Revista de
FOLKLORE
N.° 127Editorial
Pese al despresiigio « descrédito en gue-de propio
Intento 0, invobuntariamente- se ba pretendido swneir
« totio lo popular, illdndolo cast siempre de atrasado
\y por tanto de inti, cabita bacer unas reflexiones
‘sobre algiinas aspectas que de tin dtempo a esta parte
euclven a ponerse de muda que tal vez mance deje-
ron de estarlo, Nos referimos al auuge que tienen tlt
mamente detetminados grupuas éinicus cuya irayecto-
1a bistorica les ha levido a constituirse comio parte
de wna nacién y por tanto a alterat las fronsreras de
su lerritorio tnadtcionai. Ei problema que subsiste 1tas
‘esias movilizaciones y que amenaza u Puropxe entera
no reside solamente-en ef aspecto racial (que es el que
normaimente se destacad sino también y de forma
inporiante en ta defonsa do les limites qué constant
Ta demarcacion de ese grupo. Pregumiarnos por qué
_percive en pleno siglo XX un sentimiento tan fuerte y
anacrinice nos levaria proablemente al estudio de
costumbres mediewales; &s en esa época, en efecto,
cuando algunas comunidades nomatles comienzas
fa filar fronteras y so asientan en determinadas te-
inras; las primeras leyes dictadas tienden a proseger ese
dmbito con. un estatuio juridico propio que diese ven-
tajas a los que habitaran dentro de éi, Esta circuns-
Lancia y ef hecho de que las tierras que todeatusn et
micieo de poblactén fuesen, al poces Hempo diel asert-
tanitenio, las mejores gracias al esfuerzo de todos,
tzu que crectese, en qutenes se consideraban sus pro-
[retaarios , uit sentioniento muy fuerte de posesion que
‘condujo a considera a todos ios vectnas de ofros terri-
tories como habitantes de seyundes y. mucy freciiente-
mente, como enemigas, Aquetlas zinas de Europa en
que el campesinado es hoy dia atin mayoritaric
mantiene con fugrza tradiciones muy arraiadas, &
donde existen’ mas pustbitidades de que swnan estos
brotes “territorialistas”.Lagia como excisn poftenen acne
Duers ...
Soxan Dae
Paso “Doppiu” y "Contrapass0” sen.nsn
Manin a Ménic y Sie Vince
EL rito del Descencinieato en la Villa de Olmedo
(Valladolid.
‘Soto Sdacher de Wario
Requiem porun guitarist wlosnero.
Mansel Gasrice Palos
Literatura de cordelen Ia wadicién jiewtense... 29
!
SUMARTO '
=f
EDITA: Obra Cultural de Caja Espaia.
Fucnie Doraca, 6-7 - Valladolid, 1991
DIRIGE w revteta fe Fine: Joaysla har
Bebosire sau: va 386 1680 Issh-0211 7910
apinate cra Taman! Tarqueen Pare 256B, Pol 5. Gta! VAS8a1EL AGUA COMO EXCUSA POETICA Y LEGENDARIA EN LA
CUENCA DEL DUERO
Joaquin Diaz
En alguna ocusiéin he comparads ka eultur
clonal con ua tio, ¥ éste me parece unm
mente adecuado para recorlarlo, las orillas correspon-
Getian 9 los limites y el caudal sesian todos estos co-
npcimentos que sv van acumulande a lo largo de bos
siglos. Algunos de ellos vienen de may lejos,
lasalbores de la humanickil y por tant estan cerea de
las fuentes primigenias; otros, por el eontrarin, se haat
ahadido mas recientemente, como las aguas Ue ese
afluente que contabuye a engeosarel rascal ata mitadl
del cecorticio, Nosotros contemplanion tal corriente
desde nuestra realidad vital, ceale cl punto conerer
en que nos ha corresppondiclo vivir.c intuimes que hay
un pasaclo, de donde proccde el presente que fluye
ante nuestra vista, y un porvenic mnie alli del luga: que
akcanza nuestra mitacla.
La cultura tradlicions|, por otra parte, no es un cor-
pus estitico, inamovible, sino algo que evoluciona ¥
se transforma con el tiempo y Ia influencia de las mo-
de los acontecimientas sociales, de los sucesos.
historicos y de las confrontaciones hélicas, Para enten-
der el fenémeno corectamente habriamos de atenele
por tanto, a su fondo ya su forma, Su fondo posque,
entre ese material vanopinto y heterogéneo que Io
conscituye (esas aguas que commen), podremos encon-
frat resios © supervivencias de otras culturas que acs
precedicron y, como Id nuestra, se enfrentaron a prom
blemas y cuestiones, tanto de orcken espiritual por
consiguiente de pausada resolucién-, como de caric-
ter vital con su comrespondicnte apariencia perento-
fia, Fr ambos casos nuestros antepasados nos lega-
ron, no slo unas nomas de supervivencia mas 0 me-
nos efectivas, sino una verdadera filasofia, un modo
de entender y adecuar la propia vida a la realidad,
También al fondo pertenecen todas esos ahadidos
que em cada época hap contsibuido a hacer de la cul
—a—lurs Unidicional algo Muido y expresivo, capaz de
adaptarve a diferentes guistos y civilizaciones; Ia litera
tura difundida a través de pliegos y cobras de pequenc
‘yolumen ha colaborado asimismo grandemente en es-
ta tarea, aceprando percier su condicion y pasar a ka
Lradicién oral para perpetuarse asi, de boca en boca, &
Jo largo de gencraciones,
En cuanto a la forma que adopia esa cultura, todo:
ese material, convendria recordar que son personas
caracteristicas ~ especialistay’-, quienes se han encar-
sede (radicionalmente de recibirt y eamunicarlo,
produciendo alo largo de! tiempo y el espacio un “es-
tilo”, una manera peculiar de crear y repeti: que no de.
sertona qunica con lo heredado y que sive de paso.
pura conformar los limites, las orillas cle ese 1io al que
|nos referiamns antes, isos especialistis Tabrian coms
truide un ‘estilo propic con diferentes “instrumen-
10s", proporeionados por el propio entomo fisico: No
se expresaria igual un habitante de zona hémeda, pa-
a quien no resulta angustiosa Ia espera de la Ilivi,
‘que una poblador de la meseta cuyes culrvos ce corel
dependen del agua del cielo, por ejemplo, Es decir, el
clima © la geogratia han ido delimitando las fonmas de
expresi¢n de ese estilo creande “localismos" que son,
finalmente, las que diferencian un folklore de otro.
Intentando resumir podriamos aficanar que la cult
13 tradicional esta constitnidla por arcpuctipos primiti=
vos euya adecuacion al medio por narradores especia-
Iizados crea, poco 4 poco, unos perfiles expresivos.
que acaban caracterizando cada zona. No de otra for-
ma podria explicarse que hayan sobrevivice ritos, sim-
oles y micos primstives hasta nuestea Epoc y menas,
aun cabria entender corcografias, relatos a meiodlias 8
no correspondlicran ya :t ume peculiar visién del man-
do, a unas sefas de identidad mas o menos acertacas,
del grupo étnico o comunidad que las posee, que si
‘ven ademas para diferenciales del grupo o comunidad
més présximos,
En exe sentido, procuraremes exponer a te kasgo
de estas paginas versiones Iecales de antiguas mites,
(evideme reflejo de la verusiez de nuestra cultura),
junto a variantes comarcales del derecho consuetudi-
nario —creado v adaptado por el ser human para faci=
litar la vida en Comtin-, ¥ canciones, romances y ¢i-
chos de distintas épocas y lugares.
Comenzaremos por citar dos argumentos que se
repiten en. cualquier forma de expresion oral zelerida
altema y que nos permunican chasificar todo el material
dle acuerdo a esr simple dicotornia: Fl agua come,
fucate de vida, cs
continenza
(2 vere laps cao
pare fa mci de fs oe wes bab. 3
Otras secciones, en cambio, ain presentando
notables diferencias, muestran una gran semejanza
en el modo de reunir las secuencias de pasos (A, B,
0). La seccién B de PBN 972, por ejempio, muestra
dos pericdos idénticos constituides por dos “movie
menti" seguides por un “zakarello in quadernaria”,
an PBN 973 y 476, en lugar de ‘saltarello” figura un
‘doppio" mientras en otros tratados los “movimenti”
estan sustituldos por dos “scosseti” 0 “allzade" 0
“scosse" o “continenze”. En la seccidn A se recono-
cen tres periodos que en PBN 972 y MBE estén for-
mados por dos "saltarelll’, cada uno en "quaderna-
fia’, en PBN 973 y PBN 476 por tres “doopi", en SBC
y VBNM per tres “contrapassi", en FNC y NYPL por
cuatro *contrapassi”, en NUR por dos “contrapassi"
mas un “contrapasso con une ripresa’, La seacién
D, muy parecida a la amerior, consta de dos pario-
dos, S610 que también en PBN 972 y MBE estan for-
mados po’ tres pasos “daopi" cada uno, igual que en
PBN 973 y PBN 476. (8)
En la fig. 1 se encuentran las notaciones musica-
les del‘Lionzello in due” correspondientes a las des
cripsiones corsograficas que voivemos a encontrar
en ios tratades PBN 972, 973 y 476, La primera sec-
cién de la notacién musical de PBN 972, correspan-
diente a las seociones coreogréficas A y B, esta for-
mada por dos compases de “quadernaria’ y lleva la
Indicacién de cinco repeticiones; le sigue una Sec-
cidn de tres compases de “quacernaria” (seccién 2)
repetida dos veces correspondiente a la seccion co-
reografica C. En la notacién musical de PBN 476 la
segunda seccién esta precedida por dos secciones
(1 ay 1 b) cada una formiada por dos compases de
“quademaria” que llevan la indicacidn de tres repeti-
ciones la primera y dos la segunda; estas secciones:
se refieren respectivamente a las secciones coreo-
gralicas A y B. El total da diez compases de ‘que-
dernaria” es idéntico en tos dos tratacess y la version
del canto transcrita en PBN 476 debe considerarse
una variacion de la primera que hace resaltar con ‘a
melodia la diferencia entre las secciones A y B. La
notacién musical transcrita en PBN 973 es idéntica a.
aquella que figura en PBN 972 con la Unica diferen-
cia que en PBN 973 se encuentra la indicacion de
cuatro repeticiones en vez de las cinco de PBN 972.
Esta variacién de PBN 973 contrasta ampliamente
no sélo con PBN 972 sino también con PBN 476.
17Considerando que las descripciones coreogréficas
de los tratados PBN 972, PBN 973 y PEN 476 son
equivaizntes asi como lo son las notaciones musi
cales de los tratados PBN 972 y 476, ne se com-
prende por qué Guglieimo en su primer tratado
(PBN 973) haya abreviado el canto en relacién al
tratado de Domenico (PBN 972) para alargarlo nue-
vamente en la segunda presentaciOn de su tratado
(PBN 476) dejando, sin embargo, intacta la descrip-
cién coreogratica. Puede ser explicable que la indi-
cacién de cualro repeticiones en PBN 973 en vez de
cinco se debe considerar camo simple error de co-
pla. La secci6n musical 2, correspondiente a la sec-
ion C del texto coreogrético esta formada por tres
compases de “quademana” y no presentan proble-
mas. La seccién 3 en PBN 972 y 476 lleva la indica-
sion de dos repeticiones y consta, aunque con dife-
fencias minimas con la melodia, de dos compases
de “quademaria’. En PBN 973 encontramos, en
cambio, dos minimas de menos para completar los
dos compases de "auadernaria”; consideramos tam-
bién este caso como un error de copia por razones,
andlogas a aquellas expuestas con respecto a la
seccién 1. La saccién 4 correspondiente a las sec-
Ciones corsograéficas E y F, ocnstituida por un total
de trece compases de “bassadanza' y la seccién 5,
formada por dos medias compases de “quadema-
ria’, correspondientes a la seccién coreogréfica G,
no presentan ningun problema de comparacién si
consideramos un error de copia la semibreve “de
mas” que encont-amos en ol décimo compas de.
"bassadanza’ an el tratado PBN 476.
Comparando desde el punto de vista mensural
los pasos descritos en las distintas versiones con el
canto transcrito en PBN 972, observamios una per-
fecia correspondencia en las secciones B, C, €, F,
G; y precisamente: cuatre tiempos de "quadernaria”
‘en B, seis tiempos en C, seis tiempos de “bassa-
danza’ en E, siete tiempos de "bassadanza” en F,
Un tiempo cuaterario en G. En las secciones A y D
encontramas una aparente incongruencia, dado que
la medida musical de dos tiempos de “quademaria”
referida a dos pasos de “saitarello in quademavia’
(PBN 972) 0 a tres “contrapassi (SBC, VBNM) se
reflara también a tres “doppi* (PBN 972 seccisn D,
PBN 973 y PBN 476 sec. A y D) 0 a cuatro “contra-
passi’ (FANC, NYPL) 0 dos “contrapassi” més un
‘contrapasso con una ripresa’ (NUR). Los dos tiem-
pos de “quadernaria" estén de acuerdo can los dos.
“saltarelllin quademaria" y con los tras *contrapassl”
pero no corresponden a las otras secuencias descri-
tas a excepcion de los dos “contrapassi” mas un
“contrapasso con una tipresa” que encontramos on
NUR, si se consideran en proporcién de tres “con-
trapassi”
Era inevitable, a esta altura def trabajo, pregun-
tarse si las diferencias notadas en los distintos trata-
dos entra los textos coreograticos del Lionzella in
due no reflejardn eventuales mocificaciones agrega-
das también al texto musical. El examen de las no-
taciones del Lionzello de PBN 972, PBN 973 y PBN
476, aun revelando algunas diferencias, presumible
excedencia de pasos “dopoi” como sucede en las
‘secciones musicales ya citadas, parecen confirmar
que las dos medidas de “quadernaria’, que coinci-
den apropiacamente con Jos dos pasos de “saltare-
lo" ds la seccién A de PBN 972, deban correspan-
der también a los tres pasos “doppi” que figuran en
fas secciones A y D de los tratados PBN 973 y PBN
476 y en la seccién D de PBN 972 (Tab. 4).
LEONCELLO
Nyt
Aeaactones musiecdesdel Lua zee ov die” cnn se emcee
rar en on tees PS 972,978, 4
‘assets musics ee isles fe nec,
‘ans indica cam mamovacuit aniiaca, en canibie las seeciones
coreeyndficas corneponcdintes eves iudicardas cum ta tras 8 G
Secuencias de tres pasos “doppi” y tres pasos
“doppl in sul pid”: un distinto valor mensural.
La atrbucién de valores mensurales distintos a
secuencias coreograficas constituidas por pasos
“doppi solamente, ofrece una posible solucién a es-
ta aparente incoherencia mensural. En todos los tra-
tados, dichas secuencias estan indicadas en dos
—1w—modos distintos. El primer modo, generalmente es-
pecitica el pie que empieza y el que termina la se-
cuencia. Ej; “comenzando al pede sinestro e fazan-
do fine al drito®; el segundo modo, que generelmen-
te se refiare a tres pases “doppi’, es al siguiente:
(0) == “doppi suso el pia”
(n}--- “doppi suse el
(0) -- + Sdoppi su lo piece”
(6) -- -“doppi sul pe”
{(n) -- -*doppi in sul pede”
(n) - + “doppi sul pié*
Estos dos modos de indicar secuencias de pasos
“coppi” no son sdle ciferentes en la forma sino que
parecen indicar un diferente valor mensural; las des-
ipciones coreograticas del Belraguardo “viejo” y
weve" indicacas en PBN 872 constituyen un claro
ejemplo (tad. 5).
Examinande fa seccién B de este baile, encon-
ramos una sacuencie de cuatro pasos "doppi” (que
ena versién nueva esté subdividida en dos secuen-
cias de dos “dopp"’) y dos secuancias de tres “dop-
pi’ descritos como “suso el pede". También en esta
seccién, a semejanza de las secciones A y B del
ionzelio, se halla una incoherencia apreciable entre
misica y descripcién coreografica. Los once tiem-
pos de “bassadanza’ contenides en la notacién mu-
sical no se adaplan a los lrece tiempos que figuran
an el texto coreogréfica, Domenica es muy claro
cuando en el Belreguardo vieja” mensura los prime-
ros cuatro “doppi fagando dupei quatro di bassadan-
za inseme" pore después se pierde coherencia.
También en esta danza, como en el caso del
Lionzelio “in due”, la comparacién con otros textos
revela que las ya mencionadas incoherencies men-
surales, representadas por exceso de pasos "dop-
pi’, se manifigstan en aquellas secciones coreogra-
ficas que #n eucosivas tratades presentan “contra-
past’.
El examen de los “equivalentes corecgraticos”
que han sido sustituides por “contrapassi” en los va-
rios tratados, ha mostrade una correspondencia su-
mamente significativa entre el uso del ‘contrapasso"
y el uso de secuencias de “doppi in sul pia” y, en
el caso de PBN 972, de “saltarelll In quademaria”
Tab, 6). La correspondencia entre dos “saltareli in
quadernaria” y tres "doppi in sul pié* (Lionzello in
due @ In tre, Marchexana) de cos *saltarelli in qua-
If bro dear del dansave di Amionio Comazuma,
14 Biblio, XVIL 1915), pp 1-30,
MEYER, Cs Musique et danse a vurenborg au dus di XVIS2-
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‘Bolnaguarda sn due, a ontical discussion, Dance bisory scelas cone
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SMITH, WA: Une fonie scomoscinta dela danza Watiana dol
‘Quatrocento, sti det convegao intemazionste di suck; Guglielmo,
ren da Pesaro la danza nelle or itaine del XV secolo” Pesaro,
«ag,
SPAR, i, il, expression sense teatrae nee dance tala
sre del 400-La danza faliana 32985), pp 39°53
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i damze sabiane dol manescrite dt Norimberga Aa del convey
no intemazicnale di stud: “Guglielmy Hbveo cla Pesaro e la danza
alle cori italiane del XV secolo" Pesaro, (967).
TRADUCCION: Ang Alvarelias.EL RITO DEL DESCENDIMJENTO EN LA VILLA DE
OLMEDO (Valladolid)
EL ito del Desenclavo y Descendimiento de Cristo,
ha side chyeto de estudio en muchas ocasiones, incla-
so-en ests mista revista (1). En estas lineas presenta
mas un nuevo caso — y decimos nuevo en tanto que
poco se ha escrito de #i-, procedente de la villa valli-
solerana de Olmedo, que estuvo vigente: hasta hace:
apenas cincuenta ados ¥ que oftece ciertas pecutiari-
dades de interés.
Atendiendo a lo escrito hasla ahora al respect, pas
rece confirmadio que esa partir del Concilio de Treato
(1545-1543) cuando se potencia definitivamemte la
costumbre de representar esta escena de forma autte
noma y sin estar enmarcada denwre de un dratwaticay
ci6n general de la Pasion de Nuestro Scior, hecho que
ocurre del mismo modo con kivatorios de pes, que-
mas de “el juckis’, encuentros de imagenes, ete, La ine
tenci6n, fundementalmente catequizadora, era le de
mosirar de for illa los hechos narrades en los
-Evangelios, para que el pueblo pudiers reviviclos,« i
celuse participar directamente en ellos,siempre con un
Ieaguaje de gestos simbélicas. Al menos a este perio
do corresponden las primeras cereronias ya consolie
Gadus de que tenemos constancia documenta,
in embargo, el interés por representar escenas de
fa vida de Cristo, pacticularmente las relacionadas con
su PasiGn, Mucite y Resurrecei6n, era ya patente en el
Medicvo aunque ciertamente las formas ¥ propésitos
faeran muy distintos de los que més tarde nos vamos i
encontrar, Los tropos y otros tipos de represenlaciones
primarias en las que se glosehan los passjes de las sa-
grads cscrituras, dentro de una funcién religiosa, son
los uniccedentes mis antiguos de entre los que pode-
‘mos cspigat para nuestro rito. En el siglo X, estos tro-
pos se hallan ya insertos a lo large de todas las se-
uencias de la celebraci6n de la misa y son ya nuevas
recreaciones en las que cada silata del texto se corres
ponde con una not musical diferente en la melodia,
consticuyéndose en cicrta manera en “sucesores” de
Jos cantos homéfones grcegorianos (2), El siguieme pa-
so seré su “transfonmacién® en ‘drama Ltdegice’, he-
cho que Gefiende Sanchez Herrero cuando apunta que
“el rope se conviere en un ‘drama litirgico, en cua
to que eran algo unido a la kiurgia propiamente dicha
yen cuanto que no slo fueron cantades par los coro,
sino representados”; mas :idelante continiia diciendo
“apoyancose en las opiniones que vierle F. Ltzaro
Careter en su obra Teatro Medieval que “al margen
de la linirgia y de estos dramas litargicos, comienzan 2
Antonio Sanchez del Baro
aparecer otros actos paraliléngicos o ‘dzamas sacros’,
Ios cuales, aun teniendo el mismo cavieter religioso,
nro se unfan tan estrechamente al culto; se les repre-
sentaba durante las ceremonias o después, y estaban
inspitedos a veces en fuentes no esrrictamente firtngi=
cas” (3)
Dentro del marco peninsular, los vestigias mas an-
Liguos que conocemos de la representacion deamatica
diel Descendimiento nos llevan a las tierras del aneiguo
Reino de Mallorca, donde se conservan textos y t€ni
cas de escenificacion de versiones de li Pasicin de
Cristo, en lengua romance, naéa menos que de los
aahos que marcas el paso de los siglas XII y XLV. Por
aguel entonces estas eacenificacones cel Descendli-
miento, pertenecian 2 una dramaizaciém general de la
Pasibn, no siendo, per tanto, niicleos dramiticas auté
nomos ¥ sin didlogos. tal y como se representan en la
adualidad (4). & parti de entonces, ¥ sobre todo a lo
largo del s. XV, se extienden por toda Is peninsula,
aunque con mayor arraigo en el area oriental
(Catsiuita, Valencia, Mallorea,...) que en el occidental
‘Castilla, Galicia, Asturias...) donde no se difunce de-
Finitivamente hasta la centuria siguiente (5)
Gon el transcurnir del tiempe, las primers epre=
sentacioncs medicvales se convertiran en situales mu
cho mas complejos, con escenificaciones en cierta for
ma truculemtas ¥ con alas dosis de teatralidad, muy
acordes con el espiritu trentino. Asi, ya modo de ejem-
pplo, pueden recordarse Ios innumerables lugares den
de alin se veneran imagencs arficulachis, no solo de
Cristos con brazos méviles, sino también Dolorosas
con complicados juegos mecanicos de ejes y poleas en
‘sus manos y brazos para poder acoger 4 su Hijoen su
egaz0 0 enjuganse el llanlo con un panuclo, en las ex
ceras finales de la representacién del Descendimiento
©).
Algunos especialistas han aportads opiniones de
interés acerca del sentida Ge estas representaciones y
de jas transformaciones quc han variadlo su caricter
Primitivo, Entre ellas, recordemos la de Maximiano
‘Teapero quien en Fi Auto Religioso en Espatta, hace
referencia al sentido “ejemplificador” de los dramas
{irgicass antiguas, diferencidindolos dé las mas moder-
‘nos en cuanto que en éstos prevalece el caricter de ce-
lebraciéin (73; por su parte, Antonio Cea. al analizar los
restos de representaciones liningicas de la provincia de
Salamanca, recuerda ia distincion que debe hacerse
entze la commemoratio y ia reprassentatio prewssi-
—23—mente “cuando la imagen aislada pasa a ser grupo es-
cukStico por Ia incorporaci6n de mas de dos figuras.
De este modo, lo que era objeto de adoracién se con:
vierte en mera narraciém piacosa ¢ paso, ¥ es a discan-
cia que va de Is commemoratio a la repraesentatio”
@)
‘Observar las similitudss y diferencias de las formas
de ejecucion del rito cel Descendisniento, nos llevaria
a una cilatida exposiciba de casos que en esta ocasion
resulla improcedente; no obstante, ofrecemos en note
(9) la bibliografia que heros mancjado por s alguien,
qulete seguir el rastio de celebraciones de interés, de-
saparecidas © an vigentes
EL Descendimiento-o “el Sermon del Pardo" de
Olmedo,
‘Vamos ahora a cuparnos de: fa descripcidin del ea
0 conereto que recogimos en Olmedo U0), exponen-
te, basta su desaparicion en los afios cuarenta, de la re-
presentacion del Descendimiento en la provincia de
‘Valluclolid, al igual que las de otros muchos lugares co-
mo Villavicencio de los Caballeros ~aiin vigente gra-
cias a los desvelos de la Orden Tercera Pranciscana de
lalocalicad:, Valdenebro de los Valles,... incluso la ca-
pital 1)
EL Jueves Santo, hacia las nueve de la noche. tenia
Juggar ke procesion del “Cristo robade”, asi llarnacks peor
que, simbdlicamente, cuatro cotrades vestidos de 10-
manos (calzas de color rosa, coraza y casco ce metal
y 7apatillas negras) y curiosumente llemados “judios
(12) “robaban’ las nsigenes ciel Cristo Yacente: y la
Virgen Dolorosa conservadus en la iglesia de Sar
Andrés (con culto hasta los afias weinta cle nuestro si
‘lo, y desde es0s aos en la de San juan’ (13). ¥ tas lle-
vaban hasta el desaparecido monasterio de cisternen-
ses bernardas de Sanct'-Spiritus (14). BI rayecto era re
corrido con inusitada velocidad. La imagen de la
Virgen iba delante, precedida por una persona que
portaba una bandeja para recoger las limosnas de
quienes quisieran llevar los pasos en ancas; deiris ve
nia el Yacente en su una acristalada, flanqueado por
Jos cuatro “jucios", Llegedos al tempi monacal por el
paseo de la Bola ~asi llamado por el semate de la foen-
te enclavada en su primer tramo-, se introcucian las
invigenes en el interior y alli eran veladas por las mon-
jas durante tock la note,
Al dia siguiente, Viernes Santo, al amanecer, los
jadios” se encamingban nuevamente a Sanctt-Spintus
pare clavar al Cristo Yacente en Ie craz ~recuerdese
que estas silos se realizaban con tallay articulaslay yor
te caso no era cacepeibn (15, en un pequeno pori-
coa modo de capilla abierta encejada, situada en el pat-
raje denominado “Prado de la Pasion’ (de aqui que al
acto se le Iamara popularmente el “Sermén del
Prado”), inmediato « la ighesia, Una vor crucifcade ¢)
Cristo, kes “juclios* montaban guardia hasta el momen-
to del sermén ¥ posterior desenclavo. Los olmedanos
y gente de otros hugares cercanos acudian en buen nti-
mero durante toda la mafana y parte de la tarde a re-
zaral Cristo; también tenia iugér, hacia el mediodia, un
miacructs que partia de lz parroquia de Sta. Maria y
acababa en este prado. Dias antes se habie construide
un entarimado para acoger al predicador. # las autor
dades y a los hermanos de la cofradix mantenedora del
tito: la ttulacda del Santo Cristo
A las cuatro de la tarde empezabe el Sennén del
Descendimients ¥ a su término se levaba a cabo el
Desenclavo del Cristo, Para ello, dos sacerdotes con
vestiduras blancas y cingulo y estola morados recosta-
ban dos escaleras en la ¢zuz por su parte posterior pa-
14, una vez subidos en ellas, ejecutar las sucesivas in-
dicaciones del predicador. auénlica dirccior de la ex
cena, Ow sacendote, situado frente a la imagen del
Crucificado, ev el encargado de desenclavar os pies
(16); entretanto, los cuatio "judios” permanectan en
pig con sus lanzas sin intervenir en la representacién,
Acabadlo él Sermon, el predicador se diigia a fos
sacenlotess subidos en las cscaleras. indicindoles los
pasos procisos a seguir segdn el orden establecido tra-
dicionalmente:
"Ministros del Seftor, quitadle Ta corona de espe
nas con todo respeto".
— *Presentidsela a su Madre*.
(En esos momentos, ¢l precicador comentaba ak
sin aspecto relacionade con la escema)
—“Ministros del Setar, desenchavadle la mano iz-
quicrda con tode respeto”
(Con una sabana se sujetabs la imagen por el torso
quedando eaidos los brazos aniculados).
— *Ministros del Seftor, desenclavadle los pies”
— *Presentidsele 9 su Madre"
(Yel Crsto, ya Gesenclavaco, era presentacko a la
Dolorosid,
A continuacién, lt imagen se depositaba en la urna
de cristal mientras se cantuba el popular “Perdén, ch
Dios mio”, para Inege Tlevarla ~al igual que a ta de Ta
‘Virgen a la iglesia del monasterio hasta el momento
dle ke salida de la procestin del Samo Entierto, en tor-
no a kis cle de ht noche, en ka cus les penitentes lhe=
vaban. furoles hechos de papel (en este coite trayecto,
eran los “judios”, en sefial de sumisi6n, qulenes porta
bar la uena con el cuerpo del Sefton). Tras la procesi6n
del Santo Enderro, las tales velvian a su templo orig
nario.
Las preparalives de
han el Domingo de Ramos cuando las mujeres del mae
yordome ¥ demis autoridades de: la cofradia bam a
“vest” y “poner la cama” al Cristo con sabanas primo-
rosamente borcadas, al igual que la colcha y el almo-
—24—had6n; también se hacian unos lazos que se prendlian
cen las diches pie7as y una ver bendecidos se repartian
entre los coliades, enfermos y deandis personas devor
tas de ia imagen.
La coftadia del Santo Cristo mantenfa ciertas cose
tumbres cignas de mencién: la transmision familiar de
ls calzas dle les andas del paso, el “centar" fos pasos
de las procesiones (es decir, cult puso tenia su can-
ci6n concreta que era entonada por los propios costa-
lerus), el refteseo det Viernes Santo donde se tomaba
limonacla y caramelas, la manutencién de los *judios
a base de aceitumas ncgtras y pintas, lechuga ¥ huevos,
cocidos, ete, Fer otra parte, la cofradia ora la encarga-
da de llevar @ cabo los “misereres” y otras actividades
cuaresmales, heredaado Ja tradicién que duraate aiios
fue realigadla por la Venerable Orden ‘Lercera ce San
Francisco olmedana, de Ta ewtal conccemas muchas
peculiaridades.
Para acabar estos breves apuntes, recordemos ale
unas de las anéccoras mits jugosas que nes contaron
eerea de Ia celebracion. En uno de Ios dirs aos
en que se llevé a cabo el rito, Jos "judios” fueron ene
camsdos por panientes de una familia apodada "los
sotogeafioe: Ply Bacugue.
pechotus’; y diose el caso de que una mujer, durante
el sermén, se puso a dar de mamar a st hijo. El predl-
cador de aquel ano, al ver la “entrafiable” escena in-
repr la madire, “esos pechos, fueral, jque se escon-
dan”, los “pechotes®, “judios* aquel ais, se sinfieron
aludicos y se escondieron al instante, En otra ocasi6n,
:, ya mayor, el protagonista de un he-
cho curios: una vex encarumado en Ia escalera y ya
Cispucstoa ejecutar las Indicaciones del predicador, se
cay6 de Ie misma todando por los suetos con la consi-
guiente risotade general, Toda la representacién, en su
Sonjunto, er conocida populaimente como el "ser
méa de los pinones’ en tants que durante la predica-
ion, gran parte ce los asistemtes no dejaba de comer
tan precizdo filo srecordemos que estamos en plena
Ticrra de Pinares- algunos rompian la cascara con los
dientes y el inevitable cuido de los casquidos produjo
mds cle una vex las iras del orador, quicr exchamabs:
‘e508 pitiones!, que estamos en el serméin”: por cierto,
el piftonero (se recuezda iin al Sr. Muwimino) se-em-
plazaba a la ewrada del paseo de la Bola con sus ea
nastas bien repletas y “hacia su agosto" en plena
Seimaarea Sana,
aoras
(4) José M* Dominguez Moreno: "La funciéa del
‘Destendiimlento en la DiSewsls de Corta (Chores), en Revita de
Foikiore, #77, Valladolid, C. ak. Popul, 1987. pp. 147-153,
(2) jose Stavelnee Herons Las ddcesis del reine ie Len, Siglos
AAV XV. Cok. "Fuentes ¥ Estudios de Historia Leones." Leon, Cals
‘de Ahm, 1978. p. 238,
(3) shia. pp. 28-269,
(4) Francese Massip y Mt de la Paw James (Cataluna, Islas
‘Balecies y Pals Valenciano), en EE Awio Hefigissoen Bypana. Madd.
‘Comunidad de Madrid, 199). p. 127. Aquise apunta que dices tex
tes leenicagesrenicas permangciesut eigentes busta el siglo past
(5) sa apreciacin ha sido deferdida por varios aukores, entre
cellos Femando Lazaro Carreter en Teatro Medieval. Madeid, Ed,
Castalia, 1970. pp. 35-36
(9) £1. Isla nace mencion de este tipo de Imagenes utlzadas
‘en tvs como el del Deseendimiento: “Coldcase a un lado del teatro
luna devora imagen de Ia Soledad, con gozres en et pescucz0, bra
120s ¥ muinos, que ve manelan por uncs alambres ocukos para las i=
‘linaciones y moviaientes eonespondientes, cuands San Juan 94
presentando los insteumientos de la crcxion, ywobre todo cuando
41 lkimo [os tres venerabies varones ponen , defendia casi a
soles, con su hilo de voz y sus largas ufias un son,
un compés, una sefia de identidad, frente a tan ex-
traiios vientos como azotan y maitratan la maravillo-
sa cullura alosnera,
La guitarra es una lengua
que hay que sabeda escuchar,
parece de brajerta,
que un madero diga tanto
y tantas ne digan na.
Sebastién hablaba de Bartolomé el Pinche, offo
grande de la guitarra, que vendia pasteles por las
casas para poder vivir. Memoraba Perolino que an-
tes, en el Alosno, se tocaba con cuerdas de “lau
ses", metdiicas; valla una guitarra trece pesetes,
vointe las de Valencia, y por el viaje, veinticinco. Los
dias de fiesta, ta mayorfa de los alosneros sacaban
las suyas y amanecian las calles regadas da man-
0s, puentes y cuerdas; la guitarra servia para una
noche.
Cuando yo nifio me dieron
una guitarra sin cuerdas,
hasta mi primer jornal
no tuve prima ni sexta,
‘entoncas aprandi a tocar.
Tengo una guitarra vieja
que me costé un real,
ya no la quiero vender,
Manuol Ganido Palacios
ni ya fa voy a cambiar,
aunque ya no suene bien.
Con el Pinche, Sebastian fué el uitimo tocador
con cuerdas de acero: <..hoy ya no merece la pe-
nia to del metal, pero antes ~decia- ix guitarra que
sonaba con este tipo de cuerdas daha a los cantes
Bu aire justo, especialmente a los canés, porque
donde cantaban treinta hombres, ése sonido metali-
co podia con todos. E] Pinche nunca llegé a locar
con cuerdas que no furan do metal, con las unas
desgastadas, sangrando por los dedos, y asi Ie dio
categoria a los toques de Alosno>
No sé donde puse anache,
mi amiga la cavaera,
tonia rajaito ef cuerpo
y rotas las seis cuerdas,
'y yo sangrande los dedos.
Una vez Tusron juntos a Madrid, me contd la ak
tima vez que lo vi, <... y nas mantamos en un tran
via; como en cada parada escuchébamos decir al
conductor: Velazquez, Goya, Alonso Martinez, y la
gente se bajaba en ellas, nos quedamos hasta el f-
nal, y asi que llegamas a la cochera nos pregunté
el chater:
— ¢Par qué no se bajan ustedes?
Y le dijo el Pincha:
— Estamos pendientes por si nombra usted a
Perolino oa mi.
Ni con vino ni guitarra
he consequido olvidarte,
estd visio que mi sino
es solamente 6! amarte.
Sebastidn venia da casta por linea de abuelo y
madre; ésta se cantaba y se acompaftaba. Para él,
el compas efa la esencia; no aceptaba a los guite-
rristas que no se ajustaran , por muy lar-
gos que fuesen, Decia que <... los toques, contra
mas asentaos, mejor:
a7 —Sebastiin pidiendo sombra
mientras ei Bolla decia:
vamos por otro fandango,
mafiana serd otro dla.
En asa valeracién de la justeza en el compas se
cuenta que cuando habia penuria econémica, a fat
ta de guitarra que los marcara, servian para ello los
canutillos de los sombreros de paja, rasguedindaios
como si fueran cuerdas sordas. Quizas la exigencia
de Sebastién pudiera sefialarse como caracteristica
de los toques de Alosno, que no requieren florituras,
sino compaiia simple, ir con la voz; puede que por
é80 s@ le cante @ la guitarra como @ ese ser que va
con todes, nada pide y todo ie da:
La guitarra que en mis manos,
corre por todas las juergas,
tiene forma de mujer,
cuando tendia se queda
en las miofes def querer.
Guitarrita de imi vice,
iGuantas nochecitas juntos!
td venga darle al metal,
yo venga sacarte fruto,
y el resta venga cantar.
(Qué bonita est fa parra
corr fa sombre det t9ja0,
21 jiguerito colgando,
el dejo de la guitarra
yal biicaro eoioraa.
Sie! Pinche fue cempafiero de guitarra, 6! maes-
tro de Perolino fue Femando Camisa, Guitarrero de
seguidillas y de fandangos, aunque le faltaba el de-
do mayor de la mano derecha. La mujer era
Manuela Pocito, Elle cantaba:
Ala Manuela Pocite
le tengo yo que cantar,
que le dijera a mis rvfios:
Mita, no df an ca papa.
Lo recuerdan las gentes de Alosno, que atin ie
cantan:
Bice Fernando Camisa
que @s el mejor guitarrero,
(porque toca Ja guitarra
con mucha gracia y salero.
Contaba Sebastién de Femando que estuvo en
les consumos en Madrid, ¥ su visi6n de consumista
era ésta:
Sale el aceite pa fuera,
pa Francie y pa el extranjero,
yy luego fo compra el pobre
16 @ fuerza de dinero,
porque s! no, no come.
La guitarra, ese <... pozo con viente en vez de
agua> para Gerardo Diego, que <... lora flecha sin
blanco, la tarde sin mafiana> para Federico, tlene en
Alosno su cola lirica, pequefias historias que los
hombres como Sebastian Peroline iban escriblendo
a golpe de compas, no en balde era la compafiera
natural, inseparable, de cualquier cante:
Sebastian le dijo a Pedra:
Donde andard Santiaguillo
que estoy jarto de buscario
pa que cante un fandanguillo?,
Ala juerga més barata
tres alosnercs,
Antonio ef de Edetmiro,
ef Santiaguillo Salguero
Y Sebastian Peroiino.
Sebastidn, esta vez, la ultima, me ha ide solo y
sin guitarra a ese viaje sin retorno, dejando algo mas,
mudo el Alosno, hasta que tanta ausencia sebia lo
silencie del todo,EL CIEGO DE LOS ROMANCES Y LA LITERATURA DE
CORDEL EN LA TRADICION JIENNENSE
El ciego cantor de romances ¢s un persomaje popular
‘en Espaita desde la Edad Media. Es también un personaje
Iiteraria, un arquetipo, que aparece en numerosas obras de
literatura cutta donde su presencia se hace indispensable
‘cuando s¢ pritende uni ambientacion popular. En nues-
ros pueblos afin se recuerda cuando octipana las esquinas
de las principales catles y plazas por el tiempo de las fe-
rlas y romerias, o en Tay encrueijadas de fos caminos, en
ventas ¥ en conijos, relatando © cantando truculentox
acontecimientos 9 novelescos episodios que dejaban ano-
dadado al ingenuo auditor.
Swe imagen pintoresca es la forma de supervivencia de
tuno de: los disminuidos fTsicos que-tridicionalmente mis
ha luchado por su integracion en ta soviedud, y esto niu-
ccho antes de la creacién de. la ONCE, cuando conocieron
de las ventajas de agruparse en cofradias para ocupar un
puesto en la mayorfa de Tas manifestuciones festivas po-
ulares.
Pidiendo limosna. componiendo y recitando sus can-
ciones, romances, oraciones, en oeasiones gjerciendo el
ate de sanadores, echando prondsticos a las prefiadas 0
fensalmios para muelas, desmayas y males de madre, como,
‘tue! del fazarillo, los ciegos uriizaro mil ards para
Manuel Amezcua
obtener prebendas del sector mayoritario de la sociedad.
Su ingenio les vatié también para tentar la fibra sensible
de los gobernantes, Hlegando a obtener priviley
de la exencién de tributos a la corona, concedido en tiem-
pos de log Reyes Catdlicus y que pervivid hasta bien en
trado el siglo XVIIL Hasta entonces muchos fueron los
pleitos que promovieron los ciegos por hacer valer este
derecho, como aqucl de Gil Lépez, privado de la
contra el concejo de Bedmar de 1685 por haber sido in-
luda en el repurtmieno de pushon y tibulos de aque
alo (1).
La tradicional vinculacién del ciego con lam
dado Iugar a que se le considerase una cieria predisposi-
idm innata hacia este arte, o Jo que es Jo mismo, a cseer
que no secvia mds que para entonar romances. Lo ciestoes
que durante mucho tiempo el eieo se ha servido de hi
misica popular como medio de subsistencia, que sus,
composiciones romunecadas no eran mds que fa excust
para luego poner a la venta los pliegos donde las Hevaba
mpresas. sin intencién de pasar & la pesteridad come
grandes piclas. En este sentido es considensdo también
Gomo veb{ulo de Ia mal Hamaa iteratra vulgar 0 de
co
El ciego de Ubeda
La noricia mas antigua que conccemas referida a co-
pleros jiennenses es precisamente de un ciego, en una
€poca en que ef pliego sueito, por su poco coste, era lo
maximo en materia de ilustracién oral, Tal es el origen de
Ja proliferacién de estos copleros en las ciudades jiennen-
se8 del siglo XVI. especialmente en Thaeza y Uheda (2), de
‘cuyas imprentas salieron muchos de estos optsculos, don
de el pazblo bebiu sux conocimientos de Ia possia, fa no
vela, el teatro y también de la historia
Ne Gaspar de a Ciera sabernos que ent ciogo y ca-
tural de Ubeda porque asi nos lo manifiesta repetidamen-
te en sus obras, Fin élguina ocasién manifiesta también ser
vecino de Granada, pero en lo que coinciden los estudio-
som ex en semislarlo como uno de los mas Famosos y proli-
ficos copleros de su tiempo. Sus coplas elosadas para can-
tar y taiter al tono de Ia vihuela son, pese a sus incorree-
ciones poéticas, toda una muestra representative de La Ii-
teratura popular de su tiempo, en una extensa produceién
que abarca ta segunda mitad del XVI (entre 1862 y 1582).
Conozcamos algunos de sus tities, segtin la recopilacién
de Rocriguez-Mofiino (3):
— Aqui se contienen proverbias muy exemplares »
Braciosos, debaxo de tizute de enfades: los guales son
inuy naturales seniencias, y repreension ¥ matraca
le muchas vanidades ¥ victos deste mundo, Impress
en Sevilla en casa de la viuda ce Sebastian Trujillo,
— Aqui se contienen cuatro nuevos acontecimienios,
El primero, la perdicion v fin de un muy valerose tur”
co com setenta navios de remos en Maita fa vieja, El
—29—segundo ta venida y conversion de Cide mca, ateaide
de Aiarache y Aleazarquivir. Los atros dos espiritux
les y siemplares, tados mtevamentes acontecidas..
Crd, Juan Rentista Bscudero, 1572,
— Aqui se contiener des admirables victorias que
Dios nesito Seflor ha dado a sus fetes: contra tos
endiablades Turcos enensigus de nuestra sunria Fee
cutholica, La primera ta conguista de fa hermosa
Velona, La otra el fortissimo Castié nowo fuercas muy
oderosus e imporianies con otras ilachas y muy mat-
rauillovas vovus gue en fiwor de Ta samcta Liga han
acontecido, En Granada por Hugo de Mena y ex
Toledo en casa de Miguel Fecres, 1572
— Aqui se contienen dos marastiosissimos y dulcis:
mos mitagros de ia serenissima (sin par nacida) ma-
dre de Dios y sefiora muestra, Acaecido a devoros su-
yos: tos guales tenian cuenta con recar st rosario ca~
dia. Fn Granada, 1562.
Coplasy chistes aus gracious para canter y tater
«al tone de la vtuela. En Burgos. en casa de Felipe de
Junta,
— Obra nueva: fa qual tata de wn caso de ran mita-
‘70, acontecido en el Ress de Navarra, enta villa de
Mirande Fs obra para que todos romemas exemple.
1582
‘Son pocos los ejemplates impresos que-nos han lega-
do de su obra, consenvéndose algunas de los pliegas sobie
temas novclescas, satirions y morales en coiecciones de
diversas bibliotecas espaolas ast como en el British
Museum dé Londres y en la Biblioieka Jagiellonska de
Cracoyia. Como gjemplo de. s estilo transenbirnes 4 cane
\icuacién uma pieza de sus Coplas y chistes muy gracto-
505, curioso catilogo de los afeites que contenfan los to-
ceaufores femeninos de otros tiempos (4):
La mujer
que de sya no es hermoso,
Poco le aprovecha
dafeitarse ni otra cosa,
La mujer que no nacié
en sing de hermasiera
pues no te ororgé ventura
fo que @ cira concedié,
ste afeita, digo yo
(que la ternan por donosa.
Pora le aprovecha
Ponerse pasitias
inl unto de gato
ni otas blandurtlas
rb enjundias manidas
que es muy sucia cosa,
Pucca le apewvecha
elagraz sacado
niles vinagrilios
nie] vina addobeedo
niagua de rasuras
que es cosa rabiosa.
Povo le eprovecha,
sies descofarida,
Tas polves del rio
rile eockinilla
ita salserilta
(gue es cosa costosa,
Sigs corcovada
yn andes derecha
poco le aprovecha
‘ondar envnada,
‘que ser Yamada
inusjer sorpechosa;
poco te aprovecha
wfeitarse ni otra cosa.
Las plicgas de romances
Lox romances de ciego fueron escritos generaimente
por autores de conta ilustracién liceraria, en muchas oca-
siones por Tos mismos viegos, que hacfan del pepo de
corde] un medio de subsistexcia, sin intencién ce pasar a
la poster» htindose expie fo gue acotec a
su alrededor, No lo entendicron ssf algonos literatos del
XVII, como Caldersin o Lope de Vega, que en mas de una
Cceasién dewargan sus iras contra el géneru; To gue no de-
ja de ser paradsjico es que el mismo Lope utlizara es-
{ructura de romance vulgar pare los evearceos mitolépicos
de alguna de sus obras (5).
Hoy evanes que explican la extreordinacia difosién
alleanzada por ei pliego de cordel: su poco coste, su fil
re, su fugacidad, la presencia de grcbacios que fa-
ciilaban I comprensisn del texto, su utilizacién como
Tectura infantil y Ia figura del ciego como trasmisor oral
(6). Ambas, ciezo ¥ pliego, eamplieron uns funcidn social
durante tos cuatro sigles desde su conjuncién hasta la de-
cacencia del género en los afins ce la posguerra y su rota)
esaparicién,
Dado su carécter volandero y las ambientes populares
donde circulsba, el pliego impreso n0 ha podide llegar
hasta nosettos da mista form que Hh, conservader
en bibliorecas. En ti particular prospecciGn he podido
reunir una eantided superior 2 cincuenta pliegos que ha-
yan cireulado por fa provincia de Jaén o de teinatica jien-
hense. De los thtimes, © con pies de imprenta provincis-
Jes, Som una teintena, parte de los euales me fueron fa
Titados por el ilusite investigador y bibli6filo Manuel
Caballero Vervalé.
La mayorfa de ellos carecen de fecha de impresi6n,
siendo los mi angus les 8 DOr Alvar, que
pertenecen al XVII (8). Las imprentas con mayor pro-
duccién son Campos, en Vilanveva de ta Reina, y Le
Regeneracidny Sres, de Rubio, en Jxés, habigadose pro-
ducido también impresiones en Dobias (Jaén), M.
Palazdn y Alba (La Puerta), 2s Paz (Tarredonjimens),
Garris y D.C, Martine: (Ubeds), Rojas (Villanueva de
Reina) ¥ La Predilecta (Linares).
Religiosidaad popular
La temética de los romances es muy varias, si bien
orientada stempre al gusto de los embientes ms popula-
tes. Es por ello que abundan los temas religioaos, et los
ue estin representadas todas jas formay de reliptosidad
popula el aseetismo més secu, las vidas de los santos, Ios,
‘milagros mas prodigiosos, ete, Los que resefiamos 2 con-
finwacidn son de tema patronal y los mas moclernes fueron
empleados por jas coffadlins © mayordomfes como medio
deobtener Bmosnes:gpbosoerat impresa de la imagen de ba Virgea
Cantares dedicados a dar gracias a {a Virgen det
Campo per haber / retirads te tamgosta & fnvitar at
puchle & dar un donative / para comprarte un manto,
regalo un ejemplar de / este papel al que entreguc
calguoia cantidad con f tan cristiano fin.
A conlicuzeidn el texto a dos column
“~ Gloniosa Virgen dei Car
Al inal: 1280, ty de M, Be
4 3hojas.
. Alegria de las cictos,
uci y Alou, LA PUERTA,
— LETRILLAS / A la Santisima Virgen de
Consolacién / Patrona de Forredonjimeno.
TAI final: 24.1,
A continuacidn el texto a dos columnas:
— (Oh virgen beucita De Consoacicm!
Al final: Grdficas “La Paz” Torredonjimeno. (Pxerito
‘a rumo: 1935),
4°, | hoja impresa,
— Poesia. a SANTA LUCIA. [A final: Ef autor:
Sebusticin Rumire2 Cobo. A nano: de Carchetejo).
Er rexto a dos columns:
— Gloriosa Santa Lucta, hoy te vengo a visitar
SA, sf, 4°, | hoja impresa.
—~ Romance a la Virgen de ta Cabeza ya ta Virgen del
‘Carmen que esiin'en ia Haya del Salobral, / Cerro
de ta Mesa. [En el texto. ¥ ni propio nombre es
Jocinto Martinez Loriast.
El texto a dos cohumnas;
La Virgen de la Cabeza vienen por el Cerajén
Hol. Phoja impresa,
— Ala/Virgen de la Cabeza. [Potogratia ce ta ima-
ets Virgen (Al fl: Por Teodoro Diaz Cano,
1 texto a dos cohemas
— Virgen Maria, Maria de lz Cabeza
Fol. impteso por na cara, 1 hoja,
— 1Orla| La Virgen Marta [Al finwd: EF, SANTO José
Stincitez calte Anctia 10: ALCALA LA REAL (Jaén)|
El testo a dos caturnas:
— Fn tus manos Virgen Pura pongo yo mi carazén,
Fol. composicién foloeepiada, | cena. 80 octavian,
Con funeiGn similar al exvoto, el plieyo ha servido a
veces paca divulear un favor recibido por via sobrenstu-
tal Bete caso ator «la persona que fo encarg, pre
tenderd que quede testimottio escrito y se divulane el he-
cho milaproso del cue ha sido protagonista por haberse
cencomentiado 2 una devocién conereta © en cumplimicn-
+o de una promesa, La iglesia no tomé nunca una postura
clara ante este fendmeno, contrariamtente ala Inquisieide,
ue en! siglo XVI prohibs a relaiones de milagros
gue no estuvierun aprobadas por el ordinaria,
~ [Motive impreso con dos angolotes presentando
una crue} EL SHEAGRO. (AL final: Compasicion
Leina de FRANCISCO MARTINE? MBLLADO),
Fi text a dos columnas:
‘Vingea Sagrada del Carmen dadime luz y entendi-
siento
A la vuelta aparece impreso el titulado BALLA PEPE,
ya mal: IMP. CAMPOSVILLANUEVA,
41 hoja impresa,
Para ilustrar este apartado anotaremos un curieso y
nouable suveso ocurrido en Villacarrillo a vomienzos de
siglo: el protagonista fue cierto managuillo que cuande
tocaba en o} campunarie éc Ia iglesia él segundo tatido
para la misa de nona fe eogido por una campana y des-
pedido al vaciu, eayendo af suclo desde una altura de cua-
enta metros. La providercia quiso que el infant saliera
pricacemente ileso del lance, con solo una fractura en una,
ier, si bien los que fueron testigos def suceso Io trata-
ton de milazroso, atribuyéndoselo a la proteccidn de
Santa Barbara, por la cirovastancia de que e) chico tenia
en su blusilia un romance con la imagen de la santa, papel
que se vio revulotear a la par que el miuchacho hasta en-
contrense dehajo de su cuerpo cuando éste yacia en el suc-
lo, Consultado ef caso a 145 autoridades eclesidsticas co-
‘respondienes, ésfas expresiran su poco entusiasmo dan-
dose por emeradus y contentando aquelio de que Dios no
hace los milagros @ medias (7), En la aetualidad dave
se ve una pequefia inseripeién al pie de la tome de ta izle
sia de Villacarrillo que recuerda ef suceso:
PARA LA MAYOR GLORIA
DEL
STSMO. CRISTO DE LA VERA CRUZ
¥ ELA VIRGEN DBL ROSARIO ¥ DE
STA. BARBARA,
EL DIA Dir TA ASCENSION DEL
NOR 8 DE MAYO FUE DESPEDIDO
POR UNA CAMPANA DE ESTA 10-
RRE EL NINO LUIS RAMIREZ
MANTINEZ DE 1) ANOS DE EDAD.
CALLENDO EN ESTE SITIO ¥ SALVANDOSE
AILAGROSAMENTE.
(AO) (7902)Romances satitiferas
Del tipo gue los romances de zailagros, pero situadas
‘fuera o en el borde mistao de lo catélico,o sea con nume-
10608 ingrediemes de orden mégico 0 esotérico, son uma
serie de pliegos referidos alos curanderos de una comar=
6 jiennense en particular, la Sierra Sur, parte de los cut
les fueron publicacos en esta revista (3). Quizi sean los
tinicos que no han perdido vigencia, siendo una y otra vee
reimpresos y confeccionandase ofras ateves, empleanle
‘unas veces ia imprenta y otras composiciones mecanvgta-
fadas distribuidas en fotocopia. Suclen vertderse 0 disti-
buirse en los pueblos donde Ins saras tienen sun cases,
uestos de recordatorios que también sé instalan eo las
estas y mercadliow ambulantes,
— {Gradado de fa Virgen del Carmen] RELACION ¢
Baila que declare la Vida y muerte / del virtuaso ysu-
bio Luts Acedtune (Ai finsl: Murto ee 1917 y xe ente-
176 en 1912 / FIN
Fliteato a dos columnas:
— Amorusisimo tey De la tierra y dé los cielo
Pliego impreso a cutro planas, on 4°, sf
— Elterrible Milagro /de la JOYA DEL NOVALESO.
A continuation el texto 4 dos coltmnas:
‘Cigan todos los presents sefioras y caballeros
Pliego impreso a cuatro plemas, 21 x 14 em. Sin fecha
partes, 259 octavas,
— Versos dedicados al Sante Custodio.
A continuacin el texto « das colummus:
— La Joya del Salograr se ha quedado muy sombria,
Pliego smpreso a cuatro planas, 20x [4,9 cm, Sin fe
etna 1596 verso
ake
ROMANCE CURIOSO
DE LA MUGER QUE ENGAAO A
siete Galanes,
PRIMERA PARTE,
Ov discrecos Coresanos, en Mayo} los ie yes
iepongo a En esca Cindad reside,
no lexos de San Migual,
Ta Dama recien cada,
wa historia placentera
de ura discreca mugert
mienreds, un-etmbeleco, de quien esta hiioria és.
tnaverdad, quelo es,” Sumaridoesmuy honradoy
in cbiwe de pasariempa, —_y denoble proceder, (20,
yieos aara gusto y placer, bumbre porsn ‘spadaybre
Sacedié ef danoso chiste gaan, dieretoy cores,
aula Cisdad de Jaen, Era enamuger hermosa,
(0 este presence aio de buen talle y parecer,
— Grandiosos Milagros / Realizados por et SANTO
CUSTODIO / de ta vitia de Noatejo y su especiai pro-
digio para curar a todas los enfermos gue lo vistion.
[Fotogratia ovalada de Custod.o enmarcado con h-
ras tipogréficas. Al principio de la sogunda parte es-
sudo real),
A contintaci6n el texto a dos columns:
— Una pera gorda vale el papel que vende el cojo
‘Alfna eontiene una explicscim en pres desis rn-
glones.
Pliego impreso a cuauo planas, 21 x 15 em. Sin fecha,
2 partes. 136 octavas.
— El senor custo fe ta Joye de Noaleje a 2 kild-
metros de Frailes / LOS NOTABLES Y PREFERL
BLES MILAGROS QUE HACE, [Potograiia de
Custodio).
A contimacin el texto a dos columns:
— Bscuchad todos silencio el que se quiera enterar
— Custodio pone buenas a todas lag personas gue es
tén enfermas y vayan { con buena devocisn y ctean en
la ley ce Dies /y en le Santa Religion Cristiana.
Plisgo impreso cuatro planas, 21 x Sem. Sin fecha,
302 octavas.
— Verso dedicados al Santo Custodio. [Fotografia
cireular de Custodio berdeada por dos barzas tipogté-
is. AL inal dibujo de una Virgen)
‘A continuscin cl ext a des cofumnas
—La Joya del Salograr se ha quedado nay sombia,
Plicyo impreso a cuatro plavas, 21 x 15,5 em. Sin fe-
cha, 156 vets.
— Versus dedicados / al Santo Custodio / Del Santo
Jord Sanchez) / Calle Ancha 30. Atcatd la Real /
(Waén}. [Una fotogralia retocada de Custodio. Todo el
pliego bordeada pur una ola tipogeatical,
A continuaci6n e} texto # dos columns:
—Dedicado al Sanlo Custodio Pérez Aranda
Folio fotocopisdo por una cara, 31,5 x 21,5 em. Sin
fecha, 78 ectavas.
—[Fotogzafia del personaje] Sigue viva la / memoria
del Santo Castodin, [ALfinal: Calle Ancha Nf 1OAL
CALA LA REAL Jaén DET. Santo Jove Stinches|
A continuacisn el texto « dos columrus
— La geate en Castodto contia y ésta tierra tan hendlita,
Folio, fsiocopiado por una can, sin fecha, 72 ociavas.
[Orla rematada en las cuatro esguinas por fotogra-
flas de el Santo Momue, el Santo Custadio, ta Virgen
dela Cabeza yelCsto de Moctn. En pst neror
un dibujo del castillo de la Mota de Alcald Ja Real]
Versos dedicades ul Santo Maruei {Al final: De Jasé
Antinin Soto Penualver / Noviembre de 1984, Alea'é ta
Real (Jaén) = PROHIBIDO COPIAR ¥ VENDER /
DE / CHALEQUE / DE / JOSE ANTONIO SOTO PE
NALVER |
El texto xdos colurmas:
— En Is aldea de los Chopos nace un Saato y
Scberano
Folio, composicién fotocupiada por ambas cera, dos
patles, 160 octavas,
— Verses dedicados al Sanio Manuet [Al final: AN:
TONIO NUNEZ)
El texto 2 dos columns:
jp Repota Santo Manus] auc Is ora ya ost sien
4°, sf, | hoja impresa por una cara, 52 ctuvas.