REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
REVISTA
DE
ARCHIVOS
BIBLIOTECAS
Y MUSEOS
(CUARTA ÉPOCA. AÑO I)
TOMO LIII MADRID - 1947 NÚM.
ESTAÜES. EVARISTO SAN MIGUEL. 8.
l''..\ciiiii S r . i), j n s í - Ibfnliv MaiU'ii, M i i i i s t m lU- IMIIHIU i ui N ; i n i m n l , b.iju c u y a
diii'ccii'm la ciilUir:i fS])iirnil;i iilc;iii/a su m / t \ i i n n y i ' í i ; a / |ili;nitii(J, Í,iis realuiücíi's
i'tmsi'í^iiidas p o r i i i i c s t n i iiiiiiistru, lifiicri d i v i e s o s u u n i l i r c s : m e j o r a s c o n s t a n t e s en
ln-i . \ i ( l i i \ i i s , i.-ii l.is Hiiiliolrfa-% y IMI IUS .Museos e s p . i ñ o l . ' s ; r o n - í e j o Siipi-rinr d e I n -
vesiii^aciuni'S c i e i i t í í i e a s , le\- ili: 1 >rileiiaci('iii I'iiivHTsit.iria, " S i T v i c i o N'acioiial tie
L e e l i i r a " , e t c . C a r a el S r . Iluífurü .Marliii, la R e v i s t a d e los a r c h i v e r o s , h i h l i o h ' e a -
rii)S y a r i ] i i e ' ' l o n o s l'lsjhiñoli-s no p a e i l e t e n e r , en j u s t i c i a , o t r a expresii'in i|n>' la
lie nn h i i n u ' n a j í ' CÍIIÍIIM y Lina adlu'sii'ni T e r v o r o s a .
I lililí. Sr. I), Mimn'i ÜuiiliiiMii \- M.LS, I ' i r i ' i i u r (;i>iirr;il ilc A I H Í I Í \ un \- liÜiü.iii-rns.
EL NUEVO DIRECTOR GENERAL
DE ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS
Si en el número inicial de ,,sfa cuarta é¡H)cá de la REVISTA DE AR-
CHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS nos timos dolorosamcnte obligados a
dar cuenta de la muerte del inolvidable /e/e y amigo don Miguel
Artigas Ferrando —muerte que significa para el Cuerpo lo) desapari-
ción de una de sus figuras más preclaras en el curso del siglo qun^
ya tiene de existencia—, en esta segunda salida de la REVISTA hemos
de congratularnos públicamente de que el alto pwsto que Artigas
dejó vacío haya tíenido a ocuparlo compañero tan entrañable comió
Miguel Bordonau, compensando en lo pasible el dolor de aquella
¡térdida. Y hemos de reconocer con toda sinceridad qu'e ni el Go-
bín^^rno de nuestro CawUllo pudo mO¡strar más acieiio en la eUxción
del suoeaor, ni las conveniencias del servicio de Archivos y Biblio-
tecas, en plena reorganización hoy, pudieron haber sido atendidos
mejor quie en el presente caso. En efecto: Miguel Bordonau, archi-
vero-bibliou cario competentísimo, formado en la mejor escuela profe-
sional, con una cultura histórica y humanística que crranca de ms
mejons años en el colegio del beato Ribera, con una capacidad de
trabajo singular y batida su ucrividad en los más varios y difíciles
cargos profesionales, ru> tiene sólo esas dotéis en su haber formativo;
son, además, siete años al frenüe de la átcreiaría de la Dirección Ge-
neral, actuando de «diestro bragO), de Artigas enfermo, com\pen^t.ra-
do directamente con las directrices y proyectos del maestro y al tanto
de las conveniencias del servicio, las que le han dado, de consuno,
el derecho y le han conferido la obligación de sentarse a la mem
que nuestro llorado don Miguel dejó abandonada con su muerte, fren-
250 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS V MUSEOS
te a los prohh,mas de los archivos y bibUotevas españok's. Por ello,
hemos de repetir, el Gobierno de la nación no ha podido, en verdad,
halUtr sustituto más vficaz en tal cargo directivo que Miguel Bordo^
ñau, y lencargark la dirección de uno d|e los más eficiicses e indispen-
sables instrumientos de la cultura nacional.
La REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS, que tanto deh^'
en lesta isu cuarta época al apoyo del nuevo director, que la aU^entc
y protege con sus mejores consejos, no puede por mipnos de feUcákarsc
y felicitar a todo el Cuerpo porque ello sea asi, haciendo textensitm
asimismo su jelicitación al ilustre ministro don José Ibáñez Murtin,
poi* el acierto que tuvo al proponer para la Dirección a nuestro queri-
do compañero.
MiguBl Bordonau y Más nació en Valencia en 21 de mayo tíf
1901. Hizo sus primeros estudios, como becario, en el Colegio chl
Beato Ribera, de Bnrjasot, distinguiéndosfí por sus aptitudes para el
humanismo. Esludió la licenciatura ííe Historia en la Universidad de
su ciudad natal, obteniendo a lo largo de ella (Hvet^sos premios y
distintivos honoríficos. Se lic*?nció muy joven, y apenas cuntplidos
los veinte años, después de brillantes ejercicios de oposición, ingresó
en el Cuerpo de Archiveros \en el año 1921. Después de pif^tar ser-
vicio ww el Archivo de la Delegación de Hacienda de Murcia, past)
al Archivo General de Simancas, de donde fué jefe con el tiempo.
De su estancia y actividad en este importante' establecimiento dejó
abundantes pruebas; en él preparó varios volúmenes relativos a hi
(h^cnnventación de España en Trento, que se encontraba inédita, y
qwe ahora, con motivo rW cuarto épntenario de dicho ConciUo, ha
tenido público reconocimiento, ya que de ellos se han desprendido
valiosos trabajos de investigación histórica.
En el año 1930 pasó a prestar servicios a te Bibliotx^ca Nacional,
donde conoció personüiníente o don Miguel Artigáis, recién nombra'
do a la sazón (Hi^exWor de nuestro primer centro bibliográfico, con el
cual colaboró en la reorganización del mismo. En dicha Biblioteca
pronto se. captó el cariño de sus compañeros por sus dotes d¡e afabi-
lidad y compeiiencia, ¡jasando por Sftrentes secciones hasta ocupar
la secretaría de ella, cargo para el que se requieren singulares doips
organizadoras y de sociabilidad. Con dicho cargo, y tras nuesítw gue-
REVISTA BE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS 251
rra de liberación, simultaneó la secretaría de la Dirección General,
bajo la jejatura de don Miguel Artigas, que deseargó en él el peso
de los muchos asuntos que requerían es¡¡>0cial competencia' y, acierto.
En 1945 fué nombraílo inspector general de Archivos, y en febrero
ile 1946 pasó a desempeñar la presidencia cíe la Junta de Intercam-
bio y Adquisición de Libros y Revistas para Bibli<M'cas Públicas. En
septiembre de dicho año, y en misión oficial, encomendatla por ti
Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Dirección Gemriil
de Relacionas Culturales, realizó un fructuoso viaje por los Estados
Unidos, obteniendo positivos r^ultados para las relaciones culturales
//« los centros es¡>añoles de invtPstigación, y a su. vuelta, fallecido Ar-
tigas, fué nombrado director general y condecorado con In Erwoinien-
•da con placa de Alfonso X el Sabio.
Estas son, a grandes rasgos, las notas más caraoUTÍsticMs de la
biografía de nuestro director, a quien la REVISTA saluda, con todo 0'"
riño, rsp'frando de él r(\sultados beneficiosos para las tareus que el
Cuerpo tieiif enconteiulndas (n estos momentos de i ('organización y
crecimiento de sus activiilachs. Bordonau puede tener ta seguridad
tk' que todo el Cuerpo de Archiveros, Bibliotiecarios y Arqueólogos
está a su lado para facilitar su trascendental misión.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO
AL «DICCIONARIO» DE MUÑOZ,Y ROMERO
POR Á N G E L GONZÁLEZ FALENCIA
En Madrid (1852) publicó la Real Academia de la Historia
su Catálogo de la Colección de Fueros y Cartas Pueblas de Es-
paña; un volumen en 4." mayor, de Muñoz y Romero.
Con oficio circular del secretario de la Academia don Pedro
Sabáu, fecha 18 de febrero de 1853, se enviaba este Catálogo
a varios señores, entre ellos a don Fermín Caballero (1), bien
conocido a la sazón como uno de los más doctos en los estudios
geográficos de la Península. Don Fermín contestó al secretario
desde Barajas de Meló (Cuenca), donde residía habitualmenle,
el 22 de marzo, incluyéndole algunas notas sobre el referido
Calálogo, unas que adicionaban, otras que corregían y otra? que
ilustraban los datos allegados por la Academia.
A continuación podrá ver el lector que tuviere paciencia el
informe del señor Caballero, que conservo en la redacción ori-
ginal, junto con otros papeles de don Fermín, prontos a ver la
luz pública. Las observaciones eran juiciosas y atinadas.
La Academia, en sesión de 26 de marzo de 1853, se enteró
del informe de don Fermín «con útiles datos v noticias. Se re-
(1) Sobre don Fermín Caballero (1800-1876), me propongo publicar pronto
un trabajo biográfico. El curioso lector puede hallar noticias sobre este intere-
sante personaje del siglo XIX en el Boletín de la Sociedad Geográfica <le Ma-
drid, 1876, t. I, págs. 181-191, artículo firmado por don Cayetano BoselL
254 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
cihieron con aprecio estas contestaciones (1), y se acordó que
se pasase a la Comisión, avisándose el recibo con expresivas
gracias al señor Caballero».
Acaso no produjera tan buena impresión a don Tomás Mu-
ñoz Romero. Al menos creo hallar en este criterio de don Fer-
mín la causa de las siguientes palabras, puestas por Muñoz en
las páginas VI-VII de su conocido Diccionario bibliográficohis-
tórico de los antiguos reinos, provincias, villas, iglesias y san-
tuarios de España, obra premiada por la Biblioteca Nacional
en el concurso público de enero de 1858 (Madrid, M. Rivade-
neyra, 1858):
«La utilidad de los trabajos bibliográficos la reconocen casi
todos; pero las fatigas que cuestan, sólo las saben las perso-
nas estudiosas y los que se dedican a investigaciones históricas
y literarias. Así es que no es de extrañar que algunos ignoran-
tes desprecien este género de libros, como si fuese posible levan-
tar un edificio sin andamios y construirlo sin materiales. Otros
habrá que, desde luego, me acusarán por la omisión de alguna
obra histórica, error o descuido. A. éstos contestaré con las pa-
labras del sabio jesuíta Burriel: «A quien forma una bibliote-
ca sucede lo mismo que a quien levanta el mapa de un reino
o provincia; por más cuidado que ponga, es preciso caer en
algunos yerros; siendo tantos los lugares, ríos, montes, etcéte-
ra, y no pudiendo registrarlos todos por sí mismo, con todo
(1) En acta del 11 de marzo de 1853 concia:
«Habiéndose circulado el Catálogo de Fueros publicado por la Academia a
diferentes personas, pertenecientes al Cuerpo y d« fuera de él, _ que se «upone
podrán suministrar algunos dato* para la ampliación o rectificación del mismo,
se recibieron contestaciones de los señores don Juan Antonio Suárez, don Domingo
Fontán, don José Aparici, don Lucas Garrido y don Manuel Álava de Marín,
-encargado del Archivo de la Orden de San Juan. La Academia oyó con aprecio
los buenos deseos y ofrecimientos de dichos señores, y acordó que sus oficios
se pasaran a la Comisión encargada de las colecciones de Fuero» y Cartas Pue-
blas.»
En otra, de 26 de marzo de 1853, se dice que contestan también don Luis
María de las Casa» Deza, correspondiente en Córdoba; don Bartolomé Colomer,'
en Murcia; don Luis Villanueva, de Exlreniadura, y don Fermín Caballero, desde
Barajas, «enviando un extenso informe con útiles datos y noticias. Se recibieron
coji aprecio estas contestaciones y se acordó que se pasaran a la Comisión, avi-
sándoso al recibo con expresivas gracias al señor Caballero» (Academia de la
Historia, libro de actas correspondiente).
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 255
eso cualquier rústico puede notar en el mapa el yerro que se
cometió en la situación de su lugar o su rio. De aquí nace
cuan necio es quien se gloria vanamente de hacer tal cual re-
parillo en obras semeiantes»...»
Sin duda alguna, y por lo que luego hemos de ver confir-
mado documentalmente, don Fermín se sintió aludido entre los
que ponen faltas por no citar su río o su lugar, ya que la ma-
yoría de las correcciones que hizo al Catálogo se referían a
lugares o pueblos de su provincia y de su especial conocimiento.
A 4 de junio de 1861 escribía a su buen amigo don José
Torres Mena, desde Barajas: «Estoy dando cima a un trabajo
para la Academia de la Historia, que ya verá entre mis ma-
nuscritos. Es una verdadera fraterna al académico Muñoz, bi-
bliotecario, etc., adicionándole con muchos centenares de ar-
tículos (desde este rincón y con mis solos libros) una colección
de obras históricas que ha hecho en muchos años de penosas
tareas. Es confidencial y amistosa la lección, pero la llevará
sin remedio. Quería que don Salustiano (Olózaga) la leyera;
pero acaso lo dilate hasta pasadas vacaciones del verano» (1).
Torres Mena debió de contar a don Fermín, en carta que
no poseo, algo sobre la impresión que en Muñoz había causado
la noticia de la posible fraterna que le amenazaba. Caballero,
en carta a Torres, de 13 de junio de 1861, decía: «cLas noti-
cias qué usted me da del afán del amigo Muñoz, aguijan mi
deseo de terminar mis adiciones y enmiendas. Pensaba dila-
tarlo al otoño, pero ahora voy a darle impulso para que cuanto
antes vaya a la Academia y pueda ahorrarle a Muñoz algunos
malos ratos en buscar lo que yo tengo.»
Una consideración de orden material retrasaba, sin duda, la
terminación de las correcciones: la falta de un escribiente que
ayudara a don Fermín. «El ponejj en limpio mis borradores
—decía a Torres Mena en carta de 23 de junio del mismo año
1861—, siempre me ha pesado; pero, al fin, cuando la vista
(1) Esta carta, así como las que signen, dirigidas a Torres Mena, se publi-
<-arán, Dios mediante, en el voltunen V de la Biblioteca Conquense, que patro-
cinan el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Ayuntamiento de
Cuenca.
256 REVISTA DE AKCHIVOSt, BIBLIOTECAS \ MUSEOS
era menos mala lo sobrellevaba alentado porque ganaba algo
la corrección y añadiduras. Ahora me es tan pesada esta tarea
y quisiera copiar tantos mamotretos, que pienso y repienso mil
veces en un escribiente. ¿Quiere usted ayudarme a pensar có-
mo llenaría yo esta necesidad evitando los inconvenientes que
me asaltan? ¿Qué clase de persona hallaría yo que me diese
gusto en el escribir, que no se hiciese holgazán en la vida lu-
gareña y, sobre todo, que no se acordase en hembras en una
casa de tres criadas y largas horas libres del amor? Piense us-
teid, repito, en ver si podemos dar solución a este problema
difícil.»
A 1 de julio confesaba andar perezoso en la corresponden-
cia «por las ocupaciones que me he tomado este año, sobre las
del Cerro y Felisín (1), con las adiciones al Diccionario de
Muñoz.» Por fin,.a 25 de julio podía escribir a Torres Mena:
«I.as «adiciones al Diccionario de Muñoz» están acabadas con
fecha 7 del corriente, en limpio de mi letra; pero ni tengo
voluntad, ni tiempo de copiarlas, ni quien me las copie, y por
esa causa no están ya en su destino. Si va el carrero Jacinto,
pienso enviarlo a usted a la cerería de la calle del Príncipe
para que me lo haga copiar y lo entregue. El borrador ha va-
riado tanto al ponerlo de segunda mano, que absolutamente no
sirve y lo he roto. El juicio de Lasala sobre Muñoz podrá tener
algo de fundamento, pero no creo sea por la persona, sino por
la naturaleza de la materia en que se ocupa, que no pide crea-
ciones, sino paciencia y trabajo inmensos.»
El 16 de agosto mandaba don Fermín su Memoria al se-
cretario de la Academia, con esta carta (2):
(1) «El Orro» era una finca, donde Lacia obras de ampliación de la casa
y de plantación de un jardín. Felisín era su hijo, de corta edad, que por aquellos
días andaba con la dentición.
(2) Se conserva, como las siguientes, en el expediente personal de don Fer-
mín en la Real Academia de la Historia, Archivo de Secretaria. Agradezco a mi
buen amigo y compaiíero don Vicente Castañeda, la« facilidades que me ha
dado para manejar estos documentos.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 2S7
«Barajas de Meló, 16 de agosto de 1861.
»Ilustrísimo señor don Pedro Sabáu.
»Mi estimadísimo amigo y compañero: Ahí va una Memo-
ria para nuestra Academia, que, concluida el 7 del pasado, no
he tenido conducto de confianza hasta hoy para remitírsela.
«Ausente de Madrid mi buen lector, el amigo Olózaga, rue-
go a usted que haga sus veces; pero no es escrito para leído
íntegro, por lo que tiene de indigesto. Bastará que lea usted
las nueve hojas primeras y las dos últimas, y a lo más que des-
flore los artículos del catálogo, o por la indicación que hago
al final de los más notables, o, lo que será mejor, por la elec-
ción que usted haga de los que le parezca.
»Como mi trabajo es una especie de fraterna al amigo Mu-
ñoz, le escribo hoy particularmente, y confío en que usted aña-
dirá sus ruegos a los míos para que no se enoje con quien le
quiere mucho y ha procurado tratarle con la mayor conside-
ración.
»Sin amanuense que me pusiera en limpio la Memoria y
íiin gana de reproducirla, me he contentado con algunas en-
miendas, y me quedo sin copia. ¿Sería usted tan amable que
me hiciera sacar una para mi archivo doméstico?
«Presérvese usted del calor infernal de esta canícula y dis-
ponga de la franca y cordial amistad de su affmo. q. b.s. m.,
y>Fermín Caballero.^)
La Memoria la recibió Torres Mena, quien el 20 de agosto
pedía hora a Sabáu para entregársela. Sabáu rogaba a Torres
<(ue la diese a Isaías Vicente, conserje de la Academia, si no
tenía en ello inconveniente; pero si prefería hacer la entrega
personalmente o tomarse la molestia de verlo, le indicaba que
lo hallaría en casa de cuatro y media a cinco de la tarde. El
secretario de la Academia escribía a don Fermín el 31 de agosto
acusándole recibo de la Memoria, entregada por don José de
Torres Mena, «su antiguo discípulo». «Tendré mucho gusto
—decía— en presentar este trabajo a nuestra Academia en la
258 REVISTA D£ ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
primera Junta después de vacaciones, que será el viernes próxi-
mo 6 de septiembre, y entre tanto se ha dado principio a sacar
la copia que usted desea, la que le remitiré tan luego como
esté concluida.»
Sabáu presentó el trabajo de don Fermín en la sesión del
13 de septiembre de 1861. «Recibióse con aprecio dicha Me-
moria —dice el acta—, y se acordó que se leyese en las Juntas
siguientes.» Pero no he logrado ver rastro de esta lectura en
días posteriores, y sospecho que no se volvería a tratar del
asunto.
La Memoria de don Fermín no llegó a publicarse, y en la
biblioteca de la Academia se conserva el manuscrito original,
copiado por el propio autor en Barajas de Meló el 7 de julio
de 1861 (1). Las palabras insertas en las dos páginas últimas,
y que el lector podrá ver a continuación, explican la situación
de ánimo del erudito geógrafo conquense. «Esta corporación
—terminaba diciendo— sabrá dispensarme con su acreditada
benevolencia la manera de terminar esta Memoria, consideran-
do que, en mi posición especial, he debido protestar contra
toda interpretación impropia del texto del P. Burriel, pues ha-
biendo sido público corrector en otra ocasión y apareciéndolo
ahora, aunque en el seno de la confianza, cumple a mi interés
el que no se atribuya a genialidad lo que nace del noble deseo
de servir a la ciencia, sin aspirar a otra recompensa que a la
de la propia conciencia.»
•K lie i¡e
Me parece interesante, para los estudios de bibliografía his-
tórica, dar a conocer estas notas de don Fermín. Y agradezco la
hospitalidad que les presta la querida REVISTA DE ARCHIVOS,
BIBLIOTECAS Y M U S E O S en la nueva etapa de actividad a que
da principio este año.
(1) Biblioteca de la Academia: 11-13-3, núm. 56. «A la Academia de la
Historia el socio correspondiente Fermín Caballero.» Cuaderno de 52 folios, en
4.', en papel con nn sello en seco con las iniciales de F. C , incluidas en »na
orla. En ocasiones tiene anotaciones marginales en lápiz, que sospecho sean de
mano del mismo Muñoz Romero.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 259
I
ADICIONES E ILUSTRACIONES AL CATALOGO DE FUEROS
Y CARTAS-PUEBLAS DE ESPAÑA
INFORME
Con el oficio-circular de V. S. fecha 18 de febrero último, he
recibido hace pocos días el Catálogo de la colección de fueros y cartas-
pieeblas de España, dispuesto por esa Academia de la Historia.
No correspondería yo a la honra que me hace ese ilustre Cuerpo
invitándome a concurrir a la mayor perfección de su trabajo, si no
presentase a su consideración las reflexiones que me ha sugerido la
lectura del expresado Catálogo.
Desconfío mucho de mi suficiencia al apuntar algunas ideas y
advertencias que me parecen conducentes a mejorar la obra; pero
como la ilustración superior de la Academia ha de juzgar estos apun-
tes, poco perderá el Catálogo en que se escriban y tramiten, aunque
no merezcan acogida, pues me resignaré sin violencia a pasar la plaza
de ligero con tal de que no se atribuya a la falta de mi celo y buen
deseo.
Mis observaciones pueden reducirse a tres puntos: a adicionar,
corregir e ilustrar el catálogo impreso.
A D I C I O N E S
Para completar, si es posible, la noticia de todos los fueros y car-
tas-pueblas concedidos por los reyes de España y por los señores par-
ticulares a los pueblos de su señorío, entiendo que sería útil, si ya no
indispensable, pasar una escrupulosa revista a los archivos de las casas
de grandes y títulos de Castilla. Es cierto que varios de ellos han sido
examinados, y que de sus documentos hay bastantes copias en las co-
lecciones que posee la Academia; pero asimimo innegable que
todavía han de faltar no pocos, y se obtendrán al cabo, si se genera-
liza el escrutinio y se persiste en hacerlo con nuevo ahinco. Este exa-
men no es tan difícil como pudiera creerse, pues los archivos indica-
dos tienen generalmente índices copiosos y en letra moderna, y sólo
habría que detenerse en pocos y marcados originales o traslados an-
tiguos. En prueba de los resultados que podrían obtenerse en los
archivos de la nobleza, sirva de muestra el de la casa del marqués de
Malpica, que yo he reconocido.
260 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Molpicn.—Villa de la provincia de Toledo, partido judicial de
Talayera de la Reina. Privilegio del rey don Fernando IV, dado en
Valladolid a 6 de abril de 1307 en favor de su camarero Fernán Gó-
mez, para que los pobladores que fueren a poblar a Malpica sean
libres d« derechos.—Cédula del rey don Enrique I V ; su data en
Segovia, 24 de enero de 1473, por la que consta que a petición de
don Perafán de Ribera se declaró libres y quitos a los vecinos de Mal-
pica y Valdepusa, de pagar pedido, servicio y otros derechos.—Con-
firmación de los privilegios anteriores hecha por los Reyes Católicos
don Fernando y doña Isabel, en Madrid, a 8 de marzo de 1477.
Pozuelo (El).—Despoblado contiguo a la villa de San Martín de
Pusa, provincia de Toledo, partido judicial de Navahermosa.—Carta
de merced y población que el mariscal don Payo de Ribera dio a los
vecinos del lugar del Pozuelo en 13 de febrero de 1457 para la pobla-
ción de dicho lugar.
San Martín de Pusa,—Villa de la provincia de T o k d o , partido
judicial de Navahermosa. Tenía carta-puebla antes de 1526. No con-
servo la fecha ni el donante; pero se cita varias veces en la carta-pue-
bla de Santa Ana de la Bienvenida, y aún creo que se inserta.
Santa Ana de la BienOenida (Hoy Santa Ana de Pusa).—Lugar de
la pi-ovincia de Toledo, partido judicial de Navahermosa.—Carta-pue-
bla de don Payo Barroso, mariscal de Castilla, a 18 de octubre de
1526, en favor de Diego García de Ivope, Blas Muñoz y otros vecinos
del lugar de Magán, para que poblasen en el sitio del Canchar una
aldea que se llamase Santa Ana de la Bienvenida, concediéndoles in-
munidades y derechos, e imponiéndoles el dozavo de los frutos que
cogiesen desde 1531 en adelante.
C O R R E C C I O N E S
Cuando se trata de viejos manuscritos y de nombres topográficos,
es dificilísimo evitar equivocaciones. Las que me parecen tales en
el catálogo son las siguientes:
Annador.—Al designar este despoblado en la provincia de Ciudad
Real, entre Villamayor y el Horcajo, se trastorna su situación muchas
leguas al occidente de su verdadero asiento. Debiera creerse por di-"
cho contexto que Annador estaba hacia las márgenes del Guadiana,
entre Villamayor de Calatrava, partido judicial de Almodóvar del
Campo y el Horcajo de los Montes, partido judicial de Piedrabuena.
Y la verdad es que el despoblado de Annador existe en la ribera del
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLEBO 261
Gigüela, término jurisdiccional de Villamayor áe Santiago, entre esta
villa y la de Horcajo de Santiago, ambas de la provincia de Cuenca,
partido judicial de Tarancón; todavía subsiste allí un puente que
llaman Dañfuior, corrupción, sin duda alguna de D'Annaflor.
Azotan.—No es despoblado. Existe hoy como villa, con unos se-
senta vecinos, con Ayuntamiento, con iglesia parroquial dedicada a
Santiago, y se nombra Azutan, en la provincia de Toledo, partido
judicial de Puente del Arzobispo, y vicaría eclesiástica de Talavera
de la Reina. Si la situación y el nombre no respondiesen de la iden-
tidad, sirva de comprobante que hasta la extinción de los señoríos
ha dependido la villa de Azutan del monasterio de San Clemente de
Toledo.
Chinchilla.—Ciudad cabeza de partido judicial en la provincia de
Albacete.—Falta este artículo, a pesar de que tenía fueros antes de
1375, en que se dieron los suyos a Albacete, según se ha expresado
en el catálogo, olvidando la correspondiente remisión.
J'erez de la Frontera.—No es de la provincia de Sevilla, sino de
la de Cádiz; y aun ha disputado a ésta los derechos de capitalidad.
Pozuelo de las Torres.—Debe escribirse Pozuelo d'ie Tomes, como
se halla en la relación topográfica de 1576; porque el apellido le vino
de la inmediata villa de Torres. Así aparece también en el artículo
Alcalá de Henares del catálogo, enumei-ando los pueblos que depen-
dían de la ciudad.
Rápita.—Se halla trastocado este artículo en el orden alfabético,
correspondiéndole estar entre Ranuca y Rebollera.
Requena.—Ha sido de la provincia de Cuenca, hasta que por R. O.
de 30 de junio de 1851 se trasladó a la de Valencia, fijándose el río
Cabriel por línea divisoria.
Ruesca,—Más bien será Ruesta, partido judicial de Sos. Así lo
persuaden las radicales del nombre antiguo Rosta, y la proximidad
del lugar de Míanos, en el mismo partido.
Santa María de Ortigueira.—Es Santa Marta, como se puso en
el artículo Ortigueira,
Torres.—Entre los pueblos de la tierra de Alcalá de Henares, del
señorío de los arzobispos de Toledo, conocemos hoy en eu partido
judicial la villa de Torres, y la villa de Valdetorres. También debieron
262 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
coexistir entrambos pueblos en la época de la concesión óe los fueros,
según aparece en la nómina del catálogo, pues Valdetorres consta el
vigésimocuarto, escrito de la propia manera que ahora se escribe;
y si Torres no se halla de por sí, está Pozuelo de Torres (Pozuelo del
Rey en la actualidad), que de aquél tomaba el sobrenombre. Es, pues,
natural que el Valdetorres del fuero sea el Valdetorres de hoy, y no
Torres, que ignoramos haya tenido otro nombre que el que conserva.
Villavaruz.—Subsiste todavía el pueblo de Villavaruz de Ríoseco,
en la provincia de Valladolid, partido judicial de Villalón, adminis-
tración de correos de Ríoseco.
Vinaraloz.—Esta villa, cabeza de partido judicial, en la provincia
de Castellón de la Plana, se llama ahora Vinaroz.
Zorita.—En la provincia de Ma<lrid, partido judicial de Chin-
chón; no hay villa, ni pueblo, ni despoblado de este nombre. Sólo
en el partido de Getafe, término de Villaverde, existe el soto y des-
poblado de Zorita, a orillas del Manzanares. Pero el pueblo de los
fueros que aquí se c i u n , fortaleza respetable y joya de la Orden de
Calatrava, es la villa de Zorita de los Canes, provincia de Guadala-
jara, partido judicial de Pastrana. Fué cabeza de la provin-
cia de Zorita, de la que dependían entre otros muchos pueblos, Al-
bares, Almoguera y Pastrana, que menciona bien el catálogo, como
limítrofes y hermanos en fueros.
I L U S T R A C I O N E S
La añción extraordinaria con que he consagrado la mejor parte de
mi vida al estudio de la geografía patria, y de nuestra nomenclatura
topográfica, quizá me preocupe al hablar de este postrer capítulo de
mis indicaciones. Tal vez doy a esta materia más importancia de la
que positivamente tiene, y sin duda, concibo en ella esperanzas un
tanto exageradas. Juzgo, no obstante, que sería útilísimo depurar,
hasta donde se alcanzase, la correspondencia de los pueblos antiguos
que citan los documentos, con los lugares o sitios actuales; y pienso
también que esta topografía comparada no es tan difícil en muchos
casos como pudiera sospecharse al ver la parsimonia con que se ha
procedido en el catálogo a estampar alguna que otra sinonimia. El
examen de los códices, su confrontación y el estudio de las variante^
y mudanzas por que han pasado los nombres locales, de seguro pro-
duciría grandes resultados, ya que no la completa averiguación. Falto
yo ahora del primero y más esencial de aquellos datos, ensayaré si-
quiera la ilustración de algunos artículos. En mi pequeña individua-
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 263
liilad, no tengo la obligación de ser tan parco y considerado como
el cuerpo literario, lumbrera de la Historia, y yo no acierto a conten-
tarme con 8Ólo saber que Bujeda y Montealegre eran antiguos pue-
blos de las Ordenes, que Pozuelo de Belmente era lugar del señorío
del obispo de Segovia, etc., etc.
Bether.—Creo que está mal escrito este nombre, y que acaso es
Batea, villa de la provincia de Tarragona, partido judicial de Gan-
desa, que también tiene su artículo en el catálogo. Me tundo para
opinar así, en que la carta de don Aloúso II de Aragón, año 1181,
comprende los territorios de Algas y Batea, pueblos tan inmediatos
y ligados en intereses que hoy forman ambos una sola jurisdicción;
y en que los dos pertenecieron a la Orden de San Juan, existiendo
todavía en Batea la casa denominada «Torre del Castellano de San
Juan». No repugna que en la carta de Pedro de Fons, de 1280, se des-
linde a Algas con Batea, y se le conceda a aquélla las costumbres y
fueros que Batea tenía; ora fueran éstos los de 1181, que en Algas
podían haber caído en desuso, ora los de población, que el maestre
Rigaldo dio en 120O. Estos dos pueblos y el de la Rápita, que tam-
bién se cita, son de la castellania de Amposta y han tenido castillos
y fuerzas de 9iuy antiguo. Continuas observaciones y ejemplos sin
cuento me han enseñado que los nombres locales casi nunca desapa-
recen, aunque perezcan los pueblos que los llevaban, y en el país
de que se trata no hallo localidad sino Batea, a que pueda cuadrar
el nombre Bether, fácil corrupción desde un Bater o Batea mal es-
crito.
Bugeda.—^Despoblado, dehesa y monte, término jurisdiccional de
Almonacid de Zorita, provincia de Guadalajara, partido de Pastrana,
enclavado entre las villas de Albalate, Illana y Garcinarro, y despo-
blado de Villanueva la Seca.
Comeso (El).—En las adiciones del catálogo se expresa haber to-
mado este nombre de la «Colección de Floranes», y que Antolínez lo
escribe El Cornejo; pero no se resuelve positivamente la duda, por
no existir pueblo con uno ni otro dictado. En la provincia de Sego-
via, partido judicial de Santa María de Nieva, confinante con el par-
tido de Olmedo, a que pertenece Portillo, en la provincia de Vallado-
lid, existe una venta llamada del Cornejo, dependiente de la estafeta
de Villacastín. Natural parece que por mala lección o descuido de los
escribientes se mudase Cornejo por Comeso.
Cellaperta.—Es ahora CiUaperlata, pueblo de la provincia d e
Burgos, partido judicial de Briviesca, bien cerca de Oña.
261 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Haro (Faro).—Tengo por más que probable que este pueblo es,
con efecto, la aldea, que en la provincia de Cuenca, partido judicial
de B€lmonte, está aneja a la villa de Villaescusa de Haro. Fúndase
nú creencia, casi seguridad : primero, en que por todo el territorio
donde parece se estudió el uso del iuero de Cuenca, no queda me-
moria de otra población de este nombre; segundo, en que Haro fué
en la Edad Media la cabecera de todo aquel distrito y la fortaleza
más importante de la comarca; de suerte que, aun emancipadas sus
antiguas aldeas y subyugando hoy a la matriz por las vicisitudes de
los tiempos, todavía conservan en el sobrenombre el sello de su de-
pendencia : Villaescusa de Haro, la Rada de Haro, Carrascosa de
Haro y Fuentelespino de Haro; y, tercero: en que don Diego López
de Haro se halló al servicio de don Alonso VIII de Castilla en la con-
quista de Cuenca de 1177, siendo el primero que plantó en el muro
el estandarte real, y es de presumir que continuando en la guerra
contra los árabes por tierra de Alarcón y de Belmonte, tuviese gran
parte en la toma del castillo de Haro, y diese a sus pobladores pl
fuero mismo, que el rey había dado a la capital. En la casa de Alba,
por el marquesado del Carpió, y en la de Frías por el marquesado
de Belmonte, y condado de Haro, creado en 1430, podrán hallarse
comprobantes de lo que yo miro como probado.
Momealegre,—Despoblado, dehesa y encomienda de la jurÍMlic-
ción de Villatobas, provincia de Toledo, partido judicial de Lillo,
entre dicho Villatobas y el Corral de Almaguer, y atravesado por
la antigua carretera de Valencia, por Almansa.
Moral.—Es, en efecto, lugar despoblado en la jurisdicción de Pa-
lenzuela, provincia de Falencia, partido judicial de Baltanás; pero
existen en su demarcación tres ediñcios que conservan el npmbre: la
venta del Moral junto a la carretera de Valladolid a Burgos; el moli-
no harinero del Moral, cerca de la confluencia del Arlanza y Arlan-
zón; y el monasterio del Moral, término de Quintana del Puente.
Muño.—En la provincia de Burgos existen los pueblos Avellanosa
de Muño, Olmillos de Muño y Santillán de Muño, y el despoblado
de Santiuste de Muño, todos comarcanos, del partido judicial, abadía
eclesiástica y administración de correos de Lerma. Los sobrenombres
personales suelen ser singulares, mientras que el apellido idéntico
entre pueblos aledaños indica la existencia de una matriz común, que
tal vez era la villa privilegiada por don Alonso XI, villa que asimismo
tenía lugares dependientes.
Ocañuela.—Se halla en el término mismo de Ocaña; y por una
ermita que allí se dedicó a San Miguel, se nombra igualmente el des-
poblado San Miguel de Ocañuela.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 265
palmiches.—En la tierra de Huele no se conoce población, despo-
blado, ni sitio, a que pueda convenir este título, sino la villa de San
Pedro Palmiches, que cita dubitativamente el catálogo. Lo raro del
nombre quita mucbos escrúpulos, que suelen producir las denomina-
ciones comunes.
Pef.—Debe hallarse,' en efecto, abreviado o incompleto el nombre.
Pudiera ser El Peral, villa del partido judicial de la Motilla del Pa-
lancar, o bien la aldea y casas de Perona, partido de San Clemente;
porque ambos pueblos están cercanos a Alarcón y fueron de su an-
tigua dependencia, en la provincia de Cuenca.
Pozuelo de Belmonte.—Con este título se conoce en las depen-
dencias ecleeiásticas del arzobispado de Toledo el pueblo que vulgar-
mente llaman Pozuelo de la Soga, y que en el orden civil se nombra
Belmente de Tajo, provincia de Madrid, partido judicial de Chin-
chón. Nótese que el antiguo condado de Chinchón, enclavado entre
las provincias de Madrid y Toledo y dependiente de la de Segovia,
no comprendía el pueblo de Belmonte de Tajo o Pozuelo de Belmon-
t e ; y nótese además que modernamente no era de señorío eclesiás-
tico, sino del secular de los marqueses del Castrillo y duques diel
Parque.
Sonta María d^ Cortes.—Despoblado que parte términos con las
villas de Leganiel e lUana, a la orilla izquierda del Tajo, confín de
las provincias de Cuenca y Guadalajara, y de los partidos judiciales
de Tarancón y Pastrana. Allí se ve un edificio llamado indistinta-
mente Casa de los Taraices o Casa de Cortes.
VUla Rubia de Ooaña.—Ahora y siempre han designado el mismo
pueblo loa dos sobrenombres de Villarrubia. Oficialmente se ha lla-
mado Villarrubia de Santiago, por haber pertenecido a la Orden de
este título; pero la denominación vulgar porque se conoce en la co-
marca es Villamibia de Ocaña, a causa de su notoria inmediación y
dependencia de esta matriz.
Villaudela,—Acaso sea el despoblado de Villafruela, término de
Perales, provincia y partido judicial de Palencia, por sobre encon-
trarse cerca de Husillos; tiene aún una venta y un palacio denomi-
nados ambos de Villafruela. La pequeña diferencia en el medio del
nombre, más bien que mutación o corrupción del uso, la juzgo error
de escribiente, que puso lul por fru.
Tales son las consideraciones que sobre el catálogo de los fueros
me han ocurrido en un primer examen, las que V. S. se servirá ele-
266 REVISTA DE ABCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
var a conocimiento de la Real Academia. Este cuerpo de literatos
eminentes hará de ellas el uso y aprecio que mejor estime, bastán-
dome que reconozca mi ardiente deseo de cooperar a sus esfuerzos en
servicio de la Patria, y que disimule mis defectos.
Dios guarde a V. S. muchos años.
Barajas de Meló, 22 de marzo de 1853.
FERMÍN CABALLERO
Señor don Pedro Sabáa, secretario de la Academia de la Historia.
II
ADICIONES E ILUSTRACIONES AL DICCIONARIO DE
LOS ANTIGUOS REINOS Y PROVINCIAS DE ESPAÑA.
DE DON TOMAS MUÑOZ ROMERO
A la Academia de la Historia, el so-
cio correspondiente, Fermín Caballero,
La obra tres años ha publicada por el señor don Tomás Muñoz
y Romero, que lleva por título Dicciomrio hihUográfico-histáñco, es
uno de los trabajos literarios que hacen época en el mundo científico,
por más que su celebridad no corresponda a las tareas inmensas que
cuesta, ni a las ventajas sin cuento que proporciona. Sólo hombres
abstraídos entre los numerosos volúmenes de la Biblioteca Nacional
conciben certámenes para libros de este género, y únicamente personas
consagradas a su estudio cotidiano, con la perseverancia y entusiasmo
de los genios especiales, pueden aspirar a semejantes premios y obte-
nerlos con gloria. Quien no ha entrañado el fondo de las cosas, quien
carece de hábitos de laboriosidad, quien por su peculiar organismo no
es dueño de sujetar la imaginación por largo tiempo a serias y pesa'-
das investigaciones, quien no tiene, en fin, el sesudo carácter germáni-
co, sino el genio eléctrico de los pueblos meridionales, ni sabe, ni
quiere, ni puede hacer esta clase de libros, los juzga mazorrales y
mecánicos, como es prosaica la aguja para la dama erudita. Otra clase
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 267
<{e gentes, el mayor número, sólo ve eu estas obras un catálogo alfa-
bético de artículos, más o menos consMlerable. y piensa que se puede
formar con la presteza y facilidad que se concibe su sencillo mecanis-
mo, o que se habrá hecho con la comodidad y desahogo que puede
sacársele el jugo. Pocos, muy pocos, contados, son los que, penetrando
el lleno de operaciones que exigen tareas de nños y más años, y com-
prendiendo lo que un sólo hombre ha trabajado para que miles de
miles no se molesten, señalan a un corto volumen de esta índole el
precio que merece; por eso son tan raros libros como el del señor
Muñoz. Aquellos literatos que, dando suelta a su inventiva, y escri-
biendo en breve tiempo una docena de cuartillas, alcanzan instan-
táneos y universales triunfos en el folleto, en el artículo periodístico,
en la novela o en el drama, ¿cómo han de someterse a acompasados,
monótonos y oscuros trabajos de escasísimo lustre? No es común fiar
a la gloria postuma el premio de los afanes, ni contentarse con mo-
destos elogios académicos, cuando pueden arrancarse ovaciones estre-
pitosas, siquiera sean tan pasajeras como trazadas en el oleaje de
arranques involuntarios. Dispense la Academia este exordio de mere-
cidos elogios a la obra del señor Muñoz, que harta necesidad hay de
que se encarezcan y celebren empresas de semejante naturaleza, ya
qqe la multitud se encarga de embriagar todos los días con sus ¡bra-
vos! a los que siguen opuestos rumbos.
Mas al confesar con satisfacción suma el indisputable mérito del
Dicdonario bibUográfico^históTioo, c(ebo decir también que no es
completo y acabado, ni aun dentro de su propio plan; pues sobre no
serlo generalmente las obras humanas, la de que se trata es de primera
intención única en su línea, dificilísima, inmensa, y naturalmente
debe mejorarse y perfeccionarse en ulteriores trabajos. Y vea aquí la
Academia lo que me he propuesto en el presente escrito: añadir,
«nriquecer y corregir el Diccionario, tal como se ha trazado, indi-
cando además algunas mejoras de que su planta es susceptible; tarea
mucho más fácil y somera que la del señor Muñoz. Aun así parecerá
atrevimiento que en pocas semanas de examen, y aislado en un rincón
de provincia, ose enmendar obra de tantos «ños de afanes, hecha por
quien ha tenido a la mano las mejores bibliotecas y archivos, y la
ayuda de literatos, ornamento de la Corte; por lo que conviene que
yo explique lealmente que en mi juventud tuve el proyecto de formar
una Biblioteca Geográfico-Histórioa Española, bajo u n plan tan ex-
tenso, que cabía anchamente dentro de él el del señor Muñoz y Ro-
mero. Al efecto, no sólo hice trabajos de bufete, índices, apuntacio-
nes, extractos de libros, etc., sino que fui adquiriendo, en muchos
años consecutivos, cuantos impresos y manuscritos pude hallar vena-
les ; llegando a poseer regular caudal, que se habría acrecentado, a no
cortarme el hilo de mis tareas literarias la invasora política que todo
lo absorbe en nuestros días.
268 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Antes de presentar las adiciones y enmiendas que me han ocurrido,
no estará de más que exponga a la consideración de la Academia al-
gunas mías, que acrediten, y acaso justifiquen mi escrito; y diré, en
primer lugar, por qué lo dirijo a este ilustre Cuerpo. Tres medios se
me ofrecían de contribuir a que la obra se perfeccione en una se-
gunda edición: enderezar mis correcciones al mismo autor, me pareció
lui tanto personal, pequeño y de dudoso éxito, aun contando con la
notoria modestia y fina amabilidad del censurado, y con la templanza
y buena fe del censor; publicar mis observaciones, lo creí poco caba-
lleroso, tratándose de un compañero, a quien estimo en mucho; juz-
gué, pues, lo mejor darle el carácter de una memoria, de las que el
reglamento encarga a los académicos correspondientes, porque así lle-
naba dos indicaciones: la de cumplir un deber de mi puesto, y la de
someter a la ilustración superior de la Academia la censura de mi tra-
bajo, que muy bien puede no ser digno de otro destino que el d e
quedar archivado entre los innumerables papeles que se la presentan.
Si mi elección no ha sido acertada, por lo menos no se calificará de
imprndente.
Otro punto cardinal me conviene esclarecer, en anticipada defen-
sa « las objeciones que pueden, hacérseme, acerca de la inclusión en
el vocabulario que adiciono de ciertas obras que no son propiamente
históricas. La casi completa colección, que inserto, de libros de aguas
medicinales, forma uno de los casos de d u d a ; pero sobre haber en
todos ellos noticias relativas a los pueblos, territorios y habiuntes,
está justificada mi marcha en el Diccionario mismo, que comprende
obras de esta clase en Alange, Albalate, Andalucía, Sacedón y otros
artículos. El mejor medio de resolver estas cuestiones de apreciación
es analizar las causas que han dado ocasión a semejantes escritos, o sea
los que podemos llamar orígenes de esta clase de libros. Trayéndolos
concentradamente a un resumen sinóptico, he aquí los motivos de que
pueblos, a veces insignificantes, y territorios particulares tengan espe-
ciales historias y descripciones, ya con los títtilos de noticias, calenda-
rio», fundaciones, narraciones, memorias, disertaciones, tratados, apa-
ratos, observaciones y discursos, ya con los de topografías, monogra-
fías, iconografías, retratos, guías, reconocimientos, ensayos, fragmen-
tos, prontuarios, epítomes, sinopsis, bosquejos, resúmenes, y tantos
otros como ha ideado el gusto, y hasta el capricho de los escrítoies;
trabajos todos encaminados a dar a conocer los lugares bajo cualquier
aspecto de utilidad pública, a referir hechos allí acaecidos, acciones
señaladas de sus naturales, moradores o huéspedes.
_ , . . , . ^, . .„ ( Templos,circos, fortalezas.
Rumas de antiguas poblaaones, villares ) vías acueductos.
I. Renombre histórico. Restos de antigüedad que conservan ) Sepulcros, lápidas, meda-
\ lias, etc.
Haber sido en otrotiempo.'> Metrópolis, caberas, colonias, mansiones.
'^ i Regiones y comarcas señaladas.
Basílicas, sedes, iglesias^ conventos, ermitas, santuarios, panteones.
Imágenes aparecidas, milagrosas y devotas, sus fiestas y novenas.
Importancia reli-. Beneficios eclesiásticos, capellanías, patronatos y sus derechos.
giosa Congregaciones, cofradías, esclavitudes, hermandades.
Santos, venerables, personas virtuosas, sus vidas y culto.
I
Fueros, privilegios, cartas-pueblas y exenciones.
Alcázares, palacios, muros, (^stillos, torres, atalayas y otras fuerzas.
Sitios reales, posesiones del Real Patrimonio, de grandes o señores.
Ferias y mercados, franquicias de puerto o de comercio.
Cortes, concilios, juntas, conciertos, pactos, compromisos, con-
cordias.
Prósperos. Nacimientos, bodas, vistas, coronacionesj juras, viajes, entradas,
recibimientos y fiestas de Reyes, Prínapes y personajes.
Milagros, canonizaciones, energúmenos, beatas, erección y re-
edificación de templos.
IV. Sucesos notables...
Levantamientos, revoluciones, alborotos, motines, muertes.
Batallas, defensas, bombardeos, sorpresas, sacos y otros hechos
de armas.
Adversos. Crímenes de lesa majestad, horribles suplicios, autos de fe y
causas célebres.
Terremotos, inundaciones, incendios, pedriscos, pestes, epide-
mias y otras calamidades públicas.
lO
O"
De instrucción \ Universidades, colegios, bibliotecas, archivos, etc. to
( Academias, sociedades económicas, institutos, etc. o
V. Establecimientos. Penales benéficos v sani-i Presidios y casas de corrección,
tarios ^ I Hospitales, hospicios, inclusas, casas de maternidad.
( Baños minerales y termales, aguas medicinales.
Industriales i Fábricas, máquinas, artefactos.
( Minas ricas y celebradas.
Viabilidad . \ Carreteras, caminos, puentes y pasos de puertos.
VI. Obras públicas. ( Canales de navegación y riego, ríos navegables y flotables.
Abastecimiento de aguas, pantanos y lagos.
S Proyectos de ensanche, alumbrado, limpieza y mercados.
Desecación y desagüe de terrenos, repoblación y colonias.
s
Pleitos con los señores, con el clero y con otros pueblos.
Enajenaciones, egresiones, emancipaciones, reversiones, etc.
Reclamaciones sobre tributos, diezmos y franquicias.
VII. Expedientes rui- „. , • 1•j j ( Capitalidad y dependencia.
dosos Disputas y rivalidades 1 *^ J r Jurisdicción.
sobre ) , - •* j Montes.
( Limites y mojoneras de Pastos, etc.
Uniones, alianzas, confederaciones, mancomunidades. i
Volcanes, simas, hundimientos y levantamientos
Grutas, cuevas, peñas, tajos, bosques seculares y sitios pinto-
/ Naturales. rescos.
Producciones notables por su. Calidad.
VIII. Bellezas. Abundancia.
Jardines, parques, sotos y sitios de recreo.
Artificiales. Descripciones poéticas y geográficas.
Datos curiosos y estadísticos.
En fronteras o límites de otros reinos y pueblos.
Situación. En las costas del mar o en puntos estratégicos.
Aislados y escondidos en el corazón de las serranías.
IX. Localidad. / Civiles, militares, econó-
micas y políticas, ecle-
Formando comarcas. siásticas, de órdenes,
nuUius, de abadengo, etc.
Demarcaciones. Realengas o de señorío se-
cular.
Enclavados dentro de otras, continua o discontinuamente.
Hijos naturales u oriundos. En destinos y posiciones elevadas.
Ilustres por sus hechos, servicios y literatura, etc.
Residentes ) Curas, beneficiados, monjes y frailes.
X. Personajes. Magistrados, jurisconsultos, médicos, farmacéuticos, maestros.
Huéspedes célebres que visitaron
Transeúntes. .í^„^ Artísticos y descriptivos.
viiS*.".'l'.^'!'° ?1 f.^'!:::::::::: i científicos- y literarios.
el p a í s . . . . . . . . . . > r*;^«*f«/.^<s « i$tAt-'i«-;«%D
Catálogos de obispos, señores, gobernadores, sus vidas y biografías.
272 1EVI8TA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
De todas las clasificaciones que quedan apuntadas hay repetido»
«jiemplos en el Diodonario bibliográfico; y ninguna obra se en-
contrará en mis adiciones que no esté comprendida en alguna de
aquéllas. Si por ventura se creyese que pretendo incluir en el plan del
autor del Diccionario escritos que no le pertenecen, a quien me señale
alguno de ellos le anticipo la promesa de citarle otro igual, semejante
o análogo en los publicados por el señor Muñoz. Y como prueba de
mi aserto, y de la conñanza con que descubro mis medios de defensa,
allá van algunos libros, escasamente históricos, que figuran en el
Diccionario :
«Razón del arreglo del archivo de la colegiata de Ager».
«Epílogo, relación y pintura del castillo de Alamín».
«Septenario de la Virgen de los Dolores, de Alcañiz».
«La pasión crítica de Cristo, en la Santa Faz de Antequera».
«Descripción de la villa del Casar de Talamanca».
«Madrid dividido en ocho quarteles».
«Informe en Derecho por la Regalía de aposento de la Corte».
«Proyecto de Andrés Martí sobre la limpieza de calles de Madrid».
«Poema de Ntra. Sra. de los Remedios, de la Merced, de Madrid».
«Tablas de vitalidad y mortalidad de Guipúzcoa».
«Mapa de San Martín de Sesgleyolas».
«Las nueve infantas de un parto. Santa Librada de Sigüenza».
«Memoiia sobre el río Vidasoa», etc.
Así es que, cotejando mis Adiciones con la obra a que se con-
traen, se hallará una perfecta conformidad, y que me he acomodado
cuanto me ha sido posible a la pauta adoptada por el señor don To-
más Muñoz.
Y ya que el plan y sistema de la obra he mencionado, comenzaré
mi ensayo de mejorarla, sometiendo al superior criterio de la Aca-
demia la decisión de algunos puntos capitales que, en mi sentir, pue-
den reformarse con ventaja.
El señor Muñoz ha titulado su Diccionario tt« los antiguos remas,
provincias, ciudades, villas, iglesias y santuarios de España, en cuyo
epígrafe se nota desde luego amplificación innecesaria y, sobre todo,
marcada impropiedad. En cuanto a extensión superficial y sus divisio-
nes, no sólo ha comprendido reinos y provincias, sino que incluye
además condados (Peraleda, Ribagorza, Rosellón, etc.), vizcondados
(Castelló), partidos (Cincovillas), señoríos (Ayala), corregimientos
(Calatayud), comunidades (Daroca, Teruel), merindades (Durango),
valles (Aran, Baztán), territorios (Cerdaña, Confluent), regiones (Bas-
titania. Betuna), veras (Plasencia), desiertos (Bolarque) e islas (Ca-
brera, Casiterides, etc.). En algunos nombres de varia acepción las
incluye todas en un solo artículo; poniendo en Aragón (reino) lo
concerniente a la corona de Aragón y a la provincia de Aragón;
mientras que en otros subdivide los diferentes conceptos en artículos
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 273
especiales, cual sucede en Vizcaya, que está como señorío y como
encartaciones, además de los artículos de Provincias Vascongadas y
d e Vasconia. Respecto a poblaciones y sitios habitados, a más de ciu-
dades y villas, que dice la portada, hay lugares (Ampurias, Barros,
Camarena, etc.)> concejos (Pravia), ayuntamientos (Mugia, Navia),
colonias (Betis), presidios (Alhucemas), castillos (Alamín, Gozon) y
hasta arrabales (Triana). Contiene también, sin mención en el título,
ríos (Jalón, Vidasoa), sierras (Cortes, del Piélago) y montes (Peña-
escrita).
Todavía es más reparable el adjetivo plural antiguos, aplicado
a todos los artículos de territorios y pueblos; porque sobre no corres-
ponder esta calificación, y menos en sentido histórico, a gran parte
de las poblaciones incluidas, como Aboy, Aranjuez, Barajas de Meló,
Casar de Talamanca, Cerezo, Doña Mencía, Escorial, Fernán Núñez,
Madrid, Manzanera, El Pardo, Reus, Sacedón, San Ildefonso, etc.,
hay artículos que expresamente designan cosas modernas, en contra-
posición de otras antiguas. Castilla la Nueva, por ejemplo, es nombre
posterior a la reconquista de Toledo; y de Toledo sólo hay un artículo
que abraza la ciudad y la provincia moderna, faltando el del antiguo
reino. Madrid tiene dos artículos, de villa y de provincia, que ninguno
es antiguo; y a Tarragona se la nombra ciudad capital de la pro-
vincia de su nombre, y se la consagra un segundo artículo de la actual
provincia, sin ponerlo de la antigua Tarraconense, que abarcaba un
tercio de España; y eso que se citan libros referentes a la ciudad como
metrópoli extensa, y como rival a Toledo en la primacía. Tales incon-
gruencias desaparecerían sin más que redactar asi el título: «Diccio-
nario Bibliográfico-Histórico de lugares y comarcas de España»; y
aún me atrevería a simplificarlo m á s : «Diccionario bibliográfico-his-
tórico de España», ya porque los dos adjetivos califican bastante el
asunto, ya por la conveniencia de otra reforma de que me ocuparé
en seguida, ya porque la idea de historias locales que el señor Muñoz
ha querido poner de relieve en su portada, ni es exacta respecto del
conjunto de escritos acumulados, ni puede reducirse a clasificación
precisa con las borrosas líneas, que en vez de separarlas las confun-
den. Donde se ven mezcladas la topografía y la corografía, lo parti-
cular y lo general, no oabe la idea exclusiva de las especialidades;
porque los historiadores de pueblos cortos no pudieron tejer sus na-
rraciones sin enlazarlas con la historia general. ¡Mártir Rizo, en la
de Cuenca, comienza desde la creación del mundo! Gran perspicacia
sería menester para encontrar caracteres, ni aun sabor de antigüedad,
en los siguientes escritos del Diccionario:
«Descripción de los jardines de Aranjuez».
«Manual de la provincia de Cádiz».
«Relación histórica de] sitio de Ciudad Rodrigo en 1810».
«Madrid en la mano».
274 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
«Reseña histórica del glorioso alzamiento de 1840».
«La guerra civil de Pamplona, poema, 1847».
((Barcelona cautiva, en 1814».
((Estudios estadísticos sobre Madrid, por la Sagna en 1844».
«Valencia vindicada en el carácter de sus habitantes, 1831».
Üabiendo omitido el señor Muñoz, y de ipropósito sin duda, ej
artículo «España» en su serie aliabética, con temor debo solicitar que
ee añada, produciendo en la obra una variación sustancialísima. Sin
embargo, no me detengo en proponerla; que buen juez es la Acade-
mia de la Historia para resolver lo más acertado, oyendo las razonen
del autor y del adicionador. Contra mí están el hecho del DUxiontírio
y el voto respetable de su autor, robustecido con otros de la mayor
excepción; discutamos, y si la razón me asistiese, nadie perderá eu
que triunfe.
Buscando los motivos que impulsarían al autor a suprimir el artícu-
lo «España», como lo omitió el señor Madoz en su «Diccionario geo-
gráfico-estadístico», he tropezado con esto : que no cabía en el pri-
mitivo plan del señor Muñoz semejante extensión; que también era
extraña la universalidad al programa de la biblioteca; y que el solo
artículo de que se trata exigía más trabajo que el resto del abecedario,
ofrecía mayores dificultades, y pedja para sí un gran volumen. Si algu-
na fuerza tenían estos argumentos hace cuatro años, la han perdido
en su mayor parte con la publicación del Diccionario; este cimiento
clama porque la obra se complete; y sean cuales fueren las tendencias
del arquitecto que trazó la planta baja, hoy no debemos contentar-
nos con un edificio a la malicia: se necesitan piso principal y cúpula
de coronación. Fuera de que ya he dicho, hablando del título, y no
me cansaré de repetirlo, que no existe línea divisoria clara y precisa
entre las historias generales y particulares, ni el Diccionario ka po-
dido trazarla clara y limpia. ¿No es una incongruencia chocante que
leamos en él, León, Aragón y Castilla, coronas qan absorbían casi
toda España, y más territorio que la España presente; que hallemos
anotados cuantos libros históiicos se escribieron hasta nuestros días
de esas vastas comarcas, faltando los que se refieren a su conjunto en
una sola monarquía, en la cual vivimos, y la que nos conviene conocer
y gobernar? ¿Habrá de prevalecer una razón de escuela, o una clasi-
ficación de mero tecnicismo didáctico, al interés verdadero, (jue ha
sido el norte del señor Muñoz, y debe serlo de todos? Las historias del
Algarbe y de Portugal, cuando hacían parte de España estos países,
entraban en la clase de particulares, y hoy son generales de aquel
reino. España, reimión de varias coronas, era una provincia del Im.
perio romano. Tetuán, si la conservásemos, se añadiría al catálogo de
nuestras ciudades, y todas sus historias particulares vendrían, desde
hoy, a enriquecer el Diccionario y la general de la nación española.
Descartar el artículo «España» del trabajo en cuestión es, a nii
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 275
juicio, aceptar la análisis, proscribiendo la síntesis; equivale a li-
mitar el uso de una vía férrea a los viajes ascendentes, perdiendo el
probedlo del retorno en los descendentes; y, para expresarlo sin me-
táforas, es contentarse con el estudio de lo particular e individual,
con el sistema casuístico, y renunciar a la mirada de águila que, desde
la alta filosofía de la historia, sirve para generalizar, enlazar y es-
plicar la armonía y trabazón de los acontecimientos humanos. Ver-
dad es que los historiadores locales han podido detenerse en porme-
nores y circunstancias que profundizen sucesos especiales; pero no
es menos cierto que sin el conjunto de luces de la historia general
esas minuciosidades suelen ser apasionadas y mezquinas, sin el inte-
rés que sabe darles el espíritu crítico-filosófico. Lo racional, lo lógico
y lo conveniente me parece, que, abarcándose ambos métodos, que
reuniéndose toda clase de histerias del reino entero, de sus miembros
componentes, de sus pueblos, localidades y objetos, se haga un ar-
chivo completo y una biblioteca íntegra de este género de literatura.
Cuánto ganaría la obra con este complemento, salta a la vista menos
perspicaz; las infinitas útiles aplicaciones que de tan rica colección
de historias generales, particulares y mixtas podrían hacerse, nadie
como la Academia sabrá comprenderlo. Aguardo su fallo con con-
fianza y, en todo caso, con propósito firme de obedecerlo.
Respecto a las dificultades que tendría el verificar la adición, o
yo me engaño mucho, o son menores de lo que ha podido creerse.
Seguro estoy de que al señor Muñoz le ha costado su obra duplicado
trabajo del que necesitaba para darla esta ampliación; si ya no ha
perdido en descartar .papeletas algunos ratos, que hubiera aprobe-
chado mejor en recoger otras. Las crónicas generales y los escritos
históricos que caben en el artículo «España», por muchos que sean
en número, son más conocidos y fáciles de colectar; forman, per lo
común, obras latas e infolios siempre notables, en todos tiempos sa-
bidos, y que no se estravían ni pierden con la facilidad que los cua-
dernos sueltos y diminutos. A quien ha tenido la paciencia de ne-
buscar tantos libelos, folletos, opúsculos, gacetillas y hasta hojas vo-
lantes, ¿cómo se le habían de esconder las obras magistrales y los
tomos voluminosos?
Menos dudas se ofrecen para otra adición importante, sin aalir
de la pauta misma por el señor Muñoz adoptada. En su libro estái
incluidas bastantes crónicas e historias de las Ordenes religiosas; mas
han dejado de ponerse no pocas, tal vez por no haber tenido presen-
te la división territorial de estos institutos. Cuando la demarcación
adoptada por los regulares coincidía con el nombre de las circuns-
cripciones civiles, han cabido estas crónicas en los artículos «Anda-
lucía», «Aragón», «Castilla», «Cataluña», «Valencia», etc.; pero como
algunas Ordenes tenían especiales divisiones y nomenclatura, ha que-
dado manco de estos artículos el Diccionario, o se han colocado las
276 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
citas a inedias y fuera de su lugar propio. Tal sucede, por ejemplo,
en Burgas, donde se pone el tomo V de la Medula cisperciense, siendo
así que los ocho tomos de la historia de Ja Orden reclamaban su
puesto en nn artículo «Císter», segunda congregación de los monjes
bernardos. Y como esta clase de datos, siempre poco conocidos, se
va anticuando desde la reducción y extinción de los regulares, no
j»erjudicará el reproducirlos aquí, para que sirvan de recuerdo y de
índice en los sucesivos esfuerzos, encaminados a completar la obra;
porque sabido es que cada demarcación eclesiástico-monástica tenía su
píidre provincial, su capítulo y, lo que es más del caso, su peculiar
cronista, que cuidaba de historiar los sucesos concernientes a las casa»
de la provincia y a las personas conventuales. Únicamente he com-
prendido en el siguiente estado aquellos institutos y reglas que te-
nían división territorial reconocida, omitiendo los que por su escasa
importancia y corto mímero carecían de ella.
Número y tíñ» de divisiones.—Nombre de cada demarcación
San Juan. Dos lenguas S Castilla y León.
Militares. ( Aragón.
Santiago. Dos provincias \ p ? ' " ^ Priorato de Santiago de Uclés.
( León. Pnorato de San Marcos de León.
Benedictinos. Dos congregaciones j San Benito de Valladolid. Casi toda España.
( Tarraconense. Parte de la corona de Aragón.
Bernardos. Dos congregaciones \ ««'"Os de Castilla y León.
( Císter. En Aragón y Navarra.
Cartujos. Dos provincias \ ^^^^^P'
Monacales. Turno 1.» \
Ordenes. Turno 2." 1
Gerónimos. Seis turnos ; I""»» 3° ( Irregularmente entremezclados a!
Turno 4." í por todas las provincias.
Tumo 5." \ n
Tumo 6." / a:
( Andalucía. n
Basilios. Tres provincias J Castilla.
{ El Jardón. Dentro de Andalucía y Castilla. I
, Castilla.
Predicadores. Tres provincias ^ Aragón. i
Andalucía. o
Mendicantes. ) Castilla.
Aragón.
Franciscanos observantes. Catorce pro- I Santiago.
vincias j La Concepción.
Andalucía.
Burgos.
Los Angeles.
Cartagena.
Mallorca. os
Franciscanos observantes. Catorce" pro- \ S*" Miguel.
vindas J Cantabria.
Valencia.
Cataluña.
Oranada.
Terceros seglares. Dos provincias. ( Andalucía.
( León.
Menores descalzos. Seis provincias.
San Gabriel.
San Josef.
San Juan Bautista.
i
San Pablo.
San Diego.
San Pedro Alcántara.
n
Nuestra Señora de Monserrate.
La Sangre de Cristo. a
Ordenes. Mendicantes. < Capuchinos. Seis provincias. Nuestra Señora del Pilar.
\ La Encarnación.
La Concepción.
San Francisco. o
H
Ermitaños de San Agustín. Tres pro- Castilla.
vincias Andalucía.
Ar^ón.
San Agustín.
Agustinos descalzos. Tres provincias... Nuestra Señora del Pilar. I
Santo Tomás de Villanueva.
Castilla.
Carmelita; calzados. Cuatro provincias. Cataluña.
Aragón.
Andalucía.
San Elias.
Carmelitas descalzos. Ocho provincias. El Espíritu Santo.
San Angelo.
San Josef.
Santa Teresa.
Carmelitas descalzos. Ocho provincias. San Juan Bautista.
San Joaquín.
Santa Aiu.
Castilla.
Trinitarios calzados. Tres provincias. Aragón.
Andalucía.
El Espíritu Santo.
Trinitarios descalzos. Tres provincias. La Concepción.
La Transfiguración.
Aragón.
Mercedaríos calzados. Cuatro provincias Castilla.
Andalucía.
í Mendicantes ' Valencia.
I Mtrcedarios descalzos. Dos provincias. San Josef.
La Concepción.
Sie! vos de María. Una provincia Aragón.
Granada.
Castilla.
Mínimos. Siete provincias. Valencia.
Cataluña.
Ordenes. Andalucía.
Aragón.
Mallorca.
San Juan de Dios. Dos provincias Andalucía.
Castilla.
San Antonio Abad. Dos encomiendas \ Castroxeriz (Castilla), Andalucía e Indias.
I Olite (Navarra) y Aragón.
( Toledo.
lesnítas. Cuatro provincias. ) Castilla.
) Aragón.
\ Regulares. \ Andalucía.
Clérigos menores. Dos provincias \ Castilla.
I Andalucía. -4
San Camilo. Una provincia España.
Madres de Dios. Una provincia. España.
280 BEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
En este ramo de historias de freires y {railes solamente he ¡añaclido
algunas en los artículos de aCartagena», «Qidenes militares» y «San
Joeé», por ser de los géneros que uienoü conozco; pero estoy seguro
de que se hallarán muchas obras recorriendo la serie de provincias
del clero regular, con especialidad las de los monjes y mendicantes.
Una observación análoga me resta que hacer, dirigida a ensanchar
el plan del señor Muñoz, sin desnatxiralizarlo. Fuera un error el su-
poner que todas las historias especiales se contraen a localidades, ni
de territorio, ni de población; las hay particulares que no caben en
artículos de comarcas y provincias, ni en los de pueblos y sitios, por-
que tienen por fundamento otros objetos y necesidades de la vida so-
cial. Sirva de verbigracia la ganadería mCsteña, de cuyo origen, causas
y vicisitudes escribieron el Padre Sarmiento y otros autores. EstOs
libros históricos, que por su especialidad y por mil consideraciones
deben enriquecer el Diccionario, no tienen en él colocación conve-
niente sino de dos maneras: o en artículos peculiares que se añíadan,
o en el artículo general de España, que propongo, convenientemenio
clasificado y dividido.
No hablaría de las incorrecciones o erratas que en el examen del
Diccionario he cogido al vuelo, porque su pequenez me inclinaría a
olvidarlas; mas encaminándose mi escrito a que aquél se perfeccione
cuanto sea dable en nuevas ediciones, no conviene que se dejen per-
der ni aun las más leves enmiendas. A Hítete se la califica de vMa,
siendo ciudad desde el año de 1428; el artículo «Canarias» concluye
con la remisión: «V Laguna (isla) y Tenerifey,, debiendo decir -.
V.—Laguna (ciudad) y Tenerife (isla); al número 27 de «Madrid)
se pone imprenta de Jesús por imprenta de Yenes; en la letra P se
colocan las Provincias Vasx^ngadas, rigiéndose por el genérico, cuan-
do debían estar en la V, Vascongadas (provincias), que es el nombre
propio apelativo; y otro tanto sucede en Sierra del Piélbgo, que de
la S debía pasar a la P , pues el título distintivo de la Virgen es
Nuestra Señora del Piélago, por más que se halle situada en la siena
del mismo nombre.
Espuestas con el oportuno laconismo las consideraciones previas,
ctsí generales como particulares, que me han ocurrida acerca del Dir-
cionario hihUográfico-histórico del señor don Tomás Muñoz, entro en
la parte esencial de mi trabajo, que es el catálogo de los escritos pu-
blicados e inéditos que echo de menos en la espresada obra. Al in-
sertarlos sigo el mismo orden y la propia forma que el autor, seña-
lando con un asterisco (*) las obras que poseo en mi librería par-
ticular. No me he detenido en anotaciones y noticias de los libros que
adiciono, porque rae falu el tiempo necesarioi por no hacer estensa
en demasía esta memoria y porque no considero tan de mi compe-
tencia ese trabajo como el hacer la colección de los escritos. Sin em-
bargo, en los casos especiales que lo requieren, como en los manus-
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 281
critos, doy una ligera idea de ellas, sin perjuicio de ampliarla o de
exibirlos si se creyese oportuno. Tampoco he numerado las obras
comprendidas en cada artículo, por ser su inserción transitoria; )a
colocación de este apéndice, y de otros muchos que se harán, corres-
ponde de derecho al autor del fondo principal del Diccionario, que
sabrá intercalarlos según el orden que ha establecido o en otro que
pueda creer más conveniente, aconsejado por la esperiencia y por
más hábiles censores. He aquí mis adiciones:
ADELLÁ DE LA CONCA.Villa de la provincia de Lérida.
Libro de las aguas potables y milagros de la iuente de Nuestra
Señora de Abellá, por Fr. Blas Verdú. Barcelona, 1609.
Un tomo en 8.*"
AGREDA. V. RIOJA.
AiNSA. Villa de la provincia de Huesca.
* Exposición del Ayuntaraiento constitucional de Ainsa al sobe-
rano Congreso, en agradecimiento de haberla hecho cabeza de partido.
Un pliego en folio, sin año ni lugar de impresión; pero el documento está
(echado a 16 de febrero de 1821.
* Contestación del Ayuntamiento de la villa de Ainsa a la expo-
sición hecha a las Cortes por el de la villa de Boltaña, en solicitud
de que se la elija cabeza de partido. Zaragoza, en la Imprenta de
Andrés Sebastián. Año de 1823.
Trece pliegos en 4.°, con datos y noticias históricas de Ainsa,
ALANCE. Villa de la provincia de Cácere».
* Monografía de las aguas y baños minerales de Alange, por don
Julián de Villaescusa, doctor en Medicina y en Cirugía, actual di-
rector del establecimiento... Madrid, 18.50. Establecimiento litográfico-
típográfico de D. Saavedra y Compañía.
Un grueso volumen de 494 páginas, en 8.° francés.
ALARAZ. Villa de la provincia de Salamanca.
Escrutinio phísico-médico-miecánico-químico-chirúrgico sobre las
especiales virtudes de las aguas de Alaraz y Muchana para la más
exacta curación de rebeldes dolencias... Contiene una disertación so-
bre el manná que se obser\'ó en varios pueblos de la inmediación
de esta ciudad de Avila... Por don Francisco Alonso Esteban y Lecha.
Salamanca, 1753.
Un tomo en 4.% notable por el titulo y por la disertación del maná. Hay otra
edición, que puede verse «n el articulo «San Ildefonso».
ALBACETE. Villa capital de la provincia de su nombre.
* Real cédula de S. M. y señores del Consejo, por la cual se
aprueba el reglamento formado para el desagüe de las lagunas do
la villa de Albacete. Año 1805. Madrid, en la Imprenta Real.
Tre» hojas en folio.
282 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
ALBARRACÍN. V. Teruel.
ALBERGA (LA). Villa de la provincia de Cuenca.
* Noticia de las escavaciones y antigüedades del cerro Montejón
de la Alberca, por don Francisco Eugenio Tribaldos.
Ms. con plano del cerro y dibujos de lo» objetos hallados hacia 1840.
ALBUERA ( L A ) . Villa de la provincia de Badajoz.
Batalla de La Albuera.
Un cuaderno con dos planos de la batalla dada el 16 d« mayo de 1811 a Io«
franceses, que está anunciada como venal en un catálogo de libros- de la libre-
ría de Rezóla.
ALBURQUERQUE. Villa de la provincia de Badajoz.
* Real cédula de S. M. y señores del Consejo, por la que se aprue-
ba la observancia del fuero denominado Del Baylio, y manda que
todos los tribunales de estos reinos se arreglen a él para la decisión
de los pleitos que sobre particiones ocurran en la villa de Alburquer-
que y demás pueblos donde se ha observado... Año 1778. En Ma-
drid. En la Imprenta de Pedro. Marín.
Dos pIiego« en folio.
ALCALÁ DE HENARES. Ciudad de la provincia de Madrid.
* Del número 1 que pone el Diccionario tengo otra edición, hecha
en Madrid en la oficina de don Benito Cano, año de 1793, en 4."
* Fueros de Alcalá de Henares. Año de 1407.
Ms. de nueve hojas en folio, firmado por el arzobispo de Toledo Didacus Re-
migii a 11 de marzo de 1407, refiriéndose a fueros anteriores del siglo XIII.
* Provisión del señor emperador Carlos V, con inserción y apro-
bación de la escritura de concordia hecha por el eminentísimo y re-
berendisimo señor don Juan Tabera, cardenal y arzobispo de Toledo,
con la iglesia magistral de San Justo y Pastor y la Universidad Je
esta villa de Alcalá. '
Un cuaderno de 21 páginas en folio, que, aunque »in lugar de impresión,
debió estamparse en Alcalá.
* Real cédula de don Felipe I I , dada en Madrid a 11 de diciembre
de 1592, aprobando las ordenanzas que tenía hechas la villa de Al-
calá de Henares.
Seis hojas en folio, sin lugar ni año, annqtie hacen creer que se imprimió
en Alcalá estas palabras o nota con que termina el impreso: «El año de 1592
re dieron ertas ordenanzas, y entonces era villa; y desde el año 1685 e« ciudad.»
* Memorial de la santa iglesia magistral de la ciudad de Alcalá
al eminentísimo señor don Luis Manuel, cardenal Portocarrero..., en
que suplica rendidamente a Su Eminentísima se digne proteger ante
la Santa Sede la no alteración en cláusula alguna de los rezos que
usa la dicha iglesia en las festividades del martirio y traslación de sus
ínclitos tutelares y adorados mártires San Justo y San Pastor.
Treinta y siete páginas en folio, cou una lámina grabada con el año 1684.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 233
Siguen dos esposiciories a Su Santidad, en latín una y otra en castellano, coa 17
bojas en folio. Debe ser edición d« Álcali, aunque nada se espresa.
* Jurídico apuntamiento por la justicia que asiste a la aanta igle-
sia magistral de la ciudad de Alcalá de Henares... sobre que compela
a la Justicia y Regimiento de dicha ciudad... recojan, alimenten y
remitan a la real casa de Santa María y San Joseph de la Inclusa de
Madrid los niños que se hallaren expósitos en las puertas de dicha
«anta Yglesia magistral. Eacribile (sic) el doctor don Andrés de Pitilla
y Ruesga, etc.
Sesenta y cuatro páginas en folio, sin año ni impresor, aunque parece edición
<lel mismo Alcalá.
V. Madrid.
ALCEDA. V. Ontaneda.
ALCIRA, Villa de la provincia de Valencia.
* Memoria sobre la acequia de Alcira en el reino de Valencia,
por don Pedro López Chapí. 1841.
Me. copiado del que existía en el Ministerio de la Gobernación de la península.
Aicoi. Villa de la provincia de Alicante.
* Plan estadístico de la villa de Alcoy, por don Francisco Pérez
Planelles.
Se halla impreso en la» Actas y memorias de la Sociedad Económica de Va-
lencia, correspondiente» al año de 1807.
ALEDO. Villa de la provincia de Murcia.
Rosario que hay en la villa de Aledín, indulgencia del millón.
Papel que se prohibió en el índice espurgatorio de la Inquisición del año
1790, y que creo ee refiriese a Aledo, puesto en diminutivo por burla.
ALHAMA. Ciudad de la provincia de Granada.
Tratado de los baños de Alhama, por don Juan de Soto. Gra-
nada, 1622.
Apología de los baños de la ciudad de Alhama, por don Francisco
Vergára Cabezas. Granada, 1636.
Un tomo en 4."
Tratados médicos de la garganta, de las fuerzas de la naturalera y
-del arte y de los baños de Alhama, Guadix o Graena, por don Antonio
Lucas Mendal y Villalba. Madrid, 1793.
Doe tomos en 4.°
"* Opiísculo.sobre las aguas termales de Alhama en la provincia de
Granada, por don José María Serrano. Málaga, 1850.
Folleto de 14 páginas «n 4.°
"* Manifiesto que hace a la provincia de Granada y a la nación en-
tera el ayuntamiento constitucional de la ciudad de Alhama, sobre
los sucesos ocurridos entre los vecinos de ésta y los nuevos poblado-
res de Zaíarraya. Granada, imprenta del ciudadano Puchol, año 1821.
Dos pliegos en folio.
284 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
ALHAMA. Villa de la provincia de Murcia.
"" Memoria sobre las aguas minerales de Alhama de Murcia, que
comprende su análisis y terapéutica. Por don Agustín Juan y Povedal.
Murcia, 1799.
Un folleto en 4."
Memoria sobre las aguas minerales de Alhama de Murcia, por don
Nicolás Sánchez de las Matas, 1841.
Inédita en la Academia de Medicina de Madrid.
* Memoria sobre las aguas minerales de la villa de Alhama de
Murcia, por don José María del Castillo, Murcia, 1845.
Folleto en 4."
Memoria sobre las aguas minerales de Alhama de Murcia, por don
Francisco Javier Sáez, 1846.
Inédita en el Ministerio de la Gobernación.
"* Memoria sobre las aguas minerales de Alhama de Murcia, por
don José María del Castillo. Murcia, 1848.
Folleto en 4.°, distinto del de 1845.
V. Nules.
ALICANTE. V. Júcar.
ALMADÉN. Villa de la provincia de Ciudad Real.
* Memoria sobre las minas de Almadén, por don Rafael Cavani-
llas, director general de las del Reino. Madrid, Imprenta del Colegio
de Sordomudos, 1838.
Cinciienta y una páginas en 8.° mayor.
ALMAGRO. V. Ciudad Real.
ALMENARA. Villa de la provincia de Castellón.
La obra que el señor Muñoz titula Disertación histórica-crítica en
tres cuadernos, exist« en mi librería con esta portada :
*" Carta primera (segunda y tercera). Crítica sobre Uta antigüedades
ée la vülai de Almefwra y su famoso templo de Venus, dirigida al
R. P. M. Fr. Bartolomé Ribelles, coronista de la'ciudad y rdno de
Valencia... Por don Vicente Plá y Cabrera... Valencia, Imprenta de
Muñoz y CÍO'., 1821.
En las tre* cartas sostiene una polémica con el Padre cronista, en término*
dnrisimos y personales.
ALMERÍA. V. Granada y Gador (Sierra).
ALMOCHUEL. Villa de la provincia de Zaragoza.
* Real cédula de S. M. y señores del Consejo, por la que se aprue-
ba el plan y acta de población de la nueva villa de Almochuel de
San Agustín, que para bien del Estado y de la Dignidad ha construido
a sus expensas el YUustrísimo señor don Agustín de Lezo y Palomeque,
arzobispo de Zaragoza. Zaragoza, 1788. En la imprenta de la viuda
de Blas Miedes.
Cincuenta y cinco páginas en folio.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 28S
ANDALUCÍA. Demarcación geográfica, que comprendía los cuatro anti-
guos reinos de Sevilla, Córdoba, Jaén y Granada.
El examen de las aguas, que pone el señor Muñoz al número 8,
y de que sólo ha visto el tomo primero, consta de tres tomos en octavo;
así la edición de Baeza de 1793, de que tengo un ejemplar de gran-
des márgenes y lujo, como la de Madrid de 1794, que imprimió la viu-
da de Ibarra; y como otra tercera de Madrid, que de orden superior
se imprimió en la Imprenta Real, por don Pedro Pereira, en 1798.
Relación de los lugares marítimos que tiene la costa de Andalucía
en el distrito del duque de Medina Sidonia, capitán general de ella.
Mae. en folio de la Librería del Rey, según León Pinelo en «a Epítome,
lomo III. Biblioteca Geográfica, núm. 1.404.
* Viaje estadístico por las costas de Andalucía, en carta a don José
Mariano Vallejo, por don José González y Montoya, 1821.
Veintisiete página» en 4.°, sin lugar de impresión.
* Apuntes para una memoria sobre el comercio de los vinos de
Andalucía, y especialmente el que pioducen las provincias de Cádiz
y Huelva. Cádiz, año de 1822. Imprenta de Reguero, calle Ancha.
Veinticuatro páginas en 4,°
"* Parte histórico que ha dirigido al Gobierno el general don Pe.
dro Méndez Vigo, sobre las ocurrencias de Andalucía en el último
septiembre. Madrid, Imprenta de Sanchiz, 1841.
Treinta y «ei» páginas en 4."
ANDOSBA (Valle de). República del Pirineo, en lo eclesiástico del obis-
pado de Urgel, en Cataluña.
* Resumen histórico de las razones sólidas en que se fundan lo»
obispos de Urgel para mantenerse en la posesión de la soberanía de
Andorra.
Copia del manuscrito que existe en la Real Academia de la Historia. U-30.
Manual digesto de los valles de Andorra, por don Antonio Fiter y
Rosell, encargado en 1748 de arreglar el archivo de dichos valles.
Ms». de que hay solo tres copias: la original, en dicho Archivo, muy guar-
dada y reservada; otra, en poder del síndico de la república, y otra, en el
del obispo de Urgel. El primer libro, de los seis en que se divide, trata latamente
de la historia y privilegios de los valles.
* Memoria acerca de la soberanía que corresponde a la nación es-
pañola en el valle de Andorra, como a parte integrante de la provincia
de Cataluña. Que dirige al Soberano Congreso Nacional el ciudadano
Antonio Valls, capitán retirado de Ynfantería. Barcelona, en la Im-
prenta Constitucional de Juan Dorca, año 1820.
Veinte páginas en folio.
* Relación sobre la Valí de Andorra del R. F. F. J., provicari de
Anyos, casa de la Valí. Any 1838. Toulousse, Imprimiere de Ph. Mon-
taubin.
286 HtVISTA OE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
FoUeto de 48 páginas en 8.°, en idioma catalán. El autor es «1 Reverendo
Padre Tomás Jonoy.
* Histoire de la Vallée d'Andorre et de ses rapports avec le ci-devant
comte de Foix, aujourd'hui formant le depart, de l'Ariege. Par M. J.
Sans cadet (du Bourgmadame). Toulouse, A. N. Dours, 1842.
Tomito de 130 páginas, en i."
* Historia de los Valles neutrales de Andorra, por don Bonifacio
Ufrich, teniente coronel, comisionado especial del Gobierno de S. M. C.
cerca del de Andorra en San Julián de Loria, a 15 de agosto de 1844.
Copia del manuscrito original.
ANTELA. Laguna de la Limia, provincia de Orense,
* Memoria sobre el desagüe de la laguna de Antela o de la Limia
en la provincia y obispado de Orense, reino de Galicia. Por el Dr. don
Juan Manuel Bedoya, canónigo cardenal de la S. I. C. de Orense, e
individuo de la real Academia de la Historia. Orense, diciembre de
1831, oficina de don Juan María de Pazos.
Treinta y cuatro páginas, en i." Consta que el primer pensamiento de desagüe
lo concibió el corregidor de Ginzo en 1825, don Julián Touves; que lo promovió
una representación de don Domingo Rodríguez Nieto en 1827, que produjo una
real orden y fondos del comisario de Cruzada don Manuel Fernández Várela.
ARAGÓN (Reino de), y corona y provincia.
* Ordenanza de las armadas navales de la corona de Aragón, apro-
badas por el rey don Pedro IV, año de 1454. Van acompañadas de
varios edictos y reglamentos... Copiadas por don Antonio de Capma-
ny, con orden de S. M. del archivo del maestre racional de Cataluña y
del real y general de la corona de Aragón... Madrid, en la Imprenta
Real, 1787.
Un tomo en 4." marqnilla.
* Anales de Aragón del año 1500, por don Josef Lupercio Panzano
Ibáñez de Aoiz. Zaragoza, por Pascual Bueno, 1705.
Un tomo en folio.
* Proceso que se fulminó contra Antonio Pérez, secretario de Es-
tado y del despacho tmiversal del rey don Felipe II y de su mandado,
sobre la muerte de Juan Escobedo, criado y secretario del señor don
Juan de Austria... Juez, el licenciado Rodrigo Vázquez de Arce... Alcal-
de que le prendió el día 29 de junio de 1579... El licenciado Alvaro
García de Toledo. Escribano de la causa, Antonio Márquez. Año
de 1578.
Ms. de 118 hojas, en 4.°, qu« comprende el extracto de toda la causa hasta la
relación de las justicias hecha» en Zaragoza e<n 19 y 20 de octubre de 1592.
Descripción del reino de Aragón, por el P. Pablo Albiniano de
Rajes.
Bis. que existia en el museo aragonés del doctor don Juan Francisco Andrés,
según León Pinelo al número 1.331 de »n Epítome.
ADICIONES DE DON FERMÍN CADALLEUO 287
Discurso instructivo sobre las ventajas que puede conseguir la in-
dustria de Aragón con la nueva ampliación de puertos. Por el doctor
don Antonio Arteta.
Ms. en folio qoe existia en la librería do los condes de Torralba y Talara
en los Mercedarios Calzados, según el índice de la misma.
* Noticias de Aragón.
Ms. original de don Juan Francisco Andrés Ustarroz, escrito desde 1637 a
1642, en sn mayor parte relativo a antigüedades romanas. Forma un tomo en 4.°
de 152 hojas útile».
* Por don Rodrigo de Silva, duque y señor de Hijar... con el señor
<don Agustín de Hierro... fiscal del Consejo... Impresa en Madrid por
Domingo G^arcía y Morras. Año 1648.
Eete alegato jurídico tiene 39 hojas en folio, y en la portada la imagen de
JVuestra Señora de Atocha con este texto: cNolite jndicare secmklam faciem,
sed rectnm jndicinm judicare.» Resulta que se acusaba a don Rodrigo de haber
conspirado con don Carlos de Padilla y don Pedro de Silva a la sublevación de
Aragón para coronarse por rey de aquel reino, con asistencia de las armas de
Francia.
* Reflexiones económico-políticas sobre las causas de la alteración
de precios que ha padecido Aragón en estos últimos años, en lo gene-
ral de los abastos y demás cosas necesarias al mantenimiento del hom-
bre. Por don Thomas Anzano, secretario de la Intendencia del Exerci-
to y reino de Aragón. En Zaragoza: en la Imprenta de Joseph Fort,
Año 1768.
Un tomo en 4.**
* Discurso sobre los medios que pueden facilitar la restauración
de Aragón. Continuación de las reflexiones económico-políticas. Por
don Thomas Anzano. En Zaragoza, Imprenta de Joseph Fort, 1768.
Un tomo en 4.°
* Reflexiones políticas y económicas sobre la población, agricul-
tura, artes, fábricas y comercio del reyno de Aragón. Precédeles una
breve descripción geográfica natural del mismo reyno. Escribíalas su
autor, don Miguel Dámaso Generes, sacerdote aragonés... En Madrid,
en la Imprenta de la Vda. e Hijo de Marín, año 1793.
Un tomo en 4.°
* Discurso económico-político leído en la real Sociedad aragonesa,
y aprobado por la misma, en el que se demuestra la cantidad de trigo
y demás granos frumenticios que en cada año de este líltimo quin-
quenio se ha cogido en el reino de Aragón; la población general de
esta provincia, su consumo y medios de extraer el sobrante... Por el
doctor don Tadeo Francisco de Calomarde, socio... Madrid, en la ofici-
na de don Gerónimo Ortega, 1800.
Cuaderno de 120 páginas, en 4.°
'* Manifiesto del vecindario, producciones y cargas de Aragón an-
288 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
t€s del año 1808 y en el de 1813; con el motivo del cargamento de
contribución directa, decretada por las Cortes... Por don Antonio Piara,
contador del Cabildo metropolitano... Zaragoza, en la Oficina de Mie-
des, año 1814.
Veintiocho páginas, en 4.°
* Relación o descripción de los montes Pirineos con todos su»
puertos y condado de Ribagorza, del reino de Aragón, la cual se
acabó a 14 de noviembre de 1586. Impresa fielmente según su origi-
nal. Madrid, por don Antonio Espinosa, año de 1793.
Lo iniblicó el doctor don Jnan Francisco García en 93 páginas, en 8.°, con
motivo de la guerra con Francia, que produjo su pronto despacho y otras publi-
caciones análogas. [Al margen : artículo «Pirineos», núm. 3.]
* Descripción histórico-gráñca de los límites o confínes con Fran-
cia. Por don Francisco Casado. Madrid, Imprenta Real, 1793.
Aunque esta obra comprende más parte del Pirineo que el de Aragón, la colo-
co aquí por ser imitación y consecuencia de la precedente. Tal era el despacho
de esto« papeles de circunstancias, que en el mismo año 1793 ce hizo segunda
edición de esta descripción.
* Descripción histórico-poética de los valles, puertos y entradas a
Francia por el reino de Aragón, aumentada a la del año 1586, en el
de 1793, por don Mariano Blas Garoz y Peñalver... Reimpresa en
Cádiz, 1811.
* Atlante español, o descripción general geográfica, cronológica e
histórica de España por reinos y provincias... sacado a luz por don Ber-
nardo Espinalt y García... Madrid, Imprenta de Pantaleón Aznar, año
de 1778.
Lo« tomo« II y III de esta obra corresponden al reino de Aragón.
* Manifestación de las justas razones en que se apoya la petición
que cuarenta y dos señores procuradores del reino han presentado a su
Estamento... sobre permitir a los naturales y habitantes de las provin-
cias de la corona de Aragón el construir molinos y hornos y utilizarse
de las aguas... sin necesidad de obtener establecimiento del real patri-
monio... Por un catalán amante de su país. Madrid, 1834. Imprenta de
Amanta.
Cincuenta y dos páginas en 8.°, cuyo autor fué el abogado don Joaquín Fléix,
procurador por Lérida. Se discutió la petición el 23 de mayo de 1834, y fué apro-
bada por 68 Toto« contra 2.
* Estudios históricos sobre el reino de Aragón, por don José Mo-
rales Santisteban. Madrid, Imprenta de la Publicidad, a cargo de Ri-
badeneyra, 1851.
Cincuenta y tres páginas en 4.°
* Ensayo de un diccionario de palabras aragonesas, por Peralta,
año 1836.
Es un folleto en 8.", que en este momento no tengo a la mano.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLEBO 289
ARAN (Valle de). En la provincia de Lérida.
* Descripción del valle de Aran.
Manuscrito que me facilitó el señor don Pascual Madoz, juez que fué de aquel
distrito.
ARANJUEZ. Villa y real sitio de la provincia de Madrid.
* Ensayo sobre las aguas inedicinale« de Aranjuez. Por don Juan
Gómez. Madrid, 1771.
ün tomo en 4."
* Lo que el señor Muñoz pone al ntimero 4 con el título de Deis-
cripción, es en el ejemplar de mi librería: «Representación que hace
al rey nuestro señor don F e m a n d o VII sobre la conservación y restau-
ración del Real Sitio de Aranjuez, su más humilde, afectuoso y lealí-
simo criado don Manuel de Aleas, con una descripción, etc.»
* Guía d e Aranjuez. Por Francisco Nard, adornada con láminas y
dedicada al excelentísimo señor don José de Salamanca. Madrid, Im-
prenta de la Vda. de D. R. J. Domínguez, 1851.
* Guía d e l viajero en el ferro-carril de Aranjuez, redactada con
presencia de datos originales. Madrid, Imprenta de L. García, 1851.
En 8.°, como el anterior, pero dedicada al excelentísimo señor don Manuel
Calderón.
* Manual del ferro-carril de Madrid a Aranjuez, por C. y A. Ador-
nado con ocho láminas y un plano. Madrid, Imprenta del Semanaivo
Pintoresco, 1851.
En i." Las iniciales creo que corre«pondan a los ingenieros Castro y Azofra,
autores.
ARCOS ( L O S ) . Villa de la provincia de Navarra.
* Real resolución por la cual manda S. M. que la villa de Los Ar-
cos y quatro de su partido se agreguen y reintegren al reyno de Na-
varra. Año de 1753. En Pamplona, en la Imprenta de los Herederos
de Martínez.
Trece páginas en folio.
ARCHENA. Villa de la provincia de Murcia.
* Disertación physyco-médica de las virtudes medicinales, uso y
abuso de las aguas d e Archena. Por don Francisco Cerdán. Orihuela,
año 1760.
Un tomo en 8.°
* Memoria sobre las aguas medicinales de Archena. Por don Juan
AHx. Murcia, 1818.
Cuaderno «n 4."
Poema sobre las auas minerales de Archena, por don Ygnacio Rui/.
de Ayala.
Ignoro el año y lugar de la impresión, pues sólo he leído su anuncio.
V. Nules.
ÁRDALES. Villa de la provincia de Málaga.
290 REVISTA DE ARCHIVOS, IIIBLIOTKCAS V MUSEOS
* Disertación hydráulico-pharniacéutica sobre el origen de las agua»
de Ardaks, gu verdadero análisis químico, y medicinales virtudtfs.
Por don Juan José García. Málaga, 1758.
Cuaderno en 4.°
* Disertación phísico-tnédica, uso y abuso de los baños de Árdales,
ilustrada con varías observaciones propicias y adversas. Por don Ma-
nuel Suárez. Málaga, 1770.
Un tomo «n 4.°
Diálogos críticos interlocutorios. Filosofía theórico-médica sobre
el agua írígido-thermal, vulgarmente llamada de Bardales. Por don
Nazarío Fernández de Castro. Málaga, 1785.
Memoria sobre las aguas minerales de Árdales (Carratraca), por
don Juan de la Monja, en 1826.
Inédita en la Academia de Medicina.
ARNEDILLO. Villa de la provincia de Logroño.
* Libro de los baños de Arnedillo y remedio universal, por el
doctor don Juan Martínez de Zalduendo. Pamplona, 1699.
Un tomo grueso en 4.°, bastante original.
* Viaje a los baños de Arnedillo, con el análisis de sus aguas. Pu-
blícalo don Luis Fernández de Trespalacios y Mier... Madrid, Imprenta
de Villalpando, 1799.
Folleto en 8."
* Descripción de los reales baños de Arnedillo y análisis de sus
aguas. Por don Pedro Gutiérrez Bueno. Madrid, 1801.
Cuaderno en 4.°
Ensayo sobre las aguas de Arnedillo.
Se anunció su venta en la Imprenta Real; niai« no le he visto ni se más de él.
V. Sacedón.
AROCHE. Villa de la provincia de Huelva.
* Noticia histórica del proyecto de repoblación de la antigua al-
dea del GáUego, que estubo situada sobre la frontera' de Portugal n i
término de la villa de Aroche. Huelva, mayo de 1837. Imprenta Nue-
va de Gálvez y Cía.
Son 19 páginas en 4."; su autor, don José Meria Tenorio.
* Refutación del opúsculo histórico sobre la utilidad de la repo-
blación de la aldea del Gallego, término de la villa de Aroche, con
demostración de lo perjudicial de tal empresa. Huelva, junio de 1837.
Imprenta Nueva de Gálvez y Cía.
* Antídoto contra el veneno que destila el folleto titulado Refu-
tación, de la noticia histórica del proyecto de repoblación de la anti-
gua aldea del Gallego. Huelva, junio de 1837. Imprenta Nueva Galvez
y Compañía.
Veintidós páginas en 4."; del referido Sr. Tenorio.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALU^RO 291
AsTOHGA. Ciudad de la provincia de Ijeón.
* Resumen histórico de los ataques, sitio y rendición de Astorga,
y de su reconquista y segundo sitio puesto a la ciudad, siendo gober-
nador en la primera época y comandante general del sexto Ejército
en la segunda el mariscal de campo de los reales Egércitos, don José
María de Santocildes. Escrito por él mismo. Madrid, en la Imprenta
Real. Año de 1815.
Cn«demo en 4.° marquilla, con un plano y buena impresión,
ASTURIAS. Principado y provincia de España.
* Minas de carbón de piedra de Asturias. Reconocimiento hecho
de orden del rey nuestro señor por una comisión de facultativos. Des-
cripción de los diversos criaderos . Madrid, 1831. Imprenta de dou
José del Collado.
Cuaderno de 62 páginas en folio, con varios planos.
V. Vizcaya.
AVILA. Ciudad capital de la provincia de su nombre.
Historia de Avila, por Gonzalo de Ayora.
Ms. de la colección que llegó a reunir un curioso andaluz, según el ca-
tálogo de manu»crito« especiales de Eftpaña anteriore» al añ» 1600, impreso en
Madrid en la imprenta de don Josef Collado, sin fecha, en 16 páginas en i.'*
Don Josef Collado imprimia en la Corte en los primeros años de este siglo,
como pnede verse en los artículos «Cádiz» y «Talavera».
* Estadística territorial de la provincia de Avila, formada de orden
superior en la sección primera del Departamento de Fomento general
del reino y de la balanza del comercio por el oficial don Bernardo de
Borjas y Tarrius. Madrid, en la Imprenta Real. Año de 1804.
Cuaderno en folio.
* Estadística de la provincia de Avila formada en el Departamen-
to del Fomento general del reino y de la balanza de comercio. Por
don Manuel Antonio Rodríguez. Madrid, en la imprenta de don To-
más Alban y Cía., 1810.
Folleto de 82 páginas en 8."
AzARAQUE. V. Hellín y Nulas.
BADAJOZ. Ciudad capital de la provincia de su nombre.
Estudios y observaciones geológicas relativos a los terrenos com-
prendidos en las provincias de Badajoz, Sevilla, Toledo y Ciudad Real,
por don Francisco Luxan. Madrid, 1850.
Cuaderno en 4.° mayor.
BALSAIN. V. San Ildefonso.
BAÑOS DE MOJVTEMATOR. Pueblo de la provincia de Cáceres.
Investigaciones hidrológicas sobre el manantial termal del pueblo
de Baños de Montemayor y Béjar, divididas en varías memorias. Por
292 BEVISTA DE ABCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
•don Francisco Martínez Serrano, médico director... Plasencia, 1840,
1842 y 1843.
Tres cyadtrnos en 4."
BARAJAS DE MELÓ. Villa de la provincia de Cuenca.
* Materiales para la historia y descripción de Barajas de Meló,
recogidos por Fermín Caballero, desde el año de 1820 hasta el pre-
sente de 1861.
Ms. en tres legajos en folio, que contienen: el primero, datos y apnn-
taciones para la descripción con planos y dibujos, y para la historia del pu<4>lo,
estando redactados algunos artículos y borrajeados otros; el segundo, noticias de
personas y familias, y el tercero, un apéndice completo de documentos desde el
siglo XIII, <pie cuenta 92 piezas.
BARCELONA. Ciudad capital de la provincia de su nombre.
Prodigioso martirio de la <íxcelente virgen y valerosa mártir Santa
Eulalia de Barcelona, y su historia hasta la colocación de su cuerpo
en la nueva capilla de la iglesia mayor en 1247.
Ms. citado en el catálogo impreso en Madrid por don Josef Collado, de
la colección del Carioso Andaluz.
Consulat de la mer, ou pandectes du droit commercial et maritime,
faisant loy en Espagne, en Italia, a Marseilk, «t en Anglaterre, et con-
sulte partout ailleurs comme raison écrite; traduit d u catalán en fran-
jáis, d'apres Tedition origínale de Barcelonne de l'an 1494. Par P . B.
Boucher, A Paris, 1808.
Dos tomos en 4.", con excelentes noticias y observaciones del jurisconsulto
traductor.
Relación de Andrés Mendoza de las fiestas, torneos... de Barcelona
al nacimiento de la Infanta a 21 de noviembre de 1625. Barce-
lona, 1625.
Tres pliegos en folio, que existían en la colección del P. Fr. Joan Guarin,
que poseía don José Gómez de la Cortina, despué« Conde de la 'Cortina en
México.
Cuarto aviso de todo lo sucedido desde la partida de S. M. de
Barcelona a 4 de mayo de 1626. Barcelona, 1626.
Un pliego en 4."; de la referida colección de Fr. Joan Guarin.
* Itinerario del viaje que SS. MM. han resuelto hacer a Barcelo-
na, saliendo de Madrid el día 12 de agosto de este año de 1802... Ma-
drid, Imprenta de Repulles y Vidal.
* Reimpresión y rectificación de los itinerarios que compuso don
Pedro Boada de las Costas, del Consejo de S. M. alcalde del crimen
de la Real Audiencia de Barcelona... para otros tantos viages que hi-
cieron SS. MM. a Zaragoza, Barcelona, Figueras, Valencia, Cartage-
na y Real Sitio de Aranjuez. Saliendo de Madrid el día 12 de agosto
d e 1802. Madrid, en la Oficina de García y Cía., año de 1803.
Noventa y seis páginas en 4.°
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLEIO 293
Noticia individual de la entrada de SS. MM. y su real familia en
la ciudad de Barcelona en la tarde del 11 de septiembre de 1802.
Un tomo en 4.°, que existía en la librería de los condes de Torralba y Talara,
«egóji el índice.
Máscara real para la primera noche del 5 de octubre de 1802 en
Barcelona.
Folleto en 4.°, de dicha librería de los condeg de Torralba y Talara.
Pastoral del obispo de Barcelona encargando la tranquilidad pú-
blica en la entrada en aquella ciudad de los reyes Carlos IV y María
Luisa en 1802.
En dicha librería de los condes de Torralba y Talara.
* Historia de la conmoción de Barcelona en la noche del 25 al
26 de julio de 1835; causas ({ue la produjeron y sus efectos hasta el
día de esta publicación. Por don Francisco RauU. Barcelona, Im-
prenta de A. Bergnes, 1835.
Sesenta y seis páginas en 4.°
* Manifiesto de la Junta de Vigilancia de Barcelona a las Cortes
y a sus conciudadanos. Marsella, 1841. Imprenta de Juan Mossy. Re-
impresa en Barcelona en la Imprenta de Brusi.
* Diario razonado de los acontecimientos que tuvieron lugar en
Barcelona desde el 13 de noviembre al 22 de diciembre de 1842, por
el excelentísimo señor don Antonio Van-halen, conde de Peracamps.
Madrid, 1843.
* Contestación al diario razonado del conde de Peracamps, que
publican los generales y jefes que firmaron la estipulación de Atara-
zanas. Barcelona, Imprenta de A. Bergnes, 1843.
Loa tre« precedente» folletos en 4.°, de 30 y 96 páginas.
* Memoria sobre el pronunciamiento de Barcelona, su origen y
resultados. Madrid Imprenta de don Ignacio Boix, 1843.
Dieciséis páginas en 4.°, que firman varios barceloneses.
* Guía de forasteros en Barcelona, judicial, gubernativa, adminis-
trativa, comercial, artística y fabril, dividida en dos partes... Arreglada
y coordinada por D. M. S. y D. J. M. Barcelona. Imprenta de don
Manuel Sauri, 1842.
Un tomo en 4.°
* Reforma y ensanche de Barcelona. Plan económico. Resumen y
fiel extracto del que ha propuesto para la realización de su proyecto el
ingeniero de caminos, canales y puertos, don Ildefonso Cerda. Bar-
celona. Imprenta de Narciso Ramírez, 1860.
* Reforma y ensanche de Barcelona. Cartas de un amigo de aUá
a otro amigo de acá. Barcelona. Imprenta de Narciso Ramírez. 1860.
"* Cuatro palabras sobre el ensanche dirigidas al público de Bar-
celona, por don Ildefonso Cerda... Barcelona. Imprenta de Narciso
Ramírez. 1861.
294 KEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
E»t08 tres folleto» en 4.° mayor, son muy apreciableg por la ciie«tión econó-
mica que desenvuelven sobre la manera de reedificar y mejorar las. poblaciones
sin gasto del erario.
V. Uclés.
BATUECAS. Territorio de la proviacia de Salamanca.
Además de la edición de Madrid, que pone el señor Muñoz, t e n g o :
* Verdadera relación y manifiesto apologético de la antigüedad
de las Batuecas y su descubrimiento. Por el bachiller Tomás Gon-
zález de Manuel, presbítero, vecino del lugar d e la Alberca, año
1693. Segunda edición. En Salamanca, por Francisco de Toxar. A ñ o
de 1797.
Con 88 páginas en 8.° [Al margen: «E^ta puerta», pág. 52.]
B E H U S . V. Nules.
BENASQUE. Villa de la provincia de Huesca.
* Tratado de las virtudes y usos de las aguas minerales de la villa
de Benasque. Por d o n Anacleto Bada y Borda. Zaragoza, 1805.
Folleto en 4.*'
BERCEDO. V. Burgos.
BILBAO. Villa capital de Vizcaya.
* Descripción de la muy noble villa de B i l b a o ; explicación de su
fundación, sin omitir a sus presentes y más distinguidos moradores.
M«. de 265 hojas en 8.", con varias láminas, planos y dibujos. Tiene
una dedicatoria al señor conde de Akolea, fechada en Bilbao a 17 de enero de
1776, en que el autor se firma en inglés Pedro Mesa (Peter the Table), no obs-
tante que se confiesa repetidamente asturiano. En dicha dedicatoria llama a su
libro descripción del plan; situación de Bilbao, Portugalete, Bermeo, San Juan
de la Peña y peregrinación del dedicante. Sigue un prólogo al lector, en que
asegura que la juventud y la ignorancia han sido los autores del trabajo, y qw»
lo hizo sin otra atención y quietud que aquellas que permiten las amigables ter-
tulias de la urbanidad, en donde la diversión, el ocio y juguetona coifesaaÍÁ son
los únicos objetos del cuidado. El cuerpo de la obra se consagra principalísima-
mente a referir loe moradores notables de la población, y caUe y casa; basta los
va nombrando a todos, y con especialidad a todas la» señoritas de las familias,
notando sus prendas físicas y morales, su educación y habilidades y la impor-
tancia del dote con que cuentan para casarse. También se detiene en los cuarteles
o tertulias, sus concurrentes y manera de divertirse, con varios episodios y no-
ticias. En medio de las extravagancias de este viajero caricato y atolondrado, su
libro «irve para conocer el estado social de los bilbaínos im siglo hace, sus cos-
tumbres patriarcales y la educación esmerada que se daba a la juventud en el
extranjero, A gran parte de las señoritas les era familiar el inglés y el francés;
había teatro italiano en la población y casas muy fuertes, según loe dotes que fija.
Mezcladas con esta especie de visita por las casas hay varias noticias ,unas ri-
diculas y otras de interés; y al final pone una relación de los aguaduchos o
inundaciones y otros sucesos notables desde el año 1335 al 1776, en que escribía.
Por la reseña que acabo de hacer del manuscrito se reconocerá que es uno de
ADICIONES DE DON P E B M Í N CABALLERO 2Q5
los libros más raro» y originales, una descripción del pueblo y los habitantes,
de que no he visto otra semejante.
* Reseña histórica del memorable sitio de Bilbao. Publícala su
M. N. y M, L, Ayuntamiento... Impresa en 1835 por N. Delmas.
* Reseña histórica del último sitio y defensa de Bilbao, con por-
menores muy interesantes sobre los memorables acontecimientos ocu-
rridos en los dos meses que ha durado. Madrid. Imprenta de Yenes.
Ambos folletos en 4."
* Relación de los festejos con que Bilbao ha celebrado el recibo
de la bandera, regalo d« Su Majestad a la Guardia Nacional de todas
armas de aquella villa. Por un individuo de la misma. Aplicado el
producto a favor del armamento general. Madrid. Imprenta de don
M. García, a cargo de don Y. Boix. 1835.
Cuarenta y dos páginas en 8."
* Intereses de Bilbao. Examen de lo perjudicial que sería la per-
manencia del sistema foral en el siglo XIX al comercio e industria
del país, y a los liberales de Vizcaya. Por Víctor Luis de Ganimel.
Bilbao. Imprenta de Adolfo Depont. Septiembre 1837.
Cincuenta y siete página* en 4.^
BoRjA. Ciudad de la provincia de Zaragoza.
* Demostración de la justicia con que pide Borja que se la con-
serve cabeza de partido, y necesidad de variar la división de la parte
occidental de la provincia de Zaragoza, propuesta por el real acuer-
do de Aragón.
Manuscrito copia de la exposición original presentada al Gobierno en 1830
por el comisionado de Borja don Francisco Sangüesa; trabajo de Fermín Caba-
llero, en 17 hoja» en folio.
BuoÍA. Villa de la provincia de Guadalajara.
* Sagrada novena a María Santísima del Peral de Budía, por un
devoto hijo del pueblo. Cuenca. Imprenta de Feijoo. 1839.
Folleto de 35 páginas en 8.°
BuENDÍA. V. Sacedón.
BURGOS. Ciudad metropolitana, capital de su provincia.
Noticia de varias gracias que hizo a Burgos el rey Sancho IV,
desde el año 1285.
M». incluso en el catálogo de loei antiguos, que imprimió en Madrid don
Joeef Collado.
* Carta que dexó escrita a S. M. don Francisco Manso y Ziíñiga,
arzobispo de Burgos.
Tres hojas en folio, sin año ni lugar de impresión, pero que tiene la fecha
de 1655 y se haUa testimoniada en el siguiente de 1656. Es relativa a qu« no se
desmembrase el aricobispado para crear el nuevo obispado de Santander,
* Breve informe que en forma de carta hizo al M. R. P . Fr. Juan
Martínez, confesor de la majestad católica de nuestro gran Philipo IV,
296 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
rey de las Eapañas (q. D. g. m. a.), por la Santa Iglesia Metropoli-
tana de Burgos y todo su arzobispado; un celoso de la religión cris-
tiana, su hijo, que sin afectación, en voz común de los fieles, sólo
trata en él de decir verdades sin lisonja y sin arte, por parecerle deuda
en conciencia hacerlo así en el estado presente. Escrito en la soledad
de sus retiros, a 2 de septiembre de 1657.
Dos pliegos en folio, sin lugar de impresión, dirigidos contra la erección pro-
yectada de un obispado nuevo en Santander.
* Memorial a S. M. del deán y cabildo de Burgos contra la erec-
ción del obispado d« Santander.
Dos pliegos en folio, sin fecha ni lugar de la impresión.
* Memorial de la Iglesia de Burgus a S. M. contra la segregación
de las montañas bajas del arzobispado para el nuevo obispado de
Santander.
Cinco hojas impresas en folio, sin año ni lugar.
* Memoria sobre el origen del camino de Burgos a Bercedo, man-
dado construir por Real decreto de 20 de julio de 1828. Medios em-
pleados al efecto y resultados que han producido, con un apéndice...
de documentos... Año de 1832. Burgos. Imprenta de don Ramón de
Villanueva.
Ochenta y cuatro páginas en 4.*=
BussoT. Villa de la provincia de Alicante.
* Memoria sobre los baños minerales de Bussot, por don Joaquín
Fernández López, director... Madrid, 1839.
Folleto en 8."
V. Nules.
CAB.4ÑAS DE LA SAGRA. Villa de la provincia de Toledo.
Antigüedad de Cabanas junto a Toledo.
Ms. que ee cita en un índice del archivo de Salazar o de Monserrate, núme-
ro 43, hecho «n 1822.
CÁDIZ. Ciudad capital de la provincia de su nombre,
Noticia de varias antigüedades encontradas debajo de tierra en el
Isthmo de Cádiz, hasta el año 1598.
Ms. de la colección del curioso Andaluz, según «1 catálogo impreso por don
Josef Collado.
Voto que hizo el excelentísimo señor marqués de Miravel, gober-
nador del Consejo..., en 26 de diciembre de 1722, sobre el estable-
cimiento de los tribunales de contratación y consulado en Sevilla o
en Cádiz.
Inserto «n «1 periódico El Procurador General de 27 y 28 de febrero y 1 de
marzo de 1815.
Monumento de gratitud al pueblo de Cádiz... Por don Antonio
José Ruiz del Padrón, diputado en Cortes por Canarias, dada a luz
por un amigo del autor. Madrid. Imprenta de Fuentenebro. 1813.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLEBO 297
* Plan del censo de la provincia de Cádiz, dispuesto por don
Félix José Reinoso, y publicado por la Diputación Provincial para la
formación de estados de los pueblos de su distrito. Cádiz. Por don
Esteban Picardo. 1823.
Un tomo, folio marqnilla.
* Memoria sobre la libertad de comercio y el puerto franco de
Cádiz. Por don Pío Pita Pizarro. Cádiz, enero de 1834. Imprenta de
don Ensebio Díaz Malo.
Cincnenta y do» página» en 4.°
* Viaje a Cádiz de un miliciano nacional de Madrid en 1823. Por
don Agustín Severíano Fernández, individuo de la primera compa-
ñía del tercer batallón de dicha milicia. Madrid, 1835. Imprenta de
don León Amarita
Setenta y cuatro páginas en 8.°
V. Andalucía.
CALAHORRA. Ciudad de la provincia de Logroño.
* Discursos histórico-canónicos sobre los beneficios patrimoniales
de las iglesias parroquiales del obispado de Calahorra y La Calzada,
Parte primera... Su autor el doctor don Juan Antonio Llórente, pres-
bítero... Año 1789. En Pamplona, por Juan Antonio Castilla.
Un tomo en i."
CALDAS DE B O H Y . Baños de la provincia de Lérida.
* Memoria químico-médica de las aguas minerales de Caldas de
Bohy en el principado de Cataluña. Por don Francisco Carbonell y
Bravo. Barcelona, 1832.
* Observaciones sobre los .efectos que han causado en algunos en-
fermos las aguas de Nuestra Señora de Caldas de Bohi. Por don
Mariano Doria. Barcelona, 1832.
Lo» do» eccritoe fonnaa nn cuaderno «n i."
CALDAS DE OVIEDO. Lugar de la provincia de Asturias.
* Monografía de las aguas termales alcalino-gaseosas de Caldas de
Oviedo, por don José Salgado y Guillermo. Madrid, 1850.
Folleto de 157 páginas en 8.°
CALDAS DE R E T E S , Ayuntamiento de la provincia de Pontevedra.
* Anuncio sobre las investigaciones físico-químico-médicas de las
aguas minerales de las Caldas en Galicia. Por don Manuel Jacobo
Fernández Marino. Madrid, 1828.
Folleto en 4.^
CALDAS DE BUELNA. Baños de la provincia de Santander.
Breves notigias sobre el establecimiento de aguas minerales de Cal-
das de Vuelna. Por don José Cayetano Bustamante. Madrid, 1848.
Folleto en 4."
CAMPILLO ALTOBUEY. Villa de la provincia de Cuenca.
* Noticias de la villa del Campillo Altobuey, por el cura párroco
don Manuel Escolar y Noriega. 1841.
298 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Ms. hecho a mi instancia y en respuesta a mi interrogatorio para la descrip-
ción de loe pueblos, que contiene noventa y dos preguntas y cinco nota».
CAMPOS DE MALLORCA. Villa de la provincia de las Baleares.
Estrado del análisis químico de las aguas que constituyen la balsa
de las Estacas... en la villa de Campos de Mallorca, por d o n Juan
Andrés Nieto Samaniego. Mallorca, 1805.
CANARIAS. Islas y provincias de España en el Atlántico.
I ^ crónica que el señor Muñoz pone al niimero 4 consta entre los
manuscritos anteriores al año 1600, que reunió un curioso Andaluz,
y cuyo catálogo imprimió en Madrid don Josef Collado en estos tér-
minos : Crónica (le las islas Canarias por Pedro Arguello, enmendiada
por d bachiller Hernando Orñz en 1526.
Conquista de Canarias, por Alonso de Falencia.
Ms. de la misma colección y en el propio catálogo de don Josef Collado.
Información auténtica de pesquisa hecha en razón de a quién per-
tenece la isla de Lanzarote y conquista de Canaria, e n trescientas hojas
mbricadas del escribano Diego Fernández de Olivares, en Triana a
14 d e enero d e 1477.
Ms. del catálogo referido de don Josef Collado.
* Descripción topográfica, política, militar de la isla de la Gran
Canaria, en que se da noticia cómo se adquirió el nombre de grande;
su figura, situación, frutos, terrenos, poblaciones... Formada por el
capitán de Infantería e ingeniero-ordinario... don Miguel de Hermo-
silla, encargado d e l mando de su ramo en dicha isla desde octubre
del año 1779.
Ms. un tomo en folio, con varios planos y láminas, escrito y encuadernado
con lujo, y fechado en la Gran Canaria a 8 de junio de 1780.
Plan general y noticia previa de las reales fiestas con que la ciudad
de San Cristóbal de la Laguna solemnizó la proclamacion.de Car-
los IV.
Folleto «n i.", que existía en la librería de los condes de Torralba y Talara.
* lUustración apologética de un real decreto expedido por el señor
rey d o n Felipe V , para las islas Canarias, e n 10 d e febrero d e 1731,
por don José María de Zuaznabar y Francia... Madrid, en la Impren-
ta que fué de Fuentenebro, 1816.
Veintisiete páginas en 4.°
* Contestaciones entre el excelentísimo señor don José Marrón, co-
mandante general y gobernador civil de la provincia de Canarias, y
el Ayuntamiento de la villa de Santa Cruz, su capital, sobre pasqui-
nes .. Madrid, abril de 1835. Imprenta de don Lázaro Fernández de
Ángulo.
Treinta y seis páginas en 4."
* Representación dirigida a S. M. por un número considerable de
las personas más distinguidas de Santa Cruz d e Tenerife, capital de
ADICIONES DE DON FERMÍN CABA1.LES0 299
las i&Ias Canarias, sobre los sucesos ocurridos en ella en el mes de
agosto de 1836 .. Madrid. Imprenta de don Marcelino Calero. 1837.
* Esposición del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife al so-
berano Congreso Nacional. Madrid. Imprenta de don Nicolás Arias.
Folleto en 4.°, sin año de impresión; pero fué el de 1837, reclamando contra
«1 proyecto de arreglo del Clero, en que se suprimía su obispado.
*" Esposición fundamentada a la Regencia provisional del Reino
por la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Para que ínterin las
Cortes arreglen definitivamente la división territorial... se apruebe
el pronimciamiento y división en dos provincias... Por el licenciado
don Antonio Ruiz de Bustamante... Madrid, 1840.
Uo8 pliegos en folio.
* Memoria de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria para que
se la reintegre en la posesión de su capitalidad de provincia o se di-
vida ésta; estendida por don A. R. de B . , su comisionado especial
cerca del Gobierno. Madrid. Imprenta de don Eusebio Aguado. 1841.
Treinta y seis páginas en folio.
* Cuestión de capitalidad entre Santa Cruz y Las Palmas.
Paralelo de razones y documentos que se imprimió en 27 páginas
en folio por el periódico democrático La Diaciuión. en 1856, cuando
se debatía esta cuestión en la Comisión especial de las Cortes Cons-
tituyentes, a propuesta del Gobierno.
* Colección de noticias geográficas y resumen estadístico de las
islas Canarias, por F. Jordán Acebedo. En Orotava, 1831.
Ms. copia del original, que en gallarda caligrafía existe en el Minbterio de
la Gobernación de la península.
CARBONERAS. Villa de la provincia de Cuenca.
* Discurso sagrado-histórico-moral que en la solemne fiesta celebra-
da el día 13 de mayo de 1860, con motivo de la nueva bendición del
magnífico templo de Santa Cruz del suprimido convento de P P . Do-
minicos de Carboneras... predicó el bachiller don José Luis Martínez
de Torres, cura propio de la misma .. Cuenca. Imprenta de Pedro
Mariana. Junio de 1860.
CARDONA. Villa de la provincia de Barcelona.
* Memoria sobre el criadero de sal gema de Cardona, dedicada
a la Asociación General de la Minería Española. Barcelona. Imprenta
d e Ramírez. 1854.
Folleto de 24 páginas en 4.°, firmado por don Miguel de Elias y Marchal.
* Apuntes sobre lo ocurrido en los expedientes de registro de sal
gema, del distrito de Cardona, que posee la sociedad minera titulada
La Actividad. Madrid. Imprenta de José María Ducazcal. 1854.
Veintisiete páginas en 4.^
CARTAGENA. Ciudad de la provincia de Murcia.
La chrónica del P . Ortega, que se pone al número 15, aparece im-
300 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
pK8a €n Madrid, 1740. En el índice expurgatorio de la Inquisición
del año 1790, al prohibir esta obra, se la supone impresa en Murcia
dicho año 1740.
[Al margen: ojo.]
Catálogo de los obispos de Cartagena, así de los tres primitivos,
San Fulgencio, San Luciano y Bonifacio, como de los veintinueve
después de la restauración de España, desde don Pedro Gallego, en
1266, hasta don Sancho de Avila, en 1591.
Ms. del catálogo impreso por don Josef Collado; colección del curioco An-
daluz.
CARTAGENA. Provincia eclesiástica de los franciscanos.
Historia de las personas illustres y notables en santidad de la santa
provincia de Cartagena, de la Orden de San Francisco, que hasta ahora
no están puestas en escriptura alguna. Compuesta y ordenada por Fr.
Melchor de Huélamo... Impreso en Cuenca por Domingo de la Igle-
sia. Año de 1617.
Un tomo en 4."
CASARES. Villa de la provincia de Málaga.
* Casares, fidelísima a su rey y a su patria en grado heroico; su
placer y singularidad en el reino de haber logrado a sus esfuerzos y
servicios no ser dominada ni un solo instante del intruso... Granada.
Imprenta de don Nicolás Moreno.
Folleto de 38 páginas en 4.°, sin año de su edición.
CASTELLÓN DE LA PLANA. Capital de su provincia.
* Memoria o breves apuntaciones geográficas, económico-estadísti-
cas y de rentas de la provincia de Castellón de la Plana, por don
Alejo Santillán, contador de rentas de la misma. Castellón. Imprenta
de P. Gutiérrez. 1843.
Folleto de 66 páginas en 4.° ,
CASTILLA. Antiguo reino de España.
* Colección de privilegios, franquezas, exenciones y fueros con-
cedidos a varios pueblos y corporaciones de la Corona de Castilla,
copiados de orden de S. M. de los registros del Real Archivo de Si-
mancas. Sirve de continuación a la colección de documentos concer-
nientes a las provincias Vascongadas. Tomo V. Madrid, en la Impren-
ta Real. Año de 1830.
E^ del mismo don Tomás Conzákz, que compiló los cuatro tomos de las Vas-
congadas.
CASTILLA LA NUEVA. Demarcación militar de España.
* Colección de las ciudades, villas y lugares que comprehende la
Capitam'a General de Castilla la Nueva, creada últinwimente por Su
Majestad y encargado su mando y gobierno al excelentísimo señor
conde de Aranda, presidente del Consejo. Compuesto y ordenado por
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 301
don Juan Francisco González, escribano principal de la Auditoría
de ella.
Coarenta y ocho páginas en 8.°, sin lugar ni fecha de impresión. La dedica-
toria a 28 marzo 1772.
CASTILLA LA VIEJA. Demarcación militar de España.
* Itinerario militar de la Capitanía General de Castilla la Vieja,
formado por una brigada de oficiales del real cuerpo de Ingenieros;
mandado imprimir por el excelentísimo señor don Carlos O'Donell, y
concluido por orden del excelentísimo señor don Francisco de Longa,
capitanes generales de la misma provincia. Valladolid. Imprenta de
Aparicio.
Un tomo de gran marca, apaisado, sin fecha; pero se publicó hacia 1831, y
debía acompañarle un gran mapa del distrito, que no se grabó.
CASTROPOL. Villa de la provincia de Asturias.
* Representación al Congreso nacional sobre los perjuicios de la
división territorial en partidos de la provincia de Asturias. Madrid.
Imprenta de Alvarez. Año de 1820.
Diez pliegos, folio.
CATALUÑA. Principado y provincia.
* De la Historia de Meló, que pone el señor Muñoz al niímero 67,
tengo tma edición, cuya portada dice: «Historia de los movimientos
y separación de Cataluña y de la guerra entre la majestad católica de
don Felipe IV, rey de Castilla y de Aragón, y la Diputación General
de aquel principado. Dedicada, ofrecida y consagrada a la aantidad
del beatísimo Padre Inocencio X, pontífice sumo máximo romano.
Escrita por Qemente Libertino. Lisboa. Con todas las licencias ne-
ceaarías. Por Bernardo da Costa de Carbalho, impiresor y a su costa.
Año de 1696.»
Un tomo en A."
* Relación de las epidemias de calenturas pútridas y malignas que
en estos últimos años se han padecido en el principado de Cataluña,
y principalmente de la que se destiubrió el año pasado de 1783 en
la ciudad de Lérida, Llano de Urgel y otros muchos corregimientos y
partidos .. Por don Joseph Masdevall, doctor en Medicina de la Uni-
versidad de Cervera, médico del Rey Nuestro Señor, con egercicio.
En la Imprenta Real. 1786.
Ciento treinta y seis páginas en 4."
* Memoria sobre el carbón de piedr'a de Cataluña.
Publicada en el número 66 del periódico de Madrid titulado Diario
Curioso, año 1786.
Noticia universal de Cataluña, por B. D. A. V. Y. M. F. D.
Se incluyo entre loe libros proliibido£ del expurgatorio de la Inquisición en
1790. [Al margen: Lo cita. V. la página 94, número 64.]
* Atlante español o descripción general geográfica, cronológica e
histórica de España por reinos y provincias... Sacado a luz por don
302 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Bernardo Espinalt y García... Madrid. Imprenta de Pantaleón Aznar.
Año 1778.
Los tomos IV, V, VI y VII corresponden a Cataluña.
* Prontuario de la mayor parte de los caminos y veredas del
principado de Cataluña, con los pueblos y posadas situados en sus
carreras... Por don Pedro Serra y Bosch... Barcelona, por Agustín
Roca. Año de 1814.
Cnademo en 4.° apaisado.
* Itinerario de las provincias de Barcelona, Tarragona, Lérida y
Gerona, adornado con el mapa de la antigua Cataluña. . Por F . C.
Barcelona. En la Imprenta de Domingo Feyner. Año de 1823.
Cuaderno en 8.° apaisado.
Relación estadística de los pueblos de que consta el principado de
Cataluña. Por el intendente don Vicente Frígola. Barcelona.
* Cants del millor cisne cátala en las agonías del reverent doctor
Vícent García, rector de Vallfogona. Barcelona, en la Estampa de
Joseph Rubio. Any 1821.
Memoires sur la demiere guerre de Catalogue, por Florent Galli,
aide-decamp de Mina. París, rué Richelieu, n." 60.
Se refiere a la guerra civil de 1Ü20 a 1823.
CAUDETE. Villa de la provincia de Albacete.
* Relación circunstanciada... de la causA seguida en Almansa so-
bre muerte de cuatro facciosos en la villa de Caudete. Publícala Fran-
cisco Estañ Pérez... Albacete, noviembre de 1839. Imprenta de He-
rrero Pedrón y Compañía.
Treinta y dos páginas en 4.°
Historia verdadera de la santa y milagrosa imagen de María San-
tísima de Gracia y de la del glorioso obispo y mártir San Blas. Ve-
néranse en su ermita, extramuros de la real, muy noble y muy leal
villa de Caudete, del obispado de Orihuela y reino de Murcia. • Ordé-
nala un devoto, ajustado en un todo a lo que obra en los archivos de
la real sala de la villa, iglesia parroquial y santa casa de Nuestra
Señora de Gracia... Alcoy. Imprenta de Francisco Cabrera. Julio de
1845.
Un tomo en 8."
CAZORLA. Ciudad de la provincia de Jaén.
Historia de la ciudad de Cazorla, por Luis de Urbina.
Ms. anterior al año 1600, según el catálogo impreso de don Josef Collado.
Ci'XTlBESlA. Región de la España romana.
* Situación, extensión y límites de la primitiva Celtiberia y de
la.« tres diócesis eclesiásticas en ella comprendidas. Con respuesta a la
censura que en el año pasado de 1805 se ha publicado del opúsculo
impreso el año de 1801, e intitulado: Preeminencias y dignidadt qti0
en la Orden militar de Santiago tienen su prior eclesieistico y su «Jaiso
matriz. Obra de...
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 303
Ms. original de 89 fojas en folio, con varios mapas, qoe escribió el abate
Hervás y Panduro en Roma a 1 de octubre de 1806, contestando a don Jácome
Capiatrano de Moya.
CESTONA. Villia de la provincia de Guipúzcoa.
Disertación de las aguas termales de Cestona, método de usarlas y
eus efectos. 1810.
Ms. anónimo en la Academia de Medicina.
Observaciones sobre las aguas de Cestona, por don Antonio Ma-
nibe, don Javier Eguía y don Francisco Chahano.
M«. inédito en dicha Academia.
* Análisis de las aguas minerales de Cestona, por don Patricio
Zearrote. Bilbao, 1822.
* Memoria sobre las aguas minerales de Cestona, por don Justo
María de Zabala. Madrid, 1850.
CiEZA. Villa de la provincia de Murcia.
* Panoplia, cartas geográfico-anticuarias contra el abuso de las bellas
letras. Por el doctor don Juan Lozano, canónigo de la santa iglesia
cartaginense, escritas con designio de refutar los extravíos anticuarios
del R, P . definidor Salmerón. Con las licencias necesarias.
Un tomo en 4.*>, sin fecha ni lugar de impresión, contra la antigua cartilla del
Padre Salmerón publicada en 1777.
CIUDAD REAL. Capital de la provincia de su nombre.
* Observaciones presentadas a la Diputación de Ciudad Real sobre
la utilidad de trasladar la capital a la ciudad de Almagro. Madrid,
1837.
Diecinueve páginas en 4.°, con planos.
V. Badajoz.
COCA. Villa de la provincia de Segovia.
* Expediente de la villa de Coca.
Publicado en las Memorias de la Sociedad Económica de Segovia del año 1786,
páginas desde la 232 a la 279. Lo promovió el cura párroco don Vicente de Aram-
buro, con motivo de la decadencia y despoblación de aquella antigua villa.
COLMENAR DE OREJA. Villa de la provincia de Madrid.
* Memoria sobre los terrenos de sulfato de sosa situados en el tér-
muio de Colmenar de Oreja... Por don Amalio Maestre, gefe de pri-
mera clase del Cuerpo de Ingenieros de Minas. Madrid, 1855.
Quince páginas en 4.°
CÓRCOLES. V. Sacedón.
CÓRDOBA. Ciudad capital de la provincia de su nombre.
* Atlante español o descripción general, etc. Por Espinalt. 1778.
En los tomos 11 y 12 trata del reino de Córdoba.
* Colección de los autcs generales de fe (y particulares) celebrados
por el Tribunal de la Inquisición de Córdoba; anotados y dados a luz
por el licenciado Gaspar Matute y Luquin. Córdoba. Imprenta de San-
talo, Canalejas y Compañía.
304 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Sin fechii, y al final ofrece otro lomo en 8.°, como éste, L. M. Ramírez. E^ edi-
ción moderna.
* Noticia histórica de la Real Sociedad Patriótica de Córdoba
desde su fundación en 1779 hasta fin de 1815; leída y aprobada... por
la misma Sociedad. Córdoba. Imprenta Real, de don Ra£ael García
Rodríguez. Año de 1816.
Cincuenta y seis páginas en 4."
* Sucesos de Córdoba en fines de septiembre y principios de octu-
bre del año próximo pasado al ocuparla militarmente Gómez con su
facción, y relación oficial de ello. Por don Francisco Díaz de Mora-
les... La imprime y publica como apuntes a la historia contemporá-
nea. Madrid, 1837.
Folleto de 16 páginas en 4.°
* Visita de la provincia de Córdoba hecha por el Gefe político don
Ángel Iznardi en febrero y marzo de 1841. Córdoba. Imprenta de
Nógner y Mante.
Cuarenta y dos páginas en 4.°, rx>n noticias de los pueblos,
CoRONiL. Villa de la provincia de Sevilla.
* Memoria de los sucesos del Coronil, desde el 17 de diciembre d e
1820 hasta el 25 de marzo de 1821, con el conocimiento de SUB causas.
Sevilla, por la viuda de Vázquez y Compañía. Año d e 1821.
CORUÑA (LA). Ciudad capital de k provincia de su nombre.
* Relación histórica de los acontecimientos más principales ocu-
rridos en La Coruña y en otros puntos de Galicia en febrero y marzo
de 1820... Va seguida de un diario de las operaciones militares. . Por
el capitán don José de Urcullu. Coruña. Imprenta de Yguereta. Año
de 1820.
Cuaderno de 194 páginas en 4.°
CORRALES. Lugar de la provincia de Sevilla. '
Disertación sobre la naturaleza y virtudes del agua hedionda de
Corrales, por don Francisco Sánchez Valiente.
Parecer que, a petición del doctor don Juan Nepomuceno del
Rayo..., dio el doctor don C. de P . y R. acerca de las dos disertacio-
nes que los doctores don Antonio Maldonado y don Franciasco Sán-
chez hicieron sobre las aguas de Corrales, y acerca del análisis de
ellas de don Pedro Tabares.
Impugnación a las Memorias de Maldonado y de Sánchez, presen-
tadas a la Sociedad de Osuna en 12 de enero de 1788.
Los tres escritos precedentes existen inéditos en la Academia de Medicina.
CUENCA. Ciudad capital de su provincia y obispado.
* Además de la edición citada al número 16, hay ésta: «Vida de
San Julián, segundo obispo de Cuenca, sacada de la que escribió el Pa-
dre Bartolomé Alcázar, de la Compañía de Jesiís, y reducida a com-
AMCIONES DE DON FGRMfN CABALLERO 305
pendió por un devoto del Santo.» Cuenca. Imprenta de P. Mariana.
Junio de 1857.
Folleto en 8.»
Vida de San Julián, segundo obispo de Cuenca, en verso, por Bar-
tolomé Segura, vecino de la misma ciudad. Impreso en Cuenca por
Miguel Serrano de Vargas. Año 1599.
Un tomo en S."
Discurso «n comprobación de la santidad y milagros del glorioso
San Julián, segundo obispo de Cuenca, hecho por el doctor Juan Bau-
tista Valenzuela... Impresa en Cuenca por Bartolomé de Selma.
Año 1611.
Folleto en 8."
* Memorial ajustado, hecho de orden del Consejo-pleno a instan-
cia de los señores fiscales, del expediente consultivo, visto por remi-
sión de S. M. a él. Sobre el contenido y expresiones de diferentes car-
tas del reverendísimo obispo de Cuenca, don Isidro de Garba jal y
Lancaster. Madrid, 1768. En la oficina de Joachuín Ibarra.
Un tomo'en folio.
* Cuestión canónico-legal en sus relaciones con el señor obispo de
Cuenca. Por el licenciado don Pascual García Cabellos, abogado de
los Tribunales nacionales y del Ilustre Colegio de esta corte. Ma-
drid, 1850.
Setenta y doa páginas en 4.°, relativas u la causa de las llagas de Sor Patrocinio.
Constituciones sinodales del obispado de Cuenca, por el señor obis-
po Pacheco. Cuenca, 1603. Por Cornelio Bodán.
Un tomo en 4.*" mayor.
Constituciones sinodales hechas y promulgadas en la Sínodo dioce-
sana que se celebró en la ciudad y obispado de Cuenca, por el señor
don Enrique Pimentel, obispo de dicho obispado. Año de 1626. Im-
[ireso en Cuenca por Domingo de la Iglesia.
Tomo en folio.
* Constituciones del Seminario Conciliar de San Julián, de Cuen-
ca, formadas por el ilustrísimo señor don Ramón Falcón y Salcedo,
obispo de dicha ciudad y su diócesis. En Cuenca, por Fernando de la
Madrid. Año de 1805.
Cuaderno en 4.°
* Real cédula de S. M. y señores del Consejo, en que se aprue-
ban las constituciones de la Sociedad Económica de Amigos del País.
de la ciudad de Cuenca y su provincia. Reimpreso en Cuenca. Año
1815.
Ochenta y cuatro páginas en 4.**, «in nombre de impresor, aunque lo fué Lti
Madrid.
* Mapa de todos los pueblos que se comprenden en esta provin-
cia de Cuenca.
Ms. de 52 hojas útiles en folio apaisado, que escribió en 1728 Bartolomé
306 BEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Alarcón, empleado en la» oficina» de rentas, y que e» un resumen por pueblos
de su vecindad, «ituación, tributos, etc. Perteneció a la librería particular del
s«ñor Llagnno y Amirola.
Manifiesto a la España por la ciudad de Cuenca. En Cuenca. Por
Fernando Antonio de la Madrid. 1808.
Veintitréa páginas en 4.°, respondiendo al grito patriótico del Dos de Mayo,
Contestación al manifiesto publicado por el señor don Juan Má-
ximo Moreno, comisionado para averiguar los bienes del clero, que
da la Junta diocesana del obispado de Cuenca. Impreso en Cuenca,
casa de la Madrid, 1823.
Folleto de 23 páginas en 4.°
CHINCHILIA. Ciudad de la provincia de Albacete.
Teoremas y problemas de don Antonio Capdevilla..., naturaleza del
agua mineral del Pilar, de la ciudad de Chinchilla, y de la acreditada
de Puertollano. Madrid, 1775.
* Manifiesto que da el Ayuntamiento de la ciudad de Chinchilla
de los fundamentos en que apoyó su acuerdo de 31 de agosto, a cuya
desobediencia excitó, en su bando de 25 de octubre, el gefe poU'tico
de la provincia. Madrid. Imprenta de Llorenci, 1840.
Cuarenta páginas en 4.°
CHULILLA. V. Nulas.
EBRO. R Í O de España.
* Proyecto de navegación del río Ebro, formado por los coroneles de
los Cuerpos nacionales de Artillería e Ingenieros don Juan Aznar y don
Ramón Folguera. Zaragoza. Imprenta de Francisco Magallón. Año
1820.
Veintiocho páginas en folio.
ELCHE. Villa de la provincia de Alicante.
* Manifiesto del levantamiento de la villa de Elche en €l año de
1808..., acusado de sedición y alboroto, y cabeza del mismo el Padre
presentado Fr. Pedro Nolasco Moliner, de la Merced Calzada. Ori-
huela. Oficina de Pedro Berruezo y Puebla. Año de 1820.
Cincuenta páginas en 4."
ESCORIAL. Pueblo y sitio real de la provincia de Madrid.
El libro de Herrera, que se pone al niímero 2, lo examiné en la bi-
blioteca de don Bartolomé José Gallardo, con esta portada : «Sumario
y breve declaración de los diseños y estampas de la fábrica de San
Lorenzo el Real del Escorial, sacado a luz por Juan de Herrera, ar-
quitecto general de S. M. y aposentador de su real palacio. Con privi-
legio. Madrid, por Ja viuda de Alonso Gómez, impresor del Rey
N." Sr. Año de 1589.»
* Descripción de las maravillas del Escorial.
M«. de 161 páginasi en 8.°, que es un estracto de lo más esencial de cuan-
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 307
to i« babía «scrito hasta principio de este siglo sobre el admirado edificio y
8U» riquezas. Perteneció al monje Fr. Juan Borja y Plaza, confidente de Fernan-
do VII, cuando estuvo allí preso, siendo príncipe de Asturias.
ESPARRAGUERA. Villa de la provincia de Barcelona.
Memoria sobre las aguas sulfuro-termales de Esparraguera. Por
don Manuel Amiís de Ferrer. Madrid, 1847.
Folleto en 4.°
ESPINOSO « E L R E Y . Villa de la provincia de Toledo.
* Disertación físico-ohímica del examen, análisis y virtudes me-
dicinales de las aguas de la fuente mineral de la villa de Espinoso del
Rey, por don José María de la Paz Rodríguez. Madrid, 1798. Impren-
ta de la Viuda e Hijo de Marín.
Un cuaderno en 8.°
EsPORLAS. Villa de Mallorca, en las Baleares.
Descripción de la gruta de Esporlas, por d o n Joaquín María Bo-
ver. Palma de Mallorca, 1844.
Se anunció «u venta en loe periódicos.
ESTREMADDRA. Región y distrito militar de España.
* Relación de la consistencia y actual estado de las plazas, casti-
llos y puestos íortificados de la provincia de Estremadura, por el
marqués de Casa Cagigal.
M», fechado en Badajoz, a 15 de diciembre de 1787.
* Dirección d e la correspondencia para todos los pueblos, dehe-
sas y sitios de la provincia de Extremadura, por Soto.
Un tomo en 4.°, que no puntualizo por no tenerle ahora a la mano, con u.i
nutpúi.
FERROL ( E L ) . Villa y departamento marítimo, provincia de La Coruña.
* Consideraciones generales sobre varios puntos históricos, polí-
ticos y económicos, a favor de la libertad y fomento de los pueblos y
noticias particulares de esta clase, relativas al Ferrol y a su co-
marca. Madrid. Imprenta de M. Repullés. 1820.
Seis tomos en 4.°, el último en la imprenta de Eusebio Alvarez el mismo año.
FiTERo. Villa de la provincia de Navarra.
* Exiamen chímico-médico de los principios y virtudes de las
aguas thermales y bailo de Fitero. Por el licenciado don Antonio Ra-
mírez. Pamplona, 1768.
Un tomo en 4."
FORTUNA. V. Nules.
FRAILES. Villa de la provincia de Jaén.
* Disertación analítica de las aguas hidro-sulfurosas de Frailes,
por don Miguel Rodríguez. Granada, 1851.
Cuarenta páginas en i."
FuENCALiENTE. Pueblo de la provincia de Ciudad Real.
30S REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Memoria de lag aguas y baños minerales de Fuencaliente, por d o n
Carlos Mestre. Madrid, 1840.
Folleto en 8.»
FUENSANTA, O Buyeres de Nava. Lugar.de Asturias.
* Observaciones químico-mineralógicas sobre las aguas de la Fuen-
santa de Nava. Por don Adriano Paillet. Oviedo, 1844.
Folleto en 4.°
FUENTECALDA. V . Nules.
FUENTE EL CÉSPED. Villa de la provincia de Biu-gos.
* Estado que tiene la villa de Fuente el Césped, vicaría, arcipres-
tazgo d e Montejo y d e su tieiTa, por su cura párroco, don Manuel R o -
dríguez Ríonegro, en 1774.
Se publicó inserto en la» Memorias de la Sociedad Económica de Segovia del
año 1786, desde la página 279 a la 315, con documentos históricos y datos.
€AIM)R (SIERRA). En la provincia de Almería.
* Progresos, estado d e las minas de plomos y alcoholes de la sie-
rra d e Gádor. Indícase los medios d e su fomento. Su autor, d o n Mar-
tín de Pineda. Publícase de Real orden. Madrid. Imprenta de don
M. Burgos. 18 diciembre 1830.
Veinticuatro páginas en 4.°
GALICIA. Antiguo reino y distrito de España.
* Nobiliario del reyno de Galicia de el licenciado Balthasar P o -
rreño, que escribió con la ocasión de haber acompañado al chronista
Ambrosio de Morales.
Ms. en nn grueso volumen folio, de muy buena letra y sin foliación.
"* Vindicias históricas por el honor de Galicia, escritas por don
Diego Antonio Zernadas de Castro y Ulloa, cura d e Fiume. E n San-
tiago, en la imprenta d e d o n Pedro Frayz.
En 4.0, con licencia del año 1760.
* Memoria sobre la pesca de sardina en las costas de Galicia. Por
don Josef Gomide, regidor de la ciudad de Santiago. Madrid, 1774.
Por don Joachín Ibarra.
En 4.°; ee refiere al ruidoso espediente de la pesca con jábegas, que motivó
las diferencias «ntre catalanes y gallegos.
El pueblo gallego n o hizo gestión alguna para que el Supremo Go-
bierno restableza el Tribunal d e la Inquisición... Impreso en La Co-
ruña en 1812, e n la oficina d e don Antonio Rodríguez.
Folleto anónimo incluido en el edicto de la Inquisición de 2 de mano de 1817.
[Al margen: Ojo.]
* Rogos d e un escolar gallego a Virxe d o bo Acertó para que libre
a térra da Inquisición. Coruña. Imprenta de Iguereta. A ñ o 1820.
Papel en folio. [Al margen: Ojo.]
* Manifiesto que la Junta de Gobierno d e Galicia, creada p o r el
pueblo en 21 d e febrero de 1820..., hace a la nación española d e sus
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 309
Operaciones y fatigas Corana, en la oficina de don Manuel María
do Vila, Año 1820.
Cincuenta páginas en 4."
* Viage de Galicia desde la villa de Benaventc. o breve descripción
de sus dos carreteras... La da a luz el Ayuntamiento constitucional de
Santiago, n expensas de su capitular don Julián Francisco Suárez
Freyre... Impreso en Santiago. Oficina de don Manuel Antonio Rey.
Año -de 1813.
Cuaderno en 4."
Viage de dos amigos al reino de Galicia, verificado últimamente.
Imprenta de don Miguel de Burgos.
Anunciado pocos años ha en la Gaceta de Madrid.
* Diccionario nomenclátor de las ciudades, villas, aldeas, caseríos,
tolos, ventas, castillos y prioratos de todo el reino de Galicia, a que
se agrega una descripción geográfico-histórica del mismo reino en ge-
neral y de todas sus ciudades y pueblos principales en particular. Re-
«opilado por don José de Villarroel, arcediano de Luou en la iglesia
do Santiago. Santiago, Por don Juan Francisco Montero. Año de 1810.
Un tomo en 4.°
* Descripción geognóstica del reino de Galicia, acomj)añada de
un mapa petrográfico de este país, por don Guillermo Schulz . , pu-
blicada de Real orden. Madrid. Imprenta de los Herederos de Co-
llado, 1835.
En 4,0
* Descripción de los principales ríos que comprenden las cuatro
provincia» de Galicia, y sucinta relación de sus puentes. Por don
Alejo Andrade Yáñez.
Me. copia del original que existía en la Dirección de Caminos y Canales.
V. Vizcaya.
GALLEGO. V. Aroche.
GASCUEÑA. Villa de la provincia de Cuenca,
* Noticias geográficas e históricas de la villa de Gascueña, Por
el doctor don Matías Jaravo. 1841.
Ms. original, que se redactó conforme a mi interrogatorio de 92 artículos.
GRAENA. V, Alhama.
GuANADA. Ciudad, provincia y reino.
Número 19, Además de las ediciones de los paseos que cita el se-
ñor Muñoz, tengo esta otra: Paseos por Granada y sus contornos, o
descripción de sus antigüedades y monumentos, dados a luz por el cé-
lebre Padre Juan Echeverría, por los años de 1764, y ahora nueva-
mente reimpresos e ilustrados con algunas pequeñas notas. Por don
J, M. P . Granada, Imprenta Nueva de Valenzuela, Año de 1814.
Dos tomos en 4,°« que el publicidor don Julián María Pérez dedicó al conde
de Montijo y Baños, capitán general de Granada.
Número 71. Cita el señor Muñoz, en la nota, las cartas del sa-
310 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
cri»tán de Pinos, y en m i concepto, éste y demás libros debían tener
8U número y artículo especial, como todos los otros.
* Lecciones de los monumentos sagrados hallados en la Alcazava
de Granada.
Un tomo en folio, con láminas estampadas y 108 hojas manuscritas en que
está la lección interpretación y anotaciones, sin saberse el antor.
* Memorial a Carlos II del deán y cabildo del Sacromonte, d e
Granada, para que S. M. suplique del breve del Papa que manda re-
coger todos los libros... que se hallaren en dicho Sacromonte.
Veintidós páginas impresas en folio, sin fecha ni lugar de la edición. [Al mar-
gen : Puesto pág. 133, n.° 65.]
* Guerras civiles de Granada, por Ginés Pérez de Hyta, vecino d e
Murcia. Madrid. Imprenta de León Amarita. 1833.
Dos tomos en 8.°
* Reflexiones sobre la rebelión de los moriscos y censo de pobla-
ción. Insertas en el Boktín Ojicial de Granada y reimpresas de orden
de la excelentísima Diputación Provincial. Corregidas y aumentadas
en esta edición. Granada. Imprenta de Gómez y Compañía, calle d e
Elvira. Agosto de 1840.
Cincuenta y cinco páginas en 4.°
* Examen de las aguas medicinales que se hallan e n el reino d e
Granada. Por don Juan Bautista Solsona. Almería, 1824.
Un tomo en 8.°
* A los mineros de las provincias de Granada y Almería. Grana-
da. Imprenta de Sanz. Noviembre de 1840.
Dieciséis páginas en 4.^
GUAOALCANAL. Villa de la provincia de Sevilla.
* Noticia histórica documentada de las célebres minas de Guadal-
canal, desde su descubrimiento en el año de 1555 hasta que dejaron
de labrarse por cuenta de la Real Hacienda, De orden' del Rey
nuestro Señor. Madrid. Por d o n Miguel de Burgos. Año d e 1831.
Dos gruesos tomos en 4.°, que colectó en Simancas don Tomás Goncáleí por
encargo del ministro de Hacienda, don Luis López Ballesteros.
GUADALQUIVIR. V. Sevilla.
GuADix. V. Alhama.
GUIPÚZCOA. Una de las tres provincias vascongadas.
Nobiliario de la provincia de Guiptizcoa, por Domingo Lizazo.
Ms. en dos tomos en folio, que creo apunte de un índice de la biblioteca de
la Academia de la Historia.
* Guerras de franceses en Guipúzcoa. Año de 1719.
Ms. de 120 hojas en i.", que debió pertenecer al archivo de Montserrat o
libreria de don Luis Salazar, pues, aunque borrado, se distingue aún el sello
aL. S.» dentro de im círculo.
* Provincias Vascongadas. Fueros de Guipúzcoa, o contestación a
un impreso anónimo que desde Bayona, de Francia, se ha remitido
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 311
por el correo a varios ilustres proceres y otros personajes residentes en
Madrid. Por un español guipuzcoano. Madrid. Imprenta de los Herede-
ros de don F. Martínez Dávila. 1836.
Cincuenta y seis páginas en 4.°
HELLÍN. Villa de la provincia d e Murcia.
Naturaleza triunfante y crisol de mesentérioas... Con una diserta-
ción físico-médico-hidráulico-analítica sobre los baños de Azaraque,
sitos en el término de la villa de Hellín... Por don Francisco Cerdán.
Valencia, 1745.
Un tomo en 4."
HI!:RMIDA. Lugar de la provincia de Santander.
* Ensayo sobre las aguas minerales de la Hermida, por don Pa-
blo Seco Baldor. Valencia, 1850.
Cuarenta y siete páginas en 4.°
HERVIDEROS DE LA FUENSANTA. Baños de la provincia de Ciudad Real.
* Análisis del agua mineral de los baños de la Fuensanta, o hervi-
deros. Por don Gregorio Bañares. Madrid, 1820.
* Memoria sobre las aguas medicinales de los hervideros de Fuen-
santa, que contiene..., topografía..., antigüedad..., historia natural...
Por don José Torres, capitán de Infantería, médico director. Ma-
drid, 1821.
Son dos folletos en 4."
HuELVA. V. Andalucía.
HUETE. Ciudad de la provincia de Cuenca.
*" La noticia de Alique, que cita el señor Muñoz, tiene este tí-
tulo : «Noticias sobre la fundación, antigüedad e historia d e la ciu-
dad de Huete, estractadas d e las crónicas de la Historia de España
por don Julián Antonio Alique, caballero d e la Orden de San Juan y
prior de la iglesia d e San Gil, de dicha ciudad, en el año 1768.»
En 1840 saqué la copia manuscrita que tengo de la que poseía don José An-
drés de Cuenca, vecino de Huete.
* Anales de Huete. Por don Juan José Sánchez de Arriba, natu-
ral de Villar del Maestre y oficial archivero del duque del Infantado.
Ms. en dos tomos en folio, que poeeia la viuda del autor, doña Elena Sán-
chez, en 1840, de que saqué anotaciones. El primer tomo lo intituló «Historia
de la ciudad de Huete, co<n adiciones a la de Cuenca y estensión a sus comar-
cas, enlazada con la general de la población de España, y serie de naciones que
cansaron estado en ella»; pero después moderó su plan, y el segundo, que es la
misma materia del primero, más ordenada y en limpio, sólo se llama «Anales de
la ciudad d« Huete». Vale poco como historiador crítico, pues da cabida a es-
pecie» falsas y hasta ridiculas; en lo que era versado, y trae largas noticias, es en
la genealogía de las familias y de las personas ilustres.
HtJMERA. V. Sacedón y Sumasaguas.
INIESTA. Villa de la provincia de Cuenca.
312 nEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
* Novena espiritual a María Santúima de la Consolación, con una
breve noticia de su santuario, sito en el término y jurisdicción de la
villa de Iniegta... Por el Padre Fr. Antonio Herráiz. Reimpreso.
Cuenca. Imprenta de Pedro Mariana. Marzo 1858.
Trainta y ocho páginas en 8.°
ISABELA (IJA). Pueblo, sitio real y baños de la provincia de Guada-
lajara.
* La Isabela. Manual del bañista. Itinerario razonado, descrip-
ción del real sitio y baños termales. ., descripción de sus pintorescas
cercanías y antigüedades... Por don Basilio Sebastián Castellanos. Ma-
drid, 1846.
Folleto «n 8."
IT.ÍLICA. Ciudad romana de la Bética, provincia de Sevilla.
Antigüedades de Itálica, por Ibo.
Anunciado en la Gacela de Madrid.
JAÉN. Antiguo reino y actual provincia y ciudad.
* Atlante español, o descripción general geográfica, cronológica e
histórica de España..., por don Bernardo Espinal y García. Madrid,
1778.
Los tomos 12 y 13 tratan del reino de Jaén.
JÁTIVA. Ciudad de la provincia de Valencia.
* Festivas demostraciones de gratitud y reconocimiento de la au-
gusta ciudad de Xátiva a su Patrona María Santísima de la Seo, e n los
días 2 1 , 22, 23 y 24 de octubre de 1813. Por don Vicente Pía y Cabre-
ra. Impresas en Valencia por los yernos de Esteban.
Cita e«ta obra su autor en la tercera carta critica de Almenara.
JAVALERA. Villa de la provincia de Cuenca.
* Noticias geográfico-históricas de Javalera, por el presbítero don
Crisanto Merchante, en 1842.
Ms. escrito a mi instancia y según las 92 preguntas de mi interrogatorio.
JEREZ DE LA FRONTERA. Ciudad de la provincia de Cádiz.
Historia de Jerez d e la Frontera, por d o n Tomás Molero, escritor
del tiempo de Carlos I I I ; un tomo en 4.°
Así lo cita Llórente en «1 Catálogo de los ms. de que sacó las noticias para
su Historia critica de la Inquisición.
JÚCAR. Río de España.
* Esposición que d o n Luis María Proyet eleva al serenísimo se-
ñor regente del reino sobre la canalización del Júcar. Alicante. Im-
prenta de Nicolás Carratalá.
Está fechada el 17 octubre 1841, y en folio.
* Segunda esposición que dirige a S. A. el regente del reino la ex-
celentísima Diputación de esta provincia con motivo de la canaliza-
ción del Júcar. Alicante. Imprenta de Nicolás Carratalá.
En folio y con fecha 19 setiembre 1841.
ADICIONES DE DON KERMIN CABALLERO 313
LAGUNA ( L A ) . V. Canarias,
LANJARÓN. Villa de la provincia de Granada.
Compendio de las aguas y baños minerales de Lanjarón. Por don
Miguel Medina y Esteva. Granada, 1840.
Un folleto en 4.°
LANZAROTE. V. Canarias.
LECIÑENA. Pueblo de la provincia de Zaragoza.
"* Historia de la prodigiosa imagen de la Santísima Virgen de Ma-
gallón, aparecida y venerada en los montes de Leciñena. Dispuesta
por el reverendo padre prior Fr. José de Santo Domingo, religioso
carmelita descalzo, ex lector de Teología de la provincia de Ara-
gón. Zaragoza, en la imprenta de Andrés Sebastián. Año 1814.
Un tomo en 4."
LEDESMA. Villa de la provincia de Salamanca.
Tratado maravilloso y útilísimo de las enfermedades que se cu-
ran en las salutíferas aguas de los baños de la villa de Ledesma. Por el
doctor don Josepb Colmenero. Salamanca, 1697.
Un tomo en 4."
Análisis de las aguas termales de Ledesma . , coa noticias intere-
santes a los enfermos que vayan a tomarlas. Por don Ramón Moya
de la Torre y Villarreal. 1815.
Inédita en la Academia de Medicina.
V. Tamames.
LECANIEL. ViUa de la provincia de Cuenca.
* Noticias de la villa de Leganiel, por el presbítero don Luis Te-
jada. 1842.
Redactadas por mi encargo y que conaervo mas.
LEIZA (VAIXB DE). En Navarra.
Descripción topográfica de las cuatro villas del valle de Leiza, par-
tido d e Pamplona, hecha por el matemático presbítero don Martín
Fermín Zabaleta.
Ms. del siglo pasado que existía en Pamplona y se perdió en el incendio
de 1834.
LÉRIDA. Capital de la provincia de su nombre.
Al ntimero 3, pone el señor Muñoz la corografía de Quiñones, du-
dando si está impresa; pero, según León Pinelo, niímero 1.420, se
imprimió positivamente al final de la dispiíta política del mismo autor,
con este título: «Corografía de la ciudad de Lérida, antigüedades y
memorias suyas, por el doctor don Juan de Quiñones, presidente de
la sala de alcaldes.»
V. Cataluña.
LiMiA (LA). V. Antela.
LINARES. Villa de la provincia de Jaén.
* La mina de Arrayanes y fábrica de plomos reservados al Go-
314 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
b̀rno en Linares. Por don Antonio PuiduUes. Madrid, Imprenta Na-
cional, 1838.
Folleto en 4."
LOGROÑO. Capital de la provincia de su nombre.
En la Memoria de Alvia, que se pone al número 1.', falta esta es-
pecificación en la portada, entre Logroño y el nombre del autor:
«En prueba y calificación de su justicia, para que tenga efecto la
merced que el rey Don loan el Segundo le hizo, año de 1444, de voto
en Cortes en las de Castilla.»
* Auto de fe celebrado en la ciudad de Logroño en los días 7 y 8
de noviembre del año de 1610, siendo inquisidor general el cardenal,
arzobispo de Toledo, don Bernardo de Sandoval y Roxas. Segunda
edición. Ilustrada con notas por el bachiller Ginés de Posadilla, na-
tural de Yébenes. Madrid, en la Imprenta Real. Año de 1811.
Un tomo en 8,°, que fué prohibido in totum por edicto de la Inquisición de
Vallaaolid de 30 de mayo de 1819.
LOMO DEL GRULLO. Real posesión de la provincia de Sevilla.
* Descripción topográfica del terreno que comprende el coto del
rey, conocido por el Lomo de Grullo, perteneciente al Real Patri-
monio, formada en virtud del reconocimiento practicado de Real
orden con objeto de informar a S. M...., por el brigadier de Infante-
ría don Salva<lor Sebastián, el coronel de Ingenieros don Mariano del
Río y don Simón Pía, sirviendo de secretario don José Quintanilla.
Ms. en copia, fechado en Sevilla, a 21 de septiembre de 1818.
LtCE.NA. Ciudad de la provincia de Córdoba.
Al niím. 7 falta este opúsculo de Ramírez de Luque.
* Comentario del real despacho del Consejo de Castilla sobre el
Patronato de Nuestra Señora de Araceli, en Lucena, añadidos varios
documentos originales, para su mayor ilustración, por don Femando
Ramírez de Luque, vicario rector y cura beneficiado de las Iglesias de
esta ciudad, para sólo sus patricios. Máluga, 1820. Pof don Francis-
co Martínez de Aguilar, impresor honorario de Cámara de S. M.
LUGO. Ciudad, capital de la provincia de su nombre.
* Nomenclátor de los pueblos de la provincia de Lugo.
Ms, en 4.0, que comprende 8.452 Ingare» y aldeas, con una tabla pitagóri-
ca de distancias, redactado en 1841 por don Benito María Pía, oficial prime-
ro del Gobierno político, de cuyo original caqué copia. Al fin hay una Memoria
de la visita que hizo a la provincia el jefe don José Becerra, en que se da noti-
cia del cuerpo de San Pegerto de Buciños y de la» primeras mañas de la ruidosa
María de Gonzar.
* Memoria leída por don José A. Somoza, jefe político de Lugo,
al instalarse la Diputación Provincial en 2 de diciembre de 1843.
Lugo, Imprenta de Pujol y Hermano.
Sesenta y siete páginas en 4.°
ADICIONES DE DON F E B M Í N CABALLERO 315
MADRID. Corte de España.
* Al número 16. El ejemplar que tengo ¿e Madrid por dentro,
después del ingenio de esta corte, añade: «Quien le dedica a la muy
alta y antigua señora Mariblanca, perpetua habitadora de la gran
Puerta del Sol.» Con licencia. En Madrid. En la imprenta de Joa-
chín Sánchez, en la calle del Carmen.
Son 102 hojas en 8.", sin año; pero las aprobaciones y licencias pertenecen to
das al de 1741.
Al número 63, se ha padecido una equivocación suponiendo que
el Ai^umosa autor de los cinco días célebres de Madrid, fué cate-
drático de Medicina. Don Wenceslao Argumosa era abogado del Co-
legio, de más nota en el foro que las que merecen sus cinco días; y el
catedrático y médico era don Diego Argumosa, que acaso no fuese
pariente de aquél, y que de seguro es muy diferente cerebro.
Relación del auto público de fe que se celebró en esta corte el do-
mingo 21 de enero de 1624. Madrid, 1624.
Un pliego folio, que está en la colección del Padre Joan Coarín, del conde de
la Cortina.
Relación verdadera del auto de fe que en la villa de Madrid se ce-
lebró a 14 de julio de 1624. Madrid, dicho año.
Un pliego en folio, de la misma colección del Padre Guarin.
* Relación histórica del auto general de fe que se celebró en Ma-
drid en el año de 1680, con asistencia del rey Don Carlos II, fiel y li-
teralmente reimpresa de la que se publicó en el mismo año. Madrid,
1820. Imprenta de Cano.
Un lomo en 4.°. con nna estampa del auto.
* Oración fúnebre a la muerte de don Rodrigo Calderón, que fué
degollado en la plaza Mayor, de Madrid, el jueves 21 de octubre de
1621. Por Manuel Ponce.
Un pliego folio, sin impresor, ni lugar, ni fecha, que parece edición furti-
va. Tiene ana plana de liras.
Copia de una carta dando noticia de la muerte de S. M. el rev
D. Felipe III. Madrid, 1621.
Un pliego folio, sin nombre de impresor, que está en la colección de pape-
les d«l Padre Guarin.
Relación de las cañas corridas en Madrid, a 21 de agosto de 1623
en obsequio del príncipe de Gales. Madrid, 1623.
Relación de la salida que hizo de Madrid el príncipe de Gales a
9 de setiembre de 1623. Madrid, 1623.
Relación de la partida del príncipe de Walia. Madrid, 1623.
Relación del bautismo de la serenísima princesa Margarita María
Catalina, hija de D. Felipe IV. Madrid, 1623.
Estas cuatro relaciones, cada una en un pliego en folio, se hallan en la dicha
colección del Padre Guarin, que poseía el conde de la Cortina, don José Gó-
mez do la Cortina.
316 REVISTA DK ARCHIVOS, BIBLIOTECAS V MUSEOS
Relación de la entrada en Madrid del cardenal Barbcríno, a 24 d e
mayo de 1626. Madrid, el mismo año.
Aparato festivo en el nacimiento de la princesa María Eugenia.
Madrid, 1626.
Ambos papeles eu un pliego folio cada uno y en la propia colección de Guarín.
* Memorial a S. M. d e las Universidades de Salamanca y Alcalá
contra la pretensión de los Jesuítas de establecer estudios generales
en Madrid.
Cuarenta y siete páginas en folio, sin lugar ni fecha de impresión; pero e»
del año 1626.
* Por el R m o . P . M. Fr. Andrés Carrillo, religioso... de Santo
Domingo y su provincial en España, con algunos vocales del convento
d e Santo Tomás de esta villa de Madrid, sobre la casación de la
reelección del P . M. Fr. Pedro Yáñez... en prior de dicho convento.
Dieciocho hojas en folio, sin lugar ni año. El auto del Consejo declarando quti
el Nuncio de Su Santidad hacia fuerza eg de noviembre de 1650,
* Relación de las solemnísimas fiestas que en esta muy noble villa
de Madrid, corte de España y silla <!Í; SUS católicos reyes, celebró el
convento real de San Felipe, de religiosos agustinos, a la canoniza-
ción de su Padre y Hermano Santo Tomás de Villanueva, colegial
del insigne colegio d e San Ildefonso de Alcalá, religioso profeso en
el convento de San Agustín de Salamanca y arzobispo de Valencia.
En Madrid, por Gregorio Rodríguez, año de 1658.
Cuatro pliegos e/n folio.
* Fundación, origen y ordenanzas de la Congregación de Sacer-
dotes, indignos ministros del Salvador del mundo, que tubo su prin-
cipio en la villa de Madrid en 22 de setiembre del año pasado d e
1644. . En Madrid, por Julián de Paredes, Año de 1679,
Seis hojas rn folio.
Topografía de Madrid, escrita en 1581.
Ms. en folio, de la librería del Rey, según León Pinelo, número 1.404.
* Medicina patria o elementos de la medicina práctica de Madrid.
Puede servir d e aparato a la historia natural y médica de España.
Por A. P . D . E . . . Madrid, en la Impa de don Antonio Muñoz, calle
del Carmen. A ñ o 1788.
Un tomo en 4.", cuyo autor fué el célebre médico doctor Escobar.
* Ordenanzas de Madrid y otras diferentes que se practican en las
ciudades de Toledo y Sevilla... Por don Teodoro Ardemáns... Au-
mentado en esta última impresión el bando sobre incendios publicado
eu Madrid en 8 de noviembre del año de 1790. Madrid, 1820. Por la
Viuda de Barco López.
Un lomo en 4.°
* Certificación d e las reales órdenes y resoluciones de Su Ma-
jestad; acuerdos, oficios y papeles de la Junta de Dirección y Gobierno
d e los cinco gremios mayores de Madrid, concernientes a la nueva forma
AOICIOINES DE DOM FERMÍN CABALLEBO 317
¿e su establecimiento, según las soberanas intenciones en beneficio del
Estado, del público y de las comunidades. Madrid, 1785. Imprenta
d e la Viuda d e Ibarra, Hijos y Compañía.
Cnaderno d« 23 páginas en folio.
* Visita a la feria de Madrid Por don Eugenio Villalba. En Ma-
drid, por don Blas Román... Año de 1790.
Folleto de 63 páginas en 8.° crilica graciosa de los trastos viejos que salen
a las ferias.
* Piedras de San Isidro; su naturaleza, valor y ventajas .. En
Madrid, en la Imprenta de Pedro Marín, año de 1776.
Folleto de 55 páginas en 8.°
Las fantasmas de Madrid y estafermos de la Corte. Salamanca,
por Antonio Villagordo.
Cuatro, tomos en 4.°, que pertenecieron a la famosa biblioteca de Condomar,
en la Casa del Sol, de Valladolid, comprada por el rey Carlos IV en 1802.
* Coup-d'oeil sur Lisbonne ct Madrid, en 1814, suivi d'un Me-
moire politique concernant la Constitiition promulguee par les Cor-
tes a Cadix, et d'une Notice sur IVtat niodeme des sciences mathe-
matiques et phisiques en Espagne. Ouvrage dedie au Roi par Ch. V .
d'Hautefort. París, chez Delaunay. 1820.
Un tomo en 8." francés.
* ¡Madrid! Indicaciones de una española sobre inmoralidades y
miserias presentes y su remedio, a cuya redacción lia dado margen
el Manual de Madrid, descripción de la villa y de la corte. Año 32
del siglo X I X (vulgo), siglo de las luces. Madrid, Imprenta de don
Eusebio Aguado, 1833. Con licencia del Consejo expedida en 27 de
setiembre d e 1832.
Un tomito en 8.°, que es una dura critica y fanática de la sociedad actual,
cuyo autor creo fué el célebre dominico P. Amado.
* Escenas matritenses, por el «Curioso Parlante». Tercera edi-
ción, corregida y aumentada por el autor y adornada con láminas.
Madrid, Imprenta d e Yenes, 1842.
Cuatro tomos en 8.° mayor; su autor, don Ramón de Mesonero Romanos.
* El 7 de julio de 1822.
Con este epígrafe tengo un lomo en 4.° que contiene los tres opúscu-
los que siguen:
1." Manifiesto que hace a la España el fiscal d e la causa de cons-
piración del 7 de julio último, don Juan de Paredes. Madrid. Im-
prenta de D . León Amarita. Año de 1822. 106 páginas y 52 docu-
mentos.
2." Dictamen de la Comisión encargada de examinar el proyecto
de decreto pasado por el Gobierno a las Cortes, a fin de dar un
testimonio de gratitud por los acontecimientos del 7 de julio de este
año. Impreso de orden de las mismas. Madrid. Imprenta d e d o n
Tomás Albán y Compañía. 1822. Ocho páginas en 4.°
318 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
3." Informe da la Comisión especial sobre los resultados que dan
los documentos mandados pasar a ella, especialmente sobre las ocu-
rrencias de los días primeros de julio último. Impreso de orden de
las Cortes extraordinarias. Madrid. Imprenta de D. T. Albán y Com-
pa. 1823. 180 páginas.
* Real cédula de S. M. y Sres. del Consejo, por la cual se di-
vide la población de Madrid en diez Cuarteles, en lugar de los ocho
en que actualmente está repartida, baxo los títulos y con la asigna-
ción de Barrios que se expresan. Año 1802. Madrid, en la Imprenta
Real.
Tres hojas en folio.
* Divisiones topográfico-administrativas de la villa de Madrid. Tra-
bajo reunido y redactado por el alcalde Fermín Caballero en 1840.
Un tomo en 4.'; ms. en que «stán más. por estenso y de oficio lo» mate-
riales que me sirvieron para las noticias que «e ponen al número 27 del se-
ñor Muñoz
* Relación de los antecedentes y comunicaciones que han mediado
entre el Gobierno de S. M. y el Ajnintamiento constitucional de esta
capital, con motivo del arriendo de los derechos de puertas en que
se han comprendido los arbitrios municipales de esta M. H. Villa.
Madrid. Imprenta de D. N. Sanchiz. 1839.
* Dictamen de la Comisión especial nombrada por el Ayunta-
miento constitucional de Madrid en 14 de enero de 1840 para el nuevo
arreglo de las divisiones administrativas de esta M. H . V . ; aprobado
en la sesión extraordinaria de 1." de junio de dicho año, Madrid, en
la imprenta de Yenes.
* Memoria de las Juntas Municij)ales de Sanidad y Beneficencia
de Madrid acerca de la epidemia de cólera morbo asiático producida
en esta capital en 1855. San Bernardino. Oficina tipográfica de la
Junta Municipal de Beneficencia. 1856.
* Memoria que dirige al pueblo de Madrid su Ayuntamiento cons-
titucional de 1855. Madrid. Imprenta de don Eusebio Aguado, 1856.
* Observaciones analíticas de las aguas de la Fuente del Berro,
Puerta Cerrada, Puerta del Sol, de San Isidro, de la Reina, en El
P a r d o ; de la Escorzonera, en Pozuelo, y del río de Manzanares, a
distancia de cinco cuartos de legua de esta corte. Por el Dotor don
José Antonio Oñez... Madrid. Impa de la Viuda de López. 1820.
* Observaciones sobre el abastecimiento de aguas de Madrid y el
modo de aumentarlas, por D. Francisco Xavier Barra, comisario de
Caminos... Madrid, 1828. Imprenta de don Miguel de Burgos.
* Memoria sobre la conducción de aguas a Madrid, formada en
cumplimiento de la Real orden de 10 de marzo de 1848, con arreglo
a las instrucciones dadas por la Dirección General de Obras Públicas.
Madrid. Imprenta de la Publicidad. 1849.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 319
Un tomo «n 4.*^, con plano» del terreno, trabajo de los ingenieros de Cami-
nos don Juan Rafo y don Juan de Ribera.
* Canal d e Isabel 2.* Anteproyecto de la distribución de sus aguas
en el interior de Madrid. Madrid. Impa de Aguado. 1855.
Veintiocho página» en 4.°, con un plano, trabajo ejecutado por el ingeniero de
Caminos D. José Morer.
* Observaciones sobre mejoras de Madrid y proyecto de ensan-
che d e la Puerta del Sol, por D . Mariano de Albo, coronel de In-
íantería retirado, antiguo ingeniero militar y arquitecto de la real
Academia de San Fernando. Madrid. 1854.
Folleto en 4.° mayor.
* Noticia histórica de la solemne, regia apertura d e la Univer-
sidad Central en el curso académico de 1855 a 1856, escrita por el
doctor D. José Amador de los Ríos... Madrid. Imprenta Nacional.
1856.
Cuaderno en 4." mayor.
MADRID (Provincia de).
* Diccionario estadístico de los pueblos y partidos de la provin-
cia de Madrid, sin incluir la corte y sitios reales que están en su
distrito, arreglado a los interrogatorios expedidos en 1802 y demás
noticias que constan en el departamento de Fomento General del
Reino y Balanza de Comercio. Por D . Joaquín Perella y Otto,
M«. en tres tomoe folio marquilla, estados impresos llenos de pluma.
* Geografía histórica de España. Provincia de Madrid. Por don
Tomás López, geógrafo de los dominios de S. M. de varias academias
y sociedades. Madrid, 1788. Por la Viuda de Ibarra, Hijos y Com-
pañía.
Doa tomo» en 8.** marquilla, con vario» planos y láminas.
* Estadística de la provincia de Madrid en que se manifíesta la
extensión d e terreno que ocupa cada uno de sus pueblos, cantidades
d e tierras puestas en cultivo en ellos y especie de productos anuales
que rinden; fanegas de tierra en montes altos poblados de árboles
útiles y e n bajos... Por D . Antonio Regas, visitador por S. M. de
las fábricas de Madrid, Madrid, 1835. Imprenta de D . Miguel de
Burgos.
Un tomo folio.
Memoiia sobre los trabajos del mapa geológico de la provincia
de Madrid, por D. Guillermo Schulz. Madrid, 1856.
Cuaderno en 4.^ mayor.
MADRIDEJOS. Villa de la provincia de Toledo,
Copia de otra atitorizada del pleito del cura de Madridejos, en
que se hace relación de lo sucedido con Catalina Díaz, la «Rojera»,
energiimena y hechizada.
Ms. en un tomo en 4.**, que existia en la librería de los condes de Torralba
y Talara.
320 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
* Esposicióti que hacen a S. M. varios vecinos d e Madridejos (en
la Mancha), nacionales movilizados, contra las autoridades de aquella
villa, por la protección que gozan los carlistas y la persecución de
los liberales. Madrid, 1839.
MÁLAGA. Ciudad capital de la provincia de su nombre.
* Observaciones médicas sobre la epidemia que afligió a esta ciu-
dad de Málaga en el año 1804. Por el licenciado D . José María Sa-
lamanca, profesor médico y cirujano de la real Armada... En Má-
laga, en la imprenta de Casas.
Cuarenta y ocho páginas en 4.°, con fecha diciembre de 1804. El autor creo er.i
el padre del actual banquero célebre de su mismo nombre.
MALPICA. Villa de la provincia de Toledo.
* Descripción histórica, cronológica, estadística y topográfica del
marquesado de Malpica, por Fermín Caballero de Heredero, comisio-
nado en el referido Estado. 1825.
Ms. en un' tomo de gran marca, con diferentes mapas', planos y estados
y dedicado a la excelentísima señora doña María de la Encarnación Alvarez de
Bohorques, marquesa de Malpica.
MALLORCA. Isla de las Baleares.
Apuntamientos de varias antigüedades para la ilustración de la
historia d e Mallorca, en l.'>99.
Ms. citado en el catálogo impreso en Madrid por D. Josef Collado.
Isla y reyno de Mallorca en el Mediterráneo; estado que contiene
las poblaciones y demás particularidades de este reyno.
M». de la librería de los condes de Torralba y Talara en los merceda-
rios calzados, según el índice.
* Real cédula de S. M. y seíiores del Consejo por la que se de-
clara a los individuos llamados de la Calle de la ciudad d e Palma
en el reino de Mallorca, idóneos para egercer las artes, oficios y la-
branza del mismo modo que a los demás vasallos del estado general
de dicho reino. Año de 1788. En Alcalá, en la oficina de doña María
Espartosa y Briones.
18 páginas en folio.
* Atlanta español o descripción..., de D . Bernardo Espinalt y
García.
El tomo 3." trata del reino de Mallorca.
MANRESA. Ciudad de la provincia de Barcelona.
* Del epítome histórico del P, Roig tengo una edición que d i c e :
«Sacada a luz por el M. R. P. Fr. Pedro Massera, dirigido a la misma
ciudad de Manresa, e impreso en Barcelona por Jaime Suria, a la
calle de la Paja, año de 1692.» Un tomo en 4." Dudo si será la misma
que pone el señor Muñoz en 1792.
MARMOLE.)O. Pueblo d e la provincia de Jaén.
Examen filosófico sobre las aguas minerales de Marmolejo. Por
D. Vicente Orti y Criado. Jaén, 1841.
En 8."
ADICIONES Oe DON FERMÍN CABALLERO 321
MAZARULLEQUE. Villa de la provincia de Cuenca.
* Noticias de Mazarulleque, por D. Galo Almonacid, su párroco,
en 1843.
Ms. redactado conforme a las 92 preguntas de mi interrogatorio.
MEDINA SIDONIA. Ciudad de la provincia de Cádiz.
Disertación físico-médica sobre el buen uso y seguras virtudes me-
dicinales de las aguas minerales existentes en las cercanías del con-
vento de San Josef del Cuervo de Medina Sidonia. Por don Josef Mi-
ravete y Martínez. Cádiz, 1770.
MENORCA. Isla de las Baleares.
* La primera edición que no ha visto el señor Muñoz al núme-
ro 17 es ésta: «Situación de la isla de Menorca; su extensión y pe-
rímetro, distancia respectiva de sus poblaciones y vecindario de ellas
según el censo de 1805, incluso el de sus términos, en las que e»»-
tonces lo tenían. Mahón, en la imprenta de Pedro Antonio Serra;
año de 1814.»
* Relación de lo executado en el desembarco y toma de posesión
de la isla de Menorca por las Armas del Rey.
15 páginas en 4.°, sin lugar ni año; mas fué impresa en Madrid en 1781.
Proceso y sentencia del teniente general Jaime Murray, goberna-
dor de Menorca, con el caballero Guillermo Draper; traducido del
inglés al castellano.
Ms. en folio, que existía en la librería de los condes de Torralba y Talara
de los mercedarios calzados.
* Temps y paratjes de Menorca, en que es mes gustos y salu-
dable, o daños regpectivament, el pex y marisc que se aporta per
vendré en la pescatería de Maho. Per disposicio del magnifich señor
Mostesaph Don Rafe! Mercadal y Montañés. En la Imprenta de la
Viuda y Filis de Fabregues. Maho, 1811.
Papel en 4."
Estadígtica general de Menorca y particular de sus pueblos, for-
mada de orden del Gobierno en el año de 1814, y publicada en
1816.
* Estrado del arreglo llamado el Pariatje del rey D. Jaime III
de Mallorca, sobre la pabordia y rectorías de Menorca, con varias
notas para su mayor aclaración. Por D. Juan Ramís y Ramís. Mahón,
1815.
Beneficios y capellanías que hay en las iglesias de Menorca en
1792; altares donde estaban fundados, año de su fundación, funda-
dores, patronos, dotación y cargas con las distribuciones adventicias
y fijas. Por don Juan Ramís y Ramís. 1815.
* Manifiesto de la ciudad de Mahón sobre ser la capital de Me-
norca, en refutación de lo que se dice en el suplemento al Dicciona-
rio geográfico-estadístico de España y Portugal. Por D. Antonio Ra-
mís y Ramís. Mahón, 1830.
322 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBI.IOTKCAS Y MUSEOS
MÉNTRIDA. V. Torre de Esteban Ambram.
MivZALOCHA. Pueblo de la provincia de Zaragoza.
* Proyecto y cálculo para la obra de] pantano de Mezalocha. Za-
ragoza. Imprenta de la calle del Coso número 116. Año 1822.
Folleto en 4.°
MOLAR (El). Villa de la provincia de Madrid.
Memoria de las aguas minero-medicinales de El Molar. Por don
José Abades y Rezano. Madrid, 1846.
V. Sacedón.
MOLINA DE ARAGÓN. Ciudad de la provincia de Guadalajara.
* El egemplar que tengo de la obra citada al número 2, dice en
la portada: «Antigüedad del noble y muy leal señorío de Molina.
Historia y lista real de sus señores príncipes, reyes, etc.» El frontis-
picio está grabado en cobre, y hay un mapa grabado en madera que
comprende la geografía romana des<]c Toletum a Bilbis en longitud
y de»de Valencia a Setubia en latitud.
* La ciudad de Molina de Aragón, incendiada por el general
francés Roquet. Poema. Impreso en Madrid, en la Imprenta de la
Viuda e Hijo de Aznar. 1813.
Catorce páginas «n 4."
MoNCADA. Villa de la provincia de Barcelona.
* Análisis de las aguas minerales de Moneada en el principado
de Cataluña. Por el doctor don Francisco Sanponts, socio residente
en la real Academia Médico-Práctica de Barcelona... Barcelona. Por
la Viuda de Piferrer... Año 1792.
Cuarenta y dos páginas en 4."
MONTANEJOS. V . Nules.
MuCHANA. V, Alaraz.
MULA. V. Nules.
MuÑANA. V. Alaraz y San Ildefonso.
MURCIA. Ciudad capital del reino y provincia de su nombre.
* Atlante español o descripción general geográfica, cronológica e
histórica de España..., por don Bernardo Espinalt y García... 1778.
El tomo 1.** trata del reino de Murcia,
* Memoria presentada al Ayuntamiento constitucional de esta ciu-
dad y Junta directiva de Pías fundaciones... sobre las del cardenal
Belluga, por don José Monascot... Mnrcia. Oficina de Hernández.
Son 10 páginas en 4.°, con fecha del año 1839.
NAVAJAS. V. Nules.
NAVARRA. Antiguo reino, hoy provincia.
Del sitio y antigüedad del reino de Navarra, por D. Juan López
de Palacios Rubios.
Se halla impreso en su tratado, De optenlu Regni Navarrae, 1576, según León
Pinelo, al número 1.371 de su epítome geográfico.
ADICIONES UE DON FERMÍN CABALLERO 323
* Itinerario descriptivo geográfico-estadístico de Navarra, por don
Antonio Ramírez Arcas. Pamplona, 1848.
Un volumen en 4." menor.
NuLES. Vüla de la provincia de Castellón de la Plana.
* Virtudes medicinales de las aguas minerales de la villa vieja
de Nules en el reino de Valencia, por D . Francisco José Lemus.
Valencia, 1788.
Un lomo en 4.°,, en que, ademán, se da noticia de las aguas de la Fuente Cal-
da y del Pozo Caliente, asi como de las más usuales del reino de Valencia, Bus-
6ot, Navajas, Vella, Montanejos, Toya, Bellus, Chulilla, y en el reino de Mnrci.i,
Archena, Alhania, Fortuna, Muía > Azaraque.
OLIVARES. Villa de la provincia de Sevilla.
* Al Congreso nacional. Esposición d i l pueblo de Olivares contra
el señorío del duque de Alba. Sevilla. Imprenta de D . J. H. Dávila.
1841.
Cnademo en folio, con documentos históricos.
ONTANEDA. Baños de la provincia de Santander,
* Descripción del establecimiento de aguas y baños minerales de
Ontaneda en el valle de Toranzo, provincia de Santander.
Folleto anónimo en 4.° sin lugar ni fecha de la edición y con una lámina.
* Memoria acerca de las aguas y baños minero-medicinales de On-
taneda y Alceda. Por D . Victoriano Diez Martín. Madrid, 1847.
Veintidós páginas en 4.°
ORDENES MILITARES. Institutos con su territorio particular.
Crónica de las tres Ordenes. Por Rades y Andrada. Toledo, 1572.
Historia d e la» Ordenes militares. Por Caro d e Torres. Madrid,
1629.
No tengo a la mano éstos y otros libro» que caben en este artículo.
ORiHtTELA. Ciudad de la provincia de Alicante.
* Reconocimiento militar de la ciudad de Orihuela practicado...
por el director subinspector del Real Cuerpo de Ingenieros, don
Manuel Caballero y Alvora.
Mft. en 4.", sin fecha; mas debió escribirse hacia la guerra de la Indepen-
dencia, época en que el autor tenía el carácter de subinspector.
PALMA. V. Mallorca.
PALMAS (Las). Ciudad de las islas Canarias.
* Representación documentada que hace a las Cortes el Ayunta-
miento constitucional d e la ciudad d e I ^ s Palmas e n la Gran Ca-
naria, para que se la restituya a la posesión en que estaba d e ca-
pital de aquella provincia. Madrid, 1822. Imprenta de D . Diego Car-
cía y Campoy.
Un tomo en 4.°., con un niapa y vario» datos curioso*.
V . Canarias.
324 IlEVISTA DE ABCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
PAMPLONA. Ciudad capital del reino y provincia de Navarra.
* Privilegio de la unión de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de
Pamplona, cabeza del Reyno de Navarra. Año 17.31. En Pamplona.
Por Pedro Joseph Ezquerro.
Tomito de 143 páginas en 8."
PANTICOSA. Baños de la provincia de Huesca.
* Memoria acerca del establecimiento de aguas minerales y ter-
males d e Panticosa en el alto Aragón, con un mapa topográfico de
los territorios inmediatos al mismo. Por don Francisco Xavier Ga-
banes. Madrid, 1832. Imprenta de Villamil, junio 14 de 1832.
Un tomo en 4."
Memoria acerca de las aguas y baños minerales de Panticosa, por
don José Herrera y Ruiz. Madrid, 1845.
Folleto en 4."
PEÑAFIEL. Pueblo de la provincia de Valladolid.
Noticia por menor del dueño y antigüedad de una espada a modo
de estoque imperial colocada en tiempo del rey D . Alonso el Sabio
en una torre del real Alcázar de Peñafiel.
Ms. de la colección del curioso Andaluz, cuyo catálogo imprimió en Ma-
drid D. Josef Collado.
PtiÑAS DE SAN PEDRO. Villa de la provincia de Albacete.
Milagro de la cruz de las Peñas de San Pedro.
Ms. de la biblioteca de D. Luis Salazar, número 7, según un índice de 1822.
PINEDA. Pueblo de la provincia de Barcelona.
* Exposición a S. M. sobre abolición de] derecho llamado de
ribaje que pagan los pescadores. Madrid. Imprenta de don Norberto
Llorenci. Enero de 1835.
Doce páginas en folio.
PLASENCIA. Ciudad episcopal de la provincia d e Cáceres. »
* Manifiesto de la Junta Diocesana de Plasencia, en que da razón
de su conducta en la administración decimal... Imprenta de Plasen-
cia, a cargo de José Cordero. Año de 1822.
Trece hojas en folio.
PoNFERRADA. Villa de la provincia de León.
* Esposición que hace la villa dfe Ponferrada para manifestar lo
razonable del proyecto de división del territorio español, presentado
por el Gobierno a las Cortes, en la parte que designa aquella villa
por capital d e la nueva provincia del Bierzo, variada por la Comi-
sión... Madrid, 1821.
Veinticuatro páginas en 4."
PONTEVEDRA. Capital de la provincia de su nombre.
* Razones atendidas por S. M. la augusta Reina Gobernadora al
declarar la ciudad de Pontevedra capital de la provincia de su nom-
bre, con beneplácito, utilidad y conveniencia pública . , o sea, mani-
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 325
fiesto y exposición elevada al Congreso nacional en 1821... Ponteve-
•dra, oficina del Boletín Oficial. Año de 1836.
Cuarenta y dos páginas en 4.°
* Refutación de los argumentos en que se apoya el Sr. dipu-
tado D. Juan Bautista Alonso para pedir que se declare a la ciudad
de Vigo capital de la provincia de Pontevedra. Pontevedra. Oficina
del Boletín. Año de 1841.
Trece páginas en 4."
V. Vigo.
PORTILLO. Villa de la provincia de Toledo.
Compra de Portillo y Fuensalida.
Ms. de la biblioteca de Salazar, «egtín un índice del año 1822, al número 43.
Pozo CALIENTE. V. Nules.
PUEBLA DE CORRALES. Aguas de la villa de Corrales, provincia de Sevilla.
Disertación que sobre la naturaleza y virtudes de las aguas acídula
y hedionda de la Puebla de Corrales presentó D. Antonio Maldo-
nado a la Sociedad Económica de Osuna.
Ms. inédito en la Academia de Medicina.
PUERTO DE SANTA MARÍA. Ciudad de la provincia de Cádiz.
"" Relación y observaciones... sobre el general terremoto y la irrup-
ción del mar del día 1 de noviembre de este año de 1755, que com-
prehendió a la ciudad y gran puerto de Santa María... Por D. Juan
Luis Roche..., académico de la Real Academia Portopolitana y resi-
dente en la ciudad y gran puerto de Santa María, en el gremio y
universidad de Mareantes y cargadores a las Indias. Impreso en el
Puerto de Santa María, en la imprenta de la casa real de las Ca-
denas, Año de 1756.
Treinta y «ei> páginas en 4.^
* Consulta que D. Juan Pablo Fomer, como Fiscal que era de
la Audiencia d e Sevilla, hizo al Consejo de Castilla sobre que debían
representarse comedias en la ciudad del Puerto de Santa María, sin
embargo de haberse opuesto a ello la Real Audiencia y el Acuerdo.
Madrid. Imprenta de Burgos, 1816.
Folleto en 8.° [Al margen : Ojo.]
PUERTOLLANO. Villa de la provincia de Ciudad Real.
Naturaleza del agua termal acida de Puertollano, enfermedades
|>ara que aprovecha y forma como se ha de tomar. Por D. Felipe
Vinzani del Águila. Madrid, 1685.
Un tomo en 4.°, y hay otra edición de Sevilla en 1714, también en 4."
V. Chinchilla.
QUINTO. Villa de la provincia de Zaragoza.
Nota práctica sobre las virtudes de las aguas de Quinto. Por D. Blas
Beaumont. Madrid, 1737.
Folleto en 4.'
326 REVISTA DE ARCHIVOS. BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Advertencias sobre la práctica y virtudes de las aguas medicinales
de Quinto. Por D . Blas Beaumont.
Ms. inédito, sin fecha, en la Academia de Medicina.
R E U S . V. Tarragona.
RiBAGORZA. Antiguo condado de Aragón.
1* Narración geográfico-histórica del condado de Ribagorza y su-
cesión de los Condes que ha habido desde los tiempos de la irrup-
ción de los árabes.
Ms. que reconocí y extracté en 1836 en la biblioteca de la Academia de
la Historia, inalado con V-30.
RiBATAjAOA. Villa de la provincia de Cuenca.
* Carta geográfica o plano con su descripción del campo de Ri-
batajada, provincia y obispado de Cuenca. Año de 1816. Por D . San-
tos Paje, presbítero.
Ms. qne me dio el autor, hijo del aquel pueblo y oficial de la Biblioteca
Nacional.
RiOjA. Territorio d e la provincia de Logroño.
* Exposición de las razones que la sociedad riojana y los comisio-
nados por los pueblos de su distrito presentan al Congreso Nacional
en apoyo de su solicitud para que en la Rioja se forme una provin-
cia separada e independiente. Madrid. Imprenta de Alvarez. A ñ o d e
1820.
Dieciséis páginas en 4.°
* Carta dirigida a un Sr. Diputado de Cortes por un riojano.
Madrid, 1821. Imprenta de D . Miguel de Burgos.
Sesenta y »eis páginas en i.", con la firma de D. Justo Patricio de España,
bajo cuyo pseudónimo se ocultó D. Martin Fernández Navarrete.
* Cartas satírico-crítico-verídicas.
Tomito de 272 páginas en 8.°, impugnación de un soriano a la carta anterior
del riojano para que no se desmembre de Soria la provincia qne se intentaba
crear en Logroño. El autor ee titula Camilo Batanero y Tundidor, y escribe e::
1821 desde Peroniel a don Valerio Quisquiñuelas.
ROMERAL. Santuario de Hontecillas, provincia de Cuenca.
Novena a la Ssma Virgen del Romeral, por don José Félix Alar-
oon y Espinosa, precedida de una breve noticia de la aparición
y descripción del pueblo. Cuenca. Imprenta de Gómez. Año de 1856.
RONCAL (Valle de). En Navarra.
* Testimonio del acta celebrada, a 13 de julio de 1803, entre los
diputados del Valle de Roncal, en la Navarra de España, y los del
valle d e Veretons, en el principado de B e a m e , en Francia, sobre
tributo quií de inmemorial pagan los franceses a los españoles, y ju-
ramento de paz y concordia.
Ms. copiado por el magistrado D. Pedro Jacobo Pizarro de unos autos que
obraban en el Consejo de Castilla.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 327
RiJBENA. Pueblo de la provincia de Burgos.
Investigaciones hidrológicas sobre las aguas minerales ferrugino-
sas de Rubena. Por D. Bonifacio Gil y Rojas. Burgos, 1849.
Folleto en 4.'
SACEDÓN. Villa de la provincia de Gnadalajara.
Theatro de la salud, baños de Sacedón. Por D. Fernando Infante.
1663.
Cuaderno en 4.°, sin lugar de impresión.
Antorcha methódica, mapa historial y discursos analíticos de las
admirables thermales aguas de los baños de Sacedón, Coreóles, Trillo
y Buendía. Por D. Juan Gayan y Santoyo. Madrid, 1760.
Un tomo en 4."
* Examen físico-químico-chuirúrgico de las aguas thermales de
Buendía y Sacedón. Por D. Miguel Ballesteros Fiel. Madrid, 1768.
Un tomo en 4."
Escrito abstracto de los mejores autores de las virtudes y para
qué enfermedades son útiles, y de sus ingredientes, las aguas minera-
les de Trillo, Molar, Arnedillo, Sacedón y Buendía... Añadida la no-
ticia de las aguas de Humera, nuevamente descubiertas. Por D. Félix
Eguia. Madrid.
Volumen en 4.°, sin año de la impregión.
* Historia de la antigua ciudad de Alce y villa de Salcedón (sic),
sucesora de sus memorias. Escrita por D. Francisco Antonio de San
Pedro Alcántara, padre de la provincia de la Concepción de Fran-
ciscanos Descalzos de Castilla la Nueva. Año 1766.
Ms. en nn tomo folio, que exi»tia en poder de un.vecino de Sacedón en 1840,
y del que saqaé au extracto.
Antigüedades de Sacedón, por Fr. Joseí de Sacedón, ex conventual
del de descalzos franciscos de Auñón.
Ms. qne a la muerte del aator, llamado vulgarmente el Padre Malla, ne
cree que pasó a manos del cura de Poyos, D. Fernando Sacristán.
* Reseña histórica del incendio, reedificación y consagración de
la iglesia parroquial de Sacedón. Por el presbítero D. Francisco Co-
rona, arcipreste, vicario foráneo y visitador eclesiástico del mismo
distrito. Madrid. Imprenta de D. José Repullés. 1852.
* Examen histórico-crítico de la Reseña que escribió D. Francisco
Corona .. sobre el incendio, reedificación y consagración de la iglesia
parroquial de Sacedón, a quien lo dedica el bachiller en sagradas
facultades Fr. D. Fernando Sacristán..., cura párroco de la encomien-
da de Santa María de Poyos. Madrid, 1854.
Estos dos último» escritos son folletos en i."
V. Isabela (La).
SAtAMiiNCA. Ciudad capital de su provincia.
Epítome historial de la Universidad de Salamanca, por D. Pedro
Chacón, en 1599.
32S REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Ms. de la colección del curioíio Andaluz, según el catálogo impreso en Ma-
drid por D. Josef Collado.
* Iníorme d e la Universidad de Salamanca sobre plan de estudios,
O sobre su fundación, altura y decadencia, y sobre las mejoras de
que es susceptible, con cuyo motivo presenta un proyecto de Ley
sobre la instrucción pública. Salamanca. En la imprenta de D . Vi-
cente Blanco. Año de 1820.
Cuaderno de 154 páginas en folio.
* Breve reseña de la inscripción para la Universidad de Salaman-
ca, por el marqués de Morante. Madrid. Imprenta de Aguado, 1860.
Historia de las cuevas de Salamanca, del caballero Francisco de
Moraes y Vasconcelos. Impresa en Ewora año de 1733.
Avenida del Tormcs, por Salamanca, en 26 de enero de 1626. Sa-
lamanca, 1626.
Un pliego folio en la colección del P. Juan Guarín, que poseía el conde
de la Cortina. En la misma colección hay otra diferente relación de la propia
avenida, impresa también dicho año en Salamanca.
* Diccionario de todas las villas, lugares, alquerías, dehesas, ha-
ceñas y despoblados, que comprende la administración principal de
correos d e Salamanca y su departamento. Por D . Manuel Sáenz de
Abascal. Salamanca : imprenta d* Vicente Blanco, año 1817.
V. Madrid.
SALOU. V. Tarragona.
SALVATIERRA. Pueblo de la provincia de Pontevedra.
* Extracto fiel de los estatutos, constituciones, actas y costumbres
loables vigentes por las que se rige la venerable hermandad de Sacer-
dotes de este arciprestazgo de Salvatierra, obispado de Tuy. Año
de 1821. Impreso en Santiago en el mismo año, oficina de D . Juan
Francisco Montero.
Veinte páginas en 4.°
SAN ILDEFONSO. Pueblo y sitio real d e la provincia de Segovia.
Del compendio histórico número 1 hay otra edición. Madrid. Im-
prenta de Núñez. 20 de enero de 1831.
Escrutinio de las aguas de San Ildefonso y Balsain y de las die
Alaraz y Muñana. Por D. Francisco Antonio García Leca. Salamanca,
1772.
Un tomo 4."
SAN JOSEF. Provincia de la Orden de San Francisco.
Crónica de la provincia de S. Josef de Descalzos menores de
San Francisco, por Fr. Juan de Santa María.
Dos tomos en folio, publicados en uti catálogo de libros en venta.
SAN JUAN DE LAS ABADESAS. Pueblo de la provincia de Gerona.
* Cuenca carbonífera de San Juan de las Abadesas, por Maestre.
Madrid, 1855.
Cuaderno en 4." mayor.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 329
SANTA CRUZ DE TENERIFE. V. Canarias.
SANTANDER. Ciudad capital de la provincia de 8u nombre.
* Memoria leída en el Ateneo español en la noche del 23 de junio
de 1820 en sesión ordinaria, y dedicada al mismo por su socio el ciu-
dadano F. C. Contiene la descripción de la provincia marítima de
Santander, precedida de un discurso. Madrid: impra de Don León
Amarita, 1821.
Folleto de 75 páginas en 4.»
* Relación motivada de los principales acuerdos de la Junta de
Gobierno de Santander, creada el 29 de junio de 1843. Santander.
Imprenta de Martínez, 1843.
FpUcto de 139 páginas en 4."
V. Burgos.
SANTIAGO. Ciudad metropolitana de la provincia de la Corana.
* Representación elevada a S. M. por el claustro de catedráticos
de la Universidad de Santiago y remitida a la Excma. Dirección ge-
neral de Estudios en 27 de octubre de 1838, sobre la necesidad ur-
gente de la estinción de los dos colegios de Fonseca y San Gerónimo,
sostenidos por cuenta de los fondos de dicha Universidad.
Seis páginas en folio, sin lugar de impresión.
Observaciones analíticas sobre las aguas de las fuentes de Santia-
go. Por D. Antonio Casares. Santiago, 1847.
Dieciocho páginas en 4.*^
SANTIAGO (Orden militar de.)
Tambos mayor y menor de la orden de Santiago, en sus prioratos
de Velez y San Marcos de León.
Doe toiáo» grande» mía. del archivo de la orden de Uclés', con traslados de
las escritoras, privilegio» y demás documentos desde el siglo XII.
Alegación sobre el territorio de la Orden de Santiago.
Se anunció no ha muchos' años su venta en los periódicos.
V. Cabeza del Griego, Ordenes Militares, Segobriga y Uclés.
SEGOBRIGA. Ciudad romana de la Celtiberia.
* Apéndice y demostración del día y año de la muerte de Semfro-
nio, obispo santo de Segobriga. En Alcalá: en la oficina de la real
Universidad. Año de 1795.
Cuarenta y dos páginas en 4.°, que en forma de carta, y con fecha en Lan-
ga, a 23 de mayo de dicho año, escribió D. Jácome Capistrano de Moya a D. An-
tonio de Capmany, secretario de la Academia de la Historia, como apéndice a
su otra obra. Noticia de las «scabaciones de Cabeza del Griego.
* Confutación de los señores abate Hervás, sobre supuesta intru-
sión del obispo de Cuenca en pueblos de la orden de Santiago: P . M.
Risco y abate Masdeu sobre el verdadero sitio de la antigua Segobri-
ga : Por don Jácome Capistrano de Moya, cura párroco de la villa
de la Fuente de Pedro Naharro. Cuenca. En la Oficina de Fernando
Antonio de la Madrid. Año de 1802.
Un grueso cuaderno en 4.°
330 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
SECORBE. Ciudad episcopal de la provincia de Castellón.
* Ocurrencias de Segorbe. Por un liberal amante de la ley y ene-
migo de pandillas. 1841. Castellón. Imprenta de Gutiérrez.
Papel en 4."
SKGOVIA. Ciudad capital de la provincia de su nombre.
* Actas y memorias de la real sociedad económica de los ami-
gos del país de la provincia de Segovia. De orden de dicha real So-
ciedad. Segovia: en la Imprenta de Antonio Espinosa. Año 1785
y 1786.
Dos tomos en 4." menor.
* Estado de la ciudad y provincia de Segovia.
Publicado en el periódico de Madrid titulado Diario curioso, año de 1785,
número 102.
SEGURA DE LA SIERRA. Villa de la provincia de Jaén.
Espediente sobre el régimen y administración de los montes de
Segura de la Sierra y de su provincia. Madrid: Imprenta de don Mi-
guel de Burgos, 1825.
Tomo de 113 páginas en 4.° La primera edición se hizo d<e orden del Gobier-
no intruso en 1811, año en que la escribió su autor D. Martin Fernández Navarrete.
SEVILLA. Ciudad capital de su reino y de su provincia.
La Historia de Pedraza, que se pone al número 7, en la «Colección
del Curioso Andaluz», según el catálogo de D. Joaef Collado; tenía
notas de Juan de Mal-Lara.
Elogio en 1577 de Juan Bautista Pérez, vecino de Sevilla, enga-
ñado de su presunción y gran qualificante y censor de predicadores
farsantes, y reformador, a su parecer, de la lengua española y pulido
modo de hablar.
Me. de la referida colección del curioso Andaluz, cuyo catálogo publicó en
Madrid don Joeef CoUado a principios de este »iglo.
Avenida del Guadalquivir en Sevilla, a 25 de enero de' 1626. Im-
preso en Córdoba el mismo año.
Un pliego folio, de la colección del P. Joan Guarín, en poder del Conde
de la Cortina.
* Memoria de las enfermedades que se experimentaron en la ciu-
dad de Sevilla en el año 1785, escrita por D. Cristóbal Nieto de
Pina, socio de número de la real Sociedad de Medicina, dedicada a
su muy noble y muy leal Ayuntamiento. Año de 1786. Impresa en
Sevilla, en la Imprenta Mayor de dicha ciudad.
Setenta y cuatro páginas en 4."
••• Atlante español, o descripción general, etc., por D. Bernardo
Espinalt y García, 1778.
El tomo 14 corresponde al reino de Sevilla.
* Apimtes para la Historia de España, o verdaderois y únicos prin-
cipios de la imprevista y milagrosa Revolución de Sevilla, realizada
ADICIONES DE DON FESMÍN CABALLERO 331
€11 la noche del 26 de mayo del año de 1808. Escritos por Mirtilo Si»
curitano. Año de 1811. Cádiz, en la Imprenta de D. Antonio Murguia.
Dos cuadernos con 252 piginae en 4."
* Itinerario del camino de Madrid a Sevilla, con la descripción
d e sus campos, ríos, puentes, ventas, pueblos. Madrid, 1823.
* Reconocimiento del río Guadalquivir entre Córdoba y Sevilla,
verificado en los años de 1842 y 1844 por órdenes del Ministerio de
la Gobernación de la Península, con arreglo a las instrucciones que
en su cumplimiento extendió la Dirección general de Caminos, ca-
nales y puertos. Imprenta de la Publicidad, 1847.
Volnmen en folio con planos, trabajos de D. José Garcia Otero.
* Catálogo de los pueblos y haciendas comprehendidas en la ad-
ministración principal de Correos del Reinado (sic) de Sevilla. Por
D. Manuel de la Rocha Navarro. En Sevilla. Imprenta de los Herederos
de D. Josef Padrino, año 1804.
Cuaderno en 4.°
* Descripción histórica del monumento de la Santa Iglesia pa-
triarcal de esta ciudad de Sevilla. Imprenta Mayor. Año 1814.
Doe hojas en 4.°
* Noticia histórica de las cofradías de penitencia que en Sevilla
hacen estación esta semana santa, según lo han acordado sus respec-
tivas hermandades. Imprenta Mayor, año 1814.
Ocho páginas en 4.°
V. Badajoz y Cádiz.
SIERRA GÁDOR. V. Gádor (Sierra).
SISANTE. Villa de la provincia de Cuenca.
* Novena de Jesús Nazareno, venerado en el convento de religio-
sas de Sisante, precedida de una noticia histórica de la fundación de
dicho convento... Cuenca, 1845, por Francisco Gómez.
Ciento ocho páginas en 8."
SoLAN DE CABRAS. Baños de la provincia de Cuenca.
* Noticia de las aguas minerales de la fuente de Solán de Cabras,
con el análisis y síntesis que de orden del Gobierno hizo de ellas
D. Domingo García Fernández. Por D. Juan Pablo Forner. Madrid, año
1787.
Un tomo en 4.** mayor, edición de lujo.
* Análisis y síntesis de las aguas minerales de Solán de Cabras.
Por don Domingo Garcia Fernández. Madrid, 1826.
Reimpresión de la anterior en ?<.", con motivo de acudir a estas aguas la rei-
na Doña Josefa Amalia de Sajonia.
SOLARES. Lugar de la provirlcia de Santander.
* Memoria sobre el agua mineral de Solares en la provincia de
Santander. Por don Mariano Delgrás. Madrid, 1828.
Folleto en 8.»
332 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
SORIA. V. Rio ja,
SUMAS-AGUAS. Fuente medicinal d e Humera, provincia d e Madrid.
'*' Disertación físico-química y análisis de las aguas minerales d e
Samas-Aguas. Por los Srcs. D . José Enciso, D , Castor Ruiz d e l Cerro
y D . Gregorio Bañares. Madrid, 1791.
Tomo en 4.° marquilla, edición lujosa.
TAJO. Río principal de España.
* Reconocimiento d e l río Tajo desde Aranjuez hasta Lisboa, por
el ingeniero Marco-Artu.
Un tomo folio, que no tengo a la mano, del tiempo de Fernando 7.°, con los
planoa del rio por dicho ingeniero, y noticia de I09 anteriores trabajos de Aa-
toneli para la navegación de dicho río.
* Memoria sobre la posibilidad y facilidad d e hacer navegable el
Tajo, por el brigadier D . Antonio Ramírez Arcas. Madrid, 1853.
Un tomo en folio.
TALAVERA DE LA R E I N A . Villa d e la provincia d e Toledo.
* Informe d e la constitución epidémica d e calenturas, malignas
intermitentes y remitentes d e la villa d e Talavera. P o r D . José Ma-
ría d e l a Paz Rodríguez, profesor d e Medicina y Química. Madrid,
en la imprenta de D . José Collado. Año 1803.
Treinta y una páginas en 4.° menor.
TAMAMES. Villa d e la provincia d e Salamanca.
Uso y provechos d e las aguas d e Tamames y baños d e Ledesma.
Por D . Diego Torres Villarroel. Salamanca, 1744.
Un tomo en 8."
TARRAGONA. Ciudad metrópoli y capital de su provincia.
* Alexaudri Xaverii Panel e Societate Jesu presbiteri, regiis-in-
fantibus a studiis, regí catholico a numismatum thesauro. D e Colo-
niae Tarraconae u u m m o Tiberium Augustum, Juliam Augu^tam C a e .
saris Angustí fíliam, Tiberii uxorem et Drusum Caesarem utriusque
filium exhibente. Illiberi, apud Franciscum Alos, Typographum,
1748. Cum permissu.
[Hay otra edición del propio año, que tiene en las planas pares el texto latin<>
y la traducción castellana en las impares, fronteras. «Disertación sobre una me-
dalla de la colonia de Tarragona, que representa a Tiberio Augusto, a Julia
Augu«ta, hija do César Augusto, mujer de Tiberio, y a Druso César, su hijo. Es.
crita por el Padre Alexandro Xavier Panel, de la Compañía de Jesús, maestro de
los sereníeimog infantes de España y intendente del tbesoro real de medallas.
Traducida por el Dr. D. Buenaventura García, presbítero, abogado de los rea-
les Consejos ... Con láminas. En Colibre, año 1748. Con las licencias necesarias.»]
Un tomo en 4.°
Plan geográfico del triángulo que forman Tarragona, Reus y el
puente d e Salou.
Consta en el catálogo de obras venales en la librería de Quiroga.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 333
* Marcha que ha seguido la Junta militar erigida en la ciudad
de Tarragona desde su instalación hasta concluir sus operaciones en
los días 9 y 10 de marzo de 1820. Tarragona. Año 1820. En la Ito-
prenta Nacional de Puigrubi.
Dieciséis páginas en 4.°
TERUEL. Ciudad capital de su provincia.
Tratado de la facultad medicamentosa que se halla en el agua de
los baños de la ciudad de Teruel, en el reino de Aragón, por el li-
cenciado Tomás Ferrer de Esparza. Zaragoza, 1634.
Un lomo en 8.°
* Cartas que D. Isidoro de Antillon, doctor en ambos Derechos,
dirige a su amigo D. Ignacio López de Ansó sobre la antigua legisla-
ción municipal de las ciudades de Teruel y Albarracin y sus aldeas
en Aragón. En Valencia, por Joséph de Orga, 1799.
Folleto de 104 página» en 8."
TiERMAS. Lugar de la provincia de Zaragoza.
Libro de los prodigiosos baños de Thiermas, en que se epilogan
algunos de los más célebres baños de España, Francia, Alemania, Ita-
lia y la variedad de usar de ellos. Por D. Manuel Rodrigo Andue-
za. Pamplona, 1713.
Tomo en 4."
* Memoria sobre los baños minerales de Tiermas, escrita por su
Director facultativo, don Tomás Lletget, calificada de sobresaliente y
digna de premio por R. O. de 8 de setiembre último, oído el Con-
sejo de Sanidad del Reino. Madrid, Imprenta Nacional, 1857.
Cuarenta y ocho página» en 4." y un estado.
TOLEDO. Ciudad capital de la provincia de su nombre.
Tratado histórico cronológico de los privilegios de loe muzárabes
de Toledo.
Ms. que consta en el catálogo de los anteriore» al año 1600, que publicó
don Joeef Collado, colección de Un curioso Andaluz.
Noticia del suntuoso templo que fabricaron loa judíos en Toledo,
en tiempo del Rey D. Pedro, y después se consagró en iglesia d e
Santa María de la Blanca, en que se tocan otros puntos alusivos a
dichos judíos en España.
Ms. del referido catálogo de don Josef Collado.
* Memoria sobre la pertenencia, estensión, calidad de tierras,
población y administración de los Montes de Toledo, presentada a las
Cortee generales por los ciudadanos Julián Antonio López y D. Fran-
cisco Martínez Robles. Madrid, imprenta de la calle de la Greda,
1821.
Folleto de 55 páginas en R.°
V. Badajoz.
TORO. Ciudad de la provincia de Zamora.
Al niímero 3 pone el Sr. Muñoz la Corografía de Gómez de la
334 RKVISTA DE AKCKIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Torre, y en la nota se lamenta con razón de que no se publicase el
segundo tomo. Téngase entendido que toda la obra eran tres tomos,
y que los dos no publicados, correspondientes a los partidos de Ca-
rrión y de Reinosa existían en 1829 en el ministerio de Hacienda,
entre los papeles del Departamento de la Balanza de Comercio. Mis
gestiones para encontrarlos han sido ineficaces; ojalá que la Aca-
demia (de que el autor era socio correspondiente), o el Sr. Muñoz
lograsen encontrar tan apreciables manuscritos para la geografía e
historia de España.
* Por el monasterio de San Ildefonso el real de Toro, de la or-
den de Santo Domingo, con el marqués de la Mota; sobre restitu-
ción de la villa de Almaraz.
Diecinueve hojas en folio, sin fecha ni lugar de impresión.
TORRE DE ESTEBAN AMBRAN. Villa de la provincia de Toledo.
Antigüedades de la Torre de Esteban Ambrán, Méntrida y otros
pueblos.
Ms. de la biblioteca de Salazar, número 43, según un índice de la mis-
ma hecho el año 1822.
TORRENTE. Pueblo de la provincia de Valencia.
* Ordenanzas municipales de Torrente, provincia de Valencia.
Mss. copiado de un proyecto que existe en el Ministerio de la
Gobernación, en
Cuarenta y seis artículos.
TORRES. Villa de la provincia de Madrid.
* Memoria sobre los baños y aguas minero-medicinales de Torres,
y resultados obtenidos durante la temporada de 1855. Por D. Fran-
cisco López Salazar, director facultativo de dicho establecimiento.
Madrid, 1856. Impra de Higinio Reneses.
Papel en folio.
TOYA. V. Nules.
TRILLO. Villa de la provincia de Guadalajara.
* De las aguas termales de Trillo, por D. Casimiro Gómez Or-
tega. Madrid, 1778.
Tomíto en 8.»
Reflexiones sobre el uso interno y esterno de las aguas termales de
Trillo. Por D. Luis Guarnerio y Allav«na. Madrid, 1791.
En i."
Discurso físicomédico sobre las aguas minerales de Trillo, por
D. Antonio Valls y Covarrubias, 1793. ••
M». inédito en la Academia de Medicina.
* Observaciones sobre la naturaleza y virtudes de las aguas mine-
rales de Trillo, por D. José María Brull. Madrid. Imprenta de Cano,
1818.
En 12.°
Disertación presentada a la Academia médica matritense en 28 de
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 335
Febrero de 1821 sobre las aguas de Trillo, por D. José María Brull.
Ms. inédito en dicha Academia.
* Guía de enfermos e itinerario de Madrid a los baños de Trillo.
Por D. Mariano José González y Crespo. Madrid. Imprenta de Llo-
renci, 1840.
Folleto en 8."
* Observaciones prácticas sobre las aguas minerales de Trillo. Por
D. Mariano José González y Crespo. Madrid, 1847.
Un tomo en 4."
V. Sacedón.
UcLÉs. Villa de la provincia de Cuenca, cabeza de la orden de San-
tiago.
* Descripción del archivo de la corona de Aragón, existente en
la ciudad de Barcelona, y noticia del Archivo general de la militar
Oi^en de Santiago, por su autor el Abate D. Lorenzo Hervás. En
Cartagena: por D. Manuel Muñiz. Año 1801.
Cuaderno en 4."
V. Ordenes militares, Santiago (orden) y Segobriga.
XJRGEL. Ciudad episcopal de la provincia de Lérida.
* Noticia de la epidemia de tercianas que se padeció en varios
pueblos de Urgel y otros parages del principado de Cataluña, en el
año de 1785, formada de orden de la real Junta de Sanidad. Bar-
celona. Por la viuda de Pifener.
Setenta y cinco páginas en 4.°, que suscriben en Barcelona, a 2 'de Febrero de
1786 los médicos comitionados Dr. Gaspar Balagner y Dr. Vicente Grasset.
VADOCAÑAS. Fuente de la ciudad de Requena, provincia de Valencia.
* Disertación de las virtudes, uso y abuso de las aguas minerales
«de Vadocañas, situadas en el término de la villa de Requena. Por
D. Juan Antonio Pascual y Rubio. Murcia, 1769.
En 8.0
VALENCIA. Ciudad capital del reino y provincia de su nombre.
* Del niimero 29, que pone el Sr. Muñoz, hay otras ediciones:
una anterior, «Valencia en la mano, o guía breve para encontrar
las cosas más dignas de ella sin necesidad de preguntar. Obra litil
a los forasteros y naturales, en cuyo obsequio la saca a luz un amante
de la misma». Valencia, 1825; Imprenta de José Gimeno, frente al
Miquelete. En 12." Y otra posterior: «Valencia en la mano, o sea ma-
nual de forasteros. Guía cierta y segura... Contiene además, por medio
de apéndices, las mejoras introducidas hasta el día...» Por J. G. Va-
lencia, 1852. Imprenta y librería ^e don Julián Mariana.» Octavo
mayor y un mapa.
En el catálogo que publicó en Madrid don Josef Collado, se en-
cuentra la obra citada al mímero 48, con el año, y de esta manera:
336 REVISTA PE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
«Relación de la Germania de la ciudad de Valencia, ordenada por el
Notario Miguel García en 1529».
Descripción ichonográfica de Valencia y sus anales, por Toma»
Vicente Tosca.
La citan Rodríguez, en la Biblioteca valenciana, folio 407, y León Pine-
lo, en su epítome número 1.285.
Provincia de Valencia. Lista de lodos los pueblos que comprende
en el día la provincia de Valencia, y ios partidos en que se divide,
ciudades, villas y lugares y despoblados, y obispados a que corres-
ponden, con espresión de los en que hay Gobernador político o mili-
tar. Corregidor, Alcalde mayor u Oitliiiario, número de vecinos que
cada uno tiene, obispados a que corresponden, leguas que distan así
de la capital de la provincia como de la cabeza de partido, los que
son realengos y de señorío; formada en virtud de orden del Con-
sejo. Impresa en Valencia y oficina de don Benito Moníort, año 1818.
Existe nn ejemplar en folio marquilla en el archivo general de Valencia.
Nota de los pueblos enagenados en Valencia, y de los archivos
donde existen las escrituras de egresión.
Pnblicada en las Actas de la Sociedad Económica de Valencia, 1809.
* Atlante español o descripción general. Por don Bernardo Espi-
nalt y García. Madrid, 1778.
Los tomos 8, 9 y 10 tratan del reino de Valencia.
* Noticia de las varías producciones del reino de Valencia... que
por acuerdo de la real Sociedad económica de Valencia ha formado
D. Tomás Ricord, presbítero, su secretario. En Valencia, en la im-
prenta de don Benito Monfort. Año 1793.
Folleto en 4.", con vario« estados.
* Discurso sobre la constitución que dio al reino de Valencia su
invicto conquistador el Sr. D. Jaime I. Por D. Francisco Xavier Bo-
rrull y Vilanova, juez de diezmos, primicias y tercios-décimos de
dicho reino. Año 1810. Valencia: en la imprenta de don Benito
Monfort.
Folleto de 78 páginas en 4.°
* Memorias históricas sobre la revolución de Valencia, que com-
prenden desde 23 de mayo de 1808 hasta fines del mismo año, y sobre
la causa criminal formada contra el P . Fr. Juan Rico... y otros. Las es-
cribe y publica el primero para inteligencia de la Nación y de la
Europa. Cádiz. Por D. Manuel Santiago de Quintana, 1811.
Cuaderno de 120 páginas en 4.°
* Sermón fúnebre «n las solemnes exequias que celebraron en la
Sta. Iglesia metropolitana de Valencia su Exmo. e lUmo. Arzobispo
y Cabildo, con asistencia de la M, I, ciudad y de todo el clero secular
y regular, en sufragio por el alma de su difunto prelado el Exmo.,
lUmo. y Rvmo, Sr. D. Francisco Fabián y Fuero, el día 13 de Octubre
de 1801, predicado por su canónigo penitenciario el Dr. D. Felipe
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 337
Mirallas. En Valencia. En la oficina de D. Benito Monfort, impresor
¿e\ Dlmo. Cabildo. Año 1801.
• En 4." marquilla, y muy histórico por la parte que tuvo el difunto en lo& «u
cesos de la época.
* Exposición de la Universidad de Valencia dando gracias al so-
berano Congreso por haber abolido la Inquisición. Impresa en Cá-
diz y reimpresa en Valencia por los yernos de José Esteban, año
de 1813.
La prohibió la Inquisición en edicto de 30 de mayo de 1819.
[AI margen: Ojo.]
* Instalación de la cátedra de constitución en la ciudad de Valen-
cia a cargo del favor de D. Nicolás Garelly. Impresa en dicba ciu-
dad en 1814.
* Memoria de los actos y dispoí^iciones generales adoptadas por
la Junta de Salvación de la provincia de Valencia, que ha formado
y presenta al Gobierno, por encargo especial de la misma, su Vice-
presidente D. Vicente Bertrán de Lis. Valencia. Imprenta de D. José
Mateu Cervera, 1843.
Quince páginas en folio.
* Memoria en que se contiene la población actual de primero,
segundo y tercer orden de este reino de Valencia, con la historia y
«íitado en que se hallan la ciudad de Gandía y las villas de Pegb,
Callosa de Ensarriá y Enguera. Por D. Vicente Ignacio Franco.
Inserta en las páginas 129 a 212 de la Junta pública de la real Sociedad eco-
nómica de Valencia, celebrada el día 9 de diciembre de 1801; impresa en 1K
imprenta de Benito Monfort, en 1802.
* Croquis geológico del reino de Valencia por el ingeniero Bo-
tella. Madrid, 1854.
Cuaderno en folio.
* Memoria sobre los montes de Valencia, por D. Joaquín Croix
y Vidal.
Inserta y publicada en las actas y memorias de la sociedad valenciana.
* Plan sinóptico de las acequias del río Turia, con varias obser-
vaciones. Dedicado a la real Sociedad económica de Valencia por
uno de sus individuos. Se publica de acuerdo de la misma. Valencia.
Imprenta de don Benito Monfort, impresor de la misma real So-
ciedad, 1828.
En 4.°', con un cuadro.
* Memoria premiada, escrita por el socio numerario D. Esteban
Chaix. Contiene una noticia de las lagunas y terrenos pantanosos de
este reino; los medios para su desecación, con reflexiones sobre las
ventajas que resultarán (verificada aquélla) a la salud piiblica, gana-
dos y agricultura.
Inserta en las Juntas de la sociedad E^onómi^ de Valencia del año 1802, des-
de las páginas 145 a la 188.
338 DEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
* Memoria indicativa de los minerales de que abunda la pro-
vincia de Valencia... comprendiendo algunas observaciones geognósti-
cas sobre un volcán apagado en Villamiarchante, por D. Juan Sán-
chez Cisneros, individuo de la Sociedad económica d e Valencia.
Publicado en la Janta pública de dicha Sociedad del año 1804.
* Noticia de varias minas de carbón de piedra en el reino de Va-
lencia, su esplotación, uso, preparaciones, gastos y análisis. Memo-
ria premiada, escrita por el socio numerario y de mérito, D. Joaquín
Maximiliano de la Croix y Vidal, secretario de la Diputación de
Madrid.
Ingerta en la Junta pública de la Sociedad económica de Valencia del año
1802; impresa en aquella ciudad el siguiente de 1803.
VALLADOLID. Ciudad capital de j)rovincia y de distrito.
* El ms. que cita el Sr. Muñoz al número 1 no tiene las adiciones
diel que yo poseo, así intitulado: (fMemorias para la historia d e
Valladolid recogidas por Juan Antolínez de Burgos, natural de la
misma ciudad, a que van añadidas varias notas del conde de Gra-
medo D. Francisco Ronquillo y Briceño, y otras de diferentes cu-
riosos, hijos del mismo pueblo.»
* Al Rey nuestro Sr., por el respetable conducto del Exmo. Sr.
Conde de Floridablanoa, su primer secretario de Estado, ofrece con
el más profundo rendimiento el presidente de la real Chancillen'a
y de la real Junta de Policía creada en la ciudad de Valladolid baxo
su inmediata protección, el MANIFIESTO o MEMORIA de las des-
gracias ocurridas en el día 25 de febrero de este año de 1788... con
la extraordinaria creciente del río Esgueva... Impreso en Valladolid
por la viuda e hijos de Santander. Año de 1788.
Un tomo en 4.°i, con un plano de la ciudad inundada.
* Guía de forasteros y litigantes en la real Chancillería y demá»
tribunales de esta ciudad de Valladolid. Para el año de 1831'. Impren-
ta de Aparicio.
Folletín en 12.°, que se publicaba anualmente.
* Manifiesto de la Milicia Nacional de todas armas de la ciudad
de Valladolid. Valladolid, imprenta .Aparicio, 1837.
* A la Nación española el comandante de la Milicia Nacional de
Infantería de Valladolid Mariano Miguel de Reinoso, subinspector de
la de la provincia.
Ambos folletos en i.", y aunque este último sin fecha, es del mismo año 1837.
* Contestación a lo dicho y escrito contra el Gefe poh'tico de Va-
lladolid.
Lo era D. José Núñez Arenas, y aunque sin lugar ni fecha, se imprimió
en Valladolid en 1837.
VASCONGADAS (provincias). Las tres de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.
No sé si será la misma obra anotada por el Sr. Muñoz, número
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 339
14, la a n t m c i a d a así e n los periódicos en j u l i o d e 1 8 4 7 : «Manual
del viagero p o r las provincias Vascongadas».
* E n s a y o d e la Sociedad bascongada d e los a m i g o s d e l p a í s . A ñ o
d e 1766.
Dedicado a l R e y N t r o . Sr. E n V i t o r i a , p o r T o m á s d e Robles. A ñ o
1768.
Un grueso volumen en 4.°, que perteneció a D. Rodrigo de Llano Ponte.
* Censura crítica d e la p r e t e n d i d a excelencia y a n t i g ü e d a d del
vascuence, p o r D . J . A. C , cura d e M o n t u e n g a . M a d r i d , e n la im-
prenta r e a l . A ñ o d e 1804.
Un tomo en 8.°, cuyo autor fué D. José Antonio Conde. El Sr. Muñoz, al
número 10, pone la apología de Asiarloa, a que esta censura se refiere.
* Colección d e cédulas, cartas-patentes, provisiones, reales ó r d e -
nes y otros d o c u m e n t o s concernientes a las provincias vascongadas, co-
piados d e o r d e n d e S. M . d e los registros, m i n u t a s y escrituras exis-
tentes e n el real archivo d e Simancas, y en los d e las Secretarías d e
Estado y d e l D e s p a c h o , y otras oficinas d e la corte. M a d r i d , e n la
i m p r e n t a r e a l . Años d e 1829 y 1830.
Son cuatro tomos en i.°, compilados por el Archivero D. Tomás' González.
VÉLEz MALACA. C i u d a d d e la provincia d e Málaga.
Bosquejo apologético d e las grandezas d e Vélez Málaga, p o r
D . Francisco d e B e z m a r .
Anunciado así «n los periódico» no ha muchos años.
Está en el art. «Vélez-Málaga», número 1.
VELLA. V. Nules.
VELLISCA. Villa d e la provincia d e Cuenca.
* Respuestas a l interrogatorio d e l Sr. Caballero en lo relativo
a la villa d e Vellisca, p o r D . J u a n Manuel P a l o m a r , vecino d e la
misma.
Ms. hecho de mi encargo en 1842.
VlCH. Ciudad d e la provincia d e Barcelona.
* Antigüedades y m o n u m e n t o s d e Vichi P o r D . J a i m e R i p o l V i -
l l a m a y o r , canónigo d e su santa Iglesia. V i c h . I m p r e n t a d e Ignacio
Valls. 1821 a 1829.
Varios pliegos sueltos en 4.°, de que hay egemplares en la Academia de la
Historia, con documentos curiosos e interesantes, que no casaba de rebuscar y a
tampar aquel laborioso y entendido eclesiástico.
ViGO. C i u d a d d e la provincia d e P o n t e v e d r a .
E s p e d i e n t e d e la reconquista d e Vigo y T ú y .
Asi consta anotado en un catálogo de libros venales en la librería de Quiroga.
* Vigo y P o n t e v e d r a . M a d r i d , 1837.
Papel de 20 páginas en 4.°, con reflexiones del Ayuntamiento de Vigo, 80«te-
niendo que le pertenece ser capital de provincia.
* L a descripción q u e el Sr. Muñoz p o n e e n 1841, la tengo y o
con p o r t a d a igual y la p r o p i a im^prenta en el a ñ o 1840. D u d o q u e se
34'J REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
reimprimiese al año siguiente, incliiián'dome a que debe proceder la
diferencia de alguna errata.
ViLLAMAYOR DE SANTIAGO. Villa de la provincia de Cuenca.
* Datos para la descripción de Villamayor de Santiago, por D. Car-
los Sandov«l.
Ms. hecho a virtud de mi interrogatorio de 92 artículos, en 1842.
VILLAR DEL ÁGUILA. Villa de la provincia de Cuenca.
* Edicto de la Inquisición de Cuenca a 8 de marzo de 1804, con
la relación de la causa y sentencia de Isabel María Herráiz, conocida
por la beata de Villar del Águila.
Dos pliegos en folio, sin lugar ni fecha de impresión; mas que fué en Cuen-
ca dicho año. Llórente, en su HistorUi critica, dice que esta sentencia es de las
más justa» que se han pronunciado y honra a los inquisidores que la dictaron.
VITORIA. Ciudad capital de la provincia de Álava.
República y gobierno de Vitoria en Álava, por D. Juan Fernán-
dez de Paterniana, en 1590.
Pongo este ms., de la colección del curioM» Andaluz, cuyo catálogo publi-
có don Josef Collado, a pesar de incluirlo el Sr. Muñoz al número 1, por
varias razones. En primer lugar, rectifica que la obra se contrae a Vitoria, en
Álava, y no a Vitoria y Álava. En segundo, fija el año en que »e escribió y «1 ver-
dadero autor, disipando las dudas y controversias que se han ofrecido en la
cuestión.
VIZCAYA. Una de las tres provincias Vascongadas.
La obra que se pone al niímero 18 existe en el catálogo que D. Jo-
sef Collado publicó en Madrid a principios de este siglo, con diez
años más de comprensión, pues abraza hasta 1574. Difícil es conocer
cuál de las dos fechas será la cierta, pero anoto esta diferencia para
que se tenga presente.
* Aper^us sur la Biscaye, les Asturies et la Galice. Precis de la
deíense des frontieres du Guipúzcoa et de la Navarre; par le Gene-
ral D. Ventura Caro, en 1793 et 1794; et campagne du General D. An-
tonio Ricardos dans le Roussillon, en 1793. Par Louis de Marcillac.
A París, chez le Normant 1807.
Un volumen en 8.° francés, dedicado al Principe de la Paz; libro que, aparte
de sus apreciaciones, contiene observaciones curiosas y raras.
* Ensayo crítico sobre las leyes constitucionales de Vizcaya. Por
D. Pedro Lemonauria... Bilbao. Imprenta de D. Nicolás Delmas.
1837.
Cuaderno en 4."
Reconocimiento geológico de Vizcaya, por Gollete.
Lo vi anunciado en un catálogo de libros modernos.
ZAFARRAYA. V. Alhama.
ADICIONES DC DON F E H M Í N CABALLERO 341
ZARAGOZA. Capital de su provincia y d*! Aragón.
Aviso de la entrada de S. M. en Zaragoza a 13 de enero de 1626.
Barcelona, año 1626.
Medio pliego en 4.°, que existe en la eolección del P. Joan Cuarín, propia
del conde de la Cortina, D. Jo«¿ Gómez de la Cortina.
* Relación individual y verídica del suceso acontecido en la ciu-
dad de Zaragoza el día 6 de Abril de 1766 y de todos sus demás pro-
gresos, formada de orden de S. M. y escrita por encargo del Marqués
d e Castelar..., por D. Tomás Sebastián y I.atre. Vista y aprobada
por el real Acuerdo de este Reino. En Zaragoza, en la Imprentxt del
rey ÍVtro. Sr. Año 1766.
Cuaderno en 4.
* iN *
Hasta aquí los escritos que he recogido para enriquecer el Diccio-
nario Bibliográfico-Histórico, número fácil de aumentar con más tiem-
po y constancia, y que de seguro añadirán inmensamente otros estu-
diosos, y con especialidad el autor del pensamiento; porque si es
cierta la creencia vulgar de que ningún día dejamos de aprender algo
nuevo, en bibliografía puede evidenciarse que nunca se trabaja sin
fruto por el entendido escudriñador. ¡Tanto es lo que se ha escrito
en todos los tiempos y de todos los asuntos!
Ni presumo que sea grande la importancia de mis adiciones, ni
las tengo por completamente inútiles; algo deben valer tales como
éstas:
Alcalá de Henares: fueros antiguos.
Andorra: casi todas las insertas.
Aragón: la defensa del duque de Híjar, los anales antiguos y el
manuscrito de Ustarroz.
Barcelona: la obra francesa del Consulado y varios papeles de
viajes y festejos reales.
Bilbao: el singular manuscrito descriptivo de sus principales mo-
radores.
Burgos: varios papeles sobre desmembración del obispado de
Santander.
Canarias: algunos inéditos.
Castilla; la colección de privilegios sacados de Simancas.
Cataluña: memorias de la guerra constitucional.
Celtiberia: el manuscrito original del abate Hervás.
Cíeza: La Panoplia del Dr. Lozano.
Córdoba: colección de autos de fe.
Ferrol: los seis tomos de consideraciones históricas.
342 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS ¥ MUSEOS
Galicia: el Nobiliario ms. de Porreño, las Vindicias del cura de
Fiume, etc.
Granada: las guerras civiles y la rebelión morisca.
Guipúzcoa: el manuscrito de la guerra de franceses.
Huete: los anales manuscritos de Sánchez de Arriba.
Jerez de la Frontera: la historia de Molero.
Logroño: su célebre auto de fe.
Madrid : los autos de fe, la ojeada de Hautefort, el 7 de julio,
las fantasmas, y varios papeles de nacimientos, muertes, ñestas y
entradas de príncipes y otras personas distinguidas.
Menorca : el desembarco de nuestras armas y el proceso del Go-
bernador Murray.
Navarra: su sitio y antigüedad por Palacios-Rubios.
Pamplona : el privilegio de la Unión.
Puerto de Santa María: su terremoto y su derecho a ver comedias.
Sacedón: historias manuscritas y bastantes descripciones de sus
baños.
Segobriga: dos obras de don Jáconie Capistrano de Moya.
Sevilla: bastantes papeles raros y el notabilísimo elogio de Juan
Bautista Pérez.
'l'arragona : la Medalla de Tiberio.
Teruel: las cartas de Antillón.
Valladolid: la inundación de 1788.
Vélez Málaga: el bosquejo apologético.
Vizcaya: las ojeadas de Mr. Maicillac.
Zaragoza: el suceso de 1766.
De esto y de todo lo demás hago juez a la Academia y al mismo
autor del Diccionario, quien directamente podrá estimarlo en lo que
le aproveche, pues no me anima otro mayor empeño ni otro deseo
que el de llevar mi piedrecita al grandioso edificio literjtrio plan-
teado por el Sr. Muñoz.
Sin embargo, no debo soltar la pluma callando sobre la fuerte
censura con que el autor del Diccionario ha querido escudarlo, a mi
parecer sin necesidad y sin justificación. Termina la advertencia pre-
liminar copiando unas palabras del P . Burriel contra los rústicos
quo notan en las obras generales yerros peculiares de su lugar o de
su río, contra los necios que se vanaglorian de hacer tal cual reparillo
en obras semejantes. La observación del Padre jesiu'ta es tan discreta
y certera como correspondía a su vasta erudición; pero de lo más santo
cabe abusarse, y contra el abuso me levanto. Para incurrir en el anatema
citado se necesitan circunstancias esenciales, una en el autor y tres en
loa censores:
1." Que la obra publicada sea tal, que sólo rústicos y necios pue-
dan criticarla, y con meros reparillos; y en la austeridad y modes-
tia del Sr. Muñoz no ha entrado semejante idea.
ADICIONES DE DON FERMÍN CABALLERO 343
2." Que el corrector se glorie vanamente; y yo, lejos de gloriar-
me, someto mis observaciones, privada y lealmente, a la decisión de
quien más sabe, dispuesto a recibir la lección que se me dé, sin el
menor viso de queja.
3.' Que la crítica se reduzca a tal cual, reparülo; y en este papel
menciono más de quinientas obras no comprendidas en el Dicciotui-
rio, amén de algunas correcciones y de no triviales pensamientos de
mejora; y
4." Que los yerros apuntados sean del lugar del corrector; y yo
Iiablo de todas las provincias de España. De mi lugar sólo cito un
escrito en ciernes, y, en cambio, pongo varios del pueblo del Sr. Mu-
ñoz, de la común residencia de Madrid, de los académicos Lloren-
te, Capmany, Cornide, Bedoya, Moya, Gómez de la Torre, Conde,
González, Navarrete y Amador de los Ríos, y hasta de la propia bi-
blioteca de nuestra Academia.
Está corporación sabrá dispensarme con su acreditada benevolencia
la manera de terminar esta Memoria, considerando que en mi posi-
ción especial he debido protestar contra toda interpretación impropia
del testo del P . Burriel, pues habiendo sido público corrector en
otra ocasión y apareciéndolo ahora, aunque en el seno de la confian-
za, cumple a mi interés el que no se atribuya a genialidad lo qa|e
nace del noble deseo de servir a la ciencia, sin aspirar a otra recom-
pensa que a la de la propia conciencia.
Barajas de Meló (en mi casa del Cerro) a 7 de julio de 1861.—
Fermín Caballero (rubricado).
NUESTROS ARCHIVOS
NOTAS SOBRE LA DOCUMENTACIÓN
POST-FORAL DEL ARCHIVO DEL REINO
DE VALENCIA
POR FELIPE MATEU Y LLOPIS
A la memoria de Fernando Ferraz
Pénelas.
La feliz reaparición de la benemérita REVISTA DE ARCHI-
VOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS brinda ocasión de comenzar a tra-
tar un capítulo de la historia de los Archivos españoles que to-
davía permanece inédito, si bien es verdad que tampoco debe
procederse a escribirlo con precipitaciones: el que correspon-
de a los últimos diez años, durante los cuales tantas vicisitudes
ha pasado una gran parte de la documentación de nuestros de-
pósitos. Uno de los que mayores cambios experimentaron en
el mencionado lapso de tiempo fué el llamado comúnmente, en
guías y memorias, «Archivo Regional de Valencia», al que, sin
embargo, se dio siempre, desde su creación como tal, el más
exacto título de «Archivo General de Valencia», considerando
a ésta, claro está, no como la ciudad, sino cual todo el reino.
Hoy, si nos atenemos a la Guía histórica y descriptiva de los
Archivos, Bibliotecas y Míiseos, Sección de Archivos, publica-
da bajo la dirección de D. Francisco Rodríguez Marín en 1916,
Memoria correspondiente al citado de Valencia, y con ella pe-
netramos en el inmueble —de tan accidentada situación du-
rante los mencionados diez años últimos—, solamente en una
parte podríamos formarnos idea clara del contenido de aquel
gran depósito, grande, al menos, por la cantidad y calidad
de sus legajos. Y decimos en una parte porque es mucho más
346 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
de lo que la Guía refiere cuanto en él se guarda, y esta parte
en que se ha incrementado no figura en la referida Memoria
por haber llegado al Archivo en tiempos muy posteriores a la
redacción o publicación de la misma.
Como es bien sabido, el Archivo General de Valencia ocu-
pa hoy una parte, casi la única en pie, de lo que fué la Casa
Profeíía de la Compañía de Jesús. Su planta se reduce en la ac-
tualidad, y en cuanto al espacio propio del Archivo, a dos
grandes cuerpos o naves en ángulo, con tres plantías, lo que
da un edificio que, en su parte más extensa, era uno de los
cuatro lados del gran patio de la desaparecida Casa Profesa, y
en la otra constituye la unión con otro patio, mucho más re-
ducido, cuyas habitaciones o salas recayentes al mismo, están,
aún hoy, ocupadas por unas Escuelas.
Si el recinto es relativamente pequeño, la altura del inmue-
ble es bastante considerable; sus salas, espaciosas; en las dos
primeras plantas, abovedadas; en la segunda, con notables es-
grafiados y estupendas puertas de talla en madera. En el curso
de unas reformas llevadas a cabo en 1937-1938 pudieron aña-
dirse conjuntos de azulejería de la antigua Casa, salvada de en-
tre los escombros procedentes del derribo.
En esta desaparecida construcción se hallaba el Archivo de
la Audiencia Territorial de Valencia en 1932 cuando fué in-
^ovporado al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Biblioteca-
rios y Arqueólogos. En 30 de enero del citado año, Teunidos
en el local de la Secretaría de Gobierno de la Audiencia, el se-
cretario de la misma, D. Joaquín Salcedo, y el jefe del Archi-
vo General de Valencia, D. Fernando Ferraz y Pénelas, para
dar cumplimiento al Decreto de 12 de noviembre de 1931 so-
bre incorporación de Archivos de Audiencias Territoriales y a
las Ordenes de los respectivos Ministerios, de Justicia de 5 de
diciembre y de Instrucción Pública de 23 de noviembre, se le-
vantó acta de la situación del referido Archivo de la Audien-
cia, que se hallaba instalado de la siguiente forma. En una sala
de 22 metros de longitud, con dos balcones y dos ventanas al
patio central, antiguo claustro del siglo XVIII, había 1.901 le-
gajos de variado volumen, conteniendo la documentación de
REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS 347
Procesos civiles de los años 1707 a 1805. «En la misma sala,
amontonada por los suelos y en completo desorden —dice el
acta— había unos novecientos legajos de documentación pro-
cesal diversa, especialmente de carácter civil, pertenecientes a
la segunda mitad del siglo XVIII y primera del XIX».
En la sala segunda, prolongación de la anterior, existía do-
cumentación de Procesos civiles desde 1805 a 1848, distribui-
dos en 474 legajos de variada dimensión y en el suelo un mon-
tón con 80 legajos de procesos criminales.
En la sala tercera, a continuación también de la preceden-
te, se hallaban los índices notariales desde 1879 a 1917 en 460
volúmenes, bien encuadernados y dispuestos en siete estantes.
En la sala cuarta, con la misma orientación, había índices
notariales desde 1836 a 1878, en 312 volúmenes. En la quinta,
orientada al Norte como las siguientes, recayente a la calle de
Cadirers, se hallaba la documentación de Procesos criminales
desde 1871 a 1882 agrupada en 1.640 legajos, ordenados por
años y juzgados. En el suelo «enormes montones que contenían
unos mil seiscientos legajos, especialmente criminales del si-
glo XIX». En un largo corredor había 360 legajos de Procesos
criminales de 1886 a 1889.
La Audiencia Territorial ocupaba estos locales sólo para al-
macenar en ellos esta documentación, pues ella tenía y tiene el
Palacio de Justicia, que fué la antigua Aduana mandada cons-
truir por Carlos III. En este otro edificio conservaba el Archi-
vo moderno: Procesos de lo Criminal de 1891 a 1911, en 2.246
legajos en una sala, y 1.089 legajos, de 1912 a 1922, en otra.
En esta xíllima había, además, sentencias criminales de 1 8 7 1 ;
civiles de 1857; reales provisiones de 1836 a 1862; juramen-
tos de 1707 a 1776; certificaciones de 1857 a 1900; Cancille-
ría de 1909 a 1916; autos de 1884 a 1929; repartimientos de
1763 a 1895; Libros de asistencia de varios años; sentencias
del Tribunal Supremo de 1873 a 1899, impresas, y diez lega-
jos de hidalguías, sustanciados en su casi totalidad a fines del
XVIII y principios del XIX, según la minuciosa acta debida al
malogrado Fernando Ferraz, fallecido hace pocos años.
De todo ello había los siguientes índices : Seis volúmenes en-
348 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBMOTECAS Y MUSEOS
cuadernados, en tamaño folio, y titulados «índices antiguos del
Archivo», correspondientes a la documentación de Procesos ci-
viles, desde 1707 a 1849. Tres volúmenes del mismo tamaño,
encuadernados también y titulados «índices reformados del Ar-
chivo», correspondientes a Procesos civiles, desde 1707 a 1781,
que respondían al contenido de las salas I y II del Archivo an-
tiguo, redactados por orden cronológico.
Como se ve, el Archivo de la Audiencia Territorial de Va-
lencia era considerable, y se hallaba repartido en los dos edifi-
cios referidos, aunque la parte mayor correspondía a la antigua
Casa Profesa, llamada vulgarmente en Valencia «el Asilo», por
haberlo sido municipal y cárcel de mujeres. Sobre esta docu-
mentación iban a caer pronto las mayores calamidades.
En 3 de abril de 1936 el Ayuntamiento acordaba el derri-
bo del edificio; el acuerdo levantó quejas y lamentaciones en
los sectores cultos, pero todo fué inútil: la vieja Casa Profesa
—tal vez por haberlo sido— iba a desaparecer inexorablemen-
te. La decisión no afectó a la parte ocupada por el Archivo Ge-
neral, el Histórico, por pertenecer este centro al Estado. El in-
mueble fué derribado, quedando de él solamente aquel lado
sur, ocupado por el citado Archivo Regional. La documenta-
ción de la Audiencia, es decir, del Archivo de la Audiencia exis-
tente en la desaparecida Casa Profesa, anduvo de un lado para
otro: gran parte pasó por modo provisional a las Torres de
Cuarte, prisión militar; pero una porción muy considerable
y bien seleccionada fué colocada en el interior del Archivo
Histórico o Regional, por Fernando Ferraz Pénelas, quien, con
tanta ilusión por realizar la incorporación del de la Audiencia,
había trabajado y con tanto dolor se movía ahora al ver desapa-
recer el edificio en que tan magníficamente hubiera podido
quedar instalado, como él proponía (1). Mas todo no quedaba
(1) E» un libro de recortes formado en 1937 puede verse cuanto decía la
prensa local sobre el derribo : La Voz Vaknciana, de 1936, 15 y 29 d« abril, ar-
tículo» de ENRIQUE BOHORQUES. Desde 1930 la prensa se ocupaba con frecuencia
del Archivo. ANTONIO IGUAL UBEDA quiso llamar la atención simulando un in-
cendio, como hizo CAVIA con el Prado. (Acción Valenciana, 1 y 15 mayo 1930.)
«El solitario d« Casa Doñanaa (FRANCISCO MARTÍNEZ Y MARTÍNEZ), el benemérito
NOTAS SOBKE LA DOCUMENTACIÓN POST-FOHAL 349
aquí. Sobrevino la revolución de 1936. Los papeles de la Au-
diencia Territorial, los del edificio de la antigua Aduana, ar-
dían en la plaza pública; muchos de los que se habían sacado
del desaparecido «Asilo» se perdieron también. Del que había
comenzado a ser Archivo de la Audiencia, incorporado al Cuer-
po por Fernando Ferraz, sólo se salvaría la parte que él pudo
instalar en el interior de los locales del Regional. Puede decirse
que casi todo lo criminal se perdió
Como decíamos, pues, entrando hoy en el Archivo General
de Valencia con lo que nos dice la Guía, hallamos que en él
hay muchos más de lo que en ella se consigna. Esto es debido
al que fué director del mismo, Fernando Ferraz. Las reformas
en la instalación y ordenación llevadas a cabo en 1937-1938,
en circunstancias tan críticas como puede suponerse por las fe-
chas, nos llevaron a pensar en la necesidad de establecer algún
día, teóricamente, una nueva clasificación de los fondos del Ar-
chivo, que contuviera también los que se le habían agregado
desde 1936, al derribarse el edificio de la Casa Profesa (1).
erudito recientemente fallecido, en Los Provincias, de 19 de septiembre de 1931;
y volvía sobre lo mismo en el citado periódico bajo el seudónimo «El eolitario
en todas partee», con patriótico interés, en 6 de mayo de 1935. NICOLAU PKIMITIU,
en Timó, en abril-mayo de 1936. En 26 de enero de 1935, el entonces ministro don
JOAQUÍN DUALDE, en «catión de visitar el Monasterio del Puig, pensó en instalar
allí el Archivo Regional, sin que se volviera a hablar de ello.
(1) Desde 1940 hemos venido dando algunas noticias sobre el Arrhivo: «Te-
soros de papel», en Valencia Católica, mayo de 1939; «Tesoros olvidados». Al-
manaque de «I>as Provincias», 1941, págs 239-242; «Nómina» musulmanas en Ar-
chivo» españoles», en Mauritania, 1941, pág. 56; en una muy breve nota sobre
«LoB archivos españoles) y las relaciones con Berbería», en Mauritania, 1942, nú-
mero 171, pág. 55, llamamos la atención sobre lo que el de Valencia puede apor-
tar para el estudio de estas relaciones, desde el siglo XV; una nota sobre el
«Catálogo de los documento» y manuscritos... de la Compañía de Jesús... en el
A. G. de V.», del padre Pedro Blanco Trías, en Hispania, 1943, pág. 652-653;
«Alfonao V de Aragón y el Archivo General de Valencia», conferencia leída en el
Centro d« Cultura Valenciana en 16 de mayo de 1942 y publicada en «Homenaje
a Alfonso el Magtaánimo», serie de conferencias en ocasión del centenario de la
conquista de Ñapóles, sobre el que algo recordamos desde Las Provincias al cum-
plirse la fecha, conmemorada también por la publicación de «Algunos documen-
to» referentes a la gestión del Tesorero de Alfonso V, Mateo Pujades en Nápoks
y al itinerario del rey (1441-1447)», hallados en el curso de las reformas de 1937,
350 HEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Un examen de la documentación hoy allí guardada, a la vista
o ante el recuerdo del pasado reino de Valencia, lleva a consi-
derar todos los fondos del Archivo como femando dos partes,
muy desiguales en extensión: una, la antigua, la que es propia-
mente el Archivo Histórico que, por serlo, termina en 1707,
año del Decreto de Nueva Planta; otra, la moderna, integrada
por los fondos procedentes del Archivo de la Audiencia y algu-
nos otros que, aunque existentes en el Regional, tienen ahora,
en esta clasificación, más adecuado lugar.
Como todo lo anterior a 1707 se conoce en Valencia con el
nombre de foral, los antiguos Archivos que fueron de magis-
traturas o tribunales de aquel régimen deben ser llamados fora-
les; son los que Carlos III tuvo interés en reunir en la Casa
Profesa, en la parte hoy conservada, aunque no fueron lleva-
dos todos a ella sino en el siglo XIX, en 1859. Los pales poste-
riores pueden ser llamados archivos post-forales, y con ello se
establecería una clara y orgánica distinción.
La actual clasificación sólo en parte responde a la historia
del Reino. El orden de sus Secciones no es del todo lógico ni or-
gánico, sino, en cierta forma, arbitrario, motivado por el estado
en que llegaron los papeles al edificio y la necesidad de orde-
narlos rápidamente, lo que llevó a alfabetizar series. Así suce-
dió con tantos y tantos archivos y bibliotecas cuyos fondos se
hallaban en las Delegaciones de Hacienda o con los desapareci-
dos conventos. La Guía establece las siguientes secciones:
1.—Real y Real Audiencia. 2,—Gobernación. 3.—Bailía.
4.—Maestre Racional. 5.—Generalidad. 6.—Justicia civil.
7.—Justicia de 300 sueldos. 8.—Conventos. 9.—Protocolos.
Hispania, III, 1941, 29 pág.; también en «Los recursos económicos de Juan 11 en
Lérida y Tárrega durante las turbaciones del Principado en 1465», con documen-
tos cuya existencia se ignoraba, Hispania, VIII, 1942, 31 pág.; en «Apodixa»,
Revista de Filología Española, 1943, XXVII, pág. 86-88; en «El Archivo del Real
Acuerdo», en Almanaque de Las Provincias, 1946, pág. 183-186; en «Nómina de
los musulmanes de las montañas de Col) de Kates, del Reino de Valencia, en
1409», en Al-Andalus, VI, 1942, 299-335 pág. En todos estos escritos hay notas
referentes a hallazgo» realizados en el Archivo a raíz de aquellos años.
NOTAS SOBRE LA DOCUMENTACIÓN POST-FOBAL 351
Quedan, pues, sin ¡destacar en esta clasificación los archivos
post-forales; es artificiosa la Sección de Conventos, motivada
por la Desamortización, y no está encajada debidamente la de
Protocolos.
La agrupación del Archivo del Real y de la Real Audien-
cia tiene su origen, principalmente en la comunidad espacial o
unidad de local en que se hallaron, en el desaparecido Palacio
del Real, que se levantaba donde hoy los jardines llamados así
o Viveros. En una clasificación histórica deberían ser separa-
dos ambos fondos, pues mientras los del Real comprenden se-
ries orgánicas, de registros, desde 1419 a 1707, los de la Real
Audiencia abarcan, principalmente, Conclusiones de Senten-
cias de los siglos XVI y XVII, Registros de la Real Audiencia
desde 1708 a 1834, las Apelaciones ante el Consejo de Ara-
gón, llamadas Procesos de Madrid, la serie de Procesos que,
según la Guía, comienza en 1349 y termina en. 1766, y la de
Sentencias, que va desde 1492 a 1707.
Después de 1707 los Archivos sufrieron en su régimen di-
versas modificaciones. Felipe V, en 1716, ordenó que los del
Maestre Racional y Bailía constituyeran une solo general, que
comprendería lodos los papeles antiguos y modernos del Real
Patrimonio, Chancilleria y Superintendencia. Fernando VI, en
20 de julio de 1758, dio instrucciones para reunir en un solo
local los Archivos dependientes del Estado. Carlos III confió su
custodia a un archivero y cuatro oficiales en 20 de febrero y 1 de
mayo de 1770. Carlos IV, en 4 de julio de 1791, dio una orden
sobre la plantilla del Archivo.
Fernando VII separó el Archivo de la Bailía del General,
por ser el de aquélla un centro vivo y de gran interés para el
Real Patrimonio, al paso que el General sólo guardaba archi-
vos forales.
La precipitada traslación desde el Palacio del Real a la.
Casa Profesa de los Archivos del Maestre Racional, Real Au-
diencia, Contadurías de Ejército y otra documentación poste-
rior a 1707 fué causa de que todavia hubiera algún fondo por
clasificar de un modo orgánico y claro. La invasión francesa
había introducido, con aquella medida, tal confusión que el
352 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
, propio Fernaniáo VII hubo de disponer en 11 de agosto de 1815
que se restableciera el orden que se alteró por aquel motivo.
La Intendencia y Contaduría de Rentas se estableció en Va-
lencia según las leyes o gobierno de Castilla, creándose el Juz-
gado de Rentas Provinciales en 1718 con escribano propio. El
Juzgado de Diezmos tenía otro escribano.
Para la liquidación del régimen foral se establecieron los
Juzgados de Montesa, Guerra, Marina, Almotacén, Consulado,
Palacio del Real y Diputación b Generalidad, cada uno de los
cuales tenía su escribanía.
El Intendente, por ordenanza expresa, había de valerse de
uno de los escribanos del Número, el que fuera de su mayor
satisfacción (1).
El año 1718 fué trascendental para el reino de Valencia,
pues entonces se dieron varias disposiciones, como se ve, para
lograr el tránsito al nuevo régimen. También ello repercutió en
la moneda, pues a las antiguas piezas valencianas de 1709 a
1711, de cobre, labradas para ajustar el sistema monetario del
reino, de dineros, en miiltiplos de éstos de tres y de seis —^las
famosas tresetes y los no menos recordados sisons—, sucedie-
ron las acuñaciones, en Valencia también pero ya de sistema
castellano, de cuartos, ochavos y maravedís, de 1718-1720, con
las que quedaba totalmente extinguida la moneda foral (2).
Para esclarecer los derechos del Real Patrimonio que «com-
ponían en lo antiguo un ramo de los más considerables de la
Real Hacienda en el reino de Valencia», fué encargado D. Vi-
cente Branchat, Asesor del Real Patrimonio, Generalidades y
Amortización, quien en 1784 publicó en la imprenta de José y
Tomás de Orga, su conocido Tratado de los derechos y regalías
que corresponden al Real Patrimonio en el Reino de Valencia
y de la jurisdicción del Intendente como subrogado en lugar del
antiguo Bayle General. Como se dice en este libro, aunque por
las leyes del nuevo gobierno se suprimió dicho oficio —el de
Baile—, quedaron en su vigor y fuerza los fueros, usos y cos-
tumbres favorables a las regalías de Su Majestad y todos los de-
(1) EscoLANO DE ABRIETA ; PráctKa del Consejo Real, t. II, pág. 308.
(2) Véase en mi libro La Ceca de Valencia, las págs. 151 y 155.
NOTAS SOBRE LA DOCUMENTACIÓN POST-FORAI. 353
rechos del Real Patrimonio cuyo gobierno pasó a los Superin-
tendentes, que se nombraron para el recaudo de la Real Ha-
cienda y a los cuales se concedió toda la jurisdicción y faculta-
des que antes tenían los Bailes Generales.
Quien mejor estudió a fondo el Archivo fué D. Jorge Gar-
cía y Martín (1828-1854) en 1835 en una Memoria Histórica
descriptiva sobre el Archivo General de Valencia dirigida al
Excmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho Universal de
lo Interior, cuyo original se halla en la Real Academia de la
Historia (Varios de Archivos, sig. E. 118); existe una copia
en el actual Archivo de Valencia.
Los Escribanos del Número eran dieciocho. Escolano de
Arrieta, en su Práctica del Consejo Real en el despacho de los
negocios consultivos, instructivos y contenciosos con distinción
de los que pertenecen al Consejo pleno o a cada Sala en par-
ticular, escribe: «Son diez y ocho las Escribanías del Número
que hay en Valencia, las cuales se crearon y establecieron con
la nueva planta de las leyes de Castilla, bajo la disposición de
los de Sevilla, como lo está la Real Audiencia; y su provisión
y nombramiento se hace por S. M. a consulta de la Cámara.
Actúan en lo judicial y escriturario, despachando con el corre-
gidor y alcaldes mayores todo género de causas pertenecientes
a la jurisdicción real ordinaria; asisten al corregidor y alcal-
des en rondas, visitas de cárcel, etc.» (1).
Una clasificación teórica de toda la masa de papel custodia-
da en el actual Archivo General de Valencia daría estos dos
grupos o partes: I) Archivos forales, o documentación hasta
1707; II) Archivos post-forales, o documentación desde 1707.
La primera, puede ser dividida a su vez e n : a) Archivos del
Rey, casa real, tribunales o magistrados cuya autoridad deriva-
ba del monarca; éstos son: 1, Archivo del Real. 2, Archivo
de la Real Audieticia. 3, el del Maestre Racional. 4, el del
Gobernador, llamado de la Gobernación; 5, el de la Bailía.
b) Archivos del Reino, del país, como tal, los cuales son:
1, el de la Generalidad; 2, los Cuadernos de Cortes, c) Archi-
vos de la Ciudad, que son: 1, el del Justicia Civil. 2, el del
(1) Tomo II, pág. 307.
354 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS V MUSEOS
Justicia de 300 sueldos. 3, el del Justicia Criminal. A este gru-
po pertenecería el hoy llamado Archivo Municipal, o sea, el
del Consejo o Consell, en edificio aparte y con personalidad
distinta. En una cuarta agrupación de los archivos valencianos,
había que reunir bajo él la letra d) —según los términos aquí
empleados— los archivos eclesiásticos, y éstos, a su vez, se
subdividirían e n : 1, Catedral. 2, Curia —hoy desaparecido en
su casi totalidad. 3 , Parroquias, casi todos también perdidos (1).
Aquí vamos a recordar la parte II, o sea, los Archivos post-
forales, que son: 1, El de la Real Audiencia, en su parte pos-
terior a 1707. 2, El del Real Acuerdo, del que ya se ha dado una
breve nota sobre su contenido (2). 3 , El de la Bailía, en su
parte posterior a 1707 también. 4, El formado por los papeles
de Hacienda, conocidos con el nombre de Superintendencia.
5, El de la Contaduría de Ejército. 6, El de las Escribanías de
Cámara. 7, Restos del de la Audiencia Territorial, del siglo XIX,
en su parte de Sentencias y Procesos. 10, índices notariales del
siglo XIX y XX.
Todos estos fondos fueron colocados orgánicamente, en sa-
las o lugares distintos, dando a cada uno de ellos su personali-
dad y rotulándolos con todo pormenor. En 1835 el Archivo Ge-
neral de Valencia estaba integrado por cinco archivos: el del
Real y Real Audiencia, que se hallaba en la Casa Profesa desde
1810 en que fué derribado el Palacio del Real ( 3 ) ; el de la
Gobernación, que todavía se hallaba en la casa del Gobernador;
el de la Diputación —la Generalidad—, que también estaba en
su casa propia, el magnífico palacio hoy en p i e ; el del Justicia
Civil, el del Subjusticia o de 300 sueldos, que estaban en la
casa de la Ciudad, desaparecida en el siglo pasado, la cual se
levantaba frente a la Generalidad; como queda dicho, hasta
1859 no se reunieron todos estos archivos en el local actual.
El estudio de la organización del reino de Valencia da, na-
(1) De todos ellos nos ocuparemos en otro número de esta REVISTA.
(2) Véase Almanaque de Las Provincias de 1946, ya citado.
(3) En Valencia el Palacio se llamó del Real y no Real, porque la voz se
refería al rahal musulmán, en que se hallaba lo que sería residencia de los reyes
do Aragón. .
NOTAS SOBRE LA DOCUMENTACIÓN POST-FORAL 355
turalmente, la clasificación de sus Archivos. Los regii officiales,
encarnaban la potestad real y eran los magistrados u oficiales
reales como se les llamaba, que obtenían el ejercicio de su fun-
ción directamente del rey; por ejemplo, el Maestre Racional, el
maestro de la Ceca, etc.
La autoridad real estaba representada por su lugarteniente,
pro rex, el virrey, primer magistrado en el reino ; produjo la do-
cumentación recogida en el Archivo llamado del Real, por es-
tar en el Palacio. El Consejo Real dio lugar a la Real Audien-
cia, que actuaba en el mismo Palacio. En los siglos XVI y XVII
recibió el título de Refría Valentina Audientia, Sacrus Regius
Valentinas Senatus, como en 1654, por ejemplo, y sus magis-
trados se llamaban regentes de la Real Audiencia, o señalares,
en el ambiente latinista del siglo. El Padre Teixidor, que es-
cribía sus famosas Antigüedades de Valencia en 1767, decía
así: «Contiguo a este Real Palacio se ha tenido la Real Au-
diencia que pocos años ha se ha pasado a las Salas de la Casa
de la Diputación, por evitar a los litigantes la molestia de la
distancia y el sol en el verano y en aquella antigua sólo se tie-
nen los Acuerdos» (1).
Por esta razón la Audiencia Territorial ocupó el edificio de
la Generalidad; exactamente igual sucedió en Barcelona. Por
haber quedado el Acuerdo en el Palacio del Real se guardó su
Archivo allí hasta 1810, en que el edificio fué demolido por
causa de la invasión francesa.
La Real Audiencia después de 1707 fué equiparada a las
Chancillerías de Valladolid y Granada, llamándosela en latín
Regia Cancellaria.
Destacado funcionario de la Corte era, en el régimen foral,
el Maestre Racional, ante el que rendían cuenta todas las ma-
gistraturas, del Rey, del reino y de la ciudad, los justicias civil
y criminal. Su Archivo comenzó estando en el Real, en un
principio constituyendo uno mismo con éste, pero luego sepa-
rado, formando el del Maestre racional de la Regia Cort en
(1) Antigüedades de Valencia, edición Chabás, t. I, pág. 88. El Real estaba
a la otra parte del río Turia, por lo que se había de pasar el puente, al que so
alude.
356 REVISTA 0E ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Regne de Valencia. El Gobernador era otro de los regii offina-
les ; a su ejercicio corresponde el Archivo de la Gobernación.
Por último el Baile, encargado del Real Patrimonio, tuvo su
Archivo propio, en edificio que fué propiedad de la Bailia,
hoy desaparecido, pero recordado por el nombre de la calle en
que se hallaba.
La Diputación o Generalidad —los deputati—, tuvo su Ar-
chivo propio en su casa o palacio como se ha dicho (1). Las
Cortes, con sus tres Brazos a Estamentos, guardaron sus Cua-
dernos también, en la misma casa de la Diputación, en la que,
no obstante, no se reunían, pues las asambleas o cortes se ce-
lebraban en la Catedral, en Santo Domingo y en alguna otra
iglesia del reino, por ejemplo en San Mateo o en Orihuela. Fi-
nalmente, la ciudad de Valencia tenía sus oficiales urbanos,
como las otras reales del reino, villas o ciudades con represen-
tación en cortes, justicias, mustasaf, consejeros, consellers, et-
cétera, cuyas funciones no vamos a estudiar aquí ahora; eran
los ordinarii locorum, nombrados por elección, quienes ejer-
cían jurisdicción concedida por el rey in dominium.
Claramente se ve que el Decreto de Nueva Planta pudo su-
primir determinadas magistraturas —el Gobernador, la Gene-
ralidad, los Justicias—, pero no podía producirse un corte en
la administración del Real Patrimonio, que subsistía, ni en la
Real Audiencia, que fué reformada nombrándose el Acuerdo.
El estudio de la documentación producida por la administra-
ción posterior a 1707 es del mayor interés. Una visión de con-
junto y, sobre todo, una indicación de los papeles guardados
y ordenados en los últimos años, es lo que se intenta hacer aquí,
en estas páginas.
(1) En el hermoso palacio de la calle de Caballeros se hallaba «u Archivo
cuando Francisco Xavier BorniU publicó en 1843 su Descripción del edificio de
la Ántígua Diputación y ahora de la Real Audiencia. El inmediato jardinciH» te
llamó por esto de la Audiencia; resultó del derribo de la Casa de la Ciudad, «i<
tuada entre las calles de Caballeros, Hierros de la Ciudad y Bailia.
NOTAS SOBRE LA DOCUMENTACIÓN POST-FOBAL 357
ARCHIVOS POST-FORALES. E L DE LA REAL AUDIENCIA,
POSTERIOR A 1 7 0 7
Se baila hoy, en parte, en la Sala llamada «de Conventos»
—que se proyectaba llamar de la Real Audiencia, exclusiva-
mente—. Las indicaciones de la Guía son útiles para su mane-
jo. Comprende registros de 1707 a 1834. La colección de Sen-
tencias está instalada en una pieza llamada «Saleta de Senten-
cias» en el último piso.
Archivo del Real Acuerdo.—Está instalado en la primera
pieza de entrada al Archivo, piso primero, llamado desde 1937
«cSaleta del Real Acuerdo» y así rotulada. Comienza por la iz-
quierda; al fin, en la parte derecha hay un resto del Justicia
Criminal, foral, allí puesto para aprovechar el espacio; es lo
único conservado de esta magistratura anterior á 1707.
Archivo de la Bailia moderna.—Está instalado en la planta
baja del edificio, en la calle o pasillo de la derecha y pasillo
central, y a continuación los fondos del
ARCHIVO DE LA SUPERINTENDENCIA DE HACIENDA
La Superintendencia, después de 1707, sobre todos los re-
caudadores, administradores de maravedís, esto es, de contri-
buciones, ya pertenecientes al Fisco o Hacienda Pública, ya al
Real Patrimonio de la Corona —de ésta tenía, por ejemplo, la
Albufera—, dio lugar a una documentación rica en datos es-
tadísticos y económicos, en antecedentes de repartimientos, de
contribuciones, por gobernaciones todavía, esto es, por las di-
visiones territoriales forales, ciudades, villas y lugares, núme-
ro de vecinos, utilidad industrial de artes y oficinas, etc., que
nada tenían que ver con el Archivo antiguo de la Bailia foral,
que en 1835 continuaba en su propia casa; aquella documen-
tación, en dicho año, se hallaba en el Archivo de la Real Au-
diencia porque allí habían ido a parar los papeles del Maestre
Racional, ya suprimido.
358 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
ARCHIVO DE LA CONTADURÍA DEL EJÉRCITO
Como el mando supremo del Ejército correspondía en el Rei-
no al virrey, que ya después del año 1707 era ((Capitán Gene-
ral del Reino de Valencia», los papeles referentes a la milicia
se guardaban en el Palacio del Real, residencia de aquel alto
magistrado. En 1937 se formó una pequeña sección, colocada
en la planta baja del edificio actual, calle de la derecha, rincón
primero de la derecha también. Comprende papeles sobre tro-
pas de Infantería de España, Italia y Flandes; Artillería; Ca-
ballería; Compañías de moros; mogataces; utensilios y asen-
tistas; presidiarios de Oran, etc., no sólo del siglo XVIII y
XIX, sino también del XVII, pues en el Real se guardaban
fondos anteriores a 1707. Es de interés para las relaciones con
las plazas del Norte de África.
ARCHIVO DE LAS ESCRIBANÍAS DE CÁMARA
Como consecuencia de la incorporación realizada por Fer-
nando Ferraz, hoy existe en el Archivo General una Sección,
que llamamos de Escribanías de Cámara. Está colocada en el
ala recayente al solar, antiguo patio, en local que fué capilla
modernamente. A estas Escribanías se refiere la creación de los
Escribanos del Número (1).
De la ordenación de los fondos de la Audiencia que se hizo
en 1937 se redactó la siguiente acta por parte de los encarga-
dos de realizarla (2). «En la Sala 3." de la planta baja donde
(1) Debo dedicar un recuerdo al que fué celosísimo archivero Francisco de
Borja San Román, a la eazón destinado en el Archivo de Valencia y ha«er cons-
tar que compartieron la tarea de ordenación de los fondos en su nueva instala-
ción los compañeros Carlos Ramos, Abelardo Palanca y José Ibarclncea, así como
el Sr. Sales Traver, del Cuerpo Administrativo, hoy jubilado, debiendo señalarse,
además, la eficaz labor del personal subalterno, en su mayor parte procedente
de la Biblioteca Nacional, cuyos nombres constan también en el citado Libro
de Actas.
(2) Debo hacer constar la colaboración prestada a los funcionarios del Cuer-
NOTAS SOBRE l A DOCUMENTACIÓN TOST-FORAL 359
comienza el Archivo de la Audiencia, desde 1707, había una
sola estantería con fondos del indicado Archivo, que estuvie-
ra algo ordenada. En las restantes, mezclados con los legajos
de la antigua Audiencia había muchos sin cartela, que eran
pleitos del siglo XX, enlegajados de una manera arbitraria. Se
sacaron todos de las estanterías y se procedió a su clasifica-
ción por años y materias. Hecho lo anterior y con el fin de le-
vantar del suelo todos esos documentos y ordenar en otra sala
lo que no era del siglo XVIII, se comenzaron los índices desde
el año 1910, separando lo social, contenciosoadministrativo y
gubernativo y enlegajando todo lo clasificado y catalogado, se
pusieron cartelas y colocaron en la última sala adyacente.
Se procedió después a levantar del suelo gran cantidad de
papel, fondos civiles de la Audiencia del XVIII, expedientes
de jurados, de nombramientos de jueces, etc., del XIX y XX,
quedando lo modernísimo en estanterías centrales y lo anterior
en las parietales de la Sala primera de la planta baja. Los lega-
jos de 1707 a 1730 quedaron en la sala II, y los de 1730 a 1780
en la I. Se observaron detalles curiosos, más propios para una
memoria estadística, como la gran cantidad de ejecutivos en de-
terminados años de crisis económicas.
De los fondos civiles del XX a partir de 1920, hiciéronse
inventarios con expresión del juzgado de origen, materia, par-
tes litigantes, etc. Se ordenaron los expedientes que, confun-
didos con otras materias, se referían a contenciosoadministra-
tivo, social, gubernativo y recursos electorales. Se clasificaron
libros de autos y sentencias, votos reservados, manos de cargo,
índices de causas, de señalamientos, de acuerdos y acordados,
de pleitos y causas, de diligencias de alardes de jurados, etcé-
tera. Aparecieron papeles de interés, como planos de carrete-
ras, memorias de apertura de Tribunales y otros, que fueron
clasificados debidamente.
po que entonces trabajaban en dicho centro, por D. Ramón Villarroya Bayo, re-
gistrador de k Propiedad; su hermano D. Fermín y el mió D. Jesús, abogados
del Colegio de Valencia, quienes desinteresadamente pusieron en orden la doen-
mentación de la Audiencia, mientras el personal facultativo de Archivos procedía
a la gran reforma de las instalaciones y limpieza y revisión de los fondos de la
época foral. En el Libro d« Actas del Archivo queda constancia de ello.
360 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Del suelo de la Sala primera, a la entrada, en la planta
baja, se levantaron grandes cantidades de legajos de la Audien-
cia del siglo XIX, que se hallaban en espera de colocación. En
el centro de esta Sala se instaló el Archivo del Justicia de 300
sueldos, el foral, pero en las estanterías de sus paredes se co-
locó, como queda dicho, todo el papel de Escribanías de 1804
a 1849».
Esta es la clasificación teórica y práctica —puesto que sus
fondos quedaron convenientemente separados— de los pape-
les que por diversas causas se conservan hoy en el Archivo Ge-
neral de Valencia y son posteriores a 1707, por consiguiente,
no perteneciendo al régimen foral. Ellos son, especialmente, los
del Real Acuerdo y Bailía y Superintendencia, riquísimo mate-
rial para el estudio del siglo XVIII valenciano. Entre otros va-
lores presentan el económico. La Albufera, perteneciente hasta
hace poco al Real Patrimonio (1), hoy es de la ciudad, por
cesión del Estado, todo el régimen económico del citado siglo,
la administración hacendística del reino de Valencia dividido
ya en corregimientos en lugar de gobernaciones forales y la ad-
ministración de Justicia, por la incorporación de los papeles
de la Audiencia, tienen aquí un inmenso campo de investiga-
ción. El aprovechamiento de los legajos de Bailía moderna para
la toponimia —nombres de lugar de partidas, comarcas, ace-
quias, montes, etc.— podría dar muchos materiales útiles.
Hecha por vía de ensayo esta separación previa entre una
y otra clase de papeles en el citado Archivo, esperamos poder
ahondar en el estudio de las secciones forales que tanto fueron
atendidas en su conservación en el curso de los trabajos reali-
zados en los años aludidos.
(1) F«Upe V, por R. C. de 26 ^e margo de 1708 dio al Conde de las Torres,
por sas servicios en la guerra de Sucesión, la villa y marquesado de Callera, más
el lago de la Albufera. Carlos III, por R. O. de 3 de abril de 1761, reincorporó
el lago a la Corona. Véase Cos GAYÓN : Historia jurídica del Patrím. Real,
Madrid, 1881, pig. 128.
LA COLECCIÓN DE PESAS EN BRONCE (EXAGIA), DE
ÉPOCA BIZANTINA, DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO
PROVINCIAL DE SEVILLA
POR CONCEPCIÓN FERNANDEZ CHICARRO
Los pesos y medidas empleados por griegos y romanos, que se han
descubierto casualmente o han aparecido en las excavaciones sistemá-
ticas efectuadas en campos ricos en yacimientos arqueológicos, son nu-
merosos. Por regla general, los pesos suelen ser anepígrafos o llevan
tan sólo la indicación de su valor en cifras o siglas. En algunos casos,
en abreviatura, léense inscripciones más o menos desarrolladas, de-
signando el patrón a que se ajusta el objeto e incluso mencionando
los magistrados que presidieron la verificación del peso, el logar y
hasta el nombre d e sus poseedores. Pero estos casos son excepciona-
les; así, al menos, lo comprueban los descubrimientoB arqueológicos.
Loe que hoy van a ser objeto de este trabajo, no son de los primeros ni
de los últimos, sino d e los que conservan la indicación de su valor
en siglas. Mas antes de entrar en materia quiero exponer en líneas ge-
nerales cuáles fueron las medidas ponderales romanas, que en este
caso nos afectan más que las griegas (pese a las siglas, de tradición
helénica, que lleva incrustadas el juego de pesas que nos ocupa), y
las clases de pesos extendidos por todo el orbe romano para dar «na
idea sucinta de su representación y significado.
La unidad que emplearon los romanos en las medidas de peso fué
la libra. Didivíase ésta, siguiendo el sistema duodecimal, en submúl-
tiplos hasta la onza (uncia), equivalente a ^/j2 ^^1 «» Ubral o libra (1).
También se usaron múltiplos de la libra, como el diípondius (igual
al peso de dos libras) y el tripondxus (tres libras); pero siendo más
(1) También pondas, que entre loa romano» equivalía al peso de una libra,
»egdn lo define VARBON en De ling. lat., V, 169: «Dupondium a duobus ponde-
ribus, quod unum pondus assipondiutn dicebatur, id ideo quia as erat íiftrae
pondus.»
362 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
frecuente el empleo de los submúltiplos, los daremos n conocer en
el cuadro general siguiente (2):
GRAMOS
Libra = 1 libra 327,45
Deunx = 11/12 de libra (S : : •) 300,08
Dextans =10/12 » » ( S : : ) 272,80
Dodrans = 9/12 » » ( S : ) 245,52
Be» = 8/12 » » (S:) 218,24
Septunx = 7/12 » » (S ) 190,96
Semis = 6/12 » » (S) 163,68
Quincunx = 5/12 » » ( : : ) 136,40
Trien» = 4/12 » » ( : : ) • • • 109,12
Quadrans = 3/12 » » (:•) 81,84
Sextana = 2/12 » » ( :) 54,56
Uncia = 1/12 » » (•,/>y, —, v) „. 27,»
Semuneia =1/24 » » (S) 13,64
SicUicns » 1/48 « D ( ) ) 6,822
Sesink = 1/72 » » (<?) 4,548
Scrupulnm = 1/288 » » &•, >) : 1,137(3)
En el bajo Imperio calculáronse los pesos, unos del sistema de la
onza (marcados con los signos P ó (e , y los que indican su valor; y
a veces entre ellos, es decir, entre ese signo y el número de las uni-
dades, se marcó una cruz, indicando con ello que pertenecen ya a
época cristiana, en pesos de 1, 2, 3 ó 6 onzas, verbigracia: TA ,
FB , r r , r S ), otros se calcularon del sistema de la fibra (con
las siglas A , /C ) y aun otros cuya serie lleva la sigla N, que tiene
por unidad la vofjiia-/xa, de la que es inicial, sustituida especialmente
en los ejemplares destinados a Occidente por la leyenda SOL (Solí-
dus), equivalente a '/s ^^ onza, como puede verse en una pesa en
contrada en Cartago (4), que expresa: uncia una, sotidi sex (fig. 1/).
Los pesos suelen estar fabricados con material de piedra, barro
cocido, mármol o bronce, y la forma que adoptan suele ser la esfe-
roidal o la cuadrada. Generalmente, los destinados al comercio ca-
recen de signos o llevan una somera indicación, distinguiéndose con
(2) Según CACNAT-CHAPOT, Manuel d'Árchéologie romaine, París, 1916-1920.
No nos han sido asequibles los repertorios d« BOECKH (Vntersuch. üb Gewicht.
Munxfüss. u. Masse d. Alicrth. Metrologische, Untersuchungen, 1838), KUBITSCHEK
(artículo sobre «Pesos romanos de época bizantina», en Arch. epigr. Mittheil. aus
Oesterr., 1892, pág. 85) ni los de MOMMSEN J HULSCHT.
(3) VÁZQUEZ QuEipo (Essai sur lea systemes métriques et monétaires des an-
ciennes peuples, París, 1859, vol. H, pág. 3) añade la sescuncia (equivalente a
1 y Va onzas) y la duella ('/j de la uncia), según lo» datos de Ulpiano en el
Digesto, lib. XXVIII, t. II, 1, 48.
(4) Bull. arch. du Comité, 1916, pág. CLIII. Otros pesos semejantes, cn-
DELATTRE : Un pklerinage aux ruines du Carthage et au Musée Lavigerie, Lyon,
1902, pág. 61, y Musóes et collectUtns archéologiques de l'Algérie et de la Tunisie,
III, págs. 58-62, pl. XIII, París, 1899.
U COLECCIÓN DE PESAS EN BRONCE 363
esto de los patrones exactos, que servían para comprobar aquéllos en
muchos casos. Quedan testimonios de diversas épocas con inscripcio-
nes alusivas a emperadores, prefectos, procónsules, etc., que estable-
cieron pesos exactos. Se usaron éstos, sobre todo, en la época de la
decadencia romana y bajo el imperio bizantino, verbigracia: el peso
del Museo de Venecia, con el nombre del prefecto del Pretorio, BASI-
LIVS (5); los pesos conservados en los Museos del Louvre y Británi-
co (6), y en la Biblioteca Nacional de París (7), con siglas de plata
incrufttadas en el bronce, etc En España, de época anterior, se con-
serva un peso exacto de bronce ron la sigla en plata C«/ (Semimcia)
y al margen la leyenda: C C A E S A R A V G P P (8).
Hechas estas consideraciones, veamos las pesas que motivan estas
líneas que, si no inéditas, hasta ahora habían quedado relegadas al
olvido ,por el desconocimiento de las letras que indican su valor, ex-
trañas e incomprensibles para muchos estudiosos (9).
Entre las diversas y valiosas colecciones que guarda el Museo Ar-
queológico Provincial de Sevilla, existe un juego de pesas en bronce,
con siglas de plata, de extraordinario interés. Ya fué objeto de es-
tudio por parte del eminente erudito don Manuel Rodríguez de Ber-
langa (10), a raíz de su descubrimiento en 1906. Mas al ser revisado
en el estudio que de los fondos del Museo realizamos con motivo de
su instalación (11), he podido sacar algunas conclusiones que vienen
a rectificar, en parte, los juicios emitidos.
Quedaba consignado en el archivo del citado Museo un resumen
del estudio inédito que el señor Campos, primer director del esta-
blecimiento, realizara al ingresar en el Centro: la colección de pesas
a que hacemos referencia. Lo transcribo íntegro, puesto que es bre-
ve, y para dar idea a los lectores del juicio formulado por nuestros
arqueólogos de principios de siglo:
«Número 3.945 (12).—Pondus.—.luego de ocho pesas romanas de
(5) CIL, V, 8.119, 2.
(6) Catalogue of the Bromes... in the Dept. of Greek and Román Antiqui-
ties del British Museum, núm». 3.020-3.030.
(7) BABELON-BLANCHET : Catalogue des bronaes antigües de h Bibliothéque
Nationale. París, 1895, págs. 674 a 697.
(8) CJL, II, núm. 4.962, 4.
(9) La bibliografía de los pesos hallados en España es escasa. El primero que
«e preocupó fué HÜBNER en su artículo «Pondera» (CIL, 11, núm. 4.%2, 1-6, y
Supl., núm. 6.245, 1-5.
(10) «Malaca. Ultímos descubrimientos de la Alcazaba», en Revista de la Aso-
ciacián AHístieo-Arqueológica Barcelonesa, julio-septiembre de 1907, año XI, nú-
mero 53, vol. VI, págs. 398 a 404.
(11) Véase Memorias de los Museos d-rgueolágicos Provinciales, año« de 1942
a 1946, y REVISTA DE ARCHIVOS, BIBUOTECAS Y MUSEOS, núm. 1 de 1947, pág. 97 y
siguientes. (Art." del ilustrisimo señor don Joaquín M.* de Navascués y de Juan.)
(12) Se refiere al número de registro d« entrada.
364 RBVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
bronce; tienen forma esférica, achaflanadas por los extremos del eje,
pndiendo sostenerse, evitando que rueden. Por un extremo presentan
siete de ellas, incrustadas en el bronce, siglas de plata que indican
su valor.
]»Dice el señor Berlanga que no acierta a conjeturar cómo en lo
más profundo de las excavaciones de la Alcazaba de Málaga, entre
un fortísimo maro, de carácter tirio por su manera de estar edi>
ficado, y la muralla del mar, conocidamente de construcción romana,
posterior al siglo II de J. C , y fuera del recinto de las Piscinas, se
hayan encontrado un dupondio y los seis patrones del As libnd ro-
mano, que estuvo en vigor del 450 al 264 a. de J. C , que jamás se
sabe que fuera usado en la Iberia ni en la Hispania, mayormente en ima
época en que los romanos no visitaban el país y los griegos, como
los cartagineses, que habitaban al norte y al mediodía, se valían a
la sazón del Foceo o del Sículo, ambos de origen asiático.
DEI señor Berlanga no tuvo conocimiento de la pesa más peque-
ña, que no tiene sigla, ni de un tripondio y otro cuadrans, que, uni-
das a las que él examinó, obran, formando colección, en poder de
un traficante de antigüedades, según leo en un trabajo del señor Na-
varro (13).
«Prescindiendo de las clasificaciunes y pesos hechos hasta ahora
de estos pondus, fijamos el siguiente resultado de nuestro detenido
estudio :
Tripondio 987,40
Dupondio 661,30
Aslibral 328,00
Semis 165,00
Triens 110,50
Qnadrans 83,70
Uncia 27,80
Pondus 4,80
«Descubiertas al derribar el año de 1906 las murallas de la Alca-
zaba, que dahan vista al mar, en Málaga.
sDonación del excelentísimo señor don Miguel Sánchez-Dalp y Ca-
longe, en abril de 1914.»
Consultado el trabajo del señor Rodríguez de Berlanga sobre los
últimos descubrimientos arqueológicos de la Alcazaba malagueña (14),
deduzco que las pesas halladas en 1906 fueron el dupandius, el as* li-
bral, el semis, el qnadrans y la unda, de las que publica una foto-
(13) El trabajo del señor Navarro, a que alude el señor Campos, no me ba
sido asequible.
(14) Loe. cit.
LA COLICCIÓN DE PESAS EN BRONCE %^
grafía (15). También se encontraron un triens (luego recuperado e
incorporado a nuestra colección) y un aextans. Las cinco primeras
pesas pertenecieron al doctor Visick, y las otras dos pasaron a manos
de un chamarilero. Luego se hallarían el tripondio y la sextiUa —no
pondus, como pretende el señor Campos—, las cuales, en unión de
las anteriores, a excepción del xxtans, cuyo paradero se ignora, fue-
ron adquiridas por don Miguel Sánchez-Dalp, quien las entregó ge-
nerosamente al Museo en 1914.
Al parecer, las pesas estudiadas y piiblicadas por Berlanga se en-
contraron en el recinto que mediaba desde el pie de la Coracha hasta
el punto de unión de las viejas murallas con las nuevas casas inme-
diatas al cuartel de Levante (16), en la Alcazaba de Málaga.
Por lo que se desprende de las líneas que anteceden, llegaron a
interesar estas pesas a los arqueólogos en la época de su descubri-
miento. Pero las conclusiones que sacaron no fueron contundentes.
No se dio el valor de las sigbs, no acertándose a causa de su des-
conocimiento, y mucho menos su data cronológica. Comprendiéndolo
así, he intentado hacer un ensayo de estudio que pudiera dar la clave
de muchos interrogantes en el vacío que deja la cultura bizantina en
nuestra península.
El interés de este lote de pesas de bronce queda reconcentrado,
especialmente, en el significado que pudieran ten^r las siglas de plata
que Ueva incrustadas en una de las raras achaflanadas de cada mó-
dulo, a excepción de la sBxtula, que carece de sigla o signo (lámi-
na I).
Me consta que, desconociéndose la equivalencia de algunos signos,
la fantasía dio lugar a interpretaciones diversas, Pensóse incluso en la
influencia indígena —tartésica— que había asociado las siglas A , X
y 4 a las letras alfa ( A ) , beta (B), gamma (T) y delta ( A ) , ctnresr
pendientes al alfabeto griego. En efecto: hay cierta semejanza entre
la letra A y la de carácter silábico A , de sonido ca (por ejemplo:
en f^'^A ^Jaca, cuyo criterio topográfico justifica Caro Baroja); y el
signo $ con el de origen indígena, pero invertido, i =co. Mas el
signo V desconócese en el alfabeto indígena español, correspondien-
do, en cambio, a la crrí/ja (i) griega, de valor 6 (17).
(15) Loe. cit., pág. 401.
(16) BERLANCA: Loe. eit., pág. 404, nota 1.
(17) Al prini'ipin. rfpru$rnlóf« e\ número 6 en el alfabeto griego con el «ig-
ns C , según conata en lo^ más aniiiiuo)^ papiro», transformado a finales del
siglo II, y en la épora de Sepiimio Severo (193-211) en fi y en 5. También se le
representa como f' = ^ {inijfwv^ i. Ilaniándoeele digamma por la figura y
fau por la pronunriariún que quií-rcn darle, equivalente a la u semivocal (v). Lue-
go el tigno 5 , por pn^vnlar unalogiu ron la ligación O-T, frecuente en los textos
epigráficos de baja época, dio Ingar a ()ue te llamara o-riY/m a la sigla numérica
de 6, representándoi-ele ordinuriamente como ^ en los siglos Vil y VIII
366 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
IX iri ^ "L.
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A L^ < X I <^
I \^ ^ \J- Á
LA COLECCIÓN DE PESAS EN BRONCE 367
Resultaba absurdo pensar que, ajustándose los pesos a patrones ro-
manos y siendo algunas d e las cifras de carácter griego, atinque al-
gunas formas resultasen raras, mas cuya verdadera interpretación nos
resuelve el conocimiento de la epigrafía griega, fueran otras de inje-
rencia indígena española. Evidentemente, no era así. Ya, por sentido
común, se comprende que de los dos signos marcados e n cada una de
las pesas, uno debía indicar el patrón a que se ajustaba, y el otro,
su contenido. Ello se deduce, por ejemplo, de la repetición de un
signos en algunos módulos, verbigracia: A con A , B y T , cuyos
valores s o n : 1, 2 y 3. El signo A es la inicial de Airpa, esto e s , una
Inmhda ( A ) . El otro signo repetido, 9 (18), no es más que la onit-
cron griega, inicial d e ñvyKÍa (uiicto), con lo que queda resuelto todo
el significado de las siglas.
Así, pues, siendo los valores de
A (A) - c ' - 1 [els, fita,év)
B (B)-Í; - 2(8i/o)
r (G) - y - 3 (r/>«rv; Tpía)
¿V (á)" S' " 4 Irérrapes, rÍTTapa.)
i, (SÜ=S' = 5 ( 1 ' o (19)
y los signos A = A (L), de Aíirpo (libra) y J( ¡ = 0 , de óvyKt'a {uncia)y
tenemos:
AA =: XiTpa. I-lía = I sola libra — aa libral.
AB s AíVpai ívo = 2 libras = dupondius.
A r = XÍTpat Tpe\% = S libras = tripondius.
» A = oi5v«íü /ti'cv = • on»ia = anda.
8 r = oúyHi'aí rpei<i ~ 3 onzas = quadrans.
> Á = oiyKiat rérrapt^ =• 4 onza» = triens.
9 ^ a: otyKÍat t'^ = 6 onzas = sernU,
= V. de onza = soxtula.
Ratificóme en estas aducciones la explicación de Etienne Mi-
chon (20), que dice que M. Kubitschek (21) tuvo el mérito d e ex-
plicar lógicamente las marcas hasta entonces interpretadas de modo
fantástico (22), «consistentes e n plaqnitas de bronce cuadradas o es-
<1« J. C. (S. REINACH, L'épigraphie grecque, págs. 222-223; BOECK, C. I. G., IV,
9.350 a 9.354, d«l año 674 al 819.)
(18) Igual a O en algunos textos aíricaMos romanos de baja época. Cfr. CA-
CNAT, Cours d'^pigrapMe latine. Paris, 1898, pág. 19.
(19) Como se observa, las siglas numéricas d« nuestras pesan carecen de la
vírgula alta a la derecha que deben llevar las unidades, pero esto es frecuente en
la epigrafía griega.
(20) Articulo en Saglio, «Dict. des ant. grec. et rom.», VII, pág. 557.
(21) Cuya obra citada tampoco me ha sido posible consultarla.
(22) Los pesos con inscripciones o leyenda» son mucho más difíciles de leer,
pues las inscripciones metrológicas, a causa de las abreviaturas, se hacen casi ile-
giblee en muchos casos.
368 ICVISTA DE ARCHIVOS, BIBUOTBCAS Y MUSEOS
feras «chaflaiiMias, cakulamlo unos pesos del sistfma ¿e la onza con
loa aignoc 9 ó T , r. y ^ ; o del de ia libra (A , A , A )» (23).
ESTAPO ACTUAL DE LAS PESAS.—Esfudiadas y pesadas las pesas por
noMtros con los elementos más precisos de que hemos podido dis»
poner, fijamos la siguiente relación, partiendo de los pesos calculados
del sistema de la libra y concluyendo con los ponderales del sistema
uncial.
A» libral (número 691 del Inventario general del Museo).—Esfera
de bronce, achaflanada por los extremos del eje. Mide 0,034 metros
de altura y 0,027 metros el diámetro de la cara achaflanada que lleva
incrustadas las siglas. Estas están embutidas con plata (fig. 2.*). El
signo A es la inicial de A upa, y el de A indica su valor: I (una
libra, At'rpa ftía). Su peso es de 328 gramos. Conservación, buena
Dupondius (número 690 del Inventario general del Museo).—Esfe-
ra de bronce, achaflanada por los extremos del eje. Mide 0,042 metros
de altara y 0,032 metros el diámetro de la cara achaflanada que lleva
incriutadas las siglas, de plata (fig. 3.*). Lleva la sigla inicial de
A írpoA (A ) y una B indicando su valor: 2 (XiVpai St'o, dos libras).
Su peso es de 661 gramos. Conservación, buena.
Tripandius (número 689 del Inventario general del Museo).—Esfe»
ra de bronce, achaflanada por los extremos del eje. Mide 0,048 me-
tros de altura y 0,036 metros el diámetro de la cara que tiene em-
butidas las siglas con plata (fig. 4.*). Lleva las siglas A y T , que
indican su valor: 3 (Xírpai rpeti;, tres libras). Su peso es de 987,40
gramos. Conservación, buena.
Vnda (número 695 del Inventario general del Museo).—Esfera de
bronce, achaflanada por los extremos del eje. Mide 0,015 metros de
altura y 0,012 metros el diámetro de la carf que tiene las siglas, de
plata (fig. 5.*). Los signos son una 9 (O), inicial de ovyKi'a (unció),
y una A (de módulo 1), indicando su valor: una onza. Sú peso es
de 27,2394 gramos. Conservación, buena.
Qtuxdrans (número 694 del Inventario general def Museo).—Esfera
de bronce, achaflanada por los extremos del eje. Mide 0,021 metros
de altura y 0,017 metros el diámetro de la cara que presenta las si-
glas, de plata (fig. 6.*). Las cifras son la inicial de la onza (^) y la
numérica del 3, i (oú-yw'oi ir/wf?, tres onzas). Su peso es de 82,5954
gramos. Conservación, buena.
THens (número 693 del Inventario general del Museo).—Esfera de
bronce, achaflanada por los extremos del eje. Mide 0,023 metro* de
altura y 0,018 metros el diámetro de la cara que presenta las siglas.
(23) Berlanga (loe. cit., pág. 403) ya sospechó que el signo representaba
una O como inicial de la onza, pero desconoce otros signos, verbigracia: «1 epí-
semon o stigma ( ), que transcribe por .
LA COLECCIÓN DE PESAS EN BRONCE 369
de plata (fig. 7.*). Los signos se refieren a U letra inicial de la on*
ra ( S ) y a la cifra numérica del 4, 2k (ovyKúu T«rra^«9, cuatro
onias). Su peso es de 109,6822 gramos. Conservación, buena.
Fig. 1.—Onza de época Fig. 2.-AS libral. (T. n. Dibu- Fig. 3 . - Dupondius. (T. n. Di-
bizantina. Dibujo de C. jo de C. Chicarro.) bujo de C. Chicarro.)
ChicaiTO sobre Cagnat.
Man. d'arch. rom, 11, pá-
gina 260.
Fig. 4.—Tripondlttí. (T. n. Di- Fig. 5.-Uiicia. (T. n. Dibu- Fig. 6.—Quadrans. (T. n. Di-
bnio de C. Chicarro.) jo de C Chicarro.) bujo de C. Chicarro.)
Fig. 7.—Trieus. (l.n. Dibujo Fig. 8.—Semis. (T. n. Dibujo Fig. «.-Sextula. (T. n. Di-
de C. Chicarro.) de C. Chicarro.) bujo de C. Chicarro.)
Semis (número 692 del Inventario general del Museo).—Esfera de
bronre, achaflanada por los extrepos del eje. Mide 0,027 metros de
altura y 0,021 metros el diámetro de la cara que lleva incrustadas las
siglas, de plata (fig. 8."). Lo» signos son la inicial de la oiyKÍa (H )
y la cifra numérica de valor 6 (%). Equivale a seis onzas (ovywot
'¿O- Su pesó actual es de 164,0420 gramo». Conservación, buena. '
370 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Sextula (número 696 del Inventario general del Museo).—^Esfera
de bronce, achaflanada por los extremos del eje. Carece de signos o
siglas. Mide 0,009 metros de altura y 0,007 metros el diámetro de las
caras achaflanadas (fig. 9.°). Pesa 4,7156 gramos. Conservación, buena.
Por lo que se desprende, la diferencia de gramos en más de lo
que normalmente debieran pesar estos pondas (24), es escasa. Tal vez
eso aumento sensible de peso débase a la natural adherencia de par-
tículas atmosféricas habida en el transcurso del tiempo y a los ma-
teriales de limpieza (cremas, aceites, etc.) a que hayan estado some-
tidos. En cuanto al peso consignado por el señor Campos, me parece
excesivo en algunos casos; atribuímoflo a la balanza, no muy exacta,
que empleara (25). Como dato curioso, añadiré un cuadro con las
anotaciones de los pesos efectuados desde 1906 hasta la fecha:
PESOS NETOS DE LA ALCAZABA
O R A IVI O S l'ATRÓN OK PATRÓN DE
EQUIVALENCIAS BOECK ( • ) CACNAT
SIGLAS .
LATINAS
1906 1914 1947 OÍS. Ors.
Tripondius A r 987,40 987,40
Dupondius A 6 662 661,30 661,00
A» libral A A 329 328,00 328,00 327,880 327,45
» >r 165 165,00 164,0420 163,940 163,68
Triens % & 110,50 109,6822 109,292 109,12
V r 82 83,70 82,5954 81,970 81,84
Sextans (*•) « B 54,646 54,56
« A 27,60 27,80 27,2394 27,323 27,28
Sextula 4,80 4,7156 . 4,548
DATA CROIVOLÓGICA.—Los documentos cronológicos en que me baso
para su data^ son los que siguen:
1.° Dos libras y un qu<^ans de finales del siglo V, con las ins-
cripciones, respectivamente, de Gennadius, Basilius y Maras. La pri-
mera, del Gabinete de Medallas de París (26), con las siglas /X A
(24) Véase el patrón de Cagnat, aupra.
(25) Sirva mi testimonio de agradecimiento, de«de aquí, a lo» ieñores Moro
Beato, Chaves y Gómez Herrera, profesores de la Facaltad de Ciencia» de la Uni-
versidad Hispalense, por la ayuda prestada para el peso de esto» pondus en balan-
zas de preeisión de los Gabinetes de Física y Química de la mencionada Facultad.
(26) BABELON-BLANCHET, loe. cit., núm. 2.286.
(•) Segiin BEBIANCA, loe. eit., pág. 402.
(**) De paradero desconocido.
LA COLECCIÓN DE PESAS EN BRONCE 371
y la inacripción T C N N A A I O Y (fig. 10); la seninda, de] Museo
de Venecia, ya aludida (27), y el tercero, el quaorans, del Bñtieh
Museum, con las siglas í r y la inscripción MAPAC (28).
2.* La libra de Phocas, de los exagia establecidos por Justiniaiid
en 532 ó 533, hoy. en el Museo del Ix>uvre (29), con las siglas A A
junto al monograma del hombre de Justiniano y la inscripción Da-
mino noatro Justiniano perpetuo augusto, exagium factum sub viro
ílluaiñ Phoca, ¡n-aefecto praetorio, exconsule ac patricio aenatore (fi-
gura 11).
Fig. lO.-AslibralüeQen- Fig. l\.-Exagium de la li-
tiadius. (Dibujo de C. bra de Justiniano. (Dibujo del Museo Británico con las
Chicarro sobre Babelon- de C. Chicarro sobre Viiz- figuras de San Demetrio y
Blanchet, loe. cit.) quez Queipa, loe. cit.) San Jorge.
3 . ' E l qitadmns, con las siglas * r , descubierto por don Francis-
co Collantes d e Terán y Delorme e n 1946 en el ábside de una cons-
trucción de t i p o basilical en el lugar denominado Las Mezquitas, e n
Eeija (Sevilla), terreno rico en objetos romanos de bajísima é p o -
ca (30), También en el lugar donde aparecieron las pesas que noa
ocupan, e n la Alcazaba de Málaga, son frecuentes los hallazgos ro-
(27) \iú. nota 5.
(28) Catalogue o/ early christian antíquities..., o/ the Bristish Muteum, hy
O. M. DALTON, núm. 482.
(29) IjUNCPERiER: BuUetin Archéologiquc francait. 1855, pág. 84. VÁz<íUEr
QUEIPO, loe. cit., pág. 65. Saglio, «Dicl. de* ant. gr. n rom.. III, pág. 876, fign-.
ra 2.850.
(30) A este quadrans debemos asociar otros pe$o» procedctite» de di»tint«c lu-
gares de España, y que, indudablemente, pertenecen a la misma época. No los re-
señamos por separado a causa de las escasas referencias que de ello« tenemos. Son :
un pendui del sistema libral. con restos de una sigla en plata : A . Se descubrid en
Carteya («n la bahía de Algeciras) a fines del siglo pasado. HUbner. aunque lo
recoge en CIL (II. 4.962, 5), no llegó a examinarlo, pero si tal vez Mommsen,
porque apunta la idea «Fuitne' exagium graecum? Th. M.» De Córdoba también
procede un as libral de bronce con las siglas A A . (CIL, II, Supl. núme-
ro 6.245, 3*. JSu paradero actual, desconocido, como el anterior, según me coma-
niea don Samuel de los Santos Cener, director del Museo Arqueológico de
Córdoba. Recientemente, he tenido ocasión de examinar en Ampnrias (Gerona)
, un bellbimo $mxumi (con las siglas o B bajo crui y dentro de láurea^ de forma
cilindrica, deacnbierio por P. de Palol.en el castro visigodo de Puig Rom (Rosas,
(Gerona) durante la campaña de excavaciones efectuada el pasado año de 1946.
372 REVISTA DE ADCHIVOS, BIBLIOTECAS ¥ MUSEOS
manos de baja época. Del fruto de las excavaciones allí efectuada»,
como ya apunta el señor Giménez Reyna (31), los restos Arqueológi-
cos encajables en los siglos V al Vil son escasos, si bien, «aun pre-
dominando en el entremezclado de influencias la romana de última
época, también los hay con gran influencia bizantina, aparte de otros
-de tipo norteafricano y visigótico». En verdad, y en su sentido más
lato, los hallazgos arqueológicos de las regiones bizantinas de España,
desde Oenia basta Cádiz, a más de las Baleares y una zona meridional
en el Algarve («Mauritania II», como oficialmente se las llamó), no
son numerosos, pero sí evidentísimos. No he de recogerlos aquí, pero
cábeme señalar el reciente estudio del doctor Helmut Schlunk, quien
fija con gran acierto la data cronológica asignable a nuestro» monu-
mentos (32).
4." El tipo de letra es claramente bizantino, como lo es el hecho
de que las letras estén incrustadas en plata (a semejanza de signos
y leyendas de la mayor parte de los exagia!). Nos abstenemos de hacer
un estudio comparativo de la paleografía de la época por carecer de
facsímiles y documentos bizantinos, que tan útiles nos hubieran sido.
Ahora bien, pese a los escasos medios bibliográficos de que dispone-
mos, podemos asegurar con certeza que las letras embutidas con pla-
ta en nuestras pesas son griegas, de época bizantina.
La A con el trazo transversal en ángulo es muy corriente en la
epigrafía griega. Vése en ejemplares ya de épooa arcaica y sigue em-
pleándose hasta tiempos muy tardíos (siglo VII). Baste mencionar la
grafía de esta letra consignada en los pondus citados en los apartados
primero y segundo de este capítulo para considerar su afinidad mor-
fológica con la A latina de travesano angular tan frecuente en España,
en las inscripciones cristianas de los siglos VI y VII.
La beta, cuyo paralelismo con otras coetáneas bizantinas no he
podido compulsar, es curioso que haya pasado a nuestra patria con
tipo casi idéntico al de una B latina de una lápida cristiana del
año 552 conservada en el Museo Arqueológico de.Mérida. Debo su
conocimiento a don Joaquín María de Navascués y de Juan, quien
me hizo ver la semejanza de nuestra B con la de cuatro trazos de
aquélla, y aun con la original B, también latina, del año 601 en otra
inscripción emeritense (33), trazada igualmente en cuatro tiem-
pos (34).
(31) Memoria Arqueológica de la Provinaia de Málaga hasta 1946. P D U . del
M. de E. N., Comisaría Gral. de Exc. Arq., Informes y Memorias, nóm. 12, Ma-
drid. 1946.
(32) «Relaciones enuc la Península Ibérica y Bizancio», en Architm Español
de Arqueologia, núm. 60 de 1945.
(33) Ht)BN£R, /. H. C, núm. 338.
(34) He de manifestar mi agradecimiento al señor Navascués, quien generosa-
mente_ me dejó sn trabajo inédito «De epigrafía cristiana extremeña. Novedades
y rectificaciones», del que me he servido para estas notas.
L.vii-in úr Opoca bizíUiLiiia, pruci.'ck-nli.-s di- la Aicaz;i.ba de Aíáia^M, liov en L-1 Miiseo Arqiiioli'ii^ico de SCVÍULI.
r'l'ot, ]•". Mariani >
C.)xíord (lii.L;lal<_Ti;i : luiifi-.Íi- iW la nu(-v;i instalací^'m di' l;i JJiblioti'cn rnivcrsitiiriíi iiodl.'iaiin.
LA COLECCIÓN DE PESAS EN BRONCE 373
La gamma es del tipo de la clásica griega.
La delta, también griega, hecha ea tres trazos, es similar a la ini-
cial de Daniel en la inscripción del sarcófago de Ecija (que Schlunk
cree puede fecharse a finales del siglo V).
^ La oTi)/a o epísemon, cuyo uso se hace general en la epigrafía
griega durante loa siglos VII y VIIII (35), comenzó a usarse tal vez
ya desde fines del siglo V. En el suelo patrio aparece este signo ea
once inscripciones, según Vives (36); «unque en una de ellas, según
demuestra el señor Navascués, el señor Vives tomó por este signo una
Q cursiva (37),
El signo A está claramente demostrado que es una btmbda, j
como u l , inicial de Aw-po
En cnanto al signo 9 = 0 , inicia.1 deovyKÍa, tan sólo lo he visto
^empleado en pondus de época bizantina (38), si bien como O latina
aparece en numerosos epírafes romanos y, en España, en forma de
losange vése «n la inscripción de un capitel de San Pedro de la Nave
y en una lápida del año 660, de Zambra (39).
RESUMEN.—La conclusión final cpie saco del estudio de estos pon*
dus es de que se trata de una colección de pesos tipo del exagium
(¿^ayurv) establecido por Constantino. Ee decir, pesos exactos, general»
mente usados al final del período romano y en el imperio bizantino.
En esta época, los exagia son pesos oficiales que sirven para compro-
bar los pesos extendidos en el comercio, por lo común anepígrafos.
Al parecer, la palabra exagium, para designar este concepto, no se
empleó con anterioridad a la reforma monetaria de Constantino (40);
pero no se encuentra siempre escrita en los pesos, admitiéndose, por
ejemplo, en calidad de exagium. tanto la libra del Museo Británico
con las figuras de San Demetrio y San Jorge, santos protectores del
imperio bizantino, matando al dragón, y las siglas de la fig. 12 (41),
como la ya referida de Phocas en la que se ve escrita dicha palabra.
Es la época del bajo imperio la que aporra en el conjunto de los paí-
ses que de él dependen, Oriente y Occidente, el empleo de pesos
(35) Véase la nota 17.
(36) Inscripciones de la España romana y visigoda, núms. 60, 127, 130, 156,
185, 198, 214, 270, 484 y 489.
(37) Números 481 y 483, de Vives, que son un solo epigrafe, según Navascné».
(38) E. Babelon, tras haber realizado importantes estudios, dice que este sig-
no sólo se emplea en la época bizantina como marca del nombre de la onza (véa-
se sn artíeulo «Uncia», inserto en Saglio, «Dict. des ant. grec. et rom.», VIII, pá-
gina 591).
(39) HüBNEB, 1. U. C. 100. Facsímil.
(40) Véase «Exasium», art.*> de E. Babelon, en Saglio, «Dict. des ant. grec.
et rom.», 111, pág. 873 y sigs.
(41) DAtTON: Catalogue of early christian antiquities and objects from the
Christian East... of the British Museum. London, 1901, 483.
9
374 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
uniformes, siendo el juego de pesas descrito uno de los más repre-
sentativos entre loe hallados hasta ahora, tanto en nuestra Patria como
fuera de ella, ya por el conjunto de módulos que le constituyen, con
sus características siglas de plata, ya por la época a que pertenecen;
inclinándonos a creer que fueron importados a España por los im-
periales bizantinos hacia 555-575, fecha de apogeo intenso de la cul-
tura bizantina en España y que aquéllos habrían de traer consigo al
establecerse en suelo español para comprobar los pesos romanos en-
tonces vigentes.
V A R I E D A D ES
EL III CONGRESO ARQUEOLÓGICO
DEL SUDESTE ESPAÑOL EN MURCIA
ANTECEDENTES
Con motivo de la inauguración solemne en 1945 del lindo y bien
nutrido Museo Arqueológico Municipal de Cartagena, transformación,
en adecoadas selecciones e instalación, de las informes colecciones de
antigüedades, en su mayor parte romanas, que antes pudieron verse
hacinadas y sin clasificar en la planta baja del edificio de la Real
Sociedad Económica de Amigos del País de aquella localidad, nació
casi de improviso entre los elementos directivos y organizadores la
idea de celebrar una pequeña asamblea regional de tipo científico,
aprovechando para ello la presencia en la ciudad de destacados ar-
queólogos españoles y de los directores de la casi totalidad de los
museos de la parte dé enclave levantino meridional, tan procer como
rica e individual en su fisonomía y abolengo arqueológicos. La ini''
ciativa de don Antonio Beltrán, encargado de la dirección e instala-
ción del Centro, licenciado en Ciencias Históricas, hoy doctor, de
animoso entusiasmo y verdadera vocación arqueológica, legítimamente
heredada, prendió en cuantos asistieron a aquel acto inaugural y a las
conferencias simultáneas, y aún logró más: interesar desde el primer
momento la simpatía y la protección oficial del capitán general del
Departamento Marítimo de Cartagena, almirante excelentísimo señor
don Francisco Bastarreche, y sus competentes ayudantes y colabora-
dores, como el señor Jáuregui, estudioso investigador de problemas
geográficos, geológicos y marinos, en torno a las edades pretéritas,
con lo que todas las entidades administrativas, militares y culturales
de Cartagena se afanaron aún más en colaborar al esplendor de aque-
llas reuniones y a la formación de un ambiente de interés científico
y comarcal hasta entonces desconocido.
Disertaciones doctas y oportunísimas de varios excavadores de la
región, como el señor San Valero (del grupo de discípulos del cate-
378 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
drático madrileño de Paleoetnología doctor M. Santaolalla), Sánchez
Jiménez, Cuadrado, Belda y el propio señor Beltrán, ilustraron y
mantuvieron la atención durante dos o tres fechas en tomo a la de
apertura del nuevo museo, y fueron casi improvisadamente bautizadas
eoii la denominación de primer Congreso Arqueológico del Sudeste
Español.
Animados con el imprevisto y excelente eco que tuvieron aquellas
setiiones cartageneras, casi familiares y sin propaganda, los organiza-
dores pensaron en la conveniencia de darles solemnidad y periodici-
dad, continuando la celebración de verdaderos, aunque modestos, con-
gresos, y constituidos en Comité Organizador los señores Beltrán Mar-
tínez y Jáuregui, de Cartagena, con los señores San Valero, de Ma-
drid, y Sánchez Jiménez, de Albacete, pensaron en la última de
dichas ciudades para la celebración de la segunda reunión del Con-
greso Arqueológico del Sudeste Español, formalizando convocatoria
para el mismo, que tuvo lugar, con sorprendente éxito de calidad y
número de congresistas, comunicaciones y ponencias, en la segunda
quincena de marzo de 1946. Aún son de recordar la sesión inaugural,
bajo la presidencia de las autoridades académicas y militares del dis-
trito, de las provinciales y municipales, con discurso adecuadísimo
del inspector general de Museos Arqueológicos, señor Navascués; las
conferencias y felices intervenciones de los señores Cabré, Santaolalla
y Beltrán Villagrasa; las excursiones a Minateda y otras estaciones
arqueológicas, facilitadas por la generosidad del excelentísimo señor
almirante Bastarrechc, y honradas, como todas las sesiones, por su
atenta presencia personal, y, en suma, los múltiples agasajos que los
congresistas nacionales y algunos extranjeros recibimos de las corpo-
raciones provincial y municipal de la hidalga ciudad manchega. Allí
se acordó que el congreso siguiente, tercero en la cronología, se ce-
lebrara en la primavera de 1947 en la ciudad de Murcia, capital del
distrito universitario, de tan rico y variado subsuelo arqueológico, y
en donde, como asi ha sido, la Universidad, por su Rectorado, y su
Facultad de Filosofía y Letras, con su Seminario de Historia y Arte,
daría acogida calurosa y medios fáciles para el mejor desenvolvimiento
de la docta asamblea.
Anunciada con tiempo por el Comité Permanente de los congresos
arqueológicos meridiolevantinos hispánicos la celebración de éste, con
su temario fundamental, desenvolvimiento cíclico y avance periódico
sobre los anteriores, ceñidos casi exclusivamente a lo prehistórico, se
formó un respetable Comité local, en el que no faltaba nada de lo
más representativo de la intelectualidad, la docencia y las corpora-
ciones murcianas, ni la intervención de la Dirección del Museo Ar-
queológico de la localidad; y con la concurrencia de los más compe-
tentes y afortunados excavadores de los yacimientos iberorromanos y
bizantinovisigodos de los contornos de Murcia, y de eminentes figuras
KL III CONCBESO ARQUEOLÓGICO DEL SUDESTE ESPAÑOL 379
<Ic la arqueología patria y peninsular, eeñalóse el día 4 de mayo de
1947 para la inauguración del tercer Congreso convocado.
Contábase con la asistencia del excelentísimo señor ministro de
Educación Nacional, patrocinador desde un principio de la científica
y cultural asamblea, para presidir la inauguración de la misma; pero
a última hora, y por ineludibles atenciones que le retuvieron, delegó
su personal representación el señor Ibáñez Martín en el excelentísimo
señor almirante Bastarreche, tan entusiasta animador de estas mniones
y tan docto amateur de los estudios históricoarqueológicos.
ACTIVIDADES BEL TEBCEB CONGBESO DE ABQUEOLOCÍA DEL SUDESTE
ESPAÑOL EN MURCIA
Sesión inaugural
En la mañana del domingo día 4 de mayo, teniendo como marco
el salón de actos del Excelentísimo Ayuntamiento, se verificó la sesión
de apertura del tercer Congreso Arqueológico del Sudeste Español
Presidía el excelentísimo señor capitán general del Departamento Ma
ritimo de Cartagena, almirante don Francisco Bastarreche, en repre
sentación del excelentísimo señor ministro de Educación Nacional,
ocupando asimismo la mesa presidencial las autoridades civiles, mili
tares y académicas de la ciudad.
El excelentísimo señor alcalde, don Agustín Virgili Quintanilla,
significó en breves términos la satisfacción de Murcia en ser escenario
de las tareas del Congreso, expresando su mejor deseo y su cordial
voluntad df acogida para todos los componentes del mismo.
Seguidamente el secretario del Congreso, don Antonio Beltrán,
dio lectura a la Memoria referente a los dos congresos que fueron
celebrados en años anteriores, resumiendo brevemente las conclusio-
ns del último, celebrado en Albacete el año pasado. Puso de relieve
el interés que estas asambleas anuales han producido y producen en
el ámbito nacional, así como la importancia decisiva que suponen en
orden al mayor progreso de la arqueología española.
Conferencia del doctor García Bellido
En esta misma sesión de apertura, y como parte principal de ella,
tuvo lugar una disertación, muy erudita y amena, sobre «Cronología
romana del llamado arte ibérico», a cargo del doctor don Antonio
García Bellido, catedrático de la Universidad Central.
El ilustre arqueólogo comenzó manifestando la escasez de caracte-
res propiamente ibéricos que presenta el arte corrientemente llamado
380 llfTTSTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS T MUSEOS
ibérico, ,y afirmando que dicho arte se da en una comunicación muy
estrecha con el romano. Arrancando de los trabajos de Ramos Fol-
qués, Asín Palacios, Pío Beltrán y de los datos que proporcionan
los hallazgos de La Alcudia, García Bellido centró su estudio en aque-
lla primera afirmación, apoyándola en dos clases de argumentos: lo»
extrínsecos, puramente arqueológicos, y los estéticos o artísticos.
Concretó particularmente su estudio en el más importante vestigio
del arte ibérico: la «Dama de Elche», Para García Bellido, el famoso
busto es un producto artístico iberorromano de data posterior a la
época de César, asentando esta opinión en argumentos históricos, li-
terarios y numismáticos; la colonia de Ilici, emplazada en el llano
de La Alcudia, lugar de aparición del célebre busto, sería de fimda-
ción posterior a la batalla de Munda y sin ningún antecedente, ya
que las capas más profundas, que en las excavaciones proporcionaron
restos funerarios púnicos, nada tienen que ver con la época romana, e
indican tan sólo que la colonia se asentó sobre una necrópolis antigua.
El haber aparecido la «Dama de Elche» en el área romana, dentro
de la ciudad y en su propio recinto, viene a confirmar que la data
es, asimismo, romana.
Por lo que se refiere al carácter artístico y a la tipología estética
de la «Dama», el conferenciante afirmó qae su fecha ha de *er pos-
terior a la segunda mitad del siglo IV antes de Cristo, pues se trata de
un retrato, y el retrato fisiognómico realista no aparece en el arte
griego hasta esta fecha. Por otra parte, el hecho de que la «Dama»
sea un busto resulta muy significativo, pues en Grecia no se concebía
el busto, sino que todo retrato o se hacía de cuerpo entero, o, a lo
sumo, con prolongación de columna, en forma de hermes. El busto,
pues, era incomprensible a la mentalidad estética de los griegos, que
buscaban siempre la perfección formal y la entereza razonable de
sus figuras.
Conforme a estas apreciaciones arguméntales, el doctor García Be-
llido concluyó en que la «Dama de Elche», vestigio culminante del
llamado arte ibérico, procede del retrato funerario romano, observán-
dose en ella ese aspecto estático y funeral de mujer muerta, tan en
acuerdo con la inspiración y los fines de aquel tipo de retrato que
«urgió en Roma en el siglo I antes de J. C.
El estudio del doctor García Bellido fué seguido con el máximo
interés por los oyentes, y despertó el más vivo interés por la amenidad
de su exposición y la novedad de sus aportaciones.
* « «i
Concluida la conferencia del señor García Bellido, el almirante
Bastarreche hizo uso de la palabra. Excusó la ausencia del ministro
de Educación Nacional, excelentísimo señor don José Ibáñez Martín,
bL III CONCRESO ARQUEOLÓGICO DEL SUDESTE ESPAÑOL 3St
así como del director general de Bellas Artes, señor marqués de Lo-
zoya, y, con frases de encomio para todos los componentes del Con-
greso, puso de relieve el interés y la trascendencia de las cuestiones
que en estos congresos se discuten, pidiendo colaboración y ayuda
para que éste, el tercero de los hasta ahora celebrados, se viese co-
ronado de un éxito total. Para ello propuso que la Memoria del niismo
se haga con toda profusión y riqueza, sin escatimar esfuerzos, con lo
cual habrán de verse compensadas las fatigas y trabajos de sus ilus-
tres miembros. Saludó a los congresistas «n nombre del Gobierno y
del ministro, cuya delegación ostentaba, y declaró oficialmente inaugu-
rado el tercer Congreso Arqueológico del Sudeste Español.
Una vez terminada la sesión, el Ayuntamiento de la ciudad obse-
quió a autoridades y congresistas con un vino de honor.
Visita ttl Museo Arqueológico
Por la tarde de este primer día se verificó una visita artística al
Museo Arqueológico Provincia], con objeto de que los señores con-
gresistas conocieran y apreciaran las obras alli conservadas. El direc-
tor del mismo, don Andrés Sobejano, explicó a los visitantes los as-
pecto« más principales del Museo, ofreciéndoles los hallazgos que re-
cientemente ha proporcionado el Cabecico del Tesoro, excavado por
el arqueólogo señor don Gratiniano Nieto. También fué objeto de
detenida visita el Belén de Salzillo.
Primera sesión ordinaria elel Congreso
Después de la visita al Museo, dio principio en el paraninfo de la
Universidad la primera sesión ordinaria del Congreso, procediendo
en primer lugar a fijar los presidentes de Mesa que habrían de pre-
sidir las cinco sesiones ordinarias. Se acordó nombrar para la pri-
mera al excelentísimo señor don Augusto Jaime Telles d'Abreu, de
Estoril, el cual dio las gracias con gran elocuencia, poniendo de re-
lieve la fecunda labor de los congresos y refiriéndose cariñosamente a
la amistad hispanoportuguesa, así como a las aportaciones de la ar-
queología española y de la lusitana en beneficio común.
Expusieron diversas comunicaciones y ponencias los señores don
José Crespo, de Cartagena, que trató de «La estación del bronce en
el cerro de Caprés»; don Miguel Tarradell, de Barcelona, que dio
un breve anticipo de los resultados de la» excavaciones que vienen
realizándose en Montefrío; don Joaquín Sánchez Jiménez, de Alba-
cete, que leyó la comunicación de don Emeterio Cuadrado, de Vito-
ria, sobre la «Expansión de la cultura del Argar a través de Murcia»,
y un estudio propio acerca del bronce en Albacete; don Juan Jáure-
382 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
gui, de Cartagena, que trató de «Minería antigua en cabo de Palos»,
y don Antonio Beltrán, que dio lectura a una comunicación del doc-
tor Schulten sobre lo que está aún por hacer en España y los ade-
lantos que es preciso aplicar a la investigación arqueológica española.
La comunicación del profesor Schulten promovió discusión en tor-
no al progreso de la arqueología espaííola, defendiendo la labor inten-
sa y fecunda de España en este sentido los señores Beltrán, Garei»
Bellido, Taracena y Cuadrado, en acertadas y felices intervenciones.
Se propuso en esta primera sesión la elaboración de un croqfuis
de la «xpansión argárica en el Sudeste español, para lo cual propuso
el señor Mergelina que los trabajos realizados sobre este punto tu-
viesen como centro de referencia la Universidad de, Murcia, con ob-
jeto de evitar que una labor tan precisa se, desperdigue o se descuide
por carencia de base unificadora y de intercomunicación.
Fueron leídas, finalmente, las numerosas adhesiones de nacionales
y extranjeros por el señor secretario del Congreso, don Antonio Bel-
trán, concluyendo agí esta primera sesión ordinaria, llena de interés
por la abundancia y novedad de sus comunicaciones, centradas todas
ellas en tomo a un mismo tema: el bronce en el Sudeste español.
Conferencia del ¿tactor Loustau
El domingo, día 4, a las once de la noche, en el Laboratorio
de Botánica de la Facultad de Ciencias, el decano de dicha Facultad,
doctor Loustau y Gómez de Membrillera, expuso el tema «Bases y fun-
damentos del análisis polínico», resultado de sus largas y pacien-
tes investigaciones sobre la materia. Desarrolló el tema con toda
«lase de instrumentos, preparaciones microscópicas, gráficos, mo-
delos vegetales, etc., pudiendo apreciar todos los asistentes los re-
sultados a que el doctor Loustau ha llegado en el análisis del polen,
qué ahora comienza a realizarse en España. El interés del polen en
cuestiones de paleobotánica y arqueología es grande, pues mediante
él es posible tener noticia del área de extensión de la agricultura, de
la estratificación de ciertos terrenos, y alumbrar las etapas prehistó-
ricas del mesolítico y neolítico, cuando hacen su aparición loe vege-
tales cultivados.
El numeroso público que asistía a la lección del señor Loustau
apreció directamente al microscopio los resultados de su investiga-
ción.
Segunda sesión ordinaria
Al día siguiente, lunes 5 de mayo, se volvieron a reunir los se-
ñores congresistas a las once y media de la mañana, con objeto de
comenzar la segunda sesión ordinaria. Actuó de presidente de mesa
EL III CONGRESO ARQUEOLÓGICO DEL SUDESTE ESPAÑOL 383
en ^sta nueva sesión el excelentísimo y magnifico señor rector de la
Universidad de Valladolid, don Cayetano Mergelina.
A propuesta del señor Beltrán, secretario del Congreso, y con el
apoyo y corroboración del presidente, señor Mergelina, se determinó
liacer constar en acta un voto de gracias al señor Loustau por su
aportación científica, de inestimable valor, puesta en evidencia la
noche anterior con su lección sobre el análisis polínico. Don Luciano
de la Calzada, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Uni-
versidad de Murcia, puso de relieve la merítísima tarea del doctor
Loustau y su constante vigilia en favor de la investigación científica,
agradeciendo en nombre de la Universidad murciana la propuesta del
Congreso y resaltando la modestia del docto investigador. Intervino
el señor Loustau para dar las gracias a todos por tan inapreciable su-
gerencia, y trazó en breves palabras el modelo ideal del científico,
que no ha de reducirse y exclusivizarse en el círculo de sus faenas
profesionales, sino procurar extenderse a otros campos y aportar a
otras ciencias el fruto de sus labores, modelo al que siempre se sintió
inclinado por vocación. Rogó que se delegara el voto de gracias a la
Facultad de Ciencias en pleno, a la cual dedicó y dedicará siempre
sus esfuerzos.
Seguidamente tuvo lugar la disertación del señor Mergelina, sobre
los yacimientos bizantinos de El Llano y Algezares. Ante láminas,
diapositivas y gráficos abundantes, explicó con todos sUs detalles la
necrópolis de El Llano y la basílica bizantina de Algezares, que fue-
ron objeto de excavaciones dirigidas por él hace algunos años, des-
tacando los caracteres bizantinos de estos dos yacimientos, cuya fecha
puede incluirse entre los años 554 a 621.
Don Antonio Beltrán dio lectura a su trabajo acerca de los restos
bizantinos de Cartagena, de cuyo Museo es director.
Don Pío Beltrán intervino también para aclarar algunos puntos
referentes a las diócesis visigodas en relación con Cartagena, demos-
trando al paso el carácter falso y absurdo de la división administra-
tiva de Wamba, o «hitación» de Wamba.
Ijeídas por el señor secretario las nuevas adhesiones recibidas, la
sesión aplazó sus tareas hasta la tarde.
A las cinco de la tarde se reanudó, pues, la sesión. Don Juan
Jáuregui leyó la parle ya redactada de su trabajo, todavía en gesta-
ción, acerca de «Las explotaciones submarinas en Cartagena y San
Pedro del Pinatar», estudio sumamente interesante, que fué comen-
tado y discutido por los señores García Bellido y Taracena, merecien-
do el señor Jáuregui la felicitación expresa de todo el Congreso por
el interés y la novedad de estas excavaciones submarinas, tan escasa-
mente realizadas en nuestra patria. El presidente de mesa, señor Mer-
gelina, manifestó asimismo la profunda gratitud que es debida al di-
ligentísimo y admirable patrocinador de estas empresas arqueológi-
384 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
cas de la región levantina, almirante Bastarreche, a lo que contestó
el almirante realzando el mérito de los señorea Jáuregui y Ant<HÜo
Beltrán, incansables exploradores de los múltiples problemas arqueo-
lógicos de la zona de Cartagena, a cuya mejor solución responden
todos los esfuerzos que tan gustosamente ofrece y seguirá ofreciendo,
mientras pueda, en favor y adelanto de la arqueología española.
Intervinieron asimismo en diversas jionencias y comunicaciones:
don Pío Beltrán, que trató con gran amenidad el problema de «Las
íalsificaciones de las monedas visigodas»; el señor Molinero, que im-
provisó su comunicación sobre «Materiales bizantinos en el yacimien-
to próximo a Duratón, provincia de Segovia», y don Antonio Beltrán,
que leyó el sumario de su extenso trabajo sobre «Las monedas suevas
y godas en relación con las romanas y bizantinas».
Con esto, la segunda sesión ordinaria se dio por concluida»
Visita a los «pasos» de Salzillo y a la Catedral
A primera hora de la tarde de este día realizaron los congresistas
una visita a los «pasos» procesionales de Salzillo, invitados por el
presidente de la Academia Alfonso X el Sabio de Murcia, don José
Pérez Mateos, quien explicó y comentó en presencia de loe visitantes el
valor inapreciable y los caracteres más relevantes de estas joya» pasio-
narias murcianas, conservadas en la Iglesia de Nuestro Padre Jesús.
Seguidamente, e invitados por el cabildo catedralicio, hicieron una
visita al Bajorrelieve de las Musas, encontrado recientemente en la
Catedral y conservado allí en la actualidad.
Conferencia del doctor Schlunck
A las ocho de la tarde, después de acabada la segunda sesión or-
dinaria del Congreso, tuvo lugar en el paraninfo de la Universidad
la conferencia del doctor Hellmut Schlunck, ilustre arqueólogo ale-
mán, acerca de «El arte paleocristiano y bizantino en el Sudeste de
Espiaña».
Estudió con todo género de detalles, a la vista de las proyecciones
abundantes que requería el tema para su mejor y más perfecta in-
telección, los dos importantísimos yacimientos die la Sinagoga de
Elche y del mausoleo de La Alberca, imprescindibles vestigios para
seguir a pie firme las investigaciones sobre el arte paleocristiano y vi-
sigodo y guiarse con claridad a través de un período tan problemá-
tico.
La Sinagoga, considerada hasta hace poco como basílica, puede
fijarse como obra del siglo IV, y presenta caracteres arquitectónicos
ti, ni CONCRESO ABQUEOWCICO DEL SUDESTE ESPASOL 385
de inmenso interés, que el doctor Schlunck detalló con toda ampli-
tud. El mausoleo de La Alberca corresponde, según él, al tipo de
sepulcro de mártires o «martyrion», de que existen algunos otros ejem-
plares por el mundo, verbigracia: el de Hungría.
Tomando como base estos dos valiosos restos del Sudeste español
que más bien parecen recibir y presentar el sello nordafricano que el
bizantino propio, el doctor Schlxmck trazó un esquema de la evolu
ción artística del siglo V y subsiguientes, estudiando también con al
gún detenimiento la Basílica de San Pedro de Alcántara, de Málaga
considerándola como otro monumento de gran interés a este respecto
La conferencia del ilustre arqueólogo alemán fué seguida con má
xima atención, mereciendo la felicitación del presidente de mesa, »e
ñor Mergelina, el cual anunció tma inmediata excursión a La Alberca
para examinar de un modo directo y en común todos los congresistas
el mausoleo objeto de estudio en la disertación del doctor Schlunck,
sobre el cual se planteó desde luego una controversia, ya que las opi-
niones de ambos arqueólogos, Schlunck y Mergelina, discrepan en
punto a la determinación de algunas partes del monumento, así como
a su carácter general.
Tercia sesión ordinaria
A las diez de la mañana del día siguiente, martes 6 de mayo,
se verificó en el paraninfo de la Universidad la tercera sesión ordi-
naria del Congreso. La sesión, dedicada al tema «Cronología de la
cerámica ibérica», fué presidida por don Blas Taracena, director del
Museo Arqueológico Nacional, quien fué cediendo la palabra a los
señores camunicantes. Estos fueron: don Gratiniano Nieto, de Valla-
dolid, que trató sobre la necrópolis del Cabecico del Tesoro, expo-
niendo el carácter griego y púnico de las capas más profundas y su-
perficiales, respectivamente, del valioso yacimiento; la señorita doña
María Luisa Beltrán, que trató de cerámica ibérica, haciendo especial
estudio del yacimiento del poblado de San Miguel de Liria, en Va-
lencia, y e] señor Ramos Folqués, de Elche, que planteó el problema
cronológico de la «Dama», intentando fijarla como obra del siglo IV
antes de J. C , que sobreviviría a la invasión púnica, apareciendo por
este motivo en un nivel distinto del que le correspondía. A estas ob-
servaciones y deducciones del señor Ramos Folqués contestó el doctor
García Bellido, reafirmando la tesis por él expuesta en la conferencia
de la sesión inaugural y advirtiendo que es preciso distinguir entre
la Ilici propiamente ibérica, que acaso sea el lugar de emplazamiento
de la actual Elche, y la necrópolis de dicha localidad ibérica, que
estaría donde estaba La Alcudia, lugar donde apareció la «Dama» y
asiento de la antigua colonia romana. Ambos arqueólogos convinieron
386 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
en que es preciso insistir más en el estudio de los restos encontrados,
con objeto de aclarar definitivamente este arduo e importante pro-
blema cronológico.
El Padre Belda, de Alicante, aportó datos sobre la cerámica en-
contrada en Benidorm; don Pío Beltrán intervino para exponer al-
gunas cuestiones relativas a la romanización de España, afirmando
que, dada la carencia de vestigios terminantes, no es posible solucio-
nar de manera sólida y fija el problema de las relaciones entre lo
ibérico y lo romano; don Antonio Beltrán expuso unas notaa sobre
los documentos ibéricos del Museo de Cartagena, y don Francisco Fi-
gueras Pacheco habló de la cerámica de Manises y La Albufereta, esta-
ciones de sumo interés sobre las que trabajó directamente,
A continuación el excelentísimo y magnífico señor rector de la Uni-
versidad de Valkdolid, don Cayetano Mergelina, dio lectura a la co-
municación del maestro Cabré Aguiló, eximio arqueólogo d« reputa-
ción universal, acerca de «Deitania, su locaiización en el Sudeste»,
bajo cuyo epígrafe estudia los problemas de la cerámica, de la «Dama
de Elche», y demás cuestiones de la región levantina en tomo al pue-
blo de los deitanos del siglo III antes de J. C , proponiendo el nom-
bre de cultura deitanense a la de Elche y Fortuna. La lectura de este
trabajo estuvo ilustrada con magníficos gráficos, trazados por el pro-
pio señor Cabré con insuperable primor y detalle. El secretario del
Congreso propuso una felicitación por escrito en nombre de todos al
interesantísimo y documentado trabajo del señor Cabré, propuesta
acogida con unánime y vivo agrado.
Entre los señores don Pío Beltrán, don Francisco Figueras Pache-
co, don Francisco Moróte Chapa, don Antonio García Bellido y don
Juan Jáuregui se discutió el tema de la frontera geográfica entre el
imperio de Tartessos y el pueblo ibero, suscitando gran atención este
problema.
Finalmente, el señor Tarradell leyó la comunicación d^l doctor
Almagro, de la Universidad de Barcelona, sobre «Dos cortes estrati-
gráficos en Ampurias», donde estudia la cerámica, ibérica de esta
región, y el excelentísimo señor don Augusto Jaime Telles D'Abreu
explicó con gran elocuencia, y ante numerosas ilustraciones, el recien-
te hallazgo de varias grutas, con abundante contenido de cráqeos, va-
sos y objetos diversos, en la necrópolis de San Pedro, en Estoril (Cas-
caes, Portugal), siendo felicitado por el presidente de Mesa, señor Ta-
racena, que recordó con sentidas palabras de amistad la simpática
acogida de que fueron objeto los arqueólogos españoles en su visita
al Museo de Cascaes.
Con esto acabó la tercera sesión ordinaria del Congreso,
EL III CONCHESO ARQUEOL¿CICO DEL SUDESTE ESPAÑOL 387
Cuarta sesión ordinario.
A las cuatro de la tarde del mismo día dio comienzo la cuarta
sesión, presidida por el doctor don Antonio García Bellido, catedrá-
tico de la Universidad Central. El tema general de la sesión fué «Pú-
nicoe y griegos en el Sudeste».
Las ponencias estuvieron a cargo de los siguientes señores: Don
Antonio Beltrán, que leyó el sumario y los pasajes más importanteíi
de su estudio acerca de «Acuñaciones púnicas de plata en Cartage-
na»; el señor Jáuregui, que dio lectura al trabajo «Arqueología de
La Albufereta», del señor Figueras Pacheco, y leyó asimismo algunas
observaciones propias sobre dicho eptudio, realizado en colaboria-
ción; don José María de Ángulo, director del Museo de Ibiza, que
habló de las excavaciones realizadas por él últimamente en el llano
próxim.o al Cerro de Moulíns, en la isla, exhibiendo numerosos grá-
fícos, y el Padre Belda, del Museo de Alicante, que trató sobre de-
mografía alicantina en los períodos eneolítico y argárico.
Don José Senén Ibáñez expuso, por indicación del ilustrísimo se-
ñor decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de
Valencia, don Manuel Ballesteros Gaibrois, una comunicación sobre
«La factoría griega de Hemeroskopeion», que sitúa cerca de la actual
población de Jávea. El maestro García Bellido explicó el carácter de
copia romana de un bajorrelieve que el señor Senén presentaba y que
ha sido considerado hasta hace poco por arqueólogos nacionales y ex-
tranjeros como obra griega, siendo asi que se trata tan sólo de una co-
pia romana, pues así lo manifiesta la falta de tino artístico y de des-
treza de la mano del que lo realizó.
Otras ponencias estuvieron a cargo de la señorita Teresa García
de Cácere», del Laboratorio de Arqueología de Valencia, quien tocó
el tema de una cabeza o presunto busto del emperador Trajano, ha-
llado en Balserrá (Valencia); don Augusto Fernández de Aviles, cuyo
estudio sobre el poblado iberorromano indígena de Los Garres fué
leído por el doctor Ballesteros; don Antonio Beltrán, que estudió la
estatua romana hallada en nivel romano, junto a la iglesia de la Ca-
ridad, y la señorita Consuelo Aranda, de Valencia, que habló del
ajuar funerario de la necrópolis romana de Boatellá (Valencia).
La sesión fué clausurada, y ofreció en su conjiuito los mismos ca-
racteres de sumo interés y trascendencia de las sesiones anteriores,
ilustradas todas ellas con profusión de gráfico» y proyecciones.
C<i'nferencia del general García de Prunoda,
A las ocho y media, en el salón de actos de la Diputación Provin-
cial, donde está instalada la Academia Alfonso X el Sabio, tuvo lu-
388 ilKVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
gar la disertacióa del general don Salvador García de Pruneda, sobre
«Andanzas de don Juan Manuel por tierras murcianas». Con asis-
tencia de todas las autoridades civiles, militares y académicas, se abrió
el acto con unas palabras preliminares del presidente de la Academia,
señor Pérez Mateos, quien expresó la gran satisfacción de la enti-
dad, cuya presidencia ostenta, al verse prestigiada por la actuación
de una fígura de tan relevantes méritos, como la del general García de
Pruneda, y agradeció el apoyo de las autoridades, congratulándose de
poder recibir en su seno a tan ilustres personalidades. Destacó asimis-
mo el interés murcianista del tema.
Seguidamente, el general García de Pruneda, que ilustró sji diser-
tación con gráficos y mapas, tras algunas consideraciones generales en
torno a la persona y hechos de don Juan Manuel, entró de lleno en el
problema de las andanzas de este gran personaje político y literario a
través de Murcia, para lo cual partió de un testamento del Infante,
en que dice a su hijo don Fernando que puede hacer ruta desde Na-
varra a Granada, haciendo noche en los castillos y fortalezas de su
posesión que al paso se le ofrecieren. Con esta base mostró u n mapa
detallado de las estaciones de ruta que don Juan Manuel poseería, y
que irían desde Peñafiel, por Galve, Garcimuñoz, Alarcón, Chinchi-
lla, Almansa, Villena, Orihuela, Murcia, Lorca, etc.
Resaltó el conferenciante el hecho de que don Juan Manuel fué
por tres veces adelantado de Castilla en el reino de Murcia, por lo
cual mandaba en toda esta zona levantina, sin que este gobierno le
impidiera realizar una vida andariega y de continuo peregrinaje. En
medio de esta vida az^arosa, el Infante fué muy dado a la tarea litera-
ria y dejó obras de inapreciable valor.
Teniendo en cuenta su Libro de la caza, el general García de Pru-
neda pasó a dar la clasificación general por obispados que don Juan
Manuel utilizó para dar cuenta de todo lo referente a cultivos, geo-
grafía y clases de animales de caza de las regiones que formaban la
España de su tiempo. Las descripciones de tierras murciaíias abun-
dan, y pueden identificarse localidades actuales. Con arreglo a
los datos que aporta este libro, y considerando las constantes andan-
zas del Infante, expuso algunos problemas de la velocidad de los re-
corridos, de suma importancia para el tema, dando referencias sobre
los recuerdos dé don Juan Manuel en tierras murcianas, tales como el
castillo de Villena y el castillo de Elche, donde aparece su blasón.
Estudió, por último, la ménsula del claustro Oeste de la capilla de
los Manueles, que estuvo cubierta hasta hace algún tiempo por el cé-
lebre cuadro de Santa Lucía, obra del italiano Bernabé de Módena.
Este cuadro, según conjeturas muy probables de Sánchez Cantón y
del mismo conferenciante, presenta en su parte inferior el auténtico
retrato de don Juan Manuel y de su hija doña Juana. Resaltó García
de Pruneda la importancia de esta obra de arte, que es, para Sánchez
EL III CONGRESO ARQUEOLÓGICO OEL SUDESTE ESPAÑOL 389
Cantón, el primer retrato de personajes identificados con firma co-
nocida, por lo cual puede sentirse honrada Murcia al conservarlo en
su catedral después de la odisea de la revolución, que lo llevo rodan-
do hasta Ginebra, de donde lo rescató nuestro Caudillo, junto con el
tesoro nacional, que tantas expoliaciones sufrió.
Propuso el conferenciante que al lado del monumento, donde se
ha de conservar dicho cuadro inapreciable, se inscriba una lápida
consignando que en Murcia estuvo y se conservó durante seis siglos.
Acabó con acertadas e ingeniosas frases, recibiendo aplausos y fe-
licJlaciones de la nutrida concurrencia.
Cena de honor en el Casino.
A las diez de la noche, en el salón de café del Casino, tuvo lugar
una cena de honor, ofrecida por la Diputación y el Ayuntamiento de
Murcia a los huéspedes honorarios y participantes en el Congreso. Se
desarrolló en un ambiente de plena cordialidad y simpatía, y al final
hicieron uso de la palabra el señor Telles d'Abreu, que brindó por
España, en nombre de la nación hermana; el presidente de la exce-
lentísima Diputación, que agradeció al Congreso el esplendor intelec-
tual prestado a Murcia e hizo ofrenda del íntimo agasajo con*"que la
ciudad intentaba corresponder a tan señalado favor, saludando a Por-
tugal en la persona del señor Telles; don Cayetano Margelina, que
dio las gracias en nombre de los congresistas y del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas, y el almirante Bastarreche, quien con
patrióticas y exaltadas palabras puso un final elevado y digno a este
simpático acto de ofrenda y amistad.
Excursión a La Alherca.
En la mañana del día siguiente, miércoles 7 de mayo, realizaron
autoridades y congresistas una excursión al Gabecico del Tesoro y al
yacimiento bizantino de La Alberca, trasladándose a estos puntos
mencionados en varios autobuses, puestos expresamente a la disposi-
ción de los visitantes.
Se detuvieron primeramente en el Cabecico del Tesoro, donde el
señor don Gratiniano Nieto, de la Universidad de Valladolid, viene
trabajando hace tiempo en obras de excavación, que han dado y están
dando resultados de sumo interés arqueológico. El señor Nieto conti-
nuó, en presencia de los excursionistas, sus trabajos de sonda, descu-
briendo, entre otros objetos, un jarrón ibérico y una efigie de Tanit
vegetal. La necrópolis del Cabecico del Tesoro fué objeto de una pri-
mera excavación en el año 1935, realizada por el señor Mergelina, y
10
390 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
He sucesivas y constantes exploraciones Hel señor Nieto, quien ya en-
contró un inmenso número de sepulturas y objeto de gran valor e in-
terés, como el jEamoso «cvaso de las cabras» y otro núcleo importante
de vasos conservados actualmente en el Museo Provincial de Murcia.
En el estado presente de las excavaciones se observan ya dos niveles
diferentes, y el día en que los trabajos de sonda se den por termina-
dos se podrá apreciar la gran importancia de este yacimiento, pues
es, sin duda alguna, un tesoro inestimable para el mejor conocimien-
to de la cronología del arte ibérico y de su cerámica. Los visitantes
cambiaron impresiones con el señor Nieto y pudieron observar direc-
tamente y valorar de modo adecuado los objetos bailados en este ya-
cimiento ibérico.
Seguidamente marcharon a La Alberca para visitar el sepulcro bi-
zantino o «martyrion», de que ya habían tratado en sus intervencio-
nes del Congreso los señores Mergelina y Schlunck. El doctor Mer-
gelina describió con puntualidad ante los asistentes el citado e im-
portantísimo vestigio bizantino, formado por los sepulcros familia-
res que constituyen el «martyrion» propiamente dicho, y por una par-
te obsidal, que Mergelina interpreta como independiente de los se-
pulcros, y Schlunck como lugar del altar y de las reliquias, en comu-
nicación directa con el resto del monumento. Con motivo de estas
opiniones se suscitó una interesante y animada controversia acerca
del carácter y finalidad de esta porción absidal, tan problemática
para los arqueólogos. Terciaron en la controversia los señores García
Bellido y Taracena, quedando en tela de juicio las opiniones de Mer-
gelina y Schlunck, arabas apoyadas en razones diversas y suficientes.
Los excursionistas regresaron a Murcia después de haber verifica-
do con gran satisfacción esta importante y detenida visita.
Ultima se^ón ordinaria.
*
A las cuatro de la tarde dio comienzo la quinta y última sesión
ordinaria del Congreso, dedicada a temas de interés general. Presi-
dió el excelentísimo y magnífico señor rector de la Universidad de
Murcia, don Manuel Batlle y Vázquez.
Se expusieron numerosas comunicaciones sobre diversos temas de
arqueología del Sudeste español. Don Juan Cuadrado, de Almería,
habló sobre «Cultura argárica», poniendo de relieve el actual estado
de las investigaciones acerca de la extensión de dicha cultura. El doc-
tor García Bellido dio lectura a la comunicación del señor Hoyos
Sáinz sobre antropología de las primeras edades del metal en el Sud-
este de España, así como también don Antonio Beltrán leyó la de don
Luis Pericot, de la Universidad de Barcelona, titulada «Las pinturas
rupestres del Tanganica y la pintura del sudeste español». El doctor
EL III CONCRESO ARQUEOLÓGICO DEL SUDESTE ESPAÑOL 391
Pérez Mateos, presidente de la Academia Alfonso X el Sabio, de Mur-
cia, leyó la suya, acerca de ccAlgunos yacimientos en el castillo de Santa
Catalina del Monte, próximos al Cabecico del Tesoro», dando cuenta
de los interesantes restos obtenidos y haciendo proyecciones de los
mismos. El señor Ballesteros Gaibrois propuso al Congreso que le fuera
otorgado al señor Pérez Mateos un voto de gracias por estas exploracio-
nes, que, realizadas en 1912, puede decirse que fueron las primeras que
se llevaron a cabo en esta rica zona arqueológica de Murcia, voto que
se hizo constar en acta.
Don Francisco Figueras Pacheco hizo algimas consideraciones en
tomo al problema de Hemeroskopeion, tratado en sesión anterior, ex-
poniendo sus últimas averiguaciones acerca de las etapas de coloniza-
ción de griegos y púnicos. El doctor García Bellido destacó a este res-
pecto el carácter griego de las efigies de Tanit, señalando que siem-
pre que se encuentre en un yacimiento una de estas efigies habrá que
fechar por debajo del siglo IV antes de J. C.
En esta última sesión se leyeron los trabajos aportados por los
alumnos de la Universidad valenciana, que, bajo la dirección del
doctor Ballesteros, trabajan en el Laboratorio de Arqueología de di-
cha Universidad. Los nombres de estos diligentes y jóvenes investiga-
dores, juntamente con los títulos de sus ponencias, son los que si-
guen : Señorita Amparo Ares Guillen: «Estudio de una discutible
inscripción en barro de La Boatella (Valencia)»; señor Amal Rodrí-
guez : «Alquería de Benioalat», construcción agrícola morisca, con
algunos elementos góticos del siglo XIV» (trabajo realizado en cola-
boración con la señorita Rosario Martínez Bemal y con el señor Sal-
vador Monzó); señorita Amparo Cueves Granero: «Marcas de alfa-
rero y otros detalles de la necrópolis de La Boatella»; don Mario
Hernández y Sánchez Barba: «Casas señoriales del Murviedro me-
dieval» ; señorita María Josefa López Garbonell: «Una almazara
medieval en Sagunto»; don Ángel Martínez Carrión: «Posible recons-
trucción del recinto murado de Sagunto» (trabajo de gran importan-
cia, que precederá a otros que el doctor Ballesteros se propone diri-
gir con objeto de reconstruir la vida medieval de Sagunto), y, por fin,
la señorita Ana María Vicent, que trató acerca de «La casa civil en
Murviedro».
Todas estas comunicaciones fueron ilustradas con gráficos, y me-
recieron del presidente de la sesión, un voto de gracias y los más en-
carecidos elogios de todo el Congreso.
392 BEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Síntesis y conclusiones del Congreso.
Terminada la última sesión ordinaria, el señor secretario del Co-
mité del Congreso dio lectura a un resumen o extracto de las cinco
sesiones ordinarias celebradas.
Como conclusiones definitivas de estas sesiones ordinarias se acor-
dó que el Seminario de Historia de la Universidad de Murcia sea,
como propuso el señor Mergelina en la primera sesión, el centro de
referencia de los estudios que sobre el bronce en el Sudeste español
lleven a cabo los especialistas en sus zonas o localidades correspon-
dientes; que la controversia entre los señores Schlunck y Mergelina
sobre el yacimiento bizantino de La Alberca habrá de subsistir, sin
una solución terminante de momento, y que en el tema de la cerámi-
ca ibérica queda en cierto modo fijada la cronología, pudiéndose afir-
mar que en algunos lugares de dicha cerámica aparece con carácter
tardío.
La propuesta de don Gratiniano Nieto de que el Congreso pida a
la Dirección General de Bellas Artes que preste su apoyo y patroci-
nio a las exploraciones del Cabecico del Tesoro, fué aprobada por
unanimidad, siendo otorgado al señor Nieto un voto de gracias por su
labor incansable en las excavaciones de dicho yacimiento, voto que
fué pedido por el señor De la Calzada, y que constará en el acta.
El señor secretario del Congreso recibió la gratitud expresa de to-
dos los congresistas por la diligencia y entusiasmo que puso en la or-
ganización y buen resultado del mismo, manifestando él, a su vez, y
de un modo ofijcial, el profundo agradecimiento debido al señor de-
legado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, don Ca-
yetano Mergelina; a las autoridades murcianas en general, que tan-
to empeño y esfuerzo pusieron en el esplendor de este Congreso Ar-
queológico; al presidente de la Academia de Alfonso X el Sabio; al
excelentísimo y magnífico señor rector de la Universidad de* Murcia;
al almirante Bastarreche, sin el cual no hubiesen sido posibles los tres
Congresos celebrados hasta el presente, y, en fin, a fodos los que por
cualquier modo colaboraron en la brillantez y peifección de este
último.
Una vez cumplido este deber de gratitud, el señor secretario dio
por terminadas las tareas oficiales del Congreso, dejando a la conside-
ración de los señores congresistas y del presidente de Mesa la elección
de la ciudad que hubiera de ser escenario del próximo. Después de al-
guna discusión, y habiéndose planteado las ciudades de Elche y Al-
mería como las más convenientes, el señor presidente de la sesión, re-
cogiendo la opinión más en acuerdo con el sentir del Comité del Con-
greso, designó a Elche para futuro escenario del IV Congreso Arqueo-
lógico del Sudeste Español, que habrá de celebrarse el año venidero.
M, III CONCRESO ARQUEOLÓGICO DEL SUDESTE ESPASOL 393
Sesión del clausura y conferencia del doctor Taracena Aguirre.
A las ocho y media de la tarde del día 7 de mayo, a continuación
de la sesión ordinaria última, y trasladados congresistas, público y
autoridades al salón de actos del excelentísimo Ayuntamiento, bajo
la presidencia del almirante Bastarreche, tuvo lugar la sesión de clau-
sura, en la que el excelentísimo señor don Blas Taracena Aguirre, di-
rector del Museo Arqueológico Nacional, disertó con gran amenidad
y erudición acerca de las «Vías romanas en España».
Señaló la carencia de temas romanos en el transcurso del Congre-
so, centrado casi exclusivamente en torno a asuntos ibéricos, y la im-
portancia del estudio de las vías romanas dentro de la arqueología
española; pues la cultura hispánica es esencialmente latina, y por las
vías y calzadas que los romanos abrieron en la Península íué por don-
de se derramó y difundió la civilización y la cultura de Roma. Tra-
zó una reseña de las intervenciones romanas en nuestra patria, advir-
tiendo el gran tesoro agrícola, pecuario, industrial y minero que ésta
suponía para los romanos.
Las vías romanas no toman su origen de los caminos ibéricos, de
los que existirían muy pocos, debido al carácter rebelde y aislado de
las tribus indígenas, que hacían de nuestro suelo un verdadero mo-
saico, sin unidad ni trabazón, como tampoco son las vías romanas los
caminos de la Mesta, pues su traza es diferente. Se deben, pues, ante
todo, al interés administrativo y económico de los romanos, que hi-
cieron tales vías para una mejor comunicación y explotación.
El conferenciante expuso algunos problemas referentes a las velo-
cidades y trayectos, mostrando las diversas interpretaciones de la
milla romana, que dieron lugar a graves enores, y destacando el in-
terés y la importancia de las piedras miliarias, vasos apolinares y ta-
bletas de Astorga como documentos arqueológicos decisivos para la
medición de las vías. Habló asimismo del carácter falso del famoso
Itinerario, de Antonino, que es más bien una guía de carreteras que
un itinerario oficial con garantías de exactitud.
A continuación, utilizando varias proyecciones, explicó el doctor
Taracena la constitución de la calzada romana, las partes superficia-
les y fundamentales de su pavimento y las dos clases de calzadas que
h u b o : la calzada de canto plano, que solía estar a la entrada de las
ciudades, y la de guijos, para las comunicaciones menos principales.
Comparando las vías romanas con las carreteras de diversas épocas,
hasta llegar a la nuestra, puso de relieve el carácter duro y quebra-
dizo de aquellas vías y la mayor elasticidad y delgadez de los caminos
de hoy.
Con una exhortación a los amantes y estudiosos de la arqueología
para que trabajen en sus regiones sobre este interesantísimo problema de
394 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
las vías romanas, el señor Taracena acabó su espléndida disertación,
aplaudida con entusiasmo por el selecto y atento auditorio.
El almirante Bastarreche se despidió con sentidas palabras de los
señores congresistas, felicitando a todos y declarando, en nombre del
excelentísimo señor Ministro de Educación Nacional, oficialmente
clausurado el I I I Congreso Arqueológico del Sudeste Español.
Por la noche, el Casino de Murcia dio un baile de gala en obse-
quio a los miembros y componentes del Congreso que tan brillante ha
sido y digno de recordación.
ANDRÉS SOBEJANO
Director de la Biblioteca Urüversitaría
y Museo Arqueológico de Murcia
CURSILLO DE PREHISTORIA Y ARQUEOLOGÍA
EN AMPURIAS
POR O C T A V I O GIL Y PARRES
Organizado por la Estación de Estudios Pirenaicos, dependiente del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se ha desarrollado
desde el 25 de agosto hasta el 15 de septiembre del corriente año de
1947, con la colaboración de las Excmas. Diputaciones Provinciales de
Barcelona y Gerona, el Instituto de Estudios Gerundenses y la Uni-
versidad de Barcelona, bajo la dirección del Dr, D. Martín Almagro,
director del Museo Arqueológico y catedrático de la Universidad, y del
Dr. D. Luis Pericot, catedrático de la Universidad y comisario de Ex-
cavaciones en la provincia de Gerona.
ACTIVIDADES EN BARCELONA Y GERONA
Reunidos los cursillistas en la Ciudad Condal, abrió el acto el doctor
Almagro con unas palabras de salutación y bienvenida a los congrega-
dos y, seguidamente, se visitó el Museo Arqueológico. A continuación,
fueron cumplimentadas las autoridades provinciales y municipales, re-
corriéndose los palacios góticos de la Generalidad y del Consejo de
Ciento, así como los Museos de Arte de Cataluña, de Arte Moderno y
de la Ciudad, en el cual dio una conferencia sobre la Barcelona romana
su director, el señor Duran y Sampere, quien, más tarde, nos condujo
a través de la capilla de Santa Águeda y del Salón del Tinell, hasta una
basílica paleocristiana, excavada poco, ha junto a la catedral y orien-
tada perpendicularmente a ésta.
También en dos jornadas distintas se visitaron las iglesias románicas
de Tarrasa (San Pedro, San Miguel y Santa María), y el monasterio
de San Cugat del Valles, cuyo párroco—ilustre lingüista y profesor de
la Universidad—nos atendió y obsequió calurosamente.
En realidad, el comienzo del Cursillo tuvo lugar en Gerona, después
de ser recibidos y obsequiados por las autoridades provinciales y loca-
396 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
les, al darnos el doctor Pericot una conferencia sobre las culturas pre-
históricas en Gerona.
En esta ciudad también recorrimos ios monumentos principales, a
Itinerarios de las excursiones efectuadas con motivo del Cur-
sillo de Prehistoria y Arqueología desarrollado en Ampurlas.
saber: la catedral, la iglesia de San Félix, los Museos diocesano y Ar-
queológico Provincial y, finalmente, el perímetro de la muralla roma-
na, en cuyas visitas fuimos debidamente orientados por el doctor Peri-
cot y por el señor Pía Gárgol.
CURSILLO DE PREHISTORIA Y ARQUEOLOGÍA EN AMPURIAS 3Q7
Con motivo de nuestra partí<ia para Ampurias, también visitamos di*
versos lugares, interesantes por sus restos arqueológicos (véase mapa):
Caldas de Malavell» : Restos insignificanteg de unas termas romanas (en
el Vichy catalán) y otros más importantes, con piscina y arquerías, en
otro lugar. Romana de la Selva ; Gran cámara megalítica con ocho gran-
des piedras laterales y otra de jamba. Vulpellac : Palacio gótico. Pera-
tallada : Murallas y castillo medieval con imponente torre del homenaje.
Ullesiret; Poblado ibérico con circuito visible de muros y torreones en
una gran extensión.
LABOR DESARROLLADA EN AMPURIAS
Las tareas científicas pueden desdoblarse en dos series. Una corres-
ponde a la totalidad de conferencias dadas por los diversos profesores,
tanto nacionales como extranjeros, acerca de temas más o menos rela-
cionados con la Prehistoria y la Edad Antigua; la otra, más concreta
y homogénea, fué la tratada por el doctor Almagro, quien en diversa»
charlas, ya en aula, ya «in situ», mostró los trabajos realizados hasta la
fecha, los que se efectuarán en campañas sucesivas y los numerosos pro-
blemas que acarrea la excavación de Ampurias, ciudad en la que se
superponen niveles de más de diez siglos, es decir, desde el siglo VI an-
tes de J. C , por lo menos, hasta nuestra Primera Edad Media.
Objetivo primordial de discusión y estudio lo constituyó la muralla
griega que se extiende perpendicularmente a la playa, acerca de cuya
data hubo las más dispares opiniones (1). Pero con motivo de la mis-
ma, el doctor Almagro nos deparó importantes novedades concernien-
tes a la cerámica, ya que en las capas más profundas de la Neápolis
aparecen unos tiestos griegos con decoraciones en tinte vinoso que pu-
dieran muy bien ser los precedentes de la cerámica tipo «ibéricoanda-
luz». También se ofrece una cerámica gris, de procedencia oriental, que
luego da lugar en Ampurias, ya durante La Téne I I , a una variante, a
veces con ornamentación incisa rellena de pasta blanca. Debe mencio-
narse, por último, un fragmento con pájaros, que parece retraer la fun-
dación de la Neápolis al siglo VII a. de J. C.
Aparte de los estudios y conferencias relativos a estos puntos, mere-
cen consignarse los esfuerzos del doctor Almagro por mostramos en
plena excavación las diversas necrópolis que rodean Ampurias, en es-
pecial la de Las Corts.
(1) No hacemos hincapié en dicho asunto, por ser el de nuestra Memoria:
«Las murallas de Ampurias: aparejos y cronología», así como por la falta de
espacio disponible.
398 KEMSTA DE AlICIilVOS, BIBLIOTECAS \ MUSEOS
RESTANTES CONFERENCIAS (1)
El doctor Pericot disertó tres veces. Primeramente nos habló del
Paleolítico en la provincia de Gerona, haciendo hincapié en la parque-
dad de yacimientos que se aprecia en la misma. La segunda charla
versó sobre los dólmenes del Ampurdán, mostrándonos las novedades
que han ocurrido desde que publicó su conocida obra La civilización
megolítica ccumlana' y la cultura pirenaifia (Barcelona, 1925). Acerca de
este punto el doctor Almagro manifestó que en el período subatlántico,
que sigue al boreal, sucedió un cambio climático, perjudicial para Es-
paña, lo que explica nuestra pobreza en las culturas del Cobre y del
Bronce hasta la llegada de los primeros celtas. La tercera fué un resu-
men de lo visto y tratado en Nairobi (2), destacando los enormes yaci-
mientos paleolíticos que hay en aquellas regiones, así como los cambios
de nomenclatura—no siempre afortunados—que intentan establecer los
cientíñcos africanos.
El gran excavador portugués, P . Eugenio Jalhay expuso los hallaz-
gos eneolíticos de las estaciones exploradas últimamente, entre las que
se cuentan, como más importantes, Alapraya, ^ a Musan, San Pedro de
Esloril, Vilanova de San Pedro y Montes Claros. Acerca de ellas el doc-
tor Castillo añadió que dichos yacimientos comienzan en una fase se-
gunda del campaniforme español, creando una fase tercera que se co-
rresponde con el campaniforme castellano y perduranco, casi, hasta la
terminación de la Edad del Bronce.
El profesor inglés Christopher Hawkes trató el tema de la cronolo-
gía en la Protohistoria de Italia, en relación con la de Centroeuropa y
Gran Bretaña. Constante es la tendencia actual a rebajar las fe-
(1) Totalidad de cursillistas que integraron el grupo, exceptuado^ los diser-
tantes : doctora Lidia Panizzi, del Museo de Bordighera (Italia); señoritas Mi-
Uán, Galván y Ceballos. del Museo Arqueológico Nacional; doctora Chicarro, del
Museo Arqueológico de Sevilla; señorita Sanz, del Ministerio de Educación Na-
«ional; señorita Martínez, becaria del C. S. de I. C , y señoritas Vilaseca, Mon-
tañola y Ferrér; además, fuimos honrados en diversas ocasiones con la compa-
ñía de las señoras de los doctores Almagro y Pericot; señores Fernández de Aviles
y Gil Parres, del Museo Arqueológico Nacional; doctor Apraiz, director del
Museo Numantino; señor Ortego, inspector de Primera Enseñanza; eeñor Beltrán,
director del Museo de Cartagena; doctores Vilaseca, Amorós y Corominas, ilus-
tres excavadores de Tarragona, Mallorca y Gerona, respectivamente; señor Cid,
profesor de la Universidad de Barcelona; señor Jordá, del Museo de Prehistoria
de Valencia; eeñor Oliva, del Museo de Gerona; señor Riuró, excavador de la
provincia de G«rona, y señores Guinea, Milicua, Palol, Panyella, Tarradell, Tomás
y Watemberg, discípulos del doctor Almagro y, actualmente, excavadores a BUS
órdenes. No podemos por menos de citar, aunque lamentáramos su ausencia, al se-
•cretario del Curso, el doctor don Juan Maluquer, que tuvo que soportar por nues-
tra cansa continuas molestias y desplazamientos a Ampurias.
(2) Ek el Congreso de Arqueólogos africanistas celebrado en este año.
CUBSILLO DE PREHISTORIA Y ARQUEOLOGÍA EN AMPURUS 399
chas en todo el Continente, pero creemos que algunas no pueden ba-
jarse tanto como él supone, pues consideramos inaceptable simultanear
la cultura de Vilanova con el Hallstatt A de Europa Central, si por
Halletatt entendemos la introducción del hierro en dichas regiones.
El conocido epigrafista francés, doctor J. Mallón nos habló de sus
estudios referentes a la época imperial romana, señalando la existencia
de un corte en la evolución de la escritura en el siglo II d. de J. C.
(demostrado con abundantes ejemplos gráficos) y la necesidad de estu-
<liar ciertos documentos, como son los papiros.egipcios y, de resultas,
numerosas inscripciones occidentales; tal es el caso de un ladrillo del
Museo de Mérida, fechado entre 224 y 235, en el que aparece minúscula
del siglo III junto con letras capitales ornamentalea de igual época, ex-
trañas a Hispania, pero corrientes en Egipto.
El director del Instituto de Estudios Ligures, doctor Niño Lambo-
Iglia disertó la primera vez sobre sus excavaciones en la ciudad romana
de Vintimiglia (Liguria), en la que ha efectuado, de 1938 a 1940, nueve
campañas de excavaciones. En la segunda abordó el tema de los Ligu-
res, considerándolos como la primera oleada indoeuropea y manifes-
tando que piensa encontrar datos interesantes en la toponimia de Cata-
luña al relacionarla con la de] norte de Italia.
La conferencia del doctor Castillo versó sobre los hallazgos de En-
»erune (sur de Francia), recalcando la gran similitud de materiales que
se ofrece con los encontrados en Ampurias, por lo que deben conside-
rarse todas estas comarcas, a caballo del Pirineo, como una Sola en el
período de la colonización griega (siglos VII-IV). Por el hallazgo de
un vaso con decoración floral (semejante a los de Elche-Archena), fe-
chado en el siglo IV a. de J. C , considera inaceptable la cronología
presentada por el doctor García y Bellido sobre la totalidad de las ce-
rámicas levantinas ibéricas con motivos pintados, juzgando debe hacerse
un distingo tajante entre la ornamentada floral y la figurativa y, dentro
de ésta, entre la animal y la humana.
El doctor García y Bellido nos habló de los hallazgos ocurridoó a
través de este siglo en la necrópolis del Portitxol (1) y la importan-
cia que merece la inscripción A H M (2) que se repite en diversas lápi-
das y es propia de las colonias de Focea, como Massilia, Velia y en
Asia Menor, Clazomenes y otras.
El limo. Sr. Taracena expuso el tema de la población de España en
la época romana, modos de agrupamiento y, finalmente, sintetizó las
diversas modalidades que puede ofrecer la casa romana, distinguiendo
la de corredor (céltica), la de corral central, la de planta cruciforme.
(1) Siguiendo la pauta de su obra, aún inédita, «Los griegos en España», galar-
donada con el Premio Martonell.
(2) El doctor Almagro disiente de la procedencia de tales piezas, manifestando
que son de otros lugares cercanos.
400 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
rara (Navatejera, León), la basilical, frecuente en Inglaterra y la que
posee peristilo, propia del Mediterráneo.
El limo, señor Navascués trató sobre la epigrafía cristianohispáuica
primitiva, demostrando gráñcamente la necesidad de revisar las obra»
de Hübner, Fita y Vives y la perentoriedad del estudio de todas la»
inscripciones cristianas anteriores a la introducción de la escritura fran-
cesa en el siglo XII, incluyendo, por lo tanto, además de las paleocris-
tianas, la visigoda y la mozárabe.
Ya en Caldas de Malavella, de regreso a Barcelona, pero correspon-
diente a este ciclo, disertó el señor Serra Rafols, conservador del Museo-
Arqueológico de Barcelona, sobre las construcciones romanas en Cata-
luña, demostrando las causas de su pobreza en comparación con las de
otras regiones de Hispania.
Al margen de estas actividades, el acontecimiento oficial más ira-
portante fué la inauguración del Museo Monográfico de Ampurias, crea
do por el doctor Almagro, con la asistencia del marqués de Lozoya, di-
rector general de Bellas Artes; doctor Mateu Llopis, director de la Bi-
blioteca Centnal de Barcelona y numerosas personalidades civiles y mi-
litares de Barcelona y Gerona.
E X C U R S I O N E S
(Véase mupá)
I. Besalú: Iglesia de San Vicente y monasterio de San Pedro, r o -
mánicos ; colegiata dé Santa María, de varios períodos; Seññá : Cuevas
paleolíticas de «Bora Gran d'en Carreres» y «Reclau», excavadas ya en
parte por el doctor Corominas; Porqueras: Santa María, románica;
Boñolas: varias iglesias góticas, museo, colección prehistórica del doc-
tor Corominas y otra en posesión del conservador de Ja mandíbula de
Bañólas, que nos fué mostrada.
II. Castellón de Ampurias: catedral gótica, con portada de após-
toles y retablo de alabastro. Vilajuiga: colección geológica de don
Ramón Margineda. Monasterio de San Pe'dro de Roda: románico; ra-
reza en las naves del templo que parecen corresponder a una cripta.
Fuertes influencias árabes en capiteles y claustro (arcos de herradura).
Perelada: castillo-palacio, posesión de don Miguel Matéu, con intere-
santísimas colecciones de vitraria, cerámica, panoplia y pinturas, y
copiosa biblioteca (40.000 volúmenes).
III. Vilarberirán: abadía consagrada en 1100; maravillosa cruz
de tradición visigoda (?), con Lignum Crucis del siglo XI y figura»
del siglo XIV. Aguilena: necrópolis de campos de urnas, en excava-
ción por los señores Palol y Tomás. Figuera»: Museo de Bellas Arte»
y recepción en el Ayuntamiento, con bailes típicos.
CURSILLO DE PREHISTORIA Y ARQUEOLOGÍA EN AMPURIAS 401
IV. Torraella de Montgri • palacio de los Condes de Barcelona
(gótico) y de los Condes de Solterra (gótico renacentista), con patio
cubierto por «socarráis». Po^ls: castillo y muralla, medievales. Bai-
gur: panorama de la Costa Brava. Calella y Llafranck: localidades
marítimas pintorescas. Punta Castell de Palamós; poblado iberorro-
mano, en curso de excavación por los señores Oliva y Riuró. Paln-
mós; Museo de Bellas Artes y recepción por el Ayuntamiento.
V. Islas Meda^ y Cadaqués, a bordo de un guardacostas.
La clausura del curso tuvo lugar en el Aula Magna de la Univer-
sidad de Barcelona, bajo la presidencia del magnífico y excelentísi-
mo señor rector y autoridades barcelonesas, con una conferencia a
cargo del venerable excavador doctor Schulten sobre «Tartesos».
Finalmente, creemos no poder dejar la pluma sin dar im voto de
gracias, en nombre de todos los asistentes y en el nuestro propio, en
primer lugar al doctor Almagro y seguidamente a las autoridades,
tanto civiles como militares y navales, de Barcelona y Gerona, por los
desvelos y atenciones que tuvieron en todo momento para cuantos in-
tegramos este cursillo de Arqueología.
LOS PROBLEMAS DE LA CATALOGACIÓN
SOBRE LA INTERPRETACIÓN DE LAS INSTRUCCIONES
DE CATALOGACIÓN DE IMPRESOS
POR A M A L I O HUARTE
Cuando en 1940 se preparaba la nueva edición de las Instruccio-
nes para la redacción del catálogo alfabético de autores y obráis anó-
nimas, impresa al año siguiente, se dirigió una circular a los funcio-
narios facultativos del Cuerpo solicitando el envío de propuestas, so-
bre los puntos que les parecieran pertinentes, a la Comisión que había
sido nombrada para redactar el proyecto, y yo entregué a uno de los
miembros de esa Comisión una nota que luego no fué tomada en
consideración, sin duda porque no la aceptó la Comisión referida.
Indiferente a todo, no me preocupé de averiguar las razones de la
repulsa; pero cuando me he tenido que acordar de ella, he echado
de menos la falta de algo que supliera las deficiencias involuntarias
de las Instrucciones.
Es de una evidencia que salta a la vista, el hecho de que, por muy
minuciosas que sean las observaciones y particularidades que se tengan
en cuenta al redactar unas instrucciones de catalogación, son siempre
muchos más los casos nuevos que se pueden ofrecer al catalogador
que practique la función poniendo en ella algo de espíritu, y que si
todos los particularismos se pueden orillar aplicando por analogía tal
o cual regla, mucho mejor sería, y ésta era la novedad de mi pro-
puesta, que una Comisión, nacida del seno de la nombrada para re-
dactar el proyecto, estudiase y resolviese los casos que pudieran pre-
sentarse, creando una especie de jurisprudencia que diera la labor
hecha para cuando hubiese que pensar en una nueva edición de las
lnstriwcion\es.
Como las obras, aun las más laudables, tienen a veces aspectos in-
sospechados para el que las propone, esta Comisión, de haber sido
nombrada, con sólo llevar un registro de las consultas que se le hi-
cieren, hubiera podido discernir la labor de los catalogadores, porque
el entusiasta de la perfección estaría siempre remitiendo a la Comisión
casos nuevos; en cambio, al que todo le es igual, catalogaría como
404 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS .
mejor cr«yese —ha 8Í<lo y será frecuente el caso del que cataloga sin
consultar las Instrucciones para nada, dejando al observador en la
duda de si lo hace por conocerlas tan bien que no las necesita o por
desconocerlas, al punto de no encontrar en ellas lo que pudiera tener
que buscar—, no le preocuparía si lo hacía bien o mal y no se toma-
ría el trabajo de molestar a la Comisión. Y algunas veces he consi-
derado si esta clasificación factible, en la que no pensé al redactar
mi nota, habría determviado aplazar la propuesta hasta el momento
más oportuno.
Y ese momento parece llegado ahora. El Cuerpo de Archiveros,
Bibliotecarios y Arqueólogos tiene una revista, donde éstas y otras
cuestiones técnicas pueden recogerse y estudiarse. Muchas veces he
sentido la necesidad de ese plan de consulta, con tantos libros como
han pasado por mis manos; con algunos de los casos que ae me han
ofrecido, voy a insistir en mi fracasada propuesta, aunque ahora, le-
jos de ser una comisión oficial, podría ser una ponencia oficiosa
nombrada por el Consejo de Redacción de la revista, la que, con las
características que se le quisieran dar, se encargase de recibir y re-
solver las consultas que se le hicieran o brindar las resoluciones que
estimase del caso, y esa interpretación privada de las Instrucciones
no sólo mantendría al día la letra o el espíritu de las mismas, sino
que sería una labor lenta y sazonada, que en su día podría brindar a
la superioridad como material de inapreciable valor en este aspecto.
De lo dicho se infiere que no es mi propósito discutir la razón
o el capricho que ha justificado la redacción de Jas reglas de las
Instrucciones, sino buscar una recta y acertada interpretación de ellas,
a fin de que las dictadas tengan una fijeza tal de sentido que no
tenga el catalogador necesidad de apelar a su criterio personal al hacer
nna papeleta, ni tenga que encontrari5e con casos a interpretar, por-
que antes de hacerlo debería consultar con la ponencia.
En el preámbulo de las Instrucciones de 1902 se insistía en la ne-
cesidad de dar uniformidad al catálogo de autores y obras ^anónimas,
como consideración primordial del mismo; aunque en esta edición no
so insiste en este particular, es evidente que el espíritu se mantiene;
de ahí la conveniencia —mejor dicho, necesidad— de que haya quien
vele por la uniformidad contra el abuso que puede provenir de la
interpretación personal de los catalogadores, causa de las muchas
anomalías que ofrecen al imprimirse los catálogos de libros.
Conocida la intención de estas líneas, voy a justificarla con al-
gunos particulares que ofrezco a la consideración de los demás.
* » *
1. En la obra Maison rustiqwe du XIX' siécle (París, s. a. ¿1840?)
reza la portada: «Moison rustique.,. Redigé par une reunión d'Agro-
LOS PROBLEMAS DE LA CATALOGACIÓN 403
nomes et de Praíickns sous la direction de M. M. Bailly, Bixio ei
Mdpeyre.y» Con estos datos no se puede aplicar má? que por analogía
la regla 29, pero no entra dentro de ninguno de los casos concretos
que se citan en ella, que son:
a) Que los autores no sean más de tres y ninguno figure como
director.
b) Que aparezca redactado bajo la dirección de persona deter-
minada.
c) Que esté escrito por más de tres, autores y ninguno aparezca
como director.
El caso a) no puede aplicarse, porque los tres autores citados lo
son como directores. En el b) podría encajar, pero se opone a ello
el que la dirección no es de una persona, sino de tres. El caso c) hay
que desecharlo, porque el libro tiene directores que han dirigido la
publicación. ¿Tendría que quedarse la obra sin catalogar por la ex-
cesiva abundancia de directores que tiene la publicación?
2. El caso contrario, la falta expresa del vocablo director, hace
discutible la norma de catalogación de esta otra obra : «Curso cont'
ph'to o diccionario universal de agricultura... Escrito en francés por
lilla sociedad de agrónomos y ordenado por el abate Rozier. Tradu-
cido al castellano por don Juan Alvurez Gnerra.v
De los tres supuestos seiíalados en el número anterior, el que pa-
rece encaja con más rigor es el c), porque «una sociedad de agróno-
mos» es forma indeterminada que puede entenderse en sentido ilimi-
tado. Aceptado, hay que catalogar la obra como anónima. Pero como
la portada dice, además, «ordenado por el abate Rozier», ¿no podría
abandonarse este supuesto, estimar al abate como director de la pu-
blicación y catalogarla en la forma que indica el supuesto b)? El
sentido que al vocablo ordenado se comieda hará variar la norma de
catalogación, porque si se presume que tiene director, no puede ca-
talogarse como anónima ni puede hacerse referencia al doble título
que lleva, en la" forma que preceptúa para las anónimas la regla 139.
3. De entre las publicaciones hechas, a lo que parece, durante
ios años de 1945-1946 por la Junta Técnica de Archivos, Bibliotecas
y Museos, hay una que da margen a confusiones al intentar su cata-
logación. Me refiero a la que lleva esta portada: «Cuerpo Facutüativo
dv Archiveros, Bihliotñcarios y Arqueólogos. Catálogo de la Biblioteca
Popular de Valladolid... por D. Ricardo Magdaheno Redondo.y> Esta
publicación ha de catalogarse conforme a las reglas del apartado
«Publicaciones de Entidades» (reglas 117-131 de las Instrucciones). De
entre ellas, la más pertinente es la 118, que además de indicar que
en este oaso concreto el encabezamiento se hará por el nombre del
autor, añade que se redactará también una referencia del nombre de
la entidad o corporación que hace la publicación. Pero aquí viene la
dificultad, porque el Cuei-po Facultativo de Archiveros, Biblioteca-
II
406 REVISTA DE ABCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
ríos y Arqueólogos n o es entidad o corporación, y, sobre t o d o , aun-
q u e rebuscado el concepto se le considerase así, n o h a h e c h o a sus
expensas la publicación. U n e r r o r en la redacción d e la p o r t a d a , será
lo m á s procedente a d m i t i r . P e r o ¿ q u é catalogador se p u e d e p e r m i t i r
la l i b e r t a d d e corregir u n a p o r t a d a y p o n e r lo q u e él entienda q u e
se h a q u e r i d o decir? Solo ante el l i b r o , ¿ q u e razón e n c u e n t r a en él
el catalogador p a r a a d m i t i r que tal v o l u m e n , impreso en Valladolid,
h a sido editado con las consignaciones que p a r a la impresión d e ca-
tálogos tenía en el presupuesto la J u n t a Técnica, organismo existente
e n M a d r i d , d e p e n d i e n t e del Ministerio d e Educación Nacional? Des-
hacer estos errores n o está al alcance del catalogador más q u e sirvién-
dose d e la interpretación personal, q u e puede ser, a su vez, fuente
de errores.
4 . E n la p o r t a d a d e u n libro en portugués se lee : nCoritelius iVe-
pos afinatado por Julio Moreira.» A u n q u e la palabra annotado p u e d e
p e r m i t i r s u p o n e r que se trata d e u n a e<lición portuguesa d e l t r a t a d o
De viris illustñbus del conocido historiador l a t i n o , texto a l cual le
h a a ñ a d i d o Moreira u n a s notas en p o r t u g u é s p a r a a c l a r a r los párrafos
d e interpretación d u d o s a , el h e c h o d e que el n o m b r e d e l a u t o r sea
el t í t u l o d e la o b r a , se presta a a l g u n a confusión (1) c u a n d o se t r a t a
d e a q u i l a t a r el contenido d e la m i s m a . P a r a salvar esta dificultad, h a y
en la página V I I esta a n t e p o r t a d a : «CornelU N\epotis líber <¿e ettce-
llentibus ducihus exterarum gendum «t ex libro de Iminis historicis
vita Catonis et Attici,:i) P e r o la excesiva prolijidad le enfrenta cc;u
la regla 165, q u e recomienda al catalogador que sea lo m á s p a r c o
posible en estas adiciones, que p u e d e n ser a veces causa d e confusión.
El criterio personal d e l investigador p u e d e vencer esa d i f i c u l t a d ;
p e r o el que se acostumbra a catalogar según su p a r t i c u l a r c r i t e r i o ,
acaba d a n d o d e lado a las Instriuccioncs.
5. E n t r e las series p u b l i c a d a s p o r el Apostolado d e la P r e n s a
h a y u n a titulada Lecturas Recreativas, y e n ella está incluida, se-
gún prospecto, u n a q u e lleva esta p o r t a d a : «Lecturas recremivais. Flo-
recitas del glorioso señor San Francisco y de sus fraila». Edición ajus-
tada a la italiana de Pasjseri/ii.»
E n la introducción se dice que d e las leyendas franciscanas se
hizo en la E d a d Media u n a colección q u e se llamó Florete, y se tra-
dujo con corrección del latín a las lenguas vulgares d e E u r o p a . A p a r t e
d e esas antiguas traducciones, existe tma hecha en español p o r el P a -
dre J a i m e Sala, que generalmente corresponde al texto p u b l i c a d o p o r
Passerini, y ésa es la que se p u b l i c a . ¿ C ó m o catalogar este l i b r o
conociendo esas particularidades?
(1) En el catálogo de la Biblioteca Popular de Valladolid, redactado por Mag-
daleno, hay recogida una edición francesa de Cornelio Nepote, pero al nombre
del autor Comelius Nepos se añade: T^xte latin publié par H. Noel, con lo cual
so hace innecesario hacer aclaración alguna para dar idea del contenido (pág. 296).
LOS PBOBLEMAS DE LA CATALOGACIÓN 407
En orden de precedencia, se debe empezar por determinar si se
trata de una obra suelta o de un volumen de la colección Lecturas
Recreativos. Las nuevas Instrucciones, revolucionarias en este sentido,
pero menos de lo que debieran, no se han atrevido a romper con la
ínflexibilidad de las anteriores, y han hecho un texto confuso, en
el que sólo está claro el deseo de catalogar los tomos de las coleccio-
nes como obras sueltas, y poner por nota HI título de la colección
a que pertenecen. Pero como esto era muy imperfecto, admiten que
se redacte una papeleta con el título de la colección, y sin relación
do contenido, indicar el número de los volúmenes que posee de ellas
cada biblioteca. Lo más peligroso es que deja en libertad al catalo-
gador de determinar si es o no la obra merecedora de ser clasificada
como colección.
En el caso que vamos a examinar, estas dificultades disminuyen,
porque, no teniendo numeración correlativa los tomos de la serie, no
puede considerársele como formando parte de una colección.
La obra es, pues, anónima, ya que los antecedentes que recoge la
introducción pueden influir en los detalles del título. Su encabeza-
miento se acomodará a lo dispuesto en la regla 133; mas como lleva
dos títulos, uno genérico, que es el de la serie, y otro específico,
más acomodado a la índole del libro, aunque el segundo debe ser el
preferido, como el primero no es explicación, lema, sentencia, ¿pue-
de evitarse que haya quien crea lo contrario: que el primero es más
pertinente que el segundo, y haga la papeleta conforme a la regla 139,
por considerar que el libro lleva dos títulos y es conocido indistinta-
mente por cualquiera de ellos?
6. aPuentes ntetálicos en arco y de hormigón arnuulo por J[o*é]
Eugenio Ribera... Madrid.—Revista de Obras Públicas. 1905. Madrid.
Imp. Hijos de J. A. García. 1905.» Tal es la primera portada de
una obra cuya catologación sería sencilla si no fuera porque después
de estar impresa una parte se le quiso añadir otra, y que las dos for-
masen un todo.
Al hacer este pegote editorial, no anduvieron muy hábiles sus ar-
tífices, y en el ejemplar que he tenido a la vista, algunas de las di-
versas partes de la obra están colocadas fuera de lugar, y con eso se
hace de más confusión y dificultad el dispositivo total del trabajo,
que sólo puede catalogarse con una interpretación personal de laa Ins-
trucciones.
La disposición del libro es como sigue:
d) La portada de que he hecho referencia. (En página sin nu-
merar.)
b) Fotograbado del Puente de Pino, sobre el Duero. (Según re-
sulta del cotejo con los grabados de la lámina primera.)
cj En hoja suelta, sin numerar, hay ceta anteportada: «Parte
primera. Grandes viaductos.i,
40S REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
ch) Anteportada, también en página sin numerar, que dice en
el recto: ([Grandes viaductosr>, pero que puede considerarse nume-
rada como página I.
Al vuelto (sin numerar, página II). un pie de imprenta : «Esta-
bl<!cimiisnto tipográfico de G. Juste, Calle de Pizarro, núm. 15.y>
d) Portada (página sin numerar, pero número III), que dice:
«Biblioteca de la aRevista de Obras Públicasn. Bstudio sobre los gran-
des viaductos por D. José Eugenio Ribera... Madrid... 1897.-» Y sigue
la página IV, en blanco. La V y siguientes son una introducción, fe-
chada y firmada por el autor en Oviedo, octubre 1897, y luego el
texto de la obra, cuadros resúmenes y planos litografiados, entre ellos
el que da nombre al fotograbado del apartado b).
«) Anteportada en hoja suelta, sin número: «Parte sPgunfBa.
Puentes de hormigón artnado.y,
f) Otra introducción, firmada y fechada por el autor en Ma-
drid, mayo de 1903. En esta introducción se dice: «He dividido mi
trabajo en dos partes. En la primera con el título Grandes viaduc-
tos... La segunda... la dedico a los puentes de hormigón armado.» A
la introducción sigue una hoja en blanco, que es sobrante de pliego.
g) Con paginación de 1 en adelante, el tratado sobre los puen-
tes de hormigón.
La consideración atenta de los datos que anteceden, permite lan-
zar un supuesto que no debe de estar muy lejos de la realidad. La
Revista de Obras Públicas, como editora, imprimió en 1897 el es-
tudio de Ribera, Los grandes viaductos, sin saber si sobre el tema
llegaría el autor a escribir alguna otra cosa; hasta pudiera ocurrir
que algunos ejemplares hubiesen sido puestos en circulación; pero
los estudios del celebrado ingeniero llevaron a alguien a pensar en la
conveniencia de añadir al estudio de los viaductos el de los puentes
de hormigón y considerarlos primera y segunda partes de una obra
para la que se buscó un título colectivo, que es el que aparece en
a). Se escribió una introducción, /J, y en ella se hizo constar la exis-
tencia de las dos partes y el título de cada una de ellas. Por eso esa
introducción tiene su razón de ser no donde se encuentra, sino inme-
diatamente después de la portada, i), y antes del fotograbado, b),
porque ganaba la voluntad del lector haciéndole ver que el estudio
de los viaductos (impreso años antes con total independencia) no era
«ino una primera parte de una obra escrita con vuelos más amplios,
y para que siguiese en el engaño, una anteportada, c), que debía se-
guir a la introducción, f), le recalcaba lo de «Parte primtera, Grandes
viaductos-a. El fotograbado del Puente de Pino, que había de seguir
a esa anteportada, acabaría por diatraerle, y como la materia era para
técnicos de la construcción y no para bibliófilos, pocos caerían en
que no se trataba de estudios concebidos con total independencia;
LOS FBOBLEMAS OE LA CATALOGACIOK 409
una contingencia, la que fuese, había dispuesto que marchasen en io
sucesivo juntos uno y otro.
Ahora bien: ¿qué reglas hay que tener en cuenta para catalogar
este libro, habiendo averiguado que la portada a), la introducción j),
la anteportada c), la anteportada e) y el tratado g) fueron impreses
por los Hijos de J. A. García en 1905, y la anteportada ch), el fo-
tograbado h), la portada d) y la introducción, textos, cuadros y pla-
nos que la siguen lo habían sido ya en el establecimiento tipográ-
fico de G. Juste en 1897?
Como se conoce el nombre del autor, en el encabezamiento no
hay problema; salvo esto, no se encuentra, ni en cuanto al título,
ni en cuanto al pie de imprenta, ni en cuanto a la relación de con-
tenido, una regla en que basarse. Como la portada más moderna
quiere envolver a lo que con portada propia estaba ya impreso, una
interpretación personal, forzando el texto de la regla 233, referente
a la relación de contenido en las obras parciales de un autor, podría
poner en nota la anteportada de la supuesta primera parte. Pero si
a una biblioteca había llegado el Estudios de los grandes viaductos,
¿qué debería hacerse si llegaba la obra presentada como se ofrece
en el volumen que va reseñado, para que sepan los que redacten o
consulten el catálogo que este Estudio y la primera parte de Puentes
metálicos en arcos son la misma cosa? No creo que haya regla que
pueda aprovecharse.
En lo que se refiere al pie de imprenta, no hay tampoco nin-
guna que concretamente se le pueda aplicar, porque como, lo mismo
en impresión que en fecha, hay elementos que corresponden a la
primera parte impresos al tiempo de hacer la segunda, no se puede
decir, sin faltar a la verdad, que la primera parte fué impresa en
1897 por Juste y la segunda por García en 1905.
* * *
Deliberadamente he apuntado sugerencias, pero me he abstenido
de dar ima interpretación personal a cada uno de los casos presen-
tados. Recogidos al azar, sin más finalidad que la de dar vida al
tenia, creo que son lo bastante elocuentes para que la Dirección o
el Consejo de Redacción de la REVISTA DE ARCHIVOS, en este período
de vida nueva que comienza, dé en alguna de sus secciones técnicas
respuesta a estos problemas latentes de la catalogación de impresos.
Respuestas que metódicamente ordenadas ayudarían a los biblioteca-
rios en su labor, porque darían normas complementarias razonadas
que resolverían infinidad de dudas; divulgadas por las columnas de
la REVISTA, llegarían a todos los que interesase conocerlas. Voy a
conceder que en los primeros tanteos no se resolviesen más que los
casos sencillos, para que la ponencia que propusiese una norma a
410 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
seguir no se encontrase en contradicción con su propia obra; pero
no cabe dudxi que después de dos o tres años de tanteos podrían sen-
tarse precedentes para el futuro y acabar con la interpretación per-
sonal, única rectora hoy de los pasos de los catalogadores: de los
viejos, porque acostumbrados a sus rutinas, encuentran cómodo se-
guirlas «1 ver que las reglas tienen que ser dadas de lado en muchos
casos, y de los noveles, porque el afán de singularizarse les lleva al
abuso de su propio criterio y no les parecen exentas de razón las
genialidades de que muchas veces hacen alarde. Los caprichos edito-
riales del presente y las variantes que brindan las portadas de los
tiempos pasados, dan a cada paso puntos a considerar; canalizar todos
estos motivos anárquicos en el amplio cauce de las Instruccdones, me
parece labor útil, que vale la pena comenzar.
LA BIBLIOTECA PUBLICA
EN LOS E S T A D O S UNIDOS
Debidamente autorixados, nos es posible ofrecer
en este número de nuestra Revista, la traducción es-
pañola del resumen de la obra The Public Library
in the United Sutes, del doctor Arthur E. Bostwick,
publicada por KA. L . A.y>, Chicago, Illinois, 1941.
U N CENTRO SOCIAL DEL VECINDARIO
— ¡Cómo! ¡E»to no es en absoluto una biblioteca; más bien pa-
rece una sala de lectura comunal!
Esta fué la exclamación espontánea que se le ocurrió a un emi-
nente arquitecto neoyorquino una vez que se le explicó, la función
de una biblioteca de barrio, cuyos planos se le habían encargado.
Hasta entonces su idea de una biblioteca era la que se tenia en la Edad
Media, cuando la conservación de los libros era la consideración pri-
mordial. Esta idea se aplica hoy solamente a las grandes bibliotecas
reservadas para eruditos e investigadores. Pero eso ya no se aplica a
la biblioteca pública destinada a proporcionar libros a los Habitantes
de una ciudad, distrito o región (o sea, á varios distritos), y cuyo
objetivo es convertir al mayor número de no lectores en lectores.
Mientras más pronto un tomo impreso se gasta en manos de ese
pvíblico, mejor. Lo esencial del libro, o sea las ideas que su autor
estampó en letras de molde, ésas no se han gastado, porque siguen
viviendo en otros ejemplares. En otras palabras: un libro moderno
es un alma en infinidad de cuerpos.
Naturalmente, la invención de la imprenta tuvo gran parte en ese
cambio, al hacer posible la distribución de libros entre millones de
lectores, en vez de restringirlos solamente a unos cuantos doctos. Y
con todo eso, habían de pasar tres siglos antes de que entrara en
acción el organismo que había de poner el libro al alcance de todos,
en la forma que ha alcanzado en las bibliotecas públicas de los Es-
tados Unidos.
412 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Para que una biblioteca se convierta en un centro comunal, cuya
función es el estímulo a la lectura, es necesario que se la considere
como un conjunto de lectores a la vez que como una colección lie
libros. Desde el punto de vista moderno, rimeros de libros no tienen
más derecho a ser tomados por una biblioteca, que lo serían un grupo
de posibles lectores sin libros. El convertir en lectores a los que no
eran lectores; crear y estimular deseo de leer buenas obras; poner
en contacto al libro con el lector y ofrecer cuanta facilidad sea posi-
ble para hallar y aprovechar los libros sin esfuerzo y en condiciones
cóniio<das, son puntos primordiales entre los fines de la biblioteca pú-
blica tal como la vemos en nuestros días.
LA PfilMERA ATENCIÓN DEL LECTOR
Las necesidades primordiales del lector norteamericano consisten
en tener a su disposición un gran número de libros y poder gozar
de su lectura en la intimidad de su propio hogar. Las antiguas biblio-
tecas encerraban millares de volúmenes. Pero en un principio era
imposible, o por lo menos muy difícil para quienquiera que no
fuese un erudito, conseguir llegar hasta ellos. Más tarde, una per-
sona responsable solía lograr que se le facilitasen libros de a uno por
uno, tras presentar una solicitud detallada y una larga espera; pero
debía consultarlos dentro del edificio únicamente. En la actualidad,
todo eso ha cambiado, como no sea en el caso de libro» muy raros o
costosos. La «entrada libre» y los «anaqueles abiertos», o sea la
oportunidad de que el público pueda ver y hojear por lo menos una
buena parte de la existencia de una biblioteca, ha dejado a un lado
todas esas restricciones. Las restantes han desaparecido con la difu-
siónó de la «lectura a domicilio»—la prerrogativa concedida a cada
tenedor de una tarjeta de lector a fin de que pueda llevar a casa cierto
númiero de libros y conservarlos en su poder por un período deter-
minado.
Moderna como es, la institución de la biblioteca pública en lis-
tados Unidos data de 1696. El reverendo Tomás Bray, fundador y
secretario de la Sociedad para la Propagación del Evangelio, una
institución de Londres, llegó aquel año a este país trayendo entre
los propósitos de su misión el establecimiento de bibliotecas parro-
quiales abiertas al público. Contando al Estado de Maryland solamen-
te, abrió treinta de esas bibliotecas. Las bibliotecas de los pueblos d e
Nueva Inglaterra no aparecieron hasta un siglo más tarde, junto
con las salas de lectura para suscriptores. Sin embargo, se calcula
que el número de libros en todas las bibliotecas públicas de Estados
Unidos—dando a la palabra públicas su sentido más lato—no pasa-'
ha de 80.000. La biblioteca realmente moderna pertenece a la se-
gunda mitad del siglo XIX.
L* BIBLIOTECA PÚBLICA EN LOS ESTADOS LNIDOS 413
LA CARTA FUNDAMENTAL DE LA BIBLIOTECA
E»08 dos puntos del sistema ya expresados—el libre acceso a los
estantes y la circulación a domicilio—constituyen la carta fundamen-
tal de la biblioteca pública, Gracias a eso se ha quitado la barrera
erigida por añeja tradición entre el lector y el libro, y que se man-
tenía mucho después de haber desaparecido las condiciones que le
dieron origen, haciendo posible ahora una mayor libertad en la dis-
tribución de los libros, con lo cual se ha logrado que millones de lec-
tores hagan uso diario de sus bibliotecas públicas.
En una moderna biblioteca norteamericana, cada principio de la
administración, cada metro cuadrado del local, cada pieza de las
instalaciones se orienta hacia el servicio del lector. Esa idea ha mo-
dificado a tal punto el aspecto y distribución del edificio de una bi-
blioteca, por dentro y por fuera, el carácter de los accesorios del ser-
vicio, la organización, la preparación y el espíritu del personal, hasta
llegar a transformar el carácter de la institución misma, justificando
con ello en absoluto la conclusión a que llegara el arquitecto neoyor-
quino que citábamos en los comienzos.
LA BIBLIOTECA VISTA POR DENTRO
Vamos a examinar la distribución interior del edificio de una bi-
blioteca pública moderna. Esto debe observarse con preferencia, pues
al fin el exterior es, o debe ser, la expresión adecuada de lo que
va a encontrarse adentro. En las antiguas bibliotecas se destinaba
casi todo el espacio al depósito de libros, dejando lugar solamente
para el acceso de unos cuantos estudiosos, aun cuando un número
todavía menor de ellos lograba penetrar hasta las estanterías mismas.
Con la libre entrada de los lectores hasta los anaqueles, y la circula-
ción de libros a domicilio hubo que proceder en seguida al ensanche
de la biblioteca. Un público numeroso requiere un espacio amplio y
cómodo para la lectura. Los libros han de hallarse colocados en tal
forma que el público pueda escogerlos con facilidad, sin estorbarse
unos a otros. Las colecciones de libros deben estar clasificadas, dis-
puestas y catalogadas en forma que la rebusca y selección de ellos
sea posible en poco tiempo y con el menor esfuerzo. El catálogo debe
estar dispuesto en forma que no sólo los doctos puedan manejarlo,
sino además el lector corriente. Ha de haber empleados cerca que
puedan dar indicaciones, consejos y ayuda. Los letreros y rótulos
deben ser bien claros y visibles. La luz y la temperatura han de adap-
tarse a la comodidad de los lectores, y la biblioteca debe permanecer
abierta durante largo tiempo a fin de que todas las clases de una
414 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
oumunidad puedan frecuentarla. Hay que organizar un sistema de
registro de los libros que van a domicilio, y las personas que tengan
opción a obtenerlos en préstamo han de ser debidamente identifica-
-das e inscritas. Si un libro es retenido demasiado tiempo, hay que
reclamarlo y recuperarlo.
El legítimo uso de libros a domicilio, y su descuidado manejo,
hasta cierto pimto inevitable, produce un rápido deterioro en el ma-
terial de los libros: el papel, las tapas, la encuademación y las cos-
turas. En cuanto sea posible, los libros deben estar preparados para
recibir un rudo trato, y tan pronto como muestren las consecuencias
de ello, deben ser reparados o encuadernados de nuevo, antes de que
se destruyan sin remedio.
E N BUSCA DEL FAVOR DEL PÚBLICO
Para que una institución alcance el favor del público, es indis-
pensable ganarse su buena voluntad, oreando un sentimiento de mu-
tua cordialidad y ayuda entre los que ofrecen servicios y los que se
benefician con ellos, junto con cierta disposición a hacer sacrificios
•de ambas partes. Con tal fin, los bibliotecarios norteamericanos pro-
curan en lo posible eliminar formalismos, haciendo que el lector se
eienta como en su propia casa. Han ido más allá de lo que era de
esperar en su esfuerzo por establecer contactos personales y sociales
con la biblioteca, y a menudo proveen espacio en ella para las re-
uniones de las organizaciones locales, en el deseo de que estos gru-
pos, como parte de la comunidad, comprendan que la biblioteca aspi-
ra a ejercer las funciones de un centro cívico de orden intelectual.
EXTENSIÓN DE LOS SERVICIOS
Mucho antes de haber alcanzado su meta educativa, la biblioteca
norteamericana se dio cuenta de que un sólo centro de lectura en un
pueblo no bastaba para un servicio completo. En la tarea de acercar
libro y lector, no puede esperarse que éste baga todo el camino hasta
aquél, sino que el libro debe salir a su encuentro, por lo menos hasta
cierto punto. En esta forma se ha alcanzado lo que a veces se llama
«library extensión»: la construcción y operación de sucursales de
una biblioteca, el establecimiento de bibliotecas ambulantes, y de de-
pósitos y puntos de distribución. Estos últimos avanzan a menudo
gran trecho en los distritos rurales, y ya no es la ciudad o el pueblo
su unidad administrativa u operativa, sino el distrito o un grupo de
comunas.
El cuartel general de estas actividades debe hallarse ubicado en el
LA BIBLIOTECA PÚBLICA EN LOS ESTADOS UNIDOS 415
edificio central, destinando el espacio suficiente, con la ubicación
apropiada para el desarrollo de los servicios. Se necesitará u n siste-
ma de transportes, y en ocasiones toda una escuadrilla de automóvi-
les pasa a incorporarse a la planta de una biblioteca. Asi es como hoy
se puede encontrar en el recinto de una biblioteca pública moderna
toda clase de objetos que no tenían cabida en ella cincuenta años
atrás: colecciones de discos (discotecas), cuadernos de música, cua-
dros y películas; salas de arte; programas de conferencias, expo-
siciones y conciertos; a veces una escuela para bibliotecarios; salas
de reunión para toda clase de clubs y centros: cívicos, educaciona-
les, sociales, políticos y religiosos; un taller fotográfico, máquinas
de copiar, comedor y sala de reposo para el personal, un garaje para
los camiones que distribuyen libros; esto sin mencionar una central
telefónica interna, un taller de pintura y uno d.e carpintería, uno
para la reparación de máquinas y una planta de electricidad. Todo
eso se refleja en el tamaño y la distribución del edificio.
LA AGRUPACIÓN BE LOS LIBROS
Con todo, acaso la influencia que mejor se manifiesta en la planta
do una biblioteca está en la distribución y agrupamiento de los pro-
pios libros. En las primeras bibliotecas modernas la tendencia era a
aglomerar todos los volúmenes por orden de asuntos en u n espacio
cerrado al que se le designaba como la bodega. Con esa distribución
era por cierto fácil encontrar lo que se buscaba, y resultaba igual-
mente fácil descubrir con una ojeada cuanto contenía la biblioteca
en cualquier departamento dado. Pero a medida que ganaba terreno
la idea de dar acceso al público a los libros, se fueron viendo los
inconvenientes de dejar entrada al lector al depósito general. Más y
más libros fueron cubriendo las paredes de las salas d e lectura, y
con frecuencia una sola clase de libros—sobre arte, historia o econo-
mía—^llenaba un cuarto entero. Esta distribución lleva el nombre de
«¡•isitema departamental^. La mayoría de las bibliotecas mantienen
una parte de sus libros en la bodega y otra parte en salas abiertas al
público, y separados por secciones. Según sea el plan exacto del esta-
tablecimiento, así se rige la distribución y agrupación de los libros
en las salas, y como el plan puede necesitar cambios, se evita en lo
posible la distribución de los departamentos dentro de salas cerra-
das con paredes sólidas. Lo que ha probado ser preferible son tabi-
ques movibles que no alcancen hasta el cielo raso y que a menudo
están adosados a los mismos estantes, facilitando así cualquier cam-
bio en la distribución.
416 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
LA CATALOGACIÓN DE LOS LIBBOS
Teóricamente hablando, la catalogación de los libros no debía ser
necesaria cuando se hallan al alcance <lel público, desde que el libro
mismo ofrece más información acerca de su contenido que cuanto
pudiera caber en una ficha. Sin embargo, los libros que están siendo
leídos no están en los anaqueles, y con la práctica de llevarlos a do-
micilio pueden permanecer ausentes durante largo tiempo. Un libro
que ha alcanzado el favor del público rara vez está disponible. E»
indispensable por lo tanto mantener un catálogo, y en una biblioteca
de importancia la preparación de los diferentes catálogos ocupa a
un crecido número de empleados especializados. Hubo un tiempo en
que el catálogo formaba un volumen impreso que se tenía por im-
prescindible, pero ahora se le ve rara vez. En el tiempo que cuesta
imprimir tal lista, ya ha dejado de estar al día. Ha venido a reem-
plazarlo el fichero, que se mantiene con su información fresca gracias
a la intercalación diaria de nuevas fichas. La forma usada es, gene-
ralmente, la de estilo «diccionario», correspondiente a tres califica-
ciones, con igual número de fichas; tma ficha de autor, en que el
apellido de éste es la palabra inicial; una ficlia por título, en que la
primera palabra en el título de una obra aparece primero, y una o
más tarjetas clasificadas por asunto, en que éste aparece por orden
alfabético. Todas esas fichas se agrupan siguiendo un orden alfabé-
tico único, de manera que todas las obras de un mismo autor apare-
cen juntas, y además hay otras fichas en que todas las obras sobre un
mismo asunto pueden ser consultadas a la vez, no importa cómo se
llame su autor. En Estados Unidos se ha comprobado que éste es el
estilo de catálogo más conveniente para los lectores de una biblioteca,
considerando que la comodidad del público es, después de todo, el
principal objeto de cualquier catálogo. ,
Sin embargo, el antiguo sistema de las listas impresas no ha sido
abandonado del todo, pero la mayoría de las bibliotecas imprimen so-
lamente listas breves acerca de un asunto determinado, suplementán-
dolas con listas mensuales de libros nuevos. Una breve explicación
del contenido de cada libro ayuda al lector a descubrir si es ése el
volumen que busca.
La forma del catálogo por fichas permite al interesado buscar un
libro por el nombre de su autor, o su título exacto, o su contenido.
El que llegue preguntando por «un librito de tapas coloradas», o
por «el que llevé en junio pasado», naturalmente no puede sacar ven-
taja del catálogo, pero aún en estos casos el empleado de buena me-
moria puede a menudo serle útil.
IA BIIILIOTECA PÚBLICA EN LOS ESTADOS UNIDOS 417
DESPEJANDO EL SERVICIO
Las posibilidades de servicio de una biblioteca moderna han au-
mentado grandemente por ima mayor liberalidad en dos sentidos: la
facilidad de acceso a ella y el número de libros que pueden llevarse
a domicilio. La limitación en ambos respectos, igual que otras dis-
posiciones del reglamento de una biblioteca a las cuales se opone a
veces el lector, tuvo siempre por finalidad el beneficio del mayor nú-
mero, con perjuicio del individuo. Un libro que permanece en casa
de un lector está necesariamente fuera del alcance de otro lector, y se
qui#o mantener una existencia tan numerosa y variada como fuese posi-
ble al limitar a un volumen la lectura a domicilio. La libre entrada a
una biblioteca, sin investigación ni precauciones de cualquiera naturale-
za, significa la admisión de ciertos individuos poco escrupulosos y de
muchos más despreocupados, y por ello fué que en un principio se puso
toíla clase de cortapisas para obtener una tarjeta de lector. Sin em-
bargo, los norteamericanos somos naturalmente un pueblo individua-
listaj y con razón o sin ella tendemos a conceder libertad al individuo
a costa de molestias para los demás. Esta tendencia ha traído el aban-
dono de casi todas las restricciones que solían estorbar al interesado
en obtener la prerrogativa de llevar libros a domicilio, en tanto que
el uso de los libros dentro de la biblioteca—que un tiempo fué el
único uso permitido—es hoy tan libre como el aire. Una tendencia
semejante ha llevado a aumentar grandemente el número de libros
que pueden llevarse a la vez a domicilio, y va ganando terreno la
idea de que la única limitación legítima en tal respecto no tiene que
ver con «1 número de volúmenes, sino con el fin a que se les destina.
Los libros de una biblioteca están ahí para ser leídos, y siempre que
alguien los esté leyendo, debe dárseles por bien empleados. Seis libros
en manos de otros tantos lectores, o usados todos al mismo tiempo por
un solo lector para consulta, están desempeñando por igual un ser-
vicio útil, mientras que un solo libro que permanece abandonado toda
una semana en la mesa de xm presunto lector, está perdiendo su valor
de uso por el momento.
SERVICIO A COLECTIVIDADES
A la vez que la biblioteca norteamericana venía de esta manera
ensanchando sus servicios en bien del lector individual, no ha dejado
en el olvido al conjunto de la comunidad, ni tampoco a los diversos
grupos, organizados o no, voluntarios o involuntarios, que componen
una colectividad. Ha extendido su esfera de acción en el sentido geo-
gráfico, tanto al cubrir más vasto territorio como al procurar que
418 REVISTA DE AHCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUStOS
ninguna porción de él quede desatendida. Bibliotecas suciu-sales, co-
lecciones de libros enviadas a las fábricas, almacenes, centros sociales,
escuelas, facilitan la distribución de libros a toda clase de lectores,
no importa el lugar en que se encuentren. Por medio de furgones
arrastrados por un automóvil, o en automóviles especialmente dis-
puestos para acarrear colecciones de libros (bookmobiley). están au-
mentando constantemente los servicios que las bibliotecas urbanas
ofrecen a los lectores de las secciones más apartadas.
En muchos lugares de Estados Unidos las bibliotecas ambulantes,
que irradian del centro natural de comercio de un distrito o grupo
de distritos, llevan millares de libros a los lectores campesinos, que
de otra manera carecerían de ellos. Entre una y otra visita de esas
bibliotecas rodantes, los lectores pueden renovar su provisión de li-
bros en cualquiera de las colecciones que aquéllas dejan en las ofi-
cinas de Correos, escuelas, almacenes y hasta en las bombas de gaso-
lina.
En California puede decirse que todo el Estado se halla cubierto
con bibliotecas rurales, en forma que cualquier ciudadano, aun los
que viven en las regiones más solitarias, tiene a su alcance los libros
que se distribuyen por intermedio de las bibliotecas de distrito, su-
cursales y estaciones distribuidoras. Cerca de quinientos distritos {coun-
tÍ0s) de Estados Unidos cuentan ya con servicios locales o regionales de
esa naturaleza.
En €l sentido social, lo mismo que en el geográfico, la biblioteca
actual extiende sus servicios con miras a hacer más útil la lectura,
tanto a los lectores individuales como a los grupos ligados por algún
interés especial. Con tal fin trabajan de consuno con los directores
de las sociedades de agricultores o de obreros las asociaciones de pa-
dres y maestros, los clubs cívicos, las comunidades religiosas, los cen-
tros de estudios sociales y los grupos de niños y de jóvenes.
LA MANERA DE ESCO&EK LOS LIBROS
Naturalmente, la eficacia de los servicios de una biblioteca dentro
de una colectividad depende, en buena parte, de la índole de los libros
que facilite al lector. El seleccionar las obras de que consta una bi-
blioteca pública se presenta como una especie de misterio a los ojos
del lector, quien no se da cuenta de que en una gran mayoría de los
casos él mismo se encarga de hacerlo sin reparar en ello, al solicitar
esto o lo otro. Los libros son seleccionados y comprados lejos de todo
principio abstracto de procedimiento, solamente porque el biblioteca-
rio tiene sus razones para creer que alguien los busca, o, por lo menos,
ha de buscarlos tan pronto como se forme una idea de ellos. Entre las
razones por que se adquiere un libro para el público, está el que
LA BIBLIOTECA PUBLICA EN LOS ESTADOS UNIDOS 419
8U aulor sea ya un favorito con los lectores, que el asunto posea am-
plitud de interés general o se halle a discusión entre algún grupo
comunal, o que el título aparezca apropiado al programa de ense-
ñanza de las escuelas, o porque algún lector haya solicitado su ad-
quisición. El número de libros que una biblioteca adquiere está su-
jeto no solamente al monto del dinero de que se dispone para ese
objeto, sino también a la demanda, de manera que los lectores hacen
valer su influencia tanto en la cantidad como en la calidad de los
libros de que consta una biblioteca.
El mercado de libros está abarrotado de listas que abarcan de lo
útil a lo inútil. No hay muchas probabilidades de que un nuevo libro,
en cualquiera de las lenguas principales del mundo, pueda esciipar
a la atención de un bibliotecario. Con la ayuda de sus asistentes, es-
coge aquellos que él cree o sabe que el público desea o necesita, y luego
compra tantos libros como sus fondos le permitan.
En ocasiones, deja de comprar un libro que un lector o varios
lectores piden. Esto podría deberse a la «pura ignorancia» de que se
confesó culpable el doctor Johnson cuando alguien le llamó la aten-
ción hacia un error en su diccionario. O puede ser asunto del costo,
o porque una vez que se examinó la obra se descubrió que su mérito
era escaso. Sin embargo, la opinión personal del bibliotecario no es
lo que decide qué clase de libros ha de adquirir. Uno de los prin-
cipios básicos de una biblioteca pública es ofrecer lo mejor que se
publique en todas las materias y presentar todos los pareceres en las
cuestiones debatibles. Un bibliotecario que tenga sus dudas acerca de
un libro, solicita la opinión de críticos desinteresados antes de tomar
una resohición sobre su compra.
INFORMACIÓN SOBRE LIBROS
Una vez comprado, catalogado y puesto en su sitio, el libro está
listo para el servicio, es decir, para ser puesto en manos de quien
pueda aprovecharlo. En ciertos casos los lectores están esperándolo
ansiosos; en otros casos, lo estarían si se hubiesen impuesto de su
existencia. Para beneficio de ambos grupos, la biblioteca imprime
con frecuencia algún volante que contiene una lista de .las obras recién
adquiridas, en forma que un lector interesado en biografía, en inge-
niería o en el arte de ganarse al comprador, o cualquier otro asunto,
pueda informarse en unos cuantos minutos qué clase de libros de su
particular interés están a su disposición.
Existe, por supuesto, una numerosa clase de personas que, sin
estar interesadas en absoluto por el momento en un asunto determi-
nado y a las que no podría tentarse meramente con el título de una
obra, pueden llegar a interesarse en una u otra forma. Los diarios y
420 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS V MUSEOS
revistas, el cinematógrafo, las estacione? de radiodifusión, deben con-
tarse entre los medios activos que están continuamente sacudiendo el
interés potencial del lector, y a eso se debe que los servicios de una
biblioteca aumenten en volumen y variedad. La propia biblioteca se
ocupa también de despertar ese interés, ya sea por medio de esos
instrumentos de publicidad y de mucbos otros. El procedimiento no
siempre es directo, pero puede ser siempre de suma eficacia. Un in-
teresante artículo sobre un tema científico, sobre poesía o viajes; una
película o una charla de «radio» acerca del mismo asunto, bien pu-
diese no contener alusión alguna a un libro determinado; pero si
hacia el final el escritor o el radiolocntor indica que se podría obte-
ner mayor información sobre el tema en libros «que se hallan dis-
ponibles en la biblioteca pública», con eso está sembrando los gér-
menes de donde ha de brotar un almacigo de amigos de la biblioteca,
que a su vez ha de producir una ctisecha de lectores más alerta y
bien informados.
E l S AYUDA DEL HOMBBE DE NEGOCIOS
Entre los servicios destinados a grupos de lectores, conviene llamar
la atención sobre el más reciente: el de los hombres de negocios.
Los lectores de más edad han de recordar el tiempo en que las obras
do carácter comercial virtualmente no existían. Ahora sus títulos se
cuentan por miles, y están aumentaiulo de día en dja. Casi no hay
aspecto de la compra o venta de mercaderías, al por mayor o al de-
talle, en el mercado doméstico o en el extranjero, que no figure en
esa lista. Y con todo eso, los libros son solamente una parte del ma-
terial impreso disponible en relación con el comercio. Aparte de los
periódicos mercantiles, se cuenta con los catálogos de mercaderías,
material de publicidad de todas clases, estadísticas gubernativas y
municipales, mapas y gráficos, en suma: lo suficiente para llenar una
biblioteca dedicada a ese único fin. Las secciones .comerciales de una
biblioteca o sus sucursales, son visitadas con mayor frecuencia cada
día por el hombre de negocios, y el bibliotecario debe estar prepa-
rado, y lo está, para responder a toda clase de preguntas relativas a
métodos de venta, mercados, fletes, coiuercio de importación y de ex-
portación, etc., ya sea recurriendo a su memoria o por medio de la
consulta del material contenido en la biblioteca. Hasta la» bibliotecas
más pequeñas procuran servir a los trabajadores de la vecindad, ya
sea comprando o pidiendo en préstamo libros a bibliotecas más im-
portantes, a fin de que los comerciantes, obreros o agricultores puedan
consultar los que desean.
Consultas por parte de obreros y muchas otras gentes se presentan
a la oficina de investigaciones de las bibliotecas norteamericanas en
LA BIBLIOTECA PÚBLICA EN LOS ESTADOS UNIDOS 421
número de millares, en entrevistas personales, por medio de cartas
o por teléfono. Algunas pueden ser contestadas en seguida, pero otras
pueden necesitar horas, días o semanas de rebuscas. A continuación
se exponen algunas consultas, que darán una idea de su extensión
y dificultad:
Cómo graduar la leche.
Planos para una nueva fábrica.
Fabricación de aeroplanos.
Aprovechamiento del caucho deteriorado.
Plantas hidráulicas.
Información acerca de la administración de hospitales.
Prevención de las humaredas.
Fábricas de conservas de carne.
ALGUNOS MALENTENDIDOS
No hay que admirarse de que cuando una institución ha ido en
tan rápido crecimiento y al mismo tiempo extendiendo sus activida-
des y alterando su mismo carácter y funciones, resulte al fin que el
público no comprenda claramente este fenómeno de evolución. Para
algunos la biblioteca sigue siendo una institución medioeval; para
otros, no pasa de ser una proveedora de libros de puro pasatiempo.
No deja de sorprender a unos y otros cuando descubren el alcance
de sus servicios y lo amplio de sus intereses.
«¡Vaya! No tenía idea de que tuvieran música en circulación.»
«/,Es posible que tengan obras de altas matemáticas?»
«Su personal me descubrió un pasaje de Vitruvio que andaba bus-
cando desde hacía mucho tiempo. Fué una impresión tan inesperada
como agradable.»
Expresiones de esa índole resultan interesantes y halagadoras para
un bibliotecario, sin dejar por eso de ser una picante indicación de
que los servicios que ofrece una biblioteca pública son todavía igno-
rados en ciertos sectores de la comunidad. A nadie sorprende hoy día
el encontrar un coche salón en los trenes o un teléfono en cada cuarto
del hotel. Es evidente que la información relativa a las mejoras en
el servicio de bibliotecas no se propaga tan rápidamente como la que
se refiere a trenes y hoteles.
Al mismo tiempo, no se llegan a comprender bien las limitaciones
inevitables de tal servicio. Uno no se sorprende, por más que le con-
traríe, al descubrir que todas las literas inferiores de un coche dor-
mitorio están ya tomadas, y «e resigna a aceptar que no lo admitan
en un hotel donde se celebra una convención. Uno espera con pacien-
cia en fila ante una boletería; pero da curso libre a su indignación
ei no queda el primero en la lista por cada libro muy solicitado en
12
422 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
la biblioteca pública, o se siente sorprendido al descubrir que una
sucursal no ofrece «xactamente las mismas facilidades para la investi-
gación que uno encuentra en la biblioteca matriz.
LAS RELACIONES CON EL PÚBLICO
El mantenimiento de buenas relaciones con el público, es algo
tan necesario a una biblioteca pública como a cualquiera ürma co-
mercial. Las gentes necesitan que se les recuerde continuamente la
existencia de la biblioteca pública, los diversos servicios q|ie ofrece,
sus necesiarias limitaciones y lo indispensable del apoyo de la opinión.
La mayoría de las bibliotecas dedican hoy más y más atención y
tiempo al cultivo de relaciones con personas y grupos de donde puede
resultar beneficio mutuo, o sea, relaciones que hagan a la biblioteca
un instrumento más útil a la comunidad, y a ésta, más pronta « con-
cederle su necesario apoyo. La prensa contribuye con su poderoso
influjo, y hasta instituciones tales como la «radío» y el cinematógrafo,
se pliegan a esa obra.
La publicidad relacionada con las bibliotecas ha llegado a ser un.
arte especial. Ya hay libros que tratan d e ello, y la American Library
Association (Asociación Americana de Bibliotecas) le dedica parte de
la atención de su personal de peritos, actuando como centro de dis-
tribución de informes sobre los métodos de publicidad más eficaces
que le comunican las bibliotecas de todos los puntos del país, y pro-
pagando informaciones acerca de las más valiosas e interesantes no-
vedades que ocurren entre el gremio, por medio de artículos publi-
cados en revistas y diarios y charlas de radiofonía que abrazan la na-
ción entera. Una parte de la publicidad de la Asociación llama la
atención a la labor de una biblioteca en particular, o de un grupo de
bibliotecas; pero una gran porción de aquélla consiste en lo que entre
anunciadores se conoce como «publicidad general», tal cómo la que
se hace con los letreros que nos invitan desde los caminos a comer
más naranjas o consumir más leche, sin mencionar un productor de-
terminado.
Cada biblioteca se preocupa de que las informaciones que emanan
de ella lleguen al público en la forma que el bibliotecario estime más
apropiada y conveniente. En todas las bibliotecas, sean ellas grandes
o pequeñas, el jefe del establecimiento dirige el programa de relacio-
nes con el público; pero una biblioteca de gran importancia puede
permitirse mantener empleados especiales para la distribución de no-
ticias o artículos a los periódicos y la «radio», y otros que se encar-
guen de las exposiciones. La publicidad más eficaz es, a menudo, la
que se realiza sin formalismos por intermedio de contactos con los
miembros prominentes de una comunidad.
LA BIBLIOTECA PÚBLICA EN LOS ESTADOS UNIDOS 423
L o s QUE TRABAJAN EN UNA BIBLIOTECA
Desde antiguo se nos viene 'diciendo, en frase muy socorrida, que
«el hombre que empuña el arma» es sumamente importante. No hay
máquina que sea completamente automática; alguien ha de mane-
jarla, o por lo menos cuidar de ella. Cuando el aparato es un aero-
plano, su piloto debe saber cómo y dónde dirigirlo. Un organismo
que «está en marcha», pero que no «sabe adonde va», no puede servir
de mucho. Es importante que el organismo de una biblioteca esté
bien organizado y bien montado, y que sus diferentes servicios fun-
cionen sin tropiezos y se mantengan en buen orden. Pero para esto
el bibliotecario y su personal deben estar en sus puestos, y en buena
cuenta forman parte integrante de ese organismo. Y una biblioteca
está en la misma categoría del aeroplano: alguien debe imprimirle
una dirección. El bibliotecario debe tener una idea bien clara de las
finalidades que persigue y de cómo ha de alcanzarlas, y acerca de
cómo debe manejar su organización, a fin de llevarla felizmente a
su destino. Eso no puede conseguirse sin preparación y experiencia.
Se ha acusado a los norteamericanos de pensar que cualquiera es
capaz de realizar lo que se proponga; pero hasta los norteamericanos
saben que por haber pasado por la escuela primaria no está uno en
condiciones de manejar una locomotora, y que las buenas maneras y
un poco de buen criterio no bastan para dedicarse a la carrera de
médico. El trabajo de bibliotecario requiere una educación especial,
y existen ya escuelas de este ramo, tal como existen escuelas de in-
geniería o de derecho. La organización nacional de bibliotecarios (The
American Librmy Association) cuenta con una Junta de Educación
del Bibliotecario, la cual concede credenciales a las escuelas que cum-
plen con ciertas condiciones, y las divide en categorías de acuerdo
con el carácter de su programa de estudios y los requerimientos que
exigen a los candidatos o alumnos. Los cursos abarcan un año escolar,
y bien que la mayoría de esas escuelas de bibliotecarios sólo admiten
a bachilleres en humanidades, otras aceptan a los que no han comple-
tado aún sus estudios. Ciertas escuelas ofrecen cursos que preparan a
los estudiantes a optar a los grados de licenciado o de doctor en el
ramo, y hay cursos especiales que enseñan el manejo de bibliotecas
para niños, para escuelas, para hospitales o para el campo, y también
para otros tipos especiales de bibliotecas.
Aquellos que consideran el trabajo en una biblioteca simplemente
como un pasar libros por encima de un mostrador a quienquiera que
los pida, han de seguir teniendo esas escuelas por un misterio; pero
los que estiman a un empleado de biblioteca como una de las por-
ciones vitales en una de las instituciones educativas más importante»
424 HEVrSTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
del país, las consideran ya no sólo como algo valioso, sino además
imprescindible.
LA EDUCACIÓN UMVEBSAL
I^a biblioteca ha sido siempre una institución educativa. Los doctos
han tenido en ella una ayuda inapreciable. Con todo esto, en la Edad
Media, cuando el total de los visitantes de una biblioteca estaba for-
mado por eruditos, ellos se habrían reído de la ocurrencia de que
había de llegar un día en que vendría a ser un instrumento de edu-
cación popular. En realidad, la educación de las m^sas era entonces
tenida por una cosa imposible y nada deseable. Las escuelas, ni si-
quiera pretendían lograrla. Sin embargo, éstas se pusieron a la tarea
de impartir instrucción a todo el mundo mucho antes de que las bi-
bliotecas hicieran otro tanto; y las bibliotecas siguieron siendo teni-
das por refugio de empecinados eruditos, hasta los tiempo» en que
la escuela gratuita se hizo conocida por todos. Por lo demás, los li-
bros educan a los lectores, sea que ellos lo busquen o no, y hasta si
se dan cuenta o no de ello. Cviando la biblioteca pública puso el libro
al alcance de todos, su influencia educativa se dejó sentir en seguida,
y ella constituyó virtualmente la única influencia intelectual de esa
especie que siguió actuando sobre los que habían abandonado ya sus
estudios. I ^ influencia que emana de los libros, sin embargo, necesi-
taba que alguien la dirigiera y manejara.
Grandes descubrimientos del siglo pasado llegaron a realizarse no
porque se crearan nuevas fuerzas, sino con sólo descubrirlas e inventar
procedimientos para su gobierno y dii-ección. Las ondas eléctricas que
recorrían el espacio,con cada descai-ga del rayo en tiempos de Ale-
jandro Magno, eran del mismo tipo que las que ahora usamos en la
radiodifusión. El vapor levantaba la tapa de ima tetera siglos antes
de que un Watt reparara en ello. El poder educativo de los libros
estaba en acción en la Biblioteca de Alejandría hasta el momento
en que fueron consumidos por un incendio. Las escuelas han empleado
siempre libros como instrumentos de enseñanza, pero con demasiada
frecuencia el alumno se despedía de ellos para toda la vida una vez
que su breve permanencia en la escuela llegaba a su fin. Estaba re-
servado a la biblioteca moderna el darse cuenta de que la suya era
también una misión educadora semejante a la de la escuela, aunque
para ser puesta en práctica en forma peculiar.
Esta idea tuvo su primera aplicación práctica en relación con los
niños. La biblioteca pública norteamericana lleva ya un medio siglo
de proveer con libros de lectura a los pequeñuelos. Hasta las bibliote-
cas pequeñas cuentan con un bibliotecario especializado en literatura
infantil, y con una sala aparte dedicada enteramente a los niños y
sus lecturas. En una biblioteca matriz se encuentra una sección es-
I.A BIBLIOTECA riJBLlCA EN LOS KSTADOS LNlDOS 425
pecial para niños, bajo la dirección de un jefe que gobierna las ac-
tividades de todas las salas de lectura infantil dentro de su territorio.
Las escuelas se encargan de distribuir una gran cantidad de libros
infantiles. Algunas escuelas tienen su biblioteca propia; otras, hacen
un convenio con la biblioteca pública para un servicio que se costea
cooperativamente.
Por algún tiempo las bibliotecas públicas de Estados Unidos de-
dicaron tanto tiempo y atención a propagar la lectura entre los niños,
(lue los chicos y chicas de una comunidad estaban recibiendo servicios
más competentes, minuciosos y eficaces que los lectores adultos. Las
bibliotecas han comenzado ya a emplear «consejeros de lectura» —^a
veces, varios de ellos—, a quienes hombres y mujeres pueden en una
dificultad consultar con referencia al empleo de libros. Algunas per-
sonas objetan los servicios de tales consejeros diciendo que ellos equi-
valen a la función del maestro de escuela, y que, en definitiva, el es-
tudioso adulto debe depender siempre de su propia capacidad. Ello
es verdad, pero los que critican no reparan en el hecho de que los
esfuerzos de un lector serán menores y se ahorrará tiempo con una
ayuda y consejo inteligente. Una persona debe digerir el alimento en
su propio estómago; pero eso no es una razón para negarse a cocer
el alimento o para dejar a un lado el cuchillo, él tenedor y la cuchara.
En puridad, la ayuda no ha faltado nunca en el departamento de
consultas, y en medida algo menor frente al mostrador de una bi-
blioteca, en igual forma que la idea-de guiar a los niños en sus juegos
y lecturas es anterior a las salas de lectura infantil y a los bibliote-
carios para niños. En uno y otro caso, lo único nuevo es que se le ha
dado una organií^ación y un programa.
QUIÉN PAGA EI. COSTO
La expresión «biblioteca gratuita» se presta a falsas interpretacio-
nes. Nada que cueste dinero puede considerarse gratuito, y las biblio-
tecas norteamericanas salen costando una fortuna. Por más que se
gasten centenares de miles de dólares anualmente en Estados Unidos
en el mantenimiento de bibliotecas públicas, el total es bien pequeño
si ee le compare con el presupuesto que se destina a escuelas, ca-
minos y otras obligaciones del Gobierno. Y no por eso uno habla de
«calles gratuitas» o «alumbrado gratuito». Hasta hace algunos años,
se consideraba que un dólar por cabeza en cada comunidad constituía
un mínimo razonable para el presupuesto de una biblioteca pública,
pero la difusión de sus servicios es tan rápida, que algunas bibliotecas
han excedido ya esa proporción. Todos se dan cuenta de que el pú-
blico costea los servicios públicos, por más que nadie tenga que meter
la mano al bolsillo cada vez que transita por un camino o cuando
426 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
goza de los beneficios de una calle iluminada. £1 público no se preocu-
pa de saber si ee le compensa bien por su dinero, pero está cierto
de que sale de su bolsillo. Otro tanto puede decirse de la escuela pú-
blica. Pero cuando se trata de la biblioteca, muchas gentes bien in-
formadas se muestran inciertas por lo que toca al origen de su» re-
cursos. Una de las razones de que esto ocurra es que las bibliotecas
han recibido tanto dinero de parte de gente lica, que se ha llegado a
pensar a menudo que los ricos contribuyen también a su sostenimien-
to. Mientras vivía Andrés Carnegie, el más generoso donante de las
bibliotecas públicas, muchos creyeron que ponía como condición, y
se le concedía, que interviniera en la dirección, especialmente en la
selección de los libros, aun cuando él se limitara a costear los edificios
y no pusiera otra condición que el púbHco cargara con el funciona-
miento. Otro motivo es que el origen del dinero y el método de ob-
tenerlo varían de un lugar a o t r o : en algunas partes el Municipio
destina una porción de las entradas generales al sostenimiento de la
biblioteca; en otras, esto le corresponde a la Junta de Educación; y
todavía hay otras donde la ley manda que se establezca una contri-
bución especial con tal objeto. El procedimiento exacto depende, en
parte, del Gobierno del Estado, y en otros, de los reglamentos locales.
Lo cierto es que casi todos los recursos de una biblioteca pública pro-
ceden de las contribuciones que pagan los ciudadanos. La situación
es casi exactamente la misma que se presenta en las escuelas, salvo
que es todavía más personal, porque no todos pueden ingresar en la
escuela, en tanto que quienquiera que sepa leer puede beneficiarse
con la biblioteca pública.
Sería de lamentar que terminaran todas las donaciones destina-
das a bibliotecas públicas. Hay muchas comunidades pequeñas que
no pueden costear edificios en donde alojar cómodamente a los libros
y a los lectores. Las propias bibliotecas de las grandes ciudades tienen
tantas cosas en que invertir sus entradas, que les supone im largo
tiempo poner en ejecución muchos de sus proyectos, y en algunos
casos ciertos planes no serían jamás llevados a la práctica de no pre-
sentarse un donante particular. Tal ayuda, siempre que sea oportu-
na, suficiente y no limitada por restricciones indebidas, ha sido siem-
pre apreciada, y continuará siendo bien recibida.
Los grupos llamados «Amigos de la Biblioteca» están ayudando en
muchos casos a ensanchar los servicios, ya sea obteniendo que se eleve
la cuota de los impuestos que le corresponde, ya sea por medio de
donaciones particulares, que abarcan desde un obsequio en libros a
un automóvil especial para su transporte, y hasta la donación de un
edificio.
LA BIBLIOTECA PÚBLICA EN LOS ESTADOS UNIDOS 427
QUIÉN GOBIERNA UNA BIBLIOTECA
Existen muchos conceptos falsos acerca de cómo se manejan las
bibliotecas públicas, y todo a causa de lo que indicábamos más aniba,
o sea, que los procedimientos no son iguales en todas partes. Siempre
se encontrará un bibliotecario, por supuesto, aunque jamás sea él la
autoridad suprema : su condición es la de un funcionario asalariado,
ya sea por el Municipio o dependiente de una Junta o Comisión elec-
tiva o formada por nombramiento de sus miembros. £1 bibliotecario
es, sin embargo, el administrador jefe, sobre quien recae la respon-
sabilidad por todos los detalles del funcionamiento de la biblioteca.
Además de eso, es el perito y consejero de la Junta que lo vigila o
del funcionario a cuyas órdenes está. Por lo general, aunque no siem-
pre, se le deja en libertad en asuntos ordinarios, y muy a menudo
es el secretario de la Junta y se halla, por tanto, en situación de par-
ticipar en los debates y sondear su ánimo, a la vez que está siempre
a mano para informar o asesorar a sus superiores.
Los que concurren a las bibliotecas públicas debían darse cuenta
de que los reglamentos no se proponen restringir al lector sin ofrecer-
le ventajas compensatorias, no para simplifícar la tarea del personal,
sino para lograr que la biblioteca pueda ofrecer al mayor número y
en la mejor forma los servicios que se le han encomendado, y que
el público sostiene. Esto lo hicimos notar ya en el caso de la limita-
ción en el uso de ciertos libros, pero tiene que ver con cada dispo-
sición que una biblioteca trata de poner en efecto. Si no llena su
cometido, esa disposición debe ser abolida o modificada. En muchos
casos en que el interés del público no es manifiesto, se verá al obser-
var con cuidado que aquél existe.
IVo se puede aplicar una disposición del reglamento sin consultar
una sanción para el infractor. El castigo corriente en una biblioteca
es la aplicación de una multa por cada día que se pase en el plazo
fijado para la lectura a domicilio. El inconveniente de esto, como en
todos los casos de multa por faltas menudas, es que el público con-
cluye por considerarla como el pago de una prerrogativa. La persona
que desea retener un libro muy solicitado por una semana más, per-
judicando de esta manera al aplicante que le sigue, sabe que ello le
costará solamente unos centavos, y los paga con gusto. En su caso, la
multa no es tal castigo. Es como si en el caso de un turista en auto-
móvil aquél pusiera aparte cierta suma de dinero para el pago de
multas, pues cuenta con los recursos necesarios, y está dispuesto a
pagarse el gusto de quebrantar los reglamentos de velocidad. Es po-
sible que no haya remedio para tales casos, como no sea el recurso d<
que proteste el lector que se ve postergado en el uso del libro, con
428 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
lo cual el otro podría llegar a comprender que al satisfacer su propio
interés, está perjudicando el interés ajeno.
Las bibliotecas norteamericanas se hallan ahora en una posición
estratégica para ayudar a otras instituciones y organizaciones que difun-
den ideas, y para aceptar apoyo de su parte. Existe un buen número
de ellas —publicas, privadas o netamente comei-eiales— cuya función
consiste en diseminar información y opiniones. Abrazan la iglesia, la
escuela, el cinematógrafo, la «radio», las conferencias, los clubs, las
editoriales, las librerías y la prensa. En algunas ciudades progresis-
tas se ha hecho un estudio de aquellos organismos que tienden a pro-
mover la educación del adulto, y han creado un sistema de coordina-
ción. Pero en el país, en general, es poco lo que se ha hecho hasta
ahora por fomentar esa clase de cooperación entre grupos que resulta
en progreso colectivo. Aun cuando algunas de esas bibliotecas sean
comerciales y otras no, todas ellas tienen un objetivo común : influir
sobre la mentalidad del individuo modificando, en consecuencia, su
conducta. Sólo se llegará a una difusión perfecta de las informaciones
cuando se produzca una cooperación completa y general.
Todo lo más que puede decirse por ahora acerca de las actividades
aludidas, es que a menudo se apalean en su labor, y que uno de los
miembros de la pareja suele ser la biblioteca pública. En efecto: la
biblioteca coopera con las escuelas, con los libreros, con las iglesias,
con las salas de concierto y de conferencias, con la «radio», para no
mencionar más que algunas de las actividades en referencia. Les ayuda
a todas y acepta ayuda de ellas. Particularmente con las escuelas, sus
relaciones han sido y siguen siendo muy estrechas. En ocasiones ve-
mos que la escuela y la biblioteca pública están dirigidas o supervi-
giladas por la misma Junta o el mismo funcionario, por más que haya
razones para dudar de que éste sea el mejor sistema. La cooperación
no 8e acrecenté, en general, con amalgamar dos instituciones, pues en
vez de la ayuda mutua, ello puede resultar en la pérdida de actividad
individual por una de las partes y su subordinación a la otra. Tal
como ocurre con los hermanos gemelos, uno hace cabeza y el otro se
limita a seguirlo. No sería acertado que las escuelas, bibliotecas, edi-
tores, cinematógrafos, «radios» y periódicos estuviesen todos bajo una
misma dirección común, por más que todos procuren cumplir una
obra semejante en el fondo y se copien en muchas cosas, a la vez que
dejan de hacer otras. Estas deficiencias pueden remediarse mejor por
medio de consultas y reajustes, en cuya tarea la biblioteca pública,
gracias a su posición estratégica, está constantemente preocupada.
LA BIBLIOTECA PÚBLICA EN LOS ESTADOS UNIDO* 429
E L SIGNIFICADO DE TODO ESTO
A menudo las palabras siguen iguales cuando su significado se ha
ido alterando. Las palabras «caballo», «pasto» y «agua» significan hoy
lo mismo que mil años atrás. Pero «buque», «sombrero» y «educa-
ción», han cambiado. Casi resulta absurdo que tengamos que usar
el mismo calificativo para la «Santa María» de Colón y el trasatlán-
tico «Queen Mary». Pero es indudable que seguiremos expresándonos
así. Y asimismo seguiremos refiriéndonos a la «biblioteca», aun cuan-
do su aspecto, sus funciones y sus fines hayan cambiado tan funda-
mentalmente en el curso del último siglo. Esto no tiene importancia,
siempre que la persona que usa la palabra se dé cuenta de su presen-
te significado. Una «lámpara» es ahora una bombilla eléctrica, y no
un tiesto con una mecha y un depósito de aceite. Y por igual motivo
la biblioteca pública ya no es un depósito de libros, sino una insti-
tución activa y dinámica empeñada en ponerse en contacto y servir
a todos los ciudadanos.
LA NUEVA BIBLIOTECA «BODLEIANA»
DE OXFORD
POR J A M E S L A N G H A M
(iiSi la biblioteca de Bodley mantiene el fuego ves-
tal de una civilización europea, se debe a que, en
virtud de los propios fines a que la consagró su
fundador, siempre estuvo al servicio de los investi-
gadores, no sólo de Oxford, sino del orbe entero.
El pasado vive en la Biblioteca de Bodley, pero su
biblioteca no vive sobre el pasado.v
Estas palabras fueron pronunciadas por S. M. el Rey Jorge VI en
una emocionante ceremonia el día 24 de octubre de 1946. Acompaña-
do de lord Halifax, del canciller de la Universidad de Oxford, repre-
sentantes del distrito, decanos y catedráticos, del alcalde y secretario
del Ayuntamiento, el rey abrió la puerta de la entrada por Broad
Street a la nueva Biblioteca Bodleiana, declarando así su apertura.
Si se tiene en cuenta que este acto constituye la garantía de que
proseguiré el resurgimiento constante de una de las bibliotecas de más
prestigio del mundo, habremos de cerciorarnos de la importancia de
la fecha de 24 de octubre de 1946. Puede juzgarse por los hechos si-
guientes, cuyo relato empezaremos, por creerlo adecuado, trazando lo
más brevemente posible la historia de esta famosa fuente de cultura.
No es de precisión, en un corto historial, que nos remontemos más
xUlá de la mitad del siglo XV, cuando Humphrey, duque de Glouces-
ter, cuarto hijo de Enrique IV «prestó su ayuda para la construcción
de una biblioteca en forma» en Oxford, que recibiese los seiscientos
manuscritos que él deseaba regalarle (tres o cuatro subsisten en la Bod-
leiana antigua). La Biblioteca tuvo una existencia poco afortunada,
pues en los tiempos de Eduardo VI, los «Comisarios de la Reforma»
hicieron destruir muchos de los valiosos manuscritos por ser «papis-
tas», y en 1550 la Biblioteca fué desvalijada, no dejando nada, sino
«un desolado gran salón», y de aquí en adelante, durante cincuenta
años, la Universidad de Oxford careció de biblioteca.
Fué en 1602 cuando sir Thomas Bodley, que se había retirado en
432 HEVISTA DE AKCHIVUS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
SU carrera diplomática, decidió dedicar el resto de sus años a la res-
tauración de la Biblioteca, que habría de ser más tarde conocida como
«La Bodleiana». Desde entonces hasta nuestros días, la Biblioteca fué
creciendo con firmeza en importancia y prestigio. Por ejemplo, es
interesante conocer el caso de Carlos 1. Duraute su estancia en Oxford
pidió que se le enviase un libro de la Biblioteca. «cEl bibliotecario
mismo fué en persona a ver al rey para demostrarle que esta gracia
estaba completamente prohibida por los estatutos del fundador.» El
rey cedió bondadosamente, ensalzando el celo del bibliotecario en el
cumplimiento de su deber. Llovieron los donativos, de sir Thomas y
de muchos otros protectores, y en 1700 s<.' observó que el peso de los
libros presionaba sobre las paredes, desviando su perpendicular.
Se recabó el consejo técnico de sir Christofer Wren, construyéndose
enormes refuerzos en la parte de la Biblioteca que mira hacia Exeter
College.
Pero volvamos a los hechos de nuestros tiempos. La primera nota
de alarma se dio en 1925, al anunciar el bibliotecario que todo el
espacio disponible para libros se llenaría en el término de diez años.
Otra llamada de alarma parecida se lanzó cuando faltaban solamente
cinco años para esto. Se nombró una Comisión que visitase las mo-
dernas bibliotecas universitarias de Europa y de América, y diese «u
informe y consejo a Oxford respecto a instalaciones moderna». Final-
mente, se convino en la ampliación de la biblioteca antigua, con un
coste total de cerca de un millón de libras esterlinas, y fué debido,
en gran parte, a la Fundación Rockefeller, que contribuyendo, con
su generosidad, con las tres quintas partes de la cantidad necesaria,
hizo este proyecto realizable.
En 1933 la vieja Bodleiana se hallaba repleta hasta casi la satu-
ración, y al año siguiente se dio un paso más hacia la construcción
del nuevo edificio, al nombrar a sir Giles Gilbert-Scott su arquitecto.
Cuatro años más tarde la reina Mary puso la primera piedra, termi-
nándose la edificación en 1940.
La nueva Bodleiana, según está hoy, frente al- The Broad, y casi
a un tiro de piedra de su sede progenitora, es un tributo o elogio
permanente, no sólo a sir Thomas Bodley, sino también a su cons-
tructor, sir Gilbert-Scott. Es, en primer lugar, un depósito de libros,
que consiste en amplio «cuerpo» central, con salas dispuestas a su
alrededor. Los halh de entrada y los pasillos tienen zócalos de piedra
de Taynton —piedra de color castaño claro, procedente de una cantera
de Oxfordshire—, con la parte superior de estuco en bruto. Los mu-
ros exteriores son de piedra Blandón, de una cantera a pocas millas
de Oxford, con ornamentos Clipsham. Una de las cosas más notables,
por lo nueva, es su transportador de libros, de idea mecánica inge-
niosa, con el cual los libros pueden ser trasladados desde cualquier
piso de la biblioteca antigua, a través de un túnel bajo tierra, hasta
LA NUEVA BIBLIOTECA «BOOLEIANA» DE OXFORD 433
cualquier otro de la nueva o viceversa, y nos induce a reflexionar
qué hubiera dicho sir Thomas Bodley ante esto.
Los libros se traspasan continuamente a la nueva biblioteca desde
la antigua, que hoy consiste, en su gran parte, en una serie de salas
de lectura. La nueva Bodlciaua dispone, en efecto, de una capacidad
inmensa para libros. Se calcula que puede albergar libros durante
unos doscientos años, y una de las razones para pensar esto es que
son tres edificios que cubren un área como de un acre.
Actualmente la Biblioteca Bodleiana contiene, aproximadamente,
dos millones de libros, ocupando un lugar preeminente en cuanto a
materias profesionales y siguiendo después de bibliotecas como la del
Congreso, la de Moscú y la del Museo Británico.
De modo distinto a la del Museo Británico, que recibe un ejem-
jilar de cada nueva obra publicada, la nueva Bodleiana tiene que
redamar las obras nuevas dentro del año de su publicación. En su
efecto, el resultado es el mismo, aunque en algunos casos la Bi-
blioteca Bodleiana ha de recibir la llamada edición «popular» en
lugar de la primera edición de los libros recientemente publicados.
Es importante tener en cuenta que la nueva Bodleiana es esen-
cialmente una biblioteca pública. La impresión de que es accesible
sólo a los estudiantes de la Universidad es errónea, puesto que admite
socios lectores del público, sin cuota alguna, mediante una recomen-
dación adecuada. Como en los tiempos de Carlos I, ningún libro pue-
de salir de la Biblioteca.
Y hay que reconocer una circunstancia muy importante. La ma-
yoría de nosotros tenemos el concepto de que las bibliotecas son edi-
ficios para estudiar, donde se hallan libros solamente de la forma
en que los conocemos hoy en día. I ^ nueva Bodleiana, por el con-
trario, guarda para la posteridad «cosas» que son únicas, tanto en la
historia como únicas en forma. Ha lugar aquí para varios ejem,plo8.
El visitante puede admirar un primer ejemplar de los Evangelios,
la primera Biblia impresa en Inglaterra, ejemplares iluminados de
Cicerón, varias piezas impresas por Caxton, un ciiartos e infolios de
Shakespeare, reliquias de Millón y de Shelley y una silla, donada en
1662, hecha con madera del buque de sir Francis Drake, «The Golden
Hind», en el cual dio la vuelta al mundo.
Y es de verdadera importancia que en el mundo de hoy día se
rectierde a aquellos que son los creadores de la lisonjera organización
de la nueva Biblioteca Bodleiana en un sentido internacional, pues,
como dijo Su Majestad en las últimas frases de su discurso en la ce-
remonia de su inauguración, el año pasado: «Nunca más necesaria
una comunidad universal de investigadores y una biblioteca de gran-
des prestigios a su servicio.»
L A S B I B L I O T E C A S Y LA GUERRA
PÉRDIDAS EN LAS BIBLIOTECAS EUROPEAS
La mayor parte <le las bibliotecas alemanas han sido destruidas
durante la guerra. En la actualidad, raras son las que están abiertas
al público. La tarea de poner a salvo más de 50.000.000 de Kbrofe,
no fué sencilla. Más de 15.000.000, entre ellos incunables, ejempla-
res únicos, manuscritos, etc., fueron reducidos a ceniza.
La Biblioteca del Estado en Berlín, una de las cuatro bibliotecas
más importantes del mundo, ha sufrido pérdidas enormes. De los
siete pisos de la del Estado bávaro en Munich, no subsisten más que
dos. El Palacio Japonés de Dresde, adonde se había transportado la
Biblioteca de Sajonia, ha sido totalmente destruido, así como las de
Dusseldorf, Dortmund, Darmstad, Sttugart, Carlsruhe y Cassel.
Entre las que se salvaron del desastre están las de Wolfshüttel y
Bamberg, muy ricas en manuscritos, así como las de Weimar, Wies-
baden, Detmond, Fulda y la magnífica Deutsch Bücherei, de Leipzig.
Las bibliotecas de las universidades y escuelas técnicas superiores
han sufrido mucho, especialmente las de Gottinga y Munich. Única-
mente se ha salvado la del Museo Alemán de Munich.
Etesde el comienzo de las hostilidades los fondos de todas t'stas
bibliotecas fueron diseminados por toda Alemania, lo que no hizo
sino agravar el daño. La Biblioteca del Estado de Pnisia repartió
más de 2.000.000 de volúmenes. La Deutsche Bücherei, de Leipzig,
distribuyó 1.630.000, en diez localidades diferentes; la de Munich,
1.000.000, y 1« de Lepiíig, sepultó en una mina más de 500.000.
Salinas, galerías de minas abandonadas, castillos aislados, se em-
plearon como escondites. La poca seguridad de los mismos, los in-
cendios, las explosiones e inundaciones, sin contar con los robos, des-
truyeron gran parte de los fondos que se pretendían salvar. De los
65.000 volúmenes de la biblioteca de Gottinga, sólo 5.000 se salva-
ron de la explosión sobrevenida en una mimi.
Según los informes redactados por comisiones aliadas que tra-
436 líKVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
bajan en las cuatro zonas de ocupación del país, Alemania pos€Ía
56.000.000 de libros al principio de la guerra. Hoy no posee [más
que unos 32.000.000, lo que representa una pérdida del 30 por 100
de su riqueza bibliográfica.
Si las pérdidas son graves cuantitativamente, no lo son menos
atendiendo a su calidad. La Biblioteca de la Universidad de Leipzig
ha perdido LlOO incunables, 20 manuscritos árabes, 70 manuscritos
indios, 700 volúmenes de la colección de Schiller, 200 que contenían
informes sobre' expediciones científicas en diferentes países. La Bi-
blioteca de Lubeck, que tenía 275.000 volúmenes, no ha podido re-
cuperar más que 20.000. Entre los ejemplares destruidos figuran los
documentos, volúmenes y códices relativos a la historia de la glo-
riosa ciudad hanseática. (De Une Semaine dans le Monde, París, 26
de julio de 1947.)
LA , BIBLIOTECA DEL ESTADO EN MUNICH
Se tienen noticias concretas sobre las pérdidas d^ esta gran Bi-
blioteca durante la guerra. La sección de Teología se ha perdido
totalmente, incluso la rica colección de Biblias. También se han per-
dido los libros acerca de cuestiones americanas sobre África, Asia,
Turquía y los Balcanes; libros de viajes e informes sobre explo-
raciones, descubrimientos geográficos y expediciones científicas; la
sección denominada «Académica», con publicaciones de sociedades
científicas de Alemania y países extranjeros; la sección de Historia
Antigua y de Bizancio, la de Arte y Arqueología, la de periódicos.
Ja de tesis del doctorado de los años 1910 a 1939, en las universida-
des alemanas, suizas, holandesas, suecas y americanas.
Pérdidas parciales ha sufrido la sección de Economía, así como la
de Láminas del departamento científico.
El total de volúmenes destruidos es de unos 600.000.
LA RECUPERACIÓN HE BIBLIOTECAS EXÍ'OLIAOAS EN HOLANDA
En el Congreso de Bibliotecarios celebrado recientemente en Hil-
vesum, M. Graswinckel, encargado al finalizar la guerra del servicio
de recuperación bibliográfica de Holanda, ha facilitado infonnee de
gran interés sobre la materia. En el curso de una conferencia M.
Graswinckel reveló que los archivos municipales no habían sufrido
daños importantes, salvo los de Amhem y de la Esclusa, en Zelanda.
Las colecciones artísticas y científicas de las diferentes bibliote-
cas holandesas fueron grandemente perjudicadas. I^os invasores guar-
daron las colecciones en castillos, edificios fabriles y, sobre todo, en
M a d r i d , f i i h l i o t f c ; ! d(.'l C i i i u l f l úc T r o p a s d i ' l;i ("ÍISÍI Civil de S . E. Í-\ J c f r del I i s t i u J u . prulL>.L;idH. p n r I;i J i n i t a áv 1 lUiTCLunbii
Víiticanfi: Sahí Horjíi, "<ir lus Mi--t'TÍ'is". K\pMsii;¡iiii il'-'l l.il>ro F,sp;iñc,l. Mavn, ¡<i-}j. h:i'A nhnis ofrecidas ¡xir l;i j u n t a
de JntLTciimbu», J u n t a 'r(''Lriitíi dr ,\, li. M. > líiliünii'ia \ ; u i i i n a l , sim las mu- apari'^cii fti rslc' ;irií;iil') di' lu niayriífica sala.
LA.S UIBLIOTECAS Y LA CUEHRA 437
las minas de sal, que, como consecuencia de la sequedad, se ha visto
constituyen unos maravillosos refugios para los libros, especialmente
para la conservacióni de códices e incunables. Una gran parte de la
Biblioteca de la Universidad de Amsterdam fué hallada en la I. G.
Ferbenfabrik, en Offenbach. En Klagenfurt se encontraron grandes
depósitos de libros de bibliotecas holandesas, y la Comisión de re-
cuperación pudo repatriar varios centenares de cajas de libros que
habían salido de Holanda. En total, se han recuperado unos 600.000
volúmenes, y aunque las colecciones no se han completado todavía,
las pesquisas continúan, esperándose recuperar el 80 por 100 de los
fondos de anteguerra.
Los INCENDIOS DE CUEBBA EN L4S BIBLIOTECAS
Efectos indirectos de Ins bombas sobre los libros. Vandalismo de todas
las épocas. Diverm resistencia de lo» libros y de los manuscritos. Frente
a la bomba atómica.
Tengo sobre mi mesa un conglomerado amorfo de sustancias he-
lerogéneas, mezcladas y soldadas entre sí, como por fusión, con la
apariencia de un trozo de ganga extraída del filón. Es un ejemplo
singular de las transformaciones de la materia, no debidas a la com-
bustión, sino a los efectos de la deflagración producida por las minas
que destruyeron la Bibhoteca de la Sociedad Colombaria de Florencia.
En el sólido y pegado bloque, que tal vez se formó por la simultánea
acción de la temperatura y de las presiones elevadas en un ambiente
de escasa cubicación, se encuentran libros que, aunque conservando
su aspecto natural, aparecen profundamente alterados en su estructu-
ra. Quedan unas hojas blancas, fragilísimas, que se mantienen junta"
por la precaria cohesión del plegado primitivo, a través de las cuales
parece que haya pasado el ardor de una llama, r-educiendo a cenizas
«1 papel, pero sin destruirlo, aUerando sus dimensiones y borrando
todo vestigio de escritura, a mano o impresa. Podría decirse que ha
sufrido mi proceso instantáneo de. mineralización, pero conservando
sus características morfológicas.
Estas son las impresiones inmediatas y, por consiguiente, dudosas,
hasta que sean comprobadas por un examen objetivo. Debemos espe-
rar que el análisis del laboratorio proporcionará datos ciertos o apro-
ximados acerca de las causas de tan insólitas transformaciones.
Cuando se dice que el fuego es el más terrible enemigo de las bi-
bliotecas, y que debe evitarse por medio de toda clase de precaucio-
nes o combatirse prontamente si el incendio sobreviene, el pensamien-
to nos trae la imagen plástica de las llamas, que avanzan inexorables,
destruyendo libros, armarios, muebles y utensilios; pero muy pocos,
13
438 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
en tiempo de paz, imaginan algunas apocalípticas ruinas causadas por
las violencias guerreras.
Se legisla, se dictan normas para la adopción de mejoras técni-
cas en las bibliotecas para excogitar maneras de prevenir o apagar el
incendio cuando la oscura amenaza vibra en el cielo, en la tierra o
en el m a r ; pero toda previsión puede frustrarse por los ingeniosos me-
dios ofensivos, siempre nuevos, o por las circunstancias que impiden
o limitan cualquier defensa o socorro. Bombardeos, explosión de mi-
nas, incendios intencionados o casuales, provocados o agravados por
el empleo de carburantes de fuerte poder térmico, son eventos que
no siempre se pueden evitar o afrontar. Los dispositivos protectores
no deben considerarse suficientes. Cayeron sólidas barreras de cemento
armado, cedieron blindajes formidables y los proyectiles abrieron bre-
cha en sustancias inflamables, transformando los suelos, las cubiertas,
las estanterías, los libros y los catálogos en devastadoras hogueras.
Las cenizas de tanta ciencia están allí para demostrar a los hom-
bres la caducidad de sus obras. Como reacción contra el dolor de la
pérdida, queremos indagar los móviles y las razones para tanto estrago,
enjuiciar e imputar responsabilidades a los ejércitos. ¡ Triste con-
suelo! La historia de todos losí tiempos está sembrada de rui-
nas. Los antiguos, que no conocían los explosivos, ni los carbu-
rantes minerales, ni loe tanques, ni los aeroplanos, se encarnizaron
en las guerras con el mismo espíritu vandálico contra las bibliotecas.
Los tesoros del Brucheion y del Serapeion, fueron destruidos por el
incendio que provocó en el puerto de Alejandría la flota de César.
Algunas de esas catástrofes tuvieron funestas repercusiones en el desarro-
llo de la civilización antigua. Parece que, por adversa suerte, la mano
incendiaria haya a veces asumido la misión de detener el progreso
de la sabiduría, castigando ciertas audacias del pensamiento..
El espectáculo de un incendio en el que arden los tesoros cuida-
dosamente guardados durante siglos, causa una profunda tristeza en
los que comprenden la magnitud del desastre, que con ciega y brutal
violencia destruye no sólo lo material, sino también mi patrimonio del
espíritu, en gran parte insustituible. La humareda de la pira trae a
la m;emoria las sombras de la barbarie, que oscurecieron el camino de
la civilización. Y aun allí donde la buena voluntad de los hombres
logra aminorar el estrago devorador del fuego, sólo se consigue poner
en salvo algunos restos que asemejan macabros bocetos de cuerpos
mutilados, torturados e informes.
* * *i
Las hojas de papel aisladas o sueltas serían totalmente aniquiladas,
pero reunidas, como están, por yuxtaposición resisten temperaturas ele-
vadas, sufriendo las partes expuestas al exterior los más graves dañoí!
LAS BIBLIOTECAS Y LA GUERRA 439
y disminuyendo é»tos progresivamente hacia la parte interna. La car-
bonización del lomo y del corte de los libros forma una valla protec-
tora, que retarda o impide la combustión completa. Hay casos en
los que las llamas chamuscan las estanterías sin perjudicar su estabi-
lidad, pero generalmente no regpetan la madera y la destruyen, cau-
sando el derrumbamiento de los libros, que se descosen y mezclan
con otras materias. Los armarios metálicos se deforman con el fuego,
pero subsisten y constituyen un buen elemento de defensa, porque
los volúmenes colocados en ellos se conservan formando una miasa ma-
ciza, y están menos expuestos a la carbonización total. Los folios de
pergamino se arrugan, contraen y endurecen por la deshidratación y
por la pérdida de grasas, y, por tanto, disminuyen de volumen y se
alteran en su estructura. Las tintas, las sustancias colorantes de la
ornamentación y la cola, reaccionan de varios modos: oxidándose, di-
solviéndose, disociándose sus elementos, acelerando y favoreciendo fe-
nómenos de gelatinización y de cohesión, que sueldan los folios en
bloques compactos. La carbonización de las márgenes produce un con-
glomerado negruzco bituminoso y resinoso, como la pez, contra el que
la materia permanece contenida y coagulada en estado vesicular. Sobre
el conjunto obran los mismos productos de la combustión caldeando,
evaporando y causando adherencias, contracciones y dilataciones que
forman soldaduras, arrugas y ampollas.
Los perjuicios de loa incendios se agravan cuando se hunden los
techos y suelos y provocan caídas, choques y compresiones que fa-
vorecen la propagación del fuego a materias todavía indemnes y que
hubieran podido recuperarse. En el montón sin forma el libro se dis-
grega y se confunde con los escombros, a veces de modo irreparable.
El oportuno empleo del agua como medio de extinción detiene las
llamas, pero produce otros muchos daños, no menos lamentables. Pa-
pelea, pergaminos, pieles, tintas, cola» y colores, ya alterados por la
elevada temperatura, son, por los efectos del agua, afectados de pro-
cesos deletéreos secundarios, que dejan en los restos salvados sus ves-
tigios en manchas, oanalillo», destilaciones, abombamientos, surcos,
grietas, deterioros o derretimientos. Y si no intervienen ulteriores ope-
raciones de saneamiento, pronto surgen en aquella informe masa de
fragmentos focos de microbios destructores o invasiones de voraces in-
sectos. Y no es menos temible la adherencia de detritus pulverulentos
a la materia librarla por los efectos de erosión y de decoloración que
causan sobre la escritura a mano o impresa.
* * *
A veces ni siquiera ante los escombros humeantes de una bibliote-
ca se detiene el ímpetu guererro, sino que, en lugar de aplacarse, in-
fiere nuevos daños. Sobre las ruinas de la Colombaria de Florencia,
440 RKVISTA DE AItCHIVOS, DIBLIOTECAS Y MUSEOS
detrás de un ejército en retirada, pasaron arroUadoras y pesadas má-
quinas bélicas para abrir camino a las tropas que llegaban, convir-
tlendo los restos en confusos agregados de trozos heterogéneos que
encubrían peligros de muerte. La recuperación de tantas cosas dis-
persas y mutiladas fué empresa difícil, y para la que hubo que ar-
marse de valor.
Cuando se contemplan panoramas tan desoladoreg, la atención del
observador se detiene en ciertos casos extraños y providenciales, gra-
cias a los que han podido lograrse inesperados salvamentos. í/ofeie/ií
sua jata UbelH. En Ñapóles, el incendio que destruyó la Biblioteca de
la Sociedad Real, situada en la planta baja del palacio imiversitario,
en la calle Mezzocannone, c integrada en su mayor parte por actas aca-
démicas y otras publicaciones modernas, hubiera debido propagarse a
la Biblioteca Brancaeciana, muy rica en obras antiguas, instaladas en
artísticas estanterías, que ocupaba el piso de encima, sobre todo si
se tiene en cuenta que las llamas alcanzaron rápidamente el entramado
de madera que sostenía el pavimento. La destrucción se habría rea-
lizado por completo inexorablemente si no se hubiesen hundido los
suelos, cayendo entre los muros, aún en pie, sofocando el fuego y
salvándose libros y armarios tan preciosos como por merced de una
suprema misericordia.
Nuestra experiencia en incendios no había previsto muchas de las
catástrofes que pueden ocasionar los riesgos guerreros. En los tiempos
de la bomba atómica, cambia el concepto mismo de peligro derivado
de los medios ofensivos y de los efectos que producen, por cuanto
ningún sitio puede estar inmune, en absoluto, contra imprevisibles ex-
terminios. Por otra parte, tal vez estamos en vísperas de una profunda
modificación de la forma, dimensiones y, sobre todo, de la estructura
del libro. Si el microfilm logra fortuna, las bibliotecas gigantescas, las
estanterías metálicas, las laboriosas aglomeraciones de volúmenes, ven-
drán a ser anticuadas supervivencias del pasado. El libro quedará re-
ducido a una minúscula cinta arrollada, de sustancia inflamable, y ello
planteará nuevos problemas de colocación, conservación y defensa. En
vez de acobardarse ante los riesgos ineluctables, es preciso conocerlos,
temerlos y afrontarlos adecuadamente, revisando toda la preceptiva,
aun la más avanzada, sobre materia de prevención y extinción de in-
cendios para armonizarla con las nuevas necesidades.
La resistencia del libro ante la fuerza destructora del fuego ha dis-
minuido a través de los siglos, en razón inversa a la potencia ofensiva
de la destrucción. Cuando la prolija obra de los amanuenses sólo podía
producir una limitada cantidad de ejemplares, que, por tanto, eran
siempre raros y a veces únicos, y los peligros de incendio eran escasos
e infrecuentes, se empleaba una materia mucho más duradera y me-
nos inflamable que la adoptada desde la invención de la imprenta.
Por la fácil y rápida difusión del libro en numerosos ejemplares.
LAS BIBLIOTECAS Y LA CUERBA 441
éstos perdieron sii carácter de cosa preciosa. De aquí la necesidad de
defender de los incendios no el volumen aislado, sino las bibliotecas
enteras por medio de dispositivos de seguridad proporcionados a la
entidad y desarrollo de aquéllos. Para disponer las instalaciones apro-
piadas a tal fin, es preciso resolver, hasta los límites de lo que puede
preverse, los problemas de protección, tanto de los edificios como del
material bibliográfico. Y además de protegerse contra el incendio pro-
piamente dicho, no hay que olvidarse de los procesos devastadores de
otros daños, que pueden actuar con efectos análogos a la combustión,
operando eventualmente sobre los elementos constitutivos del libro.
ALFONSO GALLO
^Traducido de UOsservatore Romano, 24 de agosto de 1947.)
POLONIA
Polonia ha sido uno de los países cuyas bibliotecas más han sufrido
durante la guerra. Con el fin de remediar en lo posible las pérdidas,
y de reunir el fondo bibliográfico necesario para facilitar la investiga-
ción científica, se acaba de crear en Londres un Instituto Científico
del Libro, que comprende cuatro secciones.
La Sección de documentación contendrá todos los documentos re-
lativos a la historia del libro y de las bibliotecas. La Sección de in-
vestigaciones científicas los libros que tratan de diversas materias cien-
tíficas y publicará los trabajos del Instituto. La Sección del perfec-
cionamiento del libro, en sus aspectos técnicos y sociales intervendrá
también en la instalación de bibliotecas nuevas y restauración de las
antiguas; asimismo ésta estará dotada de una imprenta experimental.
Por último, la Sección de informaciones bibliográficas, servirá de
Centro nacional de documentación bibliográfica y de oficina de cam-
bio y relafciones con los centros del mismo tipo en el extranjero
CRÓNICA DE 1947
(PRIMER SEMESTRE)
POR EUGENIO SARRABLO
ACATE, James Evershed.—El 6 de julio ha fallecido en Londres,
a los sesenta y nueve años de edad, el famoso crítico de libros y
obras teatrales Agate. Antes de ser el más rutilante escritor y el
dandy más brillante del Westend, había sido trabajador en una fá-
brica de hilados, viajante en Francia y tendero en un barrio de Lon-
dres. Tenía más de cuarenta años cuando empezó a escribir, y se
calcula que escribía, por término medio, 10.000 palabras semanales
para el Daily Express, Sunday Times y otras publicaciones. Deja sin
terminar su obra Ego, en el noveno volumen. Dato curioso: en el
primer volumen de esa obra Agate escribió sU epitafio, que dice:
«Fué un crítico dramático justo, un admirable publicista, un pro-
digioso trabajador y un genio financiero de primer orden.»
ALBAREDA, Ginés de.—La Real Academia Española ha concedido,
por unanimidad, el Premio Fastenrath de poesía, correspondiente a
1946, al libro Romancero del Caribe, del que es autor el subdirector
general de Radiodifusión don Ginés de Albareda.
ALFARO POLANCO, José María.—Este periodista y poeta español ha
sido nombrado ministro de España en Colombia. Nació en Burgos
el 30 de agosto de 1906, y comenzó su labor periodística como crí-
tico de libros de El Sol, y en las revistas poéticas Meseta, Parábola
y La Gaceta Literaria. Luego pasó a las Redacciones de Arriba y
Ya, el primero de cuyos diarios dirigió antes de ser subsecretario
de Prensa y Propaganda. Ha escrito el libro Leoncio Pancorbo, y pre-
para un tomo de poesías titulado Las cuatro estacionas.
ALMADA LENCASTRE SIMOES DE CAMPOS, Raúl Augusto de. — Ha
muerto en Lisboa el maestro compositor portugués conocido por Raúl
de Campos. Nacido en Lisboa en 1883, se inspiró siempre en los
motivos del folklore portugués, y escribió más de trescientas piezas,
muchas de las cuales alcanzaron popularidad, entre ellas los autos
ISossa Sfinhora do Sami/eiro, Paisagens de Portugal y Acuatviais íwsi.
tanas, y la suite Zangmzarras do Norte.
444 REVISTA DE AKCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
ANZOÁTEGUI, Ignacio B.—El nombre de este ilustre argentino que
ha visitado nuestra patria, es bien conocido por su obra. Nació en
La Plata en 1905, estudió en la Universidad de Buenos Aires, ingresó
en el profesorado y es actualmente secretario del Juzgado de Primera
Instancia en lo Civil de la capital federal y miembro de la Comisión
Honoraria de Bibliotecas Públicas Municipales de la Ciudad de Bue-
nos Aires. Entre sus obras están: Romance, Gintagáfora, Georgina,
NwevB cuentos, Arzhen y yo. La niña del ángel. Genio y figura de
EApaña, Tres ensayos españoles (Mendoza o el héroe, Góngora o H
poeta y Calixto o et amante), y un bello libro de sonetos titulado
Ventura y desventura dd amor.
ARCHIVOS DE FRANCIA Y LA GUERRA. LOS.—En su número de 30
de junio del corriente año, el Diario de Coinibra ha publicado una
interesante información acerca de la suerte de los archivos franceses
durante la guerra, hecha por Robert Laulan, según las noticias dadas
por Charles Samarán, director de los Archivos de Francia y miembro
del Instituto, cuyo informe, destinado al Ministerio de Educación
Nacional, fué reproducido en el Bulletin of the ¡nstitute of Historical
Research, Sin hablar de las bibliotecas fraíjcesas destruidas en Dun-
querque, Douai, Cambray, Tours, Caen, Falaise, Cherburgo, Vitry-
le-Frangois, Saint-Dié, Metz y Estrasburgo, y de la desaparición de
dos millones de volúmenes, el desastre sufrido por los archivos de
Francia ha sido irreparable. A consecuencia de los bombardeos y de
los incendios consiguientes, han desaparecido total o parcialmente los
archivos de Meziéres, Givet, Evreux, Gisors, Andelys, Chateaudun,
Orleáns, SuUy-sur-Loire, Gien, Blois (que guardaba los archivos de
Vendóme), Cherburgo (en donde la humedad de los Sfítanos acabó
de destruir lo que había respetado el fuego). Verdón, Montmedy,
Berghes, Cassel, Dunquerque, Valenciennes, Beauvais, Neufchátel-en-
Bray, Caudebec-en-Caux, El Havre, Rúan, Pontois y Abbeville. A
esta lista hay que agregar las destrucciones premeditadas, como el in-
cendio voluntario de parte de los archivos departamentales del Mo-
sela, depositados en Metz, en las casamatas del fuei-te de San Quintín,
y la totalidad de los archivos de Saint-Dié, durante la retirada de
1944. Otros desaparecieron por negligencia, a consecuencia de la des-
organización del éxodo; así, durante la evacuación de 1940, los de
la Fére-en-Tárdenois, Verdún y Joinville-le-Pont; otros fueron sa-
queados en momentos de desorientación, o robados. En el desdichado
departamento de La Mancha desaparecieron, en Saint-Ló, bajo los
escombros de los edificios incendiados, los archivos departamentales.
Así se han perdido documentes antiquísimos, de alto valor, que da-
taban del siglo XI, procedentes de las célebres abadías de Mont-
Saint-Michel, Montebourg, Lessay, Saint-Sauveur-le-Viconte, Torigny
y Troam.
AREILZA, José María.—Ha sido nombrado embajador de España
CRÓNICA DE 1 9 4 7 445
en Buenos Aires don José María Areilza. Nacido en Bilbao en 1909,
es ingeniero industrial y doctor en Derecho. Discípulo predilecto d e
Ramiro de Maeztu, fué una figura destacada de la revista Acción Es-
pañola y el primer alcalde de Bilbao liberado. Luego pasó a la Direc-
ción General de Industria. Entre sus obras figuran: La unidad espa-
ñola y sus enemigos, Alfonso XIII y la revolución. La política y lo»
tópicos, Directrices de te nueva organización económica, La industríia
y la «i^icación industrial, Reivindica^ciones de España (en colabora-
ción con Fernando María Castiella), premiada en 1941 con el Nacio-
nal de Literatura, y Embajadores sobre España.
ARGUELLES, Rafael.—Este profesor ha obtenido, por oposición, la
plaza de jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica de la Beneficencia
Provincial de Madrid. Cuando en 1929 obtuvo, también por oposi-
ción, la cátedra de Patología Quirúrgica en la Universidad de Va-
lladolid, inició la publicación de los Anales de la clínica quirúrgica
del profesor Arguelles, útilísimos para el esclarecimiento de proble-
mas fundamentales de la cirugía ortopédica. Ha publicado un mag-
nífico Trotado de Patología quirúrgica. Fracturas, El vendaj« de es-
cayola. Exploración quirúrgica y numerosos trabajos sobre huesos, ar-
ticulaciones y ortopedia, que han visto la luz en diversas revistas ex-
tranjeras.
BIBLIOTECA EN UNA BOBINA.—Según Carrefour, de París, los servi-
cios microfotográficos de la Biblioteca Lenin, en Moscú, que h a n
sido creados a principios de este año, han registrado ya sobre película
más de .300.000 páginas. Un libro de tamaño medio ocupa cuatro
metros de película.
BIBLIOTECA PARA ENFERMOS.—En el hospital de Desterro (Portu-
gal) ha sido inaugurada una biblioteca para los enfermos, gracias a
la iniciativa del subjefe Joaquín de Aniaral Pereira. La biblioteca
cuenta ya con 200 volúmenes, obtenidos por dicho funcionario de lo&
libreros do Lisboa y Oporto.
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE LIEJA.—En La Wallonie, de Lie-
ja, ha publicado Georges Quint un interesante artículo sobre la bi-
blioteca de la Universidad de Lieja. Posee unos 900.000 volúmenes
y folletos, 3.000 manuscritos, algunos de ellos de gran valor, tanto
por el texto como por las miniaturas realzadas de oro y colores q u e
los ilustran, 30.000 estampas y grabados, una cincuentena de cuadros,
4.000 monedas y medallas. Fundada la Universidad por decreto del
rey Guillermo I de los Países Bajo?, recibió de la ciudad de Lieja,
en 1817, la biblioteca de ésta, compuesta de 7.000 volúmenes. La»
subvenciones del Municipio primero, hasta 1902, y del Estado des-
pues, permitieron aumentar este fondo primitivo. La subvención gu-
bernamental ha sido elevada de 306.060,60 francos en 1939 a m i s
de 1.000.000 en 1946. Fué especialmente aumentada por el legado del
barón Adrián Wittert, que comprendía unos 20.000 volúmenes, I I T
446 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
manuscritos 7 más de 25.000 estampas. La biblioteca ha com£nzado
la publicación de una colección de sus documentos inéditos, habiendo
salido a luz un primer volumen.
BIBLIOTECAS ESCOLARES,—En su número del 19 de junio último,
Le Scñr, de Bruselas, habla de las bibliotecas escolares como auxilia-
res de la enseñanza, según los datos oficiales recogidos en una cua-
rentena de países por Mesdemoiselles Weber y Gampert en L'Orga-
maation des Bihliothéques scolaires, obra publicada en Ginebra. No
«e trata de las bibliotecas pedagógicas que sirven de instrumento de
trabajo al cuerpo de profesores, sino de las organizadas en las escuelas
para uso de los alumnos. Existen de ellas los siguientes tipos: la hi-
hlioilieca general, es decir, la biblioteca única para toda la escuela, en
la que los alumnos toman libros según su edad y sus inclinaciones,
y está instalada en una sala especial y tiene adjunta, a veces, una
sala de lectura, en la que los alumnos van a leer, ya durante una hora
destinada a ese efecto en el horario, ya durante sus momentos de
ocio; la bibtiobeca de c/ase, en la que cada clase tiene su colección
d e obras puesta a disposición de los alumnos para lecturas recreati-
vas o instmictivas; la biblioteca por disciplina', de uso sobre todo ins-
tructivo, para completar el estudio de algtuias materias, y la biblia,
teca circulante, que tiene gran utilidad en los países de vasta exten-
sión y poco poblados, y que se destinan a las pequeñas escuelas ale-
jadas de los centros. El tipo más frecuente es el de la biblioteca ge-
neral, que es también el más antiguo. Hay tendencia a aumentar las
bibliotecas de clase y también las de disciplina o especializadas que
Tienen su razón de ser, sobre todo en los establecimientos de ense-
ñanza media. En cuanto a las bibliotecas circulantes, nacidas en paí-
ses en que la población y, como consecuencia, las escuelas están dis-
persas, se componen de cajas de librot- cpic se expiden a las escuelas
por un período determinado. Sea como quiera, lo importante es hacer
que los niños tengan gusto en la lectura, que se despierte ^n ellos el
^eseo de leer y que aprendan a leer con inteligencia y provecho.
BIBLIOTECAS PÚBLICAS DE BÉLGICA.—La Cámara, de Diputados de
Bélgica ha examinado recientemente un proyecto de ley destinado a
modificar el articulo 4 de la Ley del 17 de octubre de 1921 sobre las
bibliotecas públicas. Esta Ley, debida a la iniciativa de Jules Destreé,
una de aquellas cuyo carácter progresista honra grandemente al Mi-
nisterio de 1920, que presidió a la reconstrucción de Bélgica después
'<Ie la primera gran guerra. Según dice M. Vercauteren, que presentó
el proyecto, fuera de algunas grandes bibliotecas belgas que disponen
de un presupuesto considerable, ninguna puede satisfacer a su clien-
tela de lectores y comprar, en tiempo oportuno, libros nuevos, además
se encuentran en la imposibilidad absoluta de adquirir obras cientí-
ficas. Se piensa en aumentar el subsidio municipal destinado al man-
aenimiénto de las bibliotecas desde 25 céntimos a un franco por habí-
C R Ó N I C A D E 1 9 4 7 447
tante, pero se dice que convendría que loa Municipios muestren ma-
yor interés por las bibliotecas y que las subvenciones del Estado
(unos tres millones para el conjunto del reino en 1944) aumenten
para poder atender bien a las 2.395 bibliotecas existentes. Según el
mismo Vercauteren, una biblioteca de 4.000 volúmenes ha recibido
este año 5.200 francos para la compra de libros y 1.800 para sueldo
del bibliotecario. ¿Qué decir de las bibliotecas menos importantes,
que son en mayor número?
BOSNIA-HEKZEGOVINA (Actividad cultural en).—Según «lia Voix
Ouvriére», de Ginebra, el presupuesto de este año prevé, en Bosnia-
Herzegovina, 500.800.000 dinares para actividad cultural y educativa,
habiéndose creado numerosa» instituciones culturales y científicas,
entre ellas una biblioteca nacional que cuenta ya con 95.000 publica-
ciones. Además funcionan actualmente 56 bibliotecas en los distritos
y ciudades.
BRANDAD, Julio.—Ha muerto, en Oporto, el escritor Julio Bran-
dao, que fué director de la Biblioteca pública de dicha ciudad, y uno
de los más brillantes publicistas de su tiempo. Escribió admirables
versos en sus obras «Livro de Agíais», «Saudades», «Jardim da Mor-
te», «Misterio da Rosa Branca», «Cantares», etc. Fué también un
crítico de agudo sentido estético y novelista en sus obras «María do
Céu», «Farmacia Pires», «Perfis suaves», «Figuras da barro» y «Car-
tas de amor».
CAPART, Jean.—El 16 de junio ha fallecido eií Bruselas este profe-
sor y egiptólogo belga. Después de haber sido profesor en la Univer-
sidad de Lieja, era Conservateur en chef de los Museos Reales del
Cincuentenario en la capital de Bélgica y llevaba consagrados mu-
chos años de su vida al estudio de la religión y de la arqueología
egipcias, habiendo publicado en la «Revue de l'histoire des religions»
muchos artículos que han sido un precioso guía en el difícil campo
de los estudios egipcios. Había estudiado el desarrollo del arte egip-
cio en su obra «Les debuts de l'art en Egypte». Después del descu-
brimiento de la tumba de Tutankhamen acompañó a la reina de
Bélgica como técnico, en su visita al Valle de los Reyes y de lja^>
Reinas, y logró que ella diera su nombre {Fondation Egyptologyque
Reine Elisahmh) a la organización establecida en Bélgica para dedi-
carse al estudio del antiguo país de los faraones.
CAHRERE, Emilio.—El gran poeta y cronista de Madrid falleció
el 30 de abril. Había nacido en Madrid, el 18 de diciembre de 1881.
Aunque se licenció en Filosofía y Letras, su fantasía poética Je llevó
en pos de las figuras bohemias del postrromanticismo francés: Bau-
del aire, Gerardo de Nerval y, sobre todo, Verlaine. Para ello se formó
su barrio latino en los alrededores de la Universidad, pero no se li-
mitó a ese ambiente, poéticamente bohemio y romántico, sino que
buceó en las historias de la Villa y Corte, que supo evocar con una
448 REVISTA DE ARCHIVOS, niBUOTECAS T MUSEOS
verdad y xm encanto admirables. Su chambergo y su capa le popula-
rizaron tanlo o más que sus libros. Sus obras se escribieron principal-
mente en los viejos cafés—muchos de ellos ya desaparecidos—, sien-
do las principales: «Románticas», «El caballero de la muerte», «Noc-
turnos de otoño», «Del amor, del dolor y del misterio», «La corte d e
los poetas», «Elvira la espiritual», «El dolor de llegar», «El parro-
quiano de la pipa», «El encanto de la bohemia» y «La copa de
Verlaine».
CASTELLANI, Leonardo.—El jesuíta argentino, P . Castellani ha es-
tado en España a principios del corriente año. Considerado como
hombre genial, es publicista, teólogo, periodista y profesor de la
Universidad y del Seminario de Buenos Aires. Nació en Resistencia,
en el Chaco, en 1900. Su obra, desde 1935, alcanza a veinte volúme-
nes, sin contar su versión y anotación de la «Summa Teológica», d e
Santo Tomás, y abarca temas variadísimos, desde las fábulas campe-
ras a la crítica fílosófíca.
COLMENARES Y ORGAZ, Aurelio de.—Este historiador, cronista de
Madrid, conde de Polentiuos, ha muerto a los setenta y cuatro años
de edad. Era director del «Boletín de la Sociedad Española de Ex-
cursiones», y entre sus obras destaca la «Historia de las Salegas Reales
de Madrid».
CoLL, Pedro Emilio.—A los sesenta y cinco años de edad ha ía-
lleeido, en Caracas, este escritor venezolano, que fué representante
de su país en España en 1915, miembro de las Academias de la Len-
gua y de la Historia de Venezuela y autor de «CosmópoHs», «Pala-
bras», «El castillo de Elsinor» y «La escondida senda».
CoLLOMB, Hipólito.—En Río Janeiro ha muerto, el 8 de abril, a
los cincuenta y cinco años de edad, A escenógrafo portugués Collomb,
que residía en el Brasil desde 1919. Uno de sus trabajos más nota-
bles fué el montaje de la pieza histórica «Marqxiesa de Santos», de
Viriato Córrela. Con Augusto Porto y Simoes Coelho dirigió, en la
parte artística, el semanario portugués «Mala de Portugal».
CORREIA, Joao.—En Lisboa murió, el 22 de abril, a Ifi edad de se-
senta y siete años este poeta e inventor portugués. Se destacó especial-
mente en aviación, inventando el <ila volante y la vela voladora. Su
producción poética es extensa.
COSTA DE SOUSA DE MACEDO, Bernardo Antonio da.—Este viceal-
mirante portugués, hijo de los condes dé Mesquitela, ha muerto, en
Lisboa, a los ochenta y tres años de edad. Valiente militar y conse-
cuente monárquico, colaboró, como escritor, en diversos periódicos
y revistas, fué poeta de mérito y escribió el libro «Marinheiros d e
Portugal», en el que historió los hechos de la Marina portuguesa
en las colonias.
CUEVAS TORREALBA.—Desde hace más de un año reside en España
este profesor chileno, especialista en Filosofía e Historia, y consa-
CRÓNICA DE 1947 449
grado especialmente a estudios de reivindicación de la cultura espa-
ñola en América. Vino al Congreso de Pax Romana y al Centenario
de Francisco de Vitoria, y está escribiendo dos libros: «Problemas
de la cultura hispánica» e «Historia de la Filosofía en Hispano-
américa»,
CuNHA, Augusto.—Ha muerto, en Lisboa, a los cincuenta y tres
años, este lisboeta pleno de humorismo de buen género. Licenciado
en Derecho por la Universidad de Lisboa, ejerció la abogacía, ocupó
diversos altos cargos y fué buen periodista, escribiendo centenares
de artículos en «O Seculo» y otros periódicos. También deja varios
libros: «O exame do meu menino», comedia que alcanzó centenares
de representaciones; «Quase de gra^a», «Mais um», «Mais outro»,
«P. B. X.», «Contos sem cotagao» y otros; también escribió para el
teatro la revista «Direito por linhas tortas» y «Xa bi tudo». Recien-
temente publicó la novela «O homem que salvou o mundo».
CHURCHILL, Winslon.—Este notable escritor norteamericano, ho-
mónimo del gran político inglés, ha fallecido, a la edad de setenta
y cinco años, en Cornish (New Hamspire). Nacido en San Luis en
1871, estudió en la Academia Naval de Annápolis y se graduó en
1894. Pero la disciplina naval no se avenía con su temperamento y,
dejando la carrera marina, se consagró a la literatura. Desde su ma-
trimonio (octubre de 1899) con miss Mabel H. Hall, con cuyo espí-
ritu tenía suma afinidad, comienza un período de intensa actividad
creadora. I ^ mayor parte de sus obras fueron publicadas en la po-
pular colección norteamericana Pocket American and EngUsh Cías-
sic. Son las más importantes: «The celebrity», publicada antes de su
boda; «Richard Carvel» (1899); «The crisis», que señala su madurez
literaria; «Mr. Keegan's Elopement», que la consolida; «The cros-
sing» (1904); «Coniston»; «Mr. Crews Career», historia irónica de
una juventud; «A modern chronicle»; «The inside of the Cup»; el
libro de fina poesía «A Far Country»; «The Dwelling Place of the
Light»; «The Traveler in Wartime», y «Dr. Jonatham».
DARLINGTON, Cyril.—Ha visitado la Península ibérica este emi-
nente genético inglés, jefe de la estación de Horticultura de John
Innes y autor, entre otros libros, de «Recientes progresos en la Ci-
tología» (1927) y «La evolución de los sistemas genéticos».
DEKOBRA, Mauricio.—El novelista francés más leído de Europa.
Dekobra, ha regresado a su patria después de larga ausencia. Durante
ese tiempo ha vivido un año en el palacio del Maharajoh de Patiala;
luego se hizo faquir, conviviendo con yogis y eremitas, y sin ipás
vestidura que una pequeña hoja de cuero; también ha sido uno de
los pocos europeos admitidos en el misterioso reino de Nepal. Empezó
su vida literaria como periodista, firmando con su verdadero nom-
bre, Maurice Tessier. Por su primer cuento, publicado en «La Petite
RSepublique» cobró veinte francos. Luego fué corresponsal de un
450 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
semanario de Londres, conferenciante en la Universidad de Berlín,
obrero en una fábrica de Westfalia, profesor de alemán en Inglaterra
y crítico de arte en Nueva York. Cuando hizo su primera entrevistu,
a los diecinueve años, estaba tan emocionado, que no pudo hacer una
sola pregunta. Pero luego adquirió celebridad al conseguir celebrar
otra con Edison, que estaba sordo, poi medio de gestos. Igual medio
usó con Mustafá Kemal y con el difunto rey Fuad I de Egipto. La
obra que le ha dado más dinero es «La madonna des sieeping», estri-
bando principalmente su éxito en el desenfado ron que trata las si-
tuaciones más difíciles.
ElZAGUiRRE GUTIÉRREZ, Jaime.—Este prestigioso historiador chi-
leno ha visitado España. Nacido en 1908 en Santiago de Chile, ya
siendo estudiante dirigió la revista «R. E. C » , órgano de las ju-
ventudes de estudiantes católicos. Muy pronto mostró su vocación
por los estudios históricos, obteniendo la cátedra de Historia General
del Derecho, que aún explica, junto con las de Historia social y
política de Chile, Historia general de Chile e Historia colonial ame-
ricana en las Facultades de Derecho y de Filosofía y Letras. Es un
gran hispanista y enamorado de España y de nuestra cultura. En su
vasta y fecunda labor destacan los libros «Ventura de don Pedro de
Valdivia», «Breve esquema de una interpretación histórica de Chile»
y «Don Bernai-do O'Higgins». En torno a la revista «Estudios», que
dirige, ha ido agrupando la mejor juventud y la más destacada inte-
lectualidad chilena.
FALLADA, Hans.—El novelista alemán Fallada ha muerto, en un
hospital de Berlín, a los sesenta y tres años de edad. Su obra mejor
y más conocida es la titulada, «¿Y ahora qué, muchacho?», en que
exponía los principales problemas de la vida en Alemania después
de la primera gran guerra.
FUNCK BRENTANO, Frantz.—Este ilustre historiador francés ha
fallecido a los ochenta y cinco años de edad. Ha sido uno de los
más leídos por su estilo ameno y por las obras que le han hecho cé-
lebre sobre el Renacimiento y la Monarquía francesa, especialmente
las dedicadas al drama de los venenos, al enigma del collar y a las
leyendas y archivos de La Bastilla.
GAVICHO DE LACERDA, Francisco.—En Quelimane (Mozambique)
murió el colonizador portugués Gavicho, que vivía en aquella lejana
colonia desde 1893, habiendo sido allí comandante de cipayos, caza-
dor de fieras, negociante y rico terrateniente. Deja libros que prueban
sus grandes conocimientos de África: «Cartas de Mozambique», que
alcanzó tres ediciones; «Figuras e episodios de Zambezia», de la
que se publicaron dos ediciones; «Ccstumes e leudas da Zambezia»,
«Monbaga e a sua fortaleza de Jesús» y «Os cafres, seus usos e cos-
tumes».
GÓMEZ CANO, Miguel.—Ha muerto, en Madrid, el 12 de enero, él
C R Ó N I C A D E 1 9 4 7 451
excelentísimo señor don Miguel Gómez Cano, jefe superior honora-
rio de Administración civil, que adquirió extraordinario prestigio
en la iniciación de los estudios benéficosociales en España y que
deja escritas, entre otras obras: «La familia y la infancia, preocupa-
ción del mundo», «Necesidad de crear la inspección de Asistencia
pública», «El feminismo y la mujer del poi-venir» y «El cinemató-
grafo y las escuelas ambulantes de Puericultura».
GORDON CHILDE, M . V.—Invitado por el Consejo Superior de In-
vestigaciones Científicas ha dado, el 10 de abril, una conferencia sobre
las relaciones culturales entre los pueblos atlánticos durante la Pre-
historia, el profesor de la Universidad de Londres, Mr. Gordon Chil-
de. Ha sido profesor de la Universidad de Edimburgo y secretario de
la Real Sociedad de Antropología de Londres, y es ahora catedrático
de Arqueología Prehistórica, habiendo realizado fructuosas excava-
ciones en varios lugares de Escocia. Obras fundamentales suyas son :
«El Oriente prehistórico», «Los arios», «La Prehistoria de Escocia»
y «La aurora de la civilización europea».
GoWLAND HOPKINS, Frederick.—Ha muerto en Cambridge sir
Gowland Hopkins, premio Nobel de Medicina de 1929, a la edad
de ochenta y cinco años. Trabajó en la investigación para obtener
una vitamina principal.
JUNCO, Alfonso.—El gran hispanista mejicano, invitado por el
Instituto de Estudios Políticos, ha venido para descansar en España
y dar varias conferencias. Actualmente es redactor jefe y editorialis-
ta del periódico «Novedades», de Méjico. Es un hispanista entusiasta
que ha escrito numerosos artículos sobre temas españoles y los li-
bros «El difícil paraíso», «Sangre de Hispania», «Inquisición sobre la
Inquisición», «España en carne viva», u a volumen de ensayos políti-
cos y literarios «Egregios» y «El gran teatro del mundo», que acaba
de publicarse. Puede decirse que su obra literaria y periodística se
asienta sobre dos grandes ideales: el catolicismo y el hispanismo.
KoPKB CoRBEíA PiNTO, Aires José.—A la edad de ochenta y un
años ha fallecido en Lisboa este profesor portugués, que nació el 14
de febrero de 1866. Ingresó en la Armada portuguesa en 1884, y en
la extinguida Escuela Médicoquirúrgica de Lisboa, defendió la tesis
sobre «Tratamiento dos desvíos uterinos» (1889). Luego se entregó a
las mvestigaciones científicas, distinguiéndose como parasitólogo y
bacteriólogo en la Escuela de Medicina Tropical, de la que fué di-
rector.
MACEDO Y BRITO, Vasco Ismael de.—El 21 de mayo murió, en
Lisboa, a los sesenta y ocho años, el compositor portugués Macedo.
Viajó por todo el mundo de habla portuguesa y escribió música para
numerosas operetas y revistas, entre ellas «Rosa Enjeitada», «Lava-
deiras», «Pardal de S. Bento», «Princesa Magalona», «Rosa Tirana»,
452 HKVISTA DE ARCHIVOS, DIBLIOTECAS Y MUSEOS
«Carapinliada», «Práxedes», «Pé de Vento», «Rico-có» y otras, cal-
culándose que músico unos cuatrocientos actos.
MACHADO Y RUIZ, Manuel.—El gran poeta sevillano, miembro del
Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, mu-
rió en Madrid el 19 de enero último. Nació en 1874. Estudió en la
Universidad de su ciudad natal, y en unión de otros jóvenes, fundó
varias revistas; también fué corresponsal literario de «Le Journal»,
de París. Era uno de lo? más delicados líricos contemporáneos, pero
cultivó también los ensayos críticos y la novela, en la que descuellan
sus obras «El amor y la muerte» y «Nuestro París». Como i^oeta deja,
entre otras obras: «Sevilla» (1920), «Ars morieridi» (1920), «Poe-
mas varios» (1921) y «Dedicatorias» (1922). En prosa escribió: «Un
año de teatro», crítica dramática (1918) y «Día por día, crónicjis»
(1918). En colaboración con su fallecido hermano Antonio fué exce-
lente autor dramático, dando a la escena «Desdichas de la fortuna
o Julianillo Valcárcel», «Juan de Manara», «Las adelfas», «La Lola
se va á los puertos», «La prima Fernanda», «La duquesa de Bena-
mejí» y «El hombre que murió en la guerra». La REVISTA DE AR-
CHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS dedicará en uno de sus próxi-
mos números ún estudio sobre M. Machado, debido a la pluma va-
liosa de Juan Antonio Tamayo.
MAR(gAL, Orlando.—Este abogado portugués, de destacado relieve,
muerto el 20 de marzo, nació en Vila Nova de Foz Coa el 8 de marzo
de 1884. Como hombre de foro, deja su nombre ligado a varias cau-
sas célebres, y escribió «Imputabilidad criminal» y «Baldíos». Escri-
tor y poeta de exquisita sensibilidad, publicó, a los dieciséis años, su
primer libro de versos «Peregrino». Luego vinieron: «Aguas claras»,
«Iluminuras», «María», «Asas», «Horas suaves» y «Mocidade florida».
MARTÍNEZ CUBELLS, Enrique.—^Ha muerto el 25 de febrero. Con
él desaparece una gran figura de la pintura contemporánea. Hijo de
un famoso restaurador de la época de los Madrazo, sintió Ja vocación
pictórica desde muy joven y recorrió toda Europa, conociendo todas
las escuelas. Residió mucho tiempo en Munich, de cuya época es su
cuadro «El invierno en Munich», y en el Brasil, cuya Academia de
Bellas Artes de Río de Janeiro guarda su obra «Recuerdos del Can-
tábrico». En su trabajo supo unir la manera impresionista de m
tiempo con profundos vestigios académicos, produciendo admirables
lienzos, entre los que, además de los citados, figuran: el tríptico
«Trabajo, descanso, familia» y «El viático en la aldea», que se guar-
dan en nuestro Museo de Arte Moderno; «La vuelta de la pesca» y
otros.
ORCZY, BARONESA DE.—Esta famosa novelista histórica, cuyo ver-
dadero nombre es Emmunska Montagu Barstow, vive, desde el in-
vierno pasado en Londres. Ha cumplido ya ochenta años y parece
que, de&de la muerte de su esposo, en 1943, siente agotada su imagi-
CRÓNICADE1947 453
nacióu para el género que cultivó con tanto éxito. Después de sus
cincuenta y cuatro novelas históricas, casi todas de fama universal,
está preparando, de»de hace dos años, la publicación de sus memo-
rias, bajo el título de «Eslabones en la cadena de la vida».
ÓsBOURNE, Lloyd.—En Glendale (California), ha muerto, a los
setenta y nueve años, este escritor, hijastro del célebre novelista Ro-
berto Luis Stevenson. Colaboró con él en «The Wrong Box», «The
Wrecker» y «The Ebb-Tide». Para complacer a su hijastro, Ste-
venson escribió «Treasure Island», en 1881, mientras estaba en Brae-
mar. La colaboración con Stevenson ha sacado de la oscuridad a Os-
bourne, que vivió con él y su madre en Samoa hasta 1897.
PATTE, Richard.—Ha visitado nuestra Patria, invitado por la
Dirección Central de Acción Católica Española, el escritor norteame-
ricano católico Pattee, actualmente encargado de Asuntos Internacio-
nales en la National Catholic Welfare Conference de Estados Unidos,
que coordina, desde Washington, toda la Acción Católica norteameri-
cana. Ha escrito, entre otras obras: «Historia de Europa en el si-
glo XIX», «Gabriel García Moreno y el Ecuador de su tiempo»,
«Essai sur l'évolution historique de TAmerique espagnole», «El ca-
tolicismo en los Estados Unidos», «Introducción a la civilización his-
panoamericana», «El renacimiento católico en Méjico» y «El estado
actual del catolicismo en las Antillas».
PICÓ, César Octavio.—Este ilustre filósofo argentino ha visitado
España. Católico y ferviente tomista, se ha dedicado a la enseñanza,
pero tiene también una copiosa labor de ensayista, esparcida en re-
vistas como «Número», «Balcón», «Nneva Política» y «Sol y Luna».
Su obra «Hacia la Hispanidad» es una afirmación del libro de Maez-
tu «Defensa de la Hispanidad». En colaboración con Máximo Et-
checopar, prepara un estudio sociológico de la mentalidad argen-
tina, que titulará «Provincianos y porteños».
PINTO DE LA ROSA, Pedro.—En abril ha muerto, en Santa Cruz
de Tenerife, el admirado poeta canario. Deja escritos y publicados
varios libros, aunque la mayor parte de sus composiciones poéticas
se hallan diseminadas en revistas y periódicos de España y Amé-
rica. E M ahna de la revista «Mensaje», que fundó con Gutiérrez Ar-
belo y Juan Ismael.
RAMUZ, C . F . A . ~ A los sesenta y nueve años, ha muerto en su
país, el distinguido escritor suizo Ramuz. Muy considerado en su pa-
tria y admirado en Francia y Alemania, su obra más conocida, aun-
que fue prolífico novelista, poeta, crítico y ensayista, es la titulada
«El triunfo de la muerte».
SAPORI, Arturo.—^Ha muerto este escritor argientino, nacido en
1880 y autor de las novelas «La eterna angustia» y «La belleza invi-
sible» y de «Boderland», serie de cuentos. Fué crítico de arte de
«La Nación» y director del Museo de Bellas Artes, de Buenos Aires.
14
454 BEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
SAROYAN, William.—Pronto va a conocerse en España la perso-
nalidad relevante de este popular autor norteamericano, cuyos cuen-
tos son deliciosos. Sus obras son una mezcla de poesía, variedades
y sueños fantásticos, en las que predomina una ironía sarcástioa, pero
sana. £1 mismo se ha comparado, en el prólogo de su obra «Razzle
Dazzle», con Bemard Shaw, con el que le es común la alegría y la
naturalidad. Obras princi}»ales suyas son: «Elmer and Lily», «Tal-
king to you», «The Agony of Little Nations» y «The Human Come-
dy», que ha sido ya trasladada a la pantalla.
SILVA T RAMOS, Luis Felipe de.—Ha muerto trágicamente, aho-
gado, en el Tajo, en Lisboa, este poeta, que firmaba con el seudóni-
mo de Luis de Montalvor, Además de su obra poética, de modernis-
mo renovador, deja dos buenos libros: «Noites de Satán» y «A ca-
minho».
TOBMO Y BALLESTEE, Enrique.—Ha sido jubilado este notario de
Madrid, que, a la vez, es un fecundo publicista. Ha escrito las si-
guientes obras: «El problema de la enseñanza», «Cuestiones de Ha-
cienda», «Panoramas de la vida notarial», «El testament del retor»
(novela en valenciano); «El sermón de la Montaña», «En la cruz»,
«Valencia», «Mi brindis» (recuerdos del primer Congreso Notarial);
«NMez de Arce», «Biografía de París», «El Reglamento notarial»,
«En el grandioso Montserrat», «Teresa, nombre de princesas y reinas,
de santas y pecadoras», «Los jocs floráis de lo Rat Penat», «Carmen»,
«La España imperial», «La vejez», «La princesa que reinó después
de morir», «¡Ua donadóji i'emuneratoijia», «Estirpe de héroes» y
«Hermandad de flores», libro de versos.
VACABESCO, Elena.—A la edad de ochenta y un años ha fallecido
en París esta poetisa rumana. Nacida en Bucarest en 1866, fué dama
de honor de la reina Isabel, más conocida en el mundo literario por
el seudónimo de Carmen Sylva. £1 rey Carlos I se opuso a sus amo-
res con el principe heredero, que más tarde fué rey bajo el nombre
de Femando I. Entonces ella se fué a París, donde pronto ía Academia
Francesa premio sus Chonta d'Aurore. Después siguieron: U&nifi se*
reine, Liieuri et fltummes. Jardín pa^donaé, La dortneuse éveülée,
Dana Por du soir, todos ellos poemas de ardiente liri»mo o de calma
comprensiva.
VICUÑA, Carlos.—Ha sido elegido asistente general de la Orden de
San Agustín, en el Capitulo General celebrado en Roma, el P. Carlos
Vicuña; nacido en Idiiazábal (Guipúzícoa) el 4 de noviembre de
1893. Es licenciado en Ciencias físico-químicas y una autoridad en
mineralogía, habiendo escrito una notable monografía sobre la cons-
titución geológica de las sierras circundantes del Monasterio de El
Escorial. Se ha dedicado a la enseñanza en los colegios de su Orden
en El Escorial y en Madrid y ha escrito un libro acerca de los Már-
tires i^uatinos de El Escorial.
CRÓNICA DE 1947 455
WiLKiNSON, Ellen.—En Londres murió, el 6 de marzo, a los cin-
cuenta y cinco años de edad, miss Wilkinson, 'única mujer ministro
del Gobierno laborista, que ocupaba la cartera de E)ducación desde
1945. Familiarmente se la llamaba, por su rubia cabellera y sus ideas
políticas, The Fiery Partióle y The Red Elien. Sus colegas la deno-
minaban la bomba atómica, por el modo de atacar los problemas.
Nacida en Mánchester, hija tercera de los cuatro de un obrero al-
godonero, estudió en la Universidad de su ciudad natal, ingresó en el
Partido Laborista en 1912, fué organizadora del movimiento sufra-
gista de 1913; luego pasó al comunismo, y visitó, como representante
de este Partido, Moscú, en 1921. En 1924 reingresó en el laborismo,
sentándose en la Cámara de los Comunes. Se conocen poco sus no-
velas, la más famosa de las cuales es la titulada Clash.
EUGENIO SARRABLO
JUNTA DE ADQUISICIÓN Y DISTRIBUCIÓN
DE PUBLICACIONES
ESQUEMA DE SU LABOR EN 1947
La labor emprendida hace años por la Junta de Intercambio, como
brazo ejecutor calificado de la política bibliotecaria del Ministerio d«
Educación Nacional y su Dirección General de Archivos y Biblio-
tecas, merece la atención de todos los amantes de las bibliotecas
y de la cultura en general. Calladamente, sin más propaganda que la
que sus mismas realizaciones le justifican, la Junta prosigue sus tareas
y aumenta de día en día el radio de su acción, creando nuevos centros
en los pueblos españoles conforme las disponibilidades económicas lo
permiten.
El año en ciu-so, puede decirse que ha sido el más activo de e&te
organismo desde su creación en 1931. El ritmo de bibliotecas creadas
ha aumentado extraordinariamente, no sólo en cuanto al número de
las abiertas «1 publico, sino también desde el punto de vista de su
entidad. Ya ki» bibliotecas de la Junta no son aquellas pequeñas co-
lecciones de libros de su primera época, que se distribuían por todo
el ámbito del país, atenidas casi exclusivamente a la buena voluntad
o al interés momentáneo de los pueblos solicitantes. Por el contrario,
las bibliotecas que se van creando en estos últimos años responden a
un deseo de pervivencia perfectamente garantizado, no sólo por los
Ayuntamientos beneficiarios, sino por la misma Junta, mediante una
conbnua mspección, merced a una constante atención de las necesi-
dades de tales bibliotecas. Por otro lado, la nueva política de ir in-
tegrándolas en organizaciones provinciales, con una dirección provin-
cial centralizada e inspectora, garantiza esa pervivencia y evita el viejo
fenómeno de que, pasado el primer momento de entusiasmo o inte-
rés popular, el centro llegaba a convertirse en depósito de libros sin
lectores. Hoy, las bibliotecas de la Junta tienen garantizada su vida,
tanto económica como social. Los centros coordinadores creados hasta
458 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
el día asumen, pues, esta labor directora provincia], de la mayor
importancia, esperándose que, pasados imos años, todas las provincias
españolas disfruten de los beneficios del Servicio Nacionial de Lectura
y centros bibliográficos propulsores de la cultura popular.
Sin pretensiones de entrar en un detallado informe de la labor
efectuada por la Junta de Adquisición y Distribución de Publicacio-
nes —nueva nomenclatura conferida a la antigua de Intercambio y
Adquisición de Libros y Revistas para Bibliotecas Públicas por el
Decreto de 24 de julio pasado—, ya que en estos momentos está en
prensa una amplia memoria de tal labor, redactada por su secretario,
nuestro compañero don Francisco Tolsada, sí estimamos de interés
resumir en unas breves líneas los trabajos efectuados y las realiza-
ciones llevadas a cabo por aquélla durante los meses transcurridos del
presente año, concretando tales informes casi exclusivamente en ci-
fras, más elocuentes que las mismas palabras.
SECCIÓN DE BIBLIOTECAS
Bibliotecas municipales creadas durante los meses enero-septiem-
bre de 1947:
BIBLIOTECAS MUNICIPALES AUTÓNOMAS
* Almazán (Soria).
* Almendralejo (Badajoz).
* Andújar (Jaén).
* Belvis de la Jara (Toledo).
* Bérchules (Granada).
* Burjasot (Valencia).
* Cascante (Navarra).
Castejón de Sos (Huesca).
Horcajo de Santiago (Cuenca).
* Icod (Tenerife).
* Jarafuel (Valencia).
* Laujar de Andarax (Almería).
* Mérida (Badajoz).
* Pinto (Madrid).
* Serradilla (Cáceres).
* Villablino (León).
* Villanueva de la Serena (Badajoz).
NoTA.-^L«8 bibliotecas indicadas con asterisco (•) son de primera categoría,
con lote inicial de 1.500 volúmenea. Las restantes, son de 750 volúniene$.
JUNTA DE ADQUISICIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE PUBLICACIONES 459
BIBLIOTECAS DEPENDIENTES DE CENTROS COORDINADORES
Avila
* Biblioteca Municipal de Piedrahita.
Burgos
* Biblioteca Municipal de Aranda de Duero.
* Biblioteca Municipal de Briviesca.
* Biblioteca Municipal de Espinosa de los Monteros.
* Biblioteca Municipal de Melgar de Femamental.
Giiadtdajara
* Biblioteca Municipal de Brihuega.
Biblioteca Municipal de Casar de Talamanca.
* Biblioteca Municipal de Cifuentes.
* Biblioteca Municipal de CogoUudo.
* Biblioteca Municipal de Jadraque,
Biblioteca Municipal de Luzón.
Biblioteca Municipal de Mazuecos.
* Biblioteca Municipal de Molina de Aragón.
* Biblioteca Municipal de Sacedón.
* Biblioteca Municipal de Sigüenza.
Biblioteca Municipal de Solanilloa del Extremo.
H u te I V a
* Biblioteca Pública de Huelva. (Nueva instalación e incremento
de la misma.)
* Biblioteca Municipal de Minas de Ríotinto.
* Biblioteca Municipal de Moguer.
Oviedo
* Biblioteca Pública Municipal de Navia.
* Biblioteca Pública Municipal de Villaviciosa.
BIBLIOTECAS POPULARES
* Biblioteca Popular de la Escuela de Capacitación Social de Tra-
bajadores. Calle de Azcona. Madrid. (Esta Biblioteca ha pasado a
depender de la Dirección de Bibliotecas Populares de Madrid.)
* Biblioteca Popular «Miguel de Cervantes» de Zaragoza. (Depen-
diente de la Dirección de Bibliotecas Populares de Zaragoza.)
460 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
BIBLIOTECAS CREADAS EN TRÁMITE DE INSTALACIÓN
Autónomas
* Adt« (Almería).
* Berja (Ahnería).
* Manises (Valencia).
* Priego (Córdoba).
* Toro (Zamora).
BIBLIOTECAS DEPENDIENTES DE CENTROS COORDINADOSGS
Avila
* Biblioteca Municipal de Arévalo.
* Biblioteca Municipal de Madrigal de las Altas Torres.
Guadalajara
* Incremento de la Biblioteca Municipal de Atienza.
* Incremento de la Biblioteca Municipal de Pastrana.
Burgos
* Biblioteca Municipal de Villarcayo.
H u e I Va
* Biblioteca Municipal de Aracena.
* Biblioteca Mimicipal de Ayamonte.
* Biblioteca Municipal de La Palma del Condado.
* Biblioteca Municipal de Valverde del Camino.
Santander
* Biblioteca Municipal de Castro-Urdiales.
SERVICIOS ESPECIALES
Coino consecue'ncia de la reorganización de la Biblioteca Pública
d« Almería y de la creación de la Casa de la Cultura de dicha ciudad,
bajo la dirección del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Biblioteca-
rios y Arqueólogos, la Junta de Intercambio ha intervenido activa-
mente en el incremento de la Biblioteca de la ciudad, modernizando
sus fondos y contribuyando de esta manera a la realización del pro-
yecto de fusión de la antigua Biblioteca Provincial y de la Biblioteca
[iint;i (!•• Intl. i-LMiiibio: S c c i h n i di' ("[uiibK) I n t r n i n t i i í i i . i l d r l'uhlicíiciom.'.s v IMIÍHTOS.
J n n t / i ü r I lili ri-;Mnli¡ii; (lírii vi,sl:i [i'ircial di' -ius lii'in'isitos.
Ci'iilvi' C'oiirtlinador d e IJihíintiTíis di- l >\ifi|i). Uililiul i'c;! '"rorilMn \"rhií,tn", M.,ITI1;U
C f i i U - o r n i i i - d i n i i d u r i U - llÜiliolfiiiH d e O v i r f l o . H i b l i o í f c a " M a r q u é s d e Vií^La A U ' - r r " . Infit-stu.
Snvuh-nvurvn iMadrid.; HibliaLrCíi Miin¡Mp;il y -W l'.ibrica,
Nav;,lc;u-n.Tü iMiuIri.li: l'.ibrk:;i "liHiiistri,'! lispnfu.hi drl J:,hr,ii, S. I. ", domli' está
Íiisl;il!i(l.i lii llibliotrcii Muiiiri|.,tl.
\'ii;f): I ; i h l i l i l í c:i M iiii¡i_ip;il. S:il.i iii l.iiit il
TáiiiítT: Hihüntrcii l'i'ihlica l'lsp;inol:i.
lill)li()li'Cíi. púlilic:) d r l l i i c l v ^ y Ci-iitro ConrcünMdur í\r H i l i l i o l r c a s d e la p i D v i n r i a . I\'LÍI.-II-
iL-iiiuntc i n a u g ü r L i d o s t-n líi capiLiil ;nulalii/-i- A s p i ' i í n d e la s a l a .i;iiural di.' l i c l u r a .
B¡bli(ii.eca. públii-Li il,- 1 Inri va. l l c l a i h ' d r la sala iiilaiiLd y d'- ]in'Sla iiii).
\ ' i s t a ík- cuniuiUii tlL> la Hibliotucíi l'iiblica ^fuiíicipal de- 'Mrrida (Badajtizl,
I JiliiiJQ d<d TeniíTite Curoiifl Ascnsicj.
JUNTA DB ADQUISICIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE PUBLICACIONES 461
Municipal del Ayuntamiento de Almería, que con tanto entusiasmo
y eficacia lia acometido «1 excelentísimo señor gobernador civil de
aquella provincia, don Manuel Urbina.
El número total de volúmenes utilizados en la formación de las
anteriores bibliotecas es de 78.000, perfectamente encuadernados, ca-
talogados y clasificados. Con las bibliotecas se han remitido sus fi-
cheros correspondientes, de autores y sistemático, por el sistema de-
cimal. Las fichas que se han impreso arrojan un total de 300.000,
con un importe aproximado de 25.000 pesetas. Cos ellas se han re-
mitido a los centros creados sus correspondientes libros-registros, de
entrada de obras, de préstamos, talonarios de préstamos y estadística
de lectores. A tales cifras es preciso agregar los lotes de incremento
que se han remitido a las bibliotecas en servicio, anteriores a 1947,
con un total de 20.000 volúmenes, y los servidos a las bibliotecas pú-
blicas a cargo de funcionarios facultativos, con un total de 10.000
volúmenes, aproximadamente. El total importe de las bibliotecas crea-
das hasta el día, en 1947, suman la cifra aproximada de los 3.000.000
de pesetas, que se detallará en la Memoria en prensa.
SECCIÓN DE CAMBIO INTERNACIONAL
La terminación de la guerra mundial ha permitido reanudar con
toda eficacia el cambio internacional de publicaciones, reglamentado
por el Convenio de Bruselas en 15 de marzo de 1886, hoy a cargo de
la Junta.
Son ya muchos los países de todo el mundo los que han empeza-
do a remitir las publicaciones oficiales de sus respectivos centros ofi-
ciales y culturales y en correspondencia, España ha correspondido con
sus publicaciones de la misma índole. Asimismo, son muchos los Cen-
tros españoles. Ministerios, Universidades, Institutos especiales y en-
tidades de diversa índole, las que se han acogido al régimen de la
Junta de Intercambio para el envío de sus publicaciones al extran-
jero y para la recepción de las que los centros extranjeros les
remiten.
El volumen de tales servicios ha alcanzado el año de 1946 cifras
verdaderamente sorprendentes, pues es preciso considerar que duran-
te los «ños de la guerra el servicio de cambio estuvo prácticamente
suspendido.
Consideramos, pues, de interés, dar a conocer el volumen total
del cambio verificado durante el pasado ario, que es como sigue:
IMPORTACIÓN
Ihirante el año de 1946 se han recibido las importaciones si-
guientes :
462 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
De Dinamarca ... Exp. n." 1.118 Con 2 cajas. Paquetes 136
De Suiza » » 1.119 n 1 » » 130
De E.E. U.U ... » » 1.120 » 18 » » 5.048
De Dinamarca ... » » 1.121 » » » 5
De Portugal » » 1.122 » » » 7
De Suiza » » 1.123 » 2 » » 56
De E.E. U.U ... » » 1.124 » 6 » » 628
De E.E. U.U ... » » 1.125 » 113 » » 19.596
Tottd recibido 142 cajas y 13 paq. 25.606
Estas expediciones se lian distribuido en la siguiente forma :
Paquetes
Albacete. Biblioteca Pública 5
Aranjuez. Estación de Horticultura y Jardinería 8
Almería. Estación de Fitopatología Agrícola 10
Badajoz. Centro de Estudios Extremeños 1
Barcelona. Real Academia de Bellas Letras 4
Academia de Ciencias y Artes 216
American Chamber 1
Avícola Bella Ista, S. A 1
Biblioteca Balmes 11
Biblioteca de Cataluña 24
Biblioteca Central .. 13
Biblioteca de Montserrat 1
Señor Bo«ch Aviles 1
Cámara Oficial del Libro 1
Gasa de América 1
Centro Excursionista de Cataluña 3
Clínic4i Corochan 4
Consulado de Estados Unidos 1
Consulado Suizo 1
Escuela Superior de Agricultura 71
Los Estados Unidos 3
Facultad de Medicina 1
Profesor señor Fontsere 1
Institución Catalana de Historia [Natural ... 58
Instituto Agrícola Catalán de San Isidro 5
Instituto Antituberculoso.. 1
JUSTA DE ADQUISICIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE PUBUCACIONES 463
Pcíquetes
Barcelona Instituto Botánico 27
» Inatituto del Cáncer 10
» Instituto de Estudios Catalanes 186
» Instituto de Medicina Práctica 6
» Junta de Ciencias Naturales 107
» Señor Manas 1
» Medicina Clínica 12
Museo Arqueológico 1
Museo de Biología 3
Museo de Ciencias Naturales 5
Museos Municipales 4
Observatorio Fabra 16
Profesor Pijoan 11
Revista Catalana de Ciencia y Tecnología 3
Revista Ibérica 5
Revista Jurídica de Cataluña 1
Sociedad del Fomento de Trabajo Nacional . . 129
El Trabajo Nacional 4
Universidad 51
Viajes Marsans 1
» Señor Vilardell 1
Bilbao. Banco de Vizcaya 1
» Consulado Americano 8
» Escuela de Artes y Oficios de Capataces 4
» Universidad Comercial de Deusto 32
Burgos. Colegio Máximo 3
» Servicio Nacional del Trigo 3
Carril (Pontevedra). Señor Lessner 1
Córdoba. Academia de Ciencias y Bellas Letras 22
» Escuela Superior de Veterinaria 12
El Escorial. Biblioteca del Monasterio 9
Cijón. Colegio de la Purísima Concepción 5
Granada. Observatorio de la Cartuja 27
Granada. Universidad 20
La Coruña. Academia Gallega 3
» Sanidad Exterior 1
» Estación de Fitopatología Agrícola 5
» Universidad 2
Madrid. Academia de Ciencias Exactas 157
» Academia de Ciencias Morales y Políticas 21
» Academia Española 8
» Academia de la Historia 95
464 UVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Paquetes
Madrid. Academia Nacional de Medicina 8
» Aéreo Club de España 4
» Aguas Continentales 2
» Archivo del Ayuntamiento 1
» Banco de España " 5
» Biblioteca Central Militar 1.318
» Biblioteca Municipal 8
3» Biblioteca Nacional 764
» Biblioteca de Palacio 9
» Boletín Meteorológico 4
» Doctor Cardenal 1
» Casa Americana 2
» Casa de la Moneda ... 8
» Doña Caridad Castellano 2
» Señor Cifuentes 1
» Colegio de Nuestra Señora del Recuerdo 5
» Compañía Nacional de Telegrafía 7
» Consejo Oceanógrafico 5
» Consejo Superior de Investigaciones Científicas ... 533
» Cortes Españolas 786
» Cruz Roja Española 27
» Delegación Suiza 7
» Departamento de Estadística Sanitaria 16
» Dirección General de Arquitectura 84
» Dirección General de Banca y Bolsa 187
» Dirección General de Estadística 1.140
» Dirección General de Montes 46
» Dirección General d* Prisiones ' 11
» Dirección General de Sanidad 773
» Dirección General de Telecomunicación 180
» Embajada de los Estados Unidos 53
» Escuela de Automovilismo del Ejército 1
» Escuela de Ingenieros de Caminos 9
» Escuela de Ingenieros de Minas 42
» Escuela de Ingenieros de Minas 6
» Escuela Superior del Magisterio 3
» España Automóvil 3
» Estación Central de Fitopatología Agrícola 7
» Estación de Patología Vegetal 26
» Hemeroteca Municipal 20
» Instituto Biológico Animal 31
» Instituto Español de Entomología 1
JUNTA DE ADQUISICIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE PUBLICACIONES 465
Paquetes
Ma<lr kl. Instituto Español de Oceanografía 46
» Instituto de Cultura Hispánica 143
» Instituto Geográfico y Catastral 28
» Instituto Geológico y Minero de España 797
» Instituto Internacional 9
» Instituto Internacional de Señoritas 1
» Instituto Llórente 1
» Instituto Nacional del Cáncer 39
» Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas 83
» Instituto Nacional de Previsión 29
» Instituto Técnico de Farmacología 9
» Jardín Botánico , 20
Señor Jaidón 1
» Junta.de Intercambio 246
» Laboratorio de Piscicultura 12
» Magisterio Español 3
» Señor Martínez Santa Olalla 1
Ministerio de Agricultura. Biblioteca 4.180
Ministerio del Aire. Biblioteca 358
Ministerio de Asuntos Exteriores. Relac. Cult. .. 814
Ministerio de Educación Nacional %5
Ministerio de la Gobernación 2
Ministerio de Hacienda. Biblioteca "733
Ministerio de Industria y Comercio. Biblioteca ... 3.474
Ministerio de Justicia 5
Ministerio de Marina. Biblioteca ... 1.170
Ministerio de Obras Públicas. Biblioteca 168
Ministerio de Trabajo. Biblioteca 1.905
Señor Miraved Blanco 1
Museo de América 29
Museo Arqueológico Nacional 22
Museo de Ciencias Naturales 130
Museo Nacional de Pinturas 6
Museo Pedagógico 6
Señor Nájera 4
Señor Nogueras 1
Observatorio Astronómico 43
Red Nacional de Ferrocarriles Españoles 88
Registro de la Propiedad Intelectual 461
Revista Clínica Española 1
Revista Española de Cirugía 2
Revista Matemática Hispanoamericana 8
466 HEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Paqiuites
Ma^lrid. Revista Minero-Metalúrgica 5
» Revista de Pedagogía O
» Revista de Sanidad e Higiene 2-1
» Semana Médica 9
» Servicio Meteorológico del Ministerio del Aire ... 18
» Servicio Nacional del Trigo 19
» Sindicato Español Universitario 110
» Sociedad Anónima Azamón 2
» Sociedad Española de Antropología 12
» Sociedad Española de Física y Química 52
» Sociedad Española de Historia Natural 157
» Sociedad Española de Meteorología 1
» Sociedad Geográfica de Madrid 35
» Sociedad Matemática Española 2
» Universidad Central 85
Murcia. Observatorio Meteorológico 3
Oviedo. Universidad 17
Las Palmas. Laboratorio de Oceanografía de Canarias '2
» Museo de Antropología 2
» Servicio Agronómico Nacional 5
Salamanca. Biblioteca Provincial Universitaria 9
» Inspector Provincial de Sanidad 63
» Universidad 13
» Señor Schart 1
San Femando. Observatorio de la Marina .. 56
Santa Isabel de Femando Póo, Servicio Agronómico 5
San Sebastián. Señor Careaga 1
Santander. Biblioteca Menéndez Pelayo 1
» Delegación de Pesca Regional Cantábrica ' 26
Santiago de Compostela. Seminario de Estudios Gallegos 54
» » Universidad 18
Sevilla. Archivo General de Indias 15
» Archivo Hispalense 1
» Biblioteca Provincial Universitaria 8
» Consulado Americano 1
» Consulado Suizo 1
» Diputación Provincial 2
» Instituto Hispano-Cubano 11
» Universidad 33
Soria. Servicio Agronómico Nacional 1
Sueca (Valencia). Laboratorio Experimental del Arroz ... 1
Toledo. Observatorio Geofísico ;>
JUNTA DE ADQUISICIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE PUBLICACIONES 467
Paqweteis
Tortoaa. Observatorio del Ebro 32
Valencia. Biblioteca Universitaria 17
» Crónica Médica Valenciana 13
» Estación Naranjera de Levante 1
» Facultad de Medicina 7
» Instituto General y Técnico 9
» Instituto Nacional de Segunda Enseñanza 28
» Revista Española de Cirugía "6
» Revista de Higiene y Tuberculosis 6
Valladolid. Colegio de los Agustinos 9
» Colegio de San José 5
» Museo Arqueológico 4
» Universidad 41
Vigo. Biblioteca Pública García-Barbón 5
» Colegio del Sagrado Corazón 5
» Massó Hermanos 26
Villanueva y Géltrú. Museo Balaguer 5
Zaragoza. Academia de Ciencias Exactas 1
» Colegio del Salvador ... 213
» Padre Navas 2
» Sociedad Entomológica de España 65
» Socied/ad Ibérica de Ciencias 197
» Universidad ... 179
Total d& pagitetes 25.433
EXPORTACIÓN
El servicio de exportación se ha realizado con los paquetes envia-
dos a la Junta por los siguientes Organismos:
PAQUETES
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 102
Academia de Ciencias Morales y Políticas 42
Biblioteca Nacional 42
Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid 56
Dirección General de Ganadería 2
Fomento del Trabajo. Barcelona 1
Junta de intercambio 8
463 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Paqu^ties
Instituto Biológico Animal 17
Instituto Geográfico y Catastral 20
Instituto Geológico y Minero de España 110
Museo Arqueológico Nacional 8
Observatorio de la Cartuja. Granada 80
Revista Las Ciencias 48
Revista española £os 105
Servicio Meteorológico del Ministerio del Aires 29
Sociedad Geográfica (Real) 79
Universidad de Granada 156
Universidad de Madrid. Biblioteca 1
Total 914
Estos envíos se han distribuido en la siguiente forma :
PAQUETES
Expedición núm. 1, para Portugal 91
» » 2, » Argentina 97
» » 3, » Inglaterra 97
» » 4, » Estados Unidos 182
» » 5, )) Italia 98
» » 6, » República Dominicana 24
» » 7, » Australia 7
» » 8, » Bélgica 18
» » 9, » Brasil ,. 21
» » 10, » Canadá 23
» » 11, » Colombia 10
» » 12, » Costa Rica 2
» » 13, » Cuba 23
» » 14, » Ecuador 4
» » 15, » Dinamarca 4
» » 16, » Holanda 27
» » 17, » Chile 14
» » 18, » Peni 20
» » 19, » Suecia 42
» » 20, » Uruguay 10
» » 21, » Irlanda 9
» , » 22, » Suiza 35
» » 23, » Italia 39
JUNTA DE ADQUISICIÓN Y DISTRIBUCIÓN DB PUBLICACIONES 469
Paquetes
» » 24, « Bolivia 3
» » 25, » Nueva Zelanda 2
» » 26, » Luxemburgo 1
» » 27, » Monaco 3
» » 28, » Hong-Kong i
» » 29, » El Salvador 1
» » 30, » Filipinas 2
» » 31, » Turquía 1
» » 32, » Pu€rto Rico 3
Total 914
13
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NOTA INFORMATIVA DE LAS VISITAS Y GESTIONES REALI-
ZADAS EN WASHINGTON POR LOS SEÑORES TORTAJADA Y
BORDONAU
Consideramos de interés dar a conocer el extracto
de los informes redactados por nuestros compañeros
señores Bordonau, Tortajada y Mateu a la vuelta de
sus viajes a Estados Unidos, Holanda, Suecia, No-
ruega e Inglaterra, verificados bajo el patrocinio del
C. S. I. C. y de la Junta de Relaciones Culturales.
[N. de la R.].
De»de nuestra llegada a la Biblioteca del Congreso y nuestra pre-
sentación en el departamento español comenzaron las facilidades para
encaminar nuestra labor, y no han cesado en todo el tiempo que he-
mos permanecido en Washington.
En la Fundación Hispánica, su subdirector, Sr. Aguilera, ha esta-
do en todo momento a nuestra disposición, no sólo para trazar el plan
de visitas a las diferentes dependencias de la Biblioteca, sino tam-
bién indicando los diversos centros que debíamos visitar, disponien-
do las entrevistas y entregándonos carfas de presentación, que han
facilitado de modo extraordinario estas conversaciones previas para
dar a conocer el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y po-
ner los cimientos de futuros intercambios, en unos casos, y de conso-
lidar y ampliar, en otros, las relaciones de cambio que el Consejo ya
tenía establecidas.
En el primer día de nuestra visita ^ la Biblioteca del Congreso
tuvimos una entrevista con su director, el doctor Evans, en la cual le
dimos a conocer nuestros propósitos, ofreciéndonos su apoyo y en-
cargando al Sr. Aguilera el cuidado de darnos todas las facilidades po-
sibles para el éxito de nuestra gestión.
En días sucesivos visitamos los distintos departamentos de esta im-
portantísima Biblioteca, sus instalaciones, organización y funciona-
miento. De un modo especial, y con fines de intercambio, tuvimos
unas conversaciones con los jefes de los departamentos de adqui-
siciones y de cambio internacional.
Por parte del presidente de la Delegación de Wáslúngton de Aniip-
474 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
rican Yibntry Association, recibimos importantes sugerencias en or-
<íel al mejor desarrollo de nuestros planes y la invitación para asis-
tir a la reunión anual, que se celebrará en Cliicago en los últimos días
de diciembre, de los afiliados a la A. L. A., corroborando de esta for-
ma la indicación que a este propósito nos hizo en España el doctor
Hanke.
En el Archivo Nacional fuimos recibidos por su director, doctor
Buck, «1 cual le dimos a conocer los notables progresos realizados en
España durante estos últimos años, en orden a la mejor instalación y
protección de sus documentos, destacando el hecho de la construcción
de un nuevo edificio para el Archivo Histórico Nacional, enterándo-
le asimismo de la publicación de nuevos catálogos. Por su parte, el
director nos explicó brevemente el contenido y organización de su
Archivo, deseando que la visita fuese de gran utilidad para nuestra
misión. Competentemente dirigidos por el program adviser de este
centro, Mr. Holmes, visitamos con detención todos los servicios e ins-
talaciones, pudiendo admirar los magníficos depósitos y los extra-
ordinarios laboratorios de reproducciones y restauración, así como las
principales secciones. Con este Archivo se ha acordado un cambio de
publicaciones con las análogas de España.
El día de nuestra presentación en el Archivo tuvieron la atención
de invitarnos a almorzar.
Durante esta primera estancia en Washington han sido visitados
los siguientes importantísimos centros: The Army Medical Library,
Tre office of Education Library, con los cuales se ha iniciado un con-
venio de intercambio de publicaciones. También nos hemos puesto
en relación con los siguientes: Smithsonian InsHtution, Camegie ¡rís-
titution, Agriculture Departanifnt, The NatUmnl Reiearch Council,
The Social Scienee Research Council, The American Councü of Lear-
ned Societies, Pan American Union, National Geographicfd Associa-
tion, Oatholic University Howard ¡Jniversity. De todos éstos, unos ya
tenían establecido cambio con el Consejo y otros han recibido ahora
la primera propuesta de intercambio.
Entre todos estos acuerdos deben destacarse: El establecido con el
director de la Biblioteca del departamento de Agricultura, en virtud
del cual el Consejo podrá recibir, no sólo las publicaciones importan-
tísimas de este departamento, sino cualquier artículo de cualquier re-
vista de agricultura del mundo entero, reproducido en microfilm.
Y los convenios preparados con la Universidad Católica, no sólo
para el cambio y distribución de las publicaciones del Consejo, sino
también para el intercambio de alumnas de la Escuela de Auxiliares
de la Investigación con alumnas de la Escuela de Bibliotecarios de
dicha Universidad.
Tuvimos el honor de ser invitados por el señor rector de esta Uni-
versidad, que nos sentó a su mesa, con el vicerrector, el procurador y
NOTICIARIO 475
vatios destacadísimos profesores, entre ellos el Padre Zíegler, el cual,
non su prestigio y su devoción científica y espiritual a España, ha sido
el que ha facilitado extraordinariamente esta perfecta compenetra-
ción, que se tradujo en este acto en continuas y exaltadas demostra-
ciones de afecto y admiración a España y a la obra católica y cultu-
ral de nuestra Patria.
Todas estas relaciones con los diversos centros y organismos han
sido en todos los caso», sin excepción, recibidas por todos ellos con
especial interés y serán objeto de nuevas conversaciones durante los
días de la Asamblea de Chicago y a nuestro regreso a Washington, du-
rante la primera quincena de enero, con el fin de perfilar detalles y
acordar convenios de la mayor amplitud posible.
1 4 DICIEMBRE 1 9 4 6
N O T A INFORMATIVA DE LAS VISITAS Y GESTIONES REALIZADAS E N LA S E -
GUNDA ETAPA DE SU VIAJE POR LOS S R E S . TORTAJADA Y BORDONAU
El 14, por la mañana, salimos de Washington, y en dirección a
Nueva York, nos detuvimos en Baltimore para visitar la Universidad
John Hopkina y arreglar y ampliar las relaciones de cambio, que ya
existían con el Consejo.
En esta misma población conocimos la organización de la Biblio-
teca Enoch Pratts (Free Public Library), con algo más de un millón
de volúmenes entre la Biblioteca Central y las ramas que tiene esta-
blecidas en distintas escuelas y en los barrios de la ciudad.
Nos trasladamos después a Filadelfia, donde estudiamos la orga-
nización de la Biblioteca Universitaria de Pensilvania, y establecimos
con BU director nuevos conciertos de cambio con las publicaciones del
Consejo. En, la misma capital visitamos y estudiamos la organización
y servicio de su gran Biblioteca Pública,
Nueva York, por la importancia cultural de su Universidad (Co-
lumbiot JJnivermy), por los principales centros de investigación que
tienen su sede en esta capital y por su Biblioteca Pública, una de las
primeras en este país, ha sido objeto de una especial atención en esta
etapa del viaje.
La Biblioteca Pública ha sido estudiada con la preocupación de
conocer todo lo posible sus servicios y funcionamiento en sus diver-
t í s secciones.
Con cartas de presentación, facilitadas por la Fundación Hispá-
nica, de la Biblioteca del Congreso, y por el profesor Earl J. Ha-
milton, de Northwestern University, hemos visitado los organismos si-
guientes :
Cotumhia University: Con esta Universidad se ha formalizado por
476 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
escrito un convenio de intercambio, después de varias reuniones du-
rante tres días, en virtud del cual el Consejo recibirá, en cambio de
sus publicaciones, todas las de carácter oficial de este país que le.in-
teresen y también obras editadas por Columbia Press.
En esta Universidad fuimos invitados oficialmente por el secreta-
rio del Comité de la Asociación de Bibliotecarios del Este a la re-
unión que se celebró el día 30 de noviembre, y en la cual el presiden-
te hizo nuestra pública presentación a la Asamblea, en concepto d e
distinguidos representantes de los archiveros y bibliotecarios de Es-
paña, «cogiéndose nuestra presencia coa abundantes aplausos.
Los centros de Nueva York que publican trabajos, como la Biblio-
teca Pública, la Ingin^iering Societies Library, la Ñ^w York Historical
Society, la American Geographical Sodety y la Hispanic Sodety of
America, han aceptado o ampliado las relaciones de intercambio de
publicaciones con el Consejo, En cuanto a la Geological Society of
Amierica^ se ha solicitado de su presidente, con esperanzas de éxito»
que acuerden conceder al Consejo de Investigaciones la categoría de
depositario de sus importantes publicaciones, del mismo modo que lo
ea ahora nuestro Instituto Minero. Estas publicaciones no se venden
ni se cambian, sino que se envían a un reducido número de centros
culturales del extranjero, previo acuerdo de la Sociedad,
Las visitas efectuadas al Institut of International Eduoation, al So-
úial Sciences Reseanch Coundl y a Guggenheim Menwrial Founda-
tion, han tenido por objeto darles a conocer la obra del Consejo y
obtener de estos organismos que nos repitan sus reports, y al mismo
tiempo establecer con ellos unas relaciones que puedan traducirse en
momento oportuno en la posibilidad de intercambio de estudiosos y
despertar actualmente su interés para que envíen sus pensionados a
España.
Con la casa Wilson, la más importante editorial de este país desde
el punto de vista bibliográfico, se han ampliado las relaciones comer-
ciales que ya tenía con el Consejo, obteniendo de ella un amplio cré-
dito que hará posible dotar a la Biblioteca Nacional y a otras impor-
tantes bibliotecas de los principales libros de referencia indispensable»
para la investigación en todos los campos.
Se ha establecido con la U. S. International Books Corporation
un concierto que puede permitir al Consejo y a las bibliotecas ad-
quirir libros y revistas de todas las materias, publicados en este país.
En el Estado de Nueva Jersey visitamos una preciosa Biblioteca
Pública en el pueblo de Montclair, de gran interés por su perfecta
y moderna organización técnica. También en este Estado visitamos la
Universidad dte Princeton, y ge acordó con su bibliotecario general un
incremento del intercambio.
Camino de Boston, nos detuvimos en la Vniímsidaft de Yaler
(New-Haven) para estudiar su famosa biblioteca, una de las más her-
NOTICIARIO 477
mosas Y de las más importantes entre las universitarias. Su moderní-
sima instalación es perfecta y ele gran interés. En nuestra estancia en
esta famosa Universidad fuimos huéspedes de uno de sus colegios, el
Saybrook College, invitados por mediación del profesor Bemes del
departamento de Historia de dicha Universidad. Del mismo modo que
en las demás Universidades, también en esta de Yale se acordó una
ampliación del cambio de sus publicaciones con las del Consejo.
En Providence visitamos su Universidad, recibiendo del director
de su biblioteca las mismas facilidades que en las otras, en relación
con el cambio de publicaciones. En la misma población visitamos la
famosa Biblioteca John Cárter Brown, que contiene la colección tal
vez más famosa de manuscritos y libros raros sobre Historia de la
América latina.
Por su historia y prestigio excepcional, dedicamos al estudio y re-
laciones con la Universidad de Harvard los días 5, 6 y 7 de diciem-
bre, durante los cuales, además de visitar sus notables bibliotecas,
se concertó un acuerdo de excepcional importancia, que significa un
claro reconocimiento del interés que ofrece la producción científica
del Consejo, cuyas publicaciones se enviarán a cambio de las que
edita Harvard University Press, ampliándose después este intercam-
bio a los libros y revistas de editoriales de carácter particular en
ambos países.
En los tres días de nuestra estancia en esta importantísima Univer-
sidad, hemos recibido invitaciones por parte de los profesores Ha-
ring, Usher, Colé y Berrien, y del director de su biblioteca, el señor
Metoalf.
Con el famoso InsíitutP de Tecnología de M^>ssvchussets, próximo
a Harvard, se concertaron igualmente favorables relaciones de inter-
cambio. '
En Boston visitamos su Biblioteca Pública, de gran importancia;
la Massachus^ts Historial Society y la Biblioteca diei Ateneo.
Camino de Chicago, nos detuvimos en la Universidad efe Ann-
Arbor, del Estado de Michigan, visitando su biblioteca y estableciendo
con ella un acuerdo de cambio de publicaciones del Consejo con las
de esta Universidad.
* * *
La próxima'nota comprenderá la relación de nuestras gestiones y
de nuestras actividades en Chicago, Northwestern University, Univer-
sidad del Estado de Illinois y confirmación de los acuerdos planteados
en Washington y alguno de los Centros de Nueva York.
478 BEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
NOTA DE LAS VISITAS Y GESTIONES EFECTUADAS FN CHICAGO
Y OTRAS POBLACIONES
Acompañados por el profesor Earl J. Hamilton, de Northwestera
Ufíiversity, en Evanston, visitamos dicha Universidad y au biblioteca,
con cuyo director se concertó una ampliación de las relaciones de
intercambio con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
En esta Universidad dio una conferencia el señor Bordonau a un
grupo de profesores y alumnos, acerca de los archivos y bibliotecas
^ e España.
El profesor Hamilton organizó una cena para presentamos a varios
profesores de la citada Universidad, a los cuales explicó el señor Tor*
tajada, en una charla, el origen, desarrollo y función del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas.
Visitamos la Universidad de Chicago, y con el director de su
biblioteca se trató de ampliar las relaciones de intercambio ya exis-
tentes, concretando las proposiciones en unas bases que se le entrega-
ron y que están en estudio.
Hicimos una visita a la Escuela de Bibliotecarios de esta Univer-
sidad, que es la única en el país que concede el grado de doctor en
estos estudios biblioteconómicos, y con su vicedireclor, el doctor Car-
nowsky, tuvimos un amplio cambio de impresiones acerca del funcio-
namiento de las enseñanzas de esta Escuela.
En la misma ciudad de Chicago hemos conocido: la Biblioteca
Pública, semejante en su organización y funcionamiento a las demás
de este tipo que existen en todas las poblaciones importantes; la de
Newberry, de excelente contenido humanista, y la especial de John
Crere, con notables fondos sobre Ciencias Sociales y famosa por su
buen funcionamiento.
Nos trasladamos a Urbana para visitar su Universidad y su gran
biblioteca. Fuimos muy amablemente acogidos y constantemente ob-
sequiados por el profesor Hohn Van Home, agregado cultural que fué
«n España, y por los demás profesores de su departamento de Len-
guas Romances.
Invitados por el profesor Van Home, asistimos a una de las clases
-de español, donde tuvimos la oportunidad de poder dar a conocer a
los alumnos, por el sistema de preguntas y respuestas, algupas cosa»
de España por las que demostraron interés.
Como representantes de los bibliotecarios de España, ha constado
nuestra presencia en la reunión anual de American Library Associa-
tion, que se celebró en Chicago en los últimos días del me» de di-
ciembre.
La visita a las Universidades del Oeste, produjo las mismas con-
secuencias que en las restantes Universidades americanas. Califoraia
NOTICIARIO 479
tiene una marcada influencia española, y sus Centros se hallaban ávi-
dos de poseer, en intercambio, las publicaciones del Consejo.
Con la Universidad de California, estatal, cuyos Centros más prin-
cipales están en Los Angeles y en Berkeley, se acordó un amplio
intercambio de publicaciones, incluyendo las de Berkeley Press. Idén-
tico acuerdo se estableció con Stauford University, en Polo Alto, y
con Centros determinados de prestigio científico internacional, como
el Food Research Institud.
En Los Angeles fué visitada, además, la famosa Huntington Li-
brary, con más de un millón de manuscritos, verdadero laboratorio
de investigación histórica, estableciéndose intercambio con sus publi-
caciones y también con las de Southern University.
Las Bibliotecas Públicas de San Francisco y de Los Angeles res-
ponden, en instalación y organización, al mismo tipo de las visitadas
en el Este y en el centro de este país; pero la de Los Angeles ofrece
la particularidad de no tener u n gran salón de lectura general o sala
de referencias, por haber adoptado el sistema de integrarse la biblio-
teca exclusivamente de secciones.
En Duiham, Carolina del Norte, ha sido visitada la importante
Universidad de Duke, y se ha acordado con el director de su biblio-
teca dar una mayor extensión al intercambio ya existente de sus pu-
blicaciones con las del Consejo Superior de Investigaciones Cientí-
ficas.
Vueltos a Washington, hemos aprovechado esta segunda estancia
en la capital para completar y consolidar la» relaciones establecidas
anteriormente, de un modo especial con la Biblioteca del Congreso
y con el Archivo Nacional.
Con la Biblioteca se ha establecido oficialmente un amplio y fa-
vorable intercambio. En cuanto al Archivo, ha ofrecido enviar sus
Memorias y otras publicaciones de interés.
A ambos Centros y a las bibliotecas de la Universidad Católica y
Pública de Nueva York se les ha hecho un donativo de algunas pu-
blicaciones del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos,
que fueron enviadas por la Junta de Intercambio.
Como despedida y en agradecimiento a las atenciones recibidas,
«e reunió en una comida, invitados por los servicios bibliográficos
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pero a expensas
de la Embajada, a distinguidas personalidades del campo intelectual,
entre las cuales figuraron el rector de la Universidad Católica y los
profesores de la misma P . Ziegler y P . Rubio; el rector de la Uni-
versidad de Georgetown; el doctor Flamming, de la Institución Car-
negie; el director del Archivo Nacional; el de la Fundación Hispá-
nica de la Biblioteca del Congreso; el jefe del Cambio Internacional
en este país y representante de la Smithsonian Institution; el director
d e la Biblioteca del Departamento de Agricultura, etc.
480 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Antes de salir de Estddos Unidos h<?mo8 dedicado los últimos días,
en Nueva York, a reafirmar las relaciones que se establecieron an-
teriormente con Columbia University y otros organismos.
Por liquidación de U. S. I. B. A., organización con la cual ha-
bíase llegado al acuerdo durante nuestra primera estancia en esta ca-
pital de que «lia serviría al Consejo todos los libros y revistas de este
país que necesitase, se han hecho, con éxito, gestiones con varios li-
breros y con la Librería de Columbia üiiiversity, la cual en principio
se ha comprometido a servir los libros al Consejo, y para ultimar este
convenio se le enviarán por escrito las condiciones.
Nueva York, 26 de enero de 1947.
DON JUAN CABRÉ AGUILO
El día 2 del pasado agosto falleció en Madrid, tras penosa enfer-
medad, «1 ilustre prehistoriador don Juan Cabré Aguiló, dando cris-
tiano fia a una vida íntegramente y con el máximo esfuerzo dedicada
a la investigación. Con esta desgracia sufre la arqueología española
una pérdida irreparable, y rara vez esta calificación tendrá signifi-
cado tan exacto como en el caso del señor Cabré, cumplido caballero
y estudioso infatigable, a quien esa disciplina debe en España sus más
destacados descubrimientos de los últimos cuarenta años.
Había nacido el 2 de agosto de 1882 en Calaceite (Teruel), en un
ambiente duro, laborioso y tenaz, que desde niño le dotó de aquella
resistencia que demostraría aun en la» empret-as profesionales más ar-
duas y difíciles. Realizó los primeros estudios en Torlosa y Zaragoza,
donde bajo la inñuencia del coleccionista don Sebastián Montserrat,
se inició en él aquella afición al dibujo y la Arqueología, que le lle-
varon muy pronto a realizar las excavaciones de San Antonio de Ca-
laceite, que después, pensipnado por la Diputación Provincial de Te-
ruel, simultaneó con sus estudios en la Real Academia de Bellas Ar-
tes de San Fernando. En 1903, al cumplir veintiún años, descubrió
las pinturas rupestres de Calapatá, las primeras en este siglo incor-
poradas al que pronto formaría el conjunto extraordinario de nues-
tro arte prehistórico. Aquellas primeras búsquedas fueron patrocina-
das por una benemérita entidad local, que tenía por órgano de ex-
presión el Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón, donde en
1907 publicó su primer artículo con el título «Excavaciones practica-
das en el monte de San Antonio de Calaceite».
Muy pronto le siguió una colaboración activa en el Boletín de la
Real Academia de Buenas Letras, de Barcelona; en el mismo del
N o TIC IA BIo 481
Bajo Aragón y en d de la Real Acailemia de la Historia, con cuyos
trabajos atrajo la atención de hombres como el marqués de Cerralbo,
Fita, Mélida y el abate Breuil, ya entonces eminentes en estudios ar-
queológicos, que en 1907 le propusieron para miembro correspon-
diente de la Real Academia de la Historia, y alguno de ellos, como el
abate Breuil, solicitó su colaboración para diferentes trabajos que
fueron publicados en VAnthropologie desde 1909 a 1912. Su primera
obra de grandes alientos y entonces la primera española en la mate-
ria, El arte rupestre en fJs/xiña, con la que se inició la brillante serie
de Memorias de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Pre-
históricas, a que Cabré, desde dos años antes, pertenecía, apareció
en 1914, pero ya la confianza despertada por sus trabajos de campo
había hecho que en 1908 se le encomendase la redacción del Catálo-
go Monumental y Artístico de la provincia dt Teruel, y después los
de Soria y Zaragoza.
Esta dedicación casi total de sus primeros años al estudio de ar-
tes e industrias prehistóricas continuó íntegramente hasta 1917, y a
ella se debe el descubrimiento de multitud de pinturas rupestres, pero
aunque la vida profesional le hizo seguir otros caminos, nunca pudo
olvidar la primera sugestión arqueológica, y mucho más tarde estu-
dió y publicó otras importantes estaciones, como la cueva de «Los
Casares», de la Riva de Sahelices (Guadalajara).
En 1917 pasó de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas
y Prehistóricas a trabajar en el Centro de Estudios Históricos, y bajo
la dirección de don Manuel Gómez Moreno, en temas de arqueólo-.
gía ibérica, para los que ya había acreditado destacada preparación
en las excavaciones de Calaceite, de la Cueva y Collado de loa Jardines
de Santa Elena (Jaén) y en aquellas de las provincias de León y Gua-
dalajara, adonde estrecha amistad con el marqués de Cerralbo le ha-
bía llevado. Entretanto en la benemérita Junta Superior de Excavacio-
nes y Antigüedades, a quien la arqueología española debe el ingente
avance conseguido desde 1911 a 1936, Cabré era quizá el más desta-
cado colaborador, y bajo sus auspicios excavó y publicó más tarde la
necrópolis de Tútugi, el dolmen de Menga; las necrópolis de lUora,
I^s Cogotas y La Osera; los poblados de Las Cogotas y Azaila, por no
citar sino los más importantes, y, por último, después de 1940, la
ciudad visigótica de Recópolis, logrando la alta estimación que como
director de excavaciones se le reconocía en todos los medios científi-
cos. El magnífico fruto logrado por Cabré en tales trabajos no fué
un producto de buena fortuna, pues en estas empresas la causa del
éxito es el conocimiento científico, la atención tensa, el menosprecio
a la fatiga corporal y, sobre todo, la claridad de clasificación previa
de las ruinas por los restos de superficie, que evita gastar esfuerzo
y medios en aquellos lugares donde el excavador no puede adivinar el
éxito. Cabré, como el operador a través de la radiografía, sobre la
482 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
tierra aún no removida sabía diagnosticar la extensión y cuantía de
las ruinas, pero, además, tienía singular JEacilidad para distinguir
los estratos, aun los más mezclados, y una útilísima habilidad para el
levantamiento de planos y dibujos de los hallazgos.
A su etapa de investigador del arte rupestre, que había dado lu-
gar a treinta y cinco publicaciones, sumó ahora en ésta de excavar
yacimientos protohistóricos más de otras cincuenta, entre las que des-
tacan las de Azaila, Las Cogotas y l ^ Osera, y que unidas a treinta
más de diferentes temas arqueológicos constituyen el total de su bi-
bliografía.
A estas penosas actividades unió también Cabré otras más reposadas.
Fué director del Museo Cerralbo desde 1922 a 1940, perteneció desde
1920 al Museo Antropológico y desde 1942 al Arqueológico Nacional;
al fundarse en 1940 el Consejo Superior de Investigaciones Científi-
cas fué nombrado jefe de la sección de Prehistoria del Instituto «Die-
go Velázquez», y en repetidas ocasiones fué profesor de cursillos del
Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Sus
méritos habían sido reconocidos por la Real Academia de la Historia,
la de Buenas Letras, de Barcelona, y la Sociedad Hispánica, de Nue-
va York, que le hicieron miembro correspondiente, y por el Gobier-
no español, que en 1945 le otorgó la merecida recompensa de la cruz
de Alfonso X el Sabio.
El brillante fruto de esta laboriosa vida, que tantos monumentos
ha incorporado a la Historia de la Antigüedad española, tiene claro ex-
ponente en su bibliografía, que ha sido publicada en el Boletín Ar-
queológico del Sude/ste Español (B. A. S. E., 1945); pero lo que
aún podía esperarse de su fecundida actividad, el fruto maduro y
reposado de tantos años de experiencia era mucho más; de él cono-
cíamos como trabajos ya empezados la publicación detallada y enri-
quecida con sus magníficos dibujos de los hallazgos completos de la
necrópolis de La Osera, el fascículo de cerámica ibérica dispersa que
para el Corpus Vasorum Hispanorum le había encomendado el Con-
sejo Superior de Investigaciones Científicas, el conjunto de sus exca-
vaciones de Recópolis, el estudio del tesoro de plata de Abenjibre y
tantos más en que difícilmente otro arqueólogo podrá sustituirle.
Para quienes con don Juan Cabré convivimos tantos años, su pér-
dida es no sólo la de un admirado colega, sino también la de u n ami-
go leal y un consejero y colaborador insustituible; pero ante el dolor
de la desaparición del hombre queda, al menos, el consuelo de saber
que su obra es imperecedera, y su nombre estará unido para siem-
pre a los años más fértiles de la arqueología española.—B. TARACENA.
N O T I C I A R I O 483
HENRI BREUIL
En los primeros días del presente mes de febrero cumplió setenta
años el abate Henri Breuil. Breuil es hoy el patriarca de la pre-
historia europea, que enlaza los tiempos heroicos de hace cincuenta
años, la época de Mortillet y Cartailhac, con la investigación actual,
frondosa y llena de perspectivas insospechadas.
Pocos son los aspectos del paleolítico y del arte rupestre en que
Breuil no haya marcado la impronta de su visión personal. Grande»
innovaciones le son debidas, y con su ágil espíritu y su incansable
actividad sigue marcando la pauta que la pléyade de jóvenes pre-
historiadores sigue en la actualidad.
Para nosotros interesa destacar que son ya cuarenta y cinco los
años que lleva dedicados a temas españoles, y es, por tanto, el decano
en nuestros estudios. Su labor, especialmente en la rebusca y copia
de pinturas rupestres, forma época, y ha sido realizada con un gran
amor por España, que todos cuantos españoles se han acercado a él
en estos últimos años han podido apreciar.
Su actividad es incesante. Reciente está su intervención constante
y decisiva en muchos momentos en el I Congreso Panafricano d e
Prehistoria. Actualmente, vuelto al África del Sur, se propone seguir
con el estudio del arte rupestre de aquellas regiones, preocupándole
el problema de los probables contactos o paralelismos con el arte
levantino español.
La REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS, al re-
cordar esta fecha en la vida del ilustre hispanista, desea que por largos
años pueda seguir guiando con su experiencia a la cada vez más fecun-
da investigación del remoto pasado de nuestros pueblos.
LOS ARCHIVOS ESPAÑOLES
Con mucho gusto recogemos en nuestras páginas el
artículo que sigue, aparecido en el diario- «/n/orma-
ciones», de Madrid, el. día 28 de julio de 1947. Y
al insertarlo en nu^strtí REVISTA debemos agradecer
a su ilustre autor, don M. Cencillo, gerente de la
Compañía Transmediterránfa, los términos en que
se produce, tan elogiosos para el Cuerpo de Archive-
ros, Bibliotecarios y Arqueálogos.—\íiota de la Re-
dacción.]
«El hallazgo en la cripta de la iglesia de Santiago, de Málaga, de
los restos de don Juan de San Martín, padre del general San Martín,
liberador de América, trae al primer plano de la actualidad la cues-
484 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
tión tratada no hace mucho en «A B C», de la escasa plantilla de fun-
cionarios que sirven los arcliivos españoles.
La información de la Agencia Cifra que publican los periódicos
ofrece un creciente interés narrando el intenso trabajo de búsqueda
realizado sobre la base del rumor de que el personaje había fallecido
en Málaga, hasta llegar al feliz y emocionante ñnal de dar con la lá-
pida de mármol en la que, en letras doradas, leyeron: «Aquí yace el
señor don Juan de San Martín, que falleció el día 4 de diciembre
del año 1796.»
Para lograr desenlace tan afortunado, que colma las más exigentes
aspiraciones del investigador, se registraron tentativas frustradas y fué
preciso todo el empeño oficial puesto por las jerarquías estatales para
que con actividad intensiva se llegase al fondo de los archivos, donde,
a no dudar, se encuentran, ignorados por esta generación, tesoros pre-
ciadísimos de nuestra historia, que es preciso sacar a la luz para ejem-
plo de los españoles de hoy y orgullo de la raza.
Los archivos parroquiales, el archivo municipal y, finalmente, el
de protocolos, fueron examinados ávidamente, leyendo legajos, de
los que seguramente antes nadie se habja ocupado, hasta encontrar,
en el último citado, no sólo el dato que se buscaba, sino también otros
de interés, como unos poderes otorgados por el capitán don José de
San Martín, y otro documento concediendo seis reales de vell¿n para
la manutención de su hijo, entonces cadete del regimiento de Murcia,
número 6, de guarnición en Málaga, y luego el famoso general don
José de San Martín, libertador de América.
Esa labor de búsqueda, tan rápida y satisfactoriamente realizada,
hubiera podido estar hecha hace tiempo si el benemérito Cuerpo de
Archiveros y Bibliotecarios fuese lo suficientemente numeroso para
que cada archivo tuviera los funciotiarios necesarios para desentra-
ñarlo y tener catalogados todos sus documentos con fichas completas
de los datos que cada uno ofreciese al interés del investigador.
•Ocupado ahora, por impulso patriótico, en reyivir en el recuerdo
la figura de un heroico brigadier español del siglo XVIII, que perdió
su vida en acto de servicio, he tenido que acudir, con el afán del des-
cubridoi;, a archivos y bibliotecas buscando datos para evocar la vida
de aquel hombre, sepultado en el olvido, como estará la de otros es-
pañoles ilustres que realizaron actos meritísimos, sin que tengan un
libro biográfico que los rememore.
El camino del investigador es penoso, no obstante la labor abne-
gada y constante, y la amabilidad de los funcionarios encargados de
los ¡archivos, que facilitan cuantos antecedentes están a su alcance, y
al propio tiempo van lentamente, porque suele ser tarea de uno, for-
mando los ficheros de su archivo.
También yo, en un archivo de protocolos, he encontrado datos pre-
ciadísimos, y, en cambio, otros archivos, donde forzosamente ha de
NOTICIARIO 485
haberlos, no han podido todavía facilitármelos porque el ingente mon-
tón de legajos correspondiente al siglo XVIII está sin catalogar y han
de realizar una labor penosa y lenta para dar con el que me interesa,
si, como me figuro, se encuentra en ellos.
Los archivos de protocolos, los parroquiales, las actas de las sesio-
nes de los Municipios, son canteras riquísimas de datos históricos que
sorprenderán cuando se investiguen a fondo, porque no todos ellos
están concentrados en el Archivo General de Simancas, o en el His-
tórico Nacional, o en el de Indias. El archivo de la Dirección General
de la Deuda y Clases Pasivas, de la calle de Argumosa, que por su
nombre parece cosa de burocracia y balduque, contiene noticias in-
teresantísimas, que su jefe, con su labor de benedictino, va extrayendo
de aquellos legajos sobre jubilaciones y pensiones, de apariencia tan
vulgar.
No se puede pedir más al abnegado Cuerpo de Archiveros y Bi-
bliotecarios, mientras haya archivos que no estén a su cargo y existan
otros cuya plantilla la constituya un solo funcionario. Lo que hay que
desear es que dicho Cuerpo se aumente en número hasta que sea el
suficiente para poner al descubierto todos los tesoros de nuestra his-
toria que yacen desconocidos en tantos y tantos legajos polvorientos
colocados en anaqueles olvidados.
Esta obra la agradecerían también los pueblos de América; aque-
llas naciones hispanoamericanas, hijas de España antes, hoy nuestras
hermanas, cuya historia fué común con la nuestra durante varios si-
glos, por lo que han de acudir a nuestros Archivos, como ahora lo ha
hecho la primera dama argentina, doña María Eva Duarte de Perón,
por encargo expreso de su ilustre esposo el general Perón, presidente
•de la Argentina, para encontrar los restos del padre del Libertador.
M. CENCILLO DE PINEDA.»
EXPOSICIONES DEL LIBRO ESPAÑOL
EN Z U RIC H
«Se celebro en Zurich, en la mañana del domingo, 11 de mayo de
1947, la inauguración de una Exposición del Libro Español. Se ha
dicho con verdad que este acto era una réplica de la Exposición del
Libro Suizo en Madrid, en 1944. Entre ambas Exposiciones se han
realizado otras del Libro Español en Buenos Aires, Montevideo, Lis-
boa, etc., mientras Zurich ha visto, a su vez, diferentes Exposiciones
de libros de otros países. Evidentemente, este deseo de abrir la propia
cultura al conocimiento de los demás, y viceversa, tiene un medio,
14
486 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
limitado si se quien*, pero con valor úe exponente, que es la muestra
de una cantidad considerable de libros que sea como el índice de la
producción literaria de los últimos años. Y EBpañ« no sólo no queda
fuera del campo de interés de los hombres cultos de otros países, sino
que, por el contrario, posee una de las mayores fuerzas de atracción
para la curiosidad científica.
De ahí que, correspondiendo a un interés puramente cultural y
científico de los principales centros intelectuales de Zurich, haya podi-
do verse un día esta ciudad llena de carteles que anunciaban una Ex-
posición del Libro Español en las salas de la Zentralbibliothek. Y
que a este anuncio haya dado su respuesta el público acudiendo es-
pontáneamente el día de la inauguración, incluso muchos que no ha-
bían sido especialmente invitados a este acto.
Y el contenido de la Exposición satisfizo plenamente la curiosidad
despertada. Las secciones de Historia, Literatura, Arte, Filosofía y
Religión mostraban, tanto al que conocía España como al que no la
conocía, ima aportación d« calidad y número, de verdadero valor cien-
tífico y literario, unido a una técnica perfecta en lo que se refiere a
realización y presentación de los libros. Una muestra, verdaderamente
seria, que quizás haya sorprendido a más de uno, a pesar de e«tar
tan reciente la otra gran sorpresa, la d« la Feria de Cueros de Basilea.
A la misma altura de estas secciones (más propias del gran publico)
se hallaban las especializadas en Derecho, Medicina, Ciencias, Inge-
niería, Arquitectura, etc. Y, sobre todo, y esto merece párrafo aparte,
las mesas dedicadas a la labor continuada y fecunda del Consejo Su-
perior de Investigaciones Científicas. Estas producciones, obras todas
de investigación en las distintas ramas del saber, se imponían al visi-
tante como una impresionante prueba de probidez y laboriosidad cien-
tífica. Son obras que España aporta a la cultura de todos y que nadie
más que ella podría aportar, puesto que son la traducción científica
de su alma y de su historia, que ya significan bastante en él mundo.
Y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha sabido crear,
en unos casos, y fomentar en otros, con eficacia que está a la vista,
una técnica vigorosa de investigación y exposición, que da a nuestros
libros una dignidad espléndida. Completaba el cuadro la colección, casi
completa, de las revistas del Consejo, donde se recoge toda la labor
de los distintos Institutos.
Esta hermosa demostración cultural, qae ha satisfecho por igual
a españoles y suizos, no es un acto más, trivial y sin trascendencia.
Responde, como hicieron ver los profesores que usaron de la palabra
en la sesión inaugural, a un verdadero interés por España, que han
sentido los intelectuales suizos, como los de los otros países. Los ro-
mánticos alemanes, aun sin visitar nuestro país, pensaban en España
y hablaban y aprendían de ella; igualmente los literatos y hombres
de ciencia que, por viajeros, lograron más directo conocimiento. El
NOTICIARIO 487
doctor Ernst, profesor ¿e Literatura del Instituto Politécnico Federal,
una de las figuras suizas d« mayor relieve en su especialidad, al co-
mentar esto en su discurso y hablar de su propio afán de conocer Es-
paña, que le ha llevado varias veces a nuestra Patria, hacía notar que
esa cultura española tan buscada se resistía con cierto hermetismo a
ser aprehendida.
Como hizo notar el profesor Calvo Serer, que llevó la voz de la
Universidad española en este acto, dos corrientes distintas fueron las
que hasta ahora condujeron la atención europea hacia España: la cul-
tural, primero, y la económica, después. Actualmente se unen las dos
tendencias; ha renacido enormemente el interés puramente intelec-
tual por España, y, de otra parte, la importancia, en aumento, del
mundo económico iheroamericano sitúa a España en el centro de un
sinnúmero de actividades. Calvo Serer se felicitaba de ese hermetismo
a que aludía el profesor Ernst, pues obligó a todos a intensificar un
esfuerzo cuya fecundidad puede hoy tocarse.
El acto de inauguración resultó sencillo y brillante. Le dio realce
la presencia del secretario general del Consejo Superior de Investiga-
ciones Gentificas, doctor don José María Albareda, venido ex profeso
de Madrid con motivo de esta Exposición, y de nuestros representan-
tes diplomáticos y consulares, siempre atentos a cuanto se refiere a la
actividad cultural.
El director de la Zentralbibliothek de Zurich, doctor Burckardt,
pronunció unas palabras de introducción, explicando el alcance de
esta solemnidad y mostrando la ininterrumpida labor del importante
centro que dirige en el sentido de lograr un crecido caudal de la pro-
ducción española.
Hablaron después los profesores Ernst, de la Escuela Politécnica
Federal, y Calvo Serer, de la Universidad de Madrid. El gran hispa-
nista Amald Steiger, catedrático de la Universidad de.Zurich, también
presente en la sala, recibió el homenaje del numeroso público.
Terminado el acto, los invitados pasaron a recorrer las salas de la
Exposición.
G. D.»
(De «Arriba», 22-V-1947.)
EN ROMA
Durante el mes de mayo pasado se ha celebrado en las salas de la
Biblioteca Apostólica Vaticana una Exposición del Libro Español que
ha constituido un éxito rotundo, tanto para España, cuya producción
libristica de los últimos años era desconocida para los estudiosos ita-
lianos, como también para su ilustre organizador, el reverendísimo
padre A. M. Albareda, M. B . , prefecto de la gran Biblioteca Apos-
tólica.
483 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIÜIKCAS V Mt'SKOS
En las más bellas salas de la misma, ennoblecidas por la Historia
y el Arte de consuno, en un ambiente de recogimiemo, los libros es-
pañoJes han cantado estrofas de paz en medio de un mundo con los
espíritus todavía en guerra. Y han sido nuestros libros los que han
iniciado heroicamente la reconquista de muchas almas envenenadas
por la mentira de una propaganda venal.
La vieja e ilustre Biblioteca Vaticana, archivo de reliquias vene-
rables, arsenal de cuanto la Iglesia romana hizo en pro de la cultura
en los siglos pasados, continuada ei^ los presentes sin desmayo, ha
visto invadida sus fastuosas salas por la intrepidez del joven libro es-
pañol, parangonable sin desdoro con la más exquisita editorial eu-
ropea o americana.
La Exposición celebrada en la Biblioteca Apostólica Vaticana ha
recogido las muestras más valiosas salidas de las prensas españolas, en
ejemplares que han sido facilitados gentilmente por el Consejo Su-
perior de Investigaciones Científicas; Biblioteca Nacional; Junta Téc-
nica de Archivos, Bibliotecas y Museos; Biblioteca del Palacio Na-
cional; Instituto de Cultura Hispánica, y Junta de Intercambio y
Adquisición de Libros para Bibliotecas Públicas, y que con poste-
rioridad ha pasado a formar parte de la sección española de la m.en-
cionada Biblioteca Vaticana, cedidas por el Estado español.
* * *
También se celebraron, contemporáneamente a la del Vaticano,
otras dos Exposiciones del Libro Español en Roma : una organizada
por la Oficina Cultural de España, montada cuidadosamente y con
exquisito gusto, y otra en la Academia Española de Bellas Artes.
Asistieron a los actos de apertura el embajador español cerca del
Gobierno italiano, aeñor Sangróniz; el de la Santa Sede, señor Chu-
rruca, y el personal de ambas representaciones. En las ^os Exposi-
ciones figuraron más de 1.000 volúmenes, editados en estos últimos
años, sobre Filosofía y Pedagogía, Ciencia y .Técnica, Agricultura y
Ciencias derivadas. Medicina, Bellas Artes, Folklore y Turismo, Li-
teratura, Historia, Geografía y Viajes, etc., siendo muy visitadas por
los estudiosos italianos.
LIBROS PARA LAS UNIVERSIDADES EUROPEAS
Los Gobiernos británico y norteamericano están facilitando la ex-
portación de libros a Europa, y han establecido un Centro Interaliado
del Libro y una Comisión de Libros y Publicaciones. Estos organis-
mos han iniciado ya la labor de abastecer a muchas bibliotecas na-
cionales y universitarias de países europeos. La misión concreta de
la Comisión citada es la compra de libros en inglés para las Univer-
NOTICIARIO 489
eidades europeas y distribuirlos de acuerdo con las necesidades de
cada país. Francia, Bélgica, Holanda y Noruega han recibido ya su
lote, unos 28.000 volúmenes en total; la consignación para Luxem-
burgo se encuentra embalada y en espera de tumo para su embarque.
El Centro Interaliado del Libro ha recogido en colectas, verificadas
en los Estados Unidos e Inglaterra, 400.000 volúmenes.
Otros organismos que participan activamente en la colecta de li-
bros son: el Consejo Británico, que ayuda al establecimiento de
bibliotecas de literatura inglesa en los países liberados; el Fondo de
Socorro a los Estudiantes Europeos, que ha enviado 2.000 libros de
texto, tan solicitados en Holanda, y el Consejo de Ayuda a Holanda,
que recientemente mandó a Amsterdam un donativo de dos millares
de volúmenes en inglés.
Un ejemplo del insaciable apetito de nuevo material de lectura,
lo demuestra el hecho de que la reciente consignación de 4.000 li-
bros ingleses a Copenhague, impresos en la misma Suecia, fué ven-
dida totalmente a las veincuatro horas de salir a los escaparates.
ASOCIACIÓN NACIONAL DE ARCHIVEROS, BIBLIOTECARIOS
Y ARQUEÓLOGOS
Con gran complacencia acogemos la circular si-
guiente, que ha dirigido a todos los profesionales ar-
chiveros, bibliotecarios y arqueólogos españoles la Co-
misión organizadora de la Asociación Nacional. La
Redacción de ABCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS se ad-
hiere con entusiasmo al propifito.—(Nota de la Re-
dacción.)
«Desde hace algún tiempo, muchos bibliotecarios españoles vienen
cambiando impresiones acerca de la conveniencia de constituir una
Asociación de carácter profesional que dé personalidad social ade-
cuada a todos los que, en misión común, se hayan consagrados a k s
tareías propias de la organización y servicios de los Archivos, Biblio-
tecas y Museos de España.
Realmente, más que una conveniencia, dicha Asociación es ya
una necesidad que nos imponen no sólo el ejemplo de casi todos los
países del mundo, cuyas grandes Asociaciones, integradas en magna
Federación, vienen prestando inmensos servicios en orden al perfec-
cionamiento de la técnica profesional, sino también poderosas razontü
d« índole nacional que nos apremian a dar a nuestros servicios, con
la natural defensa de los intereses que nos son comunes, aquella notí
de modernidad, relación y eficacia que demanda la elevada función,
eminentemente educativa y cultural, que se nos confia.
400 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
De primera actualidad es el movimiento asociativo que eo Euro-
pa resurge como fenómeno de la postguerra. Las principales profe-
siones que asumen alguna responsabilidad por su participación, más
o menos relativa en la vida social, científica, industrial o cultural de
los pueblos, se asocian para buscar en el esfuerzo común el mejor
servicio de la colectividad. Recordad, por lo que a nuestra profesión
se refiere, los Congresos Bibliotecarios celebrados en los últimos me-
ses en Washington, Oslo y Londres. España, que contempla con agra-
do por medio de sus archiveros y bibliotecarios dicho movimiento de
tipo asociativo profesional, viene hoy a incorporarse al mismo con
la propuesta que os dirige la Comisión Provisional constituida al
efecto, que suscribe esta circular, para integramos todos en la Aso-
ciación Nacional de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. No es
nuevo este intento; lo llevó ya a cabo, hace algunos años, la bene-
mérita Asociación de Bibliotecarios y Bibliófilos Españoles, hoy ex-
tinguida, y cuyo espíritu de amplia colaboración e íntimo compa-
ñerismo renace acogido con entusiasmo en las bases fundamentales
de esta Asociación.
La oportunidad para la novación de nuestra antigua y primera
Asociación nos la proporciona el Conseio Nacional de Colegios Ofi-
ciales de Doctores y Licenciados, que en virtud de reciente decreto
habrá de integrarse, de momento, por tres grandes Asociaciones, com-
pletamente autónomas e independientes entre sí: la Asociación Do-
cente, que recoge la función tradicional de los Colegios; la de Quí-
micos, y la de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, estas dos
últimas de carácter profesional.
Autorizada, pues, oficialmente nuestra Asociación, nos correspon-
de integrarla de un modo libre y espontáneo, fijar sus estatutos y
elegir los cargos directivos. Provisionalmente, y en virtud de algunas
reuniones habidas en la Biblioteca Nacional, se ha constituido la
Comisión que os dirige esta circular con el fin de poner en march.i
nuestra Asociación, determinar sus estatutos y convocar en su día
una Asamblea que permita asentar sobre sólidas bases la naciente
Asociación.
Podrán pertenecer a la Asociación Nacional de Archiveros, Bi-
bliotecarios y Arqueólogos todos los que suscriban el adjunto boletín
y reúnan las condiciones siguientes :
A) Ser archivero, bibliotecario o arqueólogo del Estado, Pro-
vincia, Municipio, entidad o persona particular.
B) Poseer el título de licenciado o doctor en Letras o Ciencias.
Por razón del nacimiento de la Asociación, durante un plazo deter-
minado podrán también adherirse los que tengan otro título uni-
versitario, para recoger anomalías existentes.
C) Se constituye una sección filial de la Asociación, con los auxi-
liares y encargados de bibliotecas sin título universitario, que ten-
NOTICIARIO 491
drán una reprCBentación en k Directiva de la Asociación, aunque no
la podrán tener en el Consejo.
D) El domicilio social de la indicada Asociación .se establece pro-
visionalmente en el de la Junta Técnica de Archivos, Bibliotecas y
Museos, avenida de Calvo Sotelo, 20, donde podrá dirigirse toda la
correspondencia, a nombre del secretario de esta Comisión.
E) En las capitales de distrito universitario se constituirán Sec-
ciones Provinciales de la Asociación Nacional, previa autorización de
la Comisión Directiva de ésta, que nombrará, a dicho efecto, repre-
sentantes respectivos.
Esperando la colaboración de usted en la obra que se emprende,
le rogamos nos devuelva, cumplimentado, el boletín que se adjunta.
La Comisión Provisional: Amadeo Tortajada Ferrándiz, biblioteca-
rio general del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (pre-
sidente); Blas Taraaena Aguiri\e, director del Museo Arqueológico
Nacional; Nicolás Fernández-Vidorio Pereda, vicedirector de la Bi-
blioteca Nacional; Cerardo Núñez Clemenne, jefe de sección del Ar-
chivo Histórica) Nacional; Benito Fuentes Isla, director del Archivo
Histórico Nacional; Javier Lasso de la Vega Jiménfiz-Plac^r, direc-
tor de la Biblioteca Universitaria de Madrid, y Eugenio Sarmhlp
Aguareles, secretario del Archivo Histórico Nacional y de la Comi-
sión Provisional.»
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
FLORIANO CUMBREÑO (ANTONIO C . ) : Curso generai de Paleogra-
fía y Diplomática españolas. Oviedo, 1946. Dea volúmenes. Secre-
tañado de Publicaciones de la Universidad de Oviedo.
Son tan escasas las publicaciones españolas referentes a las cien-
cias del documento, que la aparición de una obra como la que te-
nemos ante nosotros hace que, aun antes de abrirla, nos sintamos pre-
dispuestos en su favor. Las dificultades de todo género con que se
tropieza en su ejecución y, sobre todo, la falta casi absoluta de bi-
bliografía diplomática, son conocidas de todos, y .por ello no es de
extrañar que califiquemos de ambicioso el proyecto del señor Flo-
riano ni que miremos con simpatía el entusiasmo puesto en la tarea.
Sn tratado se encuentra dividido en dos partes esenciales: una,
dedicada a los conceptos de carácter general, tanto de paleografía
como de diplomática, y otra, especial, consagrada a lo estrictamente
español en ambos campos. Estas dos partes, perfectamente equilibra-
das, van precedidas de una introducción, en la que se estudian las
cuestiones preliminares de la disciplina; se hace en ella una detallada
exposición del progreso de los estudios paleográficos, y se fija el
concepto de la asignatura, concepto que sirve a su autor de punto
de partida para desarrollar lo que llama «parte general», dividida en
tres capítulos: Paleografía técnica. Paleografía histórica y Diplomá-
tica.
Según el autor, la paleografía técnica tiene por finalidad «anali-
zar y describir los elementos materiales del monumento escrito y, al
mismo tiempo, damos reglas para su interpretación». De acuerdo con
esta definición, incluye en el capítulo varios apartados, de los cuales
el primero está dedicado a la estructura material del documento;
el segundo, a la descripción, transcripción, restauración y conserva-
ción de documentos; el tercero, a la teoría de las abreviaturas, y el
cuarto, a los auxiliares de la escritura.
Por la novedad que representa, nos interesa destacar la inclusión
del segundo de estos apartados en un manual de paleografía. «El
anhelo de una técnica uniforme en la transcripción de las antiguas
escrituras», dice el autor, le ha movido a dar unas normas encami-
nadas a ese fin, normas muy oportunas, pero que, por otra parte,
nos parecen demasiado rigoristas. Vemos en ellas un criterio excesi-
496 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS V MUSEOS
vamente paleográñco para que puedan ser fácilmente aceptadas; ni
a filólogos, ni a hiBtoriadores puede aprovechar un texto publicado
en el que se conserven las s largas, las i altas y la caprichosa diapo-
sición de mayúsculas, minúsculas y signos de puntuación que se ob-
serva en los documentos. A pesar de los defensores de este método,
nos parecen más acertadas las Normas de la Escuela de Estudios
Medievales, con su distinción entre transcripción para estudio y trans-
cripción para publicación de documentos, en las que se da cabida al
rigorismo de la erudición y a las exigencias editoriales.
No obstante lo expuesto, que no deja de ser una opinión discu-
tible, opinamos que la inclusión de estas cuestiones en un manual
de paleografía dirigido a estudiantes, es un acierto personal del autor,
por el que merece toda clase de felicitaciones, así como por lo» pá-
rrafos en que trata de la restauración y conservación de documentos.
En el resto del capítulo se pueden encontrar atinadas observaciones>
Dedica el capítulo siguiente a la Paleografía histórica, es decir,
a la evolución general de la escritura latina. Quizá sea en esta parte
de la obra en la que se pone más de relieve la capacidad docente del
autor y su larga experiencia pedagógica; recogiendo las aportaciones
de los paleógrafos anteriores que han tratado de la materia, hace una
clara exposición de conjunto, xui poco dominada, quizá, por el deseo
de aunar opiniones, de compendiar esquemáticamente las doctrinas y
métodos expuestos, especialmente por Paoli, Prou, Millares y Kat-
terbach. Por lo que respecta a la escritura en la época romana, está
tratada con arreglo a los manuales en uso, necesitados de revisión,
como ha demostrado recientemente Ms. Mallon en un artículo, co-
mentado en estas mismas páginas (1).
Como fin de esta parte general aparece un capítulo extenso, en
el que trata de los principios generales de la diplomática y recoge
los conceptos esenciales que ha de tener en cuenta quien «e enfrenta
con estos problemas. En éste encontramos expuesta con buen método
las doctrinas de las escuelas francesa e italiana, en especial de esta
última, lo que no impide que en algunos extremos se marque la
aportación personal.
En el plan de la obra queda la parte especial como una consecuen-
cia de la anterior, como la aplicación de los conocimientos generales
expuestos en ella a lo puramente español, que estudia en tres grandes
ciclos, perfectamente equilibrados: el de la escritura visigótica, el
de la Carolina y el de la gótica.
El autor sigue en esta parte especial el método expositivo seguido
por Millares, completándolo con la inclusión de la diplomática. Den-
tro de estos tres grandes ciclos citados estudia, en primer lugar, la es-
(1) Vid. Publicaciones españoUu sobre Paleografía y Diplomática (1941-1946).
«Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos*, (cuarta época). Lili (1947), 1S5-156.
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS 4Q7
crilnra libraría, y en segundo, la documental, a la que dedica consi-
derable extensión, puesto que rebasa el campo puramente paleográ-
íico, y adentrándose en el de la diplomática, estudia las estructuras
documentales y la específica clasificac'ón de los diplomas en los dis-
tintos períodos.
En la exposición de la escritura visigoda está impresa la huella
de Millares, como no podía menos de suceder, dada la personalidad,
de éste. Pero, no obstante, en algunos extremos se marca perfecta-
mente que el gran paleógrafo español no es la única fuente en que
el seiíor Floriano se ha inspirado. Tal ocurre, por ejemplo, al estu-
diar las pizarras visigóticas de Extremadura y al tratar del criterio
cronológico que ha de seguirse para la datación de los códices de
este ciclo de escritura; en este último apartado vemos reproducidas
las opiniones de Lowe, a las que ya se refirió Millares.
En el estudio de la escritura gótica, aparte del aspecto paleográ-
fico, merece destacarse la extensión consagrada a la terminología ca-
racterística de los documentos, en la que se pone de manifiesto la
ingente tarea personal llevada a cabo por el señor Floriano.
Termina la obra con un apéndice consagrado a la cancillería
pontificia; el estudiante encontrará en él una guía útilísima para el
conocimiento de las especies documentales dictadas por la autoridad
de los Papas. Conocida la abundancia de diplomas pontificios que
existe en nuestros archivos, no es preciso insistir sobre la oportunidad
de este apéndice, que constituye otro de los aciertos del autor.
Acompañan unas láminas bien seleccionadas, si bien en esta parte
se dejan sentir las dificultades actuales, pues las creemos insuficientes
y en algunos casos de difícil lectura por lo reducido de su tamaño:
más parecen puestas como muestras de las escrituras citadas en el
texto que como instrumentos de trabajo con los que el alumno pueda
hacer ejercicios de lectura y asimilar las enseñanzas contenidas en la
obra.
En conjunto, el Curso general de PalfMgrafia y Diplomófica revela
en el autor cualidades de competencia y entusiasmo poco frecuentes;
su encendido amor por la enseñanza le ha dado ánimos para superar
todas las dificultades, y ha conseguido ofrecer al estudioso una guía
útil en los estudios paleográficos, en la que ha de encontrar, junto
a las doctrinas expuestas"por los tratadistas consagrados, una merito-
ria tarea personal del autor, tanto más apreciable cuanto más escasos
son los trabajos monográficos que le hubieran podido servir de base.
Al publicar el Curso general de Paleografía y Diplomática el autor
se ha hecho acreedor al reconocimiento de cuantos se dedican al es-
tudio de estas disciplinas, por lo que le felicitamos sinceramente, así
como a la Universidad de Oviedo, que tan generosa se ha mostrado
en su edición.—L. SÁNCHEZ BELDA.
498 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
MARQUESA DE CIADONCHA: Los caballeros portugueses en las
Ordenes militares españolas. Lisboa, 1946. 100 págs. 4.° m.
El trabajo de la Marquesa die Ciadoncha constituye un detenido
estudio de sesenta «genealogías documentales de los caballeros por-
tugueses que justificaron, la nobleza de sus ascendencias ante el Con-
sejo de las Ordenes para vestir los hábitos de las gloriosas Ordenes
militares españolas de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa... ca-
balleros nacidos en Portugal, y sus ascendencias, por los cuatro abue-
los, indistintamente portuguesas o españolas, sin que en muchos casos,
aun remontando muchísimo tales ascendencias, pueda determinarse
si sus solares primitivos eran de Portugal o de España» (pág. II).
La autora reúne escrupulosamente, y completa cuando es necesa-
rio, los datos de los expedientes conservados en el Archivo Histórico
Nacional.
De 1^8 sesenta genealogías, ocho corresponden al siglo XVI, hasta
1580; cuatro, a los siglos XVIII y X I X : 1706, 1780, 1803 y 1805;
las restantes son de 1582 a 1664, período de la unión de Portugal
con Qistilla.
Sirven de complemento al trabajo tres índices: de apellidos, de
localidades y cronológico.
La autora considera que (ceste trabajo puede ser continuado con
una segunda parle, mucho más extensa, con las genealogías o ascen-
dencias portuguesas de los caballeros españoles cruzados en las mis-
mas Ordenes, que son muchísimos» (pág. 12).
La publicación está precedida de una Apresientagoo, llamando la
atención sobre la utilidad de este estudio para los investigadores por-
tugueses y elogiando en merecidos términos la escrupulosa labor rea-
lizada por la autora, eficaz «colaboradora» de su marido, don José
de Rújula y de Ochotorena, «personaiidade internacionalmeflte conlie-
cida no campo das investígagoes heráldicas e genealógicas».—ANTO-
NIO DE LA TORHE.
RE VILLA VIELVA ( R . ) : Manifestaciones artísticas en la catedral
de Falencia. Estudio documentado... Ediciones de la Diputación
de Falencia. Falencia, 1945. 76 págs. y 85 láminas.
Entre las ediciones más recientes de la Diputación Provincial de
Falencia hay una que por su mérito, utilidad y enseñanzas merece
el comentario elogioso, que ya se le ha tributado, y al que acrecen
las presentes líneas.
Se trata del libro MaMfe»tacionfis artísticas en la catedral de Fa-
lencia, y es su autor el erudito archivero, bibliotecario y arqueólogo
NOTAS BIBLIOGBAFICAS 499
<lon Ramón Revilla Vielva, académico correspondiente de la Real
de la Historia, y, a la sazón, facultativo de la Biblioteca Provincial
de Falencia.
Tras un «historial adelantado» de los viejos tiempos palentinos, in-
cluso lo sabido de sus catedrales, todo ello regido por un criterio se-
vero, el autor agrega breves notas sobre los maestros de cantería co-
nocidos que intervinieron en la fábrica, y une descripción somera de
la planta y alzado del monumento. Y luego desarrolla el plan metó-
dico del trabajo.
Abre la reseña cuidadosa de aquello más venerable del templo:
la cueva de San Antolín, tanto en su parte visigoda como en su am-
pliación prerrománica de tipo asturiano, y el señor Revilla añade
observaciones, propias a lo ya publicado y comentado sobre esta no-
table y antiquísima parte del templo.
Todo el resto de la obra está consagrado a describir minuciosa-
mente la iglesia gótica y su riquez.a artística.
Razona el señor Revilla su plan, que es el práctico, o sea el que
pide un visitante curioso y detenido de la catedral. A evitar retroce-
sos y tiempo perdido en idas y venidas tiende, pues, ese método, que
lleva al estudioso por naves, crucero, coro, capillas, claustro, depen-
dencias y rincones, admirando obras de arte, muchas espléndidas, y
todas comentadas con seguridad y acierto por el autor.
Este, tras de describir, fundamenta y respalda^ todas sus atribucio-
nes, unas veces con documentos, otras con el criterio propio, y, en
este caso, procediendo siempre de un modo muy prudente y sagaz, so-
bre todo cuando se trata de señalar autores probables.
Así, en el libro se halla catalogado sabiamente todo el tesoro in-
apreciable de la catedral palentina, incluso el propio edificio. Es,
pues, arquitectura, escultura, pintura, tapicería, rejería, orfebrería,
iKKrdados, vidriería, documentos, libros, etc.
Puede suponerse lo ingente de este trabajo extraordinario, que
abarca, como va dicho, descripciones, comentarios y atribuciones j
cronología, documentación, bastante de primera mano, y con todo
ello un fino espíritu para seleccionar y calificar en la difícil escala
de valores artísticos.
La serie de grabados que acompaña al texto, sobre ser numero-
sa, es de buenas fotos, y forma con aquél un excelente conjunto, que
puede considerarse como una de las mejores y serias guías de catedra-
les españolas.
El señor Revilla Vielva se ha ganado, pues, el justo aplauso de los
estudiosos, tanto eruditos como «dilettanti», por su concienzudo y no-
table libro, y la Diputación palentina, que lo ha editado, los para-
bienes de todos.—F. Ruiz MARTÍN.
500 REMSTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Scritti di Paleografía e Diplomática in onore di Vicenzo FederÍ4íi. Fi-
renze, Leo S. Olschki editore, 1914. X, 381 paga., 34 láms.
A nuestro poder ha llegado el volumen publicado por los paleógra-
fos italianos en homenaje al ilustre Vicenzo Federici, que tantos ser-
vicios ha prestado a los estudios de la Paleografía. Bien merecía este
homenaje quien en el transcurso de su larga vida supo complementar
cátedra e investigación y consagró toda su actividad a la noble tarea
de formar discípulos y de proporcionar materiales de trabajo a los
estudiosos. El editor del Chronicon Vulturnense y de los Esempli di
coi'siva ontica del secólo I déU'era moderna al IV, quien realizó tan
ingente tarea al frente del Istituto della R. Universitá de Roma, con-
tinuando la labor iniciada por Ernesto Monaci, verá hoy con satis-
facción este homenaje que, al retirarse de la enseñanza, le dedican
8118 compatriotas, formados en su escuela la mayoría.
El volimien, bien presentado y denso de doctrina, está hecho por
los paleógrafos y diplomatistas más competentes de la Italia actual,
si bien se nota la ausencia de algunas colaboraciones importanfee, de-
bido, a no dudarlo, a la época en que se hizo la publicación, cuando
la guerra imponía condiciones y entrañaba dificultades poco menos
que imposibles de resolver. No obstante, sorprende que en esas cir-
cunstancias haya podido salir una obra de tal categoría, en la que
colaboran veinte especialistas con aportaciones monográficas de ele-
vado interés en los campos de la Paleografía y de la Diplomática.
Entre loi trabajos publicados se destaca el de Angelo Silvagni:
L'indizione nelVepigrafía nwdievale di Roma e l'origine ditH'indiziane
romana, en cuyas páginas se llega a la conclusión de que «nell'epi-
grafía di Roma e provincia Tindizione usata fin dagli inizi, cioé dai
primi dezenni del sec. VI, fu esclusivamente la greca, e che quella
romana fa la sua prima apparizione al cadere del sec. X'seguitando
nei «ecc. successivi XI e XII» (págs. 5-6.)
Beniamino Pagnin aborda el estudio de la precarolina en Italia
con un trabajo titulado Studio sulla formazUme della preoarolitia ita-
liana, donde deduce que esta letra se formó «sotto l'influenza e la
forza della corsiva nuova delle carte e talvolta dei codici con deter-
minati caratteri locali a seconda dei diversi centri culturali e del di-
verso contributo della corsiva stessa sugli elementi della scrittura po-
sata» (pág. 45).
Píer Fausto Palumbo colabora con un trabajo que lleva por título
La concelteria di Anacleto II, en el que trata del registro de ^ste
Papa, analiza sus cartas, estudia los caracteres de su cancillería, iden-
tifica sus cancilleres y concluye reivindicando la memoria del pon-
tífice Anacleto II, sobre cuya personalidad aporta interesantes datos,
extraídos de los documentos.
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS 501
D. Mauro Inguanez, en su artículo sobre La scrittura Beneventana
in codici e documend dei secoU XIV e XV, prueba la permanencia
de esta clase de letra hasta los siglos citados en el título, en contra
de lo que se creía anteriormente.
El mismo interés que los anteriores ofrecen el resto de los tra-
bajos que componen el volumen objeto de esta recensión; entre ellos
mencionaremos el de Silverio Leicht Pier, La formuh de affranca.
zione dei coloni nel periodo bologne^ ed i suoi antecedend; el de
Cenceti, Note di diplomática tfesarvUi bolflgnesff dm secoU XI-XIII;
el de Lazzarini, Lettere duoaii veneziane del secólo XIII; el d e Do-
menico Forva, La scriütura Hhroria di Ciríaco d'Ancana; el de Bis-
choff, Die aogenannpen agriechischeny) und (ncaldaischeni) Zahlzeich^n
des abenidlandischen MktelaUers, y otros varios, cuya mención omi-
timos por no extendernos demasiado.
Con el presente volumen, los paleógrafos y diplomatistas italianos
han ofrecido el homenaje que se merecía el eximio profesor Federici.
L. SÁNCHEZ BELDA.
INSTITUTO NACIONAL DEL LIBRO ESPAÑOL: Catálogo de h Exposición
del Libro Español en Lisboa. 1946. [Por don Eduardo Ponce de
León y Freiré y don Florentino Zamora Lucas.] Edición dirigida
por don Miguel Herrero García.—^Madrid.—[Al fin : Talleres de
Gráficas González].—1946.—XLV p á g . + l á m . 1-8 + 1 hoj. + l62 pá-
ginas+]ám. I-CV + 2 boj.—27 cm.—^Tela gris.—^Texto a dos co-
lumnas. Láminas en sepia; cuatro en policromía.
El Instituto Nacional del Libro Español merece los plácemes de
cuantos sienten verdadero interés por el conocimiento y la expansión
de la bibliografía patria. Entre muchas otras actividades en este res-
pecto, propias de la misión trascendental que por su constitución le
incumbe, recuérdese la Exposición que, inspirada en el doble objetivo
indicado, organizó en el palacio de la Real Sociedad de Bellas Artes
de la capital portuguesa. El éxito alcanzado —éxito del que en su
día se hizo eco la prensa lusohispana— se debió no sólo al positivo
acierto de su instalación y a los brillantes actos con que fué inaugu-
rada, sino al valor intrínseco de la mismA, esto es, al criterio de se-
lección que presidió en el conjunto de las obras allí presentadas. In-
tentábase presentar en ella no toda la producción editorial contem-
poránea de nuestro país —aspiración que hubiera roto el marco propio
de esta clase de públicas exhibiciones—, sino lo más típico, lo más
característico, lo más saliente y logrado de la misma, especialmente
de la relativa a estos siete últimos años, para que se advirtiese, en
una visión global, el progreso adquirido por nuestras artes tipográfi-
cas y de encuademación, a la fecunda sombra de la paz interior y
15
502 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS V MUSEOS
al celo inteligente de los que en nuestros días las impulsan y dirigen.
El fin que se propuso el patriotismo de sus iniciadores se cumplió
de tal manera y en grado tal que superp las más lisonjeras esperanzas
puestas en él. Los que no lo presenciaron y los que tal vez conside-
raron hiperbólicas las informaciones que oportunamente recogió la
prensa diaria, se convencerán de ello con sólo hojear las páginas de
este Catálogo, que por su forma y por su fondo —su contenido, sus
ilustraciones, su impresión, su papel y cobertura—, viene a ser ex-
ponente de lo que se quiso presentar en la ocasión mencionada a la
admiración de los inteligentes: la perfección, la elegancia y la ri-
queza que ha conseguido el libro español.
En él se describen las obras expuestas. Pasan de cuatro mil y se
ordenan alfabéticamente por autores, entidades, títulos y biografia-
dos, según proceda en cada caso, dentro de la siguiente clasificación :
Administración.—Arte e Historia militar.—Agricultura e Industrias
agrícolas.—Arquitectura.—Arte.—Ascética.—Astronomía.—Biblia.—
Bibliografía.—Biografías colectivas.—Biografías particulares.—Botáni-
ca.—Ciencias puras.—Civilización.—Cultura.—Comercio.—Contabili-
dad y Orgánica industrial.—Construcción.—Costumbres.—Deportes.—
Juegos.—Derecho.—Dibujo y Artes industriales.—Economía.—Econo-
mía doméstica.—Gastronomía.—Enciclopedias.—Ensayos. —Escritura.
Escultura.—Estadística.—Etica.—Filología.—Filología alemana.—Filo-
, gía española.—Filología francesa.—Filología griega.—Filología ingle,
sa.—Filología latina.—Filología portuguesa.—Filología semítica.—Fi-
lología vascuence.—Filosofía.—Filósofos.—Física.—Fotografía.—Ge-
nealogía.—Heráldica.—Geofísica.—Geografía.—Grabado.—Historia.—
Historia eclesiástica. — Patrística.—Iglesia católiCJ» .—Catcquesis. —Li-
turgia. — Industria. — Ingeniería. — Electrotecnia.—Librería.—Libros
para niños. — Literatura. — Manuscritos.—Matemáticas.—Medicina.—
Metafísica.—Música.—Pedagogía.—Pintura.—Poligrafías.—Política.—
Psicología.—Química.—Religión.—Religiones no cristianas.—Seguros.
Sociedades.—Sociología. — Teología dogmática.—Teología pastoral.—
Urbanismo.—Viajes.—Zoología.
La reseña bibliográfica abarca los elementos más interesantes de
la cédula respectiva: autor, título, editorial, lugar, año, encuadema-
ción, precio. La clasificación a que responden los precedentes epí-
grafes, tal vez se distancie mucho de los principios científicos de una
sistemática fundamental de materias, pero debe tenerse muy en cuenta
que obedece a un criterio de tipo editorial. Ello advertido, no puede
negarse que el orden alfabético en que se agrupan los conceptos y las
oportunas referencias que los enlazan llenan el objetivo esencial pro-
puesto : la rápida y segura búsqueda del asunto que desee consultar
el lector.
El Ctítálogo se cierra con un índice alfabético muy bien cuidado
y muy completo, en que se mezclan autores, materias y títulos de
NOTAS BIBLIOCBÁFICAS 503
obras anónimas, pero sin confundirse unos con otros, pues los dis-
tingue perfectamente la diversidad tipográfica en que aparecen. Es-
timamos ocioso destacar el acierto de su redacción, siendo ésta de
quienes por su cultura, su vocación y su experiencia honran al Cuerpo
Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.
Pero la obra que presentamos no se ciñe a lo expuesto. Aparte de
su introducción, breve, pero densa, concerniente a la índole de la
mencionada Exposición, así como a nuestro libro, considerado desde
el doble ángulo intelectual y mercantil, lleva dos notables monogra-
fías, íntimamente relacionadas con el tema central de la misma y
eruditamente desarrolladas por dos académicos, d o c t o s y autoriza-
dos en los respectivos asimtos que esclarecen : a) El libro ilustrado
bajo Carlos III y Carlos IV, por F[rancÍ9co] J[avier] Sánchez Can-
ton; y b) El art\e tle la encuadernación en España, por Vicente Cas-
tañeda.—G. A. de I.
FONTÁN LOBÉ (Juan): Bibliografía colonial. Contribución a un
índice de publicaciones africanas. [Obra postuma. Ordenación e
índice, por don Agustín Palau Claveras y doña María Asunción
del Val Cordón, del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliote-
carios y Arqueólogos. Prólogo de don José Díaz de Villegas].—Ma-
drid.—[Ediciones de la Dirección General de Marruecos y Colonias.
Al fin: Talleres tipográficos «Selecciones Gráficas»].—1946.—669
páginas+ 1 hoj. + l lám.— 29 cm.—Tela gris.—Retrato del autor.
Fontán Lobé fué uno de loa africanistas más cultos y más patrió-
ticamente apasionados que tuvo España por la expansión e influencia
de la misma allende el Estrecho. Hombre de sabias doctrinas y de
fecundas realidades, se distinguió alli y aquí por sus relevantes dotes
como organizador, administrador y legislador, según lo puso de relie-
ve en el Gobierno General de Guinea primero y, más tarde, en la Direc-
ción General de Marruecos y Colonias. La huella profunda que eri una y
otra marcó recordará siempre lo sentido e irreparable de su falleci-
miento, como nos lo dice, en frases que la emoción empaña, su ilus-
trado prologuista y digno sucesor en el último de los altos cargos
referidos.
Llevado de su encendida vocación, cultivó también el campo de su
bibliografía, en el que espigó los textos que tan eficazmente contri-
buyeron a su dilatada erudición y a su profundo conocimiento sobre
estos problemas de extraordinaria trascendencia nacional. Libros, fo-
lletos, hojas sueltas, artículos de revistas, periódicos, enciclopedias,
anuarios, guías de viajes, cuantas fuentes de información relativas a
dicho tema pudo allegar durante su vida intensa y laboriosa fueron
atentamente consultadas y puntualmente resumidas por este campeón
504 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
fenoroso e infatigable de nuestra expansión en el Continente Negro. Y
así logró reunir cerca de siete mil fichas, todas de sumo interés, al-
gunas de excepcional rareza, que a su muerte legó a la Dirección Ge-
neral de Marruecos y Colonias, porque, a pesar de su característica
modestia, comprendió el servicio que había de prestarle el copioso
fruto de su diligencia cultural. Y la entidad mencionada, reconocién-
dolo así, decidió con plausible acuerdo darlas a las linotipias en un
libro acomodado a los modernos adelantos de este linaje de publica-
ciones, «no sólo —reproducimos líneas iniciales— porque [la Direc-
ción referida] es consciente de la trascendencia y significación de
esta aportación a la bibliografía de África —ecuatorial, especialmen-
te—, sino también porque cree así rendir el mejor de les homenajes
al inolvidable adalid del africanismo español ..»
Encomendóse la tarea de la necesaria revisión, a tal efecto, a dos
jjersonas competentes en estas disciplinas —van citadas ya en la cé-
dula precedente— y vio la pública luz el presente repertorio. La im-
portancia del mismo, reflejada en las consideraciones generales que
anteceden, puede fácilmente deducirse con sólo apuntar que nos da
cuenta de 16.902 títulos referentes al indicado asunto, relacionados
por orden alfabético según las normas vigentes para la redacción de
los catálogos oficiales de autores, entidades y obras anónimas, y se-
seguidos de un índice, alfabético también, de nombres geográficos,
personas, conceptos, autores, colaboradores, traductores y prologuis-
tas, muy útil para la rápida consulta de la materia o del dato que
pueda interesar.
Estamos, pues, en presencia de una verdadera bibliografía hispa-
noafricana que se echaba de menos en este género de producciones. A
ella tendrá forzosamente que acudir el que deba conocer las cuestio-
nes a que afecta o quiera ahondar en los problemas que plantean a
los investigadores y aun a los gobernantes.—G. A. de I.
CASAS TORRES (José Manuel): Bibliografía geográfica de Aragón.
por '•— y Alfredo Floristán Samanes. Sección de Geografía.
Institución «Femando el Católico» (C. S. I. C ) , de la Excma. Di-
putación Provincial de Zaragoza.—[Al fin : Zaragoza.—Talleres
editoriales «El Noticiero»].—1946.—2 boj.+ 162 p á g . + X pág. + l
hoja.—24,5 cm.—Cartul.—1 map. intercal.—Tirada de 500 ejem-
plares.
Estas páginas —que se publicaron también en el número 20-21 de
Estudios Geográficos, revista del Instituto «Juan Sebastián Elcano»,
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas— constituyen un
interesante repertorio bibliográfico de obras y de artículos sobre el
indicado tema; pero contra lo que pudiera inferirse de su título, no
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS 505
se refieren sólo a los impresos que tienen matiz exclusivamente geo-
gráfico. Abrazan también aquellos Otros de muy diversa índole que
directa o indirectamente se relacionan con él. I^o advierten sus auto-
res. Y añaden: «Junto a un serio trabajo de Morfología, por ejem-
plo, o las obras clásicas de la Historia de Aragón, utilisuibles también
desde muchos puntos de vista de la Geografía hiunana, va la descrip-
ción, más o menos periodística y poética, pero casi siempre con datos
de interés, de u n viajero.»
Consta de 1.638 fichas, desarrolladas muy elementalniente y dis-
tribuidas por orden alfabético dentro de esta clasificación: a) Ara-
gón en general, b) Aragón septentrional. Pirineos y Somontano.
c) Ebro medio y Bajo Aragón, d) Sistema iliérico. e) Altas tierras tu-
rolesae. C¡omo procede en obras de esta característica, se cierra con un
índice alfabético de autores.
Huelga, en vista de la relación de contenido aquí sintetizada, que
encarezcamos la cuantía y la importancia de esta aportación a la Bi-
bliografía nacional; pero hemos de lamentar, no ya el olvido de las
reglas catalográficas más fundamentales, sino la ausencia —en la redac-
ción de las cédulas respectivas— de algunos datos indispensables para
la identificación, o, cuando menos, para la valorizacion.de las obras
que se citan en ella.—G. A. de I.
LASSO DE LA VEGA JIMÉNEZ PLACER (JAVIER) : Cómo 90 hace
una tesis doctoral, o Manual de técnica de Ut documentación cien,
tífica y bibliográfica—San Sebastián.—Editorial Internacional. [Al
fin: Madrid. Estades].—1947.—XVII+ 619 pág. + l hoj. 22 cm.—
Cart.—Grab. intercal.
He aquí un libro que por su amplia concepción, su estructura or.
gánica, su vasto y sistematizado contenido, su práctica finalidad y
hasta su adecuada presentación tipográfica, merece el aplauso de la
crítica serena e imparcial. No se lo regatearemos nosotros, seguros de
que el que lo haya leído u hojeado simplemente ha de atribuirlo no
al afecto de un compañerismo profesional, sino a las más elementales
exigencias de la justicia objetiva.
El título de la obra —que modestamente reduce la extensión de
la misma— nos da a conocer diáfanamente el fin que en ella se per-
sigue : servir de guía al futuro autor de una tesis doctoral o de im
trabajo cualquiera desde el instante en que surge la idea en su mente
hasta que la ve realizada en los escaparates o en los anaqueles de las
librerías, pasando gradualmente por todas las fases de su laboriosa
gestación, o, como advierte en frase apretada y gráfica un docto je-
guita, desde la ocurrencia hasta la vitrina, con noticias, observaciones
506 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
y norimis de sumo interés para los investigadores en general, y no sólo
pura los que acaban de salir de las aulas universitarias.
El autor —digámoslo sin hipérbole— se ha superado en sus pro-
pósitos. Verdad es que ha puesto en el empeño todos los entusiasmos
de su vocación y todas las enseñanzas de su vida, como uno de los
más cultos individuos de nuestro Cuerpo Facultativo: «Diez años al
servicio de la Secretaría de la Biblioteca Nacional y otros diez al
de la Dirección de la Biblioteca de la Universidad de Madrid», en
contacto frecuente con lectores de toda condición y con fondos —ma-
nuscritos € impresos— de todo .linaje. Así, en estrecha alianza su
ciencia y su experiencia, analiza de un modo sistemático cuanto atañe
a la documentación bibliográfica y científica para «1 adecuado cono-
cimiento de sus progresivas etapas: descripción de documentos, có-
dices, libros, estampas, monedas y objetos arqueológicos; cataloga-
ción, alfabetización y clasificación de materiales; normas internacio-
nales establecidas en tal respecto, código de abreviaturas e institucio-
nes y organismos creados para estos fines; idea y uso práctico de fi-
chaiJ, carpetas, fotocopias, nú-crojilms y demás recursos e instrumen-
tos que la moderna industria pone a nuestra disposición como útilí-
simos auxiliares de la tarea intelectual y —para no alargar más de lo
debido esta enumeración— todo lo que puede abrir el camino, vencer
las dificultades, disipar las dudas o indicar las necesarias orientacio-
nes al que intente dar a la pública luz el resultado de su estudio.
Acompáñale y le va explicando todo, como experto cicerone, desde
que escoge el asunto y emborrona las primeras cuartillas hasta que
lo ve en manos del lector después de haberlo impreso, firmado el con-
trato editorial —si lo hubiere— y cumplido sus obligaciones legales,
como la del registro de la propiedad intelectual, la del depósito de
ejemplares y otras parecidas.
Trátase, pues, de una verdadera enciclopedia —si se nos permite
la poca exacta, pero muy expresiva, aplicación de la palabra— con-
cerniente al heterogéneo e interesantísimo tema. Por.eso —y para que
nuestros lectores se formen idea cabal de su contenido, no totalmente
reflejado en las líneas anteriores— diremos que desarrolla los si-
guientes epígrafes, divididos en cinco partes: a) La investigación cien-
tífica como profesión. El problema del genio español, b) Las reglas
sobre la investigación científica y Ramón y Cajal. La elección del
tema. La materia. Cómo se debe leer. Cómo leer técnicamente. El
plan. El método. La clasificación de las ciencias y las bibliografías;
c) La documentación científica universal. Los Centros para la inves-
tigación científica en el extranjero. Los recursos nacionales para dicha
investigación. Las Universidades. Los Archivos. La catalogación de do-
cumentos. La de impresos. Las Bibliotecas; su concepto y misión.
Conocimientos que debe tener todo lector de las guías y reglamentos
de las Bibliotecas. Los Museos; d) La documentación. Los materiales
NOTAS BIBLIOGRÍÍPICAS 507
para la documentación científica. La documentación en Medicina;
«) La redacción. La impresión. Propiedad intelectual. La documen-
tación bibliográfica.
Habrá quien tal vez ponga reparos a más de una de sus afirma-
ciones o quizá no comparta el criterio del autor en alguno de los
puntos de esta obra, densa y amplia; mas nadie ha de negamos que
Lasso de la Vega, todo pasión de enamorado en este género de temas,
no se ha limitado a cubrir k meta que se propuso al escribirla. La
ha superado. Y con ventaja para toda clase de lectores: los no inicia-
dos podrán adquirir en ella cuantas nociones y conocimientos reclama
una sólida formación en las disciplinas examinadas; los versados en
éstas, inclusos los profesionales, hallar interesantes noticias, sugestiones
eficaces, alentadores estímulos para el mejor servicio de su misión.—
G. A. de L
ACCIÓN CATÓLICA. Consejo Superior de Mujeres. Gabinete de Lec-
turas «Santa Teresa de Jesús». España: Consejo Superior de Mu-
jeres de Acción Católica. Gabinete de Lecturas «Santa Teresa de
Jesús», Catálogo critico de libros para niños. Ilustraciones de Ro-
sario Ve lasco. [Prólogo del M. I. señor don Jesús Enciso].—Ma-
drid.—[Al fin: Talleres de Gráficas Ibarra].—1945.—191 pági-
n a s + 4 lám. en colores.—22,5 cm.—Rúst.—Texto a 2 col.—Cabece-
ras y viñetas grab.—Cubierta policroma.
Esta obra —huelga casi la indicación— está inspirada en un ver-
dadero amor a la infancia y a la adolescencia de uno y otro sexo, y
tiende, como objetivo primordial, a servir de guía segura a padres
de familia, maestros, directores espirituales y, en general, a cuantos
por obligación sagrada o por nobles estímulos de apostolado deben
tener una orientación clara e inequívoca sobre todos y cada uno de
los libros de honesto e instructivo solaz, acomodados a la mente y
a las aficiones de los niños, para que éstos hallen en sus lecturas el
esparcimiento propio de su tierna edad sin nada que empañe su ino-
cencia, hiera sus sentimientos o deforme su carácter, antes contribu-
yan a llevarlo suave e imperceptiblemente por los caminos de la vir-
tud y del bien.
Refiérese a 916 producciones infantiles de la expresada tendencia
y nos da la minuciosa descripción bibliográfica de cada una de ellas,
así como la caüficaciún de las mismas en los aspectos que más pue-
den interesar a las personas a que se enderezan, especialmente en
los órdenes religioso y moral, a la luz de los eternos principios de
Cristo y de su Iglesia.
Van distribuidas en cuatro capítulos, relativos a las más adecua-
das a los lectores de tres a í^is, de seis a nueve, de nueve a doce y de
508 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
doae a quince años, respectivamente, dentro de los cuales se ordenan
alíabétioamente por autores, entidades j obras anónimas bajo esto»
parágrafos o apartados que sistematizan la censura adoptada: recomen-
dables, aceptables y toherables. Hay un cuarto grupo —-el de inconue-
lúentes— que va aparte, por afectar a todas las edades mencionadas.
El Catálogo se cierra con dos índices alfabéticos: uno de auto-
res, adaptadores, prologuistas, ilustradores y obras anónimas; otro
de títulos de los libros examinados, más que útil, indispensable en
egfe género literario, singularmente por la atribución imprecisa, cuan-
do no totalmente arbitraria, de muchas de sus adaptaciones, y, con
frecuencia, de su traducción a nuestro idioma.
* * «
Hasta aquí, la estructura, la finalidad y el contenido de estas pá-
ginas, embellecidas y animadas con dibujos sencillos, candorosos, in-
genuos, según convenía a la índole de las mismas.
En cuanto a su fondo, plácenos apuntar que son muchos y rele-
vantes los méritos que ofrece. El primero, el de su originalidad o no-
vedad, toda vez que en España no existe —o no conocemos nosotros—
un Catálogo de parecido alcance, esto es, consagrado por entero y ex-
clusivamente a la crítica moral de lecturas infantiles, a pesar de la
necesidad patente que entre nosotros se sentía de antiguo. Por esta
circunstancia y, sobre todo, por haber cubierto y aun superado la
meta ideal propuesta, aplaudimos sinceramente su aparición, que no
vacilamos en calificar de venturosa.
Y si nos fijamos en su esencia y en sus fines, nuestra modesta opi-
nión es resueltamente favorable. Todas sus fichas o cédulas contienen,
amén de la descripción ya señalada, uu ceñido resumen del argumen-
to de las obras a que afecta y un juicio breve, diáfano, categórico, so-
bre su valorización desde el punto de vista religioso, ético, literario,
instructivo y a veces artístico, según la graduación • y las categorías
apuntadas en líneas anteriores, atendida la edad psicológica más que
la física, el desarrollo de la inteligencia más que el de los músculos,
el espíritu más que la materia, según se infiere del estudio particular
de estas páginas.
El, además, nos autoriza a sostener que la depuración de los li-
bros, fin sustantivo y cardinal del que analizamos, es tan acertada
como definitiva. Ni podía acontecer de otra suerte, pues las cultas
jóvenes que actúan en el Gabinete de Lecturas «Santa Teresa de Jesús»,
conscientes de la responsabilidad que en su fecunda labor contraen y
celosas de la alta representación que ostentan en la misma, examinan y
disciernen con la máxima atención los problemas y las dificultades de
todos y de cada uno de los casos que se ofrecen a su dictamen, prime-
ro individualmente y después en reunión o Junta de la mayoría. Más.
NOTAS BIBLIOGBÍFICAS 509
Cuando lo delicado, o lo grave, o lo dudoso del asunto lo demanda»
recurren «1 parecer de personas de ilustrada conciencia y, en Última
instancia, por decirlo así, apelan al fallo resolutorio de su docto con-
siliario. ¿Pueden exigirse ni más diligencias ni más garantías para
el acierto?...
Y puestos a subrayar los principales de la obra, no debemos
pasar en silencio —menos en las columnas de una revista profesio-
nal— lo que a primera vista se advierte en la estructura, redacción»
ordenamiento y ajuste de los distintos elementos que la constituyen:
el dominio pleno de la técnica bibliográfica. Nota ésta más digna de
elogio cuanto más ausente suele estar de las'producciones similares a.
la que motiva el presente comentario.
>St Hf *.
Como a menudo acaece en las obras de bibliografía, quizá no sean
todos los libros que están ni están todos los que son en la presente.
¿Deben salir del círculo trazado en ella las novelas policíacas?
Asi lo entiende un crítico sagaz; pero no las que, viéndolas tan a
menudo en las manos de niños y alarmadas justamente por los estra-
gos morales que puede ocasionarles su lectura, estiman que es, no
sólo conveniente, sino obligado, ineludible, dar la voz de alerta so-
bre un peligro tan inminente como generalizado.
El mismo escritor echa de menos en esas páginas no pocos títu-
los que actualmente se hallan en el mercado. Admitimos sin restric-
ciones mentales esta objeción; pero no olvidemos que se trata de un
primer ensayo, y que, según nuestros fidedignos informes, hubo de
precipitarse su impresión ante la urgente y general demanda. Mas
este reparo tiene sencillo remedio en sucesivas ediciones, y en mucha
parte se está subsanando en las atrayentes páginas del Crisol de U-
broi, revista que viene publicándose con éxito creciente como suple-
mento y continuación del Catálogo a que nos referimos.
Lo que ya no se nos alcanza, a pesar de que hemos reflexionado
maduramente sobre el asunto —^y lo consignamos sin eufemismos por
la importancia que al tema concedemos— es el móvil que ka podi-
do inducir a jóvenes tan discretas e ilustradas a la sistemática exclp-
sión de las denominadas Lecturas •escolares, que, aunque dirigidas a
los centros de instrucción primaria, no son libros de texto propia-
mente dichos, ni el llevarlos a esas páginas supone invadir el campo
pedagógico; temor... infantil que, según nos parece, les ha detenido
en ese límite, sin que en nuestro sentir haya nada que lo justifique.
Trátase —lo saben ellas— de una literatura amena, recreativa, pue-
ril, con todas las características de la tamizada en su libro, y no ve-
mos razón para negarle la entrada en él. Y, en cambio, ¡cuántas, y
510 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
graves, y convincentes, y decisivas acon»ejan e imponen que pasen
por su crisol\...
Dispensen estas observaciones que la simpatía y la trascendencia
de la obra nos sugieren.. Están formuladas con el vehemente deseo de
cooperar a su mayor eficacia, no con la acrimonia pedantesca de un
dómine. No puede serlo quien reconoce que, en términos generales,
está admirablemente lograda y se complace en sumar su cordial fe-
licitación a las muchas que, según nos consta, han recibido las que la
patrocinaron y las que la dieron a las linotipias.
Lo merecen, sí; pero con más singular motivo recibirán el aplauso
general si en próxima edición llaman a los ausent'es, en el número po-
sible, y abren sus columnas a los expulsados con agravio de la justicia
y de la conveniencia.—G. A. de I.
SEDÓ PERIS MENCHETA ( J U A N ) : Ensayo de una bibliografía de
miscxilánfia cervantina. Comedias, historietas, novelas, poemas, zar-
zuelas, etc., inspiradas en Cervantes o en sus obras, por ...
Barcelona. [Al fin: Imprenta-Escuela de la Casa Provincial de
Caridad].—1947.—XLVII +241 pág. + l boj.—24 cm.—Cartul.
Notoria es, y profunda, y universal la huella que imprimieron en
todas las manifestaciones de las letras las creaciones sublimes del más
preclaro hijo de Alcalá, especialmente la que, entre risas y admira-
ciones, ha paseado triunfalmente por el mundo el genio de nuestra
raza. Esta influencia, dilatada y honda, que derrama su luz inextin-
guible desde las cimas de nuestro Siglo de Oro sobre todos los pue-
blos civilizados de la tierra, «en su conjunto —segiin observación pre-
liminar de la obra en que nos ocupamos— constituye una de las rama.s
más curiosas del árbol del cei'vantismo, ya que, en definitiva, debe la
Literatura a Cervantes no sólo el producto de .HU genio inmortal, sino
también la evocación de un pasado en los Libros de Caballerías, y
única magnífica fuente de inspiración que tanto han sabido aprovechar
SUR imitadores, continuadores, comentaristas, biógrafos y bibliógra-
fos».
Mas ¿cómo patentizar esta verdad incontrovertible? Ninguno, cier-
tamente, con tan sólidas garantías para ello como Sedó. El es hoy
uno de los que mejor conocen el aspecto bibliográfico de las produc-
ciones cervantinas, al que ha venido consagrándose, año tras año, con
fervorosa pasión, al punto de que ha llegado a formar, como resultado
feliz de afanes y desvelos sin desmayos ni interrupciones, una de las
más ricas bibliotecas de este género, en la que se reúnen las más
raras y diversas ediciones de los escritos del glorioso autor del Quijo-
De y ^e cuantos impresos se refieren a ellos o en ellos se inspiran.
No se trata de un bibliómano. El autor lee, estudia, saborea, me-
MOTAS BIBLIOGRÁFICAS 511
dita Jos libros que constituyen su más viva satisfacción y su más le-
gitimo orgullo. Testifícalo así esta obra, fruto sazonado de su cul-
ta diligencia en tal sentido. En ella nos da oabal noticia, en ficba
bibliográfica completa, de las producciones, así nacionales como ex-
tranjeras, en que se advierte el influjo alcalaíno, con un sintético
resumen del contenido y un rápido juicio de las tendencias pecu-
liares de cada una de ellas. Este Ensayo —así lo denomina modesta-
mente él— consta de tres partes y de un apéndice, integrado por un
total de 1.271 fichas, concernientes, en su mayoría, a títulos y edi-
ciones distintos de libros, folletos y demás impresiones de la índole
mencionada. Precédele un detenido estudio en el que se examinan los
diferentes problemas y cuestiones que el asunto plantea, seguido de
una extensa relación de los libros consultados, y le cierra un índice,
por orden alfabético, de las materias desarrolladas en el texto.
Mucho se ha escrito, dentro y fuera de España, sobre la vida, las
obras y las repercusiones del Manco inmortal, tanto en su conjunto
como en sus pormenores, basta lo» más insignificantes y microscópi-
cos. Faltaba, sin embargo, la bibliografía de la influencia que su pro-
ducción literaria ejerció en la coetánea y en la ulterior, hasta nuestros
días. Aquí está. Ello, por sí sólo, constituye uno de los más altos
elogios del libro. Añada el lector la perfección con que se ha llenado
este vacío, y felicitará, con nosotros, al erudito que tan brillantemen-
te lo ha logrado.—G. A. de I.
GAIFFIER D'HESTROY (B. DE) : L-s sources de h «Translatio Sane-
ti Aemiliani». (Extrait du Fanckuliis quorumdam studiorum F.
Gmt memoríae dic'Hus, t. I, págs. 153-168). París, 1946.
La historia de las tres traslaciones del cuerpo de San Millán de
La CogoUa desde el oratorio construido sobre su tumba, donde se
supone estuvo hasta el año 1030, fué compuesta por el monje Fer-
nando a finales del siglo XII o principios del XIII, y se conserva
en dos manuscritos del antiguo fondo de La Cogolla, que guarda hoy
la Biblioteca de la Real Academia de la Historia. Su texto, publicado
primeramente por Aguirre en su Colección de ConciLias, fué incluido
después por V. de la Fuente en el tomo 50 de la España Sagrada.
El P . de Gaifíier, que ha de tratar de la vida y culto de San Millán
en el próximo tomo de los Acta Sanctorum y que ha dedicado ya
eruditos estudios a varias cuestiones relacionadas con este tema, trata
aquí, con su maestría acostumbrada, el problema de las fuentes uti-
lizadas por el monje Fernando para escribir su narración. El preám-
bulo sobre el reinado de Sancho el Mayor procede de la Flistoria Si-
tense. Lo referente a la traslación —o, mejor, elevación de reliquias—
de 1030, está tomado del documento falso de 1030, abril 13, que
512 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
coincide fin parte en «u tenor con el documento, también falso, de
14 de mayo del mismo año. Gaiffier encuentra plausible la hipóteais,
formulada ya por el P, Serrano, de que el mismo autor de la Trans-
latió lo fuese también de los documentos falsos. El relato del intento
de traslación de 1053 coincide, aiinque no verbalmente, con el de la
Crónica Naj&ense, que cuenta también los esfuerzos infructuosos del
rey García por llevar las reliquias del Santo a la iglesia de Nájera, que
acababa de construir. Por cierto que de ello nada dice el documento
de 1053, mayo 29, sospechoso por su relación con el pleito mantenido
por la abadía de La CogoUa con el obispo de Calahorra. Por fin, no
deja de ser curioso que la traslación definitiva a la iglesia del monas-
terio de Yuso, al inaugurarse en 1067, que fué la que dio ocasión
a la construcción de la célebre arca, cuyos marfiles se conservan aún
en buena parte, la cuente Fernando en pocas líneas y que no quede
de ella constancia en los documentos del monasterio.
El P. de Gaiffier señala también la utilización de la Tranatacio
aancti Felitís ajn. 1090, obra de Grimaldo un siglo anterior, de la que
Fernando toma el esquema general de narración y varios préstamos
verbales y de giros que aseguran' su dependencia. La obra de Femando
viene, pues, a ser un trabajo de compilación, cuyo valor es el de la»
fuentes que utiliza.—L. VÁZQUEZ WE PARCA.
MARSYAS: A publicatUm by the studems of the Instituí of Fine Arts
New York Vniversity. Volumi- III. 1943-1945. Nueva York, 1946.
El tercer volumen de la revista tirada en offset por los alunmos
del Instituto de Bellas Artes de la Universidad de Nueva York, está
dedicado a Walier Fiedlaender, y los estudios que lo componen abar-
can desde la antigüedad griega hasta el cubismo amerícancu
Marie Louise Mensch, en A «myromc» statue of an (nhleile recon'
sidered, somete a revisión las conclusiones a que oreyó deber llegar
Walter Amelung, y que fueron publicadas después de su muerte por
Margarete Bieber en 1927, sobre la reconstrucción de la estatua de
un atleta del siglo V. Las consecuencias de las comparaciones minu-
ciosas llevadas a cabo por la autora del artículo la confirman en la
corrección de la reconstrucción de Amelung, aunque no así en esti-
mar el arte como «mirónico». En su opinión, habría que atribuir el
original a Pitágoras o a alguien de su medio, o sea, a la escuela ar-
tística del sur de Italia.
Edward B. Garrison Jr. plantea un interesante problema de la ico-
nografía del Trecento italiano en su estudio A new devotional panel
type in fourteeinth oentury Italy, a propósito de im pequeño tríptico
sienes de la Christ Church Library en Oxford. Su estudio, muy com-
pleto y conducido con rigor científico, le lleva a considerarlo como
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS 513
perteneciente a un grupo de tablas de devoción italianas, cuyas re-
presentaciones parecen haber servido originariamente para oraciones
suplicatorias por la salvación. Esta interpretación la cree confirmada
por las relaciones que guarda el tríptico de Oxford con un grupo de
relicarios transalpinos con reliquias de la Vera Cruz. El mayor inte-
rés de este estudio está, a nuestro modo de ver, en intentar la explo-
ración de un campo todavía virgen: el de las repercusiones de la
•devoción privada en la iconografía y en el arte religioso.
Más modesto en sus pretensiones y en su desarrollo es otro estudio
de iconografía, el que hace Gertrude M. Achenbach sobre The icono-
graphy of Tobías and the Ángel ¿n Florentine painting oj tbe R^tiM^
sanee. Estas representaciones, que parecen inspiradas en las más anti-
guas bizantinas del ángel Uriel llevando al San Juan Bautista niño al de-
sierto, se dan sobre todo en la segunda mitad del siglo XV, en Flo-
rencia. Tenían especial interés en el tema los miembros de cofradías
Rafael y algunos mercaderes de baja clase media, que encargaban
las pinturas, como exvoto, al mandar a sus hijos al extranjero para
iniciarse en las prácticas comerciales. Mientras que los primeros pa-
trono» ponen mayor interés en la figura del ángel, los segundos lo
hacen en la del joven Tobías, que representaba para ellos a su hijo
«úsente.
Otros dos estudios, los de Creighton E. Gilbert, Antique frame-
rvorks for Renaissttnce art theory: Alberti and Pino y de Kenneth
Donahue Tlie ingenioiiis Bellori se ocupan de la literatura artística
italiana. El primero estudia la influencia de la antigüedad clásica en
el Tratado de Pintura de Alberti, escrito en latín y vertido al italiano
en Florencia entre 1428 y 1436 y en los Diálogos sobre la. piruura
de Paolo Pino, publicados en Venecia en 1548. El segundo se titula
en subtítulo A biografical Study, y es, efectivamente, un estudio bio-
gráfico de Giovanni Pietro Bellori autor de las Vite de pittori, scuUo-
ri et architetfi maderni, publicado en Roma en 1672, donde se con-
tienen las biografías, entre otros, de Aníbal Carracci, Barocci, Ca-
ravaggio, Rubens, Van Dyck, Domenichino y Poussin. Una segunda
parte quedó sin publicar a la muerte de Ballori y una parte del ma-
nuscrito se guarda hoy en la biblioteca de Rouen, después de haber
formado parte de varias colecciones particulares. Donahue no ha en-
contrado referencia del resto del manuscrito, del cual sólo llegó a im-
primirse, en 1731, la vida de Cario Maratta. Bibliotecario y anticua-
rio de Cristina de Suecia y anticuario del Papa, Bellori estaba estre-
chámente asociado con la Academia Francesa de Roma, de la que es-
peraba, con el apoyo gubernamental de que disfrutaba, la posibilidad
de un renacimiento artístico. Poco después de su muerte se publicó
la Descrizion^ delle ImTitagine dipinte da Rafoello d'Vrbino neUe
Canter^ del Palazzo Vaticano. A su muerte dejó una colección de an-
tigüedades y obras de arte.
514 HEVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
El Último de los estudios que forman el volumen que reseñamos,
Cuhin realiSm: tm tmerican style, por Milton W. Brown, concluye
en la existencia de una evolución que lleva del cubismo al realismo,
«del uso de simples superficies abstractas a la reproducción meticulo-
sa de la naturaleza».—L. VÁZQUEZ DE PARCA.
SAN VALERO APARISI, JULIÁN: El tvsoro preimperial de plata de
Dr^eves (Cuadalajara). Comisaría General de Excavaciones Ar-
queológicas. Informes y Memorias. Núm. 9. 91 págs., 14 figs., 16
láms. 25 X 18 cms.—Madrid, 1945.
Un lote argénteo, de más de 13 kgs. de peso, ha aparecido en ej
curso de la construcción del canal de Estremera, al modo de otros
escondrijos de orfebre prerromanos análogos. Se compone de cente-
nares de piezas que, pese a su destrucción deliberada, permiten apre-
ciar en su factura distintas técnicas, además de las normales de la
época de La Téne, respondiendo los objetos a varios usos: torques
y aretes de tobillo, fíbulas, sortijas, pendientes, brazaletes, vasos,
etcétera, además de dieciocho monedas.
De excepcional interés arqueológico es la fíbula llamada de Hér-
cules, por su singular decoración, consistente en dos cabezas huma-
nas imberbes, repujadas a cada extremo del arco, que están corona-
das por otras al parecer de león según el tocado herácleo; sobre el en-
ganche se alza una cabeza exenta, con casco celta, también varonil e im-
berbe. En cuanto a las monedas, figuran entre ellas dos dracmas greco-
hispanas de Rodas, otras de Ampurias y de Carlhagonova, una rara va-
riedad del óbolo de Marsella y numerosos denarios republicanos:
«Todo esto nos lleva a un siglo I antes de Cristo muy avanzado», se-
gún el certero informe de la señorita Clarisa Millán, conservadora de
la Sección Numismática del Museo Arqueológico Nacional.
El señor San Valero examina después las relaciones y cronología
del tesoro de Drieves, recapitulando los hallazgos de este género de
la Segunda Edad del Hierro acaecidos en la Península, por ejemplo,
la pátera de Perotitos, con el mismo motivo herácleo, más romaniza-
do. Al analizar ciertos aspectos del tesoro de Drieves y de sus coetá-
neos se hallan comunes influjos exóticos que podrían atribuirse a
elementos celtas, galos principalmente, que mueven a insistir en la
conveniencia de revisión del problema de la influencia del estilo de
La Téne en la Península.
Después de referirse al origen y difusión de dicho estilo en Euro-
pa, con los correspondientes paralelismos de Drieves, concluye el
autor que este tesoro pertenece a la cultura de La Téne, estando
enlazado por su estilo con el material galo del sur de Francia. Com-
parado este nuevo hallazgo indígena con los demás hispánicos, resalta
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS 51S
SU mayor sencillez y pureza. A su vista hay que desvalorizar el com-
ponente oriental—máscaras, animales y esmaltes—en la aparición del
estilo La Téne.
Respecto a fecha, el mismo motivo facial, constituido en Europa
hacia el 300, debe tenerse en cuenta para datar el tesoro de Drieves,
que por su estilo pertenecerá a los siglos III avanzado y principal-
mente al II antes de J. C , si bien se aprecia un influjo romano de
comienzos del siglo I. Las monedas son indicadoras de la fecha de
ocultación, poco más tardía, arriba indicada.—A. FERNÁNDEZ DE
AVILES.
HOYOS SAINZ, LUIS Y NIEVES DE HOYOS SANCHO : Manual de folk-
lore. La vida popular traiiicional. Madrid, aRevista de Occidente»,
1947. Con 16 grabados y XXII láms.
Verdaderamente fundamental y necesario es el volumen que acaba
de publicarse con el título de Manual, aunque más bien merecía lla-
marse Tratado de Folklore, pues cumple la condición de elevar a una
categoría científica a estos conocimientos, tan bien y aún diríamos
mejor, que ningún otro de los publicados en el extranjero, por su
valor metódico, su fijación completa del extenso campo folklórico, y
la presentación concreta y analítica de los métodos de investigación
y utilización de los resultados, hasta presentar claras y precisas las
diversas teorías y escuelas folklóricas y etnográficas.
Es de destacar que en este volumen se exponen de modo convin-
cente la separación de los sistemas o procedimientos particulares de
estudio de los hechos de la vida popular; el geográfico, el histórico,
el artístico, el sociológico y el técnico, como integrados en el verda-
dero método que no estudia facetas sino el total de los fenómenos que
presentó hace un cuarto de siglo como método etnográfico folklórico
el señor Hoyos Sáinz.
Otro esencial valor tiene el libro : el del origen real y objetivo
de los hechos, recogidos directamente por los autores, en medio siglo
por el señor Hoyos, y en dos lustros por su hija y colaboradora, ya
que el primero presentó un ejemplo de su método al estudiar la fiesta
montañesa en una presidida por aquél nuestro jefe perdurable don
Marcelino Menéndez y Pelayo, y la segunda inició su constante labor
como ponente de los trabajos españoles, en el Congrés International
des Arts Populaires celebrado en Praga, que fué el acto de reconoci-
miento de la personalidad folklóricoetnográfica de España, por todos
los especialistas del mundo.
Una verdadera prueba testifical de la objetividad de la recogida
de los datos está en la lista de sus informantes y colaboradores en
todas y cada una de las regiones y provincias de España, y que bien
516 ItKVlSTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
pudiéramos decir que forman la nómina más completa de los que a
estos estudios se dedican eu la Península.
La anterior lista está reforzada por los dos índices geográficos, que
con criterio didáctico se insertan al ñnal de la obra; uno de los si-
tios y localidades en que se recogieron los datos iitilizados para la
presentación de los objetos o realidades etnográficas y los hechos
folklóricos en su más amplio sentido, que no ilustran, sino que cimen-
tan la obra. La segunda lista, también alfabética, es la de razas, culturas
y pueblos, creadores o difusores de los hechos, costumbres y aun
ideas que figuran reseñadas, enlazando así lo actual o lo popular
con lo histórico o tradicional.
Como capítulos destacados citaremos el dedicado a las esencias
del folklore, a nuestro juicio bien estudiadas sobre lo popular, lo
tradicional y lo anónimo, y certeramente calificadas por lo femenino,
lo infantil y lo regional, ya que la mujer y los niños son los verda-
deros guardadores de la tradición; y la región, y más concreta-
mente las comarcas, las áreas geográficas donde aquéllas se recogen.
Otro capítulo esencial —y éste sí que era necesario— es el dedica-
d o a limitar y definir el campo y contenido de lo folklórico, que re-
petimos teniendo a la vista los demás autores extranjeros, como la
inglesa miss H u m e , los italianos R. Corso y G. Cocchiara, los va-
rios alemanes desde Graebner hasta Nauman, los francess desde Se-
billot hasta el recientísimo de Van Genuep, el belga A. Marinus, y el
gran maestro portugués Leite de Vasconccllos, es este más completo
y demostrativo.
También estimamos de gran interés la parte dedicada a los folklo-
res comparados de España y las naciones americanas, ya que estas
conexiones intrahistóricas sean la más perdurable y esencial trama
de unión entre las naciones hispanoamericanas.
La cortedad de visión o lo restringido del horizonte que en Es-
paña tem'a el folklore, reduciéndole a cantos y bailes se ve ampliada
en las cuatro secciones o campos de esta disciplina. La constituida
por los esencialísimos temas de la creencia popular en todo el aspecto
espiritual de religión y superstición, que fué realmente el que tocó
nuestro ya recordado don Marcelino, con todo el mundo entre real
y fantástico, de seres sobrenaturales, brujería y magia; la ciencia
o el saber del pueblo en la explicación de los fenómenos naturales,
o en la aplicación utilitaria de la misma; el sentimiento y la expUe-
sión de la rica vida artística popular, y una cuarta sección muy nueva
que estimamos justificadísima, la sociabiUdad, en la que costumbres
familiares y públicas son expuestas e interpretadas con criterio cien-
tífico.
Recordamos que el libro va dividido en tres grandes partes, la
general o teorética, de la que más especialmente nos hemos ocupado
y las dos descriptivas de folklore concreto de la vida y cultura espi-
NOTAS BIBUOCRÁriCAS 517
rituales, y la etnografía o estudio áe los hechos y objetos y su utili-
zación material. Añacliéndoae un apéndice en que se demuestra la
actualización de lo folklórico por el estudio del artesanado, y el de
las horas libres en el descanso y recreo popular, salvando así las
esencias castizas de cada pueblo contra un cosmopolitismo demasia-
do dominante.
Inicia este Manual una serie de monografías sobre temas concre-
tos, que la «Revista de Occidente», de tan alta tradición cultural,
dedica a estos asuntos, dándose cuenta de que el folklore no es tipis-
mo y pintoresquismo, sino una verdadera ciencia.—F. T.
16
SECCIÓN OFICIAL - LEGISLACIÓN
CUERPOS FACULTATIVO Y AUXILIAR
MINISTERIO DE EDUCACIÓN y Bibliotecas, y fruto del estudio metó-
NACIONAL dico de los diversos problemas que plan-
tean los modernos avances en el campo
DECRETO de la investigación y en el de las bi-
bliotecas y archivos, han sido una se-
Al antiguo carácter que tuvieron en rie de disposiciones promulgadas aislada-
Eu origen los Archivo» y Bibliotecas de mente, y la presente ordenación, que tra-
depósitos o museos de nuestra historia ta de recoger y solucionar dichos pro-
y de nuestra cultura, que había sobre blemas en su máxima amplitud.
todo que conservar y defender, sucedió En el campo sin limites de la cultura
el concepto de considerarlos como Cen- no debe reducirse el Estado solamente
tros de cultura abiertos al estudio y a a ordenar las fanci(mes de las bibliote-
la investigación. cas en relación con la investigación y
Sin abandonar esta misión fundamen- lo» estudios superiores; debe atender con
tal protectora, celosamente desempeñada especial cuidado, además, a la divulga-
por «I Estado mediante sus archiveros ción de la cultura, y para ello se crea
y bibliotecarias, e« necesario, y aun ur- en el presente Decreto el «Servicio Na-
gentes, en estos tiempos, desarrollar con cional de Lectura», con el propósito de
orden y método modernos la labor de que el libro pueda llegar hasta los más
dar a conocer del modo más amplio y apartados lugares.
preciso el contenido de nuestros archi- Constituye el patrimonio histórico-do-
vos y bibliotecas, de numera que la in- cumental y bibliográfico una de las ma-
vestigación pueda disponer de materia- yores riquezas espirituales de nuestra pa-
les clasificados y ordenados y que el tria, y al Estado corresponde la obli-
estudioso encuentre en nuestras biblio- gación de velar y proteger su integridad
tecas una organización activa, con catá- y conservación. Así, en el presente De-
logos eistemátieos y completos que le creto, se preocupa por las condiciones
haga fácil y agradable, a la vei, su tra- especiales de seguridad que deben re-
bajo científico o literario y, además, que unir los edificios que se construyan o re-
pueda lograr fácilmente un conocimien- formen con destino a archivos y biblio-
to preciso y total de los fondos histó- tecas, y también establece disposiciones
ricos y bibliográficos existente» en nues- que tienden a evitar posibles pérdidas
tra patria a través de los Cmitres de in- de colecciones o piezas de este Patri-
formación histórico-docnmental y biblio- monio.
gráfica que se crean en virtud del pre- Igualmente trata este Decreto de cui-
sente Decreto. dar y defender con máximo celo nues-
Para coordinar con criterio uniforme tro tesoro artístico y bibliográfico, que
ceta tarea, que de un modo individual constituye nno de loe más preciados le-
y con esfuerzo loable y meritísimo ha gados de nuestra cultura.
venido realisando el Cuerpo de Archi- De conformidad con lo expuesto, a
veros, Bibliotecarios y Arqueólogos, se propuesta del ministro de Educación Na-
creó por Decreto-ley de 25 de agosto de cional y previa deliberación del Consejo
1939 la Dirección General de Archivos de Ministros,
522 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
DISPONGO: e) De entidades públicas y Corpora-
ciones.
TITULO PRELIMINAR f) De particulares.
Son archivos históricos genérale»: los
Artículo primero. Todos los archivos que contienen numerosa e importante
y bibliotecas de carácter civil de la Ad- documentación sobre la nación en gene-
ministración central, provincial y local; ral o varias de sus regiones: Archivo
lo» de las Delegaciones permanentes del Nacional y los de Simancas, Indias y
Estado en el extranjero y cnanto* de la Corona de Aragón,
misma naturaleza »e declaren de interés A la clase de archivos históricos re-
nacional o local para «1 estudio y cono- gionales pertenecen los que contienen do-
cimiento de la Historia.y cultura patrias, cumentos que, en su mayor parte, se
quedan sometidos a lo que ee preceptúa refieren a una determinada región: el
en el presente Decreto. del reino de Valencia, en la capital de
su nombre; el del reino de Mallorca, en
TITULO PRIMERO Palma, y el de Galicia, en La Corana.
Los archivos de las Chancillerias de
De los archivos y bibliotecas en general Valladolid y de Granada, de las Univer-
sidades literarias y de Colegios Nota-
riales, cuya documentación está limitada
CAPÍTULO PRIMERO por las materias especiales que cada una
comprende y por la demarcación geográ-
Concepto y clasificación de los archivos fica respectiva, forman los archivos his-
tóricos de distrito.
Art. 2.° Se entiende por archivo, para
los fines de este Decreto, el conjunto Archivos históricos pfoviaciales son los
de fondos documentales que se lúllan que, integrados por fondos varios refe-
custodiados por organismos del Estado, rentes a cada provincia, existen o sean
Corporaciones oficiales y otras personas creados por el Ministerio de Educación
jurídicas y naturales para «u reglamen- Nacional en las respectivas capitales.
tada utilización. Corresponden al grupo archivos histó-
Art. 3.* Por la antigüedad y natura- ricos de entidades públicas y corporacio-
leza de los documentos custodiado», se nes los del Patrimonio Nacional, Acade-
dividen los archivos en históricos y ad- mias, Ayuntamientos, y los de las Sec-
ministrativos. ciones Históricas de los archivos admi-
Son archivos históricos aquellos cuya nistrativos a que alude el artículo 6."
documentación, en su mayor parte an- Bajo la denominación archivos histó-
terior al siglo XX, y en general inne- ricos de particulares se incluyen princi-
cesaria para la tramitación de los nego- palmente los de la nobleza y, en general,
cios públicos y privados, puede servir cuentos tengan un marcado interés his-
de fuente para el estudio de tiempo» tórico que exceda del puramente pri-
pretéritos. vado.
Se consideran archivos administrativos Art. 5.' Los archivos administrativos
los que conservan documentos, general- se clasifican en:
mente de época actual, indispensable pa- a) Archivos de la Administración Cen-
ra el buen funcionamiento de la Ad- tral : los de las Cámaras Legislativas,
ministración, y que, por el momento, Presidencia del Consejo de Ministros.
no pueden constituir un fondo histórico. Consejo de Estado, Ministerios, Tribu-
Art, 4," Los archivos histórico», por nal Supremo, Tribunal de Cuentas y
la importancia, calidad, número y varie- cuantos radiquen en organismos centra-
dad de la documentación, o por las en- les.
tidades o individuos que los poseen, se b) Archivos de distrito: los de las
clasifícan en Audiencias territoriales y de Universida-
a) Generales. des en su documentación viva,
b) Regionales. c) Archivos de la Administración pro-
c) De distrito. vincial : los de los gobiernos civiles.
d) Provinciales. Delegaciones de Hacienda, Audiencias y
L E G I S L A C I Ó N 523
DipntacifMMB provinciales y demás de- e) Las biblioteea» especiales por sus
fkendeiKiB» de la organización provin- estatuto* fondacionales, por sa natura-
cial. leza o por su funcionamiento.
d) Archivos de la Administración lo- f) Las bibliotecas del «Servicio Na-
cal : los archivos municipales y de otros cional de Lectura».
organismos o entidades locales. g) La» bibliotecas creadas y «oeteni-
Art, 6.* Los archivos administrativos das por lasi Corporaciones provinciales
de organismos del Estado cuyo» foodo» y municipales, no comprendidas en el
lo reqnieran, deberán tener nna Sección anterior apartado.
Histórica en tanto no se disponga por el
MinisleTio de Educación Nacional el en- TITULO II
vío de los docnmentos que la integran
«1 archivo histórico que corresponda. De la organización de los ardiivos
An. 7.° Por las limitaciones de la y bibliotecas
consulta y aprovechamiento de «us fon-
dos, s« dividen los archivos en públicos CAPÍTULO PRIMERO
y privados, reflejando su carácter la for-
ma de efectuarse el servicio de acuerdo De los Organismos rectores
con lo« reglamentos especificos de cada
Centro.
Art. 11. La Dirección superior de
CAPÍTULO II todos los archivos y bibliotecas, a que
se refiere este Decreto; la protección
Concepto y clasificación de las biblia- legal de la obra intelectual, y la defen-
tecat sa del Tesoro histórico-documental y bi-
bliográfico, estarán confiadas a la Di-
Art. 8." Las bibliotecas son estableci- rección general de Archivo» y Biblio-
mientos de cultura donde se reúne, con- tecas, como órgano rector y propulsor
serva, inventaría, cataloga y clasifica de lo« interese» histórico-dociunentales
científicamente la producción bibliográ- y bibliográficos de la Nación.
fica para su general o limitada utiliza- Art. 12. Serán órganos consultivos,
ción. técnicos, asesores' o colaboradores de la
Art. 9." Las bibliotecas se dividen en expresada Dirección general:
públicas y privadas. a) La Junta técnica de Archivos, Bi-
Eki consideración a las restricciones blioteca» y Museo».
para la l«ctura, las primeras pueden ser b) La» Inspecciones generales de Ar-
de libre acce«o o de acceso restringido. chivos y Bibliotecas.
Las de libre acceso están destinadas a c) La Comisión Central del Catálo-
proporcionar conocimientos elementales go histórico-documental y bibliográfico
o « facilitar la difusión de la cultura de España, en sus dos seccione» de Ar-
media. chivo» y Biblioteca».
En las bibliotecas de acceso restringi- d) Los Patronato» provinciales para
do, por requerirlo asi la naturaleza de el fomento de los archivos, bibliotecas
«US fondos, sólo está permitida la con- y museos.
sulta a personas dotada» de conocimien- e) Las Delegaciones provinciales de
tos y preparación especiales. Archivos y Bibliotecas.
Art. 10. Para los fines del presente f) El Registro de la Propiedad Inte-
Decreto se consideran bibliotecas pú- lectual; y
blicas : g) _ La Junta de adquisición y distri-
a) La Biblioteca Nacional. bución de publicaciones.
b) Las bibliotecas sostenidas por el Art. 13. La Junta técnica del Cuer-
Esudo español en el extranjero. po de Archivero», Bibliotecarios y Ar-
c) Las bibliotecas adscritas a Centros queólogos, además de los inf<»me» que
de Enseñanza Superior y Media. reglamentariamente le competen, tendrá
d) Las bibliotecas de Corporaciones como principal atribución la de estu-
y Establecimientos científicos no dedi- diar las reformas y mejora» que deban
cados a la enseñanza. introducirse en los archivos, bibliotecas
524 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS V MUSEOS
y mnseoj, y elevarlas a la snperíoridad. de las cantidades que el presupuesto
Art. 14. Es migión principal de las del Ministerio de Educación Nacional
Inq>ecciones generales visitar los esta- consigne para el incremento de fondos
blecimientos d« su Sección, orientar a de las bibliotecas piíblicas del Estado.
los directores de los Centro» en la la- b) Las funciones que se les enco-
bor técnica qne les está encomendada y miendan en el título III del presente
proponer cuantas innovaciones reclame Decreto relativas al «Servido Nocional
el mejor funcionamiento de los servicios de Lectura».
y los premios y sanciones a que se ba- Art. 20. En relación con la Junta de
gan acreedores los fnncionarios. adquisición y distribución de publica-
Igualmente será función de los ins- ciones funcionará el Centro de Cambio
pectores: informar en cuantos asuntos Internacional, encargado del intercambio
lo disponga la Dirección general, pro- de las publicaciones oficiales con las
poner la distribución de lo» créditos glo- oficinas de análoga finalidad en los paí-
bales entre los Centros de sas respecti- ses extranjeros.
vas Secciones y preparar los datos para Art. 21. Los envíos del Cambio In-
redactar las Memorias anuales* de los ternacional y las adquisiciones de pu-
arcbivos y bibliotecas. blicaciones extranjeras que haga la ex-
Los inspectores, en sus visitas, ten- presada Junta para las bibliotecas pú-
drán fnnciones de autoridad delegada de blicas del Estado quedan exentas de las
la Dirección general, y corresponderá a licencias de importación y exportación,
los mismos el tratamiento y prerrogati- del pago de derecho» de Aduanas y del
vas de lo« jefes enperiores de la Admi- impuesto de Usos y Consumos.
nistración civil del Estado. En los presupuestos del Estado se
Art. 15. Incumbe a la Comisión Cen- consignara anualmente a dicha Junta una
tral del Catálogo histórico-documental y cantidad para la adquisición de obras
bibliográfico de España dirigir, recoger y revistas extranjeras.
y ordenar la labor de las Comisiones
provinciales, para la formación del men- CApirui.0 II
cionado Catálogo.
Art. 16. Los Patronatos provinciales Df I personal
para el fomento de los archivos, biblio-
tecas y museos' realizarán las funciones Art. 22. Dependerán de la Dirección
que les asigna el Decreto de su creación General de Archivos y Bibliotecas':
y cuantas les encomienda el presente De- a) El Cuerpo facultativo de Archi-
creto en la forma que establezca el Re- veros, Bibliotecarios y Arqueólogos, que
glamento para su aplicación. se divide, por la especialidad d« sus
Art. 17. Nombrados por la Dirección funciones, en la» tres Secciones expre-
general de Archivos y Bibliotecas, exis- sada» en su título. •
tirán en las capitales de provincia dele- b) El Cuerpo Auxiliar de Archivos,
gados provinciales de archivos y biblio- Bibliotecas y Museos.
tecas. c) Los encargados de archivó» y bi-
Art. 18. Será de la competencia del bliotecas.
Registro de la Propiedad Intelectual, en Los archivos, biblioteca» y Museos
su Oficina central, el < reunir, clasificar del Estado, dependientes actualmente
y conservar la documentación propia y del Ministerio de Educación Nacional,
la que desde lo» Registros provinciales así como los encomendados o que se le
les llegue; encauzar la labor de estos encomienden en lo sucesivo, estarán di-
Registros con instrucciones' directas, e rigidas por fnncionarios del citado Cuer-
informar a la superioridad en cuantas po, perteneciente» a la» Secciones res-
cuestiones afectan a la ley de Propiedad pectivas.
Intelectual y a su aplicación. Art. 23. El único medio de ingrcRO
Art. 19. La Junta de adquisición y en el Cuerpo de Archiveros, Bibliote-
distribución de publicaciones tendrá por cario» y Arqueólogos, es la oposición.
misión: El Ministerio de Educación Nacional
a) La administración y distribución convocará oposiciones entre doctores o
L E G I S L A C I Ó N 525
licenciados en cualquiera de lae Seccio- Art. 29. Los archivos y biblioteca»
nes d« la Facultad de Filosofía y Letras declarado» de importancia i>or su cali-
para seleccionar los aspirantes. dad y volumen, no dependiente» del
Art. 24. Se erea en la Universidad Ministerio de Educación Nacional ni
de Madrid una Escuela técnica de Ar- servidos en la actualidad por su perso-
chivos, Bibliotecas y Museos, donde re- nal técnico, serán regidos en virtud del
cibirán las enseñanza» profesionales de presente Decreto por archivero» « bi-
su respectiva especialidad, los aspiran- bliotecario» del Cuerpo facultativo o
te» aprobados en las oposiciones convo- personas que posean aptitud legal para
cadas por el Ministerio de Educación Na- el ingreso en el mismo.
cional. Cuando alguno de estos archivos y bi-
Durante su permanencia en la escue- bliotecas pasen a depender de la Direc-
la, los aspirantes percibirán una beca ción general de Archivo» y Biblioteca»
mensual. se podrá respetar el derecho del per-
Un examen final determinará el nú- sonal técnico en BUS propios términos
mero de ingreso de los aspirante» en del Cuerpo facultativo.
el Cuerpo Facultativo de Arcbiverosi', Art. 30. Para el mejor servicio y se-
Bibliotecarios y Arqueólogos, en la for- guridad de lo« fondos de los archivos,
ma que disponga el Reglamento. bibliotecas y museos del Estado, por
Art. 25. Los funcionarios del Cuer- la Presidencia del Consejo de Ministros
po Facultativo de Archiveros, Bibliote- se dispondrá que el personal subalter-
cario» y Arqueólogos formarán un esca- no adscrito a los dichos establecimien-
lafón único, con las categorias que se- tos, lo sea con carácter permanente, si
ñalen las correspondiente» disposiciones bien gozando de movilid&d entre lo» ar-
legales. Los ascenso» de una a otra ca- chivos, bibliotecas y museos que existan
tegoría serán por riguroso orden de an- en territorio nacional.
tigüedad. Art. 31. Las plantilla» del personal
Art. 26. Cooperarán en el servicio de los archivos, bibliotecas y museos ser-
de loe archivos y bibliotecas: vidos por funcionario» de los Cuerpos
a) Los auxiliares de archivos, biblio- Facultativos y Auxiliar acomodada» a la
teca» y museos. ley de Presupuestos vigente se aproba-
rán y modificarán por Orden ministerial,
b) Lo» encargados de archivos y bi- previa consulta de las Inspecciones ge-
bliotecas nerales y de la Junta técnica.
Art. 27. £1 Ministerio de Educación
Nacional convocará para cubrir plazas
de aspirantes al Cuerpo de Auxiliares CAPÍTULO III
de Archivos, Bibliotecas y Museos, los
cuales formarán un escalafón único. De la organización de los archivos
Los aspirantes recibirán una enseñan-
za eminentemente práctica, y al final de Art. 32. Los archivos dependientes
la misma sufrirán un examen para de- del Ministerio de Educación Nacional o
terminar el número que ha de corres- servicio» por su personal técnico ajtis-
ponderle» en el escalafón. tarán su organización a las disposiciones
Art. 28. Lo» encargados de archivos y reglamento» emanados de la Dirección
y bibliotecas serán de dos clase»: unos general de Archivos y Bibliotecas.
que podrán desempeñar provisionalmen- Art. 33. La organización y servicio
te, mediante nombramiento ministerial, de los archivos históricos de protocolo
la dirección de las bibliotecas y archi- se regirán por el Decreto de 2 de mar-
vos que se hallen vacantes, en los ca- zo de 1945.
sos que no sea posible destinar a ellos Art. 34. En las capitales de provin-
un funcionario del Cuerpo Facultativo cia donde no exista un archivo gene-
o del Auxiliar; y otros que tendrán por ral, regional o de chancillerfa, y no tu-
misión custodiar y servir los archivos viesen un archivo histórico provincial,
y bibliotecas que por el carácter y es- el Ministerio de Educación Nacional pro-
caso caudal de sus fondos n» requieran cederá a su inmediata creación. En ellos
funcionario con preparación especial. se depositarán los protocolos notariales
526 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
de mi» de cien año» de antigüedad, co- Art. 39. El director de la Biblioteca
rrespondientes a las Secciones Históricas Nacional será nombrado y separado li-
b) y G) del artículo 3.° del Decreto de bremente por Decreto del Ministerio de
2 de nurso de 1945 (Boktin Oficial del Educación Nacional entre bibliotecaríoe
Estado del día 19), la documentación his- del Cuerpo facultativo y personas de re-
tórica de las Audiencias y Juzgado», de levante mérito por su» publicaciones bi-
las Delegaciones de Hacienda y de otras bliográficas y biblioteconómicas o que
dependencias oficiales de la provincia. hayan demostrado competencia en ma-
Previa autorización del Ministerio de teria de bibliotecas.
Educación Nacional podrán las Corpo- Los directores de bibliotecas univer-
raciones, Organismos y particulares que sitarias y de aquellas otras que por »a
lo soliciten, entregar en depósito en es- importancia o especialidad se especifi-
tos archivo» sus documentos históricos' quen en el Reglamento se elegirán, en
para su mejor custodia, conservación y lo sucesivo, entre bibliotecarios faculta-
estudio. tivo» mediante concurso especial, en el
Art. 35. Los archivos de Corporacio- que »e acredite, principalmente, el cono-
nes y Entidades locales con importante cimiento de la organización y servicios
fondo histórico vendrán obligados a or- de biblioteca».
denar y catalogar su documentación. En determinados casos podrá el Mi-
La Dirección general de Archivos y nisterio ordenar a los concursantes la
Bibliotecas publicará unas normas para realización de algún ejercicio especial.
la ordenación, formación de catálogos, Art. 40. Al servicio de la Biblioteci^
índices, registro», etc., de las Secciones Nacional estará un Patronato, cuya mi-
Históricas de estos archivos, y facilitará sión principal será fomentar el desarro-
a loe que lo soliciten el servicio técnico llo de la misma, contribuir con sos ini-
de sus archivos. ciativas y consejos' al mejoramiento de
Art. 36. Para el servicio de la inves- sus instalaciones, incrementar sus colec-
tigación española y extranjera y para ciones y, en general, mantener el pres-
la formación del Catálogo general de tigio que por su importancia le corres-
los Archivos de España se establece en ponde.
el Archivo Histórico Nacional el «Cen- Dicho Patronato estará constituido por
tro de Información Histórico-Documen- un presidente, un vicepresidente prime-
tal». ro, un vicepresidente segundo y seis
vocales, nombrados por Decreto entre
CAPÍTULO IV aquellas personas que más se hayan dis-
tinguido por su competencia en materia
De la organización de las bibliotecas bibliográfica o por su prestigio cultural
y, además, por un representante de las
Art. 37. Todas' las bibliotecas estable- siguientes Entidaijes: Universidad de
cidas en territorio español que faciliten Madrid, Instituto de España y Consejo
la lectura en sala pública o a domici- Superior de Investigaciones Científicas,
lio, con cuota o sin ella, estarán obli- propuestos al Ministerio por dicha» Cor-
gada» a inscribirse en el Registro de poraciones.
Bibliotecas, que funcionará en la Direc- El director de la Biblioteca Nacional
ción general de Archivos y Bibliotecas, será vicepresidente segundo, y ejercerá
7 al cumplimiento de cuanta» disposicio- la» funciones' de secretario el de la Bi-
nes se dicten en lo sucesivo para este blioteca Nacional.
servicio. Las facultades y atribuciones de este
Art. 38. A partir de la promulgación Patronato se determinarán por medio de
de este Decreto, para fundar bibliotecas un Decreto complementario.
de las comprendidas en el artículo an- Art, 41. Dependiente del director de
terior será necesaria la a.utorización del la Biblioteca Nacional se crea, con la
Ministerio de Educación Nacional, al colaboración de todas las demás biblio*
que competen, por medio de sus órganos teca» comprendidas en el presente De»
adecuados, la» funciones de inspección creto, el «Centro Nacional de Informar
y vigilancia de la misma. ción Bibliográfica», cuya misión princi-
LCCISI.ACIÓN 527
pal será la formación del Catálogo gene- cas, hasta alcanzar el total estableci-
ral bibliográfico «spañol. miento de estos organismos en todas las
Art. 42. La» biblioteca» públicas del provincias españolas.
Estado y la« regidas por funcionarios fa- Art. 47. La orientación inmediata del
cultativos del Cuerpo de Archiveros, Bi- «Servicio Nacional de Lectura» será ejer-
bliotecarios y Arqueólogos, estarán so- cida por la Inspección general de Bi-
metidas, en cuanto a su catalogación y bliotecas a través de la Junta de adqui-
«lasüieación, a las normas <}ue dicte el sición y distribución de publicacione».
Ministerio de Educación Nacional. La citada Inspección podrá delegar sus
En todas ellas, con las limitaciones y funciones inspectoras en dicha Junta o
excepciones que determinen los Regla- en los directores de las bibliotecas pú-
mentos, se establecerá el servicio de blicas provinciales con sujeción a las
préstamo de libros. normas que dicte la Dirección general
Los envíos de libros para el préstamo de Archivos y Bibliotecas.
entre bibliotecas, asi como la corres- Art. 48. Las bibliotecas del «Servi-
pondencia abierta a que dé lugar este cio Nacional de Lectura» creadas en
servicio, gozarán de franquicia postal. virtud del presente Decreto no podrán
Art. 43. Las actuales bibliotecas pú- ser suprimidas sino por Orden ministe-
blicas del Estado existentes en las ca- rial.
pitales de provincia deberán transfor-
marse en bibliotecas de la ciudad, en TITULO IV
relación con los Ayuntamientos respec-
tivo« y en la forma que en cada caso se
determine. CAPÍTULO ÚMCO
Del Patrimonio y del Tesoro histórico-
TITULO III documental y bibliográfico de Eupaña
CAPÍTULO ÍNICO Art. 49. Constituye el Patrimonio his-
tórico-doGumental y bibliográfico de Es-
Dtl Servicio Nacional de Lectura paña, cuya conservación y acrecenta-
miento es inexcusable deber del Estado,
Art. 44. Como medio eficaz d« con- el conjunto de manuscritos, impresos y
tribuir al desarrollo cultural del país, encuademaciones de interés histórico, bi-
se establece el «Servicio Nacional de bliográfico o artístico, quienquiera que
Lectura», encargado de hacer llegar el fuere su poseedor.
libro a todo el territorio nacionid. Art. 50. Las piceas y ejemplares úni-
Las bibliotecas públicas del Estado en cos y todas aquellas de especial mérito
cada capital de provincia ejercerán la integrarán el Tesoro histórico-documen-
función de Centro Coordinador de las tal y bibliográfico español. Pertenecen
bibliotecas del «Servicio Nacional de a él, en consecuencia, los cartularios,
Lectura» en su demarcación. códices, incunables, ediciones principes,
Art. 45. El expresado servicio estará toda clase de impresos de los siglos XVI,
directamiente regido por los siguientes XVII y XVIII, de rareza bibliográfica;
organismos: las encuademaciones artísticas y loe se-
a) Inspección general de Bibliotecas. llos y documentos históricos anteriores
b) Junu de adquisición y distribu- al siglo XX.
ción de pnblicaciones. Art. 51. La Dirección general de Ar-
c) Patronatos provinciales para el fo- chivos y Biblioteca» declarará, en cada
mento de los archivos, bibliotecas y mu- caso, las piezas que deban constituir el
seos, y las bibliotecas públicas provin- Tesoro histórico-documental y bibliográ-
ciales. fico, que no se hallen taxativamente de-
d) Juntas locales de Bibliotecas. terminadas en el artículo anterior.
Art. 46. Anualmente el Ministerio de Art. 52, Las instalaciones de los ar-
Educación Nacional convocará concursos chivos y bibliotecas del Estado y de las
nacionales para la creación de Centros Corporaciones provinciales y municipa-
Coordinadores provinciales de Bibliote- les deberán reunir las condiciones ne-
528 BEVISTA OE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS ¥ MUSEOS
cesarías para los fines de la conserva- rante un plazo de quince años, a, partir
ción del Patrimonio histórico-docnmen- de la fecha de su entrada en España.
tal y bibliográfico. £1 Ministerio de Hacienda dictará las
La Jauta Central de Archivos, Biblio- órdenes oportunas para el cumplimiento
tecas y Museos de España, creada por de este articulo.
Decreto de 22 de septiembre de 1939, Art. 58. Los particulares y entidades
facilitará las' orientaciones e informes mercantiles dedicados al comercio de li-
que se le soliciten, para el más acerta- bros y documentos de valor histórico y
do cumplimiento de lo dispuesto en este bibliográfico remitirán a la Dirección ge-
artículo. neral de Archivos y Bibliotecas relación
Art. 53. En los casos de riesgo in- detallada de las piezas a qne se refiere
minente para los fondos que constitu- el artículo SO.
yen el Tesoro histórico-documental y
bibliográfico, el Ministerio de Educación DISPOSICIONES TRANSITOKUS
Nacional solicitará el depósito de dichas
piezas «n Centros que reúnan las condi-
ciones reglamentarias de seguridad, en Primera. Para los fines de este De-
tanto no desaparezcan las cansas origi- creto, los fondos histórico-docnmentales
narias de esta medida. y bibliográficos propiedad o en posesión
de la Iglesia serán objeto de convenios
Art. 54. Corresponde a la Dirección y disposiciones especiales.
general de Archivos y Bibliotecas la fa- Segunda. Cuando haya de aplicarse
cultad de radenar visitas de inspección este Decreto en Departamentos ministe-
a los fines de este titulo, a cualquier ar- riales distintes del de Educación Nacio-
chivo o biblioteca de carácter civil del nal se establecerán, siempre que sea pre-
Estado, Provincia o Municipio. ciso. Patronatos o Comisiones intermi-
Art. 51. Se reproducirán en micro- nisteriales, análogos a los ya existentes.
films las piezas que constituyan el Te- Tercera. Queda autorizado el Minis-
soro histórico-documental y bibliográfi- terio de Educación Nacional para acla-
co, no sólo para su mayor seguridad, rar o interpretar el presente Decreto, asi
sino también para facilitar por este me- como para dictar cuantas disposiciones
dio su consulta fuera de las localidades complementarias sean precisas para su
donde radiquen los fondos. mejor aplicación.
Art. 56. Las piezas del Tesoro his- Cuarta. Se derogan las disposiciones
tórico-documental y bibliográfico conser- en vigor en cuanto se opongan a lo es-
vadas en los archivos y bibliotecas de- pecíficamente previsto en el presente De-
pendientes del Ministerio de Educación creto.
Nacional no podrán salir de los mismos Así lo dispongo por el presente De-
sino en casos excepcionales y siempre creto, dado en Madrid a 24 de julio de
mediante Orden expresa del Ministerio. 1947.—FRANCISCO FRANCO.—El ministro
Art. S"!. Queda prohibida toda expor- de Elducación Nadional, José Ibáñez
tación de fondos del Tesoro histórico- Martín.
documental y bibliográfico no autoriza-
da por Orden ministerial, oída la Junta
técnica de Archivos, Bibliotecas y Mu- Orden de 5 de marzo de 1947 por la
seos. que se autoriza a la Junta técnica de
Las importaciones de libros y docu- Archivos, Biblioteca» y Museos, para
mentos que puedan considerarse como reanudar la publicación de la REVISTA
acrecentamiento del Tesoro histórico-do- DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS.
cumental y bibliográfico de E^aña que-
dan libres de todo gravamen. limo. Sr.: La Junta técnica de Archi-
Los documentos o libros importados vos, Bibliotecas y Museos ha tenido la
con autorización oficial y que merezcan feliz iniciativa de reanudar la publica-
las consideraciones de piezas del Tesoro ción de la REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIO-
histórico-documental y bibliográfico se TECAS Y MUSEOS, de gloriosa tradición
podrán exportar y vender libremente du- en las letras españolas, que durante su
LECISLikCIÓN E>29
existencia brilló con luz propia y dio Decreto de 8 de mayo de 1947 por el
justificada nombradla a ilustres funcio- que se nombra director general de Ar-
narios del Cuerpo de Archivoa que ilus- chivos y Bibliotecas a don Miguel Bor-
traron en» columnas. Esta labor de difu- donau y Más.
sión, de cultura clásica, constituye lui
paso mis de la que sin interrupción rea- A propuesta del Ministerio de Educa-
liza este Ministerio, que ae complace en ción Nacional, y previa deliberación del
conceder la autorización solicitada para Consejo de Ministros,
la publicación de la mencionada Revis- Nombro director general de Archivos
ta, con arreglo a los demás requisitos y Bibliotecas a don Miguel Bordonan
legales qn« deben cumplirse. y Mis.
Madrid, 5 de marzo de 1941.—Ibáñez ABÍ lo dispongo por el presente De-
Martín.—(B. O. del E. de 17 de marzo creto, dado en Madrid a 8 de mayo de
de 1947.) 1947.—Firmado: FRANCISCO FBANCO.
B I B L I O T E C A S
Orden de 18 de abril de 1947 por la que otras tantas Organizaciones provinciales-
se anuncia concurso entre Diputacio- destinadas a crear y sostener bibliotecas
nes provinciales, dotando con cuatro en los Ayuntamiento» de su demarca-
premios de lOOMO pesetas para esta- ción.
blecer Organizaciones provinciales que Segundo. Dichas cuatro dotaciones «e
creen y sostengan bibUottcas en sus otorgarán con cargo al Presupuesto de
Ayuntamientos: la Junta de Intercambio y se concederin,
precisamente en libro» y revistas por la
limo Sr.: En el pasado año, y como mencionada cuantí^, a las ciutro Dipu-
uno de los actos conmemorativo» de la taciones provinciales que presenten los
«Fiesta del Libro», dictó este Ministe- cuatro mejores proyecto» de organiza-
rio uaa Orden «1 día 5 de marzo, publi- ción, instalación y sostenimiento de ta-
cada en el Boletín Oficial del Estado del les Organizaciones biblíotecarias.
25 de dicho mes, convocando un con- Tercero. Estos proyectos serin trami-
curso entre Diputacione» provinciales, tados por lo» re^ectivoB Patronatos pro-
dotado con cuatro premios de 100.000 vinciales para el fomento de archivos y
pesetas cada uno, para establecer «n las bibliotecas, informados por su secreta-
provincias Organizaciones destinadas a rio, con «1 visto bueno de su presiden-
la creación y sostenimiento de bibliote- te, y remitidos a la Dirección General
cas en los Municipios de su demarca- de Archivos y Bibliotecas antes del 31
ción. de mayo del presente año.
Con el fin de fomentar la creación de Cuarto. Una comisión de técnicos,
estas Organizaciones y multiplicar el nú- nombrada por la Dirección General de
mero de las bibliotecas en servicio de- Archivos y Bibliotecas, examinará los
pendientes de ellas. proyectos recibidos y elevará a este Mi-
Este Ministerio ha tenido a bien dis- nisterio la correspondiente propuesta de
poner : concesión de dotaciones.
Primero. CMUO en el año anterior, Quinto. La» Organizaciones biblíote-
se abre concurso entre todas las Dipu- carias establecidas con arreglo a «sta Or-
taciones españolas que no tuvieren es- den, quedarán bajo la protección de la
tablecidas bibliotecas en los Municipios Junta de Intercambio y sometidas a la
de «n respectivo territorio, con cargo a Inspección General de Bibliotecas, la
su propio Presupuesto o al de la Junta cual podri delegar esta función en la
de Intercambio y Adquisición de Libros, expresada Junta de Intercambio.
para aspirar a una de las cuatro dota- Estarán dirigidas en cada capital de
ciones de 100.000 pesetas cada una que provincia por el director de la biblioteca
se conceden para el establecimiento de publica corMspondiente y por el fon-
530 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
cionario facultativo que designe la Di- Dirección General de Archivos y Biblio-
rección General de Archivos y Bibliote- tecas.—Creando las bibliotecas munici-
ca». Anualmente, en los presupuesto» de pales que se citan con motivo de la
la Junta de Intercambio se consignarán celebración de la Fiesta del Libro.
cantidades para el incremento de las or-
ganizaciones asi creadas, en cuantía que Con motivo de la Fiesta del Libro
esté en relación con la colaboración que que hoy se celebra en conmemoración
en su presupuesto consigne la Corpora- de la muerte de don Miguel de Cer-
ción provincial respectiva. vantes Saavedra, esta Dirección G«oeral
Sexto. En la redacción de los' corres- ha tenido a bien crear, en los Centros
pondientes proyectos se tenderá prefe- coordinadores que se citan, las siguien-
rentemente a dotar d« bibliotecas los tes bibliotecas municipales:
municipios que sean cabeza de partido Avila: Arévalo, Madrigal de la* Al-
o tengan una población de hecho supe- las Torres, Piedrabita.
rior a 10.000 habitantes. Burgos: Briviesca.
Séptimo. Las Corporaciones provin- Guadalajara: Brihuega, Casar de Ta-
ciales premiadas, de acuerdo con la Jun- lamanca, Cifuentes, CogoUudo, Jadra-
ta de Intercambio, propondrán a la apro- que, Luzón, Mazuecos, Molina de Ara-
bación de la Dirección General de Ar- gón, Sacedón, Sigüenza, Solanillos del
chivo» y Bibliotecas los requisitos' para Extremo.
el nombramiento de personal d^>en- HueUia: Aracena, Ayamonte, Moguer,
dieole de ella. Palma del Condado, Riotinto, Valverde
La Dirección General de Archivos y del Camino.
Bibliotecas redactará y publicará el re- Oviedo: Boal, Noreña, Rivadesella.
glamento pera el funcionamiento y ser- Santander: Castro-Urdiales.—(Boletín
vicio de estas organizaciones. Oficial de 8 de mayo de 1947.)
Madnid, la de abril d«i IW.—Ibááe,
Mttrtín.~{B. O. del Euado de 29 de Orden de 27 de mayo de 1947, por la
abril de 1947.) que se canplia hasta el dia 30 de tep-
tiembre el plaxo del concurso entre
Orden de 23 de abril de 1947, por la Diputaciones provinciales miunciaclo
que, en conmemoración de la Fiesta en el «B. O. del Estados del dia 29
del Libro, se crean las bibliotecas pú- de abrü.
blicas municipales que se citan.
limo. Sr.: Por este Ministerio, en la
limo. 9r.: Resueltos favorablemente fecha del 18 de abril de este año, se
los expedientes de creación de biblio- dictó una Orden, publicada >en el Bo-
tecas públicas municipales, tramitados a letín Oficial del Estado del día 29 del
petición de los Ayuntamientos que se mismo mes, convocando un concurso en-
citarán a continuación, tre Diputaciones provinciales, dotado
Eíste Ministerio, para conmemorar la con cuatro premios de 100.000 pesetas
Fiesta del Libro, del presente año, ha cada uno, para establecer en las pro-
tenido a bien disponer: vincias Organizaciones destinadas a la
Artículo 1.0 Se crean las bibliotecas creación y sostenimiento de bibliotecas
públicas municipales de Almazán (So- en los! municipios de su demarcación.
ria), Bélmez (Córdoba), Bérchules (Gra- Varias Diputaciones provinciales ban
nada), BurJBSot (Valencia), Cascante solicitado ampliación del plazo señalado
(Navarra), Icod (Santa Cruz de Teneri- en la mencionada Orden para mejor
fe), Jarafuel (Valencia), Serradilla (Cá- y más detenido examen de sus proyec-
ceres) y ViUablino (León). tos y mejor preparación de sus «rienta-
Todas estas bibliotecas disfrutarán ciones culturales en relación «ón las
los beneficios de las de su clase a tra- necesidades de los pueblos a los que
vés de la Junta de Intercambio y Ad- afecta esta importante disposición.
quisición de Libros y Revistas para bi- Considerando razonada y pertinente la
bliotecas públicas. — (B. O, de 28 de demanda expuesta.
abril de 1947.) Este Ministerio ha tenido a bien dis-
LEGISLACIÓN 531
poner que se amplíe el plazo del refe- Laujar de Andarax (Almería), Adra
rido concurso' hasta el 30 de septiem- (Almería), Horcajo de Santiago (Cuen-
bre del corriente año.—(B. O. del Estado ca).
de 10 de junio de 1947.) Dependientes del Centro coordinador
de bibliotecas de Oviedo:
Villaviciosa y Navia.
Orden de 22 de agosto de 1947 por la Dependientes del Centro coordinador
que se crean las bibliotecas municipa- de bibliotecas de Burgos:
les que se expresan. Espinosa de los Monteros, Villarcayo,
Melgar de Fermental y Aranda de Due-
limo. Sr.: A propuesta de la Junta ro.
de Intercambio y Adquisición de Libros 2," Todas estas bibliotecas disfruta-
y Revistas para bibliotecas públicas, rán de los beneficios que la legidadón
Este Ministerio ha tenido a bien dis- vigente concede a las de su clase a tra-
poner : vés de la Junta de Intercambio y Ad-
1." Dq>endientes de la expresada Jun- quisición de Libros y Revista» para bi-
ta, s« crean las siguientes bibliotecas líliotecas públicas.—(B. O. de 14 de sep-
municipales: tiembre de 1947.)
M U S E O S
Orden de 25 de junio de 1947, por ¡a declarar trabajo de urgencia la redac-
que se declara trabajo de urgencia la ción de acuerdo con las Instrucciones
redacción del catálogo sistemático y del Inventario general, del catilogo sis-
del catálogo monográfico en los Mu- temático y del catálogo monográfico en
seos Arqueológicos provincUdes servi- los Museos Arqueológicos de provincias
dos por el Cuerpo Facultativo de Ar- servidos por el Cuerpo Facultativo de
chiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólo-
gos, aplicándose los directores y conser-
limo. Sr.: Se vien« observando que, vadores de aquéllos a dicha tarea con
a partir del año 1944, se acusti una baja preferencia a cualquier otra similar, pero
progresiva en la redacción de los re- ajena a las propias de la función, sin
pertorios fnndamenules de lo» Museos desatender las demás reglamentarias, pol-
Arqueológicos, que puede «chacarM a lo cual no se les confiará misión alguna
poco deseo por parte de alguno» direc- sin previo informe de la Inspección Ge-
tores de aquellos Centros en el cumpli- neral de Museos Arqueológicos.—(Boje-
miento de aquella obligación necesaria, tin Oficial de 5 de junio de 1947.)
por lo que este Ministerio ha restielto
MOVIMIENTO DE P E R S O N AL - i 9 47
Durante los meses enero-septiembre de REINGRESOS
1947, los escalafones de los Cuerpos Fa-
cultativo y Auxiliar, ha experimentado Doña María del Carmen Cestero Ra-
la» «iguientes alteraciones: mírez.—Biblioteca Universidad Central
(provisional), 18 mano 1947.
Personal facultativo Doña Manuela Rodríguez López-Cor-
INGRESOS dón.—Archivo Delegación Hacienda de
Lérida (provisional), 13 de agosto 1947.
Doña Francisca Ruií Fedroviejo.— Don Julio González G<^nz¿lez.—Archi-
Museo Numantino de Soria (provisional), vo General de Indias Sevilla: 13 agos-
30 «eptiembre 1947. to 1947.
532 REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
JUBILACIONES Doña Isabel Garcia-Ormaechea Ca«a
novas.—^Bibliotecas Populares de Madrid.
Don Luis Delgado Moya.—Director de 25 de abril de 1947.
la Biblioteca Pública de Gnadalajara: Doña María Teresa López Ruiz de
10 julio 1947. Azagra.—Bibliotecas Populares de Va-
Don Joeé Alvarez de Luna Pohol.— lencia. 8 de mayo de 1947.
Director de la Biblioteca pública de Doña Antonia Soler Cavo.—^Museo Ar-
Cuenca: 21 julio 1947. queológico Nacional. 20 de junio de 1947.
Don Guillermo Uña Diac-Pedregal.—
EXCEDENCIAS Registro General de la Propiedad Inte-
lectual. 1 de julio de 1947.
Doña María del Pilar Ferrast Ca«tán.
Archivo de la Delegación de Hacienda
de Murcia: 14 ago«to 1947. REINGRESOS
Doña Rosario Amador de loe Ríos
FALLECIMIENTOS González.—20 de marzo de 1947.
Don Miguel Artigas Ferrando.—Direc- INGRESOS
tor de la Biblioteca Nacional: 10 de
mano 1947. Don Alejandro de Andrés-Montalvo y
Ayanz. — Biblioteca Santa Isabel (Gui-
nea). 20 de marzo de 1947.
Personal auxiliar Doña Julia Oliet Gil.—Biblioteca Pú-
blica de Huesca. 28 de abril de 1947.
EXCEDENCIAS Doña María Dolores de Onis Almar-
za.—Bibliotecas Populares de Madrid. 19
Doña María Luisa Puche Gutiérrez.— de julio de 1947.
Biblioteca» Populares de Madrid. 15 de Doña Juana Blasco Millor.—Bibliote-
marzo de 1947. ca Nacional. 19 de julio de 1947.
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