,8 km de longitud) o los túneles gemelos de Oslo.

Figura 1.Vista general de la Caverna Olímpica de Gjøvik, en Noruega.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

El sector de la excavación de túneles en Noruega se fundamenta en la experiencia


acumulada durante años tanto por empresas adjudicatarias de las obras (Selmer A/S,
A/S Veidekke, Entrepenørservice A/S, Statkraft, etc.) como por una serie de empresas
consultoras (Norconsult, Norpower, Berdal Strømme, Grøner, Noteby, Fortifikasjon,
Geoteam, SINTEF, y NGI, principalmente), encargadas de prestar asesoramiento
técnico a las empresas en procesos de investigación, diseño y preparación de ofertas
para distintas obras subterráneas.

La utilización del hormigón proyectado con fibras de acero aplicado por vía húmeda, así
como la clasificación geomecánica cuantitativa de los macizos son dos características
comunes a todos los proyectos noruegos de obras subterráneas, constituyendo los pilares
básicos de lo que se ha dado en llamar como Método Noruego de Excavación de Túneles
(MNT). En la Fig. 2 se representa gráficamente las etapas típicas de este método.

Figura 2. Fases de trabajo en el Método Noruego de Excavación de Túneles.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

La clasificación cuantitativa del macizo rocoso se basa en el denominado Sistema Q,


que es un sistema de clasificación de las rocas basado en el índice Q, desarrollado por
Barton en 1974, a partir de un conjunto de datos procedentes de distintos casos reales,
en los que se contrastó la calidad de las rocas existentes y los sostenimientos
aplicados en las distintas obras. El índice Q se popularizó rápidamente, llegando en la
actualidad a constituir una referencia esencial, junto con el índice RMR de Bieniawski,
en el diseño de toda obra subterránea.

En 1994, 20 años después de su creación, se realiza la última actualización del


Sistema Q, basada en las correlaciones empíricas entre el espesor de hormigón
proyectado, el espaciamiento entre bulones y la calidad del macizo rocoso de un total
de 1.050 nuevos casos registrados, procedentes en su mayoría de los principales
túneles de carreteras construidos durante los últimos diez años.

2. EL SISTEMA Q DE CLASIFICACIÓN DE LOS MACIZOS ROCOSOS

Después de un extenso período de ensayos y tanteos ejecutados en el año 1973, se


consideraron finalmente un total de seis parámetros y un conjunto de categorías dentro
del Sistema Q. De acuerdo con este sistema de clasificación, la calidad del macizo
rocoso puede definirse mediante la expresión:

El rango de valores numéricos que puede tomar el índice Q de calidad de la roca oscila
entre 0,001 (excepcionalmente mala) y 1.000 (excepcionalmente buena). Los seis
parámetros pueden estimarse a partir de la cartografía geológica de la zona y de la
descripción de los testigos procedentes de los sondeos de investigación, pudiendo
verificarse, o bien corregirse, posteriormente, durante la excavación. Los seis
parámetros vienen definidos en la Tabla 1.

TABLA 1. Definición de los parámetros que forman el índice Q de


calidad de la roca.

RQ Índice de fracturación. Medida del tamaño de bloque.


D
Índice de diaclasado.
Jn
Jr Índice de rugosidad de la discontinuidad. Medida del ángulo de fricción
Ja Índice de alteración o relleno de la
entre bloques.
discontinuidad.
J Factor de reducción por la presencia de
w
agua o filtraciones a través de las Medida de las tensiones
SRF discontinuidades.
efectivas.
Factor representativo de las condiciones
tensionales de la roca.

El amplio rango de valores que puede tomar el índice Q (seis órdenes de magnitud)
constituye una característica muy importante del Sistema Q y refleja la variación en la

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

calidad de la roca de manera probablemente más rápida que mediante la escala lineal
del índice RMR. Debido a esta característica, se logra de manera más fácil la
correlación con el resto de parámetros físicos de la roca.

La calidad del macizo rocoso, Q, se correlaciona con el sostenimiento instalado, de


forma que los resultados obtenidos con esta correlación se resumen en tablas
detalladas, Tabla 2, o simplificadas, tal y como se muestra en la Fig. 7.

TABLA 2. Tablas de valores de los seis parámetros característicos del sistema


Q (Barton, Grimstad; Actualización 1994).

1. Calidad del testigo RQD (Rock Quality RQD (%) Zona arenosa, de gravas o triturada con un
Designation) J espesor suficiente para impedir el contacto 1,0 entre las
A Calidad Muy Mala. 0 - 25 dos caras de la discontinuidad.
B Calidad Mala. 25 - 50 Notas:
C Calidad Media. 50 - 75 i) Si el espaciado de la principal familia de discontinuidades
D Calidad Buena. 75 - 90 es superior a 3 m, se debe aumentar el índice Jr en una
E Calidad Excelente. 90 - 100 unidad.
Notas: ii) En el caso de diaclasas planas perfectamente lisas que
i) Cuando se obtienen valores del RQD inferiores a 10 presenten lineaciones, y que dichas lineaciones estén
(incluyendo el 0), se toma un valor nominal de 10 para orientadas según la dirección de mínima resistencia, se
calcular el índice Q. puede utilizar el valor Jr = 0,5.
ii) Los intervalos de 5 unidades para el RQD, es decir, 100,
95, 90, etc., tienen suficiente precisión. 4. Índice de alteración de las Mr Ja
discontinuidades aprox.
a) Contacto entre los planos de la discontinuidad (sin
2. Índice de diaclasado J minerales de relleno intermedios).
n
Discontinuidad cerrada, dura, sin
A Roca masiva, sin diaclasar o con fisuración 0,5 - 1,0 A reblandecimientos, impermeable, - 0,75
escasa. cuarzo.
B Una familia de diaclasas. 2 B Planos de discontinuidad inalterados, 25º - 1,0
C Una familia y algunas diaclasas aleatorias. 3 superficies ligeramente manchadas. 35º
D Dos familias de diaclasas. 4 Planos de discontinuidades ligeramente
E Dos familias y algunas diaclasas aleatorias. 6 C alterados. Presentan minerales no 25º - 2,0
F Tres familias de diaclasas. 9 reblandecibles, partículas arenosas, 30º
G Tres familias y algunas diaclasas aleatorias. 12 roca desintegrada libre de arcillas, etc.
H Cuatro o más familias, diaclasas aleatorias, 15 Recubrimientos de arcillas limosas o 20º -
roca muy fracturada, roca en terrones, etc. D arenosas. Fracción pequeña de arcilla 3,0
J Roca triturada, terrosa 20 25º
(no blanda).
Notas: Recubrimientos de arcillas blandas o de
i) En intersecciones de túneles, se utiliza la expresión (3 @J n). baja fricción, es decir, caolinita o mica. 8º -
ii) En las bocas de los túneles, se utiliza la expresión (2@Jn). E También clorita, talco, yeso, grafito, etc., 4,0
16º
y pequeñas cantidades de arcillas
expansivas.
3. Índice de rugosidad de las discontinuidades Jr
b) Contacto entre los planos de la discontinuidad ante un
a) Contacto entre las dos caras de la discontinuidad.
desplazamiento cortante inferior a 10 cm (Minerales de
b) Contacto entre las dos caras de la discontinuidad ante un relleno en pequeños espesores).
desplazamiento cortante inferior a 10 cm.
F Partículas arenosas, roca desintegrada 25º - 4,0
A Diaclasas discontinuas. 4
libre de arcillas, etc. 30º
B Diaclasas onduladas, rugosas o irregulares. 3 Fuertemente sobreconsolidados, con
C Diaclasas onduladas, lisas. 2 G rellenos de minerales arcillosos no 16º - 6,0
D Diaclasas onduladas, perfectamente lisas. 1,5 blandos (continuos, pero con espesores 24º
E Diaclasas planas, rugosas o irregulares. 1,5 inferiores a 5 mm).
F Diaclasas planas, lisas. 1,0 Sobreconsolidación media o baja, con
G Diaclasas planas, perfectamente lisas. 0,5 H reblandecimiento, rellenos de minerales 12º - 8,0
Nota: arcillosos (continuos, pero de espesores 16º
i) Las descripciones se refieren a caracterizaciones a inferiores a 5 mm).
pequeña escala y escala intermedia, por este orden. Rellenos de arcillas expansivas, es
c) No existe contacto entre las caras de la decir, montmorillonita (continuos, pero
discontinuidad ante un desplazamiento cortante. J con espesores inferiores a 5 mm). El 6º - 12º 8 - 12
Zona que contiene minerales arcillosos con un valor de Ja depende del porcentaje de
H espesor suficiente para impedir el contacto de 1,0 las partículas con tamaños similares a los
caras de la discontinuidad. de las arcillas expansivas.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

c) No se produce contacto entre los planos de la


discontinuidad ante un desplazamiento cortante (rellenos
de mineral de gran espesor).
K Zonas o bandas de roca desintegrada o
L triturada y arcillas (ver clases G, H, y J 6º - 24º 6, 8, ó
M para la descripción de las condiciones 8 - 12
de las arcillas).
Zonas o bandas de arcillas limosas o
N arenosas, con pequeñas fracciones de - 5,0
arcillas no reblandecibles.
O Zonas o bandas continuas de arcilla, de 10, 13,
P espesor grueso (ver clases G, H, y J, 6º - 24º ó
R para la descripción de las condiciones 13 - 20
de las arcillas).

Nota:
Los valores expresados para los parámetros Jr y Ja se aplican
a las familias de diaclasas o discontinuidades que son menos
favorables con relación a la estabilidad, tanto por la
orientación de las mismas como por su resistencia al corte
(esta resistencia puede evaluarse mediante la expresión: J .
Fn@tan-1 (Jr/Ja)).

A través del estudio detallado de los rangos de valores de los parámetros proporcionados
en la Tabla 2, se demuestra que los únicos cambios que se han realizado desde 1974 están
relacionados con el factor SRF (Tabla 2, parte 6b: problemas tensionales de la roca, casos
L, M y N y la columna F2/Fc. Véase también la Nota iv en Tabla 2, parte 6c; condiciones de
rocas deformables o con propensión a la fluencia). Estas correcciones y ampliaciones se
han añadido para que los casos de rotura violenta de la roca en lajas por descostramiento
(slabbing) y los fenómenos de estallido de rocas ( rock bursting), normalmente
experimentados en rocas masivas, puedan ser incluidos también en el diagrama de
sostenimiento del Sistema Q (a través de la asignación de valores altos para el factor SRF).
El sostenimiento consistente en hormigón proyectado con refuerzo de fibras de acero y
bulonado sistemático, expresado simbólicamente mediante la notación S(fr)+B, se utiliza
actualmente como sostenimiento en ambos casos, lo que no era posible en 1974, antes de
que se desarrollara el sostenimiento con S(fr).
TABLA 2. (Continuación).
5. Factor de reducción por la Presión Jw Afluencia, excepcionalmente alta o
de agua E presión elevada en el momento de > 10 0,2 - 0,1
presencia de agua
(kg/cm2) realizar las voladuras, decreciendo
Excavaciones secas o pequeñas con el tiempo.
A afluencias, inferiores a 5 l/min, de <1 1,0 Afluencia excepcionalmente alta o
forma localizada. F presión elevada de carácter > 10 0,1 - 0,05
Afluencia o presión medias, con persistente, sin disminución
B lavado ocasional de los rellenos de 1 - 2,5 0,66 apreciable.
las discontinuidades. Notas:
Afluencia importante o presión alta i) Los valores de las clases C, D, E, y F son meramente
C en rocas competentes con 2,5 - 10 0,5 estimativos. Si se acometen medidas de drenaje, puede
discontinuidades sin relleno. incrementarse el valor de Jw.
Afluencia importante o presión alta, ii) No se han considerado los problemas especiales derivados
D produciendose un lavado 2,5 - 10 0,33 de la formación de hielo.
considerable de los rellenos de las
diaclasas. 6. Condiciones tensionales de la roca (Stress SRF
Reduction Factor)

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

a) Las zonas débiles intersectan a la excavación, pudiendo O Presión de d


producirse desprendimientos de roca a medida que la P Presión de
excavación del túnel va avanzando. d Nota:
Múltiples zonas débiles, conteniendo arcilla o roca iv) Los
A desintegrada químicamente, roca de contorno muy 10 roca
suelta (a cualquier profundidad). (Sin
Zonas débiles aisladas, conteniendo arcilla o roca 5 del
B desintegrada químicamente (profundidad de la expr
excavación # 50 m). den
Zonas débiles aisladas, conteniendo arcilla o rocas
C desintegradas químicamente (profundidad de la 2,5 d) Rocas expansivas: actividad expansiva
excavación > 50 m). química dependiendo de la presencia de agua.
Múltiples zonas de fracturas en roca competente R Presión de expansión suave. 5 - 10
D (libres de arcillas), roca de contorno suelta (a 7,5 S Presión de expansión intensa. 10 - 15
cualquier profundidad).
Zonas de fractura aisladas en roca competente
E (libre de arcillas) (profundidad de excavación # 50 5,0
m).
Zonas de fractura aisladas en roca competente
F (libre de arcillas) (profundidad de excavación > 50 2,5
m).
Terreno suelto, diaclasas abiertas, fuertemente
G fracturado, en terrones, etc. (a cualquier 5,0
profundidad).

Nota:
i) Se reducen los valores expresados del SRF entre un 25-50
% si las zonas de fracturas sólo ejercen cierta influencia
pero no intersectan a la excavación.
b) Rocas competentes, Fc /F1 F2 /Fc SRF
problemas tensionales en las
rocas.
Tensiones pequeñas cerca
H de la superficie, diaclasas > 200 < 0,01 2,5
abiertas.
Tensiones medias, 200 - 0,01 -
J condiciones tensionales 1
10 0,3
favorables.
Tensiones elevadas,
estructura muy compacta.
K Normalmente favorable para 10 - 5 0,3 - 0,4 0,5 - 2
la estabilidad, puede ser
desfavorable para la
estabilidad de los hastiales.
Lajamiento moderado de la 0,5 -
L roca después de 1 hora en 5-3 5 - 50
0,65
rocas masivas.
Lajamiento y estallido de la
M roca después de algunos 3-2 0,65 - 1 50 - 200
minutos en rocas masivas.
Estallidos violentos de la
roca (deformación 200 -
N explosiva) y deformaciones <2 >1
400
dinámicas inmediatas en
rocas masivas.
Notas:
ii) Si se comprueba la existencia de campos tensionales
fuertemente anisotrópicos: cuando 5#F1/F3#10, se
disminuye el parámetro Fc hasta 0,75AFc. Si F1/F3 > 10,
se tomará en vez de Fc el valor 0,5AFc, donde Fc es la
resistencia a compresión simple, F1 y F3 son las
tensiones principales mayor y menor, respectivamente, y
F2 es la tensión tangencial máxima (estimada a partir de
la teoría de la elasticidad).
iii) En aquellos casos en los que la profundidad de la
clave del túnel es menor que la anchura de la
excavación, se sugiere aumentar el valor del factor
SRF entre 2,5 y 5 unidades (véase clase H).

c) Rocas deformables: flujo plástico de roca F2 /Fc SRF


incompetente sometida a altas presiones
litostáticas.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

3. EL CÁLCULO DEL ÍNDICE Q EN LA PRÁCTICA

Una manera adecuada de registrar los parámetros que definen el índice Q cuando se
realiza la toma de datos a pie de obra, por ejemplo en un túnel, o cuando se evalúa el
índice Q a partir del análisis de testigos de sondeos, es la que se muestra en la Fig. 3. Este
gráfico de datos contiene los valores de los parámetros básicos descritos en la Tabla
2. Cuanto más a la derecha aparezcan los histogramas mejor será la calidad de la roca
que representan, mientras que cuanto más a la izquierda se sitúan, peores son las
condiciones. Este gráfico es muy práctico para resumir los datos obtenidos in situ. Las
funciones de distribución estadísticas aparecen con bastante rapidez y confirman la
elección particular del método de sostenimiento a aplicar en la excavación, es decir, el
sistema basado en el Nuevo Método Austríaco de Túneles (NMAT), el sistema
empleado en el Método Noruego de Túneles (MNT), u otro tipo de alternativas.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Figura 3. Gráfico de registro de datos que refleja los resultados estadísticos de los parámetros
del índice Q.

La forma recomendada de aplicar el Sistema Q dentro del Método Noruego de Túneles


(MNT) consiste en diseñar el sostenimiento en función del avance (design-as-you-drive), lo
cual requiere un registro geológico-ingenieril sobre las condiciones de excavación antes de
aplicar el hormigón proyectado. En este caso, es conveniente utilizar un registro gráfico
como el que se muestra en la Fig. 4. Se puede observar que las recomendaciones de
sostenimiento permanente proporcionadas en la parte izquierda de la figura se componen
de S(mr)+B. Estos datos son anteriores a 1980. El hormigón proyectado reforzado con
fibras, S(fr), no fue comercializado en Noruega hasta 1978. Los dos túneles mostrados

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

pertenecen a una galería de alimentación del Proyecto Hidroeléctrico de Ulla-Førre


(izquierda), de 10 m × 16,7 m de sección, y al túnel submarino de desagüe de Bjerkås
(derecha), de 4 m de anchura.

Figura 4. Ejemplos de gráficos de túneles para registrar las estructuras


principales, los parámetros del índice Q, y las recomendaciones de
sostenimiento temporal y permanente (Barton et al., 1980).

4. EL FACTOR DE TENSIONES SRF

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

4.1. El factor SRF en rocas duras

La actualización del Sistema Q de 1974 se ha producido en varias etapas durante los


últimos años, y se basa, en la actualidad, en 1.050 nuevos casos en los que el
sostenimiento instalado en la roca fue correlacionado con los valores medidos del índice Q.
Los parámetros originales del Sistema Q no han cambiado, pero algunos de los rangos del
factor de tensiones SRF sí se han visto alterados. Estas variaciones se produjeron debido
al hecho de que las rocas masivas duras sometidas a altas tensiones requieren mucho
más sostenimiento que el recomendado para el valor del índice Q correspondiente. En el
Sistema Q original de 1974, este problema era tratado en una nota suplementaria que daba
las instrucciones necesarias sobre cómo aplicar el sostenimiento en zonas de rocas con
desprendimientos violentos de lajas y bloques (spalling) o fenómenos de estallidos (rock
burst), mediante un espaciamiento suficientemente pequeño de bulones de roca de anclaje
puntual y placas de reparto de forma triangular. Recientes experiencias en túneles
excavados en rocas duras y sometidos a altas tensiones incluyen una menor densidad de
bulonado, pero un uso extensivo de S(fr): un producto desconocido cuando se publicó por
vez primera el Sistema Q, en 1974.

Si se conocen las condiciones tensionales y la resistencia a compresión de la roca, es


posible predecir teóricamente la tensión de formación y expulsión violenta de bloques y
la probabilidad de producirse estallidos en rocas duras o fenómenos de fluencia en
rocas blandas. La actualización del Sistema Q ha demostrado que en los casos más
extremos, con altas tensiones y rocas duras masivas (sin fracturar), el valor máximo del
factor SRF tiene que aumentarse desde 20 hasta 400, con objeto de proporcionar un
valor del índice Q que se correlacione adecuadamente con el moderno sostenimiento
de rocas mostrado en la Fig. 7.

El conjunto de datos procedente de ocho proyectos de túneles, en los que se llevaron a


cabo numerosas medidas de tensiones y una amplia labor de testificación en laboratorio de
las propiedades de las rocas, se ha utilizado como base para correlacionar las tensiones
tangenciales máximas, F2, la resistencia a compresión, F c, el nivel de tensiones principales
máximas para el macizo virgen, F1, y el sostenimiento aplicado. Se encontró que la
reducción de la relación Fc/F1 corresponde de forma muy aproximada con aumentos en la
relación F2/Fc. Estos ochos casos han sido descritos con más detalle por Grimstad (1984).
Algunos de los túneles referidos aquí están incluidos dentro de los 1.050 casos de túneles
en los que se ha basado la actualización del Sistema Q.

El rango de valores del factor SRF en rocas afectadas por tensiones elevadas es difícil
de estimar mediante observaciones visuales. Siempre que sea posible, el factor SRF
debe estimarse a partir de la relación entre la tensión tangencial y la resistencia a
compresión simple, tal y como muestra la Tabla 3. En aquellos países donde el nivel de
tensiones se mide rara vez en los proyectos de túneles, el parámetro SRF tiene que
clasificarse a través de la observación del comportamiento de la roca y razonamientos
realizados por ingenieros expertos.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Tal y como se puede comprobar según la Tabla 3, algunas de las principales características
de observación visual pueden utilizarse para determinar el nivel de tensiones. Más aún, la
forma de los bloques desprendidos de la roca, tanto si la expulsión de bloques se ve
afectada por la orientación de la esquistosidad y la fracturación, como si no, informarán al
observador acerca del nivel y la orientación de las tensiones.

Con el fin de facilitar posteriormente la determinación del factor SRF, se ha desarrollado


un estudio en torno al sostenimiento instalado en zonas afectadas por tensiones
elevadas. Este conjunto de datos de campo se ha representado gráficamente en
función de la relación entre el índice RQD y J n, tal y como se observa en la Fig. 5.
Como puede comprobarse, no se observaron problemas tensionales reales en zonas
con fracturación intensa o en rocas prácticamente trituradas (es decir, para valores
bajos de la relación RQD/Jn).

TABLA 3. Valores aproximados del SRF en función de las relaciones tensión-


resistencia.

NIVEL TENSIONAL Fc/F1 F2/Fc SRF SRF


(antiguo
(actual)
)
Tensiones pequeñas, cerca de la superficie, fracturas > 200 < 0,01 2,5 2,5
abiertas.
Tensiones medias, condiciones tensionales favorables. 200 - 10 0,01 - 1 1
0,3
Tensiones elevadas, estructura muy comprimida. 10 - 5 0,3 - 0,4 0,5 - 2 0,5 - 2
Normalmente, favorable para la estabilidad, quizás
desfavorable para la estabilidad de los hastiales.
Descostramiento moderado (Slabbing) después de 1 5-3 0,5 - 5-9 5 - 50
hora en rocas masivas. 0,65
Descostramiento y estallidos de la roca (Rockburst) 3-2 0,65 - 9 - 15 50 - 200
después de algunos minutos en rocas masivas. 1,0
Estallidos violentos de roca (tensión-estallido) y <2 > 1,0 15 - 20 200 -
deformaciones dinámicas inmediatas en rocas masivas. 400

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Figura 5. Relaciones entre RQD/Jn, el factor SRF y el sostenimiento empleado en rocas


duras sometidas a tensiones elevadas.

Se distinguieron varios tipos de sostenimiento a instalar según el nivel de tensiones


existente. En el área sombreada de la Fig. 5, la malla metálica y los bulones de roca se
utilizaban principalmente en túneles anteriores a 1980, y S(fr) y bulones de roca en túneles
posteriores a 1980. En los casos de tensiones de bajas a moderadas y fracturación de
ligera a moderada, se han utilizado tradicionalmente bulones de roca solamente. No
obstante, la utilización de S(fr) tiene hoy en día una mayor difusión, incluso en zonas que
presentan descostramientos o desprendimientos de bloques de importancia moderada. En
todos los casos, cuando se observe un incremento de las tensiones, el espesor de
hormigón proyectado tiene que aumentarse, y disminuirse el espaciamiento entre bulones.

4.2. El factor SRF en rocas blandas

La fluencia de rocas es un fenómeno bien conocido por su frecuente aparición en


zonas de rocas blandas. Singh (1993) confirmó que el fenómeno de fluencia o
deformación progresiva puede ocurrir cuando el recubrimiento H (en metros) supera el
valor (350@Q1/3). El mismo autor también propuso que la resistencia a compresión del
macizo rocoso puede definirse mediante la expresión:

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

donde ( es la densidad de la roca, en g/cm 3.

Suponiendo un valor bajo del índice Q, como pueda ser 0,01, y una densidad de roca, (, de
2,5 g/cm3, las condiciones de fluencia pueden iniciarse para una profundidad del túnel de
tan sólo 75 metros, donde la resistencia de compresión efectiva del macizo rocoso está en
torno a 4 MPa. A esta profundidad, la tensión tangencial puede estar también en torno a 4
MPa, es decir, que el comienzo del proceso de deformación se produce cuando F 2 > Fc.
Los valores de F2/Fc superiores a 1 se producen en la mayoría de los casos únicamente en
condiciones de rocas blandas. Los valores altos del índice Q (es decir, entre 0,1 y 1)
implican un comienzo de las deformaciones a profundidades en torno a 160 m y 350 m,
respectivamente, debido a los aumentos correspondientes que pueden esperarse en los
valores de la resistencia de la roca (8 y 17,5 MPa).

Como en el caso de rocas duras masivas, los valores altos del factor SRF pueden
aplicarse en casos especiales de rocas blandas que presentan valores altos en la
relación RQD/Jn (es decir, rocas de carácter masivo, pero blandas). En este punto, se
requieren más registros de casos antes de suministrar los valores específicos del factor
SRF. No obstante, la metodología expuesta anteriormente se presenta muy
prometedora para la definición de relaciones entre el factor SRF y la relación F 2/Fc.

Dado que los macizos rocosos triturados o propensos a la fluencia tenderán a tener valores
bajos del índice Q’ (hallado a partir de los cinco primeros parámetros) incluso antes de
aplicar valores altos del factor SRF, es poco adecuado aplicar los valores del factor nuevo
SRF, estimados precisamente para los fenómenos de descostramiento y explosión en
rocas duras masivas. Parece más adecuado que, para macizos rocosos propensos a la
fluencia, se apliquen valores en el rango de 5 a 10 cuando los ratios F 2/Fc estén en el
intervalo comprendido entre 1 y 5, mientras que los valores del factor SRF del orden de 10
a 20 serán aplicables cuando la relación F 2/Fc sea superior a 5. Las grandes deformaciones
que se producen en terrenos de fluencia extrema (a menudo, en el rango de 1 a 3 m)
implican que la mayor concentración de tensiones se localiza bastante alejada de la
periferia del túnel. El macizo rocoso que está más fuertemente tensionado se encuentra en
estado confinado y, por consiguiente, tolera altos valores de la relación F 2/Fc, que es el
caso de las rocas duras elásticas, donde los valores de F 2/Fc > 1 ya anuncian dificultades
extremas debido a la proximidad de las altas tensiones a la periferia del túnel.

De gran interés son los estudios de estabilidad llevados a acabo por el NGI a partir de una
serie de sondeos realizados sobre rocas débiles porosas, que han mostrado una tolerancia
de los niveles tensionales entre 4 y 8 veces más alta de lo previsto según la teoría de la
elasticidad y la utilización de la resistencia a compresión simple. Esto se debe a la
redistribución de tensiones y a los efectos de fracturación; lo que, en términos cuantitativos,
puede traducirse como cambios efectivos del módulo de deformación (Addis

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

et al., 1990).

5. INFLUENCIA DEL MÉTODO DE EXCAVACIÓN

La diferencia entre un túnel excavado mediante perforación y voladura y otro excavado


mediante máquinas tuneladoras es importante. Un túnel excavado mediante perforación y
voladura será casi siempre irregular y la sobreexcavación obtenida vendrá determinada por
las fracturas y/o los planos de estratificación, mientras que un túnel excavado mediante
máquinas integrales es normalmente más regular y liso, con forma circular (cuando se
excava con TBM) o semicircular (cuando se excava con minadores). Sin embargo, la
sobreexcavación también aparecerá, por supuesto, en túneles excavados mediante
máquinas integrales si los valores de J n y Jr/Ja son suficientemente adversos, es decir, si
hay muchas familias de diaclasas con una baja resistencia a fricción.

En los túneles excavados mediante perforación y voladura, la aplicación de un espesor


normal de hormigón proyectado (es decir, entre 5 y 10 cm) no proporciona sostenimiento
estructural como en el caso del revestimiento clásico de hormigón, y debe ser
complementado mediante bulonado sistemático, o arcos armados reforzados con hormigón
proyectado. Por otro lado, en los túneles excavados mediante maquinaria integral, una
ligera capa de hormigón proyectado actuará como un anillo o un arco, que será capaz de
soportar grandes esfuerzos procedentes del macizo rocoso circundante. Este hecho ha
sido ampliamente estudiado y probado en el Túnel Experimental del Sistema Hidráulico de
Kielder (véase Ward y Hills, 1976 y Ward et al., 1983).

En un túnel de carretera noruego que fue excavado inicialmente mediante TBM y


posteriormente ensanchado en su parte inferior y en un lateral mediante perforación y
voladura, la necesidad de bulones para el sostenimiento de la roca aumentó un 77 %, y
la cantidad prevista de hormigón proyectado aumentó en un 64 % (Løset, 1992).

Cuando se está evaluando el valor del índice Q de la roca expuesta en una excavación
realizada mediante TBM o minadores, la reducción de la necesidad de sostenimiento
comparada con el método de perforación y voladura, se reflejará automáticamente en
la obtención de valores altos del índice Q en el rango medio de calidades de roca (es
decir, Q . 3 - 30). Por debajo y por encima de este rango de valores, el macizo rocoso
reaccionará de forma parecida ante excavaciones efectuadas mediante perforación y
voladura o mediante TBM, es decir, con sobreexcavación en un caso, o con escasa
sobreexcavación en el otro, y la estimación del valor del índice Q se verá poco afectada
por el método empleado (Løset, 1992).

6. RECOMENDACIONES DE SOSTENIMIENTO SEGÚN EL SISTEMA


Q ACTUALIZADO

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

El modelo inicial de recomendaciones de sostenimiento a partir del Sistema Q, que


data de 1974, estaba dispuesto en forma de tablas, y el sostenimiento era seleccionado
de entre 38 categorías de sostenimientos posibles, después de representar el índice Q
y la anchura equivalente del túnel en un diagrama cartesiano Anchura-Índice Q. Las
pequeñas variaciones en el sostenimiento que aparecían dentro de una categoría dada
eran función de los factores condicionantes RQD/J n (tamaño relativo de los bloques) y
Jr/Ja (fuerzas de rozamiento entre bloques). Estos factores también merecen ser
estudiados cuando se utilizan los gráficos de diseño del Sistema Q actualizado, Fig. 6.

Figura 6. Actualización de 1986 del gráfico de diseño del Sistema Q para túneles y cavernas, basado en
los principios de sostenimiento permanente del MNT (Grimstad et al., 1986).

La Fig. 6 es una introducción muy adecuada al Sistema Q de diseño del sostenimiento,


proporcionando la distribución aproximada de los métodos de sostenimiento final en
función de la anchura equivalente del túnel y la calidad de la roca. El parámetro ESR (que
modifica el valor de la anchura real de la excavación) constituye un método para la
modificación o integración del nivel de seguridad requerido en la obra, de forma que
cuando se exija un mayor nivel de seguridad, se tomará un menor valor del factor ESR,
esto es, se sobredimensionará el sostenimiento recomendado originalmente. Una galería
de alimentación de una central hidroeléctrica lejana puede admitir caídas ocasionales de

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

piedras (se utilizará por tanto un factor ESR . 1,6 - 2,0), así como en el caso de galerías
y pozos mineros de carácter temporal (se utiliza un factor ESR . 2 - 5). Por otra parte,
en excavaciones más importantes como puedan ser túneles ferroviarios o de carreteras
principales, o el caso de las propias centrales hidroeléctricas, se requerirán garantías
absolutas para evitar la caída de piedras (se utiliza un factor ESR . 0,9 - 1,1).
Ocasionalmente, se pueden utilizar valores aún más bajos para este factor, por
ejemplo, ESR = 0,8 en el caso de pabellones deportivos públicos, o ESR = 0,5 en el
caso de túneles submarinos para tuberías de gas, que aporta un porcentaje
significativo o del P.I.B. de Noruega. Los valores inferiores a ESR = 1,0 pueden
considerarse como muy conservadores y provocan un significativo, y a menudo
innecesario, aumento de los costes.

TABLA 4. Resumen actualizado de los valores recomendados para el factor


ESR de determinación del nivel de seguridad.

TIPO DE EXCAVACIÓN ESR


A Labores mineras de carácter temporal, etc. 2- 5
Galerías mineras permanentes, túneles de centrales hidroeléctricas
B (excluyendo las galerías de alta presión), túneles piloto, galerías de 1,6 - 2,0
avance en grandes excavaciones, cámaras de compensación
hidroeléctrica.
Cavernas de almacenamiento, plantas de tratamiento de aguas,
C túneles de carreteras secundarias y de ferrocarril, túneles de 1,2 - 1,3
acceso.
Centrales eléctricas subterráneas, túneles de carreteras primarias y
D de ferrocarril, refugios subterráneos para defensa civil, emboquilles 0,9 - 1,1
e intersecciones de túneles.
Centrales nucleares subterráneas, estaciones de ferrocarril,
E instalaciones públicas y deportivas, fábricas, túneles para tuberías 0,5 - 0,8
principales de gas.

El gráfico de la Fig. 7 constituye la actualización más reciente del Sistema Q, y muestra


las recomendaciones de sostenimiento final, tras realizar la síntesis de más de 1.050
registros de nuevos casos procedentes de los principales túneles de carretera
excavados últimamente en Noruega. Cabe resaltar la especificación precisa del
espesor de hormigón proyectado, el espaciamiento entre bulones y la longitud de los
mismos, que se basa en abundantes datos procedentes de distintos casos registrados
y la experiencia ingenieril adquirida.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

6.1. Espaciamiento entre bulones

Se observará que el espaciamiento entre bulones es entre un 20 % y un 40 % mayor


cuando se utiliza el hormigón proyectado que cuando se utilizan exclusivamente los
bulones para roca. El efecto arco del hormigón proyectado, particularmente cuando
está reforzado con fibras, es obvio.

Figura 7. Actualización de 1993 del gráfico de diseño del Sistema Q para túneles y cavernas, basado
en los principios de sostenimiento permanente del MNT (Grimstad y Barton, 1993).

6.2. Espesor del hormigón proyectado

El refuerzo de Clase 4 mostrado en la Fig. 7 consiste en bulones de roca y hormigón


proyectado sin reforzar, siempre que el tamaño de los bloques sea pequeño (RQD/J n <
10). El espesor típico de S (hormigón proyectado sin fibras) se situará entre 4 y 6 cm en
los túneles más pequeños, donde el tamaño de los bloques (RQD/J n) es limitado. No

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obstante, en grandes excavaciones con alturas significativas de los hastiales, es


habitual utilizar hasta 10 cm de espesor, incluso cuando el índice de calidad de la roca
Q presente valores elevados, del orden de 30.

Las clases de refuerzo 5, 6 y 7 consisten en la aplicación de S(fr) con espesores que


varían entre 5 y 15 cm, combinado con bulonado sistemático. En estos casos se aplicarán
los espaciamientos entre bulones proporcionados por la diagonal superior del gráfico. En
estas clases de macizos rocosos que manifiestan una deformación significativa, se debe
hacer especial hincapié en la ventaja que supone seleccionar un índice de dureza
apropiado para el S(fr), de forma que se ajuste convenientemente al problema. Lo mismo
puede aplicarse a la siguiente clase de sostenimiento: el sistema de arcos RRS.

6.3. Arcos armados reforzados con hormigón proyectado

Los arcos armados reforzados con hormigón proyectado (Reinforced Ribs of Shotcrete,
RRS), señalados como refuerzo de Clase 8, serán necesarios cuando el espesor
normal de S(fr) sea insuficiente para soportar las cargas, o si la forma del hueco
excavado mediante voladuras es muy irregular y tiene que conseguirse un perfil más
circular con el objetivo de sostener la roca. Tal y como muestra la Fig. 8, el refuerzo
RRS es un método extremadamente flexible en el que el espesor y espaciamiento de
los arcos puede variarse según las necesidades. La utilización de paraguas por delante
del frente y la vigilancia de la convergencia supondrán, en general, una ventaja en
macizos rocosos de calidad extremadamente mala, tal y como los incluidos en esta
clase, que poseen valores típicos del índice Q en el intervalo de 0,001 y 0,1. El
contraste en lo que respecta al control del terreno cuando se utiliza el sistema RRS en
lugar de las cerchas de acero de forma regular y cerchas acuñadas es bastante claro, y
el espesor total de hormigón es, por supuesto, notablemente más reducido.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Figura 8. Arcos armados reforzados con hormigón proyectado (RRS).

6.4. Revestimiento de hormigón encofrado

En rocas excepcionalmente malas (condiciones de fluencia o hinchamiento) y en


excavaciones amplias será necesario utilizar múltiples galerías temporales, paraguas, pre-
inyecciones y medidas de drenaje, y complementar el sostenimiento temporal RRS (o su
equivalente) con un revestimiento de hormigón en masa a sección completa (Cast
Concrete Arches, CCA), encofrándolo mediante planchas de acero. Dependiendo de la
cantidad de sobreexcavación que ha tenido lugar previamente a la colocación del
sostenimiento temporal formado por B+S(fr), el espesor del CCA varía por término medio
desde 30 cm hasta 1 m o más en zonas muy localizadas. Una contrabóveda rígida,
preferiblemente con forma convexa, será esencial en este tipo de terrenos propensos a la

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

fluencia o al hinchamiento. La vigilancia y control del sostenimiento temporal B+S(fr) ó


RRS antes de la colocación del encofrado del revestimiento final es esencial.

6.5. Sostenimiento de los hastiales

Aunque el gráfico del Sistema Q se desarrolló específicamente para el sostenimiento


de la bóveda (y a partir de registros de estas características), también puede utilizarse
como orientación para el sostenimiento temporal aplicable y el sostenimiento de los
hastiales, tal y como puede comprobarse en la Tabla 5.

TABLA 5. Métodos para la selección del sostenimiento temporal aproximado y


el sostenimiento de los hastiales en cavernas utilizando los valores
registrados del índice Q (Barton et al., 1977).

a) aumentar el ESR hasta 1,5AESR.


1 Sostenimiento temporal b) aumentar el índice Q hasta 5AQ (en la bóveda).
c) aumentar Qw hasta 5AQw.
Sostenimiento de los
hastiales. a) elegir Qw = 5AQ (cuando Q > 10).
2 (basado en el índice b) elegir Qw = 2,5AQ (cuando Q < 10).
modificado para los c) elegir Qw = 1,0AQ (cuando Q < 0,1).
hastiales, Qw ).
Nota 1: Utilizar la altura total de la excavación (H) para el diseño del sostenimiento de los hastiales.
Nota 2: Q representa la calidad general de la roca observada al inspeccionar la bóveda o los hastiales del
túnel. En el caso de variaciones locales de la calidad de la roca (bóveda o hastial), se debe realizar
una cartografía local y cambiar el sostenimiento hasta conseguir el más apropiado. (Qw no es el
valor de Q obtenido en el hastial de la caverna).

7. COMPARACIÓN ENTRE LOS SOSTENIMIENTOS S(mr) Y S(fr)

La revolución del proceso por vía húmeda para la aplicación del hormigón proyectado
reforzado con fibras de acero, que se ha producido en Noruega en los últimos 16 años,
ha culminado con la aplicación de entre 60.000 y 70.000 m 3/año de S(fr) en los
aproximadamente 100 km de nuevos túneles que se están construyendo anualmente
en este país. Los modernos equipos robotizados, Foto 1, pueden aplicar entre 10 y 25
m3/h de S(fr) sobre superficies del túnel situadas en los laterales, por encima, o por
debajo del operador. Por razones obvias, el sostenimiento S(mr) ya no se utiliza desde
1984, aproximadamente, adaptándose a los desarrollos descritos anteriormente.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Foto 1. Equipos autónomos robotizados de aplicación de hormigón proyectado con


fibras.

Además de la facilidad de aplicación, el producto S(fr) posee ventajas importantes


sobre el tradicional sostenimiento con refuerzo de malla metálica S(mr) y, sobre todo,
sobre los procesos por vía seca de aplicación del hormigón proyectado, todavía
utilizados en muchos países. Posee un bajo índice de rebote (5 - 10 %), la aplicación
robótica para realizar el sostenimiento de rocas inestables ofrece un mayor nivel de
seguridad, y se produce un ahorro significativo en los costes y en tiempos de ejecución,
el hecho de que ya no se emplee malla metálica implica que se reduzcan ampliamente
los volúmenes de cemento empleado, haciendo del S(fr) un método imprescindible
para excavar túneles de manera más económica, rápida, segura y aceptable para el
entorno. Por estas razones, los costes de los túneles noruegos no han aumentado
realmente en los últimos diez o doce años.

El mayor atractivo del método de sostenimiento del MNT estriba en la infinita flexibilidad
que presenta su aplicación, todavía más que el S(mr).Tanto las combinaciones
moderadamente flexibles como las muy rígidas de S(fr)+B pueden elegirse como
sostenimiento temporal o permanente de acuerdo con los niveles de deformación
esperables. Estas deformaciones pueden estimarse contrastando la relación Q/anchura
con los datos de deformación recogidos por Barton et al. (1994) a partir del registro de
numerosos casos. La calidad del cemento empleado y la longitud de las fibras de acero
determinan la capacidad del S(fr) para soportar grandes deformaciones en las
inmediaciones del frente de avance, o su grado de endurecimiento si se utiliza como
sostenimiento final por detrás del frente. La clasificación de la roca (llevada a cabo en la
fase de diseño inicial y durante la fase de diseño activo a medida que se va excavando)

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

constituye la base para elegir una alternativa de sostenimiento final potencialmente


acertada.

El sostenimiento S(fr) ha sido especialmente comparado con S(mr) en aquellas zonas


de diaclasado intensivo o discontinuidades con rellenos de arcillas que provocan
sobreexcavación y una potencial inestabilidad. El perfil del túnel en estos casos es, a
menudo, irregular, y la colocación de mallazo no sólo es una acción arriesgada sino
que crea huecos o sombras durante la proyección del hormigón, y provoca, en general,
una utilización excesiva de cemento (y tiempo), dado que no puede adaptarse muy
bien al perfil del túnel.

Figura 9. Esquema del proceso de formación del hormigón proyectado con fibras por vía húmeda
(Cortesía NGI).

7.1. El problema de la corrosión

Una crítica que suele realizarse sobre el sostenimiento basado en S(fr) es que se trata de
un método inapropiado a largo plazo, debido a la posibilidad de corrosión de las fibras de
acero. La experiencia ha demostrado que se trata de un temor infundado, incluso en
ambientes salinos marinos, siempre y cuando se tomen las debidas precauciones. La clave
del éxito estriba en la buena calidad del hormigón aplicado. Si se utilizan cementos de alta
calidad (preferiblemente, de resistencia C45), con adiciones de agentes plastificantes,
superfluidificantes, humo de sílice, estabilizadores y un correcto control de la hidratación
del mismo, puede conseguirse un hormigón con contenidos extremadamente bajos de
agua, altamente impermeables y de muy baja porosidad. Puesto que las fibras no suponen
un material continuo, éstas no sufren corrosión anódica o catódica, tal y como suele ocurrir
con la malla metálica o con las armaduras del hormigón encofrado. Incluso

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

empleando cementos de calidad media (C35), utilizados comúnmente en la aplicación


de S(fr) sobre túneles submarinos construidos hace diez años, el hormigón del
sostenimiento no presenta corrosión de las fibras metálicas.

En lo que respecta al campo del bulonado, se han desarrollado con éxito bulones
revestidos con materiales epoxídicos o con triple forro de PVC como elementos de
protección contra la corrosión. Estos bulones pueden anclarse y tensionarse en la
formación del sostenimiento temporal y, posteriormente (después de aplicar el
hormigón proyectado con fibras), pueden ser completamente inyectados, mediante una
sencilla operación, tanto en la parte interior como exterior del revestimiento de PVC.

Por tanto, ya no hay posibilidad de que los críticos puedan acusar al sostenimiento final
basado en S(fr)+B de tener una vida limitada, y no hay mejor respuesta que la
ausencia de problemas en los cerca de 160 km de túneles noruegos en los que se
aplicó S(fr) como sostenimiento final, algunos de ellos incluso en túneles submarinos.

8. COMPARACIÓN ENTRE EL NMAT Y EL MNT

La filosofía del NMAT, cuando se utiliza correctamente por contratistas y consultores


experimentados, se debe atribuir al mérito de algunos éxitos destacables (y también su
parte de responsabilidad respectiva en ciertos fracasos ocasionales) cuando ha sido
aplicado en terrenos blandos de calidad extremadamente mala, necesitando un anillo
completo de soporte de las cargas como sistema de sostenimiento. Estos terrenos son
rocas blandas o macizos rocosos fluentes o deformables, probablemente con un rango
de valores del índice Q que está comprendido entre 0,001 y 0,01 (es decir,
excepcionalmente malos o pobres).

En terrenos de mejor calidad que éstos, la utilización, típica en el NMAT, de cerchas


reticuladas, S(mr) y un control exhaustivo puede suponer un consumo ineficiente de
tiempo, volúmenes de cemento y recursos; y es en estos casos donde el MNT se
presenta como una alternativa apropiada.

TABLA 6. Características esenciales del MNT (según Barton et al., 1992).

1 Zonas de aplicación usual:


Rocas fracturadas con formación de sobreexcavación; escala muy variable de
resistencias a compresión Fc = 3 - 300 MPa.
Zonas con presencia de arcillas, descostramiento tensional de la roca (slabbing).
Q = 0,001 - 10 ó más.
2 Métodos usuales de excavación:
Perforación y voladura, TBM para rocas duras, máquina excavadora para las zonas de
arcillas.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

3 El refuerzo temporal de la roca y el sostenimiento permanente del túnel pueden ser


cualquiera de los siguientes:
CCA, S(fr)+RRS+B, B+S(fr), B+S, B, S(fr), S, sb, Ninguno. (Pueden verse las claves de
la notación y su distribución en la parte inferior de la Fig. 3).
C Los elementos de refuerzo temporal forman parte del sostenimiento permanente. C
No se utiliza hormigón proyectado reforzado con malla metálica.
C No se utiliza la vía seca en la aplicación del hormigón proyectado.
C No se utilizan cerchas de acero o vigas reticuladas; en su lugar se utiliza el método
RRS y S(fr) en las zonas con presencia de arcillas y en zonas de rocas débiles con
tendencia a la fluencia.
C El contratista es quien selecciona el sostenimiento temporal.
C El propietario o consultor es quien selecciona el sostenimiento permanente.
C Los revestimientos finales de hormigón no suelen utilizarse frecuentemente; es decir,
B+S(fr) constituye, normalmente, el sostenimiento final.
4 Caracterización del macizo rocoso para:
C Predicción de la calidad del macizo rocoso.
C Predicción de las necesidades de sostenimiento.
C Actualización de ambas predicciones durante la excavación (con controles sólo en
casos críticos).
5 El MNT permite una reducción de los costes y:
C Ritmos de avance más rápidos en los túneles excavados mediante perforación y
voladura.
C Mejora de las condiciones de seguridad.
C Mejora de las condiciones medioambientales.
CCA = Revestimiento de hormigón encofrado; S(fr) = Hormigón proyectado reforzado con fibras de
acero; RRS = Arcos armados reforzados con hormigón proyectado; B = Bulonado sistemático;
S = Hormigón proyectado; sb = Bulones puntuales o esporádicos; Ninguno = No necesita sostenimiento.
El NMAT se basa en una clasificación descriptiva del terreno (normalmente se trata de
seis clases de terrenos, más o menos) y un control exhaustivo de la deformación de
éste, aplicando un sostenimiento basado en hormigón proyectado con refuerzo de
malla metálica y cerchas reticuladas, con el objetivo de cumplir con las curvas
características de reacción del terreno. Posteriormente, se instala un revestimiento final
de hormigón encofrado, a veces, con membranas impermeabilizantes.

Para los casos de túneles que muestran una elevada sobreexcavación y fenómenos de
explosión de rocas, el uso de S(fr) en oposición a S(mr) puede suponer un recorte de
los costes de sostenimiento de al menos un 50 %, obteniendo además unos túneles
más seguros. No obstante, cuando se crea un perfil regular mediante la utilización de
maquinaria de excavación en rocas blandas, el uso de S(mr) y la formación de un anillo
completo de entibación, es obviamente apropiado todavía. Las deformaciones iniciales
pueden reducirse, no obstante, mediante la utilización de equipos robotizados para la
aplicación de S(fr), dado que el efecto de refuerzo se consigue en un tiempo más corto
que en el caso de aplicar S(mr).

Cuando el diseño del NMAT es completado con la colocación de geomembranas o láminas


de impermeabilización y la aplicación de hormigón encofrado resistente a la presión del

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

agua, las diferencias en los costes, si se compara con un túnel realizado mediante el
MNT, que posee instalaciones de drenaje pero que es estanco en su interior, se ven,
por supuesto, notablemente acentuadas. Hay muchos casos en los que las
geomembranas y el hormigón encofrado son producto más del conservadurismo que
de la necesidad, puesto que existen muchas formas adecuadas de mantener los
túneles de carretera y ferrocarril en condiciones secas mediante combinaciones de pre-
inyección, drenaje, paneles de aislamiento de aguas, y elementos ligeros de
revestimiento de carácter temporal.

8.1. Combinación del NMAT y el MNT

En el pasado, se han publicado algunos intentos específicos de combinar el Sistema Q


con el NMAT. Ciertamente, resulta muy atractivo conseguir una descripción más
cuantitativa que las seis o siete clases de roca definidas en el NMAT, bien mediante la
utilización del Sistema Q, o mediante el uso del método RMR de Bieniawski (1989). Sin
embargo, la versión ½Q-NMAT, propuesta hace ya algunos años en Sudáfrica, no es
muy recomendable, debido al excesivo recorte (50 %) en los refuerzos recomendados
por el Sistema Q para su utilización como sostenimiento temporal, previo al estilo
propio del NMAT en cuanto al control y al sostenimiento final. Esto quizás permita al
terreno deformarse excesivamente antes de la fase del NMAT en la que se podría
asegurar la estabilidad.

Recientemente, se ha propuesto una atractiva combinación del MNT con los principios del
NMAT para un túnel principal parcialmente emplazado en rocas blandas y parcialmente en
rocas duras. La predicción de las necesidades de sostenimiento en el frente utilizando el
Sistema Q, con un sostenimiento temporal cercano al frente basado en B+S(fr), un control
del funcionamiento resultante del refuerzo instalado, y el ajuste de la clase de
sostenimiento (si fuera necesario) en la aplicación del sostenimiento definitivo, bastante por
detrás del frente de avance, parecen ser una combinación ideal de tres técnicas bien
ensayadas, denominadas Sistema Q, MNT y NMAT, que han sido utilizadas con éxito en
numerosos túneles a lo largo de los últimos 15 a 25 años, respectivamente.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Figura 10. Elementos clave del método Noruego de tunelización.

9. MEDIDAS DE CONTROL EN TERRENOS BLANDOS

El hormigón proyectado con refuerzo de fibras de acero, S(fr), en combinación con la


instalación de bulones, ofrece al moderno constructor de túneles la mayor flexibilidad
posible y un relativo control de los tiempos de estabilidad en terrenos difíciles. De hecho,
también, posee la capacidad de permitir controlar el grado de relajamiento (caracterizado
mediante el factor SRF) del macizo rocoso en terrenos deformables. El aumento gradual en
las medidas de sostenimiento mostrado en la Fig. 10 permite observar cómo la reducción
del valor del índice Q desde 1 hasta 0,001 también refleja un aumento potencial del valor
del factor SRF. Este aumento del SRF es una causa inevitable ante los bajos valores del
índice Q. Sin embargo, el aumento del SRF en terrenos pobres puede limitarse mediante la
aplicación de refuerzos temporales adecuados, tales como S(fr) y bulonado.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Las consecuencias negativas de las tradicionales cerchas de acero y los elementos de


revestimiento asociados a éstas como método de sostenimiento de los túneles son
evidentes, y ya fueron demostradas por el estudio clásico de Ward et al. (1983) y
corroboradas en el túnel experimental Kielder. Estas consecuencias se han
representado en la Fig. 12. En la parte derecha de esta Fig. 12 se muestran los
dramáticos contrastes en la deformación del túnel (sobre las mismas argilitas, arcillas
consolidadas) entre el moderno sostenimiento basado en S+B (deformaciones en torno
a 3 mm) y el sistema de cerchas metálicas (deformación en torno a 30 mm).

Figura 11. El factor SRF en función del índice Q y el método de sostenimiento de la roca, en el caso
de rocas fracturadas.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Figura 12. Izquierda: Resultados de la excavación de un túnel experimental en arcillas consolidadas


o argilitas (Ward et al., 1983). Derecha: Efectos conceptuales sobre el factor SRF al
colocar antes o después el sostenimiento.

Es posible que las condiciones de deformación o fluencia, frecuentemente observadas


en algunos proyectos hidroeléctricos en el Himalaya, pueden, en ocasiones, ser función
de la descompresión del macizo rocoso, que sucede como consecuencia de que los
métodos de sostenimiento no son los ideales. En la actualidad, pocos contratistas de
túneles que operan en el Himalaya poseen equipos robotizados de gunitado y
modernos jumbos de perforación. El típico sostenimiento temporal compuesto por
cerchas de acero puede, en ocasiones, acelerar el estado de deformación o fluencia (o
producirse a menores profundidades) en comparación con el comportamiento del túnel
en caso que pudieran aplicarse S(fr) y un bulonado eficiente.

Es interesante observar los siguientes rangos de profundidades mínimas de túneles (H)


que se han registrado para que se produzca la fluencia o deformación, Tabla 7, y
comprobar la resistencia aparente a compresión del macizo rocoso, q, evaluada
mediante la utilización de las ecuaciones de Singh et al. (1992) y Singh (1993):

• Profundidad crítica:

• Resistencia aparente a compresión del macizo rocoso:

En la parte derecha de la Tabla 7 se proporciona la interpretación de las condiciones


previsibles del macizo rocoso, donde se distinguen fenómenos clásticos y plásticos.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

TABLA 7. Predicción de la profundidad, H, en terrenos deformables, y predicción


de la resistencia efectiva del macizo rocoso, q, a partir de los valores
del índice Q (obtenido mediante las ecuaciones de Singh).

CLASE RANGO
DE DEL H (m) q (MPa) FENÓMENO PROBABLE
ROCA ÍNDICE Q
A 40 - 1000 1196- 3492 62 - 182 Deformación explosiva.
10 - 40 Descostramiento y lajado de la
B 754 - 1196 39- 62
4 - 10 roca.
C 555- 754 29- 39
1-4 Fluencia de bloques.
D 350- 555 18- 29
0,1 - 1 Fluencia de bloques.
E 162- 350 8,4 - 18
0,01 - 0,1 Rotura, trituración y fluencia.
F 76 - 162 3,9- 8,4
0,001 - Fluencia, deformación plástica.
G 35- 76 1,8- 3,9
0,01 Fluencia, deformación plástica.
Nota: En la ecuación q = 7A(AQ1/3, se ha supuesto una densidad ( = 2,6 g/cm3.

El gráfico actualizado de sostenimientos del Sistema Q, Fig. 7, utilizado en combinación


con la Tabla 2, indican la necesidad de usar valores altos para el parámetro SRF (Tabla
2, parte 6b) cuando se trata de rocas masivas y elásticas, que están bajo la influencia
de tensiones muy altas. En este tipo de rocas, el comienzo del proceso de
descostramiento de la roca, debido a la alta concentración de tensiones, se produce
cuando el factor F2/Fc supera el valor de 0,5 ó 0,6.

10. OBTENCIÓN DE LOS VALORES DEL ÍNDICE Q A PARTIR DE


INVESTIGACIONES SÍSMICAS
Como resultado de las campañas de testificación sísmica, con ensayos tipo cross-hole,
Foto 2, realizadas en varios países y la utilización de las tomografías resultantes para
representar en dos dimensiones la velocidad sísmica entre barrenos, ha hecho posible
desarrollar una correlación aproximada entre la velocidad de las ondas P, V p, y el índice
Q. Los datos de campo (la mayoría en zonas superficiales, algunos en zonas más
profundas) han sido obtenidos de proyectos realizados en Noruega, Suecia, Inglaterra,
Hong Kong y China, e incluyen zonas de fallas y brechas, arcillas interestratificadas en
areniscas, limolitas o limos consolidados, capas finas y gruesas de areniscas, gneises
con fracturación de moderada a intensa, granitos y tobas. La correlación aproximada
para rocas no porosas (impermeables) es la siguiente (en este momento, sin corregir
por efecto de la profundidad):

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Una forma simple para recordar estos resultados la constituyen los resultados
mostrados en la Tabla 8.

Foto 2. Preparación de un ensayo cross-hole.

TABLA 8. Correlación aproximada entre el índice Q y Vp para rocas no porosas


emplazadas a poca profundidad.

Vp (m/s) 1500 2500 3500 4500 5500 6500


Q 0,01 0,1 1 10 100 1000

En el caso de rocas no porosas, el módulo de deformación, M, viene determinado


aproximadamente por la expresión:

donde el índice Q posee valores superiores a 1. Por consiguiente, para valores de V p >
3500 m/s, el valor de M es aproximadamente igual a:

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

De cualquier manera, el efecto de las altas presiones de confinamiento sobre el módulo


M es incierto y, por supuesto, difícil de someter a ensayos a gran escala.

Sjøgren et al. (1979) hallaron extensas correlaciones entre V p y las respectivas


medidas de fracturación, bien en forma de índice RQD (%) o en forma de factor F (m -1)
(número de diaclasas por metro en un testigo de perforación). Su correlación entre el
índice RQD y Vp para rocas duras (basada en cerca de 100 km de ensayos sísmicos y
cerca de 3 km de testigos procedentes de sondeos) se muestra en la Fig. 13. En el
mismo diagrama se ha indicado la correlación V p - Q y las sugerencias para la división
en clases de rocas o clases de sostenimientos en un proyecto específico de excavación
de túneles. Las clases de roca 2 y 3 pasan a estar separadas por el valor del índice Q
igual a 1,0 o por el valor de 3,5 km/s para Vp.

Figura 13. Relación entre las clases de sostenimiento y la velocidad sísmica a través del
índice Q. La relación entre el RQD y Vp procede de Sjøgren et al. (1979).
La correlación Q - Vp proporcionada por la Tabla 8 se muestra en un formato más gráfico y
completo en la Fig. 14. También se ha intentado corregir la relación ante los efectos de
profundidad (o de tensiones) y para el caso de rocas porosas, teniendo ambos efectos una
gran influencia sobre la citada relación. Se requieren más datos para perfeccionar las
tendencias mostradas en la Fig. 13. No obstante, representa un punto de partida muy útil
para relacionar la calidad de la roca (en el más amplio sentido respecto a la excavación en
túneles) con la velocidad sísmica. La influencia de las altas presiones de confinamiento
sobre Vp es evidente. También se puede predecir un marcado efecto sobre el módulo de
deformación, M, pero son necesarios más datos para corroborar esta hipótesis.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Figura 14. Tendencias Vp-Q corregidas según la profundidad y la porosidad de la roca. Los
valores aproximados de RQD y el factor F proceden de Sjøgren et al. (1979).

11. APLICACIÓN DEL SISTEMA Q EN PROYECTOS DE EXCAVACIÓN


DE TÚNELES MEDIANTE TBM
En los túneles excavados con TBM, la sobreexcavación se produce cuando, por
ejemplo, Jn es demasiado elevado (con multitud de familias de diaclasas) o cuando la
relación Jr/Ja es demasiado baja (con un grado de rozamiento muy pequeño), o cuando
la presión creada por la presencia de agua actúa conjuntamente con estos factores.
Esto es lo que ocurría normalmente en el Túnel del Canal de La Mancha, excavado
sobre margas cretáceas, en ciertos tramos de los primeros kilómetros excavados
desde el extremo británico. Por supuesto, si se puede controlar la sobreexcavación
(mediante la instalación de pernos por medio de bulonadoras de cola, inmediatamente
detrás de las TBM, o mediante anillos prefabricados de hormigón dispuestos en el
interior del back-up del escudo) entonces, un delgado revestimiento circular, ya sea de
hormigón proyectado o bien de elementos prefabricados de hormigón, puede ser capaz
de soportar grandes presiones.

Los recientes desarrollos de los topos abiertos o TBM para rocas duras, con instalaciones
para el bulonado y la proyección de hormigón situadas en dos o más emplazamientos por
detrás de la cabeza de corte, hacen que el uso de los métodos de clasificación de rocas y
la perforación de sondeos de reconocimiento sean extremadamente reveladores a la

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

hora de optimizar el sostenimiento del túnel. En algunos de los túneles más profundos
situados bajo los Alpes, que fueron excavados con TBM, no se pueden realizar las
funciones de sostenimiento mediante la colocación de elementos prefabricados de
hormigón debido a la falta de uniformidad y a la innecesaria alta concentración de
presiones que ejercen los citados elementos en la roca circundante al túnel. Las rocas
con solicitaciones muy grandes pueden exigir una redistribución de las cargas a mayor
distancia del perfil del túnel mediante el control de la deformación y un exhaustivo
bulonado de la roca.

En estos casos, la realización de sondeos de reconocimiento y la colocación de sondas de


velocidad sísmica, tal y como ilustra la Fig. 15, pueden resultar un método alternativo para
predecir las calidades de la roca ( y, por supuesto, problemas relacionados con la presencia
de agua) 100 m o más por delante de las máquinas de excavación (es decir, se perforarán
estos barrenos durante el turno de mantenimiento). La medición de la distribución de las
velocidades sísmicas después de las debidas correcciones a realizar a causa de los
efectos de profundidad/tensiones pueden ayudar a realizar una división en clases a través
del valor del índice Q, como se muestra en la Fig. 13.

Figura 15. Diagrafía sónica de un barreno de reconocimiento en una excavación mediante


TBM para una estimación preliminar del índice Q a partir del valor medido de V p.

El método propuesto de aplicación del diseño del sistema de excavación basándose en los
principios del MNT y la relación V p - Q, se ilustra en la Fig. 16. En varias excavaciones de
grandes dimensiones, se dispone de máquinas para rocas duras con estaciones para el
bulonado y la aplicación de hormigón proyectado. En el ejemplo mostrado, se ha supuesto
una roca de Clase 4 (es decir, Q = 0,1 - 0,4). La recomendación de sostenimiento según el
MNT modificado para excavación mediante TBM es S(fr) = 120
mm y bulonado B = 1,5 m c/c (representando c/c el espaciamiento entre bulones) para
rocas pertenecientes a la Clase 4. Esto se ha obtenido tomando los menores valores del

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

rango de recomendaciones generales de sostenimiento para la Clase 4, consistente en


S(fr) (120 - 150 mm) y B (1,3 - 1,5 m c/c) , en un rango se diámetros del túnel que
oscila entre 0,1 - 0,4 m hasta 10 m. Se ha tomado el sostenimiento más ligero teniendo
en cuenta las características fundamentalmente positivas que ofrece el perfil circular
obtenido mediante la excavación de túneles con TBM.

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

Figura 16. Estimación del sostenimiento en el diseño de la excavación mediante TBM para rocas
duras, basada en los ensayos de V p, la estimación de Q, el sostenimiento del MNT y el
control de la convergencia producida.

El sostenimiento final recomendado se aplica en etapas adecuadas teniendo en


consideración el número de barrenos que pueden perforarse durante cada recorrido de la

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

TBM y la prioridad de aplicar hormigón proyectado, si es posible, por detrás de la


cabeza perforadora, es decir, en la estación B. El control de la convergencia está
indicado para confirmar la clase de roca, o para sugerir posibles correcciones hacia las
clases de roca adyacentes, con la consiguiente aplicación de mayor (o menor)
sostenimiento en la siguiente estación de B+S(fr), que correspondería a la estación C.

12. CONCLUSIONES

1. El sistema Q original de recomendaciones para el sostenimiento de túneles, con 20


años de utilización, estaba basado mayoritariamente en el hormigón proyectado
reforzado con mallazo y bulonado como sostenimiento final. La reciente
actualización del gráfico de sostenimiento, basada en el registro de 1.050 nuevos
casos procedentes de los principales túneles de carretera excavados, está basada
en el principio de sostenimiento del Método Noruego de Túneles (MNT) donde los
principales componentes del sostenimiento final consisten en hormigón proyectado
con refuerzo de fibras de acero por vía húmeda, S(fr), y un bulonado formado por
bulones totalmente inyectados en cemento y protegidos contra la corrosión.

2. El uso combinado de un sistema de clasificación de carácter cuantitativo (Sistema Q) y


las técnicas de sostenimiento infinitamente flexibles del MNT se considera que supera al
NMAT en el caso de macizos rocosos fracturados y con presencia de arcillas, en los que
se observa una marcada sobreexcavación tras el avance. La utilización de S(mr) y vigas
reticuladas, que tan bien se ajustan a los perfiles uniformes obtenidos por las máquinas
de excavación de rocas blandas, a menudo, no son apropiados en los túneles
excavados mediante el sistema de perforación y voladura, dado que la presencia de
sobreexcavación ocasiona un aumento en el consumo de hormigón. Según el MNT, la
estructura de sostenimiento puede construirse de forma más eficiente mediante la
construcción de arcos armados de hormigón proyectado (RRS), que se adapta
fácilmente a perfiles irregulares mediante la aplicación adecuada de arcos de hormigón
proyectado con el espaciamiento que se desee.

3. La utilización de sondas para medir la velocidad sísmica por delante del túnel,
particularmente en el caso de túneles excavados mediante TBM, se considera como
un método prometedor para predecir la calidad del macizo rocoso, siguiendo el
criterio de correlacionar Vp y el índice Q. El diseño de la excavación mediante el
sistema Q (comprobando y midiendo la convergencia cuando el valor de Q sea
inferior a 0,01) es apropiado para proporcionar al túnel el sostenimiento más
adecuado para enfrentarse con las condiciones de la roca y, por consiguiente,
representa un mínimo coste al constructor de la obra.

13. BIBLIOGRAFÍA
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(Capítulo traducido por Ignacio J. Vecillas Fernández, Ingeniero de Minas. U. D. de


Proyectos. E.T.S. de Ingenieros de Minas de Madrid).

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El sistema Q para la selección del sostenimiento en el método Noruego de excavación de túneles

1. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

2. EL SISTEMA Q DE CLASIFICACIÓN DE LOS MACIZOS ROCOSOS . . . . . . . . . 3

3. EL CÁLCULO DEL ÍNDICE Q EN LA PRÁCTICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

4. EL FACTOR DE TENSIONES SRF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8


4.1. El factor SRF en rocas duras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
4.2. El factor SRF en rocas blandas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

5. INFLUENCIA DEL MÉTODO DE EXCAVACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

6. RECOMENDACIONES DE SOSTENIMIENTO SEGÚN EL SISTEMA Q ACTUALIZADO


. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
6.1. Espaciamiento entre bulones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
6.2. Espesor del hormigón proyectado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
6.3. Arcos armados reforzados con hormigón proyectado . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
6.4. Revestimiento de hormigón encofrado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
6.5. Sostenimiento de los hastiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

7. COMPARACIÓN ENTRE LOS SOSTENIMIENTOS S(mr) Y S(fr) . . . . . . . . . . . . 16

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7.1. El problema de la corrosión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

8. COMPARACIÓN ENTRE EL NMAT Y EL MNT . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19


8.1. Combinación del NMAT y el MNT . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

9. MEDIDAS DE CONTROL EN TERRENOS BLANDOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

10. OBTENCIÓN DE LOS VALORES DEL ÍNDICE Q A PARTIR DE


INVESTIGACIONES SÍSMICAS
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

11. APLICACIÓN DEL SISTEMA Q EN PROYECTOS DE EXCAVACIÓN DE


TÚNELES MEDIANTE TBM
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

12. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

13. BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

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