F.
LOS TESTIGOS PERSEGUIDOS , 12:1–25
1. Encarcelamiento de Pedro (12:1–5)
Sin duda Pedro es el personaje más prominente de los primeros doce capítulos de Los Hechos,
como Pablo es desde el 13 al 28. Fue Pedro quien dirigió la elección del duodécimo apóstol para que
tomara el lugar de Judas (c. 1); quien predicó el día de Pentecostés con 3.000 convertidos (c. 2); quien
sanó al cojo y predicó otro sorprendente sermón (c. 3); quien se dirigió al Sanedrín (c. 4); quien
expuso a Ananías y Safira y quien actuó en el juicio de defensa ante el Sanedrín (c. 5). Después,
Esteban se vuelve la figura central de los capítulos 6 y 7, seguido por Felipe (c. 8). Después de la
conversión de Saulo, Pedro vuelve al frente, esta vez en Lida y Jope (c. 9); enseguida viene la
predicación de Pedro a los gentiles en la casa de Cornelio (c. 10) y su defensa por esa acción (c. 11).
Finalmente tenemos el relato del encarcelamiento de Pedro y su liberación (c. 12). Por los primeros 15
años de la historia de la iglesia ( 30–45) D.C. , Pedro fue el personaje sobresaliente de ella. Los
próximos 20 años ( 45–65 D.C.) Pablo sería el gran líder de la evangelización del Imperio Romano.
La persecución de la iglesia comenzó casi inmediatamente después de Pentecostés. Pedro sanó al
cojo y en la puerta del templo la Hermosa grandes multitudes presenciaron el milagro. Cuando el
obrador del milagro se aprovechó al ver una multitud congregada para predicar a Jesucristo, los
sacerdotes del templo tomaron cartas en el asunto y lo arrestaron (c. 4). Cuando fue librado de la
prisión, pronto fue encarcelado otra vez con otros apóstoles (c. 5). Esteban fue la próxima víctima;
sólo que esta ocasión resultó en su muerte (c. 7). Este martirio hizo estallar la persecución de los
creyentes de Jerusalén (c. 8). Saulo procuró llevar esta persecución general de la iglesia a regiones
extranjeras, pero él mismo fue detenido por el Señor en el camino a Damasco. Ahora, Herodes
comienza con la tarea sangrienta de liquidar a los líderes de la iglesia (c. 12).
Este gobernante es llamado rey Herodes (1). Se trataba de Herodes Agripa I, mencionado en el
Nuevo Testamento sólo en este capítulo. Era nieto de Herodes el Grande, y sobrino de Herodes
Antipas, el que mató a Juan el Bautista.
A la muerte de Herodes el Grande, en el año 4 A.C., su hijo Antipas llegó a ser tetrarca de Galilea y
Perea, las que gobernó hasta el año 39 D.C. Otro hijo, Arquelao, fue etnarca de Judea (incluyendo
Samaria e Idumea), pero en el año 6 D.C., fue llamado a Roma y depuesto. Durante un período de 35
años Judea fue gobernada por siete procuradores distintos (gobernadores romanos) de quienes el más
conocido fue Poncio Pilato ( 26–36, D.C.).
Finalmente, por un breve período de tres años ( 41–44 D.C. ), toda Palestina fue gobernada por
Herodes Agripa I; así quedó el país unido por primera vez desde la muerte de Herodes el Grande
acaecida en el 4 A.C. Agripa estaba resuelto a congraciarse con sus súbditos judíos, cosa que resultó
en la persecución de los cristianos. Josefo dice de él: “Le encantaba vivir continuamente en Jerusalén,
y era cuidadoso observador de las leyes del país. Por lo tanto se conservó limpio y no dejó que pasase
un solo día sin que él hiciera el sacrificio señalado.”86
86 Ant. XIX. 7. 3.
Mayfield, J. H., & Earle, R. (2010). Comentario Bíblico Beacon: Juan hasta Hechos (Tomo 7). Lenexa, KS: Casa Nazarena de
Publicaciones.
Exported from Logos Bible Software, 4:22 PM May 17, 2019. 1
En aquel mismo tiempo (1) se refiere a los eventos últimos ya descritos en el capítulo 11. Herodes
Agripa se dedicó a maltratarles—literalmente, “afligir, hacer sufrir”87—a algunos de la iglesia. Lo
primero que hizo fue ejecutar a Jacobo, hermano de Juan (2). Estos dos hijos de Zebedeo eran los que
habían solicitado el más alto honor al lado de Jesús. La réplica del Maestro fue: “No sabéis lo que
pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy
bautizado,… seréis bautizados” (Mt. 20:22–23). Esta profecía, en lo que se refiere a Jacobo, se cumplió.
Los sufrimientos de Juan, evidentemente no fueron tan agudos, pero probablemente se extendieron a
un número de años. No hay ninguna evidencia básica para apoyar la tradición sólida de que Juan fue
muerto al mismo tiempo que Jacobo. Alexander comenta: “Es notable que de acuerdo a la información
que tenemos, uno de estos inseparables hermanos fue el que murió primero de todos los apóstoles y
el otro fue el último en morir de ellos.”88
Aunque nada se ha dicho en el libro de Los Hechos acerca de la actividad de Jacobo, el hecho de que
fuera martirizado como el primero de los doce apóstoles sugiere que era reconocido como uno de los
importantes líderes de la iglesia. Los hombres pasivos y neutrales no son perseguidos. No hay duda
de que el hecho que Jesús lo escogió como miembro del círculo íntimo de los tres discípulos—que
estuvo con el Maestro en la resurrección de la hija de Jairo, en el monte de la transfiguración y en el
Getsemaní—fue suficiente causa para que los primeros creyentes en Jerusalén le dieran un sitio de
honor.
Cuando Herodes Agripa vio que la ejecución de Jacobo había agradado a los judíos, procedió a
prender también a Pedro (3). Tal vez sabía el lugar prominente que tenía durante los primeros años
del movimiento. Ejecutarle sería un golpe masivo contra la iglesia de Jesucristo.
De modo que habiéndole tomado preso, le pusieron en la cárcel, entregándole a cuatro
grupos de cuatro soldados cada uno (4)—16 hombres. Los romanos dividían la noche en cuatro
guardias de tres horas cada una. Para cada una de estas guardias un pelotón de cuatro hombres
estaba a cargo del prisionero. Igual sería durante el día. El cambio frecuente de guardia tenía como
propósito evitar que alguno se quedara dormido durante el cumplimiento de su deber.
El rey planeaba sacar a Pedro de la prisión para la ejecución pública después de la pascua. Esta
traducción es un anacronismo raro. La palabra griega es pascha. Alexander nota: “No hay razón
imaginable para que no se haya traducido aquí como en todos los otros lugares donde ocurre,
mediante su exacta equivalencia, la Pascua.”89
Puesto que en el sentido estricto, los siete días de los panes sin levadura seguían al de Pascua (Ex.
12:3–19), algunos han criticado el relato por decir: Eran entonces los días de los panes sin levadura
(3) y más tarde declarar que Herodes planeaba sacar a Pedro para su ejecución después de la pascua
(4). La solución más simple del problema está en el hecho de que ambos términos,—“panes sin
levadura” y “pascua”—eran empleados libremente para un período de ocho días. El que ambos
87 Abbo!-Smith, op. cit., p. 227.
88 Op. cit., p. 443.
89 Op. cit., p. 445.
Mayfield, J. H., & Earle, R. (2010). Comentario Bíblico Beacon: Juan hasta Hechos (Tomo 7). Lenexa, KS: Casa Nazarena de
Publicaciones.
Exported from Logos Bible Software, 4:22 PM May 17, 2019. 2
términos eran usados indistintamente en ese tiempo ha sido ampliamente validado por Josefo.90
Lucas identifica las dos palabras en su Evangelio (Lc. 22:1) y es razonable asumir que es lo que sucede
aquí. De modo que el pasaje significa que en el período general de los panes sin levadura Herodes
arrestó y encarceló a Pedro para sacarlo exactamente al final de la fiesta cuando la multitud de la gran
Pascua aclamara a Herodes por su celo en favor de la ley demostrado al ejecutar a un líder “hereje”.
Así que Pedro… estaba en la cárcel (5). Pero la iglesia estaba en oración sin cesar, una palabra
que significa “vehementemente” (ASV).
2. Liberación de Pedro (12:6–11)
Por fin llegó el momento cuando, al día siguiente, Herodes iba a sacarle (6), literalmente “sacarlo
fuera”. Pero aquella misma noche “en el momento preciso”—Dios intervino como respuesta a la
oración.
Estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas y los guardas delante de
la puerta custodiaban la cárcel. Eso indica cómo estaban ubicados los cuatro soldados de cada
“quaterniun” (4). Dos de ellos estaban encadenados al prisionero, uno de cada lado. Los otros
cumplían su deber como centinelas. Lake y Cadbury notan: “La costumbre de sujetar al prisionero
con un soldado ha sido mencionada por Séneca.”91 Pedro había escapado una vez de la prisión cuando
el jefe de los sacerdotes lo encarceló (5:19), y Herodes Agripa no iba a permitirle otra escapada esta
vez.
Repentinamente algo cambió la situación. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor y una
luz resplandeció en la cárcel (7). El ángel tocó a Pedro en su costado y le dijo que se levantara
rápidamente. El obedeció y las cadenas se le cayeron de las manos.
Como la palabra griega angelos significa “mensajero”, algunos han sostenido que se trataba de un
mensajero humano que soltó a Pedro. Pero todo el tenor de esta narrativa está en contra de esta
interpretación. La expresión ángel del Señor es exactamente la misma que aparece en Lucas 2:9,
donde claramente se alude a un visitante celestial (cf. 5:19, 8:26). La declaración de que una luz
resplandeció en la cárcel es paralela a Lucas 2:9—“Se les presentó un ángel del Señor y la gloria del
Señor los rodeó de resplandor” (ASV). En tercer lugar, un mensajero humano no podía haberlo
librado de las cadenas que lo ataban de cada lado a un soldado.
A Pedro se le ordenó inmediatamente: Cíñete, y átate las sandalias (8). Dios no va a hacer lo que
nosotros mismos podemos realizar. Entonces el ángel le dijo al prisionero que se envolviera en su
manto (capa exterior) y que lo siguiera. Pedro obedeció. Todavía estaba confundido. Pensó que
estaba teniendo una visión (9). No parecía posible que de veras fuera verdad.
Habiendo pasado la primera y la segunda guardia (10). Probablemente los dos centinelas a
quienes les correspondía la guardia. Estos estaban en adición a los dos soldados encadenados a Pedro.
90 Véanse los comentarios sobre Mateo 26:17 (CBB, VI, 238–39).
91 Beginnings, IV, 135.
Mayfield, J. H., & Earle, R. (2010). Comentario Bíblico Beacon: Juan hasta Hechos (Tomo 7). Lenexa, KS: Casa Nazarena de
Publicaciones.
Exported from Logos Bible Software, 4:22 PM May 17, 2019. 3
Finalmente llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, es decir, la puerta exterior del total
de la cárcel, la cual se les abrió por sí misma—una sola palabra en griego, automate; es decir,
automáticamente. Además de este lugar en el Nuevo Testamento, solamente ocurre en Marcos 4:28.
Pasaron una calle sugiere que la prisión estaba dentro de la ciudad. También pasaron una calle
puede indicar que ya habían pasado la intersección de una calle. Quizá Pedro había sido encarcelado
en la torre Antonia, justo al norte del área del templo (véase mapa 2). Cuando estaban lejos de la
prisión, el ángel se apartó de él. Ya no era necesaria su milagrosa intervención. Ahora Pedro podía
encontrar él mismo su camino. Esperar que Dios haga por nosotros lo que podemos hacer es
fanatismo.
Entonces Pedro, volviéndose en sí (11) literalmente, “Pedro vino a ser él mismo”. En cierto
sentido había estado fuera de sí, en una especie de trance. Ahora estaba plenamente consciente de
todo lo que le rodeaba. Reconoció que mediante su ángel el Señor lo había librado de la mano de
Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. Los líderes judíos sin duda alguna
habían dado por sentado que su muerte era segura.
3. Informe de Pedro (12:12–17)
Y habiendo considerado esto (12) en griego es sólo una palabra, synidon (que aparece sólo aquí y
en 14:6). Significa “ver con una sola mirada… comprehender, entender”.92 Aquí se sugiere que “él
había considerado todas las circunstancias, y decidido qué era lo mejor que debía hacerse”.93 Hecha
su decisión, se trasladó a la casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre
Marcos. Juan era un nombre común entre los judíos. Marcos (Marcus) era nombre romano (cf.
Marcus Aurelius). Esta es la primera de seis veces en las que Marcos es mencionado por nombre en
Los Hechos; probablemente era el joven que huyó del huerto de Getsemaní (Mr. 14:51–52).
En el hogar de la madre de Juan Marcos, muchos estaban reunidos orando. La implicación es que
el padre de Juan Marcos ya había muerto, y que la madre poseía una casa lo suficientemente grande
como para servir de lugar de reunión de los cristianos en Jerusalén. Es posible que fuera en el
aposento alto de este hogar donde se celebró la Ultima Cena, y donde ocurrió el Pentecostés.
Cuando llamó Pedro a la puerta (13)—la puerta exterior frente a la calle—salió a escuchar una
muchacha llamada Rode—“Rosa” en griego. Es decir, ella preguntaría quién era para asegurarse de
que se trataba de un amigo antes de abrir la puerta a esas horas de la noche. Sin duda los cristianos de
Jerusalén habían estado cautelosos durante este tiempo en que el joven Saulo iba “por las casas” para
arrestar y encarcelar a los seguidores de Jesús (8:3). Ahora que el rey Agripa había iniciado otro
período de persecución, tenían que volver a estar con cuidado.
Cuando Pedro respondió, Rode reconoció su voz (14). Estaba tan excitada que de gozo no abrió la
puerta, sino que corriendo adentro les informó que Pedro estaba a la puerta. La reacción de la
92 Abbo!-Smith, op. cit., p. 427.
93 Lumby, op. cit., p. 232.
Mayfield, J. H., & Earle, R. (2010). Comentario Bíblico Beacon: Juan hasta Hechos (Tomo 7). Lenexa, KS: Casa Nazarena de
Publicaciones.
Exported from Logos Bible Software, 4:22 PM May 17, 2019. 4
contestación de los discípulos fue: Estás loca (15)—fuera de ti. Cuando ella insistió en que era
realmente Pedro, ellos dijeron: ¡Es su ángel! Lumby nota: “La creencia judía era que cada uno tenía
un ángel guardián que le había sido asignado.”94 Parece que el mismo Jesús reflejara este criterio (Mt.
18:10). Gloag también declara: “Esta noción de que cada uno tiene su ángel guardián fue
vigorosamente sostenida por los primeros padres.”95 Sin embargo, continúa: “La palabra de nuestro
Salvador puede ser interpretada como que declara el cuidado de los ángeles en general, y no de un
ángel particular relacionado con cada individuo.”96
Mientras tanto, Pedro persistía en llamar (16). Cuando la gente que estaba adentro abrió la
puerta y vieron que realmente era él, se quedaron atónitos. ¿Dónde estaba su fe? Definitivamente
parece que no esperaban que Dios contestara sus oraciones. Pero los cristianos del siglo veinte a
veces quedan igualmente sorprendidos cuando sus oraciones son contestadas. Pedro les hizo señas a
los sorprendidísimos y quizá peligrosamente ruidosos—hermanos de que callasen (17). En griego es
una sola palabra, sigan, que significa “estar en silencio”. El tiempo era precioso. Pedro les
contó—literalmente “les abrió camino” al asunto—de cómo el Señor le había librado de la prisión. Y
terminó con estas palabras: Haced saber esto (una sola palabra) a Jacobo y a los hermanos. Este
Jacobo no era el hijo de Zebedeo, a quien ya se había dado muerte (2). Evidentemente era el que Pablo
identifica como hermano del Señor (Gá. 1:19). Este Jacobo fue el líder del concilio de Jerusalén
(15:13–21), y evidentemente era considerado como el pastor principal de la iglesia de Jerusalén (cf.
21:18). El pasaje implica esa posición. No es claro si los hermanos se refiere a los otros líderes de la
iglesia, o a los que no estaban presentes en el hogar de María. Parece obvio que tanto “el pastor como
la congregación” fueron notificados de la liberación de Pedro.
Entonces Pedro salió y se fue a otro lugar. No nos dice dónde. Cualquier sugestión sería pura
conjetura. Pero era necesario que el prisionero escapara y se escondiera. Todo lo que sabemos es que
aparentemente abandonó la ciudad.
94 Op. cit., p. 233.
95 Op. cit., I, 420.
96 Ibid.
Mayfield, J. H., & Earle, R. (2010). Comentario Bíblico Beacon: Juan hasta Hechos (Tomo 7). Lenexa, KS: Casa Nazarena de
Publicaciones.
Exported from Logos Bible Software, 4:22 PM May 17, 2019. 5