0% encontró este documento útil (0 votos)
302 vistas13 páginas

Caso Fortuito y Fuerza Mayor

El documento discute el caso fortuito y la fuerza mayor como eximentes de responsabilidad civil. Define el caso fortuito como un evento imprevisible e inevitable, mientras que la fuerza mayor se refiere a un hecho extraordinario e irresistible. Examina las diferentes posiciones doctrinales sobre si existe una distinción entre ambos conceptos o son sinónimos. Concluye que la mayoría considera que producen el mismo efecto legal de liberar al deudor de responsabilidad, por lo que pueden asimilarse a pesar de sus orígenes conceptuales diferentes.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
302 vistas13 páginas

Caso Fortuito y Fuerza Mayor

El documento discute el caso fortuito y la fuerza mayor como eximentes de responsabilidad civil. Define el caso fortuito como un evento imprevisible e inevitable, mientras que la fuerza mayor se refiere a un hecho extraordinario e irresistible. Examina las diferentes posiciones doctrinales sobre si existe una distinción entre ambos conceptos o son sinónimos. Concluye que la mayoría considera que producen el mismo efecto legal de liberar al deudor de responsabilidad, por lo que pueden asimilarse a pesar de sus orígenes conceptuales diferentes.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 13

CASO FORTUITO Y FUERZA MAYOR

(Hechos de la naturaleza y actos del príncipe)

Revista: Revista de Derecho de Daños


Tomo: 2006 - 1. Eximentes de responsabilidad - I.

Autor:
Venini, Juan Carlos

Cita:
RC D 1266/2012

Sumario:
1. Introducción. 2. El caso fortuito o la fuerza mayor. 3. Hechos de la naturaleza. 4. Actos del príncipe.

Indice:

 1. Introducción
 2. El caso fortuito o la fuerza mayor
 3. Hechos de la naturaleza
 4. Actos del príncipe

Ver texto completo

CASO FORTUITO Y FUERZA MAYOR

(Hechos de la naturaleza y actos del príncipe)


1. Introducción

Respecto al tema sobre el cual debo explayarme, he considerado necesario realizar una introducción, habida cue
que menester es ubicarlo dentro del contexto de la responsabilidad civil. Se sabe que se debe responder por los
hechos de que se es autor o en los que se ha participado o, en todo caso, ante situaciones de aparente causalida
el sindicado como presunto obligado a responder puede invocar distintas circunstancias en aras a eximirse
consecuencias jurídicas de su obrar. En este amplio espectro de posibilidades defensivas cabe alegar la fa
voluntariedad en el actuar, sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 907, segundo párrafo, del Código Civ
ausencia de autoría, por no darse el elemental recaudo de "mismidad", al haber obrado el sujeto como cuerp
estado de sonambulismo. También es posible aducir que falta la necesaria relación de causalidad por haber sido el
dañoso provocado por causas extrañas a la esfera de acción del pretenso responsable. Nos acercamos así al cam
las eximentes, ocupado en gran medida por el caso fortuito y la fuerza m
No trataré aquellos elementos que tipifican la legítima defensa o el estado de nece
El obrar de un tercero que irrumpe en el nexo causal, excluyendo la responsabilidad del agente o coparticipando
en las consecuencias dañosas que el hecho ha provocado a la víctima, tiene sí necesaria conexión con la actuac
Estado que, en la situación actual de nuestra evolución doctrinaria y jurisprudencial, la mayor parte de las vece
hacerse cargo de los nocimientos que ocasiona por su obrar lícito o ilícito, por lo que en estos supuestos ya tend
un responsable, con lo que la eximente no se fundaría en la fuerza mayor sino en el hecho de un tercero por qu
se debe responder.

2. El caso fortuito o la fuerza mayor

Ésta resulta ser la eximente tradicional, y, al respecto, Alterini precisa: "En el sistema clásico hubo ciertas ambigü
conceptuales con relación al caso fortuito, con las cuales se pudo convivir sin que se afectara la corrección
soluciones, porque 'cuando la víctima tiene la obligación de probar que aquel a quien demanda reparación ha co
una culpa, el problema de la fuerza mayor aparece con dificultad y ni siquiera llega a plantearse'. Pero en el r
moderno, al sobresalir con nitidez la responsabilidad objetiva, 'el interés de la noción de fuerza mayor surge en el
plano' (Mazeaud-Tunc
Como se advierte, ya desde estas primeras expresiones, comienzan a generarse los problemas respecto a la
mayor y al caso fortuito, tratando de establecer sus deslindes cuando la responsabilidad objetiva irrumpe con fue
la geografía de la responsabilidad
Para una posición de la doctrina, las dos expresiones, caso fortuito o fuerza mayor, son sinónimas, y en muchos a
del Código Civil aparecen utilizados los términos en forma indistinta. En lo que concierne a la doctrina, expresan
Cazeaux y Félix A. Trigo Represas: "Pero si en nuestro Código 'caso fortuito o fuerza mayor' son expre
equivalentes, y a ambos corresponde un igual efecto eximente de responsabilidad, no ocurre lo mismo en la do
en la cual, y a este respecto, se advierten cinco interpretaciones dis
"a) Tradicionalmente se entendía que el caso fortuito se refería a los hechos de la naturaleza, y la fuerza mayo
actos del hombre: distinción que tenía nada más que importancia teórica, pues en la práctica ambos liberaban al
de responsab
"b) Hay autores que designan con el nombre de caso fortuito a los hechos imprevisibles y llaman fuerza mayo
hechos inevit
"c) Los hay que dan el nombre de caso fortuito a los hechos menos importantes y denominan fuerza mayor a l
extraordinarios.
"d) Para otro sector doctrinario es preciso distinguir netamente entre caso fortuito y fuerza mayor, no solamente
el punto de vista conceptual sino también en cuanto a sus ef
"La fuerza mayor exime de responsabilidad, el caso fortuito
"En este último grupo el representante más significativo es Exner, cuya obra De la fuerza mayor en el derecho me
romano y actual, escrita en la segunda mitad del siglo XIX, constituye el antecedente obligado de esta p
doctrinaria" [2].
A su vez Llambías expone: "No es dudoso que la significación gramatical de los vocablos que entran en las expre
que estudiamos responden a dos ideas distintas. Lo 'fortuito' es lo que proviene del azar, o casualidad que
'combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar y cuyas causas se ignoran'. En cambio la 'fuerza
alude a la acción ajena incontrastable que la voluntad del deudor no puede superar. Esa diversidad de ideas
presente en el Derecho Romano y en los antiguos Derechos francés y español que comprendían en la noción d
fortuito a los hechos naturales y en la de fuerza mayor a los hechos humanos. Pero luego de la sanción del
Napoleón, sólo Demolombe y Marcadé siguieron insistiendo en la distinción, si bien aclarando que carecía práctica
de in
"Esto nos parece definitivo para aprobar la tendencia dominante de la doctrina y de la jurisprudencia, que asimila
nociones en cuanto producen el mismo efecto jurídico, consistente en la liberación del deudor. Se ha observad
razón, que 'para precisar el lenguaje jurídico se requiere no establecer clasificaciones in
"Por ello es aconsejable asimilar las nociones de caso fortuito y fuerza mayor, puesto que la ley ve simplemente e
expresiones una causa eximente de la responsabilidad del deudo
En el mismo sentido Borda hace las siguientes observaciones, para quienes siguen la terminología del Derecho Ro
el caso fortuito debe reservarse a los hechos de la naturaleza y la fuerza mayor a los hechos del hombre, p
consecuencias serían las mismas; también señala el autor citado que hay quienes consideran que la fuerza mayo
la imposibilidad absoluta, imposible de vencer, y caso fortuito un obstáculo de menor significación, pero tambié
relación a un deudor en particular, imposible de superar. Cita Borda la posición de Josserand, quien entiende
fuerza mayor es el hecho extraño a la persona del obligado que lo exime de responsabilidad, y caso fort
acontecimiento que se produce en el interior del círculo obligatorio del deudor y que no lo libe
El caso fortuito, que es una especie del género causa ajena, fractura el nexo causal excluyendo la autoría y, po
la responsabilida
Poniendo en claro entonces estas ideas, es necesario determinar la relación que puede existir entre el casus y
de culpa. En un primer momento la culpa dominaba todo el panorama de la responsabilidad civil, y en base a e
doctrina indicaba como rasgo distintivo para establecer si mediaba o no caso fortuito la ausencia o no de
Al respecto Mosset Iturraspe expone: "Esta concepción, denominada también subjetiva, equipara caso fortu
ausencia de culpa. Ya Windscheid afirmaba que no interesa que la imposibilidad sea subjetiva u objetiva; sólo i
que el deudor incurra o no en culpa. No es necesario que sea un hecho extraño al deudor, afirmaba Saleilles, lo e
es que no implique ninguna culpa por la que, en razón de su obligación, pueda ser responsable [...] La cuestió
identificación o no del casus con la no culpa tiene, además de los aspectos teóricos implicados, graves consecu
prácticas. Probar la diligencia o prudencia no es demostrar el caso; éste requiere la prueba de hechos positiv
vienen a actuar sobre la prestación, en una zona, o a desencadenar el daño en la otra. El límite de la responsa
del deudor va más allá de la ausencia de culpa, más allá de la diligencia media debida. El límite de la responsa
del deudor llega hasta el casus.
La gran mayoría de la doctrina considera que la ausencia de culpa no puede ser confundida con el caso fo
Consideramos que hay veces en que para exonerar es necesario determinar si se han adoptado todas las precau
de tal manera que el evento nocivo resulte, por ende, extraño al riesgo propio de una actividad. En oportunidad de
la responsabilidad de los docentes expresé: interpreto que, como lo sostiene gran parte de la doctrina, el hec
tercero debe configurar un verdadero caso fortuito y así se ha dicho: la culpa de un tercero por quien la empresa
civilmente responsable (se está aludiendo al contrato de transporte) constituye un supuesto particular de caso fo
como consecuencia, para ser admitida como causa de exoneración de la responsabilidad del transportista de
imprevisible e irresistible, recayendo sobre quien alega la carga de probar esta circunst
Si esto es así para el contrato de transporte es evidente que en el de enseñanza el establecimiento educativo
alegar el hecho del tercero como caso fortuito, por ejemplo, en supuestos en que una persona lance una piedra a
del colegio y hiera a un alumno, se está frente al casus; lo mismo que si alguien penetra al establecimiento, pe
vigilancia natural y lógica que exista, y se lanza sobre un alumno lesionándolo, en el supuesto de que sea un pro
natural del colegio es lógico que tal modo de actuar resulta imprevisible y queda fuera del riesgo propio de la em
Puede darse la circunstancia entonces de que se demuestre que se han tomado todas las previsiones del caso
adecuaciones edilicias, planificación y puesta en práctica de los medios de seguridad más sofisticados, etcétera
embargo, el accidente en un establecimiento educativo se puede producir. La demostración, entonces, de que
tomado en cuenta todas las precauciones necesarias pone en evidencia que se ha logrado acreditar que el
resultaba impr
Los doctores Boragina y Mesa, explicando la obligación de seguridad a cargo de las empresas concesionarias de
refieren que es de resultado, de acuerdo a la posición que siempre han sustentado, y que para liberarse por los
ocurridos en ruta, por la acción de un tercero o de animales, basta con demostrar que se ha puesto la prev
diligencia necesaria, lo que haría que la situación fuera considerada como imprevisible o inevitable incurriendo a
casus.
Concretamente dicen: "Por tanto, para producir su exoneración en este plano el concesionario estaría comp
acreditar que los hechos en cuestión no resultan imputables a su falta de previsión o de control, conforme
posibilidades que al respecto brinda la moderna tecno
"Desde esta perspectiva, para exonerarse en las mentadas hipótesis puntuales, debería, por caso, probar con re
al daño ocasionado por animales sueltos en la ruta que ha colocado guardaganado en los caminos de acceso, re
un razonable control del estado de los alambrados linderos al camino y un adecuado patrullaje de la ruta conces
etcétera; demostrar con relación al daño originado por defectos vehiculares que, previo a su ingreso al co
concesionado, controlando los automotores, corroborando el buen estado de frenos, cubiertas y luces, que ha efe
a cada conductor el análisis de alcoholemia, que realiza un adecuado control de la velocidad mediante radar
personal destinado al efecto, que efectúa un razonable patrullaje para evitar la permanencia y/o presencia de ve
detenidos sobre la cinta asfáltica de obstáculos sobre la misma, etc
"Si el concesionario no realiza esta carga probatoria, los daños consiguientes le serán atribuibles por mantener in
la presunción causal nacida, precisamente, de la naturaleza objetiva del deber de seguridad asumido fre
usuario" [7].
De estos párrafos que he trascripto se pone en evidencia que, aun con la finalidad de demostrar la imprevisibi
inevitabilidad a los efectos de la liberación, se admite por los doctrinarios aludidos que se demuestre que se han a
todas las exigencias impuestas por los imperativos de diligencia, prudencia y previsión. En una palabra, si se dem
la adopción de todas las precauciones, el hecho dañoso puede quedar fuera del riesgo propio de la empresa. Y la ad
de todas las precauciones lleva a un terreno que puede fácilmente confundir con el campo propio de la no culp
aquellos que sostienen esta última te
Si se da o no la eventualidad de que se acepte la posibilidad de la no culpa, ha dado lugar a distintas posicione
terreno de la do
Para algunos (Savatier) la fuerza mayor es idéntica a la falta de culpa; dice José María López Olaciregui: "La
mayor es idéntica a la falta de culpa. Su argumento [de Savatier], en sustancia, es el siguiente: o bien el evento
era imprevisible e inevitable, o bien había forma o posibilidad de preverlo o evitarlo. En el primer caso, en el
punto ideal en que desaparece la culpa nace la fuerza mayor. En el segundo caso, se configura nítidamente la cu
agente que no recurrió a todos los medios para evitar el dañ
El mismo autor cita también a Mazeaud: "Aunque por distintos fundamentos, llega a la conclusión que ac
exponerse: «entre los dominios de la culpa y los de la fuerza mayor hay un terreno intermedio: el de la falta de cu
Para saber si la culpa existe, el juez se pregunta si un individuo avisado habría actuado en forma distinta al deman
para saber si hay fuerza mayor el juez se pregunta si un individuo avisado habría estado en la imposibilidad de
en forma distinta al deman
Entre ambas situaciones hay una diferencia de grado considerable: la falta de culpa comprende todas aquellas situa
en que el origen del daño no ha podido ser atribuido a una negligencia o imprudencia del autor. La fuerza mayor
un daño producido por una fuerza irresistible perfectamente con
También cita que tanto Radouant como Bonnecase coinciden con el anterior autor pero -dice- "en parte discrep
él. Admiten que en pura teoría la fuerza mayor debe implicar algo más que la falta de culpa, pero desde el pu
vista práctico llegan a la conclusión de que los casos en que no ha mediado culpa están equiparados al
"La única diferencia estaría en la p
"La prueba de la fuerza mayor supone justificar un hecho positivo, concreto y determinado. La de la falta de cu
una prueba negativa e indefinida: se puede probar el no haber incurrido en algunas imprudencias y el haber t
ciertas precauciones pero no podría probarse el no haber incurrido en 'ninguna imprudencia' ni tampoco el haber t
'todas' las precauciones.
Trigo Represas trata también la situación del caso fortuito y la ausencia de culpa en los siguientes términos
estrecha vinculación apuntada entre el 'caso fortuito' y la 'culpa', nos lleva ahora a considerar si la falta de culpa c
necesariamente con el casus que imposibilita el cumplimiento de la obligación, o si se trata en definitiva de dos no
diferentes. Lo cual tiene manifiesta importancia en nuestro Derecho Privado, atento a que el Código Civil alude a l
de culpa' en varias hipótesis como eximente de responsabilidad tal como sucede con los artículos 578, 580, 584
referidos al régimen de los 'riesgos' en las obligaciones de dar cosas ciertas para transferir derechos reales o res
su dueño, 611 y 614, en similares supuestos de obligaciones de dar cantidades de cosas pero después de efectu
individualización..." El autor continúa exponiendo las distintas tesis al respecto, terminando por dar su propia p
en el sentido de que el problema de la diferencia entre la "ausencia de culpa" y el "caso fortuito o fuerza
encuentra su adecuada solución ocurriendo al distingo formulado por René Demogue entre obligaciones de med
resultado [10].
Uno de los que mejor ha expuesto conceptualmente el tema es Echevesti: "El intento plasmado en los proye
introducir una eximente de responsabilidad denominada no culpa, como algo diferenteal caso fortuito [...] n
unánime acogimiento. Se interroga calificada doctrina ¿cómo se prueba un hecho negativo como la no
Demostrando -responde- que se han adoptado las medidas necesarias para evitar el daño, esto es, la previsibilid
diligencia debida, acreditado ello si el hecho optativo de cumplimiento se produce igual, habrá entonces caso fo
Con ello queda demostrado que los casos de no culpa necesariamente reconducen a la prueba del caso fortuito, ma
la doctrina que enseña la distinción entre el casus (hecho positivo) y la causa no imputable (hecho negativo).
trata, pues, de otra causal ni de un tertius genus, sino del mismo género, llamado caso fortuito o fuerza mayor...
Esta postura, entiendo, que es la que corresponde adoptar frente a esta problemática, y así lo ha expresado J
Fraga, quien tratando el tema alude a que siempre es necesario en caso de incumplimiento obligacional un fa
imputabilidad que puede ser la no culpa, para exonerar al deudor ante el hecho que imposibilitó hacer efectivo
prestacional. En un párrafo dice, citando a Osti: "En concreto este autor ha demostrado, tras un amplio anális
doctrina del Derecho común y de la precodificación, la existencia de una tradición ininterrumpida, según la cual
fortuito (en sentido amplio, como hecho liberatorio-extintivo) no se identifica en absoluto con la ausencia de culp
que la responsabilidad del deudor incumplidor es tan sólo excluida por la imposibilidad de la prestación sobreven
culpa del deudor. Uno y otro elementos (imposibilidad y ausencia de culpa) son igualmente esenciales para dete
la liberación del deudor incumplidor..
Estamos entonces en esta posición, es decir que el caso fortuito se integra con el hecho y con la falta de imputa
recalcando en la inexistencia de una causa que permita atribuirle al deudor las consecuencias de aquél. Estos f
de atribución pueden ser tanto subjetivos (como la no culpa) como objetivos (riesgo, garantía, etc.). Cuando ap
ambos elementos articulados se estará frente a una circunstancia que libera. Sobre el tema también se ha ex
Mayo: "La cuestión que aquí trataremos no se vincula con la fuerza liberatoria del caso fortuito sino con el alcan
asume su concepto, es decir, como bien lo señala Jordano Fraga, si se lo entiende como sinónimo de hecho liber
en cuyo caso se trata de un hecho complejo, compuesto de dos elementos: uno objetivo, la imposibilidad sobrev
y otro subjetivo, la no imputabilidad del deudor; o si se lo concibe solamente para designar uno de sus eleme
saber, el de la imputabilidad, o sea el momento subjetivo, a través del cual se comprende la afirmación tradiciona
= non culpa. A nuestro juicio el primer sentido es el correcto. La imposibilidad sobrevenida no es una consecuen
fortuito, en el sentido de simple posterius que sucede cuando se han conformado los elementos del caso fortuit
un elemento que integra el hecho complejo que importa el acontecimiento impeditivo, puesto que mientras no oc
referida imposibilidad, carece de relevancia que el evento tenga las características del caso fortuito..
Si nos atenemos a la letra del artículo 514 observamos que expresa: "Caso fortuito es el que no ha podido prev
que previsto, no ha podido evitarse". Al aludir a que no ha podido preverse está queriendo significar que el suje
pretende liberarse, debe acreditar que ha puesto la diligencia debida, y que pese a ello no estuvo en condicio
prever porque escapaba el hecho a lo que podía anticipar un hombre normal en una determinada circunstancia de
y lugar. Enfatizando así la importancia del elemento subjetivo -normalmente la no culpa- que conjuntamente co
el caso. Este elemento subjetivo no ha sido muchas veces valorado en su exacta dimensión, y quizá por ello es
ha tendido a sostener, por algunos, la tesis de la no culpa como una situación intermedia frente al
Pero si enfatizamos en la forma expuesta y subrayamos el término: "que no ha podido preverse", como significan
aun adoptadas todas las previsiones que la situación imponía no pudo pasar por la mente de una persona no
posibilidad del evento que imposibilitó el cumplimiento de la obligación o generó un perjuicio a determinados s
es posible, en el ámbito de la conceptualización que hace el artículo 514 del Código Civil, ubicar o calificar la si
como de caso fortuito -doctrina del artículo 513 del Código
Es por ello que los doctores Mesa y Boragina, al tratar la responsabilidad de los concesionarios de peaje, exponen
las diligencias que se habrían debido acreditar para que el hecho que causó daño pueda ser conceptualizado com
fortuito o de fuerza mayor. Todas estas diligencias, estas previsiones, tienen lógicamente que ver con la culp
concretamente, tratar de demostrar la no existencia de ella; o sea, en definitiva, la "no culpa" va a conformar
los elementos del caso fortuito y no un tercer género independiente. Con ello entonces pretendemos descarta
posibilidad de confusión entre el casus y la no culpa, al hacer desaparecer la presunta independencia de
Conviene exponer el pensamiento de Pizarro al respecto: "El caso fortuito no debe ser asimilado ni identificado
falta de culpab
"Se trata de dos circunstancias eximentes que actúan en forma distinta, sobre diferentes presupuestos
responsabilidad civil. El caso fortuito incide, necesariamente, sobre el nexo de causalidad destruyéndolo,
determina, por lógica consecuencia, la falta de autoría material del sindicado como responsable. Faltando el presu
de la relación causal y de la autoría no tiene sentido formular ninguna indagación en torno a la culpabilidad de
"La prueba de la ausencia de culpabilidad por parte del demandado no produce efecto alguno en el nexo de caus
que se desarrolla en un plano netamente diferente, sino que incide sobre el factor de atribución subjetivo (dolo o
provocando su liber
"La falta de culpabilidad no importa por sí sola un caso fortuito si no está acompañada de los demás caracter
aquél debe reunir y que enunciamos precedentemente. En otras palabras, la ausencia de culpa puede existir fu
casus, y esto ha llevado a un importante sector de la doctrina -en posición que compartimos- a proclamar la exi
de un 'tercer género' que se ubica a mitad de camino entre la culpa probada y el caso fortuito...
No consideramos que la ausencia de culpa conforme un tercer género, sino que en las obligaciones de m
acreditación de todas las diligencias impuestas por las particularidades del caso significa, lisa y llanamente, el p
tal manera que "no culpa" es igual a pago en esta índole de obligaciones, y, en las de resultado, como hemos v
exponer las ideas de los tratadistas que se refieren a los casos de la responsabilidad de los concesionarios de pe
acreditación de haber adoptado todas las precauciones y previsiones que las circunstancias imponían sirve para
al hecho dañoso fuera del radio de acción del riesgo de la empresa, conformando un hecho extraño que asume
caracteres de fo
De manera que la no culpa cumple en nuestro Derecho estos roles, pero no queda flotando en el ordenamiento j
como un tercer género independ
Por supuesto que cuando los hechos ocurridos no pudieron ser "pensados" obrando con la debida diligencia y pru
como susceptibles de ocurrir por haberse adoptado todas las precauciones que las circunstancias exigían, se
conformación del fortuito. Como dice Mosset Iturraspe, aludiendo a la doctrina positiva que tiende a demarcar la
características de aquél, "son sucesos imprevistos, con los que de ningún modo se contaba como probables -qu
de posible y rara eventualidad- a la hora de la concreción del compromiso; o que, aun previéndose, no cabe ofrec
conducta activa y diligente capaz de eliminar o paralizar sus efectos..
El caso fortuito y la fuerza mayor, entendidos como sinónimos, continúan ofreciendo multiplicidad de problemas
todo cuando se trata de determinar los elementos objetivos y subjetivos, desde que, como ya se vio, no debe
culpa del deudor y tampoco no debe haber ocurrido el suceso luego de haber sido éste constituido en mora. Es d
inimputabilidad es un elemento necesario para poder determinar que se da la posibilidad de liberación, si el caso
todos los recaudos que la doctrina im
El caso fortuito exige un hecho externo, positivo, concreto y determinado que debe cumplir varios requisitos, y a
Alterini: "a) Imprevisibilidad. El hecho configurativo del caso fortuito debe ser imprevisible. Es tal cuando
imposible de prever, porque no hay razón para pensar que suc
"La imprevisibilidad se juzga: 1) en materia extracontractual al momento del hecho dañoso; 2) en materia cont
al momento de nacer la obligación y no al del incumplim
"El parámetro para determinar la previsibilidad es la diligencia que exige la obligación de que se trata. El Códig
argentino impone una diligencia en concreto, apropiada a las circunstancias del caso..
Otro recaudo es la inevitabilidad, es decir, puede ocurrir que por la fuerza misma del acontecimiento éste no pue
contrarrestado empleando los medios técnicos y científicos pertinentes, de acuerdo al estado de la ciencia y
conocimientos en un determinado rubro; por ejemplo, un hecho de la naturaleza que escapa a toda posibilidad
controlado porque el grado de los conocimientos no permite llevar a suponer que se producirá la catástrofe. Lo ine
está conectado con lo imprevisible, pero, como dice el Código, hay veces en que el hombre puede prever, pero n
en condiciones de poder resistir, aun adoptando todas las medidas de seguridad que la situación
El caso fortuito y la fuerza mayor nos colocan frente al hecho externo, es decir, al que irrumpe desde afuera en el
del accionar del deudor, por ejemplo, en el caso de una actividad riesgosa que soporta una contingencia que no es
de ese tipo de emprendimiento. Esto conecta con la teoría de Exner, que no parte del principio de la culpa s
objetivo del riesgo. Para este autor, lo que ha tenido su origen dentro de la empresa no libera al deudor aunque n
mediado culpa
Ramón Pizarro y Carlos Vallespinos exponen: "El hecho debe ser ajeno -en el sentido de extraño- al sindicado
responsable o al deudor en el incumplimiento obligacional, lo cual supone que se produzca fuera de su esf
actuación, por la cual él deba responder, y que no le sea imputable. La cuestión fue advertida por el jurista au
Adolfo Exner, en una obra escrita en la segunda mitad del siglo XIX [...] para quien era requisito indispensabl
que la fuerza mayor liberase al deudor, el carácter exterior del hecho constitutivo de la misma. Dicha exigencia i
que el hecho dañoso debía generarse fuera del ámbito de la empresa, negocio o de las actividades del deudor (o,
es igual, ser extraño a su ámbito de actuación). Por oposición, los hechos producidos dentro de la esfera de acc
obligado no son aptos para configurar el casus (vgr., el estallido de una caldera, los daños causados por la activi
dependientes o auxiliares,
"A la exterioridad del hecho, Exner sumaba otros dos requisitos para configurar la fuerza mayor: extraordinari
notoriedad del
"La tesis de Exner, que comprime indudablemente la operatividad del caso fortuito, fue valorada negativamente
primer momento por la doctrina nacional, que le imputó adolecer del defecto general de todas las escuelas que mec
las relaciones jurídicas y se alejan de la realidad. La crítica, sin embargo, es injustificada, pues parte de un co
erróneo de caso fortuito: aquel que asimila el casus a la ausencia de
"Una vez superada esa confusión la teoría de Exner cobró especial relieve y actualidad, pues resulta útil para de
ambos ca
"No extraña que aparezca fuertemente ligada a lo que hoy conocemos como responsabilidad objetiva por riesgo c
aunque no es en modo alguno descartable en otros ámbitos. Ha tenido enorme importancia, no sólo para posibili
conceptuación apropiada del caso fortuito o fuerza mayor, sino también para asignarle el carácter verdadera
excepcional que debe tener, so riesgo de una completa desvirtuación del sistema...
El caso fortuito implica, entonces, un hecho externo, sin embargo, muchas veces debe determinarse si tal circun
no debe meritarse en atención a la naturaleza misma de la obligación, es decir que si bien debe darse una impos
objetiva, vale decir que incida en el contenido mismo de la prestación, en algunos casos debe tomarse en e
consideración la forma de diagramar el plan de prestaciones en materia obligacional contractual, puesto que pued
un rol activo el deudor, de modo que su conductismo tenga incidencia en la forma de cumplir pactada. Estando a
aquél en su físico o en su mente, podría también tipificarse una imposibilidad objetiva e inclusive provenir, como
caso, de circunstancias internas de la relación jurídica y no de hechos exteriores. Además, la imposibilidad de c
una prestación debe ser absoluta, es decir, la que no puede ser vencida por fuerzas humanas, por contraposici
imposibilidad relativa, en la que gravita la intensidad del esfuerzo a realizar por el d
Sobre estas cuestiones Jiordano Fraga expone: "Así, tradicionalmente, se había entendido por imposibilidad o
aquella en la que se encuentra, no un concreto deudor (imposibilidad subjetiva), sino aquella en la que se enco
cualquier deudor ante una determinada situación de hecho. Es la extensión subjetiva del impedimento, y no la di
del mismo, la que se tiene en cuenta frente a esta crítica terminológica; Osti ha puesto de manifiesto, por una
que sólo la consideración de la objetividad en el sentido de la dirección del impedimento permite dar relevanci
impedimentos personales cuando afecten a la prestación (de otro modo, vendrían calificados como supues
imposibilidad subjetiva excepcionalmente relevantes, siendo su relevancia, por el contrario, aplicación de un
general), y, por otra parte, que sólo la objetividad como él la entiende permite explicar la irrelevancia exonera
extintiva de impedimentos ante los cuales cualquier deudor se ve imposibilitado para cumplir, y que sin emba
consideran unánimemente como no liberatorios por no afectar a la prestación (ej., insolvencia del deudor)-.
De todos modos, hay que tener muy en cuenta que la situación personal del deudor y que los límites de los sac
que él debe realizar, resultan importantes al momento de valorar la imposibilidad de cumplimiento, desde que
puede imponer al deudor un esfuerzo tal que hiera la buena fe, las buenas costumbres, etc
Debe tenerse en consideración también que la mentada imposibilidad debe ser absoluta, pero este concepto ha d
conectado siempre con la situación particular del caso en concreto, es decir, que en principio lo absoluto signif
no pueda ser cumplido por nadie en general por la intensidad del esfuerzo que se requiere, pero siempre conect
valoración de tal concepto con la particular situación del caso con
Y así expone Mayo: "Por carácter absoluto de la imposibilidad (contrapuesto a la imposibilidad relativa) entiende
imposibilidad de la misma; en forma que imposibilidad absoluta es la que no puede ser vencida por fuerzas hum
mientras que imposibilidad relativa es la constituida por una intensidad de esfuerzo debitorio superior a un cierto
considerado como típico. Sin embargo, Osti suaviza su postura cuando precisa que al impedimento que las f
humanas no están en grado de superar debe equipararse aquel que no es susceptible de ser vencido sino c
actividad ilícita, o si no con el sacrificio de la integridad personal o de otro atributo de la personalidad del agente"
Otro de los rasgos de la imposibilidad es que ésta puede ser física o jurídica; la primera significa impedimento de
y la segunda tiene el alcance de determinar que también los obstáculos de derecho pueden llegar a tornar impo
prestación.
También puede ser total o parcial; total cuando impide el cumplimiento completo de lo que se debe, y parcial
tan sólo genera un obstáculo que torna a una parte de lo adeudado como insusceptible de ser cum
Además, puede ser definitiva o temporaria, según que vede para siempre efectivizar la prestación o que el imped
subsista por un tiempo indeterminado. En este último caso, si el tiempo fuera un rol esencial, puede darse la frus
del fin del contrato, lo que a la postre significará el incumplimiento del m
La actualidad conforma también una connotación del fortuito, lo que significa que aquél debe tener gravitación a
no una amenaza o una imposibilidad eventual; se trata, al decir de Alterini, Ameal y López Cabana, de una ac
lógica antes bien que cronológica
Hay casos en que se da una imposibilidad moral, por ejemplo, la del artista que tiene que actuar en una obra cóm
el teatro a pocas horas de la muerte de sus padres. El sufrimiento moral aquí exonera o libera del cumplimient
obligación asu
En este capítulo he abordado el casus en forma general, comprendiendo tanto la responsabilidad contractual c
extracontractual desde que, en definitiva, las connotaciones que se han expuesto, que la doctrina especializ
remarcado, juegan para uno y otro caso. Se trata siempre de circunstancias ajenas al deudor, que han impactad
plan de prestaciones impidiendo su desarrollo tal como había sido previsto, o en lo extracontractual generando u
sobre el cual el presunto sindicado como responsable se libera por fracturarse el nexo causal, es decir, en
situaciones, el "fortuito" es la causa determinante del daño, excluyendo la autoría del presunto dañador que en de
no es
Cuando nos encontramos en las situaciones de imposibilidad de incumplimiento, la imposibilidad debe darse lueg
celebración del contrato, ya que si la cosa hubiere sido destruida con anterioridad al negocio, éste devendrí
mientras que al ocurrir el hecho a posteriori, la obligación se ext
Sobre este tema Llambías expone: "Este tópico (se refiere a la imposibilidad de pago) se relaciona con la necesi
la existencia del elemento objeto de la obligación para que pueda concebirse la existencia misma del vínculo oblig
[...] Pues, así como nadie puede estar obligado a satisfacer algo que no tiene posibilidad de existir, igualmente
obligación por la desaparición de un objeto que fuera posible anteriormente. La diferencia está en que una impos
de objeto originaria impide la constitución misma de la obligación, que sería por esa falla, una obligación jurídica
inexistente; mientras que una responsabilidad sobreviniente no perjudica la validez anterior de la obligación, a
disuelve el vínculo para el futuro por la desaparición de su o
"Es esa imposibilidad de cumplimiento sobreviniente la que ha contemplado el Codificador como un modo de ex
de las obligaciones [...] bajo la denominación de imposibilidad de pago. Luego recoge el Codificador el concepto, d
en el artículo 888: «La obligación se extingue cuando la prestación que forma la materia de ella, viene a ser
legalmente imposible sin culpa del deudor»"
Hay situaciones que establecen excepciones al principio de irresponsabilidad y esto ocurre cuando media una as
convencional de los hechos constitutivos de caso fortuito, discutiéndose la validez de tales cláusulas, desde
muchos casos implica desnaturalizar las obligaciones asumidas, llegando a transformarse en abusivas o veja
También la mora del deudor le impide alegar el caso fortuito, en tanto no demuestre que no ha mediado relación
entre tal situación y el evento dañoso, o fuere un poseedor vicioso, como puntualizan los doctores Agoglia, Bora
Mesa [22].
Otra circunstancia que constituye una excepción a la irresponsabilidad es la culpa o dolo del deudor en la producc
hecho, o cuando la ley expresamente impida la invocación del caso fo
Mosset Iturraspe expone: "Los efectos del caso fortuito deben distinguirse -aun cuando la noción sea única- segú
frente a la prestación debida por el deudor o como productor del daño aquiliano. En la zona obligacional el casus
imposible el cumplimiento de la obligación, de la prestación que es objeto de la misma, al incidir sobre el dar, h
no hacer que es contenido de la prestación. De ahí que produzca la extinción de la deuda y, como una consecue
ello, la exoneración del deudor. La imposibilidad existe cuando el obstáculo no puede ser superado por el deudor,
la fuerza que se le opone es irresistible. A lo imposible nadie está obligado. Empero, esa imposibilidad debe reu
caracteres: a) ser absoluta, y b) ser objetiva...
En el proyecto de Código Civil de la comisión creada por decreto 685/95 se regula el caso fortuito y se remarc
yuxtapone a la noción de caso fortuito la de impedimento ajeno a la voluntad del deudor, que resulta de la Conv
de Viena de 1980 sobre compraventa internacional de mercaderías [...] Su artículo 79 dispone que el deudor «n
responsable de la falta de cumplimiento de cualquiera de sus obligaciones si prueba que esa falta de cumplimie
debe a un impedimento ajeno a su voluntad y si no cabría razonablemente esperar que tuviese en cuenta el imped
en el momento de la celebración del contrato, que lo evitase o superase o que evitase o superase sus consecuen
Más adelante se alude al Derecho norteamericano que posibilita al deudor desligarse de la prestación si
impracticable sin su culpa por un hecho cuya inexistencia fue asumida como básica para contratar. A su vez, s
"El concepto de impracticabilidad es entendido con mayor extensión que el de imposibilidad (que es propio d
fortuito en sentido estricto) pues abarca hipótesis en las cuales, no obstante los esfuerzos razonables que le son ex
el deudor no ha podido superar dificultades extremas y no razonables, o el cumplimiento le habría ocasionado
daños o pérdidas desproporciona
"La ecuación económica de cualquier contrato bilateral depende, en alguna medida, de la amplitud de los debe
conducta del deudor, el precio que una parte contratante está dispuesta a pagar depende, en alguna medida
certidumbre o incertidumbre respecto del efectivo cumplimiento por la otra. Se prevé que, normalmente, el
quedará liberado si obró con la diligencia exigible del contrato de que se trata, sin perjuicio de que la convenci
ley puedan extender sus deberes de conducta, considerar que la prestación de diligencia no es suficiente y exi
para liberarse esté precisado a probar el caso fortuito
Hay entonces, como se advierte, una mayor amplitud en las posibilidades de obtener liberación (arts. 1614 y 16
Proyecto de Cód. Civ. de 1
Sin abrir juicio sobre esta interesante cuestión, que nos coloca frente al límite del sacrificio, o frente al empleo
diligencias exigibles de acuerdo a las circunstancias de la situación contractual, entendemos que ha sido presen
tema en estudio correspondiendo a continuación pasar a tratar los hechos de la naturaleza y los actos del Esta
tanto puedan gravitar en la conducta del deudor fracturando el nexo causal y provocando el incumplimiento oblig
y el daño a la víctima.

3. Hechos de la naturaleza

Respecto a los hechos de la naturaleza, en la nota al artículo 514 se lee: "Los casos fortuitos o de fuerza may
producidos por dos grandes causas: por la naturaleza o por el hecho del hombre. Los casos fortuitos naturales s
ejemplo, la impetuosidad de un río que sale de su lecho [...] Mas los accidentes de la naturaleza no constituyen
fortuitos, dice Troplong, mientras que por su intensidad no salgan del orden común. No se debe por lo tanto c
como caso fortuito o de fuerza mayor, los acontecimientos que son resultado del curso ordinario y regula
naturaleza, como la lluvia, el viento, la creciente ordinaria de los ríos, etcétera; pues las estaciones tienen su o
su desarreglo que producen accidentes y perturbaciones que también traen daños impre
"Los casos de fuerza mayor son hechos del hombre, como la guerra, el hecho del soberano o fuerza de príncipe
dicen los libros de Europa. Se entienden por hechos del soberano los actos emanados de su autoridad, tendi
disminuir los derechos de los ciudadanos. Las violencias y las vías de hecho de los particulares, no se cuenta
número de los casos de fuerza mayor, porque son delitos y como tales están sujetos a otros principios que oblig
reparación del mal que ca
La jurisprudencia se ha ocupado de ir estableciendo las situaciones provocadas por fenómenos naturales que p
llegar o no a conformar el caso fo
Y así se ha dicho: "Los elementos detallados en el punto anterior no permiten, a mi juicio, tener por acredi
existencia de la eximente de responsabilidad invocada por la demandada. Si bien la prueba testimonial y la
coinciden en afirmar la existencia de un fuerte temporal, ello no es suficiente para aceptar que medió fuerza ma
caso fortuito o la fuerza mayor no está constituido por los acontecimientos que ocurren normalmente, sino que
tratarse de algo extraordinario, superior a lo común, de carácter imprevisible o irres
"Las tormentas, pese a estar acompañadas con precipitaciones elevadas y fuertes vientos, son hechos perfecta
previsibles y sólo constituyen caso fortuito cuando adquieren una violencia excepcional y ajena al lugar del he
aunque si bien es cierto que en materia de transporte marítimo no cabe exigir los requisitos configurativos con la
estrictez que en el Derecho Civil, se requiere también que reúna las dos condiciones clásicas, no poderse pr
previsto no haberse podido evitar..." (del voto del Dr. Vocos
También se expresó: "Es cierto que la actora reconoce al demandar que la caída del eucalipto -de grandes propor
se produjo durante una tormenta de viento, pero también a consecuencia del mal estado en que se encontraba el
"No cualquier tormenta -de viento, de lluvia, de nieve, etcétera- configura un caso fortuito. Tiene que ser extraor
-para el lugar o para la circunstancia- y de una magnitud o fuerza notoriamente inusuales, pues los accidente
naturaleza no constituyen caso fortuito mientras que por su intensidad no salgan del orden común [...] La dema
no produjo pruebas sobre la intensidad del viento, por la aportada por la actora [...] se habría tratado de un
viento..." En razón de ello la Cámara entiende que no se da el caso fortuito alegado
"Las lluvias de menor o mayor intensidad no constituyen en modo alguno la eximente de caso fortuito por haber a
el combustible que alimentaba las balizas de señalización de la obra en la vía pública, máxime que previénd
posibilidad de precipitación el responsable de la obra podía acudir a otro mecanismo protector como s
refractarias..." [27]
En otro antecedente se estableció que: "En la especie no puede hablarse de caso fortuito por el solo hecho de
trató de un aluvión, pues éste (el caso fortuito) no se analiza en abstracto, sino que debe atenderse a las circuns
de tiempo y lugar. Es decir, que el aluvión no configura por sí solo caso fortuito, sino que debe evaluarse dó
produce para saber si es idóneo para fracturar el nexo c
"En este orden de cosas entiendo que un aluvión en la Provincia de Córdoba no es un hecho que pueda califica
imprevisto. Todo lo contrario, es muy común que ello suceda. No hace falta recurrir a ninguna enciclopedia para a
tal circunstancia. Sino que es sabido que en Córdoba sus ríos suelen hacer estragos cuando aumenta su caudal
demás, no me cabe ninguna duda de que el tema no podía resultar desconocido para las docentes, quienes ens
sus alumnos, entre otras cosas, geografía na
"Como quiera que sea, el hecho del aluvión no constituye aisladamente caso fortuito, mucho menos en este caso
cual, además de la geografía, medió un factor climático preponderante (la abundante lluvia de la noche anterio
debió alertar a los mayores a los fines de tomar las precauciones del caso (del voto del Dr. Bueres)"
También se dijo que las lluvias o inundaciones revisten carácter extraordinario si se producen fuera de la estación
y por su intensidad no podrían haber sido previstas llegando a obstacularizar el tráfico normal de una línea ferro
En la ciudad de Junín, en el paraje denominado "Laguna de Gómez", un tornado inusual volteó eucaliptos, mat
varias personas, se dijo que siendo las raíces del eucalipto superficiales, el árbol no ofrecía resistencia a vientos de
magnitud, por lo que mediaba culpa del ente municipal que los plantó, excluyéndose así la posibilidad de adm
eximente invocada por la parte deman
Mosset Iturraspe dice: "Del hecho extraordinario e irresistible de la naturaleza nadie responde, lo debe sopo
víctima, y por eso configura un caso fortuito...
De modo entonces que los fenómenos de la naturaleza deben escapar a toda humana previsión en atenció
circunstancias de tiempo y lugar, lo que lleva a una valoración estricta de esta eximente, tratando de descartar l
que puede haber actuado bajo la forma de no llegar a tomar en consideración lo que un hombre común en
concreto debía necesariamente p
Se ha dicho también: "Que los hechos atmosféricos sólo revisten el carácter de obstáculo insuperable e imprev
condición de que sean bastante violentos como para que toda resistencia resulte inútil y toda precaución sea pos
que donde hay mayor peligro debe haber mayor precaución"
También se consignó: "Para que los vientos constituyan fuerza mayor es necesario que la violencia de los elem
aparezca con la máxima clasificación referida a las concretas circunstancias de la causa, y no es admisible
eximente de responsabilidad cuando los antecedentes del pleito no revelan la existencia de un hecho de c
extraordinario y verdaderamente insuperable..
También se expresó: "Una tormenta por sí misma no es caso fortuito, desde que son periódicas y constantes en
épocas del año, previsibles por su habitualidad y, por tanto, los males que acarrean evitables tomando las precau
que exigen las circunstancias de modo, tiempo y lugar (arg. art. 512, Cód. Civ.). Las ráfagas de viento que
acompañar esos accidentes o meteoros, con mayor o menor intensidad tampoco son hechos que no puedan pre
puesto que ocurren muy a menudo en tiempos de lluvias y tempestad. De ahí que la jurisprudencia no admite r
muy superiores a las que produjeron la caída del árbol en la especie, si a la vez no se prueba que fue tormen
sobresalió o, mejor, que fue muy superior a las normales y que se produjeron estragos generales imposibles de s
con una previsión corriente (como sacar los árboles que ya están viejos e inclinados; apuntalarlos en su
enderezarlos o poner vallados para evitar las consecuencias de su caída)..
Como se advierte, las notas que configuran el caso fortuito y la fuerza mayor son las pautas que la jurisprudencia
para llegar a determinar en qué caso un hecho de la naturaleza puede revestir esa connotación.

4. Actos del príncipe

Los actos de la autoridad, tanto sean disposiciones administrativas, como normativas emanadas del Poder Legis
los mandatos jurisdiccionales, pueden llegar a constituir impedimentos que tornen imposible el cumplimiento
prestación a cargo del deudor, conformando hechos que fracturan el nexo de causa
Toda la doctrina es conteste en este aspecto; y así Llambías expone: "Se denomina tradicionalmente hecho del p
al acto emanado de cualquier autoridad pública, que obsta al cumplimiento del deudor, verbigracia, la requ
mercaderías que debían ser entre
"No importa que el acto de la autoridad sea ilegítimo si el particular no está en situación de resistirlo eficazm
"Cualquier autoridad pública puede ocasionar casos fortuitos de esta índole. Pero si se trata de resoluciones jud
como son, en general, declarativas y no constitutivas de derecho y no se dictan oficiosamente sino a instancias d
no puede aceptarse que sean imprevisibles o ajenas al deudor. Con todo, si el acto judicial que obsta al cumpli
de la obligación se ha dictado sin audiencia del interesado y especialmente cuando éste no ha dado motivo a la m
puede ser un caso fortuito, verbigracia: el embargo trabado en un juicio de reivindicación incoado en base a antece
desconocidos..." [33]
También Borda alude a que: "Los hechos del príncipe o actos del poder público pueden constituir fuerza mayor
crean dificultades imposibles de vencer para el cumplimiento de las obligaciones; no es indispensable que se tr
ejercicio regular del poder; aun los actos abusivos constituyen caso fortuito si han impedido cumplir, lo que es
pues del punto de vista del deudor que ve obstaculizado su propósito de cumplir es indiferente la legitim
arbitrariedad del acto que lo obstaculiza. Así, se ha declarado que constituye fuerza mayor la expropiación que
cumplir el contrato de compraventa...
Félix Trigo Represas y Pedro Cazeaux también hacen referencia a loshechos de esta naturaleza: "Órdenes o prohib
de las autoridades. Son llamadas en doctrina: 'hechos del soberano o fuerza del príncipe'. Se las considera verd
casus en virtud de que son irresistibles para el deudor y éste no tiene más remedio que acatarlas. No cabría
hacerle cargo por incumplimiento. Se podría argüir, para sostener la posición contraria, que en el régimen constit
de nuestro país, lo mismo que en todos los que se rigen por el sistema republicano, y máxime en los que vi
verdadero Estado de Derecho, las autoridades no poseen poderes ilimitados y no pueden establecer prohibici
mandatos arbitrarios y que en todo caso existen los recursos legales correspondientes para contrarrestar tales a
No obstante ello hay acuerdo en el sentido de que estos argumentos no impiden que el deudor se haya visto f
una situación irresistible que le ha impedido cumplir la obligación"
En realidad, existe un debate en la actualidad en punto a si los actos del Estado conforman propiamente un caso f
o se trata de hechos de un tercero. Si se diera la primera situación, no podrían imputarse las consecuencias a na
habría de ningún modo autoría. Si los actos del Estado se consideran hechos de un tercero, podría llegar a sost
la responsabilidad de aquél y, por lo tanto, tendríamos quién a la postre debería responder por el derecho de
violado.
Se dice que en tiempos primitivos, el daño que los particulares sufrían de resultas de la actividad estatal de
soportado por ellos, y así en Roma se sostuvo la irresponsabilidad del ente público; tampoco podía admitirse la obl
de responder en aquellos regímenes políticos que consideraban al poder del Estado como emanado de Dios, lo
en los primeros tiempos de afirmación de la teoría de la soberanía popular, ya que el poder o autoridad máxima n
responder por sus
En una sistematización muy precisa de este tema, el doctor Marcelo López Mesa, con la colaboración de Stella
Gambino, dice: "Pero cuando a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX cambia el paradigma y el Estado se
crecientemente intervencionista, asumiendo la gestión de empresas de todo tipo, introduciéndose cada vez má
vida económica, generando cada vez mayores riesgos y daños efectivos, la soberanía y la ficción de que el re
Estado- no podía ser demandado porque no podía equivocarse, pasó rápidamente a ser vista com
antigualla..." [36]
En la actualidad no se discute la responsabilidad del Estado, aunque sí se han dado distintos fundamento
conceptualizarla. Algunos sostienen que la misma se funda en la teoría de los riesgos sociales, otros que
fundamento normativo en la Constitución Nacional o en el Derecho positivo. Hay quienes aluden al enriquecimie
causa, al sacrificio especial, a la equidad, a la igualdad ante las cargas públicas, etcétera. También se ha abierto
la responsabilidad por el obrar
Y así se ha expresado: "Para que proceda la reparación en el supuesto de un obrar lícito del Estado deben da
siguientes presupuestos: a) actuación del Estado a través de cualquiera de sus órganos; b) daño; c) relac
causalidad; d) factor de atribución
La Corte Suprema de Justicia Nacional ha tratado el tema de la responsabilidad del Estado administrador en su a
lícito recalcando que debe mediar una privación o lesión al derecho de propiedad y que aquélla sea consecuencia
o inmediata del obrar del Estado
Se ha consignado también que se trata de una actividad que puede ser lícita e irreprochable y, sin embargo, e
que genere en un administrado un daño diferenciado, un plus frente a las consecuencias positivas o negativas qu
actividad estatal trae consigo. Este plus, y sólo este plus, debe ser indemnizado
También Colautti ha tratado el tema aludiendo a la responsabilidad por cese de permiso, por disposiciones mon
y de comercio exterior, y por la ejecución de obras públicas
Todo el obrar del Estado puede eventualmente generar derecho a indemnización si se dan los distintos presup
que la doctrina y la jurisprudencia van cincelando; los particulares frente al obrar del Estado que llega a frus
contrato, ya sea luego de la inmediata celebración o mientras éste se encuentra en curso de ejecución, no p
conceptuar que se está ante un hecho fatal que deben soportar inexorablemente, sino ante el obrar de un terce
eventualmente debe resp
Es por ello que le asiste razón a Mosset Iturraspe cuando sostiene: "Esta visión, que asimila los hechos del sobe
los casos fortuitos no es la de los tiempos actuales. La responsabilidad del Estado, o de la Administración se afia
a día. Es verdad que se propone una distinción, según que la reparación económica tenga su origen en la ac
ilegítima de la Administración o en el ejercicio ilegítimo de una potestad administrativa. Para el primer supue
emplea la expresión 'responsabilidad patrimonial', para el segundo 'indemnización' o teoría de la indemniz
"Empero, sea de este distingo lo que fuere, lo cierto es que en cada día son menos los daños que originado
Administración, legítima o ilegítima, quedan sin repar
"Se han calificado como casus los actos de la autoridad que impiden al deudor cumplir con la obligación, sin te
cuenta que tales actos, salvo que encuentren su fundamento en una situación contraria al orden jurídico, impo
responsabilidad del tercero, en el caso el Estado, por lesión al derecho de crédito...
Los fallos de los tribunales, en infinidad de situaciones, han tratado el tema de la imposibilidad derivada de un he
autoridad y así se ha dicho que: "El ámbito en que la frustración del fin se aplica con mayor frecuencia es el del c
de locación de cosa. Hemos señalado antes que la jurisprudencia alemana tuvo oportunidad de pronunciarse en
casos en los cuales la finalidad del arriendo venía a quedar perturbada por las circunstancias de la guerra; por ej
arriendo de un local comercial de una playa, habiéndose prohibido el uso de la playa; la locación de una esta
expendio de combustible afectada por la monopolización por parte del Estado de la distribución de combustible...
Se expresó también: "Si el demandado no ha probado que la contraprestación a su cargo -pago del precio de la lo
de obra- se ha tornado imposible por su detención, y teniendo en cuenta que en la especie no se trata de una r
contractual en la que resultan determinantes los aspectos personales de quien encomendó la obra, debiendo supo
salvo prueba en contrario, que un tercero podría continuar la supervisión del desarrollo de los trabajos y el pa
precio en reemplazo del demandado, éste no puede invocar como excusa de su incumplimiento la existencia de
mayor.
"La fuerza mayor [...] no es excusa para el incumplidor cuando el hecho hubiere ocurrido por su culpa y también
el mismo hubiere podido preverse, es decir, en el caso, la detención del contratante se produce por una conducta c
que le es atribuida, no puede invocar ese hecho como eximente de su responsabilidad"
También se llegó a sostener que "las órdenes o prohibiciones de las autoridades constituyen un caso fortuito o de
mayor, llamado el hecho del soberano o fuerza del príncipe, entre las cuales se encuentran las resoluciones judic
administrativas por constituir para el deudor una fuerza extraña o superior a su voluntad. La no imputabilidad
cuando el deudor se halló en la imposibilidad de prever el acontecimiento que lo domina..
Como surge entonces de todo lo expuesto, puede haber diferencias conceptuales sobre si en todos los casos el
del príncipe constituye un obrar de un tercero por quien no se debe responder o un caso fortuito o de fuerza
propiamente dicho, pero en la práctica las consecuencias son similares: ante el impedimento derivado de la decis
Estado que reúne los recaudos propios del caso fortuito, el deudor se
Y se dará en todos estos casos una lesión al derecho de crédito, por frustrarse la posibilidad de cu
Así, dice Aparicio: "Ahora bien, el derecho de crédito puede ser lesionado de dos maneras distintas por un te
"En primer lugar, puede ser lesionado directamente, en forma inmediata, esto ocurre cuando la específica ilici
acto estriba exclusivamente en el detrimento ocasionado en el derecho de crédito, o sea, cuando el tercero no vio
clase de normas que aquellas que tienen por objeto la tutela de tal derecho..
El Estado, entonces, bien puede ser el protagonista de esta lesión al derecho de crédito al frustrar con sus norm
urbanismo llevar adelante una edificación que se había pactado, prohibir la exportación de ciertas mercaderí
habían sido objeto de contratación entre particulares, etcétera. En todos estos casos el plan de prestaciones no
efectivizarse y el obrar del Estado, si hubiere sido imprevisible, conformará un impedimento liber
Con estas breves palabras doy por finalizado el trabajo que se me ha asignado, reconociendo que no he podido
otra cosa que exponer ideas y conceptos expuestos por otros y que configuran el estado actual de esta rica temá

1 ALTERINI, Atilio A., Caso fortuito, en Enciclopedia de la Responsabilidad Civil, t. I, p. 103.

2 CAZEAUX, Pedro y TRIGO REPRESAS, Félix A., Derecho de las obligaciones, ps. 628/629.

3 LLAMBÍAS, Jorge Joaquín, Tratado de Derecho Civil. Obligaciones, t. I, ps. 230/231.

4 Conceptos extraídos de BORDA, Guillermo, Tratado Derecho Civil. Obligaciones, t. I, ps. 117 y 118.

5 AGOGLIA, María Marta; BORAGINA, Juan Carlos y MESA, Jorge Alfredo, La exoneración de la
responsabilidad contractual. La causa extraña no imputable, en Revista de Derecho Privado y Comunita
N° 18, Responsabilidad contractual - II, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1999, ps. 9 y ss.

6 MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, t. IV, Las eximentes, ps. 37 y 38.

7 Autores citados en J. A. 1997-IV-863.

8 LÓPEZ OLACIREGUI, José María, La fuerza mayor y la orden del soberano ante la teoría de la
responsabilidad civil, en J. A. 1944-IV-311 y ss.

9 Ibídem.

10 TRIGO REPRESAS, Félix, "Casus" y falta de culpa, nota publicada en L. L. 1981-B-283.

11 ECHEVESTI, Carlos A., Comentario al artículo 514 del Código Civil, en BUERES, A. J. (dir.) y
HIGHTON, E. (coord.), Código Civil y leyes complementarias, t. 2A.

12 JORDANO FRAGA, Francisco, La responsabilidad contractual, ps. 200/201.

13 MAYO, Jorge, La imposibilidad de cumplimiento. Objetiva y subjetiva. Absoluta y relativa, en Revista


Derecho Privado y Comunitario, N° 17, Responsabilidad contractual - I, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1
ps. 44 y ss.
14 PIZARRO, Ramón D., Causalidad adecuada y factores extraños, en el libro en homenaje a Mosset Iturr
Derecho de Daños, p. 294.

15 Autor y trabajo citados en nota 6.

16 Autor y trabajo citados en nota 1.

17 PIZARRO, Ramón D. y VALLESPINOS, Carlos G., Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones, p


295/296.

18 Autor y obra citados en nota 12, p. 157.

19 Autor y obra citados en nota 13, p. 49.

20 PIZARRO y VALLESPINOS, ob. cit., p. 295.

21 LLAMBÍAS, Jorge Joaquín, Tratado de Derecho Civil. Obligaciones, t. III, ps. 284 y ss.

22 Autores y obra citados en nota 5, p. 28.

23 Autor y obra citados en nota 6, p. 44.

24 Fundamento número 266 del Proyecto de Código Civil del año 1998.

25 CNFed.CC, E. D. 34-63.

26 CNCiv., sala B, E. D. 16-160 y ss.

27 CCCom. de Azul, J. A. 1998-II-222.

28 CNCiv., sala B, J. A. 2000-I-367 y ss.

29 Autor y obra citados en nota 6, p. 54.

30 CNFed., sala II, en reseña publicada en J. A. 1947-641 y ss., Caso fortuito y fuerza mayor.

31 Fallo citado en reseña citada en nota 31.

32 CNCiv., sala C, E. D. 131-345 y ss.


33 Autor y obra citados en nota 3.

34 BORDA, ob. cit., t. I, p. 125.

35 Autores y obra citados en nota 2.

36 Autores citados en la obra de TRIGO REPRESAS, Félix y LÓPEZ MESA, Marcelo, Tratado de la
responsabilidad civil, t. IV, p. 6.

37 CNCiv., sala D, E. D. 126-125.

38 CSJN, L. L. 1989-A-4 y ss.

39 BARRA, Rodolfo Carlos, Responsabilidad del Estado por actos lícitos, en E. D. 142-930 y ss.

40 COLAUTTI, La responsabilidad del Estado por actos lícitos, en L. L. 1991-B-709.

41 Autor y obra citados en nota 6, ps. 56 y 57.

42 RIVERA, Julio César, La relación entre la frustración del fin y la teoría de la imprevisión, en E. D. 179
ss.

43 CNCiv., sala F, E. D. 145-678 y ss.

44 CNCiv., sala E, E. D. 9-235.

45 APARICIO, Juan Manuel, Responsabilidad del tercero por lesión al derecho de crédito, p. 86.

También podría gustarte