Discernimiento Psicopatologia AED 2015 PDF
Discernimiento Psicopatologia AED 2015 PDF
“Dios creó al hombre para que fuera incorruptible y lo hizo a imagen de su propia naturaleza,
pero por la envidia del demonio entró la muerte en el mundo,
y los que pertenecen a él tienen que padecerla.” (Sb. 2, 23-24)
“Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman” (Rm. 8, 28)
“La comunidad evangelizadora siempre está atenta a los frutos, porque el Señor la quiere fecunda.
Cuida el trigo y no pierde la paz por la cizaña.” (Evangelii Gaudium 24)
INTRODUCCIÓN
Con respecto a la existencia de personas que son afectadas de manera particular por el demonio, la
Iglesia tuvo siempre en claro, la necesidad de distinguir lo que es natural de lo que viene del demonio, por
ende “más allá de lo natural” (preternatural). Así lo demuestra el Ritual Romano de 1614:
“Antes que nada, que el exorcista no crea fácilmente que alguien está poseído por el demonio. Para
este propósito, que esté bien en conocimiento de aquellos síntomas por los cuales se distingue un poseso de
aquellos que son afectados por alguna enfermedad, sobre todo psíquica.”
Desde antes de la existencia de la Iglesia, durante los primeros 1700 años de la misma, y hasta hace
unos 300 años, nadie ponía en duda la existencia del demonio y de su acción, y por ende tampoco la
necesidad de que hiciera falta realizar exorcismos. El racionalismo, el materialismo, etc., han colaborado
para crear un verdadero “tabú” con respecto a la existencia del demonio y su acción, por lo que los
afectados fueron simplemente considerados enfermos y dejados en manos de los médicos. Sin embargo, el
Papa Francisco nos recuerda que esto es un error:
“Hay sacerdotes que cuando leen este pasaje, –Lc. 11, 14-26, Jesús expulsa un demonio – y
otros pasajes del Evangelio, dicen: « Jesús curó una persona de una enfermedad psíquica». Es cierto
que en aquel tiempo se podía confundir una epilepsia con la posesión del demonio pero también es
verdad que estaba el demonio. Y nosotros no tenemos el derecho de simplificar tanto la cosa, como
para decir: «Todos estos no eran endemoniados: eran enfermos psíquicos»”.
(Domus Sanctae Marthae, 11/10/13)
Para colaborar en el discernimiento entre una afección extraordinaria del demonio y una
enfermedad psíquica, se hace necesaria una aproximación interdisciplinaria.
El psiquiatra o psicólogo que colabora en esta tarea, debe poder basarse en ciencias humanas, pero
será necesario también que tenga una adecuada comprensión de la dinámica espiritual (nociones mínimas
de demonología y exorcística). Caso contrario, puede quedar limitado a un campo científico con una visión
racionalista, materialista o cientificista, que dejará de lado lo que no puede medir y comprobar por métodos
científico-naturales, por lo que no podrá entender la acción del demonio, y mucho menos colaborar en su
discernimiento. Sin estas nociones mencionadas, involuntariamente estará sosteniendo así el tabú creado
con respecto al demonio, y favorecerá que quienes estén afectados, al ver que no son entendidos ni
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Versión junio 2015.
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Médico, Especialista en Psicología Médica, Especialista en Psiquiatría, Psicoterapeuta. Integrante del Equipo de la
Pastoral de la Consolación de la Diócesis de San Isidro (Argentina).
ayudados, busquen ayuda en otros credos religiosos, en magos, curanderos, umbandistas, videntes,
médiums o en simples estafadores, lo que siempre complica la situación. Acercarse con un enfoque
racionalista o cientificista a esta pastoral sería como mandar una hostia consagrada a un laboratorio para
evaluar si Jesús está presente en ella, por medio de análisis químicos, cosa que siempre quedará fuera de su
alcance.
Por otro lado, el sacerdote o religioso que a todo (incluyendo una psicopatología) le atribuye una
causa demoníaca (preternaturalismo, espiritualismo), al negarse al trabajo interdisciplinario y a la existencia
de trastornos psíquicos naturales, se arriesga a cometer gruesos errores en el discernimiento y,
eventualmente, a agravar una patología mental que necesita tratamiento.
Es por la extensa experiencia de 20 siglos que la Iglesia tiene en este campo, que ella tiene sus
normas, a las que vale la pena respetar. Entre otros argumentos, el P. Raffaelle Talmelli (exorcista y
psiquiatra), nos advierte: “Un abuso del exorcismo, sin aplicar los criterios de la Iglesia, puede estructurar un
delirio y de esa forma hacerlo verdaderamente incurable; así también una demonización directa de actitudes
humanas ligadas a la enfermedad desresponsabiliza al individuo, el cual entonces, ni se cura ni se domina”.
Por otro lado, si bien es legítimo tratar de discriminar Enfermedad Psíquica de Acción Extraordinaria
del Demonio, debemos recordar que no hay nada que impida la comorbilidad (la existencia de formas
mixtas, donde coexisten ambas situaciones: la psicopatología y la acción extraordinaria del demonio). Es
más, siendo las personas una unión sustancial mente-cuerpo-espíritu, sería raro que algo impacte tan
severamente a nivel espiritual, sin que haya la menor repercusión emocional o física, por lo que las formas
mixtas son más la norma que la excepción. Esto tampoco significa que los rasgos de personalidad o
trastornos que puedan tener las personas sean la causa de las manifestaciones demoníacas.
Por todo esto, no ha perdido vigencia la regla que proponía el P. Adolphe Tanquerey, allá por 1927:
“Para seguir una recta vía, la regla a seguir es esta: no aceptar como fenómeno diabólico sino
aquellos que, o por el carácter extraordinario o por un complejo de circunstancias, demuestran la acción del
espíritu maligno”, (carácter extraordinario y complejos de circunstancias que veremos más adelante).
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Por otro lado tampoco tiene por qué haber una oposición entre psiquiatras y exorcistas. Ambos
tienen un objetivo común: la recuperación en plenitud, de la salud física, psíquica y espiritual de la persona.
Una rivalidad innecesaria y maliciosa entre Psiquiatras y Exorcistas, entre Medicina y Plegaria de Sanación
o de Liberación sólo puede traer enormes daños a la salud y a la fe. No debería haber ningún motivo de
conflicto real entre los criterios diagnósticos del DSM V y los criterios que indica la Iglesia.
Requerimientos
Formación técnica continua (Jornadas de Formación Sacerdotal, Cursos, bibliografía, etc.); (“Dios
capacita a los que llama.”)
Asiduidad en la oración, el ayuno, los sacramentos y la Palabra.
Invocación y pedido ferviente al Espíritu Santo del don del discernimiento.
El Miedo
Es un asunto que inhibe a no pocos profesionales de la salud mental (tanto como a sacerdotes,
obispos y otros laicos), aún quizás interesados en el tema y con ganas de colaborar.
Ante esto, es útil recordar las palabras del Papa Pablo VI: “Todo aquello que nos defiende del pecado
nos ampara por ello mismo del invisible enemigo. La gracia es la defensa decisiva. La inocencia asume un
aspecto de fortaleza”.
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PARTE I – LA ACCIÓN DEL DEMONIO
Ordinaria
Desde (cotidiana)
TENTACIÓN Alma
afuera (El demonio sólo
induce el mal)
ACCIÓN EXTRAORDINARIA DEL DEMONIO
del cuerpo
Sobre de la
OBSESIÓN Mente
Personas persona
VEJACIÓN Cuerpo
Desde
Extraordinaria POSESIÓN
adentro
(infrecuente) Mente y cuerpo
de la (y SUJECIÓN)
(El demonio
persona
directamente
hace el mal) Lugares, cosas,
Sobre
(casas, autos,
lugares y Desde el
INFESTACIÓN aparatos eléctricos y
cosas ambiente
electrónicos),
animales
Acción ordinaria: Tentación (induce el mal, por medio de: los sentidos, memoria, imaginación,
intelecto, situaciones, encuentros, sueños).
Acción extraordinaria (hace el mal, poco frecuente):
“Particular intervención del demonio sobre la materia.”
Formas de Acción Extraordinaria (A. I. E.), (pueden entretejerse o sumarse):
Sobre lugares, casas, objetos (y animales): 1) Infestación local
Sobre personas:
▪ 2) Vejación
▪ 3) Obsesión
▪ 4) Posesión (incluye Sujeción)
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Por eso, la versión italiana del Rito de Exorcismos, nos advierte: “Sería, por lo tanto, de tontos,
prestarle mucha atención a la eventual presencia del Maligno en algunos fenómenos extraordinarios y no
preocuparse para nada de la realidad cotidiana de la tentación y del pecado, en los cuales, satanás,
«homicida desde el principio» y «padre de la mentira» (Jn. 8, 44), está seguramente trabajando” (Rito de los
Exorcismos, CEI, 2001).
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1) Infestación local
Acción del demonio sobre la naturaleza inanimada, (y a veces también sobre animales) para dañar
indirectamente al hombre.
Signos3:
Ruidos o golpes en el techo, en el piso, las paredes, las puertas, las ventanas o los muebles.
Granizada de piedras que caen sobre el techo de la nada.
Ruido de pasos invisibles.
Explosiones como de petardos, rugidos.
Vibraciones como de terremoto, circunscriptas a una casa.
Fuerte estrépito de cadenas de hierro.
Voces misteriosas, o bien gritos, carcajadas, estrépitos.
Timbres invisibles que suenan.
Sonidos y cantos extrañísimos.
Desaparición de objetos, que nunca se encuentran o que se encuentran en los puntos menos
pensados de la casa.
Intensa presencia de polvos, de los cuales no se entiende la proveniencia.
Repentinos e intensísimos olores a quemado, a heces, a azufre, a carne putrefacta o a incienso.
Repentinos soplos de aire, en ambientes sin corrientes de aire, con inexplicable extinción de velas.
Puertas y ventanas que se abren y se vuelven a cerrar.
Vidrios de ventanas que se destrozan, a veces simultáneamente.
Platos, vasos y botellas que se destrozan dentro del aparador.
Cortes de luz sin ninguna falla de la instalación eléctrica, fallas inexplicables en los
electrodomésticos, encendido y apagado de lámparas, de timbres, de juguetes a pilas, sin que se
toquen los interruptores.
Cuadros que caen de las paredes sin motivos comprensibles.
Ropa, sábanas, colchas que levitan en el aire.
Muebles, sillas, mesas, que levitan por la casa o se derriban.
Lámparas que oscilan, sin haber corrientes de aire o vibraciones.
Manchas misteriosas sobre las paredes o pisos o sobre todos los tejidos de la casa.
Repentina aparición y desaparición de niebla, humo o llamas.
Rápido y repentino aumento o disminución de la temperatura de un ambiente.
Invasión inexplicable de insectos o pequeños animales, de los cuales no se puede liberar.
Aparición repentina de cuervos, murciélagos, reptiles, búhos, sapos, gatos o perros y desaparición en
la nada al poco tiempo.
Apariciones variadas de sombras, de personas o de seres monstruosos.
Repentino terror y fuga de animales domésticos, sin que pueda encontrarse nada que pueda haber
provocado dicha reacción. Perros que ladran hacia un determinado punto, como si percibieran algo
en ese lugar, o que lloran toda la noche.
Canillas que manan sangre, en vez de agua.
Hojas de papel que se llenan de palabras escritas por una mano invisible que mueve la lapicera:
usualmente noticias conocidas sólo por la familia, o amenazas de muerte (a veces escritas con
sangre), mientras aparecen al mismo tiempo, sobre la mesa o el piso, objetos de varios tipos:
piedras, madera, cruces, pedazos de hierro, libros quemados, anillos, frutas exóticas, amuletos y
talismanes con aleaciones extrañas, o mientras sillas u otros objetos son lanzados con violencia por
la habitación, como signo concreto de amenaza para los habitantes.
Habitaciones donde el bebé llora y no duerme en toda la noche, cuando duerme normalmente en
cualquier otra habitación. Niños pequeños que miran un punto fijo e intentan comunicarse, como si
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De “Possessioni diaboliche ed esorcismo”, del P. Francesco Bamonte, con agregados de nuestra propia experiencia.
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hubiera alguien en ese lugar. Niños más grandes que hablan de “ese señor que está ahí”, o “ese
chico que viene siempre”.
Quienes entran a la casa pueden describir un clima “pesado”, “denso”. En la casa hay tensiones
inexplicables, se generan frecuentes peleas y conflictos injustificados entre los que están allí, a veces
a una hora determinada.
Mientras duermen, las personas son despertadas por sentir que son tocadas, pellizcadas, o
empujadas.
Imágenes religiosas, cruces, etc. que aparecen rotas por la mañana, cuando a la noche estaban en
perfecto estado.
Discernimiento: “Todo lo que está más allá de las leyes naturales, si no proviene de Dios, proviene del
demonio. No existen estados intermedios”. Hay que averiguar si hubo un hecho particular después del cual
empezaron los fenómenos: maleficios contra ese lugar, sesiones de espiritismo, ritos mágicos, crímenes
brutales, suicidios o abortos, ritos demoníacos, actos sacrílegos o profanaciones, lugar de encuentro de
organizaciones criminales, o presencia de un objeto maleficiado. Una vez realizado el exorcismo de la casa (y
si es necesario, celebrar una misa), desaparecen todos los signos.
2) Vejación
Agresiones físicas sufridas por una persona, por parte de demonios: cortes, quemaduras, rasguños,
picaduras, mordeduras, bastonazos, golpes que dejan moretones, tumefacciones, llagas sangrantes y
fracturas óseas. A veces aparecen a la vista de terceros. A veces incisiones en la piel, con letras o palabras, o
signos que duran un tiempo y luego desaparecen. Algunos santos han sido blanco de piedrazos, estiércol y
heces (provenientes de la nada), arrojados al suelo de sus camas o de una escalera, abatidos al piso, contra
paredes, arrastrados de los pelos por manos invisibles o transportados a gran distancia del lugar donde se
encontraban. Otros han sufrido agresiones disfrazadas de enfermedades, que a veces aparecen y
desaparecen repentinamente, sin un diagnóstico claro. Otras vejaciones puede darse a nivel laboral,
afectivo, vincular, familiar, económico o moral (Ejemplos: Lc. 13, 11: “Había allí una mujer poseída de un
espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no podía
enderezarse de ninguna manera”, también Job, Tobias, S. Pablo, S. Pio de Pietrelcina, Madre Esperanza, etc.).
Discernimiento: Como en el caso anterior, hay que averiguar si el inicio del fenómeno está
conectado con algún hecho particular (como los mencionados para la infestación local), después del cual
comenzaron, especialmente si se asocia con aversión a lo sagrado y a la oración, y a una seguidilla
inexplicable de desgracias, fracasos y enfermedades.
4) Posesión
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(Ej. evangélico: «¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo?», Mc. 5, 7. «¿Qué quieres de
nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de
Dios», Mc. 1, 24.)
3. Prueba de una fuerza notablemente superior a las fuerzas naturales de la persona (Titanismo). (Ej.
evangélico: “El habitaba en los sepulcros, y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Muchas
veces lo habían atado con grillos y cadenas pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y
nadie podía dominarlo”, Mc. 5, 3-4).
4. La aversión a lo sagrado, que debe ser profunda, maligna, llena de odio y orgullo. No son ideas o
argumentos intelectuales, sino el despertar de una furia destructiva, blasfema, ofensiva y pasional.
Es particularmente un signo de certeza cuando la persona no sabe que está siendo expuesta a algo
sagrado (agua o estampa benditas vs. otras sin bendecir, hostia consagrada en comparación con
hostia sin consagrar, oración falsa versus oración real, comida o ropa bendecida vs. sin bendecir, o le
rezan un exorcismo mentalmente, sin que lo sepa). (Ejemplo evangélico: “En cuanto vio a Jesús, el
espíritu sacudió violentamente al niño, que cayó al suelo y se revolcaba, echando espuma por la
boca”, Mc. 9, 20.)
Definición de Posesión
La Asociación Internacional de Exorcistas (A. I. E.) define la posesión como la toma de posesión del
cuerpo de una persona por parte del demonio, que lo considera suyo y lo utiliza a su gusto, sustituyendo
temporariamente a la persona, haciendo de su cuerpo un dócil instrumento de su poder despótico, brutal y
violento, sin que la víctima pueda oponerle resistencia.
Mientras dura la posesión, es un estado permanente, por más que tenga momentos de crisis y
momentos de calma. Estos últimos pueden ser extensos, y no mostrar ningún signo aparente, pero ante la
exposición a lo sagrado, suelen surgir los momentos de crisis, en los cuales el demonio actúa en el cuerpo
del hombre como un motorizador agregado externo, haciéndolo hablar o moverse como quiera, en los
cuales la persona puede estar más o menos consciente. En estos momentos de crisis pueden observarse
algunos o varios de los siguientes:
Signos típicos de posesión (cuanta mayor cantidad de ellos, más probabilidad de A. E. D.):
• Aversión a lo sagrado (desde fastidio, odio, hasta horror), reacciones físicas de malestar digestivo,
cefaleas, inestabilidad, náuseas, incapacidad de sostenerle la mirada al sacerdote, o de quedarse en el
ambiente sagrado. Puede tener malestar, eructar o toser si alguien reza por él, (incluso mentalmente), se
desconcentra en misa, no puede rezar. Puede sentir intenso sueño y cansancio por sólo entrar en una iglesia,
tener pensamientos obscenos. Puede tener sensación de quemadura ante algo sagrado, tener la boca
paralizada si quiere comulgar. Si logra comulgar puede sentir un gusto desagradable, necesidad de vomitar.
Se siente peor los domingos y días de solemnidades.
• Pérdida de conciencia, trance y surgimiento de otra identidad durante el trance. (Puede no haber
pérdida total de la conciencia y a veces el afectado puede oír, hablar y hasta rezar.)
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• Esta segunda identidad tiene carácter maligno y se acompaña de ojos en blanco, músculos faciales
en tensión, expresión grotesca del rostro, manos crispadas, crisis de bostezos, tos seca o con flemas, voz
cambiada, (más grave, a veces imposible de imitar o de hombre en una mujer), extravagante, llena de
orgullo, odio y rencor. Esta voz puede emitir sonidos de furia, expresar críticas, burlas, blasfemias, genera
discordia, culpa o vergüenza entre los presentes, otras veces adivinando el futuro o cosas ocultas
(adivinando hechos y cosas ocultas de las cuales la persona no podía tener conocimiento, aún secretos de
personas desconocidas, o de saber y poner en evidencia los pecados no confesados de las personas
presentes), o hablando en cualquier idioma con toda facilidad (Xenoglosia: La capacidad de hablar lenguajes
desconocidos, (nunca estudiados o incluso nunca escuchados).
• Durante esos trances puede haber expulsión de flemas, saliva o vómitos, eructos,
accesos de furia y violencia, gritos, arrebatos de frases obscenas o sacrílegas, insultos hacia lo sagrado o
hacia la persona afectada, silbidos, ronquidos, titanismo (fuerza física superior a la normal para el peso y la
edad), actitudes de amenaza física contra terceros o contra sí mismos (ataques o automutilaciones),
conductas groseras o de animales, contorsiones, posturas corporales atípicas, grotescas o hasta inexplicables
(hasta reptado similar a una serpiente, giros completos de la cabeza) y risa o llanto inmotivados. Otras veces
hay mutismo y hasta apariencia de muerte.
• Acabado el momento de crisis, vuelve lentamente a la normalidad, (similarmente a lo que sucede en
una hipnosis).
• La personalidad inicial (fuera de la crisis, en los momentos de calma) es normal, hace vida normal,
no tiene pensamiento delirante, distingue realidad interna o externa, no tiene intransigencia cognitiva.
• Si hay percepciones anormales (ilusiones o alucinaciones: sombras, ruidos, crujidos, sensaciones
extrañas en el cuerpo), son fugaces y no se acompañan de interpretación delirante.
• Todos estos síntomas y signos suelen tener una fecha de comienzo precisa a continuación de una
situación de exposición (por sí mismo o generado por terceros) a un ámbito o actividad esotéricos, culto
satánico o umbanda, maleficio, consulta a un hechicero, espiritista, cartomante, etc.
Habiendo descripto estos síntomas, no es fácil adivinar porque algunos de estos pacientes terminan
internados en instituciones psiquiátricas, tratados como psicóticos y epilépticos, medicados y empeorándose
progresivamente.
(Nota importante: Las siguientes, sólo se consideran acciones preternaturales si están asociadas a los signos
principales de A. E. D. y aún así, nunca deben dejarse de lado las consultas o tratamientos médicos, aún
cuando se sospeche que son fruto de una A. E. D.)
Dolores intensos, (cabeza, estómago, espalda, hombros), en días y horas precisas, refractarios a
cualquier tratamiento.
Gran dificultad para la digestión, sin tener ningún problema detectable que lo justifique.
Ineficacia de cualquier tratamiento médico o incluso efectos paradojales (agravamiento), pero
mejoría con la oración.
Debilitamiento físico progresivo inexplicable.
Siendo perfectamente sano, tener momentos de ceguera, sordera, mudez, estupor o confusión
mental (a veces total), o desvanecimientos sorpresivos.
Parálisis temporarias a determinadas horas o días, o permanentes que se alivian con oraciones.
Modificaciones de las funciones físicas (aumento o disminución, aceleración o retardo, o suspensión)
de: nutrición, crecimiento, digestión, circulación, respiración, menstruación, fecundación, etc.
Sensación de sofocamiento por cerrazón de la garganta, especialmente durante las oraciones.
Sensación de algo que se mueve en la boca del estómago, de un bocado atragantado en la garganta
Sensaciones de corrientes gélidas, de llamaradas o de golpes en el vientre.
Malestares que se transportan de un lado al otro del cuerpo, sin explicación médica ni alivio con los
tratamientos.
Zonas del cuerpo que palpitan, que se inflaman.
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Abdomen que se dilata, se mueve, emite sonidos y se contrae.
Tumores malignos diagnosticados que desaparecen por las oraciones.
Insomnios tristes, pesadillas frecuentes.
Voces en la cabeza, ver personas, sentirse tocado.
Jóvenes capaces, que de pronto no pueden estudiar más, ni concentrarse (sin que haya una
explicación psicopatológica).
Terror inexplicable, sin motivo.
Necesidad de reírse a carcajadas, en situaciones inadecuadas, (sin ser un psicótico).
Tendencia a alejarse de las situaciones alegres y buscar las tristes.
Sentir el cerebro (u otra parte) como atravesado por agujas, clavos u hojas de cuchillo
Son muy inusuales, algunos muy sorprendentes. Algunos pueden darse tanto causados por el
Demonio como por efecto de la acción directa de Dios (como los fenómenos místicos que se ha visto en la
vida de algunos santos). Pueden estar presentes en algunos casos de acción extraordinaria demoníaca, y no
son explicables por la psicología, la psiquiatría, ni la medicina. Ejemplos:
• Levitación: Consiste en flotar en el aire. Se da tanto en las cosas del Demonio como en las de Dios.
San Martín de Porres levitaba serenamente en raptos místicos, a diferencia de la levitación de causa
demoníaca que busca el escándalo y el dramatismo, como el caso de una persona que levitó frente a cientos
de testigos, hace poco en Salta, a la cual, entre seis personas presionando hacia abajo no lograban hacerla
descender al piso.
• Descenso de la temperatura ambiental: En el ambiente donde se encuentra el poseso puede bajar la
temperatura por una causa inexplicable.
• Aparición inexplicable de olores fétidos, sonidos o voces.
• Aparición espontánea de heridas o de escritura (Como el fenómeno que presenció el P. Gabriele
Nanni y otros testigos, durante un exorcismo en Veracruz, cuando a una chica experimentó una sensación
quemante en el abdomen y a la vista de todos se le dibujó la palabra “Pacto”. Después se supo que de niña
había sido ofrecida al Demonio por sus padres, como precio de un pacto satánico.)
• Movimiento de objetos a distancia: Se han visto volar y destrozarse objetos sin que nadie los
hubiese tocado.
• Materialización de objetos: Esta impactante e incomprensible manifestación, es más frecuente de lo
que se cree. A la persona se le materializan objetos o animales en la boca (reptiles, clavos, tornillos, pelotas
de pelos, pedazos de vidrio), sin lastimarla y eliminándose secos, libres de saliva.
• Cesación de funciones corporales normales: Incluye cesación de la respiración o de los latidos
cardíacos por un determinado tiempo. O la inversa, una persona se agita mucho durante el exorcismo, pero
la frecuencia cardíaca es como la de reposo.
• Súbito aumento temporario de peso e inamovilidad de la persona: La persona (aún delgada o
pequeña) se sienta en un lugar y no puede ser levantada ni siquiera por varias personas con fuerza.
• Baila, canta o ejecuta instrumentos musicales a la perfección, cuando la persona no sabe hacerlo.
Casi todos los posesos suelen estar además vejados o a veces obsesos,
no por ello toda obsesión demoníaca ni toda vejación implican posesión.
La Sujeción demoníaca
Es una forma particular de posesión, una situación en la cual alguien tiene la falsa creencia de haber
podido hacerse amigo del demonio, y hace voluntariamente un pacto con él, aceptando sobre sí su señorío.
Usualmente se hace durante un rito de iniciación o de consagración, con derramamiento de sangre, en el
cual el candidato le ofrece al demonio su cuerpo y su alma, lo que genera una fuertísima dependencia moral
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(esclavitud). Usualmente es asintomático, (siempre que la persona no quiera arrepentirse de dicha mala
decisión). Incluso puede hacerse pasar por practicante, ir a misa y comulgar sin reaccionar (a veces para
robar hostias consagradas para profanar).
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PARTE II – DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
B) Trastornos neurológicos
Cefaleas
Epilepsia (Gran Mal o Crisis Parciales Complejas)
Trastornos del Sist. Nervioso Central que generan síndromes confusionales
C) Trastornos Psiquiátricos
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“Experiencia de posesión” no equivale a posesión
Varios cuadros psicopatológicos pueden experimentar, en algún momento, la sensación de que “algo”
que se siente fuera de su control voluntario, los domina y los obliga a ciertas conductas no elegidas
concientemente. Pero no debe confundirse esta “experiencia de posesión”, (que es una experiencia
subjetiva, fantaseada), con una verdadera posesión, la cual, nunca consideraremos cierta sólo basados en
el sentimiento del afectado. (Por supuesto que en una verdadera posesión la persona experimentará una
“experiencia de posesión”, pero en ese caso, cierta.)
Estas "experiencias de posesión” pueden darse, por ejemplo en:
Trast. Obsesivo Compulsivo y Trast. de Gilles de la Tourette: tics, conductas compulsivas y
obsesivas.
Trast. Histriónico o Trast. Conversivo de la personalidad: conductas impulsivas y “trances”.
Esquizofrenia, Psicosis Delirantes: alucinaciones, delirio de control del pensamiento o de posesión.
Trast. Disociativo de la Identidad: por las conductas disociadas “de la otra identidad”.
Epilepsia Temporal: conductas automáticas (fugas).
Ataque de Pánico: angustia súbita, inexplicable, incontenible.
Trast. Bipolar: Episodio Maníaco.
Intoxicación con Drogas Alucinógenas (LSD, Mescalina, Ayahuasca, Psilocibina, Phenciclidina).
Psicosis
Es el nombre psiquiátrico para la locura. Se define por la incapacidad de distinguir la realidad
(externa, compartida) de la fantasía (interna), la falla de la prueba de la realidad (evaluación y juicio
objetivos del mundo exterior al sí mismo), y por la creación de una nueva realidad (psicótica).
Delirio
Creencia errónea, basada en inferencias incorrectas sobre la realidad externa, no consistente con la
inteligencia de la persona, ni con el ambiente cultural, que no puede ser corregido por el razonamiento.
Los 3 criterios fundamentales para diagnosticar un delirio (según Jaspers), son:
1) Certeza subjetiva: una extraordinaria convicción con la que es sostenida la creencia.
2) Incorregibilidad (intransigencia cognitiva): incapacidad de ser influenciado por la experiencia
concreta (evidencia) ni por la refutación lógica, impermeabilidad a la crítica.
3) Imposibilidad de contenido de la certeza subjetiva (en contraste con el grupo social de pertenencia).
(A pesar de que en el ámbito espiritual, la credibilidad está usualmente más ligada a testimonios que
a pruebas verificables.)
4) Podemos agregar además: Estructura Autocéntrica: El universo subjetivo engloba la realidad
externa, por lo que el tema está centrado en el sujeto. Él, (protagonista), pasa a ser el centro de
gravitación temática, del cual irradian las interpretaciones sobre la realidad externa. Punto
importante para distinguir un fenómeno místico.
Los 3 criterios deben reunirse contemporáneamente para ser un delirio: una idea se manifiesta con
absoluta certeza, no modificable de ningún modo y con un contenido en contraste con la evidencia y con la
realidad.
Tipos: Bizarro, Sistematizado, Congruente con el humor, Incongruente con el humor, Nihilista, de
Pobreza, Somático, Paranoides (de persecución, de grandeza, de autorreferencia), de Autoacusación, de
Control o Influencia, de Infidelidad, Erotomaníaco, Hipocondríaco, de Capgras (impostores), de Cotard
(desaparición de órganos), etc.
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Alucinación
Percepción sensorial falsa, no asociada con estímulo adecuado real externo (“percepción sin objeto”,
Esquirol, 1837), con o sin interpretación delirante.
Tipos: Sin psicopatología: Hipnagógica (al dormirse), Hipnopómpica (al despertar), por deprivación sensorial,
por privación del sueño y por luto. Con psicopatología: Auditiva, Visual, Olfatoria, Gustatoria, Táctil,
Somática, Alucinosis (percepción sin objeto, pero adecuadamente criticada).
Causas de alucinaciones:
Al dormir, al despertar, por deprivación Estupefacientes y Alcoholismo
sensorial, por privación del sueño, por Trastornos Mentales Orgánicos
luto, por fiebre. Epilepsia temporal
Psicosis y Trastornos Delirantes agudos Sindrome Confusional (“Delirium”)
Depresión o Manía Fenómenos místicos
Fármacos (antiparkinsonianos) Acción Extraordinaria Demoníaca
Alucinosis
Percepción sin objeto, pero de lo cual es consciente el sujeto, debido a una intoxicación (por alcohol
o fármacos). Por ejemplo: un alcohólico que ve insectos caminando por las paredes.
Ilusión
Distorsión o malinterpretación de un estímulo sensorial externo real (existente). Por ejemplo: por
efecto del miedo, ver una persona al acecho con un arma en donde sólo hay un tronco con una rama.
El Dr. Aquilino Polaino, psiquiatra consultor, indica como los cuadros psiquiátricos más urgentes a
discernir, con respecto a la AED, desde el punto de vista psiquiátrico, son:
Desdoblamiento de personalidad / Personalidad múltiple
Trastorno histriónico de la personalidad
Ciertos síndromes delirantes
Algunas psicosis agudas
La esquizofrenia
Los comportamientos alterados como consecuencia del consumo de drogas.
A continuación, encontrará unas tablas con cada uno de los diagnósticos psiquiátricos que con mayor
frecuencia generan confusión al momento del discernimiento entre Trastornos Psicopatológicos y la Acción
Extraordinaria del Demonio.
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Comparación entre algunos cuadros Psicopatológicos y la Acción Extr. Demoníaca
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TRAST. HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD ACCIÓN EXTRAORDINARIA DEMONÍACA
Trastorno de personalidad, expresión simbólica en la
conducta de un conflicto psíquico (reprimido). Sin
lesión neuronal.
Patrón dominante (desde siempre) de emotividad Ausencia de delirio.
excesiva y de búsqueda de atención: Fecha precisa de inicio por contacto con ocultismo.
Centro de atención. Inapropiadamente provocativo Puede preferir ser discreto y reservado.
o seductor sexualmente. Utiliza constantemente el No tiene por qué provocar ni seducir.
aspecto físico para atraer la atención. Vida normal fuera de la crisis.
Muestra autodramatización, teatralidad y expresión
exagerada de la emoción.
Tiene un estilo de hablar que se basa excesivamente
en las impresiones y que carece de detalles.
Presenta cambios rápidos y expresión plana de las “Brotes” de furia o letargos, pero emocionalidad y
emociones (“belle indifférence”). expresividad normales fuera de la crisis.
Es sugestionable y confianzudo.
Ausencia de fenómenos preternaturales.
Mejora con la psicoterapia. No resuelve los síntomas con la psicoterapia.
Presencia de fenómenos preternaturales: aversión a
lo sagrado, titanismo, clarividencia y xenoglosia.
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TRASTORNO DISOCIATIVO DE LA IDENTIDAD ACCIÓN EXTRAORDINARIA DEMONÍACA
Intrusión involuntaria en la conciencia que altera la No es una disociación de la identidad sino una
integración de las funciones psíquicas, trae sustitución temporaria de la identidad.
confusión y distorsión del esquema corporal. Se da
en personas que no han logrado una buena
integración de la identidad, por fallas en la crianza
y/o eventos traumáticos en su historia. Trast. de
larga data Fecha precisa de inicio (contacto con ocultismo).
A. Perturbación de la identidad que se caracteriza Fuera de los trances, no hay confusión ni distorsión
por dos o más estados de la personalidad bien del esquema corporal.
diferenciados, que se puede describir en algunas
culturas como una experiencia de posesión. La Es una posesión, no una “experiencia de posesión”.
perturbación de la identidad implica una Acción externa de un ser no humano, dotado de
discontinuidad importante del sentido del sí mismo inteligencia y voluntad propia, que
y del sentido de autocontrol, acompañado de momentáneamente sustituye a las de la persona,
alteraciones relacionadas del afecto, la conducta, la provocando una temporaria suspensión pasiva de
conciencia, la memoria, la percepción, el las actividades intelectivas y volitivas.
conocimiento y/o el funcionamiento sensitivo-
motor. Por ej.: intensas emociones o impulsos,
incluso hablar u otras acciones que surgen sin un
sentimiento de pertenencia personal ni de control.
Estos signos y síntomas pueden ser observados por Los testimonios confiables son muy tenidos en
parte de otras personas o comunicados por el cuenta.
individuo.
B. Lagunas recurrentes en la memoria: de Lagunas solo de lo sucedido durante el estado de
acontecimientos cotidianos, de información trance.
personal importante, y/o de sucesos traumáticos,
incompatibles con el olvido ordinario.
C. Los síntomas causan malestar clínicamente Fuera de los estados de trance, usualmente se
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras puede llevar una vida totalmente normal.
áreas importantes del funcionamiento.
D. La alteración no es una parte normal de una La alteración es producida por un ente espiritual.
práctica cultural o religiosa ampliamente aceptada. Fenómenos preternaturales: aversión a lo sagrado,
(DSM V – 2013) titanismo, clarividencia y xenoglosia.
Mejora con diversos psicofármacos y psicoterapia. No resuelve los síntomas ni con la medicación ni con
la psicoterapia, (incluso pueden seguir
agravándose).
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DEPRESIÓN MAYOR ACCIÓN EXTRAORDINARIA DEMONÍACA
Episodio con un estado de ánimo deprimido o de
pérdida de interés o de placer, que puede
confundirse con una AED si hay delirio (de
condenación) e ideación suicida.
Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, Puede haber sentimientos intensos de
casi todos los días, (subjetiva u observable: culpa, desesperanza, impotencia o tristeza, a consecuencia
vacío, inutilidad, autorreproches, pesimismo, etc.). de la acción extraordinaria del demonio. Pero no es
Disminución importante del interés o el placer por impermeable a la oración y mejora con la misma.
todas o casi todas las actividades la mayor parte del
día, casi todos los días (como se desprende de la
información subjetiva o de la observación).
Pérdida importante de peso sin hacer dieta o del
apetito
Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
Agitación o enlentecimiento psicomotor casi todos
los días (observable).
Fatiga o pérdida de la energía casi todos los días.
Sentimientos de indignidad, inutilidad o culpabilidad
excesiva o inapropiada (que puede ser delirante)
casi todos los días.
Disminución de la capacidad para pensar o
concentrarse, o de tomar decisiones, casi todos los
días (subjetiva o relatada).
Pensamientos de muerte recurrentes, ideas suicidas Puede haber gestos aparentemente “autolesivos”
recurrentes sin un plan determinado, intento de (demonio afectado) en una vejación.
suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.
Los síntomas causan malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras
áreas importantes del funcionamiento.
Síntomas mejoran en pocas semanas con los No mejora o empeora con la medicación.
antidepresivos y la psicoterapia. Fenómenos preternaturales: aversión a lo sagrado,
titanismo, clarividencia y xenoglosia.
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MANÍA ACCIÓN EXTRAORDINARIA DEMONÍACA
Episodio de expansión afectiva, que imita lo que
popularmente definiría la posesión: energía física
excesiva, desaparece el cansancio y el dormir, hay
desinhibición, gastos excesivos, obscenidad, gritos,
hipererotización, violencia.
Un período bien definido de estado de ánimo
anormalmente y persistentemente elevado,
expansivo o irritable, y un aumento anormal y
persistente de la actividad o la energía dirigida a un
objetivo. Excitación psicomotriz (que responde a Agitación psicomotriz, pero en relación a
sedantes). desencadenantes espirituales (Aversión a lo
Cambio notorio del comportamiento habitual con sagrado). No mejora con sedantes.
respecto a:
Autoestima aumentada o sentimiento de
omnipotencia.
Disminución de la necesidad de dormir
Verborragia. Pensamiento acelerado.
Distractibilidad.
Aumento de la actividad dirigida a un
objetivo (social o sexual) o agitación
psicomotora.
Conductas de riesgo (compras, juergas,
indiscreciones sexuales o inversiones de
dinero imprudentes).
Deterioro importante en el funcionamiento social o Hay fenómenos preternaturales: aversión a lo
laboral, (hospitalización). sagrado, titanismo, clarividencia y xenoglosia.
Mejora con los estabilizadores del humor y los No mejora con los psicofármacos.
antipsicóticos.
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TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC) A. E. D.: OBSESIÓN DEMONÍACA
Trastorno de ansiedad, caracterizado por obsesiones Muchas veces se asocia con un TOC.
y compulsiones (con antecedentes obsesivos desde Fecha precisa de inicio (contacto con ocultismo).
la infancia).
Presencia de obsesiones, compulsiones o ambas: Obsesión demoníaca: invasión de pensamientos y
Las obsesiones se definen por (1) y (2): deseos negativos y pecaminosos, de sentimientos de
1. Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y cansancio psíquico, desconfianza, desaliento y hasta
persistentes que se experimentan, en algún desesperación, de impulsos autodestructivos,
momento durante el trastorno, como intrusas o no sacrílegos, y hasta suicidas. Hay miedos
deseadas, y que en la mayoría de los sujetos causan inmotivados, pánico, pesadillas nocturnas.
ansiedad o malestar importante.
2. El sujeto intenta ignorar o suprimir estos San Giovanni Calabria fue un santo acosado por
pensamientos, impulsos o imágenes, o neutralizarlos problemas psíquicos y demoníacos.
con algún otro pensamiento o acto (es decir,
realizando una compulsión).
Las compulsiones se definen por (1) y (2):
1. Comportamientos (p. ej., lavarse las manos,
ordenar, comprobar las cosas) o actos mentales (p.
ej., rezar, contar, repetir palabras en silencio)
repetitivos que el sujeto realiza como respuesta a
una obsesión o de acuerdo con reglas que ha de
aplicar de manera rígida.
2. El objetivo de los comportamientos o actos
mentales es prevenir o disminuir la ansiedad o el El sujeto siente que se está volviendo loco. A veces
malestar, o evitar algún suceso o situación temida; las obsesiones buscan convencerlo de hacer un
sin embargo, estos comportamientos o actos pacto con el diablo, profanar la Eucaristía, de
mentales no están conectados de una manera sentirse ya condenado o de cometer suicidio.
realista con los destinados a neutralizar o prevenir, o Pueden haber sensaciones de ser ya cadáver, de
bien resultan claramente excesivos. tener olor repugnante.
Las temáticas no se limitan a lo espiritual.
B. Las obsesiones o compulsiones requieren mucho Las temáticas suelen limitarse a lo espiritual.
tiempo (p. ej., ocupan más de una hora diaria) o Suele haber un bloqueo para la oración, o incluso
causan malestar clínicamente. odio hacia todo lo sacro, sin motivación.
Mejora con la medicación ansiolítica o No mejora con la medicación.
antidepresiva. No cambia con el exorcismo. Mejora con el exorcismo.
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Tratamientos y falsos tratamientos
Trastornos Psíquicos:
Psicoterapia y/o Psicofarmacología, internación, laborterapia, etc..
Acción Extraordinaria del Demonio:
Maleficio, Vejación, Obsesión Oraciones de Liberación.
Obsesión o Vejación Graves, Posesión Exorcismo
Infestación Local Exorcismo del lugar + eventual oración sobre la persona
En todos los casos Camino de fe, (Reconciliación, Eucaristía, Sacramentales, la Palabra y el
Rosario diario, Adoración, etc.).
Falsos tratamientos: Ocultismo: umbandas, chamanes, videntes, curanderos, “limpiezas”, terapias
alternativas New-Age, falsos Sacramentales (ajo, vinagre, ruda, cintas y otras supersticiones), etc.
Bibliografía
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“Diario di un exorcista”, René Chenesseau, Nova Millennium Romae, Roma, 2007.
“Diabolical Possession and Exorcism”, P. Francesco Bamonte, Bertie-John (Nig.) Printers, Lagos, 2008.
“Ecco, io vedo i cieli aperti…”, P. Raffaele Talmelli, Edizioni OCD, Roma, 2010.
“El maleficio en su realidad y fundamento diabólico”, Conferencia del P. Gabriele Nanni, V Congreso
Nacional de Exorcistas, CEAM, México, septiembre 2011.
“Influencias demoníacas: Infestación, Opresión, Vejación, Obsesión y Posesión demoníaca”,
Conferencia del P. Gabriele Nanni, V Congreso Nacional de Exorcistas, CEAM, México, septiembre
2011.
“Aspetti Medici”, Clase del Dr. Francesco Cecere, Curso “Esorcismo e preghiera di liberazcione”,
Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, Roma, 7/mayo/2014.
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differenziale”, Conferencia del Dr. Valter Cascioli, Octubre 2014.
“Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM V“, Asociación Americana de Psiquiatría,
2014.
“Psiquiatría y posesión diabólica”, Prof. Dr. Aquilino Polaino-Lorente, Catedrático de Psicopatología
de la Universidad Complutense de Madrid.
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