0% encontró este documento útil (0 votos)
294 vistas8 páginas

Ensayo Sobre Miguel Suarez Arana

Ensayo de pregrado carrera de Historia sobre el explorador boliviano Miguel Suarez Arana. Un analisis de las hazañas de este personaje y como la lucha interna impidió a Bolivia afianzar su posicion en el Rio Paraguay, por Jimmy H. Liendo B.

Cargado por

Jimmy Liendo
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
294 vistas8 páginas

Ensayo Sobre Miguel Suarez Arana

Ensayo de pregrado carrera de Historia sobre el explorador boliviano Miguel Suarez Arana. Un analisis de las hazañas de este personaje y como la lucha interna impidió a Bolivia afianzar su posicion en el Rio Paraguay, por Jimmy H. Liendo B.

Cargado por

Jimmy Liendo
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 8

UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRES – CARRERA DE HISTORIA –

MATERIA DE GEOGRAFÍA HISTORICA.

Ensayo sobre
Miguel Suarez
Arana
La fundación de Puerto Pacheco y la trágica pérdida
del único puerto boliviano en el rio Paraguay.

Jimmy Hansel Liendo Balderrama


5-4-2018
Introducción y Antecedentes.

Miguel Suarez Arana es un personaje de la historia boliviana que no recibe el


reconocimiento que alguien tan influyente en la reivindicación del territorio nacional
en el oriente y el desarrollo de la región, debería.

Empresario y explorador nacido en Santa Cruz de la Sierra el 24 de Marzo de 1834,


siempre fue partidario de crear un corredor hacia el atlántico comenzando con un
puerto en el Rio Paraguay que esté conectado al resto del país por carreteras y vías
bien definidas, así proclamando su tesis de “Al Atlántico por el oriente”. Abrir una
ruta de estas características permitiría obtener grandes beneficios económicos para
la región y el país.

Pero el Estado boliviano, centrado en la zona andina y con una economía basada
en el tributo indígena y la minería, poco o nada cumplió con las exigencias de las
regiones orientales del país (Hasbún, 2017).

Es así, que este conflicto empieza en 1860, cuando el entonces prefecto de Santa
Cruz, Mariano Reyes Cardona, propuso la construcción de un ferrocarril que una a
Santa Cruz de la Sierra con el río Paraguay y desde allí, a través de “el vapor de
Chiquitos” salir al Atlántico. Pero con la firma del Tratado de Ayacucho por parte de
Mariano Melgarejo en 1867 con Brasil, por el cual cedía territorio tanto en las
nacientes del río Paraguay como del río Madera, Bolivia perdió la libre navegación
de los mismos. Las protestas cruceñas se manifestaron en el Memorándum de
1868, pero no fueron escuchadas y el Congreso boliviano ratificó el terrible tratado.

Años después, Miguel Suarez desarrolló aún más esta opción ante esta situación,
pues propuso la construcción de un camino hacia el río Paraguay (el mismo que fue
abierto como sendero por Ñuflo de Chaves en el siglo XVI), a la altura de la bahía
de Cáceres, donde funda Puerto Suárez en 1875 y diez años después, junto a su
hijo Cristián, funda Puerto Pacheco. Pero los intentos privados de los Suárez Arana
no tuvieron el apoyo estatal necesario y finalmente abandonaron la empresa
colonizadora y Paraguay ocupó Puerto Pacheco ante la total indiferencia del
Gobierno boliviano, que por casi un año no hizo nada ante esta invasión.

Los cruceños siguieron comerciando a pesar de los obstáculos y ni siquiera la


pérdida del Litoral, en 1879, hizo reaccionar a los gobiernos para buscar alternativas
de salida al mar. Por el contrario, las políticas ferrocarrileras consolidaron la ruta del
Pacífico, se construyeron ferrocarriles que unieron al Altiplano boliviano entre sí
mismo y con Chile y Perú
Así pues, para lograr un entendimiento de los acontecimientos ya mencionados, es
necesario tomar en cuenta sus antecedentes y consecuencias, y es que como
menciona un artículo del periódico:

Los cruceños siguieron comerciando a pesar de los obstáculos y ni siquiera


la pérdida del Litoral, en 1879, hizo reaccionar a los gobiernos para buscar
alternativas de salida al mar. Por el contrario, las políticas ferrocarrileras
consolidaron la ruta del Pacífico, se construyeron ferrocarriles que unieron al
Altiplano boliviano entre sí mismo y con Chile y Perú. (Hasbún, 2017)

A pesar de la coyuntura que vivió, los logros de este explorador son muchos, no
solo en el campo geográfico, sino y sobre todo en el económico y político, a pesar
de encontrarse en frustrantes y grandes crisis en el país al enfrentarse con sus
detractores, entre los que se encontraba el mismo gobierno boliviano logró
sobreponerse y mantener muchas de sus obras ya realizadas para la posteridad y
beneficio del pueblo boliviano.

Por la mencionada extensión de su obra, el presente trabajo se enfocará


específicamente en la fundación de la localidad de Puerto Pacheco, los problemas
en que se vio envuelto y la posterior lucha y defensa de las aspiraciones nacionales
en dicho pueblo a pesar de la guerra interna que sus compatriotas le hacían, hechos
que lamentablemente tendrían nefastas consecuencias para la nación.

La Empresa Nacional Bolivia

En 1874, Miguel Suárez Arana toma la iniciativa de operar en el oriente fronterizo,


colonizar la Chiquitanía y unirla con caminos estables a los centros vitales del país
y abrir la comunicación internacional a través de la red fluvial del Plata (PAS-BID,
2011). Para tal propósito creó la “Empresa Nacional Bolivia” y pidió al Gobierno de
Tomás Frías una solicitud como representante de la misma para explorar y construir
una ruta caminera que una Santa Cruz de la Sierra con el sudeste y construir un
puerto sobre la margen derecha del río Paraguay, establecer una línea de
navegación dotada de las embarcaciones necesarias para conectar, tanto este
puerto como con los que se fundasen, con la capital paraguaya, navegar por el río
Paraná y conectarse con Buenos Aires. A Don Miguel Suárez Arana con ese
proyecto visionario lo consideraban un loco y soñador, sin embargo el respondía:
“Si es un sueño mi plan, por favor déjenme soñar; es mi gusto, es mi pasión. Como
Colón buscó tierra, yo busco agua”. (Aguirre Lavayen, 1987)

Don Miguel Suárez Arana salió de Cochabamba el 8 de octubre de 1875 y llegó a


la bahía de Cáceres los primeros días de noviembre y, el 10 de noviembre del mismo
año fundó el Puerto Nacional de Puerto Suárez a orillas de la laguna Cáceres.
Tres años después el gobierno del General Daza amplió la concesión a Suárez
Arana facultándole fundar otro puerto en la laguna Gaiba con la apertura respectiva
de caminos. A principios del gobierno de Gregorio Pacheco se dispuso que Suárez
Arana estableciera un puerto, al que denominaría en su honor, Pacheco, en las
proximidades del Barranco de los Chamacocos y que uniese dicho puerto con un
camino hasta el pueblo de Gutiérrez, en la provincia Cordillera.

Pero lamentablemente, Suárez Arana tuvo que soportar momentos muy difíciles en
el desarrollo de su cometido por una serie de indecisiones de los gobiernos de turno
y la confabulación maquiavélica de algunos personajes de la política, como lo que
paso en 1880, cuando el gobierno boliviano otorga una concesión a Francisco Javier
Brabo con similares objetivos y sobrepuesta a la de Suárez Arana; afortunadamente
para este, en 1882 la concesión de Brabo fue definitivamente rescindida y los
reclamos de Suárez Arana quedaron satisfechos y el proyecto del cruceño continuó
por determinación del gobierno de Gregorio Pacheco.

Para entonces el buque “Bolivia” ya navegaba con itinerario normal con bandera
nacional desde Buenos Aires hasta Asunción, Puerto Pacheco y Puerto Suárez,
donde los vapores “Sucre” y “Santa Cruz” y las balandras “Otuquis” y “Piray” hacían
servicios de cabotaje entre los puertos paraguayos y los bolivianos Puerto Pacheco
y Puerto Gaiba (PAS-BID, 2011).

Pero Suárez Arana, aunque tuvo problemas económicos en el desarrollo de su


empresa, estos fueron solucionados con mucha habilidad por el empresario
cruceño. Sin embargo, las peores complicaciones que sufrió el pionero fueron las
confabulaciones de los propios hombres del gobierno que llevaron al desastre la
empresa y la posibilidad de que Bolivia haya tenido un puerto sobre el río Paraguay.

Fundación de Puerto Pacheco

Con la autorización concedida por el Paraguay (hecho que se narra más abajo) y
rubricada por el Presidente Bernardino Caballero, Suarez Arana prosiguió su viaje
al Alto Paraguay y al llegar al lugar dijo: “Aquí me paro yo, aquí enarbolo mi bandera
y sus pliegues deslizados al viento llegarán a la capital de Bolivia” (PAS-BID, 2011).
El 13 de julio de 1885 la expedición alcanzó la barranca de los Chamacocos, pueblo
indígena que es parte del grupo lingüístico de los Ayoreos y que ocupaban la
margen derecha del río Paraguay, y el 16 de julio del mismo año los expedicionarios
a la cabeza de Suárez Arana, fundaron Puerto Pacheco, tal como había sido
encomendado. Pero si esta población no se unía a la red boliviana de caminos para
sentar soberanía, este esfuerzo sería totalmente en vano.
Las tribulaciones de Don Miguel Suárez Arana y sus detractores.

Juan Francisco Velarde, dueño del periódico “El Heraldo” de Cochabamba que en
su oportunidad fue criticado duramente por Suárez Arana por el fracaso del
empréstito inglés para construir el FF.CC Madera – Mamoré; y por esto, Juan
Francisco no lo perdonó jamás. (PAS-BID, 2011)

Antonio Quijarro, quien ejercía de Ministro Plenipotenciario en Paraguay y otros,


como Toledo y el ya citado Velarde, suscitaron en el Senado boliviano una
intervención contra Suárez Arana. A esto, Suárez Arana estando aun trabajando en
su proyecto en el campo, manifestó: “Estos enemigos no dejan ni defecar en el
monte, son peores que las garrapatas y los petos”. (Aguirre Lavayen, 1987)

Antonio Quijarro amenazó a Suarez con que el Paraguay se opondría rotundamente


a la habilitación de un puerto boliviano en territorio que consideraba bajo su
soberanía y que estaba en condiciones de conservarlo, inclusive por la fuerza si
fuera necesario (PAS-BID, 2011). ”Su proyecto, señor Suárez Arana”, le dijo
Quijarro, “adolece de un defecto sustancial, por cuanto se trata de llevarlo a efecto
en una porción de territorio que se hallaba envuelto en el litigio que Bolivia sostenía
con el Paraguay”. A lo que Suárez respondió: “pero si el Ministro de Relaciones
Exteriores boliviano me ha manifestado categóricamente de que todo eso estaba
arreglado en la cuestión de límites” (PAS-BID, 2011). Ominosa afirmación de
Quijarro, quien sabía que para el Paraguay, Puerto Pacheco siempre estuvo al
margen de dichos tratados de límites, más aun considerando que esta población
estaba en la provincia Cordillera y lo que fue la provincia boliviana de Azero, la
misma que posteriormente, después de la Guerra del Chaco, quedó gran parte de
ella dentro de territorio paraguayo. Ante el temor infundido por Quijarro, Suarez
Arana solicita al gobierno paraguayo realizar un reconocimiento del sitio que fuere
más adecuado para establecer un puerto sobre el río Paraguay, no más abajo del
barranco de los Chamacocos, y Suárez Arana lo hizo exactamente en el lugar
definido por este estudio y no más al sur, como quiso al principio.

Demetrio Calvimontes, Ministro de Hacienda de entonces y fiel servidor de Antonio


Quijarro, después de escuchar un informe de Miguel Suárez Arana se siente muy
molesto y furioso y luego les dice a sus colegas de gabinete: “Suárez Arana tiene lo
que tiene todo a costilla del Gobierno de Bolivia; ese tipo se aprovecha del gobierno.
Ha recibido señalados favores del Gobierno argentino y simpatía del Paraguay”.
“Suárez Arana es un usurpador, las tierras de Puerto Pacheco son de la familia
Oliden, tenemos que ajustarle cuentas”. (Pradel B, 2013)
Para entender mejor esta afirmación, vale la pena mencionar a Don Manuel Luis
Oliden, quien falleció en 1869 después de haber fracasado en su intento de
demostrar que el río Otuquis era navegable para acceder al río Paraguay. Sin
embargo y como último recurso, deja un Poder a Antonio Quijarro, donde plantea al
gobierno boliviano potenciar la empresa Oliden. Esa documentación fue pre-
sentada al Congreso por Quijarro y los herederos de Manuel Luis Oliden en 1886.
La actitud de Quijarro con los herederos de Oliden es de un contubernio vergonzoso.
(Pradel B, 2013)

Después de enterarse Don Miguel Suárez Arana de las injurias de Calvimontes, le


escribe una carta a su cuñado, Don Nataniel Aguirre, que en sus partes más
salientes le comenta: “Te declaro hermano que ya me ha cansado la figura raquítica
de nuestros hombres, su politiquita y sus pasiones, no menos la de aquellos
diputadijos que como el mono en un plato de miel van a acabar por perder la
nacionalidad de Bolivia.” Luego continuó:

“Sin el Puerto Pacheco, Bolivia en su Oriente no tendrá otra cosa que


declararse tributaria del Imperio del Brasil, perdiendo el primer puerto, el
único del río Paraguay que es Puerto Pacheco, digno rival del puerto de
Rosario de Santa Fe, Argentina; ya que los puertos de Gaiba y Puerto Suárez
no son sino lagunas únicamente para pescadores de canoa. Esos hombres
solo merecen el desprecio. Por otro lado querido hermano dígale al señor
redactor de El Heraldo de Cochabamba que le agradezco mucho la inserción
calumniosa y de todo punto de vista falsa, titulada: La Aduana De Suárez
Arana, que justamente me llegó el día que yo más padecía en el monte.
Felizmente ese día estaba yo con diarrea de tomar agua caliente y podrida…
y la hoja de El Heraldo me sirvió de mucho”. (Aguirre Lavayen, 1987)

Como un antecedente y remontándonos unas décadas antes, en 1864, la “Sociedad


Progresista de Bolivia” al mando del español Antonio Victorino Taboas, ya consiguió
llegar al barranco de los Chamacocos, pero Taboas se vio obligado por las severas
inundaciones a abandonar el lugar, dejando a Domingo Vargas (natural de Santiago
de Chiquitos) al mando de la expedicion. Al poco tiempo se supo de la muerte de
Taboas en Asunción sin conocerse detalles de este acontecimiento.

Vargas, después de la muerte de Taboas, obtuvo del presidente Melgarejo la


autorización que le permita proseguir con las obras iniciadas por el finado. Sin
embargo, Domingo Vargas, con sus obras aún no terminadas en el barranco de los
Chamacocos, y con las intensas lluvias que afectaron a la reciente colonia y al
mismo Vargas, quien se vio obligado a abandonar la mision. Los competidores
principales, familiares de Don Manuel Luís Oliden, con más razón se movieron en
forma conjunta con Antonio Quijarro para despojar a Don Miguel Suárez Arana de
las concesiones que el Gobierno de Bolivia le había otorgado con anterioridad. Pero
según Aguirre Lavayén:

Los nuevos empresarios obtuvieron las mismas concesiones, tanto en


Paraguay como en Bolivia y con ello se darían posteriormente las primeras y
abiertas pretensiones paraguayas, principalmente sobre Puerto Pacheco y
otras regiones del Chaco, como también los primeros argumentos conflictivos
sobre derecho con el Paraguay que dificultaron la ratificación, por parte del
Congreso paraguayo sobre el Tratado de Límites entre el delegado de
Bolivia, Antonio Quijarro y el de Paraguay, Decaud en 1879”. (Aguirre
Lavayen, 1987)

Expulsión de Don Miguel Suarez Arana de Puerto Pacheco.

Luego de todos estos problemas, Calvimontes encarga al señor Santiago Vaca


Guzmán (quien fue el que pidió al gobierno boliviano que se nacionalizara la
empresa de Suárez Arana como única solución a los problemas que confrontaba la
empresa), y a don Isaac Tamayo que fueran al Paraguay para negociar un nuevo
tratado de límites y, de paso entregarle a Suárez Arana lo dispuesto por el gobierno
de Bolivia. “La presencia de Vaca Guzmán”, dice don miguel Suárez Arana, “fue a
pedirme a nombre del gobierno que le entregara la empresa, a ordenar la
suspensión de los trabajos, a licenciar a los trabajadores y eliminarme de la gerencia
de la empresa nacional de Bolivia.”

Suárez Arana, presionado por mil argumentos y, forzado por el gobierno de Bolivia,
abandona puerto pacheco arriando para siempre el pabellón nacional en el mes de
junio de 1886. No se tiene evidencias de que el Paraguay hubiese exigido la salida
de Miguel Suárez Arana de puerto pacheco, pero se tiene certeza de que sus
propios compatriotas bolivianos lo obligaron a ello. Don Miguel Suarez, ante esa
situación, recorre cerca de 2.000 Km desde Puerto Pacheco a La Paz para
defenderse de sus compatriotas detractores. (Pradel B, 2013)

En estas circunstancias, Joaquín Aguirre Lavayén afirma que:

“Con esa decisión, Bolivia perdió para siempre soga y cabra, y el tratado de
límites que firmó Isaac Tamayo en febrero de 1887 no sirvió para nada… en
cambio la salida de miguel Suárez Arana de puerto pacheco sirvió para que
más tarde ocuparan puerto pacheco los paraguayos dando a ese puerto el
nombre de Bahía Negra”.
Firmado el tratado de límites Tamayo – Aceval, Isaac Tamayo y Santiago Vaca
Guzmán se replegaron a sus vidas holgadas en Buenos Aires. Así es como en
Puerto Pacheco todo quedó abandonado para que los paraguayos lo ocupen con
toda la infraestructura dejada por Miguel Suárez Arana.

Demetrio Calvimontes, Santiago Vaca Guzmán, Antonio Quijarro y otros, como ya


se vio, son los responsables de la pérdida de puerto pacheco sobre el río Paraguay,
fundado por don Miguel Suárez Arana. Presencia y ocupación es lo que cuenta en
las fronteras de un país, y si no lo creen, pregúntele a los paraguayos que están
ahora ocupando el chaco. Todo este desastre no deja de ser un botón de horror
para la historia de Bolivia. (Aguirre Lavayen, 1987)

Miguel Suárez Arana murió a la edad de 59 años, el 19 de diciembre de 1893 en la


localidad de El Fuerte, sector cercano a Santa Cruz de la Sierra, tal vez dolido y
muy amargado por no haber consolidado puerto pacheco en la vera derecha del río
Paraguay, gracias a la intriga y ambición de la podredumbre política de ayer, hoy y
siempre.

Totalmente de acuerdo a lo que afirma Aguirre Lavayén en 1987, Miguel Suárez


Arana debería ser alabado como el gran bandeirante cruceño; o mejor dicho, el gran
bandeirante boliviano.

Referencias

Aguirre Lavayen, J. (27 de 01 de 1987). Miguel Suárez Arana y una salida al mar
por el Río Paraguay. El Mundo.

Hasbún, P. P. (23 de 07 de 2017). Al mar por oriente: un proyecto cruceño. El Deber.

PAS-BID. (2011). Recorriendo los municipios del Corredor Bio-oceánico. Puerto


Suárez pasado y presente. Santa Cruz de la Sierra.

Pradel B, J. E. (25 de 06 de 2013). Manuel Luis de Oliden, soldado de la


independencia que exploró el oriente boliviano. El Diario.

También podría gustarte