1.
“Camarón que se duerme, se lo lleva
la corriente”
Esto vale para cualquier pago que debas realizar, ya sea de algún préstamo,
tarjeta de crédito o servicio que hayas adquirido o contratado.
Si no pagas en la fecha establecida el monto acordado, el incumplimiento de
pago te generará intereses y la deuda crecerá más y más, también corres el
riesgo de que suspendan el servicio o manches tu historia crediticia.
Tip: lo más recomendable es crear recordatorios, ya sea en el celular, el
calendario o en notas para que nunca se te pase alguno.
2. “No todo lo que brilla es oro”
Es decir, si tienes dinero ahorrado en tu cuenta bancaria o en algún otro
lugar, no pienses que es dinero que puedes gastar de la noche a la mañana.
Lo ideal es que lo veas como un monto que puedes invertir o que te salvará
de alguna emergencia.
Evita a toda cosa malgastarlo en gustos o artículos que te durarán poco
tiempo.
Tip: si crees que el dinero quema tus manos, como dicen por ahí, antes de
gastarlo medita el tiempo que te costó tenerlo y si el artículo que vas a
adquirir te durará el mismo tiempo que tardaste en juntar ese monto o al
menos la mitad. Si este es el caso, adelante, de lo contrario desiste de la
compra o busca una mejor opción u oferta.
3. “Agua que no has de beber, déjala
correr”
Si tienes muchas tarjetas de crédito o servicios que no usas de forma
recurrente, lo mejor y más sano es cancelarlos y quedarte con aquellos que
sí utilices y además no te cuesten tanto.
Por ejemplo, si tienes varios plásticos, evalúa las tasas de interés,
comisiones y beneficios que te da cada uno y elige el que más te convenga,
lo mismo puedes hacer con los servicios de entretenimiento contratados.
Tip: si eres de esas personas que siente que no puede vivir sin tv de paga,
puedes buscar amigos con quien compartir cuentas de streaming y dividir el
pago o intercambiar servicios.
4. “Más vale pájaro en mano, que ver un
ciento volando”
Esto se refiere a que en ocasiones gastas dinero que aún no tienes, es decir,
compras cosas pensando que en un futuro tendrás el dinero para pagarlas,
sin embargo, esto es lo peor que puedes hacer.
Hasta no tener liquidez o el efectivo en la “mano”, lo ideal es no endeudarse,
ya que de surgir imprevistos te será más difícil saldar las deudas.
Tip: si no te es indispensable un artículo o servicio, lo ideal es prescindir de
él o bien buscar una oferta o promoción para adquirirlo, siempre y cuando se
ajuste a tu cartera.
5. “Crea fama y échate a dormir”
Si eres de las personas que pide dinero prestado y se tarda mucho tiempo
en pagar o de plano “se duerme en sus laureles” y no paga, tampoco
esperes que los bancos u otra institución te otorguen un préstamo o tarjeta
de crédito.
Aunque en tu historial crediticio no aparezca que eres un mal pagador, el
hábito de deber dinero no es algo tan fácil de corregir, por lo que antes de
pensar en adquirir un compromiso con el banco, lo ideal es que primero te
acostumbres a liquidar tus deudas pendientes y pagues en tiempo y forma a
todos, de lo contrario corres el riesgo de manchar tu historia crediticia de
por vida.
Como ves, los refranes típicos no solo sirven para dar ejemplos de
situaciones de vida, por lo general éstos siempre los puedes tomar como un
consejo para mejorar tu situación financiera, todo es cuestión de dejar volar
un poco tu imaginación.