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Selección Sonetos, Poemas - Sor Juana Inés de La Cruz

El documento define dos tipos de amor: uno que nace de la elección y otro que surge de influencias externas. Defiende que solo el amor electivo, que surge del libre arbitrio, merece correspondencia y agradecimiento, mientras que el amor impuesto por fuerzas ajenas no puede ser culpado ni agradecido, ya que no es voluntario.
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Selección Sonetos, Poemas - Sor Juana Inés de La Cruz

El documento define dos tipos de amor: uno que nace de la elección y otro que surge de influencias externas. Defiende que solo el amor electivo, que surge del libre arbitrio, merece correspondencia y agradecimiento, mientras que el amor impuesto por fuerzas ajenas no puede ser culpado ni agradecido, ya que no es voluntario.
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146

QUEJASE DE LA SUERTE: INSINUA SU AVERSION A LOS


VICIOS, Y JUSTIFICA SU DIVERTIMIENTO A LAS MUSAS.

EN PERSEGUIRME, Mundo, ¿qué interesas?


¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor, en mis verdades,
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.

NOTAS

"En perseguirme, Mundo" . . (Cast., 3; I, 1725, 2).

V. 3 y 7. Poner bellezas en mr entend1mrento . : típico endecasílabo de ac.


en 4a sola, que P. Henríquez Ureña llamó "provenzalesco, de acentuación a me-
dias", usado ya por Garctlaso "con hermoso efecto" ("Pienso remedios en mi
fantasía" ... : son. III), y ejemplificable en casi todos los clásicos y posteriores:

"En sus caballos, y en la muchedumbre". . . (Herrera);


"Poned manzanas a mi cabecera" ... (Arras Montano);
"Veré las causas, y de los estíos". . . (Fr. Luis);
"Consigo raudos arrebatarían" ... (Hernández de Velasco);
·'El vello, flores de su primavera". . . (Góng.);
"Y en todo aquesto, ni por pensamiento". . . (Lo pe);
"Mis pensamientos, mis inclinaciones"... (Alarcón);
"De atormentados y atormentadores". . . (Valbuena);
"Los pastorcillos y las zagalejas". . . (Fr M. Navarrete);
"Astro de Amor y de melancolía"... (Amaza);
"En un tratado de filosofía"... (Espronceda);

16
135
MUESTRA A LA HERMOSURA EL EVIDENTE RIESGO DE
DESPRECIADA DESPUES DE POSEIDA.

Rosa que al prado, encarnada,


te ostentas presuntüosa
de [!.rana y carmín bañada:
campa lozana y Jl.Ustosa;
pero no, que siendo hermosa
también serás desdichada.
¿VEs, DE tu candor, que apura
al Alba el primer albor?
Pues tanto el riesgo es mayor
10 cuanto es mayor la hermosura.
No vivas de ella segura:
que si consientes, errada,
que te corte mano osada
por gozar beldad y olor,
en perdiéndose el color
también serás desdichada.
¿Ves a aquél que más indicia
de seguro en su fineza?
Pues no estima la belleza
20 más de en cuanto la codicia.
Huye la astuta caricia;
que si, necia y confiada,
te aseguras en lo amada,
te hallarás después corrida;
que, en llegando a poseída,
también serás desdichada.
A ninguno tu beldad
entregues, que es sinrazón
que sirva tu perfección
30 de triunfo a su vanidad.
Goza la celebridad
común, sin verte empleada
en quien, después de lograda,
no te acierte a venerar;
que, en siendo particular,
también serás desdichada.

28
92
ARGUYE DE INCONSECUENTES EL GUSTO Y LA CENSURA
DE LOS HOMBRES QUE EN LAS MUJERES ACUSAN LO QUE
CAUSAN.

HoMBRES necios que acusáis


a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
10 y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
20 y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien,
Opinión, ninguna gana;
30 pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por crüel

106
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
40 y la que es fácil, enfada?
Mas, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
50 en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?
Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
60 o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

NOTAS
"Hombres necios, que acusáis" ... (Cast, 85; I, 1725, 76).

El tópico tenía larga tradición, con ecos verosímiles aquí. Juan de la Encina,
"Contra los qt¡e dicen mal de mujeres":

Miremos lo que es razón: e aunque quieren ser muy buenas,


si algunas culpadas se hallan, nosotros no las dejamos ...
callemos, Pltes ellas callan Que si con nuestra porfía
que las cul!Jas nuestras son ... no siguiésemos su gala,
Nosotros fingimos penas maldita la mujer mala
Por mostrarles que penamos ... ; que en el mundo se hallaría ...

107
104
DEFIENDE QUE AMAR POR ELECCION DEL ARBITRIO, ES
SOLO DIGNO DE RACIONAL CORRESPONDENCIA.

AL AMOR, cualquier curioso


hdlará una distinción:
que uno nace de elección
y c,tro de influjo imperioso.
E ;r~ es más afectüoso,
porque es el más natural,
y así es más sensible: al cual
llamaremos afectivo;
y al otro, que es electivo,
10 llamaremos racional.
Este, a diversos respectos,
tiene otras mil divisiones
por las denominaciones
que toma de sus objetos
Y así, aunque no mude efectos,
que muda nombres es llano:
al de objeto soberano
llaman amor racional;
y al de deudos, natural;
20 y sí es amistad, urbano.
Mas dejo esta diferencia
sin apurar su rigor;
y pasando a cuál amor
merece correspondencia,
digo que es más noble esencia
la del de conocimiento;
que el otro es un rendimiento
de precisa obligación,
y ~ólo al que es elección
30 se debe agradecimiento.
Pruébolo. Si aquél que dice
qué" idolatra una beldad,
con su libre voluntad
a su pasión contradice;
y llamándose infelice

Ut
culpa su Estrella de avara,
sintiendo que le inclinara,
pues, si en su mano estuviera,
no sólo no la quisiera
40 mas, quizá, la despreciara;
si pende su libertad
de un influjo superior,
diremos que tiene amor,
pero no que voluntad;
pues si ajena potestad
le constriñe a obedecer,
no se debe agradecer,
aunque de su pena muera,
ni estimar el que la quiera
50 quien no la quiere querer.
El que a las prendas se inclina
sin influjo celestial,
es justo que, donde el mal,
halle también medicina;
mas a aquél que le destina
influjo que le atropella,
y no la estima por bella
sino porque se inclinó,
si su Estrella le empeñó
60 vaya a cobrar de su Estrella.
Son, en los dos, los intentos
tan varios y las acciones,
que en uno hay veneraciones
y en otro hay atrevimientos:
uno aspira a sus contentos,
otro no espera el empleo;
pues si tal variedad veo,
¿quién tan bárbara será
que, ciega, no admitirá
70 más un culto que un deseo?
Quien ama de entendimiento,
no sólo en amar da gloria,
mas ofrece la victoria
también del merecimiento;
pues ¿no será loco intento
presumir que a obligar viene
quien con su pasión se aviene
tan mal que, estándola amando,
indigna la está juzgando
80 del mismo amor que le tiene?
Un amor apreciativo

112
solo merece favor;
porque un amor, de otro amor
es el más fuerte atractivo.
Mas en un ánimo altivo,
querer que estime el cuidado
de un corazón violentado,
es solicitar con veras
que agradezcan las galeras
90 la asistencia del forzado.
A la hermosura no obliga
amor que forzado venga,
ni admite pasión que tenga
la razón por enemiga;
ni habrá qmen le contradiga
el propósito e intento
de no admitir pensamiento
que, por mucho que la quiera,
no le dará el alma entera,
100 pues va sin entendimiento.

NOTAS

"Al amor, cualquier curioso"' (Cast, 1689, 108, I, 1725, 97)

Título El conceptuoso tema, aquí expresado más d1aléct1camente -que sólo


el amar por elecczón, merece raczonal correspondenCia-, recurre en el núm 4.

¿Qué hace en adorarme Sllv10, 1 cuando más fmo blasone?


(Quererme, es más que segmr 1 de su mchnac1ón el norte?
Porque aquél s1gue obediente / de su estrella el curso, dóc!l .

V 3-4 "que uno nace de elecczón, 1 y otro, de znflu¡o Impenoso" el


"mflu¡o celestial" de su propia estrella (v 52 y 59). -Cfr. las "Redondlllas"
de Quevedo (Astr Marín, p 16)

Este amor que yo ahmento que amor de cosa tan bella


de mi prop10 corazón, y graCia que es mflmta,
no nace de mclznaczón, sl es elecczón, me acredita.
smo de conocimiento si no, acredlta mz estrella ..

Garczlaso había dicho, Egl, II, 164-8

En este amor, no entré por desvarío


m fue por elecctón de mt albedrto
a aquella parte me mchnó mz estrella

Y Herrera, al anotar sus "Obras", Sevilla, 1580, p 551 "También el Petrarca


escribiÓ muchas veces que su amor no fue por elección smo por desuno . Pero

113
178

UN CELOSO REFIERE EL COMUN PESAR QUE TODOS PADE-


CEN, Y ADVIERTE A LA CAUSA EL FIN QUE PUEDE TENER
LA LUCHA DE AFECTOS ENCONTRADOS.

Yo NO dudo, Lisarda, que te quiero,


aunque sé que me tienes agraviado;
mas estoy tan amante y tan airado,
que afectos que distingo no prdiero.
De ver que odio y amor te tengo, infiero
que ninguno estar puede en sumo grado,
pues no le puede el odio haber ganado
sin haberle perdido amor primero.
Y si piensas que el alma que te quiso
ha de estar siempre a tu afición ligada,
de tu satisfacción vana te aviso:
pues si el amor al odio ha dado entrada,
el que bajó de sumo a ser remiso,
de lo remiso pasará a ser nada.

NOTAS

"Yo no dudo, Lisarda, que te quiero" . (Cast. 137; I, 1725, 125).

V. 2. "me tienes agraviado'' . La Poetisa habla en persona de varón ("un


celoso"), igual que en los núms. 177, 179 y 181.
Y tal ficción (sin mengua de la v1da poética) evidencia que no es absurdo
el que en algunos otros poemas cantara afectos ajenos, aun allí donde, tratándose
de su sexo, no lo subraya el género gramatical.
V. 5. Odto y amor te tengo .. Cfr. Catulo, Carmen 85, "Odt et amo". ·.:

Odto y amo No sé cómo es posible;


pero siento que así es, y me atormenta

151
147
EN QUE DA MORAL CENSURA A UNA ROSA,
Y EN ELLA A SUS SEMEJANTES

RosA divina que en gentil cultura


eres, con tu fragante sutileza,
magisterio purpúreo en la belleza,
enseñanza nevada a la hermosura.
Amago de la humana arquitectura,
ejemplo de la vana gentileza,
en cuyo ser unió naturaleza
la cuna alegre y triste sepultura.
¡Cuán altiva en tu pompa, presumida,
soberbia, el riesgo de morir desdeñas,
y luego desmayada y encogida
de tu caduco ser das mustias señas,
con que con docta muerte y necia vida,
viviendo engañas y muriendo enseñas!

NOTAS
"Rosa divina"... (II, 1692, 279; 1725, 186).
V. 1-3. cultura con equívoca alusión a "cultivo"; y fragante sutileza, por su
perfume y por su simbólico magisterio sobre la vanidad de la hermosura terrena ...
Lo purpúreo y nevada, la pompa, y los vv. 5 y 8, quizá recuerden el son. "Estas
que fueron pompa y alegría" ... , de Calderón, en "El Príncipe Constante":
Iris listado de oro, nieve y grana . ..
será escarmiento de la vida humana .. .
Cuna y sepulcro en un botón h~llaron .. .
-En estos "Desengaños" de las flores, fue aquí maestro, ya antes, D. Luis
de Sandoval y Zapata, (cfr. son. "Blanca Azucena que alumbraste el prado" ... ;
o bien: "En noche verde, cándido lucero" ... ; o bien: "Madrugaste a parlar con
las estrellas, / ave de luz con pico de granate" ... , etc., en "Poetas Novohispanos",
II, p. LI-LV y 104 y 111; y "Abside", I, 1, 1937, pp. 37-54). Pero éste
de Sor J. (aun sin contar sus núms. 135 y 148) descuella en el innúmero florecer
de la Rosa efímera -y eterna- en toda la lira hispana, grecolatina y universal.

12.3
184
QUE CONSUELA A UN CELOSO,
EPILOGANDO LA SERIE DE LOS AMORES

AMOR empieza por desasosiego,


solicitud, ardores y desvelos;
crece con riesgos, lances y recelos,
susténtase de llantos y de ruego.
Doctrínanle tibiezas y despego,
conserva el ser entre engañosos velos,
hasta que con agravios o con celos
apaga con sus lágrimas su fuego.
Su principio, su medio y fin es éste;
pues ¿por qué, Alcino, sientes el desvío
de Celia que otro tiempo bien te quiso?
¿Qué razón hay de que dolor te cueste,
pues no te engañó Amor, Alcino mío,
sino que llegó el término preciso?

NOTAS
"Amor empieza por desasosiego"... (II, 1692, 280; 1725, 187).
V. l. Ac. en 4° sola; y sin embargo, precioso verso: cfr. lo anot. al núm.
146, v. 3.
V. 2. desvelos, alternando con desasoszego . .. : asonancta entre los consonantes,
que desluce un poquito este gran soneto, así como otras rimas de Sor T. Defecto,
hoy, grave; pero antaño frecuente en Garctlaso, Fray Luis, el mismo Góngora
y demás clásicos; y que aún ocurre en N ervo o la Mzstral . ..
V. 10. Alcino: cfr. lo anot. al núm. 173, v. l.
V. 14. (1692 y 1725, y así Abr.): Sino que llegó ya el término preciso:
clara errata, por sobra de una sílaba. Correg;imos (con 1693 y como X. Vill.),
suprimiendo el ya; y aun pudiera mejor suprimirse el que, y escribirse: Sino
llegó ya el término preciso . ..

125
164

EN QUE SATISFACE UN RECELO


CON LA RETORICA DEL LLANTO

EsTA tarde, mi bien, cuando te hablaba,


como en tu rostro y tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;
y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía:
pues entre el llanto, que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.
Baste ya de rigores, mi bien, baste;
no te atormenten más celos tiranos,
ni el vil recelo tu quietud contraste
con sombras necias, con indicios vanos,
pues ya en líquido humor viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.

NOTAS
"Esta tarde, mi bien" ... (II, 1692, 280; 1725, 187).
,Y·~- v_ía: ve_fa (común entonces, como otras formas hoy arcaicas o vulgares
de ver : vzde, vzdo . .. ) .
V. 5-6. Cfr. Calderón, "Luis Pérez el Gallego", J. I:
Amor, que solicita
mis glorias, imposibles facilita ... ;
y en "El Médico de su honra", J. Il:
El dolor mis intentos facilite ...
V. 8-12. "todo un anuncio prerromántico" (Valbuena Prat); y cfr. "El
Examen de Maridos", de Alarcón (I, ese. 2, Rivad., p. 469):
Sale en lágrimas deshecho 1 el corazón ... ;
y Calderón, "Luis Pérez el Gallego", I. J.:
por la boca y por los ojos 1 todo el corazón deshecho ...

126
176
QUE DA MEDIO PARA AMAR SIN MUCHA PENA

Yo NO puedo tenerte ni dejarte,


ni sé por qué, al dejarte o al tenerte,
se encuentra un no sé qué para quererte
y muchos sí sé qué para olvidarte.
Pues ni quieres dejarme ni enmendarte,
yo templaré mi corazón de suerte
que la mitad se incline a aborrecerte
aunque la otra mitad se incline a amarte.
Si ello es fuerza querernos, haya modo,
que es morir el estar siempre riñendo:
no se hable más en celo y en sospecha,
y quien da la mitad, no quiera el todo;
y cuando me la estás allá haciendo,
sabe que estoy haciendo la deshecha.

NOTAS

"Yo no puedo tenerte ni dejarte" ... (II, 1692, 282; 1725, 189).
V. l. Cfr. Marcial, Epigr. XII, 47, A un amigo difícil:
"Nec tecum possum vivere nec sine te" . ..
(Ni sin ti ni contigo vivir puedo ... );
y Ovidzo, "Amores", XI, III, casi idénticamente.
"Sic ego nec sine te, nec tecum vivere possum" ... ;
de donde, ya en lo amoroso, las lindas coplas de Cristóbal de Castillejo:
Ni contigo ni sin ti. ..
V. 3. un no sé qué: el del amor ... Cfr. canción "Claros y frescos ríos", de
Boscán:
Tengo en el alma puesto
su gesto tan hermoso ... :
el no sé qué de no sé qué manera ... ;
y rom. "Allá vas, Jacarandina", de Quevedo:

130
181 bis
QUE ESCRIBIO UN CURIOSO A LA MADRE JUANA
PARA QUE LE RESPONDIESE

EN PENSAR que me quieres, Clori, he dado


por lo mismo que yo no te quisiera;
porque sólo quien no me conociera,
me pudiera a mí, Clori, haber amado.
En tú no conocerme, desdichado
por sólo esta carencia de antes fuera;
mas como yo saberlo no pudiera,
tuviera menos mal en lo Íf!.norado.
Me conoces, o no me has conocido:
si me conoces, suplirás mis males.
Si aquello, negaráste a lo entendido;
si aquesto, quedaremos desi!!,uales.
Pues ¿cómo me aseguras lo querido,
mi Clori, en dos de Amor carencias tales?

NOTAS
"En pensar que me quieres".. . (II, 1692, 283; 1725, 190).
-Obra AJENA Y ANÓNIMA, pero que forma un díptico indisoluble con la
réplica de Sor J. en el núm. 182.
V. 2. por lo mismo . .. : tú me quieres, por no conocerme; yo, sin conocerte,
no te querría ...
V. 5. Acentuamos tú, aunque pudiera ser también adjetivo: "tu no conocer-
me" ... De 1692 a 1725, "tu"; pero allí nunca se acentúa tampoco el pronombre.
V. 9. (1725): O me conoces ... : clara errata, sobrando para el verso el
O inicial del dilema.
V. 14. dos carencias ... : porque el Amor exige, por una parte, lo entendido;
y por otra, cierta igualdad.

132
182
QUE RESPONDIO LA MADRE JUANA
EN LOS MISMOS CONSONANTES

No ES SOLO por antojo el haber dado


en quererte, mi bien: pues no pudiera
alguno que tus prendas conociera,
negarte que mereces ser amado.
Y si mi entendimiento desdichado
tan incapaz de conocerte /11era,
de tan grosero error aun no pudiera
hallar disculpa en todo lo ignorado.
Aquélla que te hubiere conocido,
o te ha de amar, o confesar los males
que padece su ingenio en lo entendido,
juntando dos extremos desiguales:
con que ha de confesar que eres querido,
para no dar improporciones tales.

NOTAS
"No es sólo por antojo" ... (II, 1692, 283; 1725, 190).
-Réplica al anterior, difícil por lo conceptuosa; y más, por sus frecuentes
erratas.
V. 6. (1725, y Abr. y X. Vill.): conocerse; err. por "conocerte".
V. 12. "los extremos" (Abr. y X. Vill.); err. por "dos" ... - Tales
dos extremos contradictorios, serían el ver las perfecciones de aquel galán, y el
confesarse ciega (al no amarlo); y las mismas son las improporciones que ella,
amándolo, evita.
V. 14. "para no dar más improporciones tales".. . (Abr, P. C.), con ese
más que sobra al endecasílabo. - X. Vill., ajustando el verso, mas no el sentido:
"para dar más improporciones tales", con la supresión de ese no esencial. -
De empeñarnos en retener ese más superfluo (que no está, vgr., en 1725), lo
obvio y correcto sería: "Por no dar más" . .. - Pero ni esto es preciso, pues
basta suprimir este último adverbio.

133
179
QUE EXPLICA LA MAS SUBLIME CALIDAD DE AMOR

Yo ADORO a Lysi, pero no pretendo


que Lysi corresponda mi fineza;
pues si juzgo posible su belleza,
a su decoro y mi aprehensión ofendo.
No emprender, solamente, es lo que emprendo:
pues sé que a merecer tanta grandeza
ningún mérito basta, y es simpleza
obrar contra lo mismo que yo entiendo.
Como cosa concibo tan sagrada
su beldad, que no quiere mi osadía
a la esperanza dar ni aun leve entrada:
pues cediendo a la suya mi alegría,
por no llegarla a ver mal empleada,
aun pienso que sintiera verla mía.

NOTAS

"Yo adoro a Lysi"... (II, 1692, 284; 1725, 191).


-Es un v.trón quien habla (Cfr. lo anot. al son. anterior). - Esta Lysi no
es, evidentemente, la Marquesa de la Laguna {aunque Herrasti lo entendía:
"encubriendo sin duda a la Virreina": p. 285), puesto que su belleza había ya
sido tan postble o asequible para su marido, quien la había alcanzado por
suya ... (v. 14).
-Sin razón, pues, se fecharía este poema, con los demás a Lysi, en los
limites de aquel Virreinato: 1680-6 (Abr., B. y B., p. 323).
V. 4. La rimple aprehensión es el acto mental en que aún no hay juicio, ni
opinión, ni sospecha. Y análogo -entre los actos de la voluntad- este archipla-
tónico amor: sin deseo, ni esperanza, ni ilusión, por juzgarse el amante indig-
nísimo de tan sagrada beldad ... - En "El Amante Cortesano", de Bocángel
("Rimas y Prosas", Madr. 1627, diálogo de Fabio, Nise, etc.), "la gala y
fineza del amante es ... no pensar jamás que merece" ... ; más "Jusepín" moteja
a "esa cuadrilla de serafines ... , con sus blancas túnicas, y raídos como a navaja
los deseos" ... (f. 126-30). - Cfr. también Jacinto Polo, "Acads. del Jardín",
IV, donde Silv,o pondera un "tan cortés amante ... , que en su vida ha sabido
lo que es esperanza, ni por pienso", aunque añade: "Qué pretendiente tan a lo
añejo!" ... - Y esa actitud "angélica", en él más graciosa, culmina en el son.
"Como es el Sol" ... , de Lope ("La Circe con otras Rimas", 1624, f. 212):

134
A LA MARQUESA DE LA LAGUNA
89

AL RETRATO DE UNA DECENTE HERMOSURA.

AcciÓN, Lysi, fue acertada


el permitir retratarte,
pues ¿quién pudiera mirarte,
si no es estando pintada?
Como de Febo el reflejo
es tu hermoso rosicler,
que para poderlo ver
lo miran en un espejo.
Así, en tu copia, advertí
1O que el que llegare a mirarte,
se atreverá a contemplarte
viendo que estás tú sin ti.
Pues aun pintada, severa
esa beJJeza sJn par,
muestra que para matar
no te has menester entera:
pues si el resplandor inflama
todo lo que deja ciego,
fuera aventurar el fuego,
20 desautorizar la llama.
Que en tu dominio absoluto,
por más soberano modo,
para sujetarlo todo
basta con un substituto.
Pues ¿qué gloria en la conquista
del mundo pudiera haber,
si te costara el vencer
la indecencia de ser vista?
Porque aunque siempre se venza,
30 como es victoria tan baja,
conseguida con ventaja,
más es que triunfo, vergüenza;

164
pues la fuerza superior
que se emplea en un rendido,
es disculpa del vencido
y afrenta del vencedor.
No es la malla y el escudo
seña del valor subido,
porque un pecho muy vestido
40 muestra un corazón desnudo;
y del muy armado, infiero
que, con recelo y temor,
se desnuda del valor
cuando se viste de acero.
Y así era hacer injusticia
a tu decoro y grandeza,
si triunfara tu belleza
donde basta tu noticia.
Amor, hecho tierno Apeles,
50 en tan divina pintura,
para pintar tu hermosura
hizo las flechas pinceles.
Mira si matará verte
formada tan homicida:
que es cada línea una herida
y cada rasgo una muerte.
Y no fue de Amor locura,
cuando te intentó copiar:
pues quererte eternizar
60 no fue agraviar tu hermosura;
que estatua, que a la beldad
se le erige por grandeza,
si no copia la belleza,
representa la deidad.
Pues es rigor, si se advierte,
que, en tu copia singular,
estés capaz de matar
e incapaz de condolerte.
¡Oh, tú, bella Copia dura,
70 que ostentas tanta crueldad,
concédete a la piedad
o niégate a la hermosura!
¿Cómo, divino imposible,
siempre te muestras, airada,
para dar muerte, animada,
para dar vida, insensible?
¿Por qué, hermosa pesadumbre,
de una humilde voluntad,
ni dejas la libertad
80 ni aceptas la servidumbre?

165
Pues porque en mi f:Jena entienda
que no es amarte servicio,
violentas al sacrificio
y no agradeces la ofrenda.
Tú despojas de la vida
y purgas la sinrazón,
por la falta de intención,
del delito de homicida.
En tan supremo lugar
90 exenta quieres vivir,
que aun no te tiene el rendir
la costa de despreciar.
Desprecia siquiera, dado
que aun eso tendrán f:Jor gloria;
porque el desdén ya es memoria
y el desprecio ya es cuidado.
Mas ¿cómo f:Jiedad espero,
si descubro, en tus rigores,
que con un velo de flores
100 cubres una alma de acero?
De Lysi imitas las raras
facciones; y en el desdén
¿quién pensara que también
su condición imitaras?
¡Oh Lysi, de tu belleza
contempla la Copia dura,
mucho más que en la hermosura
parecida en la dureza!
Vive, sin que el tiempo ingrato
110 te desluzca; y goza, igual,
perfección de Original
y duración de Retrato.

NOTAS

"Acción, Lysi, fue acertada" ... (II, 1692, 303; 1725, 209).
-Dechado, sobre todo a partir del v. 65, del mejor conceptismo madrigalesco:
sutil, ágil y diáfano, y rico en expresiones tan lapidarias como en los v. 11-2,
67-76, 95-6.
V. 1-4. Lysi . .. , pintada . .. Este poemita, y casi con certeza los dos siguientes,
dirígense a la Marquesa de la Laguna; y antes de 1683, muy probablemente, por
no aludir todavía a su hijito. Cfr. lo anot. antes del núm 13, así como al núm. 17
y al 19 ("Lo atrevido de un pincel" ... ) , hecho al mismo asunto.
V. 95. porque el desdén ya es memoria ... : cfr. núm. 180: Dices que yo te
olvido, Celia, y mientes . ..

166
63
LABERINTO ENDECASILABO

PARA DAR LOS AÑOS LA EXCELENTISIMA SEÑORA CONDESA


DE GALVE, AL EXCELENTISIMO SEÑOR CONDE, SU ESPOSO.

(Léese tres veces, empezando la lección desde el principio, o desde cualesquiera


de las dos órdenes de rayas).

AMANTE,--caro,-dulce Esposo mío,


festivo y-pronto-tus felices años
alegre-canta-sólo mi cariño,
dichoso-porque-puede celebrarlos.
Ofrendas-finas-a tu obsequio sean
amantes-señas-de fino holocausto,
al pecho-rica-mi corazón, joya,
al cuello-dulces-cadenas mis brazos.
Te enlacen-firmes,-pues mi amor no ignora,
10 ufano-siempre,-que son a tu agrado
voluntad-y ojos-las mejores joyas,
aceptas-solas,-las de mis halagos.
No altivas-sirvan,-no, en demostraciones
de ilustres-fiestas,-de altos aparatos,
lucidas-danzas,-célebres festines,
costosas-galas-de regios saraos.
Las cortas-muestras de-el cariño acepta,
víctimas-puras de-el afecto casto
de mi amor,-puesto-que te ofrezco, Esposa
20 dichosa,-la que,-Dueño, te consagro.
Y suple,-porque-si mi obsequio humilde
para ti,-visto,-pareciere acaso,
pido que,-cuerdo,-no aprecies la ofrenda
escasa y-corta,-sino mi cuidado.
Ansioso-quiere-con mi propia vida
fino mi-amor-acrecentar tus años
felices,-y yo-quiero; pero es una,
unida,-sola,-la que anima a entrambos.
Eterno-vive:-vive, y yo en ti viva
30 eterna,-para que-identificados,

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parados-calmen-el Amor y el Tiempo
suspensos-de que-nos miren milagros.
NOTAS

"Amante--caro,-dulce Esposo mío" ... (II, 1692, 307; 1725, 213).

Título y Forma: - "Labyrinto Hendecasyllabo", por encerrar en uno tres


Romances: el uno, Endecasílabo: "Amante caro, dulce Esposo mío" ... ; el 2~,
Octosílabo: "Caro, dulce Esposo mío, 1 pronto tus felices años" ... ; y el 39,
Exasílabo, o sean Endechas: "Dulce Esposo mío, 1 tus felices años". . . Esa
estructura parecería fallar en el v. 26; mas la primera sílaba sobrante del octosílabo
o del exasílabo, se descuenta, por sinalefa con el verso anterior: Quiere con mi
propia vida A- 1 mor acrecentar tus años . .. ; Con mi propia vida a- 1 crecentar
tus años . .. Tal compensación silábica era usual en las "coplas de pie quebrado",
donde a veces parecía alternar un pentasílabo, que de hecho no es sino tetrasílabo,
pues su sílaba inicial se adjudicaba al octosílabo anterior, terminado en vocal o
agudo, vgr. en éstas de J. Manrique: "No se os haga tan amarga 1 la batalla
temerosa 1 que esperáis, 1 pues otra vida más larga 1 de fama tan gloriosa (a-) 1
cá dejáis. 1 Aunque esta vida de honor 1 tampoco no es eterna! (ni) 1 verda-
dera; 1 mas con todo es muy mejor 1 que la otra temporal (pe-) 1 recedera" ...
Cfr. Nebrija, Gram. Cast., l. II, c. 8; y todavía Espronceda, "La Canción del
Pirata", si bien con sólo tetrasílabos: "y del trueno (al) / son violento, 1 y del
viento, (al) 1 rebramar, 1 yo me duermo sosegado, 1 arrullado por la mar" ...
-Anota Abréu, B. y B., p. 135, que "en el Cap. VIII de ... Estebanillo
González aparece un Laberinto semejante"... Pero allí (1652), ese "Guerrero
insigne, 1 Ilustre 1 Y poderoso, 11 Laureado de 1 Dafne por 1 Prudente" ... , es
un simple Soneto con dos Acrósticos verticales ("Gloria de Aragón" y "1 Duque de
Amalfi") , y sin que la separación de la tercera columna sea más que un capricho
o yerro tipográfico. . . - Más afinidad ofrecen varias piezas de Certámenes
nuestros, como los 4 Romances Endecasílabos por el Mercedario Fr. Juan de
Argola, D. Juan Ignacio de Larrañaga y otros, en la Estatua de la Paz de Zacatecas,
a las Nupcias de D. Luis 1, 1722 (ed. Méj. 1727), donde los 24 versos de cada
cual forman 3 columnas de acrósticos, según que se lean como de 11, o como
de 8, o como de 6 sílabas: "Vivientes 1 Tiorbas, 1 Reverentes demos" ... ; Y
sobre todo, ya antes, un "Laberinto", idéntico al de Sor }., de D. Agustín de
Salazar y Torres (1642-75), en su Loa a los tres años del Rey ("Cítara de Apolo",
II, Madr. 1694, p. 3-4):
Aurora, 1 bello 1 nuncio de las luces,
dorado 1 Cenit, 1 centro de los rayos,
purpúrea 1 veloz, 1 Tarde voladora,
y negra 1 Noche, 1 sombra del Ocaso ...
V. l. Amante ... Esposo mío: quien habla es la Condesa de Calve, Virreina
de 1688 a 96. (Cfr. lo anot. al núm. 40).
V. 7-8. Díez-Canedo ("Letras de Amér.", Méj., 1944, p. 65), citando esta
rara pieza como ejemplo "de lo que se suele llamar mal gusto, entendiéndose
por mal gusto lo que ya no está en el gusto nuestro", subraya, "dentro de su
pueril artificio ... , dos versos felices, a pesar de su viciosa acentuación: Al pecho,
rica mi corazón joya, 1 al cuello, dulces cadenas mis brazos". . . Mas este
último es un endecasílabo de ac. en 49 y 7o, perfectamente lef(ítimo (Cfr. Pedro
Henríquez Ureña, "El Verso Endecasílabo", Méj. 1909, en "Horas de estudio",
París). Así los hay en ínclitos precedentes: "Tus claros ojos, ¿a quién los vol-
viste? ... 1 "Cortaste el árbol con manos dañosas" ... (Garcilaso). "No me
contento, pues tanto he tardado"... (Boscán). "Ojos tan tristes, de lágrimas
ciegos". . . (Sá de Miranda). "Jaspe luciente, si pálida insidia"... (Góng.). Así,
en la popular Gaita gallega:

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