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El Sistema Juridico Por L. Friedman.

Este documento presenta una introducción al sistema jurídico y define lo que se entiende por "derecho". Describe diferentes escenas de procesos legales que ocurren en diversas partes del mundo para ilustrar la omnipresencia del derecho en la sociedad. Luego, discute las dificultades en definir el concepto de "derecho" y ofrece algunas definiciones propuestas por expertos, concluyendo que el derecho involucra normas coactivas y las instituciones que las aplican.

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El Sistema Juridico Por L. Friedman.

Este documento presenta una introducción al sistema jurídico y define lo que se entiende por "derecho". Describe diferentes escenas de procesos legales que ocurren en diversas partes del mundo para ilustrar la omnipresencia del derecho en la sociedad. Luego, discute las dificultades en definir el concepto de "derecho" y ofrece algunas definiciones propuestas por expertos, concluyendo que el derecho involucra normas coactivas y las instituciones que las aplican.

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Material de Lectura: El sistema Jurídico.

Friedman, Lawrence
“Law and Society, An In-
troduction”. Prentice-Hall,
USA, 1977, p.p 1 a 7.

“En Sivapur, aldea hindú, los tambores repican. Un trasgresor va a ser juzgado.
Un mensajero lleva la noticia a los más ancianos de cada una de las castas del
pueblo. Luego, al aire libre, quizás bajo un árbol sagrado, se lleva a cabo un
juicio frente a los habitantes de la aldea. El mismo día, en Washington, la corte
suprema de los Estados Unidos está a punto sesionar. EL Alguacil anuncia la
llegada de los honorables jueces. Nueve hombres con sus togas negras,
emergen tras de las cortinas rojas y todos los presentes se ponen de pie.

Mientras, en Gran Bretaña, el “Speaker” de la cámara de los comunes anuncia


el acuerdo de la reina a un acto del parlamento, por el cual ha de aprobarse
una ley.

Estas y otras imágenes surgen en nuestra mente cuando pensamos en el


derecho y en los procesos jurídicos. En Moscú en el tribunal de los camaradas,
un hombre esta de pie frente al juez. Se dice que se llevó unos objetos de la
fábrica donde trabajaba. El hombre se excusa tímidamente pero el juez lo
alecciona severamente cerca de los deberes de los ciudadanos soviéticos y
finalmente lo sentencian a un año de “trabajo correctivo”.

La Biblia relata también una historia jurídica, Moisés conduce a los hijos de
Israel a los pies del monte Sinaí. La cima esta cubierta por una densa niebla; el
propio Dios aparece en la montaña, promulga los diez mandamientos y luego a
través de Moisés un código de reglas, por ejemplo “Quien le pegue a su padre
o a su madre, será condenado a muerte”. En términos más prosaicos, en
Washington, la comisión federal de comercio discute un reglamento para limitar
la propaganda que las campañas de aspirina pueda hacer en la TV, o en
Chicago, en el edificio municipal, la gente hace cola esperando para pagar sus
impuestos, ajustar sus cuentas de agua, comprar su licencia para contraer
matrimonio, etc. Afuera la calle esta repleta de automóviles, de autobuses y
taxis. Un policía dirige el tránsito, soplando su pito y haciendo gesto a los
choferes para que se muevan.

Todas estas imágenes nos recuerdan, si es que necesitamos recordarlo, que el


derecho es una presencia importante y frecuente en la sociedad, cada año
afecta a un número sin fin de vidas.

Solo en los Estados Unidos, en el año de 1969, 485 mil personas fueron
arrestadas por siete clases de crímenes mayores (según las estadísticas del
FBI). Hubo quizás 7 millones de arrestos por todo tipo de delito, sin incluir las
infracciones de tránsito, lo que da un proporción de una persona de cada
treinta (indudablemente que durante el año algunos fueron arrestados más de
una vez). Si añadimos las citaciones y las boletas incluiríamos a millones de
personas más. En materia civil, 715 mil parejas en el año 1969 fueron a juicio
de divorcio, en una año promedio se registran 200 mil quiebras y más o menos
1 millón de personas son llamadas a formar parte de un jurado. Cientos de
miles de demandas civiles son intentadas y resueltas.

Es posible que en los Estados Unidos sea un país donde exista una tendencia
inusual a presentar litigios ante los tribunales, pero es casi todos los países hay
una enorme cantidad de procesos legales. Nótese que hemos estado hablando
solo de procesos judiciales, es más, solamente de los casos ordinarios que no
aparecen en los periódicos. Los casos noticiosos no son los más frecuentes
pero pueden ser de importancia incalculable. ¿Quién puede medir el impacto
producido en la sociedad americana por la decisión de 1954, año en que se
declaró ilícita la segregación en las escuelas, desencadenándose por esto una
serie de eventos importantes?. En junio de 1975 un tribunal inferior en la India,
declaró ilegal la elección del primer ministro Indira Gandhi. En parte, como
reacción, la señora Gandhi declaró un estado de emergencia, arrestó a sus
opositores instituyó la Censura. (Posteriormente el parlamento Hindú aprobó
una ley dejando sin efecto la decisión). Esto son solo dos ejemplos entre
muchos que conmovieron a sus respectivas sociedades.

Por supuesto que los tribunales son solo una parte de la historio. Son la parte
superior del “Iceberg”, que vemos porque está fuera del agua. Cada ciudadano
que paga sus impuestos esta respondiendo a una conducta legislada y a los
actos de otros funcionarios que decretaron los reglamentos o que diseñaron los
formularios que deben ser llenados. El amplio aparato regulador del estado
moderno, que incluye la política anti monopolios, las ordenanzas de
zonificación, los reglamentos de la seguridad social, las leyes sobre alimentos y
bebidas y planeamiento urbano, es en cierto sentido parte del sistema jurídico.
Este gigantesco edificio es parte de nuestro entorno cotidiano. Nos envuelve
como una telaraña. La sociedad no puede sobrevivir – no puede comer,
caminar o respirar (así parece) – sin el derecho.

Pero, ¿qué es exactamente lo que entendemos como derecho? Es una palabra


común del idioma, tan común que la mayoría de las personas no se detienen a
considerar su significado. Los científicos sociales (y juristas) que tienen un
interés profesional en esa palabra, encuentran difícil expresar su esencia en
lenguaje sencillo. En este sentido por supuesto, el derecho no esta solo, tiene
excelente compañía: muchos fenómenos sociales importantes, tales como la
familia, la religión, la educación, el estado son también difíciles de definir. En
cada caso hay quizás un núcleo central rodeado de una nebulosa, como la luna
del planeta Saturno ¿Cuál es el núcleo central?.

Hacia una definición del derecho:


Ha habido centenares de intentos por definir el derecho, y sin duda seguirán
dándose muchos más. En fin de cuentas “el derecho” no es un objeto visible
como lo es una silla o un caballo. La palabra se refiere generalmente a un
concepto o proceso. Ninguna definición del derecho podrá satisfacer a todos,
ninguna podría ser “verdadera” o “falsa”, excepto en virtud de un patrón externo
basado en un sentimiento ético o en la experiencia. En breve, las definiciones
de derecho son convencionales. Son buenas y malas, adecuadas e
inadecuadas según el propósito o fin de la definición. El objeto de este libro es
examinar en que forma la sociedad y el derecho (o los procesos jurídicos)
están relacionados y mostrar algunos trabajos de los científicos sociales que
han estudiado el derecho (y los procesos jurídicos). Necesitamos delimitar el
objeto de estudio de manera conveniente, identificar esos procesos y sucesos
que convencionalmente llamamos “derecho”. Por lo tanto, para nosotros,
“derecho” es lo que la gente entiende por tal.

Por supuesto que la gente no tiene un criterio uniforme. A veces la palabra


derecho es usada en un sentido estrecho para indicar un texto legal o un
conjunto de normas… Cuando decimos que los Jueces deben decidir de
acuerdo a derecho o que la asamblea nacional francesa tiene el poder de hacer
leyes, estamos usando la palabra en un sentido similar. También usamos la
palabra derecho para referirnos a los procesos y las instituciones que llevan a
la práctica, o que aplican normas legales… El antropólogo Hoebel define una
norma como jurídica “si su incumplimiento o infracción acarrean generalmente,
el hecho o la amenaza de aplicación de una fuerza física por un individuo o
grupo que poseen el privilegio reconocido socialmente de actuar de esa
manera”. Mas Weber dice que la norma (u orden) es jurídica “si esta
garantizada externamente por la posibilidad de que se ejerza coacción (física o
psicológica) para producir conformidad con ella o vengar su violación, coacción
aplicada por un equipo de personas que se mantienen especialmente
preparadas para dicho propósito”.

Quizás hay un núcleo común en todas estas definiciones. En el corazón del


derecho encontramos, normas o reglas proactivas e instituciones, procesos y
personas que tienen que ver con ellas – los que hacen las normas dan órdenes
a otras personas, interpretan las normas o tratan de aplicarlas. No todas las
reglas y normas son parte del derecho, solo están incluidas en él las normas
públicas de grupo o coactivas. Pero si en calidad de estudiante de ciencias
sociales, queremos saber que hacen funcionar a las instituciones jurídicas y
como éstas afectan al resto del orden social, no podemos ignorar algunas
conductas “privadas”. Cuando los abogados dan un consejo a sus clientes en
sus bufetes, estamos frente a una conducta “privada”, pero está orientada
hacia, e influida por, normas, procesos e instituciones jurídicas. Si queremos
comprender la realidad plena del derecho y de los procesos jurídicos
tendremos que tomar en cuenta conductas todavía más “privadas”, como por
ejemplo cuando un hombre compra un formulario para hacer su testamento, o
un conductor observa el límite de velocidad por miedo a una sanción.

El mundo del derecho, es el mundo de las normas coactivas y de las


instituciones que las aplican, pero también comprenden su impacto en la
sociedad. Las normas jurídicas son aquellas que conllevan al menos la
posibilidad de una sanción pública legítima. Desde este punto de vista, los
reglamentos internos y procesos dentro de una compañía, como la General
Motor o la Royal Dutch Shell, no son unas normas jurídicas con todo lo grande
y poderosa que son estas compañías. Para otros propósitos, sin embargo,
podemos muy bien comparar los dos organismos: Corporación y País. La
corporación o compañía también tiene un gobierno, leyes y legisladores.
Promulgan normas y tratan de aplicarlas. Impone sanciones, pagan bonos a los
empleados que cumplen mejor o que producen más. Pone multas despide o
deja de promover al trasgresor. Desde el punto de vista de la ley nacional,
estos pueden ser asuntos privados de la corporación. Pero, también podemos,
si lo deseamos, estudiar la compañía como una especie de sociedad, y tratar
sus reglas y procedimientos como una especie de mini sistema jurídico. Sea
cual fuere el nivel de análisis que escojamos, lo que interesa es que el derecho
es parte del aspecto público o grupal o gubernamental de ese nivel. Estos
“sistemas jurídicos metafóricos” no tienen que ser muy formales. Un club o una
tribu pueden poseer derecho si tiene normas, costumbres o reglas que se
consideran obligatorias y siempre que su trasgresión pueda producir o
produzca consecuencias, por ejemplo, la desaprobación pública para hacer
referencia al tipo de sanción más informal. Más tarde hablaremos de cómo y
porque los sistemas informales, se endurecen hasta convertirse en algo a lo
que se le dará más voluntariamente el nombre de “derecho”.

Por supuesto que no hemos dado, ninguna definición estricta de derecho. Nada
de lo expuesto aspira a tener validez universal o trata de explicar lo que es
derecho realmente es. Nuestras observaciones son una orientación o guía solo
eso. Los sociólogos del derecho toman como campo de estudio ciertas
actividades que observan en los gobiernos, estados o autoridades. Dirigen sus
miradas hacia las normas o reglas en el siguiente nivel: como son elaboradas,
aplicadas, obedecidas, desobedecidas o llevadas a cabo, como influyen sobre
la conducta. Se interesan por la función que estos procesos cumplen en la
sociedad. En lo que se refiere a países como Brasil y los Estados Unidos, el
centro de atención esta constituido naturalmente por los tribunales, los
organismos gubernamentales, la policía, la legislatura y en la manera como
estos se comportan y funcionan; también por los abogados, los notarios y los
jueces; y por los ciudadanos comunes en cuanto se relacionan con estos
organismos oficiales y sus labores.

El Sistema Jurídico

Otra forma de resumir todo lo expuesto, es decir que el punto focal de este
libro, no es tanto el derecho si no el sistema jurídico. El sistema jurídico nos
hace pensar no tanto en un conjunto de normas, como un proceso que
funciona, una máquina viva. El sistema jurídico es una conducta, movimiento,
estimulo y respuesta. En la manera como hablamos y pensamos sobre el
derecho esta implícita un imagen en general, mas bien abstracta de este
proceso. En nuestro tipo de sociedad damos por sentado que hay instituciones
y roles jurídicos definidos cuando alguien pone el proceso en movimiento,
esperamos que “el derecho” reaccione en una forma modelada según un
patrón y no al azar. Dos vecinos, Pedro y Juan, discuten respecto a un camino
situado entre sus respectivas casas. Pedro dice que el camino está en su
propiedad. Juan niega esto y rehúsa permitir a Pedro que utilice el camino.
Tanto como Pedro como Juan contratan abogados. Los intentos de llegar a un
acuerdo fallan, y Pedro y su abogado van al tribunal e introducen una
demanda. El abogado de Juan contesta la demanda. Estos documentos ponen
en movimiento un proceso. Finalmente, si las partes no llegan a una acuerdo,
el juez dictara sentencia y decidirá el caso, después que los abogados hayan
presentado su argumentos de hecho y de derecho.
Esta historia nos narra una situación de la vida real, una disputa que se
transforma en una demanda de acción legal. Los actores dentro del sistema
jurídico, procesaron la demanda en la forma en que se acostumbra a hacerlo y
produjeron una conclusión legal. La conclusión es una orden o una sentencia
que tiene “fuerza jurídica”, lo que quiere decir que el ganador puede forzar al
perdedor si fuese necesario. Como consecuencia de esta situación pueden
surgir otras demandas al sistema, por ejemplo el perdedor puede apelar. Cada
vez que hace uso del proceso jurídico o de una institución jurídica, se dan una
demanda o una exigencia, un proceso y una respuesta. La gente de una ciudad
es alarma por la contaminación del aire, pues les lloran los ojos, tosen y se
asfixian. Ellos exigen que haga algo al respecto, quizás por el congreso, por el
consejo municipal, por la asamblea estadal, o por otro organismo
gubernamental. Cada uno de estos cuerpos puede responder. Quizás actúe el
congreso y se apruebe una ley luego de ser debatida y votada. Posteriormente
será promulgada por el presidente. Es posible que esa ley cree un organismo
encargado de controlar el humo de las industrias. Si el organismo trabaja con
ineficiencia, o con demasiada eficacia, los grupos de consumidores o las
compañías, harán otras demandas. Quizás no se logre que sea aprobada una
Ley para controlar la contaminación. La inactividad es también es una
respuesta que a su vez conducirá a otras demandas.

Cada acto jurídico pequeño o grande encaja en este patrón general. Por
supuesto que algunos son más formales que otros. Es menos formal llamar a la
policía que introducir en el congreso. Además, no todas las necesidades,
deseos e intereses se traducen en demanda de sistema jurídico. Muchas veces
las personas se tragan el hambre o su rabia. Algunas demandas potenciales
decaen por apatía o alienación; algunas toman formas legales o ilegales, como
cuando se produce un disturbio.

Sistemas Jurídicos:
Estructura, Sustancia y Cultura:

Por motivos prácticos podemos dividir cualquier sistema jurídico en las


siguientes partes ideales. En primer lugar, los sistemas jurídicos tienen
estructura. Tienen forma, modelos y un estilo persistente. La estructura es el
cuerpo, el marco, la forma duradera del sistema: la forma en que está
organizado los tribunales o el departamento de policía, la jerarquía de los
tribunales, etc. Uno puede descubrir una estructura dibujando un cuadro de las
instituciones: como se relacionan unas con otras, cuantos jueces componen un
tribunal, cuantas cámaras tiene una asamblea, cuantos departamentos
constituyen el ministerio de agricultura. La estructura es como el corte
transversal del sistema jurídico, es lo que se vería si atrapáramos y
congeláramos al sistema en una serie de fotografías estáticas.

La sustancia son las reglas o normas efectivamente empleadas por las


instituciones, o, si es el caso, los patrones de conducta reales y observables de
los actores dentro del sistema. Los abogados hacen una clara distinción entre
dos clases de normas: Las normas Sustantivas y las de procedimiento o
adjetivas. Las normas sustantivas les dice a las personas como deben o
pueden comportarse, por ejemplo, la disposición que prohíbe la estafa o las
que prescribe el procedimiento para hacer un contrato o constituir una
compañía. Las formas de procedimiento son o bien normas especiales para los
actores del sistema jurídico o reglas que indican como los que están fueran del
sistema pueden dirigirse al mismo y tratar con dichos actores. Incluyen normas
de cómo presentar un libro de demandas, como interponer una apelación, etc.
Por muchas razones es útil distinguir entre dos clases de normas. Pero en un
sentido muy importante, todas las normas jurídicas son normas de
procedimiento. Una norma que indique cómo comportarse “fuera” del sistema
jurídico no tienen sentido, al menos que este aparejada con normas (implícitas
o explícitas) que nos indiquen como los actores des mismo sistema jurídico
deben o pueden reaccionar ante esa conducta externa. En otras palabras, una
ley contra la estafa no sería muy jurídica si no nos dice que ocurrirá o que
puede ocurrir si un cajero de un banco es sorprendido robándole al banco.

El sistema jurídico es parte de la sociedad pues no se mueve por sí solo. Son


las presiones externas y las demandas las que lo ponen en movimiento y lo
mantienen en acción. Un juez está en su tribunal a la espera de casos. Si nadie
introduce una demanda por difamación e injuria el juez nunca decidirá nunca
un caso de difamación e injuria. Por lo tanto, aparte de la estructura y la
sustancia, hay entonces un tercer elemento vital del sistema jurídico y es el
elemento Demanda. ¿Qué es lo que crea una demanda? Un factor que a falta
de un término mejor designaremos como cultura jurídica. Con él nos referimos
a las ideas actitudes, creencias, expectativas, y opiniones sobre el derecho.
Pensamos de nuevo en los dos vecinos Pedro y Juan discutiendo por lo del
camino. Ellos podrían resolver su disputa de muy distintas maneras. Uno de
ellos podría acceder a los argumentos del contrario o podrían pedirle a un
amigo o a un sacerdote que decidiera el asunto. Podrían echarlo a la suerte,
con una moneda. Podrían ir a los tribunales. El incidente podría transformarse
en sangrienta disputa. Obviamente hay muchas razones por las cuales podrían
escoger una de cualquiera de estas alternativas. Tenemos la alternativa del
tribunal: un juicio cuesta dinero. También es importante la estructura ¿es fácil
dirigirse a un tribunal?, ¿Está localizado en un sitio conveniente?, ¿Cuánto
durará el juicio?. Las partes (Pedro y Juan) también podrían tomar en cuenta
La Sustancia: podría consultar con un abogado y encontrarse con que sus
probabilidades de ganar son grandes (o pequeñas) según la situación legal.
Ambos podrían también estar afectados por aspectos de la Cultura Jurídica:
Acudir a los tribunales ¿es algo que la gente hace?, ¿Qué pensarían sus otros
vecinos de un juicio?, ¿Pueden ellos esperar razonablemente que el juez haga
justicia?, ¿Consideran ellos a los jueces corruptos, estúpidos, honestos o
imparciales?, ¿Cuántos saben ellos de leyes abogados y tribunales?, ¿Cuál ha
sido su experiencia anterior con el derecho?, todas estas y otras actitudes
valores y opiniones componen el elemento cultural. Las fuerzas sociales no
“hacen” el derecho directamente, sino que pasan primero por el colador de la
Cultura Jurídica. Este es el colador vital de ideologías, de creencias de valores
y de opiniones que toma los intereses y deseos y decide su destino: ya sea
entrar dentro del sistema jurídico en la forma de demandas o ser enrumbados
por otros caminos o desaparecer en el olvido.
Este es un libro sobre el sistema jurídico, pero hay muchas formas de hablar
del derecho y el sistema jurídico. Los abogados hablan del derecho de una
forma, la gente común de otra y los científicos sociales de otra. Los abogados
se ganan la vida con el derecho, por lo que básicamente sus intereses son
prácticos. La mayoría de los libros jurídicos son escritos por ellos y para ellos,
lo cual es natural.

Pero en general este libro enfoca el derecho desde un ángulo distinto. Trata de
trabajos sobre el derecho escritos por científicos sociales o por juristas que
comparten su enfoque. Esta obra es muy distinta a las obras sobre el derecho
escrito para abogados, así como la sociología de la religión es muy diferente a
la teología, de los libros de oración etc. Puesto que la sociología de la religión
estudia cómo se relaciona la religión de la sociedad. Este es un libre sobre la
sociedad y el derecho.”

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