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Analisis de La Sentencia de Servidumbre

La Sentencia T-048/95 establece que: 1) El amparo policivo protege todas las servidumbres, incluidas las que requieren título, con el fin de restablecer la situación anterior a una perturbación. 2) La tutela concedida de forma transitoria no debe fijar un plazo para promover la acción ordinaria, pues corresponde a quien resultó favorecido iniciarla, salvo excepciones. 3) Las decisiones de tutela no pueden definir derechos sustanciales de forma definitiva, sólo restablecer

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Analisis de La Sentencia de Servidumbre

La Sentencia T-048/95 establece que: 1) El amparo policivo protege todas las servidumbres, incluidas las que requieren título, con el fin de restablecer la situación anterior a una perturbación. 2) La tutela concedida de forma transitoria no debe fijar un plazo para promover la acción ordinaria, pues corresponde a quien resultó favorecido iniciarla, salvo excepciones. 3) Las decisiones de tutela no pueden definir derechos sustanciales de forma definitiva, sólo restablecer

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ANALISIS DE LA SENTENCIA DE SERVIDUMBRE.

SENTENCIA T -048/95

Dentro de los conceptos que se dan antes de la sentencia se habla que “el
amparo policivo cobija sin distinción todas las especies de servidumbres, por lo
tanto, en caso de usurpación, negación o perturbación en el goce de una
servidumbre es natural el amparo policivo con la finalidad de restablecer la
situación o las cosas al estado en que se hallaban antes del despojo o
perturbación por la actividad de un tercero”, se habla también que la persona
que debe dar origen a la tutela debe ser la que este protegida por esta, es decir
la que sea beneficiada o favorecida de la servidumbre, es necesario dejar claro
que el amparo policivo, se hace o mas bien se aplica hasta que el juez
determine lo contrario a lo que mediante este amparo fue tomado.

Esta tutela hace referencia a la forma en que la persona que corresponde


hacer uso de la servidumbre por medio ordinario de defensa luego alega y
obtiene un amparo policivo de una presunta servidumbre de tránsito.

Como primer punto Técnicas Baltime S.A, que es la sociedad que estableció la
tutela, busca que sea revocada una sentencia que se dio anteriormente,
mediante la cual se les violan los arts. 29 Y 58 de la Constitución Política, y
mediante la cual se le da permiso al señor Carlos Jiménez Mier y otros para
que transiten provisionalmente por un lote de pertenencia de Técnicas Baltime
S.A, pero que esta sociedad, construyo un muro con motivo del cercamiento
del inmueble y de esta manera les troncaba el paso a las personas antes
mencionadas. Ante la cual las personas antes nombraron levantaron una
acción de tutela que les fue negada porque no se estaba violando ningún
derecho fundamental sino el simple cumplimiento de un acto administrativo,
además que existían otras vías de transito por las cuales estas personas
podían pasar para llegar a su objetivo final. Pero luego el tribunal del Distrito
Judicial de Santa Marta -Sala Penal, decidió que el fallo anterior fuera anulado
y ordeno a la sociedad dejar transitar libremente a las personas mencionadas
por el predio para llegar a su objetivo final.

Para lo cual la sociedad interpone acción de tutela, alegando que el Tribunal


vulneró derechos constitucionales fundamentales, "...tales como el derecho al
debido proceso, al conferirle al fallo de tutela un carácter definitivo, cuando los
afectados disponían de otro medio de defensa judicial y desconociéndose que
la competencia para declarar la existencia de la servidumbre corresponde al
juez civil, con la observancia de la plenitud de las formas propias del
procedimiento abreviado establecido en la ley , ademas se vulnero el derecho a
la propiedad privada y a los demás derechos civiles adquiridos con justo título,
en virtud a que la compañía ha resulto despojada injustamente del derecho de
usar y disfrutar el lote de terreno ubicado en la ciudad de Santa Marta, sin tener
la oportunidad de controvertir en juicio los fundamentos de hecho y de derecho
que aducen los interesados para la declaratoria de la servidumbre”.

Luego la decisión fue conocida por El Tribunal Administrativo del Magdalena,


que decidió que a la sociedad si se le desconocían los derechos antes
nombrados, pero que nunca se violo el derecho a la propiedad ya que no
consistió en eso, sino en un simple cumplimiento de un mandato administrativo.
Pero también sostiene que más que una acción de tutela, lo que se debió
establecer fue otro medio, un interdicto por donde se pudiera reestablecer la
propiedad o por lo menos extinguir la servidumbre. Por tanto este acto que se
llevo a cabo, fue tomado como un mecanismo transitorio y no como final para
que le fuere respetada la propiedad, ya que justifica que si se falto al debido
proceso porque aunque los demandados no accedieron a declarar la decisión
que había sedo tomada como transitoria se hizo definitiva pasando por encima
de la competencia del Juez Civil, y haciendo única la decisión policiva de
amparo.

Se especifica mas adelante, que anteriormente algunos jueces que dieron


sentencias, eran faltos de competencia ya que sobre este tema le corresponde
decidir a la sala Civil mas no a la Penal, además trae a colación que las
decisiones policivas de amparo nunca pueden ser tomadas como definitivas
sino simplemente como transitorias, por tanto no pueden resolver cuestiones
de fondo como las atinentes a la definición de los derechos sustanciales
vinculados al objeto del amparo que puedan corresponder a las partes; sus
efectos son limitados en el tiempo y, en vista de lo cual, pueden ser
modificadas por la sentencia judicial con que se resuelva la respectiva
controversia, como en este caso.

Ante tantas providencias proferidas se establece que de la Sala Penal del


Tribunal y del Juzgado 6o. Penal del Circuito de Santa Marta se ajustan a
derecho y, por lo tanto, no desconocen el derecho fundamental al debido
proceso de la sociedad Técnicas Baltime de Colombia S.A., luego el Tribunal
Administrativo del Magdalena otorgó la tutela interpuesta por la sociedad
actora, donde se ve una incongruencia y contradicción en lo que se dice y lo
que se aplica.

Como decisión de esta sala se establece:

Revocar la sentencia de fecha 26 de Julio de 1994, proferida por el Tribunal


Administrativo del Magdalena por lo anterior mente establecido acerca de la
incongruencia y la contradicción, y por tanto negar esta acción de tutela. Y
estableciendo un acuerdo total con el fallo de tutela proferido por la Sala Penal
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta el 25 de agosto de
1993, en favor de los señores Carlos Jiménez Mier y otros.

Firman,

ANTONIO BARRERA CARBONELL: Magistrado Ponente.

EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ Y CARLOS GAVIRIA DIAZ: Magistrados.

MARTHA SACHICA DE MONCALEANO: Secretaria General.


ANALISIS DE LA SENTENCIA DE SERVIDUMBRE.

SENTENCIA T -048/95

PRESENTADO A LA:
DRA. LIZ KARIME ANGEL.

PRESENTADO POR:
MARIA FERNANDA CASTILLO TRUJILLO
VICTORIA ANGELICA TORRES BUENAVENTURA
GRUPO 4 BA

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA


FACULTAD DE DERECHO
BIENES Y REGIMENES II
IBAGUE – TOLIMA.
AÑO 2007
Sentencia No. T-048/95

PROCESO POLICIVO/AMPARO POLICIVO-Naturaleza/ACTO


JURISDICCIONAL

En el "amparo policivo" no se discute ni decide por tanto, sobre la fuente del


derecho que protege al actor o a sus contradictores, por lo que el debate se
limita exclusivamente a preservar o a restablecer la situación de hecho al
estado anterior (statu quo) a la perturbación o a la pérdida de la posesión o
tenencia del demandante sobre el bien. Sólo frente al juez competente puede
plantearse el debate en torno al derecho sustancial en conflicto, es decir, sobre
la titularidad del respectivo derecho real o personal (propiedad, posesión,
tenencia en debida forma, etc.), cuando aquél conozca del proceso a que dé
lugar el ejercicio de la correspondiente pretensión procesal. Los amparos
policivos han sido asimilados a controversias de naturaleza jurisdiccional, hasta
el punto que la providencia que culmina la actuación tiene idéntica naturaleza.
Esta asignación especial de atribuciones jurisdiccionales a las autoridades de
policía se aviene con el precepto constitucional del artículo 116, inc. 3o., según
el cual, "excepcionalmente la ley podrá atribuir función jurisdiccional en
materias precisas a determinadas autoridades administrativas".

SERVIDUMBRES/AMPARO POLICIVO

El amparo policivo cobija sin distinción todas las especies de servidumbres


(continuas, discontinuas, aparentes e inaparentes), sin excluir aquellas que
solamente pueden adquirirse por medio de un título -discontinuas y continuas
inaparentes- porque la necesidad o exigencia de la protección no la constituye
el virtual derecho real existente sobre el inmueble, sino su ejercicio como
simple expresión material de manifestación o efecto externo; por lo tanto, en
caso de usurpación, negación o perturbación en el goce de una servidumbre
es procedente el amparo policivo con la finalidad de restablecer la situación o
las cosas al estado en que se hallaban antes del despojo o perturbación por la
actividad de un tercero. Es por ello que el artículo 128 del Código de Policía al
referirse a la circunstancia de "amparar el ejercicio de una servidumbre", no
advierte nada sobre la protección del derecho real que élla eventualmente
conlleva.

TUTELA TRANSITORIA-Vigencia de la orden judicial

Procedió acertadamente el Tribunal cuando al conceder transitoriamente la


tutela impetrada no señaló el término de que dispone el afectado, según el
inciso 3o. del art. 8o. del decreto 2591 de 1991 para promover ante el
competente juez la acción correspondiente al medio ordinario de defensa
judicial, pues indudablemente la norma parte del supuesto de que el ejercicio
de la acción le corresponda concretamente a quien ha obtenido el amparo
transitorio de su derecho fundamental a través de la sentencia de tutela.
Puede afirmarse, que normalmente el ejercicio de la acción le corresponde a la
persona favorecida con la sentencia de tutela transitoria, pero habrá casos en
que ello no sea asi, bien porque el derecho objetivo no lo impone en cabeza de
dicha persona o cuando a juicio del juez de tutela ésta se encuentre en un
estado de indefensión patente desde el punto de vista físico, síquico, cultural,
social o económico que le impida promover la acción, en cuyo caso, la carga
de promover la acción debe ser impuesta por el juez de tutela a la parte que se
encuentre en la situación mas favorable o ventajosa para instaurarla, con
fundamento en los arts. 2o. (efectividad de los derechos) y 13 (principio de
igualdad) de la Constitución Política.

TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS


JUDICIALES/SERVIDUMBRE DE TRANSITO-Uso/COSA
JUZGADA RELATIVA EN TUTELA/TRONCAL DEL CARIBE

El amparo policivo decretado por la autoridad de policía en el presente caso,


en cuanto determinó que desde el punto de vista fáctico o material y no
jurídico las personas favorecidas con el mismo tenían derecho al uso de la
presunta y alegada servidumbre de tránsito, tiene vigencia "mientras el juez
no decida otra cosa" (art. 127 ibídem) es decir, tiene el efecto de cosa juzgada
relativa, vigente en tanto se adelante y concluye el respectivo proceso que
debe promover dicha sociedad, pues contra ella se decretó el amparo policivo.
No resulta lógico que quien obtiene el amparo al uso de una servidumbre, es
decir, a quien se le define que materialmente puede continuar disfrutando de
dicho uso, se le imponga la carga de promover el proceso dentro del cual se
defina la titularidad jurídica del derecho real de servidumbre, porque ello
equivaldría a desconocer no sólo el hecho real del uso que se viene ejerciendo,
sino la situación favorable creada por el amparo, su efectividad y su fuerza
jurídica provisoria, mientras el juez civil competente adopta la decisión que
corresponda.

REFERENCIA: Expediente T-46400

PETICIONARIO: Técnicas Baltime S.A.

TEMA: Tutela como mecanismo transitorio. Determinación de la persona que


corresponde hacer uso de la acción correspondiente al medio ordinario de
defensa cuando se obtiene un amparo policivo de una presunta servidumbre
de tránsito.

MAGISTRADO PONENTE :

ANTONIO BARRERA CARBONELL

Santafé de Bogotá, D.C., febrero catorce (14) de mil novecientos noventa y


cinco (1995).

La Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los


Magistrados Antonio Barrera Carbonell, Eduardo Cifuentes Muñoz y Carlos
Gaviria Díaz, revisa el proceso de acción de tutela instaurado por la firma
Técnicas Baltime S.A. ante el Tribunal Administrativo del Magdalena.
I. ANTECEDENTES.

1. Las pretensiones.

La sociedad peticionaria de la tutela formula las siguientes pretensiones:

"1. Tutelar nuestros derechos fundamentales consagrados en los artículos 29 y


58 de la Constitución, revocando la providencia del 8 de abril de 1994, del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta, Sala Penal, mediante la
cual se confirmó el auto del 8 de marzo de 1994, que negó nuestra petición del
27 de enero del año en curso".

"2. Tutelar nuestros derechos fundamentales consagrados en el artículo 29 y


58 de la Constitución, disponiendo notificar al señor Carlos Jiménez Mier la
cesación de los efectos de la providencia del 25 de Agosto que concedió la
tutela con carácter provisional, con el objeto que nuestra firma pueda ejercer
los derechos inherentes a la propiedad sobre el lote de terreno ubicado en la
ciudad de Santa Marta, dentro de los siguientes linderos..."

2. Los hechos.

2.1. Mediante providencia del 14 de enero de 1992, la Secretaría de Gobierno


Distrital de Santa Marta-División de Justicia, resolvió amparar la posesión que
los señores Carlos Jiménez Mier, Lucas San Juan Figueroa Mieles, Jesús
María Suárez Ladino, Elda Yaneth Rivera Delgado y Wilfrido Santander
Figueroa Mieles venían ejerciendo sobre un predio localizado en la calle 30 de
la ciudad de Santa Marta, quebrada Tamacá de por medio y colindante por un
costado con un inmueble de la empresa Técnicas Baltime de Colombia S.A. De
igual modo, la decisión contenida en dicha providencia amparó la presunta
servidumbre de tránsito de la cual hacían uso los referidos poseedores para
tener acceso a la Troncal del Caribe, servidumbre que la mencionada
empresa había suprimido al construir un muro con motivo del cercamiento del
inmueble que había adquirido mediante negociación con INURBE, a través de
la escritura pública #1999 del 21 de julio de 1991 de la Notaría 30 de Bogotá.

2.2. Por diversas circunstancias, que no son relevantes para la decisión que ha
de adoptarse en esta providencia, la diligencia programada para la ejecución
de la providencia policiva se suspendió, cuando se adelantaba la demolición
del muro (Cuaderno # 2, fl. 107), situación que aprovechó la firma demandada
para reconstruirlo, sin que finalmente se lograra el cabal cumplimiento de la
referida providencia.

Con el fin de obtener el efectivo cumplimiento de la decisión policiva, los


interesados promovieron ante el Juzgado 3o. Civil Municipal de Santa Marta,
acción de tutela contra el Inspector Quinto de Policía y el Secretario de
Gobierno Municipal de Santa Marta por omisión en el cumplimiento de sus
deberes. El a-quo negó las pretensiones de los peticionarios al considerar que
"...no es procedente la tutela solicitada, en virtud de que no se está violando
derecho fundamental constitucional alguno, sino que se está omitiendo el
cumplimiento de un acto administrativo, como es la providencia dictada dentro
de la querella policiva... debiendo por tanto el accionante acudir a la acción de
cumplimiento que señala el art. 87 de la Constitución Nacional".-

La sentencia que negó la tutela impetrada no fue impugnada.

2.3. Al resultar fallida la mencionada acción de tutela y ante la renuencia de las


autoridades de policía de cumplir lo que habían decidido con respecto al
amparo de la pretendida servidumbre, los mismos interesados propusieron
ahora una tutela contra Técnicas Baltime de Colombia S.A. con el fin de que se
le impusiera la obligación de no obstaculizar el ejercicio de los derechos
reconocidos por la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Santa Marta, que
la empresa accionada quebrantaba con el cerramiento del paso de los
moradores del sector (Cuaderno # 1, fl. 29).

2.4 El Juzgado 6o Penal del Circuito de Santa Marta, al cual le correspondió


por reparto el conocimiento del negocio, en sentencia del 26 de julio de 1993
negó la tutela bajo la consideración de que no estaba demostrada la existencia
de la pretendida servidumbre y que existían otras vías de tránsito para que los
demandantes pudieran entrar y salir de sus respectivos predios.

2.5 El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta -Sala Penal-,
mediante sentencia del 25 de agosto de 1993 revocó el fallo del Juzgado 6o.
Penal del Circuito de Santa Marta y ordenó a la sociedad Técnicas Baltime de
Colombia S.A. "...remover cualquier obstáculo físico o psicológico que impida a
los habitantes del mencionado asentamiento, volver a utilizar el carreteable que
atraviesa el predio, conforme venían haciéndolo desde años atras". Los
derechos se tutelaron "... en tanto se instaura y falla el proceso
correspondiente, como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio
irremediable"(Cuaderno 1, fl. 42).

2.6 Transcurrido el plazo previsto en el inciso 3o. del art. 8o. del decreto
2591/91 para que el afectado beneficiado con la acción de tutela como
mecanismo transitorio proceda a instaurar la acción correspondiente al medio
ordinario de defensa judicial, la empresa demandada procedió a solicitar al
Tribunal Superior de Santa Marta que se declarara la cesación de los efectos
de la tutela que favoreció a los interesados, con el fin de poder realizar
libremente el cerramiento del inmueble de su propiedad y obtener que se
suspendiera el tránsito por el camino sobre el cual se hacía uso de la
mencionada servidumbre.

2.7. El Juzgado 6o. Penal del Circuito de Santa Marta, al cual le correspondió
por competencia pronunciarse sobre la solicitud anterior, la negó en primera
instancia (decisión del 8 de marzo de 1994), aduciendo la preexistencia de la
decisión de la Secretaría de Gobierno Distrital del 14 de enero de 1992 que
amparó la posesión y la servidumbre de tránsito de los vecinos del inmueble
de la empresa, con la cual, a juicio del juzgado, se había cumplido
anticipadamente la exigencia de la ley que había otorgado la tutela como
mecanismo transitorio.
2.8. El Tribunal Superior de Santa Marta, según providencia del 8 de abril de
1994, confirmó la decisión del juzgado acogiendo los puntos de vista del a-quo
al considerar también "...que los favorecidos con la acción de tutela promovida
por Carlos Jiménez Mier, ya habían obtenido decisión a su favor por parte de
autoridad competente, dentro de la querella policiva de amparo de la
servidumbre promovida por éllos, por lo que el requisito del artículo 8o. del
decreto 2591 de 1991 estaba cumplido de antemano".

2.9 Contra las providencias del Juzgado 6o. Penal del Circuito y del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Santa Marta-Sala Penal, a que se hizo alusión
en los párrafos precedentes, se interpuso por Técnicas Baltime de Colombia
S.A., acción de tutela al considerar que el Tribunal vulneró derechos
constitucionales fundamentales, "...tales como el derecho al debido proceso,
al conferirle al fallo de tutela un carácter definitivo, cuando los afectados
disponían de otro medio de defensa judicial (se refiere a la sentencia de la
Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior, de fecha 25 de agosto de 1993,
que concedió a los presuntos poseedores la tutela para amparar el derecho al
tránsito por un sector del lote de la sociedad, aunque la medida se adoptó
como mecanismo transitorio, (ver aparte 2.5) y desconociéndose que la
competencia para declarar la existencia de la servidumbre corresponde al
juez civil, con la observancia de la plenitud de las formas propias del
procedimiento abreviado establecido en la ley".

"Además -agrega la sociedad accionante- se ha vulnerado el derecho a la


propiedad privada y a los demás derechos civiles adquiridos con justo
título, en virtud a que nuestra compañía ha resultado despojada
injustamente del derecho de usar y disfrutar el lote de terreno ubicado en
la ciudad de Santa Marta, sin tener la oportunidad de controvertir en juicio
los fundamentos de hecho y de derecho que aducen los interesados para
la declaratoria de la servidumbre".

II. FALLO QUE SE REVISA.

El Tribunal Administrativo del Magdalena decidió favorablemente la acción de


tutela de la empresa en fallo del 26 de julio de 1994. Consideró el Tribunal que
las providencias acusadas desconocieron el derecho fundamental de la
sociedad demandante al debido proceso y, en tal virtud, declaró la cesación de
los efectos del fallo de tutela que profirió el 25 de agosto de 1993 el Tribunal
Superior de Santa Marta, por no haberse instaurado oportunamente por los
favorecidos con éste la acción judicial correspondiente.

En su decisión el Tribunal Administrativa revisa separadamente los distintos


argumentos en que se apoya la demanda y niega la pretendida violación del
derecho de propiedad al considerar que este derecho no pudo ser objeto de
quebrantamiento alguno, como lo pretende la sociedad actora. Así se pronunció
sobre el particular:
"Para el Tribunal no ofrece dudas que el derecho a la propiedad
no ha sido vulnerado. Primero, porque efectivamente existe una
sentencia , aunque no se haya ejecutado, que amparó la
servidumbre. El fallo policivo expedido por el Secretario de
Gobierno Distrital de Santa Marta, contrario a lo que considera el
señor representante de la sociedad Técnicas Baltime de
Colombia, es un acto jurisdiccional, una verdadera sentencia en
cuanto define con fuerza de verdad legal una situación jurídica
preexistente. Pero ante ese fallo, que está en firme y que puede
ser ejecutado con mediana voluntad de la autoridad
administrativa, cabe la posibilidad para la sociedad Técnicas
Baltime de Colombia de iniciar un interdicto para recuperar la
posesión (art. 408 #2 y 416 C.P.C.) o para la extinción de la
servidumbre (art. 907 C.C.). Lo anterior determina que existiendo
un medio judicial para defender el derecho de propiedad que se
dice vulnerado o amenazado, la acción de tutela es improcedente,
por disponerlo así el artículo 6o. numeral 1o. del decreto 2591 de
1991".

Sin embargo, la sentencia admite el desconocimiento del derecho al debido


proceso, al encontrar el Tribunal que las decisiones cuestionadas, trocaron el
fallo que otorgó la tutela como mecanismo transitorio en una decisión de
carácter definitivo, descartando sin razón el proceso judicial para definir la
existencia de la servidumbre y otorgarle a la sociedad contradictora el derecho
a ser oída en debida forma. En estos términos desarrolla la sentencia el punto
en cuestión:

"Este modo de pensar se viene al traste (se refiere al hecho de


que la tutela a favor de los poseedores se otorgó como
mecanismo transitorio) cuando luégo se niega declarar que han
cesado los efectos de la tutela transitoria, dada la omisión de los
interesados en instaurar el proceso correspondiente para la
constitución de la servidumbre, pues ello es tanto como trocar la
tutela concedida, de transitoria en definitiva, saltando por encima
de la competencia del juez civil a quien correspondía decidirlo
dentro de un proceso específico".

Luego el Tribunal contrargumenta los criterios de las providencias


cuestionadas, por encontrarlos incoherentes con el sentido del fallo de tutela
transitorio. En efecto señala:

"El argumento de que el fallo policivo, proferido mucho antes de la


sentencia, relevaba a los moradores del asentamiento humano
de presentar cualquier proceso civil, pues la decisión a tomar en
él ya había sido adoptada, no es coherente con el fallo de tutela
transitorio que debió tomar en cuenta la existencia de dicho fallo.
Pues si ese fallo existía y ya había fallado la cuestión con
competencia, la tutela sobraba y no podía concederse, ni aún en
forma transitoria"
Finalmente anota:

"Es innegable que al no acceder a declarar que los efectos de la


tutela transitoria habían cesado, ésta se convierte en definitiva,
supliendo así el proceso de constitución de servidumbre de
competencia de un juez civil, como lo reconoció la sentencia de
tutela transitoria comentada. Al sustituirse un proceso y pasar por
sobre la competencia de un juez, convirtiendo en definitiva una
tutela transitoria, o dándole valor constitutivo al fallo policivo, se
está violando el debido proceso, que es un derecho fundamental".

III. COMPETENCIA.

La Sala es competente para revisar la sentencia del Tribunal Administrativo del


Magdalena , en virtud de la competencia que le atribuyen los artículos 86 y
241-9 de la Constitución Política y 33 y 34 del decreto 2591 de 1991.

IV. CONSIDERACIONES DE LA SALA.

1. Delimitación del problema.

Los actos cuestionados en el presente proceso son los autos del 8 de abril de
1994 del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta-Sala Penal y del
8 de marzo emanado del Juzgado 6o. Penal del Circuito de dicha ciudad,
mediante las cuales se decidió que los usuarios de la pretendida servidumbre
de tránsito sobre el predio de la sociedad Técnicas Baltime de Colombia S.A.,
no estaban obligados a promover un proceso separado para difinir de fondo su
derecho, no obstante lo dispuesto la sentencia del 25 de agosto de 1993 que
concedió a aquellos la tutela antes referenciada como mecanismo transitorio,
pues su situación jurídica está protegida por el fallo de policía del 14 de enero
de 1992 que amparó el uso de la mentada servidumbre.

La decisión sobre las pretensiones de la peticionaria requiere el


esclarecimiento previo de los antecedentes vinculados con la decisión
contenida en los referidos autos, porque es indispensable conseguir una visión
global del problema que sólo puede ser lograda a partir del examen del entorno
dentro del cual se produjeron los hechos origen y causa del conflicto y del
contexto de las decisiones que en las distintas instancias se pronunciaron, en
relación con las sucesivas acciones de tutela que se promovieron. Ello es asi,
porque si apenas se hace un examen insular de tales situaciones resulta
imposible llegar a la verdad material que es el objetivo del proceso, y bien se
sabe que la historia de los hechos es el fundamento de su conocimiento y el
soporte de toda decisión justa.
Consecuente con lo anterior, es preciso comenzar por establecer la naturaleza
del juicio de amparo policivo que se surtió ante la Secretaría de Gobierno
Distrital de Santa Marta y dio lugar a la providencia del 14 de enero de 1992 y
precisar, además, los alcances procesales de éste, en razón de la
trascendencia jurídica que tanto el Juzgado 6o. Penal del Circuito de Santa
Marta como el Tribunal Superior de dicho distrito le reconocieron a la resolución
policiva, al punto que la admitieron como la decisión "de fondo sobre la acción
instaurada" que reclama el artículo 8o. del decreto 2591/91, cuando autoriza la
tutela como mecanismo transitorio.

2. El amparo de la posesión sobre la servidumbre y la naturaleza de la


providencia que lo otorgó.

La providencia del 14 de enero de 1992, proferida por la Secretaría de


Gobierno Distrital de Santa Marta puso fin a un juicio de amparo policivo, que el
Código de Policía instituye como un mecanismo preventivo dirigido a
restablecer el poder de hecho que el poseedor o tenedor ejerce sobre un bien
inmueble o mueble, o específicamente en una servidumbre (arts. 125 y 128),
sin que importe en cada caso concreto la valoración jurídica relativa al derecho
real o personal que el actor pudiera tener (propiedad, uso, usufructo,
servidumbre, arrendamiento, etc.).

En el "amparo policivo" no se discute ni decide por tanto, sobre la fuente del


derecho que protege al actor o a sus contradictores (art. 126), por lo que el
debate se limita exclusivamente a preservar o a restablecer la situación de
hecho al estado anterior (statu quo) a la perturbación o a la pérdida de la
posesión o tenencia del demandante sobre el bien. Ese es el sentido con que
se regula por el artículo 125 del Código de Policía la figura del amparo. Así se
expresa esta norma:

"La Policía sólo puede intervenir para evitar que se perturbe el


derecho de posesión o mera tenencia que alguien tenga sobre un
bien, y en el caso de que se haya violado ese derecho, para
restablecer y preservar la situación que existía en el momento en
que se produjo la perturbación"

En este orden de ideas, el amparo policivo cobija sin distinción todas las
especies de servidumbres (continuas, discontinuas, aparentes e inaparentes),
sin excluir aquellas que solamente pueden adquirirse por medio de un título
-discontinuas y continuas inaparentes- porque la necesidad o exigencia de la
protección no la constituye el virtual derecho real existente sobre el inmueble,
sino su ejercicio como simple expresión material de manifestación o efecto
externo; por lo tanto, en caso de usurpación, negación o perturbación en el
goce de una servidumbre es procedente el amparo policivo con la finalidad de
restablecer la situación o las cosas al estado en que se hallaban antes del
despojo o perturbación por la actividad de un tercero. Es por ello que el artículo
128 del Código de Policía al referirse a la circunstancia de "amparar el ejercicio
de una servidumbre", no advierte nada sobre la protección del derecho real
que élla eventualmente conlleva.
Sólo frente al juez competente puede plantearse el debate en torno al derecho
sustancial en conflicto, es decir, sobre la titularidad del respectivo derecho real
o personal (propiedad, posesión, tenencia en debida forma, etc.), cuando aquél
conozca del proceso a que dé lugar el ejercicio de la correspondiente
pretensión procesal.

Por otra parte, debe advertirse que los amparos policivos han sido asimilados a
controversias de naturaleza jurisdiccional, hasta el punto que la providencia
que culmina la actuación tiene idéntica naturaleza (Art. 82 C.C.A.). Esta
asignación especial de atribuciones jurisdiccionales a las autoridades de policía
se aviene con el precepto constitucional del artículo 116, inc. 3o., según el cual,
"excepcionalmente la ley podrá atribuir función jurisdiccional en materias
precisas a determinadas autoridades administrativas".

No obstante, es de observar que las providencias policivas tienen un alcance


precario y provisorio porque no pueden resolver sobre cuestiones de fondo
como las atinentes a la definición de los derechos sustanciales vinculados al
objeto del amparo que puedan corresponder a las partes; sus efectos son
limitados en el tiempo y, en vista de lo cual, pueden ser modificadas por la
sentencia judicial con que se resuelva la respectiva controversia, vgr. sobre la
legitimidad del derecho real de servidumbre, la cual puede promoverse luego
de producido el amparo a iniciativa del interesado, pues, como lo señala el
Código de la materia, "las medidas de policía para proteger la posesión y la
tenencia de bienes se mantendrán mientras el juez no decida otra cosa"
(Código Nacional de Policía art. 127)

3. Alcance del fallo de tutela del Tribunal Superior de Santa Marta en favor
de los usuarios de la servidumbre de tránsito. Persona que debe
promover la acción cuando la tutela se concede como mecanismo
transitorio.

Como se deduce de los antecedentes antes relacionados, la esencia del


problema en que se vieron comprometidos los vecinos del predio de Ténicas
Baltime de Colombia S.A. en Santa Marta, obedeció al hecho de que las
autoridades de policía de la ciudad se negaron, por razones aún no
esclarecidas, a hacer cumplir la providencia que les otorgó el amparo solicitado
para restablecer y preservar el uso de una presunta servidumbre de tránsito.

Esa circunstancia explica los sucesivos y fallidos intentos de los interesados


por lograr el cumplimiento de la decisión policiva, hasta cuando el Tribunal
Superior de Santa Marta -Sala Penal- en providencia del 25 de Agosto de 1993,
decidió "conceder transitoriamente la tutela solicitada" y dispuso "ordenar a la
sociedad Técnicas Baltime de Colombia S.A. remover cualquier obstáculo físico
o psicológico que impida a los habitantes del mencionado asentamiento, volver
a utilizar el carreteable que atraviesa el predio conforme venía haciéndolo
desde años atras".

El fundamento de la decisión se soporta, según el Tribunal, "ante el hecho


cierto de una fáctica servidumbre de tránsito sobre el predio de la sociedad
demandada" (fl.42), y en virtud de que "evidente resulta el carácter de
irremediable que ostenta este perjuicio" (fl. 43).

Nótese que la acción de tutela promovida en esta oportunidad contra Técnicas


Baltime de Colombia S.A. tuvo como objetivo lograr que la sociedad "... permita
el uso de la servidumbre que ha impedido, no obstante la sentencia
condenatoria de la secretaría de gobierno distrital". Resulta entonces evidente
que la tutela no buscaba el reconocimiento del derecho al uso de la
servidumbre, porque ya se había concedido expresamente por la Alcaldía de
Santa Marta con ocasión del fallo de policia, sino para que se dispusiera e
impusiera su cumplimiento (fl. 32).

Procedió acertadamente el Tribunal cuando al conceder transitoriamente la


tutela impetrada no señaló el término de que dispone el afectado, según el
inciso 3o. del art. 8o. del decreto 2591 de 1991 para promover ante el
competente juez la acción correspondiente al medio ordinario de defensa
judicial, pues indudablemente la norma parte del supuesto de que el ejercicio
de la acción le corresponda concretamente a quien ha obtenido el amparo
transitorio de su derecho fundamental a través de la sentencia de tutela.
Puede afirmarse, que normalmente el ejercicio de la acción le corresponde a la
persona favorecida con la sentencia de tutela transitoria, pero habrá casos en
que ello no sea asi, bien porque el derecho objetivo no lo impone en cabeza de
dicha persona o cuando a juicio del juez de tutela ésta se encuentre en un
estado de indefensión patente desde el punto de vista físico, síquico, cultural,
social o económico que le impida promover la acción, en cuyo caso, la carga de
promover la acción debe ser impuesta por el juez de tutela a la parte que se
encuentre en la situación mas favorable o ventajosa para instaurarla, con
fundamento en los arts. 2o. (efectividad de los derechos) y 13 (principio de
igualdad) de la Constitución Política.

Una solución semejante a la propuesta se encuentra en la sentencia T-05/951 ,


en la cual se dijo lo siguiente:

"6. Ante la necesidad de que sea la jurisdicción laboral la que


decida a quien corresponde el pago de servicio médico de la
peticionaria, se plantea el problema de quién debe soportar las
consecuencias temporales de la falta de certeza legal. La
situación de extrema fragilidad de la peticionaria es una razón
suficiente para descartar la solución que consiste en que sea ella
quien espere -en la situación de desprotección actual - la decisión
de la jurisdicción competente. De otra parte, la demanda de tutela
no se dirige contra el instituto de seguro social y, por lo tanto, la
parte resolutiva de esta providencia no podría afectarlo. Se
impone entonces una solución que ordene el mantenimiento del
statu quo mientras se decide de fondo. La empresa debe
continuar pagando el monto de los servicios médicos como una
consecuencia de los deberes sociales que la constitución le exige
frente a sus trabajadores. No en vano la Carta le impone a la
empresa -célula económica que reúne al capital y al trabajo -, una
precisa e importante función social que cumplir (CP art. 58)"
4. La solución del caso en estudio.

Partiendo de la circunstancia de que el Tribunal no señaló un plazo


determinado para el ejercicio de la acción correspondiente ante el juez civil
competente, omisión plenamente justificada según la interpretación que se ha
hecho de la preceptiva del inciso 3o. del art. 8o., ibídem, considera la Sala que
las providencias de la Sala Penal del Tribunal y del Juzgado 6o. Penal del
Circuito de Santa Marta se ajustan a derecho y, por lo tanto, no desconocen el
derecho fundamental al debido proceso de la sociedad Técnicas Baltime de
Colombia S.A., pues el amparo policivo decretado por la autoridad de policía en
el presente caso, en cuanto determinó que desde el punto de vista fáctico o
material y no jurídico las personas favorecidas con el mismo tenían derecho al
uso de la presunta y alegada servidumbre de tránsito, tiene vigencia "mientras
el juez no decida otra cosa" (art. 127 ibídem) es decir, tiene el efecto de cosa
juzgada relativa, vigente en tanto se adelante y concluye el respectivo proceso
que debe promover dicha sociedad, pues contra ella se decretó el amparo
policivo.

Podría decirse adicionalmente y para mayor abundamiento que no resulta


lógico que quien obtiene el amparo al uso de una servidumbre, es decir, a
quien se le define que materialmente puede continuar disfrutando de dicho uso,
se le imponga la carga de promover el proceso dentro del cual se defina la
titularidad jurídica del derecho real de servidumbre, porque ello equivaldría a
desconocer no sólo el hecho real del uso que se viene ejerciendo, sino la
situación favorable creada por el amparo, su efectividad y su fuerza jurídica
provisoria, mientras el juez civil competente adopta la decisión que
corresponda.

Llama la atención a la Sala la circunstancia de que si bien el Tribunal


Administrativo del Magdalena otorgó la tutela interpuesta por la sociedad actora
sus efectos, dada la perentoriedad de la norma del art. 127 del Código Nacional
de Policía, quisieron neutralizarse al disponerse en la parte motiva, que no en
la resolutiva, que los efectos de la decisión policiva no se afectarían o
alterarían, con lo cual, se adoptó una decisión que es manifiestamente
incongruente y contradictoria. En efecto, dijo el Tribunal al precisar en la parte
motiva el alcance de la tutela en cuestión:

"3.- en cuanto el objeto mismo o propósito final de la tutela ha de


decirse que la que se ha de otorgar no va más allá, en sus
efectos, que la simple declaratoria de que la tutela transitoria
otorgada por la Sala Penal del Tribunal superior de Santa Marta
ha perdido vigencia, sin la virtualidad de autorizar al
accionante para que pueda impedir el paso o la utilización del
carreteable que atraviesa el predio, pues para ello, como ya
se analizó, tiene acciones legales"

Por las razones expuestas, se revocará la sentencia proferida por el Tribunal


Administrativo del Magdalena y, en su lugar, se negará la tutela impetrada por
la Sociedad Técnicas Baltime de Colombia S.A.
V. DECISION.

En mérito de lo expuesto, la Sala Segunda de Revisión de la Corte


Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de
la Constitución,

R E S U E L V E:

PRIMERO. Revocar la sentencia de fecha 26 de Julio de 1994, proferida por


el Tribunal Administrativo del Magdalena, mediante la cual se concedió la tutela
impetrada por la sociedad actora y se declaró la cesación de los efectos del
fallo de tutela proferido por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Santa Marta el 25 de agosto de 1993, en favor de los señores
Carlos Jiménez Mier y otros. En su lugar niégase la tutela solicitada.

SEGUNDO. Disponer que por Secretaría General se comunique el contendio


de esta providencia al Juzgado 6o. Penal del circuito de Santa Marta para los
fines previstos en el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991.

Cópiese, notifíquese, comuníquese, cúmplase e insértese en la Gaceta de la


Corte Constitucional.

ANTONIO BARRERA CARBONELL

Magistrado Ponente

EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ

Magistrado

CARLOS GAVIRIA DIAZ

Magistrado

MARTHA SACHICA DE MONCALEANO

Secretaria General

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