CUENTO
EL NIÑO QUE QUERIA SUBIR AL CIELO
CRISTIAN ARBOLEDA OCHOA
Profesor: Carlos Mario Acosta
Área: Español
Grupo: 7a
Fecha: 31 de Julio 2.013
INSTITUCION EDUCATIVA SAN JOSE OBRERO
MEDELLIN
El niño que quería subir al cielo
Había una vez un niño que vivía con su humilde familia en una pequeña casa, esta
estaba conformada por sus padres, 2 hermanos mayores y Saúl el pequeño de
solo 5 años.
Cierto día Saúl salía a la calle y vio a unos niños jugando con una pista de trenes y
quiso acercarse a jugar con ellos, pero estos al ver a Saúl salieron con la pista y
no lo dejaron jugar con ellos, el niño salió llorando y le dijo a su papa.
¡Papi papi regálame una pista de trenes que yo no tengo!
El padre se queda pensando y le responde
¡Hijo yo no puedo, pero pídeselo a Dios que está en el cielo él te lo regalara!
Cuando llego la noche Saúl se acostó y en sus oraciones le pidió a Dios que le
trajera su pista, pero al despertar vio que Dios no le había traído nada.
Así pasaban los días y Saúl seguía esperando su pista de trenes que dios le iba a
regalar y le dice a su madre
¡mami ¿Cuándo me traerá dios mi pista de trenes?
¡hijo no desesperes que dios te lo regalara.
Pero pasaba y pasaba el tiempo y no pasaba nada. Saúl se quedó pensando
“dios está en el cielo ¿será que no sabe dónde vivo? ¡pues bien yo iré donde él y
le pediré mi pista de trenes así como la que tienen mis amiguitos.
¿Pero cómo puedo subir al cielo?
Entonces llama a su hermano mayor
¡Daniel, Daniel!
Dime cómo puedo subir al cielo
Constrúyeme una escalera bien grande para yo poder subir donde Dios por mi
pista de trenes. Daniel se queda mirándolo de forma burlona y le responde:
¡Jajaja “bobo ” no seas ingenuo, si para subir al cielo primero hay que morirse
¿Cómo así Daniel? Y ¿Cómo me muero?
Pues es muy fácil tu te quedas dormido y no vuelves a despertar y así podrás
llegar al cielo
Saúl se acostó a dormir sin querer despertar, pero al otro día a las 7:00 am Saúl
ya estaba despierto, trato de volverse a dormir pero no pudo entonces le dijo a su
hermana Valeria.
¡Hermanita ¿Cómo me muero para poder subir al cielo por mi pista?
Valeria le responde riéndose de el
¡Pues fácil bobito deja de comer así te va a dar mucha hambre, te enfermas
Y te mueres!
Cuando su madre le sirvió el almuerzo noto que Daniel y Valeria terminaron todo
pero Saúl ni siquiera lo probo, entonces le pregunto:
¿Hijo estas enfermo que no quisiste probar nada?
Saúl respondió con su inocencia
¡Si mami me duele mucho el estómago! ¿Tú crees que ya me voy a morir para
poder subir al cielo?
No hijo por un dolor de estómago no te vas a morir pero si dejas de comer te vas a
enfermar y ahí si te vas a morir
El niño pensó
¡yupi si no como si me muero y puedo subir al cielo por mi pista
Pasaron 6 días y el niño empezó a arder en fiebre pues ya no comía pero su
madre no lo había notado pues toda la había escondido en su guarda ropa
En su delirio el niño solo susurraba “Dios espérame que ya voy a llegar al cielo”
Al ver a Saúl así su madre desesperada salió corriendo con él para el hospital, al
verlo el médico le dijo a la madre
¡Señora su hijo esta deshidratado pues lleva varios días sin comer! ¿acaso no se
había dado cuenta?
Su madre se echó a llorar
Mientras estaba en el hospital Saúl, en sus sueños delirantes escucho a D0ios que
le decía:
¡Hijo aun no es tiempo de que subas al cielo! ¡Yo te necesito acá en la tierra para
que puedas jugar con tu pista!
El niño se sonrió y al día siguiente se despertó y misteriosamente sobre su
almohada había una pista de trenes. El niño saltando a gritos dijo
¡Dios me trajo mi pista no tuve que morirme! ¡Pues él me necesita acá!
Sus padres entendieron que las palabras que ellos le dijeron a Saúl fueron las
responsables de aquel acontecimiento y prometieron que serían ellos con la ayuda
de Dios quienes le darían todo a sus hijos.
FIN
AUTOR: CRISTIAN ARBOLEDA OCHOA