Universidad Católica Andrés Bello
Escuela de Filosofía
Filosofía de la Religión
Profesora titular: Eduardo Cantera Artíguez
Fecha de entrega: noviembre de 2017
Estudiante: José Manuel Gómez González
Escrito: LA FENOMENOLOGÍA DE LA RELIGIÓN
EN EL CAMPO DE LOS SABERES
SOBRE EL HECHO RELIGIOSO
STATUS QUAESTIONIS
Autor: Juan Martín Velazco
(Universidad Pontificia de Salamanca)
Para acercarnos y estudiar una religión o diferentes religiones es necesario determinar el
método que se emplea para dicho acercamiento y estudio. Ante todo, en su escrito, Juan
Martín Velazco intenta sistematizar la información que recoge de esos métodos que se han
planteado a lo largo de la historia para estudiar la religión o las religiones.
Ahora, si bien describe varias ramas para el estudio del hecho como tal, se define como un
convencido de la aplicabilidad de la fenomenología de la religión para tratar el fenómeno
religioso; sin embargo, no queriendo pasar por ingenuo, reconoce que debe hacer un balance
de la situación crítica que atraviesa la fenomenología de la religión desde los años sesenta y
procura afrontar las dudas y las críticas que se han formulado contra su forma de proceder.
Primeramente, el autor diferencia lo que podemos considerar «ciencias de la religión» de
«ciencia de las religiones». En relación con las primeras podemos distinguir: sociología de la
religión, psicología, filosofía, geografía y ecología de la religión. Con respecto a la segunda,
área en la cual enfoca su estudio, resalta la rama de la fenomenología de las religiones e
identifica tres corrientes: primero, la corriente de aquellos que estudian la religión con el
método fenomenológico de Husserl; segundo, aquellos que practican la hierología; tercero,
una corriente constituida por historiadores de la religión que prolongan los resultados de su
investigación histórica hacia conclusiones de carácter sistemático que permitan organizar los
fenómenos, elaborar los tipos más importantes en los que se agrupan y proponer categorías
para el estudio de los elementos comunes que ponen de relieve la comparación de los datos
de la historia.
Luego, el autor expone que la primera persona en emplear el término «fenomenología»
aplicado al estudio de la religión es Chantepie de la Saussaye en la primera edición de su
Historia de las religiones (1887), “En este primer ensayo la fenomenología de la religión se
propone conseguir una definición no apriórica de la religión a partir de la cual se puedan
sistematizar los datos de la historia sin imponerles otro orden que el que se destaca de los
datos mismos.”
Pero, resulta que el término «fenomenología» a la hora de aplicarlo al estudio de la religión
puede sonar ambiguo, por eso se detiene a estudiar los muchos sentidos que acompañan la
palabra «fenomenología». En efecto, la aparición de esta categoría en filosofía lo atribuye
primeramente a Johan H. Lambert (1728-1777), y explica que lo que Lambert pretendía
significar con dicha categoría era proceder de las aspiraciones a las cosas tal como son en sí
mismas; de igual manera, vemos que Kant y Hegel también hacen sus aportes al sentido que
fue adquiriendo el término «fenomenología». Tenemos a John Robinson (1789) quién
representa lo que se conoce como visión inglesa, él entiende la fenomenología como la
primera de las tres fases distintivas de la filosofía de la naturaleza. Por último, contamos con
las obras de fenomenología husserliana. Así pues, podemos concluir que no es posible hablar
de fenomenología sin antes aclarar desde donde estamos asumiendo su significado.
Continuando con el planteamiento de Chantepie, el autor distingue tres corrientes que
enriquecen su contribución: una es la Tradición Hermenéutica, cuyos representantes son Fr.
Schleiermacher y W. Dilthey. Otra corriente que engrosa el tratamiento de la religión surgida
del intento de Chantepie es la Hierología, en donde resalta, por una parte, la figura de N.
Söderblom y R. Otto, ambos se inspiran en la teología romántica y en Fr. Schleiermacher y su
descripción de la religión como una «provincia» del alma humana irreductible a toda otra
actividad o dimensión; así mismo, presenta la escuela francesa de la religión. Para terminar,
considera la Fenomenología de Husserl como otra corriente de pensamiento que influye en el
estudio de la religión surgida del artículo de Chantepie.
Sin embargo, sobre esta última recaen una serie de críticas; los historiadores del movimiento
fenomenológico surgido por Husserl apenas tienen en cuenta la obra de los fenomenólogos de
la religión. Así, H. Spiegelberger se refiere a ella sólo accidentalmente entre las
«fenomenologías extrafilosóficas», reconociendo su origen independiente de la corriente
husserliana. En fin, el autor resalta que no es extraño que alguno de los historiadores del
movimiento fenomenológico de Husserl llegue a confesar que el uso de términos husserlianos
por la fenomenología de la religión es un uso figurado, es decir, que no corresponde al literal.
FENOMENOLOGÍA DE LA RELIGIÓN, ¿CIENCIA?
Fenomenología de la religión, ¿podemos considerarla una ciencia? Frente a dicha cuestión,
asumida por el autor como una dificultad (pero no exclusiva de la ciencia de las religiones
sino que se experimenta también en la filosofía y en otras ciencias del espíritu), distingue tres
respuestas diferentes: a) autores que renuncian a la utilización del término «fenomenología»,
mas sí recogen los nombres de ciencias de la religión, ciencia sistemática o ciencia
comparada de las religiones o historia comparada de las religiones, morfología o tipología de
las religiones. b) otros que aceptan hablar de fenomenología de la religión pero entendida de
manera analógica o aceptan una ciencia de la religión pero como una disciplina hermenéutica.
c) aquellos que reconocen la posibilidad de aplicar la fenomenología aplicando estrictamente
el método husserliano.