Ensayo No Give Up - Más Allá de Nuestros Orígenes
Ensayo No Give Up - Más Allá de Nuestros Orígenes
Un hombre negro en un mundo blanco canta con un tono africano, un ritmo funk,
reivindicando lo racial y con un lamento roto que solo posee su música. Michael
Kiwanuka le canta a la destrucción a la vez que construye resistencia (And I've lost
everything I had and I'm not angry and I'm not mad) desde su álbum Cold little heart,
con las palmas y el coro en el minuto 3:06 “I’m a black Man in a white world” como si
este emergiera desde las profundidades de una mina y Tante Friday, la empleada
de servicio de la Misión, alzara su voz con ese único sentir raizal que tiene una
mujer negra esclavizada y le gritara su perseverante, “No give up!”.
Y si en aquella época, para algunas familias aún hoy, revolverse y ser un ñanduboy
(mulato) como George era el peor de los males porque no son blancos pero
tampoco negros, hoy en día ser un negro atípico como Kiwanuka, criado en londres
y ajeno a la cultura ugandesa y afro de sus padres y ancestros, es una traición racial
para muchos.
Y aunque George como ñandú entendió en esa época tan lejana que él podría
disfrutar de lo que tiene para ofrecerle esos dos mundos, algunas personas sienten
e insisten en que la única salida es someterse al blanqueamiento para no incomodar
la vista de la sociedad dominante.
Entonces de la ficción de películas como ‘Dear White People’ que nos recuerdan a
personas como Sam que dicen que alguien como Lionel Higgins “perdió el sabor” al
no hacer parte de su lucha racial y luego nos muestran que ella misma tenía una
relación con un chico blanco al cual ocultaba. Pasamos a la realidad de países
como Colombia que invisibilizaron a su primer presidente negro Juan José Nieto Gil
al blanquearlo tras varias capas de óleo, afinando sus facciones y ocultando su
cuadro en las bodegas del Palacio de la Inquisición -hoy Museo Histórico de
Cartagena (MUHCA)1.
1
(Revista Dominical, 2019) El presidente negro que fue blanqueado
2
(Avilés, 2018) Cómo blanquear a un futbolista negro
En la actualidad, extinguimos esas raíces de nuestra cultura cambiando el acento, el
color de piel y cabello a cambio de la deculturación que permita borrar toda huella
de lo que fuimos.
Todo esto solo permite que muchas personas se crean con el derecho a decir “Yo
soy más blanco, más negro o más indio que tú”, en una especie de superioridad que
nos devuelve al sistema de castas colonial para que con una tablita midan nuestro
porcentaje de pureza, como si las personas se redujeran a su color de piel o como si
ya no todos fuéramos un poco mezclas de algo al fin y al cabo.
Por todo lo anterior, creaciones artísticas como Fire Fly, de Childish Gambino, que
tocan tímidamente este tema al mencionar que en su juventud era llamado “Oreo” (I
used to get called "Oreo" and "Faggot"), metáfora de la comunidad negra para todos
aquellos que son negros por fuera y blancos por dentro, permite que identifiquemos
y aceptemos que la personalidad no va ligada al color.
Con una canción más madura, Gambino lo hace notar de nuevo y con más fuerza
en ‘This is america’ desde el contraste al empezar con un sonido parecido a la
tradición oral africana del grupo coral ‘Ladysmith Black Mambazo’ continuando con
un sonido de guitarra que remite al finger style del congo y súbitamente, en la
muerte del guitarrista a manos del blackface (grupo dominante), la música se vuelve
oscura y densa envolviendo todas las raíces africanas en un cadente trap. Y cuando
regresamos hacia el final, el trap y los ritmos africanos se mezclan creando una sola
armonía, mientras una voz a lo lejos nos recuerda que no eres un hombre negro en
un mundo de blancos sino que solo eres un hombre en este mundo (“You just a
black man in this world”).
Canciones como estas son el huracán que barre, mezcla y revuelve toda la isla de
Henrietta para dar paso a una nueva época, una sin el reverendo Birgminton pero
aun llena de los sonidos que decoran toda el libro como el galope de los caballos,
las campanas de la iglesia, los cantos y lamentos de los esclavos, la llamada del
caracol ante una nueva goleta o el “Georgieeee” de Tante Friday que unen a los
esclavos y amos de ‘No give up, maan!’.