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Biografia Del DR Jose Gregorio Hernandez

José Gregorio Hernández nació en Venezuela en 1864. Se destacó como un estudiante sobresaliente y científico notable, fundando cátedras en la Universidad Central de Venezuela. Se distinguió por su fe, humildad, excelencia profesional y amor al prójimo. Murió en 1919 mientras llevaba medicinas a un enfermo, y actualmente está en proceso de beatificación.

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Biografia Del DR Jose Gregorio Hernandez

José Gregorio Hernández nació en Venezuela en 1864. Se destacó como un estudiante sobresaliente y científico notable, fundando cátedras en la Universidad Central de Venezuela. Se distinguió por su fe, humildad, excelencia profesional y amor al prójimo. Murió en 1919 mientras llevaba medicinas a un enfermo, y actualmente está en proceso de beatificación.

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DR.

JOSE GREGORIO HERNANDEZ CISNEROS

Biografía

El Doctor José Gregorio Hernández nació en Isnotú, Estado Trujillo


(Venezuela), el 26 de octubre de 1864. Como miembro de su familia y en
su Pueblo fue ejemplar. Desde los 13 años, en 1877, fijó su residencia en
Caracas. Fue un estudiante sobresaliente y un científico notable.
Doctorado en Medicina en 1888. Luego de un postgrado en París se
dedicó al ejercicio profesional y a la docencia universitaria. Fundó las
cátedras de Histología, Fisiología Experimental y Bacteriología en la
Universidad Central de Venezuela.

Padres: Benigno Hernández y Josefa Antonia Cisneros

Se distinguió por su fe inquebrantable, su castidad perfecta, su


humildad y sencillez profunda, su excelencia profesional, su tierna
devoción a la Virgen, y su gran amor a Dios y al prójimo. Su afán de
perfección lo llevó a la Cartuja; pero el Señor, que los destinaba a servir de
ejemplo a los seglares, profesionales e intelectuales de su Patria, por
medio de la enfermedad, le impidió coronar sus anhelos de vida monástica
o sacerdotal.

Fue tanto su adelanto que llegó a fungir como profesor de aritmética para
los alumnos del primer curso

Su madre, una mujer muy devota, falleció en 1872, cuando él tan sólo tenía
ocho años pero dejó impregnada en la personalidad del infante una fuerte
religiosidad.

A los trece años de edad, José Gregorio manifestó a su padre su deseo de


estudiar la carrera de derecho, sin embargo, su padre le convenció para
que estudiara medicina y él aceptó obedientemente la orientación de su
progenitor

Entre 1878 y 1882 José Gregorio cursó en dicho colegio preparatoria y


filosofía, graduándose de Bachiller en Filosofía en ese último año
Al leer las certificaciones de los estudios universitarios de José Gregorio
Hernández, encontramos que los aspectos que se evaluaban del cursante
eran: aplicación, aprovechamiento, buena conducta y asistencia, en casi
todas las materias de los seis años de estudio logró la calificación de
sobresaliente, fue el estudiante más destacado en la carrera de medicina
en la UCV.

La situación económica apretó en muchas oportunidades, por lo que junto


con sus estudios de medicina se vio en la necesidad de dar clases
particulares para ayudarse a sí mismo y a sus hermanos. Llegó hasta
aprender de un amigo sastre a hacer ropa masculina y se hizo sus propios
trajes. Sus compañeros reconocían sus virtudes de integra honestidad,
espíritu de mortificación, de servicio y rectitud de conciencia. Su vida era
un ejemplo para sus compañeros universitarios. Estaba convencido de que:
“En el hombre el deber ser es la razón del derecho, de manera que el
hombre tiene deberes, antes que tener derechos”. En sus años de
universitario, José Gregorio fortaleció su carácter cristiano devoto con una
gran disciplina interior combinada con una caridad para con los demás
cada vez mayor.

Al graduarse con el título de Doctor en Medicina, el 29 de junio de 1888,


era dueño ya de inconmensurables conocimientos, hablaba inglés, francés,
portugués, alemán e italiano y dominaba el latín; era filósofo, músico y
tenía además profundos conocimientos de teología. Para cumplir la
promesa hecha a su madre y con el deseo personal de ayudar a sus
paisanos se traslada a ejercer la medicina en su pueblo natal 17 , no sin
antes instalar un pequeño consultorio provisional, con el cual se va
extendiendo su fama como médico y su vocación de servicio a los más
necesitados.

En 1891, Hernández regresa de Europa y, en el mes de noviembre de ese


año, comienza su actividad como docente en las cátedras de Histología
Normal y Patológica, Fisiología Experimental y Bacteriología, de
la Universidad Central de Venezuela (UCV), convirtiéndose en el fundador
de ambas. Además, al concluir sus estudios de postgrado en París y Berlín,
le fue delegada la responsabilidad de adquirir con recursos del estado
venezolano los materiales necesarios para instalar el Laboratorio de
Fisiología Experimental de Caracas, así como la adquisición de la
bibliografía que fuera necesaria para la apertura de las cátedras
mencionadas en la UCV.
Por otra parte, a Hernández se debe la introducción del microscopio en
Venezuela, del que además enseñó su uso y manejo. También introdujo
otros muchos instrumentos científicos que trajo de Francia, como atestigua
su compañero, el doctor Augusto Pi Suñer.
El 14 de septiembre de 1909 es nombrado profesor de la cátedra de
Anatomía Patológica Práctica, la cual funcionó anexa al Laboratorio del
Hospital Vargas, y de la cual se encargó hasta la creación de la cátedra de
Anatomía Patológica de la Universidad Central, con asiento en el Instituto
Anatómico, y que fue regentada por el doctor Felipe Guevara Rojas,
en 1911. Por otra parte, fue el fundador de la cátedra de Bacteriología, la
primera de esta disciplina que se fundó en América, y la primera persona
en Venezuela en publicar un trabajo de dicha disciplina (Elementos de
Bacteriología, 1906).
Es considerado el impulsor y pionero de la verdadera docencia científica y
pedagógica en Venezuela, basada en lecciones explicativas, con
observación de los fenómenos vitales, la experimentación sistematizada,
prácticas de vivisección y pruebas de laboratorio. También coloreó y
cultivó microbios e hizo conocer la teoría celular de Virchow. Por otra parte,
es destacada su faceta como fisiólogo y biólogo, conociendo a fondo
la física, la química y las matemáticas, ciencias básicas y trípode
fundamental sobre la que reposa toda la dinámica animal.

El 29 de junio de 1919, mientras llevaba medicinas a un enfermo


necesitado, un automóvil puso fin a su vida ejemplar. El pueblo caraqueño,
al saber de su muerte, exclamó: “¡Ha muerto un santo!”. En verdad fue un
apóstol de la caridad.

Sus restos reposan en la iglesia parroquial de La Candelaria ubicada en el


centro de la ciudad de Caracas, después de estar por mucho tiempo en el
Cementerio General del Sur.

Actualmente está en proceso de beatificación y posterior canonización,


luego de que en el año 1986 Su Santidad el Papa Juan Pablo II declaró
solemnemente sus virtudes heroicas, por lo cual se le otorgó el título de
Venerable , antepenúltimo escalón en el camino de la santidad.
Recientemente ha crecido la expectativa entre los fieles sobre su posible
beatificación, debido a que el 25 de septiembre de 2013 Su Santidad el
Papa Francisco manifestó interés por la causa del Dr. José Gregorio
Hernández.

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