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Tiene algo de desafío "Los que
aproximarse a los que prendieron a
vivieron la pasión de Jesús le
Jesús “con él”. Es otra llevaron ante
forma de “mirar” estos el Sumo
días. Es un intento de
Sacerdote
zambullirse en una
realidad densa y
Caifás, donde
provocadora. Es se habían
atreverse a asomarse a reunido los
las contradicciones, temores y al valor de “LO escribas y los
CRISTIANO” en la encrucijada, en el punto límite, ancianos”.
en su radicalidad más firme…
Esta Semana os invitamos a caminar con esas
figuras. Hombres y mujeres que buscaron,
atacaron, creyeron, lloraron, sufrieron o
“resucitaron” con Jesús. Como nosotros estamos
llamados a hacer. Os invitamos a pasar un rato
cada día de esta Semana Santa “dialogando”.
Lunes : Caifás, "El escandalizado"
"Los que prendieron a Jesús le llevaron ante el Sumo
Sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y
los ancianos”.
Martes : Juan, "El amigo"
“Junto a la cruz estaba su madre… y junto a ella el
discípulo a quien amaba”
Miércoles : Judas, "el triste"
"El llamado Judas, uno de los Doce, iba el primero, y
se acercó a Jesús para darle un beso."
Jueves : Pedro, "El bocazas"
Pedro dijo: “Señor, estoy dispuesto a ir contigo hasta
la cárcel y hasta la muerte”
Viernes : Pilatos, "el ciego"
Salió entonces Pilato, fue hacia ellos y dijo: “¿Qué
acusación traéis contra este hombre?”
Sábado : María, "la esperanzada"
“…perseveraban en la oración con un mismo espíritu,
en compañía de algunas mujeres, y de María, la
madre de Jesús…”
Domingo : María Magdalena, "La fiel"
"El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro…"
¿Qué pasa, Caifás? ¿Por qué estás tan enfadado con Jesús? ¿Por qué perseguirle a muerte?
¿Por qué vas a forzar a Pilatos para que le condenen? ¿Por qué te sientes tan amenazado?
Caifás es piadoso, cumplidor, tan perfecto… ¿Por qué este Jesús era tan peligroso para él? Tipos
extraños con pretensiones mesiánicas había muchos. De vez en cuando surgía alguno de esos
personajes pintorescos que pronto pasaban al olvido. Pero este Jesús era distinto. Amenazante
porque cuando hablaba la gente se sentía tocada en lo más hondo. Amenazante porque el Dios
que proponía no exigía una ley, no distinguía puros e impuros, hablaba de “perdón” y no de
“castigo”. Caifás tuvo miedo. Miedo del cambio. Miedo de una verdad que haría tambalearse
demasiadas cosas. Miedo de tener que mirar a la gente de igual a igual, y no desde arriba. Miedo
de un Dios que no cupiese en los límites cómodos de un libro. Tal vez miedo de VIVIR… Y
ante esa verdad desnuda y nueva, se rasgó las vestiduras escandalizado.
Caifás, "El escandalizado"
¿Cuántas veces nos escandalizamos nosotros
por cambios, por reformas, por propuestas que
pueden desinstalarnos? “¿A dónde vamos a ir a
parar?” dice mucha gente ante nuevos
planteamientos… ¿Qué va a pasar con la
“tradición”, con lo que siempre se ha hecho?
¿Tal vez no estaría de más contemplar, una
vez, de nuevo, la verdad desnuda de un Jesús
que abraza a todos, que se ríe de los que se
autodenominan perfectos, que habla de un Dios
que es padre?
Juan, "El amigo"
Juan, amigo. Vaya semana te espera. “Junto a la cruz estaba su madre… y junto
Subir a Jerusalén en un contexto hostil. a ella el discípulo a quien amaba”
Temiendo perder a Jesús, pero no
queriendo dejarlo atrás. Recostarás tu
cabeza en el regazo de tu amigo en la
cena. Te dormirás en el huerto. Le verás
prendido y, como todos, huirás. Luego
volverás, y aguantarás, en pie, ante la
cruz, perplejo, dolido… Y después, ¿qué?
Juan no es perfecto. Como ninguno de
nosotros. Pero ama. Y porque ama,
busca. Es amigo, y como tal quiere al
otro, aunque no siempre sepa hacer lo
correcto. Es amigo, aunque no héroe.
Capaz de dormirse sin percibir el dolor
que acongoja a Jesús, sí, pero también
capaz de desafiar el miedo, a los
soldados y a lo que sea para no dejarle
morir sólo, en un madero, sin ver un ¿No es mejor amar, aunque a veces duela,
rostro conocido. Juan esta semana se va a que encapsularse? ¿No conviene estar un
ver enfrentado con el fracaso, el dolor y la poco a la intemperie, un poco abierto a
pérdida. otros? ¿No?
¿Qué retos me plantea a mí la amistad, o
el amor, o la gente de mi vida?
Judas, "el triste"
Lo siento de veras, Judas. Creo que "El llamado Judas, uno de los Doce, iba el
cometes un error terrible. ¿De verdad crees primero, y se acercó a Jesús para darle un
que lo de Jesús es un engaño? ¿De verdad beso."
te sientes tan defraudado? ¿No ves que su
propuesta de cambiar las cosas tiene
mucha más hondura y es más subversiva
que la violencia o el odio?
Posiblemente esperaba un “Mesías” al uso.
Libertador, guerrero, fuerte… con la fuerza
de las armas. Pero cuando quisieron hacerle
rey no se dejó. Cuando las masas le
seguían no las convirtió en muchedumbres
enfervorizadas… Judas es, posiblemente,
otra víctima de esta historia. Víctima de
sus propias expectativas. Víctima de su
ceguera. De su incapacidad para
descubrir el nuevo rostro de Dios
anunciado en Jesús. De una vaga
confianza en las instituciones judías, y de
una extraña fe en la violencia como camino. ¿Qué nos dice Judas hoy? ¿Cómo
soluciono los conflictos? ¿Cómo afronto los
desengaños? ¿Cómo asumir la realidad
que no me convence sin querer destruirla?
Pedro, "El bocazas"
Te vas a dar un batacazo, Pedro, de esos Pedro dijo: “Señor, estoy dispuesto a ir
que transforman una vida. Por impulsivo, contigo hasta la cárcel y hasta la muerte”
por tener el corazón más grande que la
cabeza, porque hasta ahora no has dado
demasiado tiempo a que estos años
transcurridos con Jesús vayan calando
hasta lo más hondo. Pero no te
preocupes, en una noche muchas cosas
se ponen en su sitio, y lo que no ha
calado hasta ahora va a derramarse a
borbotones en tu interior.
No es buena voluntad lo que le falta a
Pedro. Siempre impulsivo, siempre
dispuesto, siempre presto a dar una
respuesta inmediata; dejar las redes,
seguirle, gritar con la boca bien grande:
“yo no te fallaré”, o “jamás dejaremos
que mueras en cruz”. En la noche del
juicio, tras negarle tres veces, a Pedro le ¿He experimentado la propia limitación,
toca aprender de golpe dos lecciones fragilidad, miseria… hasta el punto de
tremendas: Primero, él mismo, Pedro, no poder comprender las flaquezas ajenas?
es el gran héroe que soñó. No es el ¿Qué me da miedo en el seguimiento de
“mejor” ni el “más grande” de los Jesús?
discípulos. Es débil, frágil, limitado, ¿Cuál es la relación entre mis palabras y
asustadizo… hasta la traición del amigo. mis hechos? ¿Soy de los que hablan
Es la flaqueza la que nos abre a otros. mucho desde cómodas poltronas, o de los
Segundo, a partir de este momento, que ya saben que la palabra se hace
menos grandes palabras, y más hechos carne, carne frágil, pero carne?
sencillos.
Pilatos, "el
ciego"
Lo sabes, ¿verdad? Sabes que es Salió entonces Pilato, fue hacia ellos y
inocente. Estás acostumbrado a tratar dijo: “¿Qué acusación traéis contra este
con canallas agresivos, con asesinos, hombre?”
con gente desesperada capaz de
cualquier cosa. Así que este Jesús, que
te habla con firmeza, que en su desnudez
golpeada tiene más majestad que
muchos senadores romanos, y que habla
de un reino que no es político, te
convence.
Pilatos es un icono que podríamos tener
en la mesilla de noche, para recordarnos
que las buenas intenciones no son nada
sin poner los medios, especialmente
cuando los tenemos. En su mano está
hacer justicia, pero sucumbe a las
amenazas: “tu prestigio”, “tu posición
ante Roma”, “tu provincia…” En el fondo
Pilatos cede a un chantaje. “Crucifícalo o
prepárate para que la región se convierta ¿No es, tal vez, lavarse las manos, la
en un polvorín”. “Cierra los ojos si tentación más fuerte hoy? No se puede
quieres, lávate las manos, carga sobre hacer nada. El mal me desborda: es
nuestras conciencias su vida, pero estructural. ¿Qué voy a hacer yo contra el
condénalo.” Y Pilatos lo hace. Cierra los hambre, la guerra, la injusticia, el deterioro
ojos, se lava las manos, opta por lo del planeta? No está en mi mano hacer
conveniente y olvida lo esencial, opta por lo nada. Yo vivo y me lavo las manos.
presente y olvida lo que no tiene momento, ¿Seguro?
y sigue adelante con su vida.
María, "la esperanzada"
María, vaya vida la tuya. Cuando dijiste: “…perseveraban en la oración con un
“Hágase”, ¿pensabas en esto? Sospecho mismo espíritu, en compañía de algunas
que no, aunque también sospecho que mujeres, y de María, la madre de Jesús…”
igualmente hubieses aceptado. No caben
muchas palabras ante tu imagen esta
semana: una madre rota, el dolor
atravesado de ver a un hijo destrozado; y,
sin embargo, seguir ahí, al pie de la cruz,
esperando…
María es el prototipo de la mujer del sábado
santo, capaz de esperar en la hora del
silencio. Capaz de mantener la esperanza
en ese tiempo intermedio, entre la noche
oscura y el amanecer radiante… De María
no nos constan grandes palabras ni
discursos, ni elaboradas profecías. Sólo
sabemos que estuvo ahí, siempre… Y así
nos habla de algunas dimensiones vitales
que hoy siguen siendo imprescindibles: la
aceptación, la firmeza, el silencio fértil, la ¿En qué le he dicho yo a Dios: “Hágase”?
valentía, la aceptación (sin regodeo) de lo ¿Qué tal ando yo de todo eso? ¿Firmeza?
que la vida tiene de cruz, y la fe en la ¿Acogida? ¿Silencio fértil? ¿Valentía?
promesa de lo que aún ha de llegar. ¿Cruz?
¿Qué espero?
María Magdalena, "La fiel"
Vaya, Magdalena… la del corazón roto. La "El primer día de la semana va María
que no se esconde al final, digan lo que Magdalena de madrugada al sepulcro
digan los judíos o los romanos. La que, cuando todavía estaba oscuro…"
viendo a Jesús roto, te rompes un poco
tú. Porque le quieres, porque con él has
vivido el perdón, la dignidad profunda y te
has sentido parte del círculo de quienes han
compartido su vida, sus días de camino y
sus proyectos de Reino.
Sobre María Magdalena se habla mucho.
En ella se “unifican” tantas Marías de los
evangelios: que lloran a los pies de
Jesús, que son perdonadas por su
pecado, que le siguen sin fisuras. Hay
quien quiere ver en ella a una mujer
enamorada, ¿y quién no, de alguien como
Jesús? Es la que también ha sentido cada
golpe como propio, y ante la cruz se ha visto
morir un poco. Es la que, en la hora más
oscura, del fracaso y el dolor, sigue ¿A qué o a quién soy yo “fiel” en mi vida?
dispuesta a dar la cara y a defender ¿Dónde se pueden vislumbrar destellos del
aquello en lo que ha creído. Y tal vez por Dios vivo?
eso, es la primera que va a descubrir al ¿De alguna manera el evangelio es para
Jesús vivo. mí fuente de dolores y de alegrías?