0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos) 182 vistas17 páginasJuan Rafael Coronel Rivera, Los Mosaicos Del Museo Anahuacalli
Descripción de los mosaicos del anahucalli, técnica y posibilidades en la representación.
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{am aterrador acontecimiento ylo convirtéen parte de su metafscaprimigenia. Cuando
Rivera decide el lugar en que quiere comenzat la edificacién de su pirimide, se incina
por las lavas que brotan dela tera. Al respect, cabe
brervar que éstas cuando secan
dquieren un aspecto similar al de las viscera humanas. El Anahuacali seria entonces
‘entraias de la madre y
‘un majestuoso cordén umbilical que enlszara al artista con
desde luego con el inffamundo debido a la dualidad que conllevan todas las cosas en la
smetafisica nahus.*
smbién otra inferencia, Rafiel Lopes Range sila
Eso
Delo anterior procede deriv
‘que Anahuacall se traduce del nahuatl como “casa sobre tierra entre dos mare
leva a la deduccién de que el Anahuacalt es el ombligo mismo, el xc, ya que se
‘encuentra en el centro Por tanta, strata del ej coamogénico selecionado por el ats,
para colocar a los dioses de los cuatro elementos dirgidos hacia los cuatro puntos
cardinales desde el propio meollo del planeta. La eificaciin, al concebirse como “EL
Recepticulo Sagrado”, estaba conceptuada como un gran cuauxcal
En el ensayo ya citado de au hija Ruth, encontramos un parrafo que contene, entre
tfora lteraria que aporta otra de las pista para el contexto de
las imigenes que se encuentran en esa estructura. La ingeniera-arquiteta describ al
paisaje como: “el pedrega, Océano Volenico, elemento térmico reguladory vvero de
flora y fauna tradicional."® Lo primero que cabe destacar esque describe aqucla imagen
‘con mayisculas, lo que quiere decir que la propone desde los sérminos absolutos
relacionados con lo vino yo ulterior. Para analizar esa alegoria Océano Vlednicocle montafa: altura, verticalidad, masa, forma. Del
ro deriva interpetaciones como la de Teilhard, quien equipara montaa con
levacin interna o transposicinespritual de la idea de ascender. En la aluimia, de
to lado, se referen casi siempre ala montafiahueca, cuya eaverna ee “horno de os
flésofor™.* Con base en estos puntos de Clot hay que ver cémo Diego realiza en la
concepeién del edifcio un sineretismo muy a su esl, entre las ideas metaticas
‘occidentals y as aborigenes mexicanas, especialmente la nahua, Para ete ans cae
recordar que Rivera fue un hombre niciado en la ritualidad rosacru. En este seni,
1 Anahuacalli merece efectvamente la acepcién que da Teilard a la montaia. Al
cdifici se ingresa por un portin que da aun vano oscuro y hiimedo, el cul nos conduce,
siseguimos de frente, a una escainata a wavés de a cual se leg Ia parte mis alta de
Ja estructura. Simbélicamente, esto nos traslada a aquella“elevacin interna” que
describen y que también es utlizada por los masones, quires ademas, incorporarn a
4 flosfia muchos de los aprendzajes que hicieron Tos alquimista. En exe senso, el
Anahuacal es también un “horno de los iléofon, ya que su estructura estaba guiada
hacia la rtualidad para devearelconocimieno.
Pero la construccién puede ser interpreta desde otro punto de vista: into ya
rencionado, He realizado un estudio de cémo ex obra erelaciona con Tilo; pero no
debe pasar desapercibida su correspondencia con Ttecut Al respcto nos guia
‘muevamente Robelo: “Taltecut (Tal la Tera; ecu, efor: Elser de la Tira
Los cuatro doses encargads de crear el mundo por el Ser Suprema Omotculi, despues
de crear el fuego, los ils y l agus, crearon la Tierra, dindleelcarcter de un dos bajo
‘nombre de Tlaecul, Sefior-Tierra™, Los mexicano, a igual queen el mado antiguo,
‘onsideraban a los seres en relacin con cuatro elementos: era, are, agua y feo.
“También los adoraban considerindolos doses, ademés de alos cuerpos celeste, Como
ion fguraba la Tera simbolizadaen la forma de una rana ra, “con bcs Menas de
‘sangre en tas las coyunturas, para representar que todo lo comnia y ragaDiego se invistio a si mismo en “el
Principal sapo-rana”,aludiendo primero a
Tlaltecut y a su dualided masculine
femenina, la cual, como ya desribimos,
tenian todos los doses del panteén nahua
‘Un poco en reverencia yun poco en broma,
elarista encarna a aquella “rana fra. que
{odolo comiay tagaba”, Per esta voracidad
no debe verse solamente en la gula en la
redondez que causa, sino también como el
apetito insaciable de conocimiento. Es eta
Perpectiva que asimismo da a su edificio
tuna apariencia similar a la del monolito de
Tlaltecut, la que se encuentra en la Sala Mesica del Musco Nacional de Antropoogia
(MINA). Ell, si bien la obra arquitecinica del artista es de una simbologia y factura
abstract. EI Anahuacall, por tanto, es como ya lo sefialamos: un cuauxical, una
‘montafa, un xicti, ademas de un “horno de los filnofs” y la epresentacin misma de
‘Tiakecut. Lo anterior explica por qué los cuatro puntos carinales de la eifcacin
‘stin consagrados alos cuatro elementos fandamentales,Entremos a continuacin a las
fauces de la tierra para ser devorados por aquel batraio de lav.
‘Una genealgiaiconogrifica
Porta complejdad que representan cada uno de los 28 mosaics que adornan elec,
no me sed posible analzats todos en ext breve ensayo, Por lato, tomaré como
ejemplo dos que han lamado mi stencin y que exénenentrec corespondencia con
1a simbologa ya explicada, Una vez que hemos sido engulides por la construc,
stramor al interior de la montafia. Una emocaduratencbrosay fia nos ha clocado
cn el primer san. En et plain de dicho espacio se encuentra representa a diosa
Coaticue, aquella que Diego pnt en el mural de San Francisco
ees __...
«que € mismo invent, La técnica cisia para realizar wn momico—sea ete de cunkie
taterial— es por embutido, Eso ee prepara el muro, xe apc una agamasa
oe en ee eck ccc eemn
hasta lograra figura y roma deseadas Ese 6
Neate Ape
'acimbra que se colocaba pra clara ras Diego que antes de fers yerio
concreto, se realzara una Ibr de la siguiente manera: el macso hacia primerohes a i,
‘en ne
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mre ta te
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caus
boceto, te xe pasaba aun carn que debi tener el tamao total dela superficie que tha
ser interven y el cual era colocado con el disco descado sobre la cimba de madera
con elesbozo hacia arriba, Sobre el croquis se untaba una emulin de cola —que ayuda
mantener en su lugar los elementor— y ecoocaba la pedaceria de peda siqnendo la
imagen taza, Para evar que las rocs se mevieran ye irra la merc, tas debian
‘star colocacs de manerajusta, Una vez realizada dicha labo, vertia con todo cuidado
«1 mortero para no mover el mossico conchido. A coninuacin, x experaba un tempo
azonable para que cujara y pesteriormente se retiraba la cmbra. Et arn, que dbia
tener cierto grosor para failitar su desprendimiento, era fnalmentereirado, Acto
seguido se lvaba la superficie y de ser necesaro se retocaba, Estos retogues son sible
simple vista y en algunas ocasiones fueron intervenciones bastante amplias.
“Muchos de los mosaicosrealizados bajo la dreecin de Rivera ~que efocaizan en
Ja plana baja y en el primer descanso dela escalera— fueron eecutados en blanco y
negro. La explcacin para esta decisin, ya esclarecda aque encuentra cnc sentido
4e la dualidad precolombina; en los aibuts contenidos en ln concep como
‘contraris-complementaros en sentido corecto: dia-noche, hz-oscurdad y vider,
Debemosatiar que ess mossiosrepresentan ens fotlidad esc elaconadas con
«Lando prehispinico mexia y mixteco; no hay en ellos ninguna alegoria reat kx
nfoques mestizos ode alguna cultura occidental
a pe —como ya comenté— representa a la figura de otroran cad un eas del Anabuacal. Si bien ka
Rivera no result © acerca mucho al orginal El cambio
obnerva en la colocacin de los “brazos” a manera de serpientes, que nla esultura
mn por debajo de la “cabeza”. No creo que esta variacin contenga wn
pectic,
qu Diego a decid de xa manera para resolver un problema
Hay una crcunstancia que ya he mencionado en oro textos y que debo trace &
claciin aqui el hecho de que fue ese muralist, el autor que recuperd para el are
‘moderno la estxica de as obras precolombins, Rivera fuel primer creadoren plasma
sobre un muro un monolito prehispnic, en ls frescos dela SEP"
Oxo sincretimo que concretS el aria guanajuatense fue una represent
‘oncilatoria entre ls miquinasy las deidades del mundo antiguo mesoamerica
‘cuando las funde en un hibrid. Esa metdfora pictéica fie uada en tes oeasiones
anteriores aa mencionada para representa ala diosa Catice, La primera vez fue en
tum table dela SEP de tut AT hang de Wal So, obra. que int en 1928, En dicho
escola dom es una caja fuerte condos alarmas, lo que induce a reflexionar sobre los
millones de vidas ques perden para qu lot magnates —que mantienenlahegemenia,
conémica del mundo capitalita—amasen ws fortunss, ya que sus empresas estén
lovimamente relacionadas con el negocio de Ia guerra. En esa imagen, ene ots
destaeados captanes de industria, encontramos a quien unos alias més tarde seriaE Fee Tete ore df coe
que la ecena
4 presdida por C Alios mis tarde, en 1982, present a esa dasa mexica
mado de la compa Ford Motor C
com este enfoque escribié Bety Ann Brown: “The artis’ portrayals of the goles
Gaoaticu, however, convey more ambiguous messages. At the Detroit Insitute of As,
Rivera portrayed the ominously powerful Coadicue, earth gocdess and mosher of
Hii the Aztecs) in a radically diferent
‘environment, with one would assume, diferent intentions. Coalcue’simage is convert
someone quite familiar with the Aztec sculpture of the goddess would recognise het
Dead aquellaalegoria, debemos vera esa dona como una advertencia, La méquina
Aeberi ser como lo proponia Rivera, una herramtien
para bear al oreo de ba
‘clave y proporconare el tiempo bre necesatio para que se culivara en el sentido
lisico de a palabra. Pero al mural
20 Je pax inaerid la deb
cf exceive maquinismo podia tract, ya que alos més tarde hace un homenaje a quien
‘observé exe fenvimeno de manera menos romintca: Charles Chaplin, Enel ao de
1936, ee cincatabitinieo coneretd una obra maestra, Maden Tine, ena que presen
la problemétca obrera que se gesta como resultado de la creciente maquinzacin. A
‘manera de respuesta para el mensaje de Chaplin, Rivera presenta una tercera version
de imagen de Coaicue, Ya no se trata de a caja fuerte en que se guarda el dinero de
la guerra nice la mace liberadora; ahora es una simbioss que tiene que ver mis conRivera venia proponiendo duran
tial” mexca, Con tod, cx elie t pi
‘ida deem ponura metas fundacionl. Pr extar ub
tran de un doo que peroifica al era, lo que el atta prop
Penetrar a una heredad religions. Al epresentar a“ terra en la noche”, se epic
«que ingresremos por un pasado en ini, como sce, através del cual al axender
os encontramos ene obseratoro ded donde logramon ana logon em
‘ado de 180. Ai podremon —o podianion, antes de tanta contaminacin— otnerar
A Ta crella dela tarde al cer de a matiana. Hay que tne presente, sin
‘events, que dios culty soars lo realzaba ya Diego desde us aos earopen, Pre
ns Monarias aL de a Torrente: “Un bien edad yamigable inspectorSininimo de sabioy aria”. El Anahwacali se pensnd Aharado Casa,
isa n expecificaciones clams par ps oe bs
peso del gigamteco
cede destacar otro punto muy important i
von colores”. Aqui ¢ «que no habla de los
en una ampli gama tonal nen Museo encontramos a partir del primer
piso moraicoshechos con pedaceria de pda de disinton colores traida de Taxen,
¢stado de Guerrero. Este hecho tene que ver con otra idea relacionada con la metals
Los murales de a planta baja son mono cio nos encantramos en
et reno de Coatcue, en el interior de a tera. En ese reino no hay luz y Tos colores son
resultado del efljo de la luminiscencia sobre la materia. Esto habla nuevamente de
nso. En la penumbra no hay cromia, Peo confirme nos vamos remontando a las
aturas,abandonamos el reno de la Dios Tierra para llegar al del Lucero dela mafana,
Quetzal, Re aque se trata del enviado que nos viene a traer la Laz
conocimiento ido de a visi que aporta un Guia.
Quisiera conclir con una cita del autor de tan extraordinario proyecto, Di
Rivera
Parece que José Clemente Orozco pao tener razin el dia que
Leinterexé visblementey dijo que le gustaba. Cuando slimos de alli, tocando as
Piedras con las palmas de las manes, me dijo: ‘Usted, por lo menos, va a poder
‘star seguro de haber hecho algo que dure’. Confieso que a duracién en el tempo
'n0 me imteresa. Lo tnico que busco y me da placer es la vida de las formas en el
‘espacio, en el instante mismo en que se establecen, concretasy tangible, su
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