Ignacio González Bozzolasco
Ignacio González Bozzolasco
POLIS
Con este libro Ignacio González Bozzolasco EL NuEvo
relata los hechos que cambiaron la historia
social y obrera del Paraguay. El nacimiento DESPERTAR
Colección
y desarrollo del Movimiento Intersindical de Breve historia del Movimiento Intersindical
Breve historia del Movimiento Intersindical de
de Trabajadores del Paraguay (1985-1989)
Trabajadores del Paraguay (1985-1989)
Trabajadores (MIT). El nacimiento del MIT
es un parte-aguas en muchos sentidos. Es
la recuperación, González lo llama Nuevo
Despertar, del movimiento obrero que
estaba cautivo por la dictadura de Alfredo
Stroessner. Es también un capitulo central de la
instauración de la democracia en el Paraguay.
El nuevo despertar
La confluencia de políticos, gremialistas,
estudiantes, iglesias y ciudadanía, organismos
internacionales, para derrocar una de las
creaciones más viles de la guerra fría y de la
guerra civil: una dictadura de 34 años.
José Carlos Rodríguez
E D I T O R I A L
E D I T O R I A L
IgnacioGonzálezBozzolasco
IgnacioGonzálezBozzolasco
POLIS
Con este libro Ignacio González Bozzolasco EL NUEVO
relata los hechos que cambiaron la historia
social y obrera del Paraguay. El nacimiento DESPERTAR
Colección
y desarrollo del Movimiento Intersindical de
Breve historia del Movimiento Intersindical de
Breve historia del Movimiento Intersindical
de Trabajadores del Paraguay (1985- 1989)
Trabajadores del Paraguay (1985- 1989)
Trabajadores (MIT). El nacimiento del MIT
es un parte- aguas en muchos sentidos. Es
la recuperación, González lo llama Nuevo
Despertar, del movimiento obrero que
estaba cautivo por la dictadura de Alfredo
Stroessner. Es también un capitulo central de la
instauración de la democracia en el Paraguay.
El nuevo desperta r
La confluencia de políticos, gremialistas,
estudiantes, iglesias y ciudadanía, organismos
internacionales, para derrocar una de las
creaciones más viles de la guerra fría y de la
guerra civil: una dictadura de 34 años.
José Carlos Rodríguez
E D I T O R I A L
E D I T O R I A L
Ignacio González Bozzolasco
EL NUEVO
DESPERTAR
Breve historia del Movimiento Intersindical
de Trabajadores del Paraguay (1985-1989)
E D I T O R I A L
Agradecimiento especial a
Germinal - Centro de Estudios y Educación Popular
por el apoyo logístico y documental aportado
© Ignacio González Bozzolasco
© Novapolis
© Arandurã Editorial
Novapolis
Revista Paraguaya de Estudios Políticos Contemporáneos
www.novapolis.pyglobal.com
Arandurã Editorial
Telefax (595 21) 214 295
www.arandura.pyglobal.com
e-mail: [email protected]
Diseño: Cecilia Rivarola
Impreso en Arandurã Editorial
Edición de 1.000 ejemplares
Julio 2013
Queda hecho el depósito que establece la ley
ISBN: 978-99967-20-71-0
A mis padres,
Zulma y Jaime (†),
con afecto.
Ignacio González Bozzolasco
Sociólogo, investigador y docente universitario. Licenciado en Sociología
por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción (UCA), es
además Especialista en Ciencias Sociales con Mención en Desarrollo
Social por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de
Paraguay, Magister en Historia del Paraguay por la Facultad de Filosofía
de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y candidato a Magister
en Ciencias Sociales por la FLACSO de Paraguay. En la actualidad se
desempeña como docente en la Facultad de Filosofía de la UNA, en la
Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la UCA, así como en la
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FAHCE) de
la Universidad Evangélica del Paraguay (UEP). Es autor del libro La
encrucijada del cambio. Análisis sobre la realidad social y política del Paraguay
contemporáneo, editado en 2013 por Germinal/Arandurã.
El Nuevo Despertar
ÍNDICE
Prólogo........................................................................................... 9
Introducción ................................................................................ 17
Los antecedentes lejanos del MIT-P ........................................ 27
Los inicios del MIT-P ................................................................. 53
La consolidación del MIT-P ...................................................... 85
El ocaso del régimen autoritario y
los últimos pasos del MIT-P ................................................... 109
Consideraciones finales ........................................................... 139
Referencias bibliográficas y documentales........................... 147
Acrónimos ................................................................................. 159
Fotografías e ilustraciones ...................................................... 165
7
Prólogo
El Nuevo Despertar
El despertar de los trabajadores
Con este libro Ignacio González Bozzolasco relata los hechos que
cambiaron la historia social y obrera del Paraguay. El nacimiento
y desarrollo del Movimiento Intersindical de Trabajadores (MIT).
El nacimiento del MIT es un parte-aguas en muchos sentidos. Es la
recuperación. González lo llama Nuevo Despertar, del movimiento
obrero que estaba cautivo por la dictadura de Alfredo Stroessner.
Es también un capitulo central de la instauración de la democracia
en el Paraguay. La confluencia de políticos, gremialistas, estudian-
tes, iglesias y ciudadanía, organismos internacionales, para derro-
car una de las creaciones más viles de la guerra fría y de la guerra
civil: una dictadura de 34 años.
Era el tiempo en que el primero de mayo, que se había convertido
en una fiesta pacata con asadito patronal y patronista; esa conme-
moración de los mártires de Chicago, se reinstala como jornada de
lucha, en la cual, en ese tiempo, nadie podía estar ausente si quería
ser alguien en el camino de la democratización. Era un tiempo en
que, la unidad monolítica del coloradismo se resquebrajó y la som-
11
Ignacio González Bozzolasco
bra de la dictadura –ya sin la sombra de sus padrinos norteameri-
canos– comenzaba a palidecer. El coloradismo stronista se sub-di-
vide, se auto-querella, pierde el sentido de su institucionalidad, se
vacía. En América Latina aparece un nuevo perfil, el del presidente
norteamericano Carter, un presidente norteamericano bueno, que
exige el cese de las represiones, con lo cual la argamasa de la dicta-
dura comienza a desintegrarse. Se iniciaba la posguerra fría.
El trabajo de González se basa en los textos escritos, documentos,
libros, periódicos, y también en fuentes orales, entrevistas. Se pro-
pone y logra contar esa historia. La del tiempo que puede llamarse
el núcleo de la transición, porque ahí se formularon y fueron acep-
tadas las premisas que llevarían a los cambios posteriores, que ca-
racterizaron al final del siglo XX. Se fundó el consenso en un nuevo
contrato social.
La lucha de los trabajadores se ocupaba de las reivindicaciones
perennes: trabajo, salario, organización, jornada, seguro, respeto.
Pero el núcleo de la lucha entonces era recuperarse a sí mismos.
Era la independencia de la clase, el abandono del cautiverio. Había
que dejar de ser un movimiento sirviente, o tembiguai de la dicta-
dura. Ya que el coloradismo stronista no sólo reprimía. También
cooptaba, seducía y pervertía. Los sindicatos y la Central Paragua-
ya de Trabajadores (CPT) eran brazos del gobierno, del Estado y
del Partido Colorado. Esa dictadura no había abolido el sufragio,
sino que lo corrompía; no había cancelado las magistraturas, sino
que las domesticaba; no había cancelado el Parlamento, sino que lo
encuadraba. Esa dictadura tampoco había abolido la organización
obrera –no totalmente–, sino que la había cooptado y pervertido.
Los trabajadores habían perdido el derecho a su propia organiza-
ción y a su propia lucha. Habían perdido el derecho a conquistar
12
El Nuevo Despertar
derechos. Ese era un vínculo fuerte o condición compartida que les
daba un aire de familia con otros movimientos sociales de aquel
tiempo, el estudiantil, el campesino, incipientemente, el de muje-
res. Todos querían independizarse, conformar una sociedad civil
autónoma, «a pesar del Estado».
Todos usaban la palabra «independiente». El mismo MIT a veces,
en voz baja, era llamado Movimiento Independiente de Trabaja-
dores, en lugar de Movimiento Intersindical de Trabajadores. Los
caminos de la libertad transitaban por la reconquista de la inde-
pendencia del Estado-gobierno-partido que los había colonizado.
Contra ese Stroessner que, de pronto, dejó de representar a la dic-
tadura brasilera, dejó de representar a los servicios de seguridad
norteamericanos y sus intereses diplomáticos, contra ese Partido
Colorado iglesia (de correligionarios), partido estado que aludía la
representación de la nación toda, partido militar que encuadraba o
reprimía, maquinaria local articulada mundialmente por la guerra
fría; contra ese sistema infame de la chicanearía parlamentaria, de
autocensura de prensa, de chicanearía judicial, de práctica cotidia-
na de la tortura y la prisión arbitraria en condiciones subhumanas.
Contra esa dictadura, la gente, los obreros, los campesinos, los es-
tudiantes, las iglesias, los profesionales, pedían independencia.
Porque estaban avasallados, eran dependientes y querían dejar de
serlo, dejar de ser cómplices, dejar de hablar como colorado, como
gobierno y como stronista; colorado haicha, gobierno haicha y stro-
nista haicha. Y este movimiento se encontró y fue alentado con
otro rostro de Europa, con otro rostro de Estados Unidos y con otra
Suramérica: otro Brasil, otra Argentina. Después de tanto, aquello
que ocurría dentro del Paraguay también importaba fuera del país.
La nación se transformó en un escenario de la libertad. Y el mo-
13
Ignacio González Bozzolasco
vimiento obrero se transformó en héroe, habiendo sido el villano,
el condenado al panteón de los vivos, a las prisiones sin término,
los exilios sin remedio y las calumnias sin mesura. El movimiento
obrero dejó de ser el enemigo, aunque todavía así lo proclamara el
diario oficial del coloradismo stronista, Patria, cuyos discursos nos
transcribe el autor de este libro.
La historia obrera y la recuperación de su identidad y autonomía
de ese tiempo fueron de la mano con su compromiso en impulsar
un cambio en la conciencia ciudadana, y con la fecundidad de sus
logros. Con una apertura a los demás protagonistas de la lucha por
la democratización del país. Ese fue el elemento y el momento más
glorioso de ese tiempo para los trabajadores, que pudieron hacer
su historia haciendo la historia. En las palabras usadas por primera
vez por Branka Susnik –para otro ámbito y convertidas en sentido
común por nuestras ciencias sociales– el ore de los trabajadores, ese
nosotros excluyendo al destinatario, se conjugaba perfectamente
bien con el ñandé ciudadano, nosotros incluyendo al destinatario.
El mérito de este trabajo es devolverle vida a los hechos aconte-
cidos. Desarrollar un discurso coherente, plausible y constatado
que los narra. La historia funciona como legado. Como enseñanza
y testamento. Pero eso ya es tarea del lector. Todavía la historia en
Paraguay es masivamente la historia de las batallas y los generales.
La historia de los que mandan, los que saben y los que tienen. Esta
historia, en cambio, arroja la mirada sobre los que no mandan ni
tienen, «no saben», ni ganaron batallas con las armas contra ningún
enemigo extranjero. Pero fueron un factor fundamental de cons-
trucción de la calidad de la sociedad en la cual vivimos.
14
El Nuevo Despertar
La democratización –al final– fue ejecutada por las fuerzas arma-
das. Pero la conciencia pública había sido cambiada anteriormente,
no por los militares. No había sido cambiada por los estancieros,
ni por los sojeros, ni por los magistrados, ni por los bancos, ni por
los parlamentarios, ni por los funcionarios, ni por los partidos po-
líticos. Ellos se aprovecharon de la democracia que no crearon. La
dictadura fue cambiada por los de abajo, por los de afuera, por los
desposeídos, por la gente común, por los fieles a su fe, por los jóve-
nes, por los sin tierra y por los sin miedo.
¿Pero cómo ocurrió todo aquello? ¿Qué sucedió cuando el
movimiento obrero renació, no sólo despertó, sino renació de sus
cenizas? ¡De haber sido un aparato ideológico y represivo del
Estado bastardo de un dictador mezquino, un movimiento obrero
pyragué y apaleador, de pronto se erige en una fuerza liberadora,
en un abanderado de la justicia y la democracia, reencontrándose
consigo mismo y con su grandeza! ¿Cómo ocurrió? Es lo que cuen-
ta este libro, en las palabras de su autor:
[…] realizamos un recorrido por los principales hechos históricos
que apuntalaron, desde sus antecedentes hasta su transformación
en una organización diferente, el desarrollo del MIT-P como un
actor central de la escena política y social del Paraguay durante la
segunda mitad de la década de los ochentas.
Quienes estén interesados en los senderos de la liberación y la justi-
cia social, los del pasado y los del futuro; o en reconocer a aquellos
fundadores de las libertades que hoy disfrutamos, pueden hallar
en la vieja maestra que es la historia una dulce amiga, una cauti-
vante fuente de sabiduría.
José Carlos Rodríguez
Asunción, Julio 2013
15
Introducción
El Nuevo Despertar
El Despertar fue el nombre con que bautizaron a su primera publi-
cación los dirigentes obreros de la Federación Obrera Regional del
Paraguay (FORP), primera central sindical en la historia del país.
Considerando el momento histórico de entonces, podría inferirse
que tal denominación no sólo se refería al nuevo periódico sindi-
cal inaugurado, sino que aludía además al proceso de surgimiento,
propiamente dicho, de la clase obrera en el país1. Con la formación
de la FORP, esta clase en gestación daba sus primeros y firmes pa-
sos en la búsqueda de articulación en torno a sus propias banderas
y consignas.
Ochenta años después, tras largas luchas, embates y rearticulacio-
nes, el movimiento obrero vio resurgir sus banderas entre las ma-
rañas de un régimen autoritario que le había inferido duros golpes.
Aunque sometidos por el Estado y el partido de gobierno, referen-
tes obreros y sindicales comenzaron a bosquejar las primeras accio-
nes de lo que sería más tarde el resurgir del sindicalismo crítico e
independiente en el Paraguay.
1
RIVAROLA, Milda, 2010, «Obreros, utopía y revolución. La formación de las clases tra-
bajadoras en el Paraguay liberal 1870/1931», Servilibro.
19
Ignacio González Bozzolasco
Inspirados por aquel pasado de lucha, denominamos El Nuevo
Despertar a la historia de este resurgimiento que, en los albores de
la transición democrática paraguaya, fue cobrando cuerpo a tra-
vés de la gestación y consolidación del Movimiento Intersindical
de Trabajadores del Paraguay (MIT-P). Y si bien el movimiento
obrero paraguayo fue desarticulado tras la fuerte represión a la
huelga general de 1958 y la posterior cooptación de la Confedera-
ción Paraguaya de Trabajadores (CPT) por parte de las fuerzas del
régimen autoritario del general Alfredo Stroessner, en los inicios
de la década de los ochenta comenzó a dar nuevas batallas de re-
sistencia.
El MIT-P se caracterizó por llevar adelante la lucha sindical en un
plano de organización autónoma, ya sea con relación al gobierno,
como de los partidos políticos y las iglesias. Esta lucha trascendió
las reivindicaciones de carácter económico, exigencias básicas del
movimiento sindical –reajustes de salario, cumplimiento de leyes
laborales, mayor generación de empleo–, alcanzando, por momen-
tos, críticas y reivindicaciones de carácter político hacia el régimen
autoritario de entonces.
En tal sentido, además de las exigencias propias del plano económi-
co, se destacaba notoriamente la valorización que esta nueva fuerza
sindical daba a la democracia como espacio de libertades para la
organización y expresión de demandas sociales. Se colocaba como
base de todas sus consignas el permitir a los trabajadores participar
en las decisiones de peso –sobre todo en materia de políticas econó-
micas–, las cuales afectaban a la comunidad en general y al sector
sindical en particular. Se concebía, además, como continuidad de
20
El Nuevo Despertar
una lucha histórica, planteándose «heredar la tradición obrera en
su conjunto y no sólo alguna de sus corrientes»2.
Si analistas y estudiosos de la transición a la democracia en el Para-
guay plantearon que la transición social comenzó mucho antes que
la transición política3, podemos afirmar que el MIT-P4 constituyó
una pieza clave de la misma. Dicha transición social responde a
particulares cambios que, años antes del golpe de febrero de 1989,
comenzaron a divisarse prematuramente en una sociedad civil in-
quieta y disconforme.
Pero la relevancia del MIT-P, como una suerte de central sindical
alternativa a la oficialista CPT, trascendió su breve periodo de exis-
tencia (1985-1989), abriendo camino a otras ulteriores experiencias
de sindicalismo autónomo, como es el caso de la Central Unitaria
de Trabajadores (CUT), posteriormente formada. La fundación de
la CUT, meses después de la caída de la dictadura stronista, puede
inferirse como resultado directo de la experiencia iniciada por este
movimiento y tuvo un peso significativo en el escenario político na-
cional durante los primeros años de la transición a la democracia.
En este sentido, no es aventurado suponer que en los orígenes y de-
sarrollo del MIT-P se encuentra la esencia del actual sindicalismo
nacional, con sus fortalezas y debilidades, latentes aún a lo largo de
las tres últimas décadas.
2
ARDITI, Benjamín y RODRÍGUEZ, José Carlos, 1987, «La Sociedad a pesar del Estado.
Movimientos sociales y recuperación democrática en el Paraguay», Ed. El Lector, Asun-
ción, p. 48.
3
FLECHA, Victorjacinto y MARTINI, Carlos, 1994, «Historia de la transición. Pasado y
futuro de la democracia en el Paraguay», Ed. Última Hora, Asunción, p. 98.
4
En la página 160 colocamos un listado de todos los acrónimos utilizados para facilitar
una lectura más fluida de todo el trabajo.
21
Ignacio González Bozzolasco
A lo largo de estas páginas presentamos los resultados de una in-
vestigación acerca de la historia del MIT-P, abarcando desde sus
orígenes (1985) hasta su desaparición (1989) o transformación en
una instancia organizacional de carácter diferente. No sólo coloca-
mos como centro de nuestro estudio a las reivindicaciones puntua-
les desarrolladas por la organización en el ámbito laboral, así como
a las acciones que las impulsaron, sino también al contexto dentro
del cual se desarrollaron, teniendo en cuenta las condiciones del
ámbito sindical en particular y las del régimen político en términos
más amplios. Es así que el contexto político dictatorial, con un fuer-
te desgaste interno y en los albores de la transición a la democracia,
es un marco referencial y situacional en el que este proceso organi-
zativo será estudiado.
A este respecto, concebimos al régimen entonces vigente como un
régimen autoritario, en la concepción desarrollada por Linz5. Dicho
régimen logró desarrollar un tipo de relacionamiento particular y
beneficioso para sus intereses, garantizando el control del movi-
miento obrero a lo largo de décadas.
Este hecho trasciende las particularidades del caso paraguayo ya
que en general, como señala Valenzuela, los regímenes autorita-
rios imponen a las organizaciones sindicales cuantiosos controles y
restricciones6. Esto no sólo ocurre porque las organizaciones sindi-
cales pueden servir de base para una acción coordinada que logre
detener la producción, sino porque pueden convertirse en platafor-
5
LINZ, Juan, 1978, «Una interpretación de los regímenes autoritarios», p. 15, en: PAPERS:
REVISTA DE SOCIOLOGÍA, Número 8, Ed. Departamento de Sociología de la Universi-
dad Autónoma de Barcelona, pp. 11 - 26.
6
VALENZUELA, J. Samuel, 1990, «El movimiento obrero en la transición hacia la demo-
cracia: un marco conceptual para su análisis», p. 302, en: Revista Desarrollo Económico,
Número 119, Vol. 30, octubre – noviembre, p. 303.
22
El Nuevo Despertar
ma para las acciones de aquellos sectores políticos que adversan al
régimen autoritario. Tras la carencia de espacios democráticos que
permitan el normal accionar opositor de las fuerzas políticas adver-
sas al régimen, los contrarios al mismo no poseen otra alternativa
que dirigir sus esfuerzos hacia los espacios organizados de la socie-
dad civil. Entre estos sectores, los obreros organizados en general y
los sindicales en particular resultan ser los más atractivos, tanto por
su base de masas como por su potencial de afectar la producción y
la economía.
Ante estas posibilidades, señala Valenzuela, los regímenes auto-
ritarios desarrollan estrategias de contención hacia las organiza-
ciones sindicales, entre las cuales se contempla las de carácter cor-
porativista. Sobre este tipo particular de estrategia el citado autor
plantea que la misma:
[…] exige que el Estado cree alguna forma de organización obre-
ra, habitualmente con financiamiento oficial, afiliación obligatoria
y fijación de límites estrictos en cuanto a los sectores que puede
agrupar. Los dirigentes de tales organizaciones pueden ser desig-
nados por funcionarios estatales o elegidos por los trabajadores;
en este último caso, se selecciona previamente a los candidatos
de acuerdo con su confiabilidad política. En este modelo, la nego-
ciación colectiva está por lo común centralizada y controlada por
agentes del Estado. Los dirigentes sindicales sólo cuentan con un
margen limitado, aunque no del todo desdeñable, para la acción
autónoma7.
Esta forma particular de control sindical lleva a los sectores oposi-
tores al régimen autoritario dentro del sindicalismo a tomar uno de
dos caminos: usar los espacios oficiales y dar la disputa interna a
7
Ibídem.
23
Ignacio González Bozzolasco
los sectores afines al régimen o articularse completamente por fue-
ra. Los que emprenden el primero «tratan de usar los canales y las
elecciones oficiales mientras organizan redes informales paralelas
de contacto con los trabajadores de base y aun con los empleadores
para las negociaciones laborales en cada empresa o fábrica»8. Por
su parte, los que optan por el segundo «se desentienden por com-
pleto del sistema oficial y prefieren permanecer al margen de él»9.
Estas categorías nos permiten bosquejar como hipótesis tentativa
de trabajo que el régimen autoritario paraguayo, encabezado por
el general Alfredo Stroessner, implementó acciones corporativistas
como parte de sus estrategias de contención al movimiento obrero
del país, tratando de empujar toda acción del sindicalismo inde-
pendiente por fuera de los márgenes de la legalidad. De esta forma,
las reivindicaciones del nuevo sindicalismo de corte independien-
te abarcarán tanto el espectro de lo estrictamente gremial hasta lo
propiamente político, por desarrollar su lucha bajo un régimen que
constreñía los espacios públicos de accionar político.
A partir de lo señalado, es nuestra intención poner en evidencia
cómo las características particulares del MIT-P, tanto en su confor-
mación, su desarrollo, como en su posterior desaparición –o trans-
formación en espacio de articulación diferente–, se hallan directa-
mente ligadas con el contexto sociopolítico particular por el que
atravesaba la sociedad paraguaya entonces: formas corporativas
de control sindical, así como ausencia de organizaciones sindicales
representativas y críticas, en lo que se refiere al ámbito gremial es-
pecífico de los trabajadores.
8
Ibídem.
9
Ibídem, p. 304.
24
El Nuevo Despertar
Para cerrar esta breve presentación, quisiéramos señalar que el tra-
bajo de investigación que aquí presentamos se encuentra constitui-
do por cinco partes principales.
La primera parte, con el título Los antecedentes lejanos del MIT-P,
analiza los principales antecedentes de este movimiento, rastreán-
dolos en la década de los cuarenta con los inicios de las prácticas
corporativistas hacia el movimiento obrero por parte del gobierno.
La segunda parte, titulada Los inicios del MIT-P, aborda ya el aná-
lisis histórico propiamente dicho, atendiendo a los antecedentes
históricos, lejanos y próximos, del movimiento y su conformación.
La tercera parte, denominada La consolidación del MIT-P, se centra
en profundizar el periodo de surgimiento de este movimiento, fo-
calizándose en el estudio de cómo se inicia y cobra forma en cuan-
to espacio de articulación entre diferentes agrupaciones sindicales
críticas. La cuarta parte, El ocaso del régimen autoritario y los últimos
pasos del MIT-P, presenta ya a un movimiento consolidado, el cual
juega un papel de liderazgo dentro del sindicalismo crítico de fi-
nales del gobierno de Stroessner. Finalmente, en la quinta y última
parte del trabajo, presentamos unas breves reflexiones a modo de
conclusión, tratando de dar respuesta a las interrogantes que die-
ron impulso y guía a todo el trabajo investigativo realizado.
25
Los antecedentes
lejanos del MIT-P
El Nuevo Despertar
Los orígenes del sindicalismo corporativista en el Paraguay
Para comprender los antecedentes del MIT-P, debemos remitirnos
hasta mucho antes del régimen autoritario instalado de la mano del
general Alfredo Stroessner, desde mayo de 1954 a febrero de 1989.
Dicho análisis nos lleva hasta los años previos a la guerra civil de
1947, bajo el gobierno militar del general Higinio Morínigo, de 1940
a 1948. Bajo este gobierno, muy influenciado por las ideas fascistas1
en boga en buena parte de Europa en esos momentos, son empren-
didas las primeras acciones de combate a las organizaciones obre-
ras y sindicales entonces existentes, a la vez que se impulsa la con-
formación de estructuras organizativas de la clase obrera afines al
gobierno y sus ideas políticas. Al respecto señala Andrew Nickson
que «La ideología corporativista, que inspiró la dictadura de Higi-
nio Morínigo (1940-1948), dio el primer paso hacia la incorporación
directa del movimiento sindical al Estado, intento que será logrado
a lo largo de la década del ’50»2.
1
SEIFERHELD, Alfredo, 2012, «Nazismo y Fascismo en el Paraguay. Los años de la guerra
1936 - 1945», Asunción, Servilibro, p. 387.
2
NICKSON, Andrew, 1987, «Breve Historia del Movimiento Obrero Paraguayo, 1880 –
29
Ignacio González Bozzolasco
Es así que, por primera vez en el Paraguay, es impulsada la con-
formación de sindicatos de orientación corporativista. Los prime-
ros pasos hacia este rumbo se desarrollan con la creación de leyes
que limitaban al movimiento sindical3, lo que fue acompañado con
todo un proceso sistemático de persecuciones y represiones de las
organizaciones obreras, empujándolas hasta la clandestinidad4.
Luego del final de la Segunda Guerra Mundial y tras la fuerte in-
fluencia de los aliados en la región, se experimenta en el Paraguay
un breve lapso de pocos meses de apertura política, incluyendo a
fuerzas opositoras en el gobierno y desplazando a algunos líde-
res políticos abiertamente partidarios de las ideas fascistas. Pero
este proceso de apertura política se ve abruptamente interrumpi-
do a raíz del conflicto latente entre las diferentes fuerzas políticas
y partidarias, llegando al desenlace de una guerra civil. Haciendo
alusión a este importante acontecimiento que conmocionó a toda
la sociedad paraguaya, Flecha y Martini afirman que «el amanecer
democrático no desembocó en un entendimiento democrático de las
fuerzas en pugna, sino, al contrario, avivó la llama faccional»5.
Luego de la guerra civil, cobra fuerza la organización obrera crea-
da por la corriente fascista del Partido Colorado que apoyaba al
gobierno de Morínigo, conocida como los Guiones Rojos. La Or-
ganización Republicana Obrera (ORO), creada por esta corriente
en octubre de 1946, inicia en el Paraguay el intervencionismo di-
recto de un partido político de gobierno en el control y manejo del
1984», Asunción, CDE, p. 11.
3
CARDOZO RODAS, Victoriano, 1992, «Lucha Sindical y Transición Política en Para-
guay 1990», Costa Rica, EUNA, p. 37.
4
NICKSON, Andrew, op. cit., p. 11.
5
FLECHA, Victorjacinto y MARTINI, Carlos, op. cit., p. 11.
30
El Nuevo Despertar
sindicalismo6. Como señala Ramiro Barboza, esta corriente «con la
excusa de contrarrestar la influencia izquierdista y con métodos to-
talmente fascistas, no discrimina medios en su accionar»7.
Tales características son relevantes de señalar, pues marcarán con
fuego a la sociedad paraguaya toda, extendiéndose sus efectos so-
bre el movimiento obrero a lo largo de las tres décadas siguientes.
De esta forma, el corporativismo, acompañado de concepciones
políticas muy próximas al fascismo, con intolerancia, censura y
prácticas persecutorias hacia posiciones políticas disidentes, será la
regla que regirá tanto la política como la práctica sindical hasta la
caída del régimen autoritario de Alfredo Stroessner.
En la guerra civil de 1947 fue vencida la oposición al Partido Colo-
rado, pero esto no significó, de manera alguna, la ausencia total de
conflictos dentro de las filas triunfadoras. Más temprano que tarde
se desataron fuertes pujas internas dentro del coloradismo, en es-
pecial las protagonizadas por dos sectores: aquellos más próximos
al ejército, por un lado; y el sector civil algo más democrático, por
el otro. Estas pujas desgastaron la ya frágil situación económica del
país, que entró en un ciclo hiperinflacionario, con fuerte impacto
en el poder adquisitivo de los salarios. Tal situación tuvo efecto
directo en el movimiento obrero, cuyas bases comenzaron a exi-
gir medidas de respuesta ante el aumento estrepitoso del costo de
vida. Tras la presión de las bases, la dirigencia de la ORO logra
algunas medidas paliativas por parte del Estado, que contienen la
radicalización de las acciones de protesta8.
6
BARBOZA, Ramiro, 1987, «Los sindicatos en el Paraguay. Evolución y Estructura Ac-
tual», Asunción, CIDSEP, p. 104.
7
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 104.
8
NICKSON, Andrew, op. cit., p. 13.
31
Ignacio González Bozzolasco
Pero la crisis había reactivado una entusiasta participación sindi-
cal que todavía no veía respondidas sus demandas, en un contexto
económico aún con crecientes dificultades. Siendo la ORO una or-
ganización comprendida dentro de las filas del Partido Colorado,
los conflictos internos de este partido se expresaban también en su
seno. Debido a dicha situación, Nickson afirma que el II Congre-
so Obrero Nacional fue expresión de la lucha interna desarrollada
dentro del coloradismo. En este Congreso, comenta el autor, «la
ORO fue reemplazada por la Confederación Paraguaya de Tra-
bajadores (CPT). Esta decisión reflejaba el deseo de la tendencia
democrática, que está desafiando a la guionista en la lucha inter-
na del oficialista Partido Colorado por recuperar una imagen de
respeto en el plano internacional»9. Por su parte Roberto Villalba,
al respecto del mismo acontecimiento y en una línea interpretativa
semejante, plantea:
El ejército, aliado al Partido Colorado, intentó desarrollar un gre-
mialismo obrero basado en «brigadas», en lugar de sindicatos, y
centralizado en la denominada Organización Republicana Obre-
ra (ORO), de carácter unipartidista y fascista. Esta experiencia no
logró sus objetivos y entonces tuvo que cambiar de forma y dár-
sele un contenido más amplio, formalmente similar al de la CPT,
aunque sin objetivos revolucionarios y organizada directamente
desde el Ministerio de Justicia y Trabajo. Así nace la actual Confe-
deración Paraguaya de Trabajadores (CPT), en 195110.
Siempre dentro de la línea de vinculación partidaria, la nueva CPT
experimentó un crecimiento importante, tanto en sus filas como en
su actividad interna, debido a la persistencia y agravamiento de la
crisis económica. El deterioro del poder adquisitivo de los salarios
9
Ibídem, p. 14.
10
VILLALBA, Roberto, 1982, «Paraguay. Coyuntura Sindical», Asunción, CDE, p. 5.
32
El Nuevo Despertar
no es respondido y la actividad sindical aumenta, incorporando
sectores de base que no respondían directamente al Partido Colora-
do, como por ejemplo los católicos. A nivel internacional, el distan-
ciamiento con el cambio de membrete y la tenue apertura permite
a la CPT formar parte de la Organización Regional Interamericana
de Trabajadores (ORIT) y la Confederación Internacional de Or-
ganizaciones Sindicales Libres (CIOSL)11, a las cuales se integra a
partir de 195212. La crisis económica y política persiste, siendo uno
de sus efectos el golpe del 4 de mayo de 1954, que llevó a Stroessner
al poder13.
Luego de varias pujas y purgas internas, Stroessner logra de a poco
estabilizar el mando político de su gobierno con medidas de corte
autoritario. Tales acciones tuvieron repercusión no sólo en las filas
del gobierno, sino además en el movimiento obrero que continuaba
manteniendo importante vinculación con el Partido Colorado. De
esta manera:
La CPT terminó chocando frontalmente contra la política militar
implementada con la entrada efectiva del país en la política del
Bretton Woods. En 1958 los obreros se lanzaron a una huelga ge-
neral que fue objeto de una represión nacional. La CPT fue inter-
venida y fue puesto como secretario general un policía, y como
integrantes del Comité Ejecutivo otros 7 más. Algunos gremialis-
tas opositores democristianos y populistas (del Partido Revolu-
cionario Febrerista) fueron llamados y aceptaron colaborar con la
intervención por un tiempo breve, retirándose luego14.
11
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 206.
12
Ibídem, p. 211.
13
NICKSON, Andrew, op. cit., p. 16.
14
VILLALBA, Roberto, op. cit., p. 7.
33
Ignacio González Bozzolasco
Luego de la intervención, tanto la CPT en particular como el mo-
vimiento sindical paraguayo en general, entran en una etapa de
grandes dificultades, marcada por la cooptación por parte del par-
tido del gobierno y el cercenamiento de libertades para el ejercicio
de la acción sindical independiente. Los dirigentes sindicales son
digitados desde instancias del gobierno y del partido, como son el
Ministerio de Justicia y Trabajo y la Junta de Gobierno del Partido
Colorado15. Tal como afirma Cardozo Rodas:
Estos «dirigentes», dado su sometimiento al aparato represivo
del poder político, entran a formar parte del grupo de elemen-
tos corruptos que hacen de la acción sindical una carrera política,
distorsionando el papel de dirigente en defensa de los intereses
económicos y políticos de los trabajadores a informantes de la po-
licía y la patronal16.
Con la promulgación del primer Código del Trabajo, propiamente
dicho, se consolida la relación Partido–Estado–Movimiento Sindi-
cal ya descrita anteriormente. Esto se detalla con mayor claridad en
la explicación de Nickson:
En agosto de 1961 fue promulgado, por primera vez, un Código
Laboral completo en el Paraguay. En él se institucionalizaba for-
malmente la relación de dependencia del movimiento sindical con
el Estado. Sólo los sindicatos reconocidos oficialmente tenían de-
recho a existir, y las huelgas de empleados del sector público fue-
ron prohibidas. El Departamento Nacional del Trabajo (DNT) del
Ministerio de Justicia y Trabajo fue reorganizado con el objeto de
que ejerciera una vigilancia más eficiente de la actividad sindical17.
15
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 225.
16
CARDOZO RODAS, Victoriano, op. cit., p. 41.
17
NICKSON, Andrew, op. cit., p. 19.
34
El Nuevo Despertar
A partir de afirmaciones como estas, puede verse cómo el sindica-
lismo corporativo fue consolidándose a partir de este gran paso,
además de ser reforzado por otras disposiciones legales, tanto de
carácter constitucional como penal, las cuales sirvieron para coartar
todo tipo de emprendimiento autónomo con relación al régimen18.
Parte de esta legislación permitió además oficializar a la CPT como
el único campo legal de la acción sindical. Así, todo nuevo sindi-
cato debía ser conformado en vinculación con la CPT para lograr
el reconocimiento de las instancias estatales correspondientes. En
caso contrario, el Ministerio de Justicia y Trabajo desconocería su
conformación, manteniéndose la nueva organización recién con-
formada al margen de la legalidad y pasible de las sanciones que
toda la legislación represiva contemplaba.
Todo este proceso de corporativización tuvo como resultado la pa-
rálisis del movimiento sindical, en lo que respecta a su caracterís-
tica central de movilización en defensa de la clase trabajadora. Es
así que la influencia del Estado y del partido de gobierno frenó en
gran parte las iniciativas independientes de los trabajadores, sin
importar que las mismas revistieran únicamente un carácter exclu-
sivamente gremial, al margen de toda influencia político-partida-
ria. Esto queda muy claro en manifestaciones como las de Barboza,
cuando señala que:
18
Entre ellos se pueden citar los artículos 71 y 79, en los cuales se limitaba la libertad de
pensamiento y se establecía la figura del Estado de Sitio. También se establecieron normati-
vas penales que sirvieron como herramientas represivas al sindicalismo independiente. Al
respecto señala Roberto Céspedes: «En casos extremos, se utiliza la Ley 209 de «Defensa de
la Democracia, la Paz pública y la Libertad de las personas» para juzgar a dirigentes políti-
cos y sindicales» (CÉSPEDES, Roberto, 2009, «Autoritarismo, Sindicalismo y Transición en
el Paraguay, 1986 - 1992», Asunción, Germinal-Arandurã, p. 51).
35
Ignacio González Bozzolasco
A partir de 1958 en que el Gobierno interviene a la CPT, lo polí-
tico adquiere una relevancia especial dentro de lo estrictamente
gremial. Las bases siguientes sin fuerza de negociación, y bajo el
amparo de la acusación de subversión utilizada por el Estado y
la patronal, y el temor engendrado en los trabajadores, producen
una casi inmovilización de las actividades sindicales, cuya prolon-
gación no tiene antecedentes en la historia del movimiento obrero
nacional19.
Algo semejante es descrito por Nickson, analizando al movimiento
sindical en el mismo periodo histórico:
Luego del copamiento estatal de la CPT, la eliminación de los ves-
tigios de oposición clandestina dentro del movimiento obrero y
la destrucción del aparato urbano del PCP en 1963, el movimien-
to obrero pasó por una década de intenso control político (1964-
1974). La membresía a sindicatos se estancó y las huelgas se vol-
vieron prácticamente desconocidas. El salario mínimo se mantuvo
constante durante 7 años (1964-1970), aun cuando los mismos da-
tos oficiales mostraban que su valor real había disminuido en un
23% entre el ’64 y el ’7720.
Consolidada la estrategia de contención corporativista implementa-
da por el régimen autoritario de Alfredo Stroessner, el movimiento
sindical paraguayo se vio moldeado por formas muy particulares
que lo restringieron en su crecimiento y consolidación, en cuanto
expresión de la clase trabajadora paraguaya organizada. Dicha es-
trategia fue moldeando un movimiento sindical con determinadas
características, diferentes al desarrollado en otros periodos. Ramiro
Barboza plantea algunas de estas, las cuales recuperaremos breve-
mente a continuación21.
19
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 110.
20
NICKSON, Andrew, op. cit., p. 20.
21
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 183-184.
36
El Nuevo Despertar
La primera característica señalada por Barboza consiste en el hecho
de que toda la organización gremial del país se encuentra estructu-
rada de una manera muy particular, la cual genera que toda orga-
nización sindical de base se encuentre incorporada a la CPT desde
su fundación. Esta central, al ser la única con reconocimiento de las
autoridades competentes, termina aglutinando a la mayoría de los
sindicatos del país.
La segunda característica, resultado de la primera, se refiere al he-
cho de que la formación de los sindicatos se encuentra excesiva-
mente controlada, siendo casi imposible la formación de nuevas
organizaciones sindicales al margen de la CPT y de las autoridades
competentes.
La tercera característica, deducida de las dos anteriores, hace énfa-
sis en el carácter controlador que asume la CPT, convirtiéndose en
el nexo oficial con el gobierno y con la política obrera nacional en su
conjunto. Aclara Barboza que «Las cuestiones internas de los gre-
mios, que no afectan dicha política oficial, suele dejarse a cargo de
los sindicatos»22. Esto termina produciendo una extrema debilidad
de las organizaciones de base, sin incidencia alguna en las orienta-
ciones relevantes para el sector.
Como cuarta característica, el autor señala que este tipo particular
de estructuración del movimiento sindical en general, en extremo
centralizada y con una fuerte influencia del Estado, se mantuvo
inalterable hasta finales de la década de los setenta. Sólo a partir de
ese momento (1979), comienza a producirse una escisión, ocurrida
desde adentro hacia afuera, en la hasta entonces sólida estructura
montada. Dicha escisión comenzará de manera tímida en un pri-
22
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 184.
37
Ignacio González Bozzolasco
mer momento; pero, como veremos en los apartados siguientes, se
generará una grieta que no podrá superarse, ensanchándose cada
vez más.
Los inicios de la crisis del modelo corporativista
A finales de la década de los setenta se inicia un periodo de mayo-
res dificultades para la CPT y sus principales líderes, sostenedores
de la línea corporativista en la organización sindical. Tras años de
denuncia internacional, la Confederación Paraguaya de Trabajado-
res en el Exilio (conocida por sus siglas «CePeTe-e», para diferen-
ciarse de la oficialista CPT), logra un paso importante en la desacre-
ditación internacional de la CPT. En el XII Congreso Mundial de la
CIOSL, que fue realizado en la ciudad de Madrid durante el mes de
noviembre de 1978, la CPT fue puesta en cuestionamiento debido a
que la organización había incurrido en la violación de los Estatutos
del Sindicalismo Libre Internacional. Como consecuencia, tanto la
CIOSL como su articulación regional ORIT, desconocen a la CPT
como interlocutor válido de los trabajadores paraguayos y designa
a la CePeTe-e como representante del Paraguay ante dichas instan-
cias23. La CPT sostendría que la organización, por cuenta propia,
decidió apartarse de estas instancias internacionales de articula-
ción sindical.
Esta situación generó fuertes presiones para la dirigencia de enton-
ces en la CPT, pues este paso tendía a ser el primero en un camino
que de seguro llevaría a la organización a ser expulsada de estas
plataformas organizativas a nivel internacional. Las presiones lle-
varon al entonces presidente de la CPT, Modesto Alí, al punto de
23
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 211.
38
El Nuevo Despertar
hablar sobre la necesidad de una mayor apertura de la central. Pero
esto colocó a Alí en una difícil situación, pues pese a la presión
internacional con fuertes condenas hacia la CPT por su estrecho
vínculo con el gobierno y el Partido Colorado, estos últimos no sos-
layaban esfuerzos en mantener bajo su control a la central obrera.
La situación se volvía más compleja aún si consideramos el alto
deterioro económico que experimentaba el país, lo cual afectaba de
manera directa el poder adquisitivo de los salarios. A este respecto,
Benjamín Arditi y José Carlos Rodríguez manifiestan cuanto sigue:
Alí intentaba aplicar la política estatal entre dos fuegos. Por un
lado, debía enfrentar al rechazo internacional, puesto que la CPT
estaba a punto de ser expulsada de la Organización Regional Inte-
ramericana de Trabajadores (ORIT) y de la Central Internacional
de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) y, por el otro, a las
presiones internas a la propia central dada la inflación desatada
luego de más de quince años de estabilidad monetaria: no se ha-
bía decretado reajustes del salario mínimo y la CPT tampoco se
atrevía a reclamarlo24.
En dicha coyuntura, se constituye una suerte de articulación in-
terna o corriente de opinión, conformada por algunos sindicatos
que comienzan a desarrollar algunas críticas desde dentro de la
central sindical a su dirigencia. Los sindicatos integrantes eran: el
Sindicato de Trabajadores de Paraguay Refrescos S.A. (empresa
más conocida como Coca Cola), el Sindicato Nacional de Trabaja-
dores de la Construcción (SINATRAC), el Sindicato de Empleados
y Obreros del Comercio (SEOC), el Sindicato Nacional de Obreros
Metalúrgicos y Afines (SINOMA), el Sindicato de Periodistas del
Paraguay (SPP), la Federación Nacional de Trabajadores Bancarios
24
ARDITI, Benjamín y RODRÍGUEZ, José Carlos, op. cit., p. 45.
39
Ignacio González Bozzolasco
del Paraguay (FETRABAN), el Sindicato de Obreros Gráficos del
Paraguay (SOGP), la Federación de Trabajadores del Transporte
Colectivo del Paraguay (FETRATRAC) y el Sindicato de la Com-
pañía Algodonera del Paraguay S. A. (empresa conocida por sus
siglas CAPSA)25. Este grupo terminará reconociéndose bajo la de-
nominación de Grupo de los Nueve y trabajará en la producción de
una publicación sindical con el nombre Trabajo, la cual tendrá una
breve duración con sólo cuatro números publicados26.
Las principales reivindicaciones sostenidas por el Grupo de los
Nueve dentro de la CPT eran básicamente dos: la primera, tendien-
te a generar mayor participación democrática dentro de la central
sindical, consistía en la efectiva convocatoria al Consejo de Dele-
gados de la CPT; la segunda, referente al papel reivindicatorio de
los derechos de los trabajadores que debía reasumir la CPT, se cen-
traba en el deterioro del poder adquisitivo de los salarios y la ne-
cesidad de impulsar acciones en pos de un reajuste de los salarios
desde la central sindical27.
Reivindicaciones como las señaladas, aunque tímidas y moderadas
en comparación con las sostenidas por la clase obrera paraguaya en
etapas anteriores de su historia, empezaron a generar conmoción
e intranquilidad en un ambiente sindical organizado, por enton-
ces signado por el corporativismo. Más aún, cuando las mismas
lograron imponerse finalmente en la CPT la reacción de los sectores
corporativistas no se hizo esperar. Acerca de esto, comentan Arditi
y Rodríguez lo siguiente:
25
Ibídem.
26
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 225.
27
ARDITI, Benjamín y RODRÍGUEZ, José Carlos, op. cit., p. 45.
40
El Nuevo Despertar
El reajuste salarial fue solicitado y también fue convocado el con-
sejo de Delegados, inactivo por más de un decenio. Frente a 85 or-
ganizaciones sindicales, algunas de verdad, otras «de papel» (sin
funcionamiento real), se hicieron críticas abiertas a la dirección de
la CPT y a la interferencia gubernamental que impedía el funcio-
namiento sindical de la misma. Hasta ahí se pudo llegar dentro
de la CPT. Porque inmediatamente vino la reacción continuista
contra el aperturismo, que, no obstante la timidez de sus reivindi-
caciones, fue excluido de la central28.
La estructura organizativa de la CPT, al menos a lo que a su élite
dirigente se refiere, se encontraba ya por entonces completamen-
te imbricada en un sistema de dominación perverso que mantenía
un férreo control del sindicalismo por parte de las estructuras de
gobierno y las del Partido Colorado mediante la prebenda, el clien-
telismo y, si lo anterior no bastaba, la represión directa mediante
la fuerza pública. Intervenciones policiales, persecución y exilio de
dirigentes, altos cargos en el gobierno para referentes sindicales afi-
nes, entre otros mecanismos de cooptación y coerción, habían con-
solidado una central sindical sumisa y controlada por referentes
intolerantes ante cualquier atisbo de prácticas sindicales más o me-
nos libres e independientes. A todo esto se debe la fuerte reacción
de la dirigencia de la CPT en contra de Modesto Alí; reacción que,
claro está, contó con el apoyo y el estímulo tanto del gobierno como
del Partido Colorado. Sobre tales reacciones, Villalba señala que:
El secretario general de la CPT, Modesto Alí, pronto se vio sobre-
pasado por el proceso que intentó dirigir. Los miembros «conti-
nuistas» de su propio comité ejecutivo lo denunciaron en un me-
morándum –dirigido al Ministro de Justicia y Trabajo, al Partido
Colorado y a la Policía– por hacerle el juego a la oposición sindical
28
Ibídem, p. 46.
41
Ignacio González Bozzolasco
«febrerista, comunista y demócrata cristiana». Por otro lado, el
grupo aperturista no le permitió liderar su movimiento, ni subor-
dinar el periódico Trabajo. Hay que tener en cuenta que Modes-
to Alí es un jerarca del Partido Colorado, había participado en la
intervención de los gremios de la carne en los años ’60 y trabaja
como gerente en una empresa estatal29.
Como señala Villalba, Modesto Alí intentó navegar entre dos aguas
y no tuvo éxito. Quizás sus intenciones hayan sido las de generar
una apertura moderada en la CPT, a fin de no apeligrar la manu-
tención del rol hegemónico mantenido por la organización al cons-
tituirse, de manera efectiva, como la única central sindical del país.
Todo el conflicto ya descrito entre las posiciones aperturistas y con-
tinuistas permaneció hasta el XIV Congreso Obrero Nacional de
marzo de 1981. En las vísperas de este Congreso se perfilaban ya
con claridad dos posiciones: la aperturista, que planteaba la reelec-
ción de Modesto Alí como presidente de la CPT y había ganado
fuerza con el apoyo a esta candidatura por parte de nuevos sindi-
catos, más allá del Grupo de los Nueve30; y la continuista, repre-
sentada por Sotero Ledesma, un exponente de la Liga de Obreros
Marítimos y Afines del Paraguay (LOMP), que se encontraba a su
cabeza desde la huelga general de 195831. La disputa no se resolve-
ría en el Congreso, ni en debates y confrontaciones entre referentes
y organizaciones sindicales, sino a través de la incursión externa de
instancias gubernamentales y partidarias. A este respecto agrega
Barboza:
29
VILLALBA, Roberto, op. cit., p. 13.
30
Ibídem.
31
NICKSON, Andrew, op. cit., p. 28.
42
El Nuevo Despertar
Todo este proceso interno de apertura, culmina con el enfren-
tamiento directo con las autoridades en vísperas del Congreso
Obrero de 1981, en que el grupo aperturista apoya la reelección de
Modesto Alí a la secretaría de la CPT, y la imposición hecha por
el Ministerio de Justicia y Trabajo, para la designación de Sotero
Ledesma, que Modesto Alí finalmente acata, dejando sin respaldo
a quienes le apoyan. A partir de allí, se inicia un proceso real de
división dentro de la organización, que culmina con el alejamiento
definitivo de varias organizaciones, el retiro del instituto (IADSL)
y la creación posterior del Movimiento Intersindical de Trabaja-
dores (MIT)32.
El retorno de las movilizaciones obreras y la agudización
de la crisis corporativista
El proceso de división señalado por Barboza llevará su tiempo, e
incluso se extenderá por un periodo relativamente largo, superpo-
niéndose con la misma existencia del MIT-P durante una parte im-
portante del desarrollo de este movimiento. Así, durante un perio-
do considerable de tiempo y de acción sindical independiente, en
lo que respecta al menos a algunos actores integrantes e impulsores
del MIT-P, será debatida la posibilidad de emprender una disputa
interna en la CPT y la recuperación de ésta, para llevarla hacia po-
siciones más independientes tanto del Partido Colorado como del
gobierno. Pero este punto será detallado y analizado más adelante.
Ahora nos abocaremos a detallar algunos hechos relevantes que
colocarán a la CPT en una posición cada vez más aislada, tanto
de las bases y organizaciones sindicales verdaderamente activas,
como también de las organizaciones sindicales internacionales que
hasta entonces la reconocían y apoyaban.
32
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 212.
43
Ignacio González Bozzolasco
La primera reacción desatada luego de la injerencia aviesa del go-
bierno y del Partido Colorado en la CPT vino de parte de la ORIT
– CIOSL. Si bien esta organización ya venía tomando medidas que
sancionaban a la CPT, a partir de este momento las mismas se en-
crudecen, cortando toda colaboración y retirando al Instituto Ame-
ricano para el Desarrollo del Sindicalismo Libre (IADSL) del país
en marzo de 1981.
El IADSL estaba presente en Paraguay desde setiembre de 1971,
como parte de un programa de educación sindical de la central
sindical estadounidense Federación Estadounidense del Trabajo
y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL – CIO, por sus
siglas en inglés), contando con fondos del gobierno de los Estados
Unidos33. Detalla Barboza que:
A través del mismo se iniciaron cursos de capacitación, paneles,
seminarios, etc., y se otorgaron becas a los Estados Unidos a sindi-
calistas paraguayos. Consecuentemente, viajaron a dicho país más
de 120 sindicalistas en el periodo de diez años que el proyecto se
mantuvo en el Paraguay34.
Este trabajo, en consonancia con una nueva política internacional
adoptada por los Estados Unidos desde la Administración Carter,
fomentando el respeto de los derechos humanos35, comenzó a ge-
nerar fuertes contradicciones con una CPT que no toleraba los más
mínimos cambios aperturistas hacia prácticas sindicales indepen-
dientes. El IADSL venía trabajando con varios dirigentes sindicales
promoviendo la reivindicación de derechos laborales básicos, tales
33
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 231.
34
Ibídem.
35
VILLALBA, Roberto, 1992, «Cuadernos de Historia Obrera. 1978 - 1991», CDE, Asun-
ción, p. 9.
44
El Nuevo Despertar
como el contrato colectivo, y venía dando cierta cobertura a varios
de los sindicatos que empezaban a desarrollar ciertas posiciones
críticas a las formas de manejo de la CPT36.
Frente al proceso crecientemente aislacionista que comienza a afec-
tar a la CPT, su nuevo presidente, Sotero Ledesma, genera una lí-
nea de acción reactiva tendiente a desarticular, en la medida de lo
posible, los sindicatos adversos:
Sotero Ledesma por un lado no puede menos que continuar el
proceso de apertura iniciado por Modesto Alí, al menos en algu-
nos puntos, como la convocatoria al Consejo de delegados y la
tolerancia a la formación de gremios no directamente controlados
por el oficialismo, pero por otro lado inicia una purga entre todos
los gremios oficialistas que se habían adherido a Modesto Alí y le
habían combatido su candidatura37.
Se da inicio, de esta manera, a una verdadera purga dentro de CPT,
atentando contra aquellas dirigencias sindicales críticas que sir-
vieron de plataforma a los sectores adversos al oficialismo de la
central. Son removidas con éxito las dirigencias del Sindicato de
Cerveceros Unidos, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Construcción y el Sindicato de Revisteros. Mientras que también
fueron impulsados cambios en el Sindicato de Obreros de Molinos
Harineros y el Gremio Textil de Forno y Valle, pero sin finalmente
conseguirlo38.
Es en este contexto donde se enmarca la embestida contra la diri-
gencia del Sindicato de Obreros de Paraguay Refrescos S. A. (cono-
cido popularmente como el Sindicato de Coca Cola). Esta acción,
36
CODAS, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 24 de agosto de 2012.
37
VILLALBA, Roberto, 1982, «Paraguay. Coyuntura Sindical», CDE, Asunción, p. 15.
38
Ibídem.
45
Ignacio González Bozzolasco
en palabras de Roberto Villalba, «viene a desembocar en un nuevo
enfrentamiento gremial que cambia las reglas del juego del sindi-
calismo paraguayo»39. Por su parte, Barboza afirma que «El caso de
la Coca – Cola constituye uno de los antecedentes más interesantes
en cuanto a la apertura de ciertos gremios de la rígida conducción
de la CPT, así como de las consecuencias a que están destinados
quienes desean constituir sindicatos independientes»40.
Este muy sonado caso, que se inició en el mes de julio de 1982,
se generó a raíz de la inauguración de la Planta Tres (en la ciu-
dad de Ñemby, departamento Central) y el traslado de los obreros
que se encontraban trabajando en la Planta Uno (en la ciudad de
Asunción)41. En dicho cambio, alrededor de 200 trabajadores fue-
ron despedidos y tras las presiones y reclamos de los dirigentes del
sindicato, la empresa terminó incluyendo en la nómina de despido
a siete miembros de la directiva sindical. Dicho despido habría sido
realizado con la aprobación y connivencia de las autoridades del
Ministerio de Justicia y Trabajo, así como de la CPT42. A partir de
estas acciones se constituyó un frente único de solidaridad con los
sindicalistas despedidos, que intentó incluir a la mayor cantidad
de organizaciones sindicales posibles sin importar las posiciones
políticas sostenidas por sus principales dirigentes, ya sea a favor o
en contra del régimen autoritario. El caso resulta muy particular,
pues, el entonces secretario general del Sindicato de Coca – Cola,
Gerónimo López, era una persona muy vinculada con posiciones
oficialistas, relacionado con la participación activa en seccionales
39
Ibídem, p. 16.
40
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 276.
41
Ibídem.
42
VILLALBA, Roberto, «Paraguay. Coyuntura Sindical», op. cit., p. 17.
46
El Nuevo Despertar
coloradas y formado como sindicalista en instancias como la CPT
y IADSL43.
A propósito de este caso en particular, así como de las condiciones
en el que el mismo es generado, Barboza menciona cuanto sigue:
Todo ello motivó un movimiento de solidaridad gremial, des-
conocido en los últimos treinta años, por el cual un grupo de 17
sindicatos se adhieren a los trabajadores de la Coca – Cola, para
adoptar medidas tendientes a evitar el despido de los sindicalis-
tas. Entre estas organizaciones cabe mencionar a el Sindicato de
Empleados del Banco Brasil, Nación Argentina, Holandés Unido,
Exterior, Banespa, Londres, Deutsche Bank, Banco Real, Centro de
Obreros Panaderos, Sindicato de Periodistas del Paraguay, SEOC
[Sindicato de Empleados y Obreros del Comercio], Línea 30, Sin-
dicato de Trabajadores de Laboratorio Catedral. Se decide publi-
car una solicitada explicando la posición de los obreros y bajo el
slogan NO TOME COCA – COLA: UN PRODUCTO DULCE HE-
CHO EN BASE A LA AMARGURA DE LOS TRABAJADORES44.
La campaña logró la adhesión de otros sectores de la sociedad, ta-
les como el movimiento estudiantil, y adquirió un importante des-
taque en la prensa con una solicitada publicada en un periódico,
firmada por los sindicatos aliados en solidaridad. Incluso, sectores
vinculados al régimen y al Partido Colorado prestaron importante
apoyo a los sindicalistas de Coca – Cola45. El impacto que obtuvo la
campaña en los consumidores, generó una significativa merma en
el consumo de la bebida, fue por lo tanto una exitosa campaña de
boicot. Señala Villalba que «Al final el triunfo gremial fue comple-
43
CODAS, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 24 de agosto de 2012.
44
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 276.
45
CODAS, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 24 de agosto de 2012.
47
Ignacio González Bozzolasco
to, y la patronal fue obligada a cumplir con lo requerido»46. El exi-
tismo de esta frase se contrapone en cierta medida a lo referido por
otros puntos de vista. Algo más morigeradas son las conclusiones
de Arditi, Rodríguez47 y Codas48 al respecto, que, si bien estiman
como positiva la movilización lograda, señalan también el bajo ni-
vel de organización sindical y la debilidad de las organizaciones,
lo que lleva finalmente a los dirigentes a aceptar la negociación y a
ceder en parte de sus reivindicaciones en esta lucha.
Tiempo después, en enero de 1983, tiene lugar otra acción sindical
conjunta que intenta replicar las acciones de solidaridad emprendi-
das con los dirigentes de Coca – Cola, ahora en la Fábrica Paragua-
ya de Vidrios49. En esta ocasión, se intenta conformar un sindicato y
la empresa reacciona despidiendo a la totalidad de los trabajadores
que figuraban en la lista de los socios fundadores del sindicato.
Pero esta vez, a diferencia del caso anterior con los trabajadores
de la Coca – Cola, ante el llamado de todas las organizaciones que
colaboraron en la campaña anterior, pudo evidenciarse la ausen-
cia de aquellos sindicatos y sectores con mayor proximidad al ré-
gimen. A diferencia del caso anterior, este nuevo sindicato de la
Fábrica Paraguaya de Vidrios no era constituido con el soporte del
IADSL, sus dirigentes no tenían un estrecho vínculo con sectores
de influencia en la estructura del Partido Colorado y, además de
esto, los sectores sindicales independientes que participaron nue-
vamente de esta acción solidaria, como son el SPP y la FETRABAN,
manifestaron ciertas diferencias con relación a la línea estratégica a
46
VILLALBA, Roberto, «Paraguay. Coyuntura Sindical», op. cit., p. 18.
47
ARDITI, Benjamín y RODRÍGUEZ, José Carlos, op. cit., p. 46.
48
CODAS, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 24 de agosto de 2012.
49
VILLALBA, Roberto, «Cuadernos de Historia Obrera. 1978 - 1991», op. cit., p. 20.
48
El Nuevo Despertar
implementar para el desarrollo de una campaña conjunta de defen-
sa de los trabajadores despedidos50.
Este caso terminó en una estrepitosa derrota, sin el reconocimiento
del sindicato ni la reincorporación de los despedidos; además de la
conformación de un nuevo sindicato amarillo por parte de la patro-
nal en la empresa51. Las repercusiones negativas llegaron incluso a
afectar a sindicalistas de otros gremios que desarrollaron acciones
solidarias, como fue el caso de Gustavo Codas, que formaba parte
del SPP y participaba activamente en la campaña de solidaridad. El
mismo fue despedido del diario ABC Color en el que se desempe-
ñaba como periodista52.
Ante esta situación de incipiente accionar reivindicativo por parte
de algunos sindicatos y la falta total de respaldo a los mismos por
parte de la CPT, así como la estrecha vinculación y defensa de los
sectores patronales manifestada por las instituciones del Estado, el
respaldo internacional comenzó a ser cada vez más manifiesto y
explícito, en especial por parte de la Confederación Latinoameri-
cana de Trabajadores – Confederación Mundial del Trabajo (CLAT
– CMT) y de la ORIT – CIOSL. Así, en 1983, es enviada al Paraguay
una delegación de la CIOSL a fin de analizar in situ la situación
sindical en el país, a cuya cabeza se encontraba el dirigente sindical
italiano Enzo Friso53. Báez Mosqueira cuenta cómo, tiempo antes
de la llegada de esta delegación, es interrogado por los organismos
policiales, ya enterados de la venida de los dirigentes sindicales,
acerca de los motivos de la visita. Comenta además que «cuando
50
CODAS, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 24 de agosto de 2012.
51
VILLALBA, Roberto, «Cuadernos de Historia Obrera. 1978 - 1991», op. cit., p. 20.
52
CODAS, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 24 de agosto de 2012.
53
BÁEZ MOSQUEIRA, Víctor, Entrevistado en Asunción el 22 de febrero de 2012.
49
Ignacio González Bozzolasco
llegó Enzo Friso, Sotero Ledesma estaba ahí con su tarjeta en el
aeropuerto, recibiéndole. Y, lógicamente, él tomó la tarjeta y le dijo
“yo no vengo a verlo a usted”, tiró la tarjeta al suelo y salió. Le hizo
un desaire»54. Se hacía manifiesta de esta forma no sólo la preocu-
pación del sindicalismo internacional sobre la situación en el Para-
guay, sino además el profundo rechazo que generaba en tales ins-
tancias las prácticas de la CPT, estrechamente ligada a los intereses
del gobierno, del Partido Colorado y de los sectores patronales.
El proceso de reacciones y cambios relativamente rápidos en el seno
de la CPT, así como la reestructuración de nuevos sectores dentro
del campo sindicalista paraguayo, obedecía a cambios importan-
tes en la conformación social del país, en consonancia con formas
políticas autoritarias del régimen que en lo sindical se expresaba a
través del corporativismo. Al respecto de los cambios acontecidos
en la propia clase obrera paraguaya, José Carlos Rodríguez señala:
Una nueva clase obrera, constituida por los trabajadores de em-
presas formadas durante el «boom económico de Itaipú» (1972-
1981), renovó al sindicalismo en la década de los ’80, aún bajo la
dictadura […] Antes de que ello ocurriera, sólo los gremios de em-
pleados bancarios habían sido capaces de conquistar autonomía,
todavía dentro de la CPT55.
De hecho este sector, el de empleados bancarios, a través de su Fe-
deración (la FETRABAN), será uno de los actores fundamentales
en la conformación del MIT-P y la rearticulación del sindicalismo
independiente en el país.
Ibídem.
54
RODRÍGUEZ, José Carlos, 1989, «Sindicalismo y transición. Paraguay 1989», Asunción,
55
CDE, p. 8.
50
El Nuevo Despertar
Para entonces, el mapa sindical en el país se encontraba ya configu-
rado de una manera diferente al de la década anterior, pudiéndose
definir con claridad al menos cuatro sectores bien diferenciados, tal
como señala Villalba:
[…] a) un grupo de gremios directamente policiales, cuyo centro
es la CPT y cuya función es la usurpación y la inhibición del de-
sarrollo gremial; entre ellos están los gremios de la actual Liga de
Obreros Marítimos,
b) un grupo de gremios colorados, que son los mayoritarios, entre
los cuales se encuentra la Federación del Transporte y el Sindicato
de Obreros Gráficos, cuya obediencia al monolitismo es relativa,
porque además reciben presiones de sus propias bases,
c) el grupo de los sindicatos demócrata-cristianos, entre quienes
están el Sindicato Metalúrgico y fracciones del Sindicato de la
Construcción, y de obreros del Comercio (de Asunción y de Alto
Paraná). Estos no están ni con el grupo de Solidaridad Sindical [se
refiere al grupo citado anteriormente a éste], ni con la CPT,
d) un grupo de sindicatos independientes que tiene un ala gra-
dualista, representada por la cúpula de la Fetraban y la mayoría
de sus gremios, y otro más vanguardista, representado por tres
gremios bancarios y los periodistas56.
La rearticulación del sindicalismo se desarrolló en el contexto ya
descrito, tanto en lo estructural como en lo coyuntural. El mismo
se hallaba signado por las transformaciones sufridas por una clase
obrera dinamizada a partir de los cambios económicos, así como
por una serie de acciones sindicales movilizadoras que, aunque tí-
midas, permitieron vislumbrar tanto los límites como las grietas
existentes en un modelo de sindicalismo que había perdurado por
56
VILLALBA, Roberto, «Paraguay. Coyuntura Sindical», op. cit., p. 19.
51
Ignacio González Bozzolasco
más de dos décadas, siendo funcional al régimen autoritario y ga-
rantizando la desmovilización total de la clase obrera paraguaya.
Luego de las luchas de Coca – Cola y la Fábrica Paraguaya de Vi-
drios, los sindicatos que bregaban por una transformación en el
ámbito económico y gremial, pudieron percibir las trabas y opor-
tunidades que se presentaban en el nuevo contexto. Así, tras análi-
sis y reflexiones, fue surgiendo la propuesta de generar e impulsar
una nueva plataforma organizativa para la construcción de un sin-
dicalismo independiente. A este respecto destacan Arditi y Rodrí-
guez que «Hubo un momento de luchas y vacilaciones debido a
las represiones de 1983, un tiempo de reflexiones y deliberación
en 1984 hasta que, en mayo de 1985, se fundó el Movimiento In-
tersindical de Trabajadores del Paraguay (MIT-P)»57. Víctor Báez
Mosqueira confirma esto, señalando que el año 1984 fue un periodo
de reuniones y reflexiones entre diferentes personas pertenecientes
a distintas organizaciones sindicales, e incluso sectores estudian-
tiles universitarios. Las diatribas y los análisis giraban en torno a
muchos temas, desde las reflexiones políticas más amplias hasta las
acciones sindicales más urgentes para el momento que atravesaba
el país y la economía. Pero todo este proceso de reflexión y con-
tacto entre diferentes actores tuvo sus resultados al año siguiente.
Menciona Báez Mosqueira: «En el ’85 nosotros dijimos “tenemos
que salir a la luz pública, porque si acá hay una represión, nos van
a calificar de grupo subversivo, etc., etc., entonces lo mejor es salir
a la luz”»58. Poco tiempo después, el 1 de mayo de 1985, es lanzado
en un acto público el Movimiento Intersindical de Trabajadores del
Paraguay.
57
ARDITI, Benjamín y RODRÍGUEZ, José Carlos, op. cit., p. 46.
58
BÁEZ MOSQUEIRA, Víctor, Entrevistado en Asunción el 22 de febrero de 2012.
52
Los inicios del
MIT-P
El Nuevo Despertar
La fundación del MIT-P
En un comunicado sin título, varios gremios conjuntos, como el
SINOMA, el SINATRAC, la Coordinadora Nacional de Trabajado-
res (CNT), el SPP, el CEPATE y la FETRABAN, la Agrupación de
Gráficos y Agrupación SEOC, hacían en el mes de abril de 1985 un
llamamiento público a lo que sería el primer acto del MIT-P. Esta
primera declaración, que sería distribuida por los futuros integran-
tes de este movimiento entre diferentes sindicatos días antes de su
lanzamiento público en el Día Internacional de los Trabajadores,
señalaba ya varias de las ideas centrales que lo impulsarían. Entre
ellas, se planteaba:
La historia del movimiento obrero nos habla de que en cada pri-
mero de mayo se realizaban grandes concentraciones de la clase
trabajadora en donde se expresaban propuestas sindicales, econó-
micas, sociales y políticas. Además que los conflictos entre patro-
nales y obreros por las injusticias y las arbitrariedades cometidas
en contra del sector obrero movilizaban no solamente la fuerza de
las organizaciones obreras.
55
Ignacio González Bozzolasco
En contraposición a esto, desde varios años nuestros festejos del
día del trabajador se reducen a asados, diversiones en general,
en donde abunda el alcohol. Generalmente estos actos realizados
en empresas el festejo se hace en forma conjunta entre patrones y
obreros, queriendo demostrar que entre ambos no existen proble-
mas.
Las autoridades ignoran a los trabajadores por sus reivindicacio-
nes básicas, como por ejemplo el salario, constantemente nos en-
frentamos con despidos injustificados o con atropellos por querer
conformar una organización sindical independiente. En contrapo-
sición la prédica común es: «Libertad sindical».
Compañeros, tenemos que entender que la lucha del obrero no es
solamente por el salario, sino por conseguir que el movimiento
obrero pueda presentarse como una fuerza organizada y que a
través de ella se peticionan nuestras necesidades. Somos nosotros
los que debemos asignarnos las tareas de defensa de intereses pro-
pios1.
Tales expresiones nos permiten vislumbrar el espíritu de aquellos
sectores organizados y dirigentes sindicales que impulsaban el ac-
cionar de los nuevos emprendimientos sindicales. El MIT-P sur-
gía entonces como instancia de articulación sindical por mejoras
puntuales, pero además de esto, se reconocía también como parte
de una lucha que les trascendía en el tiempo e intentaba recuperar
sus fundamentales principios rectores. Con respecto a este último
elemento señalado, destacan en su trabajo conjunto Arditi y Rodrí-
guez:
El MIT-P tiene una voluntad explícita de heredar la tradición obre-
ra en su conjunto y no sólo alguna de sus corrientes. Ello se expli-
cita claramente en sus documentos. En uno de ellos, por ejemplo,
1
LLAMAMIENTO DEL MIT-P, en: Archivo CDE.
56
El Nuevo Despertar
se transcribe el manifiesto de la Federación Obrera Regional Para-
guaya (FORP) de 1906, y de la Confederación de Trabajadores del
Paraguay (CTP) de 1939: una de predominio anarquista y la otra
nacionalista, aunque ambas unitarias en su configuración2.
Es así que, movidos por los principios históricos del sindicalismo
paraguayo de inicios del siglo XX, en la mañana del miércoles pri-
mero de mayo de 1985, en la parroquia San Cristóbal de la ciudad
de Asunción, a las diez y media de la mañana, hace su primera
presentación pública el MIT-P. La fundación de este movimiento
fue realizada ante una multitud importante de trabajadores y tra-
bajadoras, muy poco usual en esos momentos en los que los de-
rechos de la libre reunión y expresión pública estaban en exceso
limitados por el régimen a través de la fuerza directa en manos
de la Policía Nacional3. De esta manera, frente a una multitud de
alrededor de quinientos trabajadores y trabajadoras4, exponentes
de la nueva organización dieron lectura a un breve manifiesto fun-
dacional firmado por siete organizaciones sindicales de diferentes
sectores: SINATRAC, SINOMA, CNT, SPP, CEPATE, FETRABAN
y la Agrupación de Trabajadores del Comercio (ATC).
Este manifiesto, hecho público a través de varios medios de comu-
nicación comerciales y organizacionales, resumía las principales
motivaciones que llevaron a sindicatos y referentes sindicales a la
conformación de este movimiento. El mensaje emitido contiene así
al menos tres planteamientos centrales que marcarán el accionar
del MIT-P a lo largo de su desarrollo como instancia de articula-
ción sindical. El primero de ellos se relaciona con las consignas in-
2
ARDITI, Benjamín y RODRÍGUEZ, José Carlos, op. cit., p. 48.
3
CENTURIÓN, Ángel, Entrevistado en Asunción el 4 de setiembre de 2012.
4
EL PUEBLO, «Gremios integraron un movimiento intersindical», 9 de mayo de 1985, p. 2.
57
Ignacio González Bozzolasco
mediatas a ser levantadas por la nueva articulación intersindical,
señalando que
[…] la lucha que corresponde protagonizar a los trabajadores
se orienta, en esta coyuntura, hacia reivindicaciones inmediatas
como ser nuevas leyes que garanticen derechos universalmente
contemplados para los trabajadores y la derogación de aquellas
que de una forma u otra, impiden y obstaculizan el desarrollo de
nuestra actividad, como así también el cumplimiento pleno de los
derechos ya consagrados en nuestra legislación. Para lo cual la
organización y la acción son los medios más acertados5.
El manifiesto continúa afirmando:
Nuestro accionar, entonces, aborda conquistas de imperiosa rele-
vancia que el momento impone, como el logro de un salario justo
que cubra las necesidades fundamentales del trabajador y su fa-
milia, cumplimiento de la jornada de trabajo de ocho horas, esta-
bilidad de los puestos de trabajo, fueros sindicales y otras cuestio-
nes de inmediata necesidad6.
El segundo planteamiento, que es una condición necesaria para
emprender la lucha por las consignas recién esbozadas, hace refe-
rencia a las condiciones democráticas que posibilitan las conquistas
deseadas por las organizaciones propulsoras del MIT-P. Al respec-
to señala el manifiesto cuanto sigue:
Estamos convencidos de que podremos alcanzar estos objetivos
en plenitud, en un marco de genuino ejercicio democrático que
nos permita el espacio requerido para alcanzar tales propósitos
inmediatos y encaminados posteriormente hacia una proyección
5
BOLETÍN INTERSINDICAL, «1º de Mayo nace el MIT-Paraguay», año 1, número 1,
setiembre de 1985, p. 2, en: CDyA, Folio 155, p. 1263.
6
Ibídem.
58
El Nuevo Despertar
más amplia y profunda de plena reivindicación social para los tra-
bajadores7.
Estas declaraciones afirman de manera taxativa el compromiso que
expresaba el MIT-P con las reformas democráticas necesarias en
la sociedad paraguaya de entonces. No se trata sólo de conquis-
tas laborales, sino de establecer condiciones políticas y sociales que
permitieran su real consecución. En este sentido, puede concebirse
al MIT-P como resultado de un contexto autoritario en el cual las
organizaciones sindicales se ven empujadas a generar replantea-
mientos del sistema político en su conjunto, más allá de las punta-
les reivindicaciones sectoriales. Estas ideas son incluso más taxati-
vas en lo estipulado en los primeros estatutos de la organización,
en los cuales la organización se coloca como uno de sus fines:
[…] Contribuir al advenimiento de una democracia participativa,
política, económica y en la que se contemple libertad y democra-
cia sindical, derechos de reunión, socialización, expresión, prensa
y libre circulación de las ideas, sindicalización de los trabajadores
del sector público y privado, derecho irrestricto a la huelga, refor-
ma agraria integral, participación de los trabajadores en la elabo-
ración de la legislación laboral y sistemas educativos, medios de
comunicación social y desmantelamiento del aparato represivo8.
Finalmente, como tercer planteamiento realizado por el MIT-P en
su manifiesto fundacional, se destaca el tema de la unidad de todos
los sectores y agrupaciones sindicales del Paraguay. A este respec-
to, el movimiento lanzaba un mensaje directo y claro a favor de la
construcción de una instancia unitaria de los trabajadores del Pa-
7
Ibídem.
8
ESTATUTOS DEL MIT-P, Artículo 3, Inciso «g», en: CDyA, Folio 126, p. 219.
59
Ignacio González Bozzolasco
raguay, lejos de las divisiones y fragmentaciones de la clase obrera
paraguaya. Así, señalaba el manifiesto de forma tajante y clara:
No pretendemos la creación de una central obrera paralela. Bus-
camos sí la unidad de todos los trabajadores en una central uni-
taria, independiente, democrática y pluralista, cimentada en el fo-
mento y desarrollo de sus bases naturales que son los sindicatos,
sin discriminación ni condicionamientos que desvirtúan los fines
que debe perseguir una central obrera sólida de los trabajadores y
para los trabajadores9.
Este último punto sería objeto de constantes reflexiones y diatribas
en el seno del movimiento, como también en el sector sindical en
general. Y esto debido a que desde la conformación de la CPT, se
fue desarrollando en el movimiento sindical una resistencia impor-
tante a cualquier división, puesto que se había logrado la consti-
tución de una central única después de décadas de lucha obrera
en el país. Incluso después de la división de la CPT luego de la
represión, el exilio de dirigentes y la conformación de la CePeTe-
e, estos dirigentes manifestaban de forma permanente la intención
de recuperar la central. Así, muchos dirigentes oficialistas utiliza-
rían en repetidas ocasiones la acusación de divisionistas contra los
miembros del MIT-P. Pero pese a todas las manifestaciones y de-
bates, la idea de constituir una nueva central ya estaba presente en
las discusiones iniciales que dieron lugar a la creación del MIT-P10,
e incluso se mencionaba de forma clara y taxativa en los primeros
estatutos de la organización como uno de sus objetivos: «Construir
la Central Unitaria de los Trabajadores y para los trabajadores»11.
9
Ibídem.
10
BENÍTEZ MANCHINI, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 29 de agosto de 2012.
11
ESTATUTOS DEL MIT-P, Artículo 3, Inciso «i», en: CDyA, Folio 126, p. 219.
60
El Nuevo Despertar
Los primeros pasos
Las reacciones oficialistas al surgimiento público del MIT-P no se
hicieron esperar. De inmediato representantes del régimen lanza-
ron sus furibundas acusaciones contra el nuevo movimiento y sus
principales exponentes. En una noticia del oficialista diario Patria,
del Partido Colorado, podía leerse la siguiente noticia:
[…] luego del fallido intento de instrumentación de algunos sin-
dicatos obreros, bajo la espuria denominación de SOLIDARIDAD
SINDICAL, de prematura extinción, conocidos agentes del mer-
cantilismo gremial vuelven ahora, instigados por los mismos IN-
TERESES EXTRASINDICALES, a ensayar una nueva farsa con
la implementación de un supuesto «Movimiento Intersindical»
bajo el liderazgo del secretario general de FETRABAN, Sr. Víctor
Báez Mosqueira […] velando la CPT por la efectiva UNIDAD del
movimiento sindical paraguayo se ve en obligación de denunciar
públicamente al secretario general de FETRABAN Sr. Víctor Báez
Mosqueira involucrado en la implementación de un «Movimiento
Intersindical», supuestamente autónomo, que en el fondo no tiene
otra finalidad que la aviesa de producir la ruptura de la unidad de
la clase obrera paraguaya12.
De esta forma, se vislumbraban ya las principales líneas argumen-
tales del ataque que recibirían por parte de la CPT, del Partido Co-
lorado y del gobierno, todos aquellos sindicatos que tratasen de
impulsar un sindicalismo independiente, y en especial el MIT-P.
Atentar contra la unidad de los sectores obreros del Paraguay e
infiltrar al movimiento sindical paraguayo con agentes y elementos
extrasindicales –ya sean éstos organizaciones internacionales o mo-
vimientos de izquierda, tildados de «agentes comunistas»– serán
entonces las normales acusaciones recibidas hasta bien iniciada la
12
DIARIO PATRIA, «La CPT rechaza nuevo intento divisionista», 31 de mayo de 1985, p. 11.
61
Ignacio González Bozzolasco
transición democrática, luego del golpe de Estado de febrero de
1989.
En una situación de indefensión y de constantes ataques de parte
de sectores oficialistas, en el que los sindicatos y referentes sindi-
cales que manifestaban reivindicaciones laborales básicas en favor
de la clase trabajadora recibían como respuesta la más dura repre-
sión por parte del Estado y sus órganos represivos como la Policía
Nacional, la patronal e incluso la central sindical, el nuevo movi-
miento sindical se abocaría a desarrollar un apoyo público a todas
las luchas emprendidas. En dicho contexto, la sola manifestación
pública de la solidaridad, a nivel nacional e internacional, así como
las denuncias acerca de los atropellos a los derechos laborales y sin-
dicales constituían un valioso apoyo para los trabajadores articula-
dos en pos de sus derechos más básicos en un contexto represivo.
Es por este motivo que la promoción de solidaridad por parte de
plataformas sindicales de carácter internacional, así como la cons-
tante observación y conocimiento de la situación de los trabajado-
res y sindicalistas de Paraguay por parte de referentes sindicales de
otros países, se convirtió en una de las tareas principales e iniciales
del movimiento. El MIT-P requería de un soporte internacional que
brindara la legitimidad sindical que le era negada por parte de los
sectores oficiales a nivel nacional, tanto gubernamentales como sin-
dicales, y lo obtuvo rápidamente de mano de la ORIT y de la CLAT.
En julio de 1985 el MIT-P recibe su primera visita internacional ofi-
cial compuesta por representantes de quince organizaciones sindi-
cales pertenecientes a diferentes países del continente13. Tras cuatro
13
La delegación contaba con los siguientes integrantes: Ismael González (presidente de la
Organización Regional Interamericana de la Federación Internacional de Empleados Téc-
nicos y Profesionales – IRO/FIET), Luis Anderson (presidente de la Comisión de Derechos
62
El Nuevo Despertar
días de visitas y contactos con el MIT-P y sus integrantes, la dele-
gación internacional se encargó de dejar en claro su firme apoyo al
movimiento, hecho que tuvo importante repercusión en la prensa
y en sectores gremiales. El semanario Sendero titulaba la noticia de
la visita con la frase: «Espaldarazo internacional a Intersindical de
Trabajadores»14, mientras que el diario Hoy señalaba:
Se iniciaron ayer las deliberaciones entre los miembros de la Mi-
sión Sindical Internacional de Solidaridad que se encuentra en
nuestro país y los representantes del Movimiento Intersindical
Paraguayo.
En esta primera reunión los representantes nacionales explicaron
a los visitantes qué es la Intersindical, cuáles son sus intenciones
sindicales, cómo son recibidos y otros datos referentes al sector
laboral del país […] Según explicaron, el objetivo de esta misión es
brindar el apoyo necesario al Movimiento Intersindical Paragua-
yo. Además, busca establecer contactos y la posibilidad de colabo-
ración permanente para con los gremios fraternos15.
La visita sirvió, más que para una constatación de la situación de
los trabajadores en el país, para dar un mensaje claro al gobierno,
a la CPT y a la sociedad paraguaya en general acerca del posicio-
namiento de la ORIT y de sus organizaciones miembros y afines,
respaldando al MIT-P y desconociendo todo accionar de la CPT en
el ámbito sindical internacional. En un pronunciamiento público,
Humanos y Sindicales de la ORIT), Jesse Fiedman (de la AFL-CIO), Agustín Torres Lazo
(IADSL/AFL-CIO), Jalmo Camacho (Unión de Trabajadores de Colombia – UTC), Miguel
Candore (Central General de Trabajadores de la Argentina – CGT), entre otros.
14
SEMANARIO SENDERO, «Espaldarazo internacional a Intersindical de Trabajadores»,
26 de julio de 1985, p. 11.
15
DIARIO HOY, «“Intersindical” recibe a gremialistas extranjeros», 19 de julio de 1985, p.
13.
63
Ignacio González Bozzolasco
firmado por todos los integrantes de la delegación, se plasmaba
claramente este respaldo:
Nuestra presencia es, además, el fin del aislamiento internacio-
nal de las organizaciones sindicales paraguayas, pues la Confe-
deración Paraguaya de Trabajadores (CPT) perdió su vigencia
internacional por haber sido excluida de los organismos sindica-
les democráticos. A partir de ahora, el Movimiento Intersindical
de Trabajadores (MIT) es para nosotros el interlocutor válido y,
como tal, depositario de nuestra solidaridad en su deseo de par-
ticipar en la elaboración y negociación de los contratos colectivos
de trabajo, el goce de todos los derechos y libertades sindicales,
la vigencia plena de las resoluciones de la OIT, la vigencia de la
libertad de prensa y de expresión como piezas fundamentales de
una sociedad democrática16.
La noticia sobre estas manifestaciones en un matutino comercial,
cuyo propietario tenía importante proximidad con el entonces pre-
sidente Stroessner, bajo el título: «Para ORIT, CPT ya no es inter-
locutora válida sindical»17, puede dar una idea del tipo de impacto
que generó la delegación y sus manifestaciones en los ámbitos polí-
ticos y gremiales de la sociedad paraguaya de entonces.
Pocos meses después, arriba al país una delegación con semejantes
finalidades que la anterior, esta vez en representación de la CMT
y la CLAT18. Esta visita, anunciada también en medios impresos
16
EL PUEBLO, «Pronunciamiento de representantes del sindicalismo internacional», 24 de
julio de 1985, p. 4.
17
DIARIO HOY, «Para ORIT, CPT ya no es interlocutora válida sindical», 22 de julio de
1985, p. 16.
18
El diario Última Hora del 12 de diciembre de 1985, en su página 19, anuncia el arribo de
la delegación conformada por los siguientes miembros: Dagoberto González (senador na-
cional y dirigente del Consejo Central de la Confederación de Trabajadores de Venezuela),
Eduardo García (secretario general adjunto de la CLAT y presidente de la Federación de
Trabajadores Latinoamericanos del Comercio, Oficinas y Empresas Privadas de Servicios
64
El Nuevo Despertar
locales, declaraba también públicamente sus principales objetivos
a través de los medios: «Uno de los temas más importantes a ser
enfocados con los visitantes internacionales será la libertad sin-
dical. Igualmente dialogarán sobre algunos convenios sindicales
entre las dos entidades gremiales internacionales y el Movimiento
Intersindical»19. Ambas delegaciones serán sólo los casos más resal-
tantes de varios gestos de solidaridad y presencia de importantes
referentes del sindicalismo internacional en el país, que se harán
presentes no sólo a los inicios del movimiento sino a lo largo de
todo el proceso de conformación y luego constitución en central
sindical tras la caída del régimen autoritario. También serán muy
frecuentes los viajes y participaciones en eventos internacionales
por parte de representantes del MIT-P, los cuales serían posibles
gracias al importante apoyo de organizaciones fraternas de carác-
ter internacional que, por lo general, cubrirán todos los costos de
dichos traslados.
Pero además de la denuncia internacional de los atropellos come-
tidos contra los trabajadores organizados en el país, así como la
recepción de apoyos y diversas delegaciones del exterior, el MIT-
P se abocó también a desarrollar un activo trabajo de solidaridad
y defensa de la libertad de organización, el sindicalismo indepen-
diente y los derechos laborales. Este apoyo se daba, en especial,
a aquellos sindicatos miembros del movimiento, fortaleciendo sus
bases y sus luchas, ejerciendo una defensa y contestación a la CPT
– FETRACOS), Ernesto Molano Sánchez (secretario general de la Federación Mundial de
Industrias de la CMT), Carlos Custer (miembro del Comité Ejecutivo de la CLAT y diri-
gente de la Asociación de Trabajadores del Estado de Argentina – ATE) y Miguel Gazera
(miembro del Comité Ejecutivo de la CLAT y del Sindicato Fideero de la Argentina).
19
DIARIO HOY, «Para ORIT, CPT ya no es interlocutora válida sindical», 12 de diciembre
de 1985, p. 16.
65
Ignacio González Bozzolasco
cuando ésta atacaba a los referentes sindicales independientes. Así,
los comunicados púbicos, las solicitadas en periódicos comerciales,
los panfletos, publicaciones propias y eventos diversos de forma-
ción sindical, se constituyeron en las herramientas más comunes
del MIT-P20.
Uno de los primeros posicionamientos públicos del MIT-P, abor-
dando una temática de interés para la clase trabajadora, se da con
las irregularidades identificadas en el Banco Nacional de Trabaja-
dores (BNT). El movimiento hará públicos sus cuestionamientos,
irrumpiendo en un ficticio y sosegado ambiente sindical. Podía
leerse en publicaciones periodísticas de entonces cuanto sigue:
El Movimiento Intersindical de Trabajadores del Paraguay mani-
fiesta que las irregularidades, que alcanzan una magnitud alar-
mante, obedecen a innumerables causas, algunas de las cuales se
enumeran: 1) La falta de una participación representativa y au-
téntica por parte del sector laboral en la organización y adminis-
tración del Banco; 2) Una total desconexión de parte de la cúpula
administrativa y su desenvolvimiento con el sector laboral, cada
uno de cuyos miembros, los trabajadores, están contribuyendo al
capital del Banco con el 0,50% de sus salarios, sin que gran parte
de los mismos ni siquiera tenga conocimiento de la entidad banca-
ria y mucho menos de su condición de accionista; 3) Una marcada
falta de control efectivo sobre el manejo administrativo del Ban-
co, contrastando esta falencia con los avanzados mecanismos de
auditoría con que se cuenta en la actualidad y 4) El significativo
descuido en el que se incurrieron los entes públicos responsables
que tuvieron el deber de conocer con tiempo y detalle todas las
deficiencias administrativas que han dado lugar a tan graves con-
secuencias21.
20
BENÍTEZ MANCHINI, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 29 de agosto de 2012.
21
DIARIO HOY, «Movimiento Intersindical se manifestó respecto a BNT», 19 de mayo de
66
El Nuevo Despertar
Con este tipo de expresiones, el MIT-P iniciaba una dinámica de
interacción entre sectores sindicales y gobierno diferente a la que
prevalecía en el país desde las represiones surgidas luego de la
huelga de 1958 y la intervención de la CPT por parte del Estado
paraguayo. El movimiento se propone, pese a sus limitados re-
cursos y ajustados medios, establecer una contraposición desde la
perspectiva de la clase trabajadora sobre aquellas temáticas que le
son centrales a este sector de la sociedad, colocando las críticas y
los puntos centrales del debate. Como veremos más adelante, a lo
largo del presente trabajo, esta será la nota regular del movimiento,
que se irá intensificando y perfeccionando, y que irá también aus-
piciándole cada vez mayor adhesión y prestigio.
En esta misma línea se inscriben los posicionamientos respecto al
pedido de aumento del pasaje en el transporte público de áreas ur-
banas del país, tanto de la capital como en sus alrededores, por par-
te de los sectores empresariales de este rubro. Este tipo de aumen-
tos, tanto en esos momentos como en la actualidad, configuraban
un golpe bajo a toda la clase trabajadora en su conjunto, que se veía
afectada con un aumento considerable en los costos del transporte
y, por consiguiente, una reducción del poder adquisitivo de sus
respectivos salarios. En su comunicado, dado a conocer por algu-
nos medios de la prensa escrita nacional, el movimiento señalaba
que:
[…] considera una falta de patriotismo la pretensión [de los em-
presarios del transporte] de aumentar las ganancias solicitando
aumento de los pasajes, en esta época de crisis económica que exi-
ge sacrificios a todos y por sobre todo soluciones inteligentes, y no
la simple suba de pasajes que para los empresarios es la más fácil
1985, p. 14.
67
Ignacio González Bozzolasco
pero es para el país la más perjudicial […] El Movimiento Inter-
sindical denuncia asimismo, públicamente, lo que técnicamente es
paro patronal (regulada) al disminuir la frecuencia, la cual consti-
tuye una ilegalidad flagrante por tratarse de un servicio público,
lo cual va en directo perjuicio de los usuarios y de los trabajadores
del transporte22.
Otro aspecto importante del accionar del MIT-P a lo largo de sus
primeros pasos como articulación de diferentes gremios sindicales,
es el de solidaridad y apoyo a las luchas emprendidas por diferen-
tes sindicatos y referentes en pos de sus derechos laborales. Varios
son los casos en los que aunaron esfuerzos a favor de estos apoyos,
entre ellos podemos señalar las acciones de solidaridad y apoyo
a los sindicalistas bancarios despedidos. Este hecho, caracterizado
por el despido irregular de trabajadores bancarios de diferentes
entidades, no sólo tiene relevancia por ser la FETRABAN una de
las agrupaciones de mayor peso dentro del movimiento; se debe
principalmente al trabajo de denuncia y organización que realiza-
ron estos despedidos, llegando incluso a organizar una plataforma
conjunta de trabajo denominada «Núcleo de Despedidos»23, adhi-
riendo además a trabajadores de otros gremios que atravesaban
semejante situación. Con relación al despido de los trabajadores
bancarios el MIT-P señalaba, a través de un espacio reservado en
un matutino nacional de la época, cuanto sigue: »
El Movimiento Intersindical de Trabajadores – Paraguay (MIT-
P) expresa su solidaridad con los compañeros bancarios que han
sido despedidos y que desde hace varios meses –en algunos casos
22
DIARIO HOY, «Intersindical repudia pedido de aumento del pasaje», 24 de junio de
1985, p. 20.
23
DIARIO HOY, «Cuando los trabajadores se quedan sin trabajo», 25 de agosto de 1985, p.
4-5.
68
El Nuevo Despertar
dos años–, han venido luchando por su reposición a sus puestos
de trabajo.
Los compañeros despedidos del Banco Sudameris, del Banco del
Brasil y últimamente del BANESPA, luchan por el derecho al tra-
bajo y por el cumplimiento de claras disposiciones legales que han
sido violadas por las transnacionales bancarias.
La lucha de estos compañeros es también la lucha del MIT-P con-
tra el desempleo. Es una lucha por la dignificación del trabajador
paraguayo y por conquistar el derecho a que cada ciudadano se
gane honradamente el pan diario sin depender del humor o de
las alegres manipulaciones de una patronal insensible y de sus
acólitos paraguayos que desde elevados puestos hacen uso de sus
influencias en perjuicio de hogares paraguayos.
El Movimiento Intersindical de Trabajadores reclama también
mayor celeridad en los fallos judiciales. Es indudable que la parte
más débil en la relación laboral es la del sector de los trabajadores,
que muchas veces se ven obligados a aceptar imposiciones patro-
nales injustas por no encontrarse en condiciones de sobrellevar
largos pleitos judiciales. La justicia pronta y barata para los traba-
jadores paraguayos es de imperiosa necesidad24.
Acciones como estas eran consideradas de importancia en la época,
pues se vivían momentos en los que la libertad de expresión era li-
mitada, los problemas sociales en general ocultados ante la opinión
pública y la justicia excesivamente parcial hacia los sectores de
poder. Y siendo el caso de trabajadores de entidades bancarias, la
manifestación pública era aún más relevante considerando la usual
intención de las entidades financieras de proyectar una imagen de
seguridad y ausencia de conflictos a una clientela sensible a la hora
de confiar sus ahorros.
24
DIARIO HOY, «A los compañeros trabajadores y a la opinión pública. Espacio reserva-
do», 25 de agosto de 1985, p. 17.
69
Ignacio González Bozzolasco
Actos semejantes de solidaridad y denuncia, ante atropellos avie-
sos contra los derechos laborales, fueron realizados además a favor
de otros trabajadores de diferentes gremios y rubros. Uno de los
casos más sobresalientes, pues supuso el apresamiento de sindi-
calistas y su asesor legal, fue el de los trabajadores de la Línea 21.
Atropellando la libertad sindical, en setiembre de 1985, efectivos
policiales impidieron la realización de una asamblea del sindicato
y realizaron varias detenciones. Ante tales acciones, el MIT-P de-
sarrolló una intensa campaña de solidaridad, también ocupando
espacios en medios de comunicación escritos. Una de estas apari-
ciones señalaba:
Ante la detención de los gremialistas Sebastián Rodríguez, Félix
Sosa y el abogado Marcial González Safstrand, el Movimiento In-
tersindical de Trabajadores del Paraguay emitió un comunicado.
Manifiesta «su denuncia ante un nuevo atropello cometido contra
la libertad sindical», según expresa.
Igualmente continúa el comunicado: «la detención de los compa-
ñeros Sebastián Rodríguez, Félix Sosa y el abogado Marcial Gon-
zález Safstrand constituye una clara violación del principio de li-
bertad sindical y del derecho de las organizaciones de llevar una
vida autónoma y libre de toda injerencia externa. Es además una
transgresión de los convenios 87 y 98 de la Organización Interna-
cional del Trabajo (OIT) ratificados por nuestro país», expresa el
comunicado25.
Este caso fue de tal envergadura que despertó la solidaridad de
sectores por fuera del sindicalismo, como es el de los gremios es-
tudiantiles universitarios. Una información de prensa por entonces
señalaba:
25
DIARIO HOY, «Sindicalistas detenidos: Presentan Hábeas Corpus», 30 de setiembre de
1985, p. 19.
70
El Nuevo Despertar
Numerosos movimientos estudiantiles y organizaciones gremia-
les se solidarizaron con el Sindicato de Trabajadores de la Línea
21, cuyos asociados vienen atravesando un difícil momento, «so-
portando persecuciones y despidos por parte de la patronal y pre-
siones por parte de la policía», conforme dijeron.
Los movimientos solidarios son Frente Independiente de Estu-
diantes de Ingeniería (FIEI), Frente de Estudiantes de Medicina
(FEM), Frente Estudiantil de Química (FEQ), Frente de Estudian-
tes de Derecho (FED), Frente Independiente de Economía (FIE),
Movimiento Estudiantil de Ciencias y Tecnología (MECYT), Mo-
vimiento Sindical de base del Sindicato de Comercio, Corriente
Gremialista del Sindicato de Periodistas del Paraguay, Sindicato
de Obreros Metalúrgicos (SINOMA), consejo de delegados de Fi-
losofía de la Universidad Católica, Departamento de Sociología de
la UC y Grupo de Trabajadores Solidarios26.
Estas posiciones llevaron al MIT-P con prontitud a un abierto en-
frentamiento con sectores patronales de diferentes rubros, como
fue el caso de los empresarios del transporte agrupados en la Con-
federación de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana
(CETRAPAM). Si bien las escaramuzas ya venían generadas desde
las diatribas al respecto del aumento del pasaje y su impacto en el
costo de vida de los trabajadores, la incursión directa en conflic-
tos obrero-patronales dentro del rubro del transporte habría sido
la gota que rebosó el vaso. Esta agrupación empresarial solicitó,
explícitamente, al Ministerio de Justicia y Trabajo su intervención
urgente para «cortar de raíz la campaña de solidaridad intergre-
mial y popular desatada por pseudo-grupos independientes de
trabajadores y estudiantes, directamente vinculados al extremis-
26
DIARIO ÚLTIMA HORA, «Solidaridad con el gremio de Línea 21», 17 de octubre de
1985, p. 13.
71
Ignacio González Bozzolasco
mo internacional»27; lo que hacía directa referencia a la solidari-
dad realizada por parte del MIT-P, como también de otros sectores
sindicales y estudiantiles del país. Los empresarios no ahorraron
acusaciones ni calificativos a la hora de denunciar a los sectores
sindicales y estudiantiles, tal como se observa en una noticia de un
medio escrito:
La CETRAPAM había expresado al ministro Jacquet, nota de
por medio, que «pese al esfuerzo realizado por el sector pa-
tronal, últimamente se ha desatado una campaña tendien-
te a desestabilizar esa armonía existente, buscando crear
problemas donde no existen. Estos hechos –continúa la
nota– que aparentaban ser producidos por unos que otros
personeros incapaces o inadaptados, aparecen ahora como
una conspiración programada y premeditada, cuyas raíces
evidentemente no están en nuestro país»28.
Con tales expresiones y accionar demostraban su verdadero ca-
rácter los sectores empresariales enriquecidos bajo la sombra y ala
de un régimen que los había cobijado con privilegios. El discurso
de fuerte tinte anticomunista, que veía como subversivo y bajo in-
fluencias extranjeras a todo sector social organizado que reclamase
la vigencia de derechos básicos, será la norma de un régimen en
deterioro, forjado bajo la Doctrina de Seguridad Nacional29 y azota-
do por una crisis económica y política en irreversible avance. No es
27
DIARIO HOY, «CETRAPAM solicitó cortar de raíz campaña de los «pseudo-sindca-
tos»», 22 de octubre de 1985, p. 13.
28
Ibídem. (Negritas en el original).
29
Doctrina militar promovida por los Estados Unidos en el subcontinente americano du-
rante la Guerra Fría. La misma apuntaba a señalar la peligrosidad del enemigo interno,
antes que las hipótesis de conflicto a partir de amenazas del exterior. De esta forma, las
fuerzas militares de la región colocaron su atención en posible surgimiento de movimientos
insurgentes en los países latinoamericanos, movidos por ideas comunistas. Esta doctrina
fue efectivamente promovida a efectivos militares de toda América Latina a través de los
cursos de formación impartidos por la Escuela de las Américas, con sede en Panamá.
72
El Nuevo Despertar
llamativo que sus agentes y benefactores lo repitan con insistencia,
viendo subversión y comunismo en cada sector de la sociedad pa-
raguaya que demuestre signos de inconformidad.
Esta acusación, como muchas otras que se darán en el futuro por
parte de sectores patronales y políticos, será respondida por el
MIT-P de forma abierta y pública, haciendo defensa de su derecho
de organización y lucha por los derechos de los trabajadores del
país, tal como lo estipulaban las leyes nacionales y los acuerdos
internacionales suscritos por el Paraguay30.
Otros casos significativos de soporte y seguimiento a luchas sin-
dicales por parte del MIT-P en este periodo son los emprendidos
con el SINATRAC y el sindicato de CIE. En el primer caso, se da
una persecución constante por parte de la CPT y los organismos
estatales, surgida desde un conflicto en el seno mismo del Sindi-
cato de Trabajadores de la Construcción, en el que una división
en la constitución de la comisión directiva permite la constitución
de dos directivas diferentes: una reconocida y apoyada por la CPT
y los órganos estatales, y otra disidente desconocida, aunque con
importante apoyo de base. Esta división tendrá repercusiones en
diferentes centros de trabajo, en los que exponentes y afiliados de
SINATRAC afines a la comisión directiva disidente sufrirán perse-
cuciones y atropellos. Uno de ellos fue el ocurrido en la construc-
ción de la Represa de Yacyretá por parte del consorcio ERIDAY,
cuando dos delegados sindicales –Juan Carlos Páez e Isabelino Cá-
ceres– fueron despedidos injustificadamente y como parte de una
campaña persecutoria, tal como denunciaban el MIT-P y SINA-
TRAC. Estas organizaciones señalaban:
30
DIARIO HOY, «Comunicado. Espacio reservado», 23 de octubre de 1985, p. 8.
73
Ignacio González Bozzolasco
La medida antisindical cuenta con el estímulo de dos conocidos
agentes de la burocracia cepetista. Ellos son Milciades Giménez
Díaz y Antonio de la Cruz Benítez, quienes desarrollan una cam-
paña de intimidación y proporcionan los despidos de los sindica-
listas que no comulgan con la conducción de la CPT31.
El segundo caso mencionado, el de los trabajadores de CIE, impli-
có también muestras de solidaridad y apoyo por parte del MIT-P,
además de una importante reacción de los organismos de seguri-
dad intentando socavarlo. Es así que una actividad de solidaridad
tan común como la realización de una olla popular en el local de la
FETRABAN, implicó la intervención policial para ser evitada. Ma-
nifestaba en relación a este caso a un medio de prensa Víctor Báez
Mosqueira que:
Generalmente las patronales, como en este caso el CIE, despiden a
la gente por haberse sindicalizado y cuando los trabajadores quie-
ren reaccionar en reclamo de sus derechos se presenta la Policía
para evitar la reunión. [Y agregaba que]: No es la primera vez que
la Policía se presenta en el local a suspender un acto o evitar la rea-
lización del mismo y creemos que ese es un llamado de atención
que debemos hacer a los compañeros trabajadores y en donde se
demuestra, en este caso, la falta de libertad de organización y la
utilización por la patronal de métodos policiales para evitar que
las organizaciones de trabajadores reclamen sus derechos32.
Este caso, al igual que el del abierto conflicto y confrontación con
la CETRAPAM, permite identificar una lógica de funcionamiento
muy particular en la política laboral del régimen, marcada por el
respaldo y defensa de los intereses patronales, utilizando como
instrumentos coactivos tanto los organismos policiales, como los
31
DIARIO HOY, «Denuncian despido de sindicalistas», 17 de noviembre de 1985, p. 6.
32
DIARIO HOY, «“No hay libertad sindical”», 25 de marzo de 1986, p. 14.
74
El Nuevo Despertar
tribunales y la propia central sindical oficialista. Analizando esta
misma lógica represiva en este periodo, señalaba Roberto Villalba
cuanto sigue:
[…] el problema laboral no se inicia en la actividad del Estado ni
se reproduce al ámbito de cuestiones relativas a éste; antes bien, el
problema laboral responde a un estilo de gestión patronal. El mo-
vimiento obrero enfrenta a un empresariado acostumbrado, en su
gran mayoría, a ver en los reclamos obreros problemas relativos al
orden público o al sabotaje económico. Con esto no se niega que el
Estado tiene su propia cuota de responsabilidad. Por el contrario,
se reconoce la labor de gendarme del Estado, sólo que hay que
precisar que éste entra en un juego de complicidad con una suerte
de despotismo patronista que está enquistado, en mayor o menor
grado, en los diversos sectores y ramas de la producción33.
Los conflictos internos
Si bien el MIT-P generó importantes avances en sus primeros me-
ses de existencia y acción pública, no estuvo exento de problemas
y conflictos en su interior. Las desconfianzas, inseguridades e inex-
periencias en la construcción de un nuevo espacio de acción sindi-
cal plural y diversa, en un contexto autoritario y de fuertes restric-
ciones a la organización independiente, marcaron su impronta en
un proceso que no tenía antecedentes en la historia gremial reciente
del Paraguay.
Uno de los primeros y más publicitados conflictos internos fue el
acontecido con el SPP y el CEPATE durante el mes de noviembre
de 1985. Estos gremios denunciaron públicamente su supuesta ex-
pulsión del MIT-P, impidiéndose a sus representantes acceder a
33
VILLALBA, Roberto, 1986, «Cronología del Movimiento Obrero Paraguayo, 1986»,
Asunción, CDE, p. iii (negritas en el original).
75
Ignacio González Bozzolasco
una reunión del movimiento34. Al perecer, el conflicto surgió en
torno a críticas sobre el manejo del movimiento y los compromi-
sos asumidos dentro del mismo –o la ausencia de éstos–, por parte
de algunos de los gremios. Mientras que los gremios denunciantes
hablan de manejos de recursos del exterior por parte de algunos
de los altos exponentes del MIT-P, los referentes del movimiento
cuestionaban la falta de compromiso de estos sectores, los cuales
se manifestaban como observadores y no como miembros plenos,
esquivando las responsabilidades que la membresía implicaba35.
El hecho de que ambos gremios, tanto el SPP como el CEPATE,
coincidan en posicionamientos no era extraño, pues muchos de sus
principales miembros conformaban ambas agrupaciones, siendo
al mismo tiempo periodistas y escritores, músicos o actores36. Este
conflicto terminará con un periodo de distanciamiento entre los
mencionados gremios y el MIT-P, para luego ser reintegrados al
movimiento un año más tarde37.
Un caso diferente es el del Sindicato de Trabajadores de CAPSA,
cuyo distanciamiento se dio en base a un trabajo desde la CPT, en
un intento de debilitar al MIT-P. Tras conversaciones previas en-
tre el Sindicato de CAPSA y la CPT38, este sindicato abandonaría
el MIT-P seducido por las protecciones ofrecidas por parte de los
34
DIARIO HOY, «Denuncian expulsiones en seno del MIT», 11 de noviembre de 1985, p.
12 y EL DIARIO, «El SPP critica a la Intersindical», 13 de noviembre de 1985, p. 43.
35
SEMANARIO ÑANDE, «“El Sindicato de Periodistas no fue expulsado del MIT-P”. EN-
TREVISTA A TRES VOCES», 22 de noviembre de 1985, p. 16.
36
CENTURIÓN, Ángel, Entrevistado en Asunción el 4 de setiembre de 2012.
37
DIARIO HOY, «Al diálogo nacional, popular y al MIT accederá el SPP», 7 de octubre de
1986, p. 20.
38
DIARIO HOY, «Sindicato obrero de CAPSA en diálogo con la CPT», 12 de marzo de
1986, p. 13.
76
El Nuevo Despertar
sectores oficialistas. En su misiva al movimiento, el Sindicato de
CAPSA señalaba:
Analizando concienzudamente, la real situación sindical en el que
por factores de desconocimientos, se ha comprometido el buen
nombre del Sindicato de Trabajadores de CAPSA, y en el que di-
recta o indirectamente se ha involucrado a nuestra representación
dentro del MIT, no existiendo compromiso de orden legal; veni-
mos por este medio a RENUNCIAR a todo cuanto hace relación a
nuestra participación anterior a la fecha.
A la luz de la verdad, hemos analizado a conciencia, que el MIT
no representa una base anténticamente [querría decir, auténtica-
mente] gremial orientada por la vía del orden legal conforme re-
glamentan las leyes laborales y en consecuencia; hemos llegado
a la sana conclusión de que supuesta organización –el MIT–, no
es sino, un pálido reflejo de acciones tendientes a desconectar y
dividir a los trabajadores organizados legalmente39.
Este hecho, formará parte de toda una reacción de la CPT, consis-
tente en desacreditar al MIT-P, dejarlo sin bases y limitarlo en su
accionar. Un titular de periódico nos sugiere esta estrategia cuando
encabeza la noticia con la siguiente frase: «Otro sindicato fuera del
MIT»40. Aproximadamente un año después, el Sindicato de CAPSA
tendrá conflictos con la CPT, por injerencia de ésta en sus instancias
de decisión41, recibiendo el apoyo y soporte de sindicatos y referen-
tes pertenecientes al MIT-P42.
39
CARTA DEL SINDICATO DE TRABAJADORES DE CAPSA, en: CDyA, Folio 45, p.
2271.
40
DIARIO HOY, «Otro sindicato fuera del MIT», 15 de marzo de 1986, p. 17.
41
DIARIO HOY, «La CPT es blanco de duras críticas», 27 de febrero de 1987, p. 19.
42
DIARIO HOY, «Sindicato y sus planes», 17 de marzo de 1987, p. 23.
77
Ignacio González Bozzolasco
Las reacciones en contra del MIT-P y las elecciones en la
CPT
Las mencionadas reacciones de la CPT asumirán una importante
intensidad, en su objetivo de desbancar al MIT-P del apoyo de sus
bases. Estas presiones se realizarían a través de la extorsión me-
diante el no reconocimiento legal de los sindicatos o de sus respec-
tivas directivas. Para el mismo era necesario el respaldo de la CPT,
sin el cual el Ministerio de Justicia y Trabajo no daba su correspon-
diente validación. Allí donde ya estaban reconocidos los sindica-
tos, la CPT impulsaba una corriente a la cual otorgaba la dirección,
desconociendo las asambleas y actos eleccionarios encabezados
por las corrientes disidentes, por más legítimos que éstos fueran.
Con esta acción, invalidaban a los dirigentes críticos a interceder
como negociadores legítimos ante conflictos laborales. Uno de es-
tos casos fue el de SINATRAC, cuya dirección fue desconocida por
la CPT que impulsó una corriente afín43.
Ante estas acciones, el MIT-P recurrió a la denuncia pública como
estrategia defensiva, sacando a la luz los atropellos cometidos con-
tra el sindicalismo independiente por parte de la CPT. En una de
estas denuncias públicas, el MIT-P manifestaba que
[…] la inoperancia de la cúpula que hoy detenta la conducción de
la central obrera la hace impotente espectadora del crecimiento
del MIT. La CPT no encuentra otro medio que la intriga para recu-
rrir a las fuerzas públicas, incitando su intervención para suspen-
der y/o autorizar la realización de reuniones, asambleas y actos
que no comulgan con la conducción cepetista […] prueba de ello
es que el Sindicato Nacional de Obreros Metalúrgicos no ha podi-
do realizar aún su asamblea general ordinaria, la cual es de vital
43
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 477.
78
El Nuevo Despertar
importancia para el desenvolvimiento normal de una institución
sindical. Otra de las formas de esta acción orquestada que atenta
contra la libertad de organización es el despido de varios dirigen-
tes del recientemente fundado Sindicato Nacional de Trabajado-
res del Transporte Colectivo […] tampoco deja de llamar la aten-
ción la falta de reconocimiento de la personería gremial, por parte
de la Dirección General del Trabajo, de las directivas de sindicatos
como SINATRAC, SINOMA, Sindicato Nacional de Trabajadores
del Transporte Colectivo y otros […] quieren liquidar al MIT y a
los sindicatos que lo componen porque ellos quieren despertar de
la larga siesta a que fueron sometidos por una burocracia cepetis-
ta, cuya cabeza de turno, Sotero Ledesma, acompañado de su ca-
marilla, hacen todos los esfuerzos por evitar que los trabajadores
se organicen y reclamen sus derechos44.
Este tipo de presiones, dirigidas a debilitar y hasta liquidar al MIT-
P, fueron constantes por parte de la CPT, el gobierno y el Partido
Colorado. Los controles y atropellos por parte de los organismos
de seguridad serán regulares, así también los apresamientos de di-
rigentes sindicales y los ataques internos a los sindicatos miembros
del MIT-P y sectores afines. Pero el movimiento continuará en sus
esfuerzos de consolidación, llegando al punto máximo de confron-
tación desde su surgimiento el primero de mayo de 1986, exacta-
mente un año después de su fundación.
El primero de mayo y el desafío al régimen
Casi con un mes de antelación, el MIT-P anunciaba ya las activida-
des planificadas para el día de los trabajadores, con actividades pú-
44
DIARIO HOY, «El MIT denuncia una “campaña orquestada”», 13 de febrero de 1986, p.
19.
79
Ignacio González Bozzolasco
blicas y abiertas para diferentes sectores sociales. La información
de prensa señalaba cuanto sigue:
La invitación señala que el día internacional de los trabajadores
coincide con la creación del primer sindicato en el Paraguay –el de
los gráficos– y con el primer año de existencia de la intersindical,
la que de esta manera ha resuelto organizar un acto pacífico a lle-
varse a cabo el 1º de mayo en la plaza Italia45.
A lo largo de los últimos meses, se atravesaba una coyuntura agi-
tada en el país. Un movimiento estudiantil inquieto, salía de las
universidades y establecía acciones solidarias con gremios obre-
ros, a la vez que estudiantes de medicina, médicos y enfermeras
se movilizaban de manera constante e intensa por aumentos para
los pobres salarios del Hospital de Clínicas, así como mejoras gene-
rales para dicha institución, conocida como el hospital de los pobres,
debido a la concurrencia popular al mismo. Es en este contexto en
el que el MIT-P solicita los permisos correspondientes para el acto
del Primero de Mayo, siendo rechazados y sugerida por las auto-
ridades una adhesión al acto promovido por la CPT para el mismo
día en la plaza Uruguaya46.
Si bien los referentes del MIT-P presentaron un recurso de amparo
ante la negativa del permiso, el mismo no fue respondido y los di-
rigentes del movimiento anunciaron que de igual forma realizarían
las acciones planificadas para el Día Internacional de los Trabaja-
dores. Días antes del acto, Víctor Báez Mosqueira declaraba a la
prensa:
45
DIARIO LA TARDE, «Gremios obreros anunciaron programas por el 1º de mayo», 9 de
abril de 1986, p. 14.
46
DIARIO ÚLTIMA HORA, «1º de mayo: El MIT no fue autorizado», 22 de abril de 1986,
p. 13.
80
El Nuevo Despertar
La prohibición existe, pero no obstante nosotros tenemos pensa-
do realizar el acto por el primero de mayo […] lo que haremos
no contradice la Constitución Nacional, sino que al contrario nos
apoyamos en lo contemplado en ella, por lo tanto si se produce
una situación como la señalada [se refiere a una represión], no
será por culpa nuestra, sino la de los que están en contra de la
Constitución Nacional47.
Finalmente, el MIT-P mantuvo la realización de las actividades pla-
nificadas para el Primero de Mayo en la plaza Italia, pero convocó
a la celebración de una misa antes de las mismas, en la iglesia del
Colegio Cristo Rey, a unas cuadras de la mencionada plaza. Pero
el día en cuestión, los trabajadores nunca llegarían hasta la plaza.
El diario El Pueblo titulaba su crónica sobre lo acontecido el Pri-
mero de Mayo, frente a la iglesia del Colegio Cristo Rey, con la fra-
se: «PRIMERO DE MAYO DE LUCHA: BAUTISMO DE SANGRE
DEL MOVIMIENTO INTERSINDICAL»48. La multitudinaria ma-
nifestación que marchó luego de la misa celebrada en conmemo-
ración del Día Internacional de los Trabajadores, fue brutalmente
reprimida por policías y civiles simpatizantes del régimen armados
con garrotes. La crónica del vespertino La Tarde sobre lo aconteci-
do describía cuanto sigue:
Numerosos golpeados, heridos, y detenidos es el saldo que arro-
jó ayer la dura represión policial desatada en contra de los ma-
nifestantes que asistieron al acto organizado por el Movimiento
Intersindical de Trabajadores del Paraguay (MIT-P), al intentar
los presentes (alrededor de mil) en el evento conmemorativo del
47
DIARIO LA TARDE, «“Pese a la prohibición, igual haremos el acto”», 24 de abril de
1986, p. 14.
48
EL PUEBLO, «Primero de mayo de lucha: bautismo de sangre del movimiento intersin-
dical», 7 de mayo de 1986, p. 4.
81
Ignacio González Bozzolasco
primero de mayo, marchar por la avenida Colón rumbo a Carlos
Antonio López […] La acción de las fuerzas policiales en conjunto
con numerosos elementos vestidos de particular, consistió en lan-
zar varias granadas lacrimógenas en contra de los manifestantes,
en momentos en que éstos ya habían dejado de marchar y se en-
contraban sentados en el asfalto. Y al mismo tiempo con un carro
de bomba lanzaban chorros de agua color rojo (desconociendo su
composición), una dotación de más de 400 efectivos irrumpieron
en la manifestación que se estaba desarrollando de manera pací-
fica incluyendo consignas de «no a la violencia», para propinar
duros golpes a todas las personas sin excepción alguna, incluyen-
do a mujeres y a varios trabajadores de la prensa (a pesar de estar
debidamente identificados).
Los manifestantes con mucha dificultad para respirar debido a los
gases, la imposibilidad de dispersarse por estar totalmente acorra-
lados por la policía y ante el apaleamiento de que estaban siendo
objeto, no tuvieron otra alternativa más que ingresar a los hogares
particulares ubicados al costado del Cristo Rey y algunos otros
lograron trepar la muralla de dicho centro educativo, no sin antes
transitar por una «lluvia de cachiporras».
Cuando ya la calle estaba despejada, con los manifestantes dentro
de las casas de particulares y otros en el predio del Colegio, un
grupo de personas civiles que portaban palos y cuerdas trenzadas
irrumpieron en una de las casas, en donde golpearon a los que se
encontraban en el frente de la misma49.
Estos acontecimientos tuvieron una gran difusión e impacto, tan-
to en la sociedad paraguaya como a nivel internacional. La brutal
represión, en especial en un día de relevancia internacional como
es el Primero de Mayo, fue una clara señal de lo que proponía el
régimen a aquellos sectores sindicales que pretendieran desarrollar
49
DIARIO LA TARDE, «Un 1º de mayo con golpeados y varios detenidos», 2 de mayo de
1986, p. 15.
82
El Nuevo Despertar
un gremialismo disidente del oficialismo. Los representantes de la
CPT, con una posición vergonzante, apoyaron la represión, como
demuestran las palabras de Sotero Ledesma a la prensa:
Para una marcha se debe solicitar permiso policial y para utilizar
una Plaza se debe pedir a la Intendencia Municipal, tal como lo
hizo la CPT; si ellos –por los manifestantes– no contaban con el
permiso correspondiente entonces no debían haber realizado la
marcha.
Me parece que así sucedieron las cosas –prosiguió diciendo–, se
les había negado el permiso e igual hicieron; nosotros en cambio,
si recibimos una negativa de las autoridades, jamás intentaríamos
hacerlo; exponer indebidamente a todos nuestros compañeros50.
Al respecto de la marcha, la represión y su impacto comenta Víctor
Báez Mosqueira: «[…] juntamos todo y salimos el Primero de Mayo
del ’86. Y esa movilización salió por todo el mundo, la represión
salió por todo el mundo. Y ahí nosotros cobramos, el movimien-
to sindical cobró otro status. Mucha más atención del movimiento
sindical internacional»51. Por su parte, Gustavo Benítez Manchini
señala:
Realmente lo que eso hace es que le ubica, le posiciona también
eso al MIT; en el sentido que el que se acercaba ahí sabía que ésta
es una organización que es relativamente de vanguardia, que está
con la lucha callejera también, y bueno, llegado el momento se en-
frenta a la policía. No es una cuestión que estamos solamente con
las mejoras del salario y nada más, sino también con modificar la
estructura del Estado. En ese sentido, fue muy buena esa acción
[…] Aparte de un mensaje gremial daba un mensaje político tam-
bién. Y realmente a partir de ahí también el MIT era considerado.
50
DIARIO LA TARDE, «CPT “La manifestación había sido prohibida”», 2 de mayo de
1986, p. 14.
51
BÁEZ MOSQUEIRA, Víctor, Entrevistado en Asunción el 22 de febrero de 2012.
83
Ignacio González Bozzolasco
El dirigente político, el dirigente gremial que venía del exterior te-
nía que hablar con la gente del MIT. No era la CPT, la CPT estaba
muerta internacionalmente. Fue declarada una central indeseable.
Con la estampilla paraguaya mafiosa de aquellos años52.
Podría decirse que los eventos de mayo de 1986 fueron el bautismo
de fuego del MIT-P. La nueva organización había surgido con la
intención de confrontar al régimen y lo había demostrado. Además
este mensaje había quedado claro para todos: para sus miembros,
para la prensa, para el gobierno, para la CPT y para todos los que
quisieran enterarse de lo sucedido en la sociedad paraguaya en los
espasmos finales del largo régimen autoritario del general Alfre-
do Stroessner. De ahí en adelante, el movimiento no miraría hacia
atrás para abocarse de lleno a su consolidación.
52
BENÍTEZ MANCHINI, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 29 de agosto de 2012.
84
La consolidación
del MIT-P
El Nuevo Despertar
Luego de la represión del Primero de Mayo de 1986, los referentes
y organizaciones sindicales del MIT-P pudieron constatar en carne
propia las reacciones que el régimen autoritario estaba dispuesto
a desatar, así como también las posiciones que los jerarcas de la
CPT asumirían ante la represión de trabajadores organizados. Los
representantes del régimen demostraron estar dispuestos a utili-
zar las fuerzas públicas para delimitar cualquier tipo de expresión
social que le fuera crítica y adversa –como fue también el caso de
las represiones a trabajadores del Hospital de Clínicas y a secto-
res estudiantiles organizados–; mientras que los jerarcas de la CPT,
completamente abyectos a las autoridades del gobierno y del Parti-
do Colorado, se evidenciaron dispuestos a socavar las acciones de
trabajadores organizados y a avalar su represión, si así lo requiriese
la coyuntura.
Todos estos acelerados acontecimientos afectaron de manera cru-
cial al MIT-P, reafirmándolo como espacio articulador de organiza-
ciones sindicales de base. Podríamos afirmar que se inicia así una
nueva etapa en el desarrollo de este movimiento, marcada por la
convicción por parte de los sectores que lo componían, de que no
87
Ignacio González Bozzolasco
existía marcha atrás y que era necesario e imperioso para el sindi-
calismo paraguayo trabajar por la consolidación del MIT-P. Esta
consolidación estuvo caracterizada por al menos tres ideas funda-
mentales: la primera, consistente en la necesidad de impulsar el
movimiento hacia la conformación de una nueva central, visto el
accionar y cooptación completa de la CPT por parte del gobierno y
del Partido Colorado –dicho planteamiento, presente desde la fun-
dación misma del movimiento, comenzará a ganar cada vez más
fuerza dentro del mismo hasta tornarse predominante–; la segun-
da, referente a la nula defensa de los intereses de la clase trabaja-
dora paraguaya por parte de la CPT, hace hincapié en la necesidad
de fortalecer el trabajo gremial consolidando sindicatos de base,
creando nuevos sindicatos e impulsando acciones concretas en de-
fensa de los trabajadores, los cuales se encontraban cada vez más
azotados por la creciente crisis económica; y la tercera, centrada
en la necesidad de impulsar una efectiva transición a la democra-
cia, pues el régimen autoritario generaba condiciones restrictivas
y opresivas sobre la clase trabajadora organizada, que socavaban
los intentos de articulación sindical y lucha por los derechos de los
trabajadores del Paraguay1.
Si bien tales ideas ya eran elemento de debate y discusión en el seno
del MIT-P, tras los acontecimientos de mayo de 1986 empezaron a
consolidarse bajo las líneas ya descritas. Así, podrá identificarse en
todo el proceso que desde aquí se desató –al cual denominamos
como de consolidación del movimiento–, acciones tendientes a for-
talecer al MIT-P mediante la consolidación de sus bases y amplia-
ción de las mismas. Esto será acompañado de una abierta confron-
tación a la CPT y al régimen autoritario, además del desarrollo de
1
ROJAS, Bernardo, entrevistado el 12 de setiembre de 2012.
88
El Nuevo Despertar
acciones solidarias con otros espacios organizados en lucha en pos
de transformaciones democráticas en la sociedad paraguaya.
Parte de este trabajo de confrontación y debilitamiento del régi-
men fue la campaña internacional de denuncias sobre la violación
de derechos sindicales y humanos emprendida por el MIT-P, así
como la difusión de las restricciones a las libertades democráticas
más esenciales. Tales denuncias, realizadas a través de las organi-
zaciones sindicales internacionales y las centrales fraternas de otros
países, empezarán a dar resultados a lo largo del año 1986. Entre
los casos más destacados, como producto de la acción internacio-
nal solidaria con el sindicalismo independiente en el país, podemos
mencionar el de las sanciones del gobierno de los Estados Unidos
al Paraguay.
Las sanciones de los Estados Unidos
El gobierno de los Estados Unidos, a través del Sistema de Prefe-
rencias Generalizadas (conocido por sus siglas SPG), consideraba
una lista de países en vías de desarrollo que se beneficiaban con
exenciones impositivas en sus exportaciones a este país. Este siste-
ma, todavía implementado por los Estados Unidos, había incluido
al Paraguay entre sus beneficiarios. Pero, tras las denuncias recu-
rrentes por parte de sectores sindicales independientes del país a
nivel internacional y la presión de la AFL-CIO sobre el gobierno
norteamericano, Paraguay terminó siendo excluido de la lista, bajo
el argumento del irrespeto a la libertad sindical, en los inicios del
año 19872.
2
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 1, enero de 1987, CDE,
Asunción, p. 3.
89
Ignacio González Bozzolasco
Si bien los primeros informes referentes a la posibilidad de sanción
surgieron con relativa antelación durante el 1986, las autoridades
paraguayas desestimaron el impacto que las denuncias de las or-
ganizaciones sindicales locales podrían tener en la comunidad in-
ternacional y, en especial, en los Estados Unidos3. Pero cuando di-
chas medidas de sanción parecían avanzar, comenzaron a generar
preocupaciones en esferas gubernamentales del país. Al respecto,
señala Villalba que
[…] en el momento de conocerse que la medida era inminente –ju-
lio ‘86– el ministro de Relaciones Exteriores entendió la gravedad
del caso y convocó a una reunión para considerar el tema en la
cual participaron los ministros de Justicia y Trabajo e Industria y
Comercio; y, el embajador norteamericano en nuestro país, Clyde
Taylor4.
Pero las explicaciones del gobierno al embajador de los Estados
Unidos parecían no comprender el viraje político surgido en la di-
plomacia norteamericana para la región a partir del gobierno de
Jimmy Carter. Las miradas complacientes, evasivas ante las me-
didas represivas y atentatorias contra los derechos humanos, jus-
tificadas por los discursos macartistas5 y la Doctrina de Seguridad
Nacional, ya no eran argumento válido de la represión al movi-
miento obrero. Con una mirada más crítica, ya no complaciente,
las excusas vertidas por el Gobierno Nacional no fueron aceptadas.
3
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 232.
4
Ibídem.
5
En relación a la política persecutoria a los comunistas y sus ideas desarrollada en los Es-
tados Unidos por el senador Joseph McCarthy, durante la década de los cincuentas. A partir
de una denuncia de infiltraciones en el gobierno norteamericano y movido por teorías
conspiratorias, este senador llevó adelante una verdadera caza de brujas, a partir de prácti-
cas inquisidoras que colocaron a decenas de figuras públicas de todo tipo en el banquillo de
los acusados.
90
El Nuevo Despertar
Tal como plantea Villalba: «La resolución norteamericana y el poco
crédito a los argumentos oficiales sobre el particular resultaron cla-
ros con la sanción dada a conocer los primeros días del mes de
enero [de 1987]»6.
Antes de la decisión final por parte del gobierno norteamericano,
arribó al país el subsecretario de Estado de los Estados Unidos,
Dr. Robert Gelbard, quien se reunió con autoridades locales y re-
ferentes del MIT-P. Según destaca una información de prensa, el
delegado internacional indagó acerca del irrespeto a las libertades
sindicales en Paraguay, los atropellos a trabajadores en proceso de
sindicalización, detenciones arbitrarias, cercos policiales y falta de
reconocimiento de ciertos gremios7.
Las reacciones locales a las sanciones norteamericanas no se hicie-
ron esperar, teniendo como centro de sus ataques al MIT-P y sus
principales referentes. Así, el movimiento fue acusado por parte de
autoridades nacionales de promocionar la intervención extranjera
y atentar contra los intereses nacionales8. Con epítetos más crudos,
el periódico del Partido Colorado –el diario Patria–, bajo el título
de «Legionarismo y MIT», afirmaba que «ya los directivos instru-
mentados a la izquierda y a la oposición irregular del MIT y sus
adláteres han conseguido lo que venían planteando al gobierno
de Reagan: Trabas a los productos paraguayos en los EE.UU. de
América»9.
6
Ibídem.
7
DIARIO ÚLTIMA HORA, «Se reunió con gente del MIT», 23 de julio de 1986, p. 8.
8
DIARIO HOY, «El MIT-P reaccionó ante imputaciones», 18 de julio de 1986, p. 15.
9
DIARIO PATRIA, «Legionarismo y MIT», 20 de enero de 1987, p. 24.
91
Ignacio González Bozzolasco
La represión como respuesta
Las reacciones internacionales, así como el impacto que cobró la re-
presión del Primero de Mayo en varios países del mundo, genera-
ron por parte del régimen una agudización de las acciones represi-
vas, aunque las mismas cambiaron sutilmente en su forma. Podría
decirse que tanto la CPT como el gobierno a través de sus órganos
de control y represión desarrollaron una acción más focalizada. La
misma se centraría en los sindicatos de base y los principales diri-
gentes sindicales. En otras palabras, al parecer, la represión afinaría
sus procedimientos y mecanismos.
Dicho afinamiento se evidenciará a partir del tipo de represión
desarrollada en contra de los sectores sindicales independientes.
Como se verá más adelante, el acto del Primero de Mayo de 1987,
a un año de la represión, será permitido sin limitaciones ni contro-
les. Pero, en contrapartida, serán desarrolladas acciones puntuales
centradas en restar sustento de base a todo emprendimiento que
tendiera a consolidar un sindicalismo crítico e independiente de
la CPT. Entre ellas podrán identificarse al menos cuatro tipos: el
no reconocimiento de sindicatos independientes por parte de las
instancias oficiales; la generación de sindicatos paralelos –o amari-
llos–, en sectores o empresas en los que ya existían sindicatos inde-
pendientes consolidados; controles policiales directos a sindicatos
independientes, trabando reuniones e impidiendo actividades con
la utilización de la fuerza pública; y, por último, el acoso constante
y apresamiento de los principales referentes sindicales, tanto a los
de base como a los del MIT-P. Ante tales medidas, las reacciones
por parte de las organizaciones y referentes del MIT-P se centrarán
en el fortalecimiento de sus bases, la solidaridad con las luchas gre-
92
El Nuevo Despertar
miales y democráticas, así como en la continuación de las acciones
de denuncia a nivel internacional.
Casos como los del SPP y el SINATRAC son claros ejemplos del
trabajo emprendido por el régimen, por medio de las instituciones
oficiales y la CPT, en el desconocimiento de sindicatos. El primer
caso, fue de importante destaque público debido al rubro en el que
ejercían sus actividades laborales la absoluta mayoría de sus inte-
grantes: los medios de comunicación. Este sindicato, desde 1979 de
forma constante, peleó su reconocimiento oficial en instancias del
Ministerio de Justicia y Trabajo sin éxito10. Y, como veremos más
adelante, no sólo fue víctima de atropellos de este tipo, sino que
además tuvo que afrontar la creación de sindicatos amarillos y el
constante apresamiento de sus dirigentes.
El caso de SINATRAC, semejante al recién descrito, data también
de tiempo antes de la conformación del MIT-P. Si bien la existencia
de este sindicato se remite al año 195311, en el año 1984 se desarrolla
una polémica con la CPT y el gobierno en torno a su reconocimien-
to legal luego del intento de creación de una nueva base sindical en
la empresa estatal Aceros del Paraguay – ACEPAR. Los conflictos
desatados a raíz de este hecho serán cruciales para la participación
de este gremio en la posterior conformación del MIT-P12.
El hostigamiento a este gremio se desata cuando varios de sus di-
rigentes son apresados, en agosto de 1984 en la localidad de Villa
Hayes, cuando se disponían a conformar el Comité de Obra de los
Trabajadores de ACEPAR, entonces en plena etapa de construc-
10
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 284.
11
Ibídem, p. 479.
12
ROJAS, Bernardo, entrevistado el 12 de setiembre de 2012.
93
Ignacio González Bozzolasco
ción. Los cinco sindicalistas detenidos fueron apresados sin expli-
cación alguna y mantenidos bajo prisión en una guarnición militar
en la localidad de Cerrito, Chaco paraguayo13. Si bien el sindicato
tenía relaciones históricas con la CPT, sus referentes principales de-
clararon entonces a la prensa escrita, ante los hechos señalados, que
el sindicato «no está afiliado a la Central Obrera, ni tampoco están
reconocidos sus dirigentes por la Dirección del Trabajo»14. Esta si-
tuación acaba dividiendo la organización y semanas después, en
setiembre del mismo año, en connivencia con la CPT, logra su re-
conocimiento por parte de la Dirección General del Trabajo otra
dirección de SINATRAC, integrada esa última por miembros dife-
rentes a los que componían la hasta entonces existente. Este hecho
significó la primera división del gremio luego de varios años de
lucha.
Como ejemplos de la estrategia de conformación de sindicatos ama-
rillos desarrollada también por el régimen, pueden mencionarse
los casos del SPP y el Sindicato de Trabajadores de la Construcción
de Yacyretá – SINTRACY. Si bien, como ya fue mencionado, el SPP
había realizado una insistente gestión ante las instancias oficiales
del gobierno para lograr su reconocimiento legal desde su creación
en 1979, el mismo no había logrado éxito en sus gestiones. A lo
largo del año 1986, con un escenario internacional muy diferente y
con el reconocimiento por parte de organizaciones sindicales fra-
ternas, el sindicato reforzó sus gestiones de reconocimiento sin éxi-
to alguno. La respuesta efectiva por parte de la CPT y el gobierno,
ante estas insistencias fue la creación de un sindicato paralelo con
escasa base gremial, bajo el nombre de Unión Nacional de Traba-
13
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 479.
14
DIARIO HOY, 22 de agosto de 1984, en: BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 479.
94
El Nuevo Despertar
jadores de la Prensa – UNTP. Este gremio, con nula representación
efectiva, recibió su inmediato reconocimiento legal por parte de la
Dirección Nacional del Trabajo en octubre de 198615.
Los sucesos que envuelven al SINTRACY presentan fuertes simili-
tudes con lo recién descrito. Este sindicato, fundado en setiembre
de 1986, había presentado sus documentos de reconocimiento en
ese mismo mes sin recibir respuestas favorables por parte de las
instancias oficiales. En diciembre del mismo año, sin respuestas
aún para el SINTRACY, es aceptada por el Ministerio de Justicia y
Trabajo la Unión de Trabajadores con Contrato Paraguayo de Eri-
day-Ute – UTCPEV, gremio afín a las directivas de la CPT. El hecho
de haber conformado un sindicato amarillo fue denunciado públi-
camente por parte de los representantes del SINTRACY, afirmando
que dicha constitución contó incluso con la asesoría del comisario
Juan Duré Castillo16.
Por otra parte, son variados también los ejemplos que pueden ci-
tarse de constantes interrupciones y prohibiciones de reuniones
como respuesta a la represión de base desarrollada por el régimen.
Además de las constantes amenazas y acciones represivas sufridas
por los gremios del Hospital de Clínicas, otras agrupaciones de ca-
rácter sindical próximas al MIT-P fueron víctimas de permanentes
acosos por parte de la CPT y los organismos policiales. A modo de
ejemplo, vale mencionar la descripción realizada por el Informati-
vo Laboral sobre un caso de interrupción de una actividad sindical:
El día miércoles 18 de febrero, mientras se desarrollaba un curso
de capacitación sindical, irrumpieron en el local del gremio: So-
15
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», número cero, diciembre de 1986, CDE,
Asunción, p. 5.
16
BARBOZA, Ramiro, op. cit., p. 485.
95
Ignacio González Bozzolasco
tero Ledesma Srio. Gral. de la CPT, Porfirio Giménez, Cándido
Benítez Mora, Valentín Núñez miembros del comité ejecutivo de
la CPT. Estos estuvieron acompañados por el diputado nacional
colorado Salvador Vera, el senador nacional Manuel Frutos Pane,
Srio. de comisión de Asuntos Obreros del Partido Colorado y el
juez de Paz de Capiatá Ranulfo Hellman. Estos procedieron a in-
terrumpir la «pacífica jornada de educación sindical e intimaron a
su Srio. Gral. a que renuncie y clausure el local sindical»17.
Por último, como otros testimonios que dan prueba de los men-
cionados acosos constantes y apresamientos a los principales refe-
rentes sindicales, tanto a los de base como a los del MIT-P, podrían
ser mencionados varios ejemplos que irían desde antes del periodo
aquí analizado hasta los finales del régimen autoritario en febrero
de 1989. Nos limitaremos aquí a mencionar la información provis-
ta por parte del Informativo Laboral de diciembre de 1986. Sólo
en ese mes, esta publicación habla de la detención de veintinueve
sindicalistas de diferentes gremios, reportando que ocho de éstos
habían sido apresados arbitrariamente y sin proceso alguno18. Esto
demuestra el tipo de atropellos cometidos por parte de las autori-
dades gubernamentales y los órganos de seguridad en el correr de
un mes durante el periodo aquí analizado.
Todas las medidas represivas implementadas, además de mecanis-
mos de coerción, eran intentos de cooptación de los sindicatos di-
sidentes y sus líderes, para lograr reincorporarlos nuevamente a la
disciplina de la CPT. Hacerlo resultaba especialmente relevante en
esta coyuntura, pues la central se hallaba en pleno proceso prepa-
17
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 3, marzo de 1987, CDE,
Asunción, p. 10.
18
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», número 0, diciembre de 1986, CDE, Asun-
ción, p. 3.
96
El Nuevo Despertar
ratorio para la realización de su Congreso y la elección de nuevas
autoridades.
Las elecciones en la CPT
El XVI Congreso Obrero Nacional, que elegiría a las nuevas auto-
ridades de la CPT para el próximo periodo, fue fijado para los días
27 al 29 de marzo de 1987; pero la presentación de las candidaturas,
así como las disputas entre las diferentes fuerzas, se hace pública
varios meses antes. Los dos congresos anteriores19 fueron realiza-
dos sin mayores pujas, en especial el último de ellos. En ambos ca-
sos, como ya era regla desde la intervención de la central por parte
del gobierno en 1958, las candidaturas fueron impulsadas desde
las cúpulas gubernamentales y del Partido Colorado –no desde las
bases y organizaciones sindicales–, y en esta ocasión las elecciones
no fueron la excepción. Si bien surgieron dos candidaturas, ambas
utilizaban como epicentro de su discurso de campaña las lealtades
que profesaban al régimen. Finalmente, las autoridades termina-
ron apoyando el completo statu quo dentro de la central, decidién-
dose la continuidad del entonces presidente Sotero Ledesma20. Ni
siquiera se realizó una verdadera contienda electoral a lo largo del
Congreso, pues el candidato que no gozó del apoyo político termi-
nó retirando su candidatura días antes del acto eleccionario21.
Al respecto del Congreso Obrero, el Informativo Laboral del mes
de marzo de ese mismo año señalaba que el mismo «[…] no tuvo
19
Llevados a cabo en los años 1981 y 1984.
20
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 3, marzo de 1987, CDE,
Asunción, p. 4.
21
DIARIO HOY, «Lopito retiró candidatura para conducción de la CPT», 10 de marzo de
1987, p. 8.
97
Ignacio González Bozzolasco
un significado importante a nivel de las organizaciones obreras,
por el contrario el evento se lo ha entendido más bien como un acto
político partidario»22. Por su parte, los referentes principales del
MIT-P planteaban, públicamente y de antemano, que el congreso
no desembocaría en resultados de relevancia para los trabajado-
res paraguayos. Al respecto, declaraba Víctor Báez Mosqueira a un
matutino cuanto sigue:
La CPT es una correa de transmisión de los intereses patronales y
del gobierno. Este próximo congreso no va a aportar nuevas ideas
ni nuevas líneas para la central obrera. En el libreto figuran, como
siempre, las peroratas en contra de los malos paraguayos que sólo
buscan agitar y que responden al extremismo internacional y las
adhesiones a la política laboral del gobierno nacional23.
Esto no sólo era impresión de referentes sindicales críticos, sino
que incluso fue tema de editorial de periódicos comerciales de en-
tonces, lo que demuestra en cierta forma que las prácticas del go-
bierno, del Partido Colorado y la CPT eran cada vez más evidentes
y llamativas ante la ciudadanía en general. En su ejemplar del 26 de
marzo, el entonces vespertino Última Hora editorializaba sobre el
Congreso Obrero señalando que «Los escarceos hechos para demo-
cratizar la Confederación no han dado resultado y posiblemente no
se conseguirán objetivos saludables en tanto continúen los factores
anómalos […] y que atan la entidad a los intereses políticos»24.
Opiniones de este cariz obedecían al tipo de campaña realizada por
los sectores en pugna tiempo antes de la realización del Congreso.
22
Ibídem, p. 3.
23
DIARIO HOY, ««El retiro de Lopito no es extraño»», 13 de marzo de 1987, p. 17.
24
DIARIO ÚLTIMA HORA, 26 de marzo de 1987, en: VILLALBA, Roberto, «Informativo
Laboral», año 1, número 3, marzo de 1987, CDE, Asunción, p. 3.
98
El Nuevo Despertar
Durante este proceso, los candidatos a presidir la CPT no debatie-
ron la problemática obrera en el país, el impacto de la crisis en los
salarios ni mucho menos la falta de libertad sindical que afectaba
a varios gremios locales. Muy por el contrario, la campaña giró en
torno a los ataques personales y el intento de demostrar su mayor
compromiso con el régimen autoritario. Así, por ejemplo, en un
comunicado público en el cual el grupo que sostenía la candidatura
de Tomás López, en contra del ya presidente Ledesma, respondía a
las acusaciones vertidas por este último, señalaba:
[…] con relación a la acusación de Sotero Ledesma de que nuestro
candidato es usado como idiota útil de sectores sindicales subver-
sivos, le manifestamos que nuestro candidato, compañero Tomás
López, ha sido formado en dos organizaciones internacionales an-
ticomunistas, siendo condecorado por el gobierno de la República
de China Nacionalista por su participación en la misma. También
el compañero López es activo militante del Grupo de Acción Anti-
comunista que lidera el doctor J. Eugenio Jacquet, ministro de Jus-
ticia y Trabajo. El Sindicato de Obreros Gráficos del Paraguay [del
que proviene López], es el único sindicato del Paraguay que cuen-
ta en su sede una organización anticomunista bien definida (Cau-
sa Paraguaya) y que por rara casualidad molesta al señor Sotero
Ledesma, quien nos difama y nos endilga apelativos inmerecidos
por el solo hecho de definirnos como nacionalistas, demócratas,
católicos y anticomunistas25.
Estas concepciones y líneas argumentales continuarán siendo la
constante en la CPT, en el gobierno y en gran parte de la dirigencia
del Partido Colorado. Podríamos incluso afirmar que se manten-
drán con vigencia hasta la actualidad para ciertos sectores sociales
25
DIARIO HOY, «Comunicado de la Lista de Lopito. Se tiran con todo en contra de Sote-
ro», 22 de febrero de 1987, p. 13.
99
Ignacio González Bozzolasco
y políticos conservadores; esto sin importar las transformaciones
surgidas a nivel global, las consolidaciones democráticas en la re-
gión y el fin de la Guerra Fría que había promovido en todo el con-
tinente este tipo de líneas de pensamiento.
Por su parte, el MIT continuará con su proceso de consolidación
y fortalecimiento, el cual podía evidenciarse por el sostenimiento
de la organización en sus reivindicaciones pese a las adversidades
afrontadas, así como el continuo, aunque lento, crecimiento en sus
bases.
El primero de mayo: un año después de la gran represión
Luego de las repercusiones que generó la gran de represión del
Primero de Mayo de 1986 –las noticias e imágenes de la represión
habían recorrido el mundo entero–, el gobierno comprendió que
una nueva represión en similares circunstancias sería contrapro-
ducente, tal como quedó demostrado con las posteriores sanciones
generadas por los Estados Unidos a raíz de las denuncias promo-
vidas ante su gobierno por la central sindical norteamericana. Pre-
parados para una nueva movilización, esta vez con cobertura de
delegaciones internacionales, los referentes del MIT-P anunciaron
semanas antes las acciones planificadas para recordar a los márti-
res de Chicago y su lucha.
El MIT-P anunció para el Primero de Mayo el arribo de represen-
tantes de la CIOLS, la CMT, la ORIT y la CLAT, además de repre-
sentantes de centrales obreras fraternas como la AFL-CIO de los
Estados Unidos, Unión General de Trabajadores – UGT de España,
la Confederación de Trabajadores de México – CMT, el Congreso
100
El Nuevo Despertar
Canadiense del Trabajo – CLC por sus siglas en inglés 26 y la Unión
Italiana del Trabajo – UIL por sus siglas en italiano27. Aparte de
estas visitas se anunciaba además la realización de un acto artístico
abierto a todo público en el cual los diferentes representantes, lo-
cales e internacionales, ofrecerían una palabras conmemorativas28.
En la mañana del Primero de Mayo, tuvo lugar en la plaza Italia
–sitio que debía ser el punto de llegada de la marcha del año an-
terior, que fue reprimida apenas iniciada– un acto que aglutinó al-
rededor de tres mil quinientas personas29. A diferencia de la vez
anterior, unos días antes del evento el Ministerio del Interior había
autorizado la realización de las actividades del MIT-P sin ninguna
objeción30. Por su parte, la CPT desarrolló una acción muy reduci-
da, consistente en una ofrenda floral en el Panteón de los Héroes,
de la cual participaron no más de cien personas31.
La consolidación del sindicalismo independiente y la
descomposición interna del régimen
El MIT-P centró gran parte de sus fuerzas en la articulación de ac-
ciones gremiales de base en defensa de la libertad de sindicaliza-
ción; accionar éste, que lo confrontaba de forma explícita y directa
con el régimen autoritario. Sindicalización y democracia se torna-
ron entonces, a lo largo de este proceso de consolidación, en con-
26
Canada Labour Congress.
27
Unione Italiana del Lavoro.
28
DIARIO HOY, «1º de mayo: El MIT anuncia visitas», 14 de abril de 1987, p. 14.
29
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 5, mayo de 1987, CDE,
Asunción, p. 7.
30
DIARIO HOY, «Autorizaron acto del MIT», 29 de abril de 1987, p. 13.
31
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 5, mayo de 1987, CDE,
Asunción, p. 7.
101
Ignacio González Bozzolasco
ceptos estrechamente entrelazados para los miembros del MIT-P
en su cotidiano accionar reivindicativo.
Fortaleciendo la sindicalización y reclamando mejoras salariales,
el movimiento lanza en abril de 1987 su campaña Sindicalización,
Salario Justo y Trabajo para Todos. En un comunicado público, en el
que anunciaba la campaña, el movimiento señalaba:
[…] en momentos en que los sectores económicos discuten sobre
el futuro económico del país identificando el interés nacional con
sus propios intereses, la clase trabajadora, sector mayoritario y
productor de la riqueza, no es tenida en cuenta. No nos tocan los
beneficios de los ajustes, sino solamente sus miserias. Por estas ra-
zones, centramos nuestra lucha en estas tres condiciones básicas,
que suponen una profunda modificación de la estructura actual:
sindicalización, salario justo y trabajo para todos32.
Esta campaña se desarrollaba en un contexto económico recesivo
en el país, en el cual los ya devaluados salarios veían aún más redu-
cido su poder adquisitivo –a raíz de la alta inflación–, sin respues-
tas efectivas por parte del gobierno y con la completa inacción de la
CPT en defensa de los intereses de los trabajadores paraguayos. La
campaña del MIT-P, generada con los fines de llegar a las bases con
un discurso que reflejase la problemática cotidiana de los trabaja-
dores33, recibió como respuesta del gobierno la represión, llegando
incluso al apresamiento del entonces secretario general del MIT-P,
Víctor Báez Mosqueira.
Pese a estas reacciones, esta campaña permitió al movimiento el
desarrollo de un importante trabajo de base, realizando contactos
32
DIARIO HOY, «Una campaña del MIT. «Sindicalización y salarios justos»», 11 de abril
de 1987, p. 19.
33
ROJAS, Bernardo, entrevistado el 12 de setiembre de 2012.
102
El Nuevo Despertar
cara a cara con los trabajadores de diferentes rubros en las puertas
mismas de sus centros de trabajo. Las actividades básicas consis-
tían en la realización de pintatas callejeras, pegatina de afiches y,
principalmente, repartición de volantes instructivos en las puertas
de los diferentes locales de trabajo34. Este tipo de actividades per-
mitía a los miembros del MIT-P tener un contacto directo con los
trabajadores, compartir experiencias y dificultades cotidianas para
la sobrevivencia de los mismos, además de instarlos a que se orga-
nicen como derecho elemental y única vía para el mejoramiento de
sus condiciones de vida35.
Las respuestas por parte del gobierno se centraron en la represión,
lisa y llana. Si bien ésta trató de ser algo más solapada, para evitar
las repercusiones ganadas por la represión de mayo de 1986, no
mermó en su intensidad y magnitud. Esto puede percibirse en el
Informativo Laboral del mes de mayo, que afirmaba: «En los úl-
timos dos meses fueron varios los casos en que el aparato repre-
sivo actuó fuertemente en contra de las acciones de sectores de
trabajadores»36. Esta afirmación era realizada al constatar una sos-
tenida represión a diferentes sectores gremiales, como el de los tra-
bajadores de la educación y los del Hospital de Clínicas. Al analizar
la situación de aquellos sindicatos integrantes o afines al MIT-P, el
Informativo señala cuanto sigue:
En el mes de mayo el Sindicato de Empleados y Obreros del Co-
mercio (SEOC), intentó realizar su asamblea, pero fue suspendida
por la policía; inmediatamente después uno de los miembros del
34
Ver anexo: Materiales de Campaña y Propaganda del MIT-P, p. 148-174.
35
CENTURIÓN, Ramón, entrevistado el 15 de setiembre de 2012.
36
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 5, mayo de 1987, CDE,
Asunción, p. 4.
103
Ignacio González Bozzolasco
sindicato, Aníbal Barreto (ahora Srio. Gral. del SEOC) fue despe-
dido de su lugar de trabajo por pedido expreso de la Policía a la
patronal donde Barreto se desempeñaba como empleado. En el
mes de abril sucedió un hecho similar con el Sindicato de Traba-
jadores de la empresa CAPSA, cuya asamblea fue suspendida en
varias ocasiones y el Srio. Gral. detenido. En el caso del sindicato
de Capsa, fue la CPT quien actuó contra el sindicato. El temor de
la CPT era «perder» la afiliación del gremio que venía cuestionan-
do la conducción de la Confederación.
Hechos similares ocurrieron en el mes de marzo, cuando el MIT
intentó lanzar su campaña para 1987 «Sindicalización, salario
justo y trabajo para todos». En esta ocasión fue detenido el Srio.
Gral. de Fetraban Víctor Báez. En la lista de sindicalistas reprimi-
dos figuran además, Raquel Aquino, miembro del SEOC y Miguel
Aquino, miembro del Sindicato de Periodista del Paraguay (SPP).
La situación general en que se desenvuelve el movimiento obrero
independiente pasa por una etapa de acoso general por parte de
las autoridades policiales, de las patronales y de la misma CPT
que juega el papel de «ñembotavy» (no sabe ni se mete en los pro-
blemas obreros). El defender las posturas de los trabajadores les
llevaría a plantear conflictos con su jefatura partidaria37.
Pero, además de las adversidades surgidas a raíz de las constantes
acciones represivas del régimen autoritario, el MIT-P debió afron-
tar también dificultades internas, fruto de los conflictos surgidos
en su seno a causa de diferencias políticas gremiales. Las mismas,
antes que locales, eran reflejo de una disputa desarrollada a nivel
regional y global por parte de dos de las principales organizaciones
sindicales internacionales: la CMT y la CIOSL38.
37
Ibídem, p. 5.
38
BENÍTEZ MANCHINI, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 29 de agosto de 2012.
104
El Nuevo Despertar
Estos conflictos llegaron al punto extremo de la separación de la
CNT de la articulación intersindical. Los motivos puntuales que
originaron la separación finalmente fueron algunas acusaciones
vertidas por parte de ciertos sindicatos y referentes en contra de la
CNT. Las mismas giraron en torno a la labor desarrollada por parte
de referentes de la coordinadora, con el fin de ganar a sindicatos de
base pertenecientes al MIT-P como miembros de su coordinación y
así vincularlos con su corriente internacional.
Tras la presentación de las acusaciones vertidas en los espacios ofi-
ciales del MIT-P y las constituciones de comisiones investigadoras
sobre las mismas, los miembros de la CNT resolvieron retirarse,
denunciando hostigamientos y calumnias en su contra en un co-
municado público39. Esta organización, de filiación social cristia-
na, integrante de la CMT y su regional CLAT, desarrollará a partir
de aquí un camino propio que desembocará en su transformación
en central sindical apenas caído el régimen autoritario de Alfredo
Stroessner.
Todos estos acontecimientos van desarrollándose en un contexto
de creciente deterioro del régimen autoritario y su legitimidad. El
mismo se desenvuelve no sólo por el contexto de crisis económica
desatada desde 1982, resultado de la crisis regional y la finalización
de las construcciones de la hidroeléctrica de Itaipú40, sino además
39
COMUNICADO DE PRENSA CNT, en: CDyA, Folio 125, p. 1613.
40
Con relación a la crisis económica que afectó a toda la región y su desarrollo en Paraguay,
detalla Benjamín Arditi: «A diferencia de otros países de América Latina, el pago de la
deuda externa no constituye el elemento principal de la crisis; por el contrario, el endeu-
damiento externo deviene factor de crisis luego del desencadenamiento de la recesión. La
recesión económica desatada en 1982 coincide con el término de las obras de Itaipú y con la
caída de los precios internacionales de la soja y del algodón, productos de exportación que
proporcionan al país el grueso de sus divisas. En esa época el gobierno contrata una serie
de créditos «duros» con la banca privada internacional, y se embarca en proyectos sobredi-
105
Ignacio González Bozzolasco
por fuertes fracturas internas dentro del Partido Colorado y las éli-
tes de poder que sostenían hasta entonces al régimen autoritario,
las cuales comienzan a acusar los golpes de la crisis que no cesa.
Analizando esta coyuntura política, caracterizada por la agravada
situación de crisis económica, Domingo Rivarola afirma cuanto si-
gue:
La crisis de los ochenta quebrantó de manera abrupta la monolíti-
ca y compacta estructura que el partido presentaba como uno de
los fundamentos de su eficiencia y legitimidad para compartir el
ejercicio del poder. Sin embargo, al aproximarse el año 1987 fue
evidenciándose cada vez más la existencia de irreconciliables dis-
crepancias que llevaron meses más tarde –concretamente el 1º de
agosto de 1987– a su más serio fracturamiento en lo que va de este
último cuarto de siglo41.
El conflicto interno llevó a una polarización creciente en el seno
mismo del Partido Colorado, dando como resultado dos marcadas
tendencias confrontadas y bien definidas. Por un lado, la de los Mi-
litantes, compuesta por el círculo inmediato de confianza de Alfre-
do Stroessner; y, por el otro, la de los Tradicionalistas, integrada por
referentes civiles históricos del Partido Colorado. Ambas corrien-
tes, con posturas políticas disímiles, centraban sus diferencias en
mensionados e improductivos; también en esa época surge la gran disparidad entre la tasa
de cambio oficial y el precio de la divisa en el mercado libre. Sin menoscabar el impacto de
factores exógenos, tales como las inundaciones de 1983 o la sequía de 1985-86, el grueso de
la explicación de la crisis económica radica en factores endógenos, tales como las políticas
cambiaria, agrícola y de inversiones seguidas por el gobierno» (ARDITI, Benjamín, 1987,
«La «politicidad» de la crisis y la cuestión democrática. Poder político, economía y sociedad
en el Paraguay», p. 98, en: CALDERÓN GUTIÉRREZ, Fernando y DOS SANTOS, Mario
Compiladores, Latinoamérica: lo político y lo social en la crisis, Clacso, Buenos Aires, p.p.
93-164).
41
RIVAROLA, Domingo, 1988, «Paraguay en una encrucijada: estancamiento o transi-
ción», CEPES, Asunción, p. 39.
106
El Nuevo Despertar
la continuidad –o no– del régimen, en lo que respecta a sus carac-
terísticas esenciales y a la sucesión presidencial una vez apartado
Alfredo Stroessner de la Jefatura de Estado.
Esta confrontación dentro del Partido Colorado llegaría a un punto
álgido en la Convención Partidaria del primero de agosto de 1987,
coincidiendo con el Centenario de la Asociación Nacional Repu-
blicana. La Convención, que despertó grandes expectativas para
ambos sectores internos, terminó siendo atracada por los Militantes
con el soporte de la Policía Nacional, no dejando ingresar al lo-
cal partidario a los disidentes Tradicionalistas. Rivarola señala este
acontecimiento como el punto inicial de la caída del régimen au-
toritario liderado por Alfredo Stroessner: «[…] ese paso represen-
tó el comienzo del fin, no porque haya ocasionado una reacción
preocupante del sector partidario desplazado, sino porque ocasio-
nó el primer agrietamiento y la zozobra en el cuerpo del único actor
que podía quebrantar el statu quo: las Fuerzas Armadas»42. Pero,
al parecer, los Militantes subestimaron a este actor, contando con
que el hijo del entonces presidente y líder máximo del Partido, co-
ronel Gustavo Stroessner, contaba con considerable apoyo dentro
del ejército y podría ser el articulador de un proyecto continuista
luego de su padre43.
Toda esta crisis interna, producida en las entrañas mismas de la es-
tructura que sostenía a Stroessner en el poder, no pasaba inadverti-
da para el resto de la sociedad. Muy por el contrario, era percibida
claramente por los demás actores políticos y sociales, los cuales co-
42
RIVAROLA, Domingo, 2008, «Recomposición interna del Partido Colorado: su impacto
en el proceso político», p. 128, en: Revista Paraguaya de Estudios Sociológicos, año 45,
número 131, enero-abril, p.p. 125-140.
43
Ibídem., p. 129.
107
Ignacio González Bozzolasco
menzaron a vislumbrar el agrietamiento del régimen. La respuesta
ante esta situación fue incrementar las acciones contra el mismo; y
el MIT-P hará lo suyo en este sentido, avanzando en la lucha y ar-
ticulación de la clase obrera paraguaya a lo largo de la última parte
de vigencia del gobierno de Alfredo Stroessner.
108
El ocaso del
régimen autoritario
y los últimos pasos
del MIT-P
El Nuevo Despertar
El año 1988 estuvo marcado por la división interna del régimen
autoritario, encabezado por Alfredo Stroessner, y el completo des-
moronamiento de su legitimidad; esto ante la sociedad en general,
como también ante las élites de poder que lo sostenían, en parti-
cular. Uno de los elementos que sumó importantes empujes a esta
crisis interna fue el contexto de recesión económica creciente por
la que atravesó el país desde inicios de la década. Si bien para el
año 1987 los indicadores económicos empezaban a mostrar leves
signos de recuperación, los efectos de un lustro de recesión todavía
impactaban con fuerza en una sociedad que sentía los azotes del
desempleo, el subempleo y el gran deterioro del poder adquisitivo
de los salarios1. Como en toda la región, las clases trabajadoras y
campesinas sufrieron los golpes más fuertes de la crisis económica,
y asumieron todos los sacrificios necesarios para superarla sin ma-
yor afectación de las tasas de ganancia de multinacionales, empre-
sarios locales y terratenientes.
1
VILLALBA, Roberto, MORENO, Juan Carlos y RIQUELME, Quintín, «Informativo La-
boral», año 2, número 13, enero de 1988, CDE, Asunción, p. 3-5.
111
Ignacio González Bozzolasco
Pese a los debilitamientos dentro del grupo de poder que sustenta
al régimen, los sectores sindicales críticos no encuentran fórmulas
de articulación unitaria. Como ya fue mencionado, a finales de 1987
la CNT se apartará definitivamente del MIT. Pero, en contraparti-
da, se ganará la adhesión de un sector organizado de trabajadores,
la Agrupación Independiente de Trabajadores – AIT, reducida en
número pero con presencia en algunos sindicatos de la capital de
país. Este sector, vinculado con la izquierda trotskista que luego
del Golpe de Estado del ’89 se transformará en agrupación política,
realizó una autocrítica a finales del ’87 y cambió su anterior posi-
cionamiento crítico hacia el MIT, apoyándolo desde entonces2.
Aunque el MIT, sin lugar a dudas, jugará en este proceso un rol he-
gemónico –que incluso se extenderá luego con la CUT por más de
una década hasta su división–, el movimiento sindical paraguayo
se verá dividido en varias centrales hasta la actualidad. Pese a los
deseos y esfuerzos de varios sectores sindicales, ya no se verá una
única central de trabajadores, tal como lo fue la antigua CPT de
inicios de la década de los 50’s.
La primera parte de este periodo encontrará a un MIT ya consoli-
dado e inmerso en una lucha orientada en dos sentidos: el primero,
el de las reivindicaciones de carácter salarial, ante un cada vez más
limitado poder adquisitivo de los salarios, además de un salario
mínimo insuficiente y poco extendido en la masa asalariada de la
República; el segundo, el de las consignas democráticas de libre
organización y expresión sindical, además del cese de las persecu-
ciones por parte de la central oficialista, el gobierno y la patronal.
2
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 11, noviembre de 1987,
CDE, Asunción, p. 6.
112
El Nuevo Despertar
Las reivindicaciones salariales:
una constante que no cesa
En su edición de enero de 1988, el Informativo Laboral señalaba
que «Aunque los informes estadísticos hablaban de una recupera-
ción económica y que los salarios reales se incrementaron, la situa-
ción económica continúa siendo crítica en el país, principalmente la
economía de las familias obreras»3. Los datos oficiales contrastaban
entonces con una realidad de carencias afrontada cotidianamente
por los trabajadores paraguayos; esto debido a que los ajustes sa-
lariales, aparte de insuficientes para compensar los niveles de pér-
dida del poder adquisitivo sufrido por los mismos, no se hacían
extensivos para gran parte de la masa asalariada del país. Mientras
que los trabajadores del sector público –con salarios que rondaban
la mitad del mínimo legal– no se beneficiaban de estos aumentos,
una gran parte de trabajadores ni siquiera llegaba al mínimo legal,
pues los mecanismos de control de Estado hacían la vista gorda a
estas irregularidades, a la vez que otra gran parte se encontraba
desempleada u oculta bajo el amplio concepto de cuenta propista4.
Las presiones en torno al salario mínimo provinieron principal-
mente de sectores independientes, en especial el MIT-P, dejando
a la CPT, una vez más en evidencia, pues la misma acabó defen-
diendo la cada vez menos sostenible posición antipopular del go-
bierno. Así, ante los reclamos constantes por parte de sindicatos
independientes, los jerarcas de la CPT se limitaban a responder con
evasivas, afirmando que las solicitudes serían presentadas en las
instancias pertinentes. Ya en febrero de ese año, los sindicatos afi-
3
VILLALBA, Roberto, MORENO, Juan Carlos y RIQUELME, Quintín, «Informativo La-
boral», año 2, número 13, enero de 1988, CDE, Asunción, p. 3.
4
Ibídem.
113
Ignacio González Bozzolasco
liados al MIT-P intentan lanzar su nueva campaña reivindicativa
denominada Desde el mínimo hacia adelante… ¡Avancemos!5, anun-
ciada públicamente a través de la prensa escrita6. Pero el acto de
lanzamiento de la campaña fue intervenido por la policía en pleno
desarrollo y, luego de la imposición de limitaciones varias –retiro
de carteles con consignas, discursos, etc. – fue finalmente suspen-
dido por los integrantes de las fuerzas de seguridad7.
Finalmente, tras los reclamos insistentes de diferentes sectores de la
sociedad, además de los sindicatos independientes8, el gobierno ce-
dió otorgando un reajuste salarial del quince por ciento. El leve au-
mento que significó el reajuste, inmediatamente generó reacciones
de inconformidad por parte de los referentes sindicales críticos9,
aunque podría afirmarse que significó una victoria de los sectores
sindicales independientes del gobierno, que lograron generar un
cambio de posición en la política asumida por el Poder Ejecutivo.
Apenas unos días antes, el ministro de Justicia y Trabajo, Euge-
nio Jacquet, señalaba que según datos del Banco Interamericano de
Desarrollo – BID los salarios obreros del Paraguay se encontraban
entre los más altos de América Latina10.
Analizando la situación generada en torno al salario mínimo, su in-
suficiencia para sostener a las familias trabajadoras y los reclamos
5
Ver anexo: Materiales de Campaña y Propaganda del MIT-P, p. 148-174.
6
DIARIO ÚLTIMA HORA, «Campaña del MIT se lanza este viernes», 25 de febrero de
1988, p. 21.
7
DIARIO ÚLTIMA HORA, «No terminó acto del MIT», 27 de febrero de 1988, p. 8.
8
VILLALBA, Roberto, MORENO, Juan Carlos y RIQUELME, Quintín, «Informativo La-
boral», año 2, número 15, marzo de 1988, CDE, Asunción, p. 3.
9
DIARIO HOY, «Dirigente del MIT habla sobre el reajuste. «No será un paliativo al pro-
blema»», 15 de marzo de 1988, p. 13.
10
VILLALBA, Roberto, MORENO, Juan Carlos y RIQUELME, Quintín, op. cit., p. 3.
114
El Nuevo Despertar
desarrollados por sectores sindicales al respecto, el Informativo La-
boral planteaba lo siguiente:
Algunas de las conclusiones que se puede sacar de las discusiones
que surgieron sobre el tema salarial de enero a marzo son que:
a) Los reajustes son concedidos en base a la inflación pasada y no
a la previsible.
b) El salario mínimo rige para solamente la mitad de la clase tra-
bajadora.
c) Los salarios mínimos corresponden a los ingresos brutos, pre-
vio a los descuentos diversos.
d) Se ha detectado un deterioro importante en el poder adquisiti-
vo de los salarios.
e) La implantación del decreto de incremento salarial es deficien-
te11.
Como señalaba el Informativo Laboral, la insuficiencia del reajuste
salarial no era sólo parte del discurso de los referentes del MIT-P
y los demás sindicatos independientes, sino que el mismo no com-
pensaba en términos reales la pérdida de poder adquisitivo del sa-
lario sufrida en los últimos años, únicamente la paliaba en parte.
Esta situación provocó que los reclamos no cesasen, sino que se
extendiesen, siendo uno de los temas centrales abordados por parte
del MIT-P y otros gremios, como el de funcionarios del Hospital de
Clínicas, que se sumaron al acto en conmemoración del Primero de
Mayo.
Para esta fecha central para los trabajadores en general y para el
MIT-P en particular –debido a que conmemoraba un aniversario
más de su fundación–, los referentes de esta organización planifi-
caron una actividad semejante a las de años anteriores, con un acto
11
Ibídem, p. 5.
115
Ignacio González Bozzolasco
popular en la plaza Italia y una posterior marcha hasta un local
eclesial para una celebración religiosa. Si bien no hubo inconve-
niente con la concentración en la plaza, la posterior marcha planifi-
cada hasta la iglesia del Colegio Cristo Rey –epicentro de la fuerte
represión llevada a cabo por fuerzas policiales y civiles simpati-
zantes del gobierno contra los trabajadores del MIT-P en 1986– fue
impedida por la policía.
El acto contó con una participación similar a la del año anterior
–unas mil quinientas personas–, además de quince representantes
de organizaciones internacionales y extranjeras fraternas. Los dis-
cursos se centraron en la necesidad de aumentar el salario mínimo
y expandirlo a otros sectores de la sociedad que ni siquiera alcan-
zan el mínimo, la falta de libertad sindical y la necesidad de impul-
sar reformas democráticas en la sociedad paraguaya12.
Tanto la insuficiencia del reajuste salarial como la continuidad de
los reclamos por sectores sindicales independientes y críticos, en
especial los aglutinados en torno al MIT-P, pusieron en situación
incómoda a los sectores oficialistas. Los mismos que, de forma
necia, insistían en esconder los efectos de la inflación, por lo que
terminaban quedando en evidencia ante la población en general.
Tal situación llegó al punto de obligar a la misma CPT a la modi-
ficación –aunque leve– de su tradicional posición complaciente y
sumisa con la política salarial de gobierno. Ante una información
de prensa, surgida de un informe del BCP, que mencionaba una re-
ducción del costo de vida, el presidente de la CPT, Sotero Ledesma,
manifestaba lo siguiente:
12
VILLALBA, Roberto, MORENO, Juan Carlos y RIQUELME, Quintín, «Informativo La-
boral», año 2, número 17, mayo de 1988, CDE, Asunción, p. 4.
116
El Nuevo Despertar
Yo no creo que haya una baja en el costo de vida; al contrario, ha-
brá subido. Esto no se puede concebir bajo ningún sentido […] no
sé qué manipuleo están haciendo, pero nosotros vamos a entrar
inmediatamente a ver si qué repercusiones tienen los aumentos de
combustible y vamos a estudiar la incidencia. Y si hay necesidad
vamos a solicitar un aumento de los salarios […] Lo cierto es que
los precios se mantienen constantes, o han subido, como es el caso
de los combustibles, el azúcar y otros13.
Las declaraciones no sólo obedecían a la fuerte crisis interna que
azotaba al Partido Colorado, contraponiendo a Militantes y Tradi-
cionalistas, correspondía también a una situación que afectaba con
fuerza incluso a las mismas bases de sustento de la central oficia-
lista, la cual no podía ya continuar sosteniendo posiciones compla-
cientes y ausentes de crítica ante aseveraciones de este tipo. Sema-
nas después de las manifestaciones de Ledesma, la CPT conformó
una Comisión de Estudios de Precios, en abierta desconfianza a los
datos proveídos por el BCP. Esto sería un paso más moderado en
la presión al gobierno, en virtud de un reajuste salarial más amplio
que el anterior, el cual no satisfacía de manera clara el deterioro
sufrido en el poder adquisitivo del salario en los últimos años.
Esta posición de la CPT fue impulsada además por un accionar per-
manentemente crítico y proactivo por parte del MIT-P. Esta orga-
nización, a través de uno de sus principales asociados con acabado
conocimiento sobre la temática, la FETRABAN, realizaba perma-
nentes análisis críticos de los datos del BCP, el costo de vida para
una familia trabajadora y la insuficiencia del salario mínimo vigen-
te. Uno de estos ejemplos son las declaraciones del economista Raúl
13
DIARIO ÚLTIMA HORA, «CPT duda del costo de vida de marzo del Banco Central», 17
de mayo de 1988, p. 9.
117
Ignacio González Bozzolasco
Monte Domecq, realizadas a un matutino nacional de la época. En
las mismas, el sindicalista señalaba:
El Banco Central anunció que en ese mes [marzo] el costo de vida
descendió el 5 por ciento, influenciado, a su vez, por una reduc-
ción del índice del rubro de la alimentación del 13 por ciento. Este
resultado, en varias oportunidades, lo hemos rechazado por con-
siderarlo inaceptable e increíble.
Actualmente no hay indicios para que se pueda hablar de una
gran deflación, porque significa que nuestra calidad de vida,
como trabajadores, está mejorando y que el poder adquisitivo de
nuestro salario está aumentando, y eso está muy fuera de la reali-
dad. En eso coincidimos muchos economistas del sector privado,
y la prensa especializada.
[El objetivo es] Ocultar la inflación e impedir el reajuste del sala-
rio mínimo que tuvo que haberse decretado ya en mayo o junio
pasado14.
Tras las constantes presiones, el gobierno, finalmente, accede al tan
reclamado aumento, aunque no al nivel de porcentaje reclamado
por los diferentes sectores sindicales. Mientras que la CPT se dio
por satisfecha, mediante una ya tradicional frase conformista por
parte de su presidente, Sotero Ledesma, que exclamaba: «Más no
se puede pedir»15; el MIT-P tildó a la misma de demagógica, in-
suficiente y sin posibilidades de paliar los problemas reales que
aquejaban a los trabajadores del país16.
14
DIARIO HOY, «Raúl Monte Domecq. «Ocultando la inflación no se mejora la situación
económica»», 31 de julio de 1988, p. 4-6.
15
DIARIO HOY, «Hubo 20 por ciento de incremento de los salarios», 19 de octubre de
1988, p. 10-11.
16
Ibídem.
118
El Nuevo Despertar
El endurecimiento del régimen autoritario
en su última etapa
Pese a que las divisiones internas en el Partido Colorado se incre-
mentaban, al igual que las manifestaciones y movilizaciones en
contra del régimen autoritario, el mismo parecía endurecerse en su
respuesta antes que modificar su accionar represivo. Así, por ejem-
plo, pueden observarse acciones contra los sindicalistas, como fue-
ron los casos de prohibiciones del acto de lanzamiento de la campa-
ña Desde el mínimo hacia adelante… ¡Avancemos! y de la marcha del
Primero de Mayo –ambas ya señaladas anteriormente–, además de
constantes intervenciones y suspensión de actividades sindicales,
llegando incluso a haber represiones violentas, como las sufridas
por los trabajadores del Hospital de Clínicas movilizados en pos de
mejoras presupuestarias y salariales para la institución.
Dirigentes del Hospital de Clínicas17, como también de gremios
docentes18, fueron apresados por realizar acciones reivindicativas
relacionadas con los insistentes pedidos de aumento salarial du-
rante los últimos meses que precedieron a la caída del gobierno.
De esta manera, el régimen continuaba utilizando la represión po-
licial como respuesta ante los reclamos sociales más elementales,
considerándolos parte de planes conspiradores contra el orden y
la democracia. En medio de los reclamos por mejoras salariales,
el ministro de Justicia y Trabajo, Eugenio Jacquet, en su mensaje
a los trabajadores en su día manifestaba que «Muchos serán los
que aprovechando esta fatídica fecha, 1º de mayo, demagógica-
17
DIARIO NOTICIAS, «Detuvieron ayer a Filizzola, iniciaron paro en Clínicas», 7 de
mayo de 1988, p. 16.
18
DIARIO NOTICIAS, «Fueron detenidos dos dirigentes de la OTEP», 20 de agosto de
1988, p. 20.
119
Ignacio González Bozzolasco
mente lanzarán sendos comunicados, programarán tumultuosas
concentraciones, saldrán a la calle a vituperar en contra de las
autoridades legítimamente constituidas, promoverán imposibles
reivindicaciones»19. Mientras que con epítetos más fuertes, el dia-
rio Patria, del Partido Colorado, criticaba el apoyo del MIT-P a los
reclamos realizados por los trabajadores del Hospital de Clínicas
señalando:
Sabíamos que el MIT es un pretendido movimiento gremial de
obreros y empleados manejados bajo la férula impiadosa del
FRANCATO Y DEL FEBRERISMO A TRAVES DE SU LIDER
BAEZ MOSQUEIRA. Se sabe que es una entidad de neto cuño
zurdo o zurdoide al servicio no de la Nación ni de la oposición
irregular, abstencionista y enemiga de la paz que vive el Para-
guay. Pero ahora sabemos también que es una entidad que está
lista para meter su cuchara en cualquier plato siempre que sea
para hacer agitación «sucial» no importa la fecha ni el tema de que
se trate, porque todo es bueno para agitar el ambiente TAN PACÍ-
FICO DEL PARAGUAY DE HOY BAJO LA CONDUCCIÓN DEL
PRESIDENTE STROESSNER Y DEL COLORADISMO20.
Pero estos discursos de intolerancia se irán desmoronando de for-
ma cada vez más acelerada, acompañada del creciente desprestigio
internacional que iba ganando el régimen autoritario del Paraguay.
No sólo el gobierno de los Estados Unidos desarrolla acciones ma-
nifiestamente en contra del régimen mediante sanciones económi-
cas, apoyo a sectores críticos de la sociedad civil y declaraciones
en favor de la democracia en Paraguay por parte de funcionarios
diplomáticos y de gobierno; también el Vaticano, en la figura de
19
DIARIO PATRIA, «El Gobierno nacional defiende con responsabilidad la salud espiri-
tual e ideológica del sindicalismo paraguayo», 30 de abril de 1988, p. 3.
20
DIARIO PATRIA, «MIT y otras “vainas”….», 24 de marzo de 1988, p. 24.
120
El Nuevo Despertar
su cabeza, el Papa, manifestará su preocupación sobre la situación
política en el país. Es en este sentido que se interpreta la visita de
Karol Wojtyla en mayo de 1988.
La visita del Papa al país, además de haber constituido un impor-
tante acontecimiento religioso, fue también un hecho político su-
mamente relevante. Y los sectores sociales organizados lo conci-
bieron más como lo segundo, intentando generar denuncias sobre
las represiones por parte del régimen a partir de todas las formas
expresivas posibles. El MIT-P no escapó a esta lectura de la situa-
ción, sino que participó activamente en la articulación de fuerzas
de la sociedad civil organizada que tuvo un encuentro con el Papa.
Varias de las reuniones preparatorias, incluso, tuvieron lugar en el
local del MIT-P, con la participación de diversas organizaciones y
referentes sociales y políticos21.
Pese a las resistencias iniciales por parte del gobierno, el Papa de-
sarrolló una actividad multitudinaria en el Consejo Nacional de
Deportes denominada Los Constructores de la Sociedad, de la que
participaron cientos de integrantes del MIT-P, conjuntamente con
otros miles de activistas gremiales y políticos. Durante el encuen-
tro, se desarrollaron presentaciones artísticas con mensajes críticos
al régimen, denunciando la ausencia de libertades públicas bási-
cas, mientras que los participantes corearon canciones religiosas
con estribillos modificados en los que hacían alusión a la falta de
democracia y las persecuciones sufridas por parte de las fuerzas
de seguridad22. Tanto Bernardo Rojas23 como Ramón Centurión24
21
ROJAS, Bernardo, entrevistado el 12 de setiembre de 2012.
22
Ibídem.
23
Ibídem.
24
CENTURIÓN, Ramón, entrevistado el 15 de setiembre de 2012.
121
Ignacio González Bozzolasco
recuerdan las acciones simbólicas realizadas por los miembros del
MIT-P y otras organizaciones, propuestas por el CEPATE, que con-
sistieron principalmente en que cientos de asistentes se colocaron
cintas negras en bocas y manos en señal de mordazas y amarras, de
forma que quería indicar al Papa y a la prensa internacional presen-
te la falta de libertad de expresión y participación en el país.
Tras la visita del Papa, el gobierno reaccionó en contra de sectores
que se prestaron a utilizar los acontecimientos para generar críticas
al régimen. Sectores oficialistas comenzaron a señalar los peligros
de la Teología de la Liberación por sus proximidades con el co-
munismo y a tomar medidas en contra de sacerdotes críticos. Al
respecto señalaba el Informativo Laboral:
La acusación de que la Teología de la Liberación tiene matices
comunistas tuvo su repercusión directa en la expulsión del país
del sacerdote jesuita Juan Antonio de la Vega (25 de julio), con
este caso se contabiliza 15 sacerdotes de esta congregación que son
expulsados por el actual gobierno. Para este caso el argumento
esgrimido por la policía es que el citado sacerdote incitó a la vio-
lencia en un panel sobre la Teología de la Liberación realizado en
la Universidad Católica25.
Las represiones se extendieron también a los participantes de las
actividades desarrolladas con el Papa y que tuvieron matices críti-
cos, con alegorías que realzaban denuncias y reivindicaciones so-
ciales. Tal fue el caso de una integrante del CEPATE, como señala-
ba el Informativo Laboral:
Una de las repercusiones de la visita del Papa al Paraguay fue el
traslado, por parte del gobierno, de su lugar de trabajo de la actriz
25
VILLALBA, Roberto, MORENO y Juan Carlos, «Informativo Laboral», año 2, número
19, julio de 1988, CDE, Asunción, p. 3.
122
El Nuevo Despertar
Heddy González Frutos, quien había explicado el contenido de
la representación del «Árbol de la Vida», que fuera representada
durante el encuentro con «los constructores de la sociedad». La
citada actriz es funcionaria del Ministerio de Hacienda con sede
en Asunción y se ordenó su traslado a Curuguaty a unos 250 Km
de Asunción26.
A finales del año 1988 e inicios de 1989 la represión parecería asu-
mir matices aún más acentuados. No sólo se observaba una mayor
movilización de diferentes sectores sociales y políticos –se incre-
menta, aparte de la movilización sindical, también la estudiantil
y de los gremios médicos, además de sectores políticos críticos,
yendo desde organizaciones de izquierda hasta el Partido Liberal
y sus diferentes divisiones–, también la Iglesia Católica asume un
posicionamiento más explícito de confrontación con el régimen.
Es quizás uno de los casos más significativos, que dan muestra de
este incremento de las movilizaciones, la diversidad de sectores
involucrados y la mayor articulación de los mismos, la denomi-
nada Marcha por la Vida, realizada el 10 de diciembre de 1988 en
conmemoración de los cuarenta años de la Declaración de los De-
rechos Humanos por parte de las Naciones Unidas. Este aconteci-
miento, que se iniciaría con una celebración religiosa en la Catedral
de Asunción, fue brutalmente reprimido, con decenas de detencio-
nes e incluso apresamientos preventivos realizados días antes de
la marcha. El MIT-P, así como varios de sus sindicatos asociados,
participarán activamente de estas acciones movilizadoras.
Una crónica periodística de la época describe con detalles los suce-
sos, tanto en los días posteriores como sucesivos de la marcha:
26
Ibídem, p. 5.
123
Ignacio González Bozzolasco
Uno de los hechos trascendentales que tuvo el ámbito político na-
cional, fue la frustrada Marcha por la Vida, la cual fue reprimida
por la Policía y que motivó diversas opiniones en las esferas gu-
bernamentales y opositoras.
El 10 de diciembre pasado se celebró en todo el mundo el cuadra-
gésimo aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos
por las Naciones Unidas.
En nuestro país, varias entidades nucleadas en torno a la denomi-
nada Convergencia Nacional por los Derechos Humanos, progra-
mó varios actos para festejar el acontecimiento. El más importante
de todos estos actos fue la Marcha por la Vida, que debía haberse
iniciado con una misa en la Catedral Metropolitana, y posterior-
mente, avanzar hasta la sede de las Naciones Unidas, en manifies-
to al representante para el Paraguay de dicha entidad.
En la semana anterior a esa fecha, los organizadores de la Marcha
presentaron una nota al Ministerio del Interior, en la cual comuni-
caban la realización del acto. Ese mismo día, el ministro de dicha
cartera informó que la marcha estaba prohibida por el Gobierno.
Desde el 7 de diciembre, efectivos policiales empezaron a detener
a varios dirigentes políticos, sociales y religiosos, por su supues-
ta implicación en el acto. Los organizadores se reafirmaron en su
decisión de realizar la marcha, con o sin autorización guberna-
mental, indicando que la reunión pacífica, con fines lícitos, estaba
garantizada por la Constitución Nacional.
El día sábado, desde tempranas horas de la mañana, un fuerte cor-
dón policial impidió el acceso a las personas que querían acercarse
a la Catedral Metropolitana para asistir al oficio litúrgico, el cual
finalmente se realizó con la presencia de sacerdotes y religiosos
que se encontraban dentro del recinto27.
27
DIARIO NOTICIAS, «La polémica Marcha por la Vida. Produjo manifestaciones relám-
pago y varias detenciones», 30 de diciembre de 1988, p. 26 y 27.
124
El Nuevo Despertar
Alrededor de treinta y cinco personas fueron apresadas de manera
irregular días antes de la marcha, como un intento de persuasión
por parte del gobierno de que no se realizase la marcha ya que
sobre ella pesaba una prohibición oficial. Dirigentes del MIT-P,
además de decenas de otros militantes y activistas de otras organi-
zaciones sociales y políticas, fueron así privados de su libertad sin
orden judicial alguna28. La respuesta oficial del ministro de Justicia
y Trabajo, Eugenio Jacquet, ante la insistencia de explicaciones por
los apresamientos fue la «perturbación del orden público, prepa-
ración de un acto provocativo que no tiene razón alguna, y por un
planteamiento equivocado en cuanto a sus actividades»29. Pero a
pesar de las represiones y a las acusaciones oficiales a los manifes-
tantes, tratándoles de subversivos y agitadores del orden público,
los hechos represivos trascendieron a tal punto que generaron re-
proches y solidaridad de sectores de la sociedad que usualmente se
mantenían al margen del debate político y la crítica social30.
Pero pese a las represiones, el gobierno se veía obligado a dar con-
cesiones ante la insistente y constante presión de los sectores sin-
dicales. Una de las concesiones más significativas del periodo, sin
duda, fue el reconocimiento legal del SPP, en julio de 1988, tras casi
diez años de existencia y lucha por su reconocimiento por parte del
Ministerio de Justicia y Trabajo. Esta reivindicación sería apoyada
por el MIT-P desde sus orígenes y la concesión por parte del go-
bierno dio incluso más impulso a esta articulación, mostrando la
28
DIARIO HOY, «Los detenidos son 35», 10 de diciembre de 1988, p. 8.
29
DIARIO HOY, «Detenciones buscan “descabezar” marcha», 10 de diciembre de 1988, p. 8.
30
VILLALBA, Roberto, MORENO y Juan Carlos, «Informativo Laboral», año 2, número
24, diciembre de 1988, CDE, Asunción, p. 4.
125
Ignacio González Bozzolasco
posibilidad del éxito de las reivindicaciones justas pese a las repre-
siones y adversidades.
Finalizando el año 1988, como evaluación general, el MIT-P mani-
festaba en un comunicado público su lectura del año en cierre y las
perspectivas futuras. El centro de todo lo señalado giró en torno a
la represión del régimen, la falta de libertad sindical y las cada vez
más duras condiciones para la clase obrera paraguaya. El comuni-
cado indicaba que:
[…] el año 1988 ha sido sin duda alguna uno de los más impor-
tantes en el aspecto político y gremial. La organización de los sec-
tores en la lucha por conquistar la democracia es cada vez mayor.
La represión, que se ha ido acentuando en sus diferentes formas,
no ha hecho otra cosa que aumentar el deseo de la población de
liberarse de una situación que la ha venido atormentando por dé-
cadas […] entre estos sectores se destaca el movimiento de traba-
jadores. Hemos tenido muchos dirigentes y activistas presos, los
cordones policiales y la irrupción de estas fuerzas en los locales
sindicales se han dado durante todo el año. Pero, aun así, es indu-
dable que las organizaciones sindicales se han ido fortaleciendo
y que los trabajadores han aumentado los reclamos de derechos
que legal y legítimamente les corresponde. Las denuncias públi-
cas de los atropellos a nuestros compañeros, las demandas judi-
ciales y las acciones gremiales concretas han crecido en número y
fuerza […] el año 1989 será más duro. Debemos estar preparados
para enfrentar un aumento de la represión y el empobrecimien-
to de la crisis económica. Las organizaciones sindicales, además
de la respuesta, deben empezar a dar propuestas y a movilizarse
en base a ellas […] pero cada trabajador que reclame un derecho
conculcado, cada organización sindical auténtica que nazca, cada
acción gremial que propugne una reivindicación será un paso más
hacia la democracia y hacia la justicia social. El instrumento más
126
El Nuevo Despertar
apropiado para ello será siempre la organización autónoma de los
trabajadores31.
En el ocaso del régimen, tanto el MIT-P como los demás sectores
sociales y políticos del país, veían la necesidad de impulsar la lu-
cha por reformas democráticas inmediatas, avizorando un futuro
cercano de mayores represiones por parte del gobierno. De hecho,
las repuestas por parte de la CPT y el gobierno permitían distinguir
una persistencia en los mismos discursos y argumentos esgrimidos
durante décadas. El diputado colorado, de la corriente Militante, y
referente sindical de la CPT, Salvador Vera, criticaba al MIT-P y sus
organizaciones miembros, afirmando cuanto sigue:
Estas organizaciones de fachada responden a intereses extrasin-
dicales fuertemente apoyados económicamente desde el exterior,
realizan con total impunidad un sistemático trabajo de confusión,
de intranquilidad, de lavado de cerebro de nuestros compañeros
trabajadores, mentalizándolos con ideas izquierdistas y anarquis-
tas, con el fin de destruir nuestra identidad nacional, convirtién-
dolos en idiotas útiles al servicio del objetivo final de estos anti-
paraguayos, que respondiendo a sus patrones marxistas desean
destruir nuestra armónica convivencia32.
De esta forma, el discurso nacionalista dirigido a la infiltración ex-
tranjera, al peligro comunista, contra la anarquía y el caos, a favor
del orden, seguirá vigente y con fuerza hasta los últimos días del
régimen autoritario. No es casual y extraño que el mismo perma-
nezca aún en determinados sectores políticos y sociales en la actua-
lidad.
31
DIARIO HOY, «A través de un extenso documento. El MIT analizó situación del obre-
ro», 2 de enero de 1989, p. 11.
32
DIARIO HOY, «Están vinculados al marxismo, dijo. Salvador Vera fustiga a «organiza-
ciones de fachada»», 19 de enero de 1989, p. 8.
127
Ignacio González Bozzolasco
El MIT-P después del golpe de Estado
La descomposición del régimen autoritario comenzó a hacerse visi-
ble desde años antes de su caída. El deterioro económico, las fractu-
ras políticas internas y la cada vez menor legitimidad internacional
lo fueron debilitando. La evidencia de esta debilidad y los cada vez
más claros indicios de fractura llevaron a varios analistas del mo-
mento a hablar de una posible y casi inevitable transición o era pos-
stronista33. En los días que antecedieron al golpe de Estado del 2 de
febrero de 1989, los rumores sobre el mismo circulaban con fuerza,
e incluso algunos dirigentes de primera línea del MIT-P manejan
alguna información detallada al respecto34. Era por entonces algo
así como un secreto a voces.
En un primer comunicado, luego de los acontecimientos del 2 y
3 de febrero, el MIT-P expresa un mensaje claro que se centra en
tres puntos principales: el primero, dirigido al gobierno proviso-
rio, reclamando la plena vigencia de las libertades sindicales y el
inmediato reconocimiento de sus sindicatos asociados que se en-
cuentran en lucha desde hace años en pos de su reconocimiento;
el segundo, el desarrollo de un programa económico que cuente
con la efectiva participación de los trabajadores; y, el tercero, hace
33
Sólo para mencionar algunos, podemos citar a: ARDITI, Benjamín, 1987, «La «po-
liticidad» de la crisis y la cuestión democrática. Poder político, economía y sociedad en
el Paraguay», p. 98, en: CALDERÓN GUTIÉRREZ, Fernando y DOS SANTOS, Mario
Compiladores, Latinoamérica: lo político y lo social en la crisis, Clacso, Buenos Aires,
p.p. 93-164; GALEANO, Luis, 1987, «Paraguay: la crisis del estado autoritario», en: Re-
vista Ñande Reko, editada por el Programa de Cultura y Arte del PROMURI, Misión de
Amistad, Asunción; RIVAROLA, Domingo, «Alternativas de una transición democrática:
el caso paraguayo», p. 299, en: CALDERÓN, Fernando y DOS SANTOS, Mario (Comp.),
«Los conflictos por la constitución de un nuevo orden», Clacso, Buenos Aires, 1987; RI-
VAROLA, Domingo, «Paraguay en una encrucijada: estancamiento o transición», CEPES,
Asunción, 1988, p. 39.
34
ROJAS, Bernardo, entrevistado el 12 de setiembre de 2012.
128
El Nuevo Despertar
un llamado al diálogo a todos los sindicatos genuinos con vistas a
forjar un nuevo proyecto para la clase trabajadora, incluyendo a las
organizaciones campesinas, e invita a todas ellas a la realización de
un acto unitario por el Primero de Mayo35.
La necesidad de fortalecimiento y reagrupación de los sectores sin-
dicales se hacía visible desde los inicios del nuevo periodo. Las pri-
meras medidas de articulación de políticas económicas para el país
excluyeron en su discusión y debate, desde un principio, al sector
trabajador. El Informativo Laboral del mes de febrero, refiriéndose
a este tema, señalaba:
Las primeras conversaciones Gobierno-Oposición; Gobierno-Igle-
sia; y las de Gobierno con los sectores del empresariado nacional,
demuestran taxativamente un espíritu de diálogo, y llamativa-
mente sin la participación de los sectores de trabajadores organi-
zados llámese, Confederación Paraguaya de Trabajadores (CPT),
Movimiento Intersindical de Trabajadores (MIT), Coordinadora
Nacional de Trabajadores (CNT), Agrupación Independiente de
Trabajadores (AIT), o los movimientos campesinos organizados.
Es llamativo que sólo un sector estuvo representado en el diálogo
con las autoridades del nuevo Gobierno porque las decisiones y
especialmente las económicas, involucran a los sectores de pro-
ducción, donde cohabitan patrones y empleados; contratistas y
contratados36.
Ante las preguntas al respecto de la exclusión de representantes de
los trabajadores en las mesas de diálogo entre gobierno y empresa-
rios, representantes de uno y otro sector argüían que los trabajado-
35
DIARIO HOY, «Emitió un pronunciamiento. El MIT pidió mayor atención para los sin-
dicatos obreros», 8 de febrero de 1989, p. 23.
36
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral» número 26, febre-
ro de 1989, CDE, Asunción, p. 4.
129
Ignacio González Bozzolasco
res se encontraban muy divididos, además de poco organizados,
para poder formar parte de los espacios de planificación y acuerdo
de las políticas económicas que había que implementar37. Tales ac-
titudes, demostradas por el nuevo gobierno provisorio, evidencia-
ban claramente una situación: nadie cedería espacios a los trabaja-
dores y los mismos tendrían que ganárselos a partir de sus propios
medios y su propia fuerza.
Pero esta rearticulación verá separadas a las tres plataformas agluti-
nadoras de las fuerzas sindicales en el país: la CPT, la CNT y el MIT.
La CPT entrará en un fuerte conflicto interno tras la renuncia de su
presidente, Sotero Ledesma38, el regreso del exilio de Julio Echeve-
rry –antiguo dirigente de la CPT antes de la intervención de 1958– y
la rearticulación de la oposición liderada por Modesto Alí39. La CNT
mantendrá su camino autónomo y se convertirá en central sindical40,
mientras que el MIT-P emprenderá un camino de construcción de
una nueva central41, pero intentando incluir nuevas organizaciones
al proceso, ya sean estas sindicales como campesinas. Analizaremos
brevemente cada una estas sendas, asumidas por cada sector, pues
aunque separadas, se entrecruzan e influyen mutuamente.
La CPT, pasados los días posteriores al golpe de Estado, se vio
decantada en dos corrientes claramente identificadas. La más con-
37
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral» número 28, abril
de 1989, CDE, Asunción, p. 2.
38
DIARIO PATRIA, «Nuevo secretario general de la C.P.T.», 14 de febrero de 1989, p. 10.
39
DIARIO HOY, «Desean el cambio de las autoridades de la CPT», 17 de febrero de 1989,
p. 22.
40
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral» número 31, agos-
to de 1989, CDE, Asunción, p. 8.
41
DIARIO ÚLTIMA HORA, «El MIT avanza hacia una central única de obreros», 17 de
febrero de 1989, p. 22.
130
El Nuevo Despertar
servadora, liderada por Modesto Alí, y la más crítica y abierta,
encabezada por Julio Echeverry. En su análisis de la situación, el
Informativo Laboral mencionaba cuanto sigue:
La discusión central entre las corrientes está relacionada, con la
postura que tendrán los movimientos con dirigentes del y al Par-
tido Colorado. La primera postura [de Alí]: debe seguir funcio-
nando como un instrumento del partido. La segunda [de Echeve-
rry]: aceptar el pluralismo ideológico. La base de acuerdos es el
proceso de democratización interna, que conllevaría a una central
independiente en sus decisiones, en otros términos: desean la ins-
titucionalización de la CPT42.
El congreso, realizado a finales de mayo, terminaría en incidentes
entre ambas corrientes. Mientras que Alí acabaría retirándose a la
mitad del mismo y declarándose ganador, Echeverry culminaría el
congreso haciendo lo mismo. Finalmente, las instancias guberna-
mentales terminarían aceptando al segundo. Pero pese a las fuertes
disputas internas, la CPT ya no aglutinaba en su seno a una fuerza
sindical importante y tampoco despertaba confianza de los sindi-
catos independientes, que habían demostrado una activa moviliza-
ción en los últimos años. A lo largo del tiempo, esta central se irá
apagando hasta llegar a ser casi inexpresiva. En cierta forma, esto
ya era vislumbrado por algunos analistas del momento, tal como
manifestaba el Informativo Laboral, tiempo antes del congreso:
«Los pasos por los que transita la CPT, pueden ser considerados
como los propios de una estructura obsoleta, donde los cambios
estructurales son casi inadmisibles, y donde la implementación de
las nuevas ideas y “nuevos hombres”, no son aceptados»43.
42
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral» número 28, abril
de 1989, CDE, Asunción, p. 5.
43
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral» número 27, mar-
131
Ignacio González Bozzolasco
Por su parte, la CNT, con el apoyo de su plataforma regional la
CLAT, se transformará rápidamente en central sindical, luego de
deliberaciones internas pero sin la inclusión de nuevos sectores.
Algunos interpretarían esa celeridad como una competencia entre
sectores sindicales independientes del gobierno, para asumir el tí-
tulo de primera central democrática luego del derrumbe del régi-
men44.
El MIT-P, por su parte, emprenderá desde los inicios del proceso
de transición una marcha hacia la constitución de la central uni-
taria de trabajadores incluyendo la mayor cantidad de sindicatos
independientes posible, además de sectores campesinos organiza-
dos. Si bien hubo gente dentro del movimiento que contempló la
posibilidad de emprender una disputa al interior de la CPT, a fin
de recuperarla como central independiente de partidos políticos y
del gobierno, esa idea fue rápidamente descartada debido al es-
tigma que dicha organización tenía para los sindicalistas críticos e
independientes del Partido Colorado45. En este periodo, referentes
del MIT-P desarrollaron un trabajo intensivo de contactos con sin-
dicatos, tanto de la capital como del interior del país46, además de
organizaciones campesinas47.
zo de 1989, CDE, Asunción, p. 4.
44
ROJAS, Bernardo, entrevistado el 12 de setiembre de 2012.
45
CENTURIÓN, Ramón, entrevistado el 15 de setiembre de 2012.
46
DIARIO HOY, «Miembros del MIT realizan recorrido por el interior», 10 de marzo de
1989, p. 30.
47
ROJAS, Bernardo, recordando este proceso, señala: «Nosotros hicimos procesos de dis-
cusión, de debates entre las bases, entre los sindicatos, y a partir de ahí salió lo que salió y
en esa época se calificó en todos los niveles, tanto que la prensa decía que hubo dos hechos
importantes en la vida política del país: La caída de la dictadura y la fundación de la CUT.
Porque fue una central obrera-campesina, era una central revolucionaria, era algo impor-
tante» (ROJAS, Bernardo, entrevistado el 12 de setiembre de 2012).
132
El Nuevo Despertar
Los recorridos dieron como resultado la Conferencia Nacional de
Organizaciones Sindicales y Campesinas, que se realizó en la ca-
pital del país el 8 de abril de 1989, convocando a más de ochenta
organizaciones de todo el país48. Esta conferencia se realizó en un
contexto muy particular, en el cual los tres polos de articulación del
movimiento sindical paraguayo se disputaban la nueva hegemo-
nía ante la imposibilidad de componer una instancia conjunta de
coordinación. De tal modo que este evento impulsado por el MIT-
P generó reacciones tanto de la CNT como de la CPT. La prime-
ra aceleró sus preparativos y desaprobó el accionar del MIT-P de
manera algo más solapada49. La reacción de la CPT fue más fuerte,
manifestando públicamente su desautorización del acto del MIT-P,
a la vez que anunciaba que los representantes de la CPT asistirían
al evento para dar la explicación de la verdadera situación de la
confederación.
La reacción obedecía a que tales dirigentes no toleraban el análisis
realizado por los impulsores de la Conferencia, el cual, en térmi-
nos simples, descartaba la posibilidad de que la CPT pudiera ser
restructurada y puesta al servicio de los trabajadores nuevamente.
Los representantes de CPT asistieron a la Conferencia, ocasionan-
do mayores roces y terminaron retirándose tras empujones y abu-
cheos de los participantes50. Este acontecimiento cerró, definitiva-
mente, toda posibilidad de articulación conjunta.
48
DIARIO HOY, «Inicia conferencia nacional de organizaciones gremiales», 8 de abril de
1989, p. 17.
49
DIARIO HOY, «“Invitamos al MIT, pero…”», 9 de abril de 1989, p. 21; y DIARIO ÚLTI-
MA HORA, «CNT pretende la unidad en base al diálogo amplio», 19 de abril de 1989, p. 21.
50
DIARIO HOY, «En medio de forcejeos, en actividad matutina. La CPT se retiró de en-
cuentro del MIT», 10 de abril de 1989, p. 23.
133
Ignacio González Bozzolasco
Aparte de confirmar la clara definición de tres caminos bien delimi-
tados para los sectores sindicales del país, la Conferencia permitió
evidenciar la hegemonía del MIT-P en el proceso de rearticulación
sindical. Esto se evidencia del análisis realizado por el Informativo
Laboral del mes de abril:
El MIT ha demostrado, a través de su breve historia, un sostenido
avance. Inicialmente formado por un pequeño grupo de disiden-
tes de la CPT, [la intersindical] fue adquiriendo un nombre y, por
sobre todo, generando un pequeño espacio alternativo para el de-
sarrollo del movimiento obrero.
Existen contradicciones sobre el desarrollo del mismo, pero es in-
negable su actual poder de convocatoria: 300 [delegados] de 63
organizaciones de trabajadores urbanas y rurales. Además del
importante caudal y apoyo del movimiento campesino, avalan el
trabajo que fueron desarrollando dirigentes y base51.
El Informativo continúa su análisis considerando a la Conferencia
del MIT-P como un paso inicial de una transición, de un cambio del
propio carácter de las organizaciones, convirtiéndose así, de orga-
nizaciones de resistencia en instituciones con propuestas propias
para la clase trabajadora, dirigidas tanto hacia el gobierno como al
empresariado nacional52.
Muy inspirados en sus pares de la Central Única de Trabajadores
del Brasil – CUT53, fundada unos años antes54, los dirigentes del
MIT-P bautizaron el proyecto en gestación como CUT desde sus
51
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral» número 28, abril
de 1989, CDE, Asunción, p. 6.
52
Ibídem.
53
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral» número 27, mar-
zo de 1989, CDE, Asunción, p. 6.
54
Fundada el 28 de agosto de 1983 (http://www.cut.org.br/institucional/38/historico [Re-
visión: 7 de octubre de 2012]).
134
El Nuevo Despertar
inicios55. Pero será desarrollado un debate intenso sobre los signi-
ficados de tales siglas, especialmente sobre la posibilidad de de-
nominar a la nueva central como Única o Unitaria. Dichas deno-
minaciones, que a primera vista parecerían pequeñas diferencias
semánticas, traían aparejadas concepciones diferentes de la nueva
central en formación. La propuesta de una Central Única de Tra-
bajadores concebía la creación de una plataforma sindical con una
clara y determinada visión política e ideológica; por el contrario, la
propuesta de una Central Unitaria de Trabajadores hacía énfasis en el
pluralismo, contemplando una diversidad de visiones políticas e
ideológicas en su seno. Esta polémica, que se desarrollará desde la
conferencia hasta la Asamblea Constitutiva de la CUT, terminará
inclinándose hacia la segunda concepción56.
Dos eventos posteriores marcarán los pasos definitivos para la
constitución de la CUT. El primero, en julio, el pre-congreso de la
central, para definir algunos asuntos básicos y necesarios, como el
proyecto de estatutos y el reglamento para el congreso fundacio-
nal; y el segundo, el congreso propiamente dicho, en agosto, don-
de aparte de constituir la central serán aprobados los estatutos y
elegida la conducción57. Todo el proceso preparativo transcurrirá
a la par de una activa participación del MIT-P en la escena polí-
tica nacional, emprendiendo propuestas al respecto de la política
económica, fomentando la generación de nuevos sindicatos y de-
55
Sobre este tema comenta Víctor Báez Mosqueira: «El tema de la estructura de la primera
CUT, obrero-campesina, nosotros lo aprendimos de la CUT de Brasil. Y de hecho que la
primera época de la CUT, nosotros teníamos más influencia de la CUT de Brasil, es decir,
del nuevo sindicalismo brasilero» (BÁEZ MOSQUEIRA, Víctor, Entrevistado en Asunción
el 22 de febrero de 2012).
56
ROJAS, Bernardo, entrevistado el 12 de setiembre de 2012.
57
DIARIO HOY, «A instancias del Movimiento Intersindical de Trabajadores. Fundarán la
Central de Trabajadores», 14 de junio de 1989, p. 5.
135
Ignacio González Bozzolasco
fendiendo el derecho a la libre organización de los trabajadores pa-
raguayos.
La CUT y el nacimiento de una central independiente
El debate suscitado en torno a la independencia de la nueva central
de trabajadores no hacía referencia, únicamente, a la necesidad de
independencia al respecto de los intereses partidarios o de las auto-
ridades del gobierno. Se refería además a la posición que la central
en gestación mantendría a nivel internacional. De hecho, el debate
en torno a la proximidad a cada una de las plataformas sindicales
regionales –la CLAT y la ORIT– había causado los conflictos con la
CNT y su posterior alejamiento del MIT-P.
Los conflictos en torno a los apoyos internacionales y la filiación
que asumiría la nueva central una vez consolidada comenzaron
a generar ciertas escaramuzas, tiempo antes del Congreso funda-
cional. Como comenta Bernardo Rojas, presidente de la Comisión
Organizadora y primer presidente del Congreso, manteniendo una
línea internacional independiente –pese al mayoritario apoyo reci-
bido por parte de la ORIT – CIOSL– se extendieron invitaciones a
las tres plataformas sindicales internacionales: la CIOSL, la CMT
y la FSM, además de a sus articulaciones regionales y a sus más
destacados sindicatos miembros. Las dificultades surgieron enton-
ces tanto a nivel gubernamental como en el plano de articulación
sindical internacional.
En el plano gubernamental, el entonces canciller nacional, Luis
María Argaña, denegó las visas para representantes sindicales de
la Unión Soviética, Checoslovaquia y Cuba. Argaña esgrimió en-
tonces como argumento que «en esos países no hay sindicalismo
136
El Nuevo Despertar
libre, en consecuencia, ellos no son líderes sindicales, por lo que no
se otorgará ninguna visa a supuestos sindicalistas provenientes de
países comunistas»58.
Pero las dificultades no sólo surgirán en ese plano, sino también
con respecto a la relación con las organizaciones sindicales interna-
cionales, específicamente la ORIT y la CIOSL. Los representantes
de estas organizaciones, en confrontación con la FSM, desarrolla-
ron presiones sobre la Comisión Organizadora del Congreso para
evitar la realización de actividades conjuntas con los representan-
tes de la FSM y que los mismos participaran del acto fundacional.
Este sector, que había hecho un importante aporte económico, con-
dicionó el mismo ante la participación de los mencionados. Ante
tales condicionamientos, el Comité Organizador, en la persona de
Bernardo Rojas, mantuvo una posición firme defendiendo la inde-
pendencia y autodeterminación de la nueva central en gestación.
Finalmente, esta posición primó y la participación internacional en
el Congreso fundacional de CUT fue amplia, así como las activida-
des desarrolladas en torno al mismo.
La nueva central, denominada finalmente Central Unitaria de Tra-
bajadores, se definió como clasista, combativa, autónoma y demo-
crática, guiada por el objetivo de defender los intereses inmediatos
e históricos de los trabajadores y la lucha por mejores condiciones
de vida y trabajo59. En el Congreso fundacional, realizado los días
12 y 13 de agosto de 1989, se presentaron dos listas en puja por la
conducción de la central. La primera de ellas, impulsada principal-
mente por las organizaciones campesinas, estaba encabezada por
58
DIARIO HOY, «No se otorgará visa a «líderes comunistas»», 10 de agosto de 1989, p. 16.
59
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral» número 31, agos-
to de 1989, CDE, Asunción, p. 3.
137
Ignacio González Bozzolasco
Silvio Ferreira –del gremio médico del Hospital de Clínicas–, ade-
más de Samuel Frutos, José Delvalle y Víctor Bareiro. La segunda
lista, que terminó triunfadora, estaba encabezada por Víctor Báez
Mosqueira, acompañado de Alan Flores, Bernardo Rojas y Carlos
Filizzola60.
Con este acto se cierra un capítulo en la historia del movimiento
obrero paraguayo, surgido en las trincheras de luchas contra el au-
toritarismo bajo un régimen que cercenaba las posibilidades de un
sindicalismo autónomo. El MIT-P, actor principal de este periodo,
fue el resultado de décadas de resistencia, avances y retrocesos de
sectores sindicales que, oscilantes en los inicios, fueron conquis-
tando espacios cada vez más amplios de acción y resistencia. De-
rrumbado el régimen autoritario, con el derrocamiento del general
Alfredo Stroessner, el MIT-P vio sus últimos días en un proceso
de transformación y construcción de una plataforma organizativa
diferente y superior. El sindicalismo pasa así de la resistencia a la
lucha proactiva por mejores condiciones para la clase obrera para-
guaya. Se cierra un capítulo y se inicia otro, que no estará exento
de victorias como de derrotas, en una etapa difícil para los sectores
populares del país y la región. Este nuevo capítulo protagonizado
por la nueva CUT, con sus aventuras y desventuras, deberá ser ob-
jeto de nuevos abordajes e investigaciones.
DIARIO ABC, «Congreso fundacional se desarrolló con toda normalidad. Víctor Báez
60
Mosqueira es presidente de la CUT», 14 de agosto de 1989, p. 11.
138
Consideraciones
finales
El Nuevo Despertar
A lo largo de las líneas precedentes realizamos un recorrido por
los principales hechos históricos que apuntalaron, desde sus ante-
cedentes hasta su transformación en una organización diferente, el
desarrollo del MIT-P como un actor central de la escena política y
social del Paraguay durante la segunda mitad de la década de los
ochentas. Este recorrido persiguió la finalidad de identificar aque-
llos hechos centrales en la historia del MIT-P –tanto los intrínse-
cos como extrínsecos al movimiento sindical en particular, como
al sector obrero en general– que impulsaron la formación de este
movimiento y definieron las características principales de esta or-
ganización, sus acciones y objetivos.
El rol que jugó esta organización y su relevancia en la escena po-
lítica nacional en los años finales del régimen autoritario de Al-
fredo Stroessner, trascendió incluso las expectativas de quienes las
pensaron e impulsaron desde sus inicios. Como señalaba Roberto
Villalba: «Según se desprende de las conclusiones de los líderes
sindicales en el momento de fundación del MIT no se pensó en la
141
Ignacio González Bozzolasco
trascendencia que iba a tener la organización ni tampoco se pensó
en el rol protagónico que le cabría desarrollar»1.
Guiados por la interrogante del papel jugado por este movimiento
en la escena política y social en la tuvo lugar, pudimos adentrarnos
en el contexto social y político en el cual fue generado el MIT-P
como propuesta organizativa de parte de organizaciones sindica-
les críticas al régimen. En ese proceso de análisis, identificamos las
primeras acciones emprendidas por esta organización, lo que nos
permitió establecer el tipo de relación e interacción desarrolladas
entre las organizaciones obreras –en especial el MIT-P– y el régi-
men entonces vigente.
En este sentido, consideramos que el contexto político del Paraguay
de entonces se hallaba signado por características muy alejadas de
las tradicionalmente identificadas con las democracias propiamen-
te dichas. Optamos así por la caracterización de régimen autorita-
rio2.
Dicho régimen, a nuestro criterio, adoptó como forma particu-
lar de relación con el movimiento obrero al corporativismo, en la
acepción particular descrita por Valenzuela3. A una conclusión si-
milar arriba Benjamín Arditi –aunque referenciado en bibliografía
diferente–, cuando señala que en Paraguay se identifica la puesta
en marcha de un «corporativismo estatal selectivo»4. El corporati-
1
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 11, noviembre de 1987,
CDE, Asunción, p. 6.
2
LINZ, Juan, op. cit., p. 15.
3
VALENZUELA, J. Samuel, op. cit., p. 303.
4
Arditi se referencia aquí en el conocido politólogo italiano Gianfranco Pasquino (AR-
DITI, Benjamín, «La «politicidad» de la crisis y la cuestión democrática. Poder político,
economía y sociedad en el Paraguay», p. 98, en: CALDERÓN GUTIÉRREZ, Fernando y
DOS SANTOS, Mario (Compiladores), 1987, Latinoamérica: lo político y lo social en la
142
El Nuevo Despertar
vismo, caracterizado por la existencia de organizaciones sindica-
les fomentadas por el Estado, con financiación oficial y dirigentes
digitados desde la cúpula de poder –entre otras características ya
señaladas anteriormente– se puede evidenciar en cuerpo y forma
con la CPT. Esta organización, intervenida por el gobierno en 1958,
fungía como plataforma incondicional del mismo, defendiendo sus
intereses antes que el de los sectores trabajadores a los que decía
representar. Este accionar era reforzado con la pertenencia de la
cúpula de la central al mismo gobierno, con varios dirigentes sindi-
cales en cargos ejecutivos y legislativos.
Las organizaciones sindicales críticas a las políticas y posiciones
asumidas por la cúpula dirigencial de la central, así como por el
mismo gobierno, eran objeto de fuertes medidas represivas. De esta
forma, referentes y organizaciones fueron víctimas de represiones
por parte de las fuerzas públicas, como también de desconocimien-
tos legales e intervenciones por parte de las oficinas públicas de
control, como ser el Ministerio de Justicia y Trabajo. El MIT-P fue
creado como reacción y resistencia a estas dinámicas corporativis-
tas, articulando a organizaciones sindicales que mantenían una po-
sición crítica y reivindicaban el derecho a la organización y movili-
zación independiente.
En esta lucha por el desarrollo de una acción sindical independien-
te del gobierno y de los partidos políticos, el MIT-P fue transitando
por un proceso que lo llevó desde las reivindicaciones netamente
sectoriales, en sus inicios, a consignas de carácter más general y
político. De esta forma, las críticas al autoritarismo, así como las
reivindicaciones de cambios democráticos en la sociedad paragua-
crisis, Clacso, Buenos Aires, p.p. 93-164).
143
Ignacio González Bozzolasco
ya, pasaron a ser elementos centrales del discurso de referentes y
organizaciones integrantes del MIT-P. Expresión de esto son las
afirmaciones del Informativo Laboral, realizadas a finales de 1987,
que señalaba con respecto a las reivindicaciones del MIT-P cuanto
sigue:
Durante estos últimos años los voceros y dirigentes del movi-
miento laboral independiente han expresado su disposición de
defender el proceso democrático a pesar de las amenazas del sec-
tor oficialista y que está expresado en un sistemático estado re-
presivo a líderes, organizaciones sindicales y a movimientos del
sector popular5.
Las cada vez más insistentes consignas democráticas en boca de
referentes sindicales del MIT-P, no excluían las reivindicaciones
de carácter laboral o netamente sindical. Así, el movimiento nunca
hizo a un lado las banderas de clase, participando activamente del
debate en torno a las medidas económicas y laborales, emprendi-
das por sectores gubernamentales o empresariales, que a su criterio
afectaran los intereses de los trabajadores del país. Las polémicas en
torno a la insuficiencia del salario mínimo, la inflación y la impreci-
sión del índice de precios manejado por el Estado como parámetro
para contemplar eventuales reajustes salariales fueron constantes
temas de debate en los que el MIT-P tuvo clara presencia y postura.
Y de hecho, las seguirá defendiendo aún con más fuerza, luego del
derrocamiento del gobierno y la caída del régimen.
En estas luchas, el movimiento desarrolló estrechos vínculos con
diferentes sectores gremiales de la sociedad paraguaya. Algunos
de ellos, muy próximos en reivindicaciones puntuales y caracte-
5
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 11, noviembre de 1987,
CDE, Asunción, p. 5.
144
El Nuevo Despertar
rísticas, como fue el caso de los gremios médicos del Hospital de
Clínicas. Otros sectores, aunque diferentes en las características
particulares de sus asociados, como los sectores estudiantiles y
campesinos, igualmente lograron estrechar vínculos de trabajo y
acción conjunta con el MIT-P, al encontrarse próximos en las ban-
deras y consignas de carácter democrático.
Pero esta organización, pese a las articulaciones realizadas con di-
ferentes sectores, no estuvo exenta de conflictos internos y dispu-
tas. Las mismas, en gran medida, fueron reflejo de conflictos pre-
sentes en las esferas internacionales entre las grandes plataformas
de articulación sindical. Esas disputas influenciaron las posiciones
e intereses de las organizaciones locales afines, provocando roces y
hasta divisiones en el seno del movimiento.
Todo lo descrito tuvo como resultado la constitución de una plata-
forma articuladora del movimiento sindical que mantuvo, durante
toda su existencia, una clara confrontación con representantes del
gobierno, del Partido Colorado y de la central sindical oficialista.
Finalmente, consideramos que este breve recorrido por la historia
del MIT-P nos permitió poner en evidencia las formas en que el
contexto sociopolítico por el que atravesó la sociedad paraguaya en
la década de los ochentas –así como en las anteriores– fue un ele-
mento central de influencia en la conformación de este movimien-
to, en cuanto espacio de articulación gremial de los trabajadores
paraguayos, configurando gran parte de sus características consti-
tutivas. Pudimos evidenciar además cómo, en términos muy parti-
culares, dicha conformación se halla ligada de manera directa con
la ausencia de organizaciones sindicales representativas y críticas
en lo que se refiere al ámbito gremial específico de los trabajadores
145
Ignacio González Bozzolasco
en ese periodo. Pero tales apreciaciones despiertan nuevas interro-
gantes que deberán ser objeto de futuros abordajes, de seguro más
profundos y extensos, de un periodo de nuestra historia que hasta
ahora ha sido poco estudiado por nuestras ciencias sociales.
146
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bibliográficas y
documentales
El Nuevo Despertar
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EL PUEBLO, 7 de mayo de 1986.
EL PUEBLO, 9 de mayo de 1985.
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DIARIO HOY, 23 de octubre de 1985.
DIARIO HOY, 11 de noviembre de 1985.
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DIARIO HOY, 13 de febrero de 1986.
DIARIO HOY, 15 de marzo de 1986.
DIARIO HOY, 25 de marzo de 1986.
DIARIO HOY, 18 de julio de 1986.
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DIARIO HOY, 11 de abril de 1987.
DIARIO HOY, 14 de abril de 1987.
DIARIO HOY, 29 de abril de 1987.
DIARIO HOY, 10 de marzo de 1987.
DIARIO HOY, 17 de marzo de 1987.
DIARIO HOY, 31 de julio de 1988.
DIARIO HOY, 19 de octubre de 1988.
DIARIO HOY, 10 de diciembre de 1988.
DIARIO HOY, 2 de enero de 1989.
DIARIO HOY, 19 de enero de 1989.
DIARIO HOY, 8 de febrero de 1989.
DIARIO HOY, 17 de febrero de 1989.
DIARIO HOY, 10 de marzo de 1989.
DIARIO HOY, 8 de abril de 1989.
DIARIO HOY, 9 de abril de 1989.
DIARIO HOY, 10 de abril de 1989.
DIARIO HOY, 14 de junio de 1989.
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DIARIO NOTICIAS, 7 de mayo de 1988.
DIARIO NOTICIAS, 20 de agosto de 1988.
DIARIO NOTICIAS, 30 de diciembre de 1988.
DIARIO LA TARDE, 9 de abril de 1986.
DIARIO LA TARDE, 24 de abril de 1986.
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DIARIO PATRIA, 20 de enero de 1987.
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DIARIO PATRIA, 30 de abril de 1988.
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DIARIO ULTIMA HORA, 23 de julio de 1986.
DIARIO ÚLTIMA HORA, 26 de marzo de 1987.
DIARIO ÚLTIMA HORA, 25 de febrero de 1988.
DIARIO ÚLTIMA HORA, 27 de febrero de 1988.
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DIARIO ÚLTIMA HORA, 19 de abril de 1989.
SEMANARIO ÑANDE, 22 de noviembre de 1985.
SEMANARIO SENDERO, 26 de julio de 1985.
Revistas especializadas
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Labo-
ral» número 26, febrero de 1989, CDE, Asunción.
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Labo-
ral» número 27, marzo de 1989, CDE, Asunción.
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Labo-
ral» número 28, abril de 1989, CDE, Asunción.
MORENO, Juan Carlos y VILLALBA, Roberto, «Informativo Labo-
ral» número 31, agosto de 1989, CDE, Asunción.
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», número 0, diciembre
de 1986, CDE, Asunción.
VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 1, ene-
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VILLALBA, Roberto, «Informativo Laboral», año 1, número 3, mar-
zo de 1987, CDE, Asunción.
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mayo de 1987, CDE, Asunción.
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viembre de 1987, CDE, Asunción.
VILLALBA, Roberto, MORENO, Juan Carlos y RIQUELME, Quin-
tín, «Informativo Laboral», año 2, número 13, enero de 1988,
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tín, «Informativo Laboral», año 2, número 15, marzo de 1988,
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VILLALBA, Roberto y MORENO, Juan Carlos, «Informativo Labo-
ral», año 2, número 19, julio de 1988, CDE, Asunción.
VILLALBA, Roberto y MORENO, Juan Carlos, «Informativo Labo-
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Entrevistas
BÁEZ MOSQUEIRA, Víctor, Entrevistado en Asunción el 22 de fe-
brero de 2012.
BENÍTEZ MANCHINI, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 29
de agosto de 2012.
CENTURIÓN, Ángel, Entrevistado en Asunción el 4 de setiembre
de 2012.
CENTURIÓN, Ramón, Entrevistado en Asunción el 15 de setiem-
bre de 2012.
CODAS, Gustavo, Entrevistado en Asunción el 24 de agosto de
2012.
ROJAS, Bernardo, Entrevistado en Asunción el 12 de setiembre de
2012.
Páginas web
http://www.cut.org.br/institucional/38/historico [Revisión: 7 de
octubre de 2012].
http://www.icftu.org/default.asp?Language=ES [Revisión: 24 de
setiembre de 2012].
http://www.csa-csi.org [Revisión: 4 de setiembre de 2012].
157
Acrónimos
El Nuevo Despertar
ACEPAR: Aceros del Paraguay
AIT: Agrupación Independiente de Trabajadores
AFL-CIO: Federación Estadounidense del Trabajo y
Congreso de Organizaciones Industriales (por
sus siglas en inglés)
ATC: Agrupación de Trabajadores del Comercio
ATE: Asociación de Trabajadores del Estado de
Argentina
BCP: Banco Central del Paraguay
BID: Banco Interamericano de Desarrollo
BNT: Banco Nacional de Trabajadores
CAPSA: Compañía Algodonera del Paraguay S. A.
CDE: Centro de Documentación y Estudios
CDyA: Defensa de los Derechos Humanos de la Corte
Suprema de Justicia del Paraguay
CEPATE: Centro Paraguayo de Teatro
CePeTe-e: Confederación Paraguaya de Trabajadores en el
Exilio
CETRAPAM: Confederación de Empresarios del Transporte
del Área Metropolitana
CGT: Central General de Trabajadores de la Argentina
CIE: Consorcio de Ingeniería Electromecática
CIOSL: Confederación Internacional de Organizaciones
Sindicales Libres
CLAT: Confederación Latinoamericana de
Trabajadores
CLC: Congreso Canadiense del Trabajo (por sus siglas
en inglés)
CMT: Confederación Mundial del Trabajo
CNT: Coordinadora Nacional de Trabajadores. Luego
de 1989 Central Nacional de Trabajadores.
161
Ignacio González Bozzolasco
CONAPA: Coordinadora Nacional de Productores
Agrícolas
CPES: Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos
CPT: Central Paraguaya de Trabajadores
CTM: Confederación de Trabajadores de México
CUT: Central Unitaria de Trabajadores
DNT: Departamento Nacional del Trabajo
EBY: Entidad Binacional Yacyretá
FED: Frente de Estudiantes de Derecho
FEM: Frente de Estudiantes de Medicina
FEQ: Frente Estudiantil de Química
FETRABAN: Federación Nacional de Trabajadores Bancarios
del Paraguay
FETRACOS: Presidente de la Federación de Trabajadores
Latinoamericanos del Comercio, Oficinas y
Empresas Privadas de Servicios
FETRATRAC: Federación de Trabajadores del Transporte
Colectivo del Paraguay
FEUP: Federación de Estudiantes Universitarios del
Paraguay
FIE: Frente Independiente de Economía
FIEI: Los movimientos solidarios son Frente
Independiente de Estudiantes de Ingeniería
FORP: Federación Obrera Regional Paraguaya
FSM: Federación Sindical Mundial
IADSL: Instituto Americano para el Desarrollo del
Sindicalismo Libre
IRO/FIET: Presidente de la Organización Regional
Interamericana de la Federación Internacional
de Empleados Técnicos y Profesionales
162
El Nuevo Despertar
LOMP: Liga de Obreros Marítimos y Afines del
Paraguay
MCP: Movimiento Campesino Paraguayo
MECYT: Movimiento Estudiantil de Ciencias y
Tecnología
MIT-P: El Movimiento Intersindical de Trabajadores
OIT: Organización Internacional del Trabajo
ORIT: Organización Regional Interamericana de
Trabajadores
ORO: Organización Republicana Obrera
PCP: Partido Comunista Paraguayo
SEOC: Sindicato de Empleados y Obreros del Comercio
SINATRAC: Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Construcción
SINOMA: Sindicato Nacional de Obreros Metalúrgicos y
Afines
SINTRACY: Sindicato de Trabajadores de la Construcción de
Yacyretá
SOGP: Sindicato de Obreros Gráficos del Paraguay
SPG: Sistema de Preferencia Generalizada
SPP: Sindicato de Periodistas del Paraguay
UGT: Unión General de Trabajadores de España
UIL: Unión Italiana del Trabajo (por sus siglas en
italiano)
UNTP: Unión Nacional de Trabajadores de la Prensa
UTC: Unión de Trabajadores de Colombia
UTCPEV: la Unión de Trabajadores con Contrato
Paraguayo de Eriday-Ute
163
Fotografías e
ilustraciones
167
El Nuevo Despertar
Fundación del MIT-P el 1º de mayo 1985 en la Iglesia San Cristóbal.
168
Ignacio González Bozzolasco
Movilización del MIT-P el 1º de mayo de 1986. Los trabajadores intentan
marchar luego de la misa realizada en la Iglesia del Colegio Cristo Rey.
Movilización del MIT-P el 1º de mayo de 1986. La Policía detiene la marcha de los manifestantes y los trabajadores se sientan para
169
El Nuevo Despertar
evitar ser reprimidos.
Ignacio González Bozzolasco
Movilización del MIT-P el 1º de mayo de 1986.
Los manifestantes son reprimidos con gases.
Movilización del MIT-P el 1º de mayo de 1986.
Los trabajadores son reprimidos por la Policía y civiles armados.
170
El Nuevo Despertar
Movilización del MIT-P el 1º de mayo de 1986. Los trabajadores son expulsados
de la calle por la Policía y uno de los manifestantes se resiste.
Movilización del MIT-P el 1º de mayo de 1986. Un manifestante yace abatido en
la calle por la represión de policías y civiles armados.
171
Ignacio González Bozzolasco
Movilización del MIT-P el 1º de mayo de 1986. Los manifestantes se introducen
en una casa particular para escapar de los policías y civiles armados, pero son
igualmente golpeados.
172
El Nuevo Despertar
Invitación al Panel organizado por el MIT-P por los 100 años
de la masacre de Chicago, días antes de la Represión del 1º de
mayo de 1986.
173
Ignacio González Bozzolasco
Panfleto del MIT-P denunciando violaciones a los derechos de los trabajadores
de CAPSA.
Nota de renuncia al MIT-P del Sindicato de Trabajadores de CAPSA, fruto de
la presión estatal recibida desde el Ministerio de Justicia y Trabajo y la CPT.
Más tarde el sindicato se reincorporará al MIT-P.
174
El Nuevo Despertar
Portada del Boletín Intersindical Nº 1, vocero oficial del MIT-P.
175
Ignacio González Bozzolasco
Portada del Boletín Intersindical Nº 2, vocero oficial del MIT-P.
176
Portada del Boletín Intersindical Nº 4 y 5, vocero oficial del MIT-P. En la tapa se publica una nota del CPATE,
referente a un conflicto surgido en el seno del movimiento.
177
El Nuevo Despertar
Ignacio González Bozzolasco
Volantes producidos por el MIT, que formaron parte de la Campaña de Sindicalización,
salario justo y trabajo para todos.
178
El Nuevo Despertar
Convocatoria del MIT-P al acto por el festejo del 1º de mayo de 1988.
179
Ignacio González Bozzolasco
Invitación a la Conferencia Nacional de Organizaciones Sindicales y Campesinas,
realizada el 8 y 9 de abril de 1989. Esta conferencia tuvo como uno de sus puntos
principales el análisis sobre la construcción de la Central Unitaria de Trabajadores.
180
Se terminó de imprimir en julio de 2013.
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