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Compilacién de Paul Laxton
Introduccién de J. H. Andrews
TMIc
10 AGO 2005
000763
J. B. HARLEY
LA NUEVA NATURALEZA
DE LOS MAPAS
Ensayos sobre la historia de la cartografia
Compilacion
PAUL Laxton
Introduccién,
JTL ANDREWS
ob
FONDO DE CULTURA EGONOMICAMapas, conocimiento y poder*!
Dadme un mapa; entonces permitaseme ver qué tanto
se me ha dejado para conquistar todo el mundo... Aqui
comencé a marchar hacia Pe}
ia, pasé por Armenia y
spués hacia Bitinia, donde tomé
por el Mar Caspio; d
prisioneros a los turcos y a sus grandes empresas
Después marché hacia Egipto y Arabia, y aqui, no muy
lejos de Alejandria, donde se juntan el Mar Tirreno y el
M
tre ellos, pretendo cortar un canal para que los hom-
de distancia en-
Muerto, con menos de cien legua
bres pucdan Ilegar rdpidamente a la India, De alli a
Nubia, cerea del lago Born, y entonces por el Mar de
Etiopia, cortando la linea del Trépico de Capricornio,
lo conquisté todo Hegando hasta Zanzibar.
CHRISTOPHER MARLOWE,
Tamburlaine, segunda parte (Vi, pp. 123-139)
Un libro acerea de las imégenes g
como Hamlet sin el principe.? No obstante, aunque durante mucho tiempo
los mapas han §
Logriitieas que no aborde el mapa seria
Jo fundamentales en cl discurso de la geografia, casi nuni
se leen como “ladrillos” de texto o como una forma de conocimiente cons
por lo general implica
gcogriticos” sin expresar de qué manerz
truida socialmente. “La interpretacién de los mapas’
buscar “accidentes como forma
manipulada de conocimiento, han ayudado a conformar esos accidentes.4
erto que en la geografia politica y en la historia del pensamiento geo-
ico los mapas se relacionan cada vez mas con el poder (especialmente
ord
* Este capitulo aparecié originalmente en Denis Cosgrove y Stephen Daniels (eds.), The leono-
graphy of Landscape: Essays on the Symbolic Representation, Design and Use of past Environ
ment, Cambridge Studies in Historical Geography, 9 (Ca mbridge University Press,
1988). pp. 12.
brid
79MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER
en los periodos de historia colonial).* Sin embar;
0, el papel especitico de
los mapas, como imagenes con cédigos hist6ricamente especiticos,
gue
siendo identificado con todo el discurso geogratico del que con frecuencia
se encuentran imbuidos, Lo que falta es un sentido de lo que Carl Sauer
entendfa como la clocuencia de los mapas.5 De esta suerte, 4c6mo pode
mos hacer “hablar” a los mapas acerea de los mundos sociales del pasado?
Perspectivas tedricas
Aquf pretendo explorar el discurso de los mapas en el contexto del poder
politico y mi enfoque es ampliamente iconogrético. Considero que los ma-
pas son una parte de la familia mas amplia de imagenes cargadas de valor.©
De este modo, he renunciado a entender los mapas como registros inertes de
paisajes morfoldgicos 0 como refle:
mis bien los considero imagenes reflejadas que contribuyen a un dialogo
un mundo construido socialmente. Por lo tanto, alejo la le
nes pasivas del mundo de los objetos;
n
2tura de los mapas
de los cénones de la critica cartografica tradicional con su lista de oposicione:
binarias entre los mapz
tivos y subjetivos”, “literales
SO!
“ciertos y los falsos”, “precisos ¢ imprecisos”, “objc-
y simb6licos”, o los basados en una “integridad
cientifi
ica” opuesta a la “distorsién ideolégica”. Los mapas nunca son imé-
genes carent
si mismos no son ciertos 0 falsos. Tanto en la selectivi
2s de valor; excepto en el sentido euclidiano mas estricto, por
ad de su contenido
como en sus signos y estilos de representacién, los map:
de coneebir, articular y estructurar el mundo humano que se ine!
on una manera
a hacia,
de rela-
2r mejor lo suscepti-
es promovido por y ejerce una influencia sobre grupos particulare:
ciones sociales.7 Al aceptar tale:
premisas se puede v
bles que son de manipulaci6n por parte de los poderosos de la sociedad.
En este amplio paisaje conceptual debo des
mentales a partir de los cuales se pueden trazar algunos de los contornos
ideolégicos mas especiticos de los mapas. En el primero, los mapas
tipo de lenguajes (si esto se toma de manera literal o metaf6rica no es vital
para la argumentaci6n).? La idea de un lenguaje cartografico es también
conveniente para un acereamiento derivado directamente de la semidtica
‘aear tres puntos funda-
son un
80MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER
que, mientras ha resultado atractivo para algunos cartégrafos,!" es una herra-
mienta demasiado pesada para una investigacion histérica espeeffica. La idea
de lenguaje se traduce mds facilmente a la prdctica histérica. No sélo nos
ayuda a ver los mapas como imagenes reciprocas usadas como mediadoras
de diferentes visiones del mundo, sino que también estimula la btisqueda de
evidencias de aspectos como los eédigos y el contexto de la cartografia, asi
como su contenido en un sentido tradicional. Un lenguaje —quizd serfa mds
adecuado hablar de una “literatura” de mapas— también nos anima a buscar
cuestiones como el cambio de lectores de los mapas, los niveles de carto-
alfabetismo, las condiciones de autoria, aspectos como seeretos y censura y¥
también la naturaleza de las manifestaciones politicas hechas por los mapas.
Ademias, la critica literaria puede ayudarnos a identificar la forma par-
ticular del “discurso” cartogratico que yace en el coraz6n de este ensayo. El
discurso ha sido definido como lo relacionado con “aquellos aspectos reté-
ricos que evaltian, miden o convencen de un texto, en contraposicién con
los que simplemente nombran, ubican y cuentan”.!! El “simple” hecho de
nombrar o ubicar un accidente en un mapa a menudo tiene un significado
politico; no obstante, se acepta que existe una divisién similar en los mapas.
Son un tipo de imagenes retéricas y estén determinados por reglas que
gobiernan sus e6digos y modos de producci6n, intercambio y uso social, al
igual que cualquier otra forma discursiva. Esto, a su vez, puede llevarnos a
una mejor apreciacién de los mecanismos mediante los cuales los mapas,
como los libros, se convirticron en una fuerza politica en la sociedad. !2
Un segundo punto de vista teérico se deriva de la formulacién de la
iconografia de Panofsky.'3 Se ha tratado de equiparar los niveles de inter-
pretaci6n de la pintura de Panofsky con nivel
s similares que se pueden
distinguir en los mapas.!4 La iconografia puede usarse para identificar no
s6lo un nivel literal o “superficial” de signiticado, sino también uno “mas
profundo”, por lo general asociado con la dimensi6n simbélica del acto de
enviar o recibir un mensaje. Un mapa puede llevar en su imagen un simbo-
lismo asociado con el area, el aspecto geogratico, la ciudad o el lugar espe-
effico que representa.!5 A menudo en este nivel simbélico el poder politico
se reproduce, comunica y experimenta mejor a través de los mapas
La tercera perspectiva se obtiene de la sociologia del conocimiento.
Ya se ha planteado la propuesta de que el conocimiento de los mapas es un
81MAPAS, CONOCIMIENTO ¥ PODER.
producto social!®, y para hacerla mas clara se han dispuesto dos grupos de
ideas relacionadas con los ejemplos empfricos de este ensayo. E] primer
grupo se deriva de Michel Foucault, quien, a pesar de que sus observacio-
nes en el campo de la geograffa y los mapas fueron superficiales,!7 ofrece
un modelo itil para la historia del conocimiento de los mapas en su critica
de la historiografia:
La busqueda de la verdad no era una actividad objetiva y neutral, sino que
estaba relacionada intimamente con el “anhelo de poder” de quien buscaba
la verdad. Por lo tanto, el conocimiento era una forma de poder, una forma
nterés cientifico.!$
de presentar los valores propios disirazados de un des
Asimismo, la cartogratia puede ser “una forma de conocimiento y de
poder”. Asi como “el historiador pinta el paisaje del pasado con los colores
del presente”,!? el topdgrafo, de manera consciente 0 no, duplica no sélo el
“ambiente” en un sentido abstracto, sino también los imperativos territo-
riales de un sistema politico particular. Si se produce un mapa bajo la eti-
queta de la ciencia cartogratica (el caso de la mayoria de los mapas oficia-
les) 0 si se ata de un ejercicio propagandistico abierto, no puede dejar de
involucrarse en el proceso mediante el cual se ostenta el poder. Algunas
de las implicaciones prdcticas de los mapas pueden caer también en la
categoria de lo que Foucault ha detinido como actos de “vigilancia”
especialmente los relacionados con la guerra, la propaganda politica, la
definicién de las fronteras o la preservacion de la ley y el orden.
Foucault no es el tinico que estudia la relaci6n entre poder y conoci-
miento. También Anthony Giddens, al teorizar acerca de como los
temas sociales han estado “insertos” en el tiempo y el espacio (aunque no
menciona especiticamente los mapas), hace referencia a “recursos de au-
toridad” (los diferencia de los recursos materiales) controlados por el Esta-
do: “La acumulacién de recursos de autoridad implica sobre todo la reten-
cién y el control de informacién 0 conocimiento. No eabe duda de que
aqui el desarrollo decisivo es la inveneién de la escritura y la anotacién” 2!
Los mapas fueron un invento similar para el control del espacio y facilita-
2s, “una forma de apunta-
il
ron la expansién geogrdfica de los sistemas social
lar empleada por el poder del Estado”. Como medio de vi
jancia, implicanMAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER
tanto “el cotejo de informacion relevante para el control estatal de la con-
ducta de la poblacién sometida”, como la “supervisién directa de
ducta”.2? En los tiempos modernos, mientras mayor es la complejidad
esa COn-
administrativa del Estado, y mas penetrantes sus ambiciones territoriales
sociales, también es mayor su apetito de mapas.
Lo util de estas ideas
que nos ayudan a prever imagenes cartograti
cas en términos de su influencia politica en la sociedad. El simple hecho
de que durante siglos se ha visto a los mapas como imagenes “cient
y siguen s
endo consideradas asi por filésofos y semidticos,?s dificulta
sta
tarea. Las relaciones dialécticas entre imagen y poder no pucden ser
encontradas con los procedimientos empleados para recuperar el conoci-
miento topografico conereto de los mapas y no existe una prueba quimica
para evaluar sus tendencias ideoldgicas.24 Los mapas como forma de
“conocimiento que implica poder” son explorados en este capitulo bajo
tres rubros: la universalidad de los contextos politicos en la historia de los
mapas, cémo el ejercicio del poder estructura el contenido de los mapas, y
e6mo la comunicacién cartografica, en un nivel simbélico, puede reforzar
ese ejerci
io a través del conocimiento de los mapa
Contexto politico de los mapas
ribes
Tsar: Hijo mio, 4qué «aque es estoY
Fyopor: Un mapa de Moscovia; nuestro reino real de
principio a fin. V
Novgorod, alla Astrakdn.
4 Moset. Aqui
Alld se encuentra el mar,
aqui est el bosque virgen de Perm, y mas allé Si-
beria.
Tsar: 4Y qué pucde ser esto? esperaba que ejercieran. Es correeto
que Isabel I esté de pie en un mapa de la Inglaterra del siglo xvi; que
ni pinte a Luis XIV con un mapa de su reino;? que el papa Pio IV supervi-
se el levantamiento y el secado de las ciénagas pénticas,?4 y que freeuente-
mente se represente a Napoleén con mapas, ya sea a caballo, cuando esta
acampando, o sentado, di
fia o al cine s
conserva el potente simbolismo de los mapas, como lo percibicron los ci-
Incluso cuando el medio cambia de la pintura a la fotogr
neastas de Napole6n o de Hitler.2° En los periédicos 0 en las pantallas de
televi
i6n, asi como en numerosas caricaturas politicas, frecuentemente se
102MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER
Fiat Ra 11.6, EE mapa como simbolo territorial, En esta pintura de Thomas, deci-
mocuarto conde de Arundel, y su esposa Aletea (hecho por o después de Van
Dyck. ca, 1635), ef conde scfiake un viaje colonial « la isla de Madagascar que él
estaba promoviendo. Reproducide gracias a la gentil autorisacion de Su Altexe
ef Duque de Norfolk (Fotografia det Courtauld Institute of Art).
muestra a los lideres militares con un mapa entrente para confirmar 0 ase-
gurar a quienes los ven la obra del poder sobre cl territorio del mapa. Los
mapas como motivo siguen siendo aceptados como signos geopoliticos en
la sociedad contempordnea
La ideologia de la decoracién cartogrdfica
Desde el Renacimicnto, las imagenes de los mapas rara v
% se encuentran
solas como diseretas manifestacion:
gcograticas; mas bien estan acompa-
fadas por una amplia gama de emblemas decorativos.?7 A partir de Jona-
than Swift. estos elementos se han ido descartando por incidentales para
los fines de la comunicacién cartogratica.?* Las portadas decorativas, las
103.MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER
vif
letras, las tarjetas, la etas, las dedicatorias, las rosas de los vientos y los
mirgenes que pueden incorporar motivos del vocabulario de la expresién
artistica contribuyeron a reforzar los significados politicos y a enfocarse en
ellos. Visto de esta manera, el concepto de la decoracién cartografica como
un ejercicio estético marginal resulta anticuado.
Este papel simbolico de la decoracién se puede encontrar en gran parte
de la historia de la cartograffa europea. Los frontispicios y las portadas de
muchos atlas, por ejemplo, definen explicitamente, mediante emblemas
seneralmente claros, tanto la importancia ideol6gica como el aleance prac:
tico de los mapas que contienen.”? Los arcos monumentales son expresién
de poder; el globo y la esfera armilar se asocian con dedicatorias reales; los
retratos de reyes y reinas, asi como las imagenes de escudos reales de
armas se incorporan al discfio; otros emblemas reales como la flor de lis 0
el Aguila imperial también tienen una carga politica, asi como ideas geogra-
. Las
ficas mas mundanas acerca del espacio que se registra en el mar
figuras personiticadas con mayor frecuencia son las de nobles, obispos,
comerciantes acaudalados y aristécratas. En los mapas estatales ingles
incluyen simbolos microcdsmicos de la riqueza de ticrras: escudos de
armas, casas de campo y la actividad de caceria de los duefios que se re-
es
s
presentan.!° Ser duefio del mapa era ser duejio de la tierra.
En los atlas y mapas de pared, la decoracién sirve para simbolizar la
adquisicién de territorios de ultramar. Los navegadores europeos, repre
oficio: briijulas 0 compases de
ionaban seriamente sobre las terrae incognitae como si
sentados con el simbolo eartografico de
puntas,!°! refle
tomaran posesion de ellas antes de haber comenzado sus actos de “descu-
brimiento”, conquista, exploracién y explotacién. De hecho, en los mapas
de estos imperios de ultramar encontramos algunos de los ejemplos mas
s de la decoracién.
impresionantes de reforzamiento ideolégico a trav
Si vemos los mapas de Sudamérica de los exploradores franceses del si-
glo xv1,!2 o los mapas britdnicos de territorios africanos del siglo x1x, en
todos ellos la decoracién desempena un papel importante pues incluyen
una serie de estereotipos y prejuicios raciales en las areas representadas.
Esto es evidente también en Africa. La decoracién de los mapas produ-
cidos en Europa difundi6 la imagen del Continente Negro. Algunos de los
motivos empleados sugicren la idea de que fue dificil para los europeos
104FIGURA 11.7. La portada del atlas como una afirmacion geogrdfica. En la edicién
de 1573 del Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius, Europa es personi-
ficada como gobernadora del mundo y estdé sentada en un trono por encima de
los otros tres continentes. De la Coleccién de la Sociedad Geogrdfica Americana.
Biblioteca de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee.
105MAPAS, CONOGIMIENTO ¥ PODER
ea rR aR edad pmaicstinntoenetgaaten naa
Figura 1.8. Las religiones y el conflicto territorial se muestran en la tarjeta del
mapa del Danubio en Mayor o Geographia Blaviana, tomo 3, Alemania (Amster-
dam, 1662). Aqui, el santo emperador romano (ixquierda), investido con los
emblemas del poder y de la fe eristiana, confronta al infiel sultdn, enemigo de la
cristiandad y destructor de la crus. De la Coleccién de la Sociedad Geografica
ana. Biblioteca de la Universidad de Wisconsin-Mikeaukece.
Ame
aceptar que la humanidad africana era diferente. Luego entonces, en los mér-
genes de muchos mapas africanos aparecen caras con rasgos europeos, A los
iencias fisicas “ideales” y poses propias
de la iconogratia de la Grecia y la Roma clasicas; los gobernantes airicanos,
obedeciendo a la suposicién de que los sistemas politicos curopeos eran
uni
hombres africanos se les daban
versales, por lo general eran representados en los mapas como reyes.
En otros casos, los simbolos de otredad asumian la forma de un racis
mo bizarro. Se muestra a los nativos sobre un avestruz 0 un cocodrilo rea-
lizando prdcticas canibales; se les agrupa y sc les pone el titulo de “hom-
bres salvajes”, 0, como en un mapa franeés del siglo xvi, se incluye “una
raza de hombres y mujeres con cola”. En las representaciones de las muje-
res africanas, la sexualidad femenina y las alegorias de América y los otros
106MAPAS, CONOCIMIE!
TOY PODER
continentes con frecuencia son bastante explicitas respecto de las socie:
dades curopeas dominadas por los hombres.! Los simbolos del poder
ano. Los barcos, los castillos, los fuer-
curopco no se alejan del espacio at
tes curopcos ¥ las figuras de soldados con uniformes curopcos se despli
gan cn los mapas de las regiones costeras; los “reyes” africanos se mues-
tran sometidos a la autoridad europea; y los angeles alegéricos, la Biblia 0
jos de la eristiandad
baros” los beneti
eanos “bi
la cruz otorgan a los ati
como parte del paquete colonial de la Hlustracién. En ocasiones también
las tarjetas y las vifictas simbolizan la autoridad colonial de las naciones
de 1708 se muestra a los
individuales: por ejemplo, en un mapa francés
s armas de Franc’
ricanos negros con un ledn debajo de
El “hecho” cartogrdfico como simbolo
Retrocedamos un poco respecto de estos ejemplos de expresion artistica
para ot . Después de ver mapas
representados cn contextos metaf6ricos resulta mas facil darse cuenta de
rvar otro aspecto de los mapas “reale
que un mapa que carece de decoracién o de titulos y explicaciones pucde,
no obstante, seguir siendo un simbolo de autoridad politica. Tales mapas
se cari
eterizan por un “realismo simbélico”, de manera que lo que a pri-
mera vista pareee ser un “hecho” cartogréfico puede ser también un sim-
bolo cartogratico, Esta dualidad del mapa abarea gran parte del discurso
cartografico y es una de las principales razones por las que con tanta fre
cuencia los mapas constituyen un acto o una manifestacién politicos.
Una vez que se reconoce la ubicuidad del simbolismo y que los histo-
riadores cartograficos aceptan la tradicional discontinuidad entre la fase
“cientifiea” de la actividad eartogratica, este simbolismo
incompatibles con el
“decorativa™ v la
puede reconocido como un mito,!95 Lejos de
On se
ones mas exactas lo refuerzan. La prec
mbdlico, las medi
poder
convirtié en el nuevo tal
muestra el contorno preciso de una nacién, como cl que Cassini propor-
cioné a Luis XIV, era una alegoria patridtica y al mismo tiempo un mapa
in de la autoridad. Por ciemplo, un mapa que
impreciso, mientras que los “sobrios” de la Tierra Santa incluidos en las
107MAPAS, CONOCIMIENTO ¥ PODER
Biblias protestantes del siglo xvi, en parte para validar la verdad literal del
texto, eran tanto un en:
nas pictéricas
Ivo sobre
mbolismo sagrado como representa-
cion de la region 10°
Estos no son ejemplos excepcionales del papel histérico de los mapas
con medidas en la conformacién del mito y la tradicién.!°7 Los mapas de
Estado, aunque derivados de un levantamiento instrumental, simbolizaban
una estructura social basada en la propiedad de la tierra; los mapas de con-
dado y regionales, aunque fundamentados en la triangulacién, articulaban
los valores y los dereche
s locales; los mapas de los Estados-nacion, aunque
mibélica de
as; los mapamundis, aunque con mayor
construidos sobre la base de los meridianos, eran una sintesi:
un complejo de ideas nacionalis
ciones matematicamente detinidas, dic-
frecuencia trazados sobre proy
‘0 total al de:
ron un § ino manitiesto de la conquista y la colonizacién
europeas en el Nuevo Mundo. Incluso los mapas celestiales, aunque obser-
vados con telescopios cada vez mas poderosos, contenian imagenes de las
constelaciones que pereibian las guerras religiosas y las dinastias politicas
del mundo territorial.1°% Seria prematuro decir que dentro de casi todos
los mapas hay un simbolo politico: sin embargo, por lo menos parcee
haber un primer fundamento para esta generalizacién.
Conclusion: el discurso cartogrdfico y la ideologta
He pretendido demostrar de qué forma una historia de los mapas, junto
con la de otros simbolos culturales, puede ser interpretada como una for-
ma de discurso. Mientras que se pueden derivar algunas reflexiones tedri-
cas, atin tenemos que luchar cuerpo a cuerpo con los mapas como siste-
mas tinicos de signos cuyos eddigos pueden ser al mismo tiempo icénicos,
lingiiisticos, numéricos y temporales, y una forma espacial de conocimien-
to. Se ha visto que no es dificil generalizar el papel mediador de los mapas
en el pensamiento y en la accién politicos ni vislumbrar los efectos de su
poder. Tanto a través de su contenido como de sus formas de representa-
cién, el trazado y el u:
No obstante.
» de los mapas han sido influidos por la ideologia.
stos mecanismos s6lo pueden comprenderse en situacion
108Ficvra 11.9. Los mapas legaron a servir como imédgenes representativas del pro-
pio Estado-nacién. En este grabado de The Polish Campaign (como 1, Londres,
1863), la divisién de Polonia en 1772 se representa rompiendo el mapa. Quienes
se encuentran ahi presencian el acto con preocupacion (de izquierda a derecha:
Catalina la Grande, la emperatriz Maria Teresa, José II de Austria y Federico I
de Prusia), mientras que un angel que representa a la Iglesia catélica se voltea ho-
rrorizado y toca una trompeta en sefial de alarma. De la Coleceién de la Sociedad
Geogrdfica Americana. Biblioteca de la Universidad de Wisconsin-Mikkeaukee.
109MAPAS, CONOCIMIENTO ¥ PODER
hist6ricas espeeificas. Las conclusiones deben igualmente leerse como
ide:
preliminares para una investigaci6n mas profunda
La forma en que los mapas se han vuelto parte de un sistema mas am-
plio de signos politicos ha sido en gran medida determinada por sus asocia-
ciones con grupos ¢ individuos de Glite 0 poderosos, y esto ha promovido
un didlogo desigual a través de los mapas. Las flechas ideolégicas han ten-
dido a viajar definitivamente hacia una misma direccién: del poderoso al
mas débil en la sociedad. A diferencia de la literatura, el arte o la mutis
“ly
la historia social de los mapas parece haber tenido pocas formas genuinas
de expresi6n popular, alternativa o subversiva. Los mapas son, principal-
mente, un lenguaje de poder, no de protesta. Aunque hemos ingresado en
la era de la comunicacién mas
va a través de los mapas, los medios de pro-
duccién cartogrética, ya sea comercial u oficial, atin estén controlados en
gran medida por grupos dominantes. De hecho, la tecnologia de la compu-
tacion ha aumentado esta concentracién del poder de los medios. La car-
tografia sigue siendo un discurso teleolégico que personifica al poder,
refuerza el statu quo y congela la interaccion social dentro de las lineas de
las cartas.10
> refuerza, reproduce,
ficos mediante los cuales s
Los procesos cartogr:
motiva y estercotipa el poder consisten tanto en actos deliberados como
“préeticos” de des $s de los
nde y de ajustes cognitivos menos conscient
cartégrafos y de los usuarios de los mapas; las guerras, el trazado de fron-
y el orden se encuentran
documentados a través de la historia de los mapas. Por otro lado, los pro-
teras, la propaganda o la preservacién de la ley
cesos no declarados de dominacién a través de los mapas s sutiles y
clusivos. Estos proporcionan las “reglas ocultas” del discurso eartogratico,
cuyos contornos pueden trazarse mediante las geometrias subliminales,
los silencios
jerarquias de representaci6n. La influencia del mapa s
canaliza por medio de su fuerza de representaci6n y de sus representacio-
nes
xplicitas. La iconograffa del mapa en el tratamiento simbdlico del
poder es un aspecto poco atendido en la historia cartogratica. Al compren-
der su importancia nos alejamos de una historia eartografica concebida
como un re;
istro de las intenciones del cartégrafo y de las acciones téeni
cas para dirigirnos a una que ubique a la imagen cartografica como un
mundo social.
110CAIRO VIA VICTORIA FALLS satan)
7
WENGLAND'S EL DORADO
IN AFRICA,
Being» description of Natabelslandand Mashonaian.
known Adjacent Territories, and an Acco
‘BRITISH SOUTH AFRICA,
‘attr of Sout Aten and Author of Osan Beath
Biren “A lipse ofthe ld
Fievra 1.10. Portada de Zambesia, England's El Dorado in Africa (Londres, 1891).
La escena se establece en un mapa del contorno de Africa. Britania, mostrando
un mapa de Zambesia, trata de convencer a los colonisadores blancos de apro-
vechar la riquesa ccondmica del pais mientras que se excluye a la poblacion
indigena africana de la eseena. De la Coleccién de la Sociedad Geogratica Ame-
ricana. Biblioteca de la Universidad de Wisconsin-Milaeaukee.
11MAPAS, CONC
MENTO Y PODER
Los mapas como tipo impersonal de conocimiento tienden a “desocia-
lizar” el territorio que representan, Fomentan el concepto de un espacio
socialmente vacio, La cualidad abstracta del mapa, representada tanto en
las lincas de una proyeceidn tolomeica del siglo xv como en las imagenes
a cl cargo de
je. Las decisiones tomadas en cl
contempordneas de la cartogratia por computadora, alige:
conciencia respecto de la gente del p:
ejercicio del poder se retiran del terreno de los contactos inmediatos fren-
te a frente.
E
especificos. Al igual que cl historiador, cl cartégrafo siempre ha desempe-
tas ideas atin tienen que ser exploradas en contextos histéricos
fado un papel ret6rico en la detinicién de las contiguraciones de poder en
la sociedad, asf como en el registro de sus manifestaciones en un paisaje
visible. Cualquier historia cartogrdtiea que ignore la importaneia politica
de la representacion se relega a una historia “ahist6rica
112
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